Arqueologia, Genealogia e Etica - David Couzens Hoy

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Colección Cultura Y Sociedad Dirigida por Carlos Jlltamlrano David Couz ens Hoy (comp.) FOUCAULT Ediciones Nueva Visión Buenos Aires

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Colección Cultura Y SociedadDirigida por Carlos Jlltamlrano

David Couzens Hoy (comp.)

FOUCAULT

Ediciones Nueva VisiónBuenos Aires

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17. En una cri t ica de la traducción lrancesa de Greek Homosexualitsj, deJ . Dover, FoucauJt nota con elogio la discusión del autor de la cues­tión de la actividad y la pasi vidad en las relaciones soc iales y se­xuales griegas . Esta critica apareció en Llbera l ion (l de jun io de1982), p. '%1.

18. Para dos declaraciones elocuentes de ideas opuestas ver la critica deMichael rgnatlel! de los dos libros recientes en TLS (28 de setiembrede 1984) , pp . 10'71·2 Y la critica de David Hoy de reciente literaturasobre Foucault en London Revlew 01 Books (l·14 de noviembre de1984), pp . 7·9.

19. Foucault no acentúa este punto en el texto . Pero me lo dijo en unaconversación que tuvimos en julio de 1981.

20 . FoucauJt , H is lol re de la se:ruali l é, vol. 3, Le Souci de sol (Parls, Ga-Ilírnard, 1984 ), p. 59.

21. Ibid., p. 96.22. I bi d., p . 192.23. Se ha sostenido que Foucault abandonó la estrategia de la a rqueolo­

gfa a comienzos de la década de 1970. Jl:sta es la posición de Dreylusy Rablnow en Mlchel Fou cault (Uníversíty 01 Chlcago Press, 1984).Pero no creo que sea ése el caso a la luz de su uso del térm ino comose citó.

24. Foucault, L'Usage des plalsirs , p . 18.25. Foucault, Le Soucl de sol , p . 201.26. Ibid., p . 202.27. El p rometido volumen 4 de The Hlslory 01 Sexualily, de FoucauJt ,

Les Aveu.r de la ehair , que se ocupa de la temprana era cristiana, noapareció en la lecha anunciada y puede demorarse por algún tiempo.

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ARQUEOLOGIA. GENEALOGIA, ETICA

Arnold 1. Davidson

Tres dominios principales de análisis pueden encontrarse enla ob ra de Michel Foucault considerada en su conj unt ó: unanálisis de los sistemas-fÍ ELcQno.cimJento, de modalidades depoder , y la relación del yo consigo mismo. En cada uno deestos domíniós, Foucault empleÓ formas de análi sis muy es­pecíficas, a las que denominaba, respectivamente, arc¡ueologia,genealo 'a ética. Arqueología y genealogía son lasdos pala ,bras claves famosas de la denominada metodología de Foucault.Para tener una aproximació n inicial de cómo entendía Foucaultestos dos términos, no se puede hacer nada mejor que recor­dar un par de sugerencias que presentó al final de "Verdad ypoder", una entrevista concedida a fines de la década de 1970:"La 'verdad', debe entenderse como un sistema de procedímíen­tos ordenados para la producción, regulación , dis tribución, círcu.lación y opera ción de declaraciones. . , ' La 'verdad' está víncu.lada en relación circular con sistemas de poder que la produ­cen y sostienen, y a efect os de poder que induce y que la ext íen­den , Un 'régimen' de verda d".' Como generalmente Foucault esel mejor intérprete de si mismo, me agrada ' pensar en la p ríme­ra sugerencia contenida en su cita como su propia interpreta­ción retrospectiva sucinta de su método arqueol ógico, mientrasque la segunda sugerencia es su interpre ta ción igualmente su­cinta de su método genealógico. Permitaseme encarar primeroel método de la arqueología.

Si la hipótesis de trabajo de la arqueología fue ra que la ver.dad debe entenderse como un sistema de procedimientos orodenados para la producción, regulación, distribución, círcula­ci ón y operación de enunciados, entonces no deberia sorpren­der que Foucault emprendiera la, tarltlLc:!lLe.sc,JpiLuna_historiade los enunciados que afirman la condición de la verdad, unahistor ia de esos rocedimientos ' ordenados:- Para- intentar es­cribir tal historia, se deb!ln aislar ciertas clases de prácticas

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discursivas -prácticas Rara la roducción de enunciados-­que estarán "caracterizadas por la delimitación de un campode objetos, la definición de una legítima perspectiva para elagente del cono cimiento, y la fijación de normas para la ela­boración de conceptos y ·teorias . Asi, cada práctica discursivaimplica un juego de prescripciones que designa sus exclus ío­nes y opciones".'

El proyecto de Fouca ult, anunciado en el prefacio de la edí­ción inglesa de Las palabras y las cosas, era escribir la historiade lo que lan Hacking ha denominado Las ciencias inmaduras-esas ciencias que, en las palabras de Foucault, se "conside­ran demasiado teñidas de pensamiento empirico, demasiadoexpuestas a los caprichos del azar o la imagineria , a las antí .guas tradiciones y los acontecimientos externos, para suponerque su historia pueda ser otra cosa que irregular " '- des deel punto de vista de una arqueología de las prácticas díscur.sivas.' Foucault presentaba el supuesto, tal vez común ahora,pero osado e incluso radical cuando él lo escribió , de que estaclase de conocimiento empirico posee un a regularida d biendefinida, que la historia de este conocimiento exhi be sistemasde reglas,_y s~t~ans.f.ºrma~iones, que hacen posible díteren.tes clases de_enuncIados. Pero estas reglas nunca son Iormula.das por los participantes de las prácticas discursivas. No es­tán disponibles para su conciencia, pero constituyen lo queuna vez Foucault denominó el "inconsciente positi vo del co­nocím íento".' Si. estas reglas son tanto relativamente aut óno­mas como anónimas, S¡-son reg las- que posibilitan a los indioviduos hacer las afirmaciones que hacen cuando las hacen,entonces una historia de tales reglas y ta l conocimiento noparecerá como el tipo de historia con el que estamos más fa ·miliarizados. Por ejemplo, no agrupará conjuntos de regula.ridades en torno de obras o autores TrídlV1i:1iiales , ni se conten­tar con los limites ordinarios de aquello que entendemoscomo un a ciencia o úna ' disciplina. Antes bien; rorzara rea­grupamientos de declaraciones y prácticas en "una unidad nue ­va y ocasionalmente inesperada",• Asi, en Las palabras y lasc.Q§as, Foucault deseaba demostrar que hab¡¡¡-¡:eglas de forma..ción comunes a las ciencias aparentemente no relacionadasdeIahfstOi'ianaturaClaeConomia y la gra mática , as! comoque estas reglas de formación;a v~es denominadas la epistem,!del periodo clásico, eran to talmente distintas de lo que lasprecedió y lo que vino después.

Con esta concepción de la arqueología, el objeto del análisishist6ri~ yano pudo permanecer teóricamente no problemá~

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~lco . La obra de Foucault se puso en tensión con la clase dehístoría que se ocupaba de los "datos" ya dados , comúnmentereconocidos , o los acontecimientos fechados, y cuya tarea erade ñnír las re laciones, de causalidad, an ta gonismo o exp resión,ent re estos datos o acontecimientos. La serie de acontecírníen­tos a explicar o entender ya no podían tomarse como dados,y asl el objetivo de Fou cault ya no podia ser simplemente elde entender dónde cada elemento dado de la serie encajabarspecto de los otros elementos. Como escribió en La arqueo.logia del saber, "el problema ahora es constitui r series",' de.fin ir los elementos que per tenecen a una serie, demostrar don­de comienza una serie y dónde termina , formula r las leyesde una serie, y descr ibir las re laciones entre dife rentes series .La obra de Foucault compa rte este obje tivo con los historia.dores de los Annales, pero su perspectiva acerca de la const í­tución de la ser ie, en términos de las reglas de to rmación yproducción de declaraciones , da a esta clase de análisis suspropios caracteres dis tintivos.

El_objetivo_de.Foucault en esos libros suyos en que exponiasu_méJodQ...arqueolq¡rtco erlL c.aiJalmente descriptivo. Su ta reano era proporcionar explicaciones de los_cambios _que descrr.bla ,_ni ofrecer ninguna clase de teoria general del cambio epís .térnico, sino permitir que uno viera la historia de las cienciasinmaduras desde jm punto de vista que cambiaba lo que con.taría com()...e¡¡pU.cacron plausible o relevante. La empresa des.criptiva de Foucault es una ¡n:econdiclón de la tarea eXPlica. ltiva , ya que lo que se debe explicar depende decisivamentede los detalles de las descripciones que se haga. Alguien queacepte las descripciones de Foucault de las diferentes episte­mes en Las palabras y las cosas buscará explicaciones de untipo muy diferente de los requeridos por ot ras des cripcionesde los mismos "objetos" que necesitan explicación. La obje­ción a menudo repetida de que los libros de Fou cault no sir .ven de ayuda , o incluso son un obstáculo, para la comprensiónde lo que causa cambios específicos en las ciencias, es tan írn­pertinente que no sorprende que Fou cau lt le diera sólo unarespuesta rápida .

Es porque Foucau lt deseaba describir las prácticas dísc ur.sivas desde el punto de vista de la arqueología que el tema dela discontinuidad era prominente en algunos de sus principaleslibros. La exhumación de discontinuidades entre s ísternasjíe

Iconocimiento_no_ es una suposición de su mé~odo, _sino_una

~onsecuencia de él. Si un o se dispone a describir las trayec­torias históricas de las cienc ias en términos de reglas an óní-

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mas para la formación y producción de declaraciones, entonoces lo que parecia continuo desde alguna otra perspectiva muybien puede parecer radicalmente discontinuo desde esta pers­pectiva. Los proJ:!.lell1as_de_p~!iodizll<;ión y de lª_unidlld-º~

un dominio se transforman casi por completo medíanteel m é-,todo arqueológico. Uno encuentra, por ejemplo', que las nue­vas clases de enunciados que pa rece n ser meros agregados ín­crementales para el conocimiento científico sólo se tornan po­sibles porque las reglas subyacentes para la producción dediscurso se hañ alterado signifi cativamente. Sin embargo, elmétodo de la arqueología también hace, posible el descubrí­miento de nuevas continuidades, pasadas por alto debido a unaapariencia superficial de discontinuidad. La arqueología nohace ninguna presunción acerca del predominio de la d íscon.tinuidad sobre la continuidad en la historia del conocimiento.Pero torna sumamente probable que lo que uno entendió queeran agrupamientos naturales en realidad resulten ser muypoco naturales desde este nuevo nivel de aná lisis.

LLgenealogla , ese aspecto de la metodologia de Foucaultmás cla ramente empleada en sus úl timas obras, tíena un alocane e ma or ue la arqueologia. Su área de foco central sonlas relaciones mutuas entre los sisteñlas deverda d y las mo­dalidades de odeT, el modo en c¡~ay_un " régímen politic~lde la producción de verdad. Siguiendo a Nietzsche, la prose­cución de la genealogía por parte de Foucault lo condujo aocuparse del origen de pretensiones específicas a la verdad,en especial las pretensiones, los conceptos y las verdades delas ciencia s humanas. Sin embargo , lo que es distintívo en lagenea logía no es un interés en los orígenes, síno la forma quetoma su interés, y la clase de orígenes que ais la para el ana­lisis. La genealogía~ra los origenes para captar la esen.cJª--flIlJas COsa!! ni para buscar algina- "forma inrñ6vi¡" quese ha desarrollado a través de la historia . E l secreto revéiadopor-la genealogía es que no hay ninguna esencia ni unidadorigina( a descubri~Cuandoia geneal ógiii mira ' losc ómlen.zos ,_busca accidentes, azar, pasión , pequeña maldad , sO!"pre.sas, agítaclón febril, victorias poco firmes y poder. Como di­ce Foucault en su ensayo sobi-e Nletzsche, un ensayo crucialen la comprensión de su propio pensamiento, "los comienzoshistóricos son bajos: no en el sentido de modestos o discretoscomo los pasos de una paloma, sino irrisorios e Irónicos, ca­paces de deshacer todo apasionamiento".' Uno piensa ínme­dlatamente en un pasaje de Vigilar y castigar, extraordinarioen sus Implicaciones, que aparece en medio de la discusión

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de Foucault del nu evo medio de "ense ñanza correcta" que pro.duce cuerpos dóciles y disciplinados:

. . .las pequeñas técnicas de notación, de registro, de cons titución dearchivos , de ordenar datos en columnas y tablas que son tan famil ia ­res ahora para nosotros , fueron de importancia decisiva en el "des­hielo" epistemológico de las ciencias del individuo . Sin duda es ·: 0·rrecto plantear el problema aristotélico: ¿es posible y legitima unaciencia del individuo? Un gran problema tal vez necesite grandes so'luciones. Pero está el peque ño problema histórico del surgimiento.hacia fines del sig lo :<VIII , de lo que en general podria denomin arselas ciencias "clínicas", el problema del ingreso del Individuo (ya node la especie ) en el campo del co nocimiento ; el problema del Ingresode la descripción individual. del ínter rogatorto, de tos antecedente s.del "archivo" en el funcionamiento general del discurso clenttrico .A esta simple pregunta de hecho . sin duda hay qu e darlo una respues­ta que carezca de "nobleza": hab rla que revisar esos procedimientosde esc ritura y registro, habría que mirar 103 mecanism os del examen,la formación de los mecanismos de disciplina, y de un nuevo tipode poder sobre los cuerpos. ¿Es éste el nacimi ento de las ciencias delhombre? Probablemente se encuentre en esos archivos "Innobles",donde el juego moderno de la coe rción sobre los cuerpos , los gestosy la conducta tiene sus cormenzos.?

Este pasaje es un fino ejemplo de la sorprendente capacidadde Foucault para tomar un probl ema filosófico clásico - ¿có·mo es posible una ciencia del indlvlduo ?-, observar sus co­mienzos genealógícos bajos - procedimientos de escritura yregistro, mecanismos de examen, técnicas de disciplina apli­cadas a los gestos y conducta- y, como consecuencia, transofigurar por completo cómo se .podría aborda r el problema enprimer lugar. Es la clase de innobleza que Nietzsche hubieseamado. La genealogía no trata de levantar reluciente.s bll§.esepistemológícas. Como aI1rende todo lector de Foucault, ellademuestra más bi¡,!}, ._qu!!~Q!J~n que inte, pretamos comoracional , el portador de la verda d, está enraizado en el domí­nlo, la subyug:aclÓn, fRreraclón de- filer"ZaS,"en una palaiira;Ien el poder.

La ~!!eaiógía converge con la arg~ologí-ª en colocar "todolo considerado inmortal en el hombre" dentro de un procesode - desarrollo." P.er..turb a lo ue se considera inmóvil fra .menta lo que se piens a está unificado, y demuestra la hetero·geneidad-delo que se entiendecomo homogén~2: "Creemosque los sentimientos son inmutables, pero cada sentimiento,en particular el más noble y desinteresado, t iene una h ísto ­ria . . . La historia 'efectiva ' difiere de la his toria tradicionalen que carece de constantes . Nada en el hombre -ni siquierasu cuerpo- es suficientemente estable como para servir de

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base de autor reconocimiento o para entender a otros ho m­bres "," Las nuevas configuraciones de poder vinculadas connu evas reglas de fo rmación excluyen una búsqueda po r el "re. 'des~ubrillli!lnto de nosotros mismos"." Son procedimientoscomo és tos los que ayudaron a producir la clase especial dehistoria de la locura, de la vida, del cuerpo y la sexualidadque practicaba Foucault. Uno sólo debe comparar otros in.tentos para escribir una historia del cuerp o con las historiasdel cuerpo de Foucault para ver qué particularmente proveochoso resultó ser su trasfondo metodológico .

Tal vez el efecto más importante de la preocupación de Fou·cault con la geneaio~aiueque Ü¡ obl igóa exPresar algunasre las en erales ara el estudio del poder, IlrOporclonando notanto una nueva teoría del poder como un nuevoenfollue delos problemas del p..9deu.n_ll!S s.Q.ciedades mode nas. Alguru;:sde las más significativas de estas reglas, elaboradas en Vigilary castigar y en dos conferencias dadas en 1976, son las siguíen­tes : primero, no estudiar el poder sólo como una forma derepres ión o prohibición , sino que hay qu e mirar sus efectospositivos , 10 que produce; analizar el poder y sus técnicas enté rminos de su propia esp ecificidad , y no reducirlo a la con­sec uencia de la legislación y la es tructura socia l; con esta se.gunda suge rencia . Foucault propone que se realice un anális isascende nte del poder, "es decir , comenzando desde sus meca­nismos infinites imales, cada uno de los cuales tiene su propiahistoria, su propia trayectoria, sus propias técnicas y tácticas ,y entonces ver cómo estos mismos mecanismos de poder hansido, y continúan sie ndo, investidos, colonizados, u til izados,Intrincados, transformados, desplazados, extendidos, etcétera,por mecanismos cada vez más gene rales .. .' '." es decir, escr í­bir una mlcrofisica del poder; esto nos llevará a ver el poderno como el dominio homogéneo de un grupo o clase sobreotro, sino como una organización circulante parecida a unared; finalmente, no se debe analizar el poder en el nivel de la"intención o decisión consciente", no se debería preguntar 10que cierta gente desea y por qué desea dominar a otros; encambio se debería preguntar "cómo funcionan las cosas en elnivel de la sujeción presente, en el nivel de esos procesos con­tinuos e ininterrumpidos que someten a nuestros cuerpos,gobierna n nuestros gestos, dictan nuest ras conductas, etcéte­ra"," esos_p rocE'sos .que _nos constituyen como sujetos. l!:§.ta

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clase de reglas para dirígir el estudio del poder son la críticaimplicita de Foucaultde las concepciones tanto jurídica comomarxista del . oder. NI el modelo jurí dico del -soberano y sus

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súbcUtos, el modelo del individuo que ejerc iendo uimpone limitaciones sobre el poder soberano , ni I rmarxista de base y superes tructura y su resu ltanl. !Ir 11de 10 económi co, son conceptualizaciones adecundFoucault , de cómo o ra el_llgger~ILJ.l;\s sociedades mudeEstoLdoLmQdel<)Linf oTpOran oríentacíones para estudt rpoder llue ol1!!ten~masc!!!:an la operación del pod- rel nivel de la sl!jeción_pr~~.!lnte. La genealogía no sólo vlncu]los sístemas de verdad y las modalidades de poder. sino quotambién demuestra cómo conceptualizar la noción misma duna modalidad de poder de un modo que agrega una nu evacUmensión a la investigación de las relaciones sociales.

Al emprender un análisis de la "sexualidad", por ejemplo,la arqueo logía trataría de demostra r cómo, a mediados del sí.glo XIX, una mutación en las reglas para la producción de d ís .curso hizo posible habla r primero sobre la sexualidad, y nosó lo sobre el sexo. Esas mismas reglas permitieron una nuevamanera de habl ar sobre las enfermedades de la sexualidad,posibilitando que los mécUcos aislaran las enfermedades comoclaras entidades mo rbosas y pro duciendo un discurso sin pre­cedentes sobre la perversión. La genealogia seguiría la ideade Foucault de que la " 'sexualidad' era mucho más un produc.to positivo del poder de cuanto el poder fue nunca la represiónde la sexualidad".'; Yo insistiría , por ejemp lo, en que la se­xualidad infantil no fue un fenó meno natural qu e aguardabarep resión, sino que más bien fue incitado por técnicas de v ígí­lancia y examen , tales como las útiles suge rencias en los manua­les mécUcos para los padres acerca de cómo podían examinar lassábanas de sus hijos en busca de evidencia de su actividad'nocturna solitaria ."

La arqueo logia trata jíe ais.1ar~ I!iy~l d~_p.!'l!9ticas cUscur~i.

va~_Y.-1Qx:mllJar las reglas de_I1roducción y. transformación paraestas prácticas.,_ I.a_genea logi-,!, or otra p.!!rte, se concentraen las fuerzas y relacíones de poder asociadas_c~J~p!.ácticas

cUscu rsivas . No insiste en la separación de reglas para la p ro­du cción de discurso y relaciones de poder. Pero la genealogíano desplaza tanto a la arqueologia cuanto amplia el tipo deanálisis a seguir. Es una cuestión, como sostiene Foucault ensus últimos escritos, de cUferen tes ejes cuya "importancia re­lativa . . . no siempre es la misma para todas las formas deexperiencia"." Estos ejes de análisis so n comI1lementar ios antesque contracUctoríos. Ñ ingún análisis de las modalidades delpo der, por detallado qu e sea, podría dar cuenta, por ejemplo,de las reglas de producción de discurso en la mecUcina del si·

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glo XVIII o XIX. Muchas de estas reglas , asl como sus transoformaciones, sólo son Inteligibles cuando se toma una perspec­tiva Interna al desarrollo del conocimiento médico. El nivel deprácticas discursivas debe mantener su Independencia teórica,aun cuando también debe demostrarse que entra en relacionesintrincadas con las técnicas fuerzas del poder-:- Foucatíitñun.ca negaba . para citar una observación del prefacio al segundovohunen de Historia de la sexualidad, que el conocimiento cien.t íñco está "dotado de sus propias reglas que las determínac ío­nes externas no podrian explicar, su propia estructura ccmopráctica discursiva"." La arqueologia no sufre por algl!Ila fallametodológjca intrins~ CO_I!l-º h.an sOJ?te.nid<L.aJgwJ.Qs com~nta ·

ris tas, sino antes bien es coloCl!~lL!l.n_un_sis~ma_más_!lII)plio

en que, muy natura lmente, su significación parece algo transoformada. Sin embar o seria un error ensar que FoucauItabandonó alguna vez su método arqueológico: y desdeiiñptmtode vista epistemológ¡co, es una bueñaCosaen verdad que nolo abandonara, porque el nivel arqueológico es un nivel de an á­lisis Indispensable y defini do cuyo abandono llevaría, ínevíta ­blemente, a la dis to rsión.

Foucault denominaba "ética" al tercer e 'e de sus análisis(desarrollado en los volúmenes segundo y tercero de Historiade la sexualidad, en el cuarto volumen, que quedó sin publicara su muerte, y en "On the Genealogy of Ethics", publicado enThe Foucault Reader). En los escritos de Foucault, la ética esun estudio del yo consigo mismo, rapport a soi , un entendí­miento de la ética que a muchos filósofos anglonorteamerlcanoslesresultará sumamente eculiar. - PeroCreo que Foucaultte.nl a conciencia de lo diferente que era su conceptualización dela ética de la de otros filósofos, y su propósito , ya intentadoen sus obras previas, era aislar un distintivo est rato de análisis,tlplcamente pasado por alto por otros. Fouca!llt entendf~q~

la ética era una pa rte del estudio de la moral. Además de laétlca,-famoralConsiste en la conducta rea l de la gente, es decir,sus acciones moralmente relevantes, y en el. código moral quese' les im'i>one . Por código moral Foucault ' eñtendia, por ejem.plo , las reglas que determinan qué acciones son prohibidas,permitidas o requer idas, as í como ese aspecto del código "queasigna diferentes valores positivos y negativos a diferentes con­ductas posibles. El estudio de la conducta moral real de lagente es el dominio habitual de una sociologia de la moral,mientras que los filósofos morales normalmente se ocupan deelaborar un código moral justificable y de defender su estruc.tura . Foucault deseaba despl azar el acento a "cómo se supone

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que el Individuo se constituye a si mismo como sujeto moral desus propias acciones"," pero sin negar la importancia del có­digo moral o de la conducta real de la gente .

La relac!Q.n_~Q un(Lmism~u. Foucault denQ!!llna_~a~tica

J. tiene- cuatro aspectos i!!lPQrtantes . El rimer as ecto , la su~.tancia ética. es_esa_parte_de_noso~r_os_miªroº-s-º-de nues tra con­ducta _qu~~_t9.ma_como_el_dominio relevante J>ara el juicioético. ¿Se deben aplicar los juIcios éticos a los sentimientos, ~las Intenciones o el deseo? ¿Qué parte de nosotros debe ser .1la sustancia o el asunto de la ética? Foucault crela qU3 la sus- ~tancia ética de la ética grecorromana era muy diferente de las ~ ~

categorlas tanto cristiana como moderna de la sustancia ética, ~ ,y estas diferencias son un importante tema del segundo volu.men de Historia de la sexualidad . Nuestra sustancia ética de- ~ '1

termina qué parte de nosotros debe ser tenida en cuenta en laformulación de nuestro código moral.

El modo de su 'eción es el segundo aSJ>ecto imJ>oE,tante de laética. Este aspecto concierne "a l modo en que a la gente se laInvita o incita a reconocer sus obligaciones morales".., Po·drlamos reconocer obligaciones morales como reveladas porla ley divina, o como impuestas por las demandas de la razón,o como basadas en la convención o, para usar uno de los ejem­plos más Interesantes de Foucault, como derivadas del "inten-to de darle a la propia existencia la forma más bella posible"." 4l~Foucault deseaba demostrar que diferentes personas y distintos ~ .periodos históricos pueden estar sometidos a las mismas reglas ~ ".en formas diferentes. Asl, por ejemplo, la fidelidad al propiocónyuge puede ser Impuesta como requerimiento de razón ocomo consecuencia de cierta estética de la existencia. El modode sujeción proporciona el vinculo entre el código mor~l y_e\ ...yo, determimmdo cómo este código tendrá poder sobre nues-tro y,Q. .- .. - - -

El tercer asp~~t<Lde_la_ética concierne al medio p.or el cualcambiamos o nos elaboramos para convertirnos en suj etos ét í­cos, nuestra actividllcCautoio rmadora '( practique de sot) o "a~.cetlsmo" en un sentido amplio . En el cristianismo , por ejemplo,el autoexamen tiene la forma de un autodesciframiento, Y dalugar a un conjunto de técnicas que ayudan a cambiarnos en laclase de ser que puede compo rtarse éticamente. Los manuales --:ascéticos son una excelente fuent e de actividad autoformadora ,pero también lo son muchos libros para autoayudarse del siglo ~ ~

XIX Y XX. Y lo que Foucault denomina el culto californiano J ~ "

del yo está casi definido con su elaboración -de técnicas ql!.e ~

p!!fm!teILque uno libere al verdade~ yo, como paso necesario, "\

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al menos en California, para permiti r que uno se comporteéticamente.

El aspecto fina l de la ética, denominado telos, es la clase deserli:¡- qu e aspiramos cuandolloscomportamos-iñoralm~nte.¿Deber iamos tornarnos "puros, o inmortales, o lib res, o amosde nosotros mismos . . .?" n ¿Cuál es el objetivo al que deberladirigirse nuestra actividad autoformadora? Así, el esquema deFoucau lt para entender la moral, es como sigue:

moral

------'----cond uela real código ética (la relación delde las personas moral yo consigo mismo)

/'~ e., 1.~ -'~ ~. - ./\-=:::::.:::::::tr ' e- 1- ./ \ -----

sustancia modo de actividad telosética sujeción autoformadora

Si bien Foucault creia que ha bia re lac iones entre los cuatroasp ectos de la ética , también pensaba que hab ia "cierta clasede independencia entre ellas".lJ Cuando el telos de la éticacambió con el surgimiento y la consolidación del cristianismo,cuando el objetivo pasó a ser la pureza y la inmortalidad, losotros aspectos de la ética también sufrieron una transforma.ción. Pero era posible, po r ejemplo en la cultura griega, quela sustancia ética se mantuviera igual, inc luso m ientras elmodo de sujeción se alteraba gradualmente. Los volúmenessegundo y te rcero de la historia de la sexualidad de Foucaultpu eden leerse como un estudio de las relaciones, las clases dedependencia e independencia entre estos cuatro aspectos dela ética en la sociedad griega y romana.

El proyecto anunciado originalmente por Foucault era unestudio en seis tomos sobre la historia de la sexualidad, cenotrado en los siglos XVIII Y XIX, qu e incluia volúmenes sobrelas mujeres , los niños y los pervertidos. Los tomos pu~licados ,

y el próximo cuarto volumen, difieren marcadamente del anun ­ciado proyec~~ s~ndo la principal divergencia el inmenso des-

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plazamiento cronológico al mundo anti~o. Una razón paraeste desplazamiento_por parte de Fouc~ul~ue que la experren­cia de la sexualidad en los siglos XVIII Y XIX_estaba decísí­vamente informada por sistemas de conocimientO....§urgidos dela blOloiía, ¡¡;, medicina_y_~psiquia tria, L Por la ~mposiciónen la coñductilsexual de sistemas de poder normap vos proce­dentes de la educación y la ley , entre otr03 sectores. E staconjunción de circunstancias

hacia dillcll distinguir la forma y los efectos de la relación con el yocomo elementos particulares en la constitución de est~ sxperrencia . . .Me enco ntré recorriendo eras de un modo que me alejaba más y másdel perfil cronológico que al principio habla. dec ídído, tanto pa ra en­carar perio dos en que el efecto del conocímíento cíenttñco ! la com~

plejida d de los sistemas normativos era menor, como para ñnelment ....discernir forma s de relación con el yo diferentes de aquellas que ca­racterizan la experiencia de la sexualidad. Y es así com~. poco a P??Oterminé poniendo el acento de la obra en lo que deb~ó ha~~r S IG.O

simpl emente el punto de partida o el trasfondo hístoríco . . .~

Este es otro ejemplo del foco en gradual ampliación de la obrade Foucault . l,ª-E\tica_no_de~plaza_a J a _Kenealogla_ni_~.Jl1-!r.queología ni las torna irrel!l..Yª-!!t~§d~ero sLalt~ra las ímplíca-ciones m etodoló icas fim!l~lLdLaJI1JLa.s. Para dem?s~rar .co-mo .el estudio de la ética podría realizarse, para dts tínguírlatan marcadamente como sea po sible del estudio genealógicodel poder y el estudio arqueológico del conocimiento, Fouc~ultdesplazó su atención hacia atrás alrededor de dos m~l anos . ~ •Un intento de es~udio dela_sexualidad moderna debe;~.com· l rJ ~ ,binar los tres ejes de análisis el yo &poder "i el conoclmlen~o,y llevar ía muchos más tomos que aun los seis proyectadosoriginalmente po r Foucault.

Una lección excepcionalmente importante a extraer de laobra última de Foucault es que el estudio de la ética puede. serfructifero cuando hay poco o ningún cambio en los códigosmorales examina dos. Foucau lt creia, .y muchos otros h ístoría ­do res más tradiciona les han defendido la misma visión, queno hab ia ninguna -ruptu ra moral grande entre ~o.s c ódigos ~o,

rales grie o cristi!ln.9. Muchas de las p rohib ícíones mas sig­nificativas siguen siendo las mismas , e incluso donde hay cam­bios importantes , el tema se man tiene muy sim~l~r ', Recuerdouna conferenc ia de un prominente profesor b rí tan íco de .teo.logia que, habiendo sostenido que el código mo.ral crrstíanono era una gran innovación respecto de los códigos pagan~s

previos, se comportó como si no hllbies~ nad~ ~ás que dectracerca de la historia de la te mprana ética críst íana. La con-

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ceptuallzació n de Foucault de la ética nos muestra dónde ubioca: l.as t ransvaluactones posteriores al surgimiento de la éticacristiana. Y, además, al aislar la relación con uno mismo como~. componente separado de la ética, abrió un ámbito de aná­~IS que puede investigarse provechosamente cuando los co­dIgOS morales son relativamente estáticos tanto como cuandosufren grandes perturbaciones.

S~ enfoque le permite hacer sugerencias maravillosas, dignasde lIbros enteros. Así, entendiendo que los tres polos delac? nducta sexual son los actosL.!Lplacer y ei deseo, p ropone elSI ,;nte es uem\0 Primero, tenemos la "fórmula" gríegavenque lo qu.e ~e .su~raya son los 'actos', con el placer y el deseocomo SUbSIdIarlOS ; en la fórmula china , " los actos son dejadosde l~do porque hay que restringir los actos para obtener la;?áxima duración e intensidad del placer"; la .fórmula cristiana

pone el acento en el deseo y trata de erradicarlo. Los actosdeben ~on~~rtirse en algo neutral; sólo se debe actuar paraproducir hIJOS, o para cumplir el deber conyugal. Y el p lacerestá excluido ta nto práctica como teóricamente .. . El deseoestá. práctícaments excluido -se debe erradicar el deseo­pero teóricamente es muy importante" . Y en cuanto a la fór.mula moderna, Foucault piensa que es el deseo "que es subra.:.:ado teóricamente y prácticamente aceptado, ya que hay quelíberar el propio deseo. Los actos no son muy importantes

I y el placer ... ¡nadie sabe qué es !" " Lo ue tenemos acá esnad~ menos qu e los .prole ómenos de todo estudio futuro dela hIst?ria comps:rativa de la sustancia ética clJ a 'expresióne2-.posIble conCibIendo a la ética de un m odo decisivamentenuevo.

La filosofía moral anglonorteamericana ~ás contemporáneae~ enfocada exclusivamente en el nivel del código moral. Prac.tICamen~e nada acerca de la relación de uno consigo mismoes considerado relevante para la ética, y cuando la re laciónde uno consigo mismo aparece en estas discusiones, es síem­pre con respecto a la cuestión de si hay o no deberes conuno mismo. Dado qu e la ética es concebida como la elabo­ración y la justificación de un código moral, el único lugarqu e puede ocupar la relación de uno consigo mismo está fijadopor el deseo de hacer complet o al código, po r el deseo de co.nocer qué deberes especificas, si es que hay alguno, se tienenpara c~n uno. mi~mo. Desde la perspectiva de Foucault, haypoca díferencía Iílos ófica entre esos autore s que creen quehay deberes para con nosotros mismos, los herederos de Kant,y aquellos que creen que no hay tales deberes, .los sucesores

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de Schopenhauer. Ambas clases de filósofos ignoran el dorní­nio de la ética , la relación del yo consigo' mísmo concebidacon independencia de la estructura del código moral. Además,las discusiones de los filósofos que creen que tenemos algunosdeberes para con nosotros mismos no ocupan más que unaspocas páginas en los tratados morales , ya que todos están deacuerdo en que nuestros deberes para con los otros son muocho mayores en número, complejidad e incluso interés quenuestros deberes para con nosotros mismos.

The Theory 01 Morality, de Alan Donagan, una importanteobra contemporánea que sí discute los deberes para con unomismo, contiene 'una muy tradicional lista de prohibicionescon tra el suicidio, la automutilación y el dete rioro de la propiasalud, así como el deber de adoptar un plan de vida coherentepor el cual uno puede desarrollar poderes mentales y fisicos.Donagan trata de determinar cómo son de rigurosos esos de­beres, cuándo son permisibles las excepciones, y qué formaspueden adoptar estas excepciones, es decir, trata de determinarla estructura del código moral con respecto a los deberes conuno mismo. Pero comienza su discusión con la siguiente a ñr­m ación: "Como veremos, las relaciones que pueden tener entresí los seres humanos son más complejas que aquellas que pue­den tener consigo mtsmos"> Después de Foucault , esa añ r­mación es absolutamente Increíble, Incluso si nues tros debe­res para con los otros son más complej os que nuestros debe­res para con no sotros mismos, nuestras relaciones con nosotrosm ismos t ienen toda la complej idad que se podría esperar, otemer . Al demostrar cómo incorporar nues tras relaciones connosotros mismos en una grilla de inteligibilidad ética. Fcu­cault ha ayudado a expresar la clase de complejidad que estasrelaciones realmente corporizan. A menos que los filósofosmorales suplementen sus discusiones de los códigos moralescon la ética a la Foucault, no tendremos excusa para el ca rgode que nuestros tratados sufren de una Innecesaria pera de­bilitante pobreza,

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