Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

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AGRECOL Andes La agricultura familiar campesina El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia Alicia Cortinas Vicent, Ing. Agrónoma Diciembre de 2014

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AGRECOL Andes

La agricultura familiar campesina El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Alicia Cortinas Vicent, Ing. Agrónoma Diciembre de 2014

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Tabla de contenido

1. Introducción _________________________________________________________ 2

1.1. Antecedentes ___________________________________________________________ 2

1.2. Objetivo e hipótesis ______________________________________________________ 3

2. Revisión bibliográfica __________________________________________________ 4

2.1. Contexto histórico: la agricultura familiar a través del tiempo ____________________ 4

2.2. La agricultura campesina en el panorama nacional _____________________________ 6

2.3. Ámbito de estudio: los municipios de Pasorapa y Totora ________________________ 7

3. Metodología ________________________________________________________ 10

3.1. Trabajo de campo en las zonas rurales ______________________________________ 10

3.2. Trabajo de campo en zonas urbanas _______________________________________ 12

3.3. Trabajo de gabinete _____________________________________________________ 13

4. Análisis de resultados y discusión _______________________________________ 15

4.1. Características de la agricultura familiar ____________________________________ 15

4.1.1. Sistema de economía familiar ________________________________________________ 15

4.1.2. Nivel educativo ____________________________________________________________ 21

4.2. Seguridad alimentaria y calidad de la dieta __________________________________ 23

4.3. Vida saludable y calidad de vida ___________________________________________ 26

4.4. Manejo sostenible de recursos naturales ____________________________________ 30

4.5. Apoyo institucional _____________________________________________________ 33

4.6. El futuro de las próximas generaciones _____________________________________ 35

4.7. La población urbana como consumidora del producto campesino ________________ 38

4.7.1. La cesta de la compra del consumidor de ciudad _________________________________ 38

4.7.2. Dieta de la población urbana. _________________________________________________ 39

4.7.3. Uso de los recursos naturales en la ciudad. ______________________________________ 41

4.7.4. Calidad de la salud en la ciudad _______________________________________________ 42

5. Conclusiones ________________________________________________________ 44

6. Bibliografía _________________________________________________________ 46

ANEXOS _______________________________________________________________ 47

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1. Introducción

1.1. Antecedentes

La ONU declaró el 2014 como el Año Internacional de la Agricultura Familiar. Ello ha promovido

que a lo largo y ancho del mundo se lleven a cabo iniciativas para determinar la situación actual,

concienciar a la sociedad, instar a la implementación de políticas públicas que, al final, fortalezcan

la viabilidad de la agricultura familiar y potencien su desarrollo. Es en este contexto en el que se

sitúa la presente investigación, cuyos objetivos se describen en el siguiente apartado.

El propio Viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez, reconocía la

importancia que tiene la agricultura familiar en Bolivia, puesto que “abastece al mercado interno a

un precio justo y representa la base de la alimentación”. Por ello se está trabajando en programas

nacionales y reglamentos de ley con el fin de facilitar el vivir bien de los bolivianos a través de la

agricultura familiar y otorgarle a ésta recursos –acceso a servicios básicos, créditos, semillas

certificadas entre otros– que contribuyan a la soberanía alimentaria nacional.

Lo que caracteriza a la agricultura familiar en comparación con la agricultura empresarial es, en

primer lugar el objetivo de la producción. Mientras que en una empresa agropecuaria se busca

maximizar el beneficio, y su destino es exclusivamente el mercado; en la agricultura campesina se

tiene como meta mantener a la familia, considerada como la unidad productiva. Por lo tanto el

destino de la producción es el autoconsumo y en segundo lugar, el mercado. La fuerza de trabajo

en la agricultura familiar campesina es la propia familia y complementada a veces con la de otros

vecinos de la comunidad. En ocasiones, jornaleros contratados. Se intenta evitar el riesgo,

mientras que en las empresas se internaliza y es clave tener una buena gestión de riesgo para

adaptarse a los nuevos mercados.

Foto 1. Familia campesina en su hogar de Seivas, Pasorapa.

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Uno de los factores adversos que amenaza a la agricultura, y con mayor repercusión al productor

familiar, es el clima. En los últimos años el cambio climático global ha causado gran preocupación

entre los estudiosos y científicos. Los factores climáticos indispensables para el crecimiento de los

cultivos, como son la precipitación y la temperatura, se están viendo severamente afectados y

están impactando la producción agrícola de los cultivos actuales. Pese a que afecta a toda la

agricultura en general, las familias campesinas no disponen de tantos recursos como las grandes

empresas agropecuarias para poder hacer frente a las pérdidas que pueda ocasionar.

Por supuesto, la agricultura familiar tiene sus ventajas: diversifica la producción en armonía con la

naturaleza, promueve el desarrollo productivo integral, cubre necesidades de autoconsumo, y en

años de buena cosecha, también del mercado local y nacional. Además proporcionan a los agro-

ecosistemas una capacidad de resiliencia notable ante los continuos cambios económicos y

ambientales. Y sobre todo, es una alternativa a los sistemas convencionales de producción.

Aún hoy, en la primera década del siglo XXI, existe en el mundo millones de pequeños agricultores

tradicionales o indígenas. En Bolivia hay, en el año 2008, aproximadamente 775.660 unidades

productivas, 94% de los cuales corresponden a familias campesinas (figura 1).

Figura 1. Categoría de productores agropecuarios en Bolivia. (Elaboración propia a través de datos del Observatorio Agroambiental Productivo, 2008).

Cochabamba es el departamento que concentra mayor número de productores familiares,

representando el 26% del total del país. Simultáneamente, el mapa de pobreza realizado por el

INE (2001) considera esta región como una de las más pobres de Bolivia. Esta investigación se

realizó precisamente en este departamento, concretamente la región del Cono Sur, donde se han

seleccionado dos municipios representativos de la zona de los valles como son Totora y Pasorapa.

1.2. Objetivo e hipótesis

El objetivo de la investigación es determinar el estado actual de la agricultura familiar campesina

en los municipios de Pasorapa y Totora. De esta forma será posible evaluar qué áreas son más

susceptibles de desarrollo y mejora atendiendo a las necesidades o insuficiencias que se presentan

actualmente.

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Se han establecido dos hipótesis principales en base a dicho objetivo:

1. Las familias campesinas cuentan con un sistema de economía familiar que garantiza su

seguridad alimentaria, potencia una vida saludable y mantiene sus recursos naturales de

forma sostenible.

2. La producción agropecuaria familiar contribuye al consumo de alimentos regionales por parte

de la población urbana, además de crear consciencia sobre una dieta saludable y respeto a los

recursos naturales.

2. Revisión bibliográfica

2.1. Contexto histórico: la agricultura familiar a través del tiempo

Uno de los anhelos del libertador Simón Bolívar era otorgar verdaderamente a los nativos las

tierras que tan duramente trabajaban. Los hacendados y mestizos irrumpían de forma ilegítima

sobre los terrenos, con graves consecuencias para el campesino. Fue el año 1863, cuando se

legisló a favor de la propiedad indígena, otorgando tierras a aquellos que no las poseían y títulos a

los que tenían las tierras desde mínimo una década atrás1.

Sin embargo, tan sólo 3 años más tarde, dichos privilegios conseguidos por parte de los indígenas

fueron perturbados de nuevo, despojándoles de sus tierras y obligándoles a comprar títulos si

querían recuperarlas. Los problemas ocasionados por tal arrebato se procuraron mitigar con la Ley

de Exvinculación de tierras, aprobada en 1874, que concedía de nuevo los títulos de propiedad a

todo aquel que pagara 10 centavos de la época2.

Foto 2. Panorámica desde la comunidad campesina de Quinori, en el municipio de Pasorapa (Cochabamba).

A principios del siglo XX, aún siguen las luchas campesinas para que, no sólo la propiedad de sus

tierras sea reconocida, sino también su dignidad y sus derechos elementales como personas. La

estructura agraria aún se conforma en su gran mayoría por hacendados, coexistiendo con

campesinos y pequeñas propiedades mercantiles3. El acceso a la tierra era pagado en rentas por

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trabajo y en servicios personales al patrón y a la familia de la hacienda. Este sistema de

servidumbre es conocido como pongueaje. En los valles de Cochabamba predominaba el arriendo

y la aparcería*, por lo que el pongueaje estaba menos arraigado que en el resto del país4.

La revolución de 1952 impulsada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), incorporó

al sistema político a la mayoría indígena por primera vez en la historia. En agosto de 1953 se firmó

el Decreto Ley de Reforma Agraria. Sus objetivos principales eran:

a) Proporcionar tierra labrantía a los campesinos que no la poseen, expropiando las de

latifundistas que no las trabajan y restituir aquellas que les fueron usurpadas a las

comunidades indígenas.

b) Liberar a los trabajadores campesinos de su condición de siervos, proscribiendo los

servicios y obligaciones personales gratuitas.

c) Promover corrientes de migración interna de la población hacia el despoblado territorio

de las tierras bajas de la amazonia.

d) Conservar los recursos naturales del territorio, adoptando las medidas técnicas y

científicas indispensables

No obstante, pese a que hubieron grandes beneficiarios, también hubieron afectados, sobre todo

en Cochabamba. La asignación de tierras se hizo de manera paulatina, quizá demasiado, y ni

siquiera cubría un gran porcentaje de superficie respecto al total del país. Una de las posibles

razones fue el elevado coste de tramitación para conseguir el título de propiedad por tan sólo una

parcela de unas pocas hectáreas. Eso hace que los menos beneficiados con dichas medidas fueran

los campesinos o indígenas. Sin embargo, pese al relativo éxito para aimaras y quechuas, sirvió

para fortalecer el movimiento político de campesinos y sindicatos agrícolas5.

Las consecuencias directas de la reforma fueron la creación del minifundio en detrimento del

latifundio. Esta parcelación, acentuada debido al reparto equitativo entre los hijos que, en la

época, eran numerosos, tuvo consecuencias negativas dado que sólo permite una agricultura de

subsistencia. Ni siquiera tuvo un nivel de mecanización adecuado ya que las condiciones

geográficas no lo permitían. La inversión en los insumos más costosos, como son los fitosanitarios,

tampoco era posible por los pocos beneficios de la escasa producción. Tampoco consiguió una

integración del campo con la ciudad: la migración a las zonas urbanas seguía siendo una realidad.

Lo que pretendía el MNR en realidad, era instaurar el sistema capitalista, eliminando las trabas

que había encontrado el sistema pre-capitalista anterior, como las que suponía el sistema feudal.

Ellos proponían con la Reforma elevar la producción y la productividad de la tierra, ampliar el

mercado interior, mejorar el nivel de vida del productor directo y permitir la industrialización del

país.

* El propietario proporciona la tierra y parte de los insumos y el productor la otra parte de capital y su

trabajo, recibiendo el 50% de la cosecha.

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En octubre de 1996, se aprobó la Ley 1.715, o Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria que

determinó el inicio de un nuevo proceso de concesión y “saneamiento de tierras”. Durante el

gobierno de Mesa Gisbert (2003-2005) se otorgaron 8142 títulos agrarios y 2265 certificados

individuales y colectivos, 46 Tierras Comunitarias de Origen (TOC) y 751 resoluciones supremas.

Pero esta ley sólo favorece a los grandes propietarios del trópico y muy poco a las comunidades de

la región alta y altiplánica.

Posteriormente, durante el gobierno de Evo Morales, se aprueba, en junio del 2011, la Ley 144, de

la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria; y en octubre del 2012, la Ley de la Madre

Tierra. La finalidad de la Ley 144 es “lograr la soberanía alimentaria en condiciones de inocuidad y

calidad para el vivir bien de las bolivianas y los bolivianos, a través de la Revolución Productiva

Comunitaria Agropecuaria en el marco de la economía plural”.

Sin embargo, incluso antes de verse aplicada dicha ley, son algunas las críticas que emergen.

Dichas leyes derivan en los últimos años en un manejo discrecional del recurso tierra con unos

efectos que –según Hernán Zeballos comentaba en el Foro “Soberanía Alimentaria, Sostenibilidad

Agropecuaria y Seguridad Jurídica” de la Paz en octubre de 20146– se traducen en pérdida de

bienes y maquinaria, imposibilidad de acceso al crédito, disminución del valor de la tierra e

impedimentos para sanearla.

2.2. La agricultura campesina en el panorama nacional

Justo antes de la Revolución Nacional, la población rural alcanzaba el 65%, mientras que hoy en

día no llega al 35%. Las sucesivas migraciones del campo a la ciudad han convertido a Bolivia en un

país eminentemente urbano. El minifundio fue el primer factor que propició el flujo de campesinos

desde 1952 a 1977, no sólo hacia ciudades en Bolivia, sino también al extranjero, sobre todo al

país vecino, Argentina7. En los siguientes 16 años, se le suma el agotamiento de tierras por la falta

de fertilidad del suelo y la erosión como motivo principal. En la década de los 90 hay un pequeño

crecimiento de población rural dado que se frenan los desplazamientos a la ciudad debido a la

crisis y falta de empleo en todo el país.

La contribución campesina al PIB superaba con creces el aporte de las empresas agropecuarias al

principio de la década de los 608. Como ilustra la figura 2, la producción empresarial ha ascendido

casi exponencialmente en los últimos 40 años del pasado siglo, superando a las pequeñas

unidades parcelarias. Y es que cabe destacar que la empresa agraria, pese a representar

únicamente el diez por ciento de las unidades agropecuarias, monopoliza el 90% de la tierra. La

situación contraria se encuentra entre los pequeños campesinos que, representando el 90% de los

productores, sólo tiene acceso al diez por ciento de la tierra.

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Figura 2. Valor de la producción agropecuaria campesina y empresarial por periodos de tiempo (Zeballos, 2006)

Prácticamente la totalidad de la producción campesina se destina al abastecimiento de la

población nacional. Los pequeños agricultores alimentan a los bolivianos mediante el

autoabastecimiento en primer lugar e incorporando sus excedentes en el mercado en segundo

lugar, lo que supone aproximadamente un 70% de los alimentos consumidos en la ciudad. Las

agroindustrias complementan la disponibilidad de alimentos con sus monocultivos, pero la gran

mayoría la dedican a la exportación. Dado que la demanda es mucho mayor que los bajos

rendimientos de la producción agropecuaria, es necesario cubrir el resto a través de la

importación9.

2.3. Ámbito de estudio: los municipios de Pasorapa y Totora

En este apartado, se describen las características más relevantes de los dos municipios

seleccionados para el presente estudio –Totora y Pasorapa–, extraídas de los respectivos Planes de

Desarrollo Municipal para los años 2012-2016 y del censo del INE de 2012.

Pasorapa y Totora se encuentran en el Cono Sur de Cochabamba, en las provincias de Narciso

Campero y José Carrasco, respectivamente. En total hay 6853 habitantes en Pasorapa y 14665 en

Totora. Al igual que en el conjunto de Bolivia, presentan pirámides poblacionales progresivas, con

casi igual número de hombres que de mujeres, lo que es un indicador de la abundancia en la

población infantil y de tendencia al crecimiento demográfico.

Se sitúan en la zona de serranía y valles, con un tipo de clima clasificado como sub-húmedo seco o

semiárido, para las regiones consideradas. La temperatura media anual está en 16,5°C y la

precipitación anual es de 632 mm, concentrada en los meses de diciembre, enero y febrero. Sin

embargo, en los últimos 5 años, en Pasorapa se ha vivido un déficit hídrico, afectando a las

cosechas, por lo que la precipitación no ha superado los 400 mm, dato estimado, puesto que no

cuenta con estación climatológica. La estación de referencia más cercana está en Aiquile.

La actividad económica principal en la región es la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con

más de un tercio de la población total en Pasorapa y algo más de la mitad en Totora, dedicada a

este sector. En el gráfico circular (figura 3) se representa la contribución de estos dos municipios

0

200

400

600

800

1.000

1.200

1961-63 1973-75 1985-87 2000-02

un

idad

es

x 1

00

0

Periodo de tiempo

Campesina

Empresarial

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en comparación con el resto del país. Para ello, se tuvieron en cuenta únicamente la población

campesina de mayor de 10 años.

Figura 3. Distribución de la población dedicada al sector de la agricultura, ganadería y pesca –mayores de 10 años–por departamentos. En el círculo menor, se muestra el detalle del porcentaje de los municipios de Totora y Pasorapa. El total de la muestra en Bolivia es de 1.252.750 agricultores. Elaboración propia a partir de los datos del INE 2012.

En ambos municipios se cultiva principalmente maíz, trigo y papa. En Pasorapa además tienen

cebada, frejol, cebolla, tomate, sandía y caña, como cultivos principales. En Totora, además de

esos 3, le siguen en cuanto a volumen de producción los cultivos perennes y anuales de haba,

avena, oca y frutas.

La producción pecuaria constituye también una importante contribución al sistema económico

familiar, de mayor arraigo en algunas comunidades de Pasorapa. En este municipio, las especies

animales predominantes son el ganado vacuno, caprino, ovino y porcino. En las otras comunidades

y en el municipio de Totora, la ganadería se considera más bien como complemento a la

agricultura.

Foto 3. Padre e hija en su hogar de Pasorapa (izda.) y cosecha de la papa en Totora (dcha.).

Chuquisaca; 7,5%

La Paz; 31,0%

Pando; 1,2%

Tarija; 4,4%

Oruro; 5,1%

Potosí; 13,4%Santa Cruz; 13,4%

Beni; 3,8%

Pasorapa ; 0,2%

Totora ; 0,5%

Resto de municipios de Cbba; 18,1%

Cochabamba; 18,8%

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Un aspecto clave para el éxito del sistema económico campesino es la propiedad de la tierra y

distribución. Como se vio en el apartado 2.1, la Reforma Agraria provocó cambios trascendentales

en la tenencia de tierra, donde los nuevos propietarios de las tierras son las familias campesinas.

Prácticamente el 100% de las familias repartidas en los 4 distritos de Pasorapa, poseen tierras

propias. Una minoría accede a la tierra a través del alquiler o anticrético. De la misma forma, en

Totora predomina el tipo de propiedad individual y comunal, aunque actualmente no son muchos

los productores que cuentan con títulos de propiedad individuales debido al proceso de

parcelación continua a través de procesos hereditarios.

Las instituciones, tanto públicas como privadas, fomentan y promocionan el desarrollo

agropecuario desde sus correspondientes áreas de acción. En Pasorapa, las instituciones públicas

son:

- Gobierno Municipal de Pasorapa: asegura el desarrollo integral armónico y participativo

del Municipio.

- Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba: proporciona capacitación, asistencia

técnica, proyecto. Tara, Electrificación Rural, Mejoramiento Caminos. Canalización de

financiamientos.

- PASA Proyecto Producción de Trigo.

- Gobierno plurinacional, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

Y en Totora, la relación de instituciones públicas es:

- Gobierno Autónomo Departamental: apoya al fortalecimiento municipal y comunitario,

proyectos de desarrollo y apoyo a la producción. Actúa aliviando a las familias campesinas

cuando ocurren desastres naturales.

- Gobierno Autónomo Municipal de Totora: promueve el desarrollo económico y social del

conjunto de comunidades y distritos del municipio.

- Mancomunidad de Municipios del Cono Sur de Cochabamba: apoya los procesos de

desarrollo en la región del Cono Sur de Cochabamba.

El Servicio Departamental de educación en Pasorapa y la Dirección Distrital de educación, son

instituciones públicas que administran y brindan servicios de educación a la población estudiantil.

La Educación construye los cimientos para el desarrollo persona, y por extensión, de la sociedad,

por ello es importante que el gobierno garantice su aplicación y procure hacerla llegar al total de la

población.

La población totoreña tiene el quechua como lengua materna (el 81% de su población) y no todos

dominan el castellano. Al contrario sucede en Pasorapa, con mayoría castellanoparlante (el 70%

de la población) y tan sólo un cinco por ciento habla únicamente quechua. Este hecho,

especialmente para el municipio de la provincia de Carrasco, hace que la Ley 1565 de Reforma

Educativa, aprobada en 1994, supusiese un hito en la historia de la educación boliviana. Incluye el

Proyecto Educativo Indígena que, desde 2001, busca desarrollar procesos de educación bilingüe

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(indígena-castellano), y en definitiva, adaptar la educación a la lógica y realidad de cada pueblo

indígena10.

Desde 1992 hasta el día de hoy, la población analfabeta se ha ido reduciendo, lo que supone un

pequeño éxito para los programas de educación. En 2012, la población de más de 15 años que no

sabe leer ni escribir es de un 7% para Pasorapa y un 12% para Totora. Porcentajes similares se

obtienen para los mayores de 19 años que no han recibido ningún tipo de instrucción en la

escuela. Además, la tasa de asistencia a clase se ha incrementado hasta prácticamente el 90% de

los niños.

Foto 4. Curso de 5º de primaria en clase de educación física. Escuela en Seivas, Pasorapa.

3. Metodología

3.1. Trabajo de campo en las zonas rurales

Para poder diagnosticar la situación de las regiones seleccionadas, se tuvieron en cuenta 4 de las

dimensiones básicas de la sostenibilidad: sociocultural, económica, institucional y

medioambiental. La metodología empleada se basa en encuestas de carácter cualitativo,

entrevistas y grupos focales; donde el tipo de estudio es transversal es decir, con recogida de

datos una única vez durante el periodo de tiempo de la investigación. El proceso de levantamiento

de encuestas tuvo lugar en el mes de noviembre de 2014 mediante un equipo de encuestadores

conjuntamente con técnicos locales.

La dimensión sociocultural se evalúa mediante diferentes preguntas de perfil –género, edad,

situación familiar– así como de hábitos sociales y culturales. Sobre la dimensión económica,

principalmente se obtuvieron datos productivos, tipos de cultivos, superficie cultivada, canales de

comercialización, etc. Se revisó la presencia de instituciones y la influencia de sus proyectos sobre

la economía familiar. La dimensión ambiental se refiere al uso de los recursos tales como el agua,

la energía, la tierra, etc. así como hábitos de vida que respeten dichos recursos.

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El muestreo en el caso de los adultos de las zonas rurales se hizo de forma aleatoria entre los

miembros de una comunidad, con comunidades previamente ya elegidas. Éstas se seleccionaron

teniendo en cuenta aquellas donde Las Parroquia, instituciones que actualmente trabajan en

proyectos de desarrollo rural en ambos municipios, tienen influencia. De esta manera el

acercamiento a las familias es más sencillo, al tratarse de técnicos locales que transmiten

confianza a la hora de responder las preguntas más sensibles. Se incluye un grupo control,

conformado por aquellas familias que no han sido beneficiarios de ningún proyecto de desarrollo

agropecuario.

En Totora se entrevistó un total de 48 personas adultas –mayores de 16 años– entre hombres y

mujeres actualmente en activo (tabla 1). Cada encuestado es miembro de una familia distinta, por

lo que en definitiva representan la situación de 48 familias. En Pasorapa se encuestaron a 51

familias en total, pertenecientes a las comunidades de Pasorapa, Quinori y Seivas. En los mapas de

relieve 1 y 2 de los anexos se puede ver la distribución de la mayoría de las comunidades. Algunas

no aparecen debido a la falta de coordenadas de ubicación en las bases de datos proporcionadas

por GeoBolivia (Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia).

Tabla 1. Número de familias encuestadas, expresadas en porcentaje respecto del total, por cada distrito y municipio.

TOTORA

PASORAPA

Distrito Comunidad Encuestados Distrito Comunidad Encuestados

Arepucho 1 (2%)

Arepucho 1 (2%) Pasorapa

3 (6%)

Pasorapa 2 (4%)

Icuna 2 (4%)

Icuna 1 (2%) Rodeo 1 (4%)

Pata Icuna 1 (2%)

Quinori

31 (61%)

Aguadillas 5 (10%)

Rodeo Chico 1 (2%)

Coluyo Grande

1 (2%) Collpas 7 (14%)

Sur

35 (73%)

Antaqhawa 7 (15%) Conchu Laguna

9 (18%)

Azul Khocha 12 (26%) Espinal 1 (2%)

Corral Viejo 1 (2%) Huasa Orcko 4 (8%)

Huerta Mayo 1 (2%) Pucaracito 2 (4%)

Julpe 1 (2%) Quinori 3 (6%)

Loma Larga 4 (9%) Seivas

17 (33%)

Buenavista 5 (8%)

Mal Paso 1 (2%) Rudapampa 3 (6%)

Pabellón 5 (11%) Seivas 4 (8%)

Tunas Playa 3 (6%) Zapallar 5 (10%)

Sur Este 4 (8%)

Kumpu Rumi 1 (2%) Total 51 (100%)

Pucara 2 (4%)

Pucara Grande

1 (2%)

Tiraque 2 (4%)

Manzanal 2 (4%)

Totora 3 (6%)

Tipas 2 (4%)

Tipas kuchu 1 (2%)

Total 48 (100%)

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El tipo de muestreo para la población infantil fue aleatorio estratificado, con un tamaño de

muestra total de 116 entre niños y niñas. Se seleccionaron dos cursos de distinto nivel en varias

escuelas, y dentro de cada curso se tomó aleatoriamente una muestra de entre 5-10 niños, según

el tamaño de la clase. Debido a las escuelas multigrado, necesarias para cumplir el mínimo número

de estudiantes por docente, donde en una misma aula hay distintos cursos, las edades están

comprendidas entre 6 y 16 años. Los temas incluidos fueron salud, educación, participación

familiar y perspectivas de futuro, entre otros.

Foto 5. Pase de encuestas en la Unidad Educativa de Seivas, Pasorapa.

3.2. Trabajo de campo en zonas urbanas

Se escogió la ciudad de Cochabamba como representativa del área urbana, recogiendo

información tanto de adultos como de niños. En el caso de la población adulta se realizaron 74

sondeos de opinión, seleccionando de forma aleatoria estratificada a los participantes de la

misma, donde cada estrato lo conforman distintos mercados y supermercados cuidadosamente

seleccionados. Dichos mercados se enumeran y describen a continuación:

a. Ecoferia. Es un mercado que se realiza cada miércoles por la mañana donde acuden

productores con sus productos ecológicos. Se entrevistaron a 12 personas entre hombres

y mujeres.

b. Supermercados. Se escogieron los supermercados Hipermaxi y Qué barato, entrevistando

a 8 mujeres y 4 hombres en horario vespertino (de 4 a 8 de la tarde).

c. Mercado La Pampa. Es uno de los mercados más antiguos de Cochabamba.

Tradicionalmente la feria se realiza los miércoles y sábados, sin embargo el mercado

permanece abierto todos los días. Durante los días de feria, se inician las actividades desde

las primeras horas de la madrugada, momento en el que los productores ofrecen sus

mercancías al por mayor a los intermediarios. Luego se ofertarán al por menor al resto de

consumidores a precios relativamente económicos.

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d. Mercado Triangular. Con características similares al de La Pampa, salvo que únicamente

abre los sábados. Está ubicado en el centro, entre las calles Lanza y 16 de julio. Es un

mercado bastante concurrido por el atractivo que presentan sus bajos precios.

e. Mercado San Antonio. Reúne las mismas características que el mercado La Pampa. Se

encuentra ubicado entre las calles Punata e inmediaciones de la iglesia de San Antonio.

Es un espacio tradicional de comercialización de verduras y frutas, es menos concurrido,

sin embargo abre todos los días.

f. Mercado Quillacollo. Ubicado en la zona del mercado de granos de Quillacollo, asiste la

población de las provincias y del entorno. Es posible la compra directa del productor, así

como de intermediarios.

Foto 6. Venta de verduras en un supermercado típico en Cochabamba (izquierda) y un mercado (derecha).

Para encuestar a los niños, se hizo una colaboración con la ONG Alerta Verde, la cual se dedica en

el periodo de la investigación a implementar huertos urbanos en colegios, entre ellos Mª Josefa

Mujía, donde se realizaron 17 encuestas a niños y niñas escogidos aleatoriamente. Participaron

también los colegios de Santa Elisabeth Setón y Santa Luisa de Marrillac donde aún no tienen

huertos, con 10 jóvenes encuestados por unidad educativa. Se escogieron los cursos de 5º y 6º de

primaria (11-13 años) tanto del turno de la mañana como de la tarde con un total de 37 jóvenes.

Las tres unidades educativas son de convenio y forman parte de la organización católica Fe y

Alegría, por lo que el tipo de alumnado se considera procedente de un entorno social homogéneo.

3.3. Trabajo de gabinete

El trabajo de oficina consiste en revisiones bibliográficas de trabajos elaborados con anterioridad,

de datos estadísticos publicados por organismos oficiales tal como el Instituto Nacional de

Estadística o proporcionados por la gobernación de cada municipio, entre otros.

La información recogida en campo pasó una fase de depuración, es decir, se comprobó que las

encuestas estaban completas. Se realizó una codificación de las respuestas para su posterior

análisis: en preguntas de elección múltiple se asignaron valores numéricos o palabras clave y para

las de respuestas abiertas se analizaron cada una de ellas y en algunos casos se encontraron

patrones comunes aptos para asignarles un código numérico.

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Una vez realizadas estas fases previas, se procedió a transcribir la información recogida sobre

papel o en grabadora a un procesador de textos y de datos. Para el análisis estadístico se utilizó el

programa IBM SPSS Statistics 20 y Excel. Los resultados se presentan en tablas y gráficas,

mostrando, según el caso, los parámetros estadísticos detallados a continuación:

Media muestral o promedio. Se calcula sumando los valores de la distribución y

dividiéndolo entre el tamaño muestral, o número total de individuos.

Desviación típica. Es una medida de la dispersión de la distribución y se calcula a partir de

la raíz cuadrada de la varianza. Mide cuánto se separan los datos en relación a la media, por lo

que valores muy altos son indicadores de distribuciones muy heterogéneas y con valores

alejados de la media, y deviaciones típicas bajas indican que la distribución se acerca a la media

aritmética y por lo tanto está más “concentrada”. La fórmula para calcularla es la siguiente:

𝑆 = (𝑥𝑖 − 𝑥 )

2𝑛𝑖=1

𝑛 − 1

donde n es el número total de individuos de la muestra.

Rango. El rango se refiere al intervalo comprendido entre el valor mínimo y máximo de la

distribución considerada.

Error típico. Las representaciones gráficas con las barras de error típico marcan la media

con un punto central en una barra vertical. La longitud de la línea, o barra de error, indica el

valor de 1 vez el error típico (SE, por sus siglas en inglés) y representa la variación de la media

muestral en torno a la media poblacional. O dicho de otro modo, cuanto más pequeña sea la

barra de error, menor incertidumbre habrá en los datos. Además permiten comparar distintos

tratamientos o grupos (de edad, origen, género, etc.) identificando si hay diferencias

significativas. Una separación entre los extremos de las barras igual a SE indica que la

significación es aproximadamente del 5%, mientras que si la separación es de 2·SE, la

significación es del 1%.

Para evaluar la calidad de la dieta, los encuestados respondieron un cuestionario adaptado sobre

la frecuencia de consumo de ciertos alimentos y se midieron los resultados usando el Índice de

Alimentación Saludable (IAS) de acuerdo a previos estudios11. La calidad de vida se midió de

acuerdo a una modificación del test Duke12.

El resumen de los indicadores identificados para cada una de las hipótesis, así como el método

utilizado para extraer la información requerida, se resume en la tabla 10 de los Anexos.

Page 16: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

4. Análisis de resultados y discusión

4.1. Características de la agricultura familiar

La agricultura familiar cochabambina se caracteriza por tener recursos limitados, falta de

tecnificación, falta de capacidades y/o conocimientos sobre innovación, menos oportunidades

para tomar riesgos, menos velocidad de respuesta ante cambios en el mercado, y ausencia de TIC

(Tecnologías de la Información y Comunicación). Incluso el acceso a los servicios básicos se

encuentra comprometido en muchos de los casos.

En este capítulo se describen los resultados obtenidos que definen la agricultura familiar

atendiendo a su estructura como sistema económico. Algunos de los factores seleccionados son la

superficie cultivada, el uso de maquinaria agrícola, la producción, comercialización y la

participación familiar.

Se ha presupuesto que las familias campesinas cuentan con un sistema de economía familiar que

garantiza su seguridad alimentaria, potencia una vida saludable y mantiene sus recursos naturales

de forma sostenible. Para comprobar dicha hipótesis, se explican a continuación los resultados de

cada aspecto con más profundidad. También, de forma adicional dado el importante papel que

juega en el desarrollo de una sociedad, se dedica un apartado a los antecedentes educativos de los

campesinos.

4.1.1. Sistema de economía familiar

La superficie cultivada en los sistemas agrícolas familiares, no supera las 5 hectáreas en promedio.

En Pasorapa, según el último PDM, un 63% tiene propiedades de menos de 10 ha, un 11%, entre

10 y 30 ha y por último, un 26% tiene superficies de cultivos superiores a las 30 ha. En Totora la

situación es algo distinta: casi el 70% tiene tierras de menos de 10 ha, el 22%, de entre 10 y 30 ha y

aproximadamente un 8% tiene tierras de más de 30 ha. Los agricultores cada año deciden la

superficie a sembrar según las posibilidades materiales, disponibilidad de animales de labranza o

de mano de obra con las que cuenten.

El trabajo de campo suele hacerse a mano o con ayuda de la yunta —accionada por dos bueyes o

mulas— sin tractor, por lo que los recursos humanos son la principal limitación. En algunos lugares

se practica el ayni, o compromiso recíproco con los vecinos de la comunidad y si es necesario, se

contratan trabajadores.

El uso del tractor para la preparación del terreno, siembra o de la cosecha no es siempre posible

ya que las condiciones del terreno a veces no lo permiten, pues los caminos no están adaptados

para que circulen vehículos. Además la mecanización de las labores agrícolas es complicada sobre

todo porque económicamente es inaccesible.

Page 17: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

La tabla 2 muestra qué cantidad de familias tienen posibilidades de usar un tractor –cosechadora o

sembradora–. En el PDM de Totora del 2005 se extrae que en aquel año el sindicato de Arepucho

no tenía tractor; Rodeo Chico contaba con 16; Sur, 1; Sur Este, 6 y el de Tiraque C, 16. Esta

distribución parece directamente proporcional al número de habitantes. Aún así no es suficiente, y

en ambos municipios el sistema de producción es semi-mecanizado, es decir, tareas como

fertilización, eliminación de malas hierbas o cosecha se siguen realizando a mano.

Tabla 2. Porcentaje de familias por subcentral/distrito que disponen de maquinaria, habitualmente alquilada

Municipio Familias encuestadas

Familias con acceso a tractor

Municipio de Pasorapa 50 8,00%

Pasorapa 4 25,0%

Quinori 30 6,7%

Seivas 16 6,2%

Municipio de Totora 45 38,30%

Arepucho 1 0,0%

Rodeo Chico 1 100,0%

Sur 35 34,2%

Sur Este 3 33,3%

Tiraque 2 100,0%

Totora 3 66,7%

Empleando únicamente herramientas de labranza tipo la chaquitaqlla o azada, tres personas

necesitarían 16 jornadas de trabajo para preparar 1 hectárea de tierra. Con la yunta, y tan sólo un

gañán, esta labor se completaría en tan sólo 8 horas13. El uso de tractor reduciría las horas de

trabajo por hectárea según la capacidad de trabajo del mismo, la potencia y otros factores como la

textura del suelo; pero habría que valorar el incremento del uso de combustibles fósiles y otros

costes de mantenimiento, la aptitud a la mecanización del terreno, etc. La yunta por otro lado, no

tiene unos costes de mantenimiento tan elevados, se puede producir localmente, aumenta la

productividad en comparación al uso del azadón y es amigable con el medio ambiente. Todo esto

hace que sea recomendado para pequeños y medianos productores.

Por lo que respecta a la disponibilidad de la tierra, ésta suele estar disponible para todo aquel que

la quiera trabajar. En el municipio de Totora existe además el concepto de propiedad, y la

adquisición de tierras está supeditada a la oferta del mercado. En Pasorapa la situación es más

variada, ya que también el sindicato distribuye los terrenos. Este sistema funciona bien dentro de

la comunidad, ya que todo aquel que solicita una determinada superficie, acostumbra a obtenerla.

Las familias campesinas de los municipios de Totora y Pasorapa, se dedican casi exclusivamente a

la agricultura y/o la ganadería, o bien lo combinan con actividades del entorno rural y otros casos

con trabajos temporales ajenos a su actividad principal. El 100% de los encuestados en ambos

municipios se dedica a la agricultura, y un 84% son además ganaderos. Desde hace unos años,

Page 18: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

algunos campesinos decidieron diversificar la producción, introduciendo la apicultura, llegando

actualmente al 15% de la población. Una pequeña minoría (9%) se dedica de forma regular a la

silvicultura, en concreto a la explotación de eucalipto. En casos aislados, trabajan como chóferes,

profesionales de enseñanza o enfermería como actividad principal complementaria.

El nivel de producción de las familias cochabambinas se ha descrito como “de subsistencia”. Las

familias priorizan cómo suplir sus necesidades de alimentación y, si el año es bueno, procuran

obtener ingresos para mejorar su calidad de vida y la de sus hijos, a través de los beneficios

generados por los excedentes. En años de baja producción se ven obligados a vender alguno de

sus animales o ir a trabajar a la ciudad.

Los tipos de cultivos predominantes en el Cono Sur son tres: trigo, maíz y papa (figura 4). Le siguen

las leguminosas, ya que son cultivo indispensable a introducir en la rotación para enriquecer de

nuevo el suelo con nitrógeno, y la cebada. Los datos observados corresponden al último año

agrícola, esto es, 2013-2014.

Figura 4. Tanto por ciento de familias que producen cada tipo de cultivo. En Totora, bajo el epígrafe “otros” se incluyen yuca y coca–sólo para los distritos de Arepucho e Icuna–, amaranto y linaza. En Pasorapa “otros” incluye solo yuca.

La gráfica anterior no hace referencia al volumen de producción ni a la productividad. Ésta última

se encuentra fuertemente vinculada al piso ecológico donde se cultive, que condiciona la

temperatura, el régimen de lluvias, el sistema de regadío o secano; la pendiente del suelo de

cultivo, etc. Por ejemplo, la papa, el trigo y la cebada tienen mayores rendimientos en la puna o

altiplano; el maíz rinde más en la cabecera de los valles, y en el mismo valle, los rendimientos son

intermedios para todos ellos. Las diferencias entre municipios son grandes en cuanto a toneladas

producidas por hectárea, posiblemente debido a que hay diferencias significativas en cuanto al

uso y disponibilidad del recurso agua.

De los PDM de cada municipio se puede extraer información acerca del promedio de la

productividad y superficie sembradas para el año 2013. De esta forma, se pueden calcular los

datos de producción en promedio de los cultivos principales que ambos tienen en común,

reflejados en la tabla 3.

Page 19: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Tabla 3. Promedio de producción en toneladas (año 2003). Elaboración propia a partir de datos del PDM

Maíz Trigo Papa Cebada

Pasorapa 2398,1 1247,8 374,4 206,8

Totora 14,0 398,0 2416,9 29,8

La tabla 4 resume la cantidad y tipo de especie animal que se produce en cada municipio. En el sur

de Totora el 64% de los encuestados son ganaderos que poseen vacas y aves –por lo general

gallinas ponedoras– con una media de 9,4 y 14,7 respectivamente. También en Pasorapa estas dos

especies son las más extendidas, pero se aprecia la mayor tradición ganadera: el 84% de los

encuestados se dedican a la cría de ganado vacuno y tienen una media de 21,4 animales. El

mínimo número de vacas es 2 y el ganadero más exitoso tiene 90.

Como cabe esperar, hay un porcentaje alto de bueyes en las explotaciones familiares. Hay una

fuerte correlación entre la disponibilidad de maquinaria y la posesión de animales de tiro: las

familias que no disponen de tractor suelen tener siempre bueyes mientras que si tienen acceso a

máquinas, el buey queda en segundo plano. Hay familias que no disponen de ninguno de los dos y

han de recurrir al alquiler de yunta o al ayni.

Por último, y quizá gracias al impulso que está teniendo la apicultura por parte de la APRAE

(Asociación de Productores Agropecuarios Ecológicos de Totora), en Totora ha tenido un

crecimiento notable del número de agricultores que han querido criar abejas. Ya son el 30% del

total de familias participantes, con una media de 3,3 cajas de abejas cada una.

Tabla 4. Media del número de unidades de ganado o cajas calculado en base al número de ganaderos que poseen dicha especie animal.

Totora Pasorapa

[Mín., máx.] Media σ1 % de

ganaderos2

[Mín., máx.] Media σ % de

ganaderos

Cabras [5, 200] 50,4 48,6 43 [5, 100] 33,2 29,9 20

Ovejas [2, 80] 23,3 19,4 60 [5, 40] 22,5 9,7 47

Vacas [2, 38] 9,4 8,1 64 [2, 90] 21,0 17,9 84

Cerdos [1, 8] 2,5 1,9 36 [1, 40] 4,3 6,6 63

Conejos [28, 28] 28,0 - 2 [3, 3] 3,0 - 2

Aves [2, 80] 14,7 16,4 64 [4, 35] 16,0 9,1 76

Cajas de abejas [2, 6] 3,2 1,3 30 [1, 18] 4,3 6,7 12

Bueyes [1, 8] 2,5 1,6 66 [1, 8] 2,6 1,4 74

1σ= desviación típica. No es posible calcularla para los conejos, puestos que sólo hay un individuo en esa muestra.

2 el% de ganaderos representa la suma de agricultores que poseen dicho animal, dividida entre el número total de

agricultores de ese municipio, en tanto por ciento.

El último eslabón de la cadena productiva es la comercialización del producto. Esto sólo puede

suceder cuando ha habido mayor cantidad de producción de la que necesitan para alimentarse por

Page 20: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

haber sido un buen año. Tras la cosecha, los productos no se someten a ningún proceso de

transformación, si no que más bien se vende la materia prima.

En la figura 5, se observa que para el año 2014 las familias de las distintas subcentrales sí

obtuvieron excedentes, que ofertaron al consumidor final obteniendo un beneficio monetario por

ello. En Pasorapa hay familias que no pudieron vender nada y posiblemente sea por la escasez de

agua. Falta una gestión eficaz del agua para riego en una zona que de por sí es muy árida y en los

últimos años sufre de una sequía prolongada, por eso la producción no refleja su potencialidad y

se ven menos excedentes. Por el contrario en Totora además de disponer de más agua para el

cultivo, se cuenta con una buena red de comunicaciones. Ello favorece la comercialización del

producto y es muy posible que, ante tal ventaja, los agricultores lo tengan en cuenta a la hora de

planificar su producción.

Figura 5. Porcentaje de familias que tuvieron excedentes en la pasada campaña en cada distrito de los municipios de Pasorapa y Totora.

Los canales de comercialización utilizados son varios: directo al consumidor en los mercados y

ferias agrícolas o a través de intermediarios como otros comerciantes o ranqheros (intermediario).

El nivel de producción de la familia campesina es muy reducido como para mantener un

intercambio comercial constante que requiera de un contrato con intermediario, con las

exigencias que ello conlleva. Los contratos con intermediarios son de carácter informal y oral. El

productor negocia a pie de camión o en el mercado donde vende el intermediario, el precio de su

producto.

Sin embargo, también existen contratos formales a través de asociaciones como APRAE e

instituciones como EMAPA y CLODEPA (encargados del acopio y compra, sobre todo del trigo

destinado para la trasformación en harina y la comercialización) tal y como manifiestan algunos de

los encuestados de la comunidad de Azul Khocha, Sur y Tiraque, en el distrito Sur del municipio de

Totora.

Page 21: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Dado el caso que por diversos factores adversos, como los climáticos, desastres naturales y otros

siniestros, la producción haya mermado hasta en un 50% en superficies sembradas menores a 5

hectáreas, el agricultor se puede beneficiar del Seguro Agrario Universal “Pachamama” del

gobierno plurinacional, previa inscripción. Pese a que tan sólo cuesta 20 bolivianos por hectárea al

año, únicamente el 49% de los pasorapeños y el 64% de los totoreños encuestados están inscritos.

Los principales motivos para no inscribirse son la desconfianza del sistema de pagos, experiencias

negativas pasadas, o simplemente falta de administración por parte del sindicato.

Como en todo negocio familiar, su gestión recae en la familia exclusivamente, sin socios externos,

como ocurre en la empresa agropecuaria. Las decisiones están influenciadas de una forma u otra

por sus miembros, cuyo fundador busca traspasarla a sus descendientes en un futuro.

Cada miembro tiene un rol asignado que no varía mucho al compararlo entre las familias

encuestadas. Las actividades agrícolas y ganaderas de la mujer se centran sobre todo en el cuidado

de los animales domésticos, pastoreo y cuidado del huerto. El grueso de las tareas domésticas es

responsabilidad de ella, que también se dedica al cuidado de los hijos y la administración

financiera. Un 10% del total de las mujeres realizan adicionalmente actividades económicas ajenas

a la actividad agropecuaria tales sean trabajos de tejido, elaboración de chicha y pan, cocina o

limpieza en hogares de terceros.

Las decisiones importantes de la familia las toma el hombre. Éste se dedica a los trabajos de

campo y, en caso de necesidad, a trabajos complementarios para incrementar el capital. Casi el

50% de los hombres encuestados ha tenido que buscar trabajo en el área de la construcción o

como jornalero principalmente. Otros trabajos mencionados en las entrevistas han sido

carpintero, pescador, veterinario y conductor.

Los hijos también colaboran en la empresa familiar ya desde los 5-6 años. A tempranas horas del

día, antes de entrar a la escuela y al finalizar sus clases se dedican a colaborar con su madre en la

huerta, regando las plantas, labrando el suelo de cultivo o ayudando a la cosecha con su padre.

También entre semana suelen trabajar en el potrero, en tareas domésticas o vendiendo en el

mercado.

Por último se plantearon cuestiones sobre la conducta de ahorro y sus hábitos de inversión. En la

figura 6 se observan diferencias en cuanto a los hábitos de ahorro entre ambos municipios. En

Pasorapa la tendencia es a invertir todos los ingresos en sus gastos cotidianos, sin tener opción a

reservar una parte, mientras que en Totora son más ahorradores.

En cuanto a tipo de consumidor, se han definido 3 posibilidades: conservador es aquel que utiliza

al máximo sus bienes antes de comprar nuevos, el racional es aquel que considera que en algunas

ocasiones también conviene adquirir uno nuevo y el impulsivo es el que compra incluso si no lo

necesita. En el ámbito rural no existe tanta presión por parte de los anunciantes que ofrecen su

género además de que, quizá por el bajo poder adquisitivo, existe una mayor valoración de lo que

se posee. Eso es visible en el gráfico, ya que son sólo unos pocos los que compran por capricho y la

gran mayoría los que utilizan la ropa, utensilios, calzado, etc. hasta que ya es imprescindible

Page 22: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

cambiarlos por otros nuevos, dejando de lado ese consumismo frenético tan habitual de las

grandes áreas urbanas.

Figura 6. Hábitos de ahorro de las familias campesinas (izquierda) según si gastan menos, igual o más de lo que ingresan. A la derecha están representados los tipos de consumidor según la frecuencia con la que reemplazan sus bienes antes de llegar éstos al fin de su vida útil.

4.1.2. Nivel educativo

En el artículo 2 de la Ley 1565 de Reforma Educativa se establece que la educación «es universal,

gratuita en todos los establecimientos fiscales y obligatoria en el nivel primario porque contiene

postulados democráticos básicos y porque todo boliviano tiene derecho a igualdad de

oportunidades».

El sistema educativo ha sufrido reformas y por ende, la nomenclatura y agrupación de los cursos

ha ido cambiando también. Para el presente estudio se ha considerado como Educación Primaria

los 5 primeros cursos de la escuela, entre 5-10 años de edad; Educación Intermedia los 3 cursos

siguientes, entre 11-14 años; Secundaria los 4 cursos posteriores, entre 15-18 años, y por último la

Universidad o Ciclos Superiores, a partir de 18 años.

El último censo del INE (2012) preguntaba a la población comprendida entre los 6 y 19 años de

edad cuestiones relacionadas con la escolarización. En Totora, eso supone 5014 habitantes, donde

el 24% no va a la escuela, el 70% va a una escuela pública y el resto a una privada o de convenio.

En Pasorapa los resultados fueron más halagüeños ya que el porcentaje de habitantes que no va a

la escuela es casi la mitad, un 13%. De entre los 2051 habitantes de esas edades, el 82% sí asiste a

la escuela pública, y el porcentaje restante (5%) va a escuela privada o de convenio.

En este estudio se determinó cuál es el máximo nivel de estudios finalizado entre las familias

campesinas. Se dividió la población de estudio en 3 intervalos de edad: el primero comprende

edades desde 16 hasta 30 años, el segundo desde los 30 hasta los 50 y el tercero los mayores de

50 años. Dado que se han considerado edades inferiores a la edad de finalización de máximo nivel

Page 23: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

de estudios posible, se tuvieron en cuenta los casos de los jóvenes menores de 30 años. Todos

ellos ya habían finalizado sus estudios y fue el dato que proporcionaron, excepto el caso de un

joven de 19 años que se encuentra estudiando actualmente el 2º curso de Secundaria con

intención de continuar. Ese caso, al no haber finalizado sus estudios todavía, fue descartado en las

estadísticas.

Para interpretar la información que ofrece la figura 7, se ha de hacer la lectura por edades. Para

cada intervalo, el 100% se distribuye entre los distintos niveles de estudios. Se observa una

tendencia en aumento a cursar estudios superiores entre los más jóvenes. La población de

mediana edad –entre 30 y 50 años– finalizó sus estudios durante la primaria básica en su mayoría

y un 20% logró acabar en la Primaria Intermedia. De entre los mayores de 50, más de 70% decidió

acabar también en la Primaria Básica, con menos del 10% de campesinos con estudios de Primaria

intermedia y ninguno en Secundaria.

Para finalizar, se observa que el 100% de los menores de 30 han sido escolarizados. No ocurre lo

mismo con el resto de los adultos, donde más del 10% y 20% para los de entre 30-50 y >50 años

respectivamente, no fueron a la escuela.

Figura 7. Nivel máximo de estudios finalizado por los campesinos del Cono Sur de Cochabamba (región de Totora y

Pasorapa), según el intervalo de edad.

La figura 8 nos muestra los mismos resultados, esta vez clasificados según el género. Las mujeres

suelen abandonar la escuela antes de finalizar, o incluso no ir en absoluto, en mayor proporción

que los hombres. Hay más hombres en niveles superiores como la Universidad o Ciclos Formativos

que mujeres.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Sin estudios Primaria básica

Primaria Intermedia

Secundaria Universidad

% d

e a

gric

ult

ore

s

[16-30] años (30-50] años >50 años

Page 24: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Figura 8. Nivel máximo de estudios finalizado por los campesinos del Cono Sur de Cochabamba (región de Totora y Pasorapa) según el género.

En vista de los resultados, se puede concluir que las políticas educativas están teniendo un

impacto positivo en cuanto a nivel de escolarización y grado de instrucción finalizado, pese a que

aún hay diferencias de género. Cabría profundizar tal vez, en las principales causas de tal

diferencia, y también en los motivos que aún hoy en día llevan a dejar los estudios antes de

finalizar la primaria en esa fracción de la población remanente.

Las comunidades del estudio se caracterizan en su mayoría por tener escuelas a las que se accede

por una buena red caminera (teniendo en cuenta que el medio de transporte es a pie). Sin

embargo hay algunas comunidades, como la de T'ikapampa y Tunas playa, en Totora, o Pucaracito

y Aguadillas, en Pasorapa, donde los niños han de caminar entre 1-2 horas para llegar a la escuela,

lo que podría influir en el abandono prematuro de los estudios. En otras regiones situadas en el

subtrópico, como Arepucho e Icuna, presentan problemas de profesorado, ya que, dadas las

adversas condiciones de la zona para alguien foráneo y poco acostumbrado, no suelen

permanecer más de un curso, afectando a la calidad de la educación.

Otras posibles razones están más vinculadas a la propia estructura del sistema de agricultura

familiar campesina. Dado el importante rol que adopta cada uno de sus miembros, en ocasiones

es necesario que el niño o adolescente, aún cursando sus estudios primarios, tenga que

incorporarse a las tareas propias de la actividad económica, bien sea colaborando a tiempo

completo en el hogar, o bien en el huerto y en la explotación agropecuaria o en el mercado.

4.2. Seguridad alimentaria y calidad de la dieta

La hipótesis inicial indica que el sistema de la agricultura familiar permite mantener un nivel de

seguridad alimentaria alto. Esto se debe a que disponen de acceso continuo a los alimentos en

cantidad y calidad adecuadas para el correcto desarrollo de sus funciones vitales.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Sin estudios Primaria básica

Primaria Intermedia

Secundaria Universidad

% d

e p

ers

on

as

Hombre

Mujer

Page 25: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

La variedad de productos se consigue a través de la huerta, que permite tener una dieta variada.

Las familias campesinas sólo adquieren en el mercado aquellos productos que no producen tales

como arroz, harinas, sal o azúcar.

La figura 9 muestra las principales procedencias de los alimentos por municipio. Hay 4 categorías

mentadas: “autoconsumo” se refiere a aquellos casos en los que casi el 100% de alimento son de

producción propia, exceptuando aquellos que no se puedan cultivar en la zona; “autoconsumo

parcial” representa los casos en los que, pese a ser una zona apta para su cultivo, la familia lo

adquiere también en el mercado; la categoría de “mercado” corresponde a las familias que no

producen los alimentos que consumen.

En las comunidades de Totora, la gente suele disponer de sus alimentos parcialmente en el

mercado. La buena situación del municipio y el fácil acceso hace que lleguen de forma continua

alimentos traídos por productores e intermediarios de otras regiones. Ello da la posibilidad de que

las dietas sean más variadas lo que se estudiará en el punto siguiente.

Figura 9.Procedencia de los alimentos consumidos por las familias campesinas, divididos según el municipio de residencia.

Se estudió la calidad y cantidad de alimentos a través de cuestiones sobre la frecuencia por

semana con la que se éstos se consumen, clasificados en grupos, tomando como referencia

temporal el último mes. Atendiendo al Índice de Alimentación Saludable Español (IASE) y

adaptándolo al presente estudio, se definieron los grupos de la siguiente manera: cereales,

verduras y hortalizas, frutas, lácteos, carne y huevos. El grupo de pescados y dulces se ha omitido

por no estar disponibles fácilmente en la región. Se le asignó a cada grupo un valor del 0 al 10

según los criterios de frecuencia de consumo resumidos en la tabla 5. Por lo tanto cada individuo

puede obtener un valor máximo de 60 puntos, que se ponderó en base a 100 por motivos de

mejor visualización de resultados. Con dicha transformación, los resultados obtenidos varían entre

0 y 100. Se consideran dietas “saludables” aquellas que superan los 80 puntos, “necesita cambios”

entre 50 y 80 puntos y “poco saludables” si se encuentran por debajo de 50.

0%

20%

40%

60%

80%

Totora Pasorapa TOTAL

% d

e fa

mili

as

Procedencia de los alimentos

Autoconsumo Autoconsumo parcial Mercado NS/NC

Page 26: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Tabla 5. Criterios de puntuación según la frecuencia de consumo de cada grupo de alimentos del IAS.

Criterios de puntuación

10 puntos 6 puntos 2 puntos 0 puntos Consumo diario

Cereales, verduras y hortalizas, frutas, lácteos

Consumo diario

3-4 veces por semana

≤ 1 vez por semana

Nunca o casi nunca

Consumo semanal

Carne y huevos ≤ 1 vez por semana

3-4 veces por semana

Consumo diario

Nunca o casi nunca

Las medias de cada grupo se evaluaron según la edad, el sexo y el lugar de residencia de los

campesinos encuestados. No se observó correlación entre el género o la edad y la dieta, ni

tampoco diferencias entre hombres y mujeres, jóvenes o más mayores. Pero sí que se obtuvieron

ligeramente mayores puntuaciones en Totora que en Pasorapa, como muestra las tablas 6 y 7. La

dieta seguida por los habitantes de Pasorapa roza lo poco saludable. Las de los totoreños también

se queda por debajo de una dieta saludable, por lo que necesitaría revisarse para mejorarla.

Tabla 6. Puntuación media del Índice de Alimentación Saludable (Pasorapa).

Municipio Subcentral

N1

Puntuación media

σ2

Pasorapa 51 54,2 11,6

Pasorapa 4 57,3 17,1

Quinori 31 55,9 9,8

Seivas 16 54,1 13,6 1

Número de personas, 2

Desviación típica

Tabla 7. Puntuación media del Índice de Alimentación Saludable (Totora).

Municipio Subcentral

N1 Puntuación media σ

2

Totora 48 65,3 8,9

Arepucho 1 73,0 -

Icuna 2 66,5 9,2

Rodeo Chico 1 73,0 -

Sur 35 66,6 9,5

Sur Este 4 69,8 6,5

Tiraque 2 73,0 0

Totora 3 71,0 10,1 1

Número de personas, 2

Desviación típica

Un análisis más exhaustivo de las puntuaciones de cada alimento aclara la fuente de las diferencias

entre municipios (figura 10). En Pasorapa la mayoría no consume cereales a diario, el 50% come

frutas sólo esporádicamente y el 25% nunca, ingieren huevos a diario cuando lo recomendable

sería hacerlo menos frecuencia y los lácteos escasean de su dieta. Todo eso disminuye la

puntuación general concluyendo que su dieta es pobre y muy susceptible de mejorar. Por otro

lado, en Totora toman frutas más a menudo, también consumen huevos con frecuencia, pero no a

Page 27: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

diario; y el consumo de lácteos es algo mayor. La carne se consume poco menos de 1 vez por

semana, cuando se sacrifica algún animal. Hay que tener en cuenta también, que las encuestas se

realizaron en temporada de frutas y verduras. Dado que se la tendencia es comer lo que se

produce, como se vio anteriormente, si se repitiera el estudio fuera de temporada, las

puntuaciones serían incluso menores, sobre todo en Pasorapa.

Dieta saludable poco saludable

Dieta saludable poco saludable

Figura 10. Porcentaje de personas de cada municipio según la frecuencia con la que consumen cada grupo de alimentos. Arriba se muestran los cereales, frutas, verduras y lácteos; abajo la carne y los huevos.

4.3. Vida saludable y calidad de vida

Para evaluar la calidad de vida se utilizó el test Duke, una herramienta en forma de cuestionario de

17 preguntas genéricas sobre medidas de seis aspectos de la salud –general, percibida, física,

mental, social y autoestima– y cuatro aspectos disfuncionales –ansiedad, depresión, dolor e

0

25

50

75

100C

erea

les

Fru

tas

Ver

du

ras

Láct

eos

Cer

eale

s

Fru

tas

Ver

du

ras

Láct

eos

Pasorapa Totora

a diario 2-3 veces por semana < 1 vez por semana nunca

0

25

50

75

100

Carne Huevos Carne Huevos

Pasorapa Totora

< 1 vez por semana 2-3 veces por semana a diario nunca

Page 28: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

incapacidad–. El test, aunque no riguroso, permite una primera aproximación al estado de salud

general del individuo.

Cada pregunta sobre salud tiene 3 posibles respuestas con una puntuación cada una. Para cada

aspecto se eligen las preguntas correspondientes, siguiendo las instrucciones del propio test,

hallando el sumatorio para cada tipo de salud. Los resultados más relevantes se muestran en la

figura 11, distribuidos según la edad y el género.

A grandes rasgos se puede observar que la salud general, y en concreto la mental, es bastante alta

en el total de la población, por encima de los 80 puntos, con una mínima disminución de segunda

con la edad, por razones evidentes. La percepción que tienen los campesinos de su propia salud es

ligeramente por debajo de la puntuación real. La salud física es la más perjudicada, que disminuye

drásticamente con la edad, con mayor gravedad para las mujeres. Salir a pastorear su ganado, o

realizar las tareas pesadas de hogar tiene cada vez mayor dificultad.

Sin importar la edad o el género, los campesinos tienen una gran autoestima, sintiéndose a gusto

consigo mismos. Lo que empeora con la edad es el nivel de ansiedad o depresión. Esta pregunta se

planteó más bien como el grado de tristeza o preocupación que tenían, o habían tenido en los días

anteriores. Salvo en algún caso en el que la persona hubiera tenido problemas conyugales o

discusiones familiares, preocupaciones por la pérdida o muerte de ganado, bajos ingresos, etc., la

gente de la región no presentaba grandes problemas de tipo psicológico. Al menos, que se

pudieran comentar en una entrevista personal con alguien desconocido.

Page 29: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Figura 11. Medias y error típico de las medias de las puntuaciones obtenidas en el test de Calidad de Vida Duke. Una puntuación alta indica buen estado de salud, exceptuando disfunción “ansiedad-depresión” donde un valor menor es indicador de un mejor estado de salud. Si las barras se solapan indica que no hay diferencias significativas entre ambas.

Page 30: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Para la valoración de los indicadores de relaciones interpersonales y la práctica deportiva o

cultural, se han tomado un par de preguntas del mencionado test Duke sobre la frecuencia con la

que había realizado alguna de dichas actividades en el pasado mes.

Por lo general, las mujeres visitan con más frecuencia a sus familiares o amigos que los hombres

como muestra la figura 12. Para interpretar la gráfica correctamente hemos de atender a cada

criterio por separado. Por ejemplo, el 67% de las mujeres mayores de 45 años que se

entrevistaron visitan frecuentemente a sus familiares y/o amigos y tan sólo el 33% de los hombres

de esa edad lo hace con la misma frecuencia. Un caso opuesto sería entre los más jóvenes,

concretamente los que se comprenden entre los 26 y 35 años. En este caso son los hombres los

que visitan a sus amigos o familiares con más frecuencia que las mujeres con un 42% frente a un

18% respectivamente.

Sin embargo también hay que tener en cuenta que existe mucha migración rural, por lo que para

visitar a los hermanos, hijos, sobrinos, etc., implica desplazarse a la ciudad, con más de 8 horas de

camino por carretera, por lo que estas visitas se reducen para ambos sexos a un par de veces al

año.

Figura 12.Frecuencia de visitas a familiares y/o amigos según la edad y el sexo.

En cuanto a actividades sociales, como deportivas, culturales o de carácter religioso, son los

hombres los que las practican con más frecuencia en el conjunto de población. Sin embargo, si los

subdividimos por edades, las diferencias no son tan evidentes (figura 13). Incluso las mujeres más

jóvenes se podría decir que participan de actividades culturales con más frecuencia. Los

agricultores consideran los talleres de aprendizaje impartidos por distintas instituciones como

actividad social, ya que es un espacio de encuentro entre vecinos alejados geográficamente y a

veces incluye algún evento deportivo. La asistencia a estos talleres es mayor entre los hombres.

0

10

20

30

40

50

60

70

H M H M H M H M

16-25 años 26-35 años 36-45 años > 45 años

% d

e p

ers

on

as

Frecuencia de visitas a familiares/amigos

ningún día algún día bastante

Page 31: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Figura 13. Frecuencia de las actividades sociales realizadas por cada individuo según la edad y el sexo.

4.4. Manejo sostenible de recursos naturales

En la tabla 8, se observa la cantidad de agricultores que reciclan bastante, todo o nada de sus desechos. La materia orgánica tales como peladuras de papa, restos de alimentos, etc. suele usarse de nuevo para que se incorpore a la tierra. Sin embargo, no todos saben cómo elaborar su compost de una forma más eficiente, por lo que sería un buen tema a impartir este conocimiento en las comunidades.

Tabla 8. Número de agricultores (%) por municipio y cantidad de materia orgánica, papel, cristal, aluminio y plástico que reciclan o reutilizan.

Material de desecho Cantidad

reciclada/reutilizada

Pasorapa Totora

Materia orgánica nada 27,5 16,3 bastante 21,6 18,4 todo 51,0 65,3

Papel nada 84,3 93,9 bastante 9,8 4,1 todo 5,9 2,0

Cristal nada 94,1 89,8 bastante 3,9 4,1 todo 2,0 6,1

Aluminio nada 86,3 93,9 bastante 11,8 2,0 todo 2,0 4,1

Plástico nada 80,4 65,3 bastante 13,7 30,6 todo 5,9 4,1

0

10

20

30

40

50

60

70

H M H M H M H M

16-25 años 26-35 años 36-45 años > 45 años

% d

e p

ers

on

as

Frecuencia semanal de las actividades sociales

ningún día algún día a menudo

Page 32: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Algunos reutilizan sus envases de cristal o plástico, pero por lo general, todo aquel material

combustible (como el papel) se quema y el resto se entierra o se lanza a la quebrada. La figura 14

muestra el porcentaje de adultos que realiza cada una de estas prácticas.

Figura 14. Destino de los desechos de los agricultores, en porcentaje de familias. La foto de la izquierda muestra dónde vierten los residuos en Pasorapa.

Por otro lado, los niños se deshacen de los residuos no degradables de una manera algo distinta a

sus progenitores, tal como se ve en la figura 15. En las escuelas cuentan con separación de

residuos, por lo que los niños aprenden a recolectar sus desechos en estos tachos, según el tipo de

material que sea: papel, plástico o materia orgánica y otros.

Figura 15. Destino de los desechos domésticos entre los jóvenes de la ciudad y del campo. La altura de las columnas indica el porcentaje de niños que realiza tales prácticas. A la izquierda, un estudiante juega a las canicas en el patio de la escuela, al fondo se observan 3 tachos para separar residuos.

Suelo Tacho Quebrada Quema

28%

12%

45%

78%

33%

14%

47%

71%

Gestión de residuos domésticos

Pasorapa Totora

Suelo Tacho Quebrada Quema

31%

59%

16%

34%

3%

97%

0% 3%

Gestión de residuos domésticos

Rural Urbe

Page 33: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

La influencia del entorno familiar se nota, puesto que en el ámbito rural, los niños también

practican la quema y usan las quebradas para tirar su basura, o directamente al suelo. En la ciudad

se utiliza más el tacho, pese a que no abundan en las áreas públicas.

Es preciso incidir más por parte de las alcaldías en una buena gestión de residuos, tanto para

instalar los medios necesarios para su recolección, como para concienciar a la población de la

necesidad de eliminarlos de la forma adecuada. Son muchos los paisajes enturbiados por la

presencia de restos de botellas, trastos viejos, materia orgánica en descomposición, etc. tanto en

los alrededores como en las inmediaciones de los hogares, con el peligro añadido para la salud que

esto supone.

Tal como se indica en el PDM de Pasorapa, el uso de fertilizantes químicos y de plaguicidas para el

control de plagas es muy restringido y solamente se da en los cultivos de papa y tomate en las

comunidades de Pampas, Tabacal, Bañado Redondo, Espinal y Robles, que no tienen

representación en este estudio. Por lo tanto, cabe esperar un menor uso de fertilizantes y

pesticidas químicos en este municipio, en comparación con Totora (figura 16). El mayor acceso

que tienen los totoreños a tales insumos gracias a su buena ubicación respecto a la red de

carreteras, puede ser influir también en el mayor uso. Hay varias instituciones de carácter

agroecológico, entre ellas AGRECOL Andes, que tienen acciones para una mejor gestión de

enfermedades de las plantas y control de plagas, que esperan tener un impacto de reducción de

los agroquímicos.

Figura 16. Detalle del porcentaje de agricultores que utiliza alguno o todos los diferentes insumos (fertilizantes, pesticidas y abono orgánico) en cada municipio. En Pasorapa se entrevistó a 51 personas y en Totora 47.

La principal fuente de energía usada en el hogar es la leña, que provee luz, calor y posibilita

cocinar los alimentos. Esto es debido a que aún quedan muchas comunidades donde la

electrificación rural aún no ha llegado. La figura 17 muestra con qué frecuencia se usan cada una

de las fuentes energías consideradas para el estudio. No se registró ninguna familia en Icuna y Sur

Este, ambas ellas en Totora, con electricidad instalada en su hogar. En esos lugares, cuando cae la

noche, la linterna es la mejor opción para tener mayor visibilidad.

Totora Pasorapa

53%

24%

81%

39%32%

22%

Fertilizantes Pesticidas Abono orgánico

Page 34: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Figura 17. Cantidad de familias que utilizan cada una de las fuentes de energía: leña, linterna, energía solas, eléctrica, gas/fuel.

Como solución sostenible, se han implantado proyectos de energías alternativas, como la solar,

por lo que muchas comunidades cuentan con pequeños paneles fotovoltaicos para uso doméstico.

De las diez subcentrales que participaron en este estudio entre Totora y Pasorapa, en 7 de ellas se

encontraron entre 7-20% de familias que usaban este tipo de recurso. En cuanto a gas o fuel, tan

sólo el 28% de las familias encuestadas lo utilizaban como fuente de energía.

4.5. Apoyo institucional

Las comunidades donde se realizó el estudio, han sido beneficiarias de diversos proyectos

agropecuarios no sólo por parte de las instituciones públicas, sino también a través de diversas

organizaciones que, además, brindan apoyo técnico y seguimiento. Las instituciones mencionadas

por los agricultores fueron ACCESO, La Parroquia, PINDER, Ciudadanía, CESAT, APT, EMAPA,

APRAE, Cruz Roja e ICO, entre otras. En este capítulo tan sólo se mencionan algunas acciones que

beneficiaron a los participantes del estudio, sin tratar el grado de impacto que el proyecto ha

tenido sobre el sistema de agricultura familiar o el éxito o fracaso del mismo.

Los proyectos en Pasorapa han ido encaminados a la mejora del agua potable, de la vivienda,

conservación de suelos, implantación de huertos comunales, tanques de agua, atajados, apoyo a la

cría de gallinas e implantación de sistemas de microriego. Por otro lado, en Totora, las

instituciones y organismos instauraron paneles solares, atajados, lagunas para riego, aljibes,

distribución de herramientas, donación de plantas (entre ellas, frutales), asociación de mujeres,

capacitaciones y apoyo para la apicultura (foto 7).

0

20

40

60

80

100

Leña Linterna Solar Electricidad Gas/Fuel% d

e f

amili

as p

or

mu

nic

ipio

Energía doméstica

Pasorapa Totora

Page 35: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Foto 7. Proyectos de desarrollo rural. De arriba a abajo y de izquierda a derecha: recolección de agua para riego (Seivas), barreras naturales para la conservación de suelos (Seivas), huertos de frutales (Azul Khocha), proyecto de elaboración de productos a base de quinua de la asociación de mujeres (Azul Khocha).

Como se explicó anteriormente, no todos los encuestados han sido beneficiarios de proyectos de

esta índole. Posiblemente las comunidades más sensibles son las que se hayan seleccionado para,

de forma prioritaria, identificar las necesidades más urgentes e implementar el tipo de mejora

necesaria. Si el proyecto ha tenido éxito, se observará una mejora en la comunidad, y en concreto

en la economía de la familia campesina.

Para poder estimar el impacto de tales proyectos, se ha cruzado información relativa a indicadores

que podrían estar relacionados con el beneficio directo o indirecto que el proyecto ha causado.

Entre estos indicadores tenemos la obtención de excedentes, ya que si la producción ha mejorado,

puede ser una causa directa de un proyecto de riego, de asistencia técnica o similar. El

abastecimiento de alimentos también indica qué tal ha ido el cultivo ese año: si ha habido una

buena producción, las provisiones procederán principalmente de la producción propia, mientras

que si ha sido escasa, tendrán que recurrir al mercado. Otros indicadores considerados fueron los

hábitos de ahorro, el uso de fertilizantes y el de pesticidas. Para estos dos últimos se asume que el

agricultor sólo los adquirirá si su economía se lo permite, ya que no hay una práctica generalizada

de agricultura ecológica.

Para estudiar la relación entre las variables mencionadas, se realizó la prueba de independencia

Chi-cuadrado (X2). Esta prueba hace una comparación entre las frecuencias observadas y las

esperadas, por lo que si dichos valores concuerdan exactamente, X2 será 0 y cuanto mayor sea la

discrepancia entre dichas frecuencias, mayor será el valor y las variables serán entonces,

dependientes entre sí.

Page 36: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

De los indicadores en cuestión, los únicos que mostraron un grado de dependencia moderado,

fueron el origen de los alimentos y el ahorro que la familia pudiera realizar (figura 18). Hay mayor

número de familias capaz de autoabastecerse dentro de los que han sido beneficiarios. Esto puede

ser debido a que han obtenido una producción suficiente para alimentar a la familia sin necesidad

de recurrir al trabajo externo o venta de ganado, lo que implica intercambio de los ingresos

monetarios por productos en el mercado. Como se indicaba en apartados anteriores, la prioridad

es suplir las necesidades alimentarias, por lo que los productos de la huerta y la parcela irán

destinados primero a la familia y sólo si hay excedentes, se destinan a mercado. Por tanto, la

columna de “producción propia y mercado” o la de “principalmente mercado” pertenece a

aquellos que han tenido que recurrir al mercado para complementar lo que no pudieron producir.

De la gráfica de ahorro se deduce que los proyectos han tenido una influencia positiva sobre el

ahorro. Aquellos que han participado en los proyectos ahorran más o al menos, consiguen cubrir

sus gastos.

Figura 18. Correlación existente entre los proyectos puestos en marcha por las instituciones en las comunidades campesinas y los indicadores. Los datos representan las frecuencias observadas, es decir, el número de encuestados para cada categoría.

4.6. El futuro de las próximas generaciones

Ante el panorama actual, con pocas facilidades en el mundo rural y numerosas escaseces, cabe

preguntarse qué le depara al futuro de la agricultura familiar campesina, qué es lo que los actores

esperan para sus hijos y qué ambicionan los niños del campo.

El 90% de las familias entrevistadas en el municipio de Pasorapa tienen hijos, y tan sólo 3

padres/madres de familia quieren que su progenie estudie para mejorar su estatus, con la

condición o esperanza de que regresen para trabajar el campo. En Totora el número es mayor: a 7

de los padres encuestados de un total de 49 les gustaría que sus hijos trabajaran en la agricultura.

Eso sí, como ingeniero agrónomo u otra titulación superior relacionada con el medio ambiente, o

la producción agropecuaria. Si tienen varios hijos, los progenitores desearían que al menos uno de

ellos se quede en casa para ayudar en la empresa familiar, pero que el resto se formen como

profesionales. El anhelo de los padres es en definitiva, que sus hijos se eduquen para un buen

Page 37: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

puesto laboral y así mejoren su calidad de vida, dejando atrás la vida del campo y mudándose a la

ciudad.

Foto 8. Estudiantes de primaria regresando de la escuela de Azul Khocha, Totora.

Por otro lado, a los niños se les preguntó sobre sus ambiciones en un futuro, sobre la profesión en

la que se ven trabajando de mayor. Las respuestas son de lo más variopintas, y se han agrupado

según el nivel de estudios que se requiere para alcanzar tal meta laboral (figura 19). Las

ocupaciones con un nivel de estudios alto que se encontraron entre las respuestas son abogados,

arquitectos, profesionales de la salud (doctor o enfermera), veterinarios o cualquier otro estudio

de nivel superior sin especificar cuál. Los de nivel medio corresponden a profesionales de la

carpintería, maestros de escuela, mecánicos o secretarias. Y por último las que requieren un nivel

de estudios reglados más bien bajo o nulo son agricultor, chófer, cocinera, deportista (futbolista,

ciclista) y cantantes.

Figura 19. Porcentaje de niños y niñas de los municipios de Totora y Pasorapa para cada nivel de estudios requerido en sus profesiones de futuro. Total de respuestas: 116.

alto medio bajo

Nivel de estudios requerido

8%

20%24%23%

19%

6%

Nivel de estudios requerido para las profesiones deseadas en el ámbito rural

niños niñas

Page 38: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Mediante análisis estadístico, se registró una correlación significativa entre el nivel de estudios y el

género. Los valores recogidos sobre el nivel de estudios dependen en gran medida del sexo del

sujeto encuestado. Así, hay mayor número de niñas que quisieran dedicarse en un futuro a una

profesión que requiera una mayor preparación en cuanto a estudios. Entre los chicos que no van a

precisar tanta preparación para cumplir su sueño laboral, tenemos a futuros futbolistas, chóferes y

agricultores. Tan sólo un 5% del total de los niños del campo quisieran dedicarse a la agricultura en

su etapa adulta.

A modo comparativo, se ha representado gráficamente los resultados obtenidos de los 37 niños

procedentes de escuelas en Cochabamba (figura 20). En este caso la diferencia entre niños y niñas

no es tan evidente, ni tampoco significativa. Pero sin embargo, hay una fuerte diferencia entre las

aspiraciones de los niños de la ciudad en comparación con el campo, pues éstos aspiran a

profesiones con mayor nivel de estudios tales médicos, abogados, contables, ingeniero civil,

arquitecto, ingeniero de sistemas, odontólogos y pediatras. Tan sólo unos cuantos niños de ciudad

prefieren dedicarse a futbolistas, baterista, diseñadores o cantantes. En cualquier caso, ninguno

de ellos pretende ser agricultor.

Figura 20. Porcentaje de niños y niñas de las 3 escuelas de convenio en la ciudad de Cochabamba para cada nivel de estudios requerido en sus profesiones de futuro. Total de respuestas: 37.

A la vista de los resultados, cabe pensar que el reemplazo generacional en el sistema de

agricultura campesina no tiene un futuro muy alentador. En la ciudad el 70,3% de los niños

prefiere estudiar titulaciones de grado superior. En el campo este valor se reduce en más de la

mitad, siendo el total para Totora y Pasorapa de un 29,3% de futuros profesionales superiores, en

el caso de poder cumplir sus sueños. Sin embargo, del restante 70,7%, muy pocos son los que

realmente quisieran quedarse en el campo a trabajar. Aunque quizá, si la situación económica

familiar no lo permite, ése sea su destino.

alto medio bajo

Nivel de estudios requerido

71%

29%

7%

80%

20%10%

Nivel de estudios requerido para las profesiones deseadas en el ámbito urbano

niños niñas

Page 39: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

4.7. La población urbana como consumidora del producto campesino

Se tiene como hipótesis que las actividades derivadas del sistema económico de la agricultura

familiar provocan que la población urbana disponga y consuma mayor número de alimentos

regionales, creando consciencia sobre el efecto saludable que tiene consumir productos frescos y

sobre el uso sostenible de los recursos naturales. Los siguientes apartados muestran los resultados

obtenidos relacionados con dicho supuesto.

4.7.1. La cesta de la compra del consumidor de ciudad

Por lo general, el consumidor elige comprar en el comercio más cercano a su domicilio y el más

económico, dejando en segundo plano la calidad del producto. La mayoría prefiere que el

producto sea de la región. Existen diferencias entre cada lugar donde se realizaron los sondeos,

que se detallan a continuación:

Ecoferia: el comprador habitual es un consumidor consciente de los beneficios agroecológicos que

apoyan este tipo de agricultura, así como aquellos que valoran la calidad de los productos frescos

y libres de agroquímicos. Lo que cabe esperar en el sondeo, encontrarse con compradores que

busquen alimentos ecológicos, de calidad, con vendedores de confianza, hasta tal punto que están

dispuestos a pagar más si el producto es de mejor calidad. Tan sólo dos personas consideran la

cercanía como factor decisivo para elegir el lugar de compra. A todos ellos, exceptuando uno, les

es muy importante la procedencia del alimento, prefiriendo comprar al pequeño productor

regional en vez de en hipermercados, donde la mayor parte es de importación. Sin embargo, en la

Ecoferia no se encuentra todo lo que se necesita, por lo que han de completar su cesta de la

compra en el supermercado o en mercados como La Cancha.

Supermercados: la principal motivación para seleccionarlos es la cercanía, disponibilidad de

horarios y confianza en los productos. Estarían dispuestos a pagar más, si no es mucho, por un

producto de mejor calidad. Al 75% les importa la procedencia del producto, prefiriendo aquello

que es importado porque consideran que pasan más normas de calidad.

Mercado Quillacollo: lo eligen principalmente porque es económico y, en menor medida, por la

cercanía o la relación productor-consumidor. Todos ellos prefieren comprar en mercado y que el

origen de los alimentos sea regional.

Mercado La Pampa: sus precios bajos son el principal atractivo de los compradores, y a algunos de

ellos les interesa por sus verduras frescas. Prefieren comprar en los mercados al pequeño

productor y que el producto sea de la región.

Mercado Triangular: la mayoría de los compradores encuestados lo eligen por su proximidad y sus

precios más económicos. Un par también comentaron que les gusta la relación productor-

consumidor. Todos ellos prefieren comprar en mercado y productos de origen regional.

Page 40: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Mercado San Antonio: además de estar cerca de su hogar, a los consumidores les parece barato.

También creen que ofrece variedad y calidad, en el sentido de productos frescos. Todos ellos

prefieren comprar en mercado y que sea de la región.

Mercado 25 de Mayo: al igual que en el resto de mercados, los consumidores lo eligen por la

proximidad y sus precios económicos. Añaden además que es un mercado que conserva unas

condiciones bastante higiénicas. Compran preferiblemente en el mercado que en el supermercado

y tan sólo dos encuestados prefieren el producto importado.

Sobre a los criterios de elección de los alimentos que entran en la cesta de la compra de los

cochabambinos, se puede resumir que se encuentran más a menudo consumidores preocupados

por un producto ecológico y fresco entre los compradores de la Ecoferia. Le sigue el

supermercado, aunque la definición de “calidad” es distinta en el caso de los participantes del

sondeo en el supermercado y resto de mercados, ya que priorizan, no que el producto esté libre

de agroquímicos, sino más bien de gérmenes (figura 21).

Figura 21. Porcentaje de consumidores cuyo principal factor a la hora de elegir dónde comprar los alimentos es la calidad del producto.

4.7.2. Dieta de la población urbana.

En los sondeos, se preguntó cuántas veces al mes consumen comida chatarra y con qué frecuencia

consumen comida casera. Existen diferencias atendiendo a la edad: ninguno de los entrevistados

mayores de 50 años consume comida chatarra, sino más bien en casa, siendo los jóvenes los que

descuidan más su dieta. Tan solo un 11% no suele cocinar su propia comida en casa, normalmente

por falta de tiempo. En total, más de la mitad van de 1 a 3 veces a la semana a un puesto donde

ofrecen comida poco saludable.

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Ecoferia

Supermercado

Merc. La Pampa

Merc. Quillacollo

Merc. San Antonio

Merc. 25 de Mayo

Merc. Triangular

Priorizan la calidad Consideran otros factores

Page 41: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Foto 9. Hora del almuerzo en la escuela de la comunidad de Azul Khocha.

Sobre este mismo tema, se evaluaron las dietas de los niños atendiendo al Índice de Alimentación

Saludable mencionado en el apartado 4.2. Estos resultados se compararon con los obtenidos en

los colegios de las comunidades campesinas (tabla 9). Los niños del medio urbano, con una

puntuación media de 77 sobre 100, se alimentan mejor que los del medio rural, con 63 puntos en

total. En el medio rural, no hay diferencias significativas entre edades o sexos. Esto es debido a

que en época escolar, cuando estas encuestas fueron realizadas, los niños suelen comer la mayoría

de los días de la semana en el comedor de la escuela, compartiendo prácticamente la misma dieta.

Tabla 9. Puntuación media del Índice de Alimentación Saludable entre los niños/as del área rural y urbana según sexo y edad.

Medio Edad Sexo

N

1 Intervalo Media σ

2

Rural

6-10 años H 15 [50 , 77] 64,0 8,7

M 15 [40, 77] 61,7 9,1

11-13 años H 26 [40, 77] 62,8 7,6

M 23 [40, 77] 62,6 10,0

mayor de 13 años H 17 [47, 70] 60,7 6,6

M 19 [43, 77] 62,1 7,9

Urbano

11-13 años H 15 [60, 93] 77,1 11,5

M 20 [53, 93] 78,1 10,3 1

número total de niños/as, 2

σ= desviación típica

Si se analiza en detalle cada grupo de alimentos, para detectar dónde radican las diferencias entre

la alimentación rural y urbana (figura 22), a primera vista se deduce que los niños de ciudad

consumen más frutas y lácteos que los de campo, quizá por la mayor disponibilidad de éstos

durante todo el año. En el área rural, su consumo es únicamente en temporada. En adición a lo

anterior, en el campo se consumen alimentos de origen animal tales sean carne y huevos con una

Page 42: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

frecuencia que no es la más apropiada, por lo que hace que el índice general se vea disminuido en

comparación con los niños de ciudad.

Dieta saludable poco saludable

Dieta saludable poco saludable

Figura 22. Porcentaje de niños de cada zona –rural o urbana– según la frecuencia con la que consumen cada grupo de alimentos. Arriba se muestran los cereales, frutas, verduras y lácteos; abajo la carne y los huevos.

4.7.3. Uso de los recursos naturales en la ciudad.

En la ciudad, a diferencia de en las áreas rurales, hay más acceso a la información sobre el

reciclaje, así como puntos de recogida para los distintos tipos de residuos. Los participantes de los

sondeos que más apoyan el reciclaje son los de la Ecoferia y el mercado de La Pampa (figura 23).

Otros comentaron que pese a que les gustaría apoyar el reciclaje, se muestran escépticos de que

funcione el sistema en la ciudad, ya que opinan que se vuelven a juntar los residuos en el

Page 43: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

vertedero. El papel es el residuo que más suelen separar, seguido del plástico y en un pequeño

porcentaje, la materia orgánica.

Figura 23. Porcentaje de personas que separan/ no separan alguno de los residuos domésticos tales plásticos, papel, cristal y materia orgánica según cada mercado (ECO= Ecoferia, SUP=Supermercado, 25M= mercado 25 de Mayo, PAM= mercado La Pampa, QUI= mercado Quillacollo, SAN=mercado San Antonio, TRI= mercado Triangular). El número de personas entrevistadas por mercado es de 10, excepto 12 en la Ecoferia.

Como medidas de ahorro energético doméstico, las más populares son el uso de bombillas de

bajo consumo o focos ahorradores. Algunos compran electrodomésticos más eficientes y

comentan que una buena medida es no usar la electricidad cuando no se necesita. Sólo un 5% de

los encuestados no practica ninguna medida para disminuir su consumo eléctrico.

Al igual que se les entrevistó a los campesinos, la gente de la ciudad respondió a preguntas sobre

consumismo. El 90% de los encuestados compra artículos nuevos únicamente cuando los necesita.

Tan sólo tres personas de las 74 encuestadas confesaron que suelen comprar de forma

compulsiva.

En cuanto al medio de transporte un 42% se desplaza sólo en auto, un 38% usa el transporte

público. Para moverse por la ciudad algunos también lo hacen a pie o en moto y en menor medida

dado la falta de infraestructuras seguras, en bicicleta.

4.7.4. Calidad de la salud en la ciudad

El test Duke sirvió una vez más para evaluar de forma orientativa varios aspectos de la calidad de

vida, que se resumen en la figura 24. A grandes rasgos, las diferencias más significativas

encontradas están en la salud general y la percibida. Los niños de áreas rurales se encuentran

ligeramente en mejor estado de salud, y además los chicos de campo son los que creen estar más

sanos. Otra diferencia se encontró en el grado de ansiedad-depresión: las chicas adolescentes de

la ciudad son las más afligidas en comparación con los chicos de su entorno o del campo. La

puntuación sigue estando sin embargo en unos valores razonables de salud anímica, por debajo de

40, siendo 0 el mejor valor.

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

ECO SUP 25M PAM QUI SAN TRI

Gestión de residuos domésticos

Separa No separa

Page 44: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

Figura 24. Medias y error típico de las medias de las puntuaciones obtenidas en el test de Calidad de Vida Duke. Una puntuación alta indica buen estado de salud, exceptuando disfunción “ansiedad-depresión” donde un valor menor es indicador de un mejor estado de salud. Si las barras se solapan indica que no hay diferencias significativas entre ambas.

Page 45: Agricultura Campesina: El caso del Cono Sur de Cochabamba en Bolivia

5. Conclusiones

Tal y como se perseguía en este estudio, se ha hecho una radiografía del estado de la agricultura

familiar en la zona de Valles del Cono Sur de Cochabamba. Sus viviendas rústicas de adobe y

piedra se dispersan a lo largo del territorio, medio agrupadas en comunidades de campesinos, con

caminos de tierra amplios para acceder a ellas, pero sin un tendido eléctrico y en ocasiones sin red

de agua potable. Pese a las limitaciones, los campesinos logran satisfacer sus necesidades básicas,

que quizá al fin y al cabo, son menores en comparación con otras sociedades.

Se ha identificado un sistema de economía que, pese a su simplicidad, logra cumplir con sus

objetivos de mantener el núcleo familiar, y proporciona alimento y materias primas para su

supervivencia. También, en mayor o menor proporción, contribuyen en el mercado con sus

productos agrícolas y ganaderos, por lo que ayudan a proveer al resto de población. El carácter de

campesino es conformista, sin muchas ambiciones. Cada vez son más los que tienen acceso a la

educación y logran finalizarla, con lo que, a través de ella, el modo de pensar de las futuras

generaciones podrá ser más abierto a la innovación y conllevará a cambios en la mentalidad, que

quizá influyan en el modo de proceder de los agricultores.

Pero el hecho de tener los alimentos disponibles directamente de campo a la mesa, no reflejan

mejores hábitos nutricionales. Hay que tener en cuenta, que las frutas y verduras tienen

temporadas, y dado que no es costumbre procesarlas para su conservación, sólo se consumen en

estas épocas. En las ciudades, gracias a la importación, se disponen de todo tipo de alimentos

durante todo el año, por lo que la dieta suele ser más variada.

Foto 10. Cholita vendiendo fresas en el centro poblacional de Totora.

Tampoco se ha observado una mejor gestión de los recursos naturales en comparación con la

gente de ciudad. Sin embargo, sí que tienen en cuenta que el medio ambiente es quién les provee

el sustento, con lo procuran cuidarlo por ejemplo, mediante rotaciones de tierras, practicando

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barbecho para que la tierra “descanse”, evitando usar agroquímicos, etc. Su sistema es

prácticamente de ciclo cerrado: cultivan su propio alimento y el de sus animales, para

posteriormente devolver a la tierra sus nutrientes en forma de abono. No hay procesado de frutos,

ni grandes requerimientos energéticos de origen fósil en la explotación, ni envasado…De la misma

manera, el pequeño volumen de desechos, unido a un bajo consumismo, hace que el uso de

recursos naturales sea razonable. Sin embargo, esos residuos se gestionan de forma inadecuada,

con lo que es un punto a mejorar.

Las familias campesinas ofrecen alimentos de buena calidad con unos precios muy competitivos.

Esto se aprecia en el área urbana, puesto que la gente de la ciudad prefiere comprar directamente

a los productores o a los intermediarios que ponen a disposición los productos regionales. Quizá

por el momento, lo que más atrae sea sus precios económicos, en comparación con los productos

importados, por lo que conviene proteger el producto nacional. Sin embargo, con una buena

educación, se llegue a compartir la importancia de lo que supone ser soberano de la propia

alimentación.

Para finalizar, se puede concluir que el sistema de agricultura familiar es viable y adecuado para

espacios naturales de las características del sur cochabambino, con valles y zonas de altiplano,

variedad de climas y pisos ecológicos, con superficies continuas pequeñas y en pendiente que no

permiten mucha mecanización. Por lo tanto conviene potenciar sus fortalezas y mitigar o eliminar

las debilidades, ya que constituyen un papel importante en algo tan básico e imprescindible para

los humanos como lo es la alimentación.

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6. Bibliografía 1 De Mesa, J.; Gisbert, T. y D. Mesa Gisbert, C.; (2012). “Los años de confusión”, capítulo IV, pp.

351. Editorial Gisbert, 8ª edición, La Paz, Bolivia. Historia de Bolivia.

2 De Mesa, J.; Gisbert, T. y D. Mesa Gisbert, C.; (2012). “Los años de confusión”, capítulo IV, pp.

367. Editorial Gisbert, 8ª edición, La Paz, Bolivia. Historia de Bolivia.

3 Ormachea Saavedra, Enrique. “Transformaciones en la sociedad rural boliviana”. Nota de prensa

en la Revista aniversario “Bolivia 1980 – 2010”, noviembre 2010.

4 Paz Ballivián, Danilo; (2009). “Situación del agro antes de la revolución nacional de 1952”,

capítulo 1, pp. 29 – 30. Plural Editores, 3ª edición, La Paz, Bolivia. Estructura agraria boliviana.

5 Tapia, Nelson; (2002). “Estructura agraria de Bolivia, como expresión de los paradigmas de

desarrollo”, capítulo 1.5, pp. 56 - 62. AGRUCO, Plural Editores, 1ª Edición, La Paz, Bolivia.

Agroecología y agricultura campesina.

6 Zeballos, Hernán. “Modelo institucional perverso”. El Diario (recurso digital). 23 de octubre de

2014 [fecha de consulta 10 de diciembre de 2014]. Disponible en:

<http://www.eldiario.net/noticias/2014/2014_10/nt141023/opinion.php?n=19&-modelo-

institucional-perverso>.

7 Paz Ballivián, Danilo; (2003). Plural Editores, La Paz, Bolivia. Medio siglo de reforma agraria

boliviana.

8 Zeballos Hurtado; (2006). SIRENARE, COSUDE y Plural Editores. Agricultura y desarrollo

sostenible.

9 Zeballos H., Hernán; Riveros Gámez, Vanessa y Baldivia Urdeininea, José; (2011). Fundación

Milenio, 1ª Edición, La Paz, Bolivia. Seguridad alimentaria en Bolivia.

10 Jiménez Quispe; (2005). Plural Editores, 1ª edición, La Paz, Bolivia. Proyectos educativos

indígenas en la política educativa boliviana.

11 Norte Navarro, A.I. y Ortiz Moncada, R.; (2011). “Calidad de la dieta española según el índice de

alimentación saludable”. Nutrición Hospitalaria. 26 (2), 330-336.

12 Parkerson, George R. Jr.; Broadhead, W. E. y Chiu-Kit J. Tse (1990). “A 17- item measure of health

and dysfunction”. Medical Care. Vol. 28, No. 11, 1056-1072.

13 Tapia, M. E. y A.M. Fries; (2007). “Características de los sistemas agrícolas andinos”, capítulo II,

pp 16. FAO y ANPE, 1ª Edición, Lima, Perú. Guía de campo de los cultivos andinos.

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ANEXOS

Plano 1. Ubicación de las comunidades campesinas del municipio de Totora.

Tiraque C

Arepucho

Rodeo Chico

Totora

Sur

Sur Este

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Plano 2. Ubicación de las comunidades campesinas del municipio de Pasorapa.

Quinori

Pasorapa

Seivas

Toyota

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Tabla 10. Operacionalización de las hipótesis

Hipótesis Variables intermedias Indicadores C* E PF S D

1. Las familias campesinas cuentan con un sistema de economía familiar que garantiza su seguridad alimentaria, potencia una vida saludable y mantiene sus recursos naturales de forma sostenible.

Agricultura familiar

Mecanización X X X X

Superficie de cultivo X X X

Nivel de producción X X X X

Participación familiar X

Economía doméstica e inversión X

Comercialización

Nivel educativo X X X

Seguridad alimentaria

Variedad de productos X X

Origen de alimentos consumidos X X

Calidad y cantidad de alimentos consumidos X

Vida saludable y calidad de vida

Estado de salud físico y mental X X

Relaciones interpersonales X X

Práctica deportiva o cultural X X

Manejo sostenible de recursos naturales

Contaminación ambiental X X

Manejo de residuos sólidos X X X

Ahorro energético X X

Tipo de energía usada en el hogar X X X

2. La producción agropecuaria familiar contribuye al consumo de alimentos regionales por parte de la población urbana, además de crear consciencia sobre una dieta saludable y respeto a los recursos naturales.

Consumo de alimentos de producción familiar campesina por parte de la población urbana

Lugar comercial de compra de alimentos X X

Calidad de los alimentos demandados X X

Origen de los alimentos demandados X X

Dieta saludable de la población urbana

Nivel de dieta equilibrada X X

Consumo de comida chatarra X X

Preparación de comida casera X X

Concienciación sobre el uso sostenible de recursos naturales

Manejo de residuos sólidos X X

Ahorro energético X X

Consumismo X X

Transporte X X *C=Encuestas, E=Entrevistas, PF=Paneles focales, S=Sondeo, D=Análisis documental