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AUTORREGULADOR DEL MERCADO DE VALORES DE COLOMBIA –AMV– TRIBUNAL DISCIPLINARIO SALA DE REVISIÓN RESOLUCIÓN No. 3 Bogotá D.C., diez (10) de marzo de 2016 NÚMERO DE INVESTIGACIÓN: 01 – 2012 – 266 INVESTIGADO: ESTEBAN RAMOS MAYA RESOLUCIÓN: SEGUNDA INSTANCIA La Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario, en ejercicio de sus atribuciones legales, estatutarias y reglamentarias, se pronuncia sobre el recurso de apelación interpuesto por el apoderado del señor Esteban Ramos Maya contra la Resolución No. 9 del 7 de mayo de 2015, expedida por la Sala de Decisión No. “4”, mediante la cual se impuso al señor Ramos Maya la sanción de suspensión del mercado de valores por el término de tres (3) años. La Sala de primera instancia adoptó tal determinación al encontrar acreditada su responsabilidad por la inobservancia de los artículos 1266 1 del Código de Comercio, 31.6 2 y 36.6 3 del Reglamento de AMV, así como el artículo 1.5.3.2 de la Resolución 400 de 1995, subrogado por el Decreto 1121 de 2008 (contenido en el artículo 7.3.1.12 4 del Decreto 2555 de 2010). I. ANTECEDENTES GENERALES DE LA ACTUACIÓN 1. El 6 de diciembre de 2013 AMV, en ejercicio de las facultades establecidas en el artículo 57 de su Reglamento, solicitó formalmente explicaciones personales 5 al señor Esteban Ramos Maya, en su calidad de funcionario vinculado a Casa de Bolsa S.A. (en adelante “Casa de Bolsa”) para la época de ocurrencia de los hechos objeto de investigación 6 . 1 Artículo 1266. Límites del mandato y actuaciones. El mandatario no podrá exceder los límites de su encargo. Los actos cumplidos más allá de dichos límites sólo obligarán al mandatario, salvo que el mandante los ratifique. El mandatario podrá separarse de las instrucciones, cuando circunstancias desconocidas que no puedan serle comunicadas al mandante, permitan suponer razonablemente que éste habría dado la aprobación”. 2 Artículo 36.1 Deberes generales en la actuación de los sujetos de autorregulación. Los sujetos de autorregulación deben proceder como expertos prudentes y diligentes, actuar con transparencia, honestidad, lealtad, claridad, precisión, probidad comercial, seriedad, cumplimiento, imparcialidad, idoneidad y profesionalismo, cumpliendo las obligaciones normativas y contractuales inherentes a la actividad que desarrollan”. 3 Artículo 36.6 Cultura de cumplimiento y control interno. Las personas naturales vinculadas deben asegurar que las obligaciones impuestas por la normatividad aplicable a ellas y a los miembros sean observadas (…)”. 4 Artículo 7.3.1.1.2 (Artículo 1.5.3.2. de la Resolución 400 de 1995, subrogado por el Decreto 1121 de 2008) Deberes especiales de los intermediarios de valores. Los intermediarios de valores deberán cumplir con los siguientes deberes especiales: 1. Deber de información. Todo intermediario deberá adoptar políticas y procedimientos para que la información dirigida a sus clientes o posibles clientes en operaciones de intermediación sea objetiva, oportuna, completa, imparcial y clara (…)”. 5 Folios 001 a 024, carpeta de actuaciones finales. 6 De acuerdo con lo expuesto en el folio 350 de la carpeta de pruebas original, el señor Esteban Ramos Maya estuvo vinculado con Casa de Bolsa desde el 3 de julio de 2007 hasta el 27 de septiembre de 2011. Su retiro fue voluntario y el último cargo que desempeñó allí fue el de Gerente Comercial.

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AUTORREGULADOR DEL MERCADO DE VALORES DE COLOMBIA –AMV–

TRIBUNAL DISCIPLINARIO

SALA DE REVISIÓN

RESOLUCIÓN No. 3

Bogotá D.C., diez (10) de marzo de 2016

NÚMERO DE INVESTIGACIÓN: 01 – 2012 – 266

INVESTIGADO: ESTEBAN RAMOS MAYA

RESOLUCIÓN: SEGUNDA INSTANCIA

La Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario, en ejercicio de sus atribuciones legales,

estatutarias y reglamentarias, se pronuncia sobre el recurso de apelación interpuesto

por el apoderado del señor Esteban Ramos Maya contra la Resolución No. 9 del 7 de

mayo de 2015, expedida por la Sala de Decisión No. “4”, mediante la cual se impuso

al señor Ramos Maya la sanción de suspensión del mercado de valores por el término

de tres (3) años. La Sala de primera instancia adoptó tal determinación al encontrar

acreditada su responsabilidad por la inobservancia de los artículos 12661 del Código

de Comercio, 31.62 y 36.63 del Reglamento de AMV, así como el artículo 1.5.3.2 de la

Resolución 400 de 1995, subrogado por el Decreto 1121 de 2008 (contenido en el

artículo 7.3.1.124 del Decreto 2555 de 2010).

I. ANTECEDENTES GENERALES DE LA ACTUACIÓN

1. El 6 de diciembre de 2013 AMV, en ejercicio de las facultades establecidas en el

artículo 57 de su Reglamento, solicitó formalmente explicaciones personales5 al señor

Esteban Ramos Maya, en su calidad de funcionario vinculado a Casa de Bolsa S.A.

(en adelante “Casa de Bolsa”) para la época de ocurrencia de los hechos objeto de

investigación6.

1 “Artículo 1266. Límites del mandato y actuaciones. El mandatario no podrá exceder los límites de su encargo.

Los actos cumplidos más allá de dichos límites sólo obligarán al mandatario, salvo que el mandante los ratifique.

El mandatario podrá separarse de las instrucciones, cuando circunstancias desconocidas que no puedan serle

comunicadas al mandante, permitan suponer razonablemente que éste habría dado la aprobación”. 2 “Artículo 36.1 Deberes generales en la actuación de los sujetos de autorregulación. Los sujetos de autorregulación

deben proceder como expertos prudentes y diligentes, actuar con transparencia, honestidad, lealtad, claridad,

precisión, probidad comercial, seriedad, cumplimiento, imparcialidad, idoneidad y profesionalismo, cumpliendo las

obligaciones normativas y contractuales inherentes a la actividad que desarrollan”. 3 “Artículo 36.6 Cultura de cumplimiento y control interno. Las personas naturales vinculadas deben asegurar que las

obligaciones impuestas por la normatividad aplicable a ellas y a los miembros sean observadas (…)”. 4 “Artículo 7.3.1.1.2 (Artículo 1.5.3.2. de la Resolución 400 de 1995, subrogado por el Decreto 1121 de 2008) Deberes

especiales de los intermediarios de valores.

Los intermediarios de valores deberán cumplir con los siguientes deberes especiales:

1. Deber de información. Todo intermediario deberá adoptar políticas y procedimientos para que la información

dirigida a sus clientes o posibles clientes en operaciones de intermediación sea objetiva, oportuna, completa,

imparcial y clara (…)”. 5 Folios 001 a 024, carpeta de actuaciones finales. 6 De acuerdo con lo expuesto en el folio 350 de la carpeta de pruebas original, el señor Esteban Ramos Maya estuvo

vinculado con Casa de Bolsa desde el 3 de julio de 2007 hasta el 27 de septiembre de 2011. Su retiro fue voluntario y

el último cargo que desempeñó allí fue el de Gerente Comercial.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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2. El 11 de enero de 2013, por intermedio de apoderado, el investigado rindió

oportunamente las explicaciones que le fueron solicitadas7.

3. El 16 de mayo de 2013, el investigado manifestó a AMV su voluntad de iniciar la

negociación de un Acuerdo de Terminación Anticipada8. Tal iniciativa, acogida por

el instructor e instrumentalizada en un proyecto de acuerdo presentado y asignado9

para estudio de la Sala de Decisión “6” del Tribunal Disciplinario de AMV, fue

improbada por dicho estamento el 26 de noviembre de 201310.

4. El 11 de marzo de 2013, el instructor decretó la práctica de pruebas11.

5. El 15 de abril de 2014 AMV formuló el respectivo pliego de cargos12.

6. El 12 de mayo de 2014, dentro del término previsto para ello, la defensa rindió

descargos13.

7. El 6 de abril de 2015 la Secretaría del Tribunal repartió el estudio del caso a la Sala

de Decisión “4”, que decidió mediante la Resolución No. 9 del 7 de mayo de 201514.

8. El 25 de mayo de 2015 la defensa apeló15 la decisión de primera instancia y solicitó,

en el mismo escrito, la celebración de una audiencia ante la Sala de Revisión. AMV

se pronunció frente a tal impugnación mediante memorial del 5 de junio de 201516.

9. El 3 de febrero de 201617 la Secretaría del Tribunal Disciplinario asignó el

conocimiento del caso a la Sala de Revisión.

10. El 9 de marzo se celebró ante la Sala de Revisión la audiencia solicitada por la

defensa. A dicha diligencia también compareció el Instructor.

II. SÍNTESIS DE LA IMPUTACIÓN

A juicio de AMV, el señor Esteban Ramos Maya18 incurrió, durante el período

comprendido entre el 15 de junio de 201019 y el 29 de junio de 2011, en las siguientes

conductas:

i. Excedió del mandato conferido por la cliente AAAA y desconoció el deber

de lealtad que le era exigible en el manejo de la cuenta de dicha cliente.

7 Folios 031 a 050, carpeta de actuaciones finales. 8 Folio 087, ibídem. 9 Folios 089 a 091, ibídem. 10 Folio 092 a 093, ibídem. 11 Folios 058 y 059, ibídem. 12 Folios 131 a 204, ibídem. 13 Folios 212 a 230, ibídem. 14 Folios 232 a 236, ibídem. 15 Folios 269 a 287, ibídem. 16 Folios 290 a 294, ibídem. 17 Folios 295 a 300, ibídem. 18 Folio 350, ibídem. 19 Folio 273, ibídem.

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ii. Vulneró del deber especial de información, en tanto que ocultó y suministró

información inexacta, incompleta y poco clara a la cliente AAAA Dicha

conducta también vulneró los deberes de claridad y precisión que le eran

exigibles.

La formulación de tales cargos se sustentó en los siguientes hechos:

2.1. AAAA se vinculó como cliente de Casa de Bolsa el 21 de agosto de 200720, firma

que la perfiló como “cliente inversionista21”. Desde el 3 de enero de 2011, la

inversionista designó a los señores BBBB y CCCC como sus ordenantes autorizados

ante la compañía22.

2.2. El señor Esteban Ramos Maya se encargó del manejo de la cuenta de la

inversionista desde el 15 de junio de 201023.

2.3. El 5 de septiembre de 2011, BBBB remitió a AMV un correo electrónico en el que

manifestó su descontento por el “mal manejo24” que el señor Esteban Ramos Maya

habría dado al portafolio de aquella y las pérdidas que esto le habría ocasionado25.

En concreto, el quejoso comparó el saldo que presentaba el portafolio de la cliente

días antes de que el señor Ramos Maya se hiciera a su cargo (que contabilizó en

$1.023.232.479,95) con el que dicha cuenta registró al momento de la presentación

de la queja (calculado en $330.075.236,10) y planteó un deterioro que habría sido

motivado por la celebración de operaciones que no fueron autorizadas por la

inversionista, ni por él mismo, entre las que mencionó compras y ventas de acciones y

operaciones de reporto pasivas que “nunca se autorizaron ya que éstas requieren de

un contrato anexo que nunca se ha diligenciado26”.

2.4. Mediante contrato de transacción suscrito el 21 de junio de 2012 entre AAAA y

Casa de Bolsa, las partes reconocieron la ocurrencia de múltiples operaciones de

intermediación que “generaron pérdidas27” a la cliente y, en tal sentido, convinieron

“resolver definitivamente todas las diferencias existentes28”.

A su vez, por vía de otra transacción dada el 21 de diciembre de 2012, el señor

Esteban Ramos Maya y Casa de Bolsa acordaron “solucionar en forma definitiva las

diferencias (...) en relación con la presunta responsabilidad y cualquier perjuicio que

se hubiere podido causar derivado de la actuación del señor Ramos Maya en el

ejercicio del manejo del portafolio de AAAA [o] BBBB29”. Producto de este pacto, el

señor Ramos Maya se obligó a pagar a la firma comisionista la suma de

$250.000.000,00.

20 Folio 312, carpeta de pruebas original. 21 Folio 348, ibídem. 22 Folios 339 y 346, ibídem. 23 Folio294, ibídem. 24 Folio 527, ibídem. 25 El señor BBBB instauró la misma queja ante la Superintendencia Financiera de Colombia, entidad que la trasladó por

competencia a AMV el 10 de febrero de 2012, según da cuenta el folio 099 de la carpeta de pruebas original. 26 Folio 527, carpeta de pruebas original. 27 Folios 065 a 068, ibídem. 28 Ibídem. 29 Folio 046, ibídem.

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2.6. El 11 de abril de 2013 AAAA y BBBB manifestaron por escrito a AMV que aquella

fue “resarcida por la firma comisionista (...) respecto de la pérdida de capital del

portafolio30” y, por tal motivo, decidió “retirar la queja interpuesta31”.

2.7. AMV detectó que durante la gestión del señor Esteban Ramos Maya como

encargado del portafolio de AAAA se realizaron 1203 operaciones de intermediación

por cuenta de la inversionista mencionada32 de las que, finalmente, y luego de

ponderar distintas situaciones33 resolvió reprochar al investigado la realización

inconsulta de 60534 operaciones (497 operaciones de compra y venta definitiva y 108

operaciones de reporto) con cargo al portafolio de la inversionista. En criterio del

Instructor, con la celebración de esas operaciones se configuró un exceso de

mandato imputable al señor Ramos Maya, conducta que también implicó la

vulneración del deber de lealtad frente a la cliente.

El ente investigador estimó que durante la gestión del señor Ramos Maya el

patrimonio de AAAA se redujo en $624.706.166,0035, pero reconoció que dicho monto

no provino “exclusivamente de las operaciones celebradas (…) que representaron

una extralimitación del mandato (...) sino del total de operaciones celebradas36” y

que no le “[resultó] posible calcular de manera exacta el monto de pérdida o

utilidad generado por las operaciones realizadas sin orden37”.

2.8. Además, el Instructor coligió que el investigado vulneró el deber especial de

información y los deberes generales de claridad y precisión que le eran exigibles en

relación con el manejo de la cuenta de AAAA. Para ello, AMV revisó 67

conversaciones telefónicas allegadas por Casa de Bolsa a AMV con ocasión de la

investigación y que darían cuenta de que en nueve de estas comunicaciones

telefónicas el señor Ramos Maya omitió “suministrar información relevante a la

cliente38” y le entregó “información inexacta, imprecisa o poco clara39”.

Particularmente, el Instructor consideró que el inculpado suministró a AAAA “datos

inexactos o alejados de las condiciones y resultados reales de las operaciones

celebradas y (...) ocultó a la cliente las pérdidas resultantes de las transacciones

realizadas40”, elementos que calificó como “indispensables para la toma de

decisiones informadas por parte de los clientes41”.

30 Folio 069, carpeta de actuaciones finales 31 Ibídem. 32 Folio 134, ibídem. 33 El Instructor resolvió excluir, en un primer momento, 24 operaciones que no fueron ejecutadas por el investigado

(folio 138, carpeta de actuaciones finales), luego, 266 transacciones respecto de las cuales constató una autorización

impartida debidamente para su realización (folio 138, ibídem) y, finalmente, 308 operaciones de compra y venta de

acciones, que descartó en razón de inconvenientes en los sistemas de grabaciones telefónicas suscitados en Casa de

Bolsa hasta el 30 de noviembre de 2010 y respecto de las cuales no halló ratificación (folio 155, ibídem). 34 Folio 167, carpeta de actuaciones finales. 35 Folio 168, ibídem. 36 Folio 181 ibídem. 37 Ibídem. 38 Folio 146, ibídem. 39 Ibídem. 40 Folio 193, ibídem. 41 Folio 194, ibídem.

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III. SÍNTESIS DE LA DEFENSA DEL INVESTIGADO

3.1. En escrito que refirió como “excepción previa42”, la defensa reclamó la

ocurrencia del fenómeno de la caducidad. En su decir, el artículo 65 del Reglamento

de AMV establece inequívocamente que “[e]n todo caso” la formulación del pliego

de cargos no puede superar el término de un año contado desde el vencimiento del

plazo para la presentación de las explicaciones respectivas. Así, toda vez que

interpretó que la norma en mención no establece excepciones de ningún tipo y

puesto que en el caso concreto dicho plazo fue superado, solicitó la declaración de

“la caducidad de la acción iniciada por [AMV] (...) por no haberse formulado el

respectivo pliego de cargos dentro de la oportunidad establecida en el

reglamento43”.

3.2. Sobre el exceso de mandato que AMV le imputó, argumentó que “nunca se dio

por enterado44” de que AAAA no autorizó a Casa de Bolsa la realización de

operaciones de reporto con cargo a su portafolio y que, en todo caso, la cuenta de

la inversionista registró este tipo de operaciones desde antes de su designación como

encargado de su manejo. Adujo que tal desconocimiento se debió al “desorden

administrativo45” de la firma comisionista que, en su opinión, fue acreditado por

declaraciones de los funcionarios de la compañía ante AMV.

En relación con las operaciones de reporto, se quejó porque el Instructor le reprochó

la totalidad de estos negocios que se ejecutaron mientras el investigado asesoró a la

cliente, sin tener en cuenta presuntas fallas en los sistemas de grabación de la firma

comisionista y con base en las cuales AMV excluyó de censura las operaciones de

compra y venta de acciones celebradas hasta el mes de noviembre de 2010.

Por otro lado, señaló que para aquellas operaciones que no fueron autorizadas de

forma previa por la cliente, contó con su consentimiento informal y posterior.

Específicamente, señaló que convino con ella un “modus operandi46” según el cual

“sin violar norma alguna, (...) las operaciones que se realizaran le fueron notificadas

[luego de su realización] para su visto bueno y conocimiento47”.

Además, se opuso a que AMV lo responsabilizara por el deterioro que sufrió el

portafolio de la referida cliente. En su opinión, el Instructor no tuvo en cuenta que en

el manejo de dicha cuenta también se evidenciaron movimientos debidamente

autorizados, cuyos resultados se derivaron de la voluntad de la cliente o de su

ordenante.

3.3. El representante del señor Ramos Maya reiteró los argumentos alusivos al

desorden administrativo que afectó a Casa de Bolsa y las consecuencias que de ello

se derivaron (ausencia de medios verificables y pérdida de documentación).

También, insistió en que las ratificaciones de las operaciones que AMV halló, aunque

fueron emitidas por la inversionista de manera posterior a la realización de los

negocios, debieron ser tenidas en cuenta por el Instructor como expresiones de la

42 Folio 212, carpeta de actuaciones finales. 43 Folio 216, ibídem. 44 Folio 218, ibídem. 45 Ibídem. 46 Folio 219, ibídem. 47 Ibídem.

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voluntad de la cliente y, por lo tanto, han debido utilizarse como criterio para

descartar el carácter censurable de las operaciones que las tuvieran.

Para la defensa, las grabaciones telefónicas que fundamentaron el cargo relativo al

deber de información no fueron “bien interpretadas48” por el Instructor. En este

sentido, se refirió a nueve comunicaciones que AMV seleccionó como evidencia de

irregularidades y señaló que en cinco de ellas apenas omitió informar con precisión a

la inversionista los datos referentes al monto de utilidades y pérdidas. En dos eventos

más, refirió que las autorizaciones respectivas impartidas por la cliente pudieron

haberse refundido y, frente a los restantes, dijo que otorgó información completa a

la cliente. Advirtió, además, que debido a que las grabaciones contenían apartes

inaudibles no pudieron ser valoradas como evidencias concluyentes en su contra.

Por otro lado, mencionó que Casa de Bolsa tenía la obligación de remitir

regularmente a AAAA las “respectivas papeletas de bolsa y los extractos49” de su

cuenta, sin que la inversionista manifestara alguna inconformidad frente a los

movimientos y cifras reportadas.

Finalmente, en su criterio, las normas aplicables a los agentes del mercado no los

obligan a “dar información de cada operación50” a los clientes.

IV. SÍNTESIS DE LA DECISIÓN DE PRIMERA INSTANCIA

4.1. La Sala de Decisión “4”, se pronunció en primer término respecto de la

“excepción de caducidad” presentada por la defensa. Señaló que “a pesar de que

trascurrió más de un año desde que se venció el término para rendir explicaciones y

la formulación del pliego de cargos51”, la disposición del Reglamento de AMV que

regula esta materia, es decir, el artículo 65 de tal estatuto, debió “interpretarse de

forma armónica y sistemática” con las demás normas de dicho Reglamento, que

contiene “varias disposiciones normativas que suspenden el término del que trata52”

el prenotado artículo 65.

Específicamente, para la Sala de primera instancia el término para la formulación de

pliego de cargos contenido en el artículo 65 del Reglamento de AMV pudo, y en

efecto lo fue, ser suspendido por virtud del artículo 62 ejusdem durante un periodo

máximo de 20 días que tenían por finalidad adelantar la práctica de pruebas. En

similar sentido, dijo, el artículo 71 del mismo cuerpo normativo también admite la

suspensión del proceso disciplinario cuando el investigado solicite acogerse a un

acuerdo de terminación anticipada y hasta que el Tribunal Disciplinario o AMV se

pronuncie, según el caso.

El a quo aplicó las anteriores premisas con un criterio restrictivo a la actuación bajo

estudio y concluyó que, descontando los días en que la actuación disciplinaria

estuvo suspendida, el tiempo trascurrido entre el vencimiento del término para rendir

48 Folio 224, carpeta de actuaciones finales. 49 Folio 227, ibídem. 50 Folio 225, ibídem. 51 Folio 244, ibídem. 52 Ibídem.

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explicaciones y la formulación de cargos fue “menor al año del que trata el artículo

65 del Reglamento de AMV y, por lo tanto (...) los cargos se imputaron

oportunamente, sin que [hubiera] caducado la acción disciplinaria53”.

4.2. La Sala encontró acreditado “que entre el 15 de junio de 2010 y el 29 de junio de

2011 el encartado celebró, por cuenta de AAAA, 605 operaciones bursátiles (...) las

mencionadas operaciones fueron realizadas de forma inconsulta y sin contar con

una orden o autorización impartida válidamente por parte de su cliente o de sus

ordenantes54”.

El panel reparó en el fundamento de la queja interpuesta por el ordenante de AAAA

ante AMV, así como en la ausencia de órdenes regularmente impartidas para las

operaciones censuradas y en los contratos de transacción que la comisionista

contrajo con la inversionista y que el señor Ramos Maya suscribió con aquella.

También descartó el argumento de la defensa, encaminado a validar las

ratificaciones posteriores de su cliente como muestra de su consentimiento

debidamente informado. Al respecto, remitió a la doctrina reiterada del Tribunal

Disciplinario de AMV que rechaza tal situación por ser contraria a la normas del

mercado, que exigen que la voluntad de los clientes se exprese de forma previa y

expresa a la realización de las operaciones de intermediación.

Asimismo, no consideró de recibo las alusiones del investigado a los artículos 1266 y

1270 del Código de Comercio pues, afirmó, la aplicación de dichas normas “sólo

tiene incidencia inter-partes55” en cuanto concierne con la ratificación de las

órdenes.

Por último, la Sala consideró que el señor Ramos Maya, como persona natural

vinculada a Casa de Bolsa, “tenía la obligación legal de asegurar que las órdenes se

otorgaran en estricto cumplimiento de las disposiciones que regulan la materia56”.

4.3. La Sala también tuvo por “plenamente acreditado que el investigado sostuvo

con su cliente, entre otras, nueve (9) conversaciones telefónicas en el periodo

comprendido desde el 24 de agosto de 2010 y el 13 de mayo de 201157”, en las

cuales el investigado suministró información incompleta, inexacta e imprecisa a

AAAA, omitiendo aspectos de enorme relevancia como la generación y el monto de

pérdidas.

4.4. En razón de las anteriores infracciones, el a quo coligió que el señor Ramos Maya

también desconoció el deber general de lealtad que le era exigible.

La Sala de Decisión “4” del Tribunal Disciplinario de AMV, en Resolución No. 9 del 7 de

mayo de 2015, decidió imponer al inculpado la sanción de suspensión del mercado

de valores por el término de tres años.

53 Folio 246, carpeta de actuaciones finales. 54 Folio 248, ibídem. 55 Folio 253, ibídem. 56 Folio 254, ibídem. 57 Folio 255, ibídem.

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V. SÍNTESIS DEL RECURSO DE APELACIÓN DE LA DEFENSA Y DE SU TRASLADO

5.1. El recurso de apelación de la defensa

El 25 de mayo de 2015, la defensa impugnó la decisión de primera instancia. Para

fundamentar su apelación, el apoderado del señor Esteban Ramos Maya recurrió a

los mismos razonamientos que esgrimió en la contestación del pliego de cargos.

5.2. Pronunciamiento de AMV frente a la apelación de la señora Cárdenas Tobón

Tras destacar la similitud de la impugnación con los descargos, el Instructor remitió a

lo resuelto por la Sala de Decisión en primera instancia, especialmente a lo relativo al

rechazo de la “excepción de caducidad” de la acción disciplinaria. Por demás, AMV

reiteró algunos de los argumentos que planteó en etapas procesales previas.

VI. CONSIDERACIONES DE LA SALA

6.1. COMPETENCIA DE LA SALA DE REVISIÓN

De acuerdo con lo establecido en el numeral 1º del artículo 98 del Reglamento de

AMV, es función de la Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario resolver los recursos de

apelación interpuestos contra las decisiones de primera instancia. De ello surge

evidente la competencia de esta Sala para pronunciarse de fondo sobre las

impugnaciones presentadas por ambos extremos procesales contra la Resolución No.

9 del 7 de mayo de 2015, expedida por la Sala de Decisión “4” del Tribunal

Disciplinario de AMV.

6.2. PLANTEAMIENTOS DE FONDO

6.2.1. El fenómeno de la caducidad de la acción disciplinaria no es objeto de

discusión en el presente caso – El instructor presentó oportunamente el pliego de

cargos contra el señor Esteban Ramos Maya

6.2.1.1. La caducidad no es predicable respecto de oportunidades procesales

posteriores al inicio de la actuación disciplinaria, como la formulación de cargos

La defensa dedicó gran parte de su apelación (y de su intervención oral en la

audiencia ante la Sala de Revisión) a fundamentar lo que llamó reiteradamente “la

excepción de caducidad de la acción”, argumento que previamente puso de

manifiesto en el memorial de descargos e incluso antes, en escrito separado que

dirigió a AMV durante la etapa de investigación.

Concretamente, el apoderado del investigado advirtió que trascurrió más de 1 año

desde el vencimiento del plazo que tenía para rendir explicaciones, hasta la

formulación del pliego de cargos por parte de AMV.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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En su criterio, por disposición del artículo 65 del Reglamento de AMV, dicho plazo no

podía ser superado bajo ninguna circunstancia, ni tampoco ser objeto de suspensión

o ampliación. Consideró, pues, que el término con que AMV contaba para la

formulación de cargos era inalterable, que el mismo fue rebasado en la actuación

contra el señor Ramos Maya y que, como resultado, la Sala de Revisión debía

declarar la caducidad de la acción iniciada por el Instructor.

Esta Sala de Revisión no comparte el intento de la defensa de equiparar,

incorrectamente, los conceptos de caducidad de la acción disciplinaria y del plazo

para la formulación del pliego de cargos que el Reglamento de AMV otorga al

Instructor. Como pasa a explicarlo, la caducidad únicamente es predicable respecto

del evento procesal que representa el ejercicio (la activación) del derecho de

acción, esto es, de la actuación que inicia el proceso.

La figura procesal de la caducidad, en efecto, ha sido definida por la Corte

Constitucional como el “plazo perentorio y de orden público fijado por la ley, para el

ejercicio de una acción o un derecho58”. El mismo Tribunal Constitucional también

señaló que “el fenómeno jurídico de la caducidad surge como consecuencia de la

inactividad de los interesados para obtener por los medios jurídicos, la defensa y

protección de los derechos afectados por un acto, hecho, omisión u operación

administrativa, dentro de los términos fijados en la ley59”, e implica “la extinción del

derecho a la acción por la expiración del término fijado en la ley para ejercer la

respectiva acción60”. En cuanto a sus características, la Corte precisó que la

caducidad “es un límite temporal de orden público que no se puede renunciar y que

debe ser declarada por el juez oficiosamente61” (originales sin subrayas).

El Consejo de Estado también se ha referido a la caducidad en el sentido de indicar

que es un “fenómeno cuya ocurrencia depende del cumplimiento del término

perentorio establecido para ejercer las acciones ante la jurisdicción derivadas de los

actos, hechos, omisiones u operaciones de la administración, sin que se haya ejercido

el derecho de acción por parte del interesado62” (original sin subrayas).

Como se advierte, la caducidad es una institución jurídica que alude a la extinción

del derecho de acción por el trascurso del tiempo, esto es, al “fenómeno procesal de

declarar extinguida la acción por no incoarse ante la jurisdicción competente dentro

del término perentorio establecido por el ordenamiento jurídico para ello63”.

Pues bien, en el escenario disciplinario de AMV, la caducidad se refiere al derecho

de acción que la asiste a tal entidad para ejercer su potestad disciplinaria mediante

el inicio del proceso disciplinario, lo que, en los términos del artículo 57 de su

Reglamento, ocurre “mediante el envío al investigado de una solicitud formal de

explicaciones” (original sin subrayas). Así, en el marco de este proceso disciplinario, el

fenómeno extintivo de la caducidad solo tiene la potencialidad de ser aplicado en la

58 Corte Constitucional, sentencia C-227 del 30 de marzo de 2009, Magistrado Ponente Luis Ernesto Vargas Silva. 59 Corte Constitucional, sentencia C-836 del 20 de noviembre de 2013, Magistrado Ponente Gabriel Eduardo Mendoza

Martelo. 60 Ibídem. 61 Corte Constitucional, sentencia C-622 de 2004 de 29 de junio de 2004 , Magistrado Ponente Marco Gerardo

Monroy Cabra. 62 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección segunda, subsección A, sentencia del 23 de

septiembre de 2010, 47001-23-31-000-2003-00376-01(1201-08), Consejera Ponente Bertha Lucía Ramírez de Páez. 63 Corte Constitucional, sentencia T-433 de junio 24 de 1992, Magistrado Ponente Simón Rodríguez Rodríguez.

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etapa procesal primigenia: la solicitud de explicaciones al investigado. Las demás

fases de la actuación, por ser posteriores, estarán a salvo de este fenómeno aunque

sujetas al transcurrir de otros términos derivados de renuncias, suspensiones,

interrupciones y ampliaciones que el propio Reglamento habilita.

Sin embargo, no está en discusión ahora la oportunidad con la que AMV dio inicio a

esta actuación, con la formulación de la Solicitud Formal de Explicaciones, ejercicio

éste que se surtió además dentro de los tres años posteriores a la ocurrencia de los

hechos, como lo prescribe el referido artículo 57.

El Reglamento de AMV prevé expresamente varias etapas del proceso disciplinario

que tienen el alcance de suspender el curso del proceso, pero cuyo efecto no se

relaciona de ningún modo con la caducidad de la acción disciplinaria. Entre estas

etapas, se encuentran (i) la oportunidad probatoria, cuya trascurso suspende “los

demás términos del proceso”, según lo prevé el artículo 62 del Reglamento y (ii) el

proceso de negociación de los Acuerdos de Terminación Anticipada (ATA) que hace

lo propio desde la solicitud del investigado y hasta que el Tribunal Disciplinario, si es

del caso, se pronuncie sobre ella, como lo prescribe el artículo 71 ejusdem, titulado

“suspensión del proceso”.

Con todo, tales eventos originadores de suspensiones del proceso tienen una

duración limitada. Así, el artículo 62 de dicha norma limita a veinte días hábiles la

suspensión por la práctica de pruebas, mientras que en el caso de la negociación y

evaluación de los ATA, los numerales 2° y 4° del artículo 69 de la misma disposición

indican que estos periodos no pueden tardar más de cuarenta y treinta días hábiles,

respectivamente.

Así, pues, para esta Sala, es claro que una vez iniciado el proceso, incoada la acción

disciplinaria antes de la ocurrencia del fenómeno de la caducidad de la acción, el

Reglamento de AMV prevé expresamente, aunque con efectos limitados en el

tiempo, la interrupción de algunos términos, e incluso, la suspensión del proceso,

como lo prescribe el artículo 71 ibídem mientras se propone, negocia y obtiene un

pronunciamiento del Tribunal frente a los ATA.

Además, esta instancia nota que en el caso bajo estudio AMV no fue tardío u omisivo

en la marcha al abstenerse de formular el pliego de cargos mientras tenía lugar el

trámite de consideración del ATA por parte del Tribunal Disciplinario; por el contrario,

en tanto pendiera un pronunciamiento sobre este documento, el Instructor estaba

imposibilitado para formular el pliego, pues el proceso se encontraba suspendido en

acatamiento a lo dispuesto en el artículo 71 del Reglamento64.

Similar situación enfrentaba el Instructor mientras pendían los 20 días del trámite

probatorio del proceso: en tanto que el artículo 62 del referido Reglamento establece

que en vigencia de esa etapa “los demás términos del proceso se suspenderán”, no

era dable expedir el pliego de cargos.

64 La suspensión del proceso es por demás, una figura viable y admisible en distintos foros judiciales y extrajudiciales.

A manera de ejemplo, valga mencionar que en materia arbitral, según lo prescribe el artículo 11 de la Ley 1563 de

2012, el proceso puede ser suspendido en virtud de distintas situaciones cuya duración, en todos los casos, se

adiciona “[a]l término del proceso”.

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6.2.1.2. El instructor presentó oportunamente el pliego de cargos contra el señor

Esteban Ramos Maya

A continuación la Sala se ocupará de analizar si, conforme a las normas

reglamentarias que rigen la materia, AMV presentó oportunamente el pliego de

cargos contra el investigado. El resultado, se anticipa, es que dicha actuación sí se

presentó dentro del término permitido.

El artículo 65 del Reglamento de AMV regula el asunto así:

Formulación del pliego de cargos. “(…) En todo caso no podrá formularse

pliego de cargos después de transcurrido un año contado a partir del día hábil

siguiente a aquel en que se venza el término que tenga el investigado para

rendir explicaciones” (original sin subrayas).

El plazo de un año para proferir el pliego de cargos, al que alude la norma, puede

impactarse por eventos procesales con efectos suspensivos, tales como la fase

probatoria y la negociación y evaluación de ATA, cuya duración (limitada por el

Reglamento) debe ser descontada del término de duración total de la etapa

procesal. En ese sentido, la expresión “[e]n todo caso no podrá formularse pliego de

cargos después de transcurrido un año (...)”, contenida en el artículo 65 en comento

debe entenderse sujeta a las excepciones propias del descuento de los términos

previstos en el Reglamento para esas específicas actividades de la actuación.

Ahora, bien, en la actuación bajo estudio la Sala observa lo siguiente:

a. El plazo para que el investigado rindiera las explicaciones que AMV le

solicitó se venció el 11 de enero de 2013. El día hábil siguiente a éste fue el 14

de enero de 2013.

b. En los términos de la norma en comento, el plazo para que el Instructor

formulara pliego de cargos se extendió hasta el 14 de enero de 2014, es decir,

un año después del plazo señalado en el numeral anterior.

c. AMV profirió y notificó el pliego de cargos al investigado el 15 de abril de

2014 y el 22 de abril de 2014, respectivamente. Tomando este último evento, la

formulación del pliego de cargos ocurrió 1 año y 68 días hábiles después de

vencido el plazo para rendir explicaciones.

A priori, entonces, la oportunidad prevista en el artículo 65 pareciera ser superada. Sin

embargo, la definición de este asunto supone tener en cuenta otras incidencias

procesales, concretamente suspensiones de términos, que acaecieron con pleno

soporte en normas reglamentarias, como se pasa a explicar:

i. Suspensión derivada de la práctica de pruebas:

El artículo 62 del Reglamento de AMV señala, sobre la duración de la práctica de

pruebas, lo siguiente:

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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Artículo 62. Reglamento AMV. Oportunidad Probatoria. “(…) Para la práctica

de pruebas se contará con un período máximo de veinte (20) días hábiles

contados a partir del momento en que se decreten. El vencimiento de este

término no afectará la validez de las pruebas practicadas y recaudadas por

fuera del mismo.

Los demás términos del proceso disciplinario se suspenderán durante el

período mencionado en el inciso anterior” (original sin subrayas).

En el caso en estudio se evidencia que:

d. La apertura del periodo probatorio se dio el 11 de marzo de 2013, mientras

que la última prueba practicada se allegó al proceso el 24 de abril de 2013. La

práctica de pruebas duró, pues, 29 días hábiles.

e. No obstante, en aras del debido proceso, el periodo trascurrido debe ser

reducido a su máximo reglamentario, es decir, 20 días hábiles, durante los

cuales se suspendió el proceso.

ii. Suspensión derivada del periodo de negociación del ATA:

Esta suspensión tiene fundamento en el artículo 69 del Reglamento pluricitado, así:

Artículo 69. Procedimiento para la terminación anticipada del proceso. “(…) 2.

El Presidente de AMV o el Vicepresidente de Cumplimiento y Disciplina o el

Gerente de Investigación y Disciplina contarán con un término de cuarenta

(40) días hábiles para evaluar si es posible llegar a un acuerdo. Dicho término

se contará a partir del día hábil siguiente a la radicación de la solicitud del

investigado”.

Los hechos pertinentes del caso se expresan enseguida:

f. La solicitud que el investigado presentó ante AMV para acogerse a un

acuerdo de terminación anticipada (ATA) fue allegada el 16/05/2013. El día

hábil siguiente a éste fue el 17 de mayo de 2013.

g. AMV radicó el proyecto de ATA negociado ante la Secretaría del Tribunal

Disciplinario el 17 de junio de 2013. De tal modo, la duración de la etapa de

negociación se prolongó por 20 días hábiles, que también implicaron una

suspensión de la actuación.

iii. Suspensión derivada del estudio del proyecto de ATA por parte del Tribunal

Disciplinario:

El prenotado artículo 69 también prevé un término de apremio (que no perentorio)

para que el Tribunal estudie el proyecto de ATA, así:

Artículo 69. Procedimiento para la terminación anticipada del proceso. “(…)

para que éste lo ponga en conocimiento de la Sala de Decisión respectiva, la

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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cual lo estudiará en un término de treinta (30) días hábiles, contados a partir

del día hábil siguiente a su radicación en el Tribunal Disciplinario y si lo

considera del caso, lo aprobará”.

La Sala constata, en el caso actual, lo siguiente:

h. El proyecto de ATA negociado entre el Instructor y el señor Esteban Ramos

Maya se radicó ante la Secretaría del Tribunal el 17 de junio de 2013.

i. El Tribunal denegó el proyecto de ATA el 26 de noviembre de 2013. Entre el

evento anterior y éste trascurrieron, por ende, 110 días hábiles. Sin embargo,

nuevamente para garantizar el debido proceso del inculpado, para efectos

de la ponderación de las suspensiones será reducido al término de apremio

reglamentario 30 días hábiles.

En suma, el proceso disciplinario se suspendió durante 70 días hábiles (20 días por la

práctica de pruebas, 20 más por la duración de la negociación del ATA y 30 días más

relativos al estudio del ATA por parte del Tribunal). Ahora, aplicando la suspensión de

estos 70 días hábiles al término de 1 año contemplado en el artículo 65 del

Reglamento de AMV, encuentra la Sala que la oportunidad para que el Instructor

profiriera el pliego de cargos en contra del señor Esteban Ramos Maya se extendió

hasta el 24 de abril de 2014.

En consecuencia, toda vez que el Instructor formuló el pliego de cargos al inculpado

el 15 de abril de 2014, que quedó notificado el 22 de abril de 2014, esta Sala de

Revisión concluye que, de acuerdo con la normatividad examinada, la formulación

del pliego de cargos tuvo lugar dentro del término previsto en el artículo 65 del

Reglamento de AMV. Los argumentos esgrimidos por la defensa, por lo tanto, no

prosperarán, pues el término de 1 año contenido en la norma mencionada, no fue

superado.

Por último, la Sala estima necesario referirse a dos pronunciamientos del Tribunal que

fueron mencionados por la defensa y que, según dijo, corroboraban su razonamiento

frente a la ocurrencia de la caducidad.

El primero de estos precedentes es la Resolución No. 15 del 12 de febrero de 2013,

proferida por la Sala de Decisión “1” en el proceso disciplinario de AMV contra el

señor Fredy Fernando López Roa. En palabras de la defensa, en este

pronunciamiento la Sala de Decisión se refirió a la caducidad de la acción

disciplinaria sin hacer referencia alguna a deducciones de “tiempos de pruebas,

evaluaciones o estudios por parte de los funcionarios de investigación de AMV, para

determinar la caducidad o no de la acción65”.

Sin embargo, esta instancia examinó la resolución en mención y evidenció que el

supuesto fáctico y jurídico que la fundamentó se diferencia manifiestamente del que

soporta la actuación en contra del señor Ramos Maya. En aquella oportunidad, la

defensa se basó en normas que regulan el procedimiento disciplinario que adelanta

la Superintendencia Financiera de Colombia, concretamente en el Estatuto Orgánico

65 Folio 214, carpeta de actuaciones finales.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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del Sistema Financiero, para alegar la caducidad de la acción disciplinaria que AMV

adelantó en su contra. Las consideraciones del Tribunal se dirigieron, entonces, a

descartar la inadecuada remisión del investigado a estas “disposiciones aplicables a

otras jurisdicciones66”, y ello no ameritó un análisis detallado de aspectos puntales del

proceso disciplinario como la interrupción o suspensión plazos, que aquí sí se

examinan.

En segundo lugar, durante la audiencia ante esta Sala de Revisión la defensa

mencionó un fallo contra el señor Juan Pablo Bahamón que, en su entendido,

brindaría claridad sobre la inamovilidad de los plazos establecidos en el Reglamento

de AMV para el ejercicio de las cargas procesales. Esta Sala identificó que su

argumento provenía de la Resolución No. 2 del 18 de marzo de 2015, proferida por la

Sala de Revisión. No obstante, aunque la providencia en comento señala que “[e]l

establecimiento de plazos perentorios para el ejercicio de las cargas procesales no

sólo preserva los principios de seguridad jurídica y de preclusión (...)67”, tal referencia

está inserta en el acápite denominado “[d]e la oportunidad procesal para apelar las

resoluciones proferidas por las Salas de Decisión del Tribunal Disciplinario de AMV68”

que se circunscribe a consideraciones del Tribunal con ocasión de la apelación

extemporánea de quien fuera el sujeto investigado.

Los precedentes mencionados por la defensa no son entonces aplicables en este

caso.

6.2.2. El señor Esteban Ramos Maya excedió el mandato que le fue conferido por

AAAA y, consecuencialmente, quebrantó el deber general de lealtad en el manejo

de su cuenta

6.2.2.1. Aproximación conceptual al exceso del mandato

Empieza la Sala por advertir que las conductas que constituyen trasgresiones a las

reglas del mandato representan la antítesis y la negación misma de las reglas básicas

de funcionamiento y operación del mercado de valores, que presuponen la entrega

de unos recursos para que sean destinados, en exclusiva, a los propósitos y objetivos

instruidos por el cliente.

Ese tipo de infracciones agreden la confianza del inversionista y contraría, per se, un

axioma que resulta elemental, pero a la vez neurálgico para el suceso del mercado:

que los recursos del cliente son intocables salvo, claro está, en aquellos eventos en los

que él mismo autorice su disposición, a través de las distintas manifestaciones

contractuales propias de la actividad de intermediación de valores.

Resulta, pues, indispensable que el cliente decida previamente y exprese

directamente, o mediante un ordenante, su voluntad para la realización de las

operaciones, que para su efectiva ejecución imparta una orden a la sociedad

66 Resolución No. 15 del 12 de febrero de 2013, proferida por la Sala de Decisión “1” del Tribunal Disciplinario de AMV,

página 10. 67 Resolución No. 2 del 18 de marzo de 2015, proferida por la Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario de AMV, página

5. 68 ibídem, página 4.

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comisionista de bolsa y que, una vez ésta sea instruida, se concrete. Un proceder

diferente conduce al manejo caprichoso de los recursos del público por parte de

quienes, como ocurre con las sociedades comisionistas de bolsa y sus funcionarios,

tienen la obligación de protegerlos y de conducir, en todo caso, sus negocios en el

mejor interés de la integridad del mercado y de las personas que participan en él, en

particular de sus clientes.

Toda operación que se sustraiga a ese imperativo, conlleva un claro

desconocimiento y desapego a la voluntad contractual del mandante para su

realización, lo que a su vez debe aparejar condignos reproches.

Este Tribunal Disciplinario tiene por establecido69 que el incumplimiento del mandato

por parte del intermediario de valores, puede presentarse “de diversas formas, de

manera que resultan violadas las normas que rigen el mandato (i) bien cuando el

mandatario realice actos no autorizados ni ordenados por el mandante, (ii) ya

porque el mandatario tome la decisión de no ejecutar los actos encargados, con

desconocimiento de las instrucciones impartidas por éste en relación con los mismos”.

Dada la ausencia de discrecionalidad del comisionista para disponer de los recursos

o especies del cliente, éste último siempre deberá contar con la orden específica

para concretar determinada operación, razón por la cual el disponer de los bienes a

su cargo sin que medie previamente dicha instrucción degeneraría en un exceso de

los límites de su encargo.

Por otro lado, este organismo disciplinario ha insistido70 en que el correcto

funcionamiento del mercado no admite el recurso de la “ratificación” posterior que,

cuando se aduzca, debe ser desestimado por la autoridad, pues está en abierta

contradicción con la exigencia de la existencia de una orden previa, expresa,

completa y verificable.

6.2.2.2. El señor Esteban Ramos Maya ejecutó 605 operaciones sin la autorización y

con cargo al portafolio de AAAA

Para esta Sala de Revisión, los fundamentos de la resolución apelada a este respecto

no fueron desvirtuados por la defensa y resultan, por tanto, inobjetables.

En efecto, tanto el Instructor como el fallador de primera instancia concordaron en

afirmar que entre el 10 de junio de 2010 y el 29 de junio de 2011 el señor Esteban

Ramos Maya realizó un total de 605 operaciones de intermediación por cuenta de la

cliente AAAA, sin que las mismas estuvieran soportadas en órdenes previas y expresas

otorgadas por la inversionista o sus ordenantes.

Esta Sala no encuentra reparo alguno a esa evidencia, pues una vez efectuado un

riguroso ejercicio de verificación de las piezas probatorias en las que tanto AMV

como el a quo fundaron sus conclusiones (entre las que sobresalen los medios

verificables allegados por Casa de Bolsa y los correos electrónicos del investigado en

69 Resolución No. 14 del 31 de enero de 2013, expedida por la Sala de Decisión “1” del Tribunal Disciplinario de AMV. 70 Resolución No. 27 del 27 de diciembre de 2013, expedida por la Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario de AMV.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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dicha compañía), halla conformidad en la cantidad, fecha de ocurrencia y,

especialmente, la responsabilidad del señor Ramos Maya frente a las operaciones

que se le reprocharon y la consecuente ausencia de pruebas o indicios en contrario.

No debe pasarse por alto, además, que en su impugnación la defensa no aportó

ningún elemento de juicio concreto para desvirtuar esta acusación, ni logró fracturar

la solidez probatoria con que ésta fue construida. En cambio, el defensor concentró

sus esfuerzo en pos de otros razonamientos, tales como i) la existencia de un “modus

operandi” que implicó una especie de autorización general para, en contravía de lo

exigido por las normas del mercado, actuar sin instrucciones previas y específicas, y

obtener una ratificación posterior de las mismas para intentar darles vista de

legalidad; ii) y el desconocimiento de que AAAA no autorizó a Casa de Bolsa la

realización de operaciones de reporto.

Tales justificaciones no son admisibles, pues aunque el inculpado hubiera demostrado

la existencia del “modus operandi” que anunció (lo que nunca probó y, aún más,

contradice el contenido de la queja que el ordenante de su cliente interpuso en su

contra71) lo cierto es que, como quedó reseñado, en el ámbito de la intermediación

de valores, ni las órdenes genéricas ni las ratificaciones son admisibles. Del mismo

modo, si el inculpado desconocía que la inversionista no aceptó participar en

operaciones repo, tal circunstancia no era óbice para que omitiera adquirir el

consentimiento de su cliente con el lleno de los requisitos legales.

Por lo dicho, esta instancia confirmará íntegramente la responsabilidad disciplinaria

del investigado por la trasgresión del artículo 1266 del Código de Comercio, en tanto

que excedió el mandato que le fue otorgado por AAAA.

6.2.2.3. Como consecuencia del exceso del mandato en que incurrió, el señor

Esteban Ramos Maya también contravino el deber general de lealtad en relación con

AAAA

6.2.2.3.1. Aproximación conceptual al deber general de lealtad

En el ámbito de la intermediación de valores las normas de conducta basadas en

principios orientadores de mercado tienen el carácter de normas de derecho

sustancial en aquellos eventos en los cuales, por sí mismos, poseen la idoneidad para

crear, modificar o extinguir relaciones jurídicas concretas72.

Tales principios, en esencia, recogen las buenas prácticas y mejores estándares para

elevar el profesionalismo del mercado. Se trata pues de normas materiales,

71 En la queja interpuesta por BBBB, ordenante AAAA, se señaló, entre otros, que el señor Ramos Maya “compró y

vendió todo tipo de acciones durante su gestión y con todos estos movimientos la pérdida asciende

aproximadamente a $700 millones por unas transacciones que no fueron autorizadas por mí y como menciono

anteriormente creo que tampoco fueron autorizadas por AAAA, adicionalmente pienso que no se le autorizó al señor

Ramos operación alguna para endeudarse por $600 millones y comprar acciones (repo pasivo)”. Folio 527, carpeta

de pruebas original.

72 La aplicación directa de los principios y su reconocimiento como norma de derecho sustancial, ha sido incluso

reconocida en escenarios jurídicos tan formalistas como el recurso de casación civil. Así, por ejemplo, en sentencia

del 7 de octubre de 2009, con ponencia del magistrado Edgardo Villamil Portilla, esa Alta Corporación admitió que

“(…) los principios, como parte fundamental del ordenamiento jurídico pueden operar y, de hecho, se han admitido

como norma de derecho sustancial cuya violación es susceptible de ser acusada a través del recurso extraordinario

de casación”.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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sustentadas en el fondo en conceptos como la lealtad, la buena fe, la transparencia,

la probidad, el profesionalismo, la seriedad, la idoneidad de los operadores en sus

relaciones con los clientes y otros agentes del mercado, que devienen en normas de

conducta específica y cuyo incumplimiento amerita un reproche disciplinario de la

autoridad de autorregulación.

La posibilidad de formular una censura disciplinaria a un intermediario de valores por

cuenta de su eventual transgresión a normas de conducta basadas en principios

orientadores del mercado se presenta de este modo como un factor diferenciador

de la función disciplinaria del Autorregulador.

La utilización de principios, en su función integradora y creadora del derecho, es

indiscutible. Su aplicación directa como parámetro de las relaciones jurídicas en el

derecho privado también es innegable73 y su utilización en el derecho disciplinario es

impostergable, pues lo cierto es que en este último ámbito no sólo pueden verse

transgredidas reglas positivas, sino que también es factible la infracción a los

fundamentos que a ellas subyacen, ya sea porque dejan de aplicarse, bien porque

se hacen operar indebidamente, o porque se interpretan de manera errónea. Ello es

aún más evidente en terrenos como el del mercado de valores, en los que la

regulación formal no necesariamente anda al mismo ritmo de las realidades del

mercado y, por ello, debe echarse mano de esas reglas materiales que resultan ser el

resultado de la decantación, el consenso74 y el refinamiento de los usos y prácticas de

los negocios entre sus distintos operadores, quienes a su vez, por la práctica

cotidiana, no sólo las identifican, sino que entienden su dimensión, su alcance, su

73 A manera de ejemplo, extendiendo el horizonte de análisis, en el Derecho de los negocios internacionales, los

Principios de UNIDROIT tienen como objeto ser un conjunto de reglas que puedan ser utilizadas con independencia

de los diversos sistemas jurídicos y económicos existentes. La respuesta a la pregunta de cuál puede ser la fuente de

su obligatoriedad se encuentra en la autonomía de la voluntad de las partes (de hecho, en el ámbito del comercio

internacional, bajo dicha autonomía pueden las partes en un contrato escoger a los principios como la “ley del

contrato”). Los principios también aplicarán entonces de manera directa en las relaciones jurídicas. De hecho, como

lo destaca Oviedo Albán en su obra “Aplicaciones de los principios de Unidroit a los contratos comerciales

internacionales”, “(…) varios tribunales internacionales los han encontrado aplicables a los contratos por el simple

hecho de constituir principios generales de los contratos del comercio internacional reconocidos en diversos sistemas

jurídicos del mundo” y lo han hecho sin que haya mediado pacto entre las partes concernidas en la relación jurídica.

Plantea dicho autor la posibilidad de que, incluso, en los tribunales de arbitramento internacionales, puedan los

árbitros acudir a los Principios para fallar conforme a ellos, atendiendo a que no están obligados a basar su decisión

en una ley doméstica particular.

74 Solo para abundar, en el ámbito del Derecho Privado la violación de los principios y deberes generales de

comportamiento posibilita el Derecho de Acción y genera la obligación de reparar los perjuicios cometidos por quien

los incumple, bajo el concepto de culpa in contrahendo.

El principio de la buena fe, por ejemplo, actúa como regla de conducta, que orienta la actuación ideal del sujeto.

Luis Díez-Picazo, citado por Oviedo Albán en su obra “La formación del contrato. Tratos preliminares, oferta,

aceptación” (Editorial Temis, 2008) afirma que “la buena fe es un criterio objetivo que (…) no solo funciona como un

canon hermenéutico, sino también como una fuente de integración del contenido normativo del contrato (…) En el

artículo 1258 del C.C la buena fe está situada en el mismo plano y equiparada a la ley y a los usos normativos, como

normas dispositivas o supletorias del negocio jurídico”. La buena fe es entonces considerada como un estándar de

comportamiento obligatorio. Los principios orientadores del mercado también participan de esa misma

característica.

De igual modo, Solarte Rodríguez, en su texto “La Buena fe contractual y los deberes secundarios de conducta”.

(Contratos, Tomo III. Grupo Editorial Ibáñez) expresa que la importancia de la buena fe es hoy en día de tal magnitud

que ella es la base de un Principio General de Derecho, que incluso se ha llegado a calificar por la doctrina como

“supremo” y “absoluto”, con una trascendencia tal que codificaciones de vanguardia como el Código Civil alemán,

han instalado el principio de la buena fe en la cúspide del derecho de las obligaciones. Así mismo, se debe destacar

que los denominados “deberes secundarios de conducta” (inspirados en esencia en los principios generales del

Derecho), son utilizados como ejes del sistema de obligaciones en la regulación de los contratos internacionales y en

los proyectos de armonización legislativa europeos en dicha materia.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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contexto y razón de ser y por ello asumen como necesaria su aplicación y el reproche

a su desatención75.

El Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia, en reconocimiento de esa

realidad, habilita en el artículo 36.1 de su Reglamento la posible imposición de

sanciones disciplinarias, por la desatención de esos principios76 dando lugar,

particularmente, a la eventual sanción derivada de procederes que defrauden los

estándares exigibles de prudencia y diligencia, transparencia, honestidad, lealtad,

claridad, precisión, probidad comercial, seriedad, cumplimiento, imparcialidad,

idoneidad y profesionalismo.

El deber general de lealtad, consagrado en los artículos 7.3.1.1.1 del Decreto 2555 de

2010 y 36.1 del Reglamento de AMV, ha sido definido por el Tribunal Disciplinario de

AMV como la obligación que tienen los intermediarios de obrar simultáneamente de

manera íntegra, franca, fiel y objetiva, con relación a todas las personas que

intervienen de cualquier manera en el mercado.

Igualmente, el Tribunal ha expresado77 que el principio de lealtad es susceptible de

ser objetivado, no sólo por la finalidad perseguida con el mismo, sino por la

obligación de todo aquel que intermedia en el mercado de valores, de conducir los

negocios bajo el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del

honor y hombría de bien o lo que es lo mismo, bajo la legalidad, verdad y realidad,

constituyéndose de esta forma en un modelo de conducta o de comportamiento

que corresponde al parámetro que deben observar los agentes del mercado.

6.2.3.2.2. Análisis del caso concreto

En el presente caso, AMV también reprochó al investigado la trasgresión del deber

general de lealtad. El Instructor no estructuró esta conducta con base en elementos

argumentativos ni probatorios independientes a los expuestos previamente, sino que

hizo depender su ocurrencia de la comprobación del exceso de mandato endilgado

al inculpado.

En criterio del ente investigador, entonces, la trasgresión de las normas relacionadas

con los límites del mandato conllevó el incumplimiento del deber general de lealtad

exigible al señor Esteban Ramos Maya, consagrado en el artículo 36.1 del

Reglamento de AMV.

Para la Sala, no cabe duda de que el comportamiento del investigado fue desleal,

particularmente con la cliente, puesto que, con la ejecución de 605 operaciones de

intermediación de forma inconsulta, se alejó del modelo de conducta que debía

observar en su calidad de sujeto de autorregulación. Con su actuar, pues, el

inculpado no sólo desatendió las formalidades que debió observar para recoger el

75 IOSCO, en su Principio 6 sostiene que “la autorregulación puede requerir la observancia de normas éticas, que

vayan más allá de la regulación gubernamental”.

76 Y el Estado, representado aquí en la Superintendencia Financiera de Colombia, acoge implícitamente esa

posibilidad, al aprobar dicho Reglamento mediante acto administrativo, en el cual bien hubiera podido advertir sobre

la imposibilidad de sancionar por el desconocimiento de dichos principios ordenadores del mercado, en caso de

encontrarlo ilegal, improcedente o inconveniente. 77 Resolución 3 del 31 de julio de 2012, proferida por la Sala de Decisión "3" del Tribunal Disciplinario de AMV.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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consentimiento de su cliente, sino que en repetidas ocasiones dio a los recursos de

ésta finalidades que no fueron previamente autorizadas y que implicaron que

defraudó recurrentemente la confianza que AAAA le depositó.

6.2.3. El señor Esteban Ramos Maya trasgredió el deber especial de información y los

deberes generales de claridad y precisión que le eran exigibles frente a AAAA

6.2.3.1. Aproximación conceptual al deber especial de información

Por mandato del artículo 1.5.3.2 de la Resolución 400 de 1995, subrogado por el

Decreto 1121 de 2008, hoy incorporado al Decreto 2555 de 2010 por vía de su artículo

7.3.1.1.2, los intermediarios del mercado de valores deben acatar el deber especial

de información. Dicha pauta de conducta, aplicable a las personas naturales

vinculadas a los intermediarios por virtud del artículo 36.6 del Reglamento de AMV,

alude a que la información otorgada a los clientes o posibles clientes debe ser

“objetiva, oportuna, completa, imparcial y clara”.

En este sentido, el Tribunal Disciplinario de AMV ha establecido que los profesionales

del mercado están en la obligación de garantizar al mercado en general que un

cliente no recibirá información fragmentada, parcial, incompleta, ficticia, errada,

inexacta, confusa o irrelevante, sino al contrario, que dispondrá toda la información

que dadas las circunstancias particulares de cada inversionista, deba ser tenida en

cuenta para determinar el manejo y destino de sus recursos. Los agentes del

mercado están, pues, en el deber de suministrar a sus clientes información integral,

suficiente, oportuna y confiable para que éstos adopten en forma clara sus

decisiones de inversión.

6.2.3.2. El señor Esteban Ramos Maya otorgó a AAAA información incompleta, poco

clara, imprecisa e inexacta

En criterio de la defensa, AMV efectuó una interpretación incorrecta de las nueve

conversaciones en las que basó este segundo reproche. La Sala no comparte esta

posición pues, como se verá, frente a algunas de tales comunicaciones el defensor

no planteó un discusión relativa a la interpretación de su contenido y, en las

restantes, esta instancia no encontró ninguna imprecisión o incorrecto análisis por

parte del Instructor ni del a quo.

Enseguida se relacionan, en breve, las conversaciones mencionadas, así como las

síntesis que de ellas extrajo el Instructor y la Sala de Decisión, y los reproches que

frente a cada una esbozó el recurrente.

i. Conversación telefónica del 24 de agosto de 2010

El inculpado informó a AAAA que, producto de la venta de 1 millón de acciones

GGGG obtuvo una utilidad aproximada a los $8 millones. AMV encontró que la

utilidad que realmente arrojó dicha operación se aproximó a los $5.5 millones.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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La defensa manifestó que la falta de correspondencia entre la ganancia que indicó

a la cliente y la que realmente ésta obtuvo obedeció a que el señor Ramos Maya

informó “la utilidad global de la operación sin deducir las comisiones generadas por

la operación78”, apreciación que no justificó numéricamente. Sin embargo, el

Instructor desvirtuó esta afirmación al corroborar que el monto aproximado de $5.5

millones no tenía descontado el costo de las comisiones y, que suprimido éste, la

ganancia se reducía hasta los $3.5 millones, aproximadamente.

ii. Conversación telefónica del 10 de septiembre de 2010

El señor Ramos Maya informó a la inversionista sobre la venta de 300 mil acciones de

HHHH. A vista del Instructor, el investigado omitió informarle a su cliente que, producto

de la diferencia entre el precio de venta de dichos valores y el valor de compra de

los mismos (en transacción realizada el 2 de septiembre de 2010), incurrió en una

pérdida cercana a los $28 millones.

Ante ello, la defensa admitió que aunque dio a conocer “el número de acciones

vendidas y el monto de venta correcto, no [le precisó] la cantidad perdida en la

operación79”.

iii y iv. Conversaciones del 18 de enero de 2011 y del 1° de febrero de 2011

En la primera de estas comunicaciones, el encartado indicó a AAAA que compró 50

mil acciones de EEEE. En cuanto a la segunda, y también frente a acciones de EEEE,

el señor Ramos Maya afirmó que había comprado 100 mil acciones. El ente

investigador detectó que, en verdad, la cliente adquirió la cantidad de 90 mil y

157.003 acciones de la especie mencionada, respectivamente

Ante ello, la defensa especuló, sin referir elementos de juicio concretos, que “dichas

operaciones se hubieran podido haber dado por una orden escrita, o falta la

grabación que complemente el total las acciones adquiridas80” (sic).

v. Conversación del 24 de febrero de 2011

El señor Esteban Ramos manifestó a la inversionista que obtuvo una utilidad de $7

millones derivada de la venta de acciones de IIII. No obstante, AMV detectó que la

utilidad cierta de tal transacción ascendió a los $4.8 millones, la que, deduciendo las

comisiones del caso, alcanzó el monto de $203.840.

Para confrontar dicha evidencia, el apelante recurrió a un razonamiento idéntico al

reseñado en el literal i).

vi. Conversaciones del 4 de marzo de 2011

El encartado informó a la cliente que vendió acciones de FFFF a “36 y medio81”. El

Instructor identificó que la venta de tales valores se efectuó a diversos precios y que

78 Folio 224, carpeta de actuaciones finales. 79 Ibídem. 80 Ibídem. 81 Folio 224, Ibídem.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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el señor Ramos Maya únicamente informó el mayor. Sumado a esto, AMV también le

censuró a éste no haber comunicado que la venta referida ocasionó una pérdida

aproximada a los $21 millones.

Ante tal situación, la defensa expresó que aunque otorgó información “veraz82” a la

inversionista, no le notificó “el resultado neto de la misma83”.

vii. Conversación del 14 de abril de 2011

El inculpado le expresó a la cliente que su portafolio se encontraba “muy

aporreado”, pero no especificó, como en criterio de AMV debió hacerlo, que la

desvalorización del portafolio de aquella ascendía a los $75 millones,

aproximadamente.

Frente a este punto, la defensa señaló que aunque informó la existencia de una

“pérdida en el portafolio, no se le especific[ó]” su monto.

viii. Conversación del 13 de mayo de 2011

Frente a una operación de intermediación, el investigado sólo comunicó la venta de

15 millones de acciones de DDDD. No advirtió, según dijo AMV, las pérdidas que tal

transacción trajo, ni que la misma se relacionaba con el cumplimiento de una

operación repo pasiva.

Para oponerse, la defensa advirtió que avisó a l AAAA que el objeto de la operación

consistía en “saldar el repo negativo que tiene84”.

Al examinar las conversaciones reseñadas, esta Sala considera que el

comportamiento del impugnante trasgredió las cargas que le imponía el deber

especial de información, pues AAAA no recibió del señor Esteban Ramos Maya una

información completa, clara, precisa, ni exacta que le permitiera, a ella o a sus

ordenantes, adoptar decisiones razonadas de inversión y, específicamente, estar al

tanto del deterioro paulatino, pero significativo, en que incurrió su portafolio.

Efectivamente, la Sala corroboró i) que en las conversaciones telefónicas del 24 de

agosto de 2010 y del 24 de febrero de 2011, el señor Ramos Maya fue impreciso al

especificar a la inversionista que había obtenido una utilidad mayor a la realmente

reportada; ii) que en las comunicaciones del 10 de septiembre de 2010, del 4 de

marzo y del 14 de abril de 2011, el investigado no informó a su cliente sobre pérdidas

obtenidas y el consecuente deterioro de su patrimonio; iii) que en las conversaciones

del 18 de enero y del 1° de febrero de 2011 indicó de forma inexacta el número

acciones que AAAA adquirió; y iv) que en la comunicación del 13 de mayo de 2011,

el encartado omitió relacionar las pérdidas y tampoco esclareció la operación

concreta con la que se relacionaba, que clasificó de forma ambigua.

Por lo expuesto, este panel disciplinario confirmará la responsabilidad del inculpado

frente a la trasgresión del deber de información, previsto en el artículo 1.5.3.2 de la

82 Folio 224, carpeta de actuaciones finales. 83 Ibídem. 84 Folio 225, ibídem.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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Resolución 400 de 1995, subrogado por el Decreto 1121 de 2008, hoy incorporado en

el artículo 7.3.1.1.2 del Decreto 2555 de 2010.

VII. CONCLUSIONES FINALES

Esta Sala de Revisión evaluó los argumentos de la apelación presentada por la

defensa del señor Esteban Ramos Maya y encontró, en primer término, que el

impugnante incurrió en un error conceptual al reclamar la ocurrencia de la

caducidad de la acción por la vía de hacer reparos a la oportunidad para la

formulación del pliego de cargos. Como se esclareció en su momento, el fenómeno

extintivo de la caducidad sólo se predica respecto del evento que formalmente

representa el inicio, la activación, del derecho de acción (lo que en el caso del

proceso disciplinario de AMV se surte con la solicitud formal de explicaciones, según

el artículo 57 del Reglamento) y no tiene, por ello, aplicación a otros términos

procesales que le son posteriores y respecto de los cuales, por mandato del

Reglamento, es predicable la interrupción de etapas y la suspensión misma del

proceso.

Con todo, esta instancia evaluó los demás tiempos del proceso, así como las

suspensiones que, por disposición del Reglamento de AMV, pueden afectarlos y

concluyó que AMV profirió oportunamente el pliego de cargos contra el señor Ramos

Maya.

La Sala tampoco acogió los demás argumentos de la apelación presentada por la

defensa y, en cambio, encontró suficientes elementos de juicio que comprometen la

responsabilidad disciplinaria del inculpado, pues está plenamente acreditado que

realizó de manera inconsulta 605 operaciones de intermediación por cuenta de

AAAA. Asimismo, evidenció que el investigado brindó a tal inversionista información

incompleta, inexacta, imprecisa y poco clara en relación con los resultados de varias

operaciones y con el estado de su portafolio.

Tampoco encuentra la Sala ningún reparo en el ejercicio de dosificación de la

sanción, ni se presentó por parte del apelante argumento alguno que amerite su

revocatoria o disminución.

Para la Sala, las infracciones probadas afectan de manera importante la confianza

del público en el mercado de valores, pues los clientes suponen y esperan que el

mandato conferido se ejecute según sus instrucciones y no de manera inconsulta y

discrecional por parte de las firmas comisionistas o de las personas naturales

vinculadas a éstas.

Situaciones como las evidenciadas no pueden hacer carrera en el mercado de

valores, pues afectan su habitual discurrir negocial en la forma como aquí se ha

indicado y hacen mella en el postulado de la confianza sobre el que se cimienta el

mercado.

Con relación a la determinación de la sanción, la Sala no encuentra razones

objetivas para concluir que el resultado de la discrecionalidad técnica de la Sala de

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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Decisión haya sido desproporcionado, o que su dosificación fuera desequilibrada o

irracional.

En este punto es útil comentar que, en relación con la dosificación de las sanciones,

la doctrina ha establecido que “la determinación de la pena es una actividad

propia y autónoma del juez que conoce la causa, por medio de la cual efectúa en

la sentencia la asociación entre los hechos plenamente demostrados y calificados

en el proceso (…) con las normas (…) aplicables al hecho punible”85

En consecuencia, el juzgador de segunda instancia, en lo posible, debe tratar de

conservar el ejercicio de dosificación punitivo efectuado por el juzgador de primer

grado, en la medida en que la labor de determinación de la sanción es, en

principio, materia suya y no del operador de segunda instancia, salvo que luzca de

manera ostensible que el resultado de la ponderación de las circunstancias

especiales efectuadas por el fallador de primera instancia, en cada caso concreto,

hubiere sido la imposición de una pena desmedida o arbitraria, circunstancia que

no se advierte en el presente asunto.

En consecuencia, esta Sala de Revisión coincide con la Sala de Decisión en sus

conclusiones sobre la gravedad de las conductas evidenciadas y no desvirtuadas

fáctica, probatoria, ni conceptualmente por la defensa y considera por ello que la

sanción luce apropiada, pertinente y suficientemente disuasiva y proporcional a los

hechos nocivos que le sirvieron de causa.

Por lo tanto, luego de ponderar discrecional, pero motivadamente, todas estas

circunstancias, según el juicio y valoración que exige el artículo 85 del Reglamento

de AMV y con arreglo a los principios de proporcionalidad y efecto disuasorio que

prevé el artículo 80 ibídem, esta Sala de Revisión confirmará en todas sus partes la

Resolución No. 9 del 7 de mayo de 2015, expedida por la Sala de Decisión “4” del

Tribunal Disciplinario de AMV.

En mérito de todo lo expuesto, la Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario del

Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia, AMV, integrada por los

doctores Hernando Parra Nieto, su Presidente; Fernán Bejarano Arias y Mauricio

Valenzuela Gruesso, previa deliberación que consta en el Acta No. 206 del 9 de

marzo de 2016, por unanimidad,

RESUELVE

ARTÍCULO PRIMERO: CONFIRMAR en todas sus partes la decisión contenida en la

Resolución No. 9 del 7 de mayo de 2015, expedida por la Sala de Decisión “4” del

Tribunal Disciplinario de AMV, por la que se impuso al señor ESTEBAN RAMOS MAYA la

sanción de SUSPENSIÓN del mercado de valores por el término de TRES (3) AÑOS.

ARTÍCULO SEGUNDO: ADVERTIR al señor ESTEBAN RAMOS MAYA que la SUSPENSIÓN se

hará efectiva a partir del día hábil siguiente a aquél en que quede en firme la

85 Posada Maya y Hernández Beltrán, citados en el documento “Principio de proporcionalidad y Derechos

Fundamentales en la determinación judicial de la pena”- Plan de formación de la Rama Judicial- Escuela Judicial

Rodrigo Lara Bonilla- Consejo Superior de la Judicatura, 2010.

Tribunal Disciplinario de AMV, Sala de Revisión, Resolución No. 3 del 10 de marzo de 2016

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presente Resolución, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 83 del

Reglamento de AMV.

ARTÍCULO TERCERO: ADVERTIR que contra la presente Resolución no procede recurso

alguno.

ARTÍCULO CUARTO: INFORMAR, en cumplimiento de lo establecido por los artículos 29

de la Ley 964 de 2005 y 11.4.4.1.5 del Decreto 2555 de 2010, a la Superintendencia

Financiera de Colombia la decisión adoptada, una vez ésta se encuentre en firme.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

HERNANDO PARRA NIETO YESID BENJUMEA BETANCUR

PRESIDENTE SECRETARIO

AUTORREGULADOR DEL MERCADO DE VALORES DE COLOMBIA - AMV -

TRIBUNAL DISCIPLINARIO

SALA DE DECISIÓN “4”

RESOLUCIÓN No. 9

Bogotá D.C., 07 de mayo de dos mil quince (2015)

NÚMERO DE INVESTIGACIÓN: 01-2012-266

INVESTIGADO: ESTEBAN RAMOS MAYA

RESOLUCIÓN: PRIMERA INSTANCIA

La Sala de Decisión No. “4” del Tribunal Disciplinario de AMV, en ejercicio de sus

atribuciones legales, estatutarias y reglamentarias, plasma la decisión tomada en

sesión del 20 de abril de 2015, previo recuento de los siguientes,

I. ANTECEDENTES

El 6 de diciembre de 2012, AMV le solicitó formalmente explicaciones al

investigado1.

Mediante escrito radicado el 11 de enero de 2013, el investigado presentó

formalmente la respuesta a la solicitud de explicaciones formulada2.

Mediante comunicación del 11 de marzo de 2013, AMV decretó la práctica de

múltiples pruebas, con el propósito de aclarar los hechos objeto de investigación3.

Después de culminado el periodo probatorio, mediante comunicación radicada

ante AMV el 16 de mayo de 2013, el investigado solicitó, por conducto de su

apoderado, la negociación de un Acuerdo de Terminación Anticipada (ATA)4.

Mediante comunicación del 17 de junio de 2013, AMV radicó ante la Secretaría

del Tribunal Disciplinario el ATA negociado para su respectiva evaluación5.

Seguidamente, la Secretaría del Tribunal asignó el conocimiento del ATA a la Sala

de Decisión “3”, mediante comunicaciones del 15 de julio de 20136.

A través de comunicación del 26 de noviembre de 2013, la Sala de Decisión “3”

resolvió denegar la aprobación del ATA negociado7.

El 6 de febrero de 2014, el apoderado del investigado radicó ante AMV una

comunicación mediante la cual solicitó que se declarara la caducidad de la

acción disciplinaria8, la cual fue denegada por parte del instructor el 6 de marzo

de 20149.

El 15 de abril de 2014, AMV formuló el pliego de cargos en contra del

investigado10.

1 Folios 000001 al 000025 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 2 Folios 000031 al 000050 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 3 Folios 000058 al 000059 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 4 Folio 000087 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 5 Folio 000088 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 6 Folios 000089 al 000091 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 7 Folios 000092 a 000093 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 8 Folios 000110 a 000111 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 9 Folios 000112 a 000118 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 10 Folios 000131 a 000204 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

2 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Finalmente, el investigado radicó ante la Secretaría del Tribunal una

comunicación con fecha del 2 de mayo de 2014, mediante la cual solicitó, a

título de “excepción previa”, que se declare la caducidad de la acción

disciplinaria11. Ese mismo día radicó otro documento mediante el cual respondió

formalmente los cargos formulados12.

II. SÍNTESIS DEL PLIEGO DE CARGOS FORMULADO

A juicio de AMV, el señor Esteban Ramos Maya, quien para la época de los

hechos investigados era funcionario de Casa de Bolsa S.A., Sociedad Comisionista

de Bolsa (en adelante “Casa de Bolsa”):

(i) Excedió el mandato conferido por parte de la cliente AAAA y

desconoció el deber de lealtad exigible a los sujetos de autorregulación

en el manejo de la cuenta de dicha cliente13.

(ii) Vulneró el deber especial de información, en tanto habría ocultado y

suministrado información inexacta, incompleta y poco clara a la cliente

AAAA. Dicha conducta también vulneró los deberes de claridad y

precisión que le eran exigibles14.

Los hechos que sirvieron de sustento para la formulación del cargo por exceso de

mandato, se sintetizan a continuación:

11 Folios 000212 al 000216 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 12 Folios 000217 al 000230 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

13 De acuerdo con el instructor, este cargo de fundamentó en que el investigado vulneró las siguientes

disposiciones normativas, vigentes para la época de los hechos investigados:

(i) Artículo 1266 del Código de Comercio: “LIMITES DEL MANDATO Y ACTUACIONES. El mandatario no

podrá exceder los límites de su encargo. Los actos cumplidos más allá de dichos límites sólo

obligarán al mandatario, salvo que el mandante los ratifique. El mandatario podrá separarse de las

instrucciones, cuando circunstancias desconocidas que no puedan serle comunicadas al

mandante, permitan suponer razonablemente que éste habría dado la aprobación”.

(ii) Artículo 36.1 del Reglamento de AMV. “Deberes generales en la actuación de los sujetos de

autorregulación (Artículo adicionado por el Boletín Normativo 09 de AMV del 6 de octubre de 2008,

aprobado mediante Resolución 1591 de la SFC y entra en vigencia el 7 de octubre de 2008). Los

sujetos de autorregulación deben proceder como expertos prudentes y diligentes, actuar con

transparencia, honestidad, lealtad, claridad, precisión, probidad comercial, seriedad,

cumplimiento, imparcialidad, idoneidad y profesionalismo, cumpliendo las obligaciones normativas

y contractuales inherentes a la actividad que desarrollan”.

(iii) Artículo 36.6 del Reglamento de AMV. “Cultura de cumplimiento y control interno (Artículo

adicionado por el Boletín Normativo 09 de AMV del 6 de octubre de 2008, aprobado mediante

Resolución 1591 de la SFC y entra en vigencia el 7 de octubre de 2008). Las personas naturales

vinculadas deben asegurar que las obligaciones impuestas por la normatividad aplicable a ellas y

a los miembros sean observadas. Los miembros deberán contar con los recursos humanos,

tecnológicos y de información necesarios para adelantar una gestión de control interno

adecuada, teniendo en cuenta la naturaleza de las actividades de intermediación que adelante”.

14 De acuerdo con el instructor, este cargo se fundamentó en que el investigado vulneró el artículo 1.5.3.2. de la

Resolución 400 de 1995, subrogado por el Decreto 1121 de 2008 (contenido en el artículo 7.3.1.1.2 del Decreto

2555 de 2010). Dicha norma establece lo siguiente: “Artículo 7.3.1.1.2 Deberes especiales de los intermediarios de

valores. Los intermediarios de valores deberán cumplir con los siguientes deberes especiales: 1. Deber de

información. Todo intermediario deberá adoptar políticas y procedimientos para que la información dirigida a

sus clientes o posibles clientes en operaciones de intermediación sea objetiva, oportuna, completa, imparcial y

clara. De manera previa a la realización de la primera operación, el intermediario deberá informar a su cliente

por lo menos lo siguiente: a) Su naturaleza jurídica y las características de las operaciones de intermediación que

se están contratando, y b) Las características generales de los valores, productos o instrumentos financieros

ofrecidos o promovidos; así como los riesgos inherentes a los mismos. Adicionalmente, los intermediarios en

desarrollo de cualquier operación de las previstas en los numerales 1º, 2º y 5º del artículo 7.1.1.1.2 del presente

decreto, deberán suministrar al cliente la tarifa de dichas operaciones de intermediación. (…)”.

3 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

1. El 21 de agosto de 2007, AAAA se vinculó como cliente a Casa de Bolsa y fue

calificada como “cliente inversionista”. A partir del 3 de enero de 2011, los

ordenantes autorizados de AAAA fueron BBBB y CCCC.

2. Entre el 17 de octubre de 2007 y el 14 de junio de 2010, DDDD y EEEE estuvieron

a cargo del manejo de la cuenta AAAA. Según AMV, el manejo que estos

funcionarios comerciales le dieron a su cuenta, “(…) a diferencia del que

habría realizado el investigado, era de tendencia conservadora”15.

3. Esteban Ramos Maya fue el funcionario de Casa de Bolsa que tuvo a su cargo

la cuenta de AAAA entre el 15 de junio de 2010 y el 29 de junio de 2011.

Además, estuvo laboralmente vinculado a la comisionista entre el 3 de julio de

2007 y el 27 de septiembre de 2011.

4. Con corte al 15 de junio de 2010, el portafolio de AAAA en Casa de Bolsa

estaba representado en $1.024.352.447,74, de los cuales $169.332.614,10

correspondían a un saldo a favor en su estado de cuenta, mientras que el

monto restante correspondía a un repo activo sobre 129.000.000 de acciones

de FFFF16.

5. AMV advirtió que durante el tiempo que el investigado fungió como comercial

a cargo de la cuenta de AAAA, Casa de Bolsa celebró, por cuenta de la

cliente, un total de 1203 operaciones sobre acciones, de las cuales el

investigado realizó 1179, discriminadas de la siguiente manera17:

Cuadro No. 118 Operaciones de Renta Variable 1.081

Operaciones Repo Activas 24

Operaciones Repo Pasivas 98

TOTAL 1203

6. El 3 de agosto de 2010, el investigado celebró por cuenta de la cliente las

operaciones de venta números 1111 y 2222, por 170.000 acciones de GGGG.

Dichas operaciones se celebraron con fundamento en la orden número 3333.

7. El 4 de agosto de 2010, en ejercicio de sus funciones de vigilancia y auditoría

interna, Casa de Bolsa se comunicó telefónicamente con AAAA para indagar

sobre la orden que aparentemente había impartido el día anterior. En dicha

conversación, la cliente manifestó no haberla impartido y además indicó no

tener "(…) acciones de GGGG, ni de ninguna clase".

8. A las 12:42 p.m. y a la 01:13 p.m. del 10 de agosto de 2010, el área de Riesgos

de Casa de Bolsa le envió al investigado dos requerimientos mediante los

cuales le solicitó explicaciones sobre la orden número 3333 y la consecuente

venta de 170.000 de acciones de GGGG a nombre de AAAA.

15 Folio 000002 de la Carpeta de Actuaciones Finales (Solicitud Formal de Explicaciones).

16 La Sala verificó que se trata de la operación repo activa número 4444 del 15 de junio de 2010, según puede

advertirse de los estados de cuenta por liquidación y cumplimiento de AAAA, los cuales fueron suministrados a

AMV a través del medio magnético al cual remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de pruebas.

17 AMV obtuvo la información sobre la celebración de estas operaciones a través de la herramienta de minería

de datos de la BVC. Importa precisar que en la SFE, AMV manifestó que en su investigación advirtió que durante

el tiempo que el investigado fungió como comercial encargado de la cuenta de AAAA, en realidad se

celebraron un total de 1203 operaciones a su nombre. No obstante, 24 de ellas no fueron celebradas por aquél

y, por tal motivo, no hicieron parte de las operaciones que se le reprocharon (véase el folio 00007 de la Carpeta

de Actuaciones Finales).

18 Los detalles sobre estas operaciones fueron sintetizados por parte de AMV en los cuadros 1 y 2 de la Solicitud

Formal de Explicaciones (véase los folios 00003 al 00006 de la Carpeta de Actuaciones Finales). Igualmente en el

Anexo 1, también de la SFE, el cual se encuentra en el medio magnético al que remite el Acta que figura en el

folio 00025 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

4 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

9. A las 5:09 p.m. del 10 de agosto de 2010, el investigado le envió un correo

electrónico a BBBB (ordenante de AAAA), en el cual le manifestó lo siguiente:

"[N]ecesito que imprimas este formato urgente y me los firme AAAA (donde

dice firma/ordenante), que sean unas 20 copias puesto que vos no sos

ordenante de ella y me está requiriendo auditoría y esto me acarrea

suspensión del mercado de valores” (sic).

10. Seguidamente, el 12 de agosto de 2010, BBBB le respondió el e-mail al

investigado con otro correo electrónico, al cual adjuntó el formato en

comento en blanco con la firma de AAAA.

11. Con corte al 29 de junio de 2011, el portafolio de AAAA estaba conformado

únicamente por 75.927.329 acciones de FFFF, valoradas en $1.032.611.674. No

obstante, en dicha fecha se encontraba pendiente de cumplir la operación

de regreso de un repo pasivo sobre 73.000.000 acciones de FFFF, cuya

recompra ascendía a $658.742.077,7819. AMV sostuvo que “[D]ado que la

cliente no contaba con los recursos suficientes para dar cumplimiento al repo

pasivo constituido sobre las 73.000.000 acciones de FFFF, el valor de la

recompra del repo tuvo que deducirse de la valoración total de las 75.927.329

acciones de FFFF, lo cual dio como resultado un portafolio final de la cliente

valorado en $373.869.597”20 (énfasis añadido). Manifestó el instructor que entre

la fecha en la cual el investigado empezó a manejar la cuenta de la cliente y

la fecha en la cual finalizó su gestión, el portafolio de AAAA se vio afectado en

un monto de $624.706.166.

12. El 9 de septiembre de 2011, AAAA presentó una queja ante AMV (por

conducto de BBBB), en la cual manifestó que durante el tiempo que el

investigado fungió como comercial a cargo de su cuenta, celebró múltiples

operaciones repo, de compra y venta, sin contar con su autorización o con la

de sus ordenantes. Con ocasión de la queja, el instructor revisó los correos

electrónicos y las conversaciones telefónicas del investigado que le fueron

suministradas por Casa de Bolsa, y advirtió que del total de 1179 operaciones

celebradas por cuenta de la cliente, tan solo 266 contaron con una

autorización válidamente impartida21. En relación con las 913 operaciones

restantes, AMV no encontró evidencia alguna de las órdenes que las

sustenten22.

13. El 21 de junio de 2012, Casa de Bolsa celebró un contrato de transacción con

AAAA en virtud del cual se comprometió a enajenar las acciones de FFFF que

ella tenía en su portafolio y a abonar a su cuenta la suma de $675.000.000. Por

lo tanto, vendió 75.927.329 acciones de dicha especie a través de la

operación número 5555 del 3 de septiembre de 2012, por valor de

$539.084.035,9023. Este monto se abonó a su cuenta, la cual tenía en aquél

19 Esta circunstancia encuentra sustento probatorio en el estado de cuenta de la cliente (véase el folio 000167 de

la Carpeta de Pruebas). Importa precisar que la fecha de cumplimiento de la operación de regreso de este repo

pasivo fue el 1 de julio de 2011.

20 Folio 000014 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

21 AMV precisó que las 266 operaciones respecto de las cuales identificó una orden válidamente impartida, se

encuentran relacionadas en el Anexo 2 de la SFE, junto con una indicación de cada una de las órdenes

(conversaciones) que las soportan. Este Anexo se encuentra en el medio magnético al que remite el Acta que

figura en el Folio 00025 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

22 De las 913 operaciones que se celebraron sin órdenes, 805 fueron de compra y venta de acciones, mientras

que 108 fueron repos sobre acciones. Los detalles de estas operaciones fueron sintetizados por parte de AMV en

la SFE, puntualmente en los cuadros 3 y 4 (véase los folios 00008 al 00013 de la Carpeta de Actuaciones Finales).

23 Prueba de la celebración de esta operación, figura en el extracto de cuenta de la cliente en el folio 000029 de

la Carpeta de Pruebas.

5 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

momento un saldo a cargo por $656.980.040,90, quedando con uno de

$117.896.005, el cual fue cubierto por la sociedad comisionista mediante

recibo de caja 6666 del 11 de septiembre de 201224. Finalmente, Casa de

Bolsa giró un cheque a favor de AAAA por $675.000.000,oo (cheque No.

7777)25.

14. El 21 de diciembre de 2012, el investigado y Casa de Bolsa suscribieron un

acuerdo de transacción en virtud del cual el señor Ramos co-participó en la

indemnización que Casa de Bolsa hizo de los perjuicios ocasionados a AAAA.

Para el efecto, el investigado le pagó a la firma $250.000.000, con el propósito

de apoyarla en dicha magnitud con una parte de los recursos necesarios para

la mencionada reparación.

15. El 9 de enero de 2013, el investigado respondió la SFE. En dicha ocasión, solicitó

el decreto de una serie de pruebas que, después de practicadas, conllevaron

a que AMV, a través del pliego de cargos, reformulara parcialmente los

hechos por los cuales consideró que el investigado infringió las normas

inicialmente señaladas.

En síntesis, el instructor excluyó aquellas operaciones cuya celebración ocurrió

antes del 30 de noviembre de 2010, puesto que, en su criterio, existen

suficientes elementos de juicio para concluir que antes de dicha fecha, Casa

de Bolsa tuvo problemas técnicos en su sistema de grabación de

conversaciones telefónicas. Estos inconvenientes, a su juicio, hicieron

necesaria la aplicación del principio in dubio pro reo, en virtud del cual, antes

de la fecha mencionada, debía dársele al investigado el beneficio de la duda

frente a la posible existencia de órdenes que pudieron haberse impartido y

que sin embargo, no fueron grabadas por la firma comisionista.

Importa precisar que AMV no aplicó este principio frente a aquellas

operaciones que a pesar de haberse celebrado antes del 30 de noviembre de

2010, fueron ratificadas por la cliente. Tampoco lo utilizó frente a las de reporto

(activas o pasivas) celebradas antes de la misma fecha, pues el investigado

“(…) ni siquiera contaba con el formato de autorización general para la

realización de este tipo de operaciones, situación que deja en evidencia que

la cliente no había autorizado siquiera de manera general la celebración de

este tipo de operaciones para el periodo objeto de investigación”26.

En consecuencia, AMV relacionó nuevamente las operaciones reprochadas27,

excluyendo aquellas respecto de las cuales aplicó el principio “in dubio pro

reo”. Como producto de dicha exclusión, “(…) el número de operaciones

objeto de reproche en la presente investigación se reduce a 605 operaciones

(497 operaciones de compra y venta definitiva, y 108 operaciones de

reporto)”28.

16. Finalmente, mediante comunicación del 11 de abril de 2013 (suscrita tanto por

AAAA como por BBBB), la cliente desistió de la queja interpuesta ante AMV,

por cuenta de la reparación que Casa de Bolsa hizo de sus perjuicios. También

solicitó el archivo de la investigación respectiva29.

24 Prueba de este recibo de caja figura también en el extracto de cuenta de la cliente en el folio 000029 de la

Carpeta de Pruebas.

25 Folios 000072 a 00074 de la Carpeta de Pruebas. El Acta de entrega del cheque se suscribió el 6 de julio de

2012.

26 Folio 0000155 de la Carpeta de Actuaciones Finales (Pliego de Cargos). 27 Véase los folios 0000156 a 0000167 de la Carpeta de Actuaciones Finales (Pliego de Cargos). 28 Folio 0000167 de la Carpeta de Actuaciones Finales (Pliego de Cargos). 29 Folio 000069 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

6 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

De otro lado, el cargo por vulnerar los deberes especiales de información,

claridad y precisión, fue fundamentado por parte de AMV en nueve (9)

conversaciones telefónicas sostenidas entre el investigado y su cliente, en las

cuales el señor Ramos Maya, en algunos casos, le habría suministrado información

de forma inexacta o sin claridad, mientras que en otros, habría omitido informarle

aspectos de gran importancia sobre cada operación celebrada. Más adelante la

Sala se ocupará de analizar al detalle cada una de las conversaciones en

comento.

III. SÍNTESIS DE LOS ARGUMENTOS DE DEFENSA DEL INVESTIGADO

Encontrándose dentro del término legal, el investigado presentó las explicaciones

solicitadas y respondió el pliego de cargos. Los argumentos de su defensa fueron,

en síntesis, los siguientes:

1. Sostuvo que la Sala debe tener en cuenta las siguientes circunstancias de

atenuación al momento de evaluar su obrar: (i) no tiene antecedentes

disciplinarios ante AMV; (ii) “co-participó” con Casa de Bolsa en la transacción

(con fines de indemnización) con la cliente; (iii) no se evidenció la obtención

de algún provecho indebido para él o para algún tercero; (iv) “colaboró” con

AMV para esclarecer los hechos objeto de investigación; (v) Casa de Bolsa

nunca lo desvinculó por cuenta de los hechos acá reprochadas. Su

desvinculación de la compañía fue voluntaria.

2. Manifestó que cuando le trasladaron la cuenta de la cliente, no le informaron

que ella no había autorizado la celebración de operaciones repo. Agregó que

en la firma había un gran desorden administrativo y se perdieron múltiples

órdenes escritas, especialmente cuando se enviaron desde Medellín a Bogotá.

3. Indicó que él tenía un “modus operandi” con su cliente (producto de un pacto

informal), de acuerdo con el cual le comunicaba de forma posterior cada

operación que iba celebrando.

4. Según su criterio, el hecho de haber enviado posteriormente las órdenes en

blanco para que fueran firmadas por la cliente, no vulnera la Ley, pues ella

tenía pleno conocimiento de lo que firmaba.

5. Sostuvo que consideraba injusto que se calcule el monto del perjuicio

ocasionado a la cliente, incluyendo las operaciones para las cuales AMV

comprobó que sí había una orden previa en un medio verificable.

6. Alegó que hubo un periodo durante el cual Casa de Bolsa tuvo problemas

internos con las grabaciones telefónicas. Argumentó que esta fue la causa por

la cual no fue posible identificar las órdenes impartidas para las operaciones

que se celebraron durante dicho periodo.

7. Manifestó que dentro del grupo de grabaciones telefónicas que sustentan

probatoriamente los cargos formulados, hay varias con fragmentos inaudibles.

Por lo tanto, argumentó que debe aplicarse en su favor el principio in dubio

pro reo.

8. Alegó que de conformidad con lo dispuesto en los artículos 126630 y 127031 del

Código de Comercio, él podía separarse de las instrucciones de su cliente

30 “ARTÍCULO 1266. LIMITES DEL MANDATO Y ACTUACIONES. El mandatario no podrá exceder los límites de su

encargo. Los actos cumplidos más allá de dichos límites sólo obligarán al mandatario, salvo que el mandante los

7 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

cuando advirtiera razonadamente que esta habría dado su aprobación y,

además, que como AAAA no respondió a su comunicación en un término

prudencial, su silencio equivale a la aprobación de las operaciones

reprochadas, aunque él se hubiera separado de sus instrucciones o excedido

el límite de sus facultades.

9. Cuestionó que AMV aplicara en su favor el principio in dubio pro reo para

excluir de las operaciones reprochadas aquellas respecto de las cuales no

existe prueba que acredite su ratificación, pero que no lo aplique para excluir

aquellas en las cuales sí existe tal prueba.

10. Indicó que resulta incomprensible que AMV le endilgue responsabilidad por la

pérdida de las órdenes escritas, “(…) cuando para todos era de conocimiento

que el back-office era el encargado internamente de hacer el respectivo

seguimiento, no solo de las órdenes, sino de las aperturas, y todo tipo de

documentación enviada a Bogotá para guardar en el archivo”. Al respecto,

indicó que no puede ser posible que las fallas en los medios de trazabilidad de

las órdenes en Casa de Bolsa, le sean achacables a él.

11. Finalmente, se pronunció frente a cada una de las nueve (9) grabaciones

telefónicas en las cuales se sustentó el cargo por vulnerar los deberes

especiales de información, claridad y precisión. La Sala, se insiste, se ocupará

más adelante de abordar al detalle el análisis de cada una de las

conversaciones en comento, así como de la defensa del investigado frente a

las mismas.

IV. CONSIDERACIONES DE LA SALA

1. Competencia

Por mandato del artículo 25 de la Ley 964 de 2005 “(…) quienes realicen

actividades de intermediación están obligados a autorregularse”, a lo cual añade

el artículo 24 de esa misma normatividad que el ámbito de la autorregulación

comprende, entre otros aspectos, el ejercicio de la función disciplinaria.

En armonía con lo anterior, los artículos 11 y 54 del Reglamento de AMV

contemplan que la aludida función se ejerce con el fin de determinar la posible

responsabilidad de los “sujetos de autorregulación”, ante el incumplimiento de la

“normatividad aplicable”, para proceder, si es del caso, a imponer las sanciones

de que trata el artículo 81 (también del Reglamento de AMV), si es que hay lugar

a ello.

Precisamente, los artículos 11.4.1.1.2 del Decreto 2555 de 2010 y 1º del

Reglamento de AMV, delimitan el alcance del concepto “sujetos de

autorregulación”, para precisar que son los miembros, los asociados

autorregulados voluntariamente y sus “personas naturales vinculadas” (PNV),

mientras que según la definición contenida en el artículo 1º (también del

Reglamento de AMV), la “normatividad aplicable” hace referencia a las normas

del mercado de valores, los reglamentos de autorregulación y las reglas emitidas

por los administradores de mercados.

ratifique. El mandatario podrá separarse de las instrucciones, cuando circunstancias desconocidas que no

puedan serle comunicadas al mandante, permitan suponer razonablemente que éste habría dado la

aprobación”.

31 “ARTÍCULO 1270. SILENCIO DEL MANDANTE EQUIVALENTE A APROBACIÓN. Si el mandante no respondiere a la

comunicación del mandatario en un término prudencial, su silencio equivaldrá a aprobación, aunque el

mandatario se haya separado de sus instrucciones o excedido el límite de sus facultades”.

8 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Resulta preciso advertir que el señor Esteban Ramos Maya tiene el carácter de

sujeto disciplinable por haberse desempeñado como persona natural vinculada a

una sociedad intermediaria del mercado de valores (Casa de Bolsa), entre el 15

de junio de 2010 y el 29 de junio de 2011, período dentro del cual tuvieron lugar

las actuaciones investigadas. Además, las normas acusadas como violadas en el

pliego de cargos hacen parte de la “normatividad aplicable”, cuyo

desconocimiento es susceptible de ser sancionado por el autorregulador.

No obstante, resulta necesario evaluar la competencia de esta Sala para

pronunciarse de fondo frente a los planteamientos de las partes, habida cuenta

de la petición del investigado para que este Tribunal declare la caducidad de la

acción disciplinaria.

En efecto, el inculpado sostuvo que transcurrió más de un (1) año desde la fecha

en la cual se venció el término con el cual contaba para responder la Solicitud

Formal de Explicaciones32, y la fecha en la cual se le formularon los cargos33. En su

criterio, ello implica que caducó la acción disciplinaria, pues al tenor de lo

dispuesto en el tercer inciso del artículo 65 del Reglamento de AMV, “[E]n todo

caso no podrá formularse pliego de cargos después de transcurrido un año

contado a partir del día hábil siguiente a aquél en que se venza el término que

tenga el investigado para rendir explicaciones”.

La Sala observa que desde el día hábil siguiente al 11 de enero de 2013 (cuando

venció el término para responder la SFE), y el 15 de abril de 2014 (cuando AMV

formuló el pliego de cargos), en efecto, transcurrieron en total un (1) año y

sesenta y siete (67) días. Por lo tanto, resulta imperativo el análisis de estas

circunstancias, a fin de definir la competencia de este Tribunal para asumir el

conocimiento de fondo de esta actuación.

Sobre el particular, importa señalar que a pesar de que transcurrió más de un año

desde que se venció el término para rendir explicaciones y la formulación del

pliego de cargos, el tercer inciso del artículo 65 del Reglamento de AMV debe

interpretarse de forma armónica y sistemática junto con lo dispuesto en el resto de

las disposiciones normativas contenidas en dicho Reglamento. En dicho orden de

ideas, no puede esta Sala pasar por alto que el Reglamento de AMV contiene

varias disposiciones normativas que suspenden el término del que trata el tercer

inciso del artículo 65.

En efecto, el artículo 62 de dicho Reglamento, establece que “(…) [P]ara la

práctica de pruebas se contará con un período máximo de veinte (20) días

hábiles contados a partir del momento en que se decreten. El vencimiento de

este término no afectará la validez de las pruebas practicadas y recaudadas por

fuera del mismo. Los demás términos del proceso disciplinario se suspenderán

durante el período mencionado en el inciso anterior” (énfasis añadido). Entiende

esta Sala que dentro de los “demás términos” de los que trata el último inciso de

la norma recién transcrita, está comprendido, entre otros, el periodo del que trata

el tercer inciso del artículo 65 del Reglamento de AMV, que es aquél respecto del

cual versa el análisis que nos ocupa. Ello implica que dentro del periodo máximo

de un año con el que contó AMV para formular los cargos desde que se venció el

término del investigado para responder la SFE, no es dable computar los días

durante los cuales permaneció suspendido el proceso disciplinario por cuenta del

periodo probatorio.

32 La última fecha en la cual el investigado podía presentar las explicaciones formuladas, fue el 11 de enero de

2013.

33 La fecha en la cual se formularon los cargos, fue el 15 de abril de 2014.

9 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

En este orden de ideas, observa la Sala que desde que se venció el plazo para

rendir explicaciones (11 de enero de 2013) hasta que se imputaron los cargos (15

de abril de 2014), AMV destinó un tiempo de 29 días para practicar numerosas

pruebas solicitadas por el investigado34. Ello implicaría, en teoría, que del tiempo

que efectivamente transcurrió entre ambas fechas, deberían descontarse los 29

días que tardó el periodo probatorio.

Sin embargo, el artículo 62 mencionado prescribe con exactitud que el término

que nos ocupa puede suspenderse, por cuenta del periodo probatorio, durante

un tiempo máximo de 20 días. Por lo tanto, en aras de proteger el debido proceso

del investigado, la Sala empleará una interpretación restrictiva de esta norma, de

modo que al contabilizar el tiempo que transcurrió entre el vencimiento del

término para responder la SFE y la formulación de cargos, no descontará los 29

días que en realidad tardó el periodo probatorio, sino únicamente los 20 días de

los que trata el artículo 62, pues la norma es clara al fijar un tiempo máximo de

suspensión del proceso disciplinario.

De otro lado, importa destacar que el artículo 71 del mismo Reglamento señala

que “[E]l proceso se suspenderá a partir del momento en que el investigado

manifieste expresamente y por escrito, su interés en acogerse a la terminación

anticipada del proceso y hasta que sea aprobado o negado por el Tribunal

Disciplinario y se notifique esta decisión al Presidente de AMV y al investigado, en

el evento en que dicha aprobación sea necesaria, o hasta que el Presidente de

AMV o el Director de Asuntos Legales y Disciplinarios manifiesten por escrito que

no consideran posible llegar a un acuerdo” (énfasis añadido). Ello implica,

igualmente, que al período de un año del que trata el tercer inciso del artículo 65

del Reglamento de AMV, no procede computar los días durante los cuales

permaneció suspendido el proceso disciplinario por cuenta del tiempo de

negociación y evaluación del Acuerdo de Terminación Anticipada.

Observa la Sala que AMV destinó un tiempo para darle trámite a todas las

actividades procedimentales inherentes a la negociación y evaluación del ATA,

solicitado por el inculpado35. En efecto, desde que el apoderado del investigado

manifestó expresamente y por escrito su voluntad de acogerse a un ATA (16 de

mayo de 2013) hasta que se notificó a las partes sobre su denegación por parte

del Tribunal (26 de noviembre de 2013), transcurrieron 130 días, tiempo o lapso en

que, al tenor del artículo 71 mencionado, el proceso disciplinario estuvo

suspendido y, por lo tanto, esos días deben descontarse del ya referido conteo de

caducidad.

Nota entonces la Sala que el presente proceso disciplinario estuvo suspendido en

dos (2) ocasiones. La primera, durante veinte (20) días, por cuenta del periodo

probatorio del que trata el artículo 62 del Reglamento de AMV. La segunda,

durante ciento treinta (130) días, por cuenta del periodo de negociación y

evaluación del ATA del que trata el artículo 71 del mismo cuerpo normativo. En

total, el proceso duró suspendido ciento cincuenta (150) días. Este fenómeno, el

de la suspensión del proceso disciplinario, implica que al contabilizar el término

del que trata el tercer inciso del artículo 65, no pueden computarse los 150 días

mencionados.

34 Mediante comunicación del 11 de marzo de 2013, AMV decretó la práctica de múltiples pruebas, con el

propósito de aclarar los hechos objeto de investigación (folios 000058 al 000059 de la Carpeta de Actuaciones

Finales). Por lo tanto, esta fue la fecha en la cual inició la etapa probatoria. A su vez, dicha etapa culminó el 24

de abril de 2013, fecha en la cual se allegó la última información solicitada, de conformidad con el decreto de

pruebas realizado (véase los folios 000590 a 000594 de la Carpeta de Pruebas).

35 Por conducto de su apoderado, el investigado solicitó la negociación de un ATA mediante comunicación

radicada ante AMV el 16 de mayo de 2013, la cual figura en el folio 000087 de la Carpeta de Actuaciones

Finales. El 17 de junio de 2013, AMV radicó ante la Secretaría del Tribunal Disciplinario el ATA negociado para su

respectiva evaluación (véase el Folio 000088 de la Carpeta de Actuaciones Finales). El mismo fue negado por

parte de la Sala de Decisión “3”, mediante comunicación del 26 de noviembre de 2013 (véase los folios 000092 al

000093 de la Carpeta de Actuaciones Finales).

10 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Por lo tanto, la Sala procederá a contabilizar el tiempo que transcurrió entre el 11

de enero de 2013 (cuando venció el término para responder la SFE), y el 15 de

abril de 2014 (cuando AMV formuló el pliego de cargos), pero sin tener en

consideración los ciento cincuenta (150) días durante los cuales permaneció

suspendido el proceso disciplinario. Para el efecto se empleará una metodología

en la cual se distinguirán dos tipos de periodos: (i) aquellos cuyos días deben

computarse por no suspender el proceso disciplinario; y (ii) aquellos cuyos días no

son computables, por cuenta del fenómeno de la suspensión:

(i) Entre el 11 de enero de 201336 y el 11 de marzo de 201337, transcurrieron en

total 41 días hábiles computables (0,1680 años).

(ii) Entre el 11 de marzo de 2013 y el 24 de abril de 201338, transcurrieron 29 días

hábiles. Como ya se mencionó, una interpretación restrictiva del artículo 62

del Reglamento de AMV, conduce a la Sala a tener en cuenta únicamente

20 días hábiles (0,0819 años). Estos no son computables, pues suspendieron

el proceso disciplinario.

(iii) Entre el 24 de abril de 2013 y el 16 de mayo de 201339, transcurrieron 14 días

hábiles computables (0,0573 años).

(iv) Entre el 16 de mayo de 2013 y el 26 de noviembre de 201340, transcurrieron

130 días hábiles (0,5327 años), los cuales no son computables porque

durante este periodo estuvo suspendido el proceso disciplinario por cuenta

de la negociación y la evaluación del ATA, de acuerdo con lo dispuesto en

el artículo 71 del Reglamento de AMV.

(v) Entre el 26 de noviembre de 2013 y el 15 de abril de 201441, transcurrieron en

total 96 días hábiles computables (0,3934 años).

Al descontar los 150 días no computables, en realidad transcurrieron, en total, 151

días hábiles (o lo que es lo mismo, 0,6188 años) desde que venció el término para

responder la SFE y la formulación de cargos. Este tiempo es menor al año del que

trata el artículo 65 Reglamento de AMV y, por lo tanto, es dable concluir que los

cargos se imputaron oportunamente, sin que haya caducado la acción

disciplinaria. En consecuencia, la Sala cuenta con la competencia suficiente para

pronunciarse frente a los argumentos sustanciales de las partes.

Hecha esta claridad, con la cual se resuelve el escrito de excepción de

caducidad interpuesto por el apoderado del investigado, se ocupa la Sala,

concretamente, del estudio y análisis de los planteamientos de fondo.

2. Pronunciamiento de fondo frente a los planteamientos de las partes

La Sala se pronunciará, en primer lugar, frente a los distintos argumentos de las

partes en relación con el cargo por exceso de mandato. En segundo lugar,

analizará y expondrá sus consideraciones en relación con el cargo por

36 Esta fue la fecha en la cual se venció el término para responder la SFE. 37 Esta fue la fecha en la cual AMV decretó la práctica de múltiples pruebas solicitadas por el inculpado (folios

000058 al 000059 de la Carpeta de Actuaciones Finales). 38 Esta fue la fecha en la cual se allegó la última información solicitada de conformidad con el decreto de

pruebas realizado (folios 000590 a 000594 de la Carpeta de Pruebas). 39 Esta fue la fecha en la cual el investigado solicitó la negociación de un ATA (folio 000088 de la Carpeta de

Actuaciones Finales). 40 Esta fue la fecha en la cual la Sala de Decisión “3” notificó a las partes la decisión de denegar la aprobación

del ATA (folios 000092 al 000093 de la Carpeta de Actuaciones Finales). 41 Esta fue la fecha en la cual AMV formuló el pliego de cargos.

11 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

incumplimiento a los deberes especiales de información, claridad y precisión.

Seguidamente, formulará algunas consideraciones en relación con el

incumplimiento al deber de lealtad. Finalmente, presentará sus conclusiones.

2.1. Pronunciamiento de fondo frente a los planteamientos de las partes en

relación con el cargo por exceso de mandato

Este Tribunal ya ha abordado, en numerables ocasiones y desde lo conceptual, la

conducta de exceso de mandato. Sobre el particular, ha indicado que dicha

infracción “(…) se presenta cuando el intermediario de valores, o la persona

natural a él vinculada, realiza operaciones sin el conocimiento y consentimiento

previo de los clientes para los cuales se ejecutan dichas operaciones”42. Además,

este tipo de infracciones afecta gravemente la confianza43 en el mercado

público de valores “(…) pues los clientes suponen que el mandato conferido se

ejecutará según sus instrucciones y no de manera discrecional por parte del

comisionista, o de personas ajenas a la relación”44.

Importa destacar que dentro de las facultades otorgadas en el marco de un

contrato de comisión, como el que suscribieron AAAA y Casa de Bolsa, el

mandatario no puede discrecionalmente decidir la realización de operaciones

por cuenta de su cliente, ya que esta potestad y libertad sólo se permite, mutatis

mutandis, para el servicio de administración de portafolios de terceros (que es

otra modalidad de mandato, no la convenida en esta situación en particular). En

este contrato, el de comisión, siempre será menester, entonces, que el cliente

decida previamente y a través de medios verificables, la realización de las

operaciones respectivas y que, para su efectiva ejecución, imparta una orden a

la sociedad comisionista de bolsa45.

Un razonamiento diferente podría conducir a la arbitrariedad y al manejo

caprichoso de los recursos del público por parte de quienes, como las sociedades

comisionistas de bolsa y sus funcionarios, tienen la obligación de proteger los

activos de los inversionistas y de conducir en todo caso sus negocios en el mejor

interés de la integridad del mercado y de las personas que participan en él, en

particular de los clientes de conformidad con las normas que regulan el mercado.

La incursión en este tipo de conductas, por su parte, evidencia un proceder

abiertamente inconsecuente con las obligaciones de un profesional de la

intermediación de valores en el manejo de bienes de terceros46.

En el caso que nos ocupa, resulta necesario evaluar los elementos de juicio que

obran dentro de esta actuación para definir si, en efecto, el investigado excedió

el mandato conferido por parte de su cliente o, si por el contrario, no existe mérito

jurídico suficiente para considerarlo responsable por el cargo formulado.

42 Tribunal Disciplinario de AMV; Sala de Revisión; Resolución No. 1 del 21 de febrero de 2011; Investigación

Disciplinaria No. 01-2010-140; Página 8.

43 Sobre la relevancia de la “confianza” como bien jurídicamente tutelado en el marco de los contratos de

comisión y de mandato para la administración de valores, la Sala de Revisión ha dicho lo siguiente: “[E]se valor

de la confianza se moldea lenta y laboriosamente hasta constituirse en un activo social intangible de la mayor

importancia para las relaciones comerciales, al punto de que, una vez afectado, no es susceptible de reposición

porque no se halla en el mercado. De ahí la importancia de conservarlo incólume” (énfasis añadido). (Tribunal

Disciplinario de AMV; Sala de Revisión; Resolución No. 27 del 27 de diciembre de 2013; Investigación Disciplinaria

No. 01-2012-271; Páginas 5 y 10).

44 Tribunal Disciplinario de AMV; Sala de Revisión; Resolución No. 1 del 21 de febrero de 2011; Investigación

Disciplinaria No. 01-2010-140; Página 8.

45 Artículo 51.6 del Reglamento de AMV.

46 Véase: Tribunal Disciplinario de AMV; Sala de Decisión No. 1; Resolución No. 6 del 13 de agosto de 2012;

Investigación Disciplinaria No. 01-2011-207; Páginas 8 y 9.

12 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Sobre este particular, importa mencionar que para esta Sala está plenamente

acreditado que entre el 15 de junio de 2010 y el 29 de junio de 201147, el

encartado celebró, por cuenta de AAAA 48, 605 operaciones bursátiles, de las

cuales 497 fueron de compra y venta definitiva, mientras que 108 de ellas fueron

de reporto49. Adicionalmente, para esta Sala resulta evidente que las

mencionadas operaciones fueron realizadas de forma inconsulta y sin contar con

una orden u autorización impartida válidamente por parte de su cliente o de sus

ordenantes50, esto es, que cumpla con las exigencias de ser previa, expresa y que

obre en medio verificable.

En efecto, la cliente desmintió la supuesta existencia de las órdenes que alega el

inculpado, como se desprende de la queja que interpuso ante AMV el 9 de

septiembre de 201151. Con esta noticia, acusó al ahora investigado de haber

celebrado múltiples operaciones sin contar con autorización. La Sala no puede

pasar por alto que la queja estuvo motivada en que la cliente advirtió que las

pérdidas en su portafolio se debían a la celebración de operaciones para las

cuales nunca impartió ninguna instrucción.

Por otro lado, cabe mencionar que mediante comunicación del 29 de

septiembre de 2011, el instructor le solicitó a Casa de Bolsa los soportes de las

órdenes de todas las operaciones que el investigado celebró por cuenta de

AAAA en el periodo mencionado52. La compañía respondió el requerimiento

mediante comunicación del 20 de octubre de 201153, a la cual adjuntó, en total,

67 grabaciones telefónicas, las cuales, tras ser revisadas por esta Sala, no

47 Entre estas fechas el investigado tuvo a cargo el manejo de la cuenta de AAAA. La Sala advirtió que los

siguientes son los elementos de juicio que lo acreditan: (i) en primer lugar, la comunicación del 19 de diciembre

de 2011 de Casa de Bolsa (suscrita por HHHH, su Representante Legal), remitida a IIII (funcionaria de la Dirección

Legal para Intermediación de la Superintendencia Financiera de Colombia). En dicha comunicación, Casa de

Bolsa señaló que “[D]e acuerdo con la información contenida en el aplicativo O y D, a partir del 15 de junio de

2010 el señor Esteban Ramos, como promotor de negocios, estuvo encargado del desarrollo del objeto del

contrato de comisión suscrito con AAAA” (folio 000273 de la Carpeta de Pruebas); y (ii) El correo electrónico

enviado por JJJJ (Vicepresidente Comercial de Casa de Bolsa), al señor BBBB (sobrino y ordenante de AAAA), el 29 de junio de 2011 a las 5:46 p.m. identificado con asunto "RE: OPERACIONES AAAA ", mediante el cual le

manifestó a BBBB que: "[E]n razón a sus (sic) solicitud respecto del comercial a cargo le informo fue (sic) a partir

de la fecha el encargado de la cuenta de AAAA será la señora KKKK, la cual está a su disposición (…)" (ver folio

000435 de la Carpeta de Pruebas). Finalmente, importa precisar que la Sala corroboró que el investigado estuvo

laboralmente vinculado a la comisionista entre el 3 de julio de 2007 y el 27 de septiembre de 2011, según se

advierte de la certificación laboral expedida por Casa de Bolsa con fecha 7 de octubre de 2011, en la cual se

acredita que el último cargo que el investigado desempeñó en la sociedad comisionista fue Gerente Comercial.

Este certificado laboral obra en los folios 000350 y 000351 de la Carpeta de Pruebas. En el folio 000049 de la

Carpeta de Actuaciones Finales, figura la carta de renuncia del investigado a Casa de Bolsa, a partir del 27 de

septiembre de 2011.

48 La Sala advirtió que AAAA se vinculó como cliente a Casa de Bolsa el 21 de agosto de 2007, según puede

verificarse en la apertura de cuenta de la cliente, la cual obra entre los folios 000312 y 000316 de la Carpeta de

Pruebas.

49 AMV obtuvo la información sobre la celebración de estas operaciones a través de la herramienta de minería

de datos de la BVC. Además, la Sala advirtió que encuentran soporte probatorio dentro del expediente en: (i) los

cuadros 1 y 2 de la Solicitud Formal de Explicaciones (véase los folios 00003 al 00006 de la Carpeta de

Actuaciones Finales); (ii) en el Anexo 1, también de la SFE, el cual se encuentra en el medio magnético al que

remite el Acta que figura en el folio 00025 de la Carpeta de Actuaciones Finales; y (iii) en los estados de cuenta

por liquidación y cumplimiento de AAAA, los cuales fueron suministrados a AMV a través del medio magnético al

cual remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas.

50 La Sala advirtió que a partir del 3 de enero de 2011, los ordenantes autorizados de AAAA fueron BBBB y CCCC.

Ello encuentra soporte en los formatos únicos de actualización de datos del 3 de enero de 2011, los cuales se

encuentran en los folios 000339 a 000342 y 000346 de la Carpeta de Pruebas.

51 La Sala advirtió que la queja fue interpuesta ante AMV mediante un correo electrónico que provino de la

cuenta “LL@LL”, y que se identificó con el asunto "FW: Investigación Entes de Control". A este mensaje se adjuntó

la queja suscrita por BBBB, quien fungió como ordenante de AAAA, como se mencionó anteriormente (ver folios

000526 a 000528 de la Carpeta de Pruebas).

52 Véase los folios 000517 a 000519 de la Carpeta de Pruebas.

53 Véase los folios 000303 y 000304 de la Carpeta de Pruebas.

13 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

contienen las órdenes para las 605 operaciones reprochadas54. Nota la Sala que

este ejercicio de verificación fue validado por el instructor en su momento, quien

sostuvo, tras analizar las mencionadas grabaciones, que “(…) no se encontró

evidencia alguna acerca de la existencia de órdenes impartidas por la cliente

para la realización de las mencionadas operaciones”55.

La Sala también tuvo la oportunidad de revisar los e-mails del señor Ramos en

Casa de Bolsa56, con el propósito de identificar si las órdenes de soporte para las

605 operaciones cuestionadas, existieron o no. Sin embargo, no encontró rastro

de aquellas, ni por parte de la cliente, ni de sus ordenantes.

Resulta importante hacer énfasis en que Casa de Bolsa remitió a AMV una

comunicación del 23 de abril de 2013 (con radicado CDBDJ-0079-13), en la cual

le informó al instructor que “(…) de conformidad con la auditoría interna realizada

por parte de MMMM - Director de Auditoria, No hubo pérdida de medios

verificables escritos y físicos de AAAA”57. A esta comunicación anexó un

certificado suscrito por NNNN (Representante Legal de Casa de Bolsa), mediante

el cual acreditó que “[D]urante el periodo comprendido entre el 15 de junio de

2010 y el 29 de junio de 2011, No se presentaron pérdidas de medios verificables

escritos contentivos de órdenes impartidas por AAAA”58.

Adicional a lo acabado de señalar, cabe destacar que a pesar de que el

investigado contó con un periodo procedimental para aportar elementos de

juicio que acreditaran la impartición de órdenes por parte de su cliente o de sus

ordenantes, lo cierto es que no lo hizo.

Así, pues, la existencia de las órdenes, en los términos que exige la normatividad,

fue: i) desconocida por la cliente, ii) resistida como hipótesis a través del proceso

de verificación documentado en la firma comisionista, y iii) no respaldada por el

inculpado con ningún tipo de prueba a lo largo del debate. En esas

circunstancias, luce innecesaria y redundante una actividad adicional para

recabar elementos de juicio, sobre órdenes genéricas y amplias que no tienen

cabida, ni son justificativas de la conducta del encartado.

Vale la pena subrayar que además de los elementos de juicio recién expuestos, la

Sala también valora otros tantos que conducen a la hipótesis de acuerdo con la

cual, las 605 operaciones cuestionadas se celebraron sin que las mismas hubieran

sido producto de una instrucción impartida válidamente por la cliente

inversionista, AAAA o por sus ordenantes autorizados. Valgan, para el efecto, las

siguientes reflexiones:

(i) El investigado adquirió y vendió acciones de GGGG a nombre de su cliente,

sin que ella se enterara. En efecto, el 4 de agosto de 2010, el área de riesgos

de Casa de Bolsa advirtió que AAAA no sabía que tenía 170 mil acciones de

GGGG en su portafolio, ni que el investigado las vendió el 3 de agosto de

201059. Estas circunstancias fácticas, plenamente acreditadas dentro de esta

54 Importa precisar que estas grabaciones contienen órdenes válidamente impartidas para 266 operaciones

celebradas dentro del periodo investigado. No obstante, estas 266 operaciones no hacen parte del grupo de las

605 operaciones cuya celebración resultó reprochada por parte del instructor.

55 Folio 000007 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

56 Estos correos electrónicos fueron suministrados a AMV por parte de Casa de Bolsa a través de la comunicación

del 20 de octubre de 2011, la cual obra dentro de los folios 000303 y 000304 de la Carpeta de Actuaciones

Finales. Dentro del expediente se encuentran en el medio magnético al que remite el Acta que figura en el folio

00004 de la Carpeta de Pruebas. 57 Véase los folios 000592 y 000593 de la Carpeta de pruebas. 58 Véase el folio 000594 de la Carpeta de Pruebas.

59 La Sala corroboró que el 3 de agosto de 2010, el investigado celebró por cuenta de la cliente las operaciones

de venta números 1111 y 2222, por 170.000 acciones de GGGG. Dichas operaciones se celebraron con

fundamento en la orden número 3333, la cual fue registrada en el LEO del mes de agosto de 2010 de Casa de

14 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

actuación, demuestran que el investigado adelantaba gestiones de

intermediación de valores a nombre de su cliente, sin contar con su

autorización.

(ii) Después de ser requerido por el Área de Riesgos de Casa de Bolsa, el señor

Ramos exhortó a su cliente para que le suministrara los formatos para

impartición de órdenes firmados y en blanco. En efecto, la Sala advirtió que

el investigado le solicitó a BBBB (ordenante de la cliente), que le remitiera el

formato de impartición de órdenes de Casa de Bolsa, tanto en blanco,

como con la firma de AAAA. Aprecia la Sala que esta solicitud fue

formulada el 10 de agosto de 2010, a las 5:09 p.m., justo después de que el

inculpado recibiera, ese mismo día y por parte del área de riesgos de la

firma, dos requerimientos (a las 12:42 p.m. y a la 01:13 p.m.60) mediante los

cuales le solicitaron explicaciones por la venta de las 170 mil acciones de

GGGG de su cliente. Para la Sala resulta evidente que, con esta solicitud, el

investigado buscó habilitarse un soporte que lo blindara frente a posibles

sanciones por un eventual exceso de mandato. Tal apreciación se acentúa

si se tiene en consideración que el señor Ramos justificó su requerimiento

ante BBBB, argumentado que esta situación le podía acarrear, en sus propias

palabras, “(…) suspensión del mercado de valores”.

Nótese que el mencionado correo electrónico con la solicitud de suscripción

del formato de impartición de órdenes en blanco, hacen claridad en el

sentido de que la disposición de recursos por parte del investigado no se

sustentó en una instrucción previa y expresa que su cliente le impartiera a él

para la realización de una determinada inversión, como corresponde en el

marco de un contrato de comisión de valores. La ratificación buscada se

originó, como dan cuenta los documentos y como sucede con toda

ratificación, con posterioridad a las operaciones que AMV censuró en la

instrucción del proceso.

La Sala destaca que en la solicitud de remisión firmada del formulario de

órdenes en blanco, tampoco se le precisó a la cliente o a su ordenante

autorizado, con la claridad requerida, que la solicitud obedecía al hecho de

que el investigado había realizado operaciones de inversión sin la

correspondiente autorización, con lo que claramente lo que se perseguía

era cubrir u ocultar una conducta infractora del mandato conferido.

(iii) El contrato de transacción suscrito entre Casa de Bolsa y AAAA el 21 de junio

de 2012. Mediante este contrato la firma comisionista reconoció a su cliente

$675.000.00061. Esta transacción permite inferir razonablemente que Casa de

Bolsa reconoció su responsabilidad por los daños sufridos por la cliente con

ocasión de las operaciones sin autorización realizadas por su empleado o

Bolsa, según puede apreciarse en el archivo denominado “AGOSTO 2010 (dbo).(usp_OyD_LEO_Consultar).xls”,

dentro de la carpeta denominada “Punto 10 – LEO (mensual)”, la cual se encuentra en el medio magnético al

que remite el Acta que figura en el folio 000005 de la Carpeta de Pruebas. Además, la Sala advirtió que el día

siguiente (esto es, el 4 de agosto de 2010), Casa de Bolsa se comunicó AAAA (a través de la conversación

identificada como “VERIFICACION DIRECTA 04-08-2010 15_37.wav” en el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas),

para averiguar si ella había impartido la orden número 3333. Frente a esta pregunta, ella respondió

negativamente. De hecho, manifestó que no tenía idea de que dentro de su portafolio contaba con acciones

de dicha especie.

60 Estos requerimientos se formularon a través de dos correos electrónicos identificados con el asunto “Reporte

39”, los cuales se encuentran dentro del medio magnético al que remite el Acta que figura en el folio 00004 de la

Carpeta de Pruebas.

61 La Sala advirtió que copia de este contrato de transacción se encuentra entre los folios 000065 y 000068 de la

Carpeta de Pruebas. Además, verificó que entre los folios 000072 y 000074 de la misma Carpeta, figura un Acta

suscrita el 6 de julio de 2012 entre Casa de Bolsa, BBBB y la AAAA, la cual, a su vez, acredita la entrega a la

cliente del cheque número 7777 por el valor del que trató el contrato de transacción.

15 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

funcionario, o de otro modo no habría suscrito este documento ni

desembolsado dichos recursos.

(iv) El contrato de transacción suscrito entre Casa de Bolsa y el investigado el 21

de diciembre de 2012. Mediante este contrato el inculpado le reconoció a

la sociedad comisionista la suma de $250.000.00062, para “co-participar”,

junto con la firma, en la indemnización de los perjuicios sufridos por la cliente

con ocasión o como consecuencia de sus propios actos irregulares. Dicho

documento establece, en el acápite denominado “Hechos Relevantes”,

que el contrato fue suscrito debido a que hubo discrepancias entre la

cliente y el investigado, por cuenta de “(…) un supuesto posible exceso de

mandato conferido y posible vulneración de sus deberes como

comisionista”63. Para la Sala, esta transacción permite inferir razonablemente

que el investigado reconoció su responsabilidad por las pérdidas que sufrió

su cliente, pues no de otra forma puede explicarse que haya admitido

afectar su patrimonio personal para participar, junto con la sociedad

comisionista, en la reparación de los perjuicios padecidos por ella.

Todos estos elementos de juicio ponen de presente que el investigado celebró las

operaciones reprochadas, sin contar con una autorización u orden impartida

válida y previamente por parte de su cliente.

A continuación se ocupa la Sala de algunos de los argumentos más importantes

de la defensa.

2.1.1. Ni el desconocimiento del investigado sobre la falta de autorización

de la cliente para celebrar operaciones de reporto, ni el pacto

informal que aparentemente tenía con ella para celebrar operaciones

por su cuenta sin su orden previa, enervan o eximen de

responsabilidad disciplinaria al inculpado

Esta Sala no considera de recibo los argumentos mediante los cuales el

investigado sostuvo que desconocía que la cliente no había autorizado la

realización de operaciones de reporto, o que con ella tenía un pacto informal y

genérico para celebrar operaciones por su cuenta y para obtener su

“ratificación” posterior.

Al respecto, este Tribunal ha sido enfático en precisar que el correcto

funcionamiento del mercado, en cuanto corresponde con la celebración de

contratos de comisión sobre valores, descarta el recurso de la “ratificación”

posterior que, cuando se aduzca, debe ser desestimado por la autoridad, pues

está en abierta contradicción con la exigencia de la existencia de una orden

previa, expresa, completa y verificable64. En la presente actuación disciplinaria, sin

embargo, la falta de los requisitos propios de la orden, en particular su carácter

expreso y previo, denota la ausencia de la autorización requerida para disponer

de los recursos o valores de la cliente que es lo que, a la postre, cuestionó el

instructor en la imputación de cargos.

Además, la existencia de una aparente orden genérica, la cual no está probada,

no suprime la obligación que tienen los intermediarios de valores de contar con

una orden previa y expresa para la realización de operaciones en el mercado, la

62 Este contrato de transacción fue aportado por el investigado y obra dentro de los folios 00045 y 00048 de la

Carpeta de Actuaciones Finales. 63 Folio 000045 de la Carpeta de Actuaciones Finales. 64 Véase la Resolución No. 27 del 27 de diciembre de 2013 de la Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario de AMV

(investigación disciplinaria número 01-2012-271).

16 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

cual debe estar soportada en un medio verificable en los términos del

Reglamento de AMV. En este sentido se ha pronunciado el Tribunal Disciplinario,

en los siguientes términos:

“ […] las facultades de la sociedad comisionista (y, ello marca y delimita también el

derrotero y las posibilidades de acción de la persona natural a ella vinculada), se

circunscriben rigurosamente a las contempladas en el artículo 2.2.7.2 ibídem [de la

Resolución 400 de 1995], en particular, principalmente, al cobro del capital y de los

rendimientos de los títulos entregados y la reinversión de las sumas que por capital o

rendimientos cobre la comisionista, para cuya concreción se exige siempre la orden o

instrucción expresa y previa del mandante, que por demás deben constar en soporte

escrito, por expresa exigencia de la norma en comento.

En ese orden de ideas, la Sala no puede menos que destacar el carácter y vocación

restringidos de las facultades inherentes a un contrato de mandato para la

administración de valores y el especial énfasis del Regulador en exigir, aún para la

realización de esas facultades, la autorización expresa del mandante. Toda operación

que se sustraiga a ese imperativo, deviene extraña a la índole y alcance legal de dicha

figura negocial y comporta un claro desconocimiento y desapego a la voluntad

contractual del mandante para su realización, lo que a su vez debe aparejar

condignos reproches, esta vez desde el ángulo disciplinario, para la Comisionista y las

personas naturales vinculadas a ellas que, como ocurre con los funcionarios a quienes

el intermediario asignó el manejo de la cuenta del cliente, con su accionar, hayan

dado lugar al incumplimiento de la normatividad propia de dicho contrato”65 (énfasis

añadido).

En consecuencia, el hecho de que el investigado ignorara que la cliente no había

suscrito el formato de autorización general para celebrar operaciones de reporto

por su cuenta, no lo exime de responsabilidad disciplinaria por haber celebrado

este tipo de operaciones a su nombre sin órdenes válidamente impartidas,

excediendo los límites del mandato conferido. Tampoco lo exculpa el argumento

de acuerdo con el cual él tenía un pacto genérico e informal con ella (que dicho

sea de paso, no está probado), para celebrar las operaciones sin órdenes y para

posteriormente obtener su ratificación.

2.1.2. No resulta aplicable el principio in dubio pro reo por cuenta de la

parte inaudible de la conversación que el investigado sostuvo con su

cliente el 4 de marzo de 2011, pues el único fragmento inentendible de

aquella no tiene incidencia ni conexión con los aspectos reprochados

por parte del instructor

Tampoco estima de recibo esta Sala el argumento conforme al cual debiera

aplicar el principio in dubio pro reo por el hecho de que el instructor fundamentó

los cargos imputados con base en grabaciones telefónicas con partes inaudibles.

Al respecto, importa precisar que dentro de todas las grabaciones que obran en

el expediente, esta Sala encontró solo una (1) que contuviera un aparte

inaudible66. No obstante, al analizar al detalle el contexto en el cual se encuentra

dicho aparte, la Sala advirtió que el investigado estaba hablando sobre el

comportamiento de la acción de OOOO por cuenta de las dinámicas propias del

TLC con Estados Unidos, lo cual no tiene ninguna conexión, ni mucho menos

incidencia en los reproches que el instructor formuló en relación con esta

conversación, pues ellos se ciñen a la omisión en que incurrió el inculpado al

suministrarle a su cliente información incompleta e inexacta, puntualmente en lo

65 Cf. Sala de Decisión “1” del Tribunal Disciplinario, Resolución No. 1 de 4 de febrero de 2011.

66 Se trata de la conversación del 4 de marzo de 2011 iniciada a las 11:29 a.m., la cual se identifica como “04-03-

2011 AAAA 11_29 a.m..wav” y se encuentra ubicada en el medio magnético al que remite el Acta que figura en

el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas.

17 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

relacionado con los precios a los que tranzó dichos títulos y las pérdidas en que

hizo incurrir a AAAA por cuenta de los negocios en comento.

Por lo tanto, no existe ninguna situación dubitativa que amerite la aplicación del

beneficio de la duda en favor del investigado y, en consecuencia, se descarta el

argumento del señor Ramos.

2.1.3. Los artículos 1266 y 1270 del Código de Comercio tienen incidencia

inter-partes y no alteran la responsabilidad disciplinaria del

investigado por la celebración inconsulta y sin autorización de

operaciones bursátiles a nombre de su cliente

La Sala no comparte el argumento del investigado de acuerdo con el cual, con

fundamento en el artículo 1266 del Código de Comercio, él tenía la facultad de

apartarse de las instrucciones de su cliente cuando advirtiera razonadamente

que ella habría dado su aprobación.

Sobre este particular, importa señalar que no existe prueba dentro de esta

actuación disciplinaria que permita inferir razonadamente que la cliente habría

dado su aprobación para que el investigado celebrara todas las operaciones

reprochadas, máxime si se tiene en cuenta que de tiempo atrás sus inversiones

eran bastante conservadoras67, que era una cliente calificada por la sociedad

comisionista como “cliente inversionista” 68 y, además, que con el manejo que el

investigado le dio a su cuenta, la hizo incurrir en cuantiosas pérdidas69.

Debido a normas fundamentales del mercado de valores, que van más allá del

contrato de comisión, tampoco comparte la Sala el argumento de acuerdo con

el cual el silencio de AAAA frente a las papeletas de bolsa que se le enviaban

periódicamente, equivale a aprobación de su parte, aun cuando él se hubiera

separado de sus instrucciones o excedido los límites de sus facultades. Sobre el

particular, importa precisar que el contrato de comisión de valores no atribuye

ningún efecto al silencio, pues éste debe canalizarse a través de órdenes

expresas, completas, previas y verificables.

Cabe memorar que este Tribunal ya ha señalado en varias ocasiones que la

recepción de las “papeletas de bolsa” no supone conocimiento del cliente sobre

el sentido y alcance de las operaciones realizadas por fuera del contrato de

mandato para la administración de valores, ni una aceptación implícita a sus

resultados, al punto de llegar a inhibir la responsabilidad disciplinaria del

investigado.

67 Recuérdese que AMV sostuvo que el manejo de la cuenta de AAAA a cargo de los funcionarios en Casa de

Bolsa anteriores al señor Ramos, “(…) a diferencia del que habría realizado el investigado, era de tendencia

conservadora” (folio 000002 de la Carpeta de Actuaciones Finales). Cabe aclarar que la Sala verificó que entre

el 17 de octubre de 2007 y el 14 de junio de 2010, DDDD y EEEE estuvieron a cargo del manejo de la cuenta de

AAAA. Este encuentra sustento en la queja de la cliente y en los folios 000293 y 000295 de la Carpeta de Pruebas,

en los cuales figura una comunicación de Casa de Bolsa enviada a AMV, en la cual HHHH, en calidad de

representante legal de la comisionista, informando sobre las fechas en las cuales EEEE y DDDD fungieron como

comerciales a cargo de la cuenta de AAAA. Finalmente, la Sala verificó que entre los folios 000356 y 000357 de la

Carpeta de Pruebas, obran dos certificaciones, en las cuales PPPP (Vicepresidente Corporativo), acreditó el

cargo y el tiempo durante el cual EEEE y DDDD, estuvieron vinculados laboralmente a Casa de Bolsa.

68 El hecho de que estaba calificada como “cliente inversionista”, tiene sustento probatorio en el formato para

categorización de clientes suscrito por la cliente, el cual obra dentro del folio 000348 de la Carpeta de Pruebas.

69 Entre la fecha en la cual el investigado empezó a manejar la cuenta de la cliente y la fecha en la cual finalizó

su gestión, el portafolio de AAAA se vio afectado en un monto de $624.706.166. Para calcular este monto, la Sala

advirtió que el instructor tomó como base el valor inicial del portafolio con corte al 15 de junio de 2011 (por

$1.024.352.447,74), y a este valor le restó: (i) el valor final del portafolio con corte al 29 de junio de 2011 (por

$373.869.597); y (ii) el giro por valor de $25.776.684,92 realizado el 30 de junio de 2010 mediante comprobante de

egreso 6320, autorizado por la cliente.

18 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Hacer correr en contra de la cliente los efectos nocivos de una conducta irregular

promovida y ejecutada a instancias de un profesional en la intermediación de

valores, reñiría con la lógica y el funcionamiento habitual de las relaciones

jurídicas en el mercado, en las cuales, precisamente, el profesional es receptor de

la confianza que le prodiga el cliente al entregarle sus recursos para que sean

manejados de forma eficiente, íntegra, transparente y consecuente, en cada

caso, con las exigencias legales correspondientes.

La integridad del mercado no puede alternar ni hacerse depender de qué tan

inmediata sea la reacción del cliente frente a la conducta que afecta sus

intereses, máxime en casos como el que ocupa la atención de la Sala, en el que

el perfil del cliente, como se advierte en el Formato de Apertura de Cuenta y se

percibe a las claras a lo largo de la actuación, es el propio de una persona

completamente lega en materias asociadas a la intermediación en el mercado

de valores. Desconocer esa realidad privilegiaría la posición natural de

preeminencia contractual del profesional, en desmedro, paradójicamente, de

quien como cliente acude a él, se reitera, para depositar su confianza en orden a

la concreción de los negocios respectivos.

No obstante lo anterior, con independencia de si el cliente conocía o no sobre los

efectos y resultados de las operaciones que el investigado realizó con su

portafolio, la presente actuación disciplinaria se sustenta en el hecho de que éste

último destinó unos activos a finalidades completamente extrañas al contrato de

comisión suscrito por la cliente con la Comisionista. El conocimiento posterior del

cliente sobre esa conducta desviada que comprometió seriamente su patrimonio

no inhibe, ni imposibilita la consecuente represión disciplinaria. Por el contrario, lo

que suele suceder, y este caso no es la excepción, es que a partir de ese

enteramiento del cliente sobre la conducta indebida del profesional, se activen,

por la vía de las quejas, esas potestades disciplinarias, como ocurrió precisamente

en el caso de la investigación que nos ocupa.

2.1.4. Como persona natural vinculada a un intermediario de valores, el

investigado tenía la obligación legal de asegurar que las órdenes se

otorgaran en estricto cumplimiento de las disposiciones que regulan la

materia

El señor Ramos alegó que la responsabilidad por el registro de las órdenes

impartidas por los clientes radica en cabeza de Casa de Bolsa. Para la Sala, no

resulta de recibo este argumento porque, se insiste, las instrucciones para la

realización de operaciones en el mercado deben ser formuladas de manera

completa, clara y suficiente, a través de un medio verificable (artículo 51.6 del

Reglamento de AMV). Frente a las operaciones cuestionadas, el investigado,

como operador, era el responsable de las órdenes y estaba en el deber de

propender porque las mismas se otorgaran en estricto cumplimiento de las

disposiciones que regulan la materia70. Esa era, pues, su propia obligación.

Sobre el particular, importa agregar que de conformidad con lo dispuesto en el

artículo 36.6 del Reglamento de AMV (el cual se imputó como violado) “[L]as

personas naturales vinculadas deben asegurar que las obligaciones impuestas por

la normatividad aplicable a ellas y a los miembros sean observadas”. La norma es

clara al imponer un deber específico a las personas naturales vinculadas a una

sociedad comisionista de bolsa, calidad que, como ya se demostró, ostentaba el

investigado respecto de Casa de Bolsa en la época de los hechos investigados.

70 Véase: Tribunal Disciplinario de AMV; Sala de Decisión “6”; Resolución No. 8 del 3 de abril de 2014; Investigación

Disciplinaria número 01-2012-237; página 7.

19 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Por lo tanto esta Sala desestima esta alegación.

En conclusión y por todas las consideraciones expuestas, concluye la Sala que el

investigado transgredió lo dispuesto en los artículos 1266 del Código de Comercio,

36.1 y 36.6 del Reglamento de AMV, puesto que existen suficientes elementos de

juicio para concluir que el señor Esteban Ramos Maya excedió el mandato

conferido por parte de AAAA, al celebrar por su cuenta y sin su respectiva

autorización, 605 operaciones bursátiles durante un periodo de aproximadamente

siete (7) meses.

2.2. Pronunciamiento de fondo frente a los planteamientos de las partes en

relación con el cargo por incumplimiento a los deberes especiales de

información, claridad y precisión

No cabe duda que quien intermedia profesionalmente en el mercado de valores

con recursos de terceros debe obrar con apego a la verdad e informar al cliente

de manera completa, exacta, oportuna y fidedigna cuanto ocurra con su

portafolio de inversión, dándole a conocer su composición, las condiciones y

características de las operaciones celebradas por su cuenta y los resultados

obtenidos, para que su titular, suficientemente ilustrado al respecto, tome las

decisiones que mejor se adecúen con sus intereses. Con rigor legal, la información

entregada debe ser “objetiva, oportuna, completa, imparcial y clara”, de

conformidad con lo dispuesto por el artículo 1.5.3.2 de la Resolución 400 de 1995,

subrogado por el Decreto 1121 de 2008 (contenido en el artículo 7.3.1.1.2 del

Decreto 2555 de 2010) y vigente al momento de la ocurrencia de los hechos aquí

investigados71.

Descendiendo al presente caso en concreto, para esta Sala está plenamente

acreditado que el investigado sostuvo con su cliente, entre otras, nueve (9)

conversaciones telefónicas en el periodo comprendido desde el 24 de agosto de

2010 y el 13 de mayo de 2011, en las cuales incumplió el deber de suministrar

información de forma objetiva, oportuna, completa, imparcial y clara. Los

elementos de juicio que conllevan a esta conclusión, se exponen a continuación:

(i) Conversación del 24 de agosto de 2010 (iniciada a las 12:14:34 p.m.)72. En esta

ocasión, el investigado le indicó a su cliente que como producto de la venta

de un millón de acciones preferenciales de RRRR a su nombre, obtuvo una

utilidad “(…) por ahí de 8 millones de pesos”. No obstante, AMV efectuó un

análisis de los precios a los cuales se compraron y se vendieron dichas

acciones, y advirtió que la utilidad en realidad fue de $5.679.765, y no de $8

millones, como erradamente le habría informado el investigado a su cliente73.

71 Sobre este tema véase por ejemplo la Resolución No. 39 del 23 de diciembre de 2014 de la Sala de Decisión

No. “3” del Tribunal Disciplinario de AMV (investigación número 01-2011-213), o la Resolución No. 49 del 20 de

diciembre de 2013 de la Sala de Decisión No. “11” del Tribunal Disciplinario de AMV (investigación número 01-

2011-210).

72 Esta conversación se identifica como “QQQQ_WAV_45C.wav” y se encuentra ubicada en el medio magnético

al que remite el Acta que figura en el folio 000005 de la Carpeta de Pruebas.

73 Las operaciones puntuales a través de las cuales se compraron y vendieron estas acciones, fueron sintetizadas

por parte de AMV en la SFE. Véase el folio 000015 de la Carpeta de Actuaciones Finales. Importa precisar que,

en cualquier caso, la prueba que acredita la efectiva celebración de estas operaciones, así como el monto por

el cual se realizaron, figura en: (i) el Anexo 1 de la SFE (folio 00025 de la Carpeta de Actuaciones Finales); y (ii) en

los estados de cuenta por liquidación y cumplimiento de AAAA (folio 00005 de la Carpeta de Actuaciones

Finales).

20 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Frente al particular, el investigado se defendió argumentando que el monto

de las utilidades que suministró en esta conversación, correspondía a la

“utilidad global”, sin deducir las comisiones.

La Sala no estima de recibo este argumento, pues tal como lo señaló el

instructor, la “utilidad global” de la que habla el investigado y que realmente

obtuvo por cuenta de estos negocios, fue de $5.679.765. Al descontar las

comisiones, la utilidad bruta en realidad fue de $3.429.765. Por lo tanto, resulta

palmario que, en esta conversación puntual, el investigado suministró

información incompleta e inexacta a su cliente, pues a pesar de obtener

utilidades, no fueron de la magnitud manifestada.

(ii) Conversación del 10 de septiembre de 2010 (iniciada a las 04:47:49 p.m.)74. En

esta oportunidad, el señor Ramos le indicó a su cliente que ese día había

vendido a su nombre 300.000 acciones SSSS a $716 (lo cual implica que las

vendió a $214.800.000,00). No obstante, AMV advirtió en el curso de su

investigación que dichas acciones fueron inicialmente adquiridas el 2 de

septiembre de 2010 por un mayor valor, esto es, por $243.120.000 (a través de

las operaciones número 8888, 9999 y 1112)75. Según el instructor, la diferencia

entre los precios de compra y venta, derivó en una pérdida avaluada en

$28.320.000, “(…) aspecto que el investigado no le habría advertido a la

mencionada cliente”76.

Frente a este particular, el investigado se defendió indicando que, en efecto,

suministró la información sobre la cantidad de títulos vendidos y su precio, más

no la relacionada con la pérdida que derivó de estos negocios.

La Sala considera que el investigado incumplió su deber de suministrar

información de forma oportuna, objetiva y clara, pues debió manifestarle a su

cliente, además de lo expresado, que había incurrido en pérdidas, así como

el monto exacto de las mismas. Ello obedece a que el conocimiento de este

aspecto resulta determinante para que el cliente, suficientemente ilustrado al

respecto, tome las decisiones que mejor se adecúen con sus intereses.

(iii) Conversaciones del 18 de enero de 2011 (iniciada a las 11:39 a.m.)77 y del 1

de febrero de 2011 (iniciada a las 09:57 a.m.)78. En la primera conversación, el

inculpado le indicó a AAAA que había comprado a su nombre 50 mil

acciones de GGGG. No obstante, AMV advirtió que no compró esa cantidad,

sino 90 mil79. Por su parte, en la segunda conversación, Esteban Ramos le

manifestó a su cliente que había comprado a su nombre 100 mil acciones de

GGGG a $4.030. No obstante, la Sala constató que en aquél momento ya

74 Esta conversación se identifica como “QQQQ _WAV_8EB 10 DE SEPTIEMBRE 2010.wav” y se encuentra ubicada

en el medio magnético al que remite el Acta que figura en el folio 000005 de la Carpeta de Pruebas.

75 La prueba que acredita la efectiva celebración de estas operaciones, así como el monto por el cual se

realizaron, figura en los siguientes soportes: (i) el Anexo 1 de la SFE (folio 00025 de la Carpeta de Actuaciones

Finales); y (ii) en los estados de cuenta por liquidación y cumplimiento de la AAAA (folio 00005 de la Carpeta de

Actuaciones Finales).

76 Folio 000015 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

77 Esta conversación se identifica como “18-01-2011 AAAA 11_39 a.m..wav” y se encuentra ubicada en el medio

magnético al que remite el Acta que figura en el folio folio 000005 de la Carpeta de Pruebas.

78 Esta conversación se identifica como “01-02-2011 AAAA 9_57 a.m.wav” y se encuentra ubicada en el medio

magnético al que remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas.

79 La celebración de estas operaciones ocurrió a las 9:54 a.m. y a las 10:58 a.m. y encuentra sustento probatorio

en: (i) el Anexo 1 de la SFE (folio 00025 de la Carpeta de Actuaciones Finales); y (ii) en los estados de cuenta por

liquidación y cumplimiento de AAAA (folio 00005 de la Carpeta de Actuaciones Finales).

21 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

había adquirido 157 mil acciones de dicha especie80. Por lo anterior, AMV

concluyó que la “(…) información suministrada por el investigado habría sido

imprecisa”81.

Frente a estas conversaciones el investigado se defendió argumentando que

“(…) dichas operaciones se hubieran podido haber dado por una orden

escrita, o falta la grabación que complemente el total las (sic) acciones

adquiridas”.

La Sala no considera de recibo el argumento del investigado porque lo

reprochado fue el suministro de información inexacta y no que las

operaciones se hubiesen celebrado sin orden. En este caso, resulta evidente

que el señor Ramos vulneró su deber de suministrar información oportuna,

clara y completa.

(iv) Conversación del 24 de febrero de 2011 (iniciada a las 10:19 a.m.)82. En dicha

oportunidad, el encartado le manifestó a su cliente que había obtenido una

utilidad de 7 millones de pesos por cuenta de la venta de unas acciones de

TTTT. No obstante, AMV observó que dicha venta ocurrió los días 23 y 24 de

febrero de 2011, y generó en realidad una utilidad distinta a la mencionada

por el investigado, esto es, por únicamente $4.840.00083.

Frente al particular, el encartado se defendió argumentando que “(…) se le

informa al cliente la utilidad de la operación, pero no se tiene en cuenta la

deducción de la comisión lo cual (sic) obtiene una utilidad menor”.

La Sala no comparte el argumento del señor Ramos, pues lo cierto es que los

$4.840.000 que indicó el instructor, corresponden en realidad a la utilidad

global de las operaciones, incluyendo las comisiones, las cuales, después de

deducirse, arrojarían una utilidad bruta de únicamente $203.840. Por lo tanto,

es palmaria la vulneración en la cual incurrió el investigado frente a su deber

de suministrarle a su cliente información real, completa, objetiva y precisa.

(v) Conversaciones del 4 de marzo de 2011 (iniciadas a las 11:29 a.m.84 y a las

12:34 p.m.85). En síntesis, Esteban Ramos le expresó a AAAA que había

comprado 9 millones de acciones de OOOO a $38.10 y que posteriormente

las vendió a $36.50. De acuerdo con el instructor, el investigado le suministró

información incompleta e inexacta, pues omitió informarle los siguientes

aspectos:

a. Que por cuenta de la celebración de estas operaciones, la hizo incurrir

en una pérdida por $21.659.365.

80 La celebración de estas operaciones encuentra sustento probatorio en: (i) el Anexo 1 de la SFE (folio 00025 de

la Carpeta de Actuaciones Finales); y (ii) en los estados de cuenta por liquidación y cumplimiento de AAAA (folio

00005 de la Carpeta de Actuaciones Finales).

81 Folio 00016 de la Carpeta de Actuaciones Finales.

82 Esta conversación se identifica como “24-02-2011 AAAA 10_19 a.m..wav” y se encuentra ubicada en el medio

magnético al que remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas.

83 La prueba de la celebración de estas operaciones se encuentra en: (i) el Anexo 1 de la SFE (folio 00025 de la

Carpeta de Actuaciones Finales); y (ii) en los estados de cuenta por liquidación y cumplimiento de AAAA (folio

00005 de la Carpeta de Actuaciones Finales).

84 Esta conversación se identifica como “04-03-2011 AAAA 11_29 a.m..wav” y se encuentra ubicada en el medio

magnético al que remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas.

85 Esta conversación se identifica como “04-03-2011 AAAA 12_34 a.m..wav” y se encuentra ubicada en el medio

magnético al que remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas.

22 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

b. El precio real de todas las operaciones de venta de acciones de OOOO,

el cual no fue de $36.50 para todos los casos. En efecto, AMV advirtió

que mediante operaciones 1113, 1114, 1115, 1116, 1117, 1118, 1119,

1120, 1121, 1121, 1122, 1123, 1124, 1125 y 1126, se vendieron por cuenta

de AAAA 9 millones de acciones OOOO a los siguientes precios: $36,50;

$36,30; $35,20; $35,10 y $3586.

Frente a este particular, el investigado se defendió indicando que “(…) se le

dio la información veraz (…) del precio de compra y venta, pero no se le da el

resultado neto de la misma”.

Para la Sala, el comportamiento del investigado resulta contrario a los

deberes especiales de suministrar información de forma precisa, clara,

oportuna y objetiva, pues tal como ya se expresó, el conocimiento de

aspectos tan importantes como las pérdidas o los precios de las operaciones,

resulta determinante en la dinámica de la actividad de intermediación de

valores, para que los clientes titulares de las cuentas, suficientemente

ilustrados al respecto, tomen las decisiones que mejor se adecúen con sus

intereses.

(vi) Conversación del 14 de abril de 2011 (iniciada a las 03:52 p.m.87). En esta

ocasión, el inculpado le manifestó a su cliente, en síntesis, que su portafolio

estaba “aporreado”, la invitó a que tuviera paciencia y, finalmente, le indicó

que el mercado de valores atravesaba por una coyuntura difícil. Sin embargo,

el instructor reprochó que el investigo omitiera informarle que su portafolio,

con corte a dicha fecha, se había desvalorizado en un monto equivalente a

$75.818.20488.

Frente al particular, el investigado se defendió argumentando que “(…) a la

cliente se le informa con veracidad que hay una pérdida en el portafolio

importante; no se le especifica de cuanto es”.

Para la Sala, no resulta suficiente haberle informado a AAAA que su portafolio

estaba “aporreado”. El investigado debió honrar su deber de suministrar

información completa, suficiente y clara, máxime cuando su portafolio se

había desvalorizado en una cuantía tan onerosa y, además, teniendo en

consideración que, para esta fecha, el investigado ya había realizado

muchas de las operaciones por virtud de las cuales excedió el mandato que

le fue conferido.

(vii) Conversación del 13 de mayo de 2011 (iniciada a las 09:10 a.m.89). En esta

conversación, el señor Ramos le manifestó a AAAA que había vendido por su

cuenta 15 millones de acciones de FFFF a $13,7, “(…) para cubrir el saldo en

repo negativo que tenemos”. AMV reprochó que el investigado omitió

comentarle los siguientes aspectos:

a. Que al vender los 15 millones de acciones de FFFF a $13,7, la hizo incurrir

en una pérdida de $1.500.000.

86 La prueba del monto total de acciones de OOOO compradas y vendidas, así como del precio de las

operaciones, figura en: (i) el Anexo 1 de la SFE (folio 00025 de la Carpeta de Actuaciones Finales); y (ii) en los

estados de cuenta por liquidación y cumplimiento de AAAA (folio 00005 de la Carpeta de Actuaciones Finales).

87 Esta conversación se identifica como “14-04-2011 AAAA 15_52 a.m..wav” y se encuentra ubicada en el medio

magnético al que remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de pruebas.

88 El estado del portafolio de AAAA con corte al 14 de abril de 2014, se encuentra sintetizado en el folio 000017

de la Carpeta de Actuaciones Finales (SFE).

89 Esta conversación se identifica como “13-05-2011 AAAA 9_10 a.m..wav” y se encuentra ubicada en el medio

magnético al que remite el Acta que figura en el folio 00005 de la Carpeta de Pruebas.

23 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

b. Que el cumplimiento de las operaciones por medio de las cuales vendió

las acciones, iba a ser objeto de adelanto, a fin de poder obtener los

recursos requeridos.

c. Las características de la operación repo pasiva número 1127 que celebró

el 12 de mayo de 2012 sobre 59.600.000 acciones de FFFF, cuya fecha de

cumplimiento era el 13 de mayo de 201190.

d. La necesidad que en aquél momento había, a juicio de instructor, de

vender las acciones de FFFF, debido a que el estado de cuenta de la

cliente presentaba, en dicha fecha, un saldo a cargo de $138.203.849,34.

Sobre el particular, el investigado adujo que “(…) a la cliente se le da con

veracidad la información, se le dice que esa venta es para saldar el repo

negativo que tiene”.

La Sala estima que en esta conversación, el investigado le suministró información

incompleta a su cliente en relación con la operación de venta de las 15 millones

de acciones de FFFF. Al omitir mencionar información tan importante, resulta

evidente que el inculpado transgredió el deber de suministrar información clara,

precisa, oportuna y especialmente completa.

Conviene hacer énfasis en que la norma que se imputó como violada es muy

clara al señalar que la información sobre la naturaleza y características de las

operaciones debe suministrarse de forma previa a su realización. Sin embargo,

estas circunstancias no se cumplieron en ninguna de las conversaciones

telefónicas analizadas.

Finalmente, importa precisar que cuando AAAA se vinculó a Casa de Bolsa, fue

calificada como “cliente inversionista”91, de los que legalmente se supone no

cuentan con la experiencia y conocimientos necesarios para comprender,

evaluar y gestionar adecuadamente los riesgos inherentes a cualquier decisión de

inversión. El deber de información frente a este tipo de clientes debe observarse

con mayor rigor que en el caso de los “clientes profesionales”, puesto que su

desconocimiento de la dinámica propia del mercado de valores los pone en una

situación de desequilibrio negocial frente al intermediario, que debe

contrarrestarse mediante el cumplimiento inexcusable, más exigente, de los

deberes especiales de información, claridad y precisión.

Por los motivos expuestos, resulta clara la infracción en la cual incurrió el

investigado en relación con estos deberes. Por lo tanto, como se plasmará en la

parte resolutiva de esta providencia, la Sala lo responsabilizará disciplinariamente

por haber vulnerado lo prescrito en el artículo 1.5.3.2 de la Resolución 400 de 1995,

subrogado por el Decreto 1121 de 2008 (contenido en el artículo 7.3.1.1.2 del

Decreto 2555 de 2010).

2.3. Consideraciones frente al desconocimiento al deber de lealtad por parte

del investigado

90 La prueba de la celebración de esta operación, se encuentra en: (i) el Anexo 1 de la SFE (folio 00025 de la

Carpeta de Actuaciones Finales); y (ii) en los estados de cuenta por liquidación y cumplimiento de AAAA (folio

00005 de la Carpeta de Actuaciones Finales).

91 El hecho de que estaba calificada como “cliente inversionista”, tiene sustento probatorio en el formato para

categorización de clientes suscrito por la cliente, el cual obra dentro del folio 000348 de la Carpeta de Pruebas.

24 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

Este Tribunal también se ha pronunciado en numerables ocasiones frente al deber

de lealtad. Al respecto, ha señalado que dicho deber comporta “(…) la

obligación de todo aquel que intermedia en el mercado de valores, de conducir

los negocios bajo el ‘cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las

del honor y hombría de bien’ o lo que es lo mismo, bajo la ‘legalidad, verdad y

realidad’, constituyéndose de esta forma en un modelo de conducta o de

comportamiento que corresponde al parámetro que deben observar los agentes

(…)”92.

Después de lo discurrido en esta Resolución y a partir del análisis que ha

efectuado la Sala del material probatorio que obra en el expediente, resulta

palmario que el inculpado, al haber desbordado las reglas del mandato respecto

de su cliente y al haber trasgredido sus deberes especiales de información,

claridad y precisión, ha desconocido, igualmente, el deber general de lealtad

propio de un buen hombre de negocios y exigibles a los sujetos de

autorregulación, especialmente frente a su cliente, quien le confió la gestión de

su portafolio bajo el supuesto de que no se extralimitaría en sus actividades de

intermediación y, además, bajo la convicción de que le suministraría información

sobre su actividad de forma clara, oportuna, exacta, completa y precisa.

2.4. Conclusiones finales

La Sala encontró suficientemente demostrado que el inculpado excedió el

mandato conferido por AAAA y, además, que transgredió frente a ella su deber

de suministrarle información completa, objetiva, exacta, clara y precisa. Además,

con su comportamiento el señor Ramos también transgredió el deber de actuar

con lealtad frente a su cliente, exigible a los sujetos de autorregulación.

Infracciones como las cometidas afectan de manera importante la confianza del

público en el mercado de valores, pues los clientes suponen y esperan que el

mandato conferido se ejecutará según sus instrucciones y no de manera

inconsulta, discrecional y desleal por parte de la sociedad comisionista o de la

persona natural vinculada a ella, destinando sus recursos a la realización de

operaciones no autorizadas por su titular, por la cliente inversionista, como ocurrió

en este caso. Situaciones como las evidenciadas no pueden hacer carrera en el

mercado de valores, pues afectan su habitual discurrir negocial en la forma como

aquí se ha indicado y hacen mella en el postulado de la confianza sobre el que

se cimienta el contrato de comisión.

Advierte también la Sala que el encartado ocasionó perjuicios pecuniarios a su

cliente, atendiendo a la desvalorización sustancial de su portafolio, habida

cuenta de la celebración inconsulta de 605 operaciones bursátiles no autorizadas,

durante un periodo aproximado de siete (7) meses. No obstante, el instructor no

especificó con exactitud el monto de los mencionados perjuicios y, por ello, ese

factor, el demérito a la cliente, no es tenido en cuenta en la ponderación

sancionatoria.

En cualquier caso, a la Sala no le cabe duda de que el daño existió y que

además fue reparado tanto por la sociedad comisionista de bolsa como por

parte del investigado, quien “co-participó” en la indemnización de AAAA con

$250.000.000. En consecuencia, esta circunstancia se valorará como un

atenuante de las conductas desplegadas por el señor Ramos.

92 Tribunal Disciplinario de AMV; Sala de Decisión No. 3; Resolución No. 3 del 31 de julio de 2012; Investigación

Disciplinaria No. 01-2010-147; Páginas 14 y 15.

25 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

De otro lado, para la Sala resulta evidente que el investigado obtuvo un beneficio

para sí mismo a través de las comisiones que le generaron la celebración de

todas las operaciones reprochadas. No obstante, el instructor tampoco especificó

con exactitud el monto de dicho beneficio debido, en su criterio, a la naturaleza

variable del esquema de remuneración del inculpado. En consecuencia, esta

circunstancia tampoco podrá ser tenida en consideración a la hora de

determinar la sanción disciplinaria.

Antes de finalizar, importa destacar que esta Sala considera que de la presente

actuación disciplinaria afloran varios elementos de juicio que ameritan el inicio de

una investigación disciplinaria en contra de Casa de Bolsa, pues no resulta

admisible que incluso antes de que el investigado recibiera la cuenta de AAAA, la

firma comisionista estuviera realizando por su cuenta operaciones de reporto sin

que ella hubiera suscrito el formato para la celebración de este tipo de

operaciones, lo cual podría estribar en una eventual responsabilidad institucional

por exceso de las reglas del mandato. Tampoco es aceptable que ante el

descubrimiento efectuado el 4 de agosto de 2010 por parte del área de riesgos

de la compañía (de acuerdo con el cual el inculpado habría adquirido y vendido

acciones de GGGG por cuenta de su cliente sin que ella tuviera conocimiento de

estas circunstancias), no se hubieran adoptado medidas preventivas eficaces

para que ello no continuara ocurriendo y adelantado una investigación

disciplinaria interna en contra del señor Ramos Maya. Tal tipo de inacción

institucional es inaceptable en un intermediario del mercado de valores

verdaderamente comprometido con la prevención y disuasión de conductas

como las advertidas en la presente actuación disciplinaria, las cuales mellan de

manera significativa la confianza de los inversionistas en los administradores

profesionales de sus recursos y desdicen del modelo de comportamiento

esperado en los operadores del mercado público de valores.

En mérito de todo lo expuesto, la Sala de Decisión No. “4” del Tribunal Disciplinario

del Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia, AMV, integrada por los

doctores Alfredo Sánchez Belalcázar, su Presidente; Luis Fernando Cruz Araújo y

Segismundo Méndez Méndez, previa deliberación que consta en Acta No. 307 del

20 de abril de 2015, por unanimidad,

RESUELVE

ARTÍCULO PRIMERO: IMPONER a ESTEBAN RAMOS MAYA la sanción de SUSPENSIÓN

del mercado de valores por TRES (3) AÑOS, en los términos del artículo 83 del

Reglamento de AMV.

ARTÍCULO SEGUNDO: ADVERTIR a ESTEBAN RAMOS MAYA que, de conformidad

con el tercer inciso del artículo 83 del Reglamento de AMV, la sanción de

SUSPENSIÓN establecida en el artículo anterior se hará efectiva a partir del día

hábil siguiente a aquél en que quede en firme la presente Resolución.

ARTÍCULO TERCERO: ADVERTIR a las partes que contra la presente Resolución sólo

procede el recurso de apelación ante la Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario,

dentro de los ocho (8) días hábiles siguientes a la notificación de la decisión, de

conformidad con lo dispuesto por el artículo 87 del Reglamento de AMV.

ARTÍCULO CUARTO: INFORMAR, en cumplimiento de lo establecido por el artículo

29 de la ley 964 de 2005 y el artículo 11.4.4.1.5 del Decreto 2555 de 2010, a la

Superintendencia Financiera de Colombia sobre la decisión adoptada una vez

ésta se encuentre en firme.

26 | P á g i n a Tribunal Disciplinario AMV. Sala de Decisión “4”. Resolución Nº 9 del 07 de mayo de 2015

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

ALFREDO SÁNCHEZ BELALCÁZAR

PRESIDENTE

YESID BENJUMEA BETANCUR

SECRETARIO