Abellán-García: Crítica, fundamentos y corpus disciplinar para una teoría dialógica de la...

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ÁLVARO ABELLÁN-GARCÍA BARRIO Universidad Francisco de Vitoria Doctorado en Humanidades y Ciencias Sociales Departamento de Humanidades Crítica, Fundamentos y Corpus disciplinar para una Teoría dialógica de la Comunicación Re-pensamiento de la disciplina para una acción humanista Director: SALVADOR ANTUÑANO ALEA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA ESPAÑOLA Alcalá, 93 MADRID, 2012

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Tesis doctoral que repasa críticamente las teorías de la comunicación del siglo XX y propone un corpus de reflexión teórica desde la filosofía del diálogo y la filosofía perenne.

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  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO Universidad Francisco de Vitoria

    Doctorado en Humanidades y Ciencias Sociales Departamento de Humanidades

    Crtica, Fundamentos y Corpus disciplinar para una Teora dialgica de la Comunicacin

    Re-pensamiento de la disciplina

    para una accin humanista

    Director: SALVADOR ANTUANO ALEA

    FUNDACIN UNIVERSITARIA ESPAOLA Alcal, 93

    MADRID, 2012

  • Publicaciones de la FUNDACIN UNIVERSITARIA ESPAOLA Coleccin TESIS DOCTORALES CUM LAUDE Serie F (Filosofa)

    FUNDACIN UNIVERSITARIA ESPAOLA Alcal, 93. (28009 MADRID)

    Tf: 91 431 11 93 - 91 431 11 22 Fax: 91 576 73 52 e-mail: [email protected]

    ISBN: 978-84-7392- Depsito Legal: M-

  • Esta Tesis Doctoral fue dirigida por el

    Dr. D. SALVADOR ANTUANO ALEA,

    y fue leda en el programa de doctorado de la Universidad Francisco de Vitoria el da 16 de septiembre de 2010

    ante el tribunal compuesto por los siguientes profesores

    Presidente: Dr. D. Jos Manuel Garca Ramos Vocal: Dr. D. Alfonso Lpez Quints Vocal: Dr. D. Javier Fernndez del Moral Vocal: Dra. Da. Elena Pedreira Souto Secretario: Dr. D. Jos ngel Agejas Esteban

    habiendo recibido la calificacin de

    SOBRESALIENTE SUMMA CUM LAUDE

  • Dedicatio

    Se atribuye a San Isidoro de Sevilla la frase: Vive como si fue-ras a morir maana; estudia como si fueras a vivir eternamente y, aadi un maestro universitario, busca a los dems como si llevaras una eternidad a solas contigo. Mi madre no ha ledo (ni falta le hace) al padre de las Etimologas, pero siempre nos dijo: el nico legado que podemos dejaros para siempre es una buena educacin. Yo viva ahogndome en suspensos hasta que un da mi padre me llev al bar de la esquina (Sagasti) y me dijo: Te hemos dicho lo que es bueno para ti, hemos puesto los medios, eres un chico inteligente, pero no podemos hacer ms y no vamos a insistirte. Est en tus manos. Seguramente fue, sin yo saberlo entonces, la primera experiencia dialgica de la que me di plena cuenta. Una Voz me llamaba y me educaba en una asignatura ms importante que las del cole. Queridos padres: esta tesis no trata de ser sino una respuesta responsable. Gratus animus

    Somos enanos encaramados a hombros de gigantes, explicaba Bernardo de Chartres a sus discpulos. Este enano que escribe tiene mucho que agradecer a muchos gigantes: a su Alma Mater, a cada miembro de la comunidad universitaria Francisco de Vito-ria, incluidos los alumnos! A maestros, los vivos y los muertos, pero vengados de la muerte por copistas, impresores, editores e internautas, y algunos aqu citados. A los traductores de sabios li-bros, a quien me anim a estudiar tericamente la interactividad y a quien que me ha obligado a poner un puado de palabras en la-tn. A mi familia y a mi esposa, quien (justo al revs que Jantipa) no me ha perdonado ni una sola responsabilidad familiar y me ha obligado a seguir siendo humano a pesar de estar enclaustrado con la tesis. Gracias, tambin, a esos que viven en nosotros, in-numerables otros.

  • ndice

    SIGLAS ................................................................................................................ 15

    INTRODUCCIN .................................................................................................... 17 1. Justificacin de la necesidad y el valor de la tesis propuesta y definicin del pro-

    blema ................................................................................................................ 17 2. Planteamiento de cuestiones ................................................................................... 21 3. Descripcin del mtodo e itinerario de la investigacin ......................................... 23

    CAPTULO I: ESTADO DE LA CUESTIN ....................................................... 27 1. INTRODUCCIN: REVISIN DE ALGUNOS CONCEPTOS CONFUSOS ........................... 27 1.1. Interactividad .................................................................................................. 28 1.2. Comunicacin ................................................................................................. 31 1.3. Informacin ..................................................................................................... 34 1.4. Comunicacin de masas .................................................................................. 35 2. FRAGMENTACIN DE LOS ESTUDIOS DE COMUNICACIN E INTENTOS DE INTE-

    GRACIN ................................................................................................................ 37 2.1. Triple fragmentacin y anlisis por perspectivas ............................................ 37 A) Teora matemtica o ciberntica ................................................................. 40 B) Mass Communication Research, funcionalismo y conductismo .................. 42 C) Escuela crtica y dialctica .......................................................................... 47 D) Determinismo tecnolgico ........................................................................... 52 E) Sociofenomenologa y perspectiva interpretativa ........................................ 55 F) La conciencia moral de la doctrina social de la Iglesia .............................. 59 2.2. Intentos de integracin .................................................................................... 64 A) Integracin por generalizacin .................................................................... 64 B) De la pluridiciplinariedad a la interdisciplinariedad .................................. 66 C) Propuestas disciplinares: en dilogo con la filosofa .................................. 68 3. CONSECUENCIAS DE LOS PROBLEMAS EPISTEMOLGICOS Y DE LA FRAGMEN-

    TACIN ........................................................................................................... 73 3.1. Sntesis de las consecuencias .......................................................................... 73 3.2. El problema epistemolgico objetividad-subjetividad .................................... 75 3.3. El hasto de acadmicos y profesionales y una triple disculpa ....................... 79

  • 3.4. Una referencia esperanzadora: la sociologa relacional de Pierpaolo Donati . 81 4. RECAPITULACIN Y PROPUESTA DE NUESTRA INVESTIGACIN .............................. 88 4.1. Alcance y lmites de la actual investigacin en comunicacin ....................... 88 4.2. Lo que esperamos de nuestra investigacin en comunicacin ........................ 91 A) Una propuesta filosfica disciplinar ............................................................ 91 B) Un marco epistemolgico adecuado ............................................................ 92 4.3. Justificacin de la eleccin por el pensamiento dialgico .............................. 94 A) Por qu Humanidades y no Ciencias Sociales ............................................. 94 B) Por qu dialgico y no dialctico ................................................................ 95 C) Ventajas de la epistemologa y la exposicin dialgica .............................. 99

    CAPTULO II: EL PENSAMIENTO DIALGICO EN EL SENO DE LA FILOSOFA PERENNE ..................................................................................... 103

    1. FUENTES DE INSPIRACIN ....................................................................................... 103 1.1. El pensamiento personalista ............................................................................ 103 A) Breve historia del pensamiento personalista ............................................... 103 B) La distincin persona-cosa y persona-individuo ......................................... 105 C) Una sntesis del pensamiento personalista .................................................. 108 1.2. El pensamiento dialgico ................................................................................ 110 A) Breve historia del pensamiento dialgico ................................................... 112 B) Una sntesis del pensamiento dialgico ....................................................... 112 1.3. La cosmovisin relacional .............................................................................. 114 1.4. La exigencia existencial .................................................................................. 117 2. APORTACIONES DEL PENSAMIENTO DIALGICO A LA METAFSICA ....................... 120 2.1. El concepto de logos en clave dialgica ....................................................... 121 A) Mito y logos ............................................................................................... 122 B) Tres sentidos relevantes de la expresin logos ......................................... 123 C) La irreductibilidad del logos a objetivacin ............................................. 124 D) La profundidad del logos, misterio que nos interpela .............................. 125 2.2. La realidad vista en clave dialgica ................................................................ 128 A) La realidad est estructurada ...................................................................... 130 B) La realidad es respectiva ............................................................................. 131 C) La realidad es dinmica .............................................................................. 133 3. APORTACIONES DEL PENSAMIENTO DIALGICO A LA TEORA DEL CONOCIMIENTO . 138 3.1. Contexto .......................................................................................................... 138 3.2. Revisin y vinculacin de los conceptos objetivo y superobjetivo y

    revalorizacin del sentimiento en la epistemologa .......................................... 139 A) La reduccin del objeto de conocimiento a lo formal o a lo csico ............ 139 B) La razn ampliada: emocin y compromiso ................................................ 144 C) Atencin a lo superobjetivo: en busca de una objetividad verdadera ......... 149

  • 3.3. Profundidad, expresividad y atencin-compromiso ........................................ 153 A) La profundidad: fundamento de lo universal y de lo objetivo ..................... 153 B) Lo profundo se manifiesta en la superficie al vincular entendimiento y

    amor ........................................................................................................... 157 3.4. La intuicin intelectual inmediata indirecta .................................................... 158 A) El lugar de la intuicin en el conocimiento ................................................. 159 B) Intuicin y concepto, reflexin segunda, discurso ....................................... 161 3.5. El tringulo hermenutico ............................................................................... 163 A) Articulacin entre inmediatez, distancia y presencia .................................. 163 B) Diversos modos de inmediatez ..................................................................... 166 C) Diversas formas de distancia ....................................................................... 167 D) Diversas formas de presencia ...................................................................... 169 E) Anlisis de los tringulos que operan en la comunicacin humana ............ 170 3.6. El esquema apelacin-respuesta y el pensamiento dialgico .......................... 177 A) El esquema apelacin-respuesta y el pensamiento en espiral ..................... 177 B) La mediacin no tiene por qu ser mediatizacin ....................................... 181 3.7. Sntesis del mtodo dialgico de conocimiento .............................................. 182 4. CATEGORAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO DIALGICO ............................ 186 4.1. Introduccin .................................................................................................... 186 4.2. Objeto, mbito y sujeto ................................................................................... 186 A) Objeto ........................................................................................................... 187 B) mbitos ........................................................................................................ 188 C) Sujetos .......................................................................................................... 192 4.3. Experiencias reversibles y encuentro .............................................................. 197 A) Las experiencias reversibles, matriz de la interactividad ............................ 197 B) El encuentro interhumano ............................................................................ 199 4.4. Exigencias del encuentro ............................................................................... 205 A) Generosidad y apertura de espritu ............................................................. 206 B) Respeto y voluntad de colaboracin ............................................................ 208 C) Evitar el reduccionismo ............................................................................... 209 D) Tolerar el riesgo que implica la entrega ..................................................... 209 E) Estar disponible para el otro ....................................................................... 211 F) Veracidad y confianza .................................................................................. 211 G) El agradecimiento y la paciencia ................................................................ 213 H) Capacidad de asombro y sobrecogimiento .................................................. 214 I) La comprensin y la simpata ....................................................................... 215 J) La ternura, la amabilidad, la cordialidad .................................................... 217 K) La flexibilidad de espritu ............................................................................ 218 L) La fidelidad .................................................................................................. 219 M) Compartir valores y, sobre todo, el ideal de la unidad ............................... 221

  • N) La capacidad de perdonar ........................................................................... 222 4.5. Frutos del encuentro ........................................................................................ 224 A) Acrecentar la creatividad humana ............................................................... 224 B) Otorgar energa espiritual ........................................................................... 226 C) La madurez personal ................................................................................... 228 D) Descubrir ideal de la vida: la unidad .......................................................... 232 4.6. La experiencia inmersiva en el juego creador ................................................. 236 A) El valor del juego ......................................................................................... 236 B) Aproximacin a la realidad del juego .......................................................... 237 C) Juego, conocimiento y plenitud humana ...................................................... 242 D) El juego: lugar de encuentro y espacio pblico de aparicin ..................... 243 4.7. Sntesis ............................................................................................................ 245

    CAPTULO III: TEORA DIALGICA DE LA COMUNICACIN ................ 247 1. INTRODUCCIN ........................................................................................................ 247 2. EL CONCEPTO DE INTERACTIVIDAD ......................................................................... 248 2.1. Revisin del concepto de interactividad ......................................................... 248 A) Aproximaciones limitadas ............................................................................ 250 B) La interactividad como entreveramiento de mbitos ................................... 252 2.2. El hombre, sujeto interactivo y comunicativo ................................................ 254 A) Apertura constitutiva y moral del hombre al mundo y a los otros hombres 254 B) La doble actitud del hombre: personalizadora, despersonalizadora .......... 257 C) El hombre en trato con el mundo: la tcnica (habitar o dominio) .............. 260 2.3. El hombre en trato con los hombres ................................................................ 267 A) El principio dialgico; lo social y lo interhumano ...................................... 268 B) Individuo-persona y colectivo-comunidad ................................................... 272 C) Hacia una autntica comunidad de personas .............................................. 276 D) La necesidad de lo privado y del espacio pblico de aparicin .................. 283 E) La palabra y el lenguaje, medios vivientes de despliegue personal ............ 286 3. APROXIMACIN AL CONCEPTO DE COMUNICACIN ................................................ 293 3.1. Dilogo con la tradicin .................................................................................. 293 A) La comunicacin en el pensamiento clsico y medieval .............................. 293 B) La comunicacin en el pensamiento moderno y contemporneo ................ 295 3.2. La comunicacin en el pensamiento dialgico ............................................... 302 A) Jaspers: el interiorizarse del ser, la claridad del amor, la plenitud del

    reposo ........................................................................................................... 302 B) Mounier: la experiencia fundamental de la persona se da en la comunicacin 306 C) Buber: la verdad del hombre se (auto)revela en el dilogo ........................ 308 D) Lpez Quints: la comunicacin humana, medio eminente de encuentro... 313 3.3. Sntesis ............................................................................................................ 316

  • 4. DEFINIR LA COMUNICACIN .................................................................................... 318 4.1. La comunicacin es una interaccin ............................................................... 320 4.2. La comunicacin vincula lo personal y lo comunitario .................................. 322 4.3. Carcter referencial y revelador (creativo) de los medios expresivos ............ 325 A) Sobre los medios expresivos ........................................................................ 325 B) Carcter referencial de la comunicacin .................................................... 326 C) Carcter revelador y creativo de la comunicacin ..................................... 328 4.4. mbitos entreverados en el acto de comunicacin ......................................... 329 A) Comunicacin, cultura y tradicin .............................................................. 329 B) Tecnologas de la comunicacin .................................................................. 331 C) La comunicacin y su contexto .................................................................... 333 4.5. El sentido de la comunicacin ........................................................................ 334 A) No es transmitir, sino compartir, participar y revelar(se) ........................... 335 B) La unificacin existencial del hombre se da en la comunicacin ................ 338 C) La comunicacin se orienta al entendimiento y la comprensin ................. 340 D) La comunicacin es ya colaboracin y, adems, la acrecienta .................. 342 5. PROCESOS COMUNICATIVOS Y ACTO DE COMUNICACIN ....................................... 344 5.1. Distincin entre procesos y actos .................................................................... 344 5.2. Tres momentos en la interaccin comunicativa .............................................. 347 A) Preliminares: apelacin-respuesta entre lo real y el sujeto ........................ 347 B) Momento comunicativo: apelacin-respuesta entre los sujetos .................. 348 C) Lo que resulta de la comunicacin .............................................................. 351 5.3. Exigencias de la comunicacin ....................................................................... 352 A) La escucha activa y el silencio interior ........................................................ 353 B) Presencia intencional e intencionalidad compartida .................................. 356 C) Un logos compartido ................................................................................. 358 D) Un clima de veracidad y confianza ............................................................. 360 E) La capacidad de perdonar ........................................................................... 362 5.4. Los frutos, o lo que resulta de la comunicacin .............................................. 364 A) Inaugurar o acrecentar un vnculo de entendimiento, comprensin y co-

    laboracin ......................................................................................................... 365 B) Acrecentar la creatividad ............................................................................. 366 C) Acrecentar el dinamismo de amor y compromiso ........................................ 366 D) Acrecentar la madurez personal y comunitaria (identidad y vocacin)...... 367 5.5. La violencia de la incomunicacin .................................................................. 369 A) La comunicacin frustrada .......................................................................... 369 B) El desconocimiento y la falta de compromiso .............................................. 371 C) No orientar la comunicacin hacia lo real .................................................. 372 D) La ausencia de un clima de veracidad, confianza y perdn ........................ 375 E) La manipulacin como anti-comunicacin .................................................. 376

  • 6. PRIMERAS CONCLUSIONES GENERALES ................................................................... 378

    CAPTULO IV: FECUNDIDAD DE NUESTRA PROPUESTA ........................ 385 1. INTRODUCCIN ........................................................................................................ 385 2. DILOGO ENTRE PERSPECTIVAS Y DILOGO INTERDISCIPLINAR ............................ 386 2.1. Integracin por va de profundidad y unificacin del objeto de estudio ......... 386 A) Teora matemtica o ciberntica y Mass Communication Research ........... 386 B) Sociofenomenologa y escuela interpretativa .............................................. 389 C) La tecnologa, en su contexto ...................................................................... 391 D) La perspectiva crtica y el logos de dominio ............................................ 393 E) El marco integrador de la Doctrina Social de la Iglesia ............................. 396 2.2. Dilogo con otras disciplinas .......................................................................... 398 A) Filosofa ....................................................................................................... 399 B) Humanidades ............................................................................................... 401 C) Psicologa y Psiquiatra .............................................................................. 402 D) Ciencias Sociales ......................................................................................... 403 E) Teologa, Liturgia y Apologtica ................................................................. 406 F) Fecundidad en otros mbitos disciplinares y profesionales ........................ 408 2.3. Conclusiones ................................................................................................... 410 3. APORTACIONES AL MUNDO PROFESIONAL DE LA COMUNICACIN ......................... 412 3.1. Apuntes para una teora de la comunicacin social ........................................ 413 A) El sentido de lo social hoy ........................................................................... 413 B) Principios rectores y valores fundamentales de la comunicacin social ....... 414 C) Democracia, derecho a la informacin y libertad de expresin .................. 420 D) La formacin del comunicador social ......................................................... 424 E) Sntesis y conclusiones ................................................................................. 426 3.2. Revisin de conceptos para elaborar una Teora del Periodismo ................... 428 A) La ciencia de Groth, propuestas prcticas y revalorizacin de la profesin . 429 B) Informacin, desinformacin y manipulacin ............................................. 434 C) Periodismo objetivo, nuevo periodismo, y realismo informativo ................ 438 D) Los gneros periodsticos: hechos sagrados y opiniones Libres ................. 442 E) Criterios de noticiabilidad y de no-noticiabilidad ................................... 446 F) De la deontologa profesional a la vocacin tica ...................................... 450 G) Sntesis y conclusiones ................................................................................. 453 3.3. Persuasin, publicidad y propaganda: bajo sospecha? ................................. 454 A) Persuasin y publicidad ............................................................................... 455 B) Persuasin y propaganda ............................................................................ 458 C) Sntesis y conclusiones ................................................................................. 460 3.4. Smbolos y narraciones en la era audiovisual ................................................. 461 A) El smbolo: manifestacin sensible de una realidad invisible ..................... 463

  • B) La estructura narrativa como imitacin de la accin humana .................... 466 C) La verdad potica de las narraciones: su condicin de posibilidad ........... 470 D) Primer grado de verdad potica en las narraciones ................................... 471 E) Sentido pleno de verdad potica en las narraciones ................................... 474 F) Sntesis y conclusiones ................................................................................. 475 4. UNA APROXIMACIN A LA REALIDAD DE INTERNET A LA LUZ DE NUESTRA PRO-

    PUESTA ................................................................................................................ 477 4.1. Aproximacin histrico-cultural y valoracin crtica ..................................... 478 A) El entusiasmo por Internet ........................................................................... 479 B) Aproximacin histrica y espritu que informa la tecnologa ................ 480 4.2. Las reglas del juego de los padres de Internet ................................................ 486 A) La interaccin de los fundadores ................................................................. 486 B) Las reglas del juego ..................................................................................... 491 C) Nuevas reglas y viejos usos (el auge de los emprendedores) ...................... 495 4.3. Medios expresivos: la interaccin del hombre con Internet ............................ 500 A) Las interfaces ............................................................................................... 501 B) El hipermedia ............................................................................................... 508 C) Retos y riesgos de la mediacin digital ....................................................... 514 4.4. La comunicacin entre los hombres mediada por Internet ............................. 517 A) Nuestra presentacin en Internet: primeras impresiones y prejuicios ...... 518 B) El valor real de las relaciones interpersonales en Internet ......................... 523 C) Relaciones de grupo ..................................................................................... 526 D) Internet como espacio pblico de aparicin ............................................... 529 4.5. Sntesis y conclusiones ................................................................................... 533

    CONCLUSIONES Y PROSPECTIVAS ................................................................. 537 1. RECAPITULACIN DE LAS CONCLUSIONES EN CONTRASTE CON LAS HIPTESIS ..... 537 2. PROSPECTIVAS ......................................................................................................... 545 2.1. Investigacin ................................................................................................... 545 2.2. Divulgacin ..................................................................................................... 546

    BIBLIOGRAFA Y DOCUMENTACIN ............................................................. 549 1. LIBROS ................................................................................................................ 549 2. ARTCULOS CIENTFICOS Y CAPTULOS EN OBRAS COLECTIVAS O RECOPILACIONES . 557 3. PRLOGOS O ESTUDIOS INTRODUCTORIOS Y PRENSA ESCRITA ............................... 559 4. INTERNET ................................................................................................................ 559 5. CINE ................................................................................................................ 560

  • Siglas

    4PBS: LPEZ QUINTS, A. Cuatro personalistas en busca de sentido, Rialp, Madrid 2009.

    5GT: LPEZ QUINTS, A., Cinco grandes tareas de la filosofa actual, Gredos, Madrid 1977.

    CDSI: PONTIFICIO CONSEJO JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Igle-sia, BAC, Madrid 2005.

    CH: BUBER, M., El conocimiento del hombre. Contribuciones a una antropologa filos-fica, traducido por Ricardo de Luis Carballada, Caparrs, Coleccin Esprit, Ma-drid 2005.

    CSH: BUBER, M., El camino del ser humano y otros escritos, traduccin de Carlos Daz, Fundacin Emmanuel Mounier, Coleccin Persona, Salamanca 2004.

    D: BUBER, M., Dilogo y otros escritos, traduccin de Csar Moreno Mrquez, Riopie-dras, Barcelona 1997.

    EC: LPEZ QUINTS, A., Esttica de la creatividad, Rialp, Madrid 1998. HEIP1: LPEZ QUINTS, A., Hacia un estilo integral de pensar I: Esttica, Editora Na-

    cional, Madrid 1967. HEIP2: LPEZ QUINTS, A., Hacia un estilo integral de pensar II: Metodologa-

    Antropologa, Editora Nacional, Madrid 1967. IC: LPEZ QUINTS, A., Inteligencia creativa, el descubrimiento personal de los valores,

    BAC, Madrid 2002. MS: LPEZ QUINTS, A., La metodologa de los suprasensible I: descubrimiento de lo

    superobjetivo y crisis del objetivismo, Editora Nacional, Madrid 1963. P: MOUNIER, E., El Personalismo. Antologa esencial, Sgueme, Salamanca 2002. PDE: LPEZ QUINTS, A., El poder del dilogo y el encuentro, BAC, Madrid 1997. PDF: LPEZ QUINTS, A., El pensamiento dialgico y su fecundidad, en Hacia una

    definicin de la filosofa personalista, Palabra, Madrid 2006. QEH: BUBER, M., Qu es el hombre?, traduccin de Eugenio maz, Fondo de Cultura

    Econmica, Mxico 2001. SE: BUBER, M., Sanacin y encuentro, traduccin de Carlos Daz, Fundacin Emmanuel

    Mounier, Coleccin Persona, Salamanca 2005.

  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO 16

    TC: MARTN ALGARRA, M. Teora de la comunicacin. Una propuesta. Tecnos, Madrid 2003.

    TM - LPEZ QUINTS, A., Tolerancia y manipulacin. Rialp, Madrid 2001 TH: LPEZ QUINTS, A., Metafsica de lo suprasensible II: El tringulo hermenutico,

    Servicio de Publicaciones de la Facultad de Filosofa y Letras, Palma de Mallor-ca 1975.

    VYE: LPEZ QUINTS, A., Vrtigo y xtasis, Asociacin para el progreso de las ciencias humanas, Madrid 1987.

    YT: BUBER, M., Yo y t, traduccin de Carlos Daz, Caparrs Editores, Coleccin Esprit, Madrid 1998.

  • Introduccin

    1. JUSTIFICACIN DE LA NECESIDAD Y EL VALOR DE LA TESIS PROPUESTA Y DEFINICIN DEL PROBLEMA

    Vive Carrascal de sus rentas y ha llevado a cima, a la chita callando, sin que na-die de ello se percate, un hercleo trabajo, cual es el de enderezar con tal reflexin todo instinto y hacer que sea en l todo cientfico. Anda por mecnica, dirige por qumica y se hace cortar el traje por geometra proyectiva. Es lo que l dice a me-nudo: Slo la ciencia es maestra de la vida, y piensa luego: No es la vida ma-estra de la ciencia?1

    l dilema de Avito Carrascal en Amor y pedagoga es tambin el de ese Miguel de Unamuno de carne y hueso y el de buena parte de la reflexin sobre Humanidades y

    Ciencias Sociales del ltimo siglo. La Teora de la comunicacin es hija de este tiempo en que el saber ha sido reducido a ciencia fsico-matemtica y todo lo que no cabe bajo ese criterio es tachado de subjetivo o impertinente, ajeno a la reflexin cientfica. Sin embargo, es imposible comprender la comunicacin bajo categoras fsicas, y tampoco puede com-prenderse adecuadamente como una relacin meramente subjetiva, sin referencia alguna a la verdad. Ni siquiera la filosofa perenne, centrada desde Aristteles en el anlisis de las sustancias, ha podido dar cuenta con la suficiente flexibilidad intelectual de las realidades relacionales (que no pueden reducirse a accidentes de la sustancia), que median entre los hombres y configuran, en buena medida, el modo en que estos se orientan en el mundo.

    La perdida del sentido humanstico, la hiperespecializacin, la ideologa poltica y el primado de lo funcional y lo econmico, son quiz los retos ms importantes a los que debe enfrentarse la reflexin universitaria en el siglo XXI. Albert Einstein, el fsico cuyas teoras conmocionaron el mundo en la primera mitad del siglo XX, lo expresa as:

    No es suficiente ensear a los hombres una especialidad. Con ello se convierten en algo as como mquinas utilizables pero no en individuos vlidos. Para ser un indivi-duo vlido el hombre debe sentir intensamente aquello a lo que puede aspirar. Tiene

    1 UNAMUNO, Miguel. Amor y pedagoga, tres novelas ejemplares y un prlogo, Emesa, Madrid 1967, pp.

    49-50.

    E

  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO 18

    que recibir un sentimiento vivo de lo bello y de lo moralmente bueno. En caso contra-rio, se parece ms a un perro bien amaestrado que a un ente armnicamente desarro-llado. [...] Estas cosas tan preciosas las logra el contacto personal entre la generacin joven y los que ensean, y no al menos no en lo fundamental- los libros de texto. Esto es lo que tengo presente cuando recomiendo Humanidades y no un conocimiento rido de la Historia y de la Filosofa. Dar importancia excesiva y prematura al sistema com-petitivo y a la especializacin en beneficio de la utilidad, segrega al espritu de la vida cultural, y mata el germen del que depende la ciencia especializada2.

    Las palabras de Einstein recuperan ecos medievales. No slo por alentar a los estudios de Humanidades, sino por recuperar la finalidad de aquellos, que era tambin el fin de la universidad original: lo verdadero, bueno y bello, que hacen al hombre libre, y no mero perro bien amaestrado, en manos del sistema econmico o de los intereses ideolgicos. Por otro lado, no se trata de despreciar la utilidad, sino de situarla en su lugar debido, en orden a la edificacin del bien. Ms adelante, el Nbel de Fsica ahonda en los riesgos de la especializacin:

    El crculo de los fenmenos de la realidad abarcados por la ciencia ha aumentado considerablemente y la comprensin se ha hecho ms profunda en todos sus campos. Pero en cambio la capacidad humana est estrechamente limitada. Ello obliga a que la actividad del cientfico, individualmente, deba dirigirse a un sector cada vez me-nor del conocimiento total. E incluso resulta cada vez ms difcil que la comprensin de la totalidad de la Ciencia pueda ir a la par con el desarrollo. Se est llegando a una situacin comparable a la que simblicamente describe la Biblia en la historia de la Torre de Babel. Todo investigador serio es consciente de esta limitacin invo-luntaria, que amenaza con robarle la visin de perspectiva y con degradarle al estado de mero pen3.

    Cuando nos adentramos en los estudios tericos de comunicacin nos encontramos, paradjicamente, con las terribles consecuencias de haber intentado edificar Babel: la confusin de lenguas, la dispersin de los hombres por todos los rincones del planeta y la sensacin tanto en los investigadores como en los profesionales de la comunicacin de que son meros peones, piezas en el engranaje del desarrollo autnomo de una ciencia pragmtica y de unos medios de comunicacin orientados al beneficio econmico. Los problemas que hemos identificado sobre la actual reflexin en comunicacin pueden sin-tetizarse as:

    La comunicacin ha sido abordada desde diversas disciplinas, desde perspec-tivas intelectuales muy distintas, y ni siquiera parece haber acuerdo respecto del objeto material y formal de la misma. Falta un marco terico integrador

    2 EINSTEIN, A. Mi visin del mundo, traduccin de Sara Gallardo, Fbula Tusquets, Barcelona 1995, pp.

    29-30. 3 EINSTEIN, o. c., 39-40.

  • INTRODUCCIN 19

    capaz de dar coherencia y unidad tanto a los distintos fenmenos comunicati-vos como a las distintas investigaciones sobre ellos; y esa carencia es denun-ciada por casi todos los especialistas4.

    En las propuestas tericas y en el horizonte de las investigaciones especficas las preguntas, problemas, etc. se centran en dimensiones parciales del hombre (psicologa, sociologa, teora del conocimiento, funcionalidad)5 y parece que falta una reflexin que vincule la comunicacin con la integridad de la persona. Especialmente, se responde con cierta solvencia y precisin a los cmos, a la funcionalidad y a las causas prximas (efectos), pero no se afronta la cuestin del qu (esencia) y del para qu (sentido) de la comunicacin. Es-to ha llevado a algunos autores a sintetizar la reflexin sobre comunicacin como un conjunto de definiciones burocrticas o contingentes y a denunciar una alarmante ausencia de sentido (TC: 24-26).

    La reflexin terica en este mbito ha bebido de paradigmas y planteamientos donde el objeto estudiado es una cosa en el sentido material de la expresin. Pero el estudio de la comunicacin en s requiere de un modo de pensar, ana-lizar y definir que atienda no slo a la dimensin material de la comunicacin sino, especialmente, a su dimensin inmaterial y a la relacional entre quienes se comunican. Pensar la relacin es casi un campo virgen en la investigacin cientfica actual y si bien est descubrindose su fecundidad en diversos mbi-tos, todava no se ha hecho suficientemente en el de la comunicacin.

    Las consecuencias de todo lo anterior son anlogas a las planteadas en la his-toria de Babel (Gen., 11): ambigedad y confusin, fragmentacin, pragma-tismo y escepticismo tanto en los planteamientos cientficos como en las apli-caciones profesionales y, finalmente, un alejamiento de la existencia concreta y unitaria de la persona y un desnimo generalizado en los investigadores, profesionales y usuarios de los medios de comunicacin social.

    El pensamiento dilgico que expondremos en nuestra tesis6 proporciona un modo de pensar la realidad y una metodologa que permite:

    4 MARTN ALGARRA, M. Teora de la comunicacin. Una propuesta. Tecnos, Madrid 2003, 11. Ser citada en el texto como TC. RODRIGO RODRIGO ALSINA, M. Teoras de la Comunicacin. mbitos, mtodos, pers-pectivas. Aldea Global, Valencia 2001, 12. GARCA JIMNEZ, L. Las Teoras de la Comunicacin en Espaa: un mapa del territorio de nuestra investigacin. Tecnos, Madrid 2007, 65.

    5 Lo muestra el repaso de RODRIGO ALSINA (o.c.) a la investigacin en comunicacin por pases y pers-pectivas intelectuales. En todas sus reflexiones, la perspectiva es de orden sociolgico (funcional, estructural, positivismo o perspectiva crtica) o de psicologa social (interaccionismo simblico, constructivismo, etc.). Incluso las reflexiones llamadas filosficas (como las de la Escuela de Francfort) lo son de corte positivista (descriptiva y de crtica econmico-social de corte neomarxista), pero dicho planteamiento se ha mostrado insuficiente para explicar esencialmente o por causas ltimas.

    6 Sin nimo de ser exhaustivos (damos una referencia bastante completa en la bibliografa de este documen-to), podemos citar como referencia fundamental y sntesis del resto de autores la obra de LPEZ QUINTS; como

  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO 20

    Dar una visin integral del hombre y de sus relaciones con el mundo, los otros, y Dios que responde no slo a los cmos y las causas prximas de la comunicacin, sino las los porqus, para qus y qus de todas ellas.

    Pensar la relacin con rigor y sin diluir los objetos o sujetos que se relacionan sino, ms bien al contrario, reforzando y completando su identidad.

    Proporcionar una propuesta abierta y general, alternativa al esquema dialcti-co, por su capacidad para hacer dialogar diversas perspectivas, disciplinas, in-vestigaciones y mtodos, integrndolos y ordenndolos en una estructura flexible gracias a su pensar en suspensin.

    Superar el escepticismo y hasto reinante al ofrecer una reflexin rigurosa so-bre la comunicacin que ilumina el valioso sentido (y la enorme responsabili-dad) de la misma en orden al desarrollo pleno de las personas en sociedad.

    Por todo esto, creemos que la ambigedad, confusin y fragmentacin pueden quedar superados, creemos tambin que las respuestas as obtenidas pueden vincularse a la exis-tencia integral y concreta del hombre y, con todo lo anterior, superar el peligroso escepti-cismo que se cierne sobre este mbito de estudio al ofrecer aproximaciones esenciales -no contingentes y de ocasin- y dotadas de sentido.

    Para confirmar esta pretensin, esta tesis quiere ofrecer un marco terico nuevo e inte-grador para explicar la comunicacin. Este marco terico exige, en primer lugar (Estado de la cuestin), revisar crticamente lo investigado hasta el momento en comunicacin, para recoger lo mejor de sus conclusiones y definir sus lmites, as como plantear la posible su-peracin de esos lmites gracias a nuestra propuesta. En segundo lugar, exponer aspectos fundamentales del pensamiento dialgico para el estudio de la comunicacin en dilogo con la filosofa perenne (El pensamiento dialgico en el seno de la filosofa perenne). Debido a que el pensamiento dialgico es todava una perspectiva filosfica joven, creemos que tanto la genial sistematizacin elaborada por Lpez Quints, como el encuadrar nuestras re-flexiones en el seno de la filosofa perenne nos ayudarn a no dar pasos en falso. En tercer lugar, intentar ofrecer una Teora dialgica de la Comunicacin que d cuenta de todas las dimensiones de la realidad implicadas en la comunicacin humana y en la comunicacin social: sujetos, procesos, funciones, relaciones, mediacin tecnolgica y expresiva (el len-guaje), contexto concreto (situacional) y amplio (cultura) y, sobre todo, sentido de la comu-nicacin en orden al conocimiento de la realidad y a la colaboracin creativa entre los hom-bres en orden a su desarrollo personal y comunitario. fuente de honda inspiracin para toda reflexin dialgica, la de BUBER; como clave para comprender la referen-cia ineludible a la existencia personal, GUARDINI y JASPERS; como comprensin de la realidad en clave relacio-nal, sin diluir la sustancialidad, ZUBIRI; como pensamiento capaz de dar cuenta de la relacin como constitutiva del ser personal, la sntesis del personalismo que ofrece BURGOS; como necesidad de un pensamiento capaz de ajustarse a la flexibilidad de lo real, MARCEL; como reflexin sobre la especificidad del lenguaje humano y su poder de personalizacin frente la visin del lenguaje como mero sistema de signos, EBNER.

  • INTRODUCCIN 21

    Todo marco terico que pretende ser riguroso e innovador debe ser capaz de arrojar luz sobre los problemas tericos anteriores y de superar el contraste con la realidad. Ambas tareas las acometeremos en la Fecundad de nuestra propuesta. Primero trataremos de ilu-minar los debates ms investigados y no resueltos en el mundo de la comunicacin: el sen-tido de una teora de la comunicacin social y los aspectos ms problemticos y relevantes en las profesiones periodstica, publicitaria y de la comunicacin audiovisual. Finalmente, aplicaremos nuestra reflexin a varios de los problemas ms urgentes e investigados sobre la aparicin, el desarrollo y las posibilidades de Internet: la rpida implantacin de estas tecnologas, el uso de las interfaces, el xito y el fracaso de algunas iniciativas, posibilida-des y lmites de la comunicacin mediada por ordenador, etc. En la medida en que nuestra propuesta sea capaz de detectar las causas y el sentido de los xitos y fracasos de la comu-nicacin en Internet creemos que estar preparada para, en estudios posteriores, orientar investigaciones de campo con enorme fecundad para poner las tecnologas al servicio de los hombres.

    2. PLANTEAMIENTO DE CUESTIONES

    En el anlisis anterior vemos ya las cuestiones de fondo que debemos plantearnos:

    1. Es posible rescatar los interesantsimos estudios parciales sobre fenmenos comunicati-vos circunscritos a mbitos, situaciones o perspectivas intelectuales muy concretas y -matizados y reformulados por va de profundidad- integrarlos en un marco terico autno-mo que permita a su vez un dilogo interdisciplinar con otras ciencias? En esta pregunta est en juego:

    1.1. La delimitacin del objeto material y formal de la Teora de la Comunicacin, as como el mtodo apropiado para aproximarse a dicho objeto de estudio.

    1.2. La formacin de un corpus disciplinar coherente y pertinente, ajustado a la realidad de la comunicacin, capaz de ofrecer conclusiones universales y necesarias sobre la co-municacin humana.

    1.3. La posibilidad de un dilogo interdisciplinar con otras reas de conocimiento que pro-porcione un enriquecimiento mutuo entre las perspectivas en dilogo, en orden a la ne-cesaria sntesis de saberes que ha de rehumanizar la ciencia ponindola al servicio del desarrollo de los hombres.

    2. Es posible estudiar la comunicacin no slo por sus causas o efectos prximos en de-terminados sujetos -personales, sociales, empresariales, cientficos- sino en s misma y

  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO 22

    por su capacidad para dotar de sentido y edificar a esos sujetos, ofreciendo una visin com-pleta y unitaria de todo el acto comunicativo? Esta pregunta supone constatar:

    2.1. Si podemos estudiar de veras qu es la comunicacin (como una forma eminente de relacin entre los hombres), mediante una aproximacin esencial -universal y necesa-ria- a este acto humano.

    2.2. Qu capacidades, actitudes o valores de los sujetos entran en juego y resultan relevantes en el acto comunicativo.

    2.3. Qu sentido (intencionalidad explcita o implcita) tiene la comunicacin para los suje-tos que se comunican y qu frutos esperan lograr.

    2.4. Qu caractersticas y condiciones resultan imprescindibles, aconsejables o superfluas -y cmo afectan a los sujetos que se comunican- en los diversos elementos mediaciona-les que intervienen en la comunicacin: lenguaje, tecnologas, contexto concreto y con-texto en sentido amplio (tradicin y cultura insertas en la historia).

    3. Puede una reflexin terica de este tipo fecundar la praxis? Es la pregunta sobre la per-tinencia de nuestra propuesta en los siguientes mbitos:

    3.1. El valor de la comunicacin interpersonal y social en orden al desarrollo de las perso-nas en comunidad.

    3.2. Orientar el quehacer profesional cotidiano (criterios, procesos, etc.) de quienes se dedi-can a la comunicacin social (periodistas, publicitarios, comunicadores audiovisuales) en orden a que su profesin fomente el desarrollo integral de la sociedad.

    3.3. Como consecuencia de las anteriores: superar el escepticismo y hasto presente en los acadmicos, en los profesionales y en el conjunto de la sociedad al dotar de valor cien-tfico a la investigacin terica y orientar el sentido autntico de la prctica profesional al desarrollo pleno de las personas y de la comunidad humana.

    Una reflexin de Derrick de Kerckhove, prestigioso investigador de las nuevas tecnolo-gas de la informacin, puede iluminar los problemas de fondo que quiere solucionar esta tesis: La mayora de los CD-ROM son menos interactivos que un diccionario7. Si esto es as, la mayora de la gente aplica con muy poco rigor el adjetivo interactivo. En qu medi-da un diccionario es ms interactivo que un CD-ROM? (capacidad de juicio). Podemos responder a esa pregunta sin definir adecuadamente qu entendemos por interactivo? (nece-sidad de un corpus terico disciplinar). Es la interactividad un valor en s mismo? (perti-nencia de la investigacin). En qu medida lo interactivo es til o valioso para las perso-nas? (sentido de la interactividad y de la comunicacin). Para responder a estas preguntas, resulta decisivo, al menos:

    7 KERCKHOVE, D. de. Inteligencias en conexin, traduccin por TsEdi (Teleservicios Editoriales), Gedisa,

    Barcelona 1999, 38.

  • INTRODUCCIN 23

    Definir el concepto de interactividad y encuadrarlo en un corpus capaz de po-nerlo en dilogo con otros conceptos, como el de comunicacin, conocimien-to, socializacin, desarrollo personal, accin humana, etc.

    Ampliar la reflexin sobre el soporte interactivo e incluir en ella a quien in-teracta con l; es decir, dar debida cuenta de todos los elementos implicados en la interaccin.

    Pensar en los sujetos que interactan exige pensar en su actitud, capacidad e intencionalidad (qu espera obtener), y en porqu o para qu interacta con l (qu sentido tiene que busque lo que quiere obtener).

    Pensar por qu interactan los sujetos y con qu realidades lo hacen implica pensar no slo en la funcin o eficacia que esperan obtener, sino en el sentido y los frutos -intangibles y no reductibles a lo funcional- que pueda ofrecer esa interaccin al sujeto que interacta.

    Todas estas reflexiones iluminan cmo deben ser los contenidos interactivos en relacin con las personas a las que van dirigidos, dotando de un sentido re-almente valioso, por sus frutos, la actividad profesional de quienes se dedican a elaborarlos.

    Sin renunciar, por supuesto, a estudios parciales de carcter psicolgico, tecnolgico, ergonmico, de interface, sociolgico, epistemolgico, etc. que envuelven tambin esta cuestin, necesitamos poder explicar de un modo integral y riguroso estas situaciones y enmarcarlas en el universo de lo humano. Esta tesis pretende poner una primera piedra en esa direccin.

    3. DESCRIPCIN DEL MTODO E ITINERARIO DE LA INVESTIGACIN

    Nuestra primera tarea ha sido examinar el estado de la cuestin de la actual investiga-cin tanto en teora de la comunicacin como en la prctica profesional de la misma. La literatura sobre el tema es inabarcable, pero pueden identificarse diversas perspectivas de estudio terico sobre las que los manuales y recopilaciones sobre el tema coinciden en lo esencial. Estas perspectivas tericas fecundan las diversas reflexiones sobre el quehacer profesional de modo que, estudiadas stas, quedan comprendidos los enfoques desde los que se aborda el ejercicio profesional.

    Aunque la literatura de cada una de estas perspectivas es, tambin, abundante, pueden rastrearse las huellas hasta los autores y las obras fundamentales que las inspiraron. Hemos trabajado al menos dos fuentes de cada perspectiva para comprender mejor los presupuestos de cada una y finalmente nos dimos cuenta de que todas ellas contienen los mismos problemas epistemolgicos de fondo, muy presentes, en general, en toda la inves-

  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO 24

    tigacin cientfica del siglo XX. El problema de fondo viene por identificar como mdulo bsico de la realidad la dimensin material de la misma. Al reducir la verdad a lo mate-rialmente verificable, quedan expulsadas de la reflexin las otras dimensiones de la reali-dad, tachadas de subjetivas (en el fondo, de caprichosas, acientficas). Por reaccin, pero desde la misma visin estrecha, otros autores trataron de objetivar lo meramente subjetivo (sentimientos, valores subjetivos de una determinada comunidad, etc.). Pero, evidente-mente, los resultados, por objetivados que quedaran, no dejaban de ser resultados parcia-les, sujetos a la particularidad de las realidades investigadas. Unas y otras investigaciones dejan fuera lo que, siguiendo a Lpez Quints, nosotros hemos llamado superobjetivo: a esta categora responden las realidades que ni son fsicas ni meramente subjetivas sino inmateriales, pero poderosamente reales, como son los valores, las dimensiones espiri-tuales de la persona, la dimensin relacional de la realidad, etc.

    Los estudios sobre comunicacin desde el mbito de la filosofa y las humanidades tratan de superar esta escisin, con mejor o peor fortuna. En todo caso, bien por partir de presupuestos intelectuales que no se ajustan a la realidad (como en el caso del pensamien-to dialctico) o bien porque su reflexin es fundamentalmente moral y no examinan la comunicacin desde dentro, sus respuestas son poco aquilatadas o insuficientes, respecti-vamente. En el mbito de la filosofa, adems, pocas corrientes intelectuales han estudia-do a fondo la categora de la relacin, de forma que carecen del utillaje intelectual necesa-rio para revelar toda la densidad entitativa de la comunicacin humana.

    Esto nos llev a la necesidad de buscar unos fundamentos intelectuales slidos capa-ces de analizar las realidades concretas (especialmente las relaciones) desde dentro, as como de superar el falso dilema objetivo-subjetivo dando cuenta de lo superobjetivo pre-sente en lo objetivo. Encontramos esos fundamentos en corrientes filosficas etiquetadas comnmente como pensamiento personalista, dialgico o existencial. Aunque son distin-tas, en todas ellas laten las inquietudes que pueden responder a los problemas de la actual investigacin sobre comunicacin. El autor que, a nuestro juicio, mejor ha sabido articu-lar e integrar esas corrientes de pensamiento es Lpez Quints. Por eso hemos trabajado de forma sistemtica el grueso de su obra, con especial inters en sus primeras reflexiones (las menos conocidas), que fundamentan toda su actividad pedaggica posterior.

    Tambin quisimos abordar las fuentes y autores ms relevantes que inspiraron estas perspectivas filosficas, para poder contemplar sus intuiciones en su original manifestacin. As, hemos trabajado con las obras fundamentales de Mounier, Buber, Jaspers, Guardini, Marcel, Ebner, Arendt y Heidegger (y, de forma menos sistemtica, de algunos otros). Para acercarnos al personalismo contamos tambin con las reflexiones de Juan Manuel Burgos, quiz el mayor divulgador del pensamiento personalista en nuestro pas, quien ha procurado adems establecer un dilogo entre el personalismo y la filosofa perenne.

    Debido a que estas corrientes intelectuales estn todava en gestacin y, a pesar de la enorme labor de Lpez Quints por sistematizarlas, hemos credo conveniente exponer los fundamentos del pensamiento dialgico en comunin con la filosofa perenne. Entre los

  • INTRODUCCIN 25

    representantes de esta tradicin hemos trabajado a Platn, Aristteles, San Agustn y Santo Toms de Aquino, as como a autores de la corriente tomista contemporneos, como Eudal-do Forment, Francisca Tomar y Ramn Lucas Lucas, quienes, adems, han hecho un nota-ble esfuerzo por dialogar con el personalismo (tambin hemos manejado, de forma menos sistemtica, otros autores). No es que Lpez Quintas (o el mismo Juan Manuel Burgos) no pueda leerse como continuador de la tradicin perenne (como ocurre con otros personalis-tas), pero el dilogo con la filosofa del propio tiempo les lleva a asumir significados en algunos trminos que se entienden de forma distinta en la tradicin perenne, de ah que quisiramos clarificar adecuadamente los trminos que bamos a asumir nosotros.

    La articulacin sistemtica del pensamiento dialgico (especialmente su epistemolo-ga, su mtodo de investigacin y de exposicin, su reflexin sobre la relacin y sobre la dimensin comunitaria de la persona8) nos ha permitido poner las bases de nuestra teora dialgica de la comunicacin. Al entroncar nuestra reflexin en la filosofa perenne, el dilogo con disciplinas tan necesarias como la Antropologa, la tica, la Teora Poltica y la Doctrina Social de la Iglesia ha sido sencillo.

    Nuestra Teora dialgica de la comunicacin, fundamentada en estos presupuestos fi-losficos, se ha desarrollado en dilogo fecundo con todas las otras perspectivas que in-vestigan la comunicacin, y especialmente con la propuesta particular de Manuel Martn Algarra, quien ha basado su propuesta en autores socio-fenomenolgicos en dilogo con Toms de Aquino. La vinculacin entre todas estas perspectivas la hemos articulado por va analctica (jerarqua en profundidad y por interferencia mutua entre los diversos nive-les y realidades vinculadas).

    La coherencia interna de nuestra propuesta se debe a la propia lgica del pensamiento dialgico. La verificacin de nuestra propuesta, su contraste con la realidad, es por va de prueba existencial, de participacin inmersiva en la realidad de la comunicacin, que hemos articulado en forma de exposicin en espiral gracias a la reflexin segunda, que pretende revelar lo que de universal-intensivo hay en la comunicacin. Dicha prueba, por lo tanto, no es slo personal-subjetiva, sino colegiada en dilogo con otras experiencias ya contrastadas y con colegas del mundo acadmico y profesional. La propia exposicin de la tesis invita al lector a participar de dicha experiencia y orienta el modo de hacerlo.

    A pesar del volumen que hemos invertido en nuestra reflexin terica, la tesis (como las fuentes filosficas en las que se fundamenta) pretende inspirar la vida prctica. Por eso escribimos la Fecundidad de nuestra propuesta como una orientacin para compren-der adecuadamente (y participar en) la comunicacin social, la actividad profesional de los comunicadores y la comunicacin interpersonal y pblica mediada por ordenador. Aunque en esa parte de la tesis exponemos, sobre todo, nuestra perspectiva, el lector aten-to descubrir el dilogo implcito con los autores (someramente apuntados), y los pro-blemas habituales de la actividad prctica sobre la que hablamos.

    8 Una exposicin sinttica del mtodo dialgico de conocimiento puede leerse en el Captulo II, 3.7., 232.

  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO 26

    La exigencia de nuestro mtodo expositivo hace que las conclusiones se revelen en dilogo con los autores referenciados. No obstante, al final de cada epgrafe (cuando lo consideramos necesario) y al final de cada captulo redactamos una sntesis del mismo que refiere fundamentalmente las conclusiones de ese captulo. Al final de nuestra tesis, no obstante, consignamos las conclusiones generales de nuestra investigacin y plantea-mos la prospectiva de la misma.

    Nuestro desconocimiento total o parcial de los idiomas en que escribieron algunos de los autores referenciados (especialmente del griego, el francs y el alemn) nos ha impe-dido acceder directamente a estas fuentes. Hemos escogido las que son, a juicio de los especialistas, las mejores traducciones directamente del original al castellano. La notable labor editorial de los ltimos aos en la traduccin de los textos fundamentales de autores contemporneos nos ha servido de gran ayuda y no podemos sino agradecer la labor de estos traductores, sin los cuales nuestra investigacin hubiera tenido unos horizontes ms estrechos. No obstante, dado que nuestra investigacin no versa especficamente sobre dichos autores, sino sobre lo que ellos (entre otros muchos) inspiraron a la reflexin sobre los aspectos aqu tratados, creemos que no haber accedido a los originales no tiene conse-cuencias significativamente negativas en nuestra propuesta. Hemos trabajado algunas fuentes en ingls y una en italiano. Cuando las citamos en el texto, lo hacemos en el ori-ginal y llevamos nuestra traduccin a pie de pgina.

    Dada la diversidad de fuentes utilizadas, decidimos utilizar siglas para las obras ms referenciadas (que sern citadas en el cuerpo de la tesis). Tambin citaremos en el cuerpo de la tesis las referencias clsicas cuya mencin no resulte engorrosa. En todo caso, la primera vez que citemos una obra pondremos la referencia completa a pie de pgina. El resto de citas sern identificadas a pie de pgina, de forma completa la primera vez que se citen y con mencin de ttulo o autor en las siguientes. Alguna vez, segn avanza la tesis, citamos a un autor consignando slo su nombre entre parntesis, con ello remitimos de forma genrica a lo que ya explicamos de l sobre el tema que en ese momento aborda-mos (es ms una referencia a un contexto intelectual o a una delimitacin de sentido que a un texto concreto). Muchas obras que aparecen en el cuerpo de la tesis estn referenciadas porque las citan autores que nosotros manejamos, pero la bibliografa consignada al final de la tesis contiene slo las obras de que nosotros hemos trabajado personalmente. La ordenacin de la bibliografa no distingue entre fuentes primarias y secundarias, tarea harto compleja por el propio planteamiento de esta tesis, que a veces utiliza literatura secundaria como fuente primaria por la significacin que pueda tener en un momento determinado para el tratamiento de la cuestin. As que hemos agrupado las obras distin-guiendo entre libros; artculos y participaciones en obras colectivas; prlogos, estudios introductorios y prensa; referencias a Internet; y obras cinematogrficas.

  • Captulo I: ESTADO DE LA CUESTIN

    1. INTRODUCCIN: REVISIN DE ALGUNOS CONCEPTOS CONFUSOS

    Aunque parezca un lugar comn, sabido y repetido entre los estudiosos de la co-municacin, este campo de estudio an no ha alcanzado la madurez y estabilidad de otras disciplinas que, si bien en algn caso poseen una mayor tradicin intelectual y acadmica que la nuestra, se ocupan de fenmenos que no alcanzan la importancia y la influencia social de la comunicacin (TC: 11)

    a falta de madurez que seala Martn Algarra se traduce en diversos problemas teri-cos que vamos a abordar a lo largo de este captulo. En primer lugar, falta una ade-

    cuada definicin de conceptos, que alcanza al mismo contenido de la expresin comuni-cacin (referida, segn distintos estudios, a las relaciones entre personas, mquinas y animales, con todas las combinaciones posibles entre s).

    La misma disciplina carece de un marco terico comn de referencia, pues el estudio de la comunicacin ha sido desarrollado desde distintas ciencias particulares (que a veces utili-zan marcos conceptuales distintos) y desde distintas perspectivas intelectuales, lo que ha provocado una fragmentacin tanto en el objeto material de la comunicacin (por analizar distintos elementos de la misma, pero no todos en comn) como en el formal (por analizar distintas dimensiones de la misma: tecnologas, procesos, efectos, deontologa, etc.).

    Dada esta fragmentacin, diversos autores han tratado de elaborar teoras generales o, incluso, de acuar conceptos como el de interciencia para justificar la existencia de un campo de estudio sin un corpus disciplinar, un objeto material y un objeto formal unifica-do. Veremos los lmites de todas estas propuestas.

    En general, tanto la ambigedad de los conceptos como la indefinicin del objeto de estudio son consecuencia de un problema epistemolgico que afecta a las ciencias socia-les en general y, por lo tanto, tambin a las perspectivas que abordan el estudio de la co-municacin. Este problema consiste en haber asumido el falso dilema objetivo-subjetivo y haber descuidado la atencin sobre lo superobjetivo. Abordaremos todas estas cuestio-nes a lo largo de este captulo.

    L

  • LVARO ABELLN-GARCA BARRIO 28

    Para analizar la confusin respecto de los conceptos fundamentales de la disciplina, acudiremos a la clasificacin de los tipos de conceptos que los hombres elaboramos para referirnos a las cosas planteada por Cayetano en su prlogo al comentario del Ente y Esencia de Santo Toms1. Su distincin nos parece muy apropiada para explicar cmo son los conceptos que la ciencia de la comunicacin maneja hoy al referirse a la interacti-vidad, a la comunicacin, a la informacin, a la misma comunicacin de masas y al par de palabras objetivo-subjetivo.

    Cayetano distingue entre conceptos confusos y distintos. En el conocimiento humano lo confuso precede a lo distinto. Los conceptos confusos son aquellos que se refieren a realidades que conocemos de forma parcial o incompleta pero de los que no tenemos una definicin por su esencia. Los conceptos distintos son los que sabemos definir y delimitar -aunque siempre se puede profundizar ms en ellos-.

    Al repasar la bibliografa sobre Teora de la Comunicacin uno no puede sino concluir que en el mbito de los acadmicos -no digamos ya en el de los profesionales- los con-ceptos resultan confusos, cuando no equvocos e, incluso, contradictorios. Las primeras y abundantes investigaciones en comunicacin son de corte emprico, y slo despus se ha intentado dar a estas investigaciones solidez terica (TC: 18). Eso ha provocado una in-gente cantidad de definiciones de carcter descriptivo cuya validez se limita a las situa-ciones concretas de comunicacin estudiadas, dejando fuera muchas otras. As, la Teora de la comunicacin no ha sido an capaz de dar un concepto claro y comprensivo de co-municacin (TC: 33). Lo mismo podramos decir del resto de conceptos sealados.

    1.1. INTERACTIVIDAD

    La palabra interactividad es una palabra de moda que sirve para prestigiar cualquier otra que aparezca a su lado. De un tiempo a esta parte, todo es interactivo, porque todo lo interactivo vende:

    Interactivo se ha convertido en el negocio por antonomasia de los medios de comu-nicacin, con presupuestos de miles de millones de dlares, especialmente en la televi-sin. Las industrias que participan en la distribucin de contenidos va satlite, por cable, por telfono e incluso algunas compaas de energa elctrica estn impacientes por pro-porcionar servicios completamente interactivos, en forma de programacin a solicitud, comercio desde casa y servicios financieros2.

    Pero no slo las grandes empresas apuestan por lo interactivo. Las nuevas tecnologas

    1 CAYETANO, In De ente et essentia D. Thomae Aquinatis Commentaria, ed. M. H. Laurent, Taurini, Ma-

    riectti, 1934, Proem, q. 1, n. 3, p. 2. Referencia tomada de FORMENT, E., Lecciones de Metafsica, Rialp, Madrid 1992, 230-233.

    2 KERCKHOVE, Inteligencias en conexin, 37.

  • CAPTULO I: ESTADO DE LA CUESTIN 29

    de las telecomunicaciones permiten el desarrollo y extensin de las tecnologas de la in-formacin, ponindolas al alcance de un amplio sector empresarial:

    En el lado minorista, hay un gran mercado para los juegos interactivos, una indus-tria floreciente de hardware y software multimedia y un flujo continuo de CD-ROM de xito cuyos anuncios publicitarios dicen que son lo ms nuevo y lo mejor en in-teractividad3.

    Derrick de Kerckhove, colaborador y discpulo de Marshall McLuhan, desglosa los distintos sectores en los que la idea de interactividad vinculada a las tecnologas de la informacin ha tomado peso. Junto a las empresas, sean multinacionales o minoristas, los mbitos de la cultura y el entretenimiento:

    Los sectores de la cultura y el entretenimiento estn invirtiendo en la interactividad como quien echa un cebo para pescar ms clientes. La interactividad ha penetrado en las pantallas de museos y galeras4.

    De Kerckhove habla, sobre todo, desde la realidad de su Canad natal y desde el con-tacto con sus vecinos estadounidenses, pero tambin en calidad de jurado de multitud de encuentros y concursos internacionales sobre plataformas, instalaciones, arte -y un largo etctera- interactivos. De todas las variantes del tan gastado concepto de interaccin des-taca la ltima en aterrizar, ltima por las limitaciones tcnicas, que no por la indiscutible demanda de muchos sectores:

    La realidad virtual, el summun de las aplicaciones interactivas, tras haber sido una curiosidad para vender cigarrillos y motocicletas en las ferias comerciales, est en-contrando ahora la puerta de entrada a las salas de juego y a las galeras comerciales, y cuenta con un complemento perfecto de campos de tiro y terrores jursicos5.

    Una vez hecha esta taxonoma, lo que ms llama la atencin del investigador es el halo de confusin que, a pesar de tantas inversiones y tanta demanda, vela y encubre el concepto de interactividad. Qu es la interactividad? En qu consiste?: Y el resulta-do de esta locura de la interactividad es que la gente contina sin saber de qu se trata6.

    Aunque es cierto que la clarificacin del concepto de interactividad es muy compleja, hasta el punto de que dar una definicin -en el sentido clsico: gnero y diferencia espec-fica- de ella es imposible -y pronto veremos porqu- algo de culpa tienen todos los que han abusado de este trmino talismn hasta vaciarlo de sentido en aras de un fin casi siempre espurio.

    3 Idib., 37. 4 Ibid., 37. 5 Ibid., 37. 6 Ibid., 37.

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    En cada poca existen vocablos que, por diversas razones socioculturales, se car-gan de un prestigio tal que se evaden a toda revisin crtica y son tomados como el suelo intelectual sobre el que se mueven confiados los hombres y los grupos socia-les. Constituyen los trminos talismn. Parecen albergar en s el sentido y el valor de la vida entera7.

    Alfonso Lpez Quints, catedrtico de Filosofa Fundamental en la Universidad Com-plutense de Madrid y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Polticas, es uno de los mayores conocedores de la filosofa contempornea y ha investigado a fondo las estructuras de manipulacin del lenguaje. Dejemos a un lado el debate sobre quin manipula y porqu para otra ocasin, pero asumamos que interactividad es uno de esos trminos talismn de finales del siglo XX y principios del XXI que parece albergar en s el sentido y valor de la vida entera. En este sentido, el sustantivo interactividad y, sobre todo, el adjetivo interactivo invaden todos los mbitos cientficos, ms all de las tecno-logas de la informacin, de manera que podemos or hablar de arte interactivo8, cursos interactivos, diccionarios interactivos, biologa interactiva, museos interactivos, etc.

    Este uso generalizado del trmino interactividad ayuda comprender no slo la falta de rigor en la definicin del concepto -la ausencia de una clarificacin conceptual o terica-, sino, tambin, la inexistencia de una regla prctica. La mayora de las personas no necesi-tan tener un concepto distinto sobre una determinada realidad para manejarse con sufi-ciencia en ella. No nos es necesario saber qu es la electricidad ni qu tipos de electrici-dad existen para encender y apagar la luz o para ahorrar energa y llegar mejor a final de mes. Tal precisin en la definicin es campo para estudiosos.

    Sin embargo, en el mbito de la interactividad, muchos usuarios andan confundidos, incapaces de distinguir con claridad a qu se le puede o no llamar interactivo:

    Tomemos el ejemplo ms corriente: los CD-ROM, el centro de negocio interactivo minorista. stos apenas pueden considerarse interactivos []. Puede ser divertido duran-te un rato ver a Mick Jagger a cmara lenta pavonendose con salpicaduras agitadas e impresionistas en colores pixelados, pero pronto termina por ser aburrido9.

    En qu sentido un diccionario puede ser ms interactivo que un CD-ROM? Como apuntamos en nuestra introduccin, responder a esa pregunta y a otras ms complejas es parte del objetivo de nuestro estudio, as que lo iremos descubriendo poco a poco, porque no es sencillo de ver, pero valga este anticipo de profunda significacin filosfica adelan-tado por De Kerckhove:

    Los videojuegos son interactivos de un modo ms serio y hablaremos de ellos en su momento, pero, por lo general, lo que hoy se denominan sistemas interactivos o insta-laciones interactivas son una fuente de constantes decepciones10.

    7 LPEZ QUINTS, A. Tolerancia y manipulacin. Rialp, Madrid 2001, 145. Ser citada como TM. 8 KERCKHOVE, D. de, o.c., 55-69. 9 Ibid., 38. 10 Ibid., 38.

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    Tambin nosotros, de la mano del experto en tecnologa meditica Derrick de Kerc-khove y de otros filsofos que han estudiado la estructura metafsica de la realidad des-de la dimensin ldica, hablaremos en su momento de la relacin entre el juego y la interactividad.

    Por ltimo, diremos que no nos extraa la ausencia de una definicin clsica del con-cepto de interactividad, puesto que las definiciones remiten siempre a entes, sustancias, cosas, mientras que la interactividad es una relacin recproca. Su reciprocidad, adems, provoca que el pensamiento lineal al que las ciencias clsicas y modernas estn acostum-bradas, no pude hablar de ella sino paradjicamente, como integrando contradicciones. Es necesario habituarnos a pensar -y expresarnos- en espiral para ajustarnos mejor con nues-tra explicacin a la dimensin relacional de la realidad.

    1.2. COMUNICACIN

    Lo primero que se siente impelido a hacer cualquier manual de comunicacin es a definir qu se va a entender por comunicacin en sus sucesivas pginas. El problema de definir la comunicacin es similar al de la interactividad, solo que ms sangrante, pues las ciencias de la comunicacin han pasado la mayor parte del siglo XX tratando de delimitar su objeto de estudio. Segn Manuel Martn Algarra, la ubicuidad del con-cepto de comunicacin, presente no slo en el lenguaje comn, sino en el de casi todas las disciplinas cientficas, hace muy problemtica su comprensin. Incluso en el mbito de la Teora de la Comunicacin la diversidad de definiciones y perspectivas resulta desalentadora (TC: 30-36). Adems de los citados por este autor, mostraremos nuevos ejemplos.

    Es sintomtico que algunos manuales de comunicacin, como el de Baylon y Mig-not, arranquen con un epgrafe titulado Ambigedad de la palabra [comunicacin]:

    Cualquiera que se interne en la comunicacin se encuentra as, de entrada, ante una dificultad de envergadura, pues no se enfrenta con una operacin bien determinada, sino con una multitud de operaciones cuyo parecido termina por resultar incierto. El trmino, al ser aplicado a cualquier clase de relacin, pierde su especificidad11.

    Dicho manual, por cierto, despus de una importante criba para concretar y delimitar el concepto de comunicacin (entre otras delimitaciones, la de afirmar que la comuni-cacin slo puede darse, sensu stricto, entre personas), abraza realidades tan dispares como la lengua mdica, el ensear una lengua extranjera, la comunicacin de masas, la comunicacin interpersonal, la comunicacin de corto y largo alcance y un bloque de reflexiones tericas sobre informacin, comunicacin y lenguaje.

    11 BAYLON, C. y MIGNOT, X., La comunicacin, Ctedra, Signo e imagen, Madrid 1996, 13.

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    Delimitar que la comunicacin slo puede darse entre personas es ya un paso de gi-gante, pues, como resalta Martn Algarra (TC: 35), segn Wilbur Schramm (1980) puede hablarse de comunicacin entre seres no racionales, sean animales o mquinas. Cabra aadir a las plantas, pues Schramm -y con l buena parte de los tericos de la comunicacin- reduce la comunicacin al mero contacto. En Espaa, las dos tradicio-nes tericas veteranas, sitas ambas en la Facultad de Ciencias de la Informacin de la Universidad Complutense de Madrid (como referentes fundamentales citaremos a n-gel Benito desde Periodismo III y a Martn Serrano y Piuel desde Sociologa IV; luego volveremos sobre ambas corrientes) tocan precisamente la comunicacin entre mqui-nas o entre animales como parte del objeto de estudio de la comunicacin.

    Miquel Rodrigo Alsina arranca su manual de Teoras de la Comunicacin (ya es sin-tomtico el plural de teora) con el captulo El objeto de estudio de las teoras de la comunicacin. Dicha seccin, que trata slo de delimitar el objeto de estudio, ocupa 101 pginas, casi la mitad del libro (207 pginas, bibliografa e ndices aparte). Dentro del captulo, dividido en cuatro apartados, el ms extenso es el primero, que lleva por ttulo Las dificultades de delimitacin del objeto de estudio. El esfuerzo sintetizador de Rodrigo es encomiable y en sus pginas podemos hacernos una idea perfecta de c-mo no slo el concepto de comunicacin, sino del resto de conceptos asociados a ste (informacin, sociedad de masas, sociedad digital, de la complejidad, de la informa-cin, del conocimiento) son tremendamente ambiguos. Esta dificultad provoca un cierto escepticismo en la mirada fruto del vivir en una poca contradictoria12.

    Leonarda Garca Jimnez13, en un esfuerzo compilador que convierte su obra en un referente ineludible para los estudiosos de la teora de la comunicacin en Espaa, tam-bin dedica un captulo a definir el objeto de estudio. Rechaza las tesis propuestas por diversos autores de que todo es comunicacin y opta tambin por marginar la comu-nicacin entre mquinas y entre animales. Incluso, por considerar que la comunicacin es siempre social, rechaza lo que algunos autores han llamado comunicacin intraper-sonal (explicada y aceptada por Rodrigo14). Pero, como hace tambin Rodrigo, al tra-tar de delimitar el objeto de estudio no hace sino una enumeracin de los tipos de co-municacin que se pueden estudiar (sin jerarqua entitativa), por lo que la fragmenta-cin del concepto y sus definiciones no queda superada.

    Adems de la indefinicin de su objeto por su ubicuidad, como sostiene Martn Algarra ms arriba, se da otro lastre: Su identificacin con la comunicacin de masas (TC: 15). Es indudable que el inters cientfico por la comunicacin nace con los inicios de la sociedad de masas. Baste recordar la ponencia de Max Weber en el Congreso de la Asociacin Alemana de Sociologa, en 1910, sobre una sociologa de la prensa, o el modelo de uno de los padres de la comunicacin, Harold Lasswell,

    12 RODRIGO ALSINA, o.c., 37. 13 GARCA JIMNEZ, o.c. 14 O. c., 52.

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    marcadamente unidireccional y muy centrado en los efectos, pues centr su inters en la propaganda poltica y blica. Garca Jimnez15 y Rodrigo16 sostienen la convenien-cia de distinguir entre comunicacin y comunicacin de masas, y la necesidad de in-cluir la comunicacin interprersonal en el objeto de las teoras de la comunicacin, aunque Rodrigo no considera que sea un rea de las ms relevantes y Garca Jimnez entiende que no ocupe un lugar prioritario.

    Estos lastres -ubicuidad del trmino, el estudio centrado en los efectos y no en la propia comunicacin y la identificacin de comunicacin con comunicacin de masas- han aparcado el estudio de la comunicacin en cuanto tal, quiz porque mu-chos tericos y profesionales, ante tal panorama, han considerado suficiente un concep-to confuso, o descriptivo, o funcional, o intuitivo y prctico. Esa forma de conceptuar no hace, no obstante, sino agravar el problema: Martn Algarra nos nuestra el problema de la multitud -porque no era slo pluralidad de definiciones ya en los aos 70 (TC: 44). Desde entonces, se han elaborado clasificaciones de definiciones, pero ninguna ha reclamado para s la autenticidad conceptual, tal vez porque estamos ante un problema complejo y, adems, porque una postura as no encajara con el relativismo propio de la modernidad, con lo polticamente correcto (TC: 44).

    Conviene destacar que, al menos en Espaa, reaparece una preocupacin en las l-timas investigaciones tericas por definir la comunicacin de un modo no meramente descriptivo, sino con cierto carcter de universalidad. Resulta una apuesta tmida, como reconoce Martn Algarra en el ttulo de su obra: Teora de la comunicacin. Una pro-puesta (TC). Pero, sin duda, tambin influyente. As, tanto Martn Algarra como Garca Jimnez coinciden en que lo nuclear del concepto de comunicacin es que sta se da entre personas y que el sentido o finalidad de la comunicacin es procurar el entendi-miento o la comprensin tanto del contenido de lo comunicado como de la intencionali-dad de quienes se comunican. Volveremos sobre sus aproximaciones ya en el cuerpo de la tesis, cuando tratemos de explicar qu es la comunicacin.

    Nosotros, aunque seguros de no poder agotar el tema, nos proponemos unificar por va de profundidad las distintas y posibles explicaciones del concepto de comunica-cin -hasta lograr un concepto claro y distinto17-, pues no creemos que se pueda in-vestigar rigurosamente -ni ser un riguroso profesional de la comunicacin- disponien-do slo de conceptos confusos sobre nuestro objeto de estudio o nuestro quehacer profesional.

    15 O.c., 36-42. 16 O.c., 52-55. 17 Distinto como esencial, como cerrado, como riguroso.

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    1.3. INFORMACIN

    La Teora de la comunicacin de masas ha recibido en nuestro pas el nombre de Teora de la informacin, lo que incrementa no poco la confusin en un mbito ya de por s confuso (TC: 16).

    La confusin entre comunicacin e informacin ha llegado al punto de usarse casi in-distintamente por los propios tericos: es ms una discrepancia en la denominacin del objeto de estudio que en el contenido del mismo18. No obstante, nosotros consideramos que la distincin en el lenguaje no es balad.

    Rodrigo apunta razones histricas19 por las que en Espaa se impuso en un primer momento el concepto de informacin: las teoras de la informacin lo son por influencia positivista, por el afn de convertir las ciencias sociales en ciencias nomoticas (ciencias de corte fsico-matemtico que pretenden establecer leyes expresables en funciones ma-temticas). La propia Teora matemtica de la comunicacin formulada por Shannon (ingeniero) y Weaver dot de prestigio cientfico a los estudios de comunicacin (TC: 28) precisamente por explicar en categoras fsicas -termodinmicas- la comunicacin. Eso provoc el desembarco de palabras procedentes de la fsica y la tecnologa como ruido, redundancia, canal, transmisin, informacin, emisor y receptor al mbito de la comuni-cacin (palabras todava hoy utilizadas en mbitos tanto acadmicos como populares).

    Adems de las histricas, Rodrigo apunta tambin razones doctrinales (2001: 40-44): el concepto informacin nos lleva inmediatamente al de medida no slo de corte positi-vista sino, tambin, conductista. La propia expresin informacin leda en clave cibern-tica plantea tres consecuencias. Primero: que animales y mquinas tambin se comunican (tambin se transmiten informacin). Segundo, la identificacin entre informacin y da-tos ordenados, de forma que toda informacin debe ser unvoca (ni ambigua -en el senti-do de riqueza de significado- ni anloga -en el sentido de profundidad o proporcionali-dad-) es decir, superficial. Tercero: que la informacin es objetiva no slo en el sentido de no subjetiva, sino en el de despersonalizada o deshumanizada, por moverse en el mbito de lo subhumano20. Esta visin agrava el dilema epistemolgico objetivo-subjetivo y, por extensin, en el problema profesional del periodismo objetivo-subjetivo-interpretativo, y empuja a comprender la comunicacin persuasiva (por ejemplo, la publi-cidad y la propaganda) como necesariamente tendenciosa, parcial, subjetiva y alejada del criterio positivista de verdad.

    Por otro lado, tambin en clave positivista, la expresin informacin se muestra muy apropiada para describir el contenido del mensaje -anlisis de contenidos- y para codificar sus efectos tratando de establecer leyes sobre la influencia de los medios en el receptor -

    18 RODRIGO ALSINA., o.c., 40. 19 Ibd., 38-40. 20 RODRIGO ALSINA, o.c., 41.

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    estudio de los efectos-. El anlisis de contenidos y el estudio de los efectos son dos de las inquietudes fundamentales de buena parte de las teoras de la comunicacin21, especial-mente las de corte funcionalista, precisamente por el carcter predictivo22 que ofrecen a la hora de plantear estrategias de comunicacin. Por esta razn, los estudios funcionalis-tas estadounidenses sern tachados desde la perspectiva crtica -y no sin razn- como estudios encaminados a legitimar la ideologa y mantener el control social.

    Es cierto, como muestra la revisin doctrinal de Rodrigo, que la mayora de los autores dan hoy al concepto de informacin un sentido ms amplio que el de dato e incluso que hasta acadmicamente suele simplificarse: la informacin es sencillamente el contenido del mensaje23. Pero tambin lo es que todos consideran como sentido primario en sus an-lisis el de informacin como dato, lo cual introduce al resto de formas de comunicacin informativa bajo sospecha (no slo las que se mueven en el plano de la subjetividad, sino tambin las que tienen pretensin universal, como las ontolgicas o axiolgicas).

    Bajo este clima, se explica perfectamente cmo el propio modo de plantear la infor-macin en el mbito del periodismo genera multitud de problemas que se recogen bajo conceptos como infopolucin, desinformacin, sobreinformacin, etc24. Si el nico crite-rio de anlisis es el mismo dato, la seleccin que hagamos de estos siempre ser proble-mtica25. Con particular agudeza analiza este problema el filsofo Gustave Thibon en su artculo La informacin contra la cultura26.

    1.4. COMUNICACIN DE MASAS

    Al reflexionar sobre el concepto de comunicacin vimos cmo en buena medida, la reflexin sistemtica sobre la comunicacin se desarrolla despus de que los medios de comunicacin de masas adquieran un gran protagonismo en la vida pblica (TC: 18). As, la comunicacin de masas es un concepto referido a otro ms amplio: la sociedad de masas o a la influencia que los medios de comunicacin (generadores de una cultura de masas) tienen en sta.

    La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra de masas y la nica forma posi-ble de movilizar tales masas, de hacerles odiar al enemigo hasta el punto de pasarse meses y aos en las trincheras, fue utilizando masivamente los medios de comunica-

    21 Ibid., 50. 22 Ibid., 186. 23 Ibid., 44. 24 Sirva de ejemplo -una entre mil- la reflexin hecha desde la profesin por RAMONET, I., La tirana de la

    comunicacin, Debate, Madrid 1998. Especialmente el captulo Comunicacin contra informacin, pp. 9-27.

    25 RODRIGO ALSINA., o.c., 44. 26 THIBON, G., La informacin contra la cultura, en Verbo, n 42-43, 1965, 169-181.

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    cin como instrumentos de propaganda. Ello significa que la informacin-comunicacin-propaganda se convirtieron en el elemento aglutinador del hacer co-lectivo, en los responsables de la organizacin del entusiasmo y las esperanzas co-lectivas, responsables, en definitiva, y en buena medida, del organigrama social27.

    Jess Timoteo lvarez, pionero de la reflexin sobre la historia del siglo XX a la luz de los medios de comunicacin, explica que no es posible, a partir de ese momento [Primera Guerra Mundial], entender las sociedades occidentales sin referencia a la infor-macin y sus medios28.

    La aparicin de la radio en el periodo de entreguerras -y ms tarde la aparicin de la televisin- acentuar esta visin de los medios como unidireccionales y masivos: un solo emisor -controlado desde el poder- y un solo mensaje para toda la poblacin, entendida sta como una masa receptora que responde -reacciona- acrticamente y como un solo bloque a los mensajes lanzados desde el poder.

    El conductismo estadounidense y los estudios de Paulov generadores del esquema psi-colgico estmulo-respuesta encuentran desarrollo en los llamados psiclogos de las mul-titudes (Le Bon, Tarde)29. Los postulados de la llamada aguja hipodrmica (los medios inyectan un estmulo en la masa social que la llevan a responder de acuerdo con los inter-eses del poder) encuentran base terica en la tesis doctoral de Harold Lasswell (politlogo de origen alemn), publicada en 1927 bajo el ttulo Propaganda Techniques in the World War