Accion de Amparo en Materia Laboral

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ACCION DE AMPARO en Materia Laboral Nuevos criterios del Tribunal Constitucional La Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 28 de noviembre de 2005 recaída en el expediente Nº 0206- 2005-PA/TC ha servido para delimitar los alcances de la Acción de Amparo, eliminando de dicho proceso determinadas acciones que tienen vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias para la protección de derechos de los trabajadores. Nuevos criterios del Tribunal Constitucional La Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 28 de noviembre de 2005 recaída en el expediente Nº 0206- 2005-PA/TC ha servido para delimitar los alcances de la Acción de Amparo, eliminando de dicho proceso determinadas acciones que tienen vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias para la protección de derechos de los trabajadores. Así, a partir de la publicación de la sentencia bajo comentario, a criterio del Tribunal Constitucional el Amparo no será la vía idónea para evaluar: - La falta de pago de la remuneración en la oportunidad correspondiente. - La reducción inmotivada de la remuneración o de categoría. - El traslado del trabajador a lugar distinto de aquél en que preste habitualmente servicios, con el propósito de causarle perjuicio. - El acto de violencia o el de faltamiento grave de palabra en agravio del trabajador o de su familia. - Los actos contra la moral y todos aquéllos que afecten la dignidad del trabajador, toda vez que estos supuestos, conforme al Art. 30º de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral son considerados actos de hostilidad y su conocimiento corresponde a los jueces laborales. - El cuestionamiento de la causa justa de despido imputada por el empleador cuando se trate de hechos controvertidos o cuando, existiendo duda sobre tales hechos, se requiera la actuación de medios probatorios a fin de poder determinar la veracidad, falsedad o la adecuada calificación de la imputación de la causa justa de despido. Quizás sobre esta materia se generará mucha controversia al igual que en los otros casos por lo que se requiere una ley que delimite conflictos y no dejar esa importante definición a las tendencias de las personas que integran un órgano jurisdiccional. Esta decisión del Tribunal se hace en cumplimiento de lo expresado en el numeral 2 del Art. 5º del Código Procesal Constitucional, según el cual «no proceden los procesos constitucionales cuando ... existan vías procedim“Ante el despido arbitrario ¿una demanda de amparo o una laboral de reposición?” Fernando Murillo Flores[1]. Cuando se estudia la Ley Procesal del Trabajo,[2] se encuentra en ella la pretensión de reposición y surgen dos preguntas: a) ¿cuál era el plazo para presentar una demanda laboral con dicha pretensión? y, b) ¿el proceso constitucional de amparo dejaría de ser utilizado frente a un despido arbitrario y es el proceso abreviado laboral, por el que transita la pretensión principal única de reposición, una vía procesal igualmente satisfactoria respecto al primero? Tratando de responder estas interrogantes escribimos hace algún tiempo un par de artículos.[3] La primera pregunta aún no tenía respuesta, es por ello que recientemente se convocó a un Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral (Lima, 28 y 29 de setiembre de 2012)[4] y en él se planteo la siguiente pregunta: ¿cuál es el plazo prescriptorio o de caducidad para interponer la demanda de reposición? y en mayoría absoluta la judicatura convocada (71 contra 3) respondió “No existe plazo prescriptorio, sólo plazo de caducidad de treinta (30) días naturales de producido el despido”. En respaldo de tal respuesta, se dejó establecida la siguiente fundamentación: b) El artículo 36° del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral aprobado por Decreto Supremo N° 003-97-TR, establece lo siguiente: “El plazo para accionar judicialmente en los casos de nulidad de despido, despido arbitrario y hostilidad caduca a los treinta días naturales de producido el hecho. Entonces si la demanda es de reposición al centro de trabajo, conlleva implícito a una pretensión de impugnación o nulidad de despido, ante un despido incausado cuyo derecho y acción está regido por el plazo de caducidad que prevé el citado artículo 36°, por tanto el plazo para accionar judicialmente en los casos de reposición por despido incausado y fraudulento, en el proceso abreviado laboral de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, caduca a los treinta días naturales de producido un despidoNuestra opinión es que la respuesta es equivocada, por las siguientes razones: a) la legislación laboral no reconoce la reposición como pretensión ante un despido arbitrario, sino sólo el pago de una indemnización; b) dicha legislación reconoce que un efecto de la declaración de un despido como nulo, a mérito de una demanda de impugnación de despido por tal razón, es la reposición en el puesto de trabajo, mas no una pretensión, y siempre y cuando el demandante no decida dar por terminada la relación laboral, no retornando a su puesto de trabajo; c) si no esta reconocida la pretensión de reposición, no puede asimilarse ésta a las pretensión declarativas de nulidad de despido y de despido arbitrario, pues el plazo de caducidad que rige a estas pretensiones para hacerlas valer en sede judicial, implican una limitación al ejercicio del derecho de acción (demandar) y ello no es posible por lo establecido en el artículo IV del título preliminar del Código Civil que establece: “La ley que establece excepciones o restringe derechos no se aplica por analogía.” Pero, en fin, así ha quedado escrito por la judicatura especializada en materia laboral. Entonces, si el trabajador es despedido arbitrariamente (léase inconstitucionalmente), tiene el plazo de 30 días calendario, computado desde cuando se produjo el despido, para presentar su demanda laboral con la pretensión de reposición, en la vía del proceso abreviado laboral con la Ley Procesal del Trabajo. La segunda pregunta, ya ha sido contestada por el Tribunal Constitucional[5] de una manera lógica: “Que en el precedente vinculante establecido en la STC N° 00206-2005-PA/TC, se precisó cuáles son las pretensiones laborales susceptibles de protección a través del proceso de amparo. En efecto, en la referida sentencia se determinó que el amparo es la vía satisfactoria para dilucidar casos en los que se alegue haber sido objeto de un despido arbitrario, como sucede en la demanda de autos ” y esto lo dijo en un caso en el “Que la presente demanda ha sido rechazada liminarmente tanto en primera como en segunda instancia, argumentándose que la pretensión del demandante debe dilucidarse en el proceso abreviado laboral, conforme al artículo 2, inciso 2, de la Ley N° 29497, nueva Ley Procesal del Trabajo, que constituye una vía procedimental específica, igualmente satisfactoria, para la protección

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ACCION DE AMPARO en Materia LaboralNuevos criterios del Tribunal Constitucional La Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 28 de noviembre de 2005 recaída en el expediente Nº 0206-2005-PA/TC ha servido para delimitar los alcances de la Acción de Amparo, eliminando de dicho proceso determinadas acciones que tienen vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias para la protección de derechos de los trabajadores.Nuevos criterios del Tribunal Constitucional La Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 28 de noviembre de 2005 recaída en el expediente Nº 0206-2005-PA/TC ha servido para delimitar los alcances de la Acción de Amparo, eliminando de dicho proceso determinadas acciones que tienen vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias para la protección de derechos de los trabajadores. Así, a partir de la publicación de la sentencia bajo comentario, a criterio del Tribunal Constitucional el Amparo no será la vía idónea para evaluar:- La falta de pago de la remuneración en la oportunidad correspondiente.- La reducción inmotivada de la remuneración o de categoría.- El traslado del trabajador a lugar distinto de aquél en que preste habitualmente servicios, con el propósito de causarle perjuicio.- El acto de violencia o el de faltamiento grave de palabra en agravio del trabajador o de su familia.- Los actos contra la moral y todos aquéllos que afecten la dignidad del trabajador, toda vez que estos supuestos, conforme al Art. 30º de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral son considerados actos de hostilidad y su conocimiento corresponde a los jueces laborales.- El cuestionamiento de la causa justa de despido imputada por el empleador cuando se trate de hechos controvertidos o cuando, existiendo duda sobre tales hechos, se requiera la actuación de medios probatorios a fin de poder determinar la veracidad, falsedad o la adecuada calificación de la imputación de la causa justa de despido. Quizás sobre esta materia se generará mucha controversia al igual que en los otros casos por lo que se requiere una ley que delimite conflictos y no dejar esa importante definición a las tendencias de las personas que integran un órgano jurisdiccional.Esta decisión del Tribunal se hace en cumplimiento de lo expresado en el numeral 2 del Art. 5º del Código Procesal Constitucional, según el cual «no proceden los procesos constitucionales cuando ... existan vías procedim“Ante el despido arbitrario ¿una demanda de amparo o una laboral de reposición?”

Fernando Murillo Flores[1].

Cuando se estudia la Ley Procesal del Trabajo,[2] se encuentra en ella la pretensión de reposición y surgen dos preguntas: a) ¿cuál era el plazo para presentar una demanda laboral con dicha pretensión? y, b) ¿el proceso constitucional de amparo dejaría de ser utilizado frente a un despido arbitrario y es el proceso abreviado laboral, por el que transita la pretensión principal única de reposición, una vía procesal igualmente satisfactoria respecto al primero? Tratando de responder estas interrogantes escribimos hace algún tiempo un par de artículos.[3]

La primera pregunta aún no tenía respuesta, es por ello que recientemente se convocó a un Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral (Lima, 28 y 29 de setiembre de 2012)[4] y en él se planteo la siguiente pregunta: ¿cuál es el plazo prescriptorio o de caducidad para interponer la demanda de reposición? y en mayoría absoluta la judicatura convocada (71 contra 3) respondió “No existe plazo prescriptorio, sólo plazo de caducidad de treinta (30) días naturales de producido el despido”. En respaldo de tal respuesta, se dejó establecida la siguiente fundamentación:

“b) El artículo 36° del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral aprobado por Decreto Supremo N° 003-97-TR, establece lo siguiente: “El plazo para accionar judicialmente en los casos de nulidad de despido, despido arbitrario y hostilidad caduca a los treinta días naturales de producido el hecho.Entonces si la demanda es de reposición al centro de trabajo, conlleva implícito a una pretensión de impugnación o nulidad de despido, ante un despido incausado cuyo derecho y acción está regido por el plazo de caducidad que prevé el citado artículo 36°, por tanto el plazo para accionar judicialmente en los casos de reposición por despido incausado y fraudulento, en el proceso abreviado laboral de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, caduca a los treinta días naturales de producido un despido”

Nuestra opinión es que la respuesta es equivocada, por las siguientes razones: a) la legislación laboral no reconoce la reposición como

pretensión ante un despido arbitrario, sino sólo el pago de una indemnización; b) dicha legislación reconoce que un efecto de la declaración de un despido como nulo, a mérito de una demanda de impugnación de despido por tal razón, es la reposición en el puesto de trabajo, mas no una pretensión, y siempre y cuando el demandante no decida dar por terminada la relación laboral, no retornando a su puesto de trabajo; c) si no esta reconocida la pretensión de reposición, no puede asimilarse ésta a las pretensión declarativas de nulidad de despido y de despido arbitrario, pues el plazo de caducidad que rige a estas pretensiones para hacerlas valer en sede judicial, implican una limitación al ejercicio del derecho de acción (demandar) y ello no es posible por lo establecido en el artículo IV del título preliminar del Código Civil que establece: “La ley que establece excepciones o restringe derechos no se aplica por analogía.” Pero, en fin, así ha quedado escrito por la judicatura especializada en materia laboral. Entonces, si el trabajador es despedido arbitrariamente (léase inconstitucionalmente), tiene el plazo de 30 días calendario, computado desde cuando se produjo el despido, para presentar su demanda laboral con la pretensión de reposición, en la vía del proceso abreviado laboral con la Ley Procesal del Trabajo.

La segunda pregunta, ya ha sido contestada por el Tribunal Constitucional[5] de una manera lógica: “Que en el precedente vinculante establecido en la STC N° 00206-2005-PA/TC, se precisó cuáles son las pretensiones laborales susceptibles de protección a través del proceso de amparo. En efecto, en la referida sentencia se determinó que el amparo es la vía satisfactoria para dilucidar casos en los que se alegue haber sido objeto de un despido arbitrario, como sucede en la demanda de autos” y esto lo dijo en un caso en el “Que la presente demanda ha sido rechazada liminarmente tanto en primera como en segunda instancia, argumentándose que la pretensión del demandante debe dilucidarse en el proceso abreviado laboral, conforme al artículo 2, inciso 2, de la Ley N° 29497, nueva Ley Procesal del Trabajo, que constituye una vía procedimental específica, igualmente satisfactoria, para la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado, en concordancia con el inciso 2, del artículo 5 del Código Procesal Constitucional; mas aún cuando la controversia se centra en hechos controvertidos y que requieren actuación probatoria”

Claro, además el proceso de amparo siempre podrá ser utilizado para enfrentarse a un acto lesivo grave como es el despido arbitrario, incausado o fraudulento, pues en su utilización estará implícito el tema de la urgencia ¿habrá algo más urgente que ser repuesto en el puesto de trabajo?. Esta sola razón impedirá que un Juez Constitucional, que se precie de serlo, declare improcedente una demanda de amparo laboral contra un despido arbitrario, incausado o fraudulento, por la existencia de una vía procesal igualmente satisfactoria, invocando para ello el artículo 5.2 del Código Procesal Constitucional ¿qué se lo impide? La urgencia de ser repuesto, el demandante, en su trabajo, precisamente, porque la tutela que le corresponde es la de urgencia, ergo, la del amparo, pues éste se proceso se adscribe, además, a la tutela diferenciada (proteger un derecho constitucional). No debemos dejar de mencionar que un despido arbitrario afecta, en primer lugar, el derecho a un debido proceso administrativo disciplinario en una entidad pública o corporación privada (según sea el caso) y en segundo lugar el derecho al trabajo.

Ahora bien, si actualmente el proceso de amparo es uno idóneo para enfrentarse a un despido inconstitucional (arbitrario, incausado o fraudulento) por el tema de la urgencia, así como de los derechos constitucionales afectados, téngase presente que el plazo para presentar una demanda de amparo laboral, es de 60 días hábiles y, además de prescripción, considerando el término inicial de dicho plazo, el momento en el que se produjo el despido. Entonces, cómo entender o, mejor dicho, cómo explicar desde una perspectiva constitucional, que si un trabajador es despedido inconstitucionalmente, y desea presentar su demanda laboral con la pretensión de reposición en su puesto de trabajo, para que transite por la vía abreviada laboral, tenga un plazo de caducidad de 30 días calendario y, si desea presentar su demanda constitucional de amparo, con la pretensión del restablecimiento de su derecho al trabajo (que no es lo mismo pero es igual), tenga un plazo de prescripción de 60 días hábiles. El siguiente cuadro trata de explicar la dicotomía a la que se enfrenta el trabajador despedido cuando desea tutela jurisdiccional:  

Despido Inconstitucional

El trabajador despedido, antes de demandar debe decidir

Demanda Laboral(proceso abreviado)

30 días calendario (caducidad)

Pretensión reposición

Alternativas

60 días hábiles (prescripción

Pretensión reposición

Demanda Constitucional

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(proceso de amparo) )

La respuesta no la encontraremos en el Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral, llevado a cabo en Lima, los días 28 y 29 de setiembre de 2012, pero en la realidad sucederá: i) que al demandante se le venza el plazo de caducidad de 30 días calendario para presentar una demanda laboral con la pretensión de reposición, entonces emplee el plazo de prescripción de 60 días hábiles para presentar una demanda constitucional con la pretensión de reposición, pues aún estará a tiempo de hacerlo; ii) que el Juez Constitucional, ante una demanda constitucional con la pretensión de reposición, de repente la declare improcedente por la causal establecida en el artículo 5.2 del Código Procesal Constitucional, entonces: ii.a) algunos son de la opinión de que es viable derivar la demanda al Juez competente (Laboral), lo que podría hacerse si la demanda fue presentada dentro de los 30 días calendario y si de todos modos se deriva, el Juez Laboral tendrá que examinar si la demanda fue presentada dentro de dicho plazo; ii.b) quienes sostienen que no cabe la derivación, tendrían que declararla improcedente, entonces el demandante tendría que volverla a presentar, pero ¿si se le venció el plazo?; iii) que la demanda laboral, con la pretensión de reposición, se presente luego de los 30 días calendario para “impugnar el despido”, ante lo que el Juez Laboral la declare improcedente “ – ojo – por haber caducado el derecho” entonces – como aún no se venció el plazo para acudir al Juez Constitucional, la demanda de amparo se presente ante éste dentro del plazo de prescripción de 60 días hábiles, pero, al hacerlo habría consentido la declaración de caducidad, entonces qué hacemos con el artículo 123.2 del Código Procesal Civil y, si la hubiese impugnado y obtuviese decisión de segunda instancia e incluso casatoria en el mismo sentido, quedaría aún más sellada la declaración de caducidad.

Entonces, el derecho al trabajo para hacer valer la pretensión de reposición ante un despido inconstitucional, para la justicia ordinaria caduca a los 30 días calendario de producido el despido, en tanto que dicho derecho constitucional que habilita hacer valer la pretensión de reposición (reponer el estado de cosas a uno anterior a la violación del derecho al trabajo) no caduca (los derechos constitucionales no caducan), y la pretensión correspondiente prescribe a los 60 días hábiles de producido el despido. En el tema planteado, no todos los caminos llevan a Roma.

[1] Juez Superior Titular de la Corte Superior de Justicia de Cusco. Magíster en Derecho Civil y Procesal Civil por la Escuela de Post Grado de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco y Docente de la misma en las maestrías de Derecho Constitucional y Procesal Constitucional, Derecho Registral y Notarial. Docente Contratado de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.[2] Ley Ley N° 29497[3] Cfr. Murillo Flores, Fernando “La pretensión de reposición en la nueva Ley Procesal del Trabajo (Ley N° 29497)” en RAE. Jurisprudencia, Tm: 31, Enero 2011. Año 3. p. 143. y “¿Y el plazo para presentar la demanda de reposición? A propósito del I Pleno Jurisdiccional Supremo en materia Laboral” en Soluciones Laborales N° 57, setiembre 2012. de la Editorial Gaceta Jurídica. p. 64[4] http://www.docdroid.net/1sms/pleno-laboral-nacional-2012-celebrado-en-lima.pdf.html[5] Cf. Exp. N° 03819-2011-PA/TC. Arequipa. Fs. 3 y 2.entales específicas, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado, salvo cuando se trate del proceso de Hábeas Corpus».

El Tribunal Constitucional determinó como criterio vinculante en sus sentencias 976-2001-PA/TC y 206-2005-PA/TC, que el trabajador despedido puede acudir no sólo a la vía judicial en procura de protección de sus derechos laborales (pago de beneficios sociales e indemnización por despido arbitrario), sino también a la vía constitucional a través de la acción de amparo para obtener su reposicion cuando el cese se haya producido vulnerando derechos fundamentales. Igualmente, se permite la interposición del amparo en los casos de protección de los derechos sindicales.Bajo dicho marco jurisprudencial vinculante los trabajadores despedidos sin causa justificada tienen dos alternativas procesales: impugnan el despido en la vía judicial para ser indemnizados por el cese arbitrario al que fueron sometidos, o entablan una demanda de amparo para ser reincorporados a sus empleos cuando se trata de despidos nulos, incausados o fraudulentos.Desde el año 2003 en que se emitió la sentencia 976-2001-PA/T,C hasta la fecha, miles de trabajadores despedidos han sido restituidos a sus puestos de trabajo mediante acciones de amparo, pero un número quizá similar o mayor no han obtenido o no obtendrán dicha

reincorporación básicamente por no acreditar la vulneración de sus derechos constitucionales, por ser necesaria la actuación de medios probatorios o por errores presentes en sus demandas.¿Se imaginan que un trabajador despedido fraudulentamente, o sin alegación de causa, o mediando despido nulo, y que por lo tanto cumple con las condiciones para ser repuesto en su empleo a través de una acción de amparo, pierda dicha posibilidad porque su abogado se equivocó al Interponer la demanda ante un juzgado que no correspondía?. ¿Suena increíble verdad?. Sin embargo ocurre. Un injustificable error en la determinacion del juzgado ante el cual se debe presentar la demanda ocasiona que el trabajador no obtenga su reincorporación laboral, y de paso pierde además la posibilidad de ser compensado económicamente por el daño sufrido, ya que al haber optado por el amparo ya no puede acudir a la vía judicial a solicitar la indemnización por despdo arbitrario, y al no haber obtenido su reposición tampoco podrá solicitar el pago del monto que hubiera percibido como remuneraciones durante el período que estuvo fuera de su empleo.Pues bien, sobre el tema se ha pronunciado recientemente el Tribunal Constitucional a través de la sentencia STC 04249-2011-PA/TC de fecha 18 de Enero del 2012, publicada en su portal electrónico el 03 del presente mes, la cual ha pasado inadvertida a pesar de su relevancia. En Donde se interpone la demanda de amparo laboral (sentencia STC 04249-2011-PA/TC comentada)LaboraPerú consideramos necesario publicar y comentar dicha sentencia porque su conocimiento evitará que la vulneración de los derechos fundamentales de los trabajadores sean convalidados por que los abogados patrocinantes se equivocaron en cuanto a los juzgados competentes.ANTECEDENTESEl señor Luis Guillermo Miñán Alburqueque trabajó en la planta de envasado de gas que la empresa Repsol YPF Comercial del Perú S.A. posee en el distrito chalaco de Ventanilla, igualmente anteriormente había prestado servicios en el centro de distribución de gas que la mencionada empresa posee en el distrito limeño de San Luis. Sin embargo sus remuneraciones eran abonadas por la empresa tercerizadora Adecco Consulting S.A.Al ser despedido, el señor Miñán Alburqueque interpuso una demanda de amparo contra Repsol YPFComercial del Perú S.A., presentándola ante el Juzgado civil del Callao. Tramitada la demanda la empresa dedujo excepción de incompetencia por cuanto los hechos calificados de presunta vulneracion constitucional se habian producido en el distrito de Ventanilla y el demandante residía en el distrito de Pueblo Libre, no siendo por ello competente el juez del Callao.La excepción de incompetencia fue declarada fundada en primera y segunda instancia, y finalmente el Tribunal Constitucional se pronunció en definitiva declarando improcedente la demanda de amparo por cuanto si la violación se habría producido en el distrito de Ventanilla la competencia para el conocimiento de la demanda corresponde al juzgado de Ventanilla y no al del Callao, y por cuanto el DNI anexado a la demanda revela que el accionante no reside en el Callao sino en Pueblo Libre.ANALISIS DEL CASOLa decisión del Tribunal Constitucional es formalmente correcta. El Artículo 51 del Código Procesal Constitucional (según texto modificado por la Ley 28946) establece que “es competente para conocer del proceso de amparo (…)el Juez civil o mixto del lugar donde se afectó el derecho, o donde tiene su domicilio principal el afectado, a elección del demandante. En el proceso de amparo (…) no se admitirá la prórroga de la competencia territorial, bajo sanción de nulidad de todo lo actuado“.Esta disposicion tiene entonces dos estipulaciones: El demandante puede elegir si presenta su acción de amparo ante

el juez civil o mixto del lugar donde se vulneró su derecho constitucional, o si lo hace ante el juez civil o mixto del lugar donde reside.

No se puede tramitar la acción de amparo ante ningún otro juzgado, bajo sanción de nulidad.

En el caso del señor Luis Guillermo Miñán Alburqueque se aprecia que su despido se produjo cuando prestaba servicios en el local que la demandada tiene en el distrito de Ventanilla. Y si bien es cierto el distrito de Ventanilla pertenece a la provincia del Callao, en cuya sede se encuentra la Corte Superior del Callao que cuenta con varios juzgados civiles, también es verdad que Ventanilla cuenta con un Módulo Básico de Justicia que cuenta con varios juzgados mixtos. Por lo tanto, atendiendo al lugar de afectación del derecho el juzgado competente era el juzgado mixto de Ventanilla y no el juzgado civil del Callao.Ahora, en cuanto al lugar de residencia del afectado, el DNI que el señor Miñán adjuntó a su demanda señalaba que domiciliaba en el distrito limeño de Pueblo Libre, por lo cual atendiendo a su domicilio era competente el juez civil de Lima y no el juez civil del Callao. Sobre esto una acotación: la demanda señalaba que el señor Miñán domiciliaba en el Callao, lo cual de ser cierto confería competencia al juzgado civil del

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Callao, pero dicha afirmación quedaba desvirtuada por el DNI que acompañó.Dado lo anterior, resulta evidente que la demanda de amparo debió ser presentada ante el juez mixto de Ventanilla o ante el juez civil de Lima, y que al haber sido interpuesta ante el juzgado civil del Callao fue válidamente desestimada.RECOMENDACIONESEn toda controversia jurídica existe la posibilidad de que la demanda sea desestimada por el juzgador si el demandante carece de razón, no acredita su derecho o no cumple con determinadas condiciones, por ello el abogado patrocinante tiene la responsabilidad de efectuar un adecuado diagnóstico del caso, pero que se desestime la demanda porque fue planteada equivocadamente ante un juez que no tiene competencia resulta injustificable, máxime si con ello el demandante pierde la posibilidad de que se repare el acto lesivo. Es por ello que la demanda de amparo debe ser presentada siempre ante el juez civil (y si no existe ante el juez mixto) del lugar donde se produjo la agresión al derecho constitucional o del lugar donde reside el agredido.Si se elige plantear la demanda ante el juez del lugar en que se produjo la lesión debe verificarse si en dicho lugar existe un juzgado civil o mixto. Por ejemplo: en el caso comentado se aprecia que el lugar de la agresión se ubica en Ventanilla y que en dicho distrito existen juzgados mixtos incorporados a un Módulo Básico de Justicia, por lo cual se debió presentar la demanda en la Mesa de Partes del Módulo para que fuera canalizada a alguno de los juzgados mixtos del distrito; sólo si no hubieran existido juzgados mixtos en Ventanilla hubiera correspondido la competencia territorial al juzgado civil de la provincia del Callao.Si se elige plantear la demanda ante el juez del lugar de residencia del afectado debe tomarse en cuenta que la principal prueba del domicilio lo constituye el Documento Nacional de Identidad. Es sabido que muchas personas mudan de domicilio pero mantienen en su DNI la indicación anterior, esta situación que parece ser inofensiva puede tener efectos perjudiciales en caso se tenga que interponer una acción de amparo, pues si se demanda ante el juez del domicilio actual será declarada improcedente por cuanto según el DNI la competencia corresponde a otro juzgado. Por lo mismo, es recomendable en esta circunstancia actualizar el domicilio que consta en el DNI o demandar ante el juez del lugar en que se ubica el domicilio que señala el DNI del accionante.La recomendación final que emerge de lo descrito es que el demandante no debe asumir riesgos que conlleven al rechazo de su pretensión y que la parte demandada tampoco puede arriesgarse a que se le pasen por alto situaciones que tornan improcedente la demanda. Para evitar esos riesgos innecesarios deben ser cuidadosos en la elección del abogado o estudio patrocinante. Es por ello que tratándose de acciones de amparo laboral siempre pueden contar con los especialistas de LaboraPerú, pudiéndonos contactar a través del formulario que aparece en esta página.TEXTO DE LA SENTENCIAA continuación publicamos el texto completo de la sentencia, extraída del portal electrónico del Tribunal Constitucional:EXP. N° 04249-2011-PACALLAOLUIS GUILLERMO MIÑÁNRESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONALLima, 18 de enero de 2012VISTOEl recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Guillermo Miñán Alburqueque contra la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, de fojas 791, su fecha 9 de junio de 2011, que declaró fundada la excepción de incompetencia y concluido el proceso; y,ATENDIENDO A1. Que con fecha 15 de octubre de 2009, el recurrente interpone demanda de amparo contra Repsol YPF Comercial del Perú S.A., solicitando que se deje sin efecto el despido sin expresión de causa del que fue víctima y que se ordene su reposición en el cargo que tenía antes del despido. Refiere que laboró desde el 13 de agosto de 2002 en la Planta de envasado de GLP de la demandada y que pese a que se le pagaba mediante boletas de pago de la empresa Adecco Consulting S.A. en realidad trabajaba para la demandada, pues se había desnaturalizado el contrato de tercerización suscrito, hecho que habría sido constatado por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.2. Que la empresa demandada propone las excepciones de incompetencia por razón del territorio y de falta de legitimidad para obrar del demandado, por considerar que los supuestos hechos violatorios de los derechos constitucionales del actor se produjeron en el distrito de Ventanilla (Néstor Gambeta Km 16.5) que es donde queda la planta de envasado de GLP y que considerando que el actor tiene domicilio en el distrito de Pueblo Libre, el Juez Civil del Callao carece de competencia. Asimismo, señala que el Centro de Distribución Uno, que es donde el actor también habría laborado, queda en la Av. Nicolás Ayllón Nº 1330 San Luis, Lima.

3. Que tanto en primera como en segunda instancia se ha declarado fundada la excepción de incompetencia por razón del territorio y concluido el proceso.4. Que el artículo 51 del Código Procesal Constitucional, modificado por la Ley Nº 28946, prescribe que “es competente para conocer del proceso de amparo, del proceso de hábeas data y del proceso de cumplimiento el Juez civil o mixto del lugar donde se afectó el derecho, o donde tiene su domicilio principal el afectado, a elección del demandante. En el proceso de amparo, hábeas data y en el de cumplimiento no se admitirá la prórroga de la competencia territorial, bajo sanción de nulidad de todo lo actuado”. (resaltado nuestro).5. Que del Documento Nacional de Identidad obrante a fojas 2, consta que el demandante tenía su domicilio principal al momento de interponer la demanda en “Av. Juan Pablo Fernardini 1335 Dpto. 501” del distrito de Pueblo Libre. Asimismo, en la Carta Notarial presentada por el propio actor, recepcionada el 5 de octubre de 2009, por el que la empresa Adecco notifica al actor el término del contrato modal, figura la misma dirección. Por otro lado, los hechos que el demandante califica de vulnerarios de sus derechos constitucionales tuvieron lugar en el distrito de Ventanilla, dicha ubicación consta en el Acta de Infracción del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, presentada por el propio actor, a fojas 3, y en la constatación policial de fojas 35. A este respecto el actor en el escrito de fojas 626 y en el recurso de agravio constitucional ha reiterado que los hechos donde se habría afectado sus derechos ocurrieron en la Avenida Néstor Gambeta Km 16.5, autopista a Ventanilla. Finalmente, respecto del domicilio señalado por el recurrente en la demanda, no ha adjuntado a ésta documento alguno idóneo que acredite que tenga su domicilio en dicho lugar.6. Que en tal sentido, sea que se trate del lugar donde se afectó el derecho, sea donde tenía su domicilio principal el supuesto afectado al interponer la demanda, de conformidad con el artículo 51 del Código Procesal Constitucional, para este Colegiado queda claro que la demanda debió haber sido interpuesta en el Juzgado Civil o Mixto de Ventanilla o en el Juzgado competente en donde tiene su domicilio principal.7. Que en consecuencia, y de conformidad con lo dispuesto por el artículo 427, inciso 4), del Código Procesal Civil, de aplicación supletoria por mandato del artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, la demanda debe ser declarada improcedente. (STC 0340-2011-PA/TC).8. Que finalmente y sin perjuicio de lo expuesto, cabe precisar que el actor con fecha 4 de noviembre de 2011 ha presentado un escrito adjuntando una nueva copia de su DNI, emitido por RENIEC el 1 de octubre de 2011, en la que se señala que su nuevo domicilio sería la “Calle Crnl. Miguel Zamora 126 Urb. San Joaquín” distrito de Bellavista, Callao. Sin embargo, lo consignado en dicho documento no puede ser tomado en consideración para acreditar que el actor, al momento de la interposición de la presente demanda, residía efectivamente en tal dirección pues ha sido emitido con posterioridad a la misma.Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del PerúRESUELVEDeclarar FUNDADA la excepción de incompetencia por razón del territorio e IMPROCEDENTE la demanda.Publíquese y notifíquese.ÁLVAREZ MIRANDABEAUMONT CALLIRGOSCALLE HAYENEL PROCESO DE AMPARO LABORAL EN NUESTRA LEGISLACION PERUANAINTRODUCCIÓN

El recurso de amparo, se interpone ante el Tribunal Constitucional, a cuya estructura nos referiremos brevemente después y tiene por materia la alegada violación de lo que nuestra constitución llama derechos fundamentales y libertades públicas, que son derechos que creemos, y que afectan al ser mismo de la persona como persona, y como ciudadano, y es un recurso cuya característica es la legitimación ante el poder. Cualquier persona que vea sus derechos violados puede acudir en amparo ante el Tribunal Constitucional previo el agotamiento de procesos o previo el agotamiento de trámites previos a los que nos referiremos después.

La procedencia del Amparo para cuestionar una resolución judicial que es obtenida en contravención a la tutela procesal efectiva, exige que la resolución que se cuestione sea firme ; sin embargo cabe observar que respecto de este requisito de procedencia del Amparo frente a resoluciones judiciales (firmeza), se tejen posiciones disímiles, así por ejemplo, hay quienes afirman que la exigencia de firmeza respecto de las resoluciones para iniciar un proceso de Amparo no es un requisito absoluto, si no que admite excepciones.

Frente a tal controversia, el tribunal constitucional no ha sido ajeno, es

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así que en sesión de pleno de pleno jurisdiccional de 25 de Mayo de 2007, emitió sentencia en el expediente 0911-2007 – PA/TC, en la cual sostuvoque:La aplicación del articulo 4 del código Procesal Constitucional, respecto al carácter “firme” de las resoluciones judiciales como requisito de procedibilidad del Amparo, no puede aplicarse por igual a todos los supuestos en los que se interponga dicho proceso constitucional, si no que el juez constitucional deberá analizar el caso concreto a fin de dilucidar si la falta de agotamiento de los medios impugnatorios, se debe por ejemplo, a una dilación indebida del operador judicial.

Es así, que a criterio de este supremo interprete de la constitución, el supuesto de dilación indebida del operador judicial y el plazo irrazonable habilitaría interponer el Amparo frente a una resolución judicial sin observar el requisito de firmeza que le es exigible por mandato constitucional.

Sin embargo, ningún instrumento jurídico es inalterable, hasta los conceptos expresados en términos más elocuentes y perdurables se precisan y afinan, con el paso del tiempo y la mudanza de las circunstancias; gracias al avance enorme que hemos dado se que muchos no querían regresar atrás. Por eso es que en cuanto jurisprudencias sirve como base para los vacíos que puedan originarse en mas adelante; como instrumentos idóneos que con el paso de los tiempos operen en la situación actual que se requieran.

Y sin más introducción pasamos a desarrollar los intereses que nos vamos a referir a varias cuestiones o varios temas que aparecen en esta discusión y la forma en que por lo menos desde nuestra perspectiva o desde la perspectiva incluso de las normas que hoy día tenemos en el Perú, debieran resolverse. Que cualquier ciudadano pueda recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos por nuestra constitución y demás protección jurídica acogida en nuestro sistema peruano.

CAPITULO I

I. EL PROCESO DE AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES:

1. Concepto:Este instituto procesal, pese a su relativa data, se canalizó, gracias a que en un ámbito del respeto del debido proceso se establezcan muchos mas mecanismos de protección y examen de posibles violaciones de derechos constitucionales que puedan ser afectados en la tramitación de las causas.

Cualquier ciudadano puede recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos por el artículo 14 de la constitución ante los tribunales ordinarios, a través de un procedimiento basado en los principios de preferencia en su variedad, y en su caso a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

Constitución, numeral 2 dice: «la acción de amparo procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la Constitución. No procede contra normas legales, ni contra resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular; y aquí está la gran discrepancia: cabe el recurso de amparo contra las decisiones judiciales y no solo que quepa, sino es casi forzado que exista una resolución judicial porque al recurso de Amparo no se puede acudir si no se han agotado antes los trámites propios de las jurisdicciones ordinarias del país: el apelado, el abogado, la administrativa o la civil; y sólo cuando existe una resolución definitiva en las jurisdicciones ordinarias; y esa resolución definitiva, se entiende que es lesiva de los derechos fundamentales del ciudadano, entonces es cuando se acude ante el Tribunal Constitucional en Amparo.

De forma que, existen dos formas de acudir al amparo:1. la lesión producida por un particular u órgano de gobierno o poder cualquiera y agotado los procesos jurisdiccionales el particular sigue insistiendo en que no se le ha hecho justicia porque se ha consumado su violación, primera posibilidad.2. posibilidad importante, que la lesión emane directa e inmediatamente de la decisión judicial, produce esto un ahogo del proceso ordinario, la violación del derecho constitucional del ciudadano.

Tan clara es esta distinción que en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional se habla de las violaciones de derechos y libertades de los ciudadanos que ya se han mencionado, en cuanto que gozan de la tutela jurisdiccional básica. Sigue diciendo el precepto supremo, además podrán dar lugar a recursos de Amparo una vez que se haya agotado la vía judicial procedente, de forma que el recusado tenga un recurso

subsidiario, un recurso que exija el agotamiento de la vía judicial y un recurso que el Tribunal Constitucional rechaza de plano, sin entrar en cuestión, si no ha habido agotamiento de la vía ordinaria, por un lado.

Pero por otro lado, tiene que decir otro precepto: «cuando las violaciones de derechos y libertades susceptibles de Amparo Constitucional que tuvieran su origen inmediato y directo en un acto u omisión de un órgano judicial darán también lugar al recurso de Amparo en las condiciones que deben lesivamente desnaturalizar el procedimiento.

Entonces lo característico de este recurso, lo que lo hace un recurso popular y abundante como sabe bien el Tribunal Constitucional, son las exigencias mínimas de legitimación.

El articulo 4 del Código Procesal Constitucional la regula la procedencia del Amparo contra resoluciones judiciales firmes, este dispositivo, es bien claro al señalar que solo determinadas resoluciones, las firmes pueden ser objetos de cuestionamiento de este proceso constitucional; como bien se sabe una resolución judicial se adquiere firmeza cuando no puede ser objeto de impugnación alguna, esto puede ocurrir a través de dos caminos.

Primer camino.- la resolución es firme porque ha vencido el plazo establecido para impugnarla.Segundo camino.- la resolución adquiere firmeza porque ya ha sido objeto de impugnación y no es posible impugnarla mas.Par a la procedencia del proceso constitucional del Amparo contra resoluciones judiciales, el requisito d firmeza que se exige debe haber sido adquirido mediante el segundo camino, es decir la resolución debe ser firme en razón a que ha sido objeto de impugnación a través de todos los recursos que ofrece el proceso, y ya no es posible impugnarla mas, puesto que si es firme por la inacción del agraviado, el amparo es improcedente sin lugar a dudas. En otras palabras solo se permite iniciar un proceso constitucional de Amparo contra una resolución judicial, si es que, previamente se ha transitado agotado la correspondiente vía judicial ordinaria en intento de obtener la salvación del derecho constitucional afectado.

2. Doctrina:Cuando se domina los requisitos de procedibilidad de un proceso destinado a la protección de derechos fundamentales como precisamente es el Amparo, se tiene que tomar en cuenta el carácter excepcional, extraordinario o subsidiario del mismo; de los que se trata es de insertar adecuadamente este tipo de procesos en el ordenamiento jurídico, a fin de evitar que su empleo deje de lado los recursos y procesos establecidos.A exigencia de firmeza de la resoluciones judiciales como requisito de procedibilidad del Amparo, es un tema nada especifico en la doctrina, es así que respecto del tema nada especifico en la doctrina, es así que respecto del tema en cuestión se pudo ubicar diferentes tesis: Tesis Restrictiva.- por el cual no resulta posible la procedencia del Amparo frente a una Resolución judicial. Tesis Permisiva.- da por valida la posibilidad de que una resolución judicial sea cuestionada en un proceso constitucional de Amparo, con el propósito de asegurar la vigencia y el respeto de los derechos fundamentales.La Tesis Permisiva presenta dos vertientes: Tesis Permisiva Amplia.- según la cual se pueden invocar amparos contra todo tipo de resoluciones judiciales siempre que su expedición haya estado sujeta a la violación o amenaza de un derecho constitucional. Tesis Permisiva Moderada.- esta en juego la violación de los derechos a la tutela judicial y al debido proceso y solo procede si el agraviado no ha dejado consentir la resolución judicial que lo lesiona, que siempre debe ser la ultima ya que hay que agotar todos los medios impugnatorios al interior del proceso judicial ordinario.

CAPITULO II

II. PROCESO DE AMPARO EN MATERIA LABORALQue el derecho al trabajo supone no solo el derecho a tener un trabajo, sino el derecho a mantenerse en el trabajo por parte de quien lo tiene, y por lo menos no ser arbitraria o injustamente despedido.

¿Por qué se deduce? porque justamente la interpretación de las normas constitucionales es una de las tareas de los jueces y del sistema judicial, pero en todo caso debo señalar que en nuestra constitución hay normas que son de receptividad inmediata en materia laboral.

Las normas sobre jornada laboral, las normas sobre igualdad y no discriminación, en el artículo 26. Las normas sobre sindicación,

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negociación colectiva y huelga, son por lo menos normas de preceptibilidad inmediata respecto de las cuales en caso de violación, no tendría porqué no caer un recurso de amparo si es que este procede también en materia de otros derechos, constitucionales e inclusive, en materia tan cuestionable, para la cual el tiempo desgraciadamente resulta muy escaso como la ambigua expresión que usa ahora la Constitución, sobre que la ley dará al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario, cabría plantearse la posibilidad si cuando se produjera una violación de la propia ley, no cabría interponer una acción de amparo.

Quiero al respecto señalar que la concepción de que el amparo sólo procede contra derechos constitucionales, se interpreta como que debe existir en la constitución una mención expresa, directa y precisa, y se interpreta a través de muchas sentencias judiciales, que cuando no encuentran en la Constitución un artículo de tipo reglamentario, desechan una acción de amparo.

Cuando se trata de sentencias dictadas por un órgano jurisdiccional supremo, como es el tribunal constitucional, que los ha declarado precedentes vinculantes, la jefatura suprema de la oficina de control de la magistratura del poder judicial ha dictado la resolución jefatural N.° 021-2006-J-OCMA/PJ estableciendo lo siguiente:

1.- Disponer que todos los órganos jurisdiccionales de la republica bajo responsabilidad funcional, den cabal cumplimiento a los precedentes vinculantes señalados por el tribunal constitucional en su sentencia dictada en el expediente N.° 0206-2005-PA/TC publicada el día 22 de diciembre de 2005.

2.- Disponer bajo responsabilidad funcional, que los presidentes de las cortes superiores de justicia de la republica están en la obligación e velar por el cumplimiento de dichos procedentes vinculantes, debiendo adoptar las correctivas del caso, en sus condiciones de jefes de ODICMAS, al tomar conocimiento de las infracciones en las que hubieren incurrido los órganos jurisdiccionales respecto a los casos en que deban aplicar los citados procedentes.

3.- Poner en conocimiento de lo resuelto al presidente de la corte suprema de la republica; del consejo ejecutivo del poder judicial; del congreso de la republica; del tribunal constitucional, del consejo nacional de la magistratura y a las presidencias y jefaturas de las ODICMAS de las Cortes Superiores de justicia de la Republica, para los fines de su competencia.

II.1. Criterios que son procedentes vinculantes:Los fundamentos jurídicos 7 a 25 de expediente N.° 0206-2005-PA/TC, constituyen precedente vinculante inmediato de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional.Los fundamentos señalados son los siguientes:

1.- Procedencia del Proceso de Amparo en casos de despido incausados, fraudulentos o nulos.Fundamento 7:“7. El Tribunal Constitucional estima que esta nueva situación modifica sustancialmente su competencia para conocer de controversias derivadas de materia laboral individual, sean privadas o públicas. Sin embargo, los criterios jurisprudenciales establecidos en el caso de Eusebio Llanos Huasco, Exp. N.° 976-2004-AA/TC, para los casos de despidos incausados (en los cuales no exista imputación de causa alguna), fraudulentos y nulos; se mantendrán en esencia. En efecto, si tal como hemos señalado, el contenido del derecho constitucional a una protección adecuada contra el despido arbitrario supone la indemnización o la reposición según corresponda, a la reposición según corresponda, a la elección del trabajador, entonces, en caso de que en la vía judicial ordinaria no sea posible obtener la reposición o la restitución del derecho vulnerado, el amparo será la vía idónea para obtener la protección adecuada de los trabajadores del régimen laboral privado, incluida la reposición cuando el despido se funde en los supuestos mencionados.”

2.- Despido sin imputación de causa y despido fraudulento:Fundamento 8:“8. Respecto al despido sin imputación de causa, la jurisprudencia es abundante y debe hacerse en remisión a ella para delimitar los supuestos en los que el amparo se configura como vía idónea para reponer el derecho vulnerado. En cuanto al despido fraudulento, esto es, cuando se imputa al trabajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios, o se le atribuye una falta no prevista legalmente, sólo será procedente la vía del amparo cuando el demandante acredite fehaciente e indubitablemente que existió fraude, pues en caso contrario, es decir, cuando haya controversia o duda sobre los hechos,

corresponderá a la vía ordinaria laboral determinar la veracidad o falsedad de ellos.”

3.- Despido nulo:Fundamento 9:“9. Con relación al despido nulo, si bien la legislación laboral privada regula la reposición y la indemnización para los casos de despido nulo conforme a los artículos 29° y 34° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, TUO del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad laboral, el Tribunal Constitucional ratifica los criterios vertidos en el caso Eusebio Llanos Huasco, en el punto referido a su competencia para conocer los casos de urgencia relacionados con la violación de los derechos constitucionales que originan un despido nulo, dadas las particularidades que reviste la protección de los derechos involucrados.”

3.1.- Protección de la libertad sindical:Fundamentos 10 a 13;“10.En efecto, la libertad sindical y el derecho de sindicación reconocidos por el articulo 28°, inciso 1 de la constitución (Exp. N° 0008-2005-PI/TC, fundamentos 26,27 y 28), e interpretados conforme a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la constitución y el artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, imponen la obligación estatal de adoptar las medidas necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores y empleadores el libre ejercicio del derecho de sindicación e impedir todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical, tales como condicionar el empleo de un trabajador a que no se afile o a que deje ser miembro de un sindicato; o despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier forma a causa de su afiliación sindical o a su participación en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo (artículo 11° del convenio N° 87 de la OIT, sobre libertad sindical y protección del derecho de sindicación, artículo 1° del convenio N° 98 de la OIT, relativo a la aplicación de los principios del derecho de sindicación y de negociación colectiva).”“11. En la misma línea argumentativa, en el citado Exp. N° 0008-2005-PI/TC, se dejó establecido que la libertad sindical no sólo tiene una dimensión individual, relativa a la constitución de un sindicato y a su afiliación, sino también una dimensión plural o colectiva que se manifiesta en la autonomía sindical y en su personería jurídica ( fundamento 26).

Esta dimensión de la libertad sindical se justifica por cuanto el artículo 3.1 del convenio N° 87 de la OIT, anteriormente citado, precisa que las organizaciones de trabajadores tienen el derecho de elegir libremente a sus representantes, de organizar su administración y sus actividades y formular su programa de acción, en tanto que el artículo 1.2. del convenio N° 98 de la OIT, como ya se dijo, establece la protección a los trabajadores sindicalizados contra todo acto que tenga por objeto despedirlo o perjudicarlo de cualquier otra forma a causa de su afiliación sindical o por su participación en actividades sindicales.”

“12. por tanto, debemos considerar que la libertad sindical, en su dimensión plural o colectiva, también protege la autonomía sindical, esto es, que los sindicatos funcionen libremente sin injerencias o actos extremos que los afecten. Protege, así mismo, las actividades sindicales que desarrollan los sindicatos y sus afiliados, así como a los dirigentes sindicales, para garantizar el desempeño de sus funciones y que cumplan con el mandato para el que fueron elegidos. Sin esta protección no sería posible el ejercicio de una serie de derechos y libertades, tales como el derecho de reunión sindical, el derecho a la protección de los representantes sindicales para su actuación sindical, la defensa de los intereses de los trabajadores sindicalizados y la representación de los afiliados en procedimiento administrativos y judiciales. Del mismo modo, no sería posible un adecuado ejercicio de la negociación colectiva y del derecho de huelga.“13. es por ello que a, criterio del tribunal constitucional, la dimensión plural o colectiva de los trabajadores sindicalizados (como fue reconocido por este colegiado en el Exp. N° 11

24-2001-AA/TC, fundamento11), sino que también reconoce una protección especial para los dirigentes sindicales, toda vez que estos últimos, libremente elegidos, detectan la representación de los trabajadores sindicalizados a fin de defender sus intereses. Consecuentemente, todo acto lesivo, no justificado e irrazonable, que afecte a los trabajadores sindicalizados a sus dirigentes y que haga impracticable el funcionamiento del sindicato, deberá ser reparado.”

3.2.- Protección contra los despidos sustentados en actos de discriminación:Fundamento 15:

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“15. del mismo modo, los despidos originados en la discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión, idioma o de cualquier otra índole tendrán protección a través del amparo, así como los despidos producidos con motivo del embarazo, toda vez que conforme al artículo 23° de la Constitución, el Estado protege especialmente a la madre. Deber que se traduce en las obligaciones estatales de adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo, prohibiendo, en especial, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad, así como la discriminación sobre la base del estado civil y prestar protección especial a la mujer durante el embarazo (artículo 11 numerales 1 y 2 literales y de la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas).

“Igualmente, el proceso de amparo será el idóneo frente al despido que se origina en la condición de impedido físico mental, a tenor de los artículos 7° y 23° de la Constitución que les garantiza una protección especial de parte del Estado. En efecto, conforme al artículo 18° del Protocolo adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales o “Protocolo de San Salvador”, sobre protección de los minusválidos, toda persona afectada por una disminución en sus capacidades físicas o mentales tiene derecho a recibir una atención especial con el fin de alcanzar el máximo desarrollo de su personalidad.”

4.- Supuestos en los que no proceden los Procesos de Amparo:4.1.- Por competencia según la materia de jueces laborales.-Fundamento 17:“17. Por otro lado, la ley de Procesal del Trabajo N.° 26636, prevé en su artículo 4° la competencia por razón de la materia de las Salas Laborales y Juzgados de Trabajo. Al respecto, el artículo 4.2 de la misma ley establece que los juzgados de trabajo conocen, entre las materias más relevantes de las pretensiones individuales por conflictos jurídicos, las siguientes:a) impugnación de despido (sin reposición).b) Cese de actos de hostilidad el empleador, incluidos los actos de hostigamiento sexual, conforme a la ley sobre la materia.c) Incumplimiento de disposiciones y normas laborales cualquiera fuera su naturaleza.d) Pago de remuneraciones y beneficios económicos.”

4.2.- cuando se requiere la actuación de pruebas:Fundamentos 19 y 20.“19. De otro lado, conforme a la línea jurisprudencial en materia de derechos laborales de carácter individual (por todas Exp. N° 2526-2003-AA), se ha establecido que el amparo no es la vía idónea para el cuestionamiento de la causa justa de despido imputada por el empleador cuando se trate de hechos controvertidos, o cuando, existiendo duda sobre tales hechos, se requiera la actuación de medios probatorios a fin de determinar la veracidad, falsedad o la adecuada calificación de la imputación de la causa justa de despido, que evidentemente no pueden dilucidarse a través del amparo. En efecto, es claro que, en este supuesto, para que se produzca certeza en el juzgador, respecto de los puntos controvertidos, y pueda así sustentar su fallo en determinado sentido, necesariamente tendrá que desarrollar la actividad probatoria a través de sus diversas etapas, en particular respecto de la actuación y valoración de la prueba que, entre otras muchas, se relacionaran con declaraciones de parte, testigos, documentos (libro de planillas, informes), peritajes y, especialmente, las pruebas de oficio.”“20. Por tanto, aquellos casos que se deriven de la competencia por razón de materia de los jueces de trabajo, los actos de hostilidad y aquellos derivados del cuestionamiento y calificación del despido fundado en causa justa que se refieran a hechos controvertidos, mencionados en los precedentes, no serán tramitados en el proceso de amparo, sino en el proceso laboral de la jurisdicción laboral ordinaria, a cuyos jueces corresponde, en primer lugar, la defensa de los derechos y libertades constitucionales y de orden legal que se vulneren con ocasión de los conflictos jurídicos de carácter individual en el ámbito laboral privado. Solo en defecto de tal posibilidad o atendiendo a la urgencia o a la demostración objetiva y fehaciente por parte del demandante de que la vía laboral ordinaria no es la idónea corresponderá admitir el amparo”.

II.2 REPOSICIÓN DE TRABAJADOR DE CONFIANZA VÍA ACCIÓN DE AMPARO:La reposición solo procede cuando se ha incurrido en una causal de despido nulo. Al no ser la pérdida de la confianza un supuesto de despido nulo no procedería la reposición.Ahora bien, según el artículo 1 del Código Procesal Constitucional el proceso de Amparo tiene por finalidad proteger los derechos constitucionales, reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, podríamos suponer

que si el trabajador acredita la violación de un derecho constitucional, e igualmente que no existan vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado, obtendría la reposición.No obstante, esto no es correcto, ya que tomando en consideración lo resuelto por el tribunal constitucional en al sentencia recaída en el expediente N° 4492-2004-AA/TC, en el caso de los trabajadores de confianza que laboran bajo el régimen laboral privado no procede la reposición, sin embargo se deja a salvo el derecho del trabajador afectado de solicitar la indemnización por despido arbitrario en la vía ordinaria laboral. El fundamento de esta sentencia, aunque no lo señala El Tribunal Constitucional, es que es irrazonable mantener el vínculo laboral con un trabajador de confianza, o en todo caso uno de dirección, puesto que el cargo de dirección también lleva implícito el de confianza, cuando se ha eliminado la causa o justificación de la contratación.En suma, en el caso del despido por la pérdida del confianza consideramos que no procedería la reposición a través del amparo. Sin embargo debido a que dicha causa no está establecida por la legislación laboral no es una justificación para el despido arbitrario en la vía ordinaria.

II.3 EL DERECHO A NO SER DESPEDIDO SIN CAUSA JUSTA- ORGANIZACIONES SINDICALES DE TELEFÓNICA DEL PERÚ S.A.

Como es de conocimiento público, por sentencia del 11 de julio de 2002, publicada en el diario oficial “El Peruano” el miércoles 11 de setiembre el Tribunal Constitucional declaró fundada la acción de amparo interpuesta por el Sindicato Unitario de Trabajadores de Telefónica del Perú S.A. y la Federación de Trabajadores de Telefónica del Perú S.A.A., por considerar que en el caso se había producido una lesión a los derechos fundamentales:• La libertad sindical.• Al trabajo y,El tribunal inaplico al caso concreto el segundo párrafo del artículo 3 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral por considerar que éste resulta inconstitucional en la medida que contraviene el artículo 22 de la constitución, que recoge el derecho al trabajo. Esta inconstitucionalidad se derivaría del hecho de que el Tribunal considera que es parte del contenido esencial del derecho al trabajo el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En este sentido, siguiendo el razonamiento del tribunal , parecería que en los supuestos en los cuales se produzca un despido arbitrario procederá como único mecanismo adecuado de tutela la reposición del trabajador.

Ante esto, Telefónica del Perú interpuso una solicitud de nulidad de la referida sentencia, sosteniendo que se presentaban en el caso una serie de vicios procesales que invalidaban la resolución. El Tribunal Constitucional emitió la resolución de fecha 16 de setiembre de 2002, declarando inadmisible el pedido de nulidad formulada y presentado una serie de precisiones a la cuestionada sentencia ya que solo se impone la reposición como mecanismo de tutela en los despidos arbitrarios incausados y no en los despidos que resultan arbitrarios porque el empleador no es capaz de probar la causa alegada.

CONCLUSIONES

• El Tribunal Constitucional respecto a la procedencia del Amparo contra el Amparo, se asegurado de enfatizar que la naturaleza de dicha institución es siempre excepcional.

• Cabe el recurso de amparo contra las decisiones judiciales y que exista una resolución judicial porque al recurso de Amparo no se puede acudir si no se han agotado antes los trámites propios de las jurisdicciones ordinarias.

• Cabe resaltar que el agredido no podrá directamente acudir al proceso constitucional del Amparo, sino que tendrá que intentar en contar la salvación de su derecho en la vía judicial a través de los recursos que ofrece el mismo procedimiento cuya irregularidad se ha invocado.

• En base a las consideraciones anteriores, decimos que la aplicación del articulo 4 del Código Procesal Constitucional, respecto al carácter “firme” de las resoluciones judiciales como requisito de procedibilidad del amparo, no puede aplicarse por igual a todos los supuestos en los que se interponga dicho proceso constitucional, sino que el juez constitucional deberá analizar el caso concreto a fin de dilucidar si la falta de agotamiento de los medios impugnatorios se debe a una dilación indebida del operador judicial.

• La regla general de exigencia de firmeza en las resoluciones judiciales antes de ser cuestionadas a través de una demanda de Amparo, debe de conocer excepciones, se cree firmemente, que la admisión de tales

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excepciones a la mencionada regla general, debe de obedecer a una serie de criterios de objetivos que evidencien la falta de idoneidad de las vías previas.BIBLIOGRAFÍA Constitución Política del Perú. Sexta Edición Oficial. Enotria S.A. Lima . Agosto de 2004.

LANDA, Cesar. En “Derecho Fundamental al Debido Proceso y a la Tutela Jurisdiccional”.

MESIA, Carlos. “Exégesis del Código Procesal Constitucional”. Editorial el Buho E.I.R.L.. Primera Edición. 2004.

MEZA, Eduardo. “Jurisdicción Constitucional” Maestría en Derecho Constitucional. Arequipa 2007.

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