Becerra-Vida de D. Francisco de Miranda V2

http://slidepdf.com/reader/full/becerra-vida-de-d-francisco-de-miranda-v2 1/487
siempre
de
participar
de
las
ventajas
del
y
de
k
Marina
britá-
10 RICARDO
de
de
inferior,
al
movimiento
de
la
civilización,
carecía,
colonias
vez
emancipadas,
ninguna
influencia
de
que
enume-
rar
y
con
las
quedaron así
económica que
VIDA DE
.^hasta
Quito,
ca-
biendo
altos
círculos
hacía
á
su
un
espíritu
que dudo,
hacerlos
aptos
para
reino.
La
sombra
misma
igual distancia de
semejante,
un
figure
en
los
orden
natural
de
las
cosas
y
que
interesa
altamente
á
ia
Gran
Bretaña.
31
conferencia,
las
siguientes
líneas^
en
las
que
supo
hermanar,
VIDA DE
DON FRANCISCO
opinión
y
el
objeto
de
inspeccionar
destino
como
en
cuartel;
lo
me avise
halla.
„Pues
su
constante
y
VIDA DE
de
Inglaterra,
mereció
allí
cordial
acogida,
y
llegó
á
de
la
Metrópoli,
48 RICARDO
viaje
á
Escocia,
en
solicitud
de
ritos
religiosos
menos
dispu-
taban
Mi-
pretendido
lo
contrario,
dando
margen
á
que
de Ulm
52 RICARDO
costa,
comandando
clarecer su
normandos.
El
Portugal
es-
taba
ya
invadido
y
subyugado,
y
su
salvación,
y
por
¡o
para
el
interés
de
Inglaterra
las
expediciones
enviadas
á
Buenos
VIDA DE
DON FRANCISCO
D£ MIRANDA
y
la
mar-
pe
meros
lacayos
que
siguen
al
amo
cuidar
los
pasos
al
más
atento
ciudad
de
Caracas
dio
instrucciones
67
extradición
del
de
sus
años,
de
estatura
más
que
regular,
semblante
reposado
y
austero,
porte
y
ademanes
imponentes,
voz
clara
é
impe-
ad-
vertir
que
tan
encumbrados
antecedentes
apenas
se
com-
padecen
criollos
para
el
goce
de
que
necesariamente
debía
existir
entre
el
Precursor
y
los
que
iglesia
ca-
á
nueve
de
este
mes,
al
que
ocurría.
Fresca
estaba
aún
la
investigación
VIDA DE
84 RICARDO
entre
la
Me-
trópoli
y
la
la
fecha
gé-
serán
realizadas.
jico, Perú,
algodón
de
venían
VIDA DE
94 RICARDO
de
es-
quina,
la
trastienda
de
dulceras
y
boticas,
y
de recibo,
S6
RICARDO
BECERRA
por
las
autoridades
de
la
Colonia,
como
principal
resorte
de
gobierno.
Formaban
la
como
otros
VIDA
98
RICARDO
BECERRA
punto
intensos
y
más
abyectas,
y
esto
á
la
sombra
de
los
graduar
sus
alcances
bastará
recordar
que
sólo
en
la
ofici-
na
del
rural,
puesta
aparte
la
VIDA
DE
DON
y
benigna
hacía
poco
100
RICARDO
BECERRA
garantías
la
Universidad.
El
estable-
á
la
piedad
y
Agosto
de
1722,
y
que
Felipe
V
confirmó.
La
instalación
se
hizo
el
11
de
Agosto
rector,
los
otros
dos
el
cancelario,
que
es
al
VIDA
DE
DON
la
cual
sirvió
más
tarde
de
una
revolución
que
llama
102
estamos
más
cerca
de
Cá-
diz
y
de
VIDA
DE
que
hacía
poco
104
RICARDO
BECERRA
que
disputaban
sobre
una
cuestión
del
Guayabo.
Cuando
hubimos
nos
vamos
á
las
montañas
suele
anticipar-
se,
surgiendo
á
106
RICARDO
BECERRA
Tal
era,
rápidamente
bosquejada,
la
físonomía
de
la
so-
ciedad
colonial
en
vísperas
de
CAPITULO
II
la
de Europa.
108
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
109
é
bajo
la
tu-
tela
los
peligros
de
esta
independencia,
hasta
el
ejército
lanzó
estas
palabras,
que
fueron
al
comercio
inglés
y
despedir
las
tropas
de
con el
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
113
y
Borbón,
en
Santa
114
RICARDO
BECERRA
José
Bonaparte.
Los
despachos
el
dominio
de
la
Colonia;
pero
el
vecindario
tenía
ya
cono-
cimiento
de
de
éstos
procedieron
á
hacer
la
proclamación
por
medio
de
heral-
dos,
y
la
celebraron
con
iluminaciones
públicas,
en
las
salvaron
su
vida,
pues
el
pueblo
reclamaba
VIDA
la
goleta
por
su
cuenta,
y,
por
118
RICARDO
BECERRA
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
119
120
RICARDO
BECERRA
tana
decorara
el
manifiesto
dirigido
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
121
razón
y
por
la
ya
del
ridículo
suceso
de
los
Llanos,
y
cuando
todo
el
mundo
esperaba
que
los
autores
de
122
RICARDO
BECERRA
mario
y
con
el
dictamen
de
un
abogado
de
Tunja,
doctor
VIDA
que
se
semejanza
de
lo
que
se
do
Vil,
y
que
este
Gobierno
sea
rrán
acordarlos
con
VIDA
funciones;
y
no
Monarquía
se
un rey para
bárbara,
hecha
126
RICARDO
BECERRA
pre
ha
sido
funesto
á
las
naciones,
como
VIDA
DE
DON
si Montesquieu
128
RICARDO
BECERRA
130
RICARDO
BECERRA
que
lo
re-
una
misma
pro-
vincia,
reconocían
á
134
á los
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
135
dolor
136
del
VIDA
VIDA
clararlo así
140
RICARDO
BECERRA
VIDA
142
RICARDO
BECERRA
nitivamente
por
la
el
resumen
las
ideas
que
la
segundo
grado.
A
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
143
dos,
los
deudores
al
Fisco,
los
mayoría
de
Venezuela
en
circunstancias
de
tanto
eí
manejo
146
VIDA
152
154
que hasta
ambi-
ción
en
el
breve
cursD
de
I
VIDA
DE
DON
158
RICARDO
BECERRA
concesiones
pedidas
por
los
colonos,
y
la
mediación
inglesa
pu-
ramente
amistosa,
y
gobernador Layard,
VIDA
DE
dabió
amparar
contra
tal
violencia
su
carácter
de
166
RICARDO
BECERRA
es
y
VIDA
178
naciente
unión,
y
que
se
haría
necesaria-
mente
mortal.
También
debería
inquirirse,
auto-
ridad
suprema
y
182
RICARDO
BECERRA
y
á
insinuar
he-
chos
cumplidos,
ó
sea
LIBRO
VIII
MIRANDA
186
RICARDO
BECERRA
guarnición
destinos de
empezaron
VIDA
DE
DON
y
aterrado
al
pueblos
cristia-
nos.
La
aparición
de
190
RICARDO
BECERRA
gfar,
en
el
confesonario,
en
ninguna
retribución.
Había
r
VIDA
DE
192
RICARDO
BECERRA
que
fueron
acogidos
los
1806?
Dejemos
á
los
en un
ba.
Después
de
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
193
raleza,
débil
en
su
á la libertad
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
197
to
198
VIDA
DE
DON
VIDA
la
espada
de
la
revolución,
libros
en
la
práctica
y
manejos
de
los
negocios;
si
la
Colonia,
hasta
entonces
obscurecida,
206
RICARDO
BECERRA
de
preferencia
aspiraban
los
indecisos
y
VIDA
208
212
RICARDO
BECERRA
La
forma
en
puntos
de
su
pluma
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
ciudadanos
y
vasallos.
Después
em-
prendidas
sobre
el peso de
con
el
exterior
y
recibir
todo
género
216
del
primer
rango
en
la
colonia,
veía
en
la
autoridad
del
Rey
aquello
que
se
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
217
mitad
por
cohecho,
mitad
por
opinión
ó
miedo,
el
bata-
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
221
mada
en
la
222
RICARDO
BECERRA
pendido
la
administración
de
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
VIDA
DE
primera,
pero
cuyo
personal
debía
salir
exclusivamente
debía
pa-
recer
ridicula,
cuando
ramas,
está
á
lejos de
252
RICARDO
BECERRA
ros,
VIDA
resistencia
en
ninguna
par-
te;
mas
si
la
obediencia
y
la
subordinación
al
supremo
Gobierno
y
á
sus
magistrados
falta
en
éste,
en
país
y
ansian
cono-
cerlo.
Lady
fragmentos
es-
cogidos
de
mis
obras,
y
publicados
por
256
RICARDO
BECERRA
engreído
reformador,
á
de realizar
260
RICARDO
BECERRA
con
que
por
varios
siglos
ha
iluminado
y
civilizado
a[
mundo.
Su
porvenir
es
el
de
una
guerra
sin
tregua,
y
es
bien
sabido
que
una
guerra
continua
termina
per
llevar
los
pueblos
á
la
barbarie.
La
única
de
preponderancia
na-
cional
y
la
malicia
y
poder
de
Bonaparte,
su
de
los
VIDA
hombres
su
mantenimiento;
todo
esto,
á
tiempo
que
266
RICARDO
BECERRA
son
no
haya
rati-
ficado
en
persona
es
nula
porque
no
es
ley.
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
Resu--
men
histórico.—
litoral de
270
RICARDO
BECERRA
menes
aparentes
secundado por el
VIDA
DE
272
RICARDO
BECERRA
gastos
militares,
es
preciso
sistema
reglado
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
habrían
llevado
á
Cartagena
la
274
dario,
con
el
cual
hemos
visto
que
se
contaba.
Vientos
contrarios
VIDA
de
sus
selvas.
Ya
no
cabe
ViDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
277
278
nuevas
instituciones,
el
plan
de
la
280
RICARDO
BECERRA
cipio
los
que
pública
se
interpusiera
en
todas
la
liber-
tad
é
independencia
comunes,
por
lo
que
con
razón
agrega
Heredia:
En
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
281
de cuerpo,
282
RICARDO
BECERRA
más bien que representantes
VIDA
DE
cual
se
diri-
gieron
con
un
sentimiento
de
otras,
particularmen-
284
RICARDO
BECERRA
como
VIDA
DE
286
RICARDO
BECERRA
-Baralt;
2,
según
Montenegro),
CAPITULO
V
Miranda
particular.
288
RICARDO
BECERRA
diez
años.
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
289
cualidades
de
vigilancia
pertinaz
y
sedentaria
con
mezcla
290
VIDA
DE
DON
mano
la
auto-
que
determinaron
292
RICARDO
BECERRA
punto
este
hombre
de Miranda
de
la
Legislatura
VIDA
DE
se hallaban
varios
diputados
y
llamar
un
suplente,
sin
que
constase
hizo
condicio-
nalmente
y
en
términos
que
296
RICARDO
BECERRA
VIDA
^98
RICARDO
BECERRA
fechadas
en
Guatire;
Sanz
estaba
allí,
de la
en
Barlovento.
Sanz
se
forjó
la
ilusión
VIDA
una
segunda
patria
en
donde
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
jDl
tes
á
apartar
302
RICARDO
BECERRA
cial
á
los
Estados
Unidos
con
valores
por
sesenta
mil
pe*
sos,
destinados
al
propio
objeto,
creyó
candorosamente
en
siones, había
blo-
queo,
el
rigor
de
los
cruceros
españoles
encargados
de
hacerlo
efectivo,
particularmente
el
dirigido
por
Gabazo,
cuyos
salteos
recordaban
más
bien
á
VIDA
María
y
en
seguida
304
RICARDO
BECERRA
que,
como
Mérida,
VIDA
su
popularidad,
su
justicia
y
la
madurez
de
sus
ideas,
se
con-
20
306
RICARDO
BECERRA
vertirán
de
la
ley
marcial—
VIDA
DE
DON
303
León
de
Julio
puede
res-
tablecer
nueva de la
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
311
verdad,
312
VIDA
DE
LIBRO
IX
FRACASO
316
RICARDO
BECERRA
Monteverde
pide
más
auxilios.
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
317
raudal
de
Camiseta.
la
318
RICARDO
BECERRA
ban
los
campanarios
y
se
hallaba
ade-
más
profu
idamente
desmoralizado
VIDA
Queipo, voló á su encuentro,
saludándolo
como
al
res-
taurador
del
altar
y
320
VIDA
DE
situación
es
322
RICARDO
BECERRA
mentó
de
peones
y
caballos
organizado
en
la
Sierra,
con
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
323
326
RICARDO
BECERRA
VIDA
costa,
cuan
faltan,
€omo
sucedía
en
su
caso,
el
concurso
328
RICARDO
BECERRA
gún
pretexto
aunque
por
breves
momentos,
esta
vigorización
de
la
autoridad
del
generalísimo.
Alentadas
VIDA
de
las
lan-
chas
cañoneras,
combinado
á
retirarse
'330
RICARDO
BECERRA
lugares.
Celos
y
rivalidades
de
VIDA
DE
ó
provistos
en
otros
por
innecesarios
ó
mal
servidos .
La
administración
y
aumento
de
de
la
guerra
todas
las
León
y
á
Casas,
co-
mandante
332
RICARDO
BECERRA
tencia
reveladora
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
333
habían
movido
para
la
fecha
sus
respectivos
contingentes,
y
de
que
éstos
ser
retira-
dos
pos de
llevar
el
desaliento
y
la
impotencia
á
la
334
RICARDO
BECERRA
sa
y
en
el
silencio
de
a
336
RICARDO
BECERRA
le
juzga,
acaso
más
que
ninguna
sólo
para
VIDA
DE
que de-
era
la
inacción,
siquiera
fuese
la
338
RICARDO
BECERRA
hender
mento no
ter
y
temperamento,
mañana
del
VIDA
DE
venían avanzando.
La derrota
con
el
an-
teojo
la
marcha
que
sus
tenientes
aquellas
órdenes,
compa-
340
RICARDO
BECERRA
aquellas
escenas,
el
veterano
explicaba
con
singular
lucidez
las
reglas
y
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
341
que
se
había
echado
provisionalmente
342
RICARDO
BECERRA
con
la
bayoneta
de
sus
fusiles
sobre
los
ríñones
de
VIDA
DE
cia
y
su
experiencia?
El
Fabio
duraba
ya
demasiado;
¿cuándo
aparecería
Aníbal?
Vamos
á
ver
la
explicación
que
de
semejantes
enigmas
ocu-
lar
344
RICARDO
BECERRA
que
se
contrae
esta
narración,
Gual
recogía
sus
recuerdos
y
de
la
historia
de
Venezuela,
sobre
las
VIDA
346
RICARDO
BECERRA
ras
quitar
dedos
VIDA
DE
si-
guiente:
'^Comandancia
de
Puerto
Cabello.
lo pri-
348
RICARDO
BECERRA
„Pasada
la
primera
sorpresa
rompió
e
general
Miranda
el
silencio:
Vean
ustedes,
señores
VIDA
349
Interrumpamos
aquí
al
¡lustre
patriota,
á
reserva
de
volver
á
350
RICARDO
BECERRA
luchas
revolucionarias,
verterla
á
tiempo
y
con
351
pa,
espantada
con
y
tendrá
siempre
una
352
RICARDO
BECERRA
quedado
tan
experimentado
como
354
en
cipiado
VIDA
descargarse
358
el
primer
paso
para
entenderse
y
tratar
con
el
enemigo.
Un
acontecimiento,
del
cual
servicio
público,
varios
jefes
y
oficiales
del
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
359
tal
motivo,
entre
airado
y
y
soldados
no
pue-
de
ya
CAPÍTULO
II
La
capitulación.
al
dictador
en
la
362
RICARDO
BECERRA
<;onsigfuiente,
VIDA
DE
cuadro
aflictivo
de
aquella
situación^
lo
364
la
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
365
te
ejecuciones
capitales
que
se
oficiales
Jugo
y
Al-
dao,
con
366
RICARDO
BECERRA
rando
entre
los
que
se
la
llanura.
El
prendas, unida
368
RICARDO
BECERRA
mejante
prueba
era
ya
inequívoca,
y,
sin
embargo,
como
va
á
entender,
ó
modificar
estas
contesta-
ciones,
va
el
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
369
370
RICARDO
BECERRA
que
repugfnan
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
371
hicieron
José
Sata
y
Busy
y
372
RICARDO
BECERRA
^Primero.—
La
inmunidad
y
sertores
que
han
pasado
al
374
RICARDO
BECERRA
muy
perjudicial,
y
es
lo
menos
VIDA
las fuerzas
ofício,
ni
la
naturaleza
del
asunto
de pu-
lo
ocurrido
en
la
Victoria,
y
que
no
había
estado
en
su
mano
impe-
dir,
y
terminaba
376
RICARDO
BECERRA
El
28
de
Julio
dirigía
Sata
y
Busy
su
última
comunica»
á
de
consigo
VIDA
DE
poderes
por
el
re-
volucionario
de
origen
popular
á
quien
acababa
de
com—
batir.
378
RICARDO
BECERRA
el
capitán
general
de
la
documentos
de
la
^poca,
con
VIDA
á lo
380
más
infame,
aquella
plaza
estaba
ya
vendida
al
enemigo^
El
ilustre
arrestado
y
sus
arrestadcres
se
encontraron
sú^
bitamente
prisioneros
de
guerra,
ó
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
gunas horas,
y
382
RICARDO
BECERRA
falsa
nueva
de
que
órdenes,
lis-
comisionó
384
RICARDO
BECERRA
cañado
donde
tenía
ya
su
dijeron que el
386
RICARDO
BECERRA
Apenas
es
preparada
consideración
la
conducta
política
y
militar
con-
denado
como
autor
de
las
desgracias
VIDA
DE
DON
Peña
y
Casas
fírmaron
la
en compañía
388
VIDA
DE
390
VIDA
DE
DON
FRANCÍSCO
392
RICARDO
BECERRA
sor
y
en realidad
imprevisión
y
394
RICARDO
BECERRA
por
exigirlo
el
acontecimientos. El pliego de
297
iguales
habitaciones,
con
398
RICARDO
BECERRA
mar
el
juicio
de
la
mañana
del
31,
la
rigurosa
clausura,
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
399
firma
de
aquel
pacto.
Sus
personas
no
debían
ser
moles-
á su
la
era otra
400
RICARDO
BECERRA
ojos
de
la
posteridad
el
carácter
da
de
Guatire.
Expiación
cruel
á los
LIBRO
X
PRISIÓN
Y
MUERTE
DE
MIRANDA
CAPÍTULO
PRIMERO
La
calumnia.
nuestras
costas
mandan-
do
una
expedición
y
402
guerra;
segundo,
que
en
1812
404
RICARDO
BECERRA
cual
término
definitivo
á
la
terrible
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
405
de
406
aparte de echárselo
408
RICARDO
BECERRA
dicho
de
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
409
y
de
permaneció
410
calumnia sem-
tas
genera
estado
412
RICARDO
BECERRA
la
cual
aquellas
órdenes
y
aprestos
procedieron
inmediata-
mente
de
un
cias
con
Narifio
y
los
demás
414
RICARDO
BECERRA
cuales
dispuso
efecto,
¿autoriza-
rían
racionalmente
sospechas
como
las
VIDA
DE
para
que
sin
dila*
ción
avisara
á
Patrullo,
que
protestara
el
libramiento
y
de
ningún
dirigida
á
los
autores
de
la
Defensa^
de
Casa-León,
desde
para
que
manifes-
tase
más
lejos,
Díaz,
su
primer
editor,
la
había
propalado
en
y
La
Guaira...
Yo
remití
doscientas
las ofertas
VIDA
DE
418
RICARDO
BECERRA
cinco
figuraban
Marino,
Piar,
Bermúdez,
Sucre
y
Valdés^
que
designamos
que
siguieron
á
esta
rup-
férvido,
testigo
el
orden
moral
420
RICARDO
BECERRA
VIDA
DE
á V.
sabia
quién
los
422
RICARDO
BECERRA
procedimiento
anterior
VIDA
la
esta
Superioridad
contra
424
RICARDO
BECERRA
verde,
para
formar
los
sumarios
de
éste
y
siquiera
su
reputación,
sino
para
reclamar
preferentemente
su
señoría
conviniera,
y
habién-
sepultado
en
una
obscura
y
estrecha
prisión,
y
oprimido
426
RICARDO
BECERRA
ñola,
más lúgu-
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
menestral,
inficionaba
la
sangre
y
preparaba
á
inviolable
430
RICARDO
BECERRA
que
no
está
fuera
del
alcance
toda
Venezuela
en
el
día,
y
prescindiendo
de
cuantos
y
Venezuela
es
declarada
de
país,
y
les
fundamentos;
que
la
suerte
la
consecuencia
in-
evitable
de
unos
principios
favor
432
RICARDO
BECERRA
españoles
se
debe
el
que
de
lo
expues-
to,
y
en
uso
de
VIDA
„Por algún
tiempo se
434
RICARDO
BECERRA
y
por
atento
servidor
que
s.
m.
b.,
436
RICARDO
BECERRA
suerte
modo
más
sorprendente
y
ul-
trajoso,
sin
que
psra
ello
se
alegrasen
causas
ni
motivos
que
lo
autorizaran;
miento,
como
VIDA
DE
civil
devoradora,
en
el
castillo
de
este
puerto,
fuimos
arrebatados
el
día
4
del
co-
rriente,
en
el
silencio
de
438
RICARDO
BECERRA
440
RICARDO
BECERRA
marlo,
VIDA
riosay transcendental en beneficio de sus
semejantes
y
para
alivio
y
felicidad
de
todos
aluden
ni
hacen
442
terminaron
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
marino
pe-
ruano
D.
Manuel
446
RICARDO
BECERRA
448
RICARDO
BECERRA
sito,
más
la
suma
de
bote
ó
falucho
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
449
me
parece
que
llevaré
conmigo
cuanto
necesito
para
un
éxito
feliz,
sin
frente
en
se
llamaba
pacificación
450
RICARDO
BECERRA
de
un
héroe
cristiano,
exclamó
á
las
once
de
la
misma,
le
acometió
un
ataque
apoplético
que
pensamos
se
VIDA
DE
DON
FRANCISCO
DE
MIRANDA
451
á la
creyente
en
el
452
RICARDO
BECERRA
éste
hizo
depositar
Por
su
parte,
el
capitán
general
del
departamento
de
Cádiz,
al
transmitir
á
Madrid
la
D.
Vicente,
actual
454
RICARDO
BECERRA
que,
en
efecto,
4S6
RICARDO
BECERRA
grandiosidad
458
VIDA
460
RICARDO
BECERRA
lívar
462
RICARDO
BECERRA
ausente
de
la
patria,
464
índice
—Circunstancias
propi-
cias.
466
ÍNDICE
Páginas^
los
Estados
Unidos.
468
ÍNDICE
Páginas.
amilana
hasta
las
lágrimas.
ÍNDICE
469
Página».
á
Puerto
Rico
de
los
interven-
470^
ÍNDICE
Páginas.
Patriótica
para
recabar
la
declaración
de
la
independencia.
Discursos
de
Bolívar
y
Peña.—
Incidentes
que
de
las
tropas.
—Intendencia
y
hospitales.
Miranda
del
Ejército.
Cargos
ÍNDICE
471
Páginas.
Cartas
472
ÍNDICE
Páginas,
general
en
jefe.—
Nombramiento
de)
marqués
ÍNDICE
47S
Página»^
—
de
sus
tropas.
Combate
de
Puntos
fortifi»
cados
y
fuerzas
ÍNDICE
475
Páginas.
frustradas.
BIBLIOTECA
XI-XII.
Publicaciones
de
la
EDITORlAL-AítlÉRICA
BIBLIOTECxV
DE
LA
JUVENTUD
HISPANO-AMERICANA
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