AGRICULTURA, TRABAJO Y SOCIEDAD EN AMÉRICA HISPANA

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GONZALO IZQUIERDO F. (Editor) AGRICULTURA, TRABAJO Y SOCIEDAD EN AMÉRICA HISPANA COMQV1STA SERIE NUEVO MUNDO: CINCO SIGLOS. 3 Nota preliminar de I-ÍA^X I-FRNÁNDI-X SIIAW UNIVERSIDAD DE CHILh UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALPARAÍSO UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN EMBAJADA DE ESPAÑA EN CHILE

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SERIE NUEVO MUNDO: CINCO SIGLOS. N° 3Nota preliminar de I-ÍA^X I-FRNÁNDI-X SIIAWUNIVERSIDAD DE CHILhUNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILEUNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALPARAÍSOUNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓNEMBAJADA DE ESPAÑA EN CHILE

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GONZALO IZQUIERDO F. (Editor)

AGRICULTURA, TRABAJO YSOCIEDAD EN AMÉRICA HISPANA

COMQV1STA

SERIE NUEVO MUNDO: CINCO SIGLOS. N° 3Nota preliminar de I-ÍA^X I -FRNÁNDI-X SIIAW

U N I V E R S I D A D DE CHILhU N I V E R S I D A D DE SANTIAGO DE CHILE

U N I V E R S I D A D CATÓLICA DE VALPARAÍSOU N I V E R S I D A D METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

EMBAJADA DE ESPAÑA EN CHILE

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ACERCA DE LOS ORÍGENESDE LA AGRICULTURA EN AMÉRICA

Osvaldo Silva Galdamcs*

INTKODI'CX'IÓN

Desde que Chiide (1925: 1951) describiera los importantes cambios derivados de la producción dealimentos: aumento poblacional. innovaciones tecnológicas, concentración del poder en un pequeñogrupo de dirigentes que monopoliza el ejercicio de las funciones políticas, económicas, militares yreligiosas, etc., adquirió popularidad su concepción de una Revolución Neolítica* considerándolacomo un acontecimiento que modificó de modo drástico, y en un tiempo relativamente cono, lasestructuras culturales de las sociedades recofectoras de al imentos 1 . El modelo de Chiide es monocausal: puesto que hace derivar los orígenes de la agricultura de un hipotético cambio climático en el

* Profesor de Prehistoria de América y de Chile . Departamento de Ciencias His tór icas , Univers idad de Chi le .'Childc elaboró la "teoría de los oasis" para explicar los orígenes de la agricultura en el Cercano Oriente. De acuerdo con

e l l a al producirse un incremento en la aridiv. c l imát ica , a comienzos del período postglacial, los hombres, al igual que el restode los animales , se congregaron a lo latvio di.- los valles drenados poi los ríos Tigris. Lu trates o Nilo , habita! preciso para eldesarrollo de las especies vegetales i]ue, más tarde, serían domesticadas dando nacimiento a la agricultura y la ganadería. Ulmodelo de Chi ide lúe e valuado por Braidwood (196U. l%9, 1971) en una pionera investigación que incluyó anál is is de polen \a para detectar las probables variaciones climáticas en tiempos inmediatamente anteriores a la aparición de la

agr icu l tu ra en Turquía . Los estudios indicaron que no hubo mayores cambios en el c l ima, opinión compartida por Flanncry( UXW). A consecuencia de e l lo Braidwood propuso otra explicación: al f inal izar el período Plcistoccnico el hombre habíaacumulado suficientes conoc¡mienlos4ecnológicos y del medio ambiente como para desarrollar una creciente especiali/.ación.Quienes \n en "/unas nucleares", con una variedad de vegetales y animales susceptibles de sel domesticados, lo hicieron

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ACERCA DE LOS ORÍGENESDE LA AGRICULTURA EN AMÉRICA

Osvaldo Silva Galdames*

INTRODUCCIÓN

Desde que Childe (1925; 1951) describiera los importantes cambios derivados de la producción dealimentos: aumento poblacional, innovaciones tecnológicas, concentración del poder en un pequeñogrupo de dirigentes que monopoliza el ejercicio de las funciones políticas, económicas, militares yreligiosas, etc., adquirió popularidad su concepción de una Revolución Neolítica, considerándolacomo un acontecimiento que modificó de modo drástico, y en un tiempo relativamente corto, lasestructuras culturales de las sociedades recoleetoras de alimentos1 . El modelo de Childe es monocausa!: puesto que hace derivar ios orígenes de la agricultura de un hipotético cambio climático en el

* Frote sor de Prehistoria de América y de Chi le . Departamento de Cicneías Históricas, Universidad de Chi le .'Ch i lde elaboró la "teoría de los oasis" para explicar los orígenes de la agricultura en el Cercano Oriente. De acuerdo con

ella al producirse un incremento en la ande/ c l i m á t i c a , a comienzos del período postglacial. los hombres, al igual que el restode los animales , se congregaron a lo largo de los valles drenados por los ríos Tigris, [¿utrates o Ndo, habitat preciso para eldesarrollo de las especies vegetales que. nías (arde, serian domesticadas Jando nacimiento a la agricultura y la ganadería. Hlmodelo de Childe fue e valuado por Braidwood ('1960. 1969, 1971) en una pionera investigación que incluyó análisis de polen yscdimcritodología para delectar las probables variaciones climáticas en tiempos inmediatamente anteriores a la aparición de laa g r i c u l t u r a en Turqu ía . Los estudios indicaron que no hubo mayores cambios en el c l ima, opinión compartida por Hanner>( 1 9 0 9 ) . A consecuencia de ello Braidwood propuso otra explicación: al t m a l i / a r el período Pleistoccnico el hombre habíaacumulado suficientes conocimienlos<ecnológicos y del medio ambiente como para desarrollar una creciente especialización.Quienes v iv í an en "/onas nucleares" , con una variedad de vegetales \s susceptibles de ser domesticados, lo hicieron

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Cercano Oriente2 que. según se desprende de los trabajos de Braidwood (1960:1969) y Flannery(1969), no parece haber sido tan dramático. Binford (1968), por su parte postuló que uno de losfactores condicionantes de las innovaciones tecnológicas fue el aumento poblacional. insistiendo enque la cul tura , como elemento adaptativo del hombre a su medio ambiente, debe analizarse enrelación al espacio que le proporciona los medios alimenticios. Señalaba que la adaptación

es siempre un problema local, y las presiones selectivas que favorecen nuevas formas culturalesderivan de condiciones desequilibrantes en el ecosistema local {Binford. 1968:323).

Argumentaba que si no hay cambios en el habitat o en la población, los grupos cazadores-recolectores alcanzan un sistema de equilibrio regulado homeostáticamenle por debajo de lacapacidad de mantenimiento* del territorio o de los recursos alimenticios disponibles localmente.En tales condiciones no es necesario buscar nuevas fuentes para la dieta cotidiana, como lodemuestran recientes estudios etnológicos efectuados en sociedades contemporáneas de cazadores-recolectores. Ellos disponen de suficientes medios nutr i t ivos y disfrutan de mayor tiempo libre quelos campesinos occidentales. ¿Por que, entonces, no inventan o adoptan la agricultura? Binfordpiensa que el paso de un tipo de economía, la recolcctora, hacia la productora de alimentos, sólopudo haber ocurrido bajo dos conjuntos de condicionantes:

I ) Un cambio en el medio ambiente físico de la población que reduzca la masa biótica local y. porende, una disminución de la cantidad de alimentos disponibles, h! previo equil ibrio entre lapoblación y los recursos alimenticios es roto y se favorecería el desarrollo de medios extractivosmás eficientes.

en cuanto inventaron la técnica para ello. Desde aquellas "zonas" la agricultura se difundió hacia áreas menos favorecidas porla naturaleza, constituyéndose lo que denominó "complejos de comunidades aldeanas agriculioras" (Braidwood. 1969:246-251). Irónicamente Binford (1983:197) comenta que dicha concepción supone "el cruce de un tipo intelectual deRubicón. Para usar una frase del propio Braidwood. e! hombre se asentó en su medio ambiente, como el pollo que seacomoda en el nido y entonces.—unodebe suponer-- tuvo valiosos pensamientos". Cohén < 1977:91 comenta que el "hombreno necesita educación tanto como requiere de motivación" para innovar.

2Porotra parte, como apunta Cohén (1977:8). no debemos olv idar que los cambios cl imáticos además de repetit ivos sonreversibles. Ello impide considerarlos como causales de un nuevo fenómeno, la ag r i cu l tu ra , que ha mostrado "muy pocatendencia a la reversibilidad".

^Por capacidad de mantenimiento se entiende la cantidad de población que es capaz de soportar una determinada área, conuna determinada tecnología, sin degradar e! medio ambiente. Ello implica que un mejoramiento de la técnica para obteneralimentos aumenta la capacidad de mantenimiento del territorio.

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2) El cambio en la estructura demográfica de una región, provocada por la irrupción de un grupo en elterritorio de otro, también rompería el sistema de equil ibrio establecido y podría aumentar ladensidad poblacional de la región más alia de la capacidad de mantenimiento del medio ambientenatural. Bajo estas condiciones la manipulación a fin de incrementar su productividad seríaaltamente ventajoso (Binford. 1968:328).

En un estudio posterior Binford (1983) reconoce que su modelo demográfico* para el surgimiento dela agricultura presentaba varias debilidades ya que era una combinación de historia conjetural5 yteoría. A pesar de ello recalca que su intención en 1968 fue establecer el siguiente mensajemetodológico:

La agricultura es un medio de hacerse la vida, una solución a un problema humano fundamenta!' —obtener lo suficiente para comer. Ahora bien, si la agricultura se desarrolló desde las prácticas de

pueblos no agrícolas, entonces parece razonable suponer que surgió para solucionar un problema quealgunos de ellos estaban enfrentando. ¿Cuál pudo ser éste? Seguramente fue ambienta! porque losproblemas de obtención de alimentos para los cazadorcs-recolcctorcs debieron ser un derivado de lasdinámicas del medio ambiente en interacción con el hombre. ¿Se encuentran los animales donde sesupone deben estar? ¿Están en la cantidad que solía haber? ¿hstán los recursos vegetales siendosobreexplolados? En otras palabras, ¿cuál es la interacción entre el hombre y el medio ambiente?(Binford . 1983:199).

A despecho de las críticas a su teoría'1. Binford afirma que ella tuvo la virtud de impulsar el análisis

4En el mismo artículo sostiene que el primer conjunto de condicionantes ofrecidos en 1968 es indemostrable arqueológica-mente y. por ende, inuti l izable en cualquier modelo explicativo.

^Historia conjetural en el sentido que se traía de establecer relaciones dentro del hecho investigado a fin de reconstruir elpasado en términos de su medio ambiente humano y geográfico.

''Cohén (1977:4-7) piensa que Binford está en la dirección correcta cuando supone que el desequilibrio entre recursoscomestibles y población impulsó el camino hacia la producción de a l imentos . Sin embargo, considera que erró al sostenerque la sobrepoblación no puede ocurrir en cualquier parle. K i l o lo l levó a elaborar la compleja e invcrit icable hipótesis de queel aumento del nivel de las aguas del mar en e! Postpleistoceno ereó favorables condiciones para la vida humana sedentaria enlas zonas costeras. La abundancia de alimentos hizo crecer rápidamente la población operando el mecanismo de expuls iónpara volver al punto de equilibrio con la capacidad de mantenimiento del terr i torio. Obligados a instalarse tierra adentro losrecién llegados se mezclaron con grupos cazadores-rccolcctorcs creando las condiciones necesarias partí el desarrollo de laagricultura. Personalmente pienso que esta idea es atractiva y que. a pesar de las discusiones en cuanto al eteclo que pudotener la subida de nivel de las aguas del mar (véase Cohén. 1978). e l la concuerda con la inierpreíación que daremos a losvestigios arqueológicos de la Cosía Central del Perú.

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ecológico aun cuando las investigaciones arqueológicas continuaran siendo "gradualistas". en elsentido de buscar orígenes o emergencias, tratando de establecer sus etapas progresivas, lo cual forjóconceptos como incipiente, epi-incipiente opost-incipientc ( B i n t o r d , 1983:198) que poco a n re izana la visión procesual.

Uno de los problemas enfrentados por quienes postulan al aumento poblacional. como la causa!más importante para el desarrollo de técnicas orientadas hacia el manejo o producción de al imen-tos', es demostrar cuándo se produce efectivamente una presión demográfica. Todas las sociedadesconocen los métodos para mantener el equi l ibr io entre los recursos al imenticios y la población. Hlin fan t i c id io femenino, a fin de l imitar los nacimientos al n ive l de reempla/o generacional,especialmente en grupos poligínicos; la abstención de relaciones sexuales eon mujeres que ama-mantan sus hijos durante un largo período o la expulsión de algunos de sus miembros son ejemplosdocumentados etnográficamente de aquellos mecanismos empleados para no sobrepasar la capaci-dad de mantenimiento de un territorio.

Cohén (1977) retomó la teoría demográfica intentando, a través de seis proposiciones centrales*,demostrar su tesis de que históricamente es comprobable un constante acrecentamiento de lapoblación humana,

y que ese crecimiento es ¡a causa, masque simplemente el resultado, de mucho de! 'progreso humano'o cambio tecnológico, particularmente en la esfera de la subsistencia. Mientras la caza y recolecciónes un modelo de adaptación extraordinariamente exitoso para pequeños grupos humanos, no es

"White 11964] presenta un buen argumento para establecer la relación entre presión demográfica y cambios tecnológicosen diversas elapas del desarrollo c u l t u r a l . Boserup l t % 5 ) . en un supérenle estudio, sostiene que el tipo de agr i cu l tu raadoptado por los productores de a l imentas ( tecnología) está íntimamente coneclado con la densidad poblacional. Hs ésta lavariable que establece cuál sistema es más productivo en términos de inversión-rendimiento de energías.

MLas proposiciones pueden resumirse de la s iguiente manera: a) La agricul tura es una acumulación de técnicas empleadaspara incrementar la densidad de crecimiento de un recurso particular, b) La agricul tura no implica una tarea más fácil que laca/.a-recoiección ni proporciona una base a l i m e n t i c i a de mayar calidad, sabor \; c) E! crecimiento estable de lapoblación ha ejercido una progresiva presión sobre los recursos a l i m e n t i c i o s hasla el punto de impulsar nuevas estrategiasadapiativas y la continua redefinición de las relaciones ecológicas; d) Las poblaciones cazadoras-recolecíoras paseenmecanismos múlt iples y altamente efectivos para mantener la presión demográfica en equi l ibr io de región a región; e)Cuando se miran en una amplia perspectiva temporal y geográfica los hechos que condujeron hacia la agr icul tura muestran unnotable paralelismo en las variadas regiones del mundo y. O Tanto los testimonios dei hombre paleolítico y neolítico comolos del hombre preagrícola en el Nuevo Mundo evidencian un cont inuo crecimiento poblacional con la consiguiente presióndemográfica; en cada caso la adopción de la ag r i cu l tu ra aparece sólo como una en la larga serie de adaptaciones ecológicas alincremento populacional.

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apropiada para mantener poblaciones humanas más grandes o densas. Por lo tanto sugiero que eldesarrollo de la agricultura fue un ajuste que las poblaciones humanas se vieron obligadas a hacer enrespuesta a su propio crecimiento numérico (Cohén, 1 9 7 7 : 1 4 ) ,

Hn otras palabras, la d isminución de las fuentes alimenticias tradicionales, ocasionadas porpresiones demográficas, hi/o volver la vista hacia especies hasta entonces semidescchadas.

Biníord (1983:203) considera que las proposiciones de Cohén reflejan una aplicación en su

más pura Jornia de la teoría mal tusiana acerca del crecimiento demográfico puesto que si la poblaciónsigue creciendo sin tasa existe una cont inua e inexorable presión operando sobre un grupo parafavorecer nuevos métodos destinados a incrementar la disponibil idad a l imen t i c i a .

Aduce que requerimos prestar una atención más seria a los postulados de Darwin referidos a laselección natural. Ella opera sobre los mecanismos adaptativos cuando no pueden continuar, debidoa las cambiantes condiciones de su medio ambiente, con las tácticas que probaron ser exitosas antesque dichas variaciones ocurrieran. Por esa razón las sociedades cazadorcs-rccolectoras están enpermanente movimiento; exploran las potencialidades de su habitat sabiendo que siempre es posibleregresar al lugar donde existen abundantes fuentes alimenticias. De ese modo

acumulan un banco de informaciones a base del cual seleccionan las alternativas (Binford. 1983:208).

Así cuando se rompe el equilibrio demografía-recursos alimenticios, una parte de la banda abandonaa sus parientes y se instala en otro sector, ya conocido, del territorio ancestral, explotándolas fuentesde alimentos que al l í son más abundantes. A medida que avanzan los años se producen nuevassegmentaciones y, lentamente, el territorio es ocupado en toda su extensión. Los grupos se evitanunos con otros, pierden la movilidad y deben concentrarse en la utilización de recursos cada vez másreducidos. Inevitablemente, apunta Binlord (1983:211). la elección se orienta hacia los vegetalesya que éstos

se concentran en pequeños espacios. Hntran a jugar un conjunto de estrategias muy diferentes- Hnprimer lugar, hay un cambio hacia especies animales al ternativas, a menudo aeuátieas. . . Hn segundolugar aumenta la dependencia de los vegetales. En tercer lugar, como la población sigue creciendo enun ambiente que no ofrece opciones alternativas, se acrecienta la demanda de consumo dentro de unespacio que ahora es más estrecho: alguna forma cíe sistema intensivo de producción (por ejemplo i ¿ tag r i cu l tu ra ) aparece, entonces, obligatoria.

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Entre las respuestas más efectivas a dicho problema debieron encontrarse la explotación de peces ymariscos o la domesticación de animales^. Ambas conducirían a una vida sedentaria sin agriculturapuesto que se trata de recursos disponibles a lo largo del año. Proporcionando abundantes proteínasrequieren, sin embargo, complementarse con vegetales10. En poco tiempo los hombres aprecian queresulta "más rentable" producirlos en el mismo lugar donde se han establecido.

Si lo anteriores cierto, como parecen demostrarlo las evidencias arqueológicas mesoamericanas yandina-centrales, la sedentarización fue el factor clave para el desarrollo de la agricultura en aquellassociedades que, por diversos motivos, debieron reducirla superficie del territorio que les proporcio-naba la dieta cotidiana y, al mismo tiempo, disminuir la variedad de recursos animales queexplotaban. Para usar el concepto desarrollado por Coe y Flannery (1964), en tales circunstancias seproduce la "reducción microambiental" puesto que se inicia el proceso de cspecialización en elempleo de fuentes alimenticias más pequeñas o menos abundantes, pero más rentables en términosde inversión-rendimiento de energías".

Otro problema que debemos encarar es el por que la agricultura, solución a u n conflicto que afectaa la población de una localidad, se expande a otras regiones. La respuesta ha sido que la producciónde alimentos posee ventajas sobre la recolección de ellos en términos de disponibilidad, conserva-ción y tiempo de trabajo. La verdad es que estudios etnográficos12 han demostrado que los

4La alimentación basada en recursos acuáticos es indispensable cuando ¡os cazadores-recolectores no "cazan" la cantidadde animales requeridos para ahumar su carne a fin de ingerirla en invierno cuando esos mismos animales emigran en busca depastos. Debido a la segmentación de ios linajes provocada porel crecimiento poblacional. un grupo, a pesar de los vínculosde parentesco que lo unen a otros, se ve impedido de seguirá la launa pues invadi rá territorios ajenos que están celosamentedefendidos.

'"La preservación de peces y mariscos ahumados previene de los hábitos migratorios de algunas especies y de laimposibilidad de explotarlos cuando cambian las mareas o se alteran las condiciones marít imas. Consti tuyen, además, unexcelente bien de intercambio con grupos agricultores cercanos. En ocaciones sirven también como símbolo de riqueza ypoder que se repartía en un afán de lograr prestigio, en grandes festejos, como el poilach, donde los jefes de las aldeaspesqueras de la Columbia Británica competían entre sí para demostrar quién era más generoso y. por ende, más opulento. Enotro sentido, el potlaeh puede considerarse además como un sistema redistr íbut ivo mediante el cual se hacían c i rcularexcedentes alimenticios entre los pobladores de aquellas aldeas que, por di versas razones, estaban escasas de ellos (Hams,1974).

1 'Lo anterior no descarta el que otras sociedades se sedeníaricen una ve/ que hayan adquirido las técnicas para produciralimentos. En aquellos casos, entonces, la agricultura precede a la vida aldeana pero no es un proceso generadointernamente.

l 2 Mucho se ha discutido la validez de la aplicación de los datos proporcionados por observadores de las sociedadescazadoras-recolectoras contemporáneas a poblaciones prehistóricas. Bates y Lees (1979) sostienen que no son comparables

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cazadores-recolectores disfrutan de una adecuada, para su tecnología, base de subsistencia y gozande más tiempo libre que los agricultores (Lee y De Vorc, 1968; Binford, 1983). Rindos (1984)supone que la adopción de la agricultura está directamente relacionada con las diferencias en lacapacidad de mantenimiento del territorio ocupado por poblaciones recolectoras y productoras dealimentos.

Recientemente Redding (1988) ha promovido otro modelo para explicar el desarrollo de laagricultura. Estima que se llegó a ella tras un proceso continuo que podría caracterizarse en cuatroetapas. Expresamente señala:

el proceso no debe ser considerado corno un i lmca l . Un grupo puede quedarse en cualquier etapa ypuede moverse de una a otra parte (Redding, 1988:75).

En la primera etapa una banda delimita su territorio utilizando sólo algunos pequeños sectores de él.Después de un período de ajuste comienza el incremento demográfico hasta alcanzar el nivel de lacapacidad de mantenimiento de acuerdo a su tecnología.

En ese momento la selección debería favorecer la adopeión o uso de eonductas que permitan a losindividuos acentuar relativamente la reproducción. La elección táctica que debiera privilegiarseprimero es el movimiento, por ejemplo, la emigración. Esto es. en la mayoría de los casos, ciprocedimiento menos eostoso y se impondrá sobre otro comportamiento que involucre la reducciónde la reproducción (Reddinp, 1988:75-76).

Cuando la emigración sectorial ya no es factible por la ocupación total del territorio, se inicia lasegunda etapa definida por la diversificación en la explotación de recursos comestibles13, puestoque su costo es menor que el del almacenamiento. Si ello no es posible se adoptan medidas parareducir la tasa de reproducción humana.

Limitar la reproducción tendrá un valor selectivo positivo porque reduciendo el número de nacimien-tos una persona puede incrementar la probabil idad, comparado con un ind iv iduo que en la mismapoblación no l imi t a su reproducción, que cualquier niño criado sobrevivirá y será mas sano(Redding, 1988:77).

esencialmente debido a la falla de profundidad temporal y enfoque regional. Por otro lado recienies estudios palcopatológieosevidencian que los recolectores prehistóricos tenían lasas de mortalidad i n t a n t i l más altas que los actuales, menoresexpectativas de vida y. posiblemente, una baja fertilidad femenina (WolpoiT. ]%( ) ) .

'•'Esto equivale a u t i l i z a r una mayor cantidad de especies en la dicta d ia r ia .

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Tomadas las medidas correctivas, si la población alean/a nuevamente el nivel de mantenimiento desu terri torio se l iega a la tercera etapa que Reddmg ( l ° -88) describe como de "almacenamiento",pues el la permite incrementar la recolección y, al mismo tiempo, la capacidad de mantención yaquese puede explotar todos los recursos disponibles estacionalmcnte. Hn caso contrario deberál imi ta rse la población a l'in tic criar menos niños y mas saludables.

Reddmg ( 1 9 8 8 ) basa casi todo su modelo en el supuesto de que las sociedades ca/,adoras-recolcctoras preierirán. en caso de carencia a l imen t i c i a , tomar las medidas que les aseguren elcrecimiento de i n d i v i d u o s sanos a objeto de garantizarse la supervivencia del grupo mediante lacrian/a de buenos reproductores en el siguiente nivel generacional. De ahí su insistencia enproponer dos probables conductas a elegir cuando una sociedad enfrenta la escase/, de alimentos: a )segmentación del grupo o d isminución de la tasa de na ta l idad; b) desarrollo de nuevas estrategias desubsistencia lo cual implica, necesariamente, una innovación tecnológica. Las poblaciones queencontrándose en la (creerá etapa vuelven a experimentar una presión demográfica tomarán, segúnReddmg ( l s > S S ) , la opción que mejor se ajuste a las condiciones ambientales. Siestas son estables sereducirá la reproducción: si, por el contrario, son cambiantes e impredecihles. se tenderá a produciral imentos como complemento a los recursos s i l \ e s t r e s . una especie de seguro contra las variacionesdel c l i m a y su correspondiente e fec to sobre la llora y l auna autóctona.

La t u l i c i ó n de la producción de a l imentos cues te punto no es el reempla/.ode laea/a-rccoleeción sinoque proveer un retuer/o a los recursos a l i m e n t i c i o s recolectados. Puesto que el rendimiento de losa n i m a l e s \s man ipu lados en esta temprana f a s e son suplementar ios , el los debieran c o n s t i t u i rsolo una pequeña parle del total de recursos a l imen t i c io s consumidos, 1,'na ve/ que las cosechas y elcu idado de a n i m a l e s hagan una contr ibución pos i t i va a la adecuada mantención de un ind iv iduo ,entonces la manipulac ión de la estructura miélica cíe la especie potencialmenle domeslieablc. paraaumen ta r su r end imien to , tendría un a l to y posi t ivo valor se lec t ivo . I:n a l g ú n momento la combina-ción de segundad \ó por unidad de labor inver t ida de estas incipientes domesticacionessobrepasara a la de los recursos obtenidos mediante la ca/a y la recolección; entonces aparecerán losa s e n t a m i e n t o s basados predominantemente en la producción de al imentos (Reddmg. 1VS8: SO).

La a g r i c u l t u r a aparece, de acuerdo al modelo de Rcdding , como un proceso cuyos inicios seconectan a la necesidad de contar con p a l i a t i v o s en momentos de carencia o poca d isponibi l idad deuna o mas especies comestibles si lvestres. Lila es. además, una respuesta adecuada a la presióndemográfica en a q u e l l a s áreas donde el con t inuo crecimiento poblacional . luego de ser resuellom e d i a n t e segmentac iones , a lean/a otra ve/ su punto critico debido a la poca seguridad a l imen t i c i a

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proporcionada por una vegetación suje ta a frecuentes modificaciones provocadas por las variadn-nes cl imáticas (Hassan, 1981; Binford. 1983). Al coincidir ambos fenómenos surge el fenómenocrucial para el desarrollo de tecnologías orientadas hacia la producción de a l imento y la adopción depadrones de asentamientos más estables (Redding. 19881.

Hn suma, parece ser que el nacimiento de la agr icul tura de algún modo se relaciona con cambiosexperimentados dentro del sistema ecológico-cultural. Las modificaciones en la flora y l aunaproducen presiones a l iment ic ias que repercuten en la población humana y ésta, entre m ú l t i p l e sopciones, puede resolverlas orientando sus esfuer/os hacia la producción de la dieta co t id iana .

Explotación de recursos acuáticos oirá respuesta a !<t escasea de caza-recolección

La adopción de la agr icul tura no es. al parecer, la única réplica a las presiones demográficas.Biniord ( 1968) observó que tanto los restos arqueológicos del Viejo Mundo pertenecientes a la lasePaleolítica t e rmina l y al Me.\olílico como algunos del periodo Arcaico* 4 americano locali/ados ensitios ribereños marítimos, lacustres o f luv ia les , muestran un mayor grado de sedentaridad enrelación a sus contemporáneos que habitaban /onas semiáridas o se lvá t icas .

A pesar, escribe, que no todas las riberas de los ríos o l i t o r a l costero favorecen la recolección de peces.moluscos y aves migratorias, es ba jo la dependencia s is temát ica de ju s t amen te dichos recursos dondeencontramos restos arqueológicos que indican un más alto grado de sedentisnio (Binford.

asociado con un crecimiento poblacional que obligó a desarrollar nuevos mecanismos para mantenerel equilibrio entre las fuentes alimenticias y la demografía del Territorio. Hl empleo de recursosacuáticos y la cons igu ien te transformación de los hábitos a l iment ic ios no implicó el abandono de laexplotación de vegetales si lvestres que se continuaron recolectando en los alrededores de loscampamentos ribereños. Cohén ( 19d8) sugiere que en tales condiciones otro incremento poblacionalhabría sobreexplotado la flora na tura l y los hombres, que ya habían observado el proceso dereproducción vege ta l , tomaron las medidas necesarias a fin de producir, en otros sectores, las másapetecibles variedades de su d i e l a . De e l lo se desprende una al ta prohabilidad que la ag r i cu l tu rahaya sido "descubierta" independientemente por diversos grupos.

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Las zonas de transición ecológica como fuentes de la agricultura

Flannery (1968) piensa que el período de transición hacia la producción de alimentos se caracteriza-ría, de acuerdo a las evidencias arqueológicas mesoamencanas'\o un gradual cambio en unaserie de sistemas de procuramiento de alimentos, regulados por los mecanismos de estacionalidad yprogramación. A tal efecto las bandas ca/adoras-recolectoras se movi l izaban por su territoriotratando de llegar justo a tiempo a! lugar donde maduraban dos o tres especies simultáneamente. Suspreferencias se inclinaban hacia una de ellas, conducta que les permitía asegurar la reproducción delas otras y, por ende, disponer de un resguardo nut r i t ivo a fu turo . Predeterminando la recolección deplantas y animales durante ciertos períodos del año y programando su cosecha, cuando era posibleelegir, los cazadores-recolectores

prevenían la sobrcutili/ación de plantas o animales claves, y mantenían un balance más permanenteentre variados recursos. Debido a que lu estacionalidad es un mecanismo oportunísdco, promueve lasupervivencia a pesar de la variación anua! y. al mismo tiempo, mantiene el \iutu quo: mi l i / ac ióninespecializada de todo un espectro de plantas y animales cuya disponibi l idad es errática a lo largodel tiempo (F lannery , 1968:81).

La obligación de cambiar el mecanismo de estacionalidad y programación abrió para Flannery(1968), el camino hacia la agricultura. Ello pudo deberse a variaciones genéticas experimentadas porciertas especies, como consecuencia de la acción inconsciente del hombre, que las hicieron másproductivas y de mayor tamaño y, por tanto, más ventajosas de cosechar. A medida que los cambiosse acrecentaban, los cazadores-recolectores dependieron cada vez más de ellas, lo cual impulsó,naturalmente, su cultivo intensivo. El proceso involucró, obviamente, un reordenamiento de todaslas otras actividades económicas a fin de no interferir en las tareas agrícolas. Este fenómeno16 debiópresentarse en las zonas marginales a los habitáis originarios de las especies que comenzaban atransformarse en base de la dieta cotidiana puesto que fue allí donde surgió la necesidad de produciralimentos a objeto de aumentar la capacidad de mantenimiento de la localidad. Harris (1969; 8)piensa que los ecotonos, o zonas de transición entre dos ecosistemas principales, es decir, lafrontera entre la selva y la estepa; la selva y la savana; la selva y los ríos o la selva y la costa,coristiuyen los sitios ideales para

'""Mcsoamcrica. como área cu l t u r a l , abarca gran parte del actual territorio de México. Guatemala , Hél ice, Honduras y

sectores de Kl Salvador."'Corresponde a ío que C'oe y Ranncry (1964) denominaron reducción microambicntal.

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combinar, mejor que en ninguna otra pane, la recolección de proteínas animales, a través de la caza deanimales herbívoros o la captura de peces, con la recolección de vegetales silvestres

y, por lo tanto, para dar inicio al proceso de domesticación que conduciría al surgimiento de lassociedades agriculturas17 .

Mac Neish ( 1 9 7 1 ) coincide con lo anterior en sus "especulaciones" acerca del desarrollo culturalen el valle de Tehuacán (México). Allí determinó la presencia de nueve fases que abarcaban desde el10000 a.C. hasta poco antes de la llegada de los españoles. De ellas cuatro: Coxcatián, Abejas,Purrón y Ajalpán, ubicadas cronológicamente entre los 5000 y 800 a.C., corresponderían alperíodo de transición entre la recolección y producción de alimentos.

A comienzos de la fase Coxcatián se recolectaba maíz silvestre, paltas y calabazas que crecían endiferentes nichos ecológicos, lo que demuestra que sus habitantes había adquirido un cabal yacabado conocimiento del territorio. La programación que el sistema de procuramiento alimenticioevidencia, derivó hacia la adopción de técnicas cada vez más sofisticadas para recolectar lassemillas y frutos silvestres o cazar animales que vivían especialmente en las zonas áridas del valle;venados, conejos, pécaries, zorros, zorrillos y pájaros (Flannery, 1967), siguiendo una actividad desubsistencia programada de acuerdo a la zonación vertical y a las estaciones que, también, se reflejaen la tecnología, padrones de asentamiento y estructura social. Mac Neish (1971) piensa que latotalidad de la población (macrobanda) durante el verano ocupaban los microambientes húmedosdonde, además de recolectar, pudieron practicar la horticultura'* y en la estación invernal, divididosen familias extendidas (microbandas), recorrían el territorio cazando los animales que conformabanel mayor porcentaje de su dieta.

En la fase Abejas aparecen nuevas especies cultivadas: fréjoles, maíz y algodón, conjuntamentecon perros y peces. No obstante la caza de venados se practicaba intensamente aunque los restos dehuesos denotan que no eran mascados '"ansiosamente" como en las fases anteriores. Para Flannery(1967:162) ello indicaría que los alimentos cultivados comenzaban a presentar una parte significativadel abastecimiento alimenticio. Mac Neish (1971) nota que hay un incremento de la horticultura yquizás un almacenamiento de vegetales para consumirlos en invierno. No hay evidencias de unsúbito aumento poblacional ni mejoramiento tecnológico aunque se observa un mayor número decomponentes veraniegos en las terrazas fluviales, donde los grupos permanecían hasta fines de

| 7E\isle consenso en considerar agricultores a quienes han desarrollado técnicas de irrigación artificial.l h La hort icul tura es la siembra de roza. Se asocia con las regiones selváticas o boscosas.

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Océano Pacífico

lisura I Mapa de Mesoameriai Las áreas Mmihreadas corresponden al \ a l l c de Tehuacán \ la costa [ 'Deif ica

me\icaiio-i:uatenial!cca Les tra/os gruesas señalan Ins límites (\c Mesnamérica. (Adaptado de Muriel IJcrter \\'ea\-;r; The

,\:tt:cs. U(j\; ( (?; ( / f / ' í1 / . '1 / ' /Ti/í 'rcssíífv Seminar Press. I1-)"!!. Mev\l

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otoño, cosechando lanío el producto de las siembras pr imaverales como fruto?, s i l v e s t r e s . pa tadispersarse en invierno, constituyendo pequeños grupos que explotaban otros niieroamhienteslocalizados en la /ona de matorrales espinosos.

1.a fase Purrón es escasamente conocida a pesar de que en e l ia se encuentran las más tempranasevidencias de cerámica loca!.

Hn la fase Ajalpán cu lminó el proceso de "reducción microanihiental" . c u l t i v á n d o s e ma í / .calabazas, fréjoles, amaranto, paltas, a j í . /apotos y algodón (Mac Ncish, 1964). Aldeas permanentesse levantaban sobre el fondo del va l l e ; parte de sus habi tantes , sin embargo, salían a recolectarvegetales silvestres en otros sectores del territorio. Durante estos viajes

llevaban algunos alimentos que incluían perros y prohabk'menti' también maí/ y calaba/as iF lannery. 1967:173).

A pesar de estos movimientos, el sedentismo parece haber sido Sa regla general de a sen tamien todebido a que estaban

cosechando suficientes a l imentos en una estación para que duraran Unto el año i M a c Nc i sh .

Sin embargo, aún no se puede sostener que Ajalpán represente el periodo de la plena agriculuin/a-ciónen el va l ledeTehuacánpues fa l tan los indicios de una irrigación a r t i f i c i a ) , que recién apareceránen la fase siguiente: Santa María, ubicada cronológicamente entre los años 8M) \0 a.C'.

El mismo Mae Neish ( 1970) ident if icó ocho lases precerámicas en el valle de Ayacucho, Perú.J(i\\\'ü puede compararse con la fase Coxcatlán de Tehuacán. Hn ambos sitios se alternan microam-bicntcs diversos con sus respectivos recursos alimenticios silvestres que posibilitaban a sus habitan-tes programar las actividades extractivas de acuerdo a las estaciones y a la /.onación vertical delterritorio. Mac Neish (1970:36) piensa que durante la estación húmeda recolectaban vegetales \s animales: durante el período seco cazaban presas de mayor tamaño (ciervos y auqué n idos ) .

Aparecen manos de moler por primera ve/ en Ayacucho evidencia que . según Mae Neish ( 1971 :37 > .podría indicar un temprano c u l t i v o de calaba/as, zapallos y ajíes. También supone que se e tee tuabanensayos para domesticar llamas y cuyes.

Las fases Piki y Chihua, siempre de acuerdo a Mac Neish (1969: 1970). se asemejan en sus.procesos a la fase Abejas de Tehuacán mientras que Cuchi se asimila a Ajalpán.

Un suma, ambas secuencias dentro de las áreas nucleares de América prehispana demues t ran que

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Ecuador

Océano Pacífico

Figura 2. Mapa del Perú indicando el área de Ayacucho. (Tomado de Mac Neish, 1970).

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en las tierras interiores el largo camino hacia la producción de alimentos fue lento, que estuvoacompañado de cambios en los padrones de asentamiento y en las técnicas tanto de recoleccióncomo de preparación de los alimentos; que el inventario de éstos incluía animales, pájaros y pecesfluviales; que los restos atribuidos a cada fase no señalan mayores cambios climáticos y que,finalmente, el tamaño de los asentamientos sugiere que, paralelamente a los ensayos agrícolas, seestaba produciendo un incremento poblacionai. Las similitudes corresponden a aquellas regulari-dades en el desarrollo cultural propuestas por Steward (1949). No obstante ello pensamos que losvalles de Tehuacán y Ayacucho en ningún caso pueden constituirse en modelos generales para elproceso que derivó hacia la producción de alimentos. Se trata, más bien, de situaciones localestípicas que fueron encaradas con análogas respuestas adaptativas. En tal sentido creemos quecorresponden a lo que Sahlins (1960:43) denominó evolución específica, al escribir:

El desarrollo histórico de una particular práctica cul tura l es evolución específica, transformaciónfilogenética a través de la adaptación. El medio ambiente, tanto natural como superorgánico, esobviamente esencial para la comprensión de dichos procesos. La progresión de clases de formas o. enotras palabras, la sucesión de la cultura a través de etapas de continuo progreso, es evolución general.

La evolución general es útil como elemento comparativo pero, en sí misma, no constituye unmodelo explicativo precisamente por su generalidad, derivada del reconocimiento de "denominado-res comunes" obtenidos del análisis de evoluciones específicas. Portal motivo las evidencias de losvalles semiáridos deben contrastarse con las secuencias costeras inscritas dentro del procesoconducente hacia la plena producción de alimentos.

Las evidencias arqueológicas de la cosía del océano Pacífico en Mesoamérica

Cerca de la frontera mexicano-guatemalteca en la costa del Pacífico se han identificado dos sitiosarqueológicos: La Victoria y Salinas La Blanca. La región muestra una gran diversidad ecológicadebido a las diferencias de temperatura y pluviosidad derivadas de la altura. En ella se distinguen dossectores: la Boca Cosía y la Cosía. El primero localizado entre los 200 y 1.000 mt de altura, secaracteriza por su alta pluviosidad, con promedios que llegan a los 4.000 mm anuales, y unatemperatura media que fluctúa entre los 21°C y 37"C. All í hoy día el cultivo más importante es elcafé.

El sector de la Costa, que se extiende 15 km al interior desde la línea marítima, es una llanuraaluvial que se desarrolla hasta los 200 mt sobre el nivel del mar. Las precipitaciones alcanzan a los1.000 mm anuales y las temperaturas van desde los 2I°C a los 38°C. Se cultiva comercialmente

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maíz y algodón en reemplazo del c a f é . La mayoría de los sitios arqueológicos, para el período quenos interesa, están en este sector ya que la fertilidad de su suelo es mayor que el de la Boca Costa,debido a la depositación anual de sedimentos volcánicos acarreados por los ríos. Curiosamente ensu vegetación natural predominan las especies xerófitas. Coe y Hannery (1%4:650) distinguieronen él ocho microambientes: a) Playa; b) Estuario y sistema lacustre; e) foresta manglar; d) riberaslluviales; e) salinas; O selva tropical mixta; g) sabana tropical y, h) claros y selva secundaria, Lsteúl t imo, producto de la acción humana . Interesa destacar que cada uno de ellos proporcionabarecursos específicos a lo largo del año. siendo complementarios a la dieta alimenticia (Coe yFlannery, 1967).

Las secuencias arqueológicas de La Victoria y Salinas La Blanca conforman seis fases; Oeós(1300-1100 a .C.) ; Cuadros (100-850 a.C.}; Jocotal (850-800 a.C.); Conchas I (800-500 a .C. ) ;Conchas II (500-300 a .C . ) y Crucero {300-100 a.C.) . completándose con las obtenidas en el cercanosit io de Ailamira (Orcen y Lowe. 1967). donde la fase Barra (2000-1500 a.C.) precede a la Oeós.

La secuencia es importante porque nos proporciona un cuadro algo diferente al de las tierrasinteriores. La humedad ambiental torna difícil la conservación de las evidencias arqueológicas.razón por la cual poco se sabe del desarrollo cultura! desde su temprana población hasta la fase Barra.caracterizada por la presencia de una cerámica muy variada en formas y decoraciones1''.

Green y Lowe (1%7:56) sustentan la hipótesis de que Barra representa a un grupo precerámico

adaptando la temprana técnica alfarera del norte de Sud Amcriea y Panamá a la manufactura de vasijasde barro cuyas formas duplicaban los contenedores de piedra y materias perecibles a los que estabanacostumbrados.

Ll material lítico recolectado en Altamira parece indicar que la población no practicaba la pesca, laextracción de mariscos ni el cu l t ivo de maíz.. La gran abundancia de pequeñas lamini l las deobsidiana sugiere un uso como raspadores de mandiocas. Lathrop (1973; 1975) sostiene que elcu l t ivo de mandioca conjuntamente con la técnica para moldear la cerámica y las ideas religiosas dela fase Barra tuvieron su origen en las tierras bajas tropicales del noroeste sudamericano20.

' ' 'Al jumos tipos de cerámica Oeós sen idénticas ,\s de la costa ecuatoriana. Lllo podría ser otro índice para los probablescontactos entre ambas regiones (La throp , 1475) . ' l a m h i e n se asemeja a la de A j a l p á n en el Val le de Tehuacan

''"hilo en ra/ón de que la mandioca nn puede preservarse en las condiciones c l i m á t i c a s de A l t a m i r a . Interesa anolai queésta aparece como cu 1 t iber io en Tamau l ipa s alrededor del 1001) a ( ' . y seis siglos después en Tehuacán (Mac Ncish . 1467),aunque en ambas áreas ya se c u l t i v a b a m u í / . Dicho fenómeno hace pensar a l .a thiop ( W75i que la mandioca fue despla/.adapor el muí / lue^o que la población üe Barra entró en contacto con sus contemporáneos del i n t e r i o r .

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En suma, la tase Barra refleja un caso de sedenlarismo cuya economía no parece haber estadoorientada hacia la producción de al imentos o hacia la explotación especiali/ada de un recursoimportante. La mandioca o yuca, al igual que otros tubérculos, se reproduce vegetativamente y norequieren de la intervención humana para su propagación.

Los habitantes de La Victoria, durante la tase Ocós. vivían en casas de barro y paja levantadassobre pequeñas plataformas a fin de evitar las inundaciones, dedicadas a la pesca, marisqueo, caza yrecolección de vegetales. Fabricaban cerámica en el mismo estilo de Barra"1.

A pesar del sedentarismo, C'oe (1961 :1 15) señala que la evidencia de prácticas agrícolas son"puramente infereneiales". Se trataba de gente —agrega— que estaba

viviendo en ia cabecera de un sistema de es tuar io que ciertamente dependían de los productos deaguas y, con menos cerle/a, de la a g r i c u l t u r a en campos alejados del sistema acuático (Coe.1 9 6 1 : 1 1 6 1 .

Contemporáneamente en A l t a m i r a , el s i t io más al norte, se daba otro padrón de asentamiento. Susperíodos de sedentarismo eran cortos, pues ocupaban una mayor extensión; su economía no teníauna orientación hacia el estuario sino más bien deambulaban alrededor de las lagunas

siguiendo la ro/a de campos plantados, (donde e l los ) , pudieron haber cul t ivado una cantidad detubérculos al igual que fri joles, calaba/as y, aparentemente, algodón (Cirecn y Lowe. 1967:58).

Los cultígenos debieron ser cosechados de acuerdo a un padrón de estaeionalidad y programaciónbien adaptado a las condiciones ecológicas y topográficas del área.

Podemos suponer que el algodón, f r i joles y ealaba/as estaban confinados a las /onas más elevadasdonde aprovechaban ventajosamente e! temprano término de las l luv ias para su maduración... Lostubérculos, por otro lado, pueden haber sido cosechados tanto en las elevaciones mejor drenadasdurante la estación l luviosa como en las riberas más ba jas de las lagunas en la estación seca (Oreen yLowe. 1967:.^).

l ' )75 i cree que sus anlecedcntcs deben concetar.se con ¡as tases Yaki iua y Macha!¡Na de Kcuador: Barlovento,en ia costa norte de Colombia. Monacillo y Sangua. en Panamá, y la más an t igua manifes tac ión alfarera de la islanicaragüense Ometcpc. Los postulados de Cireen > Lowe ( 1%7) y Lowe ( I M 7 S ) abren nuevas pistas para desentrañar lad i fus ión de esta técnica por Amer ica prehispana > las posibles relaciones. \ ía Pac ¡Tico, entre las dos secciones de nuestro

conUnenVc.

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Ya en la fase Cuadros, la gente vivía en aldeas plenamente sedentarias, localizadas al borde de lospantanos; las casas de barro y vegetales se levantaban sobre plataformas artificiales construidasmediante la alternancia de capas de barro con depósitos de basura. Su economía descansaba en unaagricultura bien desarrollada, con predominio del maíz híbrido, la pesca, el marisqueo y larecolección de animales terrestres. No cazaban, puesto que no se han encontrado restos de puntas deproyectil. Coe y Flannery (1964), sugieren que este fenómeno puede explicarse por una reducciónde los nichos ecológicos explotados con anterioridad a la adopción del maíz.

En general el panorama cultural de la fase Cuadros, al igual que la Santa María de Tehuacán,parece representar la más temprana expresión de una economía productora de alimentos. Susorígenes deben buscarse tanto en la adquisición de cultígenos domesticados en las tierras altas delinterior como en el sedentarismo favorecido por la explotación de recursos alimenticios permanen-tes, aunque con diversificación estacional, en un área relativamente cercana. En tales condicionesresultaba más eficaz, en términos de inversión rendimiento de energías, ia "reducción microam-bienta!" encaminada hacia el cultivo del maíz bajo el sistema de agricultura extensivo o de roza.Solucionada la presión demográfica se produjo un aumento poblacional reflejado en la erección denuevas aldeas fFlannery, 1976) durante la fase Jocotal. Localizados en dirección contraría aldesplazamiento de las aguas del estuario, sus habitantes podrían cruzarlo en canoas para dirigirse,ahora por tierra, hacia la región de la selva tropical mixta.

Durante las fases Conchas i y u la población alcanza su mayor densidad. La abundancia de manode obra "ociosa" en las tareas productoras de alimentos, se emplea en la construcción de plataformasceremoniales y montículos piramidales. Sin embargo, a partir de la fase siguiente —Lucero— esposible apreciar una gran disminución de la población costera al mismo tiempo que un crecimientode ella en las áreas con superficies cultivables susceptibles de ser ampliadas a través de la irrigaciónartificial.

El fenómeno anterior podría interpretarse como una solución al desequilibrio entre la capacidadde mantenimiento del territorio —debido en gran parte a la imposibilidad de cultivar intensivamentelas tierras— y la población. Técnicas y estructura social permitían, en ese momento, el desplaza-miento hacia áreas con mayor potencial demográfico en términos de superficie, clima y recursospermanentes de agua, capaces de ser manejados a objeto de incrementar los campos de cultivo.

Las evidencias arqueológicas en la costa central del Perú

La Costa Central es la franja que se extiende a lo largo del océano Pacífico desde el valle de Chancaypor el norte hasta el valle de Chilca por el sur. Zona de extrema aridez a consecuencia de la

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H U A C A

PRIETAORAMALOTE

HUACA NEGRA

LOS CHINOS V,*

SECH1N V~"v.*-<^C«sm *

LAS HALDAS V*

CULEBRAS

HUA8MEY

60 IOD Km

f-'igurtí 3. Mapa de la costa central dt-l Perú con ios respectivos valles. Los triángulos indican la ubicación de los restosarqueológicos pertenecientes al período de transición hacia la agricultura. (Tomado de Moseley. 1975).

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influencia de la Corriente de Hurnboldt, cuyas frías aguas bajan la temperatura marítima impidiendola evaporación, lo que resulta en una carencia casi completa de lluvias. Sin embargo el fenómeno deturgencia, que caracteriza el mecanismo de la Corriente, está permanentemente transportandonutrientes desde e! fondo marino hacia la superficie, permitiendo la renovación de plancton quealimenta peces y moluscos, enriqueciendo la variedad y cantidad de dichas especies. Ríos sedescuelgan desde la cordillera de los Andes, recorriendo estrechos valles, creando las condicionesnecesarias para el desarrollo vegetacional. Entre diciembre y marzo predominan los días de sol;entre junio y octubre los nublados con neblinas matinales. En esta época surgen las lomas,formaciones vegetales naturales que brotan en las elevaciones terrestres cercanas al mar. Fuentealimenticia para los animales que bajaban en su ciclo trashumante anual, desde la cordillera andina,lo fue también para el hombre que se beneficiaba de la caza de auquénidos y la recolección degramíneas.

En una zona tan seca como desértica pueden, sin embargo, existir varios microambientesderivados de la interacción océano, corriente marina, rio. Moseley (1972) describe cinco de ellos: a)el valle fluvial que proporciona vegetales silvestres, pequeños animales, pájaros y, a veces,mamíferos terrestres. Posteriormente suministró tierras cultivables con posibilidad de ampliarlasmediante irrigación artificial; b) el desierto con tierras aptas para cultivos, especialmente maíz y ají,y una vegetación xerófita apropiada para su utilización como combustible; c) las lomas, localizadasen las alturas de los cerrillos que miran hacia el mar, con pastos y otras especies que atraían a losanimales durante los meses de su florecimiento; d) la playa, proveedora de pájaros y mamíferosmarinos, peces y algas, y e) los requerios costeros que contribuían también con pájaros y mamíferose invertebrados marinos, moluscos, crustáceos y flora acuática. Patterson (1973) sostiene que esosmicroambientes propios de la región Ancón-Chillón se observan en toda la costa central del Perú. Alo largo de ella aparecen, en forma abundante, depósitos con restos de alimentos provenientes delmar, lo que indica que la economía de sus habitantes estaba orientada, esencialmente, a laexplotación de los recursos marítimos desde muy antiguo.

La secuencia arqueológica abarca cronológicamente desde el 12.000 a.C. hasta el momento de lallegada de los europeos (1534). A nosotros nos interesan las fases Canario (5000-4200 a.C.),Corbina (4200-3600 a.C.). El Encanto (3600-2500 a.C.), Pampa (2500-2300 a.C.), Playa Hermo-sa (2300-2100 a.C), Conchas (2100-1900 a.C.) y Gaviota (1900-1750 a.C.).

En la fase Canario ya existían asentamientos estacionales semipermanentes en el curso inferiordel rio Lurín, cuyos habitantes explotaban diversos microambientes en el val le , la costa y las lomasque les proporcionaban suficientes alimentos a lo largo del año. La gran profusión de morteros ymanos de moler indican que había mayor dependencia de los vegetales. Lanning (1967:19) empero,

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asevera que no hay evidencias de domesticación. En general, el material cultural se asemeja a la fasePiki de Ayacucho donde ya se cultivaban calabazas (Mac Neish, 1970:38).

La región Ancón-Chillón ha proporcionado las mayores evidencias para el desarrollo cultural dela costa central peruana como un todo, pues los hechos acaecidos allí pueden aplicarse, en opiniónde Patterson (1971) , a los otros valles regionales. En aquel sector las fases Corbina y El Encanto hadejado pocas evidencias. De ellas se desprende que sus poblaciones continúan incrementando elporcentaje vegetal de su dieta alimenticia, incluso con posibilidades de haber almacenado ocasio-nalmente granos (Lanning, 1967), triturados en morteros de piedra. Es probable que hayan recibidocalabazas desde el interior pues 26 semillas halladas en restos pertenecientes a El Encanto, por sutamaño, corresponden a un tipo cultivado (Cohén, 1978:115).

Las puntas de proyectil más pequeñas podrían señalar que la caza de auquénidos comenzaba a serdesplazada por la pesca (Patterson, I971a:319). En Ancón, los sitios El Encanto se encuentran asiete kilómentros de la línea costera, cercanos a las lomas, por lo que parecen ser campamentosestacionales donde, además, se tallaban instrumentos líticos. Más al sur, en el valle de Chilca, losasentamientos eran más permanentes. Alzados a mitad de camino entre la costa y las lomas suspobladores podrán ir y volver en el día a buscar recursos en todos los microambientes. El énfasiscolocado en la obtención de alimentos marinos incrementó, de acuerdo con Patterson (1971) yMoseley (1972), la cantidad de proteínas disponibles y, por ende, la densidad demográfica. Ellointensificó el uso de especies vegetales por sobre el nivel de mantenimiento, lo que le hizo volver losojos hacia la producción de alimentos, mecanismo concebido sólo como

un suplemento dietético menor destinado a preservar el antiguo modo de vida (Cohén, 1978:116)

La adopción de la agricultura22 implicó un desplazamiento hacia la costa a partir de la fase Pampa.Datos arqueológicos provenientes de la más temprana aldea en la región indican que, además de losrecursos marinos, la gente consumía una enorme cantidad de calabazas23 conjuntamente con otros

22En la costa, el maí/, base de la alimentación agrícola, no aparece plenamente cultivado sino en el Período InicialTardío, alrededor del 1200 a.C. (Cohén. 1978); en cambio ya se conocía en la fase Chihua de Ayacucho (4300-2800 a.C.) .cuyo material cultural se relaciona con la tase El Encanto de la región Ancón-Chillón (Mac Ncish, 1969). No obstante loanterior se han reportado hallazgos de maí? en otro sector del litoral, Huarmcy, cerca del 2800 a.C. Interesa destacar que losfréjoles tienen una data de 8500 a.C. en el Callejón de Huaylas. 4300 a.C. en Ayacucho y 900 a.C. en el l i toral centralperuano.

2íDos de las tres especies identificables en los restos arqueológicos eran cultivadas.

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cultivos como pacae, achira, guavas, legúminas y tubérculos (Patterson y Moseley, 1968). Enadición se cul t ivaba algodón24. Moseley (1975:23) especifica que

no se hallaron puntas de proyectil, piedras de moler ni flora o fauna de las lomas, loque indica que elantiguo padrón de subsistencia cazador-recolector no se practicó más.

Cohén í 1978:119) calcula que a comienzos de esta fase la población debió fluctuar entre 200 y 300personas; al término de la fase Gaviota, es decir, 750 años después, ésta alcanzaba entre 3.000 y6.000 lo cual da un crecimiento poblacional de entre 0,4 y 0,7% anual. Tal fenómeno refleja en símismo la necesidad de manejar nuevos sistemas tecnológicos para aumentar la disponibilidadalimenticia.

Con la introducción del algodón comienza la siguiente fase en la región Ancón-Chillón: PlavaHermosa. Sus habitantes seguían aprovechando, en gran medida, el mar como fuente de proteínaspuesto que son escasos los huesos de mamíferos terrestres. Salvo un sitio, todos los asentamientos seencuentran en las cercanías de la playa, adyacentes a los ríos, zona árida, lo que hace pensar quecultivaban en los valles. A los productos conocidos en la fase anterior se agregó el ají. El aumentopoblacional repercutió en la aparición de una especialización que se extendería por toda la costa: latextilería, cuyo desarrollo sólo pudo estar en manos de artesanos liberados de las tareas orientadashacia la consecución de alimentos.

Durante la fase Concha se inició la construcción de un importante asentamiento, Río Seco, detrásde las llanuras arenosas al norte del valle de Chancay. Compuesto por grupos habitacionales aisladosunos de otros y una serie de montículos ceremoniales, sus pobladores continuaban extrayendo, engran medida, recursos marinos. A los cultivos se agregaron los frijoles pallares, lúcumas y sapindos.La dieta vegetal todavía se complementaba con recolección de raíces, juncos, ramas y otroselementos silvestres.

Las aldeas proseguían localizadas cerca de las áridas playas en la fase siguiente, Gaviota, conexcepción de El Paraíso o Chuquifanta. dos kilómetros al interior de la desembocadura del ríoChillón, una pequeña ciudad que se extendía por un área de entre 50 a 60 hectáreas con una poblaciónde 1.500 habitantes. Cohén (1971 :179 ) hace subir esa cifra a 3.000 ó 4.000. agregando que

J4E1 algodón es un cultígeno de origen incierto. Se cree que deriva la hibndbación de una planta silvestre peruana(#f«.vv/7/í/m raimondin con algodón asiático ( l í í i . s . sv / j f í / fH arhorcnin}. hn Ayacucho se cu l t ivaba en la fase Chihua. por lomenos unos 500 años después que en la costa del Perú. En Tehuacán (Méx ico ) se c u l t i v a b a otni especie. Gc,s.v\/'/iím hirsíuin.hacia el año 1500 ; i . ( ' . , que no tiene parentesco con hi peruana.

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la simetría de sus construcciones de piedra involucra el uso de una enorme y bien organizada fuerza detrabajo y sugiere la presencia de una centralización política y posiblemente una estratificación social(Cohén. 1978:120)

ello aunque todavía no sembraban maíz. {Cohén, 1978), considerado como indispensable para elsurgimiento de las civilizaciones americanas. Dos nuevas especies incrementaron el inventarioagrícola de la región: jicama y pacae. Cohén (1978:121) piensa que a la lista deberían agregarsemaní y, posiblemente, camotes.

La importancia que adquiría la agricultura obligó al desplazamiento de los asentamientoscosteros hacia el interior de los valles a fines de la fase Gaviota. Sin embargo, como anota Patterson(1971:179)

esta decadencia de los sitios litorales no marca el abandono del área. Más bien parece haber sido untraslado de residencia hacia los valles debido a la creciente importancia de la agricultura que ahoraincluía camote, maní y coca.

Moseley (1972:41) plantea que se produjo también un cambio en la tecnología de regadío: del uso delas inundaciones durante las crecidas se pasó a la construcción de canales y otros sistemashidráulicos a fin de controlar y manejar las aguas.

Hacia el 1750a.C. llega la tecnología de la cerámica a la costa central del Perú y con ello terminala fase Gaviota. Comienza el Período Inicial2* en e! Antiguo Perú. Las aldeas se transformaron encentros urbanos con arquitectura monumental. La agricultura y sus correspondientes actividadesocupaban gran parte de las energías de aquellos hombres que conformaban la base de una sociedadcada vez más estratificada a consecuencia de las especializaciones económicas, políticas y guerre-ras que estaban desarrollándose. Culminaba así el período de transición hacia una economíaproductora de alimentos.

El proceso descrito no es similar al de la costa de la frontera mexicano-guatemalteca. A lo largo

2<iEI desarrollo cu l tu ra l del Antiguo Perú se periódico a base de una "secuencia maestra" elaborada a partir de los cambiosobservables en la cerámica de lea. Se han establecido seis períodos prccerámicos: uno In ic ia l que marca el desarrollo de estatecnología, seguido por el Horizonte Temprano, el Período Intermedio Temprano, el Horizonte Medio y el PeríodoIntermedio Tardío y el Hori?onte Tardío. Los horizontes corresponden a momentos en que se d i f u n d e un mismo estilo portodo el Perú prchispano (Chavín. Tiahuanacoc Inca) , como resultado de la formación de verdaderos "imperios ideológicos".Los períodos intermedios indican el resurgimiento de los estilos locales en la cerámica a consecuencia del colapso de esosimperios.

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del período arcaico los habitantes de esta región explotaron variados microambientes que lesproveían de recursos permanentes (marítimos) y estacionales (lomas, valles e interior). El deteriorode estos últimos indujo a la adopción de la agricultura, primero como complemento a una dieta cadavez más escasa en vegetales silvestres y después como base de su subsistencia. Los motivos queimpulsaron a ello mucho tiene que ver con el incremento demográfico y nada con cambiosclimáticos. La necesidad de aumentar las superficies cultivables los empujaron valle adentro dondeera posible acrecentarlas con irrigación artificial.

CONCLUSIONES

Hemos pasado revista a las más destacables teorías sobre el origen de la agricultura y revisado lasevidencias arqueológicas en cuatro áreas de la América Nuclear. Nuestra intención ha sido insistiren que un proceso como el de transición entre las economías recolectoras de alimentos a lasproductoras de ellos no pueden explicarse mediante un solo factor causativo. Las variacionesclimáticas, las presiones demográficas o las innovaciones tecnológicas no justifican por sí mismoseste complejo fenómeno. El cambio de un modo de producción a otro es el resultado de adaptacio-nes culturales internas a los ecosistemas particulares en que se desenvuelven las sociedades, puestoque éstos sugieren conductas que sólo son apropiadas ante situaciones dadas. En tal sentidorepresentan "evoluciones específicas". No obstante aún así es posible aislar ciertas "regularidades"que permiten elaborar un esquema más general del cual deriva un modelo a utilizar con propósitoscomparativos sincrónica y diacrónicamente. A este respecto debemos reconocer que en el procesohacia la agriculturización están involucradas dos tipos de áreas que, tomando conceptos de Fried(1967) para otra situación, denominaremos prístinas y secundarias.

Las áreas prístinas son aquellas donde hay mayores posibilidades que se haya iniciado indepen-dientemente la domesticación de especies silvestres sean estas autóctonas o introducidas. De acuerdocon los antecedentes arqueológicos parece que dichas áreas se localizan en valles semiáridos conapreciable diferenciación microambiental. Allí los cazadores-recolectores encontraban abundantesrecursos que explotaban a lo largo del año siguiendo un padrón de programación estacional. Comotales calificamos a Tamaulipas y Tehuacán en México y a Ayacucho en Perú.

En general, las áreas prístinas presentan varias similitudes: a) se encuentran en regiones conmarcadas variaciones estacionales; b) se trata de zonas con numerosos microambientes queposibilitan la extracción de diversos recursos a lo largo del año; c) experimentaron poco o ningúncambio climático durante el período que nos interesa; d) poseen fuentes permanentes de agua

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utilizables con propósitos agrícolas; e) pueden ser o no centros de origen26 de los principalescultígenos y, f) sus vestigios arqueológicos expresan la gradualidad del proceso evolutivo quecondujo a la adopción de la agricultura de tiempo completo.

En ellas vivían cazadores-recolectores cuyo amplio conocimiento del territorio les permitíaprogramar sus movimientos para llegar justo a tiempo a los microambientes que les proporcionabanalimentos. Tomaban toda clase de medidas para recolectar la cantidad que asegurase la reproduc-ción de la flora silvestre o los animales salvajes. La relativa abundancia vegetal se evidencia en elhecho de que los primeros cultígenos fueron calabazas, más apreciadas por sus cualidades comocontenedores que por su carne o semillas. Esto demuestra, a su vez, que los principios de laagricultura eran conocidos miles de años antes que tuviesen que producir alimentos. Los mismosrestos arqueológicos indican un paulatino crecimiento de la población, situación que pudo segmen-tar al grupo, fenómeno que no se puede demostrar con los datos a nuestra disposición, o especiali-zarse en la explotación de ciertos recursos cuya regeneración cuidaban con esmero. La reducciónmicroambiental necesariamente implicó esfuerzos agrícolas, los que se intensificaron a medida queseguía creciendo la población y aumentaban la calidad y cantidad de cultígenos. En el proceso hubovariaciones genéticas y avances tecnológicos a fin de hacer más productivas las cosechas.

En algún momento las poblaciones del interior entraron en contacto con las de la costa cuyoshabitantes se hallaban ocupados en la explotación de recursos más permanentes. Arqueológicamentehay evidencias de ciertas formas de comunicación, aunque fuesen indirectas, entre las regiones quehemos analizado. No sabemos cómo se produjeron ni en qué circunstancias. Es probable que peces ymariscos secos o algas hayan sido atractivos, como complemento alimenticio almacenable, para lassociedades que habitaban los valles internos, pudiendo obtenerlos a través del canje por semillas(llevados, además, como comida para el viaje) de cultígenos domesticados. De ello no hay pruebas,pero, ¿cómo obtuvieron el maíz híbrido las sociedades de la fase Cuadros en la costa del Pacíficomesoamericano, o los del periodo inicial en el litoral central del Perú? Las múltiples respuestas a esasinterrogantes tienen un solo elemento común: mediante la interrelación tierras bajas-tierras altascuyo mutuo beneficio descansaba en la ampliación cultura! de los respectivos territorios que lesproporcionaban recursos comestibles. Así las áreas secundarias entraron en conexión con lasprístinas recibiendo de éstas semillas ya muladas genéticamente y las tecnologías para reproducirlas.El éxito del intercambio se debió, en gran medida, a que ya poseían los conocimientos básicos de la

26Por centros de origen se entiende el área donde se in ic ia el cul t ivo de una especie y desde donde se propaga a otrasregiones.

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agricultura. Cuando ésta se impuso definitivamente, las poblaciones costeras tuvieron que iniciar undesplazamiento hacia valles más fértiles y mejor dotados para la producción de alimentos según sedesprende de los testimonios arqueológicos.

E! despoblamiento del litoral mexicano-guatemalteco pudo relacionarse con el rápido agota-miento de las tierras tropicales sujetas al sistema agrícola de la roza, factor considerado como unareal presión demográfica por Boserup (1965). En la región Ancón-Chillón, en cambio, a lo mejorfue motivado por la necesidad de incrementar las superficies cultivadas y, al mismo tiempo,asegurarse una productividad estable a través del desarrollo de nuevas técnicas de irrigación que,más tarde, posibilitaron la reocupación del litoral central.

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