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Lectura Las primeras estadísticas de población que merecen ese nombre se elaboran en las Indias ya avan- zado el siglo XVIII. Sin embargo, existen en las crónicas y documentos españoles buena cantidad de datos demográficos [sobre población] referentes a los dos siglos anteriores. Tales datos son siempre hiperbólicos [exagerados] por tres claros motivos: la tendencia a exagerar típica de los españoles, sobre todo los del Sur; el invariable y muy humano afán de ponderar [alabar] todo lo nuevo y desconocido por parte de los primeros en hallarlo; y, sobre todo, el interés de los cronistas [escritores] o de los colonizadores en magnificar sus hazañas. El conquistador tiende a decir que ha luchado contra enormes ejércitos indígenas; el fraile, que su orden ha bautizado a legiones [multitud] de indios; y no podemos olvidar la proverbial [conocido] y fabulosa exageración del P. Bartolomé de las Casas al dar cifras de indígenas víctimas de la cruel codicia de los españoles. He aquí el resumen general más autorizado, al que puede atribuirse un margen de error no muy superior al 20%. La población autóctona era, pues, muy reducida. (…) Indios atacameños y aymaras. Dibujo de Bassot según una fotografía (1875). Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File: Atacame%C3%B1os_y_Aymaras.jpg?uselang=es Fuente: Vives, Vicens; Céspedes del Castillo, Guillermo; Regla, Juan (1985): Historia de España y América. Barcelona: Editorial Vicens Vives. P. 324, 325 y 451.

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Lectura

Las primeras estadísticas de población que merecen ese nombre se elaboran en las Indias ya avan-zado el siglo XVIII. Sin embargo, existen en las crónicas y documentos españoles buena cantidad de datos demográficos [sobre población] referentes a los dos siglos anteriores. Tales datos son siempre hiperbólicos [exagerados] por tres claros motivos: la tendencia a exagerar típica de los españoles, sobre todo los del Sur; el invariable y muy humano afán de ponderar [alabar] todo lo nuevo y desconocido por parte de los primeros en hallarlo; y, sobre todo, el interés de los cronistas [escritores] o de los colonizadores en magnificar sus hazañas. El conquistador tiende a decir que ha luchado contra enormes ejércitos indígenas; el fraile, que su orden ha bautizado a legiones [multitud] de indios; y no podemos olvidar la proverbial [conocido] y fabulosa exageración del P. Bartolomé de las Casas al dar cifras de indígenas víctimas de la cruel codicia de los españoles.

He aquí el resumen general más autorizado, al que puede atribuirse un margen de error no muy superior al 20%.

La población autóctona era, pues, muy reducida. (…)

Indios atacameños y aymaras. Dibujo de Bassot según una fotografía (1875).Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Atacame%C3%B1os_y_Aymaras.jpg?uselang=es

Fuente: Vives, Vicens; Céspedes del Castillo, Guillermo; Regla, Juan (1985): Historia de España y América. Barcelona: Editorial Vicens Vives. P. 324, 325 y 451.