Al Otro Lado del Pulpito (Spani - Alejandro Ezquerra.pdf

32

Transcript of Al Otro Lado del Pulpito (Spani - Alejandro Ezquerra.pdf

  • AL OTRO LADO DEL PLPITO

    ALEJANDRO EZQUERRA

  • Derechos reservados 2014 Alejandro Ezquerra.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida

    por cualquier medio, grfico, electrnico o mecnico, incluyendo fotocopias,grabacin o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperacin de informacinsin el permiso por escrito del editor excepto en el caso de citas breves en artculos y

    reseas crticas.

    Puede hacer pedidos de libros de WestBow Press en libreras o ponindose encontacto con:

    WestBow Press

    A Division of Thomas Nelson & Zondervan1663 Liberty Drive

    Bloomington, IN 47403www.westbowpress.com

    1-(866) 928-1240

    Debido a la naturaleza dinmica de Internet, cualquier direccin web o enlacecontenido en este libro puede haber cambiado desde su publicacin y puede que yano sea vlido. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente del autor yno reflejan necesariamente las opiniones del editor quien, por este medio, renuncia a

    cualquier responsabilidad sobre ellas.

    Las personas que aparecen en las imgenes de archivo proporcionadas porThinkstock son modelos. Este tipo de imgenes se utilizan nicamente con fines

    ilustrativos.Ciertas imgenes de archivo Thinkstock.

    ISBN: 978-1-4908-3088-9 (libro electrnico)

    Fecha de revisin de WestBow Press: 03/14/2014

    http://www.westbowpress.com

  • Contents

    Prlogo

    Mi Historia

    Yo Les Dar Descanso

    Hijos Del Mismo Padre

    Confesiones De Un Ministro

    Abre Los Ojos De Este Siervo

    Al Otro Lado Del Pulpito

  • PRLOGO

    Los cinco captulos que estructuran esta excelente obra deAlejandro Ezquerra constituyen una aportacin al nuncasuficientemente debatido tema del ministerio cristiano y, msconcretamente, del hombre que cada domingo ocupa el plpito paraanunciar la salvacin en Cristo y edificar a la congregacin de losredimidos. Todos aquellos a quienes Dios ha llamado paratransmitir Su Palabra, todos, de cualquiera familia denominacional ala que pertenezcan, tienen aqu una valiosa herramienta de trabajo ytambin un blsamo para las heridas que, desde tiempos de Pablo,suelen afligir al hombre de Dios.

    Ezquerra escribe con fuerza expresiva y capacidad para ahondaren el corazn del lector. Su escritura eclosiona en luminososprrafos de una agudsima conciencia cristiana, siempre sujeta a laBiblia que tan bien conoce.

    AL OTRO LADO DEL PLPITO no slo es un librorecomendable, es un libro imprescindible para los cristianos engeneral y especialmente para quienes ocupan cada semana ese otrolado del plpito.

    Juan Antonio Monroy, periodista y escritor espaol, autor de52 libros, conferenciante internacional.

  • Cuando pregunt a algunos de mis colegas sobre qu imaginabanal escuchar el ttulo de este libro, respondieron que tratara sobretcnicas para ser un mejor orador. Otros, me comentaron quesonaba como el ttulo de un libro que expondra los pecados deministros o predicadores. Otros, simplemente me entregaron unaensalada de respuestas, decan: Se enfocar en comparaciones ydiferencias entre denominaciones, Lo que realmente piensan losministros de sus iglesias o Las dificultades que enfrenta unpredicador de tiempo completo. Todos estos son temasinteresantes, algunos apelan a la necesidad de actuar y otrossimplemente al morbo. Lo que me propongo alcanzar con este libroes motivar al lector a tener una mente abierta a la diversidadreligiosa, concientizar sobre el papel que los ministros tienen yconvencer a los pastores de que existe otro lado del plpito.Bsicamente, este libro es el resultado de la experiencia personalobtenida visitando diferentes iglesias en mi periodo sabtico de 40das.

    Alejandro Ezquerra

  • MI HISTORIA

    La tauromaquia, ese arte que ha permeado en diversas reas delsaber, entreg al castellano una emblemtica frase: No es lo mismover los toros desde la barrera. En su connotacin ms simple,esta frase expresa que la magnitud de una dificultad es, sin duda,menor al estar en el lado seguro del ruedo. Mientras el matador seencuentra haciendo sus faenas, el pblico mira con intil asombrodesde la seguridad de su lugar. Esta frase tambin deja claro que enel asiento del aficionado, el torero no tiene qu preocuparse derecibir una cornada. El otro lado del plpito es cmodo, seguro ylibre de peligro. Pero cualquier matador, con sangre de autnticotorero, podr decir que no hay mayor gloria, honor y satisfaccinque estar frente al burel, dispuesto a dar su vida al otro lado de labarrera.

    He vestido de luces la mitad de mi vida y he salido al ruedo convalenta. He hecho frente a los toros y resistido las embestidas.An esta fresca en mi memoria la primera vez que me par detrsde un pulpito con estoica audacia. A partir de ese da, mi existenciano sera la misma. La puerta grande se convirti en el caminoangosto, la montera se transform en el yelmo de la justicia, y laestocada en la Palabra de Dios.

  • Al otro lado del pulpito es una crnica ministerial. La iglesiavista desde una perspectiva diferente. En el 2014 estar celebrando10 aos de ministerio a tiempo completo. Mis aos de estudiante ylder congregacional, no los cuento como ministerio a tiempocompleto. Al Otro Lado del Pulpito es un libro que apunta haciaesa direccin. Es muy fcil hablar de toros desde el lado seguro dela barrera. Asimismo, es muy sencillo explicar el Evangelio desde lacomodidad de una silla. La labor del ministro es indubitablementeuna de las ms nobles, pero a la vez una de las ms menospreciadasy criticadas.

    Fue en el mes de agosto, no recuerdo el da; El agua delbautisterio era escasa, fra y con una mezcla interesante de insectosmuertos que emocionara a cualquier maestro de Entomologa, aunas, yo estaba decidido a nacer de nuevo. Estuve visitando laiglesia por los ltimos 11 meses y haba escuchado muchaslecciones conmovedoras acerca del amor de Cristo. Por supuesto, laprimera vez que asist lo hice, no por algn inters en la salvacin oanhelo de conocer la teologa, lo hice porque me fascinaba la hija delPastor. El pase final que us el Torero de Beln para rendirme asus pies fue el testimonio de mi novia y futuros suegros. Laprimera advertencia que recib de mi ahora esposa fue: Si no eresdel Seor, no eres para mi. Fue ah, donde El Diestro no sologan mis orejas, sino mi corazn.

    Mi debut como predicador ocurri dos meses despus de mibautismo. Al ser una iglesia pequea y que se reuna en nuestracasa, era de esperarse que yo contribuyera con algo ms que los 3

  • dlares de ofrenda. La evolucin de mi carrera ministerial fue lasiguiente: Encargado del departamento de acomodamiento de sillasy mesas, director del llenado de copitas para la Cena del Seor yla ms demandante de todas las tareas, predicador. El tiempodesde que me convert hasta mi ordenacin fue muy corto. No durmucho tiempo al otro lado del pulpito.

    He trabajado en dos iglesias. La tarea que Dios me ha permitidocompletar ha sido sustentada por su mano. Me he dado cuenta quenunca se est lo suficientemente preparado, estudiado oexperimentado. Aquel que anhela ministerio, debe recordar que seavanza simplemente por la gracia de Dios. En cierta ocasin, le unafrase en una pared de la ciudad de Bogot, en Colombia, que deca:Yo tampoco he vivido antes, tambin estoy improvisando.

  • YO LES DAR DESCANSO

    Luego dijo Jess: Vengan a mi todos los que estn cansados yllevan cargas pesadas, y yo les dar descanso. Mateo 11:28

    El tema del descanso es uno de los menos predicados desde lospulpitos. Al cristiano se le ha implantado el programa Martha1.0 1 con todas sus actualizaciones. Nos gusta estar ocupados. Nosolo hace sentirnos importantes, demuestra que amamos a Dios yque anhelamos lo mejor para su iglesia. Sin embargo, esto seencuentra muy lejos de la realidad. Son innumerables los casos desoldados desanimados y cansados por su servicio a Dios y, peoran, de la iglesia. Muchos hijos de cristianos fieles no perseveranen el camino o guardan resentimiento contra la hermandad. Acusana sus padres o familiares de pasar ms tiempo con la iglesia que consu familia. La verdad es que el descanso no figura en el vocabularioregular de los hijos de Dios.

    La intencin de Dios no fue cargarnos con responsabilidades.No funcion la primera vez, por qu habra de estipular unasegunda edicin de la Ley de Sina? Desde los comienzos, Dios nosdio ejemplo de la importancia del descanso. Trabaj por seis das, ydescanso el sptimo2.

  • Hoy, la fe de los hijos de Dios es medida a travs de la exigentebscula del trabajo. Aquellos que no estn involucrados enactividades, eventos o programas, experimentarn la marginacin y,por ende, la culpabilidad. Esto aplica con mayor severidad para losque dicen ser ministros de la iglesia.

    Los ancianos de la congregacin donde sirvo (Bammel Churchof Christ) tuvieron misericordia de mi y de mi familia al otorgarmeun mes de descanso. A estos tiempos se les conoce como sabticos.El principio es muy sencillo: Se libera toda responsabilidad de unaforma temporal para concentrarse en el crecimiento y desarrolloespiritual-personal. Ese periodo designado por mis pastores, llegocomo agua en tiempo de sequia. La congregacin donde sirvo,atraves por difciles ajustes durante el 2013, y esto me dej sinfuerzas. Tom el tiempo sabtico como el nufrago se aferra delmadero en un fatdico hundimiento. En el primer domingo de misabtico escrib en mis notas: Es domingo. El primer domingo demi sabtico! y est lloviendo. Mi plan es visitar tres iglesias. Meespera un da largo, pero con grandes enseanzas. Ese da, mimente comenz a absorber el verdadero sentido del sabtico. Lalluvia me despert suavemente con su msica arrulladora y unsentimiento de paz profunda. En un domingo regular, ya me habradespertado con la preocupacin de que debido a la lluvia algunos seausentaran de la reunin: Qu pasara con la ofrenda?, podrn losdiconos hacerse cargo del servicio?, etctera. Me qued acostadootros veinte minutos, solo acostado, siendo deleitado por lasinfona de gotas y la ausente presin. Di gracias a Dios por ese

  • da, por la lluvia, y la paz de saber que l tiene cuidado de suiglesia.

    No es la costumbre en las iglesias. El hecho de solicitar a susministros tomar un tiempo de descanso puede ser considerado unaconducta extraa. La expectativa es que los ministros no se cansen.El ministro debe estar enteramente preparado para toda buena obra,entre las cuales est el no cansarse nunca. El cansancio que elpredicador puede experimentar va desde lo emocional hasta lofsico. El primero se niega, el segundo se ignora y se desatiende conms frecuencia.

    Para mi primer ronda de visitacin a iglesias, me puse unacamisa con un ligera mancha de aceite en el cuello. No estabapreocupado en lo absoluto sobre lo que fueran a pensar de mi, siestaba bien vestido o no, en la imagen que algn visitante tuviera demi, Pues yo sera el visitante! El mismo sentimiento fuecompartido por mi esposa e hijas.

    Es tiempo de regresar a lo bsico. El descanso fue creado porDios y es una de las manifestaciones ms grandes de la gracia.Antes de que Cristo llegara a nuestras vidas, vivamos bajo la ley dela carne. A mayor actividad, mayor reconocimiento o favor de losdems. Ahora vivimos por lo que El ha hecho. Por supuesto queesto no significa un abandono o pereza espiritualizada, significaque las obras que hacemos son para su gloria. La libertad prstina esaquella que se utiliza y disfruta. De nada sirve decir que somoslibres, si tenemos que demostrarlo. Dios es el Dios de losejrcitos!, pero tambin los ejrcitos necesitan descansar.

  • HIJOS DEL MISMO PADRE

    No somos hijos del mismo Padre? No fuimos creados por elmismo Dios? Entonces, Por qu nos traicionamos unos a otros,

    violando el pacto de nuestros antepasados? Malaquas 2:10

    Boz es mi amigo y he aprendido mucho de l. No solo me haayudado a mejorar mi Ingls sin barreras, sino que con suejemplo me ilustr en el arte de amar y servir a los dems. Ennuestras conversaciones constantemente intercambiamos elementosdel argot de nuestras respectivas culturas. El es Serbio, yoMexicano. Una de las frases que me ense es la expresinamericanizada: A brother from another mother. Esta frase es unade mis favoritas. Es usada por aquellos que mantienen una amistadtan cercana que se consideran hermanos. Nunca imagin que algnda usara esta frase para ilustrar el sentido de este captulo.

    En mi viaje por diferentes congregaciones, encontr que hayms similitudes y cosas en comn entre las iglesias quedesigualdades vlidas. Al otro lado del plpito, no hay diferencias.Cada lugar tiene sus particularidades, sus prcticas y sus liturgias,pero el mensaje sigue siendo el mismo. Las iglesias estncompuestas por personas. La gente siempre tendr limitaciones y

  • dificultades. En cada iglesia, hay familias tomadas de la mano,parejas que tienen dificultades relacionales y madres solteras. Lashistorias se repiten en cada lugar. Las necesidades son las mismas.La confusin y miedo son clones distribuidos en diferentes zonasde la ciudad.

    Durante mi sabtico, pude experimentar esta gran verdad. Enun mismo da, escuch tres sermones, presentados porpredicadores de tres nacionalidades, en localidades diferentes. Elmensaje fue exactamente el mismo. La gracia de Dios, la familia, elpecado y la necesidad de Cristo en la vida del hombre. Cmopuede una iglesia donde se adora a ritmo de merengue predicar elmismo mensaje que aquella con adoracin contempornea? Alfinal, lo que nos hace semejantes no es la liturgia, sino lapredicacin de Cristo.

    Entonces, por qu nos mantenemos alejados los unos de losotros? La respuesta est en nuestros orgenes. Segn la Biblia,todos tenemos el mismo Padre3. Pero aun la naturaleza nos enseaque un mismo padre, puede tener hijos completamente diferentes.Las similitudes se acentan o se desvanecen dependiendo delorigen. Los llamados hijos gemelos son aquellos que comparten elmis mo tero durante la gestacin. Sus rasgos son idnticos,comparten sentimientos e incluso sus expresiones sonsorprendentemente parecidas. A estos, les siguen los conocidos enLatinoamrica como cuates. Los mellizos son hijos del mismopadre y madre, pero se desarrollan en diferentes placentas a causade la biparticin del vulo. Estos comparten a sus padres, pero son

  • individuos marcadamente diferentes. Por ltimo, estn los hijos delmismo padre y de diferente madre. Los cuales llegan a crecer encontextos distintos, pero definitivamente conservan algo de losrasgos de sus progenitores. En una forma extensiva, cada iglesia daa luz a sus propios hijos. Cipriano de Cartago, expres: Uno nopuede tener a Dios como su Padre, si no tiene a la iglesia como sumadre. Dios dispuso en el corazn del hombre la necesidad debuscarle. Ha sido la iglesia, la encargada de trazar las diferentesformas o caminos que conducen al Creador. Es as comoencontramos el mismo principio en la gran mayora de las iglesias:Amar a Dios con todo tu corazn, con toda tu alma y con toda tumente Y amar al prjimo como a ti mismo. 4 La diferencia radicaen las tradiciones y costumbres que la madre iglesia ha instituidoen sus hijos.

    Somos hijos del mismo Padre y enfrentamos el mismoproblema de apata.

    En una de las congregaciones que visit, la directora de alabanzatuvo grandes problemas para animar a la audiencia. En repetidasocasiones les tuvo que recordar que lo que estaba ocurriendo en esemomento era una fiesta. Es tan difcil animar a un pueblo que noquiere ser animado! Qu hace falta? En ocasiones, se acusa a losinstrumentos de emocionar a la audiencia con sus notas y que porello las iglesias denominacionales reciben multitudes. Pero loanterior result una falacia, al visitar mi primer destino encontr unedificio bien decorado, los participantes del programa muyanimados y con buena presencia; pero, aun as, el edificio estaba

  • vaco y quienes llegaron respondan con una actitud aptica. Enmomentos as, parece que lo sublime es obligacin. La adoradorase esforz por crear una atmosfera de adoracin. Personalmente,creo que la adoracin se origina en el corazn. Cuando hay un deseosincero e intenso de acercarse a Dios, se produce inevitablementeque el saln se llene del Espritu y los cimientos se estremezcan.

    En la gran mayora de los lugares descubr el mismo patrn. Elcanto congregacional es nulo. La participacin de la audiencia sereduce a las contadas excepciones en las que se les requiere ungrito de jbilo. En uno de los comentarios, la directora deadoracin dijo: DIOS SIGUE SIENDO EL MISMO. Esto hizo ecoen mi mente, al pensar que Dios es el mismo independientementede la iglesia en la que se invoque su nombre. Dios no se pone unasotana en la iglesia catlica y una bata en la iglesia anglicana. Diosno toma la guitarra elctrica en la iglesia internacional y un panderoen la iglesia pentecostal. Dios no toma la cena del Seor en copitaso la celebra cada mes en culto especial. Dios es Dios, como dijo aMoiss: Yo soy el que Soy5, no dependiendo de circunstancias,tradiciones o prcticas.

    No importando la fama del pastor, la excelencia en logstica o loimpecable de las instalaciones, pude observar un marcadoausentismo. En una de las iglesias etiquetada como la ms numerosade la ciudad, el edificio no estaba lleno; si bien la capacidad delauditorio es para 10 000 asistentes, en el lugar haba unas 2 500personas. Al igual que la iglesia anterior, la asistencia dej muchoque decir.

  • Somos hijos del mismo Padre y tenemos el mismoproblema, el argot.

    Como si existiera un manual de las iglesias, hay palabras,expresiones y conductas que son un comn denominador en todolugar. Es cierto que en algunas asambleas, los pastores tienen susexpresiones muy peculiares que rayan en lo caricaturesco; porejemplo: Los redimidos en la casa!- Una nueva moda para pedir ala audiencia que emita un grito. O la de: Hello, cuando dicen unaverdad y esperan que la audiencia haya sido confrontada. Pero aexcepcin de casos contados, usamos las mismas expresiones.

    Sea por casualidad o como resultado de un profundo anlisis (locual dudo mucho), me di cuenta que en las iglesias se acostumbra aemitir rdenes de todo tipo. Un total de 70 edictos de diferentendole. Desde Dgale al que est a su lado a Pngase de pie, yuna de mis favoritas, No mires el reloj. En fin, las amablespeticiones que una persona habr de recibir en un servicio deadoracin, son de lo ms variadas. Algunas son:

    Canta con gozo! No te distraigas Dselo Abre tu corazn Ponte de pie Abre tu Biblia Preprate Dile al que est a tu lado Repite conmigo

  • Sintate Saluda al que est cerca de ti Dselo a l Hazlo as No mires a nadie Apludele a l Hazlo dos veces Dale el aplauso! Si se lo vas a dar, dselo fuerte Crelo Levanta tus manos

    Somos hijos del mismo Padre y tenemos el mismoproblema, legalismo.

    El sndrome del fariseo no es sedentario. El legalismo tienesucursales en todo lugar Y sigue expandiendo su territorio! Supresencia es tangible en toda casa de adoracin. En uno de lostemplos de alabanza, el director de cantos explic que en ese lugarse levantan las manos para mostrar la fe. Un esfuerzo apologticopara apaciguar las mentes legalistas. Cada iglesia se enfrenta contrasus propios concilios y sanedrines.

    En otro lugar, durante un servicio al que llaman evangelstico,disfrutamos de msica magistralmente ejecutada. El gozo de Diosera el tema de la mayora de las canciones. Irnicamente, la cara deldirector del programa y del pastor que estaban junto al plpito,deca cosa contraria. Cuando pregunt al respecto se me informque es bblico Hacer todo decentemente y con orden. Las mujeres

  • en esta misma congregacin deben ser recatadas. No pueden usarjoyera, maquillaje o peinados ostentosos. Su vestimenta debeincluir faldas largas y hombros cubiertos. Los hombres se vistencon traje y corbata. En el recinto se puede respirar la formalidad, lareligiosidad y la reverencia. La esposa del pastor hizo entrega de losanuncios los cuales fueron opacados por un tono de lamento ytristeza; no debe ser fcil vivir bajo la suela del legalismo.

  • CONFESIONES DE UN MINISTRO

    Todos me abandonaron; que no se lo tomen en cuenta. ApstolPablo (2 Timoteo 4:16)

    No fue nada fcil. Mi familia y yo visitamos un total de 7iglesias en un periodo de 40 das. Aprend mucho de los dems,pero lo que ms me sorprendi fue lo que aprend de mi mismo.Me di cuenta que soy una persona carnal y con poca espiritualidad.Mi verdadera personalidad sali a flote. Es muy difcil aceptarlo,pero debo confesar, no estoy cerca de ser lo que Cristo quiere quesea. Durante mi sabtico y visitacin a diferentes congregacionesfui confrontado conmigo mismo y tengo algunas confesiones quehacer:

    Debo confesar que gran parte del tiempo me comport como elmarido inconverso de mujer creyente. Mientras todos adoraban depie, yo estaba sentado tomando notas. Cuando todos inclinabansus rostros y cerraban sus ojos para orar, yo me quedaba con losojos abiertos. Cuando el plato de la ofrenda pasaba, yo solo lomiraba con desdn y era el primero en ponerme de pie cuando elpredicador anunciaba que haba concluido el servicio.

    Debo confesar que mantuve la filosofa equivocada. Durante mi

  • sabtico defend la posicin: Yo no hago la diferencia. Es decir,yo no hara la diferencia en la iglesia que visitara ese da. Sera unvisitante mas, uno entre la multitud. Esto libera de muchasresponsabilidades. No me sentira mal si llegaba tarde. Tampocoenfrentara sentimientos de culpa por no ayudar con laconstruccin o remodelacin de ningn templo. Mantuve unaactitud indiferente y, lo peor de todo, es que comenc aacostumbrarme.

    Debo confesar que mi actitud era reprobable. Me sentacontento cuando llegaba a iglesias con limitaciones, porque lascomparaba con la congregacin donde yo ministro y senta quenosotros s estbamos haciendo las cosas bien. Por otro lado, eldemonio de la envidia y su letal hermano, celos, me acechabancuando llegaba a iglesias con recursos abundantes. Al ver suprosperidad, me senta menos. Ca bajo en mi pecado. Incluso,llegue a adjudicar la prosperidad de estas iglesias a falsasenseanzas y lavado de cerebro, en lugar de la poderosainfluencia del Espritu Santo.

    Debo confesar que no tuve un encuentro cercano con Dios. Alestar expuesto a tantas iglesias, lo natural, lo lgico y lo esperado,sera que experimentara a Dios en cada una de las reuniones. No fueas. Con excepcin de una iglesia (Eclessia,) cada asamblearesultaba tediosa, superficial y vaca. Mis momentos de mayorconexin fueron durante mis devocionales personales, en la soledadde mi estudio. La fraseologa, repeticin y clichs que las iglesiasempleamos, me resultaban distractores que alejaban de mi, la

  • concentracin en la Divinidad.Debo confesar mi enojo. Mi molestia fue notable cuando me di

    cuenta que gran parte de las personas que adornan las filas de lasmega- iglesias son el resultado del trfico de ovejas. Que no lesinteresa servir a Cristo, sino ser parte de un ministerio conrenombre. Presumir que son miembros de la iglesia tal o cual, o queson ovejas del pastor fulano de tal.

    Debo confesar que experiment placer al leer la Biblia. No tuveque preparar un sermn, tampoco una leccin. Le la Palabra porvoluntad propia y con sed como la del ciervo. Qu placer esbuscar a Dios y tener la dicha de encontrarle! No haba una fechalmite, tampoco un tema especfico. Le la Palabra solo por el placerde leerla. El riesgo de leer la Biblia por obligacin es uno al que losministros nos enfrentamos con frecuencia. Puedo decir que Jehov-Rafa me cur de mi mal. Ahora le busco no para cumplir, sino pornecesidad y placer.

    Debo confesar que ahora comprendo con mayor facilidad a lahermandad. Para el ministro es fcil discernir una verdad bblicadespus de leer comentarios, hojear diccionarios bblicos y tener unconocimiento general de las costumbres e idiomas de la Biblia. Sinembargo, para un miembro regular, comprender las profundasverdades bblicas, sin estas herramientas, puede resultar un lentoproceso. Ahora entiendo que los ministros estamos en una posicinde ventaja y que aquellos que no tienen la oportunidad y accesoque nosotros tenemos, merecen nuestro apoyo y comprensin.

  • ABRE LOS OJOS DE ESTESIERVO

    Entonces Eliseo or: Seor, abre los ojos de este joven para quevea! 2 Reyes 6:17

    En mi recorrido por diferentes iglesias busqu respuesta avarias preguntas. Algunas de ellas fueron contestadas; otras,simplemente ignoradas. Muchas de ellas fueron sugeridas porapreciados colegas. El propsito del cuestionario era evaluar eldesempeo de las diferentes iglesias visitadas. La lista deinterrogantes inclua: Cuntas personas me saludaron?, Es unaiglesia activa en su comunidad?, Es fcil llegar al lugar?, Fueronamigables?, Qu tan accesible fue hablar con el Pastor?, Qucosas tiene en comn con otras iglesias?, Qu cosas son opuestasa otras iglesias?, Cul fue la experiencia?, Qu me hara regresar aese lugar?, Recib alguna llamada despus de mi visita?, Fue elmensaje edificante?, Qu sent al estar ah?, El sermn fuerelevante y bblico ?, El orador fue carismtico?, La msica fueatrayente o distractora?

    Estoy convencido que la exposicin prolongada a ciertas cosas,nos lleva al nivel conocido como triangulo de las Bermudas. Este es

  • un punto ciego. La persona o, en este caso, las iglesias, no sepercatan de las deficiencias, ya que han estado expuestas tantotiempo a ellas que les resulta difcil identificarlas. Fue as como meencontr con algunos detalles que a mi juicio son nocivos para elcuerpo de Cristo y que al parecer son solo visibles a los visitantes.

    Cmo se ve la iglesia, la adoracin, el sermn, el predicador,desde la silla de un miembro regular o un visitante? La siguiente esuna recopilacin de mis experiencias en un quijotesco viaje poralgunas comunidades religiosas hispanas de la ciudad de Houston.

    En una de las iglesias viv la Gran Tribulacin. Fui expuesto auna tortura al tener que escuchar a una seora, (no tengo la menoridea de quien es ni el ms nfimo deseo de averiguarlo) que trajo elmensaje. A este punto, me di cuenta que es una falta de respetocomenzar a hablarle a una audiencia sin ni siquiera presentarse. Estapersona se abstuvo de explicar las razones que le calificaban paradar el mensaje. Tambin llegu a la conclusin que es una falta derespeto para los pastores no mencionar su ausencia y las razonespara esta. Todo invitado a predicar debe agradecer pblicamente laoportunidad y el privilegio de compartir el plpito.

    Dios abri mis ojos espirituales. Pude darme cuenta que cuandouna persona asiste por primera vez a la iglesia est a la defensiva.Se siente abrumado, asustado y fuera de lugar. No quiere atencinexagerada. Esto lo pudimos experimentar mi familia y yo en losdiferentes lugares que visitamos. El centro de adoracin donde nossentimos perfectamente bienvenidos y sin presiones, ni siquieranot nuestra presencia. No hubo bienvenida, palabras de bendicin

  • o llena esta tarjeta. Fue natural y sin exageraciones. Dar un regaloes importante para abrir camino a la conversacin con losvisitantes. Pero creo que no es necesario el reconocimiento osolicitar informacin. Creo que es invadir el espacio personal. Si lapersona desea regresar, lo har sin necesidad de que le llamen oreciba una visita del pastor.

    Es necesario que las iglesias abramos los ojos. El respeto quedamos a los que laboran en la grey es muy limitado. En una de lasiglesias que visit, me di cuenta que cuando se habla del pastor, sehace con estima y devocin. A pesar de estar ausente, se puedesentir que su iglesia le tiene en un lugar prominente. Cuando elpredicador pas al frente, se pidi a la audiencia que se pusiera depie y le diera un aplauso. El orador invitado abri su mensaje conlas siguientes palabras: Los pulpitos no se confan a todo mundo,es un privilegio. Tiene razn.

    La bienvenida que nos dieron en la primer iglesia fue efusiva ymuy amistosa. Cuando mi familia y yo llegamos a la entrada, unaseora con sonrisa de oreja a oreja, nos recibi con un saludoefervescente. A tal punto fue su gozo, que me hizo pensar que yala conocamos y que en verdad se alegraba de vernos. Esa primerimpresin es muy saludable en la mente de cualquier ser humano.Saberse bienvenido es vital. Ms tarde, el pastor listo para dar susermn, detuvo la noble enseanza para dar una bienvenidaespecial. Desde el plpito dijo mi nombre. Baj del estrado paradarme un abrazo y saludar a mi familia completa. Pidi a lacongregacin que nos saludara. As que todos se pusieron de pie y

  • comenzaron a recitar la bendicin sacerdotal dada a Aarn y aMoiss en el libro de Nmeros. La nica diferencia con aquellabendicin es que cuando llegaron a la palabra paz, la repitieron sieteveces. Lo mismo ocurri con la palabra proteccin. La verdad, esun poco incmodo estar parado en medio de un grupo de personasdesconocidas que repiten la misma palabra ms de tres veces.Aprecio la intencin, sin duda, pero qu momento tan vergonzoso!

    Algo que aprend durante mi sabtico es la necesidad deempata. Los que hablamos a diferentes audiencias necesitamos deretroalimentacin. Siempre es conveniente y un acto de cortesa delpblico para cualquier orador, el hecho de asentir con la cabeza,sonrer, dar un amn o incluso dar un aplauso cuando ha dicho algoacorde. Estos contribuyen al mensaje cuando son limitados y noexagerados.

    Algo que pocas veces los oradores nos damos cuenta (o noreconocemos) es el impacto que nuestra voz ejerce en el mensaje.An ms, la transparencia que se puede sentir al otro lado delplpito. La audiencia sabe reconocer cuando un orador es sincero yaplica su enseanza a su vida personal. La audiencia sabe reconocercundo un mensaje es salido de la mente y cundo este es salido delcorazn.

    Es tan importante dejar saber a la audiencia hacia dnde nosdirigimos como oradores. Cul es el mapa del mensaje?, Por qunos dirigimos para all?, Por qu eres t quien nos lleva de lamano? En ocasiones, los gesto y ademanes de un orador en lugar deresultar de ayuda en la presentacin y nfasis del mensaje, se

  • convierten en un distractor. Ese es el caso del predicador de estacongregacin. Qu es entonces lo que atrae a la gente?-Probablemente la calidad musical o las instalaciones, tal vez losprogramas de ayuda social.

    La mejor experiencia al visitar iglesias ocurri en unacongregacin ubicada en el corazn de Houston. Su msicaperfectamente ecualizada y ejecutada prepara al adorador para unaexperiencia de conexin espiritual. Nadie da la bienvenida en laentrada. No hay tarjetas para llenar o informacin que entregar. Elaroma de caf invade la casa. La sencillez de su gente, paredes ymuebles, hace del lugar un santuario libre de prejuicios, donde gentede todas las denominaciones son bienvenidas. Participamos del pany del vino, elementos ausentes en la totalidad de iglesias visitadasanteriormente. El mensaje fue entregado con sencillez y a la vez conprofundidad. Conceptos como el diezmo, la prosperidad o ladeclaracin, estuvieron ausentes. La Biblia, abierta en el captulo 3de Gnesis, dirigi el bien elaborado mensaje del pastor. No huboshow. No hubo gritos. No hubo referencia al pastor, al ungido. Nohubo presin para dar dinero. No hubo sobres de ningn tipo. Nohubo invitaciones largas y tediosas. No hubo un mensaje largo yfuera de lugar. No hubo exageraciones en la vestimenta.

    El ltimo domingo decidimos quedarnos en casa. No acudimos aningn centro de adoracin. La idea de que la iglesia somosnosotros, la gente, y no el edificio, es comparable al concepto dehogar y casa. La casa no hace a la familia. La familia est formadapor seres vivos, pensantes, llenos de emociones. La misma idea

  • abarca a la iglesia. Decidimos participar del pan, cantar y leer laPalabra, desde la comodidad de nuestro hogar. Pero al igual que unacasa sin familia es solo un conjunto de ladrillos bien acomodados;una familia sin casa enfrenta muchas dificultades. No es el ordennatural.

    Esto nos hara pensar que es mejor hacerlo as cada semana. Deninguna manera, la asistencia al centro de adoracin o iglesia esnecesaria para el crecimiento y desarrollo espiritual.

  • AL OTRO LADO DEL PULPITO

    Al estar en la banca, al otro lado del plpito aprend mucho.Las lecciones que recib de parte de Dios fueron simples, pero, contodo, han dejado profunda huella en mi. El ministerio que Dios meha encomendado sufri una confrontacin y mis intenciones al igualque Belsasar han sido contadas. Es tanto lo adquirido en estaexperiencia que he decidido compartirlo:

    Al otro lado del pulpito valor el tesoro de compartir laPalabra. Al estar escuchando tantos mensajes, no dejaba deexperimentar la necesidad de hablar. El sentimiento de nostalgia mehacia aorar el plpito. Me indignaba ante la irresponsabilidad dealgunos que presentaban el mensaje. Predicar la Palabra es miexistir, la razn de mi vida, mi todo.

    Al otro lado del pulpito me inspir. Al otro lado del plpito digracias a Dios por mi llamado, por mis talentos y por el privilegiode hablar su Palabra.

    Al otro lado del pulpito descubr que hay puntos ciegos. Esmuy fcil identificar los errores de otros. Si mi propsito para estelibro hubiese sido criticar los errores de las iglesias que visit y suslideres, pginas me habran faltado. Este libro hubiera sido mssencillo de escribir si me hubiese enfocado en las deficiencias. Pero

  • esa no es mi intencin. Mi propsito es aprender y compartir talconocimiento.

    Al otro lado del pulpito aprend que el estudio de la Biblia esindispensable para el ministro de Dios. Que la memorizacin deltexto es imprescindible y que el testimonio personal es inexorable.

    Al otro lado del pulpito aprend que tengo una granresponsabilidad. Las palabras de un predicador son absueltas deduda por mentes frgiles. Hay personas que creen ciegamente loque se dice desde un pulpito, sea por negligencia, inocencia oconfianza en la tica pastoral. Estar al otro lado del plpitodespert en mi, la necesidad de seguir preparndome, ofrecer aloyente un mensaje orgnico; es decir, sin saborizantes, no diluidoen las aguas del postmodernismo o adulterado con los qumicos dela trivialidad.

    Al otro lado del pulpito llegu a la conclusin de que lospredicadores cometemos el error del len. Es ampliamente conocidoel dicho que reza: El len cree que todos son de su condicin. Seexpresa cuando alguien da por sentado que otros ven las cosas igualque l. Por ejemplo, Juan, te quedaste dormido durante elsermn. A lo que Juan responde: Jos, solo porque t te quedasdormido durante los mensajes, no significa que yo lo haga. Losexpositores de la Palabra damos por sentado que la audienciaentiende de qu estamos hablando. Esto es un grave error. El quepresenta el mensaje, ha dedicado horas de estudio (se espera) parasu exposicin. El oyente ni siquiera sabe de qu se iba a predicarese da.

  • Al otro lado del pulpito es fcil poner en duda cualquier palabradel orador. Ser escptico no es una tarea complicada, es natural. Sercrtico se convierte en un deleite difcil de evitar. Al otro lado delpulpito es sencillo ser erudito.

    Al otro lado del pulpito aprend que los mejores mensajes sonaquellos llenos de sencillez. Aquellos mensajes fciles de entender.Sin adornos. Carentes del abuso de definicin y regionalismos.Mensajes tiles, relevantes y aplicables a la vida cotidiana.Profundos, pero no carentes de sensibilidad. Llenos de emocin,pero no un pretexto para la falta de preparacin.

    Al otro lado del pulpito aprend que no hace diferencia si enuna iglesia se adora con instrumentos o no. Si se tiene ministerio dedanza o no. Si el predicador es Apstol o simplemente un laico conbuena elocuencia.

    Al otro lado del pulpito recibes lo que quieran darte de comer.El ideal es que ningn ser humano se deje alimentar a voluntadajena. Comer cuando otro lo decide, comer lo que otros deciden,dejar fuera la voluntad y las necesidades individuales. La tabla denutricin espiritual es tan extensa que no se puede dar la mismaclase de alimento de una forma genrica.

    Al otro lado del pulpito renov mi pacto con Dios: Presentar sumensaje con excelencia. Respetar el podio, el plpito y sobre todoa la audiencia. Valorar la Palabra, ponerla al frente de cada mensaje,apegarme a ella, estudiarla, memorizarla y ensearla con amor ypasin.

  • ENDNOTES

    1 Lucas 10:38-422 Cuando lleg el sptimo da, Dios ya haba terminado su obra de creacin, y

    descanso de toda su labor. Gnesis 2:23 Y un solo Dios y Padre de todos, quien esta sobre todos en todos, y vive por

    medio de todos- Efesios 4:64 Mateo 22:37-395 xodo 3:14

    AL OTRO LADO DEL PLPITOCOPYRIGHTCONTENTSPRLOGOMI HISTORIAYO LES DAR DESCANSOHIJOS DEL MISMO PADRECONFESIONES DE UN MINISTROABRE LOS OJOS DE ESTE SIERVOAL OTRO LADO DEL PULPITOENDNOTES