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FICHA TÉCNICA > SALUD LABORAL 54 Noviembre de 2008 Gestión Práctica de Riesgos Laborales 44 AUTOR: OJEDA, Pedro. TÍTULO: Afecciones alérgicas en el ámbito laboral FUENTE: Gestión Práctica de Riesgos Laborales, nº 54, pág. 44, noviembre 2008. RESUMEN: Las afecciones alérgicas en el medio laboral son relativamente frecuentes y de presentación diversa, siendo las más conocidas el asma y la dermatitis de contacto. A la hora de comprender la prevención de estas afecciones, es importante entender su mecanismo patogénico básico, así co- mo saber qué síntomas similares pue- den estar producidos por exposición a agentes irritantes. En este artículo se revisan, además, las distintas formas de presentación de las afecciones alérgicas e irritantes, y su consideración médica y legal bajo el prisma del actual listado de enfermedades profesionales. Finalmen- te, se analizan las medidas preventivas que se pueden adoptar para prevenir su desarrollo, teniendo en cuenta las ca- racterísticas propias del agente causal y del trabajador expuesto. DESCRIPTORES: Salud laboral Alergias Sensibilización Ambiente laboral Prevención Enfermedades profesionales Afecciones alérgicas en el ámbito laboral El nuevo listado de enfermedades profesionales, que pronto cumplirá dos años, ha supuesto una modificación en la consideración de las afecciones alérgicas. La principal ha sido que se han incluido afecciones que el listado anterior no contemplaba, así como otras menos graves que hasta ahora no tenían el carácter de enfermedad laboral, como la urticaria, o se conside- raban accidentes de trabajo, por ejemplo, el asma por irritantes. Pedro Ojeda, Clínica Ojeda de Asma y Alergia, Madrid. 044_Alergias.indd 44 044_Alergias.indd 44 27/10/2008 9:53:39 27/10/2008 9:53:39

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  • FICHA TÉCNICA

    > SALUD LABORAL

    Nº 54 • Noviembre de 2008Gestión Práctica deRiesgos Laborales44 •

    AUTOR: OJEDA, Pedro.

    TÍTULO: Afecciones alérgicas en el ámbito laboral

    FUENTE: Gestión Práctica de Riesgos Laborales, nº 54, pág. 44, noviembre 2008.

    RESUMEN: Las afecciones alérgicas en el medio laboral son relativamente frecuentes y de presentación diversa, siendo las más conocidas el asma y la dermatitis de contacto. A la hora de comprender la prevención de estas afecciones, es importante entender su mecanismo patogénico básico, así co-mo saber qué síntomas similares pue-den estar producidos por exposición a agentes irritantes. En este artículo se revisan, además, las distintas formas de presentación de las afecciones alérgicas e irritantes, y su consideración médica y legal bajo el prisma del actual listado de enfermedades profesionales. Finalmen-te, se analizan las medidas preventivas que se pueden adoptar para prevenir su desarrollo, teniendo en cuenta las ca-racterísticas propias del agente causal y del trabajador expuesto.

    DESCRIPTORES: • Salud laboral• Alergias• Sensibilización• Ambiente laboral• Prevención• Enfermedades profesionales

    Afecciones alérgicas en el ámbito laboral

    El nuevo listado de enfermedades profesionales, que pronto cumplirá dos años, ha supuesto una modificación en la consideración de las afecciones alérgicas. La principal ha sido que se han incluido afecciones que el listado anterior no contemplaba, así como otras menos graves que hasta ahora no tenían el carácter de enfermedad laboral, como la urticaria, o se conside-raban accidentes de trabajo, por ejemplo, el asma por irritantes.

    Pedro Ojeda, Clínica Ojeda de Asma y Alergia, Madrid.

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    L as afecciones alérgicas constituyen un grupo de enfermedades con expresión clínica diversa, como consecuencia de la reactividad exagerada del sistema in-munitario del individuo alérgico frente a sustancias del medio externo. Ya el famoso médico italiano Ramazzini describió en 1713 en su tratado De morbis artificum diatriba1 la enfermedad pulmonar de los trabajadores del cereal. Esta afección era lo que hoy se conoce como una alveolitis alérgica ex-trínseca o neumonitis de hipersensibilidad. La im-portancia de las enfermedades alérgicas, ya sean comunes, y especialmente las del ámbito laboral, es que, aparte de la merma de la salud que pro-ducen en las personas que las padecen, generan costes directos e indirectos para las empresas y la colectividad, pueden llegar a originar incapacidades relativamente graves si no se previenen a tiempo, y en el trabajador afectado alteran notablemente su calidad de vida y su rendimiento laboral.

    La legislación española, en su actual listado de enfermedades profesionales que entró en vigor el 1 de enero de 20072 reconoce casi cualquier afección alérgica como posible causa de enferme-dad profesional. No obstante, desde un punto de vista preventivo, es necesario conocer cuáles son dichas afecciones y cuáles las circunstancias del individuo y del medio laboral que favorecen la aparición de alergias, así como qué procedimien-tos se pueden poner en marcha para evitar llegar a una situación de incapacidad.

    Mecanismos de producción de las enfermedades alérgicas

    Para comprender cómo se producen las afecciones alérgicas, y más importante aún, có-mo se puede evitar su desarrollo, es preciso co-nocer de forma breve los mecanismos básicos de generación de la enfermedad alérgica. Se trata de la consecuencia de una serie de acontecimientos previos que se resumen en la Figura 1. Con la ex-

    posición repetida a un alérgeno, que es la sustan-cia capaz de inducir alergias (por lo general, pro-teínas vegetales o animales, o a veces sustancias químicas), el sistema inmunitario del individuo predispuesto permitirá que un determinado tipo de células (los linfocitos B o células plasmáticas) genere anticuerpos de alergia (inmunoglobulinas del tipo E e IgE) con capacidad de reconocimien-to específico de ese alérgeno (y no otros).

    Esta fase se conoce como período de sen-sibilización. Es una etapa sine qua non para el desarrollo de alergias, esto quiere decir que el individuo que se expone por vez primera a un alérgeno no puede desarrollar directamente una reacción alérgica; además, su duración es variable, de semanas a años, y es asintomática: el individuo no es consciente de ello, ya que no le produce síntomas alérgicos. No obstante, esta sensibiliza-ción se puede detectar mediante pruebas alérgi-cas, ya sean cutáneas o de laboratorio, lo cual ten-drá, como se verá más adelante, su importancia en la prevención.

    En el segundo período, la fase clínica, los anticuerpos IgE se localizan sobre la superficie de determinadas células del sistema inflamatorio (mastocitos), de tal forma que cada vez que el individuo se exponga nuevamente al alérgeno (ya

    sea por vía cutánea, inhalada o digestiva) se pro-ducirá un reconocimiento de éste por parte de las IgE específicas y, seguidamente, una activación de los mastocitos y otras células, que liberarán sus-tancias inflamatorias responsables de los síntomas alérgicos, dependiendo de los órganos implicados. La importancia de esta fase desde un punto de vista preventivo es que los síntomas aparecerán con cada exposición al alérgeno, incluso con expo-siciones muy bajas, y cuanto más se prolongue la exposición en el tiempo, mayores serán las posibi-lidades de cronificación de la enfermedad alérgica. Además, la sensibilización es vitalicia; es decir, si el individuo deja de tener contacto con el agente causal los síntomas remitirán (siempre y cuando el problema no se haya hecho crónico), sin embar-go, cuando vuelva a tener contacto (aunque sea a dosis bajas), los síntomas reaparecerán por la memoria inmunológica.

    Existe otro gran grupo de afecciones com-prendidas en el terreno de las alergias laborales que, sin embargo, no están producidas por un mecanismo de sensibilización como el descrito más arriba, sino por un mecanismo irritante. Es decir, un agente, por lo general, de naturaleza química, tiene propiedades irritantes y, como tal, lesiona la piel o las mucosas (por ejemplo, asma por irritantes, dermatitis de contacto por irritantes).

    1 Ramazzini, B. Disease of workers. Traducido de De Morbis Artificum Diatriba, 1713. Nueva York. Hafner, 1964.

    2 Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enferme-dades profesionales en el sistema de la Segu-ridad Social, y se establecen criterios para su notificación y registro. BOE núm. 302, de 19 de diciembre de 2006.

    F IGURA 1Fases de la respuesta alérgica

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    Su mecanismo es directo, por lo cual la relación de causa-efecto suele ser bastante inmediata; además, existe una relación de dosis-respuesta: a mayor dosis de exposición, mayor intensidad de la respuesta orgánica. No obstante, también exis-te la posibilidad de que la exposición prolongada en el tiempo a dosis sub-tóxicas induzca lesiones permanentes por cambios inflamatorios crónicos e irreversibles. A diferencia de la alergia, la irritación no es un fenómeno vitalicio; es decir, no hay un mecanismo de memoria inmunológica, por lo que nuevas exposiciones a concentraciones bajas del agente causal no deberían volver a desencadenar los síntomas.

    Presentación clínica de las afecciones alérgicas

    Como se ha mencionado, los síntomas alérgi-cos dependerán del órgano de choque, es decir, de donde se produce la reacción inflamatoria alérgica. Los órganos más frecuentemente implicados en las alergias son, por orden de frecuencia, las vías respiratorias (nariz y bronquios; la afección nasal suele llevar aparejada una afección ocular; además, es frecuente que la nariz y los bronquios se vean afectados a la vez); la piel; el tracto digestivo y el sistema cardiovascular. En la Tabla 1 se resumen las afecciones alérgicas por su órgano de choque,

    con sus síntomas asociados, y su frecuencia de presentación en el ámbito laboral. Es importante, reseñar los patrones más típicos de presentación de los síntomas alérgicos, que pueden ser:

    • Inmediato.• Retardado.• Dual.

    En el patrón inmediato, los síntomas aparecen en unos pocos minutos (hasta una hora) después de haberse expuesto al alérgeno, es por ello que suele ser más fácil sospechar una alergia laboral. Esto es típico en la rinitis/rinoconjuntivitis, el asma, y la urticaria/angioedema. Suelen resolverse rápi-damente una vez cesa la exposición. En el patrón retardado, los síntomas aparecen al cabo de va-rias horas de haber tenido la exposición (incluso cuando el empleado ya está fuera de su lugar de trabajo), por lo que es más difícil relacionarlos con una exposición laboral.

    Además, suelen tardar más tiempo en resolver-se y suelen ir empeorando a lo largo de la semana laboral. Es lo que ocurre en el asma y la dermatitis alérgica de contacto, así como en la alveolitis alér-gica extrínseca. En el patrón dual, como su nombre indica, los síntomas siguen un patrón inmediato y uno retardado; es frecuente que se dé en el asma.

    En el caso de las afecciones inducidas por irritantes, como se ha mencionado, suelen apare-cer de forma inmediata, o tras pocas horas de la exposición (cuanto mayor sea la concentración del agente irritante, más rápido se inducirán los sínto-mas), si bien las exposiciones a dosis menores de un irritante pueden provocar afecciones crónicas.

    Por ejemplo, la exposición masiva, de forma accidental, a un ácido puede causar un síndrome de disfunción reactiva de la vía aérea (SDRVA), mientras que la exposición prolongada (semanas a meses) a ese mismo agente puede inducir un as-ma por irritantes de inicio larvado. Lo mismo puede ocurrir con la dermatitis: pueden ser tóxicas (exposi-ción masiva) o irritativas de contacto (por exposición a dosis menores pero mantenidas en el tiempo) (Tabla 2, página 47). Por otro lado, hay que tener en cuenta el patrón laboral de este tipo de afeccio-nes; es decir, los síntomas suelen ir empeorando a lo largo de la semana laboral y mejorar los fines de semana, vacaciones o días de descanso.

    Sin embargo, a medida que la exposición per-siste en el tiempo, este patrón se va difuminando

    TABLA 1Tipos de afección alérgica, sus síntomas y frecuencia

    de presentación en el ambiente laboral

    Órgano implicado y entidad clínica Síntomas asociados

    Frecuencia* en el ámbito laboral

    Vías respiratorias:· Nariz−Rinitis alérgica

    · Bronquios−Asma

    · Bronquios y alvéolos− Alveolitis alérgica extrínseca (AAE)

    Estornudos en salvas, picor, agüilla na-sal, taponamiento nasal

    Falta de aire, opresión en el pecho, tos repetida, silbidos en el pecho

    Fiebre, falta de aire, dolores musculares (es similar a una neumonía o a un cuadro gripal)

    ++++

    +++

    +

    Ojos:· Conjuntivitis

    · Angioedema de párpados

    Ojos rojos, picantes, con lagrimeo; suele asociarse con rinitis

    Párpados hinchados; suele asociarse con la urticaria

    ++

    +

    Piel:· Urticarias

    · Dermatitis de contacto

    Aparición rápida de habones, con picor intenso, en la zona de contacto con el alérgeno

    Aparición de eccema (piel roja, picante, con líquido, o seca) al cabo de unas horas de la exposición al alérgeno

    ++

    ++++

    Tracto digestivo:· Gastroenteritis Dolor abdominal, vómito, diarrea -/+

    Sistema cardiovascular:· Shock anafiláctico

    Se acompaña de síntomas alérgicos en varios órganos a la vez (anafilaxia) segui-do de mareo intenso, desvanecimiento, e incluso muerte

    -/+

    *La frecuencia de aparición señalada es relativa; en el ámbito laboral, con mucho, las dos afecciones más frecuentes son el asma (asociada o no a rinitis/rinoconjuntivitis) y la dermatitis de contacto. Los síntomas digestivos y el shock anafiláctico se presentan muy rara vez en relación con alergias laborales.

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    y el trabajador tiene síntomas crónicos (manteni-dos en el tiempo) sin llegar a mejorar en los pe-ríodos de no trabajo, haciéndose difícil identificar la relación de causa-efecto. Esto suele ocurrir en el empleado con asma o dermatitis de contacto evolucionadas como consecuencia de cambios inflamatorios crónicos, algunos de ellos irreversi-bles. De ahí la importancia de la prevención y la vigilancia de la salud.

    Diagnóstico de las enfermedades alérgicas laborales

    Aunque entrar en detalles del proceso diagnós-tico de las enfermedades alérgicas laborales se sale fuera del ámbito de este artículo, sí es necesario in-cidir en unas pocas ideas clave. En primer lugar, to-do trabajador del que se sospeche que pueda tener una enfermedad alérgica profesional debería ser valorado por el servicio médico de la empresa (ya sea propio o contratado) y, si éste lo estima conve-niente, ser remitido a una unidad especializada. El diagnóstico reposa en dos elementos principales: una historia clínica y laboral compatibles con una afección alérgica laboral, unas pruebas diagnósticas dirigidas a confirmar la enfermedad y también enfo-cadas a determinar el agente etiológico, es decir, la sustancia causante de dicha alergia.

    En esta búsqueda del agente etiológico cobra especial importancia la colaboración del servicio de prevención de la empresa, pues es imprescindible recabar toda la información posible acerca de las materias primas, así como sus posibles productos finales e intermedios, que se emplean y generan en el proceso productivo, para lo cual suelen re-sultar extremadamente útiles las hojas de datos de seguridad de los productos, valores de exposición ambiental a sustancias químicas, así como las me-didas de prevención instauradas en el puesto de trabajo de este empleado (tanto organizativas, co-mo de higiene industrial y de protección personal).

    Otro aspecto importante que se ha comen-tado anteriormente es que sensibilización no es sinónimo de síntomas alérgicos. Así pues, un tra-bajador puede haberse sensibilizado a una sus-tancia pero no haber desarrollado aún síntomas alérgicos como consecuencia de la sensibiliza-ción. Mediante pruebas alérgicas, se puede de-tectar esa sensibilización. Esto, como se comen-tará más adelante, tiene su importancia desde el punto de vista de la vigilancia de la salud y desde

    la prevención de la enfermedad. Por ejemplo, de-terminadas empresas de la industria de los deter-gentes realizan en los trabajadores expuestos a la subtilisina (una enzima de los detergentes proce-dentes de bacillus subtilis) controles anuales de anticuerpos IgE frente a esta enzima; en aquellos trabajadores con resultados positivos pero que aún no han desarrollado síntomas se extreman las medidas de prevención, o incluso se realiza un cambio de puesto de trabajo.

    Consideración médico-legal de las afecciones alérgicas laborales

    Como se apuntaba en la introducción, y sin profundizar en el tema, el actual listado de enfer-medades profesionales que entró en vigor en ene-ro de 2007 ha supuesto una cierta modificación en la consideración de las afecciones alérgicas en el sentido de que se han incluido afecciones que el listado anterior no recogía3 y que deberían haber estado desde sus orígenes (como la alveolitis alér-

    gica extrínseca), así como otras afecciones menos graves y que previamente no tenían el carácter de enfermedad laboral (por ejemplo, la rinitis alérgica o la urticaria), o se consideraban accidentes de tra-bajo (como el asma inducida por irritantes).

    Esto puede tener implicaciones médico-lega-les para el trabajador, ya que tendría más facili-dad para reclamar una compensación en la ac-tualidad si padece, por ejemplo, una rinitis laboral que si la padecía antes de aprobarse el actual listado. Sin embargo, desde un punto de vista de la prevención no supone grandes cambios pues el velar por la salud de los trabajadores supone hacer esfuerzos en prevención lo más precoces posibles, desde el momento en que se sabe que

    3 Real Decreto 1995/1978, de 12 de mayo. Cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social. BOE núm. 203, de 25 de agosto de 1978.

    TABLA 2Tipos de afecciones por irritantes, sus síntomas y frecuencia

    de presentación en el ambiente laboral

    Órgano implicado y entidad clínica Síntomas asociados

    Frecuencia en el ámbito laboral

    Vías respiratorias:· Nariz − Rinitis por irritantes

    · Bronquios − Asma - Exposición masiva: SDRVA

    - Exposición sub-masiva: asma por irritantes de inicio larvado

    Estornudos en salvas, picor, agüilla nasal, taponamiento nasal

    Falta de aire, opresión en el pecho, tos repetida, de inicio brusco y con factor causal reconocido

    Iguales que en el asma alérgica; re-lación de causa-efecto más difícil de establecer

    Poco estudiada; posi-blemente alta pero no se notifique

    +

    Desconocida; probable-mente más frecuente de lo que se piensa

    Ojos· Conjuntivitis por irritantes Ojos rojos, picantes, con lagrimeo

    Suele asociarse con rinitisPoco estudiada; posi-blemente alta pero no se notifique

    Piel· Dermatitis tóxica

    · Dermatitis de contacto

    Apariencia quemada de la piel al po-co tiempo de exposición masiva a un agente irritante

    Aparición de eccema (piel roja, pican-te, con líquido, o seca) al cabo de unas horas de la exposición al alérgeno

    +

    +++

    SDRVA: síndrome de disfunción reactiva de la vía aérea.

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    se utilizan materias primas sensibilizantes. A gran-des rasgos, el listado vigente de enfermedades profesionales sigue una estructura muy parecida a la del listado previo.

    En la Tabla 3 se muestran los epígrafes del ac-tual listado con interés en las afecciones alérgicas. La novedad es que en el grupo 4 se han incluido las distintas afecciones que pueden asociarse con la inhalación de sustancias y las actividades produc-tivas relacionadas, dividiéndose en sustancias de masa molecular elevada y masa molecular baja.

    Características del individuo y del agente causal

    Desde el punto de vista alergológico, a la hora de planear la actividad preventiva se deben consi-derar las propiedades de la materia prima (y sus sub-productos), así como las características del huésped (es decir, del trabajador que se vaya a exponer a las sustancias). Con respecto a la ma-teria prima, es importante conocer la información contenida en las fichas de datos de seguridad de los productos manipulados por un trabajador.

    En este sentido, interesa saber si dicha sus-tancia tiene capacidad sensibilizante, o también se buscarán las letras R42 (posibilidad de sensi-bilización por inhalación) y R43 (posibilidad de sensibilización en contacto con la piel). Si no se está seguro, el actual listado de enfermedades profesionales puede proporcionar alguna pista al dar una relación amplia de actividades que pue-den relacionarse con las afecciones alérgicas con-tenidas en él. También se puede tener acceso a información emitida por organismos oficiales.

    Del mismo modo, es importante identificar aquellas sustancias irritantes que puedan originar una dermatitis por irritantes o un síndrome de reactividad de la vía aérea o el asma por irritantes de inicio larvado. Será fundamental seguir las reco-mendaciones de uso y almacenamiento indicadas en las hojas de datos de seguridad. También se debe considerar la forma de exposición al agente causal: la presentación en forma de polvos, vapo-res y aerosoles será más dañina para las afeccio-

    nes respiratorias, mientras que la presentación en forma de líquidos, polvos y más aún en forma de sustancia oleosa (lo que facilita la penetración del antígeno en la piel) será más perjudicial en las

    afecciones cutáneas. Se sabe que las exposicio-nes cortas a concentraciones altas de un alérgeno inducen más fácilmente la sensibilización que ex-posiciones a concentraciones menores.

    4 Más información en http://www.mtas.es/insht/

    TABLA 3Tipos de afecciones por irritantes, sus síntomas y frecuencia

    de presentación en el ambiente laboral

    Grupo 1: Enfermedades profesionales causadas por agentes químicos

    Grupo 4: EE PP causadas por la inhalación de sustancias y agentes no comprendidos en otros apartados:

    H. Sustancias de alto peso molecular (sustancias de origen vegetal, animal, microorga-nismos, y sustancias enzimáticas de origen vegetal, animal y/o de microorganismos)*:

    Rinoconjuntivitis Asma Alveolitis alérgica extrínseca (o neumonitis de hipersensibilidad) Síndrome de disfunción reactiva de la vía área Fibrosis intersticial difusa Otras enfermedades de mecanismo impreciso (bisinosis, cannabiosis, yuterosis,

    linnosis, bagazosis, estipatosis, suberosis, etc.). Neumopatía intersticial difusa

    I. Sustancias de bajo peso molecular (metales y sus sales, polvos de maderas, productos farmacéuticos, sustancias químico plásticas, aditivos, etc.)*:

    Rinoconjuntivitis Urticaria / angioedema** Asma Alveolitis alérgica extrínseca (o neumonitis de hipersensibilidad) Síndrome de disfunción reactiva de la vía área Fibrosis intersticial difusa Fiebre de los metales y de otras sustancias de bajo peso molecular Neumopatía intersticial difusa

    Grupo 5: Enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no com-prendidos en alguno de los otros apartados

    A. Sustancias de bajo peso molecular por debajo de los 1000 daltons (metales y sus sales, polvos de maderas, productos farmacéuticos, sustancias químico plásticas, aditivos, di-solventes, conservantes, catalizadores, perfumes, adhesivos, acrilatos, resinas de bajo peso molecular, formaldehídos y derivados, etc.)

    En cualquier tipo de actividad en la que se entre en contacto con sustancias de bajo peso molecular (seguidamente da una relación de actividades productivas en relacionadas)

    B. Agentes y sustancias de alto peso molecular, por encima de los 1000 daltons, (sustan-cias de origen vegetal, animal, microorganismos, y sustancias enzimáticas de origen vegetal, animal y/o de microorganismos

    En cualquier tipo de actividad en la que se entre en contacto con sustancias de alto peso molecular (seguidamente da una relación de actividades productivas en relacionadas)

    * Debajo de cada afección, da una serie de actividades productivas relacionadas con dicha afección.** No se entiende cómo se ha puesto una afección dermatológica dentro del epígrafe de enfermedades respiratorias. Posi-blemente se trate de un error.

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    Aparte de las propiedades intrínsecas, convie-ne considerar la predisposición del trabajador. La atopia (predisposición alérgica) puede favorecer el desarrollo de alergias laborales a agentes de masa molecular alta (por ejemplo, proteínas animales o vegetales: enzimas, harinas, epitelios de animales, látex, etc.). Se cree incluso que el tabaquismo po-dría relacionarse con el desarrollo del asma. De igual modo, el padecimiento previo de un asma favorecerá el desarrollo de asma laboral por sensi-bilización a un agente del lugar de trabajo y el em-peoramiento del asma por exposición a irritantes. Aunque muchos de estos factores del individuo no se pueden modificar, sí se deberían tener en cuen-ta a la hora de asignarle a un determinado puesto de trabajo (con atención a no adoptar una decisión discriminadora), o a la hora de establecer una vi-gilancia de la salud más estrecha o intensificar las medidas de prevención.

    Las enfermedades alérgicas en el ambiente laboral

    De todo lo dicho, y entrando en materia de prevención, las dos herramientas fundamentales para abordar las enfermedades alérgicas laborales son la vigilancia de la salud y el plan de preven-ción, que incluye el análisis de los riesgos exis-tentes, así como las medidas instauradas para su prevención. Éstas últimas se dividen en:

    > Medidas organizativas: en el caso de que un trabajador vaya a estar expuesto a sustancias sensibilizantes, se procurará reducir el tiempo de exposición a dicha sustancia, mediante rotación más frecuente de tareas o, si es posible, conside-rando la posibilidad del cambio de puesto de tra-bajo en el individuo predispuesto y, desde luego, en el que ya se ha sensibilizado al agente o ha desarrollado una rinitis alérgica (paso previo, en muchas ocasiones, al desarrollo de un asma).

    > Medidas de higiene industrial: éstas son las de mayor importancia y sobre las que más se debería incidir. Aparte del correcto uso y almace-naje de las materias primas, siempre que sea po-sible desde el punto de vista técnico y productivo, se debería considerar el cambio de la materia pri-ma por otra con menor capacidad sensibilizante/irritante o modificar la presentación de la materia prima. Por ejemplo, ya se ha comentado como la encapsulación de la subtilisina (en vez de su uso en polvo) redujo drásticamente las tasas de sensi-

    bilización a esta enzima en los trabajadores de la industria de los detergentes.

    Otro aspecto importante es el correcto diseño, instalación y mantenimiento de los sistemas de ex-tracción de polvos, vapores, gases, etc., pues esto reducirá las concentraciones ambientales del agen-te y, por ende, la posibilidad de sensibilización/irri-tación. Además, se podría considerar la instalación de procesos automatizados para determinadas tareas, por ejemplo, pintado o barnizado en cabina para disminuir la exposición a isocianatos.

    En cualquier caso, se deberá vigilar periódi-camente que los valores límite ambientales están por debajo de los límites establecidos. Valga el ejemplo del caso estudiado de un trabajador en el Servicio de Alergología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid por el equipo del doctor Sastre. Se trataba de un pintor de coches que presentaba síntomas de asma cada vez que entraba en la ca-bina de pintura. Tras las pruebas diagnósticas perti-nentes, el equipo descartó el asma profesional por isocianatos; no obstante, ante la persistencia de los síntomas del trabajador, se trasladaron al lugar de trabajo determinándose las concentraciones de isocianatos. Se registraron concentraciones bajas de TDI, pero concentraciones muy por encima del límite permitido de MDI, por lo que este trabajador tenía un asma por irritantes al no observarse ade-cuadamente los valores ambientales establecidos.

    > Medidas de protección individual (MPI): como en cualquier actividad preventiva, deberán adoptarse cuando no es posible prevenir el riesgo mediante las medidas anteriores. Con respecto a las noxas que entran por la vía respiratoria, será fundamental el uso de mascarillas con los filtros apropiados para el agente en consideración; en el caso de las afecciones cutáneas, es importante la protección de la piel mediante la vestimenta adecuada (manga larga, guantes, etc.) y que el trabajador se cambie de ropa en el lugar de traba-jo (y no en su domicilio, pues estaría llevándose los alérgenos a su casa) y la ropa de trabajo se lave en el centro de trabajo y no en el domicilio del trabajador.

    Esta última medida es igualmente válida para las afecciones respiratorias puesto que los alérgenos inhalados también se pueden deposi-tar en la vestimenta del trabajador y éste podría estar “llevándoselos” a casa al no cambiarse de ropa. Por último, es fundamental la formación de

    los trabajadores sobre el potencial sensibilizante o irritante de las materias primas que manejan (y cómo identificarlas mediante las frases R o S de las hojas de datos de seguridad), de su correcto almacenaje y manipulación, así como, en el ca-so de que se deban utilizar, del correcto empleo, manipulación y mantenimiento de los equipos de protección individual.

    Valga de ejemplo, una paciente que atendí en consulta: de profesión protésico dental, trabaja en un negocio familiar de odontología. Su empleo consiste en crear y manipular las prótesis denta-rias de los clientes. Para ello, maneja amalgamas y resinas de acrilatos. En el proceso de elaboración de una prótesis debe pulir el material hasta darle la forma adecuada. Llevaba años realizando este proceso, que desprende polvo de las resinas, sin ningún tipo de protección. Tras varios años toleran-do esta exposición (fase de sensibilización), en el último año ha comenzado a desarrollar síntomas de eccema de la piel en las muñecas, antebrazos y región lateral del cuello (son zonas descubiertas que entran en contacto, directa o indirectamen-te, como el cuello al llevarse el alérgeno con los dedos) con el polvo del pulido de las resinas de acrilatos (fase clínica).

    Tras tomar la historia clínica y laboral, se reali-zaron las baterías de parches (un tipo de pruebas alérgicas aplicadas sobre la espalda del trabajador) con los contactantes estándar y con las materias utilizadas por esta persona. Se puso en eviden-cia la sensibilización cutánea a un determinado tipo de resina de acrilatos, diagnosticándose una dermatitis alérgica de contacto por exposición a acrilatos. Puesto que el deseo de esta persona era seguir trabajando en el negocio familiar, en su puesto de protésico dental se intentó la adopción de diversas medidas: el cambio de puesto de tra-bajo no le resultaba satisfactorio, pues ella quería seguir realizándolo.

    La resina pudo ser sustituida en algunos pro-ductos pero no en otros. Se adoptó, finalmente, la solución de construir una pequeña urna transpa-rente, al interior de la cual la trabajadora accedía con sus manos con unos guantes de vinilo incor-porados (a modo de incubadora), de tal manera que el trabajo de pulido se realiza ahora de forma carenada y con la protección de los guantes, evi-tando así la exposición a las partículas del pulido de la resina en el ambiente de trabajo y resolvién-dose los síntomas de esta trabajadora.

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