ISSN

012

1-45

51

REVISTA MISIONERA INFANTIL JUVENILNo. 116 Marzo 2011

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Días atrás me encontré con un grupo de niños y niñas misioneros que me preguntaban so-bre la Cuaresma, lo qué significa y por qué

se realiza cada año. Les contaba que la Cuaresma se celebra todos los años como preparación a la Pascua de

Resurrección de nuestro amigo Jesús, la fiesta de la Vida nueva. Cuaresma significa “Cuarenta”. Son 40 días para reflexionar sobre

nuestra vida de creyentes en Jesucristo. El número 40 es simbólico y aparece muchas veces en la Biblia. Significa tiempo de conversión, de prueba, de cambio de vida. Por ejemplo, el pueblo de Israel pe-regrinó 40 años en el desierto antes de llegar a la tierra prometida, Jesús estuvo cuarenta días en el desierto, mientras era tentado por Satanás.

La Cuaresma comienza con lo que llamamos “Miércoles de ce-niza” (que este año es el 9 de marzo). Ese día, si vamos a la cele-bración, nos colocan en la frente un poco de ceniza como signo de nuestra condición de seres humanos y nuestro deseo de cambiar para ser mejores (dejando la envidia, el egoísmo, el chisme, la pe-reza, etc.).

La Cuaresma es también un periodo de fraternidad y solidari-dad.Te doy algunas sugerencias para estos días (aunque es tarea de todo el año) en que estamos llamados a compartir: rezar todos los días una oración por los que no conocen a Jesús y los misioneros; visitar a los enfermos; compartir con los más pobres y necesitados haciendo algún pequeño sacrificio (no comer un chocolate, unas galletas o tomar una gaseosa...) y donando esa pla-tita a los niños y niñas que sufren y no tienen médi-cos, escuela, alimentación, el cariño de sus papás.

Pero no estamos solos en este camino ha-cia la Pascua. Jesús, nuestro amigo –como lo presenta la portada– nos enseña cómo hacerlo, nos acompaña de la mano y nos ayuda. Que la Cuaresma sea un tiempo de creatividad solidaria y así puedas encontrarte contigo mismo, con Je-sús y los demás.

Hno. Bernardino Dias

Hno. Bernardino Dias, director

CONTENTO

Hola, queridos amigos de Aguiluchos.Vivo en Morales, Cauca, tengo 12 años y estoy muy contento de recibir la re-vista Aguiluchos. Quiero felicitar a todos los que trabajan en la revista por los artículos que están lle-nos de amor y nos forta-lecen en nuestra vida co-tidiana.Gracias a la revista he aprendido datos intere-santes de muchos países. Me gustan los cómics, los pasatiempos y las histo-rietas.Estudio en un colegio agropecuario en donde he aprendido a cultivar la tierra. Cuando leo las his-torias de niños que deben trabajar y no pueden estu-diar pienso en lo afortuna-do que soy de poder ha-cerlo. Inicié ya mi año es-colar y comparto la agen-

da Aguiluchera y la revista con mis amigos.

Luis Ángel Pacho O.Morales, Cauca

FELICITACIONES

Amigos de Aguiluchos:Quería enviarles muchas felicitaciones a la redac-ción de la revista porque su contenido es muy co-lorido y los artículos muy interesantes. A mí me gus-ta mucho la sección del Abuelo. Vivo con mis abue-litos y con ellos leemos las historias y nos identifica-mos con los personajes. Mi abuelo me ha dicho muchas cosas tan intere-santes y bonitas como el abuelo de Ángel.Gracias a todos y espero que en el 2011 nos sigan entreteniendo con Aguilu-chos.

Ana Paulina RomeroSoacha, Bogotá

Mininoticias13

Los consejos del abuelo14

Curso Bíblico18

Santo Toribio de Mogrovejo20

Nicaragua22

San José24

Año de los afro-descendientes26

Pan-Z28

El ladrón de pelos29

Tips para adolescentes30

Biblia para niños16

Flip5

Correo amigo4

40 días para compartir 3

Pasatiempos32

Yo misionero34Estamos en:

Búscanos como Aguiluchos Combonianos

aguiluchos@combonianos.org.co

¿Te gusta el aro que me han regalado por mi cumpleaños,

Flip?

¿Y su pelota reglamentaria?

Un poco dura porque es de coco, pero...

Muy bonita. Eem... discúlpenme,

chicos.

Mmm... Sí.

¡Ji, ji! Es un

secreto.

¿Tú crees que esté triste porque a él no le regalan juguetes?

¡Qué va! Yo creo que echa de menos tener una familia... sus propios niños jugando,

como nosotros...

¡Hum! Pues eso es muy

difícil. Es el único sobreviviente de

su raza.

Sí, su planeta explotó.

¿Qué decía la carta?

¡Snif!

¡Idea! Escribiré una carta pidiendo un deseo. Quizá se haga realidad.

CORREO

¡Mira: una estrella fugaz!

Mientras tanto, en el espacio...

Formula un deseo.

... ¡Que no nos aplaste!

¿Un deseo? Pues...

Vamos, chico: ¿qué decía la carta?

Y-yo tengo miedo.

Vamos a verlo.

¿Están bien? ¿Qué ha sido eso?

¡Qué boniiitooo!

¡Déjenme ver, permiso!

No, no temas. Es flipidio...

... ¡Un mineral que sólo existía en mi

planeta!

¿N-no será peligroso?

Tengo una corazonada.

¿D-dónde estoy...?

Ahora lo comprendo... ¡Es increíble!

¡Qué habrá visto!

¡Se ha quedado turulato!

¡Mfsss...!

¡Huy, qué mareo! ¿D-dónde estoy?

Y además está Flip, que es buen mozo.

¡Je, je...!

¡Vaya, un flipense! Y muy buen mozo, además.

Puedes quedarte con nosotros. Este lugar es muy amplio, como

puedes ver.

Entre amigos,

tranquila.

¿Q-quién, yo...?

¡Es igualita a Flip!

¡Ji, ji! Se ha puesto colorado.

Antes de que nuestro planeta se desintegrara, mis padres me

lanzaron al espacio en esa cápsula de hibernación.

¡Nos parece una ridiculez!

¿Así que se llama Flipa y es de su especie? Flip

estará contento.

Yo creo que está enamorado.

¡Ah! ¿No les parece

maravilloso?

A David Montenegro, que ideó el personaje

de Flipa.

Actualmente, niñas y niños soldados están combatiendo por lo menos en 15 naciones y territorios. Por eso, el pasado 5 de febrero, para sensibilizar a la población co-lombiana y pedir el fin del reclutamiento de niños y niñas para ser utilizados en el conflicto armado, se realizó en la Plaza de Armas de Bogotá, la acción “Día de la Mano Roja”. Durante la movilización, los transeúntes fueron in-vitados a pintar sus manos de rojo y a ponerlas sobre un papel, como símbolo de repudio a la práctica de recluta-miento de niños. Se estima que en Colombia haya entre ocho y once mil niños y adolescentes actuando ilegalmen-te como soldados. En el mundo, este número puede lle-gar hasta 300 mil.

La guerra civil de Mozambique, que duró 16 años, hizo que el Parque Nacional de Goronogosa perdiese un 95 por ciento de su fauna. Cuando estalló el conflicto bélico, en 1992, el parque fue cerrado y la actividad de los caza-dores furtivos hizo que se redujera drás-ticamente la población animal. Cuando el parque se volvió a abrir la situación era muy triste, los únicos animales vivos eran los monos y se mantenían a 100 o 200 metros de distancia por descon-fianza. Afortunadamente, los tiempos han cambiado, y gracias a la ayuda de algunos inversores, el parque vuelve a tener 200 ñus, 180 búfalos, seis ele-fantes y seis rinocerontes. El recinto, además de ser importante para los ani-males, da trabajo a la población local, y nuevas ofertas de ecoturismo podrían crear nuevos pues-tos. Más información en: www.gorongo-sa.net.

El obispo Giovanni Ferrofino, quien falle-

ció el pasado diciembre con 98 años, fue

colaborador del papa Pío XII, durante la

II Guerra Mundial, salvó cerca de diez

mil judíos. Pío XII lo envió como emisa-

rio a Portugal, solicitando visados. Des-

pués fue enviado a República Dominica-

na y allí presentó diversas peticiones al

presidente del país. El Vaticano había

conseguido dos vuelos trasatlánticos

desde Europa que se rea-

lizaban dos veces por

año para los judíos

que se escapaban a

través de Portugal

y España. Mons.

Ferrofino también

ayudó a esos refu-

giados a emigrar

hacia Cuba, México,

Estados Unidos y Ca-

nadá.

–Cami, ahora que tenemos unos días de descanso, qué rico salir a acampar con nuestros padres.–Sí, Sofis, también sería agradable que nos acompañara Cristian, nues-tro amiguito del club de Aguiluchos.–Uhmmm… Súper. Un espacio para

acampar y estar cerca de nues-tros padres y nuestros ami-

gos de Aguiluchos.–Ojalá, Sofis, que todos

nuestros amigos ob-tengan el permiso de

sus padres. Que es-ta sea una oportu-

nidad para pa-sarla bien y

poder jugar y

recordar algunas experiencias pasa-das.–Así es, Cami. ¿Te acuerdas cuando en la casa jugamos a armar la carpa?, la pasamos muy bien y hablamos de tantas experiencias.–Sí, recuerdo cuando tuvimos la pija-mada en casa de Ana, la pasamos tan rico que no queríamos regresar a ca-sa. Así pasamos la noche hablando y compartiendo.–Cami, pasamos tan felices que se nos pasó la hora. Sabes que lo que más me gustó fue que la amistad en-tre todos nosotros creció más.–Mira, qué casualidad. Esto me re-cuerda un texto del Evangelio de Mar-cos, en el capítulo 9, versículos del 1

edgarymery@

hotmail.com

Biblia

para

niños

¿Recuerdas la Transfiguración de Jesús?

Estaba en el monte con sus amigos Pedro, Santiago y Juan...

al 10 en el que se narra una experien-cia similar con Jesús.–Sí, Cami, lo he leído. Jesús estaba con sus amigos, los discípulos, y se van a acampar a un monte, me parece que esto se conoce como la Transfigu-ración de Jesús.–Bien, Sofis, esta es una experiencia que Jesús vivió con sus amigos y don-de les sucedió algo muy bonito.–Igual, Cami, que a nosotros cuando estuvimos con nuestros amiguitos del club, en la casa de Ana.–Así es, Sofis. La transfiguración de Je-sús fue el momento en el que el maes-tro les brinda a sus discípulos (en las personas de Pedro, Santiago y Juan) su amistad sincera y para siempre.–Y, también Cami, les recuerda las im-plicaciones de seguirlo y el camino que debían seguir cuando él ya no es-tuviera con ellos.–Pero, Sofis, y los otros amiguitos que estaban con Jesús, en ese momento, ¿qué tenían que ver en esto? –Sencillo, Cami. Así Dios manifiesta que su amor y amistad se mantienen de generación en generación. Eso Ca-mi, lo conocemos en la catequesis co-mo historia de la salvación, la histo-ria de la amistad de Dios con su pueblo, como podemos conocer-la a través de la Biblia.

–De esta manera, Sofis, tenemos la posibilidad de gozar de la amistad de Dios y de la de los personajes que hi-cieron historia en medio de su pueblo.–De ahí, Cami, que uno se siente bien cuando participa de esa historia y se compromete como ellos lo hicieron.–Sofis, ¿pero por qué exige Jesús a sus discípulos que guarden el secreto de lo que vieron? –Cami, también nosotros cuando nos reunimos con los amiguitos del club contamos cosas que son sólo del gru-po y no se pueden hacer públicas. Son nuestros secretos. Los discípu-los lo contarán después en los Evan-gelios.–Sofis, esta experiencia de comunión que vivieron los seguidores de Jesús en una carpa también es la nuestra, queridos amiguitos y amiguitas de Aguiluchos, cuando acam-pamos con nuestros amigos y tenemos a Jesús como invita-do de honor. Has-ta pronto.

• Menciona algunas experiencias bonitas que hastenidocontugrupodeamiguitosyamiguitasenlaspasadasvacaciones.

• Identifica en el texto de referencia (Marcos 9,1-10) algunas características propias de lospersonajesqueahísemencionan.

Participa

l padre Senén Gándara es un misionero comboniano que trabajó en la misión de Bamokandi, en la Re-

pública Democrática de Congo. Él nos cuenta la siguiente histo-ria que ocurrió en 1981. El camión de la misión de Mongoro iba dos o tres veces por año a Isiro. En alguno de estos viajes se encon-traba con elefantes y, naturalmente estos tenían la preferencia... Otras veces también cruzaban el camino algún león o leopardo... Pero en una ocasión “un hijo de papá” con una fla-mante moto (regalo de su “poderoso” papá), se topó con el camión e intentó hacer demostración de lo bien que sa-bía manejar la moto, hasta que rodó como si fuera un esquí... quedando malherido y la moto como un amasijo de hierros...El camión se paró y socorrieron al jo-

ven de la mejor manera posible,

llevándolo hasta un dispensario.Al día siguiente “alguien” se presentó a la misión con la intención de “hacer justicia”, acusando al camión de ha-ber provocado el accidente...Todos los ocupantes del camión die-ron testimonio unánime de que el accidente se lo provocó y procuró el joven motero...Entonces el responsable de la “justi-cia” dijo:–“Saben que el papá de este chico es un grande de Kinshasa y la cosa no puede quedar así”.Y el misionero le respondió:–“Mi Padre es mucho más grande, es Dios”.Sentirse hijos de Dios es algo grande y maravilloso. Y si uno es considerado por ser el hijo de tal, ¡cuánta digni-dad y consideración debe tener y dis-pensar uno que es y se siente hijo de Dios! Sabemos y experimentamos a Dios como nuestro papá. Él nos ama, protege y acompaña. Estamos llama-dos a sentirnos hermanos de todos y todas y a anunciar esa alegría de la paternidad divina y de la fraternidad a todos los pueblos. ¿Te sientes anima-do a realizar esa misión?