Alimentos abuelos

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Poder Judicial de la Nación CAMARA CIVIL - SALA B 82761/2012 – “T., M. E. Y OTROS c/ V., J. I. Y OTRO Y OTROS s/ALIMENTOS Buenos Aires, 27 de mayo de 2014.- PM Y VISTOS; CONSIDERANDO: I.- A fs. 316/321 el Sr. Juez de primera instancia desestimó la demanda deducida contra la abuela paterna del niño V. A. V., Sra. M. C. S.; y la admitió respecto del progenitor del mencionado niño, Sr. J. I. V., fijando la prestación alimentaria que debe abonar mensualmente a favor de su hijo en la cantidad de dos mil quinientos pesos ($2.500). Contra dicha decisión interpusieron recurso de apelación la parte actora y la Sra. Defensora de Menores e Incapaces de primera instancia. El memorial de la pretensora luce agregado a fs. 330/332, y no ha sido contestado por los encartados. La Sra. Defensora de Menores e Incapaces de 1

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Jurisprudencia de alimentos para los abuelos

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82761/2012

Poder Judicial de la Nacin

CAMARA CIVIL - SALA B

82761/2012 T., M. E. Y OTROS c/ V., J. I. Y OTRO Y OTROS s/ALIMENTOS

Buenos Aires, 27 de mayo de 2014.- PM

Y VISTOS; CONSIDERANDO:

I.- A fs. 316/321 el Sr. Juez de primera instancia desestim la demanda deducida contra la abuela paterna del nio V. A. V., Sra. M. C. S.; y la admiti respecto del progenitor del mencionado nio, Sr. J. I. V., fijando la prestacin alimentaria que debe abonar mensualmente a favor de su hijo en la cantidad de dos mil quinientos pesos ($2.500).

Contra dicha decisin interpusieron recurso de apelacin la parte actora y la Sra. Defensora de Menores e Incapaces de primera instancia. El memorial de la pretensora luce agregado a fs. 330/332, y no ha sido contestado por los encartados. La Sra. Defensora de Menores e Incapaces de Cmara mantuvo y fund a fs. 342/344 la apelacin introducida por la representante del Ministerio Pblico ante la anterior instancia. Esta fundamentacin tambin qued sin respuesta.

II. La parte actora se agravia del rechazo de la pretensin dirigida a la abuela paterna del nio. Alega que las normas contenidas en la Convencin Sobre los Derechos del Nio, en la ley 26.061 y en su decreto reglamentario n 415/2006, han tornado inaplicable, cuando de nios se trata, la subsidiariedad de la obligacin alimentaria de los abuelos que resulta de lo dispuesto en el artculo 367 del Cdigo Civil. Pone de relieve que el progenitor demandado ha cumplido slo de modo parcial con la cuota alimentaria provisoria de mil quinientos pesos mensuales oportunamente fijada en autos, depositando nicamente la suma de quinientos pesos en forma irregular; de manera tal que en la actualidad habra abonado el equivalente a cuatro cuotas y adeudara otras cuatro. Asimismo, se agravia del monto de la pensin alimentaria fijada por el a quo, que considera reducida; y de que no se haya establecido la retroactividad de la pensin alimentaria a la fecha de nacimiento de V. A..

La Sra. Defensora de Cmara adhiri a los fundamentos vertidos por la demandante y coincidi con ella en la necesidad de que la cuota alimentaria sea aumentada en esta alzada.

III.- De modo preliminar, cabe mencionar que el tribunal de apelacin no se encuentra obligado a seguir a los litigantes en todas sus argumentaciones, ni a refutar stas una por una, en tanto posee amplia libertad para ordenar el estudio de los hechos y de las distintas cuestiones planteadas asignndoles el valor que corresponda a las que realmente lo tengan y sean decisivas para fundar la sentencia, pudiendo prescindir en consecuencia de aquellas articulaciones que no sirvan a la justa solucin de la litis.

IV.- Comenzamos por sealar que el derecho alimentario de los hijos deriva de los deberes que impone la responsabilidad parental en cabeza de los progenitores. El mencionado compromiso implica proveer a los hijos de lo necesario para la cobertura de todos aquellos rubros tradicionales y que hacen a una subsistencia en condiciones de decoro, adecuadas a las circunstancias personales relevantes de las partes en litigio. Es por ello que, para determinar una suma razonable en concepto de alimentos, deben ponderarse no slo los ingresos del alimentante, sino tambin la condicin social de las partes y sus modalidades de vida (conf.: CNCiv., Sala H, K., D. c/ L., L., 21/04/97, LL, 1997-F, 52-DJ 1998-2, 991, AR/JUR/1290/1997).

Es sabido que la determinacin del quantum de la cuota de alimentos debe contemplar la edad del alimentado, necesidades de su desarrollo fsico y socio-cultural, vivienda, vestimenta, enseres personales, esparcimiento y salud; sin perjuicio de tener en cuenta la capacidad econmica del alimentante. Corresponde evaluar, entonces, los evidentes gastos por comida, higiene personal, medicamentos, vestimenta, calzado, viticos, tiles escolares, compromisos sociales (regalos de cumpleaos de amigos y compaeros), actividades deportivas y/o extracurriculares, proporcional de vivienda, impuestos, expensas y servicios.

En el particular, se debe valorar que V. A. de actuales nueve aos de edad- concurre a la escuela primaria, se encuentra adherido al sistema de medicina prepaga del Hospital Alemn (ver constancias de fs. 4/5), realiza actividades deportivas acorde a su edad practica taekwondo y con anterioridad haca ftbol- y participa de un grupo de scouts (ver respuesta a la pregunta diecisiete, a fs. 106, y respuesta a la pregunta dcimo quinta, a f. 103). Asimismo, corresponde ponderar que V. A. vive junto a su progenitora en una vivienda alquilada, (conf.: respuesta a la dcimo segunda pregunta, a f. 105vta.; y respuesta a la pregunta dcima, a f. 102vta.), lo que debe considerarse una contribucin alimentaria en especie de la madre.

V. En cuanto al posicionamiento econmico financiero del progenitor demandado, la actora manifest en el escrito de inicio que se desempea como ayudante tcnico de un grupo musical al que acompaa en sus giras por el exterior del pas, mas no se produjo ninguna prueba en tal sentido. Respecto de su situacin patrimonial, de la lectura del informe del Registro de la Propiedad Inmueble de la CABA agregado a fs. 83/85, resulta que el padre del encartado el Sr. E. R. V. F.-, quien a tenor de los dichos de la actora habra fallecido, era titular de un inmueble sito en la calle Honduras 3800 de esta ciudad. Por ende, si bien no existen constancias de que se haya tramitado la sucesin del Sr. V. F. ni se han proporcionado detalles al respecto, lo cierto es que al accionado le corresponde una porcin indivisa de dicho bien a ttulo hereditario.

Ahora bien, no es posible soslayar que es el propio emplazado padre del nio- quien se encontraba en mejores condiciones de acreditar la cuanta de sus ingresos, y ha adoptado una actitud absolutamente pasiva en la causa, omitiendo dar su propia versin de los hechos en el momento procesal oportuno, as como ofrecer la prueba que hubiera permitido al juzgador contar con una informacin ms completa al tiempo de resolver. Sobre el punto, debe tenerse presente el principio de las cargas dinmicas de la prueba o, al menos, el principio de colaboracin, de ineludible aplicacin. En tal orientacin, la jurisprudencia ha dicho que en el juicio de alimentos ambas partes estn obligadas a aportar las pruebas que estn en mejores condiciones de producir, pues se trata de demostrar hechos y circunstancias de la realidad que el demandado puede fcilmente ocultar (conf. Sala F, 11/04/95, D.J., 1996-2-929; Belluscio, Claudio, Prestacin alimentaria. Rgimen Jurdico, 1 edicin, Buenos Aires, Universidad, 2006, pg. 826). Sin embargo, a pesar de lo dicho, la mentada prueba, brilla por su ausencia.

En todo caso, ms all de lo referido, claro est que el demandado debe extremar los esfuerzos necesarios en orden a la satisfaccin de las necesidades integrales de su hijo; pues como quedara dicho- as lo imponen las responsabilidades que ha asumido con su paternidad. Es menester recordar que la falta de recursos por parte del alimentante no puede tener virtualidad para eximirlo de su deber alimentario, mxime cuando como sucede en la especie- no se ha invocado enfermedad o problemas de salud inhabilitantes. Es que no es ajustado a derecho escatimar esfuerzos o medios que conduzcan al pleno cumplimiento de la obligacin (conf.: CNCiv., Sala C, R. 30.662, del 04/08/87 y sus citas).

En consecuencia, la orfandad probatoria sobre el punto no resulta obstculo para la determinacin de una cuota alimentaria que proporcione adecuada cobertura a las necesidades de V. A.. Mxime si se valora que el progenitor demandado ni siquiera recurri la sentencia de primera instancia de fs. 316/321.

VI. En este estado debe quedar sentado que la idoneidad de la pensin alimentaria para dar cobertura a los requerimientos del nio debe ser analizada a la luz de la situacin de hecho existente al tiempo de establecerla pues, sin perjuicio de su carcter retroactivo, lo cierto es que la cuota est destinada tambin a solventar dichas necesidades de ahora en ms, de modo que corresponde ponderar el deterioro sufrido por el poder adquisitivo de la moneda desde la fecha de la demanda hasta la actualidad, as como la mayor edad del nio, que conlleva la presuncin de un aumento de sus necesidades desde entonces (conf.: art. 163, inc. 6), segundo prr., del Cdigo Procesal). En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nacin ha dicho que los jueces deben fallar atendiendo a las circunstancias existentes al momento de su decisin, an en aquellos casos en que ellas fueran sobrevinientes (Fallos, CS 308:1489; 312:555; 315:123; entre otros).

Al respecto, consideramos adecuado sealar que esta Sala participa del criterio de que en toda actuacin judicial en la que se encuentren involucrados nios, debe velarse por el inters supremo de stos, que se erige como principio rector del derecho procesal de familia. Sobre el tema, tngase presente que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dicho que la expresin inters superior del nio implica que el desarrollo de ste y el ejercicio pleno de sus derechos deben ser considerados como criterios rectores para la elaboracin y la aplicacin de normas en todos los rdenes relativos a su vida (CIDH, 28/08/2002, Opinin Consultiva OC 17/02, solicitada por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, LL 2003-B, 312); y la ley de Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes N 26.061 lo defini como la mxima satisfaccin, integral y simultnea de los derechos y garantas reconocidos por esta ley (art. 3).

Como consecuencia de lo descrito, en todas las cuestiones de esta ndole en las que nos toca intervenir, ha de ser aquel inters primordial de los nios y adolescentes el que ha de orientar y condicionar toda decisin de los Tribunales de todas las instancias llamados al juzgamiento de los casos; y ello conforme a reiterada jurisprudencia de nuestra Corte Federal (CSJN, 6/2/2001, Fallos, 324:122; 2/12/2008, Fallos, 331:2691; 29/4/2008, Fallos, 331:941; entre muchos otros).

En resumidas cuentas, no corresponde en casos como el trado a examen limitarse a la aplicacin rigurosamente tcnica de pautas formales que llevaran a desentenderse del hecho de hallarnos operando sobre derechos indisponibles. Ntese que la normativa los declara irrenunciables (art. 2, prr. 2, de la ley 26.061), lo que lleva a privilegiar el principio opuesto al dispositivo y, en consecuencia, las facultades de las partes cedern paso a las facultades judiciales (conf.: Morello, Sosa, Berizonce, Cdigos Procesales...K, 2da. ed., I-574, C; CApel. Trelew, sala A, 10/03/2010, S, E.B. c/ N., J de la C., AR/JUR/95785/2010). Vale decir, el orden pblico es el que se impone y, con l, el deber de los jueces de actuar oficiosamente.

VII. A la luz de los principios expuestos y tras un detenido examen de la causa, teniendo en cuenta las erogaciones necesarias para dar cobertura a cada uno de los rubros que integran la prestacin alimentaria, concluimos que la cuota fijada por el magistrado de la anterior instancia resulta insuficiente; razn por la cual ser elevada a la cantidad de tres mil pesos ($ 3.000) mensuales, con los alcances que seguidamente se establecern.

En efecto, tomando en consideracin el contexto socioeconmico en el que se dicta la presente resolucin, como modo de favorecer y contemplar con especial atencin las necesidades del nio y propender a la economa, simplificacin y celeridad procesal, as como tambin a los fines de neutralizar el riesgo de que alguna de las necesidades del hijo en comn de las partes pueda quedar insatisfecha en los meses venideros, la Sala entiende acertado que la cantidad arriba establecida a favor de V. A. ($ 3.000) rija hasta el mes de noviembre de 2014, inclusive. Asimismo, del mes de diciembre de 2014 a mayo de 2015, ambos inclusive, la cuota ser de tres mil quinientos pesos mensuales ($ 3.500); y de junio a noviembre de 2015, tambin ambos inclusive, la cuota se elevar a la cantidad de cuatro mil doscientos pesos mensuales ($ 4.200).

Esta forma de decidir se entiende pertinente para absorber escalonadamente los prximos presumibles incrementos de costos y necesidades del alimentado, sin tener que acudir a someterlo al gravoso expediente del incidente de aumento de cuota alimentaria. Por eso, las medidas adoptadas apuntan tambin a preservar, en la medida de lo posible, la salud psquica y emocional del nio, para que ste no se vea expuesto peridicamente a las inevitables tensiones que genera la tramitacin de pleitos como el presente.

VIII. La recurrente solicita que la cuota fijada en los presentes obrados se retrotraiga al momento del nacimiento de su hijo V. A., ocurrido el da 10 de septiembre del ao 2004; y no a la fecha de inicio de la mediacin obligatoria tal como se fij en la sentencia.

Corresponde precisar que, en lo que se circunscribe a este agravio, no se encuentra involucrado el inters del nio, a poco que se repare que los atrasos alimentarios son un crdito de la madre y no del nio, por lo que ella puede disponer en su respecto.

De lo que se trata es de un debate entre adultos que discuten el mayor o menor monto de un crdito que se halla emancipado de la idea de la necesidad de subsistencia del hijo. El aspecto asistencial que atiende directamente al nio ha quedado cubierto con la prestacin alimentaria establecida, la que se devenga mes a mes en beneficio del pequeo. Lo relativo al antiguo atraso, en cambio, integra una controversia que, si bien puede tener cierta incidencia indirecta respecto del nio, no hace foco en su inters, sino que fundamentalmente tiene por objeto un eventual crdito de la madre que tiene su origen en la natural sobreexigencia que ella habra tenido que padecer al haber hecho frente a las necesidades del hijo sin la necesaria colaboracin econmica del otro progenitor (conf.: esta Sala, 14/08/2012, G.M., M.G. c/ G., A.M. s/ Ejecucin deAlimentosincidente, R. 604.624, elDial.com AA7977).

Ello establecido, se recuerda que en relacin al proceso especial de alimentos, cuyas caractersticas lo hacen particularmente abreviado, el art. 644 del Cdigo Procesal dispone que una vez admitida la pretensin, el juez fijar la suma que considere equitativa y la mandar abonar por meses anticipados, desde la fecha de interposicin de la mediacin (T.O. ley 26.589).

De esta manera, se observa que el legislador ha conferido claridad a un sistema que tiende a dar rpida respuesta a la situacin de necesidad que da motivo al reclamo. En este contexto formal est delimitado el alcance de la prestacin reclamada, la que opera a partir del momento en que se inici la mediacin. La solucin legal contempla la indispensable necesidad del requerimiento a los fines de la constitucin en mora. En el aludido sentido, se ha sostenido que la pauta del art. 644 del ritual tiene por finalidad preservar el trmite sumario del juicio de alimentos, cuyo restringido mbito probatorio impide la dilucidacin de problemas de ndole fctica vinculados con el cumplimiento del deber del alimentante con anterioridad a la demanda. A su vez, la norma tambin se funda en la razonable presuncin de que la inaccin del reclamante -que pudiendo demandar no lo hizo- ha obedecido a la circunstancia de que sus necesidades alimentarias se hallaban cubiertas por otra va.

Por lo dems, de decidirse de otro modo, el alimentante que previo a la exteriorizacin del conflicto-- obr de buena fe y no conserv comprobantes documentales de cada uno de los rubros por l solventados se vera expuesto a un reclamo judicial sorpresivo y, en su caso, a una sentencia que extendiera sus efectos ms all de lo dictaminado por la norma, con la consiguiente afectacin del derecho de defensa en juicio, de raigambre constitucional, que le asiste (art. 18 CN). Ello es as, por cuanto los comportamientos de los interesados sirven para regir la previsibilidad y la seguridad jurdica (Fallos 242-505 [JA 1959-III-395]) y se reflejan en el espejo de la teora de los propios actos, fuera y dentro del proceso (art. 163 inc. 5 ap. 2 CPCCN; cf. Morello, Augusto Mario, El certiorari y los alimentos provisorios en una sentencia dividida de la Corte Suprema, JA 1995-II-43).

Por lo tanto, la restriccin referida no luce arbitraria en el contexto del procedimiento que la prev. Parece una restriccin justificada para el ejercicio del derecho en un determinado procedimiento, sin perjuicio de su conveniencia cuyo anlisis no incumbe a los jueces.

Por otra parte, existen procedimientos alternativos para el efectivo goce del derecho reclamado, que impiden sostener que ste haya sido eliminado por efecto de la reglamentacin prevista por el Cdigo Procesal. En tal sentido, nada obstaba a que la madre iniciara el pertinente juicio de filiacin y simultneamente peticionara la fijacin de una cuota provisional de alimentos destinada a regir hasta el reconocimiento del vnculo filial (conf.: CSJN, 11/5/1993, P., M.R. c/ T., N.A., ED 158-544, argumentos de la disidencia, ya que por razones formales la mayora desestim la queja); nada de lo cual ha hecho en el caso bajo estudio, limitndose a aguardar el reconocimiento voluntario del hijo por parte del demandado. Este ltimo dato se revela crucial para la decisin del asunto.

Como corolario de todo lo precedentemente expuesto, habr de confirmarse en este aspecto lo decidido por el a quo.

IX. En cuanto al reclamo alimentario dirigido a la Sra. M. C. S., en su condicin de abuela paterna de V. A., es sabido que la obligacin alimentaria de los abuelos deriva del art. 367 del Cdigo Civil que prescribe que los parientes por consanguinidad se deben alimentos, y establece un orden de prelacin que ubica en primer lugar a los ascendientes y descendientes, aclarando que entre ellos estarn obligados preferentemente los ms prximos en grado. A su vez, el art. 372 del mismo cuerpo normativo regula el alcance de tales alimentos.

Por otro lado, el art. 27, inc. 2, de la Convencin sobre los Derechos del Nio de jerarqua constitucional- expresamente establece que a los padres u otras personas encargadas del nio les incumbe la responsabilidad de proporcionar, dentro de sus posibilidades econmicas, las condiciones de vida que sean necesarias para su desarrollo. En la misma lnea, la ley 26.061 dispone que la familia es responsable de asegurar a las nias, nios y adolescentes el disfrute pleno y el efectivo ejercicio de sus derechos y garantas (art. 7), y ampara el derecho de ellos a la obtencin de una buena calidad de vida (art. 8). A su vez, el decreto 415/2006 -al reglamentar el citado artculo 7 de la ley 26.061-, establece que se entender por "familia o ncleo familiar", adems de los progenitores, a las personas vinculadas a los nios, nias y adolescentes, a travs de lneas de parentesco por consanguinidad o por afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada.

De lo expuesto se sigue que la sancin de la citada Convencin y de la ley del Nio 26.061 exige una reinterpretacin de los textos del citado Cdigo. En lo referido a la norma del art. 367 del citado Cdigo, se han de relativizar los principios de subsidiaridad y de carcter sucesivo que la norma consagra; teniendo presente que el art. 3, in fine, de la ley 26061, prescribe que cuando exista conflicto entre los intereses de las nias, nios y adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legtimos, prevalecern los primeros.

En otras palabras, cuando los beneficiarios de los alimentos son menores de edad, es indudable que no se podr interpretar en trminos literales el art. 367 del Cdigo Civil, por lo que se debern dejar de lado criterios rigurosos acerca del cumplimiento de los recaudos procesales y en lo atinente a la estricta preferencia que la norma dispone.

Vale decir que, sin perjuicio de la observancia del orden de los obligados a la prestacin alimentaria, debe evitarse el rigorismo formal en cuanto a las pruebas y exigencias, para dar lugar al aspecto sustancial y primordial de la cuestin: la cobertura oportuna e integral de las necesidades del nio; y ello conforme a la doctrina constante de la Corte Federal que, como ya vimos, seal que el inters superior del nio orienta y condiciona las decisiones de los Tribunales (ver el acpite VI de esta resolucin).

En funcin pues de lo explicitado, y como tambin se dijo, no es dable exigir que se agoten una serie de pasos procesales, si las propias circunstancias del caso demuestran que seran intiles (conf.: Solari, Nstor, Obligacin alimentaria de los abuelos, Derecho de Familia, Revista Interdisciplinaria de Doctrina y jurisprudencia, n 14, 1998, p. 244; CNCiv., Sala C, 17/04/1997, C., A. y otros c. T. de S., E.; d., Sala F, 25/09/1997, M., D.F. y otros c. M., E.L. y otro; d., esta Sala, R. 569.062 V. M. M.y otros c/ M. A. s/ Alimentos, del 23/02/2011).

Al respecto, vale la pena tambin recordar que nuestro Alto Tribunal ha sentenciado que tratndose de reclamos vinculados con prestaciones alimentarias en favor de menores de edad, los jueces deben buscar soluciones que se avengan con la urgencia de este tipo de prestaciones, debiendo encauzar los trmites por vas expeditivas y evitar que el rigor de las formas pueda frustrar derechos tutelados por la Constitucin Nacional (conf.: CS, 06/02/2001, G., C.I. y otros c. K., E. y otro, LL, 2001-C, 568).

Asimismo, debe tambin entenderse que la Convencin sobre los Derechos del Nio y la ley 26.061, conforme a la normativa ya mencionada de estos ordenamientos, han desplazado al art. 372 del C.C., que de tal modo- se ha tornado inaplicable en relacin a los nios, cuyo inters superior debe prevalecer. Obsrvese que, en el marco de la citada Convencin, se ha reconocido el derecho de todo nio a un nivel de vida adecuado para su desarrollo fsico, mental, espiritual, moral y social. De ah, que la gua medular que se deber seguir a la hora de tomar una decisin judicial ser que la cuota alimentaria permita a su beneficiario alcanzar una buena calidad de vida, ms all de los trminos literales del referido precepto del Cdigo Civil (conf.: art. 8 de la ley 26061; Sup.Trib.Just. Corrientes, S. C. M. J. v. J. D. J. Z., del 10/12/2007; esta Sala, R. 569.062 citado; Mizrahi, Mauricio L., Tratado jurisprudencial y doctrinario, Derecho Civil, Familia, T. I, L.L., Buenos Aires, 2009, ps. 43/44).

X. En el caso bajo estudio, de la compulsa de los autos, resulta que, como pusiera de relieve la recurrente en su memorial, la cuota alimentaria provisoria a cargo del progenitor demandado, que fuera fijada por el a quo en el mes de marzo de 2013 en la suma de mil quinientos pesos (ver f. 62), fue cumplida de modo muy irregular. En efecto, las constancias de fs. 144, 145 y 294 dan cuenta del depsito de apenas quinientos pesos los das 28 de marzo y 2 de mayo de 2013, y de la suma de mil quinientos pesos en el mes de agosto del mismo ao, operaciones bancarias que por lo dems- figuran efectuadas por la Sra. M. C. S.. Y de los saldos agregados a fs. 158 y 179 resulta que en el curso de los meses de mayo y junio de 2013 se habran depositado otros mil quinientos pesos, completando un total de cuatro mil pesos, esto es menos de la mitad de lo ordenado.

En las condiciones expuestas, ha de coincidirse con la representante del Ministerio Pblico de la anterior instancia en que el Sr. J. I. V. se ha desentendido de su obligacin alimentaria para con su hijo V. A., colocndolo en el estado de necesidad previsto en el art. 370 del Cdigo Civil.

Por otra parte, la demandante puso de manifiesto en su presentacin de f. 159 que, tal como se acredita con las medidas probatorias producidas en autos, el Sr. V. no posee bienes a su nombre, ni cuentas bancarias, ni tarjetas de crdito; y que tampoco tiene un trabajo fijo ni comprobable; todo lo cual hace imposible que se trabe embargo a los fines del cobro ejecutivo de la deuda alimentaria. De ello se desprende que al menos por ahora- no se vislumbran medios para que se haga efectiva la obligacin alimentaria del progenitor para con su hijo V. A..

XI. En el referido orden de ideas, es dable destacar que el artculo 6, inc. 2), de la Convencin sobre los Derechos del Nio, determina que los Estados Partes garantizarn en la mxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del nio; y ms especficamente en lo que aqu interesa- el art. 27, ap. 4, del mismo instrumento, establece que los Estados Parte tomarn todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensin alimentaria por parte de los padres u otras personas que tengan responsabilidad financiera por el nio.

En consecuencia, habida cuenta los compromisos asumidos ante la comunidad internacional, bien se advertir que en la cuestin se encuentra involucrada la responsabilidad del Estado. Por tal motivo, compete al Poder Judicial, como parte integrante del Estado, la implementacin de las medidas idneas para asegurar el cumplimiento de la prestacin alimentaria que permita garantizar el mentado desarrollo integral del nio (Belluscio, Claudio, Prestacin Alimentaria: rgimen jurdico, 1 ed., Buenos Aires, ed. Universidad, 2006, p. 426).

XII. Desde otra perspectiva, ha de ponderarse que la Sra. M. C. S. abuela del nio de autos-, segn fuera informado a f. 303 por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, trabaja en Atencin Integral Vctimas de Violencia, de la Direccin General de la Mujer. Asimismo, corresponde valorar que, de conformidad a lo que resulta del informe emitido por el Registro de la Propiedad Inmueble de esta ciudad, la nombrada es propietaria del inmueble sito en la calle Obligado. Por ltimo, de la informativa producida a f. 126, surge que la mencionada es titular de una caja de ahorro para acreditacin de haberes en el Banco Ciudad de Buenos Aires, y que la misma entidad bancaria le ha otorgado una tarjeta de crdito MasterCard y una tarjeta de crdito Visa. En concreto, lo sealado permite inferir que su situacin econmica le permite colaborar con la manutencin de su nieto V. A., sin colocarse por ello en una situacin de graves dificultades econmicas, sin perjuicio de lo que le corresponde afrontar por el estrecho vnculo biolgico que tiene con el nio.

Cabe aqu sealar que la Sra. M. C. S. ha incurrido en las mismas omisiones procesales que el progenitor demandado, en un supuesto en el que como quedara dicho- debe regir el criterio de las cargas probatorias dinmicas o el principio de colaboracin (ver Peyrano, De la carga probatoria dinmica embozada a su consagracin legislativa, JA, 2003-II, fascculo N( 11, junio 11 de 2003, p. 24; Lpori White, Cargas probatorias dinmicas, JA, 2003-II, fascculo N( 11, junio 11 de 2003, p. 6). As, desde esta perspectiva, se observar entonces que -como mnimo- la emplazada debera haber cumplido con su deber de cooperacin para el buen resultado de la jurisdiccin, con la intensidad que exigan las particularidades del caso; lo que no ha hecho.

XIII. En definitiva, por aplicacin de los principios desarrollados en los considerandos precedentes, corresponde que la Sra. M. C. S. en su condicin de abuela del nio- haga frente a la obligacin que surge del art. 367 del Cdigo Civil. Es que, entre el inters de la abuela adulta y el del nio V. A. corresponde priorizar el de ste; y ello por aplicacin del ya citado art. 3 in fine, de la ley 26.061. En suma, se la condenar a abonar la cuota alimentaria fijada, en los trminos ya establecidos (conf.: C.S.J.N., F., L. c/ L., V., del 15/11/2005).

A mrito de lo manifestado, vencido el plazo previsto para el pago mensual de la cuota alimentaria fijada a favor del nio V. A. V., el mero incumplimiento -total o parcial- del Sr. J. I. V., habilitar automticamente a ejecutar la prestacin contra la abuela codemandada, sin necesidad de la actora de cumplir con ningn requerimiento ni otro recaudo previo.

XIV.- Las costas de ambas instancias debern ser soportadas por los alimentantes demandados, debido a la naturaleza del proceso y por haber resultado vencido en lo principal que se decide (arts. 68 y 69 del Cdigo Procesal).

XV. Conforme a lo desarrollado, oda la Sra. Defensora Pblica de Menores de Cmara, el tribunal RESUELVE: 1) Modificar la sentencia de fs. 316/321, disponiendo que la misma se har extensiva a la Sra. M. C. S., abuela paterna del nio V. A. V., en los trminos y con los alcances indicados en el considerando XIII de la presente. 2) Determinar que la cuota que los demandados de autos debern abonar a favor del nio V. A. V., desde la fecha de la mediacin y hasta el mes de noviembre de 2014, inclusive, ser de tres mil pesos mensuales ($ 3.000). A su vez, a partir del mes de diciembre de 2014 a mayo de 2015, ambos inclusive, la cuota ser de tres mil quinientos pesos mensuales ($ 3.500); y de junio a noviembre de 2015, tambin ambos inclusive, el monto de los alimentos ascender a la cantidad de cuatro mil doscientos pesos mensuales ($ 4.200). 3) Imponer las costas de ambas instancias a los accionados vencidos. 4) Confirmar la resolucin recurrida de fs. 316/321 en lo dems que decide y fuera objeto de agravios. 5) Regstrese, notifquese a la Sra. Defensora de Menores de Cmara en su despacho y devulvase a la instancia de grado, en la que debern practicarse las restantes notificaciones de la presente (conf.: art. 135, inc. 7, del Cdigo Procesal). Sin perjuicio de ello, publquese (conf.: Ac. 24/2013 CSJN).

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