66/21 Consejero de Sanidad · 2021. 3. 15. · control en embarazo de 23+2 semanas: desarrollo...
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28013 Madrid Teléfono: 91 720 94 60
DICTAMEN del Pleno de la Comisión Jurídica Asesora de la
Comunidad de Madrid, aprobado por unanimidad en su sesión de 9 de
febrero de 2021, emitido ante la consulta formulada por el consejero de
Sanidad, al amparo del artículo 5.3 de la Ley 7/2015, de 28 de
diciembre, en relación con la reclamación formulada por Dña. …… y D.
…… (en adelante “los reclamantes”), por los daños y perjuicios derivados
de un deficiente control del embarazo por parte del Hospital
Universitario de Fuenlabrada, que originó el fallecimiento de sus dos
hijos a consecuencia del síndrome de transfusión feto-fetal (STFF).
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Los reclamantes, con asistencia letrada, presentaron el
2 de abril de 2019, en el registro del Servicio Madrileño de Salud, un
escrito en el que formulaban una reclamación por la atención sanitaria
prestada en el citado centro sanitario.
En el mismo exponen que el 1 de abril de 2018 la reclamante
estaba embarazada de 33+6 semanas de gemelos, siendo controlado
dicho embarazo en el Hospital Universitario de Fuenlabrada desde el
mes de noviembre de 2017.
Dictamen nº: 66/21
Consulta: Consejero de Sanidad
Asunto: Responsabilidad Patrimonial
Aprobación: 09.02.21
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Refieren que ese día, algo antes de las 21:30 horas, la reclamante
acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Infanta
Cristina de Parla por no percibir movimientos fetales de uno de los
gemelos. Una vez allí, se le realizó una ecografía y, a continuación, una
cesárea urgente por riesgo de pérdida de bienestar fetal del primer
gemelo y fallecimiento del segundo gemelo. Posteriormente, afirman,
ante el estado de salud que presentaba el gemelo nacido vivo y la
inexistencia de UCI neonatal en dicho hospital, se decidió su traslado
en una UVI móvil a la Unidad de Neonatos del Hospital Universitario 12
de Octubre, con anemia grave y sospecha de síndrome de transfusión
feto fetal, quedando la reclamante ingresada hasta el día siguiente.
Según la reclamación, el 2 de abril de 2018 la madre es dada de
alta en el Hospital Universitario Infanta Cristina para su traslado
mediante ambulancia al Hospital Universitario 12 de Octubre, donde se
encontraba ingresado el neonato, con el objeto de estar cerca de él y de
su marido.
Relatan que la gestante fue dada de alta el día 5 de abril de 2018,
siguiendo ingresado su hijo en la UCI de dicho centro hospitalario,
donde falleció el 7 de abril de 2018.
Según afirman, se realizó posteriormente la autopsia del menor,
firmándose el informe de autopsia por el Servicio de Anatomía
Patológica en fecha 30 de agosto de 2018.
Recoge la reclamación que dicho informe considera como
padecimientos fundamentales del recién nacido anemia e insuficiencia
cardiaca secundaria a síndrome de transfusión feto fetal. Es decir,
señala el escrito, la causa de la muerte del neonato y de su hermano en
el vientre materno fue el citado síndrome.
Manifiestan los reclamantes que, a pesar de tratarse, en principio,
de un embarazo controlado por los profesionales médicos de forma
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regular, no supieron diagnosticar lo que podía estar sucediendo,
máxime cuando se trataba de una paciente que, hasta en dos ocasiones
anteriores al mes de abril, tuvo amenaza de parto prematuro, con
ingreso en el Hospital Universitario 12 de Octubre durante 3 días.
Señalan que dichas circunstancias puede que hicieran necesario un
control médico mucho más exhaustivo, dado que “no es lógico que se
perdieran dos bebés 10-15 días antes de que se provocara el parto”.
Según el escrito de reclamación, el síndrome de transfusión feto
fetal no es algo desconocido para los profesionales de la especialidad de
Ginecología y Obstetricia, pues es una situación que puede darse en los
embarazos monocoriales biamnióticos como era el caso, lo que sin
duda, señalan los reclamantes, debería haberles llevado a extremar la
vigilancia y control sobre el mismo, máxime teniendo en cuenta que de
preverse dicho síndrome y controlarse, puede tratarse e intervenirse,
“evitando que sucedan hechos tan tristes”. Refieren los reclamantes que
el propio Servicio Madrileño de Salud tiene establecido, en el Hospital
Universitario La Paz, el procedimiento endoscópico de coagulación de
comunicaciones vasculares a través de láser, mediante el cual se evitan
problemas como el sucedido a los bebés de los reclamantes.
En consecuencia, concluye la reclamación, el fallecimiento de
ambos gemelos fue causado por el síndrome de transfusión feto fetal,
que no fue debidamente diagnosticado y tratado por los
correspondientes profesionales médicos.
Solicitan los reclamantes una cantidad total de 285.191,20 euros,
de los cuales corresponden 142.595,60 euros a cada uno de los padres,
calculados teniendo en cuenta el baremo de 2018 (fecha en la que se
producen los fallecimientos) de la Ley 35/2015, de 22 de septiembre, de
reforma del sistema para la valoración de los daños y perjuicios
causados a las personas en accidentes de circulación que, si bien no es
vinculante dado que no se trata de un tema de tráfico, tiene carácter
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totalmente objetivo. Además, indican que no han recibido
indemnización alguna ni están en situación de recibirla, ni existe otro
procedimiento abierto, ni administrativo ni jurisdiccional, por los
mismos hechos. Adjuntan con la reclamación copia del Libro de Familia
y Documento Nacional de Identidad de cada uno de ellos.
SEGUNDO.- En relación con el contenido de la reclamación, la
consulta del expediente administrativo, al que se han incorporado las
historias clínicas de los diferentes centros sanitarios implicados en el
proceso asistencial de la paciente, ha puesto de manifiesto los
siguientes hechos.
La gestante, nacida en 1987, con antecedentes de reflujo
vesicoureteral bilateral, resuelto quirúrgicamente, y nefropatía
cicatricial de riñón derecho, acude a primera consulta en el Servicio de
Ginecología del Hospital Universitario de Fuenlabrada el día 7 de
noviembre de 2017, donde se le realiza ecografía que confirma la
existencia de una gestación gemelar monocorial biamniótica a las 13
semanas de edad gestacional (EG), con fecha de última regla (FUR) 8 de
agosto de 2017. La analítica no objetiva hallazgos significativos.
En cuanto a los datos fetales del primer gemelo: feto vivo y móvil.
CRL: 68 mm. Translucencia nucal: 1,6 mm. Ductus venoso: normal.
Hueso nasal: presente. Anejos ovulares. Placenta: posterior. Líquido
amniótico: normal.
Por lo que se refiere al segundo gemelo: feto vivo y móvil. CRL: 64
mm. Translucencia nucal: 1,4 mm. Ductus venoso: normal. Hueso
nasal: presente. Anejos ovulares. Placenta: posterior. Líquido amniótico:
normal
El 22 de noviembre de 2017 se realiza ecografía correspondiente a
una gestación de 15+1 semanas: sin discordancia de biometría ni de
líquido amniótico (LA). Se visualizan ambas vejigas llenas. Desarrollo
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fetal correcto. Cordón del segundo gemelo pegado a inserción de
membrana amniótica.
El 7 de diciembre de 2017, siempre en el Servicio de Ginecología
del Hospital Universitario de Fuenlabrada, se realiza ecografía de 17+2
semanas: desarrollo correcto y armónico de ambos fetos, sin
discordancias de biometrías ni de líquido amniótico. Se visualizan
ambas vejigas llenas. Estudio morfológico fetal normal en este
momento, sin posible valoración cardiaca completa.
El 28 de diciembre de 2017 tiene lugar la ecografía
correspondiente a las 20+2 semanas, que objetiva desarrollo correcto y
armónico de ambos fetos, sin discordancias de biometrías ni de líquido
amniótico. Se visualizan ambas vejigas normales.
El 3 de enero de 2018 se realiza ecografía de 21+1 semanas:
desarrollo fetal correcto de ambos gemelos. Ambas vejigas y líquido
amniótico normales, doppler normal.
El 19 de enero de 2018 se realiza a la paciente la ecografía de
control en embarazo de 23+2 semanas: desarrollo fetal correcto y
armónico de ambos fetos. Ambas vejigas y líquido amniótico normales.
Se hace constar en el informe que no hay signos de transfusión feto-
fetal (TFF) en ese momento.
El 31 de enero de 2018, ecografía de 25+1 semanas, en la que se
observa una gestación gemelar monocorial biamniótica. Ambas vejigas y
líquido amniótico normales. Doppler normal en ambos gemelos. En su
desarrollo, corresponden como 1 semana menor, discordancia 1%. Se
pauta hacer eco especial en 2 semanas.
El 12 de febrero de 2018 se realiza ecografía de 26+6 semanas: en
el primer gemelo, hay sospecha de RCIU (restricción del crecimiento
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intrauterino) y en el segundo gemelo sospecha de PEG (pequeño para la
edad gestacional). Se objetiva una discordancia del 7%. Vejigas y líquido
amniótico normales ambos. Doppler normal.
El 12 de febrero de 2018 la gestante acude a Urgencias del
Hospital Universitario Infanta Cristina para conocer el estado de sus
fetos tras un accidente de tráfico con golpe lateral. Percibe movimientos
fetales de ambos gemelos. Sin sangrado vaginal. Sin pérdida de líquido.
No percibe contracciones uterinas. Refiere en ese momento como
antecedentes que tiene reflujo renal y que se trata de su primer
embarazo. A su vez, informa que se trata de embarazo gemelar
monocorial, biamniótico controlado en el Hospital Universitario de
Fuenlabrada. La paciente toma Adiro, por hallazgo de Doppler de
arterias uterinas patológico en la ecografía del primer trimestre
realizada en su centro de referencia. La exploración ginecológica
muestra un útero aumentado mayor que amenorrea, regular, sin dolor
a la palpación. Abdomen blando y depresible sin dolor a la palpación
profunda, sin signos de irritación peritoneal, blumberg negativo. Se
realiza ecografía obstétrica con los siguientes hallazgos:
Gestación gemelar bicorial biamniótica. Primer gemelo en cefálica
con líquido amniótico normal. Placenta anterior, sexo masculino y 800
gramos (percentil 3). Doppler normal. Segundo gemelo: cefálica, líquido
amniótico normal, placenta anterior, peso 858 gramos (percentil 8).
Doppler normal. En el primer gemelo hay sospecha de retraso de
crecimiento intrauterino, y en el segundo gemelo sospecha de pequeño
para la edad gestacional. La discordancia entre los fetos es del 7 %.
El registro cardiotocográfico revela como dinámica uterina una
contracción cada 2 minutos. Se objetiva, durante las horas que está en
observación, modificación cervical. Signos de amenaza de parto
pretérmino. Por ello, se indica maduración pulmonar fetal con
Celestone Cronodose y tocólisis (procedimiento para inhibir las
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contracciones). Se explica la situación de amenaza de parto pretérmino
a la paciente y a su familia. Se decide traslado de la gestante al Hospital
Universitario 12 de octubre, que se realiza al día siguiente (13 de
febrero de 2018).
En este centro, se realiza ecografía en la Unidad de Medicina
Fetal, con diagnóstico de gestación gemelar monocorial biamniótica sin
complicaciones derivadas de la monocorionicidad. La repleción vesical y
la cantidad de líquido amniótico son adecuadas y similares en ambos
fetos. El peso fetal estimado del primer feto se encuentra en el percentil
7, sin objetivarse discrepancia significativa con respecto al otro feto
(esta discrepancia es del 3%), siendo el perfil hemodinámico normal en
ambos y, por tanto, sin cumplir criterios de crecimiento intrauterino
retardado (CIR) selectivo. Ante la existencia de cuello uterino acortado y
dinámica uterina irregular, aunque no percibida, se propone ingreso
hospitalario y se realiza el correspondiente tratamiento médico. Una vez
estabilizada la paciente y sin dinámica uterina, es dada de alta
hospitalaria el día 16 de febrero de 2018, en la semana 27+1.
El 23 de febrero de 2018 se realiza ecografía de 28+3 semanas:
cérvix 16,20 mm. Discordancia del 4 % entre ambos fetos. Sospecha de
PEG en ambos gemelos, con percentiles 4 y 6 respectivamente y con
Doppler normal ambos. Vejigas presentes y líquido normal. No se
detecta dinámica, por lo que se remite para registro cardiotocográfíco,
que resulta ser normal.
El 27 de febrero de 2018 se realiza ecografía de la semana 29+0.
Primer gemelo en cefálica ACMF+ y segundo gemelo en podálica ACMF+.
Líquido amniótico normal. Placenta normoinserta. Cervixmetría: 21.5-
22 mm.
El 8 de marzo de 2018, ecografía correspondiente a 30+2
semanas. Primer gemelo en cefálica, 1105 gramos, Doppler tipo 1.
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Segundo gemelo en podálica, con sospecha de PEG (percentil 15), y con
peso de 1.256 gramos.
El 20 de marzo de 2018 se realiza ecografía de 32+2 semanas:
primer gemelo con sospecha de PEGClR (percentil 4), y segundo gemelo
con sospecha PEG (percentíl 15). Ambos doppler normal, vejigas
presentes y líquido amniótico normal. Discordancia del 12 %.
Con fecha 27 de marzo de 2018 se realiza ecografía
correspondiente a una gestación en la semana 33: 1º gemelo en cefálica.
MCF+. MF+. PFE 1500 g (percentil 8) y 2º gemelo en podálica oblicua
derecha. MCF+. MF+. PFE 1730 g (percentil 30). Discordancia del 12%.
Ambos Doppler normales. Velocidad máxima ACM 45 y 49 cm/seg. En
ambos fetos, liquido normal y vejigas presentes.
El 1 de abril de 2018 la gestante ingresa en el Servicio de
Urgencias del Hospital Universitario Infanta Cristina, a las 21.10 horas,
con embarazo de 33+6 semanas, por no percibir movimientos fetales de
un gemelo desde la mañana de ese día. La gestación seguía siendo
controlada en el Hospital Universitario de Fuenlabrada.
Se realiza registro cardiotocográfico por parte del personal de
enfermería de paritorio: trazado de 10 minutos con frecuencia cardíaca
fetal de 160 lpm sin variabilidad, sin descensos. No se capta latido
cardiaco del 2º gemelo.
Visto el resultado del registro, se llama al ginecólogo de guardia a
las 21.40 horas y se realiza ecografía en Urgencias con los siguientes
hallazgos: primer gemelo en dorso derecho cefálica, con movimientos
fetales positivos. Se objetiva la ausencia de movimientos fetales del
segundo gemelo, que está en posición dorso izquierda y en presentación
podálica. Se objetiva ascitis leve del primer gemelo. Placenta en la cara
anterior del útero, sin signos de hematoma, líquido normal en las dos
bolsas. Se indica en ese momento la necesidad de hacer una cesárea
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urgente por gestación gemelar con muerte prenatal del segundo gemelo
y riesgo de pérdida del bienestar fetal del primer gemelo.
Mediante cesárea bajo anestesia raquídea, se produce la
extracción del primer gemelo en cefálica a las 22:10 horas con
movimientos cardiacos positivos. Del segundo gemelo, se produjo la
extracción en podálica a las 22:12 horas, sin movimientos cardiacos
(peso fetal 1960 g). Se procede al traslado urgente del primer gemelo a
la UCI neonatal del Hospital Universitario 12 de Octubre (centro de
referencia). El postoperatorio inmediato cursa dentro de la normalidad y
se traslada a la paciente al Hospital Universitario 12 de Octubre el 2 de
abril de 2018.
Ingresado el neonato en el Hospital Universitario 12 de octubre el
2 de abril de 2018, desde su ingreso permanece monitorizado con
electroencefalografía ampliada continua (EEGa) y presenta exploración
neurológica con signos claros de hipotonía sin presentar postura de
descerebración ni decorticación. Desde las 10-11 horas de vida, se
objetivan trazados monomorfos compatibles con actividad eléctrica
crítica acompañados de movimientos de hiperextensión coordinada de
ambos miembros superiores con ocasionales clonías, confirmándose
crisis convulsivas clínicas y eléctricas. El mismo 2 de abril de 2018, se
inicia tratamiento con fenobarbital a dosis habituales (se completó la
dosis de 40 mg/Kg), monitorización de niveles en rango terapéutico en
todo momento, añadiendo esa misma noche levetiracetam al
tratamiento convulsivante por refractariedad de la monoterapia.
Posteriormente, se visualizan trazados hipovoltados, con brote de
supresión mantenido desde las 24 horas de vida.
Se realiza ecografía cerebral el día 2 de abril de 2018 en la que se
observa IR bajo (0,53-0,57) sin otras alteraciones valorables. Ante los
datos de encefalopatía hipóxico-isquémica severa, se consensúa entre el
equipo médico (neonatólogos y neurólogos infantiles), se informa y
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consiente por los padres la inclusión en hipotermia activa de manera
compasiva, para temperatura objetivo de 34,5ºC, en la que se mantiene
60 horas (previa hipotermia pasiva), cumpliendo las 72 horas de
hipotermia moderada, con posterior recalentamiento el día 5 de abril sin
incidencias. Se realiza EEG convencional a las 48 horas de vida,
compatible con una marcada supresión difusa de la actividad cortical.
A las 58 horas de vida se realiza cuantificación de Enolasa neural
específica en LCR, que resulta de 139 ng/ml, compatible con lesión
neurológica importante.
El día 4 de abril de 2018 se realiza nueva ecografía cerebral en la
que se objetiva sangrado intraventricular bilateral sin dilatación de
ventrículos y alteraciones difusas importantes de la ecogenicidad del
parénquima cerebral.
Se decide realizar prueba de imagen precoz con resonancia
magnética con anestesia, para estudiar el alcance de la lesión
encefálica, el día 5 de abril de 2018, que muestra hemorragia
intraventricular probablemente por hemorragia del plexo, con dilatación
de astas temporales. Lesión isquémica que afecta al córtex
prácticamente en su totalidad y a sustancia blanca supratentorial,
respetando únicamente en lóbulos frontales. Todas estas áreas
presentan restricción en la difusión. Afectación isquémica de ganglios
basales y de cápsula interna bilateral. Posible isquemia del tronco del
encéfalo.
Ante los hallazgos clínicos, bioquímicos de LCR,
electroencefalográficos y de neuroimagen, se decide en sesión
multidisciplinar y consensuado con los padres, que dado el mal
pronóstico neurológico de las lesiones, adecuar el esfuerzo terapéutico.
Los padres son informados, entienden la situación del neonato y
consienten adecuación y retirada de soporte vital con ventilación
mecánica.
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El 6 de abril de 2018, a las 13 horas, se retira soporte vasoactivo y
resto de fármacos, a excepción de la perfusión de fentanilo intravenoso.
Se pasa a una habitación individual, es visitado por sus familiares, y se
procede a la retirada del tubo endotraqueal. Precisa aumento de
perfusión de fentanilo desde 1 a 3,5 mcg/kg/min como analgesia ante
signos de disconfort leve.
Fallece a las 14:10 horas del día 7 de abril de 2018.
El informe de autopsia del neonato refleja anemia e insuficiencia
cardiaca secundarias a síndrome de transfusión feto fetal, pulmones
con trombos vasculares e infartos hemorrágicos renales bilaterales,
siendo la causa de la muerte hallazgos histológicos compatibles con
coagulación vascular diseminada.
La gestante acude al Servicio de Urgencias del Hospital
Universitario 12 de Octubre el día 7 de abril de 2018, para retirada de
grapas de cicatriz de cesárea. Sin fiebre en domicilio. Cicatriz de buen
aspecto, sin signos de infección. Se retiran grapas por parte de matrona
de forma alterna manteniendo la mitad. Antes de ser valorada por el
médico, la paciente abandona el Servicio de Urgencias.
Posteriormente, en mayo de 2018, la paciente acude al Hospital
Universitario Infanta Cristina a recoger el resultado de las pruebas
realizadas al feto muerto en el anteparto. El informe de la autopsia, de 3
de abril de 2018, refiere como causa de la muerte probable anoxia
intrauterina. Se objetiva leve inmadurez de órganos, concordante con
edad gestacional. Signos de anoxia: hemorragias petequiales en
superficie de pulmones, timo, corazón y riñones. Congestión visceral
generalizada.
Se diagnostica a la paciente que es portadora heterocigota de la
mutación G1691A del gen del Factor V de Leiden, por lo que es derivada
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al Servicio de Hematología. En consulta del referido servicio, el 27 de
febrero de 2019, se determina que no es portadora de la mutación
GZ021OA del gen de la Protrombina, pero sí es portadora del Factor V
Leiden Heterocigoto. Se pauta como tratamiento, en caso de nueva
gestación, profilaxis con heparina de bajo peso molecular durante la
gestación y puerperio.
Consta aborto bioquímico el día 1 de abril de 2019, con ecografía
de 5+ 1 semanas.
TERCERO.- Presentada la reclamación, se acordó la instrucción
del procedimiento de responsabilidad patrimonial de acuerdo con la Ley
39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de
las Administraciones Públicas (en adelante, LPAC).
Se ha incorporado al procedimiento la historia clínica de la
reclamante del Hospital Universitario de Fuenlabrada, del Hospital
Universitario 12 de Octubre y del Hospital Universitario Infanta Cristina
(folios 16 a 189 del expediente).
En cumplimiento de lo dispuesto en el art. 81 LPAC, se ha emitido
informe por la jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital
Universitario de Fuenlabrada, con fecha 13 de octubre de 2020, en el
que se da cuenta de las asistencias dispensadas a la paciente y se
señala que “el equipo obstétrico del Hospital Universitario de
Fuenlabrada es perfectamente conocedor del síndrome de trasfusión feto
fetal y puso los medios disponibles a su alcance para diagnosticarlo,
realizando una exhaustiva vigilancia del embarazo de la reclamante …,
no siendo responsable del no diagnóstico, porque no hubo ni un signo
ecográfico de STFF (clasificación de Quintero) durante dicho seguimiento.
Tampoco fue diagnosticado en otro hospital terciario de nuestra
Comunidad (Hospital Universitario Doce de Octubre) donde fue
casualmente ingresada durante la gestación por otra patología
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concomitante, la amenaza de parto prematuro, que no está relacionada
con la aparición del STFF”.
Figura también en el expediente el informe del jefe del Servicio de
Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario 12 de Octubre de 8
de mayo de 2019, en el que resume las atenciones que recibió la
paciente en las dos ocasiones en que acudió al citado centro sanitario,
los días 13 de febrero y 2 de abril de 2018, y afirma que “el STFF se
origina como consecuencia de la existencia de comunicaciones vasculares
interfetales disbalanceadas resultando en transferencia neta de sangre
de un feto, que actúa como donante, al otro, que actúa como receptor.
Tiene dos formas de presentación: una más común, de debut
habitualmente en el segundo trimestre, y de carácter algo más sostenido
en el tiempo, y una más rara y tardía, de comportamiento mucho más
agudo y, con frecuencia, intra o periparto. El diagnóstico prenatal de la
primera forma es ecográfico y los criterios diagnósticos necesarios son la
presencia de una gestación monocorial asociada a secuencia
polihidramnios-oligohidramnios, junto a la discordancia en el grado de
repleción de las vejigas fetales durante la mayor parte de la exploración,
con la vejiga marcadamente agrandada en el feto receptor y pequeña o
ausente en el feto donante. …En base a estos criterios, es evidente que
esta situación NO estaba presente cuando esta gestante fue atendida en
nuestro hospital”.
Asimismo, obra en el expediente el informe del Servicio de
Neonatología del Hospital Universitario 12 de Octubre, de 30 de abril de
2019, que concluye manifestando que “tanto los datos clinicos, como las
pruebas de imagen así como los hallazgos de la autopsia parecen
compatibles con un cuadro de hipoxia e isquemia grave. Como por el test
de Kleihauer se descartó la transfusión feto materna, y el embarazo era
gemelar monocorial, el cuadro clínico parece compatible con una
transfusión feto-fetal”.
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Consta también en el procedimiento el informe del jefe del Servicio
de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Infanta Cristina
de 15 de mayo de 2019, donde se relata la historia clínica de la paciente
en el Servicio de Urgencias del citado centro sanitario, y se concluye
señalando que “la atención ginecológica/obstétrica prestada en este
centro a … se ha reducido a la asistencia de 2 situaciones urgentes: 12
de febrero de 2018, por amenaza de parto pretérmino en la semana 26,
tras accidente de tráfico, por la que se la trasladó al Hospital 12 de
Octubre, y 1 de abril de 2018, con realización de una cesárea urgente por
la muerte antenatal del 2° gemelo.
Una vez trasladado el gemelo vivo y la madre al Hospital
Universitario 12 de Octubre, se desconoce el estado de ambos hasta que
la reclamante recoge los resultados de autopsia del gemelo muerto
anteparto. Es derivada al Servicio de Hematología del Hospital
Universitario Infanta Cristina al observar, tras la realización de pruebas,
que es portadora heterocigota de la mutación G1691A del gen del Factor
V Leiden”.
Solicitado informe a la Inspección Sanitaria, es emitido con fecha
20 de agosto de 2019, es decir, con anterioridad a la fecha de emisión
de informe por parte del Servicio de Obstetricia y Ginecología del
Hospital Universitario de Fuenlabrada y, en consecuencia, sin conocer
su contenido. No obstante, tras analizar la historia clínica de la gestante
y los informes médicos emitidos en el curso del procedimiento, así como
realizar las consideraciones médicas oportunas, concluye que no existe
evidencia de que la asistencia prestada haya sido incorrecta o
inadecuada a la “lex artis”.
Tras la incorporación al procedimiento de la historia clínica de la
gestante y de los informes evacuados en el curso del procedimiento, con
excepción del correspondiente al Servicio de Obstetricia y Ginecología
del Hospital Universitario de Fuenlabrada, que se emite posteriormente
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como hemos ya señalado, se confiere el oportuno trámite de audiencia a
los reclamantes, a través de su representación legal, mediante oficio de
13 de junio de 2020, sin que conste en el expediente la formulación de
alegaciones.
Al emitirse con fecha 13 de octubre de 2020 el citado informe por
parte del Hospital Universitario de Fuenlabrada, con el que se adjunta
el Protocolo de la Gestación Gemelar y el Protocolo del Síndrome de
Transfusión Feto-Fetal Severo (STFF) del citado hospital, se confiere
nuevo trámite de audiencia a los reclamantes por oficio de 2 de
diciembre de 2020, con acuse de recibo telemático de rechazo
automático de fecha 13 de diciembre de 2020, sin que conste la
presentación de alegaciones.
Finalmente, el 22 de diciembre de 2020 se formuló la propuesta de
resolución por el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, en la que se
acordó desestimar la reclamación presentada al considerar que la
asistencia sanitaria prestada fue correcta y ajustada a la lex artis.
CUARTO.- El consejero de Sanidad formula preceptiva consulta
por trámite ordinario que ha tenido entrada en el registro de la
Comisión Jurídica Asesora el 15 de enero de 2021, correspondiendo su
estudio, por reparto de asuntos, al letrado vocal D. Francisco Javier
Izquierdo Fabre, que formuló y firmó la oportuna propuesta de
dictamen, siendo deliberada y aprobada, por unanimidad, en el Pleno
de la Comisión en su sesión de 9 de febrero de 2021.
El escrito solicitando el informe preceptivo fue acompañado de la
documentación que se consideró suficiente.
A la vista de tales antecedentes, formulamos las siguientes
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CONSIDERACIONES DE DERECHO
PRIMERA.- La Comisión Jurídica Asesora emite su dictamen
preceptivo de acuerdo con el artículo 5.3.f) a. de la Ley 7/2015, por ser
la reclamación de responsabilidad patrimonial de cuantía superior a
15.000 euros y a solicitud de un órgano legitimado para ello a tenor del
artículo 18.3 del Reglamento de Organización y funcionamiento de la
Comisión Jurídica Asesora de la Comunidad de Madrid aprobado por
Decreto 5/2016, de 19 de enero (ROFCJA).
SEGUNDA.- Los reclamantes están legitimados activamente al
amparo del artículo 32.1 de la LRJSP, al ser las personas que sufren el
indudable daño moral de la pérdida de sus dos hijos, a su juicio, por la
asistencia sanitaria recibida.
Se cumple, por otra parte, la legitimación pasiva de la Comunidad
de Madrid, en cuanto la asistencia sanitaria objeto de reproche se
prestó en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, que forma parte de
la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid.
Por lo que se refiere al requisito temporal, las reclamaciones de
responsabilidad patrimonial tienen, a tenor del artículo 67.1 de la
LPAC, un plazo de prescripción de un año desde que se produzca el
hecho o el acto que motive la indemnización o se manifieste su efecto
lesivo. En caso de daños de carácter físico o psíquico a las personas, el
plazo empezará a computarse desde la curación o la determinación del
alcance de las secuelas
En el presente caso, el dies a quo viene determinado por la fecha
del fallecimiento de ambos gemelos, el nasciturus, en el útero materno,
y el segundo, ya nacido, seis días después. En este sentido, cabe
precisar que, como decimos, la muerte de uno de los gemelos se
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produce en el útero materno y es detectada en el Hospital Universitario
Infanta Cristina el 1 de abril de 2018 por lo que, en relación con este
fallecimiento, la reclamación, presentada el 2 de abril de 2019, se
habría formulado fuera de plazo. No ocurre lo mismo respecto al
segundo de los fallecimientos, que tiene lugar el 7 de abril de 2018 y,
respecto del cual, la reclamación no habría prescrito.
En cuanto a la tramitación del procedimiento ha de estarse a lo
establecido en la LPAC. En concreto, se solicitó el informe de los
servicios a los que se imputa la producción del daño conforme el
artículo 81 de la LPAC, se admitió la prueba documental aportada por
los reclamantes y se evacuó el trámite de audiencia de acuerdo con el
artículo 82 de la LPAC.
Igualmente se recabó el informe de la Inspección Sanitaria y se ha
redactado la propuesta de resolución, remitida junto con el resto del
expediente a esta Comisión Jurídica Asesora para su dictamen
preceptivo. No obstante, cabe señalar que el informe del servicio
afectado se ha producido con posterioridad a la emisión del informe de
la Inspección Sanitaria, si bien su contenido es coincidente con las
consideraciones vertidas por esta última en su informe, emitido con
base en la historia clínica de la gestante.
TERCERA.- El instituto de la responsabilidad patrimonial de la
Administración, que tiene su fundamento en el artículo 106.2 de la
Constitución Española y su desarrollo en la actualidad tanto en la LPAC
como en la LRJSP, exige, según una constante y reiterada
jurisprudencia, una serie de requisitos, destacando la sentencia del
Tribunal Supremo de 28 de marzo de 2014 (recurso 4160/2011) que es
necesario que concurra:
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a) La efectiva realidad del daño o perjuicio, evaluable
económicamente e individualizado en relación a una persona o grupo de
personas.
b) Que el daño o lesión patrimonial sufrida por el reclamante sea
consecuencia del funcionamiento normal o anormal -es indiferente la
calificación- de los servicios públicos en una relación directa e
inmediata y exclusiva de causa a efecto, sin intervención de elementos
extraños que pudieran influir, alterando, el nexo causal.
c) Ausencia de fuerza mayor.
d) Que el reclamante no tenga el deber jurídico de soportar el daño
cabalmente causado por su propia conducta.
Igualmente exige la jurisprudencia el requisito de la antijuridicidad
del daño que consiste, no en que la actuación de la Administración sea
contraria a derecho, sino que el particular no tenga una obligación de
soportar dicho daño [así sentencias de 1 de julio de 2009 (recurso
1515/2005) y de 31 de marzo de 2014 (recurso 3021/2011)].
En el ámbito de la responsabilidad médico-sanitaria, el matiz que
presenta este instituto es que por las singularidades del servicio público
de que se trata, se ha introducido el concepto de la lex artis ad hoc
como parámetro de actuación de los profesionales sanitarios. En este
sentido la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 18
de septiembre de 2017 (recurso 787/2015), recuerda que, según
consolidada línea jurisprudencial mantenida por el Tribunal Supremo,
“en las reclamaciones derivadas de la actuación médica o sanitaria no
resulta suficiente la existencia de una lesión (que llevaría la
responsabilidad objetiva más allá de los límites de lo razonable), sino que
es preciso acudir al criterio de la "lex artis, que impone al profesional el
deber de actuar con arreglo a la diligencia debida, como modo de
determinar cuál es la actuación médica correcta, independientemente del
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resultado producido en la salud o en la vida del enfermo ya que no le es
posible ni a la ciencia ni a la Administración garantizar, en todo caso, la
sanidad o la salud del paciente. Así pues, sólo en el caso de que se
produzca una infracción de dicha "lex artis" respondería la
Administración de los daños causados; en caso contrario, dichos
perjuicios no son imputables a la Administración y no tendrían la
consideración de antijurídicos por lo que deberían ser soportados por el
perjudicado”.
Además, cabe recordar que no deben enjuiciarse las actuaciones
médicas ex post facto, sino ex ante, dados los síntomas y la clínica que
presente el paciente en cada momento, lo que conecta con la doctrina
sobre la “prohibición de regreso” en materia de responsabilidad
patrimonial de la Administración, de la que nos hemos hecho eco en
nuestros dictámenes, sirva como ejemplo nuestro Dictamen 416/18, de
20 de septiembre y los que en él se citan, con apoyo en la doctrina
jurisprudencial del Tribunal Supremo puesta de manifiesto, entre otras,
en la Sentencia de 11 de julio de 2017 (Recurso de Casación para la
unificación de doctrina nº 1406/2015), que:
“... impide sostener la insuficiencia de pruebas diagnósticas, el error
o retraso diagnóstico o la inadecuación del tratamiento, sólo
mediante una regresión a partir del desgraciado curso posterior
seguido por el paciente, ya que dicha valoración ha de efectuarse
según las circunstancias concurrentes en el momento en que
tuvieron lugar; en definitiva, es la situación de diagnóstico actual la
que determina la decisión médica adoptada valorando si conforme a
los síntomas del paciente se han puesto a su disposición las
exploraciones diagnósticas indicadas y acordes a esos síntomas, no
siendo válido, pues, que a partir del diagnóstico final se considere
las que pudieron haberse puesto si en aquel momento esos síntomas
no se daban”.
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CUARTA.- La reclamación se basa en una supuesta mala
actuación del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital
Universitario de Fuenlabrada, que llevó a cabo el control ordinario del
embarazo de la gestante y que, a juicio de los reclamantes, no detectó a
tiempo el síndrome de transfusión feto fetal que originó el fallecimiento
de ambos gemelos.
Han de examinarse esos reproches sobre la base del material
probatorio contenido en el expediente administrativo.
En las reclamaciones sobre responsabilidad patrimonial, como ya
hemos señalado, el criterio determinante es el cumplimiento o no de la
lex artis, en cuanto buena práctica médica. La carga de la prueba de la
vulneración de esa lex artis corresponde en principio a quien reclama el
reconocimiento de la responsabilidad patrimonial conforme lo
establecido en el artículo 217 de la Ley de Enjuiciamiento Civil si bien
teniendo en cuenta lo dispuesto en ese precepto legal en cuanto a la
facilidad probatoria. Así como recuerda la sentencia del Tribunal
Superior de Justicia de Madrid de 14 de diciembre de 2017 (recurso
39/2015):
“Así, este Tribunal en la administración del principio sobre la carga
de la prueba, ha de partir del criterio de que cada parte soporta la
carga de probar los datos que, no siendo notorios ni negativos y
teniéndose por controvertidos, constituyen el supuesto de hecho de
la norma cuyas consecuencias jurídicas invoca a su favor (por todas,
sentencias de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal
Supremo de 27.11.1985, 9.6.1986, 22.9.1986, 29 de enero y 19 de
febrero de 1990, 13 de enero, 23 de mayo y 19 de septiembre de
1997, 21 de septiembre de 1998), todo ello, sin perjuicio de que la
regla pueda intensificarse o alterarse, según los casos, en aplicación
del principio de la buena fe en su vertiente procesal, mediante el
criterio de la facilidad, cuando hay datos de hecho que resultan de
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clara facilidad probatoria para una de las partes y de difícil
acreditación para la otra (Sentencias Tribunal Supremo (3ª) de 29 de
enero, 5 de febrero y 19 de febrero de 1990, y 2 de noviembre de
1992, entre otras)”.
Es, por tanto, al reclamante a quien incumbe probar mediante
medios idóneos que la asistencia que le fue prestada no fue conforme a
la lex artis, entendiendo por medios probatorios idóneos según la
Sentencia de 15 de noviembre de 2018 del Tribunal Superior de Madrid
(recurso: 462/2017) “los informes periciales e informes técnicos
incorporados a los autos y al expediente administrativo, pues se está
ante una cuestión eminentemente técnica y en los cuales necesariamente
debe apoyarse el tribunal a la hora de resolver las cuestiones
planteadas”.
Pues bien, en este caso los reclamantes no han incorporado al
procedimiento ningún tipo de acreditación de que la atención que fue
dispensada a la gestante fuera incorrecta o inadecuada, sin que sirvan
a este propósito las afirmaciones contenidas en el escrito de
reclamación sin sustento probatorio alguno.
Ante esta falta de esfuerzo probatorio, los informes de los servicios
que intervinieron en la asistencia sanitaria prestada a la gestante y el
informe de la Inspección sanitaria sostienen que la actuación sanitaria
fue conforme a la lex artis.
En efecto, coinciden en distinguir, tanto el informe de la
Inspección Sanitaria como los de los respectivos servicios de Obstetricia
y Ginecología del Hospital Universitario de Fuenlabrada y del Hospital
Universitario 12 de Octubre, dos formas de presentación del síndrome
de transfusión feto fetal. En palabras de la Inspección Sanitaria, la
primera de ellas “lo más común es que se presente en el segundo
trimestre del embarazo, de ahí la importancia de los controles durante el
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embarazo, y la otra forma, mucho más rara y tardía, se produce intra o
periparto”.
En este sentido, coinciden también todos los informes en afirmar,
como ya señalábamos al referirnos al elaborado por el jefe de Servicio de
Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario 12 de Octubre, que
el diagnóstico prenatal de la primera forma es ecográfico y los criterios
diagnósticos necesarios son la presencia de una gestación monocorial
asociada a secuencia polihidramnios-oligohidramnios, junto a la
discordancia en el grado de repleción de las vejigas fetales durante la
mayor parte de la exploración, con la vejiga marcadamente agrandada
en el feto receptor y pequeña o ausente en el feto donante.
Pues bien, el completo informe del servicio afectado del Hospital
Universitario de Fuenlabrada, que incorpora el Protocolo de la
Gestación Gemelar y el Protocolo del Síndrome de Transfusión Feto-
Fetal Severo (STFF) del citado hospital, analiza de modo exhaustivo la
historia clínica y el control del embarazo de la gestante, y así señala que
“atendiendo al protocolo vigente (Anexo I) se realizaron controles
ecográficos seriados al menos cada dos semanas: 15+ls, 17+1 , 20+2+
21 +1 , 23+2, 25+1 , 26+6, 28+3, 30+2, 32 semanas…
En ninguna de esas ecografías hubo indicios de STFF ni siquiera
incipientes ya que en todo momento, se visualizaron un tamaño de
ambas vejigas fetales y cantidad de líquido amniótico en cada bolsa
normal, como se reseña en todos los informes ecográficos. Tampoco en
ninguna de las ecografías realizadas hubo ni uno solo de los otros
indicios de STFF (alteraciones en el flujo Doppler o ascitis fetal), causa
reseñada como ocasionante del fallecimiento de ambos gemelos, por lo
que es absolutamente IMPROBABLE que dicho STFF fuese crónico y por
tanto pudiese ser diagnosticado por los equipos médicos del Hospital
Universitario de Fuenlabrada o del Hospital Universitario Doce de
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Octubre en su ingreso allí” (como también corrobora este último hospital
en su informe).
Por ello, considera el servicio afectado, y así lo constata la
Inspección Sanitaria, que el seguimiento de la gestación fue exhaustivo
y ceñido a protocolo vigente según el estado de la ciencia actual y la
evidencia científica disponible, con la realización de once ecografías en
treinta y dos semanas de gestación, sin que tampoco la ecografía
realizada en el primer trimestre (a las 13 semanas) reflejara
discordancias importantes entre translucencias nucales ( l.4 y l.6 mm)
ni entre la medida de longitud cráneo-caudal (64 y 68 mm) que
indicaran un futuro desarrollo de dicha complicación. Al respecto, la
Sentencia del Tribunal Supremo de 16 de marzo de 2016 (recurso de
casación 2228/2014) destaca que “la asistencia sanitaria es una
obligación de medios y no de resultados, de modo que no puede
apreciarse responsabilidad cuando se han empleado las técnicas y los
instrumentos de que se dispone. Y es precisamente lo acaecido en este
caso, en el que se han ido poniendo los medios adecuados, realizando
pruebas diagnósticas, acordes con lo que sugerían, desde el punto de
vista médico, las diferentes dolencias del recurrente”.
Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en su
sentencia de 9 de marzo de 2017 (núm. de recurso 203/2014),
manifestó que “en lo que específicamente se refiere al diagnóstico de las
enfermedades que los pacientes padecen, la garantía de medios
comporta que se utilicen los medios disponibles coherentemente con los
síntomas y signos que presenten, y con la información relevante que
faciliten”.
Por otro lado, alegan los reclamantes que el propio Servicio
Madrileño de Salud tiene establecido, en el Hospital Universitario La
Paz, el procedimiento endoscópico de coagulación de comunicaciones
vasculares a través de láser, mediante el cual “se evitan problemas como
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el sucedido a los bebés de los reclamantes”. Frente a ello, argumenta el
Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de
Fuenlabrada que “dado que en ningún momento se objetivó ningún
criterio diagnóstico ecográfico de STFF, en todo momento tamaños
vesicales letales, cantidad de líquido amniótico en ambas bolsas,
velocidades en territorio de arteria cerebral media y flujometría Doppler
de ambos gemelos siempre normales, no existió ningún criterio para
indicar una electrocoagulación con láser de las conexiones vasculares,
técnica de elección en STFF instaurados antes de las 28 semanas de la
gestación, de la que somos conocedores pero no exenta por otra parte de
riesgos importantes para la gestación: rotura de bolsa, parto prematuro,
discapacidad mental y muerte fetal. Nuestro equipo médico deriva
gestaciones gemelares susceptibles de recibir electrocoagulación con
láser al Hospital Universitario La Paz de forma regular, en este caso no
se realizó porque en ningún momento se dieron los criterios ecográficos
indicados para ello”.
De igual modo, reprocha el escrito de reclamación que se trataba
de una paciente que, hasta en dos ocasiones anteriores al mes de abril,
tuvo amenaza de parto prematuro, con ingreso en el Hospital
Universitario 12 de Octubre durante 3 días, por lo que debieron
extremarse las cautelas con respecto a su embarazo. Sin embargo, el
análisis del expediente y de la historia clínica contradice tal afirmación,
no sólo por el referido y constante control ecográfico mantenido durante
la gestación, sino por el hecho de que sólo consta el ingreso d la
paciente en el Hospital Universitario Infanta Cristina el 12 de febrero de
2018, con posterior derivación al Hospital Universitario 12 de octubre al
día siguiente, ocasionado por un accidente de tráfico con golpe lateral,
permaneciendo en este último centro sanitario bajo constante atención
médica hasta la estabilización de su situación.
En definitiva, y como afirma el Servicio de Obstetricia y Ginecología
del Hospital Universitario de Fuenlabrada en su informe, atendiendo al
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informe anatomopatológico de las necropsias fetales que señalan la
causa de ambos fallecimientos una transfusión fetofetal, nos
encontraríamos ante “una transfusión ocurrida de forma brusca y
aguda, correspondiéndose a una transfusión feto fetal aguda… que es un
desgraciado accidente que se ocasiona tras la muerte súbita (episodio de
bradicardia-hipotensión de uno de los gemelos que ocasiona su
exanguinación) de uno de los fetos y que es absolutamente impredecible”.
Concluye por ello la inspección Sanitaria señalando que “a la vista
de todo lo actuado anteriormente… no existe evidencia de que la
asistencia prestada haya sido incorrecta o inadecuada a la "lex artis",
pues se han estado haciendo ecografías constantemente para tener el
embarazo controlado, no apareciendo en ninguna de los ecografías
valores alterados de tamaño de vejiga o líquido amniótico, ni ningún dato
que pudiera hacer prever la existencia de un síndrome de transfusión feto
fetal periparto”.
A esta conclusión debemos atenernos, dado que los informes de la
Inspección Sanitaria obedecen a criterios de imparcialidad, objetividad y
profesionalidad, como ha puesto de manifiesto el Tribunal Superior de
Justicia de Madrid en multitud de sentencias, entre ellas la dictada el 4
de febrero de 2016 (recurso 459/2013): “...sus consideraciones médicas
y sus conclusiones constituyen un elemento de juicio para la apreciación
técnica de los hechos jurídicamente relevantes para decidir la litis, puesto
que, con carácter general, su fuerza de convicción deviene de los criterios
de profesionalidad, objetividad, e imparcialidad respecto del caso y de
las partes que han de informar la actuación del médico inspector, y de la
coherencia y motivación de su informe”.
En mérito a cuanto antecede, la Comisión Jurídica Asesora
formula la siguiente
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CONCLUSIÓN
Procede desestimar la presente reclamación de responsabilidad
patrimonial al no haberse acreditado que la asistencia sanitaria
incurriese en infracción de la lex artis.
A la vista de todo lo expuesto, el órgano consultante resolverá
según su recto saber y entender, dando cuenta de lo actuado, en el
plazo de quince días, a esta Comisión Jurídica Asesora de conformidad
con lo establecido en el artículo 22.5 del ROFCJA.
Madrid, a 9 de febrero de 2021
La Presidenta de la Comisión Jurídica Asesora
CJACM. Dictamen nº 66/21
Excmo. Sr. Consejero de Sanidad
C/ Aduana nº 29 - 28013 Madrid