“Procesos de inversión y desinversión de capital. Impacto ... · “Procesos de inversión y...

112
“Procesos de inversión y desinversión de capital. Impacto social sobre los trabajadores de la cal. Canteras El Sauce, Córdoba” * BARRERA, Valeria ** CAPOGROSSI, Lorena** CARRANZA, Virginia** Introducción La relevancia de esta investigación radica, por un lado, en la importancia que adquiere en la actualidad el estudio de situa- ciones de crisis económica y su repercusión en la vida cotidiana de las personas, lo que genera una reformulación de sus solida- ridades y una resignificación de sus vidas y sus memorias. Por el otro, supone un aporte a la sistematización de la información sobre la situación económica, política y cultural de la comuni- dad de los trabajadores de la cal. El vacío historiográfico y etnográfico en este sentido es bastante significativo, lo cual re- percute de forma negativa en la instrumentalización de políticas de intervención pública y privada en la región. Canteras El Sauce se ubica administrativa y geográficamente en el departamento Colón, a 30 Kilómetros de Córdoba Capital. Forma parte del complejo geológico denomi- nado Sierras Centrales, que surgen abruptamente de las llanuras con dirección predominante norte-sur. La explotación minera se emplaza en la ladera oriental de las mismas; constituida petrográficamente por calizas y micacitas que facilitaron la for- mación de yacimientos de varios tipos de minerales susceptibles de extracción. De acuerdo al Código Nacional de Minería, inferimos que Canteras El Sauce pertenece a la tercera categoría establecida en el artículo 2, según el cual la explotación pertenece al propie- tario y sólo puede ser utilizada con su expreso consentimiento. Esta categoría, según el artículo 5, incluye a “las producciones minerales de naturaleza cétrea o terrosa, y en general todas las que sirven para materiales de construcción y ornamento, cuyo conjunto forman las canteras” (Código Nacional de Minería: 1997). A mediados de este siglo, se va a desarrollar en la explota- ción minera en cuestión, lo que José Leite Lopes y Federico Neiburg conceptualizan como Sistema de Fábrica con Villa Obre- ra (SFVO), si bien la actividad en dicho establecimiento se re- monta al segundo decenio del siglo XX. Este sistema supone la inexistencia de un mercado de trabajo por lo cual es necesaria la inmovilización de la mano de obra mediante la adjudicación de la vivienda, a través de diferentes estrategias que posteriormen-

Transcript of “Procesos de inversión y desinversión de capital. Impacto ... · “Procesos de inversión y...

  • “Procesos de inversión y desinversión de capital.Impacto social sobre los trabajadores de la cal.

    Canteras El Sauce, Córdoba” *BARRERA, Valeria **

    CAPOGROSSI, Lorena**CARRANZA, Virginia**

    IntroducciónLa relevancia de esta investigación radica, por un lado, en

    la importancia que adquiere en la actualidad el estudio de situa-ciones de crisis económica y su repercusión en la vida cotidianade las personas, lo que genera una reformulación de sus solida-ridades y una resignificación de sus vidas y sus memorias. Por elotro, supone un aporte a la sistematización de la informaciónsobre la situación económica, política y cultural de la comuni-dad de los trabajadores de la cal. El vacío historiográfico yetnográfico en este sentido es bastante significativo, lo cual re-percute de forma negativa en la instrumentalización de políticasde intervención pública y privada en la región.

    Canteras El Sauce se ubica administrativa ygeográficamente en el departamento Colón, a 30 Kilómetros deCórdoba Capital. Forma parte del complejo geológico denomi-nado Sierras Centrales, que surgen abruptamente de las llanurascon dirección predominante norte-sur. La explotación minera seemplaza en la ladera oriental de las mismas; constituidapetrográficamente por calizas y micacitas que facilitaron la for-mación de yacimientos de varios tipos de minerales susceptiblesde extracción.

    De acuerdo al Código Nacional de Minería, inferimos queCanteras El Sauce pertenece a la tercera categoría establecidaen el artículo 2, según el cual la explotación pertenece al propie-tario y sólo puede ser utilizada con su expreso consentimiento.Esta categoría, según el artículo 5, incluye a “las produccionesminerales de naturaleza cétrea o terrosa, y en general todas lasque sirven para materiales de construcción y ornamento, cuyoconjunto forman las canteras” (Código Nacional de Minería:1997).

    A mediados de este siglo, se va a desarrollar en la explota-ción minera en cuestión, lo que José Leite Lopes y FedericoNeiburg conceptualizan como Sistema de Fábrica con Villa Obre-ra (SFVO), si bien la actividad en dicho establecimiento se re-monta al segundo decenio del siglo XX. Este sistema supone lainexistencia de un mercado de trabajo por lo cual es necesaria lainmovilización de la mano de obra mediante la adjudicación dela vivienda, a través de diferentes estrategias que posteriormen-

  • te serán desarrolladas.La implementación de este modelo coincide con la etapa

    de mayor productividad de las canteras, datos extraídos de lasapreciaciones de los sujetos entrevistados, quienes grafican estasituación cuantificando los hornos en permanente actividad.

    “Y... hemos estado trabajando con cuatro o cinco [hor-nos] y antes estaban los once prendidos, los once eran perma-nentes...” (V.M.)

    El testimonio refleja, además, el inicio del proceso de de-cadencia que se origina a mediados de la década pasada, y queconducirá al posterior y definitivo cese de actividades en febrerode 1999. Este proceso de desinversión de capital traerá consigouna significativa reestructuración de las relaciones sociales dellugar.

    Sistema de Fábrica con Villa ObreraA mediados de este siglo, cuando la explotación minera

    pertenece a Canteras El Sauce S.A., comienza la implementacióndel SFVO. Este proceso se inicia cuando se erige el primer gal-pón que servirá de albergue a los trabajadores. A partir de esemomento se configura “un sistema social en el que las relacionesentre trabajadores y empresa no se restringen a lo estrictamentelaboral. Aquí la empresa tiende a controlar e invadir todas lasesferas de actividades de los obreros y habitantes de la villa. Elpunto central en la conformación de este sistema está constitui-do por la propiedad y posesión de las viviendas” (F.Neiburg:1988).

    Todo este proceso implicó el traslado de los trabajadoresy sus familias (aquellos que la tuviesen) a la zona circundantedel establecimiento productivo. Esto lleva implícito la penetra-ción de la empresa en las relaciones que exceden lo meramentelaboral a través de la creación de una escuela, de un club, undispensario dentro del predio industrial; lo cual va desarrollandoun complejo entramado de sutil dominación.

    Por otro lado esto posibilita que comience a gestarse entrelos trabajadores, sus familias y la empresa un fuerte sentimientode pertenencia e identidad que permite pensar en un modelo conun marcado carácter paternalista. Los testimonios reafirman loanteriormente mencionado.

    “...éramos una gran familia en esa época, para las fiestasnos juntábamos todos en el club...” (M. U)

    “...yo todavía vivo en una de esas casitas, la mía es la queesta atrás de la Iglesia ¿se ubican?. A mí ni muerto me sacan deahí...” (V.M)

  • El establecimiento, en este período, funcionó como polode atracción de mano de obra que migraba desde las localidadesaledañas en busca de fuentes de trabajo; de ello dan cuenta algu-nos entrevistados cuando relatan:

    “... el Sauce era el motor de esta zona, desde Río Ceballoshasta La Granja...” (V.A).

    “...y había mucha gente de Agua de Oro que trabajabaahí, de Salsipuedes, El Pueblito...”(V.M).

    “...incluso de Jesús María venía gente a trabajar, supohaber un señor que venía de Jesús María a trabajar, porque erauna fuente de trabajo importantísima de la zona del departamen-to...” (A.).

    El hacer referencia al carácter de la cantera como polode atracción permite visualizar los mecanismos de la empresapara fijar la fuerza de trabajo necesaria ante la inexistencia de unmercado laboral. Estos mecanismos se originan con el estableci-miento de “galpones de solteros” donde residían los empleadosde la empresa que arribaban al lugar sin familia (en los iniciosgran parte de los operarios eran yugoslavos, polacos e italia-nos.), que con el correr del tiempo, dio lugar al otorgamiento deviviendas a partir de los matrimonios y la formación de núcleosfamiliares.

    “...yo le voy a explicar esto, toda la vida fue un campa-mento privado, Canteras El Sauce. Es...obligación darnos lascasas a nosotros, no chaleses, pero con baños, cosas, entoncespasa El Sauce a trabajar así...” (V.M).

    Esto va evidenciando la manera en que la empresa pene-tra no sólo en ámbito de la producción sino también en el de lareproducción de la fuerza laboral.

    Como señala acertadamente Meillassoux: “... esta mer-cancía esencial al funcionamiento de la economía capitalista, lafuerza de trabajo, al mismo tiempo que este agente social indis-pensable para la construcción de las relaciones de produccióncapitalista, el trabajador libre, escapan a las normas de produc-ción capitalista, aún cuando son producidos en la órbita y bajo ladominación capitalista.” (C. Meillassoux: 1977 p:145).

    En Canteras El Sauce el sistema de dominación y subor-dinación implementado va más allá del control directo del traba-jo por el capital, sino que también implica la puesta en prácticade diversos mecanismos de control social. Dicho sistema, si bienreviste algunas formas solapadas, muestra intersticios por loscuales se visualizan prácticas que dan cuenta de ello, como porejemplo el hecho que los operarios reconozcan y se relacionensólo con el Jefe de Personal y los Capataces como figuras repre-

  • sentativas de la Patronal.“...nosotros no conocíamos al dueño, de Buenos Aires le

    mandan todas las directrices...los capataces y los supervisoresno tenían problemas con los empleados...” (M.P).

    La relación entre capital y trabajo se da a través de unaserie de mediaciones. Esta característica no significa que dichoconflicto sea atenuado sino que la conformación del enfrenta-miento adquiere particularidades.

    Durante las décadas de 1960 y 1970 la empresa alcanzasu mayor índice de productividad, contando para entonces conuna planta de 950 operarios, distribuidos en las diferentes tareasproductivas: canteras (en las que se realiza la extracción delmaterial), la fábrica (donde se selecciona y procesa el material),los hornos y los talleres mecánicos.

    El establecimiento minero producía diariamente 1200 bol-sas de cal El Milagro, transportadas tanto en camiones como entren. Las vías férreas se extendieron hasta El Sauce debido, ex-presamente, a la necesidad de distribuir la enorme producciónde este período. El 80% tenía como mercado a la Capital Fede-ral, y el resto se dividía entre Córdoba y Rosario.

    “... inclusive se llegó a un momento en que los caminosestaban totalmente estropeados. Se llegó a contar 100 camionespor día, 100 camiones iban y venían...

    ... Ese tren llegaba hasta Belgrano, Córdoba y después sedesparramaba. Por estas vías se conectaban con Caroya y de ahíse irá para la parte del norte...” (A.)

    “... [el tren] ya entraba acá entre 23 y 25... vagones yhabía que cargarlos, y no daba abasto el Mitre...” (V.M.)

    La jornada laboral estaba dividida en tres turnos rotati-vos de ocho horas cada uno, de lunes a sábado, a excepción deaquellos operarios que eventualmente desempeñaban sus tareasen los hornos, en funcionamiento ininterrumpido. Esto da cuen-ta de las duras condiciones laborales en las que debían desempe-ñarse.

    La insalubridad de tales actividades, sumadas a las pre-carias medidas de seguridad condicionaron gravemente el pos-terior desempeño de los individuos al cierre de la cantera.

    “...yo trabajaba a cielo abierto, sacando la cal a pico ypala...ahora tengo la espalda destruida y no puedo levantar ni unladrillo... tengo 57 años y quién me va a dar trabajo así...y loúnico que sé hacer es eso...” (R.L.)

    “...en aquel tiempo, hubo serios problemas; pero después,con el tiempo, se fueron remediando; la gente empezó a tomarsus precauciones, pero hubo problemas respiratorios, sobre todo

  • en los niños, les estoy hablando que es lo que más conocemos; ydespués, bueno, los problemas de columna; como les decía, genteque llevaba 40 ó 50 años parecían de 60...”(A)

    Nos remitiremos ahora a las particularidades de la vidacotidiana dentro de El Sauce; localidad que, como ya señalára-mos, va adquiriendo, paulatinamente, las características de unpueblo; fundamentalmente a partir del escenario de autonomíaque se genera a través de la inmovilización de la mano de obracuando los empleados toman posesión de las viviendas. Esteproceso es paralelo a la materialización de ámbitos desociabilización, como por ejemplo la creación de un club, de unestablecimiento educativo, de la formación de una cooperativa yde algunos comercios que los proveían de insumos alimenticiosbásicos y combustible.

    En este sentido, los informantes hablan de una escasacirculación de moneda corriente y de la generalización del usode “estampillas” con las cuales adquirían los productos mencio-nados. Este sistema de vales en los comercios, que eran propie-dad de la empresa, hacen referencia a formas sutiles de domina-ción que suponen aminorar los costos de la reproducción de lafuerza de trabajo al ejercer un control de los recursos de la mis-ma, descontándoselos del “salario directo” (Meillassoux:1977).

    “... en general, la vida en canteras El Sauce nunca ha sidodemasiado dispendiosa. En el único almacén del lugar un carteladvierte a los proveedores que antes de pasar deben pagar unpeso. La extraña comisión es una muestra: toda la economía dellugar parece construida sobre centavos... dicen en el pueblo queuna familia vivía con, literalmente, cuatro pesos por día, es de-cir, $120 al mes...” (La Voz del Interior:22/02/99)

    “... había un negocio muy grande allí... inclusive aquí, eneste almacén que es de M, él trabajaba con los vales especialesde la cantera; entonces se les descontaba del sueldo...” (A.)

    Los ritmos del proceso de trabajo tenían una incidenciadirecta en la definición de las actividades domésticas. La presen-cia de lo productivo en el ámbito familiar-privado era constante.Las explosiones en la cantera recordaban permanentemente quefamiliares, amigos y vecinos se encontraban trabajando.

    A mediados de la década de 1980, este SFVO inaugura superíodo de decadencia, a partir del inicio de un proceso dedesinversión; que culmina con el cierre definitivo de la cantera.

    Proceso de desestructuración del SFVO. Desinversión decapital.

    A partir de 1984, con el llamado a convocatoria de acree-

  • dores por parte de la empresa Canteras El Sauce S.A., da co-mienzo el proceso antes mencionado. Los indicadores de estoson el despido progresivo de operarios, la reducción de la pro-ducción y el corte del servicio ferroviario.

    “...Después otra cosa, supóngase que en el turno de lamañana eran 18 [...], ahí se comía asado todos los días, lo quesobraba... les daban de comer a los perros y a los gatos; y ahora,al último, ni mate cocido había. Y... hemos estado trabajandocon 4 ó 5 hornos, antes estaban los 11 prendidos, los 11 perma-nentes...” (V.M.)

    “...El tren dejó de venir en el año ’85, se cerraron las vías,no están las vías actualmente porque les hace falta mantención...”(A.)

    En el año 1994 Canteras El Sauce se presenta en quiebray el establecimiento es adquirido por De Cavial Caicag, quiéncontinúa con la producción calera, a partir de una reducción depersonal y sin realizar ninguna inversión de capital. Esta tran-sacción forma parte de una estrategia financiera más amplia quesupuso la cristalización de un monopolio de la producción cale-ra cordobesa1. De De Cavial Caicag se desprende la empresaCefas S.A. la cual se hace cargo de El Sauce hasta 1999, mo-mento en el que se produce el cierre definitivo.

    Los argumentos esgrimidos por los distintos actores so-ciales intervinientes sobre las causas del cierre de la cantera,denotan el desconcierto reinante. Los directivos de la empresaCEFAS S.A. presentaron un procedimiento de crisis fundamen-tado en el agotamiento de reservas minerales; pues el costo deoportunidad de la producción no justificaba el mantenimientodel proceso de trabajo. La apreciación de algunos entrevistadoscoincide con la firma en cuanto al agotamiento de los minerales,pero lo relacionan con avances tecnológicos implementados porestos años, percibidos como inapropiados para ese tipo de pro-ducción.

    “...en 1987 se va agotando el material porque cuandoempezaron a meter tecnología, la probaban en la cantera... latopadora la agotó...”(M.P.)

    “...Bueno... compraron una pala, una topadora que enSudamérica no había una igual; compraron unos boquetes... quecargan 40 mil kilos por vuelta, palas que alzan 20 ó 30 toneladaspor vuelta. La cantera no era para esas máquinas... estas sonlomas para las que no hace falta una máquina así... son máquinasque no rendían acá, son para voltear lomas, ¡pero lomas!...esaslomas en un día, dos días, no había más las volteaban todas...”(V.M.)

  • En sentido contrario, la mayoría de los informantes consi-deran al cierre como consecuencia de intereses comerciales dela empresa, afirmando que existe material calcáreo susceptiblede extracción durante siete a diez años más.

    “...acá fue un fin comercial, un grupo de personas que seequivocó, lamentablemente son los que tienen el dinero, porquerer duplicar... quizás... si esto hubiera seguido... se hubierahecho mucho mejor, porque ahora la gente busca lo bueno, lacalidad, no el precio... pero fue un grupo que se equivocó porquerer ganar más...” (A.)

    “...claro, el versito es ese [ se refiere al argumento soste-nido por la empresa sobre el agotamiento de las reservas mine-rales]... yo he hablado con gente... nos conocemos, hay parasiete años más. Después paremos, si, pero hay para siete añosmás... y esto va a terminar mal...” (V. M.)

    El flujo de capitales hacia otras zonas que representen unadisminución en los costos de producción y reproducción de lafuerza de trabajo implicó, no sólo la desestructuración del SFVO,sino también la ruptura total de las relaciones sociales existenteshasta ese momento en Canteras El Sauce.

    Consideramos que el auge y decadencia de la actividadminera en las canteras resulta explicable a partir de la lógicaproductiva de las empresas responsables de su explotación. Esimportante mencionar que la maximización del beneficio de lasmismas atentó contra la calidad de vida de los habitantes de laVilla Obrera.

    Actualmente los ejes de la negociación entre la empresa ylos ex empleados son: las indemnizaciones y la transferencia delas casas a los trabajadores que las habitan. Este último puntoresulta más problemático y ambiguo debido a que si bien lasviviendas fueron otorgadas a los operarios, el costo que suponela escrituración y subdivisión de lotes resulta imposible de cos-tear por los habitantes de la Villa. Como en términos jurídicos elterreno es un “campamento privado”, es el Gobierno de la pro-vincia quién debe hacerse cargo de costear el loteo.

    “...Al ser campamento privado toda la vida... El goberna-dor que está en Córdoba, sea radical, sea peronista, está obliga-do a darle la escritura a la gente; en esas tratativas estamos. Esel gobierno el que se va a tener que hacer cargo de las escrituras,por ser campamento privado toda la vida, y es abogado él, diceque hay una ley que dice así y estamos esperando eso...” (V.M.)

    Queremos finalizar esta primera aproximación al estudiodel impacto ocasionado por el cierre de la cantera con una fraseque ilustra la precarización por la que atraviesa un amplio sector

  • de los trabajadores argentinos, del cual los mineros forman par-te:

    “...yo he estado tantas veces sin trabajo que me parecealgo natural; no queda otra que cobrar lo que nos deben y salirpara otro lado...” (L.N.) – se resigna uno de ellos.

    BibliografíaANSALDI, Waldo: “Córdoba, de la protoindustria a la gran industria

    independiente. 1946-54”. En: Estudios e investigaciones, Nº 2, F.E.P.A., Bue-nos Aires, 1979.

    BALAZOTE, Alejandro, RADOVICH, Juan: “Inversión y desinversiónde capital en megaproyectos hidroenergéticos. Efectos sociales en poblacionesmapuches asentadas sobre los ríos Limay y Neuquen”. En: Centrointerdisciplinario de Ciencias Etnolingüísticas y Antropológico-Sociales, Nº 6,U.N.R, Rosario, 1997. Pp.: 127-43.

    _________________________________: Producción doméstica y ca-pital. Estudios de la Antropología Económica. Biblos, Buenos Aires, 1995.

    ECKERT, Cornelia: “Memoria e identidade. Ritmos e resonâncias daduracão de uma comunidade de trábalo: mineros do carvão (La Grand-Combe,Franca)”. En: Cuadernos de Antropología, Nº 11, Publicacão do Programa dePós-Graduacão em Antropología Social, Porto Alegre, 1993.

    JONES, Patricio: “Desarrollo de la minería con relación al origen delcapital”. En: Revista de la CEPAL, Nº 30, diciembre, 1986.

    KARASIK, Graciela Alejandra (comp.): Cultura e Identidad en el NOA,Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1994.

    MEILLASSOUX, Claude: Mujeres, graneros y capitales. Economía do-méstica y capitalismo, Siglo XXI, México, 1993. [1977]

    NEIBURG, Federico: Fábrica y Villa Obrera: Historia social yAntropológica de los obreros del cemento/1, Centro Editor de América Latina,Buenos Aires, 1988.

    NELSON, Michael: “Transferencias de tecnología en el sector minero.Opciones para el Organismo Latinoamericano de Minería (OLAMI)”, En: Re-vista de la CEPAL, Op. Cit.

    SANS GUERRERO, Rolando: “Nuevas orientaciones para el desarrollode los recursos mineros”. En: Revista de la CEPAL, Op. Cit.

    SCHWARZSTEIN, Dora: La historia oral, Centro Editor de AméricaLatina, Buenos Aires, 1991.

    TRINCHERO, Héctor Hugo: Antropología Económica I y II, CentroEditor de América Latina, Buenos Aires, 1992.* Esta ponencia es una revisión del trabajo “Y el horno se apagó... Un estudio de caso sobre un procesode inversión y desinversión de capital.”; presentado en la III RAM, Posadas, noviembre de 1999.** Alumnas de la Licenciatura en Historia de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UniversidadNacional de Córdoba.1 El monopolio se configura a partir de la compra por parte de ese grupo económico de otras fábricas decal y materiales de la construcción de la provincia de Córdoba: Malagueño, Despeñaderos, Quilpo y SanAgustín. La particularidad de estas operaciones, es que algunos yacimientos han sido cerradosinmediatamente después de su compra.

  • SINDICATOS... “GROSSO EL TEMA,¿NO?”... UNA APROXIMACIÓN

    ANTROPOLÓGICA AL MOVIMIENTO SIN-DICAL.

    Barrera, Nicolas.Soul, María Julia.

    Vogelmann, Verónica.1Introducción

    La presente ponencia pretende ser una reelaboración deltrabajo grupal realizado durante el año 1998, en el marco de lapropuesta de cátedra de la asignatura “Introducción a la Meto-dología y técnicas de la Investigación II”. La misma consiste enla realización de un ejercicio metodológico, a través del cual sepropone la aprehensión de la lógica de construcción del objetode estudio, en el marco de un proceso cuyo eje es la reflexiónepistemológica. La problematización de los planteamientosepistemológicos subyacentes en la construcción de la relaciónentre sujeto y objeto de la investigación, se plasma en la adscrip-ción a un paradigma teórico metodológico, que vertebró la rea-lización de este trabajo.

    El tema de este ejercicio de investigación fue la indaga-ción, tanto de los procesos históricos, como de las construccio-nes de sentido y concepciones que fundaban el accionar políticode las líneas sindicales, que en ese momento eran cuatro (CGT,CTA, MTA, CCC). Nuestro referente empírico se conformómediante observaciones y entrevistas a dirigentes de tres de es-tas líneas, que son el MTA, la CTA y la CGT. A través de lasdiferentes instancias de objetivación del proceso metodológicopretendimos dar cuenta de las diferentes lógicas que otorgansentido a los procesos históricos constitutivos de la etapa en quese encuentra el sindicalismo. En este sentido, esta ponencia po-dría considerarse como una etapa más en este proceso deobjetivación, especialmente a partir de la incorporación en elanálisis de una serie de manifestaciones que, a nuestro entender,profundizan tendencias que habíamos visualizado de maneraembrionaria.

    Como el criterio de elección de los sujetos de la proble-mática fue, por un lado, la rama de producción, y por el otro, lacentral sindical a la que pertenecían, el grado de comprensión alque arribamos se orienta hacia la caracterización, en general, delos procesos por los que atraviesa el sindicalismo a nivelinstitucional, sin indagar en los procesos ‘intrainstitucionales’.De esta forma, pensamos que el objetivo del presente trabajo no

  • es la realización de un análisis exhaustivo de las característicasque asumen hoy las organizaciones sindicales, sino que del mis-mo surjan diferentes líneas de trabajo hacia procesos específi-cos, como manera de profundizar la comprensión de los mis-mos.

    Consideramos de vital importancia que nuestra dis-ciplina se aboque al estudio de estos procesos y de este campoproblemático, en tanto puede aportar un abordaje específico através del cual dimensionar la complejidad de las particularida-des que adquieren, al interior de las organizaciones sindicales -en este caso -, los aspectos estructurales y generales. Este abor-daje adquiere singular importancia en un momento histórico dereformulación de dichos aspectos: el modo de acumulación ca-pitalista, la reestructuración de los procesos de trabajo, la rees-tructuración del rol del Estado en el ámbito de las relacionesentre el capital y el trabajo, etc.

    Es este período histórico el que pone una vez másde manifiesto la necesidad de construcción de conocimiento crí-tico, desde el compromiso en la acción de los cientistas socialescon los sujetos y sus problemáticas. Lejos de reivindicar la du-dosa posibilidad de alcanzar, alguna vez la neutralidad valorativa,este compromiso debe traducirse en investigaciones que se si-túen explícitamente en el campo de los explotados y margina-dos.

    Aspectos metodológicosEste proceso se desarrolla en el marco de la adopción del

    paradigma dialéctico-crítico, paradigma metodológico-epistemológico, que, oponiéndose al positivista, plantea la posi-bilidad de “dudar de lo dado”, proponiendo la investigación comouna relación social, en donde el dato es construido a partir de lasconstrucciones de sentido de sujetos históricos, cuya subjetivi-dad no queda fuera de la relación. En este sentido, se vuelvecentral la concepción del conocimiento “... como proceso: unproceso de creación y de elaboración”(Gyarmati, G.; 1983: 1)Los supuestos básicos subyacentes, en tanto herramientascognoscitivas que devienen de las diversas instancias de sociali-zación por las que atraviesa el sujeto investigador, compren-diendo sus experiencias públicas y privadas, sus concepcionesmás generales y los condicionamientos que devienen de su posi-ción de clase, permiten la incorporación de la dimensión subjeti-va del investigador en el proceso. Dichos supuestos están soste-niendo toda construcción de conocimiento. Su inferencia o suexplicitación permiten dimensionar los condicionamientos socio– históricos constitutivos del investigador.

  • La concepción de nuestro “ser sujetos en la historia”,nos permite pensar al otro, antiguo “objeto inmutable” de estu-dio; como condicionado y atravesado de la misma manera, porlo que la investigación se tornaría una relación social en la queninguno de los miembros “sale ileso”, ya que “el sujeto es con-cebido como individualidad sociohistórica, y, por lo tanto, ac-tuante en y bajo las determinaciones de las formas de existenciahistórica de las relaciones sociales de producción y reproduc-ción, no como sustancia autónoma o exterior a la determinaciónsocial” (Guber, R. 1991:59) Esta concepción de sujeto implicapensar los condicionamientos que atraviesan, tanto al sujetoinvestigador como al sujeto “investigado”. Así, los datos sonconstruidos a partir de la relación, y de la tensión, de construc-ciones de sentido, que devienen de historias personales y colec-tivas.

    La construcción de los datos implica el acercamiento a lacomplejidad de lo real a través de sucesivas instancias desubjetivación/objetivación, esto es, a través de pasosmetodológicos que permiten dar cuenta de lo concreto, enten-diéndolo como la síntesis de múltiples determinaciones. De estamanera, la explicitación de los supuestos básicos subyacentesconstituye la primera instancia de objetivación, en tanto permitela incorporación de todo el ‘bagaje histórico’ de los investiga-dores al proceso de investigación. Esta explicitación es clave entanto permite la tensión con el campo y su posteriorproblematización en una segunda instancia de objetivación. Esen estas instancias en las cuales radica la posibilidad de sistema-tizar la construcción de los datos, su problematización y la aper-tura de nuevos problemas. De esta manera, a partir de la tensiónconstante entre el campo y la investigación teórica, se constitu-ye un proceso que habilita múltiples instancias de objetivación.En este sentido, todo limite en el estudio de una problemáticaserá arbitrario y sujeto una vez más a las posibilidades de lainvestigación; abiertas por la riqueza de los procesos deobjetivación.

    Es, también, en el marco de estos procesosmetodológicos, que se van formulando y reformulando los lími-tes y los alcances de la investigación y, la perspectiva más gene-ral. En este sentido, tanto diversas ‘líneas de investigación’, comolas relaciones con los sujetos de la problemática y la tensiónpermanente entre el trabajo de campo y la reflexión teórica, sondimensiones que, con diferentes niveles de determinación, resul-tan constitutivas del proceso de investigación. Concretamente,nos referimos con esto a diversas instancias de nuestro trabajoen las que, por ejemplo, nos encontramos en un primer momen-

  • to, problematizando la relación que mantenían los sindicatos conel Estado, indagando, de esta manera, acerca del rol en generaldel mismo. Ahora bien, en nuestro intento de realizar un recorteen la investigación, nos propusimos evitar una profundizaciónmayor en lo relacionado con estos aspectos. Sin embargo, pro-ducto de nuestra relación con el campo, y en concreto, de lacentralidad que adquirían estos aspectos para los entrevistados,nos vimos en la necesidad, de reintroducirlos. La posibilidad deabordaje de la relación de las organizaciones sindicales con elEstado emerge, entonces, desde las construcciones de sentidode los sujetos de la investigación, lo cual hace necesaria unanueva instancia de objetivación, de manera de poner en tensiónnuestros supuestos iniciales con dichas concepciones.

    En el transcurso de este proceso podemos advertir la fic-ción en que se basan los planteos que consideran la posibilidadde que el investigador construya un recorte absolutamente apriori, y producto de un proceso meramente subjetivo, de la pro-blemática a estudiar. De esta manera, en tanto pensamos que lainvestigación constituye una relación social, la formulación yreformulación de los problemas a investigar emerge de dicharelación.

    Movimiento Sindical: continuidades y rupturas.Pensamos que en la etapa que se abre a partir de la crisis

    de 1973, si bien se da un replanteo de la relación capital/trabajo,en el proceso de conformación de una nueva estrategia de acu-mulación; no opera una ruptura definitiva de las relaciones quesostienen el sistema. En este contexto, el cambio en la correla-ción de fuerzas entre las clases, constituye uno de los principaleselementos explicativos de la situación en que se encuentra elmovimiento sindical en la actualidad. En la medida que avanzá-bamos en el proceso de investigación, pudimos dar cuenta de lanecesidad de pensar no solo las rupturas que operaban, sino tam-bién las continuidades, tanto en el plano de la etapa, como en elde la misma reestructuración de las organizaciones sindicales.

    Creemos necesario comprender la reestructuración labo-ral en relación con la reformulación sindical. Esencialmente, elnuevo patrón de control se manifiesta como una tendencia a quelas relaciones entre capital y trabajo se realicen en un ámbito“micro”, ya no por rama de actividad o a nivel nacional, sinomás bien al interior de la empresa o incluso por cada una de sussecciones. Esta individualización de las relaciones laborales lle-varía a una identificación de los intereses del que vende su fuer-za de trabajo con el que la compra, lo que se traduciría ideológi-camente, en la introducción de pautas de autocontrol de los obre-

  • ros en el proceso productivo y de la idea de la competencia alinterior de la clase obrera.

    Como variable de presión y disciplinamiento, operan losaltos niveles de desocupación y las nuevas formas de contrata-ción. Son estos dos aspectos los que atentan, en lo sustancial,contra el poder de los sindicatos en el lugar de trabajo. La ac-ción conjunta de los elementos mencionados anteriormente, asícomo la concentración del capital, que pasa a controlar en pocasmanos diversas ramas de la producción, provocan una fragmen-tación, heterogeneización y complejización de la clase obrera, loque cuestiona el accionar tradicional del sindicalismo.

    El advenimiento de esta etapa implica, entonces un cam-bio en el rol asignado por los sectores dominantes a las institu-ciones sindicales, y; por lo tanto obliga a una reformulación desus prácticas. Uno de los hitos históricos que emerge en el cam-po como explicativo de este proceso de cambio es la dictaduramilitar del ’76. Resulta importantísimo dar cuenta del “silen-cio”, o casi, que se manifestaba en las entrevistas al indagar so-bre el Proceso. Casi todos los entrevistados, especialmente losque lo vivieron desde el lugar que fuera (militancia estudiantil,militancia sindical), solo se refirieron tangencialmente a su his-toria; más bien, prefirieron contarla tipo “libro de historia”, ana-lizando diferentes cuestiones. Resulta un elemento interesantede análisis el dar cuenta del modo en que los sujetos construyensus relatos, involucrándose sólo en determinadas instancias. Esta“dificultad” de profundizar determinados temas, es obvia si te-nemos en cuenta que el Proceso, además de los análisis políticosque podamos realizar, constituye un episodio doloroso ytraumático en la vida de muchísima gente, constitutivo de susidentidades particulares, además de ser parte de nuestra identi-dad colectiva.

    En el transcurso de este ejercicio de investigación, y, par-ticularmente, situándonos en este período de ruptura, vimos lanecesidad de indagar, por un lado, las particularidades del pro-ceso que se abría; y, por el otro, en el análisis de la etapa queculminaba con esta ruptura, que era la etapa signada por un pa-trón de acumulación basado en la industrialización por sustitu-ción de importaciones.

    Un modo de abordar el proceso histórico fue a través delas manifestaciones simbólicas que se nos presentaban en el cam-po. La organización del espacio, los carteles, las obras de arte,las fotos, los pósters, etc. nos permitían pensar las diferencias ycontradicciones a nivel estructural. En este sentido, es que con-sideramos a los símbolos como objetos, que devienen en tales apartir de producciones de sentido como parte de la trama sim-

  • bólica de representaciones de la estructura material. Considera-mos estas construcciones de sentido como un aspecto de prácti-cas sociales; insertas en el proceso histórico puntual.

    En la profundización de estas significaciones en las entre-vistas, emergió lo que podemos considerar el primer hito histó-rico en relación con la centralización e institucionalización delas organizaciones sindicales: el primer gobierno peronista y, an-teriormente, la gestión de Perón en la Secretaría de Trabajo.

    En relación con las condiciones objetivas que se conju-gan para dar lugar al ascenso de regímenes populistas enLatinoamérica, Carlos Vilas define al populismo como “... unaespecífica estrategia de acumulación del capital (...) que hace dela ampliación del consumo personal - y eventualmente de ciertadistribución de ingresos - un componente esencial...”(Vilas 1988:324) de dicha estrategia. De hecho, a partir de 1935, opera en elpaís el conocido proceso de industrialización por sustitución deimportaciones. Este proceso trata de un crecimiento extensivo(el capital existente se utiliza abusivamente, ya que no se da unproceso de renovación tecnológica), cuya base es el aumento dela fuerza de trabajo. Esto implica un cambio en el proceso deproducción, y, como correlato, la modificación de la clase obre-ra y sus formas organizativas.

    Las construcciones de sentido que explican el surgimientode cada una de las tradiciones sindicales, otorgan un papel pre-ponderante a la cuestión de la legitimidad del poder que se cons-truye desde los sindicatos. En tanto algunos de los dirigentesentrevistados plantean que el eje de la legitimidad pasa por ladefensa exclusiva de los trabajadores; otros en cambio, propo-nen que el marco de legitimidad de la organización sindical pasapor el espacio predominante que empiezan a tener a escala esta-tal, precisamente, a partir de la primera presidencia de Perón.

    En el contexto del aumento cuantitativo de la clase obreraindustrial, producto del desarrollo del modelo de acumulación,basado en la sustitución de importaciones, Perón desde la Se-cretaría de Trabajo, impulsa la creciente satisfacción de deman-das de este sector. El proceso de ruptura que establece elperonismo, opera sobre una clase obrera cuya organización noera masiva, es decir, no existía una unidad orgánica de la claseobrera

    En este período, el proceso de cooptación realizado porel Estado, a través de la CGT, no estuvo libre de conflictos. Asímientras algunas organizaciones sindicales, se negaron en unprincipio a formar parte de esta nueva estructura centralizada;desde otras organizaciones este proceso es significado como unperíodo de ‘copamiento’ de los sindicatos, por parte del gobier-

  • no, ya que se sufrieron diversas intervenciones, episodios de per-secución ideológica, etc.

    El corolario de este proceso es el establecimiento de unaestructura sindical fundamentalmente orientada a la armoniza-ción del conflicto capital-trabajo, estrategia que se articula des-de el Estado y que logra un grado de consenso en un ampliosector de dirigentes sindicales.2

    En un proceso que se agudiza después de la caída del go-bierno peronista, los dirigentes sindicales comenzaron a impul-sar sus organizaciones como entidades fundamentalmente deservicios, aunque se negó, la identificación del rol del sindicato,con un papel puramente “comercial”. Esta tendencia es muyimportante, ya que, sobre la base de nuestras primeras aproxi-maciones al campo problematizábamos, sobre la dicotomía com-pañero/cliente. En este sentido, podemos pensar en una ciertacorrelación entre los aspectos predominantes en las estrategiassindicales – de confrontación ó de fortalecimiento de una es-tructura de servicios- y estas formas de concebir a los trabajado-res sindicalizados.

    En este contexto, en un marco de creciente burocratizaciónde las estructuras sindicales, la cúpula sindical peronista tomaparte activa en negociaciones de beneficios, no ya para las basesen forma directa (por ejemplo, la lucha por reivindicaciones sa-lariales), sino para las estructuras sindicales (por ejemplo, losservicios a través de las obras sociales, que implican un sustan-cial aumento en los ingresos de las organizaciones).

    Comienza a surgir, de esta manera, una línea de acciónsindical que privilegiaba las instancias de negociación, actuandocomo correa de transmisión entre los requerimientos de un Es-tado y de una burguesía a la ofensiva; apoyándose en la altainfluencia que las Comisiones Internas habían conseguido en loslugares de trabajo, desde su temprana organización en el perío-do de la Resistencia.

    Aunque esta línea fuera la hegemónica, se desarrolló pa-ralelamente, otra, que partía de los sindicatos de tradición másdemocrática, (Luz y Fuerza, SITRAC-SITRAMF), que cristali-za en la conformación de la CGT de los Argentinos. Esta centralnucleaba a los sindicatos “opositores”, tanto a la burocracia dela CGT Azopardo, como a su política “colaboracionista” con elGobierno de Onganía.

    La Dictadura de 1976 significó, para el movimiento sindi-cal, la atomización y fragmentación de las cúpulas. Durante todoel período la CGT se encontró dividida, y “Las dirigencias sindi-cales no se volcaron hacia sus bases, a fin de reorganizarlas oresguardar sus estructuras del accionar gubernamental, sino que

  • eligieron la vía contraria: acercarse al Poder Militar para inten-tar establecer un sistema de ‘buenas relaciones’ que - con laaprobación gubernamental - les permitiera recuperar el terrenoperdido.” ( Thompson, A. 1992: 91)

    Desde los entrevistados dicha fragmentación encuentra unade sus causas en las tradiciones sindicales inauguradas por lacorriente sindicalista, cuyo eje central era el trabajo con el Esta-do sin importar las características de quienes ocuparan el poderestatal.

    Paralelamente a todos estos procesos, y en lo que hace ala relación de las dirigencias sindicales con los trabajadoressindicalizados, va operando un proceso paulatino deburocratización. Creemos necesario explicitar que es lo que en-tendemos por burocratización, ya que creemos que, analítica-mente, podemos pensar este proceso como operando en dos di-mensiones: Por un lado, en la medida en que los sindicatosdevienen en organizaciones de masas, con estructuras fuerte-mente centralizadas, los dirigentes en el desempeño de sus fun-ciones paulatinamente, comienzan a considerar al sindicato comouna estructura en sí y para sí, y, de esta manera, dirigen su accio-nar político-sindical a la ampliación de dicha estructura, en rela-ción, específicamente, a los servicios que presta. En consecuen-cia, se produce una separación, una alienación de las estructurassindicales con las demandas obreras.

    Por otro lado, creemos que el proceso de burocratizaciónque está operando en la actualidad presenta característicascualitativamente distintas al anterior, he aquí una clara instanciade ruptura. Esta dimensión de la burocratización implica queciertos dirigentes sindicales devienen en propietarios de los me-dios de producción y en ese sentido, pasan a ser actores direc-tos en el proceso de apropiación de plusvalía. Esto implica ladefensa abierta del orden burgués, en tanto estos dirigentes pa-san a formar parte de la clase dominante.

    A partir del trabajo de campo, creemos necesario dar cuentaque estos procesos de burocratización operan simultáneamenteen la actualidad, imbrincándose en una compleja red de relacio-nes que determinan la forma del accionar político-organizativode las líneas sindicales. En nuestras entrevistas, pudimos inferircomo operan las dimensiones del proceso de burocratizaciónque definimos anteriormente, fundamentalmente en relación conla evaluación, por parte de los dirigentes regionales, del accio-nar de las cúpulas nacionales y pudimos ver las consecuenciasque implica la persistencia de la estrategia sindical - que nacecon el régimen peronista - de mantener la discusión y la negocia-ción con un Estado cuyo principal objetivo es socavar el poder

  • de los sindicatos, principalmente en relación con el rol de la Se-cretaría de Trabajo y la legislación laboral vigente.

    Creemos que esta estrategia del movimiento sindical espasible de ser abordada también, desde el aspecto organizativo.La fuerte centralización y verticalización que, en un momentofueron condiciones necesarias del poder sindical, en la actuali-dad se tornan obstáculos para su accionar. En el trabajo de cam-po, este problema tomaba la forma de denuncia a dirigentes na-cionales, por parte de dirigentes regionales.

    Las rupturas en el plano político – organizativo, que soncorrelato de las transformaciones estructurales que describimosanteriormente, emergen condensadas en la crisis de la concep-ción de la “central sindical única”. Esta crisis asume diferentesformas: una, más general, expresada por los dirigentes pertene-cientes a la CTA, que cuestionan de raíz la posibilidad, y la nece-sidad de la central única y otra, expresada por los sectores de laactual CGT ‘rebelde’, que marcaban la crisis de la CGT tal ycomo se desempeñaba hasta ese momento.

    La CGT ‘rebelde’, emerge en oposición tanto a las ten-dencias de verticalización, como a las dos líneas políticashegemónicas al interior de la CGT (sostener la negociación conel gobierno de turno y la paulatina transformación en un sindica-to - empresa) En febrero de 1994, se desprende de la CGT elMTA, con la consigna de “Recuperar la CGT para los trabaja-dores” y el objetivo de realizar una reformulación de la centralsindical en el plano organizativo, pero no ideológico. Así, sesostendrían los objetivos estratégicos de la justicia social, inde-pendencia política y soberanía económica, reformulados segúnlas características de esta etapa.

    Creemos que esta línea no puede emerger como contra-hegemónica, debido a la forma de concebir la relación del Esta-do con los sindicatos. En el marco de la reestructuración delEstado (cuyas características hemos explicitado), la revaloriza-ción del rol de un Estado que se desarrolló bajo determinadascondiciones de acumulación, que en la actualidad han cambia-do, lleva a este sector, a postular la autonomía de los aparatospolítico partidarios y del Estado. Pero, al mismo tiempo, se en-cuentran como en un “callejón sin salida” en el momento deformular una alternativa que se base en esos dos postulados. Sinembargo, subyace en sus planteos la necesidad de reformular elEstado (no la organización sindical)

    Entre ambas tendencias internas de la CGT existen, sinembargo, coincidencias fundamentales en relación con el rol ac-tual de los sindicatos. Estas coincidencias se materializan en lasrelaciones que las organizaciones sindicales sostienen con los

  • trabajadores sindicalizados: El contacto más fluido (y la razónde afiliación, en algunos casos) de los trabajadores se da a travésde la cobertura de los servicios sociales, y a eso se reduciría la‘utilidad’ del sindicato para los trabajadores.

    Se renueva entonces, la pregunta sobre el eje de la acciónsindical: En la actualidad, ¿los sindicatos pasan a ser meramenteentidades de servicios sociales?. ¿Podemos pensar estas posi-ciones como una reformulación de la vieja estrategia vandorista.?¿Cómo influye esto en la posibilidad de construcción de un pro-yecto alternativo, o combativo?.

    Desde otra perspectiva, dando cuenta de la fragmentacióny heterogeneización de la clase obrera, la CTA, se plantea lareformulación de la estructura sindical, en función de dar cuentade ciertos cambios estructurales que operaron a partir del adve-nimiento del Estado Neoliberal. Se resignifica el concepto delsujeto a sindicalizar y, por ende, el de estructura sindical, inten-tando nuclear a los sectores excluidos y marginales, junto a lostradicionales sectores explotados. Con el objetivo de que la gentecomience a recuperar el compromiso en la participación, seimplementaron, desde la CTA, pautas organizativas como la afi-liación directa y la elección de la dirigencia por el voto directode los afiliados.

    Creemos que esta línea se basa en pensar la pérdida decentralidad de la clase trabajadora en la articulación de un pro-yecto transformador, y en la posibilidad de “humanizar el capi-tal”, por medio de políticas redistribucionistas. Esta concepciónestratégica subyace en algunos de los planteos de dirigentes dedicha central, que ponen el eje del accionar político – sindicalactual en la recuperación de la posición de poder político que lasorganizaciones sindicales sostuvieron durante el desarrollo delEstado de Bienestar. Si bien estos son los planteos hegemónicosal interior de esa central, la misma agrupa expresionesheterogéneas, y se plantea como un proyecto de construcción apartir de dar cuenta de esta heterogeneidad político - ideológi-ca. De esta manera, para algunos, la “construcción de contra-hegemonía”, abarcaría a diversos sectores, tales como sectoresde la pequeño-burguesía, desocupados, etc.

    Hemos intentado dar cuenta de las reformulaciones queestán sufriendo en la etapa actual las organizaciones sindicales,para pensar como operan en la red de relaciones sociales queconforman las identidades. Las preguntas que quedan, que per-manecen, se relacionan con la posibilidad de pensar organiza-ciones de lucha (no solo reivindicativa) de, desde y para la claseobrera.

    Por supuesto que esta gran - problemática - gran, implica

  • la profundización en estos procesos, en la medida en que nospropongamos luchar por el fin de la explotación del hombre porel hombre.

    Consideraciones finales.Para finalizar esta ponencia creemos necesario plantear

    una serie de consideraciones finales que son producto de una‘actualización’ en lo referido a las características del sindicalis-mo argentino hoy, ya que en los últimos meses han operado unaserie de reformulaciones que pueden constituir nuevas líneas deanálisis a profundizar.

    El avance del capital sobre el trabajo, en la etapa neoliberalen general y durante el gobierno de Menem en particular, marcael agotamiento de la estrategia sindical peronista, basada en laconciliación de clases y en la negociación, lo que produjo unreacomodamiento en las estructuras sindicales, que, como plan-teamos anteriormente se manifiesta, en la actualidad, en diferen-tes líneas.

    Es posible afirmar que las tendencias que operaban duran-te el menemismo en relación al sindicalismo continúan desarro-llándose, y aún más, podemos decir que se profundizan. Conesto queremos decir que, por ejemplo, con el planteamiento deun marco legal como lo es la Ley de Reforma Laboral, se legali-za una tendencia de la etapa signada por la pérdida de poder delsindicato en todos los niveles. Con este paquete de leyes se afec-ta desde la importancia del sindicato en la negociación colectivaal organizar la negociación con la patronal a niveles menores, yasea regional o por empresa, hasta la base misma de sufinanciamiento con la desregulación de las obras sociales.

    Lo característico de este proceso es la poca capacidad depresión para la negociación que poseen los sindicatos, dejandoya de ser un interlocutor válido para el Estado. Si bien se man-tiene en el horizonte de la estrategia sindical la negociación comoaccionar tradicional del sector, con este nuevo gobierno se hanimpuesto límites a la misma que durante el gobierno anterior sepresentaron sólo como tendencias, sin posibilidad deprofundización por la unidad orgánica de la cúpula sindical conel Estado.

    Ante este marco opera una redefinición al interior delmovimiento sindical, de la cual el hecho más siginificativo esque el antiguo MTA, columna de la actual CGT ‘rebelde’, sepresenta en condiciones de pelear la conducción de la CGT, -enla coyuntura de discusión de la Ley de Reforma Laboral y antela vacilación de la CGT de ‘los gordos’- producto de una seriede acuerdos con sectores sindicales y no sindicales.

  • Bibliografía:· Campione, Daniel: (comp.) “La Clase obrera de Alfonsín a

    Menem”.CEAL. Buenos Aires. 1994· Cuadernos del Sur 22/23. Ed. Tierra del Fuego. Buenos Aires. 1996· Guber, Rosana: “El salvaje metropolitano”. Ed. Legasa. Buenos Aires,

    1991.· Gyarmati, Gabriel: “Ciencia vs. Cientificismo: dos estilos pedagógi-

    cos”. Ponencia presentada en el Seminario “Innovaciones en la Enseñanza Su-perior”, Documento de trabajo, Chile, 1983

    · Moreno, O. (comp.): “Desafíos para el Sindicalismo en la Argentina”.Legasa. Buenos Aires. 1993

    · Thompson, Andrés: “Las luchas sociales en la Argentina (1976 - 1983)”en “Crisis y transformación de los Regímenes Autoritarios” (compilación),Eudeba, 1992.

    · Torre, Juan Carlos: “Los sindicatos en el Gobierno”. CEAL. BuenosAires. 1990

    · Vilas, Carlos: “El Populismo Latinoamericano: un enfoque estructu-ral” en “Desarrollo Económico” N° 111, Vol. 28; IDES, 1988.

    1 Estudiantes de antropología U.N.R.

    2 Este sector, hegemónico desde la década del ’30, era el de los sindicalistas. Esta tendencia planteaba la

    conquista de reivindicaciones a través de la negociación, desestimando toda práctica contra-hegemónica

    en el terreno político-ideológico

  • Una construcción etnográfica acerca del trabajoagrícola asalariado en la región de valles de la

    Provincia de JujuyJuan Carlos Cruz (1)

    IntroducciónLa presente investigación, “sustentada en el trabajo sobre

    el terreno” (Lévi Strauss, 1977: 318-319), considera dos aspec-tos, el metodológico, que tiende a superar el obstáculo de “lacanonizada oposición, más o menos ficticia, entre métodos cuan-titativos y cualitativos” (Pierre Bourdieu, 1995:186), y elantropológico, de ahondar sobre la problemática del trabajo agrí-cola asalariado, en tierras de propiedad privada en los valles ba-jos del oriente de Jujuy.

    Establecidos en el enclave de Santa Clara – Arroyo Colo-rado, durante las temporadas de cosechas 1998/99, el tratamientose ordena en dos partes: la primera, una aproximación descripti-va del entorno inmediato, y la segunda, las respuestas y losescritos que resultaron de las entrevistas con los hijos de lostrabajadores sobre la actividad asalariada que desarrollan en lasfincas de la región.

    En la parte final se procura una síntesis de elementos quedan constancia de los cambios y las continuidades registrados alinterior del proceso del trabajo agrícola y de las circunstanciasmetodológicas que resultaron implicadas en el mismo.Primera parte

    Desde el enclave Santa Clara - Arroyo Colorado, acercadel contexto geográfico – ambiental

    Cuando en el oriente de Jujuy, los desprendimientos delos Andes Meridionales con vegetación de monte, se enfrentan alas Sierras Subandinas, otra expresión orográfica del gran siste-ma montañoso, se configura un espacio de valles surcado porlos ríos y arroyos de las alturas circundantes. Reconocemos en-tre estos al último tramo del Río Grande, principal agente deerosión en la Quebrada de Humahuaca, que aporta sus corrien-tes de los deshielos a las aguas del Lavayén, otro alimentadordel caudal del Río San Francisco.

    En este geoambiente de cálidos y húmedos valles bajos,en el extremo sud - occidental del pedemonte de las serranías deSanta Bárbara recortamos el enclave de Santa Clara y ArroyoColorado, ámbito contenedor de fincas cultivadas con citrus,hortalizas y caña de azúcar. Relativamente cercano a la ciudadde San Pedro, la segunda después de la capital de la provincia,resalta entre las localidades rurales de Rodeito, San Lucas, El

  • Piquete y Puente Lavayén que se presentan articuladas por laruta provincial que las vincula con aquella. Si bien la informa-ción estadística categoriza a Santa Clara (2350 hab.) como lo-calidad urbana diferenciándola de las anteriormente nombradas,el mismo recorte informativo, basado en la división política delterritorio, excluye a Rodeito y San Lucas para ubicarlas en eldepartamento colindante. La potencial valoración comparativa,aumenta al suceder lo mismo con la localidad de Arroyo Colo-rado, la más próxima a Santa Clara e integrada a su ámbito. Aesta cuestión expresamos lo siguiente:

    1. El valor índice: 2000 habitantes, que lleva alINDEC a particionar y categorizar las localidades entre urbanasy rurales, provoca que Santa Clara sea relevada entre las prime-ras, tratamiento que la observancia in situ no alcanza a justificaren correlación con la realidad de su entorno rural inmediato.

    2. La localidad de Arroyo Colorado al levantarsesobre el borde sur del arroyo homónimo resulta, como ya expre-samos, en un departamento distinto al de Santa Clara, aunquenuestra exploración y estudio del contexto socio – laboral y cul-tural la considere parte de la integración que abarca la segunda.

    Los trabajadores y su entorno inmediatoReconocidos históricamente como los aportantes de la

    fuerza del trabajo campesino (Whiteford, Scott:1981), en estostiempos de hegemonía de los mercados y de globalización eco-nómica, los cosecheros siguen ocupando el segmento tradicio-nal en el ciclo productivo del azúcar. Su presencia es la respues-ta a la demanda de mano de obra barata de los dueños de lasfincas, en particular las de suelos pedregosos y pendiente irre-gular, quienes también reconocen su escasa capitalización y dis-posición para asumir los riesgos de una mecanización generali-zada.

    Aquellos, los que llegan al valle al inicio de cada tempora-da, con las expresiones de sus etnias de origen en pugna con lasformas aculturadas de los pobladores permanentes, renuevan susubordinada participación en el proceso de laboreo de los cam-pos. Son quienes conforman una realidad de vida cotidiana quetrasciende su entorno inmediato de trabajadores campesinos porla concurrencia de factores que dan complejidad al entramadosocio – laboral que los contiene. Entre ellos cabe mencionar:

    1. La imposibilidad de acceder a la propiedad de latierra que trabajan.

    2. Ocupantes de un estrato sociocultural diferencia-do del que pertenecen los propietarios y los administradores delas fincas.

    3. Disposición de mínimas y difusas redes

  • relacionales que, eventualmente, pudieran aportarles confianzay seguridad para sus demandas.

    4. Existencia de un mercado de trabajo amenazadopor la posibilidad de la mecanización generalizada.

    5. Mínima expresión del trabajo “mediero” comoalternativa favorable dentro del sistema asalariado en el que seencuentran insertos.

    6. La tipología del principal cultivo en la región, lacaña de azúcar, que reduce el nivel y la dimensión laboral de loscontratados.

    Segunda ParteLos hijos de los trabajadores Cuando aumenta nuestro andar y acostumbramiento al

    “estar ahí”, en la realidad de los cañaverales apenas interrumpi-dos por los cosecheros que se vuelcan al corte de la caña, reco-nocemos la preocupación del “estar avanzando” hacia el cono-cimiento de “mundo exotizado”, que irrumpe desde la presenciade una pequeña y plana construcción, la única escuela secunda-ria del enclave. Es una edificación de pocos años que contradic-toriamente ajena y familiar, nos hace preguntarnos si habrá algode su realidad institucionalizada que pudiera vincularse con eltrabajo diario de aquellos hombres.

    La autorización que conseguimos en la Delegación Re-gional del Ministerio de Educación como paso siguiente en labúsqueda de respuestas lleva su director nos informe de los 350alumnos y del plan de enseñanza que apunta a formarlos comobachilleres. Pronto acordamos las condiciones de las entrevis-tas a los alumnos. Serán los 80 minutos de un módulo de clasedel día siguiente, con la división mixta del quinto año de la ma-ñana y luego con los alumnos de la división de cuarto de la tar-de.

    El poco tiempo obtenido llevó a que nuestra presentación,la mención del objetivo principal y las entrevistas propiamentedichas se sucedieran casi sin pausas, y tratando de aprovechar elinterés que la “novedad” pareció haber despertado en los pre-sentes. Si bien encontramos en el primer grupo mayor cordiali-dad y desenvoltura para la conversación, los jóvenes de la tardetambién intervinieron con voluntad.

    ¿Qué respuestas pudimos obtener?. Nuestro registro dice:De una joven: “el alumno que fue abanderado el año an-

    terior ahora está trabajando en una finca como un trabajadormás, lo mismo que otra alumna de esa promoción.”

    De un muchacho ubicado cerca de ella: “todos nosotros,bueno, casi todos somos finqueros, no dueños claro”. El mismo

  • acota luego: “muchos tenemos que trabajar presionados por lafamilia, ya que tenemos que ayudar a mantener, nuestros padresnos dicen : tenés que trabajar sí o sí.”

    Expresando su propia participación en las actividades la-borales de los adultos, justificaban la presencia de los jóvenesque trabajan en la cosecha.

    Otra joven agregó:“Ellos trabajan para que nosotros estudiemos. Mis padres

    me aconsejan que estudie porque me dicen que sino voy a tenerque trabajar duro como ellos, y eso no es bueno. Mi padre traba-ja muy duro, muy sacrificado, todo el día al sol, y todo paraganar poco. “

    Ella misma completó:“Mi padre trabaja en la finca de F, que es un patrón bueno,

    cumple y paga bien, a tiempo, pero lo que gana igual apenas nosalcanza.”

    Primeras diferenciaciones respecto del accionar de losdueños o “patrones” más conocidos, que atienden tanto al tratopersonal como pago del salario acordado. Esta es una cuestiónbastante crucial dado que la mayoría no cuenta con otro ingresosalarial. Si bien en algunos momentos de la cosecha los hijosmayores y las mujeres colaboran directamente en ella, el sueldoque les liquidan es uno solo.

    Un muchacho completó este tramo de la conversaciónagregando:

    “Ahora hay un compañero que también trabaja por la tar-de en una finca como peón, como los demás él también cose-cha”.

    Les pregunté entonces si esto de “trabajar en el campo”era solamente una cuestión que hacían los hombres, y el mismoalumno respondió:

    “ No, las mujeres también trabajan, pero la mayoría en lacasa”.

    Y continuó:“ En algunas fincas se trabaja unas nueve horas por día y

    pagan ocho pesos, y no está bien porque al principio dicen quees un peso por hora, pero.....”

    Se les pidió que escribieran, en grupos si así lo preferían,lo que no se hubiera conversado o lo que simplemente quisieranexpresar. Nos dieron así sus opiniones como una actividad quemás tarde repetirían sus compañeros del otro turno con los queacordamos suprimir la conversación para disponer de más tiem-po para los relatos escritos. En ambas instancias presentamos lamisma pregunta direccionante: ¿Qué sabemos de los trabajado-res temporarios que cosechan en las fincas?

  • Escrito 1:Realidad Económica de Sta. Clara. Somos 5 chicas y con-

    tamos la historia de nuestra familia. En nuestra ciudad la mayo-ría de la gente tiene trabajo temporario, en el tiempo q´ estánaquí trabajan hasta setiembre, luego se ven obligados a buscartrabajo en otros lados. Esto no es caso de los adultos sino tam-bién de muchos jóvenes, algunos después de estudiar se van abuscar trabajo o se van con sus padres a trabajar en los tomates,pimientos, zapallitos, etc. Y algunos también buscan trabajo enla ciudad de Perico, en el tabaco. Viajan con toda su familia ytodos trabajan porque así pueden sacar un poco más, realmentese sufre porque el trabajo aquí no es tan favorable y por eso lasfamilias se separan, pero no, es necesario por la falta de dinero ylo económico.

    Una particularidad que alcanza a la mayoría de los traba-jadores temporarios, la necesidad de desplazarse a otros ámbi-tos agrícolas, a la finalización de la cosecha, lo que provoca laseparación de sus familias. Fincas dedicadas al cultivo del taba-co y cercanas a la capital de la Provincia, son las más requeridasy posibles por cuanto, en estos casos, pueden estar con susfamilias. Perico es así una de las ciudades más requeridas que, amediano plazo podrá resultar elegida para la radicación definiti-va.

    Escrito 2:Nosotros opinamos q´ nuestros padres hacen lo posible

    para mantener a nuestra familia. No estamos de acuerdo conalgunos Patrones de Finca que no los tratan bien a los trabajado-res, ejemplo : Un hombre q´ llegaba a una cierta edad los patro-nes no les pagan lo que a él le corresponde y hay otros que estánsentados, no hacen nada y cobran de arriba y no estamos deacuerdo con lo q´ le hacen. Otro caso es que los cosecheros decaña viene desde lejos en busca de trabajo y al llegar a fin de mesno les pagan, los quieren conformar con bolsas de mercadería,ellos no se conforman con eso, también necesitan ropa o calza-do o si se enferman sus hijos no hay atención médica y no. Haytrabajadores q´ temen a los patrones, por eso ellos deben cum-plir con sus obligaciones, porque si los despiden no saben q´hacer. Nuestros padres hacen todo lo posible para q´ sigamosestudiando y no quieren q´ nosotros seamos iguales a ellos por-que nuestros padres desean lo mejor para nosotros. Hay chicosq´ terminaron el quinto año y trabajan porque no les alcanzapara seguir estudiando.

    Acá destacan la ausencia de la estabilidad laboral comoconsecuencia de una relación contractual que se acuerda “de

  • palabra” y que depende de la “buena voluntad” del patrón o delcapataz para cumplirla. Los estudios se visualizan como la alter-nativa para no repetir la experiencia de sus padres.

    Escrito 3:Trabajo Campesino. En realidad el trabajo en esta zona es

    algo forzoso ya que el clima es agobiante durante el verano. Porejemplo, en la cosecha de caña las personas entran al trabajo aun horario indeterminado ya que trabajan por tanto en la mayo-ría de esta gente son gente humilde que vienen de distintos luga-res adonde luego esta gente va a distintas cosechas de la provin-cia. Podemos decir que en la zona el único medio para sobrevi-vir es el trabajo campesino ya que estamos rodeados por dife-rentes fincas ricas en sus plantaciones. La mayoría de la gentedel pueblo se dedica al trabajo del tomate donde el salario rurales muy bajo y el trabajo muy pesado, es así porque la gente noprogresa, para poder progresar debemos emigrar de estos luga-res del país.

    Distinguen entre quienes se consideran residentes perma-nentes de Santa Clara, y los que solo vienen a la temporada decosechas; los primeros dedicados principalmente a los citrus y ala horticultura y los temporarios a la cosecha de la caña. Estapartición no debe considerarse definitoria por cuanto en las pe-queñas como en las grandes fincas hay personal permanente.Además, para las cosecha de hortalizas también se contrata agente “de afuera”. En cualquier caso, casi ninguna familia detrabajadores temporarios aporta alumnos a la escuela secunda-ria porque su desplazan con los hijos pequeños, y en los pocoscasos que traen a los más jóvenes, estos no estudian sino quetrabajan haciendo “la cuarta”, o sea sumando fuerza de trabajopara incrementar el ingreso salarial.

    Escrito 4:Fecha : 23-10-97. Mi padre es capataz y no es fácil ese

    trabajo. ¿Por qué ?, porque cuando hace calor, él tiene que an-dar por el rayo del sol por ahí controlando a la gente y a la vezhacerse responsable de algunas cosas, además el sueldo que ganaal mes no alcanza porque somos numerosos, porque somos ochohijos. Mi madre es ama de casa. La mayor, o sea mi hermana, serecibió y tiene su familia y no aporta nada. La hermana que siguetiene dos hijos en soltera o sea no existen los padres de sus hijosella lava la ropa de otras personas y así gana por lo menos paracomprarles la ropa. Mi hermano también salió de quinto año,debe una materia, pero él trabaja en la Municipalidad el trabajolo ganó por medio de la política y no le ayuda a mi padre porque

  • ya tiene mujer y es juntado. Después tengo un hermano que es-tudia en el Profesorado y todos los fines de semana le tiene quemandar la plata para comer,etc. Después tengo cuatro hermanasmás que estudian y ahora no sé como va a hacer [el padre]porque para el año yo tengo que seguir estudiando en algúnProfesorado y no alcanza.”

    Que algunos trabajadores alcancen a desempeñarse comocapataces de finca no eleva necesaria ni significativamente sustandard de vida por cuanto siguen perteneciendo al mismo es-trato de los cosecheros y participando de sus mismas realidadescotidianas. Solamente el ingreso salarial es permanente y la vi-vienda apenas mejorada y de mayor tamaño.

    Escrito 5:El trabajo Campesino. Es muy duro trabajar en el campo,

    pasás mucho calor, sufrís del frío, te enfermás en tiempo de llu-vias, te hacen trabajar mucho y el sueldo no es mucho por losquehaceres del campo. Siempre hay que estar a las órdenes delcapataz, hay veces que hacés algo mal y te lo reprochan. Si unono quiere trabajar en el campo debe superarse, seguir estudian-do con un poquito de voluntad y esfuerzo para poder seguirhacia adelante y con el tiempo ayudarlos a los padres con eltrabajo y mantensión del hogar.”

    Destacan los rigores del húmedo clima subtropical, y rei-teran la visualización del estudio como la posibilidad para “saliradelante”, para escaparle a esa realidad cotidiana del “aquí yahora”.

    Escrito 6:El trabajo rural es difícil se suele realizar con esfuerzo y

    sacrificio que no es proporcional al dinero recibido por él. Lascondiciones climáticas no impiden al trabajador cumplir con eldeber por atrás de él hay una familia a la cual tiene que mante-ner. También tenemos el caso de los jóvenes que trabajan y estu-dian que se ven obligados a administrar su tiempo entre la es-cuela y el trabajo y poder cumplir en ambas obligaciones. Lavida rural se torna difícil para todos nosotros los habitantes deesta localidad, Santa Clara.”

    Coincide parcialmente con el escrito previo y hace notarla falta de correlación entre las exigencias del trabajo y el sala-rio. Un cálculo puramente especulativo sobre el kilaje que po-tencialmente pueden cosechar por jornada y por quincena y elsalario que se recibe justifica el calificativo de “sacrificio” queemplean.

  • Escrito 7:Trabajo: Finca. Los trabajos en el campo son muy duros

    porque me resulta muy difícil trabajar y estudiar por falta detiempo. Yo trabajo porque a mis abuelos no les gusta que estéde vago y lo que gano no lo recibo porque cuando necesito algome lo dan.

    Ejemplifican respecto de los casos de alumnos que mien-tras están estudiando comienzan a participar del trabajotemporario para su manutención y la del grupo familiar.

    Escrito 8:El trabajo jornalero. Es el caso de mi padre o para redon-

    dear, mi familia. Mi padre es capataz de una finca. Su tarea es deordenar, controlar los trabajos y enseñar como se debe hacer eltrabajo, pero ser capataz tampoco quiere decir que es un trabajofácil o piola, lo digo en el término vulgar. Una de sus responsa-bilidades es atender a la gente obrera como hace su trabajo. Enalgunas ocasiones tiene dos grupos de personas que hacen dife-rentes trabajos y por ir a ver a un grupo el otro grupo hace malla tarea o juegan. Después, cuando él viene [su padre], les dauna retada por no hacer lo que tenían que hacer los obreros loinsultan le dicen cosas horribles que el capataz aquí o que elcapataz allá luego viene el patrón, y como siempre hay una omás personas que se encargan de contar todo el chisme que pasaen la quinta lo hacen unicamente por quedar bien con el patrónmientras tanto es el capataz el que recibe la retada o el maltratodel patrón. Y el sueldo que recibe es semanal y no es suficienteporque gana 70 pesos, pero por supuesto yo y mis hermanostambién trabajamos en la quinta. Esto es lo que puedo informar-le como es la tarea del capataz.

    La función del capataz como una actividad laboral que norecoge beneficios respecto de las responsabilidades de los de-más trabajadores. Una desventaja en el sentido que toda su de-dicación y tiempo quedan subordinados a las responsabilidadesque cumple en la finca donde vive. Es una circunstancia que, entiempo de cosecha, los obliga a hacer de cosechero para mejo-rar el salario.

    Escrito 9:El trabajo en el campo. El trabajo en el campo es muy

    sufrido porque hay que estar a rayos del sol haga frío o llueva.Trabajar en el campo es casi una obligación porque hay que ayu-dar a sustentar el hogar porque hay algunos que tienen familiasnumerosas y el que trabaja es uno solo y no alcanza, hay algunospadres que se ven obligados a trabajar en el campo para poder

  • cobrar un salario y tener una obra social y poder brindarle a sushijos algo mejor. Muchos padres nos dan consejos que debemosestudiar y q´ el estudio nadie nos van a quitar, para así no estarsufriendo en el campo como ellos. Es mucho de explicar que nose puede ignorar el trabajo que es sacrificados por todas esaspersonas que no estudiaron y que solo los pueda salir a las quin-tas. En fin, el trabajo del burro es pesado.”

    Destacan “el estudiar” como la posibilidad para excep-tuarse, en el futuro, del trabajo en el campo.

    Escrito 10:Trabajo campesino. El trabajo en el campo es una tarea

    frustrante y agotadora, porque el jornalero para poder ganar(ganar) su sueldo mensual tiene que trabajar durante toda unajornada soportando las diversas dificultades que se les presentancomo ejemplo : el frío, las lloviznas, el calor que cada vez sehace mas insoportable esas son una de las diversas problemáti-cas que debe soportar un campesino, también en cierto mododebe trabajar para poder sustentar a su familia, más que en estazona las familias son muy numerosas y el jornal casi no alcanza yen algunos casos nuestros padres tienen que ir en busca de tra-bajo muy alejado de su familia y es allí cuando empiezan losproblemas, a veces el dinero que mandan no es lo suficiente,cada vez la vida se pone muy dura, el campesino es una personadestinada a trabajar y cultivar la tierra de por vida, no es igual auna persona que tiene estudio.

    Las condiciones climáticas están incorporadas fuertemen-te como una adversidad, al igual que la constante de los bajossalarios. Como elemento a destacar reconocemos que sea vistocomo una fatalidad, como un trabajo que se hace “de por vida”y al que concurren por su condición de campesinos “sin estu-dios”.

    Escrito 11:Trabajo. Para mi punto de vista, el trabajo es algo que es

    importante en la vida del hombre. Para los hombres que tienenfamilia el trabajo es una obligación porque tiene que sustentar asu esposa y sus hijos. En realidad en los campos, el trabajo in-cluye a toda la familia, la esposa e hijos. Mi padre era capataz yganaba dinero suficiente, el trabajo era liviano y no se cansabaen el cuerpo fisico, pero ahora que no es capataz su cuerpo fisicose siente cansado. Por eso el trabajo en el campo es pesado. Mipadre me cuenta que no es bueno trabajar en el campo, me acon-seja que tengo que estudiar para no sufrir como el está sufrien-do.”

  • Ratifican la negatividad del trabajo en el campo, y destácasela referencia valorativa que se hace al trabajo en sí mismo. Sibien aquella se expresa subjetivada desde la perspectiva del hijoque se refiere al desgate de su padre trabajador, debe destacarsela significancia que de presentarlo en oposición “al estudiar” yvinculado al “sufrimiento”.

    Escrito 12:Trabajo temporario : nuestros padres son embaladores.

    Nuestros padres están en Santa Clara en la temporada de la co-secha en el mes de Junio hasta mediados de Setiembre despuésque termina la temporada del tomate deben viajar al Sur, y vuel-ven después de 9 meses para llegar justo en la cosecha. Elloshablan después de dos semanas o al encontrar un trabajo paradecir que estan bién. Si llega a valer las frutas nos llevan a traba-jar a ayudarles en la tarea. El trabajo del embalador no es fácilporque se debe trabajar las 24 horas si vale la fruta o sale mu-cho. Si ellos no trabajan bien adonde están deben seguir buscan-do hasta encontrar un trabajo. Ese el trabajo del embalador, lle-gar 3 meses a estar en su hogar y volver a salir de nuevo a otroslugares.”

    Un “documento etnográfico” que destaca la periodicidaddel cosechero - embalador en el tiempo diario de labor. Marcaun hecho sintomático de casi todo el trabajo de los cosecherosya que para cualquier cultivo, el tiempo ocupado está en rela-ción con la cantidad a entregar lo que les permite mejorar relati-vamente sus ingresos. Menciona también la articulación que de-ben procurar con “otros lugares” para que no se interrumpa laregularidad de los ingresos.

    Escrito 13:Mi padre es zafrero, cortador de caña, él trabaja en Finca

    F como es sabido, esta finca se caracteriza por ser de las mejo-res en su puntualidad de pago y generosidad del patrón, ya queestas virtudes como otras tantas hacen que sus capataces y peo-nes, se sientan no solo bien y conformes la puntualidad y el solohecho de tener trabajo seguro es una gran ventaja porque estomismo ayuda a equilibrar sus gastos en almacenes, en ropa, bue-no en fin, en lo económico. Ahora bién son muchos los benefi-cios que en esta finca puede encontrar, cualquier hombre quetiene ganas de trabajar en el campo, soportando calores, fríoscrueles, a veces hasta hambre, porque, bueno no voy a hablar entérminos generales, solo voy a hablar de mi padre : es duro ver ami padre levantarse a las 4 de la mañana y regresar a veces sítermina temprano a las 12 del mediodía y si no termina regresa a

  • las 8 de noche bueno, pasa esto por lo que él trabaja solo en micasa se exige mucho, nosotros somos 4 personas la idea, buenomi idea y la de todos mis compañeros sería, seguir estudiando,intentar por todos los medios hasta alcanzar nuestro objetivo,nuestra meta y más que nada una salida laboral con visión haciaun futuro mejor. Nada más, gracias a Ud. por interesarse poresta nuestra opinión.

    Lo que pudiera inferirse como rasgo de normalidad labo-ral en el trabajo agrícola es una situación de excepcionalidad: la“puntualidad de pago y la generosidad del patrón”.

    Consideraciones finales La posibilidad de haber llegado a un desigual producto

    etnográfico, al que aportaron los escritos de los hijos de los tra-bajadores desde sus realidades intersubjetivadas hacen que esteestudio de la problemática del laboreo agrícola en un ámbito deJujuy demande la necesidad de investigaciones complementa-rias. La permanencia de antiguas condiciones de marginalidaden las distintas expresiones que asume el trabajo en las fincasperfila una caracterización provisoria pero genérica de cuantopuede acontecer en otros espacios de la región de valles.

    Desde la perspectiva metodológica de haber investigadohacia “la exigencia antropológica por ver las cosas desde elpunto de vista del nativo” (C. Geertz, 1994:74), queda igual-mente la percepción que se debe dar espacio y continuidad aformas poco frecuentadas en la toma de datos.-Bibliografía

    Argentina-INDEC (1991 a) Censo Nacional de Población y Vivienda1991, Características generales :provincia de Jujuy.

    Argentina-INDEC (1991 b) Censo Nacional de Población y Vivienda1991, Resultados definitivos, Serie G, por localidad.

    BOURDIEU, Pierre y WACQUANT, Loïc J.D.. 1995. Respuestas : poruna Antropología Reflexiva, México, D.F., Editorial Grijalbo,S.A.

    BOURDIEU, Pierre. 1997. Razones prácticas. Sobre la teoría de la ac-ción, Barcelona, Editorial Anagrama, S.A.

    GEERTZ, Clifford. 1987. La interpretación de las culturas, Barcelona,Gedisa

    LEVI STRAUSS, Claude. 1977. Antropología estructural, Buenos Ai-res, Eudeba

    TYLER, Stephen A. 1991. “La etnografía posmoderna : de documentode lo oculto a documento oculto”. En : El surgimiento de la antropologíaposmoderna, Carlos Reynoso (comp.), México, Gedisa

    WHITEFORD, Scott. 1981. Workers from the North, The University ofTexas Press, Austin, Texas(1) Universidad Nacional de Jujuy

  • NOTAS PARA PENSAR LA DELEGACIONPOLITICA EN EL MAGISTERIO LOCAL

    Julián Gindin (*)

    De un tiempo a esta parte se aviene algo así como unaconciencia de cambio. Conciencia de un cambio, esta vez, radi-cal y desesperanzador. Los sindicatos, entre otras imágenes máso menos difusas parecen arremolinarse en un torbellino que losdevuelve como prestadores de servicios. Frecuentemente me-nos. Sus líderes y cuadros medios semejan imágenes de un paísque de tan distinto parece otro.

    El protagonismo –o menos; la supervivencia- que puedelograr un sindicato depende, entre otras cosas, de las políticasque impulse. Algunos se embarcan en proyectos empresariales,otros mejoran los servicios para los afiliados... pero el sindicatoque me propongo estudiar, la Asociación del Magisterio de San-ta Fe (A.M.SA.FE.) está empeñada en otra vía: quiere ser unaestructura eficiente de movilización y delegación política.

    Atiendo, para pensar la A.M.SA.FE., a una de las cosasque me parece hace al centro del problema (del problema delcambio histórico): la naturaleza –política- de la relación entredeterminado sindicato y esas miles de personas que trabajan enla docencia provincial. De pronto, distintos lugares, ideas y com-promisos personales hacen que sea posible “eso”: un sindicatoque reingresa a la Confederación, clases que no comienzan, cla-ses que no continúan, votaciones, elecciones, asambleas...

    Establezco, a continuación, un diálogo crítico con una lec-tura de un texto de Bourdieu sobre la delegación política. Nopuedo, obviamente, leer el artículo desde la teoría política o laantropología que supone. No sé, tampoco, si él sostendría hoylo que escribió en 1983. Pero el que argumente tan precisamen-te alrededor de lo que a mí me interesa estudiar en el magisteriolocal (identidad, poder, participación, delegación, representaciónpolítica) me obliga a fijar una posición respecto a su ensayo.

    Divido esta ponencia en tres partes, una primera en la quepresento las historias a las que voy a referirme para el diálogocrítico que mencioné, una segunda en la que resumo el trabajocitado de Bourdieu y una tercera en la que hago, finalmente, lasobservaciones que creo pertinentes.

    No quiero darle a mi trabajo de campo una autoridad de laque, por incipiente y primero, carece. Entre otras cosas, me vin-culo con un sector particular (el de nivel Medio) que acaso mehaga sobredimensionar algunas características del gremio. An-tes que de un análisis exhaustivo de la experiencia de campo, las

  • observaciones finales surgen de la intuición de que no es con elanálisis que propuso Bourdieu con que es más inteligible esaexperiencia.

    Tengo la sospecha, y esto también ordena el presente en-sayo, que esta “conciencia de cambio” que referí en el primerpárrafo puede hacernos ver distintas algunas cuestiones: me gus-taría creer, efectivamente, que Bourdieu no volvería a escribir loque escribió, que estructurar un discurso verosímil sobre la de-legación política, hoy, tiene indefectiblemente que recurrir a otrasimágenes.

    Una introducción y tres historias· Una nueva dirección sindical (introducción).

    Después de un conflicto muy importante en 1990, la con-ducción de la A.M.SA.FE se desprestigia mucho ante la basegremial de la delegación Rosario. Esto hace, por un lado, que enlos años subsiguientes se retraiga la participación sindical y, porel otro, que la lista oficialista pierda la seccional en las eleccio-nes de 1992. ‘Trabajadores de la Educación’, la lista que gana,retiene la delegación en las elecciones de 1995, año también enque gana la elección provincial. En 1998 repite ambos triunfos.

    El órgano resolutivo por excelencia de la A.M.SA.FE. esla asamblea provincial, donde se resuelve de acuerdo a unarepresentatividad por delegación que favorece a las menos nu-merosas. Las mociones se realizan en asambleas de afiliados pordelegación y se votan en los colegios. Esto, de hecho, es unacaracterística tradicional a destacar. Pero, ante un gremio des-confiado, tratar de incentivar la participación sindical es generarprácticas nuevas y revitalizar viejas.

    Miembros de la lista ganadora comienzan a visitar los co-legios e implementar una serie de políticas. Entre ellas la realiza-ción de asambleas zonales (una práctica vieja que se había aban-donado). Otra es la realización de plenarias de delegados gene-rales (para no depender del llamado a asambleas provinciales) opor nivel –Media, Técnica-. En las escuelas, finalmente, se pro-ponen jornadas gremiales, cuya realización es más difícil porquenecesitan el visto bueno del directivo. Allí se trata de discutircon el conjunto de la planta docente.

    Es un trabajo lento que tiene al delegado sindical comopivote indispensable. De hecho, hoy (si contamos solo los titula-res), A.M.SA.FE. cuenta con 400 delegados electos.

    · El lugar de las asambleas zonales.Entre estas prácticas impulsadas por la nueva directiva se

  • encuentra, dijimos, la realización de asambleas zonales de dele-gados, y la elección de éstos, en el camino de conformar uncuerpo más significativo. Es muy interesante escuchar las com-paraciones entre este tipo de reuniones (por zona, más concurri-das y en horarios de trabajo), y las del conjunto de la seccional(sean asambleas o plenarios generales de delegados). Cito, su-cesivamente, a un miembro de la Comisión Directiva, a un mili-tante y delegado gremial, y a un delegado electo recientemente,sin tradición sindical.

    En las zonales;“... la participación es diferente, cada compañero cuenta

    un poco que pasa en su escuela, cuál es el clima, cuales son laspreocupaciones, y además se genera un grupo que, por el pro-pio conocimiento –porque son, son compañeros generalmentede escuelas vecinas, de la misma zona, en donde algunas cues-tiones son comunes, nos conocemos, nos conocemos como de-legados, nos conocemos como trabajadores, conocemos la rea-lidad de cada una de las escuelas, y es más rico, es más rico encuanto a lugar de reflexión y de preparación de estrategias por-que no tienen un carácter resolutivo...”

    “Se puede discutir con más profundidad porque tenés mástiempo para la discusión, tenés una opinión más generalizadaporque en las reuniones zonales participan por ahí, parte de losdelegados (...) las maestras, los profesores que no tienenmilitancia política y demás, y que van a discutir los problemasespecíficos de las escuelas de la zona. Entonces tiene como granventaja esa (...) se puede discutir mucho más, te digo se sacanconclusiones más en limpio, y aparte se pasa más a la práctica, alestar reunidos toda gente que trabaja en un mismo lugar, en lamisma zona y demás es más fácil coordinar acciones para el lu-gar”

    “A mi me gustan más las zonales que las asambleas gene-rales del gremio (...) Generalmente empieza con alguien de laComisión Directiva que hace un informe previo –de las notaspor área, de lo que pasó con Claudio Chacón, etc., etc.- Y des-pués cada uno va acotando algún problema, alguna cuestión dela escuela”

    En las seccionales; “... al haber tantas agrupaciones las asambleas muchas

    veces se constituyen en el lugar de debate, de disputa ideológica(...) se constituyen en un lugar hasta de debate agresivo a vecesy, bueno, el compañero que no participa de alguna agrupaciónen particular un poco que se siente ajeno a esa disputa o inhibidode hacer los planteos que él trae de la escuela (...) se van de lasasambleas con esa mala experiencia de no haber podido hablar o

  • de no haber sido interpretados, porque muchas de las cosas porahí el compañero que no tiene esa experiencia comenta algunavivencia suya o alguna opinión”

    “...son más politizadas, van las tendencias ¿no?, van, y ladiscusión se politiza más y se lleva a un plano más superestructural(...) cuando llega el momento de mocionar, los momentos deci-sivos, vos mirás y están siempre las mismas caras. Y la maestraque fue con una preocupación de la escuela (...) se siente unamarciana, se levanta y se va. (Pero) me parece mal que muchosdelegados, ya hinchados las pelotas planteen, o sea algunos de-legados que no tienen militancia y demás, cansados porque noven la forma de participar de la discusión, planteen, pidan,mocionen, mociones de orden desde, ¿qué sé yo?, que no sediscuta política general hasta que no dejen entrar a las tenden-cias organizadas, ha habido propuestas de ese tipo”

    “... militancia, gresca de bar estúpida, que no sirve paranada. Supongo que, a mí tampoco me conforma todo lo quehace la Comisión Directiva, pero no puedo ir a todas las asam-bleas a pasar facturas ¿no?, porque te hace perder el punto devista, te hace perder de vista el objetivo de la reunión que estratar acciones concretas, que se haga alguna medidaconsensuada”

    · Los dos principales conflictos del segundo semestrede 1991.

    Ante una lucha de hace años, sostenida con el apoyo y lasimpatía de toda la comunidad, el gobierno nacional lanza unimpuesto a los automotores, motos, aviones y embarcacionescuya recaudación se destinaría a un Fondo de Incentivo Docen-tes.

    El 9 de Junio empezaron las protestas de los transportis-tas, que alcanzan el pico cuando, a partir del 5 de julio, llaman aun paro con piquetes en las rutas exigiendo la derogación delimpuesto. La medida conmueve al país, amenazando con eldesabastecimiento, y logra la prorroga del vencimiento.

    La secretaria general de Confederación de los Trabajado-res de la Educación de la República Argentina, Marta Maffei,apoya públicamente el incentivo pero el impuesto es repudiadoen asambleas locales y en una provincial. Desde las direccionessindicales docentes (nacional y local) se expresa que es una me-dida patronal –el sindicato de camioneros no la apoya- y que elconjunto de la población ya pagó. El sindicalismo que ha enfren-tado más consecuentemente al gobierno lo apoya en una de lasmedidas más antipopulares de éste. En una reunión de más de150 delegados, el 2 de Julio, en la que había dirigentes de

  • A.M.SA.FE. y C.T.E.R.A. registro dos intervenciones:‘Esto nos deja mal parados con los padres, ahora somos

    deudores de ellos, y no en el buen sentido, y me pone mal ver alos dirigentes de C.T.E.R.A. avalando esto (murmullo ge