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Evolución de la imagen y escala de la ciudad. Reconstrucción hipotética realizada en base a la agrupación de expedientes reales de obra

antes de 1792

1792-1815

antes de 1815

1815-1840

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1840-1870

antes de 1870

1870-1920

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170 PASEOS ARQUITECTÓNICOS

Soportales y porches

El plano del Padre Tosca(1704) y, posteriormente,algunos grabados decimo-nónicos nos remiten unaimagen desconocida de laciudad actual, salpicada por la presencia de soportalesen las plantas bajas de los edificios, en particular, entorno a la plaza del Mercado. Los pórticos representanun acto de generosidad de los edificios que ceden par-te de su suelo para uso público, en este caso, para laactividad comercial de puestos, negocios y tenderetesrealizada al abrigo de los mismos. Estos soportales te-nían su prolongación natural en el mar de toldos quecaracterizaba la explanada del Mercado y que ha sidodescrita, entre otras, en las novelas de Vicente BlascoIbáñez. Los porches añadidos, construidos adosados ala fachada del edificio ocupando la vía pública, fue-ron también bastante habituales, a pesar de las reite-radas prohibiciones dictadas por las ordenanzas de laciudad. Es conocido por ejemplo el caso de los existen-tes en la plaza dels Porxets, que fueron demolidos en17621 sin previo aviso por orden del intendente co-rregidor de la época para evitar protestas de ningún ti-po. En cualquier caso, su presencia estaba tan conso-lidada entonces que todavía hoy nos queda su huellaen la toponimia urbana.

“…bajo los soportales y en la plaza [del Mercado], los paseantes charlan

hasta perder el aliento”

P. L. IMBERT, L’ Espagne Splendeurs Et Misères, voyage artistique et pittoresque (1873)

Fragmento de un grabado de la Plaza del mercado (ca. 1850),que refleja la existencia de pórticos bajo los edificios

Fragmento de una litografía de la Plaza del Mercado (ca. 1860),donde aparece el antiguo Mercado de los Pórticos (1837)

Fragmentos del Plano de Valencia de Tomás Vicente Tosca (1704) quedemuestran la existencia de edificios porticados en torno a la Plaza del Mercado

Dos expedientes de obra de 1797 con edificios porticados

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Pasajes

“…al modo de las galerías cubiertasfrancesas e italianas…”

DANIEL BENITO GOERLICH, La arquitectura del Eclecticismoen Valencia (1980)

El pasaje comercial cubierto en el interior de unamanzana aparece a finales del siglo XIX y principiosdel siglo XX. Uno de los ejemplos más conocidos porsus grandiosas dimensiones y por haber servido dereferencia a ejemplos más modestos es la Galeríacomercial Vittorio Emanuele de Milán, diseñada en1861 y construida entre 1865 y 1877 por GiuseppeMengoni. En el centro histórico de Valencia exis-ten tres ejemplos bien conocidos: el Pasaje Giner,impulsado a finales del siglo XIX por el comercianteaustriaco Frank Görlich, construido entre la anta-ño calle Zaragoza y la plaza del Milagro del Moca-doret, en el bullicio comercial que caracterizaba es-ta vía urbana que aboca a la catedral en el cambiode siglo; el Pasaje Ripalda, en otro enclave de efer-vescencia comercial, promovido por Dña. Josefa Pau-lín de la Peña, Condesa de Ripalda, y diseñado porel arquitecto Joaquín Arnau Miramón en 1889; y elPasaje Rex, tardío, ya entrado el siglo XX, en el lí-mite temporal de este estudio, construido en el ám-bito entre la Estación de Trenes y la nueva plaza delAyuntamiento, con una trayectoria en ángulo entrela calle Convento de Santa Clara y la calle Marquésde Sotelo.

Pasaje Ripalda (1889). Arquitecto: Joaquín María Arnau Miramón

Pasaje Giner

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194 SINTAXIS Y VOCABULARIO ARQUITECTÓNICO DEL EDIFICIO

Azulejos

“Especialmente en Valencia existen muchasfábricas grandes de azulejos con los cuales lagente rica cubre el suelo. Forman dibujos de

muy buen gusto que en su gran mayoría se repiten. Dan a la habitación un aspecto agra-

dable, limpio y fresco. En invierno, se cubrencon esteras, que cuestan mucho dinero”

EMIL ADOLF ROSSMÄSSLER, Recuerdos de un viajero por España (1854)

El azulejo, o cerámica coloreada o decorada a una ca-ra con un engobe aplicado y pasado por el horno, for-ma parte de la tradición local más arraigada. El desarro-llo de la cerámica local ya durante la Edad Media confirióun nombre a Valencia en todo el Mediterráneo, don-de sus productos llegaron a ser extraordinariamente co-diciados. Pero, posteriormente, también en el siglo XVIII

la cerámica local en su versión polícroma llegó a dis-tinguirse por la calidad de su factura, de modo que sepuede afirmar que la tradición de excelencia en la fa-bricación de azulejos y otra cerámica decorada no hamermado al menos durante los últimos siete siglos.

En el contexto de la arquitectura residencial, los azu-lejos se han empleado históricamente en la confec-ción de pavimentos, arrimaderos, sotabalcones, ale-ros, alicatados de fachada, etc. Ejemplos de estasaplicaciones arquitectónicas se pueden encontrar alo largo de toda la historia, pero destaca la profusiónde su empleo durante el Eclecticismo y el Modernis-mo, donde llega a ser común alicatar la fachada com-pleta con azulejos o con plaquetas o ladrillos vidria-dos de color. Esta moda se prolonga hasta bienentrado el siglo XX, con un ejemplo excepcional entorno a 1940 en la coronación de la fachada del edi-ficio del Banco de Valencia. Cabe destacar que, has-ta el siglo XX, todos estos pavimentos, arrimaderos,alicatados, etc. se recibían con pasta de yeso y no conmortero de cal.

Los denominados pavimentos de mosaico de Nolla, ungres blanco teñido en masa que se fabricó en el mu-nicipio de Meliana desde mediados del siglo XIX hastamediados del siglo XX, merecen una atención especial.Se trata de un gres fabricado en hornos de formatopequeño y múltiples colores, con miles de combina-ciones posibles, que llegó a ser muy apreciado y a te-

Banco de Valencia. Esquina de las calles Pintor Sorolla y Don Juan de Austria (1934-1942). Arquitectos: Antonio Gómez Davó y Juan Traver

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ner una gran popularidad en su época, como símbolode distinción y señal de poder adquisitivo. Su gran du-reza, resistencia a la abrasión y extraordinarias presta-ciones lo convierten todavía hoy en día en un valorañadido a su ya altísima consideración histórica. El mo-saico de Nolla llegó a emplearse también en la deco-ración de algunas fachadas del centro histórico, sobretodo, a finales del siglo XIX.

Fotoplano de la fachada de la calle Trench 25, completamentealicatada de azulejos a principios del siglo XX

Pavimento de azulejos del siglo XVIII en el Palacio del Marqués de Dos Aguas

Pavimento del Palacio Lassala, calle Calatrava 13

Pavimento del Colegio del Patriarca

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226 SINTAXIS Y VOCABULARIO ARQUITECTÓNICO DEL EDIFICIO

planta baja, con vigas de madera escuadradas apoya-das sobre jambas de sillería de piedra, piedra que ser-vía tanto para evitar en lo posible el ascenso por capi-laridad como para garantizar una capacidad portantesuficiente con una menor sección de muro resistente.Durante los siglos XVII y XVIII, se despliegan también so-luciones adinteladas de madera que se caracterizanpor la moldura en forma de amplio bocel o escociacon que se esculpe la piedra de las jambas y se talla lamadera del dintel en continuidad.

El siglo XIX es testigo de una diversificación y evoluciónrápida de soluciones para los portales de acceso a lasviviendas. En el segundo cuarto del siglo se asiste a lacreación de los portales adintelados de madera conluneto superior de medio punto para garantizar la ilu-minación interior, lunetos que se transforman en pocosaños en formas rectangulares y terminan por integrar-se en la composición del portón desplazando el dinteldel portal por encima de los mismos. En la década de1860 se ponen de moda los portales con arcos rebaja-dos, escarzanos, carpaneles o incluso de medio pun-to, que aparecen enmarcados de forma sencilla con cin-tas, frontones, molduras o despieces fingidos de sillería.

El acceso

“Antiguamente solían poner en las portadas delas casas la imagen de Hércules, que no dejabaentrar ni males ni malos. Esta es la imagen deCristo, Dios verdadero, que Hércules era hom-bre cruel y maléfico. Con la guarda y defensade Cristo, no entrará en la casa mal alguno”

JUAN LUIS VIVES, Diálogos sobre la educación (1532)

Portales

Apenas se conservan ejemplos de portales medievalesde acceso a las viviendas sin modificar. Los más antiguosconsistían en un acceso con arco de medio punto cons-truido en sillería de piedra. El tamaño de las dovelas per-mite en cierta forma aventurar la fecha de su construc-ción, puesto que los más tardíos de finales del siglo XV yprincipios del siglo XVI suelen lucir estrechas dovelas demayor envergadura, que requerían no solo de una cier-ta habilidad técnica en la talla precisa de la piedra, sinotambién de medios auxiliares de obra que fueron mejo-rando con el tiempo, como poleas, grúas, etc. Muchosde estos portales fueron transformados en portales adin-telados con el advenimiento de la Academia en el sigloXVIII, pero aun así se pueden distinguir por la disposiciónradial característica de las antiguas dovelas. En algunoscasos, este recorte adintelado de los arcos de medio pun-to dejó molduras en voluta en ambas esquinas para evi-tar debilitar en demasía el funcionamiento del arco.

En los siglos XVI y XVII, se hizo cada vez más común elportal adintelado o incluso el portal de medio puntobajo entablamento de órdenes clásicos, con molduras,tondos, triglifos y metopas. Como sucedió con otroselementos, la construcción del Colegio del Patriarcaimpuso también la moda de los portales adinteladoscon bajorrelieves esculpidos en las jambas y el dintelen forma de cintas, círculos u otros símbolos. A par-tir del siglo XVIII los portales se caracterizan por sus en-cintados acentuados en las esquinas y la decoraciónperimetral esculpida en piedra, que se fue simplifican-do conforme avanzaba el siglo hasta generar sencillosportales adintelados con una moldura clásica continuapor el exterior que se arqueaban en el interior del mu-ro para mejor soportar el peso.

De manera simultánea, existieron desde antiguo losportales adintelados de madera en edificios de menorempaque y en locales comerciales y artesanales de

Calle Juristas 19

“Vestíbulos árabes abren su portal, primorosamente labrado, y al pasar el umbral,

se camina sobre un pavimento de azulejos alternados. Igual revestimiento cubre las

paredes hasta la altura del hombro”

VALÉRIE BOISSIER CONDESA DE GASPARÍN, À travers les Espagnes…, París (1866)

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Son interesantes los portales donde el propio dintel demadera se talla para configurar un arco escarzano. Elúltimo cuarto del siglo XIX trabaja de manera indistintacon soluciones de portales de acceso adintelados, demedio punto, escarzanos, carpaneles..., que se distin-guen del periodo inmediatamente anterior por la ma-yor libertad, relieve y profusión decorativa que acom-paña tanto a los portales como al resto de la fachada.A principios del siglo XX se introduce aun mayor liber-

tad compositiva, además de abundantes recursos escul-tóricos de carácter vegetal. Las décadas posteriores delsiglo XX, en el límite del ámbito temporal estudiado, secaracterizan por el recurso a soluciones clasicistas, rena-centistas o barrocas, como columnas, entablamentos,frontones partidos, veneras, volutas enfrentadas, etc.,si bien en la década de 1930 ya se detecta en algunosedificios una tendencia inicial a la desornamentación delos portales que caracterizaría el resto del siglo XX.

Proceso de transformación de los portales medievales. De arriba a abajo: calle Cuines 3, calle Cadirers 14 y calle Convento de la Puridad 2

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Aunque existen múltiples sistemas y variantes de los mis-mos, los principales procedimientos de fabricación del vi-drio presente antaño o en la actualidad en el centro his-tórico de Valencia son los que se describen a continuación:

El vidrio de coronaEl vidrio de corona o de círculos de pequeñas dimen-siones se caracteriza por su necesario emplomado y supunto central correspondiente a la marca de la varilla desoplado. Los primeros ejemplos surgieron ya en Siria y Lí-bano al principio de la era cristiana33. Son las típicas ven-tanas de civas o culos de botella de la Edad Media y elRenacimiento inglés o francés, propios de la tradiciónnormanda, que los empleó profusamente y vinculadosal imaginario colectivo de aquellos tiempos. Estos auto-res no han encontrado ninguna ventana doméstica decivas emplomadas ni ningún vidrio de corona en la ciu-dad de Valencia, un método poco común en el Levante,aunque es posible que se conserve alguno, sobre todo,de ventanas neomedievales construidas a finales del si-glo XIX o principios del siglo XX. El vidrio de corona de ma-yores dimensiones, más reciente, recortado en forma rec-tangular de un gran paño redondo de cristal se distingueal detectar las ondas circulares en el vidrio.

El vidrio de cilindroSe trataba de vidrio soplado por el método del cilindro,que prevé la creación de un cilindro soplando por la ca-ña del vidrio una posta fundida de material. Una vezhecho el cilindro, se cortaban los dos extremos, se abríael cilindro en canal y se desplegaba hasta formar unasuperficie plana. Este inteligente sistema se inventó yaen el siglo x34, pero su empleo no se extendió hastasiglos más tarde. Los rombos de cristal de las ventanas

La fabricación del vidrio

de arlequín que existieron ocasionalmente en la ciudaddesde finales del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX

se fabricaban también por el método del cilindro y secortaban posteriormente siguiendo un patrón, reapro-vechando los descartes en el horno de nuevo para pro-ducir nuevos vidrios.

En Valencia se empleó fundamentalmente desde 1840hasta principios del siglo XX. Se distingue por sus peque-ños defectos que son a la vez los que le dan su carácterartesanal y manufacturado, hoy raro de encontrar: pre-sencia de burbujas del soplado en forma ovalada, ondas,pelos, reverberación, tornasolados, etc. Las burbujasde aire tienden a ascender arrastrando la masa vítrea fun-dida una vez apoyado el plano del vidrio sobre una su-perficie, así que con una observación atenta se puededistinguir también la cara del vidrio que se apoyó sobrela mesa del vidriero y la cara superior, atmosférica.

Proceso de fabricación del vidrio de corona o de disco

Proceso de fabricación del vidrio de cilindro

El vidrio coloreadoCon el advenimiento del Modernismo, se recuperansistemas tradicionales de producción del vidrio, comolas vidrieras emplomadas para usos domésticos (cla-raboyas, fijos de ventanas, decoración de zaguanes),los vidrios pintados o el vidrio plaqué. El vidrio plaquées un vidrio artesanal con una capa de color por doblebañado de la posta vítrea que se puede eliminar par-cialmente con ayuda de planillas y ácido para creardibujos decorativos. Ejemplos del mismo se pueden en-contrar en los fijos superiores de las ventanas o en loszaguanes de edificios del antiguo barrio de Pescadores(calles Correo, Pérez Pujol, etc.) y en residencias seño-riales con intervenciones de esta época, como el Pala-cio Vallvert en la calle del Mar. Se distingue fácilmentepasando la mano por el vidrio por el pequeño esca-lón que existe entre la parte coloreada, con una capamás, y la parte sin colorear.

El vidrio estirado mecánicamenteSe trata de un procedimiento industrial de fabrica-ción del vidrio patentado en Bélgica en 1901 y en Es-tados Unidos en 190335 que hacía pasar la colada devidrio por una rendija o entre dos pequeños rodillosdentados que ejercen sobre ella una tracción ascen-dente vertical y la dirigen hacia un rodillo de acero pu-lido donde prosigue su avance de manera horizontal a

través de un túnel de enfriamiento. El vidrio estirado seidentifica por su planeidad y la presencia de menoresdefectos que el vidrio de cilindro y, sobre todo, por lapresencia eventual de burbujas particularmente estira-das por su paso entre los rodillos, más acentuadas quelas burbujas ovaladas del vidrio soplado de cilindro, osimplemente de bandas verticales que indican el senti-do del estiramiento.

Vidriera en la calle Conde de Montornés 1-3-5 (1853) del arquitecto Joaquín Bueso

Proceso de fabricación del vidrio estirado mecánicamente

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276 SINTAXIS Y VOCABULARIO ARQUITECTÓNICO DEL EDIFICIO 277

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290 SINTAXIS Y VOCABULARIO ARQUITECTÓNICO DEL EDIFICIO

Balcones de losas

Los balcones macizos, nacidos inicialmente al amparodel gusto neoclásico, moldurados, aislados o integra-dos en las cintas marcapisos, se difunden sobre todo apartir de la segunda mitad del siglo XIX. En un principio,se trata únicamente de molduras clásicas pronunciadashacia el exterior. A partir del último cuarto del siglo XIX

aparecen también las soluciones de balcón macizo conménsulas decorativas en los extremos. A principios delsiglo XX, conviven las soluciones de moldura simple ycon ménsulas con soluciones de carácter escultórico quemoldean o arraciman ramas, frutos y hojarasca en suparte inferior, aprovechando la gran libertad expresivacaracterística de este momento. Estos balcones estánconstruidos habitualmente con losas de rodeno empo-tradas en la fábrica que reciben posteriormente un en-lucido de yeso moldurado. Las ménsulas, también cons-truidas normalmente en yeso o escayola, no suelen tenerfunción estructural sino simplemente decorativa. En lamayor parte de los casos, estos balcones aparecen aso-ciados a barandillas de fundición.

Palacio Cervelló. Plaza Tetuán 3

Calle Bonaire 25 Calle Caballeros 47

Plaza Mercado 10 Calle Adressadors 10

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Balcones de sillería

Se trata más bien de una excepción a la regla en laciudad de Valencia, con apenas algunas decenas deejemplos construidos entre los miles de balcones dela ciudad. Su nacimiento y evolución discurren pare-jos con los balcones de forja con ménsula inferior olos balcones macizos. Están construidos con una ovarias losas de piedra caliza de Rocafort o similar, ta-lladas con molduras en su perímetro externo, que seempotran en la fábrica del muro. Uno de los prime-ros casos interesantes es el Palacio Lassala en la ca-lle Calatrava, probablemente de mediados del sigloXVIII, cuyos balcones poseen una estructura de sille-ría de piedra con amplia escocia y moldura clásicaque sostiene la totalidad del balcón. O el Edificio Ves-tuario en la plaza de la Virgen, construido por JoséGarcía en 180044, que combina soluciones de estruc-tura de forja simple y con ménsula con balcones vo-lados de sillería de piedra en el entresuelo. Duranteel siglo XIX surgen otros ejemplos de balcones con es-tructura de sillería de piedra, tanto asociados a ba-randillas de forja como de fundición, fruto segura-mente de un mayor poder adquisitivo del propietario.

Plaza Horno de San Nicolás 8

Palacio Lassala. Calle Calatrava 13

Calle Mar 22 (1877). Arquitecto: Antonio Martorell

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306 SINTAXIS Y VOCABULARIO ARQUITECTÓNICO DEL EDIFICIO

Miradores

Los miradores aparecen a finales de la década de 1840,vinculados a la difusión del empleo del vidrio en la arqui-tectura residencial. La técnica de producción y las dimen-siones derivadas del vidrio son fundamentales en estecaso para determinar el formato del mirador, de la mis-ma forma que sucede con las ventanas. Los primeros mi-radores, vinculados a la producción del vidrio por cilin-dros soplados posteriormente desenrollados, poseían unarmazón de madera cubierto con un tejadillo o cape-ruzo de zinc o similar y vidrios de formato cuadrado o li-geramente apaisado, separados por baquetones de ma-dera. La progresiva introducción de vidrios más alargadostrajo formatos de ventanas y miradores de carácter másvertical, bien adosando los cristales en seco, bien inter-poniendo baquetones, bien emplomando las juntas.

Los primeros miradores se encajaron en los balconespreexistentes, bien por dentro o por fuera de la baran-dilla, sobrevolando por lo general encima de la baran-da unos centímetros para aumentar el espacio habita-ble. Los primeros miradores se concibieron como entes

autónomos adosados a la fachada existente con supropia cubierta y fueron integrándose paulatinamen-te en la misma, acodándose contra el balcón superiorpara cubrir las aguas, creando columnas de miradoresencadenados y, sobre todo en la arquitectura de nue-va planta, aprovechándolos para componer los ejes,el centro o la esquina de fachada, etc.

Los primeros miradores de madera con un carácter ex-clusivamente pragmático, fueron ganando en decora-ción aprovechando las posibilidades de tallar la made-ra y el fabuloso desarrollo del lenguaje expresivo de losedificios, sobre todo, en el último cuarto del siglo XIX yprimeros años del siglo XX. A partir de la década de 1880se difunden en paralelo a los miradores de armazón me-tálico, que permiten estilizar las líneas sin perder las po-sibilidades decorativas. Los miradores metálicos deca-yeron y desaparecieron con la primera década del sigloXX. Los miradores construidos de obra nacen en la últi-ma década del siglo XIX y crece con fuerza su presen-cia durante la primera década del siglo XX hasta conver-tirse prácticamente en la única opción constructiva ycompositiva a partir de la segunda década de este siglo.

Paseo Ruzafa 8 (1900). Maestro de obras: Vicente Bochons

Plaza Horno de S. Nicolás 8Plaza Tetuán 4 Calle Bailía 1

P. Reina 5 (1895). Lucas García

Plaza Conde Carlet 3

Calle Serranos 27

Calle Guillem Sorolla 78(aprox. 1910)

Calle Linterna 11

Avda. Marqués de Sotelo 7(1927). Arq.: Luis Costa

Calle Pintor Sorolla 35 (1918).Arq.: Vicente Rodríguez

“Reparemos en las calles: en muchas de ellas vemos miradores, que son una especie de cajas de vidrieras, donde las señoritas respiran el fresco de la tarde”VALÉRIE BOISSIER CONDESA DE GASPARÍN, À travers les Espagnes…, París (1866)

Calle Pascual y Genís 9 (1906).J. Arnau

Calle F. G. Sánchiz 3 (1908). A. Martorell

Calle Paz 46 (1903). M. García Sierra

Calle Pintor Sorolla 24 (1893). P. Mustieles

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19201880

19001860

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28 MUROS

“Alrededor de los siglos XIII y XIV se consiguió unnivel de perfección y dominio de la técnica de la ta-biya sobresaliente, hasta el punto que, de la mis-ma manera que hoy en día para hacer una pared deladrillo utilizamos cuerdas y reglas para alinearla yplomarla, antiguamente también se echaba manodel encofrado, como medio para la ejecución de unmuro de ladrillo, sobre todo en elementos de pocosespesor. Dentro del encofrado se colocaban los la-drillos aparejados a soga e tizón con hormigón decal. Y si el muro era de gran espesor, entre las hojasexteriores de ladrillos se vertía hormigón de cal conmampuestos de diferente tamaño76. En efecto, a pe-sar de su apariencia como simples muros de ladrillo,estos muros de tapia pueden llegar a tener unos ten-deles o juntas horizontales entre hiladas de ladrillode hasta 9 cm.

Esta técnica, una curiosa mezcla entre la puesta en obrade arcilla natural (tapia) y cocida (ladrillo), no se encuen-tra en las fuentes arqueológicas hasta la segunda mitaddel siglo XIII77. Pero su nombre no se detecta de forma ex-plícita hasta el siglo XVI78. A la vez es muy llamativo elapelativo tan autóctono (“valenciana”) que se da a es-tos muros, a pesar de que realmente otras zonas de laComunidad presentan fábricas con estas características(Alcira, Xàtiva, Alaquàs, Castellón, Mascarell, Masa-magrell, Sagunto, entre otras…) y también en Murcia,hasta llegar a la granadina Guadix y zonas de Aragón.

Si por otro lado se analizan las características métri-cas de estas fábricas se constata la gran heterogenei-dad de los ladrillos empleados. A pesar de la dispo-sición a tizón de los elementos cerámicos, siempre seencuentran diversos tamaños y tipos de arcilla a lo lar-go de la misma fábrica. Por eso se debe reconocerque estos muros se realizan preferentemente con ma-terias primas recicladas, tal vez defectuosas o de re-cuperación. La presencia de los ladrillos irregulares noes imprudente, debido al hecho que su rol en el mu-ro encofrado equivale a un refuerzo puntual, a un ar-mado, no a un aparejo. Por esto las materias primasempleadas pueden ser heterogéneas entre sí, porqueno responden a una lógica de orden sino más bien desujeción y engranaje.

¿A cuándo se puede remontar el origen de esta técni-ca y por qué razón se puede hablar de tapia con ladri-llos? Los datos se están aún barajando, pero la hipó-tesis parece apuntar a la antigua Fábrica de Murs y Vallscomo potencial motor de la transformación tecnoló-gica, concretamente a lo largo del largo proceso deconstrucción de la muralla cristiana de la ciudad. Y es-te motor no propulsó el empleo de estas técnicas deforma espontánea, sino más bien en el marco de unasólida tradición constructiva urbana preexistente.

Posibles antecedentes históricos a la tapia con refuerzos cerámicos: las fábricas de ladrillo en el mundo bizantino

Como se ha señalado previamente, existe un vacíobastante importante en la historia urbana de la ciu-dad en los siglos IV, V y VI, vinculado a la transiciónsociocultural y el cambio desde el control político ro-mano al musulmán. No existe sólo Valentia y Balan-siya, existe una entidad híbrida entre las dos apenasconocida y documentada que abarca muchos siglosde historia80. Godos y bizantinos controlan la provin-cia de Hispania desde la caída del imperio hasta el625 d. C., año en el que tiene lugar la expulsión delos bizantinos, un acontecimiento del que existen es-casos documentos publicados81.

La presencia de fábricas con llagas o tendeles tan mar-cados apunta a lo largo de todo el Mediterráneo82 ala tradición constructiva bizantina, caracterizada pormuros con juntas tan gruesas como los ladrillos o in-cluso más, con grosores de hasta 70-90 mm. Existendiferentes técnicas que proceden de Oriente realiza-das con ladrillos de este tipo. Algunas son mixtas, conpiedra o madera, y otras se erigen únicamente con ele-mentos cerámicos.

Merece la pena definir con más detalle una de estastécnicas que se remonta a la segunda mitad de sigloV. Se trata de la conocida como “fábrica con ladrillosretranqueados”83. En este caso, tal y como indicanlas palabras, el muro se construye con una hilada deladrillos retranqueada o desalineada respecto a la ver-tical del paramento en hiladas alternas.

“..el Mediterráneo es un mar interior lo suficientemente extenso como para permitirla diversidad de sus ribereños y no lo suficientemente extendido para separarlos…”79

Ejemplos de fábricas de tapia valenciana visibles en Valencia, intervenidas u olvidadas: El Almudín, el Convento de la Trinidad, el cercado junto a San Miguel de los Reyes y edificio de viviendas en Plaza del Auto, 12, en el Barrio del Carmen (Cristini)

Tapia valenciana: maquetas, ensayos y toma de datos (Cristini; Ruiz Checa)

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78 FORJADOS Y CUBIERTAS

Entablados

En los edificios del centro histórico de Va-lencia existe un ulterior tipo de forjadoscuya estructura está construida integral-mente de madera: los entablados. Estánformados por una serie de vigas que sos-tienen la tablazón habitualmente clava-da a ellas. Las tablas, de unos 30 cm deanchura y de 4 cm de espesor, yacen porlo general perpendiculares a las vigas ysirven para sustentar el peso de las car-gas del solado colocado encima y delmaterial de relleno, arcilla, yeso o tierramezclada con cal, como en el caso delos forjados de casetones.

Las tablas no tienen los bordes machi-hembrados ni tallados a media madera,ni poseen ningún cubrejunta entre las mismas. De es-te modo, tras haber colocado el forjado, a causa de lacontracción de las tablas durante el proceso de secado,parte del relleno podría filtrar entre los tablones, si bienes posible que originariamente se pusiera algún tipo desellado o tapajuntas por encima.

Ejemplos de entablados. Palacio de Mercader, Palacio de los Catalá de Valeriola, Palacio de Joan de Valeriola

Axonometría de un entablado

Una variación posible de esta configuración básica esla inserción de otro entablado dispuesto perpendicu-larmente encima al primero, que tendría la función dereforzar y rigidizar el forjado y evitaría también la caí-da de material de relleno.

Los ejemplares presentes en el centro histórico de Va-lencia no son muchos. Entre ellos, podemos nombrarlos existentes sobre la escalera del patio del Palaciode Mercader, en dos forjados del Palacio de los Ca-talá de Valeriola y en una sala de la primera plantadel Palacio de Joan de Valeriola. En estos últimos dospalacios, la decoración afecta también una franja delas superficies perimetrales verticales donde apoyanlas vigas. En el ejemplo del palacio de Joan de Vale-riola, además, se observan unas tablillas verticales en-tre las cabezas de las vigas como sucede en los for-jados de casetones.

tablazón jácenaviga

tablillaForjados de rasilla

Los siguientes dos tipos de forjados com-binan una estructura principal de made-ra junto con elementos cerámicos. El ca-mino emprendido responde tanto a lanecesidad de ahorrar madera como a unamayor rapidez en la construcción ya que,para su realización, prácticamente no serequiere una elaboración previa de las pie-zas. Los primeros ejemplos de combina-ción de elementos cerámicos y de made-ra en forjados son los forjados de socarrats,aunque desafortunadamente y hasta don-de alcanza nuestro conocimiento no seconservan en el centro histórico de Valen-cia estructuras de este tipo.

Los socarrats propiamente dichos son piezas cerámicascon características precisas. Existen dos tamaños, ambosde 3 cm de espesor: el más grande y difundido es 43x35cm, el otro 30x15 cm. Su producción comenzaba condejar secar, en un sitio umbroso y poco aireado, una pie-za de arcilla después de haberla sacado del molde demadera. Cuando la pieza estaba seca se revestía con unacapa blanca que, gracias a los análisis hechos por el AI-CE (Asociación de Investigación de las Cerámicas) deCastellón, se sabe que era carbonato cálcico, que unavez cocido se transformaba en óxido cálcico11. Antes

de introducir la pieza en el horno, se pintaba la deco-ración con dos colores: negro, oxido de manganeso, yrojo oscuro, peróxido de hierro. Posteriormente, loselementos se hornean sólo una vez a 900-1.000°C, sinvidriarse o esmaltarse. De esta única cocción deriva elnombre de socarrat que literalmente significa tostado.Aunque sus orígenes sean árabes, estos elementos tu-vieron en la región de Valencia una difusión posteriorentre los siglos XIV y XVI. La decoración suele limitarsea motivos geométricos, escudos de armas, y figurassimplificadas de personas, animales o vegetales.

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Socarrats en el Museo Nacional de Cerámica González Martí

Axonometría de un forjado de rasilla

suelo de azulejos

capa de mortero

clavazón

listones

viga

solera de rasilla

tapajuntas

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Los revestimientos analizados del centro histórico deValencia son casi en su totalidad revocos de yeso condiferentes acabados superficiales que los caracterizany los definen, diferenciándose dos grandes gruposen función de su textura final lisa o rugosa, aspectomuy relacionado con la composición material de losenlucidos y, por supuesto, con la técnica empleada pa-ra su realización. A continuación, se enuncian y des-criben las tipologías de revocos más comunes:

• REVOCO LISOSe caracteriza por su superficie tersa, completamen-te plana, sin presentar porosidad, que se consiguecon llana o paleta apretando fuertemente la últimacapa aplicada de yeso para cerrar los posibles porosque se pudieran formar y bruñir la superficie. Habi-tualmente, una vez obtenido el acabado deseadose aplica una capa de pintura muy suave. Se ha apli-cado tradicionalmente en las zonas altas de las fa-chadas con el fin de protegerlo de los golpes. Es elenlucido más generalizado en las fachadas del cen-tro histórico de Valencia, porque representa casi el70% de los casos analizados.

• REVOCO LISO LAVADOEste acabado superficial se realiza de forma muy si-milar al anterior con la única excepción que, una vezque se ha obtenido la superficie bruñida, incluso conla ayuda de un paletín, se lava con brocha o cepillo

Los enlucidosdel centro histórico

de Valencia

De izq. a der.: Aspecto de un revoco liso. Aspecto de un revoco liso lavado. Aspecto de un revoco liso estucado (La Spina)

de crin y agua para eliminar la lechada y sacar al ex-terior los granos de árido de la masa. Sin embargocuando se realiza el lavado sobre una masa con esca-so árido, como es muy frecuente en el caso de Valen-cia, provoca la aparición de cierta porosidad exclusi-vamente superficial muy característica. Y a menudo,en estos casos, la coloración está integrada en la su-perficie, como si se aplicaran aguadas de color.

• REVOCO LISO ESTUCADOEs el revoco más elaborado de realizar y su ejecuciónes similar a la de los estucos de yeso. Principalmen-te, se caracteriza porque, una vez repasada la super-ficie con la paleta, asperonando47 y apomazando, sefrota con un trozo de lienzo áspero o de fieltro un po-co húmedo, para tapar todos los poros y los huecos.A continuación, se bruñe la superficie con bruñidorade acero o con una muñequilla de trapo fino, llena deyeso, pigmento y jaboncillo (una mezcla de jabón ycal) y finalmente, se vuelve a repasar y alisar con la pa-leta. La superficie así obtenida es completamente li-sa, compacta, impermeable, sin poros, completamen-te suave al tacto e, incluso, con posible brillo especularque la diferencia de un simple revoco liso.

• REVOCO RUGOSO PÉTREOLa ejecución de este tipo de revoco es completa-mente análoga al revoco liso lavado, con la gran di-ferencia que la cantidad de árido presente en la

última capa es tal que al final se obtiene una super-ficie plana, pero rugosa al tacto, por el árido que haaflorado en ella. Con él se pretende imitar a los si-llares de piedra y se consigue un revestimiento degran resistencia, muy utilizado en las plantas bajas,esquinas y zonas de paso.

• REVOCO RUGOSO RÚSTICO O LABRADOSe caracteriza por su aspecto final menos elaborado ypor ser la base de muchos otros revocos por su super-ficie irregular que permite la fácil adherencia de nue-vas capas de masa. En principio, para realizarlo no seutiliza ni la llana ni la paleta para no alisar la superfi-cie. Y en este tipo de acabado la carbonatación es másrápida por la mayor porosidad y tamaño del árido. Pe-ro a su vez, la acumulación de polvo y suciedad en lavida posterior del revestimiento es superior.

• REVOCO RUGOSO A LA MARTELLINAEs un tipo de revoco que se obtiene a partir de unrecovo liso y que se caracteriza por el picado de lasuperficie con una martellina o una bujarda, con elque se obtiene un aspecto muy similar al de un si-llar, a tenor de la densidad del picado. Con frecuen-cia se utiliza en los almohadillados o avitolados48 delas plantas bajas por tener mayor resistencia al ro-ce y a los impactos.

De izq. a der.: Aspecto de un revoco rugoso pétreo. Aspecto de un revoco rugoso rústico o labrado. Aspecto de un revoco rugoso ala martellina (La Spina)

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En paralelo a las decoraciones murales, la cerámica tu-vo una extraordinaria importancia en Valencia du-rante los siglos XVIII y XIX. Al igual que ocurrió con laproducción de Manises del XV, los suelos valencianosy –en este momento– los zócalos concentraron la ma-yor riqueza decorativa dentro de espacios de relativasobriedad. La creación de numerosas fábricas y la re-alización de azulejos de gran calidad, que eran expor-tados a Europa, América y al norte de África, es un hi-to digno de mención150. Sin embargo, los pavimentoscerámicos son muy delicados, desgastándose por eluso, por lo que fueron renovados con frecuencia. Ac-tualmente es muy poco lo que se conserva in situ y ca-si siempre en unas condiciones bastante precarias, loque ha originado que en muchas restauraciones sim-plemente se colocara una selección de las piezas me-jor conservadas en la pared. No obstante en interven-ciones más recientes como la del palacio de Catalá deValeriola sí que se han restaurado adecuadamente al-gunos suelos cerámicos, encargando copias moder-nas para sustituir los azulejos más deteriorados.

La producción valenciana de cerámica empezó a inde-pendizarse de los modelos externos desde principios delsiglo XVIII, creando diseños propios de gran cromatismo.A partir de 1720-1730 y coincidiendo con el auge de laeconomía valenciana hubo una mayor demanda de azu-lejerías, impulsada por las numerosas reformas y el cre-cimiento urbano. Desde 1730-1740 se impuso en esemomento el formato de azulejo de un palmo de lado(22,5 cm) frente al de medio palmo o el de 13 cm, ha-bituales hasta entonces. Este nuevo formato facilitabalas composiciones en obras de encargo y desarrollaríalas organizaciones de a cuatro en los azulejos de serie.Son típicos de esta época y perdurarán hasta el siglo XIX

los diseños de pavimentos emulando alfombras, llama-dos de hecho “alfombras de verano” en la documen-tación y que, según Esclapés, imitarían las realizadas enMesina (Sicilia). Suelen orientarse a 45º para disimular

La riqueza de lacerámica valenciana de lossiglos XVIII y XIX

Pavimentos del siglo XVIII combinando pequeñas piezas deazulejería con grandes baldosas sin esmaltar, siguiendo latradición de las últimas décadas del XVII. El último de los ejemplos está reutilizando azulejosmedievales y piezas posteriores cortadas. En viviendas másmodestas se encuentran pavimentos resueltos únicamentecon baldosas lisas

los defectos de las visuales rectas. Se conservan algu-nas de gran calidad en el Colegio del Arte Mayor de laSeda o en la celda de San Luis Beltrán, en el Hospital deSacerdotes Pobres y, ya posteriores, en el Palacio delMarqués de Dos Aguas151, siendo todavía posible en-contrar ejemplos más modestos y no tan bien conser-vados en edificios burgueses del XIX.

Sin embargo, lo más común fue la realización de pavi-mentos con azulejos de serie, bastante recargados enel siglo XVIII y con mayor predominio del blanco a par-tir del XIX. Son fáciles de identificar las figuras de roca-llas de hacia 1750 con abundancia de los tonos azulesy verdes, o los motivos de cintas y grecas mezclados conelementos vegetales propios de las décadas siguientes.Aumenta la paleta en torno a 1800, introduciéndosecolores como el marrón o el púrpura, adecuándose losdiseños a las modas neoclásicas y fernandinas, muchasveces acompañadas de una vegetación naturalista conmultiplicación de ramas y hojas. También son fácilmen-te reconocibles los motivos de cintas azules de media-dos de siglo que, según Pérez Guillén, estarían inspira-dos en la estética Biedermeier. Durante toda la primeramitad del XIX fueron muy populares los azulejos que re-presentan en su centro flores, frutos o pequeñas esce-nas, tanto en policromía como en tonos azules152.

La alternancia de piezas bizcochadas y esmaltadas fuetambién muy común. Desde el último cuarto del sigloXVI se extendieron las combinaciones de pequeños azu-lejos de 13 cm de lado con losetas cuadradas de pal-mo y medio (34 cm), solución habitual hasta mediadosdel XVIII. Los pavimentos convencionales se formabanúnicamente por estas mismas losetas grandes sin es-maltar, perdurando hasta principios del siglo XIX, aun-que también se encuentran en terrazas y zonas de ser-vicio de época muy posterior. Desde la segunda mitaddel XVIII se encuentran también combinaciones de azu-lejos de un palmo de lado con piezas bizcochadas dela misma dimensión, montados en damero girado a45º. Los pavimentos más simples desde mediados delsiglo XIX estuvieron formados exclusivamente por estaspiezas sin esmaltar, menores y más finas que las de épo-ca anterior, hasta que las de gres de Nolla monocro-mas o el baldosín hidráulico rojo las sustituyeron. Sonimportantes también en este momento los zócalos oarrimaderos, resueltos con azulejos de serie o como au-ténticos murales, en ocasiones de una calidad excep-cional. Igualmente se deben destacar las decoracionesde balcones y contrahuellas de escaleras, o los panelescon temas costumbristas en las cocinas, que se des-arrollaron en el último cuarto del XVIII153.

Pavimentos de la primera mitad del siglo XIX. La desaparición de los azulejos de pequeño formato derivó en este tipo de combinaciones, donde se usan azulejos de un palmo de lado, aunque parecen no haber tenido tantoéxito como las anteriores

Pavimentos alternando azulejos y piezas sin esmaltar delmismo tamaño. El primero corresponde al tercer cuarto delsiglo XVIII y presenta cenefa y un motivo central más decorado,en la línea de las composiciones del XVII. El segundo corresponde a un edificio del primer cuarto delXIX, aunque se pueden encontrar hasta mediados de siglo. Enviviendas más modestas se resolvía todo el piso con piezas debarro sin esmaltar

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192 CARPINTERÍAS

Herrajes

Desde siempre, el carpintero y el herrero han sido con-siderados dos oficios fundamentales a los que la so-ciedad debe muchos de sus progresos tecnológicos ysociales. No sería posible trabajar la madera sin que elherrero anteriormente hubiera forjado los instrumen-tos necesarios, que se pueden considerar con plenoderecho el mayor testimonio de esta simbiosis. Unahoja no podría cortar sin un mango que la sostenga yun martillo tendría la misma utilidad que una piedrasin poderlo empuñar. Entre los herrajes utilizados porlos cerrajeros para guarnecer puertas y ventanas, esnecesario establecer unas familias a tenor de la fun-ción que tienen, de modo que el elevado número depiezas existentes no genere confusión y la terminolo-gía quede clara.

Herrajes de enlace

Los bastidores o cercos fijos deben estar ligados deuna manera rígida a las mamposterías, y para ello serecurría como alternativa a los cogotes de madera ga-rras de empotramiento rectas o acodadas, que se fa-bricaban de 70 a 125 mm de longitud, que era acon-sejable poner en proximidad de los goznes que sefijaban al marco de las hojas.

Herrajes de consolidación

Los empleados más habitualmente son las escuadrascolocadas en los ensambles de los peinazos, maineles ymontantes de los marcos, sobre todo en los grandes ta-bleros que su propio peso podría deformar. Pueden irempotradas en la madera o no, y contribuir a la deco-ración de las ventanas o ser lisas, como en el caso delas intervenciones de mantenimiento.

Herrajes de movilidad

Estos herrajes sirven para asegurar el movimiento delos paneles de cierre, generalmente de rotación. Su ro-bustez es fundamental para que los movimientos seefectúen de una manera regular. A continuación, sedefinen las tipologías y modelos que se utilizan másen la fabricación de ventanas, tal como los nombranlos antiguos tratados de cerrajería:

• Goznes: En el gozne se distinguen el pezón que sirvede eje de giro, el cuerpo o nudo sobre el que descan-sa el pezón, ordinariamente soldado formando unojo, y por último la barra. El gozne de empotramien-to termina en cola de carpa para agarrarse mejor auna jamba de piedra, mientras que el gozne de pun-ta y el de patilla se fijan sobre marcos de madera.

• Pernos: Se definen como pernos a las bandas o palasde hierro, clavadas sobre los tableros de puertas ocontraventanas y que terminan en un ojo, denomi-nado también puerca o hembra. Los pernos puedenser de cuello alargado o acodado y pueden servir, ala vez que para el movimiento, para la consolidacióny el decorado de las carpinterías.

Conjunto gozne- perno y bisagra palacio cerca de Albal

Bisagra de doble nudo. Detalle carpintería de una ventana delPalacio en la calle Portal de la Valldigna 4 (siglo XVIII)

193

• Bisagras: Las bisagras, que se emplean paracarpinterías más ligeras, se componen de doshojas de metal, palastro, latón o cobre fun-dido, replegadas cada una sobre otra y uni-das por una barra metálica llamada espigao pasador. Las dos hojas así replegadas sellaman alas, mientras que al sitio que reúnenreplegándose se le llama nudo. Las bisagrasprevén un número de cilindros indefinido ypuede variar de dos, a cuatro o seis, depen-diendo del peso que deben aguantar. Cuan-tos más cuerpos o cilindros tenga, la bisagraserá más precisa. Las extremidades de la es-piga pueden sobresalir y tornearse en formade bola, de vaso o de un remate cualquiera.La bisagra más común es la denominada bi-sagra de broca y se fabrica utilizando el man-dril para doblar el palastro, un útil llamadollavera para hacer el nudo y el martillo parahacer el botón a la espiga.

Otra bisagra es la denominada bisagra de des-goznar, realizada en chapa reforzada con ungrueso nudo, láminas remachadas y bolas tor-neadas. Presenta dos cuerpos y puede llevartambién un anillo de cobre en el medio, pa-ra reducir el roce entre las dos piezas.

Las bisagras más antiguas que se hallan enValencia son las que suelen encontrarse cla-vadas en los antiguos postigos. Son produc-tos de forja, con un ala en forma de medialuna fijada al cerco, mientras que la otra apli-cada a la hoja tiene forma alargada y contri-buye a consolidar la pieza además que darlemovilidad. Presentan tres cuerpos y en algu-nos casos son de doble nudo: el primero pa-ra dar movilidad a la hoja, el segundo parapermitir la apertura de los postigos. Esta cla-se de bisagra suele ir encajada en la maderay clavada con clavos de cabeza muy irregulare imperfecta, claramente de forja.

Elementos de cerrajería.

Leyenda: 1. Españoleta de ventana (a) y de contraventana(b). 2. Modelos de bisagras: a cola de golondrina (a), a media luna (b) y modelo moderno del siglo XX (c), piezas de reja (de balcón y de puerta de balcón del sigloXVIII con decoración floreal, fallebas y pestillos

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2a 2b2c

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La arquitectura en la Belle Époque (1902-1914). Elementos distintivos

En los edificios más significativos aparecen las marquesinasmetálicas acristaladas, adornadas con follaje, guirnaldas,triglifos… Calle Barcas 4 esquina con Pérez Pujol 2 (1910) delarquitecto Luis Ferreres

Los zócalos de piedra combinan la molduración clásica deescocías, cintas y bandas con texturas varias (abujardada,verrugada, lisa…) en busca de mayor expresión. Calle Paz 31(1903) de los arquitectos Enric Sagnier y Francisco Mora

Los edificios de la Reforma Interior pasan de tener cuatroalturas a generalmente seis, al tiempo que se extiende el usode los chaflanes. Calle Correos 4 esquina con Pérez Pujol 8ac

Las ventanas pueden llegar a adoptar formas libres sinuosas dediverso tipo y los guardamalletas se convierten en un elementomás para el diseño imaginativo de la fachada. Calle Mar 42(1902) de los arquitectos Enric Sagnier y Francisco Mora

Se utiliza profusamente la piedra artificial a base de cementopara la fabricación de los motivos decorativos del edificio que amenudo son de inspiración floral o vegetal. Calle Roteros 1esquina con Serranos 33ac

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Los zaguanes se cargan de decoración vegetal en falsos techos,frisos, vidrieras, pinturas… y aparecen eventualmente vanosultrasemicirculares. Calle Comedias 7 (1905) de los arquitectosEnric Sagnier y Francisco Mora

Los portones curvan sus peinazos como las cuadernas de unbarco con gran libertad compositiva y se acompañaneventualmente de relieves tallados o esculturas. Calle PérezPujol 3 (1911) del arquitecto Antonio Martorell

Los falsos techos de yeso lucen una profusa decoración vegetal. Calle Paz 31 (1903) de los arquitectos Enric Sagnier yFrancisco Mora

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Los bajos comerciales continúan haciendo uso de las columnasde fundición para conseguir mayor diafanidad en edificiospreexistentes, como en este caso, y recurren a diseñoscorporativos procedentes del taller del ebanista que incorporancuadernas, coup de fouet y tallas decorativas vegetales. Calle San Fernando 14

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La ciudad de Valencia, como se ha podido apreciar enlas páginas anteriores, custodia todavía en sus edificioslas huellas de su larga historia. Los edificios históricosde viviendas comunes, todavía presentes en la ciudad,permiten en muchos casos de acercarse a la historia deltejido histórico de Valencia. Aprender a conocer y reco-nocer estos edificios representa el primer paso, pero elsegundo y absolutamente necesario consiste en apren-der a cuidarlos, conservarlos, restaurarlos con la aten-ción que merecen, tanto en su condición de memoriahistórica pero también como en la de edificios que to-davía conservan cualidades materiales y espaciales queson apreciables en la actualidad. La restauración deestas viviendas tiene por tanto una doble finalidad: porun lado la conservación de la historia de la propia vivien-da –y de la ciudad a través de ella–, donde cada célulaes parte del todo y donde la vida del conjunto depen-de la vida de cada célula; y, por otro lado, la posibilidadbrindada a los usuarios de las viviendas restauradas devivir en viviendas únicas, donde cada una es diferentede la otra, donde la calidez de los materiales históricos,de la manualidad de su trabajo y de sus espacios ricosy complejos, donde la historia se entrelaza con la vidaactual, se complementa además con la posibilidad deseguir disfrutando de la escala humana de la ciudad his-tórica, una ciudad a medida de hombre donde toda-vía existen plazas para encontrarse, calles donde pase-ar, tiendas donde comprar en contraposición a la escalasobrehumana de la ciudad de los coches con grandesavenidas, rotondas de tráfico que alguien tiene la osa-día de llamar plazas y centros comerciales.

Para ilustrar la factibilidad de la restauración de losedificios de vivienda del centro histórico, se muestrana continuación algunos ejemplos que no constituyen

excepciones dentro del tejido de la ciudad sino queson edificios más bien comunes, escogidos entre mu-chos otros similares.

Un edificio en la calle Maldonado 33

El primer edificio de viviendas que se va a tratar se si-túa en el barrio de Velluters, en la calle Maldonadoal número 33. Se trata de un edificio sin ningún ti-po de protección según el PEPRI del barrio de Vellu-ters, que estaba destinado a derribo para dar pasoa una edificación de nueva planta. La fachada, estre-cha con solo un balcón y una ventana por plantaabiertos hacia la calle, con planta baja, entresuelo ydos alturas, construida con un estilo academicista es-cueto, no llama la atención (fig. 1). El solar que ocu-pa el edificio es alargado, con una primera crujía quealoja la estrecha escalera de distribución a las vivien-das, una segunda crujía más amplia abierta hacia elpatio, y un cuerpo alargado en la parte trasera per-pendicular a la las dos anteriores que alojaba los dor-mitorios. El patio se ocupó en el tiempo con una se-rie de volúmenes superpuestos que alojaban losdiferentes servicios y que creaban una serie de terra-zas interconectadas entre sí, en un juego de volúme-nes estratificados (fig. 2). El edificio había sufrido al-gunas intervenciones durante el siglo XX y, sobre todo,era víctima de la degradación y del abandono que ca-racteriza numerosos edificios del barrio.

Sin embargo, el levantamiento métrico y el estudioconstructivo del edificio desvelaron unos caracteres his-tórico-constructivos de gran interés. En primer lugar,la cantidad y diversidad de las técnicas constructivasempleadas dejaba manifiesta la naturaleza estratifica-

Restaurar viviendasconservando la ciudad

da del edificio. Las dos primeras crujías presentabanen los niveles de entresuelo, primera y segunda plan-ta un forjado con viguetas de gran escuadría (30 x 30cm aprox.) labrada con toros y revoltones amplios (85cm aprox. entre viguetas) (fig. 3).

La parte trasera, en el nivel de planta primera, presen-taba un forjado con viguetas también con toro perode menor escuadría (15 x 20 cm aprox.) y revoltonesde menor amplitud (65 cm aprox. entre viguetas) de-corados con un encintado cinta grisazulado en el pe-rímetro de cada revoltón y en el remate superior de lapared (fig. 4). Este tipo de acabado y decorado corres-ponde normalmente a forjados del siglo XVIII. En el 5

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358 RESTAURAR, CONSERVAR Y PROTEGER LA HISTORIA CONSTRUÍDA DE VALENCIA

FASE 1

FASE 2 FASE 3

FASE 5FASE 4

23. Hipótesis de evolución arquitectónica del edificio situado en la calle Maldonado 33

359

La restauración

La restauración realizada en el edificio ha tenido comoobjetivos principales la conservación de la cultura ma-terial presente en sus elementos y estructura espacialy distributiva, así como la puesta al día de las viviendaspara que pudieran estar perfectamente al paso conlos tiempos, creando espacios agradables para la vidacontemporánea y complejos por su complementarie-dad entre la historia y la actualidad. El conjunto restau-rado resultó en tres viviendas de protección oficial yun bajo comercial. El edificio precisaba de una interven-ción de consolidación de los forjados, reparación de lacubierta con la inserción de impermeabilización y aisla-miento, restauración y mejora de las carpinterías, pues-ta al día de las viviendas con una nueva distribución einserción de servicios e instalaciones, acabados, etc.La restauración del edificio se acometió con el objeti-vo de conservar su materialidad (forjados, pavimen-tos, enlucidos, carpinterías, balcones, etc) y su carác-ter estratificado, compaginando esta meta con la puestaal día de las instalaciones, la mejora de su comporta-miento estructural y energético y el acondicionamien-to de los espacios de la vivienda.

Tras el desescombro y la limpieza del edificio, se acome-tió en primer lugar la intervención de carácter estructu-ral. Los forjados estaban en buenas condiciones y no pre-cisaban de una verdadera intervención de consolidación.Sin embargo, se decidió realizar un refuerzo estructuraldel forjado con una capa de compresión de madera conla finalidad de aumentar el margen de seguridad estruc-tural de los forjados y, al mismo tiempo, aumentar su re-sistencia al fuego. El refuerzo se verificó nivelando a pla-no horizontal las viguetas con costillas longitudinales encaso de desnivel o flecha en la parte central (fig. 24) yatornillando sobre las mismas una capa de compresiónde tableros contrachapados (fig. 25). Los tableros con-trachapados se vincularon entre sí con flejes metálicos(fig. 26) para que funcionaran conjuntamente como unaúnica capa y se conectaron al muro con angulares me-tálicos (fig. 27), que permitieron el atado del edificioen su conjunto haciendo funcionar los propios flejes co-mo tirantes en las dos direcciones. Este tipo de refuerzode forjados con madera presenta una serie de ventajasimportantes respecto al refuerzo con capa de compre-sión de hormigón: menor peso de la capa de compre-sión de madera respecto a la de hormigón, mayor com-patibilidad estructural al trabajar madera con madera,evita el aporte de agua y humedad en los forjados his-tóricos ligada a la capa de compresión de hormigón.

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“Conocer para proteger”el centro histórico de Valencia

El conocimiento como premisa para la conservación

El gran desconocimiento que existe sobre la tesitura, lastécnicas tradicionales, la evolución de los sistemas cons-tructivos y estructurales y los caracteres arquitectónicosy constitutivos de la edificación histórica en la ciudad deValencia es el primer responsable de la indolente demo-lición a la que están siendo sometidos muchos edificiosresidenciales del centro histórico.

Para apreciar un objeto, el primer paso necesario es suestudio y conocimiento para su puesta en valor. Lapuesta en valor no hace sino generar sistemas de pro-tección explícitos, a nivel normativo o administrativo–cuando dichos estudios se vinculan a mecanismos deprotección reales de los elementos construidos–, o tá-citos, a nivel popular o espontáneo –cuando el reco-nocimiento ya se ha asentado en la sociedad–.

El desconocimiento de este tejido residencial de arqui-tectura tradicional de Valencia corre parejo con la fal-ta de formación que ha caracterizado durante muchotiempo los estudios de las escuelas de arquitectura detoda España. Esta falta de conocimiento de los técni-cos discurre en paralelo con la pérdida de capacidadde los oficios de construcción que, salvo contadas ex-cepciones, no saben apreciar el valor intrínseco de es-tas edificaciones, y no saben cómo restaurar un edi-ficio tradicional con sistemas compatibles con laconstrucción histórica.

La combinación de ambos desconocimientos, el delos técnicos y el de los alarifes, despierta las dudasdel propietario de un edificio histórico que, aun que-

riendo acometer una restauración sensible con la cul-tura construida local, se encuentra con el temor deque el coste será mucho mayor que una demolicióny una construcción nueva y con la desconfianza deque la construcción antigua pueda sobrevivir por sísola. Frente al temor del coste, se demuestra en lamayor parte de las ocasiones que, con un conoci-miento adecuado del edificio histórico y de los siste-mas de construcción tradicionales, la restauración esequivalente cuando no mucho más barata que lanueva construcción. Frente a la desconfianza de lasolidez del edificio, cabe recordar que estos edificiosexisten desde hace más de cien años en buen esta-do de funcionamiento, cuando al hormigón armadose le conceden aproximadamente 50-60 años devida útil antes de requerir las primeras reparacionesde consideración.

El Plan General de Valencia actualmente vigente (1988)delegó en su día el planeamiento de su centro históri-co a los Planes Especiales de Protección y Reforma In-terior (PEPRI) para cada uno de los barrios, que se re-dactaron entre 1991 y 1992. La catalogación de losPEPRI se consideró en su momento una solución provi-sional que se adoptó a falta del desarrollo de un catá-logo exhaustivo y razonado de protección patrimonialdel centro histórico de Valencia, cuestión pendiente quenunca se llegó a emprender. La evolución del centrohistórico de Valencia está marcada por la desaparicióny demolición durante la segunda mitad del siglo XX deun buen porcentaje de su edificación residencial histó-rica, incluso de inmuebles de gran valor patrimonial,que la catalogación sumaria llevada a cabo en su díapor los Planes Especiales no llegó a detectar y valorar.

INTERVENCIONES EN LAS DÉCADAS 50-60-70

INTERVENCIONES EN LAS DÉCADAS 80-90

INTERVENCIONES EN LA PRIMERA DÉCADA DEL 2000

SOLARES ACTUALES

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todo se puedan leer los llenos y los vacíos, es decir laedificación existente a principios del siglo XVIII y losespacios que quedaban todavía sin edificar.

La progresiva superposición de la cartografía históricacon el plano actual, además del estudio cruzado de lasalineaciones realizadas y de la fecha probable de ocu-pación de la parcela y construcción de los edificio, per-mite aventurar una hipótesis de clasificación de los nú-cleos constructivos históricos con el objetivo deidentificar qué edificios pueden ser estratificados, apesar de su fachada más o menos reciente y, por tan-to, susceptibles de esconder estructuras y elementosde la ciudad más antigua. Se trata de un mapa de “hi-pótesis de clasificación de los núcleos constructivos

históricos”, es decir un mapa que identifica los edifi-cios que, a pesar de tener una fachada de finales delXIX o principios del XX, podrían esconder perfectamen-te caracteres, elementos, estancias, etc. correspondien-tes a otras configuraciones. Evidentemente algunos delos edificios marcados podrían no presentar tales ca-racterísticas, pero tras una comprobación por mues-tras entrando en una serie de edificios se ha podidocomprobar que en la mayoría de los casos la identifi-cación realizada sobre el mapa corresponde a la rea-lidad construida.

Por último se ha superpuesto el plano de Hipótesis declasificación de los núcleos constructivos históricoscon el plano actual de protección de la edificación de

400 RESTAURAR, CONSERVAR Y PROTEGER LA HISTORIA CONSTRUIDA DE VALENCIA

Comparación entre edificios protegidos y no protegidos

Edificios con protección 1

Edificios con protección 2

Edificios con protección 3

Edificios antiguos no protegidos (protección ambiental)

401

la ciudad derivado a su vez por la unión de diferen-tes normativas como los catálogos de los PEPRI (PlanEspecial de Protección y Reforma Interior) de los cin-co barrios de Ciutat Vella, las normativas de los en-tornos BIC y los ámbitos de calificación urbanística delPGOU. El resultado es un plano que denominamosPLANO DE RIESGO dado que pone en evidencia lasincongruencias creadas por un sistema de protecciónbasado en una catalogación expeditiva y superficial,absolutamente divergente respecto a las reales carac-terísticas de la edificación existente. Las incongruen-cias que emergen de este solape de información noshan animado para realizar un atento análisis de la nor-mativa actual, del sistema de protección y la propues-ta de unas posibles mejoras.

Hipótesis de la clasificación de los núcleos constructivos históricos

Monumentos

Llenos modernos y vaciados

Suelos modernos

HIPÓTESIS

Edificios con posible presencia de estructuras anteriores al Tosca

Edificios con posible presencia de estructuras anteriores al Tosca sometidos a alineaciones (en el plano de 1892)

Edificios de nueva planta marcados en el plano de alineaciones de 1892

Edificios posteriores al Tosca y anteriores a 1892

Edificios posteriores a 1892 y anteriores a 1950

Nivel 1. Protección monumental

Nivel 2. Protección estructural

Nivel 3. Protección arquitectónica

Otros vínculos

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Tras el estudio detallado de las definiciones existentesy comparándolas con otras realidades españolas y ex-tranjeras se plantean las siguientes nuevas definiciones:

• MANTENIMIENTO:

Se trata de obras cuya finalidad es mantener un edificioo construcción en el correcto estado físico de sus ele-mentos constructivos, funcionamiento de sus instalacio-nes y en general de su seguridad, salubridad y ornato.Son en general las obras de precaución que periódi-camente es, o debe ser usual realizar para mantenerla salud del edificio (tales como limpiezas, pinturas, re-pasos de carpinterías, etc.), así como la reparación dedaños locales menores (en cubiertas, revestimiento,acabados, eliminación de humedades, etc.), incluso lareposición de instalaciones menores sin crear ningunaalteración de su configuración exterior e interior.

• CONSOLIDACIÓN:

Se trata de obras cuya finalidad es consolidar un edificioo construcción para alcanzar el correcto estado físico desus elementos constructivos y en general de su seguridad,sin alterar su configuración exterior e interior. Son en ge-neral las obras tendentes a la reparación de daños yaproducidos, con la finalidad de devolver al edificio a subuen estado de conservación material y estructural, subsa-nando las causas de los mismos fenómenos de degrada-ción material y estructural. Comprende principalmente:

- la reparación y refuerzo de estructuras y fábricas- la reposición de elementos parcialmente desapare-cidos, cuyas exactas características puedan ser fijadas in-discutiblemente a partir del propio edificio por repeticiónde elementos (balcones, remates ornamentales, etc.), porreposición en continuidad (cornisas, impostas, balaustra-das, etc.), o por otros motivos.- incluso pueden comprender sustituciones parciales ne-cesarias en los elementos estructurales (tales como en-

tramados, cuchillos, forjados, jácenas, pilares, arcos din-teles bóvedas, antepechos, cornisas, etc.), con el grado demimetización o diferenciación que se les imponga.

• RESTAURACIÓN CONSERVATIVA:

Se trata de obras realizadas en edificios con destacadosvalores arquitectónicos, históricos, constructivos, artísti-cos, que tienen por finalidad general conservar, restituiro mejorar la legibilidad la arquitectura. La característicaque esencialmente define a las obras de restauración esla de una necesaria e ineludible labor previa de la in-vestigación de las fases constructivas del edificio de-jando claro que no se debe preferir una entre las de-más porque todas son parte de la historia del edificio yse han de respetar a menos que no sean perjudiciales pa-ra la estabilidad del edificio o se hayan añadido en los úl-timos 50 años. Dentro de las actuaciones de restauraciónse admitirían:

- Obras de reparación propias para asegurar la esta-bilidad, higiene y ornato del edificio pudiendo necesi-tar la aportación de elementos nuevos cuya naturalezamaterial será igual a la de los sustituidos y que habránde ser reconocibles.- Obras de conservación de los elementos arquitectó-nicos, artísticos, constructivos, estructurales y mate-riales del edificio (pinturas y decoraciones, forjados, es-caleras, muros, acabados, carpinterías interiores y exteriores,elementos muebles, etc.).- Obras dirigidas a la conservación y recuperación delas huellas de las diferentes fases constructivas del edi-ficio y puesta en valor de las mismas.- Obras encaminadas al cumplimiento de la normativa deprotección contra incendios, normas técnicas sobre insta-laciones y similares requeridas para la adecuada fun-cionalidad de las actividades autorizadas en el edi-ficio, siempre que no degraden su conformación y susvalores arquitectónicos.

Propuesta para unas nuevas definiciones de las intervenciones posibles

- Obras de restitución de elementos arquitectónicosalterados, siempre que se cuente con suficiente infor-mación sobre las mismas y se ejecuten de conformidadcon sus materiales y acabados aunque necesariamentedistinguibles. - Obras de reconstrucción que pueden proponer la re-cuperación filológica de las invariantes arquitectóni-cas del edificio con criterios de integración y coherenciaformal pero con diseño diferenciado.- Obras de actualización y adecuación de las condicio-nes de habitabilidad y uso que pueden incluir actua-ciones de consolidación con criterios de integración y co-herencia formal, recomendándose evitar actuaciones decarácter analógico.- Obras de eliminación de elementos impropios rea-lizables exclusivamente si su estado ruinoso, demostradocientíficamente con pruebas objetivas, pone en peligro lasupervivencia del edificio construcción. Además se con-siente la eliminación de los elementos, estructuras y aña-didos posteriores al 1960 por su incompatibilidad o porser causa de perturbación de la imagen del edificio pro-tegido, así como casetones, porches trasteros, sobreele-vaciones en cubiertas, marquesinas disonantes, sustitu-ciones inadecuadas de carpinterías, tratamientos yrevestimientos de fachadas en bajos y pisos, cartelonesy reclamos publicitarios, etc.

• REHABILITACIÓN:

Obras cuya finalidad es adecuar las condiciones de ha-bitabilidad del edificio a un uso concreto permitido,sin alterar su configuración exterior ni su esquematipológico básico; sin menoscabo de las propias de res-tauración o de conservación estricta, definidas en los pun-tos anteriores, que sean necesarias. Se permitirían las si-guientes obras:

- la implantación de nuevas instalaciones menores,la sustitución de instalaciones menores o mayores.- la redistribución horizontal de locales (por alteracio-nes de la tabiquería o particiones interiores).- la apertura de huecos de acceso, luces o ventilacióna patios, escaleras u otros locales, siempre que no afec-ten al valor arquitectónico de éstos.- la adecuación funcional y estética de los espacios inte-riores hasta pudiendo permitir la sustitución interiorde carpinterías, cerrajerías, revestimientos o acaba-dos que se demuestren claramente inadecuados.- la sustitución del material de cubrición en las cubiertassiempre que se reponga con material tradicional compa-tible con el edificio y su entorno.

• REESTRUCTURACIÓN:

Son aquellas actuaciones de renovación o transforma-ción, en edificios inadecuados para un uso específi-co, por su grado de deterioro o especiales deficien-cias arquitectónicas o funcionales, que supongan lamodificación de la configuración arquitectónica y la sus-titución de elementos de su estructura, manteniendo encualquier caso los elementos de cerramiento que definenel volumen y forma del edificio. Además de las obras pre-vistas en la rehabilitación comprendería:

- la implantación de nuevas instalaciones mayores cui-dando especialmente la no alteración de la fisonomía ex-terior de los edificios mediante la adición de volúmenesexternos o apertura de huecos (como es el caso de los ca-setones de ascensor o las tomas de aire para los siste-mas de climatización, etc.).- la sustitución de las estructuras horizontales mante-niendo la cota original. La sustitución de cubiertas inclu-so con cambio de materiales podrá autorizarse siem-pre que no trascienda a fachada o alero, ni empleemateriales de cubrición claramente perturbadores desu entorno (tales como telas de aluminio, telas asfálticas sintratamiento superficial de color, fibrocemento sin colorear,chapa metálica sin esmaltar, pizarras o sus imitaciones, etc.).- la redistribución vertical de locales por supresión departe de los forjados existentes para conformar espaciosinteriores de doble altura.- cualquier operación de intercomunicación nueva en-tre los locales ubicados en distinta planta mediante es-caleras, rampas, etc. interiores.- la modificación de los elementos de iluminación yventilación en las partes internas o traseras del edificio(tales como apertura de nuevos huecos, construcción denuevos patios, etc.).- el mantenimiento de las fachadas así como los elemen-tos generales de acceso y circulación incluso la máxi-ma conservación de de carpinterías, cerrajerías, re-vestimientos o acabados.- el mantenimiento de todos los elementos internos querevistan interés histórico, arquitectónico u ornamen-tal (tales como restos de construcciones precedentes convalor arquitectónico, elementos estructurales de valor plás-tico, ornamentaciones, carpinterías, cerrajerías, mobilia-rio adosado y revestimientos de interés, etc.).

• ADECUACIÓN ARQUITECTÓNICA DE FACHADAS YELEMENTOS EXTERIORES:

Se trata de la las obras dirigidas, en el caso de edificios in-cluidos en el Catálogo de Protección, a la conservación, va-loración y, en su caso, la recuperación de las características

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arquitectónicas y formales originarias del conjunto de lafachada y elementos exteriores, con supresión de ele-mentos disconformes establecidos en su fichero indivi-dualizado y, en el caso de edificios no incluidos en el Ca-tálogo de Protección, podrán suponer obras deadecuación parcial o total de las fachadas.

- Entre las obras de adecuación parcial se incluyenla realización de nuevos acabados conformes con elentorno, la restitución de elementos ornamentaleso de carpintería o cerrajería que hubiesen sido susti-tuidos por otras disconformes, la supresión de ele-mentos incongruentes, como áticos o cuerpos añadi-dos en cubierta, la recomposición de huecos, etc.- Las obras de adecuación total suponen la reorga-nización de la fachada en su conjunto, mediante larecomposición de huecos o, en su caso, la transfor-mación de cuerpos volados, la realización de nuevosacabados y elementos constructivos y ornamentales,etc. en conformidad con las condiciones estéticas es-tablecidas para los edificios de nueva planta.

• RECONSTRUCCIÓN:

Obras cuya finalidad es la construcción de nuevasedificaciones en el lugar ocupado por otras pre-cedentes, de cuya demolición se preserva alguna par-te o elemento por estar expresamente protegido porel Catálogo, sin perjuicio de las de conservación, res-tauración y/o rehabilitación que fuesen necesarias enlas partes o elementos que se preservan de la de-molición, o alternativamente obras cuya finalidad eslevantar una construcción de nueva planta sobre unsolar o espacio no construido que reproduzca esen-cialmente el edificio o construcción que precedió enla ocupación de dicho solar o espacio.

• CONSTRUCCIÓN DE NUEVA PLANTA:

Obras cuya finalidad es la construcción de edificios ín-tegramente nuevos, a partir de suelo completamen-te exento de preexistencias arquitectónicas de interésy que, por tanto, son obras de exclusiva renovación edi-licia y ajena a la conservación material del patrimonioarquitectónico. Se ajustarán a las condiciones gene-rales y particulares de la edificación, para que su pre-sencia sea compatible con el conjunto arquitectónicoe histórico del pueblo. No obstante lo expuesto enlos puntos anteriores, por estar comprendidas en el ám-bito del Conjunto Histórico Protegido, no pueden serconsideradas dichas obras como ajenas a la proteccióndel patrimonio arquitectónico y urbanístico.

La arquitectura de nueva construcción

La arquitectura de nueva construcción dentro del con-junto histórico merecería una amplia reflexión y unaprofundización más específica que excede del objeti-vo de este libro. Pero podríamos definir una serie deprincipios generales como guía para la proyectación yconstrucción de nuevos edificios en el interior del con-junto histórico.

Puesto que la ciudad histórica tiene valor en sí mismapor sus monumentos pero sobre todo por el tejido decalle y los edificios residenciales que la constituyen, pa-rece evidente que no se deberían producir demolicio-nes masivas de este valioso patrimonio. Menos todavíase debería plantear y evidentemente llevar a cabo pre-potentes desventramientos que suponen siempre la pér-dida no sólo de una gran cantidad de edificios sino dela propia esencia de la ciudad. Dado por descontadopor tanto que la ciudad histórica debería mantener enla medida de lo posible sus edificios monumentales yhumildes como esencia construida de su historia, es tam-bién evidente que dentro del mismo conjunto históricose generen eventualmente ocasiones para la construc-ción de edificios de nueva planta.

La demolición puntual o masiva y la sucesiva nue-va construcción no representan un remedio a em-plear para los problemas sociales y de degradaciónde la ciudad. La demolición conlleva desconfigura-ción, pérdida de carácter, pérdida de memoria y pa-trimonio, pérdida de identidad. La demolición nodebe de ser la ocasión para la nueva construcción.La nueva construcción y la arquitectura contempo-ránea no necesitan la demolición del patrimonio pa-ra encontrar su lugar. La ciudad contemporánea po-see un espacio de acción en la periferia urbana, enforma de nuevos hitos, monumentos y edificios sin-gulares y, sobre todo, nuevos barrios residencialesurbanos que aspiren legítimamente a la creación desu propio carácter distintivo, de nuevas formas y es-pacios para la vida contemporánea. El ensanchede Valencia contribuyó en su día a enriquecer el nú-cleo histórico de la ciudad.

La arquitectura contemporánea puede y debe encon-trar espacios en el centro histórico de la ciudad perono a costa del patrimonio existente. La ciudad histó-

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El fin último que persiguen estas estrategias de re-elaboración reside en la reproducción del carácterdel centro histórico en la arquitectura contemporá-nea. En efecto, todos los centros históricos poseenun determinado carácter producto de su materiaconstruida y las sensaciones que su arquitectura ema-na. El carácter deriva de parámetros como la volu-metría, la escala, la proporción vano-macizo, los es-pacios, los revestimientos, el color, la textura... Laatenta manipulación de estos parámetros por partedel proyecto de arquitectura contemporánea en arasdel respeto del carácter preexistente puede generarlas mismas sensaciones tradicionales del centro his-tórico empleando lenguajes, elementos y materia-les no tradicionales.

Por tanto, las nuevas construcciones deberían pro-curar la armonización con su entorno. Las solucio-nes formales y compositivas de las edificaciones se de-berían adaptar al ambiente, tipologías y sistemasconstructivos del entorno, integrando las nuevas edi-ficaciones en el medio urbano en que se emplacen,justificándose mediante composiciones de alzados delentorno, figuración virtual y montaje de fotografíasy fotoplanos. Estas edificaciones deberían adaptarse ala organización espacial, estructura y composición delas arquitecturas del entorno y conformarse o reinter-pretar sus elementos arquitectónicos y materiales, almenos en fachada y cubiertas.

El Conjunto Histórico Protegido de Ciutat Vella, co-mo se ha visto anteriormente, puede verse gravemen-te afectado por la arquitectura de nueva planta. Elejercicio de la arquitectura tiene que ser muy hábily atento para conseguir una concordancia con el as-pecto del conjunto, sin caer en la imitación acríticade lo existente. Los edificios nuevos no deben in-tentar replicar a los antiguos sino ser acordescon ellos manteniendo sus peculiaridades. Esteequilibrio se alcanza principalmente a través de lacomposición, el color, la textura, los materiales y elvolumen general de la construcción, pero son mu-chos los elementos que deben ser estudiados y aten-tamente definidos para alcanzar la augurada armo-nía. Por estas razones, el punto de partida de todaslas intervenciones debería ser la moderación y la sim-plicidad de líneas y volúmenes para que no desta-quen detalles incongruentes de los nuevos edificios.

428 RESTAURAR, CONSERVAR Y PROTEGER LA HISTORIA CONSTRUIDA DE VALENCIA

rica genera solares por diversas razones: antiguos so-lares irresueltos, solares artesanales o productivos connaves industriales de escaso interés, reforma de inte-riores, redefinición de espacios públicos, etc. En laciudad de Valencia existen todavía en la actualidadsolares y espacios irresueltos que necesitan el aportede la reflexión de la arquitectura contemporánea. Pe-ro por otra parte, los edificios de nueva construcciónen el centro histórico tienen que construirse bajo laconciencia que se están insertando en tejido históri-co preexistente.

La conciencia de insertarse en un conjunto preexis-tente puede llevar a tres posibles respuestas: la auto-nomía, el mimetismo o la integración. A nuestro enten-der, la autonomía completa y deliberada de un edificiorespecto a su entorno histórico no sólo empobrece vo-luntariamente las bases de partida del proyecto sino di-ficulta su absorción dentro del conjunto. El mimetismocomo opción proyectual, tan extendido en España enla imitación lingüística de molduras y cornisas o en laconservación de la fachada histórica como telón delnuevo edificio, traiciona nuestro espíritu actual y abor-ta cualquier posibilidad de progresión de la arquitectu-ra hacia el futuro. Por su parte, la integración como op-ción proyectual ofrece un amplio abanico de opcionesposibles para la arquitectura contemporánea que pue-de optar por una reelaboración conceptual, una ree-laboración tipológica o reelaboración formal de la pre-existencia histórica. La adopción de algunas o inclusotodas estas estrategias proyectuales puede coadyuvara la creación de un proyecto de arquitectura contem-poráneo en un entorno histórico que sea al mismo tiem-po asimilable por el contexto construido.

La reelaboración conceptual parte de una reflexiónsobre las formas de vida del pasado y del presente enel centro histórico y la eventual compatibilidad de és-tas con el diseño de la vivienda contemporánea. Lareelaboración tipológica consigue manipular la con-figuración de las agrupaciones residenciales urbanaspara la creación de proyectos renovados de arquitec-tura actual. La reelaboración formal permite abstraerla estructura lingüística y expresiva de los volúmenesy las fachadas del centro histórico para transformar-la en propuestas para una nueva arquitectura en ám-bitos consolidados.