ANALISIS DE LOS SITEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL

Actualmente se recurre a las instituciones sociales para satisfacer necesidades o

expectativas que están sustentadas en pautas de comportamiento solidario o de

cooperación a fin de lograr fines comunes imposibles de superar en el ámbito

individual. Por otra parte, es claro que las necesidades surgen de su inclinación a

la búsqueda conjunta de fines comunes, de los riesgos a que se expone en la vida

y en el trabajo.

Los sistemas de pensiones de reparto en el mundo han resultado un verdadero

fracaso en el largo plazo. Funcionan relativamente bien cuando los trabajadores

jóvenes en activo son mayores en número que los trabajadores más viejos que se

jubilan.

En teoría, en el sistema de reparto cada trabajador jubilado habría cooperado para

su propio retiro, pero la realidad es que es el gobierno quien toma este dinero, se

lo gasta, y luego entonces le saca dinero a los trabajadores jóvenes para pagar la

pensión de los jubilados y/o aumenta impuestos a todos.

Los sistemas de reparto (como el del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales

de los Trabajadores del Estado—ISSSTE) pueden llegar a detonar a las

economías, pues el gobierno puede hacer y deshacer los recursos de los

trabajadores

Pero también existe otro sistema llamado de capitalización (mediante el manejo

de cuentas individuales). Este esquema es más eficiente que el de reparto en la

medida en que individualiza las cuentas de los trabajadores y deja que sean éstos

los que deciden cuando jubilarse y con cuanto pensionarse. Para que un sistema

de capitalización funcione plenamente es necesario que el trabajador tenga plena

libertad para decidir en qué empresas invertir.

México, modificó su esquema de reparto, pero se circunscribió sólo a los

trabajadores del sector privado. Hoy ya se permite a los trabajadores invertir en

valores privados, pero aún es muy limitado el formato, pues el gobierno todavía

influye de manera dominante en qué instrumentos privados invertir y mantiene su

hegemonía como depositario de los recursos de los trabajadores.

Lamentablemente, nuestra cultura estatista evitó en todos estos años incluir en la

reforma de pensiones a los trabajadores del Estado. Pero el destino nos está

alcanzando y el déficit actuarial del ISSSTE es simple y sencillamente insostenible

ya no en el largo plazo, sino en el corto.

Esta grafica nos representa claramente el comportamiento de los seguros ya que

se ve una ruptura provocada por la mala administración de estos, y como

anteriormente se menciona una caída en la economía mexicana.

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