ANALISIS DE LAS OPCIONES DE POLITICA PARA LA EXPOSICIÓN …
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ANALISIS DE LAS OPCIONES DE POLITICA PARA
LA EXPOSICIÓN AL ASBESTO-CRISOTILO
Y SUS CONSECUENCIAS EN LA SALUD HUMANA
CONTRATO INTERADMINISTRATIVO NO. 316 DE 2017
SUSCRITO ENTRE EL MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCION SOCIAL Y LA
UNIVERSIDAD DEL VALLE
OCTUBRE DE 2017
Tabla de contenido
Introducción .................................................................................................................................. 3
1. ¿Por qué no mantener una política pública basada en el “Uso Seguro”? .... 4
2. Estrategias para la eliminación del uso del asbesto .............................................. 7 i) Los impulsores ................................................................................................................................ 10
Situación: ........................................................................................................................................................... 10 Acciones ............................................................................................................................................................. 10
ii) Las presiones .................................................................................................................................. 13 Situación ............................................................................................................................................................. 13 Acciones ............................................................................................................................................................. 14
iii) El estado .......................................................................................................................................... 16 Situación ............................................................................................................................................................. 16 Acciones ............................................................................................................................................................. 16
iv) Las exposiciones ......................................................................................................................... 18 Situación ............................................................................................................................................................. 18 Acciones ............................................................................................................................................................. 18
v) Los efectos ....................................................................................................................................... 19 Situación ............................................................................................................................................................. 19 Acciones ............................................................................................................................................................. 20
Introducción
La posibilidad de un futuro sostenible tiene que ver en gran medida con las formas de
comprender y actuar como sociedad en los asuntos ambientales. Los proceso históricos
globales con sus diferencias geopolíticas incorporaron desde el siglo XIX la consolidación
paulatina de una cultura industrial y, desde mediados del siglo XX, el establecimiento de
un modelo de desarrollo que han conllevado en las últimas décadas a una profunda crisis
social y ambiental con consecuencias aún no completamente comprendidas. Frente a
estas amenazas los estados y las organizaciones sociales construyen políticas y las
reglamentan para la búsqueda de soluciones.
En este sentido, es responsabilidad de la sociedad deliberar sobre estas políticas y tomar
decisiones que favorezcan la equidad ambiental y en salud con base en los conocimientos
disponibles y el balance de las consecuencias de las acciones para proteger a sus
habitantes y a los ecosistemas. La problemática actual del asbesto en Colombia es un
reflejo de esta situación alrededor de la formulación de políticas públicas informadas a
partir de cómo comprendemos la salud, el bienestar y la vida en contraposición con una
visión de desarrollo parada exclusivamente en un análisis de corto plazo de las
consecuencias económicas y sin considerar los pasivos ambientales y sociales que son
causados por las exposiciones de riesgo.
No es al azar que la prohibición del uso del asbesto-crisotilo ha sido impuesto en los
países con mayor índice de desarrollo humano (1, 2). Como consecuencia, los llamados
países menos desarrollados son objeto de estrategias de mercado agresivas y a nivel
mundial China e India emergieron como los mayores usuarios del asbesto. En
Latinoamérica solo 4 países han prohibido su uso: Argentina, Chile, Honduras y Uruguay.
Entre tanto, Brasil, a pesar de importantes procesos de movilización a favor de la
prohibición, sigue ascendiendo en la producción mundial de asbestos y es el tercer mayor
productor (con más de 300.000 toneladas de producción anual en 2015) después de
Rusia y China (3).
Colombia, por su parte, permanece en la reglamentación de uso seguro aunque ha tenido
en los últimos años varios intentos fallidos de prohibir el uso del asbesto. En
consecuencia, este documento analiza las alternativas de acción con el fin de contribuir a
la formulación e implementación de una política pública para el uso y la exposición a
asbesto en el país.
1. ¿Por qué no mantener una política pública basada en el “Uso Seguro”?
Existen grandes brechas entre las percepciones de los productores y usuarios del asbesto
por un lado, y la mayoría de la comunidad científica y las organizaciones sociales a favor
de la prohibición, por el otro. Muchas afirmaciones y “mitos” son sostenidos por los
productores para soportar que el asbesto-crisotilo podría usarse de manera segura.
Algunos de estos mitos, listados por Rodríguez en Argentina (4) son: 1) Que los anfíboles
son carcinogénicos pero que el crisotilo no; 2) Que en condiciones laborales seguras
como las actuales el asbesto es seguro; 3) Que no hay nuevos casos de enfermedades
relacionadas con el asbesto después de la prohibición de los anfíboles; 4) Que el asbesto
cemento es seguro; 5) Que no hay alternativas más seguras; 6) Que la prohibición del
asbesto causaría desempleo; 7) Que el asbesto es un problema ocupacional. Cada una
de estas afirmaciones puede ser rebatida con muchos argumentos y soportes. A
continuación se presentan brevemente 5 argumentos para rebatir estos mitos:
1) Todos los tipos de asbestos son carcinogénicos comprobados y no existe
umbral seguro: El crisotilo da cuenta del 99% de la producción mundial de
asbestos hoy y es un material extremadamente peligroso. Los estudios
epidemiológicos y clínicos han establecido de manera incontrovertida que es
causa de cáncer de pulmón, mesotelioma maligno de la pleura y del peritoneo,
cáncer de laringe y ciertos tipos de cánceres gastrointestinales, entre otros
cánceres y asbestosis. El riesgo aumenta con la acumulación del tiempo de
exposición durante la vida y aumenta también durante el periodo de latencia desde
la primera exposición. Aunque el crocidolito, uno de los más usados anfiboles, es
2-4 veces más potente que el crisotilo para causar mesotelioma, ambos tienen
igual potencia para causar cáncer de pulmón (5) . La IARC declaró de manera
categórica que hay evidencia suficiente de que el asbesto es carcinogénico para
los humanos (6).
El asbesto en todas sus formas es clasificado junto con otros 120 agentes en la
máxima categoría de evidencia de carcinogenicidad (Grupo 1, según la
clasificación de la IARC). El alegato de que puede ser usado de manera segura
bajo “ciertas condiciones” no es válido, pues hay evidencia de casos luego de
cortas exposiciones. La prestigiosa academia internacional del Collegium
Ramazzini con más de 180 miembros en más de 30 países en el mundo en su
Declaración de 2004 hizo un llamado a la inmediata Prohibición Internacional del
Asbesto. Según esa Declaración los límites ocupacionales más estrictos en el
mundo para asbesto-crisotilo (0,1 fibras/cc) están asociadas con un riesgo en vida
de 5/1.000 para cáncer de pulmón y de 2/1.000 para asbestosis.
Estos límites de exposición, aunque son técnicamente alcanzables en los EEUU y
en unos pocos países altamente industrializados, todavía resultan en un riesgo
residual inaceptable. En los países recientemente industrializados involucrados en
actividades de mineria, fabricación y construcción con asbesto la exposición es
aún mucho más alta y el potencial epidémico se ve ampliamente aumentado.
2) El principio de precaución: En los países de bajos y medianos recursos, como el
nuestro, existen problemas en las condiciones de empleo (trabajo informal),
disponibilidad de información y acceso a atención médica. En tales situaciones no
se dispone de toda la información necesaria o la existente está sujeta a problemas
de calidad y sub-registro, por lo que puede argumentarse que no existe evidencia
local para documentar los efectos en la salud y esto convertirse en un argumento
para soportar el mantenimiento del “uso seguro”. Teniendo en cuenta lo ya dicho
sobre la evidencia de carcinogenicidad, de todas las formas de asbesto, por el
contrario debería defenderse que nuestro país necesita leyes y normas aún más
estrictas que las de los países con mayores recursos. Adicionalmente, Colombia
dispone de los fundamentos normativos necesarios en materia del principio de
precaución para soportar la prohibición. Específicamente, la Ley 99 de 1993
señala: “Artículo 1. Principios Generales Ambientales. La política ambiental
colombiana seguirá los siguientes principios generales: 1. El proceso de desarrollo
económico y social del país se orientará según los principios universales y del
desarrollo sostenible contenidos en la Declaración de Río de Janeiro de junio de
1992 sobre Medio Ambiente y Desarrollo. (...) 6. La formulación de las políticas
ambientales tendrá en cuenta el resultado del proceso de investigación científica.
No obstante, las autoridades ambientales y los particulares darán aplicación al
principio de precaución conforme al cual, cuando exista peligro de daño grave e
irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón
para postergar la adopción de medidas eficaces para impedir la degradación del
medio ambiente” (7). Este principo fue finalmente consagrado en la ley 1523 de
2012 como: “Cuando exista la posibilidad de daños graves o irreversibles a las
vidas, a los bienes y derechos de las personas, a las instituciones y a los
ecosistemas como resultado de la materialización del riesgo en desastre, las
autoridades y los particulares aplicarán el principio de precaución en virtud del cual
la falta de certeza científica absoluta no será óbice para adoptar medidas
encaminadas a prevenir, mitigar la situación de riesgo”, El principio de precaución
supone, entonces, que la magnitud de la respuesta de la sociedad debe ser
proporcional a lo que está en juego. Como ya se ha demostrado, lo que estaría en
“discusión” sería la atribuibilidad con evidencia local de muertes, cánceres
agresivos y de pésimo pronóstico, por lo que la respuesta de la sociedad debe ser
proporcional a ese riesgo. Cada vez más países en el mundo prohíben el asbesto
y hay una asociación entre los países con mayor índice de desarrollo y la
prohibición. Una actitud contemplativa y de confiar en la aplicación de normas
estrictas de uso seguro (poco factible en nuestras condiciones) no es aceptable ni
proporcional al riesgo de muertes por exposición al asbestos.
3) Es un problema de salud pública global: El problema del asbesto no es solo un
asunto ocupacional, en realidad es un problema de salud pública. La exposición a
los productos del asbesto produce enfermedad en población no expuesta en
condiciones laborales. La exposición a los productos del asbesto puede ocurrir en
diferentes sitios y no solo en las minas y en las fábricas, entre otros: en las familias
de los trabajadores del asbesto porque la ropa contaminada se lleva a casa, en las
viviendas vecinas a las fábricas de productos de asbesto, dentro de los hogares
por las tejas y otros materiales de fibrocemento, en los talleres y en las vías por
residuos en el aire de las partes de automotores, en el agua por contenedores de
asbesto, en demoliciones y en los depósitos de residuos de construcción y de
otros productos con asbesto. Por lo tanto, es una exposición que va más allá de lo
ocupacional y es en verdad de interés colectivo, pues su impacto implica también
a la población general.
4) Existen alternativas seguras: A pesar de las aparentes dificultades técnicas, el
reemplazo del asbesto por materiales más seguros vale la pena a nivel global
tanto en los países ricos como en los de menores recursos. Estas alternativas al
asbesto han sido ya analizadas y están en uso desde hace varias décadas en los
países Europeos y en otros países de mayores recursos. Las Naciones Unidas y la
OMS han desarrollado protocolos para la evaluación de los sustitutos y tienen una
larga lista de potenciales sustitutos que incluyen fibras de carbono, fibras de
celulosa, grafito, fibras de polietileno, fibras de polivinil clorados, entre muchos
otros descritos en un documento de consenso publicado hace más de una década
(8).
5) Los costos sociales de los efectos en salud: Aunque las razones previamente
expuestas podrían considerarse suficientes para tomar decisiones al respecto de
la prohibición del asbesto, es importante considerar además los costos sociales,
incluyendo los costos de atención en salud para los enfermos por la exposición a
asbestos. De acuerdo a las estimaciones del Instituto de Métrica en Salud (IHM)
de la Universidad de Washington, para el año 2015 en Colombia la fracción de la
mortalidad por cáncer de pulmón, tráquea y bronquios atribuible a la exposición
ocupacional al asbesto fue de 4,73% (IC 3,45% - 6,42%). Esto es, sin la exposición
ocupacional al asbestos se prevendría aproximadamente el 5% de todos estos
tipos de cáncer. Para Mesotelioma la fracción atribuible por la exposición al
asbesto es de 48.77% (IC 32.32% - 64,75%), es decir que entre una tres terceras
partes de los casos de mesotelioma se prevendrían eliminando el asbesto. Los
costos de atención de cada uno de estos casos varía según el tipo de diagnóstico,
de acuerdo a estimaciones del Instituto Nacional de Cancerología, desde
$28.957.502 para un cáncer de laringe, $46.572.108 para un mesotelioma y
$93.046.553 para la atención de un cáncer de pulmón. Si utilizamos las
estimaciones del INC que calculan que entre 2010 y 2014 el número de muertes
por cáncer de pulmón atribuibles al asbesto crisotilo fue de 1744 (IC 95% 1020-
2978) es posible estimar que solo por cáncer de pulmón en ese quinquenio los
costos de atención superaron los 160 mil millones de pesos. Lo anterior, no
obstante, desconoce los demás costos sociales relacionados con las
compensaciones económicas, la pérdida de la productividad y los demás efectos
no conmensurables en términos económicos relacionados con la pérdida de vidas
prevenibles.
2. Estrategias para la eliminación del uso del asbesto
Para prevenir la creciente carga de enfermedad y muerte causada por la exposición al
asbesto-crisotilo, y en coherencia con las recomendaciones de organismos multilaterales
como la OIT y la OMS, además del criterio de la mayoría de los miembros de la
comunidad científica internacional, la prohibición del uso del asbesto debe reglamentarse
e implementarse en todos los países del mundo y no solo en los países de mayores
recursos. Es por ello que el análisis de la acciones a desarrollar en nuestro país se
concentran en este documento en dar evidencia que ayude a resolver la siguientes
preguntas:
¿Cómo desarrollar un plan de eliminación del asbesto en Colombia?
¿Qué acciones deben ser consideradas para eliminar el uso y la exposición al asbesto?
Para el análisis de las alternativas de acción y con el propósito de contribuir a priorizar y
validar su aplicación en un plan de eliminación que sea integral y considera aspectos
intersectoriales desde la minería hasta el manejo de desechos y los efectos en salud
usaremos el modelo de fuerzas motrices (MFM). En otras palabras, el objetivo es
armonizar las opciones de intervención para disminuir la exposición y mitigar el impacto
del asbesto en la salud de la población con el enfoque de las políticas y prioridades
nacionales, considerando el MFM como un instrumento metodológico que el Ministerio de
Salud y Protección Social (MSPS) adoptó para analizar las condiciones del ambiente que
pueden afectar la salud poblacional. El MFM además está incorporado en el Plan Decenal
de Salud Pública 2012-2021 (9).
El MFM además de ayudar a identificar las causas o factores asociados y las
consecuencias de los problemas ambientales en un territorio, permite tomar decisiones
sobre las acciones que deberían desarrollarse para modificar las exposiciones de riesgo
para la población. La siguiente gráfica resume los componentes del modelo y sus
acciones que serán tratadas a continuación.
Impulsores
Presión
Estado
Exposición
Efecto
Crecimiento demográfico no
planificado con concentración urbana
y en consecuencia déficit de vivienda
con recursos limitados
Reprimarización de la economía con
actividad minera como motor del
crecimiento económico con pasivos
ambientales
Existencia de normas de uso seguro
Población trabajadora expuesta
en minas e industria
Mesotelioma, cáncer de pulmón,
cáncer de ovario, cáncer de colon,
cáncer de laringe, asbestosis
Pobreza y asentamientos donde se
utilizan materiales para vivienda a
bajo costo
Alto consumo de productos que
contienen asbesto producidos a menor
costo que los sustitutos
Cantidad de asbesto instalad (tejas y
tuberías de viviendas y en frenos y
embragues de vehículos
Población en talleres formales e
informales expuestos a
productos de automotores
Condiciones de empleo
Debilidades en implementación de la
normatividad para el uso del asbesto
Uso de partes en automotores en
condiciones de poca seguridad
Parque automotor creciente y
problemas en tráfico vehicular por
mallas viales insuficientes
Importación de asbesto
Otros y usos y el impacto en la exposición
ambiental
Población general expuesta a
asbesto instalado, en el parque
automotor y en ambiente
Acciones
Políticas de vivienda con materiales
sustitutos del asbesto
Inventario de minas de asbesto,
industrias que usan asbesto como
materia prima
Protocolos de descontaminación y
sustitución de asbesto en industrias y
minas
Censo de población expuesta en
el contexto laboral
Normatividad para indemnizaciones y
compensaciones
Mejoramiento de la calidad en la
prestación de servicio de transporte
masivo para desestimular el uso del
carro particular
Reglamentar la prohibición para la
extracción y uso de asbesto en la
industria
Evaluación de factibilidad de desmonte o
conservación del asbesto instalado en
tejas y tuberías
Protocolo de vigilancia de
población expuesta
Reglamentar la prohibición de
importación de asbesto
Disposición adecuada de desechos de
materiales que contienen asbesto
Reglamentación para el
seguimiento de la población
expuesta y tratamiento (manejo
de los efectos en salud)
Desmonte paulatino de las normas de uso
seguro
i) Los impulsores
Situación:
En primera instancia, es necesario contextualizar la situación mundial de la exposición al
asbesto y su influencia en Colombia y en los riesgos en salud derivados de esta
exposición. En ese sentido, las fuerzas impulsoras (i.e. motrices o “drivers” en inglés)
están relacionadas con los factores estructurales globales que favorecen o limitan a nivel
regional y local las distintas amenazas ambientales para la salud. En primer lugar, el
análisis del contexto internacional incluye el tener en cuenta que la prohibición del
asbesto-crisotilo en los países más ricos se ha acompañado del traslado de la minería y la
industria de los productos del asbesto hacia los países de menos recursos (5).
Adicionalmente, las fuerzas impulsoras se manifiestan dentro de los países en diversos
indicadores de tipo social y económico y se reflejan en las políticas y las prioridades de
los programas gubernamentales (10, 11). Dentro de estas fuerzas impulsoras se
encuentra las condiciones específicas de urbanización, los desarrollos nacionales en
ciencia y tecnología y los intereses económicos dentro de los territorios, entre otros. En
particular, la inserción creciente de Colombia en la economía mundial se manifiesta en el
sostenido crecimiento de una economía re-primarizada (i.e. dependiente de la extracción
de recursos naturales y de la transformación menor de otros recursos), con una
urbanización acelerada y una mejora substancial pero insuficiente del índice de desarrollo
humano, que ubican al país en la posición 95 entre 188 naciones del reporte del PNUD de
2016. Dicho contexto se refleja a su vez en una situación social con marcadas diferencias
entre territorios y pronunciadas desigualdades que afectan especialmente a los menos
favorecidos y a las minorías. En este contexto, Colombia ha tenido en los últimos años un
sostenido crecimiento de la construcción en ciudades grandes y un aumento del parque
automotor que han ejercido como fuerzas impulsoras para la producción y uso de
asbesto-crisotilo en el país.
Acciones
A este nivel se sugieren tres acciones del carácter de formulación de política pública. Para
el desarrollo de éstas acciones se requiere una estrecha relación entre el Estado y la
sociedad; entendiendo que al sugerir acciones a este nivel se requieren programas que
representan la realización concreta de decisiones colectivas. En este sentido, se observa
que las políticas públicas son el principal instrumento de acción del Estado en su
aspiración de transformar una situación o comportamiento.
Acción 1: Diseño de políticas de vivienda con materiales locales o con sustitutos del asbesto.
Actualmente el Ministerio Vivienda, Ciudad y Territorio tiene dentro de su misión contribuir
a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía a través de la disminución del déficit de
vivienda urbana, entre otras estrategias. En el marco de ésta misión, existe un programa
de “Consolidación de la política de vivienda de interés social y Desarrollo Territorial”, el
cual tiene por objeto contribuir a mejorar la calidad de vida de las familias de menores
recursos a través del acceso a mejores condiciones habitacionales y de entorno. Dicho lo
anterior, debe destacarse que en éste programa se emplean materiales que contienen
asbesto (tales como asbesto-cemento en las estructuras, mampostería, cubiertas, tejas
canales y bajantes); de acuerdo con lo establecido en la guía de asistencia técnica para
vivienda de interés social (12).
En este sentido, se requiere el diseño de políticas orientadas al uso de materiales
sustitutos del asbesto, que permitan mantener la oferta de vivienda de interés social que
requiere el país, pero que al mismo tiempo disminuya la exposición en población
trabajadora y en población general que habita éstas viviendas. En los países en donde se
ha prohibido el uso de asbesto, existen evidencias del uso seguro y costo-efectivo de
materiales sustitutos, tales como las fibras de polivinilo alcohol y fibras de celulosa o
incluso y opcionalmente el uso de fibras de plantas disponibles localmente tales como el
yute, cáñamo, cabuya, palma de nuez, fibra de coco y pulpa de madera, entre otras (13,
14).
Acción 2: Diseño de políticas de desarrollo que favorezcan el desarrollo rural y el de centros poblados de mediano y pequeño tamaño y desestimulen la migración masiva a grandes ciudades
La acelerada y masiva migración a las ciudades como consecuencia principalmente del
conflicto armado, genera un mayor consumo de recursos del ambiente. Según las
estadísticas de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) Colombia presentaba
en 2005 aproximadamente 3.7 millones de personas que fueron desarraigadas por el
conflicto armado interno (15, 16). Así también, se estima que en nuestro país cada hora
fueron desplazados dos hogares por causa de la violencia, es decir, que en los últimos 20
años ha sido desplazada por violencia 7.8% de la población -en promedio 474 personas o
95 hogares por día-. (17, 18)
El desplazamiento forzado por la violencia es un fenómeno sociodemográfico importante
que determina los procesos de urbanización de las ciudades. (15, 19) Allí los migrantes
forzados buscan refugio, reconfigurando los espacios urbanos de manera caótica y
desordenada, mediante recursos y factores sociales adversos y escasos para reconstruir
sus vidas y redes sociales previamente destruidas,(17-19) además los lugares de
reasentamiento presentan condiciones de pobreza enmarcados dentro de procesos de
exclusión(20). En el marco del postconflicto, es fundamental favorecer el desarrollo rural y
la permanencia en buenas condiciones de los habitantes del campo.
Para esto, actualmente el ministerio de Agricultura está impulsando dos iniciativas
específicas con el propósito de favorecer el desarrollo rural y de centros poblados
medianos y pequeños. Una de ellos se denomina “Colombia Siembra”, configurada
como la política agropecuaria del gobierno nacional que tiene como meta hasta 2018
propiciar el desarrollo del sector agropecuario a través de: el aumento de la oferta
agropecuaria para garantizar la seguridad alimentaria; el incremento del área y los
rendimientos destinados a la producción y el fomento de las exportaciones agropecuarias
y agroindustriales; el impulso del desarrollo de los negocios agropecuarios para mejorar
los ingresos de los productores y el fortalecimiento del desarrollo tecnológico y los
servicios en el sector agropecuario. Para esto la política está fundamentada en un mapeo
de la zonificación agrícola para optimizar el uso del suelo según la aptitud productiva de
cada zona y la implementación de programas de asistencia técnica y emprendimiento
rural.
La segunda iniciativa está relacionada con el programa de vivienda de interés social
rural, a través del cual se pretende mejorar las condiciones habitacionales de las familias
rurales de escasos recursos económicos, mediante el otorgamiento de subsidios de
vivienda de interés social rural para la construcción de vivienda nueva o el mejoramiento y
saneamiento básico de la existente. Este programa está dirigido a hogares se encuentren
por debajo del punto de corte del SISBEN de 40.75 para la zona rural dispersa diferente a
la correspondiente a las 14 principales ciudades y 56.32 para la zona rural de las 14
principales ciudades; también son potenciales beneficiarios quienes estén registrados
como víctimas de desplazamiento.
Acción 3: Mejoramiento de la calidad en la prestación de servicio de transporte masivo para desestimular el uso del carro particular
El avance de la tecnología ha inducido el crecimiento del parque automotor en el mundo.
Este rápido crecimiento va a la par con la urbanización y el desarrollo irregular de áreas
urbanas, lo cual ocasiona afectaciones en las conductas de viaje de las comunidades e
incremento de los costos sociales, como la congestión vehicular, la contaminación
ambiental, la resistencia social y la inadecuada interacción espacial (21).
Específicamente, en lo relacionado con la problemática del asbesto, debe considerarse
que dado que el incremento del parque automotor generalmente se presenta más rápido
que las políticas de planeación urbana, se presentan mayores problemas de movilidad,
los cuales causan desgaste tanto de las carreteras como de los sistemas de
funcionamiento de los vehículos, por lo cual se presenta un desgaste importante de los
embragues y frenos, que frecuentemente contienen materiales con asbesto. Esto conlleva
una exposición que ya ha sido documentada ampliamente en trabajadores de la industria
automotriz (22).
Ante las deficiencias que han caracterizado la prestación del servicio público de transporte
urbano en las principales ciudades del país por razones como sobreoferta, rutas y
operación inadecuadas, equipos obsoletos, deficiente calidad e insostenibilidad de la
infraestructura vial, entre otras, el gobierno nacional formuló en 2002 una política pública
de transporte urbano de pasajeros orientada a la implementación de sistemas de
transporte que atendieran las necesidades de movilidad de la población bajo criterios de
eficiencia operativa, económica y ambiental. Los lineamientos generales de la política de
transporte urbano de pasajeros se plantearon en los documentos CONPES 3167 de 2002,
3260 de 2003 y 3368 de 2005 (23, 24).
En 2017, los sistemas de transporte masivo continúan presentando deficiencias, por lo
cual el uso de transporte particular es altamente frecuente. En este sentido, la
implementación de sistemas de transporte masivo trae desafíos en múltiples dimensiones
tanto para el gobierno en el nivel central como para las entidades territoriales, en especial
porque es un proceso que debe ser liderado y guiado por los gobierno en todo momento,
desde el diseño de la infraestructura hasta el seguimiento y monitoreo de la operación. La
implementación de estos sistemas, además, debe ir de la mano con la planeación urbana
porque los cambios en la movilidad tienen efectos sobre las dinámicas de uso del suelo y
la calidad de vida de los ciudadanos (25).
ii) Las presiones
Situación
El crecimiento económico del país de cara a los procesos de globalización ha impulsado
el desarrollo de la actividad minera. En consecuencia, se han generado los mecanismos
necesarios para favorecer los trámites administrativos que llevan a la obtención de
licencias ambientales. El proceso reciente del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC
y el inicio del mismo con el ELN, abre la posibilidad para mayores actividades mineras y
de expansión de la frontera agrícola. Lo anterior, aunque puede considerarse una
oportunidad para la resolución de conflictos e inequidades sociales, debe ser atendido con
precaución por los posibles efectos ambientales que podrían ocurrir por el uso
indiscriminado de los recursos naturales. En particular, en Colombia se reabrió la mina de
Campamento en zona rural de Antioquia lo que ha significado el origen de riesgos
adicionales y potenciales conflictos de tipo ambiental.
De otra parte, en el país coexisten la industria de productos con asbesto para la
construcción y automotores con la industria de productos para estos mismos usos con
sustitutos del asbesto crisotilo. Estos últimos suponen en la actualidad un mayor costo en
los productos que los tradicionales basados en asbesto.
A lo anterior se suma también la importación de una cantidad indeterminada de productos
con asbesto de diverso tipo, incluyendo el de partes para automotores (frenos,
embragues). Estos materiales se utilizan en talleres en condiciones que, según estudios
locales, muestran los riesgos por la exposición al asbesto. pues en los talleres no se
cumplen las medidas de protección de las normas vigentes (22).
En general, como en muchos países de menores recursos, Colombia tiene deficiencias en
la información sobre el consumo total de asbestos en el país (i.e.; producción +
importaciones – exportaciones) y según el último reporte de la Encuesta Geológica de los
EEUU (USGS de sus siglas en inglés), entre 2011 y 2015 se produjo primero un aumento
en el consumo de 20.000 a 25.200 toneladas entre 2011 y 2012 e inexplicablemente se
redujo luego el consumo a 15.000 toneladas en 2013 y 8.200, en 2014 (3).
Acciones
Las acciones a este nivel están relacionadas con la generación de información confiable
acerca del estado de los patrones de consumo de este material en el país: cuantificación
del asbesto de manera natural y en procesos productivos así como la cuantificación y
localización del material instalado. En este nivel también se requiere reglamentar la
prohibición para la extracción, uso y comercialización del asbesto.
Acción 4: Determinación del estado actual del asbesto en Colombia a través de inventario de asbesto de manera natural y sus usos en la industria.
De acuerdo con las recomendaciones de la Organización mundial de la salud (OMS),
dentro de las acciones nacionales para la eliminación del uso de asbesto, es prioridad la
elaboración de un perfil nacional del material, donde se recopile toda la información del
asbesto existente en forma natural y el que se está empleando en procesos productivos:
número y localización de minas de asbesto, importación y consumo anual total asbesto
detallando sus principales formas de utilización, importación de materiales que contienen
asbesto y producción nacional de materiales que contienen asbesto. (26)
En Colombia actualmente existe poca información acerca de la existencia, producción,
comercialización y usos del material. Existen algunos estudios que se han acercado a
describir los principales usos y materiales que contienen asbesto. Entre ellos un
documento de la Universidad de Antioquia que describe su uso en materiales para la
construcción, tejas, sistemas de frenos para los automóviles, revestimientos, filtros para
cigarrillos, paños de cocina, hilos para suturas quirúrgicas, billetes, fieltros para pianos,
mesas para planchar, boinas y delantales (27, 28); no obstante esta información no es
exhaustiva y carece de seguimiento.
En la revisión de literatura de experiencias exitosas para la eliminación de uso de asbesto
se encontró que éste tipo de inventarios han sido efectivos para hacer observancia del
cumplimiento de las normas tendientes a prohibir el uso del material y se encuentra dentro
de las recomendaciones emitidas en el marco de la cooperación técnica internacional (29-
32).
Acción 5: Reglamentar la prohibición para la extracción y uso de asbesto en la industria y reglamentar la prohibición de la importación de asbesto
La reglamentación para prohibir la extracción y uso de asbesto está relacionada con la
definición de una política nacional que se hace operativa a través de la formulación de
normatividad en diferentes sectores: trabajo, ambiente, salud, vivienda y comercio entre
otros, por este motivo se considera que la reglamentación debe ser una acción
intersectorial.
Colombia actualmente es un país productor y consumidor de asbesto, especialmente en
la industria de la construcción y en la industria automotriz. A pesar de que existen
iniciativas sectoriales como el “Plan Nacional para la prevención de la silicosis,
Neumoconiosis y Asbestosis 2010-2030”, hasta la fecha no se han generado políticas de
estado tendientes a eliminar el uso del asbesto y por esto existen dificultades para hacer
operativas las acciones propuestas y alcanzar las metas establecidas.
A nivel internacional se encontró que las prohibiciones de extracción, uso y
comercialización se emitieron e implementaron de manera gradual. Inicialmente se
promulgaron prohibiciones parciales relacionadas con la extracción y uso y
posteriormente con la comercialización. Existió una ventana de tiempo entre la
promulgación de la ley y la puesta en marcha de las acciones de reconversión a
materiales sustitutos (1, 2, 29, 30, 33, 34).
iii) El estado
Situación
El estado hace referencia a la caracterización de las condiciones y la calidad del ambiente
que resultan como consecuencia del consumo de asbesto en Colombia. En particular,
durante las últimas décadas se ha consumido asbesto importado y producido a nivel
nacional que se ha instalado en viviendas y otras construcciones, y se ha utilizado como
material constituyente de otros productos de uso industrial, doméstico y automotriz. Si se
suma el consumo de asbesto en Colombia, en solo los últimos 7 años de que dispone
registro en el USGS, entre 2008 y 2014 se consumieron 96.550 toneladas de asbestos
que se encuentran dispuestos en todo el país (35, 36).
Es necesario, entonces, una evaluación de la situación de contaminación en las industrias
que usan asbesto y como se desarrollarán los planes para descontaminar dichas plantas
de producción y las viviendas y demás construcciones donde está instalado el asbesto.
También, y como resultado del desgaste y recambio del material instalado, es necesario
evaluar las condiciones de manejo de desechos de materiales que contienen asbestos.
Acciones
Dado que en Colombia, así como en el resto de mundo ya existe asbesto instalado en
diversas formas, las acciones a este nivel se refieren a la elaboración de protocolos que
permitan tanto la el proceso de sustitución como la descontaminación de asbesto en las
industrias así como la evaluación de la conveniencia del desmonte o conservación del
material y el manejo apropiado de los desechos que se generen en el proceso de
descontaminación.
Acción 6: Elaboración de protocolos de descontaminación y sustitución de asbesto en las industrias.
Respecto a las acciones propias de la industria, la OMS propone algunas medidas
conducentes a desarrollar de manera exitosa los protocolos de descontaminación y la
implementación gradual de planes de sustitución de asbesto en sus productos. Entre
estas medidas se encuentra la sustitución de asbesto por alternativas mas seguras y
costo-efectivas; la prevención de la exposición de trabajadores a asbesto instalado
previamente; la monitorización periódica del entorno laboral para detectar contaminación;
la vigilancia de los límites de exposición y el uso de normas técnicas para trabajar con
asbesto; el diseño de procesos de control de la exposición a asbesto en la fuente y la
comunicación del riesgo y formación de la comunidad potencialmente expuesta (26).
Existe además una guía técnica para prevenir o minimizar el riesgo de contaminación con
asbesto en los escenarios donde es factible la exposición, con acciones puntuales
dirigidas tanto a los empresarios como a los trabajadores y a los encargados de la
vigilancia de la normatividad (37).
En esta guía se hace especial énfasis en los protocolos de descontaminación a nivel
industrial a través de dispositivos denominados “unidades de descontaminación”. El uso
correcto de la unidad de descontaminación es esencial para prevenir el riesgo de
exposición en los trabajadores que están participando en labores de remoción o
deconstrucción de estructuras que contienen el material. Adicionalmente, de acuerdo con
la guía en mención, en los casos en los que vayan a retirarse materiales que contengan
asbesto, deben utilizarse técnicas de supresión de polvo para impedir la dispersión de
fibras del material en el aire. En los países Europeos y Asiáticos las técnicas de
desmontaje en húmedo son, por lo general, las más recomendables (37).
Con base en la guía existente, en Colombia se hace necesario desarrollar procesos y
procedimientos técnicos con la finalidad de ofrecer asesoramiento práctico sobre cómo
eliminar y reducir al mínimo la exposición al asbesto que se encuentra en suspensión en
el aire a nivel industrial y cómo iniciar el proceso de sustitución.
Acción 7: Evaluación de factibilidad de desmonte o conservación del asbesto instalado en tejas y tuberías; elaboración de protocolos de descontaminación y sustitución de asbesto y disposición adecuada de desechos materiales que contienen asbesto.
Como se ha mencionado anteriormente dado que en Colombia aún no existe la
prohibición de la extracción, uso y comercialización del asbesto, una de las mayores
problemáticas reside en el asbesto que ya instalado y en el que se encuentra en forma de
residuo. Por esta razón, en países donde se ha avanzado en temas de prohibición,
actualmente se están direccionando las acciones hacia la necesidad de remover o
conservar las estructuras que contienen asbesto, en función del grado de deterioro de las
mismas (38-40).
Lo anterior resulta importante porque la sola presencia de asbesto en una edificación o en
un producto no siempre implica un mayor riesgo de inhalación de fibras; esto depende de
la friabilidad del material, la protección física del trabajador y del estado de conservación
de la edificación o material. De hecho, se considera que el riesgo más elevado de
exposición a asbesto es el de los trabajadores que participan en tareas de deconstrucción
y el de los que durante trabajos de mantenimiento y reparación de edificios, encuentran el
material sin previo conocimiento de su existencia (41). En las situaciones en las que se
decide que es necesario desmontar, remover o eliminar los materiales o edificaciones
que contienen asbesto, deben diseñarse procedimientos para el manejo seguro del
material; en la literatura mundial estos protocolos incluyen acciones de remoción,
transporte y almacenamiento seguro (33, 39).
Por otro lado, están las estrategias y protocolos de sustitución se refieren a los planes de
implementación de materiales sustitutos de asbesto en la industria. Para esta sustitución
se considera un periodo de transición aproximado de 5 años, en los cuales se espera
acompañamiento técnico por parte de los organismos oficiales competentes. (2, 42). En
Colombia, dado que no hay prohibición del uso de asbesto, hasta el momento no se han
diseñado planes de descontaminación, sustitución y manejo de los desechos.
En las experiencias internacionales, la implementación de protocolos de desmonte,
sustitución y disposición de desechos han mostrado una disminución en el grado de
exposición de los trabajadores y la población general (1, 39).
iv) Las exposiciones
Situación Esta dimensión se refiere a las vías, rutas y modos a través de los cuales el asbesto entra
en contacto con el ser humano (respiratoria, hídrica, alimentaria, cutánea) y, además, da
cuenta de la frecuencia y la intensidad de dicho contacto. En particular, interesa conocer
como los individuos o grupos de individuos pueden resultar expuestos a riesgos de forma
aguda o crónica por exposición a asbestos.
La población de mayor interés es la de los trabajadores expuestos en minas y en la
industria, incluyendo además a la población en talleres formales e informales expuestos a
productos de automotores. No obstante, cabría también preguntarse por la magnitud de la
exposición en la población general por exposición ambiental no ocupacional.
Acciones
En el nivel de exposiciones, las acciones recomendadas giran en torno a la identificación
de la magnitud de la exposición inicialmente en población trabajadora; así mismo una vez
se haya identificado la proporción de población con exposiciones laborales debe
diseñarse un protocolo de vigilancia que permita identificar con mayor oportunidad a las
personas con manifestaciones de enfermedades asociadas al asbesto.
Acción 8: Censo de la población expuesta a nivel laboral y protocolo de vigilancia de población expuesta.
Estas acciones se relacionan con la identificación de la proporción y caracterización de los
trabajadores expuestos a asbesto. La caracterización incluye: el tiempo de exposición, la
magnitud de la misma, el tipo de actividad, las medidas de protección que se han
implementado en la empresa y la ocurrencia de enfermedades relacionadas con asbesto.
Por otro lado, se hace necesaria la formulación de un protocolo de vigilancia que permita
la trazabilidad de las acciones regulatorias, las acciones preventivas y las acciones de
mitigación implementadas con la población objetivo.
Actualmente existen dos iniciativas en Colombia: el “Plan Nacional para la prevención de
la silicosis, Neumoconiosis y Asbestosis 2010-2030”, el contiene un registro del número
total de empresas y trabajadores expuestos al asbesto, pero no es exhaustivo dado que
hasta el momento no hay obligatoriedad en el reporte de las empresas que usan asbesto.
Así mismo existe la “Guía de atención integral basada en evidencia para neumoconiosis
(silicosis, neumoconiosis del minero de carbón y asbestosis)”, en el cual se formulan
recomendaciones basadas en la evidencia para el manejo integral de tres formas de
neumoconiosis, dentro de las cuales se encuentra la asbestosis (43). En este documento
se establecieron acciones de prevención primaria para la población trabajadora y se
expuso la necesidad de establecer un programa de protección respiratoria que incluya
criterios de selección adecuada, educación a los trabajadores y exámenes médicos
periódicos, entre otros. No obstante la existencia de estos documentos, aún existen
dificultades para la implementación de las acciones que allí se sugieren.
Las experiencias internacionales muestran que las acciones dirigidas a la identificación,
vigilancia atención de la población expuesta derivan en mejores condiciones laborales y
de atención para la población que desarrolle enfermedades relacionadas con asbesto,
incluidos los planes de compensación (2, 31, 32, 39, 42).
v) Los efectos
Situación
La última dimensión del MFM se refiere a las consecuencias en el bienestar y la salud de
la población asociados a la exposición al asbesto, que se expresan en morbilidad,
mortalidad evitable, afectaciones, discapacidad o letalidad. De acuerdo a las estimaciones
de Peto y col. unos 250.000 trabajadores en Europa morirían entre 2000 y 2020 debido a
las exposiciones previas a la prohibición del asbesto (44). Además, si las muertes
relacionadas con asbesto en Norte América y en otros países desarrollados son sumadas,
la estimación total es cercana al millón de muertes. Esas muertes tendrán su pico
alrededor del 2020 y luego empezarían a disminuir. De manera paradójica, cuando las
muertes relacionadas con asbesto empiecen a decllinar en Europa y Australia, los países
de menores recursos empezarán a tener un aumento en las muertes debidas a
exposiciones que ocurrieron después de 1980 cuando el consumo de asbesto empezó a
aumentar esos países (5).
Por tanto, se necesita tener protocolos de seguimiento y manejo de la población expuesta
que en los próximos años podrá presentar los efectos relacionados con la exposición. Lo
anterior implica asuntos de tipo clínico y legal.
Acciones
Finamente para el nivel de los efectos, las acciones recomendadas están en el marco del
diseño de políticas que garanticen el cubrimiento de los procedimientos y medicamentos
necesarios en la atención de los eventos en salud secundarios a la exposición
ocupacional a asbesto, así como el diseño de un plan de indemnizaciones para los
trabajadores afectados.
Acción 9: Normatividad para el manejo en salud y las indemnizaciones de los pacientes con efectos como consecuencia de la exposición a asbesto a nivel ocupacional.
Tal como se mencionó para la acción relacionada con el censo y vigilancia de la población
expuesta a asbesto, en esta acción también se retoman aspectos de la guía de atención
integral basada en evidencia para neumoconiosis (43). Si bien en este documento se
hacen explícitos los procedimientos para la atención, los responsables y la periodicidad de
las intervenciones, la realidad de los individuos afectados por estas enfermedades es
diferente; lo anterior se relaciona a que actualmente las enfermedades producidas por
asbesto no se consideran de reporte obligatorio dentro del SIVIGILA y tampoco se
reportan a las AEPB. El procedimiento actual es que las personas afectadas son
reportadas por medio de las administradoras de riesgos laborales (ARL) y la
comunicación y reconocimiento de la enfermedad por parte de las EAPB se extiende con
lo cual se disminuye la oportunidad de atención (45).
Respecto a los planes de indemnización para los individuos afectados por la enfermedad,
existen experiencias internacionales en Francia, Bélgica, Holanda, España, Italia entre
otros países que ha sido exitosas, pero que han tenido que enfrentarse a dificultades
como: el tiempo de latencia entre la exposición y la aparición de la enfermedad es
extraordinariamente largo (de entre 20 y 30 años); además de esto un número de casos
relativamente elevado (alrededor de un 20%) se produce en personas que no han estado
expuestas profesionalmente al asbesto pero sí han tenido exposición ambiental; el
registro de personas afectadas de enfermedades relacionadas con asbesto generalmente
está incompleto y los individuos son detectados en etapas tardías e incluso terminales de
las enfermedades (46).
Por lo anterior, en algunos países se han constituido Fondos de Compensación
específicos con el objetivo de compensar a las víctimas del asbesto y, en general, a sus
derechohabientes (en el caso de planes de indemnizaciones a familiares de personas
fallecidas a causa de enfermedades relacionadas con asbesto). Dichos fondos,
constituidos en Francia, Bélgica y Holanda, se diferencian en las patologías que
consideran indemnizables, en la cuantía de las indemnizaciones concedidas a cada
patología y en las fórmulas de financiación, lo cual debe considerarse también para el
caso de Colombia.
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