5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

11
Sal y luz de la tierra 5º domingo Tiempo Ordinario - A

description

5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Transcript of 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Page 1: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Sal y luz de la tierra

5º domingo Tiempo Ordinario - A

Page 2: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla bajo el celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa.

Mt 5, 13-16.

Page 3: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Jesús se dirige a sus discípulos con el deseo de despertar en ellos el sentido de su vocación. La palabra

que han de anunciar va más allá de la adhesión a su maestro. No sólo van a proclamar la buena nueva, sino

que la harán suya, convirtiéndose en auténticos testigos del amor en medio del mundo.

Page 4: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Vosotros sois la sal de la tierra.

Los envía a un mundo apático, tedioso y frío que necesita vida y esperanza.

Ser sal es dar gusto y sentido a la vida, es hacer

apetecible la palabra de Dios a las almas que

necesitan recuperar la vitalidad.

Page 5: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

La Iglesia necesita testimonios vigorosos para alimentar la fe de quienes viven sumidos en una profunda

amargura.

Dios quiere que todos los cristianos seamos sal y sepamos condimentar las diferentes experiencias que

tenemos que ir tragando y asimilando en nuestra ajetreada existencia.

Page 6: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

De nada sirve rezar, venir a misa o dar el diezmo de

cuanto tenemos. Si no convertimos nuestra fe

en obras de amor, si nos quedamos en el puro

cumplimiento de unos preceptos, no es

suficiente.

Dios pide que nos transformemos en platos sabrosos para que otros

se alimenten de la bondad de Dios.

Page 7: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Si no nos entregamos como misioneros a la causa de Cristo, ni siquiera nuestra formación doctrinal y

teológica nos servirá. Dios necesita testigos vivos, no sólo cumplidores o eruditos de su palabra. Dios quiere

que entreguemos nuestras vidas para que otros lo puedan conocer y amar, tal como lo hizo Jesús.

Page 8: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Vosotros sois la luz del mundo.

Cada cristiano es una antorcha viva que alumbra

a los demás.

Por el regalo de la fe que se le ha dado, participa de

la misma luz de Cristo.

El don que hemos recibido nos convierte en

potenciales faros de luz, que indican hacia qué

rumbo dirigir la nave de nuestras vidas.

Page 9: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

En el bautismo decimos: «recibe la luz de Cristo».

Desde que entramos a formar parte de la Iglesia, hemos recibido el don de la luz de Dios. Cada cristiano recibe la misión de iluminar, de convertirse en llamarada de fuego del Espíritu Santo para arrojar luz a los corazones que viven en las tinieblas del egoísmo.

Page 10: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Ahora, más que nunca, en estos momentos en que parece que la llama de la fe vacila y se apaga en medio de la sociedad, hemos de hacer revivir en nosotros la luz de Cristo resucitado. Pidamos a Dios que el fuego luminoso de su Espíritu nos convierta en masa incandescente de amor para todos aquellos que viven en la penumbra.

Page 11: 5 Domingo Ordinario A - Sal y luz

Textos: Joaquín Iglesias Aranda

http://homilias.blogspot.com