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6 de Abril de 2015 5 Por Juan María Alponte [email protected] http://juanmariaalponte.blogspot.mx/ Columna México y el Mundo ¿Venezuela una “democracia enferma”? ¿Qué nos dice? E l título de este artículo es la reproducción, absoluta, del título del libro del profesor venezolano Antonio Stempel Paris, libro que se publicó en Caracas en 1981, esto es, 169 años después que Simón Bolívar hiciera una declaración, desconsolada, sobre las luchas por la Inde- pendencia no sólo de Venezuela, sino de América Latina. En efecto, en 1812, Simón Bolívar escribía, con mano rme y melancolía política, un texto dramático: “En tan- to que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes políticas que distinguen a nuestros her- manos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina. Desgraciadamente estas cualidades parecen estar muy lejos de nosotros…”. En 1830, la vida, madre y maestra, le dio la razón. En ese año renunció –no tuvo otro remedio- a sus altos cargos, resultado de las Guerras de las Independencias y, en la soledad, encaminó sus pasos, solitarios, desde Bogotá a Caracas con la esperanza de morir en su gran mansión natal. En el camino, enfermo, el Libertador vio que se le cerraban, a su paso, las puertas. Murió, sin llegar a Ca- racas, el 17 de diciembre de 1830 en la mansión de un español que le abrió las puertas de su casona de San Pedro Alejandrino. La vida real asesina los prejuicios que son, so- lamente, máscaras que sirven de refugio a los demagogos. Un mes antes (9 de noviembre de 1830) desde Ba- rranquillo había escrito, Bolívar, una carta al general Juan José Flores. Carta reveladora que, obviamente, por ello, se conoce poco. Le decía, después del “Mi querido general”, lo que sigue: “Usted sabe que yo he mandado veinte años, y de ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos: 1) la América es ingobernable para nosotros; 2) el que sirve a una revolución ara en el mar; 3) la única cosa que se puede hacer en América es emigrar; 4) este país (¿se reere a Colombia o Vene- zuela?) caerá infaliblemente en manos de una multi- tud desenfrenada para después pasar a tiranuelos casi imperceptibles de todos colores y razas; 5) devorados por los crímenes y extinguidos por la ferocidad, los europeos no se dignaran conquistarnos; 6) si fue- ra posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, este sería el último periodo de la América… Usted verá que todo el mundo va a entregarse al torrente de la demago- gia, y, ¡desgraciados de los pueblos! y ¡desgraciados de los gobiernos!...”. ¿Ayer u hoy? El español que acogió a Bolívar en su casa, para morir, nunca se ha olvidado en Caracas: Joaquín de Mier. Ahora ante la Venezuela del In-Maduro, esto es, el Foro de Davos que hace anualmente un balance de la situación de todos los paí- ses y, por tanto, también de Venezuela. Evaluación que parece dar plenamente la razón a los augurios penosos de Simón Bolívar. En efecto, el Foro de Davos, en orden al Uso de los Fondos Públicos coloca a Venezuela en el lugar 143 del mundo; en Conanza Pública en los Políticos, Venezuela lugar 137, y en Independencia Judicial, país 144. En Regulaciones Gubernamentales, país 142; en Eciencia de la Legalidad, país 144; en Crimen Organizado, país 142; en Transparencia Gubernamental, país 142; en el Costo de la Violencia para los Negocios, país 140; en Conanza en los Servicios Policíacos, país 142. En ese país petrolero, en orden a las Infraestructuras, país 137; en el capítulo Favoritismo en las Decisiones Guberna- mentales, país 142; en Transparencia de la Política Gubernamental, país 144; en la Calidad de las Infraestructuras, país 135; en Costos para los Negocios por el Crimen y la Violencia, país 140; en orden a las Relaciones del Trabajo, país 142; en Salarios y Productividad (Pay and Pro- ductivity), país 140; en Capacidad de Innovación, país 134; en Calidad de las Instituciones Cientícas de Investigación, país 118. El profesor Antonio Stempel Paris, ya citado, en la pági- na 123 de su “Venezuela, una Democracia Enferma”, hace un llamamiento a la verdad: “No podemos olvidar que nosotros no vivimos en una sociedad post-industrial, en una sociedad de la abundancia, donde el hombre puede dar satisfacción a sus necesidades fundamentales. ¡Nues- tra realidad socioeconómica es bien diferente!”. Ya en 1981, el profesor Stempel, añadía: “De allí que nos parezca absolutamente irresponsable y suicida el juego que constantemente hacemos de esa ‘democracia feliz’ que cree o pretende hacer creer que todo está muy bien…puesto que todo sigue igual”. En esas estructuras ideológicas y políticas —leamos de nuevo las hipótesis de Bolívar— se desarrollan los Chávez y los Maduros (con el “In”) que, obviamente, no son fan- tasmas episódicos en América Latina. Bolívar, profético, en su famosa “Carta de Jamaica” (1815) decía lo que sigue: “No siéndonos posible elegir entre las repúblicas y las monarquías lo más perfecto y acabado es que evitemos (al menos) caer en anarquías demagógicas o en tiranías monócratas”. Bolívar, que vivió el nacimiento de las nuevas naciones libres adivinaba entre la reexión y el sueño algo que ya había contemplado con dolor: que la creación de las nue- vas naciones libres e independientes se tornó, también, una reexión rigurosa para evitar, dice, las tiranías mo- nócratas de los caudillos. Las hubo, las hay. LA PRUEBA FINAL DEL BOLIVARISMO: EL ASESI- NATO DEL MARISCAL SUCRE La biografía de Bolívar es universal. Se culmina, en el fragor de la existencia, con el asesinato de su amigo y mayor colaborador: el Gran Mariscal Sucre. El 4 de junio de 1830, en efecto, el Gran Mariscal de Ayacucho —batalla famosa para las independencias latinoamericanas— fue asesinado en Barruecos. Hasta hoy es un crimen terrible en las som- bras de las sospechas. Último gran dolor de Simón Bolívar. En 1981 el autor de “Venezuela, una Democracia Enferma”, decía, entonces, en la última página de su libro, la 192, esta frase: “Una dura realidad la que vivimos”. ¿Qué diría hoy? ¿Qué hemos aprendido? En el libro “Le Venezuela” —Presses Universitaires de France— se asumía que el 70% del presupuesto de Estado procedía del petróleo. No dice que el petróleo, como bien lo señala Rangel en su libro “La Oligarquía del Petróleo” supuso, además, la corrupción. Cuando entrevisté, en su des- pacho de Miraores, al Presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, el petróleo era el “rey” y el propio presiden- te fue liquidado, moralmente, por el chorro petrolero. La reducción de los precios ha sido un parón crítico. Desayu- nando, hace 30 años, en un restaurante, con el caraqueño, Miguel Ángel Burelli, ministro de Relaciones Exteriores –mi libro “El Tercer Mundo” se lo dediqué- me dijo: “Todo lo que desayunamos es importado”. Hoy, el país vive, bajos precios del petróleo y la dependencia a las importaciones conforman, a la vez, la carencia de mercancías, un régimen político lamentable, y una protesta social que explicita el caos del gobierno de Maduro y el chavismo. Cuba al fondo.

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47 ARTÍCULO ALPONTE

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    Por Juan Mara [email protected]://juanmariaalponte.blogspot.mx/

    Columna Mxico y el Mundo

    Venezuela una democracia enferma? Qu nos dice?

    El ttulo de este artculo es la reproduccin, absoluta, del ttulo del libro del profesor venezolano Antonio Stempel Paris, libro que se public en Caracas en 1981, esto es, 169 aos despus que Simn Bolvar hiciera una declaracin, desconsolada, sobre las luchas por la Inde-pendencia no slo de Venezuela, sino de Amrica Latina.

    En efecto, en 1812, Simn Bolvar escriba, con mano !rme y melancola poltica, un texto dramtico: En tan-to que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes polticas que distinguen a nuestros her-manos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina. Desgraciadamente estas cualidades parecen estar muy lejos de nosotros.

    En 1830, la vida, madre y maestra, le dio la razn. En ese ao renunci no tuvo otro remedio- a sus altos cargos, resultado de las Guerras de las Independencias y, en la soledad, encamin sus pasos, solitarios, desde Bogot a Caracas con la esperanza de morir en su gran mansin natal. En el camino, enfermo, el Libertador vio que se le

    cerraban, a su paso, las puertas. Muri, sin llegar a Ca-racas, el 17 de diciembre de 1830 en la mansin de un espaol que le abri las puertas de su casona de San Pedro Alejandrino. La vida real asesina los prejuicios que son, so-lamente, mscaras que sirven de refugio a los demagogos.

    Un mes antes (9 de noviembre de 1830) desde Ba-rranquillo haba escrito, Bolvar, una carta al general Juan Jos Flores. Carta reveladora que, obviamente, por ello, se conoce poco. Le deca, despus del Mi querido general, lo que sigue: Usted sabe que yo he mandado veinte aos, y de ellos no he sacado ms que pocos resultados ciertos: 1) la Amrica es ingobernable para nosotros; 2) el que sirve a una revolucin ara en el mar; 3) la nica cosa que se puede hacer en Amrica es emigrar; 4) este pas (se re!ere a Colombia o Vene-zuela?) caer infaliblemente en manos de una multi-tud desenfrenada para despus pasar a tiranuelos casi imperceptibles de todos colores y razas; 5) devorados por los crmenes y extinguidos por la ferocidad, los europeos no se dignaran conquistarnos; 6) si fue-

    ra posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, este sera el ltimo periodo de la Amrica Usted ver que todo el mundo va a entregarse al torrente de la demago-gia, y, desgraciados de los pueblos! y desgraciados de los gobiernos!.... Ayer u hoy?

    El espaol que acogi a Bolvar en su casa, para morir, nunca se ha olvidado en Caracas: Joaqun de Mier. Ahora ante la Venezuela del In-Maduro, esto es, el Foro de Davos que hace anualmente un balance de la situacin de todos los pa-ses y, por tanto, tambin de Venezuela. Evaluacin que parece dar plenamente la razn a los augurios penosos de Simn Bolvar.

    En efecto, el Foro de Davos, en orden al Uso de los Fondos Pblicos coloca a Venezuela en el lugar 143 del mundo; en Con!anza Pblica en los Polticos, Venezuela lugar 137, y en Independencia Judicial, pas 144. En Regulaciones Gubernamentales, pas 142; en E!ciencia de la Legalidad, pas 144; en Crimen Organizado, pas 142; en Transparencia Gubernamental, pas 142; en el Costo de la Violencia para los Negocios, pas 140; en Con!anza en los Servicios Policacos, pas 142.

    En ese pas petrolero, en orden a las Infraestructuras, pas 137; en el captulo Favoritismo en las Decisiones Guberna-mentales, pas 142; en Transparencia de la Poltica Gubernamental, pas 144; en la Calidad de las Infraestructuras, pas 135; en Costos para los Negocios por el Crimen y la Violencia, pas 140; en orden a las Relaciones del Trabajo, pas 142; en Salarios y Productividad (Pay and Pro-

    ductivity), pas 140; en Capacidad de Innovacin, pas 134; en Calidad de las Instituciones Cient!cas de Investigacin, pas 118.

    El profesor Antonio Stempel Paris, ya citado, en la pgi-na 123 de su Venezuela, una Democracia Enferma, hace un llamamiento a la verdad: No podemos olvidar que nosotros no vivimos en una sociedad post-industrial, en una sociedad de la abundancia, donde el hombre puede dar satisfaccin a sus necesidades fundamentales. Nues-tra realidad socioeconmica es bien diferente!.

    Ya en 1981, el profesor Stempel, aada: De all que nos parezca absolutamente irresponsable y suicida el juego que constantemente hacemos de esa democracia feliz que cree o pretende hacer creer que todo est muy bienpuesto que todo sigue igual.

    En esas estructuras ideolgicas y polticas leamos de nuevo las hiptesis de Bolvar se desarrollan los Chvez y los Maduros (con el In) que, obviamente, no son fan-tasmas episdicos en Amrica Latina.

    Bolvar, proftico, en su famosa Carta de Jamaica (1815) deca lo que sigue: No sindonos posible elegir entre las repblicas y las monarquas lo ms perfecto y acabado es que evitemos (al menos) caer en anarquas demaggicas o en tiranas moncratas.

    Bolvar, que vivi el nacimiento de las nuevas naciones libres adivinaba entre la re"exin y el sueo algo que ya haba contemplado con dolor: que la creacin de las nue-vas naciones libres e independientes se torn, tambin, una re"exin rigurosa para evitar, dice, las tiranas mo-ncratas de los caudillos. Las hubo, las hay.

    LA PRUEBA FINAL DEL BOLIVARISMO: EL ASESI-NATO DEL MARISCAL SUCRE

    La biografa de Bolvar es universal. Se culmina, en el fragor de la existencia, con el asesinato de su amigo y mayor colaborador: el Gran Mariscal Sucre. El 4 de junio de 1830, en efecto, el Gran Mariscal de Ayacucho batalla famosa para las independencias latinoamericanas fue asesinado en Barruecos. Hasta hoy es un crimen terrible en las som-bras de las sospechas. ltimo gran dolor de Simn Bolvar.

    En 1981 el autor de Venezuela, una Democracia Enferma, deca, entonces, en la ltima pgina de su libro, la 192, esta frase: Una dura realidad la que vivimos. Qu dira hoy? Qu hemos aprendido?

    En el libro Le Venezuela Presses Universitaires de France se asuma que el 70% del presupuesto de Estado proceda del petrleo. No dice que el petrleo, como bien lo seala Rangel en su libro La Oligarqua del Petrleo supuso, adems, la corrupcin. Cuando entrevist, en su des-pacho de Mira"ores, al Presidente de la Repblica, Carlos Andrs Prez, el petrleo era el rey y el propio presiden-te fue liquidado, moralmente, por el chorro petrolero. La reduccin de los precios ha sido un parn crtico. Desayu-nando, hace 30 aos, en un restaurante, con el caraqueo, Miguel ngel Burelli, ministro de Relaciones Exteriores mi libro El Tercer Mundo se lo dediqu- me dijo: Todo lo que desayunamos es importado. Hoy, el pas vive, bajos precios del petrleo y la dependencia a las importaciones conforman, a la vez, la carencia de mercancas, un rgimen poltico lamentable, y una protesta social que explicita el caos del gobierno de Maduro y el chavismo. Cuba al fondo.