Acto Piadoso

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Oraciones

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Page 1: Acto Piadoso

Dice la Escritura: “la muerte de sus fieles es preciosa a los ojos del Señor”. Debemos mirar al misterio de la muerte con los ojos de la fe para creer lo que no se ve y para soportar con fuerza de ánimo las injusticias a las que nos someten. Naturalmente, que no está en nuestras manos el poder decidir cómo debe llegar nuestra muerte. De todas maneras, podemos decidir cómo vivir para morir sin miedo. (Sermones 306, 2)

Oración: Oh muerte, cuando te aferraste a mi Señor, abandonaste tu presa en mí. (Padre nuestro, Ave María, Gloria…. Breve espacio de meditación)

Desde que nacimos, tenemos la necesidad de morir. “Esta enfermedad acaba con la muerte” así dicen los médicos cuando visitan al enfermo. Por tanto, ¿cuándo se encuentra la verdadera curación? Sólo cuando se logra la verdadera inmortalidad. ¡Y no hay necesidad de alimento! Por eso, no prepares tu estómago, sino tu espíritu. (Sermones 77, 14)

Oración: Señor, tú eres nuestro médico; curas todas nuestras enfermedades. Reduce el orgullo, renueva la vida disipada y corta lo que es superfluo. Conservas lo que es necesario, restituyes lo perdido y curas lo corrompido. (Padre nuestro, Ave María, Gloria…. Breve espacio de meditación)

Dios ha amenazado a los malvados con el fuego del infierno y con llamas eternas. Ante todo, compara estas dos cosas: la muerte en un momento y los castigos que duran para siempre. Temes las primera, y llegará quiera o no lo quieras. Deberías, más bien, tener miedo del eterno castigo, que no llegará si no lo deseas. (Sermones 279, 9)

Oración: Recuérdame, Señor, no por fuerza de tu cólera, sino según tu misericordia. Esto es de justicia, Señor, no por mérito mío sino por tu benevolencia. (Padre nuestro, Ave María, Gloria…. Breve espacio de meditación)

Es obvio que no escaparás a la muerte vivas bien o vivas mal. Pero si escoges vivir bien en esta vida, no serás castigado eternamente. Así, mientras aún estás vivo, elige sabiamente el no morir para siempre. Esto lo muestra Cristo con su muerte y resurrección. Muriendo, él ha demostrado lo que debes soportar, lo quieras o no. Pero escapando de la muerte, él ha mostrado lo que recibirás si llevas una vida buena. (Sermones 279, 9)

Oración: ¡Oh dulce casa! ¡Oh tierra de salvación! ¡Allá puedo vivir seguro! No buscaré el salir de ahí, pues no encontraré lugar más seguro. (Padre nuestro, Ave María, Gloria…. Breve espacio de meditación)

Page 2: Acto Piadoso

¿Serás capaz de evitar la muerte sólo porque no deseas morir? ¿Por qué tienes miedo de los que no puedes evitar? Temes lo que sucederá incluso sin desearlo: la muerte. Al contrario, no tienes miedo de lo que puede no ser si no lo quieres: ¡el castigo eterno! No puedes evitar la muerte: sólo puedes posponerla. Llegará aunque no quieras. (Sermones 279, 9)

Oración: Señor, te pido el instruirme para que por medio de mis pruebas pueda aprender lo que debo buscar. Te pido la vida eterna. Te ruego, escúchame: busco un lugar a tu derecha. (Padre nuestro, Ave María, Gloria…. Breve espacio de meditación)