Adolescente

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¿Cómo ser buen padre o madre? nº 2: Los secretos de una buena reLación Poniendo límites Cuando se protege en exceso La buena educación: cómo utilizar premios y castigos

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  • Cmo ser buen padre

    o madre?

    n 2: Los secretos de una buena reLacin

    Poniendo lmites

    Cuando se protege en exceso

    La buena educacin: cmo utilizar premios y castigos

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    los secretos de una buena relacin

    autores: alfredo oliva, Victoria Hidalgo, gueda Parra, Moiss ros, reyes Vallejo, dolores Martn y Francisca Lpez.departamento de Psicologa evolutiva y de la educacin universidad de sevilla.edita: Junta de andalucadiseo y maquetacin: obeMedia s.c.imprime:xxxxxxxxxdepsito Legal: xxxxxxx

    adoLescentes : cmo ser buen padre o madre? / [autores, alfredo oliva ... et al.]. -- [sevilla] : consejera de salud, [2007] 31 p. ; 30 cm. -- (Los secretos de una buena relacin ; n 2) 1. desarrollo del adolescente 2. Psicologa del adolescente 3. relaciones padres-hijo 4. educacin i. oliva delgado, alfredo ii. andaluca. consejera de salud iii. serie Ws 462

    2los secretos de una buena relacin

    adolescentes

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    Escucharle, intentar comprenderle y darle mucho afecto, supervisar su conducta y fomentar su autonoma

    son aspectos centrales que favorecern el bienestar de tu hijo o

    hija adolescente.

    cmo ser buen padre

    o madre?

    No existen recetas mgicas para ser un buen padre o una buena madre y garantizar que nuestra hija o hijo sea feliz y muestre un comportamiento ajustado. Sin embargo, un buen estilo parental debe in-cluir tres ingredientes funda-mentales:

    1. Establecer una buena comunicacin con l o ella y hacer que se sienta que-rido/a. 2. Supervisar su conducta y ponerle lmites ajustados a su edad. 3. Estimular su autonoma, promoviendo un compor-tamiento independiente y responsable.

    Cmo combinar estos ingre-dientes depender de mu-chos factores: la situacin concreta, la edad de tu hija/o, su personalidad y grado de madurez, tus creencias y valo-

    algunas ideas que te ayudarn a favorecer el desarrollo de tu hija o hijo adolescente

    sigue en la pgina 4

    7 confesiones de un padre imperfecto

    9 Porqu ya no hablamos?

    12 Poniendo lmites

    14 cuando se protege en exceso

    16 consultorio

    19 resolucin de conflictos

    22 La buena educacin

    26 cuando no tratamos a chicos y chicas por igual

    29 se dice en la calle...

    30 recuerda que...

    n 2: Los secretos de una buena reLacin

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    los secretos de una buena relacin

    res como madre o padre... No existen frmulas que sirvan para todos los adolescentes ni para todas las situaciones, por lo que tu estilo educati-vo debe mostrar cierta flexi-bilidad. No obstante, hay que tener en cuenta que los tres ingredientes anteriores son fundamentales y deben estar presentes en el trato con tu hi-jo o hija.

    Todas las madres o padres son diferentes entre s y dif-cilmente podramos encon-trar a dos exactamente igua-les: unas son ms afectuosas, otros ms estrictos, otras ms controladoras...

    Sin embargo, podemos agruparlos en funcin de al-gunos de estos ingredientes: de la comunicacin y el afec-to que expresan a sus hijos e hijas, y del control que ejer-cen sobre ellos/as. Segn es-ta clasificacin existen cuatro tipos de padres y madres: los democrticos, los autorita-rios, los permisivos y los indi-ferentes.

    viene de la pgina 3- Madres o Padres demo-crticos: supervisan y al mismo tiempo son afec-tuosas/os y comunicati-vas/os- Madres o Padres autori-tarios: supervisan mucho. No son ni afectuosas/os, ni hablan con sus hijos o hijas.- Madres o Padres permi-sivos: son muy afectuo-sas/os y comunicativas/os aunque no supervisan a sus hijos o hijas.- Madres o Padres indife-rentes: son poco afectuo-sas/os, comunicativas/os y no supervisan.

    CoNSECuENCiaSQu problemas tiene ser au-toritaria/o? Ser exigente con tu hijo hija, ponerle normas y l-mites es importante, pero si no lo haces de forma dialogante y con cario, si no entiende el porqu de estas normas, puede que el excesivo control desem-boque en problemas emocio-nales, como baja autoestima

    e incluso depresin. adems, si el control es muy autoritario tu hijo o hija puede reaccionar con rebelda.

    Qu problemas tiene ser per-misiva/o? Est bien que tu hi-jo o hija se sienta querido/a, que hablis en casa, que se respete su opinin, pero sin olvidar que las normas tam-bin son importantes, y que todos necesitamos saber que existen lmites y dnde se en-cuentran. Cuando en casa no existen reglas claras y no su-pervisas la conducta de tu hi-ja o hijo, corres el riesgo de que se implique en conduc-tas problemticas, que con-suma drogas o que tenga di-ficultades para controlar sus impulsos.

    Qu problemas tiene ser in-diferente? Muchos. Sin duda, este estilo es el que ms pue-de perjudicar a tu hija o hijo y acarrea muchos problemas, tanto emocionales como con-ductuales. Si no supervisas su conducta, si no le demues-

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    los secretos de una buena relacin

    Aquellas madres y padres que muestran un estilo

    democrtico tienen hijas e hijos mejor adaptados

    cmo son las madres y padres democrticos?Dialogan con sus hijos e hijas, les escuchan e in-tentan comprenderlos/as.Son afectuosas/os y cari-osas/os.Estn disponibles y les apoyan ante las dificul-tades.Se muestran sensibles a las necesidades de sus hijos e hijas.Les dedican tiempo y atencin.Ponen lmites a la con-ducta adolescente, esta-bleciendo normas nego-ciadas y flexibles.Se preocupan por conocer con quin se relacionan, y se interesan por sus acti-vidades de tiempo libre.Respetan su forma de pensar y estimulan su comportamiento autno-mo y responsable.

    tras cario ni hablas con l o ella, puede pensar que no te importa, y que ya no lo quie-res. Entre los problemas deri-vados de este estilo parental, podemos encontrar una baja autoestima, poco inters por la escuela, conductas de ries-go o consumo de drogas.

    Qu ventajas tiene ser de-mocrtica/o? Tu hijo o hija sentir tu cario y tu apoyo, y

    sabr que puede contar con-tigo cuando te necesite. Pe-ro al mismo tiempo sabr que no puede hacer lo quiera, que existen lmites que no debe su-perar y normas que debe cum-plir para su bienestar y para el de los dems. Esto har que tu hija o hijo tenga una alta au-toestima, un buen comporta-miento y una actitud respon-sable hacia otras personas.

  • eres una madre o un padre democrtico?

    Despus de clase tu hijo llega a casa enfadado, dice que no tiene hambre y se encierra en su cuarto. Qu crees que ha-ras?

    a. Dejo que se desahogue, ya se le pasar el enfado. b. intento hablar con l, y le animo a que me cuente por qu est enfadado.

    Los sbados, tu hija debe lle-gar a casa antes de las 2 de la madrugada, pero anoche lle-g pasadas las 4. Es domingo por la maana, t...

    a. La dejas por imposible, siempre hace lo que le da la gana.b. Le preguntas por qu lleg tarde, le explicas que estabas muy preocupado y le pides que no vuelva a hacerlo ms.

    Tu hijo lleva unos das muy triste. Te ha confesado que ha roto con su novia, y se en-cuentra destrozado porque nunca querr a nadie como quiere a esta chica. Qu ha-ras?

    a. Le dices que ya se le pa-sar. Le insistes en que no vale la pena estar tris-te por eso, que la vida ya le ensear cuales son los problemas de verdad.b. Le animas a que te ha-ble de sus sentimientos y lo escuchas de verdad, dndole importancia a lo que est viviendo.

    Es sbado por la maana, da de hacer las tareas de la casa. Tu hijo dice que hoy no puede

    hacerlas porque juega un par-tido de ftbol y que ya limpia-r su cuarto por la tarde.

    a. Le dices que limpiar su habitacin es una obliga-cin, as que hasta que no limpie no puede irse.b. Le pides que se compro-meta de verdad a hacer-lo por la tarde. Llegasteis a un acuerdo y mantener limpia su habitacin es su obligacin.

    Tu hijo lleg anoche bastan-te mareado, evidentemente haba bebido porque anda-ba dando tumbos y no para-ba de hablar. Hoy es domin-go y es la hora del almuerzo, as que tu:

    a. olvidas el tema, beber es normal, de hecho, a su edad t tambin lo ha-cas.b. Le preguntas dnde es-tuvo por la noche, y qu haba bebido. intentas ha-cerle ver que beber alco-hol en exceso es peligro-so.

    una amiga te ha dicho que ayer vio a tu hija de 14 aos besndose con un chico en un parque. En cuanto tu hija llega de clase

    a. La castigas y le dices que es muy joven para an-dar ya besndose con chi-cos. Las opciones tipo b son las que co-

    rresponderan a un estilo democr-

    tico. Cuantas ms opciones tipo b

    hayas elegido, ms democrtico es

    tu comportamiento.

    b. Le preguntas si es cierto lo que te ha dicho tu ami-ga, y, si es as, te interesas por saber quin era ese chico.

    La misma discusin de siem-pre con tu hijo: quiere que le compres una moto.

    a. T te niegas a comprr-sela, es peligroso y punto.b. Despus de escuchar-le le explicas las razones por las que no se la quie-res comprar.

    Tu hija est cansada de las clases de ingls y de msica. Quiere dejarlas porque no tie-ne tiempo para estar con sus amigas y prefiere apuntarse a un gimnasio.

    a. Le dices que de de-jar las clases ni hablar. Si quiere, puede apuntarse al gimnasio, y a las ami-gas ya las ver en el fin de semana. b. Le hablas de la impor-tancia que tienen los idio-mas hoy en da y tratas de convencerla para que no lo deje. En cualquier caso, tratas de llegar a un acuer-do con ella.

    a continuacin aparecen una serie de situaciones que probablemente te sean familiares. Seala si ante ellas crees que sueles comportarte como el padre/madre a o como el b.

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    Correccin del TEST

  • confesiones de un padre imperfecto

    Piensa en las veces que durante el ltimo mes le has dicho a tu hija que la quieres... Piensa ahora en las veces que le has dicho lo orgulloso que ests de ella... Y piensa en las veces que le has preguntado cmo se siente... Bueno, no te preocupes, a todos nos cuesta trabajo decir esas cosas. No s por qu pero siempre estamos muy pendientes de lo que hace o deja de hacer, de si ordena su habitacin, de si dedica tiempo a estudiar y ayuda en las tareas de casa, de lo puntual que es cumpliendo el horario de vuelta. Pero prestamos menos atencin a esa otra parte tan importante de la educacin que es el afecto.

    uN PEQuEo CaMBio HaCE MiLagRoSEmpecemos por el principio: quiero a mis hijos, de eso no hay duda. Pero... se dan cuen-ta ellos? Hoy he estado pen-sando un rato. Lo primero que he hecho ha sido imaginar c-mo debera ser un da mgi-co en el que yo les deje claro, con mi forma de actuar, lo mu-cho que los quiero. Vers, ese da debera comenzar con al-go muy simple. Me he imagi-nado haciendo algo que no suelo hacer nunca: preguntn-

    doles cuando se despierten por la maana cmo han dor-mido. Quizs sea una tonte-ra, pero puede que mis hijos se sorprendan si les pregunto eso. Despus me he imagina-do dicindole a mi hija que es-toy orgulloso de ella porque se esfuerza en el instituto para ir mejorando. S que no le va de-masiado bien en el cole pero, bueno, se trata de imaginar un da mgico y decirle que tengo esperanza y que confo en ella, no de criticarla una vez ms. Vaya cara que me pondra si le dijera algo as!Qu puedo hacer o decirle cuando llegue del instituto? Hace tiempo que no le doy un beso aunque muchas veces me hubiera gustado hacerlo. Est ltimamente tan arisca! Si le diera un beso y le dijera: Cmo te ha ido, Laura? ... no s, puede que no estemos preparados ni ella ni yo para un milagro tan grande. Creo que me conformara, de mo-mento, con hacerle esa pre-gunta mientras le pongo la mano en el hombro. Por aho-ra sera suficiente.

    QuiERo a MiS HijoS, DE ESo No HaY DuDa. PERo ... SE DaN CuENTa ELLoS? Sabes qu? Si esta noche, mientras todos estamos dur-miendo, ocurriera un milagro en mi familia, en realidad to-

    do lo que he estado imagi-nando sera parte de ese mi-lagro. Yo s que los milagros ocurren de repente y que en la vida real las cosas son ms difciles de conseguir, requie-ren esfuerzo y dedicacin. Pero... y si maana yo inten-tara que el milagro ocurriera? Qu pasara si le pregunto a mi hija cuando se levante: Cmo has dormido? Pue-de que una cosa tan sencilla como esa ponga en marcha un cambio mayor. Quizs con estas pequeas cosas consi-ga hacerles ver lo mucho que los quiero. No te parece?Los milagros ocurren de re-pente aunque en la vida nor-mal las cosas son ms difci-les de conseguir, requieren esfuerzo y dedicacin. Pero y si intentaras que el milagro ocurriera?

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    los secretos de una buena relacin

    Durante los aos de la ado-lescencia, la comunicacin entre padres e hijos se hace ms difcil, incluso en aque-llas familias en las que exista una buena relacin durante la infancia. Son frecuentes las quejas de padres y madres por la dificultad que tienen para dialogar con sus hijos e hijas. Esta mayor dificultad en la comunicacin es debida a la aparicin de una serie de barreras de las que son res-ponsables tanto los padres y madres como hijos e hijas. Por una parte, las reservas del o la adolescente para hablar con su padre o madre son de-bidas a su necesidad de man-tener la privacidad sobre sus asuntos personales. adems, el deseo de mantener unas re-laciones familiares ms sim-tricas e igualitarias va a llevar-le a discutir las ideas de sus progenitores, a interrumpirles con ms frecuencia, a no es-tar de acuerdo con ellos.... Por su parte, los padres que-rrn seguir manteniendo con sus hijos/as el mismo tipo de

    relacin que tuvieron durante la infancia, es decir, unos inter-cambios comunicativos ms basados en sermonear o en dar rdenes que en un proceso real de comunicacin, en el que la escucha juega un papel tan im-portante como la propia expre-sin de ideas.

    Con demasiada frecuencia, los mensajes de las madres y padres estn cargados de cr-ticas y continuas referencias a los errores cometidos por sus hijas/os, aspectos que hay que intentar evitar para con-seguir una comunicacin ms positiva. Por otro lado, aun-que son muchos los temas que interesan y preocupan a las y los adolescentes, pre-cisamente son estos temas los que suelen pasar a un se-gundo plano en la comunica-cin familiar, ms centrada en cuestiones como las tareas del hogar, el mundo acadmi-co o la forma de vestir del jo-ven, que a menudo pueden acabar en discusiones y con-flictos.

    En resumen, es fundamen-tal que madres y padres sean conscientes de los obstculos que dificultan la buena comu-nicacin y que intenten supe-rarlos, ya que los dilogos fre-cuentes y la comunicacin en positivo son elementos funda-mentales para la satisfaccin familiar y para el bienestar del o la adolescente. adems, aunque madres y padres pue-dan llegar a dudarlo, siguen siendo personas muy influyen-tes en el desarrollo de sus hi-jos e hijas, en algunos temas bastante por delante de ami-gos y amigas, por lo que es im-prescindible seguir creando un clima de apoyo, comunica-cin y confianza que facilite la seguridad y el ajuste del hijo o hija en crecimiento.

    Padres y madres deben hacer un esfuerzo por fomentar la comu-nicacin con sus hijos e hijas. Si en la infancia la comunicacin surga de forma espontnea, durante la adolescencia padres y madres debern poner ms empeo para mantenerla.

    Por qu ya no hablamos?

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    algunos consejos prcticos para mejorar el afecto y la comunicacin

    1. Escucha lo que dice tu hi-jo o hija, djale terminar: De-jar que tu hija o hijo hable, que diga lo que piensa o siente, es muy beneficioso para el buen funcionamiento de la familia y para su bienestar. Si no dejas que termine lo que quiere de-cirte y le interrumpes porque piensas ya s lo que me va a decir, nunca sabrs qu ideas tiene ni cmo se siente.

    2. No critiques, no juzgues, no culpabilices: No eres un juez. Si te dedicas a sancionar su conducta de forma constan-te ests poniendo una barrera entre vosotros. Si muestra su enfado y grita, puedes corregir su comportamiento con algo como: ya veo que ests enfa-dado/a y me parece normal, pero si no me gritas me entera-r mejor. Cuando te calmes po-dremos seguir hablando.

    3. No des lecciones: Tendemos a decir a nuestras hijas e hi-jos lo que deben hacer. Es mu-cho ms til y beneficioso que les ensees a buscar solucio-nes, que razones las ventajas e inconvenientes de cada po-sibilidad.

    4. Dale importancia a lo que te dice: a veces vemos su preocu-pacin por un asunto que pa-ra nosotros no tiene la menor importancia y podemos pen-sar: no son ms que tonte-ras, cuando sea grande se da-r cuenta.... Si cuenta contigo para hablar de sus cosas, val-ralo. Si no le das importancia

    a lo que quiere contarte, pue-de que en el futuro deje de ha-blarte de ello.

    5. Ensale a comunicar sus sentimientos: No es suficiente preguntarle qu ha hecho sino tambin cmo se ha sentido. Puedes ayudarle a que entien-da qu siente preguntndo-le ests enfadado o triste? o dicindole yo estoy orgullo-so y t?. Todos tenemos que aprender a expresar nuestros sentimientos y t puedes ayu-dar a tu hijo o hija a ello.

    6. Controla tus impulsos: Pue-de ocurrir que te cuente que ha hecho cosas que no te gus-tan (por ejemplo, que ha falta-do a una hora de clase porque no tena ganas de ir). En esos casos no te dejes llevar por los nervios; si reaccionas de forma impulsiva y no razonas con ella o l, puede que la prxima vez no confe en ti y no te lo cuen-te. Evita los gritos, las amena-zas, ordenarle lo que tiene que hacer. Cuando hayas recobra-do la calma habla con ella o l y explcale qu es lo que no te gusta.

    7. Ya no es un nio/a: No lo ol-vides, se est convirtiendo en adulto, si lo tratas como tu ni-o/a pequeo/a se sentir avergonzado/a, ms an de-lante de sus amigos y amigas. Evita criticarlo/a, darle leccio-nes e invadir su espacio per-sonal en todo momento, espe-cialmente cuando est con su pandilla.

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    Poniendo lmites

    En muchas ocasiones, con la llegada de la adolescencia ten-demos a relajar el control sobre nuestras hijas e hijos, porque consideramos que ste ya no es tan necesario. Sin embargo, al igual que el afecto, el esta-blecimiento de lmites contina siendo muy importante duran-te la adolescencia, y cuando es-tos faltan es muy probable que chicos y chicas sientan desorien-tacin y que piensen que no nos preocupamos por ellos y ellas. Por otra parte, la ausencia de control, de normas y lmites, es-

    Establecer normas y lmites al comportamiento de nuestros hijos e hijas es fundamental para evitar que se sientan perdidos/as y desorientados/as, y que desarrollen problemas de conducta.

    t muy relacionada con la apa-ricin de algunos problemas de conducta como los comporta-mientos antisociales y delicti-vos o el consumo abusivo de drogas y alcohol. a continua-cin se ofrecen algunas suge-rencias en relacin con las nor-mas y lmites.

    Los lmites deben ser claros, razonados y justificados. Es muy importante que no impongamos de forma autoritaria los lmites y normas que han de regular la vida familiar y el comportamien-

    to de nuestros hijos e hijas, tan-to en casa como fuera de ella. Hay que hablar con ellos/as, co-nocer su punto de vista, expli-carles los motivos de una de-terminada norma, y cambiarla cuando nos convenzan de que es injusta. implicar a nuestras hijas e hijos en la toma de de-cisiones con respecto a los lmi-tes no significa que abandone-mos la autoridad parental, sino

    Vivencia (aurora, madre de una chica de 13 aos)Recuerdo que nuestra hija siempre se quejaba de que los padres de sus amigas les dejaban vol-ver a casa ms tarde que nosotros. al final de largas discusiones siempre terminbamos cedien-do, pues pensbamos que tal vez estbamos siendo demasiado estrictos. Pero un da coincid en una tienda con la madre de su mejor amiga y, despus de hablar un rato, descubrimos que a ella su hija le contaba el mismo cuento que a nosotros: que si los padres de sus amigas las dejaban hasta ms tarde, que si ramos muy antiguos.... Total, que las muy listas nos estaban engaan-do a todos. Desde ese da nos pusimos de acuerdo con los padres de las chicas con las que sola salir nuestra hija. De vez en cuando nos llamamos por telfono y tomamos decisiones con respecto a la hora de volver a casa o si las dejamos hacer algo. ahora nos sentimos ms seguros de que estamos actuando bien con nuestra hija, y ella suele protestar menos, ya que los lmites son parecidos para muchas de sus amigas.

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    Si poner lmites es importante, tambin lo es saber qu es lo que hace el o la adolescente en su tiempo li-bre, conocer a sus amigos y saber a dnde va por la tarde o noche. De esta manera ser ms fcil evitar al-gunas situaciones de riesgo que pudieran estar produ-cindose. Como ocurre con el control, la supervisin ideal debe estar ajustada a la edad y madurez del chi-co o chica. Tan negativa es la ausencia de control co-

    mo mostrar una actitud policial. El exceso de celo pue-de llevar a que el o la adolescente se muestre an ms hermtico/a en un intento de defender su esfera per-sonal. La mejor forma de conocer lo que hace es cuan-do l o ella misma informa a sus padres acerca de sus actividades y amistades. Esto suele ocurrir si existe confianza y una buena comunicacin. En estas situa-ciones es probable que sean los mismos adolescentes quienes tengan la iniciativa de compartir con sus ma-dres y padres muchas de sus preocupaciones, o de ha-blarles acerca de sus actividades.

    que ser una manera de recono-cer que estn creciendo y ma-durando y que tienen derecho a participar en las decisiones que les afectan.

    Debemos ser flexibles. Hay que ir ajustando las normas y lmites a las nuevas necesida-des y capacidades de nuestros hijos e hijas a medida que van hacindose mayores. Los lmi-tes necesarios para un nio o nia de 10 aos, no deben ser los mismos que para un ado-lescente de 13, y menos an si tiene 15. El control excesivo es tan perjudicial como su ausen-cia, por lo que tendremos que concederles de forma gradual ms libertad para actuar y to-mar decisiones.

    Debemos ser coherentes y consistentes en cuanto a los l-mites establecidos. En determi-nadas ocasiones nos sentimos abrumados/as o cansados/as y podemos permitir algunos com-portamientos en nuestros hijos

    diferenciando lo principal de lo secundario

    Con frecuencia nos en-fadamos con algunos comportamientos de nuestros hijos e hijas que no tienen dema-siada importancia co-mo la forma de vestir, la msica que escu-chan,... Es necesario que sepamos diferen-ciar lo que es realmen-te importante y de-bemos controlar, de aquello que forma parte de la vida priva-da de nuestra hija o hijo. No todos las ma-dres o padres estarn de acuerdo en donde situar esta frontera, ya que depender de los valores familiares. Lo que para algunos pa-dres y madres puede ser muy importante, para otros ser secun-dario. En cualquier ca-so, la recomendacin de carcter general es ser ms estricto/a con aquellos comporta-mientos que puedan poner en riesgo su sa-lud y su seguridad, sin perder tiempo y ener-ga en discusiones so-bre aspectos triviales.

    e hijas que en otro momento no toleraramos. Pero es importante que mantengamos las normas y los lmites, y las sanciones an-te su incumplimiento, indepen-dientemente de nuestro estado de nimo. Tambin es importan-te que exista acuerdo entre los padres a la hora de poner lmi-tes y castigos. aunque en algu-nas ocasiones no estemos de acuerdo con nuestra pareja, de-bemos procurar resolver nues-tras discrepancias en privado y mostrar una misma opinin an-te nuestros hijos e hijas.

    Si las normas no se cumplen, hay que sancionar. En primer lu-gar, es conveniente mantener la calma y no reaccionar de una for-ma demasiado emocional. Des-pus deberemos escuchar tran-quilamente la justificacin que nuestro hijo o hija nos da. Por ltimo, habr veces en las que ser conveniente sancionar su conducta. Es importante que el chico o la chica tenga claro que es su comportamiento y no a l/ella lo que rechazamos. No obstante, puede haber alterna-tivas al castigo, como hacerles ver lo mucho que nos decepcio-na su comportamiento o la fal-ta de confianza que tendremos hacia l o ella si sigue compor-tndose as. otra posibilidad, es no sancionarlos y dejar que experimenten las consecuen-cias de sus errores; por ejem-plo, un suspenso les obligara a estudiar o una resaca les ha-r sufrir los efectos del abuso de alcohol.

    sabemos lo que hacen?

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    cuando se protege en exceso

    Dentro del estilo Permisivo po-dramos incluir a los padres y madres que muestran demasia-da sobreproteccin. Se trata de padres y madres que desde la primera infancia han creado un entorno totalmente libre de difi-cultades, y han tolerado la ma-yora de los caprichos de sus hi-jas e hijos, bien porque creen que es importante evitarles las frustraciones, o bien porque les ha resultado ms cmodo man-tener esa actitud sobreprotecto-ra. Este estilo puede llevar a ma-dres y padres a pensar que han educado bien a sus hijas e hi-jos, rescatndoles de todo tipo de situaciones complicadas y re-solvindoles sus problemas, sin tener en cuenta la importancia que tiene aprender de los pro-pios errores.

    Sin embargo, las consecuen-cias del estilo sobreprotector pue-den ser bastante negativas, ya que estos chicos y chicas no han tenido la oportunidad de desa-rrollar una adecuada tolerancia

    algunos padres y madres se muestran excesivamente sobreprotectores con sus hijos e hijas, e impiden que crezcan y maduren.

    a la frustracin, y mostrarn mu-cha irritacin en todas las situa-ciones en las que la realidad no se ajuste a sus deseos. Tampoco se sentirn capaces de resolver de forma independiente los pro-blemas y las situaciones compli-cadas que puedan presentrse-

    les, por lo que sentirn agobio y necesidad del apoyo de otras personas para resolverlos. Son muchas las tareas que chicos y chicas tendrn que afrontar du-rante estos aos, y sus madres y padres no estarn siempre a su lado para ayudarles; es es-perable que estas hijas e hijos sobreprotegidos se muestren extremadamente vulnerables, inmaduros y caprichosos, y ter-minen tiranizando y controlan-do emocionalmente a sus pa-dres y madres.

    Las consecuencias del estilo sobreprotector pueden

    ser bastante negativas

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    los secretos de una buena relacin

    Qu puedes hacer si eres

    sobreprotector/a?1. Deja que resuelva sus propios problemas. Vas a estar toda la vida sacndole las castaas del fuego?

    2. Deja que aprenda de sus errores. Equivocarse puede ser una magnfica oportunidad para madurar.

    3. Deja que experimente algunas frustraciones. Poco a poco se ir haciendo ms resistente y no se rendir ante las situaciones difciles.

    4. Deja de permitirle que se salga siempre con la suya. No cedas a todos sus caprichos y exigencias.

  • consultorio

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    lleg la adolescencia

    Caso 1sobreproteccinSiempre hemos intentado proteger a nuestra hija Marta. Ni su padre ni yo vivimos nues-tra adolescencia porque ambos tuvimos que empezar a trabajar cuando ramos muy pe-queos, por eso hemos querido que Marta tuviese las cosas ms fciles. Todo iba bien hasta que lleg a la adolescencia. Estamos muy contentos con ella porque es muy buena estudiante, pero se ha vuelto muy irritable y cuando quiere algo no lo pide, sino que lo exige a gritos. Nos monta espectculos en pblico, gritndonos y dicindonos que somos unos egostas, que nunca pensamos en ella. Marta no soporta que las cosas no sean c-mo ella quiere, no es capaz de resolver por s misma las dificultades que se le presentan y es muy caprichosa y consentida. Realmente estamos bastante preocupados porque en nuestra casa es ella la que manda y los dems obedecemos sus rdenes. Nos pregunta-mos qu hemos hecho mal, se lo hemos dado todo, por qu ahora se comporta as? Es-tamos muy preocupados, qu podemos hacer?

    antonia, Cdiz.

    Es normal que hayis querido darle a vues-tra hija lo que vosotros no pudisteis disfru-tar, pero no hay que permitrselo todo. No debis solucionarle todos sus problemas, debis dejar que aprenda por s misma. Es importante que se equivoque y que apren-da de sus errores, para que pueda madurar. Tambin debis dejar que experimente al-gunas frustraciones para que poco a poco se haga ms resistente y no se rinda ante las situaciones difciles. Y lo ms importan-te, que no le permitis que se salga siem-pre con la suya, no debis ceder a sus ca-prichos y exigencias.

    al principio os ser difcil sobrellevar esta situacin porque est acostumbrada a con-seguir todo lo que quiere. incluso puede que su comportamiento empeore cuando cambiis vuestra forma de tratarla. Pero es importante que con el tiempo vaya apren-diendo que est bien que os pida consejo cuando se sienta abrumada, pero que es ella la que tiene que saber solucionar las cosas. Sobre todo, es importante que tengis pa-ciencia para darle la oportunidad de que cambie y que seis firmes y coherentes con vuestras decisiones.

    el experto responde

    Caso 3a veces siento que mi hijo me rechazaEstamos muy preocupados porque nuestro hijo javier ha cambiado mucho en los lti-mos meses. Hasta hace poco disfrutaba saliendo con nosotros a cualquier parte, pero ahora le pone pegas a todo. Ni siquiera quiere venirse a la playa los fines de semana. Si le acompaa algn amigo, todava, pero si no, nos cuesta la misma vida convencerlo. adems, antes era muy carioso, sobre todo con su madre, y ahora no consiente que le d un beso. Yo le digo a mi mujer que probablemente sern cosas de la edad, pero ella no lo entiende y se enfada con l.

    Carlos, Mlaga.

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    adolescentes

    lleg la adolescencia

    Tienes razn en una cosa: a los hijos hay que quererlos mucho. Pero tambin hay que exigirles responsabilida-des, ponerles lmites, y no concederles todos los capri-chos. aunque con algunos nios y nias esto pueda resultar ms complicado que con otros/as, tenis que esforzaros por manteneros firmes y no ceder ante asun-tos que consideris de importancia. Esto, que en la ni-ez es importante, no deja de serlo en la adolescencia. Los nios/as deben aprender que en la vida no se pue-den conseguir las cosas sin esfuerzo, y tienen que de-sarrollar una tolerancia a la frustracin. De lo contrario, cuando la realidad no se ajuste a sus deseos se mos-trarn muy irritados y exigirn que los dems les solu-cionen sus problemas. En un principio son los padres y las madres quienes deben poner los lmites, pero po-co a poco estos lmites se irn interiorizando, y ellos/as mismos/as se auto-controlarn. Es imposible que

    el chico o la chica se limite a s mismo/a si nunca se le han puesto lmites o se le han planteado exigencias desde fuera. Est claro que esto puede generar conflic-tos, pero los conflictos entre madres/padres e hijos/as pueden ser aprovechados educativamente. En vues-tro caso, pueden servir para que Mara se d cuenta de que sus necesidades no tienen porque coincidir con las vuestras, que tambin son importantes.Creo que tu marido tiene algo de razn, parece que has protegido demasiado a Mara. Es importante que apo-yes a tu hija, pero tambin debe ir aprendiendo a re-solver ella sola sus problemas. Si la sobreproteges de-masiado, ests impidiendo que aprenda a defenderse. an estis a tiempo de cambiar vuestra forma de tra-tarla y de empezar a mostraros ms firmes con ella. Si veis que no consegus cambiar nada, no dudis en pe-dir consejo o ayuda a algn profesional.

    Caso 2Padres permisivos-adolescentes problemticosCreo que no he visto a nadie tan egosta como mi hija Mara. Desde pequea, mi marido y yo nos hemos volcado en ella. Llevbamos muchos aos queriendo tener hijos y no venan, y cuando ya casi habamos tirado la toalla lleg Mara. Es nuestra nica hija y ha tenido todo nuestro cario y atencin. Nunca le ha faltado de nada. Mi marido me deca que la mimaba demasiado, pero yo creo que a los nios hay que quererlos mucho. Cada vez que ha tenido un problema, ah he estado yo para resolvrselo. Siempre ha sido una nia algo difcil y caprichosa, que continuamente reclamaba nuestra atencin, pero ahora que tiene 12 aos la cosa ya ha pasado de castao a oscuro. Siempre quiere salirse con la suya, y cuando tratamos de oponernos a sus deseos se pone como una fiera, chilla, insulta y a veces rompe algunas cosas. Estamos desesperados y no sabemos qu hacer.

    Mara, Crdoba.

    el experto responde

    consultorio

    el experto respondeDurante la adolescencia se produce cierto distancia-miento entre los progenito-res y sus hijos e hijas. Este distanciamiento no implica una seria prdida de amor o respeto hacia los y las pa-dres y madres, sino que es el resultado de la bsque-da de una relacin ms igualitaria. adems, chi-cos y chicas tienen nuevas necesidades, ya no depen-

    den tanto de sus padres/madres y estn convirtin-dose en personas adultas. Lo anterior provoca, en-tre otras cosas, que el o la adolescente rechace hacer con su familia actividades que antes le gustaban. Eso no debe extraarnos si te-nemos en cuenta, adems, que los amigos y amigas se convierten en figuras muy importantes, y que nues-tros hijos e hijas querrn

    pasar tiempo con ellos/as.Por otro lado, debis ser conscientes de que es nor-mal que vuestro hijo se muestre ms reacio a da-ros besos y abrazos. Esa es una forma a travs de la cual os hace ver a voso-tros y a los dems que ya no es un nio pequeo. No obstante, no olvidis que vuestro hijo sigue ne-cesitando de vuestro amor y vuestro apoyo. Bien es

    verdad que quizs no ne-cesita tanto besos y abra-zos, pero es fundamental que le manifestis vues-tro afecto de otra manera, con ms comprensin, es-cuchndolo y dialogando con l. Es un error reaccio-nar ante la frialdad afectiva de javier enfadndoos con l, es importante que inten-tis entenderle y le demos-tris vuestro afecto de una forma ms adulta.

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    lleg la adolescencia

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    lleg la adolescencia

    Como vimos en la revista 1, el inicio de la adolescencia pue-de suponer un empeoramiento de las relaciones entre padres/madres e hijos/as, siendo fre-cuentes los conflictos y discu-siones. a menudo, la buena co-municacin, las bromas, los besos y los abrazos se convier-ten en regainas, malas caras y discusiones subidas de tono.

    Si sabemos resolver bien los conflictos, disfrutaremos ms de las relaciones familiares. imagi-nemos la siguiente situacin:

    Roco es una chica de quince aos. Se acerca el fin de ao y habla con sus padres para que la dejen ir a una fiesta el da trein-ta y uno. Escuchemos lo que di-ce Roco y la respuesta de sus padres:

    RoCo: En fin de ao quiero ir a una fiesta que vamos a hacer mis amigos/as y yoMaDRE: Dnde es la fies-ta?RoCo: En la casa de una amigaPaDRE: Van a estar los pa-dres de tu amiga? Qui-nes iris a la fiesta? Van chicos?RoCo: Los padres no es-tarn... s, van algunos chi-

    cos... pero vamos mucha gente y...PaDRE: Ni hablar! T no pintas nada all, as que ve olvidndote de fiestecitas. En fin de ao te quedas con nosotros y puntoRoCo: Pero por qu no puedo ir nunca a ningn si-tio? Nunca me dejis hacer nada...MaDRE: Mira, tu padre te ha dicho que no y es que no. Y cllate ya que siempre tie-nes que hacer que nos en-fademos contigo. Cuando vi-vas sola hars lo que te d la gana pero mientras vivas bajo nuestro techo eso es lo que hayPaDRE: Y no quiero escu-charte ni una palabra ms de ese tema te enteras?RoCo: ...

    En general podemos hablar de cuatro formas diferentes de so-lucionar estas situaciones pro-blemticas. En el ejemplo que hemos presentado unas lneas ms arriba, los padres de Roco utilizan una estrategia autorita-ria en la que imponen su punto de vista sin tener en cuenta las necesidades de su hija. Esta es-

    resolucin de conflictosal inicio de la adolescencia es frecuente que aumenten los conflictos entre padres/ madres e hijos/as. No os asustis por ello; los conflictos, cuando se resuelven bien, son una magnfica oportunidad para que mejoris la relacin que tenis con vuestro hijo/a.

    trategia no es la ms adecuada, ya que hace que tanto padres/madres como hijos/as se sien-tan mal.

    otros padres hubieran resuel-to la situacin de una forma ms permisiva, dejando a Roco ir a la fiesta sin apenas preguntarle nada y sin poner ningn lmite a sus deseos. Veamos qu hubie-ran contestado a Roco unos pa-dres permisivos:

    MaDRE: Dnde es la fies-ta?RoCo: En la casa de una amiga. Qu pasa? va mu-cha gente...MaDRE: Nia, la vida es-t muy mala! Con el mie-do que me dan a m esas cosas...PaDRE: Quieres dejar que la nia salga? Nia, a mi no me pidas dinero para la fies-taMaDRE: T no te preocupes que yo te doy dinero. Y quie-nes van a la fiesta?RoCo: Que no me comas la cabeza ya! Que me voy a la calle. adisMaDRE: Vienes a cenar? No llegues muy tarde Ro-co . Roco!

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    los secretos de una buena relacin

    Las consecuencias de esta manera de actuar son negati-vas, ya que el o la adolescente va a tener muchas dificultades para aceptar que se le lleve la contraria y querr salirse siem-pre con la suya, mostrando im-pulsividad y falta de control.

    Evitar el conflicto tampoco es muy recomendable. Muchos pa-dres y madres tienden a cambiar de tema o de conversacin pa-ra evitar el enfrentamiento con sus hijas e hijos, impidiendo as la resolucin constructiva del problema. Veamos cmo sera en el caso de Roco:

    MaDRE: Dnde es la fies-ta?RoCo: En la casa de una amiga. Qu pasa? va mu-cha gente...MaDRE: Bueno, bueno, no te pongas as...PaDRE: Queris callaros ya, que no me dejis escu-char la tele? RoCo: Que no me comas la cabeza ya! Que me voy a la calle. adis.MaDRE: Haz lo que quieras, yo ya no puedo contigo.

    El problema de las estrate-gias anteriores es que ninguna de ellas resuelve realmente el conflicto, ya que los deseos o necesidades de todas o algu-nas de las personas implicadas no son tenidas en cuenta. En el caso del autoritarismo el o la adolescente pierde; los padres y madres permisivos que dejan en manos del o la adolescente la decisin final, tambin pier-den; la evitacin supone que ambas partes pierden.

    La mejor forma de resolver los conflictos es la negociacin, la cual tiene como objetivo la bs-queda de soluciones que satis-fagan a todas personas partici-pantes y tengan en cuenta sus deseos y necesidades. En el ca-so de Roco una resolucin ne-gociada se llevara:

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    los secretos de una buena relacin

    Preguntando a la chica so-bre la fiesta: con qu ami-gos y amigas ir, dnde se celebrar, a qu hora va a volver y cmo... La madre y el padre deberan escu-char tranquilamente las explicaciones de Roco, sin enfadarse y prestn-dole atencin.a continuacin padre y ma-dre explicaran sus preocu-paciones, por ejemplo, que consuma alcohol y otras drogas, que se monte en un coche con alguien que conduzca bebido o que vuelva demasiado tarde a casa.Despus pueden propo-nerle a Roco que vaya a la fiesta siempre que no consuma alcohol u otras drogas pero que debe vol-ver a casa no muy tarde y acompaada por un adul-to que no haya bebido al-cohol.

    Para resolver un conflicto con tu hijo o hija de forma negocia-da es conveniente seguir una serie de pasos:

    Escuchadle de forma sere-na, sin juzgarle ni criticar-le, e intentad comprender su punto de vista. Tratad de concretar con ella o l en qu consiste el desacuerdo, e intentad comprender lo que siente vuestra hija o hijo. Buscad soluciones concre-tas que beneficien a la fa-milia y no perjudiquen a nadie. Es importante que todas las personas impli-cadas digis vuestra opi-nin sobre las soluciones propuestas.Podis modificar las pro-puestas hasta llegar a un acuerdo satisfactorio. En algunos casos este acuer-do no ser posible, y ma-dre y padre deben tener la ltima palabra.

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    3.

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    el valor educativo

    del conflictoLos conflictos en las relaciones tienen un valor educativo para

    el desarrollo de nios, nias y adolescentes.

    Por lo general, los con-flictos surgen por dis-

    crepancias entre las opiniones y deseos de padres y madres e hi-

    jos/as, y pueden servir para tomar concien-cia de las necesida-

    des del otro, que no siempre coinciden con

    las nuestras. Esto fo-mentar el desarrollo

    de la propia identidad y de la moralidad, y va a dotar al chico o chi-ca de una mayor tole-

    rancia a la frustracin. Los lmites que ponen

    madres y padres se-rn interiorizados po-

    co a poco por el chi-co o chica, que tendr

    una mayor capacidad para autocontrolar-

    se. Cuando no existen esos lmites externos,

    tendr muchas difi-cultades para ajustar su comportamiento a las normas familiares y sociales. Sin embar-

    go, cuando los conflic-tos son excesivos, y

    no se saben resolver, pueden crear una ten-

    sin excesiva que va a entorpecer ms que favorecer el desarrollo

    adolescente.

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    los secretos de una buena relacin

    La buena educacin:

    cmo utilizar premios

    y castigos

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    los secretos de una buena relacin

    En algunas ocasiones, nues-tras hijas e hijos manifiestan comportamientos inapropia-dos y no nos quedar ms re-medio que aplicar una tcnica disciplinaria. No todas estas tcnicas son igual de conve-nientes, y conocer sus venta-jas y desventajas nos ayudar a saber cul es la que pode-mos aplicar en caso de que sea necesario.

    a continuacin os ofrecemos algunas medidas disciplinarias que podis utilizar. Es impor-tante que a la hora de elegir una tcnica tengis en cuenta fac-tores como su edad, sus carac-tersticas personales o la regla que haya incumplido.

    Las advertenciasConsiste en hacerle ver a vues-

    tro hijo o hija que el comporta-miento que est mostrando no nos parece adecuado y que, si persiste en l, ser castiga-do/a. Sera un primer paso an-tes de aplicar una sancin. Por ejemplo, si habis acordado con vuestro hijo que debe re-coger su habitacin antes de salir con sus amigos y veis que va llegando la hora de salida y an no se ha puesto manos a la obra, podis advertirle que si no lo hace tendr que quedar-se en casa.

    Es importante que intentes mantener un tono lo ms natural posible, no se lo digas con gritos o mucho enfado, simplemente se trata de un recordatorio.

    Existen diferentes tcnicas para conseguir que tu hijo o hija respete las normas. Con algunas de ellas eliminamos

    conductas inapropiadas, mientras que con otras potenciamos los comportamientos de carcter ms positivo.

    Perder privilegiosSi las advertencias no bastan

    para evitar el mal comportamien-to de tu hijo o hija, puedes pri-varle de algn privilegio o de al-guna actividad que le guste. Por ejemplo, si no termina los debe-res, puede quedarse sin ver su programa de televisin favorito. Es importante que seis firmes a la hora de mantener la sancin o prdida del privilegio. Si no lo hacis, vuestro hijo o hija apren-der que es slo una amenaza que casi nunca cumpls.

    CastigoEn ocasiones ser necesa-

    rio imponer un castigo, como obligarle a hacer tareas do-msticas extras o alguna otra actividad que no le guste ha-cer. Los castigos deben reser-varse para situaciones graves, ya que si se utilizan con de-masiada frecuencia. pierden su efectividad. Tanto el casti-go fsico como el maltrato psi-colgico (humillar, insultar, ri-diculizar...) deben evitarse, ya que tienen importantes conse-cuencias negativas. Frases co-mo no vales para nada, eres un intil o pareces tonta pueden daar su autoestima. aunque puede parecer que es-tas tcnicas funcionan a corto plazo, a la larga provocan ms problemas de los que solucio-nan. Tambin debis evitar uti-lizar el estudio como un casti-go, porque de esa manera lo nico que conseguiris es que

    estudiar se convierta en algo desagradable.

    a la hora de aplicar el casti-go y la retirada de privilegios es importante ajustarlos a la gravedad de la conducta in-adecuada. Por ejemplo, si ha llegado media hora tarde a ca-sa, un castigo de una semana sin salir puede ser una medi-da excesiva. Por otro lado, de-bis evitar veros envueltos en una espiral de castigos. Si cas-

    tigis con mucha frecuencia, la relacin con vuestro hijo o hija se deteriorar, por lo que es preferible prevenir y adver-tir antes que sancionar. En es-te sentido, es necesario que en todo momento mantengis con vuestras hijas e hijos una actitud serena y dialogante, y que les expliquis por qu no os gustan algunos de sus com-portamientos.

    Recompensar el buen com-portamiento

    Las tcnicas que hemos vis-to hasta ahora pretenden eli-minar el mal comportamiento. No obstante, existe una alter-nativa mejor: premiar su buena conducta. Por ejemplo, es ms conveniente recompensar a por unas buenas notas que casti-gar por los suspensos. Pueden

    En ocasiones ser necesario el castigo, aunque debe

    reservarse para casos graves

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    utilizarse como recompensas actividades que le gusten: una invitacin al cine, a algn con-cierto, ir de compras, regalarle un libro o un CD, dejarle que dis-frute de ms tiempo libre, etc. Quizs, la mejor recompensa de todas es elogiar o alabar su buen comportamiento. Ejem-plos de elogios seran: Me ha gustado mucho que tengas tu cuarto tan ordenado o Estoy orgulloso/a de que te ests es-forzando tanto por mejorar tus notas. De esta forma, adems de favorecer su buen comporta-miento, contribuiris a mejorar su autoestima y le haris sentir-se bien consigo mismo/a y con vosotros/as.

    Qu es el control Psicolgico?En ocasiones podemos encontrar-nos con que padres y madres utili-zan el chantaje afectivo o la culpabi-lizacin como medio para controlar a sus hijos e hijas. Se trata de estra-tegias de control psicolgico que di-ficultan el logro de una mayor au-tonoma y autoestima durante la adolescencia. Los padres y madres utilizan el control psicolgico cuan-do, por ejemplo, insisten en el da-o que les provoca un determinado comportamiento si sigues llegan-do tan tarde me vas a matar de un disgusto o cuando intentan for-zar una decisin del joven o la jo-ven de forma indirecta con lo que nos hubiera gustado a tu madre y

    a m que estudiaras medicina co-mo el abuelo. El control psicolgi-co est relacionado con la aparicin de problemas emocionales y depresi-vos, ya que para que el chico y la chi-ca adolescentes maduren es necesa-rio que padres y madres favorezcan su autonoma, haciendo todo lo po-sible porque tengan su propia forma de pensar y muestren un comporta-miento independiente y responsable. Tan perjudicial puede ser la ausencia de supervisin, como la excesiva in-tromisin y el control psicolgico, es-pecialmente en un momento como la adolescencia, en el que chicos y chi-cas deben aprender a pensar y actuar de forma autnoma.

    Es ms conveniente recompensar por

    unas buenas notas que castigar por los

    suspensos

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    adolescentes

    los secretos de una buena relacin

  • cuando no tratamos a chicos y chicas por igualEs importante que las normas que negociemos con los y las adolescentes sean independientes de que nuestro hijo/a sea chico o sea chica. No debemos dejar que el gnero de nuestro hijo/a nos lleve a tratarlos de manera diferente.

    jer. Pensemos, por ejemplo, en la reaccin de un padre cuando su hijo le presenta a la cuarta novia del mes o si es la hija quien lo hace...

    aunque no podemos decir que todos los padres y las ma-dres mantengan un trato dife-rencial con hijos e hijas, la mayora de las chicas se que-jan de que cuando salen por las noches ellas deben llegar antes, que tienen ms proble-mas que sus hermanos para pasar un fin de semana fue-

    Algunos padres y madres controlan ms a sus

    hijas que a sus hijos

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    lleg la adolescencia

    aunque vivimos en una so-ciedad cada vez ms igualita-ria en cuanto al papel de varo-nes y mujeres, todava existen prejuicios y expectativas que condicionan, muchas veces sin ser conscientes de ello, lo que entendemos como de-seable, aceptable o simple-mente correcto para hombres y para mujeres. De hecho, un mismo comportamiento pue-de ser juzgado de forma muy distinta si es un hombre el protagonista o si es una mu-

  • controlamos ms a las chicas que a los chicos?

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    lleg la adolescencia

    ra de casa, que sus padres les rien mucho ms cuando be-ben y cuando fuman (si se en-teran, claro!), que les hablan de tener cuidado con los chicos mientras que ni siquie-ra saben con las chicas con las que salen sus hermanos, que ellos pueden tener su ha-bitacin hecha un desastre y no limpiar nunca la casa, y un largo etctera. Quizs estas diferencias no sean tan am-plias como las ven algunas adolescentes, pero s que es cierto que padres y madres suelen controlar ms a sus hi-jas que a sus hijos, tienen una actitud ms tolerante hacia el consumo de alcohol y tabaco de los varones, y manifiestan ms condescendencia hacia la conducta sexual del chico.

    un trato diferente a chicos y chicas tiene consecuencias

    negativas para unos y otras por diferentes motivos. Pa-dres y madres deben ser cons-cientes de estas diferencias y promover unas prcticas edu-cativas ms igualitarias, prc-ticas en las que se fomente la autonoma al mismo tiempo que se supervisa la conduc-ta, independientemente del gnero del adolescente. Pero debemos tener en cuenta que llevar a cabo unas prcticas ms igualitarias no necesaria-mente implicara dejar de su-pervisar a la chica de 14 aos, sino ms bien supervisar tam-bin a su hermano de la mis-ma edad. La clave est en pensar en las variables que fomentan el desarrollo ms positivo del o la adolescen-te y aplicarlas independien-temente del gnero de nues-tro hijo/a.

    El trato hacia hijos e hijas, an en nues-tra sociedad espaola de principios de si-glo XXi, dista mucho de ser igualitario. En un trabajo realizado en el Dpto. de Psico-loga Evolutiva y de la Educacin de la uni-versidad de Sevilla con ms de 500 ado-lescentes andaluces, las chicas se sentan ms supervisadas en casa que los chicos a lo largo de toda la adolescencia. Segn es-te mismo estudio, los chicos tenan ms li-bertad para decidir la hora a la que llega-ban a casa y el hacer o no las tareas del hogar, que en el caso de ellas era una obli-gacin ms impuesta.

    diferencias en el control ejercido en el hogar hacia hijos e hijas

    med

    ia c

    ontro

    l

    24

    22

    20

    1812-14 aos 1-16 aos 17-1 aos

    edad

    chicas

    chicos

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    1. Es importante que evitemos a nuestras hijas e hijos cualquier tipo de problema o dificultadEsto no es cierto. Debemos dejar que nuestros hijos e hijas resuelvan sus propios problemas para que apren-dan de sus errores y maduren. as, se irn haciendo ms resistentes y no se rendirn ante las situaciones dif-ciles. an as, es importante que les ofrezcis apoyo y orientacin cuando lo necesiten, pero evitando solucio-narles todas las dificultades.

    2. En la adolescencia es importante saber controlar lo que hacen nuestras hijas e hijosEsto es cierto en parte. Es conveniente que ms que controlar, supervisemos qu hacen nuestras hi-jas e hijos y negociemos con ellas/os lmites y normas. Lo ideal es que sean ellas/os quienes espon-tneamente os cuenten lo qu hacen y con quin. Para que esto ocurra, debis intentar crear un cli-ma de confianza y afecto.

    3. Durante la adolescencia, hay que evitar las discusiones en el entorno familiarEsto no es cierto. Los conflictos tienen un valor educativo importante. Durante la adolescencia se producen una serie de reestructuraciones en las relaciones familiares a las que los conflictos pueden ayudar. Por lo general, los conflictos surgen por discrepancias entre las opiniones y deseos de padres e hijos, y pueden servir para to-mar conciencia de las necesidades del otro, que no siempre coinciden con las nuestras. Esto fomentar el de-sarrollo de la propia identidad y de la moralidad, y va a dotar al chico o chica de una mayor tolerancia a la frus-tracin. Es importante abordar estos conflictos de manera constructiva y no evitar las discusiones.

    4. Con estos/as chicos/as no se puede, es imposible hablar con ellos/as. Nunca te escuchan y siempre quieren salirse con la suyaEsto no es cierto. Debemos darles la oportunidad para que se expresen, nos den sus razones de por qu hacen o quieren hacer determinadas cosas,... a veces somos nosotros los que no escuchamos y nos empeamos en

    prohibirles determinados comportamientos sin razonar. Es importante escucharles y ayudarles a reflexionar.

    5. Durante la adolescencia, los padres y las madres deben ser amigos/as de sus hi-jos e hijas, no ponerles demasiadas trabas y dejarles que acten con libertadEsto no es cierto. aunque el afecto es importante durante esta etapa, no podemos pretender ser amigos/as de nuestros hijos e hijas. El establecimiento de lmites, al igual que el afecto, es muy importante y cuando estos faltan es muy probable que chicos y chicas se sientan desorientados y que piensen que no nos preocupamos por ellos/as. adems, la ausencia de control est muy relacionada con la aparicin de algunos problemas de conducta.

    6. Es ms importante controlar a las nias que a los niosun trato diferente a chicos y chicas tiene consecuencias negativas para unos y otras por diferentes motivos. De-bemos ser conscientes de estas diferencias y promover unas prcticas educativas ms igualitarias, en las que se fomente la autonoma al mismo tiempo que se supervisa la conducta, independientemente del gnero del adolescente. La clave est en pensar en las variables que fomentan el desarrollo ms positivo del adolescente y aplicarlas sea cual sea su gnero.

    Se diceen la calle

  • Recuerda que...

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    lleg la adolescencia

    Afecto- Los hijos e hijas de padres y madres democrticos son los que muestran un mejor desarrollo y ajuste personal

    - Si quieres ser un padre o una madre democrtico debes ser carioso/a y comunicativo/a con tus hijas/os a la vez que estableces normas, pones lmites y te interesas por lo que hacen

    - Poner normas y establecer lmites es importante pero el afecto y el apoyo lo es an ms. Las me-didas disciplinarias funcionan mejor cuando hay cario.

    comunicAcin- Cuando tu hijo/a quiera hablar contigo, deja lo que ests haciendo y escucha con atencin.

    - Debes procurar no hablar con l/ella slo para juzgarlo/a, criticarlo/a y hacerle ver los errores que comete; es importante hablar de cosas positivas, de sus gustos e intereses, de lo que esperan del futuro, etc.-

    DiscipLinA- Establecer normas y lmites claros, razonados y justificados es fundamental para evitar que vues-tros hijos e hijas sientan confusin y desorientacin.

    - Si sobreprotegis a vuestros hijos e hijas nunca aprendern a resolver sus problemas de forma in-dependiente y no crecern como personas autnomas.

    - Es importante que la forma en que tratis a vuestros hijos e hijas sea independiente de que sea chico o chica.

    confLictos- al inicio de la adolescencia es frecuente que aumenten los conflictos entre madres/padres e hi-jas/os. No os asustis por ello; los conflictos, cuando se resuelven bien, son una magnfica opor-tunidad para que mejoris la relacin que tenis con vuestros hijos e hijas.

    - Es ms importante que le digis a vuestro hijo o hija lo orgulloso que estis de l/ella cuando ha hecho algo bien que castigarlo/a cuando se equivoca.

    - a la hora de aplicar el castigo y la retirada de privilegios es importante ajustarlos a la gravedad de la conducta inadecuada.

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