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    ACEQUIAS y GALLINAZOS

    Salud ambiental en Lima del siglo XIX

    JORGE LOSSIO

    IEP Instituto de Estudios Peruano

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    LOSSIO, JorgeAcequias y gallinazos: salud ambiental en Lima del siglo XIX.Lima: IEP, 2002. - (Coleccin Mnima, 55)

    HISTORIA/CONTAMINACIN/SALUD PUBLICA/SERVICIOS DE SALUD/MEDIO AMBIENTE/SIGLO XIX/LIMA/PERU

    W/05.01.01/M/55

    COLECCIN MNIMA, 55

    IEP EDICIONESHoracio Urteaga 694, Lima 11

    Telfs. (51-1) 332-6194 / 424-4856Fax: (51-1) 332-6173E-mail: [email protected]

    ISBN 9972-51-083-2ISSN 1019-4479

    Impreso en el Per1a. edicin, junio del 2003500 ejemplares

    Hecho el depsito legalen la Biblioteca Nacional del Per: 1501402002-5291

    Portada: detalle de grabado La calle Valladolid. Tomado de FabioCamacho, Aspectos de Lima s.f. [dcada de 1920].

    mailto:[email protected]:[email protected]
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    ACEQUIAS Y GALLINAZOSSalud ambiental en Lima del siglo XIX

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    JORGE LOSSIO es licenciado en Historia por la Pontificia UniversidadCatlica del Per. Su tesis de licenciatura, que es la base del texto aqu

    publicado, obtuvo el Premio de Investigacin de la PUCP el ao 2002.Actualmente realiza estudios de postgrado en el Centre for the History oScience, Technology and Medicine, de la Universidad de Manchester,Inglaterra.

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    CONTENIDO

    PRLOGO / MARCOS CUETO

    INTRODUCCIN 9

    I. LA ECOLOGA URBANA 18

    Lima: entre lo rural y lo urbano 18

    La contaminacin de las aguas 25

    La contaminacin del aire urbano 33II. SALUD PBLICA Y MEDIO AMBIENTE 40

    El medio ambiente en las teoras mdicas 41

    La institucionalizacin de la salud pblica 47

    III. ENTRE EL GUANO Y LAS EPIDEMIAS 56El impacto del clera y la fiebre amarilla 57

    La respuesta municipal 70

    IV CONCLUSIONES 90

    MAPAS 93BIBLIOGRAFA 97

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    PRLOGO

    LA PREOCUPACINsobre la contaminacin del medioambiente ysus efectos nocivos sobre la salud de las personas parecen temasnuevos en la agenda de los polticos y en la de las autoridades mu-

    nicipales del pas. Sin embargo, como este notable texto de JorgeLossio demuestra, existe en el Per una importante y complejahistoria sobre los problemas del agua, la construccin de desages,el recojo y deshecho de las basuras, la construccin de cementeriosy la pureza del aire que se respira en la ciudad de Lima.

    Este trabajo esta basado en una tesis de licenciatura que gan

    un merecido reconocimiento de la Pontificia Universidad Catlica:el Premio Anual a la Investigacin Pontificia Universidad Catlicadel Per 2002. El autor ha realizado una cuidadosa investigacinen archivos, peridicos y bibliotecas para narrar y analizar la relacin entre el deterioro del medio ambiente y las preocupacionespor la salud ambiental en la Lima del siglo diecinueve. Asimismo,el trabajo le presta atencin al contexto social y econmico en que

    surgen y se tratan de solucionar estos problemas. Es una valiosacontribucin que permite comprender las condiciones de vida y lasalud de la poblacin urbana, as como el origen de feroces epide-mias, como la fiebre amarilla, que atacaron a la capital.

    Este importante libro contribuye a crear una temtica nuevapara la historiografa peruana: el origen y desarrollo de los proble

    mas medioambientales en el pas. En los ltimos aos, la historiamedio ambiental se ha venido desarrollando en otras partes del

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    mundo y Amrica Latina con mayor intensidad, lo que ha permiti-do conocer cambios fundamentales en el pasado de las sociedadeshumanas y de la naturaleza. Estos estudios han surgido comoparte de un inters general por promover el respeto y la conservacin

    a la naturaleza en la que viven y de la que viven los seres humanos.Aunque no han logrado hacerlo por completo, estos estudios hansuperado las percepciones tradicionales sobre la ciencia y la tecnolo-ga, que la presentaban como predestinada a controlar y, en algunoscasos, a destruir, a la naturaleza.

    Por el contrarioy Jorge Lossio demuestra que sta no es una

    preocupacin totalmente nueva, ni exclusivamente de sanitaristasextranjeros es imposible pensar en el desarrollo sostenido deuna ciudad sin incluir la salud medioambiental. Asimismo, estetexto sugiere la importancia que tienen los gobiernos locales, comolas municipalidades, en la solucin de los problemas cotidianos delas comunidades, como la salud y el medioambiente. De igualmanera aparece en este estudio que la educacin de la poblacin,

    y la modificacin de los estilos de vida que no son saludables, de-ben acompaar cualquier cambio estructural en la salud del medioambiente, para ser realmente efectivos.

    Otro aspecto fascinante del texto es la interaccin entre lasautoridades municipales y los habitantes de las viviendas que fueronvisitadas para supervisar las condiciones de salud. Este tipo de

    interaccin es difcil de encontrar en una investigacin de historiade la medicina, y generalmente, como en este caso, revela dimen-siones insospechadas del encuentro entre diferentes formas de pen-sar sobre el cuerpo, el bienestar fsico y la enfermedad. Un aspectoligado a lo anterior es la aspiracin de controlar los hbitos de laspoblaciones migrantes o pobres de la ciudad, que muchas vecestenan costumbres higinicas tpicas del medio rural, o que no te-

    nan la informacin, la educacin o los recursos suficientes comopara poder tener una mejor higiene.

    Como este libro sugiere, los problemas del deterioro del medioambiente de Lima no empezaron en la segunda mitad del sigloveinte, es decir con la intensificacin de las migraciones del campoa la ciudad, la industrializacin algo catica y el crecimiento desor-

    denado de la ciudad. Jorge Lossio demuestra que durante el siglo

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    diecinueve surgieron interesantes explicaciones y actividades, mu-chas de las cuales fueron propuestas por los mdicos y las autorida-des locales, para lidiar con la contaminacin y la insalubridad.Otros personajes que intervienen en esta historia y que aparecen

    en el libro son los herbolarios y curanderos, cuya relacin con losmdicos en la historia del Per, ha oscilado entre el control y lapersecucin. Como lo demuestra este texto, a pesar de cierta hege-mona de la medicina occidental, diferentes practicantes y sistemasmdicos han coexistido con relativa facilidad en los medios urbanos.

    Es verdad que, como lo seala Lossio, las preocupaciones e

    intervenciones fueron muchas veces fragmentadas e insuficientes.Es precisamente la fragilidad de estas actividades lo que explica sudiscontinuidad. La preocupacin del impacto del medio ambienteen la salud parece recrearse cada cierto tiempo en el Per, slocuando la contaminacin parece convertirse en una emergencia;un dao inminente. En un pas donde varias escandalosas necesi-dades sociales compiten por la atencin del pblico, las soluciones

    polticas resuelven los temas de fondo apenas ocasionalmente. Porotro lado, la antigua percepcin de que los gallinazos iban a ocupar-se de buena parte de los problemas de las acumulaciones de basura,son una metfora de la desidia que muchas veces ha existido en lasalud ambiental urbana.

    Para romper con esta tradicin, que parece devolvemos cada

    cierto tiempo a amenazas parecidas, es imprescindible conocernuestra propia historia. Sera muy difcil imaginar un mejor futuroen la salud ambiental sin conocer nuestra historia. Por ello, estelibro es una valiosa contribucin para resolver el fondo de losproblemas del medio ambiente y tomar medidas de largo aliento.Esperamos que un futuro prximo, Jorge Lossio as como otroshistoriadores, nos puedan brindar ms investigaciones de la mis-

    ma calidad de la que ahora tengo el gusto de prologar, en estecampo nuevo y de gran inters para la historia y para los habitantesde la ciudad de Lima.

    MARCOS CUETO

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    INTRODUCCIN

    En la Lima actual son ms que evidentes los problemas de saludderivados de las inadecuadas condiciones ambientales en lasque se desenvuelve la poblacin: la baja calidad del agua, ladeficiente red de alcantarillado, la acumulacin de desechos

    en zonas residenciales y la concentracin de contaminantesatmosfricos provenientes principalmente de la actividadindustrial y automotriz. La contaminacin ambiental como temade discusin y como problema a enfrentar no es, sin embargo,una preocupacin exclusiva de la actualidad. Es decir, identificaral medio ambiente como un factor determinante en la salud de

    los pobladores no es una idea nueva, mas bien, implica la restau-racin de viejas ideas mdicas sustentadas en la idea que lasalud de la persona dependa en gran medida de las condicionesfsicas de su entorno.

    Como lo pretende demostrar esta investigacin, duranteel siglo XIX los mdicos, las autoridades polticas y la sociedaden general tambin enfrentaron, discutieron y escribieron acerca

    de la contaminacin, de sus efectos en la salud pblica y de lasacciones que deban emprenderse con el fin de atenuar dichosefectos. Este fue un esfuerzo cuyos inicios pueden remontarsea las postrimeras del perodo colonial, cuando se iniciaron unaserie de reformas sanitarias urbanas bajo el rgimen de losBorbones. Estas reformas fueron interrumpidas hacia las

    primeras dcadas del siglo XIX con la Independencia perofueron retornadas con inters hacia mediados del siglo XIX,gracias, entre otros motivos, a la bonanza producida por la

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    explotacin del guano de las islas. Es decir, no es real que elinters por el medio ambiente sea una preocupacin exclusivade la actualidad, pero aunque existi antes fue una preocu-pacin inconsistente que dependi de factores polticos, eco-

    nmicos y sociales y que tuvo muchos quiebres a lo largo de lahistoria.

    A diferencia de lo que puede ocurrir en la actualidad, dondeparece haber surgido por primera vez un inters por el medioambiente como un valor en s mismo, durante los siglos XVIII yXIX, la preocupacin por las condiciones ambientales estaba

    sustentada en ideas utilitaristas. De acuerdo a los tericosmercantilistas y pensadores ilustrados, era imprescindible parael desarrollo econmico de una nacin mantener una poblacinnumerosa y saludable dentro de sus fronteras. Ello le permitiratener suficientes trabajadores, comerciantes y soldados cuyoincremento era considerado como una de las riquezas msimportantes de un pas. Puesto que no se consideraba factible

    incrementar de una manera notable la tasa de natalidad- queya de por s era alta, los esfuerzos se dirigieron a disminuir laalta tasa de mortalidad, la cual estaba parcialmente asociadacon la contaminacin ambiental. La comunidad mdica as comolas autoridades polticas eran conscientes que la propagacinde enfermedades estaba relacionada con la falta de higiene en

    la ciudad.Los esfuerzos poltico sanitarios entonces se centraron en elcontrol de la alta tasa de mortalidad por enfermedadesinfecciosas que parecan posibles de prevenir y queespecialmente mermaban a la poblacin infantil. Asimismo, enel siglo diecinueve las intervenciones por resolver los problemasde contaminacin urbana que afectaron a la salud de los habi-

    tantes de la ciudad estuvieron marcados por frecuentes interrup-ciones polticas, los avatares del progreso y las crisis econmicasy la insuficiencia de los organismos municipales destinados aresolver el problema.

    En Lima, al igual que en otras ciudades de Amrica, fuehacia la segunda mitad del siglo XVIII cuando se inici un

    proceso de reformas destinado a mejorar las condiciones

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    ambientales urbanas. Los monarcas espaoles de la dinasta delos Borbones, caracterizados por alentar una serie de reformaseconmicas, polticas y sociales en sus colonias, promovieron lamodernizacin de los sistemas de distribucin de agua y de

    recojo de basuras, prohibieron los entierros al interior de lasiglesias, en las ciudades, y fomentaron la construccin de reasdonde el aire circulara libremente como las Alamedas, losJardines y los Paseos.

    Las reformas iniciadas por los monarcas Borbones se in-terrumpiran hacia la dcada de 1820, con la quiebra del orden

    colonial. El Per, al igual que otras nacientes repblicasamericanas, entrara en un perodo de inestabilidad poltica ycarencias econmicas que hizo inviable la continuacin de esteproyecto de modernizacin urbana. Asimismo la pequea perodinmica elite profesional mdica que surgi en las postrimerasde la colonia tuvo que dejar de lado su promocin por la saludpublica para asumir cargos polticos de mayor importancia. Este

    fue el caso, por ejemplo de Hiplito Unanue. Considerado co-mo la figura ms relevante de la historia mdica peruana, Una-nue desempe un rol importante en diversas facetas. Naci enArica en 1755 y hacia 1785 se gradu de mdico por la Univer-sidad de San Marcos en Lima. En 1787 obtuvo la Ctedra deAnatoma y hacia 1807 el cargo de Protomdico del Reino.

    Unanue fue un promotor tanto de los estudios de anatomacomo de la medicina preventiva.Sin embargo, hacia mediados del siglo XIX, la confluencia

    de diversos factores, como el crecimiento urbano, las rentablesexportaciones guaneras, un periodo de relativa paz poltica, laprofesionalizacin de la ciencia mdica, el prestigio adquiridopor la ciencia estadstica, el temor a la propagacin del clera

    y la aparicin de la fiebre amarilla, permitira y motivara a quese retomarn muchos de los proyectos de higiene urbanainiciados por los Borbones.

    El estudio de la historia ambiental urbana es valioso pordiversas razones. La historia ambiental es una joven pero cadavez ms importante rama de la historia pero a diferencia de lo

    que ocurre en otros pases en el Per no existe una historia

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    medioambiental, por lo cual es necesario cubrir un vacohistoriogrfico. Quienes se han ocupado de la historia ambientallo han hecho de manera indirecta y han centrado sus temas deinters en la historia rural andina, en el impacto ambiental y

    cultural de los desastres naturales as como en la descripcinde las expediciones cientficas naturalistas.l En el caso del temade las condiciones ambientales urbanas, han sido principalmentelos historiadores que han trabajado aspectos relacionados a lasalud quienes se han ocupado, aunque slo parcialmente, deltema.2

    Es tambin importante estudiar la historia ambiental porquedebemos conocer cules fueron los principales riesgos, peligrosy daos ambientales que tuvieron que enfrentar los pobladoresurbanos del pasado durante el proceso de desarrollo y cmofueron tratados en su momento. El conocimiento que podamosobtener de esta investigacin no necesariamente nos permitiraplicar las mismas soluciones al presente, pero s nos puede

    permitir contextualizar desde una perspectiva histrica cul hasido la real dimensin de la transformacin o degradacinambiental debidos a la actividad humana e iluminar las difcilesdecisiones que aun hoy en da deben tomarse sobre estos

    _______________

    1. A lo largo del texto se citar en las notas una versin resumida de lareferencia bibliogrfica, cuyos datos completos aparecen en labibliografa. Algunos trabajos de historia donde se presta particularatencin al medio ambiente son: Rostworowski, Recursos NaturalesRenovables; Rostworowski, Historia del Tawantinsuyu; Murra,Organizacin Econmica; Glave y Remy, Estructura Agraria; Klein,Haciendas y Ayllus; Burga, De la Encomienda a la Hacienda; Macera,

    Tierra y Poblacin; Walker, Shaking the Unstable Empire.2. Investigaciones recientes donde se analizan aspectos ambientales deLima son: Cueto,El Regreso de las Epidemias; Ramn,La Muralla y losCallejones; Casalino, La Muerte en Lima. Una lista bastante completay actualizada sobre las publicaciones relacionadas con la historiaambiental en Amrica Latina puede encontrarse en la Online Biblio-graphy for the Environmental History of Latin America, seccinAndes, www.stanford.edu/group/LAEH/index.htm

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    http://www.stanford.edu/groupILAEH/index.htmhttp://www.stanford.edu/groupILAEH/index.htm
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    problemas. Asimismo, este tipo de estudios de historia ambientalnos permitir acercar "la historia del planeta" a "la historia dela humanidad".3 Finalmente, gracias a investigaciones quecrucen los temas ambientales y sanitarios podremos hacer que

    la historia como ciencia social contribuya a desarrollar unamayor sensibilidad frente a los dilemas ambientales de laactualidad.

    La investigacin est organizada en tres captulos. En elprimero se indaga en cules fueron los principales agentes decontaminacin urbana durante el siglo XIX. Las caractersticas

    generales de la poblacin, el tipo de actividades econmicasque se desarrollaban en la capital, el manejo de las basuras, lapotabilidad y el acceso al agua, la contaminacin del ro Rmac,el desarrollo industrial, el avance de las comunicaciones y laocupacin de nuevos espacios son los temas vistos en estaseccin. Aunque las inadecuadas condiciones ambientalesurbanas estn presentes desde siglos anteriores, hay al parecer

    entre la poblacin decimonnica una menor tolerancia frentea problemas como el de la basura o el de las excretas. Estamenor tolerancia explicara el porqu de las numerosas yconstantes quejas y reclamos de los vecinos frente a los focosde contaminacin. En este primer captulo se intenta mostrarcomo las inadecuadas condiciones ambientales y de vivienda

    fueron causa de mltiples enfermedades que padecieron loshabitantes de la Lima del siglo XIX (como la tuberculosis, latifoidea y la disentera).

    Es necesario sealar que en esta investigacin slo seestudian los problemas ambientales que aparecieron comoconsecuencia de la actividad econmica y social del hombre.Por lo tanto, y a pesar de su importancia, no se desarrollan en

    este estudio los efectos ambientales de los cambios climticos

    ____________

    3. Este es uno de los objetivos principales de la historia ambiental deacuerdo al investigador norteamericano John McNeill. McNeill, An

    Environmental History.

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    producidos por los desastres naturales (terremotos, sequas,inundaciones), o los cambios ecolgicos que surgieron por laactividad humana pero tuvieron un efecto indirecto sobre lasalud de la poblacin.

    En el segundo captulo se busca responder a la pregunta desi hubo o no preocupacin por el medio ambiente urbanodurante el siglo XIX y qu fue lo que alent y origin estapreocupacin. Es importante sealar que en este trabajo sepone particular atencin al discurso mdico sobre las condicionesde vida en los centros urbanos, mas no a los estudios elaborados

    por los cientficos y exploradores naturalistas, interesadosespecialmente por las riquezas naturales, las condicionesambientales, y el paisaje de espacios geogrficos no ocupadoso ocupados dispersamente por sociedades humanas. En estaseccin se analiza tambin qu efecto tuvo el proceso inicial deinstitucionalizacin de la salud pblica en el pas (un proyectoborbnico que nace en Europa y Amrica durante el siglo XVIII)

    en el fomento de medidas conducentes a mejorar las condicionesde higiene urbana. Uno de los casos ms concretos en que seaplica este proyecto de fines de la colonia, analizados en estecaptulo, es el de la fundacin del Cementerio General de Lima(1808) ubicado en las afueras de la ciudad.

    En el tercer captulo se muestra cmo hacia la segunda

    mitad del siglo XIX, las autoridades retornaran las reformasde higiene urbana iniciadas por los Borbones, lo cual se hizoposible en gran medida gracias al reordenamiento poltico einstitucional y a los cuantiosos ingresos generados por laexportacin guanera durante las dcadas de 1840 a 1870. Sinembargo, y a pesar de ser diversos los factores que permitierone impulsaron la continuacin de los esfuerzos orientados a

    mejorar las condiciones ambientales urbanas, en este estudiose pone particular atencin al efecto que tuvo y la reaccinque gener, la propagacin epidmica del clera por Europa yAmrica y la aparicin de la fiebre amarilla en Lima haciamediados del siglo XIX.

    El impacto del clera y la fiebre amarilla reaviv una serie

    de debates cientficos en torno al origen y las causas de propa-

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    gacin de las enfermedades. Este fue un debate que se polarizen dos corrientes: los contagionistas y los anti-contagionistas.Los contagionistas pensaban que las enfermedades se trasmitandirectamente de una persona enferma a una persona sana al

    respirar el mismo aire, al compartir los alimentos o al utilizarlos mismos vestidos. Los anti-contagionistas en cambio, postula-ban que las epidemias surgan de manera espontnea a partirde los focos de contaminacin urbana. Los anti-contagionistas,y mucha gente entonces, crean que las enfermedades se trasmitana travs de miasmas (que se propagaban en un aire contaminado,

    como consecuencia del estancamiento de aguas turbias o ladescomposicin de plantas y animales). Como veremos masadelante Muchas veces las ideas sobre las formas de transmisorde las enfermedades, contagionistas o anti-contagionistas,aparecan mezclndose y confluyendo con temores y prejuicios.

    El evidente deterioro en las condiciones ambientales urbanas(que se reflejaba ntidamente en la calidad del agua y del aire

    urbano) asociado a la propagacin de epidemias, contribuy aque las autoridades polticas dieran, especialmente hacia lasegunda mitad del siglo XIX, una mayor importancia al temade la contaminacin ambiental, un problema urbano que seentenda no slo era estticamente perjudicial al olfato o a lavista, sino que adems se estaba convirtiendo en una de las

    principales causas de mortalidad en Lima.Las autoridades municipales buscaron mejorar los sistemasde recojo de basura (como la instalacin de repositoriosmunicipales en las afueras de la ciudad), de evitar la contamina-cin del aire urbano (especialmente afectado por el uso intensivodel carbn como fuente de energa) y emprendieron esfuerzosconducentes a garantizar la potabilidad y el acceso general al

    agua.Las fuentes consultadas para este trabajo son diversas y

    algunas poco trabajadas. En el Archivo Histrico de la Muni-cipalidad de Lima (AHML) resultaron particularmente valiososlos Libros de Actas de la Municipalidad, y los numerosos papelescatalogados bajo las Series Alumbrado y Agua Potable; Higiene

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    y Vacunacin; Prefectura y Jardines. El AHML es particular-mente importante para emprender investigaciones en torno ala historia mdica y cientfica de la capital. En la serie Higieney Vacunacin se encuentran por ejemplo los Informes de los

    mdicos que hacia mediados del siglo XIX realizaban las visitasdomiciliarias encargadas por la Municipalidad de Lima. DichosInformes nos adentran a las condiciones sanitarias y en generalde vida de los sectores ms pobres de la sociedad. Asimismo enla serie Alumbrado y Agua Potable encontramos Informes Tcni-cos y discusiones cientficas sobre como emprender las reformas

    urbanas necesarias para solucionar los problemas de distribucinde agua potable en Lima.En la Sala de Investigaciones de la Biblioteca Nacional (BN)

    se prest singular atencin a la literatura costumbrista, a lasrevistas cientficas y a los escritos mdicos de la poca, dondees usual encontrar minuciosas descripciones sobre las condicionesambientales de la ciudad, ya los apuntes de viajeros que pasaron

    por Lima en el siglo XIX.Valiosos repositorios bibliogrficos tambin se hallaron en

    centros universitarios especializados como el Museo de Cienciasde la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad deSan Marcos, donde se guarda una coleccin de Tesis Mdicasque data de 1856. En dicha coleccin encontramos tesis de

    temas mltiples, como enfermedades, epidemias y estudiosgenerales sobre la situacin sanitaria del pas. En la bibliotecadel Instituto Riva Agero de la Universidad Catlica se revisaronlos peridicos del siglo XIX, entre los cualesEl Comercio resultuna fuente especialmente til. Finalmente, el Archivo de laSociedad de Beneficencia pblica de Lima (ASBPL) nospermiti conocer la situacin de los hospitales (considerados

    por los higienistas de entonces como uno de los principales fo-cos de contaminacin), entre varios otros aspectos relacionadoscon la salud pblica.

    Quisiera agradecer especialmente a Jos Agustn de laPuente Candamo y a Marcos Cueto por el tiempo dedicado aesta investigacin y por su generosa disposicin para escuchar y

    guiarme con sus valiosos y enriquecedores comentarios. Debo

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    agradecer tambin a Liliana Regalado, Juan Carlos Crespo,Eduardo Torres, Jos Carlos de la Puente, Alicia Polvarini yCharles Walker por el inters demostrado en este trabajo. Graciasa Gaby y Enzo de la Organizacin Panamericana de la Salud, a

    Jorge Paredes de la Biblioteca Nacional, y a Csar Gutirrez yAmalia Castelli de la Universidad Catlica, quienes merecenmi aprecio y reconocimiento por su dedicada labor en el cuidadoy difusin de sendos repositorios bibliogrficos. Asimismo,muchas gracias a Carlos Contreras, director de publicacionesdel Instituto de Estudios Peruanos. Finalmente, quiero dedicar

    este libro a Carolina de Belaunde y a Joana Cervilla.

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    I

    LA ECOLOGA URBANA

    LIMA: ENTRE LO RURAL Y LO URBANO

    Uno de los primeros problemas que debieron resolver los

    conquistadores espaoles al organizar polticamente los terri-torios andinos fue dnde erigir la capital. Convencidos de lasdesventajas de establecerla en las alturas de la sierra, los caste-llanos desviaron sus miradas hacia la costa, donde encontraronel lugar ideal: el valle del Rmac.4 Un oasis en medio del desiertocostero, el valle del Rmac cumpla con todos los requisitos

    demandados por los paradigmas urbanos europeos: cercana almar, abundante agua, un clima cmodo y suelos frtiles. En elcontexto geogrfico andino, el valle posea adems dos ventajasadicionales: su poca elevacin sobre el nivel del mar (127mts.) yuna disminuida poblacin nativa.5

    _______________

    4. Para detalles sobre la fundacin de Lima vase Bromley, La Fundacinde la Ciudad; Riva Agero,El Primer Alcalde de Lima, 13-14.

    5. Fue una comisin enviada desde Jauja por Francisco Pizarro la quedecidi que el valle del Rmac era el lugar ideal para establecer lacapital. Porras Barrenechea, Pequea Antologa de Lima, 5. Sobre lapoblacin de Lima al momento previo de la conquista, vaseRostworowski, Historia del Tahuantinsuyu, 278.

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    Hacia fines del siglo XVIII, el pequeo poblado esta-blecido en el valle del Rmac (con 46 vecinos fundadores), sehaba convertido en uno de los centros polticos y comercialesms importantes de Amrica. Asimismo, una de las capitales

    ms pobladas. De acuerdo a la Gua Estadstica elaborada porHiplito Unanue, en 1793 la poblacin de Lima bordeaba los60,000 habitantes. Durante el siglo XIX, sin embargo, Lima nomantendra un crecimiento demogrfico uniforme. La poblacinincluso decaera hacia las dcadas de 1820 y 1830, tras la crisispoltica y econmica que sigui a la Independencia, para

    recuperarse durante la Era del Guano (1840-1870). En el CensoNacional de 1876, la poblacin de la capital ya superaba a los100,000 habitantes.6

    En el plano civil, la ciudad estaba dividida en cinco cuarteles,compuesto cada uno de dos distritos y diez barrios: La divisin,elaborada como parte de las Reformas Borbnicas, respondia la necesidad de mejorar los servicios de seguridad y limpieza

    de la ciudad.7 En cuanto a las condiciones ambientales, losbarrios menos insalubres eran, al parecer, los pertenecientes alCuartel Cuarto, especialmente los ubicados alrededor de laportada de Santa Catalina. De acuerdo a los testimonios de lapoca, eran los barrios con las calles ms limpias y donde existael menor nmero de muladares. Asimismo, era un cuartel donde

    la mayora de viviendas tena acceso directo al agua potable.Los contemporneos lo consideraban adems el cuartel con elaire ms puro, pues "... por el lado sur es baado por la brisa

    _______________

    6. Hacia 1793, se calcula en Lima una poblacin de 62,910 habitantes.Unanue, Gua Poltica, Eclesistica y Militar. Hacia 1836, la poblacinhabra disminuido a unos aproximadamente 55,627 habitantes, paraalcanzar hacia 1857, los 94,195 habitantes. Lima pas a convertirse enla cuarta ciudad ms poblada de Amrica Latina. Vase Ramn, LaMuralla y los Callejones, 29 y 51. Hacia 1876, el Censo Nacional registraunos 120,000 habitantes en la provincia de Lima. Per, Resumen delCenso General de 1876.

    7. Escobedo,Divisin de Cuarteles y Barrios.

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    fresca del mar y por los vientos del sur-este que constantementelo depuran ...1os edificios son por lo general de un solo piso...yno hay pantanos". 8

    En el otro extremo, exista entonces la sensacin de que el

    espacio con mayores problemas ambientales era el CuartelQuinto, que corresponde al actual distrito del Rmac. Especial-mente nocivos se consideraban los basurales formados en lasorillas del ro, la escasez de agua potable, "...1os muladares ymaterias fecales de que est cercado el arrabal", "...1os pantanosy aguas estancadas formados en las inmediaciones del puente" y

    la "...aglomeracin de pobladores".

    9

    La "aglomeracin" o densidad demogrfica fue uno de losmayores problemas sociales. Esto se debi a que el crecimientode la poblacin no fue correspondido con un incremento en laoferta de viviendas o la extensin de la superficie urbana.10Durante la primera mitad del siglo XIX casi no se construyeronnuevas edificaciones, y tampoco se ampliaron las fronteras de

    la ciudad. Lima ms bien creci hacia adentro, impulsando latugurizacin (sobreutilizacin de la infraestructura urbana) yla densificacin demogrfica (exceso de personas en un espacio

    ______________

    8. Carta de Saturnino Velsquez Flores, mdico municipal, al Alcaldede Lima (15 de Junio de 1868). Serie Higiene y Vacuna, 1857-1884.Archivo Histrico de la Municipalidad de Lima (en adelante AHML).Una descripcin detallada del tipo de viviendas y gente que ocupabael Cuartel Cuarto se puede encontrar en Ramn, La Muralla y losCallejones, 126-127.

    9. Miguel Tafur, "Junta de Sanidad del Cuartel 5to", El Comercio, 29 deMayo de 1868; Junta de Sanidad del Cuartel 5to, Sesin del 27 de

    Mayo de 1868. Libro de Actas de la Municipalidad de Lima, 1866-1868. (AHML).10. Segn el socilogo Aldo Panfichi, Lima empez a extender su

    superficie urbana de manera acelerada recin hacia la dcada de1870, especialmente tras la destruccin de la muralla que rodeaba a laciudad. Entre el siglo XVI y 1857, la superficie urbana pas slo de215 a 1,107 has. Panfichi, "Urbanizacin temprana de Lima, 1535-1900", 15-42, en Panfichi y Portocarrero, eds., Mundos Interiores, 21.

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    determinado). Una consecuencia de ello fue la proliferacin deluso del callejn (construcciones destinadas a alojar a muchagente en espacios reducidos) y de las casas con cuartos devecindad (antiguas casonas coloniales subdivididas para el

    arrendamiento ).11En el caso de Lima, estaba adems el problema del "... haci-

    namiento de hombres y animales irracionales en un mismoaposento".12 Dentro de los domicilios era comn la existenciade corrales, gallineros y huertas, y, en el caso de las viviendasde mayores dimensiones, de establos y acequias interiores. El

    panorama parecera el de un espacio de vida semirural, pero enrealidad vena con los bichos de las ciudades: ratas, pericotes,"enjambres de pequeos insectos", pulgas, piojos, chinches,piques "...que se cran en muladares", moscas, mosquitos,"...zancudos muy incmodos, en especial por las noches, porqueno dejan dormir", gallinas, gallos, pavos, perros, gatos, cerdos,caballos, entre otros, convivan con los pobladores.13 Es decir,

    las condiciones de vivienda facilitaban la infeccin de enferme-dades de animales a los seres humanos.

    En las calles de la ciudad era usual cruzarse con el ganadovacuno saliendo de las lecheras para dirigirse hacia los establoso las lomas, con pobladores baando a sus caballos con el aguade las acequias, y recuas de mulas transportando toda clase de

    mercaderas que llegaban a la capital desde el interior del pas.Particular importancia tuvo la mula. Un animal bastante apre-ciado por su fuerza y su resistencia. La mula, el medio de trans-porte ms utilizado por los comerciantes peruanos. El arribo

    ______________

    11. Ramn,La Muralla y los Callejones, 131-132.12. Smith,Peru as it is, 21; Velsquez,Memoria de la fiebre amarilla, 15-17.13. Unanue, Observaciones sobre el Clima, 63. Segn el alemn Tshcudi,

    era bastante comn la convivencia con caballos dentro de las casas.Los caballos dorman principalmente en establos, pero cuando nolos haba, lo hacan en el patio o en la sala de la casa. Tschudi, Travelsin Peru, 61.

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    cotidiano y masivo de mulas fue una de las realidades queexperiment Lima al ser el centro poltico y econmico del pas.14

    La mula, sin embargo, no fue el animal que ms intersdespert entre quienes escribieron sobre Lima. Resulta curioso

    apreciar cunto espacio se asigna, especialmente en los ensayosmdicos y en los relatos de los viajeros, a la figura de losgallinazos. Descrito como una suerte de "cuervo o halcn degran tamao"15, adquiri un simbolismo especial en el imagina-rio social limeo por sus peculiares costumbres alimenticias(daban cuenta de los restos de los animales muertos que encon-

    traban abandonados en las calles y las acequias).Los gallinazos se hallaban usualmente asentados en losrincones ms encumbrados de la ciudad (los techos de las casas,las torres de las iglesias y las copas de los rboles) o volando encrculos alrededor de mercados y mataderos. La existencia deuna numerosa poblacin de gallinazos deambulando por losaires y los suelos de Lima es un indicador bastante elocuente

    de las condiciones ambientales e higinicas, pues supone unaexistencia igualmente abundante de inmundicias y restos deanimales abandonados en las calles.16 Por otro lado, la utilidadque se asignaba a los gallinazos poda ser una manera de justi-ficar la insuficiente salubridad pblica. Muchos limeos, y nosolo las autoridades, pensaban que los gallinazos eran un mal

    necesario, ya que permita la eliminacin de basuras y cadveresde animales abandonados en las calles.

    _______________

    14. Casalino, La Muerte en Lima, 200; Portal, Del Pasado Limeo, 6; Smith,Peru as it is, 21; "Vacas Sueltas", El Comercio, 15 de enero de 1859. Unredactor del Comercio se pregunta, "...ser natural y justo sacar loscaballos a la mitad de la calle y estarse una hora y dos bandolos con elagua de las acequias?". "Abusos",El Comercio, 11 de enero de 1861.

    15. Middendorf,Per, 226.16. Los gallinazos eran tenidos como aves de mal agero por su cercana

    a la muerte. Fuentes,Estadstica General, 1866, 532; Burford,Descriptionof a view of the city of Lima, 5.

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    Es en este sentido necesario sealar que Lima no era unaciudad plenamente urbana, en la manera como se podraentender en la actualidad. Exista una conjuncin entre lo ruraly lo urbano. Prueba de ello es que durante el siglo XIX, Lima

    viva de sus valles. No dependa, como lo hace hoy, de losproductos de los valles andinos del centro del pas como el valledel Mantaro, o los de la costa norte y sur como Huaral o deCaete. En las inmediaciones de la ciudad se ubicaban laslomas de San Juan y Monterrico, las pampas de Amancaes, losbalnearios de Chorrillos y Miraflores, las haciendas de la Mag-

    dalena Vieja y de Surco, y los valles de Ate, Carabaillo y Luri-gancho. Es decir, la ciudad estaba franqueada por un cinturnagrcola, un cinturn "verde".17 Ello le permita conseguir re-cursos alimenticios pero tambin la expona a amenazas ambien-tales.

    Incluso dentro de la capital una gran extensin de la super-ficie urbana estaba ocupada por chacras y huertas. La huerta

    era un espacio particularmente interesante, una especie deintermedio entre lo rural y lo urbano. Era usualmente al costadode las casas-hacienda, o en las grandes casonas, donde se man-tenan huertas (con una extensin promedio de una o dos hec-treas). En ellas se poda encontrar una gran variedad de culti-vos, como uvas, olivos, alfalfa, palta, tomates, higos, sandas,

    limones, tunas, legumbres, entre otros, as como animalesmenores.18

    _______________

    17. Benvenutto, Quince Plazuelas, 26.18. Manuel Atanasio Fuentes describe cmo estaba ocupado el espaciourbano de Lima hacia mediados del siglo XIX: "La extensin de

    Lima es de 13.343, 680 varas castellanas cuadradas; de estas, 2.348,000estn ocupadas por huertas y muladares en la parte alta; 2.412,320por huertas en la parte baja; 126,150 por plazas y plazuelas; 674,552por iglesias y conventos; quedando 7.692,658 para habitaciones". Esdecir, segn Fuentes aproximadamente el 36% de la superficie de laciudad estaba ocupada por huertas. Manuel A. Fuentes,Lima: apuntes

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    El irregular movimiento demogrfico, la heterogeneidadsocial, la densificacin de la poblacin y la convivencia de lorural y lo urbano fueron caractersticas propias de la Lima delsiglo XIX. Otra caracterstica fue la recurrencia de las

    incursiones y los conflictos militares: las guerras por laIndependencia (1820-1824), los conflictos civiles y las guerrasentre caudillos (1830-1870) y la Guerra con Chile (1879-1881).Es importante sealar que a pesar de la inestabilidad poltica,y de los problemas ambientales y sanitarios que origin y que seresean ms abajo, hubo una preocupacin por el impacto de

    los problemas medioambientales, se hicieron algunos progresosimportantes en la salubridad de la ciudad, y se retornaronproyectos de higiene de origen colonial.

    Las incursiones militares, adems de ocasionar la destruccininmediata de la fauna y la flora, multiplicaron problemasambientales como la contaminacin del agua y el mayor flujode desechos (basuras comunes y todo tipo de pertrechos

    militares). Obligaron a las autoridades municipales a recurrir ala construccin de fuertes, fosos, al acuartelamiento de lapoblacin y a la desviacin de recursos hacia la defensa, lo cualse tradujo en una menor inversin en la mejora de los serviciosurbanos.19 Asimismo, la concentracin de soldados y enfermos

    _______________

    histricos, 3. Un recuento minucioso de la composicin de una huertapuede encontrarse en Dunbar Temple, "El Inventario de la Quintade Presa", 317-373.

    19. Gnter y Lohmann, Lima, 189. Sobre grupos armados, bandasinformales y las montoneras vase Aguirre y Walker, eds., Bandoleros,

    Abigeos y Montoneros. Segn el viajero y mdico suizo Tshcudi uno delos casos ms dramticos de contaminacin ambiental debido aincursiones militares se produjo durante la rebelin de Tpac AmaruII. Cuando Lima se hallaba cercada por las fuerzas insurgentes, elcuraca de Huarochiri, aliado a Jos Gabriel Condorcanqui, decidique la forma ms efectiva de despojar a los espaoles del dominio dela ciudad era envenenando a sus pobladores. El curaca, decidido acumplir con su propsito, mand rociar los depsitos de la Atarjea,

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    en cuarteles precarios, con pocos servicios higinicos y malventilados facilitaba la propagacin de ciertos males como lasinfecciones respiratorias y las enfermedades diarreicas. Ello fueconsiderado en su momento como uno de los peores daos que

    la militarizacin del pas ejerca sobre la salud pblica. Comoveremos mas adelante en los debates acerca de las condicionessanitarias de la ciudad metforas y analogas relativos a lasituacin poltica del pas estuvieron tambin presentes.

    De entre las crisis militares probablemente no hubo una quecausara mayor dao ambiental que la ocupacin de Lima

    (1881-1883) por las tropas chilenas. La ocupacin adems nose limit al cerco urbano, sino que se extendi al espacio rural.Muchas de las haciendas y chacras de las inmediaciones de lacapital fueron explotadas, ocupadas o destruidas. En palabrasde la doctora Margarita Guerra: "... es evidente que la bsquedade pastos [era una necesidad], una consecuencia lgica de losproblemas derivados de la presencia de un ejrcito tan numeroso

    para cuyo alojamiento la capital no estaba preparada".20

    LA CONTAMINACIN DE LAS AGUAS

    El principal proveedor de agua de Lima, tanto para el consumo

    humano como para los riegos, ha sido siempre el ro Rmac. Unro de curso corto (aproximadamente 140 kilmetros) que naceen la cordillera de los Andes, en las lagunas formadas por eldeshielo del nevado de Ticlio (ubicadas a unos 4,900 m.s.n.m.). 21Durante las dcadas posteriores a la fundacin de Lima lospobladores tomaban el agua directamente del ro; sin embargo,

    _______________

    desde donde se distribua el agua potable a la ciudad, con diversosqumicos, con lo cual imposibilit a los habitantes de la capital aconsumir dicha agua por varios das. Tschudi, Travels in Peru, 173.

    20. Guerra,La Ocupacin de Lima, 118-119.21. Peaherrera, Geografa Fsica del Per, 80.

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    los mdicos empezaron a advertir casi inmediatamente quemuchas de las enfermedades estomacales que afectaban a losvecinos eran provocadas por consumir el agua contaminada delro. Ante estas advertencias, el Cabildo decidi organizar la

    bsqueda de nuevas fuentes en los alrededores de la ciudad,considerndose como las ms puras y las ms fciles de trasladar,las aguas provenientes de los manantiales del valle de Ate.22

    Los manantiales de Ate, ubicados a unos siete kilmetrosdel centro de la capital, se nutran del ro Surco, un brazo delRmac. Una vez descubiertos, los manantiales fueron encerrados

    en una Caja de Agua, con el fin de protegerlos y mantener lapureza de sus aguas. La Caja Real o Caja de Agua estabacompuesta por dos cubos de mampostera, construcciones queencerraban entre paredes estos "surtidores", formando unaespecie de estanque.23

    Desde esta Caja de Agua se edific, hacia 1570, un acue-ducto de cal y ladrillo conocido como la Atarjea. Este acueducto

    atravesaba las chacras y huertas de Ate, pasaba por delante delCementerio General y se introduca a la ciudad por debajo delas murallas que la rodeaban (hacia la zona de la Portada deMaravillas), hasta culminar su recorrido en las Cajas de Agua es-tablecidas en los conventos de Santa Clara y Santo Toms. Laconstruccin de la Atarjea, durante el gobierno del virrey Fran-

    cisco de Toledo (1569-1581), fue motivo de celebracin entre lapoblacin. Su inauguracin fue festejada con saludos de arcabu-cera, msica de trompetas y una corrida de toros en la mismaPlaza.24_______________

    22. Hasta fines del siglo XIX, el valle de Late o Ate era un "...pequeobosque formado de rboles, maleza y caaverales", poblado por unapequea comunidad indgena. Raimondi, Aguas Potables del Per, 4.Al parecer, de particular importancia fue el informe elaborado por eldoctor Matas Porras sobre las aguas de Lima (1621). Vase Unanue,(1806), Observaciones sobre el clima, 20-22; Tacunn, "El Juzgado deAguas de Lima", 119-129.

    23. Fuentes,Estadstica General, 1866, 468.24. Sedapal,Historia del Abastecimiento de Agua, 10.

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    El agua que llegaba a las Cajas de Santa Clara y SantoToms era posteriormente distribuida por caeras de barrosubterrneas hasta las pilas y fuentes pblicas de la ciudad. Losconventos, los hospitales y los pocos habitantes que posean

    pilones propios al interior de sus domicilios reciban el aguadirectamente de alguna de las Cajas. En algunas casas yconventos, y especialmente en las casas-hacienda, era usualrecurrir a las aguas subterrneas, mediante pozos de tajo abierto.El resto de los habitantes obtenan el lquido elemento pormedio de los aguadores.

    Los aguadores eran comerciantes ambulantes que tomabanel agua de las fuentes pblicas, la cargaban en contenedoresmas conocidos como pipas, y la transportaban a pie o en susmulas la ofertaban por los diversos barrios de Lima.25 Curiosa-mente, los aguadores, por el derecho a comerciar el agua queobtenan de las pilas pblicas, se comprometan a cumplir conlabores sanitarias y de ornato, como regar la plazuela de donde

    obtenan el agua una vez por semana, y matar a los perros sindueo que vagaban por las calles, con el objeto de controlar latransmisin de la rabia.26 Es decir, las personas que ejercanprivadamente este oficio, combinaban dos funciones de saludpblica.

    Aunque en teora el sistema de dotacin de agua fue apa-

    rentemente bastante efectivo, en la prctica tuvo que lidiar conuna multitud de problemas: la escasez, la recurrente ruptura delas caeras, los aniegos y la contaminacin. La escasez seproduca por diversos factores. Como todos los ros de la Costaperuana, el Rmac es un ro irregular cuyo caudal disminuyecon la notoriedad de las pocas de sequa (de mayo a noviem-

    _______________

    25. Sobre el rol de los aguadores vase "Lima en sitio", El Comercio, 3 deenero de 1858; "Abusos de los Aguadores", El Comercio, 6 dediciembre de 1858 "Aviso", El Comercio, 11 de marzo de 1848;Middendorf,Peru, 411.

    26. Cisneros,Pancho Fierro, 87.

    27

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    bre).27 Los propios habitantes de la ciudad, al invadir las riberasdel ro, lo hacan ms estrecho, con lo cual disminuan su caudal.Asimismo, los bosques del valle de Ate, que protegan a lasvertientes de los manantiales de los rayos del sol, fueron siendo

    talados por leadores e industrias. Al hacerlo, los rayos del solempezaron a caer directamente sobre los manantiales,evaporando el agua y desecando los terrenos.28

    Ante la escasez del lquido elemento, los propietarios dechacras y huertos de las inmediaciones de Ate solan desviar lasaguas desde los manantiales hacia sus tierras, impidiendo que

    stas llegaran con el suficiente caudal hacia las fuentes de laciudad. Otro problema era que el acueducto de la Atarjea nose mantena en buen estado y se abran grietas que no erancerradas por meses. Esto permita que en su trayecto lasinmundicias y el desmonte de las chacras aledaas, as como"... animales muertos y las aguas de las acequias inmediatas" seintrodujeran al acueducto, obstruyndolo y "enturbiando" el

    paso de las aguas.29La distribucin del agua dentro de la ciudad tampoco estuvo

    exenta de dificultades. Las caeras, hechas de un material pocoresistente como el barro, constantemente se quebraban y eran

    _______________

    27. Pablo Patrn describa al Rmac como "...un torrentoso ro en elverano y un humilde riachuelo en el invierno". Patrn,Lima Antigua.

    28. Una descripcin ms detallada se encuentra en Fuentes, EstadsticaGeneral, 1866, 470 y en Mariano Arosemena Quesada, "De las aguas",Gaceta Mdica de Lima 1:6 (1856):9-10. Vase tambin, Emilio Harth-Terre, "Crnica del Agua en Lima", La Crnica, 28 de julio de 1952.Durante el siglo XIX existi el gremio de leadores, encargado de

    abastecer de lea a la capital, un recurso sumamente necesario,especialmente para la cocina.29. Sobre las actitudes de los dueos de fundos con respecto al agua,

    vanse los papeles catalogados bajo la Sub serie Juzgado de Aguas,Serie Campesinado, Archivo General de la Nacin (AGN), y lospapeles de la Serie Alumbrado y Agua Potable (AHML). MarianoArosemena Quesada, "De las aguas", Gaceta Mdica de Lima 1:6(1856):9-10.

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    mucho ms vulnerables a la contaminacin, originando que seperdiera el agua. Al parecer, al no encontrase muy por debajode la superficie, las caeras no soportaban el peso del "...fre-cuente trnsito de bestias de carga, calezas, coches, carretas y

    carretones".30 Este problema fue resuelto hacia mediados delsiglo XIX, cuando durante el gobierno de Ramn Castilla sereemplazaron las frgiles caeras de barro por tuberas defierro fundido.31

    Por otro lado, de acuerdo a diversos testimonios de la poca,los aguadores manejaron la distribucin del agua de acuerdo a

    su propia conveniencia. Por ejemplo, en perodos de escasezllenaban sus pipas utilizando el agua de las acequias y elevabanel precio notoriamente. Asimismo, se negaban a vender el aguaa quienes vivan en los pisos altos "sino se les paga el doble delprecio estipulado", y muchas veces ni siquiera as. 32

    Durante estos perodos de escasez, las autoridades se veanobligadas a suplir el agua pura de los manantiales desviando

    hacia el acueducto de la Atarjea el agua inmunda de lasacequias.33 Las acequias, construidas con el objeto de canalizar

    _______________

    30. Cerdn, Tratado General sobre las Aguas, 14.31. Hacia 1834, se dio un primer paso cuando se construy una caera

    de fierro entre la Caja de Santo Toms y la pila de la Plaza Mayor.Casalino, La Muerte en Lima, 207; Gnter y Lohmann, Lima, 202.Detalles del contrato entre la Municipalidad y la Empresa de Aguapueden encontrarse en Contrata de Agua (1855), Serie Alumbrado yAgua Potable, 1854-1886. (AHML).

    32. "Abusos", El Comercio, 7 de enero de 1859. Sin embargo, es necesariosealar que la figura de los aguadores no desapareci inmediatamentedespus de estas reformas y continu vigente hasta fines del siglo.Benvenutto, Quince Plazuelas, 13.

    33. En una ocasin, hacia enero de 1858, el agua de una de estas acequiasestaba tan contaminada, que al mezclarla con el agua pura provenientede la Atarjea la contamin toda. Testimonios de entonces dan cuentade cmo durante todo el mes, el agua de las pilas y fuentes pblicaslleg "turbia y barrosa". "Municipalidad", El Comercio, 8 de enero de1858; Serie Alumbrado y Agua Potable, 1854-1886. (AHML). Para

    solucionar el problema de la escasez de agua se concibi la idea de

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    el agua, estaban repartidas por toda la ciudad, atravesandotanto las calles principales como el interior de los conventos yde algunos domicilios. Los pobladores, probablementepensando que el flujo del agua desaparecera todo deshecho

    arrojado en ellas, convirtieron a las acequias en el principalreceptculo de las basuras. Como lo apuntara el doctorFrancisco Rosas, uno de los miembros fundadores de laSociedad de Medicina de Lima, "... nada ms desagradable a lavista, ms repugnante al olfato y ms perjudicial a la salud quelas acequias de Lima".34

    El agua de las acequias, "un agua espesa y cruda", no seconsuma directamente. Era hervida y colada a travs de "tinaje-ras", "piedras porosas", "algunas sales" y "licores ligeros", conla esperanza de "... despojarla de las partes groseras que tiene".A pesar de estos cuidados, era inevitable que muchas de lasbacterias y microorganismos permanecieran vivos y activos. Elviajero y mdico britnico Archibald Smith cuenta que a pesar

    de hervir el agua, todava le era posible apreciar "...a host ofanimalcules show themselves to the naked eyes". La costumbrede utilizar las mismas fuentes de agua para beber y para des-ha-cerse de los desechos tuvo nocivos efectos sobre la salud de lospobladores. Prueba de ello es que entre las principales causasde muerte en Lima, durante el siglo XIX, estuvieron la disen-

    tera, la tifoidea, as como otras enfermedades diarreicas agudas.35

    _______________

    construir represas que almacenaran el agua durante los meses en loscuales el caudal era abundante. "Aguas", El Comercio, 16 de diciembrede 1858.

    34. Francisco Rosas, "Sobre el Estado Higinico de Lima", Gaceta Mdicade Lima 2:26 (1857):19-20.

    35. Bueno,Disertacin Fsico-experimental, 15; Casalino, La Muerte en Lima,441. Smith, Peru as it is, 40. Sobre las ideas en torno a la disentera enla poca vase Hiplito Unanue, "Indagaciones sobre la disentera yel vicho", Mercurio Peruano 218 (23 de Junio de 1793): 128-131; Valds,Memoria sobre la disentera; Leonardo Villar, "Memoria sobre la disen-tera", Gaceta Mdica de Lima 5:100 (1860): 73-74; Domingo Vera, ''A-

    puntes sobre la disentera", Gaceta Mdica de Lima 5:106 (1861): 145-149.

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    La pureza del agua fue materia de inters y discusin entrelos mdicos y qumicos de fines del siglo XVIII y del sigloXIX, quienes mediante diversos estudios intentaron determinarsi era o no potable el agua del Rmac. Entre estos estudios

    podemos citar los realizados por Cosme Bueno, DisertacinFsico-Experimental(1759); Ambrosio Cerdn, Tratado Generalsobre las Aguas (1792); Hiplito Unanue, Observaciones sobre elClima de Lima (1806), Archibald Smith, Peru as it is (1839) yAntonio Raimondi,Aguas Potables del Per (1856).

    Lo que hacan estos cientficos era tomar muestras de agua

    tanto de los manantiales de Ate como de las fuentes pblicas(normalmente de la pila de la Plaza Mayor). Puesto que todavano se haban descubierto las bacterias o los microorganismosque transmitan las enfermedades, lo que hacan estos estudiosera descifrar la composicin qumica del agua (cantidad de sales,materias vegetales, y en general todo qumico que aparecieraen la muestra).36

    De una manera parecida, lo que determinaron estasinvestigaciones fue que el agua de los manantiales del valle deAte era, en su estado natural, bastante pura y apta para elconsumo humano. La pureza se iba perdiendo "...a medida queel agua se va retirando de su origen para ser distribuida en laspilas" que estaban ubicadas en diferentes barrios de la ciudad.

    En las muestras de la fuente de la Plaza Mayor ya se encontrabanagentes contaminantes, "...una impureza que era la causaprincipal de lo mucho que en Lima se padece del estmago".37

    En realidad las nicas divergencias surgieron entre JosManuel Dvalos e Hiplito Unanue. Mientras Dvalos sostenaque el agua no era totalmente pura siquiera en sus fuentes,

    _______________

    36. Cuadros detallados de los resultados obtenidos al analizar lacomposicin de las aguas de los manantiales y las fuentes pblicaspueden encontrarse en Smith, Peru as it is, 41 y Raimondi, AguasPotables del Per, 15. Informe Gautherot, 1863. Serie Alumbrado yAgua Potable, 1854-1886. (AHML).

    37.

    Raimondi,Aguas Potables del Per, 7-8.

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    pues en sus experimentos haba hallado elementos como sulfatode cal, xido de fierro o magnesio, Unanue sostena que ello sedeba a un problema de conservacin y no al origen natural delas aguas.38

    Como hemos podido apreciar, el Rmac reciba multitudde desechos domsticos y soportaba el acumulamiento debasura en sus orillas. Asimismo, muchas de las acequias de laciudad (funcionando como desages) desembocaban en el, ypor ende, en las aguas de la franja costera adyacente a Lima.El Rmac permiti la irrigacin de las haciendas y chacras

    inmediatas a su paso, y hacia el siglo XIX, empez a actuartambin como una fuente de energa para el desarrolloindustrial, lo cual alent la construccin de canales y represasque deban permitir a sus beneficiarios disponer del agua en ellugar y tiempo deseados. Es claro que la unin de estos factorestuvo un impacto ambiental, especialmente en el nivel decontaminacin micro-bacteriana y en la degradacin de la

    biodiversidad hidrogrfica.39

    _______________

    38. Las polmicas cientficas entre Dvalos y Unanue merecen un estudiodetallado pues la "victoria cientfica" de Unanue y su posterior

    posicin hegemnica entre la comunidad mdica fuerondeterminantes en la historia de la ciencia y la medicina peruana.

    39. Durante el siglo XIX no se poda saber si exista contaminacin micro-bacteriana pues hasta la dcada de 1880 no se haban descubierto lasbacterias que transmitan las principales enfermedades. En 1882, elmdico alemn Roberto Koch (1843-1910) descubri el germen de latuberculosis, en 1884 el del clera, la difteria y el tifus, y en 1894 el dela peste bubnica. Haba acequias que descargaban sus aguas en losros de la Magdalena, Maranga y la Legua. Carrasco, Calendario yGua de Forasteros, 70.

    32

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    LA CONTAMINACIN DEL AIRE URBANO

    Industrias y ferrocarriles

    En Lima, los primeros esfuerzos concretos de iniciar undesarrollo industrial se dieron hacia la dcada de 1840, unapoca de relativa estabilidad poltica y bonanza econmica(exportaciones guaneras). Dentro de la capital se establecerantres fbricas de envergadura: la fbrica de hilados de seda deSarratea, la fbrica de tejidos de algodn Los Tres Amigos y la

    fbrica de papel deEl Comercio.

    40

    La sedera de Jos de Sarratea, un hacendado y hroe de laIndependencia, se instal en el antiguo Convento de San Pedro.La fbrica funcion con maquinaria a vapor, destinada a hilary torcer la seda, procedente de Inglaterra. Asimismo, seadecuaron al interior del local criaderos de gusanos y se introdu-jeron en todo el pas aproximadamente 73,400 rboles de morera

    (cuyas hojas sirven de alimento al gusano de seda).41Los Tres Amigos, la fbrica de tejidos de algodn fundada

    por Juan Norberto Casanova, se acondicion en la legendaria"Casa Molino antiguo de la Perricholi" (a la entrada de laAlameda de los Descalzos). Casanova import maquinarianorteamericana destinada a hilar el algodn que deba ser

    extrado de las haciendas iqueas del civilista Domingo Elas.

    _______________

    40. Estas no fueron por supuesto las nicas fbricas en el pas. En elCallao, por ejemplo, estaba la fbrica de cristalera de los hermanosBossio, y en las afueras de Lima, la fbrica de plvora dirigida porPedro Cabello, la cual utilizaba las aguas del ro Surco para laelaboracin de la plvora. "Fbrica de cristales en el Callao", ElComercio, 26 de setiembre de 1848; Regal, Castilla Constructor, 160-184. Asimismo, se introdujeron mquinas a vapor para aserrar maderay para incrementar la produccin agrcola en algunas pocas hacien-das. "Molino de vapor",El Comercio, 8 de enero de 1859.

    41. La fbrica pas posteriormente a manos de Jos Francisco deNavarrete hasta su quiebra en 1860. Regal, Castilla Constructor, 160.

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    La maquinaria se impulsaba con fuerza hidrulica, a travs de"...dos grandes ruedas de hierro" impelidas violentamente por elagua que caa de una represa especialmente construida parahacer funcionar la fbrica. Esta represa era surtida por el "... ca-

    nal o acequia de Piedralisa".42Un aspecto interesante del pensamiento de Casanova,

    desarrollado en suEnsayo Econmico Poltico sobre el Porvenirde la Industria Algodonera Fabril del Per, es su visin del Rmaccomo una fuente de energa todava no explotada, como unmotor capaz de impulsar el desarrollo industrial del pas. De

    acuerdo a Casanova, slo el caudal proveniente del canal dePiedra Liza "...no baja de trescientos pies cbicos en la pocade seca o de mayor escasez, as que el mnimo de esta cantidadde agua puede producir el poder de cincuenta a cien caballos",energa suficiente para "dar movilidad a otra tanta maquinariams de la que actualmente hay montada".43 Hacia la dcada de1870, la fbrica fue trasladada al valle de Ate por su nuevo

    propietario, Carlos Lpez Aldana, inicindose as la conversindel valle en un poblado industrial. 44

    Finalmente se encuentra el caso de la fbrica de papel deAlejandro Villota y Manuel Amuntegui, directores de ElComercio, establecida con la idea de elaborar ellos mismos elpapel en que ira impreso el diario. Aunque en un inicio la

    fbrica funcion sobre la base de fuerza hidrulica, posterior-mente se recurri a la maquinaria a vapor.45 Curiosamente, lamateria prima utilizada para elaborar el papel fueron trapos

    _______________

    42. Al parecer la fbrica empez a acaparar el agua de la acequia dePiedra Liza, lo que motiv el reclamo de los hacendados quenecesitaban tambin de esas fuentes de agua para sus riegos. "Aguas",

    El Comercio, 4 de octubre de 1848. Una descripcin minuciosa de lafbrica puede encontrarse en Casanova, Ensayo Econmico-Poltico;Regal, Castilla Constructor, 160.

    43. Casanova,Ensayo Econmico-Poltico, 107.44. Gootenberg,Imaginar el Desarrollo, 43.45. Fuentes,Lima: apuntes histricos, 67-68.

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    viejos recolectados de las calles de la ciudad. Es decir, la fbricapromovi el "reciclaje" y contribuy con la limpieza de la ciudad.A partir de entonces, en El Comercio aparecera constantementeun aviso donde se lee: "Trapos blancos se compran a 5 reales

    arroba. Llegando a tener una carretada o ms, podr avisarseen esta imprenta o en la fbrica, y la conduccin no le costarnada al dueo de los trapos". 46

    En Lima, el impacto de los agentes contaminantes prove-nientes de las grandes industrias (especialmente las emanacionesde dixido de carbono y el arrojo de residuos industriales en las

    aguas del Rmac) sobre la salud de los pobladores no fuesignificativo. Eran pocas las grandes fbricas y muchas estabaninstaladas en lugares apartados, en zonas relativamente pocopobladas. Probablemente mayor dao ambiental ocasionaronla multitud de pequeos talleres (como las herreras) quetambin recurrieron a la combustin del carbn y que estabaninstalados por todo el interior del tramado urbano.

    El segundo smbolo universal del progreso, durante el sigloXIX, fueron los ferrocarriles. Los pensadores econmicosperuanos, basados en la experiencia inglesa y norteamericana,vieron en la locomocin a vapor la solucin a los problemas decomunicacin que ofreca una geografa tan compleja como laandina.47 Entre 1850 y 1880 se construiran diecisiete ferrocarriles

    por todo el territorio nacional, entre ellos: el Lima-Callao (1851),que fue adems el primer ferrocarril en Sudamrica, el Lima-

    _______________

    46. El papel elaborado en la fbrica fue conocido como papel Villota.Fuentes seala entusiasta: "...hoy tenemos en Lima una fbrica de

    papel que elabora por minuto diez varas de papel, consumiendo enellas 2,800 libras de trapo colectado en Limalos trapos, materia queantes de esta industria no tena valor alguno, ha servido para

    proporcionar a la gente menesterosa un nuevo gnero de ocupacincual es el acopio de trapos". Fuentes,Estadstica General, 1866, 539."Fbrica de hacer papel",El Comercio, 9 de febrero de 1858.

    47. Gootenberg,Imaginar el Desarrollo, 111-135; y, Mc Evoy, Un proyectonacional en el siglo XIX.

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    Chorrillos (1858) y el Lima-Las Magdalenas (1875), todos loscuales cruzaban el interior de la capital.48

    As como las industrias, las locomotoras a vapor tienen unimpacto ambiental notorio. Primero, por la estela de humo que

    van expulsando en su trayecto; y, segundo, por los cambiosmedioambientales que impulsan en los pueblos que encuentranen su recorrido. Por ejemplo, al poco tiempo de establecerse elferrocarril Lima-Callao, los propietarios de las haciendas yhuertos de San Juan de Dios y San Jacinto empezaron a notaruna fuerte disminucin en la cantidad y calidad de sus cultivos.

    Frente a ello, los pobladores de la zona intentaron, aunqueinfructuosamente, forzar al gobierno a desviar el paso delferrocarril.49

    Probablemente, el caso ms visible de transformacin medioambiental fue el de Barranco, ubicado frente al Ocano Pacfico.Hasta el establecimiento del ferrocarril Lima-Chorrillos,Barranco estaba compuesto principalmente por haciendas,

    chacras y fundas. Adems vivan en ese lugar quienes sededicaban a trabajar la tierra, no exista en el distrito ms queuna poblacin flotante en los meses de verano. El crecimientourbano y demogrfico de Barranco gir alrededor de la estacinque se instal como parte de la ruta del ferrocarril de Lima aChorrillos.50

    _______________

    48. "Ferrocarril Lima-Callao",El Comercio, 7 de diciembre de 1848. Sobredescripciones detalladas de las rutas y el tipo de locomotoras utilizadasvase Costa y Laurent,Resea Histrica de los Ferrocarriles; Regal,

    Historia de los Ferrocarriles.49. Al parecer las aguas de la acequia de Chacra-Colorada tambin se

    vieron afectadas por el paso de las locomotoras hacia el Callao."Ferrocarril-Despojo", El Comercio, 28 de abril de 1851; "Ferrocarril",

    El Comercio, 16 de abril de 1851. Los ferrocarriles ocasionaron tambinnumerosos accidentes, como colisiones con animales domsticos yde pastoreo.

    50. En el caso de Chorrillos el proceso fue similar. El establecimiento delferrocarril despert un creciente inters por los terrenos y la construc-

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    El problema de la basura

    Un mal endmico de las ciudades americanas durante el sigloXIX fue el de la basura.51 En Lima, cuenta de ello nos lo dan

    los relatos de viajeros, las crnicas mdicas y las numerosas quejasde los ciudadanos, quienes, a travs de los diarios, reclamabanal Municipio una mejora en los sistemas de limpieza.

    Las inmundicias eran producidas y arrojadas a las calles,acequias y al ro, desde los mercados, "...las partes ms suciasde la ciudad", instalados en las principales plazas, como en la

    Plaza Mayor, en la Plaza de la Inquisicin o en el atrio de SanFrancisco; desde los mataderos, curtiembres, fondas y pulperas;por los numerosos vendedores ambulantes que recorran a diariotoda la ciudad; e incluso eran echadas por los mismos vecinos"...desde puertas, ventanas y tragaluces", formando "...unacascada de inmundicias de toda clase".52 En las orillas delRmac, en las inmediaciones " ... de las portadas de Martinete y

    en el Tajamar" y, en general, alrededor de todas las murallasque rodeaban a la ciudad, fue donde se formaron los mayoresbasurales.53

    Latas, palos, pinturas, leja, colchones, zapatos, trapos,tintes, huesos, pieles, "...perros, gatos y aun caballos muertos",

    _______________

    cin en los alrededores de la hacienda Villa. "Chorrillos", El Comercio,8 de febrero de 1858; "Ferrocarril de Lima al Chorrillo", El Comercio,9 de noviembre de 1858.

    51. Lugo y Malvido, "Las epidemias en la ciudad de Mxico", 303-364;Lilia Oliver, "El Clera y los Barrios de Guadalajara en 1833 y 1850",

    87-100, en Cueto, ed., Salud, Cultura y Sociedad; Miller, Fat of the Land,45-57.

    52. "Muladar", El Comercio, 3 de febrero de 1859. Proctor, El Per entre1823 y ]824, 197-198; Ribeyro, Saneamiento de Lima, 5-12.

    53. Asimismo, era usual la formacin de "barreras de basuras" en lasplazuelas de San Jacinto y del Teatro [Segura], as corno en la mismaPlaza Mayor. "Honorable Municipalidad", El Comercio, 8 de noviem-bre de 1858; "Basureros de Palacio",El Comercio, 12 de enero de 1859.

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    entre otros, eran restos que recurrentemente se encontrabanabandonados. En un amplio sector de la poblacin no exista lacostumbre de sacar la basura fuera de su casa a una horadeterminada y colocarla en los espacios establecidos por la Baja

    Polica. Ello generaba que al interior de las viviendas,especialmente en los corrales y en los techos, se acumularandesechos de todo tipo. En Lima, por ser una ciudad en donde nollueve, los techos eran planos y aptos para convertirlos endepsitos. Segn el viajero Gabriel Lafond, la construccin delas casas de Lima se haca de manera tal que "...el muro exterior

    sobrepasa siempre algunos centmetros el techo con el fin deocultar las inmundicias que sobre l se depositan".54Asimismo, exista en la capital la mala costumbre de

    quemar las basuras. Esto se haca con la idea de que en el pro-ceso desapareceran los grmenes infecciosos. Una costumbreparecida era quemar plvora en pocas de epidemias. Como lodescribiera un vecino de la ciudad, "1os muladares de Lima

    humean como el Vesubio: a toda hora".55 El problema del acu-mulamiento de la basura radica en el alto nmero de contami-nantes atmosfricos que expulsa, situacin que se agrava cuandosta es quemada. Estos contaminantes favorecen la propagacinde enfermedades, especialmente las infecciones respiratorias ylas alergias, males endmicos en la capita1.56

    Una de las principales causas de mortalidad en la Lima delsiglo XIX la constituyeron las infecciones respiratorias agudas,

    _______________

    54. Lafond, Remembranzas de Guayaquil, Lima y Anca, 117. "Abuso", ElComercio, 6 de marzo de 1868; Segura, Artculos de Costumbres, 138;

    Mariano Arosemena Quesada, "De las habitaciones", Gaceta Mdicade Lima 1:10 (1856):8-9; "Nuevo basurero", El Comercio, 4 de enerode 1859.

    55. Era usual que se quemara tambin al ganado o a los equinos muertosde alguna enfermedad contagiosa. "El Clera", El Comercio, 18 denoviembre de 1852; "Asuntos interiores", El Comercio, 1 de marzo de1851.

    56. Iturregui,Problemas ambientales de Lima.

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    dentro de las cuales estaban la bronquitis, la tuberculosispulmonar y el asma. La exposicin continua de la poblacin aun aire contaminado en un ambiente especialmente hmedo,junto a la mala nutricin, al hacinamiento y la miseria en que se

    desenvolva un sector importante de la poblacin, gener quelos males respiratorios se extendieran y agravaran, especialmenteentre los nios y las personas enfermas.57

    El estudio de las condiciones ambientales urbanas de Limanos permite establecer que existieron diversos focos o agentesde contaminacin: los basurales (especialmente los que de

    manera informal se iban formando al interior de la ciudad y al-rededor de las murallas que rodeaban a la capital); el humoproveniente de la combustin del carbn (al que recurrieron lasherreras); las aguas turbias provenientes de las acequias, lascuales o eran utilizadas para el regado (con lo cual se contami-naban los suelos y las aguas subterrneas) o terminaban desa-gundose en el Rmac (contaminando al ro y su biodiversidad).

    Como veremos en el siguiente captulo, las inadecuadascondiciones ambientales de la capital y sus efectos en la saludde los pobladores fueron materia de discusin y atencin porparte de los cuerpos mdicos y las autoridades polticas, quienesa partir de la segunda mitad del siglo XVIII decidieron empren-der importantes reformas de higiene urbana.

    _______________

    57. Las enfermedades infecciosas respiratorias recibieron mltiplesnombres como costado, pecho, tisis, neumona, pleuresa, entre otros.Canals, Tratado domstico de algunas enfermedades, 5-15; Copello,

    Memoria sobre la profilaxis de la tisis; Casalino,La Muerte en Lima, 250-275.

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    II

    SALUD PBLICA Y MEDIO AMBIENTE

    Hacia la dcada de 1850, el estudiante de medicina Jos Alme-navas sustentaba su tesis, titulada Las Causas de la Disentera,para graduarse como doctor por la Universidad de San Marcos.Dicha investigacin, que tena como objeto definir qu era loque originaba la disentera, concluye con la siguiente afirmacin:

    ...las grandes fatigas, la alimentacin insuficiente, las pasionestristes, la reunin de muchos individuos en un solo lugar, las

    localidades bajas, las localidades hmedas, las localidades malventiladas, las localidades con luz insuficiente, las profesiones y elclima clido son todas causas de la disentera. 1

    Como nos lo permite apreciar esta cita, en la era de lamedicina pre-bacteriolgica las enfermedades se atribuan a un

    sinnmero de causas, entre ellas, el contacto con personas enfer-mas, cambios en el clima, desastres naturales (como los terre-motos), problemas sociales (como el aumento de mendigos y

    _______________

    1. Jos Almenavas, "Tesis sobre la Disentera", Gaceta Mdica de Lima2:46 (1858):279-286.

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    ebrios), la constitucin y la personalidad de cada persona,conflictos armados y, en forma creciente, las condicionesambientales.2

    En realidad el medio ambiente estuvo siempre presente

    como una preocupacin entre la comunidad mdica. Hipcrates(siglo V d.C.) consideraba que la calidad del medio ambienteera determinante en la transmisin de enfermedades y laaparicin de epidemias. El aire, el agua y la localidad de unaciudad eran los tres factores ms importantes para conocer lascaractersticas sanitarias de la misma. Se tema especialmente a

    las aguas estancadas, a los cambios bruscos en el clima y a losvientos calientes. Fueron en parte estas las ideas que Unanueretornara hacia el siglo XIX para explicar las caractersticassanitarias del pas.

    EL MEDIO AMBIENTE EN IAS TEORAS MDICAS

    En 1806, se publicaba en la capital, Observaciones sobre el Climade Lima y sus influencias en los seres organizados, en especial elhombre. Su autor, Hiplito Unanue, revalorizaba en esta obrala importancia de las particularidades climticas y ambientaleslocales en el origen, la recurrencia y en la contagiosidad de las

    enfermedades.3

    Asimismo, en esta y en obras posteriores,Unanue contribuy a difundir la teora miasmtica, la cual seremonta a la antigua Grecia. Segn esta teora, era debido "...a

    _______________

    2. Esto se puede apreciar con claridad en El Mercurio Peruano (1791-1795) y en la Gaceta Mdica de Lima (1856-1868). Fueron preocupa-ciones que tuvieron los mdicos no slo en Lima sino en todo elmundo. Para una mirada global de la historia de la medicina vaseBynum y Porter, eds., Companion Enciclopedia of the History of Medicine;y, Kiple, ed., The Cambridge World History.

    3. Unanue, Observaciones sobre el Clima de Lima, 84. Valds,DisertacionesMdico-Quirrgicas, 12.

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    la presencia de los miasmas en la atmsfera" la aparicin de lasenfermedades "...que peridicamente aquejan a nuestrapoblacin". Se entenda que era "...la putrefaccin de lasmaterias orgnicas [la que] da origen a los miasmas deletreos,

    que difundindose en el ambiente desnaturalizan su calidad, lohacen impropio a la respiracin y originan perturbaciones en elorganismo".4

    Las ideas mdicas defendidas por Unanue crearon unparadigma y fueron hegemnicas en el pas a lo largo de todoel siglo XIX, especialmente la asociacin entre la salud, el clima

    y las condiciones ambientales.

    5

    Ello resulta interesante paranuestro estudio porque alent a los cuerpos mdicos a realizarestudios y debates acadmicos, que se divulgaron tanto enrevistas cientficas como en diarios de circulacin masiva, conel fin de determinar cules eran las caractersticas del medioambiente limeo ms perjudiciales para la salud y cules losprincipales focos de contaminacin o de "emanacin

    miasmtica" atribuibles a la actividad humana.6En relacin con el clima y las condiciones ecolgicas,

    particular preocupacin caus "la poca renovacin de laatmsfera", el alto grado de humedad y la existencia de pantanosen los alrededores de la capital.7 La poca renovacin de laatmsfera era atribuida a "...encontrarse la ciudad en un llano

    rodeado de elevadas montaas". Se estimaba que los cerrosque rodeaban a la capital, como el San Cristbal o los de Piedra

    _______________

    4. Unanue, Observaciones sobre el clima de Lima, 84; Carlos Henry,"Higiene Pblica", Gaceta Mdica de Lima 5:101 (1860):86-92.

    5. Una prueba de ello es que autores posteriores prcticamente no hacen sinorepetir las ideas e incluso los ttulos de Unanue.

    6. Los debates acerca de cules eran los principales focos de infeccin sepueden leer en El Mercurio Peruano (1791-1795), en La Gaceta Mdicade Lima (1856-1868), as como en diarios:El Comercio, El Nacional, y deuna manera sarcstica, enEl Murcilago, especialmente durante los mesesde brote epidmico en la capital.

    7. Unanue, Observaciones sobre el clima de Lima, 35.

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    Lisa, formaban una especie de muralla natural que retena alinterior de la ciudad "...todas las exhalaciones nocivas ymortferas de la poblacin" e impeda el flujo continuo de losvientos.8 La ausencia de lluvias era tenida como otra caracte-

    rstica c1imtica que no favoreca la renovacin atmosfrica,pues en Lima slo se apreciaban ligeras garas entre mayo ynoviembre.9

    La poca renovacin natural de la atmsfera de Lima,sumada a la contaminacin que emanaba del interior de laciudad, impuls al higienista, abogado y conocido escritor del

    siglo XIX Manuel Atanasio Fuentes a proponer un proyectobastante interesante: "...la abertura de grietas en las crestas delos cerros" que rodeaban a la capital "...para que los vientospuedan lanzar la nociva masa de vapores" fuera del cercadourbano y as "...hacer que nuestro cielo en vez de mandamosincesantemente aflictivo s recuerdos de su mala naturalezacontribuya a hacemos vivir ms tiempo y en mejor salud".10

    El alto grado de humedad atmosfrica fue tenido como otrade las principales causas en la aparicin de enfermedades,especialmente los males respiratorios. En los meses de verano,la combinacin de la humedad con el calor se considerabaterriblemente daina, "...pues hacen endebles los cuerpos y losexponen a todos los males que nacen en los diversos tiempos de

    la vida".11

    Frente a ello los mdicos recomendaban los paseos a laMagdalena y Chorrillos (considerados los pueblos menoshmedos de Lima)12 o para estancias ms prolongadas, viajes a

    _______________

    8. Fuentes,Estadstica General, 1866,48-56; Cplan, Geografa Descriptiva,62.

    9. Unanue, Observaciones sobre el Clima de Lima, 33-36.10. Fuentes,Estadstica de Lima (1866), 59.11. Fuentes,Estadstica de Lima (1866), 85.12. Jos A. de la Puente seala cmo en el siglo XIX " la fama del clima

    menos hmedo de Magdalena era atraccin para los enfermos del

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    la andina Jauja. La construccin del ferrocarril a Jauja, porejemplo, fue alentada en parte porque se consideraba que ellofavorecera enormemente las condiciones de salud de lapoblacin limea. En palabras del presidente Manuel Pardo

    (1834-1878), el principal promotor de su construccin, "Unferrocarril que una la insalubre costa del Pacfico con el vallede Jauja producir resultados higinicos de incuestionable valorpara la poblacin del litoral".13 Pardo haba experimentado lmismo los beneficios de la sana atmsfera de Jauja cuando a laedad de 23 aos se traslad a dicha ciudad por espacio de un

    ao para hacer frente a la tuberculosis.

    14

    As como l, muchosotros limeos, influenciados por las creencias mdicas de lapoca que posteriormente se mostraron equivocadas, viajaronal sanatorio de Jauja para buscar reposo y curacin a latuberculosis pulmonar.

    Finalmente estaba el problema de los pantanos y las aguasestancadas. Lima se hallaba rodeada por los pantanos de Villa y

    los del Callao, ambientes considerados como dos de los prin-cipales focos de infeccin en la capital. Uno de los reclamosms constantes de los higienistas del siglo XIX fue el de "...secarlos pantanos que rodean la ciudad".15 Cuando el oficial britnicoGuillermo Miller (1795-1861) fue designado comandante militardel Callao (1837-1838), una de sus primeras medidas fue mandar

    a secar los pantanos de esta provincia contigua a la capital.Asimismo, el proceso de urbanizacin de Villa se retras

    _______________

    pulmn que no podan viajar a la Sierra. En la teraputica de esos

    aos el clima era factor principalsimo". Puente Candamo, MagdalenaVieja, 78.13. Pardo, "Estudio sobre la provincia de Jauja", 15-21; 56-61; 99-104;

    147-156; 199-206; 344-350; 393-400; 441-451. "Ferrocarril",El Comercio,14 de setiembre de 1875; Graa, "Iniciativa de un hospital en Jauja",933-938.

    14. Mc Evoy, Un proyecto nacional en el siglo XIX, 36.15. Fuentes,Estadstica General, 1866, 57-59.

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    principalmente por el temor que exista en la poblacin hacialos efectos sanitarios de los pantanos.16

    El temor a los efectos sanitarios de los pantanos era enrealidad parte de un temor general al estancamiento de aguas

    turbias, situacin bastante usual en Lima. Es decir no exista enla poca la nocin que los pantanos eran excelentes criaderospara las larvas de algunos mosquitos como los que transmitanla malaria. El mismo trmino de pantanos era usado no solopara concentraciones naturales de agua de dimensiones parecidasa una laguna. Cuando el caudal del Rmac creca, se formaban

    lo que se llamaban tambin "pantanos" en las calles, "pantanos"que terminaban convirtindose en receptculos para las basurasarrojadas por los vecinos. El crecimiento del caudal ocasionabatambin el desborde de las acequias, lo que originaba que lascalles se plagaran de "...charcos, lodazales, fangales, lagos ylagunas".17 De acuerdo a la concepcin mdica de entonces,estas aguas "...formando con la tierra una masa pestilente,

    suministran, por la accin del calor, grandes cantidades dedaosas exhalaciones". El empedrado de las calles favorecatambin "...el aposamiento de las aguas", cuando se desbordabande las acequias o cuando caa la fina llovizna de Lima: la gara.18

    Entre los principales focos de contaminacin producidospor factores humanos se contaban "...el conjunto de todas las

    acequias que recorren la ciudad", especialmente cuando el pasode sus aguas inmundas se estancaba; los basurales informalesestablecidos en casas derruidas, en terrenos abandonados, en

    _______________

    16. El doctor J. J. Corpancho seal como causa principal de "las fiebresintermitentes" y de la "fiebre amarilla" de la capital, el "...haberseremovido los terrenos de las lagunas del Callao". J.J. Corpancho,"Seccin Oficial", Gaceta Mdica de Lima 1:2 (1856):4-5.

    17. "Inundacin", El Comercio, 13 de enero de 1859; ''Aniegos'', ElComercio, 17 de enero de 1859; "Crnica de la Capital", El Comercio,4 de abril de 1868; "Aniegos",El Comercio, 28 de abril de 1868.

    18. Libro de Actas de la Municipalidad de Lima. (AHML).

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    las orillas del ro y alrededor de las murallas; los animales muertosabandonados en calles y acequias; los establecimientosdestinados a la matanza de animales, como los mataderos; yespacios sumamente desaseados como los mercados, las pulperas

    y las fondas.19Otro de los aspectos considerados ms perjudiciales para la

    salud pblica fue la costumbre de practicar los entierros dentrode la ciudad, en iglesias, conventos y capillas. La justificacinreligiosa de hacerlo se remontaba a la poca colonial. La necesi-dad de construir un cementerio, o como era conocido entonces,

    un "campo santo", fuera del cerco urbano se convirti, comoveremos ms adelante, en un aspecto central de las reformas dehigiene urbana emprendidas por los Borbones.20 Asimismo, fueuna de las principales temas de tensin entre las autoridadeseclesisticas y civiles. Las misas de cuerpo presente tambin seempezaron a cuestionar, especialmente en pocas de epidemia,dado que, a decir de los mdicos, era una costumbre "insalubre"

    que se mantena slo "por la vanidad y el fatalismo" de lapoblacin.21

    El renovado inters mdico por las condiciones ambientalessumado a la preocupacin de las autoridades por la recurrenteaparicin de ciertas enfermedades y epidemias alent, como

    _______________

    19. Francisco Rosas, "Sobre el estado higinico de Lima", Gaceta Mdicade Lima 2:26 (1857):19-20; Carlos Henry, "Higiene Pblica", GacetaMdica de Lima 5:101 (1860):86-92; "Aseo de la Poblacin", El Comercio,8 de abril de 1868; "Higiene Pblica", El Nacional, 27 de agosto de1868.

    20. "Ereccin de un Campo-Santo en la Villa de Tarma y otro en elPueblo de Late",Mercurio Peruano 8 (enero de 1791): 57-59; "Examenhistrico-filosfico de las diversas costumbres que ha habido en elmundo relativamente a los entierros", Mercurio Peruano 13 (febrerode 1791): 116-123; "Razones fsicas que reprueban la costumbre deenterrar en las Iglesias",Mercurio Peruano 14 (febrero de 1791): 124-127.

    21. Velsquez,Memoria, 27.

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    veremos en las siguientes lneas, la elaboracin de una serie deproyectos y propuestas de reforma de higiene urbana dentrode un proceso de institucionalizacin de la salud pblicaemprendido por los monarcas Borbones.

    LA INSTITUCIONALIZACIN DE LA SALUD PBLICA

    La institucionalizacin de la salud pblica fue un proceso quese inici tanto en Europa como en Amrica durante el siglo

    XVIII. En el caso del virreinato peruano, es durante el perodocolonial tardo cuando el discurso mdico se corresponde conla creacin de instituciones y la elaboracin sistemtica depolticas sanitarias. Hasta ese momento las ordenes religiosasadministraban buena parte de la atencin mdica como losHospitales bajo criterios caritativos y asuman algunas de lasfunciones que posteriormente van a ser tomadas por la salud

    publica, como el registro de nacimientos y muertes, a travs delas partidas de bautizo y defuncin. Los cambios que seprodujeron a fines del periodo colonial fueron posibles debidoa la emergencia de una lite mdica organizada, con propuestas,capaz de divulgar sus ideas e inserta en el mbito de poder, yde la decisin y recursos del Estado borbnico interesado en

    llevar a la prctica estas propuestas, posiblemente paraincrementar el control de sus posesiones coloniales. El casoms ilustrativo de esta cercana relacin entre los acadmicos yel Estado es el del mdico Hiplito Unanue, quien realizvaliosos estudios sobre Lima, promovi la modernizacin de laenseanza mdica y al periodismo cientfico, y ejerci a su veza.1tos cargos tanto mdicos como gubernamentales y particip

    activamente de la vida poltica del pas.22

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    22. En las memorias de los virreyes es claro cmo el tema de la saludpblica va tomando una creciente importancia, especialmente despusdel terremoto de 1746. Los cambios empiezan a planearse durante la

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    Para el Estado, la preocupacin por el cuidado de la saludpblica estaba principalmente fundamentada por razoneseconmicas. Los tericos mercantilistas del despotismo ilustradoeuropeo consideraban que la riqueza de una nacin dependa,

    en gran medida, del mantenimiento de una poblacin numerosadentro de sus fronteras. La idea predominante en ese entoncesera la de "...tener siempre presente que una de las primerasnecesidades para que prospere la repblica es poblar".23 Enuna Amrica plagada de rebeliones y movimientos de insur-gencia, la institucionalizacin de la salud pblica fue tambin

    una forma de afianzar los lazos entre la colonia y la metrpoli(a travs de expediciones como la Expedicin Filantrpica dela Vacuna) y de lograr un mayor control social (imponiendo,por ejemplo, diversas regulaciones de higiene sobre los estableci-mientos donde se expedan alimentos y licores). 24

    Puesto que no se consideraba factible incrementar de una

    manera notable la tasa de natalidad, las polticas sanitarias seorientaron hacia cmo evitar la alta mortalidad. Los partidariosde la medicina preventiva, postulaban que para evitar la cadademogrfica era ms viable prever la aparicin de enfermedades,mejorando para ello las condiciones sanitarias y ambientalesde las urbes, que dedicarse a curar a los enfermos.25

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    gestin del Conde de Superunda en base a un proyecto trazado porLouis Godin. Walker, Civilize, Control or Contain?; Amat y Junient,Memoria de Gobierno; Avils, Memoria del Virrey del Per; Abascal,Memoria de Gobierno. Sobre Hiplito Unanue (1755-1833) y la litemdica vase Lastres, Historia de la Medicina Peruana; Cueto,Excelencia

    cientfica, 40-45. El Mercurio Peruano (1791-1795) se convirti en unrgano importantsimo para la difusin de ideas mdicas y lapromocin de mejoras en la salud pblica.

    23. Unanue, "La necesidad de poblar