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Autor: Jaime Alberto España Eraso Coautor: Bibiana Cortázar Ramírez

Editor y corrector de estilo: Luis Fernando España Eraso

Primera edición: Marzo de 2016 ISBN: 978-958-58336-2-3

Derechos Reservados© copyright Jaime España

e-mail: [email protected]

WhatsApp: (+57) 310 213 97 41 Bogotá, Colombia.

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier

medio o tecnología.

mailto:[email protected]


Contenido Agradecimiento Introducción

5

7

Características de la persona espiritual

11

Características de la empresa espiritual

19

¿Por qué desarrollar la espiritualidad en las empresas?

23

¿Cómo exaltar la espiritualidad y los resultados en las empresas?

27

El servicio trascendente de una empresa

31

¿Por qué el enfoque de una realidad transpersonal y sistémica en las empresas?

39

Recordando desde el futuro lo trascendente de una empresa

43

Seres espirituales, productivos con propósito

47

Honor y reputación empresarial

53

Conclusión

61

Mundo de Calidad

65

Siguientes pasos

67

De los autores

69


Agradecimientos

Gozo al agradecer a quienes han sido, son y serán parte de mi vida: Hijos, hermanos, padres y familia por ser vida para mi vida. Amigos y maestros por brindarme compañía y dirección. Clientes y estudiantes que en más de 14 países me han permitido ser parte de sus vidas y empresas. Aliados y colegas por las múltiples oportunidades de unir experticias. Organizaciones que me han honrado con galardones, premios y reconocimientos. Gracias, gracias, gracias. Jaime


Introducción Para empezar manifestamos que respetamos profundamente las diferentes cosmovisiones que cada persona pueda tener acerca de la constitución básica del mundo y que desde el respeto les retamos a explorar nuevos espacios de expansión, pues no pretendemos cambiar creencias religiosas, ni espirituales, y si deseamos desde el espíritu mismo de cada dogma construir algo sublime en beneficio de las personas que laboran en diferentes comunidades empresariales. En este libro exploraremos la espiritualidad como la capacidad que poseemos los seres humanos para experimentar estados de bienestar; Felicidad, dicha, gozo, alegría. Estos estados de bienestar abren la puerta a nuevas dinámicas en las diferentes dimensiones que conforman a las personas; estas pueden ser en lo personal, lo familiar, lo social, lo laboral,… La espiritualidad podemos vislumbrarla como una experiencia de orden interno total, amor universal y libertad incondicional. La espiritualidad nos hace menos individualistas, descubre nuestra universalidad y el deseo de bienestar común. La espiritualidad nace quizá en el autoconocimiento y se desarrolla hacia el conocimiento del entorno hasta llegar a la fuente creadora, esencia superior, divinidad o Dios.


Exploraremos también, posibles relaciones entre ética, moral, espiritualidad y amor.

¿Por qué hablamos abiertamente de espiritualidad en las empresas y por qué consideramos que la espiritualidad es un requisito indispensable para dar vida a una empresa altamente productiva?

Porque la gestión, los conocimientos y los resultados que no se acompañan de espiritualidad, difícilmente pueden ser utilizados para la evolución del bien común.

Porque sin espiritualidad se producen sensaciones de vacío, de inestabilidad, de inconformidad,…

Porque es necesario ejercer liderazgo ético, gestión con responsabilidad social, cultura de servicio y laborar en un ambiente en el que reine el virtuosismo, la unión y la cooperación.

¿Cómo ejercitar la espiritualidad en el ambiente laboral?

Creando espacios en los que se nutra colectivamente la fe sobrenatural como garante del positivismo necesario ante las posibles adversidades.


Promoviendo la probidad como acción imprescindible que modele nuevas formas de producir resultados. Probidad, definida como la virtud de la persona que actúa de manera íntegra, honesta, recta, franca, transparente y que no se adhiere a la corrupción, al abuso de poder, a los sobornos, a los actos delictivos o al desvío de las normas morales y de las leyes.

Permitiendo que las personas se auto-disciplinen asistiéndose del amor como el lenguaje más importante en este propósito.

Encontrando en el servicio la oportunidad de desarrollar el nivel de espiritualidad óptimo para relacionarse con el prójimo propiciándole armonía y paz.

En este propósito la visión la misión y los valores empresariales deberían ser fundamentales, siempre y cuando:

La visión se defina para fortalecer la fe requerida para superar obstáculos, mantener positivismo y asegurar gratitud por los logros.

La misión precise el comportamiento y la satisfacción al laborar con vocación de servicio superior.

Los valores demarquen el camino recto y correcto que mantienen las personas al cumplir la misión que los acerca a la visión.


En otras palabras, cuando dejamos de lado anacrónicos modelos que nos dicen como diseñar las políticas organizacionales, y con el corazón, el alma y el espíritu alimentamos un espacio en el que se humanizan las labores diarias con el deseo de cuidar integralmente a las personas y por supuesto custodiar la estabilidad financiera de la empresa, pues de ella dependerá la seguridad económica de su equipo humano.

Reflexiones, decisiones y acciones ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… …………………………………………………………………


Características de la persona espiritual Algunos opinan que una persona puede ser espiritual sin ser religiosa, otros opinan que ha de vincularse lo religioso con lo espiritual, y algunos líderes espirituales han utilizado estas expresiones casi que indiferentemente. Desde el respeto por las diferentes cosmovisiones preferimos no tomar partido en esta discusión que quizá no aporte mayormente a la vivencia religiosa o espiritual. Diversas culturas coinciden en que la espiritualidad es la respuesta que tienen las personas para:

Encontrar sentido y propósito a la vida.

Mantener esperanza o energía para vivir.

Custodiar la fe en las personas y en un ser superior.

Preservar gusto por la felicidad colectiva y el virtuosismo ético.

Salvaguardar la capacidad de asombro, el deleite con lo estético, el encanto por lo sublime y la gracia por lo trascendente.

Redimir la sabiduría y la visión global de la existencia para aceptar que en el entorno inmediato están presentes otras cosmovisiones religiosas o espirituales.


Ahora presentamos para la reflexión algunas de las enseñanzas de personas que han entregado valiosos aportes al mundo.

Mahatma Gandhi

La religión es una experiencia humana universal que cada persona expresa de acuerdo con su cultura. Más allá de las diversas formas religiosas, existe un acto humano que busca lo divino y este acto merece un profundo respeto.

Si un hombre llega al corazón de su propia religión, también habrá llegado al corazón de las otras, y podrá estar cara a cara con nuestro Creador. La religión es un como un árbol. Si vemos únicamente las ramas, diremos que hay muchas religiones, pero si vemos todo el árbol, comprenderemos que hay una sola.

Papa Francisco

La libertad de expresión y la libertad religiosa son derechos humanos fundamentales. Cada persona tiene derecho a practicar su religión, sin ofender, sin insultar, sin burlarse de la fe de los demás, allí surge un límite a la

libertad de expresión.


Teresa de Calcuta

La caridad es algo común a todas las religiones que permite cerrar el abismo entre católicos, hindúes, musulmanes, budistas.

La espiritualidad se vive al amar a Dios y al servir con amor a toda persona.

Martin Luther King, Jr

Dios es más grande que cualquier religión y la expresión de la fe ofrece una poderosa síntesis de cómo la justicia, el amor y la paz pueden servir para crear un paraíso aquí y ahora. Una visión incluyente, tolerante,

renovadora, de sustento por la vida, libre de puntos de vista dogmáticos conduce a la unión y a la paz.

Nelson Mandela

Recordemos un fragmento de su discurso como Presidente Electo de Sudáfrica en 1994 “…Nacemos para manifestar la gloria de Dios que está en nosotros. Y no sólo en algunos de nosotros, sino en todos y en la medida que dejamos


que la luz brille, conscientemente les permitimos a los demás hacer lo mismo...”

Dalai Lama

Existen distintos componentes para una vida plena y satisfactoria, por ejemplo, tener disciplina interior para reemplazar aquellos estados mentales destructivos por unos constructivos. Además de promover la tolerancia y

el perdón, revela que el ingrediente primordial para lograr la paz interior y exterior es la espiritualidad basada en virtudes fundamentales para vivir y convivir de manera serena, feliz y pacífica.

Viktor Frankl

El hombre posee tres dimensiones; la orgánica, la mental y la espiritual, que es la verdadera dimensión del ser humano, y no podemos reconocer al hombre negando alguna de sus dimensiones.

Expresó acerca de la espiritualidad:

Lo espiritual es potencia pura.

Lo espiritual brinda unidad, totalidad y fuerza para estar juntos.

Lo espiritual es autoconciencia y diálogo interior.


Lo espiritual hace consciente lo ético y lo estético.

Lo espiritual es el núcleo sano de la persona, la dimensión que no enferma.

Jesús Adrián Romero

Pastor cristiano y cantautor de origen Mexicano que en una entrevista con CNN en Español, ante la pregunta que hacer para unir al Dios musulmán del Corán y al Dios cristiano de la Biblia, manifestó "Derribando las barreras que hemos

puesto entre nosotros, dejando de lado los celos o el fanatismo, e identificando aquello que hay en común con otras religiones”. En otra entrevista con Univisión, manifestó que su música es espiritual, con mensaje positivo, con el poder para cambiar el corazón de las personas. Que con su mensaje y su música no busca que la gente cambie de religión y que guarda recuerdos agradables de la Iglesia Católica. En julio de 2014 publicó en sus redes sociales “Ecumenismo es encontrar las cosas en común con otras religiones y promover la unidad. Esto no significa que vas a creer como ellos creen, o vas a comprometer tus creencias. Es simplemente encontrar cosas en común con otras religiones…. Un católico, un judío, un evangélico, un musulmán y un ateo pueden unirse y hacer cosas para mejorar nuestro mundo…”


Tomando como base, entre otras, la vida y obra de las personas a quienes hemos hecho referencia, busco dar respuesta a la siguiente pregunta.

¿Qué es inteligencia espiritual y cómo desarrollarla? Definitivamente la espiritualidad surge en una persona en el instante que se sensibiliza con lo humano, y la lleva a la práctica mediante actos de amor, paz, servicio, cooperación y solidaridad. También, alcanzo a entender en la Biblia que la espiritualidad es como el sendero ideal para avanzar acompañado del Espíritu de Dios disfrutando la actividad diaria y enfrentando sus exigencias. La inteligencia espiritual es el talento o el don ideal para resolver las dificultades trascendentales, conservando armonía, generosidad, deseos de vivir, ganas de servir, gusto por promover la unidad y valentía para actuar éticamente siendo conscientes que cada acto por acción u omisión, trae belleza o fealdad a nuestro mundo…” Desde otras perspectivas, la espiritualidad demanda santidad o iluminación y vínculo con el Creador, lo Divino o lo Celestial, asistiéndose de ejercicios espirituales como la oración, la meditación la contemplación y demostrando además amor, piedad y caridad.


Permítanme expresar también que la espiritualidad es la madurez deseada por católicos, judíos, evangélicos, musulmanes… y que cada persona en su fuero interno es consciente del nivel de su competencia espiritual y de lo que podría hacer para elevarla y evidenciarla aún más cada día. Cuando nos reunimos con mis hermanos, hijos y sobrinos, recordamos y trasmitimos los preceptos que nuestros padres nos trasmitieron e inmediatamente surgen imágenes en las que vemos y escuchamos, entre otras, a nuestro padre exclamando “Al que madruga Dios le ayuda” y a mi madre coreando; “No consiste en madrugar sino en que Dios le ayude”, Definitivamente estas dos afirmaciones, tienen un fondo hermoso y es que en ambas se evidencia la fe en un ser superior que acompaña, guía y protege. Esta fe considero que es la cuota inicial para la inteligencia espiritual.

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Características de la empresa espiritual Quienes me conocen saben que disfruto de la buena música, en verdad, me encanta hacerlo con mi hermano y rescatar bellos períodos de la vida. En estos días, en uno de esos gratos momentos, recordábamos una hermosa frase que repetía y practicaba nuestra madre, “Págale a tu trabajador antes que se seque el sudor de su frente”. Con este y otros mensajes ella nos preparaba para la vida, casi intuyendo que cada uno de sus hijos en algún momento de la vida seriamos empresarios y que este habría de ser uno de los comportamientos que ella esperaba de nosotros. Hoy ella puede estar orgullosa, pues sus enseñanzas fueron semilla que sembró en buena tierra y dieron el mejor de los frutos, porque ahora son mis hermanos quienes día a día me imparten hermosas lecciones para mi vida y para mi trabajo. Este aprendizaje, que incorporé desde niño, hoy lo comparto, teniendo en cuenta que dentro del contexto actual lo expreso, “Págale a tu trabajador, proveedor, contratista,… antes que se seque el sudor de su frente, cúmplele a tu cliente de igual manera y retórnale al mundo más belleza de la que te proporcionó”. Pues bien, me encanta cuando me presentan como el creador del modelo “Gerencia Humanista de Resultados”, la verdad es que debo admitir que quienes sembraron en mi mente y en mi corazón este paradigma fueron mis padres a quienes les honro por sus enseñanzas verbales y por sus lecciones de vida, son ellos los que verdaderamente


crearon este modelo que actualmente impulso en distintos países y comparto con diferentes líderes. Por otro lado debo admitir que varios de los mensajes de mis padres los he encontrado en la Biblia y en otros bellos textos espirituales. Y desde este aprendizaje develé algunas de las características en la cultura organizacional de lo que denomino Empresa Espiritualmente Productiva. Recordemos que en el primer libro de esta saga escrito en el año 2004, definimos que una Empresa Altamente Productiva es una comunidad de personas que se organizan para un propósito común, en un esfuerzo equitativo y sincronizado como factores determinantes para el sostenimiento de un ambiente laboral favorable, consolidando el sentido de pertenencia, la identidad, la imagen y los buenos resultados. Y si comprendemos que los seres humanos somos tripartitos, al poseer cuerpo, alma y espíritu, podemos inferir que la comunidad de personas que conforman una empresa hacen que esta sea tripartita. En el cuerpo encontramos los diferentes sentidos que nos permiten percibir y comunicarnos con el entorno. En el alma hallamos los pensamientos, las emociones y la voluntad. En el espíritu es donde reside la trascendencia como medio para comunicarnos con nuestro ser superior, igualmente es donde se cimientan los principios, valores y virtudes como grandes constructores del carácter y pautas para la definición de una vida con propósito.


Por lo anterior, frecuentemente reitero; “No basta perfeccionar los procesos, es vital optimizar al hombre, su espíritu, su corazón, su liderazgo, su capacidad humana a fin de obtener personas altamente productivas que laboren armoniosamente con sus pensamientos, sus emociones, sus palabras, sus decisiones, sus acciones, sus relaciones y sus resultados”. Entonces, para que una organización pueda postularse como Empresa Altamente Productiva su cultura deberá edificarse sobre un propósito significativo, en el que sus resultados, incluidos los financieros, sean consecuencia de honrar a las personas y a su virtuosismo. Las virtudes que hacen presencia en este ambiente de productividad de la mano de la espiritualidad son:

Fe sobrenatural.

Humanismo y propósito de vida.

Probidad.

Verdad.

Autodisciplina.

Confianza.

Servicio.

Aprecio por la diferencia.

Respeto por lo sagrado.

Conexión con lo divino.


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¿Por qué desarrollar la espiritualidad en las empresas? Porque la búsqueda desmedida de resultados económicos y operativos a corto plazo ensombrecieron la gestión corporativa, apartándola de su deber de cuidar la seguridad y sostenibilidad para todos sus grupos de interés. Porque algunos inversionistas, empresarios, directivos y ejecutivos se han alejado de su actuar virtuoso. Porque es necesario volver al sano crecimiento económico, esto es, aquel en el que se promueve la unidad, la solidaridad, la felicidad y el amor. Porque cuando colectivamente las personas obtienen beneficios perdurables, se comprometen con resultados trascendentes, para ellos y para su organización. Porque la espiritualidad está asociada con la salud, la calidad de vida, la capacidad para absorber dificultades, la habilidad para enfrentar cambios, el deseo por construir bienestar, la intención de cuidar las relaciones, el gusto por crecer y la esperanza de prosperar. Porque los párrafos anteriores son suficientes razones para decidirse a administrar y liderar un espacio de productividad, efectividad y rentabilidad. Porque los siguientes párrafos sumarán motivos para comprender la importancia de un ambiente espiritual al que llamamos Empresa Altamente Productiva.


Porque necesitamos evolucionar en humanidad, favorecer la vida y asegurar la trascendencia, lo que es posible si impulsamos el desarrollo sostenible. Porque es necesario trabajar inteligentemente, lo que quizá cobra sentido en una sabia frase que también escuche en mi hogar desde niño, “A Dios rogando y con el mazo dando” la que pude interpretar como; pide claridad para lo que vas hacer y luego con disciplina y paciencia conviértelo en realidad. También le llamo espiritualidad en acción.

La espiritualidad y el ímpetu de origen en la empresa

Uno de nuestros primeros postulados en el año 1996 fue “Restablecer el vigor competitivo de nuestros socios estratégicos” (También conocidos como clientes). Esto es posible cuando al interior de la organización se recupera:

La energía vital y el propósito que dio vida al deseo de emprender la aventura llamada empresa.

El gusto para honrar el origen de la misma.

El deseo de construir un hermoso legado que perdure en el tiempo, no para satisfacer el ego, sino para alcanzar un nivel de trascendencia terrenal.


La conciencia entendida como el nivel de sensatez espontanea que mediante el discernimiento le permite a cada persona elegir responsablemente entre lo que contribuye o entorpece la construcción de la armonía colectiva.

La intuición definida como la sensación del espíritu humano que brinda sabiduría, incluso en ausencia del conocimiento.

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¿Cómo exaltar la espiritualidad y los resultados en las empresas? Tomo como base un artículo que escribí en enero de 2014

Generalmente en las empresas y organizaciones se mantiene el enfoque en el hacer, poco se valora el ser y menos el trascender como dimensión fundamental para alimentar la productividad, mejorar los resultados y garantizar procesos sostenibles que conecten al ser con el gozo, la abundancia y el potencial espiritual, entendiendo la espiritualidad como una condición especial de bienestar, liberación y virtuosismo. Para ejercitar la espiritualidad no necesariamente se requieren rituales religiosos, aunque si conquistar el discernimiento necesario para movilizar cambios personales y transpersonales, en los que el espíritu sea el impulsor en la renovación de los pensamientos, las emociones, las palabras y las acciones de cada persona, para así superar los desafíos, retos o dificultades en la vida y en el trabajo.

¿Cómo mejorar la energía espiritual? Una o varias de las siguientes sugerencias pueden ser útiles para mantener paz interior, fortalecer el cuerpo, defender el alma y elevar el espíritu:

Expresa gratitud: Algunas personas se sienten más conectadas cuando manifiestan agradecimiento y en verdad la gratitud es el camino a la espiritualidad.


Vive en servicio: Algunas personas sienten mayor bienestar cuando pueden servir a los demás. Esto es propio de personas bondadosas y de espíritu amplio que se alegran al servir a otros.

Disfruta del descanso: Algunas personas se sienten en paz al estar en contacto con la naturaleza o al tener tiempo para reposar, pues el disfrute repara la fatiga física, emocional, mental y espiritual.

Vive una experiencia espiritual o religiosa: Algunas personas encuentran sentido a la vida a través de las prácticas religiosas, pues aunque religión y espiritualidad no siempre son lo mismo, algunas personas alcanzan su vigor espiritual al interior de una religión o al dedicarse a las prácticas contemplativas, a la oración o a la meditación.

Mantén fe en el futuro: Algunas personas rejuvenecen su espíritu al mantener esperanza en el futuro. Cuando surge la fe en el futuro florecen también las fuerzas en el presente para diseñar un futuro apasionante en el que se desate la ilusión y el entusiasmo.

Por lo anterior, es necesario reinventar el modelo productivo en las empresas, como consecuencia de expandir la competencia espiritual de las personas, de modificar sus conductas, de recuperar su fe, de sanar sus relaciones, de reencontrar su propósito, de trasmutar sus ambientes y de avanzar en soluciones, para ello se necesitan directivos,


líderes, gerentes y ejecutivos que instruyan desde el afecto y orienten desde el misticismo. Es fundamental desarrollar balanceadamente habilidades para la vida y el trabajo, con el propósito de redescubrir nuevos horizontes que permitan humanizar las organizaciones y elevar holísticamente la productividad empresarial. Finalmente, es importante entender que la productividad entre tantos aspectos contempla e incluye la productividad personal, familiar, laboral y que no podemos sentirnos productivos por obtener únicamente logros en algunas áreas o dimensiones de nuestra vida descuidando otras, o haciendo que quienes trabajan con nosotros sean “desbalanceadamente” productivos. Por el contrario, la cultura de productividad se fortalece al crear, promover y permitir que las personas desarrollen integralmente su productividad y con ello mantengan altos índices de motivación para esforzarse e internarse en el fantástico mundo del alto rendimiento, alto desempeño o alta productividad.

¿Y qué hacer cuando los resultados no son los esperados? Esta pregunta surge con frecuencia en mis espacios de asesoría y entrenamiento; y aunque la respondo con profesionalismo, y la abordo dependiendo de cada contexto, generalmente acude a mi mente otra frase que hizo eco en nuestro hogar “Dios no se ha muerto ni está enfermo”, mi madre la utilizaba


para motivarnos a dar nuestro mejor esfuerzo y permitir a Dios hacer su trabajo. Y habitualmente con algo de humor mi madre concluía “… o quien puede más…”

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El servicio trascendente de una empresa De un artículo que escribí en noviembre de 2014 Para que en una empresa, las personas sueñen en grande, laboren con amor y se conviertan en seres humanos felizmente productivos es imprescindible que conecten su espíritu con el deseo de servir. Esto es, activar la vocación de servicio y actuar con sensibilidad ante compañeros, líderes o clientes y trabajar con generosidad por el bien común. Para trascender organizacionalmente se necesitan personas bondadosas y de espíritu noble que comprendan que servir está por encima de pasiones e individualidades, que acepten y practiquen una filosofía corporativa que reúna tres requisitos en uno “Crear, promover y permitir la existencia de una empresa socialmente sana, humanamente respetuosa y económicamente rentable”. En una Empresa Altamente Productiva únicamente pueden laborar personas de elevada moral, sensibilidad social y espíritu bondadoso que estén dispuestas a trabajar, servir y vivir. Entonces, servir es más que sonrisa, empatía y satisfacción, realmente es la oportunidad de generar paz, amor y abundancia, es el camino para ennoblecer el espíritu y honrar a los seres que habitamos este planeta, entre ellos, los clientes internos y externos.


El servicio cambia a las personas, les brinda una perspectiva más clara, les invita a mirar el entorno, les ayuda a vencer el egoísmo, les impulsa a considerar las necesidades de otras personas, les genera amor, les promueve gratitud, les canaliza deseos y les encamina las energías hacia una gestión recta. Es decir, las personas serviciales han superado las barreras de relacionamiento y adoptan una actitud permanente de apoyo, de cooperación y de colaboración en todos sus ámbitos de vida. Además son aquellas por las que generalmente surgen sentimientos de gratitud, respeto y deseo de imitar.

¿Qué hacer para crear, promover y permitir el surgimiento de una cultura de servicio trascendente?

Mantener el enfoque en facilitarle a los clientes; acercarse, comprar, quedarse, volver a comprar, solicitar una garantía, volver a comprar, pedir un servicio, volver a comprar, manifestar sus dudas, volver a comprar…

Seleccionar y entrenar a las personas correctas, dejándolos decidir frente al cliente en forma rápida y correcta.

Cultivar relaciones sanas con las personas para que ellas sientan lo que es tratar bien y tengan una experiencia de buen servicio que les inspire a servir.


Valorar la celeridad; simplificar o eliminar los procesos que no se necesitan e impulsar los procedimientos que hacen fácil la vida a colaboradores y clientes.

El propósito de construir una cultura de servicio es mantener clientes enamorados, satisfechos reincidentes y de referencia. Esto es, que estén totalmente integrados, que les guste ser clientes, que hablen bien de su experiencia como clientes.

Para hablar de servicio trascendente es necesario redefinir: Cliente: Es quién nos invita a entender y atender sus necesidades dándonos la oportunidad de mostrarle nuestra calidad humana y organizacional. Servicio: Es la habilidad para anticipar y satisfacer plenamente al cliente en su multitud de necesidades visibles y no visibles, brindándole una experiencia inesperada y apreciable. De las dos anteriores definiciones se puede deducir que la satisfacción tiene algunos componentes tangibles y otros intangibles, los primeros son los requerimientos explícitos que acompañan a cada producto o servicio y los segundos son aquellos aspectos implícitos que aunque no se mencionen durante la venta, el cliente confía que los recibirá y estos últimos son quizá los que más valora y agradece el comprador o usuario.


¿Qué espera el cliente? Que la empresa y sus colabores sean fiables: Esto se logra siendo; impecables al cumplir lo prometido, oportunos al atender solicitudes, justos al otorgar una garantía, competentes para asimilar sus necesidades individuales, y comprensivos para atender sus deseos particulares.

¿Qué se obtiene al enfocarse en el cliente?

Fidelización y retención de los clientes actuales.

Atracción de nuevos clientes.

Reconocimiento de las exigencias de los clientes.

Adaptación a las necesidades de los clientes.

Rentabilidad y aumento de las ventas.

Cuando una empresa construye una cultura del servicio se pueden distinguir tres grandes etapas:

1. Atracción: En la que se persuade al cliente con mensajes publicitarios que son claros, honestos y cuidadosos para prometer únicamente aquello que se podrá cumplir.


2. Gestión: En la que se realiza cada labor con el propósito de cumplir lo que se prometió y de sumar valor, demostrando efectividad y celeridad, respeto y comprensión.

3. Retención: Que conlleva a la conservación y cantidad creciente de clientes fieles y agradecidos.

¿Qué es valor agregado? Lo defino como lo que gana nuestro cliente porque nuestros productos y servicios son realmente diferentes, o en otras palabras es la real diferencia entre lo que nos paga y lo que entregamos al cliente.

¿Y qué es sumar valor? Es otorgar beneficios diferenciales durante el intercambio comercial.

¿Cuándo se suma valor? Únicamente cuando el cliente lo percibe en el tiempo y no simplemente como algo transitorio.


¿Cómo se suma valor?

Preguntándole al cliente que necesita y que valoraría.

Otorgándole al cliente experiencias que necesite, aprecie y agradezca.

Dejando de hacer aquellas actividades que entristecen o disgustan al cliente.

¿Cuáles son las competencias indispensables para servir? Ante todo se requiere vocación de servicio, esto es, deseo de apoyar, de cuidar y es una virtud que quien la posee la demuestra en las diferentes áreas de su vida y la manifiesta mediante:

Tolerancia: Capacidad para respetar a las personas aunque sus ideas, creencias o prácticas sean diferentes a las propias.

Empatía: Capacidad para apreciar y valorar lo que otra persona piensa, siente, dice o hace, algo así como participar afectivamente de la realidad que inquieta a otra persona.

Comunicación: Diálogo y capacidad de escucha necesarias para establecer una relación reciproca en la que se obtengan acuerdos que satisfagan a las partes y por supuesto que se puedan cumplir.


Capacidad para ofrecer soluciones y mejores resultados: Aquí se reúnen los conocimientos suficientes sobre la empresa, productos y servicios con los que se brindará la mejor solución al cliente, cuidando simultáneamente los intereses de la empresa.

Virtuosismo ético: Habilidad para mantener un actuar honesto, justo, claro y transparente en todo momento.

¿Cómo construir vínculos prósperos con el cliente?

Cimentando la relación en respeto y confianza.

Viviendo con alegría y positivismo.

Cuidando la identidad y la imagen organizacional.

Escuchando, comprendiendo y satisfaciendo al cliente.

Demostrando con hechos un real interés por el cliente.

Creando un clima propicio para la comunicación con el cliente.

Indagando por su nivel de satisfacción y por cómo evolucionan sus intereses y necesidades.


Sorprendiéndolo ocasionalmente y premiándole esporádicamente por ser cliente.

Para finalizar recordemos a Khalil Gibran, quien expresó; “Intercambiando con amor y justicia los dones de la tierra, podéis encontrar abundancia y satisfacción”.

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¿Por qué el enfoque de una realidad transpersonal y sistémica en las empresas? Para empezar definamos de manera práctica los términos transpersonal y sistémico. Transpersonal: significa “más allá de lo personal”, haciendo referencia a que existe una realidad mayormente significativa a la que usualmente experimentamos. Sistémico: Es un planteamiento que promueve que en un sistema existen de manera interrelacionada y simultánea varios subsistemas, y que para remediar sus inconvenientes es necesario comprender su totalidad antes de pretender soluciones locales, aisladas o independientes. Ahora sí, emprendamos la respuesta al título de este capítulo. ¿Por qué el enfoque de una realidad transpersonal y sistémica en las empresas? Porque quienes deseen elevar la productividad en sus organizaciones tendrán que evolucionar a una perspectiva sistémica en la que se aprecien los resultados de manera generativa y se descubra la mejor manera de producir el máximo aprendizaje e inspiración de las personas. Porque los seres humanos tenemos la responsabilidad de elevar el nivel de conciencia, de discernimiento y de sabiduría, es así como liberamos el máximo potencial individual y colectivo.


Porque reinterpretar la realidad hace posible rediseñar la vida futura con el propósito de mejorarla. Porque reconocernos como seres espirituales posibilita la construcción de un puente entre lo prepersonal, lo personal y lo transpersonal. Porque la mente consciente es limitada y en consecuencia restringe el entendimiento, el discernimiento y el aprendizaje. Porque con el enfoque sistémico abordamos el aprendizaje como la oportunidad de apoyar a las personas para que se permitan ser productivamente felices. Porque aunque algunos acontecimientos parecen estar distanciados en el tiempo y en el espacio, están interconectados y producen la conocida correspondencia causa - efecto. Porque si las personas nos abrimos al aprendizaje individual y colectivo, surgirán conocimientos y se transmitirán experiencias que posibilitarán oportunidades. Porque el aprendizaje sistémico incluye:

Admiración por el ser humano, respeto por su individualidad y deseo de vivencia en comunidad.

Elaboración de escenarios en los que se exploren diferentes modelos de realidad, se flexibilicen las metodologías, se simplifiquen los procesos y se faciliten los procedimientos.


Socialización de una visión de buen futuro y fortalecimiento de la fe en las personas que le darán vida a ese futuro deseado.

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Recordando desde el futuro, lo trascendente de una empresa Artículo que escribí en octubre de 2014

Con una correcta planeación estratégica se declara cómo se reflejará la situación actual en el futuro, se posibilitan momentos de prosperidad, se elimina la incertidumbre, se activa la creatividad y se erradica la improvisación.

¿Qué puedes hacer?

Es vital animar a las personas, su espíritu, su corazón, su liderazgo, su capacidad humana a fin de obtener personas altamente productivas que armonicen su lógica, su intelecto, su espíritu y sus emociones. Para elevar los estándares de desempeño es necesario crear procesos simples que permitan el surgimiento de personas altamente productivas que alcancen autonomía, autogestión, autocontrol y automotivación, que amen su trabajo, que respeten su entorno, que valoren la diversidad y que colectivamente se apoyen para dar su máximo potencial. Es vital dar vida a políticas que promuevan la unión y alto nivel de confianza, para que las personas sean como amigos que comparten un objetivo común, sabiendo que en su ambiente laboral pueden surgir desacuerdos que entre amigos se podrán resolver y que con cooperación, apoyo y respeto cada día se aprenderá a hacer mejor el trabajo.


Grandes filósofos han registrado que el pensar es un acto de liberación, algo así como; “Lo que no sabes te limita, pero aquello que elevas a tu nivel de consciencia y dominas con el pensamiento, realmente te libera”. Generalmente pensar estratégicamente exige incomodarse, sentirse insatisfecho, observar el entorno, innovar con gran serenidad y precisa celeridad. En consecuencia para pensar estratégicamente debes estrenar paradigmas con los que puedas redescubrir el potencial estratégico. Si deseas saber que ocurrirá en el futuro lo mejor que puedes hacer es inventarlo, para ello propongo que desplaces pensamientos y emociones hacia tu futuro deseado y luego retrocedas para ejecutar las acciones tácticas que le darán vida a ese momento anhelado, pues el pensamiento estratégico es una competencia requerida para hacer realidad el futuro visionado e insisto en que si quieres saber que ocurrirá en tu futuro la mejor manera de averiguarlo es inventándolo. Ahora contéstate:

¿Cómo haré para alcanzar el futuro deseado, desde donde estoy hoy?

¿Con qué decisiones haré realidad mi futuro esperado?

¿Con que acciones desencadenaré mi futuro anhelado?


Así como una cámara mal enfocada produce imágenes de mala calidad, una empresa que pierda su foco producirá resultados distorsionados e irregulares, esto se previene al planear desde el futuro. Por eso reitero dentro de los procesos de planeación estratégica la importancia del “Enfoque” para evitar desgastes, no desperdiciar energía y materializar el gran sueño empresarial. Por lo tanto tiene razón Obi-Wan Kenobi en la Guerra de las galaxias al expresar "Tu enfoque determina tu realidad" y a esta ideología le sumo “Sin enfoque no avanzas o avanzas en la dirección equivocada”.

Reflexiones, decisiones y acciones ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… …………………………………………………………………


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Seres espirituales, productivos y con propósito Utilizo como base un artículo que escribí en mayo de 2014

Laborar en una Empresa Altamente Productiva mejora el nivel de vida de las personas, activa su felicidad e impulsa su prosperidad económica. Y aunque la productividad depende de diversos factores, lo que la estimula responsable y armoniosamente es la educación, la evolución del pensamiento, el desarrollo espiritual y establecer el firme propósito de:

De vivir, de sentir, de reconciliarte contigo, con tu cuerpo, con tu alma, con tu espíritu, con tu familia, con tus amigos, con tus colegas, con tu planeta, con tu universo, con Dios,…

De apreciar tu edad, abrazar tu experiencia, reconocer tu sabiduría, decidirte a ser más amoroso, reconocer la abundancia que posees y agradecer por ella.

De desprogramarte de todo aquello que bien sabes que debes desprogramarte y de conectarte con aquello que conscientemente sientes que debes conectarte.

De liberarte de la necesidad de bajar de peso, de verte más joven, de mejorar tu cuenta bancaria,…

En fin, de relajarte, vivir, disfrutar, respirar, trabajar, descansar, cuidarte, ser justo, vivir con honestidad,…


¿Y por qué algunas personas evitan la felicidad? Porque viven con consciencia de escasez, con exagerado grado de insatisfacción y con la necedad de saber más, de tener más; más conocimiento, más dinero, más placeres, más tiempo, más, más y más… Quienes sigan creyendo que la felicidad está en hacer o tener mantendrán sentimientos de frustración y seguirán viviendo bajo la sombra de la triste expresión “El pasto del vecino es más verde”. Es necesario dejar de anhelar lo que no se posee, empezar amar lo que se tiene, encontrar belleza en la mañana calurosa y en el atardecer frio, es decir, bendecir cada instante de la vida sin acudir a la inconsciente queja que evita que el alma goce con la diversidad que el universo enriquece la vida. Es así como una persona evitará algún día de su vida sentir en su corazón, “No supe lo que tenía hasta que lo perdí”.

¿Cómo ser espirituales, felices, productivos y con propósito? Alimentando tres elementos esenciales; propósito, energía y hábitos, pues sin estos tres componentes se pierde el ímpetu que asegura el éxito del plan divino o celestial.


Para descubrir el propósito de algo pregúntate, ¿Para qué este proyecto?, ¿Para qué esta actividad?... Las respuestas te darán buenas razones para hacer o dejar de hacer, y con ello decidirás en que inviertes tu energía y la de tu gente, es así como realmente podrás filtrar tus actividades y sumarles la disciplina necesaria para convertir en hábitos tus labores. Y como las personas productivas robustecen los recursos e impulsan la prosperidad sistémica conviene ahora redefinir productividad.

¿Qué es productividad?

Algunos definen productividad como la sumatoria de productos o servicios que se generan en la unidad de tiempo. Si bien, esto es correcto también es limitado, pues únicamente relaciona la cantidad de productos o servicios obtenidos con la cuantía de insumos utilizados.

¿Qué le falta a esta definición? Incluir, cómo se logró, qué se hizo para obtener el resultado, qué precio se pagó y qué premio se recibió, de tal manera que no se sacrifiquen unos aspectos al mejorar otros, que el fin no justifique los medios, y que el llamado costo – beneficio sea el deseable.


¿Y cómo medir la productividad? Soltando un poco el deseo de comparar, medir o controlar y abriéndose a la posibilidad de valorar el aporte creativo y el esfuerzo colectivo de las personas, para tener seres más felices que gustosamente aporten a la productividad, evitándose el desgaste por obligar a las personas a elaborar innecesarios registros, recargados documentos o redundantes indicadores. Y también construyendo un sistema de indicadores que emita reportes en tiempo real, siempre y cuando sean útiles para:

Activar alertas tempranas e incrementar la productividad real de las personas, los procesos y los proyectos.

Impactar positivamente la calidad de vida laboral y facilitar la implementación de esquemas de reconocimiento.

Optimizar el presupuesto al definir con gran precisión la cantidad de personas requeridas en cada actividad.

Simplificar las tareas y distribuir el trabajo de acuerdo con las personas disponibles.

Finalmente, así como el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita es comúnmente la base para el bienestar económico de los países, en las empresas es importante incluirlo, con el objeto de evaluar el desempeño de cada colaborador y su generación de valor, obviamente dentro de un espíritu social y humanamente respetuoso.


Además en un buen sistema de indicadores se destaca:

Las personas no tienen que recopilar datos, digitarlos, validarlos, producir gráficas, ni tienen fechas límite para entregar resultados.

Cada persona decide responsablemente que es vital medir en su proceso, proyecto, etc.

La información está disponible “en tiempo real” indicando el nivel de cumplimiento de cada objetivo clave.

Cuando el indicador global baja, con un par de clics se halla la causa.

Y ¿cómo se eleva la productividad?

Forjando cultura, entrenando, cuidando y exigiendo con respeto a las personas.

Aprovechando la tecnología, los equipos, las herramientas, la infraestructura.

Innovando hacia las preferencias del cliente.

Con mejores compras - mejores procesos - mejores productos - mejores servicios - mejores ventas - mejores clientes - mejores desarrollos...


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Honor y reputación empresarial Tomado de un artículo que escribí en abril de 2014 El honor es la cualidad moral que poseen las Empresas Altamente Productivas, y que les permite mantener un comportamiento acorde con las normas establecidas, y la reputación es el resultado de esa conducta. En otras palabras, el buen prestigio es consecuencia de actuar honorablemente. De manera creciente las personas valoramos el comportamiento de las empresas y progresivamente no será suficiente brindar servicios o productos de calidad, pues se exigirá a cada empresa demostrar su conducta o buen proceder en cada política diseñada y en todo proceso ejecutado al comprar, contratar, diseñar, fabricar, distribuir, mercadear, publicitar y comercializar sus bienes, productos o servicios. Es decir, es necesario construir confianza, fortalecer el prestigio empresarial y elevar la credibilidad ante los llamados grupos de interés. Por esta razón los niveles directivos deben sensibilizarse sobre la necesidad de vigorizar su reputación, en este aspecto mi rol como Consultor, Coach y Mentor de dirigentes, gerentes y líderes consiste en posibilitar escenarios en los que algo tan intangible se materialice para beneficio de las empresas y de sus comunidades. Ahora bien, es importante entender que la reputación se alimenta de las percepciones que mantienen o renuevan las diferentes comunidades


en las que están presentes las empresas y que se podrá erigir dicha reputación entorno de la credibilidad, fiabilidad, ética y coherencia que valoren las personas. Igualmente la reputación podrá destruirse cuando la sociedad global en la que actualmente estamos inmersos, sienta que no se cuida, valora o respeta a los niños, a los jóvenes, a los acianos, a las mujeres, a la diversidad, a los animales, al ambiente, al planeta, al presente, al futuro,…

Nuevamente los diálogos con mi hermano. Dentro del disfrute de la compañía de mi hermano y sus conversaciones, el insiste en la importancia del sano vínculo Estado – Empresa y las posibilidades por explorar al respecto dentro de un desarrollo liderado desde el benéfico fortalecimiento de lazos entre el estado y el sector privado, vínculo que debe caracterizarse por la ética, el virtuosismo y la espiritualidad al que dedicamos este libro. Estoy entonces haciendo referencia a la armonización de los llamados; Sector público y Sector privado, con el propósito de generar riqueza y bienestar social, lo que también podría expresar como el diseño estratégico de empresas exitosas dentro de sociedades igualmente triunfantes que cuidan el equilibrio social y el progreso para todos. Esta es otra forma de alimentar el honor y fortalecer la reputación.


¿Qué hacer? Mantener un Gobierno Corporativo que salvaguarde la reputación interna y externa a largo plazo. A quienes asesoro, frecuentemente les insisto en no ser inmediatistas, en mantener visión de buen futuro y en emprender acciones que permitan que ese futuro estratégico sea una realidad. Conviene diseñar la reputación empresarial de adentro hacia afuera, ahora mismo podrías preguntarte:

¿Cuál es la percepción de mi equipo humano sobre el comportamiento organizacional con ellos y con otros grupos de interés?

¿Cuál es la apreciación que los diferentes Stakeholders mantienen de nuestro comportamiento empresarial y del cumplimiento de nuestros compromisos?

¿Cómo esta nuestro prestigio comercial y reconocimiento de marca ante clientes, proveedores, redes sociales y medios de comunicación?

Al escuchar estas respuestas honestas y al aceptarlas con gran dosis de virtuosismo, podrás decidir sobre como activar una estrategia de estabilidad y reputación empresarial que sea clave para éxito sostenible y con la que construyas el umbral de una Empresa Espiritualmente Productiva, esto es:


1. Que sume belleza al mundo.

2. Que incluya ética y bioética, esta última entendida como la ética de la vida, acorde con el mensaje de Van Rensselaer Potter, autor de este vocablo con el que proyecta que reflexionemos sobre el impacto y consecuencias del comportamiento del hombre sobre la vida humana, animal y ambiental.

3. Que sea dentro del denominado comercio justo o Negocio realmente humanista, basado en respeto a los derechos de proveedores y colaboradores, ponderando la idiosincrasia de los pueblos, sus culturas, sus tradiciones y los derechos humanos.

4. Que cumpla el llamado desarrollo sostenible o Modelo de desarrollo que no agota los recursos para el futuro, o desarrollo capaz de atender las necesidades actuales, sin ensombrecer la vida de las generaciones futuras.

5. Que practique la responsabilidad social o Contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental.

6. Que redefina calidad como el estilo de vida colectivo que se ocupa de la satisfacción global e integral de una organización y sus grupos de interés, incluyendo el virtuosismo ético que ejercido en el presente asegura un mejor futuro.


Los seis ítems anteriores los he extraído de las 40+10 acciones que promueve Latin American Quality Institute, organización que desde 2010 me abrió sus puertas y me brindó su cariño permitiéndome ser parte de ella y recorrer diferentes países en un hermoso proyecto que tiene por objetivo, entre otros, valorar e impulsar el trabajo de excelencia de líderes empresariales. Con total seguridad puedo decirte que la puesta en práctica de estos seis grandes movimientos traerá como consecuencia el cumplimiento de tu meta empresarial y adicionalmente:

Proyectarás confianza a tus grupos de interés.

Crearás diferenciación competitiva.

Abrirás puertas a posibles inversionistas.

Posibilitarás tu expansión o globalización.

Asegurarás positivas alianzas estratégicas.

Incrementarás el valor de tu empresa en los estados financieros.

¿Con que alinearse? Sugiero tener como referente los diez principios del Pacto Mundial de la ONU www.unglobalcompact.org Ellos gozan de consenso universal y se derivan de:

La Declaración Universal de los Derechos Humanos.


La Declaración de la Organización Internacional del Trabajo.

La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.

Naciones Unidas contra la Corrupción. El Pacto Mundial de la ONU pide a las empresas adoptar, apoyar y promulgar, dentro de su esfera de influencia, un conjunto de valores fundamentales en las áreas de derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción:

Derechos Humanos

Principio 1: Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos y Principio 2: Asegurarse de no ser cómplice de abusos de los derechos humanos.

Trabajo Principio 3: Apoyar la libertad de afiliación y del derecho de negociación colectiva, Principio 4: Eliminar todas las formas de trabajo forzoso y obligatorio, Principio 5: Abolir el trabajo infantil y Principio 6: Eliminar la discriminación en materia de empleo y ocupación.


Medio ambiente Principio 7: Mantener un enfoque preventivo hacia el medio ambiente, Principio 8: Adoptar iniciativas para promover una mayor responsabilidad ambiental y Principio 9: Fomentar el desarrollo de tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

Lucha contra la corrupción Principio 10: Trabajar contra todas las formas de corrupción, incluidas la extorsión y el soborno.

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Conclusión Con frecuencia el trabajo no contribuye a humanizar la vida, ni a cuidar integralmente las necesidades o dimensiones que componen a las personas y es aquí donde la espiritualidad en el trabajo es la respuesta.

En la búsqueda del equilibrio Con nuestro postulado esencial 3 en 1 “Empresas socialmente sanas, humanamente respetuosas y económicamente rentables” base de lo que denomino la Filosofía Humanista de Resultados, relacionamos que el propósito de una empresa es más trascendental que simplemente generar riqueza económica. La empresa que destaca un actuar virtuoso, también promueve el virtuosismo en sus grupos de interés, y aquella que en su comportamiento no evidencia una adecuada administración de sus dilemas éticos quizá enfrente conductas similares a modo de reciprocidad. El principio de reciprocidad asegura que una empresa sana no puede vivir en un entorno enfermo, y una sociedad sana no debe aceptar una empresa enferma. En verdad, el momento actual exige a las empresas ser conscientes de su impacto a la sociedad, esto es, asegurarse que al momento de crear riqueza están administrando correctamente sus dilemas éticos, al igual que elaborando productos y servicios que honren al ser humano y al planeta que habitamos, pues en esencia es la única forma de crecer de manera equitativa y sostenible.


Al respecto, Muhammad Yunus, presidente del Grameen Bank, expresó: "El negocio es el medio, no el fin, razón por la cual, las empresas, sus productos y sus utilidades deben servir para mejorar la sociedad". Las 40+10 acciones que promueve Latin American Quality Institute son la mejor guía para encontrar el equilibrio dinámico en el que debe mantenerse toda organización, independientemente del sector, industria o ámbito en el que realice su gestión. Este equilibrio también se alcanza cuando se incorpora la calidad, como la definimos al interior de una Empresa Altamente Productiva: “La convicción colectiva con la que se fortalece la felicidad de las personas y se avanza objetivamente para sumar atributos a la gestión, a los productos y a los resultados”, esto es, cuando salvaguardando el clima laboral se satisface responsablemente a los diferentes grupos de interés y esto se logra con personas nobles y honestas que laboren conscientemente para generar productos y servicios que brinden la mejor experiencia en el presente y en el futuro. En mi caso personal pudiese concluir que dar vida a una Empresa Espiritualmente Productiva es asunto de honrar mi pasado; aplicando en todo momento las enseñanzas de mi padre y siguiendo en cada instante el ejemplo de mi madre, es así como sus legados perdurarían y también como contribuiría con la trascendencia de estos dos hermosos seres que Dios sabiamente puso en mi vida.


Mis conclusiones ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… ………………………………………………………………… …………………………………………………………………


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Mundo de Calidad Ya es tradicional que finalicemos nuestros libros invitando a la construcción de un mundo de calidad. Algunas personas elevan su espiritualidad con oración, o meditación, o sirviendo al prójimo, o practicando preceptos como el amor, o ejercitando mandatos como la paz, y todas ellas son aceptadas para la construcción de un mundo de calidad. Cada día aseguramos con mayor firmeza que si las personas fuesen realmente más espirituales se perfeccionarían las relaciones, se mejoraría el servicio, se mitigaría el dolor que producen los conflictos, las guerras, la pobreza, la violencia,… porque nos daríamos cuenta que somos parte de algo mayor, que tenemos en la vida una misión trascendental y que para ello necesitamos honrar nuestras diferencias. Y edificar un mundo de calidad es o debiese ser un propósito común de personas correctas; creyentes o no creyentes en un Dios o Divinidad, pero que sabiamente han encontrado la necesidad de unirse para mejorar el mundo de los hombres y demás seres con quienes lo comparten. Todo esto nos lleva a comprender que las Empresas Altamente Productivas son aquellas Altamente Espirituales y que al amar al prójimo es como experimentan sus mejores resultados. La construcción de un mundo de calidad incluye:


Integrar la fe al trabajo y a la vida.

Abrir en la vida un espacio a lo humano y espiritual.

Despertar una vida llena de esperanza, amor, diversión, libertad y paz.

Vivir, sentir y vibrar rodeado de gente buena y optimista.


Siguientes pasos Si deseas elevar tu empresa a nuevos niveles, comunícate con nosotros y trabajaremos en beneficio de tu organización.

¿Qué hacemos? Creamos una experiencia de crecimiento y aprendizaje de alto impacto, recordación y permanencia.

¿Cómo lo hacemos?

Realizando Coaching grupal o individual a ejecutivos de tu empresa.

Transfiriendo mediante Mentoring experiencias de liderazgo, estrategia o táctica.

Desarrollando las competencias necesarias en quienes integran la organización.

Formando integralmente en habilidades, destrezas, conocimientos y valores.

Fortaleciendo la cultura organizacional.

Mejorando el clima laboral.

Impactando holísticamente la productividad.

¿Qué obtienes?

Una estrategia clara y compartida.

Una táctica poderosamente simple y ajustada a la realidad.


Personas con más amor y gratitud por su trabajo.

Procesos dinamizados y valorados por las personas.

Políticas direccionadas hacia la realidad presente y futura.

Con gratitud y hasta pronto Bibiana y Jaime


De los autores

¿Quién es Jaime España? Consultor Senior, Mentor de Mentores y Máster Coach. Creador del modelo empresarial “Cultura Humanista de Resultados”

Ha recibido 54 galardones internacionales y labora en 14 países, rodeado de empresarios de diferentes sectores, líderes de múltiples naciones y directivos de organizaciones de variados tamaños sumando multiculturalidad, perspectiva global y actualidad. Presidente de la Red Global de Mentores durante el

período 2016 a 2018 Vicepresidente Académico en Latin American Quality

Institute desde 2019 Director de Programas de Educación de la Corporación

Calidad desde 2020 Desde hace 24 años imparte herramientas de inteligencia organizacional y es reconocido como uno de los mejores especialistas que apoya a ejecutivos y empresarios a cultivar negocios que garantizan buen futuro para todos. Con calidez y efectividad transfiere modelos prácticos y ajustados a cada contexto, efecto posible porque comparte desde su experiencia de vida y su trayectoria como empresario. Es conferencista senior en foros, cumbres y congresos de impacto global. En sus 17 libros reúne la experiencia acumulada en más de 500 empresas, y sus estudios en ingeniería, administración de empresas, MBA, Coaching, Mentoring,


gobierno empresarial y conducta humana le permiten comprender múltiples organizaciones.

Sus libros

1. Sea productivo, y disfrútelo.

2. Dialogando con el auditorio.

3. Introducción al Coaching Espiritual Transpersonal.

4. Mentoring, el arte de sumar posibilidades.

5. Reflexiones de un Consultor.

Saga Empresas Altamente Productivas

6. Empresas Altamente Productivas.

7. Liderazgo y Coaching en las Empresas Altamente Productivas.

8. Comunicación en las Empresas Altamente Productivas.

9. La Cultura de las Empresas Altamente Productivas.

10. Estrategia, Tácticas y Decisiones en las Empresas Altamente Productivas.

11. Principios, Valores y Virtudes en las Empresas Altamente Productivas.

12. Trabajo en Equipo en las Empresas Altamente Productivas.

13. Los Secretos de las Empresas Altamente Productivas.

14. Coaching y Mentoring en las Empresas Altamente Productivas.

15. Excelencia y Calidad en las Empresas Altamente Productivas.

16. El Conflicto en las Empresas Altamente Productivas.

17. La Espiritualidad en las Empresas Altamente Productivas.


Libros en cooperación con varios autores

18. Escribió con 15 colegas de diferentes países “Antología del Management Latinoamericano”

19. Coautor de “Habilidades para el futuro”, elaborado para la Universidad Nacional Abierta y a Distancia y el Departamento para la Prosperidad Social.

20. En la obra “Los Ocho Dominios del Emprendedor”, participó con un capítulo titulado “El Emprendedor Altamente Productivo”

¿Quién es Bibiana Cortázar? Máster Coach Transpersonal y Organizacional, motivadora, investigadora, escritora, conferencista y asesora en temas de cultura organizacional, clima laboral, liderazgo y competencias laborales.

Se ha consagrado como una diseñadora de organizaciones flexibles y dinámicas en las que prime el respeto por las personas en equilibrio con la estructuración de políticas que aseguren buen futuro organizacional. En 1996 fundó Vigor Empresarial y registra más de 250 empresas fortalecidas, más de 10.000 horas liberando potencial y más de 15.000 personas inspiradas y entrenadas. Diseñadora Industrial de la Universidad Javeriana, cursó Altos Estudios en Consultoría con Norhwest Business Group y la EAN, se certificó como Coach con la International Coaching Leadership, con Janus University, con Future Achievement International, y se formó como Psicoterapeuta Transpersonal.


Apoyo institucional internacional

Los conceptos y desarrollos son propiedad de Jaime España,

son algunos de los resultados de 24 años de investigaciones y experiencias en más de 14 países. Favor custodiarlos honrando el tiempo y dinero invertido por el autor.

Autor: Jaime Alberto España Eraso Derechos Reservados ...

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