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La concepción social de la obesidad, ha provocado que las personas marquen a los individuos obesos con diversos prejuicios que carecen de funda- mentos racionales trayendo como consecuencia la marginación social, decremento de la autoestima y de la calidad de vida (12.8). Aunque la obesidad es fácil de identificar clínica- mente, es sumamente difícil distinguirlas reper- cusiones que produce en el aspecto psicológico y es una inevitable controversia el hecho de que no existe una definición única de obesidad, sino múltiples. que responden a la existencia de diver- sas teorías etiológicas como son: la teorías energéti- cas, las neuroquímicas, las genéticas, las celula- res. las endócrinas y finalmente las psicológicas. Queda claro entonces que, al intentardefinir esta enfermedad, no basta centrarse en el organismo como sistema biológico, sino que es indispensable analizar tos aspectos psicológicos, sociales y cul-turales que implica (2). Aigunos autores refieren que las mayores conse- cuencias de la obesidad infantil son las psicológi- cas, a pesar de que todavía no está clara la rela- ción entre la obesidad y algún síndrome psicológi- co o conductuai de características propias sin em- bargo parece ser más común encontrar alteracio- nes de la p ersonalidad y problemas psiquiátricos en personas obesas que en las de peso normal. Probablemente debido a que la obesidad puede ser visualizada como el síntoma ola consecuen- cia de un problema de ajuste psicológico o social. que atenta contra las cualida-des emocionaies, percepción del propio funcionamiento, calidad de vida y habilidades sociales de estas personas a cualquier edad, especialmente por las caracterís- ticas estigmatizadas por la sociedad (2). De acuerdo con lo anterior, abordaremos la di- mensión psicosocial de la obesidad infantil a partir de las siguientes preguntas: ¿Cuál es la percepción social actual de la obesidad infantil?, ¿Cuáles son los aspectos psicosociales que enfrenta el niño al padecer sobrepeso u obesidad?. ¿Qué elemen- tos psicosociales debe considerar y analizar el médico general para abordar el problema de la obe- sidad infantil? Percepción social del niño con sobrepeso u obeso. La obesidad puede ser alabada o estigmatizada dependiendo del grupo social de que se trate (14). En ese aspecto, vale la pena interrogarse si existe una percepción global de la obesidad infantil o si se trata de percepciones diversas dependien- do del grupo etáreo-cultural según sea el caso. Algunos estudios afirman que los niños y jóve- nes son sensibilizados con respecto a la obesi- dad y empiezan a incorporar una preferencia cultural por las personas delgadas (2). De tal forma que entre los niños consideran al obeso con cualidades negativas como tontos, des- cuidados, perezosos, sucios, estúpidos, feos. poco confiables y mentirosos. Otros mencionan que prefieren amigos con algún tipo de discapacidad que niños con sobrepeso. Se observó que los ni- ños con sobrepeso difícilmente pueden escoger amigos por que son juzgados como gordos y lentos para el juego (2.3). Siguiendo con la construcción de esta percep- ción. algunos estudios dicen que los adolescentes mencionaron prefierir a una pareja cocainó-mana o ciega que obesa. Curiosamente los obesos tie- nen el mismo tipo de prejuicios. También entre los médicos se describen a los pacientes obesos como desagradables. débiles y con poca fuerza de voluntad (2. ^-2). Los niños con obesidad tienden a ser madura- dores tempranos, lo que crea hacia ellos expecta- tivas inapropiadas en cuanto a su conduc-ta, que puede tener un efecto adverso en su socializa- ción (3) y si los niños y adolescentes obesos se comportan de acuerdo con las expec-tativas so- ciales antes mencionadas, pueden enmarcarse en algún este-reotipo (2). La interacción inadecuada entre la familia y medio ambiente, aunado a factores como pobre- za, padre único y violencia intrafamiliar, favore- cen la psicopatología de la obesidad (7). Además cuando estos facto-res se combinan con obesidad de los padres, es muy difícil modificarla adquisición y el curso de la obesidad en los niños (5). Con mayor frecuencia se ha observado que los niños con madres obesas, familias peque- ñas y con poca estimulación temprana tienen mayor riesgo de desarrollar obesidad indepen- dientemente de otros factores demográficos y socioeconómicos, Otros autores mencionan que los niños con familia de bajo nivel educativo y padres no profesionistas tienen mayor riesgo de ser obesos (4). Autopercepción El concepto de autopercepción es el resultado, entre otros factores. de las expectativas sociales Dimensiones psicosociales de la obesidad Viridiana Ruiz Pinal, Jose Angel Isaae Ruiz Mata Tomado de Gaceta Urbana N3. Colaboraciones

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La concepción social de la obesidad, ha provocado que las personas marquen a los individuos obesos con diversos prejuicios que carecen de funda-mentos racionales trayendo como consecuencia la marginación social, decremento de la autoestima y de la calidad de vida (12.8).

Aunque la obesidad es fácil de identificar clínica-mente, es sumamente difícil distinguirlas reper-cusiones que produce en el aspecto psicológico y es una inevitable controversia el hecho de que no existe una definición única de obesidad, sino múltiples. que responden a la existencia de diver-sas teorías etiológicas como son: la teorías energéti-cas, las neuroquímicas, las genéticas, las celula-res. las endócrinas y finalmente las psicológicas. Queda claro entonces que, al intentardefinir esta enfermedad, no basta centrarse en el organismo como sistema biológico, sino que es indispensable analizar tos aspectos psicológicos, sociales y cul-turales que implica (2).

Aigunos autores refieren que las mayores conse-cuencias de la obesidad infantil son las psicológi-cas, a pesar de que todavía no está clara la rela-ción entre la obesidad y algún síndrome psicológi-co o conductuai de características propias sin em-bargo parece ser más común encontrar alteracio-nes de la personalidad y problemas psiquiátricos en personas obesas que en las de peso normal. Probablemente debido a que la obesidad puede ser visualizada como el síntoma ola consecuen-cia de un problema de ajuste psicológico o social. que atenta contra las cualida-des emocionaies, percepción del propio funcionamiento, calidad de vida y habilidades sociales de estas personas a cualquier edad, especialmente por las caracterís-ticas estigmatizadas por la sociedad (2).

De acuerdo con lo anterior, abordaremos la di-mensión psicosocial de la obesidad infantil a partir de las siguientes preguntas: ¿Cuál es la percepción social actual de la obesidad infantil?, ¿Cuáles son los aspectos psicosociales que enfrenta el niño al padecer sobrepeso u obesidad?. ¿Qué elemen-tos psicosociales debe considerar y analizar el médico general para abordar el problema de la obe-sidad infantil?

Percepción social del niño con sobrepeso u obeso.

La obesidad puede ser alabada o estigmatizada dependiendo del grupo social de que se trate (14). En ese aspecto, vale la pena interrogarse si existe una percepción global de la obesidad infantil o

si se trata de percepciones diversas dependien-do del grupo etáreo-cultural según sea el caso.

Algunos estudios afirman que los niños y jóve-nes son sensibilizados con respecto a la obesi-dad y empiezan a incorporar una preferencia cultural por las personas delgadas (2).

De tal forma que entre los niños consideran al obeso con cualidades negativas como tontos, des-cuidados, perezosos, sucios, estúpidos, feos. poco confiables y mentirosos. Otros mencionan que prefieren amigos con algún tipo de discapacidad que niños con sobrepeso. Se observó que los ni-ños con sobrepeso difícilmente pueden escoger amigos por que son juzgados como gordos y lentos para el juego (2.3).

Siguiendo con la construcción de esta percep-ción. algunos estudios dicen que los adolescentes mencionaron prefierir a una pareja cocainó-mana o ciega que obesa. Curiosamente los obesos tie-nen el mismo tipo de prejuicios. También entre los médicos se describen a los pacientes obesos como desagradables. débiles y con poca fuerza de voluntad (2. ^-2).

Los niños con obesidad tienden a ser madura-dores tempranos, lo que crea hacia ellos expecta-tivas inapropiadas en cuanto a su conduc-ta, que puede tener un efecto adverso en su socializa-ción (3) y si los niños y adolescentes obesos se comportan de acuerdo con las expec-tativas so-ciales antes mencionadas, pueden enmarcarse en algún este-reotipo (2).

La interacción inadecuada entre la familia y medio ambiente, aunado a factores como pobre-za, padre único y violencia intrafamiliar, favore-cen la psicopatología de la obesidad (7). Además cuando estos facto-res se combinan con obesidad de los padres, es muy difícil modificarla adquisición y el curso de la obesidad en los niños (5).

Con mayor frecuencia se ha observado que los niños con madres obesas, familias peque-ñas y con poca estimulación temprana tienen mayor riesgo de desarrollar obesidad indepen-dientemente de otros factores demográficos y socioeconómicos, Otros autores mencionan que los niños con familia de bajo nivel educativo y padres no profesionistas tienen mayor riesgo de ser obesos (4).

Autopercepción El concepto de autopercepción es el resultado,

entre otros factores. de las expectativas sociales

Dimensiones psicosociales de la obesidad

Viridiana Ruiz Pinal, Jose Angel Isaae Ruiz Mata

Tomado de Gaceta Urbana N3.

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que han sido internalizadas por los sujetos mediante la educación, las costumbres. los ri-tuales. los mitos, etc (14).

Cada cuitura dentro de su contexto históri-co, político y económico moldea una imagen ideal que se espera sea cumplida por los miem-bros de la sociedad en cuestión. Estos fenóme-nos a su vez condicionan los tipos perceptua-les de cada individuo, de tal manera que una imagen puede representar belleza o fealdad obesidad o delgadez, en concor-dancia con lo patrones culturales y con aspectos internos regulados por la historia de un sujeto (14).

Dos elementos que deben reconocerse dei psiquismo son la autoestima y el narcisis-mo, los cuales guardan un equilibrio y son as-pectos afectivos de las personas. que mati-za sus actitudes y comporta-mientos (14). Así, se ha observado en diversos estudios que so-cialmen-te se culpa a la persona de ser obesa, por considerarlo un acto voluntario, haciendo juicios de valor y descalificandola pero lo más grave de esta forma de valorar, es que aquel que la sufre, lo cree de ella misma. Tiene ten-dencia a autoexcluirse por sentirse un ser de-valuado, estable-ciendo relaciones con los otros desde un lugar desigual por su baja autoestima. con una imagen corporal me-nospreciada y sintiendose incapaz (2).

Actualmente, operan creencias, mitos familia-res y sociales que conducen y modelan sus re-laciones con los demás. Su identidad esta atravesada por el "ser gordo", adjetivo que es-tigmatiza y condiciona todas sus acciones, pro-vocando una dura autocrítica y mayor ansiedad, que frecuentemente los lleva a comer compulsi-vamente.

Otra de las consecuencias puede ser la depresión o conductas antisociales (agresividad, retraimiento, entre otras) que refuerzan el ser que no quiere ser. Lo ubican en una visión que se percibe sin salida y lo conducen a no poder construir otro sentido de vida (7).

Trastornos psicológicos y psiquiátri-cos asociados con la obesidad infantil

Es poco conocida la asociación entre obesi-dad y el riesgo de incremento de desórdenes psicológicos (7) y probablemente sea un cam-po am-plio de investigación; sumamente com-plejo por la metodología y tipo de estudio a utili-zar.

Una investigación reveló que solo la obesidad crónica fue asociada con desorden depresivo en niños (7).

Se han identificado trastornos de ansiedad, depresión, conductas adictivas y trastornos alimenticios (11).Otros autores refieren que en el niño obeso pueden existir proble-mas como autoestima deteriorada, autoconcep-ción que dificulta la interacción social, dismi-nución de la expresividad afectiva autoagresión,

suicidio, promiscuidad, adicción al alcohol y drogas psicotrópicas, bulimia y enuresis.

No es raro encontrar que dentro del mismo núcleo familiar el niño con sobrepeso es agre-dido de manera verbal y afectiva, se le señala como diferente al resto de los hermanos. A esto se agrega que en la escuela se le excluye de competencias deportivas y se le ponen so-bre-nombres muchas veces insultantes (12).

Apoyo psicológico en el manejo de la obesi-dad infantil

El aspecto psicológico es considerado como apoyo complementario en el manejo integral de la obesidad. Basándose en la terapia cog-nitivo-conductual, que tiene como finalidad identificar cuales son los mecanismos por los que una persona come de una manera inade-cuada, que factores del estilo de vida contri-buyen a la obesidad, que factores pue-den estar implicados en que la persona utilice la comida como un modo de compensar el estrés y que factores de tipo emocional pueden estar im-plicados de forma inadecuada (14).

Los resultados en estudios que han seguido este manejo en niños con obesidad indican que las intervenciones empleadas hasta la fecha no han repercutido, en su mayoría sobre el peso de los niños en algún grado significati-vo. Incluso el estudio publicado más reciente-mente una intervención de cambio conductual exhaustiva, multifactorial y multicéntrica, que se realizó durante tres años, no ha podido de-mostrar un cambio en la clasificación del peso de los niños, a pesar de mostrar una mejoría significativa en los conocimientos y la conduc-ta con respecto a la obesidad (10).

Conclusiones Este artículo destaca una situación paradóji-

ca: por una parte, la prevención de la obesi-dad (por considerarse una epidemia) se ha convertido en una prioridad de salud pública pero desde el área de la investiga-ción, se cuenta con un número limitado de estudios para poder analizar los hallazgos desde el enfo-que psicológico.

Existe una clara percepción de rechazo y des-precio hacia los niños obesos, a los que se pue-de fácilmente estigmatizar, con consecuencias poco alentadoras.

A pesar de que se ha relacionado social-mente a los obesos con algún tipo de psico-patología, encontramos pocos estudios serios que analizan y encuentran relación entre la obesidad y su psicopatología. Se deben de te-ner en mente las consecuencias psicológicas en el niño obeso cuando se inicie el manejo. ayudando asía anticipar las complica-ciones e ir definiendo formas de vida saludables desde temprana edad. Los esfuerzos futuros dirigi-dos a prevenir la obesidad en los niños pue-den ir encaminados a explorarla educación para padres y establecer programas que pue-

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dan disminuir la prevalencia de obesidad por medio de mayor estimuiación cognitiva en ca-sa.cu

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