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A LOS PIES DE JESUSINTRODUCCION

I. La Palabra de Dios nos ofrece algunas imágenes sobre las distintas posiciones que todo creyente ha de tener para con el Señor.

A. En dado momento vemos a los discípulos “en los brazos” de Dios, como muestra tangible del cuidado y protección divina; cf. Dt. 33:27.

B. En otro lugar vemos a los discípulos “siguiendo las pisadas” del Señor, con lo cual se nos deja evidencia de la importancia de ser imitadores de Dios; cf. 1 P. 2:21.

C. En otra parte los vemos “bajo de sus alas,” como confirmación del refugio y protección divina.

II. Sin embargo, hay una posición que de lejos es la más apropiada de todo discípulo del Señor Jesucristo. Aquella que María (la hermana de Marta y de Lázaro) tuvo para cuando recibió al Maestro; cf. Jn. 11:32.

A. Ponerse “a los pies de Jesús” da evidencia tangible de nuestra sumisión, reverencia para con el Señor.

B. En el contexto cultural e histórico del S. I., solo los siervos (esclavos) se acercaban a los pies de su señor o invitados para servirles; cf. Jn. 13:1-20.

C. En todo el contexto bíblico, no existe una posición de mayor disposición,

humildad y abnegación que esta: A los pies del Señor.

III. Veamos pues algunas de las implicaciones y enseñanzas de una posición semejante.

DESARROLLO

I. Su deseo de aprender; cf. Lc. 10:38-39.

A. La palabra “oír” en 10:39 hace evidente una plena o total atención de María para con el mensaje del Señor. María escuchaba a Jesús con cuidado e interés.

B. Pero esta misma palabra en el contexto original, hace evidente la disposición necesaria en aquello que se manifiesta. En este sentido, María no solo escuchaba al Señor con atención, sino estaba dispuesta a llevar a cabo todo aquello que el Señor demandaba.

C. Contrasta la actitud reflexiva y

diligente de María; con la de su hermana Marta, más bien distraída y apática, cf. Lc. 10:40-41.

1. La actitud de María “a los pies” del Maestro, hace evidente la actitud necesaria de todo buen discípulo de Cristo; cf. Lc. 6:40.

2. María nos enseña a tener una disposición correcta para con la persona y el mensaje del Cristo.

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3. La atención y la disposición son los elementos básicos del discipulado cristiano. La atención para saber lo que debemos hacer; la disposición, para poder hacerlo.

a. Acerquémonos a los pies de Jesús para aprender de sus palabras.

b. Acerquémonos a los pies de Jesús para servirle a su persona.

c. Acerquémonos a los pies de Jesús para hallar alabanza y salvación; cf. Lc. 10:42.

II. Su necesidad de protección; cf. Jn. 11:32-33.

A. En el contexto de la narración se enfatiza en Jesucristo como la solución y respuesta a la muerte del hombre; cf. Jn. 11.25-26.

B. Tal vez no exista una cita más ineludible o irrevocable para todo ser humano; cf. Ec. 3:19-20.

C. Sin embargo, para muchos esta cita con la muerte es motivo de tristeza, angustia y desesperanza; cf. Jn. 11:33.

1. La actitud de María a los pies de Jesús hace evidente su gran necesidad.

2. La actitud de María a los pies de Jesús hace evidente su gran dependencia.

3. La actitud de María a los pies de Jesús hace evidente su gran esperanza.

a. Acerquémonos a los pies de Jesús para hallar consuelo.

b. Acerquémonos a los pies de Jesús para hallar fortaleza.

c. Acerquémonos a los pies de Jesús para hallar salvación; cf. Jn. 11:44.

III. Su disposición de adorar; cf. Jn. 12:3.

A. María nos recuerda que la mejor respuesta a la autoridad de Jesús es la adoración y consagración.

B. María nos recuerda que la mejor respuesta a la obra de Jesús es la gratitud y el servicio.

C. María nos recuerda por qué y cómo acercarnos a Jesús.

1. El es el Maestro con quien podemos aprender.

2. El es el Salvador que nos liberará de la muerte.

3. El es el Señor que merece toda nuestra adoración.

CONCLUSION

I. La mejor posición para con Cristo es a sus pies.

II. Es a los pies de Jesús que aprendemos su palabra, somos consolados y somos salvados.

III. Acerquémonos a los pies de Jesús.

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