Apologia Cristiana

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CENTRO DE INVESTIGACIONES RELIGIOSAS H ay muchos cristianos evangélicos que consideran al Pentecostalismo Unicitario (también conocido como "Sólo Jesús" o Unitarios) como un movimiento cristiano evangélico. Sin embargo, la realidad es que este movi- miento está muy lejos de ser considerado como cristiano, según la definición teológica de una secta. Esta dice que una secta, es cualquier grupo religioso o semi- religios que proclama ser cristiano, mas niega una o más de las doctrinas funda- mentales del cristianismo, como la Trinidad, la deidad de Jesucristo, la sal- vación por la gracia, a través de la fe en Jesucristo, la resurrección corporal de Jesucristo, y la autoridad de la Biblia. Los Pentecostales Unicitarios transigen la doctrina de la salvación por gracia a través de la fe en Cristo Jesús y niegan abierta- mente la doctrina de la Trinidad. Este artículo fue escrito exclusivamente para alertar al cuerpo de Cristo sobre este movimiento sectario y demostrar a la luz de las Escrituras porque los Unicitarios están erroniamente equivocados sobre la verdadera naturaleza de Dios. Pero antes de empezar es necesario señalar que existen muchos grupos independiente que componen el movi- miento Pentecostal Unicitario, pero los grupos más grandes o mejor conocidos que componen tal movimiento son: La Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús La Iglesia Pentecostal Unida La Asamblea Aposólica de la fe en Cristo Jesús La Iglesia la Luz del Mundo La Iglesia Pentescostal de la fe Apostólica Los Ministerios Creciendo en Gracia EL ARGUMENTO TRINITARIO La Iglesia, a través de los siglos, siempre ha enseñado que: Dentro de la unidad del único Dios existen tres distintas personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo; y estos tres comparten la misma naturaleza y atributos; por lo tanto estos tres son el único Dios. EL ARGUMENTO UNICITARIO La doctrina Unicitaria está basada en el entendimiento de dos verdades bíblicas. La primera verdad bíblica, es que hay solamente un Dios; la segunda consiste en su afirmación, que Jesús es Dios. De estas dos verdades, los Unicitarios deducen que Jesucristo es Dios en su totalidad; y por lo tanto, Jesús debe ser el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Sin embargo, analizemos esta noción para detrminar si está, esta en armonia con las Escrituras. ¿ES JESÚS EL PADRE? V ersículos que utilizan los Unicitarios para apoyar que Jesús es el Padre. Isaías 9:6: El “Padre eterno” 1. Este versículo no enseña que Jesús es el Padre. La frase “Padre eterno”, se está refiriendo a que Jesús es Padre de la eternidad; en otras palabras Jesús siempre ha existido (Jn. 1:1); él no fue creado, él no tuvo un principio (Jn. 17:5). 2. La frase “Padre” no era el título que se acostumbraba usar para dirijirse a Dios en el Antiguo Testamento. Por lo tanto, este versículo no enseña que Jesús es “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”; en otras palabras Jesús no es su propio Padre. Juan 10:30: "Yo y el Padre uno somos". 1. Si Jesús hubiera querido decir que él es el Padre, él hubiera dicho: "Yo y el Padre uno SOY", lo cual hubiera sido la expresión gramati- cal correcta. Yo no creo que Jesús fue un mal comunicador. 2. "Somos" (Gr. esmen), la primera per- sona plural. Jesús y el Padre son uno en naturaleza y en esencia. Jesús es Dios, pero no Dios el Padre. Juan 14:8-9: “Felipe le dijo: Señor, mués- Volumen 8, Número 1 Contendiendo por la fe (Judas 3) Enero - Marzo 2004 Los Unicitarios (Sólo Jesús) y La T rinidad Por Ricardo Becerra “…la realidad es que este movimiento está muy lejos de ser considerado como cristiano…” (Continúa en la siguiente página)

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C E N T R O D E I N V E S T I G A C I O N E S R E L I G I O S A S

Hay muchos cristianos evangélicosque consideran al PentecostalismoUnicitario (también conocido

como "Sólo Jesús" o Unitarios) como unmovimiento cristiano evangélico. Sinembargo, la realidad es que este movi-miento está muy lejos de ser consideradocomo cristiano, según la definiciónteológica de una secta. Esta dice que unasecta, es cualquier grupo religioso o semi-religios que proclama ser cristiano, masniega una o más de las doctrinas funda-mentales del cristianismo, como laTrinidad, la deidad de Jesucristo, la sal-vación por la gracia, a través de la fe enJesucristo, la resurrección corporal deJesucristo, y la autoridad de la Biblia.

Los Pentecostales Unicitarios transigen ladoctrina de la salvación por gracia a travésde la fe en Cristo Jesús y niegan abierta-mente la doctrina de la Trinidad.

Este artículo fue escrito exclusivamentepara alertar al cuerpo de Cristo sobre estemovimiento sectario y demostrar a la luzde las Escrituras porque los Unicitariosestán erroniamente equivocadossobre la verdadera naturaleza deDios.

Pero antes de empezar es necesarioseñalar que existen muchos gruposindependiente que componen el movi-miento Pentecostal Unicitario, pero losgrupos más grandes o mejor conocidosque componen tal movimiento son:

• La Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús

• La Iglesia Pentecostal Unida• La Asamblea Aposólica de la fe en

Cristo Jesús

• La Iglesia la Luz del Mundo• La Iglesia Pentescostal de la fe

Apostólica• Los Ministerios Creciendo en Gracia

EL ARGUMENTO TRINITARIOLa Iglesia, a través de los siglos, siempreha enseñado que: Dentro de la unidad delúnico Dios existen tres distintas personas,el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo; yestos tres comparten la misma naturalezay atributos; por lo tanto estos tres son elúnico Dios.

EL ARGUMENTO UNICITARIOLa doctrina Unicitaria está basada en elentendimiento de dos verdades bíblicas.La primera verdad bíblica, es que haysolamente un Dios; la segunda consiste ensu afirmación, que Jesús es Dios. De estasdos verdades, los Unicitarios deducen queJesucristo es Dios en su totalidad; y por lotanto, Jesús debe ser el Padre, el Hijo y el

Espíritu Santo. Sin embargo, analizemosesta noción para detrminar si está, esta enarmonia con las Escrituras.

¿ES JESÚS EL PADRE?

Versículos que utilizan los Unicitariospara apoyar que Jesús es el Padre.

Isaías 9:6: El “Padre eterno”

1. Este versículo no enseña que Jesús esel Padre. La frase “Padre eterno”, se estárefiriendo a que Jesús es Padre de laeternidad; en otras palabras Jesús siempreha existido (Jn. 1:1); él no fue creado, élno tuvo un principio (Jn. 17:5).

2. La frase “Padre” no era el título que seacostumbraba usar para dirijirse a Dios enel Antiguo Testamento. Por lo tanto, esteversículo no enseña que Jesús es “el Diosy Padre de nuestro Señor Jesucristo”; enotras palabras Jesús no es su propio Padre.

Juan 10:30: "Yo y el Padre uno somos".

1. Si Jesús hubiera querido decirque él es el Padre, él hubiera dicho:"Yo y el Padre uno SOY", lo cualhubiera sido la expresión gramati-cal correcta. Yo no creo que Jesúsfue un mal comunicador.

2. "Somos" (Gr. esmen), la primera per-sona plural. Jesús y el Padre son uno ennaturaleza y en esencia. Jesús es Dios,pero no Dios el Padre.

Juan 14:8-9: “Felipe le dijo: Señor, mués-

Volumen 8, Número 1 Contendiendo por la fe (Judas 3) Enero - Marzo 2004

Los Unicitarios (Sólo Jesús) y La TrinidadPor Ricardo Becerra

“…la realidad es que este movimientoestá muy lejos de ser considerado

como cristiano…”

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tranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo:¿Tanto tiempo hace que estoy convosotros, y no me has conocido, Felipe?El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos elPadre?”.

1. Jesús NO le dijo a Felipe que él era elPadre.

2. Jesús vino representando al Padre, ademostrarnos el camino al Padre (V. 6).En Juan 5:43, Jesús dijó: "Yo he venido ennombre de mi Padre [en la autoridad delPadre, con las credenciales del Padre], yno me recibís; si otro viniera en su propionombre [en su propia autoridad, con suspropias credenciales; como el anticristo],a ése recibiréis".

3. Cuantas veces hemos orado: "Padre,ayúdame a que las personas te vean a ti enmi" ¿Acaso eso quiere decir que cuandolas personas le ven a usted, están viendoliteralmente al Padre? Por supuesto queno, ni tampoco esto es lo que usted estáorando, sino más bien esta pidiendo queDios le ayude a representarlo a él ade-cuadamente ante las personas paraque estos puedan ver a Dios a travésde su vida. Por lo tanto, Jesús le dijo aFelipe: "El que me ha visto a mí, havisto al Padre", porque ver a Jesúsquien representó al Padre fue como siestuviera viendo al Padre. Pero JesúsNO estaba diciendo que él era elPadre.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBREJESÚS Y EL PADRE?

1. Jesús es referido como "Hijo" más de200 veces en el Nuevo Testamento ynunca se le llama "Padre."

2. Jesús se refirió al Padre más de 200veces como alguien distinto a él.

3. En más de 50 versículos podemosobservar al Padre y a Jesús el Hijo siendomensionados, en el mismo versículo.

4. En los Evangelios, Jesús nunca se refi-rió así mismo como "Hijo", mas se refería

Apóstoles] hemos visto y testificamos queel Padre ha enviado al Hijo, el Salvadordel mundo".

¿ES JESÚS EL ESPÍRITU SANTO?

Versículos que los Unicitarios utilizanpara apoyar que Jesús es el Espíritu Santo.

2 Corintios 3:17: "Porque el Señor es elEspíritu; y donde está el Espíritu delSeñor, allí hay libertad".

1. El texto no dice que "Jesús es elEspíritu". Si el pasaje dijera esto, tal vezlos Unicitarios tuvieran un punto fuerte,pero como no dice esto, ellos suponen quela palabra "Señor" se refiere a Jesucristo.

2. Al "Espíritu" aquí se le llama Señor enel sentido de ser Jehová o Dios y NOJesús, ya que el versículo 16 dice: "Perocuando se conviertan al Señor (Jehová), elvelo se quitará". Refiriéndose a Exodo34:34 “Cuando venía Moisés delante deJehová para hablar con él, se quitaba elvelo hasta que salía; y saliendo, decía a loshijos de Israel lo que le era mandado”.

3. El contexto siempre es el quedetermina a quien se está refiriendocuando la palabra "Señor" es usada.En el versículo 17 la palabra "Señor"se está refiriendo a Jehová y no aJesús, ya que el versículo 16 y todo elcontexto así lo demuestran.

4. Si los Unicitarios estuvieran cor-rectos en siempre interpretar “Señor”como “Jesús”; esto significaría que en

Filipenses 2:11: “Y toda lengua confieseque Jesucristo es el Señor, para gloria deDios Padre”. Tendríamos que concluirerróneamente que: “Toda lengua confe-sará que Jesucristo es Jesús”. Esto no es loque este versículo está diciendo, más bienlo que está enseñando es que: “Todalengua confesará que Jesucristo es Dios”.Pero no Dios el Padre porque en el mismoversículo dice que esto será hecho “para lagloria de Dios Padre”.

Romanos 8:9 "Mas vosotros no vivíssegún la carne, sino según el Espíritu, si es

al Padre como "Mi Padre".

5. En el Nuvo Testamento repetidamenteencontramos expresiones como estas:

"…Para que unánimes, a una voz, glori-fiquéis al Dios y Padre de nuestro SeñorJesucristo" (Rom. 15:5-6).

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestroSeñor Jesucristo…" (2 Cor. 1:3).

"…En el nombre de Jesús se doble todarodilla…y toda lengua confiese queJesucristo es el Señor, para gloria de DiosPadre" (Fil. 2:10-11).

". . . Nuestra comunión verdaderamente escon el Padre, y con su Hijo Jesucristo" (1Jn. 3b).

"… Si alguno hubiere pecado, abogadotenemos para con el Padre, a Jesucristo eljusto" (1 Jn. 2:1).

"…Gracia, misericordia y paz, de DiosPadre y del Señor Jesucristo, Hijo delPadre" (2 Jn. 3).

6. En el Evangelio de Juan, Jesús se refi-rió así mismo como enviado por el Padre,pero nunca se refirió así mismo como elPadre que envió al Hijo.

7. El Padre envió a alguien separado a él,llamado el Hijo.

1 Juan 4:9-10,14: "En esto se mostró elamor de Dios para con nosotros, en queDios envió a su Hijo unigénito al mundo,para que vivamos por él. En esto consisteel amor: no en que nosotros hayamosamado a Dios, sino en que él nos amó anosotros, y envió a su Hijo en propiciaciónpor nuestros pecados. Y nosotros [los

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“Cuantas veces hemos orado:‘Padre, ayúdame a que las per-

sonas te vean a ti en mi’ ¿Acasoeso quiere decir que cuando laspersonas le ven a usted, están

viendo literalmente al Padre?…”

(Unicitarios… Viene de la página 1)

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tiano, quien a su vez tenía unos extrañosinvitados. Se trataba de unos jóvenes “enfuego” por Cristo, evangelistas itinerantes,pertenecientes a una organización llamada“Los Niños de Dios” (ahora se les conosecomo La Familia). No creían que un cris-tiano debía tener un empleo regular, sinopor el contrario debía renunciar a su traba-jo, su hogar, familia y pertenencias, y salira predicar a las calles.

Cuando menos lo pense, ya había renun-ciado a mi trabajo y me encontraba listopara salir a predicar con estos jóvenesevangelistas por las calles de Dallas,Texas, uno de sus puestos de misiones.Afortunadamente, unos queridos amigoscristianos me detuvieron de viajar, y deesa forma me previnieron de unirme a unasecta (al menos por el momento). Mi

corazón seguía lleno de un fer-viente deseo por servir a Cristo,y ahora estaba desempleado.

Randy, otro amigo, me invitópara viajar con él a Akron,Ohio, EE.UU., para unirme aotra organización entusiasta.Una vez más, preparé valijas yme fui. Nadie me detuvo estavez.

Nunca olvidaré mi primer encuentro coneste grupo. En su reunión cantaban, grita-ban a voz viva versos de la Escritura, dan-zaban, y uno a uno daban su testimoniosobre lo que Cristo significaba para ellos.Había personas jóvenes y mayores, deraza blanca, de color y orientales.

De inmediato me uní a ellos cantando ygritando. Mentalmente conservaba algu-nas dudas, pero en lo emocional fuiseducido. El amor, la unidad, y el nivel deservicio me sobrecogieron. “He aquí genteque en realidad ama a Jesús y no temedemostrarlo”, pensé a mí mismo.

Luego de la reunión de esa noche, Randyme presentó a muchos de ellos. Deinmediato me dieron la bienvenida ymostraron gran interés en mí. Solicitéquedarme por una o dos semanas comoperíodo de prueba y se me alojó en unaamplia casa junto con unos diez miem-bros, quienes dijeron que podía per-manecer allí hasta que decidiera ingresar ono al grupo.

Nadie me forzó a unirme, no hubo necesi-dad. Yo estaba maduro para ser cosecha-do.

La organización es conocida con el nom-bre de Living Stream Ministry (“IglesiaLocal”, Recobro). Si el grupo se encon-trara en la ciudad de St. Louis, se llamaría“La Iglesia de St. Louis”. Toman el nom-bre de la localidad donde están.

La organización era dirigida por unanciano de origen chino, Witness Lee. Leetrajo el movimiento a América a princip-ios de los sesentas. Su compañero de min-isterio fue Watchman Nee, quien comenzóel movimiento en China. Lee huyó deChina cuando los comunistas tomaron elpoder. Nee quedó detrás y murió luego decasi 20 años de prisión.

En los primeros decenios, el movimientose mantuvo dentro del fundamentalismotradicional. Creían que la Biblia era laPalabra de Dios, que la sangre de Cristopagó por los pecados del mundo, y en la

Fundador de La Iglesia LocalWitness Lee

Nuestro Señor dijo, “Si vosotrospermaneciereis en mi palabra,seréis verdaderamente mis di-

scípulos; y conoceréis la verdad, y la ver-dad os hará libres.” Este versículo aúnresuena en mi mente cuando pienso en loque experimenté hace más de 10 años.

Todo comenzó cuando un amigo compar-tió el evangelio conmigo. A pesar de cre-cer en una familia que asistía a la iglesia,yo rechazé el cristianismo a los 18 años deedad. Cuando Jeff me habló del perdón depecados, le dije, “esfúmate”. Pero unassemanas después asistí un estudio bíblicoy el Espíritu Santo puso fe en mi corazón.Me arrepentí y creí en el Evangelio; luegode vivir por 21 años, comenzó mi nuevavida.

El movimiento de “Jesus People” (la gentede Jesús) estaba en su apogeo y yo dis-frutaba el ambiente informal de sentarseen el piso, cantar y estudiar la Biblia.Concurrí a varias iglesias pero las sentímuertas y que habían abandonado a Jesús.Como tantos otros de mi edad, yo erarebelde y desconfiado de cualquier organi-zación dirigida por adultos de clase mediabien establecidos. En fuego por Jesús, nopodía entender porqué otros no lo estaban.Esta predisposición, combinada con mifalta de fundamento bíblico, me hizo vul-nerable ante la falsa doctrina.

Una tarde pasé a visitar a un amigo cris-

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Entusiasta pero Equivocado,Extravié una vez mi Camino

Testimonio de Arthur M. Casciex- miembro de la Iglesia Local

“Cuando menos lo pense, yahabía renunciado a mi trabajo yme encontraba listo para salir a

predicar con estos jóvenes evan-gelistas por las calles de Dallas…”

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vez, ya sea en grupo o en privado.El uso de la mente no se aconseja, unodebe bloquear los pensamientos. Yo hacíaesto por lapsos de 15 minutos o más. La“oración-lectura” consiste en leer laEscritura en voz alta, repitiendo el mismoverso pero con diferente énfasis cada vez.Esto puede hacerse en grupo o en privado.Se insta al participante a no pensar duranteeste proceso.

Lee le llamaba a esto “ejercitar el espíritu”o “comer y beber al Señor”. Como Leeenseña que uno se transforma en lo quecome, comer a Cristo es mezclarse conDios. La meta es eliminar el propio estilode vida y ser transformado en la nuevacriatura Dios-hombre.

Lee enseñaba que todo esto es necesario sialguien quiere ir al cielo. Sin embargo,Lee creía que ir al cielo no era salvacióntotal. El afirmaba que sólo unos pocosselectos o un “remanente” recibirán algomás. Aquellos que se han mezclado total-mente con Dios serán los “vencedores” ydisfrutarán 100 años con Jesús, mientrasque aquellos creyentes que no se

mezclaron permanecerán en la tumbahasta el final del milenio. Lee reclamabaque si alguien puede convertirse en un“vencedor” fuera de su organización, enrealidad es altamente improbable. Porconsiguiente, si usted quiere experimentarla total salvación de Dios, la organizaciónde Lee tiene el único método y el únicocamino.

Otra enseñanza central en el sistema deLee es la sujeción y la autoridad. Losmiembros deben obedecer sin cuestion-amientos las enseñanzas y directivas deLee. Se me dijo que aún recibiendo direc-tivas contrarias a la Palabra de Dios, teníaque obedecer. Dios honraría mi sujeción a

los líderes.Lee llama “cristianismo satánico” a lasiglesias que no están bajo su éjida, y ase-gura a sus miembros que todos los queestán fuera de su movimiento estánengañados. Si alguien deja el movimiento,es muy improbable que pueda llevar unavida cristiana. Se me habló de algunos quesalieron y cómo sus vidas consecuente-mente se desmoronaron. Esto creó en míuna mayor dependencia psicológica delgrupo. Temíamos a los de afuera porquepodían buscar quitarnos de nuestro grupo.

Mi entusiasmo por las doctrinas de Leeme hizo escalar posiciones. En seis mesespasé a ser líder de una casa de hombressolteros. Fervientemente reclutaba nuevasangre y nunca falté a las reuniones decostumbre (de 4 a 6 por semana). Losfines de semana eran dedicados a traernuevos convertidos y los festivos a tenerconferencias en varios lugares. Estasdemandas, sumadas a un empleo de 40horas semanales, me mantenían ocupado yexhausto.

El estilo de vida es semicomunal. Losmiembros pueden tener propiedades;sin embargo, hay un fuerte sentido decomunidad y se estimula a compartirlas cosas materiales. Una vez que unoestá dentro de la organización, susnecesidades materiales son asegu-radas. Sin preocupaciones por lomaterial, los miembros se sientenmás libres para obedecer a la jerar-quía.

Recuerdo que casi un centenar de per-sonas fueron trasladadas de California aVirginia, EE.UU. a los efectos de formarun nuevo grupo allí. La organización man-tuvo a estos miembros hasta que pudieronestablecerse en el nuevo lugar. Mudanzascomo éstas son comunes. Los líderes,anualmente le piden a cierto número demiembros que se muden a otra ciudad. Aalgunos se les pide y otros se ofrecencomo voluntarios. Se espera que cada var-ios años la persona se resitúe.

Una navidad, me enfrenté al dilema de

necesidad de poner fe en Cristo para sal-vación. Sin embargo, al poco tiempo deestar en América, Lee cambió algunas desus enseñanzas. Lee proclamó haber arro-jado por la borda sus doctrinas al océanoPacífico y haber encontrado un nuevocamino.

El fundamento de las doctrinas de Lee essu concepto de la Trinidad. Lee enseñaba“modalismo”, la idea de un Dios que serevela en tres modos o escenarios difer-entes. Una de las analogías de Lee es queanterior a Cristo, Dios era como el “trigocrudo”. En la encarnación, el trigo se con-virtió en “harina”. Finalmente, cuandoCristo retornó al cielo, se transformó enuna “barra de pan”, o el Espíritu Santo.Esto es contrario a las confesiones de fetales como el credo de Atanasio, el cualenseña que Dios es una sustancia pero entres personas. La enseñanza de Leedestruye la distinción de personas en laDeidad.

La doctrina de Lee sobre la persona deCristo también contradice al cristianismohistórico. Lee enseña que en la encar-nación la divinidad y la humanidadde Jesús se mezclaron. La definicióndel concilio de Calcedonia declaraque las dos naturalezas de Cristo for-maron una persona pero continúansiendo distintas, sin mezclarse. Leeconvierte la naturaleza divina enalgo inferior a Dios pero superior ahombre, y la naturaleza humana enalgo superior al hombre pero inferiora Dios. Lee forma una nueva criatu-ra, el Dios-hombre.

Por lo tanto, para “ser salvo”, Lee enseña-ba que el propósito de Dios para el hom-bre es que éste se mezcle con Dios en laforma que Cristo se mezcló con Dios. Paralograr esto, la persona debe “pronunciar”el nombre “Jesús” literalmente. Si la per-sona vocaliza el nombre “Jesús”, se con-vierte en un creyente y puede comenzar elproceso de mezclarse con Dios.

Lee enseñaba una simple “técnica” por lacual uno puede mezclarse con Dios al lla-mar al Señor y practicar la “oración-lec-tura”. Llamar al Señor consiste en corearrítmicamente el nombre “Jesús” una y otra

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“Si alguien deja el movimiento, esmuy improbable que pueda llevar

una vida cristiana. Se me habló dealgunos que salieron y cómo sus

vidas consecuentemente sedesmoronaron…”

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En el segundo capítulo, Ocaña describe al“neopentecostalismo”, dando sus razonespor utilizar este término para denominar alos que creen formar parte de una “TerceraOla” (según Peter Wagner), que creen enla guerra espiritual y la lectura teológicade las culturas, en el ministerio de lib-eración, la teología de la prosperidad (feen la fe, confiésalo y reclámalo, y el éxitocomo derecho del creyente), la confesiónpositiva (o creativa) , la “renovación” dela alabanza y la preeminencia de las expe-riencias sobre la Palabra. Ocaña da unbreve recuento de la historia del neopente-costalismo en el Perú y la influencia queha tenido en iglesias allá.

La decisión de Ocaña de reunir a tantascorrientes teológicas y tacharlas a todascon el término “neopentecostalismo”, a miparecer, es una falencia de este libro.Según Ocaña, John Wimber, PeterWagner, Cindy Jacobs, Paul Yonggi Cho,Kenneth Copeland, Kenneth Hagin,

Marcos Witt, Alberto Mottessi, Luis Palauy muchos más creen y predican casi lomismo. Ocaña menciona, pero no profun-diza la relación que tiene el neopente-costalismo con la Nueva Era o con person-ajes como William Kenyon, NormanVincent Peale, y Napoleon Hill (pp. 28,37, 38).

Otra falencia es que Ocaña frecuente-mente atribuye los peores motivos a losneopentecostales (muchas veces, sin darnotas al pie de la página para apoyar o dardocumentación de lo que dice es verdad).Dice que “muchos pastores exigen que lasdonaciones [sean] a nombre de ellos” (p.39); que en los cultos neopentecostales escomún ver risas y vómitos “santos”eimitaciones de animales (p. 46, 47); queen lugar de plantar nuevas iglesias “lamayoría de las veces... opta por dividiruna iglesia” (p. 50); que en el Perú hanhecho “persecuciones a líderes y pas-tores... divisiones de iglesias, gravesescándalos morales y financieros” (p. 61);que desean “culpar a otros... de los peca-dos y fallas personales” (p. 67); que lasmuchachas neopentecostales evangelizan“con ropa ligera o pantalones muy ceñi-dos” (p. 154); que “sólo los ingenuos odesinformados pueden creer que [la litur-gia neopentecostal] se trata de un avi-vamiento del Espíritu Santo” (p. 158) ymucho más. Tales acusaciones muestranpoco amor y una actitud poco pastoralhacia las personas engañadas por lateología de laprosperidad.

El tercer capítulo tiene que ver con la her-méutica de este movimiento, reconocien-do que aunque “existen tantas hermenéuti-cas seguún el número de líderes neopente-costales y sus particulares énfasis”, sobretodo es “un discurso racional” donde elteólogo “recurre a la Biblia [y] encuentraleyes de la prosperidad (la ley de siembray cosecha, la ley de los diezmos y ofren-das, y la ley del ciento por uno)” (pp. 100,101, énfasis del autor). Por medio de unanálisis de Las cinco dimensiones de laprosperidad, libro por el Pastor JuanCapurro (Lima: Agua Viva, 1994), Ocañamuestra que la interpretación bíblica de

o es cierto que a los críticos de laTeología de la Prosperidad nosguste una iglesia llena de gente

pobre, o que nos opongamos al progre-so material de los hermanos. No, deninguna manera. Como pastorcomprometido con la grey que elSeñor me ha encargado,quisiera que hubiese her-manos y hermanas prósper-os en todo el sentido de lapalabra, incluyendo elsentido financiero...No nos oponemos ala prosperidadsino a laTeología de laProsperidad.”

Esto es lo que confiesaMartín Ocaña Flores, autor de LosBanqueros de Dios: Una aproximaciónevangélica a la Teología de la Prosperidad(Lima: Ediciones Puma, 2002; pp. 205-6).Con amplia documentación y una extensabibliografía, Ocaña nos da un análisis acá-demico, cuya lectura nos estimula a cues-tionar cualquier evaluación rápida quehayamos hecho de las enseñanzas actualessobre la prosperidad, la guerra espiritual, yla alabanza.. Sin embargo, Los Banquerosde Dios también tiene sus defectos, queharán que algunos lectores se impacientencon el libro, o con su autor.

En el primer capítulo, Ocaña comienzacon un rápido repaso de seis acercamien-tos que han sido propuestos, por variosautores, a la teología de la prosperidad.Niega que la misma sea 1) una auténticatología bíblica, 2) un nuevo fundamental-ismo, 3) una religiosidad popularevangélica, 4) una teología pentecostal, 5)una teología para tiempos postmodernos,o únicamente 6) la expresión de un cinis-mo religioso cuya intención es lucrar conla fe.

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Reseña del Libro

Los Banqueros de DiosPor: Kim ????

N“

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“los neopentecostales” parte de supuestosque favorecen a los ricos, usa el lenguajedel mercado, es personalista y alegórica, ydefiende “un estilo de vida de abundanciamaterial”. Dicha hermenéutica tambiénignora el significado socio-histórico de laBiblia, sus géneros literarios, y las críticabíblica en el análisis de los textos. Temasresaltados en la teología de la pros-peridad son las leyes mencionadas yel pacto—o la obligación—que Diostiene de bendecir a los suyos, mien-tras que la escatología, la cristología,y la pneumatología reciben escasaatención.

El cuarto capítulo destaca tres áreasen que las iglesias neopentecostalespresentan un desafío a las iglesias nopentecostales (evangélicas). Primero, laliturgia neopentecostal (el culto entusiásti-co, participativo, alegre) atrae al públicocristiano y a los inconversos, a pesar deque—según Ocaña—le resta importanciaa la Palabra, hace énfasis sólo en lo nuevo,y difunde la globalización de un tipo decultura que no admite las diferencias.Segundo, la cosmovisión de los neopente-costales, que es un “reencantamiento delmundo” (p. 162), da lugar a una actividadmisiológica efectiva, a evangelizaciónexitosa aunque deje aun lado “temas sus-

tanciales... como el Reino de Dios, la cen-tralidad de la Escritura... y el discipuladosacrificial” (p. 166). En este capítulo ,Ocaña también hace una reseña crítica dellibro Quiero bendecirte para que seasgrande, por David Lozano Pérez (Lima:La Luz, 1998.

El quinto y último capítulo de LosBanqueros de Dios reúne “tres ensayos[para] aportar algunos criterios bíblico-teológicos para un diálogo maduro yautocrítico acerca de la misión de la igle-sia en este tercer milenio” (p. 179).

El primer ensayo sostiene que debemosusar discernimiento antes de decidir si un“avivamiento” verdaderamente ¡lo es!Además, Ocaña sugiere que como el após-tol Pablo aborda el tema de los dones entres momentos distintos de su ministerio,

y la cantidad de dones se reduce con elpasar con el pasar del tiempo (de dieciséisen 1 Corintios 12-14, a siete en Romanos12.6-8, y a cuatro en Efesios 4.11-2), queésto es significativo para la iglesia.

El segundo ensayo destaca cómo los orde-namientos político-económicos inciden deforma directa en la teología —tantoneopentecostal como católica (ver p.197)—y en la espiritualidad. Ocaña dice:“creemos que si alguien se dice cristiano ya la vez es partidario del libre mercado,entonces algo anda mal, es una contradic-ción. Puede ser o uno u otro, pero noambos a la vez” ya que el apoyo del mer-cado libre exige “la cosificación de laspersonas..., la humanización del capital, lamercancía y las riquezas, [ y ladivinización del] presente orden mundial”(p. 199). A pesar de que existen evidenciasque la globalización no es mala--por ejem-plo, la más reciente encuesta del BancoMundial (ver http://yaleglobal.yale.edu/-display.article?id=1934)--y que existenotros acercamientos cristianos al tema,Ocaña no los presenta ni debate.

El tercer ensayo de este capítulo final pre-senta una alternativa a la teología de laprosperidad: una teología bíblica del bien-estar humano. Ocaña presenta su lectura

de la Biblia de manera ordenada, deGénesis a Apocalípsis, con muchascitas y ejemplos. Con el concepto deshalom, Ocaña muestra qué nos diceDios acerca de la prosperidad, queésta no se limita a las posesionesmateriales, sino que es integral yabarca tanto esta vida como la próx-ima.

Los banqueros de Dios es un libroindispensable sobre el tema de la prosperi-dad. A pesar de unas fallas, esta obra deOcaña es una importantísima contribuciónal estudio de este movimiento religiosoque ha afectado a las iglesias en Perú ytoda América Latina.. Todo estudianteserio, no importa cuál sea su orientaciónteológica o su experiencia cristiana, podrábeneficiarse de este libro. �

“Según Ocaña, John Wimber, PeterWagner, Cindy Jacobs, Paul YonggiCho, Kenneth Copeland, Kenneth

Hagin, Marcos Witt, AlbertoMottessi, Luis Palau y muchos más

creen y predican casi lo mismo.”

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(Banqueros… Viene de la página 5)

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contra el Espíritu Santo. La conclusiónlógica que es sacada de este texto es que sila blasfemia contra el Espíritu Santo no vaa ser perdonada, pero la blasfemia contrael Hijo si va a ser perdonada, entonces elHijo NO es el Espíritu Santo.

Juan 14:16. El Espíritu Santo es "otro con-solador".Juan 15:26. Jesús envió al Espíritu Santo.Juan 16:13. El Espíritu Santo demuestrahumildad y busca glorificar a Jesús.

Después de haber demostrado que Jesúsno es el Padre ni tampoco el EspírituSanto, podemos notar que los Unicitariostienen un concepto equivocado de la ver-dadera naturaleza de Dios.

Sí Jesús no es el Padre pero es Dios, y elPadre no es Jesús y es Dios, y el EspírituSanto no es Jesús y es Dios y la Biblia diceque solamente hay un Dios, entonces estosignifica que: Dentro de la unidad delúnico Dios existen tres distintas personas,el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo; yestos tres comparten la misma naturalezay atributos; entonces, en efecto, estos tresson el único Dios.

Una cosa es decir "Yo no entiendo la doc-trina de la Trinidad" y otra cosa es decirque "la doctrina de la Trinidad es falsa","pagana", "diabólica", "antibíblica". LaBiblia hace una advertencia muy fuerte

para esta clase de personas cuando nosdice: "…Este es anticristo, el que niega alPadre y al Hijo. Todo aquel que niega alHijo, tampoco tiene al Padre. El que con-fiesa al Hijo, tiene también al Padre"(1 Jn. 2:22-23). �

que el Espíritu de Dios mora en vosotros,y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,no es de él".1. Este versículo NO demuestra que Jesúses el Espí-ritu Santo. Lo único que esteversículo está diciendo es que: Si uno notiene el Espíritu que produce fe en Cristoy demuestra el carácter de Cristo o sea "ElEspíritu de Cristo", él no es parte del cuer-po del que murió por nuestros pecados. Eles todavía controlado por "la naturalezapecaminosa".

2. El versículo 11 hace una distinción bienclara entre el Padre que levantó a Jesús delos muertos, el Espíritu por el cual Jesúsfue levantado y Jesús quien fue levantado.No se le puede dar vueltas a esta distin-ción de personas que hace este versículo.

¿Qué dice la Biblia sobre Jesús y elEspíritu Santo?

Mateo 12:31–32. Habla de la blasfemia

(Unicitarios… Viene de la página 2)

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Apología Cristiana Enero - Marzo 2004

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aba en dejarlo por el momento. Estabadecidido a permitir que la Escritura mehablara y a arrepentirme de cualquier cosaen mi vida que no concordara con laEscritura. El nuevo cambio en mi espírituoriginado por el Espíritu Santo, me dio elímpetu para dejar el grupo.

Durante los seis meses siguientes, contin-ué siendo un miembro entusiasta delmovimiento. Pasé a ser uno de los maes-tros en los grupos de adultos jóvenes queescuchan las lecciones grabadas deWitness Lee, producidas en las oficinascentrales de Los Angeles, California, yrepiten el contenido durante las horas deestudio.

Yo escuchaba las cintas pero simultáne-mente pasaba más tiempo en privado conla Palabra. Me levantaba temprano a orar,leer, y buscar al Señor. Comencé a dudarde lo que se me enseñó. Vi que debía obe-decer a Dios antes que a los hombres yque contrariamente a lo que Lee decía, mimente era buena y Dios quería renovarla yusarla. El cantar repetitivamente y laoración-lectura se me hicieron extraños ala luz de la Escritura, la cual enseña elbuen orden de Dios y el correcto uso de la

razón.

La suerte fue echada pronto. Una mañanade abril, viviendo en Cleveland, me fui.Durante las siguientes dos semanas casipadezco de una crisis de nervios. Meencontraba paranoide y exhausto, sinsaber que hacer exactamente, pero armadocon la promesa de que el Señor era miPastor y no me abandonaría. Fui a un cen-tro comunitario local para poder ordenarmis pensamientos. Allí me enviaron a unaantigua iglesia con hombres cristianos queayudaban hombres y mujeres de edad uni-versitaria. Asistí algunas de sus reuniones,tan informales como las que asistia antes.

Una tarde, un hombre joven leyóRomanos 5:1, enfatizando que la paz conDios era posible por gracia solamente.Nuestro esfuerzo por servirlo no podíalograrla. Esas palabras me lo dijeron todo.Todo mi entusiasmo y dedicación habíansido intentos para complacer a Dios yganar su aprobación. Lágrimas fluyeronde mis ojos. Por fin estaba en paz en Sugracia. �

elegir entre visitar a mis padres o ir a unaconferencia en Detroit. Yo quería ir a casa,pero se me sugirió fuertemente que fuera aDetroit. Una ley tácita del grupo es que lafamilia debe olvidarse para dedicarse a lacausa. Recuerdo que mi madre lloró cuan-do le dije en el teléfono que no iría a casapara navidad por segundo año consecuti-vo. Fui a Detroit a participar en otro fin desemana emocionante de cantos, gritos yenseñanzas.

Por medio de la providencia de Dios, estaaparente decisión equivocada cambió mivida y mi compromiso. Un hombre demediana edad enseñó en el tema delcorazón con capacidad de arrepentimientoy aprendizaje del rey David. Este maestronos instó a tener una disposición similar.Por supuesto que el hombre hablaba deestar dispuestos a que el movimiento nosenseñara y a hacer los que los líderesdijeran. Lo que el hombre dijo fue usadopara bien por el Señor.

Regresé de ese fin de semana con unánimo diferente. Aun sentía un compro-miso fuerte con el movimiento y no pens-

(Testimonio… Viene de la página 4)