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Gloria Benito Pérez Galdós Primera Parte - I - Arriba el telón Allá lejos, sobre verde colina a quien bañan por el Norte el Océano y por Levante una tortuosa ría, está Ficóbriga, villa que no ha de buscarse en la Geografía sino en el mapa moral de España, donde yo la he visto. Marchemos hacia ella, que el claro día y la pureza del aromoso ambiente convidan al viaje. Estamos en Junio, mes encantador en esta comarca costera cuando la deja de sus terribles manos destructoras el huracán. Hasta el mar, el displicente y sañudo Cantábrico está hoy tranquilo. Permite a las naves correr sin miedo por su quieta superficie, se arroja adormecido [6] sobre las playas, y en lo profundo de las grutas, en las ensenadas, en los acantilados y en los arrecifes sus mil lenguas de espuma modulan palabras de paz. Las suaves colinas verdes van ascendiendo desde el mar hasta las montañas, subiéndose unas sobre otras, cual si apostaran a quién llega primero arriba. En toda la extensión del paisaje se ven casitas rústicas de peregrina forma esparcidas por el suelo; mas en un punto los desparramados edificios se convocan, se reúnen, se abrigan unos Comentario [LT1]:

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GGlloorriiaa Benito Peacuterez Galdoacutes

Primera Parte

- I -

Arriba el teloacuten

Allaacute lejos sobre verde colina a quien bantildean por el Norte el Oceacuteano y por Levante una tortuosa riacutea estaacute Ficoacutebriga villa que no ha de buscarse en la Geografiacutea sino en el mapa moral de Espantildea donde yo la he visto

Marchemos hacia ella que el claro diacutea y la pureza del aromoso ambiente convidan al viaje Estamos en Junio mes encantador en esta comarca costera cuando la deja de sus terribles manos destructoras el huracaacuten Hasta el mar el displicente y santildeudo Cantaacutebrico estaacute hoy tranquilo Permite a las naves correr sin miedo por su quieta superficie se arroja adormecido [6] sobre las playas y en lo profundo de las grutas en las ensenadas en los acantilados y en los arrecifes sus mil lenguas de espuma modulan palabras de paz

Las suaves colinas verdes van ascendiendo desde el mar hasta las montantildeas subieacutendose unas sobre otras cual si apostaran a quieacuten llega primero arriba En toda la extensioacuten del paisaje se ven casitas ruacutesticas de peregrina forma esparcidas por el suelo mas en un punto los desparramados edificios se convocan se reuacutenen se abrigan unos

Comentario [LT1]

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contra otros formando el nobiliacutesimo conjunto urbano que los siglos llamaron Ficoacutebriga Eleacutevase en el centro la torre no acabada semejante a una cabeza sin sombrero pero tiene en su campanario dos ojos vigilantes y alliacute dentro tres lenguas de metal que llaman a misa por la mantildeana y rezan la oracioacuten al anochecer

En torno al pueblo (pues estamos cerca y podemos verlo) lozanas mieses y praderas muy lindas anuncian cierto esmero agriacutecola Silvestres zarzas cercan una y otra heredad y madreselvas llenas de aromaacuteticas manos blancas aacutergomas espinosas enormes pandillas de helechos que se abaniquean a siacute mismos algunos pinos de verde copa y muchas higueras a quienes sin duda debe su nombre Ficoacutebriga [7]

iexclHermoso espectaacuteculo ofrecen desde aquiacute las montantildeas inmensa escalera que conduce a los cielos Las maacutes lejanas confunden sus vagas tintas con las nubes en las maacutes proacuteximas se ven manchas rojas semejantes a sangrientas heridas y lo son realmente hechas por el escalpelo minero que uno y otro diacutea destroza la musculatura de aquellos gigantes Atropellaacutendose suben hacia Poniente y la luz simula en las remotas cumbres extrantildeas cresteriacuteas protuberancias torres grietas excrecencias lobanillos hasta que las nubes envuelven en blancos velos la deforme arquitectura

Despueacutes de atravesar un puente de madera que sumerge en el salobre fango sus podridos pilotes subimos una cuesta (casi estamos ya en Ficoacutebriga) desde la cual se ve la riacutea dando vueltas como si no supiera a doacutende va ni doacutende estaacute el mar que la espera metieacutendose en todos los charcos de las marismas cuando hay marea y huyendo de ellos aprisa desde que empieza la baja Escaso nuacutemero de buques navega en sus pobres aguas y sabe Dios el trabajo que les cuesta dar dos pasos dentro de aquella angosta callejuela cuando se duerme el viento y la corriente empuja hacia la peligrosa barra [8]

Las primeras casas (por fin llegamos sentildeores) son miserables las segundas tambieacuten Es Ficoacutebriga una villa de marineros y labradores pobres Algunos indianos ricos duermen sobre sus lauros comerciales en media docena de viviendas pulcras y coacutemodas iexclQueacute calles Santo Dios Las pobres casas estrechas y sucias no se caen al suelo por no dar queacute decir y de sus indescriptibles balcones penden redes vestidos azules huacutemedos capotes y mil suertes de descoloridos harapos asiacute como de sus caducos aleros cuelgan panojas en racimos pulpos puestos a secar y ristras de cebollas

Pasamos por delante del Consistorio que estaacute en el fondo de la plaza enfaacuteticamente convencido de que es digno de ser visto pasamos cerca de la Abadiacutea hurantildea vieja que se esconde entre casuchas tan viejas como ella formando el maacutes deplorable corrillo arquitectoacutenico y despueacutes de dar vuelta a la villa volvemos al extremo de ella sobre la riacutea por donde entramos En dicho sitio hay una plazoleta sombreada por dos acacias y un aacutelamo verrugoso

En la plazoleta (miradla bien porque ahora comienza nuestra historia) estaacute una casa mejor seriacutea llamarla palacio porque su aspecto en medio de tan ruin pueblo es verdaderamente magniacutefico [9] Compoacutenese en realidad de dos edificios el uno vicio y decorado con hiperboacutelicas piezas heraacuteldicas nuevo y bonito y casi artiacutestico el otro no menos elegante que las llamadas villas o cottages en el lenguaje a la moda Adoacuternalo por sus partes de Mediodiacutea y Levante hermosiacutesimo jardiacuten de pinos de Alepo floridas acacias plaacutetanos magnolias coniacuteferas de diversas clases por entre cuyas ramas se ven las cinco ventanas del piso principal Variada muchedumbre de arbustos entre cuya frescura descuellan camelias como aacuterboles recortados mirtos tamarindos rosales y un pueblo inmenso de pensamientos geranios imperiales y otra gente menuda se ve por

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los huecos de la verja de hierro alliacute donde no lo impiden las oficiosas enredaderas tan cuidadosas siempre de que el transeuacutente no se entere de lo que pasa en el jardiacuten

Esta mansioacuten encantadora estaacute situada en punto desde el cual se domina el mar por el Norte la extensioacuten toda de la accidentada costa y la riacutea con su puente por el Este Ficoacutebriga por Poniente y por Mediodiacutea el campo y las montantildeas Rodeacuteala vegetacioacuten asombrosa y florida y la bantildean beneacuteficos aires Es vivienda hecha para el amor egoiacutesta o para las meditaciones del estudio iexclQueacute dicha para el alma tocada de [10] amor o de las anhelantes curiosidades de la ciencia encontrar tan deliciosa prisioacuten donde encerrarse buscando al modo de aparente muerte para el mundo y vida inmensa para ella sola

La casa es de esas que detienen al viajero y le dicen laquoiquesta que no aciertas quieacuten vive en miacuteraquo

Silencio aacutebrese una de las verdes persianas que dan al jardiacuten por el lado de las montantildeas Hermosa mano raacutepidamente la empuja se mueve la cortina dejando ver una cara de mujer Sus ojos negros como una pesadumbre Durante un rato exploran todo el paiacutes y si la luz va lejos ellos van maacutes Su rostro indica con rasgos infalibles la ansiedad del que espera y las penosas inquietudes de un pensamiento ocupado por entero con la imagen de la persona que no quiere venir

Miramos nosotros tambieacuten hacia los montes y no vemos maacutes que montes La graciosa joven desaparece y al poco rato torna a presentarse y a mirar maacutes impaciente cuanto maacutes minutos pasan Diriacutease que sus audaces ojos quieren ver lo que hay detraacutes de las montantildeas Pero en los remotos caminos no se parece auacuten cosa alguna con forma de hombre ni de bruto y ella se inquieta primero se fastidia despueacutes No soacutelo estaacute impaciente sino enojada y del enojo [11] pasa a la coacutelera y de la coacutelera a la desesperacioacuten

Esta linda casa que tiene el inmenso intereacutes de toda vivienda a cuya ventana se asoma un semblante hermoso esta mujer graciosa estos negros ojitos que buscan y no hallan se enfurecen y echan rayos insolentes contra una parte de la creacioacuten iexclOh por aquiacute anda el amor

iexclAdentro [12]

- II -

Gloria y su papaacute

Estaban los dos en una sala del Mediodiacutea con ventana al jardiacuten por la cual este prestaba gratiacutesima vista y olores al sentido Pareciacutea despacho maacutes que otra cosa la tal pieza por la regular balumba de libros y papeles que en diversos lugares de ella habiacutea y las paredes se vestiacutean con mapas laacuteminas de santos el busto del Sumo Pontiacutefice y un gran cuadro que conteniacutea el retrato al oacuteleo de un obispo representado con pluma en la mano

Sentado en ancho silloacuten estaba alliacute don Juan de Lantigua hombre que iba ya mucho maacutes allaacute de los cincuenta serio muy simpaacutetico a la vista y de fisonomiacutea harto

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inteligente Su frente y perfil no careciacutean de majestad sin ofrecer bellezas acadeacutemicas pero lo dominante en todas las partes de su rostro era la expresioacuten [13] patente de una tenacidad acerada como debioacute de ser aquella que hizo los heacuteroes cuando habiacutea heacuteroes y los maacutertires cuando habiacutea maacutertires Asiacute es que si pasoacute su vida sin ser ni una cosa ni otra no consistioacute en eacutel Pareciacutea la naturaleza corporal de aquel hombre quebrantada o por estudios o por penas Podiacutea tambieacuten observarse en su semblante una tristeza serena muy distinta de la teatral misantropiacutea de los esceacutepticos Cuando le conozcamos mejor veremos que aquel melancoacutelico sentimiento que tan claramente saliacutea de lo hondo a la superficie de su persona era maacutes que descontento y hastiacuteo de siacute mismo una como laacutestima profundiacutesima de los demaacutes

Contemplando a su hija que por centeacutesima vez se asomaba a la ventana le dijo con afable tono

-Gloria por maacutes que te muevas y mires y esperes y tornes a mirar nuestro querido viajero no viene todaviacutea Ten calma que ya llegaraacute

Gloria volvioacute al lado de su padre Andaba en los diez y ocho antildeos y era de buena estatura graciosa esbelta viviacutesima muy inquieta Su rostro por lo comuacuten descolorido en las mejillas revelaba un desasosiego constante como de quien no estaacute donde cree debe estar [14] y sus ojos no podiacutean satisfacer con nada su insaciable afaacuten de observacioacuten Alliacute dentro habiacutea un espiacuteritu de eneacutergica vitalidad que necesitaba emplearse constantemente iexclEncantadora joven A todo atendiacutea cual si nada ocurriese en la Creacioacuten que no fuese importantiacutesimo atendiacutea a la hoja desprendida del aacuterbol a la mosca que pasaba zumbando a cualquier ruido del viento o bullanga de los chicos en el camino

Su fisonomiacutea parlante y expresiva como ninguna no careciacutea de defectos mas eran de esos que no soacutelo se perdonan sino que se admiran Era su boca un poquito grande y su nariz casi maacutes pequentildea de lo regular pero el conjunto no podiacutea ser maacutes hechicero Sus labios encendidos eran la maacutes hermosa y dulce fruta que puede ofrecerse en el aacuterbol de la belleza a los hambrientos antojos del amor Contrastaba con la frescura de esta golosina la exaltacioacuten la flamiacutegera viveza de sus ojos negros que tan pronto resplandeciacutean con suacutebito rayo tan pronto se abatiacutean con laacutenguida pereza Sobre estos dos astros aleteaban sus grandes pestantildeas Mirando como miraba poniacutea en sus ojos el reflejo de una conciencia pura Aquella sensibilidad profunda dispuesta a desarrollarse a tiempo y que no encendida todaviacutea con [15] verdadero fuego a todas horas echaba chispas aquel claro afaacuten de sentir fuerte estaba tan lleno de honestidad como el de algunas que por este medio han llegado a la canonizacioacuten El que no lo quiera creer que no lo crea

Vestiacutea la preciosa criatura a la moda con elegancia no afectada Todo participaba en ella de la gracia de su persona y ninguacuten pormenor de su peinado y de su ropa podiacutea estar de otra manera que como estaba

En el instante en que la vemos la inquietud de Gloria era tan grande que no existiacutea rasgo alguno en su semblante que no estuviese impaciente Cuando se apartaba de la ventana recorriacutea la estancia de un punto a otro tomando un objeto de este sitio para ponerlo en aquel moviendo las sillas sin motivo alguno que justificase las ventajas del cambio de colocacioacuten observando los cuadros que habiacutea visto mil veces en su vida Podiacutea decirse de ella lo del poeta laquoHasta cuando el paacutejaro anda se conoce que tiene alasraquo [16]

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- III -

Gloria no espera un novio sino un obispo

-Son las diez papaacute -dijo la sentildeorita con impaciencia- Desde la estacioacuten de Villamojada aquiacute no se tarda maacutes de dos horas

-Siacute pero sabe Dios a queacute hora habraacute llegado el tren -repuso el padre- Esta foacutermula abreviada de la civilizacioacuten se toma unas libertades No hay que impacientarse Desde que llegue el coche al ventorrillo de Tres Casas nos lo avisaraacute el tiacuteo Gregorio disparando un buen puntildeado de cohetes que alegraraacuten con sus estadillos la comarca Caifaacutes estaacute en la torre aguardando el primer chispazo para echar a vuelo las campanas Descuida que no podraacute darnos una sorpresa habraacute demasiado ruido

Gloria se asomoacute de nuevo para mirar a la [17] torre de la Abadiacutea que por encima de los tejados alzaba su caduco campanario y dijo con alborozo

-Siacute alliacute estaacute Caifaacutes con todos sus chiquillos esperando a que reviente en los aires el primer cohete para repicar Bien muchachos bien Paco bien Sildo y Celinina tocad fuerte muy fuerte para que se oiga en toda la provincia

El padre sonrioacute con dulzura demostrando el apacible contento de su alma en aquel instante

-Papaacute -dijo Gloria ponieacutendosele delante con resolucioacuten- iquestapostamos a que Francisca no ha espumado las cuatro gallinas ni puesto en el horno la dorada ni arreglado los platos de leche Francisca es asiacute dos horas para mover cada brazo y otras dos para pensarlo Y nada llegaraacuten los viajeros y estaraacuten todo el santo diacutea esperando la comida

Luego que esto dijo marchoacute a la carrera hacia la puerta

-Gloria Gloria -dijo el padre obligaacutendola a detenerse- Ven acaacute no salgas de aquiacute Sieacutentate

-iexclAy no puedo no puedo ver que en un diacutea de tanto apuro se esteacuten con esa bendita calma -exclamoacute la joven sentaacutendose- Yo me [18] abraso la sangre Llegaraacuten y no habraacute nada preparado

-Mira hija -dijo el anciano riendo- es preciso que aprendas a no ser tan vehemente a no tomar tan a pechos cosas nimias y de escaso intereacutes para el cuerpo y para el alma iexclCuaacutendo te ensentildeareacute la serenidad y el aplomo que debe tener la persona en presencia de los actos comunes de la vida Dime si pones esa exaltacioacuten y ese ardor inusitado de la actividad y de la atencioacuten en negocios triviales iquestqueacute piensas hacer cuando te encuentres en alguno de los mil graves lances y problemas que ofrece la vida Reflexiona en esto hija miacutea y modera tu arrebatado temperamento Mira la pobre Francisca a quien tuacute acusas te podraacute dar buenas lecciones Observa con queacute admirable meacutetodo y previsioacuten y reposado estudio hace las cosas de la casa Parece que tarda y sin embargo todo lo hace con prontitud porque todo lo hace bien En cambio tuacute con tu impaciencia y ligereza te equivocas a menudo y o no concluyes nada o si concluyes algo es preciso volverlo a empezar Yo he visto muchachas vehementes atolondradas ligeras como el aire y vivas

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y deslumbrantes como la luz pero tuacute hija a todas les das palmetazo Agradece a Dios que te hizo buena piadosa [19] y honesta que te dio natural honrado y generoso que puso en tu alma las maravillas de la fe y todos los sentimientos puros y nobles y el don de la gracia inefable dejando las agitaciones para la superficie

-Si Dios me dio tantas cosas buenas -dijo Gloria con la conviccioacuten de un Padre de la Iglesia- tambieacuten es Eacutel quien me ha dado este genio vivo esta impaciencia porque pase pronto la vida y este afaacuten de llegar a mantildeana

-Vamos a ver iquestQueacute motivo hay para que la proacutexima llegada de mi hermano te haya puesto en ese desasosiego calenturiento

-Como que hace tres noches que no duermo -repuso ella- A fe que hay poco que hacer iquestA un sentildeor obispo se le puede recibir como a cualquier pelagatos Mi tiacuteo traeraacute consigo a su secretario el doctor Sedentildeo y quizaacutes quizaacutes a dos de sus pajes o cuando menos a uno iquesty no se han de disponer las cosas para tantos y tan dignos hueacutespedes Si me fiara de Francisca ya habiacutea que tener paciencia hasta el antildeo que viene iquestCree usted que hay poco que hacer Pues nada todo el piso bajo de la casa es poco para la gente que viene Y no se les va a poner en la mesa pan vino y aceitunas Tres viajes ha dado Roque para traer lo necesario iquestPues y la capilla [20]

-Vamos a ver iquestqueacute tiene la capilla

-Nada que Su Ilustriacutesima querraacute decir misa en ella como la otra vez iexclEn bonito estado se hallaba la capilla Ha sido preciso dar tres jabonaduras al Cristo en cuyo santo cuerpo las moscas habiacutean hecho maacutes desperfectos que los judiacuteos El manto de la Virgen estaba perdido he tenido que quemarlo y hacer otro nuevo con el terciopelo que compreacute para miacute Yo creiacute que no saldriacutean con toda la tiza que hay en la casa las manchas de los candeleros Afortunadamente Caifaacutes y yo fregoteamos bien y todo ha quedado como un oro Pero iexclay iexclsi supiera usted que los ratones se habiacutean empezado a comer los pies de San Juan

-iexclAbominables animalejos -exclamoacute don Juan riendo

-iexclNo seacute queacute les hariacutea Gracias a que Caifaacutes que es tan habilidoso le puso al Santo en las heridas de los pies no seacute queacute pastas y rellenos con lo cual y una mano de pintura ha quedado muy bien Ya no haraacuten maacutes picardiacuteas estos tunantes bichos que nada respetan En tres diacuteas que van de puesta y armada la ratonera han caiacutedo once todos como lobos iquestTodaviacutea le parece a usted poco trabajo el miacuteo

-Me parece demasiado [21]

-iquestPues y las camisas que he tenido que hacer a los hijos de Caifaacutes para que puedan salir a recibir decorosamente a mi tiacuteo iexclY se asombra usted de que entre y salga y suba sin cesar Yo soy asiacute papaacute querido

-Tuacute eres asiacute lo seacute Dios te bendiga

-Adoro a mi tiacuteo que es un santo y me siento tan feliz al considerar que va a vivir bajo el mismo techo que yo me parece tan poco lo que tenemos para obsequiarle y agasajarle que quisiera traer aquiacute las maravillas de los palacios de un rey y no tenieacutendolas me voy a inventar mil suntuosidades y prodigios para albergar dignamente a quien tanto se parece a Dios No vivo no puedo tener calma me desvelo y me

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consumo Paso las noches sin dormir pensando en la pachorra de Francisca en la capilla en el pobrecito San Juan roiacutedo en los candelabros manchados en los ratones en la pequentildeez de la casa para tan insignes hueacutespedes

-iquestHas creiacutedo -dijo con bondad carintildeosa el padre- que mi hermano necesita palacios y lujo y ostentacioacuten No hija miacutea Mi hermano como disciacutepulo de Jesucristo es humilde Si esta casa fuera una choza no seriacutea menos digna de albergarle Ofrezcaacutemosle corazones puros ardiente fe y admiracioacuten profunda de [22] sus grandes virtudes regocijeacutemonos al calor de su compantildeiacutea para ver de imitarle apropieacutemonos parte de los inmensos tesoros de su corazoacuten lleno de Dios y no nos cuidemos de lo demaacutes

-Eso es lo primero pero tambieacuten

-Pobre o resplandeciente de riqueza la capilla seraacute siempre un recinto sagrado pues mi hermano ha celebrado ya y celebraraacute de nuevo en ella cuando los albantildeiles compongan el techo que se ha caiacutedo Si los ratones se atrevieron con los pies de San Juan fue porque esos infelices tambieacuten criados por Dios no encontraron bocado maacutes exquisito con que regalarse Ni la imagen dejaraacute por eso de ser imagen de un bienaventurado ni este dejaraacute de interceder por nosotros aunque no llamemos al industrioso Caifaacutes para que remiende el retrato Hija miacutea que tu alma no atienda tanto a la superficie de las cosas que se eleve a las alturas de lo que no ven los sentidos que no se inquiete tanto de los asuntos que la encadenaraacuten demasiado a lo terrestre es lo que ardientemente deseo Y sobre todo ese apasionamiento tuyo por cualquier insignificante suceso de un diacutea no me hace gracia

Apenas pronunciada la uacuteltima palabra de este discursillo oyose un estallido lejano en [23] los aires luego otro y otro como si los aacutengeles estuvieran cascando nueces en el cielo

-iexclYa ya -gritoacute Gloria poniendo toda su alma en los ojos

-Ya estaacute ahiacute mi hermano -dijo Lantigua con calma acercaacutendose a la ventana- Bien venido sea [24]

- IV -

El Sr de Lantigua Sus ideas

D Juan Crisoacutestomo de Lantigua nacioacute de padres honrados en la misma villa donde acabamos de conocerle ya gastado por la edad y consumido por el trabajo La riqueza que desde 1860 poseiacutea asiacute como la moderna casa y el bienestar tranquilo que disfrutaba proveniacutean de un tiacuteo suyo que volvioacute de Mazatlaacuten (Meacutejico) con regular carga de pesos duros la cual al poco tiempo soltoacute de sus hombros juntamente con la de la vida muriendo casi en el primer diacutea de descanso Su fortuna que era de las maacutes bonitas pasoacute a los cuatro sobrinos D Aacutengel a la sazoacuten capellaacuten de Reyes Nuevos D Juan abogado de mucha fama y los maacutes joacutevenes D Buenaventura y Serafinita Lantigua No entrando para menos en nuestros fines estos dos uacuteltimos les dejamos a un lado [25] concretaacutendonos a los dos primeros y por ahora exclusivamente a D Juan de Lantigua

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Habiacutea recibido este de Dios naturaleza apasionada y ardiente imaginacioacuten viva que se inclinaba a las cosas contemplativas inteligencia elevada si bien un tanto paradoacutejica sentimientos eneacutergicos que impulsaban su alma a extremos de exageracioacuten lo mismo en los afectos que en las ideas Sus primeros trabajos en la abogaciacutea fueron de no poco provecho y brillo y maacutes tarde cuando la herencia del tiacuteo le aseguroacute coacutemodo bienestar no abandonoacute completamente el foro Renunciar a las controversias hubiera sido en eacutel renunciar a la vida

Devorado por insaciable afaacuten de estudio mezcloacute con la jurisprudencia la teologiacutea y la historia y la ciencia poliacutetica Dedicose con predileccioacuten a entresacar de los escritores miacutesticos y poliacuteticos del Siglo de oro en Espantildea cuanto pudiera hallar de eternamente verdadero y por consiguiente aplicable a la gobernacioacuten de los pueblos en todos los tiempos Pero su entendimiento a causa de entusiasmos juveniles y por prejuicios formados no se sabe coacutemo estaba tercamente aferrado a ciertas ideas asiacute es que no pudo aun intentaacutendolo de buena fe juzgar con imparcial serenidad ni la [26] historia ni las obras de los que por tantos siglos han disputado sobre los medios de hacer a la humanidad menos desgraciada

Su inclinacioacuten contemplativa le llevoacute a considerar la fe religiosa no soacutelo como gobernadora y maestra del individuo en su conciencia sino como un instrumento oficial y reglamentado que debiacutea dirigir externamente todas las cosas humanas Dio todo a la autoridad y nada o muy poco a la libertad Pocos antildeos despueacutes de haberse metido en el golfo de estas lecturas y en el torbellino de estos pensamientos D Juan de Lantigua salioacute fuerte en erudicioacuten y en silogismo desafioacute con imponente orgullo la turba de friacutevolos y descreiacutedos brindole la poliacutetica con una tribuna y subido en ella la nube que habiacutea condensado en siacute tanta pasioacuten y tanto saber tronoacute y relampagueoacute contra el siglo La elocuencia del nuevo Isaiacuteas era arrebatadora

Sus enemigos (pues ya se comprende que los tuvo encarnizadiacutesimos) deciacutean laquoLantigua es el abogado de los curas y de los obispos hace su agosto con las causas de sus espolios de capellaniacuteas colativas de disciplina eclesiaacutestica Justo es que adule y sirva a los que le danraquo Estas groseriacuteas comunes en la eacutepoca presente haciacutean sonreiacuter al Sr D Juan Nunca se [27] ocupoacute de defenderse de este cargo porque seguacuten afirmaba es preciso no quitar a los tontos el derecho de decir tonteriacuteas

Como hombre de convicciones inquebrantables y profundas honradiacutesimo caballero en su trato social y de intachables costumbres le estimaban todos En la vida praacutectica Lantigua transigiacutea benignamente con los hombres de ideas maacutes contrarias a las suyas y aun se le conocieron amigos iacutentimos a los cuales amoacute mucho pero sin poderlos convencer nunca En la vida de las ideas era donde estaba su intransigencia y aquella estabilidad de roca jamaacutes conmovida de su asiento por nada ni por nadie Las tempestades de la revolucioacuten del 48 de la repuacuteblica romana de la formacioacuten de la unidad de Italia de la caiacuteda del imperio austriaco de la humillacioacuten del franceacutes de la destruccioacuten del poder temporal del Papa de la formacioacuten del Alemania Minerva parida por el cerebro de Bismarck y otras menos trascendentales y que localizadas en nuestra patria no fueron maacutes que lloviznas menudas en el cielo de Europa no produjeron en el aacutenimo de aquel varoacuten insigne otro efecto que el de cimentar maacutes y maacutes su creencia de que la humanidad pervertida y desapoderada merece un camisoacuten de fuerza [28]

Estos hechos y otras recientes desgracias ocurridas en el suelo patrio llevaron a Lantigua a un estado de irritacioacuten lamentable que dio a sus escritos y a sus discursos luacutegubre y desapacible tono Profetizoacute el vilipendio del proacuteximo siglo la confusioacuten de

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las lenguas y tras la confusioacuten la dispersioacuten y tras la dispersioacuten la esclavitud hasta que una nueva florescencia de la fe catoacutelica en los corazones fecundados por la desgracia reorganizase a los pueblos congregaacutendolos bajo el manto tutelar de la Iglesia Seguacuten eacutel las decantadas leyes del humano progreso conducen a Nabucodonosor Antes muriera Lantigua que ceder en esto Y en realidad iquestcoacutemo habiacutea de ceder Los que han reducido todas sus ideas a esta foacutermula abrumadora o Barrabaacutes o Jesuacutes necesitan dejarse llevar hasta las uacuteltimas extremidades porque la menor flaqueza equivale en ellos a pasarse a Barrabaacutes [29]

- V -

Coacutemo educoacute a su hija

D Juan de Lantigua no habiacutea presidido personalmente a la educacioacuten de su uacutenica hija Ademaacutes de que sus ocupaciones en el foro y en la tribuna le dejaban poco vagar para consagrarse a ello creiacutea que con encerrar a su hija en un colegio bastaba Lo importante era que en el colegio reinasen buenos principios Advirtamos que enviudoacute D Juan a los catorce antildeos de casado Su digna esposa le dejoacute a Gloria de doce antildeos y a dos pequentildeitos que volaron al cielo desde Ficoacutebriga cuando apenas habiacutean aprendido a andar por la tierra

Gloria despueacutes de residir algunos antildeos en un colegio a que daba nombre una de las advocaciones maacutes piadosas de la Virgen Mariacutea volvioacute a su casa en completa posesioacuten del catecismo duentildea de la historia sagrada y de parte de la profana con muchas aunque confusas nociones [30] de geografiacutea astronomiacutea y fiacutesica mascullando el franceacutes sin saber el espantildeol y con medianas conquistas en los dominios del arte de la aguja Se sabiacutea de memoria sin omitir siacutelaba ni aun letra los deberes del hombre y era regular maestra en tocar el piano hallaacutendose capaz de poner las manos en cualquiera de esas horribles fantasiacuteas que son encanto de las nintildeas tocadoras y terror de los oiacutedos y baldoacuten del arte musical

Lantigua la oyoacute recitar trozos de historia sagrada y no parecioacute satisfecho

-En estos colegios del diacutea -dijo- preparan el entendimiento de los nintildeos para las ideas como los dedos para las teclas El pensar es tocar reproduciendo con el oacutergano de la palabra la muacutesica del padre Astete

Un diacutea como Gloria vieacutendole sumergido en hondos comentarios sobre la unidad religiosa impuesta a los Estados despueacutes de la unidad poliacutetica le dijese que en su sentir los reyes de Espantildea habiacutean hecho mal en arrojar del paiacutes a los judiacuteos y a los moros Lantigua abrioacute mucho los ojos y despueacutes de contemplarla en silencio mientras duroacute el breve paroxismo de su asombro le dijo

-Eso es saber maacutes de la cuenta iquestQueacute entiendes tuacute de eso Vete a tocar el piano [31]

Gloria corrioacute como un paacutejaro alegre que siente en su alma el ansia de los trinos y posaacutendose en la banqueta y dejando correr sus manos por el teclado se puso a tocar algo que sonaba a zarzuela Lantigua no entendiacutea una palabra de muacutesica Habiacutea oiacutedo hablar de Mozart y de Offembach y para eacutel todos eran lo mismo es decir unos holgazanes Pero su espiacuteritu elevado y su sensibilidad exquisita le haciacutean conocer

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instintivamente diferencias profundas entre las distintas clases de muacutesica que habiacutea oiacutedo En general todo cuanto tocaba Gloria le pareciacutea horrible

-No seacute queacute diera hija miacutea -le deciacutea- por oiacuterte tocar otra cosa que esa muacutesica de organillo de las calles No me digas que asiacute es toda la muacutesica porque yo he oiacutedo en alguna parte no seacute si en la iglesia o en el teatro graves y pateacuteticas composiciones que penetrando maacutes allaacute de la superficie sensual conmueven el aacutenimo y nos sumergen en dulce meditacioacuten iquestNo sabes algo de eso

Gloria repasaba todo su repertorio de fantasiacutea nocturnos flores de saloacuten y auroras del pianista sin poder encontrar lo grave y pateacutetico que el alto espiacuteritu de su padre pediacutea En honor de la verdad que es antes que todo aun antes que el prestigio y las gracias de la linda [32] nintildea debo decir que Gloria aporreaba el piano de un modo lamentable cual si las teclas convictas y confesas de alguacuten espantable crimen merecieran ser azotadas todos los diacuteas por espacio de tres horas

-Basta ya de monsergas hijita -le deciacutea D Juan- coge un libro y ponte a leer

Gloria volaba a la biblioteca de su padre miraba a todos lados hojeaba un libro y con desdeacuten lo volviacutea a poner en su sitio Cogiacutea otro leiacutea algunas paacuteginas mas pronto se cansaba

-iquestQueacute buscas iquestnovelas -deciacutea D Juan entrando tras ella y sorprendieacutendola en el escrutinio- Algo de eso tengo tambieacuten Aguarda

-Ivanhoe -deciacutea Gloria leyendo un tiacutetulo

-Esa es buena pero deacutejala por ahora Aquiacute han entrado pocas novelas De la basura que diariamente han producido en cuarenta antildeos Francia y Espantildea no hallaraacutes una sola paacutegina De lo bueno hay algo poco Me parece que en alguacuten rincoacuten encontraremos a Chateaubriand a Gulliver a Bernardino de Saint-Pierre y antes que a ninguno a mi idolatrado Manzoni

Pero al poco tiempo D Juan prohibioacute a su hija la lectura de novelas porque aun siendo [33] buenas deciacutea enardecen la imaginacioacuten encienden deseos y afanes en el limpio corazoacuten de las muchachas extraviacutean su juicio y les hacen ver cosas y personas con falso y peligroso color poeacutetico

En cambio si Gloria no leiacutea para siacute leiacutea para su padre D Juan con mucha fatiga del estudio y con el continuo hervir de su cerebro y las largas vigilias y aquel afaacuten constante en que su viva pasioacuten poliacutetica le teniacutea iba perdiendo la vista Llegoacute a no poder leer de noche mas como a todo trance necesitase tener a mano textos de Quevedo Navarrete y Saavedra Fajardo para ilustrar la obra que a la sazoacuten escribiacutea instituyoacute a su hija en lectora D Juan se ocupoacute alguacuten tiempo en comentar los discursos asceacuteticos y filosoacuteficos de Quevedo porque aquel genio colosal de las burlas descansaba de su gigantesco reiacuter con seriedades taciturnas

Gloria leyoacute en alta voz la Vida de San Pablo Apoacutestol La Cuna y la sepultura y Las cuatro pestes del mundo Despueacutes se engolfoacute en la Poliacutetica de Dios y Gobierno de Cristo y como el sabio colector tuvo el buen acuerdo de poner en el mismo tomo en que se halla el mencionado escrito la incomparable historia del Buscoacuten Gloria cuando su padre mandaba suspender [34] la lectura para escribir doblaba bonitamente algunos

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centenares de hojas y tapaacutendose la boca para que no estallase la risa que a borbotones pugnaba por salir se deleitaba con las travesuras del gran Pablos

En otras ocasiones como D Juan no pusiese reparos a los libros claacutesicos espantildeoles del gran siglo Gloria se apoderoacute de varios tomos y leyoacute la Virtud al uso y miacutestica a la moda de D Fulgencio Afaacuten de Ribera Casi casi estuvo a punto de engolfarse en La piacutecara Justina pero Lantigua al fin puso mano en ello permitieacutendole soacutelo Guzmaacuten de Alfarache Desgraciadamente en el mismo tomo estaba La Celestina [35]

- VI -

Coacutemo se explicaba la nintildea

Sin maacutes norte que su buen juicio y libre de preocupaciones Gloria conversando un diacutea con su padre sobre el viejo asunto de las novelas cuya lectura debe permitirse o vedarse a la juventud dijo que la literatura picaresca de que tanto se envanece Espantildea por sus riquezas de estilo le pareciacutea una literatura deplorable inmoral irreverente y en suma anti-religiosa porque en ella se hace la apologiacutea de las malas costumbres de la holgazaneriacutea ingeniosa y truhanesca de todas las malas artes y travesuras groseras que degradan a un pueblo Concluyoacute por afirmar con una osadiacutea verdaderamente escandalosa que las gracias de aquellos perdidos heacuteroes de tales novelas si al principio le causaron agrado bien pronto le dieron repugnancia y tedio y que tales gracias comuacutenmente [36] obscenas y sin delicadeza habiacutean encanallado la lengua

Si hemos de creer a testigos presenciales cuya veracidad no debe ponerse en duda Gloria mutatis mutandi dijo tambieacuten que al penetrar con aacutenimo valeroso en el laberinto de desverguumlenzas engantildeos groseriacuteas y envilecimiento que con tanta gracia pinta la literatura picaresca no podiacutea menos de considerar a la sociedad del siglo XVII como una sociedad artista en la imaginacioacuten pero caduca en la conciencia y que comprendiacutea el decaimiento de la raza espantildeola que a la sazoacuten no conservaba maacutes virtud que un heroiacutesmo ciego virtud no suficiente a suplir la falta de un sentido moral puro y de una religiosidad sencilla y desnuda de supersticioacuten

Cuentan que D Juan de Lantigua cuando esto oyoacute estuvo largo rato perplejo y confuso no tanto por lo peregrino de tales conceptos sino por el desenfado con que su hija los manifestaba Sucedioacute a la confusioacuten cierto terror ocasionado por la precociacutesima aptitud que mostraba Gloria para el sofisma y la paradoja mas notando en ella un entendimiento de mucho briacuteo aunque extraviado consideroacute lo mejor llevarlo dulcemente por el buen camino Con tales ideas y propoacutesitos ordenoacute a su [37] hija que se diese una buena hartada de comedias de Calderoacuten acompantildeaacutendola con lecturas diarias de los miacutesticos poetas y prosadores religiosos para que variasen sus ideas radicalmente respecto a la sociedad espantildeola del glorioso siglo

En efecto hizo la sentildeorita todo lo que su padre le mandaba y a vuelta de algunas semanas le manifestoacute que en efecto sus ideas habiacutean cambiado un poco aunque no radicalmente Usando teacuterminos comunes que me veo obligado a variar para expresarlo propia y claramente aseguroacute que en la sociedad de aquellos tiempos encontraba ademaacutes de lo indicado antes una inclinacioacuten demasiado ardiente al idealismo la cual si bien produciacutea maravillosos efectos en la poesiacutea y en las artes era tal que sacaba a la sociedad

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fuera de su asiento Le repugnaban los perdidos los rufianes las busconas los estudiantes los militares los escribanos los oidores los meacutedicos las terceras los maridos y las mujeres de las novelas picarescas pero todos estos tipos teniacutean innegable sello de verdad Como una protesta contra tal linaje de gentuza los galanes y damas los caballerosos padres y los hidalgos campesinos de los dramas queriacutean establecer con sus nobles ideas y estupendas acciones [38] el imperio de lo bueno y de lo justo pero a juicio de Gloria habiacutea en el hermosiacutesimo semblante de aquellas figuras sin par la expresioacuten melancoacutelica de quien ha estado durante cien antildeos empentildeado en un objeto sin conseguirlo

Como Lantigua se riese de tan evidente despropoacutesito Gloria afirmoacute (empleando por supuesto frases comunes) que aquel ideal del honor y del amor no era la mejor ni maacutes soacutelida piedra para asentar el edificio moral de una sociedad Luego se ocupoacute de los miacutesticos reconociendo en ellos falta de equiponderacioacuten entre la fantasiacutea y el discernimiento y afirmando que su literatura en ocasiones muy bella no podriacutea servir nunca de guiacutea al comuacuten de las gentes por ser de pocos comprendida

Resumioacute sus ideas sobre este punto diciendo que no podiacutea tolerar que se tratase de religioacuten sin sencillez suma por lo cual poniacutea por encima de todos los tratados y disertaciones miacutesticas el Catecismo de las escuelas que hablando como Jesucristo lo deciacutea todo Parece que al llegar a este punto D Juan de Lantigua hizo no sin burlarse de su hija algunas observaciones sobre la profunda filosofiacutea y estudio de la divinidad y del hombre que en tales obras se encierra y vierais aquiacute a la piacutecara Gloria sosteniendo que la sociedad modelo seguacuten las [39] ideas de su padre habiacutea alambicado y desvirtuado un poco la idea religiosa dejaacutendose seducir demasiado por los siacutembolos que la misma idea religiosa emplea como oacuterganos eficaces y al mismo tiempo como culto tributado por la verdad a la belleza eterna

-Esas novelas de truhanes y desalmados -dijo Gloria para terminar- esas comedias de caballeros galanes y discretos aunque no siempre intachables bajo el punto de vista de la moral cristiana esas disertaciones donde mi espiacuteritu se pierde sin poder seguir el hilo sutiliacutesimo del enrevesado discurso bastan a darme idea de la gente para quien tales cosas por lo comuacuten admirables se escribiacutean Veo las conciencias muy anchas y gran tolerancia para mucha parte de los vicios que degradan al hombre en todas las eacutepocas No dudo que existiesen caracteres generosos los cuales creyeran cumplir su misioacuten y dar vuelo a los nobles impulsos de su alma elevando por cima de la general torpeza como ensentildeas sagradas el ideal del honor y la fe religiosa Pero el pueblo a quien no habiacutean ensentildeado a discernir y que vegetaba comido de vicios incapaz para el trabajo y sontildeando con guerras que traiacutean el pillaje o conquistas que dieran faacutecil fortuna no teniacutea maacutes que sentidos No poniacutea atencioacuten [40] a nada ni auacuten al sublime misterio de la Eucaristiacutea si no se lo presentaban en forma de comedia

laquoPor un lado se me presenta una realidad baja y comuacuten compuesta de endeacutemica miseria en cuyo seno haraposo y vaciacuteo se agitaba la gran masa de la Nacioacuten pidiendo destinos al rey y a los nobles las sobras de sus mesas y a los frailes el bodrio y a la poliacutetica nuevas tierras que expoliar Por otro no veo maacutes que hombres bien alimentados a quienes deslumbra un ideal de gloria y una dominacioacuten del mundo que cual sombra vana se desvanece al fin dejaacutendolos con la mano puesta en las mechas de sus arcabuces para matar paacutejaros -En el arte veo tambieacuten dos teacuterminos los poetas que cantan el amor y el honor y los miacutesticos y poetas de claustro que pasan sus diacuteas buscando foacutermulas nuevas para hacer comprender al pueblo los dogmas sagrados De estas dos musas una

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sublima el amor humano y otra el divino pero empleando iguales formas poeacuteticas iguales siacutemiles hasta iguales versos sin duda porque lenguas de la tierra han sido hechas para lo humano y humanamente lo dicen todo

raquoLos poetas los grandes guerreros los frailes los teoacutelogos los hombres de inteligencia cultivada entreveacuten una sociedad mejor vislumbran [41] un mundo moral superior a aquel en que viven y se agitan los pediguumlentildeos desnudos los holgazanes piacutecaros y demaacutes gente menuda Luchan unos contra otros La cosa no va bien pero no se sabe coacutemo puede enmendarse Los unos piden pan destinos bienestar material y no hallando quien se lo deacute roban lo que pueden los otros piden gloria amor exaltado profunda fe religiosidad caballerosidad justicia perfecta bondad perfecta belleza perfecta y jamaacutes pueden entenderse De estas dos voluntades que aparecen una frente a otra en aquella sociedad calenturienta se apodera Cervantes y escribe el libro maacutes admirable que ha producido Espantildea y los siglos todos Basta leer este libro para comprender que la sociedad que lo inspiroacute no podiacutea llegar nunca a encontrar una base firme en que asentar su edificio moral y poliacutetico iquestPor queacute Porque Don Quijote y Sancho Panza no llegaron a reconciliarse nuncaraquo

Parece indudable por los datos confusos que han llegado a mis noticias que cuando Gloria expuso a su manera las ideas del paacuterrafo anterior estaban en compantildeiacutea de su padre obra de cuatro o seis personajes graves que no podiacutean con la fama de sabios tales era el peso y grandor de ella Alabando el agudo ingenio paradoacutejico de la muchacha se rieron mucho de [42] sus donaires y celebraron sus originales ocurrencias mezclando haacutebilmente a veces la criacutetica con la galanteriacutea y como alguno maacutes curioso que los demaacutes manifestase deseos de conocer en queacute consistiacutea la reconciliacioacuten entre Don Quijote y Sancho Panza Gloria un poco confusa por el dudoso eacutexito de su osada tesis se expresoacute asiacute

-Ustedes que son tan sabios no habraacuten dejado de observar que si Don Quijote hubiera aprendido con Sancho a ver las cosas con su verdadera figura y color natural quizaacutes habriacutea podido realizar parte de los pensamientos sublimes que llenaban su grande espiacuteritu asiacute como si el escudero pero no digo maacutes porque se riacuteen ustedes de miacute Ya seacute que esto que hablo es algo extrantildeo quizaacutes disparatado y hasta ridiacuteculo por lo muy contrario a la verdad que soacutelo ustedes pueden conocer pero si es asiacute teacutenganlo por no dicho o por pura broma miacutea

Maacutes tarde cuando los sabios privaron a la casa de su presencia majestuosa D Juan de Lantigua a quien las desatinadas opiniones de su hija habiacutean puesto algo malhumorado encerrose con ella y la reprendioacute afablemente ordenaacutendole que en lo sucesivo interpretase con maacutes rectitud la historia y la literatura Afirmoacute [43] que el entendimiento de una mujer era incapaz de apreciar asunto tan grande para cuyo conocimiento no bastaban laboriosas lecturas ni aun en hombres juiciosos y amaestrados en la criacutetica Diacutejole tambieacuten que cuanto se ha escrito por varones insignes sobre diversos puntos de religioacuten de poliacutetica y de historia forma como un coacutedigo respetable ante el cual es preciso bajar la cabeza y concluyoacute con una repeticioacuten burlesca de los disparates y abominaciones que Gloria habiacutea dicho y que evidentemente la conduciriacutean no poniendo freno en ello al extraviacuteo de la razoacuten a la herejiacutea y tal vez a la inmoralidad

Retirose Gloria muy apurada a su alcoba pues era hora de dormir y a solas meditoacute largo rato llegando por fin iexcltal era el prestigio de su padre sobre ella a un convencimiento profundiacutesimo de que habiacutea pensado mil tonteriacuteas despropoacutesitos y

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barbaridades abominables Pero deseosa de absolverse echoacute toda la culpa a los libros e hizo voto de no volver a leer cosa alguna escrita o impresa como no fuera el libro de misa y las cuentas de la casa y las cartas de sus tiacuteos Arrodillaacutendose para orar seguacuten su piadosa costumbre dijo

-iexclGracias Dios miacuteo por haberme revelado a tiempo que soy tonta [44]

Acostaacutendose discurrioacute que le iba a ser muy difiacutecil dejar de pensar toda suerte de extrantildeas y endemoniadas cosas porque aquella facultad suya de discernir era como una monstruosidad fecunda que llevaba dentro de siacute y que a todas horas estaba procreando ideas Pronto pudo observar que si bien los libros estimulaban en ella aquel surgir constante de pensamientos varios y jamaacutes ideados de otro alguno el fenoacutemeno no cesaba por completo renunciando a las lecturas Esto la puso en cuidado

-Pues si no puedo menos de pensar -dijo- al menos callareacute

Pero la verdad es que aun sin manifestarse por medio del discurso sus facultades estaban siempre en febril ejercicio y a su observacioacuten no escapaba cosa alguna Durante largo tiempo su padre no cambioacute con ella ni una sola palabra relativa a ninguacuten alto asunto Ella asistiacutea al culto religioso con devocioacuten minuciosa y con regocijo y en lo demaacutes mostraba aficioacuten a las cosas nimias de todos los oacuterdenes detallando hasta un extremo pueril todos los actos de la vida Teniacutea cortadas las alas Asiacute la hemos hallado

Pero en sus horas de soledad en sus arrobamientos y en los crepuacutesculos que preceden o siguen al suentildeo y en los cuales la percepcioacuten [45] interna suele ser maacutes viva Gloria sentiacutea hondas voces dentro de siacute como si un demonio se metiese en su cerebro y gritase

-Tu entendimiento es superior los ojos de tu alma abarcan todo Aacutebrelos y mira levaacutentate y piensa

Cuando leiacutea cuando daba su opinioacuten sobre los piacutecaros y sobre la sociedad del gran siglo Gloria teniacutea diez y seis antildeos [46]

- VII -

Los amores de Gloria

Pero en los diacuteas en que esta historia empieza teniacutea ya diez y ocho

Auacuten no se le habiacutean conocido amores ni noviazgos ni inclinacioacuten a ninguacuten mozalbete ni sentildeales de que hubiese entregado parte miacutenima de su corazoacuten a hombre nacido Y don Juan no la teniacutea sometida a inquisitorial vigilancia ni le prohibiacutea que fuese al teatro al paseo y a las tertulias en compantildeiacutea de sus primas El atareado padre descansaba tranquilo fiando en la rectitud exquisita y honestidad perfecta de su cuntildeada Dordf Mariacutea del Rosario

Pero si la juventud masculina que Gloria reconociacutea no despertaba en ella ni aun mediano intereacutes no por eso su corazoacuten dormiacutea Habiacutea perdido a su madre a los doce antildeos de edad Quedaacuteronle dos hermanitos el uno de tres [47] antildeos y el otro de quince

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meses con los cuales hizo el papel de madre hasta que ambos murieron con intervalo de pocos diacuteas Ella misma despueacutes de cuidarles en su enfermedad con extremado celo les habiacutea cerrado los ojos les habiacutea vestido les habiacutea puesto flores en las sienes y en las manos y al fin habiacutea cerrado la caja cuando Caifaacutes se los llevoacute al camposanto de Ficoacutebriga Las dos inocentes criaturas ocuparon siempre lugar muy grande en el corazoacuten de su hermana y esta no pasaba sin derramar laacutegrimas por el ruacutestico cementerio de la villa donde aquellos habiacutean dejado su mortal vestidura

Ademaacutes el corazoacuten de Gloria estaba lleno de un amor inefable y celestial inspirado por su tiacuteo D Aacutengel obispo de Le consideraba como un santo bajado de los altares o mejor dicho del cielo para departir con ella darle buenos consejos y vivir bajo su mismo techo y comer de su mismo pan

Gobernaba aquel santo varoacuten una dioacutecesis de Andaluciacutea y muy rara vez veniacutea a Madrid pero uacuteltimamente sus achaques le obligaron a buscar alivio en el paiacutes natal y soliacutea pasar algunos meses de verano en Ficoacutebriga en compantildeiacutea de su hermano y sobrina No era su primer visita aquella reciente en que le hemos visto [48] llegar anunciado por los cohetes Dos antildeos antes habiacutea estado tambieacuten

La aficioacuten pura y entrantildeable de Gloria a su tiacuteo perteneciacutea al orden de sentimientos que consigna en su primer artiacuteculo el Decaacutelogo Le amaba como a una representacioacuten de Dios en la tierra Recordaba que en una grave enfermedad que ella padeciera en la nintildeez su tiacuteo habiacutea venido de la dioacutecesis para verla recordaba haber sentido al verle alegriacutea tan viva que cuerpo y alma se reanimaron con ardor desconocido Figuroacutesele que una mano celestial la sacaba del negro abismo en que iba sumergieacutendose Ya convaleciente se le permitiacutea jugar en el cuarto mas no salir de eacutel

El Obispo dejando a un lado su breviario tomaba asiento junto a la mesa donde Gloria teniacutea un completo ajuar diminuto de casa con preciosos mueblecitos vajilla de comedor y cocina y dos docenas de damas y galanes de alta categoriacutea de las cuales unas estaban en visita y otras recibiacutean Su Ilustriacutesima discutiacutea largamente con Gloria sobre la colocacioacuten que debiacutea darse a las sillas y sofaacutes y ambos se pasaban las horas muertas con las imaginarias visitas y los cumplidos y saludos de las mudas personas de cartoacuten Llegada la hora de la comida para los habitantes de encima de la [49] mesa y el patriarca por un lado y la chiquilla por otro pareciacutean la gente maacutes atareada del mundo limpiando cacerolas del tamantildeo de dedales espumando cazuelas en cuyo seno unos pedacitos de pan haciacutean las veces de pavos y gallinas y soplando hornillos sin lumbre

laquoQue ponga usted bien esos manteles tiacuteoraquo laquoAllaacute voy hijita y no seas tan viva de genioraquo laquoiquestQueacute tal iquestestaacute ya frita la merluzaraquo laquoDivinamente como que me estaacuten dando ganas de comeacutermelaraquo laquoVaya lave usted esos platos mientras yo limpio los cuchillos prontoraquo laquoPues manos a la obraraquo laquoTodo estaacute preparado que entren las sentildeorasraquo laquoPues allaacute van las sentildeorasraquo laquoMuacutesica tiacuteo muacutesicaraquo laquoPues allaacute va la muacutesica Ton torontoacutenraquo Al coloquio de las dos voces igualmente infantiles aunque de distinto tono sucediacutea entonces musical murmullo al modo de himno de Riego o marcha real acompantildeada de golpecitos sobre la mesa dados con las patitas de palo de una muntildeeca

En aquellos solitarios diaacutelogos dentro de una estancia donde ninguacuten extrantildeo podiacutea penetrar no se oiacutea nada teoloacutegico pero a veces caiacutean boca arriba las figurillas olvidaacutebase todo cacerolas visitas cocina sofaacutes ceremonias [50] Gloria fijaba sus ojos en el placentero semblante de su tiacuteo preguntaacutebale coacutemo era el Cielo y entonces el aacutengel

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y el santo empezaban a hablar de ello con tanto fervor como los desterrados hablan de la patria

Maacutes tarde antildeos adelante cuando Gloria disputando con su padre comenzaba a dar las muestras de precocidad que hemos expuesto D Aacutengel se reiacutea de tan buena gana que era cosa de seguir disparatando para gozar de su alegriacutea El obispo se cercioraba frecuentemente (y esto con la mayor seriedad) de la ortodoxia de su sobrina y en punto tan delicado jamaacutes tuvo ocasioacuten de censura antes al contrario de grandes alabanzas y de que el inmenso amor que le teniacutea se aumentase

Aquiacute punto [51]

- VIII -

Un pretendiente

Estalloacute como he dicho el cohete en los aires y casi en el mismo instante resonaron las campanas de la Abadiacutea mezclaacutendose el agudo son de la esquila con la hueca salmodia del fabordoacuten para anunciar a los habitantes de Ficoacutebriga el feliz suceso Salieron todos a la calle abandonaron la playa marineros y calafates de los campos acudieron labriegos y pastores afluyoacute de todas partes enjambre de chiquillos todos los funcionarios municipales aparecieron de gran etiqueta y ninguna persona quedoacute en su casa La carintildeosa manifestacioacuten proveniacutea de que los Lantiguas eran muy queridos en la localidad especialmente el don Aacutengel

De todas las personas importantes que salieron al encuentro de Su Ilustriacutesima el maacutes [52] apresurado fue D Silvestre Romero cura de la villa Siguiole correteando seguacuten se lo permitiacutean sus piernecitas el llamado D Juan Amarillo varoacuten rico y paacutelido que no llevaba tal apellido por ser como era el usurero de la comarca sino porque lo heredoacute de sus dignos padres Fue tambieacuten el boticario industrial ingeniosiacutesimo que iba en camino de ser rico y no se quedoacute atraacutes sino que fue de los primeros en correr al camino abrochaacutendose el recieacuten puesto y de antiguo raiacutedo pantaloacuten D Bartolomeacute Barrabaacutes el liberalote del paiacutes ex-doacutemine con puntas de filoacutesofo hogantildeo maestro de escuela con pespuntes de hombre poliacutetico y aun de orador y tambieacuten de periodista Siguieacuteronle varios indianos paso a paso marchando con gravedad y compostura porque hombres que habiacutean pasado toda su vida trabajando no podiacutean igualarse a los chicos de las calles ni a los holgazanes como D Bartolomeacute Barrabaacutes Iban acompantildeados de sus sombreros de pelo para tan alta ocasioacuten sacados de las sombrereras y tambieacuten de sus paraguas que desafiaban a las nubes

Cuando D Aacutengel llegoacute a las primeras casas del pueblo se bajoacute del coche para abrazar a su hermano y sobrina Una exclamacioacuten inmensa como el bramido del mar irritado le saludoacute [53] De entre aquel tumulto de entusiasmo saltaron al aire gorras y sombreros Los paraguas de los indianos cual aves majestuosas desplegaron sus alas negras para recibir unas cuantas gotas que a la sazoacuten caiacutean Abalanzose el gentiacuteo hacia Su Ilustriacutesima para besarle el anillo y muy difiacutecil le fue a D Aacutengel llegar a la Abadiacutea para orar breve rato De la Abadiacutea a la casa continuaron las apreturas y fue preciso que la autoridad municipal siempre vigilante en lo que al buen orden de los pueblos se refiere interviniese para apartar a un lado y otro a la pegajosa muchedumbre

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Cuando el prelado entroacute en la casa quiso orar tambieacuten un rato en la capillita de ella pero le advirtioacute su hermano que estaba fuera de uso por su deterioro y que los albantildeiles preparaban todo para repararla pronto En la sala baja el prelado conversoacute un rato con las eminencias ficobrigenses que habiacutean salido a recibirle

En la casa habiacutea gran movimiento de personas que iban de aquiacute para alliacute y subiacutean y bajaban Gloria se dirigiacutea precipitadamente a la escalera para subir a dar ciertas oacuterdenes cuando encaroacute con un joven Ambos sonrieron ella con sorpresa eacutel con alegriacutea

El sentildeor obispo habiacutea traiacutedo consigo a tres [54] personas dos del orden sacerdotal y un laico

El laico era un joven como de treinta antildeos muy cumplidos delgado y rubio de ojos oscuros acompantildeados de sutiliacutesimas gafas de oro cejas muy arqueadas como curva de puente antiguo barba abundante y azafranada fisonomiacutea inteligente y porte caballeroso y hasta cierto punto elegante Eran faacuteciles sus maneras y su habla un poco campanuda como de quien gusta oiacuterse y se ha oiacutedo mucho en estrados en las Cortes o en las varias academias de mancebos aprovechados que hay en Madrid Nada habiacutea en su persona de asacristanado o frailesco como pudiera creerse el verle venir en compantildeiacutea de cleacuterigos

Este personaje fue el que encaroacute con Gloria en el primer peldantildeo de la escalera inmutaacutendose un poco al verla

-iexclCoacutemo iquestUsted por aquiacute Rafael iquestHa venido usted con mi tiacuteo -le preguntoacute la sentildeorita despueacutes del primer saludo

-He venido con Su Ilustriacutesima pero me quedeacute un poco atraacutes porque nuestro coche se detuvo en la cuesta -repuso el mancebo estrechando la mano de la joven- Ya seacute que todos estaacuten buenos El Sr D Juan hecho un mozalbete Usted siempre tan linda

-Yo creiacute que usted no saldriacutea de Madrid [55] Como ahora estaacuten las cosas tan enredadas por allaacute

-Por allaacute y por aquiacute y por todos lados No seacute adoacutende iraacute a parar el mundo Yo he venido a Ficoacutebriga para cierto asunto de elecciones y tambieacuten para uno miacuteo Ya se lo diraacute a usted D Juan He venido en el mismo tren que Su Ilustriacutesima que despueacutes me ofrecioacute su coche y hospitalidad en su casa No la acepteacute por no molestar Ademaacutes tengo compromiso con mi iacutentimo amigo el sentildeor cura para vivir con eacutel unos diacuteas

-Estaraacute usted mucho tiempo por aquiacute iquestno es verdad

-Me estariacutea toda la vida -dijo el joven con evidentes sentildeales de debilidad amorosa en su grave semblante y arqueando las cejas de un modo excesivo hasta ponerlas en mitad de la frente- El mes pasado la vi a usted por uacuteltima vez en casa de Dordf Mariacutea del Rosario iexclQueacute piacutecara iexclDejarnos en tal soledad iquestSe acuerda usted de lo que hablamos alliacute la uacuteltima noche de tertulia

Gloria se echoacute a reiacuter

-Dos diacuteas despueacutes fui a casa de mi amiga El paacutejaro habiacutea volado Ficoacutebriga y siempre Ficoacutebriga Aborrezco a este pueblo

-iexclAborrece a este pueblo [56]

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-No ahora no -respondioacute con viveza el de las gafas- Es un paraiacuteso este lugar Por desgracia el asunto de las elecciones me entretendraacute poco maacutes de dos semanas iexclQueacute dulce es vivir aquiacute tan cerca de usted Gloria Parece un suentildeo y sin embargo es verdad Verla todos los diacuteas a todas horas

-El honor es para nosotros Sr del Horro Pero dispeacutenseme usted Voy a mandar que bajen los azucarillos iexclFrancisca pero Francisca [57]

- IX -

Recepcioacuten discurso presentacioacuten

El joven entroacute en la casa Estaban alliacute ademaacutes de los dos hermanos Lantigua el doctor Loacutepez Sedentildeo secretario de Su Ilustriacutesima el paje del mismo D Juan Amarillo el cura y el alcalde de Ficoacutebriga los tres indianos y don Bartolomeacute Barrabas que a pesar de la firmeza de sus ideas republicanas no vacilaba en tributar respetuoso homenaje a la principal gloria de Ficoacutebriga aunque tal gloria estuviese representada en un priacutencipe de la Iglesia

El cura de Ficoacutebriga D Silvestre Romero que era un hombre proceroso fornido de fisonomiacutea dura y sensual como la de un emperador romano pero muy simpaacutetico y francote dio comienzo no sin turbacioacuten a un discurso que preparado llevaba y del cual la historia muy negligente en esto apenas conserva algunos paacuterrafos [58]

-Todos los habitantes de esta humilde villa -dijo- sienten el maacutes vivo gozo al ver a Usiacutea Ilustriacutesima en el seno de esta humilde villa y esperan que la presencia de Usiacutea Ilustriacutesima en esta humilde y honrada villa sea anuncio feliciacutesimo de paz origen de concordia y sentildeal de bienes sin cuento

Y maacutes adelante cuando se serenoacute un poco y pudo con desembarazo echar fuera los pensamientos que traiacutea almacenados en su mente agregoacute esto

-iexclBenditos nosotros que vivimos ausentes de los escaacutendalos que pasan allaacute donde la corrupcioacuten y la irreligiosidad tienen su asiento Lo que llega a nuestros oiacutedos nos hace estremecer El Sr D Juan profetizoacute en aquel su ceacutelebre discurso los fuegos de Niacutenive y los fuegos de Niacutenive que ya cayeron sobre Francia caeraacuten tambieacuten sobre la catoacutelica Espantildea y la abrasaraacuten y podraacute decirse de ella laquoPerecioacute su memoria con el sonidoraquo periit memoria ejus cum sonitu

Y despueacutes

-Antes se habiacutea entibiado la religiosidad pero ahora se ha perdido por completo en la mayor parte de las personas y las que auacuten saben dirigir sus almas al cielo se ven perseguidas amenazadas por la caterva brutal de filoacutesofos y [59] revolucionarios Los hombres que gobiernan al (1) paiacutes predican puacuteblicamente el ateiacutesmo se burlan de los Santos Misterios insultan a la Virgen Mariacutea denigran a Jesucristo llaman bobos a los Santos y mandan demoler las iglesias y profanar los altares Los ministros del Sentildeor haacutellanse hoy en la condicioacuten maacutes precaria se les trata peor que a los ladrones y asesinos el culto sin decoro ni magnificencia a causa de la general pobreza de la Iglesia entristece el aacutenimo Los hombres no piensan maacutes que en reunir dinero en rentildeir los unos

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con los otros y en disputarse el gobierno de las naciones que al dejar de ser guiadas por la poliacutetica cristiana y uacutenico gobierno posible que es el de Cristo marchan con paso ligero a su disolucioacuten y total ruina

D Silvestre no quitaba los ojos mientras hablaba de D Juan de Lantigua como preguntaacutendole laquoiquestqueacute tal lo hagoraquo Pero el insigne jurisconsulto fue la uacutenica persona que no se mostroacute entusiasmada con el discurso del cura sin duda por no creerlo ni nuevo ni oportuno que todas las ocasiones no son propias para decir verdades El doctor Sedentildeo que era un poco enfaacutetico dijo tambieacuten algo coruscante sobre la ruindad de los tiempos pero a pesar de su meacuterito no ha llegado el texto a nuestras manos [60]

-Malos son los tiempos -dijo Su Ilustriacutesima dirigieacutendose principalmente al cura y a Barrabaacutes que muy azorado no deciacutea palabra- pero Dios no abandonaraacute a los suyos en medio de la tempestad que se acerca y no faltaraacute un arca para los que viven en eacutel Oremos sinceramente sentildeores la oracioacuten es antiacutedoto celeste contra la epidemia del pecado que por todas partes nos rodea oremos por nosotros y por los que cierran sus oiacutedos a la voz de Dios y sus ojos a la luz de la verdad Fervor y piedad constantes en los que creen pueden atraer sobre la tierra especiales favores del cielo Te domine custodies nos a generatione hac in aeternum laquoTuacute Sentildeor nos salvaraacutes y nos guardaraacutes de esta generacioacuten para siempreraquo

Al llegar aquiacute el prelado fijoacute sus ojos con expresioacuten de gran benevolencia en el joven seglar que habiacutea traiacutedo consigo y presentaacutendole a sus amigos hablo asiacute

-Aquiacute estaacute nuestro heroico joven nuestro valiente soldado Sentildeores y amigos miacuteos saluden al benemeacuterito campeoacuten de los buenos principios de las creencias religiosas de la Iglesia catoacutelica y al perseguidor del filosofismo del ateiacutesmo de las irreverencias revolucionarias iexclGloria a la juventud creyente fervorosa llena de fe y de amor al catolicismo [61]

D Rafael del Horro inclinaacutendose con modestia balbucioacute algunas protestas sobre los meacuteritos que le atribuiacutean

-Cuando la juventud -antildeadioacute el prelado- se entrega a los vicios de la inteligencia y se corrompe con perniciosas lecturas este joven aspira al honroso nombre de soldado de Cristo La Iglesia pelea alliacute donde la provocan al combate iexclAh sentildeores No es vana cortesaniacutea lo que sale de mis labios sino admiracioacuten por su valiente espiacuteritu por su animosa decisioacuten en pro de la combatida Iglesia por la constancia con que persigue acosa y anonada la piacutecara francmasoneriacutea y el materialismo por su elocuencia oratoria y su eneacutergico estilo literario prendas todas que han sido armas poderosas de la causa de Dios en el periacuteodo que acaba de pasar

-iexclAh -dijo D Juan Amarillo haciendo al joven Horro un saludo pomposo- ya sabemos que el sentildeor es un gran orador y un gran periodista

D Silvestre Romero abrazoacute con efusioacuten a Rafael del Horro Eran antiguos amigotes y en cierta ocasioacuten como el joven orador y publicista necesitase un buen corresponsal en Ficoacutebriga brindose a desempentildear este cargo el cura enviando unas cartas muy saladas que no dejaban nada que desear [62]

Mientras duraron las felicitaciones D Bartolomeacute Barrabaacutes que era el demagogo de la localidad no se atrevioacute a decir una palabra en pro de sus perversas doctrinas y aunque el cura y Amarillo dejaron caer alguna punzante cuchufleta sobre la persona del

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filoacutesofo de aldea este no creyoacute prudente empuntildear las bien afiladas armas de su dialeacutectica en aquella ocasioacuten El respeto a D Aacutengel poniacutea una mordaza en sus labios Y tan bien pagoacute el noble prelado esta prudencia que como D Silvestre aludiera claramente al demagogo diciendo que tambieacuten Ficoacutebriga estaba tocado de pestilencia habloacute de este modo

-No me toquen a D Bartolomeacute que espero convertirle puesto que es bueno en su corazoacuten y estos desvariacuteos no perderaacuten su alma si llegamos a tiempo

Barrabaacutes se inclinoacute dando las gracias Para decir algo dijo

-Y seguacuten la prensa el Sr D Rafael del Horro viene a trabajar en las elecciones

-Viene a trabajar y a triunfar -repuso con desenfado el cura- No pasaraacute ahora como la otra vez cuando por nuestra negligencia y descuido se nos pusieron ustedes encima

Y luego amenazando a Barrabaacutes con la derecha mano antildeadioacute [63]

-Ahora se diraacute Exurgat Deus et dissipentur inimici ejus et fugiant Sicut fluit cera a facie ignis sic periant peccatores a facie Dei laquoLevaacutentese Dios y sean dispersos sus enemigos y huyan Como se derrite la cera delante del fuego asiacute pereceraacuten los pecadores delante de Diosraquo

Repitiendo el gesto de amenaza D Bartolomeacute dijo riendo

-Iremos a votar

El demagogo no estaba en la lista de los convidados aquel diacutea pero D Aacutengel le rogoacute que se quedase lo que en extremo agradecioacute Barrabaacutes Al mismo tiempo D Juan de Lantigua gritaba desde la puerta

-Gloria Gloria hija miacutea iquestpero no se come hoy en esta casa [64]

- X -

D Aacutengel de Lantigua obispo de

El obispo pareciacutea un nintildeo grande Su cara redonda sonrosada y siempre risuentildea se destacaba entre la ampulosa envoltura episcopal y bajo el sombrero verde respirando profundo gozo de espiacuteritu benevolencia paz completa con la conciencia y relaciones perfectas con Dios Era hombre que por natural impulso de su sano corazoacuten se inclinaba a suponer lo bueno en todo Sus estudios su experiencia su confesonario le ensentildeaban que habiacutea malvados en el mundo pero siempre que hablaba con alguien deciacutea para siacute laquoiexclQueacute buena persona queacute excelente sujetoraquo

Como una luz alumbra cuanto la rodea asiacute su corazoacuten proyectaba las claridades de la bondad sobre los que se le acercaban Era incapaz de tener un mal pensamiento acerca de individuos [65] conocidos y cuando oiacutea hablar de las picardiacuteas de alguacuten desconocido no omitiacutea decir cualquier palabra en defensa del ausente

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Su inteligencia era quizaacutes inferior a la de su egregio hermano D Juan pero le ganaba en verdadera piedad y en dulzura de sentimientos y aunque tocante a materias dogmaacuteticas profesaba la doctrina de la intolerancia en el verdadero sentido teoloacutegico no en el vulgar de esta manoseada palabra la viva compasioacuten que sentiacutea hacia los errores y deslices de la humanidad contemporaacutenea pareciacutea atenuar el rigor de sus ideas Se ignora lo que D Aacutengel habriacutea hecho si hubiera tenido en el hueco de la mano la pecadora sociedad presente En cuanto a D Juan es seguro que la habriacutea echado al fuego quedaacutendose despueacutes con la conciencia no soacutelo tranquila sino satisfecha de haber realizado el bien

En las praacutecticas religiosas era D Aacutengel intachable No se le podiacutea tildar ni de flaqueza ni de exceso de celo Jamaacutes desmayoacute en sus deberes de catoacutelico jamaacutes se dejoacute llevar a extremos de sutilezas y enrevesados simbolismos En sus ratos de vagar recreaba el aacutenimo con piadosas lecturas y aborreciacutea los perioacutedicos de cualquier partido que fuesen En Ficoacutebriga como los meacutedicos le ordenasen una vida tranquila y que [66] huyese de lecturas taciturnas y mentales trabajos gustaba de pasear por el jardiacuten contemplando las muchas y bellas flores y oyendo las explicaciones de su sobrina acerca del tiempo y condiciones con que cada una se criaba Gustaba tambieacuten de pasear por el pueblo hacia la mar bajando casi siempre a la playa y al muelle y detenieacutendose infaliblemente a ver llegar las lanchas pescadoras cuya vuelta al abrigo le produciacutea inefable sensacioacuten de placer y asombro por la bondad infinita de Dios Sus ojos las buscaban en el horizonte las seguiacutean por la superficie del mar y cuando atracaban teniacutea gozo especial en ver desembarcar la sardina la merluza y el besugo Siempre le causaba admiracioacuten que trajesen tantos peces y deciacutea a los marineros laquoCreiacute que no quedaban maacutes despueacutes de lo que trajisteis ayer iexclBendito sea Dios que no deja morir a los pobresraquo

Le agradaba la muacutesica cualquiera que fuese sin distincioacuten de escuelas No entendiacutea de buena y mala muacutesica Para eacutel toda era buena y siempre que Gloria tocaba algo al piano oiacuteala con placer y aun con cierto respeto porque aquel precipitado correr de los dedos sobre las teclas le pareciacutea el colmo de las habilidades humanas Pegaacutebansele al oiacutedo aquellos ritmos y por las mantildeanas cuando bajaba al jardiacuten despueacutes [67] de decir misa en la Abadiacutea o en la capilla si estaba habilitada soliacutea tararear entre dientes alguacuten cantorrio informe Pero su principal gusto consistiacutea en departir con su sobrina sobre cualquier materia sagrada o profana Autorizaacutebala complacientemente para decir cuanto se le antojase le preguntaba mil cosas friacutevolas que de ninguacuten modo podiacutean interesarle y haciacutea comentarios sobre los diversos sucesos que ocurriacutean en Ficoacutebriga pues tambieacuten en Ficoacutebriga habiacutea sucesos

Teniacutea en tanto aprecio a su secretario el doctor Loacutepez Sedentildeo que en ninguna cosa grave poniacutea mano Su Ilustriacutesima sin consultarle por ser Sedentildeo teoacutelogo eminente y gran sabedor de caacutenones pero de alguacuten tiempo acaacute se habiacutea dado el secretario con exceso a los negocios poliacuteticos y leiacutea con afaacuten los perioacutedicos y aun escribiacutea no poco en ellos Si al principio desagradoacute esto a D Aacutengel pronto se fue acostumbrando y acaboacute por alabarlo considerando que los tiempos exigiacutean tomar las armas No faltaron maliciosos que en las antesalas del palacio episcopal de murmuraron de la excesiva preponderancia del doctor Sedentildeo en los consejos de Su Ilustriacutesima y hubo quien por mote llamoacute al leal servidor y amigo le petit Antonelli Pero de estos detalles que quizaacutes fueron malignidades [68] no nos ocuparemos nosotros Otros deciacutean que Sedentildeo era muy soberbio y aspiraba al episcopado de cuando fuese trasladado D Aacutengel como

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se anunciaba a la metropolitana de S y recibiera el capelo Nosotros no sabemos nada de esto y cerramos los oiacutedos a los chismes de cabildo

Soacutelo sabemos que D Aacutengel era amado con delirio por sus diocesanos lo mismo que por sus compatriotas los de Ficoacutebriga que su corazoacuten estaba limpio de ambiciones que si tomaba con calor la perversidad de los tiempos era soacutelo atendiendo a lo espiritual Gran carintildeo teniacutea a Rafael del Horro joven espada de la Iglesia una especie de apoacutestol laico defensor eneacutergico del catolicismo y de los derechos eclesiaacutesticos en el Congreso Sin embargo cuando por el tren le habloacute el ardiente joven del negocio de la eleccioacuten Su Ilustriacutesima le dijo

-Creo que mis paisanos le votaraacuten a usted porque son buenos catoacutelicos y daraacuten fuerza a los defensores de la Iglesia pero no me pida usted que les hable de este negocio Allaacute se las entienda con su amigo D Silvestre que es seguacuten dicen un aacuteguila para esto de elecciones pues las que eacutel ha dirigido dejaron fama en todo el paiacutes [69]

Este fue un punto en que ni el mismo doctor Sedentildeo con ser le petit Antonelli pudo hacer variar la inquebrantable resolucioacuten del sentildeor obispo Tampoco quiso este intervenir en otro asuntillo que traiacutea a Ficoacutebriga Rafael del Horro y lo encomendoacute por entero al cuidado de su hermano D Juan como se veraacute en el capiacutetulo siguiente [70]

- XI -

Un asunto grave

Rafael del Horro viviacutea en la casa del cura y todos los diacuteas bien al almuerzo bien a la comida se personaba en casa de Lantigua llevado del afaacuten de hablar con Gloria Una mantildeana antes de que el aguerrido campeoacuten de Jesucristo pareciese por la casa D Aacutengel que acababa de llegar con Gloria de la Abadiacutea donde habiacutea celebrado dijo a esta

-Tu padre estaacute en el jardiacuten y quiere hablarte ve

Gloria corrioacute al jardiacuten donde estaba don Juan en pie con las manos a la espalda inspeccionando los materiales que habiacutean traiacutedo para componer la capilla Fueron ambos a sentarse en un apartado y umbroso sitio que abrigaban corpulentas magnolias y otros aacuterboles Un sol tibio calentaba el jardiacuten convocando [71] en el espeso verdor de este toda la repuacuteblica de paacutejaros vecinos que entraban y saliacutean por diversas partes jugando y charlando D Juan miroacute con afectuosos ojos a su hija y le habloacute asiacute

-Por lo mucho que te quiero voy a hablarte de un asunto que interesa mucho a tu porvenir y a tu felicidad Si se tratara de una jovenzuela de esas que no poseen el buen juicio y la rectitud que a ti te distinguen seguramente el camino que debiacutea seguirse seriacutea distinto pero tuacute no eres como las demaacutes y yo tomo la senda maacutes breve Creo hija miacutea que ha llegado la ocasioacuten de que te cases

Gloria se quedoacute absorta quiso hablar y no se le ocurrioacute nada digno de ser dicho en tan criacutetica ocasioacuten y ante la majestad imponente de D Juan en quien veiacutea entonces juntas las dos personas de su padre y su tiacuteo

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-Siacute -prosiguioacute Lantigua- Lo que en otra clase de personas es cuestioacuten difiacutecil aquiacute es problema faciliacutesimo y puede resolverse con honra y contento de todos Una joven que no ha entretenido su edad florida en noviazgos indecentes ni con necios amoriacuteos de balcoacuten o de tertulia es el tesoro maacutes preciado de una honesta familia Esa joven eres tuacute Tu caraacutecter bondadoso doacutecil tu educacioacuten cristiana y haacutebitos [72] humildes tus pensamientos que si alguna vez han sido soberbios despueacutes se han sometido al yugo de la autoridad me mueven a hablarte de este modo seguro de que tus ideas se acordaraacuten con las miacuteas y tu sentir con mi sentir

Gloria quiso de nuevo hablar algo aunque fuera para dar su asentimiento pero nada de lo que vino a su mente le parecioacute digno de la gravedad del caso por cuya razoacuten creyoacute prudente callarse

-iexclQueacute seria te has puesto -dijo el padre- y tambieacuten paacutelida Asiacute me gusta Una muchacha casquivana y ligera habriacutea sonreiacutedo y soltado por la boca mil torpes o fuacutetiles palabras pero tuacute comprendes que el asunto del que trato es grave es una piadosa unioacuten por toda la vida un Sacramento instituido por Dios el paso maacutes difiacutecil y maacutes delicado de la existencia y soacutelo la idea de avanzar el pie para darlo debe sumergir el aacutenimo de la mujer cristiana en hondas meditaciones

Despueacutes de sonreiacuter prosiguioacute asiacute

-Sin duda sospechas quieacuten es el hombre a quien tengo por el maacutes a propoacutesito para ser tu esposo Hay un joven cuyo caraacutecter talentos no comunes y costumbres cristianas son una excepcioacuten entre todos los demaacutes joacutevenes de su [73] clase y de su edad como lo eres tuacute entre las nintildeas de estos tiempos Ese joven iquestnecesito nombrarlo es D Rafael del Horro En verdad que si ese mozo no descollase por sus virtudes tanto como por su talento se habriacutea dirigido a ti y te habriacutea mareado la cabeza con boberiacuteas de novela contrarias a la moral cristiana y que aun cuando los fines sean buenos dejan siempre germen de vicio y concupiscencia en el alma Cuerdo sensato honesto respetuoso contigo y con nosotros se ha abstenido de demostraciones apasionadas En Madrid y aquiacute mismo me ha confiado que siente hacia ti una aficioacuten puriacutesima y santa y que se consideraraacute feliz si le das el nombre de esposo

Gloria maacutes incapaz entonces que nunca de pronunciar una palabra trazaba con la punta de la sombrilla rayas horizontales sobre el piso de arena

-Si fuese preciso enumerarte los meacuteritos de D Rafael hija miacutea -dijo D Juan- te diriacutea que entre todas las personas que conozco no hay ninguna que maacutes me cautive por la valentiacutea de sus convicciones por el entusiasmo con que ha consagrado su juventud a la defensa de una causa perseguida por los malos por su honradez y laboriosidad y formalidad prendas todas que no suelen ser adorno de los joacutevenes [74] sino de hombres sesudos y maduros ya templados y hechos a la vida por el trabajar de los antildeos

Gloria despueacutes de que trazoacute sobre la arena regular nuacutemero de liacuteneas horizontales paralelas empezoacute a trazar otras verticales que formaban enrejado con las primeras

-En este uacuteltimo periacuteodo Rafael ha conquistado la admiracioacuten y la gratitud de todos los que vivimos perseguidos Su talento y su valor para luchar solo contra los energuacutemenos y los perseguidores de la Iglesia me han recordado al gran Judas Macabeo soacutelo que aquel trabajaba con la espada y este con la lengua y la pluma iexclQueacute admirables triunfos le debe la Iglesia en sus relaciones temporales iexclqueacute gratitud eterna

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le deben los pobres eclesiaacutesticos perseguidos que no pueden ir a defenderse a los antros de herejiacutea ni subir a la caacutetedra de las blasfemias Pero como la verdad necesita oacuterganos en todas las esferas en la de estas mundanales luchas tiene la Iglesia buen nuacutemero de piadosos seglares que la defienden la amparan y son un valladar constante contra las amenazas de los impiacuteos

-iexclUna caterva de piacutecaros -dijo Gloria que encontrando al fin coyuntura a propoacutesito para decir algo no quiso dejarla pasar [75]

-Tal vez en su conciencia no sean tan malos como dicen -indicoacute D Juan- pero ello es que Rafael les ha tratado bien iexclPobre joven Cuando me reveloacute respetuosamente por supuesto la casta aficioacuten que le has inspirado sentiacute mucho gozo laquoPuesto que mi hija no ha de ser monja dije ya le encontramos el compantildeero de su vidaraquo No he querido contestarle nada hasta saber lo que piensas acerca de esto

Gloria empezoacute a trazar rayas diagonales en el enrejado

-Mis ideas en esto son hija que al matrimonio debe preceder una eleccioacuten libre del corazoacuten previo el consejo de las personas mayores Pero si admito el consejo y a veces la oposicioacuten a inconvenientes afectos de las nintildeas rechazo la violencia y la imposicioacuten para realizar el gusto a veces equivocado de los padres Esto suele ser causa de matrimonios desgraciados y pecadores Si a pesar de las prendas rariacutesimas de Rafael no sientes inclinacioacuten a darle tu mano nada de hipocresiacuteas nada de violencias Si le has tratado poco y te es indiferente como creo un trato conveniente y decoroso te revelaraacute los tesoros de su corazoacuten bueno y recto No confundas las arrebatadoras vehemencias de un diacutea con el afecto tranquilo [76] y que ha de durar toda la vida reflejo del amor puro y reposado que tenemos a Dios

Gloria se ocupoacute en trazar en los cuatro costados del enrejado unos picos a manera de fleco Despueacutes alzoacute los ojos de su complicada obra geomeacutetrica y fijaacutendolos en su padre dijo con timidez

-Bien papaacute yo hareacute siempre lo que usted me mande

-Si yo no te mando nada -dijo Lantigua con viveza- Veo que no estaacutes dispuesta a dar una contestacioacuten terminante y categoacuterica Eso es prueba de sensatez Estas cosas deben pensarse

-iexclEso es pensarse -exclamoacute Gloria asieacutendose a la idea del pensar como el naacuteufrago a una tabla

-Bien -dijo D Juan levantaacutendose- Toacutemate todo el tiempo que quieras y piensa hija miacutea Tienes entendimiento y corazoacuten y piedad y fe cristiana suficientes para resolver esto convenientemente iquestQuedamos en eso

-Quedamos

-Pero deseariacutea que tu contestacioacuten no se retardase mucho

-Contestareacute pronto -dijo Gloria

-Te doy tres diacuteas vamos cuatro Esto me prueba como he dicho antes que no ha habido [77] noviazgo iquestRafael te ha hablado de esto

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-Un poco pero asiacute como broma Yo siempre lo tomeacute como broma

-Ya ves que es muy serio Con que hijita prepaacuterate a responderme Mediacutetalo bien Ni tu consentimiento ni tu negativa disminuiraacuten el carintildeo que tu padre te tiene Vaya adioacutes Me voy a trabajar Te encargo como siempre que cuides de que no me hagan ruido

-Descuide usted papaacute

D Juan de Lantigua se metioacute en su cuarto y como el buzo se arroja al mar eacutel se sumergioacute en el oceacuteano de sus libros Hasta la hora de comer no debiacutea tenerse noticia de su existencia [78]

- XII -

El otro

Lo propuesto por D Juan dejoacute a Gloria en la mayor confusioacuten Aquel asunto realmente grave no podiacutea presentarse a su espiacuteritu sin ocuparlo al punto vivamente Durante largo rato su meditacioacuten fue tan profunda que el tiempo transcurriacutea sin que ella lo advirtiese Al fin dando un suspiro y alzando la cabeza como que volvioacute en su acuerdo Advirtioacute gran soledad en el jardiacuten bastante caldeado por el sol que a mucha altura estaba ya Cerradas todas las persianas de la casa ninguacuten ruido veniacutea de ella hasta los paacutejaros se habiacutean callado y soacutelo dos o tres cuchicheaban alguacuten secreto o refunfuntildeaban alguna disputa en las uacuteltimas ramas de los plaacutetanos

Gloria se levantoacute pues el ardiente vibrar de sus nervios la impulsaba a pensar marchando [79]

Complacida del silencio y soledad en que estaba dejose ir hacia un escondido y ameno bosquecillo Al ver el apresuramiento de su marcha y el afaacuten con que marchando hacia el oscuro sitio miroacute a sus espesuras cualquiera habriacutea creiacutedo que alliacute la aguardaba alguna persona pero no habiacutea nadie El bosquecillo estaba enteramente solo Despueacutes acercose a la verja y por entre los huecos que dejaba a trechos el follaje de la madreselva miroacute hacia el camino con los ojos fijos y el semblante paacutelido sus grandes pestantildeas aleteaban como mariposas negras jugando en la luz iexclAh Cualquiera que en tal actitud la hubiese visto y observase con cuaacutento intereacutes exploraban sus ojos el camino ya en direccioacuten a la playa ya en direccioacuten a las montantildeas habriacutea creiacutedo que esperaba a alguno Sin embargo podemos jurarlo y lo juramos por alliacute no pasaba ni habiacutea pasado jamaacutes nadie que interesase a su corazoacuten

Luego subioacute a su cuarto y se puso a trabajar en una obra de aguja Seguiacutea meditando pero los sonidos maacutes insignificantes la haciacutean volver suacutebitamente la cabeza A veces el caer de una hoja las pisadas del jardinero sobre la arena el ruido de las huecas regaderas de latoacuten al ser puestas vaciacuteas en el suelo el surtidor [80] que caiacutea en la pila llena de agua con pececillos encarnados el arrullo de las palomas en lo alto del granero de la casa vieja el silbar lejano de un vapor zarpando de la riacutea impresionaban su oiacutedo tan eneacutergicamente cual si voces amadas la llamaran y la nombraran en distintos puntos del espacio infinito Y sin embargo seraacute preciso repetirlo nadie la llamaba desde el jardiacuten ni desde los altos aires vaciacuteos ni desde los mares profundos como no fuera una

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voz soacutelo por ella oiacuteda Su corazoacuten latiacutea con fuerza y vivo compaacutes Sobre eacutel se sentiacutean pasos

Intentaremos describir la situacioacuten de espiacuteritu de la sentildeorita de Lantigua La razoacuten no le deciacutea nada en contra del proyecto de su padre y reconociacutea faacutecilmente en Rafael todas las cualidades de un joven maduro de un caraacutecter honrado y bondadoso de un atleta del catolicismo de un trabajador incansable de un apoacutestol seglar Reconociendo esto ella haciacutea esfuerzos para despertar en su pecho inclinacioacuten vehemente hacia aquel joven pero aquiacute empezaba la dificultad porque se interponiacutea siempre entre ella y eacutel una sombra intrusa que veniacutea no sabemos de doacutende

Esto debiera conducirnos a la afirmacioacuten categoacuterica de que la sentildeorita de Lantigua habiacutea encontrado ya el elegido de su corazoacuten [81] pero una serie de indagaciones concienzudas con la cooperacioacuten de las personas maacutes curiosas de Ficoacutebriga demuestran lo contrario Teresita la Monja esposa de D Juan Amarillo en cuya casa hay un ventanuco desde el cual se atisban con buen ojo el jardiacuten y los patios y corredores de la casa de Lantigua asegura que si Gloria tuviese alguacuten novio del tamantildeo de una lenteja o recibiese cartas o hablase por el balcoacuten a ella no se le hubiere escapado Lo mismo dicen las dos hijas de D Bartolomeacute Barrabaacutes ambas muy instruidas en todas las historias del pueblo amigas iacutentimas de Francisca Pedrezuela criada principal de nuestros heacuteroes

Y sin embargo el otro existiacutea iquestDoacutende iquestQuieacuten era

La sentildeorita de Lantigua bajoacute maacutes tarde sola al jardiacuten despueacutes de la comida Entonces sin mover los labios hablaba Oigaacutemosla

-Es una locura -deciacutea- esto que tengo es una locura pensar en lo que no existe y desvanecerme y afanarme por una persona imaginaria Fuera fuera tonteriacuteas ilusiones vagas diaacutelogos mudos Aquiacute hay algo de enfermedad sin duda y mi cabeza no puede estar buena Vivo en gran error suentildeo lo imposible lo que no existe ni puede existir sobre la tierra iquestEn queacute consiste pues que entre todos [82] los hombres que he visto y oiacutedo y conocido ninguno se parece a este Si mi padre y mi tiacuteo le conocieran no hariacutean tantos elogios de Rafael

iquestlaquoPero coacutemo le ha de conocer si no existe si no estaacute en ninguna parte si no tiene cuerpo ni vida ni realidad iexclLoca mil veces loca soy Deacutejame tuacute y no vuelvas maacutes Calla tuacute y no digas una palabra maacutes pues no te escucho Eres una mentira menos que una sombra menos que un fantasma menos que un rayo de sol eres un pensamiento nada maacutes No soacutelo no existes sino que no puedes existir porque seriacuteas la perfeccioacuten Sal pues del jardiacuten y no vuelvas maacutes ni me hables ni me llames en el silencio de la noche ni pases haciendo sonar con tus pisadas las hojas arrugadas y secas del otontildeo Adioacutes tuacute has sido conmigo corteacutes fino generoso delicado leal apasionado sin impureza y carintildeoso con un respeto sagrado hacia miacute pero te despido porque mi padre me manda que quiera a ese D Rafael buena persona excelente sujeto apreciable joven como eacutel dice Sin duda no puede haberlos mejores sobre la tierra y el creer en ti el pensar en ti es un disparate como alzar la mano para coger una estrella

raquoCada cosa en su lugar El cielo tiene estrellas [83] y soles la tierra hombres y gusanos Vivimos abajo y no arriba Mi padre me ha dicho varias veces que si no corto las alas al pensamiento voy a ser muy desgraciada Vengan pues las tijeras O se tiene voluntad o no se tiene o se vive en la realidad o en el suentildeo Sentildeor y padre querido

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tienes razoacuten en llevarme por este camino guiada por tan fiel mano entrareacute gozosa en eacutel y me casareacute con tu soldado de Cristoraquo

Luego siguioacute pensando que era necedad propia de colegialas castigadas a pan y agua por no saber la leccioacuten el divagar a solas con el entendimiento fijo en imaginarios galanes el representarse escenas platoacutenicas y apasionadas entrevistas y mil otras aventuras dramaacuteticas embellecidas al mismo tiempo por la fantasiacutea y la inocencia Afirmoacute ademaacutes que tales desvariacuteos eran indignos de una persona de soacutelidas calidades y principios como ella y aunque su conciencia diaacutefana clara y limpia como los cielos no le mostraba la nube de ninguna impureza juzgoacute que en aquel perpetuo y descarriado imaginar suyo habiacutea no poco de pecado o al menos de germen pecaminoso

Despueacutes se rioacute un poco de siacute misma y dejando ir el pensamiento hacia su padre encontroacute en eacutel tanta bondad tanta previsioacuten tal [84] rectitud de miras que sintioacute aumentarse la admiracioacuten y el carintildeo que hacia eacutel sentiacutea Por la concatenacioacuten natural de las ideas su pensamiento despueacutes de revolotear locamente fue a posarse sobre la persona de Rafael

-iexclQueacute excelente joven es ese D Rafael -dijo marchando hacia la casa- He sido una tonta en no comprender antes su meacuterito Se le tomariacutea por un viejo y luego ese talentazo que le ha dado Dios Ahiacute es nada traer marcados a los piacutecaros revolucionarios y herejes y volverles tarumba con sus discursos y despedazarles con sus artiacuteculos iexcly queacute discursazos Bien me acuerdo de aquel que deciacutea laquoiexclEstaacuteis conculcando todas las leyes divinas y humanas estaacuteis insultando a Diosraquo Luego es piadoso es religioso no tiene la despreocupacioacuten infame de los muchachos del diacutea iexclAy alliacute viene huyamos

Y azorada huyoacute por un lado mientras el modelo de joacutevenes entraba por otro [85]

- XIII -

Llueve

Aquellos pensamientos duraron poco en la mente de Gloria Como mudan las corrientes en la esfera del mundo volvieacutendose del Norte al Sur asiacute las ideas de ella marcharon con rumbo distinto y dijo

-No yo no puedo querer a ese hombre Hay en eacutel algo que me repugna sin poderme explicar lo que es

Aquella tarde que era la del 23 de Junio viacutespera de San Juan fueron todos a la Abadiacutea D Aacutengel la recorrioacute toda para ver las composturas hechas en algunos altares los nuevos vestidos con que habiacutea sido obsequiada una imagen de la Virgen y los ornamentos de plata Meneses recieacuten comprados por suscripcioacuten entre los fieles de Ficoacutebriga Examinolo bien el obispo y sobre cada pieza dio su dictamen con mucho [86] acierto Despueacutes de orar un rato salieron para dar un paseo En el atrio Su Ilustriacutesima dijo

-Daremos un paseo por la playa si les parece a ustedes

D Juan el doctor Sedentildeo Rafael y el cura accedieron muy gustosos

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-Veremos llegar la barquiacutea -dijo el cura poniendo la mano a guisa de pantalla ante los ojos para mirar al mar- Hoy vendraacute buena sardina Hola hola estaacute picada la mar

-iquestTendremos temporal -preguntoacute don Aacutengel

El cura miroacute al cielo y al horizonte Pareciacutea que olfateaba las viacuteas aeacutereas inquiriendo el rastro de las tempestades

-Tendremos temporal esta tarde -afirmoacute echaacutendose atraacutes el manteo prenda para eacutel de grandiacutesimo estorbo pero que no podiacutea menos de usar mientras acompantildease al prelado

-Hombre de Dios -dijo este con festivo disgusto- iquestse empentildearaacute usted en aguarnos el paseo

-D Silvestre -manifestoacute el padre de Gloria- se deja atraacutes a los mejores baroacutemetros conocidos

Romero extendioacute la mano hacia el Noroeste [87] sentildealando un cerro aplanado cuya falda tocaba el mar y que teniacutea por nombre la Cotera de Fronilde

-Infalible -dijo- Hay celaje alliacute y no puede fallar la sentencia que dice Fronilde nublada Ficoacutebriga mojada

-Pues pica el sol -indicoacute el obispo

-Otra sentildeal de proacutexima lluvia Ilustriacutesimo Sentildeor

-En fin iquestbajamos o no a la playa

-iquestQuieacuten dijo miedo iquestVienes tuacute Gloria

Esta durante las observaciones meteoroloacutegicas se habiacutea visto precisada a contestar a varias preguntas del joven del Horro y a oiacuter estudiadas frases que bajo frivolidad aparente escondiacutean la intencioacuten amorosa

-iquestVienes Gloria-repitioacute D Juan

-No- dijo ella vivamente- tengo que rezar y me vuelvo adentro

El semblante de Rafael se nubloacute como la Cotera de Fronilde

-Se le exime a usted de la obligacioacuten por esta tarde -dijo afablemente y con cierto tonillo de galanteriacutea Sedentildeo

-No no que rece que rece -dijo D Aacutengel- Sr D Rafael deme usted el brazo

Gloria volvioacute a entrar en la Abadiacutea y los demaacutes emprendieron su paseo por una vereda [88] pedregosa que empezaba detraacutes de la iglesia y terminaba en la playa Delante iba D Aacutengel apoyado en el joven orador y periodista imagen de la Iglesia sostenida por la entusiasta juventud batalladora Desde aquella ruacutestica bajada se veiacutea el mar en extensioacuten considerable Dos o tres lanchas corriacutean tendiendo las blancas alas hacia la barra y allaacute lejos muy lejos en el punto en que se confundiacutean cielo y tierra una mancha negra ensuciaba el azul del firmamento

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-Un vapor -dijo Su Ilustriacutesima

-Pasa de largo -indicoacute Romero

En el mismo instante el sol dejoacute de iluminar al grupo de paseantes

-Parece que el sentildeor paacuterroco se va a salir con la suya -dijo D Aacutengel- Nos quedamos sin sol aunque maacutes allaacute sigue descubierto Esto pasaraacute

-Tenemos agua -manifestoacute el baroacutemetro

D Aacutengel miroacute al cielo y al mirar le cayoacute una gota de agua en la punta de la nariz

D Juan extendioacute la mano y dijo

-Caen gotas

-Ya que estamos aquiacute -indicoacute D Aacutengel alargando tambieacuten la mano- maacutes vale que sigamos y demos la vuelta por el Resguardo [89] para salir a casa Casi se tarda lo mismo

-Pues adelante -dijo D Silvestre abriendo su paraguas rojo y daacutendolo a Rafael para que cubriese al sentildeor obispo

D Juan abrioacute tambieacuten el suyo Las gotas menudeaban De pronto una racha de Noroeste soploacute con fuerza levantando remolinos de polvo pues la tierra apenas se habiacutea mojado y azotando con violencia suma a los paseantes obligoles a detenerse un momento Las ropas talares del obispo del cura y del secretario se arremolinaron silbando en torno de los cuerpos como si el viento quisiera arrancaacuterselas para poneacuterselas eacutel

-iexclDios miacuteo iquestqueacute es esto -exclamoacute don Aacutengel

En poco tiempo la nube parda se extendioacute por todo el cielo cubrieacutendolo Los viejos aacutelamos de tronco leproso y de sonoras hojas se encorvaban gimiendo y sacudiacutean sus ramas con movimientos de desesperacioacuten El viento despueacutes de pasar rozando los tejados y arrancando tras siacute todas las tejas que no estaban seguras caiacutea con furia loca sobre el mar y embistiendo las olas las ahuecaba silbando en los coacutencavos cilindros de ellas y esparciendo su espuma Habiacutea desaparecido el horizonte y cielo y tierra eran una inmensidad blanquecina [90] toda agua toda bruma De repente veloz culebra de fuego violaacuteceo cruzoacute el espacio vibrando fugazmente en eacutel como vibra el pensamiento dentro del cerebro y despueacutes sonoacute allaacute arriba hondo estreacutepito de mil montantildeas que pareciacutean rodar chocando unas con otras

La lluvia empezoacute a caer fuerte punzante espesa torrencial Calado en un instante hasta los huesos D Aacutengel se volvioacute a sus amigos y con voz dolorida y semblante de compasioacuten profunda exclamoacute

-iexclPobres marinos pobres navegantes [91]

- XIV -

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El otro estaacute cerca

Gloria penetroacute en la iglesia gozosa de encontrarse sola y en sitio a propoacutesito para soltar el freno a su imaginacioacuten En el sagrado recinto no habiacutea ya sino cinco o seis personas entre ellas Teresita la Monja que era la uacuteltima que saliacutea y dos marinos ancianos que iban todas las tardes

Gloria se dirigioacute a la capilla de su familia y sentose en un rincoacuten de ella mirando al altar Aquella tranquila atmoacutesfera del templo aquella media luz aquel silencio eran como un espejo donde el alma posaba blandamente sus ojos y se veiacutea Buena ocasioacuten tambieacuten para rezar que es como si dijeacuteramos para mirar a Dios cara a cara y subir hasta eacutel con el pensamiento dejando acaacute todo lo que puede dejarse Asiacute lo pensoacute Gloria [92]

En la iglesia de Ficoacutebriga hay sillas muy bajas y de alto respaldo que sirven de reclinatorio Gloria tomoacute una de las de su casa y arrodillaacutendose en ella apoyoacute su frente en el respaldo sostenieacutendola con ambas manos Un momento despueacutes pensaba asiacute

-iquestQue no pueda yo arrojar esto de miacute iquestEn queacute consiste Sentildeor que lo que no es nada lo que no existe lo que no puede existir ocupa mi pensamiento noche y diacutea para mortificarme para condenarme tal vez Rezareacute rezareacute con toda mi alma

Empezoacute a rezar con la boca Pero su pensamiento no iba donde la tiraacutenica voluntad le mandaba y asiacute como la bruacutejula mira siempre al Norte eacutel miraba constantemente a su idea No habiacutea fuerza humana que le apartase de aquella direccioacuten

-Esto es locura locura -dijo Gloria alzando la cabeza

Volvioacute a cerrar los ojos y a hundir la frente y una voz deciacutea dentro de su cerebro

-iexclYa voy ya estoy cerca ya te toco

La sentildeorita de Lantigua experimentoacute una sensacioacuten de anhelo o expectativa que la llenaba de indecibles congojas Sentiacutea su corazoacuten ensancharse y contraerse Allaacute dentro en lo iacutentimo de su ser habiacutea una especie de anuncio [93] recoacutendito que no teniacutea explicacioacuten faacutecil El alma sentiacutea pasos que es como decir que su misteriosa facultad de adivinacioacuten anunciaba la proximidad de algo profundamente interesante para ella Era un resplandor que en la dulce oscuridad del ser iba poco a poco despuntando como una aurora y que anunciaba otra luz mayor

Dentro de Gloria misteriosos sones murmuraban -laquoiexclOh alma pronto en ti seraacute de diacutearaquo

De repente alzoacute los ojos y tuvo miedo Miroacute a las boacutevedas del templo y violas oscuras a pesar de ser las cinco de la tarde La arquitectura de la vetusta iglesia obra romaacutenica del duodeacutecimo siglo estaba toda cubierta profanamente por una capa de yeso bajo la cual las emblemaacuteticas figurillas de los capiteles y de las archivoltas apenas teniacutean forma Pareciacutean tiritar de friacuteo arrebujadas en gruesos mantos blancos Muchos arcos ojivos o peraltados habiacutean perdido con el paso de tantos y tan pesados antildeos su original curva y estaban desfigurados muchas ventanas desquiciadas haciacutean muecas muchas columnas habiacutean dejado de ser verticales paredes habiacutea que se inclinaban con ceremoniosa reverencia El conjunto esteacutetico de tal faacutebrica era triste

Gloria sobrecogida por secreto espanto [94] se levantoacute En el mismo instante un fragor horriacutesono retumboacute allaacute arriba sobre el tejado y la Abadiacutea gimioacute en los atleacuteticos

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brazos del suelo Por las abiertas ojivas entraron raacutefagas violentas que recorrieron las boacutevedas cantando con atronadores bramidos y dieron vuelta a toda la iglesia rozando los bancos difundiendo el polvo de los altares agitando los pomposos vestidos de las imaacutegenes Derribaron una laacutempara que rompioacute al caer la urna o sepulcro de cristal en que estaba el Sentildeor difunto Azotaron con un ramo de flores de trapo el rostro de San Joseacute y le arrancaron la espada de la mano a San Miguel arrojaacutendola dentro de un confesonario Dieron vueltas alrededor del oacutergano haciendo murmurar a los tubos y volvieron las hojas del libro de coro como si febril mano de un lector invisible las repasara Besaron la frente de Gloria y escaparon despueacutes por las puertas cerraacutendolas con golpe tan violento que estas perdieron la mitad de sus podridas tablas

La sentildeorita de Lantigua tuvo miedo vio la iglesia casi completamente a oscuras y sin alma viviente Al salir de su capilla creyoacute sentir pasos corrioacute y alguien corriacutea tras ella Indudablemente oiacutea pisadas y una voz diciendo -laquoEspera [95] soy yo soy yo que he llegadoraquo

Su terror aumentoacute y con su terror el afaacuten de huir Pasaba de una capilla a otra Casi estuvo a punto de pedir auxilio Creyoacute ver los altares corriendo tambieacuten y oiacuter a los santos gritar iexclsocorro Detuacutevose al fin tratoacute de serenarse mirando hacia atraacutes y a todos lados con observacioacuten atrevida que disipase las absurdas aprensiones Pero no pudo tranquilizarse por completo y su corazoacuten se contraiacutea recogieacutendose como la sensitiva cuando la tocan Gloria se sentiacutea tocada por una mano invisible

-iexclQueacute nerviosa estoy -dijo tratando de sacudir el miedo

Entonces sintioacute una alegre voz de muchacho y vio que por la sacristiacutea aparecioacute corriendo uno de los hijos del sacristaacuten

-Sildo Sildo -gritoacute Gloria- ven acaacute

-iexclAh La sentildeorita Gloria -dijo el muchacho acudiendo a ella

-Ven acaacute dame la mano

-Voy a cerrar las puertas porque se ha metido un aire que ya ya iquestQuiere usted salir

-No parece que llueve mucho Esperareacute en la sacristiacutea

Poco despueacutes Sildo la guiaba a la sacristiacutea [96]

- XV -

Va a llegar

-iquestEstaacute tu padre

-Siacute sentildeorita Estaacute poniendo una tabla al atauacuted de los pobres

Pasoacute Gloria a la sacristiacutea que era loacutebrega y huacutemeda y de alliacute a un patiecillo estrecho cubierto de yerba Del patio pasoacute a una habitacioacuten destartalada que teniacutea el techo en

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tres planos distintos y en las paredes un resto de arco bizantino destrozado y cubierto de yeso vivienda construida sobre las ruinas del palacio abacial y que serviacutea de asilo al sacristaacuten de la parroquia Dicha pieza estaba llena de objetos distintos en revuelto montoacuten Era aquello almaceacuten carpinteriacutea taller y dormitorio de Caifaacutes y sus hijos Blandones de madera plateada y horriblemente manchados con gotas de amarilla cera apareciacutean patas arriba junto al [97] tuacutemulo negro que serviacutea para los funerales Un San Pedro sin manos y por consiguiente sin llaves mostraba su calva cabeza coronada con el nimbo de oro por encima de un rimero de astillas y tablas rotas Lienzos pintados como telones de teatro o maacutes bien como pedazos de monumento de Semana Santa estaban clavados verticalmente para servir de biombo o abrigo a la cama en que dormiacutean los tres hijos de Caifaacutes y la armazoacuten de una vieja manga-cruz sin forro teniacutea dentro ollas rotas vasos desportillados una calavera de palo y un libro de palo tambieacuten atributos estos dos objetos de alguna imagen de anacoreta Ninguna silla ni otro mueble destinado a sentarse habiacutea alliacute como no sirviese para esto un banco de carpintero Cuando Gloria entroacute Caifaacutes martillaba en las negras tablas del atauacuted de pobres echaacutendole una pieza en el fondo A cada golpe el horrible cajoacuten puesto boca abajo despediacutea un quejido

-iexclQueacute espantoso temporal -dijo Gloria entrando en el taller de Caifaacutes

-Sentildeorita Gloria -dijo el sacristaacuten riendo carintildeosamente- iexclcoacutemo la ha cogido el agua en la iglesia Mandareacute a casa del cura por un paraguas

-No esperareacute a que pase el agua De casa [98] vendraacuten por miacute -dijo Gloria buscando con los ojos un sitio donde sentarse

-iexclAy nintildea de mi corazoacuten Esto es una Babel No hay sillas para sentarse las personas decentes Pero acomoacutedese usted en esta tarima de la Virgen A bien que no estaacute mal en ella quien podriacutea ser puesta en los altares sin que Dios se enfadase por ello

Gloria se sentoacute Caifaacutes dando el uacuteltimo martillazo dio por terminada su obra y dijo

-Vamos ya estaacute concluido Ahora no les entraraacute aire a los pobrecitos que van a la tierra La caja estaba desfondada y anteayer cuando llevaron al cementerio el cuerpo del tiacuteo Fulastre se le salioacute fuera un brazo por la tabla rota Como el brazo saliera al pasar por frente a la casa de D Juan Amarillo y se moviacutea a modo de insulto la gente dijo que el tiacuteo Fulastre aplazaba a D Juan Amarillo para el diacutea del juicio

Gloria no estaba serena El desorden de aquella estancia y la vista de la triste caja no eran espectaacuteculo propio para volver el sosiego a un espiacuteritu tan acongojado como el suyo

-iexclQueacute terrible tempestad -dijo mirando el torvo cielo que por la ventana se veiacutea- iexclCuaacutentos barquitos habraacuten perecido hoy

-El Sentildeor no manda maacutes que calamidades [99] -dijo Caifaacutes dando un suspiro- No seacute coacutemo hay quien quiera vivir iexclBonito oficio es este de la vida Verdad es que como no nos lo dieron a escoger

-Ten paciencia -le dijo Gloria- que otros hay maacutes desgraciados que tuacute

Caifaacutes que estaba en el suelo elevoacute sus ojos hacia la hermosa doncella sentada en la tarima No era posible mayor semejanza con los cuadros en que el arte ha puesto una

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figura mundana orando de rodillas al pie de la Virgen Mariacutea Soacutelo los trajes podiacutean quitar la ilusioacuten Entre los ojos de topo la faz angulosa el estevado cuerpo la color amarilla de Joseacute Mundideo (a quien todos en Ficoacutebriga conociacutean por el mote de Caifaacutes) y la seductora hermosura de Gloria habiacutea tanta distancia como de la miseria del mundo a la majestad de los cielos El sacristaacuten infloacute el pecho para echar fuera un suspiro tan grande como la Abadiacutea y acurrucaacutendose en el suelo dijo

-iexclPaciencia yo Pues queacute iquestqueda todaviacutea algo de paciencia en el mundo Creiacute que yo la habiacutea cogido para miacute toda En verdad que si no fuera por las almas caritativas como la sentildeorita Gloria iquestqueacute seriacutea de miacute y de mis pobres hijos

Los tres hijos de Mundideo pareciacutean confirmar [100] esta aseveracioacuten del padre contemplando a la sentildeorita Lantigua con miradas fervorosas Eran dos varones y una hembra pequentildeuela Esta poseiacuteda de profunda admiracioacuten hacia la sentildeorita se acercaba tiacutemidamente y con sus deditos sucios como hojas de rosa que han caiacutedo en el fango tocaba los guantes de Gloria y los bordes de su sobrefalda y hubiera tocado algo maacutes si el respeto no la contuviera El mayor Sildo limpiaba el polvo de la tarima y de todo cuanto a Gloria rodeaba mientras el segundo Paco cuidaba de poner en el mayor orden los hilos de la borla del quitasol que estaban cada uno por su lado

Gloria sacoacute su porta-monedas y dijo a Caifaacutes

-Esta semana no te he dado nada Toma

-iexclBendita sea la mano de Dios -exclamoacute Joseacute tomando seis moneditas de plata- Ya veis hijos coacutemo Dios no nos abandona iexclAh sentildeor cura sentildeor cura no todos tienen corazoacuten de hierro como usted

-iquestQueacute dices del cura

-Sentildeorita Gloria- repuso Caifaacutes enjugando una laacutegrima con la manga de la camisa- sentildeorita Gloria desde el primero de mes ya no comereacute amargo pan de la parroquia El sentildeor cura me despide [101]

-iquestTe despide

-Siacute dice que por mis escaacutendalos porque tengo deudas y no las puedo pagar porque soy un tramposo un miserable un desdichado Y tiene razoacuten Yo no debo estar maacutes en estos lugares sacratiacutesimos Yo soy un tramposo yo estoy comido de deudas yo tengo empentildeada hasta la camisa en casa de la Caacutercaba y debo a D Juan Amarillo maacutes de lo que peso Yo ireacute pronto a la caacutercel y despueacutes a presidio y despueacutes a la horca que es lo que merezco

-Por Dios Joseacute me estaacutes asustando -dijo Gloria acariciando a los chicos que se habiacutean echado a llorar viendo llorar al padre- Si es verdad lo que dices eres un hombre de muy mala conducta

-Yo no soy maacutes que Caifaacutes el estuacutepido Caifaacutes el feo Caifaacutes el idiota como me llaman en Ficoacutebriga y Caifaacutes el desgraciado como me llamo yo

-Francisca me dijo que el domingo estabas borracho en el prado de la Pesqueruela

-iexclOh siacute sentildeorita Gloria es verdad Me emborracheacute iquestcoacutemo lo direacute Estuve dudando si echarme al mar o emborracharme para dormir algunas horas para olvidarme

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de que soy Caifas el horrible El vino alegra o adormece [102] iexclSuentildeo y alegriacutea iexclQueacute cosas tan divinas para quien no las conoce nunca

-No no vengas con disculpas -dijo Gloria en tono de amable amonestacioacuten- Tuacute no eres bueno yo no creo que seas tan malo como dicen pero ello es que tuacute no eres bueno Verdad es que estaacutes mal casado y que tu mujer es capaz de hacer pecar a un santo

-iexclOh Dios miacuteo oh Virgen miacutea oh sentildeorita Gloria -exclamoacute Caifaacutes demostrando en lo lastimero de su tono que la herida de su corazoacuten habiacutea sido tocada- iquestCoacutemo ha de haber virtud al lado de esa mujer iexclSi usted la viera cuando entra aquiacute de noche con el carpancho tan sucio como su cara y su cara tan dura como el carpancho pintada toda con la almagre del mineral que no parece sino que la han echado de sus cavernas los infiernos Como en el embarcadero beben que es un primor siempre viene alegre me pega me quita el dinero azota a los chicos da gritos y echa unos cantorrios que escandalizan la casa del sentildeor cura y a todos los vecinos Ella sentildeorita Gloria es la causa de que yo tenga mi casa por los suelos de que todas mis ropas y alhajas y colchones hayan ido a parar a casa de la Caacutercaba de que jamaacutes tenga un real de que esteacute a punto de ser llevado a juicio por D Juan Amarillo y echado [103] de la sacristiacutea por el sentildeor cura iexclEsta es mi situacioacuten esta es la situacioacuten de Caifaacutes el dejado de la mano de Dios iexclDe Caifaacutes el que se iraacute al infierno por culpas ajenas

-Tuacute eres un idiota -dijo Gloria con enfado- iquestpor queacute te dejas dominar por esa harpiacutea

-Yo no me dejo dominar por ella Anoche rentildeimos y le pegueacute Pero aunque quiera yo no puedo salir del infierno en que me he metido Como no puedo pagar mis trampas me echan de la sacristiacutea y como me quedo sin pan pedireacute limosna ireacute a la caacutercel No sentildeorita Gloria yo creo que Caifaacutes el feo no puede vivir mucho tiempo maacutes Me dan unas ganas de echarme al mar iexclQueacute bien se debe de estar alliacute en el fondo en el fondo

-iexclInfeliz -exclamoacute Gloria conmovida- Ya se te ampararaacute No desconfiacutees de Dios Joseacute no pienses en el suicidio que es el mayor de los pecados ten confianza en Dios

-Cuando usted me dice que tenga confianza casi la tengo cuando la veo a usted parece que me sale de dentro una cosa me siento maacutes fuerte contra la desgracia Dios debe de ser muy poderoso cuando la ha hecho a usted sentildeorita Gloria Mi vida es negra y oscura como este atauacuted Usted pasa me mira y [104] parece que de esta caja salen flores Siacute sentildeorita miacutea delante de usted yo soy otro Adoro a la doncella celestial que me ha socorrido tantas tantiacutesimas veces a la que me sacoacute de la enfermedad que tuve el antildeo pasado a la que no ha permitido que mis hijos esteacuten desnudos a la que se ha dignado consolarme honrando mi humilde morada a la uacutenica persona que me ha dicho laquoCaifaacutes tuacute no eres tan malo como dicen Confiacutea en Dios y esperaraquo

-Eres tonto -dijo Gloria- iquestEso queacute significa

-Significa que usted es un aacutengel iexclOh si se me presentara ocasioacuten de mostrarle mi agradecimiento iquestPero yo queacute puedo si soy como un guijarro de las calles a quien todo el mundo da con el pie

-Vamos no te acuerdes de mis beneficios que no valen nada -dijo Gloria con impaciencia mirando al cielo a ver si habiacutea acabado la lluvia

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-iquestQue no me acuerde iquestQue no me acuerde de quieacuten me da el pan de cada diacutea No la aparto a usted del pensamiento a ninguna hora Yo creo que antes que olvidar a mi aacutengel tutelar me olvidareacute de miacute mismo y de la salvacioacuten de mi alma Me parece que veo en todas [105] partes a mi Divina Pastora Anoche sentildeorita Gloria sontildeeacute con usted

-iquestConmigo -dijo Gloria sonriendo- iquestQueacute sontildeaste

-Una cosa triste pero muy triste

-iquestQue me moriacutea

-No que me habiacutea olvidado usted a miacute y a mis pobres hijos y ya no nos haciacutea caso

-Es particular iquestY por queacute os habiacutea olvidado

-Porque estaba usted enamorada

Gloria se sonrojoacute ligeramente ponieacutendose seria

-Siacute sontildeeacute que habiacutea venido un hombre

-iexclUn hombre

-Es claro iquestPues a quieacuten podiacutea querer usted sino a un hombre Yo le veiacutea y me parece que le estoy viendo

-iquestCoacutemo era -preguntoacute Gloria sonriendo

-Era iquestcoacutemo decirlo un hombre horrible espantoso

-iexclJesuacutes

-No entendaacutemonos no era horrible de cara sino al contrario tan hermoso que no hay otro semblante que pueda comparaacutersele sino el de Nuestro Sentildeor Jesucristo

-Entonces iquestpor queacute te espantaba -preguntoacute [106] Gloria prestando a tal trivialidad maacutes atencioacuten de la que mereciacutea

-Porque se la llevaba a usted lejos muy lejos -dijo Caifaacutes con el eacutenfasis de un artista muy poseiacutedo de su asunto

-Caifaacutes no me marees con esos novios horribles y guapos y que llevan muy lejos Deacutejate de simplezas

-Yo sontildeeacute que habiacutea venido volando por los aires que habiacutea caiacutedo del cielo como un rayo

-Vamos vamos calla -dijo Gloria- Me voy a poner nerviosa otra vez Esta tarde he estado muy nerviosa en la iglesia Joseacute he tenido mucho miedo

Gloria se levantoacute

-iquestSabes -dijo despueacutes de mirar al cielo- que la tempestad no cesa Extrantildeo mucho que de mi casa no me hayan mandado a buscar

-Es particular -indicoacute Caifaacutes- iquestquiere la sentildeorita que avise

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-No ya vendraacuten Papaacute querraacute mandarme el coche y estaraacuten enganchaacutendolo Pero ahora me acuerdo de que una de las mulas se ha puesto mala ayer Al menos debiacutea haber venido Roque con un paraguas

-Yo tengo uno que estaacute roto -dijo Mundideo- pero algo tapa iquestQuiere la sentildeorita marcharse [107]

-No esperareacute Han de venir

Como pasase alguacuten tiempo Gloria se impacientoacute mucho

-Pues estoy con gran cuidado Ya va a ser de noche y nadie viene a buscarme iquestHabraacute pasado algo en mi casa

-iquestQuiere la sentildeorita marcharse Vamos allaacute Parece que ahora llueve menos

-Siacute el temporal cede Vaacutemonos Aprovechemos este claro iexclAy coacutemo estaraacuten esas calles

-La distancia es corta

Caifaacutes sacoacute de detraacutes de San Pedro un paraguas rojo y lo abrioacute dentro de la casa para enterarse de su estado No era pieza en verdad de consolador aspecto para un diacutea de temporal La tela huiacutea de las puntas de las varillas dejaacutendolas descubiertas y los descosidos pantildeos se recogiacutean hacia dentro plegaacutendose como las hojas de una flor marchita [108]

- XVI -

Ya llegoacute

-Estaacute bueno -dijo animosamente Gloria- Vamos

Despueacutes de dar a los chicos todos los cuartos que llevaba la sentildeorita y el sacristaacuten salieron Gloria se recogiacutea el vestido Caifaacutes poniacutea cuidadosamente el paraguas de modo que su Divina Pastora se mojase lo menos posible y le indicaba los charcos del camino y las piedras salientes donde debiacutea poner el pie

-Estoy con cuidado -repitioacute Gloria- iquestQueacute sucederaacute en mi casa

Cerca de la Abadiacutea y a mayor altura que ella contenido por grueso muro de mamposteriacutea sobre la calle de la Poterna estaba el cementerio de Ficoacutebriga Gloria nunca pasaba por alliacute sin sentir religiosa emocioacuten

-iexclQueacute mala noche para mis pobres hermanitos Caifaacutes- dijo [109]

-Ellos no tendraacuten friacuteo como nosotros -repuso el sacristaacuten

-Es verdad pero somos tan materiales estamos tan apegados a la tierra que no podemos pensar nada del alma si no lo referimos al cuerpo

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Soploacute de suacutebito otra racha del Noroeste tan fuerte que los dos viajeros tuvieron que detenerse A Caifaacutes se le volvioacute el paraguas del reveacutes y tuvo que hacer grandes esfuerzos para defenderlo del viento que queriacutea arrancaacuterselo de las manos Una rama arrastrada por el huracaacuten pasoacute rozando el rostro de Gloria Despueacutes la lluvia los azotoacute a entrambos con furia

-iexclJesuacutes Dios nos favorezca- exclamoacute la sentildeorita

Liacutevida claridad iluminoacute a Ficoacutebriga y Gloria vio una cinta de fuego que bajo culebreando hasta los techos de la villa a punto que el trueno retumbaba en los altos cielos llenos de agua

-iexclUn rayo -gritoacute con angustia- Caifaacutes Caifaacutes iquestno te parece que ha caiacutedo en mi casa

Detuacutevose espantada y sin aliento mirando hacia el Oriente mas en la negrura de la noche no se distinguiacutean con precisioacuten los edificios

-Por allaacute parece que cayoacute pero mucho [110] maacutes lejos No tenga la sentildeorita cuidado ha caiacutedo en la riacutea

-Corramos Caifaacutes Me he quedado muerta iexclDios miacuteo queacute nerviosa estoy esta noche Jurariacutea que el rayo cayoacute sobre mi casa

-Es el hombre que ha bajado del cielo -dijo Mundideo riendo- el hombre con quien yo sontildeeacute

-Tuacute estaacutes borracho por Dios Joseacute iquestquerraacutes callar Mira que estoy muy nerviosa esta noche Me haces dantildeo

-Pues callo

-Aprieta el paso vaya al fin estamos cerca Veo luz en la ventana del cuarto de papaacute Parece que todo estaacute tranquilo

La noche era oscuriacutesima mas no tanto que no se viese perfectamente la claridad de la superficie de un gran charco que las aguas habiacutean formado en la plazoleta frente al palacio de Lantigua

-Bonito estaacute esto Caifaacutes Si es un lago la plaza

-Yo pasareacute a la sentildeorita en brazos -dijo Caifaacutes disponieacutendose a hacer lo que deciacutea

-No no es preciso Por aquiacute por el callejoacuten se puede pasar a la casa vieja Me parece que estaacute abierta la portalada

Ya hemos dicho que el palacio de Lantigua [111] lo componiacutean dos casas la vieja morada solariega de los primeros Lantiguas y la moderna que fabricoacute el indiano y que fue heredada por D Juan Ambos edificios estaban unidos exterior e interiormente pero la vieja no teniacutea sino un par de piezas habitables Lo demaacutes se habiacutea destinado a graneros y almaceacuten En la planta baja habiacutea un hermoso establo y las cocheras Por la portalada de la casa antigua entroacute Gloria despueacutes de dar las gracias a Mundideo por su compantildeiacutea

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Subioacute raacutepidamente la escalera vieja atravesoacute el largo corredor desierto y entroacute en una vasta pieza que serviacutea para conservar frutas en cuelga y conteniacutea sacos vaciacuteos arcas y otros objetos De alliacute se pasaba a otra pieza que estaba amueblada y serviacutea de comunicacioacuten con la casa nueva Gloria empujoacute la puerta y al pronto sorprendiose mucho de ver luz alliacute donde no habitaba nadie

Entroacute y miroacute a todos lados quedaacutendose atoacutenita y sin habla por breves momentos Alliacute habiacutea un hombre

Estaba tendido en la cama y cubierto con gruesas mantas a excepcioacuten de la cabeza Sobre la cercana mesa habiacutea una luz Gloria dio algunos pasos hacia el lecho y observando aquella cabeza vio un rostro liacutevido y dolorido con [112] algunas manchas amoratadas como de golpes entreabierta la boca cerrados los ojos ligeramente fruncido el centildeo huacutemedo el pelo El perfil de aquella cara era perfecto la frente hermosiacutesima entre oscuros cabellos desordenados De las cejas rectas ligeramente arqueadas hacia la sien partiacutea la nariz aguilentildea fina intachable como cortada por diestro cincel Bigote castantildeo y barba del mismo color un poco puntiaguda y ligeramente bifurcada en su extremidad remataban dignamente un rostro que era de los maacutes acabados que pueden imaginarse Gloria en aquel breve instante de observacioacuten hizo un paralelo raacutepido entre la cabeza que teniacutea delante y la del Sentildeor que estaba en la Abadiacutea dentro de la urna de cristal y cubierto con blanquiacutesimas sabanas de fina holanda

Pero no habiacutea tenido tiempo de hacer deduccioacuten alguna cuando se abrioacute la puerta que comunicaba con la casa nueva y aparecieron D Aacutengel y D Juan Andaban con cuidado para no hacer ruido

-iexclOh iquestYa estaacutes aquiacute -dijo D Juan- iquestPor doacutende has entrado

-Por la portalada

-Hija no te habiacutea mandado buscar porque no hemos tenido un punto de reposo Ya Ves [113]

D Juan sentildealaba al hombre

-Nos hemos llevado un rato hija -dijo el obispo con orgullo- Pero por bien empleado Hemos realizado un acto heroico

Gloria preguntaba con la mirada

-Ahiacute le tienes ahiacute tienes a un desgraciado joven a quien acabamos de salvar del furor de las olas iexclQueacute satisfaccioacuten tan pura Dios miacuteo

-Pero no hagamos ruido -dijo D Juan- El meacutedico ha dicho que no hay ya cuidado pero que se le deje descansar

-iquestY quieacuten es -preguntoacute Gloria

-Es el proacutejimo iquestQueacute nos importa iexclBendito sea Dios que nos ha permitido hacer esta obra de caridad

-Sino es por D Silvestre

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-iquestD Silvestre le sacoacute

-De en medio de las olas hijita Todaviacutea estoy conmovido iexclQueacute tarde hemos pasado Pero triunfamos triunfamos de los elementos y todos se salvaron Los pobres naacuteufragos estaacuten repartidos por las casas de Ficoacutebriga y a nosotros nos ha tocado este Pero estaacutes hecha una sopa hija Ve a mudarte de vestido

El hombre se movioacute entonces y dijo algunas palabras en lengua que ninguno de los presentes entendioacute [114]

- XVII -

El vapor PLANTAGENET

Retrocedamos unas cuantas horas

Despueacutes que Su Ilustriacutesima bajando de paseo a la playa dijo aquellas palabras laquoiexclpobres marineros pobres navegantesraquo siguieron andando a toda prisa para guarecerse en la casilla del resguardo Todos deploraban el chasco y aunque D Aacutengel reiacutea para animar a los demaacutes antes se oiacutean quejas que felicitaciones en el grupo El grave doctor Loacutepez Sedentildeo tuvo la mala suerte de meter su pie derecho en barro hasta la pantorrilla con lo que todos recibieron un gran disgusto Por fin llegaron a la casilla del resguardo que fue como tocar la tierra despueacutes de un largo viaje por entre escollos y tempestades

-Es cosa de cantar un Te-Deum -dijo Romero sacudieacutendose la ropa [115]

D Aacutengel tomando asiento en un barril vaciacuteo que le presentaron con tal objeto repitioacute

-iexclPobres marineros

En el mismo instante oyose un cantildeonazo Era un buque que pediacutea auxilio Miraron todos y entre la bruma del mar vieron un fantasma que elevaba sus brazos al cielo con desesperacioacuten vomitando humo

-iexclUn vapor un vapor -gritaron todos

En el pequentildeo muelle reunieacuteronse al punto muchos marineros y pescadores

-iexclSe estrella contra Los Camellos

A la izquierda de la boca de la riacutea habiacutea una serie de rocas que se mostraban completamente en marea baja y en la pleamar eran indicadas por moacuteviles espumarajos del agua Uno de los pentildeascos teniacutea forma parecida a un camello y de aquiacute vino el nombre de Los Camellos dado a todo el arrecife

-iexclJesucristo les ampare iexclPobres marinos -exclamoacute el obispo asomaacutendose tambieacuten a la puerta- iquestConocen ustedes ese barco

-Es ingleacutes -indicoacute un marinero

Gloria Benito Peacuterez Galdoacutes

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-Ya es el Plantagenet -dijo un forastero que a la sazoacuten se encontraba alliacute- He visto este vapor la semana pasada atracado a los muelles de Manzanedo descargando geacuteneros ingleses [116]

-iquestY se perderaacute se perderaacute -preguntaron ansiosos D Juan D Aacutengel y los demaacutes de la partida

-Debe de haber perdido el timoacuten y no puede gobernar -dijo un robusto y hermoso marinero que vestiacutea grueso camisoacuten de lona pantalones recogidos dejando ver toda la pierna desnuda y cubriacutea su varonil cabeza de Neptuno con un sueste de hule que por todos sus bordes despediacutea el agua

-iexclPero se ahogaraacute esa pobre gente -exclamoacute con terror el Sr de Lantigua- Germaacuten Germaacuten es preciso hacer un esfuerzo

-Es ir a buscar la muerte sentildeor -repuso Germaacuten llevando la mano a la delantera del sueste

El Plantagenet mientras de este modo se discutiacutea sobre su suerte se acercaba maacutes a Los Camellos Arrojaba el vapor silbando con verdadera rabia como lanza su grito el animal herido que presiente la muerte Era un buque pesado y sin elegancia Como nave de carga su casco pareciacutea un almaceacuten negro y su arboladura sin garbo ni esbeltez consistiacutea en tres palos con escaso cordaje Teniacutea dos vergas en el palo de trinquete y en el de mesana que era pequentildeiacutesimo flotaba un jiroacuten rojo ennegrecido por el humo en cuyas aspas podiacutea reconocerse [117] las insignias de la Gran Bretantildea La proa de puntal se alzaba desmesuradamente mostrando hasta el uacuteltimo nuacutemero de las medidas de flotacioacuten y las planchas rojas de hierro mal pintado Daba grandes tumbos a babor y estribor mostrando ora la horrible panza ora la cubierta en desorden negra y huacutemeda las escotillas el cajoacuten de la maacutequina el puente y la chimenea negra con dos anillos blancos y una T emblema de la casa Taylord and Co de Swansea poseedora de treinta y dos buques de carga y pasaje

El pobre barco inspiraba esa compasioacuten hondamente pateacutetica que acompantildea al espectaacuteculo de los grandes peligros Se le veiacutea forcejear con las olas tratando de gobernarse con la heacutelice para huir de los escollos y su figura tomaba la especial fisonomiacutea que adquiere todo lo que interesa personificaacutendose a los ojos de los que estaacuten a salvo No era un buque sino un hombre un pobre naacuteufrago que luchaba con la resaca se le veiacutea romper las olas con la dura cabeza y sacarla fuera para respirar por las dos grandes portas de las anclas abiertas a manera de narices La heacutelice trabajaba con frenesiacute tornillando el agua y sacando hirvientes virutas de espuma Tragaba el casco inmensos sorbos de agua y al tumbarse las arrojaba en [118] catarata por los portalones sin cesar de dirigir al cielo su espantosa imprecacioacuten en forma de humo densiacutesimo y de rugiente vapor blanco y rabioso como el chorro de la ballena herida

-A los condenados ingleses -dijo Germaacuten- les pasa esto por borrachos

-Sabe Dios los cuartillos de aguardiente que tendraacute a estas horas en el buche el capitaacuten

-No digaacuteis desatinos hijos miacuteos -manifestoacute con angustia el sentildeor obispo- y ved si podeacuteis salvar a esos desgraciados

Germaacuten puso un gesto que daba miedo

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-Ese buque veniacutea a nuestro puerto -dijo el prelado buscando todos los medios para interesar a los rudos marineros ficobrigenses- con el fin de traernos riquezas mercanciacuteas dinero trabajo

-Perdone Su Ilustriacutesima -gruntildeoacute uno de los presentes- El Plantagenet no puede entrar en esta riacutea No es sino que pasaba para Inglaterra se sintioacute con averiacuteas y quiso guarecerse en el abra de Ficoacutebriga aguantaacutendose a maacutequina Pero se le rompioacute el timoacuten y ya ve Su Ilustriacutesima Dentro de dos horas no quedaraacute nada

-Siacute ya veo que el buque no puede salvarse pero la tripulacioacuten la tripulacioacuten

En aquel momento el pobre Plantagenet [119] volvioacute la proa a Noroeste y hundioacute toda la popa en el agua Habiacutea caiacutedo en la trampa Los agudos escollos como tenazas de hierro trincaron la quilla de popa y la heacutelice la presa no debiacutea ser soltada ya Alzaba el buque moribundo la proa dejando en descubierto todo el codaste y a ratos parte de la quilla Ya no se movioacute maacutes sino con movimientos pequentildeos y en su convulsioacuten postrera temblaban las rotas jarcias y el mastelero de trinquete con la doble cruz formada por las vergas se doblaba como un baacuteculo roto Entonces las olas avanzaron triunfantes sobre el cadaacutever de la nave que ya era un cuerpo inmoacutevil y se posesionaron de eacutel ebrias de feroz gozo Una entraba freneacutetica y se metiacutea hasta las bodegas otra pasaba por encima de la cubierta robando cuanto hallaba al paso una subiacutea salpicando por las escalas de las jarcias hasta tocar las cofas otra se estrellaba sobre la convexa armadura negra y otra la maacutes fatua de todas daba un salto hasta la chimenea y entraba por la boca de ella para inundar las maacutequinas

-iexclHijos miacuteos -exclamoacute el obispo en tono grandioso alzando la mano bendecidora de los pueblos- No sois cristianos no sois espantildeoles si dejaacuteis perecer a esa pobre gente

Los marineros gruntildeeron Se miraron unos [120] a otros buscando entre ellos al maacutes valiente Pero el maacutes valiente no pareciacutea

-No se puede Ilustriacutesimo Sentildeor no se puede -dijo al fin Germaacuten encogieacutendose de hombros

-Parece que se aplacan las olas -manifestoacute D Juan que trataba de convencer a dos marineros amigos suyos

-iexclAacutenimo muchachos

-En nombre de Nuestro Sentildeor Jesucristo -dijo Su Ilustriacutesima con exaltacioacuten evangeacutelica- os suplico que salveacuteis a esos pobres naacuteufragos iexclEn nombre de Nuestro Sentildeor Jesucristo

Profundo silencio Alguno se rascaba la oreja Alguno se escabulloacute bonitamente subiendo a Ficoacutebriga

-Sentildeor que nos vamos a ahogar todos -exclamoacute Germaacuten- iquestNo ve usiacutea esos mares como montantildeas

-Fuera de aquiacute cobardes -gritoacute una voz eneacutergica terrible uacutenica voz digna de alzarse entre la espantosa muacutesica de los mares

Era la voz del cura

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-iquestQueacute se atreveraacute el sentildeor cura

-iquestPues no me he de atrever -vociferoacute don Silvestre arrojando manteo canaleja paraguas inuacutetil carga de fastidiosos dengues Su impetuosa [121] naturaleza su indoacutemito valor hecho a los combates con la Naturaleza mostrose en sublime cuadro

-iexclBien bien por el soldado de Cristo iexclBien por el sacerdote iexclAprended hombres sin fe -exclamoacute el obispo derramando laacutegrimas de piedad y admiracioacuten

D Silvestre se arremangoacute los brazos mostrando las musculosas manos de oso aquellas manos que lo mismo tomaban la hostia que el reino Quitada tambieacuten la sotana se encajoacute una camisuela de lana

-iexclVenga la trainera (2) un cable dos A ver quieacutenes son los bravos que me van a acompantildear

-Yo yo yo

Y todos queriacutean ir

-Tu tuacute tuacute tuacute -dijo raacutepidamente el cura escogiendo su escuadroacuten [122]

- XVIII -

El cura de Ficoacutebriga

Ha llegado la ocasioacuten A su hazantildea debe preceder su retrato

Era D Silvestre joven sanguiacuteneo fuerte grandiacutesimo de cuerpo animoso hasta la temeridad ambicioso de aplausos y amigo de estar siempre en primera liacutenea grande amigo de sus amigos y al mismo tiempo muy alegre muy rumboso viviacutesimo de genio generoso y de trato galaacuten y campechano con grandes y pequentildeos En la iglesia las hembras le queriacutean mucho porque predicaba con alta entonacioacuten y dramaacutetico y pintoresco estilo los varones tambieacuten porque despachaba la misa en un momento Asiacute es que cuando deciacutea la misa el padre Poquito que era de mucha pesadez todos aquellos buenos fieles abrumados de quehaceres se quedaban charlando en la plaza [123]

-Para una misa corta no hay otro como D Silvestre -deciacutean- Bien comprende que no somos holgazanes que van a desperezarse y a dormir en la iglesia Hace todas las ceremonias y dice todos los latines con una presteza que enamora

D Silvestre era hombre rico Ademaacutes de que poseiacutea regular hacienda heredada se habiacutea dado mantildeas para adquirir algunas mieses prados y por uacuteltimo una hermosa finca de bienes nacionales Viviacutea con comodidad y no era tacantildeo ni apuraba a los pobres caseros para que le pagasen sin descuidar por esto la administracioacuten de sus bienes Socorriacutea a los menesterosos se preciaba de hacer muchas limosnas y por esto asiacute como por su caraacutecter franco y bondadoso estaba muy en paz con sus feligreses

-D Silvestre no es un santo -deciacutean alliacute- pero siacute un caballero

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D Silvestre teniacutea ademaacutes una salud de hierro fortalecida con el frecuente ejercicio de la caza y la pesca diversiones que ocupaban gran parte de su existencia Su casa era pues un arsenal venatorio y piscatorio cual no se veiacutea en aquellos contornos Escopetas carabinas cuchillos trampas mil artificios ingeniosos ora aprendidos ora inventados por su propio genial cacumen y que teniacutean por objeto [124] apoderarse de la mitad del reino volaacutetil ocupaban una regular pieza En la otra no faltaba ninguna abominable maacutequina de las que arrancan del seno de las aguas todo lo nadante Cantildeas lintildeas aparejos diversos linajes de anzuelos garabatos pinchos y agujas los unos para la merluza los otros para el calamar moscas artificiales para las pobres truchas de los regatos garfios para los salmones de los riacuteos guadantildeetas para los maganos y ademaacutes redes chinchorros tromayos medio-mundos palangres todo lo guardaba aquel Nemrod de la tierra y los mares

Habiacutea nacido Romero en aquella regioacuten agreste que llaman de Europa donde parece que el hombre retrocede a las primeras edades venatorias y ha de vivir disputando a las bestias el suelo que auacuten no se sabe si perteneceraacute a la fuerza o a la destreza Aacutegil valiente emprendedor atrevido habiacutea desafiado los temibles osos en compantildeiacutea de otros joacutevenes del paiacutes Se familiarizoacute con el terreno abrupto quebrado con los precipicios las cascadas las deformidades de un terreno que parece no ha concluido auacuten de tomar despueacutes del cataclismo su forma definitiva y viviacutea contento en su salvaje y libre estado Mas como la voz paterna sonara un diacutea en sus orejas hacieacutendole ver la conveniencia [125] de no dejar perder ciertas capellaniacuteas Silvestre se atiborroacute de latiacuten y se hizo cura No le fue mal Olvidoacute muchas cosas pero no la ingeacutenita aficioacuten a la caza

-Es un vicio -deciacutea- pero un vicio de reyes

D Silvestre era hombre vehemente y algo testarudo En el desempentildeo de cuanto tomaba a su cargo poniacutea siempre mucho ardor En cierta ocasioacuten le dio por revocar y componer la iglesia y se hizo pintor albantildeil y arquitecto Cuando le escribieron para que trabajase en las elecciones realizoacute estupendas maravillas Su regular hacienda el prestigio de que gozaba en el pueblo su caraacutecter jovial y caballeroso le haciacutean uacutenico para acaudillar hueste de electores y mangonear eficazmente en la comarca Poniacutea con tanto ahiacutenco su voluntad y su influencia al servicio de la causa poliacutetica que durante los azarosos periacuteodos en que los ficobrigenses ejercitaban el maacutes importante de sus derechos el buen D Silvestre no paraba en el bosque ni en la playa ni en la sacristiacutea ni en su casa sino que cual poseiacutedo del demonio o enamorado corriacutea de una parte a otra incesantemente Vieacuteraisle alliacute emplear doctamente ora la astucia ora la amenaza con este la ruda coaccioacuten con aquel el malicioso soborno y de [126] este modo someterlos a todos a su arbitrio

Con tales experiencias llegoacute Romero a adquirir acabada maestriacutea en el arte de elegir que nunca ha sido faacutecil que a muchos empequentildeece pero que al cura de Ficoacutebriga por su mucho ingenio y sutileza le poniacutea en los cuernos de la luna Montar a caballo andar seis o siete leguas con friacuteo y nieve en busca de Fulano para comprometerlo tomar la delantera a los contrarios acumulando recursos sin aumentar por eso de un modo escandaloso la tarifa de gastos electorales realizar el portento de la multiplicacioacuten de los panes y los peces aplicado a las ceacutedulas de votar eran otras tantas industrias que aumentaban la valiacutea de D Silvestre Como prueba de su eneacutergica voluntad avasalladora oacuteigase lo que la misma Ficoacutebriga referiacutea poco ha

Estaba muy rentildeida y a punto de perderse la eleccioacuten Entre los votantes de uacuteltima hora habiacutea un pastor de aquellos andurriales hombre zafio y torpe que apenas sabiacutea

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hablar Cansado del plantoacuten en las puertas del edificio donde funcionaban los comicios y maldiciendo las obligaciones poliacuteticas que le habiacutean llevado tan fuera de su ruacutestico elemento volvioacute la espalda y se marchoacute Habiacutea junto a la urna electoral un riacuteo por maacutes arriba vadeable por alliacute [127] muy hondo Mi hombre tomoacute por el vado las de Villadiego

Aquel voto de menos podiacutea comprometer seriamente la eleccioacuten Advirtiolo D Silvestre y bramando de furor llamoacute al campesino que en salvo ya en la otra orilla y frente por frente de los comicios con el riacuteo de por medio haciacutea con ambos brazos gestos de burla y provocacioacuten Exasperado D Silvestre contra aquel salvaje que no soacutelo se escabulliacutea en el momento de votar sino que con los gestos de los dos movibles brazos le insultaba delante de la Nacioacuten en el momento de ejercer su soberaniacutea no reparoacute en nada y con presteza suma se arrojoacute al agua Como era gran nadador y se habiacutea despojado del levitoacuten que le centildeiacutea bien pronto puso el pie en la otra margen del riacuteo Corrioacute hacia el fugitivo le agarroacute por el cuello y arrastraacutendole con hercuacutelea fuerza se metioacute con eacutel nuevamente en el agua y asido por los cabellos le trajo a la orilla de acaacute y le entroacute en la casucha y le puso chorreando agua delante de la urna Este acto de energiacutea atemorizando a los que se mostraban indecisos aseguroacute la eleccioacuten

Otras muchas aneacutecdotas podriacutea contar para mayor realce de la valentiacutea de este varoacuten insigne pero no quiero alargar las dimensiones de su retrato A fin de que sea aunque [128] breve completo direacute que D Silvestre despuntaba en los juegos de tresillo y ajedrez Eacutel y D Juan de Lantigua se batiacutean sobre el tablero casi todas las tardes Como poseiacutea dos o tres lanchas de pesca saliacutea a la mar muchos diacuteas y era maacutes conocedor del terrible elemento que los mejores praacutecticos de Ficoacutebriga Tambieacuten nadaba como un pez siendo el asombro de todos cuando se poniacutea a luchar con las olas y si se ofreciacutea empuntildear el timoacuten o el remo y dirigir la ciaboga mientras la lancha pasaba la barra los marineros maacutes forzudos no le igualaran Muchos aseguraban que el mar le teniacutea miedo y bien se podiacutea decir con el Libro Santo Draco iste quem formasti ad illudendum ei laquoeste dragoacuten a quien hiciste para burlarleraquo

Cuando le hemos conocido la ocupacioacuten favorita y el suentildeo dorado de D Silvestre eran cuidar una huerta primorosa que habiacutea formado en un sitio llamado el Soto de Brijaacuten frente a Ficoacutebriga a la otra orilla de la riacutea pasando el puente de Judas Alliacute se pasaba la mayor parte del diacutea sin descuidar sus deberes parroquiales (dicho sea en honor suyo) Aunque viviacutea de ordinario en Ficoacutebriga teniacutea en el Soto hermosa casa los mejores frutales del paiacutes y un amplio corral y establo llenos de animalia pusilla cum magnis de cuanto Dios [129] crioacute Pavos gansos gallinas de diversos linajes vacas de leche conejos cerdos gordiacutesimos a quienes D Silvestre soliacutea rascar con la punta del bastoacuten paacutejaros cabras exoacuteticas en suma cuanto puede hacer placentera la vida del campo estaba alliacute

En los diacuteas de nuestra historia no atendiacutea mucho D Silvestre a su granja-modelo del Soto porque le distraiacutean los negocios electorales de su buen amigo Rafael del Horro Habiacutease estrechado esta amistad por relaciones periodiacutesticas y por la virtud de ciertas cartas que D Silvestre escribioacute desde Ficoacutebriga a un perioacutedico de Madrid firmadas con el pseudoacutenimo de El pastor de la montantildea Rafael del Horro viviacutea en su casa y todas las horas las pasaban en grata conferencia sobre los elementos de que podiacutean disponer y las probabilidades de triunfo Habiacutean concertado plantarse ambos en el terreno de la lucha y no abandonarlo hasta alcanzar completa victoria sobre los impiacuteos

Tal era el hombre extraordinario y valeroso que dijo laquoYo salvareacute a los naacuteufragosraquo

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Momentos despueacutes saltaba a la trainera Impaacutevido se lanzoacute a las olas D Silvestre teniacutea fe en su poderoso brazo en su pericia de marino y de pescador

La trainera embistioacute las olas Subiacutea por [130] la empinada pendiente de agua desapareciendo despueacutes entre revueltos torbellinos de espuma A veces pareciacutea que los montes de agua se la tragaban de un sorbo a veces que la escupiacutean entre salivazos de rabia Pero avanzaba deacutebil y valerosa como la fe en Dios por entre las olas del mundo

D Aacutengel se habiacutea quitado el sombrero verde que era ya una esponja y arrodillaacutendose en el fango rezaba en voz alta D Juan Rafael Sedentildeo sentiacutean las viviacutesimas emociones del sentimiento cristiano en su mayor pureza

-Llegaraacuten llegaraacuten y les salvaraacuten -dijo D Aacutengel con la inefable conviccioacuten del creyente- Dios oiraacute nuestros ruegos

Y los atrevidos salvadores lograron acercarse a los costados del buque recogieron el grueso cable que de este les fue arrojado y en menos de una hora toda la tripulacioacuten estuvo en tierra iexclAdmirable efecto de la misericordia de Dios Cuando la trainera volvioacute a tierra las olas se aplacaron como si el mismo Oceacuteano que jamaacutes perdona se sintiera enternecido

Cuando los infelices tripulantes (eran ocho) pusieron el pie en tierra D Aacutengel los abrazoacute a todos mezclando sus laacutegrimas con el agua salada que les empapaba Habiacutean bajado a la playa el alcalde el secretario el alguacil y [131] muchas personas entre las cuales se contaba D Juan Amarillo que era vice-coacutensul franceacutes En un instante se decidioacute dar a los desgraciados naacuteufragos el auxilio que necesitaban convinieacutendose en repartirlos en las casas maacutes acomodadas Al Sr de Lantigua le tocoacute uno con graves contusiones y que habiacutea perdido el conocimiento [132]

- XIX -

El naacuteufrago

Le asistieron con grande solicitud le acostaron vino D Nicomedes meacutedico titular de Ficoacutebriga

-Golpes en la cabeza que no parecen tener gravedad -dijo- y ademaacutes un poco de asfixia

Ordenoacute algunos remedios caseros y que le dejasen reposar despueacutes Hiacutezose todo con tanta presteza como celo y el enfermo despueacutes de pronunciar algunas palabras a media voz reposoacute al parecer tranquilo Salieron de la pieza un instante y cuando volvieron a entrar el caballero (pues indudablemente era un caballero) sacado de las aguas abrioacute los ojos mirando a todos lados con viva curiosidad

-Tranquiliacutecese usted -dijo D Juan- [133] Estaacute usted entre amigos bien asistido y no careceraacute de nada El lance ha sido terrible pero gracias a Dios usted y sus dignos compantildeeros estaacuten en salvo

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El naacuteufrago dijo algunas palabras en ingleacutes Miraba a un lado y otro abriendo con gozo a la luz sus ojos azules y examinando uno por uno los semblantes de Gloria D Juan y D Aacutengel Los que resucitan no miran de otro modo

-Estoy en -murmuroacute en espantildeol

-En Espantildea en Ficoacutebriga humildiacutesimo puerto de mar que si tuvo la desgracia de presenciar la peacuterdida del Plantagenet tambieacuten ha tenido la dicha de arrancar ocho hombres a la muerte

Con acento pateacutetico y solemne el joven dijo

-iexclSentildeor Sentildeor nuestro iexclcuaacuten maravilloso es tu nombre en toda la tierra

Y el obispo repitioacute el salmo en latiacuten

-Domine Domine noster iexclquam admirabile est nomen tuum in universa terra

Hubo un instante de grave silencio en que todos los presentes sintieron su corazoacuten palpitar con fuerza

-iquestY queacute tal se encuentra usted

-Bien bien -dijo el enfermo con seguro [134] tono poniendo la mano sobre su corazoacuten- Gracias

-Aunque habla usted nuestra lengua se me figura que es usted extranjero

-Siacute sentildeor extranjero soy

-iquestIngleacutes

-No sentildeor yo soy de Altona

-iquestAltona -dijo Su Ilustriacutesima poco fuerte en geografiacutea moderna- iquestDoacutende es eso

Y al instante se acercoacute a un viejo mapa que de la pared colgaba

-Es sobre el Elba cerca de Hamburgo -manifestoacute D Juan

-Soy hamburgueacutes de nacimiento -dijo con entera voz el enfermo- pero mi familia es de Inglaterra He vivido seis meses en Sevilla y Coacuterdoba hace tres antildeos y ahora

-iquestIba usted para Inglaterra

-No le conviene mucha conversacioacuten por ahora -dijo soliacutecitamente Su Ilustriacutesima- Dejeacutemosle descansar

-Gracias sentildeores Puedo hablar Siacute yo iba a Inglaterra Dios no ha querido

Su semblante expresoacute viva pesadumbre

-Tranquilidad amigo -antildeadioacute D Juan- No hay que apurarse Iraacute usted a su casa iquestTiene usted familia

-Padres hermanos [135]

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-Cuide usted de reponerse En mi casa no le faltaraacute nada Mi nombre es Juan de Lantigua este es mi hermano Aacutengel obispo de y esta sentildeorita es mi hija Gloria Le cuidaremos a usted lindamente Dios nos manda consolar al triste amparar al desvalido Todos los diacuteas no se presenta ocasioacuten de practicar las obras de misericordia

El naacuteufrago miroacute sucesivamente a D Aacutengel y a Gloria conforme el Sr de Lantigua se los presentaba y despueacutes tomando la mano de este la oprimioacute contra su pecho

-El que sigue la misericordia -dijo- hallaraacute vida justicia y gloria

D Aacutengel repitioacute tambieacuten en latiacuten esta sentencia de Salomoacuten

-Ahora -dijo el Sr de Lantigua- descanse usted sentildeor iquestCoacutemo es el nombre de usted

-Daniel

-iquestY su apellido

-Morton

Al decir su nombre el extranjero antildeadioacute las maacutes ardientes y carintildeosas expresiones de gratitud Les devoraba a todos gozosamente con los ojos como si fueran apariciones celestiales que sucediacutean al horror y a las tinieblas de la muerte [136]

-Esto que hemos hecho -dijo D Juan- no merece ni alabanza ni agradecimiento Es lo maacutes sencillo y faacutecil que nos ha mandado Jesucristo Pero usted tomaraacute algo Gloria haz preparar una buena colacioacuten para este caballero Ya comprenderaacutes que no debe tomar cosas pesadas [137]

- XX -

El santo proyecto de Su Ilustriacutesima

El sol aparecioacute seis veces por encima del gallardo pico de Monteluz junto al mar y seis veces se hundioacute tras la cotera de Dordf Fronilde vistiendo de puacuterpura las montantildeas y en la casa de Lantigua no ocurriacutea nada aparentemente digno de ser contado Uacutenicamente ocuparon los ociosos ratos fervientes elogios de la accioacuten heroica de D Silvestre comentaacutendola quier por el lado humano quier por el divino y ponieacutendola todos en las mismas nubes como en realidad mereciacutea resultado portentoso al decir de D Aacutengel de la fe cristiana y de la hercuacutelea constitucioacuten fiacutesica que el gran Romero debiacutea a la bondad de Dios

La noticia corrioacute por toda la provincia que tiene el honor sumo de sustentar en su risuentildeo suelo a la excelsa Ficoacutebriga y llegoacute hasta Madrid [138] llevando camino de pasar despueacutes a Londres como en efecto pasoacute

Orgullosiacutesimo estaba D Silvestre y aquellos diacuteas teniacutea una cara como el sol resplandeciente y sin cesar repetiacutean sus labios el trance sublime pintando la furia del borrascoso mar en teacuterminos tan vivos que los oyentes creiacutean verlo Daniel Morton gustaba maacutes que ninguno de oiacuter contar al Sr Romero la historia toda del naufragio y

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salvamento milagroso y no sabiacutea de queacute manera mostrarle su agradecimiento pues no bastaban las manifestaciones de una amistad profunda que debiacutea durar tanto como la vida

El extranjero sacado de en medio de las aguas no habiacutea podido auacuten dejar el cuarto que se le destinoacute pero recibiacutea frecuentes visitas de todos los habitantes de la casa que le trataban con muchiacutesimo agasajo y carintildeo Eacutel por su parte mereciacutea bien tantas atenciones porque era de lo que no hay en punto a caballerosidad y cortesiacutea Bien pronto conocioacute D Juan que habiacutea dado albergue a una persona muy distinguida y bien nacida de trato muy afable y en extremo grato a todos de caraacutecter noble y recto delicadiacutesima y adornada con instruccioacuten tan vasta que en casa de Lantigua todos estaban atoacutenitos [139]

-iexclCoacutemo se conoce que es un cumplido caballero -dijo D Juan a su hermano cuando los dos juntamente con el doctor Sedentildeo tomaban chocolate despueacutes de volver de la Abadiacutea donde el prelado deciacutea misa diariamente

-Es verdad Me agrada en extremo -dijo el obispo- iexclLaacutestima que sea protestante

-iquestY lo seraacute

-Debe de serlo -afirmoacute Sedentildeo- Siempre que hablamos de asuntos religiosos parece deseoso de esquivar la conversacioacuten

-iquestPero ha dicho algo ofensivo a nuestra Santa Iglesia

-Ni una palabra Se muestra muy deferente con el catolicismo y no le he oiacutedo jamaacutes vocablo ni reticencia que puedan tomarse a vituperio

-iexclQueacute ocasioacuten hermano miacuteo -indicoacute don Aacutengel con devoto celo- para hacer una gran conquista para traer una oveja al rebantildeo de Jesucristo

-Es difiacutecil -murmuroacute Lantigua- Seraacute hombre de convicciones

-Pero de convicciones perniciosas Mira tuacute hermano pues yo lo he de intentar

-Cuidado que estos herejes cuando les tocan a su herejiacutea son como el puerco-espiacuten [140]

-Nada se pierde con intentarlo hombre Eacutel estaraacute todaviacutea alguacuten tiempo en tu casa porque no es justo que le dejemos marchar antes de que esteacute totalmente repuesto

-Seguramente

-Bien iquestpues queacute se pierde Yo le direacute algo que le llegue al alma Sembrareacute hijo Si la simiente cae en pedregales no es culpa miacutea Habreacute cumplido con mi deber

-Caeraacute en pedregales -afirmoacute D Juan con la sequedad del hombre acostumbrado a ver las malicias del mundo y cansado de arrojar simiente sobre eacutel sin que naciera jamaacutes

-Pero figuacuterate que Dios le toca el corazoacuten figuacuterate que un rayo de luz Nada no me quedareacute sin intentarlo

-Perderaacutes el tiempo querido hermano

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-O no Ese caballero me ha demostrado no ser un alma vulgar Al contrario posee un entendimiento privilegiado

-iexclOh eso siacute iexclqueacute laacutestima

-Y un gran corazoacuten

-Tambieacuten

-Tenemos lo principal el terreno

-iquestY las preocupaciones y la costumbre y las ideas adquiridas ya es decir la mala yerba que ha echado raiacuteces y todo lo invade

-Hombre por Dios iexclLa yerba me riacuteo [141] yo de la yerba Nuestro Sentildeor Jesucristo nos ensentildeoacute el modo de arrancarla y echarla al fuego Yo no desconfiacuteo hasta que no probarlo iquestMe permites que le proponga quedarse unos diacuteas maacutes

-Como quieras Veremos queacute tal lo toma Pero no vayamos a perder su buena amistad y hasta el agradecimiento que nos tiene

-Pues mira tuacute por eso del agradecimiento le voy a meter el diente esa es la hendidura de su coraza y por ahiacute por ahiacute

D Juan se echoacute a reiacuter Despueacutes llamoacute a su hija

Gloria se habiacutea desayunado a la hora en que los paacutejaros saludan el diacutea porque en aquel teniacutea muchas ocupaciones la sentildeorita de Lantigua y era preciso empezar pronto

Cuando por el comedor pasoacute apresurada como persona que trae muchos negocios entre manos su padre le dijo

-iquestTe has olvidado del cafeacute para ese caballero

-No sentildeor Se lo han subido ahora mismo

-iexclQueacute mal gusto tienen estos extranjeros en no gustar del chocolate -dijo el reverendo D Aacutengel arramblando lo que en el fondo del cangiloacuten quedaba- Gloria sobrina miacutea acompaacutentildeame a dar una vuelta por el jardiacuten

Sedentildeo tomoacute un perioacutedico que habiacutea llegado [142] la noche anterior y dirigioacute a eacutel los vidrios de sus anteojos poniendo cara de gran importancia

-Vea usted a doacutende conduce la irreligiosidad Sr D Juan -dijo dando un golpe con la siniestra mano en la hoja impresa- Oiga usted este caso

Y leyoacute D Juan apartando el jicaroacuten ahuecoacute la palma de la mano y la puso en el oiacutedo al modo de trompeta Era un poco teniente es decir sordo de la oreja derecha sobre todo cuando habiacutea variaciones atmosfeacutericas

En tanto D Aacutengel salioacute murmurando una cancioncilla y acompantildeado de su sobrina

-Picarona- le dijo- gracias a Dios que te he echado la zarpa Tu padre quiere hablarte

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Gloria sintioacute cierta pena porque recordoacute que cuando diacuteas atraacutes le dijo su tiacuteo laquotu padre quiere hablarteraquo fue para el enojoso asunto de Rafael

Al pasar al jardiacuten cogioacute en la puerta una flor de madreselva y se la puso en la boca para mascullarle el palo

-Juan se queja -indicoacute el obispo- de que no le has contestado auacuten a una pregunta que te hizo

-iexclAh ya seacute -dijo Gloria sintiendo que [143] las palabras de su tiacuteo se le clavaban en el corazoacuten como espinas

-Pero yo no me mezclo en tales asuntos -antildeadioacute Su Ilustriacutesima- Allaacute te entiendas tuacute con tu padre No es sino que como hoy se marcha ese joven Pero hazme el favor de no andar tan aprisa que mis piernas hijita no estaacuten para fiestas Desde el diacutea de la gran mojada

-Cuando salvaron al Sr Morton

-Por bien empleado doy el chapuzoacuten eso siacute Gran conquista hicimos Dime una cosa respecto a ese caballero

Gloria arrojando la madreselva oyoacute con toda su alma

-Has observado -preguntoacute Su Ilustriacutesima deteniendo el paso- si ese caballero

-iquestEl Sr Morton

-Justamente si el Sr Morton ha pronunciado alguna palabra referente a nuestra santa religioacuten

-Le he oiacutedo hablar de Dios de aguarde usted

-No es eso tonta De Dios hablan todos iexclCuaacuten pocos le conocen iquestLe has oiacutedo pronunciar alguna frase depresiva para nuestra santa religioacuten

-No tiacuteo

-Porque veraacutes mi (3) hermano y yo lo mismo [144] que Sedentildeo hemos comprendido que ese hombre es protestante

-iexclProtestante

Gloria se quedoacute atoacutenita

-Es decir que se condenaraacute -dijo Gloria viviacutesimamente- Es laacutestima que teniendo tan buen corazoacuten

-Siacute que es una laacutestima Te confieso que estoy verdaderamente afligido afligidiacutesimo

-Si da ganas de correr hacia eacutel y gritarle laquoCaballero por Dios saacutelvese usted a doacutende va usted Veacutengase usted con nosotrosraquo

-Justo como cuando miramos a un ciego que por no ver el camino se va a caer en un pozo Has interpretado a maravilla mi pensamiento Yo estoy desasosegado desde que

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ese joven estaacute en nuestra casa y el diacutea en que le vea marchar tendreacute un disgusto quiero decir si se marcha como ha entrado ciego

-Protestante

-Cabal Y me parece que soy indigno apoacutestol de Cristo si no consigo

-iquestConvertirle -preguntoacute la sentildeorita con incredulidad

-iquestTe parece difiacutecil Otras cosas maacutes difiacuteciles se han visto realizadas Es imposible que Dios haya creado un ejemplar tan hermoso de la persona humana para dejarle perder Quieacuten [145] sabe si su sabiduriacutea infinita encaminoacute a este hombre a nuestras playas abrieacutendole con el naufragio del buque el camino de su salvacioacuten

-iexclOh iexclquieacuten sabe -exclamoacute Gloria elevando sus ojos al cielo como para preguntarle si era verdad la suposicioacuten de su tiacuteo- iexclDios dispone tan admirablemente las cosas

-Eacutel es la verdad la vida el camino Nada yo estoy decidido a dirigirme a ese joven a encararme atrevidamente con eacutel como ministro que soy de Jesucristo y decirle laquoMorton tuacute debes ser catoacutelicoraquo

-Muy bien tiacuteo -exclamoacute Gloria aplaudiendo con entusiasmo

Sus ojos se humedecieron ligeramente

-yo estoy decidido -continuoacute Su Ilustriacutesima sintiendo en siacute la inspiracioacuten evangeacutelica que le hacia tan admirable en el puacutelpito- a decirle como Jesuacutes a Laacutezaro laquoiexclMorton despierta Morton levaacutentate Tuacute no has nacido para vivir en la regioacuten de las tinieblas Arroja esa sacriacutelega venda y mira esta luz que tengo en la mano esta luz divina que el Sentildeor se ha dignado confiarme para que te guiacutee para que te ilumine Ven y reposa sobre mi corazoacuten hijo miacuteo ven a aumentar el reinado de Jesucristo con tu preciosa inteligencia con tu sensibilidad exquisita con tu noble aunque extraviado [146] espiacuterituraquo iexclOh y si viene ese diacutea seraacute el maacutes glorioso de mi vida porque habreacute arrancado de las manos de Satanaacutes una viacutectima habreacute rescatado un miserable cautivo de las regiones infernales habreacute conquistado una oveja al rebantildeo de Cristo y aumentado los celestes dominios de la Iglesia y cuando Dios me llame a juicio Podreacute decirle laquoiexclSentildeor he ganado una batalla al enemigoraquo

-iexclOh tiacuteo tiacuteo de mi alma -exclamoacute Gloria besando con frenesiacute las manos del prelado treacutemulas auacuten por la oracioacuten oratoria- usted es un santo

-Santo no pero al considerar este caso de que ahora hablamos no se aparta de mi mente el recuerdo de aquel gentil llamado Saulo que despueacutes fue gloriosiacutesimo apoacutestol Yo seriacutea feliz desempentildeando el papel de Ananiacuteas que por mandato de Dios corrioacute en busca del perseguidor de la Iglesia y le dijo laquoSaulo hermano el Sentildeor Jesuacutes que se te aparecioacute en el camino por donde veniacuteas me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espiacuteritu Santoraquo Y al instante cayeron de sus ojos unas como escamas y recobroacute la vista y levantaacutendose fue bautizado

-San Pablo

-Una de las maacutes gloriosas conquistas de la [147] fe cristiana siacute Aquel hombre era tan despejado que Nuestro Sentildeor quiso traerle a su servicio y le trajo Hace dos o tres diacuteas que no pienso maacutes que en esto y cuanto maacutes trato a este joven y oigo sus palabras

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y mido la altura de su discernimiento maacutes vivos son mis deseos de decirle Saulo hermano Jesucristo me ha enviado a devolverte la vista En las empresas heroicas maacutes energiacutea y bravura desplega el alma cuanto maacutes sentildealado es el meacuterito de la plaza que se quiere conquistar y maacutes grande la fama y destreza del enemigo

-Y como Daniel parece

-No parece sino que es una de las maacutes acabadas hechuras de Dios Cuando veo aquel admirable y soberbio vuelo de su entendimiento digo laquoiexclqueacute laacutestima Sentildeor queacute laacutestimaraquo iquestRecuerdas queacute belliacutesima explicacioacuten hizo de las fuerzas de la Naturaleza relacionaacutendola con la previsioacuten divina

-Si siacute lo recuerdo

-iquestY aquella sencilla y pateacutetica figura que trazoacute de las costumbres de su anciana madre

-iexclOh Siacute siacute lo recuerdo

-iquestY las consideraciones que hizo sobre la muerte de sus dos hermanas doncellas contagiadas de la peste por asistir a los enfermos

-Siacute tiacuteo siacute lo recuerdo bien [148]

-iexclY queacute bien manifestoacute sus aficiones sencillas patriarcales exentas de vicios su admiracioacuten a las obras de Dios

-Tambieacuten tambieacuten lo tengo presente

-iquestY el carintildeo que tiene a nuestro pobre paiacutes tan desgraciado

-Siacute siacute tiacuteo todo lo recuerdo

-Y yo al oiacuterle y al verle digo laquoiexclqueacute laacutestima Sentildeor queacute laacutestimaraquo

-iexclQueacute laacutestima -exclamoacute Gloria cruzando las manos y elevaacutendolas hasta apoyar en ellas la barba

-Hoy mismo hoy mismo pienso dar principio a mi gran empresa -dijo el obispo con noble decisioacuten- Al fin haremos algo grande en nuestra pobre vida

-iquestHoy mismo pero si se marcha pronto -dijo Gloria afectando naturalidad

-No porque tu padre y yo hemos convenido en decirle que se quede en Ficoacutebriga y en nuestra casa quince diacuteas maacutes o un mes

-Entonces entonces tiacuteo -dijo la sobrinita no disimulando muy bien su alegriacutea- triunfaraacute usted triunfaraacute la Iglesia de Jesucristo iexclOh iexclqueacute excelente idea han tenido papaacute y usted

-Ahora mismo pienso subir a deciacuterselo Eacutel aceptaraacute porque no estaacute bien de salud y el sosiego [149] de este paiacutes le repondraacute Hoy le hablo de religioacuten y no me faltaraacuten argumentos Donde hay un buen corazoacuten estaacute la mitad del camino andado iquestSabes si se ha levantado

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-Roque nos lo diraacute

El criado pasaba por el jardiacuten

-iquestSe ha levantado el Sr Morton

-Siacute sentildeor Voy con un encargo suyo -dijo mostrando un paquete

-iquestQueacute es eso

-Toda la ropa que el Sr D Daniel teniacutea en los bauacuteles mojados La llevo al sentildeor cura para que la reparta a los pobres

-Apuesto -manifestoacute Gloria con disgusto- a que D Silvestre no da ninguna pieza a Caifaacutes

-Voy al instante arriba -dijo el obispo con determinacioacuten

Gloria le acompantildeoacute hasta la escalera Despueacutes corrioacute a la cocina Su alma revoloteaba en el seno del eacuteter maacutes puro en plena luz celestial como los aacutengeles que agitan sus alas junto al Trono del Sentildeor en todas sus cosas [150]

- XXI -

Sepulcro blanqueado

Y era en verdad contraste singular que mientras su alma como dice el salmista escapaba al monte cual ave estuviese su cuerpo en lugar tan rastrero como una cocina y arremangaacutendose los lindos brazos y ponieacutendose un delantal blanco empezara a batir con ligera mano muchedumbre de claras y yemas de huevo que en honda cacerola espumarajeaban formando bolas de fragiliacutesimo cristal La cuchara que por la rauda agitacioacuten apenas se veiacutea levantaba amarilla nube herviacutean las albuminosas claras simulando graciosas excrecencias de aacutembar y mil y mil engarzos de topacios en cuyas facetas temblaba la luz Despueacutes pasoacute aquel menjurje de una cacerola a otra quitoacute a un limoacuten toda la caacutescara pico perejil en menudos trocitos revolvioacute con harina los huevos sacoacute de un cajoacuten unas viejecillas [151] arrugadas y dulciacutesimas que en su juventud se llamaron uvas acaparoacute bizcochos apoderose por uacuteltimo de un molde de hoja de lata todo con gran presteza y pulcritud hasta que Francisca no pudiendo tolerar tal invasioacuten en sus dominios le dijo de muy mal talante

-iquestQueacute haces ahiacute tonta iquestQueacute comistrajo es ese

-Tuacute siacute que eres tonta -repuso Gloria riendo- iexclQueacute entiendes tuacute de cocina fina ni de pudines

-iquestY eso para quieacuten es -prosiguioacute la respetable criada con ironiacutea- iquestPara el perro Nintildea por Dios que te vas a echar a perder las manos Vete arriba que aquiacute no hacen falta espantajos

La antigua cocinera trataba a Gloria con la familiaridad de los criados que han visto nacer a todos los nintildeos de una casa Gloria despueacutes de agitarse mucho dio por

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terminada su tarea y abandonoacute la cocina subiendo a su cuarto donde se ocupoacute en arreglarse y ponerse guapa porque la hora del almuerzo se acercaba

Atentos a ella entraron en la casa D Rafael del Horro y el cura que aquel diacutea andaban muy atareados por el negocio de su viaje electoral Subieron a saludar a D Juan en su despacho pero como hallaron a este muy atareado [152] con una serie de cartas que escribiacutea para varios personajes influyentes de la provincia y que nuestros dos expedicionarios habiacutean de llevar como ademaacutes vieron al doctor Sedentildeo abstraiacutedo en la lectura de los perioacutedicos poliacuteticos tornaron al jardiacuten

Gloria despueacutes de pasar revista al comedor y ver queacute tal poniacutea la mesa Robustiana salioacute al jardiacuten Habiacutea en este por la parte proacutexima al camino un bosquecillo formado de altas magnolias algunos espesos pinos y dos o tres plaacutetanos los cuales sobrepujaban a toda la familia vegetal del repuesto jardiacuten extendiendo sus grandes ramas en tan gran espacio que por un lado saliacutean sobre la verja hasta fraternizar con los olmos del camino y por otro acariciaban las ventanas de la casa En el centro del bosquecillo habiacutea una glorieta a la que rodeaban espesos matorrales hechos de evoacutenymus retamas olorosas tamarindos veroacutenicas adelfas y otros arbustos combinados con primoroso arte Por detraacutes corriacutea un estrecho camino semi-circular oscuro huacutemedo en el cual soliacutean verse menudos hilos de telarantildeas tendidos entre las ramas y en los troncos de los aacuterboles grandes Gloria entroacute por este camino Al poco rato oyoacute voces y se detuvo Su primera intencioacuten fue no hacer caso y seguir [153] adelante Pero oyoacute pronunciar su nombre reconociendo la voz de Rafael Este y el cura hablaban en la glorieta No pudiendo refrenar la curiosidad escuchoacute

-Gloria es perfecta como usted dice -hablaba el cura- y ademaacutes de perfecta es hija uacutenica de un hombre rico Mi opinioacuten es amigo D Rafael que todo no debe ser sentimiento y te amo y te adoro sino que debe mirarse mucho al bienestar de ambos coacutenyuges La pintura que usted me ha hecho de lo cara que se ha puesto la vida en esa endiablada corte me horripila Diacutegame usted iquestqueacute tal pinta la abogaciacutea

-Mal -repuso el joven con hastiacuteo- despueacutes de que Lantigua entregoacute su bufete a los pasantes estos han acaparado todos los negocios eclesiaacutesticos Sin embargo algo se hace

-iquestY el periodismo

-Eso no se nombre como profesioacuten lucrativa Es un excelente medio para hacerse lugar en la poliacutetica uacutenica carrera de provecho para la juventud

-Y usted la ha hecho buena -dijo hiperboacutelicamente el cura- iexclA los treinta y cuatro antildeos Este nene va a tragarse el mundo

-iexclPero usted no sabe amigo miacuteo queacute compromisos queacute cargas tan atroces trae este maldito [154] oficio en su primera eacutepoca La posicioacuten que se adquiere impone

-iexclAjajaacute Ya lo seacute Gastos atroces iquestno es verdad iquestPues queacute iquestQueriacutea usted pescar truchas a bragas enjutas

-No ya seacute coacutemo se pescan

-Por eso dicen que en Inglaterra soacutelo se dedican a la poliacutetica los ricos -dijo el cura- Este sistema me parece excelente

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-En Espantildea por el contrario es la carrera de los pobres Y es un mal lo conozco pero iexclqueacute se va a hacer Los pleitos no dan amigo miacuteo sino a los que han empollado el bufete con el calor que les dejoacute en el cuerpo la silla ministerial Los negocios exigen capital el comercio menudo es indigno de quien ha estudiado una carrera cientiacutefica no quedan pues maacutes que las armas y la poliacutetica y a miacute no me gustan las armas

-Las armas de la palabra de la pluma amigo miacuteo -dijo el cura con entusiasmo- iquestSabe usted que si alguna cosa envidio en este mundo es la gloria de usted

-Pues tiene poco de envidiable -dijo Rafael con cierto tonillo de despreocupacioacuten que contrastaba con su habitual prosopopeya- Yo me riacuteo a veces de miacute mismo y cuando estoy a solas en mi despacho me digo laquoParece [155] mentira que seas tuacute mismo ese que pronuncia tales discursos terroriacuteficos y escribe los artiacuteculos furiosos que entusiasman al partidoraquo Yo que no soy capaz de matar una pulga ni gusto de que se moleste a nadie predico la ruina de la sociedad actual yo que tengo como cada hijo de vecino mis dudillas acerca de muchas cosas que nos ensentildea el catecismo aunque no de las principales parece seguacuten la vehemencia con que lo digo que me quiero tragar a los que creen poco

-iexclAh iexclah -exclamoacute el cura riendo- ese es mal comuacuten a toda la gente de hoy blancos y negros Nadie tiene fe Hace poco hableacute con un sentildeor que pasa la vida escribiendo contra los increacutedulos y llevando y trayendo recados al Papa En confianza me deciacutea laquoSr D Silvestre no hay quien me haga creer en el infiernoraquo Yo me reiacutea mucho con sus rarezas y jamaacutes disputaacutebamos porque aborrezco las disputas Iacutebamos a cazar juntos Yo le ensentildeaba el cartapacio de mis sermones para que les echara un vistazo Ya se ve Es persona de muy buen gusto y estilo una especie de fray Luis de Granada sin haacutebitos y sin fe y por lo demaacutes sujeto apreciabiliacutesimo persona excelente Usted tambieacuten es de los que hablan mucho y creen poco [156]

-Entendaacutemonos sentildeor cura Yo creo que sin religioacuten no hay sociedad posible iquestA doacutende llegariacutea el frenesiacute de las masas estuacutepidas e ignorantes si el lazo de la religioacuten no enfrenara sus malas pasiones

A lo cual el cura riendo contestoacute

-Pero en esto de creer hay algo maacutes que un freno para contener a los ignorantes Los ilustrados y los sabios deben acrisolar su fe con el estudio

-Asiacute debiera ser -dijo Rafael- Es preciso que todos contribuyamos a conservar soacutelida y firme esta base del edificio social Si la religioacuten desapareciera los demagogos y petroleros nos declarariacutean una guerra a muerte Es cosa que espanta

-Es tremendo siacute

-Por eso yo soy de opinioacuten de que sigan las misas los sermones las novenas las procesiones las colectas y todos los demaacutes usos y ritos que se han creado para coadyuvar a la gran obra del Estado y rodear de garantiacuteas y seguridades a las clases pudientes e ilustradas

-Seguacuten usted -dijo el cura dando rienda suelta a su jovialidad- las praacutecticas religiosas no son otra cosa que una especie de instrumento correccional contra los pillos Pero sentildeor D Rafael de mi alma desarrollando su sistema [157] de usted debieacuteramos decir laquosupriacutemase la religioacuten y aumeacutentense los presidiosraquo

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-iexclOh no bromee usted y tenga presente que aquiacute hablamos los dos en confianza y que esto no sale de los dos Bueno andariacutea el mundo sin religioacuten iexclBenditas sean mil veces las creencias que nos legaron nuestros padres y la fe en que fuimos criados iexclQueacute dulce es la religioacuten iexclLas mujeres tienen en ella tales consuelos Se muere una persona de la familia una madre un hermano un nintildeo y ellas creen que la veraacuten despueacutes y que el difunto se estaacute paseando por encima de las nubes y si es nintildeo correteando y enredando de estrella en estrella La religioacuten debe existir siempre siempre y existiraacute Ademaacutes hay en ella muchas cosas que consuelan a todos y algunas que son verdades irrecusables

-Todas que no algunas como usted dice lo son -dijo el cura afectando cierta gravedad- Si yo tuviera a mano mis libros o recordara faacutecilmente lo mucho y bueno que en ellos he leiacutedo le probariacutea a usted que todo todo lo que la religioacuten sostiene es verdad y todo sirve de gran consuelo al ignorante y al sabio al pobre y al rico Pero tengo una memoria perversa y con mis ocupaciones de cada diacutea no me acuerdo de nada [158]

-iexclOh yo he leiacutedo bastante y por mi parte no puedo acusarme de haber hecho dantildeo alguno a la Iglesia ni a las personas eclesiaacutesticas Por el contrario en mis discursos en las conversaciones privadas con mis amigos poliacuteticos siempre he dicho laquoSentildeores la religioacuten antes que todo No quitemos al pueblo ese freno moral Conviene pues que la Iglesia esteacute de nuestra parte Es el gran auxiliar del Estado y hay que tenerla contenta iquestPide seis pues dadle ochoraquo Aborrezco a esos que se llaman filoacutesofos y libre-pensadores y que se ponen a gritar en las asambleas y en los clubs haciendo ver que la Iglesia es esto y lo otro Yo les digo laquoSentildeores en el fondo casi estamos conformes iquestCoacutemo puede negarse que muchas de las cosas que nos quieren hacer creer no andan muy acordes con el sentido comuacuten Pero iquesthay necesidad de subirse encima de una silla y decirlo a todo el mundo El pueblo ignorante no lo entiende y al oiacuter a ustedes cree que le estaacuten permitidos el robo y el asesinato Hay que mirarse bien antes de propagar ciertas doctrinasraquo Por esto soy enemigo de esos charlatanes y en mi humilde esfera defiendo con la palabra y con la pluma las creencias religiosas la doctrina toda de la Iglesia catoacutelica el culto y el clero venerandas [159] instituciones sobre las cuales descansa el orden social defiendo la fe de nuestros padres las praacutecticas sencillas las oraciones que nos ensentildeoacute nuestra madre en la cuna todo eso en fin tan faacutecil de aprender y tan bonito porque la religioacuten es bonita Yo he estado en Roma he visto muchas ceremonias en San Pedro iexclAh Sr D Silvestre Es cosa que entusiasma iquestPues y las procesiones de Sevilla Todo esto debe conservarse

-Todo esto debe conservarse pero lo que importa principalmente es la fe y si esta no se conserva

-Siacute tambieacuten tambieacuten Todos debemos trabajar para que crean los demaacutes para difundir los dones del Espiacuteritu Santo para que se mantenga incoacutelume la fe de nuestros padres iexclOh la fe de nuestros padres

-Usted Rafael -dijo el cura- pertenece a la escuela de los que defienden la religioacuten por egoiacutesmo es decir porque les cuida sus intereses Ven en ella una especie de guarderiacutea rural Dicen laquoLa religioacuten es muy buena debe creerse verdad es que yo no creo pero crean los demaacutes para que tengan miedo a Dios y no me hagan dantildeoraquo En tanto no se cuidan de los altos fines religiosos ni de la vida eterna

-iexclLa vida eterna -dijo D Rafael del Horro- [160] Aquiacute estaacute la gran cuestioacuten iexclAdmirable idea para que la sociedad no se desborde

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-iquestNo cree usted en ella

-Siacute forzosamente ha de haber alguna otra cosa despueacutes de morir porque no debe acabarse uno sin maacutes ni maacutes Pero digo yo Si despueacutes que expiremos resulta que no hay nada de lo dicho y caemos en profundiacutesimo suentildeo iexclqueacute chasco amigo Romero Y la verdad es que por mucho que uno piense no puede limpiarse de dudas Francamente eso de que lo que no es ni sombra ni aliento ni rayo en suma lo que no es nada siga viviendo despueacutes del hoyo y nos manden al cielo o al infierno iexclAh lo que es esto No hay quien me haga creer en el infierno iquestEs posible que usted me sostenga que hay un pozo lleno de fuego donde caen los que han hecho picardiacuteas Vamos yo creo que la misma Iglesia ha de tener que transigir al fin diciendo que eso del infierno es cualquier cosa nada entre dos platos iquestPues y la vida eterna y el paraiacuteso En fin se aturde uno al pensar en ello y maacutes vale dejarlo a un lado

-Vive Dios -exclamoacute con vehemencia don Silvestre Romero daacutendose fuerte porrazo en la rodilla con la palma de su mano de oso- que si yo recordara todo lo que he leiacutedo en mis libros [161] le contestariacutea a usted punto por punto a todas esas cuestiones y le dejariacutea tan convencido de que hay alma de que hay infierno de que hay cielo como de que ahora es diacutea pero tengo una memoria inicua leo hoy una cosa y mantildeana se me olvida Luego mis ocupaciones figuacuterese usted que este ir y venir al Soto y a la playa ha tiempo que no me permite abrir un libro iexclVaya con el D Rafael queacute ideas tiene Caacutespita no se ha de decir esto a los electores porque entonces Al contrario todo ha de ser religioacuten y maacutes religioacuten A este son les he tocado yo y a este son bailan que es una maravilla

-Bailaraacuten tambieacuten ahora -dijo Del Horro sonriendo- por cierto Sr D Silvestre que si no nos vamos hoy me parece que llegaremos tarde

-Tenemos tiempo de sobra Esta noche llegamos a Villamojada vemos a los amigos pasado mantildeana a Medio-Valle vemos a los amigos Todo se reduce a pasar de pueblo en pueblo y a ver amigos Fiacuteese usted de miacute hombre En todo lo que sea de los Madriles y de la poliacutetica gorda puede discurrir y quebrarse la cabeza pero en esta tierra y en elecciones deacutejeme usted a miacute y caacutellese y estese quieto Cada uno en su elemento

-No me falta confianza sentildeor cura Caraculiambro [162] -dijo Rafael dando una gran palmada en el hombro del gigante cleacuterigo- iexclOh si todos los negocios que he traiacutedo a este Ficoacutebriga de mil demonios fueran tan bien como el de mi eleccioacuten

-iexclAh iquestlo dice usted por la sentildeorita de Lantigua iexclQueacute bocado de aacutengeles Usted tiene la culpa de que este pez no haya picado

-Si Gloria no me quiere ni parece decidida a quererme nunca

-Ya despueacutes de casada ya la enderezariacutea yo -afirmoacute el cura- Ello es que usted ha puesto su asunto en manos de D Juan y este con las finuras y tiquis-miquis que usa lo habraacute echado a perder Si yo fuera D Juan saldriacutea del paso diciendo laquoNintildea a casarse y chitoacutenraquo

-A miacute nadie me quita de la cabeza que Gloria tiene alguacuten novio en Ficoacutebriga -dijo Rafael pensativo

-Lo que es eso Es que esa nintildea a pesar de su viveza y de sus ojos que echan lumbre es un hielo

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-Queacute seacute yo queacute seacute yo -indicoacute el joven campeoacuten de Cristo mirando fijamente al suelo y pronunciando con mucha lentitud palabra tras palabra- le digo a usted que esa nintildea me tiene ya hasta la corona

Gloria no quiso oiacuter maacutes y se retiroacute [163]

- XXII -

La respuesta de Gloria

Entroacute en el despacho de D Juan al mismo tiempo que el sentildeor obispo el cual traiacutea gozoso semblante y se acariciaba una mano con la otra sentildeal de regocijo que se advierte en todos los que acaban de hacer una cosa buena

-Querido hermano -dijo Su Ilustriacutesima- me parece que no he tocado a la puerta de una casa vaciacutea alguien responde

-iquestDe veras -exclamoacute D Juan metiendo en el sobre la uacuteltima carta

-Ha empezado por mostrarse muy agradecido a tus nuevas bondades Acepta la hospitalidad que le concedes por quince diacuteas o un mes

-iquestHas hablado con eacutel de religioacuten -preguntoacute Lantigua pasando por su lengua la parte engomada del sobre

-Siacute mas eacutel con habilidad suma ha eludido [164] entrar en las cosas hondas de doctrina No habla maacutes que de generalidades de la Creacioacuten de la bondad de Dios del perdoacuten de las injurias nada concreto

-Teme descubrirse Esa reserva me agrada porque no me gusta ver a los herejes hacer alarde de su herejiacutea y provocarnos con argumentos comunes de los que usan los perioacutedicos

-No le he oiacutedo ni una sola vulgaridad Mas nada puedo sacar en claro respecto a lo concreto de sus creencias -dijo Su Ilustriacutesima con laacutestima- Lo que siacute puedo asegurarte con toda verdad es que

-iquestQueacute

D Aacutengel acercoacute su silla a la silla de su hermano

-Que es un alma profundamente religiosa un alma llena de fe

-Falta saber queacute especie de fe

-Tienes razoacuten -dijo el obispo rectificaacutendose con presteza- Llaacutemalo predisposicioacuten a la fe iacutentimo anuncio de la verdadera fe que ha de venir Al estado de ese noble espiacuteritu lo comparo yo a una laacutempara perfectamente preparada llena de aceite hasta los bordes y con su mecha en toda regla No falta maacutes que encenderla

-iquestY es nada [165]

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-Basta un foacutesforo que es un soplo una raacutefaga el momento convertido en luz Lo que no conseguiraacutes por todos los medios del mundo es dar lumbre a una laacutempara vaciacutea

-Seguramente

-Nuestro Sr Morton -antildeadioacute D Aacutengel- podraacute estar a oscuras de la verdadera luz pero bien se conoce que no es por falta de ojos Cuaacuten distinto es de muchos joacutevenes de por acaacute que dicieacutendose cristianos catoacutelicos y habiendo aprendido la verdadera doctrina nos muestran en su frivolidad y corrupcioacuten moral almas vaciacuteas almas oscuras almas sin fe los sepulcros blanqueados de que nos habloacute el Sentildeor

Gloria se acercoacute a su padre

-iexclBuena se ha armado en la Asamblea de Francia -exclamoacute de suacutebito el doctor Sedentildeo que leiacutea un diario- Esto es la dispersioacuten de gentes iexclOh iexclFrancia Francia bien merecido lo tienes Oiga Usiacutea Ilustriacutesima y formaraacute idea de coacutemo se acaba un paiacutes por abandonar las viacuteas del catolicismo

D Aacutengel miroacute a su secretario y al perioacutedico que leiacutea

Gloria puso la mano sobre el hombro de su padre

-iquestQueacute quieres hija miacutea -le dijo este carintildeosamente [166] tomando aquella mano- iexclAh picarona ya que estaacutes aquiacute no te marcharaacutes sin llevar un buen sermoacuten

-iquestPor queacute

-Porque no tienes formalidad Hace diacuteas te hableacute de un asunto me prometiste contestar pronto y esta es la hora

-Pues bien papaacute -indicoacute Gloria inclinaacutendose- Voy a contestar

D Juan dejoacute la pluma

-Y contesto que no -dijo la sentildeorita sonriendo y reforzando su frase negativa con un vivo movimiento de cabeza

-iquestRehuacutesas

-Rehuacuteso pero de todo corazoacuten

-iquestLo has pensado bien

-Lo he pensado bien y no puedo no puedo de ninguacuten modo querer

-iquestPodriacuteas darme alguna razoacuten -dijo don Juan mostrando un sentimiento extrantildeo que soacutelo podriacutea llamarse severidad beneacutevola

-Una no mil -dijo Gloria con su natural propensioacuten a la hipeacuterbole

-Con una me contento iquestHas considerado bien las prendas de ese joven

-Siacute y he visto que es un sepulcro blanqueado

-Mira bien lo que dices [167]

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-iexclAh usted mismo no tardaraacute en reconocerlo No es oro todo lo que reluce Verdad es que para miacute nunca ha brillado el D Rafaelito sino como hojalata

-iexclQueacute manera de juzgar -dijo D Juan no disimulando que estaba contrariado- Acaso tuacute una chiquilla puedes juzgar Pero silencio que viene aquiacute

D Silvestre y Rafael entraron dirigieacutendose ambos a besar el anillo al obispo y preguntarle por su salud Por un instante no se habloacute maacutes que del proyectado viaje

-iexclOh aquiacute tenemos un documento importantiacutesimo -dijo el doctor Sedentildeo sentildealando otro perioacutedico- Es una carta de Ficoacutebriga en que se da cuenta de la portentosa y nunca vista hazantildea de D Silvestre Romero al sacar a salvo de en medio de las olas a los tripulantes del Plantagenet

-iquestA ver a ver -dijo el cura lleno de emocioacuten y con los ojos chispeantes de vanidad

-Le ponen a usted en las nubes aquiacute lea usted -dijo Sedentildeo dando el perioacutedico al tonsurado atleta

Romero leyoacute en voz alta el articulejo en que se narraba con prolijos detalles el suceso del 23 de Junio y al concluir dijo

-No estaacute mal no estaacute mal [168]

-El sentildeor cura -indicoacute Su Ilustriacutesima con bondad- se vanagloria demasiado de su accioacuten beneacutefica y le da publicidad excesiva presentaacutendola de un modo dramaacutetico y teatral con lo que aquella pierde un tantico de su gran meacuterito y espontaneidad evangeacutelica

D Silvestre algo turbado se inclinoacute con respeto

Si esto dijo el obispo al ver la complacencia con que Romero leiacutea las alabanzas de su proeza coacutemo le reprenderiacutea si hubiera sabido que estaban hechas por eacutel mismo

-Los amigos -dijo este reponieacutendose- se empentildean en que todo el mundo ha de saber mi hombrada Yo no me he vuelto a acordar de lo que hice

-Y asiacute debe ser amigo miacuteo -manifestoacute Su Ilustriacutesima estrechaacutendole la mano- El recuerdo de la limosna incumbe al que la recibe Oiga usted al sentildeor Morton iexclQueacute bien caen en su boca los elogios de la valentiacutea de usted

-iquestY al fin el Sr D Daniel se nos marcha -preguntoacute Romero

-No -repuso el obispo- Con permiso de mi hermano acabo de invitarle para que esteacute aquiacute quince diacuteas maacutes o un mes

D Juan que meditaba al lado de su hija alzoacute la cabeza y dijo [169]

-iquestNo te parece que bastaraacute con ocho diacuteas

-Como quieras pero ya le he dicho que quince diacuteas

-Como quieras tuacute -indicoacute D Juan- Lo que ahora nos importa maacutes es comer Gloria esa comida por amor de Dios Mira que estos dos sentildeores tienen que marcharse pronto

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-Ya pueden ustedes bajar -repuso ella con semblante animadiacutesimo derramando claridad y alegriacutea por sus negros ojos- Tiacuteo sentildeor doctor sentildeor cura D Rafael

Al suave anuncio del comedor Sedentildeo dejoacute en paz la prensa perioacutedica

-iquestBaja hoy el Sr Morton

-Siacute hoy baja por primera vez -dijo Su Ilustriacutesima- Aquiacute estaacute

Una sombra se interpuso en la puerta Era Morton todo vestido de negro paacutelido hermoso y demacrado semejante a un maacutertir de los primeros siglos que resucitando se pusiera levita

-Bien amigo bien por ese valor -dijo el cura saliendo al encuentro del extranjero

El sentildeor obispo salioacute apoyaacutendose en su bastoacuten Ofreciole Daniel el brazo y bajaron ambos delante Siguieacuteronles los demaacutes

Gloria se quedoacute la uacuteltima [170]

- XXIII -

Dos opiniones sobre el paiacutes maacutes religioso del mundo

Daniel Morton no salvoacute sino una parte muy pequentildea de su equipaje que era considerable pero siacute los fondos que traiacutea en la caja de a bordo a cargo del capitaacuten Este fue a visitarle el diacutea en que partieron todos los naacuteufragos y entregole lo que de eacutel habiacutea recibido descontando una cantidad que Daniel destinoacute a auxiliar a la tripulacioacuten Puacutesose luego este en relaciones con el coacutensul ingleacutes de la capital de la provincia (situada a diez y seis kiloacutemetros de Ficoacutebriga por camino real) y recibioacute dos grandes bauacuteles con efectos Al diacutea siguiente de su primera salida de la casa Morton tuvo la abnegacioacuten de confiar su persona a un descuadernado cajoncillo que usurpando aleve el nombre de coche iba todos los diacuteas a la capital de la provincia [171] moliendo gente so pretexto de llevarla y traerla Por la noche Daniel volvioacute caballero en un gallardo potro negro

-Fui con intencioacuten de comprar un caballo aunque sin esperanza de encontrarlo -dijo al llegar junto a la verja de la casa donde se habiacutean detenido los tres Lantiguas despueacutes de su paseo vespertino- pero he podido conseguir este animal que no es un prototipo de belleza ni agilidad pero que anda

-A miacute me parece arrogantiacutesimo y digno de Santiago si fuera blanco -dijo D Aacutengel

-Pues no creiacute yo que allaacute encontraraacute usted tan buena pieza -indicoacute D Juan examinando la bestia- Es de lo poco bueno que se suele encontrar por estas tierras

Gloria no dijo nada

Morton despueacutes de dejar su caballo subioacute

-Ya tengo caballo -dijo- No me falta maacutes que escudero

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Y aquella misma noche cerroacute trato con Roque criado de la casa para que un hijo de este nombrado Gasparuco y que pareciacutea bueno le sirviese de criado

-Por lo visto se despierta en usted la aficioacuten a nuestro paiacutes -dijo el Sr de Lantigua- iquestY le tendremos a usted mucho tiempo por aquiacute [172]

-Es posible que siacute -repuso Morton

En pocos diacuteas el caballero hamburgueacutes visitoacute y conocioacute prolijamente toda Ficoacutebriga en especial la Abadiacutea curiosiacutesima obra del duodeacutecimo siglo que no por estar tan dejada de la mano de los hombres toda destruida y ateada careciacutea de encantos para el artista Tambieacuten vio el castillo desmantelado el torreoacuten o cubo sentildeorial que se alza maacutes arriba de la huerta abacial ogantildeo cementerio y las casas infanzonas de la villa algunas de las cuales llaman con justicia la atencioacuten de los forasteros

Los habitantes de esta miraron con simpatiacutea al joven extranjero si bien le inundaron de comentarios Varias personas como D Juan Amarillo y dos de los indianos hicieron amistades con eacutel

En casa de Lantigua habiacutea ganado Morton las simpatiacuteas de los dos hermanos por su trato afabiliacutesimo y la amenidad de su conversacioacuten Demostraba un entendimiento privilegiado sin pedanteriacutea una sensibilidad exquisita sin afectacioacuten y el maacutes acabado conocimiento de todas las reglas sociales

No se le cociacutea el pan a D Aacutengel hasta plantear de lleno la empresa que pensaba acometer apretaacutendole a ello su tesoacuten de apoacutestol cristiano [173] y el natural afecto que el extranjero le inspiraba y un diacutea enuncioacute el tema resueltamente

Por desgracia para nuestra fe sacratiacutesima las santas aspiraciones del prelado no tuvieron eacutexito Pasaban horas discutiendo sin que Morton revelase deseos de penetrar en la Iglesia catoacutelica y para que la pena del reverendo pastor de almas fuese mas honda ni aun pudo conocer de un modo claro las creencias religiosas del extranjero que hablaba siempre en teacuterminos generales y eludiendo su personalidad Maravilloacute ciertamente a D Aacutengel en estas disputas esteacuteriles por desgracia para el aumento de la grey catoacutelica el conocimiento que Daniel mostraba de todos los libros santos desde el Geacutenesis hasta el Apocalipsis No ignoraba lo maacutes selecto de los Santos Padres y conociacutea perfectamente toda la poleacutemica religiosa del presente siglo y de los tiempos maacutes cercanos con las disposiciones del Santo Padre el uacuteltimo concilio y los triunfos y persecuciones recientes de la Iglesia de Cristo

Mas de tanta erudicioacuten hija de formales estudios y aficioacuten a las cosas divinas nada de provecho sacaba el buen pastor lo que le causaba amarguiacutesima pena Uacuteltimamente habiacutea pensado desistir de su empentildeo considerando que Dios elegiriacutea sin duda otros caminos y [174] ocasioacuten distinta para llevar la luz al espiacuteritu de aquel hereje

En cuanto a D Juan de Lantigua si al principio asistioacute con intereacutes vivo a los diaacutelogos religiosos pronto se apartoacute de ellos por no permitirle perder ninguacuten tiempo los trabajos que entre manos traiacutea Devorado por un ansia fervorosa entregaacutebase sin descanso a las lecturas y a la composicioacuten literaria bebiendo en libros y derramando su pensar en cuartillas Estaba su espiacuteritu tan por entero dado a aquel afaacuten que no habiacutea fuerzas humanas que le arrancaran del despacho durante cuatro horas por la mantildeana y otras tantas por la noche Su hermano le reprendiacutea carintildeosamente por esta tarea ardorosa y febril que gastaba sus peregrinas facultades y le iba irritando el cerebro y

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enflaqueciendo las fuerzas fiacutesicas en teacuterminos que D Juan se desmejoraba maacutes cada diacutea Pero no haciacutea caso eacutel de los sermones episcopales y seguiacutea erre que erre sobre los libros sacaacutendoles el redantildeo para escribir despueacutes iexclAdmirable aplicacioacuten que debiacutea dar por resultado una de las maacutes hermosas obras de la eacutepoca presente

Una mantildeana era tanta su fatiga que don Juan sintiendo su cabeza maacutes pesada que el plomo salioacute a ver si se le despejaba conversando [175] con Morton Cuando llegoacute al gabinete de este extrantildeoacute que no estuviese alliacute de visita D Aacutengel por ser costumbre trabar las poleacutemicas en aquella hora

-Vamos -dijo- veo que mi buen hermano se ha visto obligado a levantar el sitio

-El sentildeor obispo -dijo Morton- es tan bueno y tan sabio que sin duda ganaraacute muchas plazas en el mundo Las que eacutel no tome es por que son inexpugnables

Tomando pie de esto D Juan le preguntoacute si sus creencias cualesquiera que fuesen eran firmes No vaciloacute en contestarle Daniel dicieacutendole que sus creencias no eran superficiales rutinarias y friacuteas como las de la mayor parte de los catoacutelicos espantildeoles sino profundas y fijas a lo cual contestoacute D Juan (4) que maacutes le gustaba ver el tesoacuten y la consecuencia en los sectarios de las falsas religiones que la tibieza y despreocupacioacuten en los que teniacutean la dicha de haber nacido en la verdadera Antildeadioacute que efectivamente se habiacutean debilitado mucho las creencias en nuestro catoacutelico suelo pero que este mal ocasionado por los excesos revolucionarios y la influencia de extranjeros envidiosos de la Nacioacuten maacutes religiosa del mundo tendriacutea faacutecil remedio en la predicacioacuten en las oraciones [176] y en los trabajos de la Iglesia si acertaba a encontrar un Gobierno piadoso que le ayudara

Morton no estaba muy conforme con esta opinioacuten Sin embargo deferente con su generoso amigo le dijo que confiaba en la regeneracioacuten religiosa de este paiacutes si abundaban en eacutel pastores tan virtuosos y tan ilustrados como D Aacutengel de Lantigua y seglares como D Juan

-Yo conozco regularmente el Mediodiacutea y la capital de Espantildea -antildeadioacute- Ignoro si el Norte seraacute lo mismo pero allaacute querido sentildeor miacuteo he visto el sentimiento religioso tan amortiguado que los espantildeoles inspiran laacutestima No se ofenda usted si hablo con franqueza En ninguacuten paiacutes del mundo hay menos creencias siendo de notar que en ninguno existen tantas pretensiones de poseerlas No solo los catoacutelicos belgas y franceses sino los protestantes de todas las confesiones los judiacuteos y aun los mahometanos practican su doctrina con maacutes ardor que los espantildeoles Yo he visto lo que pasa aquiacute en las grandes ciudades las cuales parece han de ser reguladoras de todo el sentir de la Nacioacuten y me ha causado sorpresa la irreligiosidad de la mayoriacutea de las personas ilustradas Toda la clase media con raras excepciones es indiferente Se practica el culto pero maacutes bien como un haacutebito rutinario por [177] respeto al puacuteblico a las familias y a la tradicioacuten que por verdadera fe Las mujeres se entregan a devociones exageradas pero los hombres huyen de la Iglesia todo lo posible y la gran mayoriacutea de ellos deja de practicar los preceptos maacutes elementales del dogma catoacutelico No negareacute que muchos acuden a la misa siempre que sea corta se entiende y no falten muchachas bonitas que ver a la salida pero esto es faacutecil amigo miacuteo iquestno comprende usted que esto no basta para decir laquosomos los hombres maacutes religiosos de la tierraraquo

-Efectivamente no basta no -dijo D Juan con voz triste mirando al suelo

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-Usted conoce muchas muchiacutesimas personas ilustradas buenos leales que no pueden menos de considerarse virtuosas personas a quienes usted que es tan buen catoacutelico no negaraacute su amistad personas de quienes nadie se aparta con horror personas amables

-Ya ya seacute lo que usted me va a decir -indicoacute D Juan melancoacutelicamente

-Pues bien de esas personas (y yo supongo que conoceraacute usted maacutes de mil) de esas personas iquestcuaacutentas cree usted que cumplen el precepto fundamental del catolicismo la penitencia

-iexclOh tiene usted razoacuten tiene usted razoacuten [178] -dijo Lantigua con verdadera angustia- De cada cien noventa y cinco no se han confesado en veinte antildeos

-Con la particularidad -antildeadioacute Morton- de que la Iglesia manda confesar una vez al antildeo a lo menos Los grandes e intachables catoacutelicos los que se pueden llamar vasos de eleccioacuten (me refiero a los varones querido D Juan) gracias que cumplan esa vez al antildeo olvidando que la Iglesia aconseja una vez al mes y asegura que los que no lo hacen viven una vida relajada y estaacuten en peligro de perderse Si tienen ustedes conciencia no deben suponerse en peligro sino completamente perdidos

-El precepto el precepto Sr Morton -dijo D Juan con sequedad- no manda maacutes que una vez al antildeo

-Hay otro siacutentoma -prosiguioacute Daniel- que he observado muchas veces Cuando en una casa rezan el rosario los hombres se echan fuera sin que por esto se alarme la familia femenina He oiacutedo a algunos nintildeos inocentes hacer esta pregunta laquoDime mamaacute iquestpor queacute papaacute no rezaraquo Muchas veces no se sabe queacute contestar pero en ocasiones se les dice laquoPapaacute reza en su cuartoraquo Pero donde reza papaacute es en el casino o en el cafeacute Las mujeres aquiacute por lo general creen que siendo ellas rezonas no importa que [179] sus maridos sean blasfemos Debo antildeadir y no creo que usted se ofenda por esto que Espantildea es el paiacutes no direacute maacutes blasfemo del mundo sino el paiacutes blasfemo y sacriacutelego por excelencia

-En eso tiene usted razoacuten -afirmoacute Lantigua con pesadumbre- Tambieacuten reconozco la irreligiosidad pero usted parece indicar que las causas de este grave mal estaacuten en otra parte que en la filosofiacutea y en las libertades modernas

-No puedo creer que estas dos cosas hayan arrebatado al pueblo espantildeol sus creencias En otros paiacuteses hay maacutes muchiacutesima maacutes filosofiacutea que aquiacute maacutes muchiacutesimas maacutes libertades y sin embargo la fe religiosa no muere iexclHablan de revoluciones Si en Espantildea no ha habido nada que merezca tal nombre amigo miacuteo Si en Espantildea todos los trastornos poliacuteticos han sido tempestades en un vaso de agua Por Dios iquestqueacute idea hemos de formar del espiacuteritu religioso de un paiacutes si es tal que lo echan por tierra esos quince o veinte movimientos poliacuteticos que se han sucedido desde 1812 Comprendo que los grandes edificios caigan en el sacudimiento de un terremoto pero iquestcoacutemo han de caer con la trepidacioacuten que producen las patadas de un regimiento de caballeriacutea Admitiendo como no puede menos de admitirse que ustedes no han tenido grandes cataclismos es preciso deducir que los edificios [180] caiacutedos no pueden haber sido muy grandes Fueacuteronlo siacute en otros tiempos pero al entrar este siglo todo estaba ya carcomido Espantildea como la mujer rencillosa de que habla el Eclesiasteacutes es ahora un tejado con muchas goteras

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-No admito eso de que no hayamos tenido revoluciones -dijo D Juan- Las hemos tenido superficiales y profundas en el orden poliacutetico pero iquesty la irrupcioacuten de libros y la transformacioacuten social esas oleadas de soberbia de amor al lujo de concupiscencia de materialismo que nos vienen de fuera

-Veo que muchas cosas que en otras partes hacen poco dantildeo aquiacute envenenan Sin duda el organismo moral de Espantildea es tan endeble como el de aquellos seres enfermizos y nerviosos que se emponzontildean soacutelo con el olor del veneno

-iquestCon el olor

-Siacute porque de los inmensos progresos industriales del lujo del colosal aumento de las riquezas del refinamiento material ustedes no tienen maacutes que el olor Espantildea por lo que veo no puede vivir sino metieacutendose dentro del fanal de su catolicismo para que nada la toque ni contamine para que ni aacutetomos siquiera de lo exterior lleguen hasta ella

-iquestY queacute le recetariacutea usted [181]

-El aire libre -dijo Morton con energiacutea- el aire libre el andar sin tregua entre toda clase de vientos arriba y abajo dejarse llevar y arrastrar por todas las fuerzas que la solicitan romper su capa de mendigo o mortaja de difunto y exponerse a la saludable intemperie del siglo Espantildea se parece al enfermo de aprensioacuten todo lleno de emplastos vendajes parches abrigos mil y precauciones necias Fuera todo eso y el cuerpo enfermo recobraraacute su vigor

Habiacutean llegado a un punto de la discusioacuten en que D Juan creyendo a su hueacutesped totalmente descarriado le teniacutea laacutestima

-Hace usted un uso poco razonable de la fantasiacutea -le dijo bondadosamente y en tono de maestro- De esa manera nunca me probaraacute usted que Espantildea es el paiacutes menos religioso del mundo iquestPor ventura amigo Morton no ha visto usted en eacutel algo que le pruebe lo contrario

-No significan nada para miacute -continuoacute Daniel- las manifestaciones teatrales de devocioacuten que son maacutes bien poliacuteticas que religiosas Yo me riacuteo de la piedad de un pueblo que como Madrid habla mucho de religioacuten y sin embargo jamaacutes supo levantar un solo templo digno no digo yo de Dios pero ni aun de los [182] hombres que entren en eacutel En Madrid pueblo rico vemos maacutes teatros que en Londres una plaza de toros que es un monumento cafeacutes soberbios tiendas paseos y distracciones donde se conciertan el lujo y las artes pero no hay una sola iglesia que no sea pocilga

-iexclPor Dios Sr Morton -dijo Lantigua- eso es demasiado duro

-Un poco duro -repuso el extranjero riendo- pero la idea es exacta Y lo que pasa en Madrid pasa en toda Espantildea El sentimiento catoacutelico que en este siglo no ha levantado un solo edificio religioso de mediano valor es tan tibio que no se manifiesta en cosa alguna de gran valiacutea y lucimiento El paiacutes maacutes piadoso ha venido a ser el maacutes increacutedulo El paiacutes maacutes religioso y que tuvo tiempos en que la piedad se asociaba a todas las grandezas de la vida al heroiacutesmo a las artes a la opulencia a la guerra misma han concluido por formar de la piedad cosa aparte separada de lo demaacutes Un hombre devoto que se persigna al pasar por la iglesia que confiesa y comulga semanalmente es en la mayor parte de los ciacuterculos un hombre ridiacuteculo

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-iexclPor Dios amigo Morton

-Sr de Lantigua por Dios dispeacutenseme usted pero es fuerza decirlo Haacutebleme usted [183] con su franqueza de hombre honrado y de catoacutelico sincero Diacutegame usted si hay en Espantildea mujer alguna capaz de dar su corazoacuten y su mano a un hombre que pase tres o cuatro horas todos los diacuteas dentro de la iglesia que se rompa el pecho a golpes que tenga su casa llena de agua bendita y que entone una oracioacuten al realizar los actos maacutes insignificantes de la vida cuales son salir a la calle entrar en ella estornudar etc Un devoto tal como lo conciben las congregaciones piadosas del diacutea es un ente irrisorio confiacuteeselo usted Hasta los mismos que defienden a pie firme la religioacuten y se llaman soldados avanzados de las filas de Cristo cuidan mucho en sociedad de disimular todo lo posible su ortodoxia o mejor dicho de olvidarla so pena de perder gran parte de las simpatiacuteas y de las amistades que por sus prendas su figura o sus virtudes hayan logrado alcanzar

-Algo hay de eso pero no tanto amigo miacuteo

-Quizaacutes los de casa no vean esto tan claramente como los extrantildeos -dijo Morton- Quizaacutes yo me equivoque pero he manifestado mi opinioacuten con lealtad Creo a Espantildea el paiacutes maacutes irreligioso de la tierra Y un paiacutes como este donde tantos estragos ha hecho la incredulidad [184] un paiacutes que tanto tiene que aprender que tantos esfuerzos debe hacer para nutrirse para llenar de sangre vigorosa sus venas por donde corre un humor tibio y descolorido no estaacute en disposicioacuten no de convertir a nadie

Breve rato estuvo D Juan de Lantigua sin dar contestacioacuten pero al fin con cierta sequedad que era muy propia de su caraacutecter habloacute asiacute

-No aseguro yo que mi paiacutes sea hoy el maacutes piadoso del mundo Por desgracia no le falta a usted razoacuten en parte de lo que ha dicho pero creo que si siguieacuteramos discutiendo hallariacuteamos iguales o quizaacutes peores sentildeales de descomposicioacuten en otras tierras que usted me presentaraacute como modelo Hay aquiacute hombres perversos hay hombres indiferentes en grandiacutesimo nuacutemero pero tenemos intacto el tesoro de nuestra doctrina conservamos la semilla y un periacuteodo de proteccioacuten del cielo puede hacerla fructificar En medio de la torpeza y frivolidad que por todas partes se ve existe pura y entera la fe no dantildeada ni podrida por los errores y la fe ha de triunfar la fe ha de dar resultados de virtud si no hoy mantildeana

raquoDeploro los desoacuterdenes de mi patria pero no los creo irremediables como la muerte como la podredumbre que constituyen el fondo de [185] otros paiacuteses bajo engantildeosa cubierta de prosperidad de orden de brillo artiacutestico industrial social Cada raza tiene su organizacioacuten propia No seacute si Dios me dejaraacute ver el diacutea de la regeneracioacuten general del mundo pero esta regeneracioacuten no la busque usted no la busque usted fuera de los principios inmutables de la moral catoacutelica De entre las ruinas no renaceraacute sino aquello que haya conservado el germen de esa moral y ese germen Sr Morton lo tenemos nosotros nosotros siacute aunque usted no lo vea

raquoQuiacuteteme usted las revoluciones chicas o grandes las ideas subversivas que vienen de fuera y que en otros paiacuteses tienen aplicacioacuten falaz y pasajera quiacuteteme usted la propaganda de doctrinas contrarias a nuestra naturaleza social y entonces podraacute ver usted que esta nacioacuten resucitada y puesta en pie despueacutes de tantos antildeos de aparente muerte se hallaraacute de nuevo en disposicioacuten de convertir a todas las gentes en uno y otro

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mundo de convertirlas siacute sentildeor porque la posesioacuten de la verdad le da derecho a decirlo y a ejecutarlo resueltamente

Iba a contestar Daniel cuando se oyeron voces en el jardiacuten de la casa y con las voces lamentos y lloros (5) de chiquillos

-iquestQueacute es esto -dijo Lantigua asomaacutendose a la ventana- Gloria Gloria [186]

Morton se asomoacute tambieacuten

-No es nada -dijo Lantigua retiraacutendose- Son los hijos de Caifaacutes que vienen pidiendo auxilio en nombre de su padre un perdido un borracho a quien estoy cansado de socorrer

Su Ilustriacutesima desde el jardiacuten gritaba

-Juan Juan baja

-Vamos -dijo D Juan- Mi hermano se ha enternecido y quiere que yo tome bajo mi amparo a ese mal hombre Es un miserable pero la caridad cristiana amigo Daniel nos manda perdonar y compadecer

- XXIV -

Una obra de caridad

Ambos bajaron En el jardiacuten estaba D Aacutengel y frente a eacutel un lastimoso terceto de muchachos llorones con los puntildeos en los ojos los sucios rostros llenos de babas y de tierra que con las laacutegrimas se amasaba

-Vamos a ver iquestqueacute es eso -preguntoacute don Juan tirando suavemente de una oreja a la pequentildeuela

La afliccioacuten no les dejaba contestar

-Que el teniente cura ha despedido a Caifaacutes por orden de D Silvestre -dijo Su Ilustriacutesima- Pero hijos miacuteos si vuestro padre es malo iquestcoacutemo quereacuteis que esteacute en la iglesia

-iexclBuena pieza es el tal Mundideo -exclamoacute Lantigua- iquestY queacute maacutes le pasa iquestQue ha perdido toda la ropa porque la Caacutercaba no ha podido cobrar [188]

-Siacute se se se ntildeor -gimioacute Sildo

-iquestY que D Juan Amarillo le ha echado de la casa de arriba y le va a llevar a la justicia

-Siacute se se ntildeor

-iquestY que os habeacuteis quedado sin casa

-Siacute se se ntildeor

-Estos pobres nintildeos estaacuten desnudos -dijo D Aacutengel- Es preciso darles algo de ropa

-De eso se encargaraacute Gloria iquestEn doacutende estaacute Gloria

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-Ha salido al camino a hablar con Caifaacutes que no ha querido entrar porque le da verguumlenza

-Y con razoacuten No pienso hacer nada por eacutel Estoy cansado de favorecerle Le dareacute para comer y ropa para estos nintildeos pero nada maacutes

Gloria aparecioacute entonces por la puerta del jardiacuten Sus ojos encendidos anunciaban la afliccioacuten de su alma

-Papaacute- dijo secando sus laacutegrimas- ahiacute estaacute Caifaacutes Dice que quiere hablarte y que te contaraacute lo que le pasa si no te enfadas

-iexclPobre hombre -dijo Lantigua mirando a Morton- Mira Gloria prefiero que me cuentes tuacute lo que le pasa a ese tunante

-Pues le han echado de la sacristiacutea

-Bien merecido

-Y D Juan Amarillo le ha embargado lo [189] uacutenico que le quedaba ya las herramientas de carpintero

-Ya se ve No parece sino que D Juan Amarillo tiene el dinero para que Caifaacutes lo gaste en beber

-Y eacutel y sus hijos han andado desde ayer pidiendo limosna por los caminos

-Basta -dijo D Juan gravemente- Aquiacute entra la caridad Dales hoy de comer Puedes decirle que mande a los chicos todos los diacuteas

-Vendraacuten -dijo Gloria con alegriacutea

-No lo que es eacutel no tiene que ponerme los pies en casa

-Pero papaacute

-Es un vicioso Que vengan los chicos

-Y los vestiraacutes por mi cuenta Gloria -dijo Su Ilustriacutesima- Algo podreacute darle tambieacuten a Caifaacutes

-Pero eacutel quisiera

-iquestAuacuten pide maacutes

-Para los desgraciados -indicoacute D Aacutengel- se escribioacute aquello de pedid y se os daraacute

-Darle dinero es fomentar sus vicios -afirmoacute Lantigua- iquestNo lo cree usted asiacute sentildeor Morton

-Seguramente

-Vamos Juan -dijo el obispo poniendo la mano sobre el hombro de su hermano- al extremo [190] del prado de Costiguera junto a la mies de Sotres tienes una casilla abandonada donde invernaba antes el ganado

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-Vamos vamos -murmuroacute D Juan sonriendo con bondad- Ya me figuro lo que quereacuteis

-Siacute papaacute La casa de la Cortiguera seraacute aunque no tiene maacutes que medio techo un palacio para el pobre Caifaacutes

-iexclUn verdadero palacio -dijo Su Ilustriacutesima- iquestSabe usted doacutende es Sr Morton Alliacute detraacutes de aquella loma por donde estaacuten los cinco viejiacutesimos castantildeos que llaman en el paiacutes los Cinco Mandamientos

Morton miraba mientras D Aacutengel haciacutea indicaciones con el palo

-Bueno pues que se meta en la casa

-Bien Juan bien determinado Vaya nintildeos ahora os podeacuteis marchar La sentildeorita Gloria os daraacute para cubrir esas carnes

Gloria salioacute corriendo a dar la noticia al pobre Mundideo Los chicos fueron detraacutes

Cuando la sentildeorita volvioacute D Aacutengel se habiacutea unido al doctor Sedentildeo que le mostraba las cartas recieacuten llegadas y D Juan se acercoacute a los albantildeiles que habiacutean venido para componer la capilla En el jardiacuten tan soacutelo estaba Morton Gloria al verse sola junto a eacutel se turboacute ligeramente [191] Dudoacute si seguir o detenerse y cuando el extranjero se dirigioacute a ella en ademaacuten de hablarle tembloacute como tiembla la luz cuando se mueve el agua en que estaacute reflejada

-Gloria -dijo Morton- iexclqueacute felices son los pobres de Ficoacutebriga

-iquestPor queacute -preguntoacute la sentildeorita con treacutemula voz

-Porque usted se ocupa de ellos

-iexclEste pobre Caifaacutes es tan desgraciado Tiene fama de vicioso y de malvado pero es un alma de Dios Yo no puedo menos de favorecerle iexclEacutel me quiere tanto Se dejariacutea matar por miacute

-Eso lo comprendo iexclMorir por usted iexclAh Gloria yo hariacutea lo mismo

-iquestQueacute -dijo la sentildeorita con la mayor turbacioacuten

-iexclMorir por usted Es lo uacutenico posible despueacutes de haberla amado

-iexclDaniel por Dios

-iexclGloria iquestDe queacute manera lo direacute para ser creiacutedo

El expresivo rostro del extranjero revelaba una emocioacuten grave y honda

-Me voy -dijo la sentildeorita de suacutebito

Veiacutea claramente la emocioacuten que brillaba con luz singular en los azules ojos del hamburgueacutes [192] Mediacutea la inmensidad de la suya que le alzaba turbulento oleaje en el fondo del alma y de ambas tuvo miedo

-iquestSe va usted -dijo Daniel dando un paso hacia ella

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-Siacute

-No sin oiacuter una cosa

-iquestUna cosa

-Que la adoro a usted

Ya se lo habiacutea dicho Morton dos veces pero no con las mismas palabras ni con la vehemencia de entonces [193]

- XXV -

Otra

A los dos diacuteas de esta escena y despueacutes de almorzar Gloria estaba en su cuarto muy atareada Habiacutea salido por la mantildeana a comprar algunas telas y luego revolviacutea sus roperos buscando todo aquello con que pudiera vestir la desnudez de los hijos de Caifaacutes El sentildeor obispo entroacute a la sazoacuten y le dijo mostraacutendole un envoltorio de papel

-Mira sobrinita esto es todo lo que poseo Los tiempos revolucionarios nos tienen a los pobres obispos a la cuarta pregunta

-iexclOh iexcltiacuteo queacute bueno es usted iquesta ver -dijo Gloria sacando las monedas del papelejo que las aprisionaba- Esto es un caudal con esto y con lo que yo tengo le desempentildearemos a Caifaacutes los colchones parte de la ropa y las herramientas para que trabaje y sea hombre de bien

-Has pensado admirablemente Yo siento [194] no tener maacutes He rebantildeado hija miacutea he rebantildeado mi erario sin poder reunir ni un ochavo maacutes iquestPero no ves que estamos sin renta Este invierno las pobres monjas de me han limpiado las arcas iexclInfelices yo quisiera tener millones para daacuterselos

-iexclBendito sea usted mil veces -exclamoacute la joven con piadoso entusiasmo

-Yo no opino como tu padre -dijo Su Ilustriacutesima- que debamos privar en absoluto de dinero a ese desgraciado Mundideo El dinero es necesario para todo y si como tuacute dices y yo lo creo no es un malvado sino maacutes bien un pobre de espiacuteritu justo es que le ayudemos a salir de su miserable estado Conveacutencele de la necesidad de que sea econoacutemico bien arreglado precavido

-Su mujer su infame mujer tiene la culpa de todo

-laquoiexclInfameraquo no des tales epiacutetetos a ninguacuten nacido de madre sin estar bien segura de que lo merece -dijo el reverendiacutesimo en tono de afable amonestacioacuten

-Es verdad tiacuteo pero ello es que la Caifasa no es buena Todo el mundo dice que no es buena

-iquestVas a mandar esos trapos y ese dinero al pobre desterrado de la Cortiguera [195]

-Se los llevareacute yo misma

Gloria Benito Peacuterez Galdoacutes

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-De buena gana te acompantildeariacutea Una sola felicidad hay en el mundo hija y es la que proporcionamos a los demaacutes

-Venga usted

-iexclOh no tengo que hacer Primero rezar luego despachar el correo para la dioacutecesis Vete a la dulciacutesima faena de tus caridades que yo me quedo aquiacute

Un rato despueacutes Gloria tomo su sombrilla y salioacute Atravesando la plazoleta y una calleja rodeada de higueras y zarzas pasoacute a un grande y hermoso prado que frente a la casa se extendiacutea y al cual cruzaban dos o tres veredas Iba con la vista fija en el suelo despacio detenieacutendose a ratos como si los pensamientos que seguramente ocupaban su mente se le pusiesen delante para no dejarla pasar Otras veces alzaba la vista al cielo y miraba cruzar las bandadas de paacutejaros volviendo los ojos conforme ellos torciacutean el raudo vuelo y siguieacutendoles hasta que soacutelo eran puntos temblorosos que se borraban sobre la inmensidad azul

Pasoacute por el sitio en que estaban los cinco castantildeos llamados Mandamientos antiguos ejemplares llenos de cicatrices ya mil veces podados pero que devolviacutean las injurias del [196] hacha con bendiciones es a saber con castantildeas Luego atravesoacute una mies donde los frescos plantones de maiacutez sosteniacutean en sus primeros pasos a las tiernas alubias viendo correr por entre sus pies a las holgazanas y rastreras calabazas En seguida tuvo que descender por una pendiente desde la cual no se veiacutea ya la casa de Lantigua ni ninguacuten edificio de Ficoacutebriga a excepcioacuten de la torre Alliacute habiacutea tres vacas que mientras pasoacute se quedaron miraacutendola sin pestantildeear Entrando despueacutes por un pequentildeo hueco abierto entre las zarzas aacutergomas y helechos de una cerca Gloria penetroacute en los dominios de Caifaacutes Al acercarse sintioacute la voz de este que cantaba La sentildeorita dijo

-Muy contento estaacute Mundideo

Los tres chicos corrieron a su encuentro gritando

-iexclLa sentildeorita Gloria la sentildeorita Gloria

Caifaacutes salioacute a la puerta de su casa que maacutes bien era choza y al ver que era verdad lo que sus pequentildeos deciacutean soltoacute el martillo de la mano y de la fiera boca como espuerta una carcajada de alegriacutea

-Sentildeorita Gloria Divina Pastora aacutengel del cielo bien venida sea usted a mi casa iexclbien venida -exclamoacute

-Alegre estaacutes [197]

Mundideo no creyendo que las risas expresaban bien su gozo dio un brinco en el aire

-Esas risotadas y esas cabriolas -dijo Gloria sentaacutendose en una piedra que junto a la casa habiacutea- no sientan bien en la persona de un desgraciado que acaba de sufrir tan terribles golpes

-Si yo no soy desgraciado si no he recibido golpes si llueven sobre miacute felicidades

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-Vamos tuacute has perdido el juicio -dijo Gloria mostraacutendole el liacuteo de ropa que traiacutea- Si me prometes ser hombre de bien ser arreglado y econoacutemico te auxiliareacute con un poco de

Gloria mostroacute el papel que conteniacutea el dinero

-iexclDinero -exclamoacute Caifaacutes- Si no necesito nada si soy rico

-iexclRico tuacute -exclamoacute la de Lantigua con enojo- No te burles de miacute

-iquestBurlarme yo de mi aacutengel divino Es verdad lo que digo sentildeorita -manifestoacute Caifaacutes tomando aire de persona formal- iquestUsted creeraacute que mi ropa y mis colchones estaacuten en casa de la Caacutercaba Patrantildea ya estaacuten aquiacute iquestUsted creeraacute que mis herramientas estaacuten embargadas Patrantildea aquiacute las tengo todas iquestUsted creeraacute que yo debo alguacuten dinero a D Juan [198] Amarillo Patrantildea aquiacute tengo los recibos que me devolvioacute

-iexclLe has pagado

-Cuatro cientos treinta y dos pesos A esto ascendiacutea mi deuda que empezoacute por mil reales y con los piacutecaros intereses ha ido subiendo subiendo como el humo del incienso que no para hasta el techo y llena toda la iglesia

-Tuacute deliras

-Creiacute delirar ayer cuando

-iquestTe has desempentildeado has arreglado tus asuntos -dijo Gloria llena de confusioacuten- Expliacutecame ese milagro

-iexclAhiacute estaacute la palabra sentildeorita de mi corazoacuten -exclamoacute Joseacute con acento de predicador entusiasmado- Milagro Yo creiacutea en los milagros pero teniacutea cierta comezoncilla por ver alguno y deciacutea iquestpor queacute ahora no hay milagros Pues bien sentildeorita de mi alma ayer he visto un milagro

-Vamos te has encontrado un tesoro -dijo Gloria riendo

-No es eso El tesoro ha venido en busca miacutea Dios

-iexclDios No llames Dios a la loteriacutea iquestTe ha tocado el premio gordo

-Nunca jugueacute

-Entonces [199]

-iexclDios -repitioacute Mundideo

-iexclDios Dios no da dinero asiacute a lo boacutebilis boacutebilis

-Eso mismo creiacutea yo No me negaraacute usted que Dios da a todos el pan de cada diacutea

-No lo niego

-Pues a miacute me ha dado de un golpe el pan de un antildeo el pan de toda mi vida Yo me puse de rodillas en esa tierra y exclameacute laquoSentildeor tuacute dijiste pedid y se os daraacute Pues bien Sentildeor iquestcoacutemo es que yo te pido y te vuelvo a pedir y nunca me das nadaraquo No habiacutean pasado diez minutos desde que lo dije cuando iexclmilagro milagro

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-Me estaacutes engantildeando Enseacutentildeame tus pagareacutes devueltos por D Juan Amarillo

Joseacute penetroacute corriendo en la casa Sildo y Paquito se habiacutean alejado Gloria se quedoacute sola con Celinina cuyo nombre era abreviatura y diminutivo de Marcelina

-iquestQuieacuten ha estado ayer aquiacute

-Un babero -repuso la nintildea

Gloria conocedora ya del idioma especial de Celinina sabiacutea que un babero queriacutea decir un caballero en el diccionario de ella

-iquestY coacutemo era ese babero

-Ito

Gloria tradujo bonito [200]

-iquestY coacutemo veniacutea

-Balo

-A caballo iquestno es eso iquestY de doacutende veniacutea

Celinina elevoacute su manecita y con expresioacuten religiosa y acento y pronunciacioacuten clariacutesima dijo

-Del cielo

Mundideo presentoacute los pagareacutes a Gloria

-En resumidas cuentas Joseacute tuacute has tenido un protector Ha habido una buena alma que te ha socorrido

-Hay algo maacutes sentildeorita ha habido un milagro

-Ya no hay milagros ha sido una persona una persona -repuso Gloria- Ahora has de decirme quieacuten ha sido esa persona que te ha hecho tan gran caridad

El sacristaacuten miroacute fijamente a Gloria y su semblante expresaba verdadera pesadumbre

-iquestPero estaacutes lelo Habla

-No puedo

-iquestPor queacute

-Porque me lo han prohibido Sentireacute que usted se enfade pero yo no puedo decir lo que usted quiere que diga

Gloria meditoacute breve rato

-Ya comprendo Jesucristo ha dicho laquoTu mano derecharaquo [201]

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-No debe ver lo que hace tu mano izquierda No todos son como el sentildeor cura que cuando da dos duros a los pobres o les reparte el pescado podrido o saca a alguacuten mal nadador de la riacutea manda un relato retumbante de ello a todos los papeles de Madrid

-iquestQuieacuten quieacuten ha sido -preguntoacute Gloria con verdadera ansiedad

Oprimioacute el liacuteo de ropa contra su pecho cual si sintiese insaciable y viviacutesimo anhelo de abrazar a alguien

-No lo puedo decir -repitioacute Mundideo bajando los ojos

-Y si yo dijese quieacuten es y acertase iquestme diriacuteas que siacute

-Entonces

-Pues ha sido el Sr Morton

-iexclAh sentildeorita Gloria iquestPor queacute lo ha adivinado usted El extranjero el del vapor Yo no seacute su nombre pero es el que se parece a nuestro Divino Redentor

-Ninguacuten hombre se parece a nuestro Divino Redentor No blasfemes

-Ese se le parece en la cara En las acciones le obedece iquestno es verdad iexclAy sentildeorita de mi alma yo he cometido una falta Me hizo jurar que no revelariacutea a nadie pero usted no es nadie sentildeorita Gloria quiero decir que [202] usted no estaacute comprendida en eso de nadie porque usted es la Divina Pastora un aacutengel del cielo

-Yo no revelareacute el secreto -dijo la de Lantigua dominando su emocioacuten la cual era tan grande que apenas la dejaba respirar- Pero dime coacutemo vino cuaacutendo queacute habloacute contigo

-Hablamos poco Eacutel estaba ya enterado de mi situacioacuten Preguntome cuaacutento debiacutea iexclAy yo habiacutea cantado muchas veces en el coro laquoAlzad oh priacutencipes vuestras cabezas y alzaos vosotras puertas eternas y entraraacute el Rey de gloriaraquo mas Caifaacutes el feo Caifaacutes el malo no habiacutea visto que se abrieran esas puertas ni que entrara para eacutel ninguacuten Rey de gloria pero ayer vi eso vi como se suele decir abierto de par en par el cielo cuando ese hombre me dijo toma y me dio de un golpe todo lo que necesitaba

-Eacutel es muy rico -dijo Gloria

-Maacutes rico debe de ser D Juan Amarillo y sin embargo Cuando mi favorecedor mi enviado de Dios alargoacute su mano y me puso el dinero aquiacute y cerroacute el puntildeo con sus propios dedos yo le miraba creyendo sontildear Me volviacute tonto ni siquiera supe darle las gracias Despueacutes me echeacute de rodillas y llorando le beseacute los pies Eacutel me levantoacute y abrazaacutendome iexclporque me [203] abrazoacute sentildeorita abrazaacutendome diacutejome que su accioacuten no teniacutea nada de particular

-iquestY no te reprendioacute tus faltas no te dijo que fueses bueno

-Me dijo laquoTuacute no eres malvado sino desgraciado Seacute siempre hombre de bienraquo y nada maacutes Yo estaba aturdido Creiacute que Dios habiacutea entrado en mi casa y cuando el caballero del vapor partiacutea en su caballo me volviacute a poner de rodillas

-iquestY no te dijo nada maacutes iquestNo te habloacute

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Gloria se detuvo como si no acertara con la palabra maacutes adecuada para expresar su idea

-iquestDe queacute

-iquestNo te habloacute de ninguna otra persona Porque podiacutea suceder Recuerda bien iquestno te dijo nada de

-iquestDe queacute

-No te dijo nada de de miacute

Ella pugnaba por afectar completa naturalidad

-Tengo todas sus palabras tan presentes como si las estuviera oyendo a todas horas y nada nada me dijo de usted

Gloria se levantoacute

-Aunque no lo necesitas -dijo- yo traje esto para ti y aquiacute te lo dejo

-Aunque no lo necesito lo tomo por ser de [204] esas divinas manos y con la condicioacuten de darlo a otros pobres maacutes pobres que yo iexclAh iexclQueacute feliz soy sentildeorita miacutea Si fuera malo me volveriacutea bueno ahora Trabajo sin cesar y el Sr D Juan no se arrepentiraacute de haberme dado esta choza porque se la estoy componiendo

Gloria no miroacute las grandes obras de carpinteriacutea que traiacutea entre manos Mundideo

-Adioacutes -dijo- Abraacutezame

-iexclSentildeorita Gloria por Dios -exclamoacute Mundideo retrocediendo

-iquestNo te abrazoacute el del vapor Pues yo tambieacuten

Y antes de que Caifaacutes pudiese impedirlo Gloria le estrechoacute entre sus brazos

-Ahora tienes que ser hombre de bien -gritoacute alejaacutendose a buen paso de la choza

Andando hacia su casa no vio las vacas que al pasar la miraban ni el verde maizal ni los cinco castantildeos mutilados y generosos que se cargaban de fruto en su vejez como los patriarcas biacuteblicos cargados de hijos ni vio la torre de Ficoacutebriga ni los paacutejaros que volviacutean del horizonte en vagabundo grupo No vio nada maacutes que un sol poderoso que habiacutea salido ha tiempo en su alma y que subiendo por la inmensa boacuteveda de esta habiacutea llegado ya al cenit y la inundaba de esplendorosa luz [205]

- XXVI -

El aacutengel rebelde

Por las noches despueacutes de la cena que recrea y enamora se rezaba el rosario en el comedor con la puerta del jardiacuten abierta si el tiempo era bueno Durante este acto

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piadoso Morton saliacutea fuera pero permaneciacutea sentado en el jardiacuten con la cabeza descubierta

Tras la cena veniacutea un poco de grata tertulia y luego cada cual iba a su cuarto Gloria subiacutea la uacuteltima Poco despueacutes de que resonara la fechadura de su cuarto al ser cerrada todo era silencio Envuelta en sombras de sosiego la casa dormiacutea callada y tranquila como el justo

Pero en la habitacioacuten de la esquina velaba el pensamiento y seguiacutean abiertos fijos en la oscuridad los ojos de Gloria El ruido de una cercana fuente el chasquido de los sapos y a [206] veces el amoroso silbo del viento formaban en torno al cerebro de la joven despierta un ritmo extrantildeo que favoreciacutea la actividad de su imaginacioacuten De su brazo derecho haciacutea una aureola dentro de la cual metiacutea la cabeza escondiendo el rostro como lo esconde el paacutejaro bajo el ala y sola alliacute sin maacutes testigo que Dios abriacutea de par en par las puertas de su corazoacuten para que a borbotones saliese la llama que en eacutel ardiacutea soltaba los diques al pensamiento para que sin detenerse corriese fuera Asiacute estaba largas horas de la noche primero inmoacutevil inquieta despueacutes a causa del febril insomnio hasta que la venciacutea el suentildeo ya cercano el diacutea y sobre el blanco lecho tranquilo flotaba su respiracioacuten

Una de aquellas noches cuando se escondioacute dentro de sus alas y matoacute la luz habloacute asiacute

-Hoy me dijo laquoYo he nacido con mala estrella Gloria y preveo desgracias El corazoacuten me anuncia que no llegaremos al complemento de nuestro destino iquestTienes tu confianzaraquo Yo le respondiacute laquoConfiacuteo en Diosraquo Y eacutel dijo tristemente laquoMuchas veces se le llama y no responde y otras muchas permite que los conflictos del corazoacuten sean resueltos por las maldades de los hombresraquo iquestQueacute quiso decir iexclDios miacuteo yo dudo yo soy feliz y estoy llena de zozobras yo espero y temo No ceso de pensar [207] en las florecillas de los prados tan bonitas y tan felices pero que seguacuten me parece a miacute han de estar siempre medrosas y temblando no sea que las pise la planta del buey que ven acercarse Yo tiemblo yo veo llegar el pesado pie del buey

raquoHoy cuando salioacute a pasear a caballo iexcltardaba tanto yo creiacute que no volveriacutea maacutes y una nube negra se asentoacute sobre mi corazoacuten oprimieacutendolo Cuando le vi aparecer cuando sentiacute las herraduras del animal sobre las piedras del patio viejo me parece que todo se iluminaba Yo no seacute lo que es esto iexclQueacute cosa tan extrantildea Yo recuerdo que cuando he tenido eacutepocas de estar muy triste por ejemplo cuando murieron mis hermanitos todo se revestiacutea de mi pena Los aacuterboles y las casas y el cielo Francisca mi padre mi cuarto mi vestido el jardiacuten la escalera la vajilla del comedor la jaula del paacutejaro las magnolias el camino los palos del teleacutegrafo el reloj de la Abadiacutea las nubes los barcos Germaacuten Caifaacutes el cura mi dedal la estera los prados las teclas del piano todo todo estaacute vestido de mi tristeza Ahora todo estaacute vestido de eacutel

raquoHace diez diacuteas me dijo lo que ya presagiaba mi corazoacuten Hace seis que me exigioacute una respuesta Bien claro debiacutea conocer cuando [208] me dirigiacutea la palabra que el alma se me estaba saliendo por los ojos Muchos diacuteas hemos estado diciendo discreteos que en miacute eran verdaderas tonteriacuteas Al fin no he podido disimular maacutes y las palabras lo mismo que entra la luz por una puerta cuando la abren se me han arrojado fuera de la boca y le he dicho que le quiero con toda mi vida No me averguumlenzo de ello y mi conciencia sigue tranquila Dios estaacute conmigo lo siento lo conozco Veo la mano inmensa que traza en mi interior la cruz bendicieacutendome

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laquoGloria me ha dicho maldito sea yo malditos mi padre y mi madre si no te adoro Mi corazoacuten te adivinaba hace tiempo Cuando te vi no me parecioacute que te veiacutea sino que te hallabaraquo iexclAy Mi corazoacuten le aguardaba tambieacuten como al hermano que se ha ido para volver

raquoNi una sola palabra ha salido de sus labios que no sea de mi agrado Ni un solo movimiento he visto en eacutel que no me enamore maacutes Su persona es perfecta su corazoacuten lleno de bondades que nunca se agotan su entendimiento como el sol que todo lo alumbra su genio suave y dulce que jamaacutes ofende sus palabras delicadas Me adora y le adoro Pues bien yo pregunto al cielo y a la tierra a los hombres y a Dios iquestpor queacute este hombre no ha de ser mi [209] marido iquestPor queacute no ha de estar unido a miacute siendo los dos uno solo en la vida usual como somos uno en la del espiacuteritu y lo seremos siempre sin que nada ni nadie lo pueda impedir iquestA ver por queacute respoacutendanme iquestpor queacute

Como nadie le respondiacutea Gloria se daba a siacute misma la contestacioacuten diciendo cual si no estuviera sola -Mi esposo seraacutesraquo

Pero otra noche se expresaba el tono distinto diciendo

-Aquello que soacutelo existe para el bien aquello que viene de Dios aquello que es la necesidad primera y la luz toda del alma la religioacuten es hoy para miacute fuente de amargura Entre los dos cae el filo de una espada terrible Nadie puede resolver esto nadie puede hacer polvo esta muralla que se nos pone en medio y en la cual se hieren desgarrados nuestros brazos cuando vamos a juntarnos para siempre

raquoConozco a mi padre Es una roca Malditos sean Martiacuten Lutero la Reforma Felipe II Guillermo de Orange el elector de no seacute doacutende la paz de Westfalia la revolucioacuten de no seacute cuaacutentos el Syllabus todo eso de que ha hablado mi padre esta noche He aquiacute que ataja nuestros pasos y corta el hilo de vida que nos une no Dios autor de los corazones de [210] la virtud y el amor sino los hombres que con sus disputas sus rencores sus envidias sus ambiciones han dividido las creencias destruyendo la obra de Jesuacutes que a todos quiso reunirlos No seacute coacutemo hay alma honrada que lea un libro de historia laguna de pestilencia llena de fango sangre laacutegrimas Quisiera que todo se olvidase que todos esos libros de caballeriacuteas fuesen arrojados al fuego para que lo pasado no gobernara lo presente y tantas diferencias de forma y de palabras murieran para siempre

raquoYo pregunto iquestNo es eacutel bueno no practica la ley de Dios iquestLe querriacutea yo si asiacute no fuera iquestNo tiene un alma privilegiada iquestQueacute le diferencia de miacute Nada un nombre vano una palabrota inventada por los malvados para cubrir sus rencores iexclAy Los que se aman son de una misma religioacuten Los que se aman no pueden tener religioacuten distinta y si la tienen su amor los bautiza en un mismo Jordaacuten Queacutedense las sectas distintas para los que se aborrecen Miraacutendolo bien veo dos religiones la de los buenos y la de los malos A todos los buenos les pongo con Jesuacutes Vaacuteyanse con Barrabaacutes todos los malos iexclConcebir yo que Daniel no estaacute con Jesuacutes concebir yo que Daniel no es de la religioacuten de los buenos eso no puede ser [211]

raquoPero si digo esto mantildeana a la luz del diacutea se reiraacuten de miacute iexclOh iexclDios poderoso yo lo veo tan claro como la luz como tu existencia como la miacutea y no puedo decirlo sin pasar por tonta a los ojos de tanto sabioraquo

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Y cuando esto pensaba aquella voz secreta de su alma que otras veces le daba consejos de orgullo deciacuteale ahora -laquoLevaacutentate no temas Tu entendimiento es grande y poderoso Abandona esa sumisioacuten embrutecedora abandona la pusilanimidad que te ha oprimido y haz cara a las preocupaciones a los errores a las ideas falsas donde quiera que se hallen Tuacute puedes mucho Eres grande no te empentildees en ser chica Tuacute puedes volar hasta los astros no te arrastres por la tierraraquo

Gloria oyendo esto deciacutea

-Siacute siacute Yo seacute maacutes que mi padre yo seacute maacutes que mi tiacuteo Les oigo hablar hablar mucho con el sabio lenguaje de los libros y en mis adentros digo laquocon una palabra sola echariacutea abajo toda esa balumba de palabrasraquo Ellos son buenos estaacuten llenos de buena fe pero no sienten el amor que es el que ata y desata Se fijan en la superficie pero no ven el fondo Yo iluminada lo veo y lo toco No puedo equivocarme porque una luz divina me acompantildea porque amo porque las sombras que a ellos les oscurecen [212] la vista caen delante de miacute iexclOh si me atreviera Yo he sido hipoacutecrita yo me dejeacute cortar las alas y cuando me han vuelto a crecer he hecho como si no las tuviera He afectado someter mi pensamiento al pensamiento ajeno y reducir mi alma encerraacutendola dentro de una esfera mezquina Pero no iexclel cielo no es del tamantildeo del vidrio con que se mira Es muy grande Yo saldreacute fuera de este capullo en que estoy metida porque ha sonado la hora de que salga y Dios me dice laquoSal porque yo te hice para tener luz propia como el sol y no para reflejar la ajena como un charco de aguaraquo

Gloria vertiacutea laacutegrimas ardientes su cerebro relampagueaba y en sus sienes vibraban las arterias como los bordones de un arpa heridos por vigoroso dedo Todo en ella gritaba

-iexclRebeacutelate rebeacutelate iexclAy de ti si no te rebelas

Y no pudiendo permanecer en molesta quietud arrojose del lecho para ir tentando en el vaciacuteo y adivinando con su febril mano los objetos envueltos en profunda oscuridad

-iquestDoacutende estaacutes Sentildeor y Dios miacuteo -dijo

Al fin puso la mano sobre el Cristo de marfil que presidiacutea en su cuarto [213]

-Sentildeor -exclamoacute- iquestEs posible que consientas esto iquestPara esto valiacutea la pena de que expiraras en esta afrentosa cruz iquestSe ha cumplido tu ley

Despueacutes inclinoacute la cabeza sobre el pecho exhalando un gemido y puesta la mano ante los ojos lloroacute al sentir la amargura del caacuteliz No teniacutea maacutes que dos caminos resignarse o rebelarse

Las primeras luces de la mantildeana entrando por las rendijas que en las maderas de la ventana habiacutea resbalaron sobre el hermoso cuerpo medio vestido de la enamorada doncella A un tiempo mismo afectaacuteronla el friacuteo y el pudor y se acostoacute temblando Durmiose al fin [214]

- XXVII -

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Se va

Una mantildeana D Juan de Lantigua dijo a su hermano

-Veintiseacuteis diacuteas hace que el extranjero estaacute en nuestra casa Ya oiacuteste lo que dijo anoche

-Siacute aunque nos tiene buena amistad su delicadeza le ha impulsado a pedirnos la venia para marcharse Bien se le conoce que no tiene ganas pero no quiere abusar de nuestra hospitalidad

-Aunque le dije anoche que se quedara algunos diacuteas maacutes no pienso instarle mucho Conviene que se marche iquestQueacute te parece

-Me parece bien

-iquestY queacute tal -dijo D Juan con cierta ironiacutea- iquestEstaacutes satisfecho de tu conquista Estos protestantes querido hermano mientras maacutes [215] discretos son maacutes apegados viven a su herejiacutea Hay que dejarles

-No creo lo mismo -objetoacute Su Ilustriacutesima- Debe intentarse atraer al rebantildeo la oveja extraviada llamarla correr tras ella Si a pesar de eso no quiere venir

-Ya ves coacutemo tus esfuerzos no han tenido eacutexito

-iquestQueacute sabes tuacute Yo no pierdo la esperanza Yo he hablado eacutel me ha oiacutedo Derrameacute la palabra divina iquestPuedes tuacute asegurar que no fructifique alguacuten diacutea

D Juan movioacute la cabeza indicando duda

-Por de pronto -dijo- bueno es que se marche No es nada conveniente que ese hombre esteacute maacutes tiempo en mi casa Nos privamos de una excelente compantildeiacutea pero es preciso que salga de aquiacute No carece de atractivos superficiales Hay en todo eacutel cierto brillo que fascina y encanta Yo tengo una hija bastante impresionable

-iquestPero queacute temes que Gloria

-No no temo nada iquestCoacutemo puedo imaginar que mi hija Hay aquiacute un abismo insuperable la religioacuten y ante ese obstaacuteculo creo que no ya el buen juicio sino la fantasiacutea misma y la sensibilidad de una muchacha educada en el catolicismo deben detenerse [216] No puede ser de otro modo Pero con todo aunque es grande mi confianza en ella bueno es alejar hasta la maacutes remota probabilidad

-Me parece que has hablado cuerdamente -dijo D Aacutengel- Por mi parte nunca sospecheacute que pudiera suceder lo que tuacute temes No concibo que existiendo el obstaacuteculo religioso pudiera nacer el amor en una joven verdaderamente piadosa

-Querido Aacutengel no debe olvidarse que el amor es puramente humano

-Y la religioacuten divina siacute pero

D Aacutengel se confundiacutea

-Nada que sea humano es imposible -afirmoacute D Juan- Por consiguiente alejemos las ocasiones

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-Dices bien nada se pierde en ello

Despueacutes de este breve coloquio D Juan se dio la encerrona de costumbre calentaacutendose la cabeza con lecturas y el continuo escribir Por la tarde dijo a su hija

-Ya sabes que se va el Sr Morton Acaba de entregarme una cantidad considerable para los pobres de Ficoacutebriga Entre tuacute tu tiacuteo y yo la repartiremos

Gloria no respondioacute nada y a pesar de sus esfuerzos para aparecer serena D Juan creyoacute [217] ver alguna nube en aquel puro cielo del espiacuteritu de su hija

-iquestQueacute tienes -le preguntoacute sorprendido y receloso

-Nada -respondioacute- Pensaba que no va a haber pobres para tanto dinero

-iexclOh Siacute habraacute Ve buscando Tambieacuten ha dado para las pobres monjas de Ya se ve El dinero es para este hombre como para nosotros la arena de la playa

-Pero no es eacutel como el rico avariento

-Eso no lo sabemos

-iquestCree usted que no se salvaraacute

-Preguacutentaselo a tu tiacuteo -dijo D Juan riendo a punto que D Aacutengel entraba en el despacho- Oye Aacutengel el problema que plantea mi nintildea Me pregunta si Morton podraacute salvarse iquestCuaacutel es su religioacuten Se me figura que no tiene ninguna

-iexclSalvarse salvarse -indicoacute el obispo frunciendo el centildeo- Ni siquiera sabemos a punto fijo cuaacuteles son sus creencias iexclSalvarse iquestPiensas que esa cuestioacuten puede resolverse con una palabra Seguacuten y conforme se encuentre su alma iexclQuieacuten sabe las vicisitudes de esta en el momento de la muerte Pero aquiacute sale el Sr Morton dispuesto a abandonarnos

Morton se inclinoacute respetuosamente para [218] besar el anillo a Su Ilustriacutesima Despueacutes dio la mano a D Juan y a Gloria Estaba ligeramente conmovido lo que a los dos hermanos no causoacute extrantildeeza porque tambieacuten ellos no veiacutean con indiferencia la partida del naacuteufrago Su caballo le aguardaba en la plazoleta Dos horas antes habiacutea mandado todo su equipaje con Gasparuco

-iquestVendraacute usted por estos barrios alguna vez -le dijo Lantigua apretaacutendole de nuevo la mano

-Siacute sentildeor No pienso partir para Inglaterra hasta el mes que viene

-Tendremos mucho gusto en verle -dijo D Aacutengel con voz pateacutetica- iexclCuanto siento no ver en usted maacutes que un amigo

-Yo veo en usted algo maacutes -repuso Morton con carintildeo- veo un buen consejero un admirable pastor de almas y una hermosa imagen de Dios

-Mal pastor he sido con usted -manifestoacute el obispo con sentimiento- Al ver que tan valiosa res se me escapa deberiacutea romper mi cayado y decir laquoSentildeor mi inteligencia es limitada y no sirve para acrecentar tus dominiosraquo

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-El liacutemite de los dominios de Eacutel iquestquieacuten lo sabe -dijo Morton

-Es verdad Es mucha verdad Por eso yo [219] espero yo espero siempre iquestpor queacute no decirlo claramente -repuso D Aacutengel con enfado de siacute mismo- Yo espero que alguacuten diacutea seraacute usted catoacutelico

-Dios quiera que sea siempre bueno -dijo Daniel bajando los ojos

Despidiose otra vez no olvidando al doctor Sedentildeo y despueacutes partioacute a caballo [220]

- XXVIII -

Vuelve

Al Oeste de Ficoacutebriga hay un pinar solitario y abandonado vecino a la mar expuesto a todos los vientos en tal disposicioacuten que siempre por leves que estos sean suenan con murmurante muacutesica las ramas Espesiacutesimo en el centro se clarea en sus extremos formando anchas calles y algunos pinos se separan del grupo corriendo hacia el arenal o hacia la montantildea como si hubieran rentildeido con sus compantildeeros Corre por medio una cerca de ruacutestica arquitectura donde piedras y yerbas se confunden formando al parecer una sola familia Al pie de los pinos crecen mil encantadoras florecillas azules de rara especie que no son conocidas en los jardines y parece que brillan entre los helechos como pedacitos de cielo que las tempestades arrancan de la gran boacuteveda del mundo [221] esparcieacutendolos por el suelo La naturaleza estaacute alliacute sola atenta a siacute misma regocijaacutendose en su paz nemorosa y los caminantes creen oiacuter una vibracioacuten de aquella muacutesica callada de que habloacute el poeta y que en tal sitio les dice laquono me turbeacuteisraquo

Una tarde de Julio la alfombra de helechos fue hollada por un caballo y Daniel Morton que lo montaba echoacute pie a tierra junto a la cerca No teniacutea que esperar porque a dos pasos de alliacute fiel y puntual como las horas estaba Gloria Toda la hermosura de la tarde templada y serena se habiacutea concentrado en su persona seguacuten la veiacutean los ojos del carintildeoso amante y ella era el cielo azul la mar profunda y llena de pateacuteticas armoniacuteas el suelo fresco y salpicado de sonrisas la dulce umbriacutea del bosque con su balsaacutemico ambiente la luz que a trechos entraba por los claros semejantes a las ventanas de una catedral

Gloria miroacute a todos lados

-No hay nadie -dijo Morton

-Siempre me parece que alguien nos ve -dijo Gloria- Anteayer cuando volviacutea encontreacute a Teresita la Monja la mujer de D Juan Amarillo

El insecto que aleteaba sobre las flores la arantildea que se descolgaba por una cuerda casi [222] ideal una vela en el horizonte un escollo que con el movimiento del agua se tapaba y se descubriacutea como el que acecha asomando a intervalos la cabeza estos eran los uacutenicos testigos

-No hay nadie -repitioacute Morton

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-Pero alguacuten diacutea habraacute alguien -dijo la sentildeorita de Lantigua con tristeza- y seremos expulsados de aquiacute como lo fuimos de mi casa y no habraacute playa ni bosque que nos ampare En las siete veces que hemos venido aquiacute hemos tenido suerte pero iquestsucederaacute otra vez lo mismo Todo estaacute lleno de ojos suspicaces que miran Daniel

-iquestPor queacute siendo buenos los dos vivimos como criminales No hemos faltado a la ley de Dios y sin embargo huimos como el incendiario que ha pegado fuego al techo del rico iquestPor queacute esto

-Eso pregunto yo iquestpor queacute Dios miacuteo iquestes posible que tuacute hagas esto

-Eacutel no lo hace -dijo Daniel con melancoliacutea- Estamos tocando la obra de estas sociedades perfeccionadas que juzgaacutendose duentildeas de la verdad absoluta conservan las leyes de casta como en tiempo de los filisteos y de los amalecitas

-Yo he pensado anoche que lo que los hombres [223] han hecho los hombres pueden deshacerlo -repuso Gloria regocijaacutendose en contemplar el semblante de Morton cuya hermosa mirada pareciacutea descender de lo alto de la cruz- No es tan difiacutecil Estudiemos un medio iexclPero es particular que siempre por maacutes que nos propongamos lo contrario hemos de hablar de cosas tristes

-iquestNo ves que hablamos de religioacuten Y la religioacuten es hermosa cuando une horrible y cruel cuando separa

Morton acercoacute su rostro fijando la vista en los ojos de Gloria

-iquestQueacute miras -preguntoacute esta retrocediendo un poco

-En tus pupilas negras -dijo Daniel riendo- estoy viendo el mar y el cielo Es admirable lo bien que se reproduce en esa pequentildea convexidad todo el paisaje Cuando pestantildeeas se borra y luego vuelve a aparecer

-No atiendas a tonteriacuteas y piensa en lo que te he dicho -replicoacute Gloria- Mira tienes una cosa en la barba

-iquestQueacute iquestaquiacute -repuso Morton echando mano a la barba

-No maacutes hacia la boca Es un gusanito muy chico que ha caiacutedo de las ramas de un pino

-iquestAquiacute [224]

-No tanto Maacutes hacia la boca Aquiacute

Dicieacutendolo arrancoacute Gloria con los dedos de la barba de su amado el extrantildeo objeto y lo tiroacute lejos

Como se caza una mariposa al vuelo Daniel le cazoacute la mano y se la besoacute con frenesiacute

-Gloria iquestde queacute quieres que hablemos -exclamoacute- Si nada podemos decir que no sea triste como los pensamientos del condenado a muerte

-Nosotros tambieacuten somos condenados a muerte -dijo la sentildeorita retirando su mano- Y lo que es peor condenados inocentes

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-Como del presidio los presidiarios -dijo el hamburgueacutes- nosotros sacamos de nuestras cunas una marca en la frente Nadie en el mundo nos la puede quitar

-iquestNadie No tanto -observoacute Gloria- Pidamos fuerza a Dios y Eacutel nos abriraacute camino

-Pero se necesita valor un valor muy grande vida miacutea

-iexclUn valor muy grande Por Dios -exclamoacute la doncella con pena- no aumentes las dificultades en vez de allanarlas Si eres valiente lo sereacute yo tambieacuten

-iquestPor queacute me respondes asiacute Querido amor miacuteo cuando llegan los conflictos supremos los grandes sacrificios estaacuten cerca [225]

-Siacute es preciso hacer un gran sacrificio Daniel pero ese sacrificio lo debe hacer uno de los dos iquestA cuaacutel le tocaraacute a ti o a miacute

Morton cayendo en profunda tristeza fijoacute los ojos en el suelo

-A los dos querida miacutea -dijo al fin

-iquestLos dos -repitioacute Gloria algo confusa- No te entiendo entonces La cuestioacuten es muy sencilla Daniel no la compliques Somos dos nos amamos pero iexclay si nuestras almas adoran a Dios vivimos cada cual en Iglesia distinta Aquiacute sobra una religioacuten hijo

-Es verdad sobra una religioacuten y es preciso eliminarla -dijo Daniel sombriacuteamente

-Es preciso rendir ese tributo a la sociedad iquestTuacute queacute piensas de esto

-Que la sociedad es terriblemente feroz y con mucha dificultad se aplaca

-Eso quiere decir -manifestoacute Gloria con enojo- que no hay solucioacuten posible Yo abro las puertas y tuacute las cierras

Morton suspiroacute mirando al cielo sentildeal evidente de que no veiacutea puertas abiertas ni cerradas en ninguna parte

-iquestPor queacute suspiras asiacute iquestqueacute tienes -preguntoacute Gloria con el impaciente desasosiego de un alma alborotada [226]

-Nada pensaba en mi desgracia que es maacutes grande infinitamente maacutes grande que la tuya

-No no -dijo Gloria rompiendo a llorar- Estoy convencieacutendome de una cosa de una cosa muy triste iexclAh Daniel tuacute no me quieres a miacute como yo a ti

-Gloria vida miacutea Gloria por Dios -exclamoacute el extranjero besando las manos de su amiga- no me mates con tus quejas Si supieras cuaacutento padezco yo que he estado a punto de despreciarlo todo nombre familia el amor de mis ancianos padres de perderlo todo por ti yo que aun en este momento vacilo y tiemblo igualmente aterrado por la idea de poseerte y por lo terrible del sacrificio que me impones Claramente lo has dicho es preciso quitar de en medio una de las dos religiones

-Siacute

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-Y como si echaacuteramos suerte le toca a la miacutea iquestno es eso lo que piensas

-Tuacute eres hombre El hombre debe sacrificarse por la mujer

-En este asunto la sentencia debe caer sobre el que tenga creencias menos firmes iquestCuaacuteles son las tuyas

-Creo en Dios uno Sentildeor del cielo y de la [227] tierra -exclamoacute Gloria con la mano puesta en el pecho y elevando al cielo los ojos llenos de laacutegrimas y de la luz divina- creo en Jesucristo que murioacute en la cruz para redimir al geacutenero humano creo en el perdoacuten de los pecados y en la resurreccioacuten de la carne en la vida perdurable Te desafiacuteo a que seas tan expliacutecito como yo Nunca me has dicho de un modo claro cuaacuteles son tus creencias

-Gloria tu fe es tibia en muchas cosas ordenadas por la Iglesia Me lo has confesado

-Es firme y ardiente en lo principal

-Todo es principal Preguacutentalo a tu tiacuteo

-No tengo necesidad de declararme contraria a ciertas cosas

-Entonces no eres buena catoacutelica Es preciso creerlo todo absolutamente Ya ves que

-iquestQue he de ver

-Que yo soy maacutes religioso que tuacute porque creo todo absolutamente todo lo que mi religioacuten me ensentildea

-Eso quiere decir -afirmoacute Gloria ahogada por la pena- que el sacrificio debo hacerlo yo

Morton no contestaba

-Esto quiere decir -manifestoacute al fin- que moriremos Gloria que moriremos y que Dios haraacute con nosotros en otro mundo lo que es imposible alcanzar en este porque este mundo [228] amiga de mi corazoacuten no es para nosotros

Gloria se levantoacute y con la inspiracioacuten sublime de quien pone el pie en la puerta que conduce al martirio exclamoacute

-iexclAdioacutes

Morton asieacutendole las puntas de los dedos de ambas manos tiroacute de ella Gloria cayoacute de nuevo en su asiento de piedra

-No haraacute el sacrificio uno de los dos sino los dos a un tiempo -afirmoacute Daniel

-Jesucristo que murioacute en la cruz -dijo ella- Jesucristo a quien adoro me ha ensentildeado el modo de hacerlos yo sola si es preciso pero si me da fuerzas para aceptar el de la vida no me las da para aceptar el caacuteliz de un escandaloso cambio de religioacuten por casarme a disgusto de mi familia iexclOh Dios miacuteo dichosas las tierras donde la religioacuten estaacute en las conciencias y no en los labios donde la religioacuten no es una impiacutea ley

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de razas Andamos por aquiacute como las reses marcadas con hierro en su carne iexclQue haya esclavitud en todo Dios miacuteo menos en el corazoacuten

Concluyendo su ardiente protesta Gloria se levantoacute de nuevo repitiendo

-Adioacutes adioacutes para siempre

-Has pronunciado la palabra terrible -dijo Morton con amargura- la palabra que ha venido [229] a ser nuestra uacutenica solucioacuten iexclAdioacutes No hay otra foacutermula Gloria Yo sentiacutea en mi alma esta palabra pero no podiacutea ni debiacutea decirla Tuacute la has dicho

-Porque tuacute acabas de arrancarme toda esperanza

-Porque no hallo solucioacuten alguna a nuestro conflicto porque es imposible porque no hay remedio porque no puede ser de otra manera

-Sea pues -dijo Gloria cayendo en triste abatimiento

-Dios lo quiere asiacute

-Nos separaremos para siempre

-Mantildeana

-No hoy mismo ahora mismo -afirmoacute la sentildeorita con viveza

-iexclOh grandeza del sacrificio No no es tanto lo que yo pediacutea -exclamoacute Morton con eneacutergica exaltacioacuten- Noble y hermosa es tu alma Gloria Si como dices nos separamos para siempre deacutejame que te vea alguacuten tiempo maacutes Piensa en mi soledad que va a ser como la de los mares siempre revueltos en siacute mismos y en su lejana inmensidad sin testigo Gloria vida miacutea sol de mi vida oacuteyeme no me dejes asiacute Si cuando desaparezcas de mis ojos quedo con recelo de haberte ofendido padecereacute mucho [230]

Gloria se levantoacute

-Todaviacutea no aguarda -dijo Morton detenieacutendola- Grande es mi fe en quien hizo los cielos y la tierra en quien a ti te hizo Ponieacutendole por testigo juro que te adoro que mi boca no profirioacute expresioacuten que no fuese verdad que te adoro y que jamaacutes mientras respire ninguacuten otro amor maacutes que el tuyo entraraacute en mi pecho ni en mi memoria otro recuerdo que el recuerdo de ti

Gloria sentiacutea temblar las manos de Morton que le oprimiacutea sus manos y en su rostro sentiacutea el aliento de eacutel y la reverberacioacuten de sus ardientes miradas La doncella se agitoacute gimiendo como la espiga devorada por la llama Su corazoacuten se deshaciacutea

-Gloria -antildeadioacute eacutel con el acento de quien llama al que no ha de responder- Gloria yo arrastrareacute toda mi vida un remordimiento muy pesado si no te confieso ahora que soy un malvado un malvado porque no debiacute amarte y te ameacute porque no debiacute mirarte y te mireacute Tus ojos tu gracia tu hermosura tu bondad y tu alma toda me cautivaron Olvidaacutendome de las leyes terribles que nos separan me acerqueacute a ti Reconozco que mi deber entonces era huir huir antes de que el mal fuese irremediable pero fuiacute deacutebil conociacute que me amabas y tu espiacuteritu [231] encadenaba al miacuteo Se necesitaba ser Dios para no caer en este lazo Ya viste mi conducta En vez de abandonar a tiempo tu casa

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quedeme en ella Despueacutes creiacute que un favor especial del cielo allanariacutea los obstaacuteculos pero ha pasado el tiempo y los obstaacuteculos subsisten maacutes terribles e imponentes cada diacutea Ha llegado el tiempo del envilecimiento o del retroceso y tuacute me das el ejemplo Tuacute eres grande tuacute sabes hacer lo que yo miserable no supe iexclMaldito sea yo que vi la felicidad y no la pude poseer Te devuelvo a tu casa a tu religioacuten y te devuelvo pura inmaculada Por Dios iquestno ves tuacute no ves clara y patente la honradez de mi alma

-Siacute -repuso Gloria entre angustiosos sollozos

-iquestConservas alguna sombra de recelo con respecto a miacute

-No

-iquestMe creeriacuteas digno de ti si una fatalidad de nacimiento no lo impidiera

-Siacute

-Pues ahora -dijo resueltamente el extranjero levantaacutendose- separeacutemonos

-Para siempre -dijo Gloria levantaacutendose tambieacuten

Paacutelida y grandiosa en su dolor pareciacutea el [232] aacutengel de la muerte cuando viene a llevarse un alma Daniel la abrazoacute La sentildeorita de Lantigua ocultoacute la frente en el pecho de su amigo regaacutendolo con sus laacutegrimas durante breve rato

-Dame un recuerdo tuyo -dijo Morton

-La memoria fiel no necesita recuerdos materiales

-Es verdad yo no los necesitareacute pero si te vas no te vayas toda Dame aunque sea un cabello

Gloria se llevoacute la mano a la cabeza y separoacute de ella una mata de pelo

Sonriendo en medio de su pena con esas terribles palpitaciones o vagidos humoriacutesticos que tiene el dolor dijo

-No hay tijeras

-No importa -dijo Morton- Lo cortareacute yo

Y con los dientes en medio minuto cortoacute el pelo

-Es casi de noche

-Para miacute ya todo es noche -murmuroacute el extranjero

Se separaron algunos pasos pero volvieron a juntarse Eran como la playa y la ola que siempre parece que huyen la una de la otra y siempre se estaacuten abrazando Por fin cuando la [233] noche estuvo maacutes cerca por los cerros lejanos tierra adentro se veiacutea un jinete que marchaba despacio inclinada la cabeza sobre el pecho Su figura negra perjudicaba a la armoniacutea del risuentildeo paisaje y pareciacutea que despueacutes que eacutel pasaba todo volviacutea a estar alegre

Hacia Ficoacutebriga caminaba Gloria arrastrando la pesadumbre de su dolor como el imitador de Cristo a quien este ha dicho laquotoma tu cruz y siacuteguemeraquo Todo en derredor

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suyo respiraba paz y el dulce reposo de los campos Volviacutean los bueyes de las praderas y del trabajo tardos paso a paso cabeceando con sus pesadas testas y sus nobles semblantes llenos de gravedad Las mujeres de la aldea iban en opuesto sentido llevando sobre la cabeza largos panes de maacutes de media vara y los pescadores poniacutean a secar sobre el altozano de la Abadiacutea las huacutemedas redes en cuyas mallas resplandeciacutean auacuten como limaduras de plata las escamas de las sardinas

Todo esto lo vio Gloria y todo se vestiacutea de aquel fuacutenebre luto de su alma [234]

- XXIX -

Se fue

Al diacutea siguiente muy de mantildeana las persianas del cuarto de Gloria se abrieron de par en par y la luz penetroacute a punto que ella se asomaba La doncella esparcioacute su vista por el campo y la villa y detenieacutendola en los aacuterboles del cementerio pensoacute asiacute

-Ahora hermanitos miacuteos vosotros sois mis uacutenicos amores

No lejos de la ventana corriacutea el camino real y por eacutel los hilos del teleacutegrafo que plantaba a lo largo sus escuetos postes a distancias iguales que pareciacutean pasos En los alambres veniacutean a posarse todas las mantildeanas algunos paacutejaros que habiacutean encontrado muy bueno aquel casi invisible punto de descanso en medio de los aires y despueacutes alliacute parece que contemplaban la casa y la ventana abierta donde [235] la sentildeorita de Lantigua apareciacutea temprano a saludar el diacutea y bendecir a Dios

Esta no creiacutea que aquellos graciosos seres fueran las almas de sus hermanos juntas con las de otros nintildeos porque no podiacutea creer tal cosa pero en su mente se asociaba tal espectaacuteculo con el recuerdo de las dos personitas a quienes Caifaacutes habiacutea llevado al cementerio en azules cajas tristiacutesimas Ello es que uno y otro diacutea soliacutea contemplar con amor a los paacutejaros del alambre sintiendo no verlos cuando los alejaba la lluvia Contribuiacutea a formar esta rara ilusioacuten la circunstancia de haber sobre el cementerio de Ficoacutebriga una gran arboleda que pareciacutea ser el cuartel general de aquellos vagabundos Gloria les veiacutea salir de alliacute en bandadas y volver a la caiacuteda de la tarde haciendo gran ruido hasta que vencidos del suentildeo callaban dentro del espeso ramaje y el cementerio se quedaba sin muacutesica

Pero aquel diacutea Gloria proyectaba su tristeza a todo lo creado Si pudiera existir luz negra ella seriacutea el sol de ella El contrasentido de las palabras no estaacute en las ideas porque el mundo estaba alumbrado con el negror de su alma En vez de sonreiacuter ante las avecillas que en el alambre la esperaban como todos los diacuteas creyoacute ver la figura de sus dos hermanos muertos [236] que se le acercaban tal como estaban en las cajas azules el diacutea del entierro amarillos como cera los rostros tan frescas auacuten las flores de sus coronas como secas las de sus mejillas cubiertos de blancas vestiduras rizadas y encintadas pero veniacutean con los ojos abiertos dando la mano el mayor al maacutes pequentildeo y moviendo los piececillos por el aire Sentildealando la tierra le deciacutean laquoSoacutelo aquiacute se estaacute bienraquo

Gloria miroacute luego a la torre de la iglesia y experimentoacute viva sensacioacuten de miedo y antipatiacutea La torre era una idea y su espiacuteritu chocoacute rebotando con dolor en aquella

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idea como el ave ciega que tropieza en un muro De pronto una voz subioacute del jardiacuten diciendo

-Gloria iquestno bajas Te espero hace un rato para ir a la iglesia

Era D Aacutengel que saliacutea para decir su misa en la Abadiacutea Gloria le acompantildeaba siempre con gozo mas en aquel diacutea sintioacute friacuteo en el corazoacuten y un extrantildeo iacutempetu de rebeldiacutea Uniose sin embargo con sumisioacuten y carintildeo al bendito prelado mas cuando entroacute en el templo renovose en su alma el terror porque aquellas piedras baacuterbaramente blanqueadas no la dejaban respirar oprimieacutendola con su peso

Cuando D Aacutengel salioacute al altar Gloria llamoacute todas las fuerzas de su alma su piedad [237] y su fe y no en vano porque D Aacutengel era un santo y la impiedad no era posible en su presencia La turbada doncella luchaba con las dolorosas repugnancias que surgiacutean en su espiacuteritu deacutebiles auacuten pero que creciacutean enroscaacutendose como las culebras al salir del nido y cuando vio que los dedos del anciano alzaban la hostia en su pecho se elevoacute una manera de ola que fue creciendo creciendo hasta caer como catarata y entonces Gloria se deshizo en laacutegrimas y dijo

-Sentildeor Sentildeor yo tambieacuten sabreacute padecer y morir

D Juan de Lantigua que observaba bien cuando queriacutea observar y por aquellos diacuteas habiacutea dado un poco de la mano a sus trabajos literarios notoacute que en su hija ocurriacutea algo Meditoacute en ello algunos ratos y como la sospecha es hermana de la cavilacioacuten diose a hacer juicios maacutes o menos temerarios pero sin pensar nada contrario a la honestidad de la joven porque esto dicho sea en honor de ambos no le cabiacutea en la cabeza Sus sospechas y recelo versaban sobre otro orden de cosas Eacutel y su hermano conferenciaron sobre esto

-Gloria -deciacutea D Juan a su hermano una mantildeana en el cuarto de este- no estaacute tranquila [238] Algo pasa en su espiacuteritu Le he oiacutedo frases y reticencias que indican gran trastorno en sus ideas religiosas Su imaginacioacuten es fuerte y su entendimiento inclinado a remontarse sin guiacutea es susceptible de caer en grandes errores Ademaacutes temo mucho a su sensibilidad

Gloria entroacute

-Hija miacutea -dijo su padre- Otros antildeos has recibido a Dios el diacutea de Santiago iquestHace mucho que no cumples el precepto

-Desde Pascua -repuso ella palideciendo como el delincuente que se siente menos fuerte que el juez

-iexclOh es mucho mucho tiempo -dijo Su Ilustriacutesima con bondad dejando caer ambas manos sobre los brazos del silloacuten en que estaba sentado

-iquestPor que no confiesas hoy o mantildeana -manifestoacute D Juan afectando indiferencia- para que puedas comulgar el diacutea de Santiago Mira se me ocurre que yo debo hacer lo mismo y esta tarde confesareacute Juntos recibiremos a Su Divina Majestad

-Mi confesor el padre Poquito no estaacute ahora en Ficoacutebriga -dijo Gloria

-iquestEso queacute importa tonta Antes confesabas con tu tiacuteo

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-Siacute cuando era nintildea [239]

-iquestY ahora por queacute no

-Ven acaacute mansa ovejuela -dijo D Aacutengel sonriendo- iquestTienes verguumlenza Ya se ve con esos pecadazos tan tremendos que tienes

-Pues me retiro -dijo D Juan a tiempo que su hermano extendiacutea amorosamente el brazo derecho para agasajar con paternal carintildeo a la penitente

Gloria no pudo decir una palabra Desfalleciacutea Cayoacute de rodillas y D Aacutengel le rodeoacute el cuello con su brazo diciendo

-Vamos a ver hija miacutea

Silencio la confesioacuten de un alma ha empezado Ante acto tan solemne el maacutes hermoso que existe en religioacuten alguna el narrador calla Nadie tiene derecho a inmiscuir su atencioacuten irreverente en este diaacutelogo del alma con Dios Lector cierra el libro y espera [240]

- XXX -

Pecadora y hereje

Lo confesoacute todo absolutamente todo rebantildeoacute en su conciencia sacando de ella hasta las uacuteltimas heces y a medida que iba sacando respiraba con maacutes desahogo porque verdaderamente su carga era grande Durante la confesioacuten que fue larga un indiscreto que se acercase habriacutea oiacutedo suspiros y sollozos y alguna palabra suelta del buen pastor de Cristo

Cuando concluyoacute D Aacutengel no estaba sereno Su bondadoso rostro que seguacuten la expresioacuten de un entusiasta amigo suyo era un pedazo del Paraiacuteso teniacutea una especie de inmovilidad que no puede definirse un desconsuelo semejante al de los que presencian la desaparicioacuten instantaacutenea de una cosa muy bella sin poderlo evitar ni tampoco enojarse contra ella Se quedoacute D Aacutengel como Tobiacuteas cuando vio [241] desaparecer para siempre el aacutengel que le habiacutea acompantildeado tanto tiempo

Despueacutes de rezar brevemente ordenando a Gloria que hiciese lo mismo le dijo con voz muy triste

-Hija miacutea no te puedo absolver

Gloria inclinoacute la cabeza con sumisioacuten

-Por ahora hija miacutea -antildeadioacute el prelado- procura serenarte descansa Salgamos un momento al jardiacuten o a paseo y hablaremos despacio

La pecadora corrioacute a tomar el sombrero y el bastoacuten de su tiacuteo

-Por cierto -dijo este- que no me gusta que tu padre ignore estas cosas Yo no le puedo decir una palabra si no me autorizas para ello del mismo modo que si no te hubiera oiacutedo en confesioacuten

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-Quiero que lo sepa -dijo Gloria- yo me confieso a los dos

-Muy bien me parece muy bien No te sofoques Vamos a dar una vuelta

Saliendo ambos de paseo hacia la Pesqueruela el prelado se expresoacute asiacute

-Te dije que no podiacutea absolverte Ahora sabraacutes por queacute No es la causa de mi rigor que hayas amado Eres muchacha y la ley natural en esta tu edad florida despierta inclinacioacuten [242] hacia otro ser la cual si es honesta y va bien dirigida por el discernimiento puede producir bienes conduciendo al servicio de Dios Bien es verdad que hallo en ese fuego tuyo demasiado ardor y es de tal suerte que maacutes parece desasosiego de un alma llagada y enferma miserablemente ansiosa como dice San Agustiacuten que la dulce amistad humana

raquoTambieacuten es muy vituperable que hayas tenido en secreto tu aficioacuten Esas escondidas entrevistas son muy impropias de una doncella pudorosa y bien educada Lo que se oculta no puede ser bueno Sin embargo este pecado con ser tan grande y tal que jamaacutes lo creyera en ti

A Su Ilustriacutesima se le turboacute un poco la voz por la emocioacuten mas dominaacutendose prosiguioacute

-Con ser tan grande tu pecado no es imperdonable mayormente si estaacutes dispuesta como has dicho a arrojar de ti esa insensata llama sofocaacutendola con una aspiracioacuten firme hacia el uacutenico soberano amor que es el de Dios

raquoPara que veas cuaacuten grande es mi tolerancia te perdono tambieacuten el que hicieras objeto de tu pasioacuten a un hombre que vive fuera de nuestra santa fe porque en verdad debiste cerrar prontamente tu herida negaacutendole al alma toda comunicacioacuten y roce con el alma de un hereje Y [243] reconociendo yo la seduccioacuten aparente de las prendas morales de Daniel Morton a quien estimeacute mucho extrantildeo que tuacute pudieras hallar verdadero encanto amoroso en quien carece de la principal y maacutes valiosa hermosura que es la de la fe catoacutelica Pero me has manifestado tu firme propoacutesito de renunciar a la inquietud tenebrosa de ese amor lo que es verdaderamente un meacuterito en tu flaca edad y esto basta para obtener mi indulgencia Hasta aquiacute vamos bien hija miacutea pero la disconformidad empieza ahora y voy a manifestaacutertela claramente

Gloria atendiacutea con toda su alma

-Pues bien hija miacutea -continuoacute el venerable sentildeor- la causa de mi enojo contigo es que seguacuten me has confesado han nacido en tu espiacuteritu y lo han anublado de la misma manera que los vapores cenagosos oscurecen la claridad y limpieza del sol ciertas ideas erroacuteneas contrarias de todo en todo a la doctrina cristiana y a las decisiones de la Iglesia El mal no estaacute precisamente en que te hayas contaminado de esos errores pues el enemigo que vigilante acecha el estado de flaqueza para verter en la oreja del hombre la ponzontildea del falso discurso pudo sorprender tu alma e inficionarte de la pestilencia A estos percances estaacuten [244] sujetos todos los hombres aun los maacutes fuertes pero viene de improviso la saludable reaccioacuten del alma se aclara el sentido entra poderosamente la gracia y el error huye como los demonios arrojados del cuerpo entre alaridos Tuacute no has gozado de este beneficio de la limpieza de tu entendimiento sino que conservas tus errores estaacutes encarintildeada con ellos seguacuten me has dicho los tienes enclavados en tu espiacuteritu como el roacutetulo de ignominia que los judiacuteos pusieron en la cruz y en vez de

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arrancaacutertelos y arrojarlos al fuego los acaricias iquestNo es esto lo que me has querido decir

-Siacute sentildeor -repuso la penitente con respeto pero tambieacuten con seguridad

-Pues bien estaacutes infestada de una pestilencia muy comuacuten en nuestros diacuteas y que es la maacutes peligrosa porque tomando cierto tinte de generosidad a muchos cautiva Es lo que llamamos latitudinarismo Tuacute dices laquoLos hombres pueden encontrar el camino de la eterna salvacioacuten y conseguir la gloria eterna en el culto de cualquier religioacutenraquo Pues bien esa proposicioacuten estaacute condenada por el Soberano Pontiacutefice en las Enciacuteclicas Qui pluribus y Singulari quadam y en la Alocucioacuten Ubi primum Tuacute dices laquoTodo hombre tiene libertad para abrazar y profesar aquella religioacuten [245] que guiado por la luz de la razoacuten creyere verdaderaraquo Pues bien esta proposicioacuten estaacute condenada en las Letras Apostoacutelicas Multiplices inter y en la Alocucioacuten Maxima quidem iquestQueacute te parece

Su Ilustriacutesima se detuvo mirando cara a cara a la sentildeorita de Lantigua

-Ya te explicareacute con toda calma esos delicados puntos -prosiguioacute el prelado- Hablaremos largo porque no dormireacute tranquilo mientras no te saque hasta las uacuteltimas heces de ese veneno Pero dime ahora loquilla de mi corazoacuten iquestcoacutemo pudiste dar calor en tu entendimiento a esas malditas viacuteboras Sin duda el hombre a quien has tenido la desdicha de amar te inculcoacute esos principios del latitudinarismo desgraciadamente esparcidos por el mundo en razoacuten de la aparente benevolencia y generosidad que encierran

-No ha sido eacutel -dijo con viveza y emocioacuten la pecadora- quien me ha inculcado esas ideas Daniel sin dejar entrever a punto fijo cuaacuteles son sus creencias se ha mostrado siempre poco inficionado de eso que llama usted

-Latitudinarismo hija

-Latitudinarismo Eacutel parece tener creencias muy firmes y hasta intolerantes sentildeor Ademaacutes siempre ha tenido la delicadeza de no [246] decirme nada que quebrantara en mi alma la religioacuten de mis padres Hemos hablado de la religioacuten como lazo social y nada maacutes

-Entonces tuacute Mira estoy algo cansado y bueno seraacute que nos sentemos en esta piedra

-Yo yo sola -dijo Gloria sentaacutendose tambieacuten- soy la culpable Hace tiempo desde que le conociacute dime a cavilar en estas cosas noche y diacutea No podiacutea apartarlas de mi pensamiento y seguacuten mi entender discurriacutea acertadamente sobre ellas Me pareciacutea que mis argumentos no teniacutean reacuteplica y me vanagloriaba de ellos pronunciaacutendolos en mis diaacutelogos oscuros conmigo misma

-Has dicho laquodesde que lo conociacuteraquo luego eacutel en cierto modo es responsable

-No no querido tiacuteo soy yo sola Si he de hablar a usted con entera lealtad mostraacutendole mi alma hasta el uacuteltimo fondo de ella aun antes de conocerle pensaba yo en estas tristes cosas si bien no daba forma clara a mis pensamientos El trato de Morton parece que encendioacute en mi espiacuteritu mil luces y a su claridad empeceacute a ver diferentes temas de religioacuten y de las disputas de los hombres sobre ella asiacute como de la

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grandeza y lejanos linderos del reino de Jesucristo a quien yo veiacutea Sentildeor de [247] todas las gentes de todos los buenos de todos los limpios de corazoacuten

D Aacutengel fruncioacute el centildeo

-Veo -dijo con cierta severidad- que tu llaga crece crece que es un primor iexclOh iexclcuando tu padre sepa esto iexcleacutel que sobresale por sus estudios ortodoxos y la claridad con que ha sabido deslindar la verdad del error en las abominables luchas de la eacutepoca presente

-Mi padre y usted me convenceraacuten de seguro -dijo Gloria inclinando con humildad la frente

-iexclTe convenceremos y lo dices como si fuera tarea larga iquestDe modo que te encastillas en tu error y te cercas de la muralla de una terquedad y reincidencia maacutes abominables que el error mismo Gloria Gloria hija miacutea por Dios vuelve en ti Mira que no puedo absolverte si no desechas esos pensamientos si no los arrojas con espanto de ti como arrojariacuteas un animal inmundo que te mordiese

-No hay mayor tormento para miacute -declaro la sentildeorita de Lantigua- que estar separada de usted y de mi padre por cosa tan pequentildea tan vana como es un pensamiento que a cualquier hora puede mudarse Pero si ahora le dijese a usted laquotiacuteo ya he desechado el animal asqueroso ya estoy limpia de erroresraquo hablariacutea [248] con la boca y no con el corazoacuten porque esas ideas que he dicho no se van de mi cabeza con soacutelo decirles vete Estaacuten tan arraigadas que no puedo echarlas fuera Invoco mi fe en Jesucristo a quien adoro y mi fe en Jesucristo no me dice nada contra ellas

-iexclGloria por Dios por la Virgen Mariacutea

-iquestNo seriacutea peor que el error mismo negarlo con los labios careciendo de fuerza interior contra eacutel

-Eso siacute iquestPero estaacutes loca iquestHas perdido acaso la gracia divina y los preciosos dones del Espiacuteritu-Santo

-No seacute tiacuteo de mi corazoacuten lo que he perdido Soacutelo seacute que me seraacute muy difiacutecil convencerme de que no son verdaderas las ideas que usted desaprueba No quiero mentir no quiero ser hipoacutecrita Aquiacute estaacute mi alma abierta hasta lo maacutes recoacutendito para que usted mire dentro de ella No puedo hacer maacutes no puedo violentar mi conciencia

-De modo que para ti nada vale la autoridad iexclVeo que marchas de herejiacutea en herejiacutea -exclamoacute D Aacutengel con verdadero espanto

-Pues si estoy en error si estoy tocada de herejiacutea -dijo Gloria- declaro que deseo no estarlo que hareacute todo lo posible para limpiarme [249] de ella pero entretanto iexcloh amado pastor miacuteo huyo de la mentira huyo de afectar una sumisioacuten que no tengo huyo de confesarme creyente en ciertos puntos que no creo porque no es vano capricho lo que me obliga a pensar lo que pienso sino una fuerza poderosa una llama tan viva como perdurable que hay en mi entendimiento

-De modo que te rebelas Gloria por amor de Dios considera bien lo que dices -exclamoacute Su Ilustriacutesima lleno de tribulacioacuten

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-Tiacuteo tiacuteo miacuteo si pierdo el amor de usted -dijo Gloria derramando laacutegrimas- me pareceraacute que estoy ya condenada

-Y lo perderaacutes lo perderaacutes lo perderaacutes todo -dijo D Aacutengel cada vez maacutes severo- Esto no puede quedar asiacute iquestMe autorizas para hablar a tu padre

-Ya he dicho que siacute

-Pues vamos a casa -dijo el prelado levantaacutendose

No hablaron maacutes Por el camino D Aacutengel pensoacute que los ejercicios de piedad combinados con un saludable sistema de paciencia y de exhortaciones delicadas cual conveniacutean a la delicadiacutesima alma de Gloria cierta reclusioacuten y un comercio muy frecuente con las cosas santas [250] curariacutean aquella lepra que habiacutea tocado el privilegiado espiacuteritu de su sobrina

Esta marchando hacia la casa absorta pensativa triste oiacutea zumbar en su oiacutedo la funesta voz que ha tiempo en sus desvelos y en sus meditaciones le deciacutea

-Rebeacutelate rebeacutelate Tu inteligencia es superior Levaacutentate alza la frente limpia tus ojos de ese polvo que los cubre y mira cara a cara el sol de la verdad [251]

- XXXI -

Pausa El conflicto parece resolverse y tan soacutelo se aplaza

Por desgracia o por ventura suya (que esto no lo hemos de dilucidarlo ahora) Gloria moviacutea con maacutes vigor a cada hora las funestas alas de su latitudinarismo que debiacutean conducirla Dios sabe a queacute regiones de espanto

Despueacutes de meditarlo mucho D Aacutengel resolvioacute no revelar a su hermano la funesta pasioacuten de Gloria Aquello era ya cosa pasada y resuelta y mientras maacutes pronto se olvidase mejor Pero al mismo tiempo juzgoacute prudente advertirle de los errores porque si se les dejaba tomariacutean gran crecimiento como la mala yerba

No es preciso decir que D Juan experimentoacute viva pesadumbre al conocer las descarriadas pendientes por donde iba dando tumbos el despentildeado [252] pensamiento de su hija Recordando entonces las atrevidas ideas de Gloria dos antildeos antes comprendioacute que el mal era antiguo y que soacutelo variaba de forma Amargoacutesele la vida en aquel diacutea y todo en eacutel era discurrir paliativos imaginar tratamientos morales que volviesen a su adorada hija al primitivo ser catoacutelico que antes teniacutea

No pudo adivinar Lantigua lo que habiacutea pasado con Morton pero allaacute en el fondo de su alma habiacutea una sospecha vaga Sin creer que su hija amaba al extranjero consideraba que el prestigio y el brillo exterior de este no habiacutea dejado de influir en los desvariacuteos heterodoxos de Gloria Por esta razoacuten deploraba entonces maacutes que nunca el lastimoso naufragio del Plantagenet

Los dos hermanos emprendieron sin peacuterdida de tiempo un verdadero asedio de consejos amonestaciones y sermones Con suavidad el obispo y el seglar con enojo y rigor trataban de volverla al camino de la salvacioacuten pero estas embestidas no

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produjeron resultado alguno positivo o mejor dicho dieacuteronlo contrario a las bueniacutesimas intenciones de ambos Lantiguas y al esplendor de la Iglesia

En aquel mismo diacutea de la confesioacuten Gloria de una proposicioacuten hereacutetica pasoacute a otra y [253] en su cabeza iban entrando atropelladamente demonio tras demonio Del latitudinarismo pasoacute al racionalismo y a otras perversas pestilencias

Llegoacute sin embargo un punto en que las relaciones carintildeosiacutesimas entre ella y su padre y tiacuteo empezaron a quebrantarse y aquiacute la sensibilidad de la infeliz muchacha se sobrepuso a todo Perder el amor de ellos le parecioacute desgracia irreparable y resolvioacute echar en olvido sus errores ya que no podiacutea extirparlos Al diacutea siguiente cuando D Aacutengel la amonestaba delante de su padre dijo

-iexclOh padre miacuteo iquestQuieacuten puede resistir a la autoridad y a la bondad de usted Me declaro conquistada Creo todo lo que la Santa Madre Iglesia nos manda creer

Sometiose siacute pero allaacute en el fondo de su espiacuteritu las proposiciones latitudinarias aquello que mil veces llamoacute pestiacutefero la autoridad visible continuaban vivas en su mente como raiacuteces que de un antildeo para otro guardan el germen de nueva flor Gloria hizo lo que hacen las nueve deacutecimas partes de los catoacutelicos es decir guardarse sus heterodoxias para no lastimar a los viejos De aquiacute resultoacute que era como la muchedumbre creyente para los demaacutes y latitudinaria para siacute

D Juan de Lantigua volvioacute entonces con [254] nuevo ardor a sus trabajos y el prelado tornoacute lentamente a la paz de su espiacuteritu satisfecho en extremo de haber salvado de espantosos peligros la hermosiacutesima alma de su sobrina El amor que sentiacutea por Gloria no disminuyoacute por los desvariacuteos de ella antes se mezclaba de cierta compasioacuten carintildeosa Aquel varoacuten insigne que todo queriacutea resolverlo con su bondad angelical dejaacutebalo todo no obstante sin resolucioacuten ejemplo que muy a menudo se repite en el mundo Habiacutea querido convertir un hereje y su santo empentildeo no dio fruto Habiacutea querido tambieacuten desviar el noble espiacuteritu de Gloria de un vulgar error y su victoria no fue maacutes que aparente La bondad la buena voluntad del prelado derramaba su luz pero la herejiacutea y el error pasaban sin inmutarse derechos a realizar el fin que una ley inflexible les habiacutea marcado

Cuando los hechos toman una direccioacuten determinada es inuacutetil querer desviarlos de ella Asiacute en esta ocasioacuten nos hallamos con que a pesar de la aparente serenidad que han tomado las cosas la tempestad estaacute soacutelo contenida mas no aplacada y la corriente oculta bajo el hielo saldraacute fuera y marcharaacute por donde teniacutea trazado su camino

Ved de queacute singular manera se [255] anudan los sucesos coacutemo los pequentildeos incidentes traen los grandes y de queacute suerte se establece la natural consecuencia y la loacutegica de las cosas El conflicto de Ficoacutebriga no estaba maacutes que suspendido habiacutea tomado un respiro para estallar con maacutes fuerza al modo que el coleacuterico detiene la voz y el brazo antes de descargar el golpe Aquella pausa enteramente ilusoria era bien puede decirse asiacute como el intervalo aparente entre el relaacutempago y el trueno (a causa de la diversa aptitud de nuestros sentidos) siendo en realidad una cosa misma

Hemos visto ya el relaacutempago Pues irremisiblemente sonaraacute el trueno Dijimos que los acontecimientos traiacutean marcado su curso fatal iquestLlamaremos a esto fatalidad o loacutegica Ello es difiacutecil de decidir Corriacutea pues la loacutegica sin que la bondad de los buenos ni la perversidad de los perversos pudiera contenerla [256]

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- XXXII -

Los cazadores de votos

Llegoacute la viacutespera de Santiago y no eran las nueve de la mantildeana cuando oyose gran voceriacuteo en la casa de Lantigua Echose fuera de su despacho D Juan creyendo que habiacutea estallado un motiacuten en su vivienda mas se tranquilizoacute viendo que toda aquella algazara la haciacutea D Silvestre Romero gritando

-iexclGanamos las elecciones iexclGanamos las elecciones

Aquella vigorosa y sensual cara de emperador romano despediacutea fulgores de triunfo y alegriacutea

Veniacutea juntamente con Romero su amigo Rafael del Horro candidato triunfante a quien tambieacuten le rebosaba el gozo por los ojos No les habiacutea abrazado auacuten D Juan cuando empezaron a contarle los graciosiacutesimos lances de la [257] lucha que salpimentados con mil donosas ocurrencias del cura haciacutean morir de risa

-Si no fuera porque es caro inmoral y pernicioso -deciacutea del Horro desprendieacutendose de su abrigo de viaje- esto que llaman juego parlamentario debiera conservarse

A poco llegoacute el doctor Sedentildeo que veniacutea de decir misa y aquiacute fueron las congratulaciones y los plaacutecemes En un punto Sedentildeo les enteroacute de cuanto habiacutea eructado (6) la prensa perioacutedica durante la larga ausencia de los dos amigos y ellos hicieron un pasmoso recuento de votos y relacioacuten de varias protestas palos cohechos bofetadas etc

D Aacutengel no tardoacute en presentarse

-Mucho tiempo ha estado usted ausente de sus ovejas distraiacutedo pastor -dijo bondadosamente al cura

-Tambieacuten se cuida el ganado Ilustriacutesimo Sentildeor persiguiendo a los lobos o trabajando por confundir a esos piacutecaros ladrones de ovejas

-Tambieacuten tambieacuten -dijo el obispo- Si no rintildeo pero a nosotros no nos han hecho cazadores sino pastores Pase por una vez ya seacute que es preciso absolutamente preciso En tales apreturas nos vemos los pastores que mal de nuestro grado hemos de coger la honda [258]

-Y el palo y el cuchillo y cuanto hay que coger iexclO ellos o nosotros -vociferoacute D Silvestre

-Justo es -dijo D Juan mirando a su hermano- que tomemos las mismas armas que ellos usan contra nosotros Si soacutelo se tratara de nuestras vidas moririacuteamos pero la Iglesia estaacute en nuestras manos y no podemos abandonarla

El abogado el seglar se expresaba asiacute con el tono de la autoridad irrecusable mientras el sacerdote el apoacutestol callaba aceptando su papel de pasiva bondad El uno teniacutea la idea el otro el prestigio exterior el uno la iniciativa el otro las bendiciones

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Durante largo rato el despacho de D Juan fue un hervidero de planes de noticias de amenazas de religiosidades mezcladas con mundanos iacutempetus Al fin D Aacutengel y Rafael pasaron a la sala donde Gloria recibioacute a este El distinguido joven se empentildeoacute con cierta fatuidad en llevar la conversacioacuten al punto para eacutel interesantiacutesimo de su reciente triunfo pero Gloria que derramaba su resplandor allaacute arriba estaba demasiado alta para deslumbrarse con la luz de un foacutesforo

Oyeacutendolos D Aacutengel sentiacutea en su alma profunda pena sabedor como era de dos sucesos [259] igualmente deplorables el desaire que habiacutea hecho la piacutecara a las gracias y perfecciones del soldado de Cristo y su detestable afecto a un extranjero impiacuteo pero respetando los designios de Dios bajaba sus paacuterpados orando para siacute y enlazaba los dedos de ambas manos rozando una con otra la yema de los pulgares

-Dios lo ha dispuesto asiacute -pensoacute

Romero bajoacute tambieacuten a saludar a la sentildeorita de la casa

-Una queja tengo de usted sentildeor cura -le dijo Gloria despueacutes que le oyoacute alabarse de sus recientes hazantildeas

-iquestCuaacutel querida nintildea iquestUna queja de miacute

-Que mandara usted arrojar de la sacristiacutea al pobre Caifaacutes iquestNo es un dolor

-iexclAh iexcltunante borracho Pero no debe quejarse pues seguacuten me han dicho estaacute hecho un potentado

-iexclAh siacute -murmuroacute Gloria turbaacutendose

-Al entrar en Ficoacutebriga supe que Mundideo ha pagado todas sus deudas y desempentildeado toda su ropa Vamos que estaacute rico

-Mi sobrina y yo -dijo Su Ilustriacutesima sonriendo- le dimos alguacuten socorro pero no era para tanto Si no se ha repetido el milagro de la multiplicacioacuten de los panes

-Para milagros estamos -antildeadioacute el cura- [260] Aquiacute no hay tal vez sino latrocinio iexclOh es mucho paacutejaro aquel Caifaacutes

-iexclSentildeor cura por Dios -exclamoacute Gloria con indignacioacuten

-Queacute iquestme equivoco iquestPues de doacutende saca Caifaacutes tanto dinero

-Se lo habraacute dado alguien

-iexclOh siacute eso dice eacutel iquestPues no tiene la poca verguumlenza de decir que Daniel Morton se lo dio

-Y seraacute verdad

-Yo no lo creo D Juan Amarillo que entiende mucho de estas cosas me ha dicho que estaacute alarmadiacutesimo Ha contado su dinero estaacute seguro de que no le falta nada sin embargo no puede desechar cierto recelo

-Siacute -dijo D Juan que a la sazoacuten entroacute- En todo Ficoacutebriga no se habla maacutes que de las riquezas de Caifaacutes Parece que me estaacute componiendo la casa Vamos yo no salgo mal

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-Mi opinioacuten -afirmoacute el cura- es que no debe levantarse mano hasta averiguar lo que hay en esto Ya el juzgado estaacute decidido a intervenir

-iquestPor queacute iexclEs una iniquidad -exclamoacute Gloria con ardor- Esto no debe consentirse y no lo consentiremos

-Ya estaacute mi hija en su elemento -dijo [261] Lantigua- es decir ocupaacutendose excesivamente y con grande furor de una friacutevola cosa que nada le interesa

-Me ocupo de salvar de la calumnia a un inocente

-iquestY coacutemo sabes tuacute que es inocente Vamos a ver Lo mejor es no hacerte caso y dejarte con tu tema Conque sentildeores vaacutemonos a comer Hoy es diacutea de alegriacutea

El cura les detuvo antes de pasar al comedor y solemnemente habloacute asiacute

-Sentildeores sentildeores

-iquestTenemos discursos -preguntoacute D Juan viendo que despueacutes del vocativo el buen paacuterroco alzaba el brazo derecho en la actitud maacutes ciceroniana

-Sentildeores espero que mantildeana todos los presentes empezando por Su Ilustriacutesima el reverendo obispo de y acabando por nuestro insigne y valeroso diputado Sr del Horro me honraraacuten aceptando mi mesa y una hidalga reunioacuten en mi finca del Soto de Brijaacuten De esta manera sencilla y por medio de una frugal comida pienso que celebremos nuestra victoria sin ruido sin mundano estreacutepito sin pompa sin jactancia como se reuniacutean los primitivos cristianos en aquellos piadosos banquetes

D Juan vio que el cura iba tomando un [262] tonillo de sermoacuten harto enojoso en hora de grande apetito y dijo asiacute

-Aceptado aceptado Mas por ahora vamos a lo que estaacute maacutes cerca A la mesa sentildeores

Bien pronto estuvieron todos reunidos en la mesa de D Juan que era suculenta a pesar de ser vigilia por marcar el Almanaque el 24 de Julio

-iquestConque aceptan ustedes -preguntoacute Romero

-iexclComilonas -dijo Su Ilustriacutesima- Por mi parte doy las gracias al sentildeor cura

-Si Usiacutea Ilustriacutesima no gusta de este festejo -dijo Romero con sumisioacuten- renunciamos a eacutel

-No hijos miacuteos iquestpor queacute Celeacutebrese el banquete que ya supongo ha de ser frugal y decoroso Pero no asistireacute primero porque no gusto de festines segundo porque celebran ustedes con eacutel un acto poliacutetico y yo huyo de los actos poliacuteticos

-Siento en el alma que Su Ilustriacutesima no nos acompantildee -dijo el cura- iquestAcaso vamos a celebrar una orgiacutea El salmista ha dicho laquoBanqueteen los justosraquo Et justi epulentur

-Et justi epulentur et exultent in conspectu Dei -antildeadioacute vivamente el prelado- laquoY regociacutejense en la presencia de Diosraquo No violentemos [263] los sagrados textos sentildeor cura ni sostengamos que el inspirado David nos recomienda la glotoneriacutea

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-iexclOh Ilustriacutesimo Sentildeor -exclamoacute el paacuterroco- lo que Usiacutea diga esa seraacute mi ley

-Pues digo que celebren ustedes su banquete profano pero que no me inviten a eacutel porque no voy Por la tarde luego que hayan ustedes comido alargareacute mi paseo hasta allaacute No es muy lejos

-No hay maacutes que bajar a la riacutea pasar el puente de Judas subir los prados de D Juan Amarillo y en seguida se llega al Soto

-Ya ya seacute el camino

Entroacute un criado con una carta para don Juan Este la abrioacute y despueacutes de recorrerla con la vista dijo

-Es de Daniel Morton Me escribe anunciando que se embarca mantildeana por la mantildeana y se despide de todos

D Aacutengel miroacute con disimulo a su sobrina Fuerte animosa heroica Gloria recibioacute el golpe sin dar a conocer las grandes sacudidas de su alma angustiada Soacutelo D Aacutengel sabedor de todo creyoacute distinguir una extrantildea neblina en el rostro de la joven D Juan la miroacute tambieacuten Quizaacutes se hubiera entablado conversacioacuten sobre Daniel Morton pero entroacute el sentildeor de [264] Amarillo y quieras que no tuvo que sentarse a la mesa y tomar un bocado aunque con prisa porque el juez le estaba esperando para ver queacute resolucioacuten se tomaba en el negocio de Caifaacutes D Juan de Lantigua a quien consultoacute dijo de este modo su opinioacuten

-No veo razoacuten alguna para molestar a Mundideo mientras no se le pruebe que ese dinero ha sido mal adquirido

-Es que se le probaraacute

-iquestLe falta a usted algo en la caja

-No sentildeor pero el dinero no sale de la tierra como la yerba Caifaacutes ha robado a alguien Propongo que todos los vecinos de Ficoacutebriga recuenten sus fondos y mientras tanto que Joseacute Mundideo sea puesto a la sombra

-Pero la ley

-Queacute ley ni ley

-Sr D Juan -dijo el cura- iquestquiere usted venir a comer mantildeana a mi casa del Soto

-Ya seacute que han ganado ustedes las elecciones iexclBien por el ejeacutercito de Cristo -exclamoacute Amarillo con entusiasmo

Y levantaacutendose al instante con una copa de vino en la mano antildeadioacute

-Propongo un brindis sentildeores Brindo por Su Ilustriacutesima D Aacutengel de Lantigua el glorioso hijo de Ficoacutebriga el apoacutestol maacutes ferviente [265] de los apoacutestoles espantildeoles el modelo de virtudes de quien todos debemos tomar ejemplo el varoacuten piadoso el justo

-Por Dios por Dios -dijo Su Ilustriacutesima tapaacutendose los oiacutedos y todo confundido y turbado- Basta de incienso D Juan basta basta El mejor brindis que usted puede dirigirme y el uacutenico que le agradecereacute es no molestar al pobre Caifaacutes

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Todos los presentes besaron el anillo al prelado y cuando este se retiroacute tomaron cafeacute [266]

- XXXIII -

Aacutegape

El diacutea de Santiago habiacutea una especie de feria en Ficoacutebriga es decir venta de ganado en la pradera un novillo corrido en la plaza diversos puestos de frutas y pastas vinos y licores algo de teatros bailes del paiacutes y por la noche gran funcioacuten de fuegos artificiales Pero el principal festejo del diacutea debiacutea ser el banquete con que D Silvestre Romero espleacutendido en todas sus cosas obsequiaba a sus amigos en el Soto de Brijaacuten

Desde muy temprano innumerables servidores no daban paz a las manos ni a los pies apercibieacutendolo todo con arreglo a las instrucciones del buen paacuterroco tan perito en estas materias Llegaban las provisiones en repletos carros del paiacutes cuyas ruedas sin engrasar gemiacutean al subir la cuesta en cuyo alto teacutermino estaba la finca [267]

Era admirable la diligencia que poniacutea en tan grande faena la sentildeora Saturnina a quien podremos llamar archiama por ser como gobernante de las dos o tres amas y demaacutes servidumbre del opulento cura Puede decirse que la excelente mujer no durmioacute en la noche del 24 porque toda ella se la pasoacute de claro en claro ora batiendo huevos que por centenares fueron vaciados en un desaforado artesoacuten ora desplumando aves que al anochecer perecieron en horrorosa hecatombe

Pero la gran batahola fue por la mantildeana cuando encendida la cocina dio principio el fuego a su gran obra y las cacerolas empezaron a murmurar y el humo y los espesos vapores olorosos llenando parte de la casa saliacutean al campo como nuncios benditos de la gran hartazga que se disponiacutea Dordf Saturnina y cuantas la ayudaban no teniacutean manos para tomar quieacuten los papelillos de las especias quieacuten la nuez moscada o el limoacuten o la canela y espumando guisados o albardando fritos o batiendo ensaladas o templando sopas pareciacutean traer entre manos el sustento de un ejeacutercito

A hora conveniente dos jayanes pusieron sobre la mesa del comedor un mediano monte de pan mientras no lejos de alliacute se preparaban la vajilla y la manteleriacutea Cestas ventrudas [268] pariacutean dulces a montones obra de haacutebiles monjas y de un barrigudiacutesimo tonel iban sacando el rico vino antildeejo de Rioja el cual despueacutes de hacer buches y remolinos en un embudo de latoacuten amoratado por el uso se colaba dentro de las botellas sonaacutendolas como bocinas Dordf Saturnina no olvidaba ninguna de las operaciones poniendo sus ojos en todo para que nada se retrasase y hasta dispuso ella misma los ramos de flores que se debiacutean colocar en la mesa los palillos el aguamanil y otras menudencias y accesorios de una buena comida

Medio diacutea era por filo cuando los convidados salieron de Ficoacutebriga con un sol que aun en aquellas frescas tierras abrasaba Delante veniacutean en el coche de Lantigua D Juan el cura y Rafael Seguiacutean luego en otro coche D Juan Amarillo con el teniente cura y dos beneficiados de las cercaniacuteas y despueacutes en un breck los demaacutes convidados que eran amigos venidos para tal solemnidad de la capital de la provincia Total once bocas

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Sentados los comensales bendijo D Silvestre la comida y comenzoacute el stridor dentum

Habiacutea tenido Dordf Saturnina la feliz idea de poner la mesa fuera de la casa en medio de la frondosa huerta y a la sombra de dos o tres [269] aacutelamos que con sus ramas la cubriacutean toda dejando tan soacutelo penetrar algunos rayos de sol que caiacutean aquiacute y acullaacute como si hubieran sido salpimentados con luz los manteles Aquiacute brillaba un melocotoacuten alliacute el cuello de una botella maacutes allaacute un salero maacutes lejos la calva de D Juan Amarillo

En cuanto a la parte principal del banquete que era la comida todos los elogios que de ella se hagan seraacuten paacutelidos ante la realidad de su abundancia y el exquisito sabor de toda ella si bien era maacutes rica que fina algo a la pata la llana demasiado suculenta comida espantildeola de esa que parece hecha para estoacutemagos de gigantes y maacutes para atarugar ruacutesticos cuerpos que para deleitar delicados paladares

Vierais alliacute la sopa de arroz calduda que bastaba por siacute sola a dejar ahiacuteto al maacutes hambriento y despueacutes los pollos con tomate precediendo a las magras tambieacuten entomatadas para hacer lugar a los finiacutesimos pescados cantaacutebricos en picantes escabeches o nadando en salsas ricas Entre ellos veniacutean las bermejas langostas mostrando la carne como nieve dentro de la destrozada armadura roja y los sabrosos percebes como patas de cabra y luego volviacutea el imperio de la carne representado en [270] piezas adobadas del animal que mira al suelo siguiendo a esto chuletas con forro de fritura y otras viandas riquiacutesimas y olorosas acompantildeadas por delante y por detraacutes de aceitunas pepinillos rajas de queso flamenco o del paiacutes anchoas y demaacutes aperitivos sin que faltaran calabacines rellenos en los cuales no se sabiacutea queacute admirar maacutes si el especioso sabor del alma o la dulzura del cuerpo y tambieacuten gran copia de colorados pimientos que como llamas de fuego iban de boca en boca

iquestY queacute diremos de los vinos algunos de ellos de las mejores estirpes andaluzas iquestqueacute de los dulces y platos de leche que bastariacutean para hartar a todos los golosos de la cristiandad Por uacuteltimo el generoso olor del tabaco habano se dejoacute sentir y una azulada nube flotoacute sobre la mesa envolviendo el grupo de convidados en sensual atmoacutesfera

El anfitrioacuten D Silvestre Romero (la moda nos obliga a darle aquel nombre) habiacutea comido bien D Juan de Lantigua no habiacutea hecho maacutes que probar los platos Rafael del Horro estuvo muy parco y D Juan Amarillo devoraba Los demaacutes no desairaron a D Silvestre Este se desviviacutea porque todos comieran mucho y no teniacutea consuelo al ver que no se atracaban como eacutel y a cada instante les excitaba [271] echaacutendoles en cara su desgana y presentaacutendoles los platos para que repitiesen

Fue digno de notarse un incidente de la comida por la semejanza que ofreciacutea con casi todos los banquetes poliacuteticos que se celebraban en Madrid Rafael del Horro propuso que el ramillete puesto en el centro de la mesa se enviase a la sentildeorita de Lantigua

Cuando fumaban D Silvestre creyoacute que debiacutea tomar la palabra y lo peor fue que la tomoacute

-Queridos hermanos y amigos miacuteos -dijo- nos ha reunido aquiacute la celebracioacuten de un triunfo Porque ha sido un triunfo grande inmenso que nos ha de conducir a una victoria auacuten mayor a la victoria de la verdad sobre el error de la virtud sobre el vicio de Dios sobre Satanaacutes

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-Muy bien -repuso D Juan Amarillo abriendo los diminutos ojos que habiacutea cerrado poco despueacutes de la uacuteltima copa

-Hemos combatido como buenos -antildeadioacute el cura que gustaba de emplear hasta en los sermones siacutemiles guerreros- y seguiremos combatiendo En los libros santos se ha dicho laquoY tuacute Jehovaacute Dios de los ejeacutercitos no hayas misericordia de los que se rebelan con iniquidad Acaacutebalos con furor acaacutebalos y no [272] sean y sepan que Dios domina en Jacob hasta los confines de la tierraraquo Y en otro pasaje laquoFuego iraacute delante de eacutel y abrasaraacute en redor sus enemigosraquo Nuestra obligacioacuten es pues combatir ya que las cosas han llegado al extremo de tener que emplear sus infames armas iexclOh sentildeores si yo tuviera la elocuencia y la erudicioacuten de mi ilustre amigo el gran catoacutelico D Juan de Lantigua os diriacutea a queacute extremos llegan la impiedad y la osadiacutea de los revolucionarios y el aprieto en que quieren poner a los hombres religiosos y piacuteos si yo tuviera repito

D Silvestre se atragantoacute ligeramente Todos le oiacutean con serenidad en los labios de D Juan vagaba una sonrisilla que pareciacutea decir

-Maacutes vale que te calles pedazo de alcornoque

-Pero en fin no lo tengo -antildeadioacute el cura atleta- no tengo ni esa erudicioacuten pasmosa ni esa elocuencia arrebatadora y asiacute es bien que le ceda la palabra

-iexclOh si el Sr D Juan nos concediera oiacuter su palabra -dijo Amarillo cabeceando

Lantigua se puso la mano en el pecho y tosioacute

-Sentildeores no puedo -dijo con humildad- [273] Rafael hable usted que lo haraacute mejor que yo

Del Horro se excusoacute con frases de modestia pero al fin no pudiendo resistir a la sugestioacuten de todos los convidados que a un tiempo le apretaban para que hablase se levantoacute limpioacute las gafas se las puso y arqueando las cejas habloacute de este modo

-Sentildeores ninguna voz maacutes desautorizada que la miacutea para dirigiros la palabra Joven sin experiencia sin conocimientos me falta autoridad Vaacutelgame por las prendas de que carezco mi acendrada fe mi sincero amor al catolicismo los esfuerzos que he hecho en mi limitada esfera para conseguir el triunfo praacutectico de la Iglesia de esa amorosiacutesima madre nuestra por quien vivimos por quien alentamos por quien respiramos Dios ha querido que el maacutes indigno de sus soldados el maacutes pequentildeo de sus servidores alcance hoy un triunfo material en las contiendas que han establecido los inicuos Eacutel me deacute fortaleza para defenderle Eacutel deacute a mi labio energiacutea a mi corazoacuten vigor a mi espiacuteritu Estote ergo forte in bello laquoSed fuertes en la guerraraquo

raquoInmensa asquerosa pestilente lepra cubre el cuerpo social El llamado espiacuteritu moderno dragoacuten de cien deformes cabezas lucha por derribar el estandarte de la Cruz iquestLo permitiremos [274] de ninguna manera iquestQueacute valen algunos centenares de inicuos depravados contra la mayoriacutea de una Nacioacuten catoacutelica Porque no soacutelo somos los mejores sino que somos los maacutes Alcemos en esta Cruzada el glorioso estandarte y digamos laquoAtraacutes impiacuteos malvados sectarios de Satanaacutes que contra el reino de Nuestro Sentildeor Jesucristo no prevaleceraacuten las puertas del infiernoraquo Y luego volviendo mi humilde rostro hacia el Oriente distingo una venerable y hermosa figura Al verla lleacutenase mi corazoacuten de intensiacutesima congoja y las laacutegrimas acuden a mis ojos considerando el aflictivo estado en que los perversos tienen al que es antorcha

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esplendorosiacutesima que ilumina el mundo Lleno de admiracioacuten y respeto exclamoacute laquoGrande eres iexcloh Pedro no soacutelo por tus bondades sino por tus martirios Tambieacuten de ti se puede decir que rasgaron tus vestiduras y sobre ellas echaron suertes iexclAy de los impiacuteos que despueacutes de despojarte te han encarcelado Ya les arreglaraacuten los demonios en el infierno En tanto iexcloh Pastor Santo yo te saludo con laacutegrimas en los ojos yo canto un hosanna amorosiacutesimo en tu presencia y te pido la bendicioacuten para que se redoblen mis fuerzas se enardezca mi espiacuteritu y no desmaye en la gran contienda que se prepararaquo [275]

Terminado el discurso del valeroso joven recibioacute apretados abrazos de todos los concurrentes y entonces D Juan de Lantigua sin dejar su asiento y con gran atencioacuten y religioso silencio de todos dijo lo siguiente

-iquestMe atrevereacute queridos amigos y hermanos miacuteos a haceros presente que para esta lucha a que la impiedad y malvada desverguumlenza de los revolucionarios nos llama no bastan no la finura y el temple de las armas ni el denuedo de los varoniles brazos La mejor arma es la oracioacuten y el maacutes terrible baluarte las virtudes y el buen ejemplo Seamos buenos piacuteos caritativos fervientes catoacutelicos y tendremos asegurado la mitad del triunfo Tengo el sentimiento de declarar porque asiacute lo reconozco que el espiacuteritu religioso estaacute muy enflaquecido entre nosotros Se habla mucho de batallar y poco del amor de Dios Inter vos dormiunt multi laquoentre vosotros duermen muchosraquo Es preciso que todos despierten porque la tempestad estaacute encima es preciso que despierte no soacutelo la carne sino el espiacuteritu iquestNo habeacuteis conocido que entre nosotros cunde desparramada la herejiacutea iquestNo veis que hasta los maacutes fuertes han caiacutedo iquestNo veis que el racionalismo y el ateiacutesmo han robado muchas almas al seno de Dios iquestNo veis que disminuye cada diacutea el nuacutemero de los fervorosos [276] catoacutelicos y aumenta el de los indiferentes He aquiacute un mal demasiado grave para conjurarla faacutecilmente Yo os digo no soacutelo es preciso batallar sino predicar no soacutelo ha llegado la hora de la pelea sino del ejemplo santo Abnegacioacuten paciencia martirio He aquiacute tres palabras maacutegicas que superan en eficacia a los maacutes finos y cortantes aceros

-Muy bien muy bien iexclViva el Sr Lantigua -exclamoacute D Juan Amarillo sin poderse contener

- Aborrezco las exclamaciones y detesto las apoteosis de hombres No se debe enaltecer maacutes que a Dios no se debe glorificar sino a Aquel que era como dice David antes que nacieran los montes y desde el siglo y hasta el siglo Continuando pues mis observaciones direacute que los males que he indicado y esta general corrupcioacuten y ponzontildea provienen de los maleficios extranjeros que han dantildeado nuestro cuerpo Gozaba Espantildea desde edades remotas el inestimable beneficio de poseer la uacutenica fe verdadera sin mezcla de otra creencia alguna ni de sectas bastardas Pero los tiempos y la maldad de los hombres han traiacutedo un poder civil que por obedecer a los malvados de fuera ha dejado sin amparo a la Iglesia cuando el deber de la potestad civil como dijo San Feacutelix es [277] dejar a la Iglesia catoacutelica que haga uso de sus leyes no permitiendo que nadie se oponga a su libertad

raquoiquestQueacute sucede pues Que el error ha fundado mil caacutetedras en nuestro suelo Espantaos catoacutelicos seguacuten los enemigos de Dios la preciosiacutesima unidad de nuestra fe es un mal y para remediarlo piden que se abra la puerta a los cultos idoacutelatras a los errores de la Reforma a los desvariacuteos del racionalismo semejantes a despropoacutesitos de hombres borrachos Ved aquiacute por queacute corren las maacutes asquerosas doctrinas como arroyos de inmundicia cuando desatadas las cataratas del cielo rompen las aguas el dique de los

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muladares y el fango de los campos es arrastrado entre materias putrefactas y miserables cuerpos muertos

raquoNo y mil veces no O Espantildea dejaraacute de ser Espantildea o su suelo se ha de limpiar de esta podredumbre y en su claro cielo volveraacute a brillar uacutenico y esplendoroso el sol de la fe catoacutelica Yo de miacute seacute decir que esta idea puede en mi espiacuteritu maacutes que todas las ideas maacutes que todas las afecciones maacutes que la vida y que cuanto existe Por ver realizada esta idea y extirpado el caacutencer que empieza a devorarnos diera mil veces cuanto poseo la paz de mi familia mi familia misma mi persona miserable [278] Tengo el ardor de los verdaderos creyentes sentildeores y mi fe no estaacute en los labios sino en lo profundo del alma

raquoSi no luchaacuteis por tan grandioso fin maacutes vale que no lucheacuteis si no trabajaacuteis con todas las fuerzas del espiacuteritu con la oracioacuten con el ejemplo con la caridad maacutes vale que os arrinconeacuteis cual mujeres dejando a otra generacioacuten maacutes varonil la santa empresaraquo

No dijo maacutes porque estaba fatigado y en verdad habiacutea dicho bastante Todas sus palabras fueron de oro seguacuten la expresioacuten de don Juan Amarillo Las felicitaciones no podiacutean ser maacutes delirantes Reinaba gran entusiasmo en la reunioacuten y quizaacutes quizaacutes se hubiera atrevido a tomar la palabra el cura si Rafael mirando el camino no viese a Su Ilustriacutesima D Aacutengel de Lantigua que lentamente se acercaba Entonces dijo con lengua y expresioacuten miacutesticas

-He aquiacute que se acerca el que viene en nombre del Sentildeor

Y todos salieron a recibirle [279]

- XXXIV -

En el puente de Judas

Mientras una docena de laicos arreglaban asiacute despueacutes de comer bien los asuntos de la Iglesia catoacutelica D Aacutengel de Lantigua separaacutendose de su sobrina a quien dejoacute rezando en la iglesia marchaba por el camino real en direccioacuten al puente de Judas con objeto de visitar a sus amigos reunidos en el Soto Acompantildeaacutebanle a un lado y otro su secretario y el paje y seguiacuteanle varios cojos tullidos y toda la pobreteriacutea del camino anhelantes de que les echase bendiciones pues algunos las estimaban en maacutes que las limosnas que recibiacutean

El santo varoacuten con el alma gozosa como de costumbre iba departiendo afablemente con sus dos adlaacuteteres cuando al entrar en el puente de Judas (cuya faacutebrica de palo era en extremo [280] fraacutegil) notoacute que este se estremeciacutea bajo sus pies Mas no tardoacute en hallar la razoacuten de la sacudida porque por la otra cabeza del puente acababa de entrar un hombre a caballo Galopaba

-iexclEh caballero -le gritaba el guarda- Estaacute mandado que por aquiacute se vaya al paso

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El jinete era Daniel Morton Luego que vio a Su Ilustriacutesima observando al mismo tiempo la estrechura del puente semejante en esto al que tienen los mahometanos para entrar en el paraiacuteso detuacutevose y echo pie a tierra

-iexclAh Sr Morton -exclamoacute D Aacutengel con estupor sintiendo que de improviso se desvaneciacutea el gozo de su alma

Daniel le besoacute el anillo con gran respeto y descubrieacutendose dijo

-iquestNo esperaba Su Ilustriacutesima verme otra vez en Ficoacutebriga

-No seguramente Ayer recibioacute mi hermano una carta en que usted le anunciaba su viaje

-Pues Dios no ha querido que me vaya hoy

-Cuidado no hay que echar la culpa de todo a Dios -dijo el prelado gravemente- Dios lo habraacute permitido pero no lo habraacute querido [281]

-Con perdoacuten de Usiacutea Ilustriacutesima -afirmoacute Morton- pienso que lo ha querido Yo estaba en el muelle de X junto a mi equipaje esperando el bote que me habiacutea de conducir a bordo del vapor cuando sentiacute que una mano muy pesada me tocaba al hombro volviacuteme y vi a Caifaacutes Sr D Aacutengel con el semblante maacutes angustiado que puede imaginarse

-Ya ya voy comprendiendo

-Caifaacutes se puso de rodillas delante de miacute y me dijo laquoSentildeor en Ficoacutebriga aseguran que he robado en Ficoacutebriga dicen que el dinero que tengo no es miacuteo El juez me amenaza y todos piden que Caifaacutes el feo Caifaacutes el malo Caifaacutes el idiota vaya a la caacutercel Yo quebrantando mi palabra he dicho que usted me sacoacute de la miseria pero nadie cree al humilde y D Juan Amarillo soberbio entre los soberbios clama contra miacuteraquo En resumen sentildeor obispo he tenido que detener el viaje para sacar a ese hombre de tan mal paso pues si asiacute no lo hiciera la limosna que le di y que nada vale en verdad se trocaraacute en vilipendio suyo sumergieacutendole maacutes en la miseria

-iexclBuen pensamiento y excelente accioacuten -dijo el prelado seriamente- Ella es tal que se le puede permitir a usted el paso de este puente que de otro modo le estariacutea vedado Adelante [282] pues y no se me detenga usted en Ficoacutebriga

Despidiole bondadosamente aunque con sequedad y Morton siguioacute su camino hacia Ficoacutebriga mientras D Aacutengel no paraba en el del Soto pero a cada diez pasos volviacutea la cabeza para ver queacute direccioacuten tomaba el hamburgueacutes Viole marchar hacia la Cortiguera donde viviacutea Caifaacutes y con esto Lantigua sintioacute calmarse la zozobra que empezoacute a alborotar su espiacuteritu

Cuando el obispo estuvo cerca del Soto toda la servidumbre y deudos del cura con las amas a la cabeza y Dordf Saturnina al frente de estas a la manera de tambor mayor salieron a recibirle y besarle el anillo de lo que resultoacute no poca confusioacuten Y al mismo tiempo le aclamaban con gritos y deciacutean laquoViva la gloria de Ficoacutebrigaraquo

Hasta que el venerable atravesoacute la portalada de la huerta no cesaron las importunidades de la plebe

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-Auacuten estaacuten aquiacute los restos del festiacuten -dijo el prelado viendo la desordenada mesa- Ha sido buena idea ponerla al aire porque hace un calor sofocante

-Pues me parece que no pasaraacute la tarde sin llover sentildeores -dijo el cura husmeando el horizonte- [283] iquestNo quiere Su Ilustriacutesima tomar chocolate

Al punto trajeron los cangilones y D Aacutengel se sentoacute en un banquillo ruacutestico Rodeaacuteronle todos menos Sedentildeo y Rafael del Horro que se apartaron para leer un suelto del perioacutedico

-Sr D Silvestre -dijo el prelado cuando empezoacute a tomar chocolate- iquestLloveraacute esta tarde

-Me temo que siacute Estaacute la atmoacutesfera muy cargada Tendremos vendaval y fuerte Asiacute se puso el tiempo el diacutea que naufragoacute el Plantagenet iexclQueacute diacutea sentildeores queacute diacutea

-iexclFue tremendo -dijo Su Ilustriacutesima- iquestA quieacuten creen ustedes que acabo de encontrar ahora al pasar el puente de Judas iquestNo lo adivinan ustedes Pues al mismo D Daniel Morton en persona

-iquestIba a Ficoacutebriga -preguntoacute con mucho intereacutes D Juan Amarillo

-Allaacute iba Parece que eacutel fue quien le dio a Caifaacutes

-Quien no te conoce que te compre -dijo el usurero ficobrigense guintildeando el ojo- No creo en tales limosnas aunque ese extranjero debe de ser hombre muy adinerado

-Entonces bien podiacutea hacer una limosna

-Precisamente lo que no creo es la limosna [284] lo que no creo es una generosidad de tal calibre Aquiacute no somos bobos Sr Morton aquiacute en Espantildea no nos mamamos el dedo y sabemos conocer a los pillos

-Amigo D Juan -manifestoacute Su Ilustriacutesima devolviendo el pocillo de chocolate- Jesucristo dijo laquoNo juzgueacuteis para que no seaacuteis juzgados Porque con el juicio con que juzgueacuteis sereacuteis juzgadosraquo

Y variando al punto de tono y de asunto antildeadioacute

-Es una gloria esta huerta de D Silvestre Aquiacute todo prospera y el trabajo y esmero del cultivo son frutos de bendicioacuten Ojalaacute sucediera lo mismo en toda nuestra Espantildea y tras de cada siembra de sanos consejos y exhortaciones viniese una cosecha de buena conducta iexclQueacute manzanos queacute perales queacute melocotoneros

D Silvestre vio llegado el momento de saborear uno de los maacutes dulces placeres de su regalona vida ensentildear su huerta Levantose el prelado y Romero fue delante mostrando las hermosas castas de perales alineados en espaldera los unos sustentados otros por alambres gordos y todos ellos frondosiacutesimos y cuajados de peras Las habiacutea bergamotas duquesas amantecadas pardas de invierno y de [285] otros muchos linajes exoacuteticos El cura haciacutea fijar la atencioacuten en los ramilletes de frutas verdes auacuten y las tomaba en la mano para mostrarlas diciendo -iquestPero ven ustedes queacute peras En toda la provincia no hay nada que se les compare

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Mientras esto sucediacutea D Juan Amarillo habiacutea llevado aparte a D Juan de Lantigua para hablarle de un negocio importante

-No nos alejemos mucho -le dijo el literato y jurisconsulto- porque me parece que va a llover esta tarde [286]

- XXXV -

Los juicios de Dios abismo grande

Morton detuvo su caballo en la Cortiguera y Sildo le dijo

-Padre vendraacute en seguida Ha ido a rezar a la iglesia

No tardoacute en aparecer Caifaacutes

-Aquiacute me tienes -le dijo Morton- Lleacutevame a donde quieras pero despacha pronto porque he de volverme a X antes de anochecer iquestDoacutende estaacute ese juez que no cree que los hombres tengan dinero si no es robaacutendolo

-Si vuecencia me quisiera acompantildear a casa del escribano D Gil Barrabaacutes hermano de don Bartolomeacute Barrabaacutes y firmarme un papel diciendo que me hace donacioacuten de los diez ocho mil reales

-Anda delante y guiacutea a casa de Barrabaacutes

-iexclOh sentildeor coacutemo podreacute pagarle a vuecencia tantas bondades [287]

-Que Sildo me tenga el caballo y lo cuide aquiacute mientras volvemos Esto no duraraacute mucho

Media hora despueacutes Morton volvioacute con Caifaacutes a la Cortiguera pero uno y otro miraron a todos lados iexclOh sorpresa de las sorpresas Ni Sildo ni el caballo estaban alliacute

Y sucedioacute que Sildo al tener las riendas del generoso animal sintioacute en su alma un viviacutesimo impulso de caballero es decir que deseoacute montarle En los doce antildeos de su edad el pobre chico no habiacutea oprimido los lomos de ninguacuten caballo

-iexclSi yo me montara en eacutel -dijo- y diera dos pasos de aquiacute a los Cinco Mandamientos coacutemo se reiriacutean mis hermanos

La vanidad se amparoacute de su alma La serpiente dijo en su oiacutedo palabras dulciacutesimas y Sildo oyoacute claramente laquoSube en el caballo del bien y del mal y montaraacutes como el Sr Morton y como eacutel seraacutes gallardo y hermosoraquo

Es difiacutecil detenerse en la pendiente de los goces Sildo fue de los Cinco Mandamientos a la ladera del Rebenque y del Rebenque atravesoacute todo el prado de la Pesqueruela y despueacutes de un poco maacutes allaacute y siempre maacutes allaacute Cuando quiso detener el caballo no pudo y este emprendioacute [288] a correr no pareciendo dispuesto a parar en media provincia Celinina y Paco indicaron que Sildo habiacutea corrido hacia la Pesqueruela Marcharon alliacute a toda prisa Morton y Caifaacutes pero no vieron nada Bajaron a la playa por el pinar mas el jinete no pareciacutea por ninguna parte y las noticias que

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adquiriacutean de los transeuacutentes eran contradictorias Desesperado estaba Daniel por aquel accidente y maacutes desde que le parecioacute ver en el cielo siacutentomas de mal tiempo Caifaacutes se encomendaba a todos los Santos y rezaba Padre Nuestros a San Antonio Por uacuteltimo discurrieron buscar cada uno por un lado y reunirse en la Cortiguera Separaacuteronse pues en el pinar

Pero Morton cansado al fin de buscar en vano su caballo decidioacute volverse a pie Por no atravesar el centro de Ficoacutebriga dio un gran rodeo y pasoacute por detraacutes de la Abadiacutea Llegando al callejoacuten que da entrada por Oriente al atrio de ella sintioacute gemir los viejos goznes de la puerta Miroacute y vio salir a la sentildeorita de Lantigua En presencia de una visioacuten sobrenatural Daniel no hubiera experimentado tan vivo sacudimiento en todo su ser El primer impulso fue correr tras ella pero se contuvo y en uno de los huecos del carcomido muro se incrustoacute como estatua Gloria tomaba el camino [289] de su casa Pasoacute como los pensamientos placenteros que al modo de relaacutempagos cruzan la mente en horas de tristeza

Morton la vio desaparecer en la revuelta de una calle e instintivamente salioacute de su escondite para correr tras ella

-iexclQueacute esteacute condenado a no verla maacutes -pensoacute- iexclNi una vez siquiera

Le siguioacute a mucha distancia detenieacutendose cuando estaba demasiado cerca adelantaacutendose cuando se quedaba muy lejos Por fin cuando Gloria entraba en el jardiacuten de su casa Morton dijo para siacute

-Todo acaboacute Ahora me marchareacute

Poco antes de decidirse a partir estuvo media hora sentado sobre una piedra en cierta calleja que por un lado saliacutea a la plazoleta y por el otro a las pendientes que bajaban al mar

Una pesada y tibia gota de agua cayendo sobre su mano le sacoacute de su abstraccioacuten Mirando al cielo vio una nube amarilla con intensos cambiantes grises y pudo observar el aire sofocante Soploacute un brusco viento que hizo remolinos de polvo y empezaron a caer gruesas gotas que manchaban el suelo con redondeles negros como si llovieran piezas de dos cuartos Buscando donde guarecerse salioacute Daniel de la calleja penetroacute en otra y al fin pudo hallar [290] una gran teja vana bajo la cual se abrigoacute perfectamente

Entonces descargoacute una lluvia tremenda espantosa un diluvio que pareciacutea inundar la tierra y desleiacuter a Ficoacutebriga

-Asiacute lloviacutea sobre el pobre Plantagenet el diacutea del naufragio -pensoacute Morton- iexclPobre de miacute Las tempestades me trajeron y las tempestades me llevan iquestQuieacuten puede penetrar los designios del Sentildeor

Despueacutes mirando al cielo que se descuajaba en rayos y se vaciaba en chorros de agua dijo asiacute

-laquoVieacuteronte las aguas oh Dios vieacuteronte las aguas y temieron y temblaron los abismos Las nubes echaron inundaciones de agua tronaron los cielos y discurrieron tus rayos Anduvo en derredor el sonido de tus truenos los relaacutempagos alumbraron el mundo estremeciose y tembloacute la tierra En la mar fue tu camino y tus sendas en las muchas aguas y tus pisadas no fueron conocidasraquo (7)

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La tempestad acaboacute de oscurecer la tarde que ya se acababa Morton miroacute a la casa de Lantigua que frente a eacutel estaba por el costado del Oeste y vio luz en las habitaciones altas [291]

-Ya estaacuten ahiacute todos los de la casa -pensoacute- Gloria con sus encantos que la igualan a los aacutengeles alegra las horas de los dos ancianos iexclOh Dios miacuteo iexclqueacute felices son

Pasoacute alguacuten tiempo maacutes Las calles eran riacuteos Los tejados vaciaban agua cual si sobre ellos se rompiesen las compuertas de un estanque la lluvia azotaba con sus mil laacutetigos las paredes corriacutea la gente despavorida Por fin despueacutes de media hora de diluvio parecioacute que se habiacutea concluido el agua de los cielos Adelgazaacuteronse los chorros La nube de verano pasaba y la Naturaleza tendiacutea a serenarse con la rapidez del que se encoleriza por broma

-Me parece que podreacute seguir -pensoacute Morton- Pero iexclcoacutemo habraacuten quedado esos caminos Estaacute escrito que no naufragueacute yo una vez sola en Ficoacutebriga sino dos

Esto pensaba cuando sintioacute gritos y voces en la plazoleta y tambieacuten dentro del jardiacuten de Lantigua Mucha gente se reuniacutea alliacute Daniel acudioacute tranquilamente primero y a toda prisa cuando sintioacute entre las distintas voces de alarma la voz de Gloria

-iquestQueacute ocurre -preguntoacute al primero que encontroacute en la plazoleta

-Que con la mucha agua se ha roto el puente [292] de Judas y la sentildeorita Gloria estaacute asustada porque el Sr D Juan y el sentildeor obispo no han vuelto todaviacutea del Soto

Morton halloacute abierta la puerta de la verja y entroacute Lo primero que vieron sus ojos fue a Gloria que atravesaba el jardiacuten Estaba envuelta en un mantoacuten encarnado y en su cara y en sus pestantildeas brillaban algunas gotas de la escasa lluvia que auacuten caiacutea El friacuteo y el espanto la haciacutean temblar cubriendo de palidez su hermoso rostro

-iexclDaniel -exclamoacute sobrecogida- iquestqueacute buscas aquiacute

Y corrioacute hacia la casa Morton la siguioacute

-iexclJesuacutes crucificado -antildeadioacute Gloria- iquestno sabes no sabe usted lo que pasa La lluvia ha destruido el puente de Judas Mi padre y mi tiacuteo deben de haber salido ya del Soto Yo no puedo vivir en esta incertidumbreYo corro allaacute

Volvioacute a salir

-Si no se puede pasar -dijo uno

-Se puede pasar -afirmoacute otro- Francisquiacuten el del cura acaba de venir del Soto Hay un tramo medio roto pero agarraacutendose bien se puede pasar

-iquestDeciacutes que ha venido Francisquiacuten -preguntoacute Gloria con viva ansiedad [293]

-Siacute sentildeorita ahiacute estaacute con un recado del sentildeor

-iexclFrancisquiacuten Francisquiacuten -gritoacute Gloria desde la verja

Un muchacho pequentildeo y colorado huacutemedo todo desde la cabeza hasta los pies como una deidad de los riacuteos penetroacute en el jardiacuten

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-iquestY mi padre y mi tiacuteo -preguntoacute la sentildeorita

-No tienen novedad pero no pueden pasar para acaacute en coche y a pie con mucho trabajo La crecida es grande

-iquestTe dieron alguacuten recado para miacute

-Siacute sentildeorita que esteacute usted sin cuidado que todos los sentildeores se quedaraacuten en el Soto esta noche y vendraacuten mantildeana subiendo hasta Villamojada para coger el puente de San Mateo aunque yo creo que se podraacute pasar mejor en lanchas

-iexclGracias a Dios -dijo Gloria- Ya estoy tranquila

Entonces fijoacute sus ojos en Daniel Morton Desvanecido todos sus temores su espiacuteritu se ocupoacute por entero de aquella aparicioacuten singular

-Adioacutes -dijo el extranjero- Puesto que de nada sirvo aquiacute [294]

Gloria se detuvo un instante turbada y confusa

-Adioacutes -repitioacute- iquestNo estabas ya en camino de Inglaterra iquestHa naufragado otra vez el vapor iexclJesuacutes iexclVienes siempre con las tempestades iquestPor queacute estaacutes aquiacute iquestCoacutemo estaacutes otra vez aquiacute Daniel por Dios iquestqueacute es esto

Una curiosidad muy viva aparecioacute en su semblante juntamente con claras sentildeales del amor que la dominaba y que no se habiacutea extinguido

-Hazme el favor de darme la mano -dijo el extranjero

Los criados que estaban presentes se alejaron uno tras otro

-Pero yo quiero saber por queacute estaacutes aquiacute y no en camino de Inglaterra No penseacute verte maacutes iquestPor queacute has vuelto Pero no quiero saberlo no quiero saber nada

-Dios ha querido que te vea esta noche Dame la mano

-Toacutemala y adioacutes

Morton le besoacute ardientemente la mano

-Pero adioacutes de veras

-De veras -repitioacute Daniel

-iquestDoacutende estaacute tu caballo -dijo Gloria

-Lo he perdido

-iexclPerdido Entonces [295]

-Me voy a pie

-iquestPor doacutende si no hay puente

Morton pensoacute con profunda seriedad en aquella singular ruptura del puente

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-Hay mucha distancia -antildeadioacute la sentildeorita sondando con sus ojos el alma de su amigo

-Me quedareacute en la posada de Ficoacutebriga

-Es verdad Adioacutes

Morton estaba clavado en el suelo

-Adioacutes iquestPero te retiras ya -exclamoacute- iexclOh iexclEsto es espantoso iexclEsto es inicuo

Gloria estaba tambieacuten clavada en el suelo

-Siacute es preciso -dijo con voz dolorida- Este encuentro inesperado parece una cosa infernal Amigo vete

-Me expulsas Eso siacute que es infernal y horrible Maldiacutegame Dios si te obedezco -dijo Morton dando un paso hacia la casa

-iexclOh Yo te echo de mi casa porque es preciso porque Dios lo quiere asiacute -dijo Gloria tratando en vano de echar tierra sobre su pasioacuten

-iexclMentira iexclmentira -exclamoacute este con febril ardor- Tuacute no me amas tuacute has hecho burla de miacute del pobre extranjero arrojado aquiacute por los mares y que quiere huir y no puede [296]

-Tuacute no eres ya juicioso y bueno como la uacuteltima vez que nos vimos Amigo si me estimas si me amas vete Te lo suplico

La pobre joven casi se ahogaba hablando

-iexclNo verte maacutes Si cuando huyo Dios me trae otra vez aquiacute iexclNo verte maacutes Me arrancareacute los ojos antes que obedecerte

-Se ve mejor con el pensamiento que con los ojos Tuacute me aconsejaste que hicieacuteramos ambos un sacrificio iquestpor queacute te opones ahora

-Porque mi Dios me impulsa hacia ti y me dice laquoAnda y toacutemala que es tuya y lo seraacute por los siglos de los siglosraquo

-iquestQuieacuten es tu Dios

-El tuyo No hay maacutes que uno

Gloria sintioacute que a borbotones manaba de su alma la sensibilidad No pudo contenerla

-Morton amigo de mi alma -dijo con pasioacuten- te suplico que te vayas Vete si quieres quedarte en mi corazoacuten

-iexclNo quiero no quiero

Lo dijo con tanta fuerza que causaba miedo

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Gloria sintioacute circular en derredor de sus sienes un remolino ardiente que cegaba las claras facultades de su espiacuteritu como el veacutertice de caliginosos vapores que oscurece la luz del sol

-Amigo si quieres que te ame maacutes que mi [297] vida -exclamoacute con delirio- vete y deacutejame en paz iquestNo creeraacutes lo que te digo Ausente ausente es como te quiero maacutes

-iexclFalsedad falsedad falsedad

-iexclOh queacute pequentildeo eres -exclamoacute la joven apelando desesperada a la razoacuten- Esto es indigno de ti No eres como yo creiacutea Daniel

-Soy como soy -murmuroacute Morton- y no de otra manera

-Te aborrecereacute

-Aborreacuteceme iexclOh lo prefiero es mil veces preferible

-Todos los lazos estaacuten rotos -dijo con viva agitacioacuten la sentildeorita de Lantigua- iquestPor queacute no huyes de miacute

-Huiacute ya pero el destino Dios o no seacute quieacuten me ha traiacutedo otra vez a tu lado

-iexclDios Dios -exclamoacute ella con desesperacioacuten

-No creo en la casualidad

-Yo creo en Satanaacutes

Furioso viento se levantoacute entonces como para secar la tierra inundada Apenas se oiacutean las palabras

-iexclOh por el Dios que hizo el cielo y la tierra-gritoacute Morton con frenesiacute- Gloria Gloria de mi vida ven huye conmigo siacutegueme [298]

-iexclJesuacutes -gritoacute la sentildeorita de Lantigua horrorizada

-Tuacute no entiendes las misteriosas voces del destino de Dios El cielo y la tierra todo me estaacute diciendo laquoes tuyaraquo

-Adioacutes adioacutes -exclamoacute Gloria llevaacutendose las manos a la cabeza y huyendo hacia la casa

-Aguarda -dijo Daniel corriendo tras ella

Gloria entroacute y quiso cerrar la puerta pero Morton impidiendo con eneacutergica mano su movimiento entroacute tambieacuten [299]

- XXXVI -

iexclQue horrible tiempo

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-iexclQueacute horrible tiempo -refunfuntildeoacute Francisca- iexclSi parece que se acaba el mundo iexclJesuacutes el viento ha apagado la luz de la escalera iexclCoacutemo golpean las puertas Roque Roque

A la voz de la digna criada que avanzaba por el fondo del pasillo bajo Roque aparecioacute sontildeoliento

-Hombre mueacutevete -dijo Francisca andando casi a tientas hacia la escalera- iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute queacute miedo Si me parece que he visto una sombra un bulto escurrieacutendose por la escalera arriba

-Usted ve visiones sentildeora Francisca

-Con verte a ti tengo bastante monstruo

-Cierra la puerta del jardiacuten Puesto que los sentildeores no vienen iexclQueacute horrible ventisca [300] Vaya que Santiago se porta Despueacutes de la tormenta fuelle Si parece que los demonios levantan en peso la casa y se la llevan por los aires Dime zopenco iquesthas visto subir a la sentildeorita

-Siacute sentildeora hace mucho rato

-iexclQueacute has de ver tuacute si dormiacuteas iquestEstaraacute en el comedor No todo a oscuras Anda cierra la puerta enciende el farolillo y vamos a registrar la casa

-iquestA registrar

-Siacute no estoy tranquila Me parecioacute que vi iexclSan Antonio bendito

-Alguacuten alma del otro mundo

-Ea cierra sube y calla

Callados subieron ambos despueacutes de cerrar

-iexclAh -dijo Francisca al llegar al pasillo alto- la sentildeorita estaacute ya encerrada en su cuarto Veo claridad por la ventanilla alta

Y acercaacutendose a la puerta del cuarto de Gloria gritoacute

-Buenas noches sentildeorita

En seguida dieron un paseo por la casa pero no hallaron a nadie

El viento seguiacutea daba vueltas alrededor de la casa estrechaacutendola en voraacutegine horrible y como si la arrancase de sus poderosos cimientos para llevaacutersela en un vuelo Creeriacutease que [301] toda Ficoacutebriga con su Abadiacutea en medio y su torre como un maacutestil corriacutea llevada por el huracaacuten del mismo modo que corre un miacutesero barco sin timoacuten Los aacuterboles del jardiacuten flotaban cual desmelenadas cabelleras sacudieacutendose y las rachas de lluvia rasguntildeaban los cristales como untildeas Cuando el viento calmaba su loca furia seguiacutea llorando en el techo con lastimero y penetrante gemido que se apagaba y avivaba recorriendo toda la escala cual un monoacutelogo de afliccioacuten con imprecaciones y suspiros

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Despueacutes volviacutea a soplar con rabia las ramas en su rozar vertiginoso se azotaban unas a otras y pareciacutea que entre aquel torbellino de rumores difundido por la inmensidad de los cielos se estaba oyendo el ruido de las destrozadas alas de un aacutengel que caiacutea lanzado del paraiacuteso [302]

- XXXVII -

Al fin se supo

Gloria sintioacute friacuteo en el cuerpo y en el alma Volviacutea lentamente al estado normal de su espiacuteritu Cuando dirigioacute la primer mirada a su conciencia se horrorizoacute Todo era negro y espantoso Cuando trajo a la memoria su familia su nombre creyose abandonada de Dios y de los hombres

-iexclDaniel Daniel iquestDoacutende estaacutes -exclamoacute cerrando los ojos y alargando la mano como si pidiera socorro

Morton la estrechoacute entre sus brazos

-Aquiacute -dijo- a tu lado del cual no me separareacute jamaacutes

-iexclQueacute locuras dices Debes huir pero por Dios no me dejes ahora Yo muero

-Ahora -afirmoacute Daniel con energiacutea- nadie nadie me arrancaraacute de tu lado

-Mi padre -murmuroacute ella [303]

-No me importa

-Mi religioacuten

El extranjero calloacute hundiendo la cabeza sobre el pecho

-iexclDaniel Daniel -clamoacute la joven llena de congoja- iquestQueacute tienes

Morton no contestaba Gloria puso su mano en la barba de eacutel tratando de obligarle a alzar la cabeza

-Has pronunciado la palabra terrible ya no me acordaba de ella -murmuroacute el extranjero- Has helado la sangre en mis venas has hecho saltar mi corazoacuten como si hubieras dado sobre eacutel un latigazo

-iquestPor queacute te espantas asiacute -dijo la de Lantigua espantaacutendose tambieacuten- Daniel amigo de mi alma no aumentes el abismo que nos separa al contrario tratemos de llenarle

-iquestCoacutemo

-Hagamos un esfuerzo reunamos nuestras creencias en una sola reconciliemos nuestras conciencias iquestNo han concordado ya en el crimen Pues hagaacutemoslas una en el bien en la verdad Daniel examinemos bien lo que nos separa y se veraacute que la distancia entre los dos no puede ser grande

Gloria Benito Peacuterez Galdoacutes

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-Ante el que hizo los cielos y la tierra no pero ante los hombres es inmensa [304]

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Gloria bantildeado el rostro en laacutegrimas- iquestNo habraacute para nosotros misericordia

-Querido amor miacuteo esposa -dijo Morton abrazaacutendola con efusioacuten- ha llegado el momento de que todo sea verdad entre nosotros

-Y de que miremos cara a cara este problema cruel

-Siacute es indispensable

-Nuestro remordimiento sale terrible y amenazador del fondo de nuestra alma -dijo Gloria- y nos grita laquoYa estaacuteis unidos para siempreraquo

-Para siempre -murmuroacute eacutel

-La separacioacuten es imposible

-iexclImposible Pero la hora de la verdad ha llegado

-iexclOh Daniel Daniel -exclamoacute la de Lantigua sintiendo en su alma viviacutesima irrupcioacuten de sentimiento religioso- mi amigo de mi vida compantildeero de mi alma esposo miacuteo arrodilleacutemonos delante de esa imagen de Nuestro Sentildeor Jesucristo y hagamos voto solemne de disponer esta noche misma nuestra reconciliacioacuten religiosa haciendo todos los sacrificios posibles tanto tuacute como yo Hijos somos ambos de Jesucristo volvamos a Eacutel los ojos Daniel Daniel iquestpor queacute huyes de miacute [305]

Gloria arrodillaacutendose delante de la imagen tiroacute del brazo de Morton para que hiciera lo mismo Daniel hundioacute la cabeza sobre el pecho Nunca su rostro habiacutea estado maacutes hermoso ni maacutes pateacutetico Paacutelido y grave sus ojos azules se abatiacutean con sombriacutea tristeza y vistas de perfil la elegante liacutenea de su nariz y de su frente y la graciosa barba puntiaguda su semejanza con el semblante carnal del Salvador del mundo era perfecta

-iquestPor queacute no me miras -preguntoacute Gloria llena de desconsuelo

-No puedo maacutes -gritoacute Morton con suacutebito arranque- Gloria yo no soy cristiano

-iquestQueacute dices iexclDaniel por Dios y la Virgen

-Es preciso deciacutertelo al fin -antildeadioacute el extranjero hondamente conmovido- y te lo direacute Gloria yo no soy cristiano yo soy judiacuteo

-iexclJesuacutes iexclPadre y Redentor miacuteo

Estas palabras las pronuncioacute Gloria con el espanto del que muere cosido a puntildealadas del que ve abrirse bajo sus pies la tierra y salir las llamas del infierno Dicieacutendolas cayoacute sin sentido Morton acudioacute hacia ella arrodillaacutendose tomola en brazos procuroacute reanimarla con amorosas palabras pero cuando ella abrioacute sus ojos y pudo ver junto a siacute el caracteriacutestico rostro semiacutetico que tanto habiacutea contribuido al cautiverio [306] de su corazoacuten le rechazoacute severamente diciendo

-iexclImpostor iexclJudas me has engantildeado

-Te he ocultado mi religioacuten -dijo Morton sombriacuteamente- Esa es mi culpa

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-iquestPor queacute has ocultado tu religioacuten -dijo Gloria incorporaacutendose vivamente

Sus negros ojos echaban llamas

-Por egoiacutesmo por temor a que no me amases -repuso Daniel con timidez y sumisioacuten- Yo no mentiacute no hice maacutes que callar pero reconozco que callar fue gran falta

-iexclInfamia infamia No es mentira -dijo Gloria con desesperacioacuten- Tuacute no puedes tener fe en esa doctrina

-iexclQuizaacutes maacutes que tuacute en la tuya- repuso Morton

-Mentira mentira -exclamoacute la joven de rodillas en el suelo y retorcieacutendose los brazos- Si fueses tuacute judiacuteo es imposible que yo te hubiese amado iexclAh parece que la lengua se me quema al decir esa palabra Si el nombre solo de tu religioacuten es una blasfemia iquestEs posible di que no creas en Jesucristo que no le ames Si esto es verdad iexclqueacute horrible engantildeo queacute vida tan espantosa queacute muerte de las muertes iexclCreer yo en ti de este modo amarte [307] adorarte y cuando pensaba vivir unida a ti para siempre descubrirme Dios miacuteo descubrirme este horrendo secreto iquestPor queacute no escribiste en la frente tu infame creencia iquestPor queacute cuando me viste correr hacia ti no me dijiste laquoapaacutertate que estoy maldito de Dios y de los hombresraquo

-iexclA queacute delirios te lleva tu fanatismo -dijo Daniel contemplaacutendola con expresioacuten compasiva- Acuacutesame por haberte ocultado la verdad pero no injuries a mi desgraciada raza ni participes de un odio vulgar indigno de ti

-Si es verdad lo que me has dicho iquestpor queacute no tuviste mala la apariencia como tienes mala religioacuten iquestPor queacute no fueron horribles tus palabras tus acciones y tu persona como lo es tu creencia iexclImpostor cien veces impostor

-Gloria Gloria amiga de mi vida refrena tu lengua Tus injurias me matan

-iquestPor queacute me has engantildeado por queacute consentiste que te quisiera sabiendo que debiacuteamos estar eternamente separados -exclamoacute ella con el desvariacuteo de quien va a perder la razoacuten- Dime iquestpor queacute consentiste que te amara

-Porque te amaba yo Es verdad que procediacute mal pero tambieacuten conociacute mi falta y viendo venir imponente y amenazador el conflicto [308] religioso de miacute partioacute la idea de separarnos y te lo propuse Mi pensamiento no podiacutea ser maacutes honrado

-Siacute pero despueacutes volviste

-Volviacute -repuso Morton confuso como el criminal- Es verdad no seacute quieacuten me trajo Todo se ordenoacute de modo que yo volviese Me trajo una especie de ola infernal o quizaacutes haacutelito divino El hombre es juguete de las fuerzas de Dios que gobierna en el mundo

-iexclDios No tomes en tu boca ese nombre Daniel iexclcoacutemo te has transformado a mis ojos Tuacute no eres tuacute no puedo decir fijamente si te amo o te aborrezco y si cupiera esto en la mente humana diriacutea que al mismo tiempo te aborrezco y te amo

Ocultando el rostro entre las manos rompioacute a llorar sin consuelo

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-iexclY todo por un nombre por una palabra iexclOh queacute iniquidad -exclamoacute Morton con angustia- Las palabras gobiernan al mundo no las ideas Dime cuando me amaste iquestpor queacute me amaste

-Te ameacute porque me pareciacutea que Dios te habiacutea puesto delante de miacute te ameacute por tu lenguaje por tus acciones por tu persona por una dulce concordancia de tu alma con la miacutea iquestQueacute seacute yo por queacute Pero no tuacute me [309] estaacutes engantildeando ahora tuacute no puedes ser lo que dijiste Daniel porque tuacute has practicado la caridad

-Nuestra ley nos dice laquoBienaventurado el que piensa en el pobre En el diacutea malo lo libraraacute Jehovaacuteraquo

-Tuacute no puedes pertenecer a esa secta abominable -antildeadioacute Gloria asieacutendose a su incredulidad como a un clavo ardiendo- Aunque mil veces me lo jures mil veces me negareacute a creerlo Si lo eres iexclqueacute horrible disimulo el tuyo

-He disimulado siacute Esta es nuestra costumbre cuando viajamos por un paiacutes intolerante como el tuyo Pero a ti debiacute decirte la verdad lo conozco lo confieso declaro ante ti mi culpa esperando perdoacuten

-Esto no puede perdonarse no de ninguacuten modo -dijo Gloria con airada resolucioacuten

-Tu Maestro -afirmoacute Morton- te dice laquoPerdona a tus enemigos ama a tu proacutejimo como a ti mismoraquo iquestEs posible que tuacute participes del tradicional encono contra nosotros y de esa vulgar antipatiacutea con que apacienta su ignorancia y sus malas pasiones la plebe cristiana Gloria iexclpor el que hizo el cielo y la tierra no puedo creer que degrades asiacute tu preciosa inteligencia [310]

-Dentro de Jesuacutes lo admito todo fuera de Eacutel nada No llames preocupacioacuten al horror que me inspiras

-Horror que desaparece callando un nombre iquestPor ventura esto no te dice nada iexclMe amaste sin conocerme Di iquestno parece esto una burla de tu misma fe O Yo estoy loco o esto es la voz de la humanidad que a gritos reclama sus derechos

-iexclOh iexclYo no seacute lo que es esto -exclamoacute Gloria con arrebato- iquestPor queacute siendo lo que eres todo en ti es amable Sin duda tu alma es buena y se conserva pura en ese cieno donde has nacido Un esfuerzo amigo de mi alma un esfuerzo y sacudiraacutes de ti esa podredumbre Tu espiacuteritu estaacute preparado para la redencioacuten basta un movimiento ligero una mirada dentro de ti mismo Daniel Daniel -antildeadioacute abrazaacutendole con pasioacuten- por el amor que me tienes por el que yo te tengo y que ahora o se extinguiraacute para siempre o se aumentaraacute te pido que seas cristiano Daniel Daniel abandona tu falsa creencia y entra conmigo en el seno amoroso de Nuestro Sentildeor Jesucristo

Morton la estrechoacute contra su pecho Despueacutes rechazaacutendola suavemente dijo con voz teacutetrica [311]

-iexclAbandonar yo la religioacuten de mis padres iexclJamaacutes jamaacutes

Gloria saltando lejos de eacutel le miroacute con espanto como se mira una visioacuten del infierno maacutes terrible cuanto maacutes hermosa maacutes espantable cuanto maacutes se viste de seductora forma

-iquestQueacute has dicho

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-Que yo tambieacuten tengo familia padres nombre fama y aunque sin patria comuacuten nos la formamos en nuestros honrados hogares y en la santa ley en que nacemos y morimos Desde mis remotos abuelos que eran de Coacuterdoba y fueron expulsados de Espantildea por una ley inicua hasta el presente y en todas estas sucesivas generaciones de honrados israelitas que constituyen mi familia ni uno solo ha abjurado la ley

-iexclNi uno solo -exclamoacute Gloria con amargo desconsuelo- iquestY crees que gozan de Dios

-Los que fueron buenos como lo es mi padre gozaraacuten de Eacutel por los siglos de los siglos -afirmoacute Morton con el acento de una conviccioacuten profunda- No no llenareacuteis con nosotros vuestro horrible infierno cristiano

-Siempre me he resistido a creer en el infierno -dijo Gloria con el espanto pintado en sus ojos- mas ahora se me figura que va a existir soacutelo para miacute esa caverna llena de llamas [312] iexclOh queacute horrible confusioacuten en mis ideas Si no hay infierno para nosotros dos para nosotros dos solos crearaacute Dios uno Daniel Pero no yo me salvareacute y te salvareacute Merezco arder en el eterno fuego si no te salvo iexclDaniel Daniel abre tus ojos ven a miacute

-Del modo que tuacute quieres que vaya es imposible -afirmoacute el extranjero con sombriacutea resolucioacuten

-Entonces di iquestqueacute palabra hay para vituperarte iquestCuaacutel es mi suerte ahora Veo que en tu religioacuten no hay conciencia

-Puedes leer en la miacutea como en un libro

-No hay la admirable virtud del arrepentimiento

-Si este es el dolor y la verguumlenza que causa el pecado yo puedo decir laquoSentildeor estoy encorvado estoy humillado en gran manera mi dolor estaacute delante de miacute continuamenteraquo

-No hay abnegacioacuten no hay la confesioacuten de los pecados

-Siacute porque yo digo laquoMis iniquidades han pasado mi cabeza como carga pesada se han agraviado sobre miacute Por tanto denunciareacute mi maldad congojareacuteme con mi pecadoraquo

-iquestDices que lea en tu conciencia -repitioacute Gloria- No no puedo leer nada en ella Todo lo veo oscuro como la noche como mi infancia [313] como estas tinieblas en que he caiacutedo para siempre Arrodiacutellate delante de ese Cristo y creereacute cuanto me digas

-No delante de ese profeta crucificado en quien no creo sino delante de ti a quien adoro me humillareacute -dijo Morton arrodillaacutendose y besando las manos de Gloria- iexclQue mi padre me maldiga y me arroje de su casa si no te muestro ahora mi conciencia toda tal como es y si te oculto miacutenima parte de la verdad Yo te vi y desde que te vi te ameacute Creiacute desde luego que mi naufragio era providencial y que Dios te destinaba a ser miacutea iquestQuieacuten sabe sus designios iquestQuieacuten lee en su libro Mi creencia en Eacutel es grande y fuerte en todo le veo y cuando falto a su ley maacutes terrible pero maacutes claro se me aparece Hice para ti un misterio de mi religioacuten y procediacute con egoiacutesmo porque conociendo el horror que inspiramos a los catoacutelicos no queriacutea destruir con una palabra la felicidad de que inundabas mi alma Sabiacutea que no me podiacuteas amar conociendo mi religioacuten y calleacute Cuando quise hablar ya no era tiempo te amaba demasiado estaba cogido en las redes

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de un insensato amor parece que mi vida toda dependiacutea de ti en el alma y en el cuerpo y descubrirme equivaliacutea al suicidio Entonces penseacute en los medios para conseguir [314] una unioacuten perpetua contigo pero el problema religioso me espantaba me volviacutea loco me aturdiacutea maacutes que los mil truenos del Sinaiacute y que todas las venganzas de Jehovaacute Al fin comprendiacute que no habiacutea solucioacuten Nuestro amor era una contradiccioacuten horrible entre Dios y la Humanidad un absurdo espantoso la idea absoluta de la irreconciliacioacuten y al entenderlo asiacute retrocediacute y saqueacute fuerzas de mi espiacuteritu para la separacioacuten que te aconsejeacute Huimos el uno del otro porque no teniacuteamos maacutes remedio que huir el uno del otro como la noche el diacutea Hasta aquiacute no es tan grande mi maldad

-Pero despueacutes

-Despueacutes Yo no habiacutea pensado quebrantar mi resolucioacuten Con el alma destrozada me disponiacutea a abandonar para siempre este suelo cuando los incidentes producidos por una obra de caridad que carece de importancia y meacuterito me obligaron a volver Yo no seacute coacutemo vine a tu casa pero no creo en la fatalidad y seguacuten mis ideas nada pasa sin la voluntad expresa del que con sus dedos hizo el mundo y formoacute los astros y las almas He sido juguete de misteriosas fuerzas Dios me envioacute sin duda para probarme y conocer el temple de mi espiacuteritu Caiacute no tuve rectitud caiacute como cayoacute David [315] he sido un malvado iquestqueacute quieres pero te amo te amo y esto me disculpa ante Dios y debe disculparme ante ti Mi pasioacuten ha sido maacutes fuerte que yo Confieso mi crimen Yo no protesto Pero quita de en medio la funesta disparidad de nuestras creencias y veraacutes cuaacuten gran parte quitas a mi iniquidad

-iexclOh no mezcles el nombre de Dios a esto no lo mezcles

-Yo digo laquoiexclTu justicia como los montes tus juicios abismo grande oh Jehovaacuteraquo Obra de Dios es este conflicto supremo El amor viviacutesimo que a entrambos nos inflama obra suya es Maldigamos pero iquesta quieacuten hemos de maldecir A Dios no es posible a nuestro amor tampoco Maldigamos a las edades de quienes esto es obra perversa

-Maldice a tu raza que sacrificando a Jesuacutes se imposibilitoacute para la redencioacuten -dijo Gloria con briacuteo- No creo en tu confesioacuten porque tu alma estaacute a oscuras Huye de miacute no me toques El mismo amor que te tengo y que no puedo echar de miacute aumenta mi horror

-iexclOh Gloria Gloria -exclamoacute lleno de dolor el hebreo- no consientas en ser inferior a miacute porque yo aborrezco el catolicismo y a ti te venero porque seacute distinguir entre tu falsa [316] creencia que desprecio y tuacute misma a quien pongo sobre todas las cosas de la tierra De entre los aacutengeles de la luz has sido escogida Me gloriacuteo en ti y si fueras mi esposa ninguna mujer existiriacutea en la tierra ni maacutes venerada ni maacutes amada

-iexclYo tu esposa tu esposa yo iquestqueacute dices -gimioacute Gloria- iexclYo tambieacuten sontildeaba eso Dios poderoso y lo sontildeaba creyeacutendolo posible iexclCoacutemo habiacutea de sospechar este horrible conflicto Dios me ha desamparado Dios me abandona para siempre

-Si el tuyo te deja -dijo Morton corriendo hacia ella- el miacuteo te recoge laquoiexclTus juicios oh Jehovaacute abismo granderaquo

-Deacutejame -gritoacute Gloria huyendo de eacutel- No me toques

Pero no pudo impedir que Morton la estrechara entre sus brazos Treacutemula y sobrecogida Gloria se arrodilloacute y abrazaacutendole los pies gritoacute con voz dolorida

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-Daniel Daniel miacuterame de rodillas ante ti miacuterame deshonrada perdida para Dios y para el mundo Por el amor que te tengo por el honor que perdiacute por el respeto a Dios y el instinto del bien que hay en tu alma te suplico que me saques de este infierno Hazte cristiano lava tu alma y con tu alma mi deshonra [317] Has hecho una ruina espantosa repaacuterala Quizaacutes esto sea un aviso del cielo Un gran pecado ha abierto a muchos los ojos iexclConvieacutertete si me amas seacute cristiano adora esa cruz y veraacutes coacutemo sientes sublimado tu espiacuteritu veraacutes cuaacuten pronto se llena del verdadero Dios

-Hagamos un pacto -dijo Morton levantaacutendola del suelo

-iquestCuaacutel

-Siacutegueme

-iquestYo a doacutende

-A mi casa

-iexclOh tuacute has perdido el juicio

-Siacutegueme

-Pues bien -dijo Gloria con entusiasmo- Recibe el agua del bautismo cree en Jesucristo y te sigo te seguireacute abandonaacutendolo todo cualquiera que sea la voluntad de mi familia te seguireacute aceptando mi deshonra iquestPuede darse mayor sacrificio Pero ganar un alma al reino de Jesucristo bien lo merece

-Mi pacto es de otro modo -prosiguioacute Morton con febril impaciencia- Cada cual trate de convertir al otro a su religioacuten Si tuacute vences sereacute catoacutelico si yo venzo seraacutes judiacutea

Gloria volvioacute el rostro con horror

-Eso no puede ser -dijo- la idea de no ser [318] cristiana me espanta maacutes que la de la condenacioacuten eterna

-Y yo no puedo ser cristiano no puedo

-Daniel -murmuroacute Gloria desfalleciendo de dolor- iquestpor queacute no me matas Busca un arma

-Gloria vida miacutea iquestpor queacute no me matas tuacute a miacute Yo soy el que debe morir tuacute no El criminal he sido yo no tuacute

-Ha llegado la ocasioacuten de morir

-Dios nos abandona

-No hay solucioacuten

-No hay solucioacuten en la tierra -dijo Daniel sombriacuteamente

-Ni en el cielo -antildeadioacute Gloria con desesperacioacuten dejando caer sus brazos sin aliento y cerrando los ojos porque las fuerzas todas de su espiacuteritu se habiacutean agotado

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Cayoacute de rodillas y apoyando la frente en el lecho oroacute en silencio Morton sentado en un silloacuten se oprimiacutea la abrasada frente entre las manos De improviso los dos se estremecieron y se miraron porque habiacutean sentido pasos [319]

- XXXVIII -

Job

Dejamos al bueno de D Silvestre mostrando lleno de orgullo las peras de su huerta mientras D Juan Amarillo se apoderaba cual ave de rapintildea del sentildeor de Lantigua llevaacutendole aparte para hablarle de un grave asunto

Digamos algo de este hombre cuyo apellido es de los que maacutes admirablemente se conforman con la persona Pasaba Amarillo de los sesenta antildeos y era un hombre despacioso metoacutedico hasta lo sumo muy casero gran rezador del rosario blando en su conversacioacuten atravesado en su mirar de cabeza generalmente inclinada hacia un lado como breva madura nariz de pico cabeza calva ojos negros sombreados de largas pestantildeas aacutesperas barba fuerte pero afeitada y todo el rostro amarilliacutesimo y reluciente como pergamino Su ocupacioacuten [320] era prestar con usura Era el banquero de Ficoacutebriga y a todos sacaba de apuros previo un intereacutes que jamaacutes pasoacute de cuarenta por cien Como se ve no debiacutea de ser de los peores en el arte

Con el dote que le llevoacute su esposa Teresita la Monja y con su buen manejo y economiacutea (pues fue econoacutemico en todo hasta en tener hijos) en cuatro lustros se hizo muy rico Teniacutea bastante amistad con D Juan de Lantigua una de las pocas personas de Ficoacutebriga a quienes jamaacutes prestoacute nada como no fuera atencioacuten Gozaba fama de ser hombre muy religioso lo mismo que su mujer gran atisbadora de vidas ajenas y tan fuerte en la vida y milagros de todo el mundo que soliacutean llamarla el confesonario de Ficoacutebriga

Amarillo tomoacute el brazo de D Juan y llevaacutendole por bajo un emparrado en sitio muy solitario le dijo

-Hace tiempo mi querido D Juan que deseaba hablar a usted de un asunto y no quiero dejar pasar maacutes tiempo

-iquestQueacute es ello -preguntoacute Lantigua algo alarmado por el tono misterioso que el otro don Juan tomaba

-Un asunto grave iquestQueacute opinioacuten ha formado usted de miacute como hombre veraz [321]

-Opinioacuten muy favorable

-iquestMe cree usted capaz de mentir

-No sentildeor ni por pienso

-iquestDe embrollar de calumniar de levantar cataacutelogos

-Nada de eso

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-Pues oiga usted la advertencia de un hombre honrado que le estima que se interesa por la honra de su casa

-iexclPor la honra de mi casa D Juan -exclamoacute Lantigua con enojo- iquestqueacute quiere usted decir

-Soacutelo los ojos de marido no son ciegos Sonlo tambieacuten los de los padres bondadosos y confiados

-No comprendo

-Pues acabareacute de una vez Debe usted vigilar mucho pero mucho a su hija

-iexclA Gloria -exclamoacute D Juan lanzando un grito

-A la sentildeorita Gloria -afirmoacute el judiacuteo cristiano- Ella es buena no lo dudo pero estaacute en la edad de las pasiones No encuentro yo vituperable que las muchachas tengan novio pero al menos que lo escojan catoacutelico

-D Juan iquestqueacute farsa es esa -dijo Lantigua ponieacutendose tan amarillo como su interlocutor [322]

-iquestMe cree usted capaz de decir una cosa por otra de faltar a la verdad y de mortificar inuacutetilmente a un amigo Cuando me atrevo a hablar a usted Sr de Lantigua es porque el hecho es cierto ciertiacutesimo Gloria ha tenido entrevistas con Daniel Morton

-iquestDoacutende cuaacutendo -preguntoacute Lantigua cambiando del amarillo enfermizo al rojo sanguiacuteneo

-En los pinos hace pocos diacuteas Con decir a usted que mi esposa lo advirtioacute primero y que despueacutes lo vi yo con mis propios ojos Como se dijo que Morton partiacutea yo me calleacute pero al oiacuter al sentildeor obispo que le habiacutea visto entrar en Ficoacutebriga me alarmeacute y dije laquoPues no pasa de esta tarde sin contarle todo al amigo D Juanraquo

-iexclPor vida de -exclamoacute Lantigua cerrando los puntildeos y apretando los dientes- que si no fuera verdad lo que usted me cuenta iquestQuieacuten lo ha visto quieacuten

-Mi esposa y otras personas de la villa Morton veniacutea a caballo de la capital de la provincia y dando un rodeo por los prados de la Pesqueruela para no entrar en Ficoacutebriga iba a los pinos donde le aguardaba

Despueacutes del primer arrebato vacilante entre la incredulidad y la alarma Lantigua cayoacute [323] en estupor profundo Sintioacute un dolor agudiacutesimo en el corazoacuten y no pudo decir palabra Pareciacutea que le habiacutean arrancado de repente la ilusioacuten de toda su vida y quedose como el santo aacuterabe Job cuando llegando un criado le dijo laquoTus hijos y tus hijas estaban bebiendo vino en casa del primogeacutenito Y he aquiacute un gran viento que vino del lado desierto e hirioacute las cuatro esquinas de la casa y cayoacute sobre los mozos y murieron y solamente escapeacute yo para traerte las nuevasraquo

Pero D Juan no rasgoacute su levita ni trasquiloacute su cabeza ni cayoacute en tierra antes bien reponieacutendose algo de la sorpresa si bien no de la pena deciacutea luego para siacute -Es mentira es mentira

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-Pero haremos bien en retirarnos dentro de la casa porque llueve amigo Lantigua -indicoacute Amarillo

En efecto lloviacutea Todos se metieron dentro huyendo del agua y los criados de D Silvestre retiraban a toda prisa la mesa y la vajilla expuestas a la intemperie

-Esto pasaraacute pronto -dijo el padre de Gloria mirando al cielo

-Yo creo -manifestoacute Romero- que tendremos una segunda edicioacuten de aquel famoso diacutea cuando sacamos a los naacuteufragos de a [324] bordo del Plantagenet iexclQueacute diacutea sentildeores Aquello siacute que era llover aquellas siacute eran olas Yo lo confieso tuve miedo

-Vaacutemonos -dijo de improviso el sentildeor de Lantigua indicando en su rostro una gran impaciencia

-iquestLloviendo Por Dios D Juan iquestqueacute prisa hay

-Yo me quiero marchar Peor seraacute esperar a que llueva maacutes y a que se haga de noche

-Como tuacute quieras -dijo D Aacutengel

D Silvestre mandoacute enganchar el coche de Lantigua

Cuando el coche estuvo preparado en el Soto de Brijaacuten arrecioacute de tal modo la lluvia que fue opinioacuten general esperar a que pasase la turbonada Los caminos estaban intransitables y el cochero de Lantigua asiacute como el del breck aseguraron que seriacutea milagro llegar a Ficoacutebriga sin que se rompiese alguna ballesta

-No importa -manifestoacute D Juan- Vaacutemonos

Pero en el mismo instante dijeron

-El puente de Judas se ha quebrantado y no puede pasar ninguacuten coche

-Hoy es diacutea de desgracia -gruntildeoacute D Juan hiriendo el suelo con el pie- iexclEl puente quebrantado Vean ustedes lo que son nuestros [325] ingenieros iexclQueacute Gobierno Con el dinero que se gastoacute en ese puente de palo se podriacutean haber hecho dos de soacutelida piedra

-No hay maacutes remedio que tener paciencia -dijo Su Ilustriacutesima con tranquilidad

-No hay maacutes remedio que marcharnos a pie -antildeadioacute D Juan- Es calamidad Ni siquiera tenemos paraguas

-iquestPero tuacute estaacutes loco iquestA doacutende vas -manifestoacute D Aacutengel deteniendo a su hermano

-iexclPor Dios D Juan no parece sino que arde la casa

El camino en realidad estaba intransitable y espumosos arroyos de fango y agua descendiacutean por las laderas

D Silvestre dispuso que un criado suyo llamado Francisquiacuten bajase a reconocer todo el camino hasta Ficoacutebriga Al poco rato volvioacute diciendo que estaba medianillo y que el puente se podiacutea pasar andando por eacutel con mucho cuidado

-iexclQueacute cobardes somos -exclamoacute Lantigua dirigieacutendose a la puerta

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Por segunda vez le detuvieron y he aquiacute que el cura dijo

-Maacutes vale que pasen ustedes aquiacute la noche Tengo buenas camas La crecida de la riacutea es espantosa y no vale la pena de que nos expongamos [326] a perecer Si subimos hasta Villamojada para pasar el puente de San Mateo tardaremos cinco horas lo menos porque el acarreo de mineral ha puesto la carretera como ustedes saben

Mucho costoacute persuadir a D Juan a que se quedara pero al fin lo consiguieron y se mandoacute a su casa el recado de que ya se tenemos noticia

Y he aquiacute que al volver Francisquiacuten dijo

-La sentildeorita Gloria esperaba muy alarmada pero ya estaacute tranquila

-iquestQuieacuten estaba alliacute -preguntoacute D Juan con viva ansiedad

-Roque D Amancio el de la botica Joseacute el cartero el maestro Rubino Germaacuten

-iquestY nadie maacutes

-Y el Sr Morton

Por el abrasado pensamiento de D Juan de Lantigua pasaron aquellas palabras del libro de Job laquoFuego de Dios cayoacute del cielo que quemoacute las ovejas y los mozos y los consumioacute solamente escapeacute yo solo para traerte las nuevasraquo

-iquestQueacute es eso D Juan le ha hecho a usted dantildeo la comida -preguntoacute D Silvestre a su amigo

iquestEstaacutes malo -le dijo el obispo observaacutendole carintildeosamente [327]

D Juan se habiacutea puesto verde

-A ver ese pulso -indicoacute D Silvestre que tambieacuten se las echaba de meacutedico

-Por fin -dijo uno de los compinches del cura que habiacutea venido de la capital de la provincia- cierto amigo que encontreacute en Villamojada y que acaba de llegar de Madrid me ha informado de la religioacuten de ese Sr Morton a quien D Juan ha nombrado Es nada menos que judiacuteo

Una exclamacioacuten de sorpresa y espanto sonoacute en toda la sala

-iquestEs eso verdad -preguntoacute Lantigua echando fuego por los ojos

-iexclTan verdad Daniel Morton es hijo de un riquiacutesimo israelita de Hamburgo rabiacute de la secta o como si dijeacuteramos el sumo sacerdote o el papa de los judiacuteos

-A pesar de eso no me pesa haberle salvado la vida -dijo con petulancia D Silvestre- porque estaacute escrito Bendecid a los que os maldicen y haced bien a los que os aborrecen iexclQueacute diacutea aquel

-Muy bien -afirmoacute el prelado estrechando la mano del cura- Asiacute me gusta

Despueacutes se quedoacute tan pensativo que pareciacutea una estatua

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-Mi opinioacuten -dijo D Juan Amarillo gravemente- [328] es que no se debe consentir en Ficoacutebriga la presencia de ese hombre

-No se debe consentir -antildeadieron dos o tres de los presentes

Entonces Su Ilustriacutesima habloacute asiacute

-Mientras el impiacuteo exista existiraacute la esperanza de traerle al buen camino Dios no revela a nadie los caminos de su justicia San Agustiacuten amigos miacuteos nos ensentildea que el impiacuteo estaacute sobre la tierra ut corrigatur ut per illum bonum exerceatur es decir para que se corrija para que el bien por razoacuten de eacutel sea hecho

D Juan de Lantigua se levantoacute diciendo con firmeza

-Yo me voy

Su tono indicaba una resolucioacuten tan firme que nadie se atrevioacute a contradecirle El obispo empezando a participar de la inquietud de su hermano antildeadioacute

-Pues yo tambieacuten me voy

-Iremos por Villamojada -indicoacute don Juan

-iexclQueacute temeridad -dijo D Silvestre en voz baja al joven del Horro- Cuando a este D Juan se le mete una cosa en la cabeza Y no estaacute nada bueno iquestNo ve usted queacute color se le ha puesto Tiene calentura [329]

- XXXIX -

El rayo

Gloria y Daniel Morton habiendo sentido pasos temblaron Ni uno ni otro se atrevieron a moverse Ninguno de los dos pudo articular una siacutelaba Conteniacutean el aliento Ambos deseaban ser aire impalpable e invisible para desaparecer

De repente la puerta abriose y aparecioacute D Juan de Lantigua Gloria lanzoacute un grito terrible No se sentiraacute mayor espanto cuando se oigan las trompetas del juicio y aparezca entre nubes de fuego el que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos

D Juan avanzoacute hacia su hija con el brazo levantado pero como si le faltara la tierra a sus pies cayoacute violentamente al suelo exhalando un gemido Su venerable cabeza cana rebotoacute contra el suelo [330]

D Aacutengel que veniacutea detraacutes Sedentildeo Gloria y Morton se abalanzaron al cuerpo del infeliz padre Lo examinaron pareciacutea muerto

Dieacuteronse voces de socorro y acudieron atropelladamente los criados Cuando levantaban a D Juan el prelado separoacute con vigorosa mano a Daniel Morton dicieacutendole

-iexclDeicida sal de aquiacute

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Por primera vez en su vida se habiacutea visto la ira en el semblante del glorioso hijo de Ficoacutebriga

El hebreo salioacute como un muerto que anda

En tanto vino el meacutedico y dijo que D Juan de Lantigua habiacutea sido atacado de una apoplejiacutea fulminante y que durariacutea pocas horas Sin embargo se aplicaron con actividad febril todos los remedios indicados para arrancar su presa a la muerte Habiacutea perdido por completo el conocimiento y solamente el pulso anunciaba los uacuteltimos congojosos esfuerzos de la desesperada vida

Gloria teniacutea en su remordimiento y en su dolor un peso tan grande que cuando la retiraron del lado del enfermo llevaacutendola a su cuarto no pudo salir de eacutel ni aun moverse De rodillas atoacutenita con los espantados ojos fijos en el suelo pareciacutea estatua de maacutermol esculpida [332] para conmemorar un gran desastre o representar la idea de la condenacioacuten eterna En su paroxismo de dolor oyoacute los luacutegubres pasos de los sacerdotes que subiacutean con el Oacuteleo Santo los sintioacute despueacutes bajar a punto que entraba por las ventanas la luz de una aurora maacutes triste que la loacutebrega y friacutea noche

Al fin Gloria vio aparecer a D Aacutengel que le dijo -Tu padre ha muerto

El santo hombre llevoacute ambos puntildeos a sus ojos y empezoacute a llorar como un nintildeo

FIN DE LA PRIMERA PARTE MADRID

Diciembre de 1876

Segunda Parte [5]

- I -

Serafinita y D Buenaventura de Lantigua

Lo que ahora se refiere ocurrioacute en Abril y en Semana Santa que vino aquel antildeo algo atrasada En cambio la primavera se adelantoacute tanto que San Joseacute trajo muchas flores la Encarnacioacuten maacutes y San Venancio entroacute lleno de rosas y claveles Pocas veces se habiacutea visto Ficoacutebriga tan bien engalanada para las festividades religiosas maacutes interesantes al alma y a los ojos del cristiano y ademaacutes de la placentera estacioacuten y del delicioso temple con que le favoreciacutea Naturaleza teniacutea aquel devotiacutesimo pueblo otros motivos de gozo

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Siacute sabedlo aquel antildeo habriacutea procesiones regocijo de que [6] estuvieron privados los anteriores a causa de la pobreza del clero y lastimosa decadencia del culto

Y aquel antildeo habriacutea procesiones porque ofrecieron costearlas de su bolsillo particular dos benemeacuteritos ficobrigenses el Excelentiacutesimo Sr D Buenaventura y la Sra Dordf Serafina de Lantigua hermanos de D Aacutengel y del difunto D Juan Crisoacutestomo que fallecioacute repentinamente el diacutea de Santiago del antildeo anterior En el capiacutetulo IV de la Primera Parte hicimos raacutepida mencioacuten de estas dos estimables personas mas no era entonces ocasioacuten de hablar mucho de ellas ahora siacute

-Venturita y la Serafina -deciacutea a sus amigas en el poacutertico de la Abadiacutea la esposa de don Juan Amarillo- han venido a Ficoacutebriga con el objeto que todos sabemos y cuanto digan de arreglar la testamentariacutea del Sr D Juan es farsa y enredo Aquel desgraciado sentildeor aunque murioacute como si le partiera un rayo dejoacute sus intereses y sus papeles en orden completo Pero es preciso decir algo para que el puacuteblico no se fije en la verdad iexclAh la verdad iexclBienaventurados los que como yo la ponen por encima de todas las cosas Y la verdad es que

Y al decir esto Teresita la Monja susurraba [7] al oiacutedo de sus amigas siacutelabas misteriosas Sonreiacutean persignaacutendose las sentildeoras y acto continuo entraban todas en la iglesia porque las misas iban a empezar

En efecto D Buenaventura y su hermana habiacutean ido a Ficoacutebriga (esta en Septiembre del antildeo anterior y aquel en Marzo del que corriacutea) para asuntos no relacionados con la testamentariacutea del Sr D Juan iexclY queacute excelentes personas eran uno y otro Verdad es que trataacutendose de aquella privilegiada y sin igual familia no pueden sorprender a nadie las perfecciones morales y altas prendas del alma que pareciacutean vinculadas en ella como en otras el superior ingenio o la belleza

Serafinita seguiacutea en edad al difunto don Juan El obispo era el primogeacutenito y D Buenaventura el maacutes joven Este era feliz esposo y feliciacutesimo autor de numerosa prole en cambio su hermana era viuda y no teniacutea ni habiacutea tenido nunca hijos Distinguiacutease la noble sentildeora por una semejanza tan peregrina con don Aacutengel que verla a ella era ver a Su Ilustriacutesima vestido de mujer con un peinado entre antiguo y moderno traje negro sin pretensiones de elegancia pero tambieacuten sin abandono alguna vez guantes negros de hilo mantoacuten negro y anillo negro en uno de los colorados y [8] regordetes dedos de su mano derecha En diacuteas de Nordeste que es un viento muy amigo de las neuralgias soliacutea centildeir fuertemente su cabeza con un pantildeuelo negro y pegarse en las sienes negros parchecillos Cuando las humedades la haciacutean claudicar de la pierna izquierda a causa de la detestable propensioacuten al reuma adquirida antildeos atraacutes se apoyaba en un bastoacuten negro En los diacuteas serenos y templados que convidaban a gozar de la Naturaleza y confiarse sin miedo a ella iba a dar una vuelta por la orilla del mar en compantildeiacutea de Francisca Sentaacutendose en cualquier pentildea sacaba del hondo bolsillo la labor que jamaacutes olvidaba y picoteando con las agujas se poniacutea a trabajar en una media negra

Teniacutea el semblante agraciado y tranquilo tentildeidas las mejillas de leve rosicler mustio como de flor tiempo ha tronchada Lo mismo que en el sentildeor Prelado en ella la sonrisa era el signo maacutes elocuente y sostenido del lenguaje de su cara y sus hermosos ojos claros que habiacutean visto tanto mundo y llorado tantas penas reluciacutean con cierta expresioacuten festiva entre las negruras de que estaban rodeados Del mismo modo el alma de Serafinita se sosteniacutea confiada y valerosa con el admirable temple que dan la

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conciencia pura y una creencia inmutable en medio de las borrascas de su amarga [9] vida y estas habiacutean sido tantas que ninguna otra mujer padecioacute maacutes que ella

De su matrimonio puede decirse como del infierno cristiano que habiacutea sido el conjunto de todos los males sin mezcla de bien alguno El hombre con quien se casoacute por compromisos de familia reuniacutea en su alma proterva todas las maldades vicios y groseriacuteas imaginables y era libertino disipador cruel falso tramposo La pobre Serafinita sufrioacute con resignacioacuten malos tratamientos infidelidades escaseces y molestias a que no estaba acostumbrada presencioacute escaacutendalos vilezas vergonzosas intervenciones de la justicia rintildeas estafas y por uacuteltimo padecioacute la mayor humillacioacuten y la pena maacutes aguda al ser maltratada salvajemente por aquel monstruo Horror causa referirlo Un diacutea el baacuterbaro esposo la abofeteoacute puacuteblicamente Otro diacutea en la intimidad de la casa la arrastroacute por los cabellos La admirable entereza y resignacioacuten de virtud tan modesta le enfureciacutea maacutes como si en el heroico silencio de ella oyera terribles anatemas de su vil conducta En aquella lucha horrible a la humillada viacutectima perteneciacutea el grandioso valor la cobardiacutea al verdugo victorioso Al fin Dios introdujo en la casa su mano justiciera El marido cayoacute enfermo con lepra repugnante La esposa abofeteada y arrastrada [10] viendo llegar la ocasioacuten propicia de su venganza tomola con arreglo a la idea evangeacutelica tan arraigada en su alma es decir que le abrumoacute a carintildeos le abofeteoacute con cuidados y le clavoacute en la cruz de la maacutes dulce solicitud y ternura Aseguran que el infame murioacute convertido y Serafinita hablando de aquella muerte deciacutea

-El Demonio me lo entregoacute a miacute y yo le entregueacute a Dios Buen chasco te has llevado Sataacuten

Al enviudar manifestoacute deseos de retirarse del mundo consagrando sus diacuteas al amor de Dios y en verdad aquel trabajador habiacutea hecho bastante en la vintildea y mereciacutea jornal y descanso pero la muerte de D Juan con las horribles circunstancias que la acompantildearon impidieron su santo proposito Dios deciacutea a Serafinita laquoTodaviacutea te necesito en el mundo alguacuten tiempo maacutesraquo De la puerta del convento marchoacute a Ficoacutebriga

D Buenaventura teniacutea poca semejanza en lo fiacutesico con sus tres hermanos mas por lo bueno y honrado y cabal se conociacutea muy bien en eacutel la casta de Lantigua Era el menos guapo asiacute como D Juan habiacutea sido el maacutes hermoso En cambio pareciacutea ser el maacutes feliz Dedicado a los negocios de banca habiacutea sabido acrecentar [11] su fortuna y viviacutea holgadiacutesimamente muy estimado de todo el mundo en el seno de una familia ejemplar que se divertiacutea cuanto era posible sin ofender a Dios Ademaacutes D Buenaventura no habiacutea declarado la guerra a la generacioacuten presente como su hermano teniacutea un caraacutecter maacutes franco humor maacutes tolerable conciencia menos rigorista pensar maacutes elaacutestico aunque mucho menos brillante facultad de adaptacioacuten que aquel no conociacutea y a causa de estas prendas que cada cual juzgaraacute como mejor le acomode y del lisonjero estado de sus asuntos y de la bienaventuranza que por doquier le sonreiacutea inclinaacutebase a creer que el mundo no iba tan mal como alguien deciacutea ni que la sociedad presente era la maacutes ruin y execrable de las sociedades posibles

La muerte de D Juan a quien amaba con delirio hizo en su espiacuteritu el maacutes desastroso efecto y la desgracia de su adorada sobrinita le teniacutea sin consuelo En Marzo del antildeo siguiente a la cataacutestrofe llegoacute a Ficoacutebriga Sus paisanos se alegraron de verle y corrioacute la voz de que D Buenaventura proyectaba algo muy interesante para su familia y para el buen nombre de su hermano difunto y deshonrado iquestEra esto verdad No queda

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duda de que su mente trabajaba Veiacuteasele pasear por la playa o detenerse [12] largas horas en el cementerio examinando el sepulcro que se estaba construyendo para su hermano o vagar solo por los alrededores de la casa huyendo de toda amistosa compantildeiacutea con las manos a la espalda la cabeza inclinada fijos los ojos en el suelo ligeramente fruncido el centildeo lento el paso A ratos alzaba semblante y miraba hacia el cielo como quien va a preguntar algo mas volviacutea pronto a leer en la tierra sin duda por no haber recibido contestacioacuten

Vestiacutea coacutemodo traje negro calzando zapatos de cuero amarillo a prueba de arenas y lodos por cuya combinacioacuten de colores los holgazanes de Ficoacutebriga que pasaban su vida murmurando en la botica deciacutean al ver a don Buenaventura laquoahiacute viene el mirloraquo Era su cuerpo alto y no fornido un poco echado hacia adelante sin duda por el haacutebito de vivir largas horas sobre los libros en el escritorio Su rostro sin dejar de ser harto comuacuten era muy agradable uno de esos rostros mundanos que parecen hechos para el saludo y el comercio social y que siempre apareciacutea pulcramente afeitado pues en los varones de aquella familia el aspecto eclesiaacutestico era como una tradicioacuten Apenas habiacutea algunas canas en su cabeza y de su cuello pendiacutean lentes azules que usaba en [13] diacuteas muy claros porque sus ojos ya que no lloraban por penas lloraban por la luz meridional Rara vez usaba bastoacuten y las manos por lo comuacuten se volviacutean hacia atraacutes se juntaban se acariciaban daacutendose cordiales apretones como dos buenas amigas

Asiacute era D Buenaventura de Lantigua Cierto diacutea (precisamente el viernes de Dolores) al volver de una diligencia encontroacute a su hermana que sentada en un banco del jardiacuten trabajaba en su media negra Ambos hablaron [14]

- II -

Lo que dijeron

-iquestTampoco hoy ha querido salir -preguntoacute D Buenaventura

-Tampoco -repuso Serafinita sin levantar la vista de su obra- iexclPobrecilla Hazte cargo Ventura de coacutemo estaraacute su espiacuteritu Ni seacute yo coacutemo vive ni seacute coacutemo no ha muerto de tristeza de dolor de verguumlenza

-Pues es preciso -dijo eacutel con entereza- que no muera de ninguna de esas tres cosas sino que viva

-iexclVivir -exclamoacute Dordf Serafina suspirando- Siacute ese es nuestro deber iexclAy para algunos es una obligacioacuten bastante pesada Yo comprendo la angustia de esa infeliz hija de mi hermano iexclpobre flor tronchada por el baacuterbaro pie del asno que en un momento de descuido entroacute en el jardiacuten No no he conocido en [15] mi ya larga vida ejemplo semejante ni hay otra caiacuteda que a esta se iguale como no sea la de Satanaacutes Y no me digas que tiene remedio en el orden mundano Ventura Tuacute has perdido el juicio y si insistes en que esto puede arreglarse

-Para todo hay remedio en el mundo -replicoacute D Buenaventura tomando una silla de hierro y sentaacutendose frente a su hermana

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-Ventura -dijo Serafinita alzando los ojos de la obra negra- recuerda bien lo que nos manifestoacute nuestro bendito hermano al partir para Roma en Enero

-Lo recuerdo bien

-Nos dijo estas mismas palabras laquoQueridos hermanos en el asunto de la pobre Gloria obrad con arreglo a las ideas de nuestro idolatrado Juan Crisoacutestomo que estaacute en el cielo Haced lo que eacutel habriacutea hecho si hubiera sobrevivido a la horrenda cataacutestrofe de su honor Inspireacutemonos en su recuerdo seamos herederos fieles de su conducta ya que no podemos serlo de su inteligencia poderosa En Roma no olvidareacute este espantoso asunto y cuando vuelva espero traer alguna luzraquo

-Eso dijo siacute -repuso D Buenaventura- Yo creo que el mejor modo de proceder con arreglo al pensamiento del pobre Juan es hacer [16] lo que nos inspire nuestra conciencia Juan habriacutea hecho lo mismo

-iexclLa conciencia -exclamoacute Serafinita moviendo la cabeza- Esa palabra por decirlo todo a veces no dice nada iexclLa conciencia iexclAy Ventura yo veo a la tuya inclinada a ciertos acomodamientos maacutes deshonrosos que la misma deshonra que pretenden evitar la veo dispuesta a eso que el mundo llama transaccioacuten justo medio o no seacute queacute Pieacutensalo bien y di si en este caso horrible puede hacerse maacutes que aceptar el golpe que el Sentildeor se ha dignado descargar sobre nuestra familia abrumaacutendola de vilipendio dime si es posible otra cosa maacutes que sucumbir gimiendo y llorar nuestra deshonra haciendo todo lo posible para que no se divulgue lo que no debe divulgarse

-Todo seraacute del dominio puacuteblico

-No -dijo vivamente Serafinita con cierto orgullo- Hay algo que no se sabraacute nunca al menos por ahora Mi prudencia responde de ello mi discrecioacuten me asegura que en eso no picaraacuten las viperinas lenguas de Ficoacutebriga

-Tambieacuten en eso

-Pues sea como quieres Si Dios dispone que la verguumlenza aumente aumentaraacute Estoy preparada a todo Ya nada me espanta El Sentildeor [17] ha querido probarnos iexclBendita sea su mano

-iexclBendita sea -replicoacute D Buenaventura

-No tuacute no puedes decir eso -objetoacute vivamente Serafinita- Tuacute no puedes bendecir la mano que nos ha herido porque quieres rebelarte contra ella quieres hacer ahiacute unas composturas y unos amasijos y unas combinaciones sutiles de que no puede resultar nada bueno para la conciencia ni para la fe cristiana iquestA queacute aspiras tuacute Vamos a ver diacutemelo claramente

-A lo que se aspira siempre cuando ocurren estas desgracias en una familia honrada -repuso D Buenaventura con flemaacutetico acento

-Si el caso presente fuera como otros muchos que vemos un diacutea y otro en nuestra sociedad pase -dijo la sentildeora sintieacutendose fuerte con sus argumentos- pero ya sabes que desde que el mundo es mundo Ventura no ha ocurrido un caso como este al menos en Espantildea Se podriacutea creer que Dios ha enviado tan singulariacutesimo y horrendo suceso como una especie de aviso con el cual quiere advertir a los espantildeoles los conflictos dolorosos que les esperan

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-Hermana -dijo D Buenaventura interrumpieacutendola- sin quererlo tal vez has dicho una cosa muy sabia [18]

-No te burles -repuso Serafinita rascaacutendose tras de la oreja con una de las agujas- lo que quiero decir es que si el caso que estamos llorando fuera como otros Estoy cansada de ver nintildeas caiacutedas en un momento de debilidad por una ilusioacuten funesta pero hijo la ley la religioacuten y la misericordia paterna hallan medio de arreglar estas cosas entre nosotros

-iquestY por queacute no hemos de aspirar ahora a un resultado semejante

Serafinita miroacute con estupor a su hermano dejando caer la media negra sobre sus rodillas

-iexclEstaacutes loco -exclamoacute- Ventura Ventura ten presente que para que caiga la bendicioacuten del cura sobre este nudo horrible y lo desate y lo ate despueacutes como es debido es preciso que Dios deshaga el mundo y vuelva a hacerlo de otro modo que veamos desbaratada pieza por pieza la sociedad actual con sus creencias sus castas sus leyes y vuelta a armar despueacutes conforme a tu gusto y capricho

-Puede ser que quedara mejor -dijo don Buenaventura sonriendo y balanceaacutendose en la silla

-Pues anda pon tu mano en la obra enmienda la hechura de Dios y de tantos siglos

-En suma querida hermana -manifestoacute [19] Lantigua resueltamente- yo no quiero enmendar la obra de Dios ni volver el mundo del reveacutes Reconozco la fuerza del argumento terrible que acabas de hacerme iquestPero no es lo maacutes prudente y lo maacutes cristiano tentar todos los medios antes de declarar irreparable esta desgracia Todo el dantildeo producido en las esferas de lo humano es humanamente susceptible de ser remediado

-Esos remedios estaacuten en tu imaginacioacuten Pareces un nintildeo Ventura No siendo posible que una religioacuten falsa y otra verdadera se mezclen y confundan como el agua y el vino que se echan en un vaso no siendo posible que nuestra santa fe catoacutelica transija en esto ni se humille ante las mentiras sacriacutelegas de una secta infame ignoro coacutemo vas a componer tu acomodo

-Precisamente deseo intentar algo que proporcione un gran triunfo a nuestra santa fe catoacutelica -dijo D Buenaventura

-iquestQueacute iquestConvertirle Me pareces tonto Lo que nuestro bendito hermano no pudo conseguir iquesthas de lograrlo tuacute iexclAh Como no intentes su conversioacuten por la viacutea de los negocios El corazoacuten de esa gente se ha de ablandar maacutes por las emociones del agio que por los sentimientos religiosos [20]

-Cuando mi hermano intentoacute convertirle no existiacutean para eacutel las poderosas razones sociales los graves compromisos de honor de dignidad de delicadeza los deberes de humanidad

-iexclHonor dignidad delicadeza humanidad Probablemente no entenderaacute ese lenguaje el que ha causado nuestra ignominia

-Esta es lengua universal En fin querida hermana pronto saldremos de dudas

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-iquestCoacutemo

-Oyeacutendole

-Pues queacute -exclamoacute Serafinita con terror- iquestEse hombre

-Va a llegar Le he llamado yo

-iexclVentura Ventura

Serafinita no pudo decir maacutes Era incapaz de coacutelera pero su corazoacuten se llenoacute de pena Emprendiendo con freneacutetica actividad su obra fijaba sus animadas pupilas en las puntas de las dos agujas que rozaacutendose con fuerza pareciacutean las espadas de irritados duelistas que se batiacutean furiosamente Despueacutes de un rato de silencio Serafinita dijo

-iexclVentura Ventura iquestHas escrito al hebreo

-Siacute y vendraacute

-Tal vez no Ya sabes que en Diciembre [21] estuvo aquiacute y nuestra sobrina no quiso recibirle

-Ya lo seacute

-Y que le ha escrito muchas cartas

-Sin que ella se haya dignado leerlas Tambieacuten lo seacute

-Pues ahora tampoco le recibiraacute

-Allaacute lo veremos No creo que mi vida a Ficoacutebriga sea en balde ni que mi autoridad sea una irrisioacuten -dijo Lantigua demostrando gran confianza en la eficacia de su voluntad

-Querido hermano tuacute has olvidado la recomendacioacuten de Aacutengel

-No ya seacute que nos dijo laquoHaced lo que hariacutea Juan Crisoacutestomo si vivieraraquo

-iquestY tuacute crees -preguntoacute Serafinita con expresioacuten de triunfo pensando que su argumento no teniacutea reacuteplica- tuacute crees que nuestro hermano habriacutea escrito a ese hombre rogaacutendole que viniera

-No lo seacute Juan no pudo pronunciar una sola palabra sobre su deshonra Murioacute Callado

-Juan no murioacute de apoplejiacutea -manifestoacute con emocioacuten muy honda Dordf Serafina- murioacute de ira que tambieacuten la indignacioacuten mata Su pensamiento se abrasoacute su alma huyoacute escandalizada del cuerpo en un instante horrible El cielo desplomoacutesele encima Me parece que oigo la iacutentima exclamacioacuten de su espiacuteritu al volar [22] temblando de este mundo Ventura Ventura inspiacuterate en nuestro hermano muerto por su deshonra identifiacutecate con eacutel y represeacutentate aquel instante tremendo su sorpresa su terror su congoja de padre amantiacutesimo y de catoacutelico ferviente haz un esfuerzo y procura creer que tuacute eres eacutel mismo y no tuacute que eacutel ha resucitado en ti

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-Inspiraacutendome en mi conciencia -dijo serenamente el banquero- creo inspirarme en eacutel

Y levantaacutendose echoacute ambas manos a la espalda y encorvoacute ligeramente el cuerpo y se puso a pasear por el jardiacuten de un aacutengulo a otro sin apartar la vista de la arena que crujiacutea bajo sus amarillos zapatos Serafinita desbaratando un gran trozo de media negra que estaba detestablemente hecho empezolo de nuevo [23]

- III -

Cosas que se ignoran y otras que se saben y deben decirse

La casa no estaba lo mismo que el antildeo anterior El jardiacuten hallaacutebase bastante descuidado creciendo en eacutel o con excesiva libertad o sin la carintildeosa esclavitud del jardinero las flores de primavera que ornaban sus verdes cuadros Los arbustos y aacuterboles de sombra los recortados setos las enredaderas de mil brazos el ceacutesped y los tiestos viviacutean angustiadamente bajo el imperio del olvido En cambio los caracoles sacaban el vientre de mal antildeo en aquellos meses y se extendiacutean cual inmenso rebantildeo jamaacutes saciado por todo lo verde subiendo por los tallos arriba hasta llenar de inmundas babas la maacutes alta hoja que tal es el oficio de estos ministros de la envidia Algunos teniacutean tal descaro que se subiacutean por las faldas [24] de Dordf Serafina y la observaban con sus ojuelos y moviacutean ante ella sus expresivos tentaacuteculos como diciendo laquoiquestqueacute habraacute venido a hacer aquiacute esta buena sentildeoraraquo

En lo exterior de la casa los desperfectos causados por el uacuteltimo invierno no habiacutean sido reparados Faltaban pedazos de yeso y molduras Por no hallarse en buen estado los canalones existiacutea en la pared de Levante una gran mancha de humedad al modo de sombra irregular y compleja que casualmente pareciacutea representar una figura o monstruo de muchas patas y amenazante boca La veleta se habiacutea doblado con los poderosos bofetones del huracaacuten y la flecha desquiciada y sin movimiento sentildealaba siempre al Norte Estaba muerta

Dentro podiacutean notarse asimismo los tristes efectos del abandono Algunas piezas no habiacutean sido abiertas en mucho tiempo El reloj de gran esfera y resonante timbre que estaba en el vestiacutebulo para advertir a todos los de la casa la hora de las obligaciones de los placeres del descanso y del trabajo habiacutea enmudecido y su rostro mofletudo que tan bien sabiacutea responder antes a los que le preguntaban cosas del tiempo no expresaba ya nada como no fuera la inmovilidad y el teacutetrico silencio de la muerte [25] En vano D Buenaventura tratoacute de ponerle en movimiento con el dedo ora impulsando las agujas ora el peacutendulo El reloj daba dos o tres latidos dos o tres pulsaciones quejumbrosas y volviacutea a caer en su hondo letargo Habiacutea en la quietud de sus agujas sobre la blanca esfera numerada algo semejante a entornados paacuterpados y a respiracioacuten sosegada y profunda Vieacutendole veiacutease a uno que duerme

En las habitaciones altas habiacutea otro de chimenea que habieacutendose hecho bufoacuten reiacutea de los grandes chascos que daba a sus amos y del trastorno que produciacutea Su conducta era maacutes propia de un pillete que de un reloj Asiacute cuando eran las seis eacutel marcaba y tantildeiacutea las once o vice-versa y a veces se tragaba medio diacutea lindamente o se empentildeaba en

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hacer creer que el sol saliacutea despueacutes de misa mayor Siempre que esta buena pieza le daba un bromazo deciacutea Francisca tristemente

-Anda hijo anda no eres tuacute solo el que disparata Como tuacute van todas las cosas de esta casa

Las habitaciones de D Juan su alcoba y su despacho habiacutean estado cerradas hasta que llegoacute D Buenaventura que tomaacutendolas para siacute pasaba alliacute largas horas ordenando los manuscritos y cartas de su hermano y completando [26] el cataacutelogo de la biblioteca Serafinita viviacutea en la planta baja por ser enemiga de escaleras y Gloria continuaba morando en su habitacioacuten primitiva Pero haciacutea muchos meses que los habitantes de Ficoacutebriga no habiacutean visto a la sentildeorita de Lantigua en la calle ni en el jardiacuten ni en los balcones Los mismos criados de la casa a excepcioacuten de las dos mujeres tampoco la habiacutean visto iquestDoacutende estaba iquestQueacute hacia No faltoacute en Ficoacutebriga quien asegurase que la sentildeorita de Lantigua se habiacutea vuelto fea ni quien dijese que se habiacutea vuelto loca Sus tiacuteos deciacutean que estaba enferma de cuerpo y de espiacuteritu Teresita la Monja enunciaba con su sibiliacutetico labio mil abominables cosas y ninguacuten ficobrigentildeo pasaba por el camino real ni por la plazoleta sin mirar a las tristes ventanas cerradas tambieacuten cual ojos de durmiente y decir para siacute laquoiquestqueacute haraacuteraquo

Durante algunos meses Gloria habiacutea sido objeto de comentarios diversos Bastante trabajoacute la curiosidad en aquellos diacuteas muchiacutesimo la envidia Se queriacutea demostrar que las grandes reputaciones son casi siempre usurpadas que no hay nada superior ni sublime que todo es pequentildeo y miserable que las flores no son flores sino fango que el diamante no es luz solidificada sino carboacuten en fin que todos somos [27] iguales y que si alguno sube mucho por hipocresiacutea o arte mundano debe bajar y ponerse al nivel de los demaacutes restableciendo la armoniacutea del vulgo tan necesaria a la de los mundos

iquestTeniacutea razoacuten la plebe iquestQuieacuten puede decirlo sin conocimiento de cosas y personas La sentildeorita se oculta de todo el mundo se esconde de todas las miradas haciendo de su vida un misterio impenetrable y como el laborioso insecto ha tejido un capullo y se ha quedado dentro con intencioacuten sin duda de no salir sino con alas o sea en espiacuteritu Si penetramos en la casa no nos es posible llegar hasta ella porque los criados detienen a todo intruso Hasta el taciturno reloj del vestiacutebulo parece decir con su torvo silencio laquoiquesta doacutende vas insensato Aquiacute ya no hay nadaraquo Creemos sentir leves pasos sobre el entarimado superior Son sin duda los pasos de la sentildeorita pero no son los de un gatito que juega Aunque ponemos gran atencioacuten no conseguimos oiacuter su voz que ha querido extinguirse para siempre como la del reloj creyeacutendose indigna de sonar entre los vivos

Atrevidos subimos mas no nos es posible verla tampoco La puerta de su habitacioacuten estaacute cerrada Por la noche si la sorprendemos por breve instante abierta descubrimos [28] vaga sombra de una cabeza sobre la pared La cabeza se mueve es ella sin duda pero convertida en leve mancha oscura sin alma y sin vida Si hay conversacioacuten dentro de la alcoba percibimos aguzando mucho el oiacutedo el vago silbido de las eses que se destacan sobre la pronunciacioacuten castellana como la espuma sobre las olas Nada maacutes puede oiacuterse en aquel murmullo lejano

Si continuamos observando vemos al traveacutes de la puerta que no ha sido bien cerrada suacutebita claridad rojiza que se extingue pronto No hay duda de que la sentildeorita ha quemado un papel Por Roque que dice todo lo que sabe sabemos que Gloria ha recibido poco antes una carta con sellos encarnados que no son los de Espantildea Despueacutes

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sale Francisca entra D Buenaventura y se entabla nueva y maacutes viva conversacioacuten que dura hasta hora muy avanzada Pero no podemos atrapar sino las fluctuantes eses que marcan y nada dicen solas D Buenaventura se retira al fin meditabundo como siempre oacuteyese el rumor de los perezosos rezos que preceden al suentildeo y sale despueacutes Serafinita tranquila y miacutestica como un santo que baja de su nicho para pasearse Luego se siente el chasquido de la llave iexclAdioacutes La sentildeorita se ha encerrado duerme y envuelta en delicada [29] nube de silencio de oscuridad de reposo ha lanzado su espiacuteritu a las zonas infinitas Avancemos apliquemos nuestro oiacutedo indiscreto al hueco de la llave iquestOiacutes algo Nada Quizaacutes un rumor maacutes tenue que el de las alas del maacutes pequentildeo insecto batiendo en el aire una leve cadencia que no sabemos si es la respiracioacuten de Gloria o el aliento de su Aacutengel de la Guarda que vela con la mano puesta sobre la frente de ella

Un diacutea que era saacutebado de Pasioacuten el narrador espioacute tambieacuten A la escalera llegaba gratiacutesimo olor de claveles y rosas accidente relativo a ella que pareciacutea ella misma La sentildeorita estaba haciendo un ramo Si nos hubieacuteramos hallado en el jardiacuten habriacuteamos sentido ligero ruido en la persiana alta y alzando la cabeza con la prontitud del curioso habriacuteamos visto una mano que en breve instante aparecioacute y huyoacute despueacutes de arrojar palos de flores y ramitas inuacutetiles Aquella mano era la misma que muchiacutesimos diacuteas antes habiacutea empujado la puerta de la casa para no dejar entrar a un hombre En cuanto a la cara soacutelo la vieron los paacutejaros alineados como tropa en el alambre o los que volando o piando pasaban

Francisca bajoacute por maacutes flores y Dordf Serafina subioacute llevando unos alheliacutees que ella misma cogiera Oyeacuteronse los tijeretazos cortando los [30] palos demasiado largos en el tronco del ramo Ni el mismo Roque que todo lo sabe sabiacutea para quieacuten eran aquel ramo

Pronto lo sabremos nosotros Era media tarde cuando entraron y se reunieron en el comedor D Buenaventura y los dos personajes de maacutes peso en la repuacuteblica ficobrigense Bien se comprende que no podiacutean ser otros que don Silvestre Romero y D Juan Amarillo este uacuteltimo elevado poco antes a la categoriacutea de alcalde con lo cual su respetabilidad que ya era grande se habiacutea remontado a lo sublime

D Silvestre a poco de estar en el comedor subioacute con objeto de ver a su amada penitente como eacutel deciacutea Era de los pocos que gozaban el privilegio de visitarla Quedaacutendose solos don Buenaventura y el digno alcalde este habloacute a su amigo de los uacuteltimos acuerdos del Ayuntamiento referentes a las procesiones de Semana Santa costeadas por el generoso banquero y que debiacutean ser dos a la usanza antigua la del Salvador el Domingo de Ramos y la del Crucificado con dos pasos maacutes y la Dolorosa el Jueves A todo dijo ameacuten D Buenaventura mas no se mostroacute muy gozoso cuando el representante de la autoridad municipal le hizo saber que a eacutel al propio sentildeor de Lantigua correspondiacutea lugar muy honroso en ambas procesiones [31] debiendo en la del Salvador acompantildear a la sagrada imagen propiedad de la esclarecida familia

Pero debemos decir que esto y otras cosas municipales de que habloacute el insigne Amarillo como el acuerdo recieacuten tomado por el Ayuntamiento de llamar en lo sucesivo plaza de Lantigua a la plazoleta de la Charca y colocar una corona en el sepulcro que se estaba labrando al Sr D Juan no fueron sino pretextos que el alcalde tomaba para hablar de un asunto de viviacutesimo intereacutes para eacutel Desde la cataacutestrofe del diacutea de Santiago corrioacute por Ficoacutebriga la voz de que la desgraciada joven antantildeo llamada joya de aquella villa entrariacutea en un convento y que la familia pensaba vender la casa por ser muy

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antipaacuteticos para ella los lugares de su desgracia y deshonor Enunciada esta idea D Juan Amarillo que era como sabemos duentildeo de copiosos caudales ganados Dios sabe coacutemo concibioacute la feliciacutesima idea de adquirir tan hermosa finca y establecerse en ella hacieacutendola trono de su omnipotencia y de la gran superioridad que sobre toda la redondez de Ficoacutebriga habiacutea adquirido

La idea culminante la idea madre de todas las ideas de D Juan Amarillo era esta laquoser el primer personaje de Ficoacutebrigaraquo [32]

La idea cardinal que gobernaba toda la maacutequina intelectual de Teresita la Monja era esta laquoser la primera sentildeora de Ficoacutebrigaraquo

La presencia de los Lantiguas en aquel pueblo que por tradicioacuten les veneraba era grandiacutesimo estorbo porque la villa obedeciacutea aquella ley que dijo laquono serviraacutes a dos sentildeoresraquo Pero si los Lantiguas se marchaban despueacutes de que la joya fuese guardada en el estuche de un convento iexcloh indudablemente la dinastiacutea de Amarillo reinariacutea ya sin rival entre el mar y la Pesqueruela entre el cerro de Dordf Fronilde y Monteluz El coronamiento admirable de esta idea su representacioacuten simboacutelica era la adquisicioacuten del palacio en que los Lantigua habiacutean morado

Ambos esposos viviacutean desasosegadamente esperando saber lo que se determinariacutea por cuya inquietud no cesaba D Juan de hacer indiscretas preguntas al banquero Aquel diacutea repitioacute sus proposiciones para quedarse con la casa pero D Buenaventura no pudo contestarle nada categoacuterico

-Pronto creo que dareacute a usted una contestacioacuten terminante -dijo el banquero- Esto ha de decidirse pronto pero muy pronto

En esto oyeacuteronse acompasados taconazos en la escalera que retemblaba cual si un gigante [33] bajara por ella Era D Silvestre que volviacutea de su visita trayendo un gran ramo de flores entre cuyas frescas hojas hundiacutea cada rato su carnosa y sensual nariz para aspirar la fragancia de ellas

-La encuentro -dijo el cura- mucho maacutes animada Mejor color menos tristeza algunas ganitas de hablar intereacutes por las cosas en fin resucita la pobre resucita poco a poco

-Asiacute me parece a miacute -indicoacute D Buenaventura demostrando la importancia que daba al bienestar de su sobrina- Si Dios quisiera apiadarse de ella y de todos nosotros

-Vean ustedes queacute hermoso ramo me ha dado -dijo el cura acercaacutendolo a la picuda nariz de D Juan Amarillo que olioacute por espiacuteritu de adulacioacuten- Es para el Salvador para la histoacuterica imagen de los Lantiguas Se lo pondremos en las alforjas al borriquito

-Ya el Sr D Buenaventura -manifestoacute Amarillo levantaacutendose- estaacute conforme en dar realce con su presencia a ambas procesiones

-Pasaremos por aquiacute Ya me ha prometido la sentildeorita que saldraacute al balcoacuten -afirmoacute D Silvestre con regocijo- iexclAh le he dicho que dejareacute de ser su amigo si no va mantildeana a la misa mayor y a la hermosiacutesima festividad de las palmas [34] La pobrecita no quiere pero en fin

-Iraacute yo le prometo a usted que ira -dijo D Buenaventura al despedir a sus amigos- Esta situacioacuten debe acabar pronto

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En el jardiacuten D Juan Amarillo alzaba la cabeza circundada de rayos de autoridad y ponieacutendose la mano a guisa de pantalla en la frente para que el brillante sol no ofendiera sus ojos contemplaba la fachada de la casa diciendo para su hondiacutesimo y jamaacutes explorado capote

-En reparaciones tendreacute que gastar otro tanto de lo que vales pero no importa si al fin eres miacutea iexclOh iexclmiacutea

- IV -

Las amigas del Salvador

La capilla del Salvador propiedad de la familia de Lantigua estaba en la derecha nave de la Abadiacutea con ventana ojival abierta al atrio altar churrigueresco pesados bancos de nogal dos o tres inscripciones sepulcrales y un cuadro de aacutenimas en el cual los desnudos cuerpos bailaban entre rojas llamaradas Pequentildea puerta de arco escarzano daba entrada a la sacristiacutea o camariacuten pieza no muy clara abovedada y huacutemeda donde generalmente no ocurriacutea nada digno de ser contado como no fueran los devastadores progresos de la carcoma monstruo imperceptible que parece la representacioacuten viva de otro monstruo el tiempo

Pero el saacutebado de Pasioacuten alegre chaacutechara de mujeres bachilleras resonaba en la olvidada estancia como discorde piar de urracas maacutes [36] que de jilgueros parleriacuteo semejante al de un taller de modista rumor entreverado de risas y exclamaciones y salpicado de broncas toses y truenos de nariz lo cual indicaba que no habiacutea alliacute una congregacioacuten de juventud

En el centro del camariacuten puesto ya sobre las plateadas andas que le habiacutean de sostener estaba el Salvador imagen de madera cuya hermosa cabeza llena de expresioacuten debioacute ser modelada por alguacuten escultor del gran siglo Sus ojos negros miraban con seriedad dulce y profunda De sus labios iba a salir la palabra Hablaba faltaba poco para oiacuter una voz a ninguna humana voz parecida Su majestuosa frente descubierta en forma de triaacutengulo por la caiacuteda de las dos bandas de cabellos superaba a cuanto ha podido idear la escultura griega Pero sobre todas las perfecciones de tan ideal rostro descollaba aquel mirar que era la irradiacioacuten de la inteligencia suprema y que infundiacutea pasmo y veneracioacuten La pupila inmensa que todo lo ve y que penetra hasta lo maacutes iacutentimo de los corazones no podiacutea tener representacioacuten maacutes maravillosa

El resto de la imagen no correspondiacutea a la cabeza Habiacutea tomado el escultor por su cuenta busto y extremidades dejando lo demaacutes al carpintero El divino cuerpo consistiacutea en un [37] tosco madero que la humedad y el tiempo habiacutea roiacutedo a competencia mas como debiacutea cubrirse con la rica vestidura de tisuacute el efecto artiacutestico no se perdiacutea Montaba el Sentildeor aquella asna que los disciacutepulos cogieron en la aldea cercana a Betfageacute y fuerza es confesar que el escultor tampoco puso la mano en ella ni en el pollino que la seguiacutea Ambas figuras eran de tosca labor pero aun asiacute desempentildeaban bien su papel y principalmente el borriquito haciacutea las delicias de toda la grey devota y de los chicuelos que no podiacutean menos de ver en eacutel un santo juguete

El Salvador estaba auacuten sin vestido y el borriquito sin alforjas Tres mujeres trabajaban alliacute con celo incansable La una varonilmente subida en las andas lavaba con esponja el rostro de la sagrada imagen La segunda cosiacutea una rica tela antildeadieacutendole tal cual pieza y fijando los galones La tercera manejaba flores de trapo combinaacutendolas en

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graciosos ramos y lindos festones Si ocupadas estaban las seis manos no lo estaban menos las tres lenguas

Teresita la Monja esposa de D Juan Amarillo era la que lavaba Mujer rica y desocupada por tener maacutes dinero que hijos y maacutes devocioacuten que menesteres domeacutesticos habiacutea mostrado siempre exaltada aficioacuten a las cosas de iglesia [38] y a meterse en sacristiacuteas y enredar en camarines ora vistiendo santos ora manipulando cofradiacuteas gustando ademaacutes de saber y comentar todo lo que pasaba y todo lo que iba a pasar entre el coro y el altar mayor y dar su voto sobre cuanto atantildeese a las ceremonias religiosas cuyo sentido lituacutergico no comprendiacutea ni podiacutea comprender

La segunda era cuntildeada de la primera por ser mujer infeliciacutesima del hombre maacutes desautorizado y maacutes perdido de Ficoacutebriga del filoacutesofo y ateo y mentecato D Bartolomeacute Barrabaacutes hermano de Teresita la Monja pero Isidorita la del Rebenque (que tal nombre teniacutea por haber sido su padre duentildeo del prado del Rebenque) llevaba con gran paciencia la cruz de su matrimonio con aquel ogro y todo lo que Barrabaacutes perdiacutea en opinioacuten y en intereses por su mala cabeza ganaacutebalo ella con su trabajo y ejemplar conducta Haciacutea con igual aire ropa de mujer de hombre y de cleacuterigo pudiendo competir sus levitas con las de Caracuel como lo probaba la gallardiacutea y elegante soltura del cuerpo de D Juan Amarillo En la temporada de verano albergaba hueacutespedes trataacutendolos bien Habiacutea sido hermosa mas uacuteltimamente la obesidad y las penas la teniacutean en lastimoso estado Unida con viacutenculos de parentesco y de [39] cordial amistad a la Monja de quien recibiacutea frecuentes favores acompantildeaacutebala en la iglesia y en casa siendo un eco de ella en las opiniones y un admirable estiacutemulo preguntoacuten para que Teresita o sea el Confesonario de Ficoacutebriga satisficiese su ardiente necesidad de contar todos los secretos de la villa

La tercera o sea la que se ocupaba en arreglar las flores era la maacutes joven de las tres y si se quiere la maacutes hermosa pues habiacutea en su rostro vestigios de una belleza varonil y provocativa Llaacutemanla comuacutenmente la Gobernadora de las armas por haber sido esposa de uno que componiacutea armas o que las gobernaba como es uso decir Dordf Romualda era florista y braguerista y asiacute consta en los estados de la contribucioacuten de subsidio industrial donde puede verlo quien dude de las muacuteltiples habilidades de esta sentildeora La muerte repentina del gobernador de las armas la habiacutea dejado viuda pero ella se sosteniacutea regularmente aunque no estaacute averiguado que lo hiciera con la virtud de aquellas dos preciosas industrias

De Teresita la Monja se nos olvidoacute decir que era flaca y lustrosa siendo su piel tan a modo de placa cobriza que las malas lenguas de Ficoacutebriga deciacutean de ella que se frotaba todas las mantildeanas largo rato con polvos y bayeta [40] para sacarse brillo Era su perfil a lo griego de liacuteneas rectas formado pero con cierta indecisioacuten o vaguedad a la manera de moneda gastada por el uso Sus ojuelos grises y a veces dorados como los de los gatos no paraban un momento y lo que maacutes envidiaba a la Divinidad era el don supremo de ver lo invisible y de leer en los corazones Llamaacutebanla Monja porque la exclaustracioacuten la sorprendioacute novicia en las Clarisas con lo cual torciose la vereda de su destino y enfriaacutendose de su religioso anhelo al contemplar las gracias personales de D Juan Amarillo (cuando era pollo) cayoacute en sus dulces brazos y se descarrioacute en un momento de tentacioacuten funesta o de falso idealismo El matrimonio puso luego las cosas al derecho pero Teresita no perpetuoacute el linaje de los Amarillos En efecto aunque esto no pueda definirse bien habiacutea en ella una como representacioacuten figurativa de la esterilidad [41]

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- V -

Realismo

Pasoacute suavemente la esponja por el augusto semblante de la imagen que representaba la encarnacioacuten de lo divino y despueacutes la exprimioacute sobre el cubo para que saliese el agua sucia Al mismo tiempo deciacutea

-iexclAy iexclJesuacutes miacuteo coacutemo estaacutes Ya se ve iexclCatorce antildeos pudrieacutendote en ese nicho Vaya que los Lantiguas pueden hablar iexclTanta devocioacuten y esta sacratiacutesima imagen olvidada iexclQueacute horror Si la mitad de la pintura se queda en el pantildeo

-Estaacutes haciendo de Veroacutenica Teresa -dijo sonriendo Isidorita la del Rebenque- Con poco maacutes sacaraacutes el divino rostro en el lienzo

-Pues has dicho la verdad Vamos no fregoteo maacutes -dijo Teresita mostrando la huacutemeda tela con leves manchas- bien estaacute asiacute [42] Ahora le pasareacute un pantildeo seco Asiacute viejecita y despintada no hay otra cara como esta en todo el mundo Miren queacute expresioacuten parece que nos oye y que nos mira y que nos va a hablar

-Parece que nos agradece los cuidados que tenemos con eacutel -dijo la Gobernadora de las armas apartando sus ojos de las flores y fijaacutendolos en el Salvador- Pero iexclay amigas lo que me ocurre en este momento Sabeacuteis que en efecto

-iquestQueacute

-Se parece siacute no hay duda de que se parece

-iexclAh no sigas por Dios -exclamoacute Teresita bajando la escalera y sujetaacutendose las faldas para que el borriquito que estaba todaviacutea en el suelo no le viera las piernas- No digas maacutes por Dios Es verdad que se parece pero esto no se puede decir ni aun pensar Es un sacrilegio

-Todas las cosas incluso las malas son hechura de Dios -dijo la esposa de Barrabaacutes- Pero hay quien dice que las caras guapas son obra de Satanaacutes Maacutes vale que no hablemos de esto

-Venga la camisa -dijo Teresita tomando una especie de funda de riquiacutesimo hilo que le alargoacute la del Rebenque [43]

-Me parece que en ninguacuten tiempo ni aun en los del mayor esplendor de los Lantiguas se ha puesto el Salvador una prenda como esta Es lo que sobroacute de aquella pieza que compreacute el antildeo pasado para hacerle camisas a mi Juan En fin Isidora a ver coacutemo se la ponemos Coge tuacute por alliacute A ver coacutemo entramos las mangas sin romperlas Cuidado con los encajes Son los de aquella mantilla antigua que deshice

-iquestVoy yo tambieacuten a ayudar -preguntoacute la Gobernadora

-No mujer acaba esas flores que esto pronto lo despachamos

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Asiacute fue en efecto y luego ocupaacuteronse ambas de la tuacutenica de terciopelo morado no por cierto inconsuacutetil que acababa de componer Isidora

-De veras digo -manifestoacute Teresita- que si seacute que tenemos procesioacuten este antildeo le regalo una tuacutenica nueva al Salvador Entre mis sobrinas y yo la hubieacuteramos hecho en un momento Esta no se puede mirar Serafinita me dispense pero esto es un pingajo iexclQueacute galones iexclQueacute forros Y gracias a que tuacute has hecho prodigios con la aguja Isidora iexclAh los Lantiguas los Lantiguas mucha devocioacuten de pico mucho hablar de cosas santas mucho discurso [44] y mucho librote Pero los hechos las obras iexclah yo me fijo en las obras y soacutelo por ellas juzgo Arriba con la tuacutenica Yo subireacute la escalera alarga los brazos todo lo que puedas

Apenas quedara cubierto el cuerpo del Sentildeor abriose la puerta de la capilla dejando ver una boca remilgada y sonriente dos alegres ojos pequentildeos apenas visibles entre los pliegues de la cara contraiacuteda por la sonrisa una nariz redonda como avellana un cuerpo forrado en verdinegra funda desde el cuello a los pies dos brazos negros en fin toda la persona de Agustiacuten Cachorro sacristaacuten de la Abadiacutea Ya sabemos que el antildeo anterior se habiacutea quitado la plaza a Joseacute Mundideo a quien maacutes tarde se dio la de sepulturero Su sucesor en la sacristiacutea era un hombre que habiacutea sabido conquistar simpatiacuteas en puestos anaacutelogos y la verdad sea dicha ninguno existiacutea maacutes atento a sus deberes Honrado activo complaciente respetuoso y siempre festivo el buen Cachorro agradaba a un tiempo al cura y a los fieles al pastor y al rebantildeo

-iquestQueacute tal sentildeoras miacuteas se trabaja muchito -dijo desde la puerta

-Entre usted entre usted hermano Cachorro -respondieron a una y chillonamente las tres [45]

-Esperen un ratito que voy a meter las palmas en la sacristiacutea Vaya que estaacute muy guapo el Salvador ajajaacute iquestquieacuten conoce a este caballero Ya se ve con tales ayudas de caacutemara

-Entra Cachorrillo -dijo Teresita que teniacutea gran familiaridad con eacutel- No podiacuteas haber venido maacutes a tiempo Las tres te necesitamos

-iquestDe veras iquestY si me rintildee el sentildeor cura porque abandono mis obligaciones

Agustiacuten entroacute riendo pues la risa era en eacutel su fisonomiacutea

-Vas a ayudarnos a poner el borriquito en su sitio

Cachorro tomoacute el tiento a la escultura que no era de plumas

-iexclAy mi nintildeo coacutemo pesas pareces un pecado -exclamoacute echaacutendoselo a cuestas

El animal teniacutea en sus patas cuatro espigones de madera que encajaban en otros tantos agujeros abiertos en las andas al lado izquierdo del asna madre que montaba el Sentildeor

-iexclYa estaacute -dijo Cachorro afirmando al animal en su sitio- Sentildeoras adioacutes

-iquestPero te vas

-No se vaya usted

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-Sentildeoras hay que tener paciencia -dijo el [46] sacristaacuten- Yo me estariacutea aquiacute todo el diacutea con mucho gusto ayudando a mis nintildeas y cargando el borriquito pero el sentildeor cura me rintildee y dice laquoiexclAnda hipocritoacuten que no sirves maacutes que para retozar con las santurronasraquo

-Es el tal D Silvestre el hombre maacutes deslenguado

-iexclQueacute cabeza la miacutea -murmuroacute Agustiacuten- iquestEn doacutende he dejado el ramo

-iquestQueacute ramo

-iexclAh lo he dejado en la capilla Voy por eacutel

Salioacute ligero como un ratoncillo

-Ahora -dijo Teresita- pongamos las alforjas

Isidorita mostroacute su maacutes bella obra que era un par de alforjas de raso encarnado con galones y lentejuelas como las chaquetas de los toreros

-iexclLindiacutesimo -exclamoacute la Monja metiendo la mano en ellas para medir su cavidad

Reaparecioacute entonces Cachorro trayendo un hermoso ramo

-Aquiacute estaacute -dijo presentaacutendolo con orgullo- Me lo ha dado el sentildeor cura para que las sentildeoras lo pongan en la alforja de este tunante iexclAy queacute guapo vas a estar

-iexclPreciosas flores [47]

-iexclMagniacutefico ramo

-Es regalo de la sentildeorita de Lantigua -antildeadioacute el sacristaacuten

-iexclDe la sentildeorita de Lantigua -exclamoacute absorta Teresita deteniendo sus flacas y amarillas manos en el momento en que iba a coger el ramillete

Isidorita iba a olerlo pero tambieacuten se detuvo La Gobernadora de las armas no se moviacutea de su sitio y Cachorro viendo que nadie queriacutea tomar el ramo lo dejoacute sobre la mesa Pero el chusco sacristaacuten debiacutea sentir en su alma necesidad imperiosa de expansioacuten porque estirando los brazos y haciendo castantildeetear los dedos y dando ligero brinco dijo alegremente

-Sentildeoras el cura se ha ido iexclAh me ha encargado que las obsequie a ustedes En la sacristiacutea ha dejado bizcochos una botella de anisete y tres de vino muy rico pero muy rico Al marcharse el Sr D Silvestre me dijo laquoVe y pregunta a esas sentildeoras si quieren tomar alguna cosa Las pobrecitas han estado trabajando todo el diacutearaquo

-Yo no quiero nada -dijo Teresita meditabunda

-Yo tengo mala la cabeza

-Mejor que mejor -afirmoacute Cachorro dando una palmada [48]

-Y yo no estoy bien del estoacutemago -indicoacute la Gobernadora

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-Eso quiere decir que vaya por el calicem salutis iquestPero queacute tienen las sentildeoras -antildeadioacute observaacutendolas preocupadas- iquestNo quieren poner el ramo en las alforjas

Aspirando el delicado olor de las tempranas rosas hizo un mohiacuten grotesco

-Sentildeoras- dijo- iquestsaben ustedes que esto me huele a judiito pasado En fin voy por aquello

De un brinco se puso en la puerta y desaparecioacute Las tres damas habiacutean revestido su semblante de una seriedad oficiosa y la maacutes respetable de ellas expresoacute el pensamiento de la cofradiacutea en esta forma

-Esas flores no se pueden poner en las alforjas

-No deben ponerse

-Es claro porque ella estaacute en pecado mortal

-Seriacutea un ultraje un sacrilegio

Cachorro entroacute de nuevo con una gran bandeja de pasteles bizcochos y algunas botellas

-Corpus et sanguinem -exclamoacute desde la puerta y avanzoacute alzando la bandeja a la altura de la cabeza con la actitud propia de los mozos de cafeacute- Aquiacute estaacute lo que resucitoacute a Laacutezaro [49] Parece que sigue la perplejidad iquestSe ponen o no las flores judaicas

-Mi opinioacuten es que no se pongan -afirmoacute la de Amarillo consultando con la mirada a sus amigas

-En fin iquesttenemos concilio ecumeacutenico para decidir

-Mi opinioacuten -manifestoacute la Gobernadora- es que se pongan puesto que el cura lo ha mandado asiacute Nuestro primer deber es la obediencia

-Es verdad

-Tiene razoacuten

-Poacutengase el ramo -ordenoacute la Monja apartando con soberano desdeacuten sus ojos del animalito a punto que Cachorro le poniacutea la preciosa carga de flores contrapesaacutendolas con el racimo de panojas que estaba preparado para el caso

Las tres damas habiacutean concluido su tarea pues si bien las flores artificiales no estaban puestas en los agujeros de las andas ya habiacutean sido ordenadas en graciosos ramilletes por quien era tan maestra en floreos Fatigadas de tanto trabajo se habiacutean sentado en tres sillas preparadas para el objeto por el sacristaacuten y contemplaban en silencio su obra pudieacutendose observar en el semblante de dos de ellas la satisfaccioacuten y el arrobo del artista vencedor mientras [50] la de Amarillo frunciendo la dorada piel de la frente demostraba hallarse embebecida en otros pensamientos

-Todaviacutea no sale de la casa -dijo cual si contestara a una pregunta que nadie le habiacutea hecho

-iquestQuieacuten

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-La sentildeorita Gloria

-Hace bien -afirmoacute la del Rebenque- Su verguumlenza es mucha

-iexclQueacute mimitos iquestTambieacuten tiene verguumlenza de venir a la iglesia iquestNo estaacute ya convencida de que no puede casarse iquestA queacute aspira iquestPiensa que en Ficoacutebriga se le seguiraacute teniendo el amor que siempre merecieron los Lantiguas iquestCreeraacute conservar la respetabilidad del difunto D Juan a quien matoacute con sus liviandades Por supuesto que la nintildea conservaraacute su orgullito y cuidado coacutemo se pone en duda que es la primera persona del pueblo

-iquestY no ha salido auacuten

-Ni siquiera al jardiacuten Se levanta a las seis toma chocolate se peina Yo lo observo todo desde mi ventana alta Lee en dos o tres libros trabaja en costura va a la biblioteca de su padre vuelve se acuesta temprano le suben la comida no habla [51] casi nada iexclY queacute destrozada tiene la casa Da laacutestima verla Pero Juan me asegura que seraacute nuestra y en verdad que la pobre lo merece

A la sazoacuten habiacutea empezado a escanciar el sacristaacuten

-Vaya Sra Dordf Isidora usted diraacute -indicoacute inclinando la botella sobre el cortadillo

-Una gota nada maacutes que una gotita Basta hombre basta que tomo eso para ver si mi estoacutemago entra en caja

Isidorita gustoacute del precioso licor La Gobernadora de las armas hizo ascos al anisete pero no a un delicado neacutectar de la Nava que en otra botella teniacutea el sentildeor Cachorro y lo acompantildeoacute con bizcochos para que la confortase maacutes

-Esto da la vida -gruntildeoacute Agustiacuten probando de una y otra cosa

Teresita no proboacute nada

-Vamos vamos a colocar las flores -dijo a sus amigas poniendo fin al descanso- Auacuten queda algo que hacer Por cierto que si yo no hubiera mandado traer las flores de S iexclDios miacuteo iexclQueacute abandonado teniacutean esto los Lantiguas

-Sentildeora iquestqueacute es esto iquestqueacute tengo yo -murmuroacute la Gobernadora pasaacutendose la mano [52] por los ojos- Si parece que se me va la cabeza

-Pues a miacute tambieacuten -antildeadioacute Isidorita daacutendose aire- Este sentildeor Cachorro nos ha dado alguacuten brebaje

-Aacutenimo sentildeoras eso se llama hallarse en estado anacreoacutentico como dice D Bartolomeacute Barrabaacutes Cuando no es vicio no es pecado

-Vaacuteyase usted allaacute borrachoacuten iquestCree que somos como eacutel

En el mismo instante sintiose un chasquido como de madera que se agrieta la alforja habiacutea caiacutedo de los lomos del pollinito y por el suelo rodaban las panojas y el ramo

Teresita y Dordf Isidora se miraron aterradas

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-Es que se ha caiacutedo el clavo que sujetaba la alforja -dijo Agustiacuten examinando el animal- Ya se ve Estaacute la madera apolillada y se cae a pedazos Digo lo que Teresita Esos Lantiguas teniacutean muy abandonados a los asnos del Sentildeor

-No se comprende coacutemo han podido desprenderse las alforjas -antildeadioacute la Monja acercaacutendose con cautela

El sacristaacuten tomoacute el ramo

-No lo que es mientras yo dirija esto -manifestoacute la sentildeora de Amarillo gravemente- no [53] se vuelven a poner tales flores sobre el pobre animalito Hay algo sentildeoras aquiacute hay algo que no comprendemos

-Yo he visto al asnito dar coces y tirar las alforjas -dijo la Gobernadora de las armas- Siacute sentildeoras lo he visto

-iexclJesuacutes iquestque dice esa mujer -exclamoacute con terror Teresita- Yo no he visto nada de coces pero aquiacute hay algo indudablemente aquiacute hay algo

-Eso no tiene duda -repuso Cachorro con coacutemica gravedad tirando de la oreja al asno- Aquiacute hay algo Cuando yo digo que este bergante tiene malas mantildeas

-Hermano Cachorro -dijo Teresita- haacutegame usted el favor de tomar este ramillete y ponerlo sobre una silla Yo no lo toco con mis manos

-Ni yo

-Pues ni yo

El sacristaacuten que habiacutea salido llevaacutendose las botellas volvioacute sin ellas y dijo en voz baja

-Ahiacute estaacute la Sra Dordf Serafina Viene a ver coacutemo ha quedado esto

-iexclQueacute a tiempo llega iquestEn doacutende estaacute

-En la capilla rezando

-Voy a hablarle Sigan ustedes colocando los ramos de trapo -dijo la Monja [54]

Pero las dos amigas no podiacutean tenerse faacutecilmente en pie

En la capilla de hinojos devotamente humillada ante el altar de su familia y junto a los sepulcros donde reposaban sus ilustres antepasados estaba Dordf Serafina de Lantigua No vio acercarse a la Sra de Amarillo que pasoacute lentamente por la puertecilla del arco escarzano y se fue acercando poco a poco maacutes como quien resbala que como quien anda Cuando silboacute la primera palabra de saludo al oiacutedo de la ilustre sentildeora esta se estremecioacute exhalando ligero grito

-iexclAh sentildeora -exclamoacute- me ha asustado usted

-Mi queridiacutesima amiga -dijo Teresita daacutendole la mano []

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- VI -

Domingo de Ramos

En la mantildeana del Domingo D Buenaventura dijo a su hermana

-Ya la he convencido de que debe ir hoy conmigo a la preciosa funcioacuten de las palmas

-iexclLa pobre hace un gran sacrificio -dijo Serafinita- Pues si la llevas que se arregle pronto Yo me voy delante que tengo que rezar

Y tomando su bastoacuten negro salioacute D Buenaventura tuvo que esperar alguacuten tiempo y discutiendo con Gloria sobre el mismo tema oyoacute de sus labios estas palabras

-Bien tiacuteo ireacute porque no diga usted que no le complazco No tengo gusto en salir pero por lo mismo por lo mismo saldreacute

Poco maacutes tarde la sentildeorita de Lantigua saliacutea de la casa paterna en compantildeiacutea de su tiacuteo despueacutes [56] de muchiacutesimos diacuteas de reclusioacuten voluntaria Vestiacutea de riguroso luto con el cual su palidez era realzada Grande y triste huella habiacutean dejado en su rostro antes lleno de gracia y lozaniacutea los huracanes que pasaron meses atraacutes y todas las penas que dejaron tras siacute las cuales bastariacutean a consumir y acabar la belleza maacutes perfecta Pero la de Gloria maacutes que perdida pareciacutea modificada adquiriendo una como dulce madurez y pateacutetico aire de consternacioacuten que inspiraba laacutestima a cuantos sin odio la veiacutean Habiacutea adelgazado bastante aumentaacutendose asiacute la fascinadora elocuencia de sus ojos Cuando miraban pareciacutean comunicar extraordinaria angustia hasta a los objetos inanimados Si antantildeo todo lo que perpetua o pasajeramente apareciacutea unido a su persona deciacutea laquogracia amor esperanzaraquo ahora todo deciacutea laquocompasioacutenraquo Verla y no sentir el maacutes vivo intereacutes hacia ella era imposible

Antes de que sobrina y tiacuteo llegaran a la Abadiacutea ya se habiacutean repetido mucho en Ficoacutebriga estas palabras laquola sentildeorita Gloria ha salidoraquo En el uacuteltimo cabo de la villa repetiacutea un eco de femeninas voces laquoha salidoraquo Los muchachos que estaban en la puerta del templo por ser diacutea de ceremonia la miraron unos con asombro casi todos con laacutestima algunos con [57] curiosidad descorteacutes y sin delicadeza Ella pasoacute con los ojos bajos tomando el brazo de su tiacuteo Dentro de la iglesia sintioacute gran fatiga a causa del esfuerzo que habiacutea hecho pero su espiacuteritu experimentoacute una dilatacioacuten placentera suacutebito arrebato de sentimiento religioso que por breve espacio la tuvo sobrecogida y anonadada

-Vete a nuestra capilla y sieacutentate que estaraacutes cansada -le dijo D Buenaventura al darle el agua bendita

En aquel instante empezaba la sublime ceremonia de la bendicioacuten de las palmas y el coro cantaba Hosanna filio David Benedictus qui venit nomine Domini iexclOh Rex Israel Hosanna in excelsis

Estas palabras resonaron en el alma de la joven con atronador llamamiento y se sintioacute confundida ante una superior grandeza Detuacutevose junto a la pila de agua bendita sin poder dar un paso D Buenaventura tomaacutendole la mano le dijo

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-Si quieres ven conmigo al altar mayor para que veas al Salvador que estaacute puesto en sus andas para salir esta tarde

-No no quiero verle -repuso Gloria con suacutebito terror dejando caer la cabeza sobre el pecho [58]

D Buenaventura al tomarle la mano notola friacutea y temblorosa

-iquestQueacute tienes -le dijo- iquestEstaacutes mala Sieacutentate Has hecho un esfuerzo demasiado grande al venir de casa a aquiacute Yo voy a sentarme en los bancos del centro Vete a nuestra capilla

El subdiaacutecono habiacutea empezado a cantar la dramaacutetica relacioacuten del Eacutexodo laquoY llegaron a Elim donde habiacutea doce fuentes de agua y setenta palmas y asentaron alliacute junto a las aguasraquo Este sublime capiacutetulo mosaico contiene las murmuraciones de los israelitas contra Moiseacutes por haberles llevado al desierto despueacutes de pasar el mar Rojo la escasez que sufrieron y oacuteyese la tremenda voz de Jehovaacute que les dice Ecce ego pluam vobis panem de caelo laquoHe aquiacute que os hareacute llover pan del cieloraquo

Gloria conociacutea perfectamente estos cantos y toda la serie de interesantes ceremonias de aquel claacutesico diacutea Sabiacutea que la salida de Egipto era la redencioacuten el manaacute la gracia y contemplando en su espiacuteritu tan maravillosas ideas trataba de regocijarse en ellas

-Ireacute a la capilla -dijo a su tiacuteo

Auacuten tardaron alguacuten rato en separarse D Buenaventura se dirigioacute a los bancos del [59] centro donde estaban las autoridades mientras Gloria entraba en su capilla cuando el diaacutecono cantaba la Sequentia En la capilla de Lantigua habiacutea muchas mujeres Gloria creyoacute encontrar alliacute a su tiacutea pero esta habiacutea ido a la capilla de los Dolores Entroacute la sentildeorita sin mirar a las que de rodillas o sentadas en los bancos asistiacutean devotamente al parecer a la piadosa ceremonia Si Gloria hubiera atendido maacutes a lo que ocurriacutea a su alrededor que a lo que pasaba en su espiacuteritu habriacutea visto que desde que entroacute en la capilla fue observada con impertinentiacutesima atencioacuten por las fieles que entre todas distinguiacutease una por su indiscreto reconocimiento de las facciones y del vestido de la desgraciada hueacuterfana Despueacutes oyose en la capilla sordo cuchicheo de murmuraciones y susurrantes comentarios el cual empezando por un rincoacuten se fue extendiendo hasta agitar todo el conjunto de negros mantos Uniacuteanse unas a otras las cabezas buscaban los movibles labios el oiacutedo inquietaacutebase el rebantildeo y por uacuteltimo sonaron tambieacuten las almidonadas faldas al levantarse tal cual oveja que padeciacutea gran desasosiego Gloria no alzaba los ojos de su libro de rezos Si los alzara habriacutea visto a Teresita la Monja acompantildeada de sus tres sobrinas las hijas del escribano D Gil Barrabaacutes [60] Pero si no se cuidoacute de su presencia advirtioacute siacute que la sentildeora de Amarillo se levantaba y dando terminante orden a las nintildeas saliacutea con ellas de la capilla

Gloria distraiacuteda un momento por esta brusca desaparicioacuten volvioacute a atender a su piadosa lectura Pero no habiacutean pasado dos minutos cuando otra sentildeora seguida de dos nintildeas abandonoacute tambieacuten la capilla Era la Gobernadora de las armas

-Huyen de miacute -pensoacute Gloria

Al poco rato otras dos sentildeoras y un hombre huyeron tambieacuten de la capilla como se huye de un sitio infestado Soacutelo quedaron dos viejas y un anciano marinero que atentos con profunda edificacioacuten al acto religioso no poniacutean mientes en lo demaacutes Gloria sintioacute

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opresioacuten insoportable en su pecho y una necesidad de llorar que no podiacutea satisfacer pero al fin de sus ojos corrieron a raudales las laacutegrimas cuando oyoacute cantar laquoOh Dios que enviaste a tu hijo a este mundo para salvarnos para que se humillara entre nosotrosraquo

El sacerdote habiacutea bendecido las palmas que fueron rociadas con agua bendita y ahumadas con incienso Distribuidas aquellas empezoacute la procesioacuten El coro entonaba el capiacutetulo [61] de San Mateo Cum apropincuaret Dominus Gloria cerroacute los ojos orando recogidamente y con profunda ternura mientras pasaban cleacuterigos y seglares No queriacutea ver nada ni mirar al presbiterio donde estaban el Salvador y el borriquito interesante objeto de la atencioacuten general y del fervor maacutes piacuteo por parte de los chicos Sentiacutea los lentos pasos el grave canto la humareda de incienso el murmullo del conmovido pueblo y sometiendo su imaginacioacuten y su pensamiento a la idea religiosa de tan bello siacutembolo contemplaacutebalo en toda su grandeza y sublime significado

Las ceremonias con que la Iglesia conmemora en Semana Santa el extraordinario enigma de la Redencioacuten son de admirable belleza Si bajo otros aspectos no fueran dignas de excitar el entusiasmo cristiano seriacuteanlo por la importancia que tienen en el orden esteacutetico Su sencilla grandeza ha de cautivar la fantasiacutea del maacutes increacutedulo y comprendieacutendolas bien penetraacutendose de su pateacutetico sentido es por lo menos frivolidad mofarse de ellas Queacutedese esto para los que van a la iglesia como al teatro que son en realidad de verdad porcioacuten no pequentildea de los catoacutelicos maacutes catoacutelicos a su modo con falaz creencia de los labios de rutinario entendimiento y corazoacuten vaciacuteo [62]

Es evidente que las ceremonias de Semana Santa despiertan ya poco entusiasmo y muchos que se enfadan cuando se pone en duda su catolicismo las tienen por entretenimiento de viejas chiquillos y sacristanes Soacutelo en Jueves Santo cuando la afluencia de mujeres guapas convierte a las iglesias en placenteros jardines de humanas flores son frecuentadas aquellas por la varonil muchedumbre de nuestro lisonjero estado social el maacutes perfecto de todos seguacuten declaracioacuten de eacutel mismo Nuestra sociedad se cree irresponsable de esta decadencia y la atribuye al excesivo celo y mojigateriacutea de la generacioacuten precursora la cual adulando al clero y adulada por eacutel quitoacute a las ceremonias religiosas su conmovedora sublimidad y grandeza iquestCoacutemo multiplicaacutendolas sin criterio y hacieacutendolas complejas y teatrales por el abuso de imaacutegenes vestidas de procesiones y pasos y traspieacutes irreverentes impropios profanos sacriacutelegos irrisorios por la introduccioacuten de praacutecticas que nada antildeaden a la hermosa representacioacuten simboacutelica de los misterios por la falta de seriedad y edificacioacuten que trae consigo la inmistioacuten de seglares beatos en las cosas del culto No es faacutecil designar quieacutenes son responsables de esto pero a nadie se oculta el hecho peregrino de que en el paiacutes catoacutelico por excelencia [63] las cuatro quintas partes de los fieles se resistan a tomar parte en ese carnaval de las mojigatas como dicen muchos que oyen misa por costumbre y aun confiesan y comulgan aunque no sea sino por no parecer demagogos [64]

- VII -

Tiacutea y sobrina

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Despueacutes de la procesioacuten de las palmas y de la belliacutesima ceremonia y caacutenticos en la puerta al regreso de aquella se celebroacute la misa de Pasioacuten Muy tarde salieron de ella y don Buenaventura fue en busca de su sobrina para dirigirse a la casa donde les aguardaba la comida No les acompantildeoacute a esta funcioacuten dontildea Serafina porque ayunaba y sin maacutes sustento que el chocolate se estaba todo el diacutea en la iglesia hasta el anochecer hora en que iba a su casa y tomaba la colacioacuten

D Buenaventura llevoacute nuevamente a Gloria por la tarde a la Abadiacutea para que viese salir la procesioacuten del Salvador Dejola en la capilla repitiose el mismo desaire de la mantildeana pero ni un instante decayoacute el valeroso aacutenimo de la joven Cuando se puso en marcha la procesioacuten [65] y salioacute el Salvador Gloria cerroacute los ojos para no verlo Pasaron salieron todos santos cleacuterigos sentildeores pueblo En la Abadiacutea no quedan sino algunos ancianos invaacutelidos dos cojos y las nubes de incienso suspendidas con imperceptible movimiento en el aire Gloria al hallarse casi sola encontroacute maacutes faacutecil la subida de su mente hacia Dios y la angustia que oprimiacutea su pecho comenzoacute a aliviarse Ya su cuerpo se fatigaba extremadamente de estar de hinojos y se levantoacute para sentarse en un banco cuando oyendo pasos acompantildeados de un golpecillo de bastoacuten reconocioacute la persona de su tiacutea que se acercaba Serafinita entroacute en la capilla

-Al fin has venido -le dijo- iexclPobrecita mi hermano es muy terco y pesado Perdoacutenale porque su intencioacuten ha sido buena

-iquestPerdonarle Antes le agradezco que me haya hecho salir Me siento bien

-iquestTe sientes bien -dijo Serafinita con expresioacuten de laacutestima- iquestEstaacutes contenta

-Contenta no pero tranquila siacute

-Y yo que veniacutea a consolarte

-iquestA consolarme iquestDe queacute

-Entremos en el camariacuten Tengo que hablarte Alliacute descansaraacutes mejor

Ambas entraron Gloria vio sobre una silla [66] abandonado pisoteado mustio y lleno de polvo el ramo que entregara a D Silvestre con el fin que sabemos

-iexclEstaacute aquiacute -exclamoacute con asombro fijando los ojos en su tiacutea

-Ahiacute estaacute siacute -repuso Serafinita sentandose- Ya debiacuteas comprender que no podiacutea estar en otra parte Ayer no quise decirte nada pero ya penseacute que podiacuteas excusar ese regalo de flores al Salvador imagen protectora de nuestra familia

Absorta y anonadada Gloria no halloacute en su pensamiento palabras para contestar Miraba a su tiacutea y despueacutes a las flores cual si de estas maacutes que de aquella debiera esperar explicacioacuten razonable

-Es verdad -dijo al fin sollozando- No debiacute mandarlo

-Esas buenas sentildeoras -continuoacute Serafinita- tuvieron escruacutepulos que yo disculpo Te consideran en pecado mortal Ya ves Es preciso respetar las creencias generales Yo comprendo bien que en esta deplorable fama de tu verguumlenza hay algo de injusticia y desde ayer algunas ideas supersticiosas

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-iquestQueacute ideas -preguntoacute Gloria

-Dicen que ayer cuando el borriquito sintioacute encima el peso de tu ramo empezoacute a dar [67] coces y a sacudirse hasta que lo arrojoacute de siacute Seriacutea alucinacioacuten o quizaacutes alguacuten hecho casual alterado por los sentidos Pero sea lo que quiera y aunque suprimamos el sobrenatural prodigio siempre quedaraacute la aterradora idea

-iexclDe que estoy en pecado mortal iexclde que estoy condenada -exclamoacute la sentildeorita de Lantigua- iexclOh querida tiacutea iquestestaacute usted segura de no equivocarse

-Yo no creo que el estado de tu conciencia sea tan malo como piensa la gente pero la opinioacuten del pueblo en que vivimos y que siempre nos ha demostrado tanto carintildeo es muy desfavorable a ti

-Ya lo he comprendido

-Si no hubieras salido hoy de casa como yo queriacutea -dijo la sentildeora sollozando a causa de la afliccioacuten real que la atormentaba- ni tuacute ni yo pasariacuteamos las amarguras que hemos pasado hoy a causa del atroz desaire de que has sido objeto

-Es cierto siacute Varias personas se retiraron de la capilla cuando yo entreacute -dijo Gloria a medias palabras

-iexclOh -exclamoacute Dordf Serafina llevando ambas manos a su sereno rostro y llorando sin consuelo- Grandes penas he sufrido pero nunca se ha sonrojado mi cara como hoy al ver [68]

El llanto la ahogaba

-Al ver -prosiguioacute- que en esta villa en esta santa iglesia en nuestra capilla habiacutea de ocurrir una escena semejante iexclCoacutemo podiacutea ocurriacuterseme que al entrar en ella la hija de mi hermano la hija de aquel que fue tan justamente querido en todas partes de aquel que tanto enaltecioacute con sus virtudes y con su talento el nombre de Lantigua iexclcoacutemo podriacutea yo pensar que al entrar tuacute una mujer de mi sangre y de mi nombre en esta capilla habiacutean de huir escandalizados los fieles con espanto de tu compantildeiacutea

Gloria no contestoacute Con las manos cruzadas sobre las rodillas tocando la barba en el pecho oiacutea el lastimoso clamor de su tiacutea hallaacutendose decidida a apurar sin protesta aquel caacuteliz

-Yo lo sufro con paciencia -continuoacute dontildea Serafina tomando las manos de Gloria y estrechaacutendolas con carintildeo- Yo lo sufro con paciencia y ademaacutes hija de mi alma reconozco que tienen razoacuten

Al oiacuter esto Gloria hizo un movimiento Sus labios se desplegaron incitados por la palabra que queriacutea salir pero no dijo nada y volvioacute a inclinar la cabeza

-Siacute -antildeadioacute Serafinita- siacute tienen razoacuten El carintildeo que te tengo no me ciega [69] hija y veo con claridad tu tristiacutesimo estado y disculpo a las personas que apartan de tu presencia a las tiernas nintildeas Si hicieras lo que yo te ruego a todas horas Si siguieras mis indicaciones que son las de una madre desinteresada y se ajustan al criterio de tu padre y a la voluntad de tu santo tiacuteo entonces querida Gloria iexclcuaacuten distinta seriacutea tu situacioacuten ante Dios y ante los hombres Las circunstancias terribles de tu caiacuteda exigen que renuncies a todo que mueras para el mundo para la sociedad para todo

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absolutamente para todo que soacutelo vivas para Dios Gloria amada hija miacutea -antildeadioacute alzando la voz con acento que teniacutea mucho de terrible- muere muere para el mundo si quieres salvar el alma

-iexclMuerta estoy -murmuroacute Gloria con un gemido

-No porque esperas auacuten en cosas de la tierra

-No espero nada -repuso la hueacuterfana- Acepto la expiacioacuten horrible que me ha sido impuesta y la acepto sin ira con humildad Perdono las injurias no siento ni aborrecimiento ni antipatiacutea por los que han hecho de mi nombre la palabra del escaacutendalo no direacute una sola voz por defenderme porque seacute que todo lo merezco que mis culpas son grandes [70] bebo hasta lo maacutes hondo hasta lo maacutes repugnante de este caacuteliz amargo y ofrezco a Dios mi corazoacuten llagado que chorrea sangre y que jamaacutes en lo que le resta de vida daraacute un latido que no sea un dolor

-Padeces siacute padeces -dijo la tiacutea con amor- pero no lo bastante Hay en tu mismo martirio y en esa expiacioacuten de que hablas una independencia una rebeldiacutea que ya es un nuevo pecado

-iquestQueacute debo hacer para no ser rebelde Estoy dispuesta a todo -dijo Gloria arrojando fuera hasta el uacuteltimo aacutetomo si asiacute puede decirse de libre albedriacuteo

-Reconciliarte completamente con Dios

-iquestNo lo estoy ya

-Creer todo lo que manda la Santa Madre Iglesia

-Bien Lo creo

-Y despueacutes despueacutes entrar en un convento

Al oiacuter esto Gloria alzoacute la cabeza Creeriacutease que en su alma estallaba repentina sublevacioacuten de sentimientos poderosos que no podiacutea dominar Sin duda iba a decir algo eneacutergico y categoacuterico porque sus negros ojos brillaron y sus labios palidecieron pero la voluntad maacutes firme cuanto maacutes combatida cayoacute como la losa [71] de un sepulcro sobre aquello que con audacia se levantaba y bien pronto todo su espiacuteritu fue paciencia

-Si un convento -dijo sordamente- es un sepulcro donde se entra viviendo yo quiero vivir para todo lo que no sea Dios y mi remordimiento quiero vivir en la soledad maacutes negra y maacutes completa que pueda imaginarse quiero que mi nombre no exista maacutes en la memoria de nadie sino es en la de aquellos que lo pronuncien para ultrajarme y que mi persona en el mundo sea como una figura trazada en el agua

-iexclAh -exclamoacute con un poco de alteracioacuten Dordf Serafina- ese es el peacuterfido sofisma del mundo No no De esos conventos que labra el alma de siacute misma se puede salir iexclNo no mil veces No tenemos garantiacutea de la perpetuidad de tu reclusioacuten y esa garantiacutea la necesitamos a un tiempo la Iglesia y tus parientes la exigen la fe que profesamos y el decoro social iexclAh pobre hija miacutea pieacutensalo bien esta solucioacuten que te propuse desde el primer diacutea es la uacutenica posible

-La solucioacuten es padecer -dijo Gloria con voz firme

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-iexclOh no me lo niegues no me lo niegues tuacute esperas [72]

-Espero en Dios

-No tuacute esperas en cosas livianas tuacute esperas en el mundo Sin sospecharlo tuacute misma estaacutes solicitada por el pecado que ya te hundioacute en los abismos iexclAy no puedes apartar de ti esa viacutebora Confieacutesalo reconoacutecelo

-No espero nada del mundo -dijo Gloria con tranquilidad

-Siacute tuacute esperas Auacuten te tiene en sus garras la bestia horrible Gloria hija miacutea iquestno cabe en tu mente la cristiana idea de la muerte social que es la salvacioacuten del alma la muerte de las impuras pasiones en cuyo punto empieza la eterna y gloriosa vida

-No puedo morir maacutes de lo que muero para el mundo

-Desgraciada suentildeas con una reparacioacuten imposible

-No hay reparacioacuten para miacute

-Mientras sobre la tierra aliente un hombre tuacute no tendraacutes valor para arrancarte de la tierra La tienes asida con tus manos y aunque te quemas todaviacutea no quieres soltarla

-Arrancada estoy He renunciado a la reparacioacuten al matrimonio al amor mismo Yo arrancareacute cuanto existe en miacute de aquel tiempo hasta los recuerdos para estar todo lo sola que deseo [73]

-iquestPero sabes tuacute lo que podraacute ocurrir Ese hombre te ha solicitado de nuevo te ha buscado

-No he querido verle ni escribirle

-Eso no basta Tu situacioacuten siempre es equiacutevoca y deshonrosa iexclBaldoacuten para ti y para tu familia Gloria hija de mi corazoacuten entra entra en un convento que es la solucioacuten natural de tu desgracia irreparable la solucioacuten religiosa la solucioacuten social

Abrazaacutendola con ternura Serafinita besoacute a su sobrina en la frente La infeliz penitente entre ahogados sollozos exclamoacute con categoacuterica determinacioacuten

-Jamaacutes jamaacutes querida tiacutea entrareacute en un convento

-Dime la razoacuten diacutemela -suplicoacute Serafinita

-iexclLa he dicho tantas veces Es lo uacutenico que queda en miacute de la voluntad extirpada lo uacutenico que resta despueacutes del sacrificio de toda mi persona el uacutenico deseo de quien a nada aspira en el mundo el uacutenico moacutevil por el cual mi estancia en la tierra merece el nombre de vida

-Siempre la misma falsa idea Tuacute esperas esperas -repitioacute Serafinita moviendo la cabeza- Eso es esperanza y esperanza del mundo [74]

-Yo creiacute que era sacrificio y virtud

-Siempre la misma idea -volvioacute a decir la dama moviendo la cabeza con desaliento como el que ve perdido aquello que quiere salvar- Siempre el lazo que te ata a la vida y

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que te seduce porque es en su origen es noble y generoso No te dejes engantildear por sentimientos que no te corresponden ya por sentimientos hija miacutea a los cuales no tienes derecho a causa de tu culpa

-Si es asiacute -exclamoacute Gloria con sumisioacuten demostrando el agudiacutesimo dolor que la dominaba- mi castigo seraacute infinitamente superior a mi pecado y este es muy grande

-No tienes idea de la grandeza de las penas Te pareces al que por un rasguntildeo se lamenta como si tuviera terribles heridas iexclPadecer iquestSabes bien hasta doacutende alcanza esta idea iquestSabes bien todo lo que cabe en las fuerzas del humano espiacuteritu trataacutendose de padecer Es lo uacutenico en que el ser humano no conoce liacutemites ni debe desearlos Fiacutejate bien en la Pasioacuten que conmemoramos los catoacutelicos en esta semana y tus pueriles alardes de sufrimiento te causaraacuten risa Quiacutetale al presente dolor la amenaza de otro dolor maacutes grande y te pareceraacute un consuelo iexclLa resignacioacuten iquestSabes lo que entrantildea esta palabra Contiene el propoacutesito firme de [75] aceptar todas las amarguras que pueden venir detraacutes de las que por el momento apuramos Tuacute no lo comprendes asiacute no vas hasta el uacuteltimo extremo no aceptas la totalidad de tu expiacioacuten y hacieacutendote juez de tu propia causa te sentencias a un aislamiento placentero y tranquilo donde sabraacutes rodearte de delicias Renunciando soacutelo a los gustos que no valen nada te quedas con aquello que por ser muy bueno sirve para premio de las maacutes altas virtudes

Gloria gimioacute con dolor al oiacuter esto

-iexclDonosa resignacioacuten la tuya -antildeadioacute Serafinita- iexclLindo modo de purificarte por el martirio Si Jesuacutes despueacutes de azotado hubiera huido cuando le iban a crucificar iquestcrees que habriacutea redimido al geacutenero humano Pues tuacute haces eso crees tener bastante con los azotes y huyes de la cruz Tu resignacioacuten seraacute ineficaz para tu alma si no es completa absoluta si no comprende la renuncia de todo absolutamente de todo

Dordf Serafina al decir esto abrazoacute y besoacute tiernamente a su sobrina la cual agobiada en extremo repetiacutea bantildeada en laacutegrimas

-Todo absolutamente todo

Era necesaria la gran mansedumbre que se habiacutea impuesto y que ella teniacutea para no caer [76] en la maacutes negra desesperacioacuten Sin rechazar las terribles afirmaciones de su tiacutea que todaviacutea no podemos comprender bien por ignorar el hecho que las ocasiona Gloria no podiacutea menos de dar salida a una dolorosiacutesima queja que brotando de lo maacutes iacutentimo de su angustiado pecho se manifestaba en estas breves palabras

-iexclOh iexclqueacute crueldad queacute crueldad

-No te sofoques maacutes ahora -dijo la buena tiacutea besaacutendola tiernamente- Ya tendremos tiempo de hablar de este asunto Volvamos a la iglesia No seacute coacutemo no ha vuelto ya la procesioacuten No siento nada Es extrantildeo

iexclInaudito caso La procesioacuten que no debiacutea emplear maacutes de cuarenta minutos en recorrer su carrera no habiacutea vuelto auacuten despueacutes de transcurrida una hora

-No salgas asiacute -antildeadioacute Serafinita- Sosieacutegate y aguarda en el camariacuten un ratito Voy a ver por queacute se ha encantado esa procesioacuten

Dordf Serafina al salir a la capilla vio con asombro que entraban alborotadas algunas mujeres oyoacute rumor de voces y gritos en la plaza

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-Ya -dijo al fin buscando una razoacuten- Llueve sin duda y se ha desorganizado la fiesta

Pero no luciacutea espleacutendido sol y la tarde estaba serena [77]

- VIII -

El Salvador en la calle

Luciacutea sol espleacutendido cuando la procesioacuten salioacute a la calle Alzadas las andas sobre los robustos hombros descollaba entre la multitud de cabezas descubiertas y entre el movible bosque de gallardos palmitos el asna que sosteniacutea al Salvador del mundo La hermosa cabeza de este animada de celeste expresioacuten vital por la inspiracioacuten del artista era centro de las miradas y de la atencioacuten del devoto pueblo Aquel Sentildeor tan bueno tan hermoso tan amigo de Ficoacutebriga pareciacutea sonreiacuter a sus amados hijos y decirles laquoAl fin estoy otra vez entre vosotros queridos miacuteosraquo El que entroacute en Jerusaleacuten saludado por el hosanna y las aclamaciones de triunfo no podiacutea ser de otra manera que aquel tan bello y afable con su rizada barba sus ojos que miraban como soacutelo puede [78] mirar el que despueacutes de haber fabricado los mundos vio que eran buenos su delicado perfil y las graciosas bandas de cabellos que partidos sobre la frente caiacutean sobre sus hombros

A su lado iba el borriquito Llevaba sus alforjas provistas para lo que pudiera suceder circunstancia que aumentaba la gracia de su presencia en aquel sitio produciendo en el pueblo sin menoscabo de la devocioacuten una hilaridad de buen gusto En uno de los huecos de las alforjas cargaba racioacuten cumplida de doradas panojas y en la otra un ramo que fue puesto alliacute por la sentildeora de Amarillo en sustitucioacuten de otro que no serviacutea

Algo impropia de la severidad humilde de quien quiso entrar en la celestial Jerusaleacuten caballero de una jumenta era la vestidura de terciopelo bordada de oro pero pase este exceso de piedad la cual cuando es grande quiere expresar el ardor y grandeza de los sentimientos con objetos materiales de extraordinario valor

El sol hiriendo los bordados daba al Rey de los reyes aspecto semejante al de un temporal soberano de Oriente pero de todo esto puede hacer caso omiso el artista cristiano porque aquella cara sin igual aquella mano que se alza amonestando aquellos desnudos pies que pronto [79] seraacuten clavados a un lentildeo no son de nadie maacutes que de Eacutel

Cantaba el coro Turba multa clamabat Domio Benedictus qui venit in nomine Domini Hosanna in excelsis destacaacutendose con singular tono de fervor la voz de Joseacute Mundideo a quien se habiacutea concedido poco antes la plaza de sepulturero con la condicioacuten de ir a cantar a la Abadiacutea en los diacuteas solemnes porque su mucha praacutectica del coro le haciacutea necesario No lejos de eacutel iba Sildo con el incensario echando unas humaredas que pareciacutean nubes

D Silvestre llevaba su capa pluvial con mundana elegancia y presidiacutea la ceremonia religiosa con regocimiento y circunspeccioacuten cual hombre que sabe su oficio Al padre Poquito que haciacutea de diaacutecono le arrastraba la dalmaacutetica por ser eacutel de menguadiacutesima estatura y marchaba con los ojos bajos y toda su cara contrita y afligida como la de quien siendo aacutengel se cree pecador

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Maacutes atraacutes iba D Juan Amarillo henchido de vanidad por hallarse en la plenitud de sus funciones municipales sintiendo algo grande y divino en su mente augusta Representaba alliacute la autoridad humana protegiendo y amparando con su tutelar brazo a la divina y en tal ley era preciso que su persona estuviese a la altura [80] de tan insigne papel Andaba con lento y muy marcado compaacutes y a cada paso hundiacutea con fuerza en el suelo la contera de su bastoacuten de aacuteureo puntildeo pareciendo decir laquoiexclCuaacuten feliz eres oh Ficoacutebriga en estar bajo mi manoraquo Al mismo tiempo ni esta especie de endiosamiento ni ninguacuten otro estado peculiar de su elevado espiacuteritu podiacutean hacer que D Juan Amarillo olvidase en tan delicada ocasioacuten los deberes que su cargo le imponiacutea y asiacute era que ni por un instante daba reposo a los ojos para observar todo lo que en el decurso majestuoso de la procesioacuten podiacutea ocurrir Su cara no cesaba de moverse ora para mirar a la gente ora para ver si entorpeciacutean los chicos el paso del religioso cortejo Emanaba de su persona lo que podriacuteamos llamar la esencia absoluta del celo gubernativo y de sus ojos podriacutea decirse no que se apresuraban a observar los incidentes procesionales sino que los preveiacutean y los anunciaban En la expresioacuten a un tiempo mismo amenazante y protectora de su mirada se conociacutea que los ficobrigenses no debiacutean contemplar la procesioacuten sin permiso del Municipio ni devotamente entusiasmarse ni rezar ni las damas gemir en los balcones o en la calle con piacutea ternura religiosa Si estuviera en su mano habriacutea reglamentado la luz del sol como reglamentoacute [81] el puesto que debiacutean ocupar los fieles el orden de la marcha el nuacutemero de coscorrones que debiacutean administrar los alguaciles a los chicos que enredasen en el traacutensito

Cuando pasaron junto al Casino la banda del pueblo (compuesta de seis instrumentos de cobre soplados por otros tantos humanos fuelles) se entusiasmoacute digaacutemoslo asiacute y suspendiendo bruscamente el airecillo de Barba Azul que ejecutaba dio principio al deguumlello de la marcha real cuyas notas salieron chorreando sangre para ir a rasguntildear las orejas de los fieles Al oiacuter tan soberbia muacutesica D Juan se hizo la ilusioacuten de que no por el Salvador sino por eacutel mismo se tocaba y su mente se ofuscoacute un momento cual la de aquellos que asisten a su propia apoteosis viose circundado de rayos de gloria y oyoacute como un Ave Caesar imperator que por las bocas abolladas de los roncos trombones juntamente con el cardenillo saliacutea

A su lado marchaba por creer que aquel puesto era el maacutes conveniente D Buenaventura cuyo semblante no expresaba a primera vista el deseo de que la procesioacuten durase hasta la noche Soacutelo contestaba con monosiacutelabos cuando Amarillo le deciacutea

-No puede uno distraerse ni un momento [82] Sr D Buenaventura si se ha de conseguir que cada cual ocupe su puesto y marche todo este gran gentiacuteo con orden Es preciso tener cien ojos y auacuten no basta

Lantigua que teniacutea predileccioacuten especial por los pisos coacutemodos y no gustaba de que sus pies tropezaran primero en cortante guijarro para hundirse despueacutes en un hoyo de fango haciacutea mentalmente paralelos muy juiciosos entre las eternas leyes de urbanizacioacuten y el antediluviano empedrado de Ficoacutebriga el maacutes detestable de cuantos vieron pasar alcaldes y curas y procesiones Lantigua deciacutea para siacute

-Si otro antildeo me ocurre tirar el dinero seraacute para adoquinarte iexcloh madre villa

Pero a pesar de la ruindad del suelo la procesioacuten marchaba con orden perfecto sin que fuera estorbo la mucha gente que habiacutea en ella hombres y mujeres de la villa del campo y de la mar creyentes los unos tocados de la maacutecula del siglo los otros astutos

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aldeanos honrados y sencillos marineros toda la grey diacutescola y ladina de aquellas verdes montantildeas todos los ejemplares de vanidad infanzona de gaacuterrula presuncioacuten de socarrona travesura de solapada codicia de graciosa sencillez de castellana hidalguiacutea y de ruda generosidad trasladados por Pereda con arte maravilloso al museo [83] de sus ceacutelebres libros montantildeeses No faltaba nada ni nadie y como aquellas repuacuteblicas cantaacutebricas son de tan faacutecil gobierno iba todo a pedir de boca sin que ninguacuten nacido se extralimitara sin que ocurriera desorden y marchando cada cual dentro de la oacuterbita trazada por D Juan Amarillo Pero de improviso presentose un obstaacuteculo muy deplorable y he aquiacute que se descompuso tan pasmoso concierto

La procesioacuten debiacutea entrar por la calle de la Poterna hasta el cementerio torciendo desde alliacute a la izquierda por las Monjas Claras y entrando en la plaza del Consistorio para dirigirse despueacutes a la Abadiacutea por el callejoacuten del Cristo Viejo El sitio llamado de las Monjas Claras es una encrucijada irregular y estrecha donde afluyen tres o cuatro calles tortuosas y mezquinas una de las cuales es la que por aquella parte une el camino real con la plaza Entraba la procesioacuten en la encrucijada cuando por una de las boca-calles de enfrente entroacute tambieacuten un hombre a caballo

Los cantores callaron los marineros que llevaban las andas se detuvieron el sacristaacuten apoyoacute la cruz en el suelo y los cristales se bambolearon en manos de los acoacutelitos como aacuterboles azotados por el viento Sildo dejoacute caer el [84] incensario el cura fruncioacute el centildeo el padre Poquito alzoacute del suelo los ojos y en los labios de D Juan Amarillo fluctuaban las palabras laquoiexcla la caacutercel a la caacutercelraquo

Al ver tanta gente el hombre que veniacutea a caballo quiso volver grupas a toda prisa pero el animal se encabritoacute y alzando las patas delanteras puso al caballero en peligro de caer al suelo Por fortuna suya era gran jinete La multitud prorrumpioacute en exclamaciones y amenazas Aumentado el espanto del caballo con tanto voceriacuteo empezoacute a dar vueltas caracoleando y relinchando con la espumeante boca abierta En el mismo momento aparecioacute por la misma callejuela otro hombre a caballo Era rubio encarnado alto maacutes bien gigantesco de robusto cuerpo y puntildeos como martillos

D Juan Amarillo al ver que habiacutea dos hombres bastante osados para entrar a caballo en Ficoacutebriga en el momento sublime de la procesioacuten sintioacute en siacute la grandiosa coacutelera de los dioses antiguos y se lanzoacute en medio del gentiacuteo llevando el rayo en sus ojos Su mano empuntildeaba el bastoacuten como un dardo Iba a hacer un escarmiento iba a poner a inmensurable altura el principio de autoridad aquel sacro principio que se le habiacutea confiado para que lo transmitiera [85] incoacutelume y lleno de gloria a las generaciones futuras

-iexclPaso al sentildeor alcalde -gritaba el gentiacuteo

El caballo del primer jinete hirioacute con sus patas delanteras en la cabeza a una mujer Espoleado briosamente dio un salto en retirada pero retrocedioacute de pronto volviendo a quedar entre la muchedumbre que le rodeoacute decidida a destrozar caballo y caballero principiando por los insultos y siguiendo a los insultos las obras Pero el segundo o sea el gigante desmontaacutendose ligeramente empezoacute a puntildeadas con todos los que hubo a mano de tal manera y con tanta presteza en dar y recibir que se armoacute una contienda espantosa iexclY el alcalde aquel varoacuten destinado por la sociedad y aun por Dios remediarlo todo a aplacar el tumulto a castigar a todo culpable a convertir el mundo en una balsa de aceite no podiacutea llegar a causa del gentiacuteo al lugar del siniestro

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El primer jinete pudo apearse y tratoacute de contener al que pareciacutea su criado pero este rojo como un pimiento pronunciando palabrotas extranjeras que semejaban ladridos moviacutea los feacuterreos brazos en cuyo teacutermino estaban las martilludas manos que caiacutean como piedras sobre los carrillos pescuezos hombros omoplatos esternones y occipucios de los procesionarios [86] Era un boxeador de lo maacutes florido de Inglaterra pero en aquella traacutegica ocasioacuten no quiso Dios que probara su destreza en tierra de alfentildeiques y por suerte habiacutea alliacute media docena de focas del Cantaacutebrico que en cuanto vieron las furibundas manotadas del rubio gigante extranjero empezaron a probar que la mar no criacutea puntildeos de algodoacuten iexclOh descomunal contienda iexclY el alcalde aquella personalidad augusta que se teniacutea por semidivina que con una palabra un homeacuterico gesto o un simple fruncimiento de cejas podiacutea confundirlos a todos trayeacutendoles al orden y convertirlos de leones en corderos no acertaba a llegar al sitio de la cataacutestrofe porque el gentiacuteo apretaacutendose le habiacutea cogido en medio Y he aquiacute que D Juan flotaba de un lado a otro con la oscilacioacuten de la ola cual naacuteufrago estirando su cabeza alzando su mano derecha con el bastoacuten y la izquierda con el palmito pues no quiso soltar ni lo humano ni lo divino y gritaba laquoiexclOrden iexclA la caacutercelraquo

El primer jinete o sea el amo habiacutea logrado apaciguar a algunos administrando un par de pescozones muy convincentes a su propio defensor y criado pero entonces viose que en el aire se blandiacutea un cirial y que caiacutea sobre un cuerpo duro viose la cabeza del formidable [87] vestiglo boxeador chorreando sangre y despueacutes el mismo boxeador freneacutetico espumarajeante de rabia ebrio de indignacioacuten arremetioacute al que cargaba la bendita manga Produacutejose entonces gran marejada retrocedioacute la multitud hubo esas corrientes que aplastan arrastrando esos temblores de gentiacuteo que atruenan esas dispersiones que atascan las calles como barrancos estrechos en diacuteas de temporal esos choques de una ola de gente con otra que desnarigan y despechugan y descalabran Sintiose entonces un chasquido de madera vieja y apolillada que se hiende y el Salvador el asna el borriquito desaparecieron cayendo en aquel hirviente mar de pies y manos

El cuadro de Goya La procesioacuten dispersada por la lluvia puede dar idea de tal escena Veiacutease por una calle la cruz ponieacutendose en salvo sin ayuda de los ciriales Estos iban a escapar por otra llevados al hombro como los fusiles despueacutes de un rompan filas El cura agitando la capa pluvial cual si fuera a terciaacutersela en la cintura para arremeter llamaba a gritos al diaacutecono Furioso y descompuesto don Silvestre pareciacutea decir laquoiexclAh si yo no tuviera este demonche de pantildeo morado encimaraquo y con su airado pie golpeaba el suelo como un genio de las Mil y una noches [88]

El padre Poquito habiacutea desaparecido sicut avis velut umbra el suelo estaba lleno de palmitas pisoteadas algunas personas no habiacutean querido separarse del Salvador y trataban de remediar el percance recogiendo los pedazos del casi pulverizado borriquito y el ramo que habiacutea ido a parar a cuatro varas de distancia saltando como un ser cautivo que recobra la libertad Un sochantre andaba solo por tal calle mirando a todos lados y Sildo incensaba por broma a los que se habiacutean refugiado en los portales y en las tiendas iexclY en tanto el alcalde aquella providencia aquella alta personificacioacuten del orden aquella mente suprema en cuya previsioacuten descansan los pueblos si al fin pudo esgrimir su bastoacuten en el sitio mismo de la reyerta no habiacutea logrado tener al alcance de su voz y de su mano a los delincuentes no habiacutea podido dar puacuteblico testimonio de su justicia no habiacutea podido hacer de una manera dramaacutetica y elocuente a los ojos de todos el ejemplar que tan inaudito caso exigiacutea

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-iquestDoacutende estaacuten iquestDoacutende estaacuten -deciacutea revolviendo a los cuatro puntos del horizonte sus ojos que echaban sentencias multas diacuteas de caacutercel penas de cadena perpetua de garrote vil

Dio oacuterdenes tan terribles a los alguaciles [89] que estos temblaban El principal de ellos habriacutea deseado acudir a un mismo tiempo a todas partes en busca de los delincuentes pero no pudo ir maacutes que a una aunque D Juan le gritaba

-Al momento al momento inmediatamente preacutendales usted

Pero asiacute como despueacutes de una derrota los diseminados cuerpos de ejeacutercito van poco a poco juntaacutendose de nuevo y daacutendose la mano asiacute los fragmentos de la desbandada procesioacuten fueron acercaacutendose unieacutendose por marchar todos camino de la iglesia y Serafinita vio entrar primero al padre Poquito despueacutes a un cirial maacutes tarde a Sildo luego a los cantores y asiacute sucesivamente hasta que llegaron las destrozadas andas Solo la persona del Salvador no habiacutea sufrido deterioro ni en su divina cara ni en su cuerpo y traje los dos animales siacute se hallaban miserablemente mutilados Pero lo que aterroacute verdaderamente a Serafinita fue que los grupos de gente que con aquellas diversas partes de la deshecha procesioacuten iban entrando deciacutean con azoramiento y enojo -laquoiexclEl judiacuteo el judiacuteoraquo

Cuatro momentos de terrible asombro y dolor inmenso habiacutea tenido aquella virtuosa dama en su traacutegica vida Primero cuando vio [90] morir a su madre Segundo cuando su infame esposo cometioacute la cobarde y villana accioacuten de herir su cara en puacuteblico Tercero cuando supo sin preparacioacuten alguna la muerte de su hermano Juan y la ignominia de Gloria Cuarto cuando oyoacute decir en la iglesia de Ficoacutebriga -laquoiexclEl judiacuteo el judiacuteoraquo [91]

- IX -

El Maldito

Toda la tarde estuvo Daniel Morton detenido en el Ayuntamiento pero despueacutes de anochecido D Juan Amarillo fue en persona a darle libertad para que buscase alojamiento Parece incomprensible a primera vista tal generosidad y la explicacioacuten maacutes razonable es que nuestro celoso alcalde no llevoacute maacutes adelante sus rigores movido del singular respeto que infunde a los avaros la riqueza de los demaacutes cuando es considerable Sabiendo como sabemos cuaacutel era la religioacuten de D Juan Amarillo faacutecil nos es comprender el prestigio que a sus ojos debiacutea tener el que poseiacutea al decir de la gente fabulosas e inagotables arcas de dinero Para ciertos ricos que ven en el pobre un gusano el maacutes rico es una especie de Dios Ademaacutes el grande hombre de Ficoacutebriga en quien [92] se acordaban maravillosamente la afectacioacuten con la astucia y la vanidad con el positivismo razonoacute del modo siguiente

-Este hombre que entre los suyos es de los primeros ha de tener buenas relaciones en Madrid Si le molesto se quejaraacute a la embajada alemana armaraacute un escaacutendalo en los perioacutedicos y quizaacutes se le ocurra al Sr Ministro la funesta idea de mandar al Gobernador que me destituya Para dar satisfaccioacuten a la vindicta puacuteblica bastaraacute tener en la caacutercel un par de diacuteas al criado que fue en realidad el verdadero delincuente

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Asiacute lo hizo en efecto Lo maacutes que pudo conseguir Morton fue que D Juan prometiera soltarle al diacutea siguiente cuando la indignacioacuten estuviese un tantico aplacada y el principio de autoridad restablecido del menoscabo que acababa de padecer

Dirigiose Daniel a la posada de Ficoacutebriga Esta se llamoacute en un tiempo La Equidad y despueacutes con el raudo progresar de los tiempos y la introduccioacuten del gusto de los bantildeos fue creciendo en importancia si no en limpieza hasta que dio en manos de un franceacutes el cual la mejoroacute aderezando el servicio un poco a la moderna y haciendo imprimir para repartirlas tarjetas que deciacutean Hotel de France tenu par Mirabeau [93] El nombre del gran orador no podiacutea estar en peor sitio

Morton entroacute sin hacer caso de las groseras insinuaciones que oyoacute en la puerta y subiacutea resueltamente a ocupar un cuarto cuando el mismo Mr Mirabeau en persona le detuvo dicieacutendole en todas las lenguas posibles menos en la espantildeola

-Caballero perdoacuten Perdoacuten caballero pero no puedo admitir a usted Prefiero tener la casa vaciacutea tres antildeos

El extranjero salioacute a la calle Su semblante indicaba gran pena y fatiga pero decidido a buscar alojamiento a todo trance preguntoacute a los transeuacutentes si no habiacutea en Ficoacutebriga alguna fonda posada mesoacuten o cuchitril ademaacutes del establecimiento de Mr Mirabeau Dos mujeres le conocieron y lanzando una exclamacioacuten que maacutes pareciacutea de terror que de sorpresa se apartaron de eacutel gritando

-iexclEl judiacuteo iexclEl judiacuteo

-Llevo dinero -pensoacute- y al fin encontrareacute un techo

A pesar de que las calles de Ficoacutebriga estaban muy oscuras casi todos los que andaban por ellas conociacutean a Daniel Morton Algunos al verle venir pasaban a la acera opuesta otros se deteniacutean para mirarle como a un objeto [94] raro Oyoacute soeces invectivas o necedades triviales pero de nadie pudo conseguir satisfactoria respuesta Por uacuteltimo decidioacute preguntar a los nintildeos que por su falta de malicia no podriacutean seguacuten eacutel ni rechazarle con aquel horror propio de las conciencias varoniles ni engantildearle Pero dos o tres rapazuelos a quienes pidioacute auxilio saltaron dando alaridos a bastante distancia y tomando piedras del suelo se las arrojaron

Seguiacutea la noche la oscuridad el desamparo y con esto el cansancio del pobre extranjero a quien mortificaban terriblemente el hambre y la sed Despueacutes de haber recorrido todas las calles encontroacute en sitio solitario a una nintildea que veniacutea cantando Dirigieacutendose a ella le preguntoacute por una posada que no fuese la de Mr Mirabeau La nintildea maacutes ignorante o maacutes humana le sentildealoacute la calle inmediata y una puerta donde la seca rama marcaba la existencia de una taberna Morton dio una moneda a su salvadora y acercaacutendose vio las azules letras de un tarjetoncillo que deciacutea Posada

En la taberna resonaban broncas voces de marinos Acercose a un hombre con mandil que estaba en la puerta y pidioacute alojamiento El hombre despueacutes de observarle fijamente diacutejole que subiera y ambos emprendieron ascensioacuten [95] muy peligrosa por una escalerilla

-Gracias -deciacutea Morton para siacute con gozo- gracias a Dios que no me han conocido

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Pero al llegar a una sala alta donde habiacutea tres mujeres en chaacutechara una de ellas gritoacute

-iexclEse ese es

Y el asombro maacutes vivo pintose en los semblantes

Una mujer menos prudente que las demaacutes se asomoacute a la ventana y gritoacute con discorde chillido de la mujer furiosa

-iexclEl judiacuteo el judiacuteo

Subieron atropelladamente varios de los marineros que habiacutea en la taberna

-Le conozco -dijo uno- Es el que salvamos cuando se perdioacute el vapor ingleacutes

Mujeres y hombres todos le miraban con estupor viviacutesimo Hubo al fin en cierto grupo un movimiento de hostilidad pero el tabernero alzoacute la voz y extendioacute sus manos diciendo

-En mi casa no se maltrata a nadie Caballero salga usted

Morton marchoacute hacia la escalera pero antes se detuvo y volvieacutendose dijo

-Veacutendame usted un pan

-Vale cinco duros -gritoacute con chillido de harpiacutea una de las mujeres

-Diez duros -antildeadioacute otra [96]

El tabernero cogioacute un pan del cesto que cerca estaba y lo ofrecioacute a Morton Este al tomarlo con una mano metioacute la otra en el bolsillo

-No -dijo el hombre detenieacutendole

-iquestPor queacute -preguntoacute Daniel

-Es limosna -repuso con gravedad el tabernero

-Caridad -antildeadioacute un marinero- Nosotros somos asiacute

-Tuacute me salvaste la vida -dijo Morton a uno de ellos ponieacutendole la mano en el pecho

-Siacute ese es mi oficio

-Pues bien -antildeadioacute el hebreo- Dame ahora un vaso de agua Dios te lo pagaraacute

El marinero trajo el vaso de agua Morton despueacutes de beber salioacute llevaacutendose el pan

Ya con tan preciosa conquista sintiose medianamente satisfecho como Robinsoacuten cuando en su isla desierta alcanzaba de la Naturaleza los primeros triunfos para prolongar su vida Poquiacutesima gente habiacutea ya en las calles de Ficoacutebriga por lo cual Morton experimentoacute gran consuelo habiendo llegado el caso de que la aproximacioacuten de cualquier humano rostro le produjese miedo y verguumlenza Si en su solitaria excursioacuten por las calles sentiacutea pasos volviacutease y apresuradamente tomaba otro camino como el

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ladroacuten [97] que huye con su robo mal cogido en las treacutemulas manos Cualquiera habriacutea visto en eacutel a un desalmado que acababa de robar un pan

Con ser tan frugal su cena le gustoacute a causa del hambre que padeciacutea maacutes que cuantos manjares ricos habiacutea probado en su vida Satisfecha aquella primera necesidad de su cuerpo este que cuando le niegan se resigna pero si empiezan a darle maacutes pide cuanto maacutes le dan pidiole descanso un abrigo un techo un colchoacuten un montoacuten de paja Esto era maacutes difiacutecil porque ninguna puerta de Ficoacutebriga se abririacutea para eacutel A falta de asilo coacutemodo buscoacute un abandonado hueco de ruinas un tronco de aacuterbol un paredoacuten solitario y apartado de toda humana vivienda que al menos le resguardara del friacuteo Nordeste Anduvo largo trecho alejaacutendose del centro de la villa y volviendo a eacutel Por uacuteltimo vio una escalera de piedra que se abriacutea en el hueco del viejo muralloacuten para dar acceso a una planicie donde se veiacutean algunas construcciones entre las ramas de espesos aacuterboles Sentose alliacute El sitio era relativamente coacutemodo y resguardado del cierzo

Al poco rato aparecieron dos perros a quienes Morton dio lo que habiacutea sobrado de pan obsequio que no rechazaron

-Vamos -dijo el hebreo- ya no se podraacute [98] decir que hasta los perros huyen de miacute Al menos es un consuelo

Poco despueacutes acercose un anciano mendigo con una nintildea en brazos y alargoacute la mano tostada y angulosa para pedir una limosna

-iquestEres de Ficoacutebriga -le dijo Morton

-Siacute sentildeor soy un marinero del cabildo de Ficoacutebriga pero como estoy tan viejo hace dos antildeos que no salgo a la mar y vivo en la mayor miseria si esto es vivir

La voz del anciano temblaba anunciando debilidad hambre y friacuteo Era su rostro curtido y surcado de arrugas como pergamino su barba blanca su estatura corpulenta su cuerpo a pesar de la desnudez que le enfriaba y de la inanicioacuten que le enflaqueciacutea conservaacutebase auacuten derecho y por las roturas de la camisa maacutes desgarrada que una gavia hendida por los temporales veiacutease ver el negro pecho velludo fortalecido por las olas que se habiacutean estrellado en eacutel En sus brazos y arropada entre andrajos dormiacutea la nintildea angelical suentildeo agarraacutendose con sus manecitas al cuello del anciano murmurando a ratos algunas palabras y movieacutendose intranquila no porque estuviera enferma sino porque sontildeaba aun estando en brazos de la miseria cosas placenteras y risuentildeas por ejemplo que se estaba atracando de bizcochos o jugando [99] con tres piedras un pucherito y dos panojas que eran otras tantas muntildeecas

-iquestEres muy pobre -preguntoacute Daniel al mendigo

-Sentildeor no tengo maacutes que lo que me dan Viviacutea con mi hija que era casada y teniacutea que comer porque su marido trabajaba en las minas Pero haraacute dos meses se desplomoacute una piedra de las minas y mi yerno murioacute Mi hija trabajaba para mantenernos mas haraacute dos semanas que la enterramos Dejome esta nintildea no tenemos casa no tenemos maacutes que las limosnas de las buenas almas y hasta ahora ni mi nieta ni yo nos hemos muerto de hambre porque el Sentildeor ha sido bueno y nos ha mirado todos los diacuteas

Daniel sacoacute una moneda de oro diciendo para siacute

-Ahora siacute que voy a ganarme un amigo

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Diole la limosna y el anciano partioacute despueacutes de dar las gracias y de prometer que rezariacutea a la Virgen del Carmen por el alma del favorecedor Morton le observoacute cuando estuvo lejos le vio detenerse en la esquina de la calle de la Poterna donde habiacutea un farolillo y examinar la moneda a la deacutebil claridad de la antorcha municipal despueacutes le vio inclinarse al suelo para sonar la pieza de oro sobre una piedra [100] y luego el anciano volvioacute corriendo al lado de Daniel Morton

-iquestQueacute hay -le dijo este- iquestEs falsa

-No sentildeor es que se ha equivocado usted -dijo el viejo devolviendo la moneda- Me ha dado usted un centeacuten en vez de una peseta

-iquestY por queacute piensas que habiacutea de darte una peseta

-Porque es lo maacutes que se da Yo no puedo tomar sino lo que se me da por voluntad no por equivocacioacuten

-Yo seacute lo que doy hermano -dijo Daniel con emocioacuten- Guarda la moneda que si en algo me equivoqueacute fue en darte una sola Toma otra toma dos maacutes y mantildeana es preciso que nos veamos

Y se las ofrecioacute Pero el pobre viejo no habiacutea tomado en su mano aquel tesoro cuando dando un paso atraacutes lanzoacute una exclamacioacuten de sorpresa y terror

-iquestQueacute -dijo Morton con ira- iquestTuacute tambieacuten me conoces

-iexclAh No no sentildeor -balbucioacute el viejo- iexclpero este dinero tanto dinero iexclDarlo asiacute Es la primera vez que le veo a usted pero no hay maacutes que un hombre que asiacute tire el dinero iexcly ese hombre es el judiacuteo

-Ese soy yo -dijo gravemente Daniel [101]

El anciano quiso poner las monedas en la mano de Daniel mas como este no las tomara arrojolas al suelo diciendo con tremenda voz

-Tome usted sus doblones que ninguacuten cristiano toma el dinero por que fue vendido el Sentildeor

Daniel Morton quedose friacuteo y estupefacto

-Hombre sin entrantildeas -dijo al fin con rabia- has hablado como un idiota

-Yo no quiero limosna de usted Adioacutes

-Aguarda -dijo Morton con angustia- iquestNo ves que esta noche soy maacutes pobre que tuacute maacutes miserable que tuacute Haces alarde de cristianismo y no tienes laacutestima de miacute iexclMe has escupido en nombre de una religioacuten y no te apiadas de la soledad en que estoy sin un amigo sin una voz que me consuele sin otro hombre que me diga hermano y se siente junto a miacute aunque no sea sino para recordarme que ambos hemos sido hechos por el mismo Dios

El viejo marino movioacute la cabeza y despueacutes hundiendo la mano en un hueco de sus andrajos que se abriacutea al modo de bolsillo sacoacute medio pan

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-Toma -dijo secamente y con acento despreciativo que tambieacuten era indicado por el familiar tratamiento

-iexclOh -repuso Morton gimiendo- no es [102] pan lo que quiero otro menos cruel que tuacute me lo ha dado antes Pan se da hasta a los perros Dame tu compantildeiacutea tu fraternidad tu conversacioacuten tu tolerancia el consuelo de la voz de otro hombre algo que no sea discordias de religioacuten ni torpes acusaciones por un hecho de que no soy responsable ni injurias que indican la rabia de una secta iquestPor queacute te niegas a tomar mi limosna iquestMe tienes miedo

-Horror

-iquestPor queacute

-Porque asiacute debe ser Adioacutes

El anciano se retiroacute y a cada pocos pasos volviacutea la cabeza para mirar al hombre de los treinta dineros

Daniel Morton oprimioacute su cabeza entre las manos y estuvo largo rato en meditacioacuten dolorosa Despueacutes exclamoacute con coleacuterico acento

-iexclAh impiacuteo Nazareno nunca sereacute tuyo iexclnunca

- X -

Hospitalidad a medias

Habiacutea pasado maacutes de una hora cuando sintioacute ruido de pasos Un hombre subiacutea la escalera Daniel le reconocioacute al instante

-iexclCaifaacutes -exclamoacute levantaacutendose

-Sr Morton -dijo Mundideo con asombro

El gozo que se pintaba en el semblante de Morton era viviacutesimo Tomoacute a Caifaacutes del brazo y le dijo con acento conmovido

-Tuacute tambieacuten me conoces pero tuacute no me rechazas

-Parece que no ha podido usted encontrar alojamiento -dijo Caifaacutes

-Y tuacute me ofreces el tuyo iexclCuaacutento me alegro de encontrarte Joseacute Eres una aparicioacuten divina Me hielo de friacuteo Tengo mi equipaje en el Ayuntamiento y no quieren daacutermelo hasta mantildeana Mi criado estaacute preso [104]

-Ya lo seacute Que un caballero tan poderoso pase la noche en la calle

-iquestEn doacutende estaacute tu casa

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-Aquiacute muy cerca -repuso Caifaacutes demostrando el diligente afaacuten que nace de la verdadera gratitud- iquestPero queacute es eso que brilla en el suelo Parecen tres monedas de cinco duros

-Es dinero que se me cayoacute -repuso Daniel- Puedes tomarlo

Mundideo recogioacute los centenes y los entregoacute a su duentildeo

-Guaacuterdamelos -dijo Morton- Despueacutes me los daraacutes iquestY tus nintildeos

-Buenos sentildeor Vamos por aquiacute Ande usted con cuidado para no tropezar

Pasada una pequentildea planicie sombreada por dos o tres plaacutetanos de corpulenta talla abrioacute Caifaacutes una puertecilla practicable en un muro de mamposteriacutea y entraron en un terreno que pareciacutea huerta

-iquestQueacute es esto -preguntoacute Daniel sin soltar el brazo de Mundideo que le guiaba en la oscuridad

-Esta es la alcoba grande donde todos hemos de dormir

-iexclEl cementerio de Ficoacutebriga -exclamoacute el hebreo sintiendo friacuteo en sus huesos y un asombro que le impeliacutea a detenerse [105]

-Esto es muy huacutemedo -dijo Caifaacutes- No se detenga usted

-Ya veo las cruces iexclcuaacutentas cruces iquesty esa mole blanca

-Es el sepulcro que se estaacute construyendo para D Juan de Lantigua

Morton se quedoacute maacutes friacuteo maacutes asombrado y en su pecho se enroscaba una serpiente que no le permitiacutea respirar

-iquestEl Sr D Juan -murmuroacute- estaacute aquiacute

-Junto a eacutel pasamos -dijo Caifaacutes descubrieacutendose- Los pequentildeitos estaacuten aquiacute a la derecha

Morton se descubrioacute tambieacuten

-Ese gran enterramiento que se estaacute labrando -antildeadioacute Joseacute- es para toda la familia

-iexclPara toda la familia iquestPero tuacute vives aquiacute iquesten este triste sitio

-Siacute sentildeor Yo soy el sepulturero de Ficoacutebriga Mal destino sentildeor pero pienso dejarlo pronto Ya llegamos Entre usted

Pasaron a un patio y del patio a una casa humildiacutesima Caifaacutes despueacutes de encender luz guioacute a su amigo por estrecho carrejo a una pieza no pequentildea donde habiacutea varios muebles descollando entre ellos un invaacutelido sofaacute de paja de Vitoria Una puerta comunicaba la tal pieza [106] con otra que debiacutea ser alcoba porque Caifaacutes sentildealaacutendola dijo

-Ahiacute dormimos mis hijos y yo Sacareacute mi cama a la sala donde estaraacute usted con maacutes desahogo

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-Gracias no necesito cama Dame una manta y descansareacute en este sofaacute Al fin he encontrado un hombre un verdadero hermano Pero te compadezco amigo No podiacuteas haber elegido un oficio maacutes detestable

-Pronto lo dejareacute a quien lo quiera -repuso Mundideo poniendo en el sofaacute manta y almohada- Ahora Sr Morton mi situacioacuten no es tan precaria como cuando usted tuvo la bondad de favorecerme

-Me alegro infinito iquestHas variado de fortuna

-Asiacute asiacute

La actitud de Caifaacutes frente al israelita era algo cohibida Sus miradas indicaban el mayor respeto y la singular veneracioacuten que su favorecedor le inspiraba pero a tal respeto uniacutease cierto recelo o maacutes bien repugnancia torpeza en las palabras miedo quizaacutes No era preciso ser zahoriacute para conocer que el pobre Mundideo padeciacutea y que su conciencia hallaacutebase enfrente del maacutes grande y aterrador enigma que jamaacutes se le presentara

-iquestY coacutemo has mejorado de fortuna -preguntoacute [107] el extranjero acomodaacutendose en el sofaacute

-Puse una taberna en la cual me fue muy mal Pero hace poco murioacute un tiacuteo materno en Veracruz

-iquestY has heredado

-Poca cosa mas para miacute es un capitalazo Como estaacute el dinero en un Banco de Inglaterra no lo he cobrado todaviacutea Dicen que vendraacute la semana que viene y para entonces Sr de Morton

Caifaacutes miroacute al suelo

-iquestQueacute

-Para entonces le devolvereacute a usted su dinero

-iquestQueacute dinero

-El que usted tuvo la bondad de darme cuando yo estaba en la Cortiguera

-No te lo di para que me lo devolvieras

-Pero yo lo devuelvo porque tal es mi deber

Estaba Caifaacutes en pie y en actitud de sumisioacuten paacutelido descubierta la cabeza Acababa de dejar sobre la mesa las tres monedas recogidas del suelo poco antes

-iquestTuacute deber -dijo Morton en tono de ira

-Siacute sentildeor yo iquestCoacutemo lo direacute de modo que usted no se ofenda iquestCoacutemo lo direacute sin que mi favorecedor me crea ingrato [108]

-Dilo pronto

-Pues yo no sabiacutea que usted

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-Ya -dijo Morton volviendo el rostro con ademaacuten de amargo desprecio

-No se ofenda el Sr D Daniel ni crea que soy malo ni que dejo de apreciarle Yo vamos no seacute lo que me pasa No lo puedo remediar Cuando supe la muerte del Sr D Juan y que usted era

-Yo soy judiacuteo -dijo Morton gravemente

-Siacute -antildeadioacute Caifaacutes sollozando- y su dinero de usted Sr D Daniel me quema las manos El confesor me dijo que devolviera ese dinero aunque para ganarlo tuviera que estar barriendo las calles con mi lengua o cargando piedras como un asno o tirando del arado como un buey Felizmente puedo devolver lo que no debiacute tomar no

-Calla calla -exclamoacute Morton oprimieacutendole con airada violencia un brazo y paacutelido de ira- calla idiota estaacutes hablando como una bestia iquestQueacute dices de miacute iquestPor queacute juzgas mi alma iquestQuieacuten eres tuacute miserable gusano para condenar a eterno abandono a otro hombre hechura de Dios como tuacute quieacuten eres para fallar contra miacute contra miacute que te he favorecido iquestSabes que la conciencia hace al hombre y la ingratitud la negra ingratitud [109] es la uacutenica conciencia de los malos

El extranjero sonrioacute con sarcasmo

-iexclOh yo no soy desagradecido no sentildeor iexcleso no -gritoacute Caifaacutes con verdadera angustia- Si supiera usted leer en mi conciencia No seacute lo que me pasa Yo le he adorado a usted como se adora a los que estaacuten en los altares yo he rogado a Dios por su salvacioacuten maacutes que por la miacutea Piacutedame todo lo que tenga y hasta la uacuteltima hilacha de mi casa seraacute suya Me quitareacute el pan de la boca porque usted no padezca hambre y partireacute con usted mi casa aunque para ello pierda mi destino y esteacute pidiendo limosna toda la vida

-Lo que te pido no es abrigo que puede darlo un aacuterbol un tronco una pentildea una cueva una mina sino el dulce amparo de la amistad de la benevolencia de la grata compantildeiacutea

-Cuanto sea caridad y agradecimiento tendraacute usted siempre de miacute -dijo Mundideo con acento de emocioacuten- Pero

-iquestPero queacute

-Quiero decir -repuso (8) Caifaacutes con gran turbacioacuten de voz- que no quiero su dinero no quiero su dinero

-iexclSupersticioso Tu alma es dulce y piadosa pero cede a las infames ideas del vulgo

-Mi conciencia me manda que no tenga con [110] usted ninguna clase de relaciones maacutes que las de la caridad

-No querraacutes ser mi amigo como se entiende la amistad social no querraacutes frecuentar mi trato ni servirme ni tener conmigo la comunidad de vida y el cambio de ideas que por lo comuacuten existe entre los que profesan una misma religioacuten

-Usted lo ha dicho muy bien eso es lo que yo queriacutea decir pero no sabiacutea decirlo

-Si no te lo impidiese la ingratitud iquestme aborreceriacuteas Joseacute

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-Con todo mi corazoacuten -repuso vivamente el sepulturero- Con toda mi alma Coacutemo podriacutea querer al que ha hecho derramar tantas laacutegrimas a una familia que adoro al que matoacute al padre y deshonroacute a la hija

Morton sintioacute que cada palabra era un lanzazo con que aquel hombre heriacutea su corazoacuten pero al tocar tan delicado punto sentiacutease deacutebil y no teniacutea fuerza para protestar

-No juzgues de lo que no conoces -dijo sordamente- Yo creiacute que siempre seriacuteas mi amigo pero me has engantildeado Al verte me alegreacute porque esperaba adquirir por ti noticias de la persona que amo y sin la cual no puedo vivir

-De la sentildeorita Gloria [111]

-iquestSabes algo de ella iquestla ves -preguntoacute Morton con ansiedad

-Seacute mucho -dijo Caifaacutes con misterio y hostil intencioacuten- La veo con frecuencia pero a usted a usted no puedo darle ninguna noticia

-iquestNo me dices lo que hace si estaacute buena si estaacute alegre si sale

- Soacutelo direacute que es muy desgraciada

-Quizaacutes deje pronto de serlo

Caifaacutes movioacute la cabeza en sentildeal de duda y despueacutes lanzoacute un gran suspiro

-iquestY has dicho que la ves

-Todos los diacuteas

-iquestNo me das ninguna noticia

-Ninguna -replicoacute sordamente Caifaacutes guardando en su pecho las palabras como si echara un muerto al hoyo- Una sola una sola direacute y es que siempre veo en ella un aacutengel del cielo tan aacutengel despueacutes de su caiacuteda como antes

-Dices bien Gracias Joseacute tuacute eres hombre de corazoacuten Me han asegurado que la opinioacuten de este pueblo le es muy desfavorable

-Mucho Dicen que la sentildeorita estaacute mal con Dios Ayer ha pasado una cosa muy rara La sentildeorita envioacute un ramo para que se pusiera en las alforjas del borriquito que acompantildea al [112] Salvador En cuanto el animal sintioacute encima las flores principioacute a dar coces y las arrojoacute contra la pared Todos los que tal vieron quedaacuteronse horrorizados

-iquestY tuacute tuacute eres capaz de creer tan grosera supersticioacuten

-Ni la creo ni la desmiento Cosas muy peregrinas pasan en el mundo iexclOh yo he visto tanto

-iquestY la gente de aquiacute cree eso

-Como el Evangelio lo creen todos No se habla de otra cosa en Ficoacutebriga

-iexclQueacute horrible estupidez Pero tuacute no lo creeraacutes

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-No sentildeor no no lo creo -afirmoacute Caifaacutes despueacutes de un instante de duda- La sentildeorita es un aacutengel del cielo lo digo y lo repito

-Muy bien amigo miacuteo muy bien Puedes decir y repetir otra cosa y es que la sentildeorita saldraacute de su desdichada situacioacuten y seraacute feliz

-Eso no

-iquestPor queacute

-Porque es buena cristiana y usted

-iquestY yo queacute

-No me haga usted decir lo que no debe decirse al que nos ha favorecido

-Pues bien dejemos esto Haacuteblame de ella tan soacutelo Cueacutentame todo lo que sepas [113]

-Seacute mucho

-Pues diacutemelo todo todo

Caifaacutes se llevoacute los dedos a la boca para pillarse con ellos a guisa de tenazas sus carnosos y oscuros labios

-De mi boca no saldraacute una palabra ni una sola que pueda servir a usted para sus planes

-Mis planes son buenos

-Eso Dios lo sabe

-iquestY tuacute no iquestNo lo sabes tuacute que tienes pruebas de mi modo de proceder tuacute que ya me conoces bastante

-Yo no seacute nada nada- gruntildeoacute Caifaacutes con aturdimiento- Yo no seacute nada Usted es un misterio para miacute Sr Morton usted es un aacutengel y una calamidad lo bueno y lo malo juntamente el rociacuteo y el rayo del cielo Yo no seacute queacute pensar yo no seacute queacute sentir delante de usted Si le amo me parece que debo aborrecerle si le aborrezco me parece que debo amarle Usted es para miacute como demonio disfrazado de santo o como un aacutengel con traje de Lucifer No seacute nada no seacute nada sentildeor Morton

Callaron ambos Grave y cejijunto doblemente horrible por su fealdad natural y la expresioacuten de recelo que habiacutea en su semblante [114] Caifaacutes contemplaba a Daniel desde regular distancia sentado los brazos en cruz la cabeza ligeramente inclinada la vista atoacutenita y algo torva Jamaacutes se habiacutea presentado a una conciencia problema semejante y aquel hombre rudo vio desarrollarse en su espiacuteritu todo el panorama inmenso de los problemas religiosos sintieacutendose turbado y atormentado por ellos de una manera confusa y mal definida Vio que en su interior se elevaban fantasmas y oyoacute esas aterradoras preguntas que en lo iacutentimo del espiacuteritu son formuladas por misteriosos labios y que rara vez reciben contestacioacuten Otro hombre de inteligencia maacutes cultivada habriacutea sacado de la meditacioacuten de aquella noche alguna idea clara alguna negacioacuten terrible quizaacutes algo absoluto aunque fuera lo absolutamente negro del ateiacutesmo pero Caifaacutes no sacoacute nada ni luz completa ni tinieblas sino confusioacuten aturdimiento el caos

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el claro-oscuro incierto del alma humana cuando la fe vive arraigada en ella y la razoacuten como diablillo inquieto evocado por la magia entra haciendo cabriolas enredando y hurgando aquiacute y alliacute

Mucho tiempo duroacute la meditacioacuten de ambos El caballero pareciacutea dormir pero velaba Pasaron las horas y rodoacute la noche con ese voltear majestuoso y taciturno que la asemeja a [115] un cerebro que piensa en silencio y reposo lleno de misteriosos sones de imaacutegenes y vagas ideas que se entrelazan como los ciacuterculos movibles de la retina de los cerrados ojos del que vela Ya muy tarde casi de diacutea Morton dijo a Caifaacutes

-iquestNo te acuestas

-No tengo suentildeo -replicoacute el enterrador- Estoy pensando pensando cosas extrantildeas que no me dejan dormir

-Parece que luce la aurora Deseo hablar al Sr D Buenaventura

-iquestTan temprano

-iquestEse sentildeor madruga

-Se levanta con los paacutejaros

-Pues te ruego que vayas allaacute y le digas de mi parte que estoy aquiacute a su disposicioacuten

Caifaacutes no se moviacutea

-iexclQueacute -dijo Morton con ira- iquestTambieacuten te niegas a servirme en esto

-En esto no -repuso Caifaacutes levantaacutendose- Voy a llamar al sentildeor [116]

- XI -

Diez y ocho siglos de antipatiacutea

No eran las seis cuando D Buenaventura y Daniel Morton estaban solos en la habitacioacuten de Caifaacutes Los chicos habiacutean sido enviados a la calle por su padre y este despueacutes de ahondar un poco la sepultura abierta en la tarde anterior se ocupaba en enterrar a uno de esos pobres muertos que entran en la inmensidad misteriosa de la descomposicioacuten subterraacutenea sin amigos sin caacutenticos religiosos sin laacutegrimas sin flores sin mortaja Para esos todo es materia y verdadero polvo

Ambos caballeros despueacutes de contemplar un instante tan triste escena se sentaron junto a una mesilla con tapete de hule que en mitad de la pieza habiacutea Uno y otro callaban hallaacutendose bastante perplejos y diciendo para siacute laquoiexclEacutel hablaraacute primeroraquo Por fin D Buenaventura entabloacute la conversacioacuten [117]

-Nada necesito indicar a usted -dijo con torpeza- de las inmensas desgracias que han caiacutedo sobre mi familia Usted las conoce bien y yo al verle acudir tan puntual a mi llamamiento debo creer que no es indiferente a ellas aunque no sea sino por el remordimiento de haberlas causado

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-Es la segunda vez que vengo despueacutes de aquellos terribles diacuteas -repuso Morton- Esto prueba que no soy un criminal fugitivo y al volver con tanta insistencia al lado de los que ofendiacute demuestro que deseo ardientemente desagraviarlos

-Ahora se probaraacute Yo he llamado a usted contra el deseo de mi familia y de la misma Gloria Separaacutendome de su opinioacuten en materia tan delicada creo que esto puede arreglarse Hablando se entienden las personas Me he propuesto que este grave mal sea reparado y queacute seacute yo se me figura que lo conseguireacute si hallo en el autor de nuestra deshonra las ideas elevadas la dignidad y el sentimiento del honor que supongo siempre en todo caballero bien educado cualquiera que sean su secta He tomado informes en Madrid y por personas de su raza de usted a quienes estimo mucho he sabido que no tendreacute que habeacutermelas con un calavera ni con un hombre corrompido y sin [118] conciencia insensible a los estiacutemulos del honor

-iexclNo soy un malvado para usted -dijo el hebreo con expresioacuten de gratitud- Mayor consuelo no podiacutea yo recibir despueacutes de los ultrajes de que he sido objeto en Ficoacutebriga iexclNo soy para usted un apestado un reacuteprobo un paria un hombre ignominioso colocado fuera de todas las leyes iexclNo inspiro horror no huye usted de miacute no se cree condenado por darme la mano

-Mi opinioacuten sobre usted no es definitiva -indicoacute D Buenaventura gravemente- Dependeraacute de la conducta de usted y de la facilidad con que se preste a una inteligencia conmigo

-La tolerancia que hallo en usted -repuso Daniel- me da mucha esperanza predisponieacutendome a los mayores sacrificios

-iexclSacrificios esa esa es la palabra -dijo Lantigua con gozo y energiacutea- De eso es de lo que se trata Aquiacute sentildeor miacuteo nos hallamos en presencia de un problema terrible la religioacuten la religioacuten que en diversidad de aspectos gobierna al mundo a las naciones a las familias De ella no es posible prescindir para nada Casi siempre es consuelo y estiacutemulo y fuerza que impulsa ahora se nos ha puesto enfrente con amenazadora gravedad y es para [119] usted y para nosotros obstaacuteculo implacable desunioacuten discordia una montantildea que se nos cae encima

D Buenaventura dio un suspiro Daniel Morton suspiroacute tambieacuten

-Pero quizaacutes estamos dando a esta dificultad importancia mayor de la que realmente tiene -antildeadioacute el caballero espantildeol no sabiendo coacutemo abordar la cuestioacuten- Para toda persona que se estima y que sabe dar a los deberes sociales su valor propio hay leyes categoacutericas que no admiten distingos ni sutilezas ni interpretaciones habloacute de las leyes del honor

-Las leyes del verdadero honor -dijo Morton gravemente- son las leyes morales que emanan de la religioacuten o de la filosofiacutea Fuera de esto todo es convencional y falso

Por un momento estuvo suspenso don Buenaventura pero al punto dominoacute sus ideas y repuso

-En rigor eso es verdad Pero dejeacutemonos de generalidades Usted tiene el deber ineludible de reparar la injuria que ha hecho a mi sobrina Para esto es necesario un sacrificio iquestQueacute importa El honor lo exige lo exige esa ley que rige todas nuestras acciones ley que viene no seacute yo de doacutende pero que es ley ley Es una religioacuten sin

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teologiacutea por lo cual no admite [120] cismas ni heterodoxias Su uacutenica herejiacutea es la falta de valor Aquiacute se nos presenta una virtuosa y angelical sentildeorita deshonrada una viacutectima preciosa e inocente y esa viacutectima exige de usted un gran sacrificio

-iexclEl sacrificio de la religioacuten

-Justo

-iquestEn nombre del honor

-Justo

-Eso quiere decir que antes que la religioacuten es el honor iquestY si yo dijera que la mayor deshonra consiste en la abjuracioacuten de la fe en que se ha nacido

-Eso depende de los motivos por que se haga En un caso como este no

-iquestMe permitiraacute usted que ponga un ejemplo y le interrogue

-Con el mayor gusto -dijo Lantigua orgullosamente creyeacutendose con argumentos maacutes fuertes que su contrario

-Pues bien supongamos que va usted a Hamburgo a Amsterdam a Londres

-Ya ya veo su intencioacuten Supongamos que amo a una joven israelita que Vamos que se repite este caso con los teacuterminos invertidos

-iquestSe apresurariacutea a hacer la reparacioacuten debida sacrificando su religioacuten

-Seguacuten fuera la joven [121]

-Como Gloria lo mismo que Gloria Se supone que la amariacutea usted con pasioacuten irresistible

-Hombre eso de hacerse judiacuteo es demasiado fuerte Comprendo que se abrace el protestantismo cualquier cosa Pero en fin concedida la pasioacuten las circunstancias terribles de este caso siacute aseguro a usted que me hariacutea judiacuteo

-Sentildeor de Lantigua -dijo Morton con entereza y dignidad- Usted no tiene religioacuten usted no es catoacutelico

Asombrado y balbuciente se quedoacute el espantildeol mas repuesto de pronto de su confusioacuten dijo

-Soy catoacutelico sincero por educacioacuten por conviccioacuten por el ejemplo santo de mis virtuosos hermanos porque creo que el catolicismo es la religioacuten maacutes perfecta porque si alguacuten momento flaquease mi razoacuten vendriacutea a fortalecerme el recuerdo de mi amorosa madre y con recordarla soacutelo la fe que en ella hizo sublimes prodigios de virtud a miacute me dariacutea tambieacuten fuerzas y consuelo soy catoacutelico porque veo en Jesucristo Hijo de Dios el maacutes admirable ejemplo de perfeccioacuten moral que puede ofrecerse al hombre porque creo sinceramente en el perdoacuten de los pecados y en la vida eterna [122]

-Nada de eso prueba una fe muy ardiente Acepta usted lo que maacutes le acomoda y lo demaacutes lo rechaza Pero aun con fe tan tibia no le creo a usted capaz de hacerse judiacuteo por amor por el carintildeo de una mujer por cosas de un diacutea

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-Y por deber por la responsabilidad terrible de una gran falta -antildeadioacute Lantigua con energiacutea- por estas razones y otras no vacilariacutea en cambiar al menos aparentemente la religioacuten maacutes aceptable por la maacutes desacreditada

-iexclAparentemente iexclEs decir con reservas mentales -dijo Morton lleno de confusioacuten

-iexclAh veo que usted es maacutes intolerante en su religioacuten falsa que yo en la miacutea verdadera Yo concedo algo usted nada Es preciso que usted siga mi ejemplo Veraacute coacutemo no soy fanaacutetico ni intransigente ni mojigato Me atrevo a esperar que mi creencia se asemeja bastante en el fondo a la de usted o a la de cualquier otro hombre del siglo

-iquestCoacutemo -preguntoacute Morton con curiosidad

-iquestSeraacute posible que en el fondo no pensemos lo mismo Sr Morton Se me figura que siacute Oacuteigame usted con atencioacuten Yo creo que la fe religiosa tal como la han entendido nuestros padres pierde terreno de diacutea en diacutea y que tarde o temprano todos los cultos positivos tendraacuten [123] que perder su vigor presente Yo creo que los hombres buenos y caritativos pueden salvarse y se salvaraacuten faacutecilmente cualquiera que sea su religioacuten Creo que muchas cosas establecidas por la Iglesia lejos de acrecentar la fe la disminuiraacuten y que en todas las religiones y principalmente en la nuestra sobran reglas disposiciones praacutecticas Creo que la salvacioacuten de los cultos consistiraacute si llega a verificarse en volver a la sencillez primitiva Creo que si los poderes religiosos se empentildean en acrecentar demasiado su influencia la criacutetica acabaraacute con ellos Creo que la conciliacioacuten entre la filosofiacutea y la fe es posible y que si no es posible vendraacute el caos espantoso Creo que cada vez es menor mucho menor el nuacutemero de los que creen lo cual me parece funesto Creo que ninguna Nacioacuten ni pueblo alguno pueden subsistir sin una ley moral que le deacute vida y si una ley moral desaparece vendraacute necesariamente otra Esto que declaro y que es lo que pensamos iquesta queacute negarlo todos los hombres del diacutea es de esas cosas que pocas veces se dicen y yo las callo siempre porque la sociedad actual se sostiene no por el fervor sino por el respeto a las creencias generales Las circunstancias en que nos encontramos obliacuteganme a abrir a usted mi pensamiento mostraacutendole todo lo [124] que hay en eacutel y a hablarle con entera franqueza pues ni mi nombre ni el respeto que debo a la memoria de mi hermano muerto y a las virtudes acrisoladas del que vive concuerdan bien con estas ideas que a pesar miacuteo exhibo Y al hacerlo asiacute revelando lo que nadie hasta hoy ha oiacutedo de mis labios espero hallar un eco en su pensamiento cierta concordancia remota porque tenieacutendole a usted por hombre instruido en las ideas corrientes no es posible que esteacute tan rigurosa y tenazmente aferrado a la secta maacutes desautorizada de todas Creo finalmente y para decirlo todo de una vez que el fondo moral es con corta diferencia uno mismo en las religiones civilizadas mejor dicho que el hombre culto educado en la sociedad europea es capaz del superior bien cualquiera que sea el nombre con que invoque a Dios

Breve pausa siguioacute a esta profesioacuten de fe Morton miraba fijamente el hule de la mesa y absorto en el grave asunto se ocupaba maquinalmente en retorcer una hilacha que sus manos habiacutean encontrado alliacute

-Estimo la declaracioacuten -dijo sin alzar los ojos de la mesa- Ya sabiacutea yo que muchos adalides del partido catoacutelico son racionalistas in pectore Ahora en cambio de sus concesiones yo voy a hacer otras [125]

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D Buenaventura deciacutea para siacute

-iexclQuieacuten me habiacutea de decir que yo vaciariacutea estas heces de mi conciencia delante de un judiacuteo Pero es preciso transigir siacute transigir ceder un poco para que eacutel ceda otro poco y nos entendamos

-Mi familia como la de usted -dijo el hebreo- se ha distinguido por su fervor religioso ha sido y es como la de usted una familia respetada y querida por sus virtudes y su generosidad ha tenido y tiene gran prestigio en nuestra raza por sostener con noble tesoacuten la idea de la consecuencia israelita en medio de la desgracia en que vivimos y de la degradacioacuten en que han caiacutedo muchos de nuestros hermanos Yo he sido educado con prolija solidez de principios Me han infundido la fe maacutes en la conciencia que en la imaginacioacuten hablaacutendome poco a los sentidos y mucho al alma Ademaacutes me han inculcado la idea de que por nuestra religioacuten fueron revelados al mundo los grandes principios que lo rigen y que no pierden su valor por las modificaciones que recibieran en un diacutea memorable Me han ensentildeado a amar una ley que contiene todo lo bueno y todo lo verdadero pues ninguna verdad moral posee el mundo que no se halle en mis libros Al afirmar esto no llegareacute al extremo de creer que [126] fuera de mi ley todo es corrupcioacuten inmoralidad mentira como hacen aquiacute no yo tambieacuten cedereacute imitaacutendole a usted y direacute que los preceptos morales por los cuales nos regimos son los mismos que gobiernan el alma cristiana los mismos que gobiernan a todos los hombres que tienen preceptos No seacute que haya en pueblos civilizados ninguna religioacuten cuya moral diga laquoMataraacutes mentiraacutes robaraacutes haraacutes dantildeo a tu proacutejimoraquo

-Muy bien muy bien -dijo Lantigua radiante de satisfaccioacuten- iquestVe usted coacutemo nos acercamos iquestQueacute queda entre nosotros El culto la forma la liturgia un fantasma sentildeor Morton

-iexclEl culto -exclamoacute Daniel solemnemente- iquestY a eso llaman ustedes fantasmas Para ustedes lo seraacute para miacute no

-iquestEs posible que quien piensa como usted piensa deacute valor

-Siacute doy valor al culto y valor inmenso

-iquestPor queacute

-Porque es nuestra nacionalidad No tenemos patria geograacutefica y nos la hemos formado en la comunidad de praacutecticas religiosas y en la observacioacuten de la ley Por razoacuten de nuestro estado social tenemos maacutes iacutentimamente confundidas que ustedes la patria la familia [127] la fe Para ustedes la religioacuten no es maacutes que la religioacuten para nosotros ademaacutes de la religioacuten es la raza es una especie de suelo moral en que vivimos es la lengua es tambieacuten el honor ese honor de que usted me ha hablado y que en nosotros no se concibe sin la consecuencia sin la constancia en amar una augusta y venerable fe por la cual somos escarnecidos

-Todo eso es de forma al fondo al fondo -dijo Lantigua con impaciencia- Usted ha demostrado creer que su religioacuten no es en lo moral superior a la miacutea

-Lo es por la antiguumledad y por la sencillez Creo firmemente que cuanto Dios ha revelado al hombre estaacute en mi ley Todo lo demaacutes es postizo No aborrezco al cristianismo por falso ni por malo sino por cruel e inuacutetil

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A D Buenaventura se le vinieron a la boca mil argumentos terribles abrumadores sin reacuteplica pero se contuvo antes de enunciarlos y llenaacutendose de paciencia siguioacute escuchando

-Hay razones histoacutericas y sociales -antildeadioacute el hebreo- razones terribles amigo miacuteo para que nuestra abjuracioacuten sea maacutes deshonrosa que la de otro hombre cualquiera

D Buenaventura dejoacute ver una sonrisa de desdeacuten

-Ademaacutes de que siento un instintivo amor [128] al Dios de mis padres y aborrecimiento invencible a la inuacutetil innovacioacuten cristiana

A D Buenaventura se le acababa la paciencia

-Deacutejeme usted seguir Ademaacutes de esto obedezco a una ley de raza iexcly queacute terribles son las leyes de raza El mismo valladar insuperable establecido por los cristianos para que vivamos moralmente separados del resto del linaje humano aviva y enciende maacutes nuestra consecuencia porque las injurias que hemos recibido la expulsioacuten de Espantildea el injusto odio de los pueblos cristianos nos aferran maacutes a nuestro dogma foacutermula de la patria entre nosotros iexclAbjurar iexclPasarnos a este enemigo implacable que durante diez y ocho siglos nos ha estado insultando escupiendo y abofeteando que nos ha expulsado nos ha quemado vivos nos ha arrojado de todas las ocupaciones honrosas nos ha cerrado todas las puertas nos ha prohibido todos los oficios dejaacutendonos soacutelo el maacutes vil el de la usura que nos ha llenado de denuestos groseros apartaacutendonos de todo lo que puede llamarse fraternidad y negaacutendonos hasta el goce de los derechos naturales que nos ha considerado siempre como una excepcioacuten en la humanidad como una raza abyecta y manchada y nos ha estado martirizando [129] con la infame y absurda nota de deicida iexclde haber matado a Dios No no puede ser entre nosotros no habraacute un solo hombre de honor que se pase a este implacable y feroz enemigo Diez y ocho siglos de venganza por haber dado muerte a un filoacutesofo el maacutes grande de los filoacutesofos si se quiere es demasiada crueldad

-Merecido baldoacuten ha sido -dijo D Buenaventura- y lo prueba la espantosa duracioacuten del castigo Un antildeo diez un siglo pueden equivocarse Mil ochocientos antildeos no se equivocan Su fallo merece respeto

-No tendraacute jamaacutes el miacuteo -declaroacute Morton con furor- Ha tocado usted la fibra maacutes delicada de mi corazoacuten de un corazoacuten que tiene el acendrado fuego de la raza Yo siento la pasioacuten de mi nacionalidad perdida de mi culto sencillo y grandioso de mi pueblo desgraciado y escarnecido que conserva en siacute un fondo admirable de valor moral Siacute quisiera tener mil bocas para decirlo con todas ellas Un pueblo que ha resistido diez y ocho siglos de desprecio un pueblo que subsiste despueacutes de mil ochocientos antildeos de verse proscrito errante vejado humillado es digno de mejor suerte

-Procuren ustedes mejorarla -dijo Lantigua con ironiacutea [130]

-Yo he pasado horas en amarguiacutesima tristeza pensando en la suerte infeliz de mi raza Desde que tuve uso de razoacuten comprendiacute a pesar de vivir en la mayor opulencia que en nosotros habiacutea un gran vaciacuteo aunque no me podiacutea explicar cuaacutel era comprendiacute que una nube siniestra nos envolviacutea que no eacuteramos como los demaacutes que la sociedad nos habiacutea marcado He pasado la mayor parte de mi juventud en teacutetricas meditaciones sobre nuestro aflictivo destino social y con esto el amor que siempre tuve a mi casta a

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mi grandiosa historia se inflamaba maacutes cada diacutea hasta llegar a una vehemencia que hizo creer en la peacuterdida de mi razoacuten Mi juventud ha sido un delirio doloroso un suentildeo en que se han confundido los intentos maacutes atrevidos con las ideas maacutes nobles He sontildeado con la rehabilitacioacuten del judaiacutesmo he sontildeado con borrar la maldicioacuten horrible he pasado antildeos enteros en soledad sombriacutea como los anacoretas cristianos meditando en la pasioacuten y crucificacioacuten de un pueblo inocente y despueacutes lanzaacutendome al mundo y a los viajes infatigables por todos los paiacuteses donde habiacutea israelitas he tomado el tiento a la terrible carga de esta empresa Mas a pesar de hallarla muy pesada no he renunciado a echarla sobre los hombros y en horas de duda o vacilacioacuten he [131] sentido en miacute un aliento poderoso una inspiracioacuten una solemne voz de mi ultrajado Dios que me deciacutea laquoAdelanteraquo

raquoY a un hombre de tal temple a un hombre que tiene el fanatismo santo de su casta que no vacila en morir cien veces por ver realizada una rehabilitacioacuten que el siglo cree imposible a un hombre que no es de estos vanos creyentes del diacutea superficiales y corrompidos ni sabe mirar con indiferencia las cosas de Dios y del corazoacuten y del corazoacuten le dice usted laquoAbandona todo eso y ven a humillarte aquiacute delante de miacute ven a besar esta cruel mano que te ha estado abofeteando por espacio de diez y ocho siglos ven a adorar al filoacutesofo crucificado en cuyo nombre hemos decidido que eres una bestiaraquo

-En nombre de Jesucristo -dijo D Buenaventura sintiendo que en su corazoacuten habiacutea sido tocada una fibra de sentimiento aunque estaba muy honda y el dolor no era grande- En nombre del que redimioacute al geacutenero humano transformando toda la tierra Parece mentira que en un entendimiento cultivado y claro exista obcecacioacuten semejante iexclDios miacuteo lo que es nacer en el error Pero hay una cosa que me hace poner en duda la sinceridad de su fanatismo Si tan lleno estaba usted de la idea de su raza si esta idea le ocupaba por entero si regiacutea [132] completamente su vida y sus actos todos regulando sus sentimientos iquestcoacutemo Sr Morton cayoacute usted en la debilidad de enamorarse de una mujer cristiana

-Dios nos somete a duriacutesimas y terribles pruebas Los catoacutelicos tibios que piensan poco en Dios los ateos que le niegan y los racionalistas cristianos que le han despojado de sus maravillosos atributos personales no comprenderaacuten esto y reiraacuten con impiacutea necedad de las pruebas a que me refiero Yo no soy asiacute Creo en las pruebas como en los castigos Mi insensato y desvariado amor es una de aquellas He caiacutedo he caiacutedo con pecado nefando y he sentido las maacutes terribles y congojosas dudas que pueden imaginarse iquestQueacute debo hacer iquestEn queacute grado deben interesarme respectivamente mis deberes sociales y mis deberes religiosos Aquiacute tiene usted la gran duda que me ha traiacutedo a la mayor desesperacioacuten y a desear ardientemente la muerte la madre muerte que todo lo resuelve

-Yo no le he llamado a usted -dijo Lantigua gravemente- ni usted ha venido tampoco para entregarse a una desesperacioacuten inuacutetil Es preciso ser razonable abordar la cuestioacuten esta cuestioacuten terrible que se nos ofrece en presencia de mi sobrina inocente y buena y hermosa [133] de mi hija debo decir pues por tal la tengo

-Es verdad Yo he venido deseoso de abordar la cuestioacuten y de resolverla

-iquestCoacutemo Despueacutes de lo que acabo de oiacuter -dijo D Buenaventura con acento de indignacioacuten- parece que seguacuten usted el horrendo sacrificio debe hacerlo ella

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-No no comprendo que eso no puede ser Hay otro medio

-No alcanzo ninguno

-Si yo no creyera que hay otro medio no hubiera venido me habriacutea quedado en Londres

-Es verdad

-Soacutelo el acudir puntual a su llamamiento indica que mi deseo es

-Conciliar bien

-Pero esta conciliacioacuten no puede celebrarse sino entre ella y yo entre su conciencia y la miacutea

-Es necesario -dijo Lantigua con intereacutes- es necesario que usted la vea Ella le recibiraacute a usted Ya se lo he dicho y tendraacute que obedecerme

-El problema es difiacutecil pero quieacuten sabe Creo que en la cuestioacuten de fe no nos seriacutea difiacutecil llegar a una concordia provisionalmente aceptable pero la cuestioacuten de forma es la maacutes terrible [134]

-Ahiacute ahiacute estaacute el quid iquestPero seraacute imposible buscar una foacutermula

D Buenaventura que en su vida poliacutetica no por cierto muy larga ni muy brillante habiacutea descollado en el arte de buscar foacutermulas creiacutea posible en la ocasioacuten que ahora relatamos lucir nuevamente su ingenio Pensando en esto dijo para siacute

-No se presenta mal iexclAlgo duro estaacute Veremos creo que repetidas conferencias entre los dos han de abrir alguacuten camino Todaviacutea me queda un argumento muy fuerte un argumento de corazoacuten de ternura y ese lo dejo para cuando sea oportuno Ahora no lo es

-Nada podemos adelantar mientras yo no la vea y hable con ella -dijo Morton con inquietud

-La veraacute usted Su repugnancia es mucha pero yo la vencereacute Tenemos dificultades por todas partes No contaacutebamos con el disgusto y la alarma que su presencia de usted produciriacutea en este piadosiacutesimo pueblo Las ideas de mi familia tampoco nos son muy favorables Mi hermana se empentildea en dirigir la mente de Gloria al ascetismo y esto no me gusta

-iquestY el sentildeor D Aacutengel

-No estaacute aquiacute Menos temor me infundiriacutea [135] eacutel que mi hermana iexclUna foacutermula iexclHallar una foacutermula iquestPero esto es tan difiacutecil Se me figura que entre los tres llegariacuteamos a una solucioacuten lisonjera o al menos admisible iexclTodo menos la deshonra de esa infeliz

-Que yo la vea que yo la vea es lo principal -dijo Morton con ardor

-La veraacute usted

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-Que pueda yo ademaacutes mostrarme libremente en el pueblo y que cese el absurdo horror que inspiro que pueda ir a todas partes que mi nombre no sea una blasfemia

-iexclOh -dijo Lantigua hondamente preocupado- Es preciso ante todo redimirle a usted de esta horrible abominacioacuten puacuteblica indigna de la cultura moderna

-Siacute siacute

-Y darle a usted alojamiento digno decoroso a la luz del diacutea que no viva oculto como los ladrones

-Siacute siacute tambieacuten eso

El buen banquero miroacute fijamente al suelo sosteniendo su barba con los dedos de la mano derecha

-iexclAh -exclamoacute de improviso daacutendose una palmada en la frente- Tengo una idea una idea feliciacutesima

-iquestCuaacutel [136]

-Permiacutetame usted que no se la diga por ahora

-Pero

-Tendraacute usted alojamiento decoroso y se modificaraacute o se atenuaraacute por lo menos el rigor de esa implacable opinioacuten puacuteblica Hoy mismo notaraacute usted las consecuencias de mi idea

-Deseo saberla

-Confiacutee usted en miacute -dijo el banquero levantaacutendose- Nos veremos luego Voy a ocuparme de usted

No quiso dar maacutes explicaciones el noble sentildeor de Lantigua y salioacute dejando al hebreo en confusioacuten no menos grande que la que teniacutea al principio de la conferencia Morton se asomoacute a la ventana y vio a Caifaacutes enterrando otro muerto

-Un enemigo menos en Ficoacutebriga- pensoacute

En tanto Lantigua corriacutea presuroso en busca del sentildeor cura D Silvestre Romero [137]

- XII -

La foacutermula de D Buenaventura

En la tarde del Domingo de Ramos y cuando despueacutes de rota y deshecha la procesioacuten se retiraron consternadas a su casa Gloria y Serafinita esta mandoacute a Roque con toda diligencia a Villamojada para que pusiera en la estacioacuten telegraacutefica el siguiente despacho

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laquoA D Aacutengel Mariacutea cardenal de Lantigua arzobispo de X en el palacio arzobispal de Tolouse (Francia) -Graviacutesimo peligro Enemigo en Ficoacutebriga Ven al punto Serafinaraquo

El Sr D Aacutengel habiacutea sido elevado en Noviembre anterior a una silla metropolitana digna recompensa de sus altos merecimientos y preclaras virtudes En Febrero concediole Su Santidad la puacuterpura y a principios de Marzo partioacute para Roma a recibir la birreta Regresaba en Abril apresuradamente para tomar posesioacuten de su nueva dioacutecesis antes de la Semana Santa y al atravesar Francia para entrar [138] por Bayona sintiose acometido por su fiero enemigo el reuacutema Encolerizarse contra el reuacutema y el mal tiempo y la humedad habriacutea sido encolerizarse con Dios por lo tanto llenose de resignacioacuten y en vez de irritarse suspiraba No obstante la cojera insistiacutea en proseguir el viaje pero los meacutedicos ordenaacuteronle descanso y el arzobispo de Tolosa de Francia grande amigo suyo en el Concilio le invitoacute a que descansase No lo hizo de muy buen grado Su Eminencia mas las traidoras piernas se negaron a obedecer al corazoacuten Escribioacute a su hermana y entre otras cosas le deciacutea

laquoNo estoy tan mal que no pueda ponerme en camino si un urgente negocio lo exige Si ocurre algo muy grave en nuestra familia o si se presentara en Ficoacutebriga el antedicho sujeto (en los primeros paacuterrafos de la carta hablaba de eacutel) aviacutesamelo sin peacuterdida de tiempo pues aunque deba ir arrastraacutendome seguireacute mi itinerarioraquo

De las intenciones y pensamientos del sentildeor cardenal no tenemos auacuten conocimiento exacto y casi nos atrevemos a creer que Serafinita a pesar de su buen deseo no los interpretaba con estricta fidelidad En cuanto a D Buenaventura ya sabemos que deseaba resueltamente poner fin a aquel duro conflicto [139] por medio del matrimonio No habiacutea duda para eacutel respecto a la medicina pero la foacutermula de esta se ocultaba a su perspicuo entendimiento del ilustre banquero y hombre de mundo iexclLa foacutermula He aquiacute el secreto Era preciso ser Arquiacutemedes Galileo Newton es decir poseer el genio y la inspiracioacuten sublime de los grandes descubrimientos para encontrar aquella foacutermula

D Buenaventura militaba puacuteblicamente en el partido catoacutelico el cual ha extendido a todas las cosas la intolerancia que es el nervio del dogma Pero es ley fatal tambieacuten que al combatir con un enemigo que emplea determinada taacutectica se aprende esa taacutectica y se la adopta despueacutes Eso le pasoacute a D Buenaventura y el haacutebito de los parlamentos del saloacuten de conferencias y de la poliacutetica menuda ensentildeole sin saber coacutemo el fino arte de las transacciones Era que su espiacuteritu por el frecuente combate con las habilidades llegoacute a inficionarse de ellas primero a usarlas instintivamente despueacutes y por uacuteltimo a creerlas buenas y necesarias

Habiacutea defendido eneacutergicamente aunque sin elocuencia la unidad rigurosa del culto y eran de oiacuter sus palabras calificando los matrimonios contraiacutedos por personas de diferentes creencias pero una cosa es la declaracioacuten teoacuterica y otra el hecho abrumador y elocuente maacutes persuasivo [140] que cuanto encierran las bibliotecas Ante aquel hecho que directamente heriacutea su corazoacuten D Buenaventura vaciloacute mucho concluyendo por admitir la imprescindible necesidad de un arreglo Este arreglo era posible con tal que se encontrase una foacutermula

Amaba tan tiernamente a su sobrina Gloria que en su corazoacuten no la distinguiacutea de sus propias hijas En Madrid habiacutea tomado informes de Morton y por el baroacuten de W y otros israelitas con quienes teniacutea relaciones de amistad o de negocios supo nuestro

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banquero las sobresalientes cualidades de todos los individuos de la familia de Daniel y de Daniel mismo

-O yo valgo poco o los caso -deciacutea Lantigua- Sobre la conveniencia y la posibilidad de esto no hay duda El coacutemo la piacutecara foacutermula es lo que falta

Desde que llegara a Ficoacutebriga confioacute a Romero su pensamiento y este se mostroacute muy dispuesto a admitirlo Ambos discutieron indagaron escudrintildearon Por uacuteltimo D Silvestre lleno de intereacutes por la sentildeorita de Lantigua deciacutea

-No hay maacutes remedio sino que es preciso sacarla de tan triste situacioacuten Aquiacute no se trata de teoriacuteas se trata de un hecho de un hecho [141] innegable evidente terrible Comprendo que para evitar estos hechos se establezca la unidad religiosa maacutes intolerante que se expulse que se queme que se condene que se fulminen rayos pero ya no se trata de prevenir sino de reparar No habraacute ninguna autoridad divina ni humana que se atreva a decir en presencia de esto laquoqueacutedese el mal como estaacuteraquo Lo que falta es la foacutermula una formulita

D Silvestre fue desde entonces coacutemplice de todos los planes de su noble amigo Ambos sin dejar de ser muy catoacutelicos y de manifestar las maacutes feacuterreas opiniones cada cual seguacuten su estilo eran hombres de mundo habiacutean tomado el tiento a la sociedad habiacutean sufrido la fascinacioacuten de lo praacutectico el uno en sus negocios el otro en sus luchas contra la Naturaleza habiacutean dicho laquoconviene huir de la corriente para que no nos arrastre pero si por desgracia viene un brazo de mar y nos quiere llevar es tonteriacutea luchar con eacutel hay que sortearloraquo

D Buenaventura no admitiacutea de ninguna manera el matrimonio puramente civil en aquel caso ni entraba en sus miras que Gloria fuese a casarse a un paiacutes extranjero Para eacutel la foacutermula maacutes aceptable hubiera sido aquella en que el matrimonio se verificase con todas las apariencias de concordancia religiosa [142]

-Me basta -pensaba- me basta con que ese hombre nos conceda una farsa de abjuracioacuten Seraacute un malvado si no lo hace Piense luego en su interior como le deacute la gana Al fin y al cabo el fondo el fondo de todas las creencias iquestno es uno mismo La sociedad nos obliga a establecer diferencias en el culto pero esas diferencias deben desaparecer ante un deber social tambieacuten muy poderoso He aquiacute la foacutermula siacute ya la tengo se la propondreacute Una conversioacuten fingida con reservas mentales iexclOh Dios Dios Es imposible que tuacute no seas uno mismo para todos iexclAh esta es una de esas piacutecaras ideas que nosotros los hombres de peso no decimos nunca nunca no no se pueden decir pero es la taimada idea la saltona y diaboacutelica idea que tenemos asentada en el fondo de la conciencia Si mi hermano sospechase esto

El diacutea de la conferencia que hemos descrito habloacute con D Silvestre antes de misa mayor y ambos se pusieron de acuerdo sobre la conveniencia de rehabilitar al hebreo en el concepto puacuteblico de Ficoacutebriga y proporcionarle una entrevista con Gloria

-iexclAh -deciacutea D Buenaventura- Si esa desgraciada se empentildea en no verlo yo probareacute que tengo autoridad Bueno es el misticismo [143] pero ahora se trata de ajustar una cuenta con la sociedad La de Dios estaacute ya saldada y el perdoacuten de nuestra pobre hueacuterfana debe de haber sido puesto a la firma allaacute arriba Estoy seguro de esto seguriacutesimo

Y pensando luego en Morton deciacutea siempre

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-Se me figura que los mayores obstaacuteculos no vendraacuten de parte de eacutel Su fanatismo maacutes que de religioacuten es de raza Y si auacuten vacilara tengo un argumento poderoso que guardo para la ocasioacuten criacutetica un arma de sentimiento de ternura con la cual pienso herir en eacutel la fibra maacutes sensible

Desde el Lunes Santo empezoacute a correr por Ficoacutebriga un rumor que en pocas horas dio la vuelta a todo el pueblo y penetroacute en todas las casas como un aire fuerte y suacutebito que sorprende abiertas las puertas y hasta el maacutes hondo rincoacuten se introduce El rumor era que el Sr Morton habiacutea ido a Ficoacutebriga con el fin santo de abrazar el catolicismo Divulgose esta noticia que era buena con la rapidez de las malas haciendo efecto poderoso en pueblo tan creacutedulo como sencillo No hubo una sola boca que de esto no se ocupase en todo el lunes y martes y por do quier oiacuteanse exclamaciones de alegriacutea y comentarios optimistas Hubo quien asegurase haberlo oiacutedo de los labios del [144] mismo cura o de los no menos respetables de D Juan Amarillo Causaba igual pasmo la noticia de que el extranjero habiacutea sido alojado decorosamente en una de las buenas casas de Ficoacutebriga y que se esperaba de un instante a otro al Sr D Aacutengel de Lantigua para echar los Evangelios al neoacutefito

Inuacutetil es decir que estos rumores llegaron a la casa de Lantigua y hallando abierta la puerta se metieron dentro y subieron y bajaron dando vueltas a toda la casa Pero no entraron soacutelo por conducto de los criados sino que el mismo cura al enunciarlos con su venerable boca les dio autoridad El martes por la tarde fue a la casa a ver a su querida penitente y delante de ella y de Dordf Serafina habloacute de la estupenda noticia que por el pueblo corriacutea Apoyole D Buenaventura mas las dos hembras no dijeron nada

-Si es cierto -dijo Romero decidido a que la idea penetrase donde debiacutea penetrar- si es cierto esta conversioacuten seraacute muy sonada Aquiacute tenemos al jornalero de las vintildeas que ha venido tarde pero que recibiraacute seguacuten Jesucristo la misma soldada que los que vinieron pronto Grandiacutesima gloria seraacute esta conversioacuten para nuestra humilde villa y tambieacuten para miacute que tuve la dicha de sacar de las aguas [145]

Viendo que aparentemente no prestaban atencioacuten a sus palabras volviose a D Buenaventura y prosiguioacute asiacute

-Yo le saqueacute de las aguas como se saca un pez de modo que si yo no le hubiera pescado Y aquiacute viene bien repetir lo que dijo Nuestro Sentildeor Jesucristo a los Apoacutestoles cuando recogiacutean sus redes en las orillas del lago de Genesareth laquoSeguidme y os hareacute pescadores de hombresraquo He aquiacute que si al fin le bautizo yo puedo decir con doble motivo que he pescado a un hombre

Gloria que leiacutea los oficios del Martes Santo miraba tan de cerca el libro que pareciacutea no poder hallarse en disposicioacuten de entender la lectura si no se metiacutea las letras dentro de los ojos Serafinita permaneciacutea inmutable y silenciosa como si su espiacuteritu su voluntad y sus creencias se hallaran en esfera superior a todos los miserables eventos de la tierra

Cuando el cura salioacute D Buenaventura le dijo

-Basta con que lo sepa La idea ha de hacer efecto No es cerebro de paja el suyo y cuando una idea entra en eacutel ya ya levantaraacute buen remolino iexclAh Sr D Silvestre Se me figura que he encontrado la foacutermula esa deseada foacutermula [146]

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- XIII -

El secreto

Por la tarde mieacutercoles Serafinita acompantildeoacute a su sobrina a dar un paseo por el jardiacuten Departiacutean sobre cosas triviales pero la sentildeorita hablaba tan poco que a veces Dordf Serafina teniacutea que suspender su discurso y preguntarle dulcemente

-iquestEn queacute piensas

-En nada -respondioacute Gloria

-En mucho -afirmoacute la sentildeora sonriendo- No creas que te rintildeo por eso Bien seacute que no es cosa faacutecil purificar completamente el pensamiento de ideas mundanas Auacuten lucharaacutes mucho padeceraacutes congojas sufriraacutes terribles asaltos de la mala idea batallaraacutes horriblemente antes de que tu pensamiento limpio y libre se pueda consagrar por entero a Dios Para llegar a este lisonjero fin hija miacutea no hay mejor [147] camino que el de la desgracia y prueba evidente soy de ello Pero has de poner algo de tu parte Desaacutehuciate de una vez Esta idea es dolorosiacutesima pero muy saludable Piensa en el ejemplo del tratante de perlas que presentoacute Nuestro Sentildeor Jesucristo y fue que viendo el mercader una perla maacutes hermosa que todas vendioacute las que teniacutea para comprarla Del mismo modo tuacute para comprar la perla del reino de los cielos es fuerza que vendas todas absolutamente todas las que posees

-Menos una -contestoacute Gloria tiacutemidamente

-Dios no agradece los sacrificios de las cosas pequentildeas sino los de las grandes iquestQueacute le has ofrecido hasta ahora Los placeres del mundo las relaciones sociales tu fama tu reputacioacuten Eso no vale nada lo que Eacutel quiere es tu corazoacuten iexclLos corazones son las joyas con que se obsequia al Eterno Padre esos son los diamantes y las perlas de que estaacute formado su trono iquestCrees que basta el perdoacuten de las injurias la humildad y la conformidad en sufrir desaires y calumnias

-Ya seacute que ese meacuterito no es grande querida tiacutea -dijo Gloria- ya seacute que hay sacrificios mayores mucho mayores iexclDichosas las almas que tienen fuerza para hacerlos Para perdonar [148] a mis enemigos creo que no necesito probar la desgracia Si en otro tiempo los hubiera tenido los habriacutea perdonado del mismo modo De la humildad no puedo vanagloriarme porque no la tengo completa yo seacute que no la tengo y en cuanto a los desaires y calumnias escasa virtud hay en sufrir pacientemente los primeros que bien poco valen Las segundas si existen no han llegado a mis oiacutedos

-Pues siacute existen las calumnias querida hija eres calumniada y voy a decirte coacutemo para que perdones a las bocas maldicientes

-No es calumnia hablar de mi deshonra

-No se trata de eso se trata de verdaderas calumnias de falsedades indignas y deshonrosas propaladas por personas que se llaman amigas nuestras y que nos deben respeto y consideracioacuten o por lo menos la caridad que a todos los cristianos nos une

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-Tristes son los desaires de que he sido objeto -repuso Gloria- pero como hijos de una supersticioacuten grosera no merecen gran atencioacuten

-No me refiero al incidente del pollinito -dijo la sentildeora- Ya eso despueacutes de que ocupoacute bastante las lenguas de Ficoacutebriga ha pasado a la historia Me refiero a calumnias a verdaderas calumnias que corren acerca de tu conducta [149] Esta mantildeana hija miacutea he pasado un rato de dolor y de verguumlenza al oiacuter contar

La voz se ahogoacute en la garganta de la noble sentildeora pero haciendo un esfuerzo continuoacute asiacute

-Teresita la Monja una sentildeora a quien siempre hemos tenido los de casa el mayor respeto me dijo de ti cosas abominables He necesitado de toda mi paciencia de toda la mansedumbre y paz de mi alma para no llenarme de infame ira Pero hija ciertas cosas no se pueden oiacuter iexclno Oyendo a aquella mujer he tenido que hacer un esfuerzo colosal sobrehumano para ahogar en mi pecho la indignacioacuten No he podido contestarle una palabra y me he deshecho en laacutegrimas delante de ella y de sus amigas

-iquestY queacute dice de miacute -preguntoacute Gloria con perfecta tranquilidad

-Es tan bestial y horrenda la calumnia que me da verguumlenza deciacutertela pero te la direacute para que apurando tambieacuten este caacuteliz de amargura tengas una ocasioacuten magniacutefica de perdonar

-iexclPerdonar

-Siacute de perdonar a esas mujeres como las he perdonado yo Ni aun quiero hacer comentarios de su maldad ni siquiera las vitupero como te han vituperado a ti y tan soacutelo digo [150] laquoSentildeor perdoacutenalas porque no saben lo que se dicenraquo

-iquestPero queacute es

-Te horrorizaraacutes mas no importa Dicen que a altas horas de la noche cuando todos duermen en nuestra casa y en la villa sales siacute dicen que sales ocultamente para reunirte en un paraje solitario allaacute junto al cementerio con el desgraciado autor de tu deshonra

Gloria se quedoacute blanca inmoacutevil y muda como maacutermol Sin embargo aquel estupor no indicaba en modo alguno la turbacioacuten de una conciencia sorprendida por la denuncia

-Comprendo tu espanto -antildeadioacute la sentildeora- iexclOh iexclCuaacutentas laacutegrimas he derramado hoy Oiacuter estas cosas yo yo que pondriacutea cien veces mi mano en el fuego de tu inocencia en este caso Quise responderles pero la lengua se me entorpeciacutea Teresita se reiacutea iexclSi vieras con queacute peacuterfida seguridad afirmaba haberte visto ella misma

-iexclElla misma

-Siacute dice que el lunes te vio Era maacutes de media noche Ella habiacutea salido a asistir a una sobrina que estaba de parto la hija mayor del escribano D Gil Barrabaacutes Dice que te vio [151] salir de la casa tomar por la calle de la Poterna En fin no quiero atormentarte maacutes iexclQueacute calumnia tan infame

Era cierto era que Teresita la Monja habiacutea dicho a la sentildeora la atroz calumnia bueno es asentarlo asiacute aunque ninguacuten lector habraacute puesto en duda la veracidad de la de

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Lantigua persona incapaz de mentir La horrible invencioacuten habiacutea corrido de boca en boca por todo el ciacuterculo de beatas neutralizando el buen efecto que produjera en Ficoacutebriga el rumor de la conversioacuten del israelita

-Al principio no creiacute prudente contarte estas abominaciones -antildeadioacute Serafinita con el acento de la lealtad maacutes pura- pero despueacutes he decidido que lo sepas para que tengas el gusto inefable de perdonar a esas personas No quiero darles ninguacuten calificativo infamante soacutelo pienso en perdonarlas y en rogar a Dios por ellas iexclOh hija miacutea este edificante gozo del alma que olvida la calumnia y perdona a los calumniadores no es permitido sino al alma del cristiano iquestLas perdonas

-Con todo mi corazoacuten -repuso Gloria volviendo del estupor que la noticia le produjera- Y aunque cien veces me difamaran cien veces las perdonariacutea

-Asiacute es como te quiero -dijo Serafinita con [152] efusioacuten de amor y de piedad abrazando y besando a su sobrina

No hablaron maacutes de este tema Ya cerca del anochecer vino Caifaacutes a dar cuenta de la distribucioacuten de limosnas que soliacutea hacer por encargo de Dordf Serafina y de Gloria Esta llevaacutendole a su cuarto le dio maacutes dinero e instrucciones nuevas que no podemos conocer

Por la noche los tres Lantiguas hicieron la colacioacuten rezoacute el rosario la sentildeora acompantildeada de todos y cuando llegoacute la hora de recogerse dirigiose a su cuarto D Buenaventura mientras Serafinita acompantildeaba a Gloria al suyo pues era costumbre hacerle compantildeiacutea hasta que la dejaba acostada y cediendo a las dulces caricias del suentildeo

-Buenas noches nintildea miacutea -dijo la sentildeora poniendo la mano sobre la frente de su sobrina- Duerme en paz iquestQuieres que te apague la luz Ya estaacute apagada

Dio un soplo para matar la luz y tomando la suya besoacute a Gloria con ternura y se fue Por breve rato oyeacuteronse sus pasos al bajar la escalera pero al fin extinguiose el ruido y tambieacuten la triste claridad que dejaba tras siacute la vela con que se alumbraba

Gloria no dormiacutea Vigilante en medio de la profunda oscuridad de su cuarto sus negros [153] ojos se abriacutean ante las tinieblas como ante un hermoso espectaacuteculo y su oiacutedo atendiacutea a los murmullos de la noche Aterrada ella misma de su estado zozobra se poniacutea la mano sobre el corazoacuten para sentir sus latidos y a ratos suspiraba movieacutendose ligeramente en el lecho Pasado alguacuten tiempo despueacutes de la partida de su tiacutea alargoacute el cuello ponieacutendose en acecho y contuvo la respiracioacuten para que el leve rumor de esta no se confundiera con los sones lejanos que queriacutea sorprender

Crujieron en la casa las uacuteltimas puertas que se cerraban allaacute en lo profundo oiacuteanse a ratos golpes que pareciacutean subterraacuteneos y eran las pisadas de las mulas en el suelo de su cuadra despueacutes el ladrido de los vigilantes perros que se alborotaban por el paso de una sombra y constantemente el vibrante chasquido de los sapos cantores de la yerba huacutemeda Los oiacutedos de Gloria estimulados por la zozobra de su alma sondaban el silencio de la noche penetrando hasta las uacuteltimas honduras para cerciorarse de que la casa se hallaba en completo reposo

-Ya duerme -pensoacute- Todos duermen

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Siguioacute escuchando y claramente percibiacutea el resuello de la mar jamaacutes callada ni aun cuando duerme como en aquella tranquila noche [154] en que sus olas eran suaves dilataciones de un pulmoacuten en reposo Gloria contaba el tiempo pues sin necesidad de reloj podiacutea apreciar el nuacutemero de instantes que transcurriacutean Ella no atendiacutea a ninguna idea pasada y toda su alma estaba en lo presente y en aquel rato de acecho que iba creciendo hasta ser una hora dos horas

-Ya es tiempo -pensoacute- iquestQueacute tiene esta noche el reloj de la Abadiacutea que no suena

Y no habiacutea acabado de formular esta idea cuando se oyoacute la primera campanada larga coacutencava pesada prolongada como un lamento Como los duendes que esperan la hora de su libertad Gloria se incorporoacute raacutepidamente Al dar la segunda campanada tomoacute su ropa tanteando en la oscuridad pero sin equivocarse porque sabiacutea muy bien el lugar donde estaba cada pieza El reloj seguiacutea dando campanadas lentamente y Gloria con presteza suma se poniacutea los vestidos atando cintas y ajustando botones en la oscuridad con incansable mano Las cintas se enroscaban velozmente como menudas serpientes en su cintura Gloria vestida por completo calzada envuelta en su manto negro se puso en pie y dio algunos pasos Sus manos iban delante como asidas a las manos de un [155] fantasma que la guiaba No tropezoacute con ninguacuten mueble no dio un solo paso en falso y llegoacute a la puerta que abrioacute tan suavemente cual si esta girara sobre goznes de algodoacuten

Por el corredor discurriacutea como vana creacioacuten de la penumbra llevada en brazos del aire y sus pasos como los de pies que andan sobre nubes no se sentiacutean Largo rato tardoacute en descender la escalera poniendo suavemente los pies en cada escaloacuten y si alguacuten ligero crujido de la madera anunciaba el peso deteniacutease llena de terror recogiendo todo movimiento en lo iacutentimo de su alma Por fin llegoacute abajo donde por ser el suelo de mosaico no era preciso andar con tantas precauciones Deacutebil claridad de los cielos iluminados a ratos por la luna permitiacutea conocer los aacutengulos y las paredes y puertas del pasillo Detuacutevose Gloria ante una y aplicando el oiacutedo a la cerradura exploroacute la intensidad del silencio que reinaba detraacutes de aquella puerta

-Duerme -pensoacute

Sin detenerse despueacutes de esta observacioacuten pasoacute a una pieza que en el fondo de la casa nueva habiacutea dio dos golpecitos en una puerta y esta se abrioacute por mano invisible con ligero rechinar Gloria pasoacute a la casa antigua acompantildeada ya de alguien que en las [156] tinieblas la guiaba Poco maacutes duroacute su traacutensito por sitios oscuros porque ella misma al fin con una llave que en la mano traiacutea abrioacute una puerta y salioacute al patio y a la calle donde la esperaba un hombre Este le dio la mano para ayudarle a salvar el

escaloacuten y ambos desaparecieron sin hablar [157]

- XIV -

Casa

Por indicacioacuten de D Buenaventura a quien deseaba servir el mismo alcalde de Ficoacutebriga Sr D Juan Amarillo habiacutea proporcionado a Daniel Morton un alojamiento decoroso pues no cuadraba a la cultura de Ficoacutebriga ni a la proverbial hospitalidad de

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aquella noble raza cerrar a un ser humano con impiacutea dureza todas las puertas A estas razones expresadas por el sentildeor de Lantigua antildeadioacute Amarillo otras no inferiores en peso a saber que siendo el hebreo persona de elevadiacutesima posicioacuten social y de grandes posibles no debiacutea en todo rigor aplicaacutersele el criterio del vulgo que nada perdiacutea nuestra santa religioacuten porque se diese posada al peregrino y que la doctrina evangeacutelica prescribiacutea hacer bien a los enemigos

Como al mismo tiempo se habiacutea levantado [158] susurrante el rumor de la conversioacuten del israelita el alcalde no temioacute que su pueblo se alborotara y viendo que todo favoreciacutea su propoacutesito dirigiose ante la presencia de Isidorita la del Rebenque (que soliacutea en tiempo de bantildeos poner varias piezas de su casa a disposicioacuten de los forasteros) y le propuso tomar bajo su manto protector al hebreo

Oyoacute Isidorita la proposicioacuten con grandiacutesimo descontento y si no exageran los autores que de esto han tratado asiacute como cronistas del linaje de Rebenque se le cortoacute el habla cambiaacuteronse en azucenas las rosas de su cara quedaacutendose una buena pieza de tiempo como si fuera a caer con un siacutencope Pero el sentildeor de Amarillo diacutejole que no se sofocase antes de tiempo y sin motivo antildeadiendo que eacutel a fuer de alcalde tomaba para siacute toda la responsabilidad Como el sentildeor cura (que a la sazoacuten llegoacute) apoyase la proposicioacuten de D Juan autorizando a Isidorita para albergar al infiel y aseguraacutendole que su casa quedariacutea limpia de toda maacutecula despueacutes del consentimiento del paacuterroco la excelente esposa de Barrabaacutes fue recobrando poco a poco la serenidad Sus escruacutepulos cesaron por completo con una nueva exhortacioacuten de D Juan el cual establecioacute que el Sr Morton que de fijo se iba a convertir a nuestra religioacuten [159] sacratiacutesima pagariacutea diariamente una libra esterlina por siacute y otra por su criado

Dieron libertad a este y entregado el equipaje sentildeor y escudero se trasladaron a su nuevo hospedaje en la tarde del lunes La uacutenica condicioacuten que les puso D Juan fue que durante las ceremonias puacuteblicas de Semana Santa no se dejaran ver en las calles de Ficoacutebriga Asiacute lo prometieron ambos mostraacutendose muy gustosos por la deferencia de aquel celoso representante de la autoridad que tan bien comprendiacutea los deberes de su alto cargo El criado era tambieacuten judiacuteo y de los recalcitrantes Llamado Sansoacuten y haciacutea honor a su nombre pues era un coloso rudo y fuerte con cada mano como una maza leal y carintildeoso con su amo displicente con los demaacutes puntual en el servicio y muy charlataacuten mas como no entendiese ni una palabra de espantildeol hablaba consigo mismo largas horas Auacuten le molestaban sus chichones y descalabraduras mas no era cosa de cuidado

Dioles Isidorita en su casa tres habitaciones que eran las mejores y maacutes coacutemodas y bonitas arregladas sin lujo pero con limpieza y desde el primer diacutea les tratoacute con esmero ofrecieacutendoles comida abundante y bien aderezada Es que era la sentildeora de Barrabaacutes hembra de [160] mucha conciencia y no podiacutea corresponder con un trato mezquino a la enorme cantidad que por su hospedaje le entregaban diariamente los forasteros Morton estipuloacute que su incomunicacioacuten con la familia de Barrabaacutes seriacutea completa porque no deseaba molestar ni ser molestado y esto desagradoacute a D Bartolomeacute que era muy entrometido no asiacute a Isidorita que siempre poniacutea la circunspeccioacuten por encima de todas las cosas

Desde el primer momento la sentildeora de la casa vio en su hueacutesped un caballero decentiacutesimo lleno de comedimiento finura y generosidad Esto unido a la noticia de su conversioacuten y a la insistencia con que Teresita aprobaba el hospedaje acalloacute poco a poco la alborotada conciencia de aquella mujer El primer diacutea no pudo arrojar de su alma el

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recelo y permaneciacutea delante de Morton con cierto espanto el segundo buscaba motivos de hablar con eacutel hallando su conversacioacuten bastante agradable el tercero no sabiacutea queacute hacer para complacerle Jamaacutes voluntad alguna fue maacutes prontamente conquistada

Morton huiacutea todo lo posible de las conversaciones con el ama de la casa cuyo afaacuten de tertulia creciacutea de hora en hora y cuando ella y su esposo no podiacutean hallar pretexto para introducirse [161] en la habitacioacuten del forastero se entreteniacutean oyendo chapurrear nuestra lengua a Sansoacuten que habiacutea hecho buenas migas con el filoacutesofo Se juntaban por las noches en la sala baja y alliacute era el dialogar por sentildeas el reiacuter de todo el vaciar botellas de cerveza (pagadas por el descendiente de Abrahaacuten porque Isidorita jamaacutes permitioacute a nuestro filoacutesofo el goce de un ochavo) y alliacute era el encender puros y el hablar cosas que reciacuteprocamente no entendiacutean

Desde que tan gran novedad ocurriacutea en casa de la del Rebenque Teresita no faltoacute una sola noche en acudir a ella para inquirir indagar hacer comentarios recoger y glosar cada palabra del caballero hebreo Ni gesto ni accioacuten ni voz ni salida ni entrada del joven quedaba sin ser sometida a prolija discusioacuten Ocupaacuteronse tambieacuten las tres (pues antes faltara en el cielo la casta Diana que a las tertulias la Gobernadora de las armas) de los Lantiguas de la casa de los Lantiguas de la sentildeorita Gloria y de la inaudita escandalosa y execrable accioacuten de la joya de Ficoacutebriga Siacute Teresita la habiacutea visto y lo juraba por todos los santos del cielo En la noche del lunes cuando la llamaron para asistir al parto de su sobrina la hija del escribano habiacutea visto a la sentildeorita [162] salir de la casa y dirigirse en compantildeiacutea de un hombre hacia el cementerio Resistiacuteanse las dos amigas a creerlo pero la de Amarillo invocaba a media corte celestial y al Padre Santo en testimonio de su afirmacioacuten

Isidorita por su parte daba fe de que el sentildeor Morton habiacutea estado casi toda la noche fuera en la del lunes pero no podiacutea asegurar lo mismo del martes porque eacutel teniacutea llave y podiacutea salir con su criado sin ser visto pero prometioacute solemnemente a sus amigas vigilar para tenerlas al corriente de cuanto ocurriese

Luego que se retiraron estas para asistir a las Lamentaciones del mieacutercoles Isidorita fue llamada por su hueacutesped para recibir una orden concerniente a detalles del servicio y despueacutes de un breve coloquio la sentildeora dijo

-iquestVa usted a salir tarde esta noche

-No sentildeora

-Como el lunes estuvo usted toda la noche fuera

Daniel no contestoacute Entonces Isidorita demostrando vivo intereacutes por el hombre infiel que se aposentaba en su casa habloacute asiacute

-Yo si usted me lo permite me voy a tomar la libertad de darle un consejo

Y como Daniel se dispusiera de todo corazoacuten a recibir consejos de la sentildeora esta antildeadioacute [163]

-Mi consejo es que tenga mucho cuidado con los Lantiguas Son personas muy buenas pero de mucho tesoacuten y no consienten que nadie

-Acabe usted

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-Es que me estoy metiendo en lo que no me importa y temo enojarle a usted

-De ninguacuten modo

-Pero como va en ello el bien de una persona tan digna Lo que quiero decir es que tome usted precauciones si ha de seguir sus entrevistas secretas a media noche con la sentildeorita Gloria

-iexclYo -exclamoacute Daniel con asombro

-Es claro usted no ha de darme cuenta de sus acciones En fin usted haraacute lo que guste Si una noche no le ve a usted el Sr D Buenaventura otra noche puede verle y tendremos un disgusto un verdadero disgusto

-Sentildeora teme usted que nos vea don Buenaventura iquestdoacutende iquesta queacute hora -dijo el hebreo con gran intereacutes

-Eso ustedes lo sabraacuten Mi cuntildeada que es persona incapaz de mentir ha visto a la sentildeorita Gloria salir de la casa a media noche con un hombre

-iexclSalir de la casa

-Con un hombre [164]

-iexclCon un hombre

-Siacute sentildeor La vio el lunes desde la calle porque fue al parto de Nicanora la de mi cuntildeado Gil pues Despueacutes acechoacute el martes por la noche desde su ventana porque Teresa vive al lado ya sabe usted y no seacute si la vio salir tambieacuten Por mucho que se quieran ocultar ciertas cosas no se puede Sr de Morton Este pueblo aun en la loacutebrega oscuridad de sus noches tiene cien ojos Los de Ficoacutebriga somos algo curiosos y aquiacute ruedan las noticias que es un primor No habraacute hoy en la villa quien no sepa

-Que la sentildeorita Gloria sale

-En busca de usted Es natural En fin me estoy metiendo en lo que no me importa iquestNo es verdad Sr D Daniel iexclQueacute importuna soy Que pase usted buena noche caballero

Y se retiroacute

El hebreo cayoacute en profunda meditacioacuten Largo rato paseoacute por su cuarto Cuando su criado quiso desnudarle le dijo

-Nos vamos a la calle anda [165]

- XV -

iquestA doacutende va iquestA doacutende ha ido

Teniendo llave de la puerta principal podiacutean entrar y salir cuando les acomodase sin pedir permiso a los duentildeos de la casa Eran maacutes de las once y media cuando salieron La

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noche estaba clara y bastante friacutea Habiacutea luna llena pero las muchas nubes que corriacutean viniendo del mar y en direccioacuten a las montantildeas la velaban a ratos y cuando el astro quedaba descubierto apareciacutea corriendo y como arrastrado por los vaporosos brazos blanquecinos cuya colosal gesticulacioacuten en los altos cielos imponiacutea miedo a los que con aacutenimo triste vagaban a tal hora por la tierra

-iquestA doacutende vamos esta noche sentildeor -preguntoacute Sansoacuten que no podiacutea ocultar la nostalgia del lecho

-Ya lo veremos -repuso Morton sombriacuteamente

-iexclOh Sentildeor -dijo el criado marchando [166] a la izquierda de su amo por la calle adelante- Si yo me atreviera diriacutea al sentildeor aquellas sentencias laquoQuita pues el enojo de tu corazoacuten y aparta el mal de tu carne porque la mocedad y la juventud vanidad sonraquo laquoYo mireacute todas las obras que se hacen debajo del sol y he aquiacute que todo ello es vanidad y afliccioacuten de espiacuterituraquo

Morton no contestoacute nada

-iexclAh sentildeor -antildeadioacute Sansoacuten sonriendo- Es verdad que yo no debo dar consejos ni sentildealar el peligro a mi amo porque el amo es siempre sabio y el criado necio pero no puedo remediar el saber de memoria los proverbios de nuestra ley que se me salen de la boca cuando menos lo pienso Si el sentildeor me diera su venia le diriacutea laquoVase en pos de ella luego como va el buey al degolladero y como el loco a las prisiones para ser castigado Como el ave que se apresura al lazo y no sabe que es contra su vida hasta que la saeta traspasoacute su hiacutegadoraquo

-Entremos por esta calleja -dijo Morton sin hacer caso de la erudicioacuten de su criado- Aquella es la casa de Lantigua

Habiacutean llegado cerca de la plazoleta ya bautizada con el nombre de Plaza de Lantigua y alliacute se detuvieron [167]

-iquestDe modo sentildeor que esta noche no iremos a pasear por la orilla del mar -dijo Sansoacuten- iquestNos estaremos de centinela sentildeor en este delicioso lugar mirando a la luna

Morton con los ojos fijos en la casa de Lantigua no atendiacutea la verbosidad salomoacutenica de su sirviente el cual continuoacute diciendo

laquoVi entre los joacutevenes un mancebo falto de entendimiento El cual pasaba por la casa junto a la esquina de aquella A la tarde del diacutea ya que oscureciacutea en la oscuridad y tiniebla de la noche Y he aquiacute que le sale al encuentro una mujer astuta de corazoacuten Rencillosa y alborotadora sus pies no pueden estar en casaraquo

-Calla idiota -dijo repentinamente Daniel poniendo la mano en la boca de su criado para tapar aquella fuente de sabiduriacutea- iquestNo ves por aquella puerta que estaacute en la callejuela ha salido una mujer

-Yo veo un hombre

-Siacute un hombre la acompantildea -dijo Morton con voz ahogada- Sansoacuten Sansoacuten si pronuncias una sola palabra te estrangulo Oculteacutemonos tras esta esquina porque vienen hacia acaacute

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Por la puerta de la casa vieja que da a la callejuela habiacutea salido una persona la cual [168] unieacutendose a otra que esperaba fuera marchoacute precipitadamente hacia la plaza despueacutes torcieron a la izquierda entrando en la calle que conduciacutea al centro de la villa

-Sigaacutemoslos -dijo Morton- Andemos a su paso y no hagamos ruido La conozco Es ella En medio de las mismas tinieblas absolutas la conoceriacutea El que la acompantildea es Caifaacutes

Morton les vio apartarse luego de la viacutea central del pueblo y dirigirse a la misma escalerilla donde eacutel pasoacute parte de la noche del domingo de Ramos

-Van al cementerio -pensoacute lleno de estupor- iquestQue es esto

Gloria y Caifas subieron la escalera pero en vez de dirigirse al cementerio torcieron a la izquierda costeando la tapia Iban a buen paso como quien tiene medido el tiempo Daniel y Sansoacuten los siguieron a conveniente distancia por la orilla de un prado inmediato a las tapias

-Que se nos van que desaparecen -dijo Morton con angustia apresurando el paso

-Les detendremos sentildeor -indicoacute Sansoacuten

Los perseguidos que un momento desaparecieron de la vista de los perseguidores volvieron a ser vistos Iban maacutes de prisa y pasando junto a las casuchas del arrabal pareciacutean tener [169] intencioacuten de dirigirse a un camino estrecho que conduciacutea a la carretera

-Hay alliacute un bosque -dijo Morton apresurando maacutes el paso- Si se internan en eacutel les perderemos de vista

Pero entonces Gloria y su acompantildeante se detuvieron Oyeacuteronse rumores de un corto diaacutelogo y la voz que se acostumbra dirigir a un caballo impaciente Corrieron los perseguidores pero no habiacutean avanzado mucho cuando viose partir un breck que llevaba al parecer maacutes de una persona El breck iba raacutepidamente en busca del camino real

Los dos hebreos corrieron tras eacutel pero el coche avanzaba mucho y al poco tiempo desaparecioacute Su ruido sordo duroacute algo maacutes pero al fin difundiose tambieacuten en el hondo monoacutelogo de la noche

Daniel Morton se halloacute en el camino real desconsolado y perplejo

-iquestA doacutende ha ido -se preguntaba- iquestVolveraacute

Su aturdimiento fue como el de quien ve prodigios y fenoacutemenos incomprensibles dentro de la esfera de la razoacuten humana

-La he visto -pensoacute- la he visto y auacuten dudo si seriacutea ella iquestPor queacute no la llameacute iquestPor queacute no pronuncieacute a gritos su nombre [170]

Sentaacutendose sobre una piedra meditoacute

-iexclAh -dijo despueacutes de largo rato- Ya seacute huye de su casa y de su familia Pero entonces no volveraacute

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-No volveraacute -repitioacute Sansoacuten sentaacutendose junto a su sentildeor- Seriacutea temeridad buscarla maacutes y ahora aunque el sentildeor no me lo permita me atrevereacute a decirle

-Sansoacuten deacutejame en paz -dijo Morton- iquestQueacute piensas tuacute de esto iquestVolveraacute

-Pienso que laquoel avisado ve el mal y escoacutendese mas los simples pasan y reciben el dantildeoraquo Pues hemos visto el mal sentildeor escondaacutemonos es decir vaacutemonos mantildeana para Londres

-Amigo -dijo Daniel desarrollando su tema- yo creo que aquiacute hay algo grande que no comprendemos

-Lo que yo comprendo -repuso el servidor- es que se ha dicho laquoSima profunda es la mujer Aquel contra el cual estuviese airado Jehovaacute caeraacute en ellaraquo

-Sansoacuten Sansoacuten -exclamoacute Daniel regocijaacutendose con una idea lisonjera que brillaba en su mente como luz que nace y crece- Yo estoy seguro de que volveraacute El corazoacuten me lo dice

-iquestY estaremos aquiacute hasta que vuelva sentildeor [171]

-Aquiacute estaremos mientras sea de noche iquestTienes friacuteo Pues toma mi gabaacuten y poacutentelo sobre el tuyo

-Gracias sentildeor iquestEs absolutamente preciso que yo esteacute en vela

-Puedes dormir si para ello tienes cuerpo Yo te despertareacute en caso necesario

-Entonces con permiso del sentildeor -dijo Sansoacuten acomodaacutendose en el suelo- voy a descansar porque laquoiquestqueacute maacutes tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol Generacioacuten va generacioacuten viene mas la tierra siempre permanece iquestQueacute es lo que fue Lo mismo que seraacute iquestQueacute es lo que ha sido hecho lo mismo que se haraacute y nada hay nuevo debajo del sol Vanidad de vanidades dijo el predicador vanidad de vanidades y todo vanidadraquo

Poco despueacutes de pronunciar su uacuteltima sentencia dormiacutea El amo siempre vigilante no apartaba los ojos del uacuteltimo teacutermino visible del camino real y de las colinas que se sucediacutean tierra adentro Nada podiacutea distinguirse en aquella masa oscura a ratos mal iluminada por la luna Los negros aacuterboles ocultaban los senderos pero el hebreo empleando su alma toda en la atencioacuten buscaba en la inmensidad negra un rastro del ave cuyo vuelo habiacutea visto [172] y tan grande es el poder del espiacuteritu que al fin lo hallaba No veiacutea nada con los ojos pero su curiosidad excitada hasta la inspiracioacuten estaba segura de la existencia de una estela misteriosa trazada por un corazoacuten que corriacutea en busca de su amor Era como aquella seguridad de la fe que sostiene y declara la verdad sin verla ni poder explicarla

Despueacutes oyoacute cantar un gallo y a la voz de aquel respondieron otros sucesivamente cerca y lejos formando el maacutes bello concierto que puede imaginarse No existe en la naturaleza fuera de lo humano voz maacutes conmovedora que el alarido de aquel noble animal exclamacioacuten lanzada por los campos en los instantes luacutecidos de su placentero suentildeo y con la cual dice al hombre laquoyo soy la amenidad de la vida la paz la sencillez la diligencia y el trabajoraquo

Daniel oiacutea los remotos alertas del gallo que clamaban laquoiexclallaacute va allaacute varaquo

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-Ha de volver -pensoacute dirigiendo aacutevidas miradas hacia las colinas- Si el corazoacuten me engantildea esta vez dudareacute de eacutel toda la vida

Habiacutea transcurrido poco maacutes de hora y media desde la desaparicioacuten del coche cuando el israelita creyoacute sentir torbellino de ruedas No era todaviacutea maacutes que un convencimiento iacutentimo sin nada real que resultara de una sensacioacuten [173] clara Esperoacute y al cabo de cierto tiempo adquirioacute la certidumbre de que un coche veniacutea

-Sansoacuten Sansoacuten -gritoacute tiraacutendole de un brazo- Levaacutentate perezoso

-Sentildeor sentildeor iquestNos vamos para Londres -dijo el criado frotaacutendose los ojos- Sontildeeacute que me embarcaba y deciacutea

-No digas nada Prepaacuterate para hacer lo que te mande Tuacute tienes buenos puntildeos Deteacuten ese coche

-iquestCuaacutel

-Ahiacute viene iquestNo oyes

Dejose ver el carruaje que veniacutea corriendo tirado por dos caballos

-iexclDos caballos -dijo el amante de Dalila

-Aunque sean veinte hemos de detenerlos

El coche se acercoacute y Sansoacuten ponieacutendose en medio del camino con los brazos abiertos como un misionero que va a exhortar a la buena vida gritoacute

-iexclStop

Mas el que guiaba blandioacute el laacutetigo cruzando con eacutel la cara del importuno que intentaba detener el coche Entonces los caballos elevaron rugiendo sus cabezas al sentirse contenidos por una mano de hierro que sujetaba sus riendas anduvieron trabajosamente algunos pasos sacudiose el vehiacuteculo una voz de mujer [174] grito angustiada laquoiexclJesuacutesraquo un chico dijo laquoiexclLadronesraquo y Caifaacutes que era el que guiaba exclamoacute laquoiexclPor vida de Patillas iexclme lo temiacutearaquo

Daniel Morton tirando del brazo de Caifaacutes le hizo bajar maacutes que de prisa del pescante y despueacutes extendioacute sus brazos al interior del breck que se cubriacutea con cortinas de hule Una mujer aterrada y llorosa estaba alliacute en compantildeiacutea de un chico de quien Morton no hizo caso alguno Era Sildo

Gloria no habloacute nada Quiso luchar un instante con los brazos que la robaban pero esto no era posible Morton la sacoacute del coche llevaacutendola como a un nintildeo

-Sr Morton por amor de Dios -dijo Caifaacutes ponieacutendose de rodillas delante del hebreo

-Maacuterchate -le dijo Daniel- Sansoacuten vete tuacute tambieacuten con el coche a la entrada del pueblo

-Deacutejame -murmuroacute Gloria sordamente cuando los demaacutes se alejaban- Deacutejame yo no te he llamado ni te he buscado ni te quiero ver [175]

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- XVI -

Prisionera

-Lo contrario me pasa a miacute -dijo Morton abrazando tiernamente a la joven a despecho de ella- Yo te busco te llamo te quiero

Gloria luchaba por desasirse y huir

-No te libraraacutes de miacute por ahora -afirmoacute Daniel

Sentose en una gran piedra del camino sin dejar de sostener a Gloria en los brazos y la puso sobre sus rodillas cual si fuera la carga maacutes ligera

-Aquiacute aquiacute has de estar aunque no quieras -exclamoacute con turbada lengua y estrechando maacutes a la joven en sus brazos de hierro- Ahora es mi vez ahora me toca a miacute mortificar No te soltareacute vida miacutea que he conquistado iquestVes coacutemo no se puede huir de los que nos aman Te sepultariacuteas en la tierra y la tierra se [176] abririacutea para ponerte en mis manos Gloria Gloria iquestpor queacute me has cerrado tu puerta por queacute huyes de miacute

-Deacutejame -repitioacute ella- deacutejame Mientras maacutes me contrariacutees mayor seraacute el miedo que te tenga Sueacuteltame por Dios no me mates maacutes

-iexclMatarte yo

-No es esta la primera vez Te suplico que me dejes

Presa en los amantes brazos Gloria estaba inmoacutevil y el mantoacuten que la cubriacutea dejando tan soacutelo libre la preciosa y afligida cara haciacutea maacutes estrecha la prisioacuten en que se encontraba

-No me digas que te suelte porque te abrazareacute tanto tanto que te ahogareacute

-iexclYa no te quiero ya no

-Y yo te adoro Esto basta

-Es que yo te aborrezco

-iexclMentira eso no puede ser Si tuacute me aborrecieras se habiacutea de conocer en el universo El sol no alumbrariacutea lo mismo

-iexclDeacutejame

-iexclDejarte iexclSoltarte iexclSoltar el bien que se ha ganado Tuacute has perdido el juicio Por este momento me alegro de haber nacido de haber vivido tantos antildeos entre penas me alegro de ser quien soy y me regocijo de todo [177]

-iquestPero queacute pretendes iexclestaacutes loco -dijo Gloria con afaacuten

-iquestQueacute quiero Morir contigo o darte la vida que mereces

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-Yo no necesito de ti

-Yo sin ti me muero Tuacute lo sabes y sin embargo me rechazas Y cuando reces a tu Dios miraraacutes a tu conciencia y la veraacutes tranquila y satisfecha sin acordarse del pobre que no vive sino por la esperanza de verte y de pedirte perdoacuten

-Te perdono pero deacutejame

-Siacute y cuando nos hayamos separado ireacute al mar ireacute a ese buen amigo que nos estaacute llamando hace tiempo y atando una gran piedra a mi cuello me arrojareacute en eacutel Entonces querida Gloria miacutea no te mortificareacute maacutes

-iexclPor Dios -dijo Gloria desfalleciendo- iexclme ahogas

Morton dilatoacute ligeramente sus brazos y la joven respiroacute con maacutes libertad

-Asiacute -dijo con dulzura- asiacute Deacutejame ahora y no te guardareacute rencor

-iquestPor queacute me tratas asiacute iquestPor queacute huyes iquestpor queacute un instante de mi compantildeiacutea ha de ser tan violento iquestPor queacute para oiacuterte y para verte he de necesitar atarte como un prisionero [178]

-Porque asiacute debe ser -repuso Gloria cesando en sus movimientos para desasirse

-Y sin embargo al huir de miacute al encerrarte al despedirme en tu puerta tuacute no eres feliz -dijo Morton besaacutendola con ardor- Tuacute padeces

Al oiacuter esto Gloria no pudo decir nada que no saliese puro y verdadero de su propio corazoacuten Como el agua que afluye mansa y sin esfuerzo de la fuente asiacute salieron de su boca estas palabras

-iexclPadecer Mucho padezco mucho

Dando un suspiro cerroacute los ojos

-Ya lo seacute -dijo Morton- Tus penas vida miacutea tienen un eco sensible en mi corazoacuten y aquiacute se repiten doliendo porque tus heridas son mis heridas porque estoy destinado a vivir con tu vida y a morir con tu muerte

-Eso no puede ser -dijo Gloria tratando nuevamente de evadirse- Bien estaacute cada uno con lo suyo Deacutejame seguir mi camino iexclPor Dios vivo te suplico que me dejes

-No iquestPor queacute no quieres descansar un instante de tu martirio

-Yo no quiero descansar Padecereacute por espacio de cien vidas y auacuten no expiareacute mi culpa

-iexclPor mi madre te juro que no consiento [179] que no puedo consentir esto -exclamoacute Daniel con exaltacioacuten

-iquestQueacute

-Esta separacioacuten horrible Yo rompereacute todas las leyes pero esto no seguiraacute te lo juro Cuanto hay de violento y brutal veraacutes en miacute si es preciso Prepaacuterate porque asiacute como ahora te tengo asiacute espero tenerte por los siglos de los siglos iquestQuieres satisfacer

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una curiosidad que me devora quieres darme una prueba de confianza quieres que te perdone lo que me has hecho padecer negaacutendote a verme Pues dime a doacutende has ido esta noche a doacutende has ido otras noches que te han visto salir

-No debo decirlo -murmuroacute Gloria- Pero si me dejas seguir mi camino te lo direacute

-A ese precio no

-Pues no

-Pues si tuacute no me lo dices te lo direacute yo porque lo seacute porque esta misma noche ha sabido adivinarlo mi corazoacuten Gloria mi corazoacuten que no puede estar mucho tiempo ignorante de lo que pasa en el tuyo iexclOh armoniacutea sublime Si esta correspondencia de afectos no existiera no existiriacutea el alma

Acercando sus labios al oiacutedo de la joven pronuncioacute unas palabras que ni el aura de la noche pudo oiacuter [180]

Gloria cerroacute los ojos en cuyas pestantildeas brillaban temblando algunas laacutegrimas

-iquestEs cierto -le preguntoacute Morton besaacutendola con ardor

Gloria palidecioacute maacutes de lo que estaba y cruzoacute sus manos en la actitud de los muertos

-iquestEs cierto -repitioacute eacutel con frenesiacute

La joven exhaloacute un tenue suspiro y con eacutel como el uacuteltimo vagido del alma que se marcha un siacute Pero sus cerrados ojos pareciacutean hundirse y sus labios perdieron el color Daniel le tentoacute las manos y sintioacute la suya oprimida fuertemente por las de ella con la fuerza que imprime a los muacutesculos la emocioacuten de un adioacutes postrero

Daniel creyoacute notar que el pulso de la joven se extinguiacutea advirtioacute extremada frialdad en la frente tuvo miedo la llamoacute

-iexclGloria iexclGloria -oyeron las soledades del campo

La joven no respondiacutea pero entreabrioacute ligeramente los ojos sonrioacute despueacutes y sus manos crispadas apretaron con maacutes vigor las del hebreo

-iexclGloria iexclGloria -gritoacute este de nuevo

Los labios de la hija de Lantigua quisieron hablar mas nada dijeron Hizo un gran esfuerzo y entreabrieacutendose sus paacuterpados mostraron [181] las negras pupilas que pareciacutean decir con su lenguaje mudo laquoQue te vea un momento maacutesraquo

El extranjero esperoacute un instante de ansiedad terrible

-Es un desvanecimiento -dijo para siacute

Y al instante gritoacute

-iexclSansoacuten Sansoacuten

Sin esperar auxilio Morton levantaacutendose con su preciosa carga marchoacute hacia Ficoacutebriga Caifaacutes Sildo y Sansoacuten salieron a su encuentro

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-Ya sabiacutea yo que habiacutea de pasar alguna cosa mala -gruntildeoacute Mundideo

-iquestQueacute es eso sentildeor -preguntoacute Sansoacuten

-Un desmayo sin duda -indicoacute Caifaacutes examinando a la sentildeorita- iexclRayos y centellas iquesty a doacutende la llevamos ahora

-A su casa -dijo Morton

-iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute

-No perdamos tiempo -indicoacute el hebreo- Adelante A casa de Lantigua Temo cualquier accidente desgraciado si no la auxiliamos pronto Tuacute Caifaacutes guiacutea por aquiacute

Llegaron La verja del jardiacuten estaba abierta por ser costumbre de la casa no cerrarla nunca Un perro empezoacute a ladrar furiosamente Caifaacutes pediacutea a Dios que se abriese un gran hoyo en la tierra y le sepultase pero Morton fijo en su objeto y sin atender a ninguacuten accidente [182] no se detuvo hasta llegar a la puerta

-Sansoacuten llama

Teniacutea la puerta de la casa de Lantigua un pesado aldaboacuten de cobre que martillaba sobre enorme clavo de luciente cabeza Cuando el forzudo ingleacutes cogioacute con su mano de leoacuten el llamador y lo sacudioacute empleando fuerza igual a la que arrancoacute las puertas de Gaza los furibundos golpes semejantes a disparos de cantildeoacuten hicieron retemblar con tal estreacutepito la casa que esta pareciacutea la mansioacuten del trueno [183]

- XVII -

Declaracioacuten

Serafinita dormiacutea tranquilamente cuando empezoacute a sontildear que el mundo se partiacutea en dos pedazos al golpe de un martillo celestial que iba a destruir en pocos momentos la obra de siete diacuteas endurecida por seis mil antildeos Mas esta idea pasaba por la serie de transformaciones y de matices que enlazan lo sontildeado con la realidad Tuvo miedo dudoacute si creer a sus sentidos que le anunciaban un terremoto hizo la observacioacuten de que en otras ocasiones habiacutea sontildeado con cataclismos incendios y quebrantamientos de astros cuyos pedazos lloviacutean sobre el nuestro pero su conocimiento fue muy claro al fin y diose por despierta

Sintioacute voces en la casa y Francisca llegando a su puerta dijo con voz angustiada

-Sentildeora sentildeora levaacutentese usted

-Francisca iquestqueacute iquesthay fuego [184]

-No sentildeora levaacutentese usted

-iquestHay fuego mujer

-No sentildeora otra cosa peor

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-iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute -exclamoacute Dordf Serafina invocando con su acostumbrado fervor y piedad a Dios y los santos

Comenzoacute a levantarse con mucha presteza pero las piernas le temblaban y chocaban sus dientes unos con otros

-Sentildeora -volvioacute a decir Francisca- iquestno se levanta usted

-iquestQueacute hay

-La sentildeorita Gloria

-iquestPero queacute le pasa mujer

Quiso acelerar maacutes la operacioacuten de vestirse y evocando las fuerzas de su espiacuteritu que eran grandes tratoacute de sobreponerse a su pavor Estaba auacuten a media tarea cuando sintioacute los pasos de su hermano que bajaba precipitadamente Despueacutes sintioacute voces desconocidas en el comedor

-Esa pobrecita -pensoacute- habraacute tenido un susto una pesadilla habraacute alarmado la casa Pero esas voces desconocidas

Salioacute al fin y en el pasillo Francisca que volviacutea de la cocina le dijo

-No ha sido nada un desmayo Ya ha vuelto en siacute

Faacutecil es comprender el estupor de Serafinita [185] al ver a su sobrina vestida como si acabara de llegar de la calle y a dos hombres desconocidos uno de los cuales la asistiacutea juntamente con D Buenaventura La piadosa y noble sentildeora permanecioacute en pie aterrada los ojos fijos el labio a punto de soltar la palabra extendida una mano todo su cuerpo y fisonomiacutea como estatua labrada en representacioacuten del ideal del asombro Sansoacuten estaba junto a la puerta serio y estirado como un centinela mas a una sentildeal de su amo se retiroacute

-No es nada -dijo D Buenaventura lleno de turbacioacuten y pareciendo muy disgustado de la presencia de su hermana- iquestPara queacute te has levantado Serafina

-iexclHa salido -exclamoacute la sentildeora con espanto sentildealando a su sobrina- iexclHa salido iexclGloria

-No es que -repuso D Buenaventura paacutelido y balbuciente- Siacute en efecto salioacute Ya ves coacutemo ha regresado La pobre ha tenido un susto

-iquestY ese hombre quieacuten es-preguntoacute Serafinita sentildealando al hebreo

-Es un sentildeor un amigo miacuteo -replicoacute Lantigua

-Daniel Morton -dijo eacutel inclinaacutendose con respeto [186]

Serafinita tembloacute como si sintiera suacutebito y abrasador el calofriacuteo de una enfermedad fulminante Acudioacute a ella prontamente D Buenaventura temiendo que la impresioacuten recibida la trastornase y afectando tranquilidad que estaba muy lejos de tener dijo

-Querida hermana no te aflijas sin motivo Aquiacute no ha ocurrido nada de particular Este caballero pasaba casualmente cuando

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-iquestPor queacute no decir la verdad -manifestoacute Daniel interrumpiendo- Yo detuve su coche cuando volviacutea

Gloria que habiacutea recobrado el conocimiento y lloraba en silencio cayoacute de rodillas delante de su tiacutea besole las manos y entre ahogados sollozos bebieacutendose las laacutegrimas habloacute asiacute

-Sentildeora tiacutea de mi corazoacuten he faltado he pecado contra la obediencia contra la resignacioacuten he faltado a mis votos y al deseo y a las oacuterdenes de usted pero merezco perdoacuten porque soy madre Soy madre y he ido a ver a mi hijo de quien me separa una prohibicioacuten justa pero a la cual no me puedo resignar

A la declaracioacuten de Gloria sucedioacute teacutetrico silencio por lo cual aquella fue maacutes solemne y parecioacute que sus palabras subsistiacutean sonando y quedaban como grabadas en el silencio mismo [187]

D Buenaventura levantoacute a la joven del suelo hiacutezola sentar colocose a su lado Dordf Serafina que tambieacuten lloraba y los dos hombres permanecieron en pie consternados y mudos

-No he podido resistir en mi afaacuten -continuoacute Gloria- Me he portado querida madre miacutea como los hipoacutecritas como los ladrones y he salido en silencio a deshora cuando todos dormiacutean acompantildeada de un hombre humilde que en todo me obedece Esta es la verdad Lo digo porque ha tiempo que esto se me sale del corazoacuten y no puedo ocultarlo porque me dan ganas de salir a la calle y decirlo a gritos Lo digo tambieacuten porque no se crea lo que no es al verme entrar como he entrado

-Sosieacutegate hija miacutea -dijo Serafinita con ternura- Creo que tus moacuteviles siempre son buenos y honrados Esto mismo que me cuentas y que me ha dejado absorta esta misma desobediencia ha sido impulsada por un sentimiento noble por el maacutes noble de todos despueacutes del amor de Dios siacute despueacutes

A las palabras de Dordf Serafina sucedioacute otro espacio de silencio que las hizo como las de Gloria maacutes solemnes dejaacutendolas por decirlo asiacute esculpidas

-Por eso -continuoacute la sentildeora acariciando las manos de su sobrina- no me atrevo a dirigirte [188] una sola palabra de reconvencioacuten Ahora me explico lo que oiacute de tus salidas de noche iquestPor queacute has hecho esto iexclQueacute confusioacuten Pero no es oportuno reprender no Un preciosiacutesimo sentimiento te ha guiado No necesito explicaciones respecto a la circunstancia de volver acompantildeada Segura estoy de que no es culpa tuya

Dordf Serafina miroacute al hebreo sin rencor y sin curiosidad como si se tratara maacutes bien de pedirle con suplicante modo estrecha cuenta de la perdicioacuten de un alma que de confundirle con anatemas

-Ahora debes descansar -dijo D Buenaventura- estaacutes fatigada hijita Vamos arriba No se piense maacutes en lloros ni sofocones A descansar

-Este hombre -balbucioacute Serafinita sentildealando a Morton- no necesitaraacute que le demos hospitalidad Tendraacute su casa donde pasar la noche

-Estoy dispuesto a retirarme -dijo Morton paacutelido como un muerto- pero si la sentildeora me lo permite antes hablareacute un poco con su sentildeor hermano

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-Yo tambieacuten tengo que hablar Al momento soy con usted -dijo D Buenaventura enlazando con el brazo la cintura de su sobrina para conducirla a lo alto de la casa [189]

Morton se quedoacute solo esperando al banquero que no tardoacute en volver El poderoso argumento de ternura que guardaba este para la ocasioacuten maacutes favorable estaba ya enunciado

En el vestiacutebulo de la casa Roque y Francisca entablaron la maacutes viva disputa con Sansoacuten intentando convencerle de que debiacutea ponerse inmediatamente en la calle pero eacutel haciendo maacutes gestos que un molino de viento ya que con la lengua no podiacutea explicarse les deciacutea que mientras su amo estuviese dentro de la casa eacutel no saldriacutea Reforzoacute luego Francisca sus argumentos con empellones y denuestos como mostaza Al fin transigieron conviniendo en que ni saldriacutea a la calle ni aguardariacutea a su amo dentro de la casa quedaacutendose entre infierno y cielo o sea en el jardiacuten Al bajar la graderiacutea de la puerta principal deciacutea en alta voz recordando los libros santos

-laquoMejor es que se encuentre un hombre con una osa a quien hayan robado sus cachorros que con una mujer neciaraquo [190]

- XVIII -

Pasioacuten sacrificio muerte

-Acueacutestate -dijo Dordf Serafina cuando se quedaron solas en la alcoba de esta despueacutes de bajar D Buenaventura y de salir Francisca a quien la sentildeora mandoacute retirarse- Estaacutes cansada

-Siacute mucho -dijo Gloria con desfallecimiento apoyando su cabeza en la palma de la mano y el codo en el lecho

-Acueacutestate -repitioacute Dordf Serafina quitando el mantoacuten a su sobrina- Ven te desnudareacute

-No tengo fuerzas para nada -dijo Gloria dejando caer los brazos despueacutes de que se incorporoacute un instante- Haga usted el favor de llamar a Francisca no tengo fuerzas para nada

-Yo estoy aquiacute -indicoacute la sentildeora desabrochando el vestido de Gloria

-No tiacutea por Dios yo lo hareacute -dijo la joven levantaacutendose [191]

Despueacutes Dordf Serafina se arrodilloacute delante de ella con objeto de descalzarla

-No tiacutea iexclpor amor de Dios -exclamoacute la joven rechazando con rubor aquel servicio- iexclUsted de rodillas delante de miacute usted como una criada

-Asiacute veraacutes como es la humildad -dijo Serafina- iquestQueacute importa que yo sea tu criada Debemos creernos siempre inferiores a los demaacutes La mejor manera de conservar la humildad es creer que todos valen maacutes que nosotros

-No no lo puedo consentir

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-Me causaraacutes pena si te opones a que te sirva querida hija Deacutejame Es mi gusto Tuacute necesitas de mi auxilio porque estaacutes fatigada pobre y desgraciada nintildeita

-En fin entre las dos saldremos del paso

Gloria procuroacute vencer su fatiga y al fin descansoacute en su lecho del cual habiacutea salido tres horas antes Los gallos cantaban maacutes fuerte anunciando la proximidad del diacutea

-iquestQuieres tomar algo

-No querida tiacutea gracias

-iquestTienes suentildeo

-Tampoco

-iquestTe molesta mi compantildeiacutea iquestQuieres que me vaya o que me quede

-Que no se separe usted de miacute es lo que deseo [192] pero no quiero que usted esteacute en vela por miacute

-iquestTe agrada mi compantildeiacutea

-Mucho Me consuela mucho oiacuter su voz Yo quisiera hablar algo tambieacuten Tengo muchas cosas que decir

-Pues diacutemelas

-O mejor seraacute que me calle Si no estaacute usted muy cansada querida tiacutea no me deje sola porque no dormireacute y estareacute pensando horribles disparates Pensareacute mucho en el afaacuten que me ha sacado de mi casa a hurtadillas tres noches y en otras cosas que me turban

-Te acompantildeareacute si quieres

-Sieacutentese usted ahiacute junto a mi cama y repreacutendame por mi mala conducta No debiacute hacer lo que he hecho iquestno es verdad

-Quizaacutes esta falta no sea tan grande como tuacute crees

-iquestMerece perdoacuten

-Siacute merece perdoacuten y yo te lo doy con toda mi alma -repuso amorosamente Serafinita poniendo su suave y blanca mano sobre el angustiado seno de Gloria- iquestHas podido creer otra cosa de miacute iquestHas visto en miacute alguna vez crueldad violencia o coaccioacuten brutal iquestHe empleado otros medios que la exhortacioacuten el ruego y el natural prestigio que los mayores ejercen sobre [193] los pequentildeitos sobre los nintildeos Porque tuacute eres una nintildea un tierno arbolito al cual es preciso guiar y poner derecho para que jamaacutes y por ninguna causa se tuerza de nuevo La prohibicioacuten de ver a tu hijo y la dura ley de tenerlo alejado de ti en estas circunstancias no es miacutea es de nuestro comuacuten padre espiritual de mi bendito hermano Aacutengel Y ya sabes que debemos obediencia ciega al prelado y respeto al hermano

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-Mi tiacuteo es muy santo muy bueno yo le respeto y le quiero mucho -dijo Gloria- pero en este caso no seacute yo creo que su conducta conmigo y con mi pobre hijo desvalido no es la maacutes generosa ni la maacutes humana

-Por todos los santos nintildea miacutea -dijo dontildea Serafina con afliccioacuten- por tu alma querida que estaacute en grandiacutesimo peligro no digas tales cosas Ese es tu flaco la soberbia la independencia de juicio la criacutetica la perversa criacutetica de actos y de ideas emanadas de la autoridad Hija de mi corazoacuten mientras no te sometas por entero no tendraacutes paz mientras no renuncies a ese perverso juicio de las determinaciones superiores no alcanzaraacute tu espiacuteritu sencillez ni pureza ni la humildad que ha de acercarte a Dios

-No lo puedo remediar querida madre por [194] maacutes que trato de sojuzgar mi entendimiento por maacutes que le pongo ligaduras y le azoto y le pisoteo siacute todo eso hago pero aun hacieacutendolo asiacute no puedo conseguir nada Todas las fuerzas de mi espiacuteritu no pueden obligar al pensamiento a que se convenza de que un hijo desvalido debe estar separado absolutamente de la madre que le dio el ser de que eso no es una violacioacuten de las leyes maacutes santas y de que Dios apruebe crueldad tan grande

-iexclOh hija miacutea expresada de ese modo tu querella parece razonable iexclQueacute horrible cosa iexclseparar a un hijo de su madre privarle a eacutel de las caricias y de los cuidados de la que le llevoacute en sus entrantildeas iexclQuitarle a ella el goce maacutes puro y el afaacuten maacutes legiacutetimo que en humano corazoacuten puede existir despueacutes del amor y del goce de Dios iexclQueacute barbarie En efecto dicho asiacute parece el caso presente un ejemplo del maacutes fiero y despiadado rigor

-Es verdad que lo parece -dijo Gloria gimiendo

-Te tengo laacutestima la compasioacuten maacutes viva que se puede tener por una criatura -dijo Serafina apartando su mano del pecho de la joven como una divinidad que retira su proteccioacuten- Hablas y piensas vulgar y torpemente con las vanas ideas de los necios y los soberbios [195] No penetras el sentido de las cosas porque no eres sencilla y humilde en tu criterio porque no tienes el desprecio de tu propio juicio que es lo que conduce a entender las maacutes elevadas cosas sin trabajo por la misteriosa luz que se recibe del cielo Ven acaacute y dime iquestacaso mi hermano te ha negado en absoluto las delicias de la maternidad iquestAcaso ha mostrado santildea o prevencioacuten contra ese pobre nintildeo iquestNo te envioacute su bendicioacuten para ti y para eacutel no te escribioacute dicieacutendote que te ama hoy como antes que te perdona todos tus yerros que se enternece soacutelo de pensar en esa inocente criatura que has dado a luz y que la ama con fraternal carintildeo

-Siacute es verdad es verdad -repuso Gloria anegada en llanto- Yo seacute que mi tiacuteo es el mejor de los hombres yo tambieacuten le adoro a eacutel pero

-iquestPero queacute iexclAy pobre hija de mi corazoacuten siento que mis palabras claven otra vez el cuchillo en tu reciente herida no curada pero es preciso No no basta concebir un hijo y darlo a luz para tener derecho a los inefables goces de la maternidad No ha nacido no ese desdichado nintildeo a quien pusimos por nombre Jesuacutes para que hasta el nombre indique nuestro deseo de criarlo en Jesucristo no nacioacute [196] digo ese infeliz nintildeo de padres unidos por el Sacramento no nacioacute entre las aclamaciones alegres de una familia ni entre el regocijo de la Iglesia nuestra madre no nacioacute rodeado de esa aureola de honra y felicidad que circunda al heredero de una familia ilustre no nacioacute deseado sino temido no nacioacute como una esperanza sino como un horror y tuacute misma al sentir en

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tu seno las palpitaciones que eran aviso de esa vida nueva que arrancaba de ti no temblabas de alborozo sino de verguumlenza porque lo que en el orden natural hubiera sido el maacutes dulce consuelo de tu alma y la gala maacutes rica de tu familia y de tu nombre era en este caso la encarnacioacuten de tu infamia Nacioacute inocente siacute y sin maacutes culpa que la que todos al nacer traemos nacioacute digno de ser amado y educado pero no nacioacute en la sacrosanta ley de la familia cristiana Lleva en siacute el baldoacuten de tu ignominiosa caiacuteda de tu caiacuteda que no vacilo en recordarte porque tu mayor gloria es padecer y soacutelo padeciendo has de regenerarte iquestHas olvidado que tu caiacuteda es la maacutes deshonrosa que se puede imaginar Jamaacutes el demonio tendioacute lazo maacutes horrible Escogioacute la mejor criatura para viacutectima y para cebo un hombre de raza maldita por Dios y que expiacutea el crimen de deicidio con su dispersioacuten y envilecimiento [197]

Gloria que habiacutea oiacutedo la anterior arenga con indecible congoja sintioacute al llegar el uacuteltimo punto que sus cabellos se erizaban que sus muacutesculos se contraiacutean que su sangre se paralizaba Extendioacute su mano como para imponer silencio a la sentildeora y con la otra se oprimioacute la frente

-Te mortifico -dijo Serafinita- Callareacute pues porque no puedo faltar a la caridad Pero por tu parte debes desear la mortificacioacuten debes buscar el padecimiento y renovar tus dolores y clavarte cien veces estas espinas y estos clavos pues soacutelo cuando no te canses de padecer cuando hayas bebido el caacuteliz de la pasioacuten seraacutes salva y regenerada hija miacutea querida

-Pues siga usted quiero oiacuter

-No soacutelo me resta decirte que mi hermano ha considerado con gran sabiduriacutea que ese nintildeo debiacutea ser reclamado por Jesucristo puesto en salvo en seguridad con garantiacuteas de que nunca dejaraacute de pertenecer a nuestra santa fe catoacutelica

-Pues queacute -dijo Gloria vivamente- iquesttemen que yo sea capaz de apartar a mi hijo de la fe de Jesucristo

-Tuacute no si bien tus ideas no son las maacutes a propoacutesito para darle una educacioacuten verdaderamente [198] cristiana Y mientras no veamos completa y absolutamente limpio tu corazoacuten de liviandad de vanidades sentimentales

-Pues queacute iquestno lo estaacute ya -dijo Gloria vivamente

-iexclNo querida hija miacutea no lo estaacute Bien conozco que existe auacuten la levadura del desordenado afecto y de las mundanas imaginaciones que trastornaron tu alma y sumieron en terribles calamidades a tu familia Mientras esa levadura exista no podemos esperar nada de provecho para tu perfeccioacuten moral

-Si algo me queda -repuso Gloria con resignacioacuten- yo lo ireacute arrancando poco a poco que no he de hacer yo en un diacutea lo que personas muy santas no consiguieron sino a fuerza de paciencia abstinencias y mortificaciones

-Tienes mucha razoacuten -dijo Serafinita con complacencia- pero es la verdad que el estado de tu espiacuteritu no es el maacutes a propoacutesito para que te entreguemos a tu hijo laquoMientras exista sobre la tierra el que la engantildeoacute ha dicho mi hermano Gloria estaraacute en peligro de caer de nuevoraquo Pues bien desgraciada ese hombre no soacutelo existe sino que te persigue te ha buscado estaacute aquiacute en Ficoacutebriga y anoche Con respecto a tu hijo la voluntad de mi hermano es bien clara laquoPuedes concederle me escribioacute [199] desde

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Roma el mes pasado alguacuten consuelo permitieacutendole ver a esa tierna criatura aunque no conviene que se exalten demasiado sus sentimientos maternales Puedes permitirle este desahogo tan natural y de tan buen origen pero si por acaso el Malo se presentase en Ficoacutebriga establece la incomunicacioacuten maacutes absoluta esconde a nuestro buen Jesuacutes que criamos para el cielo ponlo donde sus extraviados padres no puedan alcanzarlo porque temo mucho que perdamos esta tierna alma ofrenda piadosa de nuestra familia al que hirieacutendonos nos ha mostrado su poder y mortificaacutendonos su misericordiaraquo

Gloria al oiacuter esto cayoacute en profundo y luacutegubre silencio [200]

- XIX -

Espinas clavos azotes cruz

-Tuacute me dijiste que aceptabas esta cruz como expiacioacuten

-Siacute la acepteacute -dijo la infeliz despueacutes de una pausa en que Serafinita aguardoacute con impaciencia la contestacioacuten- La acepteacute pero luego luego querida tiacutea sentiacute que no podiacutea que no podiacutea resignarme a ella no tuve valor mentiacute disimuleacute engantildeeacute a todos los de casa saliacute ocultamente despueacutes de sobornar a Mundideo para que me acompantildeara Me porteacute mal lo reconozco pero el grito que sale de mis entrantildeas puede maacutes que todo y cuando eacutel suena en miacute no puedo dominarme ni ser santa como usted dice ni resignarme a padecer ni llevar la cruz ni clavarme clavos ni beber caacutelices ni ponerme corona de espinas

-Hija miacutea cada vez me causa maacutes alarma [201] y miedo ver en ti ese desasosiego que te aleja de la perfeccioacuten Tuacute no estaacutes curada ni puedes estarlo mientras no hagas un esfuerzo supremo el uacuteltimo esfuerzo de tu alma pecadora para coger a Dios que se te escapa Estaacutes llena de ansiedades incomprensibles de dudas horrendas No conoces ese admirable fruto del Espiacuteritu Santo que llamamos paz

-iexclPaz -dijo Gloria con desaliento- Temo que nunca jamaacutes vuelva a haberla en mi alma

-Hablas como el reacuteprobo hija miacutea Te hace falta gracia pero te advierto que lo primero que ha de hacerse para tener gracia es desearla

-La deseo

-Pedirla fervorosamente a Dios

-La pido

-Es indispensable ponerte en estado de merecerla sacrificando a Dios todos tus afectos todos tus deseos terrenales todo lo que te liga a este mundo desprendieacutendote de todo absolutamente de todo para no poseer maacutes que a Dios renunciando a tener voluntad propia convencieacutendote de que vivimos desterrados en este mundo de que nada existe bajo el sol que no sea digno de ser despreciado y trocado por la uacutenica ganancia real que es Dios Es preciso que te rodees de tinieblas para que el Sentildeor se digne rodearte de luz que te anonades y [202] te humilles y te niegues a ti misma que

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te sujetes de todo corazoacuten a Dios para poder obtener la verdadera libertad de espiacuteritu que vivas constantemente mortificada para que no puedas ser tentada que te creas vil y despreciable para que tu miseria te redima que renuncies al deseo de saber cosas ocultas y hondas y abraces la mejor sabiduriacutea y la filosofiacutea mejor que consisten en no tenerse en nada a siacute mismo que no abrigues vanidad de cosa alguna porque la mayor vanagloria es el desdeacuten de siacute mismo que apartes tu corazoacuten del amor de las cosas visibles para llenarlo de las invisibles

Dijo estas palabras Dordf Serafina con emocioacuten tan profunda y tal acento de conviccioacuten que era imposible oiacuterla sin asombro

Gloria cruzoacute las manos sobre el pecho y con acento de fe respondioacute

-A todo renuncio pero no acierto a renunciar a mi hijo Me desprecio como mujer pero como madre no puedo hacerlo Arranco de mi corazoacuten todos los sentimientos menos este que me da vida Ofrezco a Dios todo lo que hay en miacute pero no puedo ofrecerle como un homenaje piadoso la negacioacuten de mis derechos y mis goces de madre iquestNo es esto noble no es esto santo no es esto divino tambieacuten tan divino [203] por lo menos como esa perfeccioacuten que consiste en negarse a siacute mismo

-Siacute noble santo divino tambieacuten es ese sentimiento -dijo Serafinita- iquestQuieacuten lo duda En la forma de la maternidad fue enaltecida sobre todos los seres humanos la mujer que subioacute al cielo en cuerpo y alma Los sentimientos maternales son puros y santos sobre todo encomio hija miacutea aunque jamaacutes no siendo por gracia especial del cielo enalteceraacuten tanto como el estado de perfeccioacuten infundido por los que llamamos Consejos del Evangelio laquopobreza voluntaria estado de castidad absoluta y vida de obedienciaraquo Esta es la luz que he puesto ante tus ojos adorada hija miacutea inducieacutendote a seguirla

-Pero yo me hallo en circunstancias excepcionales -dijo Gloria defendieacutendose angustiadamente- Yo soy madre

Habiacutea en su exclamacioacuten el ahogado gemido del que en suentildeos lucha con un monstruo sin poderlo vencer

-iexclEres madre -repuso Serafinita moviendo la cabeza en sentildeal de que esperaba tal argumento- Siacute pero iquestde queacute modo iquestQueacute leyes divinas o humanas han presidido a tu estado Gloria Gloria por amor de Jesucristo empapa tu alma en mis ideas No hables de maternidad [204] Pues queacute iquesta una mujer casada a una mujer coronada con esa guirnalda divina de los hijos legiacutetimamente habidos y recibidos con juacutebilo por la Iglesia y la sociedad a una mujer de estas me atreveriacutea yo a decirle laquodeja a tus hijos renuncia a los afectos terrenos nieacutegate a ti misma no te ocupes maacutes que en la meditacioacuten en la abstinencia en el amor uacutenico y exclusivo de las cosas santasraquo iquestMe crees loca Esto seriacutea un absurdo una falta de caridad una aberracioacuten del sentimiento religioso Pero a ti que has caiacutedo en la ignominia a ti que no te hallas atada a ninguacuten varoacuten por los lazos del Sacramento a ti que has sido madre por el crimen y tu escandaloso y sacriacutelego amor te digo siacute te digo mil veces laquoRenuncia a tu hijo no por dureza de sentimientos sino por expiacioacuten no como desnaturalizacioacuten sino como castigoraquo Has cometido graviacutesima falta has ofendido a tu Dios Pues ofreacutecele el uacutenico deleite que existe en tu corazoacuten el carintildeo maternal iquestEse carintildeo te sirve de consuelo Pues no tienes derecho a consuelo ninguno iquestQuieres ser redimida Pues no hay redencioacuten sin pasioacuten sin cruz iquestAdoras a ese nintildeo infeliz que no debioacute haber nacido Pues sacrifica a Dios este

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sentimiento Necesitas irremisiblemente una cruz pero una cruz pesada porque [205] tu culpa a sido enorme Pues bien toma esa que tu mismo Dios te propone toacutemala y anda con ella La maternidad podriacutea hacerte feliz y tuacute si quieres salvarte no debes ser feliz de ninguacuten modo Si para ti no debe haber ya maacutes que dolores iquestpara queacute te apegas a los goces Mientras maacutes noble es el sentimiento que te deleita maacutes grande seraacute el meacuterito de tu sacrificio porque se ha dicho laquoY cualquiera que dejare casas o hermanos o padres o hijos por mi nombre recibiraacute cien veces tanto y heredaraacute la vida eternaraquo

-iexclOh queacute cruz tan pesada tan espantosa -exclamoacute Gloria elevando sus brazos

-Hija miacutea no interpretes mal esto que no es imposicioacuten miacutea sino simplemente exhortacioacuten y consejo -dijo Serafinita tomaacutendole las manos y estrechaacutendoselas con amor- no creas que yo predico la desnaturalizacioacuten no Pero a la altura de tu falta ha de estar tu purgatorio Si necesitas llevar una cruz muy pesada para ser recibida arriba no has de llevar una cantildea Sacrificando nintildeeriacuteas caprichos vanos y cosas de poco valor no se gana la vida eterna Es forzoso arrancar del corazoacuten la fibra maacutes sensible arrojar la joya de maacutes precio matar lo grande lo querido y lo entrantildeable meter la espada en lo maacutes hondo llorar mares de laacutegrimas [206] padecer padecer mucho y siempre padecer Esta es la clave del cristianismo amor miacuteo Ya sabes que en el diacutea de hoy celebramos el augusto sacrificio de la viacutectima del Calvario del divino cordero Fija tu pensamiento en este ejemplo sublime y considera que es necesario que nos crucifiquemos para parecernos a Eacutel y entrar en su reino

-iexclCrucificarme iquestNo lo estoy ya -dijo Gloria extendiendo los brazos en cruz

-Pero no basta crucificarte como mujer sino como madre Viviendo como vives estaacutes expuesta a mil peligros y esa maternidad que tanto adoras es un lazo que te une sin quererlo al autor de todas tus desdichas Viviraacutes sujeta a horribles tentaciones Ya sabes que Job lo ha dicho laquoLa vida del hombre sobre la tierra es una tentacioacutenraquo Ademaacutes el que todo lo sabe ha dicho laquoSi tu mano o tu pie te fuere ocasioacuten de pecar coacutertalos y eacutechalos de tiraquo

-Es verdad es verdad

-Hija miacutea -antildeadioacute la sentildeora besando con carintildeo a la atribulada joven- mete la mano en tu corazoacuten y toacutecalo y observa si el amor de ese nintildeo y la llama infame a cuyo primer fuego debioacute la vida no se confunden el uno con la otra

Gloria callaba Pareciacutea que en efecto metiacutea [207] la mano en el corazoacuten y tanteaba llamas

-iquestCallas

-No seacute queacute responder -dijo la infeliz dejando caer sus brazos con desaliento- Mi alma estaacute acongojada y en mi pensamiento todo es confusioacuten desvariacuteo No seacute lo que pienso ni lo que siento porque estoy llena de terrores de angustias de presagios de deseos y no puedo tomar resolucioacuten alguna porque cada esfuerzo de mi voluntad es seguido de un desfallecimiento que me mata

-iexclY yo te ofrezco los medios para salir de este estado y los rechazas iexclTe sentildealo el amor exclusivo de Dios como teacutermino dulciacutesimo de tus ansias y dudas todaviacutea Desarraiga todo amor criado y entraraacute en ti la gracia como un torrente Retira tus ojos de toda criatura y veraacutes el rostro del Criador Sepaacuterate de cuanto ves y estaraacutes unida a Eacutel

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eternamente Cierra tus oiacutedos a la muacutesica fascinadora de los efectos pasajeros y oiraacutes en tu interior el habla del Sentildeor Dios iexclBienaventurados los oiacutedos que no escuchan la voz que viene de fuera sino la verdad que habla y ensentildea interiormente Nadie mejor que yo puede darte estos consejos porque en miacute no sospecharaacutes egoiacutesmos He hecho voto de pobreza he repartido mi fortuna entre los pobres y las hijas de mi hermano [208] Desengantildeada de las vanidades del mundo me disponiacutea a entrar en un santo retiro cuando supe tu desgracia Esto me detuvo y sentiacute en mi conciencia el habla dulciacutesima de mi Dios que me dijo laquoVe y saacutelvamelaraquo

raquoiexclHija de mi corazoacuten Corriacute a tu lado te asistiacute en tu enfermedad como pudiera hacerlo la madre maacutes carintildeosa pero mi orgullo no se cifraba en librarte de la muerte fiacutesica sino de la muerte moral que es la condenacioacuten eterna Te exhorteacute te puse mil ejemplos ante la vista lloramos juntas te he tratado con dulzura con ardiente carintildeo y sin dureza ni altaneriacutea que en las conquistas cristianas la humillacioacuten trae la victoria Yo no puedo consentir que tu alma nobiliacutesima arda en los infiernos por un extraviacuteo pasajero y seguireacute exhortaacutendote hasta que me arrojes a golpes Mientras tenga lengua te direacute laquoVen ven hija miacutea ven conmigo a esa morada paciacutefica y solitaria donde tu alma se purificaraacute por la oracioacuten por la humildad por la penitencia recibiendo al modo de una ablucioacuten divina la gracia que ha de regenerarlaraquo Alliacute tu corazoacuten se limpiaraacute de esa escoria tenebrosa por la llama del divino amor que iraacute creciendo creciendo hasta producirte los maacutes dulces arrobos y la gratiacutesima previsioacuten del reino de los cielos soacutelo concedidos a los que todo lo [209] dejan por el Amado y al Amado consagran cuanto en la persona humana existe de espiritual y divino

-iexclEl convento -dijo Gloria dando en su lecho una angustiosa vuelta- No me asusta el encierro pero alliacute no vereacute a mi hijo

-El que hizo el mundo el que se hizo hombre por redimirnos el que fue sacrificado por nuestro amor es el primero de todos los amores hija miacutea -dijo Serafinita derramando sin cesar laacutegrimas de emocioacuten y piedad- iquestEs posible es posible que no te convenzas todaviacutea

Gloria cerroacute los ojos y como el que se hunde en los abismos de un letargo contestoacute desde dentro con profunda voz que apenas haciacutea mover sus labios

-Todaviacutea no

-iexclMiserable de miacute mil veces miserable -exclamoacute Dordf Serafinita con pateacutetico dolor- que no tengo fuerzas ni elocuencia para salvar un alma querida

-Usted es una santa -dijo Gloria abriendo los ojos y ofreciendo sus brazos a su tiacutea para estrecharla en ellos

-Soy una infeliz que he aspirado a ejercer el ministerio de los apoacutestoles y Dios me castiga por mi soberbia [210]

-Usted es una santa -repitioacute Gloria- pero nunca ha sido madre

La noble sentildeora no contestoacute Observaba la creciente desfiguracioacuten de las facciones de su sobrina

-iquestQueacute tienes

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-Una cosa que seriacutea deseo de morir -repuso Gloria con abatimiento- si no siguiera viviendo mi hijo

-iquestTienes suentildeo

-La pereza de la muerte pero con esto se duerme

-Debes descansar

-No puedo No se separe usted de miacute Si me quedo sola pensareacute cosas malas iquestQueacute hora es

-Ya amanece Jueves Santo hija miacutea iexclEl diacutea maacutes hermoso para salvarse

Gloria tratoacute de decir algo pero entrole una congoja penosiacutesima su corazoacuten oprimido latiacutea con fuerza y era tal la sofocacioacuten de su pecho que Serafinita le retiroacute las saacutebanas para que el peso de ellas no la molestase Moviose la infeliz con febril inquietud en el lecho y su hermosa cabeza con los negros cabellos en desorden se volviacutea con angustia hacia arriba Por uacuteltimo se llevoacute ambas manos al pecho y oprimieacutendoselo cual si quisiera detener alliacute alguna [211] cosa que se le escapaba gritoacute con voz ronca

-Sentildeor Sentildeor no puedo

Serafinita procuroacute tranquilizarla Al fin iba cayendo la joven en un estado semejante al sopor Serafinita notoacute que sus sienes latiacutean violentamente y que su respiracioacuten era fatigosa Pero seguiacutea aletargada y como esto tranquilizara a la buena sentildeora arrodillose junto a la cama y empezoacute a rezar con el mayor recogimiento

- XX -

iquestQueacute hareacute

Daniel Morton y D Buenaventura hablaron larguiacutesimo rato

El hebreo salioacute de la casa cuando todaviacutea era noche oscura pues la luna no queriendo esperar al sol desaparecioacute volviendo atraacutes el rostro como novia enojada que huye de su amante observando si este la sigue Sansoacuten uniose a su amo pero este le dijo secamente que se retirase a la casa dejaacutendole solo

Sansoacuten aparentando obedecer le siguioacute desde lejos Morton rodeoacute la casa de Lantigua y tomando el camino que conduce a la playa bajoacute lentamente con las manos cruzadas a la espalda la vista fija en el suelo cuando no la extendiacutea por la negra inmensidad de los cielos apagados o por la del mar cuya exclamacioacuten grave y mugidora le iba ensordeciendo a medida que a eacutel se acercaba [213]

Cuando sus pies se hundiacutean en la arena y avanzoacute hacia el fino y huacutemedo suelo que habiacutea pulido la uacuteltima pleamar arrastrando sus laacuteminas de agua sintioacute una especie de simpatiacutea inexplicable y como un deseo de expansioacuten y confianza semejante al que se experimenta en presencia de un buen amigo Morton miroacute las olas que iban y veniacutean con el maacutes admirable ritmo sensible que existe en lo creado y miraacutendolas sacoacute del caos de su espiacuteritu esta pregunta laquoiquestqueacute hareacuteraquo

En la playa habiacutea una piedra enorme que pareciacutea arrancada por las olas a un acantilado cercano Sobre aquella piedra se sentoacute Daniel contemplando el mar grave y

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cadencioso especie de peacutendulo inmenso que determina un equilibrio misteriosos En aquel mar en su voz semejante al zumbido de un cerebro donde hierven las ideas en el resoplido de sus olas y en aquel latido de su enorme vida corriendo sin cesar del fondo a la playa y de la playa al fondo vio Morton la perfecta imagen de la perplejidad en que se hallaba su espiacuteritu

A poca distancia y entre las pentildeas de la derecha estaban auacuten los restos del Plantagenet un herrumbroso esqueleto que se desgastaba lentamente sin que hicieran caso de eacutel ni los hombres ni los peces [214]

Sentado en la piedra con el codo en la rodilla y la barba sostenida en los dedos fijo y quieto como una esfinge centinela en la puerta de lo infinito mirando siempre hacia adelante y mirado por el mar cuyas olas son una fisonomiacutea porque hablan saludan escarnecen injurian escupen sonriacuteen desprecian duermen y braman de coraje atento al espectaacuteculo de una gran perplejidad que seguacuten eacutel llenaba el universo todo Daniel Morton deciacutea

-Lo que yo sospechaba es cierto Moriraacute por mi causa y moriraacute de pena No se ha resignado auacuten a aceptar la solucioacuten que su familia le propone porque espera pero al perder la esperanza caeraacute caeraacute en ese horrible lazo y exaltada por el espiacuteritu de una religioacuten que prescribe el padecer doblaraacute al fin la cabeza ante el ascetismo y arrastraraacute miserable vida en un convento cristiano iexclCon buena intencioacuten porque su celo religioso y el entusiasmo por su falsa doctrina son sinceros esa noble sentildeora y D Aacutengel el disciacutepulo del Nazareno han negado a su corazoacuten el maacutes dulce consuelo le han prohibido a su hijo Esto da horror y al pensarlo no hay en mi corazoacuten una sola fibra que clamando no proteste

raquoiexclY pensar que con una sola palabra podreacute sacarla de ese infierno y devolverle su salud [215] su paz su felicidad la estimacioacuten del mundo y que con esta palabra volveraacute a sus brazos el pobre aacutengel espuacutereo que vive rechazado de todo el mundo y escondido como la verguumlenza o como un tesoro robado iexclPensar que con una palabra puedo causar tan grandes bienes y que esta palabra no se puede decir Pues se diraacute Tengo por corazoacuten una piedra no soy hombre si no pronuncio esa palabra Soy un miserable merezco ser perseguido eternamente por mi conciencia y no tener un solo diacutea de paz si consiento tan gran desdicha la pobre madre atormentada el nintildeo encubierto y confiado a manos mercenarias

Detuacutevose un instante Su pensamiento dando una vuelta le mostroacute otro hemisferio y dijo entonces

-iquestPero queacute es lo que debo hacer iquestqueacute debo decir Una palabra que es la apostasiacutea infame de mi religioacuten el desprecio de Dios en cuya santa idea creciacute y crecieron antes mis honrados padres y antes mis abuelos y del mismo modo las generaciones remotas hasta llegar a los que fueron elegidos para recibir la Ley directamente del mismo Dios y ensentildearla a todo el mundo iquestPuede caber en mi cabeza la idea de negar a mi Dios y negarle para abrazar otra fe iexcly queacute fe iexclla de un falso profeta la [216] del Nazareno en cuyo nombre hemos sido dispersados perseguidos quemados e injuriados por espacio de diez y ocho siglos Y yo he de llegar al Nazareno y decirle laquoaquiacute me tienes a tus pies aquiacute estaacute el que se vanagloriaba de no pertenecerte jamaacutes el que ha tratado de enaltecer a los suyos para apartarles de caer en ti aquiacute estaacute el maacutes soberbio de tus enemigosraquo Y yo he de decir a mi Jehovaacute laquoYa no te pertenezcoraquo laquoSoy como el siervo a quien su amo ha distinguido poniendo en eacutel toda su confianza y he aquiacute que aquel

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ingrato siervo huye de la casa de su sentildeor robaacutendole y despueacutes va a casa del enemigo y pide salario y escarnece a su antiguo sentildeorraquo y todo iquestpor queacute por una mujer por un amor poderoso irresistible pero que es cosa terrenal y por un hijo que adoro pero que es un pobre gusano indigno de atencioacuten desde el momento en que aparece a su lado la presencia aterradora y sublime del que hizo los cielos y la tierra

Al llegar aquiacute su pensamiento sin pausa ni intermedio alguno le puso delante el primer hemisferio

-Pero es que al considerar la desgracia de la amada de mi corazoacuten he de recordar que yo soy autor de ella Yo yo solo he causado desdicha tan lastimosa Ella era pura y feliz yo [217] turbeacute la paz de su corazoacuten arrastraacutendola a la ignominia yo la arranqueacute de aquel cielo hermosiacutesimo en que viviacutea su alma y la precipiteacute en las tinieblas yo ahuyenteacute de su lado a los aacutengeles que velaban con misteriosa atencioacuten su persona y lleneacute su corazoacuten de culebras Era como una flor y la pisoteeacute Habiacutea nacido para que su sola mirada derramase felicidad para que hasta su sombra hiciera nacer bienes por todas partes y yo de aquel claro astro he hecho una noche loacutebrega una oscuridad llena de dolores que hace llorar cuantos se le acercan Yo tengo la culpa de todo yo causeacute su mal y lo causeacute con villaniacutea porque oculteacute mi religioacuten que era un estorbo y siendo enemigo me presenteacute como amigo Yo soy el autor de su desgracia Y no no hay remedio no hay sofisma que valga esa desgracia debe ser reparada por miacute Si asiacute no es no tengo idea de la justicia no tengo nocioacuten del deber ni del honor y siendo extrantildeo a la idea de justicia no puedo ni aun saber lo que es Dios Mi deber es reparar esa desgracia y sacar a la pobre maacutertir del potro en que estaacute No son sus tiacuteos los que la tuestan viva soy yo yo solo Por consiguiente mi deber es salvarla Me lo ordena la justicia que es Dios el deber que es Dios la verdad que es Dios la compasioacuten que es Dios Me lo ordena tambieacuten [218] la sociedad y esta ley de reciacuteproco respeto de la cual no podemos prescindir Siacute es preciso es indispensable fatal inevitable y si asiacute no lo hago no hay nombre bastante vil en ninguna lengua para vituperarme Merezco morir y ser devorado por los perros sin que jamaacutes mi cuerpo disfrute el descanso del sepulcro Nadie arrancaraacute de miacute esta conviccioacuten profunda que mete su raiacutez hasta lo maacutes hondo de mi pecho Esto es la evidencia la verdad pura

Al llegar aquiacute subiacutea la marea y una ola extendioacute su lengua bordada de espuma sobre la arena mojando los pies del pensativo Retirose entonces subioacute al acantilado y arrojado sobre las pentildeas dijo asiacute

-No no es posible que Dios y la Justicia esteacuten en desacuerdo No es posible que para ser fiel a un compromiso del corazoacuten necesite yo ser apoacutestata Aquiacute hay algo que mi inteligencia limitada no puede penetrar ha de haber un resorte misterioso y es preciso que yo lo busque y lo toque porque esto ha de tener solucioacuten porque lo absurdo no puede prevalecer iexclOh Dios miacuteo dame luz dime doacutende estaacute la salida de este horrible laberinto mueacutestrame un resquicio pues salida o hendidura ha de haber Si no la hubiere iexcloh soberano Dios todo empezando [219] por ti deberiacutea ser negado y esto no puede ser

raquoiquestPero cuaacutel es en realidad mi pensamiento en religioacuten iquestQueacute pienso queacute creo yo Conciencia mueacutestrame lo que tiene maacutes oculto tu voz maacutes recoacutendita lo que es auacuten menos que voz un susurro que apenas oigo yo mismo iquestQueacute creo yo iquestCreo acaso que mi religioacuten es la uacutenica en que los hombres pueden salvarse la uacutenica que contiene las verdades eternas No felizmente seacute remontar mi espiacuteritu por encima de todos los cultos y puedo ver a mi Dios el Dios uacutenico el grande el terrible el amoroso el legislador

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extendieacutendose sobre todas las almas y presidieacutendolas con la sonrisa de su bondad infinita desde el centro de toda sustancia Entonces miserable iquestqueacute te detiene iquestNo hallas en el cristianismo las verdades eternas Existen siacute pero desfiguradas y adulteradas No no puedo inclinarme a contemporizar con una yuxta-posicioacuten (9) inuacutetil con la destruccioacuten de la sencillez con una fe que nada nuevo ha ensentildeado al mundo y que por tanto es falsa Aborrezco esa idea con todas las fuerzas de mi alma y todo el odio venenoso que esa secta alienta contra miacute se lo devuelvo centuplicado No lo puedo remediar lo he mamado con la leche lo traigo encendido en mis entrantildeas desde [220] el vientre de mi madre y mi espiacuteritu lo trajo tambieacuten desde la nada Si cuando mi espiacuteritu se eleva a la contemplacioacuten de la esencia primera soy tolerante expansivo amplio y generoso al considerar la idea cristiana nuestro verdugo y nuestro cadalso soy fanaacutetico siacute no lo puedo remediar me siento fanaacutetico y brutal como los inquisidores catoacutelicos y para mi tormento el ser que idolatro sale del tumulto aborrecido de esa secta y se me presenta lleno de gracia y luz uacutenico ser a quien puedo absolver de la responsabilidad cristiana uacutenico ser a quien perdono los agravios hechos a mi raza iexclOh Dios Dios iquestqueacute misterio es este queacute enigma terrible y espantoso es este Mi cabeza estalla como un volcaacuten no seacute queacute pensar Aquiacute hay algo algo que mi limitada razoacuten no comprende Dios miacuteo Dios de las inteligencias iquestpor queacute has hecho estas contradicciones horrorosas y estos absurdos que hacen dudar de la bondad de la creacioacuten y de la loacutegica del mundo

El cielo comenzoacute a aclararse la superficie del mar brillaba junto al horizonte tintildeendo de amarillo sus lejanas ondas Toda la tierra empezoacute a inundarse de luz Amaneciacutea pero Morton no advirtioacute nada porque en su mente continuaban la noche y un caos perpetuo [221]

-Maacutes vale -dijo- que continuacutee todo como ahora estaacute que siga su deshonra su verguumlenza la baacuterbara separacioacuten de la madre y el hijo mi soledad el remordimiento implacable que me tritura las entrantildeas Quizaacutes el tiempo nos consuele a todos Ella entraraacute en ese aborrecido convento maacutes triste que la sepultura porque en eacutel se vive No la vereacute maacutes no vereacute tampoco a mi hijo porque seraacute escondido para miacute como se esconde del ladroacuten la joya Creceraacute y le vereacute alguacuten diacutea sin conocerle Le ensentildearaacuten a maldecir mi nombre y mi sangre iquestY coacutemo se evita esto coacutemo iexclSi pudiera evitarse dando la vida No no se evitaraacute con cien vidas sino con una palabra breve como las que a todas horas pronuncian nuestros labios pero que encierra una idea todas las ideas y el universo y la vida futura

Despueacutes de una pausa antildeadioacute

-Soy un miserable si no digo esa palabra si no la digo clara leal sin impostura Lo pide a gritos cuanto hay en miacute de sentimiento y piedad iexclSoy un miserable si no digo esa palabra si no cierro los ojos a todo a mi historia a mi raza a mi culto a mi familia y me arrojo en brazos de la infame secta que aborrezco de esa secta que sin duda no es tan mala como yo creo porque [222] a ella pertenece la que reina en mi corazoacuten

Oprimiose la frente con ambas manos como si quisiera sujetar una idea que se le escapaba y detener aquel remolino horrible de su pensar pero no pudo sustraerse a un razonamiento que le anonadoacute

-iexclMi padre No desde que adopteacute esta resolucioacuten ya no tengo padre ni madre ni amigos No quiero pensar en su enojo en su soledad En mi familia se llora al hijo muerto pero al renegado al renegado se le miraraacute como si no hubiera nacido La

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imagen de mi madre que es personificacioacuten sublime de la consecuencia israelita me abruma maacutes que mil razonamientos incontestables iexclMi madre de cuyos brazos escapeacute en silencio para venir aquiacute mi madre que ha de venir en mi seguimiento para detenerme esa mujer que adora en miacute el orgullo de su raza y que moriraacute de seguro cuando sepa No no mil veces esto no puede ser no seraacute Si es imposible si es como beberse toda esa agua que tengo delante si es como decirle a la marea laquono subas maacutesraquo iexclOh Dios miacuteo iquestpor queacute me criaste si sabiacuteas que habiacutea de llegar esta hora

Levantose freneacutetico y agitando los brazos y volviendo la cara hacia el cielo gritoacute desaforadamente [223]

-iexclOh Sentildeor Sentildeor yo digo que tu obra no estaacute bien asiacute

El diacutea habiacutea avanzado considerablemente sin que eacutel lo notase y las risuentildeas horas de la mantildeana viniendo unas en pos de otras derramaban claridad y alegriacutea sobre los campos reverdeciendo las huacutemedas praderas El diacutea era tan bello y apacible cual si la Naturaleza sensible al enigma de la Redencioacuten quisiera tambieacuten celebrarlo El aire que meciacutea los aacuterboles las nubes que pomposamente discurriacutean por el cielo con grave paso daacutendose unas a otras la mano el mar sonoro y las flores que por todas partes presentaban sus lindos rostros a la caricia del sol todo todo estaba de fiesta en aquel diacutea

Bajando a la playa recorriola toda lentamente Pareciacutea que contaba las arenas Despueacutes se arrojoacute al suelo y contemploacute el mar que bajaba recogiendo sus laacuteminas de espuma de minuto en minuto La perplejidad continuaba y el peacutendulo seguiacutea su atormentador movimiento pero al fin ya cerca de medio diacutea el extranjero se levantoacute Diose un golpe en la frente y mirando al cielo dijo con la firmeza propia del que ha tomado una resolucioacuten

-Al fin al fin ya seacute lo que debo hacer [224]

- XXI -

Jueves Santo

Gloria abrioacute los ojos despueacutes de un prolongado letargo durante el cual su fatigado espiacuteritu logroacute alguacuten reposo Habiacutea sontildeado con la pasioacuten de Cristo con los horribles judiacuteos que le azotaban habiacutea visto elevar el madero con la Divina Persona clavada por pies y manos y este cuadro lamentable que se le representaba al vivo por el poderoso fingir del suentildeo llenoacute su alma de pateacutetica y dolorosa compuncioacuten Al despertar vio a su tiacutea encendiendo algunas velas delante de la efigie del Salvador hermosa figura de marfil que le representaba en el momento de expirar y cuando alzados los moribundos ojos al cielo deciacutea laquoPerdoacutenalos Sentildeor porque no saben lo que hacenraquo

Serafinita habiacutea dispuesto la mesa como altar ponieacutendole preciosas velas de esas que tan [225] bien labran y adornan las monjas No puso flores en los floreros por temor de que el olor de ellas molestase a Gloria pero siacute las llenoacute de ramas de pino y otras matas verdes y sin aroma

-iexclQueacute bien estaacute queacute bien estaacute eso -dijo Gloria contemplando con gozo el altar

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-Hija miacutea iquestqueacute tal te encuentras

-No muy bien pero podreacute levantarme

-Maacutes vale que te quedes en la cama Yo no pienso salir hoy ni ir a la iglesia a pesar del gran diacutea en que estamos Debo acompantildearte querida miacutea y juntas rezaremos el oficio del diacutea que es hermoso sobre toda ponderacioacuten

-Muy bien pensado Lo leeremos

-Y nos deleitaremos en su sublimidad contemplando el amor de aquel que con ser Dios quiso derramar su sangre por nosotros

Despueacutes que Gloria hizo sus oraciones de la mantildeana se levantoacute y se volvioacute a acostar vestida sobre el lecho Francisca arreglaba su cuarto mientras Dordf Serafina bajoacute a preparar algo sustancioso para que la enferma se desayunase Nada maacutes admirable que el celo que poniacutea aquella noble dama en todas las cosas lo mismo en las grandes que en las pequentildeas Todo lo haciacutea conforme a su conciencia y no se perdonaba cosa alguna ni jamaacutes dejoacute de hacer nada que le pareciese justo y conveniente Era el [226] alma de maacutes rectitud que podiacutea existir y si hubiese destruido el geacutenero humano Dios se lo perdonariacutea porque sin duda lo habriacutea aniquilado por conviccioacuten y creyendo que realizaba un bien En ella no se conocioacute jamaacutes ni sombra ni hipocresiacutea Todo su espiacuteritu y sus creencias y su voluntad estaban claramente retratadas en sus acciones ni existioacute conciencia maacutes pura porque en ella eran imposibles las reservas y distingos insidiosos Y sin embargo el alma tan limpia de perversidad podiacutea ser dantildeosa Mas para juzgar a Serafinita y condenarla por esto seriacutea preciso que Dios recogiese su Decaacutelogo y lo volviese a promulgar con un artiacuteculo undeacutecimo que dijese laquoNo entenderaacutes torcidamente el amor de Miacuteraquo

Y para juzgarla los hombres y condenarla debiacutean a su vez arrojar de los altares a muchos varones y hembras que subieron a ellos por ser como Serafinita

Estaba preparando el almuerzo de su sobrina y se caiacutea de debilidad por el estado en que la habiacutean puesto los ayunos pero el piadoso esfuerzo de su voluntad venciacutea al cuerpo infundieacutendole una resistencia poderosa y por el absoluto desprecio de la carne apareciacutea triunfante siempre el espiacuteritu y dispuesto a todas las empresas cristianas que exigieran abnegacioacuten [227] iexclLaacutestima grande que aquella santidad no fuese maacutes humana

Cuando Gloria almorzoacute vino el meacutedico y le ordenoacute el mayor reposo y que huyera de toda emocioacuten viva Serafinita rogoacute a la joven que diese un paseo por la habitacioacuten lo que ella hizo de muy buen grado admirando desde el balcoacuten la hermosura de la mantildeana

-iexclQueacute bello diacutea -exclamoacute- Parece que en diacuteas asiacute no puede menos de pasar algo grande

-El diacutea querida sobrina -dijo Serafinita- estaacute lleno de la sagrada memoria que hoy celebra la Iglesia iquestNo ves en la Naturaleza una especie de atencioacuten solemne un recogimiento grave y placentero Hoy celebramos la muerte y la vida la muerte corporal del que expiroacute por darnos la vida Yo leereacute

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Serafinita se colocoacute junto al altar y ponieacutendose las antiparras que su fatigada vista exigiacutea empezoacute la hermosa lectura mientras Gloria tomaba asiento en un sofaacute junto al balcoacuten Empezando por los Maitines y Nocturnos que son los oficios llamados Lamentaciones y que la Iglesia canta en la tarde del diacutea anterior leyoacute el Salmo laquoSalvame iexcloh Dios porque las aguas han entrado hasta el alma Estoy hundido en cieno profundo y la corriente me ha anegado Cansado estoy de llamar mi [228] garganta ha enronquecido Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios Dios tuacute sabes mi locura y mis delitos no te son ocultosraquo

Ambas mujeres teniacutean su alma absorta en tan sublimes conceptos Dordf Serafina recitoacute con entera voz la Lamentacioacuten laquoiquestCoacutemo estaacute sentada sola la ciudad antes populosa La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda Amargamente llora en la noche No tiene quien la consuele de todos sus amadoresraquo

Y asiacute siguioacute la lectura con edificacioacuten de entrambas Como Serafinita se fatigase Gloria le rogoacute que le diese el libro y con la emocioacuten maacutes viva leyoacute el Miserere laquoTen piedad de miacute oh Dios conforme a tu misericordia grande y conforme a la multitud de tus piedades borra mis iniquidades Porque conozco mi iniquidad y mi pecado estaacute siempre delante de miacuteraquo

La misa la epiacutestola de San Pablo a los Corintios la Sequentia del Evangelio tocaron a Serafinita que a su vez reclamoacute el libro Despueacutes de leer todo lo concerniente a la cena dijo a su sobrina

-Hemos llegado al punto maacutes interesante maacutes pateacutetico maacutes solemne de nuestra doctrina la institucioacuten de la Eucaristiacutea Si tuacute hija miacutea de mi alma meditando mucho en esto lograras [229] penetrarte bien de la idea del sacrificio tan sublime si consiguieran asimilaacutertela y hacerla tuya iexclcuaacuten grande facilidad hallariacuteas para dar al problema de tu vida la solucioacuten que te propongo iquestPero no te dice nada tu corazoacuten no se enternece contemplando el inmenso amor de la sacratiacutesima viacutectima del Calvario Lo que a gritos dice tu situacioacuten social y los acontecimientos iquestno lo ha de decir tu corazoacuten Yo veo tan claro esto nintildea miacutea que no comprendo coacutemo puedes dudar

Gloria con los ojos bajos inclinada la cabeza sobre el pecho callaba trenzando los hilos de lana del pantildeuelo que cubriacutea sus hombros

-Dada tu situacioacuten no veo otro camino -antildeadioacute Serafinita- Mucho habiacutean de cambiar los sucesos para que la loacutegica de tu porvenir cambiase Seriacutea preciso que ese infiel empedernido abriese sus ojos a la luz cristiana seriacutea preciso que se verificase una de esas conversiones ruidosas que hacen eacutepoca en el mundo y esto es difiacutecil aunque no imposible iquestDime lo crees tuacute imposible iquestDas creacutedito a los rumores que han corrido

-No -repuso lacoacutenicamente Gloria

-iquestCrees tuacute que abrace nuestra santa fe iexclOh si asiacute sucediera yo viendo en esto los designios de Dios seriacutea la primera que te diriacutea [230] laquoCaacutesate tu deber es casarte El Sentildeor lo mandaraquo Tu amor quedariacutea legitimado por el glorioso hecho de traer al rebantildeo una oveja que no por venir tan tarde seriacutea mal recibida Entonces es verdad que no podriacuteas aspirar a la perfeccioacuten cristiana que consiste en desprenderse de los afectos humanos pero podriacuteas acercarte mucho a ella por otros caminos No hay que pensar en este medio hija miacutea Tuacute misma has dicho que no tienes esperanza

-Es verdad -murmuroacute Gloria- Ninguna tengo

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-Pues debes tenerla -dijo Serafinita

Gloria alzoacute vivamente los ojos fijaacutendolos en su tiacutea con gran curiosidad

-Debes tenerla -repitioacute la sentildeora con aplomo

-iquestDe queacute

-No de casarte no -dijo Serafinita sintiendo en su alma la inspiracioacuten apostoacutelica maacutes viva que nunca- no de casarte sino de traer a ese infiel a nuestra santa fe

-iquestCoacutemo

-Por medio de la oracioacuten unida al sacrificio

-No entiendo bien tiacutea -repuso Gloria poniendo sumo intereacutes en aquel asunto [231]

-Por medio de la oracioacuten -repitioacute la dama con entusiasmo- y mejor auacuten por medio del sacrificio iquestAcaso esto necesita explicarse

-Me parece que lo voy entendiendo

-Si haces a Dios el inmenso el doloroso sacrificio que te he propuesto como el mejor camino para salvar tu alma si haces el sacrificio de consagrarle por entero toda absolutamente toda tu vida arrancaacutendote del mundo y de los mundanos afectos si haces esto Gloria amor miacuteo y pides a Dios que te conceda la redencioacuten de un alma ciega hasta ahora a la verdadera luz iquestcoacutemo es posible que Dios te lo niegue

-iexclOh Jesuacutes miacuteo si eso fuera verdad-exclamoacute Gloria deshacieacutendose en laacutegrimas- Y parece que ha de ser verdad que ha de poder suceder como usted dice

En el semblante de Serafinita brillaba un destello de alegriacutea infinita el juacutebilo del triunfo evangeacutelico

-iexclOh -exclamoacute oprimiendo su pecho- Yo tengo una conviccioacuten profunda Mi corazoacuten se abre como un abismo lleno de voces y a gritos clama que ese hombre seraacute salvo por tu mediacioacuten

-iexclSentildeora -exclamoacute Gloria exaltaacutendose como su tiacutea- Yo he orado tanto tanto que tal vez [232]

-No desgraciada no basta la oracioacuten Es necesario el sacrificio es necesario que llegues y ante esos pies taladrados por el clavo pongas tu corazoacuten dolorido tu vida toda tu voluntad tus acciones tu porvenir tu universo tu carne y tu espiacuteritu diciendo laquoSentildeor toacutemalo todo toma todo lo que recibiacute de ti No quiero ya nada que no seas tuacute tuacute solo ni maacutes amor que el tuyo por entero Abraacutesame en tu fuego y hazme temblar noche y diacutea con las dulces ansias que resultan de estar incesantemente amaacutendote contemplaacutendote oyeacutendote en mi interior magnificaacutendome con tu gloria padeciendo con tu pasioacuten Este resto de existencia que conservo mientras no me lleves a tu lado soacutelo seraacute para tener voz con que nombrarte a todas horas labios con que besar tu santa imagen y si das a mi cuerpo el santo tormento de que me duelan tus heridas mayor gozo tendraacute mi alma Perezcan los ojos de mi cuerpo que de nada me sirven y asiacute te veraacuten mejor los del alma Perezca mi belleza que no por ella te he de agradar sino por la

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pureza y la violencia de mi amor Soy toda tuya Sentildeor y aun asiacute no creo ofrecer bastante al que murioacute por redimirme del pecadoraquo

Dordf Serafina se habiacutea levantado y con su [233] majestuoso ademaacuten daba mas prestigio y realce a la admirable elocuencia con que se expresaba

-Lo que usted dice -manifestoacute Gloria- resuena en mi corazoacuten como un eco del cielo

-Dios aceptaraacute tu sacrificio y lo premiaraacute -antildeadioacute Serafinita- La inagotable bondad del Amado se te revelaraacute bien pronto Oiraacutes su voz en tu interior le veraacutes allaacute en lo profundo y en lo maacutes negro de tu mirar cuando cierres los ojos en la dulce oracioacuten iquestCoacutemo no ha de concederte lo que le pides si le pides un nuevo triunfo para su Iglesia iquestQueacute premio maacutes digno puede ambicionar un alma consagrada a Dios laquoSentildeor le diraacutes trae a tu seno a un ser que me fue querido y que tiene la desgracia de carecer de la verdadera luzraquo

-El Sentildeor me oiraacute -dijo Gloria cruzando las manos- Tiacutea querida tiacutea mi alma se llena repentinamente de fe en miacute ha entrado una luz prodigiosa siento como una gran lluvia Soy otra Suena dentro de miacute una voz como el trueno Me parece que Dios me dice Siacute siacute siacute

-Siacute siacute siacute -repitioacute Serafinita con exaltacioacuten que rayaba en frenesiacute- Y se salvaraacute abominaraacute de su execrable secta y entraraacute en el Paraiacuteso [234]

La piadosa sentildeora que habiacutea estado tantos meses predicando a su sobrina las excelencias de la vida asceacutetica que habiacutea agotado todos los argumentos todas las razones todos los sofismas sin conseguir nada lograba al fin su objeto iquestcoacutemo tocando una fibra maacutes sensible que todas las fibras del corazoacuten de su sobrina la fibra del amor humano Al llegar alliacute el espiacuteritu rebelde gimioacute doloridamente sucumbiendo y lo que antes le parecioacute monstruoso e inuacutetil pareciole despueacutes bello grande y sublimemente provechoso Estremecida hasta lo maacutes iacutentimo de su ser sintioacute la bullidora expansioacuten del amor pidiendo su consecuencia natural el sacrificio

-Acepto acepto -exclamoacute levantaacutendose aacutegil inquieta exaltada cual si recibiera por milagro prodigiosas fuerzas

Pero extendiendo despueacutes un brazo llevaacutendose la izquierda mano a los ojos murmuroacute con suacutebito desaliento

-iexclMi pobre hijo

-Dios el Criador de todas las cosas -gritoacute Serafinita acudiendo veloz a agarrar a su viacutectima que se le escapaba- miroacute a la tierra pervertida por el pecado y enviando a ella a su Hijo en carne mortal le vio padecer y morir como un hombre iexclY aquel era el Verbo la [235] razoacuten universal la justicia la ley el Hijo Lo que hizo Dios por redimir el geacutenero humano que formoacute de barro iquestno lo podraacute hacer una miserable criatura por salvar a otra de las eternas llamas del infierno iquesty no seriacutea capaz esta criatura de hacer un sacrificio tanto maacutes aceptable cuanto maacutes noble es el afecto sacrificado iexclDios infinito inmenso maacutes grande que todo lo grandiacutesimo ve morir a su Hijo y tuacute iquestAcaso le pierdes iquestacaso le matan

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-Madre querida -exclamoacute Gloria contestando a las caricias de su tiacutea con otras no menos ardientes- Soy de usted No vacilo maacutes Ya no tengo voluntad Venga la cruz pronto pronto Mi espiacuteritu la acepta iexclOh iexclqueacute idea iexclqueacute sublime idea

Cayoacute sin aliento en la silla

Serafinita no se sentoacute y en pie dijo

-Partamos esta misma tarde No debe perderse tiempo

Sin duda temioacute volubilidades y arrepentimientos

-Esta misma tarde -repitioacute Gloria paacutelida sin aliento transfigurada como si tuviera ya marcada la hora para salir de este mundo

-Nos prepararemos en un instante arreglaremos todo para ir a tomar el tren en Villamojada [236]

-Saldremos sin que lo sepa mi tiacuteo

-Eso no se lo diremos iquestA queacute ese engantildeo indigno de nosotras Es preciso preparar todo -dijo la sentildeora con febril impaciencia- Es verdad que no necesitamos gran cosa

-Es verdad Yo

Gloria no pudo seguir la frase porque se sintieron pasos Abriose la puerta y aparecioacute D Buenaventura [237]

- XXII -

Esperanza de salvacioacuten

-Vengo -dijo el buen caballero algo turbado- a anunciarte una visita y no podraacutes ahora negarte a recibirla porque se trata de una cosa muy importante muy grave muy lisonjera en resumidas cuentas ahiacute estaacute y va a subir a verte porque lo mando yo Es cuestioacuten de vida o muerte

Gloria no contestoacute una sola palabra tan confundida y absorta estaba Dordf Serafina iba a decir algo pero no pudo porque su hermano se retiroacute con presteza No tuvieron tiempo de hacer comentarios sobre aquella visita y el misterioso anuncio porque al poco rato regresoacute don Buenaventura acompantildeado de Daniel Morton vestido completamente de negro hermoso y teacutetrico Pareciacutea recieacuten salido de una enfermedad grave o que en una noche habiacutea vivido diez antildeos Gloria al verle sintioacute el maacutes radical desconcierto [238] en todo su ser y se quedoacute como muerta Turbose de tal modo su espiacuteritu que creiacutea sontildear o ser presa de un delirio cuando oyoacute a su tiacuteo pronunciar estas palabras

-Querida Gloria querida hermana tengo el maacutes vivo placer al anunciar a entrambas que nuestra santa religioacuten ha hecho hoy una gran conquista El Sr Morton que estaacute presente abraza el catolicismo

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El efecto de estas palabras fue tremendo como la voz de Jehovaacute en las alturas Gloria y su tiacutea eran dos estatuas

-Lo que mi ilustre amigo dice -manifestoacute Daniel- es verdad Al tomar esta resolucioacuten he creiacutedo deber anunciarlo a quien puede vanagloriarse de ser el aacutengel de mi conversioacuten

Nada hay ni maacutes glorioso ni maacutes digno de regocijo para el cristianismo que la entrada de un infiel en el reino de Cristo y sin embargo de esto Serafinita que era como hemos visto una especie de candidato a la perfeccioacuten cristiana experimentoacute en el primer momento despueacutes de oiacuter la plausible nueva una contrariedad viviacutesima Esta contrariedad justo es decirlo pasoacute como un relaacutempago porque la rectitud que moraba en el espiacuteritu de la buena sentildeora ocupando todo el lugar que le permitiacutea la exaltacioacuten miacutestica establecioacute el dominio del Verbo [239] de la razoacuten universal o sea de la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo seguacuten el Evangelista Pero aun rindiendo culto a la razoacuten externa siempre quedoacute en el espiacuteritu de la sentildeora algo que no era el juacutebilo de la Iglesia triunfante Podremos expresar aunque paacutelidamente el estado de su alma diciendo que se resignoacute a alegrarse por la salvacioacuten del judiacuteo Este sentimiento extrantildeo tomaba la forma de laacutestima de su sobrina por la desviacioacuten que iba a sufrir una preciosa vida llamada ya a las deliciosas esferas de la perfeccioacuten

-Querida hija -dijo D Buenaventura acariciando a Gloria- al fin Dios ha oiacutedo tus oraciones y vas a recobrar tu dicha tu paz tu dignidad por el procedimiento maacutes plausible que puede imaginarse Estaacutes de enhorabuena y tu familia tambieacuten

-No quiero -dijo Morton dirigieacutendose a Gloria- que nadie se envanezca de esta resolucioacuten miacutea sino tuacute sola

-Yo maacutes querriacutea -repuso ella animaacutendose- que tan hermosa accioacuten se debiera antes a la santidad de la doctrina de Jesucristo que a miacute

Serafinita se apresuroacute a tomar la palabra diciendo [240]

-Nosotros no dudamos que esa frase sublime Soy cristiano haya sido dicha con lealtad no creemos que puedan los labios pronunciar el dulce nombre de Cristo mientras lo niega el corazoacuten pero este caballero no extrantildearaacute que exijamos alguna garantiacutea Para entrar en nuestra Iglesia es preciso recibir la instruccioacuten cristiana y el agua del bautismo

-Seacute lo que me corresponde hacer -dijo Morton gravemente- y a todo estoy dispuesto

-Tan grande tan inesperado tan sorprendente es este suceso -dijo Gloria con emocioacuten- que necesito esforzarme mucho para creerlo iexclTuacute adorar a Jesucristo Vuelve los ojos a esa cruz y juacuterame por la imagen crucificada que es verdad lo que me dices que lo haces con el firme propoacutesito de ser cristiano y no por moacuteviles que no son religiosos que persistiraacutes en tu designio y que crees firmemente que la doctrina de Nuestro Sentildeor Jesucristo es no soacutelo la mejor sino la uacutenica verdadera

Blanco como el marfil de aquella hermosa imagen que tanto en el rostro se le pareciacutea estaba Daniel cuando extendioacute la mano hacia la cruz y con los ojos bajos habloacute asiacute

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-Lo que dije dicho estaacute Por ese te juro [241] que es verdadero el propoacutesito que he formado

Maacutes pareciacutea reo convicto a quien el delito se le sale de la conciencia a los labios que entusiaacutestico neoacutefito proclamando un Dios nuevo

En el mismo instante de pronunciar su juramento oyose un sonido aacutespero estridente desagradable que de los aires veniacutea No era tantildeido de campana ni rumor de ruedas ni rechinar de goznes sino un horrible choque de tablas con piedras retumbando en hueco Pareciacutea que andaba por el cielo una legioacuten de seres extrantildeos calzados con almadrentildeas y bailando sobre guijarros

-Ya tocan la carraca -dijo D Buenaventura- Sale la procesioacuten En cuanto a los traacutemites que ha de seguir este acontecimiento mi hermano Aacutengel los decidiraacute iquestNo crees tuacute lo mismo Serafina Ayer recibiacute una carta de Aacutengel en que me deciacutea que si hubiera conversioacuten eacutel arreglariacutea todo de modo que en tres diacuteas quedase el bautismo celebrado y mi sobrina casada en paz y gracia de Dios La extrantildeeza del caso es motivo para abreviar ciertas praacutecticas y cuando mi hermano lo cree asiacute es porque la Iglesia lo permite Por ahora -antildeadioacute dirigieacutendose a Gloria- creo que debemos fiar en su palabra

-Fiaremos siacute -repuso Gloria mirando al extranjero con amor- pero es tanto lo que [242] esta idea me cautiva es tanto el juacutebilo que siento no por mi reparacioacuten sino por tu conversioacuten que quiero oiacuterte decir laquoCreo en Dios uno y trino creo en Jesucristoraquo Es este un gozo que me hace llorar Es la compensacioacuten de todo lo que he padecido la prueba visible e innegable de que mi Dios no me abandona y la promesa del Paraiacuteso Adora esa cruz besa esa imagen representacioacuten del que tus ascendientes injuriaron escupieron abofetearon y crucificaron y con una palabra una voz sola breve si quieres pero salida del corazoacuten prueacutebame que en tu alma generosa a la cual no faltaba maacutes que la luz ha entrado ya esa luz prueacutebame no que abrazas el cristianismo sino que te sientes cristiano

Brillaba en los hermosos ojos de Gloria la inspiracioacuten divina Sus palabras como salidas de un corazoacuten lleno de verdad no podiacutean oiacuterse sin entusiasmo y devocioacuten El que ya no debemos llamar hebreo se levantoacute de su asiento Estaba su rostro cadaveacuterico y sus manos temblaban como las del enfermo calenturiento

-Creo en tu Dios en el uacutenico Dios -exclamoacute con voz de delincuente- en

No pudo decir maacutes Su brazo cayoacute como si perdiera la vida e inclinando la cabeza exhaloacute un suspiro semejante a aquel inmortal suspiro [243] del Cristo tan bien expresado en el momento de la agoniacutea por el artiacutestico marfil que estaba sobre la mesa

-Perdoacutename amor y salvacioacuten miacutea -balbucioacute Morton- perdoacutenenme todos pero no estoy suficientemente instruido auacuten en los dogmas cristianos y temo decir algo que sea resabio del culto que abandono

Gloria rogoacute al catecuacutemeno que se sentase Le causaba terror su palidez su consternacioacuten y sobresalto pero esto teniacutea explicacioacuten satisfactoria por la singularidad de aquel acto y el trastorno que la presencia de la mujer amada debiacutea de producir en el alma del extranjero

Veniacutea de la plaza de Lantigua un rumor de gente y de religiosos caacutenticos Pasaba la procesioacuten de Jueves Santo y Serafinita corriendo al balcoacuten se arrodilloacute Todos la

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imitaron Gloria y Daniel estaban juntos a la derecha de la sentildeora D Buenaventura a la izquierda

Tras cuatro guardias civiles que iban despejando pasoacute el negro pendoacuten enarbolado por un hombre pasoacute la cruz negra acompantildeada de los dos ciriales siguioacute el primero de los pasos que era la Oracioacuten en el Huerto y los que conduciacutean cruz pendoacuten cirios e imagen se quedaron mirando al balcoacuten de Lantigua donde habiacutea una cosa extraordinaria inaudita [244] el judiacuteo de rodillas mirando la procesioacuten

A la derecha se veiacutea el alambre telegraacutefico lleno de paacutejaros en fila con tanto comedimiento y gravedad atentos a la comitiva que pareciacutean tocados de la maacutes pura devocioacuten

Oiacuteanse allaacute lejos los acordes de fuacutenebre marcha tantildeida por los implacables trombones y cornetines de la banda del pueblo y la larga masa de gente avanzaba despacio por la calle principal De las descubiertas cabezas sobresaliacutean los ramos de olivo del primer paso el flotante vestido de terciopelo bordado de oro los feroces judiacuteos azotadores y maacutes atraacutes una sentildeora vestida de negro y un palio negro tambieacuten

Pasoacute la primera imagen pasaron dos filas de individuos que componiacutean la cofradiacutea maacutes numerosa de Ficoacutebriga todos con vela en la mano y ni uno solo dejoacute de apartar su vista y su mente de los lastimosos cuadros de la Pasioacuten para fijarlas en la casa de Lantigua

Antes de que acabase la larga fila de los cofrades vino el grupo de los azotes y hasta los feroces judiacuteos de santildeudo aspecto pareciacutea que se quedaban mirando al balcoacuten de Lantigua suspendiendo sus impiacuteos golpes Gran nuacutemero de mujeres rodeaban aquel grupo encapotadas con negros mantos las unas otras con humildes [245] pantildeuelos sentildeoras y aldeanas amas y criadas nintildeas y viejas todas con los ojos encendidos de llorar pero al llegar a la plaza ni una sola dejoacute de encontrar maacutes interesante que todos los pasos el balcoacuten de Lantigua y un rumor de comentarios y una oleada de cuchicheos corrieron por la superficie de aquel mar de gente

Tras el segundo paso iban los penitentes hombres que habiacutean venido de los pueblos inmediatos a visitar el monumento y a expiar sus culpas mediante el transporte de una grande y pesada cruz Iban con el santo lentildeo a cuestas y vestiacutean la tradicional hopa negra con capuchoacuten calado sin ninguacuten resquicio por donde se violase el incoacutegnito ni maacutes respiradero que los agujeros por donde daba luz a sus ojos el atribulado pecador que iba dentro de aquel horrible forro Tambieacuten ellos a pesar de hallarse acongojados por la compuncioacuten y abstraiacutedos por la memoria de las faltas que estaban expiando a costa de sus fuerzas fiacutesicas miraron por sus espantables claraboyas el balcoacuten de Lantigua

Veniacutea despueacutes el Crucificado y por fin la Dolorosa y alrededor de ella estaba lo maacutes notable del pueblo Los sentildeores alcurniados llevaban las varas del palio que iba detraacutes como de respeto veniacutea despueacutes el clero y por uacuteltimo el Ayuntamiento seguido de la banda de [246] muacutesica y de la media compantildeiacutea de carabineros Marineros y sentildeores los del palio y los que cargaban la imagen cleacuterigos y monaguillos Sildo con el incensario y Caifaacutes con el piporro cantores y alguaciles el soplado alcalde don Juan y el jefe de los carabineros los chicos que agitaban en la inquieta mano las carracas todo lo viviente en fin miraba al balcoacuten de Lantigua El cura dijo algunas palabras por lo bajo al padre

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Poquito y Amarillo fruncioacute el centildeo como enojado de que un gran suceso excitara la curiosidad sin su permiso [247]

- XXIII -

Los viajeros

Y como aquel diacutea debiacutea ser notable en la villa de Ficoacutebriga por la acumulacioacuten de acontecimientos imprevistos y sorprendentes bien pronto la atencioacuten del pueblo se fijoacute en otro hecho

Y he aquiacute que al salir de la plaza de Lantigua al camino real la guardia civil divisoacute un coche al cual mandoacute que se detuviera Airados miraron el del pendoacuten y los conductores del primer paso a aquel importuno vehiacuteculo que avanzaba entorpeciendo la viacutea cuando por la portezuela izquierda de eacutel aparecioacute el semblante de una hermosa dama desconocida Comenzaban los murmullos cuando por la portezuela derecha viose un sombrero de colores y bajo eacutel la risuentildea la seraacutefica la angelical cara de D Aacutengel de Lantigua El sentildeor arzobispo de X gritoacute al cochero [248]

-Pare usted para usted no entorpezcamos la procesioacuten

E incontinenti bajoacute Su Eminencia acompantildeado del doctor Sedentildeo y quitaacutendose el sombrero saludoacute a las santas imaacutegenes Un clamor inmenso resonoacute en la cabeza de la procesioacuten clamor que fue propagaacutendose y retumbando como los ecos del trueno hasta llegar a la cola El clamor deciacutea

-iexclViva el cardenal de Lantigua iexclViva

Poco faltoacute para que los pasos fueran abandonados en medio de la viacutea y cogido en brazos y llevado en procesioacuten el glorioso hijo de Ficoacutebriga a quien sus paisanos no habiacutean visto despueacutes que fuera elevado al cardenalazgo D Aacutengel lloraba de agradecimiento

Pero el entusiasmo ficobrigense no impidioacute que todos y cada uno de los acompantildeantes de la procesioacuten se fijase en un hecho singulariacutesimo En el coche de Su Eminencia veniacutean dos sentildeoras una de ellas muy principal y soberanamente hermosa la otra con aspecto de subordinacioacuten mas no tan humilde que pareciese criada Ambas bajaron del carruaje cuando el sentildeor cardenal lo abandonoacute y contemplaban la procesioacuten con maacutes curiosidad que recogimiento [249]

iquestQuieacutenes eran Esto preguntaban todos los que al pasar las vieron y en largo trecho no se habloacute de otra cosa que de las dos damas que exornaban con su belleza el carruaje cardenalicio D Juan Amarillo lanzoacute sobre ellas una especie de rayo de autoridad en forma de mirada altanera indagadora terrible pero las dos sentildeoras que sin duda no estaban hechas a miradas de alcalde soltaron la risa D Juan llamando al alguacil fulminoacute al punto una orden dicieacutendole corriese a ver queacute casta de paacutejaros eran aquellos y por queacute estaban alliacute y por queacute miraban la procesioacuten y por queacute llevaban sombrero y por queacute reiacutean y en fin por queacute respiraban sin permiso del Ayuntamiento

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A la casa de Lantigua llegoacute el rumor de los vivas y aclamaciones con que era recibido el cardenal y pasado el bullicio procesionil y despejada la plazuela D Buenaventura salioacute al encuentro de su hermano a quien dio estrechiacutesimos abrazos

-Por un milagro de Dios me tienes vivo -dijo D Aacutengel sonriendo- Si auacuten me asombro de tener piernas y brazos iexclAy hijo creiacute que no me habiacutea quedado hueso sano

-iquestHa volcado tu coche [250]

-En la peligrosiacutesima cuesta de San Lucas Figuacuterate queacute paso tan malo No fuimos al riacuteo porque Dios nos reserva para dar que hacer un poco todaviacutea El coche quedoacute inuacutetil dos ruedas menos una ballesta rota Por fortuna nuestra esta sentildeora

El arzobispo sentildealoacute a las dos sentildeoras que no lejos de eacutel estaban mientras D Buenaventura se apresuraba a saludarlas con la maacutes hidalga cortesaniacutea

-Esta buena sentildeora -continuoacute Su Eminencia- esta buena alma que a la sazoacuten pasaba tuvo la bondad de ofrecerme su coche y yo abuseacute de su finura aceptaacutendolo Dios se lo pague iquestY queacute novedad hay por casa querido hermano

El alguacil no atrevieacutendose a meterse con las sentildeoras desde que las vio tan mano a mano con los Lantiguas se ocupoacute en apartar a los chicos que rodeaban al cardenal besuqueaacutendole la mano y estorbaacutendole el paso

-Una gran novedad hay en casa -dijo don Buenaventura

-iquestHay alguacuten enfermo

-No todos buenos Gloria un poco delicada bastante delicada pero es seguro que ahora se repondraacute en breve tiempo Asiacute lo ha dicho el meacutedico [251]

-Sentildeora -dijo Su Eminencia a la viajera- Ruego a usted que si se detiene en Ficoacutebriga acepte un humilde hospedaje en mi casa

-Gracias -repuso con afabilidad graciosa la dama- muchas gracias sentildeor cardenal

-Pues no quiero que ignores maacutes tiempo este fausto suceso -dijo D Buenaventura- Sabraacutes que Daniel Morton se nos convierte al catolicismo

D Aacutengel abriacutea su venerable boca para lanzar exclamaciones de sorpresa o de juacutebilo cuando la sentildeora desconocida dio un paso hacia ellos diciendo

-Caballero si no temiera molestar

-Sentildeora

Ambos hermanos sonreiacutean con afabilidad

-Caballero -dijo despueacutes de una pausa la desconocida dama- ruego a usted que se digne indicarme el alojamiento de mi hijo

-iquestY quieacuten es su hijo de usted sentildeora

-Ese que acaba usted de nombrar

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-Daniel Precisamente le dejeacute en nuestra casa Si usted gusta

-Gracias -repuso la dama secamente- Diacutegnese usted sentildealarme la casa donde habita mi hijo

El sentildeor arzobispo poniendo el semblante [252] maacutes serio del mundo hizo a la extranjera una corteacutes reverencia y acompantildeado de Sedentildeo y seguido del inocente enjambre de chiquillos marchoacute cojeando hacia la casa de Lantigua mientras D Buenaventura brindaacutendose a acompantildear a las sentildeoras las guiaba por las calles de Ficoacutebriga [253]

- XXIV -

Las lentildeadoras de Ficoacutebriga

Cuando Isidorita la del Rebenque vio entrar a aquella sentildeora tan apersonada tan guapa tan seria con tan peregrina elegancia vestida cuando vio que era seguida de otra dama no menos hermosa que no pareciacutea ama pero tampoco criada cuando vio que tras el coche ocupado por ellas vino un segundo vehiacuteculo con equipajes y que todo esto mujeres y bauacuteles se aposentaba en su casa divisoacute un dorado horizonte de libras esterlinas y no pudiendo resistir el gozo que de su espiacuteritu se amparaba por aquella razoacuten mandoacute llamar a sus amigas para contarles lo que ocurriacutea y rogarles le prestasen alguna loza y ajuar de camas

El resto de la tarde del jueves lo pasoacute disponiendo el alojamiento de las dos sentildeoras a quienes tratoacute con la maacutes delicada complacencia multiplicaacutendose para servirlas ponderaacutendoles las excelentes vistas de la casa (de cuyos [254] balcones se dominaba media Abadiacutea parte del cementerio y el palo de la bandera del Consistorio) preguntaacutendoles lo que deseaban confinando a sus chicos a lo maacutes remoto de la casa para que no hiciesen ruido amenazando con un palo a su esposo para que no osase importunar a las forasteras con sus sandeces disponiendo comida transportando muebles

Al anochecer entroacute Teresita la Monja apresurada jadeante sin perder por esto el tono metaacutelico de su semblante y al poco rato viose llegar el abultado pecho vieacuteronse las morenas facciones de la Gobernadora de las armas sudorosa y fatigada por haber seguido a la procesioacuten en todo su trayecto

-Esta noche no voy a las Lamentaciones -dijo Teresita quitaacutendose el manto- No me muevo de aquiacute hasta ver en queacute para esto

-Es la madre del judiacuteo -dijo la Gobernadora- Esa voz se ha corrido por el pueblo No se habla de otra cosa Dicen que viene tambieacuten a convertirse

Estaban en el comedor de la casa y habiacutean mandado a los chicos y al padre a las Lamentaciones para que no alborotasen

-iquestPero esos Lantiguas esos Lantiguas en queacute estaacuten pensando -dijo Teresita- No quiero acordarme del escaacutendalo de esta tarde [255]

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-Yo me quedeacute muerta al verlos juntos en el balcoacuten -manifestoacute la Gobernadora- Aunque una ha oiacutedo decir que se convierte

-iexclConvertirse -exclamoacute Teresita en tono de rencor- iexclQueacute tontas sois iquestCreeacuteis tal cosa Yo no Por Juan seacute que eso de la conversioacuten es una farsa de Venturita Pues no faltaba maacutes Eso querriacutea la mimosa la tonta de encargo para casarse y recobrar su honor iexclOh no cuando se han cometido ciertas faltas es fuerza pagarlas Si los malos fueran recompensados iexclqueacute detestable ejemplo para los buenos Nadie querriacutea ser bueno iquestverdad

-iexclY ha llegado el Cardenal

-Ha llegado junto con la judiacutea iexclqueacute cosas se ven Estos Lantiguas Parece que se rompioacute por la mitad el coche de Su Eminencia Yo digo que aquiacute va a pasar algo tremendo Tuacute Isidorilla es la que vas ganando porque entran libras esterlinas que es una bendicioacuten de Dios iexclAy Jesuacutes queacute blasfemia he dicho El dinero de esa gente

-Es como el de todo el mundo -dijo Isidorita en defensa de su amor propio- No hables mal de la judiacutea porque es una sentildeora muy fina muy guapa muy decente iexclSi vieras queacute equipajes

-iexclCuaacutentos bauacuteles [256]

-iquestGrandes

-Como hoy y mantildeana Imagiacutenate lo maacutes rico lo maacutes variado en trajes sombreros adornos iexclJesuacutes y queacute bendicioacuten de Dios

-iquestLos has visto tuacute

-No porque no los han abierto es decir han abierto un poquito pero alliacute deben de venir maravillas Y la sentildeorita de compantildeiacutea es tambieacuten muy guapa

-Si pudieacuteramos verlas -dijo Teresita levantaacutendose con afanosa curiosidad

-No me comprometas Teresa Ahora estaacuten encerrados la madre y el hijo en el cuarto de este Yo me acerqueacute y les oiacute

-iquestQueacute deciacutean queacute deciacutean

-Cosas asiacute no seacute coacutemo expresaacutertelo porque hablaban en alemaacuten o ingleacutes no seacute Bartolo dijo que le pareciacutea ingleacutes Yo no entendiacutea una palabra

-iquestPero rentildeiacutean

-Nada de eso Hablaban al parecer carintildeosamente

-iquestY el hijo entroacute

-A poco de llegar la madre iexclVeniacutea el pobre con una cara Pasoacute toda la noche fuera de casa

-Cueacutentamelo a miacute que le sentiacute entrar de madrugada en casa de Lantigua -dijo Teresita [257] con animacioacuten- Y traiacutea en brazos a la joya de los Lantiguas iexcla las dos de la mantildeana sentildeoras Vamos digo que esa familia iexclpero queacute familia Y oiacutegales

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usted iexclOh iexclAh La nobiliacutesima la inmaculada la celestial familia de Lantigua la gloria de Ficoacutebriga iexclEn queacute mundo vivimos

-Pues de la conversioacuten me riacuteo yo -dijo Teresita fija en su idea- Esta mantildeana volvioacute a casa de Lantigua con D Buenaventura

-Como que al venir aquiacute -dijo Isidorita- despueacutes de pasar la noche fuera escribioacute una larga carta fue a echarla al correo volvioacute mandoacute un recado a D Buenaventura vino este hablaron los dos un gran rato y despueacutes se marcharon juntos a la casa

-Yo lo que seacute es que Gloria estaba mala esta mantildeana me lo dijo la Francisca La joya de Ficoacutebriga estaba muy encarnada cuando salioacute al balcoacuten Ya se ve Como anoche se descubrioacute la tramoya indigna de las salidas nocturnas de la nintildea con el hebreo Y vaya usted a decir a estos burros de Ficoacutebriga que los Lantiguas no son aacutengeles del cielo iexclAh iexclOh iexclLos sentildeores parece que no hay en el mundo maacutes gente formal que ellos ni maacutes gente rica que ellos ni ninguacuten santo de los altares se iguala a don [258] Aacutengel ni hay hombre maacutes sabio que el difunto D Juan

-Lo mejor que puede hacer la nintildea es meterse en un convento -dijo la Gobernadora con la maacutes eneacutergica conviccioacuten

-Es claro meterse en un convento salir de aquiacute y que no volvamos a oiacuter hablar de ella en lo que nos queda de vida Es preciso que esa mujer que es el escaacutendalo de Ficoacutebriga se marche de aquiacute iexclQueacute ejemplo para la juventud para las muchachas tiernas y honestas de este honrado pueblo Yo me horripilo cuando oigo a mis sobrinas hablar de la desgracia de la sentildeorita Gloria y de que es una laacutestima que la sentildeorita Gloria se haya perdido de lo guapa que es la sentildeorita Gloria de las modas que usaba la sentildeorita Gloria y de las limosnas que haciacutea la sentildeorita Gloria

-No hay duda de que es un escaacutendalo

-Si se casa con el convertido iquestapostamos a que sigue viviendo en Ficoacutebriga

-No lo quiero pensar Pues queacute iquestno hay maacutes que rehabilitarse Esta villa se escandalizaraacute y con razoacuten Pues no faltaba maacutes La joya ha tenido un nintildeo Eso bien lo sabemos todas

-iquestY doacutende estaacute

-En una aldea Yo lo he de averiguar Ya [259] lo tengo medio averiguado Vaya que los Lantiguas saben ocultar muy bien sus secretos es decir cuando son vergonzosos porque si se trata de alguna limosna ya la cacarean bien Hasta los perioacutedicos de Madrid han de traer un parrafito Ya sabemos que D Silvestre es el que manda a los papeles de la Corte esas recetas No seacute por queacute no puso laquoEn la noche de tantos de tal mes la Srta Dordf Gloria de Lantigua alias la perla de Ficoacutebriga sobrina del Eminentiacutesimo sentildeor Cardenal dio a luz un nintildeo robusto aunque sietemesino hijo de padre desconocido aunque se supone que seraacute de un judiacuteo a quien escupioacute el mar en Ficoacutebriga y fue aposentado en casa de Lantigua para edificacioacuten de los cristianosraquo

Las dos amigas soltaron la risa

Siguieron hablando Sus lenguas eran tres hachas y ellas tres implacables lentildeadoras Hallaacutebanse en lo maacutes sabroso de su sabrosiacutesimo chismear cuando entro Sansoacuten a decir al ama de la casa que la sentildeora de Morton queriacutea hablarle Partioacute con oficiosa diligencia

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Isidorita despueacutes de quitarse el delantal de cocina para presentarse decentemente y halloacute a la madre al hijo y a la sentildeorita de compantildeiacutea sentados alrededor de una mesa en que habiacutea perioacutedicos ingleses La actitud de Daniel era tranquila si [260] bien conservaba en su fisonomiacutea huellas de profundiacutesimo dolor y tristeza En cambio la madre pareciacutea completamente feliz por la presencia de su hijo y le observaba con intereacutes y amor La sentildeorita de compantildeiacutea no deciacutea nada ni en la casa de la del Rebenque quedoacute memoria de su metal de voz Era una figura decorativa que por lo delicada y vaporosa haciacutea contraste con la ruda corpulencia de Sansoacuten

Isidorita llegoacute sonriente y deshacieacutendose en cumplidos ante la persona majestuosa de Esther que asiacute se llamaba la madre de nuestro heacuteroe Esta le rogoacute amablemente que se sentase (a lo cual no quiso acceder la patrona) y despueacutes le dio algunas oacuterdenes relativas a lo que deseaban tomar aquella noche

-Otro favor espero de usted -antildeadioacute con bondad- Mi hijo estaacute malo No quiero dejarle solo esta noche Si usted dispone que me pongan mi cama en este cuarto se lo agradecereacute

-Con mil amores sentildeora Pues no faltaba maacutes En cuanto venga Bartolomeacute traeremos la cama porque es algo pesada Como que es toda de hierro inglesa siacute sentildeora inglesa iquestQueacute maacutes

-Nada maacutes por ahora No quiero entretener a usted que tendraacute quehaceres [261]

-iexclOh no sentildeora No haciacutea nada Estaba hablando con mis amigas

Esther sintioacute gran curiosidad y de buena gana habriacutea preguntado laquoiquestQueacute amigas son esasraquo Felizmente Isidorita que entonces como siempre teniacutea ganas de hablar maacutes de la cuenta haciendo alarde de sus buenas relaciones dijo

-Mis amigas mi cuntildeada Teresa esposa del alcalde de Ficoacutebriga y persona de elevadiacutesima posicioacuten y la sentildeora del Gobernador de las armas

-iexclAh -dijo Esther con viveza- iexclLa sentildeora del alcalde Mi hijo me ha dicho que al sentildeor alcalde de Ficoacutebriga debe este alojamiento donde se halla tan bien tratado

-Gracias sentildeora

-Deseo conocer al sentildeor Alcalde y a su esposa -antildeadioacute Esther

-Teresa tendraacute mucho gusto en ello sentildeora Voy a avisarle

Esther pasoacute a la sala que cerca estaba mientras Isidorita corriacutea desalada a avisar a sus amigas y especialmente a Teresita

-No te importe que no sea cristiana -le dijo hablando con celeridad suma- Es una sentildeora muy simpaacutetica y muy afable iexclYa se ve Llega a esta poblacioacuten y le gusta tratar [262] con lo mejor Desde que supo que eras alcaldesa deseoacute conocerte iexclEs natural Los extranjeros son muy respetuosos con la autoridad Puede que haya oiacutedo hablar de ti mujer

-La veremos -dijo Teresita arreglaacutendose el manto pasaacutendose la mano por la cara poniendo orden en sus cabellos con febril presteza- La religioacuten no nos manda que

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seamos groseros Vamos corriendo Vamos iexclYa se ve Es una sentildeora principal que gusta de hacerse buenas relaciones en todas partes

La cara de Teresita brillaba maacutes entonces Aquel lustre metaacutelico era el siacutentoma de las agitaciones de su alma lo mismo que el aumento de palidez y un cierto temblor en sus paacuterpados que se abriacutean y cerraban semejando las llaves de un figle

Corrieron a la sala La Gobernadora y la Monja hicieron a madama Esther (asiacute se la llamoacute en Ficoacutebriga desde aquel diacutea) los saludos muy reverenciosos Estaban ambas bastante cortadas y no podiacutean expresarse con desembarazo La madre de Daniel les dio la mano sonriendo con exquisita afabilidad y las tres se sentaron

-Pido a ustedes mil perdones por esta molestia -dijo Esther- Soy forastera y siempre [263] que visito una poblacioacuten procuro relacionarme con las personas maacutes principales de ella para ofrecerles mis respetos En ninguna parte ha sido estorbo para esto la diferencia de la religioacuten y espero que aquiacute no lo seraacute tampoco

-iexclOh no sentildeora de ninguacuten modo Las creencias son una cosa y la cortesiacutea otra -repuso Teresita recobrando su serenidad y su labia

La Gobernadora movioacute la cabeza en sentildeal de asentimiento

-Al oiacuter a nuestra amiga la buena Isidorita que usted era la sentildeora del alcalde recordeacute lo que me habiacutea dicho poco antes mi hijo Eacutel estaacute muy agradecido a su esposo de usted

-iexclAh sentildeora Mi Juan al proporcionarle alojamiento -repuso Teresita haciendo los mayores esfuerzos para aparecer muy fina y dulcificar sus palabras- no hizo maacutes que cumplir con los deberes de su elevado cargo

-Yo le agradezco mucho su solicitud -antildeadioacute Esther- y quiero darle las gracias personalmente

-Eacutel vendraacute

-No espero de usted que me haraacute el favor de recibirme en su casa a donde ireacute mantildeana mismo

-Tenemos mucho honor

-El honor seraacute el miacuteo al visitarla a usted y a su sentildeor esposo en su propio domicilio Ademaacutes [264] ya he dicho a usted que me gusta relacionarme con las personas principales de una poblacioacuten Lo mismo he hecho en Roma Colonia Munich San Petersburgo Esto me ha proporcionado preciosas amistades en todos los paiacuteses

-En Ficoacutebriga sentildeora miacutea -dijo Teresita- hallaraacute usted una sociedad escogida aunque modesta

La Gobernadora demostroacute con sus movimientos de cabeza que estaba penetrada de aquella verdad pero no dijo nada Hablose luego de cosas indiferentes del tiempo de la primavera de las cosechas y frutos del paiacutes A los veinte minutos de visita Teresita y su amiga se levantaron para retirarse diciendo que no queriacutean molestar porque madama Esther necesitariacutea descanso Esta las convidoacute a tomar teacute pero ellas amablemente se excusaron y despidieacutendose internaacuteronse en la casa

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La algazara de las tres damas cuando se hallaron solas a puerta cerrada en el comedor no puede describirse Teresita echoacute atraacutes su manto porque la vanidad tomando forma de incendio en su interior la sofocaba

-iexclQueacute afable y discreta sentildeora

-iquestQuieacuten diriacutea que no es cristiana

-Mantildeana va a casa Necesito preparar a [265] Juan no sea que cometa una groseriacutea No se debe llevar el puntillo de religioacuten a tales extremos iexclQueacute tonteriacutea Una persona puede tener sus creencias allaacute como Dios le da a entender y ser buena y amable No vamos a tirar piedras por la fe Seriacutea una falta de civilizacioacuten Bien dicen que este paiacutes estaacute muy atrasado

-Teresa -dijo la Gobernadora- iquestViste el brillante que lleva en el dedo de la mano derecha

-Siacute hija es como una castantildea iexclY queacute luces Si parece un faro Asiacute los tendraacute ella por docenas y las perlas por almudes

-Como que dicen que posee esta gente tantos duros como horas han pasado desde que Dios hizo el mundo De veras te digo que me ha gustado esta sentildeora Bien dice Bartolomeacute que en todas las religiones se sirve al Sentildeor Sabe Dios lo que tendraacuten ellos en su conciencia Puede que sean cristianos y no lo quieran decir por no dar su brazo a torcer

-Yo me lo figuro asiacute

-Tambieacuten yo

-Es natural que quiera conocer a las personas principales de todo pueblo que visita -dijo Teresita cuya cara brillaba ya como un botoacuten de guardia civil en diacutea de gala- En seguida [266] que oyoacute hablar de la sentildeora del alcalde Era natural He aquiacute una dama prudente y discreta que en cuanto llega a un pueblo atisba a las personas formales Vamos gracias a Dios que llega a Ficoacutebriga un forastero y no pregunta por la casa de Lantigua y no exclama laquoiexclOh iexcllos Lantiguasraquo iexclGracias a Dios que no se nombra para nada a los virtuosos a los sabios a los ilustres Lantiguas Voy corriendo a casa Pensaba alcanzar un pedacito de Lamentaciones pero iquestquieacuten piensa en eso esta noche Es preciso preparar todo Mi casa no es una choza y esperando yo una visita de importancia Ya no te puedo prestar la vajilla Isidora

-Pues queacute iquestvas a darle un convite

-No pero bueno es que la loza esteacute alliacute en alguna parte donde se vea Juan haraacute que los dos alguaciles se pongan en la puerta y la pareja de la guardia civil Adioacutes adioacutes

-Yo me estareacute en tu casa todo el diacutea -dijo la Gobernadora

-Mandareacute a buscar a mis sobrinas En fin adioacutes Me desespera tener una casa tan vieja Compre usted buenos muebles Todo se desluce en aquel caseroacuten Si yo tuviera el palacio de Lantigua como es justo y razonable En fin adioacutes adioacutes [267]

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- XXV -

Todo marcha a pedir de boca

No las teniacutea todas consigo el prudente don Buenaventura con la llegada importuniacutesima de la madre de Daniel

En cuanto a la aparicioacuten del purpurado si al principio creyoacute ver en ella un motivo de entorpecimiento pronto cambioacute de parecer Su Eminencia variando de ideas y propoacutesitos con la estupenda nueva de la conversioacuten mostraacutebase en extremo tolerante contento de aquel desenlace feliciacutesimo dos veces lisonjero por el triunfo de la Iglesia y por la regeneracioacuten social de su adorada sobrinita El viernes al medio diacutea despueacutes de la ceremonia de la adoracioacuten de la Cruz a que asistieron el prelado y el pueblo entero con grandiacutesimo recogimiento D Aacutengel habloacute a su hermano de una manera categoacuterica dicieacutendole [268]

-Siendo sincero su propoacutesito de abrazar nuestra religioacuten como tuacute aseguras todo cambia hermano todo es ya faacutecil y llano El Sentildeor se apiada de nosotros y nos saca suacutebitamente de nuestras confusiones y zozobras por uno de esos admirables caminos que Eacutel solo sabe abrir Vine con el aacutenimo preocupado y tenebroso presagiando nuevas desdichas pero he aquiacute que en vez de oscuridad encuentro luz en vez de torbellino de dudas una solucioacuten clara y natural Ahora te direacute cuaacutel es el plan que me propongo seguir para que todo quede arreglado en un par de diacuteas Roma que siempre es previsora y generosa ha dispuesto que en casos de conciencia se aceleren las formalidades y praacutecticas establecidas para dar entrada en la Iglesia a un catecuacutemeno Aquiacute tenemos bien claro el caso de conciencia Si no hubiera existido la prevaricacioacuten procederiacuteamos con maacutes solemnidad y pausa pero la conciencia inquieta exige que no se dilate la bendicioacuten purificadora La reparacioacuten social y religiosa es urgente hermano miacuteo y la Iglesia da una prueba de benignidad apresuraacutendola

De buena gana habriacutea manifestado D Buenaventura que le pareciacutea inconsecuente injusto y hasta inmoral este criterio romano que abrevia y dispensa en casos de prevaricacioacuten mientras [269] mortifica con dilaciones y obstaacuteculos de todas clases a los individuos que sin rubor en la cara piden juntamente bautismo y matrimonio pero creyendo maacutes prudente no hacer observaciones calloacute

-Yo habiacutea previsto este caso -antildeadioacute Su Eminencia- como los habiacutea previsto todos y no me coge desapercibido Traigo de Roma instrucciones precisas y seacute lo que debo hacer El primer acto para llegar al fin es que Daniel Morton se presente ante toda la familia reunida y declare solemnemente su firme propoacutesito de abrazar nuestra santa religioacuten y de dar su mano de esposo (10) a esa pobre joven viacutectima de un arrebato de la fantasiacutea Declarado esto el catecuacutemeno se someteraacute absolutamente a miacute prometieacutendome obediencia ciega y ponieacutendose a mi disposicioacuten para recibir la ensentildeanza cristiana Renunciando a toda influencia extrantildea y de familia no reconoceraacute maacutes autoridad que la miacutea y viviraacute por espacio de dos o tres diacuteas en reclusioacuten estrecha y en sitio que yo le designe Exigireacute de eacutel una abdicacioacuten absoluta de su voluntad durante este plazo un propoacutesito firme y claro de recibir la instruccioacuten cristiana y le pedireacute pruebas de devocioacuten Sin esto no adelantaremos nada

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D Buenaventura fruncioacute ligeramente el [270] centildeo mas su seraacutefico hermano sin advertirlo continuoacute asiacute

-Cuando se halle en disposicioacuten de recibir el bautismo a juicio miacuteo yo se lo administrareacute y a continuacioacuten sin aparato ni ceremonias pomposas ni asistencia del puacuteblico les dareacute la bendicioacuten matrimonial Todo podraacute quedar terminado el segundo o tercer diacutea de Pascua iexclOh queacute grandiacutesimo favor me haraacute Dios si permite que sea yo quien diga a ese infeliz reacuteprobo de raza deicida y que tantos trastornos y desgracias ha traiacutedo a nuestra familia laquoVen todas tus faltas te son perdonadas Si bebes del agua que yo te dareacute para siempre no tendraacutes sed porque seraacute en ti una fuente de agua que salte para vida eternaraquo Admiremos los designios de Dios que nos trajo con ese hombre tantas desgracias y limpiemos el corazoacuten de todo recelo o encono Tengo la iacutentima seguridad de que nuestro difunto hermano Juan hariacutea en el caso presente lo mismo que hacemos nosotros

D Buenaventura manifestoacute que para acelerar en lo posible la solucioacuten declarase aquella misma tarde Daniel su propoacutesito en presencia de toda la familia reunida Mas el virtuoso prelado dijo que no queriacutea privarse de oiacuter el sermoacuten de la Soledad que D Silvestre predicariacutea [271] aquella tarde y que el diacutea siguiente Saacutebado Santo diacutea sentildealado por la Iglesia para la admisioacuten solemne de los catecuacutemenos era el maacutes propio

-iquestTemes que esa madama Esther contrariacutee su buen propoacutesito -antildeadioacute- Si la conversioacuten es sincera no hay que temer No hay vigor que se iguale al de un alma iluminada por los destellos de la gracia divina y que se decide a echarse fuera de las tinieblas Ni madres ni padres ni abuelos pueden nada contra un alma que ha visto la salvacioacuten y corre hacia ella

Otras cosas santas y bellas dijo el prelado mas no son del caso D Buenaventura corrioacute a casa del hebreo a quien no encontroacute ni tampoco a su madre que habiacutea ido con la sentildeorita de compantildeiacutea a visitar iexclcosa inaudita al sentildeor de Amarillo y su esposa El uacutenico de la raza que estaba alliacute era Sansoacuten y por maacutes sentildeas que estaba preparaacutendose con ayunos y mortificaciones como muy devoto que era para la celebracioacuten de la Pascua rabiacutenica A ratos leiacutea el Salterio en alta voz con gestos que haciacutean reiacuter a todos los de la casa y como esto gastaba sus poderosas fuerzas se confortaba al punto con cuatro o seis chuletas como ruedas de carro y botellas de cerveza

Despueacutes de buscar a Daniel por todo el [272] pueblo D Buenaventura le halloacute en casa de Caifaacutes circunstancia que no dejoacute de causarle extrantildeeza Informole del plan de D Aacutengel teniendo el gusto de que el hebreo lo creyese muy bueno por todos conceptos De nuevo hizo protestas de la firmeza de su propoacutesito asegurando que la intervencioacuten y los halagos de su madre no le hariacutean vacilar

Con todas estas cosas hallaacutebase el generoso Lantigua muy satisfecho Pero enturbiaba ligeramente su gozo la idea de la mala salud de Gloria cuya naturaleza en los uacuteltimos diacuteas padeciacutea frecuentes accesos febriles en los cuales alternaba con el agotamiento de las fuerzas una actividad abrasadora y una como acumulacioacuten de vida que saliacutea a borbotones por los ojos mirando y por la boca hablando D Nicomedes meacutedico titular de Ficoacutebriga a quien encontroacute aquella tarde le hizo una pintura hipoteacutetica mas no muy lisonjera del estado en que a su parecer debiacutean hallarse el corazoacuten y el cerebro de Gloria Era el tal un hombre excelente y muy sabio soldado viejo de las batallas contra la muerte y viviacutea en pueblo tan oscuro por amor a la soledad y porque se habiacutea cansado de ganar dinero en las grandes poblaciones Teniacutea grandiacutesimo

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afecto a los Lantiguas y era decidor algo extravagante Pasaba por racionalista [273] aunque iba a misa y se le veiacutea en perenne paseo por aquellos campos ya contemplando la Naturaleza ya de cabantildea en cabantildea sin maacutes compantildeiacutea que la de dos seres para eacutel muy queridos un perro negro y un paraguas azul

Este hombre beneacutefico se alegroacute mucho cuando D Buenaventura le dijo que las cosas iban a buen andar por el camino del casorio y expresoacute en breves palabras su pensamiento diciendo que la dilatacioacuten moral salvariacutea a la enferma pero que la contraccioacuten la matariacutea Condenoacute el misticismo como la maacutes perniciosa congestioacuten espiritual que podiacutea sobrevenir a la enferma y el descargo de un enorme peso del alma le parecioacute excelente antiflogiacutestico La paz el contento y el amor humano en su esplendente y natural desarrollo y armonizado con el divino le parecieron admirables emolientes

Tranquilizado con este dictamen el buen tiacuteo se dirigioacute a su casa no sin prestar antes friacutevola atencioacuten a los rumores que en toda aquella tarde ocuparon a Ficoacutebriga robaacutendole hasta la devocioacuten propia de tan luctuoso diacutea iexclSiacute madama Esther habiacutea visitado a D Juan Amarillo y a su esposa iexclY ella y eacutel la habiacutean recibido a pesar de ser Viernes Santo iexclY estaban en la casa las sobrinas de Teresita [274] y la Gobernadora y otras muchas damas de lo maacutes principal y florido de Ficoacutebriga iexclY la casa pareciacutea un ascua de oro iexclY madama Esther se habiacutea mostrado muy amable muy carintildeosa con D Juan y con Teresita iexclY se deciacutea que madama Esther quitaacutendose del dedo un anillo con brillante de gran tamantildeo lo habiacutea ofrecido a la sentildeora de Amarillo que despueacutes de

rehusarlo corteacutesmente se dignoacute tomarlo [275]

- XXVI -

Madama Esther

Esther Spinoza mujer de Moiseacutes Morton opulentiacutesimo negociante de Hamburgo pero establecido en Londres descendiacutea lo mismo que su esposo de una familia hebrea espantildeola pero si el linaje de Morton apareciacutea confuso por los enlaces con castas alemanas y holandesas el de Spinoza conservaacutebase puro y siguiendo su clara genealogiacutea podiacutean los uacuteltimos vaacutestagos de eacutel remontarse hasta Daniel Spinoza judiacuteo de Coacuterdoba comprendido en la proscripcioacuten de 1492 Esther Spinoza era espantildeola de sangre si no de nacimiento espantildeola por la gravedad por la vehemencia disimulada y contenida por la fidelidad de los deberes espantildeola tambieacuten por la luz y la expresioacuten melancoacutelica de sus ojos negros su esbelta figura y su gracioso andar

Era ademaacutes espantildeola por la lengua y desde [276] la cuna aprendioacute a hablar como Nebrija Es sabido que todas las familias israelitas que proceden de las expulsiones espantildeolas conservan su lengua aunque adulterada por la falta de renovacioacuten y todo el que viaje hoy por Constantinopla Belgrado Jerusaleacuten Venecia Roma el Cairo por todos los puntos en donde buscoacute refugio aquel miserable polvo humano arrojado de Espantildea oye hablar un castellano arcaico que produce en su aacutenimo dulce y melancoacutelica sorpresa cual si oyera un eco de la patria pasada y muerta que aun despueacutes de cuatro siglos lanza desde el fondo de la tierra su gemido Los judiacuteos espantildeoles la mayor parte envilecidos conservan la lengua de sus mayores y leen sus oraciones en los libros rabiacutenicos impresos en nuestro idioma En ellos el amor a la patria madrastra es tan vivo

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como el que tienen al suelo antiguo que no han de volver a ver y la lloran como lloraban hace dos mil quinientos antildeos sobre los riacuteos de Babilonia En los judiacuteos ricos no se conservoacute tanto esa costumbre Los Spinozas amaban siacute aquella triste memoria de la segunda patria perdida pero Esther la aborreciacutea de todo corazoacuten exceptuando tan soacutelo la lengua que cultivoacute con esmero y ensentildeoacute a todos sus hijos

No profesaba su religioacuten con entusiasta [277] fervor pero siacute con lealtad es decir con un sentimiento dulce y firme que era maacutes que devocioacuten respeto a los mayores amor al nombre y a la historia de una casta desgraciada Esta era objeto de su pasioacuten maacutes viva de un fanatismo capaz de reproducir en ella si los tiempos lo consintieran las grandes figuras de Deacutebora la mujer-juez de Jael la que con un clavo mataba al enemigo de la traacutegica Judith y la dulce Esther La moral la cautivaba pero el rito no mereciacutea de ella el mismo amor y si lo practicaba con sus hijos y deudos haciacutealo por creer que conveniacutea perpetuar aquel poderoso lazo de unioacuten especie de territorio ideal donde se congregaba por la fe un desventurado pueblo sin patria Esther era un modelo de las virtudes domeacutesticas que son comunes en las clases elevadas de aquella raza y que no deben sorprendernos ni dar motivo a comparaciones inconvenientes Tampoco entraremos a dilucidar si el secreto de ellas antes que en la moral intriacutenseca estaacute como muchos suponen en la superior cultura y educacioacuten Buena esposa y madre amorosa habiacutea dado lugar a que se dijese de ella que mereciacutea ser cristiana

Esther y su esposo poseiacutean enormes riquezas De ellos podiacutea decirse que Jehovaacute habiacutea prosperado sus caminos Viviacutean en paz dichosa [278] rodeados de los esplendores de las artes Sus palacios haciacutean verosiacutemiles las faacutebulas de la corte de Haroum-al-Raschid Eran estimados de todo el mundo y distinguidos por los Reyes que les sentaban a su mesa porque habiendo adquirido aquella gente un poder financiero que en cierto modo supliacutea su falta de existencia poliacutetica sacaban de apuros a las Naciones No teniacutean patria pero las patrias maacutes orgullosas doblaban la rodilla ante sus arcas Tiacutetulos honores saludos reverencias consideracioacuten respeto adulacioacuten todo lo que tienen los poderosos lo teniacutean ellos Eran como dioses a quienes incensaban a porfiacutea los Ministros de Hacienda de todos los paiacuteses Hasta el Papa como Rey de Roma les dio tiacutetulos cruces y jamaacutes les llamoacute deicidas sino honorables sentildeores Hallaacutendose en Roma Esther Spinoza un cardenal le sirvioacute de cicerone para ver los museos Otro cardenal le regalaba mosaicos cameas y cornarinas Otro le vendioacute un Cristo de marfil en mil libras y en quinientas un Talmud espantildeol del siglo XIII manuscrito en vitela

No reinaban en ninguna parte y reinaban en todas porque el imperio de Baal es grande y a eacutel puede decirse que pertenecen la Tierra el mundo y su plenitud el Aquiloacuten y el Austro [279] A la digna familia que nos ocupa nadie osoacute preguntarle jamaacutes en la elevada esfera donde viviacutea si habiacutea dicho Crucifica a este y sueacuteltanos a Barrabaacutes

A pesar de estar cerca de los cincuenta antildeos Esther conservaba su admirable belleza fenoacutemeno del cual tenemos aquiacute no pocos ejemplos y que se explica por el privilegiado temple de ciertas naturalezas unido al bienestar social y a las incomparables ventajas de una vida sin agitaciones sin trabajo fiacutesico ni maacutes penas que las indispensables para que no sea realidad el mito de la dicha completa Usaba pocos artificios de tocador y estos maacutes que para quitarse antildeos empleaacutebalos para que tuvieran buen ver los suyos como si le inspirara orgullo aquella madurez tan primorosa tan lozana tan interesante verdadero homenaje de la juventud a la vejez Vieacutendola se comprendiacutea la larguiacutesima

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primavera de aquellas mujeres biacuteblicas que viviacutean ciento veinte y ciento treinta antildeos como quien no dice nada [280]

- XXVII -

La madre y el hijo

En la noche del Viernes Santo la madre y el hijo estaban juntos y solos en la habitacioacuten de este Sobre la mesa en la cual apoyaba su codo Daniel habiacutea una laacutempara Esther sentada en un sofaacute junto a la pared miraba a su hijo en silencio Por la disposicioacuten de su pantalla el rostro de Daniel estaba inundado de luz el de su madre en la sombra

-Si tu terquedad -dijo Esther con serena voz- no cede como espero si la autoridad de tu padre la miacutea tu decoro y la fidelidad que debemos a nuestra Ley no significan nada en tu espiacuteritu padecereacute desde mantildeana el maacutes grande dolor de mi vida porque mi querido hijo primogeacutenito habraacute muerto

-No madre esto no es morir -dijo Morton luacutegubremente- Quiero resucitar a esa pobre [281] mujer que adoro Lo he decidido despueacutes de meditarlo mucho He formado un propoacutesito que ninguna razoacuten ninguacuten afecto podraacuten detener

-Pues yo he venido a impedir ese propoacutesito Cuando huiste de nuestra casa hace quince diacuteas saliendo de ella sin decirnos nada comprendiacutea que veniacuteas a este horrible pueblo Al punto tuvimos el presentimiento de que ibas a consumar una gran locura Tu padre quiso venir Disputamos venciacute yo Al partir hice juramento de arrancarte de aquiacute Yo volvereacute quizaacutes sola y llena de luto volvereacute tal vez sin ti a nuestra casa en este caso le direacute a tu padre laquonuestro hijo ha muertoraquo No tendreacute valor para decirle laquonuestro hijo es cristianoraquo

-Ese valor que a ti te falta lo he tenido yo -repuso Daniel mostrando en su semblante desencajado una serenidad heroica- Hago esto por conviccioacuten no por despecho ni por capricho He trazado a mis acciones un plan y este plan se cumpliraacute porque debe cumplirse iquestlo entiendes lo entiendes madre

Esther miroacute estupefacta a su hijo como si deseara hallar en el rostro de eacutel la aclaracioacuten de tenacidad tan abrumadora

-Bien -dijo al fin conociendo que su hijo no cederiacutea atacado de frente- Haz tu gusto [282] realiza esa gran locura desprecia el amor de tus padres de tus hermanos olvida todas las leyes la ley santa de Dios y las de la sociedad el decoro el deber la estimacioacuten despreacuteciate a ti mismo y envileacutecete maacutes Nosotros traspasados de dolor por la peacuterdida del que fue nuestro amado hijo te lloraremos muerto no te lloraremos apoacutestata porque apoacutestata no te podemos llorar porque un renegado no puede ser no puede haber sido nuestro hijo

-Siempre lo soy y lo sereacute No cambiareacuteis las leyes de la Naturaleza -dijo Morton sobreponieacutendose a su amargura- Aunque no lo queraacuteis vosotros me amareacuteis siempre como yo os amo

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-Daniel Daniel -exclamoacute Esther con solemne acento levantaacutendose- Ya no tienes madre Si la tienes si la quieres tener yo no lo soy Me averguumlenzo de haberlo sido En hora menguada te di a luz y de aquella triste hora debe decirse laquoafeacuteanla tinieblas y sombra de muerteraquo

-Cruel engantildeas a tu corazoacuten con palabras estudiadas -dijo el joven con briacuteo- No podraacutes aunque lo quieras ser duentildea de tus sentimientos de madre y me amaraacutes aunque sea en silencio me consagraraacutes todos tus pensamientos me tendraacutes siempre en la memoria [283] aunque soacutelo sea para orar por miacute Antes de que hubiera religiones hubo Naturaleza

-No puedo tener serenidad -exclamoacute Esther con grandiosa ira- no puedo iquestPor queacute te deshonras por queacute te haces cristiano

-Tuacute lo sabes bien Hay aquiacute una viacutectima inocente una mujer dotada de las maacutes altas y bellas cualidades y adornada con los atributos de los aacutengeles Estaacute en mi mano levantar a esa alma superior del lodazal en que yo mismo la arrojeacute con vileza y debo hacerlo El universo entero Dios mismo el Dios de todos los hombres me grita que lo haga Esto es como la luz madre Si no lo comprendes di que estaacutes ciega pero no niegues la luz

Esther sentaacutendose en su asiento e inclinando la frente cayoacute en meditacioacuten profunda

-iquestCallas madre callas -dijo Morton despueacutes de una pausa- Te he convencido

-Mas para abrazar una religioacuten es preciso creer en ella -objetoacute Esther- Esto no puede depender de un capricho amoroso iquestCrees en Jesucristo

Daniel repuso luacutegubremente

-Debo y quiero ser cristiano

-Te averguumlenzas de decirlo claramente te averguumlenzas de decir laquoCreo en Jesucristoraquo porque tu conciencia te grita maacutes alto que tu [284] flaca razoacuten clamando contra esta apostasiacutea deshonrosa Daniel Daniel iquestqueacute has hecho del amor inmenso de tus padres queacute de la santa Ley que te ensentildearon desde la cuna queacute del recuerdo de tus venerables antepasados en cuyo nombre han estado vinculados el amor y el prestigio que quedan a la raza judiacutea iquestQueacute has hecho de esto desgraciado Hemos conservado hasta ahora al traveacutes de tantos siglos la dignidad de nuestra desgracia hemos dado a todos los hebreos del mundo un ejemplo de constancia de firmeza de rectitud en medio de los mil peligros por que ha pasado nuestro pueblo y ahora tuacute el que pareciacutea nacido para enaltecer maacutes y maacutes todaviacutea nuestro nombre iexcltuacute mi hijo el amado entre los amados el predilecto de Dios y de los hombres todo lo desprecias todo lo pisoteas tu nombre y tu familia tu pobre raza sin patria la Ley santa tan antigua como el mundo esa Ley y esa tradicioacuten Daniel que existen desde que el primer hombre abrioacute sus ojos a la luz acabada de hacer No no te conozco no eres tuacute mi hijo Un hijo miacuteo moriraacute cien veces antes que arrodillarse delante de un sacerdote cristiano y espantildeol por antildeadidura y proclamar al Cristo en la misma tierra que impiacuteamente nos echoacute de siacute como a seres inmundos iexclTuacute sabes cuaacutento cuaacutento aborrezco [285] a este paiacutes Con la leche mameacute el odio a este potro de donde nos arrojaron cuando estaban cansados de atormentarnos El paiacutes que a mis abuelos inspiraba un recuerdo melancoacutelico como de patria perdida a miacute me ha inspirado siempre aversioacuten horror iexclY en eacutel abjuras y nos

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abandonas iexclTraicioacuten espantosa Si cuando te teniacutea en mis entrantildeas me hubieran dicho lo que ibas a hacer en ellas te hubiera ahogado

Esther hablaba con la inspiracioacuten de la ira Se habiacutea levantado Movida de su primera posicioacuten la pantalla caiacutea de lleno la luz sobre la madre y su sombra agrandada por la distancia gesticulaba en la pared cercana Las sombras de los dos iracundos brazos movidos sin cesar corriacutean a veces por el techo como grandes aves a veces se deslizaban por el zoacutecalo entre los muebles como cuadruacutepedos que buscan un rincoacuten Daniel habiacutea quedado en la oscuridad Desde ella cual de un abismo a donde se acaba de caer lanzado por el enemigo vencedor envioacute estas deacutebiles palabras

-Madre me has hablado de honor de verguumlenza de familia en fin me has dado razones sociales no religiosas De todo me has hablado menos del fuego eterno

-iexclTambieacuten tambieacuten -gritoacute Esther cayendo [286] sin aliento en el sofaacute y apoyando en un cojiacuten su frente abrasada- Te he dicho lo primero que ha brotado de mi corazoacuten de madre de este corazoacuten que se ha abrasado en amor por ti y que yo con mis propias manos apretareacute y estrujareacute para ahogar la llama porque no no puede ser no puedo amarte ya Se acaboacute la idolatriacutea de nuestro hijo querido Adioacutes vete no existes ya para miacute

Diciendo esto rompioacute en amarguiacutesimo llanto Daniel corrioacute hacia ella y ponieacutendose de rodillas la beso tratando de levantar su cabeza

-Madre madre -murmuroacute- Ni de tus labios incapaces de mentir puedo creer que no me amas No lo creereacute aunque me lo digas tuacute a quien siempre he creiacutedo

-Daniel hijo miacuteo -dijo la madre incorporaacutendose- yo no puedo soportar este golpe Soporteacute la temprana muerte de mis dos hijas pero la tuya esta muerte en la forma maacutes repugnante de la ignominia no la puedo resistir Quiero morir antes de que caigas quiero morir Dame tuacute mismo la muerte te lo suplico perdonaacutendote El crimen que cometas arrancaacutendome la vida no seraacute tan grande como el de tu apostasiacutea

-Estaacutes delirando madre querida -dijo Daniel [287] haciendo fuerza con la cabeza en el seno de su madre- Tuacute siacute que me matas a miacute con tus palabras con tus fieras amenazas de no quererme

-iexclAy hijo de mi corazoacuten -exclamoacute Esther en un arrebato de ardiente carintildeo oprimiendo contra su pecho forzudamente la incomparable cabeza del joven- Hemos cometido una falta al quererte a ti maacutes que a nuestros demaacutes hijos y el Sentildeor nos castiga por esto Pero no me puedo resignar al castigo no me puedo resignar a perderte no quiero defiendo mi tesoro contra todos los dioses extrantildeos contra todos los Nazarenos que me lo quieran quitar Sentildeor Dios de Abraham y de Jacob antes que consentir esto quita la vida a mi hijo y a miacute tambieacuten porque no puedo vivir sin eacutel

Daniel se sentoacute a los pies de Esther apoyando sus brazos en las rodillas de ella le estrechoacute las manos y contemplaacutendola con amor le dijo

-Madre madre oacuteyeme lo que voy a decirte

-iquestQueacute

-La exaltacioacuten que veo en ti me obliga a revelarte un secreto mi secreto

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-iquestTu secreto [288]

-Hice propoacutesito de que ninguacuten nacido a excepcioacuten de mi padre a quien escribiacute ayer lo supiese por ahora pero siento el deseo y aun la necesidad de revelaacutertelo

Esther oyoacute con la maacutes viva ansiedad

-Diacutemelo pronto

-Es un secreto de esos que no se dicen maacutes que a Dios porque soacutelo Dios puede juzgarlos

-iquestY yo no

-No tuacute me juzgaraacutes mal cuando lo sepas No penetraraacutes faacutecilmente mis moacuteviles Pero te confesareacute esta idea por el grande amor que te tengo y confiacuteo en que la apoyaraacutes

-iquestCuaacutel es

-Yo no soy ni sereacute nunca cristiano [289]

- XXVIII -

Delirio Fanatismo

Hubo una pausa durante la cual la madre y el hijo se contemplaron

-iquestPero no me has dicho no has resuelto -manifestoacute Esther llena de confusioacuten

-Usareacute la palabra propia aunque a primera vista me desfavorezca Mi conversioacuten es una impostura

-Expliacutecamelo bien porque me vuelves loca

-Mi conversioacuten es una mentira iquestno sabes lo que es una mentira

-Tuacute me lo has dicho

-Es que determineacute que este engantildeo no fuera de nadie conocido Lo he revelado por escrito a mi padre A ti debo revelarlo tambieacuten

-iquestLuego engantildeas a esa pobre joven engantildeas a una honrada familia -dijo Esther apartando [290] de siacute con ambas manos la cabeza de su hijo- iexclDaniel impostor iexclOh lo que ahora me revelas es tan indigno de ti como la apostasiacutea iexclTu corazoacuten se ha corrompido Tuacute no eres tuacute iquestSabes lo que es la mentira una mentira de esa magnitud Daniel vuelve en ti

-Si no sabes auacuten mi secreto mujer iquestpara queacute hablas -repuso el joven con cierto enojo

-Tu secreto es que finges hacerte cristiano para salvar a esa joven de la tiraniacutea de sus parientes del ascetismo de la deshonra Esta conducta es maacutes vituperable que dejarla

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abandonada a su suerte Yo correreacute a casa de esa noble familia y direacute laquoMi hijo os engantildea no le creaacuteisraquo

-Me creeraacuten porque los hechos confirmaraacuten mis palabras -dijo Daniel besaacutendole las manos- Oacuteyeme madre querida Ayer por la mantildeana vagaba yo por la playa interrogando a mi conciencia iexclAy no puedes tener idea de aquellas terribles horas de duda Yo teniacutea dos conciencias igualmente poderosas iquestcomprendes esto dos conciencias que daban la maacutes horrenda batalla dentro de miacute iexclRenegar iexclAbandonar a un ser querido que me debe su dolor Ninguna de estas dos ideas podiacutea aniquilar a la otra y cuanto maacutes fiero se mostraba uno de los dos dragones con maacutes rabia [291] le mordiacutea el otro Imploreacute a Dios gritando en medio del estruendo del mar laquoiexclO la solucioacuten o la muerteraquo Entonces una idea iluminoacute de improviso mi espiacuteritu Sentiacute la alegriacutea del que se ve rodeado de claridad celeste despueacutes de haber vivido largo tiempo en horribles tinieblas iexclOh madre miacutea si es cierto que el Espiacuteritu creador y gobernador de todas las cosas habla alguna vez directamente a la razoacuten del hombre el Sentildeor Jehovaacute o como quieras llamarle deslizoacute su palabra dentro de miacute en aquel momento Yo le sentiacutea sentiacutea su voz un divino soplo entrando en miacute y llenaacutendome yo le sentiacutea penetrarme todo en la forma de una conviccioacuten consoladora y mi fatigada conciencia admitiacutea aquel sobrehumano aviso con la emocioacuten grande con la turbacioacuten piadosa que soacutelo pueden ser producidas por la directa voz de Dios diciendo laquoestoy contigoraquo La idea de conquistar mi bien perdido mi esposa por medio de una fingida conversioacuten al cristianismo se clavoacute entonces en mi cerebro para no ser arrancada jamaacutes

-iquestQuieres hacerme creer que Dios que es la verdad te sugirioacute esa indigna idea -dijo Esther con incredulidad- Daniel tu imaginacioacuten delirante fue la que te ha hablado

-iexclOh iexclsi yo pudiera llevar a tu espiacuteritu la [292] conviccioacuten que hay en el miacuteo Infame es la mentira pero la situacioacuten especial de mi esposa la disculpa Aun este motivo no seriacutea bastante poderoso pero hay otro mucho maacutes grande No te quede duda de que el Ordenador de todas las cosas habloacute a mi alma iexclQueacute alborozo tan vivo inundoacute mi corazoacuten Mi pensamiento gustoacute las delicias del maacutes puro bien cuando cruzaba por eacutel esta idea inefable laquoGloria dejaraacute de ser cristianaraquo

-iexclQueacute extrantildea y loca idea

-Madre querida -exclamoacute Daniel con cierto desvariacuteo- comprende al fin la grandeza de un plan en que se conciertan el amor maacutes ardiente y la religiosidad maacutes valerosa Yo traereacute al reino de la verdad esa alma que ha debido estar siempre en eacutel esa alma cuyo uacutenico defecto es hallarse ligada al vano sentimentalismo del Crucificado y a la engantildeosa filosofiacutea del supuesto Mesiacuteas Tuacute sabes cuaacuteles son mis ideas y su admirable extensioacuten Ya comprenderaacutes que mi conquista no ha de reducirse a tener un adepto al rito hebraico que considero estrecho e insuficiente No yo adoro al Dios grande al Jehovaacute primitivo y augusto al que dio los diez mandamientos y desde entonces no dijo maacutes porque no habiacutea maacutes que decir al que en su grandeza no exige ofrendas [293] de verdad justicia y bondad no formas de culto idolaacutetrico nos exige pensamientos amor acciones y esa mirada interna que purifica no palabras rezadas ni retahiacutelas dichas de memoria A ese Dios pienso llevar a la que amo porque Eacutel es digno de ella y ella digna de Eacutel iexclAdmirable triunfo y conquista preciosa Seraacute necesaria una supercheriacutea iquestpero queacute importa iquestqueacute vale esto en comparacioacuten del bien que resulta La salvo de su familia del convento del ascetismo que es la tisis del espiacuteritu le devuelvo la salud del cuerpo la arranco de este horrible paiacutes la hago mi esposa la salvo de la idolatriacutea del Nazareno y de ese fetichismo vaciacuteo indigno de la elevacioacuten y pureza de su alma iexclOh

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tengo inmensa fe en el eacutexito de mi empresa No puedo equivocarme es imposible que me equivoque Siento el divino acento en mi oiacutedo y el resuello a cuyo influjo existieron los mundos llega a miacute y penetra como tempestad en mi corazoacuten

Esther le miroacute atentamente y con espanto diciendo para siacute con acento de viviacutesima amargura -Sentildeor Sentildeor iquesthas quitado la razoacuten a mi hijo

-iquestNo hallas bastante justificada mi impostura con estas razones de conciencia

-iexclDonosas razones [294]

-Tu ironiacutea me mata iquestQuieres una razoacuten que es de conciencia y ademaacutes mundana Estos son los argumentos que a ti te convencen Oacuteyela Has de saber que yo tengo un hijo

Esther moviose sacudida violentamente por el asombro

-Un hijo que se llama Jesuacutes -antildeadioacute Daniel con sarcasmo parecido al de aquellos que deciacutean Si eres hijo de Dios baja de esa cruz

-iexclUn hijo -gritoacute madama Spinoza- iexclDe esa mujer

-iquestConcibes tuacute que la abandone iquestConcibes tuacute que deje en manos de los catoacutelicos a ese infeliz nintildeo reproduccioacuten de miacute mismo Eacutel ha encendido en mi corazoacuten los sentimientos maacutes delicados y maacutes puros Me ha bastado saber que existiacutea para reconocerme otro creyeacutendome capaz de los mayores sacrificios Veo en eacutel al heredero de mi nombre de mis creencias de mi persona toda y la idea de que no ha de vivir al lado miacuteo de que recibiraacute de persona extrantildea el pan de la instruccioacuten me aterra madre querida Supoacuten que cuando yo era nintildeo me hubieran arrancado los papistas de tu seno cual otro nintildeo Mortara criaacutendome en el odio de nuestra raza y ensentildeaacutendome a maldecir tu nombre [295]

-No digas eso -exclamoacute la madre con espanto

-iquestNo hace fuerza en tu mente esta razoacuten

-Alguna -repuso Esther con perplejidad- pero nada justifica el engantildeo

-Dios ve mi conciencia iquestQueacute importa engantildear al Nazareno iquestAcaso eacutel que se llamoacute Dios sin serlo merece la verdad Mi conciencia estaacute tranquila Ha penetrado en miacute dulce y elocuente como cosa del cielo el convencimiento de que obro bien y de que agrado a mi Dios en esto Eacutel me dice laquoRealiza tu engantildeo pero me has de traer al reino de la verdad a la madre y al hijoraquo

-iexclFanaacutetico iexclFanaacutetico incorregible -exclamoacute con agitacioacuten Esther clavando los ojos compasivamente en su hijo- Quieres dar un tinte religioso a tu accioacuten cuando lo que te mueve es el torpe egoiacutesmo del amor mundano Es comuacuten en todas las religiones que los enamorados se vuelvan miacutesticos o por astucia o por candidez y que sean arrastrados por su pasioacuten a las mayores locuras suponiendo que les inspira una idea religiosa Hacen de la religioacuten un madrigal engantildeando a todos y a siacute mismos

-Por tu vida iquestme crees de esos

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-Siacute porque siempre tuviste demasiado entusiasmo por la Escritura y has pasado parte [296] de tu vida comentaacutendola y ahondando en ella buscaacutendole sus secretos sus maacutes impenetrables misterios es decir echaacutendola a perder Uacuteltimamente cuando volviste a casa despueacutes de tu naufragio te engolfaste de tal modo en la teologiacutea rabiacutenica que tuvimos que tapiar tu biblioteca como la del gran caballero espantildeol Viviacuteas exaltado y melancoacutelico iexclPobre hijo miacuteo iexclCuaacuten cierto fue mi presagio de que tu mente se desquiciaba En todo lo que hoy meditas y proyectas noto los extraviacuteos del visionario y los delirios maacutes absurdos No puedo decir que no haya cierta grandeza en tus concepciones pero lo que siacute aseguro es que no hay en ellas sentido comuacuten

-Yo creiacute -dijo Morton con desaliento- que tu superior inteligencia las comprenderiacutea y las estimariacutea

-A nosotros nos han educado en lo praacutectico hijo querido Esta costumbre de vivir y pensar en lo praacutectico me hace ver muchos inconvenientes en tu proyecto El principal es que no podraacutes quebrantar la firme fe de la que llamas tu esposa Deseacutengantildeate ninguacuten catoacutelico se convierte a nuestra pobre ley olvidada y sin prestigio ni tampoco a ese deiacutesmo vago y sin culto grande si quieres pero que todo lo dice a la razoacuten y es mudo para la fantasiacutea para el [297] corazoacuten y para los sentidos Aun considerando en esa joven el amor maacutes ardiente hacia ti no concibo que reniegue de la religioacuten de sus padres de esa religioacuten viva y que salta a la vista y se oye y se habla La nuestra y tu deiacutesmo son como el idioma hebreo una lengua sublime pero que nadie entiende iexclInfeliz hijo miacuteo infeliz mozo extraviado por los delirios de la mente No supongas en ese Dios grande como dices en ese Dios friacuteo y sencillo como las ideas una atraccioacuten que no tiene iexclEsperas desencantar a una cristiana a una mujer que ha nacido enamorada ya del hombre clavado en la cruz Antes saldraacute el sol por Occidente

-Madre tuacute no tienes entusiasmo Tus ideas religiosas son rutinarias La rutina no haraacute ninguna maravilla en el orden moral

-Pasoacute el tiempo de las predicaciones y de las guerras por la fe Cada cual debe arreglarse con lo que tiene sin ir a buscar nada a casa del vecino iexclCoacutemo te engantildea tu fanatismo Ya veraacutes coacutemo te desprecia esa mujer cuando descubra tu taimado plan obra no seacute si de la voluptuosidad maacutes loca o del misticismo maacutes insensato

-Tuacute no sabes bien cuaacutento me ama ni conoces el fatal encadenamiento que tiene su alma con la miacutea La viveza de su entendimiento y la [298] misma elevacioacuten de su espiacuteritu que propende a las cosas extraordinarias superiores al criterio del vulgo la someteraacuten faacutecilmente a miacute Ademaacutes Gloria no es catoacutelica

-iquestQueacute no es catoacutelica

-No porque no pertenece a esa religioacuten quien no se somete ciegamente a la autoridad quien de los dogmas escoge el que maacutes le agrada y rechaza los demaacutes Sus creencias no pueden ser maacutes endebles lo seacute yo que he recibido los maacutes iacutentimos secretos de su conciencia la cual el amor ha puesto transparente y clara ante mis ojos Es un alma llena de dudas y de dudas acerca de lo maacutes fundamental Me ha confiado las rebeldiacuteas de su razoacuten y oyeacutendola iexclcuaacutentas veces he deseado tener ocasioacuten de sembrar en aquel espiacuteritu una semilla nueva Toda su doctrina religiosa vendraacute abajo de un soplo madre miacutea En ella no existe de soacutelido y temible maacutes que la fascinacioacuten de Cristo de aquel hombre extraordinario que supo presentar las antiguas verdades con forma encantadora Tiene Gloria aquel sentimiento fervoroso fundado en la compasioacuten y en la

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admiracioacuten porque nada es tan conmovedor como el padecimiento ni nada conquista los corazones como el espectaacuteculo de una viacutectima Esa simpatiacutea por el maacutertir constituye el nervio de [299] la religioacuten cristiana Maacutes proseacutelitos ha hecho la compasioacuten que todos los principios y todas las ideas porque la humanidad es asiacute Hace muchos siglos que se ha vuelto mujer dejaacutendose dominar por los llorones

-Pues yo te digo -replicoacute Esther con energiacutea- que antes te beberaacutes todo el oceacuteano que arrancar del corazoacuten de una mujer cristiana la fascinacioacuten del hombre clavado la simpatiacutea del maacutertir la compasioacuten por la viacutectima iexclOh los que idearon esa historia ya supieron lo que haciacutean conociacutean el corazoacuten humano y el gran flaco de la humanidad es decir lo que esta tiene de mujer

-Yo confiacuteo en que lo arrancareacute madre -afirmoacute Daniel con balbuciente voz- Todo cuanto vive en miacute me dice que vencereacute iexclEsta idea madre es demasiado grande para ser miacutea Es de Dios

La gravedad de su acento y su emocioacuten afligieron a Esther Comprendioacute al punto que la mente de Daniel se hallaba en estado de viviacutesima sobreexcitacioacuten y no quiso contrariarle

-La revelacioacuten de tu secreto -le dijo abrazaacutendole con ternura- ha modificado un poco mi juicio Quizaacutes logres convencerme iquestPor queacute no aplazas tu determinacioacuten

-No puede ser madre no puede ser -dijo [300] Morton bruscamente levantaacutendose con muestras de agitacioacuten

-Un diacutea un solo diacutea Hablaremos

-Ni un diacutea ni una hora Mantildeana mantildeana

-Pues sea Yo no he de contrariarte ya -dijo la madre con resignacioacuten- Pero necesitas descanso Temo por tu salud iquestPor queacute no duermes

-No puedo dormir

-iquestNo te acuestas

-No necesito estar en vela meditar

-iquestMaacutes todaviacutea

Esther llena de amargura contemploacute a su hijo como se mira un bien proacuteximo a perderse y estrechaacutendole en sus brazos y cubrieacutendole de ardientes besos le dijo

-Ya que te pierdo mantildeana hijo de mi corazoacuten consaacutegrame esta noche no te separes de mi lado inclina tu cabeza sobre mi regazo y descansa reposa tu cerebro que hierve como un volcaacuten

-Quiero meditar -repitioacute Morton cediendo a la atraccioacuten de su madre y sentaacutendose junto a ella

-Medita aquiacute sobre mi pecho lleno de amor por ti -dijo Esther obligaacutendole a reclinarse en el sofaacute y a que recostara su cabeza sobre el regazo de ella- Sea esta una noche de despedida [301] Hablemos de nuestra casa de nuestro jardiacuten de tus

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hermanos de tu padre de Altona donde todos hemos nacido Hijo querido no me niegues este consuelo

-No te lo puedo negar Hablemos de todo eso tan caro a mi corazoacuten Hablemos toda la noche hasta que venga el diacutea hasta que llegue la hora

Largo rato se oyeron las voces de la madre y el hijo en sereno coloquio Por uacuteltimo ya muy tarde se fueron extinguiendo la voz de Daniel dejoacute de oiacuterse Suspiraba la madre y eacutel dormiacutea

iexclOh iexclcuaacutento deploroacute Isidorita que todos los humanos no hablasen un mismo idioma iexclCon cuaacutenta rabia vituperoacute los pecados de los hombres que trajeron la piacutecara multiplicacioacuten de las lenguas Porque si Esther y Daniel no hubieran hablado en ingleacutes ella Isidorita la del Rebenque se habriacutea enterado de todo para contarlo a sus amigas [302]

- XXIX -

El catecuacutemeno

El Saacutebado Santo oficioacute Su Eminencia en la Abadiacutea celebrando las hermosas ceremonias de la bendicioacuten del agua y el fuego Despueacutes fue a su casa rodeado de inmenso pueblo y comioacute con toda la familia y con el cura a quien no cesaba de felicitar por su sermoacuten de la Soledad predicado en la tarde del diacutea anterior El buen Romero empleando las figuras maacutes pateacuteticas dando realce a las ideas por medio de la expresioacuten del dramaacutetico gesto de las inflexiones vocales habiacutea hecho llorar a todo el auditorio Cuando dirigioacute la palabra a la propia imagen de la Soledad dicieacutendole laquoSentildeora iquestdoacutende estaacute vuestro amado Hijoraquo un estremecimiento de compasioacuten corriacutea por toda la iglesia de alma en alma y aquel mar se alborotaba con olas de congojas y vientecillo de suspiros [303]

Despueacutes de la comida pasoacute alguacuten tiempo dedicado a conversacioacuten grata sobre diferentes asuntos y D Silvestre ponderoacute el buen estado de los campos y la probabilidad de una buena cosecha Dijo que eacutel habiacutea esparcido ya las toperas en sus prados y que los estaba abonando con ceniza y estieacutercol que debiacutea anticiparse unos diacuteas la siembra del maiacutez por estar bien enjugada y rastrada la tierra y que eacutel (D Silvestre) no aguardaba para echar el grano sino a que estuvieran arreglados los setos destruidos por las derrotas Aseguroacute que los semilleros que estaba preparando en cama caliente le dariacutean las ensaladas maacutes ricas que habiacutea visto hasta entonces la provincia y que por haber sido Marzo y Abril poco ventosos estaban los frutales que pareciacutean aacuterboles del cielo Sus injertos de aquel antildeo daban envidia

D Aacutengel mandoacute a su sobrina que se vistiera de ceremonia y aunque Gloria quiso hacer alguna objecioacuten no fue oiacuteda y repitiose la orden Tambieacuten Serafinita se decoroacute un poco sin salir de su ordinaria modestia

Pasoacute alguacuten tiempo en estas cosas que aun las monjas como mujeres que son no se ponen una toca en cinco minutos D Aacutengel dio un paseo por el jardiacuten quejaacutendose del descuido en que estaba y de la ofensa que su sobrina haciacutea [304] a Dios matando de sed a las pobres flores Despueacutes llamoacute a Gloria y encerrose con ella en la capilla de la casa

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siendo la conferencia de dos horas largas Al salir de la capilla la joven teniacutea los ojos encendidos pero su apariencia era la de un alma tranquila y confiada Oraron con Su Eminencia en la capilla durante otro rato no pequentildeo Gloria y Serafinita mientras D Silvestre y D Buenaventura charlando en el jardiacuten chupaban magniacuteficos puros concupiscencia que no estaacute literalmente comprendida en las abstinencias propias de la semana de vigilia

El diacutea no podiacutea ser maacutes placentero No corriacutea aire ni la maacutes delicada mata de los aacuterboles se moviacutea no se oiacutea el ruido del mar Todo era silencio y quietud cual si en la Naturaleza hubiera solemne pausa de expectativa o el asombro precursor de un gran suceso Su Eminencia marchoacute al fin a la sala seguido de las dos mujeres a punto que del despacho bajaba el doctor Sedentildeo despueacutes de escribir varias cartas por orden del prelado Ninguno hablaba y en la familia toda habiacutea un aspecto comuacuten de meditacioacuten y solemnidad sentildeal evidente de que para todos los miembros de ella aquel diacutea no era como los demaacutes diacuteas

Entroacute D Aacutengel en la sala y tomoacute asiento [305] en el sofaacute que era en tal sitio lo que el altar en la iglesia y a su sobrina le sentildealoacute el asiento de la izquierda despueacutes de que su hermana depuso su carne mortal en el de la derecha Maacutes lejos tomaron asiento el cura y el secretario D Buenaventura habiacutea salido para volver pronto

La cara angelical del sentildeor arzobispo revelaba preocupacioacuten pero en muy poca dosis Estaba como el cielo cuando hay en eacutel una sola nube A veces sonreiacutea como queriendo dar a entender que gustariacutea de ver alegres a los demaacutes pero Serafinita frunciacutea el centildeo porque las cosas graves exigiacutean seguacuten ella la mayor compostura Gloria miraba alternativamente al suelo y a su tiacuteo como el que no tiene maacutes que dos pensamientos la muerte y Dios O por llanto reciente o por una exagerada movilidad de su corazoacuten y de su sangre anhelantes de vida se habiacutean encendido con vivos colores sus mejillas tanto tiempo paacutelidas Aquel abrir de las rosas de su cara pareciacutea anunciar una primavera despueacutes tantas tempestades y con ellas habiacutea vuelto todo el esplendor de su hermosura Pero iexclqueacute gran diferencia desde que la vimos por primera vez La inquietud graciosa y las volubles miradas de entonces se habiacutean mudado en una actitud reflexiva y circunspecta [306] cual si para ella no hubiera ya maacutes motivo de atencioacuten que ella misma Desde entonces hasta el momento en que ahora la vemos habiacutean transcurrido esa distancia inmensa y ese largo siglo que median entre el no amar y la maternidad paso de un planeta a otro intermedio que equivale a cien vidas mar entre dos orillas cercanas mas lleno de dolores juacutebilo palpitaciones pureza y miserias gracia terror esperanza desconsuelo devocioacuten risa y llanto

Habiacutea pasado breve rato despueacutes que entraron en la sala cuando Gloria dijo para siacute

-Si pudiera conservarme serena cuando venga de modo que no se conozca lo que hay en mi alma Pero asiacute como yo leo en la suya leeraacute eacutel en la miacutea

El rostro de Gloria que estaba tan encendido se quedoacute como el maacutermol cuando entroacute D Buenaventura acompantildeado de Daniel Morton

-iexclQueacute cara iexclpobrecito iexclme muero de pena vieacutendole -pensoacute Gloria mirando al que entraba- Parece un reo que va al patiacutebulo

Despueacutes de contestar afablemente a su saludo D Aacutengel rogoacute a Daniel que se sentase Hiacutezolo este y el cardenal dijo [307]

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-Ha llegado el momento de que mi familia Sr Morton abra a usted los brazos perdonaacutendole Ha llegado el momento de que cesen tantos males y de que un abrazo de paz y las bendiciones de la Iglesia terminen la grandiacutesima consternacioacuten en que todos estaacutebamos iexclBendita sea la misericordia del Sentildeor Sentildeores -antildeadioacute dirigieacutendose a sus amigos y hermanos- este hombre da lealmente su mano de esposo a mi sobrina en justa reparacioacuten de

Aquiacute la faacutecil elocuencia del prelado tuvo un ligero tropiezo mas al punto se enderezoacute tomando mejor rumbo

-Entraraacute en nuestra familia -antildeadioacute- Yo le recibo con los brazos abiertos Doblemente lisonjero es este suceso porque el matrimonio que tantos bienes traeraacute consigo iraacute acompantildeado de un prodigioso triunfo de nuestra Fe Sr Morton iquestpersiste usted en su idea de abrazar la religioacuten cristiana uacutenica verdadera

-Siacute sentildeor -repuso Daniel con gravedad y al mismo tiempo fijoacute los ojos en un retrato de D Juan de Lantigua que le miraba de un modo particular

-iexclOh iexclqueacute gran juacutebilo da usted a mi alma Sr Morton -exclamoacute el obispo- En el diacutea de hoy la Iglesia administra el primer Sacramento a los catecuacutemenos despueacutes de bendecir [308] el agua nueva Durante el oficio he sentido hoy maacutes emocioacuten que nunca en igual diacutea y no he dejado de pensar en esta conquista preciosa que acabamos de hacer Ahora Sr Morton debo decir a usted que va a recibir el Sacramento del bautismo regenerado por la virtud del espiacuteritu celestial que este acto imprimiraacute a usted el caraacutecter de cristiano le daraacute gracia habitual y justa y que por eacutel se redime todo pecado original y temporal Jesucristo instituyoacute el bautismo de agua con el amor del Espiacuteritu Santo que descendioacute del cielo en figura de paloma La ablucioacuten establecida por la Iglesia con las palabras sacramentales son la demostracioacuten simboacutelica bajo la cual estaacute oculto el amor que Dios comunica al alma de la criatura purificada por la gracia Es el bautismo un rayo de fuego celestial emanado de la esencia divina Para recibirlo amigo miacuteo es indispensable que usted prepare su entendimiento a la penetracioacuten de los dogmas sagrados necesita usted someterse aunque por muy poco tiempo en vista de la urgencia del caso a las ensentildeanzas y praacutecticas que la Iglesia establece

-Ya lo seacute -dijo Morton sombriacuteamente- Estoy dispuesto a todo

-En ese caso -prosiguioacute Su Eminencia revelando en su semblante plaacutecida alegriacutea- pregunto [309] a usted si no tiene inconveniente en someterse por completo a mi voluntad por un plazo que no pasaraacute de dos diacuteas comprometieacutendose antes de que se celebren juntamente bautismo y matrimonio a recibir de miacute la instruccioacuten evangeacutelica a verificar las praacutecticas que yo le indique a

D Aacutengel se detuvo distraiacutedo por uno de esos accidentes importunos que turban la solemnidad de las escenas capitales de la vida como un duelo la agoniacutea de un moribundo la celebracioacuten de un contrato Ocurre comuacutenmente que dichos accidentes importunos sean un gato que entra metiendo ruido plato que se rompe o sombrero que cae rodando de una silla y suena huecamente al dar en el suelo Pero en aquel solemniacutesimo momento no fue nada de esto lo que hizo callar al sentildeor cardenal sino la aparicioacuten inesperada de un humano rostro en la puerta de la sala suavemente abierta Era la cara de D Juan Amarillo

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Reinoacute silencio en la sala y con el silencio un estupor profundo al ver que el sentildeor alcalde no veniacutea solo Con eacutel veniacutea madama Esther Al ver entrar a una sentildeora levantaacuteronse todos incluso el sentildeor arzobispo pero ninguno deciacutea nada El primero que habloacute turbadiacutesimo fue D Juan Amarillo que dijo [310]

-Perdoacuteneme Su Eminencia perdoacutenenme todos si he entrado iexclVengo como autoridad

-iexclComo autoridad

Serafinita contemplaba la escena con la calma de quien no da importancia a las cosas de la tierra los demaacutes eran estatuas

-iexclComo autoridad -repitioacute D Juan- Esta sentildeora

Esther avanzoacute gravemente y sin revelar turbacioacuten ni enojo ni despecho ni burla dirigiose a su hijo y ponieacutendole la mano en el hombro exclamoacute con voz sonora

-Ya estoy yo tambieacuten aquiacute

-iquestQueacute quieres madre -preguntoacute Daniel con terror de infierno

Esther fijando los ojos en el sentildeor cardenal y rodeaacutendolos despueacutes para abarcar con una mirada a toda la familia respondioacute

-Quiero impedir un mal diciendo a esta noble familia lo que no sabe

-iquestQueacute Sentildeora su hijo de usted nos ha hablado muy claramente -dijo el sentildeor cardenal creyendo comprender lo que veiacutea- Es natural que usted se oponga Nosotros nos atenemos al piadoso deseo manifestado expliacutecitamente

-Es que yo debo declarar algo -dijo Esther [311] con expresioacuten dramaacutetica- Yo debo declarar lo que aquiacute no sabe nadie y es que mi hijo no merece pertenecer a esta familia

-iexclSentildeora

Daniel aparecioacute treacutemulo paacutelido como un cadaacutever ahogado por su propia voz que no podiacutea salir del pecho Al fin maacutes con rugido que con palabras dijo

-Mi madre no dice la verdad

Esther miroacute a su hijo de tal modo que con los ojos le apuntildealaba (11)

-Retiacuterate -dijo Morton con imperioso acento sentildealando la puerta

-Siacute me retirareacute despueacutes que te conozcan

Y volvieacutendose al cardenal antildeadioacute

-Me es muy doloroso tener que presentarme acompantildeada de la autoridad Los moacuteviles que aquiacute me traen nada tienen que ver con la religioacuten

-Diga usted sentildeora diga -antildeadioacute Su Eminencia con gran ansiedad

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-Es demasiado vergonzoso para que lo diga una madre -afirmoacute Esther con desconsuelo- El alcalde que sabe cumplir su deber hablaraacute

-Tengo el sentimiento de manifestar (12) -dijo D Juan Amarillo mostrando a Daniel su bastoacuten- que me veo precisado a prenderle [312]

-iexclA miacute

-iexclPrenderle

-Siacute sentildeores siacute y lo siento muchiacutesimo Le prendo de orden del sentildeor Gobernador de la provincia el cual ha recibido igual mandato del sentildeor Ministro a peticioacuten de la Embajada inglesa

-Este hombre miente villanamente -gritoacute Daniel ciego de ira

-Caballero -vociferoacute D Juan mostrando el puntildeo del bastoacuten con tanta energiacutea que pareciacutea querer meterlo por los ojos a todos los presentes

-Paz paz -dijo el arzobispo corriendo a interponerse- Sr Morton el primer deber de cristiano es la obediencia

Daniel pareciacutea dispuesto a estrangular al sentildeor alcalde Cuando oyoacute la dulce voz del prelado se detuvo D Aacutengel le puso la mano en el hombro diciendo

-Se ha sometido usted a mi voluntad para que yo dirija sus acciones conforme a la doctrina evangeacutelica Pues bien yo le mando a usted que no haga resistencia a la autoridad

-No puedo obedecer -repuso Morton sombriacuteamente y con respiracioacuten fatigosa

-Es preciso que el sentildeor parta mantildeana para [313] Inglaterra -antildeadioacute el fiero alcalde- por cuyo gobierno es reclamado en calidad de reo que ha cometido un crimen en su paiacutes

-iexclYo iexclun crimen yo -exclamoacute Daniel

-Un crimen horrendo contra la autoridad paterna -prosiguioacute D Juan Amarillo

Morton cuya alma era un volcaacuten tratoacute de abalanzarse sobre el alcalde D Buenaventura y Romero le sujetaron

-iexclOh iexclmiserable -gritoacute- Eres una viacutebora pero el veneno de tu infame picadura no me mataraacute

-Paz paz -repitioacute afligidamente el obispo extendiendo las manos

Serafinita habiacutea acudido a su sobrina que incapaz de sostenerse maacutes tiempo en pie dejose caer en una silla

-Seraacute preciso que yo manifieste claramente toda la horrible verdad -dijo D Juan Amarillo enarbolando el bastoacuten y tomando el aspecto maacutes dictatorial que le fue posible- Pues la direacute siacute sentildeores la direacute el Sr Daniel Morton y Spinoza ha sido condenado por los tribunales de Londres a tres antildeos de prisioacuten por un delito infame cual es iexcloh sentildeores la lengua se niega a revelarlo cual es el haber defraudado el tesoro paterno

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falsificando unas letras por valor de muchos miles de libras y despueacutes [314] de haber maltratado de palabra y obra al autor de sus diacuteas

Un murmullo de horror resonoacute en la sala Esther se habiacutea apartado y miraba al suelo hoscamente

-iexclOh iexclcuaacutenta vileza -rugioacute Daniel accionando como un insensato- Monstruo que se acabe el mundo en este momento si no te arranco la lengua y la vida

Hizo movimientos desesperados para desasirse de los que le sujetaban

-Paz paz -repitioacute el arzobispo que casi estaba a punto de llorar

-iquestDe quieacuten es esa infernal idea de quieacuten -murmuroacute con desesperacioacuten Daniel- iexclQuieacuten ha ideado deshonrarme aquiacute en este acto solemne delante de esta familia que respeto delante de la mujer que adoro maacutes que a mi vida Gloria esposa miacutea dejariacuteas de ser quieacuten eres si creyeras las palabras de este hombre

Gloria se levantoacute y lentamente marchoacute hacia el grupo que los contendientes formaban en el centro de la sala

-El sentildeor -antildeadioacute D Juan Amarillo con calma imperturbable- fue condenado a prisioacuten pero huyoacute sin que le pudiera alcanzar la policiacutea inglesa Pero aquiacute estoy yo sentildeores [315] resuelto a poner la ley el principio de autoridad y la vindicta puacuteblica siacute por encima de todas las cosas pese a quien pese Ya todos me conocen

-Madre madre -gritoacute Morton clavando la crispada mano en su cabeza- tuacute tuacute oyes estas infames calumnias y no las desmientes iexclOyes deshonrar a tu hijo y callas

Todas las miradas se fijaron en Esther Ella los miroacute a todos y con acento pateacutetico dijo lentamente estas palabras

-iexclLo que el sentildeor alcalde ha dicho es verdad

-Basta basta -dijo el arzobispo haciendo ademaacuten de retirarse escandalizado

-iexclMadre madre -gritoacute Daniel con freneacutetico acento

Sus ojos saltaban del craacuteneo

-Mi hijo -antildeadioacute Esther como quien hace un esfuerzo- tiene el haacutebito de la mentira y el fingimiento Me es muy doloroso decir que nada debe creeacutersele Si esta familia quiere recibirle en su seno yo no me opongo No me importa tampoco que cambie de religioacuten quien no tiene ninguna Pero los tribunales lo reclaman y la ultrajada autoridad paterna pide castigo

-iexclMadre madre -gritoacute Daniel con desesperacioacuten- [316] iquestPero seraacute posible que crean lo que esta mujer dice

-Es su madre -murmuroacute el arzobispo mirando a todos con afligidos ojos

-Esta mujer no es mi madre no lo es -dijo Morton

Y eacutel como los demaacutes observaron a Gloria que se acercaba

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-No podemos de ninguacuten modo seguir adelante -dijo Su Eminencia miraacutendola- Las revelaciones de esta sentildeora

-Es necesario que eso se pruebe -indicoacute don Buenaventura fijando una mirada de enojo en madama Esther

-Suficientes medios tendraacute de probarlo -dijo Serafinita- Despueacutes de lo que hemos oiacutedo no se cuente conmigo para nada

Dordf Serafina dio un paso hacia la puerta Gloria la detuvo

Corriendo en seguida hacia Morton y ponieacutendole la mano en el pecho como quien la pone sobre los Evangelios para jurar la hueacuterfana de Lantigua con voz de aacutengel maacutes que de mujer dijo asiacute

-Si para todos eres criminal para miacute eres inocente

-iexclOh bendita tuacute mil veces -exclamoacute Morton abrazaacutendola con violencia antes de que nadie [317] lo pudiera impedir- iexclY habraacute quien pretenda separarme de ti Eres mi esposa Me perteneces Te reclamo te llevareacute conmigo de grado o por fuerza sin consideracioacuten a nadie ni a nada iexclSentildeor cardenal sentildeores repito que quiero ser cristiano pronto

El cardenal tomoacute a Gloria de la mano y la apartoacute del hebreo

-Nosotros -balbucioacute frunciendo el centildeo- Nosotros Las circunstancias han cambiado

Todos volvieron a mirar a Esther que se abalanzoacute hacia su hijo y con violento gesto y tono imperativo exclamoacute

-Vaacutemonos de aquiacute iquestNo ves que te arrojan

Hubo un momento de perplejidad Los Lantiguas se miraban unos a otros consultaacutendose con los ojos

-Es preciso -dijo Amarillo desde cierta distancia- que el sentildeor se embarque hoy mismo para Inglaterra

-Esto es una farsa -dijo D Buenaventura eneacutergicamente

-iexclSiacute una farsa -repitioacute Morton

-Sentildeora -exclamoacute lleno de enojo el banquero- ruego a usted que se retire de nuestra casa [318]

-iexclEs a ti a quien arrojan madre -gritoacute Daniel dando algunos pasos hacia ella

-Y me retirareacute -dijo Esther

-Sentildeora -balbucioacute el cardenal queriendo ser corteacutes y al mismo tiempo justo y riguroso y blando y queriendo entender lo inteligible y resolver lo insoluble

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Dentro de la cabeza de Su Eminencia habiacutea una madeja que no se podiacutea desenredar Don Aacutengel llamaba en su ayuda al Espiacuteritu Santo y el Espiacuteritu Santo vino He aquiacute coacutemo

Gloria fue el Verbo que puso fin a la pavorosa contienda de tantos sentimientos diciendo

-Querido tiacuteo iquestpor queacute tanto afaacuten Yo no quiero casarme

-iexclTuacute

-No sentildeor Dios no quiere que sigamos ese camino y hablando en mi interior me sentildeala el uacutenico posible Quiero retirarme a un convento

Y al decir esto fue estrechada por los amantes brazos de Dordf Serafina que lanzoacute una exclamacioacuten de juacutebilo iexclHabiacutea triunfado despueacutes de prueba tan peligrosa y abrazaba a su viacutectima cual si temiera que auacuten se le escapase otra vez No daremos a aquella santa sentildeora un nombre verdaderamente propio y caracteriacutestico si no la llamamos el Mefistoacutefeles del Cielo [319]

D Aacutengel D Buenaventura y los demaacutes presentes se quedaron lelos Esther extendioacute su varonil brazo y dejoacute caer su mano sobre el hombro de Daniel que sintioacute encima el peso de una losa Abrumado y atoacutenito su espiacuteritu no teniacutea ya fuerzas ni para sentir ni para razonar

Gloria tomoacute el brazo de su tiacutea y dando la izquierda mano al cardenal que la estrechaba con carintildeo dirigiose lentamente a la puerta Con su uacuteltima mirada semejante al postrer rayo del sol que se pone dando paso a la noche maacutes negra echoacute fuera de su alma toda aquella esencia a la par deliciosa y terrible que por tanto tiempo la habiacutea llenado Fue como un vaso de perfume que se vaciacutea por completo

D Buenaventura siguioacute a la familia que se retiraba D Juan Amarillo deseando ponerse a mayor distancia de Daniel Morton salioacute andando con las puntas de los pies hizo sentildeas al cura y a Sedentildeo y poco despueacutes los tres susurraban en el comedor

Morton habiacutea caiacutedo en una silla y su cabeza sostenida entre los brazos descansaba en el respaldo de ella Esther puso su blanca mano sobre los cabellos del joven y con voz treacutemula y carintildeosa dijo asiacute

-iexclTe he salvado hijo de mi corazoacuten Al fin eres miacuteo otra vez [320]

-iexclSalvarme -repuso Morton alzando con violencia el rostro- Yo probareacute la falsedad de tus palabras Me seraacute muy faacutecil probarla Mantildeana

-No seraacute faacutecil He tomado mis medidas

-Me has deshonrado de una manera cruel

-iquestQueacute me importa tu deshonra en este lugaroacuten oscuro y vil En todo el mundo brilla tu honor como el sol Ya eres miacuteo Mi ingenio y la suacutebita resolucioacuten de esa buena joven que sin duda ha conocido tu impostura nos han salvado Eres miacuteo -antildeadioacute con inmenso juacutebilo- eres nuestro Daniel no abjuras no abandonas nuestra religioacuten iexclOh hijo miacuteo me parece que te he dado a luz dos veces

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-No cantes victoria todaviacutea Ya oiacuteste lo que dijo ella No te creyoacute ella no duda de mi inocencia

-Pero ha renunciado a ser tu mujer Ha demostrado tener un buen juicio y una rectitud que tuacute no conoces

-iexclImpostora

-iexclY lo dices tuacute Yo he aprendido de ti Tambieacuten Jehovaacute ha hablado a mi corazoacuten y me ha dicho laquosaacutelvaleraquo iquestCrees que tuacute solo eres capaz de ser iluminado -antildeadioacute con ironiacutea- O el Sentildeor habla para todos o para ninguno [321]

-iexclElla no te ha creiacutedo no no podiacutea creerte Entre su pensamiento y el miacuteo como entre nuestros corazones existe una cadena misteriosa

-Ella no me ha creiacutedo pero me han creiacutedo los demaacutes Esta honrada familia no querraacute cuentas contigo

-Probareacute mi inocencia

-Asiacute como es faacutecil infundir sospechas es muy difiacutecil destruirlas El ser humano es asiacute Te exigiraacuten pruebas que a miacute no me han exigido

-Las dareacute

-Tendraacutes que ir a Inglaterra volver

-Ireacute volvereacute

-Pero en tanto tiempo Por ahora eres miacuteo Tengo el apoyo de una autoridad cuyo celo podraacutes tener idea observando que en mi dedo no existe ya el brillante de gran tamantildeo que me regalaste

Esther mostroacute su mano derecha

-Ese horrible alcalde -dijo Morton- no podraacute prolongar mucho su indigna farsa venal

-El coacutensul llega esta tarde Tambieacuten es miacuteo

-Me presentareacute al Gobernador

-Para eso se necesita tiempo y yo una [322] vez conseguido mi principal objeto que es poner una insuperable barrera de sospechas entre ti y los Lantiguas no te molestareacute maacutes

-iquestQueacute barrera es esa

-Ensentildear a esa gente la carta en que manifiestas a tu padre el secreto de tu cristianismo

-No puedes tener esa carta

-He telegrafiado a tu padre dicieacutendole que me la mande en cuanto la reciba -dijo Esther con la severidad de un juez que sentencia- Entretanto mi deseo ha sido aplazar detener La comedia de hoy no ha tenido otro objeto

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-iexclAplazar detener -murmuroacute Daniel meditando en cosa tan sencilla cual si se hubiera vuelto idiota

-Siacute el alcalde me ha asegurado que podriacutea detenerte hasta tres diacuteas amparado del desgobierno que hay en Espantildea Diraacute despueacutes que se equivocoacute que estabas predicando el hebraiacutesmo en las calles diraacute cualquier cosa y no perderaacute su vara por eso Ademaacutes de esto los Lantiguas si no estaacuten absolutamente convencidos de tus maldades sospechan y mientras sospechen no habraacute conversioacuten ni matrimonio ni nada En tanto llega la carta que escribiste a tu padre [323]

-Yo desbaratareacute tus maquinaciones Esto no puede ser Tendraacutes compasioacuten de miacute soy tu hijo iexclY dices que me has dado a luz dos veces Yo digo que la uacutenica ha estado de maacutes

-iquestPara queacute te afanas por lo imposible -dijo la madre carintildeosamente- Mis estratagemas lo mismo que tu febril desasosiego no tienen objeto ya Tu esposa te ha despedido Tu esposa se divorcia y toma otro marido el hombre clavado Y todaviacutea dudas todaviacutea tu alma se apega a ella que te desprecia

-Eso no puede ser

-iquestNo la oiacuteste

-Siacute pero seraacute un capricho momentaacuteneo Pasaraacute recobraraacute su buen juicio

Entroacute en el mismo instante D Buenaventura serio como quien asiste a un funeral y con voz conmovida dijo

-La resolucioacuten de mi sobrina es irrevocable Todo ha concluido

-iquestVerdad que no hay esperanzas -dijo Esther

-Ninguna Mantildeana partiraacute Gloria para Valladolid con mi hermana

En la pieza inmediata habiacutean cesado los susurros del alcalde Sedentildeo y Romero los tres atendiacutean [324]

-Salgamos de aquiacute -dijo Esther con impaciencia tomando el brazo de su hijo

-Todo ha concluido -repitioacute el banquero abrumado de pena- Dios no quiere no quiere porque en verdad se ha hecho todo lo que se ha podido

Daniel se levantoacute Pareciacutea que llevaba encima todo el peso del mundo

Esther y su hijo salieron Ella iba como quien va a la patria eacutel como quien marcha al destierro Al poner el pie en el jardiacuten el hebreo se estremecioacute de pies a cabeza sintiendo una voz Era la voz de Gloria que reiacutea Nunca habiacutea oiacutedo Daniel aquella hermosa voz desplegarse en risa semejante

-Adelante no te detengas -dijo Esther guiaacutendole como un lazarillo un ciego- Ya estamos en salvo

Unos cuantos pasos maacutes y salieron del jardiacuten en cuya puerta estaba Sansoacuten como gigante de centinela en el poacutertico de un castillo de hadas [325]

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- XXX -

La visioacuten del hombre sobre las aguas

Gloria y sus tiacuteos subieron tan taciturnos los cuatro que pareciacutean estatuas movibles Por la fisonomiacutea de cada uno podiacutea colegirse el estado de su alma Serafinita y el arzobispo oraban D Buenaventura renegaba Gloria sonreiacutea y al mismo tiempo su palidez tomaba un tinte cadaveacuterico Al entrar en su cuarto se sentoacute entre Serafinita y el prelado cada uno de los cuales le tomaba una mano

-iquestQueacute tal te encuentras chiquilla -dijo Su Eminencia tratando de dar un giro festivo a la situacioacuten

-Muy bien tiacuteo

-Mira tuacute por doacutende ha venido a resultar que escogieras el camino maacutes corto para llegar al Cielo -antildeadioacute D Aacutengel- Dime la verdad iquestestaacute tu alma tranquila [326]

-Siacute sentildeor me parece que tengo tranquilidad o una cosa que es como la tranquilidad -dijo Gloria oprimieacutendose el pecho

-iquestEstaacutes contenta

-Siacute sentildeor Cuando dije lo que puso fin a las cuestiones lo dije queacute seacute yo Parece que brotoacute en mi alma un surtidor una fuente El agua de ella fueron mis palabras

-iexclBendito sea el Sentildeor -exclamoacute Su Eminencia juntando las manos en actitud de oracioacuten

Por las mejillas siempre sonrosadas de Serafinita corriacutea una laacutegrima

-iexclEl Sentildeor es demasiado bueno con nosotros -exclamoacute la dama juntando tambieacuten las manos como D Aacutengel- Nos da satisfacciones y regocijos que no merecemos

-Querida tiacutea -dijo Gloria mostrando de nuevo aquella luacutegubre sonrisa que sobre su rostro haciacutea el efecto de las flores de trapo que se ponen a los nintildeos muertos- Cuando usted quiera nos iremos a Valladolid

-Mantildeana -repuso el Mefistoacutefeles del Cielo con viveza suma enlazando con ambos brazos el cuerpo de su sobrina

-iquestPara queacute tanta prisa

-Mantildeana mantildeana -repitioacute Gloria- Deseo morir [327]

-iquestQueacute es eso de morir -dijo Su Eminencia examinando con recelo el semblante de la joven

-Llamo yo morir a esto

-Tiene razoacuten -indicoacute Serafinita- Morir para todo y vivir soacutelo para Dios

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D Buenaventura salioacute del cuarto para anunciar al hebreo que la resolucioacuten de la hueacuterfana era irrevocable

-Iraacutes al convento cuando te repongas un poco -dijo el prelado- Tu salud no es buena iexclpobre y desgraciada nintildea No puedes ocultar que padeces mucho La resolucioacuten heroica que has tomado esta resolucioacuten que bastariacutea por la inmensidad del sacrificio que encierra a aligerar tu alma del peso de las maacutes grandes culpas si las tuvieras esta grande y meritoria abnegacioacuten que con asombro hemos presenciado no puede menos de producir un gran trastorno en tu ya decaiacuteda salud iexclOh iexclqueacute hermosa y grande me has parecido Bien conozco el estado de tu alma bien seacute que si no estaacute limpia auacuten del tenebroso amor que la ha oscurecido hase purificado de toda intencioacuten pecaminosa Bien seacute que en ella todo es rectitud deseo de enmienda afaacuten de poseer a Dios anhelo de humillacioacuten y de padecimientos Y si no tuviera yo respecto a ti tal convencimiento por la [328] confesioacuten que me has hecho bastariacutea el acto que acabamos de presenciar para creerte regenerada Y si ya no te lo hubiera dicho ahora te diriacutea con todo mi corazoacuten laquoLevaacutentate todos tus pecados te son perdonados Yo te bendigo en el nombre del Padre del Hijo y del Espiacuteritu Santoraquo

Gloria humilloacute su preciosa cabeza sobre la cual el apoacutestol puso su santa mano

-Por una circunstancia estimo meritoria y sublime tu determinacioacuten -antildeadioacute dejando el tono evangeacutelico- Tuacute afirmaste no creer nada de lo que la madre de ese hombre nos dijo

-iquestCoacutemo he de creerlo Al punto comprendiacute que era una farsa -repuso la joven

-Pues si le crees bueno y honrado (y en eso no seacute queacute decir pues tengo mis dudas) si al mismo tiempo le veiacuteas proacuteximo a abrazar tu religioacuten si todo se te presentaba propicio todo lisonjero iexclqueacute grande has sido al decir laquorenuncio a todo desprecio todos estos bienes temporales y transitorios y quiero perderme por salvarme quiero dejarlo todo por ti Dios y Sentildeor miacuteoraquo

-Antes morireacute que poner discordia entre una madre y un hijo -dijo Gloria mirando al cielo- Ademaacutes no creo en la sinceridad de su conversioacuten y el camino escogido aquiacute para [329] traer esa alma preciosa al reino de la verdadera luz no es el maacutes a propoacutesito Hay otro mejor

-Siacute hay otro el uacutenico -exclamoacute Serafinita con miacutestico arrebato tomando una mano de Gloria y estrechaacutendosela contra su pecho

-Eacutel seraacute cristiano -afirmoacute Gloria con emocioacuten

-Seraacute cristiano -repitioacute Serafinita

-Cuacutemplase la voluntad de Dios -dijo el prelado mirando al cielo- Ahora querida nintildea procura tranquilizarte Sereacutenate iraacutes al convento cuando esteacutes maacutes sosegada

Gloria volvioacute a sonreiacuter

-iquestEstaacutes alegre

-Siacute por delante de miacute -repuso la joven con cierto desvariacuteo- pasan unas cosas que me hacen reiacuter Son tan graciosas

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De pronto lanzoacute la carcajada que Daniel habiacutea oiacutedo al salir de la casa

D Aacutengel y su hermana asombrados y temerosos la miraron

-Gloria hija miacutea iquestqueacute tienes

-iquestPor queacute riacutees asiacute

La joven reclinoacute su cabeza en el respaldo del sofaacute y poco a poco fue extinguieacutendose en sus labios la risa y se quedoacute seria tomoacute su cara la taciturna seriedad de los muertos [330]

-iexclPobre hija de mi corazoacuten -dijo el pelado contemplaacutendola con laacutegrimas en los ojos- Buenaventura Buenaventura

El banquero subioacute con presteza

-Si no tengo nada -dijo Gloria apartando a un lado y otro de la frente sus cabellos- iquestQueacute hablan ustedes ahiacute de meacutedicos y de medicinas Yo no tengo nada Soacutelo estoy pensando en que antes morireacute que separar a un hijo de la madre que le adora

Y levantaacutendose dio algunos pasos con agilidad graciosa por la habitacioacuten

-No no esa carne mortal no estaacute buena -dijo Su Eminencia con disgusto- Buenaventura manda llamar a D Nicomedes

-Acaba de llegar y estaacute abajo charlando con el cura y con D Juan Amarillo

El meacutedico subioacute y sus chistes sus oportunas observaciones sus carintildeosos comentarios acerca del mal de Gloria alegraron por breve rato a toda la familia Era un hombre que infundiacutea a los enfermos un espiacuteritu de fortaleza tal que no podiacutea menos de influir lisonjeramente en la salud Curaba como cualquier otro buen meacutedico pero sus enfermos teniacutean mediante eacutel la fe y la devocioacuten de curarse Para hacer sus diagnoacutesticos empleaba las maacutes gallardas figuras Seguacuten eacutel el corazoacuten de Gloria era un caballo desbocado [331] Su pensamiento un paacutejaro que habiendo remontado mucho el vuelo se habiacutea cansado y no hallaba monte en que posarse y teniacutea que seguir volando o dejarse caer Sus nervios eran una casa de fieras en la cual se hubieran abierto todas las jaulas Con esto se reiacutea la familia

Antes de retirarse D Nicomedes dijo confidencialmente al prelado y a su hermano que el estado de Gloria le alarmaba mucho que el desorden de su naturaleza era completo que un absoluto reposo fiacutesico y moral sin ninguna emocioacuten era indispensable para salvar tan preciosa existencia y que esta sujeta a terrible crisis nerviosas podiacutea llegar a depender de un cabello

Con tales advertencias juzgaron conveniente someterla a un reacutegimen de descanso Despueacutes de obligarla a acostarse todos la acompantildearon en la primera parte de la noche compitiendo en manifestaciones carintildeosas y tratando a porfiacutea de dar a la tertulia el tono maacutes alegre Por consejo de D Buenaventura no se habloacute nada absolutamente de religioacuten ni de la escena de aquella tarde ni del convento de Valladolid ni de sacrificios ni de padecimientos ni de cruces ni de calvarios

El pobre banquero estaba afligidiacutesimo por ver malogrados sus generosos planes y sentiacutea [332] la compasioacuten maacutes viva hacia su sobrina Al anochecer tuvo que habeacuterselas

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con D Juan Amarillo que sin reparar en conveniencia alguna abordoacute el asunto de la compra de la casa Pero hallaacutendose D Buenaventura de muy mal talante el alcalde no pudo obtener tampoco aquella vez una respuesta categoacuterica por lo cual se retiroacute triste y mustio sin tener maacutes consuelo que mirar desde el jardiacuten la fachada del edificio y pensar en las reparaciones que le hariacutean por dentro y por fuera cuando Dios quisiera ponerle en sus manos

D Buenaventura dio una vuelta por el pueblo con objeto de ver algunas personas Despueacutes volvioacute a la casa Era tarde La familia habiacutea cenado ya y el prelado se retiraba a su cuarto Gloria aprovechoacute un instante en que estaba solo con ella en la alcoba su tiacuteo D Buenaventura y le llamoacute con la mano Acercose el banquero

-Tiacuteo -dijo Gloria con voz muy deacutebil- iquestquiere usted decirme una cosa

-Lo que quieras queridita -repuso Lantigua con el mayor criterio- iquestQueacute deseas saber

-Una cosa iquestSe han ido

-iquestQuieacutenes

-Esa gente

-iquestLos [333]

-Los judiacuteos -dijo Gloria bajando tanto la voz que apenas se oiacutea

-iquestA queacute te afanas por lo que no te importa Duerme en paz

-Deseo saberlo lo deseo mucho

-Pues bien nintildea miacutea se van mantildeana temprano La madre y el hijo estaacuten preparando todo

-iquestLes ha visto usted

Los ojos de la hueacuterfana brillaban tristes y curiosos

-Siacute y no He visto al hijo Hace un momento entraba en casa de Caifaacutes A dormir sentildeorita a descansar

Y carintildeosamente besoacute sus abrasadas mejillas El arzobispo y Serafinita entraron Los tres contemplaron en silencio a la joven que cerrando los ojos pareciacutea ceder a las primeras caricias del suentildeo D Aacutengel le dijo frases placenteras graciosas y llenas de caridad como eacutel sabiacutea hacerlo cuando visitaba enfermos Tomole el pulso encontrolo excitado mas no alarmante recomendole que rezara brevemente sin fatigar mucho la imaginacioacuten y por uacuteltimo manifestoacute el deseo de que no se quedara sola aquella noche Quiso velar junto a ella Serafinita pero Su Eminencia se opuso resueltamente a ello Instoacute la dama puacutesose Gloria de [334] parte de su tiacuteo estuvo a punto de enfadarse el metropolitano y entonces Serafinita cuya ley era la obediencia cedioacute el puesto a Francisca Esta trajo su colchoacuten encendioacute la lampara de velar enfermos y se dispuso a pasar alliacute la noche Retiraacutenronse los demaacutes

Pasaron las horas La casa estaba en profundo silencio Gloria se sumergioacute lentamente en las coacutencavas honduras de un letargo febril La pobrecita padeciacutea porque

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su espiacuteritu pugnaba por vencer aquel sopor de muerte y en sus esfuerzos habiacutea la treacutemula ansiedad del que suspendido sobre un abismo se agarra a la deacutebil rama de un aacuterbol para no caer Aquel abismo era la muerte La infeliz se abandonoacute al fin y llena de angustia dijo en su alma laquoMe mueroraquo Y en la vaguedad de sus sensaciones y de sus ideas se figuraba que su persona era simplemente un nombre escrito y deciacutea laquoMe borroraquo

Al mismo tiempo estrechaba sus dos brazos fuertemente contra el pecho Aquel ademaacuten era el amoroso y uacuteltimo adioacutes a dos seres queridos Gloria les besaba en idea y daacutendoles vida y cuerpo en su fantasiacutea poderosa les prodigaba tiernas caricias y los nombres maacutes dulces del lenguaje del corazoacuten La pobre enferma seguiacutea descendiendo Pareciole que veniacutea contra ella un soplo helado y agitaacutendose [335] y gimiendo como una llama se apagoacute Entonces dijo laquoVerdaderamente estoy muerta Ya no vereacute maacutes a las prendas de mi corazoacutenraquo

La pobre se sintioacute llorada por su familia se sintioacute amortajada por la piadosa mano de su tiacutea que se le representaba como un aacutengel blanco y sereno se sintioacute puesta en una caja friacutea y dura y fue rodeada de silencio y alumbrada de tristes luces Y sin embargo en medio de tan luacutegubre silencio ella atendiacutea al fenoacutemeno de su muerte lo observaba se miraba en eacutel como en claro espejo y en eacutel veiacutea reflejarse su hermosura su amor sus padecimientos todo lo que constituiacutea la desgraciada personalidad que en el mundo llevaba el nombre de Gloria

Se sintioacute bajada a un antro cavernoso y huacutemedo y encerrada en estrecho espacio sin aire sin luz Enorme peso habiacutea caiacutedo sobre ella junto a sus brazos extendiacuteanse entrelazadas como culebras las raiacuteces de los aacuterboles de los mismos aacuterboles que maacutes arriba meciacutean en clara y tibia atmoacutesfera sus hojas dando albergue a los paacutejaros Desde aquella profundidad sintioacute los pasos de los que auacuten viviacutean y entonces pensoacute con maacutes fuerza en las prendas de su corazoacuten Pensoacute tanto que las laacutegrimas brotaron de sus ojos corriendo como manantial escondido por aquella oscura entrantildea de la tierra Entonces [336] Gloria vio la extensioacuten de los cielos el mar pero no la tierra ni el sitio donde estaba Todo era claridad luz diacutea infinito Allaacute lejos distinguioacute al fin una especie de ribera mezquina montes una torre una torre y desde aquel horizonte veniacutea un hombre marchando a pasos de gigante Creciacutea al avanzar y avanzaba tanto que al llegar junto a la muerta tocaba el cielo con su cabeza Pasoacute sin verla y entrando en el mar corrioacute por encima de eacutel Se deslizaba como una nube En sus brazos llevaba un pequentildeo ser un nintildeo cuyos ojos brillaban como astros negros sobre la claridad del diacutea Gloria vio aquel precioso rostro infantil tan lindo que el Nintildeo Jesuacutes comparado con eacutel era feo y al verle su corazoacuten se partioacute en dos Observoacute la hermosa visioacuten y coacutemo alejaacutendose disminuiacutea El padre miraba siempre adelante el nintildeo hacia atraacutes Resbalaban sobre las aguas

Gloria dio un grito hizo un esfuerzo supremo uno de esos esfuerzos del alma que son capaces de tornar a infundir la vida en la carne abandonada rompioacute sus ligaduras levantoacute aquella enorme mole de tierra que teniacutea encima y si tuviera por cenotafio la piraacutemide de Cheops la levantara lo mismo se incorporoacute se puso en pie corrioacute [337]

Francisca sontildeaba tambieacuten mas sontildeaba cosas placenteras a saber que habiacutea venido su hermano de Ameacuterica trayendo mucho dinero Ambos eran ricos y felices Y al compaacutes con esta delectacioacuten de su espiacuteritu roncaba el cuerpo con estreacutepito Pero despueacutes tuvo una pesadilla horrible despertoacute sobresaltada miroacute al lecho de su amita y a la indecisa luz de la laacutempara observoacute que estaba vaciacuteo Miroacute a todos lados Gloria no estaba en la alcoba La pobre mujer sintioacute pavor inmenso y en el primer instante no

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pudo gritar porque le parecioacute que teniacutea un dogal al cuello pero al fin gritoacute y saliendo despavorida del cuarto llamoacute a D Buenaventura a Serafinita al cardenal Mayor fue su consternacioacuten al ver que despuntaba la aurora El grito de la buena mujer era

-La sentildeorita no estaacute iexclSe ha escapado [338]

- XXXI -

Mater amabilis

Habiacutea huido a las doce valieacutendose de los mismos medios que empleara algunas noches antes El profundo suentildeo de Francisca favorecioacute su evasioacuten del cuarto y las llaves que guardaba le abrieron las puertas de la casa Iba ligeramente vestida y con la cabeza mal cubierta por un pantildeuelo

Andaba cautelosamente al recorrer la casa pero con firmeza derecha a su objeto sin vacilar con marcha y ademaacuten que indicaban eneacutergica resolucioacuten Cuando se vio en campo libre dijo

-Corre alma miacutea corre

Y con pie ligero avanzoacute a la carrera por el camino real Su vestido claro flotando al viento daacutebale aspecto de una medrosa aparicioacuten de la noche Agitado su aliento por la velocidad [339] de su marcha tuvo que detenerse y dijo

-iexclOh queacute lejos estaacute Villamores No es todaviacutea Yo creiacute que llegariacutea de una carrera pero es maacutes allaacute maacutes allaacute detraacutes de aquella piedra

De nuevo emprendioacute la marcha primero despacio luego precipitadamente y se detuvo junto a una pared ruinosa medio cubierta de yerba

-No es todaviacutea -murmuroacute dando un suspiro- Es maacutes lejos auacuten Detraacutes de aquel aacuterbol que estaacute solo en medio del prado Por aquiacute se llega maacutes pronto que por el camino real

Abandonando el camino real tomoacute la vereda que cruzaba un prado y corrioacute por ella En la mitad de la senda detuacutevose mirando al suelo tapizado de flores que apenas se distinguiacutean en la oscuridad de la noche como juguetonas cabecitas agitadas por el viento todas de un color diseminadas en infinita muchedumbre formando misteriosa armoniacutea con las estrellas que abriacutean sus corolas de luz en la inmensa concavidad del cielo Gloria se arrodilloacute y dijo en alta voz

-Le llevaremos un ramo

Con su mano derecha arrancaba raacutepidamente las flores juntaacutendolas con los dedos de [340] la mano izquierda El ladrido de un perro daacutendole mucho miedo la hizo levantarse y seguir a corriendo Al llegar tras un gran castantildeo reconocioacute con asombro el terreno diciendo

-Si no he llegado todaviacutea Es maacutes lejos Detraacutes de aquella casa Un esfuerzo maacutes y llegareacute pronto

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La luna habiacutea salido de entre un grupo de nubes como una belleza que arroja sus tocas y se lanzaba locamente a la carrera por el azul profundo Como ella Gloria no volviacutea la vista atraacutes y avanzaba siempre avivando el paso a cada instante con la esperanza de llegar pronto Apretaba contra el pecho su ramo y diciendo

-Es mi uacuteltimo regalo Ya me parece que voy llegando Siacute llegareacute a tiempo de impedir Si tardo no los encontrareacute Corre alma miacutea corre

Pasando maacutes allaacute de la casa se sentoacute sin aliento sobre una piedra

-iexclOh Dios miacuteo -exclamoacute oprimieacutendose el pecho- iexclQueacute lejos estaacute Villamores iexclParece que huye de miacute

Echose atraacutes el pantildeuelo descubriendo su cabeza

-No no falta mucho -antildeadioacute- En subiendo esta cuesta iexclQueacute fatigada estoy [341] Se me rompe el corazoacuten No seacute coacutemo me canso si no tengo cuerpo Lo he dejado en la fosa

Subioacute la cuesta y sus ojos pudieron abrazar ancho horizonte Se veiacutea el mar a lo lejos confundieacutendose con el cielo por otro lado elevadiacutesimas sombras brumosas los montes las blancas casas destacaacutendose confusamente sobre la oscuridad de aacuterboles y praderas

-iexclOh aquella torrecita chica que parece un dedo sentildealando al cielo -dijo Gloria inundada de alegriacutea- aquella es Poco me falta iquestQueacute hay de aquiacute allaacute Cuatro pasos Llegareacute a tiempo

Faltaacutebale por andar la mitad del camino tres cuartos de legua La torre semejante a un dedo se veiacutea durante el diacutea pero de noche Gloria no podiacutea verla sino en su imaginacioacuten

-Un esfuerzo maacutes Cuatro pasos me faltan Los andareacute en una carrera porque tengo miedo de que vengan detraacutes de miacute y me cojan iquestEn doacutende estaacute mi ramo

Miroacute asombrada alrededor suyo Habiacutea perdido las flores

-Maacutes adelante cogereacute otras -antildeadioacute- Ahora no me puedo detener Si llego tarde no vereacute a las prendas de mi corazoacuten que huyen corriendo como las nubes sobre el mar iexclOh iexclDesgraciada [342] de miacute iexclEstar muerta y no poder seguirles iexclEstar en la fosa de Ficoacutebriga

Y se lanzoacute a la carrera hasta que le faltoacute la respiracioacuten Oyoacute canto a los gallos vio pasar a dos hombres ladraacuteronle algunos perros y una cabra saltando sobre las ramas hiacutezola temblar de miedo

-Adelante adelante Ya no me falta nada -deciacutea- Alas Dios miacuteo yo quiero tener alas como esas con que vuelan de mundo en mundo tus aacutengeles

Despueacutes de haber gastado sus escasas fuerzas en febril carrera encontrose casi imposibilitada de andar Sus rodillas se doblaban su cuerpo desmayado y flojo apenas podiacutea mantenerse derecho Soacutelo por un vigoroso esfuerzo de voluntad que arrancaba del potente sentimiento de su alma pudo andar con trabajo y lentamente un buen espacio A cada poco tiempo teniacutea que sentarse sobre una piedra o en el suelo

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-iexclOh Dios miacuteo -exclamoacute apoyando su cabeza en las rodillas- Si no podreacute llegar Si me quedareacute en este camino solo y friacuteo

Abrasadas laacutegrimas caldearon entonces sus mejillas y con esta raacutepida expansioacuten verificose en su mente como un deshielo y tuvo ideas claras y exacta conciencia de la realidad [343]

-iexclMe he creiacutedo muerta -dijo cruzando las manos- Viva estoy pues que padezco iquestPor queacute he venido aquiacute Es mi corazoacuten el que ha salido y ha echado a andar en medio de las confusiones de un delirio He tenido una congoja horrible un presentimiento Mi corazoacuten ha gritado iexclladrones No seacute lo que es esto Sin duda un disparate Pero yo quiero verle quiero verle a todo trance esta noche porque mantildeana entrareacute en un convento o morireacute Yo me creiacutea ya muerta iquestPuedo asegurar que no lo estoy Si parece que mi cuerpo se clava en la tierra que toda mi vida se paraliza Sentildeor dame aliento y un poco de vida Es preciso seguir adelante

Y siguioacute hasta que pudo ver de cerca la torre semejante a un dedo

-iexclYa estoy ya estoy -gritoacute con placentera sonrisa de alegriacutea- Me arrastrareacute si no puedo andar

Un cuarto de hora maacutes tardoacute pero al fin apoyaacutendose en una cerca de piedra y en los troncos de los aacuterboles pudo llegar a la anhelada ermita de Villamores

Villamores es una aldea cuyas casas diseminadas en gran extensioacuten se ven formando [344] grupos entre las verdes mieses Constituyen el grupo principal la iglesia la taberna y dos casas infanzonas de luacutegubre aspecto La iglesia es una humildiacutesima y caduca construccioacuten con puerta romaacutenica tejavana de podridas maderas y una torre Junto a la iglesia formando como una sola pieza se ve una casa que parece domicilio del sacristaacuten y en le vestiacutebulo existiacutean (ya han sido derribados) enormes y espesos aacuterboles que daban sombra a todo el edificio hacieacutendole maacutes negro de lo que era Pareciacutea un anacoreta tapujado con el capuchoacuten

Aquella noche veiacutease claridad en la puerta de la casa luminosos rayos que saliacutean por las hendiduras de la madera Acercose Gloria y al mismo tiempo oyoacute voces

-Estaacuten despiertos -dijo- Es cosa muy rara iquestQueacute hora seraacute

Acercose maacutes Creyoacute sentir ruido en la iglesia y vio tambieacuten luz al traveacutes de la ventana de ella

-Estaraacuten preparando la misa de alba -pensoacute- Llamareacute en casa de Mariacutea Juana

En la puerta de la casa habiacutea una gran hendidura Gloria miroacute por ella y estuvo a punto de perder el conocimiento tan grande fue su estupor [345]

iquestQueacute veiacutea Lo primero que vio fue un hombre alto rubio y grueso un gigante un San Cristoacutebal que estaba frente a la puerta Despueacutes vio la espalda y la cabeza de otro hombre sentado junto a una mesa Gloria no daba podiacutea creer a sus ojos porque aquel hombre era Daniel Morton La desgraciada joven sintioacute un temblor tan vivo que no pudo ni huir ni llamar ni hacer movimiento alguno

Tambieacuten vio una mujer Era Mariacutea Juana pobre viuda a quien Dordf Serafina habiacutea confiado la lactancia y la crianza del pobre nintildeo Mariacutea Juana era de buena edad guapa

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robusta honrada y discreta La elevacioacuten de su hijo mayor al sacristanato de Villamores despueacutes de que quedoacute viuda habiacuteale proporcionado aquella residencia que no teniacutea en verdad nada de fastuosa

Mariacutea Juana estaba junto a la mesa frente al caballero Sobre la mesa habiacutea una luz El caballero habiacutea sacado una cartera del bolsillo y empezaba a contar monedas de oro Poniacutealas en pequentildeas filas delante de Mariacutea Juana cuyos ojos devoraban con expresioacuten de ansioso arrobamiento aquel tesoro que surgiacutea delante de ella como los inverosiacutemiles caudales de los cuentos [346]

En la mente de Gloria vibroacute como un rayo la idea engendrada por aquel espectaacuteculo Con hondiacutesima turbacioacuten exclamoacute rasguntildeando la puerta y dando golpes en ella

-No me engantildeeacute iexclEstaacute comprando a mi hijo Juana Juana abre [347]

- XXXII -

Pascua de Resurreccioacuten

Los dos hombres se levantaron y Juana recogioacute con presteza el dinero Dio varias vueltas antes de abrir la puerta porque su azoramiento y confusioacuten la mareaban

-iexclSentildeorita Gloria -dijo torpemente al abrir- Usted aquiacute sola iexclDios nos valga

-iquestEn doacutende estaacute -dijo Gloria mirando a todos lados con desvariacuteo

-En la alcoba sentildeora -balbucioacute la madre del sacristaacuten- iquestEn doacutende habiacutea de estar tan hermoso como siempre No esperaba esta visita de su mamaacute

Gloria voloacute a la alcoba Todos fueron tras ella menos Sansoacuten a quien su amo mandoacute que saliese Juana alumbraba La madre corrioacute hacia la cuna donde se veiacutea la cara de un dormido [348] aacutengel sonrosado con cabellos negros y dos puntildeos de rosa cerrados fuertemente cual si quisieran apretar el aire

-iexclHijo miacuteo -exclamoacute la madre con desgarrador acento cayendo de rodillas junto a la cuna- iquestPor cuaacutento dinero te han comprado

Mariacutea Juana murmuroacute algunas palabras para disculparse

-Te perdono -afirmoacute Gloria sin mirarla

Y volvieacutendose a Morton le dijo sin rencor

-iquestEs cierto que le comprabas

-Es cierto -repuso gravemente- Una monja no es una madre Quiero llevaacutermelo y me lo llevareacute

Gloria se quedoacute meditabunda junto a la cuna

-Parece que Dios me ha traiacutedo aquiacute -dijo despueacutes de una pausa silenciosa y solemne- para impedir que roben a mi hijo

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-iexclRobar iquesteso puede decirse de un padre

-Es verdad he dicho mal -repuso Gloria miraacutendole con ternura- Pero no muerta yo mi hijo debe quedar al cuidado de mi familia

-iquestY por queacute no al cuidado miacuteo

-Porque estaraacute demasiado lejos Yo no le vereacute maacutes Pero sabiendo que mi sepultura no estaacute muy distante de la tierra donde eacutel viva [349] me consolareacute con la idea de sentir desde allaacute abajo sus primeros pasitos Mas no debo expresarme de este modo iquestno es verdad Mi pobre cuerpo seraacute polvo y nada sentiraacute En el Purgatorio donde padeceraacute mi alma tendreacute el consuelo de suponer a mi hijo en tierra de cristianos

Mariacutea Juana salioacute dejaacutendolos solos La alcoba era estrecha pero aseada El lecho la cuna y dos sillas la ocupaban casi toda y en la pared ademaacutes de un Cristo en estampa habiacutea varias laacuteminas devotas entre ellas una que representaba dibujadas con lentejuelas la planta del pie de Nuestro Sentildeor Jesucristo y la de su Madre

Daniel y Gloria se sentaron junto a la cuna La joven apoyaba fatigadamente su busto en el lecho cercano Teniacutea su semblante una sombra luacutegubre a ratos temblaba con friacuteo de enfermedad y si sus ojos reluciacutean con extraordinaria viveza su hermosa cabeza apenas podiacutea sostenerse sin el auxilio de la mano

-Gloria vida miacutea -dijo el hebreo rodeaacutendole los hombros con su brazo- Tuacute estaacutes intranquila Si es por lo que he hecho esta noche caacutelmate No hareacute sino tu voluntad

-Ya no tengo voluntad

-La has tenido bien firme y bien eneacutergica [350] -dijo Morton en tono de amarga queja- para rechazarme para renunciar a ser mi esposa y consagrarte al ascetismo en un convento cristiano iexclY queacute momento has escogido para abandonarme El momento en que yo haciacutea por ti el maacutes grande y el maacutes doloroso de los sacrificios

-Ya lo seacute el sacrificio de aceptar una religioacuten que aborreces iexclTerrible cosa es obligar al alma a una impostura semejante iexclCuaacuten claramente he leiacutedo en tu corazoacuten Tuacute me has dicho que nada de lo que siento se te oculta

-Es verdad

-Igual me pasa a miacute Hoy te he visto en espantosa lucha con tu conciencia y me ha dado miedo

-iexclMiedo

-Siacute me he horrorizado de verte haciendo el sobrehumano esfuerzo de jurar un Dios en quien no crees Admiro el sacrificio y lo agradezco en mi corazoacuten de mujer pero no puedo aceptarlo Mis tiacuteos que son tan sabios cayeron en el lazo pero yo que soy tonta te mireacute a los ojos y leiacute tu intencioacuten Hace tiempo que Dios me ha dado una perspicacia asombrosa No no seraacutes cristiano si mi Dios no te ilumina y mi Dios no te ha iluminado todaviacutea [351]

-Es verdad -dijo Morton confuso- que mi conversioacuten era fingida iquestA queacute negaacutertelo No podiacutea ser de otra manera Pero tuacute me debiste admitir tal cual yo iba en busca tuya debiste confiar en que tal vez nos entenderiacuteamos despueacutes de casados

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-Asiacute lo penseacute -repuso Gloria amorosamente- Yo deciacutea para miacute laquoeacutel viene con engantildeo pero cuando viva constantemente a mi lado confundidos nuestros pensamientos como nuestra vida yo le hareacute cristiano verdadero Insensiblemente vendremos a pensar y creer lo mismoraquo

-iquestY por queacute por queacute no has persistido en esa noble idea -exclamoacute Daniel con desesperacioacuten- iquestPor queacute cuando yo estaba a punto de salvarte has huido desairaacutendome de un modo incomprensible

-iexclAh Mi conciencia no me permitiacutea privarte de tu madre Yo la vi como una leona a quien han robado sus hijos Las terribles injurias que dijo de ti hicieacuteronme comprender la grandeza de su amor materno y de su fanatismo religioso

-No lo tiene su fanatismo es de raza

-Lo mismo da Al momento comprendiacute que ibas a perder a tu madre por miacute iexclSi vieras queacute espantoso eco produjo en mi amor materno la [352] desesperacioacuten de tu madre Lo que ella sentiacutea lo sentiacutea yo tambieacuten Penseacute en mi hijo iexclAy de miacute Si yo viviera muchos antildeos y le viera grande y de improviso me abandonara para unirse a una mujer de otra religioacuten iexclEsta idea me mata Esto no se puede imaginar

Mirando a su hijo exclamoacute con terror

-iexclSi yo viviera si yo te viera grande y huyendo de miacute para amar a una mujer enemiga de Jesucristo

Horrorizada se cubrioacute el rostro con ambas manos

-iexclLa religioacuten -dijo Morton sombriacuteamente- iexclSiempre el mismo fantasma pavoroso que nos persigue atormentaacutendonos Sombra terrible proyectada por nuestra conciencia en todas partes la encontramos no nos permite ni una idea libre ni un sentimiento ni un paso Es en verdad tremendo que lo que viene de Dios parezca a veces una maldicioacuten

-No hables asiacute -dijo la joven con pena- iquestPues queacute hemos de afligirnos por estas contrariedades de la tierra La tierra es pequentildea el Cielo grande Aquiacute todo es esclavitud alliacute libertad completa Las aspiraciones sublimes del alma son aquiacute esfuerzos que se estrellan contra invencibles muros allaacute son un vuelo majestuoso [353] que no tiene fin iquestPor queacute te afanas iquestPor queacute das tanta importancia a lo que he hecho esta tarde iquestQueacute importa eso Las separaciones de la tierra son las uniones de allaacute

-Tu fe es mucha

-Siacute Mi fe es grande y la tuya lo seraacute tambieacuten porque tuacute seraacutes salvo Dios hablaraacute en ti tuacute seraacutes cristiano No ha llegado la hora pero llegaraacute Esto es en miacute maacutes claro que la luz Ademaacutes iquestqueacute cosa enaltece y glorifica al alma tanto como el sacrificio Yo quiero y debo hacerlo Todo lo que aquiacute sea privacioacuten allaacute seraacute regalo

-iexclPobrecita -exclamoacute Daniel- Un exaltado idealismo te trastorna Por piedad no violentes la idea del sacrificio hacieacutendola contraria a las leyes que nos ha dado Dios Si me amas iquesta queacute esa renuncia cruel

-Para salvarte No hay redencioacuten sin viacutectima

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-Siacute yo aseguro que la puede haber lo aseguro

-Tuacute seraacutes salvo

-Mi salvacioacuten es amarte no quiero otra

-Entraraacutes conmigo en el Paraiacuteso

-Estando a tu lado estoy en eacutel

-Yo estoy llena de tranquilidad tuacute de agitacioacuten Yo confiacuteo y espero tuacute dudas Yo abrigo la seguridad de nuestra dicha futura pero tu [354] alma incapaz de comprender esto vacila y lucha con los errores que la poseen Pero ella saldraacute de ese caos ella que merece la luz la tendraacute iexclOh iexclcuaacutento hubiera sentido morirme sin decirte estas cosas Mi pena maacutes grande aquella a que no podiacutea resignarme era la de verme al borde del sepulcro y no tener un instante a mi disposicioacuten para poder decir esto que te digo He delirado como los que se mueren he sentido que la vida se iba acabando en miacute desesperada y confusa he dicho mil disparates he reiacutedo como los tontos he notado que cada parte de mi ser se dislocaba con las espantosas contracciones de la muerte No seacute queacute idea terrible queacute fuerza misteriosa me arrojoacute de mi cama y me trajo aquiacute Entre tanto desvariacuteo mi pobre razoacuten vio con claridad una cosa que me robariacuteas a mi hijo para poseerme en eacutel Mi tiacuteo me dijo que te habiacutea visto entrar en casa de Caifaacutes Sospecheacute Yo me moriacutea pero no estaba muerta y si hubiera estado muerta habriacutea resucitado Saliacute corriacute voleacute iexclQueacute dicha tan grande poderte confiar mis uacuteltimos pensamientos antes de morir Estos pensamientos me hubieran pesado mucho llevaacutendomelos conmigo

Inclinoacute la cabeza sobre el lecho cercano Daniel acudioacute a ella [355]

-iexclOh iexclqueacute bien estoy aquiacute -dijo Gloria mirando a los ojos de su amigo a distancia de pocos dedos- iexclMi hijo iexcltuacute lo que maacutes amo en el mundo

-Esos son los sentimientos maacutes legiacutetimos maacutes naturales y maacutes caros a tu Dios y a todos los dioses -dijo Morton- iquestPor queacute no has ajustado tus acciones a ellos despreciando todo lo demaacutes

-Amigo miacuteo -dijo ella cerrando los ojos- Dios me demuestra su bondad permitieacutendome morir asiacute

-No pienses en muerte -indicoacute Daniel extraordinariamente alarmado del aspecto abatido de su amiga- iquestQuieres que llame iquestQueacute tienes

-Nada nada -repuso Gloria miraacutendole maacutes de cerca auacuten tan de cerca que los ojos de entrambos cambiaban sus reflejos de pupila a pupila- No llames a nadie Si entrara alguien no estariacuteamos solos iexclQueacute bien me siento iquestEn doacutende estaacute mi hijo

-Aquiacute iquestno lo ves

-iquestQuieres hacerme un favor

-iquestQueacute

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-iexclAy no puedo moverme Parece que todo lo que hay en miacute de vida se detiene y soacutelo queda con movimiento el incansable corazoacuten [356] Levaacutentame en tus brazos y recueacutestame en ese lecho Pon despueacutes al nintildeo junto a miacute

Daniel hizo lo que ella le mandaba

-Voy a llamar -dijo despueacutes

-No te ruego que no llames No necesito nada Ahora estoy muy bien Me siento ahora como nunca Pero dime iquestestamos solos

-Enteramente solos iquestPor queacute no duermes amor miacuteo -dijo el hebreo abrazando con pasioacuten su hermosa cabeza

-A eso voy querido -dijo Gloria con festiva confianza- Y te aseguro que tardareacute un ratito en despertar

-Voy a llamar a esa mujer -repitioacute Morton cada vez maacutes inquieto

-Si la llamas me voy a dormir a mi casa -dijo Gloria detenieacutendole por un brazo- Para el mal que yo siento tu compantildeiacutea sola y la de este nintildeo es lo que maacutes me agrada

-iexclOh queacute benditas palabras estaacutes diciendo -exclamoacute Daniel trastornado de juacutebilo y emocioacuten- iexclY siendo como eres no puedo llamarte mi esposa Esto es un crimen un crimen horrendo del cual Dios tu Dios o el miacuteo cualquiera de ellos nos ha de pedir cuenta en la otra vida

-Ves esto con mirada baja y pequentildea Yo llevo la idea de nuestros desposorios por caminos [357] maacutes altos Tuacute la veraacutes cuando seas salvo y entonces me daraacutes las gracias pobre ciego Pero dime iquestestamos en efecto solos

-Solos iexclOh si pudieacuteramos estar asiacute toda la vida si pudieacuteramos huir romper con todo el mundo labrarnos un mundo para nosotros si pudieacuteramos gozar de esta grata soledad perpetuamente como es nuestro destino iexclcuaacuten pronto querida miacutea derribariacuteamos los vanos altares en cuya piedra nos han degollado y levantariacuteamos en su lugar otro uno solo para los dos

-Eso sucederaacute cuando tuacute vengas a Jesucristo -repuso la joven con alegriacutea- Yo estareacute entonces muy lejos pero por grande que sea la inmensidad infinita te reconocereacute en ella y te dareacute la mano

-Jesucristo iexclSiempre ese nombre

-iexclSiempre Seacute que entraraacutes en su reino y ese es mi consuelo es la idea que me ha salvado de la desesperacioacuten y del infierno es la idea que me proporciona una dulce muerte la purificacioacuten de mi alma y la seguridad de mi entrada en el Cielo Por esa idea la muerte es dulce para miacute y ella basta a llenar de gozo mis uacuteltimos momentos

-Por Dios no hables de morir -dijo Morton- Viviraacutes y seraacutes miacutea Dame la mano [358]

-iexclEl corazoacuten te doy -exclamo Gloria con la voz maacutes divina que puede oiacuterse tomando la mano de su amigo y oprimieacutendola contra su pecho- Desde que al nacer dio el primer latido fue tuyo Te amoacute judiacuteo lo mismo que te habriacutea amado cristiano porque

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te amoacute en Jesucristo para quien todos los hombres son iguales iexclEsposo te doy con la boca el mismo nombre que hace tiempo y a todas horas te doy con mi pensamiento He vivido en ti y en ti muero

-Y sin embargo cruel tuya es la culpa de nuestra separacioacuten porque siendo sin saberlo coacutemplice de mi madre has desbaratado juntamente con ella mi proyecto

-Lo he desbaratado porque hubiera tenido sobre mi conciencia la desesperacioacuten de tu madre Al verla dije laquoantes morireacute que poner discordia entre un hijo y una madreraquo Ademaacutes tu conversioacuten no era sincera Sobre todas las cosas me cautivaba en aquella hora la idea de que este horrible conflicto en que se encuentran nuestras almas no habiacutea de concluir sino por un gran sacrificio y de que este sacrificio debiacutea hacerlo yo Y no daraacute sus frutos en este mundo miserable sino en otro allaacute donde brotan y se alzan llenas de aromas y bellezas las flores cuya semilla hemos arrojado aquiacute [359]

-Yo admiro tu sacrificio pero no lo comprendo -dijo Daniel con amargura- Esa solucioacuten de que hablas iquestdoacutende ha de ser realidad iquesten ese horrible convento donde te encerraraacutes desde mantildeana

-No en el Cielo -repuso Gloria con angelical sonrisa- Me alegro de que la muerte me impida ir al convento Asiacute es mejor mucho mejor En el convento me habriacutea sido imposible convertir el amor que te tengo en la pasioacuten miacutestica que mi tiacutea me presenta como modelo de la perfeccioacuten cristiana me habriacutea sido imposible olvidar a mi hijo y dejar de consagrarle todas las horas De este modo muriendo despueacutes de haber renunciado todos los goces creo haber llevado bastante mi cruz y expiro confiando en que Dios ha de salvarnos a los dos

-iexclOh tuacute no moriraacutes Gloria no moriraacutes todaviacutea -exclamoacute Daniel besando su frente- pero si murieras tu muerte seriacutea un suicidio habriacuteas sucumbido a esa insensata mortificacioacuten moral a esa cruel renuncia de bienes legiacutetimos iexclPobre aacutengel extraviado Te has estado matando lentamente diacutea tras diacutea El padecer seraacute meritorio pero el padecer por el padecer no puede ser una religioacuten Has sacrificado un porvenir que podiacutea haber sido risuentildeo has ahogado una familia naciente Siempre que se [360] puede hacer el bien debe hacerse en vida mayormente si se hace tambieacuten a los demaacutes Tuacute impidiendo que nos entendieacuteramos impidiendo que nos unieacuteramos en viacutenculo civil para poder llegar a la reconciliacioacuten de nuestras ideas te has matado a ti misma y me has matado a miacute y difieres nuestra dicha y nuestra unioacuten para la otra vida pudiendo haberla realizado en esta Te entrometes en la obra de Dios querida

-No eres cristiano iquestcoacutemo has de comprender esto iexclPero tuacute lo comprenderaacutes En este mundo no podiacutea ser yo tu esposa porque tu conversioacuten era una falsedad No hay que afligirse el alma es libre y su inmortalidad le ofrece tiempo caminos sin fin para alcanzar el bien que desea Yo muero con gozo y muriendo siento inefable regocijo al decirte laquoDaniel tuacute seraacutes salvo por mi mediacioacutenraquo Mi fe en Jesucristo me inspira esta confianza

Debilitaacutendose su voz empezoacute a temblar con leves convulsiones

-Tengo friacuteo -murmuroacute- abriacutegame Que estos uacuteltimos cuidados que me prestas sirvan para fijar maacutes en ti mi memoria Dios me ha concedido el beneficio de morir en tus brazos para que de este modo mi muerte selle tu persona y quedes marcado para la redencioacuten que vendraacute [361]

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-No hables de morir no hables de eso -exclamoacute Daniel arropaacutendola con las mantas

-Hace tiempo que estoy muriendo Mi corazoacuten que es el que tiene la herida me anuncioacute el fin Ahora mismo parece que eacutel estaacute tirando tirando para arrancar sus propias raiacuteces

-Tu delirio te engantildea Vive aunque no seas para miacute aunque mueras de otra manera en esa equivocada perfeccioacuten del convento cristiano

-iexclQueacute bueno ha sido Dios para miacute iexclSiacute queacute bueno -dijo Gloria- Bueno porque me permite morir a tu lado bueno porque me evita entrar en el claustro donde tu recuerdo y el de mi hijo no me habriacutean permitido ser santa iexclOh queacute imperfecta soy En miacute todo es humano y el misticismo esa singular manera de amar a Dios con pasioacuten sobresalto y congojas de enamoramiento no caben en mi espiacuteritu Muero sin poder desarraigar de mi pecho lo mundano Pero Jesucristo a quien adoro tendraacute misericordia de miacute me ensentildearaacute otros caminos mejores y aprendereacute el amor divino y me abrasareacute con gozo en esa pasioacuten siempre que en ella haya algo de ti y de mi hijo pues sin uno y otro no comprendo nada de amor

Debilitaacutendose maacutes antildeadioacute

-Me siento morir Yo creo que estoy muerta [362] ya y que hablo y te miro por especial favor de Dios para que no te quedes solo todaviacutea Todo en mi ser se acaba Toca mi corazoacuten veraacutes coacutemo apenas late Mi vista se turba ya iquestEn doacutende estaacute mi hijo

-Aquiacute iquestno lo ves

Gloria se volvioacute sobre su derecha para abrazar al pobre nintildeo que seguiacutea durmiendo

-Un favor te pido segura de que me lo has de conceder -dijo Gloria tomando la mano de su amigo

-Di

-Que no robes a mi hijo ni lo compres ni intentes arrebatarlo jamaacutes a la patria y a la familia de su madre Quiero que sea educado entre cristianos

-Yo te juro que se cumpliraacute tu deseo -repuso Morton con voz turbada

-No te alejes esposo miacuteo no te separes de miacute ni un solo momento

-Si estoy aquiacute

Daniel la observoacute con terror y vio que sus facciones tomaban un tinte luacutegubre y que sus hermosos ojos se nublaban

-iexclQueacute placer -dijo cerrando los ojos y estrechando con su brazo derecho al pobre nintildeo que seguiacutea durmiendo- Te suplico que ames mucho a mis tiacuteos pues todos son buenos y han [363] deseado mi bien Me enterraraacuten al lado de mi padre y de mis hermanitos

El hebreo sintioacute la maacutes horrible angustia Comprendiendo la gravedad del estado de Gloria no se atreviacutea a separarse de ella Y sin embargo era indispensable llamar pedir socorro Llamoacute a la duentildea de la casa pero nadie le respondioacute

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-iquestEstaacuten ahiacute mis tiacuteos -dijo Gloria abriendo los ojos- Siacute les veo ahiacute estaacuten Sentiriacutea no despedirme de ellos Ya querida tiacutea estaraacute usted contenta de miacute El sacrificio que usted me pediacutea iquestno estaacute hecho La renuncia que usted me aconsejaba iquestno estaacute hecha

Su espiacuteritu despueacutes del periacuteodo de lucidez en que le hemos visto habiacutea sido de nuevo arrastrado a las tenebrosas corrientes circulares del delirio estado vertiginoso tan semejante a los remolinos del agua en la tromba

-Pero la idea de usted querida tiacutea -prosiguioacute la enferma- no ha podido triunfar completamente en miacute y al presentarme delante de Dios le presento las prendas de mi corazoacuten y los nobles afectos de que no puedo desprenderme iexclOh Dios miacuteo no me es posible amarte como a un novio No te veo grande y superior a todas las cosas sino cuando veo bajo tu sombra a los que he amado en el mundo Por Ti [364] mi esposo y mi hijo subiraacuten conmigo a descansar a la sombra de ese aacuterbol celestial en cuyas ramas cantan los aacutengeles

Su voz se fue apagando y sus facciones se alteraron demacraacutendose Morton no pudo resistir maacutes aquella situacioacuten y salioacute corriendo En la sala inmediata no habiacutea nadie Vio una puerta que conduciacutea a oscuro pasillo entroacute por eacutel y despueacutes de andar regular trecho en tinieblas salioacute a un recinto alumbrado era una iglesia En el altar donde ardiacutean algunas luces un pobre y humilde cura con la casulla raiacuteda empezaba la misa de alba La tercera parte de la iglesia estaba llena de aldeanos Morton desde la puerta de la sacristiacutea gritoacute con todas las fuerzas de su voz

-iexclSocorro

Mientras eacutel estuvo fuera Gloria sin notar su ausencia hablaba de este modo

-iexclOh querido tiacuteo ha vencido usted queacute grato consuelo para miacute Mi conciencia no me acusa de nada y muero tranquila con la santa absolucioacuten que usted me dio esta tarde en nuestra capilla iquestEstaacute usted contento de miacute Lo espero Ninguacuten nuevo pecado tengo que revelar iquestNo dije que me era imposible dejar de amarle Si ahora estaacute a mi lado no le acuse usted a eacutel Yo he venido aquiacute y he venido [365] sin culpa Dios nos ha puesto juntos en sentildeal de nuestra unioacuten eterna allaacute donde no hay maacutes que una religioacuten Usted llora querido tiacuteo iquestpor queacute Soy feliz Esta tarde al confesarme le dije que me cautivaba la idea del sacrificio y que deseaba hacerlo Usted no lo aproboacute aconsejaacutendome el casamiento que ya era posible pero se presentoacute la madre vinieron obstaacuteculos aprovecheacute la ocasioacuten me declareacute libre renuncieacute iquestQueacute mayor gozo que realizar en el Cielo faacutecilmente lo que en la tierra es tan difiacutecil Usted sonriacutee iquestNo es verdad que tengo razoacuten iexclBendita sea esta grandiosa idea iexclRenunciar para poseer iexclMorir para vivir iexclDecir que no para que Dios nos diga siacute Bienaventurados los que padecen Usted llora querido tiacuteo y llorando me bendice Ya estoy cerca adioacutes

Morton volvioacute corriendo al lado de ella Tras eacutel veniacutean Mariacutea Juana y otras dos mujeres

-iexclSe muere se muere -exclamoacute Daniel con desesperacioacuten

-Avisemos a la casa

-Siacute siacute iquestNo hay un meacutedico aquiacute

-Siacute sentildeor le llamaremos Corre corre tuacute

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-Gloria Gloria -dijo el hebreo llamando a su amiga- iquestNo me oyes [366]

-Siacute -contestoacute con entera voz- Esposo esposo miacuteo soy feliz porque estareacute unida a ti en la vida sin fin iquestDoacutende estaacutes

-Aquiacute contigo iquestno me ves

-iquestY mi hijo

-Aquiacute tambieacuten

-Ya te veo ya le veo -exclamoacute demostrando en su mirar y en el tono de su voz que se hallaba de nuevo en estado de lucidez

Su espiacuteritu aleteaba entre el cielo y la tierra

Daniel la besoacute ardientemente intentando reanimar con el calor de su boca aquel hermoso cuerpo que iba cayendo en el friacuteo abismo de la muerte Gloria abrioacute los ojos y su mirada pareciacutea una resurreccioacuten porque puso en ella toda la expresioacuten toda la vida todo el sentimiento y la gracia de sus maacutes felices diacuteas Al mismo tiempo sonreiacutea La que habiacutea sido gala de la tierra y regocijo de la Humanidad se deteniacutea auacuten en la puerta del cielo y vuelta hacia el valle de laacutegrimas le consagraba su uacuteltima mirada y su uacuteltima sonrisa como el desterrado que ha tomado carintildeo al paiacutes de su destierro y desde la frontera de su patria lo contempla

Elevando entonces los ojos al cielo y enlazando sus manos con las del autor de su desgracia exclamoacute [367]

-Creo en Dios en mi alma inmortal inmerecedora del bien si Jesucristo no la hubiera redimido del pecado original creo en Jesucristo que murioacute por salvarnos en el juicio final en la remisioacuten de los pecados

Con los labios con el corazoacuten que se le partiacutea de dolor y expulsando el juicio de siacute en aquel instante supremo Daniel dijo

-Tambieacuten yo creereacute todo lo que tuacute crees

La moribunda hizo un esfuerzo por incorporarse murmurando

-En Jesucristo -murmuroacute

-Tambieacuten -dijo Morton creyeacutendose el maacutes cruel de los hombres si no lo deciacutea

-En el uacutenico Dios -antildeadioacute ella

-iexclEsa esa esa es la mejor religioacuten -exclamoacute el israelita estrechaacutendola en sus brazos con delicadeza- Creo en ti en la fuerza inmensa de tu espiacuteritu divino al cual espero estar unido por toda la vida allaacute donde no hay maacutes que una religioacuten

-iexclLa miacutea -balbucioacute la moribunda con sonrisa inefable

-iexclLa nuestra -dijo Morton traspasado de angustia

Hubo un instante de silencio El hombre contemploacute en las pupilas de su amada el tenebroso hundimiento de la vida en los abismos [368] ocultos cuya luz no vemos los

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de acaacute Sintiose fuertemente asido como presa que va a ser arrastrada y con los uacuteltimos alientos de la joven oyoacute estas palabras

-Mantildeana mantildeana seraacutes conmigo en el Paraiacuteso

Todo el movimiento y la fuerza nerviosa que estrechaban el cuello del hebreo cesaron Separose la persona de Gloria de la armoniacutea de lo viviente y su bella faz se fue apagando como ascua quedando en perfecta calma aquella ceniza hermosa y tibia a cada instante maacutes friacutea maacutes blanca y maacutes inmoacutevil Creeriacutease que auacuten susurraba la vida en sus labios mas era ilusioacuten Era que persistiacutea la expresioacuten sublime de sus sentimientos y aquella ceniza sin lumbre amaba al parecer todaviacutea Los aacutengeles acercaacutendose suavemente la tocaron con sus blandas manos la examinaron la suspendieron y el fatigado espiacuteritu suspiroacute al tener conciencia de su nueva vida A punto que el alma libre tendiacutea su primera mirada por lo infinito Daniel Morton oyoacute las campanas que dentro y fuera de la iglesia sonaban con estreacutepito Era el momento en que el cura cantaba con su vieja vocecilla Gloria in excelsis Deo Todo era alegriacutea en memoria de la resurreccioacuten del Sentildeor [369]

- XXXIII -

Todo acaboacute

Poco despueacutes entroacute a iluminar el fuacutenebre cuadro un rayo de sol uacutenica antorcha digna de aquel cadaacutever Con el diacutea llegaron anhelantes y llenos de congoja D Buenaventura Serafinita y varios criados de la casa Puede comprenderse su consternacioacuten al ver lo que encerraba la triste alcoba donde los gemidos de un hombre y el llanto de un nintildeo que se comiacutea los puntildeos haciacutean maacutes teacutetrico el silencio inalterable de aquellos labios cuyas palabras habiacutean dado alegriacutea al mundo

Dordf Serafina cayoacute de rodillas invocando al Sentildeor y su hermano despueacutes de los primeros momentos de sorpresa y dolor pidioacute explicaciones que no le fueron dadas Maacutes tarde y cuando lo que restaba de la sentildeorita fue trasladado a Ficoacutebriga D Buenaventura a quien acompantildeoacute por el camino el hebreo pareciacutea no tener dudas acerca de la inocencia de este en tan desastroso fin

D Aacutengel medio muerto de pena no quiso [370] salir de su habitacioacuten Madama Esther encerrada tambieacuten en la suya teniacutea los ojos encendidos de tanto llorar Fue un diacutea de general laacutestima y pena en la villa mariacutetima y el tiempo apacible desaparecioacute ponieacutendose oscuro centildeudo y lloroacuten el cielo Corriacutean los vientos y quejaacutendose alborotada la mar dejaba oiacuter en toda la costa sus mugidores ayes

A la mantildeana siguiente hubo entierro al que asistioacute gran gentiacuteo la mayor parte de eacutel por verla que ninguna curiosidad es tan viva como la que inspiran los muertos que en vida han sido objeto de la atencioacuten puacuteblica Muchos lloraban durante la triste ceremonia Caifaacutes pareciacutea un muerto que saliacutea del hoyo para enterrar a un vivo el cura dragoacuten formidable de los mares y de los montes sollozaba como un nintildeo D Juan Amarillo simbolizaba correctamente la tristeza oficial muchos asistentes deciacutean con maacutes asombro que compasioacuten

-Todaviacutea estaacute guapa

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A las diez de la mantildeana la tierra habiacutea ya pasado su nivel sobre el cuerpo y el mundo seguiacutea su marcha Ideas y acontecimientos todo marchaba en la rueda fatal dejando atraacutes aquella idea y aquel suceso caiacutedos ya y segregados del movimiento humano En tal movimiento debemos comprender la dispersioacuten de [371] los personajes principales de esta historia dispersioacuten luacutegubre y oscura como la retirada de los ejeacutercitos que han dado encarnizadas batallas sin victoria Tambieacuten aquellos nobles corazones habiacutean venido de lejanas y contrapuestas tierras para pelear habiacutean peleado y se retiraban despueacutes chorreando sangre preciosa iquestQuieacuten los lanzoacute al baacuterbaro combate iquestVolveriacutean a empentildearlo La querella subsistiacutea subsiste y subsistiraacute pavorosa y antes de que se acabe muchas Glorias sucumbiraacuten ofrecieacutendose como viacutectimas para aplicar al formidable monstruo que toca con la mitad de sus horribles patas a la historia y con la otra mitad a la filosofiacutea monstruo que no tiene nombre y que si lo tuviera lo tomariacutea juntando lo maacutes bello que es la religioacuten con lo maacutes vil que es la discordia muchas Glorias sucumbiraacuten siacute arrebataacutendose del mundo que encuentran despreciable a causa de las disputas y corriendo a presentar su querella ante el Juez absoluto

En el mismo diacutea partieron D Aacutengel y su hermana el uno para su dioacutecesis la otra para su convento o antesala de la bienaventuranza eterna Partieron tambieacuten los hebreos como desterrados D Buenaventura se quedoacute dos diacuteas maacutes para arreglar ciertas cosas pero al fin marchoacute tambieacuten Rechinaron las llaves de la casa [372] se cerroacute todo no quedoacute alliacute maacutes que el viento que jugaba con las persianas rotas y daba vueltas por las cuatro fachadas De la que regocijaba el universo con su presencia no quedaba nada visible y donde ella habiacutea vivido no habiacutea maacutes que soledad silencio olvido El antildeo pasado o si se quiere cuatro antildeos despueacutes de los sucesos referidos vimos restaurada la casa de Lantigua D Juan Amarillo no habiacutea podido atrapar tan hermosa finca y estaba liacutevido de desesperacioacuten tristeza y codicia por lo cual burlonamente le llamaban los de Ficoacutebriga D Juan Verde Su esposa atacada de una ictericia croacutenica se consumiacutea tristemente roiacuteda por un diente de cobre que le destrozaba las entrantildeas

Habiendo conservado la casa para siacute D Buenaventura pasaba en ella los veranos con su simpaacutetica familia De la sentildeorita Gloria nadie o casi nadie se acordaba ya La aureola de memorias humanas se habiacutea marchitado en su frente pero iquestqueacute le importaba si teniacutea otra de luz inextinguible cuyo resplandor no por sernos oculto es menos vivo Sobre su tumba habiacutean grabado catorce apellidos D Silvestre [373] quiso que se pusiera tambieacuten un verso un elogio cualquier cosita aconsonantada de esas que constituyen la fuacutenebre gacetilla de los cementerios pero D Buenaventura no lo consintioacute El olvido en que poco a poco ha ido quedando su preciosa memoria debe ser para ella muy placentero si desde la celestial inmortalidad donde reside puede dirigir una mirada de laacutestima a Ficoacutebriga

De Serafinita se teniacutean noticias edificantes Su santidad creciacutea sin que disminuyera su bondad lo que era garantiacutea de la salvacioacuten de alma tan notable D Aacutengel no volvioacute maacutes a Ficoacutebriga y seguiacutea gobernando su dioacutecesis como eacutel sabiacutea hacerlo Ahora se dice que le van a trasladar a otro arzobispado de maacutes importancia y en verdad lo merece Recordaba siempre con amargo disgusto los sucesos del Saacutebado Santo de aquel antildeo y la problemaacutetica conversioacuten iquestpero queacute podiacutea eacutel hacer santo varoacuten en medio de la terrible batalla de las conciencias Si en aquel diacutea no entroacute alma nueva en el reino de Dios no fue por culpa del digno y soliacutecito pastor

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En el mismo antildeo a que me refiero es decir cuatro despueacutes de aquella Semana Santa ceacutelebre en Ficoacutebriga por sus espleacutendidas procesiones (y no hubo maacutes porque D Buenaventura dedicoacute [374] su dinero a empedrar la villa) cuatro antildeos maacutes tarde repito un precioso nintildeo jugaba en el jardiacuten de Lantigua Era y es la imagen viva de aquel chiquillo divino cuyos ojos tan lindos como inteligentes miraron con amor al mundo antes de reformarlo Diriacutease de eacutel que no nacioacute de madre sino por milagro del arte y de la fe que le dio cuerpo y vida la ardiente inspiracioacuten de Murillo En Ficoacutebriga le llamaban y le llaman el Nazarenito Tiene los ojos de su madre y el perfil de su padre gracia armoniacutea cierta severidad lumbre extraordinaria en la fisonomiacutea el cabello castantildeo y rizado Todos le adoran le criacutean hasta con mimo porque D Buenaventura no sabe negarle nada y es de oiacuter el horrible estreacutepito que hacen en la casa sus caballos de palo sus aros con timbre sus carretones sus trompetas sus velociacutepedos sus fusiles sus tambores y demaacutes instrumentos de juego con que le obsequian un diacutea y otro sus primitas su mamaacute Antonia y su tiacuteo Ventura

Entonces es decir el antildeo pasado estaba vestido de luto Eacutel no sabiacutea por queacute pero habiacutea una razoacuten y era que su padre habiacutea muerto en Londres iquestDe queacute clase de muerte mejor dicho iquestde queacute enfermedad De una que no tiene nombre Habiacutea muerto despueacutes de dos antildeos de locura motivada por la extrantildea y sin igual [375] maniacutea de buscar una religioacuten nueva la religioacuten uacutenica la religioacuten del porvenir Eacutel deciacutea que la habiacutea encontrado iexclPobre hombre Meditando se consumioacute perdioacute la razoacuten y al fin se apagoacute como una laacutempara a la cual dan un soplo

iquestEncontrariacutea su idea allaacute donde alguien le esperaba impaciente y quizaacutes con hastiacuteo del Paraiacuteso mientras eacutel no fue Es preciso contestar categoacutericamente que siacute o dar por no escrito el presente libro

Y en tanto aquiacute iquestno debemos aspirar a que sea verdad en lo posible lo que sontildearon la enamorada de Ficoacutebriga y el loco de Londres Tuacute precioso y activo nintildeo Jesuacutes estaacutes llamado sin duda a intentarlo tuacute que naciste del conflicto y eres la personificacioacuten maacutes hermosa de la humanidad emancipada de los antagonismos religiosos por virtud del amor tuacute que en una sola persona llevas sangre de enemigas razas y eres el siacutembolo en que se han fundido dos conciencias haraacutes sin duda algo grande

Hoy juegas y riacutees e ignoras pero tuacute tendraacutes treinta y tres antildeos y entonces quizaacutes tu historia sea digna de ser contada como lo fue la de tus padres

FIN DE LA NOVELA

MADRID

Marzo- Abril -Mayo de 1877

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  • Gloria
    • Primera Parte
      • - I -
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      • - XXXVII -
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        • Segunda Parte
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contra otros formando el nobiliacutesimo conjunto urbano que los siglos llamaron Ficoacutebriga Eleacutevase en el centro la torre no acabada semejante a una cabeza sin sombrero pero tiene en su campanario dos ojos vigilantes y alliacute dentro tres lenguas de metal que llaman a misa por la mantildeana y rezan la oracioacuten al anochecer

En torno al pueblo (pues estamos cerca y podemos verlo) lozanas mieses y praderas muy lindas anuncian cierto esmero agriacutecola Silvestres zarzas cercan una y otra heredad y madreselvas llenas de aromaacuteticas manos blancas aacutergomas espinosas enormes pandillas de helechos que se abaniquean a siacute mismos algunos pinos de verde copa y muchas higueras a quienes sin duda debe su nombre Ficoacutebriga [7]

iexclHermoso espectaacuteculo ofrecen desde aquiacute las montantildeas inmensa escalera que conduce a los cielos Las maacutes lejanas confunden sus vagas tintas con las nubes en las maacutes proacuteximas se ven manchas rojas semejantes a sangrientas heridas y lo son realmente hechas por el escalpelo minero que uno y otro diacutea destroza la musculatura de aquellos gigantes Atropellaacutendose suben hacia Poniente y la luz simula en las remotas cumbres extrantildeas cresteriacuteas protuberancias torres grietas excrecencias lobanillos hasta que las nubes envuelven en blancos velos la deforme arquitectura

Despueacutes de atravesar un puente de madera que sumerge en el salobre fango sus podridos pilotes subimos una cuesta (casi estamos ya en Ficoacutebriga) desde la cual se ve la riacutea dando vueltas como si no supiera a doacutende va ni doacutende estaacute el mar que la espera metieacutendose en todos los charcos de las marismas cuando hay marea y huyendo de ellos aprisa desde que empieza la baja Escaso nuacutemero de buques navega en sus pobres aguas y sabe Dios el trabajo que les cuesta dar dos pasos dentro de aquella angosta callejuela cuando se duerme el viento y la corriente empuja hacia la peligrosa barra [8]

Las primeras casas (por fin llegamos sentildeores) son miserables las segundas tambieacuten Es Ficoacutebriga una villa de marineros y labradores pobres Algunos indianos ricos duermen sobre sus lauros comerciales en media docena de viviendas pulcras y coacutemodas iexclQueacute calles Santo Dios Las pobres casas estrechas y sucias no se caen al suelo por no dar queacute decir y de sus indescriptibles balcones penden redes vestidos azules huacutemedos capotes y mil suertes de descoloridos harapos asiacute como de sus caducos aleros cuelgan panojas en racimos pulpos puestos a secar y ristras de cebollas

Pasamos por delante del Consistorio que estaacute en el fondo de la plaza enfaacuteticamente convencido de que es digno de ser visto pasamos cerca de la Abadiacutea hurantildea vieja que se esconde entre casuchas tan viejas como ella formando el maacutes deplorable corrillo arquitectoacutenico y despueacutes de dar vuelta a la villa volvemos al extremo de ella sobre la riacutea por donde entramos En dicho sitio hay una plazoleta sombreada por dos acacias y un aacutelamo verrugoso

En la plazoleta (miradla bien porque ahora comienza nuestra historia) estaacute una casa mejor seriacutea llamarla palacio porque su aspecto en medio de tan ruin pueblo es verdaderamente magniacutefico [9] Compoacutenese en realidad de dos edificios el uno vicio y decorado con hiperboacutelicas piezas heraacuteldicas nuevo y bonito y casi artiacutestico el otro no menos elegante que las llamadas villas o cottages en el lenguaje a la moda Adoacuternalo por sus partes de Mediodiacutea y Levante hermosiacutesimo jardiacuten de pinos de Alepo floridas acacias plaacutetanos magnolias coniacuteferas de diversas clases por entre cuyas ramas se ven las cinco ventanas del piso principal Variada muchedumbre de arbustos entre cuya frescura descuellan camelias como aacuterboles recortados mirtos tamarindos rosales y un pueblo inmenso de pensamientos geranios imperiales y otra gente menuda se ve por

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los huecos de la verja de hierro alliacute donde no lo impiden las oficiosas enredaderas tan cuidadosas siempre de que el transeuacutente no se entere de lo que pasa en el jardiacuten

Esta mansioacuten encantadora estaacute situada en punto desde el cual se domina el mar por el Norte la extensioacuten toda de la accidentada costa y la riacutea con su puente por el Este Ficoacutebriga por Poniente y por Mediodiacutea el campo y las montantildeas Rodeacuteala vegetacioacuten asombrosa y florida y la bantildean beneacuteficos aires Es vivienda hecha para el amor egoiacutesta o para las meditaciones del estudio iexclQueacute dicha para el alma tocada de [10] amor o de las anhelantes curiosidades de la ciencia encontrar tan deliciosa prisioacuten donde encerrarse buscando al modo de aparente muerte para el mundo y vida inmensa para ella sola

La casa es de esas que detienen al viajero y le dicen laquoiquesta que no aciertas quieacuten vive en miacuteraquo

Silencio aacutebrese una de las verdes persianas que dan al jardiacuten por el lado de las montantildeas Hermosa mano raacutepidamente la empuja se mueve la cortina dejando ver una cara de mujer Sus ojos negros como una pesadumbre Durante un rato exploran todo el paiacutes y si la luz va lejos ellos van maacutes Su rostro indica con rasgos infalibles la ansiedad del que espera y las penosas inquietudes de un pensamiento ocupado por entero con la imagen de la persona que no quiere venir

Miramos nosotros tambieacuten hacia los montes y no vemos maacutes que montes La graciosa joven desaparece y al poco rato torna a presentarse y a mirar maacutes impaciente cuanto maacutes minutos pasan Diriacutease que sus audaces ojos quieren ver lo que hay detraacutes de las montantildeas Pero en los remotos caminos no se parece auacuten cosa alguna con forma de hombre ni de bruto y ella se inquieta primero se fastidia despueacutes No soacutelo estaacute impaciente sino enojada y del enojo [11] pasa a la coacutelera y de la coacutelera a la desesperacioacuten

Esta linda casa que tiene el inmenso intereacutes de toda vivienda a cuya ventana se asoma un semblante hermoso esta mujer graciosa estos negros ojitos que buscan y no hallan se enfurecen y echan rayos insolentes contra una parte de la creacioacuten iexclOh por aquiacute anda el amor

iexclAdentro [12]

- II -

Gloria y su papaacute

Estaban los dos en una sala del Mediodiacutea con ventana al jardiacuten por la cual este prestaba gratiacutesima vista y olores al sentido Pareciacutea despacho maacutes que otra cosa la tal pieza por la regular balumba de libros y papeles que en diversos lugares de ella habiacutea y las paredes se vestiacutean con mapas laacuteminas de santos el busto del Sumo Pontiacutefice y un gran cuadro que conteniacutea el retrato al oacuteleo de un obispo representado con pluma en la mano

Sentado en ancho silloacuten estaba alliacute don Juan de Lantigua hombre que iba ya mucho maacutes allaacute de los cincuenta serio muy simpaacutetico a la vista y de fisonomiacutea harto

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inteligente Su frente y perfil no careciacutean de majestad sin ofrecer bellezas acadeacutemicas pero lo dominante en todas las partes de su rostro era la expresioacuten [13] patente de una tenacidad acerada como debioacute de ser aquella que hizo los heacuteroes cuando habiacutea heacuteroes y los maacutertires cuando habiacutea maacutertires Asiacute es que si pasoacute su vida sin ser ni una cosa ni otra no consistioacute en eacutel Pareciacutea la naturaleza corporal de aquel hombre quebrantada o por estudios o por penas Podiacutea tambieacuten observarse en su semblante una tristeza serena muy distinta de la teatral misantropiacutea de los esceacutepticos Cuando le conozcamos mejor veremos que aquel melancoacutelico sentimiento que tan claramente saliacutea de lo hondo a la superficie de su persona era maacutes que descontento y hastiacuteo de siacute mismo una como laacutestima profundiacutesima de los demaacutes

Contemplando a su hija que por centeacutesima vez se asomaba a la ventana le dijo con afable tono

-Gloria por maacutes que te muevas y mires y esperes y tornes a mirar nuestro querido viajero no viene todaviacutea Ten calma que ya llegaraacute

Gloria volvioacute al lado de su padre Andaba en los diez y ocho antildeos y era de buena estatura graciosa esbelta viviacutesima muy inquieta Su rostro por lo comuacuten descolorido en las mejillas revelaba un desasosiego constante como de quien no estaacute donde cree debe estar [14] y sus ojos no podiacutean satisfacer con nada su insaciable afaacuten de observacioacuten Alliacute dentro habiacutea un espiacuteritu de eneacutergica vitalidad que necesitaba emplearse constantemente iexclEncantadora joven A todo atendiacutea cual si nada ocurriese en la Creacioacuten que no fuese importantiacutesimo atendiacutea a la hoja desprendida del aacuterbol a la mosca que pasaba zumbando a cualquier ruido del viento o bullanga de los chicos en el camino

Su fisonomiacutea parlante y expresiva como ninguna no careciacutea de defectos mas eran de esos que no soacutelo se perdonan sino que se admiran Era su boca un poquito grande y su nariz casi maacutes pequentildea de lo regular pero el conjunto no podiacutea ser maacutes hechicero Sus labios encendidos eran la maacutes hermosa y dulce fruta que puede ofrecerse en el aacuterbol de la belleza a los hambrientos antojos del amor Contrastaba con la frescura de esta golosina la exaltacioacuten la flamiacutegera viveza de sus ojos negros que tan pronto resplandeciacutean con suacutebito rayo tan pronto se abatiacutean con laacutenguida pereza Sobre estos dos astros aleteaban sus grandes pestantildeas Mirando como miraba poniacutea en sus ojos el reflejo de una conciencia pura Aquella sensibilidad profunda dispuesta a desarrollarse a tiempo y que no encendida todaviacutea con [15] verdadero fuego a todas horas echaba chispas aquel claro afaacuten de sentir fuerte estaba tan lleno de honestidad como el de algunas que por este medio han llegado a la canonizacioacuten El que no lo quiera creer que no lo crea

Vestiacutea la preciosa criatura a la moda con elegancia no afectada Todo participaba en ella de la gracia de su persona y ninguacuten pormenor de su peinado y de su ropa podiacutea estar de otra manera que como estaba

En el instante en que la vemos la inquietud de Gloria era tan grande que no existiacutea rasgo alguno en su semblante que no estuviese impaciente Cuando se apartaba de la ventana recorriacutea la estancia de un punto a otro tomando un objeto de este sitio para ponerlo en aquel moviendo las sillas sin motivo alguno que justificase las ventajas del cambio de colocacioacuten observando los cuadros que habiacutea visto mil veces en su vida Podiacutea decirse de ella lo del poeta laquoHasta cuando el paacutejaro anda se conoce que tiene alasraquo [16]

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- III -

Gloria no espera un novio sino un obispo

-Son las diez papaacute -dijo la sentildeorita con impaciencia- Desde la estacioacuten de Villamojada aquiacute no se tarda maacutes de dos horas

-Siacute pero sabe Dios a queacute hora habraacute llegado el tren -repuso el padre- Esta foacutermula abreviada de la civilizacioacuten se toma unas libertades No hay que impacientarse Desde que llegue el coche al ventorrillo de Tres Casas nos lo avisaraacute el tiacuteo Gregorio disparando un buen puntildeado de cohetes que alegraraacuten con sus estadillos la comarca Caifaacutes estaacute en la torre aguardando el primer chispazo para echar a vuelo las campanas Descuida que no podraacute darnos una sorpresa habraacute demasiado ruido

Gloria se asomoacute de nuevo para mirar a la [17] torre de la Abadiacutea que por encima de los tejados alzaba su caduco campanario y dijo con alborozo

-Siacute alliacute estaacute Caifaacutes con todos sus chiquillos esperando a que reviente en los aires el primer cohete para repicar Bien muchachos bien Paco bien Sildo y Celinina tocad fuerte muy fuerte para que se oiga en toda la provincia

El padre sonrioacute con dulzura demostrando el apacible contento de su alma en aquel instante

-Papaacute -dijo Gloria ponieacutendosele delante con resolucioacuten- iquestapostamos a que Francisca no ha espumado las cuatro gallinas ni puesto en el horno la dorada ni arreglado los platos de leche Francisca es asiacute dos horas para mover cada brazo y otras dos para pensarlo Y nada llegaraacuten los viajeros y estaraacuten todo el santo diacutea esperando la comida

Luego que esto dijo marchoacute a la carrera hacia la puerta

-Gloria Gloria -dijo el padre obligaacutendola a detenerse- Ven acaacute no salgas de aquiacute Sieacutentate

-iexclAy no puedo no puedo ver que en un diacutea de tanto apuro se esteacuten con esa bendita calma -exclamoacute la joven sentaacutendose- Yo me [18] abraso la sangre Llegaraacuten y no habraacute nada preparado

-Mira hija -dijo el anciano riendo- es preciso que aprendas a no ser tan vehemente a no tomar tan a pechos cosas nimias y de escaso intereacutes para el cuerpo y para el alma iexclCuaacutendo te ensentildeareacute la serenidad y el aplomo que debe tener la persona en presencia de los actos comunes de la vida Dime si pones esa exaltacioacuten y ese ardor inusitado de la actividad y de la atencioacuten en negocios triviales iquestqueacute piensas hacer cuando te encuentres en alguno de los mil graves lances y problemas que ofrece la vida Reflexiona en esto hija miacutea y modera tu arrebatado temperamento Mira la pobre Francisca a quien tuacute acusas te podraacute dar buenas lecciones Observa con queacute admirable meacutetodo y previsioacuten y reposado estudio hace las cosas de la casa Parece que tarda y sin embargo todo lo hace con prontitud porque todo lo hace bien En cambio tuacute con tu impaciencia y ligereza te equivocas a menudo y o no concluyes nada o si concluyes algo es preciso volverlo a empezar Yo he visto muchachas vehementes atolondradas ligeras como el aire y vivas

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y deslumbrantes como la luz pero tuacute hija a todas les das palmetazo Agradece a Dios que te hizo buena piadosa [19] y honesta que te dio natural honrado y generoso que puso en tu alma las maravillas de la fe y todos los sentimientos puros y nobles y el don de la gracia inefable dejando las agitaciones para la superficie

-Si Dios me dio tantas cosas buenas -dijo Gloria con la conviccioacuten de un Padre de la Iglesia- tambieacuten es Eacutel quien me ha dado este genio vivo esta impaciencia porque pase pronto la vida y este afaacuten de llegar a mantildeana

-Vamos a ver iquestQueacute motivo hay para que la proacutexima llegada de mi hermano te haya puesto en ese desasosiego calenturiento

-Como que hace tres noches que no duermo -repuso ella- A fe que hay poco que hacer iquestA un sentildeor obispo se le puede recibir como a cualquier pelagatos Mi tiacuteo traeraacute consigo a su secretario el doctor Sedentildeo y quizaacutes quizaacutes a dos de sus pajes o cuando menos a uno iquesty no se han de disponer las cosas para tantos y tan dignos hueacutespedes Si me fiara de Francisca ya habiacutea que tener paciencia hasta el antildeo que viene iquestCree usted que hay poco que hacer Pues nada todo el piso bajo de la casa es poco para la gente que viene Y no se les va a poner en la mesa pan vino y aceitunas Tres viajes ha dado Roque para traer lo necesario iquestPues y la capilla [20]

-Vamos a ver iquestqueacute tiene la capilla

-Nada que Su Ilustriacutesima querraacute decir misa en ella como la otra vez iexclEn bonito estado se hallaba la capilla Ha sido preciso dar tres jabonaduras al Cristo en cuyo santo cuerpo las moscas habiacutean hecho maacutes desperfectos que los judiacuteos El manto de la Virgen estaba perdido he tenido que quemarlo y hacer otro nuevo con el terciopelo que compreacute para miacute Yo creiacute que no saldriacutean con toda la tiza que hay en la casa las manchas de los candeleros Afortunadamente Caifaacutes y yo fregoteamos bien y todo ha quedado como un oro Pero iexclay iexclsi supiera usted que los ratones se habiacutean empezado a comer los pies de San Juan

-iexclAbominables animalejos -exclamoacute don Juan riendo

-iexclNo seacute queacute les hariacutea Gracias a que Caifaacutes que es tan habilidoso le puso al Santo en las heridas de los pies no seacute queacute pastas y rellenos con lo cual y una mano de pintura ha quedado muy bien Ya no haraacuten maacutes picardiacuteas estos tunantes bichos que nada respetan En tres diacuteas que van de puesta y armada la ratonera han caiacutedo once todos como lobos iquestTodaviacutea le parece a usted poco trabajo el miacuteo

-Me parece demasiado [21]

-iquestPues y las camisas que he tenido que hacer a los hijos de Caifaacutes para que puedan salir a recibir decorosamente a mi tiacuteo iexclY se asombra usted de que entre y salga y suba sin cesar Yo soy asiacute papaacute querido

-Tuacute eres asiacute lo seacute Dios te bendiga

-Adoro a mi tiacuteo que es un santo y me siento tan feliz al considerar que va a vivir bajo el mismo techo que yo me parece tan poco lo que tenemos para obsequiarle y agasajarle que quisiera traer aquiacute las maravillas de los palacios de un rey y no tenieacutendolas me voy a inventar mil suntuosidades y prodigios para albergar dignamente a quien tanto se parece a Dios No vivo no puedo tener calma me desvelo y me

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consumo Paso las noches sin dormir pensando en la pachorra de Francisca en la capilla en el pobrecito San Juan roiacutedo en los candelabros manchados en los ratones en la pequentildeez de la casa para tan insignes hueacutespedes

-iquestHas creiacutedo -dijo con bondad carintildeosa el padre- que mi hermano necesita palacios y lujo y ostentacioacuten No hija miacutea Mi hermano como disciacutepulo de Jesucristo es humilde Si esta casa fuera una choza no seriacutea menos digna de albergarle Ofrezcaacutemosle corazones puros ardiente fe y admiracioacuten profunda de [22] sus grandes virtudes regocijeacutemonos al calor de su compantildeiacutea para ver de imitarle apropieacutemonos parte de los inmensos tesoros de su corazoacuten lleno de Dios y no nos cuidemos de lo demaacutes

-Eso es lo primero pero tambieacuten

-Pobre o resplandeciente de riqueza la capilla seraacute siempre un recinto sagrado pues mi hermano ha celebrado ya y celebraraacute de nuevo en ella cuando los albantildeiles compongan el techo que se ha caiacutedo Si los ratones se atrevieron con los pies de San Juan fue porque esos infelices tambieacuten criados por Dios no encontraron bocado maacutes exquisito con que regalarse Ni la imagen dejaraacute por eso de ser imagen de un bienaventurado ni este dejaraacute de interceder por nosotros aunque no llamemos al industrioso Caifaacutes para que remiende el retrato Hija miacutea que tu alma no atienda tanto a la superficie de las cosas que se eleve a las alturas de lo que no ven los sentidos que no se inquiete tanto de los asuntos que la encadenaraacuten demasiado a lo terrestre es lo que ardientemente deseo Y sobre todo ese apasionamiento tuyo por cualquier insignificante suceso de un diacutea no me hace gracia

Apenas pronunciada la uacuteltima palabra de este discursillo oyose un estallido lejano en [23] los aires luego otro y otro como si los aacutengeles estuvieran cascando nueces en el cielo

-iexclYa ya -gritoacute Gloria poniendo toda su alma en los ojos

-Ya estaacute ahiacute mi hermano -dijo Lantigua con calma acercaacutendose a la ventana- Bien venido sea [24]

- IV -

El Sr de Lantigua Sus ideas

D Juan Crisoacutestomo de Lantigua nacioacute de padres honrados en la misma villa donde acabamos de conocerle ya gastado por la edad y consumido por el trabajo La riqueza que desde 1860 poseiacutea asiacute como la moderna casa y el bienestar tranquilo que disfrutaba proveniacutean de un tiacuteo suyo que volvioacute de Mazatlaacuten (Meacutejico) con regular carga de pesos duros la cual al poco tiempo soltoacute de sus hombros juntamente con la de la vida muriendo casi en el primer diacutea de descanso Su fortuna que era de las maacutes bonitas pasoacute a los cuatro sobrinos D Aacutengel a la sazoacuten capellaacuten de Reyes Nuevos D Juan abogado de mucha fama y los maacutes joacutevenes D Buenaventura y Serafinita Lantigua No entrando para menos en nuestros fines estos dos uacuteltimos les dejamos a un lado [25] concretaacutendonos a los dos primeros y por ahora exclusivamente a D Juan de Lantigua

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Habiacutea recibido este de Dios naturaleza apasionada y ardiente imaginacioacuten viva que se inclinaba a las cosas contemplativas inteligencia elevada si bien un tanto paradoacutejica sentimientos eneacutergicos que impulsaban su alma a extremos de exageracioacuten lo mismo en los afectos que en las ideas Sus primeros trabajos en la abogaciacutea fueron de no poco provecho y brillo y maacutes tarde cuando la herencia del tiacuteo le aseguroacute coacutemodo bienestar no abandonoacute completamente el foro Renunciar a las controversias hubiera sido en eacutel renunciar a la vida

Devorado por insaciable afaacuten de estudio mezcloacute con la jurisprudencia la teologiacutea y la historia y la ciencia poliacutetica Dedicose con predileccioacuten a entresacar de los escritores miacutesticos y poliacuteticos del Siglo de oro en Espantildea cuanto pudiera hallar de eternamente verdadero y por consiguiente aplicable a la gobernacioacuten de los pueblos en todos los tiempos Pero su entendimiento a causa de entusiasmos juveniles y por prejuicios formados no se sabe coacutemo estaba tercamente aferrado a ciertas ideas asiacute es que no pudo aun intentaacutendolo de buena fe juzgar con imparcial serenidad ni la [26] historia ni las obras de los que por tantos siglos han disputado sobre los medios de hacer a la humanidad menos desgraciada

Su inclinacioacuten contemplativa le llevoacute a considerar la fe religiosa no soacutelo como gobernadora y maestra del individuo en su conciencia sino como un instrumento oficial y reglamentado que debiacutea dirigir externamente todas las cosas humanas Dio todo a la autoridad y nada o muy poco a la libertad Pocos antildeos despueacutes de haberse metido en el golfo de estas lecturas y en el torbellino de estos pensamientos D Juan de Lantigua salioacute fuerte en erudicioacuten y en silogismo desafioacute con imponente orgullo la turba de friacutevolos y descreiacutedos brindole la poliacutetica con una tribuna y subido en ella la nube que habiacutea condensado en siacute tanta pasioacuten y tanto saber tronoacute y relampagueoacute contra el siglo La elocuencia del nuevo Isaiacuteas era arrebatadora

Sus enemigos (pues ya se comprende que los tuvo encarnizadiacutesimos) deciacutean laquoLantigua es el abogado de los curas y de los obispos hace su agosto con las causas de sus espolios de capellaniacuteas colativas de disciplina eclesiaacutestica Justo es que adule y sirva a los que le danraquo Estas groseriacuteas comunes en la eacutepoca presente haciacutean sonreiacuter al Sr D Juan Nunca se [27] ocupoacute de defenderse de este cargo porque seguacuten afirmaba es preciso no quitar a los tontos el derecho de decir tonteriacuteas

Como hombre de convicciones inquebrantables y profundas honradiacutesimo caballero en su trato social y de intachables costumbres le estimaban todos En la vida praacutectica Lantigua transigiacutea benignamente con los hombres de ideas maacutes contrarias a las suyas y aun se le conocieron amigos iacutentimos a los cuales amoacute mucho pero sin poderlos convencer nunca En la vida de las ideas era donde estaba su intransigencia y aquella estabilidad de roca jamaacutes conmovida de su asiento por nada ni por nadie Las tempestades de la revolucioacuten del 48 de la repuacuteblica romana de la formacioacuten de la unidad de Italia de la caiacuteda del imperio austriaco de la humillacioacuten del franceacutes de la destruccioacuten del poder temporal del Papa de la formacioacuten del Alemania Minerva parida por el cerebro de Bismarck y otras menos trascendentales y que localizadas en nuestra patria no fueron maacutes que lloviznas menudas en el cielo de Europa no produjeron en el aacutenimo de aquel varoacuten insigne otro efecto que el de cimentar maacutes y maacutes su creencia de que la humanidad pervertida y desapoderada merece un camisoacuten de fuerza [28]

Estos hechos y otras recientes desgracias ocurridas en el suelo patrio llevaron a Lantigua a un estado de irritacioacuten lamentable que dio a sus escritos y a sus discursos luacutegubre y desapacible tono Profetizoacute el vilipendio del proacuteximo siglo la confusioacuten de

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las lenguas y tras la confusioacuten la dispersioacuten y tras la dispersioacuten la esclavitud hasta que una nueva florescencia de la fe catoacutelica en los corazones fecundados por la desgracia reorganizase a los pueblos congregaacutendolos bajo el manto tutelar de la Iglesia Seguacuten eacutel las decantadas leyes del humano progreso conducen a Nabucodonosor Antes muriera Lantigua que ceder en esto Y en realidad iquestcoacutemo habiacutea de ceder Los que han reducido todas sus ideas a esta foacutermula abrumadora o Barrabaacutes o Jesuacutes necesitan dejarse llevar hasta las uacuteltimas extremidades porque la menor flaqueza equivale en ellos a pasarse a Barrabaacutes [29]

- V -

Coacutemo educoacute a su hija

D Juan de Lantigua no habiacutea presidido personalmente a la educacioacuten de su uacutenica hija Ademaacutes de que sus ocupaciones en el foro y en la tribuna le dejaban poco vagar para consagrarse a ello creiacutea que con encerrar a su hija en un colegio bastaba Lo importante era que en el colegio reinasen buenos principios Advirtamos que enviudoacute D Juan a los catorce antildeos de casado Su digna esposa le dejoacute a Gloria de doce antildeos y a dos pequentildeitos que volaron al cielo desde Ficoacutebriga cuando apenas habiacutean aprendido a andar por la tierra

Gloria despueacutes de residir algunos antildeos en un colegio a que daba nombre una de las advocaciones maacutes piadosas de la Virgen Mariacutea volvioacute a su casa en completa posesioacuten del catecismo duentildea de la historia sagrada y de parte de la profana con muchas aunque confusas nociones [30] de geografiacutea astronomiacutea y fiacutesica mascullando el franceacutes sin saber el espantildeol y con medianas conquistas en los dominios del arte de la aguja Se sabiacutea de memoria sin omitir siacutelaba ni aun letra los deberes del hombre y era regular maestra en tocar el piano hallaacutendose capaz de poner las manos en cualquiera de esas horribles fantasiacuteas que son encanto de las nintildeas tocadoras y terror de los oiacutedos y baldoacuten del arte musical

Lantigua la oyoacute recitar trozos de historia sagrada y no parecioacute satisfecho

-En estos colegios del diacutea -dijo- preparan el entendimiento de los nintildeos para las ideas como los dedos para las teclas El pensar es tocar reproduciendo con el oacutergano de la palabra la muacutesica del padre Astete

Un diacutea como Gloria vieacutendole sumergido en hondos comentarios sobre la unidad religiosa impuesta a los Estados despueacutes de la unidad poliacutetica le dijese que en su sentir los reyes de Espantildea habiacutean hecho mal en arrojar del paiacutes a los judiacuteos y a los moros Lantigua abrioacute mucho los ojos y despueacutes de contemplarla en silencio mientras duroacute el breve paroxismo de su asombro le dijo

-Eso es saber maacutes de la cuenta iquestQueacute entiendes tuacute de eso Vete a tocar el piano [31]

Gloria corrioacute como un paacutejaro alegre que siente en su alma el ansia de los trinos y posaacutendose en la banqueta y dejando correr sus manos por el teclado se puso a tocar algo que sonaba a zarzuela Lantigua no entendiacutea una palabra de muacutesica Habiacutea oiacutedo hablar de Mozart y de Offembach y para eacutel todos eran lo mismo es decir unos holgazanes Pero su espiacuteritu elevado y su sensibilidad exquisita le haciacutean conocer

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instintivamente diferencias profundas entre las distintas clases de muacutesica que habiacutea oiacutedo En general todo cuanto tocaba Gloria le pareciacutea horrible

-No seacute queacute diera hija miacutea -le deciacutea- por oiacuterte tocar otra cosa que esa muacutesica de organillo de las calles No me digas que asiacute es toda la muacutesica porque yo he oiacutedo en alguna parte no seacute si en la iglesia o en el teatro graves y pateacuteticas composiciones que penetrando maacutes allaacute de la superficie sensual conmueven el aacutenimo y nos sumergen en dulce meditacioacuten iquestNo sabes algo de eso

Gloria repasaba todo su repertorio de fantasiacutea nocturnos flores de saloacuten y auroras del pianista sin poder encontrar lo grave y pateacutetico que el alto espiacuteritu de su padre pediacutea En honor de la verdad que es antes que todo aun antes que el prestigio y las gracias de la linda [32] nintildea debo decir que Gloria aporreaba el piano de un modo lamentable cual si las teclas convictas y confesas de alguacuten espantable crimen merecieran ser azotadas todos los diacuteas por espacio de tres horas

-Basta ya de monsergas hijita -le deciacutea D Juan- coge un libro y ponte a leer

Gloria volaba a la biblioteca de su padre miraba a todos lados hojeaba un libro y con desdeacuten lo volviacutea a poner en su sitio Cogiacutea otro leiacutea algunas paacuteginas mas pronto se cansaba

-iquestQueacute buscas iquestnovelas -deciacutea D Juan entrando tras ella y sorprendieacutendola en el escrutinio- Algo de eso tengo tambieacuten Aguarda

-Ivanhoe -deciacutea Gloria leyendo un tiacutetulo

-Esa es buena pero deacutejala por ahora Aquiacute han entrado pocas novelas De la basura que diariamente han producido en cuarenta antildeos Francia y Espantildea no hallaraacutes una sola paacutegina De lo bueno hay algo poco Me parece que en alguacuten rincoacuten encontraremos a Chateaubriand a Gulliver a Bernardino de Saint-Pierre y antes que a ninguno a mi idolatrado Manzoni

Pero al poco tiempo D Juan prohibioacute a su hija la lectura de novelas porque aun siendo [33] buenas deciacutea enardecen la imaginacioacuten encienden deseos y afanes en el limpio corazoacuten de las muchachas extraviacutean su juicio y les hacen ver cosas y personas con falso y peligroso color poeacutetico

En cambio si Gloria no leiacutea para siacute leiacutea para su padre D Juan con mucha fatiga del estudio y con el continuo hervir de su cerebro y las largas vigilias y aquel afaacuten constante en que su viva pasioacuten poliacutetica le teniacutea iba perdiendo la vista Llegoacute a no poder leer de noche mas como a todo trance necesitase tener a mano textos de Quevedo Navarrete y Saavedra Fajardo para ilustrar la obra que a la sazoacuten escribiacutea instituyoacute a su hija en lectora D Juan se ocupoacute alguacuten tiempo en comentar los discursos asceacuteticos y filosoacuteficos de Quevedo porque aquel genio colosal de las burlas descansaba de su gigantesco reiacuter con seriedades taciturnas

Gloria leyoacute en alta voz la Vida de San Pablo Apoacutestol La Cuna y la sepultura y Las cuatro pestes del mundo Despueacutes se engolfoacute en la Poliacutetica de Dios y Gobierno de Cristo y como el sabio colector tuvo el buen acuerdo de poner en el mismo tomo en que se halla el mencionado escrito la incomparable historia del Buscoacuten Gloria cuando su padre mandaba suspender [34] la lectura para escribir doblaba bonitamente algunos

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centenares de hojas y tapaacutendose la boca para que no estallase la risa que a borbotones pugnaba por salir se deleitaba con las travesuras del gran Pablos

En otras ocasiones como D Juan no pusiese reparos a los libros claacutesicos espantildeoles del gran siglo Gloria se apoderoacute de varios tomos y leyoacute la Virtud al uso y miacutestica a la moda de D Fulgencio Afaacuten de Ribera Casi casi estuvo a punto de engolfarse en La piacutecara Justina pero Lantigua al fin puso mano en ello permitieacutendole soacutelo Guzmaacuten de Alfarache Desgraciadamente en el mismo tomo estaba La Celestina [35]

- VI -

Coacutemo se explicaba la nintildea

Sin maacutes norte que su buen juicio y libre de preocupaciones Gloria conversando un diacutea con su padre sobre el viejo asunto de las novelas cuya lectura debe permitirse o vedarse a la juventud dijo que la literatura picaresca de que tanto se envanece Espantildea por sus riquezas de estilo le pareciacutea una literatura deplorable inmoral irreverente y en suma anti-religiosa porque en ella se hace la apologiacutea de las malas costumbres de la holgazaneriacutea ingeniosa y truhanesca de todas las malas artes y travesuras groseras que degradan a un pueblo Concluyoacute por afirmar con una osadiacutea verdaderamente escandalosa que las gracias de aquellos perdidos heacuteroes de tales novelas si al principio le causaron agrado bien pronto le dieron repugnancia y tedio y que tales gracias comuacutenmente [36] obscenas y sin delicadeza habiacutean encanallado la lengua

Si hemos de creer a testigos presenciales cuya veracidad no debe ponerse en duda Gloria mutatis mutandi dijo tambieacuten que al penetrar con aacutenimo valeroso en el laberinto de desverguumlenzas engantildeos groseriacuteas y envilecimiento que con tanta gracia pinta la literatura picaresca no podiacutea menos de considerar a la sociedad del siglo XVII como una sociedad artista en la imaginacioacuten pero caduca en la conciencia y que comprendiacutea el decaimiento de la raza espantildeola que a la sazoacuten no conservaba maacutes virtud que un heroiacutesmo ciego virtud no suficiente a suplir la falta de un sentido moral puro y de una religiosidad sencilla y desnuda de supersticioacuten

Cuentan que D Juan de Lantigua cuando esto oyoacute estuvo largo rato perplejo y confuso no tanto por lo peregrino de tales conceptos sino por el desenfado con que su hija los manifestaba Sucedioacute a la confusioacuten cierto terror ocasionado por la precociacutesima aptitud que mostraba Gloria para el sofisma y la paradoja mas notando en ella un entendimiento de mucho briacuteo aunque extraviado consideroacute lo mejor llevarlo dulcemente por el buen camino Con tales ideas y propoacutesitos ordenoacute a su [37] hija que se diese una buena hartada de comedias de Calderoacuten acompantildeaacutendola con lecturas diarias de los miacutesticos poetas y prosadores religiosos para que variasen sus ideas radicalmente respecto a la sociedad espantildeola del glorioso siglo

En efecto hizo la sentildeorita todo lo que su padre le mandaba y a vuelta de algunas semanas le manifestoacute que en efecto sus ideas habiacutean cambiado un poco aunque no radicalmente Usando teacuterminos comunes que me veo obligado a variar para expresarlo propia y claramente aseguroacute que en la sociedad de aquellos tiempos encontraba ademaacutes de lo indicado antes una inclinacioacuten demasiado ardiente al idealismo la cual si bien produciacutea maravillosos efectos en la poesiacutea y en las artes era tal que sacaba a la sociedad

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fuera de su asiento Le repugnaban los perdidos los rufianes las busconas los estudiantes los militares los escribanos los oidores los meacutedicos las terceras los maridos y las mujeres de las novelas picarescas pero todos estos tipos teniacutean innegable sello de verdad Como una protesta contra tal linaje de gentuza los galanes y damas los caballerosos padres y los hidalgos campesinos de los dramas queriacutean establecer con sus nobles ideas y estupendas acciones [38] el imperio de lo bueno y de lo justo pero a juicio de Gloria habiacutea en el hermosiacutesimo semblante de aquellas figuras sin par la expresioacuten melancoacutelica de quien ha estado durante cien antildeos empentildeado en un objeto sin conseguirlo

Como Lantigua se riese de tan evidente despropoacutesito Gloria afirmoacute (empleando por supuesto frases comunes) que aquel ideal del honor y del amor no era la mejor ni maacutes soacutelida piedra para asentar el edificio moral de una sociedad Luego se ocupoacute de los miacutesticos reconociendo en ellos falta de equiponderacioacuten entre la fantasiacutea y el discernimiento y afirmando que su literatura en ocasiones muy bella no podriacutea servir nunca de guiacutea al comuacuten de las gentes por ser de pocos comprendida

Resumioacute sus ideas sobre este punto diciendo que no podiacutea tolerar que se tratase de religioacuten sin sencillez suma por lo cual poniacutea por encima de todos los tratados y disertaciones miacutesticas el Catecismo de las escuelas que hablando como Jesucristo lo deciacutea todo Parece que al llegar a este punto D Juan de Lantigua hizo no sin burlarse de su hija algunas observaciones sobre la profunda filosofiacutea y estudio de la divinidad y del hombre que en tales obras se encierra y vierais aquiacute a la piacutecara Gloria sosteniendo que la sociedad modelo seguacuten las [39] ideas de su padre habiacutea alambicado y desvirtuado un poco la idea religiosa dejaacutendose seducir demasiado por los siacutembolos que la misma idea religiosa emplea como oacuterganos eficaces y al mismo tiempo como culto tributado por la verdad a la belleza eterna

-Esas novelas de truhanes y desalmados -dijo Gloria para terminar- esas comedias de caballeros galanes y discretos aunque no siempre intachables bajo el punto de vista de la moral cristiana esas disertaciones donde mi espiacuteritu se pierde sin poder seguir el hilo sutiliacutesimo del enrevesado discurso bastan a darme idea de la gente para quien tales cosas por lo comuacuten admirables se escribiacutean Veo las conciencias muy anchas y gran tolerancia para mucha parte de los vicios que degradan al hombre en todas las eacutepocas No dudo que existiesen caracteres generosos los cuales creyeran cumplir su misioacuten y dar vuelo a los nobles impulsos de su alma elevando por cima de la general torpeza como ensentildeas sagradas el ideal del honor y la fe religiosa Pero el pueblo a quien no habiacutean ensentildeado a discernir y que vegetaba comido de vicios incapaz para el trabajo y sontildeando con guerras que traiacutean el pillaje o conquistas que dieran faacutecil fortuna no teniacutea maacutes que sentidos No poniacutea atencioacuten [40] a nada ni auacuten al sublime misterio de la Eucaristiacutea si no se lo presentaban en forma de comedia

laquoPor un lado se me presenta una realidad baja y comuacuten compuesta de endeacutemica miseria en cuyo seno haraposo y vaciacuteo se agitaba la gran masa de la Nacioacuten pidiendo destinos al rey y a los nobles las sobras de sus mesas y a los frailes el bodrio y a la poliacutetica nuevas tierras que expoliar Por otro no veo maacutes que hombres bien alimentados a quienes deslumbra un ideal de gloria y una dominacioacuten del mundo que cual sombra vana se desvanece al fin dejaacutendolos con la mano puesta en las mechas de sus arcabuces para matar paacutejaros -En el arte veo tambieacuten dos teacuterminos los poetas que cantan el amor y el honor y los miacutesticos y poetas de claustro que pasan sus diacuteas buscando foacutermulas nuevas para hacer comprender al pueblo los dogmas sagrados De estas dos musas una

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sublima el amor humano y otra el divino pero empleando iguales formas poeacuteticas iguales siacutemiles hasta iguales versos sin duda porque lenguas de la tierra han sido hechas para lo humano y humanamente lo dicen todo

raquoLos poetas los grandes guerreros los frailes los teoacutelogos los hombres de inteligencia cultivada entreveacuten una sociedad mejor vislumbran [41] un mundo moral superior a aquel en que viven y se agitan los pediguumlentildeos desnudos los holgazanes piacutecaros y demaacutes gente menuda Luchan unos contra otros La cosa no va bien pero no se sabe coacutemo puede enmendarse Los unos piden pan destinos bienestar material y no hallando quien se lo deacute roban lo que pueden los otros piden gloria amor exaltado profunda fe religiosidad caballerosidad justicia perfecta bondad perfecta belleza perfecta y jamaacutes pueden entenderse De estas dos voluntades que aparecen una frente a otra en aquella sociedad calenturienta se apodera Cervantes y escribe el libro maacutes admirable que ha producido Espantildea y los siglos todos Basta leer este libro para comprender que la sociedad que lo inspiroacute no podiacutea llegar nunca a encontrar una base firme en que asentar su edificio moral y poliacutetico iquestPor queacute Porque Don Quijote y Sancho Panza no llegaron a reconciliarse nuncaraquo

Parece indudable por los datos confusos que han llegado a mis noticias que cuando Gloria expuso a su manera las ideas del paacuterrafo anterior estaban en compantildeiacutea de su padre obra de cuatro o seis personajes graves que no podiacutean con la fama de sabios tales era el peso y grandor de ella Alabando el agudo ingenio paradoacutejico de la muchacha se rieron mucho de [42] sus donaires y celebraron sus originales ocurrencias mezclando haacutebilmente a veces la criacutetica con la galanteriacutea y como alguno maacutes curioso que los demaacutes manifestase deseos de conocer en queacute consistiacutea la reconciliacioacuten entre Don Quijote y Sancho Panza Gloria un poco confusa por el dudoso eacutexito de su osada tesis se expresoacute asiacute

-Ustedes que son tan sabios no habraacuten dejado de observar que si Don Quijote hubiera aprendido con Sancho a ver las cosas con su verdadera figura y color natural quizaacutes habriacutea podido realizar parte de los pensamientos sublimes que llenaban su grande espiacuteritu asiacute como si el escudero pero no digo maacutes porque se riacuteen ustedes de miacute Ya seacute que esto que hablo es algo extrantildeo quizaacutes disparatado y hasta ridiacuteculo por lo muy contrario a la verdad que soacutelo ustedes pueden conocer pero si es asiacute teacutenganlo por no dicho o por pura broma miacutea

Maacutes tarde cuando los sabios privaron a la casa de su presencia majestuosa D Juan de Lantigua a quien las desatinadas opiniones de su hija habiacutean puesto algo malhumorado encerrose con ella y la reprendioacute afablemente ordenaacutendole que en lo sucesivo interpretase con maacutes rectitud la historia y la literatura Afirmoacute [43] que el entendimiento de una mujer era incapaz de apreciar asunto tan grande para cuyo conocimiento no bastaban laboriosas lecturas ni aun en hombres juiciosos y amaestrados en la criacutetica Diacutejole tambieacuten que cuanto se ha escrito por varones insignes sobre diversos puntos de religioacuten de poliacutetica y de historia forma como un coacutedigo respetable ante el cual es preciso bajar la cabeza y concluyoacute con una repeticioacuten burlesca de los disparates y abominaciones que Gloria habiacutea dicho y que evidentemente la conduciriacutean no poniendo freno en ello al extraviacuteo de la razoacuten a la herejiacutea y tal vez a la inmoralidad

Retirose Gloria muy apurada a su alcoba pues era hora de dormir y a solas meditoacute largo rato llegando por fin iexcltal era el prestigio de su padre sobre ella a un convencimiento profundiacutesimo de que habiacutea pensado mil tonteriacuteas despropoacutesitos y

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barbaridades abominables Pero deseosa de absolverse echoacute toda la culpa a los libros e hizo voto de no volver a leer cosa alguna escrita o impresa como no fuera el libro de misa y las cuentas de la casa y las cartas de sus tiacuteos Arrodillaacutendose para orar seguacuten su piadosa costumbre dijo

-iexclGracias Dios miacuteo por haberme revelado a tiempo que soy tonta [44]

Acostaacutendose discurrioacute que le iba a ser muy difiacutecil dejar de pensar toda suerte de extrantildeas y endemoniadas cosas porque aquella facultad suya de discernir era como una monstruosidad fecunda que llevaba dentro de siacute y que a todas horas estaba procreando ideas Pronto pudo observar que si bien los libros estimulaban en ella aquel surgir constante de pensamientos varios y jamaacutes ideados de otro alguno el fenoacutemeno no cesaba por completo renunciando a las lecturas Esto la puso en cuidado

-Pues si no puedo menos de pensar -dijo- al menos callareacute

Pero la verdad es que aun sin manifestarse por medio del discurso sus facultades estaban siempre en febril ejercicio y a su observacioacuten no escapaba cosa alguna Durante largo tiempo su padre no cambioacute con ella ni una sola palabra relativa a ninguacuten alto asunto Ella asistiacutea al culto religioso con devocioacuten minuciosa y con regocijo y en lo demaacutes mostraba aficioacuten a las cosas nimias de todos los oacuterdenes detallando hasta un extremo pueril todos los actos de la vida Teniacutea cortadas las alas Asiacute la hemos hallado

Pero en sus horas de soledad en sus arrobamientos y en los crepuacutesculos que preceden o siguen al suentildeo y en los cuales la percepcioacuten [45] interna suele ser maacutes viva Gloria sentiacutea hondas voces dentro de siacute como si un demonio se metiese en su cerebro y gritase

-Tu entendimiento es superior los ojos de tu alma abarcan todo Aacutebrelos y mira levaacutentate y piensa

Cuando leiacutea cuando daba su opinioacuten sobre los piacutecaros y sobre la sociedad del gran siglo Gloria teniacutea diez y seis antildeos [46]

- VII -

Los amores de Gloria

Pero en los diacuteas en que esta historia empieza teniacutea ya diez y ocho

Auacuten no se le habiacutean conocido amores ni noviazgos ni inclinacioacuten a ninguacuten mozalbete ni sentildeales de que hubiese entregado parte miacutenima de su corazoacuten a hombre nacido Y don Juan no la teniacutea sometida a inquisitorial vigilancia ni le prohibiacutea que fuese al teatro al paseo y a las tertulias en compantildeiacutea de sus primas El atareado padre descansaba tranquilo fiando en la rectitud exquisita y honestidad perfecta de su cuntildeada Dordf Mariacutea del Rosario

Pero si la juventud masculina que Gloria reconociacutea no despertaba en ella ni aun mediano intereacutes no por eso su corazoacuten dormiacutea Habiacutea perdido a su madre a los doce antildeos de edad Quedaacuteronle dos hermanitos el uno de tres [47] antildeos y el otro de quince

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meses con los cuales hizo el papel de madre hasta que ambos murieron con intervalo de pocos diacuteas Ella misma despueacutes de cuidarles en su enfermedad con extremado celo les habiacutea cerrado los ojos les habiacutea vestido les habiacutea puesto flores en las sienes y en las manos y al fin habiacutea cerrado la caja cuando Caifaacutes se los llevoacute al camposanto de Ficoacutebriga Las dos inocentes criaturas ocuparon siempre lugar muy grande en el corazoacuten de su hermana y esta no pasaba sin derramar laacutegrimas por el ruacutestico cementerio de la villa donde aquellos habiacutean dejado su mortal vestidura

Ademaacutes el corazoacuten de Gloria estaba lleno de un amor inefable y celestial inspirado por su tiacuteo D Aacutengel obispo de Le consideraba como un santo bajado de los altares o mejor dicho del cielo para departir con ella darle buenos consejos y vivir bajo su mismo techo y comer de su mismo pan

Gobernaba aquel santo varoacuten una dioacutecesis de Andaluciacutea y muy rara vez veniacutea a Madrid pero uacuteltimamente sus achaques le obligaron a buscar alivio en el paiacutes natal y soliacutea pasar algunos meses de verano en Ficoacutebriga en compantildeiacutea de su hermano y sobrina No era su primer visita aquella reciente en que le hemos visto [48] llegar anunciado por los cohetes Dos antildeos antes habiacutea estado tambieacuten

La aficioacuten pura y entrantildeable de Gloria a su tiacuteo perteneciacutea al orden de sentimientos que consigna en su primer artiacuteculo el Decaacutelogo Le amaba como a una representacioacuten de Dios en la tierra Recordaba que en una grave enfermedad que ella padeciera en la nintildeez su tiacuteo habiacutea venido de la dioacutecesis para verla recordaba haber sentido al verle alegriacutea tan viva que cuerpo y alma se reanimaron con ardor desconocido Figuroacutesele que una mano celestial la sacaba del negro abismo en que iba sumergieacutendose Ya convaleciente se le permitiacutea jugar en el cuarto mas no salir de eacutel

El Obispo dejando a un lado su breviario tomaba asiento junto a la mesa donde Gloria teniacutea un completo ajuar diminuto de casa con preciosos mueblecitos vajilla de comedor y cocina y dos docenas de damas y galanes de alta categoriacutea de las cuales unas estaban en visita y otras recibiacutean Su Ilustriacutesima discutiacutea largamente con Gloria sobre la colocacioacuten que debiacutea darse a las sillas y sofaacutes y ambos se pasaban las horas muertas con las imaginarias visitas y los cumplidos y saludos de las mudas personas de cartoacuten Llegada la hora de la comida para los habitantes de encima de la [49] mesa y el patriarca por un lado y la chiquilla por otro pareciacutean la gente maacutes atareada del mundo limpiando cacerolas del tamantildeo de dedales espumando cazuelas en cuyo seno unos pedacitos de pan haciacutean las veces de pavos y gallinas y soplando hornillos sin lumbre

laquoQue ponga usted bien esos manteles tiacuteoraquo laquoAllaacute voy hijita y no seas tan viva de genioraquo laquoiquestQueacute tal iquestestaacute ya frita la merluzaraquo laquoDivinamente como que me estaacuten dando ganas de comeacutermelaraquo laquoVaya lave usted esos platos mientras yo limpio los cuchillos prontoraquo laquoPues manos a la obraraquo laquoTodo estaacute preparado que entren las sentildeorasraquo laquoPues allaacute van las sentildeorasraquo laquoMuacutesica tiacuteo muacutesicaraquo laquoPues allaacute va la muacutesica Ton torontoacutenraquo Al coloquio de las dos voces igualmente infantiles aunque de distinto tono sucediacutea entonces musical murmullo al modo de himno de Riego o marcha real acompantildeada de golpecitos sobre la mesa dados con las patitas de palo de una muntildeeca

En aquellos solitarios diaacutelogos dentro de una estancia donde ninguacuten extrantildeo podiacutea penetrar no se oiacutea nada teoloacutegico pero a veces caiacutean boca arriba las figurillas olvidaacutebase todo cacerolas visitas cocina sofaacutes ceremonias [50] Gloria fijaba sus ojos en el placentero semblante de su tiacuteo preguntaacutebale coacutemo era el Cielo y entonces el aacutengel

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y el santo empezaban a hablar de ello con tanto fervor como los desterrados hablan de la patria

Maacutes tarde antildeos adelante cuando Gloria disputando con su padre comenzaba a dar las muestras de precocidad que hemos expuesto D Aacutengel se reiacutea de tan buena gana que era cosa de seguir disparatando para gozar de su alegriacutea El obispo se cercioraba frecuentemente (y esto con la mayor seriedad) de la ortodoxia de su sobrina y en punto tan delicado jamaacutes tuvo ocasioacuten de censura antes al contrario de grandes alabanzas y de que el inmenso amor que le teniacutea se aumentase

Aquiacute punto [51]

- VIII -

Un pretendiente

Estalloacute como he dicho el cohete en los aires y casi en el mismo instante resonaron las campanas de la Abadiacutea mezclaacutendose el agudo son de la esquila con la hueca salmodia del fabordoacuten para anunciar a los habitantes de Ficoacutebriga el feliz suceso Salieron todos a la calle abandonaron la playa marineros y calafates de los campos acudieron labriegos y pastores afluyoacute de todas partes enjambre de chiquillos todos los funcionarios municipales aparecieron de gran etiqueta y ninguna persona quedoacute en su casa La carintildeosa manifestacioacuten proveniacutea de que los Lantiguas eran muy queridos en la localidad especialmente el don Aacutengel

De todas las personas importantes que salieron al encuentro de Su Ilustriacutesima el maacutes [52] apresurado fue D Silvestre Romero cura de la villa Siguiole correteando seguacuten se lo permitiacutean sus piernecitas el llamado D Juan Amarillo varoacuten rico y paacutelido que no llevaba tal apellido por ser como era el usurero de la comarca sino porque lo heredoacute de sus dignos padres Fue tambieacuten el boticario industrial ingeniosiacutesimo que iba en camino de ser rico y no se quedoacute atraacutes sino que fue de los primeros en correr al camino abrochaacutendose el recieacuten puesto y de antiguo raiacutedo pantaloacuten D Bartolomeacute Barrabaacutes el liberalote del paiacutes ex-doacutemine con puntas de filoacutesofo hogantildeo maestro de escuela con pespuntes de hombre poliacutetico y aun de orador y tambieacuten de periodista Siguieacuteronle varios indianos paso a paso marchando con gravedad y compostura porque hombres que habiacutean pasado toda su vida trabajando no podiacutean igualarse a los chicos de las calles ni a los holgazanes como D Bartolomeacute Barrabaacutes Iban acompantildeados de sus sombreros de pelo para tan alta ocasioacuten sacados de las sombrereras y tambieacuten de sus paraguas que desafiaban a las nubes

Cuando D Aacutengel llegoacute a las primeras casas del pueblo se bajoacute del coche para abrazar a su hermano y sobrina Una exclamacioacuten inmensa como el bramido del mar irritado le saludoacute [53] De entre aquel tumulto de entusiasmo saltaron al aire gorras y sombreros Los paraguas de los indianos cual aves majestuosas desplegaron sus alas negras para recibir unas cuantas gotas que a la sazoacuten caiacutean Abalanzose el gentiacuteo hacia Su Ilustriacutesima para besarle el anillo y muy difiacutecil le fue a D Aacutengel llegar a la Abadiacutea para orar breve rato De la Abadiacutea a la casa continuaron las apreturas y fue preciso que la autoridad municipal siempre vigilante en lo que al buen orden de los pueblos se refiere interviniese para apartar a un lado y otro a la pegajosa muchedumbre

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Cuando el prelado entroacute en la casa quiso orar tambieacuten un rato en la capillita de ella pero le advirtioacute su hermano que estaba fuera de uso por su deterioro y que los albantildeiles preparaban todo para repararla pronto En la sala baja el prelado conversoacute un rato con las eminencias ficobrigenses que habiacutean salido a recibirle

En la casa habiacutea gran movimiento de personas que iban de aquiacute para alliacute y subiacutean y bajaban Gloria se dirigiacutea precipitadamente a la escalera para subir a dar ciertas oacuterdenes cuando encaroacute con un joven Ambos sonrieron ella con sorpresa eacutel con alegriacutea

El sentildeor obispo habiacutea traiacutedo consigo a tres [54] personas dos del orden sacerdotal y un laico

El laico era un joven como de treinta antildeos muy cumplidos delgado y rubio de ojos oscuros acompantildeados de sutiliacutesimas gafas de oro cejas muy arqueadas como curva de puente antiguo barba abundante y azafranada fisonomiacutea inteligente y porte caballeroso y hasta cierto punto elegante Eran faacuteciles sus maneras y su habla un poco campanuda como de quien gusta oiacuterse y se ha oiacutedo mucho en estrados en las Cortes o en las varias academias de mancebos aprovechados que hay en Madrid Nada habiacutea en su persona de asacristanado o frailesco como pudiera creerse el verle venir en compantildeiacutea de cleacuterigos

Este personaje fue el que encaroacute con Gloria en el primer peldantildeo de la escalera inmutaacutendose un poco al verla

-iexclCoacutemo iquestUsted por aquiacute Rafael iquestHa venido usted con mi tiacuteo -le preguntoacute la sentildeorita despueacutes del primer saludo

-He venido con Su Ilustriacutesima pero me quedeacute un poco atraacutes porque nuestro coche se detuvo en la cuesta -repuso el mancebo estrechando la mano de la joven- Ya seacute que todos estaacuten buenos El Sr D Juan hecho un mozalbete Usted siempre tan linda

-Yo creiacute que usted no saldriacutea de Madrid [55] Como ahora estaacuten las cosas tan enredadas por allaacute

-Por allaacute y por aquiacute y por todos lados No seacute adoacutende iraacute a parar el mundo Yo he venido a Ficoacutebriga para cierto asunto de elecciones y tambieacuten para uno miacuteo Ya se lo diraacute a usted D Juan He venido en el mismo tren que Su Ilustriacutesima que despueacutes me ofrecioacute su coche y hospitalidad en su casa No la acepteacute por no molestar Ademaacutes tengo compromiso con mi iacutentimo amigo el sentildeor cura para vivir con eacutel unos diacuteas

-Estaraacute usted mucho tiempo por aquiacute iquestno es verdad

-Me estariacutea toda la vida -dijo el joven con evidentes sentildeales de debilidad amorosa en su grave semblante y arqueando las cejas de un modo excesivo hasta ponerlas en mitad de la frente- El mes pasado la vi a usted por uacuteltima vez en casa de Dordf Mariacutea del Rosario iexclQueacute piacutecara iexclDejarnos en tal soledad iquestSe acuerda usted de lo que hablamos alliacute la uacuteltima noche de tertulia

Gloria se echoacute a reiacuter

-Dos diacuteas despueacutes fui a casa de mi amiga El paacutejaro habiacutea volado Ficoacutebriga y siempre Ficoacutebriga Aborrezco a este pueblo

-iexclAborrece a este pueblo [56]

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-No ahora no -respondioacute con viveza el de las gafas- Es un paraiacuteso este lugar Por desgracia el asunto de las elecciones me entretendraacute poco maacutes de dos semanas iexclQueacute dulce es vivir aquiacute tan cerca de usted Gloria Parece un suentildeo y sin embargo es verdad Verla todos los diacuteas a todas horas

-El honor es para nosotros Sr del Horro Pero dispeacutenseme usted Voy a mandar que bajen los azucarillos iexclFrancisca pero Francisca [57]

- IX -

Recepcioacuten discurso presentacioacuten

El joven entroacute en la casa Estaban alliacute ademaacutes de los dos hermanos Lantigua el doctor Loacutepez Sedentildeo secretario de Su Ilustriacutesima el paje del mismo D Juan Amarillo el cura y el alcalde de Ficoacutebriga los tres indianos y don Bartolomeacute Barrabas que a pesar de la firmeza de sus ideas republicanas no vacilaba en tributar respetuoso homenaje a la principal gloria de Ficoacutebriga aunque tal gloria estuviese representada en un priacutencipe de la Iglesia

El cura de Ficoacutebriga D Silvestre Romero que era un hombre proceroso fornido de fisonomiacutea dura y sensual como la de un emperador romano pero muy simpaacutetico y francote dio comienzo no sin turbacioacuten a un discurso que preparado llevaba y del cual la historia muy negligente en esto apenas conserva algunos paacuterrafos [58]

-Todos los habitantes de esta humilde villa -dijo- sienten el maacutes vivo gozo al ver a Usiacutea Ilustriacutesima en el seno de esta humilde villa y esperan que la presencia de Usiacutea Ilustriacutesima en esta humilde y honrada villa sea anuncio feliciacutesimo de paz origen de concordia y sentildeal de bienes sin cuento

Y maacutes adelante cuando se serenoacute un poco y pudo con desembarazo echar fuera los pensamientos que traiacutea almacenados en su mente agregoacute esto

-iexclBenditos nosotros que vivimos ausentes de los escaacutendalos que pasan allaacute donde la corrupcioacuten y la irreligiosidad tienen su asiento Lo que llega a nuestros oiacutedos nos hace estremecer El Sr D Juan profetizoacute en aquel su ceacutelebre discurso los fuegos de Niacutenive y los fuegos de Niacutenive que ya cayeron sobre Francia caeraacuten tambieacuten sobre la catoacutelica Espantildea y la abrasaraacuten y podraacute decirse de ella laquoPerecioacute su memoria con el sonidoraquo periit memoria ejus cum sonitu

Y despueacutes

-Antes se habiacutea entibiado la religiosidad pero ahora se ha perdido por completo en la mayor parte de las personas y las que auacuten saben dirigir sus almas al cielo se ven perseguidas amenazadas por la caterva brutal de filoacutesofos y [59] revolucionarios Los hombres que gobiernan al (1) paiacutes predican puacuteblicamente el ateiacutesmo se burlan de los Santos Misterios insultan a la Virgen Mariacutea denigran a Jesucristo llaman bobos a los Santos y mandan demoler las iglesias y profanar los altares Los ministros del Sentildeor haacutellanse hoy en la condicioacuten maacutes precaria se les trata peor que a los ladrones y asesinos el culto sin decoro ni magnificencia a causa de la general pobreza de la Iglesia entristece el aacutenimo Los hombres no piensan maacutes que en reunir dinero en rentildeir los unos

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con los otros y en disputarse el gobierno de las naciones que al dejar de ser guiadas por la poliacutetica cristiana y uacutenico gobierno posible que es el de Cristo marchan con paso ligero a su disolucioacuten y total ruina

D Silvestre no quitaba los ojos mientras hablaba de D Juan de Lantigua como preguntaacutendole laquoiquestqueacute tal lo hagoraquo Pero el insigne jurisconsulto fue la uacutenica persona que no se mostroacute entusiasmada con el discurso del cura sin duda por no creerlo ni nuevo ni oportuno que todas las ocasiones no son propias para decir verdades El doctor Sedentildeo que era un poco enfaacutetico dijo tambieacuten algo coruscante sobre la ruindad de los tiempos pero a pesar de su meacuterito no ha llegado el texto a nuestras manos [60]

-Malos son los tiempos -dijo Su Ilustriacutesima dirigieacutendose principalmente al cura y a Barrabaacutes que muy azorado no deciacutea palabra- pero Dios no abandonaraacute a los suyos en medio de la tempestad que se acerca y no faltaraacute un arca para los que viven en eacutel Oremos sinceramente sentildeores la oracioacuten es antiacutedoto celeste contra la epidemia del pecado que por todas partes nos rodea oremos por nosotros y por los que cierran sus oiacutedos a la voz de Dios y sus ojos a la luz de la verdad Fervor y piedad constantes en los que creen pueden atraer sobre la tierra especiales favores del cielo Te domine custodies nos a generatione hac in aeternum laquoTuacute Sentildeor nos salvaraacutes y nos guardaraacutes de esta generacioacuten para siempreraquo

Al llegar aquiacute el prelado fijoacute sus ojos con expresioacuten de gran benevolencia en el joven seglar que habiacutea traiacutedo consigo y presentaacutendole a sus amigos hablo asiacute

-Aquiacute estaacute nuestro heroico joven nuestro valiente soldado Sentildeores y amigos miacuteos saluden al benemeacuterito campeoacuten de los buenos principios de las creencias religiosas de la Iglesia catoacutelica y al perseguidor del filosofismo del ateiacutesmo de las irreverencias revolucionarias iexclGloria a la juventud creyente fervorosa llena de fe y de amor al catolicismo [61]

D Rafael del Horro inclinaacutendose con modestia balbucioacute algunas protestas sobre los meacuteritos que le atribuiacutean

-Cuando la juventud -antildeadioacute el prelado- se entrega a los vicios de la inteligencia y se corrompe con perniciosas lecturas este joven aspira al honroso nombre de soldado de Cristo La Iglesia pelea alliacute donde la provocan al combate iexclAh sentildeores No es vana cortesaniacutea lo que sale de mis labios sino admiracioacuten por su valiente espiacuteritu por su animosa decisioacuten en pro de la combatida Iglesia por la constancia con que persigue acosa y anonada la piacutecara francmasoneriacutea y el materialismo por su elocuencia oratoria y su eneacutergico estilo literario prendas todas que han sido armas poderosas de la causa de Dios en el periacuteodo que acaba de pasar

-iexclAh -dijo D Juan Amarillo haciendo al joven Horro un saludo pomposo- ya sabemos que el sentildeor es un gran orador y un gran periodista

D Silvestre Romero abrazoacute con efusioacuten a Rafael del Horro Eran antiguos amigotes y en cierta ocasioacuten como el joven orador y publicista necesitase un buen corresponsal en Ficoacutebriga brindose a desempentildear este cargo el cura enviando unas cartas muy saladas que no dejaban nada que desear [62]

Mientras duraron las felicitaciones D Bartolomeacute Barrabaacutes que era el demagogo de la localidad no se atrevioacute a decir una palabra en pro de sus perversas doctrinas y aunque el cura y Amarillo dejaron caer alguna punzante cuchufleta sobre la persona del

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filoacutesofo de aldea este no creyoacute prudente empuntildear las bien afiladas armas de su dialeacutectica en aquella ocasioacuten El respeto a D Aacutengel poniacutea una mordaza en sus labios Y tan bien pagoacute el noble prelado esta prudencia que como D Silvestre aludiera claramente al demagogo diciendo que tambieacuten Ficoacutebriga estaba tocado de pestilencia habloacute de este modo

-No me toquen a D Bartolomeacute que espero convertirle puesto que es bueno en su corazoacuten y estos desvariacuteos no perderaacuten su alma si llegamos a tiempo

Barrabaacutes se inclinoacute dando las gracias Para decir algo dijo

-Y seguacuten la prensa el Sr D Rafael del Horro viene a trabajar en las elecciones

-Viene a trabajar y a triunfar -repuso con desenfado el cura- No pasaraacute ahora como la otra vez cuando por nuestra negligencia y descuido se nos pusieron ustedes encima

Y luego amenazando a Barrabaacutes con la derecha mano antildeadioacute [63]

-Ahora se diraacute Exurgat Deus et dissipentur inimici ejus et fugiant Sicut fluit cera a facie ignis sic periant peccatores a facie Dei laquoLevaacutentese Dios y sean dispersos sus enemigos y huyan Como se derrite la cera delante del fuego asiacute pereceraacuten los pecadores delante de Diosraquo

Repitiendo el gesto de amenaza D Bartolomeacute dijo riendo

-Iremos a votar

El demagogo no estaba en la lista de los convidados aquel diacutea pero D Aacutengel le rogoacute que se quedase lo que en extremo agradecioacute Barrabaacutes Al mismo tiempo D Juan de Lantigua gritaba desde la puerta

-Gloria Gloria hija miacutea iquestpero no se come hoy en esta casa [64]

- X -

D Aacutengel de Lantigua obispo de

El obispo pareciacutea un nintildeo grande Su cara redonda sonrosada y siempre risuentildea se destacaba entre la ampulosa envoltura episcopal y bajo el sombrero verde respirando profundo gozo de espiacuteritu benevolencia paz completa con la conciencia y relaciones perfectas con Dios Era hombre que por natural impulso de su sano corazoacuten se inclinaba a suponer lo bueno en todo Sus estudios su experiencia su confesonario le ensentildeaban que habiacutea malvados en el mundo pero siempre que hablaba con alguien deciacutea para siacute laquoiexclQueacute buena persona queacute excelente sujetoraquo

Como una luz alumbra cuanto la rodea asiacute su corazoacuten proyectaba las claridades de la bondad sobre los que se le acercaban Era incapaz de tener un mal pensamiento acerca de individuos [65] conocidos y cuando oiacutea hablar de las picardiacuteas de alguacuten desconocido no omitiacutea decir cualquier palabra en defensa del ausente

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Su inteligencia era quizaacutes inferior a la de su egregio hermano D Juan pero le ganaba en verdadera piedad y en dulzura de sentimientos y aunque tocante a materias dogmaacuteticas profesaba la doctrina de la intolerancia en el verdadero sentido teoloacutegico no en el vulgar de esta manoseada palabra la viva compasioacuten que sentiacutea hacia los errores y deslices de la humanidad contemporaacutenea pareciacutea atenuar el rigor de sus ideas Se ignora lo que D Aacutengel habriacutea hecho si hubiera tenido en el hueco de la mano la pecadora sociedad presente En cuanto a D Juan es seguro que la habriacutea echado al fuego quedaacutendose despueacutes con la conciencia no soacutelo tranquila sino satisfecha de haber realizado el bien

En las praacutecticas religiosas era D Aacutengel intachable No se le podiacutea tildar ni de flaqueza ni de exceso de celo Jamaacutes desmayoacute en sus deberes de catoacutelico jamaacutes se dejoacute llevar a extremos de sutilezas y enrevesados simbolismos En sus ratos de vagar recreaba el aacutenimo con piadosas lecturas y aborreciacutea los perioacutedicos de cualquier partido que fuesen En Ficoacutebriga como los meacutedicos le ordenasen una vida tranquila y que [66] huyese de lecturas taciturnas y mentales trabajos gustaba de pasear por el jardiacuten contemplando las muchas y bellas flores y oyendo las explicaciones de su sobrina acerca del tiempo y condiciones con que cada una se criaba Gustaba tambieacuten de pasear por el pueblo hacia la mar bajando casi siempre a la playa y al muelle y detenieacutendose infaliblemente a ver llegar las lanchas pescadoras cuya vuelta al abrigo le produciacutea inefable sensacioacuten de placer y asombro por la bondad infinita de Dios Sus ojos las buscaban en el horizonte las seguiacutean por la superficie del mar y cuando atracaban teniacutea gozo especial en ver desembarcar la sardina la merluza y el besugo Siempre le causaba admiracioacuten que trajesen tantos peces y deciacutea a los marineros laquoCreiacute que no quedaban maacutes despueacutes de lo que trajisteis ayer iexclBendito sea Dios que no deja morir a los pobresraquo

Le agradaba la muacutesica cualquiera que fuese sin distincioacuten de escuelas No entendiacutea de buena y mala muacutesica Para eacutel toda era buena y siempre que Gloria tocaba algo al piano oiacuteala con placer y aun con cierto respeto porque aquel precipitado correr de los dedos sobre las teclas le pareciacutea el colmo de las habilidades humanas Pegaacutebansele al oiacutedo aquellos ritmos y por las mantildeanas cuando bajaba al jardiacuten despueacutes [67] de decir misa en la Abadiacutea o en la capilla si estaba habilitada soliacutea tararear entre dientes alguacuten cantorrio informe Pero su principal gusto consistiacutea en departir con su sobrina sobre cualquier materia sagrada o profana Autorizaacutebala complacientemente para decir cuanto se le antojase le preguntaba mil cosas friacutevolas que de ninguacuten modo podiacutean interesarle y haciacutea comentarios sobre los diversos sucesos que ocurriacutean en Ficoacutebriga pues tambieacuten en Ficoacutebriga habiacutea sucesos

Teniacutea en tanto aprecio a su secretario el doctor Loacutepez Sedentildeo que en ninguna cosa grave poniacutea mano Su Ilustriacutesima sin consultarle por ser Sedentildeo teoacutelogo eminente y gran sabedor de caacutenones pero de alguacuten tiempo acaacute se habiacutea dado el secretario con exceso a los negocios poliacuteticos y leiacutea con afaacuten los perioacutedicos y aun escribiacutea no poco en ellos Si al principio desagradoacute esto a D Aacutengel pronto se fue acostumbrando y acaboacute por alabarlo considerando que los tiempos exigiacutean tomar las armas No faltaron maliciosos que en las antesalas del palacio episcopal de murmuraron de la excesiva preponderancia del doctor Sedentildeo en los consejos de Su Ilustriacutesima y hubo quien por mote llamoacute al leal servidor y amigo le petit Antonelli Pero de estos detalles que quizaacutes fueron malignidades [68] no nos ocuparemos nosotros Otros deciacutean que Sedentildeo era muy soberbio y aspiraba al episcopado de cuando fuese trasladado D Aacutengel como

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se anunciaba a la metropolitana de S y recibiera el capelo Nosotros no sabemos nada de esto y cerramos los oiacutedos a los chismes de cabildo

Soacutelo sabemos que D Aacutengel era amado con delirio por sus diocesanos lo mismo que por sus compatriotas los de Ficoacutebriga que su corazoacuten estaba limpio de ambiciones que si tomaba con calor la perversidad de los tiempos era soacutelo atendiendo a lo espiritual Gran carintildeo teniacutea a Rafael del Horro joven espada de la Iglesia una especie de apoacutestol laico defensor eneacutergico del catolicismo y de los derechos eclesiaacutesticos en el Congreso Sin embargo cuando por el tren le habloacute el ardiente joven del negocio de la eleccioacuten Su Ilustriacutesima le dijo

-Creo que mis paisanos le votaraacuten a usted porque son buenos catoacutelicos y daraacuten fuerza a los defensores de la Iglesia pero no me pida usted que les hable de este negocio Allaacute se las entienda con su amigo D Silvestre que es seguacuten dicen un aacuteguila para esto de elecciones pues las que eacutel ha dirigido dejaron fama en todo el paiacutes [69]

Este fue un punto en que ni el mismo doctor Sedentildeo con ser le petit Antonelli pudo hacer variar la inquebrantable resolucioacuten del sentildeor obispo Tampoco quiso este intervenir en otro asuntillo que traiacutea a Ficoacutebriga Rafael del Horro y lo encomendoacute por entero al cuidado de su hermano D Juan como se veraacute en el capiacutetulo siguiente [70]

- XI -

Un asunto grave

Rafael del Horro viviacutea en la casa del cura y todos los diacuteas bien al almuerzo bien a la comida se personaba en casa de Lantigua llevado del afaacuten de hablar con Gloria Una mantildeana antes de que el aguerrido campeoacuten de Jesucristo pareciese por la casa D Aacutengel que acababa de llegar con Gloria de la Abadiacutea donde habiacutea celebrado dijo a esta

-Tu padre estaacute en el jardiacuten y quiere hablarte ve

Gloria corrioacute al jardiacuten donde estaba don Juan en pie con las manos a la espalda inspeccionando los materiales que habiacutean traiacutedo para componer la capilla Fueron ambos a sentarse en un apartado y umbroso sitio que abrigaban corpulentas magnolias y otros aacuterboles Un sol tibio calentaba el jardiacuten convocando [71] en el espeso verdor de este toda la repuacuteblica de paacutejaros vecinos que entraban y saliacutean por diversas partes jugando y charlando D Juan miroacute con afectuosos ojos a su hija y le habloacute asiacute

-Por lo mucho que te quiero voy a hablarte de un asunto que interesa mucho a tu porvenir y a tu felicidad Si se tratara de una jovenzuela de esas que no poseen el buen juicio y la rectitud que a ti te distinguen seguramente el camino que debiacutea seguirse seriacutea distinto pero tuacute no eres como las demaacutes y yo tomo la senda maacutes breve Creo hija miacutea que ha llegado la ocasioacuten de que te cases

Gloria se quedoacute absorta quiso hablar y no se le ocurrioacute nada digno de ser dicho en tan criacutetica ocasioacuten y ante la majestad imponente de D Juan en quien veiacutea entonces juntas las dos personas de su padre y su tiacuteo

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-Siacute -prosiguioacute Lantigua- Lo que en otra clase de personas es cuestioacuten difiacutecil aquiacute es problema faciliacutesimo y puede resolverse con honra y contento de todos Una joven que no ha entretenido su edad florida en noviazgos indecentes ni con necios amoriacuteos de balcoacuten o de tertulia es el tesoro maacutes preciado de una honesta familia Esa joven eres tuacute Tu caraacutecter bondadoso doacutecil tu educacioacuten cristiana y haacutebitos [72] humildes tus pensamientos que si alguna vez han sido soberbios despueacutes se han sometido al yugo de la autoridad me mueven a hablarte de este modo seguro de que tus ideas se acordaraacuten con las miacuteas y tu sentir con mi sentir

Gloria quiso de nuevo hablar algo aunque fuera para dar su asentimiento pero nada de lo que vino a su mente le parecioacute digno de la gravedad del caso por cuya razoacuten creyoacute prudente callarse

-iexclQueacute seria te has puesto -dijo el padre- y tambieacuten paacutelida Asiacute me gusta Una muchacha casquivana y ligera habriacutea sonreiacutedo y soltado por la boca mil torpes o fuacutetiles palabras pero tuacute comprendes que el asunto del que trato es grave es una piadosa unioacuten por toda la vida un Sacramento instituido por Dios el paso maacutes difiacutecil y maacutes delicado de la existencia y soacutelo la idea de avanzar el pie para darlo debe sumergir el aacutenimo de la mujer cristiana en hondas meditaciones

Despueacutes de sonreiacuter prosiguioacute asiacute

-Sin duda sospechas quieacuten es el hombre a quien tengo por el maacutes a propoacutesito para ser tu esposo Hay un joven cuyo caraacutecter talentos no comunes y costumbres cristianas son una excepcioacuten entre todos los demaacutes joacutevenes de su [73] clase y de su edad como lo eres tuacute entre las nintildeas de estos tiempos Ese joven iquestnecesito nombrarlo es D Rafael del Horro En verdad que si ese mozo no descollase por sus virtudes tanto como por su talento se habriacutea dirigido a ti y te habriacutea mareado la cabeza con boberiacuteas de novela contrarias a la moral cristiana y que aun cuando los fines sean buenos dejan siempre germen de vicio y concupiscencia en el alma Cuerdo sensato honesto respetuoso contigo y con nosotros se ha abstenido de demostraciones apasionadas En Madrid y aquiacute mismo me ha confiado que siente hacia ti una aficioacuten puriacutesima y santa y que se consideraraacute feliz si le das el nombre de esposo

Gloria maacutes incapaz entonces que nunca de pronunciar una palabra trazaba con la punta de la sombrilla rayas horizontales sobre el piso de arena

-Si fuese preciso enumerarte los meacuteritos de D Rafael hija miacutea -dijo D Juan- te diriacutea que entre todas las personas que conozco no hay ninguna que maacutes me cautive por la valentiacutea de sus convicciones por el entusiasmo con que ha consagrado su juventud a la defensa de una causa perseguida por los malos por su honradez y laboriosidad y formalidad prendas todas que no suelen ser adorno de los joacutevenes [74] sino de hombres sesudos y maduros ya templados y hechos a la vida por el trabajar de los antildeos

Gloria despueacutes de que trazoacute sobre la arena regular nuacutemero de liacuteneas horizontales paralelas empezoacute a trazar otras verticales que formaban enrejado con las primeras

-En este uacuteltimo periacuteodo Rafael ha conquistado la admiracioacuten y la gratitud de todos los que vivimos perseguidos Su talento y su valor para luchar solo contra los energuacutemenos y los perseguidores de la Iglesia me han recordado al gran Judas Macabeo soacutelo que aquel trabajaba con la espada y este con la lengua y la pluma iexclQueacute admirables triunfos le debe la Iglesia en sus relaciones temporales iexclqueacute gratitud eterna

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le deben los pobres eclesiaacutesticos perseguidos que no pueden ir a defenderse a los antros de herejiacutea ni subir a la caacutetedra de las blasfemias Pero como la verdad necesita oacuterganos en todas las esferas en la de estas mundanales luchas tiene la Iglesia buen nuacutemero de piadosos seglares que la defienden la amparan y son un valladar constante contra las amenazas de los impiacuteos

-iexclUna caterva de piacutecaros -dijo Gloria que encontrando al fin coyuntura a propoacutesito para decir algo no quiso dejarla pasar [75]

-Tal vez en su conciencia no sean tan malos como dicen -indicoacute D Juan- pero ello es que Rafael les ha tratado bien iexclPobre joven Cuando me reveloacute respetuosamente por supuesto la casta aficioacuten que le has inspirado sentiacute mucho gozo laquoPuesto que mi hija no ha de ser monja dije ya le encontramos el compantildeero de su vidaraquo No he querido contestarle nada hasta saber lo que piensas acerca de esto

Gloria empezoacute a trazar rayas diagonales en el enrejado

-Mis ideas en esto son hija que al matrimonio debe preceder una eleccioacuten libre del corazoacuten previo el consejo de las personas mayores Pero si admito el consejo y a veces la oposicioacuten a inconvenientes afectos de las nintildeas rechazo la violencia y la imposicioacuten para realizar el gusto a veces equivocado de los padres Esto suele ser causa de matrimonios desgraciados y pecadores Si a pesar de las prendas rariacutesimas de Rafael no sientes inclinacioacuten a darle tu mano nada de hipocresiacuteas nada de violencias Si le has tratado poco y te es indiferente como creo un trato conveniente y decoroso te revelaraacute los tesoros de su corazoacuten bueno y recto No confundas las arrebatadoras vehemencias de un diacutea con el afecto tranquilo [76] y que ha de durar toda la vida reflejo del amor puro y reposado que tenemos a Dios

Gloria se ocupoacute en trazar en los cuatro costados del enrejado unos picos a manera de fleco Despueacutes alzoacute los ojos de su complicada obra geomeacutetrica y fijaacutendolos en su padre dijo con timidez

-Bien papaacute yo hareacute siempre lo que usted me mande

-Si yo no te mando nada -dijo Lantigua con viveza- Veo que no estaacutes dispuesta a dar una contestacioacuten terminante y categoacuterica Eso es prueba de sensatez Estas cosas deben pensarse

-iexclEso es pensarse -exclamoacute Gloria asieacutendose a la idea del pensar como el naacuteufrago a una tabla

-Bien -dijo D Juan levantaacutendose- Toacutemate todo el tiempo que quieras y piensa hija miacutea Tienes entendimiento y corazoacuten y piedad y fe cristiana suficientes para resolver esto convenientemente iquestQuedamos en eso

-Quedamos

-Pero deseariacutea que tu contestacioacuten no se retardase mucho

-Contestareacute pronto -dijo Gloria

-Te doy tres diacuteas vamos cuatro Esto me prueba como he dicho antes que no ha habido [77] noviazgo iquestRafael te ha hablado de esto

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-Un poco pero asiacute como broma Yo siempre lo tomeacute como broma

-Ya ves que es muy serio Con que hijita prepaacuterate a responderme Mediacutetalo bien Ni tu consentimiento ni tu negativa disminuiraacuten el carintildeo que tu padre te tiene Vaya adioacutes Me voy a trabajar Te encargo como siempre que cuides de que no me hagan ruido

-Descuide usted papaacute

D Juan de Lantigua se metioacute en su cuarto y como el buzo se arroja al mar eacutel se sumergioacute en el oceacuteano de sus libros Hasta la hora de comer no debiacutea tenerse noticia de su existencia [78]

- XII -

El otro

Lo propuesto por D Juan dejoacute a Gloria en la mayor confusioacuten Aquel asunto realmente grave no podiacutea presentarse a su espiacuteritu sin ocuparlo al punto vivamente Durante largo rato su meditacioacuten fue tan profunda que el tiempo transcurriacutea sin que ella lo advirtiese Al fin dando un suspiro y alzando la cabeza como que volvioacute en su acuerdo Advirtioacute gran soledad en el jardiacuten bastante caldeado por el sol que a mucha altura estaba ya Cerradas todas las persianas de la casa ninguacuten ruido veniacutea de ella hasta los paacutejaros se habiacutean callado y soacutelo dos o tres cuchicheaban alguacuten secreto o refunfuntildeaban alguna disputa en las uacuteltimas ramas de los plaacutetanos

Gloria se levantoacute pues el ardiente vibrar de sus nervios la impulsaba a pensar marchando [79]

Complacida del silencio y soledad en que estaba dejose ir hacia un escondido y ameno bosquecillo Al ver el apresuramiento de su marcha y el afaacuten con que marchando hacia el oscuro sitio miroacute a sus espesuras cualquiera habriacutea creiacutedo que alliacute la aguardaba alguna persona pero no habiacutea nadie El bosquecillo estaba enteramente solo Despueacutes acercose a la verja y por entre los huecos que dejaba a trechos el follaje de la madreselva miroacute hacia el camino con los ojos fijos y el semblante paacutelido sus grandes pestantildeas aleteaban como mariposas negras jugando en la luz iexclAh Cualquiera que en tal actitud la hubiese visto y observase con cuaacutento intereacutes exploraban sus ojos el camino ya en direccioacuten a la playa ya en direccioacuten a las montantildeas habriacutea creiacutedo que esperaba a alguno Sin embargo podemos jurarlo y lo juramos por alliacute no pasaba ni habiacutea pasado jamaacutes nadie que interesase a su corazoacuten

Luego subioacute a su cuarto y se puso a trabajar en una obra de aguja Seguiacutea meditando pero los sonidos maacutes insignificantes la haciacutean volver suacutebitamente la cabeza A veces el caer de una hoja las pisadas del jardinero sobre la arena el ruido de las huecas regaderas de latoacuten al ser puestas vaciacuteas en el suelo el surtidor [80] que caiacutea en la pila llena de agua con pececillos encarnados el arrullo de las palomas en lo alto del granero de la casa vieja el silbar lejano de un vapor zarpando de la riacutea impresionaban su oiacutedo tan eneacutergicamente cual si voces amadas la llamaran y la nombraran en distintos puntos del espacio infinito Y sin embargo seraacute preciso repetirlo nadie la llamaba desde el jardiacuten ni desde los altos aires vaciacuteos ni desde los mares profundos como no fuera una

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voz soacutelo por ella oiacuteda Su corazoacuten latiacutea con fuerza y vivo compaacutes Sobre eacutel se sentiacutean pasos

Intentaremos describir la situacioacuten de espiacuteritu de la sentildeorita de Lantigua La razoacuten no le deciacutea nada en contra del proyecto de su padre y reconociacutea faacutecilmente en Rafael todas las cualidades de un joven maduro de un caraacutecter honrado y bondadoso de un atleta del catolicismo de un trabajador incansable de un apoacutestol seglar Reconociendo esto ella haciacutea esfuerzos para despertar en su pecho inclinacioacuten vehemente hacia aquel joven pero aquiacute empezaba la dificultad porque se interponiacutea siempre entre ella y eacutel una sombra intrusa que veniacutea no sabemos de doacutende

Esto debiera conducirnos a la afirmacioacuten categoacuterica de que la sentildeorita de Lantigua habiacutea encontrado ya el elegido de su corazoacuten [81] pero una serie de indagaciones concienzudas con la cooperacioacuten de las personas maacutes curiosas de Ficoacutebriga demuestran lo contrario Teresita la Monja esposa de D Juan Amarillo en cuya casa hay un ventanuco desde el cual se atisban con buen ojo el jardiacuten y los patios y corredores de la casa de Lantigua asegura que si Gloria tuviese alguacuten novio del tamantildeo de una lenteja o recibiese cartas o hablase por el balcoacuten a ella no se le hubiere escapado Lo mismo dicen las dos hijas de D Bartolomeacute Barrabaacutes ambas muy instruidas en todas las historias del pueblo amigas iacutentimas de Francisca Pedrezuela criada principal de nuestros heacuteroes

Y sin embargo el otro existiacutea iquestDoacutende iquestQuieacuten era

La sentildeorita de Lantigua bajoacute maacutes tarde sola al jardiacuten despueacutes de la comida Entonces sin mover los labios hablaba Oigaacutemosla

-Es una locura -deciacutea- esto que tengo es una locura pensar en lo que no existe y desvanecerme y afanarme por una persona imaginaria Fuera fuera tonteriacuteas ilusiones vagas diaacutelogos mudos Aquiacute hay algo de enfermedad sin duda y mi cabeza no puede estar buena Vivo en gran error suentildeo lo imposible lo que no existe ni puede existir sobre la tierra iquestEn queacute consiste pues que entre todos [82] los hombres que he visto y oiacutedo y conocido ninguno se parece a este Si mi padre y mi tiacuteo le conocieran no hariacutean tantos elogios de Rafael

iquestlaquoPero coacutemo le ha de conocer si no existe si no estaacute en ninguna parte si no tiene cuerpo ni vida ni realidad iexclLoca mil veces loca soy Deacutejame tuacute y no vuelvas maacutes Calla tuacute y no digas una palabra maacutes pues no te escucho Eres una mentira menos que una sombra menos que un fantasma menos que un rayo de sol eres un pensamiento nada maacutes No soacutelo no existes sino que no puedes existir porque seriacuteas la perfeccioacuten Sal pues del jardiacuten y no vuelvas maacutes ni me hables ni me llames en el silencio de la noche ni pases haciendo sonar con tus pisadas las hojas arrugadas y secas del otontildeo Adioacutes tuacute has sido conmigo corteacutes fino generoso delicado leal apasionado sin impureza y carintildeoso con un respeto sagrado hacia miacute pero te despido porque mi padre me manda que quiera a ese D Rafael buena persona excelente sujeto apreciable joven como eacutel dice Sin duda no puede haberlos mejores sobre la tierra y el creer en ti el pensar en ti es un disparate como alzar la mano para coger una estrella

raquoCada cosa en su lugar El cielo tiene estrellas [83] y soles la tierra hombres y gusanos Vivimos abajo y no arriba Mi padre me ha dicho varias veces que si no corto las alas al pensamiento voy a ser muy desgraciada Vengan pues las tijeras O se tiene voluntad o no se tiene o se vive en la realidad o en el suentildeo Sentildeor y padre querido

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tienes razoacuten en llevarme por este camino guiada por tan fiel mano entrareacute gozosa en eacutel y me casareacute con tu soldado de Cristoraquo

Luego siguioacute pensando que era necedad propia de colegialas castigadas a pan y agua por no saber la leccioacuten el divagar a solas con el entendimiento fijo en imaginarios galanes el representarse escenas platoacutenicas y apasionadas entrevistas y mil otras aventuras dramaacuteticas embellecidas al mismo tiempo por la fantasiacutea y la inocencia Afirmoacute ademaacutes que tales desvariacuteos eran indignos de una persona de soacutelidas calidades y principios como ella y aunque su conciencia diaacutefana clara y limpia como los cielos no le mostraba la nube de ninguna impureza juzgoacute que en aquel perpetuo y descarriado imaginar suyo habiacutea no poco de pecado o al menos de germen pecaminoso

Despueacutes se rioacute un poco de siacute misma y dejando ir el pensamiento hacia su padre encontroacute en eacutel tanta bondad tanta previsioacuten tal [84] rectitud de miras que sintioacute aumentarse la admiracioacuten y el carintildeo que hacia eacutel sentiacutea Por la concatenacioacuten natural de las ideas su pensamiento despueacutes de revolotear locamente fue a posarse sobre la persona de Rafael

-iexclQueacute excelente joven es ese D Rafael -dijo marchando hacia la casa- He sido una tonta en no comprender antes su meacuterito Se le tomariacutea por un viejo y luego ese talentazo que le ha dado Dios Ahiacute es nada traer marcados a los piacutecaros revolucionarios y herejes y volverles tarumba con sus discursos y despedazarles con sus artiacuteculos iexcly queacute discursazos Bien me acuerdo de aquel que deciacutea laquoiexclEstaacuteis conculcando todas las leyes divinas y humanas estaacuteis insultando a Diosraquo Luego es piadoso es religioso no tiene la despreocupacioacuten infame de los muchachos del diacutea iexclAy alliacute viene huyamos

Y azorada huyoacute por un lado mientras el modelo de joacutevenes entraba por otro [85]

- XIII -

Llueve

Aquellos pensamientos duraron poco en la mente de Gloria Como mudan las corrientes en la esfera del mundo volvieacutendose del Norte al Sur asiacute las ideas de ella marcharon con rumbo distinto y dijo

-No yo no puedo querer a ese hombre Hay en eacutel algo que me repugna sin poderme explicar lo que es

Aquella tarde que era la del 23 de Junio viacutespera de San Juan fueron todos a la Abadiacutea D Aacutengel la recorrioacute toda para ver las composturas hechas en algunos altares los nuevos vestidos con que habiacutea sido obsequiada una imagen de la Virgen y los ornamentos de plata Meneses recieacuten comprados por suscripcioacuten entre los fieles de Ficoacutebriga Examinolo bien el obispo y sobre cada pieza dio su dictamen con mucho [86] acierto Despueacutes de orar un rato salieron para dar un paseo En el atrio Su Ilustriacutesima dijo

-Daremos un paseo por la playa si les parece a ustedes

D Juan el doctor Sedentildeo Rafael y el cura accedieron muy gustosos

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-Veremos llegar la barquiacutea -dijo el cura poniendo la mano a guisa de pantalla ante los ojos para mirar al mar- Hoy vendraacute buena sardina Hola hola estaacute picada la mar

-iquestTendremos temporal -preguntoacute don Aacutengel

El cura miroacute al cielo y al horizonte Pareciacutea que olfateaba las viacuteas aeacutereas inquiriendo el rastro de las tempestades

-Tendremos temporal esta tarde -afirmoacute echaacutendose atraacutes el manteo prenda para eacutel de grandiacutesimo estorbo pero que no podiacutea menos de usar mientras acompantildease al prelado

-Hombre de Dios -dijo este con festivo disgusto- iquestse empentildearaacute usted en aguarnos el paseo

-D Silvestre -manifestoacute el padre de Gloria- se deja atraacutes a los mejores baroacutemetros conocidos

Romero extendioacute la mano hacia el Noroeste [87] sentildealando un cerro aplanado cuya falda tocaba el mar y que teniacutea por nombre la Cotera de Fronilde

-Infalible -dijo- Hay celaje alliacute y no puede fallar la sentencia que dice Fronilde nublada Ficoacutebriga mojada

-Pues pica el sol -indicoacute el obispo

-Otra sentildeal de proacutexima lluvia Ilustriacutesimo Sentildeor

-En fin iquestbajamos o no a la playa

-iquestQuieacuten dijo miedo iquestVienes tuacute Gloria

Esta durante las observaciones meteoroloacutegicas se habiacutea visto precisada a contestar a varias preguntas del joven del Horro y a oiacuter estudiadas frases que bajo frivolidad aparente escondiacutean la intencioacuten amorosa

-iquestVienes Gloria-repitioacute D Juan

-No- dijo ella vivamente- tengo que rezar y me vuelvo adentro

El semblante de Rafael se nubloacute como la Cotera de Fronilde

-Se le exime a usted de la obligacioacuten por esta tarde -dijo afablemente y con cierto tonillo de galanteriacutea Sedentildeo

-No no que rece que rece -dijo D Aacutengel- Sr D Rafael deme usted el brazo

Gloria volvioacute a entrar en la Abadiacutea y los demaacutes emprendieron su paseo por una vereda [88] pedregosa que empezaba detraacutes de la iglesia y terminaba en la playa Delante iba D Aacutengel apoyado en el joven orador y periodista imagen de la Iglesia sostenida por la entusiasta juventud batalladora Desde aquella ruacutestica bajada se veiacutea el mar en extensioacuten considerable Dos o tres lanchas corriacutean tendiendo las blancas alas hacia la barra y allaacute lejos muy lejos en el punto en que se confundiacutean cielo y tierra una mancha negra ensuciaba el azul del firmamento

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-Un vapor -dijo Su Ilustriacutesima

-Pasa de largo -indicoacute Romero

En el mismo instante el sol dejoacute de iluminar al grupo de paseantes

-Parece que el sentildeor paacuterroco se va a salir con la suya -dijo D Aacutengel- Nos quedamos sin sol aunque maacutes allaacute sigue descubierto Esto pasaraacute

-Tenemos agua -manifestoacute el baroacutemetro

D Aacutengel miroacute al cielo y al mirar le cayoacute una gota de agua en la punta de la nariz

D Juan extendioacute la mano y dijo

-Caen gotas

-Ya que estamos aquiacute -indicoacute D Aacutengel alargando tambieacuten la mano- maacutes vale que sigamos y demos la vuelta por el Resguardo [89] para salir a casa Casi se tarda lo mismo

-Pues adelante -dijo D Silvestre abriendo su paraguas rojo y daacutendolo a Rafael para que cubriese al sentildeor obispo

D Juan abrioacute tambieacuten el suyo Las gotas menudeaban De pronto una racha de Noroeste soploacute con fuerza levantando remolinos de polvo pues la tierra apenas se habiacutea mojado y azotando con violencia suma a los paseantes obligoles a detenerse un momento Las ropas talares del obispo del cura y del secretario se arremolinaron silbando en torno de los cuerpos como si el viento quisiera arrancaacuterselas para poneacuterselas eacutel

-iexclDios miacuteo iquestqueacute es esto -exclamoacute don Aacutengel

En poco tiempo la nube parda se extendioacute por todo el cielo cubrieacutendolo Los viejos aacutelamos de tronco leproso y de sonoras hojas se encorvaban gimiendo y sacudiacutean sus ramas con movimientos de desesperacioacuten El viento despueacutes de pasar rozando los tejados y arrancando tras siacute todas las tejas que no estaban seguras caiacutea con furia loca sobre el mar y embistiendo las olas las ahuecaba silbando en los coacutencavos cilindros de ellas y esparciendo su espuma Habiacutea desaparecido el horizonte y cielo y tierra eran una inmensidad blanquecina [90] toda agua toda bruma De repente veloz culebra de fuego violaacuteceo cruzoacute el espacio vibrando fugazmente en eacutel como vibra el pensamiento dentro del cerebro y despueacutes sonoacute allaacute arriba hondo estreacutepito de mil montantildeas que pareciacutean rodar chocando unas con otras

La lluvia empezoacute a caer fuerte punzante espesa torrencial Calado en un instante hasta los huesos D Aacutengel se volvioacute a sus amigos y con voz dolorida y semblante de compasioacuten profunda exclamoacute

-iexclPobres marinos pobres navegantes [91]

- XIV -

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El otro estaacute cerca

Gloria penetroacute en la iglesia gozosa de encontrarse sola y en sitio a propoacutesito para soltar el freno a su imaginacioacuten En el sagrado recinto no habiacutea ya sino cinco o seis personas entre ellas Teresita la Monja que era la uacuteltima que saliacutea y dos marinos ancianos que iban todas las tardes

Gloria se dirigioacute a la capilla de su familia y sentose en un rincoacuten de ella mirando al altar Aquella tranquila atmoacutesfera del templo aquella media luz aquel silencio eran como un espejo donde el alma posaba blandamente sus ojos y se veiacutea Buena ocasioacuten tambieacuten para rezar que es como si dijeacuteramos para mirar a Dios cara a cara y subir hasta eacutel con el pensamiento dejando acaacute todo lo que puede dejarse Asiacute lo pensoacute Gloria [92]

En la iglesia de Ficoacutebriga hay sillas muy bajas y de alto respaldo que sirven de reclinatorio Gloria tomoacute una de las de su casa y arrodillaacutendose en ella apoyoacute su frente en el respaldo sostenieacutendola con ambas manos Un momento despueacutes pensaba asiacute

-iquestQue no pueda yo arrojar esto de miacute iquestEn queacute consiste Sentildeor que lo que no es nada lo que no existe lo que no puede existir ocupa mi pensamiento noche y diacutea para mortificarme para condenarme tal vez Rezareacute rezareacute con toda mi alma

Empezoacute a rezar con la boca Pero su pensamiento no iba donde la tiraacutenica voluntad le mandaba y asiacute como la bruacutejula mira siempre al Norte eacutel miraba constantemente a su idea No habiacutea fuerza humana que le apartase de aquella direccioacuten

-Esto es locura locura -dijo Gloria alzando la cabeza

Volvioacute a cerrar los ojos y a hundir la frente y una voz deciacutea dentro de su cerebro

-iexclYa voy ya estoy cerca ya te toco

La sentildeorita de Lantigua experimentoacute una sensacioacuten de anhelo o expectativa que la llenaba de indecibles congojas Sentiacutea su corazoacuten ensancharse y contraerse Allaacute dentro en lo iacutentimo de su ser habiacutea una especie de anuncio [93] recoacutendito que no teniacutea explicacioacuten faacutecil El alma sentiacutea pasos que es como decir que su misteriosa facultad de adivinacioacuten anunciaba la proximidad de algo profundamente interesante para ella Era un resplandor que en la dulce oscuridad del ser iba poco a poco despuntando como una aurora y que anunciaba otra luz mayor

Dentro de Gloria misteriosos sones murmuraban -laquoiexclOh alma pronto en ti seraacute de diacutearaquo

De repente alzoacute los ojos y tuvo miedo Miroacute a las boacutevedas del templo y violas oscuras a pesar de ser las cinco de la tarde La arquitectura de la vetusta iglesia obra romaacutenica del duodeacutecimo siglo estaba toda cubierta profanamente por una capa de yeso bajo la cual las emblemaacuteticas figurillas de los capiteles y de las archivoltas apenas teniacutean forma Pareciacutean tiritar de friacuteo arrebujadas en gruesos mantos blancos Muchos arcos ojivos o peraltados habiacutean perdido con el paso de tantos y tan pesados antildeos su original curva y estaban desfigurados muchas ventanas desquiciadas haciacutean muecas muchas columnas habiacutean dejado de ser verticales paredes habiacutea que se inclinaban con ceremoniosa reverencia El conjunto esteacutetico de tal faacutebrica era triste

Gloria sobrecogida por secreto espanto [94] se levantoacute En el mismo instante un fragor horriacutesono retumboacute allaacute arriba sobre el tejado y la Abadiacutea gimioacute en los atleacuteticos

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brazos del suelo Por las abiertas ojivas entraron raacutefagas violentas que recorrieron las boacutevedas cantando con atronadores bramidos y dieron vuelta a toda la iglesia rozando los bancos difundiendo el polvo de los altares agitando los pomposos vestidos de las imaacutegenes Derribaron una laacutempara que rompioacute al caer la urna o sepulcro de cristal en que estaba el Sentildeor difunto Azotaron con un ramo de flores de trapo el rostro de San Joseacute y le arrancaron la espada de la mano a San Miguel arrojaacutendola dentro de un confesonario Dieron vueltas alrededor del oacutergano haciendo murmurar a los tubos y volvieron las hojas del libro de coro como si febril mano de un lector invisible las repasara Besaron la frente de Gloria y escaparon despueacutes por las puertas cerraacutendolas con golpe tan violento que estas perdieron la mitad de sus podridas tablas

La sentildeorita de Lantigua tuvo miedo vio la iglesia casi completamente a oscuras y sin alma viviente Al salir de su capilla creyoacute sentir pasos corrioacute y alguien corriacutea tras ella Indudablemente oiacutea pisadas y una voz diciendo -laquoEspera [95] soy yo soy yo que he llegadoraquo

Su terror aumentoacute y con su terror el afaacuten de huir Pasaba de una capilla a otra Casi estuvo a punto de pedir auxilio Creyoacute ver los altares corriendo tambieacuten y oiacuter a los santos gritar iexclsocorro Detuacutevose al fin tratoacute de serenarse mirando hacia atraacutes y a todos lados con observacioacuten atrevida que disipase las absurdas aprensiones Pero no pudo tranquilizarse por completo y su corazoacuten se contraiacutea recogieacutendose como la sensitiva cuando la tocan Gloria se sentiacutea tocada por una mano invisible

-iexclQueacute nerviosa estoy -dijo tratando de sacudir el miedo

Entonces sintioacute una alegre voz de muchacho y vio que por la sacristiacutea aparecioacute corriendo uno de los hijos del sacristaacuten

-Sildo Sildo -gritoacute Gloria- ven acaacute

-iexclAh La sentildeorita Gloria -dijo el muchacho acudiendo a ella

-Ven acaacute dame la mano

-Voy a cerrar las puertas porque se ha metido un aire que ya ya iquestQuiere usted salir

-No parece que llueve mucho Esperareacute en la sacristiacutea

Poco despueacutes Sildo la guiaba a la sacristiacutea [96]

- XV -

Va a llegar

-iquestEstaacute tu padre

-Siacute sentildeorita Estaacute poniendo una tabla al atauacuted de los pobres

Pasoacute Gloria a la sacristiacutea que era loacutebrega y huacutemeda y de alliacute a un patiecillo estrecho cubierto de yerba Del patio pasoacute a una habitacioacuten destartalada que teniacutea el techo en

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tres planos distintos y en las paredes un resto de arco bizantino destrozado y cubierto de yeso vivienda construida sobre las ruinas del palacio abacial y que serviacutea de asilo al sacristaacuten de la parroquia Dicha pieza estaba llena de objetos distintos en revuelto montoacuten Era aquello almaceacuten carpinteriacutea taller y dormitorio de Caifaacutes y sus hijos Blandones de madera plateada y horriblemente manchados con gotas de amarilla cera apareciacutean patas arriba junto al [97] tuacutemulo negro que serviacutea para los funerales Un San Pedro sin manos y por consiguiente sin llaves mostraba su calva cabeza coronada con el nimbo de oro por encima de un rimero de astillas y tablas rotas Lienzos pintados como telones de teatro o maacutes bien como pedazos de monumento de Semana Santa estaban clavados verticalmente para servir de biombo o abrigo a la cama en que dormiacutean los tres hijos de Caifaacutes y la armazoacuten de una vieja manga-cruz sin forro teniacutea dentro ollas rotas vasos desportillados una calavera de palo y un libro de palo tambieacuten atributos estos dos objetos de alguna imagen de anacoreta Ninguna silla ni otro mueble destinado a sentarse habiacutea alliacute como no sirviese para esto un banco de carpintero Cuando Gloria entroacute Caifaacutes martillaba en las negras tablas del atauacuted de pobres echaacutendole una pieza en el fondo A cada golpe el horrible cajoacuten puesto boca abajo despediacutea un quejido

-iexclQueacute espantoso temporal -dijo Gloria entrando en el taller de Caifaacutes

-Sentildeorita Gloria -dijo el sacristaacuten riendo carintildeosamente- iexclcoacutemo la ha cogido el agua en la iglesia Mandareacute a casa del cura por un paraguas

-No esperareacute a que pase el agua De casa [98] vendraacuten por miacute -dijo Gloria buscando con los ojos un sitio donde sentarse

-iexclAy nintildea de mi corazoacuten Esto es una Babel No hay sillas para sentarse las personas decentes Pero acomoacutedese usted en esta tarima de la Virgen A bien que no estaacute mal en ella quien podriacutea ser puesta en los altares sin que Dios se enfadase por ello

Gloria se sentoacute Caifaacutes dando el uacuteltimo martillazo dio por terminada su obra y dijo

-Vamos ya estaacute concluido Ahora no les entraraacute aire a los pobrecitos que van a la tierra La caja estaba desfondada y anteayer cuando llevaron al cementerio el cuerpo del tiacuteo Fulastre se le salioacute fuera un brazo por la tabla rota Como el brazo saliera al pasar por frente a la casa de D Juan Amarillo y se moviacutea a modo de insulto la gente dijo que el tiacuteo Fulastre aplazaba a D Juan Amarillo para el diacutea del juicio

Gloria no estaba serena El desorden de aquella estancia y la vista de la triste caja no eran espectaacuteculo propio para volver el sosiego a un espiacuteritu tan acongojado como el suyo

-iexclQueacute terrible tempestad -dijo mirando el torvo cielo que por la ventana se veiacutea- iexclCuaacutentos barquitos habraacuten perecido hoy

-El Sentildeor no manda maacutes que calamidades [99] -dijo Caifaacutes dando un suspiro- No seacute coacutemo hay quien quiera vivir iexclBonito oficio es este de la vida Verdad es que como no nos lo dieron a escoger

-Ten paciencia -le dijo Gloria- que otros hay maacutes desgraciados que tuacute

Caifaacutes que estaba en el suelo elevoacute sus ojos hacia la hermosa doncella sentada en la tarima No era posible mayor semejanza con los cuadros en que el arte ha puesto una

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figura mundana orando de rodillas al pie de la Virgen Mariacutea Soacutelo los trajes podiacutean quitar la ilusioacuten Entre los ojos de topo la faz angulosa el estevado cuerpo la color amarilla de Joseacute Mundideo (a quien todos en Ficoacutebriga conociacutean por el mote de Caifaacutes) y la seductora hermosura de Gloria habiacutea tanta distancia como de la miseria del mundo a la majestad de los cielos El sacristaacuten infloacute el pecho para echar fuera un suspiro tan grande como la Abadiacutea y acurrucaacutendose en el suelo dijo

-iexclPaciencia yo Pues queacute iquestqueda todaviacutea algo de paciencia en el mundo Creiacute que yo la habiacutea cogido para miacute toda En verdad que si no fuera por las almas caritativas como la sentildeorita Gloria iquestqueacute seriacutea de miacute y de mis pobres hijos

Los tres hijos de Mundideo pareciacutean confirmar [100] esta aseveracioacuten del padre contemplando a la sentildeorita Lantigua con miradas fervorosas Eran dos varones y una hembra pequentildeuela Esta poseiacuteda de profunda admiracioacuten hacia la sentildeorita se acercaba tiacutemidamente y con sus deditos sucios como hojas de rosa que han caiacutedo en el fango tocaba los guantes de Gloria y los bordes de su sobrefalda y hubiera tocado algo maacutes si el respeto no la contuviera El mayor Sildo limpiaba el polvo de la tarima y de todo cuanto a Gloria rodeaba mientras el segundo Paco cuidaba de poner en el mayor orden los hilos de la borla del quitasol que estaban cada uno por su lado

Gloria sacoacute su porta-monedas y dijo a Caifaacutes

-Esta semana no te he dado nada Toma

-iexclBendita sea la mano de Dios -exclamoacute Joseacute tomando seis moneditas de plata- Ya veis hijos coacutemo Dios no nos abandona iexclAh sentildeor cura sentildeor cura no todos tienen corazoacuten de hierro como usted

-iquestQueacute dices del cura

-Sentildeorita Gloria- repuso Caifaacutes enjugando una laacutegrima con la manga de la camisa- sentildeorita Gloria desde el primero de mes ya no comereacute amargo pan de la parroquia El sentildeor cura me despide [101]

-iquestTe despide

-Siacute dice que por mis escaacutendalos porque tengo deudas y no las puedo pagar porque soy un tramposo un miserable un desdichado Y tiene razoacuten Yo no debo estar maacutes en estos lugares sacratiacutesimos Yo soy un tramposo yo estoy comido de deudas yo tengo empentildeada hasta la camisa en casa de la Caacutercaba y debo a D Juan Amarillo maacutes de lo que peso Yo ireacute pronto a la caacutercel y despueacutes a presidio y despueacutes a la horca que es lo que merezco

-Por Dios Joseacute me estaacutes asustando -dijo Gloria acariciando a los chicos que se habiacutean echado a llorar viendo llorar al padre- Si es verdad lo que dices eres un hombre de muy mala conducta

-Yo no soy maacutes que Caifaacutes el estuacutepido Caifaacutes el feo Caifaacutes el idiota como me llaman en Ficoacutebriga y Caifaacutes el desgraciado como me llamo yo

-Francisca me dijo que el domingo estabas borracho en el prado de la Pesqueruela

-iexclOh siacute sentildeorita Gloria es verdad Me emborracheacute iquestcoacutemo lo direacute Estuve dudando si echarme al mar o emborracharme para dormir algunas horas para olvidarme

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de que soy Caifas el horrible El vino alegra o adormece [102] iexclSuentildeo y alegriacutea iexclQueacute cosas tan divinas para quien no las conoce nunca

-No no vengas con disculpas -dijo Gloria en tono de amable amonestacioacuten- Tuacute no eres bueno yo no creo que seas tan malo como dicen pero ello es que tuacute no eres bueno Verdad es que estaacutes mal casado y que tu mujer es capaz de hacer pecar a un santo

-iexclOh Dios miacuteo oh Virgen miacutea oh sentildeorita Gloria -exclamoacute Caifaacutes demostrando en lo lastimero de su tono que la herida de su corazoacuten habiacutea sido tocada- iquestCoacutemo ha de haber virtud al lado de esa mujer iexclSi usted la viera cuando entra aquiacute de noche con el carpancho tan sucio como su cara y su cara tan dura como el carpancho pintada toda con la almagre del mineral que no parece sino que la han echado de sus cavernas los infiernos Como en el embarcadero beben que es un primor siempre viene alegre me pega me quita el dinero azota a los chicos da gritos y echa unos cantorrios que escandalizan la casa del sentildeor cura y a todos los vecinos Ella sentildeorita Gloria es la causa de que yo tenga mi casa por los suelos de que todas mis ropas y alhajas y colchones hayan ido a parar a casa de la Caacutercaba de que jamaacutes tenga un real de que esteacute a punto de ser llevado a juicio por D Juan Amarillo y echado [103] de la sacristiacutea por el sentildeor cura iexclEsta es mi situacioacuten esta es la situacioacuten de Caifaacutes el dejado de la mano de Dios iexclDe Caifaacutes el que se iraacute al infierno por culpas ajenas

-Tuacute eres un idiota -dijo Gloria con enfado- iquestpor queacute te dejas dominar por esa harpiacutea

-Yo no me dejo dominar por ella Anoche rentildeimos y le pegueacute Pero aunque quiera yo no puedo salir del infierno en que me he metido Como no puedo pagar mis trampas me echan de la sacristiacutea y como me quedo sin pan pedireacute limosna ireacute a la caacutercel No sentildeorita Gloria yo creo que Caifaacutes el feo no puede vivir mucho tiempo maacutes Me dan unas ganas de echarme al mar iexclQueacute bien se debe de estar alliacute en el fondo en el fondo

-iexclInfeliz -exclamoacute Gloria conmovida- Ya se te ampararaacute No desconfiacutees de Dios Joseacute no pienses en el suicidio que es el mayor de los pecados ten confianza en Dios

-Cuando usted me dice que tenga confianza casi la tengo cuando la veo a usted parece que me sale de dentro una cosa me siento maacutes fuerte contra la desgracia Dios debe de ser muy poderoso cuando la ha hecho a usted sentildeorita Gloria Mi vida es negra y oscura como este atauacuted Usted pasa me mira y [104] parece que de esta caja salen flores Siacute sentildeorita miacutea delante de usted yo soy otro Adoro a la doncella celestial que me ha socorrido tantas tantiacutesimas veces a la que me sacoacute de la enfermedad que tuve el antildeo pasado a la que no ha permitido que mis hijos esteacuten desnudos a la que se ha dignado consolarme honrando mi humilde morada a la uacutenica persona que me ha dicho laquoCaifaacutes tuacute no eres tan malo como dicen Confiacutea en Dios y esperaraquo

-Eres tonto -dijo Gloria- iquestEso queacute significa

-Significa que usted es un aacutengel iexclOh si se me presentara ocasioacuten de mostrarle mi agradecimiento iquestPero yo queacute puedo si soy como un guijarro de las calles a quien todo el mundo da con el pie

-Vamos no te acuerdes de mis beneficios que no valen nada -dijo Gloria con impaciencia mirando al cielo a ver si habiacutea acabado la lluvia

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-iquestQue no me acuerde iquestQue no me acuerde de quieacuten me da el pan de cada diacutea No la aparto a usted del pensamiento a ninguna hora Yo creo que antes que olvidar a mi aacutengel tutelar me olvidareacute de miacute mismo y de la salvacioacuten de mi alma Me parece que veo en todas [105] partes a mi Divina Pastora Anoche sentildeorita Gloria sontildeeacute con usted

-iquestConmigo -dijo Gloria sonriendo- iquestQueacute sontildeaste

-Una cosa triste pero muy triste

-iquestQue me moriacutea

-No que me habiacutea olvidado usted a miacute y a mis pobres hijos y ya no nos haciacutea caso

-Es particular iquestY por queacute os habiacutea olvidado

-Porque estaba usted enamorada

Gloria se sonrojoacute ligeramente ponieacutendose seria

-Siacute sontildeeacute que habiacutea venido un hombre

-iexclUn hombre

-Es claro iquestPues a quieacuten podiacutea querer usted sino a un hombre Yo le veiacutea y me parece que le estoy viendo

-iquestCoacutemo era -preguntoacute Gloria sonriendo

-Era iquestcoacutemo decirlo un hombre horrible espantoso

-iexclJesuacutes

-No entendaacutemonos no era horrible de cara sino al contrario tan hermoso que no hay otro semblante que pueda comparaacutersele sino el de Nuestro Sentildeor Jesucristo

-Entonces iquestpor queacute te espantaba -preguntoacute [106] Gloria prestando a tal trivialidad maacutes atencioacuten de la que mereciacutea

-Porque se la llevaba a usted lejos muy lejos -dijo Caifaacutes con el eacutenfasis de un artista muy poseiacutedo de su asunto

-Caifaacutes no me marees con esos novios horribles y guapos y que llevan muy lejos Deacutejate de simplezas

-Yo sontildeeacute que habiacutea venido volando por los aires que habiacutea caiacutedo del cielo como un rayo

-Vamos vamos calla -dijo Gloria- Me voy a poner nerviosa otra vez Esta tarde he estado muy nerviosa en la iglesia Joseacute he tenido mucho miedo

Gloria se levantoacute

-iquestSabes -dijo despueacutes de mirar al cielo- que la tempestad no cesa Extrantildeo mucho que de mi casa no me hayan mandado a buscar

-Es particular -indicoacute Caifaacutes- iquestquiere la sentildeorita que avise

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-No ya vendraacuten Papaacute querraacute mandarme el coche y estaraacuten enganchaacutendolo Pero ahora me acuerdo de que una de las mulas se ha puesto mala ayer Al menos debiacutea haber venido Roque con un paraguas

-Yo tengo uno que estaacute roto -dijo Mundideo- pero algo tapa iquestQuiere la sentildeorita marcharse [107]

-No esperareacute Han de venir

Como pasase alguacuten tiempo Gloria se impacientoacute mucho

-Pues estoy con gran cuidado Ya va a ser de noche y nadie viene a buscarme iquestHabraacute pasado algo en mi casa

-iquestQuiere la sentildeorita marcharse Vamos allaacute Parece que ahora llueve menos

-Siacute el temporal cede Vaacutemonos Aprovechemos este claro iexclAy coacutemo estaraacuten esas calles

-La distancia es corta

Caifaacutes sacoacute de detraacutes de San Pedro un paraguas rojo y lo abrioacute dentro de la casa para enterarse de su estado No era pieza en verdad de consolador aspecto para un diacutea de temporal La tela huiacutea de las puntas de las varillas dejaacutendolas descubiertas y los descosidos pantildeos se recogiacutean hacia dentro plegaacutendose como las hojas de una flor marchita [108]

- XVI -

Ya llegoacute

-Estaacute bueno -dijo animosamente Gloria- Vamos

Despueacutes de dar a los chicos todos los cuartos que llevaba la sentildeorita y el sacristaacuten salieron Gloria se recogiacutea el vestido Caifaacutes poniacutea cuidadosamente el paraguas de modo que su Divina Pastora se mojase lo menos posible y le indicaba los charcos del camino y las piedras salientes donde debiacutea poner el pie

-Estoy con cuidado -repitioacute Gloria- iquestQueacute sucederaacute en mi casa

Cerca de la Abadiacutea y a mayor altura que ella contenido por grueso muro de mamposteriacutea sobre la calle de la Poterna estaba el cementerio de Ficoacutebriga Gloria nunca pasaba por alliacute sin sentir religiosa emocioacuten

-iexclQueacute mala noche para mis pobres hermanitos Caifaacutes- dijo [109]

-Ellos no tendraacuten friacuteo como nosotros -repuso el sacristaacuten

-Es verdad pero somos tan materiales estamos tan apegados a la tierra que no podemos pensar nada del alma si no lo referimos al cuerpo

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Soploacute de suacutebito otra racha del Noroeste tan fuerte que los dos viajeros tuvieron que detenerse A Caifaacutes se le volvioacute el paraguas del reveacutes y tuvo que hacer grandes esfuerzos para defenderlo del viento que queriacutea arrancaacuterselo de las manos Una rama arrastrada por el huracaacuten pasoacute rozando el rostro de Gloria Despueacutes la lluvia los azotoacute a entrambos con furia

-iexclJesuacutes Dios nos favorezca- exclamoacute la sentildeorita

Liacutevida claridad iluminoacute a Ficoacutebriga y Gloria vio una cinta de fuego que bajo culebreando hasta los techos de la villa a punto que el trueno retumbaba en los altos cielos llenos de agua

-iexclUn rayo -gritoacute con angustia- Caifaacutes Caifaacutes iquestno te parece que ha caiacutedo en mi casa

Detuacutevose espantada y sin aliento mirando hacia el Oriente mas en la negrura de la noche no se distinguiacutean con precisioacuten los edificios

-Por allaacute parece que cayoacute pero mucho [110] maacutes lejos No tenga la sentildeorita cuidado ha caiacutedo en la riacutea

-Corramos Caifaacutes Me he quedado muerta iexclDios miacuteo queacute nerviosa estoy esta noche Jurariacutea que el rayo cayoacute sobre mi casa

-Es el hombre que ha bajado del cielo -dijo Mundideo riendo- el hombre con quien yo sontildeeacute

-Tuacute estaacutes borracho por Dios Joseacute iquestquerraacutes callar Mira que estoy muy nerviosa esta noche Me haces dantildeo

-Pues callo

-Aprieta el paso vaya al fin estamos cerca Veo luz en la ventana del cuarto de papaacute Parece que todo estaacute tranquilo

La noche era oscuriacutesima mas no tanto que no se viese perfectamente la claridad de la superficie de un gran charco que las aguas habiacutean formado en la plazoleta frente al palacio de Lantigua

-Bonito estaacute esto Caifaacutes Si es un lago la plaza

-Yo pasareacute a la sentildeorita en brazos -dijo Caifaacutes disponieacutendose a hacer lo que deciacutea

-No no es preciso Por aquiacute por el callejoacuten se puede pasar a la casa vieja Me parece que estaacute abierta la portalada

Ya hemos dicho que el palacio de Lantigua [111] lo componiacutean dos casas la vieja morada solariega de los primeros Lantiguas y la moderna que fabricoacute el indiano y que fue heredada por D Juan Ambos edificios estaban unidos exterior e interiormente pero la vieja no teniacutea sino un par de piezas habitables Lo demaacutes se habiacutea destinado a graneros y almaceacuten En la planta baja habiacutea un hermoso establo y las cocheras Por la portalada de la casa antigua entroacute Gloria despueacutes de dar las gracias a Mundideo por su compantildeiacutea

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Subioacute raacutepidamente la escalera vieja atravesoacute el largo corredor desierto y entroacute en una vasta pieza que serviacutea para conservar frutas en cuelga y conteniacutea sacos vaciacuteos arcas y otros objetos De alliacute se pasaba a otra pieza que estaba amueblada y serviacutea de comunicacioacuten con la casa nueva Gloria empujoacute la puerta y al pronto sorprendiose mucho de ver luz alliacute donde no habitaba nadie

Entroacute y miroacute a todos lados quedaacutendose atoacutenita y sin habla por breves momentos Alliacute habiacutea un hombre

Estaba tendido en la cama y cubierto con gruesas mantas a excepcioacuten de la cabeza Sobre la cercana mesa habiacutea una luz Gloria dio algunos pasos hacia el lecho y observando aquella cabeza vio un rostro liacutevido y dolorido con [112] algunas manchas amoratadas como de golpes entreabierta la boca cerrados los ojos ligeramente fruncido el centildeo huacutemedo el pelo El perfil de aquella cara era perfecto la frente hermosiacutesima entre oscuros cabellos desordenados De las cejas rectas ligeramente arqueadas hacia la sien partiacutea la nariz aguilentildea fina intachable como cortada por diestro cincel Bigote castantildeo y barba del mismo color un poco puntiaguda y ligeramente bifurcada en su extremidad remataban dignamente un rostro que era de los maacutes acabados que pueden imaginarse Gloria en aquel breve instante de observacioacuten hizo un paralelo raacutepido entre la cabeza que teniacutea delante y la del Sentildeor que estaba en la Abadiacutea dentro de la urna de cristal y cubierto con blanquiacutesimas sabanas de fina holanda

Pero no habiacutea tenido tiempo de hacer deduccioacuten alguna cuando se abrioacute la puerta que comunicaba con la casa nueva y aparecieron D Aacutengel y D Juan Andaban con cuidado para no hacer ruido

-iexclOh iquestYa estaacutes aquiacute -dijo D Juan- iquestPor doacutende has entrado

-Por la portalada

-Hija no te habiacutea mandado buscar porque no hemos tenido un punto de reposo Ya Ves [113]

D Juan sentildealaba al hombre

-Nos hemos llevado un rato hija -dijo el obispo con orgullo- Pero por bien empleado Hemos realizado un acto heroico

Gloria preguntaba con la mirada

-Ahiacute le tienes ahiacute tienes a un desgraciado joven a quien acabamos de salvar del furor de las olas iexclQueacute satisfaccioacuten tan pura Dios miacuteo

-Pero no hagamos ruido -dijo D Juan- El meacutedico ha dicho que no hay ya cuidado pero que se le deje descansar

-iquestY quieacuten es -preguntoacute Gloria

-Es el proacutejimo iquestQueacute nos importa iexclBendito sea Dios que nos ha permitido hacer esta obra de caridad

-Sino es por D Silvestre

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-iquestD Silvestre le sacoacute

-De en medio de las olas hijita Todaviacutea estoy conmovido iexclQueacute tarde hemos pasado Pero triunfamos triunfamos de los elementos y todos se salvaron Los pobres naacuteufragos estaacuten repartidos por las casas de Ficoacutebriga y a nosotros nos ha tocado este Pero estaacutes hecha una sopa hija Ve a mudarte de vestido

El hombre se movioacute entonces y dijo algunas palabras en lengua que ninguno de los presentes entendioacute [114]

- XVII -

El vapor PLANTAGENET

Retrocedamos unas cuantas horas

Despueacutes que Su Ilustriacutesima bajando de paseo a la playa dijo aquellas palabras laquoiexclpobres marineros pobres navegantesraquo siguieron andando a toda prisa para guarecerse en la casilla del resguardo Todos deploraban el chasco y aunque D Aacutengel reiacutea para animar a los demaacutes antes se oiacutean quejas que felicitaciones en el grupo El grave doctor Loacutepez Sedentildeo tuvo la mala suerte de meter su pie derecho en barro hasta la pantorrilla con lo que todos recibieron un gran disgusto Por fin llegaron a la casilla del resguardo que fue como tocar la tierra despueacutes de un largo viaje por entre escollos y tempestades

-Es cosa de cantar un Te-Deum -dijo Romero sacudieacutendose la ropa [115]

D Aacutengel tomando asiento en un barril vaciacuteo que le presentaron con tal objeto repitioacute

-iexclPobres marineros

En el mismo instante oyose un cantildeonazo Era un buque que pediacutea auxilio Miraron todos y entre la bruma del mar vieron un fantasma que elevaba sus brazos al cielo con desesperacioacuten vomitando humo

-iexclUn vapor un vapor -gritaron todos

En el pequentildeo muelle reunieacuteronse al punto muchos marineros y pescadores

-iexclSe estrella contra Los Camellos

A la izquierda de la boca de la riacutea habiacutea una serie de rocas que se mostraban completamente en marea baja y en la pleamar eran indicadas por moacuteviles espumarajos del agua Uno de los pentildeascos teniacutea forma parecida a un camello y de aquiacute vino el nombre de Los Camellos dado a todo el arrecife

-iexclJesucristo les ampare iexclPobres marinos -exclamoacute el obispo asomaacutendose tambieacuten a la puerta- iquestConocen ustedes ese barco

-Es ingleacutes -indicoacute un marinero

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-Ya es el Plantagenet -dijo un forastero que a la sazoacuten se encontraba alliacute- He visto este vapor la semana pasada atracado a los muelles de Manzanedo descargando geacuteneros ingleses [116]

-iquestY se perderaacute se perderaacute -preguntaron ansiosos D Juan D Aacutengel y los demaacutes de la partida

-Debe de haber perdido el timoacuten y no puede gobernar -dijo un robusto y hermoso marinero que vestiacutea grueso camisoacuten de lona pantalones recogidos dejando ver toda la pierna desnuda y cubriacutea su varonil cabeza de Neptuno con un sueste de hule que por todos sus bordes despediacutea el agua

-iexclPero se ahogaraacute esa pobre gente -exclamoacute con terror el Sr de Lantigua- Germaacuten Germaacuten es preciso hacer un esfuerzo

-Es ir a buscar la muerte sentildeor -repuso Germaacuten llevando la mano a la delantera del sueste

El Plantagenet mientras de este modo se discutiacutea sobre su suerte se acercaba maacutes a Los Camellos Arrojaba el vapor silbando con verdadera rabia como lanza su grito el animal herido que presiente la muerte Era un buque pesado y sin elegancia Como nave de carga su casco pareciacutea un almaceacuten negro y su arboladura sin garbo ni esbeltez consistiacutea en tres palos con escaso cordaje Teniacutea dos vergas en el palo de trinquete y en el de mesana que era pequentildeiacutesimo flotaba un jiroacuten rojo ennegrecido por el humo en cuyas aspas podiacutea reconocerse [117] las insignias de la Gran Bretantildea La proa de puntal se alzaba desmesuradamente mostrando hasta el uacuteltimo nuacutemero de las medidas de flotacioacuten y las planchas rojas de hierro mal pintado Daba grandes tumbos a babor y estribor mostrando ora la horrible panza ora la cubierta en desorden negra y huacutemeda las escotillas el cajoacuten de la maacutequina el puente y la chimenea negra con dos anillos blancos y una T emblema de la casa Taylord and Co de Swansea poseedora de treinta y dos buques de carga y pasaje

El pobre barco inspiraba esa compasioacuten hondamente pateacutetica que acompantildea al espectaacuteculo de los grandes peligros Se le veiacutea forcejear con las olas tratando de gobernarse con la heacutelice para huir de los escollos y su figura tomaba la especial fisonomiacutea que adquiere todo lo que interesa personificaacutendose a los ojos de los que estaacuten a salvo No era un buque sino un hombre un pobre naacuteufrago que luchaba con la resaca se le veiacutea romper las olas con la dura cabeza y sacarla fuera para respirar por las dos grandes portas de las anclas abiertas a manera de narices La heacutelice trabajaba con frenesiacute tornillando el agua y sacando hirvientes virutas de espuma Tragaba el casco inmensos sorbos de agua y al tumbarse las arrojaba en [118] catarata por los portalones sin cesar de dirigir al cielo su espantosa imprecacioacuten en forma de humo densiacutesimo y de rugiente vapor blanco y rabioso como el chorro de la ballena herida

-A los condenados ingleses -dijo Germaacuten- les pasa esto por borrachos

-Sabe Dios los cuartillos de aguardiente que tendraacute a estas horas en el buche el capitaacuten

-No digaacuteis desatinos hijos miacuteos -manifestoacute con angustia el sentildeor obispo- y ved si podeacuteis salvar a esos desgraciados

Germaacuten puso un gesto que daba miedo

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-Ese buque veniacutea a nuestro puerto -dijo el prelado buscando todos los medios para interesar a los rudos marineros ficobrigenses- con el fin de traernos riquezas mercanciacuteas dinero trabajo

-Perdone Su Ilustriacutesima -gruntildeoacute uno de los presentes- El Plantagenet no puede entrar en esta riacutea No es sino que pasaba para Inglaterra se sintioacute con averiacuteas y quiso guarecerse en el abra de Ficoacutebriga aguantaacutendose a maacutequina Pero se le rompioacute el timoacuten y ya ve Su Ilustriacutesima Dentro de dos horas no quedaraacute nada

-Siacute ya veo que el buque no puede salvarse pero la tripulacioacuten la tripulacioacuten

En aquel momento el pobre Plantagenet [119] volvioacute la proa a Noroeste y hundioacute toda la popa en el agua Habiacutea caiacutedo en la trampa Los agudos escollos como tenazas de hierro trincaron la quilla de popa y la heacutelice la presa no debiacutea ser soltada ya Alzaba el buque moribundo la proa dejando en descubierto todo el codaste y a ratos parte de la quilla Ya no se movioacute maacutes sino con movimientos pequentildeos y en su convulsioacuten postrera temblaban las rotas jarcias y el mastelero de trinquete con la doble cruz formada por las vergas se doblaba como un baacuteculo roto Entonces las olas avanzaron triunfantes sobre el cadaacutever de la nave que ya era un cuerpo inmoacutevil y se posesionaron de eacutel ebrias de feroz gozo Una entraba freneacutetica y se metiacutea hasta las bodegas otra pasaba por encima de la cubierta robando cuanto hallaba al paso una subiacutea salpicando por las escalas de las jarcias hasta tocar las cofas otra se estrellaba sobre la convexa armadura negra y otra la maacutes fatua de todas daba un salto hasta la chimenea y entraba por la boca de ella para inundar las maacutequinas

-iexclHijos miacuteos -exclamoacute el obispo en tono grandioso alzando la mano bendecidora de los pueblos- No sois cristianos no sois espantildeoles si dejaacuteis perecer a esa pobre gente

Los marineros gruntildeeron Se miraron unos [120] a otros buscando entre ellos al maacutes valiente Pero el maacutes valiente no pareciacutea

-No se puede Ilustriacutesimo Sentildeor no se puede -dijo al fin Germaacuten encogieacutendose de hombros

-Parece que se aplacan las olas -manifestoacute D Juan que trataba de convencer a dos marineros amigos suyos

-iexclAacutenimo muchachos

-En nombre de Nuestro Sentildeor Jesucristo -dijo Su Ilustriacutesima con exaltacioacuten evangeacutelica- os suplico que salveacuteis a esos pobres naacuteufragos iexclEn nombre de Nuestro Sentildeor Jesucristo

Profundo silencio Alguno se rascaba la oreja Alguno se escabulloacute bonitamente subiendo a Ficoacutebriga

-Sentildeor que nos vamos a ahogar todos -exclamoacute Germaacuten- iquestNo ve usiacutea esos mares como montantildeas

-Fuera de aquiacute cobardes -gritoacute una voz eneacutergica terrible uacutenica voz digna de alzarse entre la espantosa muacutesica de los mares

Era la voz del cura

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-iquestQueacute se atreveraacute el sentildeor cura

-iquestPues no me he de atrever -vociferoacute don Silvestre arrojando manteo canaleja paraguas inuacutetil carga de fastidiosos dengues Su impetuosa [121] naturaleza su indoacutemito valor hecho a los combates con la Naturaleza mostrose en sublime cuadro

-iexclBien bien por el soldado de Cristo iexclBien por el sacerdote iexclAprended hombres sin fe -exclamoacute el obispo derramando laacutegrimas de piedad y admiracioacuten

D Silvestre se arremangoacute los brazos mostrando las musculosas manos de oso aquellas manos que lo mismo tomaban la hostia que el reino Quitada tambieacuten la sotana se encajoacute una camisuela de lana

-iexclVenga la trainera (2) un cable dos A ver quieacutenes son los bravos que me van a acompantildear

-Yo yo yo

Y todos queriacutean ir

-Tu tuacute tuacute tuacute -dijo raacutepidamente el cura escogiendo su escuadroacuten [122]

- XVIII -

El cura de Ficoacutebriga

Ha llegado la ocasioacuten A su hazantildea debe preceder su retrato

Era D Silvestre joven sanguiacuteneo fuerte grandiacutesimo de cuerpo animoso hasta la temeridad ambicioso de aplausos y amigo de estar siempre en primera liacutenea grande amigo de sus amigos y al mismo tiempo muy alegre muy rumboso viviacutesimo de genio generoso y de trato galaacuten y campechano con grandes y pequentildeos En la iglesia las hembras le queriacutean mucho porque predicaba con alta entonacioacuten y dramaacutetico y pintoresco estilo los varones tambieacuten porque despachaba la misa en un momento Asiacute es que cuando deciacutea la misa el padre Poquito que era de mucha pesadez todos aquellos buenos fieles abrumados de quehaceres se quedaban charlando en la plaza [123]

-Para una misa corta no hay otro como D Silvestre -deciacutean- Bien comprende que no somos holgazanes que van a desperezarse y a dormir en la iglesia Hace todas las ceremonias y dice todos los latines con una presteza que enamora

D Silvestre era hombre rico Ademaacutes de que poseiacutea regular hacienda heredada se habiacutea dado mantildeas para adquirir algunas mieses prados y por uacuteltimo una hermosa finca de bienes nacionales Viviacutea con comodidad y no era tacantildeo ni apuraba a los pobres caseros para que le pagasen sin descuidar por esto la administracioacuten de sus bienes Socorriacutea a los menesterosos se preciaba de hacer muchas limosnas y por esto asiacute como por su caraacutecter franco y bondadoso estaba muy en paz con sus feligreses

-D Silvestre no es un santo -deciacutean alliacute- pero siacute un caballero

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D Silvestre teniacutea ademaacutes una salud de hierro fortalecida con el frecuente ejercicio de la caza y la pesca diversiones que ocupaban gran parte de su existencia Su casa era pues un arsenal venatorio y piscatorio cual no se veiacutea en aquellos contornos Escopetas carabinas cuchillos trampas mil artificios ingeniosos ora aprendidos ora inventados por su propio genial cacumen y que teniacutean por objeto [124] apoderarse de la mitad del reino volaacutetil ocupaban una regular pieza En la otra no faltaba ninguna abominable maacutequina de las que arrancan del seno de las aguas todo lo nadante Cantildeas lintildeas aparejos diversos linajes de anzuelos garabatos pinchos y agujas los unos para la merluza los otros para el calamar moscas artificiales para las pobres truchas de los regatos garfios para los salmones de los riacuteos guadantildeetas para los maganos y ademaacutes redes chinchorros tromayos medio-mundos palangres todo lo guardaba aquel Nemrod de la tierra y los mares

Habiacutea nacido Romero en aquella regioacuten agreste que llaman de Europa donde parece que el hombre retrocede a las primeras edades venatorias y ha de vivir disputando a las bestias el suelo que auacuten no se sabe si perteneceraacute a la fuerza o a la destreza Aacutegil valiente emprendedor atrevido habiacutea desafiado los temibles osos en compantildeiacutea de otros joacutevenes del paiacutes Se familiarizoacute con el terreno abrupto quebrado con los precipicios las cascadas las deformidades de un terreno que parece no ha concluido auacuten de tomar despueacutes del cataclismo su forma definitiva y viviacutea contento en su salvaje y libre estado Mas como la voz paterna sonara un diacutea en sus orejas hacieacutendole ver la conveniencia [125] de no dejar perder ciertas capellaniacuteas Silvestre se atiborroacute de latiacuten y se hizo cura No le fue mal Olvidoacute muchas cosas pero no la ingeacutenita aficioacuten a la caza

-Es un vicio -deciacutea- pero un vicio de reyes

D Silvestre era hombre vehemente y algo testarudo En el desempentildeo de cuanto tomaba a su cargo poniacutea siempre mucho ardor En cierta ocasioacuten le dio por revocar y componer la iglesia y se hizo pintor albantildeil y arquitecto Cuando le escribieron para que trabajase en las elecciones realizoacute estupendas maravillas Su regular hacienda el prestigio de que gozaba en el pueblo su caraacutecter jovial y caballeroso le haciacutean uacutenico para acaudillar hueste de electores y mangonear eficazmente en la comarca Poniacutea con tanto ahiacutenco su voluntad y su influencia al servicio de la causa poliacutetica que durante los azarosos periacuteodos en que los ficobrigenses ejercitaban el maacutes importante de sus derechos el buen D Silvestre no paraba en el bosque ni en la playa ni en la sacristiacutea ni en su casa sino que cual poseiacutedo del demonio o enamorado corriacutea de una parte a otra incesantemente Vieacuteraisle alliacute emplear doctamente ora la astucia ora la amenaza con este la ruda coaccioacuten con aquel el malicioso soborno y de [126] este modo someterlos a todos a su arbitrio

Con tales experiencias llegoacute Romero a adquirir acabada maestriacutea en el arte de elegir que nunca ha sido faacutecil que a muchos empequentildeece pero que al cura de Ficoacutebriga por su mucho ingenio y sutileza le poniacutea en los cuernos de la luna Montar a caballo andar seis o siete leguas con friacuteo y nieve en busca de Fulano para comprometerlo tomar la delantera a los contrarios acumulando recursos sin aumentar por eso de un modo escandaloso la tarifa de gastos electorales realizar el portento de la multiplicacioacuten de los panes y los peces aplicado a las ceacutedulas de votar eran otras tantas industrias que aumentaban la valiacutea de D Silvestre Como prueba de su eneacutergica voluntad avasalladora oacuteigase lo que la misma Ficoacutebriga referiacutea poco ha

Estaba muy rentildeida y a punto de perderse la eleccioacuten Entre los votantes de uacuteltima hora habiacutea un pastor de aquellos andurriales hombre zafio y torpe que apenas sabiacutea

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hablar Cansado del plantoacuten en las puertas del edificio donde funcionaban los comicios y maldiciendo las obligaciones poliacuteticas que le habiacutean llevado tan fuera de su ruacutestico elemento volvioacute la espalda y se marchoacute Habiacutea junto a la urna electoral un riacuteo por maacutes arriba vadeable por alliacute [127] muy hondo Mi hombre tomoacute por el vado las de Villadiego

Aquel voto de menos podiacutea comprometer seriamente la eleccioacuten Advirtiolo D Silvestre y bramando de furor llamoacute al campesino que en salvo ya en la otra orilla y frente por frente de los comicios con el riacuteo de por medio haciacutea con ambos brazos gestos de burla y provocacioacuten Exasperado D Silvestre contra aquel salvaje que no soacutelo se escabulliacutea en el momento de votar sino que con los gestos de los dos movibles brazos le insultaba delante de la Nacioacuten en el momento de ejercer su soberaniacutea no reparoacute en nada y con presteza suma se arrojoacute al agua Como era gran nadador y se habiacutea despojado del levitoacuten que le centildeiacutea bien pronto puso el pie en la otra margen del riacuteo Corrioacute hacia el fugitivo le agarroacute por el cuello y arrastraacutendole con hercuacutelea fuerza se metioacute con eacutel nuevamente en el agua y asido por los cabellos le trajo a la orilla de acaacute y le entroacute en la casucha y le puso chorreando agua delante de la urna Este acto de energiacutea atemorizando a los que se mostraban indecisos aseguroacute la eleccioacuten

Otras muchas aneacutecdotas podriacutea contar para mayor realce de la valentiacutea de este varoacuten insigne pero no quiero alargar las dimensiones de su retrato A fin de que sea aunque [128] breve completo direacute que D Silvestre despuntaba en los juegos de tresillo y ajedrez Eacutel y D Juan de Lantigua se batiacutean sobre el tablero casi todas las tardes Como poseiacutea dos o tres lanchas de pesca saliacutea a la mar muchos diacuteas y era maacutes conocedor del terrible elemento que los mejores praacutecticos de Ficoacutebriga Tambieacuten nadaba como un pez siendo el asombro de todos cuando se poniacutea a luchar con las olas y si se ofreciacutea empuntildear el timoacuten o el remo y dirigir la ciaboga mientras la lancha pasaba la barra los marineros maacutes forzudos no le igualaran Muchos aseguraban que el mar le teniacutea miedo y bien se podiacutea decir con el Libro Santo Draco iste quem formasti ad illudendum ei laquoeste dragoacuten a quien hiciste para burlarleraquo

Cuando le hemos conocido la ocupacioacuten favorita y el suentildeo dorado de D Silvestre eran cuidar una huerta primorosa que habiacutea formado en un sitio llamado el Soto de Brijaacuten frente a Ficoacutebriga a la otra orilla de la riacutea pasando el puente de Judas Alliacute se pasaba la mayor parte del diacutea sin descuidar sus deberes parroquiales (dicho sea en honor suyo) Aunque viviacutea de ordinario en Ficoacutebriga teniacutea en el Soto hermosa casa los mejores frutales del paiacutes y un amplio corral y establo llenos de animalia pusilla cum magnis de cuanto Dios [129] crioacute Pavos gansos gallinas de diversos linajes vacas de leche conejos cerdos gordiacutesimos a quienes D Silvestre soliacutea rascar con la punta del bastoacuten paacutejaros cabras exoacuteticas en suma cuanto puede hacer placentera la vida del campo estaba alliacute

En los diacuteas de nuestra historia no atendiacutea mucho D Silvestre a su granja-modelo del Soto porque le distraiacutean los negocios electorales de su buen amigo Rafael del Horro Habiacutease estrechado esta amistad por relaciones periodiacutesticas y por la virtud de ciertas cartas que D Silvestre escribioacute desde Ficoacutebriga a un perioacutedico de Madrid firmadas con el pseudoacutenimo de El pastor de la montantildea Rafael del Horro viviacutea en su casa y todas las horas las pasaban en grata conferencia sobre los elementos de que podiacutean disponer y las probabilidades de triunfo Habiacutean concertado plantarse ambos en el terreno de la lucha y no abandonarlo hasta alcanzar completa victoria sobre los impiacuteos

Tal era el hombre extraordinario y valeroso que dijo laquoYo salvareacute a los naacuteufragosraquo

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Momentos despueacutes saltaba a la trainera Impaacutevido se lanzoacute a las olas D Silvestre teniacutea fe en su poderoso brazo en su pericia de marino y de pescador

La trainera embistioacute las olas Subiacutea por [130] la empinada pendiente de agua desapareciendo despueacutes entre revueltos torbellinos de espuma A veces pareciacutea que los montes de agua se la tragaban de un sorbo a veces que la escupiacutean entre salivazos de rabia Pero avanzaba deacutebil y valerosa como la fe en Dios por entre las olas del mundo

D Aacutengel se habiacutea quitado el sombrero verde que era ya una esponja y arrodillaacutendose en el fango rezaba en voz alta D Juan Rafael Sedentildeo sentiacutean las viviacutesimas emociones del sentimiento cristiano en su mayor pureza

-Llegaraacuten llegaraacuten y les salvaraacuten -dijo D Aacutengel con la inefable conviccioacuten del creyente- Dios oiraacute nuestros ruegos

Y los atrevidos salvadores lograron acercarse a los costados del buque recogieron el grueso cable que de este les fue arrojado y en menos de una hora toda la tripulacioacuten estuvo en tierra iexclAdmirable efecto de la misericordia de Dios Cuando la trainera volvioacute a tierra las olas se aplacaron como si el mismo Oceacuteano que jamaacutes perdona se sintiera enternecido

Cuando los infelices tripulantes (eran ocho) pusieron el pie en tierra D Aacutengel los abrazoacute a todos mezclando sus laacutegrimas con el agua salada que les empapaba Habiacutean bajado a la playa el alcalde el secretario el alguacil y [131] muchas personas entre las cuales se contaba D Juan Amarillo que era vice-coacutensul franceacutes En un instante se decidioacute dar a los desgraciados naacuteufragos el auxilio que necesitaban convinieacutendose en repartirlos en las casas maacutes acomodadas Al Sr de Lantigua le tocoacute uno con graves contusiones y que habiacutea perdido el conocimiento [132]

- XIX -

El naacuteufrago

Le asistieron con grande solicitud le acostaron vino D Nicomedes meacutedico titular de Ficoacutebriga

-Golpes en la cabeza que no parecen tener gravedad -dijo- y ademaacutes un poco de asfixia

Ordenoacute algunos remedios caseros y que le dejasen reposar despueacutes Hiacutezose todo con tanta presteza como celo y el enfermo despueacutes de pronunciar algunas palabras a media voz reposoacute al parecer tranquilo Salieron de la pieza un instante y cuando volvieron a entrar el caballero (pues indudablemente era un caballero) sacado de las aguas abrioacute los ojos mirando a todos lados con viva curiosidad

-Tranquiliacutecese usted -dijo D Juan- [133] Estaacute usted entre amigos bien asistido y no careceraacute de nada El lance ha sido terrible pero gracias a Dios usted y sus dignos compantildeeros estaacuten en salvo

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El naacuteufrago dijo algunas palabras en ingleacutes Miraba a un lado y otro abriendo con gozo a la luz sus ojos azules y examinando uno por uno los semblantes de Gloria D Juan y D Aacutengel Los que resucitan no miran de otro modo

-Estoy en -murmuroacute en espantildeol

-En Espantildea en Ficoacutebriga humildiacutesimo puerto de mar que si tuvo la desgracia de presenciar la peacuterdida del Plantagenet tambieacuten ha tenido la dicha de arrancar ocho hombres a la muerte

Con acento pateacutetico y solemne el joven dijo

-iexclSentildeor Sentildeor nuestro iexclcuaacuten maravilloso es tu nombre en toda la tierra

Y el obispo repitioacute el salmo en latiacuten

-Domine Domine noster iexclquam admirabile est nomen tuum in universa terra

Hubo un instante de grave silencio en que todos los presentes sintieron su corazoacuten palpitar con fuerza

-iquestY queacute tal se encuentra usted

-Bien bien -dijo el enfermo con seguro [134] tono poniendo la mano sobre su corazoacuten- Gracias

-Aunque habla usted nuestra lengua se me figura que es usted extranjero

-Siacute sentildeor extranjero soy

-iquestIngleacutes

-No sentildeor yo soy de Altona

-iquestAltona -dijo Su Ilustriacutesima poco fuerte en geografiacutea moderna- iquestDoacutende es eso

Y al instante se acercoacute a un viejo mapa que de la pared colgaba

-Es sobre el Elba cerca de Hamburgo -manifestoacute D Juan

-Soy hamburgueacutes de nacimiento -dijo con entera voz el enfermo- pero mi familia es de Inglaterra He vivido seis meses en Sevilla y Coacuterdoba hace tres antildeos y ahora

-iquestIba usted para Inglaterra

-No le conviene mucha conversacioacuten por ahora -dijo soliacutecitamente Su Ilustriacutesima- Dejeacutemosle descansar

-Gracias sentildeores Puedo hablar Siacute yo iba a Inglaterra Dios no ha querido

Su semblante expresoacute viva pesadumbre

-Tranquilidad amigo -antildeadioacute D Juan- No hay que apurarse Iraacute usted a su casa iquestTiene usted familia

-Padres hermanos [135]

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-Cuide usted de reponerse En mi casa no le faltaraacute nada Mi nombre es Juan de Lantigua este es mi hermano Aacutengel obispo de y esta sentildeorita es mi hija Gloria Le cuidaremos a usted lindamente Dios nos manda consolar al triste amparar al desvalido Todos los diacuteas no se presenta ocasioacuten de practicar las obras de misericordia

El naacuteufrago miroacute sucesivamente a D Aacutengel y a Gloria conforme el Sr de Lantigua se los presentaba y despueacutes tomando la mano de este la oprimioacute contra su pecho

-El que sigue la misericordia -dijo- hallaraacute vida justicia y gloria

D Aacutengel repitioacute tambieacuten en latiacuten esta sentencia de Salomoacuten

-Ahora -dijo el Sr de Lantigua- descanse usted sentildeor iquestCoacutemo es el nombre de usted

-Daniel

-iquestY su apellido

-Morton

Al decir su nombre el extranjero antildeadioacute las maacutes ardientes y carintildeosas expresiones de gratitud Les devoraba a todos gozosamente con los ojos como si fueran apariciones celestiales que sucediacutean al horror y a las tinieblas de la muerte [136]

-Esto que hemos hecho -dijo D Juan- no merece ni alabanza ni agradecimiento Es lo maacutes sencillo y faacutecil que nos ha mandado Jesucristo Pero usted tomaraacute algo Gloria haz preparar una buena colacioacuten para este caballero Ya comprenderaacutes que no debe tomar cosas pesadas [137]

- XX -

El santo proyecto de Su Ilustriacutesima

El sol aparecioacute seis veces por encima del gallardo pico de Monteluz junto al mar y seis veces se hundioacute tras la cotera de Dordf Fronilde vistiendo de puacuterpura las montantildeas y en la casa de Lantigua no ocurriacutea nada aparentemente digno de ser contado Uacutenicamente ocuparon los ociosos ratos fervientes elogios de la accioacuten heroica de D Silvestre comentaacutendola quier por el lado humano quier por el divino y ponieacutendola todos en las mismas nubes como en realidad mereciacutea resultado portentoso al decir de D Aacutengel de la fe cristiana y de la hercuacutelea constitucioacuten fiacutesica que el gran Romero debiacutea a la bondad de Dios

La noticia corrioacute por toda la provincia que tiene el honor sumo de sustentar en su risuentildeo suelo a la excelsa Ficoacutebriga y llegoacute hasta Madrid [138] llevando camino de pasar despueacutes a Londres como en efecto pasoacute

Orgullosiacutesimo estaba D Silvestre y aquellos diacuteas teniacutea una cara como el sol resplandeciente y sin cesar repetiacutean sus labios el trance sublime pintando la furia del borrascoso mar en teacuterminos tan vivos que los oyentes creiacutean verlo Daniel Morton gustaba maacutes que ninguno de oiacuter contar al Sr Romero la historia toda del naufragio y

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salvamento milagroso y no sabiacutea de queacute manera mostrarle su agradecimiento pues no bastaban las manifestaciones de una amistad profunda que debiacutea durar tanto como la vida

El extranjero sacado de en medio de las aguas no habiacutea podido auacuten dejar el cuarto que se le destinoacute pero recibiacutea frecuentes visitas de todos los habitantes de la casa que le trataban con muchiacutesimo agasajo y carintildeo Eacutel por su parte mereciacutea bien tantas atenciones porque era de lo que no hay en punto a caballerosidad y cortesiacutea Bien pronto conocioacute D Juan que habiacutea dado albergue a una persona muy distinguida y bien nacida de trato muy afable y en extremo grato a todos de caraacutecter noble y recto delicadiacutesima y adornada con instruccioacuten tan vasta que en casa de Lantigua todos estaban atoacutenitos [139]

-iexclCoacutemo se conoce que es un cumplido caballero -dijo D Juan a su hermano cuando los dos juntamente con el doctor Sedentildeo tomaban chocolate despueacutes de volver de la Abadiacutea donde el prelado deciacutea misa diariamente

-Es verdad Me agrada en extremo -dijo el obispo- iexclLaacutestima que sea protestante

-iquestY lo seraacute

-Debe de serlo -afirmoacute Sedentildeo- Siempre que hablamos de asuntos religiosos parece deseoso de esquivar la conversacioacuten

-iquestPero ha dicho algo ofensivo a nuestra Santa Iglesia

-Ni una palabra Se muestra muy deferente con el catolicismo y no le he oiacutedo jamaacutes vocablo ni reticencia que puedan tomarse a vituperio

-iexclQueacute ocasioacuten hermano miacuteo -indicoacute don Aacutengel con devoto celo- para hacer una gran conquista para traer una oveja al rebantildeo de Jesucristo

-Es difiacutecil -murmuroacute Lantigua- Seraacute hombre de convicciones

-Pero de convicciones perniciosas Mira tuacute hermano pues yo lo he de intentar

-Cuidado que estos herejes cuando les tocan a su herejiacutea son como el puerco-espiacuten [140]

-Nada se pierde con intentarlo hombre Eacutel estaraacute todaviacutea alguacuten tiempo en tu casa porque no es justo que le dejemos marchar antes de que esteacute totalmente repuesto

-Seguramente

-Bien iquestpues queacute se pierde Yo le direacute algo que le llegue al alma Sembrareacute hijo Si la simiente cae en pedregales no es culpa miacutea Habreacute cumplido con mi deber

-Caeraacute en pedregales -afirmoacute D Juan con la sequedad del hombre acostumbrado a ver las malicias del mundo y cansado de arrojar simiente sobre eacutel sin que naciera jamaacutes

-Pero figuacuterate que Dios le toca el corazoacuten figuacuterate que un rayo de luz Nada no me quedareacute sin intentarlo

-Perderaacutes el tiempo querido hermano

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-O no Ese caballero me ha demostrado no ser un alma vulgar Al contrario posee un entendimiento privilegiado

-iexclOh eso siacute iexclqueacute laacutestima

-Y un gran corazoacuten

-Tambieacuten

-Tenemos lo principal el terreno

-iquestY las preocupaciones y la costumbre y las ideas adquiridas ya es decir la mala yerba que ha echado raiacuteces y todo lo invade

-Hombre por Dios iexclLa yerba me riacuteo [141] yo de la yerba Nuestro Sentildeor Jesucristo nos ensentildeoacute el modo de arrancarla y echarla al fuego Yo no desconfiacuteo hasta que no probarlo iquestMe permites que le proponga quedarse unos diacuteas maacutes

-Como quieras Veremos queacute tal lo toma Pero no vayamos a perder su buena amistad y hasta el agradecimiento que nos tiene

-Pues mira tuacute por eso del agradecimiento le voy a meter el diente esa es la hendidura de su coraza y por ahiacute por ahiacute

D Juan se echoacute a reiacuter Despueacutes llamoacute a su hija

Gloria se habiacutea desayunado a la hora en que los paacutejaros saludan el diacutea porque en aquel teniacutea muchas ocupaciones la sentildeorita de Lantigua y era preciso empezar pronto

Cuando por el comedor pasoacute apresurada como persona que trae muchos negocios entre manos su padre le dijo

-iquestTe has olvidado del cafeacute para ese caballero

-No sentildeor Se lo han subido ahora mismo

-iexclQueacute mal gusto tienen estos extranjeros en no gustar del chocolate -dijo el reverendo D Aacutengel arramblando lo que en el fondo del cangiloacuten quedaba- Gloria sobrina miacutea acompaacutentildeame a dar una vuelta por el jardiacuten

Sedentildeo tomoacute un perioacutedico que habiacutea llegado [142] la noche anterior y dirigioacute a eacutel los vidrios de sus anteojos poniendo cara de gran importancia

-Vea usted a doacutende conduce la irreligiosidad Sr D Juan -dijo dando un golpe con la siniestra mano en la hoja impresa- Oiga usted este caso

Y leyoacute D Juan apartando el jicaroacuten ahuecoacute la palma de la mano y la puso en el oiacutedo al modo de trompeta Era un poco teniente es decir sordo de la oreja derecha sobre todo cuando habiacutea variaciones atmosfeacutericas

En tanto D Aacutengel salioacute murmurando una cancioncilla y acompantildeado de su sobrina

-Picarona- le dijo- gracias a Dios que te he echado la zarpa Tu padre quiere hablarte

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Gloria sintioacute cierta pena porque recordoacute que cuando diacuteas atraacutes le dijo su tiacuteo laquotu padre quiere hablarteraquo fue para el enojoso asunto de Rafael

Al pasar al jardiacuten cogioacute en la puerta una flor de madreselva y se la puso en la boca para mascullarle el palo

-Juan se queja -indicoacute el obispo- de que no le has contestado auacuten a una pregunta que te hizo

-iexclAh ya seacute -dijo Gloria sintiendo que [143] las palabras de su tiacuteo se le clavaban en el corazoacuten como espinas

-Pero yo no me mezclo en tales asuntos -antildeadioacute Su Ilustriacutesima- Allaacute te entiendas tuacute con tu padre No es sino que como hoy se marcha ese joven Pero hazme el favor de no andar tan aprisa que mis piernas hijita no estaacuten para fiestas Desde el diacutea de la gran mojada

-Cuando salvaron al Sr Morton

-Por bien empleado doy el chapuzoacuten eso siacute Gran conquista hicimos Dime una cosa respecto a ese caballero

Gloria arrojando la madreselva oyoacute con toda su alma

-Has observado -preguntoacute Su Ilustriacutesima deteniendo el paso- si ese caballero

-iquestEl Sr Morton

-Justamente si el Sr Morton ha pronunciado alguna palabra referente a nuestra santa religioacuten

-Le he oiacutedo hablar de Dios de aguarde usted

-No es eso tonta De Dios hablan todos iexclCuaacuten pocos le conocen iquestLe has oiacutedo pronunciar alguna frase depresiva para nuestra santa religioacuten

-No tiacuteo

-Porque veraacutes mi (3) hermano y yo lo mismo [144] que Sedentildeo hemos comprendido que ese hombre es protestante

-iexclProtestante

Gloria se quedoacute atoacutenita

-Es decir que se condenaraacute -dijo Gloria viviacutesimamente- Es laacutestima que teniendo tan buen corazoacuten

-Siacute que es una laacutestima Te confieso que estoy verdaderamente afligido afligidiacutesimo

-Si da ganas de correr hacia eacutel y gritarle laquoCaballero por Dios saacutelvese usted a doacutende va usted Veacutengase usted con nosotrosraquo

-Justo como cuando miramos a un ciego que por no ver el camino se va a caer en un pozo Has interpretado a maravilla mi pensamiento Yo estoy desasosegado desde que

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ese joven estaacute en nuestra casa y el diacutea en que le vea marchar tendreacute un disgusto quiero decir si se marcha como ha entrado ciego

-Protestante

-Cabal Y me parece que soy indigno apoacutestol de Cristo si no consigo

-iquestConvertirle -preguntoacute la sentildeorita con incredulidad

-iquestTe parece difiacutecil Otras cosas maacutes difiacuteciles se han visto realizadas Es imposible que Dios haya creado un ejemplar tan hermoso de la persona humana para dejarle perder Quieacuten [145] sabe si su sabiduriacutea infinita encaminoacute a este hombre a nuestras playas abrieacutendole con el naufragio del buque el camino de su salvacioacuten

-iexclOh iexclquieacuten sabe -exclamoacute Gloria elevando sus ojos al cielo como para preguntarle si era verdad la suposicioacuten de su tiacuteo- iexclDios dispone tan admirablemente las cosas

-Eacutel es la verdad la vida el camino Nada yo estoy decidido a dirigirme a ese joven a encararme atrevidamente con eacutel como ministro que soy de Jesucristo y decirle laquoMorton tuacute debes ser catoacutelicoraquo

-Muy bien tiacuteo -exclamoacute Gloria aplaudiendo con entusiasmo

Sus ojos se humedecieron ligeramente

-yo estoy decidido -continuoacute Su Ilustriacutesima sintiendo en siacute la inspiracioacuten evangeacutelica que le hacia tan admirable en el puacutelpito- a decirle como Jesuacutes a Laacutezaro laquoiexclMorton despierta Morton levaacutentate Tuacute no has nacido para vivir en la regioacuten de las tinieblas Arroja esa sacriacutelega venda y mira esta luz que tengo en la mano esta luz divina que el Sentildeor se ha dignado confiarme para que te guiacutee para que te ilumine Ven y reposa sobre mi corazoacuten hijo miacuteo ven a aumentar el reinado de Jesucristo con tu preciosa inteligencia con tu sensibilidad exquisita con tu noble aunque extraviado [146] espiacuterituraquo iexclOh y si viene ese diacutea seraacute el maacutes glorioso de mi vida porque habreacute arrancado de las manos de Satanaacutes una viacutectima habreacute rescatado un miserable cautivo de las regiones infernales habreacute conquistado una oveja al rebantildeo de Cristo y aumentado los celestes dominios de la Iglesia y cuando Dios me llame a juicio Podreacute decirle laquoiexclSentildeor he ganado una batalla al enemigoraquo

-iexclOh tiacuteo tiacuteo de mi alma -exclamoacute Gloria besando con frenesiacute las manos del prelado treacutemulas auacuten por la oracioacuten oratoria- usted es un santo

-Santo no pero al considerar este caso de que ahora hablamos no se aparta de mi mente el recuerdo de aquel gentil llamado Saulo que despueacutes fue gloriosiacutesimo apoacutestol Yo seriacutea feliz desempentildeando el papel de Ananiacuteas que por mandato de Dios corrioacute en busca del perseguidor de la Iglesia y le dijo laquoSaulo hermano el Sentildeor Jesuacutes que se te aparecioacute en el camino por donde veniacuteas me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espiacuteritu Santoraquo Y al instante cayeron de sus ojos unas como escamas y recobroacute la vista y levantaacutendose fue bautizado

-San Pablo

-Una de las maacutes gloriosas conquistas de la [147] fe cristiana siacute Aquel hombre era tan despejado que Nuestro Sentildeor quiso traerle a su servicio y le trajo Hace dos o tres diacuteas que no pienso maacutes que en esto y cuanto maacutes trato a este joven y oigo sus palabras

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y mido la altura de su discernimiento maacutes vivos son mis deseos de decirle Saulo hermano Jesucristo me ha enviado a devolverte la vista En las empresas heroicas maacutes energiacutea y bravura desplega el alma cuanto maacutes sentildealado es el meacuterito de la plaza que se quiere conquistar y maacutes grande la fama y destreza del enemigo

-Y como Daniel parece

-No parece sino que es una de las maacutes acabadas hechuras de Dios Cuando veo aquel admirable y soberbio vuelo de su entendimiento digo laquoiexclqueacute laacutestima Sentildeor queacute laacutestimaraquo iquestRecuerdas queacute belliacutesima explicacioacuten hizo de las fuerzas de la Naturaleza relacionaacutendola con la previsioacuten divina

-Si siacute lo recuerdo

-iquestY aquella sencilla y pateacutetica figura que trazoacute de las costumbres de su anciana madre

-iexclOh Siacute siacute lo recuerdo

-iquestY las consideraciones que hizo sobre la muerte de sus dos hermanas doncellas contagiadas de la peste por asistir a los enfermos

-Siacute tiacuteo siacute lo recuerdo bien [148]

-iexclY queacute bien manifestoacute sus aficiones sencillas patriarcales exentas de vicios su admiracioacuten a las obras de Dios

-Tambieacuten tambieacuten lo tengo presente

-iquestY el carintildeo que tiene a nuestro pobre paiacutes tan desgraciado

-Siacute siacute tiacuteo todo lo recuerdo

-Y yo al oiacuterle y al verle digo laquoiexclqueacute laacutestima Sentildeor queacute laacutestimaraquo

-iexclQueacute laacutestima -exclamoacute Gloria cruzando las manos y elevaacutendolas hasta apoyar en ellas la barba

-Hoy mismo hoy mismo pienso dar principio a mi gran empresa -dijo el obispo con noble decisioacuten- Al fin haremos algo grande en nuestra pobre vida

-iquestHoy mismo pero si se marcha pronto -dijo Gloria afectando naturalidad

-No porque tu padre y yo hemos convenido en decirle que se quede en Ficoacutebriga y en nuestra casa quince diacuteas maacutes o un mes

-Entonces entonces tiacuteo -dijo la sobrinita no disimulando muy bien su alegriacutea- triunfaraacute usted triunfaraacute la Iglesia de Jesucristo iexclOh iexclqueacute excelente idea han tenido papaacute y usted

-Ahora mismo pienso subir a deciacuterselo Eacutel aceptaraacute porque no estaacute bien de salud y el sosiego [149] de este paiacutes le repondraacute Hoy le hablo de religioacuten y no me faltaraacuten argumentos Donde hay un buen corazoacuten estaacute la mitad del camino andado iquestSabes si se ha levantado

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-Roque nos lo diraacute

El criado pasaba por el jardiacuten

-iquestSe ha levantado el Sr Morton

-Siacute sentildeor Voy con un encargo suyo -dijo mostrando un paquete

-iquestQueacute es eso

-Toda la ropa que el Sr D Daniel teniacutea en los bauacuteles mojados La llevo al sentildeor cura para que la reparta a los pobres

-Apuesto -manifestoacute Gloria con disgusto- a que D Silvestre no da ninguna pieza a Caifaacutes

-Voy al instante arriba -dijo el obispo con determinacioacuten

Gloria le acompantildeoacute hasta la escalera Despueacutes corrioacute a la cocina Su alma revoloteaba en el seno del eacuteter maacutes puro en plena luz celestial como los aacutengeles que agitan sus alas junto al Trono del Sentildeor en todas sus cosas [150]

- XXI -

Sepulcro blanqueado

Y era en verdad contraste singular que mientras su alma como dice el salmista escapaba al monte cual ave estuviese su cuerpo en lugar tan rastrero como una cocina y arremangaacutendose los lindos brazos y ponieacutendose un delantal blanco empezara a batir con ligera mano muchedumbre de claras y yemas de huevo que en honda cacerola espumarajeaban formando bolas de fragiliacutesimo cristal La cuchara que por la rauda agitacioacuten apenas se veiacutea levantaba amarilla nube herviacutean las albuminosas claras simulando graciosas excrecencias de aacutembar y mil y mil engarzos de topacios en cuyas facetas temblaba la luz Despueacutes pasoacute aquel menjurje de una cacerola a otra quitoacute a un limoacuten toda la caacutescara pico perejil en menudos trocitos revolvioacute con harina los huevos sacoacute de un cajoacuten unas viejecillas [151] arrugadas y dulciacutesimas que en su juventud se llamaron uvas acaparoacute bizcochos apoderose por uacuteltimo de un molde de hoja de lata todo con gran presteza y pulcritud hasta que Francisca no pudiendo tolerar tal invasioacuten en sus dominios le dijo de muy mal talante

-iquestQueacute haces ahiacute tonta iquestQueacute comistrajo es ese

-Tuacute siacute que eres tonta -repuso Gloria riendo- iexclQueacute entiendes tuacute de cocina fina ni de pudines

-iquestY eso para quieacuten es -prosiguioacute la respetable criada con ironiacutea- iquestPara el perro Nintildea por Dios que te vas a echar a perder las manos Vete arriba que aquiacute no hacen falta espantajos

La antigua cocinera trataba a Gloria con la familiaridad de los criados que han visto nacer a todos los nintildeos de una casa Gloria despueacutes de agitarse mucho dio por

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terminada su tarea y abandonoacute la cocina subiendo a su cuarto donde se ocupoacute en arreglarse y ponerse guapa porque la hora del almuerzo se acercaba

Atentos a ella entraron en la casa D Rafael del Horro y el cura que aquel diacutea andaban muy atareados por el negocio de su viaje electoral Subieron a saludar a D Juan en su despacho pero como hallaron a este muy atareado [152] con una serie de cartas que escribiacutea para varios personajes influyentes de la provincia y que nuestros dos expedicionarios habiacutean de llevar como ademaacutes vieron al doctor Sedentildeo abstraiacutedo en la lectura de los perioacutedicos poliacuteticos tornaron al jardiacuten

Gloria despueacutes de pasar revista al comedor y ver queacute tal poniacutea la mesa Robustiana salioacute al jardiacuten Habiacutea en este por la parte proacutexima al camino un bosquecillo formado de altas magnolias algunos espesos pinos y dos o tres plaacutetanos los cuales sobrepujaban a toda la familia vegetal del repuesto jardiacuten extendiendo sus grandes ramas en tan gran espacio que por un lado saliacutean sobre la verja hasta fraternizar con los olmos del camino y por otro acariciaban las ventanas de la casa En el centro del bosquecillo habiacutea una glorieta a la que rodeaban espesos matorrales hechos de evoacutenymus retamas olorosas tamarindos veroacutenicas adelfas y otros arbustos combinados con primoroso arte Por detraacutes corriacutea un estrecho camino semi-circular oscuro huacutemedo en el cual soliacutean verse menudos hilos de telarantildeas tendidos entre las ramas y en los troncos de los aacuterboles grandes Gloria entroacute por este camino Al poco rato oyoacute voces y se detuvo Su primera intencioacuten fue no hacer caso y seguir [153] adelante Pero oyoacute pronunciar su nombre reconociendo la voz de Rafael Este y el cura hablaban en la glorieta No pudiendo refrenar la curiosidad escuchoacute

-Gloria es perfecta como usted dice -hablaba el cura- y ademaacutes de perfecta es hija uacutenica de un hombre rico Mi opinioacuten es amigo D Rafael que todo no debe ser sentimiento y te amo y te adoro sino que debe mirarse mucho al bienestar de ambos coacutenyuges La pintura que usted me ha hecho de lo cara que se ha puesto la vida en esa endiablada corte me horripila Diacutegame usted iquestqueacute tal pinta la abogaciacutea

-Mal -repuso el joven con hastiacuteo- despueacutes de que Lantigua entregoacute su bufete a los pasantes estos han acaparado todos los negocios eclesiaacutesticos Sin embargo algo se hace

-iquestY el periodismo

-Eso no se nombre como profesioacuten lucrativa Es un excelente medio para hacerse lugar en la poliacutetica uacutenica carrera de provecho para la juventud

-Y usted la ha hecho buena -dijo hiperboacutelicamente el cura- iexclA los treinta y cuatro antildeos Este nene va a tragarse el mundo

-iexclPero usted no sabe amigo miacuteo queacute compromisos queacute cargas tan atroces trae este maldito [154] oficio en su primera eacutepoca La posicioacuten que se adquiere impone

-iexclAjajaacute Ya lo seacute Gastos atroces iquestno es verdad iquestPues queacute iquestQueriacutea usted pescar truchas a bragas enjutas

-No ya seacute coacutemo se pescan

-Por eso dicen que en Inglaterra soacutelo se dedican a la poliacutetica los ricos -dijo el cura- Este sistema me parece excelente

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-En Espantildea por el contrario es la carrera de los pobres Y es un mal lo conozco pero iexclqueacute se va a hacer Los pleitos no dan amigo miacuteo sino a los que han empollado el bufete con el calor que les dejoacute en el cuerpo la silla ministerial Los negocios exigen capital el comercio menudo es indigno de quien ha estudiado una carrera cientiacutefica no quedan pues maacutes que las armas y la poliacutetica y a miacute no me gustan las armas

-Las armas de la palabra de la pluma amigo miacuteo -dijo el cura con entusiasmo- iquestSabe usted que si alguna cosa envidio en este mundo es la gloria de usted

-Pues tiene poco de envidiable -dijo Rafael con cierto tonillo de despreocupacioacuten que contrastaba con su habitual prosopopeya- Yo me riacuteo a veces de miacute mismo y cuando estoy a solas en mi despacho me digo laquoParece [155] mentira que seas tuacute mismo ese que pronuncia tales discursos terroriacuteficos y escribe los artiacuteculos furiosos que entusiasman al partidoraquo Yo que no soy capaz de matar una pulga ni gusto de que se moleste a nadie predico la ruina de la sociedad actual yo que tengo como cada hijo de vecino mis dudillas acerca de muchas cosas que nos ensentildea el catecismo aunque no de las principales parece seguacuten la vehemencia con que lo digo que me quiero tragar a los que creen poco

-iexclAh iexclah -exclamoacute el cura riendo- ese es mal comuacuten a toda la gente de hoy blancos y negros Nadie tiene fe Hace poco hableacute con un sentildeor que pasa la vida escribiendo contra los increacutedulos y llevando y trayendo recados al Papa En confianza me deciacutea laquoSr D Silvestre no hay quien me haga creer en el infiernoraquo Yo me reiacutea mucho con sus rarezas y jamaacutes disputaacutebamos porque aborrezco las disputas Iacutebamos a cazar juntos Yo le ensentildeaba el cartapacio de mis sermones para que les echara un vistazo Ya se ve Es persona de muy buen gusto y estilo una especie de fray Luis de Granada sin haacutebitos y sin fe y por lo demaacutes sujeto apreciabiliacutesimo persona excelente Usted tambieacuten es de los que hablan mucho y creen poco [156]

-Entendaacutemonos sentildeor cura Yo creo que sin religioacuten no hay sociedad posible iquestA doacutende llegariacutea el frenesiacute de las masas estuacutepidas e ignorantes si el lazo de la religioacuten no enfrenara sus malas pasiones

A lo cual el cura riendo contestoacute

-Pero en esto de creer hay algo maacutes que un freno para contener a los ignorantes Los ilustrados y los sabios deben acrisolar su fe con el estudio

-Asiacute debiera ser -dijo Rafael- Es preciso que todos contribuyamos a conservar soacutelida y firme esta base del edificio social Si la religioacuten desapareciera los demagogos y petroleros nos declarariacutean una guerra a muerte Es cosa que espanta

-Es tremendo siacute

-Por eso yo soy de opinioacuten de que sigan las misas los sermones las novenas las procesiones las colectas y todos los demaacutes usos y ritos que se han creado para coadyuvar a la gran obra del Estado y rodear de garantiacuteas y seguridades a las clases pudientes e ilustradas

-Seguacuten usted -dijo el cura dando rienda suelta a su jovialidad- las praacutecticas religiosas no son otra cosa que una especie de instrumento correccional contra los pillos Pero sentildeor D Rafael de mi alma desarrollando su sistema [157] de usted debieacuteramos decir laquosupriacutemase la religioacuten y aumeacutentense los presidiosraquo

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-iexclOh no bromee usted y tenga presente que aquiacute hablamos los dos en confianza y que esto no sale de los dos Bueno andariacutea el mundo sin religioacuten iexclBenditas sean mil veces las creencias que nos legaron nuestros padres y la fe en que fuimos criados iexclQueacute dulce es la religioacuten iexclLas mujeres tienen en ella tales consuelos Se muere una persona de la familia una madre un hermano un nintildeo y ellas creen que la veraacuten despueacutes y que el difunto se estaacute paseando por encima de las nubes y si es nintildeo correteando y enredando de estrella en estrella La religioacuten debe existir siempre siempre y existiraacute Ademaacutes hay en ella muchas cosas que consuelan a todos y algunas que son verdades irrecusables

-Todas que no algunas como usted dice lo son -dijo el cura afectando cierta gravedad- Si yo tuviera a mano mis libros o recordara faacutecilmente lo mucho y bueno que en ellos he leiacutedo le probariacutea a usted que todo todo lo que la religioacuten sostiene es verdad y todo sirve de gran consuelo al ignorante y al sabio al pobre y al rico Pero tengo una memoria perversa y con mis ocupaciones de cada diacutea no me acuerdo de nada [158]

-iexclOh yo he leiacutedo bastante y por mi parte no puedo acusarme de haber hecho dantildeo alguno a la Iglesia ni a las personas eclesiaacutesticas Por el contrario en mis discursos en las conversaciones privadas con mis amigos poliacuteticos siempre he dicho laquoSentildeores la religioacuten antes que todo No quitemos al pueblo ese freno moral Conviene pues que la Iglesia esteacute de nuestra parte Es el gran auxiliar del Estado y hay que tenerla contenta iquestPide seis pues dadle ochoraquo Aborrezco a esos que se llaman filoacutesofos y libre-pensadores y que se ponen a gritar en las asambleas y en los clubs haciendo ver que la Iglesia es esto y lo otro Yo les digo laquoSentildeores en el fondo casi estamos conformes iquestCoacutemo puede negarse que muchas de las cosas que nos quieren hacer creer no andan muy acordes con el sentido comuacuten Pero iquesthay necesidad de subirse encima de una silla y decirlo a todo el mundo El pueblo ignorante no lo entiende y al oiacuter a ustedes cree que le estaacuten permitidos el robo y el asesinato Hay que mirarse bien antes de propagar ciertas doctrinasraquo Por esto soy enemigo de esos charlatanes y en mi humilde esfera defiendo con la palabra y con la pluma las creencias religiosas la doctrina toda de la Iglesia catoacutelica el culto y el clero venerandas [159] instituciones sobre las cuales descansa el orden social defiendo la fe de nuestros padres las praacutecticas sencillas las oraciones que nos ensentildeoacute nuestra madre en la cuna todo eso en fin tan faacutecil de aprender y tan bonito porque la religioacuten es bonita Yo he estado en Roma he visto muchas ceremonias en San Pedro iexclAh Sr D Silvestre Es cosa que entusiasma iquestPues y las procesiones de Sevilla Todo esto debe conservarse

-Todo esto debe conservarse pero lo que importa principalmente es la fe y si esta no se conserva

-Siacute tambieacuten tambieacuten Todos debemos trabajar para que crean los demaacutes para difundir los dones del Espiacuteritu Santo para que se mantenga incoacutelume la fe de nuestros padres iexclOh la fe de nuestros padres

-Usted Rafael -dijo el cura- pertenece a la escuela de los que defienden la religioacuten por egoiacutesmo es decir porque les cuida sus intereses Ven en ella una especie de guarderiacutea rural Dicen laquoLa religioacuten es muy buena debe creerse verdad es que yo no creo pero crean los demaacutes para que tengan miedo a Dios y no me hagan dantildeoraquo En tanto no se cuidan de los altos fines religiosos ni de la vida eterna

-iexclLa vida eterna -dijo D Rafael del Horro- [160] Aquiacute estaacute la gran cuestioacuten iexclAdmirable idea para que la sociedad no se desborde

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-iquestNo cree usted en ella

-Siacute forzosamente ha de haber alguna otra cosa despueacutes de morir porque no debe acabarse uno sin maacutes ni maacutes Pero digo yo Si despueacutes que expiremos resulta que no hay nada de lo dicho y caemos en profundiacutesimo suentildeo iexclqueacute chasco amigo Romero Y la verdad es que por mucho que uno piense no puede limpiarse de dudas Francamente eso de que lo que no es ni sombra ni aliento ni rayo en suma lo que no es nada siga viviendo despueacutes del hoyo y nos manden al cielo o al infierno iexclAh lo que es esto No hay quien me haga creer en el infierno iquestEs posible que usted me sostenga que hay un pozo lleno de fuego donde caen los que han hecho picardiacuteas Vamos yo creo que la misma Iglesia ha de tener que transigir al fin diciendo que eso del infierno es cualquier cosa nada entre dos platos iquestPues y la vida eterna y el paraiacuteso En fin se aturde uno al pensar en ello y maacutes vale dejarlo a un lado

-Vive Dios -exclamoacute con vehemencia don Silvestre Romero daacutendose fuerte porrazo en la rodilla con la palma de su mano de oso- que si yo recordara todo lo que he leiacutedo en mis libros [161] le contestariacutea a usted punto por punto a todas esas cuestiones y le dejariacutea tan convencido de que hay alma de que hay infierno de que hay cielo como de que ahora es diacutea pero tengo una memoria inicua leo hoy una cosa y mantildeana se me olvida Luego mis ocupaciones figuacuterese usted que este ir y venir al Soto y a la playa ha tiempo que no me permite abrir un libro iexclVaya con el D Rafael queacute ideas tiene Caacutespita no se ha de decir esto a los electores porque entonces Al contrario todo ha de ser religioacuten y maacutes religioacuten A este son les he tocado yo y a este son bailan que es una maravilla

-Bailaraacuten tambieacuten ahora -dijo Del Horro sonriendo- por cierto Sr D Silvestre que si no nos vamos hoy me parece que llegaremos tarde

-Tenemos tiempo de sobra Esta noche llegamos a Villamojada vemos a los amigos pasado mantildeana a Medio-Valle vemos a los amigos Todo se reduce a pasar de pueblo en pueblo y a ver amigos Fiacuteese usted de miacute hombre En todo lo que sea de los Madriles y de la poliacutetica gorda puede discurrir y quebrarse la cabeza pero en esta tierra y en elecciones deacutejeme usted a miacute y caacutellese y estese quieto Cada uno en su elemento

-No me falta confianza sentildeor cura Caraculiambro [162] -dijo Rafael dando una gran palmada en el hombro del gigante cleacuterigo- iexclOh si todos los negocios que he traiacutedo a este Ficoacutebriga de mil demonios fueran tan bien como el de mi eleccioacuten

-iexclAh iquestlo dice usted por la sentildeorita de Lantigua iexclQueacute bocado de aacutengeles Usted tiene la culpa de que este pez no haya picado

-Si Gloria no me quiere ni parece decidida a quererme nunca

-Ya despueacutes de casada ya la enderezariacutea yo -afirmoacute el cura- Ello es que usted ha puesto su asunto en manos de D Juan y este con las finuras y tiquis-miquis que usa lo habraacute echado a perder Si yo fuera D Juan saldriacutea del paso diciendo laquoNintildea a casarse y chitoacutenraquo

-A miacute nadie me quita de la cabeza que Gloria tiene alguacuten novio en Ficoacutebriga -dijo Rafael pensativo

-Lo que es eso Es que esa nintildea a pesar de su viveza y de sus ojos que echan lumbre es un hielo

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-Queacute seacute yo queacute seacute yo -indicoacute el joven campeoacuten de Cristo mirando fijamente al suelo y pronunciando con mucha lentitud palabra tras palabra- le digo a usted que esa nintildea me tiene ya hasta la corona

Gloria no quiso oiacuter maacutes y se retiroacute [163]

- XXII -

La respuesta de Gloria

Entroacute en el despacho de D Juan al mismo tiempo que el sentildeor obispo el cual traiacutea gozoso semblante y se acariciaba una mano con la otra sentildeal de regocijo que se advierte en todos los que acaban de hacer una cosa buena

-Querido hermano -dijo Su Ilustriacutesima- me parece que no he tocado a la puerta de una casa vaciacutea alguien responde

-iquestDe veras -exclamoacute D Juan metiendo en el sobre la uacuteltima carta

-Ha empezado por mostrarse muy agradecido a tus nuevas bondades Acepta la hospitalidad que le concedes por quince diacuteas o un mes

-iquestHas hablado con eacutel de religioacuten -preguntoacute Lantigua pasando por su lengua la parte engomada del sobre

-Siacute mas eacutel con habilidad suma ha eludido [164] entrar en las cosas hondas de doctrina No habla maacutes que de generalidades de la Creacioacuten de la bondad de Dios del perdoacuten de las injurias nada concreto

-Teme descubrirse Esa reserva me agrada porque no me gusta ver a los herejes hacer alarde de su herejiacutea y provocarnos con argumentos comunes de los que usan los perioacutedicos

-No le he oiacutedo ni una sola vulgaridad Mas nada puedo sacar en claro respecto a lo concreto de sus creencias -dijo Su Ilustriacutesima con laacutestima- Lo que siacute puedo asegurarte con toda verdad es que

-iquestQueacute

D Aacutengel acercoacute su silla a la silla de su hermano

-Que es un alma profundamente religiosa un alma llena de fe

-Falta saber queacute especie de fe

-Tienes razoacuten -dijo el obispo rectificaacutendose con presteza- Llaacutemalo predisposicioacuten a la fe iacutentimo anuncio de la verdadera fe que ha de venir Al estado de ese noble espiacuteritu lo comparo yo a una laacutempara perfectamente preparada llena de aceite hasta los bordes y con su mecha en toda regla No falta maacutes que encenderla

-iquestY es nada [165]

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-Basta un foacutesforo que es un soplo una raacutefaga el momento convertido en luz Lo que no conseguiraacutes por todos los medios del mundo es dar lumbre a una laacutempara vaciacutea

-Seguramente

-Nuestro Sr Morton -antildeadioacute D Aacutengel- podraacute estar a oscuras de la verdadera luz pero bien se conoce que no es por falta de ojos Cuaacuten distinto es de muchos joacutevenes de por acaacute que dicieacutendose cristianos catoacutelicos y habiendo aprendido la verdadera doctrina nos muestran en su frivolidad y corrupcioacuten moral almas vaciacuteas almas oscuras almas sin fe los sepulcros blanqueados de que nos habloacute el Sentildeor

Gloria se acercoacute a su padre

-iexclBuena se ha armado en la Asamblea de Francia -exclamoacute de suacutebito el doctor Sedentildeo que leiacutea un diario- Esto es la dispersioacuten de gentes iexclOh iexclFrancia Francia bien merecido lo tienes Oiga Usiacutea Ilustriacutesima y formaraacute idea de coacutemo se acaba un paiacutes por abandonar las viacuteas del catolicismo

D Aacutengel miroacute a su secretario y al perioacutedico que leiacutea

Gloria puso la mano sobre el hombro de su padre

-iquestQueacute quieres hija miacutea -le dijo este carintildeosamente [166] tomando aquella mano- iexclAh picarona ya que estaacutes aquiacute no te marcharaacutes sin llevar un buen sermoacuten

-iquestPor queacute

-Porque no tienes formalidad Hace diacuteas te hableacute de un asunto me prometiste contestar pronto y esta es la hora

-Pues bien papaacute -indicoacute Gloria inclinaacutendose- Voy a contestar

D Juan dejoacute la pluma

-Y contesto que no -dijo la sentildeorita sonriendo y reforzando su frase negativa con un vivo movimiento de cabeza

-iquestRehuacutesas

-Rehuacuteso pero de todo corazoacuten

-iquestLo has pensado bien

-Lo he pensado bien y no puedo no puedo de ninguacuten modo querer

-iquestPodriacuteas darme alguna razoacuten -dijo don Juan mostrando un sentimiento extrantildeo que soacutelo podriacutea llamarse severidad beneacutevola

-Una no mil -dijo Gloria con su natural propensioacuten a la hipeacuterbole

-Con una me contento iquestHas considerado bien las prendas de ese joven

-Siacute y he visto que es un sepulcro blanqueado

-Mira bien lo que dices [167]

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-iexclAh usted mismo no tardaraacute en reconocerlo No es oro todo lo que reluce Verdad es que para miacute nunca ha brillado el D Rafaelito sino como hojalata

-iexclQueacute manera de juzgar -dijo D Juan no disimulando que estaba contrariado- Acaso tuacute una chiquilla puedes juzgar Pero silencio que viene aquiacute

D Silvestre y Rafael entraron dirigieacutendose ambos a besar el anillo al obispo y preguntarle por su salud Por un instante no se habloacute maacutes que del proyectado viaje

-iexclOh aquiacute tenemos un documento importantiacutesimo -dijo el doctor Sedentildeo sentildealando otro perioacutedico- Es una carta de Ficoacutebriga en que se da cuenta de la portentosa y nunca vista hazantildea de D Silvestre Romero al sacar a salvo de en medio de las olas a los tripulantes del Plantagenet

-iquestA ver a ver -dijo el cura lleno de emocioacuten y con los ojos chispeantes de vanidad

-Le ponen a usted en las nubes aquiacute lea usted -dijo Sedentildeo dando el perioacutedico al tonsurado atleta

Romero leyoacute en voz alta el articulejo en que se narraba con prolijos detalles el suceso del 23 de Junio y al concluir dijo

-No estaacute mal no estaacute mal [168]

-El sentildeor cura -indicoacute Su Ilustriacutesima con bondad- se vanagloria demasiado de su accioacuten beneacutefica y le da publicidad excesiva presentaacutendola de un modo dramaacutetico y teatral con lo que aquella pierde un tantico de su gran meacuterito y espontaneidad evangeacutelica

D Silvestre algo turbado se inclinoacute con respeto

Si esto dijo el obispo al ver la complacencia con que Romero leiacutea las alabanzas de su proeza coacutemo le reprenderiacutea si hubiera sabido que estaban hechas por eacutel mismo

-Los amigos -dijo este reponieacutendose- se empentildean en que todo el mundo ha de saber mi hombrada Yo no me he vuelto a acordar de lo que hice

-Y asiacute debe ser amigo miacuteo -manifestoacute Su Ilustriacutesima estrechaacutendole la mano- El recuerdo de la limosna incumbe al que la recibe Oiga usted al sentildeor Morton iexclQueacute bien caen en su boca los elogios de la valentiacutea de usted

-iquestY al fin el Sr D Daniel se nos marcha -preguntoacute Romero

-No -repuso el obispo- Con permiso de mi hermano acabo de invitarle para que esteacute aquiacute quince diacuteas maacutes o un mes

D Juan que meditaba al lado de su hija alzoacute la cabeza y dijo [169]

-iquestNo te parece que bastaraacute con ocho diacuteas

-Como quieras pero ya le he dicho que quince diacuteas

-Como quieras tuacute -indicoacute D Juan- Lo que ahora nos importa maacutes es comer Gloria esa comida por amor de Dios Mira que estos dos sentildeores tienen que marcharse pronto

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-Ya pueden ustedes bajar -repuso ella con semblante animadiacutesimo derramando claridad y alegriacutea por sus negros ojos- Tiacuteo sentildeor doctor sentildeor cura D Rafael

Al suave anuncio del comedor Sedentildeo dejoacute en paz la prensa perioacutedica

-iquestBaja hoy el Sr Morton

-Siacute hoy baja por primera vez -dijo Su Ilustriacutesima- Aquiacute estaacute

Una sombra se interpuso en la puerta Era Morton todo vestido de negro paacutelido hermoso y demacrado semejante a un maacutertir de los primeros siglos que resucitando se pusiera levita

-Bien amigo bien por ese valor -dijo el cura saliendo al encuentro del extranjero

El sentildeor obispo salioacute apoyaacutendose en su bastoacuten Ofreciole Daniel el brazo y bajaron ambos delante Siguieacuteronles los demaacutes

Gloria se quedoacute la uacuteltima [170]

- XXIII -

Dos opiniones sobre el paiacutes maacutes religioso del mundo

Daniel Morton no salvoacute sino una parte muy pequentildea de su equipaje que era considerable pero siacute los fondos que traiacutea en la caja de a bordo a cargo del capitaacuten Este fue a visitarle el diacutea en que partieron todos los naacuteufragos y entregole lo que de eacutel habiacutea recibido descontando una cantidad que Daniel destinoacute a auxiliar a la tripulacioacuten Puacutesose luego este en relaciones con el coacutensul ingleacutes de la capital de la provincia (situada a diez y seis kiloacutemetros de Ficoacutebriga por camino real) y recibioacute dos grandes bauacuteles con efectos Al diacutea siguiente de su primera salida de la casa Morton tuvo la abnegacioacuten de confiar su persona a un descuadernado cajoncillo que usurpando aleve el nombre de coche iba todos los diacuteas a la capital de la provincia [171] moliendo gente so pretexto de llevarla y traerla Por la noche Daniel volvioacute caballero en un gallardo potro negro

-Fui con intencioacuten de comprar un caballo aunque sin esperanza de encontrarlo -dijo al llegar junto a la verja de la casa donde se habiacutean detenido los tres Lantiguas despueacutes de su paseo vespertino- pero he podido conseguir este animal que no es un prototipo de belleza ni agilidad pero que anda

-A miacute me parece arrogantiacutesimo y digno de Santiago si fuera blanco -dijo D Aacutengel

-Pues no creiacute yo que allaacute encontraraacute usted tan buena pieza -indicoacute D Juan examinando la bestia- Es de lo poco bueno que se suele encontrar por estas tierras

Gloria no dijo nada

Morton despueacutes de dejar su caballo subioacute

-Ya tengo caballo -dijo- No me falta maacutes que escudero

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Y aquella misma noche cerroacute trato con Roque criado de la casa para que un hijo de este nombrado Gasparuco y que pareciacutea bueno le sirviese de criado

-Por lo visto se despierta en usted la aficioacuten a nuestro paiacutes -dijo el Sr de Lantigua- iquestY le tendremos a usted mucho tiempo por aquiacute [172]

-Es posible que siacute -repuso Morton

En pocos diacuteas el caballero hamburgueacutes visitoacute y conocioacute prolijamente toda Ficoacutebriga en especial la Abadiacutea curiosiacutesima obra del duodeacutecimo siglo que no por estar tan dejada de la mano de los hombres toda destruida y ateada careciacutea de encantos para el artista Tambieacuten vio el castillo desmantelado el torreoacuten o cubo sentildeorial que se alza maacutes arriba de la huerta abacial ogantildeo cementerio y las casas infanzonas de la villa algunas de las cuales llaman con justicia la atencioacuten de los forasteros

Los habitantes de esta miraron con simpatiacutea al joven extranjero si bien le inundaron de comentarios Varias personas como D Juan Amarillo y dos de los indianos hicieron amistades con eacutel

En casa de Lantigua habiacutea ganado Morton las simpatiacuteas de los dos hermanos por su trato afabiliacutesimo y la amenidad de su conversacioacuten Demostraba un entendimiento privilegiado sin pedanteriacutea una sensibilidad exquisita sin afectacioacuten y el maacutes acabado conocimiento de todas las reglas sociales

No se le cociacutea el pan a D Aacutengel hasta plantear de lleno la empresa que pensaba acometer apretaacutendole a ello su tesoacuten de apoacutestol cristiano [173] y el natural afecto que el extranjero le inspiraba y un diacutea enuncioacute el tema resueltamente

Por desgracia para nuestra fe sacratiacutesima las santas aspiraciones del prelado no tuvieron eacutexito Pasaban horas discutiendo sin que Morton revelase deseos de penetrar en la Iglesia catoacutelica y para que la pena del reverendo pastor de almas fuese mas honda ni aun pudo conocer de un modo claro las creencias religiosas del extranjero que hablaba siempre en teacuterminos generales y eludiendo su personalidad Maravilloacute ciertamente a D Aacutengel en estas disputas esteacuteriles por desgracia para el aumento de la grey catoacutelica el conocimiento que Daniel mostraba de todos los libros santos desde el Geacutenesis hasta el Apocalipsis No ignoraba lo maacutes selecto de los Santos Padres y conociacutea perfectamente toda la poleacutemica religiosa del presente siglo y de los tiempos maacutes cercanos con las disposiciones del Santo Padre el uacuteltimo concilio y los triunfos y persecuciones recientes de la Iglesia de Cristo

Mas de tanta erudicioacuten hija de formales estudios y aficioacuten a las cosas divinas nada de provecho sacaba el buen pastor lo que le causaba amarguiacutesima pena Uacuteltimamente habiacutea pensado desistir de su empentildeo considerando que Dios elegiriacutea sin duda otros caminos y [174] ocasioacuten distinta para llevar la luz al espiacuteritu de aquel hereje

En cuanto a D Juan de Lantigua si al principio asistioacute con intereacutes vivo a los diaacutelogos religiosos pronto se apartoacute de ellos por no permitirle perder ninguacuten tiempo los trabajos que entre manos traiacutea Devorado por un ansia fervorosa entregaacutebase sin descanso a las lecturas y a la composicioacuten literaria bebiendo en libros y derramando su pensar en cuartillas Estaba su espiacuteritu tan por entero dado a aquel afaacuten que no habiacutea fuerzas humanas que le arrancaran del despacho durante cuatro horas por la mantildeana y otras tantas por la noche Su hermano le reprendiacutea carintildeosamente por esta tarea ardorosa y febril que gastaba sus peregrinas facultades y le iba irritando el cerebro y

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enflaqueciendo las fuerzas fiacutesicas en teacuterminos que D Juan se desmejoraba maacutes cada diacutea Pero no haciacutea caso eacutel de los sermones episcopales y seguiacutea erre que erre sobre los libros sacaacutendoles el redantildeo para escribir despueacutes iexclAdmirable aplicacioacuten que debiacutea dar por resultado una de las maacutes hermosas obras de la eacutepoca presente

Una mantildeana era tanta su fatiga que don Juan sintiendo su cabeza maacutes pesada que el plomo salioacute a ver si se le despejaba conversando [175] con Morton Cuando llegoacute al gabinete de este extrantildeoacute que no estuviese alliacute de visita D Aacutengel por ser costumbre trabar las poleacutemicas en aquella hora

-Vamos -dijo- veo que mi buen hermano se ha visto obligado a levantar el sitio

-El sentildeor obispo -dijo Morton- es tan bueno y tan sabio que sin duda ganaraacute muchas plazas en el mundo Las que eacutel no tome es por que son inexpugnables

Tomando pie de esto D Juan le preguntoacute si sus creencias cualesquiera que fuesen eran firmes No vaciloacute en contestarle Daniel dicieacutendole que sus creencias no eran superficiales rutinarias y friacuteas como las de la mayor parte de los catoacutelicos espantildeoles sino profundas y fijas a lo cual contestoacute D Juan (4) que maacutes le gustaba ver el tesoacuten y la consecuencia en los sectarios de las falsas religiones que la tibieza y despreocupacioacuten en los que teniacutean la dicha de haber nacido en la verdadera Antildeadioacute que efectivamente se habiacutean debilitado mucho las creencias en nuestro catoacutelico suelo pero que este mal ocasionado por los excesos revolucionarios y la influencia de extranjeros envidiosos de la Nacioacuten maacutes religiosa del mundo tendriacutea faacutecil remedio en la predicacioacuten en las oraciones [176] y en los trabajos de la Iglesia si acertaba a encontrar un Gobierno piadoso que le ayudara

Morton no estaba muy conforme con esta opinioacuten Sin embargo deferente con su generoso amigo le dijo que confiaba en la regeneracioacuten religiosa de este paiacutes si abundaban en eacutel pastores tan virtuosos y tan ilustrados como D Aacutengel de Lantigua y seglares como D Juan

-Yo conozco regularmente el Mediodiacutea y la capital de Espantildea -antildeadioacute- Ignoro si el Norte seraacute lo mismo pero allaacute querido sentildeor miacuteo he visto el sentimiento religioso tan amortiguado que los espantildeoles inspiran laacutestima No se ofenda usted si hablo con franqueza En ninguacuten paiacutes del mundo hay menos creencias siendo de notar que en ninguno existen tantas pretensiones de poseerlas No solo los catoacutelicos belgas y franceses sino los protestantes de todas las confesiones los judiacuteos y aun los mahometanos practican su doctrina con maacutes ardor que los espantildeoles Yo he visto lo que pasa aquiacute en las grandes ciudades las cuales parece han de ser reguladoras de todo el sentir de la Nacioacuten y me ha causado sorpresa la irreligiosidad de la mayoriacutea de las personas ilustradas Toda la clase media con raras excepciones es indiferente Se practica el culto pero maacutes bien como un haacutebito rutinario por [177] respeto al puacuteblico a las familias y a la tradicioacuten que por verdadera fe Las mujeres se entregan a devociones exageradas pero los hombres huyen de la Iglesia todo lo posible y la gran mayoriacutea de ellos deja de practicar los preceptos maacutes elementales del dogma catoacutelico No negareacute que muchos acuden a la misa siempre que sea corta se entiende y no falten muchachas bonitas que ver a la salida pero esto es faacutecil amigo miacuteo iquestno comprende usted que esto no basta para decir laquosomos los hombres maacutes religiosos de la tierraraquo

-Efectivamente no basta no -dijo D Juan con voz triste mirando al suelo

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-Usted conoce muchas muchiacutesimas personas ilustradas buenos leales que no pueden menos de considerarse virtuosas personas a quienes usted que es tan buen catoacutelico no negaraacute su amistad personas de quienes nadie se aparta con horror personas amables

-Ya ya seacute lo que usted me va a decir -indicoacute D Juan melancoacutelicamente

-Pues bien de esas personas (y yo supongo que conoceraacute usted maacutes de mil) de esas personas iquestcuaacutentas cree usted que cumplen el precepto fundamental del catolicismo la penitencia

-iexclOh tiene usted razoacuten tiene usted razoacuten [178] -dijo Lantigua con verdadera angustia- De cada cien noventa y cinco no se han confesado en veinte antildeos

-Con la particularidad -antildeadioacute Morton- de que la Iglesia manda confesar una vez al antildeo a lo menos Los grandes e intachables catoacutelicos los que se pueden llamar vasos de eleccioacuten (me refiero a los varones querido D Juan) gracias que cumplan esa vez al antildeo olvidando que la Iglesia aconseja una vez al mes y asegura que los que no lo hacen viven una vida relajada y estaacuten en peligro de perderse Si tienen ustedes conciencia no deben suponerse en peligro sino completamente perdidos

-El precepto el precepto Sr Morton -dijo D Juan con sequedad- no manda maacutes que una vez al antildeo

-Hay otro siacutentoma -prosiguioacute Daniel- que he observado muchas veces Cuando en una casa rezan el rosario los hombres se echan fuera sin que por esto se alarme la familia femenina He oiacutedo a algunos nintildeos inocentes hacer esta pregunta laquoDime mamaacute iquestpor queacute papaacute no rezaraquo Muchas veces no se sabe queacute contestar pero en ocasiones se les dice laquoPapaacute reza en su cuartoraquo Pero donde reza papaacute es en el casino o en el cafeacute Las mujeres aquiacute por lo general creen que siendo ellas rezonas no importa que [179] sus maridos sean blasfemos Debo antildeadir y no creo que usted se ofenda por esto que Espantildea es el paiacutes no direacute maacutes blasfemo del mundo sino el paiacutes blasfemo y sacriacutelego por excelencia

-En eso tiene usted razoacuten -afirmoacute Lantigua con pesadumbre- Tambieacuten reconozco la irreligiosidad pero usted parece indicar que las causas de este grave mal estaacuten en otra parte que en la filosofiacutea y en las libertades modernas

-No puedo creer que estas dos cosas hayan arrebatado al pueblo espantildeol sus creencias En otros paiacuteses hay maacutes muchiacutesima maacutes filosofiacutea que aquiacute maacutes muchiacutesimas maacutes libertades y sin embargo la fe religiosa no muere iexclHablan de revoluciones Si en Espantildea no ha habido nada que merezca tal nombre amigo miacuteo Si en Espantildea todos los trastornos poliacuteticos han sido tempestades en un vaso de agua Por Dios iquestqueacute idea hemos de formar del espiacuteritu religioso de un paiacutes si es tal que lo echan por tierra esos quince o veinte movimientos poliacuteticos que se han sucedido desde 1812 Comprendo que los grandes edificios caigan en el sacudimiento de un terremoto pero iquestcoacutemo han de caer con la trepidacioacuten que producen las patadas de un regimiento de caballeriacutea Admitiendo como no puede menos de admitirse que ustedes no han tenido grandes cataclismos es preciso deducir que los edificios [180] caiacutedos no pueden haber sido muy grandes Fueacuteronlo siacute en otros tiempos pero al entrar este siglo todo estaba ya carcomido Espantildea como la mujer rencillosa de que habla el Eclesiasteacutes es ahora un tejado con muchas goteras

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-No admito eso de que no hayamos tenido revoluciones -dijo D Juan- Las hemos tenido superficiales y profundas en el orden poliacutetico pero iquesty la irrupcioacuten de libros y la transformacioacuten social esas oleadas de soberbia de amor al lujo de concupiscencia de materialismo que nos vienen de fuera

-Veo que muchas cosas que en otras partes hacen poco dantildeo aquiacute envenenan Sin duda el organismo moral de Espantildea es tan endeble como el de aquellos seres enfermizos y nerviosos que se emponzontildean soacutelo con el olor del veneno

-iquestCon el olor

-Siacute porque de los inmensos progresos industriales del lujo del colosal aumento de las riquezas del refinamiento material ustedes no tienen maacutes que el olor Espantildea por lo que veo no puede vivir sino metieacutendose dentro del fanal de su catolicismo para que nada la toque ni contamine para que ni aacutetomos siquiera de lo exterior lleguen hasta ella

-iquestY queacute le recetariacutea usted [181]

-El aire libre -dijo Morton con energiacutea- el aire libre el andar sin tregua entre toda clase de vientos arriba y abajo dejarse llevar y arrastrar por todas las fuerzas que la solicitan romper su capa de mendigo o mortaja de difunto y exponerse a la saludable intemperie del siglo Espantildea se parece al enfermo de aprensioacuten todo lleno de emplastos vendajes parches abrigos mil y precauciones necias Fuera todo eso y el cuerpo enfermo recobraraacute su vigor

Habiacutean llegado a un punto de la discusioacuten en que D Juan creyendo a su hueacutesped totalmente descarriado le teniacutea laacutestima

-Hace usted un uso poco razonable de la fantasiacutea -le dijo bondadosamente y en tono de maestro- De esa manera nunca me probaraacute usted que Espantildea es el paiacutes menos religioso del mundo iquestPor ventura amigo Morton no ha visto usted en eacutel algo que le pruebe lo contrario

-No significan nada para miacute -continuoacute Daniel- las manifestaciones teatrales de devocioacuten que son maacutes bien poliacuteticas que religiosas Yo me riacuteo de la piedad de un pueblo que como Madrid habla mucho de religioacuten y sin embargo jamaacutes supo levantar un solo templo digno no digo yo de Dios pero ni aun de los [182] hombres que entren en eacutel En Madrid pueblo rico vemos maacutes teatros que en Londres una plaza de toros que es un monumento cafeacutes soberbios tiendas paseos y distracciones donde se conciertan el lujo y las artes pero no hay una sola iglesia que no sea pocilga

-iexclPor Dios Sr Morton -dijo Lantigua- eso es demasiado duro

-Un poco duro -repuso el extranjero riendo- pero la idea es exacta Y lo que pasa en Madrid pasa en toda Espantildea El sentimiento catoacutelico que en este siglo no ha levantado un solo edificio religioso de mediano valor es tan tibio que no se manifiesta en cosa alguna de gran valiacutea y lucimiento El paiacutes maacutes piadoso ha venido a ser el maacutes increacutedulo El paiacutes maacutes religioso y que tuvo tiempos en que la piedad se asociaba a todas las grandezas de la vida al heroiacutesmo a las artes a la opulencia a la guerra misma han concluido por formar de la piedad cosa aparte separada de lo demaacutes Un hombre devoto que se persigna al pasar por la iglesia que confiesa y comulga semanalmente es en la mayor parte de los ciacuterculos un hombre ridiacuteculo

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-iexclPor Dios amigo Morton

-Sr de Lantigua por Dios dispeacutenseme usted pero es fuerza decirlo Haacutebleme usted [183] con su franqueza de hombre honrado y de catoacutelico sincero Diacutegame usted si hay en Espantildea mujer alguna capaz de dar su corazoacuten y su mano a un hombre que pase tres o cuatro horas todos los diacuteas dentro de la iglesia que se rompa el pecho a golpes que tenga su casa llena de agua bendita y que entone una oracioacuten al realizar los actos maacutes insignificantes de la vida cuales son salir a la calle entrar en ella estornudar etc Un devoto tal como lo conciben las congregaciones piadosas del diacutea es un ente irrisorio confiacuteeselo usted Hasta los mismos que defienden a pie firme la religioacuten y se llaman soldados avanzados de las filas de Cristo cuidan mucho en sociedad de disimular todo lo posible su ortodoxia o mejor dicho de olvidarla so pena de perder gran parte de las simpatiacuteas y de las amistades que por sus prendas su figura o sus virtudes hayan logrado alcanzar

-Algo hay de eso pero no tanto amigo miacuteo

-Quizaacutes los de casa no vean esto tan claramente como los extrantildeos -dijo Morton- Quizaacutes yo me equivoque pero he manifestado mi opinioacuten con lealtad Creo a Espantildea el paiacutes maacutes irreligioso de la tierra Y un paiacutes como este donde tantos estragos ha hecho la incredulidad [184] un paiacutes que tanto tiene que aprender que tantos esfuerzos debe hacer para nutrirse para llenar de sangre vigorosa sus venas por donde corre un humor tibio y descolorido no estaacute en disposicioacuten no de convertir a nadie

Breve rato estuvo D Juan de Lantigua sin dar contestacioacuten pero al fin con cierta sequedad que era muy propia de su caraacutecter habloacute asiacute

-No aseguro yo que mi paiacutes sea hoy el maacutes piadoso del mundo Por desgracia no le falta a usted razoacuten en parte de lo que ha dicho pero creo que si siguieacuteramos discutiendo hallariacuteamos iguales o quizaacutes peores sentildeales de descomposicioacuten en otras tierras que usted me presentaraacute como modelo Hay aquiacute hombres perversos hay hombres indiferentes en grandiacutesimo nuacutemero pero tenemos intacto el tesoro de nuestra doctrina conservamos la semilla y un periacuteodo de proteccioacuten del cielo puede hacerla fructificar En medio de la torpeza y frivolidad que por todas partes se ve existe pura y entera la fe no dantildeada ni podrida por los errores y la fe ha de triunfar la fe ha de dar resultados de virtud si no hoy mantildeana

raquoDeploro los desoacuterdenes de mi patria pero no los creo irremediables como la muerte como la podredumbre que constituyen el fondo de [185] otros paiacuteses bajo engantildeosa cubierta de prosperidad de orden de brillo artiacutestico industrial social Cada raza tiene su organizacioacuten propia No seacute si Dios me dejaraacute ver el diacutea de la regeneracioacuten general del mundo pero esta regeneracioacuten no la busque usted no la busque usted fuera de los principios inmutables de la moral catoacutelica De entre las ruinas no renaceraacute sino aquello que haya conservado el germen de esa moral y ese germen Sr Morton lo tenemos nosotros nosotros siacute aunque usted no lo vea

raquoQuiacuteteme usted las revoluciones chicas o grandes las ideas subversivas que vienen de fuera y que en otros paiacuteses tienen aplicacioacuten falaz y pasajera quiacuteteme usted la propaganda de doctrinas contrarias a nuestra naturaleza social y entonces podraacute ver usted que esta nacioacuten resucitada y puesta en pie despueacutes de tantos antildeos de aparente muerte se hallaraacute de nuevo en disposicioacuten de convertir a todas las gentes en uno y otro

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mundo de convertirlas siacute sentildeor porque la posesioacuten de la verdad le da derecho a decirlo y a ejecutarlo resueltamente

Iba a contestar Daniel cuando se oyeron voces en el jardiacuten de la casa y con las voces lamentos y lloros (5) de chiquillos

-iquestQueacute es esto -dijo Lantigua asomaacutendose a la ventana- Gloria Gloria [186]

Morton se asomoacute tambieacuten

-No es nada -dijo Lantigua retiraacutendose- Son los hijos de Caifaacutes que vienen pidiendo auxilio en nombre de su padre un perdido un borracho a quien estoy cansado de socorrer

Su Ilustriacutesima desde el jardiacuten gritaba

-Juan Juan baja

-Vamos -dijo D Juan- Mi hermano se ha enternecido y quiere que yo tome bajo mi amparo a ese mal hombre Es un miserable pero la caridad cristiana amigo Daniel nos manda perdonar y compadecer

- XXIV -

Una obra de caridad

Ambos bajaron En el jardiacuten estaba D Aacutengel y frente a eacutel un lastimoso terceto de muchachos llorones con los puntildeos en los ojos los sucios rostros llenos de babas y de tierra que con las laacutegrimas se amasaba

-Vamos a ver iquestqueacute es eso -preguntoacute don Juan tirando suavemente de una oreja a la pequentildeuela

La afliccioacuten no les dejaba contestar

-Que el teniente cura ha despedido a Caifaacutes por orden de D Silvestre -dijo Su Ilustriacutesima- Pero hijos miacuteos si vuestro padre es malo iquestcoacutemo quereacuteis que esteacute en la iglesia

-iexclBuena pieza es el tal Mundideo -exclamoacute Lantigua- iquestY queacute maacutes le pasa iquestQue ha perdido toda la ropa porque la Caacutercaba no ha podido cobrar [188]

-Siacute se se se ntildeor -gimioacute Sildo

-iquestY que D Juan Amarillo le ha echado de la casa de arriba y le va a llevar a la justicia

-Siacute se se ntildeor

-iquestY que os habeacuteis quedado sin casa

-Siacute se se ntildeor

-Estos pobres nintildeos estaacuten desnudos -dijo D Aacutengel- Es preciso darles algo de ropa

-De eso se encargaraacute Gloria iquestEn doacutende estaacute Gloria

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-Ha salido al camino a hablar con Caifaacutes que no ha querido entrar porque le da verguumlenza

-Y con razoacuten No pienso hacer nada por eacutel Estoy cansado de favorecerle Le dareacute para comer y ropa para estos nintildeos pero nada maacutes

Gloria aparecioacute entonces por la puerta del jardiacuten Sus ojos encendidos anunciaban la afliccioacuten de su alma

-Papaacute- dijo secando sus laacutegrimas- ahiacute estaacute Caifaacutes Dice que quiere hablarte y que te contaraacute lo que le pasa si no te enfadas

-iexclPobre hombre -dijo Lantigua mirando a Morton- Mira Gloria prefiero que me cuentes tuacute lo que le pasa a ese tunante

-Pues le han echado de la sacristiacutea

-Bien merecido

-Y D Juan Amarillo le ha embargado lo [189] uacutenico que le quedaba ya las herramientas de carpintero

-Ya se ve No parece sino que D Juan Amarillo tiene el dinero para que Caifaacutes lo gaste en beber

-Y eacutel y sus hijos han andado desde ayer pidiendo limosna por los caminos

-Basta -dijo D Juan gravemente- Aquiacute entra la caridad Dales hoy de comer Puedes decirle que mande a los chicos todos los diacuteas

-Vendraacuten -dijo Gloria con alegriacutea

-No lo que es eacutel no tiene que ponerme los pies en casa

-Pero papaacute

-Es un vicioso Que vengan los chicos

-Y los vestiraacutes por mi cuenta Gloria -dijo Su Ilustriacutesima- Algo podreacute darle tambieacuten a Caifaacutes

-Pero eacutel quisiera

-iquestAuacuten pide maacutes

-Para los desgraciados -indicoacute D Aacutengel- se escribioacute aquello de pedid y se os daraacute

-Darle dinero es fomentar sus vicios -afirmoacute Lantigua- iquestNo lo cree usted asiacute sentildeor Morton

-Seguramente

-Vamos Juan -dijo el obispo poniendo la mano sobre el hombro de su hermano- al extremo [190] del prado de Costiguera junto a la mies de Sotres tienes una casilla abandonada donde invernaba antes el ganado

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-Vamos vamos -murmuroacute D Juan sonriendo con bondad- Ya me figuro lo que quereacuteis

-Siacute papaacute La casa de la Cortiguera seraacute aunque no tiene maacutes que medio techo un palacio para el pobre Caifaacutes

-iexclUn verdadero palacio -dijo Su Ilustriacutesima- iquestSabe usted doacutende es Sr Morton Alliacute detraacutes de aquella loma por donde estaacuten los cinco viejiacutesimos castantildeos que llaman en el paiacutes los Cinco Mandamientos

Morton miraba mientras D Aacutengel haciacutea indicaciones con el palo

-Bueno pues que se meta en la casa

-Bien Juan bien determinado Vaya nintildeos ahora os podeacuteis marchar La sentildeorita Gloria os daraacute para cubrir esas carnes

Gloria salioacute corriendo a dar la noticia al pobre Mundideo Los chicos fueron detraacutes

Cuando la sentildeorita volvioacute D Aacutengel se habiacutea unido al doctor Sedentildeo que le mostraba las cartas recieacuten llegadas y D Juan se acercoacute a los albantildeiles que habiacutean venido para componer la capilla En el jardiacuten tan soacutelo estaba Morton Gloria al verse sola junto a eacutel se turboacute ligeramente [191] Dudoacute si seguir o detenerse y cuando el extranjero se dirigioacute a ella en ademaacuten de hablarle tembloacute como tiembla la luz cuando se mueve el agua en que estaacute reflejada

-Gloria -dijo Morton- iexclqueacute felices son los pobres de Ficoacutebriga

-iquestPor queacute -preguntoacute la sentildeorita con treacutemula voz

-Porque usted se ocupa de ellos

-iexclEste pobre Caifaacutes es tan desgraciado Tiene fama de vicioso y de malvado pero es un alma de Dios Yo no puedo menos de favorecerle iexclEacutel me quiere tanto Se dejariacutea matar por miacute

-Eso lo comprendo iexclMorir por usted iexclAh Gloria yo hariacutea lo mismo

-iquestQueacute -dijo la sentildeorita con la mayor turbacioacuten

-iexclMorir por usted Es lo uacutenico posible despueacutes de haberla amado

-iexclDaniel por Dios

-iexclGloria iquestDe queacute manera lo direacute para ser creiacutedo

El expresivo rostro del extranjero revelaba una emocioacuten grave y honda

-Me voy -dijo la sentildeorita de suacutebito

Veiacutea claramente la emocioacuten que brillaba con luz singular en los azules ojos del hamburgueacutes [192] Mediacutea la inmensidad de la suya que le alzaba turbulento oleaje en el fondo del alma y de ambas tuvo miedo

-iquestSe va usted -dijo Daniel dando un paso hacia ella

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-Siacute

-No sin oiacuter una cosa

-iquestUna cosa

-Que la adoro a usted

Ya se lo habiacutea dicho Morton dos veces pero no con las mismas palabras ni con la vehemencia de entonces [193]

- XXV -

Otra

A los dos diacuteas de esta escena y despueacutes de almorzar Gloria estaba en su cuarto muy atareada Habiacutea salido por la mantildeana a comprar algunas telas y luego revolviacutea sus roperos buscando todo aquello con que pudiera vestir la desnudez de los hijos de Caifaacutes El sentildeor obispo entroacute a la sazoacuten y le dijo mostraacutendole un envoltorio de papel

-Mira sobrinita esto es todo lo que poseo Los tiempos revolucionarios nos tienen a los pobres obispos a la cuarta pregunta

-iexclOh iexcltiacuteo queacute bueno es usted iquesta ver -dijo Gloria sacando las monedas del papelejo que las aprisionaba- Esto es un caudal con esto y con lo que yo tengo le desempentildearemos a Caifaacutes los colchones parte de la ropa y las herramientas para que trabaje y sea hombre de bien

-Has pensado admirablemente Yo siento [194] no tener maacutes He rebantildeado hija miacutea he rebantildeado mi erario sin poder reunir ni un ochavo maacutes iquestPero no ves que estamos sin renta Este invierno las pobres monjas de me han limpiado las arcas iexclInfelices yo quisiera tener millones para daacuterselos

-iexclBendito sea usted mil veces -exclamoacute la joven con piadoso entusiasmo

-Yo no opino como tu padre -dijo Su Ilustriacutesima- que debamos privar en absoluto de dinero a ese desgraciado Mundideo El dinero es necesario para todo y si como tuacute dices y yo lo creo no es un malvado sino maacutes bien un pobre de espiacuteritu justo es que le ayudemos a salir de su miserable estado Conveacutencele de la necesidad de que sea econoacutemico bien arreglado precavido

-Su mujer su infame mujer tiene la culpa de todo

-laquoiexclInfameraquo no des tales epiacutetetos a ninguacuten nacido de madre sin estar bien segura de que lo merece -dijo el reverendiacutesimo en tono de afable amonestacioacuten

-Es verdad tiacuteo pero ello es que la Caifasa no es buena Todo el mundo dice que no es buena

-iquestVas a mandar esos trapos y ese dinero al pobre desterrado de la Cortiguera [195]

-Se los llevareacute yo misma

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-De buena gana te acompantildeariacutea Una sola felicidad hay en el mundo hija y es la que proporcionamos a los demaacutes

-Venga usted

-iexclOh no tengo que hacer Primero rezar luego despachar el correo para la dioacutecesis Vete a la dulciacutesima faena de tus caridades que yo me quedo aquiacute

Un rato despueacutes Gloria tomo su sombrilla y salioacute Atravesando la plazoleta y una calleja rodeada de higueras y zarzas pasoacute a un grande y hermoso prado que frente a la casa se extendiacutea y al cual cruzaban dos o tres veredas Iba con la vista fija en el suelo despacio detenieacutendose a ratos como si los pensamientos que seguramente ocupaban su mente se le pusiesen delante para no dejarla pasar Otras veces alzaba la vista al cielo y miraba cruzar las bandadas de paacutejaros volviendo los ojos conforme ellos torciacutean el raudo vuelo y siguieacutendoles hasta que soacutelo eran puntos temblorosos que se borraban sobre la inmensidad azul

Pasoacute por el sitio en que estaban los cinco castantildeos llamados Mandamientos antiguos ejemplares llenos de cicatrices ya mil veces podados pero que devolviacutean las injurias del [196] hacha con bendiciones es a saber con castantildeas Luego atravesoacute una mies donde los frescos plantones de maiacutez sosteniacutean en sus primeros pasos a las tiernas alubias viendo correr por entre sus pies a las holgazanas y rastreras calabazas En seguida tuvo que descender por una pendiente desde la cual no se veiacutea ya la casa de Lantigua ni ninguacuten edificio de Ficoacutebriga a excepcioacuten de la torre Alliacute habiacutea tres vacas que mientras pasoacute se quedaron miraacutendola sin pestantildeear Entrando despueacutes por un pequentildeo hueco abierto entre las zarzas aacutergomas y helechos de una cerca Gloria penetroacute en los dominios de Caifaacutes Al acercarse sintioacute la voz de este que cantaba La sentildeorita dijo

-Muy contento estaacute Mundideo

Los tres chicos corrieron a su encuentro gritando

-iexclLa sentildeorita Gloria la sentildeorita Gloria

Caifaacutes salioacute a la puerta de su casa que maacutes bien era choza y al ver que era verdad lo que sus pequentildeos deciacutean soltoacute el martillo de la mano y de la fiera boca como espuerta una carcajada de alegriacutea

-Sentildeorita Gloria Divina Pastora aacutengel del cielo bien venida sea usted a mi casa iexclbien venida -exclamoacute

-Alegre estaacutes [197]

Mundideo no creyendo que las risas expresaban bien su gozo dio un brinco en el aire

-Esas risotadas y esas cabriolas -dijo Gloria sentaacutendose en una piedra que junto a la casa habiacutea- no sientan bien en la persona de un desgraciado que acaba de sufrir tan terribles golpes

-Si yo no soy desgraciado si no he recibido golpes si llueven sobre miacute felicidades

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-Vamos tuacute has perdido el juicio -dijo Gloria mostraacutendole el liacuteo de ropa que traiacutea- Si me prometes ser hombre de bien ser arreglado y econoacutemico te auxiliareacute con un poco de

Gloria mostroacute el papel que conteniacutea el dinero

-iexclDinero -exclamoacute Caifaacutes- Si no necesito nada si soy rico

-iexclRico tuacute -exclamoacute la de Lantigua con enojo- No te burles de miacute

-iquestBurlarme yo de mi aacutengel divino Es verdad lo que digo sentildeorita -manifestoacute Caifaacutes tomando aire de persona formal- iquestUsted creeraacute que mi ropa y mis colchones estaacuten en casa de la Caacutercaba Patrantildea ya estaacuten aquiacute iquestUsted creeraacute que mis herramientas estaacuten embargadas Patrantildea aquiacute las tengo todas iquestUsted creeraacute que yo debo alguacuten dinero a D Juan [198] Amarillo Patrantildea aquiacute tengo los recibos que me devolvioacute

-iexclLe has pagado

-Cuatro cientos treinta y dos pesos A esto ascendiacutea mi deuda que empezoacute por mil reales y con los piacutecaros intereses ha ido subiendo subiendo como el humo del incienso que no para hasta el techo y llena toda la iglesia

-Tuacute deliras

-Creiacute delirar ayer cuando

-iquestTe has desempentildeado has arreglado tus asuntos -dijo Gloria llena de confusioacuten- Expliacutecame ese milagro

-iexclAhiacute estaacute la palabra sentildeorita de mi corazoacuten -exclamoacute Joseacute con acento de predicador entusiasmado- Milagro Yo creiacutea en los milagros pero teniacutea cierta comezoncilla por ver alguno y deciacutea iquestpor queacute ahora no hay milagros Pues bien sentildeorita de mi alma ayer he visto un milagro

-Vamos te has encontrado un tesoro -dijo Gloria riendo

-No es eso El tesoro ha venido en busca miacutea Dios

-iexclDios No llames Dios a la loteriacutea iquestTe ha tocado el premio gordo

-Nunca jugueacute

-Entonces [199]

-iexclDios -repitioacute Mundideo

-iexclDios Dios no da dinero asiacute a lo boacutebilis boacutebilis

-Eso mismo creiacutea yo No me negaraacute usted que Dios da a todos el pan de cada diacutea

-No lo niego

-Pues a miacute me ha dado de un golpe el pan de un antildeo el pan de toda mi vida Yo me puse de rodillas en esa tierra y exclameacute laquoSentildeor tuacute dijiste pedid y se os daraacute Pues bien Sentildeor iquestcoacutemo es que yo te pido y te vuelvo a pedir y nunca me das nadaraquo No habiacutean pasado diez minutos desde que lo dije cuando iexclmilagro milagro

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-Me estaacutes engantildeando Enseacutentildeame tus pagareacutes devueltos por D Juan Amarillo

Joseacute penetroacute corriendo en la casa Sildo y Paquito se habiacutean alejado Gloria se quedoacute sola con Celinina cuyo nombre era abreviatura y diminutivo de Marcelina

-iquestQuieacuten ha estado ayer aquiacute

-Un babero -repuso la nintildea

Gloria conocedora ya del idioma especial de Celinina sabiacutea que un babero queriacutea decir un caballero en el diccionario de ella

-iquestY coacutemo era ese babero

-Ito

Gloria tradujo bonito [200]

-iquestY coacutemo veniacutea

-Balo

-A caballo iquestno es eso iquestY de doacutende veniacutea

Celinina elevoacute su manecita y con expresioacuten religiosa y acento y pronunciacioacuten clariacutesima dijo

-Del cielo

Mundideo presentoacute los pagareacutes a Gloria

-En resumidas cuentas Joseacute tuacute has tenido un protector Ha habido una buena alma que te ha socorrido

-Hay algo maacutes sentildeorita ha habido un milagro

-Ya no hay milagros ha sido una persona una persona -repuso Gloria- Ahora has de decirme quieacuten ha sido esa persona que te ha hecho tan gran caridad

El sacristaacuten miroacute fijamente a Gloria y su semblante expresaba verdadera pesadumbre

-iquestPero estaacutes lelo Habla

-No puedo

-iquestPor queacute

-Porque me lo han prohibido Sentireacute que usted se enfade pero yo no puedo decir lo que usted quiere que diga

Gloria meditoacute breve rato

-Ya comprendo Jesucristo ha dicho laquoTu mano derecharaquo [201]

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-No debe ver lo que hace tu mano izquierda No todos son como el sentildeor cura que cuando da dos duros a los pobres o les reparte el pescado podrido o saca a alguacuten mal nadador de la riacutea manda un relato retumbante de ello a todos los papeles de Madrid

-iquestQuieacuten quieacuten ha sido -preguntoacute Gloria con verdadera ansiedad

Oprimioacute el liacuteo de ropa contra su pecho cual si sintiese insaciable y viviacutesimo anhelo de abrazar a alguien

-No lo puedo decir -repitioacute Mundideo bajando los ojos

-Y si yo dijese quieacuten es y acertase iquestme diriacuteas que siacute

-Entonces

-Pues ha sido el Sr Morton

-iexclAh sentildeorita Gloria iquestPor queacute lo ha adivinado usted El extranjero el del vapor Yo no seacute su nombre pero es el que se parece a nuestro Divino Redentor

-Ninguacuten hombre se parece a nuestro Divino Redentor No blasfemes

-Ese se le parece en la cara En las acciones le obedece iquestno es verdad iexclAy sentildeorita de mi alma yo he cometido una falta Me hizo jurar que no revelariacutea a nadie pero usted no es nadie sentildeorita Gloria quiero decir que [202] usted no estaacute comprendida en eso de nadie porque usted es la Divina Pastora un aacutengel del cielo

-Yo no revelareacute el secreto -dijo la de Lantigua dominando su emocioacuten la cual era tan grande que apenas la dejaba respirar- Pero dime coacutemo vino cuaacutendo queacute habloacute contigo

-Hablamos poco Eacutel estaba ya enterado de mi situacioacuten Preguntome cuaacutento debiacutea iexclAy yo habiacutea cantado muchas veces en el coro laquoAlzad oh priacutencipes vuestras cabezas y alzaos vosotras puertas eternas y entraraacute el Rey de gloriaraquo mas Caifaacutes el feo Caifaacutes el malo no habiacutea visto que se abrieran esas puertas ni que entrara para eacutel ninguacuten Rey de gloria pero ayer vi eso vi como se suele decir abierto de par en par el cielo cuando ese hombre me dijo toma y me dio de un golpe todo lo que necesitaba

-Eacutel es muy rico -dijo Gloria

-Maacutes rico debe de ser D Juan Amarillo y sin embargo Cuando mi favorecedor mi enviado de Dios alargoacute su mano y me puso el dinero aquiacute y cerroacute el puntildeo con sus propios dedos yo le miraba creyendo sontildear Me volviacute tonto ni siquiera supe darle las gracias Despueacutes me echeacute de rodillas y llorando le beseacute los pies Eacutel me levantoacute y abrazaacutendome iexclporque me [203] abrazoacute sentildeorita abrazaacutendome diacutejome que su accioacuten no teniacutea nada de particular

-iquestY no te reprendioacute tus faltas no te dijo que fueses bueno

-Me dijo laquoTuacute no eres malvado sino desgraciado Seacute siempre hombre de bienraquo y nada maacutes Yo estaba aturdido Creiacute que Dios habiacutea entrado en mi casa y cuando el caballero del vapor partiacutea en su caballo me volviacute a poner de rodillas

-iquestY no te dijo nada maacutes iquestNo te habloacute

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Gloria se detuvo como si no acertara con la palabra maacutes adecuada para expresar su idea

-iquestDe queacute

-iquestNo te habloacute de ninguna otra persona Porque podiacutea suceder Recuerda bien iquestno te dijo nada de

-iquestDe queacute

-No te dijo nada de de miacute

Ella pugnaba por afectar completa naturalidad

-Tengo todas sus palabras tan presentes como si las estuviera oyendo a todas horas y nada nada me dijo de usted

Gloria se levantoacute

-Aunque no lo necesitas -dijo- yo traje esto para ti y aquiacute te lo dejo

-Aunque no lo necesito lo tomo por ser de [204] esas divinas manos y con la condicioacuten de darlo a otros pobres maacutes pobres que yo iexclAh iexclQueacute feliz soy sentildeorita miacutea Si fuera malo me volveriacutea bueno ahora Trabajo sin cesar y el Sr D Juan no se arrepentiraacute de haberme dado esta choza porque se la estoy componiendo

Gloria no miroacute las grandes obras de carpinteriacutea que traiacutea entre manos Mundideo

-Adioacutes -dijo- Abraacutezame

-iexclSentildeorita Gloria por Dios -exclamoacute Mundideo retrocediendo

-iquestNo te abrazoacute el del vapor Pues yo tambieacuten

Y antes de que Caifaacutes pudiese impedirlo Gloria le estrechoacute entre sus brazos

-Ahora tienes que ser hombre de bien -gritoacute alejaacutendose a buen paso de la choza

Andando hacia su casa no vio las vacas que al pasar la miraban ni el verde maizal ni los cinco castantildeos mutilados y generosos que se cargaban de fruto en su vejez como los patriarcas biacuteblicos cargados de hijos ni vio la torre de Ficoacutebriga ni los paacutejaros que volviacutean del horizonte en vagabundo grupo No vio nada maacutes que un sol poderoso que habiacutea salido ha tiempo en su alma y que subiendo por la inmensa boacuteveda de esta habiacutea llegado ya al cenit y la inundaba de esplendorosa luz [205]

- XXVI -

El aacutengel rebelde

Por las noches despueacutes de la cena que recrea y enamora se rezaba el rosario en el comedor con la puerta del jardiacuten abierta si el tiempo era bueno Durante este acto

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piadoso Morton saliacutea fuera pero permaneciacutea sentado en el jardiacuten con la cabeza descubierta

Tras la cena veniacutea un poco de grata tertulia y luego cada cual iba a su cuarto Gloria subiacutea la uacuteltima Poco despueacutes de que resonara la fechadura de su cuarto al ser cerrada todo era silencio Envuelta en sombras de sosiego la casa dormiacutea callada y tranquila como el justo

Pero en la habitacioacuten de la esquina velaba el pensamiento y seguiacutean abiertos fijos en la oscuridad los ojos de Gloria El ruido de una cercana fuente el chasquido de los sapos y a [206] veces el amoroso silbo del viento formaban en torno al cerebro de la joven despierta un ritmo extrantildeo que favoreciacutea la actividad de su imaginacioacuten De su brazo derecho haciacutea una aureola dentro de la cual metiacutea la cabeza escondiendo el rostro como lo esconde el paacutejaro bajo el ala y sola alliacute sin maacutes testigo que Dios abriacutea de par en par las puertas de su corazoacuten para que a borbotones saliese la llama que en eacutel ardiacutea soltaba los diques al pensamiento para que sin detenerse corriese fuera Asiacute estaba largas horas de la noche primero inmoacutevil inquieta despueacutes a causa del febril insomnio hasta que la venciacutea el suentildeo ya cercano el diacutea y sobre el blanco lecho tranquilo flotaba su respiracioacuten

Una de aquellas noches cuando se escondioacute dentro de sus alas y matoacute la luz habloacute asiacute

-Hoy me dijo laquoYo he nacido con mala estrella Gloria y preveo desgracias El corazoacuten me anuncia que no llegaremos al complemento de nuestro destino iquestTienes tu confianzaraquo Yo le respondiacute laquoConfiacuteo en Diosraquo Y eacutel dijo tristemente laquoMuchas veces se le llama y no responde y otras muchas permite que los conflictos del corazoacuten sean resueltos por las maldades de los hombresraquo iquestQueacute quiso decir iexclDios miacuteo yo dudo yo soy feliz y estoy llena de zozobras yo espero y temo No ceso de pensar [207] en las florecillas de los prados tan bonitas y tan felices pero que seguacuten me parece a miacute han de estar siempre medrosas y temblando no sea que las pise la planta del buey que ven acercarse Yo tiemblo yo veo llegar el pesado pie del buey

raquoHoy cuando salioacute a pasear a caballo iexcltardaba tanto yo creiacute que no volveriacutea maacutes y una nube negra se asentoacute sobre mi corazoacuten oprimieacutendolo Cuando le vi aparecer cuando sentiacute las herraduras del animal sobre las piedras del patio viejo me parece que todo se iluminaba Yo no seacute lo que es esto iexclQueacute cosa tan extrantildea Yo recuerdo que cuando he tenido eacutepocas de estar muy triste por ejemplo cuando murieron mis hermanitos todo se revestiacutea de mi pena Los aacuterboles y las casas y el cielo Francisca mi padre mi cuarto mi vestido el jardiacuten la escalera la vajilla del comedor la jaula del paacutejaro las magnolias el camino los palos del teleacutegrafo el reloj de la Abadiacutea las nubes los barcos Germaacuten Caifaacutes el cura mi dedal la estera los prados las teclas del piano todo todo estaacute vestido de mi tristeza Ahora todo estaacute vestido de eacutel

raquoHace diez diacuteas me dijo lo que ya presagiaba mi corazoacuten Hace seis que me exigioacute una respuesta Bien claro debiacutea conocer cuando [208] me dirigiacutea la palabra que el alma se me estaba saliendo por los ojos Muchos diacuteas hemos estado diciendo discreteos que en miacute eran verdaderas tonteriacuteas Al fin no he podido disimular maacutes y las palabras lo mismo que entra la luz por una puerta cuando la abren se me han arrojado fuera de la boca y le he dicho que le quiero con toda mi vida No me averguumlenzo de ello y mi conciencia sigue tranquila Dios estaacute conmigo lo siento lo conozco Veo la mano inmensa que traza en mi interior la cruz bendicieacutendome

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laquoGloria me ha dicho maldito sea yo malditos mi padre y mi madre si no te adoro Mi corazoacuten te adivinaba hace tiempo Cuando te vi no me parecioacute que te veiacutea sino que te hallabaraquo iexclAy Mi corazoacuten le aguardaba tambieacuten como al hermano que se ha ido para volver

raquoNi una sola palabra ha salido de sus labios que no sea de mi agrado Ni un solo movimiento he visto en eacutel que no me enamore maacutes Su persona es perfecta su corazoacuten lleno de bondades que nunca se agotan su entendimiento como el sol que todo lo alumbra su genio suave y dulce que jamaacutes ofende sus palabras delicadas Me adora y le adoro Pues bien yo pregunto al cielo y a la tierra a los hombres y a Dios iquestpor queacute este hombre no ha de ser mi [209] marido iquestPor queacute no ha de estar unido a miacute siendo los dos uno solo en la vida usual como somos uno en la del espiacuteritu y lo seremos siempre sin que nada ni nadie lo pueda impedir iquestA ver por queacute respoacutendanme iquestpor queacute

Como nadie le respondiacutea Gloria se daba a siacute misma la contestacioacuten diciendo cual si no estuviera sola -Mi esposo seraacutesraquo

Pero otra noche se expresaba el tono distinto diciendo

-Aquello que soacutelo existe para el bien aquello que viene de Dios aquello que es la necesidad primera y la luz toda del alma la religioacuten es hoy para miacute fuente de amargura Entre los dos cae el filo de una espada terrible Nadie puede resolver esto nadie puede hacer polvo esta muralla que se nos pone en medio y en la cual se hieren desgarrados nuestros brazos cuando vamos a juntarnos para siempre

raquoConozco a mi padre Es una roca Malditos sean Martiacuten Lutero la Reforma Felipe II Guillermo de Orange el elector de no seacute doacutende la paz de Westfalia la revolucioacuten de no seacute cuaacutentos el Syllabus todo eso de que ha hablado mi padre esta noche He aquiacute que ataja nuestros pasos y corta el hilo de vida que nos une no Dios autor de los corazones de [210] la virtud y el amor sino los hombres que con sus disputas sus rencores sus envidias sus ambiciones han dividido las creencias destruyendo la obra de Jesuacutes que a todos quiso reunirlos No seacute coacutemo hay alma honrada que lea un libro de historia laguna de pestilencia llena de fango sangre laacutegrimas Quisiera que todo se olvidase que todos esos libros de caballeriacuteas fuesen arrojados al fuego para que lo pasado no gobernara lo presente y tantas diferencias de forma y de palabras murieran para siempre

raquoYo pregunto iquestNo es eacutel bueno no practica la ley de Dios iquestLe querriacutea yo si asiacute no fuera iquestNo tiene un alma privilegiada iquestQueacute le diferencia de miacute Nada un nombre vano una palabrota inventada por los malvados para cubrir sus rencores iexclAy Los que se aman son de una misma religioacuten Los que se aman no pueden tener religioacuten distinta y si la tienen su amor los bautiza en un mismo Jordaacuten Queacutedense las sectas distintas para los que se aborrecen Miraacutendolo bien veo dos religiones la de los buenos y la de los malos A todos los buenos les pongo con Jesuacutes Vaacuteyanse con Barrabaacutes todos los malos iexclConcebir yo que Daniel no estaacute con Jesuacutes concebir yo que Daniel no es de la religioacuten de los buenos eso no puede ser [211]

raquoPero si digo esto mantildeana a la luz del diacutea se reiraacuten de miacute iexclOh iexclDios poderoso yo lo veo tan claro como la luz como tu existencia como la miacutea y no puedo decirlo sin pasar por tonta a los ojos de tanto sabioraquo

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Y cuando esto pensaba aquella voz secreta de su alma que otras veces le daba consejos de orgullo deciacuteale ahora -laquoLevaacutentate no temas Tu entendimiento es grande y poderoso Abandona esa sumisioacuten embrutecedora abandona la pusilanimidad que te ha oprimido y haz cara a las preocupaciones a los errores a las ideas falsas donde quiera que se hallen Tuacute puedes mucho Eres grande no te empentildees en ser chica Tuacute puedes volar hasta los astros no te arrastres por la tierraraquo

Gloria oyendo esto deciacutea

-Siacute siacute Yo seacute maacutes que mi padre yo seacute maacutes que mi tiacuteo Les oigo hablar hablar mucho con el sabio lenguaje de los libros y en mis adentros digo laquocon una palabra sola echariacutea abajo toda esa balumba de palabrasraquo Ellos son buenos estaacuten llenos de buena fe pero no sienten el amor que es el que ata y desata Se fijan en la superficie pero no ven el fondo Yo iluminada lo veo y lo toco No puedo equivocarme porque una luz divina me acompantildea porque amo porque las sombras que a ellos les oscurecen [212] la vista caen delante de miacute iexclOh si me atreviera Yo he sido hipoacutecrita yo me dejeacute cortar las alas y cuando me han vuelto a crecer he hecho como si no las tuviera He afectado someter mi pensamiento al pensamiento ajeno y reducir mi alma encerraacutendola dentro de una esfera mezquina Pero no iexclel cielo no es del tamantildeo del vidrio con que se mira Es muy grande Yo saldreacute fuera de este capullo en que estoy metida porque ha sonado la hora de que salga y Dios me dice laquoSal porque yo te hice para tener luz propia como el sol y no para reflejar la ajena como un charco de aguaraquo

Gloria vertiacutea laacutegrimas ardientes su cerebro relampagueaba y en sus sienes vibraban las arterias como los bordones de un arpa heridos por vigoroso dedo Todo en ella gritaba

-iexclRebeacutelate rebeacutelate iexclAy de ti si no te rebelas

Y no pudiendo permanecer en molesta quietud arrojose del lecho para ir tentando en el vaciacuteo y adivinando con su febril mano los objetos envueltos en profunda oscuridad

-iquestDoacutende estaacutes Sentildeor y Dios miacuteo -dijo

Al fin puso la mano sobre el Cristo de marfil que presidiacutea en su cuarto [213]

-Sentildeor -exclamoacute- iquestEs posible que consientas esto iquestPara esto valiacutea la pena de que expiraras en esta afrentosa cruz iquestSe ha cumplido tu ley

Despueacutes inclinoacute la cabeza sobre el pecho exhalando un gemido y puesta la mano ante los ojos lloroacute al sentir la amargura del caacuteliz No teniacutea maacutes que dos caminos resignarse o rebelarse

Las primeras luces de la mantildeana entrando por las rendijas que en las maderas de la ventana habiacutea resbalaron sobre el hermoso cuerpo medio vestido de la enamorada doncella A un tiempo mismo afectaacuteronla el friacuteo y el pudor y se acostoacute temblando Durmiose al fin [214]

- XXVII -

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Se va

Una mantildeana D Juan de Lantigua dijo a su hermano

-Veintiseacuteis diacuteas hace que el extranjero estaacute en nuestra casa Ya oiacuteste lo que dijo anoche

-Siacute aunque nos tiene buena amistad su delicadeza le ha impulsado a pedirnos la venia para marcharse Bien se le conoce que no tiene ganas pero no quiere abusar de nuestra hospitalidad

-Aunque le dije anoche que se quedara algunos diacuteas maacutes no pienso instarle mucho Conviene que se marche iquestQueacute te parece

-Me parece bien

-iquestY queacute tal -dijo D Juan con cierta ironiacutea- iquestEstaacutes satisfecho de tu conquista Estos protestantes querido hermano mientras maacutes [215] discretos son maacutes apegados viven a su herejiacutea Hay que dejarles

-No creo lo mismo -objetoacute Su Ilustriacutesima- Debe intentarse atraer al rebantildeo la oveja extraviada llamarla correr tras ella Si a pesar de eso no quiere venir

-Ya ves coacutemo tus esfuerzos no han tenido eacutexito

-iquestQueacute sabes tuacute Yo no pierdo la esperanza Yo he hablado eacutel me ha oiacutedo Derrameacute la palabra divina iquestPuedes tuacute asegurar que no fructifique alguacuten diacutea

D Juan movioacute la cabeza indicando duda

-Por de pronto -dijo- bueno es que se marche No es nada conveniente que ese hombre esteacute maacutes tiempo en mi casa Nos privamos de una excelente compantildeiacutea pero es preciso que salga de aquiacute No carece de atractivos superficiales Hay en todo eacutel cierto brillo que fascina y encanta Yo tengo una hija bastante impresionable

-iquestPero queacute temes que Gloria

-No no temo nada iquestCoacutemo puedo imaginar que mi hija Hay aquiacute un abismo insuperable la religioacuten y ante ese obstaacuteculo creo que no ya el buen juicio sino la fantasiacutea misma y la sensibilidad de una muchacha educada en el catolicismo deben detenerse [216] No puede ser de otro modo Pero con todo aunque es grande mi confianza en ella bueno es alejar hasta la maacutes remota probabilidad

-Me parece que has hablado cuerdamente -dijo D Aacutengel- Por mi parte nunca sospecheacute que pudiera suceder lo que tuacute temes No concibo que existiendo el obstaacuteculo religioso pudiera nacer el amor en una joven verdaderamente piadosa

-Querido Aacutengel no debe olvidarse que el amor es puramente humano

-Y la religioacuten divina siacute pero

D Aacutengel se confundiacutea

-Nada que sea humano es imposible -afirmoacute D Juan- Por consiguiente alejemos las ocasiones

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-Dices bien nada se pierde en ello

Despueacutes de este breve coloquio D Juan se dio la encerrona de costumbre calentaacutendose la cabeza con lecturas y el continuo escribir Por la tarde dijo a su hija

-Ya sabes que se va el Sr Morton Acaba de entregarme una cantidad considerable para los pobres de Ficoacutebriga Entre tuacute tu tiacuteo y yo la repartiremos

Gloria no respondioacute nada y a pesar de sus esfuerzos para aparecer serena D Juan creyoacute [217] ver alguna nube en aquel puro cielo del espiacuteritu de su hija

-iquestQueacute tienes -le preguntoacute sorprendido y receloso

-Nada -respondioacute- Pensaba que no va a haber pobres para tanto dinero

-iexclOh Siacute habraacute Ve buscando Tambieacuten ha dado para las pobres monjas de Ya se ve El dinero es para este hombre como para nosotros la arena de la playa

-Pero no es eacutel como el rico avariento

-Eso no lo sabemos

-iquestCree usted que no se salvaraacute

-Preguacutentaselo a tu tiacuteo -dijo D Juan riendo a punto que D Aacutengel entraba en el despacho- Oye Aacutengel el problema que plantea mi nintildea Me pregunta si Morton podraacute salvarse iquestCuaacutel es su religioacuten Se me figura que no tiene ninguna

-iexclSalvarse salvarse -indicoacute el obispo frunciendo el centildeo- Ni siquiera sabemos a punto fijo cuaacuteles son sus creencias iexclSalvarse iquestPiensas que esa cuestioacuten puede resolverse con una palabra Seguacuten y conforme se encuentre su alma iexclQuieacuten sabe las vicisitudes de esta en el momento de la muerte Pero aquiacute sale el Sr Morton dispuesto a abandonarnos

Morton se inclinoacute respetuosamente para [218] besar el anillo a Su Ilustriacutesima Despueacutes dio la mano a D Juan y a Gloria Estaba ligeramente conmovido lo que a los dos hermanos no causoacute extrantildeeza porque tambieacuten ellos no veiacutean con indiferencia la partida del naacuteufrago Su caballo le aguardaba en la plazoleta Dos horas antes habiacutea mandado todo su equipaje con Gasparuco

-iquestVendraacute usted por estos barrios alguna vez -le dijo Lantigua apretaacutendole de nuevo la mano

-Siacute sentildeor No pienso partir para Inglaterra hasta el mes que viene

-Tendremos mucho gusto en verle -dijo D Aacutengel con voz pateacutetica- iexclCuanto siento no ver en usted maacutes que un amigo

-Yo veo en usted algo maacutes -repuso Morton con carintildeo- veo un buen consejero un admirable pastor de almas y una hermosa imagen de Dios

-Mal pastor he sido con usted -manifestoacute el obispo con sentimiento- Al ver que tan valiosa res se me escapa deberiacutea romper mi cayado y decir laquoSentildeor mi inteligencia es limitada y no sirve para acrecentar tus dominiosraquo

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-El liacutemite de los dominios de Eacutel iquestquieacuten lo sabe -dijo Morton

-Es verdad Es mucha verdad Por eso yo [219] espero yo espero siempre iquestpor queacute no decirlo claramente -repuso D Aacutengel con enfado de siacute mismo- Yo espero que alguacuten diacutea seraacute usted catoacutelico

-Dios quiera que sea siempre bueno -dijo Daniel bajando los ojos

Despidiose otra vez no olvidando al doctor Sedentildeo y despueacutes partioacute a caballo [220]

- XXVIII -

Vuelve

Al Oeste de Ficoacutebriga hay un pinar solitario y abandonado vecino a la mar expuesto a todos los vientos en tal disposicioacuten que siempre por leves que estos sean suenan con murmurante muacutesica las ramas Espesiacutesimo en el centro se clarea en sus extremos formando anchas calles y algunos pinos se separan del grupo corriendo hacia el arenal o hacia la montantildea como si hubieran rentildeido con sus compantildeeros Corre por medio una cerca de ruacutestica arquitectura donde piedras y yerbas se confunden formando al parecer una sola familia Al pie de los pinos crecen mil encantadoras florecillas azules de rara especie que no son conocidas en los jardines y parece que brillan entre los helechos como pedacitos de cielo que las tempestades arrancan de la gran boacuteveda del mundo [221] esparcieacutendolos por el suelo La naturaleza estaacute alliacute sola atenta a siacute misma regocijaacutendose en su paz nemorosa y los caminantes creen oiacuter una vibracioacuten de aquella muacutesica callada de que habloacute el poeta y que en tal sitio les dice laquono me turbeacuteisraquo

Una tarde de Julio la alfombra de helechos fue hollada por un caballo y Daniel Morton que lo montaba echoacute pie a tierra junto a la cerca No teniacutea que esperar porque a dos pasos de alliacute fiel y puntual como las horas estaba Gloria Toda la hermosura de la tarde templada y serena se habiacutea concentrado en su persona seguacuten la veiacutean los ojos del carintildeoso amante y ella era el cielo azul la mar profunda y llena de pateacuteticas armoniacuteas el suelo fresco y salpicado de sonrisas la dulce umbriacutea del bosque con su balsaacutemico ambiente la luz que a trechos entraba por los claros semejantes a las ventanas de una catedral

Gloria miroacute a todos lados

-No hay nadie -dijo Morton

-Siempre me parece que alguien nos ve -dijo Gloria- Anteayer cuando volviacutea encontreacute a Teresita la Monja la mujer de D Juan Amarillo

El insecto que aleteaba sobre las flores la arantildea que se descolgaba por una cuerda casi [222] ideal una vela en el horizonte un escollo que con el movimiento del agua se tapaba y se descubriacutea como el que acecha asomando a intervalos la cabeza estos eran los uacutenicos testigos

-No hay nadie -repitioacute Morton

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-Pero alguacuten diacutea habraacute alguien -dijo la sentildeorita de Lantigua con tristeza- y seremos expulsados de aquiacute como lo fuimos de mi casa y no habraacute playa ni bosque que nos ampare En las siete veces que hemos venido aquiacute hemos tenido suerte pero iquestsucederaacute otra vez lo mismo Todo estaacute lleno de ojos suspicaces que miran Daniel

-iquestPor queacute siendo buenos los dos vivimos como criminales No hemos faltado a la ley de Dios y sin embargo huimos como el incendiario que ha pegado fuego al techo del rico iquestPor queacute esto

-Eso pregunto yo iquestpor queacute Dios miacuteo iquestes posible que tuacute hagas esto

-Eacutel no lo hace -dijo Daniel con melancoliacutea- Estamos tocando la obra de estas sociedades perfeccionadas que juzgaacutendose duentildeas de la verdad absoluta conservan las leyes de casta como en tiempo de los filisteos y de los amalecitas

-Yo he pensado anoche que lo que los hombres [223] han hecho los hombres pueden deshacerlo -repuso Gloria regocijaacutendose en contemplar el semblante de Morton cuya hermosa mirada pareciacutea descender de lo alto de la cruz- No es tan difiacutecil Estudiemos un medio iexclPero es particular que siempre por maacutes que nos propongamos lo contrario hemos de hablar de cosas tristes

-iquestNo ves que hablamos de religioacuten Y la religioacuten es hermosa cuando une horrible y cruel cuando separa

Morton acercoacute su rostro fijando la vista en los ojos de Gloria

-iquestQueacute miras -preguntoacute esta retrocediendo un poco

-En tus pupilas negras -dijo Daniel riendo- estoy viendo el mar y el cielo Es admirable lo bien que se reproduce en esa pequentildea convexidad todo el paisaje Cuando pestantildeeas se borra y luego vuelve a aparecer

-No atiendas a tonteriacuteas y piensa en lo que te he dicho -replicoacute Gloria- Mira tienes una cosa en la barba

-iquestQueacute iquestaquiacute -repuso Morton echando mano a la barba

-No maacutes hacia la boca Es un gusanito muy chico que ha caiacutedo de las ramas de un pino

-iquestAquiacute [224]

-No tanto Maacutes hacia la boca Aquiacute

Dicieacutendolo arrancoacute Gloria con los dedos de la barba de su amado el extrantildeo objeto y lo tiroacute lejos

Como se caza una mariposa al vuelo Daniel le cazoacute la mano y se la besoacute con frenesiacute

-Gloria iquestde queacute quieres que hablemos -exclamoacute- Si nada podemos decir que no sea triste como los pensamientos del condenado a muerte

-Nosotros tambieacuten somos condenados a muerte -dijo la sentildeorita retirando su mano- Y lo que es peor condenados inocentes

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-Como del presidio los presidiarios -dijo el hamburgueacutes- nosotros sacamos de nuestras cunas una marca en la frente Nadie en el mundo nos la puede quitar

-iquestNadie No tanto -observoacute Gloria- Pidamos fuerza a Dios y Eacutel nos abriraacute camino

-Pero se necesita valor un valor muy grande vida miacutea

-iexclUn valor muy grande Por Dios -exclamoacute la doncella con pena- no aumentes las dificultades en vez de allanarlas Si eres valiente lo sereacute yo tambieacuten

-iquestPor queacute me respondes asiacute Querido amor miacuteo cuando llegan los conflictos supremos los grandes sacrificios estaacuten cerca [225]

-Siacute es preciso hacer un gran sacrificio Daniel pero ese sacrificio lo debe hacer uno de los dos iquestA cuaacutel le tocaraacute a ti o a miacute

Morton cayendo en profunda tristeza fijoacute los ojos en el suelo

-A los dos querida miacutea -dijo al fin

-iquestLos dos -repitioacute Gloria algo confusa- No te entiendo entonces La cuestioacuten es muy sencilla Daniel no la compliques Somos dos nos amamos pero iexclay si nuestras almas adoran a Dios vivimos cada cual en Iglesia distinta Aquiacute sobra una religioacuten hijo

-Es verdad sobra una religioacuten y es preciso eliminarla -dijo Daniel sombriacuteamente

-Es preciso rendir ese tributo a la sociedad iquestTuacute queacute piensas de esto

-Que la sociedad es terriblemente feroz y con mucha dificultad se aplaca

-Eso quiere decir -manifestoacute Gloria con enojo- que no hay solucioacuten posible Yo abro las puertas y tuacute las cierras

Morton suspiroacute mirando al cielo sentildeal evidente de que no veiacutea puertas abiertas ni cerradas en ninguna parte

-iquestPor queacute suspiras asiacute iquestqueacute tienes -preguntoacute Gloria con el impaciente desasosiego de un alma alborotada [226]

-Nada pensaba en mi desgracia que es maacutes grande infinitamente maacutes grande que la tuya

-No no -dijo Gloria rompiendo a llorar- Estoy convencieacutendome de una cosa de una cosa muy triste iexclAh Daniel tuacute no me quieres a miacute como yo a ti

-Gloria vida miacutea Gloria por Dios -exclamoacute el extranjero besando las manos de su amiga- no me mates con tus quejas Si supieras cuaacutento padezco yo que he estado a punto de despreciarlo todo nombre familia el amor de mis ancianos padres de perderlo todo por ti yo que aun en este momento vacilo y tiemblo igualmente aterrado por la idea de poseerte y por lo terrible del sacrificio que me impones Claramente lo has dicho es preciso quitar de en medio una de las dos religiones

-Siacute

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-Y como si echaacuteramos suerte le toca a la miacutea iquestno es eso lo que piensas

-Tuacute eres hombre El hombre debe sacrificarse por la mujer

-En este asunto la sentencia debe caer sobre el que tenga creencias menos firmes iquestCuaacuteles son las tuyas

-Creo en Dios uno Sentildeor del cielo y de la [227] tierra -exclamoacute Gloria con la mano puesta en el pecho y elevando al cielo los ojos llenos de laacutegrimas y de la luz divina- creo en Jesucristo que murioacute en la cruz para redimir al geacutenero humano creo en el perdoacuten de los pecados y en la resurreccioacuten de la carne en la vida perdurable Te desafiacuteo a que seas tan expliacutecito como yo Nunca me has dicho de un modo claro cuaacuteles son tus creencias

-Gloria tu fe es tibia en muchas cosas ordenadas por la Iglesia Me lo has confesado

-Es firme y ardiente en lo principal

-Todo es principal Preguacutentalo a tu tiacuteo

-No tengo necesidad de declararme contraria a ciertas cosas

-Entonces no eres buena catoacutelica Es preciso creerlo todo absolutamente Ya ves que

-iquestQue he de ver

-Que yo soy maacutes religioso que tuacute porque creo todo absolutamente todo lo que mi religioacuten me ensentildea

-Eso quiere decir -afirmoacute Gloria ahogada por la pena- que el sacrificio debo hacerlo yo

Morton no contestaba

-Esto quiere decir -manifestoacute al fin- que moriremos Gloria que moriremos y que Dios haraacute con nosotros en otro mundo lo que es imposible alcanzar en este porque este mundo [228] amiga de mi corazoacuten no es para nosotros

Gloria se levantoacute y con la inspiracioacuten sublime de quien pone el pie en la puerta que conduce al martirio exclamoacute

-iexclAdioacutes

Morton asieacutendole las puntas de los dedos de ambas manos tiroacute de ella Gloria cayoacute de nuevo en su asiento de piedra

-No haraacute el sacrificio uno de los dos sino los dos a un tiempo -afirmoacute Daniel

-Jesucristo que murioacute en la cruz -dijo ella- Jesucristo a quien adoro me ha ensentildeado el modo de hacerlos yo sola si es preciso pero si me da fuerzas para aceptar el de la vida no me las da para aceptar el caacuteliz de un escandaloso cambio de religioacuten por casarme a disgusto de mi familia iexclOh Dios miacuteo dichosas las tierras donde la religioacuten estaacute en las conciencias y no en los labios donde la religioacuten no es una impiacutea ley

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de razas Andamos por aquiacute como las reses marcadas con hierro en su carne iexclQue haya esclavitud en todo Dios miacuteo menos en el corazoacuten

Concluyendo su ardiente protesta Gloria se levantoacute de nuevo repitiendo

-Adioacutes adioacutes para siempre

-Has pronunciado la palabra terrible -dijo Morton con amargura- la palabra que ha venido [229] a ser nuestra uacutenica solucioacuten iexclAdioacutes No hay otra foacutermula Gloria Yo sentiacutea en mi alma esta palabra pero no podiacutea ni debiacutea decirla Tuacute la has dicho

-Porque tuacute acabas de arrancarme toda esperanza

-Porque no hallo solucioacuten alguna a nuestro conflicto porque es imposible porque no hay remedio porque no puede ser de otra manera

-Sea pues -dijo Gloria cayendo en triste abatimiento

-Dios lo quiere asiacute

-Nos separaremos para siempre

-Mantildeana

-No hoy mismo ahora mismo -afirmoacute la sentildeorita con viveza

-iexclOh grandeza del sacrificio No no es tanto lo que yo pediacutea -exclamoacute Morton con eneacutergica exaltacioacuten- Noble y hermosa es tu alma Gloria Si como dices nos separamos para siempre deacutejame que te vea alguacuten tiempo maacutes Piensa en mi soledad que va a ser como la de los mares siempre revueltos en siacute mismos y en su lejana inmensidad sin testigo Gloria vida miacutea sol de mi vida oacuteyeme no me dejes asiacute Si cuando desaparezcas de mis ojos quedo con recelo de haberte ofendido padecereacute mucho [230]

Gloria se levantoacute

-Todaviacutea no aguarda -dijo Morton detenieacutendola- Grande es mi fe en quien hizo los cielos y la tierra en quien a ti te hizo Ponieacutendole por testigo juro que te adoro que mi boca no profirioacute expresioacuten que no fuese verdad que te adoro y que jamaacutes mientras respire ninguacuten otro amor maacutes que el tuyo entraraacute en mi pecho ni en mi memoria otro recuerdo que el recuerdo de ti

Gloria sentiacutea temblar las manos de Morton que le oprimiacutea sus manos y en su rostro sentiacutea el aliento de eacutel y la reverberacioacuten de sus ardientes miradas La doncella se agitoacute gimiendo como la espiga devorada por la llama Su corazoacuten se deshaciacutea

-Gloria -antildeadioacute eacutel con el acento de quien llama al que no ha de responder- Gloria yo arrastrareacute toda mi vida un remordimiento muy pesado si no te confieso ahora que soy un malvado un malvado porque no debiacute amarte y te ameacute porque no debiacute mirarte y te mireacute Tus ojos tu gracia tu hermosura tu bondad y tu alma toda me cautivaron Olvidaacutendome de las leyes terribles que nos separan me acerqueacute a ti Reconozco que mi deber entonces era huir huir antes de que el mal fuese irremediable pero fuiacute deacutebil conociacute que me amabas y tu espiacuteritu [231] encadenaba al miacuteo Se necesitaba ser Dios para no caer en este lazo Ya viste mi conducta En vez de abandonar a tiempo tu casa

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quedeme en ella Despueacutes creiacute que un favor especial del cielo allanariacutea los obstaacuteculos pero ha pasado el tiempo y los obstaacuteculos subsisten maacutes terribles e imponentes cada diacutea Ha llegado el tiempo del envilecimiento o del retroceso y tuacute me das el ejemplo Tuacute eres grande tuacute sabes hacer lo que yo miserable no supe iexclMaldito sea yo que vi la felicidad y no la pude poseer Te devuelvo a tu casa a tu religioacuten y te devuelvo pura inmaculada Por Dios iquestno ves tuacute no ves clara y patente la honradez de mi alma

-Siacute -repuso Gloria entre angustiosos sollozos

-iquestConservas alguna sombra de recelo con respecto a miacute

-No

-iquestMe creeriacuteas digno de ti si una fatalidad de nacimiento no lo impidiera

-Siacute

-Pues ahora -dijo resueltamente el extranjero levantaacutendose- separeacutemonos

-Para siempre -dijo Gloria levantaacutendose tambieacuten

Paacutelida y grandiosa en su dolor pareciacutea el [232] aacutengel de la muerte cuando viene a llevarse un alma Daniel la abrazoacute La sentildeorita de Lantigua ocultoacute la frente en el pecho de su amigo regaacutendolo con sus laacutegrimas durante breve rato

-Dame un recuerdo tuyo -dijo Morton

-La memoria fiel no necesita recuerdos materiales

-Es verdad yo no los necesitareacute pero si te vas no te vayas toda Dame aunque sea un cabello

Gloria se llevoacute la mano a la cabeza y separoacute de ella una mata de pelo

Sonriendo en medio de su pena con esas terribles palpitaciones o vagidos humoriacutesticos que tiene el dolor dijo

-No hay tijeras

-No importa -dijo Morton- Lo cortareacute yo

Y con los dientes en medio minuto cortoacute el pelo

-Es casi de noche

-Para miacute ya todo es noche -murmuroacute el extranjero

Se separaron algunos pasos pero volvieron a juntarse Eran como la playa y la ola que siempre parece que huyen la una de la otra y siempre se estaacuten abrazando Por fin cuando la [233] noche estuvo maacutes cerca por los cerros lejanos tierra adentro se veiacutea un jinete que marchaba despacio inclinada la cabeza sobre el pecho Su figura negra perjudicaba a la armoniacutea del risuentildeo paisaje y pareciacutea que despueacutes que eacutel pasaba todo volviacutea a estar alegre

Hacia Ficoacutebriga caminaba Gloria arrastrando la pesadumbre de su dolor como el imitador de Cristo a quien este ha dicho laquotoma tu cruz y siacuteguemeraquo Todo en derredor

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suyo respiraba paz y el dulce reposo de los campos Volviacutean los bueyes de las praderas y del trabajo tardos paso a paso cabeceando con sus pesadas testas y sus nobles semblantes llenos de gravedad Las mujeres de la aldea iban en opuesto sentido llevando sobre la cabeza largos panes de maacutes de media vara y los pescadores poniacutean a secar sobre el altozano de la Abadiacutea las huacutemedas redes en cuyas mallas resplandeciacutean auacuten como limaduras de plata las escamas de las sardinas

Todo esto lo vio Gloria y todo se vestiacutea de aquel fuacutenebre luto de su alma [234]

- XXIX -

Se fue

Al diacutea siguiente muy de mantildeana las persianas del cuarto de Gloria se abrieron de par en par y la luz penetroacute a punto que ella se asomaba La doncella esparcioacute su vista por el campo y la villa y detenieacutendola en los aacuterboles del cementerio pensoacute asiacute

-Ahora hermanitos miacuteos vosotros sois mis uacutenicos amores

No lejos de la ventana corriacutea el camino real y por eacutel los hilos del teleacutegrafo que plantaba a lo largo sus escuetos postes a distancias iguales que pareciacutean pasos En los alambres veniacutean a posarse todas las mantildeanas algunos paacutejaros que habiacutean encontrado muy bueno aquel casi invisible punto de descanso en medio de los aires y despueacutes alliacute parece que contemplaban la casa y la ventana abierta donde [235] la sentildeorita de Lantigua apareciacutea temprano a saludar el diacutea y bendecir a Dios

Esta no creiacutea que aquellos graciosos seres fueran las almas de sus hermanos juntas con las de otros nintildeos porque no podiacutea creer tal cosa pero en su mente se asociaba tal espectaacuteculo con el recuerdo de las dos personitas a quienes Caifaacutes habiacutea llevado al cementerio en azules cajas tristiacutesimas Ello es que uno y otro diacutea soliacutea contemplar con amor a los paacutejaros del alambre sintiendo no verlos cuando los alejaba la lluvia Contribuiacutea a formar esta rara ilusioacuten la circunstancia de haber sobre el cementerio de Ficoacutebriga una gran arboleda que pareciacutea ser el cuartel general de aquellos vagabundos Gloria les veiacutea salir de alliacute en bandadas y volver a la caiacuteda de la tarde haciendo gran ruido hasta que vencidos del suentildeo callaban dentro del espeso ramaje y el cementerio se quedaba sin muacutesica

Pero aquel diacutea Gloria proyectaba su tristeza a todo lo creado Si pudiera existir luz negra ella seriacutea el sol de ella El contrasentido de las palabras no estaacute en las ideas porque el mundo estaba alumbrado con el negror de su alma En vez de sonreiacuter ante las avecillas que en el alambre la esperaban como todos los diacuteas creyoacute ver la figura de sus dos hermanos muertos [236] que se le acercaban tal como estaban en las cajas azules el diacutea del entierro amarillos como cera los rostros tan frescas auacuten las flores de sus coronas como secas las de sus mejillas cubiertos de blancas vestiduras rizadas y encintadas pero veniacutean con los ojos abiertos dando la mano el mayor al maacutes pequentildeo y moviendo los piececillos por el aire Sentildealando la tierra le deciacutean laquoSoacutelo aquiacute se estaacute bienraquo

Gloria miroacute luego a la torre de la iglesia y experimentoacute viva sensacioacuten de miedo y antipatiacutea La torre era una idea y su espiacuteritu chocoacute rebotando con dolor en aquella

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idea como el ave ciega que tropieza en un muro De pronto una voz subioacute del jardiacuten diciendo

-Gloria iquestno bajas Te espero hace un rato para ir a la iglesia

Era D Aacutengel que saliacutea para decir su misa en la Abadiacutea Gloria le acompantildeaba siempre con gozo mas en aquel diacutea sintioacute friacuteo en el corazoacuten y un extrantildeo iacutempetu de rebeldiacutea Uniose sin embargo con sumisioacuten y carintildeo al bendito prelado mas cuando entroacute en el templo renovose en su alma el terror porque aquellas piedras baacuterbaramente blanqueadas no la dejaban respirar oprimieacutendola con su peso

Cuando D Aacutengel salioacute al altar Gloria llamoacute todas las fuerzas de su alma su piedad [237] y su fe y no en vano porque D Aacutengel era un santo y la impiedad no era posible en su presencia La turbada doncella luchaba con las dolorosas repugnancias que surgiacutean en su espiacuteritu deacutebiles auacuten pero que creciacutean enroscaacutendose como las culebras al salir del nido y cuando vio que los dedos del anciano alzaban la hostia en su pecho se elevoacute una manera de ola que fue creciendo creciendo hasta caer como catarata y entonces Gloria se deshizo en laacutegrimas y dijo

-Sentildeor Sentildeor yo tambieacuten sabreacute padecer y morir

D Juan de Lantigua que observaba bien cuando queriacutea observar y por aquellos diacuteas habiacutea dado un poco de la mano a sus trabajos literarios notoacute que en su hija ocurriacutea algo Meditoacute en ello algunos ratos y como la sospecha es hermana de la cavilacioacuten diose a hacer juicios maacutes o menos temerarios pero sin pensar nada contrario a la honestidad de la joven porque esto dicho sea en honor de ambos no le cabiacutea en la cabeza Sus sospechas y recelo versaban sobre otro orden de cosas Eacutel y su hermano conferenciaron sobre esto

-Gloria -deciacutea D Juan a su hermano una mantildeana en el cuarto de este- no estaacute tranquila [238] Algo pasa en su espiacuteritu Le he oiacutedo frases y reticencias que indican gran trastorno en sus ideas religiosas Su imaginacioacuten es fuerte y su entendimiento inclinado a remontarse sin guiacutea es susceptible de caer en grandes errores Ademaacutes temo mucho a su sensibilidad

Gloria entroacute

-Hija miacutea -dijo su padre- Otros antildeos has recibido a Dios el diacutea de Santiago iquestHace mucho que no cumples el precepto

-Desde Pascua -repuso ella palideciendo como el delincuente que se siente menos fuerte que el juez

-iexclOh es mucho mucho tiempo -dijo Su Ilustriacutesima con bondad dejando caer ambas manos sobre los brazos del silloacuten en que estaba sentado

-iquestPor que no confiesas hoy o mantildeana -manifestoacute D Juan afectando indiferencia- para que puedas comulgar el diacutea de Santiago Mira se me ocurre que yo debo hacer lo mismo y esta tarde confesareacute Juntos recibiremos a Su Divina Majestad

-Mi confesor el padre Poquito no estaacute ahora en Ficoacutebriga -dijo Gloria

-iquestEso queacute importa tonta Antes confesabas con tu tiacuteo

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-Siacute cuando era nintildea [239]

-iquestY ahora por queacute no

-Ven acaacute mansa ovejuela -dijo D Aacutengel sonriendo- iquestTienes verguumlenza Ya se ve con esos pecadazos tan tremendos que tienes

-Pues me retiro -dijo D Juan a tiempo que su hermano extendiacutea amorosamente el brazo derecho para agasajar con paternal carintildeo a la penitente

Gloria no pudo decir una palabra Desfalleciacutea Cayoacute de rodillas y D Aacutengel le rodeoacute el cuello con su brazo diciendo

-Vamos a ver hija miacutea

Silencio la confesioacuten de un alma ha empezado Ante acto tan solemne el maacutes hermoso que existe en religioacuten alguna el narrador calla Nadie tiene derecho a inmiscuir su atencioacuten irreverente en este diaacutelogo del alma con Dios Lector cierra el libro y espera [240]

- XXX -

Pecadora y hereje

Lo confesoacute todo absolutamente todo rebantildeoacute en su conciencia sacando de ella hasta las uacuteltimas heces y a medida que iba sacando respiraba con maacutes desahogo porque verdaderamente su carga era grande Durante la confesioacuten que fue larga un indiscreto que se acercase habriacutea oiacutedo suspiros y sollozos y alguna palabra suelta del buen pastor de Cristo

Cuando concluyoacute D Aacutengel no estaba sereno Su bondadoso rostro que seguacuten la expresioacuten de un entusiasta amigo suyo era un pedazo del Paraiacuteso teniacutea una especie de inmovilidad que no puede definirse un desconsuelo semejante al de los que presencian la desaparicioacuten instantaacutenea de una cosa muy bella sin poderlo evitar ni tampoco enojarse contra ella Se quedoacute D Aacutengel como Tobiacuteas cuando vio [241] desaparecer para siempre el aacutengel que le habiacutea acompantildeado tanto tiempo

Despueacutes de rezar brevemente ordenando a Gloria que hiciese lo mismo le dijo con voz muy triste

-Hija miacutea no te puedo absolver

Gloria inclinoacute la cabeza con sumisioacuten

-Por ahora hija miacutea -antildeadioacute el prelado- procura serenarte descansa Salgamos un momento al jardiacuten o a paseo y hablaremos despacio

La pecadora corrioacute a tomar el sombrero y el bastoacuten de su tiacuteo

-Por cierto -dijo este- que no me gusta que tu padre ignore estas cosas Yo no le puedo decir una palabra si no me autorizas para ello del mismo modo que si no te hubiera oiacutedo en confesioacuten

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-Quiero que lo sepa -dijo Gloria- yo me confieso a los dos

-Muy bien me parece muy bien No te sofoques Vamos a dar una vuelta

Saliendo ambos de paseo hacia la Pesqueruela el prelado se expresoacute asiacute

-Te dije que no podiacutea absolverte Ahora sabraacutes por queacute No es la causa de mi rigor que hayas amado Eres muchacha y la ley natural en esta tu edad florida despierta inclinacioacuten [242] hacia otro ser la cual si es honesta y va bien dirigida por el discernimiento puede producir bienes conduciendo al servicio de Dios Bien es verdad que hallo en ese fuego tuyo demasiado ardor y es de tal suerte que maacutes parece desasosiego de un alma llagada y enferma miserablemente ansiosa como dice San Agustiacuten que la dulce amistad humana

raquoTambieacuten es muy vituperable que hayas tenido en secreto tu aficioacuten Esas escondidas entrevistas son muy impropias de una doncella pudorosa y bien educada Lo que se oculta no puede ser bueno Sin embargo este pecado con ser tan grande y tal que jamaacutes lo creyera en ti

A Su Ilustriacutesima se le turboacute un poco la voz por la emocioacuten mas dominaacutendose prosiguioacute

-Con ser tan grande tu pecado no es imperdonable mayormente si estaacutes dispuesta como has dicho a arrojar de ti esa insensata llama sofocaacutendola con una aspiracioacuten firme hacia el uacutenico soberano amor que es el de Dios

raquoPara que veas cuaacuten grande es mi tolerancia te perdono tambieacuten el que hicieras objeto de tu pasioacuten a un hombre que vive fuera de nuestra santa fe porque en verdad debiste cerrar prontamente tu herida negaacutendole al alma toda comunicacioacuten y roce con el alma de un hereje Y [243] reconociendo yo la seduccioacuten aparente de las prendas morales de Daniel Morton a quien estimeacute mucho extrantildeo que tuacute pudieras hallar verdadero encanto amoroso en quien carece de la principal y maacutes valiosa hermosura que es la de la fe catoacutelica Pero me has manifestado tu firme propoacutesito de renunciar a la inquietud tenebrosa de ese amor lo que es verdaderamente un meacuterito en tu flaca edad y esto basta para obtener mi indulgencia Hasta aquiacute vamos bien hija miacutea pero la disconformidad empieza ahora y voy a manifestaacutertela claramente

Gloria atendiacutea con toda su alma

-Pues bien hija miacutea -continuoacute el venerable sentildeor- la causa de mi enojo contigo es que seguacuten me has confesado han nacido en tu espiacuteritu y lo han anublado de la misma manera que los vapores cenagosos oscurecen la claridad y limpieza del sol ciertas ideas erroacuteneas contrarias de todo en todo a la doctrina cristiana y a las decisiones de la Iglesia El mal no estaacute precisamente en que te hayas contaminado de esos errores pues el enemigo que vigilante acecha el estado de flaqueza para verter en la oreja del hombre la ponzontildea del falso discurso pudo sorprender tu alma e inficionarte de la pestilencia A estos percances estaacuten [244] sujetos todos los hombres aun los maacutes fuertes pero viene de improviso la saludable reaccioacuten del alma se aclara el sentido entra poderosamente la gracia y el error huye como los demonios arrojados del cuerpo entre alaridos Tuacute no has gozado de este beneficio de la limpieza de tu entendimiento sino que conservas tus errores estaacutes encarintildeada con ellos seguacuten me has dicho los tienes enclavados en tu espiacuteritu como el roacutetulo de ignominia que los judiacuteos pusieron en la cruz y en vez de

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arrancaacutertelos y arrojarlos al fuego los acaricias iquestNo es esto lo que me has querido decir

-Siacute sentildeor -repuso la penitente con respeto pero tambieacuten con seguridad

-Pues bien estaacutes infestada de una pestilencia muy comuacuten en nuestros diacuteas y que es la maacutes peligrosa porque tomando cierto tinte de generosidad a muchos cautiva Es lo que llamamos latitudinarismo Tuacute dices laquoLos hombres pueden encontrar el camino de la eterna salvacioacuten y conseguir la gloria eterna en el culto de cualquier religioacutenraquo Pues bien esa proposicioacuten estaacute condenada por el Soberano Pontiacutefice en las Enciacuteclicas Qui pluribus y Singulari quadam y en la Alocucioacuten Ubi primum Tuacute dices laquoTodo hombre tiene libertad para abrazar y profesar aquella religioacuten [245] que guiado por la luz de la razoacuten creyere verdaderaraquo Pues bien esta proposicioacuten estaacute condenada en las Letras Apostoacutelicas Multiplices inter y en la Alocucioacuten Maxima quidem iquestQueacute te parece

Su Ilustriacutesima se detuvo mirando cara a cara a la sentildeorita de Lantigua

-Ya te explicareacute con toda calma esos delicados puntos -prosiguioacute el prelado- Hablaremos largo porque no dormireacute tranquilo mientras no te saque hasta las uacuteltimas heces de ese veneno Pero dime ahora loquilla de mi corazoacuten iquestcoacutemo pudiste dar calor en tu entendimiento a esas malditas viacuteboras Sin duda el hombre a quien has tenido la desdicha de amar te inculcoacute esos principios del latitudinarismo desgraciadamente esparcidos por el mundo en razoacuten de la aparente benevolencia y generosidad que encierran

-No ha sido eacutel -dijo con viveza y emocioacuten la pecadora- quien me ha inculcado esas ideas Daniel sin dejar entrever a punto fijo cuaacuteles son sus creencias se ha mostrado siempre poco inficionado de eso que llama usted

-Latitudinarismo hija

-Latitudinarismo Eacutel parece tener creencias muy firmes y hasta intolerantes sentildeor Ademaacutes siempre ha tenido la delicadeza de no [246] decirme nada que quebrantara en mi alma la religioacuten de mis padres Hemos hablado de la religioacuten como lazo social y nada maacutes

-Entonces tuacute Mira estoy algo cansado y bueno seraacute que nos sentemos en esta piedra

-Yo yo sola -dijo Gloria sentaacutendose tambieacuten- soy la culpable Hace tiempo desde que le conociacute dime a cavilar en estas cosas noche y diacutea No podiacutea apartarlas de mi pensamiento y seguacuten mi entender discurriacutea acertadamente sobre ellas Me pareciacutea que mis argumentos no teniacutean reacuteplica y me vanagloriaba de ellos pronunciaacutendolos en mis diaacutelogos oscuros conmigo misma

-Has dicho laquodesde que lo conociacuteraquo luego eacutel en cierto modo es responsable

-No no querido tiacuteo soy yo sola Si he de hablar a usted con entera lealtad mostraacutendole mi alma hasta el uacuteltimo fondo de ella aun antes de conocerle pensaba yo en estas tristes cosas si bien no daba forma clara a mis pensamientos El trato de Morton parece que encendioacute en mi espiacuteritu mil luces y a su claridad empeceacute a ver diferentes temas de religioacuten y de las disputas de los hombres sobre ella asiacute como de la

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grandeza y lejanos linderos del reino de Jesucristo a quien yo veiacutea Sentildeor de [247] todas las gentes de todos los buenos de todos los limpios de corazoacuten

D Aacutengel fruncioacute el centildeo

-Veo -dijo con cierta severidad- que tu llaga crece crece que es un primor iexclOh iexclcuando tu padre sepa esto iexcleacutel que sobresale por sus estudios ortodoxos y la claridad con que ha sabido deslindar la verdad del error en las abominables luchas de la eacutepoca presente

-Mi padre y usted me convenceraacuten de seguro -dijo Gloria inclinando con humildad la frente

-iexclTe convenceremos y lo dices como si fuera tarea larga iquestDe modo que te encastillas en tu error y te cercas de la muralla de una terquedad y reincidencia maacutes abominables que el error mismo Gloria Gloria hija miacutea por Dios vuelve en ti Mira que no puedo absolverte si no desechas esos pensamientos si no los arrojas con espanto de ti como arrojariacuteas un animal inmundo que te mordiese

-No hay mayor tormento para miacute -declaro la sentildeorita de Lantigua- que estar separada de usted y de mi padre por cosa tan pequentildea tan vana como es un pensamiento que a cualquier hora puede mudarse Pero si ahora le dijese a usted laquotiacuteo ya he desechado el animal asqueroso ya estoy limpia de erroresraquo hablariacutea [248] con la boca y no con el corazoacuten porque esas ideas que he dicho no se van de mi cabeza con soacutelo decirles vete Estaacuten tan arraigadas que no puedo echarlas fuera Invoco mi fe en Jesucristo a quien adoro y mi fe en Jesucristo no me dice nada contra ellas

-iexclGloria por Dios por la Virgen Mariacutea

-iquestNo seriacutea peor que el error mismo negarlo con los labios careciendo de fuerza interior contra eacutel

-Eso siacute iquestPero estaacutes loca iquestHas perdido acaso la gracia divina y los preciosos dones del Espiacuteritu-Santo

-No seacute tiacuteo de mi corazoacuten lo que he perdido Soacutelo seacute que me seraacute muy difiacutecil convencerme de que no son verdaderas las ideas que usted desaprueba No quiero mentir no quiero ser hipoacutecrita Aquiacute estaacute mi alma abierta hasta lo maacutes recoacutendito para que usted mire dentro de ella No puedo hacer maacutes no puedo violentar mi conciencia

-De modo que para ti nada vale la autoridad iexclVeo que marchas de herejiacutea en herejiacutea -exclamoacute D Aacutengel con verdadero espanto

-Pues si estoy en error si estoy tocada de herejiacutea -dijo Gloria- declaro que deseo no estarlo que hareacute todo lo posible para limpiarme [249] de ella pero entretanto iexcloh amado pastor miacuteo huyo de la mentira huyo de afectar una sumisioacuten que no tengo huyo de confesarme creyente en ciertos puntos que no creo porque no es vano capricho lo que me obliga a pensar lo que pienso sino una fuerza poderosa una llama tan viva como perdurable que hay en mi entendimiento

-De modo que te rebelas Gloria por amor de Dios considera bien lo que dices -exclamoacute Su Ilustriacutesima lleno de tribulacioacuten

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-Tiacuteo tiacuteo miacuteo si pierdo el amor de usted -dijo Gloria derramando laacutegrimas- me pareceraacute que estoy ya condenada

-Y lo perderaacutes lo perderaacutes lo perderaacutes todo -dijo D Aacutengel cada vez maacutes severo- Esto no puede quedar asiacute iquestMe autorizas para hablar a tu padre

-Ya he dicho que siacute

-Pues vamos a casa -dijo el prelado levantaacutendose

No hablaron maacutes Por el camino D Aacutengel pensoacute que los ejercicios de piedad combinados con un saludable sistema de paciencia y de exhortaciones delicadas cual conveniacutean a la delicadiacutesima alma de Gloria cierta reclusioacuten y un comercio muy frecuente con las cosas santas [250] curariacutean aquella lepra que habiacutea tocado el privilegiado espiacuteritu de su sobrina

Esta marchando hacia la casa absorta pensativa triste oiacutea zumbar en su oiacutedo la funesta voz que ha tiempo en sus desvelos y en sus meditaciones le deciacutea

-Rebeacutelate rebeacutelate Tu inteligencia es superior Levaacutentate alza la frente limpia tus ojos de ese polvo que los cubre y mira cara a cara el sol de la verdad [251]

- XXXI -

Pausa El conflicto parece resolverse y tan soacutelo se aplaza

Por desgracia o por ventura suya (que esto no lo hemos de dilucidarlo ahora) Gloria moviacutea con maacutes vigor a cada hora las funestas alas de su latitudinarismo que debiacutean conducirla Dios sabe a queacute regiones de espanto

Despueacutes de meditarlo mucho D Aacutengel resolvioacute no revelar a su hermano la funesta pasioacuten de Gloria Aquello era ya cosa pasada y resuelta y mientras maacutes pronto se olvidase mejor Pero al mismo tiempo juzgoacute prudente advertirle de los errores porque si se les dejaba tomariacutean gran crecimiento como la mala yerba

No es preciso decir que D Juan experimentoacute viva pesadumbre al conocer las descarriadas pendientes por donde iba dando tumbos el despentildeado [252] pensamiento de su hija Recordando entonces las atrevidas ideas de Gloria dos antildeos antes comprendioacute que el mal era antiguo y que soacutelo variaba de forma Amargoacutesele la vida en aquel diacutea y todo en eacutel era discurrir paliativos imaginar tratamientos morales que volviesen a su adorada hija al primitivo ser catoacutelico que antes teniacutea

No pudo adivinar Lantigua lo que habiacutea pasado con Morton pero allaacute en el fondo de su alma habiacutea una sospecha vaga Sin creer que su hija amaba al extranjero consideraba que el prestigio y el brillo exterior de este no habiacutea dejado de influir en los desvariacuteos heterodoxos de Gloria Por esta razoacuten deploraba entonces maacutes que nunca el lastimoso naufragio del Plantagenet

Los dos hermanos emprendieron sin peacuterdida de tiempo un verdadero asedio de consejos amonestaciones y sermones Con suavidad el obispo y el seglar con enojo y rigor trataban de volverla al camino de la salvacioacuten pero estas embestidas no

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produjeron resultado alguno positivo o mejor dicho dieacuteronlo contrario a las bueniacutesimas intenciones de ambos Lantiguas y al esplendor de la Iglesia

En aquel mismo diacutea de la confesioacuten Gloria de una proposicioacuten hereacutetica pasoacute a otra y [253] en su cabeza iban entrando atropelladamente demonio tras demonio Del latitudinarismo pasoacute al racionalismo y a otras perversas pestilencias

Llegoacute sin embargo un punto en que las relaciones carintildeosiacutesimas entre ella y su padre y tiacuteo empezaron a quebrantarse y aquiacute la sensibilidad de la infeliz muchacha se sobrepuso a todo Perder el amor de ellos le parecioacute desgracia irreparable y resolvioacute echar en olvido sus errores ya que no podiacutea extirparlos Al diacutea siguiente cuando D Aacutengel la amonestaba delante de su padre dijo

-iexclOh padre miacuteo iquestQuieacuten puede resistir a la autoridad y a la bondad de usted Me declaro conquistada Creo todo lo que la Santa Madre Iglesia nos manda creer

Sometiose siacute pero allaacute en el fondo de su espiacuteritu las proposiciones latitudinarias aquello que mil veces llamoacute pestiacutefero la autoridad visible continuaban vivas en su mente como raiacuteces que de un antildeo para otro guardan el germen de nueva flor Gloria hizo lo que hacen las nueve deacutecimas partes de los catoacutelicos es decir guardarse sus heterodoxias para no lastimar a los viejos De aquiacute resultoacute que era como la muchedumbre creyente para los demaacutes y latitudinaria para siacute

D Juan de Lantigua volvioacute entonces con [254] nuevo ardor a sus trabajos y el prelado tornoacute lentamente a la paz de su espiacuteritu satisfecho en extremo de haber salvado de espantosos peligros la hermosiacutesima alma de su sobrina El amor que sentiacutea por Gloria no disminuyoacute por los desvariacuteos de ella antes se mezclaba de cierta compasioacuten carintildeosa Aquel varoacuten insigne que todo queriacutea resolverlo con su bondad angelical dejaacutebalo todo no obstante sin resolucioacuten ejemplo que muy a menudo se repite en el mundo Habiacutea querido convertir un hereje y su santo empentildeo no dio fruto Habiacutea querido tambieacuten desviar el noble espiacuteritu de Gloria de un vulgar error y su victoria no fue maacutes que aparente La bondad la buena voluntad del prelado derramaba su luz pero la herejiacutea y el error pasaban sin inmutarse derechos a realizar el fin que una ley inflexible les habiacutea marcado

Cuando los hechos toman una direccioacuten determinada es inuacutetil querer desviarlos de ella Asiacute en esta ocasioacuten nos hallamos con que a pesar de la aparente serenidad que han tomado las cosas la tempestad estaacute soacutelo contenida mas no aplacada y la corriente oculta bajo el hielo saldraacute fuera y marcharaacute por donde teniacutea trazado su camino

Ved de queacute singular manera se [255] anudan los sucesos coacutemo los pequentildeos incidentes traen los grandes y de queacute suerte se establece la natural consecuencia y la loacutegica de las cosas El conflicto de Ficoacutebriga no estaba maacutes que suspendido habiacutea tomado un respiro para estallar con maacutes fuerza al modo que el coleacuterico detiene la voz y el brazo antes de descargar el golpe Aquella pausa enteramente ilusoria era bien puede decirse asiacute como el intervalo aparente entre el relaacutempago y el trueno (a causa de la diversa aptitud de nuestros sentidos) siendo en realidad una cosa misma

Hemos visto ya el relaacutempago Pues irremisiblemente sonaraacute el trueno Dijimos que los acontecimientos traiacutean marcado su curso fatal iquestLlamaremos a esto fatalidad o loacutegica Ello es difiacutecil de decidir Corriacutea pues la loacutegica sin que la bondad de los buenos ni la perversidad de los perversos pudiera contenerla [256]

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- XXXII -

Los cazadores de votos

Llegoacute la viacutespera de Santiago y no eran las nueve de la mantildeana cuando oyose gran voceriacuteo en la casa de Lantigua Echose fuera de su despacho D Juan creyendo que habiacutea estallado un motiacuten en su vivienda mas se tranquilizoacute viendo que toda aquella algazara la haciacutea D Silvestre Romero gritando

-iexclGanamos las elecciones iexclGanamos las elecciones

Aquella vigorosa y sensual cara de emperador romano despediacutea fulgores de triunfo y alegriacutea

Veniacutea juntamente con Romero su amigo Rafael del Horro candidato triunfante a quien tambieacuten le rebosaba el gozo por los ojos No les habiacutea abrazado auacuten D Juan cuando empezaron a contarle los graciosiacutesimos lances de la [257] lucha que salpimentados con mil donosas ocurrencias del cura haciacutean morir de risa

-Si no fuera porque es caro inmoral y pernicioso -deciacutea del Horro desprendieacutendose de su abrigo de viaje- esto que llaman juego parlamentario debiera conservarse

A poco llegoacute el doctor Sedentildeo que veniacutea de decir misa y aquiacute fueron las congratulaciones y los plaacutecemes En un punto Sedentildeo les enteroacute de cuanto habiacutea eructado (6) la prensa perioacutedica durante la larga ausencia de los dos amigos y ellos hicieron un pasmoso recuento de votos y relacioacuten de varias protestas palos cohechos bofetadas etc

D Aacutengel no tardoacute en presentarse

-Mucho tiempo ha estado usted ausente de sus ovejas distraiacutedo pastor -dijo bondadosamente al cura

-Tambieacuten se cuida el ganado Ilustriacutesimo Sentildeor persiguiendo a los lobos o trabajando por confundir a esos piacutecaros ladrones de ovejas

-Tambieacuten tambieacuten -dijo el obispo- Si no rintildeo pero a nosotros no nos han hecho cazadores sino pastores Pase por una vez ya seacute que es preciso absolutamente preciso En tales apreturas nos vemos los pastores que mal de nuestro grado hemos de coger la honda [258]

-Y el palo y el cuchillo y cuanto hay que coger iexclO ellos o nosotros -vociferoacute D Silvestre

-Justo es -dijo D Juan mirando a su hermano- que tomemos las mismas armas que ellos usan contra nosotros Si soacutelo se tratara de nuestras vidas moririacuteamos pero la Iglesia estaacute en nuestras manos y no podemos abandonarla

El abogado el seglar se expresaba asiacute con el tono de la autoridad irrecusable mientras el sacerdote el apoacutestol callaba aceptando su papel de pasiva bondad El uno teniacutea la idea el otro el prestigio exterior el uno la iniciativa el otro las bendiciones

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Durante largo rato el despacho de D Juan fue un hervidero de planes de noticias de amenazas de religiosidades mezcladas con mundanos iacutempetus Al fin D Aacutengel y Rafael pasaron a la sala donde Gloria recibioacute a este El distinguido joven se empentildeoacute con cierta fatuidad en llevar la conversacioacuten al punto para eacutel interesantiacutesimo de su reciente triunfo pero Gloria que derramaba su resplandor allaacute arriba estaba demasiado alta para deslumbrarse con la luz de un foacutesforo

Oyeacutendolos D Aacutengel sentiacutea en su alma profunda pena sabedor como era de dos sucesos [259] igualmente deplorables el desaire que habiacutea hecho la piacutecara a las gracias y perfecciones del soldado de Cristo y su detestable afecto a un extranjero impiacuteo pero respetando los designios de Dios bajaba sus paacuterpados orando para siacute y enlazaba los dedos de ambas manos rozando una con otra la yema de los pulgares

-Dios lo ha dispuesto asiacute -pensoacute

Romero bajoacute tambieacuten a saludar a la sentildeorita de la casa

-Una queja tengo de usted sentildeor cura -le dijo Gloria despueacutes que le oyoacute alabarse de sus recientes hazantildeas

-iquestCuaacutel querida nintildea iquestUna queja de miacute

-Que mandara usted arrojar de la sacristiacutea al pobre Caifaacutes iquestNo es un dolor

-iexclAh iexcltunante borracho Pero no debe quejarse pues seguacuten me han dicho estaacute hecho un potentado

-iexclAh siacute -murmuroacute Gloria turbaacutendose

-Al entrar en Ficoacutebriga supe que Mundideo ha pagado todas sus deudas y desempentildeado toda su ropa Vamos que estaacute rico

-Mi sobrina y yo -dijo Su Ilustriacutesima sonriendo- le dimos alguacuten socorro pero no era para tanto Si no se ha repetido el milagro de la multiplicacioacuten de los panes

-Para milagros estamos -antildeadioacute el cura- [260] Aquiacute no hay tal vez sino latrocinio iexclOh es mucho paacutejaro aquel Caifaacutes

-iexclSentildeor cura por Dios -exclamoacute Gloria con indignacioacuten

-Queacute iquestme equivoco iquestPues de doacutende saca Caifaacutes tanto dinero

-Se lo habraacute dado alguien

-iexclOh siacute eso dice eacutel iquestPues no tiene la poca verguumlenza de decir que Daniel Morton se lo dio

-Y seraacute verdad

-Yo no lo creo D Juan Amarillo que entiende mucho de estas cosas me ha dicho que estaacute alarmadiacutesimo Ha contado su dinero estaacute seguro de que no le falta nada sin embargo no puede desechar cierto recelo

-Siacute -dijo D Juan que a la sazoacuten entroacute- En todo Ficoacutebriga no se habla maacutes que de las riquezas de Caifaacutes Parece que me estaacute componiendo la casa Vamos yo no salgo mal

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-Mi opinioacuten -afirmoacute el cura- es que no debe levantarse mano hasta averiguar lo que hay en esto Ya el juzgado estaacute decidido a intervenir

-iquestPor queacute iexclEs una iniquidad -exclamoacute Gloria con ardor- Esto no debe consentirse y no lo consentiremos

-Ya estaacute mi hija en su elemento -dijo [261] Lantigua- es decir ocupaacutendose excesivamente y con grande furor de una friacutevola cosa que nada le interesa

-Me ocupo de salvar de la calumnia a un inocente

-iquestY coacutemo sabes tuacute que es inocente Vamos a ver Lo mejor es no hacerte caso y dejarte con tu tema Conque sentildeores vaacutemonos a comer Hoy es diacutea de alegriacutea

El cura les detuvo antes de pasar al comedor y solemnemente habloacute asiacute

-Sentildeores sentildeores

-iquestTenemos discursos -preguntoacute D Juan viendo que despueacutes del vocativo el buen paacuterroco alzaba el brazo derecho en la actitud maacutes ciceroniana

-Sentildeores espero que mantildeana todos los presentes empezando por Su Ilustriacutesima el reverendo obispo de y acabando por nuestro insigne y valeroso diputado Sr del Horro me honraraacuten aceptando mi mesa y una hidalga reunioacuten en mi finca del Soto de Brijaacuten De esta manera sencilla y por medio de una frugal comida pienso que celebremos nuestra victoria sin ruido sin mundano estreacutepito sin pompa sin jactancia como se reuniacutean los primitivos cristianos en aquellos piadosos banquetes

D Juan vio que el cura iba tomando un [262] tonillo de sermoacuten harto enojoso en hora de grande apetito y dijo asiacute

-Aceptado aceptado Mas por ahora vamos a lo que estaacute maacutes cerca A la mesa sentildeores

Bien pronto estuvieron todos reunidos en la mesa de D Juan que era suculenta a pesar de ser vigilia por marcar el Almanaque el 24 de Julio

-iquestConque aceptan ustedes -preguntoacute Romero

-iexclComilonas -dijo Su Ilustriacutesima- Por mi parte doy las gracias al sentildeor cura

-Si Usiacutea Ilustriacutesima no gusta de este festejo -dijo Romero con sumisioacuten- renunciamos a eacutel

-No hijos miacuteos iquestpor queacute Celeacutebrese el banquete que ya supongo ha de ser frugal y decoroso Pero no asistireacute primero porque no gusto de festines segundo porque celebran ustedes con eacutel un acto poliacutetico y yo huyo de los actos poliacuteticos

-Siento en el alma que Su Ilustriacutesima no nos acompantildee -dijo el cura- iquestAcaso vamos a celebrar una orgiacutea El salmista ha dicho laquoBanqueteen los justosraquo Et justi epulentur

-Et justi epulentur et exultent in conspectu Dei -antildeadioacute vivamente el prelado- laquoY regociacutejense en la presencia de Diosraquo No violentemos [263] los sagrados textos sentildeor cura ni sostengamos que el inspirado David nos recomienda la glotoneriacutea

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-iexclOh Ilustriacutesimo Sentildeor -exclamoacute el paacuterroco- lo que Usiacutea diga esa seraacute mi ley

-Pues digo que celebren ustedes su banquete profano pero que no me inviten a eacutel porque no voy Por la tarde luego que hayan ustedes comido alargareacute mi paseo hasta allaacute No es muy lejos

-No hay maacutes que bajar a la riacutea pasar el puente de Judas subir los prados de D Juan Amarillo y en seguida se llega al Soto

-Ya ya seacute el camino

Entroacute un criado con una carta para don Juan Este la abrioacute y despueacutes de recorrerla con la vista dijo

-Es de Daniel Morton Me escribe anunciando que se embarca mantildeana por la mantildeana y se despide de todos

D Aacutengel miroacute con disimulo a su sobrina Fuerte animosa heroica Gloria recibioacute el golpe sin dar a conocer las grandes sacudidas de su alma angustiada Soacutelo D Aacutengel sabedor de todo creyoacute distinguir una extrantildea neblina en el rostro de la joven D Juan la miroacute tambieacuten Quizaacutes se hubiera entablado conversacioacuten sobre Daniel Morton pero entroacute el sentildeor de [264] Amarillo y quieras que no tuvo que sentarse a la mesa y tomar un bocado aunque con prisa porque el juez le estaba esperando para ver queacute resolucioacuten se tomaba en el negocio de Caifaacutes D Juan de Lantigua a quien consultoacute dijo de este modo su opinioacuten

-No veo razoacuten alguna para molestar a Mundideo mientras no se le pruebe que ese dinero ha sido mal adquirido

-Es que se le probaraacute

-iquestLe falta a usted algo en la caja

-No sentildeor pero el dinero no sale de la tierra como la yerba Caifaacutes ha robado a alguien Propongo que todos los vecinos de Ficoacutebriga recuenten sus fondos y mientras tanto que Joseacute Mundideo sea puesto a la sombra

-Pero la ley

-Queacute ley ni ley

-Sr D Juan -dijo el cura- iquestquiere usted venir a comer mantildeana a mi casa del Soto

-Ya seacute que han ganado ustedes las elecciones iexclBien por el ejeacutercito de Cristo -exclamoacute Amarillo con entusiasmo

Y levantaacutendose al instante con una copa de vino en la mano antildeadioacute

-Propongo un brindis sentildeores Brindo por Su Ilustriacutesima D Aacutengel de Lantigua el glorioso hijo de Ficoacutebriga el apoacutestol maacutes ferviente [265] de los apoacutestoles espantildeoles el modelo de virtudes de quien todos debemos tomar ejemplo el varoacuten piadoso el justo

-Por Dios por Dios -dijo Su Ilustriacutesima tapaacutendose los oiacutedos y todo confundido y turbado- Basta de incienso D Juan basta basta El mejor brindis que usted puede dirigirme y el uacutenico que le agradecereacute es no molestar al pobre Caifaacutes

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Todos los presentes besaron el anillo al prelado y cuando este se retiroacute tomaron cafeacute [266]

- XXXIII -

Aacutegape

El diacutea de Santiago habiacutea una especie de feria en Ficoacutebriga es decir venta de ganado en la pradera un novillo corrido en la plaza diversos puestos de frutas y pastas vinos y licores algo de teatros bailes del paiacutes y por la noche gran funcioacuten de fuegos artificiales Pero el principal festejo del diacutea debiacutea ser el banquete con que D Silvestre Romero espleacutendido en todas sus cosas obsequiaba a sus amigos en el Soto de Brijaacuten

Desde muy temprano innumerables servidores no daban paz a las manos ni a los pies apercibieacutendolo todo con arreglo a las instrucciones del buen paacuterroco tan perito en estas materias Llegaban las provisiones en repletos carros del paiacutes cuyas ruedas sin engrasar gemiacutean al subir la cuesta en cuyo alto teacutermino estaba la finca [267]

Era admirable la diligencia que poniacutea en tan grande faena la sentildeora Saturnina a quien podremos llamar archiama por ser como gobernante de las dos o tres amas y demaacutes servidumbre del opulento cura Puede decirse que la excelente mujer no durmioacute en la noche del 24 porque toda ella se la pasoacute de claro en claro ora batiendo huevos que por centenares fueron vaciados en un desaforado artesoacuten ora desplumando aves que al anochecer perecieron en horrorosa hecatombe

Pero la gran batahola fue por la mantildeana cuando encendida la cocina dio principio el fuego a su gran obra y las cacerolas empezaron a murmurar y el humo y los espesos vapores olorosos llenando parte de la casa saliacutean al campo como nuncios benditos de la gran hartazga que se disponiacutea Dordf Saturnina y cuantas la ayudaban no teniacutean manos para tomar quieacuten los papelillos de las especias quieacuten la nuez moscada o el limoacuten o la canela y espumando guisados o albardando fritos o batiendo ensaladas o templando sopas pareciacutean traer entre manos el sustento de un ejeacutercito

A hora conveniente dos jayanes pusieron sobre la mesa del comedor un mediano monte de pan mientras no lejos de alliacute se preparaban la vajilla y la manteleriacutea Cestas ventrudas [268] pariacutean dulces a montones obra de haacutebiles monjas y de un barrigudiacutesimo tonel iban sacando el rico vino antildeejo de Rioja el cual despueacutes de hacer buches y remolinos en un embudo de latoacuten amoratado por el uso se colaba dentro de las botellas sonaacutendolas como bocinas Dordf Saturnina no olvidaba ninguna de las operaciones poniendo sus ojos en todo para que nada se retrasase y hasta dispuso ella misma los ramos de flores que se debiacutean colocar en la mesa los palillos el aguamanil y otras menudencias y accesorios de una buena comida

Medio diacutea era por filo cuando los convidados salieron de Ficoacutebriga con un sol que aun en aquellas frescas tierras abrasaba Delante veniacutean en el coche de Lantigua D Juan el cura y Rafael Seguiacutean luego en otro coche D Juan Amarillo con el teniente cura y dos beneficiados de las cercaniacuteas y despueacutes en un breck los demaacutes convidados que eran amigos venidos para tal solemnidad de la capital de la provincia Total once bocas

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Sentados los comensales bendijo D Silvestre la comida y comenzoacute el stridor dentum

Habiacutea tenido Dordf Saturnina la feliz idea de poner la mesa fuera de la casa en medio de la frondosa huerta y a la sombra de dos o tres [269] aacutelamos que con sus ramas la cubriacutean toda dejando tan soacutelo penetrar algunos rayos de sol que caiacutean aquiacute y acullaacute como si hubieran sido salpimentados con luz los manteles Aquiacute brillaba un melocotoacuten alliacute el cuello de una botella maacutes allaacute un salero maacutes lejos la calva de D Juan Amarillo

En cuanto a la parte principal del banquete que era la comida todos los elogios que de ella se hagan seraacuten paacutelidos ante la realidad de su abundancia y el exquisito sabor de toda ella si bien era maacutes rica que fina algo a la pata la llana demasiado suculenta comida espantildeola de esa que parece hecha para estoacutemagos de gigantes y maacutes para atarugar ruacutesticos cuerpos que para deleitar delicados paladares

Vierais alliacute la sopa de arroz calduda que bastaba por siacute sola a dejar ahiacuteto al maacutes hambriento y despueacutes los pollos con tomate precediendo a las magras tambieacuten entomatadas para hacer lugar a los finiacutesimos pescados cantaacutebricos en picantes escabeches o nadando en salsas ricas Entre ellos veniacutean las bermejas langostas mostrando la carne como nieve dentro de la destrozada armadura roja y los sabrosos percebes como patas de cabra y luego volviacutea el imperio de la carne representado en [270] piezas adobadas del animal que mira al suelo siguiendo a esto chuletas con forro de fritura y otras viandas riquiacutesimas y olorosas acompantildeadas por delante y por detraacutes de aceitunas pepinillos rajas de queso flamenco o del paiacutes anchoas y demaacutes aperitivos sin que faltaran calabacines rellenos en los cuales no se sabiacutea queacute admirar maacutes si el especioso sabor del alma o la dulzura del cuerpo y tambieacuten gran copia de colorados pimientos que como llamas de fuego iban de boca en boca

iquestY queacute diremos de los vinos algunos de ellos de las mejores estirpes andaluzas iquestqueacute de los dulces y platos de leche que bastariacutean para hartar a todos los golosos de la cristiandad Por uacuteltimo el generoso olor del tabaco habano se dejoacute sentir y una azulada nube flotoacute sobre la mesa envolviendo el grupo de convidados en sensual atmoacutesfera

El anfitrioacuten D Silvestre Romero (la moda nos obliga a darle aquel nombre) habiacutea comido bien D Juan de Lantigua no habiacutea hecho maacutes que probar los platos Rafael del Horro estuvo muy parco y D Juan Amarillo devoraba Los demaacutes no desairaron a D Silvestre Este se desviviacutea porque todos comieran mucho y no teniacutea consuelo al ver que no se atracaban como eacutel y a cada instante les excitaba [271] echaacutendoles en cara su desgana y presentaacutendoles los platos para que repitiesen

Fue digno de notarse un incidente de la comida por la semejanza que ofreciacutea con casi todos los banquetes poliacuteticos que se celebraban en Madrid Rafael del Horro propuso que el ramillete puesto en el centro de la mesa se enviase a la sentildeorita de Lantigua

Cuando fumaban D Silvestre creyoacute que debiacutea tomar la palabra y lo peor fue que la tomoacute

-Queridos hermanos y amigos miacuteos -dijo- nos ha reunido aquiacute la celebracioacuten de un triunfo Porque ha sido un triunfo grande inmenso que nos ha de conducir a una victoria auacuten mayor a la victoria de la verdad sobre el error de la virtud sobre el vicio de Dios sobre Satanaacutes

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-Muy bien -repuso D Juan Amarillo abriendo los diminutos ojos que habiacutea cerrado poco despueacutes de la uacuteltima copa

-Hemos combatido como buenos -antildeadioacute el cura que gustaba de emplear hasta en los sermones siacutemiles guerreros- y seguiremos combatiendo En los libros santos se ha dicho laquoY tuacute Jehovaacute Dios de los ejeacutercitos no hayas misericordia de los que se rebelan con iniquidad Acaacutebalos con furor acaacutebalos y no [272] sean y sepan que Dios domina en Jacob hasta los confines de la tierraraquo Y en otro pasaje laquoFuego iraacute delante de eacutel y abrasaraacute en redor sus enemigosraquo Nuestra obligacioacuten es pues combatir ya que las cosas han llegado al extremo de tener que emplear sus infames armas iexclOh sentildeores si yo tuviera la elocuencia y la erudicioacuten de mi ilustre amigo el gran catoacutelico D Juan de Lantigua os diriacutea a queacute extremos llegan la impiedad y la osadiacutea de los revolucionarios y el aprieto en que quieren poner a los hombres religiosos y piacuteos si yo tuviera repito

D Silvestre se atragantoacute ligeramente Todos le oiacutean con serenidad en los labios de D Juan vagaba una sonrisilla que pareciacutea decir

-Maacutes vale que te calles pedazo de alcornoque

-Pero en fin no lo tengo -antildeadioacute el cura atleta- no tengo ni esa erudicioacuten pasmosa ni esa elocuencia arrebatadora y asiacute es bien que le ceda la palabra

-iexclOh si el Sr D Juan nos concediera oiacuter su palabra -dijo Amarillo cabeceando

Lantigua se puso la mano en el pecho y tosioacute

-Sentildeores no puedo -dijo con humildad- [273] Rafael hable usted que lo haraacute mejor que yo

Del Horro se excusoacute con frases de modestia pero al fin no pudiendo resistir a la sugestioacuten de todos los convidados que a un tiempo le apretaban para que hablase se levantoacute limpioacute las gafas se las puso y arqueando las cejas habloacute de este modo

-Sentildeores ninguna voz maacutes desautorizada que la miacutea para dirigiros la palabra Joven sin experiencia sin conocimientos me falta autoridad Vaacutelgame por las prendas de que carezco mi acendrada fe mi sincero amor al catolicismo los esfuerzos que he hecho en mi limitada esfera para conseguir el triunfo praacutectico de la Iglesia de esa amorosiacutesima madre nuestra por quien vivimos por quien alentamos por quien respiramos Dios ha querido que el maacutes indigno de sus soldados el maacutes pequentildeo de sus servidores alcance hoy un triunfo material en las contiendas que han establecido los inicuos Eacutel me deacute fortaleza para defenderle Eacutel deacute a mi labio energiacutea a mi corazoacuten vigor a mi espiacuteritu Estote ergo forte in bello laquoSed fuertes en la guerraraquo

raquoInmensa asquerosa pestilente lepra cubre el cuerpo social El llamado espiacuteritu moderno dragoacuten de cien deformes cabezas lucha por derribar el estandarte de la Cruz iquestLo permitiremos [274] de ninguna manera iquestQueacute valen algunos centenares de inicuos depravados contra la mayoriacutea de una Nacioacuten catoacutelica Porque no soacutelo somos los mejores sino que somos los maacutes Alcemos en esta Cruzada el glorioso estandarte y digamos laquoAtraacutes impiacuteos malvados sectarios de Satanaacutes que contra el reino de Nuestro Sentildeor Jesucristo no prevaleceraacuten las puertas del infiernoraquo Y luego volviendo mi humilde rostro hacia el Oriente distingo una venerable y hermosa figura Al verla lleacutenase mi corazoacuten de intensiacutesima congoja y las laacutegrimas acuden a mis ojos considerando el aflictivo estado en que los perversos tienen al que es antorcha

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esplendorosiacutesima que ilumina el mundo Lleno de admiracioacuten y respeto exclamoacute laquoGrande eres iexcloh Pedro no soacutelo por tus bondades sino por tus martirios Tambieacuten de ti se puede decir que rasgaron tus vestiduras y sobre ellas echaron suertes iexclAy de los impiacuteos que despueacutes de despojarte te han encarcelado Ya les arreglaraacuten los demonios en el infierno En tanto iexcloh Pastor Santo yo te saludo con laacutegrimas en los ojos yo canto un hosanna amorosiacutesimo en tu presencia y te pido la bendicioacuten para que se redoblen mis fuerzas se enardezca mi espiacuteritu y no desmaye en la gran contienda que se prepararaquo [275]

Terminado el discurso del valeroso joven recibioacute apretados abrazos de todos los concurrentes y entonces D Juan de Lantigua sin dejar su asiento y con gran atencioacuten y religioso silencio de todos dijo lo siguiente

-iquestMe atrevereacute queridos amigos y hermanos miacuteos a haceros presente que para esta lucha a que la impiedad y malvada desverguumlenza de los revolucionarios nos llama no bastan no la finura y el temple de las armas ni el denuedo de los varoniles brazos La mejor arma es la oracioacuten y el maacutes terrible baluarte las virtudes y el buen ejemplo Seamos buenos piacuteos caritativos fervientes catoacutelicos y tendremos asegurado la mitad del triunfo Tengo el sentimiento de declarar porque asiacute lo reconozco que el espiacuteritu religioso estaacute muy enflaquecido entre nosotros Se habla mucho de batallar y poco del amor de Dios Inter vos dormiunt multi laquoentre vosotros duermen muchosraquo Es preciso que todos despierten porque la tempestad estaacute encima es preciso que despierte no soacutelo la carne sino el espiacuteritu iquestNo habeacuteis conocido que entre nosotros cunde desparramada la herejiacutea iquestNo veis que hasta los maacutes fuertes han caiacutedo iquestNo veis que el racionalismo y el ateiacutesmo han robado muchas almas al seno de Dios iquestNo veis que disminuye cada diacutea el nuacutemero de los fervorosos [276] catoacutelicos y aumenta el de los indiferentes He aquiacute un mal demasiado grave para conjurarla faacutecilmente Yo os digo no soacutelo es preciso batallar sino predicar no soacutelo ha llegado la hora de la pelea sino del ejemplo santo Abnegacioacuten paciencia martirio He aquiacute tres palabras maacutegicas que superan en eficacia a los maacutes finos y cortantes aceros

-Muy bien muy bien iexclViva el Sr Lantigua -exclamoacute D Juan Amarillo sin poderse contener

- Aborrezco las exclamaciones y detesto las apoteosis de hombres No se debe enaltecer maacutes que a Dios no se debe glorificar sino a Aquel que era como dice David antes que nacieran los montes y desde el siglo y hasta el siglo Continuando pues mis observaciones direacute que los males que he indicado y esta general corrupcioacuten y ponzontildea provienen de los maleficios extranjeros que han dantildeado nuestro cuerpo Gozaba Espantildea desde edades remotas el inestimable beneficio de poseer la uacutenica fe verdadera sin mezcla de otra creencia alguna ni de sectas bastardas Pero los tiempos y la maldad de los hombres han traiacutedo un poder civil que por obedecer a los malvados de fuera ha dejado sin amparo a la Iglesia cuando el deber de la potestad civil como dijo San Feacutelix es [277] dejar a la Iglesia catoacutelica que haga uso de sus leyes no permitiendo que nadie se oponga a su libertad

raquoiquestQueacute sucede pues Que el error ha fundado mil caacutetedras en nuestro suelo Espantaos catoacutelicos seguacuten los enemigos de Dios la preciosiacutesima unidad de nuestra fe es un mal y para remediarlo piden que se abra la puerta a los cultos idoacutelatras a los errores de la Reforma a los desvariacuteos del racionalismo semejantes a despropoacutesitos de hombres borrachos Ved aquiacute por queacute corren las maacutes asquerosas doctrinas como arroyos de inmundicia cuando desatadas las cataratas del cielo rompen las aguas el dique de los

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muladares y el fango de los campos es arrastrado entre materias putrefactas y miserables cuerpos muertos

raquoNo y mil veces no O Espantildea dejaraacute de ser Espantildea o su suelo se ha de limpiar de esta podredumbre y en su claro cielo volveraacute a brillar uacutenico y esplendoroso el sol de la fe catoacutelica Yo de miacute seacute decir que esta idea puede en mi espiacuteritu maacutes que todas las ideas maacutes que todas las afecciones maacutes que la vida y que cuanto existe Por ver realizada esta idea y extirpado el caacutencer que empieza a devorarnos diera mil veces cuanto poseo la paz de mi familia mi familia misma mi persona miserable [278] Tengo el ardor de los verdaderos creyentes sentildeores y mi fe no estaacute en los labios sino en lo profundo del alma

raquoSi no luchaacuteis por tan grandioso fin maacutes vale que no lucheacuteis si no trabajaacuteis con todas las fuerzas del espiacuteritu con la oracioacuten con el ejemplo con la caridad maacutes vale que os arrinconeacuteis cual mujeres dejando a otra generacioacuten maacutes varonil la santa empresaraquo

No dijo maacutes porque estaba fatigado y en verdad habiacutea dicho bastante Todas sus palabras fueron de oro seguacuten la expresioacuten de don Juan Amarillo Las felicitaciones no podiacutean ser maacutes delirantes Reinaba gran entusiasmo en la reunioacuten y quizaacutes quizaacutes se hubiera atrevido a tomar la palabra el cura si Rafael mirando el camino no viese a Su Ilustriacutesima D Aacutengel de Lantigua que lentamente se acercaba Entonces dijo con lengua y expresioacuten miacutesticas

-He aquiacute que se acerca el que viene en nombre del Sentildeor

Y todos salieron a recibirle [279]

- XXXIV -

En el puente de Judas

Mientras una docena de laicos arreglaban asiacute despueacutes de comer bien los asuntos de la Iglesia catoacutelica D Aacutengel de Lantigua separaacutendose de su sobrina a quien dejoacute rezando en la iglesia marchaba por el camino real en direccioacuten al puente de Judas con objeto de visitar a sus amigos reunidos en el Soto Acompantildeaacutebanle a un lado y otro su secretario y el paje y seguiacuteanle varios cojos tullidos y toda la pobreteriacutea del camino anhelantes de que les echase bendiciones pues algunos las estimaban en maacutes que las limosnas que recibiacutean

El santo varoacuten con el alma gozosa como de costumbre iba departiendo afablemente con sus dos adlaacuteteres cuando al entrar en el puente de Judas (cuya faacutebrica de palo era en extremo [280] fraacutegil) notoacute que este se estremeciacutea bajo sus pies Mas no tardoacute en hallar la razoacuten de la sacudida porque por la otra cabeza del puente acababa de entrar un hombre a caballo Galopaba

-iexclEh caballero -le gritaba el guarda- Estaacute mandado que por aquiacute se vaya al paso

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El jinete era Daniel Morton Luego que vio a Su Ilustriacutesima observando al mismo tiempo la estrechura del puente semejante en esto al que tienen los mahometanos para entrar en el paraiacuteso detuacutevose y echo pie a tierra

-iexclAh Sr Morton -exclamoacute D Aacutengel con estupor sintiendo que de improviso se desvaneciacutea el gozo de su alma

Daniel le besoacute el anillo con gran respeto y descubrieacutendose dijo

-iquestNo esperaba Su Ilustriacutesima verme otra vez en Ficoacutebriga

-No seguramente Ayer recibioacute mi hermano una carta en que usted le anunciaba su viaje

-Pues Dios no ha querido que me vaya hoy

-Cuidado no hay que echar la culpa de todo a Dios -dijo el prelado gravemente- Dios lo habraacute permitido pero no lo habraacute querido [281]

-Con perdoacuten de Usiacutea Ilustriacutesima -afirmoacute Morton- pienso que lo ha querido Yo estaba en el muelle de X junto a mi equipaje esperando el bote que me habiacutea de conducir a bordo del vapor cuando sentiacute que una mano muy pesada me tocaba al hombro volviacuteme y vi a Caifaacutes Sr D Aacutengel con el semblante maacutes angustiado que puede imaginarse

-Ya ya voy comprendiendo

-Caifaacutes se puso de rodillas delante de miacute y me dijo laquoSentildeor en Ficoacutebriga aseguran que he robado en Ficoacutebriga dicen que el dinero que tengo no es miacuteo El juez me amenaza y todos piden que Caifaacutes el feo Caifaacutes el malo Caifaacutes el idiota vaya a la caacutercel Yo quebrantando mi palabra he dicho que usted me sacoacute de la miseria pero nadie cree al humilde y D Juan Amarillo soberbio entre los soberbios clama contra miacuteraquo En resumen sentildeor obispo he tenido que detener el viaje para sacar a ese hombre de tan mal paso pues si asiacute no lo hiciera la limosna que le di y que nada vale en verdad se trocaraacute en vilipendio suyo sumergieacutendole maacutes en la miseria

-iexclBuen pensamiento y excelente accioacuten -dijo el prelado seriamente- Ella es tal que se le puede permitir a usted el paso de este puente que de otro modo le estariacutea vedado Adelante [282] pues y no se me detenga usted en Ficoacutebriga

Despidiole bondadosamente aunque con sequedad y Morton siguioacute su camino hacia Ficoacutebriga mientras D Aacutengel no paraba en el del Soto pero a cada diez pasos volviacutea la cabeza para ver queacute direccioacuten tomaba el hamburgueacutes Viole marchar hacia la Cortiguera donde viviacutea Caifaacutes y con esto Lantigua sintioacute calmarse la zozobra que empezoacute a alborotar su espiacuteritu

Cuando el obispo estuvo cerca del Soto toda la servidumbre y deudos del cura con las amas a la cabeza y Dordf Saturnina al frente de estas a la manera de tambor mayor salieron a recibirle y besarle el anillo de lo que resultoacute no poca confusioacuten Y al mismo tiempo le aclamaban con gritos y deciacutean laquoViva la gloria de Ficoacutebrigaraquo

Hasta que el venerable atravesoacute la portalada de la huerta no cesaron las importunidades de la plebe

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-Auacuten estaacuten aquiacute los restos del festiacuten -dijo el prelado viendo la desordenada mesa- Ha sido buena idea ponerla al aire porque hace un calor sofocante

-Pues me parece que no pasaraacute la tarde sin llover sentildeores -dijo el cura husmeando el horizonte- [283] iquestNo quiere Su Ilustriacutesima tomar chocolate

Al punto trajeron los cangilones y D Aacutengel se sentoacute en un banquillo ruacutestico Rodeaacuteronle todos menos Sedentildeo y Rafael del Horro que se apartaron para leer un suelto del perioacutedico

-Sr D Silvestre -dijo el prelado cuando empezoacute a tomar chocolate- iquestLloveraacute esta tarde

-Me temo que siacute Estaacute la atmoacutesfera muy cargada Tendremos vendaval y fuerte Asiacute se puso el tiempo el diacutea que naufragoacute el Plantagenet iexclQueacute diacutea sentildeores queacute diacutea

-iexclFue tremendo -dijo Su Ilustriacutesima- iquestA quieacuten creen ustedes que acabo de encontrar ahora al pasar el puente de Judas iquestNo lo adivinan ustedes Pues al mismo D Daniel Morton en persona

-iquestIba a Ficoacutebriga -preguntoacute con mucho intereacutes D Juan Amarillo

-Allaacute iba Parece que eacutel fue quien le dio a Caifaacutes

-Quien no te conoce que te compre -dijo el usurero ficobrigense guintildeando el ojo- No creo en tales limosnas aunque ese extranjero debe de ser hombre muy adinerado

-Entonces bien podiacutea hacer una limosna

-Precisamente lo que no creo es la limosna [284] lo que no creo es una generosidad de tal calibre Aquiacute no somos bobos Sr Morton aquiacute en Espantildea no nos mamamos el dedo y sabemos conocer a los pillos

-Amigo D Juan -manifestoacute Su Ilustriacutesima devolviendo el pocillo de chocolate- Jesucristo dijo laquoNo juzgueacuteis para que no seaacuteis juzgados Porque con el juicio con que juzgueacuteis sereacuteis juzgadosraquo

Y variando al punto de tono y de asunto antildeadioacute

-Es una gloria esta huerta de D Silvestre Aquiacute todo prospera y el trabajo y esmero del cultivo son frutos de bendicioacuten Ojalaacute sucediera lo mismo en toda nuestra Espantildea y tras de cada siembra de sanos consejos y exhortaciones viniese una cosecha de buena conducta iexclQueacute manzanos queacute perales queacute melocotoneros

D Silvestre vio llegado el momento de saborear uno de los maacutes dulces placeres de su regalona vida ensentildear su huerta Levantose el prelado y Romero fue delante mostrando las hermosas castas de perales alineados en espaldera los unos sustentados otros por alambres gordos y todos ellos frondosiacutesimos y cuajados de peras Las habiacutea bergamotas duquesas amantecadas pardas de invierno y de [285] otros muchos linajes exoacuteticos El cura haciacutea fijar la atencioacuten en los ramilletes de frutas verdes auacuten y las tomaba en la mano para mostrarlas diciendo -iquestPero ven ustedes queacute peras En toda la provincia no hay nada que se les compare

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Mientras esto sucediacutea D Juan Amarillo habiacutea llevado aparte a D Juan de Lantigua para hablarle de un negocio importante

-No nos alejemos mucho -le dijo el literato y jurisconsulto- porque me parece que va a llover esta tarde [286]

- XXXV -

Los juicios de Dios abismo grande

Morton detuvo su caballo en la Cortiguera y Sildo le dijo

-Padre vendraacute en seguida Ha ido a rezar a la iglesia

No tardoacute en aparecer Caifaacutes

-Aquiacute me tienes -le dijo Morton- Lleacutevame a donde quieras pero despacha pronto porque he de volverme a X antes de anochecer iquestDoacutende estaacute ese juez que no cree que los hombres tengan dinero si no es robaacutendolo

-Si vuecencia me quisiera acompantildear a casa del escribano D Gil Barrabaacutes hermano de don Bartolomeacute Barrabaacutes y firmarme un papel diciendo que me hace donacioacuten de los diez ocho mil reales

-Anda delante y guiacutea a casa de Barrabaacutes

-iexclOh sentildeor coacutemo podreacute pagarle a vuecencia tantas bondades [287]

-Que Sildo me tenga el caballo y lo cuide aquiacute mientras volvemos Esto no duraraacute mucho

Media hora despueacutes Morton volvioacute con Caifaacutes a la Cortiguera pero uno y otro miraron a todos lados iexclOh sorpresa de las sorpresas Ni Sildo ni el caballo estaban alliacute

Y sucedioacute que Sildo al tener las riendas del generoso animal sintioacute en su alma un viviacutesimo impulso de caballero es decir que deseoacute montarle En los doce antildeos de su edad el pobre chico no habiacutea oprimido los lomos de ninguacuten caballo

-iexclSi yo me montara en eacutel -dijo- y diera dos pasos de aquiacute a los Cinco Mandamientos coacutemo se reiriacutean mis hermanos

La vanidad se amparoacute de su alma La serpiente dijo en su oiacutedo palabras dulciacutesimas y Sildo oyoacute claramente laquoSube en el caballo del bien y del mal y montaraacutes como el Sr Morton y como eacutel seraacutes gallardo y hermosoraquo

Es difiacutecil detenerse en la pendiente de los goces Sildo fue de los Cinco Mandamientos a la ladera del Rebenque y del Rebenque atravesoacute todo el prado de la Pesqueruela y despueacutes de un poco maacutes allaacute y siempre maacutes allaacute Cuando quiso detener el caballo no pudo y este emprendioacute [288] a correr no pareciendo dispuesto a parar en media provincia Celinina y Paco indicaron que Sildo habiacutea corrido hacia la Pesqueruela Marcharon alliacute a toda prisa Morton y Caifaacutes pero no vieron nada Bajaron a la playa por el pinar mas el jinete no pareciacutea por ninguna parte y las noticias que

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adquiriacutean de los transeuacutentes eran contradictorias Desesperado estaba Daniel por aquel accidente y maacutes desde que le parecioacute ver en el cielo siacutentomas de mal tiempo Caifaacutes se encomendaba a todos los Santos y rezaba Padre Nuestros a San Antonio Por uacuteltimo discurrieron buscar cada uno por un lado y reunirse en la Cortiguera Separaacuteronse pues en el pinar

Pero Morton cansado al fin de buscar en vano su caballo decidioacute volverse a pie Por no atravesar el centro de Ficoacutebriga dio un gran rodeo y pasoacute por detraacutes de la Abadiacutea Llegando al callejoacuten que da entrada por Oriente al atrio de ella sintioacute gemir los viejos goznes de la puerta Miroacute y vio salir a la sentildeorita de Lantigua En presencia de una visioacuten sobrenatural Daniel no hubiera experimentado tan vivo sacudimiento en todo su ser El primer impulso fue correr tras ella pero se contuvo y en uno de los huecos del carcomido muro se incrustoacute como estatua Gloria tomaba el camino [289] de su casa Pasoacute como los pensamientos placenteros que al modo de relaacutempagos cruzan la mente en horas de tristeza

Morton la vio desaparecer en la revuelta de una calle e instintivamente salioacute de su escondite para correr tras ella

-iexclQueacute esteacute condenado a no verla maacutes -pensoacute- iexclNi una vez siquiera

Le siguioacute a mucha distancia detenieacutendose cuando estaba demasiado cerca adelantaacutendose cuando se quedaba muy lejos Por fin cuando Gloria entraba en el jardiacuten de su casa Morton dijo para siacute

-Todo acaboacute Ahora me marchareacute

Poco antes de decidirse a partir estuvo media hora sentado sobre una piedra en cierta calleja que por un lado saliacutea a la plazoleta y por el otro a las pendientes que bajaban al mar

Una pesada y tibia gota de agua cayendo sobre su mano le sacoacute de su abstraccioacuten Mirando al cielo vio una nube amarilla con intensos cambiantes grises y pudo observar el aire sofocante Soploacute un brusco viento que hizo remolinos de polvo y empezaron a caer gruesas gotas que manchaban el suelo con redondeles negros como si llovieran piezas de dos cuartos Buscando donde guarecerse salioacute Daniel de la calleja penetroacute en otra y al fin pudo hallar [290] una gran teja vana bajo la cual se abrigoacute perfectamente

Entonces descargoacute una lluvia tremenda espantosa un diluvio que pareciacutea inundar la tierra y desleiacuter a Ficoacutebriga

-Asiacute lloviacutea sobre el pobre Plantagenet el diacutea del naufragio -pensoacute Morton- iexclPobre de miacute Las tempestades me trajeron y las tempestades me llevan iquestQuieacuten puede penetrar los designios del Sentildeor

Despueacutes mirando al cielo que se descuajaba en rayos y se vaciaba en chorros de agua dijo asiacute

-laquoVieacuteronte las aguas oh Dios vieacuteronte las aguas y temieron y temblaron los abismos Las nubes echaron inundaciones de agua tronaron los cielos y discurrieron tus rayos Anduvo en derredor el sonido de tus truenos los relaacutempagos alumbraron el mundo estremeciose y tembloacute la tierra En la mar fue tu camino y tus sendas en las muchas aguas y tus pisadas no fueron conocidasraquo (7)

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La tempestad acaboacute de oscurecer la tarde que ya se acababa Morton miroacute a la casa de Lantigua que frente a eacutel estaba por el costado del Oeste y vio luz en las habitaciones altas [291]

-Ya estaacuten ahiacute todos los de la casa -pensoacute- Gloria con sus encantos que la igualan a los aacutengeles alegra las horas de los dos ancianos iexclOh Dios miacuteo iexclqueacute felices son

Pasoacute alguacuten tiempo maacutes Las calles eran riacuteos Los tejados vaciaban agua cual si sobre ellos se rompiesen las compuertas de un estanque la lluvia azotaba con sus mil laacutetigos las paredes corriacutea la gente despavorida Por fin despueacutes de media hora de diluvio parecioacute que se habiacutea concluido el agua de los cielos Adelgazaacuteronse los chorros La nube de verano pasaba y la Naturaleza tendiacutea a serenarse con la rapidez del que se encoleriza por broma

-Me parece que podreacute seguir -pensoacute Morton- Pero iexclcoacutemo habraacuten quedado esos caminos Estaacute escrito que no naufragueacute yo una vez sola en Ficoacutebriga sino dos

Esto pensaba cuando sintioacute gritos y voces en la plazoleta y tambieacuten dentro del jardiacuten de Lantigua Mucha gente se reuniacutea alliacute Daniel acudioacute tranquilamente primero y a toda prisa cuando sintioacute entre las distintas voces de alarma la voz de Gloria

-iquestQueacute ocurre -preguntoacute al primero que encontroacute en la plazoleta

-Que con la mucha agua se ha roto el puente [292] de Judas y la sentildeorita Gloria estaacute asustada porque el Sr D Juan y el sentildeor obispo no han vuelto todaviacutea del Soto

Morton halloacute abierta la puerta de la verja y entroacute Lo primero que vieron sus ojos fue a Gloria que atravesaba el jardiacuten Estaba envuelta en un mantoacuten encarnado y en su cara y en sus pestantildeas brillaban algunas gotas de la escasa lluvia que auacuten caiacutea El friacuteo y el espanto la haciacutean temblar cubriendo de palidez su hermoso rostro

-iexclDaniel -exclamoacute sobrecogida- iquestqueacute buscas aquiacute

Y corrioacute hacia la casa Morton la siguioacute

-iexclJesuacutes crucificado -antildeadioacute Gloria- iquestno sabes no sabe usted lo que pasa La lluvia ha destruido el puente de Judas Mi padre y mi tiacuteo deben de haber salido ya del Soto Yo no puedo vivir en esta incertidumbreYo corro allaacute

Volvioacute a salir

-Si no se puede pasar -dijo uno

-Se puede pasar -afirmoacute otro- Francisquiacuten el del cura acaba de venir del Soto Hay un tramo medio roto pero agarraacutendose bien se puede pasar

-iquestDeciacutes que ha venido Francisquiacuten -preguntoacute Gloria con viva ansiedad [293]

-Siacute sentildeorita ahiacute estaacute con un recado del sentildeor

-iexclFrancisquiacuten Francisquiacuten -gritoacute Gloria desde la verja

Un muchacho pequentildeo y colorado huacutemedo todo desde la cabeza hasta los pies como una deidad de los riacuteos penetroacute en el jardiacuten

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-iquestY mi padre y mi tiacuteo -preguntoacute la sentildeorita

-No tienen novedad pero no pueden pasar para acaacute en coche y a pie con mucho trabajo La crecida es grande

-iquestTe dieron alguacuten recado para miacute

-Siacute sentildeorita que esteacute usted sin cuidado que todos los sentildeores se quedaraacuten en el Soto esta noche y vendraacuten mantildeana subiendo hasta Villamojada para coger el puente de San Mateo aunque yo creo que se podraacute pasar mejor en lanchas

-iexclGracias a Dios -dijo Gloria- Ya estoy tranquila

Entonces fijoacute sus ojos en Daniel Morton Desvanecido todos sus temores su espiacuteritu se ocupoacute por entero de aquella aparicioacuten singular

-Adioacutes -dijo el extranjero- Puesto que de nada sirvo aquiacute [294]

Gloria se detuvo un instante turbada y confusa

-Adioacutes -repitioacute- iquestNo estabas ya en camino de Inglaterra iquestHa naufragado otra vez el vapor iexclJesuacutes iexclVienes siempre con las tempestades iquestPor queacute estaacutes aquiacute iquestCoacutemo estaacutes otra vez aquiacute Daniel por Dios iquestqueacute es esto

Una curiosidad muy viva aparecioacute en su semblante juntamente con claras sentildeales del amor que la dominaba y que no se habiacutea extinguido

-Hazme el favor de darme la mano -dijo el extranjero

Los criados que estaban presentes se alejaron uno tras otro

-Pero yo quiero saber por queacute estaacutes aquiacute y no en camino de Inglaterra No penseacute verte maacutes iquestPor queacute has vuelto Pero no quiero saberlo no quiero saber nada

-Dios ha querido que te vea esta noche Dame la mano

-Toacutemala y adioacutes

Morton le besoacute ardientemente la mano

-Pero adioacutes de veras

-De veras -repitioacute Daniel

-iquestDoacutende estaacute tu caballo -dijo Gloria

-Lo he perdido

-iexclPerdido Entonces [295]

-Me voy a pie

-iquestPor doacutende si no hay puente

Morton pensoacute con profunda seriedad en aquella singular ruptura del puente

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-Hay mucha distancia -antildeadioacute la sentildeorita sondando con sus ojos el alma de su amigo

-Me quedareacute en la posada de Ficoacutebriga

-Es verdad Adioacutes

Morton estaba clavado en el suelo

-Adioacutes iquestPero te retiras ya -exclamoacute- iexclOh iexclEsto es espantoso iexclEsto es inicuo

Gloria estaba tambieacuten clavada en el suelo

-Siacute es preciso -dijo con voz dolorida- Este encuentro inesperado parece una cosa infernal Amigo vete

-Me expulsas Eso siacute que es infernal y horrible Maldiacutegame Dios si te obedezco -dijo Morton dando un paso hacia la casa

-iexclOh Yo te echo de mi casa porque es preciso porque Dios lo quiere asiacute -dijo Gloria tratando en vano de echar tierra sobre su pasioacuten

-iexclMentira iexclmentira -exclamoacute este con febril ardor- Tuacute no me amas tuacute has hecho burla de miacute del pobre extranjero arrojado aquiacute por los mares y que quiere huir y no puede [296]

-Tuacute no eres ya juicioso y bueno como la uacuteltima vez que nos vimos Amigo si me estimas si me amas vete Te lo suplico

La pobre joven casi se ahogaba hablando

-iexclNo verte maacutes Si cuando huyo Dios me trae otra vez aquiacute iexclNo verte maacutes Me arrancareacute los ojos antes que obedecerte

-Se ve mejor con el pensamiento que con los ojos Tuacute me aconsejaste que hicieacuteramos ambos un sacrificio iquestpor queacute te opones ahora

-Porque mi Dios me impulsa hacia ti y me dice laquoAnda y toacutemala que es tuya y lo seraacute por los siglos de los siglosraquo

-iquestQuieacuten es tu Dios

-El tuyo No hay maacutes que uno

Gloria sintioacute que a borbotones manaba de su alma la sensibilidad No pudo contenerla

-Morton amigo de mi alma -dijo con pasioacuten- te suplico que te vayas Vete si quieres quedarte en mi corazoacuten

-iexclNo quiero no quiero

Lo dijo con tanta fuerza que causaba miedo

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Gloria sintioacute circular en derredor de sus sienes un remolino ardiente que cegaba las claras facultades de su espiacuteritu como el veacutertice de caliginosos vapores que oscurece la luz del sol

-Amigo si quieres que te ame maacutes que mi [297] vida -exclamoacute con delirio- vete y deacutejame en paz iquestNo creeraacutes lo que te digo Ausente ausente es como te quiero maacutes

-iexclFalsedad falsedad falsedad

-iexclOh queacute pequentildeo eres -exclamoacute la joven apelando desesperada a la razoacuten- Esto es indigno de ti No eres como yo creiacutea Daniel

-Soy como soy -murmuroacute Morton- y no de otra manera

-Te aborrecereacute

-Aborreacuteceme iexclOh lo prefiero es mil veces preferible

-Todos los lazos estaacuten rotos -dijo con viva agitacioacuten la sentildeorita de Lantigua- iquestPor queacute no huyes de miacute

-Huiacute ya pero el destino Dios o no seacute quieacuten me ha traiacutedo otra vez a tu lado

-iexclDios Dios -exclamoacute ella con desesperacioacuten

-No creo en la casualidad

-Yo creo en Satanaacutes

Furioso viento se levantoacute entonces como para secar la tierra inundada Apenas se oiacutean las palabras

-iexclOh por el Dios que hizo el cielo y la tierra-gritoacute Morton con frenesiacute- Gloria Gloria de mi vida ven huye conmigo siacutegueme [298]

-iexclJesuacutes -gritoacute la sentildeorita de Lantigua horrorizada

-Tuacute no entiendes las misteriosas voces del destino de Dios El cielo y la tierra todo me estaacute diciendo laquoes tuyaraquo

-Adioacutes adioacutes -exclamoacute Gloria llevaacutendose las manos a la cabeza y huyendo hacia la casa

-Aguarda -dijo Daniel corriendo tras ella

Gloria entroacute y quiso cerrar la puerta pero Morton impidiendo con eneacutergica mano su movimiento entroacute tambieacuten [299]

- XXXVI -

iexclQue horrible tiempo

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-iexclQueacute horrible tiempo -refunfuntildeoacute Francisca- iexclSi parece que se acaba el mundo iexclJesuacutes el viento ha apagado la luz de la escalera iexclCoacutemo golpean las puertas Roque Roque

A la voz de la digna criada que avanzaba por el fondo del pasillo bajo Roque aparecioacute sontildeoliento

-Hombre mueacutevete -dijo Francisca andando casi a tientas hacia la escalera- iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute queacute miedo Si me parece que he visto una sombra un bulto escurrieacutendose por la escalera arriba

-Usted ve visiones sentildeora Francisca

-Con verte a ti tengo bastante monstruo

-Cierra la puerta del jardiacuten Puesto que los sentildeores no vienen iexclQueacute horrible ventisca [300] Vaya que Santiago se porta Despueacutes de la tormenta fuelle Si parece que los demonios levantan en peso la casa y se la llevan por los aires Dime zopenco iquesthas visto subir a la sentildeorita

-Siacute sentildeora hace mucho rato

-iexclQueacute has de ver tuacute si dormiacuteas iquestEstaraacute en el comedor No todo a oscuras Anda cierra la puerta enciende el farolillo y vamos a registrar la casa

-iquestA registrar

-Siacute no estoy tranquila Me parecioacute que vi iexclSan Antonio bendito

-Alguacuten alma del otro mundo

-Ea cierra sube y calla

Callados subieron ambos despueacutes de cerrar

-iexclAh -dijo Francisca al llegar al pasillo alto- la sentildeorita estaacute ya encerrada en su cuarto Veo claridad por la ventanilla alta

Y acercaacutendose a la puerta del cuarto de Gloria gritoacute

-Buenas noches sentildeorita

En seguida dieron un paseo por la casa pero no hallaron a nadie

El viento seguiacutea daba vueltas alrededor de la casa estrechaacutendola en voraacutegine horrible y como si la arrancase de sus poderosos cimientos para llevaacutersela en un vuelo Creeriacutease que [301] toda Ficoacutebriga con su Abadiacutea en medio y su torre como un maacutestil corriacutea llevada por el huracaacuten del mismo modo que corre un miacutesero barco sin timoacuten Los aacuterboles del jardiacuten flotaban cual desmelenadas cabelleras sacudieacutendose y las rachas de lluvia rasguntildeaban los cristales como untildeas Cuando el viento calmaba su loca furia seguiacutea llorando en el techo con lastimero y penetrante gemido que se apagaba y avivaba recorriendo toda la escala cual un monoacutelogo de afliccioacuten con imprecaciones y suspiros

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Despueacutes volviacutea a soplar con rabia las ramas en su rozar vertiginoso se azotaban unas a otras y pareciacutea que entre aquel torbellino de rumores difundido por la inmensidad de los cielos se estaba oyendo el ruido de las destrozadas alas de un aacutengel que caiacutea lanzado del paraiacuteso [302]

- XXXVII -

Al fin se supo

Gloria sintioacute friacuteo en el cuerpo y en el alma Volviacutea lentamente al estado normal de su espiacuteritu Cuando dirigioacute la primer mirada a su conciencia se horrorizoacute Todo era negro y espantoso Cuando trajo a la memoria su familia su nombre creyose abandonada de Dios y de los hombres

-iexclDaniel Daniel iquestDoacutende estaacutes -exclamoacute cerrando los ojos y alargando la mano como si pidiera socorro

Morton la estrechoacute entre sus brazos

-Aquiacute -dijo- a tu lado del cual no me separareacute jamaacutes

-iexclQueacute locuras dices Debes huir pero por Dios no me dejes ahora Yo muero

-Ahora -afirmoacute Daniel con energiacutea- nadie nadie me arrancaraacute de tu lado

-Mi padre -murmuroacute ella [303]

-No me importa

-Mi religioacuten

El extranjero calloacute hundiendo la cabeza sobre el pecho

-iexclDaniel Daniel -clamoacute la joven llena de congoja- iquestQueacute tienes

Morton no contestaba Gloria puso su mano en la barba de eacutel tratando de obligarle a alzar la cabeza

-Has pronunciado la palabra terrible ya no me acordaba de ella -murmuroacute el extranjero- Has helado la sangre en mis venas has hecho saltar mi corazoacuten como si hubieras dado sobre eacutel un latigazo

-iquestPor queacute te espantas asiacute -dijo la de Lantigua espantaacutendose tambieacuten- Daniel amigo de mi alma no aumentes el abismo que nos separa al contrario tratemos de llenarle

-iquestCoacutemo

-Hagamos un esfuerzo reunamos nuestras creencias en una sola reconciliemos nuestras conciencias iquestNo han concordado ya en el crimen Pues hagaacutemoslas una en el bien en la verdad Daniel examinemos bien lo que nos separa y se veraacute que la distancia entre los dos no puede ser grande

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-Ante el que hizo los cielos y la tierra no pero ante los hombres es inmensa [304]

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Gloria bantildeado el rostro en laacutegrimas- iquestNo habraacute para nosotros misericordia

-Querido amor miacuteo esposa -dijo Morton abrazaacutendola con efusioacuten- ha llegado el momento de que todo sea verdad entre nosotros

-Y de que miremos cara a cara este problema cruel

-Siacute es indispensable

-Nuestro remordimiento sale terrible y amenazador del fondo de nuestra alma -dijo Gloria- y nos grita laquoYa estaacuteis unidos para siempreraquo

-Para siempre -murmuroacute eacutel

-La separacioacuten es imposible

-iexclImposible Pero la hora de la verdad ha llegado

-iexclOh Daniel Daniel -exclamoacute la de Lantigua sintiendo en su alma viviacutesima irrupcioacuten de sentimiento religioso- mi amigo de mi vida compantildeero de mi alma esposo miacuteo arrodilleacutemonos delante de esa imagen de Nuestro Sentildeor Jesucristo y hagamos voto solemne de disponer esta noche misma nuestra reconciliacioacuten religiosa haciendo todos los sacrificios posibles tanto tuacute como yo Hijos somos ambos de Jesucristo volvamos a Eacutel los ojos Daniel Daniel iquestpor queacute huyes de miacute [305]

Gloria arrodillaacutendose delante de la imagen tiroacute del brazo de Morton para que hiciera lo mismo Daniel hundioacute la cabeza sobre el pecho Nunca su rostro habiacutea estado maacutes hermoso ni maacutes pateacutetico Paacutelido y grave sus ojos azules se abatiacutean con sombriacutea tristeza y vistas de perfil la elegante liacutenea de su nariz y de su frente y la graciosa barba puntiaguda su semejanza con el semblante carnal del Salvador del mundo era perfecta

-iquestPor queacute no me miras -preguntoacute Gloria llena de desconsuelo

-No puedo maacutes -gritoacute Morton con suacutebito arranque- Gloria yo no soy cristiano

-iquestQueacute dices iexclDaniel por Dios y la Virgen

-Es preciso deciacutertelo al fin -antildeadioacute el extranjero hondamente conmovido- y te lo direacute Gloria yo no soy cristiano yo soy judiacuteo

-iexclJesuacutes iexclPadre y Redentor miacuteo

Estas palabras las pronuncioacute Gloria con el espanto del que muere cosido a puntildealadas del que ve abrirse bajo sus pies la tierra y salir las llamas del infierno Dicieacutendolas cayoacute sin sentido Morton acudioacute hacia ella arrodillaacutendose tomola en brazos procuroacute reanimarla con amorosas palabras pero cuando ella abrioacute sus ojos y pudo ver junto a siacute el caracteriacutestico rostro semiacutetico que tanto habiacutea contribuido al cautiverio [306] de su corazoacuten le rechazoacute severamente diciendo

-iexclImpostor iexclJudas me has engantildeado

-Te he ocultado mi religioacuten -dijo Morton sombriacuteamente- Esa es mi culpa

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-iquestPor queacute has ocultado tu religioacuten -dijo Gloria incorporaacutendose vivamente

Sus negros ojos echaban llamas

-Por egoiacutesmo por temor a que no me amases -repuso Daniel con timidez y sumisioacuten- Yo no mentiacute no hice maacutes que callar pero reconozco que callar fue gran falta

-iexclInfamia infamia No es mentira -dijo Gloria con desesperacioacuten- Tuacute no puedes tener fe en esa doctrina

-iexclQuizaacutes maacutes que tuacute en la tuya- repuso Morton

-Mentira mentira -exclamoacute la joven de rodillas en el suelo y retorcieacutendose los brazos- Si fueses tuacute judiacuteo es imposible que yo te hubiese amado iexclAh parece que la lengua se me quema al decir esa palabra Si el nombre solo de tu religioacuten es una blasfemia iquestEs posible di que no creas en Jesucristo que no le ames Si esto es verdad iexclqueacute horrible engantildeo queacute vida tan espantosa queacute muerte de las muertes iexclCreer yo en ti de este modo amarte [307] adorarte y cuando pensaba vivir unida a ti para siempre descubrirme Dios miacuteo descubrirme este horrendo secreto iquestPor queacute no escribiste en la frente tu infame creencia iquestPor queacute cuando me viste correr hacia ti no me dijiste laquoapaacutertate que estoy maldito de Dios y de los hombresraquo

-iexclA queacute delirios te lleva tu fanatismo -dijo Daniel contemplaacutendola con expresioacuten compasiva- Acuacutesame por haberte ocultado la verdad pero no injuries a mi desgraciada raza ni participes de un odio vulgar indigno de ti

-Si es verdad lo que me has dicho iquestpor queacute no tuviste mala la apariencia como tienes mala religioacuten iquestPor queacute no fueron horribles tus palabras tus acciones y tu persona como lo es tu creencia iexclImpostor cien veces impostor

-Gloria Gloria amiga de mi vida refrena tu lengua Tus injurias me matan

-iquestPor queacute me has engantildeado por queacute consentiste que te quisiera sabiendo que debiacuteamos estar eternamente separados -exclamoacute ella con el desvariacuteo de quien va a perder la razoacuten- Dime iquestpor queacute consentiste que te amara

-Porque te amaba yo Es verdad que procediacute mal pero tambieacuten conociacute mi falta y viendo venir imponente y amenazador el conflicto [308] religioso de miacute partioacute la idea de separarnos y te lo propuse Mi pensamiento no podiacutea ser maacutes honrado

-Siacute pero despueacutes volviste

-Volviacute -repuso Morton confuso como el criminal- Es verdad no seacute quieacuten me trajo Todo se ordenoacute de modo que yo volviese Me trajo una especie de ola infernal o quizaacutes haacutelito divino El hombre es juguete de las fuerzas de Dios que gobierna en el mundo

-iexclDios No tomes en tu boca ese nombre Daniel iexclcoacutemo te has transformado a mis ojos Tuacute no eres tuacute no puedo decir fijamente si te amo o te aborrezco y si cupiera esto en la mente humana diriacutea que al mismo tiempo te aborrezco y te amo

Ocultando el rostro entre las manos rompioacute a llorar sin consuelo

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-iexclY todo por un nombre por una palabra iexclOh queacute iniquidad -exclamoacute Morton con angustia- Las palabras gobiernan al mundo no las ideas Dime cuando me amaste iquestpor queacute me amaste

-Te ameacute porque me pareciacutea que Dios te habiacutea puesto delante de miacute te ameacute por tu lenguaje por tus acciones por tu persona por una dulce concordancia de tu alma con la miacutea iquestQueacute seacute yo por queacute Pero no tuacute me [309] estaacutes engantildeando ahora tuacute no puedes ser lo que dijiste Daniel porque tuacute has practicado la caridad

-Nuestra ley nos dice laquoBienaventurado el que piensa en el pobre En el diacutea malo lo libraraacute Jehovaacuteraquo

-Tuacute no puedes pertenecer a esa secta abominable -antildeadioacute Gloria asieacutendose a su incredulidad como a un clavo ardiendo- Aunque mil veces me lo jures mil veces me negareacute a creerlo Si lo eres iexclqueacute horrible disimulo el tuyo

-He disimulado siacute Esta es nuestra costumbre cuando viajamos por un paiacutes intolerante como el tuyo Pero a ti debiacute decirte la verdad lo conozco lo confieso declaro ante ti mi culpa esperando perdoacuten

-Esto no puede perdonarse no de ninguacuten modo -dijo Gloria con airada resolucioacuten

-Tu Maestro -afirmoacute Morton- te dice laquoPerdona a tus enemigos ama a tu proacutejimo como a ti mismoraquo iquestEs posible que tuacute participes del tradicional encono contra nosotros y de esa vulgar antipatiacutea con que apacienta su ignorancia y sus malas pasiones la plebe cristiana Gloria iexclpor el que hizo el cielo y la tierra no puedo creer que degrades asiacute tu preciosa inteligencia [310]

-Dentro de Jesuacutes lo admito todo fuera de Eacutel nada No llames preocupacioacuten al horror que me inspiras

-Horror que desaparece callando un nombre iquestPor ventura esto no te dice nada iexclMe amaste sin conocerme Di iquestno parece esto una burla de tu misma fe O Yo estoy loco o esto es la voz de la humanidad que a gritos reclama sus derechos

-iexclOh iexclYo no seacute lo que es esto -exclamoacute Gloria con arrebato- iquestPor queacute siendo lo que eres todo en ti es amable Sin duda tu alma es buena y se conserva pura en ese cieno donde has nacido Un esfuerzo amigo de mi alma un esfuerzo y sacudiraacutes de ti esa podredumbre Tu espiacuteritu estaacute preparado para la redencioacuten basta un movimiento ligero una mirada dentro de ti mismo Daniel Daniel -antildeadioacute abrazaacutendole con pasioacuten- por el amor que me tienes por el que yo te tengo y que ahora o se extinguiraacute para siempre o se aumentaraacute te pido que seas cristiano Daniel Daniel abandona tu falsa creencia y entra conmigo en el seno amoroso de Nuestro Sentildeor Jesucristo

Morton la estrechoacute contra su pecho Despueacutes rechazaacutendola suavemente dijo con voz teacutetrica [311]

-iexclAbandonar yo la religioacuten de mis padres iexclJamaacutes jamaacutes

Gloria saltando lejos de eacutel le miroacute con espanto como se mira una visioacuten del infierno maacutes terrible cuanto maacutes hermosa maacutes espantable cuanto maacutes se viste de seductora forma

-iquestQueacute has dicho

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-Que yo tambieacuten tengo familia padres nombre fama y aunque sin patria comuacuten nos la formamos en nuestros honrados hogares y en la santa ley en que nacemos y morimos Desde mis remotos abuelos que eran de Coacuterdoba y fueron expulsados de Espantildea por una ley inicua hasta el presente y en todas estas sucesivas generaciones de honrados israelitas que constituyen mi familia ni uno solo ha abjurado la ley

-iexclNi uno solo -exclamoacute Gloria con amargo desconsuelo- iquestY crees que gozan de Dios

-Los que fueron buenos como lo es mi padre gozaraacuten de Eacutel por los siglos de los siglos -afirmoacute Morton con el acento de una conviccioacuten profunda- No no llenareacuteis con nosotros vuestro horrible infierno cristiano

-Siempre me he resistido a creer en el infierno -dijo Gloria con el espanto pintado en sus ojos- mas ahora se me figura que va a existir soacutelo para miacute esa caverna llena de llamas [312] iexclOh queacute horrible confusioacuten en mis ideas Si no hay infierno para nosotros dos para nosotros dos solos crearaacute Dios uno Daniel Pero no yo me salvareacute y te salvareacute Merezco arder en el eterno fuego si no te salvo iexclDaniel Daniel abre tus ojos ven a miacute

-Del modo que tuacute quieres que vaya es imposible -afirmoacute el extranjero con sombriacutea resolucioacuten

-Entonces di iquestqueacute palabra hay para vituperarte iquestCuaacutel es mi suerte ahora Veo que en tu religioacuten no hay conciencia

-Puedes leer en la miacutea como en un libro

-No hay la admirable virtud del arrepentimiento

-Si este es el dolor y la verguumlenza que causa el pecado yo puedo decir laquoSentildeor estoy encorvado estoy humillado en gran manera mi dolor estaacute delante de miacute continuamenteraquo

-No hay abnegacioacuten no hay la confesioacuten de los pecados

-Siacute porque yo digo laquoMis iniquidades han pasado mi cabeza como carga pesada se han agraviado sobre miacute Por tanto denunciareacute mi maldad congojareacuteme con mi pecadoraquo

-iquestDices que lea en tu conciencia -repitioacute Gloria- No no puedo leer nada en ella Todo lo veo oscuro como la noche como mi infancia [313] como estas tinieblas en que he caiacutedo para siempre Arrodiacutellate delante de ese Cristo y creereacute cuanto me digas

-No delante de ese profeta crucificado en quien no creo sino delante de ti a quien adoro me humillareacute -dijo Morton arrodillaacutendose y besando las manos de Gloria- iexclQue mi padre me maldiga y me arroje de su casa si no te muestro ahora mi conciencia toda tal como es y si te oculto miacutenima parte de la verdad Yo te vi y desde que te vi te ameacute Creiacute desde luego que mi naufragio era providencial y que Dios te destinaba a ser miacutea iquestQuieacuten sabe sus designios iquestQuieacuten lee en su libro Mi creencia en Eacutel es grande y fuerte en todo le veo y cuando falto a su ley maacutes terrible pero maacutes claro se me aparece Hice para ti un misterio de mi religioacuten y procediacute con egoiacutesmo porque conociendo el horror que inspiramos a los catoacutelicos no queriacutea destruir con una palabra la felicidad de que inundabas mi alma Sabiacutea que no me podiacuteas amar conociendo mi religioacuten y calleacute Cuando quise hablar ya no era tiempo te amaba demasiado estaba cogido en las redes

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de un insensato amor parece que mi vida toda dependiacutea de ti en el alma y en el cuerpo y descubrirme equivaliacutea al suicidio Entonces penseacute en los medios para conseguir [314] una unioacuten perpetua contigo pero el problema religioso me espantaba me volviacutea loco me aturdiacutea maacutes que los mil truenos del Sinaiacute y que todas las venganzas de Jehovaacute Al fin comprendiacute que no habiacutea solucioacuten Nuestro amor era una contradiccioacuten horrible entre Dios y la Humanidad un absurdo espantoso la idea absoluta de la irreconciliacioacuten y al entenderlo asiacute retrocediacute y saqueacute fuerzas de mi espiacuteritu para la separacioacuten que te aconsejeacute Huimos el uno del otro porque no teniacuteamos maacutes remedio que huir el uno del otro como la noche el diacutea Hasta aquiacute no es tan grande mi maldad

-Pero despueacutes

-Despueacutes Yo no habiacutea pensado quebrantar mi resolucioacuten Con el alma destrozada me disponiacutea a abandonar para siempre este suelo cuando los incidentes producidos por una obra de caridad que carece de importancia y meacuterito me obligaron a volver Yo no seacute coacutemo vine a tu casa pero no creo en la fatalidad y seguacuten mis ideas nada pasa sin la voluntad expresa del que con sus dedos hizo el mundo y formoacute los astros y las almas He sido juguete de misteriosas fuerzas Dios me envioacute sin duda para probarme y conocer el temple de mi espiacuteritu Caiacute no tuve rectitud caiacute como cayoacute David [315] he sido un malvado iquestqueacute quieres pero te amo te amo y esto me disculpa ante Dios y debe disculparme ante ti Mi pasioacuten ha sido maacutes fuerte que yo Confieso mi crimen Yo no protesto Pero quita de en medio la funesta disparidad de nuestras creencias y veraacutes cuaacuten gran parte quitas a mi iniquidad

-iexclOh no mezcles el nombre de Dios a esto no lo mezcles

-Yo digo laquoiexclTu justicia como los montes tus juicios abismo grande oh Jehovaacuteraquo Obra de Dios es este conflicto supremo El amor viviacutesimo que a entrambos nos inflama obra suya es Maldigamos pero iquesta quieacuten hemos de maldecir A Dios no es posible a nuestro amor tampoco Maldigamos a las edades de quienes esto es obra perversa

-Maldice a tu raza que sacrificando a Jesuacutes se imposibilitoacute para la redencioacuten -dijo Gloria con briacuteo- No creo en tu confesioacuten porque tu alma estaacute a oscuras Huye de miacute no me toques El mismo amor que te tengo y que no puedo echar de miacute aumenta mi horror

-iexclOh Gloria Gloria -exclamoacute lleno de dolor el hebreo- no consientas en ser inferior a miacute porque yo aborrezco el catolicismo y a ti te venero porque seacute distinguir entre tu falsa [316] creencia que desprecio y tuacute misma a quien pongo sobre todas las cosas de la tierra De entre los aacutengeles de la luz has sido escogida Me gloriacuteo en ti y si fueras mi esposa ninguna mujer existiriacutea en la tierra ni maacutes venerada ni maacutes amada

-iexclYo tu esposa tu esposa yo iquestqueacute dices -gimioacute Gloria- iexclYo tambieacuten sontildeaba eso Dios poderoso y lo sontildeaba creyeacutendolo posible iexclCoacutemo habiacutea de sospechar este horrible conflicto Dios me ha desamparado Dios me abandona para siempre

-Si el tuyo te deja -dijo Morton corriendo hacia ella- el miacuteo te recoge laquoiexclTus juicios oh Jehovaacute abismo granderaquo

-Deacutejame -gritoacute Gloria huyendo de eacutel- No me toques

Pero no pudo impedir que Morton la estrechara entre sus brazos Treacutemula y sobrecogida Gloria se arrodilloacute y abrazaacutendole los pies gritoacute con voz dolorida

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-Daniel Daniel miacuterame de rodillas ante ti miacuterame deshonrada perdida para Dios y para el mundo Por el amor que te tengo por el honor que perdiacute por el respeto a Dios y el instinto del bien que hay en tu alma te suplico que me saques de este infierno Hazte cristiano lava tu alma y con tu alma mi deshonra [317] Has hecho una ruina espantosa repaacuterala Quizaacutes esto sea un aviso del cielo Un gran pecado ha abierto a muchos los ojos iexclConvieacutertete si me amas seacute cristiano adora esa cruz y veraacutes coacutemo sientes sublimado tu espiacuteritu veraacutes cuaacuten pronto se llena del verdadero Dios

-Hagamos un pacto -dijo Morton levantaacutendola del suelo

-iquestCuaacutel

-Siacutegueme

-iquestYo a doacutende

-A mi casa

-iexclOh tuacute has perdido el juicio

-Siacutegueme

-Pues bien -dijo Gloria con entusiasmo- Recibe el agua del bautismo cree en Jesucristo y te sigo te seguireacute abandonaacutendolo todo cualquiera que sea la voluntad de mi familia te seguireacute aceptando mi deshonra iquestPuede darse mayor sacrificio Pero ganar un alma al reino de Jesucristo bien lo merece

-Mi pacto es de otro modo -prosiguioacute Morton con febril impaciencia- Cada cual trate de convertir al otro a su religioacuten Si tuacute vences sereacute catoacutelico si yo venzo seraacutes judiacutea

Gloria volvioacute el rostro con horror

-Eso no puede ser -dijo- la idea de no ser [318] cristiana me espanta maacutes que la de la condenacioacuten eterna

-Y yo no puedo ser cristiano no puedo

-Daniel -murmuroacute Gloria desfalleciendo de dolor- iquestpor queacute no me matas Busca un arma

-Gloria vida miacutea iquestpor queacute no me matas tuacute a miacute Yo soy el que debe morir tuacute no El criminal he sido yo no tuacute

-Ha llegado la ocasioacuten de morir

-Dios nos abandona

-No hay solucioacuten

-No hay solucioacuten en la tierra -dijo Daniel sombriacuteamente

-Ni en el cielo -antildeadioacute Gloria con desesperacioacuten dejando caer sus brazos sin aliento y cerrando los ojos porque las fuerzas todas de su espiacuteritu se habiacutean agotado

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Cayoacute de rodillas y apoyando la frente en el lecho oroacute en silencio Morton sentado en un silloacuten se oprimiacutea la abrasada frente entre las manos De improviso los dos se estremecieron y se miraron porque habiacutean sentido pasos [319]

- XXXVIII -

Job

Dejamos al bueno de D Silvestre mostrando lleno de orgullo las peras de su huerta mientras D Juan Amarillo se apoderaba cual ave de rapintildea del sentildeor de Lantigua llevaacutendole aparte para hablarle de un grave asunto

Digamos algo de este hombre cuyo apellido es de los que maacutes admirablemente se conforman con la persona Pasaba Amarillo de los sesenta antildeos y era un hombre despacioso metoacutedico hasta lo sumo muy casero gran rezador del rosario blando en su conversacioacuten atravesado en su mirar de cabeza generalmente inclinada hacia un lado como breva madura nariz de pico cabeza calva ojos negros sombreados de largas pestantildeas aacutesperas barba fuerte pero afeitada y todo el rostro amarilliacutesimo y reluciente como pergamino Su ocupacioacuten [320] era prestar con usura Era el banquero de Ficoacutebriga y a todos sacaba de apuros previo un intereacutes que jamaacutes pasoacute de cuarenta por cien Como se ve no debiacutea de ser de los peores en el arte

Con el dote que le llevoacute su esposa Teresita la Monja y con su buen manejo y economiacutea (pues fue econoacutemico en todo hasta en tener hijos) en cuatro lustros se hizo muy rico Teniacutea bastante amistad con D Juan de Lantigua una de las pocas personas de Ficoacutebriga a quienes jamaacutes prestoacute nada como no fuera atencioacuten Gozaba fama de ser hombre muy religioso lo mismo que su mujer gran atisbadora de vidas ajenas y tan fuerte en la vida y milagros de todo el mundo que soliacutean llamarla el confesonario de Ficoacutebriga

Amarillo tomoacute el brazo de D Juan y llevaacutendole por bajo un emparrado en sitio muy solitario le dijo

-Hace tiempo mi querido D Juan que deseaba hablar a usted de un asunto y no quiero dejar pasar maacutes tiempo

-iquestQueacute es ello -preguntoacute Lantigua algo alarmado por el tono misterioso que el otro don Juan tomaba

-Un asunto grave iquestQueacute opinioacuten ha formado usted de miacute como hombre veraz [321]

-Opinioacuten muy favorable

-iquestMe cree usted capaz de mentir

-No sentildeor ni por pienso

-iquestDe embrollar de calumniar de levantar cataacutelogos

-Nada de eso

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-Pues oiga usted la advertencia de un hombre honrado que le estima que se interesa por la honra de su casa

-iexclPor la honra de mi casa D Juan -exclamoacute Lantigua con enojo- iquestqueacute quiere usted decir

-Soacutelo los ojos de marido no son ciegos Sonlo tambieacuten los de los padres bondadosos y confiados

-No comprendo

-Pues acabareacute de una vez Debe usted vigilar mucho pero mucho a su hija

-iexclA Gloria -exclamoacute D Juan lanzando un grito

-A la sentildeorita Gloria -afirmoacute el judiacuteo cristiano- Ella es buena no lo dudo pero estaacute en la edad de las pasiones No encuentro yo vituperable que las muchachas tengan novio pero al menos que lo escojan catoacutelico

-D Juan iquestqueacute farsa es esa -dijo Lantigua ponieacutendose tan amarillo como su interlocutor [322]

-iquestMe cree usted capaz de decir una cosa por otra de faltar a la verdad y de mortificar inuacutetilmente a un amigo Cuando me atrevo a hablar a usted Sr de Lantigua es porque el hecho es cierto ciertiacutesimo Gloria ha tenido entrevistas con Daniel Morton

-iquestDoacutende cuaacutendo -preguntoacute Lantigua cambiando del amarillo enfermizo al rojo sanguiacuteneo

-En los pinos hace pocos diacuteas Con decir a usted que mi esposa lo advirtioacute primero y que despueacutes lo vi yo con mis propios ojos Como se dijo que Morton partiacutea yo me calleacute pero al oiacuter al sentildeor obispo que le habiacutea visto entrar en Ficoacutebriga me alarmeacute y dije laquoPues no pasa de esta tarde sin contarle todo al amigo D Juanraquo

-iexclPor vida de -exclamoacute Lantigua cerrando los puntildeos y apretando los dientes- que si no fuera verdad lo que usted me cuenta iquestQuieacuten lo ha visto quieacuten

-Mi esposa y otras personas de la villa Morton veniacutea a caballo de la capital de la provincia y dando un rodeo por los prados de la Pesqueruela para no entrar en Ficoacutebriga iba a los pinos donde le aguardaba

Despueacutes del primer arrebato vacilante entre la incredulidad y la alarma Lantigua cayoacute [323] en estupor profundo Sintioacute un dolor agudiacutesimo en el corazoacuten y no pudo decir palabra Pareciacutea que le habiacutean arrancado de repente la ilusioacuten de toda su vida y quedose como el santo aacuterabe Job cuando llegando un criado le dijo laquoTus hijos y tus hijas estaban bebiendo vino en casa del primogeacutenito Y he aquiacute un gran viento que vino del lado desierto e hirioacute las cuatro esquinas de la casa y cayoacute sobre los mozos y murieron y solamente escapeacute yo para traerte las nuevasraquo

Pero D Juan no rasgoacute su levita ni trasquiloacute su cabeza ni cayoacute en tierra antes bien reponieacutendose algo de la sorpresa si bien no de la pena deciacutea luego para siacute -Es mentira es mentira

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-Pero haremos bien en retirarnos dentro de la casa porque llueve amigo Lantigua -indicoacute Amarillo

En efecto lloviacutea Todos se metieron dentro huyendo del agua y los criados de D Silvestre retiraban a toda prisa la mesa y la vajilla expuestas a la intemperie

-Esto pasaraacute pronto -dijo el padre de Gloria mirando al cielo

-Yo creo -manifestoacute Romero- que tendremos una segunda edicioacuten de aquel famoso diacutea cuando sacamos a los naacuteufragos de a [324] bordo del Plantagenet iexclQueacute diacutea sentildeores Aquello siacute que era llover aquellas siacute eran olas Yo lo confieso tuve miedo

-Vaacutemonos -dijo de improviso el sentildeor de Lantigua indicando en su rostro una gran impaciencia

-iquestLloviendo Por Dios D Juan iquestqueacute prisa hay

-Yo me quiero marchar Peor seraacute esperar a que llueva maacutes y a que se haga de noche

-Como tuacute quieras -dijo D Aacutengel

D Silvestre mandoacute enganchar el coche de Lantigua

Cuando el coche estuvo preparado en el Soto de Brijaacuten arrecioacute de tal modo la lluvia que fue opinioacuten general esperar a que pasase la turbonada Los caminos estaban intransitables y el cochero de Lantigua asiacute como el del breck aseguraron que seriacutea milagro llegar a Ficoacutebriga sin que se rompiese alguna ballesta

-No importa -manifestoacute D Juan- Vaacutemonos

Pero en el mismo instante dijeron

-El puente de Judas se ha quebrantado y no puede pasar ninguacuten coche

-Hoy es diacutea de desgracia -gruntildeoacute D Juan hiriendo el suelo con el pie- iexclEl puente quebrantado Vean ustedes lo que son nuestros [325] ingenieros iexclQueacute Gobierno Con el dinero que se gastoacute en ese puente de palo se podriacutean haber hecho dos de soacutelida piedra

-No hay maacutes remedio que tener paciencia -dijo Su Ilustriacutesima con tranquilidad

-No hay maacutes remedio que marcharnos a pie -antildeadioacute D Juan- Es calamidad Ni siquiera tenemos paraguas

-iquestPero tuacute estaacutes loco iquestA doacutende vas -manifestoacute D Aacutengel deteniendo a su hermano

-iexclPor Dios D Juan no parece sino que arde la casa

El camino en realidad estaba intransitable y espumosos arroyos de fango y agua descendiacutean por las laderas

D Silvestre dispuso que un criado suyo llamado Francisquiacuten bajase a reconocer todo el camino hasta Ficoacutebriga Al poco rato volvioacute diciendo que estaba medianillo y que el puente se podiacutea pasar andando por eacutel con mucho cuidado

-iexclQueacute cobardes somos -exclamoacute Lantigua dirigieacutendose a la puerta

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Por segunda vez le detuvieron y he aquiacute que el cura dijo

-Maacutes vale que pasen ustedes aquiacute la noche Tengo buenas camas La crecida de la riacutea es espantosa y no vale la pena de que nos expongamos [326] a perecer Si subimos hasta Villamojada para pasar el puente de San Mateo tardaremos cinco horas lo menos porque el acarreo de mineral ha puesto la carretera como ustedes saben

Mucho costoacute persuadir a D Juan a que se quedara pero al fin lo consiguieron y se mandoacute a su casa el recado de que ya se tenemos noticia

Y he aquiacute que al volver Francisquiacuten dijo

-La sentildeorita Gloria esperaba muy alarmada pero ya estaacute tranquila

-iquestQuieacuten estaba alliacute -preguntoacute D Juan con viva ansiedad

-Roque D Amancio el de la botica Joseacute el cartero el maestro Rubino Germaacuten

-iquestY nadie maacutes

-Y el Sr Morton

Por el abrasado pensamiento de D Juan de Lantigua pasaron aquellas palabras del libro de Job laquoFuego de Dios cayoacute del cielo que quemoacute las ovejas y los mozos y los consumioacute solamente escapeacute yo solo para traerte las nuevasraquo

-iquestQueacute es eso D Juan le ha hecho a usted dantildeo la comida -preguntoacute D Silvestre a su amigo

iquestEstaacutes malo -le dijo el obispo observaacutendole carintildeosamente [327]

D Juan se habiacutea puesto verde

-A ver ese pulso -indicoacute D Silvestre que tambieacuten se las echaba de meacutedico

-Por fin -dijo uno de los compinches del cura que habiacutea venido de la capital de la provincia- cierto amigo que encontreacute en Villamojada y que acaba de llegar de Madrid me ha informado de la religioacuten de ese Sr Morton a quien D Juan ha nombrado Es nada menos que judiacuteo

Una exclamacioacuten de sorpresa y espanto sonoacute en toda la sala

-iquestEs eso verdad -preguntoacute Lantigua echando fuego por los ojos

-iexclTan verdad Daniel Morton es hijo de un riquiacutesimo israelita de Hamburgo rabiacute de la secta o como si dijeacuteramos el sumo sacerdote o el papa de los judiacuteos

-A pesar de eso no me pesa haberle salvado la vida -dijo con petulancia D Silvestre- porque estaacute escrito Bendecid a los que os maldicen y haced bien a los que os aborrecen iexclQueacute diacutea aquel

-Muy bien -afirmoacute el prelado estrechando la mano del cura- Asiacute me gusta

Despueacutes se quedoacute tan pensativo que pareciacutea una estatua

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-Mi opinioacuten -dijo D Juan Amarillo gravemente- [328] es que no se debe consentir en Ficoacutebriga la presencia de ese hombre

-No se debe consentir -antildeadieron dos o tres de los presentes

Entonces Su Ilustriacutesima habloacute asiacute

-Mientras el impiacuteo exista existiraacute la esperanza de traerle al buen camino Dios no revela a nadie los caminos de su justicia San Agustiacuten amigos miacuteos nos ensentildea que el impiacuteo estaacute sobre la tierra ut corrigatur ut per illum bonum exerceatur es decir para que se corrija para que el bien por razoacuten de eacutel sea hecho

D Juan de Lantigua se levantoacute diciendo con firmeza

-Yo me voy

Su tono indicaba una resolucioacuten tan firme que nadie se atrevioacute a contradecirle El obispo empezando a participar de la inquietud de su hermano antildeadioacute

-Pues yo tambieacuten me voy

-Iremos por Villamojada -indicoacute don Juan

-iexclQueacute temeridad -dijo D Silvestre en voz baja al joven del Horro- Cuando a este D Juan se le mete una cosa en la cabeza Y no estaacute nada bueno iquestNo ve usted queacute color se le ha puesto Tiene calentura [329]

- XXXIX -

El rayo

Gloria y Daniel Morton habiendo sentido pasos temblaron Ni uno ni otro se atrevieron a moverse Ninguno de los dos pudo articular una siacutelaba Conteniacutean el aliento Ambos deseaban ser aire impalpable e invisible para desaparecer

De repente la puerta abriose y aparecioacute D Juan de Lantigua Gloria lanzoacute un grito terrible No se sentiraacute mayor espanto cuando se oigan las trompetas del juicio y aparezca entre nubes de fuego el que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos

D Juan avanzoacute hacia su hija con el brazo levantado pero como si le faltara la tierra a sus pies cayoacute violentamente al suelo exhalando un gemido Su venerable cabeza cana rebotoacute contra el suelo [330]

D Aacutengel que veniacutea detraacutes Sedentildeo Gloria y Morton se abalanzaron al cuerpo del infeliz padre Lo examinaron pareciacutea muerto

Dieacuteronse voces de socorro y acudieron atropelladamente los criados Cuando levantaban a D Juan el prelado separoacute con vigorosa mano a Daniel Morton dicieacutendole

-iexclDeicida sal de aquiacute

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Por primera vez en su vida se habiacutea visto la ira en el semblante del glorioso hijo de Ficoacutebriga

El hebreo salioacute como un muerto que anda

En tanto vino el meacutedico y dijo que D Juan de Lantigua habiacutea sido atacado de una apoplejiacutea fulminante y que durariacutea pocas horas Sin embargo se aplicaron con actividad febril todos los remedios indicados para arrancar su presa a la muerte Habiacutea perdido por completo el conocimiento y solamente el pulso anunciaba los uacuteltimos congojosos esfuerzos de la desesperada vida

Gloria teniacutea en su remordimiento y en su dolor un peso tan grande que cuando la retiraron del lado del enfermo llevaacutendola a su cuarto no pudo salir de eacutel ni aun moverse De rodillas atoacutenita con los espantados ojos fijos en el suelo pareciacutea estatua de maacutermol esculpida [332] para conmemorar un gran desastre o representar la idea de la condenacioacuten eterna En su paroxismo de dolor oyoacute los luacutegubres pasos de los sacerdotes que subiacutean con el Oacuteleo Santo los sintioacute despueacutes bajar a punto que entraba por las ventanas la luz de una aurora maacutes triste que la loacutebrega y friacutea noche

Al fin Gloria vio aparecer a D Aacutengel que le dijo -Tu padre ha muerto

El santo hombre llevoacute ambos puntildeos a sus ojos y empezoacute a llorar como un nintildeo

FIN DE LA PRIMERA PARTE MADRID

Diciembre de 1876

Segunda Parte [5]

- I -

Serafinita y D Buenaventura de Lantigua

Lo que ahora se refiere ocurrioacute en Abril y en Semana Santa que vino aquel antildeo algo atrasada En cambio la primavera se adelantoacute tanto que San Joseacute trajo muchas flores la Encarnacioacuten maacutes y San Venancio entroacute lleno de rosas y claveles Pocas veces se habiacutea visto Ficoacutebriga tan bien engalanada para las festividades religiosas maacutes interesantes al alma y a los ojos del cristiano y ademaacutes de la placentera estacioacuten y del delicioso temple con que le favoreciacutea Naturaleza teniacutea aquel devotiacutesimo pueblo otros motivos de gozo

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Siacute sabedlo aquel antildeo habriacutea procesiones regocijo de que [6] estuvieron privados los anteriores a causa de la pobreza del clero y lastimosa decadencia del culto

Y aquel antildeo habriacutea procesiones porque ofrecieron costearlas de su bolsillo particular dos benemeacuteritos ficobrigenses el Excelentiacutesimo Sr D Buenaventura y la Sra Dordf Serafina de Lantigua hermanos de D Aacutengel y del difunto D Juan Crisoacutestomo que fallecioacute repentinamente el diacutea de Santiago del antildeo anterior En el capiacutetulo IV de la Primera Parte hicimos raacutepida mencioacuten de estas dos estimables personas mas no era entonces ocasioacuten de hablar mucho de ellas ahora siacute

-Venturita y la Serafina -deciacutea a sus amigas en el poacutertico de la Abadiacutea la esposa de don Juan Amarillo- han venido a Ficoacutebriga con el objeto que todos sabemos y cuanto digan de arreglar la testamentariacutea del Sr D Juan es farsa y enredo Aquel desgraciado sentildeor aunque murioacute como si le partiera un rayo dejoacute sus intereses y sus papeles en orden completo Pero es preciso decir algo para que el puacuteblico no se fije en la verdad iexclAh la verdad iexclBienaventurados los que como yo la ponen por encima de todas las cosas Y la verdad es que

Y al decir esto Teresita la Monja susurraba [7] al oiacutedo de sus amigas siacutelabas misteriosas Sonreiacutean persignaacutendose las sentildeoras y acto continuo entraban todas en la iglesia porque las misas iban a empezar

En efecto D Buenaventura y su hermana habiacutean ido a Ficoacutebriga (esta en Septiembre del antildeo anterior y aquel en Marzo del que corriacutea) para asuntos no relacionados con la testamentariacutea del Sr D Juan iexclY queacute excelentes personas eran uno y otro Verdad es que trataacutendose de aquella privilegiada y sin igual familia no pueden sorprender a nadie las perfecciones morales y altas prendas del alma que pareciacutean vinculadas en ella como en otras el superior ingenio o la belleza

Serafinita seguiacutea en edad al difunto don Juan El obispo era el primogeacutenito y D Buenaventura el maacutes joven Este era feliz esposo y feliciacutesimo autor de numerosa prole en cambio su hermana era viuda y no teniacutea ni habiacutea tenido nunca hijos Distinguiacutease la noble sentildeora por una semejanza tan peregrina con don Aacutengel que verla a ella era ver a Su Ilustriacutesima vestido de mujer con un peinado entre antiguo y moderno traje negro sin pretensiones de elegancia pero tambieacuten sin abandono alguna vez guantes negros de hilo mantoacuten negro y anillo negro en uno de los colorados y [8] regordetes dedos de su mano derecha En diacuteas de Nordeste que es un viento muy amigo de las neuralgias soliacutea centildeir fuertemente su cabeza con un pantildeuelo negro y pegarse en las sienes negros parchecillos Cuando las humedades la haciacutean claudicar de la pierna izquierda a causa de la detestable propensioacuten al reuma adquirida antildeos atraacutes se apoyaba en un bastoacuten negro En los diacuteas serenos y templados que convidaban a gozar de la Naturaleza y confiarse sin miedo a ella iba a dar una vuelta por la orilla del mar en compantildeiacutea de Francisca Sentaacutendose en cualquier pentildea sacaba del hondo bolsillo la labor que jamaacutes olvidaba y picoteando con las agujas se poniacutea a trabajar en una media negra

Teniacutea el semblante agraciado y tranquilo tentildeidas las mejillas de leve rosicler mustio como de flor tiempo ha tronchada Lo mismo que en el sentildeor Prelado en ella la sonrisa era el signo maacutes elocuente y sostenido del lenguaje de su cara y sus hermosos ojos claros que habiacutean visto tanto mundo y llorado tantas penas reluciacutean con cierta expresioacuten festiva entre las negruras de que estaban rodeados Del mismo modo el alma de Serafinita se sosteniacutea confiada y valerosa con el admirable temple que dan la

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conciencia pura y una creencia inmutable en medio de las borrascas de su amarga [9] vida y estas habiacutean sido tantas que ninguna otra mujer padecioacute maacutes que ella

De su matrimonio puede decirse como del infierno cristiano que habiacutea sido el conjunto de todos los males sin mezcla de bien alguno El hombre con quien se casoacute por compromisos de familia reuniacutea en su alma proterva todas las maldades vicios y groseriacuteas imaginables y era libertino disipador cruel falso tramposo La pobre Serafinita sufrioacute con resignacioacuten malos tratamientos infidelidades escaseces y molestias a que no estaba acostumbrada presencioacute escaacutendalos vilezas vergonzosas intervenciones de la justicia rintildeas estafas y por uacuteltimo padecioacute la mayor humillacioacuten y la pena maacutes aguda al ser maltratada salvajemente por aquel monstruo Horror causa referirlo Un diacutea el baacuterbaro esposo la abofeteoacute puacuteblicamente Otro diacutea en la intimidad de la casa la arrastroacute por los cabellos La admirable entereza y resignacioacuten de virtud tan modesta le enfureciacutea maacutes como si en el heroico silencio de ella oyera terribles anatemas de su vil conducta En aquella lucha horrible a la humillada viacutectima perteneciacutea el grandioso valor la cobardiacutea al verdugo victorioso Al fin Dios introdujo en la casa su mano justiciera El marido cayoacute enfermo con lepra repugnante La esposa abofeteada y arrastrada [10] viendo llegar la ocasioacuten propicia de su venganza tomola con arreglo a la idea evangeacutelica tan arraigada en su alma es decir que le abrumoacute a carintildeos le abofeteoacute con cuidados y le clavoacute en la cruz de la maacutes dulce solicitud y ternura Aseguran que el infame murioacute convertido y Serafinita hablando de aquella muerte deciacutea

-El Demonio me lo entregoacute a miacute y yo le entregueacute a Dios Buen chasco te has llevado Sataacuten

Al enviudar manifestoacute deseos de retirarse del mundo consagrando sus diacuteas al amor de Dios y en verdad aquel trabajador habiacutea hecho bastante en la vintildea y mereciacutea jornal y descanso pero la muerte de D Juan con las horribles circunstancias que la acompantildearon impidieron su santo proposito Dios deciacutea a Serafinita laquoTodaviacutea te necesito en el mundo alguacuten tiempo maacutesraquo De la puerta del convento marchoacute a Ficoacutebriga

D Buenaventura teniacutea poca semejanza en lo fiacutesico con sus tres hermanos mas por lo bueno y honrado y cabal se conociacutea muy bien en eacutel la casta de Lantigua Era el menos guapo asiacute como D Juan habiacutea sido el maacutes hermoso En cambio pareciacutea ser el maacutes feliz Dedicado a los negocios de banca habiacutea sabido acrecentar [11] su fortuna y viviacutea holgadiacutesimamente muy estimado de todo el mundo en el seno de una familia ejemplar que se divertiacutea cuanto era posible sin ofender a Dios Ademaacutes D Buenaventura no habiacutea declarado la guerra a la generacioacuten presente como su hermano teniacutea un caraacutecter maacutes franco humor maacutes tolerable conciencia menos rigorista pensar maacutes elaacutestico aunque mucho menos brillante facultad de adaptacioacuten que aquel no conociacutea y a causa de estas prendas que cada cual juzgaraacute como mejor le acomode y del lisonjero estado de sus asuntos y de la bienaventuranza que por doquier le sonreiacutea inclinaacutebase a creer que el mundo no iba tan mal como alguien deciacutea ni que la sociedad presente era la maacutes ruin y execrable de las sociedades posibles

La muerte de D Juan a quien amaba con delirio hizo en su espiacuteritu el maacutes desastroso efecto y la desgracia de su adorada sobrinita le teniacutea sin consuelo En Marzo del antildeo siguiente a la cataacutestrofe llegoacute a Ficoacutebriga Sus paisanos se alegraron de verle y corrioacute la voz de que D Buenaventura proyectaba algo muy interesante para su familia y para el buen nombre de su hermano difunto y deshonrado iquestEra esto verdad No queda

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duda de que su mente trabajaba Veiacuteasele pasear por la playa o detenerse [12] largas horas en el cementerio examinando el sepulcro que se estaba construyendo para su hermano o vagar solo por los alrededores de la casa huyendo de toda amistosa compantildeiacutea con las manos a la espalda la cabeza inclinada fijos los ojos en el suelo ligeramente fruncido el centildeo lento el paso A ratos alzaba semblante y miraba hacia el cielo como quien va a preguntar algo mas volviacutea pronto a leer en la tierra sin duda por no haber recibido contestacioacuten

Vestiacutea coacutemodo traje negro calzando zapatos de cuero amarillo a prueba de arenas y lodos por cuya combinacioacuten de colores los holgazanes de Ficoacutebriga que pasaban su vida murmurando en la botica deciacutean al ver a don Buenaventura laquoahiacute viene el mirloraquo Era su cuerpo alto y no fornido un poco echado hacia adelante sin duda por el haacutebito de vivir largas horas sobre los libros en el escritorio Su rostro sin dejar de ser harto comuacuten era muy agradable uno de esos rostros mundanos que parecen hechos para el saludo y el comercio social y que siempre apareciacutea pulcramente afeitado pues en los varones de aquella familia el aspecto eclesiaacutestico era como una tradicioacuten Apenas habiacutea algunas canas en su cabeza y de su cuello pendiacutean lentes azules que usaba en [13] diacuteas muy claros porque sus ojos ya que no lloraban por penas lloraban por la luz meridional Rara vez usaba bastoacuten y las manos por lo comuacuten se volviacutean hacia atraacutes se juntaban se acariciaban daacutendose cordiales apretones como dos buenas amigas

Asiacute era D Buenaventura de Lantigua Cierto diacutea (precisamente el viernes de Dolores) al volver de una diligencia encontroacute a su hermana que sentada en un banco del jardiacuten trabajaba en su media negra Ambos hablaron [14]

- II -

Lo que dijeron

-iquestTampoco hoy ha querido salir -preguntoacute D Buenaventura

-Tampoco -repuso Serafinita sin levantar la vista de su obra- iexclPobrecilla Hazte cargo Ventura de coacutemo estaraacute su espiacuteritu Ni seacute yo coacutemo vive ni seacute coacutemo no ha muerto de tristeza de dolor de verguumlenza

-Pues es preciso -dijo eacutel con entereza- que no muera de ninguna de esas tres cosas sino que viva

-iexclVivir -exclamoacute Dordf Serafina suspirando- Siacute ese es nuestro deber iexclAy para algunos es una obligacioacuten bastante pesada Yo comprendo la angustia de esa infeliz hija de mi hermano iexclpobre flor tronchada por el baacuterbaro pie del asno que en un momento de descuido entroacute en el jardiacuten No no he conocido en [15] mi ya larga vida ejemplo semejante ni hay otra caiacuteda que a esta se iguale como no sea la de Satanaacutes Y no me digas que tiene remedio en el orden mundano Ventura Tuacute has perdido el juicio y si insistes en que esto puede arreglarse

-Para todo hay remedio en el mundo -replicoacute D Buenaventura tomando una silla de hierro y sentaacutendose frente a su hermana

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-Ventura -dijo Serafinita alzando los ojos de la obra negra- recuerda bien lo que nos manifestoacute nuestro bendito hermano al partir para Roma en Enero

-Lo recuerdo bien

-Nos dijo estas mismas palabras laquoQueridos hermanos en el asunto de la pobre Gloria obrad con arreglo a las ideas de nuestro idolatrado Juan Crisoacutestomo que estaacute en el cielo Haced lo que eacutel habriacutea hecho si hubiera sobrevivido a la horrenda cataacutestrofe de su honor Inspireacutemonos en su recuerdo seamos herederos fieles de su conducta ya que no podemos serlo de su inteligencia poderosa En Roma no olvidareacute este espantoso asunto y cuando vuelva espero traer alguna luzraquo

-Eso dijo siacute -repuso D Buenaventura- Yo creo que el mejor modo de proceder con arreglo al pensamiento del pobre Juan es hacer [16] lo que nos inspire nuestra conciencia Juan habriacutea hecho lo mismo

-iexclLa conciencia -exclamoacute Serafinita moviendo la cabeza- Esa palabra por decirlo todo a veces no dice nada iexclLa conciencia iexclAy Ventura yo veo a la tuya inclinada a ciertos acomodamientos maacutes deshonrosos que la misma deshonra que pretenden evitar la veo dispuesta a eso que el mundo llama transaccioacuten justo medio o no seacute queacute Pieacutensalo bien y di si en este caso horrible puede hacerse maacutes que aceptar el golpe que el Sentildeor se ha dignado descargar sobre nuestra familia abrumaacutendola de vilipendio dime si es posible otra cosa maacutes que sucumbir gimiendo y llorar nuestra deshonra haciendo todo lo posible para que no se divulgue lo que no debe divulgarse

-Todo seraacute del dominio puacuteblico

-No -dijo vivamente Serafinita con cierto orgullo- Hay algo que no se sabraacute nunca al menos por ahora Mi prudencia responde de ello mi discrecioacuten me asegura que en eso no picaraacuten las viperinas lenguas de Ficoacutebriga

-Tambieacuten en eso

-Pues sea como quieres Si Dios dispone que la verguumlenza aumente aumentaraacute Estoy preparada a todo Ya nada me espanta El Sentildeor [17] ha querido probarnos iexclBendita sea su mano

-iexclBendita sea -replicoacute D Buenaventura

-No tuacute no puedes decir eso -objetoacute vivamente Serafinita- Tuacute no puedes bendecir la mano que nos ha herido porque quieres rebelarte contra ella quieres hacer ahiacute unas composturas y unos amasijos y unas combinaciones sutiles de que no puede resultar nada bueno para la conciencia ni para la fe cristiana iquestA queacute aspiras tuacute Vamos a ver diacutemelo claramente

-A lo que se aspira siempre cuando ocurren estas desgracias en una familia honrada -repuso D Buenaventura con flemaacutetico acento

-Si el caso presente fuera como otros muchos que vemos un diacutea y otro en nuestra sociedad pase -dijo la sentildeora sintieacutendose fuerte con sus argumentos- pero ya sabes que desde que el mundo es mundo Ventura no ha ocurrido un caso como este al menos en Espantildea Se podriacutea creer que Dios ha enviado tan singulariacutesimo y horrendo suceso como una especie de aviso con el cual quiere advertir a los espantildeoles los conflictos dolorosos que les esperan

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-Hermana -dijo D Buenaventura interrumpieacutendola- sin quererlo tal vez has dicho una cosa muy sabia [18]

-No te burles -repuso Serafinita rascaacutendose tras de la oreja con una de las agujas- lo que quiero decir es que si el caso que estamos llorando fuera como otros Estoy cansada de ver nintildeas caiacutedas en un momento de debilidad por una ilusioacuten funesta pero hijo la ley la religioacuten y la misericordia paterna hallan medio de arreglar estas cosas entre nosotros

-iquestY por queacute no hemos de aspirar ahora a un resultado semejante

Serafinita miroacute con estupor a su hermano dejando caer la media negra sobre sus rodillas

-iexclEstaacutes loco -exclamoacute- Ventura Ventura ten presente que para que caiga la bendicioacuten del cura sobre este nudo horrible y lo desate y lo ate despueacutes como es debido es preciso que Dios deshaga el mundo y vuelva a hacerlo de otro modo que veamos desbaratada pieza por pieza la sociedad actual con sus creencias sus castas sus leyes y vuelta a armar despueacutes conforme a tu gusto y capricho

-Puede ser que quedara mejor -dijo don Buenaventura sonriendo y balanceaacutendose en la silla

-Pues anda pon tu mano en la obra enmienda la hechura de Dios y de tantos siglos

-En suma querida hermana -manifestoacute [19] Lantigua resueltamente- yo no quiero enmendar la obra de Dios ni volver el mundo del reveacutes Reconozco la fuerza del argumento terrible que acabas de hacerme iquestPero no es lo maacutes prudente y lo maacutes cristiano tentar todos los medios antes de declarar irreparable esta desgracia Todo el dantildeo producido en las esferas de lo humano es humanamente susceptible de ser remediado

-Esos remedios estaacuten en tu imaginacioacuten Pareces un nintildeo Ventura No siendo posible que una religioacuten falsa y otra verdadera se mezclen y confundan como el agua y el vino que se echan en un vaso no siendo posible que nuestra santa fe catoacutelica transija en esto ni se humille ante las mentiras sacriacutelegas de una secta infame ignoro coacutemo vas a componer tu acomodo

-Precisamente deseo intentar algo que proporcione un gran triunfo a nuestra santa fe catoacutelica -dijo D Buenaventura

-iquestQueacute iquestConvertirle Me pareces tonto Lo que nuestro bendito hermano no pudo conseguir iquesthas de lograrlo tuacute iexclAh Como no intentes su conversioacuten por la viacutea de los negocios El corazoacuten de esa gente se ha de ablandar maacutes por las emociones del agio que por los sentimientos religiosos [20]

-Cuando mi hermano intentoacute convertirle no existiacutean para eacutel las poderosas razones sociales los graves compromisos de honor de dignidad de delicadeza los deberes de humanidad

-iexclHonor dignidad delicadeza humanidad Probablemente no entenderaacute ese lenguaje el que ha causado nuestra ignominia

-Esta es lengua universal En fin querida hermana pronto saldremos de dudas

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-iquestCoacutemo

-Oyeacutendole

-Pues queacute -exclamoacute Serafinita con terror- iquestEse hombre

-Va a llegar Le he llamado yo

-iexclVentura Ventura

Serafinita no pudo decir maacutes Era incapaz de coacutelera pero su corazoacuten se llenoacute de pena Emprendiendo con freneacutetica actividad su obra fijaba sus animadas pupilas en las puntas de las dos agujas que rozaacutendose con fuerza pareciacutean las espadas de irritados duelistas que se batiacutean furiosamente Despueacutes de un rato de silencio Serafinita dijo

-iexclVentura Ventura iquestHas escrito al hebreo

-Siacute y vendraacute

-Tal vez no Ya sabes que en Diciembre [21] estuvo aquiacute y nuestra sobrina no quiso recibirle

-Ya lo seacute

-Y que le ha escrito muchas cartas

-Sin que ella se haya dignado leerlas Tambieacuten lo seacute

-Pues ahora tampoco le recibiraacute

-Allaacute lo veremos No creo que mi vida a Ficoacutebriga sea en balde ni que mi autoridad sea una irrisioacuten -dijo Lantigua demostrando gran confianza en la eficacia de su voluntad

-Querido hermano tuacute has olvidado la recomendacioacuten de Aacutengel

-No ya seacute que nos dijo laquoHaced lo que hariacutea Juan Crisoacutestomo si vivieraraquo

-iquestY tuacute crees -preguntoacute Serafinita con expresioacuten de triunfo pensando que su argumento no teniacutea reacuteplica- tuacute crees que nuestro hermano habriacutea escrito a ese hombre rogaacutendole que viniera

-No lo seacute Juan no pudo pronunciar una sola palabra sobre su deshonra Murioacute Callado

-Juan no murioacute de apoplejiacutea -manifestoacute con emocioacuten muy honda Dordf Serafina- murioacute de ira que tambieacuten la indignacioacuten mata Su pensamiento se abrasoacute su alma huyoacute escandalizada del cuerpo en un instante horrible El cielo desplomoacutesele encima Me parece que oigo la iacutentima exclamacioacuten de su espiacuteritu al volar [22] temblando de este mundo Ventura Ventura inspiacuterate en nuestro hermano muerto por su deshonra identifiacutecate con eacutel y represeacutentate aquel instante tremendo su sorpresa su terror su congoja de padre amantiacutesimo y de catoacutelico ferviente haz un esfuerzo y procura creer que tuacute eres eacutel mismo y no tuacute que eacutel ha resucitado en ti

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-Inspiraacutendome en mi conciencia -dijo serenamente el banquero- creo inspirarme en eacutel

Y levantaacutendose echoacute ambas manos a la espalda y encorvoacute ligeramente el cuerpo y se puso a pasear por el jardiacuten de un aacutengulo a otro sin apartar la vista de la arena que crujiacutea bajo sus amarillos zapatos Serafinita desbaratando un gran trozo de media negra que estaba detestablemente hecho empezolo de nuevo [23]

- III -

Cosas que se ignoran y otras que se saben y deben decirse

La casa no estaba lo mismo que el antildeo anterior El jardiacuten hallaacutebase bastante descuidado creciendo en eacutel o con excesiva libertad o sin la carintildeosa esclavitud del jardinero las flores de primavera que ornaban sus verdes cuadros Los arbustos y aacuterboles de sombra los recortados setos las enredaderas de mil brazos el ceacutesped y los tiestos viviacutean angustiadamente bajo el imperio del olvido En cambio los caracoles sacaban el vientre de mal antildeo en aquellos meses y se extendiacutean cual inmenso rebantildeo jamaacutes saciado por todo lo verde subiendo por los tallos arriba hasta llenar de inmundas babas la maacutes alta hoja que tal es el oficio de estos ministros de la envidia Algunos teniacutean tal descaro que se subiacutean por las faldas [24] de Dordf Serafina y la observaban con sus ojuelos y moviacutean ante ella sus expresivos tentaacuteculos como diciendo laquoiquestqueacute habraacute venido a hacer aquiacute esta buena sentildeoraraquo

En lo exterior de la casa los desperfectos causados por el uacuteltimo invierno no habiacutean sido reparados Faltaban pedazos de yeso y molduras Por no hallarse en buen estado los canalones existiacutea en la pared de Levante una gran mancha de humedad al modo de sombra irregular y compleja que casualmente pareciacutea representar una figura o monstruo de muchas patas y amenazante boca La veleta se habiacutea doblado con los poderosos bofetones del huracaacuten y la flecha desquiciada y sin movimiento sentildealaba siempre al Norte Estaba muerta

Dentro podiacutean notarse asimismo los tristes efectos del abandono Algunas piezas no habiacutean sido abiertas en mucho tiempo El reloj de gran esfera y resonante timbre que estaba en el vestiacutebulo para advertir a todos los de la casa la hora de las obligaciones de los placeres del descanso y del trabajo habiacutea enmudecido y su rostro mofletudo que tan bien sabiacutea responder antes a los que le preguntaban cosas del tiempo no expresaba ya nada como no fuera la inmovilidad y el teacutetrico silencio de la muerte [25] En vano D Buenaventura tratoacute de ponerle en movimiento con el dedo ora impulsando las agujas ora el peacutendulo El reloj daba dos o tres latidos dos o tres pulsaciones quejumbrosas y volviacutea a caer en su hondo letargo Habiacutea en la quietud de sus agujas sobre la blanca esfera numerada algo semejante a entornados paacuterpados y a respiracioacuten sosegada y profunda Vieacutendole veiacutease a uno que duerme

En las habitaciones altas habiacutea otro de chimenea que habieacutendose hecho bufoacuten reiacutea de los grandes chascos que daba a sus amos y del trastorno que produciacutea Su conducta era maacutes propia de un pillete que de un reloj Asiacute cuando eran las seis eacutel marcaba y tantildeiacutea las once o vice-versa y a veces se tragaba medio diacutea lindamente o se empentildeaba en

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hacer creer que el sol saliacutea despueacutes de misa mayor Siempre que esta buena pieza le daba un bromazo deciacutea Francisca tristemente

-Anda hijo anda no eres tuacute solo el que disparata Como tuacute van todas las cosas de esta casa

Las habitaciones de D Juan su alcoba y su despacho habiacutean estado cerradas hasta que llegoacute D Buenaventura que tomaacutendolas para siacute pasaba alliacute largas horas ordenando los manuscritos y cartas de su hermano y completando [26] el cataacutelogo de la biblioteca Serafinita viviacutea en la planta baja por ser enemiga de escaleras y Gloria continuaba morando en su habitacioacuten primitiva Pero haciacutea muchos meses que los habitantes de Ficoacutebriga no habiacutean visto a la sentildeorita de Lantigua en la calle ni en el jardiacuten ni en los balcones Los mismos criados de la casa a excepcioacuten de las dos mujeres tampoco la habiacutean visto iquestDoacutende estaba iquestQueacute hacia No faltoacute en Ficoacutebriga quien asegurase que la sentildeorita de Lantigua se habiacutea vuelto fea ni quien dijese que se habiacutea vuelto loca Sus tiacuteos deciacutean que estaba enferma de cuerpo y de espiacuteritu Teresita la Monja enunciaba con su sibiliacutetico labio mil abominables cosas y ninguacuten ficobrigentildeo pasaba por el camino real ni por la plazoleta sin mirar a las tristes ventanas cerradas tambieacuten cual ojos de durmiente y decir para siacute laquoiquestqueacute haraacuteraquo

Durante algunos meses Gloria habiacutea sido objeto de comentarios diversos Bastante trabajoacute la curiosidad en aquellos diacuteas muchiacutesimo la envidia Se queriacutea demostrar que las grandes reputaciones son casi siempre usurpadas que no hay nada superior ni sublime que todo es pequentildeo y miserable que las flores no son flores sino fango que el diamante no es luz solidificada sino carboacuten en fin que todos somos [27] iguales y que si alguno sube mucho por hipocresiacutea o arte mundano debe bajar y ponerse al nivel de los demaacutes restableciendo la armoniacutea del vulgo tan necesaria a la de los mundos

iquestTeniacutea razoacuten la plebe iquestQuieacuten puede decirlo sin conocimiento de cosas y personas La sentildeorita se oculta de todo el mundo se esconde de todas las miradas haciendo de su vida un misterio impenetrable y como el laborioso insecto ha tejido un capullo y se ha quedado dentro con intencioacuten sin duda de no salir sino con alas o sea en espiacuteritu Si penetramos en la casa no nos es posible llegar hasta ella porque los criados detienen a todo intruso Hasta el taciturno reloj del vestiacutebulo parece decir con su torvo silencio laquoiquesta doacutende vas insensato Aquiacute ya no hay nadaraquo Creemos sentir leves pasos sobre el entarimado superior Son sin duda los pasos de la sentildeorita pero no son los de un gatito que juega Aunque ponemos gran atencioacuten no conseguimos oiacuter su voz que ha querido extinguirse para siempre como la del reloj creyeacutendose indigna de sonar entre los vivos

Atrevidos subimos mas no nos es posible verla tampoco La puerta de su habitacioacuten estaacute cerrada Por la noche si la sorprendemos por breve instante abierta descubrimos [28] vaga sombra de una cabeza sobre la pared La cabeza se mueve es ella sin duda pero convertida en leve mancha oscura sin alma y sin vida Si hay conversacioacuten dentro de la alcoba percibimos aguzando mucho el oiacutedo el vago silbido de las eses que se destacan sobre la pronunciacioacuten castellana como la espuma sobre las olas Nada maacutes puede oiacuterse en aquel murmullo lejano

Si continuamos observando vemos al traveacutes de la puerta que no ha sido bien cerrada suacutebita claridad rojiza que se extingue pronto No hay duda de que la sentildeorita ha quemado un papel Por Roque que dice todo lo que sabe sabemos que Gloria ha recibido poco antes una carta con sellos encarnados que no son los de Espantildea Despueacutes

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sale Francisca entra D Buenaventura y se entabla nueva y maacutes viva conversacioacuten que dura hasta hora muy avanzada Pero no podemos atrapar sino las fluctuantes eses que marcan y nada dicen solas D Buenaventura se retira al fin meditabundo como siempre oacuteyese el rumor de los perezosos rezos que preceden al suentildeo y sale despueacutes Serafinita tranquila y miacutestica como un santo que baja de su nicho para pasearse Luego se siente el chasquido de la llave iexclAdioacutes La sentildeorita se ha encerrado duerme y envuelta en delicada [29] nube de silencio de oscuridad de reposo ha lanzado su espiacuteritu a las zonas infinitas Avancemos apliquemos nuestro oiacutedo indiscreto al hueco de la llave iquestOiacutes algo Nada Quizaacutes un rumor maacutes tenue que el de las alas del maacutes pequentildeo insecto batiendo en el aire una leve cadencia que no sabemos si es la respiracioacuten de Gloria o el aliento de su Aacutengel de la Guarda que vela con la mano puesta sobre la frente de ella

Un diacutea que era saacutebado de Pasioacuten el narrador espioacute tambieacuten A la escalera llegaba gratiacutesimo olor de claveles y rosas accidente relativo a ella que pareciacutea ella misma La sentildeorita estaba haciendo un ramo Si nos hubieacuteramos hallado en el jardiacuten habriacuteamos sentido ligero ruido en la persiana alta y alzando la cabeza con la prontitud del curioso habriacuteamos visto una mano que en breve instante aparecioacute y huyoacute despueacutes de arrojar palos de flores y ramitas inuacutetiles Aquella mano era la misma que muchiacutesimos diacuteas antes habiacutea empujado la puerta de la casa para no dejar entrar a un hombre En cuanto a la cara soacutelo la vieron los paacutejaros alineados como tropa en el alambre o los que volando o piando pasaban

Francisca bajoacute por maacutes flores y Dordf Serafina subioacute llevando unos alheliacutees que ella misma cogiera Oyeacuteronse los tijeretazos cortando los [30] palos demasiado largos en el tronco del ramo Ni el mismo Roque que todo lo sabe sabiacutea para quieacuten eran aquel ramo

Pronto lo sabremos nosotros Era media tarde cuando entraron y se reunieron en el comedor D Buenaventura y los dos personajes de maacutes peso en la repuacuteblica ficobrigense Bien se comprende que no podiacutean ser otros que don Silvestre Romero y D Juan Amarillo este uacuteltimo elevado poco antes a la categoriacutea de alcalde con lo cual su respetabilidad que ya era grande se habiacutea remontado a lo sublime

D Silvestre a poco de estar en el comedor subioacute con objeto de ver a su amada penitente como eacutel deciacutea Era de los pocos que gozaban el privilegio de visitarla Quedaacutendose solos don Buenaventura y el digno alcalde este habloacute a su amigo de los uacuteltimos acuerdos del Ayuntamiento referentes a las procesiones de Semana Santa costeadas por el generoso banquero y que debiacutean ser dos a la usanza antigua la del Salvador el Domingo de Ramos y la del Crucificado con dos pasos maacutes y la Dolorosa el Jueves A todo dijo ameacuten D Buenaventura mas no se mostroacute muy gozoso cuando el representante de la autoridad municipal le hizo saber que a eacutel al propio sentildeor de Lantigua correspondiacutea lugar muy honroso en ambas procesiones [31] debiendo en la del Salvador acompantildear a la sagrada imagen propiedad de la esclarecida familia

Pero debemos decir que esto y otras cosas municipales de que habloacute el insigne Amarillo como el acuerdo recieacuten tomado por el Ayuntamiento de llamar en lo sucesivo plaza de Lantigua a la plazoleta de la Charca y colocar una corona en el sepulcro que se estaba labrando al Sr D Juan no fueron sino pretextos que el alcalde tomaba para hablar de un asunto de viviacutesimo intereacutes para eacutel Desde la cataacutestrofe del diacutea de Santiago corrioacute por Ficoacutebriga la voz de que la desgraciada joven antantildeo llamada joya de aquella villa entrariacutea en un convento y que la familia pensaba vender la casa por ser muy

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antipaacuteticos para ella los lugares de su desgracia y deshonor Enunciada esta idea D Juan Amarillo que era como sabemos duentildeo de copiosos caudales ganados Dios sabe coacutemo concibioacute la feliciacutesima idea de adquirir tan hermosa finca y establecerse en ella hacieacutendola trono de su omnipotencia y de la gran superioridad que sobre toda la redondez de Ficoacutebriga habiacutea adquirido

La idea culminante la idea madre de todas las ideas de D Juan Amarillo era esta laquoser el primer personaje de Ficoacutebrigaraquo [32]

La idea cardinal que gobernaba toda la maacutequina intelectual de Teresita la Monja era esta laquoser la primera sentildeora de Ficoacutebrigaraquo

La presencia de los Lantiguas en aquel pueblo que por tradicioacuten les veneraba era grandiacutesimo estorbo porque la villa obedeciacutea aquella ley que dijo laquono serviraacutes a dos sentildeoresraquo Pero si los Lantiguas se marchaban despueacutes de que la joya fuese guardada en el estuche de un convento iexcloh indudablemente la dinastiacutea de Amarillo reinariacutea ya sin rival entre el mar y la Pesqueruela entre el cerro de Dordf Fronilde y Monteluz El coronamiento admirable de esta idea su representacioacuten simboacutelica era la adquisicioacuten del palacio en que los Lantigua habiacutean morado

Ambos esposos viviacutean desasosegadamente esperando saber lo que se determinariacutea por cuya inquietud no cesaba D Juan de hacer indiscretas preguntas al banquero Aquel diacutea repitioacute sus proposiciones para quedarse con la casa pero D Buenaventura no pudo contestarle nada categoacuterico

-Pronto creo que dareacute a usted una contestacioacuten terminante -dijo el banquero- Esto ha de decidirse pronto pero muy pronto

En esto oyeacuteronse acompasados taconazos en la escalera que retemblaba cual si un gigante [33] bajara por ella Era D Silvestre que volviacutea de su visita trayendo un gran ramo de flores entre cuyas frescas hojas hundiacutea cada rato su carnosa y sensual nariz para aspirar la fragancia de ellas

-La encuentro -dijo el cura- mucho maacutes animada Mejor color menos tristeza algunas ganitas de hablar intereacutes por las cosas en fin resucita la pobre resucita poco a poco

-Asiacute me parece a miacute -indicoacute D Buenaventura demostrando la importancia que daba al bienestar de su sobrina- Si Dios quisiera apiadarse de ella y de todos nosotros

-Vean ustedes queacute hermoso ramo me ha dado -dijo el cura acercaacutendolo a la picuda nariz de D Juan Amarillo que olioacute por espiacuteritu de adulacioacuten- Es para el Salvador para la histoacuterica imagen de los Lantiguas Se lo pondremos en las alforjas al borriquito

-Ya el Sr D Buenaventura -manifestoacute Amarillo levantaacutendose- estaacute conforme en dar realce con su presencia a ambas procesiones

-Pasaremos por aquiacute Ya me ha prometido la sentildeorita que saldraacute al balcoacuten -afirmoacute D Silvestre con regocijo- iexclAh le he dicho que dejareacute de ser su amigo si no va mantildeana a la misa mayor y a la hermosiacutesima festividad de las palmas [34] La pobrecita no quiere pero en fin

-Iraacute yo le prometo a usted que ira -dijo D Buenaventura al despedir a sus amigos- Esta situacioacuten debe acabar pronto

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En el jardiacuten D Juan Amarillo alzaba la cabeza circundada de rayos de autoridad y ponieacutendose la mano a guisa de pantalla en la frente para que el brillante sol no ofendiera sus ojos contemplaba la fachada de la casa diciendo para su hondiacutesimo y jamaacutes explorado capote

-En reparaciones tendreacute que gastar otro tanto de lo que vales pero no importa si al fin eres miacutea iexclOh iexclmiacutea

- IV -

Las amigas del Salvador

La capilla del Salvador propiedad de la familia de Lantigua estaba en la derecha nave de la Abadiacutea con ventana ojival abierta al atrio altar churrigueresco pesados bancos de nogal dos o tres inscripciones sepulcrales y un cuadro de aacutenimas en el cual los desnudos cuerpos bailaban entre rojas llamaradas Pequentildea puerta de arco escarzano daba entrada a la sacristiacutea o camariacuten pieza no muy clara abovedada y huacutemeda donde generalmente no ocurriacutea nada digno de ser contado como no fueran los devastadores progresos de la carcoma monstruo imperceptible que parece la representacioacuten viva de otro monstruo el tiempo

Pero el saacutebado de Pasioacuten alegre chaacutechara de mujeres bachilleras resonaba en la olvidada estancia como discorde piar de urracas maacutes [36] que de jilgueros parleriacuteo semejante al de un taller de modista rumor entreverado de risas y exclamaciones y salpicado de broncas toses y truenos de nariz lo cual indicaba que no habiacutea alliacute una congregacioacuten de juventud

En el centro del camariacuten puesto ya sobre las plateadas andas que le habiacutean de sostener estaba el Salvador imagen de madera cuya hermosa cabeza llena de expresioacuten debioacute ser modelada por alguacuten escultor del gran siglo Sus ojos negros miraban con seriedad dulce y profunda De sus labios iba a salir la palabra Hablaba faltaba poco para oiacuter una voz a ninguna humana voz parecida Su majestuosa frente descubierta en forma de triaacutengulo por la caiacuteda de las dos bandas de cabellos superaba a cuanto ha podido idear la escultura griega Pero sobre todas las perfecciones de tan ideal rostro descollaba aquel mirar que era la irradiacioacuten de la inteligencia suprema y que infundiacutea pasmo y veneracioacuten La pupila inmensa que todo lo ve y que penetra hasta lo maacutes iacutentimo de los corazones no podiacutea tener representacioacuten maacutes maravillosa

El resto de la imagen no correspondiacutea a la cabeza Habiacutea tomado el escultor por su cuenta busto y extremidades dejando lo demaacutes al carpintero El divino cuerpo consistiacutea en un [37] tosco madero que la humedad y el tiempo habiacutea roiacutedo a competencia mas como debiacutea cubrirse con la rica vestidura de tisuacute el efecto artiacutestico no se perdiacutea Montaba el Sentildeor aquella asna que los disciacutepulos cogieron en la aldea cercana a Betfageacute y fuerza es confesar que el escultor tampoco puso la mano en ella ni en el pollino que la seguiacutea Ambas figuras eran de tosca labor pero aun asiacute desempentildeaban bien su papel y principalmente el borriquito haciacutea las delicias de toda la grey devota y de los chicuelos que no podiacutean menos de ver en eacutel un santo juguete

El Salvador estaba auacuten sin vestido y el borriquito sin alforjas Tres mujeres trabajaban alliacute con celo incansable La una varonilmente subida en las andas lavaba con esponja el rostro de la sagrada imagen La segunda cosiacutea una rica tela antildeadieacutendole tal cual pieza y fijando los galones La tercera manejaba flores de trapo combinaacutendolas en

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graciosos ramos y lindos festones Si ocupadas estaban las seis manos no lo estaban menos las tres lenguas

Teresita la Monja esposa de D Juan Amarillo era la que lavaba Mujer rica y desocupada por tener maacutes dinero que hijos y maacutes devocioacuten que menesteres domeacutesticos habiacutea mostrado siempre exaltada aficioacuten a las cosas de iglesia [38] y a meterse en sacristiacuteas y enredar en camarines ora vistiendo santos ora manipulando cofradiacuteas gustando ademaacutes de saber y comentar todo lo que pasaba y todo lo que iba a pasar entre el coro y el altar mayor y dar su voto sobre cuanto atantildeese a las ceremonias religiosas cuyo sentido lituacutergico no comprendiacutea ni podiacutea comprender

La segunda era cuntildeada de la primera por ser mujer infeliciacutesima del hombre maacutes desautorizado y maacutes perdido de Ficoacutebriga del filoacutesofo y ateo y mentecato D Bartolomeacute Barrabaacutes hermano de Teresita la Monja pero Isidorita la del Rebenque (que tal nombre teniacutea por haber sido su padre duentildeo del prado del Rebenque) llevaba con gran paciencia la cruz de su matrimonio con aquel ogro y todo lo que Barrabaacutes perdiacutea en opinioacuten y en intereses por su mala cabeza ganaacutebalo ella con su trabajo y ejemplar conducta Haciacutea con igual aire ropa de mujer de hombre y de cleacuterigo pudiendo competir sus levitas con las de Caracuel como lo probaba la gallardiacutea y elegante soltura del cuerpo de D Juan Amarillo En la temporada de verano albergaba hueacutespedes trataacutendolos bien Habiacutea sido hermosa mas uacuteltimamente la obesidad y las penas la teniacutean en lastimoso estado Unida con viacutenculos de parentesco y de [39] cordial amistad a la Monja de quien recibiacutea frecuentes favores acompantildeaacutebala en la iglesia y en casa siendo un eco de ella en las opiniones y un admirable estiacutemulo preguntoacuten para que Teresita o sea el Confesonario de Ficoacutebriga satisficiese su ardiente necesidad de contar todos los secretos de la villa

La tercera o sea la que se ocupaba en arreglar las flores era la maacutes joven de las tres y si se quiere la maacutes hermosa pues habiacutea en su rostro vestigios de una belleza varonil y provocativa Llaacutemanla comuacutenmente la Gobernadora de las armas por haber sido esposa de uno que componiacutea armas o que las gobernaba como es uso decir Dordf Romualda era florista y braguerista y asiacute consta en los estados de la contribucioacuten de subsidio industrial donde puede verlo quien dude de las muacuteltiples habilidades de esta sentildeora La muerte repentina del gobernador de las armas la habiacutea dejado viuda pero ella se sosteniacutea regularmente aunque no estaacute averiguado que lo hiciera con la virtud de aquellas dos preciosas industrias

De Teresita la Monja se nos olvidoacute decir que era flaca y lustrosa siendo su piel tan a modo de placa cobriza que las malas lenguas de Ficoacutebriga deciacutean de ella que se frotaba todas las mantildeanas largo rato con polvos y bayeta [40] para sacarse brillo Era su perfil a lo griego de liacuteneas rectas formado pero con cierta indecisioacuten o vaguedad a la manera de moneda gastada por el uso Sus ojuelos grises y a veces dorados como los de los gatos no paraban un momento y lo que maacutes envidiaba a la Divinidad era el don supremo de ver lo invisible y de leer en los corazones Llamaacutebanla Monja porque la exclaustracioacuten la sorprendioacute novicia en las Clarisas con lo cual torciose la vereda de su destino y enfriaacutendose de su religioso anhelo al contemplar las gracias personales de D Juan Amarillo (cuando era pollo) cayoacute en sus dulces brazos y se descarrioacute en un momento de tentacioacuten funesta o de falso idealismo El matrimonio puso luego las cosas al derecho pero Teresita no perpetuoacute el linaje de los Amarillos En efecto aunque esto no pueda definirse bien habiacutea en ella una como representacioacuten figurativa de la esterilidad [41]

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- V -

Realismo

Pasoacute suavemente la esponja por el augusto semblante de la imagen que representaba la encarnacioacuten de lo divino y despueacutes la exprimioacute sobre el cubo para que saliese el agua sucia Al mismo tiempo deciacutea

-iexclAy iexclJesuacutes miacuteo coacutemo estaacutes Ya se ve iexclCatorce antildeos pudrieacutendote en ese nicho Vaya que los Lantiguas pueden hablar iexclTanta devocioacuten y esta sacratiacutesima imagen olvidada iexclQueacute horror Si la mitad de la pintura se queda en el pantildeo

-Estaacutes haciendo de Veroacutenica Teresa -dijo sonriendo Isidorita la del Rebenque- Con poco maacutes sacaraacutes el divino rostro en el lienzo

-Pues has dicho la verdad Vamos no fregoteo maacutes -dijo Teresita mostrando la huacutemeda tela con leves manchas- bien estaacute asiacute [42] Ahora le pasareacute un pantildeo seco Asiacute viejecita y despintada no hay otra cara como esta en todo el mundo Miren queacute expresioacuten parece que nos oye y que nos mira y que nos va a hablar

-Parece que nos agradece los cuidados que tenemos con eacutel -dijo la Gobernadora de las armas apartando sus ojos de las flores y fijaacutendolos en el Salvador- Pero iexclay amigas lo que me ocurre en este momento Sabeacuteis que en efecto

-iquestQueacute

-Se parece siacute no hay duda de que se parece

-iexclAh no sigas por Dios -exclamoacute Teresita bajando la escalera y sujetaacutendose las faldas para que el borriquito que estaba todaviacutea en el suelo no le viera las piernas- No digas maacutes por Dios Es verdad que se parece pero esto no se puede decir ni aun pensar Es un sacrilegio

-Todas las cosas incluso las malas son hechura de Dios -dijo la esposa de Barrabaacutes- Pero hay quien dice que las caras guapas son obra de Satanaacutes Maacutes vale que no hablemos de esto

-Venga la camisa -dijo Teresita tomando una especie de funda de riquiacutesimo hilo que le alargoacute la del Rebenque [43]

-Me parece que en ninguacuten tiempo ni aun en los del mayor esplendor de los Lantiguas se ha puesto el Salvador una prenda como esta Es lo que sobroacute de aquella pieza que compreacute el antildeo pasado para hacerle camisas a mi Juan En fin Isidora a ver coacutemo se la ponemos Coge tuacute por alliacute A ver coacutemo entramos las mangas sin romperlas Cuidado con los encajes Son los de aquella mantilla antigua que deshice

-iquestVoy yo tambieacuten a ayudar -preguntoacute la Gobernadora

-No mujer acaba esas flores que esto pronto lo despachamos

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Asiacute fue en efecto y luego ocupaacuteronse ambas de la tuacutenica de terciopelo morado no por cierto inconsuacutetil que acababa de componer Isidora

-De veras digo -manifestoacute Teresita- que si seacute que tenemos procesioacuten este antildeo le regalo una tuacutenica nueva al Salvador Entre mis sobrinas y yo la hubieacuteramos hecho en un momento Esta no se puede mirar Serafinita me dispense pero esto es un pingajo iexclQueacute galones iexclQueacute forros Y gracias a que tuacute has hecho prodigios con la aguja Isidora iexclAh los Lantiguas los Lantiguas mucha devocioacuten de pico mucho hablar de cosas santas mucho discurso [44] y mucho librote Pero los hechos las obras iexclah yo me fijo en las obras y soacutelo por ellas juzgo Arriba con la tuacutenica Yo subireacute la escalera alarga los brazos todo lo que puedas

Apenas quedara cubierto el cuerpo del Sentildeor abriose la puerta de la capilla dejando ver una boca remilgada y sonriente dos alegres ojos pequentildeos apenas visibles entre los pliegues de la cara contraiacuteda por la sonrisa una nariz redonda como avellana un cuerpo forrado en verdinegra funda desde el cuello a los pies dos brazos negros en fin toda la persona de Agustiacuten Cachorro sacristaacuten de la Abadiacutea Ya sabemos que el antildeo anterior se habiacutea quitado la plaza a Joseacute Mundideo a quien maacutes tarde se dio la de sepulturero Su sucesor en la sacristiacutea era un hombre que habiacutea sabido conquistar simpatiacuteas en puestos anaacutelogos y la verdad sea dicha ninguno existiacutea maacutes atento a sus deberes Honrado activo complaciente respetuoso y siempre festivo el buen Cachorro agradaba a un tiempo al cura y a los fieles al pastor y al rebantildeo

-iquestQueacute tal sentildeoras miacuteas se trabaja muchito -dijo desde la puerta

-Entre usted entre usted hermano Cachorro -respondieron a una y chillonamente las tres [45]

-Esperen un ratito que voy a meter las palmas en la sacristiacutea Vaya que estaacute muy guapo el Salvador ajajaacute iquestquieacuten conoce a este caballero Ya se ve con tales ayudas de caacutemara

-Entra Cachorrillo -dijo Teresita que teniacutea gran familiaridad con eacutel- No podiacuteas haber venido maacutes a tiempo Las tres te necesitamos

-iquestDe veras iquestY si me rintildee el sentildeor cura porque abandono mis obligaciones

Agustiacuten entroacute riendo pues la risa era en eacutel su fisonomiacutea

-Vas a ayudarnos a poner el borriquito en su sitio

Cachorro tomoacute el tiento a la escultura que no era de plumas

-iexclAy mi nintildeo coacutemo pesas pareces un pecado -exclamoacute echaacutendoselo a cuestas

El animal teniacutea en sus patas cuatro espigones de madera que encajaban en otros tantos agujeros abiertos en las andas al lado izquierdo del asna madre que montaba el Sentildeor

-iexclYa estaacute -dijo Cachorro afirmando al animal en su sitio- Sentildeoras adioacutes

-iquestPero te vas

-No se vaya usted

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-Sentildeoras hay que tener paciencia -dijo el [46] sacristaacuten- Yo me estariacutea aquiacute todo el diacutea con mucho gusto ayudando a mis nintildeas y cargando el borriquito pero el sentildeor cura me rintildee y dice laquoiexclAnda hipocritoacuten que no sirves maacutes que para retozar con las santurronasraquo

-Es el tal D Silvestre el hombre maacutes deslenguado

-iexclQueacute cabeza la miacutea -murmuroacute Agustiacuten- iquestEn doacutende he dejado el ramo

-iquestQueacute ramo

-iexclAh lo he dejado en la capilla Voy por eacutel

Salioacute ligero como un ratoncillo

-Ahora -dijo Teresita- pongamos las alforjas

Isidorita mostroacute su maacutes bella obra que era un par de alforjas de raso encarnado con galones y lentejuelas como las chaquetas de los toreros

-iexclLindiacutesimo -exclamoacute la Monja metiendo la mano en ellas para medir su cavidad

Reaparecioacute entonces Cachorro trayendo un hermoso ramo

-Aquiacute estaacute -dijo presentaacutendolo con orgullo- Me lo ha dado el sentildeor cura para que las sentildeoras lo pongan en la alforja de este tunante iexclAy queacute guapo vas a estar

-iexclPreciosas flores [47]

-iexclMagniacutefico ramo

-Es regalo de la sentildeorita de Lantigua -antildeadioacute el sacristaacuten

-iexclDe la sentildeorita de Lantigua -exclamoacute absorta Teresita deteniendo sus flacas y amarillas manos en el momento en que iba a coger el ramillete

Isidorita iba a olerlo pero tambieacuten se detuvo La Gobernadora de las armas no se moviacutea de su sitio y Cachorro viendo que nadie queriacutea tomar el ramo lo dejoacute sobre la mesa Pero el chusco sacristaacuten debiacutea sentir en su alma necesidad imperiosa de expansioacuten porque estirando los brazos y haciendo castantildeetear los dedos y dando ligero brinco dijo alegremente

-Sentildeoras el cura se ha ido iexclAh me ha encargado que las obsequie a ustedes En la sacristiacutea ha dejado bizcochos una botella de anisete y tres de vino muy rico pero muy rico Al marcharse el Sr D Silvestre me dijo laquoVe y pregunta a esas sentildeoras si quieren tomar alguna cosa Las pobrecitas han estado trabajando todo el diacutearaquo

-Yo no quiero nada -dijo Teresita meditabunda

-Yo tengo mala la cabeza

-Mejor que mejor -afirmoacute Cachorro dando una palmada [48]

-Y yo no estoy bien del estoacutemago -indicoacute la Gobernadora

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-Eso quiere decir que vaya por el calicem salutis iquestPero queacute tienen las sentildeoras -antildeadioacute observaacutendolas preocupadas- iquestNo quieren poner el ramo en las alforjas

Aspirando el delicado olor de las tempranas rosas hizo un mohiacuten grotesco

-Sentildeoras- dijo- iquestsaben ustedes que esto me huele a judiito pasado En fin voy por aquello

De un brinco se puso en la puerta y desaparecioacute Las tres damas habiacutean revestido su semblante de una seriedad oficiosa y la maacutes respetable de ellas expresoacute el pensamiento de la cofradiacutea en esta forma

-Esas flores no se pueden poner en las alforjas

-No deben ponerse

-Es claro porque ella estaacute en pecado mortal

-Seriacutea un ultraje un sacrilegio

Cachorro entroacute de nuevo con una gran bandeja de pasteles bizcochos y algunas botellas

-Corpus et sanguinem -exclamoacute desde la puerta y avanzoacute alzando la bandeja a la altura de la cabeza con la actitud propia de los mozos de cafeacute- Aquiacute estaacute lo que resucitoacute a Laacutezaro [49] Parece que sigue la perplejidad iquestSe ponen o no las flores judaicas

-Mi opinioacuten es que no se pongan -afirmoacute la de Amarillo consultando con la mirada a sus amigas

-En fin iquesttenemos concilio ecumeacutenico para decidir

-Mi opinioacuten -manifestoacute la Gobernadora- es que se pongan puesto que el cura lo ha mandado asiacute Nuestro primer deber es la obediencia

-Es verdad

-Tiene razoacuten

-Poacutengase el ramo -ordenoacute la Monja apartando con soberano desdeacuten sus ojos del animalito a punto que Cachorro le poniacutea la preciosa carga de flores contrapesaacutendolas con el racimo de panojas que estaba preparado para el caso

Las tres damas habiacutean concluido su tarea pues si bien las flores artificiales no estaban puestas en los agujeros de las andas ya habiacutean sido ordenadas en graciosos ramilletes por quien era tan maestra en floreos Fatigadas de tanto trabajo se habiacutean sentado en tres sillas preparadas para el objeto por el sacristaacuten y contemplaban en silencio su obra pudieacutendose observar en el semblante de dos de ellas la satisfaccioacuten y el arrobo del artista vencedor mientras [50] la de Amarillo frunciendo la dorada piel de la frente demostraba hallarse embebecida en otros pensamientos

-Todaviacutea no sale de la casa -dijo cual si contestara a una pregunta que nadie le habiacutea hecho

-iquestQuieacuten

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-La sentildeorita Gloria

-Hace bien -afirmoacute la del Rebenque- Su verguumlenza es mucha

-iexclQueacute mimitos iquestTambieacuten tiene verguumlenza de venir a la iglesia iquestNo estaacute ya convencida de que no puede casarse iquestA queacute aspira iquestPiensa que en Ficoacutebriga se le seguiraacute teniendo el amor que siempre merecieron los Lantiguas iquestCreeraacute conservar la respetabilidad del difunto D Juan a quien matoacute con sus liviandades Por supuesto que la nintildea conservaraacute su orgullito y cuidado coacutemo se pone en duda que es la primera persona del pueblo

-iquestY no ha salido auacuten

-Ni siquiera al jardiacuten Se levanta a las seis toma chocolate se peina Yo lo observo todo desde mi ventana alta Lee en dos o tres libros trabaja en costura va a la biblioteca de su padre vuelve se acuesta temprano le suben la comida no habla [51] casi nada iexclY queacute destrozada tiene la casa Da laacutestima verla Pero Juan me asegura que seraacute nuestra y en verdad que la pobre lo merece

A la sazoacuten habiacutea empezado a escanciar el sacristaacuten

-Vaya Sra Dordf Isidora usted diraacute -indicoacute inclinando la botella sobre el cortadillo

-Una gota nada maacutes que una gotita Basta hombre basta que tomo eso para ver si mi estoacutemago entra en caja

Isidorita gustoacute del precioso licor La Gobernadora de las armas hizo ascos al anisete pero no a un delicado neacutectar de la Nava que en otra botella teniacutea el sentildeor Cachorro y lo acompantildeoacute con bizcochos para que la confortase maacutes

-Esto da la vida -gruntildeoacute Agustiacuten probando de una y otra cosa

Teresita no proboacute nada

-Vamos vamos a colocar las flores -dijo a sus amigas poniendo fin al descanso- Auacuten queda algo que hacer Por cierto que si yo no hubiera mandado traer las flores de S iexclDios miacuteo iexclQueacute abandonado teniacutean esto los Lantiguas

-Sentildeora iquestqueacute es esto iquestqueacute tengo yo -murmuroacute la Gobernadora pasaacutendose la mano [52] por los ojos- Si parece que se me va la cabeza

-Pues a miacute tambieacuten -antildeadioacute Isidorita daacutendose aire- Este sentildeor Cachorro nos ha dado alguacuten brebaje

-Aacutenimo sentildeoras eso se llama hallarse en estado anacreoacutentico como dice D Bartolomeacute Barrabaacutes Cuando no es vicio no es pecado

-Vaacuteyase usted allaacute borrachoacuten iquestCree que somos como eacutel

En el mismo instante sintiose un chasquido como de madera que se agrieta la alforja habiacutea caiacutedo de los lomos del pollinito y por el suelo rodaban las panojas y el ramo

Teresita y Dordf Isidora se miraron aterradas

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-Es que se ha caiacutedo el clavo que sujetaba la alforja -dijo Agustiacuten examinando el animal- Ya se ve Estaacute la madera apolillada y se cae a pedazos Digo lo que Teresita Esos Lantiguas teniacutean muy abandonados a los asnos del Sentildeor

-No se comprende coacutemo han podido desprenderse las alforjas -antildeadioacute la Monja acercaacutendose con cautela

El sacristaacuten tomoacute el ramo

-No lo que es mientras yo dirija esto -manifestoacute la sentildeora de Amarillo gravemente- no [53] se vuelven a poner tales flores sobre el pobre animalito Hay algo sentildeoras aquiacute hay algo que no comprendemos

-Yo he visto al asnito dar coces y tirar las alforjas -dijo la Gobernadora de las armas- Siacute sentildeoras lo he visto

-iexclJesuacutes iquestque dice esa mujer -exclamoacute con terror Teresita- Yo no he visto nada de coces pero aquiacute hay algo indudablemente aquiacute hay algo

-Eso no tiene duda -repuso Cachorro con coacutemica gravedad tirando de la oreja al asno- Aquiacute hay algo Cuando yo digo que este bergante tiene malas mantildeas

-Hermano Cachorro -dijo Teresita- haacutegame usted el favor de tomar este ramillete y ponerlo sobre una silla Yo no lo toco con mis manos

-Ni yo

-Pues ni yo

El sacristaacuten que habiacutea salido llevaacutendose las botellas volvioacute sin ellas y dijo en voz baja

-Ahiacute estaacute la Sra Dordf Serafina Viene a ver coacutemo ha quedado esto

-iexclQueacute a tiempo llega iquestEn doacutende estaacute

-En la capilla rezando

-Voy a hablarle Sigan ustedes colocando los ramos de trapo -dijo la Monja [54]

Pero las dos amigas no podiacutean tenerse faacutecilmente en pie

En la capilla de hinojos devotamente humillada ante el altar de su familia y junto a los sepulcros donde reposaban sus ilustres antepasados estaba Dordf Serafina de Lantigua No vio acercarse a la Sra de Amarillo que pasoacute lentamente por la puertecilla del arco escarzano y se fue acercando poco a poco maacutes como quien resbala que como quien anda Cuando silboacute la primera palabra de saludo al oiacutedo de la ilustre sentildeora esta se estremecioacute exhalando ligero grito

-iexclAh sentildeora -exclamoacute- me ha asustado usted

-Mi queridiacutesima amiga -dijo Teresita daacutendole la mano []

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- VI -

Domingo de Ramos

En la mantildeana del Domingo D Buenaventura dijo a su hermana

-Ya la he convencido de que debe ir hoy conmigo a la preciosa funcioacuten de las palmas

-iexclLa pobre hace un gran sacrificio -dijo Serafinita- Pues si la llevas que se arregle pronto Yo me voy delante que tengo que rezar

Y tomando su bastoacuten negro salioacute D Buenaventura tuvo que esperar alguacuten tiempo y discutiendo con Gloria sobre el mismo tema oyoacute de sus labios estas palabras

-Bien tiacuteo ireacute porque no diga usted que no le complazco No tengo gusto en salir pero por lo mismo por lo mismo saldreacute

Poco maacutes tarde la sentildeorita de Lantigua saliacutea de la casa paterna en compantildeiacutea de su tiacuteo despueacutes [56] de muchiacutesimos diacuteas de reclusioacuten voluntaria Vestiacutea de riguroso luto con el cual su palidez era realzada Grande y triste huella habiacutean dejado en su rostro antes lleno de gracia y lozaniacutea los huracanes que pasaron meses atraacutes y todas las penas que dejaron tras siacute las cuales bastariacutean a consumir y acabar la belleza maacutes perfecta Pero la de Gloria maacutes que perdida pareciacutea modificada adquiriendo una como dulce madurez y pateacutetico aire de consternacioacuten que inspiraba laacutestima a cuantos sin odio la veiacutean Habiacutea adelgazado bastante aumentaacutendose asiacute la fascinadora elocuencia de sus ojos Cuando miraban pareciacutean comunicar extraordinaria angustia hasta a los objetos inanimados Si antantildeo todo lo que perpetua o pasajeramente apareciacutea unido a su persona deciacutea laquogracia amor esperanzaraquo ahora todo deciacutea laquocompasioacutenraquo Verla y no sentir el maacutes vivo intereacutes hacia ella era imposible

Antes de que sobrina y tiacuteo llegaran a la Abadiacutea ya se habiacutean repetido mucho en Ficoacutebriga estas palabras laquola sentildeorita Gloria ha salidoraquo En el uacuteltimo cabo de la villa repetiacutea un eco de femeninas voces laquoha salidoraquo Los muchachos que estaban en la puerta del templo por ser diacutea de ceremonia la miraron unos con asombro casi todos con laacutestima algunos con [57] curiosidad descorteacutes y sin delicadeza Ella pasoacute con los ojos bajos tomando el brazo de su tiacuteo Dentro de la iglesia sintioacute gran fatiga a causa del esfuerzo que habiacutea hecho pero su espiacuteritu experimentoacute una dilatacioacuten placentera suacutebito arrebato de sentimiento religioso que por breve espacio la tuvo sobrecogida y anonadada

-Vete a nuestra capilla y sieacutentate que estaraacutes cansada -le dijo D Buenaventura al darle el agua bendita

En aquel instante empezaba la sublime ceremonia de la bendicioacuten de las palmas y el coro cantaba Hosanna filio David Benedictus qui venit nomine Domini iexclOh Rex Israel Hosanna in excelsis

Estas palabras resonaron en el alma de la joven con atronador llamamiento y se sintioacute confundida ante una superior grandeza Detuacutevose junto a la pila de agua bendita sin poder dar un paso D Buenaventura tomaacutendole la mano le dijo

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-Si quieres ven conmigo al altar mayor para que veas al Salvador que estaacute puesto en sus andas para salir esta tarde

-No no quiero verle -repuso Gloria con suacutebito terror dejando caer la cabeza sobre el pecho [58]

D Buenaventura al tomarle la mano notola friacutea y temblorosa

-iquestQueacute tienes -le dijo- iquestEstaacutes mala Sieacutentate Has hecho un esfuerzo demasiado grande al venir de casa a aquiacute Yo voy a sentarme en los bancos del centro Vete a nuestra capilla

El subdiaacutecono habiacutea empezado a cantar la dramaacutetica relacioacuten del Eacutexodo laquoY llegaron a Elim donde habiacutea doce fuentes de agua y setenta palmas y asentaron alliacute junto a las aguasraquo Este sublime capiacutetulo mosaico contiene las murmuraciones de los israelitas contra Moiseacutes por haberles llevado al desierto despueacutes de pasar el mar Rojo la escasez que sufrieron y oacuteyese la tremenda voz de Jehovaacute que les dice Ecce ego pluam vobis panem de caelo laquoHe aquiacute que os hareacute llover pan del cieloraquo

Gloria conociacutea perfectamente estos cantos y toda la serie de interesantes ceremonias de aquel claacutesico diacutea Sabiacutea que la salida de Egipto era la redencioacuten el manaacute la gracia y contemplando en su espiacuteritu tan maravillosas ideas trataba de regocijarse en ellas

-Ireacute a la capilla -dijo a su tiacuteo

Auacuten tardaron alguacuten rato en separarse D Buenaventura se dirigioacute a los bancos del [59] centro donde estaban las autoridades mientras Gloria entraba en su capilla cuando el diaacutecono cantaba la Sequentia En la capilla de Lantigua habiacutea muchas mujeres Gloria creyoacute encontrar alliacute a su tiacutea pero esta habiacutea ido a la capilla de los Dolores Entroacute la sentildeorita sin mirar a las que de rodillas o sentadas en los bancos asistiacutean devotamente al parecer a la piadosa ceremonia Si Gloria hubiera atendido maacutes a lo que ocurriacutea a su alrededor que a lo que pasaba en su espiacuteritu habriacutea visto que desde que entroacute en la capilla fue observada con impertinentiacutesima atencioacuten por las fieles que entre todas distinguiacutease una por su indiscreto reconocimiento de las facciones y del vestido de la desgraciada hueacuterfana Despueacutes oyose en la capilla sordo cuchicheo de murmuraciones y susurrantes comentarios el cual empezando por un rincoacuten se fue extendiendo hasta agitar todo el conjunto de negros mantos Uniacuteanse unas a otras las cabezas buscaban los movibles labios el oiacutedo inquietaacutebase el rebantildeo y por uacuteltimo sonaron tambieacuten las almidonadas faldas al levantarse tal cual oveja que padeciacutea gran desasosiego Gloria no alzaba los ojos de su libro de rezos Si los alzara habriacutea visto a Teresita la Monja acompantildeada de sus tres sobrinas las hijas del escribano D Gil Barrabaacutes [60] Pero si no se cuidoacute de su presencia advirtioacute siacute que la sentildeora de Amarillo se levantaba y dando terminante orden a las nintildeas saliacutea con ellas de la capilla

Gloria distraiacuteda un momento por esta brusca desaparicioacuten volvioacute a atender a su piadosa lectura Pero no habiacutean pasado dos minutos cuando otra sentildeora seguida de dos nintildeas abandonoacute tambieacuten la capilla Era la Gobernadora de las armas

-Huyen de miacute -pensoacute Gloria

Al poco rato otras dos sentildeoras y un hombre huyeron tambieacuten de la capilla como se huye de un sitio infestado Soacutelo quedaron dos viejas y un anciano marinero que atentos con profunda edificacioacuten al acto religioso no poniacutean mientes en lo demaacutes Gloria sintioacute

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opresioacuten insoportable en su pecho y una necesidad de llorar que no podiacutea satisfacer pero al fin de sus ojos corrieron a raudales las laacutegrimas cuando oyoacute cantar laquoOh Dios que enviaste a tu hijo a este mundo para salvarnos para que se humillara entre nosotrosraquo

El sacerdote habiacutea bendecido las palmas que fueron rociadas con agua bendita y ahumadas con incienso Distribuidas aquellas empezoacute la procesioacuten El coro entonaba el capiacutetulo [61] de San Mateo Cum apropincuaret Dominus Gloria cerroacute los ojos orando recogidamente y con profunda ternura mientras pasaban cleacuterigos y seglares No queriacutea ver nada ni mirar al presbiterio donde estaban el Salvador y el borriquito interesante objeto de la atencioacuten general y del fervor maacutes piacuteo por parte de los chicos Sentiacutea los lentos pasos el grave canto la humareda de incienso el murmullo del conmovido pueblo y sometiendo su imaginacioacuten y su pensamiento a la idea religiosa de tan bello siacutembolo contemplaacutebalo en toda su grandeza y sublime significado

Las ceremonias con que la Iglesia conmemora en Semana Santa el extraordinario enigma de la Redencioacuten son de admirable belleza Si bajo otros aspectos no fueran dignas de excitar el entusiasmo cristiano seriacuteanlo por la importancia que tienen en el orden esteacutetico Su sencilla grandeza ha de cautivar la fantasiacutea del maacutes increacutedulo y comprendieacutendolas bien penetraacutendose de su pateacutetico sentido es por lo menos frivolidad mofarse de ellas Queacutedese esto para los que van a la iglesia como al teatro que son en realidad de verdad porcioacuten no pequentildea de los catoacutelicos maacutes catoacutelicos a su modo con falaz creencia de los labios de rutinario entendimiento y corazoacuten vaciacuteo [62]

Es evidente que las ceremonias de Semana Santa despiertan ya poco entusiasmo y muchos que se enfadan cuando se pone en duda su catolicismo las tienen por entretenimiento de viejas chiquillos y sacristanes Soacutelo en Jueves Santo cuando la afluencia de mujeres guapas convierte a las iglesias en placenteros jardines de humanas flores son frecuentadas aquellas por la varonil muchedumbre de nuestro lisonjero estado social el maacutes perfecto de todos seguacuten declaracioacuten de eacutel mismo Nuestra sociedad se cree irresponsable de esta decadencia y la atribuye al excesivo celo y mojigateriacutea de la generacioacuten precursora la cual adulando al clero y adulada por eacutel quitoacute a las ceremonias religiosas su conmovedora sublimidad y grandeza iquestCoacutemo multiplicaacutendolas sin criterio y hacieacutendolas complejas y teatrales por el abuso de imaacutegenes vestidas de procesiones y pasos y traspieacutes irreverentes impropios profanos sacriacutelegos irrisorios por la introduccioacuten de praacutecticas que nada antildeaden a la hermosa representacioacuten simboacutelica de los misterios por la falta de seriedad y edificacioacuten que trae consigo la inmistioacuten de seglares beatos en las cosas del culto No es faacutecil designar quieacutenes son responsables de esto pero a nadie se oculta el hecho peregrino de que en el paiacutes catoacutelico por excelencia [63] las cuatro quintas partes de los fieles se resistan a tomar parte en ese carnaval de las mojigatas como dicen muchos que oyen misa por costumbre y aun confiesan y comulgan aunque no sea sino por no parecer demagogos [64]

- VII -

Tiacutea y sobrina

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Despueacutes de la procesioacuten de las palmas y de la belliacutesima ceremonia y caacutenticos en la puerta al regreso de aquella se celebroacute la misa de Pasioacuten Muy tarde salieron de ella y don Buenaventura fue en busca de su sobrina para dirigirse a la casa donde les aguardaba la comida No les acompantildeoacute a esta funcioacuten dontildea Serafina porque ayunaba y sin maacutes sustento que el chocolate se estaba todo el diacutea en la iglesia hasta el anochecer hora en que iba a su casa y tomaba la colacioacuten

D Buenaventura llevoacute nuevamente a Gloria por la tarde a la Abadiacutea para que viese salir la procesioacuten del Salvador Dejola en la capilla repitiose el mismo desaire de la mantildeana pero ni un instante decayoacute el valeroso aacutenimo de la joven Cuando se puso en marcha la procesioacuten [65] y salioacute el Salvador Gloria cerroacute los ojos para no verlo Pasaron salieron todos santos cleacuterigos sentildeores pueblo En la Abadiacutea no quedan sino algunos ancianos invaacutelidos dos cojos y las nubes de incienso suspendidas con imperceptible movimiento en el aire Gloria al hallarse casi sola encontroacute maacutes faacutecil la subida de su mente hacia Dios y la angustia que oprimiacutea su pecho comenzoacute a aliviarse Ya su cuerpo se fatigaba extremadamente de estar de hinojos y se levantoacute para sentarse en un banco cuando oyendo pasos acompantildeados de un golpecillo de bastoacuten reconocioacute la persona de su tiacutea que se acercaba Serafinita entroacute en la capilla

-Al fin has venido -le dijo- iexclPobrecita mi hermano es muy terco y pesado Perdoacutenale porque su intencioacuten ha sido buena

-iquestPerdonarle Antes le agradezco que me haya hecho salir Me siento bien

-iquestTe sientes bien -dijo Serafinita con expresioacuten de laacutestima- iquestEstaacutes contenta

-Contenta no pero tranquila siacute

-Y yo que veniacutea a consolarte

-iquestA consolarme iquestDe queacute

-Entremos en el camariacuten Tengo que hablarte Alliacute descansaraacutes mejor

Ambas entraron Gloria vio sobre una silla [66] abandonado pisoteado mustio y lleno de polvo el ramo que entregara a D Silvestre con el fin que sabemos

-iexclEstaacute aquiacute -exclamoacute con asombro fijando los ojos en su tiacutea

-Ahiacute estaacute siacute -repuso Serafinita sentandose- Ya debiacuteas comprender que no podiacutea estar en otra parte Ayer no quise decirte nada pero ya penseacute que podiacuteas excusar ese regalo de flores al Salvador imagen protectora de nuestra familia

Absorta y anonadada Gloria no halloacute en su pensamiento palabras para contestar Miraba a su tiacutea y despueacutes a las flores cual si de estas maacutes que de aquella debiera esperar explicacioacuten razonable

-Es verdad -dijo al fin sollozando- No debiacute mandarlo

-Esas buenas sentildeoras -continuoacute Serafinita- tuvieron escruacutepulos que yo disculpo Te consideran en pecado mortal Ya ves Es preciso respetar las creencias generales Yo comprendo bien que en esta deplorable fama de tu verguumlenza hay algo de injusticia y desde ayer algunas ideas supersticiosas

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-iquestQueacute ideas -preguntoacute Gloria

-Dicen que ayer cuando el borriquito sintioacute encima el peso de tu ramo empezoacute a dar [67] coces y a sacudirse hasta que lo arrojoacute de siacute Seriacutea alucinacioacuten o quizaacutes alguacuten hecho casual alterado por los sentidos Pero sea lo que quiera y aunque suprimamos el sobrenatural prodigio siempre quedaraacute la aterradora idea

-iexclDe que estoy en pecado mortal iexclde que estoy condenada -exclamoacute la sentildeorita de Lantigua- iexclOh querida tiacutea iquestestaacute usted segura de no equivocarse

-Yo no creo que el estado de tu conciencia sea tan malo como piensa la gente pero la opinioacuten del pueblo en que vivimos y que siempre nos ha demostrado tanto carintildeo es muy desfavorable a ti

-Ya lo he comprendido

-Si no hubieras salido hoy de casa como yo queriacutea -dijo la sentildeora sollozando a causa de la afliccioacuten real que la atormentaba- ni tuacute ni yo pasariacuteamos las amarguras que hemos pasado hoy a causa del atroz desaire de que has sido objeto

-Es cierto siacute Varias personas se retiraron de la capilla cuando yo entreacute -dijo Gloria a medias palabras

-iexclOh -exclamoacute Dordf Serafina llevando ambas manos a su sereno rostro y llorando sin consuelo- Grandes penas he sufrido pero nunca se ha sonrojado mi cara como hoy al ver [68]

El llanto la ahogaba

-Al ver -prosiguioacute- que en esta villa en esta santa iglesia en nuestra capilla habiacutea de ocurrir una escena semejante iexclCoacutemo podiacutea ocurriacuterseme que al entrar en ella la hija de mi hermano la hija de aquel que fue tan justamente querido en todas partes de aquel que tanto enaltecioacute con sus virtudes y con su talento el nombre de Lantigua iexclcoacutemo podriacutea yo pensar que al entrar tuacute una mujer de mi sangre y de mi nombre en esta capilla habiacutean de huir escandalizados los fieles con espanto de tu compantildeiacutea

Gloria no contestoacute Con las manos cruzadas sobre las rodillas tocando la barba en el pecho oiacutea el lastimoso clamor de su tiacutea hallaacutendose decidida a apurar sin protesta aquel caacuteliz

-Yo lo sufro con paciencia -continuoacute dontildea Serafina tomando las manos de Gloria y estrechaacutendolas con carintildeo- Yo lo sufro con paciencia y ademaacutes hija de mi alma reconozco que tienen razoacuten

Al oiacuter esto Gloria hizo un movimiento Sus labios se desplegaron incitados por la palabra que queriacutea salir pero no dijo nada y volvioacute a inclinar la cabeza

-Siacute -antildeadioacute Serafinita- siacute tienen razoacuten El carintildeo que te tengo no me ciega [69] hija y veo con claridad tu tristiacutesimo estado y disculpo a las personas que apartan de tu presencia a las tiernas nintildeas Si hicieras lo que yo te ruego a todas horas Si siguieras mis indicaciones que son las de una madre desinteresada y se ajustan al criterio de tu padre y a la voluntad de tu santo tiacuteo entonces querida Gloria iexclcuaacuten distinta seriacutea tu situacioacuten ante Dios y ante los hombres Las circunstancias terribles de tu caiacuteda exigen que renuncies a todo que mueras para el mundo para la sociedad para todo

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absolutamente para todo que soacutelo vivas para Dios Gloria amada hija miacutea -antildeadioacute alzando la voz con acento que teniacutea mucho de terrible- muere muere para el mundo si quieres salvar el alma

-iexclMuerta estoy -murmuroacute Gloria con un gemido

-No porque esperas auacuten en cosas de la tierra

-No espero nada -repuso la hueacuterfana- Acepto la expiacioacuten horrible que me ha sido impuesta y la acepto sin ira con humildad Perdono las injurias no siento ni aborrecimiento ni antipatiacutea por los que han hecho de mi nombre la palabra del escaacutendalo no direacute una sola voz por defenderme porque seacute que todo lo merezco que mis culpas son grandes [70] bebo hasta lo maacutes hondo hasta lo maacutes repugnante de este caacuteliz amargo y ofrezco a Dios mi corazoacuten llagado que chorrea sangre y que jamaacutes en lo que le resta de vida daraacute un latido que no sea un dolor

-Padeces siacute padeces -dijo la tiacutea con amor- pero no lo bastante Hay en tu mismo martirio y en esa expiacioacuten de que hablas una independencia una rebeldiacutea que ya es un nuevo pecado

-iquestQueacute debo hacer para no ser rebelde Estoy dispuesta a todo -dijo Gloria arrojando fuera hasta el uacuteltimo aacutetomo si asiacute puede decirse de libre albedriacuteo

-Reconciliarte completamente con Dios

-iquestNo lo estoy ya

-Creer todo lo que manda la Santa Madre Iglesia

-Bien Lo creo

-Y despueacutes despueacutes entrar en un convento

Al oiacuter esto Gloria alzoacute la cabeza Creeriacutease que en su alma estallaba repentina sublevacioacuten de sentimientos poderosos que no podiacutea dominar Sin duda iba a decir algo eneacutergico y categoacuterico porque sus negros ojos brillaron y sus labios palidecieron pero la voluntad maacutes firme cuanto maacutes combatida cayoacute como la losa [71] de un sepulcro sobre aquello que con audacia se levantaba y bien pronto todo su espiacuteritu fue paciencia

-Si un convento -dijo sordamente- es un sepulcro donde se entra viviendo yo quiero vivir para todo lo que no sea Dios y mi remordimiento quiero vivir en la soledad maacutes negra y maacutes completa que pueda imaginarse quiero que mi nombre no exista maacutes en la memoria de nadie sino es en la de aquellos que lo pronuncien para ultrajarme y que mi persona en el mundo sea como una figura trazada en el agua

-iexclAh -exclamoacute con un poco de alteracioacuten Dordf Serafina- ese es el peacuterfido sofisma del mundo No no De esos conventos que labra el alma de siacute misma se puede salir iexclNo no mil veces No tenemos garantiacutea de la perpetuidad de tu reclusioacuten y esa garantiacutea la necesitamos a un tiempo la Iglesia y tus parientes la exigen la fe que profesamos y el decoro social iexclAh pobre hija miacutea pieacutensalo bien esta solucioacuten que te propuse desde el primer diacutea es la uacutenica posible

-La solucioacuten es padecer -dijo Gloria con voz firme

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-iexclOh no me lo niegues no me lo niegues tuacute esperas [72]

-Espero en Dios

-No tuacute esperas en cosas livianas tuacute esperas en el mundo Sin sospecharlo tuacute misma estaacutes solicitada por el pecado que ya te hundioacute en los abismos iexclAy no puedes apartar de ti esa viacutebora Confieacutesalo reconoacutecelo

-No espero nada del mundo -dijo Gloria con tranquilidad

-Siacute tuacute esperas Auacuten te tiene en sus garras la bestia horrible Gloria hija miacutea iquestno cabe en tu mente la cristiana idea de la muerte social que es la salvacioacuten del alma la muerte de las impuras pasiones en cuyo punto empieza la eterna y gloriosa vida

-No puedo morir maacutes de lo que muero para el mundo

-Desgraciada suentildeas con una reparacioacuten imposible

-No hay reparacioacuten para miacute

-Mientras sobre la tierra aliente un hombre tuacute no tendraacutes valor para arrancarte de la tierra La tienes asida con tus manos y aunque te quemas todaviacutea no quieres soltarla

-Arrancada estoy He renunciado a la reparacioacuten al matrimonio al amor mismo Yo arrancareacute cuanto existe en miacute de aquel tiempo hasta los recuerdos para estar todo lo sola que deseo [73]

-iquestPero sabes tuacute lo que podraacute ocurrir Ese hombre te ha solicitado de nuevo te ha buscado

-No he querido verle ni escribirle

-Eso no basta Tu situacioacuten siempre es equiacutevoca y deshonrosa iexclBaldoacuten para ti y para tu familia Gloria hija de mi corazoacuten entra entra en un convento que es la solucioacuten natural de tu desgracia irreparable la solucioacuten religiosa la solucioacuten social

Abrazaacutendola con ternura Serafinita besoacute a su sobrina en la frente La infeliz penitente entre ahogados sollozos exclamoacute con categoacuterica determinacioacuten

-Jamaacutes jamaacutes querida tiacutea entrareacute en un convento

-Dime la razoacuten diacutemela -suplicoacute Serafinita

-iexclLa he dicho tantas veces Es lo uacutenico que queda en miacute de la voluntad extirpada lo uacutenico que resta despueacutes del sacrificio de toda mi persona el uacutenico deseo de quien a nada aspira en el mundo el uacutenico moacutevil por el cual mi estancia en la tierra merece el nombre de vida

-Siempre la misma falsa idea Tuacute esperas esperas -repitioacute Serafinita moviendo la cabeza- Eso es esperanza y esperanza del mundo [74]

-Yo creiacute que era sacrificio y virtud

-Siempre la misma idea -volvioacute a decir la dama moviendo la cabeza con desaliento como el que ve perdido aquello que quiere salvar- Siempre el lazo que te ata a la vida y

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que te seduce porque es en su origen es noble y generoso No te dejes engantildear por sentimientos que no te corresponden ya por sentimientos hija miacutea a los cuales no tienes derecho a causa de tu culpa

-Si es asiacute -exclamoacute Gloria con sumisioacuten demostrando el agudiacutesimo dolor que la dominaba- mi castigo seraacute infinitamente superior a mi pecado y este es muy grande

-No tienes idea de la grandeza de las penas Te pareces al que por un rasguntildeo se lamenta como si tuviera terribles heridas iexclPadecer iquestSabes bien hasta doacutende alcanza esta idea iquestSabes bien todo lo que cabe en las fuerzas del humano espiacuteritu trataacutendose de padecer Es lo uacutenico en que el ser humano no conoce liacutemites ni debe desearlos Fiacutejate bien en la Pasioacuten que conmemoramos los catoacutelicos en esta semana y tus pueriles alardes de sufrimiento te causaraacuten risa Quiacutetale al presente dolor la amenaza de otro dolor maacutes grande y te pareceraacute un consuelo iexclLa resignacioacuten iquestSabes lo que entrantildea esta palabra Contiene el propoacutesito firme de [75] aceptar todas las amarguras que pueden venir detraacutes de las que por el momento apuramos Tuacute no lo comprendes asiacute no vas hasta el uacuteltimo extremo no aceptas la totalidad de tu expiacioacuten y hacieacutendote juez de tu propia causa te sentencias a un aislamiento placentero y tranquilo donde sabraacutes rodearte de delicias Renunciando soacutelo a los gustos que no valen nada te quedas con aquello que por ser muy bueno sirve para premio de las maacutes altas virtudes

Gloria gimioacute con dolor al oiacuter esto

-iexclDonosa resignacioacuten la tuya -antildeadioacute Serafinita- iexclLindo modo de purificarte por el martirio Si Jesuacutes despueacutes de azotado hubiera huido cuando le iban a crucificar iquestcrees que habriacutea redimido al geacutenero humano Pues tuacute haces eso crees tener bastante con los azotes y huyes de la cruz Tu resignacioacuten seraacute ineficaz para tu alma si no es completa absoluta si no comprende la renuncia de todo absolutamente de todo

Dordf Serafina al decir esto abrazoacute y besoacute tiernamente a su sobrina la cual agobiada en extremo repetiacutea bantildeada en laacutegrimas

-Todo absolutamente todo

Era necesaria la gran mansedumbre que se habiacutea impuesto y que ella teniacutea para no caer [76] en la maacutes negra desesperacioacuten Sin rechazar las terribles afirmaciones de su tiacutea que todaviacutea no podemos comprender bien por ignorar el hecho que las ocasiona Gloria no podiacutea menos de dar salida a una dolorosiacutesima queja que brotando de lo maacutes iacutentimo de su angustiado pecho se manifestaba en estas breves palabras

-iexclOh iexclqueacute crueldad queacute crueldad

-No te sofoques maacutes ahora -dijo la buena tiacutea besaacutendola tiernamente- Ya tendremos tiempo de hablar de este asunto Volvamos a la iglesia No seacute coacutemo no ha vuelto ya la procesioacuten No siento nada Es extrantildeo

iexclInaudito caso La procesioacuten que no debiacutea emplear maacutes de cuarenta minutos en recorrer su carrera no habiacutea vuelto auacuten despueacutes de transcurrida una hora

-No salgas asiacute -antildeadioacute Serafinita- Sosieacutegate y aguarda en el camariacuten un ratito Voy a ver por queacute se ha encantado esa procesioacuten

Dordf Serafina al salir a la capilla vio con asombro que entraban alborotadas algunas mujeres oyoacute rumor de voces y gritos en la plaza

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-Ya -dijo al fin buscando una razoacuten- Llueve sin duda y se ha desorganizado la fiesta

Pero no luciacutea espleacutendido sol y la tarde estaba serena [77]

- VIII -

El Salvador en la calle

Luciacutea sol espleacutendido cuando la procesioacuten salioacute a la calle Alzadas las andas sobre los robustos hombros descollaba entre la multitud de cabezas descubiertas y entre el movible bosque de gallardos palmitos el asna que sosteniacutea al Salvador del mundo La hermosa cabeza de este animada de celeste expresioacuten vital por la inspiracioacuten del artista era centro de las miradas y de la atencioacuten del devoto pueblo Aquel Sentildeor tan bueno tan hermoso tan amigo de Ficoacutebriga pareciacutea sonreiacuter a sus amados hijos y decirles laquoAl fin estoy otra vez entre vosotros queridos miacuteosraquo El que entroacute en Jerusaleacuten saludado por el hosanna y las aclamaciones de triunfo no podiacutea ser de otra manera que aquel tan bello y afable con su rizada barba sus ojos que miraban como soacutelo puede [78] mirar el que despueacutes de haber fabricado los mundos vio que eran buenos su delicado perfil y las graciosas bandas de cabellos que partidos sobre la frente caiacutean sobre sus hombros

A su lado iba el borriquito Llevaba sus alforjas provistas para lo que pudiera suceder circunstancia que aumentaba la gracia de su presencia en aquel sitio produciendo en el pueblo sin menoscabo de la devocioacuten una hilaridad de buen gusto En uno de los huecos de las alforjas cargaba racioacuten cumplida de doradas panojas y en la otra un ramo que fue puesto alliacute por la sentildeora de Amarillo en sustitucioacuten de otro que no serviacutea

Algo impropia de la severidad humilde de quien quiso entrar en la celestial Jerusaleacuten caballero de una jumenta era la vestidura de terciopelo bordada de oro pero pase este exceso de piedad la cual cuando es grande quiere expresar el ardor y grandeza de los sentimientos con objetos materiales de extraordinario valor

El sol hiriendo los bordados daba al Rey de los reyes aspecto semejante al de un temporal soberano de Oriente pero de todo esto puede hacer caso omiso el artista cristiano porque aquella cara sin igual aquella mano que se alza amonestando aquellos desnudos pies que pronto [79] seraacuten clavados a un lentildeo no son de nadie maacutes que de Eacutel

Cantaba el coro Turba multa clamabat Domio Benedictus qui venit in nomine Domini Hosanna in excelsis destacaacutendose con singular tono de fervor la voz de Joseacute Mundideo a quien se habiacutea concedido poco antes la plaza de sepulturero con la condicioacuten de ir a cantar a la Abadiacutea en los diacuteas solemnes porque su mucha praacutectica del coro le haciacutea necesario No lejos de eacutel iba Sildo con el incensario echando unas humaredas que pareciacutean nubes

D Silvestre llevaba su capa pluvial con mundana elegancia y presidiacutea la ceremonia religiosa con regocimiento y circunspeccioacuten cual hombre que sabe su oficio Al padre Poquito que haciacutea de diaacutecono le arrastraba la dalmaacutetica por ser eacutel de menguadiacutesima estatura y marchaba con los ojos bajos y toda su cara contrita y afligida como la de quien siendo aacutengel se cree pecador

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Maacutes atraacutes iba D Juan Amarillo henchido de vanidad por hallarse en la plenitud de sus funciones municipales sintiendo algo grande y divino en su mente augusta Representaba alliacute la autoridad humana protegiendo y amparando con su tutelar brazo a la divina y en tal ley era preciso que su persona estuviese a la altura [80] de tan insigne papel Andaba con lento y muy marcado compaacutes y a cada paso hundiacutea con fuerza en el suelo la contera de su bastoacuten de aacuteureo puntildeo pareciendo decir laquoiexclCuaacuten feliz eres oh Ficoacutebriga en estar bajo mi manoraquo Al mismo tiempo ni esta especie de endiosamiento ni ninguacuten otro estado peculiar de su elevado espiacuteritu podiacutean hacer que D Juan Amarillo olvidase en tan delicada ocasioacuten los deberes que su cargo le imponiacutea y asiacute era que ni por un instante daba reposo a los ojos para observar todo lo que en el decurso majestuoso de la procesioacuten podiacutea ocurrir Su cara no cesaba de moverse ora para mirar a la gente ora para ver si entorpeciacutean los chicos el paso del religioso cortejo Emanaba de su persona lo que podriacuteamos llamar la esencia absoluta del celo gubernativo y de sus ojos podriacutea decirse no que se apresuraban a observar los incidentes procesionales sino que los preveiacutean y los anunciaban En la expresioacuten a un tiempo mismo amenazante y protectora de su mirada se conociacutea que los ficobrigenses no debiacutean contemplar la procesioacuten sin permiso del Municipio ni devotamente entusiasmarse ni rezar ni las damas gemir en los balcones o en la calle con piacutea ternura religiosa Si estuviera en su mano habriacutea reglamentado la luz del sol como reglamentoacute [81] el puesto que debiacutean ocupar los fieles el orden de la marcha el nuacutemero de coscorrones que debiacutean administrar los alguaciles a los chicos que enredasen en el traacutensito

Cuando pasaron junto al Casino la banda del pueblo (compuesta de seis instrumentos de cobre soplados por otros tantos humanos fuelles) se entusiasmoacute digaacutemoslo asiacute y suspendiendo bruscamente el airecillo de Barba Azul que ejecutaba dio principio al deguumlello de la marcha real cuyas notas salieron chorreando sangre para ir a rasguntildear las orejas de los fieles Al oiacuter tan soberbia muacutesica D Juan se hizo la ilusioacuten de que no por el Salvador sino por eacutel mismo se tocaba y su mente se ofuscoacute un momento cual la de aquellos que asisten a su propia apoteosis viose circundado de rayos de gloria y oyoacute como un Ave Caesar imperator que por las bocas abolladas de los roncos trombones juntamente con el cardenillo saliacutea

A su lado marchaba por creer que aquel puesto era el maacutes conveniente D Buenaventura cuyo semblante no expresaba a primera vista el deseo de que la procesioacuten durase hasta la noche Soacutelo contestaba con monosiacutelabos cuando Amarillo le deciacutea

-No puede uno distraerse ni un momento [82] Sr D Buenaventura si se ha de conseguir que cada cual ocupe su puesto y marche todo este gran gentiacuteo con orden Es preciso tener cien ojos y auacuten no basta

Lantigua que teniacutea predileccioacuten especial por los pisos coacutemodos y no gustaba de que sus pies tropezaran primero en cortante guijarro para hundirse despueacutes en un hoyo de fango haciacutea mentalmente paralelos muy juiciosos entre las eternas leyes de urbanizacioacuten y el antediluviano empedrado de Ficoacutebriga el maacutes detestable de cuantos vieron pasar alcaldes y curas y procesiones Lantigua deciacutea para siacute

-Si otro antildeo me ocurre tirar el dinero seraacute para adoquinarte iexcloh madre villa

Pero a pesar de la ruindad del suelo la procesioacuten marchaba con orden perfecto sin que fuera estorbo la mucha gente que habiacutea en ella hombres y mujeres de la villa del campo y de la mar creyentes los unos tocados de la maacutecula del siglo los otros astutos

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aldeanos honrados y sencillos marineros toda la grey diacutescola y ladina de aquellas verdes montantildeas todos los ejemplares de vanidad infanzona de gaacuterrula presuncioacuten de socarrona travesura de solapada codicia de graciosa sencillez de castellana hidalguiacutea y de ruda generosidad trasladados por Pereda con arte maravilloso al museo [83] de sus ceacutelebres libros montantildeeses No faltaba nada ni nadie y como aquellas repuacuteblicas cantaacutebricas son de tan faacutecil gobierno iba todo a pedir de boca sin que ninguacuten nacido se extralimitara sin que ocurriera desorden y marchando cada cual dentro de la oacuterbita trazada por D Juan Amarillo Pero de improviso presentose un obstaacuteculo muy deplorable y he aquiacute que se descompuso tan pasmoso concierto

La procesioacuten debiacutea entrar por la calle de la Poterna hasta el cementerio torciendo desde alliacute a la izquierda por las Monjas Claras y entrando en la plaza del Consistorio para dirigirse despueacutes a la Abadiacutea por el callejoacuten del Cristo Viejo El sitio llamado de las Monjas Claras es una encrucijada irregular y estrecha donde afluyen tres o cuatro calles tortuosas y mezquinas una de las cuales es la que por aquella parte une el camino real con la plaza Entraba la procesioacuten en la encrucijada cuando por una de las boca-calles de enfrente entroacute tambieacuten un hombre a caballo

Los cantores callaron los marineros que llevaban las andas se detuvieron el sacristaacuten apoyoacute la cruz en el suelo y los cristales se bambolearon en manos de los acoacutelitos como aacuterboles azotados por el viento Sildo dejoacute caer el [84] incensario el cura fruncioacute el centildeo el padre Poquito alzoacute del suelo los ojos y en los labios de D Juan Amarillo fluctuaban las palabras laquoiexcla la caacutercel a la caacutercelraquo

Al ver tanta gente el hombre que veniacutea a caballo quiso volver grupas a toda prisa pero el animal se encabritoacute y alzando las patas delanteras puso al caballero en peligro de caer al suelo Por fortuna suya era gran jinete La multitud prorrumpioacute en exclamaciones y amenazas Aumentado el espanto del caballo con tanto voceriacuteo empezoacute a dar vueltas caracoleando y relinchando con la espumeante boca abierta En el mismo momento aparecioacute por la misma callejuela otro hombre a caballo Era rubio encarnado alto maacutes bien gigantesco de robusto cuerpo y puntildeos como martillos

D Juan Amarillo al ver que habiacutea dos hombres bastante osados para entrar a caballo en Ficoacutebriga en el momento sublime de la procesioacuten sintioacute en siacute la grandiosa coacutelera de los dioses antiguos y se lanzoacute en medio del gentiacuteo llevando el rayo en sus ojos Su mano empuntildeaba el bastoacuten como un dardo Iba a hacer un escarmiento iba a poner a inmensurable altura el principio de autoridad aquel sacro principio que se le habiacutea confiado para que lo transmitiera [85] incoacutelume y lleno de gloria a las generaciones futuras

-iexclPaso al sentildeor alcalde -gritaba el gentiacuteo

El caballo del primer jinete hirioacute con sus patas delanteras en la cabeza a una mujer Espoleado briosamente dio un salto en retirada pero retrocedioacute de pronto volviendo a quedar entre la muchedumbre que le rodeoacute decidida a destrozar caballo y caballero principiando por los insultos y siguiendo a los insultos las obras Pero el segundo o sea el gigante desmontaacutendose ligeramente empezoacute a puntildeadas con todos los que hubo a mano de tal manera y con tanta presteza en dar y recibir que se armoacute una contienda espantosa iexclY el alcalde aquel varoacuten destinado por la sociedad y aun por Dios remediarlo todo a aplacar el tumulto a castigar a todo culpable a convertir el mundo en una balsa de aceite no podiacutea llegar a causa del gentiacuteo al lugar del siniestro

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El primer jinete pudo apearse y tratoacute de contener al que pareciacutea su criado pero este rojo como un pimiento pronunciando palabrotas extranjeras que semejaban ladridos moviacutea los feacuterreos brazos en cuyo teacutermino estaban las martilludas manos que caiacutean como piedras sobre los carrillos pescuezos hombros omoplatos esternones y occipucios de los procesionarios [86] Era un boxeador de lo maacutes florido de Inglaterra pero en aquella traacutegica ocasioacuten no quiso Dios que probara su destreza en tierra de alfentildeiques y por suerte habiacutea alliacute media docena de focas del Cantaacutebrico que en cuanto vieron las furibundas manotadas del rubio gigante extranjero empezaron a probar que la mar no criacutea puntildeos de algodoacuten iexclOh descomunal contienda iexclY el alcalde aquella personalidad augusta que se teniacutea por semidivina que con una palabra un homeacuterico gesto o un simple fruncimiento de cejas podiacutea confundirlos a todos trayeacutendoles al orden y convertirlos de leones en corderos no acertaba a llegar al sitio de la cataacutestrofe porque el gentiacuteo apretaacutendose le habiacutea cogido en medio Y he aquiacute que D Juan flotaba de un lado a otro con la oscilacioacuten de la ola cual naacuteufrago estirando su cabeza alzando su mano derecha con el bastoacuten y la izquierda con el palmito pues no quiso soltar ni lo humano ni lo divino y gritaba laquoiexclOrden iexclA la caacutercelraquo

El primer jinete o sea el amo habiacutea logrado apaciguar a algunos administrando un par de pescozones muy convincentes a su propio defensor y criado pero entonces viose que en el aire se blandiacutea un cirial y que caiacutea sobre un cuerpo duro viose la cabeza del formidable [87] vestiglo boxeador chorreando sangre y despueacutes el mismo boxeador freneacutetico espumarajeante de rabia ebrio de indignacioacuten arremetioacute al que cargaba la bendita manga Produacutejose entonces gran marejada retrocedioacute la multitud hubo esas corrientes que aplastan arrastrando esos temblores de gentiacuteo que atruenan esas dispersiones que atascan las calles como barrancos estrechos en diacuteas de temporal esos choques de una ola de gente con otra que desnarigan y despechugan y descalabran Sintiose entonces un chasquido de madera vieja y apolillada que se hiende y el Salvador el asna el borriquito desaparecieron cayendo en aquel hirviente mar de pies y manos

El cuadro de Goya La procesioacuten dispersada por la lluvia puede dar idea de tal escena Veiacutease por una calle la cruz ponieacutendose en salvo sin ayuda de los ciriales Estos iban a escapar por otra llevados al hombro como los fusiles despueacutes de un rompan filas El cura agitando la capa pluvial cual si fuera a terciaacutersela en la cintura para arremeter llamaba a gritos al diaacutecono Furioso y descompuesto don Silvestre pareciacutea decir laquoiexclAh si yo no tuviera este demonche de pantildeo morado encimaraquo y con su airado pie golpeaba el suelo como un genio de las Mil y una noches [88]

El padre Poquito habiacutea desaparecido sicut avis velut umbra el suelo estaba lleno de palmitas pisoteadas algunas personas no habiacutean querido separarse del Salvador y trataban de remediar el percance recogiendo los pedazos del casi pulverizado borriquito y el ramo que habiacutea ido a parar a cuatro varas de distancia saltando como un ser cautivo que recobra la libertad Un sochantre andaba solo por tal calle mirando a todos lados y Sildo incensaba por broma a los que se habiacutean refugiado en los portales y en las tiendas iexclY en tanto el alcalde aquella providencia aquella alta personificacioacuten del orden aquella mente suprema en cuya previsioacuten descansan los pueblos si al fin pudo esgrimir su bastoacuten en el sitio mismo de la reyerta no habiacutea logrado tener al alcance de su voz y de su mano a los delincuentes no habiacutea podido dar puacuteblico testimonio de su justicia no habiacutea podido hacer de una manera dramaacutetica y elocuente a los ojos de todos el ejemplar que tan inaudito caso exigiacutea

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-iquestDoacutende estaacuten iquestDoacutende estaacuten -deciacutea revolviendo a los cuatro puntos del horizonte sus ojos que echaban sentencias multas diacuteas de caacutercel penas de cadena perpetua de garrote vil

Dio oacuterdenes tan terribles a los alguaciles [89] que estos temblaban El principal de ellos habriacutea deseado acudir a un mismo tiempo a todas partes en busca de los delincuentes pero no pudo ir maacutes que a una aunque D Juan le gritaba

-Al momento al momento inmediatamente preacutendales usted

Pero asiacute como despueacutes de una derrota los diseminados cuerpos de ejeacutercito van poco a poco juntaacutendose de nuevo y daacutendose la mano asiacute los fragmentos de la desbandada procesioacuten fueron acercaacutendose unieacutendose por marchar todos camino de la iglesia y Serafinita vio entrar primero al padre Poquito despueacutes a un cirial maacutes tarde a Sildo luego a los cantores y asiacute sucesivamente hasta que llegaron las destrozadas andas Solo la persona del Salvador no habiacutea sufrido deterioro ni en su divina cara ni en su cuerpo y traje los dos animales siacute se hallaban miserablemente mutilados Pero lo que aterroacute verdaderamente a Serafinita fue que los grupos de gente que con aquellas diversas partes de la deshecha procesioacuten iban entrando deciacutean con azoramiento y enojo -laquoiexclEl judiacuteo el judiacuteoraquo

Cuatro momentos de terrible asombro y dolor inmenso habiacutea tenido aquella virtuosa dama en su traacutegica vida Primero cuando vio [90] morir a su madre Segundo cuando su infame esposo cometioacute la cobarde y villana accioacuten de herir su cara en puacuteblico Tercero cuando supo sin preparacioacuten alguna la muerte de su hermano Juan y la ignominia de Gloria Cuarto cuando oyoacute decir en la iglesia de Ficoacutebriga -laquoiexclEl judiacuteo el judiacuteoraquo [91]

- IX -

El Maldito

Toda la tarde estuvo Daniel Morton detenido en el Ayuntamiento pero despueacutes de anochecido D Juan Amarillo fue en persona a darle libertad para que buscase alojamiento Parece incomprensible a primera vista tal generosidad y la explicacioacuten maacutes razonable es que nuestro celoso alcalde no llevoacute maacutes adelante sus rigores movido del singular respeto que infunde a los avaros la riqueza de los demaacutes cuando es considerable Sabiendo como sabemos cuaacutel era la religioacuten de D Juan Amarillo faacutecil nos es comprender el prestigio que a sus ojos debiacutea tener el que poseiacutea al decir de la gente fabulosas e inagotables arcas de dinero Para ciertos ricos que ven en el pobre un gusano el maacutes rico es una especie de Dios Ademaacutes el grande hombre de Ficoacutebriga en quien [92] se acordaban maravillosamente la afectacioacuten con la astucia y la vanidad con el positivismo razonoacute del modo siguiente

-Este hombre que entre los suyos es de los primeros ha de tener buenas relaciones en Madrid Si le molesto se quejaraacute a la embajada alemana armaraacute un escaacutendalo en los perioacutedicos y quizaacutes se le ocurra al Sr Ministro la funesta idea de mandar al Gobernador que me destituya Para dar satisfaccioacuten a la vindicta puacuteblica bastaraacute tener en la caacutercel un par de diacuteas al criado que fue en realidad el verdadero delincuente

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Asiacute lo hizo en efecto Lo maacutes que pudo conseguir Morton fue que D Juan prometiera soltarle al diacutea siguiente cuando la indignacioacuten estuviese un tantico aplacada y el principio de autoridad restablecido del menoscabo que acababa de padecer

Dirigiose Daniel a la posada de Ficoacutebriga Esta se llamoacute en un tiempo La Equidad y despueacutes con el raudo progresar de los tiempos y la introduccioacuten del gusto de los bantildeos fue creciendo en importancia si no en limpieza hasta que dio en manos de un franceacutes el cual la mejoroacute aderezando el servicio un poco a la moderna y haciendo imprimir para repartirlas tarjetas que deciacutean Hotel de France tenu par Mirabeau [93] El nombre del gran orador no podiacutea estar en peor sitio

Morton entroacute sin hacer caso de las groseras insinuaciones que oyoacute en la puerta y subiacutea resueltamente a ocupar un cuarto cuando el mismo Mr Mirabeau en persona le detuvo dicieacutendole en todas las lenguas posibles menos en la espantildeola

-Caballero perdoacuten Perdoacuten caballero pero no puedo admitir a usted Prefiero tener la casa vaciacutea tres antildeos

El extranjero salioacute a la calle Su semblante indicaba gran pena y fatiga pero decidido a buscar alojamiento a todo trance preguntoacute a los transeuacutentes si no habiacutea en Ficoacutebriga alguna fonda posada mesoacuten o cuchitril ademaacutes del establecimiento de Mr Mirabeau Dos mujeres le conocieron y lanzando una exclamacioacuten que maacutes pareciacutea de terror que de sorpresa se apartaron de eacutel gritando

-iexclEl judiacuteo iexclEl judiacuteo

-Llevo dinero -pensoacute- y al fin encontrareacute un techo

A pesar de que las calles de Ficoacutebriga estaban muy oscuras casi todos los que andaban por ellas conociacutean a Daniel Morton Algunos al verle venir pasaban a la acera opuesta otros se deteniacutean para mirarle como a un objeto [94] raro Oyoacute soeces invectivas o necedades triviales pero de nadie pudo conseguir satisfactoria respuesta Por uacuteltimo decidioacute preguntar a los nintildeos que por su falta de malicia no podriacutean seguacuten eacutel ni rechazarle con aquel horror propio de las conciencias varoniles ni engantildearle Pero dos o tres rapazuelos a quienes pidioacute auxilio saltaron dando alaridos a bastante distancia y tomando piedras del suelo se las arrojaron

Seguiacutea la noche la oscuridad el desamparo y con esto el cansancio del pobre extranjero a quien mortificaban terriblemente el hambre y la sed Despueacutes de haber recorrido todas las calles encontroacute en sitio solitario a una nintildea que veniacutea cantando Dirigieacutendose a ella le preguntoacute por una posada que no fuese la de Mr Mirabeau La nintildea maacutes ignorante o maacutes humana le sentildealoacute la calle inmediata y una puerta donde la seca rama marcaba la existencia de una taberna Morton dio una moneda a su salvadora y acercaacutendose vio las azules letras de un tarjetoncillo que deciacutea Posada

En la taberna resonaban broncas voces de marinos Acercose a un hombre con mandil que estaba en la puerta y pidioacute alojamiento El hombre despueacutes de observarle fijamente diacutejole que subiera y ambos emprendieron ascensioacuten [95] muy peligrosa por una escalerilla

-Gracias -deciacutea Morton para siacute con gozo- gracias a Dios que no me han conocido

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Pero al llegar a una sala alta donde habiacutea tres mujeres en chaacutechara una de ellas gritoacute

-iexclEse ese es

Y el asombro maacutes vivo pintose en los semblantes

Una mujer menos prudente que las demaacutes se asomoacute a la ventana y gritoacute con discorde chillido de la mujer furiosa

-iexclEl judiacuteo el judiacuteo

Subieron atropelladamente varios de los marineros que habiacutea en la taberna

-Le conozco -dijo uno- Es el que salvamos cuando se perdioacute el vapor ingleacutes

Mujeres y hombres todos le miraban con estupor viviacutesimo Hubo al fin en cierto grupo un movimiento de hostilidad pero el tabernero alzoacute la voz y extendioacute sus manos diciendo

-En mi casa no se maltrata a nadie Caballero salga usted

Morton marchoacute hacia la escalera pero antes se detuvo y volvieacutendose dijo

-Veacutendame usted un pan

-Vale cinco duros -gritoacute con chillido de harpiacutea una de las mujeres

-Diez duros -antildeadioacute otra [96]

El tabernero cogioacute un pan del cesto que cerca estaba y lo ofrecioacute a Morton Este al tomarlo con una mano metioacute la otra en el bolsillo

-No -dijo el hombre detenieacutendole

-iquestPor queacute -preguntoacute Daniel

-Es limosna -repuso con gravedad el tabernero

-Caridad -antildeadioacute un marinero- Nosotros somos asiacute

-Tuacute me salvaste la vida -dijo Morton a uno de ellos ponieacutendole la mano en el pecho

-Siacute ese es mi oficio

-Pues bien -antildeadioacute el hebreo- Dame ahora un vaso de agua Dios te lo pagaraacute

El marinero trajo el vaso de agua Morton despueacutes de beber salioacute llevaacutendose el pan

Ya con tan preciosa conquista sintiose medianamente satisfecho como Robinsoacuten cuando en su isla desierta alcanzaba de la Naturaleza los primeros triunfos para prolongar su vida Poquiacutesima gente habiacutea ya en las calles de Ficoacutebriga por lo cual Morton experimentoacute gran consuelo habiendo llegado el caso de que la aproximacioacuten de cualquier humano rostro le produjese miedo y verguumlenza Si en su solitaria excursioacuten por las calles sentiacutea pasos volviacutease y apresuradamente tomaba otro camino como el

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ladroacuten [97] que huye con su robo mal cogido en las treacutemulas manos Cualquiera habriacutea visto en eacutel a un desalmado que acababa de robar un pan

Con ser tan frugal su cena le gustoacute a causa del hambre que padeciacutea maacutes que cuantos manjares ricos habiacutea probado en su vida Satisfecha aquella primera necesidad de su cuerpo este que cuando le niegan se resigna pero si empiezan a darle maacutes pide cuanto maacutes le dan pidiole descanso un abrigo un techo un colchoacuten un montoacuten de paja Esto era maacutes difiacutecil porque ninguna puerta de Ficoacutebriga se abririacutea para eacutel A falta de asilo coacutemodo buscoacute un abandonado hueco de ruinas un tronco de aacuterbol un paredoacuten solitario y apartado de toda humana vivienda que al menos le resguardara del friacuteo Nordeste Anduvo largo trecho alejaacutendose del centro de la villa y volviendo a eacutel Por uacuteltimo vio una escalera de piedra que se abriacutea en el hueco del viejo muralloacuten para dar acceso a una planicie donde se veiacutean algunas construcciones entre las ramas de espesos aacuterboles Sentose alliacute El sitio era relativamente coacutemodo y resguardado del cierzo

Al poco rato aparecieron dos perros a quienes Morton dio lo que habiacutea sobrado de pan obsequio que no rechazaron

-Vamos -dijo el hebreo- ya no se podraacute [98] decir que hasta los perros huyen de miacute Al menos es un consuelo

Poco despueacutes acercose un anciano mendigo con una nintildea en brazos y alargoacute la mano tostada y angulosa para pedir una limosna

-iquestEres de Ficoacutebriga -le dijo Morton

-Siacute sentildeor soy un marinero del cabildo de Ficoacutebriga pero como estoy tan viejo hace dos antildeos que no salgo a la mar y vivo en la mayor miseria si esto es vivir

La voz del anciano temblaba anunciando debilidad hambre y friacuteo Era su rostro curtido y surcado de arrugas como pergamino su barba blanca su estatura corpulenta su cuerpo a pesar de la desnudez que le enfriaba y de la inanicioacuten que le enflaqueciacutea conservaacutebase auacuten derecho y por las roturas de la camisa maacutes desgarrada que una gavia hendida por los temporales veiacutease ver el negro pecho velludo fortalecido por las olas que se habiacutean estrellado en eacutel En sus brazos y arropada entre andrajos dormiacutea la nintildea angelical suentildeo agarraacutendose con sus manecitas al cuello del anciano murmurando a ratos algunas palabras y movieacutendose intranquila no porque estuviera enferma sino porque sontildeaba aun estando en brazos de la miseria cosas placenteras y risuentildeas por ejemplo que se estaba atracando de bizcochos o jugando [99] con tres piedras un pucherito y dos panojas que eran otras tantas muntildeecas

-iquestEres muy pobre -preguntoacute Daniel al mendigo

-Sentildeor no tengo maacutes que lo que me dan Viviacutea con mi hija que era casada y teniacutea que comer porque su marido trabajaba en las minas Pero haraacute dos meses se desplomoacute una piedra de las minas y mi yerno murioacute Mi hija trabajaba para mantenernos mas haraacute dos semanas que la enterramos Dejome esta nintildea no tenemos casa no tenemos maacutes que las limosnas de las buenas almas y hasta ahora ni mi nieta ni yo nos hemos muerto de hambre porque el Sentildeor ha sido bueno y nos ha mirado todos los diacuteas

Daniel sacoacute una moneda de oro diciendo para siacute

-Ahora siacute que voy a ganarme un amigo

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Diole la limosna y el anciano partioacute despueacutes de dar las gracias y de prometer que rezariacutea a la Virgen del Carmen por el alma del favorecedor Morton le observoacute cuando estuvo lejos le vio detenerse en la esquina de la calle de la Poterna donde habiacutea un farolillo y examinar la moneda a la deacutebil claridad de la antorcha municipal despueacutes le vio inclinarse al suelo para sonar la pieza de oro sobre una piedra [100] y luego el anciano volvioacute corriendo al lado de Daniel Morton

-iquestQueacute hay -le dijo este- iquestEs falsa

-No sentildeor es que se ha equivocado usted -dijo el viejo devolviendo la moneda- Me ha dado usted un centeacuten en vez de una peseta

-iquestY por queacute piensas que habiacutea de darte una peseta

-Porque es lo maacutes que se da Yo no puedo tomar sino lo que se me da por voluntad no por equivocacioacuten

-Yo seacute lo que doy hermano -dijo Daniel con emocioacuten- Guarda la moneda que si en algo me equivoqueacute fue en darte una sola Toma otra toma dos maacutes y mantildeana es preciso que nos veamos

Y se las ofrecioacute Pero el pobre viejo no habiacutea tomado en su mano aquel tesoro cuando dando un paso atraacutes lanzoacute una exclamacioacuten de sorpresa y terror

-iquestQueacute -dijo Morton con ira- iquestTuacute tambieacuten me conoces

-iexclAh No no sentildeor -balbucioacute el viejo- iexclpero este dinero tanto dinero iexclDarlo asiacute Es la primera vez que le veo a usted pero no hay maacutes que un hombre que asiacute tire el dinero iexcly ese hombre es el judiacuteo

-Ese soy yo -dijo gravemente Daniel [101]

El anciano quiso poner las monedas en la mano de Daniel mas como este no las tomara arrojolas al suelo diciendo con tremenda voz

-Tome usted sus doblones que ninguacuten cristiano toma el dinero por que fue vendido el Sentildeor

Daniel Morton quedose friacuteo y estupefacto

-Hombre sin entrantildeas -dijo al fin con rabia- has hablado como un idiota

-Yo no quiero limosna de usted Adioacutes

-Aguarda -dijo Morton con angustia- iquestNo ves que esta noche soy maacutes pobre que tuacute maacutes miserable que tuacute Haces alarde de cristianismo y no tienes laacutestima de miacute iexclMe has escupido en nombre de una religioacuten y no te apiadas de la soledad en que estoy sin un amigo sin una voz que me consuele sin otro hombre que me diga hermano y se siente junto a miacute aunque no sea sino para recordarme que ambos hemos sido hechos por el mismo Dios

El viejo marino movioacute la cabeza y despueacutes hundiendo la mano en un hueco de sus andrajos que se abriacutea al modo de bolsillo sacoacute medio pan

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-Toma -dijo secamente y con acento despreciativo que tambieacuten era indicado por el familiar tratamiento

-iexclOh -repuso Morton gimiendo- no es [102] pan lo que quiero otro menos cruel que tuacute me lo ha dado antes Pan se da hasta a los perros Dame tu compantildeiacutea tu fraternidad tu conversacioacuten tu tolerancia el consuelo de la voz de otro hombre algo que no sea discordias de religioacuten ni torpes acusaciones por un hecho de que no soy responsable ni injurias que indican la rabia de una secta iquestPor queacute te niegas a tomar mi limosna iquestMe tienes miedo

-Horror

-iquestPor queacute

-Porque asiacute debe ser Adioacutes

El anciano se retiroacute y a cada pocos pasos volviacutea la cabeza para mirar al hombre de los treinta dineros

Daniel Morton oprimioacute su cabeza entre las manos y estuvo largo rato en meditacioacuten dolorosa Despueacutes exclamoacute con coleacuterico acento

-iexclAh impiacuteo Nazareno nunca sereacute tuyo iexclnunca

- X -

Hospitalidad a medias

Habiacutea pasado maacutes de una hora cuando sintioacute ruido de pasos Un hombre subiacutea la escalera Daniel le reconocioacute al instante

-iexclCaifaacutes -exclamoacute levantaacutendose

-Sr Morton -dijo Mundideo con asombro

El gozo que se pintaba en el semblante de Morton era viviacutesimo Tomoacute a Caifaacutes del brazo y le dijo con acento conmovido

-Tuacute tambieacuten me conoces pero tuacute no me rechazas

-Parece que no ha podido usted encontrar alojamiento -dijo Caifaacutes

-Y tuacute me ofreces el tuyo iexclCuaacutento me alegro de encontrarte Joseacute Eres una aparicioacuten divina Me hielo de friacuteo Tengo mi equipaje en el Ayuntamiento y no quieren daacutermelo hasta mantildeana Mi criado estaacute preso [104]

-Ya lo seacute Que un caballero tan poderoso pase la noche en la calle

-iquestEn doacutende estaacute tu casa

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-Aquiacute muy cerca -repuso Caifaacutes demostrando el diligente afaacuten que nace de la verdadera gratitud- iquestPero queacute es eso que brilla en el suelo Parecen tres monedas de cinco duros

-Es dinero que se me cayoacute -repuso Daniel- Puedes tomarlo

Mundideo recogioacute los centenes y los entregoacute a su duentildeo

-Guaacuterdamelos -dijo Morton- Despueacutes me los daraacutes iquestY tus nintildeos

-Buenos sentildeor Vamos por aquiacute Ande usted con cuidado para no tropezar

Pasada una pequentildea planicie sombreada por dos o tres plaacutetanos de corpulenta talla abrioacute Caifaacutes una puertecilla practicable en un muro de mamposteriacutea y entraron en un terreno que pareciacutea huerta

-iquestQueacute es esto -preguntoacute Daniel sin soltar el brazo de Mundideo que le guiaba en la oscuridad

-Esta es la alcoba grande donde todos hemos de dormir

-iexclEl cementerio de Ficoacutebriga -exclamoacute el hebreo sintiendo friacuteo en sus huesos y un asombro que le impeliacutea a detenerse [105]

-Esto es muy huacutemedo -dijo Caifaacutes- No se detenga usted

-Ya veo las cruces iexclcuaacutentas cruces iquesty esa mole blanca

-Es el sepulcro que se estaacute construyendo para D Juan de Lantigua

Morton se quedoacute maacutes friacuteo maacutes asombrado y en su pecho se enroscaba una serpiente que no le permitiacutea respirar

-iquestEl Sr D Juan -murmuroacute- estaacute aquiacute

-Junto a eacutel pasamos -dijo Caifaacutes descubrieacutendose- Los pequentildeitos estaacuten aquiacute a la derecha

Morton se descubrioacute tambieacuten

-Ese gran enterramiento que se estaacute labrando -antildeadioacute Joseacute- es para toda la familia

-iexclPara toda la familia iquestPero tuacute vives aquiacute iquesten este triste sitio

-Siacute sentildeor Yo soy el sepulturero de Ficoacutebriga Mal destino sentildeor pero pienso dejarlo pronto Ya llegamos Entre usted

Pasaron a un patio y del patio a una casa humildiacutesima Caifaacutes despueacutes de encender luz guioacute a su amigo por estrecho carrejo a una pieza no pequentildea donde habiacutea varios muebles descollando entre ellos un invaacutelido sofaacute de paja de Vitoria Una puerta comunicaba la tal pieza [106] con otra que debiacutea ser alcoba porque Caifaacutes sentildealaacutendola dijo

-Ahiacute dormimos mis hijos y yo Sacareacute mi cama a la sala donde estaraacute usted con maacutes desahogo

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-Gracias no necesito cama Dame una manta y descansareacute en este sofaacute Al fin he encontrado un hombre un verdadero hermano Pero te compadezco amigo No podiacuteas haber elegido un oficio maacutes detestable

-Pronto lo dejareacute a quien lo quiera -repuso Mundideo poniendo en el sofaacute manta y almohada- Ahora Sr Morton mi situacioacuten no es tan precaria como cuando usted tuvo la bondad de favorecerme

-Me alegro infinito iquestHas variado de fortuna

-Asiacute asiacute

La actitud de Caifaacutes frente al israelita era algo cohibida Sus miradas indicaban el mayor respeto y la singular veneracioacuten que su favorecedor le inspiraba pero a tal respeto uniacutease cierto recelo o maacutes bien repugnancia torpeza en las palabras miedo quizaacutes No era preciso ser zahoriacute para conocer que el pobre Mundideo padeciacutea y que su conciencia hallaacutebase enfrente del maacutes grande y aterrador enigma que jamaacutes se le presentara

-iquestY coacutemo has mejorado de fortuna -preguntoacute [107] el extranjero acomodaacutendose en el sofaacute

-Puse una taberna en la cual me fue muy mal Pero hace poco murioacute un tiacuteo materno en Veracruz

-iquestY has heredado

-Poca cosa mas para miacute es un capitalazo Como estaacute el dinero en un Banco de Inglaterra no lo he cobrado todaviacutea Dicen que vendraacute la semana que viene y para entonces Sr de Morton

Caifaacutes miroacute al suelo

-iquestQueacute

-Para entonces le devolvereacute a usted su dinero

-iquestQueacute dinero

-El que usted tuvo la bondad de darme cuando yo estaba en la Cortiguera

-No te lo di para que me lo devolvieras

-Pero yo lo devuelvo porque tal es mi deber

Estaba Caifaacutes en pie y en actitud de sumisioacuten paacutelido descubierta la cabeza Acababa de dejar sobre la mesa las tres monedas recogidas del suelo poco antes

-iquestTuacute deber -dijo Morton en tono de ira

-Siacute sentildeor yo iquestCoacutemo lo direacute de modo que usted no se ofenda iquestCoacutemo lo direacute sin que mi favorecedor me crea ingrato [108]

-Dilo pronto

-Pues yo no sabiacutea que usted

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-Ya -dijo Morton volviendo el rostro con ademaacuten de amargo desprecio

-No se ofenda el Sr D Daniel ni crea que soy malo ni que dejo de apreciarle Yo vamos no seacute lo que me pasa No lo puedo remediar Cuando supe la muerte del Sr D Juan y que usted era

-Yo soy judiacuteo -dijo Morton gravemente

-Siacute -antildeadioacute Caifaacutes sollozando- y su dinero de usted Sr D Daniel me quema las manos El confesor me dijo que devolviera ese dinero aunque para ganarlo tuviera que estar barriendo las calles con mi lengua o cargando piedras como un asno o tirando del arado como un buey Felizmente puedo devolver lo que no debiacute tomar no

-Calla calla -exclamoacute Morton oprimieacutendole con airada violencia un brazo y paacutelido de ira- calla idiota estaacutes hablando como una bestia iquestQueacute dices de miacute iquestPor queacute juzgas mi alma iquestQuieacuten eres tuacute miserable gusano para condenar a eterno abandono a otro hombre hechura de Dios como tuacute quieacuten eres para fallar contra miacute contra miacute que te he favorecido iquestSabes que la conciencia hace al hombre y la ingratitud la negra ingratitud [109] es la uacutenica conciencia de los malos

El extranjero sonrioacute con sarcasmo

-iexclOh yo no soy desagradecido no sentildeor iexcleso no -gritoacute Caifaacutes con verdadera angustia- Si supiera usted leer en mi conciencia No seacute lo que me pasa Yo le he adorado a usted como se adora a los que estaacuten en los altares yo he rogado a Dios por su salvacioacuten maacutes que por la miacutea Piacutedame todo lo que tenga y hasta la uacuteltima hilacha de mi casa seraacute suya Me quitareacute el pan de la boca porque usted no padezca hambre y partireacute con usted mi casa aunque para ello pierda mi destino y esteacute pidiendo limosna toda la vida

-Lo que te pido no es abrigo que puede darlo un aacuterbol un tronco una pentildea una cueva una mina sino el dulce amparo de la amistad de la benevolencia de la grata compantildeiacutea

-Cuanto sea caridad y agradecimiento tendraacute usted siempre de miacute -dijo Mundideo con acento de emocioacuten- Pero

-iquestPero queacute

-Quiero decir -repuso (8) Caifaacutes con gran turbacioacuten de voz- que no quiero su dinero no quiero su dinero

-iexclSupersticioso Tu alma es dulce y piadosa pero cede a las infames ideas del vulgo

-Mi conciencia me manda que no tenga con [110] usted ninguna clase de relaciones maacutes que las de la caridad

-No querraacutes ser mi amigo como se entiende la amistad social no querraacutes frecuentar mi trato ni servirme ni tener conmigo la comunidad de vida y el cambio de ideas que por lo comuacuten existe entre los que profesan una misma religioacuten

-Usted lo ha dicho muy bien eso es lo que yo queriacutea decir pero no sabiacutea decirlo

-Si no te lo impidiese la ingratitud iquestme aborreceriacuteas Joseacute

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-Con todo mi corazoacuten -repuso vivamente el sepulturero- Con toda mi alma Coacutemo podriacutea querer al que ha hecho derramar tantas laacutegrimas a una familia que adoro al que matoacute al padre y deshonroacute a la hija

Morton sintioacute que cada palabra era un lanzazo con que aquel hombre heriacutea su corazoacuten pero al tocar tan delicado punto sentiacutease deacutebil y no teniacutea fuerza para protestar

-No juzgues de lo que no conoces -dijo sordamente- Yo creiacute que siempre seriacuteas mi amigo pero me has engantildeado Al verte me alegreacute porque esperaba adquirir por ti noticias de la persona que amo y sin la cual no puedo vivir

-De la sentildeorita Gloria [111]

-iquestSabes algo de ella iquestla ves -preguntoacute Morton con ansiedad

-Seacute mucho -dijo Caifaacutes con misterio y hostil intencioacuten- La veo con frecuencia pero a usted a usted no puedo darle ninguna noticia

-iquestNo me dices lo que hace si estaacute buena si estaacute alegre si sale

- Soacutelo direacute que es muy desgraciada

-Quizaacutes deje pronto de serlo

Caifaacutes movioacute la cabeza en sentildeal de duda y despueacutes lanzoacute un gran suspiro

-iquestY has dicho que la ves

-Todos los diacuteas

-iquestNo me das ninguna noticia

-Ninguna -replicoacute sordamente Caifaacutes guardando en su pecho las palabras como si echara un muerto al hoyo- Una sola una sola direacute y es que siempre veo en ella un aacutengel del cielo tan aacutengel despueacutes de su caiacuteda como antes

-Dices bien Gracias Joseacute tuacute eres hombre de corazoacuten Me han asegurado que la opinioacuten de este pueblo le es muy desfavorable

-Mucho Dicen que la sentildeorita estaacute mal con Dios Ayer ha pasado una cosa muy rara La sentildeorita envioacute un ramo para que se pusiera en las alforjas del borriquito que acompantildea al [112] Salvador En cuanto el animal sintioacute encima las flores principioacute a dar coces y las arrojoacute contra la pared Todos los que tal vieron quedaacuteronse horrorizados

-iquestY tuacute tuacute eres capaz de creer tan grosera supersticioacuten

-Ni la creo ni la desmiento Cosas muy peregrinas pasan en el mundo iexclOh yo he visto tanto

-iquestY la gente de aquiacute cree eso

-Como el Evangelio lo creen todos No se habla de otra cosa en Ficoacutebriga

-iexclQueacute horrible estupidez Pero tuacute no lo creeraacutes

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-No sentildeor no no lo creo -afirmoacute Caifaacutes despueacutes de un instante de duda- La sentildeorita es un aacutengel del cielo lo digo y lo repito

-Muy bien amigo miacuteo muy bien Puedes decir y repetir otra cosa y es que la sentildeorita saldraacute de su desdichada situacioacuten y seraacute feliz

-Eso no

-iquestPor queacute

-Porque es buena cristiana y usted

-iquestY yo queacute

-No me haga usted decir lo que no debe decirse al que nos ha favorecido

-Pues bien dejemos esto Haacuteblame de ella tan soacutelo Cueacutentame todo lo que sepas [113]

-Seacute mucho

-Pues diacutemelo todo todo

Caifaacutes se llevoacute los dedos a la boca para pillarse con ellos a guisa de tenazas sus carnosos y oscuros labios

-De mi boca no saldraacute una palabra ni una sola que pueda servir a usted para sus planes

-Mis planes son buenos

-Eso Dios lo sabe

-iquestY tuacute no iquestNo lo sabes tuacute que tienes pruebas de mi modo de proceder tuacute que ya me conoces bastante

-Yo no seacute nada nada- gruntildeoacute Caifaacutes con aturdimiento- Yo no seacute nada Usted es un misterio para miacute Sr Morton usted es un aacutengel y una calamidad lo bueno y lo malo juntamente el rociacuteo y el rayo del cielo Yo no seacute queacute pensar yo no seacute queacute sentir delante de usted Si le amo me parece que debo aborrecerle si le aborrezco me parece que debo amarle Usted es para miacute como demonio disfrazado de santo o como un aacutengel con traje de Lucifer No seacute nada no seacute nada sentildeor Morton

Callaron ambos Grave y cejijunto doblemente horrible por su fealdad natural y la expresioacuten de recelo que habiacutea en su semblante [114] Caifaacutes contemplaba a Daniel desde regular distancia sentado los brazos en cruz la cabeza ligeramente inclinada la vista atoacutenita y algo torva Jamaacutes se habiacutea presentado a una conciencia problema semejante y aquel hombre rudo vio desarrollarse en su espiacuteritu todo el panorama inmenso de los problemas religiosos sintieacutendose turbado y atormentado por ellos de una manera confusa y mal definida Vio que en su interior se elevaban fantasmas y oyoacute esas aterradoras preguntas que en lo iacutentimo del espiacuteritu son formuladas por misteriosos labios y que rara vez reciben contestacioacuten Otro hombre de inteligencia maacutes cultivada habriacutea sacado de la meditacioacuten de aquella noche alguna idea clara alguna negacioacuten terrible quizaacutes algo absoluto aunque fuera lo absolutamente negro del ateiacutesmo pero Caifaacutes no sacoacute nada ni luz completa ni tinieblas sino confusioacuten aturdimiento el caos

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el claro-oscuro incierto del alma humana cuando la fe vive arraigada en ella y la razoacuten como diablillo inquieto evocado por la magia entra haciendo cabriolas enredando y hurgando aquiacute y alliacute

Mucho tiempo duroacute la meditacioacuten de ambos El caballero pareciacutea dormir pero velaba Pasaron las horas y rodoacute la noche con ese voltear majestuoso y taciturno que la asemeja a [115] un cerebro que piensa en silencio y reposo lleno de misteriosos sones de imaacutegenes y vagas ideas que se entrelazan como los ciacuterculos movibles de la retina de los cerrados ojos del que vela Ya muy tarde casi de diacutea Morton dijo a Caifaacutes

-iquestNo te acuestas

-No tengo suentildeo -replicoacute el enterrador- Estoy pensando pensando cosas extrantildeas que no me dejan dormir

-Parece que luce la aurora Deseo hablar al Sr D Buenaventura

-iquestTan temprano

-iquestEse sentildeor madruga

-Se levanta con los paacutejaros

-Pues te ruego que vayas allaacute y le digas de mi parte que estoy aquiacute a su disposicioacuten

Caifaacutes no se moviacutea

-iexclQueacute -dijo Morton con ira- iquestTambieacuten te niegas a servirme en esto

-En esto no -repuso Caifaacutes levantaacutendose- Voy a llamar al sentildeor [116]

- XI -

Diez y ocho siglos de antipatiacutea

No eran las seis cuando D Buenaventura y Daniel Morton estaban solos en la habitacioacuten de Caifaacutes Los chicos habiacutean sido enviados a la calle por su padre y este despueacutes de ahondar un poco la sepultura abierta en la tarde anterior se ocupaba en enterrar a uno de esos pobres muertos que entran en la inmensidad misteriosa de la descomposicioacuten subterraacutenea sin amigos sin caacutenticos religiosos sin laacutegrimas sin flores sin mortaja Para esos todo es materia y verdadero polvo

Ambos caballeros despueacutes de contemplar un instante tan triste escena se sentaron junto a una mesilla con tapete de hule que en mitad de la pieza habiacutea Uno y otro callaban hallaacutendose bastante perplejos y diciendo para siacute laquoiexclEacutel hablaraacute primeroraquo Por fin D Buenaventura entabloacute la conversacioacuten [117]

-Nada necesito indicar a usted -dijo con torpeza- de las inmensas desgracias que han caiacutedo sobre mi familia Usted las conoce bien y yo al verle acudir tan puntual a mi llamamiento debo creer que no es indiferente a ellas aunque no sea sino por el remordimiento de haberlas causado

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-Es la segunda vez que vengo despueacutes de aquellos terribles diacuteas -repuso Morton- Esto prueba que no soy un criminal fugitivo y al volver con tanta insistencia al lado de los que ofendiacute demuestro que deseo ardientemente desagraviarlos

-Ahora se probaraacute Yo he llamado a usted contra el deseo de mi familia y de la misma Gloria Separaacutendome de su opinioacuten en materia tan delicada creo que esto puede arreglarse Hablando se entienden las personas Me he propuesto que este grave mal sea reparado y queacute seacute yo se me figura que lo conseguireacute si hallo en el autor de nuestra deshonra las ideas elevadas la dignidad y el sentimiento del honor que supongo siempre en todo caballero bien educado cualquiera que sean su secta He tomado informes en Madrid y por personas de su raza de usted a quienes estimo mucho he sabido que no tendreacute que habeacutermelas con un calavera ni con un hombre corrompido y sin [118] conciencia insensible a los estiacutemulos del honor

-iexclNo soy un malvado para usted -dijo el hebreo con expresioacuten de gratitud- Mayor consuelo no podiacutea yo recibir despueacutes de los ultrajes de que he sido objeto en Ficoacutebriga iexclNo soy para usted un apestado un reacuteprobo un paria un hombre ignominioso colocado fuera de todas las leyes iexclNo inspiro horror no huye usted de miacute no se cree condenado por darme la mano

-Mi opinioacuten sobre usted no es definitiva -indicoacute D Buenaventura gravemente- Dependeraacute de la conducta de usted y de la facilidad con que se preste a una inteligencia conmigo

-La tolerancia que hallo en usted -repuso Daniel- me da mucha esperanza predisponieacutendome a los mayores sacrificios

-iexclSacrificios esa esa es la palabra -dijo Lantigua con gozo y energiacutea- De eso es de lo que se trata Aquiacute sentildeor miacuteo nos hallamos en presencia de un problema terrible la religioacuten la religioacuten que en diversidad de aspectos gobierna al mundo a las naciones a las familias De ella no es posible prescindir para nada Casi siempre es consuelo y estiacutemulo y fuerza que impulsa ahora se nos ha puesto enfrente con amenazadora gravedad y es para [119] usted y para nosotros obstaacuteculo implacable desunioacuten discordia una montantildea que se nos cae encima

D Buenaventura dio un suspiro Daniel Morton suspiroacute tambieacuten

-Pero quizaacutes estamos dando a esta dificultad importancia mayor de la que realmente tiene -antildeadioacute el caballero espantildeol no sabiendo coacutemo abordar la cuestioacuten- Para toda persona que se estima y que sabe dar a los deberes sociales su valor propio hay leyes categoacutericas que no admiten distingos ni sutilezas ni interpretaciones habloacute de las leyes del honor

-Las leyes del verdadero honor -dijo Morton gravemente- son las leyes morales que emanan de la religioacuten o de la filosofiacutea Fuera de esto todo es convencional y falso

Por un momento estuvo suspenso don Buenaventura pero al punto dominoacute sus ideas y repuso

-En rigor eso es verdad Pero dejeacutemonos de generalidades Usted tiene el deber ineludible de reparar la injuria que ha hecho a mi sobrina Para esto es necesario un sacrificio iquestQueacute importa El honor lo exige lo exige esa ley que rige todas nuestras acciones ley que viene no seacute yo de doacutende pero que es ley ley Es una religioacuten sin

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teologiacutea por lo cual no admite [120] cismas ni heterodoxias Su uacutenica herejiacutea es la falta de valor Aquiacute se nos presenta una virtuosa y angelical sentildeorita deshonrada una viacutectima preciosa e inocente y esa viacutectima exige de usted un gran sacrificio

-iexclEl sacrificio de la religioacuten

-Justo

-iquestEn nombre del honor

-Justo

-Eso quiere decir que antes que la religioacuten es el honor iquestY si yo dijera que la mayor deshonra consiste en la abjuracioacuten de la fe en que se ha nacido

-Eso depende de los motivos por que se haga En un caso como este no

-iquestMe permitiraacute usted que ponga un ejemplo y le interrogue

-Con el mayor gusto -dijo Lantigua orgullosamente creyeacutendose con argumentos maacutes fuertes que su contrario

-Pues bien supongamos que va usted a Hamburgo a Amsterdam a Londres

-Ya ya veo su intencioacuten Supongamos que amo a una joven israelita que Vamos que se repite este caso con los teacuterminos invertidos

-iquestSe apresurariacutea a hacer la reparacioacuten debida sacrificando su religioacuten

-Seguacuten fuera la joven [121]

-Como Gloria lo mismo que Gloria Se supone que la amariacutea usted con pasioacuten irresistible

-Hombre eso de hacerse judiacuteo es demasiado fuerte Comprendo que se abrace el protestantismo cualquier cosa Pero en fin concedida la pasioacuten las circunstancias terribles de este caso siacute aseguro a usted que me hariacutea judiacuteo

-Sentildeor de Lantigua -dijo Morton con entereza y dignidad- Usted no tiene religioacuten usted no es catoacutelico

Asombrado y balbuciente se quedoacute el espantildeol mas repuesto de pronto de su confusioacuten dijo

-Soy catoacutelico sincero por educacioacuten por conviccioacuten por el ejemplo santo de mis virtuosos hermanos porque creo que el catolicismo es la religioacuten maacutes perfecta porque si alguacuten momento flaquease mi razoacuten vendriacutea a fortalecerme el recuerdo de mi amorosa madre y con recordarla soacutelo la fe que en ella hizo sublimes prodigios de virtud a miacute me dariacutea tambieacuten fuerzas y consuelo soy catoacutelico porque veo en Jesucristo Hijo de Dios el maacutes admirable ejemplo de perfeccioacuten moral que puede ofrecerse al hombre porque creo sinceramente en el perdoacuten de los pecados y en la vida eterna [122]

-Nada de eso prueba una fe muy ardiente Acepta usted lo que maacutes le acomoda y lo demaacutes lo rechaza Pero aun con fe tan tibia no le creo a usted capaz de hacerse judiacuteo por amor por el carintildeo de una mujer por cosas de un diacutea

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-Y por deber por la responsabilidad terrible de una gran falta -antildeadioacute Lantigua con energiacutea- por estas razones y otras no vacilariacutea en cambiar al menos aparentemente la religioacuten maacutes aceptable por la maacutes desacreditada

-iexclAparentemente iexclEs decir con reservas mentales -dijo Morton lleno de confusioacuten

-iexclAh veo que usted es maacutes intolerante en su religioacuten falsa que yo en la miacutea verdadera Yo concedo algo usted nada Es preciso que usted siga mi ejemplo Veraacute coacutemo no soy fanaacutetico ni intransigente ni mojigato Me atrevo a esperar que mi creencia se asemeja bastante en el fondo a la de usted o a la de cualquier otro hombre del siglo

-iquestCoacutemo -preguntoacute Morton con curiosidad

-iquestSeraacute posible que en el fondo no pensemos lo mismo Sr Morton Se me figura que siacute Oacuteigame usted con atencioacuten Yo creo que la fe religiosa tal como la han entendido nuestros padres pierde terreno de diacutea en diacutea y que tarde o temprano todos los cultos positivos tendraacuten [123] que perder su vigor presente Yo creo que los hombres buenos y caritativos pueden salvarse y se salvaraacuten faacutecilmente cualquiera que sea su religioacuten Creo que muchas cosas establecidas por la Iglesia lejos de acrecentar la fe la disminuiraacuten y que en todas las religiones y principalmente en la nuestra sobran reglas disposiciones praacutecticas Creo que la salvacioacuten de los cultos consistiraacute si llega a verificarse en volver a la sencillez primitiva Creo que si los poderes religiosos se empentildean en acrecentar demasiado su influencia la criacutetica acabaraacute con ellos Creo que la conciliacioacuten entre la filosofiacutea y la fe es posible y que si no es posible vendraacute el caos espantoso Creo que cada vez es menor mucho menor el nuacutemero de los que creen lo cual me parece funesto Creo que ninguna Nacioacuten ni pueblo alguno pueden subsistir sin una ley moral que le deacute vida y si una ley moral desaparece vendraacute necesariamente otra Esto que declaro y que es lo que pensamos iquesta queacute negarlo todos los hombres del diacutea es de esas cosas que pocas veces se dicen y yo las callo siempre porque la sociedad actual se sostiene no por el fervor sino por el respeto a las creencias generales Las circunstancias en que nos encontramos obliacuteganme a abrir a usted mi pensamiento mostraacutendole todo lo [124] que hay en eacutel y a hablarle con entera franqueza pues ni mi nombre ni el respeto que debo a la memoria de mi hermano muerto y a las virtudes acrisoladas del que vive concuerdan bien con estas ideas que a pesar miacuteo exhibo Y al hacerlo asiacute revelando lo que nadie hasta hoy ha oiacutedo de mis labios espero hallar un eco en su pensamiento cierta concordancia remota porque tenieacutendole a usted por hombre instruido en las ideas corrientes no es posible que esteacute tan rigurosa y tenazmente aferrado a la secta maacutes desautorizada de todas Creo finalmente y para decirlo todo de una vez que el fondo moral es con corta diferencia uno mismo en las religiones civilizadas mejor dicho que el hombre culto educado en la sociedad europea es capaz del superior bien cualquiera que sea el nombre con que invoque a Dios

Breve pausa siguioacute a esta profesioacuten de fe Morton miraba fijamente el hule de la mesa y absorto en el grave asunto se ocupaba maquinalmente en retorcer una hilacha que sus manos habiacutean encontrado alliacute

-Estimo la declaracioacuten -dijo sin alzar los ojos de la mesa- Ya sabiacutea yo que muchos adalides del partido catoacutelico son racionalistas in pectore Ahora en cambio de sus concesiones yo voy a hacer otras [125]

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D Buenaventura deciacutea para siacute

-iexclQuieacuten me habiacutea de decir que yo vaciariacutea estas heces de mi conciencia delante de un judiacuteo Pero es preciso transigir siacute transigir ceder un poco para que eacutel ceda otro poco y nos entendamos

-Mi familia como la de usted -dijo el hebreo- se ha distinguido por su fervor religioso ha sido y es como la de usted una familia respetada y querida por sus virtudes y su generosidad ha tenido y tiene gran prestigio en nuestra raza por sostener con noble tesoacuten la idea de la consecuencia israelita en medio de la desgracia en que vivimos y de la degradacioacuten en que han caiacutedo muchos de nuestros hermanos Yo he sido educado con prolija solidez de principios Me han infundido la fe maacutes en la conciencia que en la imaginacioacuten hablaacutendome poco a los sentidos y mucho al alma Ademaacutes me han inculcado la idea de que por nuestra religioacuten fueron revelados al mundo los grandes principios que lo rigen y que no pierden su valor por las modificaciones que recibieran en un diacutea memorable Me han ensentildeado a amar una ley que contiene todo lo bueno y todo lo verdadero pues ninguna verdad moral posee el mundo que no se halle en mis libros Al afirmar esto no llegareacute al extremo de creer que [126] fuera de mi ley todo es corrupcioacuten inmoralidad mentira como hacen aquiacute no yo tambieacuten cedereacute imitaacutendole a usted y direacute que los preceptos morales por los cuales nos regimos son los mismos que gobiernan el alma cristiana los mismos que gobiernan a todos los hombres que tienen preceptos No seacute que haya en pueblos civilizados ninguna religioacuten cuya moral diga laquoMataraacutes mentiraacutes robaraacutes haraacutes dantildeo a tu proacutejimoraquo

-Muy bien muy bien -dijo Lantigua radiante de satisfaccioacuten- iquestVe usted coacutemo nos acercamos iquestQueacute queda entre nosotros El culto la forma la liturgia un fantasma sentildeor Morton

-iexclEl culto -exclamoacute Daniel solemnemente- iquestY a eso llaman ustedes fantasmas Para ustedes lo seraacute para miacute no

-iquestEs posible que quien piensa como usted piensa deacute valor

-Siacute doy valor al culto y valor inmenso

-iquestPor queacute

-Porque es nuestra nacionalidad No tenemos patria geograacutefica y nos la hemos formado en la comunidad de praacutecticas religiosas y en la observacioacuten de la ley Por razoacuten de nuestro estado social tenemos maacutes iacutentimamente confundidas que ustedes la patria la familia [127] la fe Para ustedes la religioacuten no es maacutes que la religioacuten para nosotros ademaacutes de la religioacuten es la raza es una especie de suelo moral en que vivimos es la lengua es tambieacuten el honor ese honor de que usted me ha hablado y que en nosotros no se concibe sin la consecuencia sin la constancia en amar una augusta y venerable fe por la cual somos escarnecidos

-Todo eso es de forma al fondo al fondo -dijo Lantigua con impaciencia- Usted ha demostrado creer que su religioacuten no es en lo moral superior a la miacutea

-Lo es por la antiguumledad y por la sencillez Creo firmemente que cuanto Dios ha revelado al hombre estaacute en mi ley Todo lo demaacutes es postizo No aborrezco al cristianismo por falso ni por malo sino por cruel e inuacutetil

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A D Buenaventura se le vinieron a la boca mil argumentos terribles abrumadores sin reacuteplica pero se contuvo antes de enunciarlos y llenaacutendose de paciencia siguioacute escuchando

-Hay razones histoacutericas y sociales -antildeadioacute el hebreo- razones terribles amigo miacuteo para que nuestra abjuracioacuten sea maacutes deshonrosa que la de otro hombre cualquiera

D Buenaventura dejoacute ver una sonrisa de desdeacuten

-Ademaacutes de que siento un instintivo amor [128] al Dios de mis padres y aborrecimiento invencible a la inuacutetil innovacioacuten cristiana

A D Buenaventura se le acababa la paciencia

-Deacutejeme usted seguir Ademaacutes de esto obedezco a una ley de raza iexcly queacute terribles son las leyes de raza El mismo valladar insuperable establecido por los cristianos para que vivamos moralmente separados del resto del linaje humano aviva y enciende maacutes nuestra consecuencia porque las injurias que hemos recibido la expulsioacuten de Espantildea el injusto odio de los pueblos cristianos nos aferran maacutes a nuestro dogma foacutermula de la patria entre nosotros iexclAbjurar iexclPasarnos a este enemigo implacable que durante diez y ocho siglos nos ha estado insultando escupiendo y abofeteando que nos ha expulsado nos ha quemado vivos nos ha arrojado de todas las ocupaciones honrosas nos ha cerrado todas las puertas nos ha prohibido todos los oficios dejaacutendonos soacutelo el maacutes vil el de la usura que nos ha llenado de denuestos groseros apartaacutendonos de todo lo que puede llamarse fraternidad y negaacutendonos hasta el goce de los derechos naturales que nos ha considerado siempre como una excepcioacuten en la humanidad como una raza abyecta y manchada y nos ha estado martirizando [129] con la infame y absurda nota de deicida iexclde haber matado a Dios No no puede ser entre nosotros no habraacute un solo hombre de honor que se pase a este implacable y feroz enemigo Diez y ocho siglos de venganza por haber dado muerte a un filoacutesofo el maacutes grande de los filoacutesofos si se quiere es demasiada crueldad

-Merecido baldoacuten ha sido -dijo D Buenaventura- y lo prueba la espantosa duracioacuten del castigo Un antildeo diez un siglo pueden equivocarse Mil ochocientos antildeos no se equivocan Su fallo merece respeto

-No tendraacute jamaacutes el miacuteo -declaroacute Morton con furor- Ha tocado usted la fibra maacutes delicada de mi corazoacuten de un corazoacuten que tiene el acendrado fuego de la raza Yo siento la pasioacuten de mi nacionalidad perdida de mi culto sencillo y grandioso de mi pueblo desgraciado y escarnecido que conserva en siacute un fondo admirable de valor moral Siacute quisiera tener mil bocas para decirlo con todas ellas Un pueblo que ha resistido diez y ocho siglos de desprecio un pueblo que subsiste despueacutes de mil ochocientos antildeos de verse proscrito errante vejado humillado es digno de mejor suerte

-Procuren ustedes mejorarla -dijo Lantigua con ironiacutea [130]

-Yo he pasado horas en amarguiacutesima tristeza pensando en la suerte infeliz de mi raza Desde que tuve uso de razoacuten comprendiacute a pesar de vivir en la mayor opulencia que en nosotros habiacutea un gran vaciacuteo aunque no me podiacutea explicar cuaacutel era comprendiacute que una nube siniestra nos envolviacutea que no eacuteramos como los demaacutes que la sociedad nos habiacutea marcado He pasado la mayor parte de mi juventud en teacutetricas meditaciones sobre nuestro aflictivo destino social y con esto el amor que siempre tuve a mi casta a

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mi grandiosa historia se inflamaba maacutes cada diacutea hasta llegar a una vehemencia que hizo creer en la peacuterdida de mi razoacuten Mi juventud ha sido un delirio doloroso un suentildeo en que se han confundido los intentos maacutes atrevidos con las ideas maacutes nobles He sontildeado con la rehabilitacioacuten del judaiacutesmo he sontildeado con borrar la maldicioacuten horrible he pasado antildeos enteros en soledad sombriacutea como los anacoretas cristianos meditando en la pasioacuten y crucificacioacuten de un pueblo inocente y despueacutes lanzaacutendome al mundo y a los viajes infatigables por todos los paiacuteses donde habiacutea israelitas he tomado el tiento a la terrible carga de esta empresa Mas a pesar de hallarla muy pesada no he renunciado a echarla sobre los hombros y en horas de duda o vacilacioacuten he [131] sentido en miacute un aliento poderoso una inspiracioacuten una solemne voz de mi ultrajado Dios que me deciacutea laquoAdelanteraquo

raquoY a un hombre de tal temple a un hombre que tiene el fanatismo santo de su casta que no vacila en morir cien veces por ver realizada una rehabilitacioacuten que el siglo cree imposible a un hombre que no es de estos vanos creyentes del diacutea superficiales y corrompidos ni sabe mirar con indiferencia las cosas de Dios y del corazoacuten y del corazoacuten le dice usted laquoAbandona todo eso y ven a humillarte aquiacute delante de miacute ven a besar esta cruel mano que te ha estado abofeteando por espacio de diez y ocho siglos ven a adorar al filoacutesofo crucificado en cuyo nombre hemos decidido que eres una bestiaraquo

-En nombre de Jesucristo -dijo D Buenaventura sintiendo que en su corazoacuten habiacutea sido tocada una fibra de sentimiento aunque estaba muy honda y el dolor no era grande- En nombre del que redimioacute al geacutenero humano transformando toda la tierra Parece mentira que en un entendimiento cultivado y claro exista obcecacioacuten semejante iexclDios miacuteo lo que es nacer en el error Pero hay una cosa que me hace poner en duda la sinceridad de su fanatismo Si tan lleno estaba usted de la idea de su raza si esta idea le ocupaba por entero si regiacutea [132] completamente su vida y sus actos todos regulando sus sentimientos iquestcoacutemo Sr Morton cayoacute usted en la debilidad de enamorarse de una mujer cristiana

-Dios nos somete a duriacutesimas y terribles pruebas Los catoacutelicos tibios que piensan poco en Dios los ateos que le niegan y los racionalistas cristianos que le han despojado de sus maravillosos atributos personales no comprenderaacuten esto y reiraacuten con impiacutea necedad de las pruebas a que me refiero Yo no soy asiacute Creo en las pruebas como en los castigos Mi insensato y desvariado amor es una de aquellas He caiacutedo he caiacutedo con pecado nefando y he sentido las maacutes terribles y congojosas dudas que pueden imaginarse iquestQueacute debo hacer iquestEn queacute grado deben interesarme respectivamente mis deberes sociales y mis deberes religiosos Aquiacute tiene usted la gran duda que me ha traiacutedo a la mayor desesperacioacuten y a desear ardientemente la muerte la madre muerte que todo lo resuelve

-Yo no le he llamado a usted -dijo Lantigua gravemente- ni usted ha venido tampoco para entregarse a una desesperacioacuten inuacutetil Es preciso ser razonable abordar la cuestioacuten esta cuestioacuten terrible que se nos ofrece en presencia de mi sobrina inocente y buena y hermosa [133] de mi hija debo decir pues por tal la tengo

-Es verdad Yo he venido deseoso de abordar la cuestioacuten y de resolverla

-iquestCoacutemo Despueacutes de lo que acabo de oiacuter -dijo D Buenaventura con acento de indignacioacuten- parece que seguacuten usted el horrendo sacrificio debe hacerlo ella

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-No no comprendo que eso no puede ser Hay otro medio

-No alcanzo ninguno

-Si yo no creyera que hay otro medio no hubiera venido me habriacutea quedado en Londres

-Es verdad

-Soacutelo el acudir puntual a su llamamiento indica que mi deseo es

-Conciliar bien

-Pero esta conciliacioacuten no puede celebrarse sino entre ella y yo entre su conciencia y la miacutea

-Es necesario -dijo Lantigua con intereacutes- es necesario que usted la vea Ella le recibiraacute a usted Ya se lo he dicho y tendraacute que obedecerme

-El problema es difiacutecil pero quieacuten sabe Creo que en la cuestioacuten de fe no nos seriacutea difiacutecil llegar a una concordia provisionalmente aceptable pero la cuestioacuten de forma es la maacutes terrible [134]

-Ahiacute ahiacute estaacute el quid iquestPero seraacute imposible buscar una foacutermula

D Buenaventura que en su vida poliacutetica no por cierto muy larga ni muy brillante habiacutea descollado en el arte de buscar foacutermulas creiacutea posible en la ocasioacuten que ahora relatamos lucir nuevamente su ingenio Pensando en esto dijo para siacute

-No se presenta mal iexclAlgo duro estaacute Veremos creo que repetidas conferencias entre los dos han de abrir alguacuten camino Todaviacutea me queda un argumento muy fuerte un argumento de corazoacuten de ternura y ese lo dejo para cuando sea oportuno Ahora no lo es

-Nada podemos adelantar mientras yo no la vea y hable con ella -dijo Morton con inquietud

-La veraacute usted Su repugnancia es mucha pero yo la vencereacute Tenemos dificultades por todas partes No contaacutebamos con el disgusto y la alarma que su presencia de usted produciriacutea en este piadosiacutesimo pueblo Las ideas de mi familia tampoco nos son muy favorables Mi hermana se empentildea en dirigir la mente de Gloria al ascetismo y esto no me gusta

-iquestY el sentildeor D Aacutengel

-No estaacute aquiacute Menos temor me infundiriacutea [135] eacutel que mi hermana iexclUna foacutermula iexclHallar una foacutermula iquestPero esto es tan difiacutecil Se me figura que entre los tres llegariacuteamos a una solucioacuten lisonjera o al menos admisible iexclTodo menos la deshonra de esa infeliz

-Que yo la vea que yo la vea es lo principal -dijo Morton con ardor

-La veraacute usted

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-Que pueda yo ademaacutes mostrarme libremente en el pueblo y que cese el absurdo horror que inspiro que pueda ir a todas partes que mi nombre no sea una blasfemia

-iexclOh -dijo Lantigua hondamente preocupado- Es preciso ante todo redimirle a usted de esta horrible abominacioacuten puacuteblica indigna de la cultura moderna

-Siacute siacute

-Y darle a usted alojamiento digno decoroso a la luz del diacutea que no viva oculto como los ladrones

-Siacute siacute tambieacuten eso

El buen banquero miroacute fijamente al suelo sosteniendo su barba con los dedos de la mano derecha

-iexclAh -exclamoacute de improviso daacutendose una palmada en la frente- Tengo una idea una idea feliciacutesima

-iquestCuaacutel [136]

-Permiacutetame usted que no se la diga por ahora

-Pero

-Tendraacute usted alojamiento decoroso y se modificaraacute o se atenuaraacute por lo menos el rigor de esa implacable opinioacuten puacuteblica Hoy mismo notaraacute usted las consecuencias de mi idea

-Deseo saberla

-Confiacutee usted en miacute -dijo el banquero levantaacutendose- Nos veremos luego Voy a ocuparme de usted

No quiso dar maacutes explicaciones el noble sentildeor de Lantigua y salioacute dejando al hebreo en confusioacuten no menos grande que la que teniacutea al principio de la conferencia Morton se asomoacute a la ventana y vio a Caifaacutes enterrando otro muerto

-Un enemigo menos en Ficoacutebriga- pensoacute

En tanto Lantigua corriacutea presuroso en busca del sentildeor cura D Silvestre Romero [137]

- XII -

La foacutermula de D Buenaventura

En la tarde del Domingo de Ramos y cuando despueacutes de rota y deshecha la procesioacuten se retiraron consternadas a su casa Gloria y Serafinita esta mandoacute a Roque con toda diligencia a Villamojada para que pusiera en la estacioacuten telegraacutefica el siguiente despacho

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laquoA D Aacutengel Mariacutea cardenal de Lantigua arzobispo de X en el palacio arzobispal de Tolouse (Francia) -Graviacutesimo peligro Enemigo en Ficoacutebriga Ven al punto Serafinaraquo

El Sr D Aacutengel habiacutea sido elevado en Noviembre anterior a una silla metropolitana digna recompensa de sus altos merecimientos y preclaras virtudes En Febrero concediole Su Santidad la puacuterpura y a principios de Marzo partioacute para Roma a recibir la birreta Regresaba en Abril apresuradamente para tomar posesioacuten de su nueva dioacutecesis antes de la Semana Santa y al atravesar Francia para entrar [138] por Bayona sintiose acometido por su fiero enemigo el reuacutema Encolerizarse contra el reuacutema y el mal tiempo y la humedad habriacutea sido encolerizarse con Dios por lo tanto llenose de resignacioacuten y en vez de irritarse suspiraba No obstante la cojera insistiacutea en proseguir el viaje pero los meacutedicos ordenaacuteronle descanso y el arzobispo de Tolosa de Francia grande amigo suyo en el Concilio le invitoacute a que descansase No lo hizo de muy buen grado Su Eminencia mas las traidoras piernas se negaron a obedecer al corazoacuten Escribioacute a su hermana y entre otras cosas le deciacutea

laquoNo estoy tan mal que no pueda ponerme en camino si un urgente negocio lo exige Si ocurre algo muy grave en nuestra familia o si se presentara en Ficoacutebriga el antedicho sujeto (en los primeros paacuterrafos de la carta hablaba de eacutel) aviacutesamelo sin peacuterdida de tiempo pues aunque deba ir arrastraacutendome seguireacute mi itinerarioraquo

De las intenciones y pensamientos del sentildeor cardenal no tenemos auacuten conocimiento exacto y casi nos atrevemos a creer que Serafinita a pesar de su buen deseo no los interpretaba con estricta fidelidad En cuanto a D Buenaventura ya sabemos que deseaba resueltamente poner fin a aquel duro conflicto [139] por medio del matrimonio No habiacutea duda para eacutel respecto a la medicina pero la foacutermula de esta se ocultaba a su perspicuo entendimiento del ilustre banquero y hombre de mundo iexclLa foacutermula He aquiacute el secreto Era preciso ser Arquiacutemedes Galileo Newton es decir poseer el genio y la inspiracioacuten sublime de los grandes descubrimientos para encontrar aquella foacutermula

D Buenaventura militaba puacuteblicamente en el partido catoacutelico el cual ha extendido a todas las cosas la intolerancia que es el nervio del dogma Pero es ley fatal tambieacuten que al combatir con un enemigo que emplea determinada taacutectica se aprende esa taacutectica y se la adopta despueacutes Eso le pasoacute a D Buenaventura y el haacutebito de los parlamentos del saloacuten de conferencias y de la poliacutetica menuda ensentildeole sin saber coacutemo el fino arte de las transacciones Era que su espiacuteritu por el frecuente combate con las habilidades llegoacute a inficionarse de ellas primero a usarlas instintivamente despueacutes y por uacuteltimo a creerlas buenas y necesarias

Habiacutea defendido eneacutergicamente aunque sin elocuencia la unidad rigurosa del culto y eran de oiacuter sus palabras calificando los matrimonios contraiacutedos por personas de diferentes creencias pero una cosa es la declaracioacuten teoacuterica y otra el hecho abrumador y elocuente maacutes persuasivo [140] que cuanto encierran las bibliotecas Ante aquel hecho que directamente heriacutea su corazoacuten D Buenaventura vaciloacute mucho concluyendo por admitir la imprescindible necesidad de un arreglo Este arreglo era posible con tal que se encontrase una foacutermula

Amaba tan tiernamente a su sobrina Gloria que en su corazoacuten no la distinguiacutea de sus propias hijas En Madrid habiacutea tomado informes de Morton y por el baroacuten de W y otros israelitas con quienes teniacutea relaciones de amistad o de negocios supo nuestro

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banquero las sobresalientes cualidades de todos los individuos de la familia de Daniel y de Daniel mismo

-O yo valgo poco o los caso -deciacutea Lantigua- Sobre la conveniencia y la posibilidad de esto no hay duda El coacutemo la piacutecara foacutermula es lo que falta

Desde que llegara a Ficoacutebriga confioacute a Romero su pensamiento y este se mostroacute muy dispuesto a admitirlo Ambos discutieron indagaron escudrintildearon Por uacuteltimo D Silvestre lleno de intereacutes por la sentildeorita de Lantigua deciacutea

-No hay maacutes remedio sino que es preciso sacarla de tan triste situacioacuten Aquiacute no se trata de teoriacuteas se trata de un hecho de un hecho [141] innegable evidente terrible Comprendo que para evitar estos hechos se establezca la unidad religiosa maacutes intolerante que se expulse que se queme que se condene que se fulminen rayos pero ya no se trata de prevenir sino de reparar No habraacute ninguna autoridad divina ni humana que se atreva a decir en presencia de esto laquoqueacutedese el mal como estaacuteraquo Lo que falta es la foacutermula una formulita

D Silvestre fue desde entonces coacutemplice de todos los planes de su noble amigo Ambos sin dejar de ser muy catoacutelicos y de manifestar las maacutes feacuterreas opiniones cada cual seguacuten su estilo eran hombres de mundo habiacutean tomado el tiento a la sociedad habiacutean sufrido la fascinacioacuten de lo praacutectico el uno en sus negocios el otro en sus luchas contra la Naturaleza habiacutean dicho laquoconviene huir de la corriente para que no nos arrastre pero si por desgracia viene un brazo de mar y nos quiere llevar es tonteriacutea luchar con eacutel hay que sortearloraquo

D Buenaventura no admitiacutea de ninguna manera el matrimonio puramente civil en aquel caso ni entraba en sus miras que Gloria fuese a casarse a un paiacutes extranjero Para eacutel la foacutermula maacutes aceptable hubiera sido aquella en que el matrimonio se verificase con todas las apariencias de concordancia religiosa [142]

-Me basta -pensaba- me basta con que ese hombre nos conceda una farsa de abjuracioacuten Seraacute un malvado si no lo hace Piense luego en su interior como le deacute la gana Al fin y al cabo el fondo el fondo de todas las creencias iquestno es uno mismo La sociedad nos obliga a establecer diferencias en el culto pero esas diferencias deben desaparecer ante un deber social tambieacuten muy poderoso He aquiacute la foacutermula siacute ya la tengo se la propondreacute Una conversioacuten fingida con reservas mentales iexclOh Dios Dios Es imposible que tuacute no seas uno mismo para todos iexclAh esta es una de esas piacutecaras ideas que nosotros los hombres de peso no decimos nunca nunca no no se pueden decir pero es la taimada idea la saltona y diaboacutelica idea que tenemos asentada en el fondo de la conciencia Si mi hermano sospechase esto

El diacutea de la conferencia que hemos descrito habloacute con D Silvestre antes de misa mayor y ambos se pusieron de acuerdo sobre la conveniencia de rehabilitar al hebreo en el concepto puacuteblico de Ficoacutebriga y proporcionarle una entrevista con Gloria

-iexclAh -deciacutea D Buenaventura- Si esa desgraciada se empentildea en no verlo yo probareacute que tengo autoridad Bueno es el misticismo [143] pero ahora se trata de ajustar una cuenta con la sociedad La de Dios estaacute ya saldada y el perdoacuten de nuestra pobre hueacuterfana debe de haber sido puesto a la firma allaacute arriba Estoy seguro de esto seguriacutesimo

Y pensando luego en Morton deciacutea siempre

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-Se me figura que los mayores obstaacuteculos no vendraacuten de parte de eacutel Su fanatismo maacutes que de religioacuten es de raza Y si auacuten vacilara tengo un argumento poderoso que guardo para la ocasioacuten criacutetica un arma de sentimiento de ternura con la cual pienso herir en eacutel la fibra maacutes sensible

Desde el Lunes Santo empezoacute a correr por Ficoacutebriga un rumor que en pocas horas dio la vuelta a todo el pueblo y penetroacute en todas las casas como un aire fuerte y suacutebito que sorprende abiertas las puertas y hasta el maacutes hondo rincoacuten se introduce El rumor era que el Sr Morton habiacutea ido a Ficoacutebriga con el fin santo de abrazar el catolicismo Divulgose esta noticia que era buena con la rapidez de las malas haciendo efecto poderoso en pueblo tan creacutedulo como sencillo No hubo una sola boca que de esto no se ocupase en todo el lunes y martes y por do quier oiacuteanse exclamaciones de alegriacutea y comentarios optimistas Hubo quien asegurase haberlo oiacutedo de los labios del [144] mismo cura o de los no menos respetables de D Juan Amarillo Causaba igual pasmo la noticia de que el extranjero habiacutea sido alojado decorosamente en una de las buenas casas de Ficoacutebriga y que se esperaba de un instante a otro al Sr D Aacutengel de Lantigua para echar los Evangelios al neoacutefito

Inuacutetil es decir que estos rumores llegaron a la casa de Lantigua y hallando abierta la puerta se metieron dentro y subieron y bajaron dando vueltas a toda la casa Pero no entraron soacutelo por conducto de los criados sino que el mismo cura al enunciarlos con su venerable boca les dio autoridad El martes por la tarde fue a la casa a ver a su querida penitente y delante de ella y de Dordf Serafina habloacute de la estupenda noticia que por el pueblo corriacutea Apoyole D Buenaventura mas las dos hembras no dijeron nada

-Si es cierto -dijo Romero decidido a que la idea penetrase donde debiacutea penetrar- si es cierto esta conversioacuten seraacute muy sonada Aquiacute tenemos al jornalero de las vintildeas que ha venido tarde pero que recibiraacute seguacuten Jesucristo la misma soldada que los que vinieron pronto Grandiacutesima gloria seraacute esta conversioacuten para nuestra humilde villa y tambieacuten para miacute que tuve la dicha de sacar de las aguas [145]

Viendo que aparentemente no prestaban atencioacuten a sus palabras volviose a D Buenaventura y prosiguioacute asiacute

-Yo le saqueacute de las aguas como se saca un pez de modo que si yo no le hubiera pescado Y aquiacute viene bien repetir lo que dijo Nuestro Sentildeor Jesucristo a los Apoacutestoles cuando recogiacutean sus redes en las orillas del lago de Genesareth laquoSeguidme y os hareacute pescadores de hombresraquo He aquiacute que si al fin le bautizo yo puedo decir con doble motivo que he pescado a un hombre

Gloria que leiacutea los oficios del Martes Santo miraba tan de cerca el libro que pareciacutea no poder hallarse en disposicioacuten de entender la lectura si no se metiacutea las letras dentro de los ojos Serafinita permaneciacutea inmutable y silenciosa como si su espiacuteritu su voluntad y sus creencias se hallaran en esfera superior a todos los miserables eventos de la tierra

Cuando el cura salioacute D Buenaventura le dijo

-Basta con que lo sepa La idea ha de hacer efecto No es cerebro de paja el suyo y cuando una idea entra en eacutel ya ya levantaraacute buen remolino iexclAh Sr D Silvestre Se me figura que he encontrado la foacutermula esa deseada foacutermula [146]

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- XIII -

El secreto

Por la tarde mieacutercoles Serafinita acompantildeoacute a su sobrina a dar un paseo por el jardiacuten Departiacutean sobre cosas triviales pero la sentildeorita hablaba tan poco que a veces Dordf Serafina teniacutea que suspender su discurso y preguntarle dulcemente

-iquestEn queacute piensas

-En nada -respondioacute Gloria

-En mucho -afirmoacute la sentildeora sonriendo- No creas que te rintildeo por eso Bien seacute que no es cosa faacutecil purificar completamente el pensamiento de ideas mundanas Auacuten lucharaacutes mucho padeceraacutes congojas sufriraacutes terribles asaltos de la mala idea batallaraacutes horriblemente antes de que tu pensamiento limpio y libre se pueda consagrar por entero a Dios Para llegar a este lisonjero fin hija miacutea no hay mejor [147] camino que el de la desgracia y prueba evidente soy de ello Pero has de poner algo de tu parte Desaacutehuciate de una vez Esta idea es dolorosiacutesima pero muy saludable Piensa en el ejemplo del tratante de perlas que presentoacute Nuestro Sentildeor Jesucristo y fue que viendo el mercader una perla maacutes hermosa que todas vendioacute las que teniacutea para comprarla Del mismo modo tuacute para comprar la perla del reino de los cielos es fuerza que vendas todas absolutamente todas las que posees

-Menos una -contestoacute Gloria tiacutemidamente

-Dios no agradece los sacrificios de las cosas pequentildeas sino los de las grandes iquestQueacute le has ofrecido hasta ahora Los placeres del mundo las relaciones sociales tu fama tu reputacioacuten Eso no vale nada lo que Eacutel quiere es tu corazoacuten iexclLos corazones son las joyas con que se obsequia al Eterno Padre esos son los diamantes y las perlas de que estaacute formado su trono iquestCrees que basta el perdoacuten de las injurias la humildad y la conformidad en sufrir desaires y calumnias

-Ya seacute que ese meacuterito no es grande querida tiacutea -dijo Gloria- ya seacute que hay sacrificios mayores mucho mayores iexclDichosas las almas que tienen fuerza para hacerlos Para perdonar [148] a mis enemigos creo que no necesito probar la desgracia Si en otro tiempo los hubiera tenido los habriacutea perdonado del mismo modo De la humildad no puedo vanagloriarme porque no la tengo completa yo seacute que no la tengo y en cuanto a los desaires y calumnias escasa virtud hay en sufrir pacientemente los primeros que bien poco valen Las segundas si existen no han llegado a mis oiacutedos

-Pues siacute existen las calumnias querida hija eres calumniada y voy a decirte coacutemo para que perdones a las bocas maldicientes

-No es calumnia hablar de mi deshonra

-No se trata de eso se trata de verdaderas calumnias de falsedades indignas y deshonrosas propaladas por personas que se llaman amigas nuestras y que nos deben respeto y consideracioacuten o por lo menos la caridad que a todos los cristianos nos une

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-Tristes son los desaires de que he sido objeto -repuso Gloria- pero como hijos de una supersticioacuten grosera no merecen gran atencioacuten

-No me refiero al incidente del pollinito -dijo la sentildeora- Ya eso despueacutes de que ocupoacute bastante las lenguas de Ficoacutebriga ha pasado a la historia Me refiero a calumnias a verdaderas calumnias que corren acerca de tu conducta [149] Esta mantildeana hija miacutea he pasado un rato de dolor y de verguumlenza al oiacuter contar

La voz se ahogoacute en la garganta de la noble sentildeora pero haciendo un esfuerzo continuoacute asiacute

-Teresita la Monja una sentildeora a quien siempre hemos tenido los de casa el mayor respeto me dijo de ti cosas abominables He necesitado de toda mi paciencia de toda la mansedumbre y paz de mi alma para no llenarme de infame ira Pero hija ciertas cosas no se pueden oiacuter iexclno Oyendo a aquella mujer he tenido que hacer un esfuerzo colosal sobrehumano para ahogar en mi pecho la indignacioacuten No he podido contestarle una palabra y me he deshecho en laacutegrimas delante de ella y de sus amigas

-iquestY queacute dice de miacute -preguntoacute Gloria con perfecta tranquilidad

-Es tan bestial y horrenda la calumnia que me da verguumlenza deciacutertela pero te la direacute para que apurando tambieacuten este caacuteliz de amargura tengas una ocasioacuten magniacutefica de perdonar

-iexclPerdonar

-Siacute de perdonar a esas mujeres como las he perdonado yo Ni aun quiero hacer comentarios de su maldad ni siquiera las vitupero como te han vituperado a ti y tan soacutelo digo [150] laquoSentildeor perdoacutenalas porque no saben lo que se dicenraquo

-iquestPero queacute es

-Te horrorizaraacutes mas no importa Dicen que a altas horas de la noche cuando todos duermen en nuestra casa y en la villa sales siacute dicen que sales ocultamente para reunirte en un paraje solitario allaacute junto al cementerio con el desgraciado autor de tu deshonra

Gloria se quedoacute blanca inmoacutevil y muda como maacutermol Sin embargo aquel estupor no indicaba en modo alguno la turbacioacuten de una conciencia sorprendida por la denuncia

-Comprendo tu espanto -antildeadioacute la sentildeora- iexclOh iexclCuaacutentas laacutegrimas he derramado hoy Oiacuter estas cosas yo yo que pondriacutea cien veces mi mano en el fuego de tu inocencia en este caso Quise responderles pero la lengua se me entorpeciacutea Teresita se reiacutea iexclSi vieras con queacute peacuterfida seguridad afirmaba haberte visto ella misma

-iexclElla misma

-Siacute dice que el lunes te vio Era maacutes de media noche Ella habiacutea salido a asistir a una sobrina que estaba de parto la hija mayor del escribano D Gil Barrabaacutes Dice que te vio [151] salir de la casa tomar por la calle de la Poterna En fin no quiero atormentarte maacutes iexclQueacute calumnia tan infame

Era cierto era que Teresita la Monja habiacutea dicho a la sentildeora la atroz calumnia bueno es asentarlo asiacute aunque ninguacuten lector habraacute puesto en duda la veracidad de la de

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Lantigua persona incapaz de mentir La horrible invencioacuten habiacutea corrido de boca en boca por todo el ciacuterculo de beatas neutralizando el buen efecto que produjera en Ficoacutebriga el rumor de la conversioacuten del israelita

-Al principio no creiacute prudente contarte estas abominaciones -antildeadioacute Serafinita con el acento de la lealtad maacutes pura- pero despueacutes he decidido que lo sepas para que tengas el gusto inefable de perdonar a esas personas No quiero darles ninguacuten calificativo infamante soacutelo pienso en perdonarlas y en rogar a Dios por ellas iexclOh hija miacutea este edificante gozo del alma que olvida la calumnia y perdona a los calumniadores no es permitido sino al alma del cristiano iquestLas perdonas

-Con todo mi corazoacuten -repuso Gloria volviendo del estupor que la noticia le produjera- Y aunque cien veces me difamaran cien veces las perdonariacutea

-Asiacute es como te quiero -dijo Serafinita con [152] efusioacuten de amor y de piedad abrazando y besando a su sobrina

No hablaron maacutes de este tema Ya cerca del anochecer vino Caifaacutes a dar cuenta de la distribucioacuten de limosnas que soliacutea hacer por encargo de Dordf Serafina y de Gloria Esta llevaacutendole a su cuarto le dio maacutes dinero e instrucciones nuevas que no podemos conocer

Por la noche los tres Lantiguas hicieron la colacioacuten rezoacute el rosario la sentildeora acompantildeada de todos y cuando llegoacute la hora de recogerse dirigiose a su cuarto D Buenaventura mientras Serafinita acompantildeaba a Gloria al suyo pues era costumbre hacerle compantildeiacutea hasta que la dejaba acostada y cediendo a las dulces caricias del suentildeo

-Buenas noches nintildea miacutea -dijo la sentildeora poniendo la mano sobre la frente de su sobrina- Duerme en paz iquestQuieres que te apague la luz Ya estaacute apagada

Dio un soplo para matar la luz y tomando la suya besoacute a Gloria con ternura y se fue Por breve rato oyeacuteronse sus pasos al bajar la escalera pero al fin extinguiose el ruido y tambieacuten la triste claridad que dejaba tras siacute la vela con que se alumbraba

Gloria no dormiacutea Vigilante en medio de la profunda oscuridad de su cuarto sus negros [153] ojos se abriacutean ante las tinieblas como ante un hermoso espectaacuteculo y su oiacutedo atendiacutea a los murmullos de la noche Aterrada ella misma de su estado zozobra se poniacutea la mano sobre el corazoacuten para sentir sus latidos y a ratos suspiraba movieacutendose ligeramente en el lecho Pasado alguacuten tiempo despueacutes de la partida de su tiacutea alargoacute el cuello ponieacutendose en acecho y contuvo la respiracioacuten para que el leve rumor de esta no se confundiera con los sones lejanos que queriacutea sorprender

Crujieron en la casa las uacuteltimas puertas que se cerraban allaacute en lo profundo oiacuteanse a ratos golpes que pareciacutean subterraacuteneos y eran las pisadas de las mulas en el suelo de su cuadra despueacutes el ladrido de los vigilantes perros que se alborotaban por el paso de una sombra y constantemente el vibrante chasquido de los sapos cantores de la yerba huacutemeda Los oiacutedos de Gloria estimulados por la zozobra de su alma sondaban el silencio de la noche penetrando hasta las uacuteltimas honduras para cerciorarse de que la casa se hallaba en completo reposo

-Ya duerme -pensoacute- Todos duermen

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Siguioacute escuchando y claramente percibiacutea el resuello de la mar jamaacutes callada ni aun cuando duerme como en aquella tranquila noche [154] en que sus olas eran suaves dilataciones de un pulmoacuten en reposo Gloria contaba el tiempo pues sin necesidad de reloj podiacutea apreciar el nuacutemero de instantes que transcurriacutean Ella no atendiacutea a ninguna idea pasada y toda su alma estaba en lo presente y en aquel rato de acecho que iba creciendo hasta ser una hora dos horas

-Ya es tiempo -pensoacute- iquestQueacute tiene esta noche el reloj de la Abadiacutea que no suena

Y no habiacutea acabado de formular esta idea cuando se oyoacute la primera campanada larga coacutencava pesada prolongada como un lamento Como los duendes que esperan la hora de su libertad Gloria se incorporoacute raacutepidamente Al dar la segunda campanada tomoacute su ropa tanteando en la oscuridad pero sin equivocarse porque sabiacutea muy bien el lugar donde estaba cada pieza El reloj seguiacutea dando campanadas lentamente y Gloria con presteza suma se poniacutea los vestidos atando cintas y ajustando botones en la oscuridad con incansable mano Las cintas se enroscaban velozmente como menudas serpientes en su cintura Gloria vestida por completo calzada envuelta en su manto negro se puso en pie y dio algunos pasos Sus manos iban delante como asidas a las manos de un [155] fantasma que la guiaba No tropezoacute con ninguacuten mueble no dio un solo paso en falso y llegoacute a la puerta que abrioacute tan suavemente cual si esta girara sobre goznes de algodoacuten

Por el corredor discurriacutea como vana creacioacuten de la penumbra llevada en brazos del aire y sus pasos como los de pies que andan sobre nubes no se sentiacutean Largo rato tardoacute en descender la escalera poniendo suavemente los pies en cada escaloacuten y si alguacuten ligero crujido de la madera anunciaba el peso deteniacutease llena de terror recogiendo todo movimiento en lo iacutentimo de su alma Por fin llegoacute abajo donde por ser el suelo de mosaico no era preciso andar con tantas precauciones Deacutebil claridad de los cielos iluminados a ratos por la luna permitiacutea conocer los aacutengulos y las paredes y puertas del pasillo Detuacutevose Gloria ante una y aplicando el oiacutedo a la cerradura exploroacute la intensidad del silencio que reinaba detraacutes de aquella puerta

-Duerme -pensoacute

Sin detenerse despueacutes de esta observacioacuten pasoacute a una pieza que en el fondo de la casa nueva habiacutea dio dos golpecitos en una puerta y esta se abrioacute por mano invisible con ligero rechinar Gloria pasoacute a la casa antigua acompantildeada ya de alguien que en las [156] tinieblas la guiaba Poco maacutes duroacute su traacutensito por sitios oscuros porque ella misma al fin con una llave que en la mano traiacutea abrioacute una puerta y salioacute al patio y a la calle donde la esperaba un hombre Este le dio la mano para ayudarle a salvar el

escaloacuten y ambos desaparecieron sin hablar [157]

- XIV -

Casa

Por indicacioacuten de D Buenaventura a quien deseaba servir el mismo alcalde de Ficoacutebriga Sr D Juan Amarillo habiacutea proporcionado a Daniel Morton un alojamiento decoroso pues no cuadraba a la cultura de Ficoacutebriga ni a la proverbial hospitalidad de

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aquella noble raza cerrar a un ser humano con impiacutea dureza todas las puertas A estas razones expresadas por el sentildeor de Lantigua antildeadioacute Amarillo otras no inferiores en peso a saber que siendo el hebreo persona de elevadiacutesima posicioacuten social y de grandes posibles no debiacutea en todo rigor aplicaacutersele el criterio del vulgo que nada perdiacutea nuestra santa religioacuten porque se diese posada al peregrino y que la doctrina evangeacutelica prescribiacutea hacer bien a los enemigos

Como al mismo tiempo se habiacutea levantado [158] susurrante el rumor de la conversioacuten del israelita el alcalde no temioacute que su pueblo se alborotara y viendo que todo favoreciacutea su propoacutesito dirigiose ante la presencia de Isidorita la del Rebenque (que soliacutea en tiempo de bantildeos poner varias piezas de su casa a disposicioacuten de los forasteros) y le propuso tomar bajo su manto protector al hebreo

Oyoacute Isidorita la proposicioacuten con grandiacutesimo descontento y si no exageran los autores que de esto han tratado asiacute como cronistas del linaje de Rebenque se le cortoacute el habla cambiaacuteronse en azucenas las rosas de su cara quedaacutendose una buena pieza de tiempo como si fuera a caer con un siacutencope Pero el sentildeor de Amarillo diacutejole que no se sofocase antes de tiempo y sin motivo antildeadiendo que eacutel a fuer de alcalde tomaba para siacute toda la responsabilidad Como el sentildeor cura (que a la sazoacuten llegoacute) apoyase la proposicioacuten de D Juan autorizando a Isidorita para albergar al infiel y aseguraacutendole que su casa quedariacutea limpia de toda maacutecula despueacutes del consentimiento del paacuterroco la excelente esposa de Barrabaacutes fue recobrando poco a poco la serenidad Sus escruacutepulos cesaron por completo con una nueva exhortacioacuten de D Juan el cual establecioacute que el Sr Morton que de fijo se iba a convertir a nuestra religioacuten [159] sacratiacutesima pagariacutea diariamente una libra esterlina por siacute y otra por su criado

Dieron libertad a este y entregado el equipaje sentildeor y escudero se trasladaron a su nuevo hospedaje en la tarde del lunes La uacutenica condicioacuten que les puso D Juan fue que durante las ceremonias puacuteblicas de Semana Santa no se dejaran ver en las calles de Ficoacutebriga Asiacute lo prometieron ambos mostraacutendose muy gustosos por la deferencia de aquel celoso representante de la autoridad que tan bien comprendiacutea los deberes de su alto cargo El criado era tambieacuten judiacuteo y de los recalcitrantes Llamado Sansoacuten y haciacutea honor a su nombre pues era un coloso rudo y fuerte con cada mano como una maza leal y carintildeoso con su amo displicente con los demaacutes puntual en el servicio y muy charlataacuten mas como no entendiese ni una palabra de espantildeol hablaba consigo mismo largas horas Auacuten le molestaban sus chichones y descalabraduras mas no era cosa de cuidado

Dioles Isidorita en su casa tres habitaciones que eran las mejores y maacutes coacutemodas y bonitas arregladas sin lujo pero con limpieza y desde el primer diacutea les tratoacute con esmero ofrecieacutendoles comida abundante y bien aderezada Es que era la sentildeora de Barrabaacutes hembra de [160] mucha conciencia y no podiacutea corresponder con un trato mezquino a la enorme cantidad que por su hospedaje le entregaban diariamente los forasteros Morton estipuloacute que su incomunicacioacuten con la familia de Barrabaacutes seriacutea completa porque no deseaba molestar ni ser molestado y esto desagradoacute a D Bartolomeacute que era muy entrometido no asiacute a Isidorita que siempre poniacutea la circunspeccioacuten por encima de todas las cosas

Desde el primer momento la sentildeora de la casa vio en su hueacutesped un caballero decentiacutesimo lleno de comedimiento finura y generosidad Esto unido a la noticia de su conversioacuten y a la insistencia con que Teresita aprobaba el hospedaje acalloacute poco a poco la alborotada conciencia de aquella mujer El primer diacutea no pudo arrojar de su alma el

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recelo y permaneciacutea delante de Morton con cierto espanto el segundo buscaba motivos de hablar con eacutel hallando su conversacioacuten bastante agradable el tercero no sabiacutea queacute hacer para complacerle Jamaacutes voluntad alguna fue maacutes prontamente conquistada

Morton huiacutea todo lo posible de las conversaciones con el ama de la casa cuyo afaacuten de tertulia creciacutea de hora en hora y cuando ella y su esposo no podiacutean hallar pretexto para introducirse [161] en la habitacioacuten del forastero se entreteniacutean oyendo chapurrear nuestra lengua a Sansoacuten que habiacutea hecho buenas migas con el filoacutesofo Se juntaban por las noches en la sala baja y alliacute era el dialogar por sentildeas el reiacuter de todo el vaciar botellas de cerveza (pagadas por el descendiente de Abrahaacuten porque Isidorita jamaacutes permitioacute a nuestro filoacutesofo el goce de un ochavo) y alliacute era el encender puros y el hablar cosas que reciacuteprocamente no entendiacutean

Desde que tan gran novedad ocurriacutea en casa de la del Rebenque Teresita no faltoacute una sola noche en acudir a ella para inquirir indagar hacer comentarios recoger y glosar cada palabra del caballero hebreo Ni gesto ni accioacuten ni voz ni salida ni entrada del joven quedaba sin ser sometida a prolija discusioacuten Ocupaacuteronse tambieacuten las tres (pues antes faltara en el cielo la casta Diana que a las tertulias la Gobernadora de las armas) de los Lantiguas de la casa de los Lantiguas de la sentildeorita Gloria y de la inaudita escandalosa y execrable accioacuten de la joya de Ficoacutebriga Siacute Teresita la habiacutea visto y lo juraba por todos los santos del cielo En la noche del lunes cuando la llamaron para asistir al parto de su sobrina la hija del escribano habiacutea visto a la sentildeorita [162] salir de la casa y dirigirse en compantildeiacutea de un hombre hacia el cementerio Resistiacuteanse las dos amigas a creerlo pero la de Amarillo invocaba a media corte celestial y al Padre Santo en testimonio de su afirmacioacuten

Isidorita por su parte daba fe de que el sentildeor Morton habiacutea estado casi toda la noche fuera en la del lunes pero no podiacutea asegurar lo mismo del martes porque eacutel teniacutea llave y podiacutea salir con su criado sin ser visto pero prometioacute solemnemente a sus amigas vigilar para tenerlas al corriente de cuanto ocurriese

Luego que se retiraron estas para asistir a las Lamentaciones del mieacutercoles Isidorita fue llamada por su hueacutesped para recibir una orden concerniente a detalles del servicio y despueacutes de un breve coloquio la sentildeora dijo

-iquestVa usted a salir tarde esta noche

-No sentildeora

-Como el lunes estuvo usted toda la noche fuera

Daniel no contestoacute Entonces Isidorita demostrando vivo intereacutes por el hombre infiel que se aposentaba en su casa habloacute asiacute

-Yo si usted me lo permite me voy a tomar la libertad de darle un consejo

Y como Daniel se dispusiera de todo corazoacuten a recibir consejos de la sentildeora esta antildeadioacute [163]

-Mi consejo es que tenga mucho cuidado con los Lantiguas Son personas muy buenas pero de mucho tesoacuten y no consienten que nadie

-Acabe usted

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-Es que me estoy metiendo en lo que no me importa y temo enojarle a usted

-De ninguacuten modo

-Pero como va en ello el bien de una persona tan digna Lo que quiero decir es que tome usted precauciones si ha de seguir sus entrevistas secretas a media noche con la sentildeorita Gloria

-iexclYo -exclamoacute Daniel con asombro

-Es claro usted no ha de darme cuenta de sus acciones En fin usted haraacute lo que guste Si una noche no le ve a usted el Sr D Buenaventura otra noche puede verle y tendremos un disgusto un verdadero disgusto

-Sentildeora teme usted que nos vea don Buenaventura iquestdoacutende iquesta queacute hora -dijo el hebreo con gran intereacutes

-Eso ustedes lo sabraacuten Mi cuntildeada que es persona incapaz de mentir ha visto a la sentildeorita Gloria salir de la casa a media noche con un hombre

-iexclSalir de la casa

-Con un hombre [164]

-iexclCon un hombre

-Siacute sentildeor La vio el lunes desde la calle porque fue al parto de Nicanora la de mi cuntildeado Gil pues Despueacutes acechoacute el martes por la noche desde su ventana porque Teresa vive al lado ya sabe usted y no seacute si la vio salir tambieacuten Por mucho que se quieran ocultar ciertas cosas no se puede Sr de Morton Este pueblo aun en la loacutebrega oscuridad de sus noches tiene cien ojos Los de Ficoacutebriga somos algo curiosos y aquiacute ruedan las noticias que es un primor No habraacute hoy en la villa quien no sepa

-Que la sentildeorita Gloria sale

-En busca de usted Es natural En fin me estoy metiendo en lo que no me importa iquestNo es verdad Sr D Daniel iexclQueacute importuna soy Que pase usted buena noche caballero

Y se retiroacute

El hebreo cayoacute en profunda meditacioacuten Largo rato paseoacute por su cuarto Cuando su criado quiso desnudarle le dijo

-Nos vamos a la calle anda [165]

- XV -

iquestA doacutende va iquestA doacutende ha ido

Teniendo llave de la puerta principal podiacutean entrar y salir cuando les acomodase sin pedir permiso a los duentildeos de la casa Eran maacutes de las once y media cuando salieron La

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noche estaba clara y bastante friacutea Habiacutea luna llena pero las muchas nubes que corriacutean viniendo del mar y en direccioacuten a las montantildeas la velaban a ratos y cuando el astro quedaba descubierto apareciacutea corriendo y como arrastrado por los vaporosos brazos blanquecinos cuya colosal gesticulacioacuten en los altos cielos imponiacutea miedo a los que con aacutenimo triste vagaban a tal hora por la tierra

-iquestA doacutende vamos esta noche sentildeor -preguntoacute Sansoacuten que no podiacutea ocultar la nostalgia del lecho

-Ya lo veremos -repuso Morton sombriacuteamente

-iexclOh Sentildeor -dijo el criado marchando [166] a la izquierda de su amo por la calle adelante- Si yo me atreviera diriacutea al sentildeor aquellas sentencias laquoQuita pues el enojo de tu corazoacuten y aparta el mal de tu carne porque la mocedad y la juventud vanidad sonraquo laquoYo mireacute todas las obras que se hacen debajo del sol y he aquiacute que todo ello es vanidad y afliccioacuten de espiacuterituraquo

Morton no contestoacute nada

-iexclAh sentildeor -antildeadioacute Sansoacuten sonriendo- Es verdad que yo no debo dar consejos ni sentildealar el peligro a mi amo porque el amo es siempre sabio y el criado necio pero no puedo remediar el saber de memoria los proverbios de nuestra ley que se me salen de la boca cuando menos lo pienso Si el sentildeor me diera su venia le diriacutea laquoVase en pos de ella luego como va el buey al degolladero y como el loco a las prisiones para ser castigado Como el ave que se apresura al lazo y no sabe que es contra su vida hasta que la saeta traspasoacute su hiacutegadoraquo

-Entremos por esta calleja -dijo Morton sin hacer caso de la erudicioacuten de su criado- Aquella es la casa de Lantigua

Habiacutean llegado cerca de la plazoleta ya bautizada con el nombre de Plaza de Lantigua y alliacute se detuvieron [167]

-iquestDe modo sentildeor que esta noche no iremos a pasear por la orilla del mar -dijo Sansoacuten- iquestNos estaremos de centinela sentildeor en este delicioso lugar mirando a la luna

Morton con los ojos fijos en la casa de Lantigua no atendiacutea la verbosidad salomoacutenica de su sirviente el cual continuoacute diciendo

laquoVi entre los joacutevenes un mancebo falto de entendimiento El cual pasaba por la casa junto a la esquina de aquella A la tarde del diacutea ya que oscureciacutea en la oscuridad y tiniebla de la noche Y he aquiacute que le sale al encuentro una mujer astuta de corazoacuten Rencillosa y alborotadora sus pies no pueden estar en casaraquo

-Calla idiota -dijo repentinamente Daniel poniendo la mano en la boca de su criado para tapar aquella fuente de sabiduriacutea- iquestNo ves por aquella puerta que estaacute en la callejuela ha salido una mujer

-Yo veo un hombre

-Siacute un hombre la acompantildea -dijo Morton con voz ahogada- Sansoacuten Sansoacuten si pronuncias una sola palabra te estrangulo Oculteacutemonos tras esta esquina porque vienen hacia acaacute

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Por la puerta de la casa vieja que da a la callejuela habiacutea salido una persona la cual [168] unieacutendose a otra que esperaba fuera marchoacute precipitadamente hacia la plaza despueacutes torcieron a la izquierda entrando en la calle que conduciacutea al centro de la villa

-Sigaacutemoslos -dijo Morton- Andemos a su paso y no hagamos ruido La conozco Es ella En medio de las mismas tinieblas absolutas la conoceriacutea El que la acompantildea es Caifaacutes

Morton les vio apartarse luego de la viacutea central del pueblo y dirigirse a la misma escalerilla donde eacutel pasoacute parte de la noche del domingo de Ramos

-Van al cementerio -pensoacute lleno de estupor- iquestQue es esto

Gloria y Caifas subieron la escalera pero en vez de dirigirse al cementerio torcieron a la izquierda costeando la tapia Iban a buen paso como quien tiene medido el tiempo Daniel y Sansoacuten los siguieron a conveniente distancia por la orilla de un prado inmediato a las tapias

-Que se nos van que desaparecen -dijo Morton con angustia apresurando el paso

-Les detendremos sentildeor -indicoacute Sansoacuten

Los perseguidos que un momento desaparecieron de la vista de los perseguidores volvieron a ser vistos Iban maacutes de prisa y pasando junto a las casuchas del arrabal pareciacutean tener [169] intencioacuten de dirigirse a un camino estrecho que conduciacutea a la carretera

-Hay alliacute un bosque -dijo Morton apresurando maacutes el paso- Si se internan en eacutel les perderemos de vista

Pero entonces Gloria y su acompantildeante se detuvieron Oyeacuteronse rumores de un corto diaacutelogo y la voz que se acostumbra dirigir a un caballo impaciente Corrieron los perseguidores pero no habiacutean avanzado mucho cuando viose partir un breck que llevaba al parecer maacutes de una persona El breck iba raacutepidamente en busca del camino real

Los dos hebreos corrieron tras eacutel pero el coche avanzaba mucho y al poco tiempo desaparecioacute Su ruido sordo duroacute algo maacutes pero al fin difundiose tambieacuten en el hondo monoacutelogo de la noche

Daniel Morton se halloacute en el camino real desconsolado y perplejo

-iquestA doacutende ha ido -se preguntaba- iquestVolveraacute

Su aturdimiento fue como el de quien ve prodigios y fenoacutemenos incomprensibles dentro de la esfera de la razoacuten humana

-La he visto -pensoacute- la he visto y auacuten dudo si seriacutea ella iquestPor queacute no la llameacute iquestPor queacute no pronuncieacute a gritos su nombre [170]

Sentaacutendose sobre una piedra meditoacute

-iexclAh -dijo despueacutes de largo rato- Ya seacute huye de su casa y de su familia Pero entonces no volveraacute

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-No volveraacute -repitioacute Sansoacuten sentaacutendose junto a su sentildeor- Seriacutea temeridad buscarla maacutes y ahora aunque el sentildeor no me lo permita me atrevereacute a decirle

-Sansoacuten deacutejame en paz -dijo Morton- iquestQueacute piensas tuacute de esto iquestVolveraacute

-Pienso que laquoel avisado ve el mal y escoacutendese mas los simples pasan y reciben el dantildeoraquo Pues hemos visto el mal sentildeor escondaacutemonos es decir vaacutemonos mantildeana para Londres

-Amigo -dijo Daniel desarrollando su tema- yo creo que aquiacute hay algo grande que no comprendemos

-Lo que yo comprendo -repuso el servidor- es que se ha dicho laquoSima profunda es la mujer Aquel contra el cual estuviese airado Jehovaacute caeraacute en ellaraquo

-Sansoacuten Sansoacuten -exclamoacute Daniel regocijaacutendose con una idea lisonjera que brillaba en su mente como luz que nace y crece- Yo estoy seguro de que volveraacute El corazoacuten me lo dice

-iquestY estaremos aquiacute hasta que vuelva sentildeor [171]

-Aquiacute estaremos mientras sea de noche iquestTienes friacuteo Pues toma mi gabaacuten y poacutentelo sobre el tuyo

-Gracias sentildeor iquestEs absolutamente preciso que yo esteacute en vela

-Puedes dormir si para ello tienes cuerpo Yo te despertareacute en caso necesario

-Entonces con permiso del sentildeor -dijo Sansoacuten acomodaacutendose en el suelo- voy a descansar porque laquoiquestqueacute maacutes tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol Generacioacuten va generacioacuten viene mas la tierra siempre permanece iquestQueacute es lo que fue Lo mismo que seraacute iquestQueacute es lo que ha sido hecho lo mismo que se haraacute y nada hay nuevo debajo del sol Vanidad de vanidades dijo el predicador vanidad de vanidades y todo vanidadraquo

Poco despueacutes de pronunciar su uacuteltima sentencia dormiacutea El amo siempre vigilante no apartaba los ojos del uacuteltimo teacutermino visible del camino real y de las colinas que se sucediacutean tierra adentro Nada podiacutea distinguirse en aquella masa oscura a ratos mal iluminada por la luna Los negros aacuterboles ocultaban los senderos pero el hebreo empleando su alma toda en la atencioacuten buscaba en la inmensidad negra un rastro del ave cuyo vuelo habiacutea visto [172] y tan grande es el poder del espiacuteritu que al fin lo hallaba No veiacutea nada con los ojos pero su curiosidad excitada hasta la inspiracioacuten estaba segura de la existencia de una estela misteriosa trazada por un corazoacuten que corriacutea en busca de su amor Era como aquella seguridad de la fe que sostiene y declara la verdad sin verla ni poder explicarla

Despueacutes oyoacute cantar un gallo y a la voz de aquel respondieron otros sucesivamente cerca y lejos formando el maacutes bello concierto que puede imaginarse No existe en la naturaleza fuera de lo humano voz maacutes conmovedora que el alarido de aquel noble animal exclamacioacuten lanzada por los campos en los instantes luacutecidos de su placentero suentildeo y con la cual dice al hombre laquoyo soy la amenidad de la vida la paz la sencillez la diligencia y el trabajoraquo

Daniel oiacutea los remotos alertas del gallo que clamaban laquoiexclallaacute va allaacute varaquo

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-Ha de volver -pensoacute dirigiendo aacutevidas miradas hacia las colinas- Si el corazoacuten me engantildea esta vez dudareacute de eacutel toda la vida

Habiacutea transcurrido poco maacutes de hora y media desde la desaparicioacuten del coche cuando el israelita creyoacute sentir torbellino de ruedas No era todaviacutea maacutes que un convencimiento iacutentimo sin nada real que resultara de una sensacioacuten [173] clara Esperoacute y al cabo de cierto tiempo adquirioacute la certidumbre de que un coche veniacutea

-Sansoacuten Sansoacuten -gritoacute tiraacutendole de un brazo- Levaacutentate perezoso

-Sentildeor sentildeor iquestNos vamos para Londres -dijo el criado frotaacutendose los ojos- Sontildeeacute que me embarcaba y deciacutea

-No digas nada Prepaacuterate para hacer lo que te mande Tuacute tienes buenos puntildeos Deteacuten ese coche

-iquestCuaacutel

-Ahiacute viene iquestNo oyes

Dejose ver el carruaje que veniacutea corriendo tirado por dos caballos

-iexclDos caballos -dijo el amante de Dalila

-Aunque sean veinte hemos de detenerlos

El coche se acercoacute y Sansoacuten ponieacutendose en medio del camino con los brazos abiertos como un misionero que va a exhortar a la buena vida gritoacute

-iexclStop

Mas el que guiaba blandioacute el laacutetigo cruzando con eacutel la cara del importuno que intentaba detener el coche Entonces los caballos elevaron rugiendo sus cabezas al sentirse contenidos por una mano de hierro que sujetaba sus riendas anduvieron trabajosamente algunos pasos sacudiose el vehiacuteculo una voz de mujer [174] grito angustiada laquoiexclJesuacutesraquo un chico dijo laquoiexclLadronesraquo y Caifaacutes que era el que guiaba exclamoacute laquoiexclPor vida de Patillas iexclme lo temiacutearaquo

Daniel Morton tirando del brazo de Caifaacutes le hizo bajar maacutes que de prisa del pescante y despueacutes extendioacute sus brazos al interior del breck que se cubriacutea con cortinas de hule Una mujer aterrada y llorosa estaba alliacute en compantildeiacutea de un chico de quien Morton no hizo caso alguno Era Sildo

Gloria no habloacute nada Quiso luchar un instante con los brazos que la robaban pero esto no era posible Morton la sacoacute del coche llevaacutendola como a un nintildeo

-Sr Morton por amor de Dios -dijo Caifaacutes ponieacutendose de rodillas delante del hebreo

-Maacuterchate -le dijo Daniel- Sansoacuten vete tuacute tambieacuten con el coche a la entrada del pueblo

-Deacutejame -murmuroacute Gloria sordamente cuando los demaacutes se alejaban- Deacutejame yo no te he llamado ni te he buscado ni te quiero ver [175]

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- XVI -

Prisionera

-Lo contrario me pasa a miacute -dijo Morton abrazando tiernamente a la joven a despecho de ella- Yo te busco te llamo te quiero

Gloria luchaba por desasirse y huir

-No te libraraacutes de miacute por ahora -afirmoacute Daniel

Sentose en una gran piedra del camino sin dejar de sostener a Gloria en los brazos y la puso sobre sus rodillas cual si fuera la carga maacutes ligera

-Aquiacute aquiacute has de estar aunque no quieras -exclamoacute con turbada lengua y estrechando maacutes a la joven en sus brazos de hierro- Ahora es mi vez ahora me toca a miacute mortificar No te soltareacute vida miacutea que he conquistado iquestVes coacutemo no se puede huir de los que nos aman Te sepultariacuteas en la tierra y la tierra se [176] abririacutea para ponerte en mis manos Gloria Gloria iquestpor queacute me has cerrado tu puerta por queacute huyes de miacute

-Deacutejame -repitioacute ella- deacutejame Mientras maacutes me contrariacutees mayor seraacute el miedo que te tenga Sueacuteltame por Dios no me mates maacutes

-iexclMatarte yo

-No es esta la primera vez Te suplico que me dejes

Presa en los amantes brazos Gloria estaba inmoacutevil y el mantoacuten que la cubriacutea dejando tan soacutelo libre la preciosa y afligida cara haciacutea maacutes estrecha la prisioacuten en que se encontraba

-No me digas que te suelte porque te abrazareacute tanto tanto que te ahogareacute

-iexclYa no te quiero ya no

-Y yo te adoro Esto basta

-Es que yo te aborrezco

-iexclMentira eso no puede ser Si tuacute me aborrecieras se habiacutea de conocer en el universo El sol no alumbrariacutea lo mismo

-iexclDeacutejame

-iexclDejarte iexclSoltarte iexclSoltar el bien que se ha ganado Tuacute has perdido el juicio Por este momento me alegro de haber nacido de haber vivido tantos antildeos entre penas me alegro de ser quien soy y me regocijo de todo [177]

-iquestPero queacute pretendes iexclestaacutes loco -dijo Gloria con afaacuten

-iquestQueacute quiero Morir contigo o darte la vida que mereces

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-Yo no necesito de ti

-Yo sin ti me muero Tuacute lo sabes y sin embargo me rechazas Y cuando reces a tu Dios miraraacutes a tu conciencia y la veraacutes tranquila y satisfecha sin acordarse del pobre que no vive sino por la esperanza de verte y de pedirte perdoacuten

-Te perdono pero deacutejame

-Siacute y cuando nos hayamos separado ireacute al mar ireacute a ese buen amigo que nos estaacute llamando hace tiempo y atando una gran piedra a mi cuello me arrojareacute en eacutel Entonces querida Gloria miacutea no te mortificareacute maacutes

-iexclPor Dios -dijo Gloria desfalleciendo- iexclme ahogas

Morton dilatoacute ligeramente sus brazos y la joven respiroacute con maacutes libertad

-Asiacute -dijo con dulzura- asiacute Deacutejame ahora y no te guardareacute rencor

-iquestPor queacute me tratas asiacute iquestPor queacute huyes iquestpor queacute un instante de mi compantildeiacutea ha de ser tan violento iquestPor queacute para oiacuterte y para verte he de necesitar atarte como un prisionero [178]

-Porque asiacute debe ser -repuso Gloria cesando en sus movimientos para desasirse

-Y sin embargo al huir de miacute al encerrarte al despedirme en tu puerta tuacute no eres feliz -dijo Morton besaacutendola con ardor- Tuacute padeces

Al oiacuter esto Gloria no pudo decir nada que no saliese puro y verdadero de su propio corazoacuten Como el agua que afluye mansa y sin esfuerzo de la fuente asiacute salieron de su boca estas palabras

-iexclPadecer Mucho padezco mucho

Dando un suspiro cerroacute los ojos

-Ya lo seacute -dijo Morton- Tus penas vida miacutea tienen un eco sensible en mi corazoacuten y aquiacute se repiten doliendo porque tus heridas son mis heridas porque estoy destinado a vivir con tu vida y a morir con tu muerte

-Eso no puede ser -dijo Gloria tratando nuevamente de evadirse- Bien estaacute cada uno con lo suyo Deacutejame seguir mi camino iexclPor Dios vivo te suplico que me dejes

-No iquestPor queacute no quieres descansar un instante de tu martirio

-Yo no quiero descansar Padecereacute por espacio de cien vidas y auacuten no expiareacute mi culpa

-iexclPor mi madre te juro que no consiento [179] que no puedo consentir esto -exclamoacute Daniel con exaltacioacuten

-iquestQueacute

-Esta separacioacuten horrible Yo rompereacute todas las leyes pero esto no seguiraacute te lo juro Cuanto hay de violento y brutal veraacutes en miacute si es preciso Prepaacuterate porque asiacute como ahora te tengo asiacute espero tenerte por los siglos de los siglos iquestQuieres satisfacer

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una curiosidad que me devora quieres darme una prueba de confianza quieres que te perdone lo que me has hecho padecer negaacutendote a verme Pues dime a doacutende has ido esta noche a doacutende has ido otras noches que te han visto salir

-No debo decirlo -murmuroacute Gloria- Pero si me dejas seguir mi camino te lo direacute

-A ese precio no

-Pues no

-Pues si tuacute no me lo dices te lo direacute yo porque lo seacute porque esta misma noche ha sabido adivinarlo mi corazoacuten Gloria mi corazoacuten que no puede estar mucho tiempo ignorante de lo que pasa en el tuyo iexclOh armoniacutea sublime Si esta correspondencia de afectos no existiera no existiriacutea el alma

Acercando sus labios al oiacutedo de la joven pronuncioacute unas palabras que ni el aura de la noche pudo oiacuter [180]

Gloria cerroacute los ojos en cuyas pestantildeas brillaban temblando algunas laacutegrimas

-iquestEs cierto -le preguntoacute Morton besaacutendola con ardor

Gloria palidecioacute maacutes de lo que estaba y cruzoacute sus manos en la actitud de los muertos

-iquestEs cierto -repitioacute eacutel con frenesiacute

La joven exhaloacute un tenue suspiro y con eacutel como el uacuteltimo vagido del alma que se marcha un siacute Pero sus cerrados ojos pareciacutean hundirse y sus labios perdieron el color Daniel le tentoacute las manos y sintioacute la suya oprimida fuertemente por las de ella con la fuerza que imprime a los muacutesculos la emocioacuten de un adioacutes postrero

Daniel creyoacute notar que el pulso de la joven se extinguiacutea advirtioacute extremada frialdad en la frente tuvo miedo la llamoacute

-iexclGloria iexclGloria -oyeron las soledades del campo

La joven no respondiacutea pero entreabrioacute ligeramente los ojos sonrioacute despueacutes y sus manos crispadas apretaron con maacutes vigor las del hebreo

-iexclGloria iexclGloria -gritoacute este de nuevo

Los labios de la hija de Lantigua quisieron hablar mas nada dijeron Hizo un gran esfuerzo y entreabrieacutendose sus paacuterpados mostraron [181] las negras pupilas que pareciacutean decir con su lenguaje mudo laquoQue te vea un momento maacutesraquo

El extranjero esperoacute un instante de ansiedad terrible

-Es un desvanecimiento -dijo para siacute

Y al instante gritoacute

-iexclSansoacuten Sansoacuten

Sin esperar auxilio Morton levantaacutendose con su preciosa carga marchoacute hacia Ficoacutebriga Caifaacutes Sildo y Sansoacuten salieron a su encuentro

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-Ya sabiacutea yo que habiacutea de pasar alguna cosa mala -gruntildeoacute Mundideo

-iquestQueacute es eso sentildeor -preguntoacute Sansoacuten

-Un desmayo sin duda -indicoacute Caifaacutes examinando a la sentildeorita- iexclRayos y centellas iquesty a doacutende la llevamos ahora

-A su casa -dijo Morton

-iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute

-No perdamos tiempo -indicoacute el hebreo- Adelante A casa de Lantigua Temo cualquier accidente desgraciado si no la auxiliamos pronto Tuacute Caifaacutes guiacutea por aquiacute

Llegaron La verja del jardiacuten estaba abierta por ser costumbre de la casa no cerrarla nunca Un perro empezoacute a ladrar furiosamente Caifaacutes pediacutea a Dios que se abriese un gran hoyo en la tierra y le sepultase pero Morton fijo en su objeto y sin atender a ninguacuten accidente [182] no se detuvo hasta llegar a la puerta

-Sansoacuten llama

Teniacutea la puerta de la casa de Lantigua un pesado aldaboacuten de cobre que martillaba sobre enorme clavo de luciente cabeza Cuando el forzudo ingleacutes cogioacute con su mano de leoacuten el llamador y lo sacudioacute empleando fuerza igual a la que arrancoacute las puertas de Gaza los furibundos golpes semejantes a disparos de cantildeoacuten hicieron retemblar con tal estreacutepito la casa que esta pareciacutea la mansioacuten del trueno [183]

- XVII -

Declaracioacuten

Serafinita dormiacutea tranquilamente cuando empezoacute a sontildear que el mundo se partiacutea en dos pedazos al golpe de un martillo celestial que iba a destruir en pocos momentos la obra de siete diacuteas endurecida por seis mil antildeos Mas esta idea pasaba por la serie de transformaciones y de matices que enlazan lo sontildeado con la realidad Tuvo miedo dudoacute si creer a sus sentidos que le anunciaban un terremoto hizo la observacioacuten de que en otras ocasiones habiacutea sontildeado con cataclismos incendios y quebrantamientos de astros cuyos pedazos lloviacutean sobre el nuestro pero su conocimiento fue muy claro al fin y diose por despierta

Sintioacute voces en la casa y Francisca llegando a su puerta dijo con voz angustiada

-Sentildeora sentildeora levaacutentese usted

-Francisca iquestqueacute iquesthay fuego [184]

-No sentildeora levaacutentese usted

-iquestHay fuego mujer

-No sentildeora otra cosa peor

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-iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute -exclamoacute Dordf Serafina invocando con su acostumbrado fervor y piedad a Dios y los santos

Comenzoacute a levantarse con mucha presteza pero las piernas le temblaban y chocaban sus dientes unos con otros

-Sentildeora -volvioacute a decir Francisca- iquestno se levanta usted

-iquestQueacute hay

-La sentildeorita Gloria

-iquestPero queacute le pasa mujer

Quiso acelerar maacutes la operacioacuten de vestirse y evocando las fuerzas de su espiacuteritu que eran grandes tratoacute de sobreponerse a su pavor Estaba auacuten a media tarea cuando sintioacute los pasos de su hermano que bajaba precipitadamente Despueacutes sintioacute voces desconocidas en el comedor

-Esa pobrecita -pensoacute- habraacute tenido un susto una pesadilla habraacute alarmado la casa Pero esas voces desconocidas

Salioacute al fin y en el pasillo Francisca que volviacutea de la cocina le dijo

-No ha sido nada un desmayo Ya ha vuelto en siacute

Faacutecil es comprender el estupor de Serafinita [185] al ver a su sobrina vestida como si acabara de llegar de la calle y a dos hombres desconocidos uno de los cuales la asistiacutea juntamente con D Buenaventura La piadosa y noble sentildeora permanecioacute en pie aterrada los ojos fijos el labio a punto de soltar la palabra extendida una mano todo su cuerpo y fisonomiacutea como estatua labrada en representacioacuten del ideal del asombro Sansoacuten estaba junto a la puerta serio y estirado como un centinela mas a una sentildeal de su amo se retiroacute

-No es nada -dijo D Buenaventura lleno de turbacioacuten y pareciendo muy disgustado de la presencia de su hermana- iquestPara queacute te has levantado Serafina

-iexclHa salido -exclamoacute la sentildeora con espanto sentildealando a su sobrina- iexclHa salido iexclGloria

-No es que -repuso D Buenaventura paacutelido y balbuciente- Siacute en efecto salioacute Ya ves coacutemo ha regresado La pobre ha tenido un susto

-iquestY ese hombre quieacuten es-preguntoacute Serafinita sentildealando al hebreo

-Es un sentildeor un amigo miacuteo -replicoacute Lantigua

-Daniel Morton -dijo eacutel inclinaacutendose con respeto [186]

Serafinita tembloacute como si sintiera suacutebito y abrasador el calofriacuteo de una enfermedad fulminante Acudioacute a ella prontamente D Buenaventura temiendo que la impresioacuten recibida la trastornase y afectando tranquilidad que estaba muy lejos de tener dijo

-Querida hermana no te aflijas sin motivo Aquiacute no ha ocurrido nada de particular Este caballero pasaba casualmente cuando

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-iquestPor queacute no decir la verdad -manifestoacute Daniel interrumpiendo- Yo detuve su coche cuando volviacutea

Gloria que habiacutea recobrado el conocimiento y lloraba en silencio cayoacute de rodillas delante de su tiacutea besole las manos y entre ahogados sollozos bebieacutendose las laacutegrimas habloacute asiacute

-Sentildeora tiacutea de mi corazoacuten he faltado he pecado contra la obediencia contra la resignacioacuten he faltado a mis votos y al deseo y a las oacuterdenes de usted pero merezco perdoacuten porque soy madre Soy madre y he ido a ver a mi hijo de quien me separa una prohibicioacuten justa pero a la cual no me puedo resignar

A la declaracioacuten de Gloria sucedioacute teacutetrico silencio por lo cual aquella fue maacutes solemne y parecioacute que sus palabras subsistiacutean sonando y quedaban como grabadas en el silencio mismo [187]

D Buenaventura levantoacute a la joven del suelo hiacutezola sentar colocose a su lado Dordf Serafina que tambieacuten lloraba y los dos hombres permanecieron en pie consternados y mudos

-No he podido resistir en mi afaacuten -continuoacute Gloria- Me he portado querida madre miacutea como los hipoacutecritas como los ladrones y he salido en silencio a deshora cuando todos dormiacutean acompantildeada de un hombre humilde que en todo me obedece Esta es la verdad Lo digo porque ha tiempo que esto se me sale del corazoacuten y no puedo ocultarlo porque me dan ganas de salir a la calle y decirlo a gritos Lo digo tambieacuten porque no se crea lo que no es al verme entrar como he entrado

-Sosieacutegate hija miacutea -dijo Serafinita con ternura- Creo que tus moacuteviles siempre son buenos y honrados Esto mismo que me cuentas y que me ha dejado absorta esta misma desobediencia ha sido impulsada por un sentimiento noble por el maacutes noble de todos despueacutes del amor de Dios siacute despueacutes

A las palabras de Dordf Serafina sucedioacute otro espacio de silencio que las hizo como las de Gloria maacutes solemnes dejaacutendolas por decirlo asiacute esculpidas

-Por eso -continuoacute la sentildeora acariciando las manos de su sobrina- no me atrevo a dirigirte [188] una sola palabra de reconvencioacuten Ahora me explico lo que oiacute de tus salidas de noche iquestPor queacute has hecho esto iexclQueacute confusioacuten Pero no es oportuno reprender no Un preciosiacutesimo sentimiento te ha guiado No necesito explicaciones respecto a la circunstancia de volver acompantildeada Segura estoy de que no es culpa tuya

Dordf Serafina miroacute al hebreo sin rencor y sin curiosidad como si se tratara maacutes bien de pedirle con suplicante modo estrecha cuenta de la perdicioacuten de un alma que de confundirle con anatemas

-Ahora debes descansar -dijo D Buenaventura- estaacutes fatigada hijita Vamos arriba No se piense maacutes en lloros ni sofocones A descansar

-Este hombre -balbucioacute Serafinita sentildealando a Morton- no necesitaraacute que le demos hospitalidad Tendraacute su casa donde pasar la noche

-Estoy dispuesto a retirarme -dijo Morton paacutelido como un muerto- pero si la sentildeora me lo permite antes hablareacute un poco con su sentildeor hermano

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-Yo tambieacuten tengo que hablar Al momento soy con usted -dijo D Buenaventura enlazando con el brazo la cintura de su sobrina para conducirla a lo alto de la casa [189]

Morton se quedoacute solo esperando al banquero que no tardoacute en volver El poderoso argumento de ternura que guardaba este para la ocasioacuten maacutes favorable estaba ya enunciado

En el vestiacutebulo de la casa Roque y Francisca entablaron la maacutes viva disputa con Sansoacuten intentando convencerle de que debiacutea ponerse inmediatamente en la calle pero eacutel haciendo maacutes gestos que un molino de viento ya que con la lengua no podiacutea explicarse les deciacutea que mientras su amo estuviese dentro de la casa eacutel no saldriacutea Reforzoacute luego Francisca sus argumentos con empellones y denuestos como mostaza Al fin transigieron conviniendo en que ni saldriacutea a la calle ni aguardariacutea a su amo dentro de la casa quedaacutendose entre infierno y cielo o sea en el jardiacuten Al bajar la graderiacutea de la puerta principal deciacutea en alta voz recordando los libros santos

-laquoMejor es que se encuentre un hombre con una osa a quien hayan robado sus cachorros que con una mujer neciaraquo [190]

- XVIII -

Pasioacuten sacrificio muerte

-Acueacutestate -dijo Dordf Serafina cuando se quedaron solas en la alcoba de esta despueacutes de bajar D Buenaventura y de salir Francisca a quien la sentildeora mandoacute retirarse- Estaacutes cansada

-Siacute mucho -dijo Gloria con desfallecimiento apoyando su cabeza en la palma de la mano y el codo en el lecho

-Acueacutestate -repitioacute Dordf Serafina quitando el mantoacuten a su sobrina- Ven te desnudareacute

-No tengo fuerzas para nada -dijo Gloria dejando caer los brazos despueacutes de que se incorporoacute un instante- Haga usted el favor de llamar a Francisca no tengo fuerzas para nada

-Yo estoy aquiacute -indicoacute la sentildeora desabrochando el vestido de Gloria

-No tiacutea por Dios yo lo hareacute -dijo la joven levantaacutendose [191]

Despueacutes Dordf Serafina se arrodilloacute delante de ella con objeto de descalzarla

-No tiacutea iexclpor amor de Dios -exclamoacute la joven rechazando con rubor aquel servicio- iexclUsted de rodillas delante de miacute usted como una criada

-Asiacute veraacutes como es la humildad -dijo Serafina- iquestQueacute importa que yo sea tu criada Debemos creernos siempre inferiores a los demaacutes La mejor manera de conservar la humildad es creer que todos valen maacutes que nosotros

-No no lo puedo consentir

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-Me causaraacutes pena si te opones a que te sirva querida hija Deacutejame Es mi gusto Tuacute necesitas de mi auxilio porque estaacutes fatigada pobre y desgraciada nintildeita

-En fin entre las dos saldremos del paso

Gloria procuroacute vencer su fatiga y al fin descansoacute en su lecho del cual habiacutea salido tres horas antes Los gallos cantaban maacutes fuerte anunciando la proximidad del diacutea

-iquestQuieres tomar algo

-No querida tiacutea gracias

-iquestTienes suentildeo

-Tampoco

-iquestTe molesta mi compantildeiacutea iquestQuieres que me vaya o que me quede

-Que no se separe usted de miacute es lo que deseo [192] pero no quiero que usted esteacute en vela por miacute

-iquestTe agrada mi compantildeiacutea

-Mucho Me consuela mucho oiacuter su voz Yo quisiera hablar algo tambieacuten Tengo muchas cosas que decir

-Pues diacutemelas

-O mejor seraacute que me calle Si no estaacute usted muy cansada querida tiacutea no me deje sola porque no dormireacute y estareacute pensando horribles disparates Pensareacute mucho en el afaacuten que me ha sacado de mi casa a hurtadillas tres noches y en otras cosas que me turban

-Te acompantildeareacute si quieres

-Sieacutentese usted ahiacute junto a mi cama y repreacutendame por mi mala conducta No debiacute hacer lo que he hecho iquestno es verdad

-Quizaacutes esta falta no sea tan grande como tuacute crees

-iquestMerece perdoacuten

-Siacute merece perdoacuten y yo te lo doy con toda mi alma -repuso amorosamente Serafinita poniendo su suave y blanca mano sobre el angustiado seno de Gloria- iquestHas podido creer otra cosa de miacute iquestHas visto en miacute alguna vez crueldad violencia o coaccioacuten brutal iquestHe empleado otros medios que la exhortacioacuten el ruego y el natural prestigio que los mayores ejercen sobre [193] los pequentildeitos sobre los nintildeos Porque tuacute eres una nintildea un tierno arbolito al cual es preciso guiar y poner derecho para que jamaacutes y por ninguna causa se tuerza de nuevo La prohibicioacuten de ver a tu hijo y la dura ley de tenerlo alejado de ti en estas circunstancias no es miacutea es de nuestro comuacuten padre espiritual de mi bendito hermano Aacutengel Y ya sabes que debemos obediencia ciega al prelado y respeto al hermano

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-Mi tiacuteo es muy santo muy bueno yo le respeto y le quiero mucho -dijo Gloria- pero en este caso no seacute yo creo que su conducta conmigo y con mi pobre hijo desvalido no es la maacutes generosa ni la maacutes humana

-Por todos los santos nintildea miacutea -dijo dontildea Serafina con afliccioacuten- por tu alma querida que estaacute en grandiacutesimo peligro no digas tales cosas Ese es tu flaco la soberbia la independencia de juicio la criacutetica la perversa criacutetica de actos y de ideas emanadas de la autoridad Hija de mi corazoacuten mientras no te sometas por entero no tendraacutes paz mientras no renuncies a ese perverso juicio de las determinaciones superiores no alcanzaraacute tu espiacuteritu sencillez ni pureza ni la humildad que ha de acercarte a Dios

-No lo puedo remediar querida madre por [194] maacutes que trato de sojuzgar mi entendimiento por maacutes que le pongo ligaduras y le azoto y le pisoteo siacute todo eso hago pero aun hacieacutendolo asiacute no puedo conseguir nada Todas las fuerzas de mi espiacuteritu no pueden obligar al pensamiento a que se convenza de que un hijo desvalido debe estar separado absolutamente de la madre que le dio el ser de que eso no es una violacioacuten de las leyes maacutes santas y de que Dios apruebe crueldad tan grande

-iexclOh hija miacutea expresada de ese modo tu querella parece razonable iexclQueacute horrible cosa iexclseparar a un hijo de su madre privarle a eacutel de las caricias y de los cuidados de la que le llevoacute en sus entrantildeas iexclQuitarle a ella el goce maacutes puro y el afaacuten maacutes legiacutetimo que en humano corazoacuten puede existir despueacutes del amor y del goce de Dios iexclQueacute barbarie En efecto dicho asiacute parece el caso presente un ejemplo del maacutes fiero y despiadado rigor

-Es verdad que lo parece -dijo Gloria gimiendo

-Te tengo laacutestima la compasioacuten maacutes viva que se puede tener por una criatura -dijo Serafina apartando su mano del pecho de la joven como una divinidad que retira su proteccioacuten- Hablas y piensas vulgar y torpemente con las vanas ideas de los necios y los soberbios [195] No penetras el sentido de las cosas porque no eres sencilla y humilde en tu criterio porque no tienes el desprecio de tu propio juicio que es lo que conduce a entender las maacutes elevadas cosas sin trabajo por la misteriosa luz que se recibe del cielo Ven acaacute y dime iquestacaso mi hermano te ha negado en absoluto las delicias de la maternidad iquestAcaso ha mostrado santildea o prevencioacuten contra ese pobre nintildeo iquestNo te envioacute su bendicioacuten para ti y para eacutel no te escribioacute dicieacutendote que te ama hoy como antes que te perdona todos tus yerros que se enternece soacutelo de pensar en esa inocente criatura que has dado a luz y que la ama con fraternal carintildeo

-Siacute es verdad es verdad -repuso Gloria anegada en llanto- Yo seacute que mi tiacuteo es el mejor de los hombres yo tambieacuten le adoro a eacutel pero

-iquestPero queacute iexclAy pobre hija de mi corazoacuten siento que mis palabras claven otra vez el cuchillo en tu reciente herida no curada pero es preciso No no basta concebir un hijo y darlo a luz para tener derecho a los inefables goces de la maternidad No ha nacido no ese desdichado nintildeo a quien pusimos por nombre Jesuacutes para que hasta el nombre indique nuestro deseo de criarlo en Jesucristo no nacioacute [196] digo ese infeliz nintildeo de padres unidos por el Sacramento no nacioacute entre las aclamaciones alegres de una familia ni entre el regocijo de la Iglesia nuestra madre no nacioacute rodeado de esa aureola de honra y felicidad que circunda al heredero de una familia ilustre no nacioacute deseado sino temido no nacioacute como una esperanza sino como un horror y tuacute misma al sentir en

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tu seno las palpitaciones que eran aviso de esa vida nueva que arrancaba de ti no temblabas de alborozo sino de verguumlenza porque lo que en el orden natural hubiera sido el maacutes dulce consuelo de tu alma y la gala maacutes rica de tu familia y de tu nombre era en este caso la encarnacioacuten de tu infamia Nacioacute inocente siacute y sin maacutes culpa que la que todos al nacer traemos nacioacute digno de ser amado y educado pero no nacioacute en la sacrosanta ley de la familia cristiana Lleva en siacute el baldoacuten de tu ignominiosa caiacuteda de tu caiacuteda que no vacilo en recordarte porque tu mayor gloria es padecer y soacutelo padeciendo has de regenerarte iquestHas olvidado que tu caiacuteda es la maacutes deshonrosa que se puede imaginar Jamaacutes el demonio tendioacute lazo maacutes horrible Escogioacute la mejor criatura para viacutectima y para cebo un hombre de raza maldita por Dios y que expiacutea el crimen de deicidio con su dispersioacuten y envilecimiento [197]

Gloria que habiacutea oiacutedo la anterior arenga con indecible congoja sintioacute al llegar el uacuteltimo punto que sus cabellos se erizaban que sus muacutesculos se contraiacutean que su sangre se paralizaba Extendioacute su mano como para imponer silencio a la sentildeora y con la otra se oprimioacute la frente

-Te mortifico -dijo Serafinita- Callareacute pues porque no puedo faltar a la caridad Pero por tu parte debes desear la mortificacioacuten debes buscar el padecimiento y renovar tus dolores y clavarte cien veces estas espinas y estos clavos pues soacutelo cuando no te canses de padecer cuando hayas bebido el caacuteliz de la pasioacuten seraacutes salva y regenerada hija miacutea querida

-Pues siga usted quiero oiacuter

-No soacutelo me resta decirte que mi hermano ha considerado con gran sabiduriacutea que ese nintildeo debiacutea ser reclamado por Jesucristo puesto en salvo en seguridad con garantiacuteas de que nunca dejaraacute de pertenecer a nuestra santa fe catoacutelica

-Pues queacute -dijo Gloria vivamente- iquesttemen que yo sea capaz de apartar a mi hijo de la fe de Jesucristo

-Tuacute no si bien tus ideas no son las maacutes a propoacutesito para darle una educacioacuten verdaderamente [198] cristiana Y mientras no veamos completa y absolutamente limpio tu corazoacuten de liviandad de vanidades sentimentales

-Pues queacute iquestno lo estaacute ya -dijo Gloria vivamente

-iexclNo querida hija miacutea no lo estaacute Bien conozco que existe auacuten la levadura del desordenado afecto y de las mundanas imaginaciones que trastornaron tu alma y sumieron en terribles calamidades a tu familia Mientras esa levadura exista no podemos esperar nada de provecho para tu perfeccioacuten moral

-Si algo me queda -repuso Gloria con resignacioacuten- yo lo ireacute arrancando poco a poco que no he de hacer yo en un diacutea lo que personas muy santas no consiguieron sino a fuerza de paciencia abstinencias y mortificaciones

-Tienes mucha razoacuten -dijo Serafinita con complacencia- pero es la verdad que el estado de tu espiacuteritu no es el maacutes a propoacutesito para que te entreguemos a tu hijo laquoMientras exista sobre la tierra el que la engantildeoacute ha dicho mi hermano Gloria estaraacute en peligro de caer de nuevoraquo Pues bien desgraciada ese hombre no soacutelo existe sino que te persigue te ha buscado estaacute aquiacute en Ficoacutebriga y anoche Con respecto a tu hijo la voluntad de mi hermano es bien clara laquoPuedes concederle me escribioacute [199] desde

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Roma el mes pasado alguacuten consuelo permitieacutendole ver a esa tierna criatura aunque no conviene que se exalten demasiado sus sentimientos maternales Puedes permitirle este desahogo tan natural y de tan buen origen pero si por acaso el Malo se presentase en Ficoacutebriga establece la incomunicacioacuten maacutes absoluta esconde a nuestro buen Jesuacutes que criamos para el cielo ponlo donde sus extraviados padres no puedan alcanzarlo porque temo mucho que perdamos esta tierna alma ofrenda piadosa de nuestra familia al que hirieacutendonos nos ha mostrado su poder y mortificaacutendonos su misericordiaraquo

Gloria al oiacuter esto cayoacute en profundo y luacutegubre silencio [200]

- XIX -

Espinas clavos azotes cruz

-Tuacute me dijiste que aceptabas esta cruz como expiacioacuten

-Siacute la acepteacute -dijo la infeliz despueacutes de una pausa en que Serafinita aguardoacute con impaciencia la contestacioacuten- La acepteacute pero luego luego querida tiacutea sentiacute que no podiacutea que no podiacutea resignarme a ella no tuve valor mentiacute disimuleacute engantildeeacute a todos los de casa saliacute ocultamente despueacutes de sobornar a Mundideo para que me acompantildeara Me porteacute mal lo reconozco pero el grito que sale de mis entrantildeas puede maacutes que todo y cuando eacutel suena en miacute no puedo dominarme ni ser santa como usted dice ni resignarme a padecer ni llevar la cruz ni clavarme clavos ni beber caacutelices ni ponerme corona de espinas

-Hija miacutea cada vez me causa maacutes alarma [201] y miedo ver en ti ese desasosiego que te aleja de la perfeccioacuten Tuacute no estaacutes curada ni puedes estarlo mientras no hagas un esfuerzo supremo el uacuteltimo esfuerzo de tu alma pecadora para coger a Dios que se te escapa Estaacutes llena de ansiedades incomprensibles de dudas horrendas No conoces ese admirable fruto del Espiacuteritu Santo que llamamos paz

-iexclPaz -dijo Gloria con desaliento- Temo que nunca jamaacutes vuelva a haberla en mi alma

-Hablas como el reacuteprobo hija miacutea Te hace falta gracia pero te advierto que lo primero que ha de hacerse para tener gracia es desearla

-La deseo

-Pedirla fervorosamente a Dios

-La pido

-Es indispensable ponerte en estado de merecerla sacrificando a Dios todos tus afectos todos tus deseos terrenales todo lo que te liga a este mundo desprendieacutendote de todo absolutamente de todo para no poseer maacutes que a Dios renunciando a tener voluntad propia convencieacutendote de que vivimos desterrados en este mundo de que nada existe bajo el sol que no sea digno de ser despreciado y trocado por la uacutenica ganancia real que es Dios Es preciso que te rodees de tinieblas para que el Sentildeor se digne rodearte de luz que te anonades y [202] te humilles y te niegues a ti misma que

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te sujetes de todo corazoacuten a Dios para poder obtener la verdadera libertad de espiacuteritu que vivas constantemente mortificada para que no puedas ser tentada que te creas vil y despreciable para que tu miseria te redima que renuncies al deseo de saber cosas ocultas y hondas y abraces la mejor sabiduriacutea y la filosofiacutea mejor que consisten en no tenerse en nada a siacute mismo que no abrigues vanidad de cosa alguna porque la mayor vanagloria es el desdeacuten de siacute mismo que apartes tu corazoacuten del amor de las cosas visibles para llenarlo de las invisibles

Dijo estas palabras Dordf Serafina con emocioacuten tan profunda y tal acento de conviccioacuten que era imposible oiacuterla sin asombro

Gloria cruzoacute las manos sobre el pecho y con acento de fe respondioacute

-A todo renuncio pero no acierto a renunciar a mi hijo Me desprecio como mujer pero como madre no puedo hacerlo Arranco de mi corazoacuten todos los sentimientos menos este que me da vida Ofrezco a Dios todo lo que hay en miacute pero no puedo ofrecerle como un homenaje piadoso la negacioacuten de mis derechos y mis goces de madre iquestNo es esto noble no es esto santo no es esto divino tambieacuten tan divino [203] por lo menos como esa perfeccioacuten que consiste en negarse a siacute mismo

-Siacute noble santo divino tambieacuten es ese sentimiento -dijo Serafinita- iquestQuieacuten lo duda En la forma de la maternidad fue enaltecida sobre todos los seres humanos la mujer que subioacute al cielo en cuerpo y alma Los sentimientos maternales son puros y santos sobre todo encomio hija miacutea aunque jamaacutes no siendo por gracia especial del cielo enalteceraacuten tanto como el estado de perfeccioacuten infundido por los que llamamos Consejos del Evangelio laquopobreza voluntaria estado de castidad absoluta y vida de obedienciaraquo Esta es la luz que he puesto ante tus ojos adorada hija miacutea inducieacutendote a seguirla

-Pero yo me hallo en circunstancias excepcionales -dijo Gloria defendieacutendose angustiadamente- Yo soy madre

Habiacutea en su exclamacioacuten el ahogado gemido del que en suentildeos lucha con un monstruo sin poderlo vencer

-iexclEres madre -repuso Serafinita moviendo la cabeza en sentildeal de que esperaba tal argumento- Siacute pero iquestde queacute modo iquestQueacute leyes divinas o humanas han presidido a tu estado Gloria Gloria por amor de Jesucristo empapa tu alma en mis ideas No hables de maternidad [204] Pues queacute iquesta una mujer casada a una mujer coronada con esa guirnalda divina de los hijos legiacutetimamente habidos y recibidos con juacutebilo por la Iglesia y la sociedad a una mujer de estas me atreveriacutea yo a decirle laquodeja a tus hijos renuncia a los afectos terrenos nieacutegate a ti misma no te ocupes maacutes que en la meditacioacuten en la abstinencia en el amor uacutenico y exclusivo de las cosas santasraquo iquestMe crees loca Esto seriacutea un absurdo una falta de caridad una aberracioacuten del sentimiento religioso Pero a ti que has caiacutedo en la ignominia a ti que no te hallas atada a ninguacuten varoacuten por los lazos del Sacramento a ti que has sido madre por el crimen y tu escandaloso y sacriacutelego amor te digo siacute te digo mil veces laquoRenuncia a tu hijo no por dureza de sentimientos sino por expiacioacuten no como desnaturalizacioacuten sino como castigoraquo Has cometido graviacutesima falta has ofendido a tu Dios Pues ofreacutecele el uacutenico deleite que existe en tu corazoacuten el carintildeo maternal iquestEse carintildeo te sirve de consuelo Pues no tienes derecho a consuelo ninguno iquestQuieres ser redimida Pues no hay redencioacuten sin pasioacuten sin cruz iquestAdoras a ese nintildeo infeliz que no debioacute haber nacido Pues sacrifica a Dios este

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sentimiento Necesitas irremisiblemente una cruz pero una cruz pesada porque [205] tu culpa a sido enorme Pues bien toma esa que tu mismo Dios te propone toacutemala y anda con ella La maternidad podriacutea hacerte feliz y tuacute si quieres salvarte no debes ser feliz de ninguacuten modo Si para ti no debe haber ya maacutes que dolores iquestpara queacute te apegas a los goces Mientras maacutes noble es el sentimiento que te deleita maacutes grande seraacute el meacuterito de tu sacrificio porque se ha dicho laquoY cualquiera que dejare casas o hermanos o padres o hijos por mi nombre recibiraacute cien veces tanto y heredaraacute la vida eternaraquo

-iexclOh queacute cruz tan pesada tan espantosa -exclamoacute Gloria elevando sus brazos

-Hija miacutea no interpretes mal esto que no es imposicioacuten miacutea sino simplemente exhortacioacuten y consejo -dijo Serafinita tomaacutendole las manos y estrechaacutendoselas con amor- no creas que yo predico la desnaturalizacioacuten no Pero a la altura de tu falta ha de estar tu purgatorio Si necesitas llevar una cruz muy pesada para ser recibida arriba no has de llevar una cantildea Sacrificando nintildeeriacuteas caprichos vanos y cosas de poco valor no se gana la vida eterna Es forzoso arrancar del corazoacuten la fibra maacutes sensible arrojar la joya de maacutes precio matar lo grande lo querido y lo entrantildeable meter la espada en lo maacutes hondo llorar mares de laacutegrimas [206] padecer padecer mucho y siempre padecer Esta es la clave del cristianismo amor miacuteo Ya sabes que en el diacutea de hoy celebramos el augusto sacrificio de la viacutectima del Calvario del divino cordero Fija tu pensamiento en este ejemplo sublime y considera que es necesario que nos crucifiquemos para parecernos a Eacutel y entrar en su reino

-iexclCrucificarme iquestNo lo estoy ya -dijo Gloria extendiendo los brazos en cruz

-Pero no basta crucificarte como mujer sino como madre Viviendo como vives estaacutes expuesta a mil peligros y esa maternidad que tanto adoras es un lazo que te une sin quererlo al autor de todas tus desdichas Viviraacutes sujeta a horribles tentaciones Ya sabes que Job lo ha dicho laquoLa vida del hombre sobre la tierra es una tentacioacutenraquo Ademaacutes el que todo lo sabe ha dicho laquoSi tu mano o tu pie te fuere ocasioacuten de pecar coacutertalos y eacutechalos de tiraquo

-Es verdad es verdad

-Hija miacutea -antildeadioacute la sentildeora besando con carintildeo a la atribulada joven- mete la mano en tu corazoacuten y toacutecalo y observa si el amor de ese nintildeo y la llama infame a cuyo primer fuego debioacute la vida no se confunden el uno con la otra

Gloria callaba Pareciacutea que en efecto metiacutea [207] la mano en el corazoacuten y tanteaba llamas

-iquestCallas

-No seacute queacute responder -dijo la infeliz dejando caer sus brazos con desaliento- Mi alma estaacute acongojada y en mi pensamiento todo es confusioacuten desvariacuteo No seacute lo que pienso ni lo que siento porque estoy llena de terrores de angustias de presagios de deseos y no puedo tomar resolucioacuten alguna porque cada esfuerzo de mi voluntad es seguido de un desfallecimiento que me mata

-iexclY yo te ofrezco los medios para salir de este estado y los rechazas iexclTe sentildealo el amor exclusivo de Dios como teacutermino dulciacutesimo de tus ansias y dudas todaviacutea Desarraiga todo amor criado y entraraacute en ti la gracia como un torrente Retira tus ojos de toda criatura y veraacutes el rostro del Criador Sepaacuterate de cuanto ves y estaraacutes unida a Eacutel

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eternamente Cierra tus oiacutedos a la muacutesica fascinadora de los efectos pasajeros y oiraacutes en tu interior el habla del Sentildeor Dios iexclBienaventurados los oiacutedos que no escuchan la voz que viene de fuera sino la verdad que habla y ensentildea interiormente Nadie mejor que yo puede darte estos consejos porque en miacute no sospecharaacutes egoiacutesmos He hecho voto de pobreza he repartido mi fortuna entre los pobres y las hijas de mi hermano [208] Desengantildeada de las vanidades del mundo me disponiacutea a entrar en un santo retiro cuando supe tu desgracia Esto me detuvo y sentiacute en mi conciencia el habla dulciacutesima de mi Dios que me dijo laquoVe y saacutelvamelaraquo

raquoiexclHija de mi corazoacuten Corriacute a tu lado te asistiacute en tu enfermedad como pudiera hacerlo la madre maacutes carintildeosa pero mi orgullo no se cifraba en librarte de la muerte fiacutesica sino de la muerte moral que es la condenacioacuten eterna Te exhorteacute te puse mil ejemplos ante la vista lloramos juntas te he tratado con dulzura con ardiente carintildeo y sin dureza ni altaneriacutea que en las conquistas cristianas la humillacioacuten trae la victoria Yo no puedo consentir que tu alma nobiliacutesima arda en los infiernos por un extraviacuteo pasajero y seguireacute exhortaacutendote hasta que me arrojes a golpes Mientras tenga lengua te direacute laquoVen ven hija miacutea ven conmigo a esa morada paciacutefica y solitaria donde tu alma se purificaraacute por la oracioacuten por la humildad por la penitencia recibiendo al modo de una ablucioacuten divina la gracia que ha de regenerarlaraquo Alliacute tu corazoacuten se limpiaraacute de esa escoria tenebrosa por la llama del divino amor que iraacute creciendo creciendo hasta producirte los maacutes dulces arrobos y la gratiacutesima previsioacuten del reino de los cielos soacutelo concedidos a los que todo lo [209] dejan por el Amado y al Amado consagran cuanto en la persona humana existe de espiritual y divino

-iexclEl convento -dijo Gloria dando en su lecho una angustiosa vuelta- No me asusta el encierro pero alliacute no vereacute a mi hijo

-El que hizo el mundo el que se hizo hombre por redimirnos el que fue sacrificado por nuestro amor es el primero de todos los amores hija miacutea -dijo Serafinita derramando sin cesar laacutegrimas de emocioacuten y piedad- iquestEs posible es posible que no te convenzas todaviacutea

Gloria cerroacute los ojos y como el que se hunde en los abismos de un letargo contestoacute desde dentro con profunda voz que apenas haciacutea mover sus labios

-Todaviacutea no

-iexclMiserable de miacute mil veces miserable -exclamoacute Dordf Serafinita con pateacutetico dolor- que no tengo fuerzas ni elocuencia para salvar un alma querida

-Usted es una santa -dijo Gloria abriendo los ojos y ofreciendo sus brazos a su tiacutea para estrecharla en ellos

-Soy una infeliz que he aspirado a ejercer el ministerio de los apoacutestoles y Dios me castiga por mi soberbia [210]

-Usted es una santa -repitioacute Gloria- pero nunca ha sido madre

La noble sentildeora no contestoacute Observaba la creciente desfiguracioacuten de las facciones de su sobrina

-iquestQueacute tienes

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-Una cosa que seriacutea deseo de morir -repuso Gloria con abatimiento- si no siguiera viviendo mi hijo

-iquestTienes suentildeo

-La pereza de la muerte pero con esto se duerme

-Debes descansar

-No puedo No se separe usted de miacute Si me quedo sola pensareacute cosas malas iquestQueacute hora es

-Ya amanece Jueves Santo hija miacutea iexclEl diacutea maacutes hermoso para salvarse

Gloria tratoacute de decir algo pero entrole una congoja penosiacutesima su corazoacuten oprimido latiacutea con fuerza y era tal la sofocacioacuten de su pecho que Serafinita le retiroacute las saacutebanas para que el peso de ellas no la molestase Moviose la infeliz con febril inquietud en el lecho y su hermosa cabeza con los negros cabellos en desorden se volviacutea con angustia hacia arriba Por uacuteltimo se llevoacute ambas manos al pecho y oprimieacutendoselo cual si quisiera detener alliacute alguna [211] cosa que se le escapaba gritoacute con voz ronca

-Sentildeor Sentildeor no puedo

Serafinita procuroacute tranquilizarla Al fin iba cayendo la joven en un estado semejante al sopor Serafinita notoacute que sus sienes latiacutean violentamente y que su respiracioacuten era fatigosa Pero seguiacutea aletargada y como esto tranquilizara a la buena sentildeora arrodillose junto a la cama y empezoacute a rezar con el mayor recogimiento

- XX -

iquestQueacute hareacute

Daniel Morton y D Buenaventura hablaron larguiacutesimo rato

El hebreo salioacute de la casa cuando todaviacutea era noche oscura pues la luna no queriendo esperar al sol desaparecioacute volviendo atraacutes el rostro como novia enojada que huye de su amante observando si este la sigue Sansoacuten uniose a su amo pero este le dijo secamente que se retirase a la casa dejaacutendole solo

Sansoacuten aparentando obedecer le siguioacute desde lejos Morton rodeoacute la casa de Lantigua y tomando el camino que conduce a la playa bajoacute lentamente con las manos cruzadas a la espalda la vista fija en el suelo cuando no la extendiacutea por la negra inmensidad de los cielos apagados o por la del mar cuya exclamacioacuten grave y mugidora le iba ensordeciendo a medida que a eacutel se acercaba [213]

Cuando sus pies se hundiacutean en la arena y avanzoacute hacia el fino y huacutemedo suelo que habiacutea pulido la uacuteltima pleamar arrastrando sus laacuteminas de agua sintioacute una especie de simpatiacutea inexplicable y como un deseo de expansioacuten y confianza semejante al que se experimenta en presencia de un buen amigo Morton miroacute las olas que iban y veniacutean con el maacutes admirable ritmo sensible que existe en lo creado y miraacutendolas sacoacute del caos de su espiacuteritu esta pregunta laquoiquestqueacute hareacuteraquo

En la playa habiacutea una piedra enorme que pareciacutea arrancada por las olas a un acantilado cercano Sobre aquella piedra se sentoacute Daniel contemplando el mar grave y

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cadencioso especie de peacutendulo inmenso que determina un equilibrio misteriosos En aquel mar en su voz semejante al zumbido de un cerebro donde hierven las ideas en el resoplido de sus olas y en aquel latido de su enorme vida corriendo sin cesar del fondo a la playa y de la playa al fondo vio Morton la perfecta imagen de la perplejidad en que se hallaba su espiacuteritu

A poca distancia y entre las pentildeas de la derecha estaban auacuten los restos del Plantagenet un herrumbroso esqueleto que se desgastaba lentamente sin que hicieran caso de eacutel ni los hombres ni los peces [214]

Sentado en la piedra con el codo en la rodilla y la barba sostenida en los dedos fijo y quieto como una esfinge centinela en la puerta de lo infinito mirando siempre hacia adelante y mirado por el mar cuyas olas son una fisonomiacutea porque hablan saludan escarnecen injurian escupen sonriacuteen desprecian duermen y braman de coraje atento al espectaacuteculo de una gran perplejidad que seguacuten eacutel llenaba el universo todo Daniel Morton deciacutea

-Lo que yo sospechaba es cierto Moriraacute por mi causa y moriraacute de pena No se ha resignado auacuten a aceptar la solucioacuten que su familia le propone porque espera pero al perder la esperanza caeraacute caeraacute en ese horrible lazo y exaltada por el espiacuteritu de una religioacuten que prescribe el padecer doblaraacute al fin la cabeza ante el ascetismo y arrastraraacute miserable vida en un convento cristiano iexclCon buena intencioacuten porque su celo religioso y el entusiasmo por su falsa doctrina son sinceros esa noble sentildeora y D Aacutengel el disciacutepulo del Nazareno han negado a su corazoacuten el maacutes dulce consuelo le han prohibido a su hijo Esto da horror y al pensarlo no hay en mi corazoacuten una sola fibra que clamando no proteste

raquoiexclY pensar que con una sola palabra podreacute sacarla de ese infierno y devolverle su salud [215] su paz su felicidad la estimacioacuten del mundo y que con esta palabra volveraacute a sus brazos el pobre aacutengel espuacutereo que vive rechazado de todo el mundo y escondido como la verguumlenza o como un tesoro robado iexclPensar que con una palabra puedo causar tan grandes bienes y que esta palabra no se puede decir Pues se diraacute Tengo por corazoacuten una piedra no soy hombre si no pronuncio esa palabra Soy un miserable merezco ser perseguido eternamente por mi conciencia y no tener un solo diacutea de paz si consiento tan gran desdicha la pobre madre atormentada el nintildeo encubierto y confiado a manos mercenarias

Detuacutevose un instante Su pensamiento dando una vuelta le mostroacute otro hemisferio y dijo entonces

-iquestPero queacute es lo que debo hacer iquestqueacute debo decir Una palabra que es la apostasiacutea infame de mi religioacuten el desprecio de Dios en cuya santa idea creciacute y crecieron antes mis honrados padres y antes mis abuelos y del mismo modo las generaciones remotas hasta llegar a los que fueron elegidos para recibir la Ley directamente del mismo Dios y ensentildearla a todo el mundo iquestPuede caber en mi cabeza la idea de negar a mi Dios y negarle para abrazar otra fe iexcly queacute fe iexclla de un falso profeta la [216] del Nazareno en cuyo nombre hemos sido dispersados perseguidos quemados e injuriados por espacio de diez y ocho siglos Y yo he de llegar al Nazareno y decirle laquoaquiacute me tienes a tus pies aquiacute estaacute el que se vanagloriaba de no pertenecerte jamaacutes el que ha tratado de enaltecer a los suyos para apartarles de caer en ti aquiacute estaacute el maacutes soberbio de tus enemigosraquo Y yo he de decir a mi Jehovaacute laquoYa no te pertenezcoraquo laquoSoy como el siervo a quien su amo ha distinguido poniendo en eacutel toda su confianza y he aquiacute que aquel

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ingrato siervo huye de la casa de su sentildeor robaacutendole y despueacutes va a casa del enemigo y pide salario y escarnece a su antiguo sentildeorraquo y todo iquestpor queacute por una mujer por un amor poderoso irresistible pero que es cosa terrenal y por un hijo que adoro pero que es un pobre gusano indigno de atencioacuten desde el momento en que aparece a su lado la presencia aterradora y sublime del que hizo los cielos y la tierra

Al llegar aquiacute su pensamiento sin pausa ni intermedio alguno le puso delante el primer hemisferio

-Pero es que al considerar la desgracia de la amada de mi corazoacuten he de recordar que yo soy autor de ella Yo yo solo he causado desdicha tan lastimosa Ella era pura y feliz yo [217] turbeacute la paz de su corazoacuten arrastraacutendola a la ignominia yo la arranqueacute de aquel cielo hermosiacutesimo en que viviacutea su alma y la precipiteacute en las tinieblas yo ahuyenteacute de su lado a los aacutengeles que velaban con misteriosa atencioacuten su persona y lleneacute su corazoacuten de culebras Era como una flor y la pisoteeacute Habiacutea nacido para que su sola mirada derramase felicidad para que hasta su sombra hiciera nacer bienes por todas partes y yo de aquel claro astro he hecho una noche loacutebrega una oscuridad llena de dolores que hace llorar cuantos se le acercan Yo tengo la culpa de todo yo causeacute su mal y lo causeacute con villaniacutea porque oculteacute mi religioacuten que era un estorbo y siendo enemigo me presenteacute como amigo Yo soy el autor de su desgracia Y no no hay remedio no hay sofisma que valga esa desgracia debe ser reparada por miacute Si asiacute no es no tengo idea de la justicia no tengo nocioacuten del deber ni del honor y siendo extrantildeo a la idea de justicia no puedo ni aun saber lo que es Dios Mi deber es reparar esa desgracia y sacar a la pobre maacutertir del potro en que estaacute No son sus tiacuteos los que la tuestan viva soy yo yo solo Por consiguiente mi deber es salvarla Me lo ordena la justicia que es Dios el deber que es Dios la verdad que es Dios la compasioacuten que es Dios Me lo ordena tambieacuten [218] la sociedad y esta ley de reciacuteproco respeto de la cual no podemos prescindir Siacute es preciso es indispensable fatal inevitable y si asiacute no lo hago no hay nombre bastante vil en ninguna lengua para vituperarme Merezco morir y ser devorado por los perros sin que jamaacutes mi cuerpo disfrute el descanso del sepulcro Nadie arrancaraacute de miacute esta conviccioacuten profunda que mete su raiacutez hasta lo maacutes hondo de mi pecho Esto es la evidencia la verdad pura

Al llegar aquiacute subiacutea la marea y una ola extendioacute su lengua bordada de espuma sobre la arena mojando los pies del pensativo Retirose entonces subioacute al acantilado y arrojado sobre las pentildeas dijo asiacute

-No no es posible que Dios y la Justicia esteacuten en desacuerdo No es posible que para ser fiel a un compromiso del corazoacuten necesite yo ser apoacutestata Aquiacute hay algo que mi inteligencia limitada no puede penetrar ha de haber un resorte misterioso y es preciso que yo lo busque y lo toque porque esto ha de tener solucioacuten porque lo absurdo no puede prevalecer iexclOh Dios miacuteo dame luz dime doacutende estaacute la salida de este horrible laberinto mueacutestrame un resquicio pues salida o hendidura ha de haber Si no la hubiere iexcloh soberano Dios todo empezando [219] por ti deberiacutea ser negado y esto no puede ser

raquoiquestPero cuaacutel es en realidad mi pensamiento en religioacuten iquestQueacute pienso queacute creo yo Conciencia mueacutestrame lo que tiene maacutes oculto tu voz maacutes recoacutendita lo que es auacuten menos que voz un susurro que apenas oigo yo mismo iquestQueacute creo yo iquestCreo acaso que mi religioacuten es la uacutenica en que los hombres pueden salvarse la uacutenica que contiene las verdades eternas No felizmente seacute remontar mi espiacuteritu por encima de todos los cultos y puedo ver a mi Dios el Dios uacutenico el grande el terrible el amoroso el legislador

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extendieacutendose sobre todas las almas y presidieacutendolas con la sonrisa de su bondad infinita desde el centro de toda sustancia Entonces miserable iquestqueacute te detiene iquestNo hallas en el cristianismo las verdades eternas Existen siacute pero desfiguradas y adulteradas No no puedo inclinarme a contemporizar con una yuxta-posicioacuten (9) inuacutetil con la destruccioacuten de la sencillez con una fe que nada nuevo ha ensentildeado al mundo y que por tanto es falsa Aborrezco esa idea con todas las fuerzas de mi alma y todo el odio venenoso que esa secta alienta contra miacute se lo devuelvo centuplicado No lo puedo remediar lo he mamado con la leche lo traigo encendido en mis entrantildeas desde [220] el vientre de mi madre y mi espiacuteritu lo trajo tambieacuten desde la nada Si cuando mi espiacuteritu se eleva a la contemplacioacuten de la esencia primera soy tolerante expansivo amplio y generoso al considerar la idea cristiana nuestro verdugo y nuestro cadalso soy fanaacutetico siacute no lo puedo remediar me siento fanaacutetico y brutal como los inquisidores catoacutelicos y para mi tormento el ser que idolatro sale del tumulto aborrecido de esa secta y se me presenta lleno de gracia y luz uacutenico ser a quien puedo absolver de la responsabilidad cristiana uacutenico ser a quien perdono los agravios hechos a mi raza iexclOh Dios Dios iquestqueacute misterio es este queacute enigma terrible y espantoso es este Mi cabeza estalla como un volcaacuten no seacute queacute pensar Aquiacute hay algo algo que mi limitada razoacuten no comprende Dios miacuteo Dios de las inteligencias iquestpor queacute has hecho estas contradicciones horrorosas y estos absurdos que hacen dudar de la bondad de la creacioacuten y de la loacutegica del mundo

El cielo comenzoacute a aclararse la superficie del mar brillaba junto al horizonte tintildeendo de amarillo sus lejanas ondas Toda la tierra empezoacute a inundarse de luz Amaneciacutea pero Morton no advirtioacute nada porque en su mente continuaban la noche y un caos perpetuo [221]

-Maacutes vale -dijo- que continuacutee todo como ahora estaacute que siga su deshonra su verguumlenza la baacuterbara separacioacuten de la madre y el hijo mi soledad el remordimiento implacable que me tritura las entrantildeas Quizaacutes el tiempo nos consuele a todos Ella entraraacute en ese aborrecido convento maacutes triste que la sepultura porque en eacutel se vive No la vereacute maacutes no vereacute tampoco a mi hijo porque seraacute escondido para miacute como se esconde del ladroacuten la joya Creceraacute y le vereacute alguacuten diacutea sin conocerle Le ensentildearaacuten a maldecir mi nombre y mi sangre iquestY coacutemo se evita esto coacutemo iexclSi pudiera evitarse dando la vida No no se evitaraacute con cien vidas sino con una palabra breve como las que a todas horas pronuncian nuestros labios pero que encierra una idea todas las ideas y el universo y la vida futura

Despueacutes de una pausa antildeadioacute

-Soy un miserable si no digo esa palabra si no la digo clara leal sin impostura Lo pide a gritos cuanto hay en miacute de sentimiento y piedad iexclSoy un miserable si no digo esa palabra si no cierro los ojos a todo a mi historia a mi raza a mi culto a mi familia y me arrojo en brazos de la infame secta que aborrezco de esa secta que sin duda no es tan mala como yo creo porque [222] a ella pertenece la que reina en mi corazoacuten

Oprimiose la frente con ambas manos como si quisiera sujetar una idea que se le escapaba y detener aquel remolino horrible de su pensar pero no pudo sustraerse a un razonamiento que le anonadoacute

-iexclMi padre No desde que adopteacute esta resolucioacuten ya no tengo padre ni madre ni amigos No quiero pensar en su enojo en su soledad En mi familia se llora al hijo muerto pero al renegado al renegado se le miraraacute como si no hubiera nacido La

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imagen de mi madre que es personificacioacuten sublime de la consecuencia israelita me abruma maacutes que mil razonamientos incontestables iexclMi madre de cuyos brazos escapeacute en silencio para venir aquiacute mi madre que ha de venir en mi seguimiento para detenerme esa mujer que adora en miacute el orgullo de su raza y que moriraacute de seguro cuando sepa No no mil veces esto no puede ser no seraacute Si es imposible si es como beberse toda esa agua que tengo delante si es como decirle a la marea laquono subas maacutesraquo iexclOh Dios miacuteo iquestpor queacute me criaste si sabiacuteas que habiacutea de llegar esta hora

Levantose freneacutetico y agitando los brazos y volviendo la cara hacia el cielo gritoacute desaforadamente [223]

-iexclOh Sentildeor Sentildeor yo digo que tu obra no estaacute bien asiacute

El diacutea habiacutea avanzado considerablemente sin que eacutel lo notase y las risuentildeas horas de la mantildeana viniendo unas en pos de otras derramaban claridad y alegriacutea sobre los campos reverdeciendo las huacutemedas praderas El diacutea era tan bello y apacible cual si la Naturaleza sensible al enigma de la Redencioacuten quisiera tambieacuten celebrarlo El aire que meciacutea los aacuterboles las nubes que pomposamente discurriacutean por el cielo con grave paso daacutendose unas a otras la mano el mar sonoro y las flores que por todas partes presentaban sus lindos rostros a la caricia del sol todo todo estaba de fiesta en aquel diacutea

Bajando a la playa recorriola toda lentamente Pareciacutea que contaba las arenas Despueacutes se arrojoacute al suelo y contemploacute el mar que bajaba recogiendo sus laacuteminas de espuma de minuto en minuto La perplejidad continuaba y el peacutendulo seguiacutea su atormentador movimiento pero al fin ya cerca de medio diacutea el extranjero se levantoacute Diose un golpe en la frente y mirando al cielo dijo con la firmeza propia del que ha tomado una resolucioacuten

-Al fin al fin ya seacute lo que debo hacer [224]

- XXI -

Jueves Santo

Gloria abrioacute los ojos despueacutes de un prolongado letargo durante el cual su fatigado espiacuteritu logroacute alguacuten reposo Habiacutea sontildeado con la pasioacuten de Cristo con los horribles judiacuteos que le azotaban habiacutea visto elevar el madero con la Divina Persona clavada por pies y manos y este cuadro lamentable que se le representaba al vivo por el poderoso fingir del suentildeo llenoacute su alma de pateacutetica y dolorosa compuncioacuten Al despertar vio a su tiacutea encendiendo algunas velas delante de la efigie del Salvador hermosa figura de marfil que le representaba en el momento de expirar y cuando alzados los moribundos ojos al cielo deciacutea laquoPerdoacutenalos Sentildeor porque no saben lo que hacenraquo

Serafinita habiacutea dispuesto la mesa como altar ponieacutendole preciosas velas de esas que tan [225] bien labran y adornan las monjas No puso flores en los floreros por temor de que el olor de ellas molestase a Gloria pero siacute las llenoacute de ramas de pino y otras matas verdes y sin aroma

-iexclQueacute bien estaacute queacute bien estaacute eso -dijo Gloria contemplando con gozo el altar

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-Hija miacutea iquestqueacute tal te encuentras

-No muy bien pero podreacute levantarme

-Maacutes vale que te quedes en la cama Yo no pienso salir hoy ni ir a la iglesia a pesar del gran diacutea en que estamos Debo acompantildearte querida miacutea y juntas rezaremos el oficio del diacutea que es hermoso sobre toda ponderacioacuten

-Muy bien pensado Lo leeremos

-Y nos deleitaremos en su sublimidad contemplando el amor de aquel que con ser Dios quiso derramar su sangre por nosotros

Despueacutes que Gloria hizo sus oraciones de la mantildeana se levantoacute y se volvioacute a acostar vestida sobre el lecho Francisca arreglaba su cuarto mientras Dordf Serafina bajoacute a preparar algo sustancioso para que la enferma se desayunase Nada maacutes admirable que el celo que poniacutea aquella noble dama en todas las cosas lo mismo en las grandes que en las pequentildeas Todo lo haciacutea conforme a su conciencia y no se perdonaba cosa alguna ni jamaacutes dejoacute de hacer nada que le pareciese justo y conveniente Era el [226] alma de maacutes rectitud que podiacutea existir y si hubiese destruido el geacutenero humano Dios se lo perdonariacutea porque sin duda lo habriacutea aniquilado por conviccioacuten y creyendo que realizaba un bien En ella no se conocioacute jamaacutes ni sombra ni hipocresiacutea Todo su espiacuteritu y sus creencias y su voluntad estaban claramente retratadas en sus acciones ni existioacute conciencia maacutes pura porque en ella eran imposibles las reservas y distingos insidiosos Y sin embargo el alma tan limpia de perversidad podiacutea ser dantildeosa Mas para juzgar a Serafinita y condenarla por esto seriacutea preciso que Dios recogiese su Decaacutelogo y lo volviese a promulgar con un artiacuteculo undeacutecimo que dijese laquoNo entenderaacutes torcidamente el amor de Miacuteraquo

Y para juzgarla los hombres y condenarla debiacutean a su vez arrojar de los altares a muchos varones y hembras que subieron a ellos por ser como Serafinita

Estaba preparando el almuerzo de su sobrina y se caiacutea de debilidad por el estado en que la habiacutean puesto los ayunos pero el piadoso esfuerzo de su voluntad venciacutea al cuerpo infundieacutendole una resistencia poderosa y por el absoluto desprecio de la carne apareciacutea triunfante siempre el espiacuteritu y dispuesto a todas las empresas cristianas que exigieran abnegacioacuten [227] iexclLaacutestima grande que aquella santidad no fuese maacutes humana

Cuando Gloria almorzoacute vino el meacutedico y le ordenoacute el mayor reposo y que huyera de toda emocioacuten viva Serafinita rogoacute a la joven que diese un paseo por la habitacioacuten lo que ella hizo de muy buen grado admirando desde el balcoacuten la hermosura de la mantildeana

-iexclQueacute bello diacutea -exclamoacute- Parece que en diacuteas asiacute no puede menos de pasar algo grande

-El diacutea querida sobrina -dijo Serafinita- estaacute lleno de la sagrada memoria que hoy celebra la Iglesia iquestNo ves en la Naturaleza una especie de atencioacuten solemne un recogimiento grave y placentero Hoy celebramos la muerte y la vida la muerte corporal del que expiroacute por darnos la vida Yo leereacute

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Serafinita se colocoacute junto al altar y ponieacutendose las antiparras que su fatigada vista exigiacutea empezoacute la hermosa lectura mientras Gloria tomaba asiento en un sofaacute junto al balcoacuten Empezando por los Maitines y Nocturnos que son los oficios llamados Lamentaciones y que la Iglesia canta en la tarde del diacutea anterior leyoacute el Salmo laquoSalvame iexcloh Dios porque las aguas han entrado hasta el alma Estoy hundido en cieno profundo y la corriente me ha anegado Cansado estoy de llamar mi [228] garganta ha enronquecido Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios Dios tuacute sabes mi locura y mis delitos no te son ocultosraquo

Ambas mujeres teniacutean su alma absorta en tan sublimes conceptos Dordf Serafina recitoacute con entera voz la Lamentacioacuten laquoiquestCoacutemo estaacute sentada sola la ciudad antes populosa La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda Amargamente llora en la noche No tiene quien la consuele de todos sus amadoresraquo

Y asiacute siguioacute la lectura con edificacioacuten de entrambas Como Serafinita se fatigase Gloria le rogoacute que le diese el libro y con la emocioacuten maacutes viva leyoacute el Miserere laquoTen piedad de miacute oh Dios conforme a tu misericordia grande y conforme a la multitud de tus piedades borra mis iniquidades Porque conozco mi iniquidad y mi pecado estaacute siempre delante de miacuteraquo

La misa la epiacutestola de San Pablo a los Corintios la Sequentia del Evangelio tocaron a Serafinita que a su vez reclamoacute el libro Despueacutes de leer todo lo concerniente a la cena dijo a su sobrina

-Hemos llegado al punto maacutes interesante maacutes pateacutetico maacutes solemne de nuestra doctrina la institucioacuten de la Eucaristiacutea Si tuacute hija miacutea de mi alma meditando mucho en esto lograras [229] penetrarte bien de la idea del sacrificio tan sublime si consiguieran asimilaacutertela y hacerla tuya iexclcuaacuten grande facilidad hallariacuteas para dar al problema de tu vida la solucioacuten que te propongo iquestPero no te dice nada tu corazoacuten no se enternece contemplando el inmenso amor de la sacratiacutesima viacutectima del Calvario Lo que a gritos dice tu situacioacuten social y los acontecimientos iquestno lo ha de decir tu corazoacuten Yo veo tan claro esto nintildea miacutea que no comprendo coacutemo puedes dudar

Gloria con los ojos bajos inclinada la cabeza sobre el pecho callaba trenzando los hilos de lana del pantildeuelo que cubriacutea sus hombros

-Dada tu situacioacuten no veo otro camino -antildeadioacute Serafinita- Mucho habiacutean de cambiar los sucesos para que la loacutegica de tu porvenir cambiase Seriacutea preciso que ese infiel empedernido abriese sus ojos a la luz cristiana seriacutea preciso que se verificase una de esas conversiones ruidosas que hacen eacutepoca en el mundo y esto es difiacutecil aunque no imposible iquestDime lo crees tuacute imposible iquestDas creacutedito a los rumores que han corrido

-No -repuso lacoacutenicamente Gloria

-iquestCrees tuacute que abrace nuestra santa fe iexclOh si asiacute sucediera yo viendo en esto los designios de Dios seriacutea la primera que te diriacutea [230] laquoCaacutesate tu deber es casarte El Sentildeor lo mandaraquo Tu amor quedariacutea legitimado por el glorioso hecho de traer al rebantildeo una oveja que no por venir tan tarde seriacutea mal recibida Entonces es verdad que no podriacuteas aspirar a la perfeccioacuten cristiana que consiste en desprenderse de los afectos humanos pero podriacuteas acercarte mucho a ella por otros caminos No hay que pensar en este medio hija miacutea Tuacute misma has dicho que no tienes esperanza

-Es verdad -murmuroacute Gloria- Ninguna tengo

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-Pues debes tenerla -dijo Serafinita

Gloria alzoacute vivamente los ojos fijaacutendolos en su tiacutea con gran curiosidad

-Debes tenerla -repitioacute la sentildeora con aplomo

-iquestDe queacute

-No de casarte no -dijo Serafinita sintiendo en su alma la inspiracioacuten apostoacutelica maacutes viva que nunca- no de casarte sino de traer a ese infiel a nuestra santa fe

-iquestCoacutemo

-Por medio de la oracioacuten unida al sacrificio

-No entiendo bien tiacutea -repuso Gloria poniendo sumo intereacutes en aquel asunto [231]

-Por medio de la oracioacuten -repitioacute la dama con entusiasmo- y mejor auacuten por medio del sacrificio iquestAcaso esto necesita explicarse

-Me parece que lo voy entendiendo

-Si haces a Dios el inmenso el doloroso sacrificio que te he propuesto como el mejor camino para salvar tu alma si haces el sacrificio de consagrarle por entero toda absolutamente toda tu vida arrancaacutendote del mundo y de los mundanos afectos si haces esto Gloria amor miacuteo y pides a Dios que te conceda la redencioacuten de un alma ciega hasta ahora a la verdadera luz iquestcoacutemo es posible que Dios te lo niegue

-iexclOh Jesuacutes miacuteo si eso fuera verdad-exclamoacute Gloria deshacieacutendose en laacutegrimas- Y parece que ha de ser verdad que ha de poder suceder como usted dice

En el semblante de Serafinita brillaba un destello de alegriacutea infinita el juacutebilo del triunfo evangeacutelico

-iexclOh -exclamoacute oprimiendo su pecho- Yo tengo una conviccioacuten profunda Mi corazoacuten se abre como un abismo lleno de voces y a gritos clama que ese hombre seraacute salvo por tu mediacioacuten

-iexclSentildeora -exclamoacute Gloria exaltaacutendose como su tiacutea- Yo he orado tanto tanto que tal vez [232]

-No desgraciada no basta la oracioacuten Es necesario el sacrificio es necesario que llegues y ante esos pies taladrados por el clavo pongas tu corazoacuten dolorido tu vida toda tu voluntad tus acciones tu porvenir tu universo tu carne y tu espiacuteritu diciendo laquoSentildeor toacutemalo todo toma todo lo que recibiacute de ti No quiero ya nada que no seas tuacute tuacute solo ni maacutes amor que el tuyo por entero Abraacutesame en tu fuego y hazme temblar noche y diacutea con las dulces ansias que resultan de estar incesantemente amaacutendote contemplaacutendote oyeacutendote en mi interior magnificaacutendome con tu gloria padeciendo con tu pasioacuten Este resto de existencia que conservo mientras no me lleves a tu lado soacutelo seraacute para tener voz con que nombrarte a todas horas labios con que besar tu santa imagen y si das a mi cuerpo el santo tormento de que me duelan tus heridas mayor gozo tendraacute mi alma Perezcan los ojos de mi cuerpo que de nada me sirven y asiacute te veraacuten mejor los del alma Perezca mi belleza que no por ella te he de agradar sino por la

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pureza y la violencia de mi amor Soy toda tuya Sentildeor y aun asiacute no creo ofrecer bastante al que murioacute por redimirme del pecadoraquo

Dordf Serafina se habiacutea levantado y con su [233] majestuoso ademaacuten daba mas prestigio y realce a la admirable elocuencia con que se expresaba

-Lo que usted dice -manifestoacute Gloria- resuena en mi corazoacuten como un eco del cielo

-Dios aceptaraacute tu sacrificio y lo premiaraacute -antildeadioacute Serafinita- La inagotable bondad del Amado se te revelaraacute bien pronto Oiraacutes su voz en tu interior le veraacutes allaacute en lo profundo y en lo maacutes negro de tu mirar cuando cierres los ojos en la dulce oracioacuten iquestCoacutemo no ha de concederte lo que le pides si le pides un nuevo triunfo para su Iglesia iquestQueacute premio maacutes digno puede ambicionar un alma consagrada a Dios laquoSentildeor le diraacutes trae a tu seno a un ser que me fue querido y que tiene la desgracia de carecer de la verdadera luzraquo

-El Sentildeor me oiraacute -dijo Gloria cruzando las manos- Tiacutea querida tiacutea mi alma se llena repentinamente de fe en miacute ha entrado una luz prodigiosa siento como una gran lluvia Soy otra Suena dentro de miacute una voz como el trueno Me parece que Dios me dice Siacute siacute siacute

-Siacute siacute siacute -repitioacute Serafinita con exaltacioacuten que rayaba en frenesiacute- Y se salvaraacute abominaraacute de su execrable secta y entraraacute en el Paraiacuteso [234]

La piadosa sentildeora que habiacutea estado tantos meses predicando a su sobrina las excelencias de la vida asceacutetica que habiacutea agotado todos los argumentos todas las razones todos los sofismas sin conseguir nada lograba al fin su objeto iquestcoacutemo tocando una fibra maacutes sensible que todas las fibras del corazoacuten de su sobrina la fibra del amor humano Al llegar alliacute el espiacuteritu rebelde gimioacute doloridamente sucumbiendo y lo que antes le parecioacute monstruoso e inuacutetil pareciole despueacutes bello grande y sublimemente provechoso Estremecida hasta lo maacutes iacutentimo de su ser sintioacute la bullidora expansioacuten del amor pidiendo su consecuencia natural el sacrificio

-Acepto acepto -exclamoacute levantaacutendose aacutegil inquieta exaltada cual si recibiera por milagro prodigiosas fuerzas

Pero extendiendo despueacutes un brazo llevaacutendose la izquierda mano a los ojos murmuroacute con suacutebito desaliento

-iexclMi pobre hijo

-Dios el Criador de todas las cosas -gritoacute Serafinita acudiendo veloz a agarrar a su viacutectima que se le escapaba- miroacute a la tierra pervertida por el pecado y enviando a ella a su Hijo en carne mortal le vio padecer y morir como un hombre iexclY aquel era el Verbo la [235] razoacuten universal la justicia la ley el Hijo Lo que hizo Dios por redimir el geacutenero humano que formoacute de barro iquestno lo podraacute hacer una miserable criatura por salvar a otra de las eternas llamas del infierno iquesty no seriacutea capaz esta criatura de hacer un sacrificio tanto maacutes aceptable cuanto maacutes noble es el afecto sacrificado iexclDios infinito inmenso maacutes grande que todo lo grandiacutesimo ve morir a su Hijo y tuacute iquestAcaso le pierdes iquestacaso le matan

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-Madre querida -exclamoacute Gloria contestando a las caricias de su tiacutea con otras no menos ardientes- Soy de usted No vacilo maacutes Ya no tengo voluntad Venga la cruz pronto pronto Mi espiacuteritu la acepta iexclOh iexclqueacute idea iexclqueacute sublime idea

Cayoacute sin aliento en la silla

Serafinita no se sentoacute y en pie dijo

-Partamos esta misma tarde No debe perderse tiempo

Sin duda temioacute volubilidades y arrepentimientos

-Esta misma tarde -repitioacute Gloria paacutelida sin aliento transfigurada como si tuviera ya marcada la hora para salir de este mundo

-Nos prepararemos en un instante arreglaremos todo para ir a tomar el tren en Villamojada [236]

-Saldremos sin que lo sepa mi tiacuteo

-Eso no se lo diremos iquestA queacute ese engantildeo indigno de nosotras Es preciso preparar todo -dijo la sentildeora con febril impaciencia- Es verdad que no necesitamos gran cosa

-Es verdad Yo

Gloria no pudo seguir la frase porque se sintieron pasos Abriose la puerta y aparecioacute D Buenaventura [237]

- XXII -

Esperanza de salvacioacuten

-Vengo -dijo el buen caballero algo turbado- a anunciarte una visita y no podraacutes ahora negarte a recibirla porque se trata de una cosa muy importante muy grave muy lisonjera en resumidas cuentas ahiacute estaacute y va a subir a verte porque lo mando yo Es cuestioacuten de vida o muerte

Gloria no contestoacute una sola palabra tan confundida y absorta estaba Dordf Serafina iba a decir algo pero no pudo porque su hermano se retiroacute con presteza No tuvieron tiempo de hacer comentarios sobre aquella visita y el misterioso anuncio porque al poco rato regresoacute don Buenaventura acompantildeado de Daniel Morton vestido completamente de negro hermoso y teacutetrico Pareciacutea recieacuten salido de una enfermedad grave o que en una noche habiacutea vivido diez antildeos Gloria al verle sintioacute el maacutes radical desconcierto [238] en todo su ser y se quedoacute como muerta Turbose de tal modo su espiacuteritu que creiacutea sontildear o ser presa de un delirio cuando oyoacute a su tiacuteo pronunciar estas palabras

-Querida Gloria querida hermana tengo el maacutes vivo placer al anunciar a entrambas que nuestra santa religioacuten ha hecho hoy una gran conquista El Sr Morton que estaacute presente abraza el catolicismo

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El efecto de estas palabras fue tremendo como la voz de Jehovaacute en las alturas Gloria y su tiacutea eran dos estatuas

-Lo que mi ilustre amigo dice -manifestoacute Daniel- es verdad Al tomar esta resolucioacuten he creiacutedo deber anunciarlo a quien puede vanagloriarse de ser el aacutengel de mi conversioacuten

Nada hay ni maacutes glorioso ni maacutes digno de regocijo para el cristianismo que la entrada de un infiel en el reino de Cristo y sin embargo de esto Serafinita que era como hemos visto una especie de candidato a la perfeccioacuten cristiana experimentoacute en el primer momento despueacutes de oiacuter la plausible nueva una contrariedad viviacutesima Esta contrariedad justo es decirlo pasoacute como un relaacutempago porque la rectitud que moraba en el espiacuteritu de la buena sentildeora ocupando todo el lugar que le permitiacutea la exaltacioacuten miacutestica establecioacute el dominio del Verbo [239] de la razoacuten universal o sea de la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo seguacuten el Evangelista Pero aun rindiendo culto a la razoacuten externa siempre quedoacute en el espiacuteritu de la sentildeora algo que no era el juacutebilo de la Iglesia triunfante Podremos expresar aunque paacutelidamente el estado de su alma diciendo que se resignoacute a alegrarse por la salvacioacuten del judiacuteo Este sentimiento extrantildeo tomaba la forma de laacutestima de su sobrina por la desviacioacuten que iba a sufrir una preciosa vida llamada ya a las deliciosas esferas de la perfeccioacuten

-Querida hija -dijo D Buenaventura acariciando a Gloria- al fin Dios ha oiacutedo tus oraciones y vas a recobrar tu dicha tu paz tu dignidad por el procedimiento maacutes plausible que puede imaginarse Estaacutes de enhorabuena y tu familia tambieacuten

-No quiero -dijo Morton dirigieacutendose a Gloria- que nadie se envanezca de esta resolucioacuten miacutea sino tuacute sola

-Yo maacutes querriacutea -repuso ella animaacutendose- que tan hermosa accioacuten se debiera antes a la santidad de la doctrina de Jesucristo que a miacute

Serafinita se apresuroacute a tomar la palabra diciendo [240]

-Nosotros no dudamos que esa frase sublime Soy cristiano haya sido dicha con lealtad no creemos que puedan los labios pronunciar el dulce nombre de Cristo mientras lo niega el corazoacuten pero este caballero no extrantildearaacute que exijamos alguna garantiacutea Para entrar en nuestra Iglesia es preciso recibir la instruccioacuten cristiana y el agua del bautismo

-Seacute lo que me corresponde hacer -dijo Morton gravemente- y a todo estoy dispuesto

-Tan grande tan inesperado tan sorprendente es este suceso -dijo Gloria con emocioacuten- que necesito esforzarme mucho para creerlo iexclTuacute adorar a Jesucristo Vuelve los ojos a esa cruz y juacuterame por la imagen crucificada que es verdad lo que me dices que lo haces con el firme propoacutesito de ser cristiano y no por moacuteviles que no son religiosos que persistiraacutes en tu designio y que crees firmemente que la doctrina de Nuestro Sentildeor Jesucristo es no soacutelo la mejor sino la uacutenica verdadera

Blanco como el marfil de aquella hermosa imagen que tanto en el rostro se le pareciacutea estaba Daniel cuando extendioacute la mano hacia la cruz y con los ojos bajos habloacute asiacute

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-Lo que dije dicho estaacute Por ese te juro [241] que es verdadero el propoacutesito que he formado

Maacutes pareciacutea reo convicto a quien el delito se le sale de la conciencia a los labios que entusiaacutestico neoacutefito proclamando un Dios nuevo

En el mismo instante de pronunciar su juramento oyose un sonido aacutespero estridente desagradable que de los aires veniacutea No era tantildeido de campana ni rumor de ruedas ni rechinar de goznes sino un horrible choque de tablas con piedras retumbando en hueco Pareciacutea que andaba por el cielo una legioacuten de seres extrantildeos calzados con almadrentildeas y bailando sobre guijarros

-Ya tocan la carraca -dijo D Buenaventura- Sale la procesioacuten En cuanto a los traacutemites que ha de seguir este acontecimiento mi hermano Aacutengel los decidiraacute iquestNo crees tuacute lo mismo Serafina Ayer recibiacute una carta de Aacutengel en que me deciacutea que si hubiera conversioacuten eacutel arreglariacutea todo de modo que en tres diacuteas quedase el bautismo celebrado y mi sobrina casada en paz y gracia de Dios La extrantildeeza del caso es motivo para abreviar ciertas praacutecticas y cuando mi hermano lo cree asiacute es porque la Iglesia lo permite Por ahora -antildeadioacute dirigieacutendose a Gloria- creo que debemos fiar en su palabra

-Fiaremos siacute -repuso Gloria mirando al extranjero con amor- pero es tanto lo que [242] esta idea me cautiva es tanto el juacutebilo que siento no por mi reparacioacuten sino por tu conversioacuten que quiero oiacuterte decir laquoCreo en Dios uno y trino creo en Jesucristoraquo Es este un gozo que me hace llorar Es la compensacioacuten de todo lo que he padecido la prueba visible e innegable de que mi Dios no me abandona y la promesa del Paraiacuteso Adora esa cruz besa esa imagen representacioacuten del que tus ascendientes injuriaron escupieron abofetearon y crucificaron y con una palabra una voz sola breve si quieres pero salida del corazoacuten prueacutebame que en tu alma generosa a la cual no faltaba maacutes que la luz ha entrado ya esa luz prueacutebame no que abrazas el cristianismo sino que te sientes cristiano

Brillaba en los hermosos ojos de Gloria la inspiracioacuten divina Sus palabras como salidas de un corazoacuten lleno de verdad no podiacutean oiacuterse sin entusiasmo y devocioacuten El que ya no debemos llamar hebreo se levantoacute de su asiento Estaba su rostro cadaveacuterico y sus manos temblaban como las del enfermo calenturiento

-Creo en tu Dios en el uacutenico Dios -exclamoacute con voz de delincuente- en

No pudo decir maacutes Su brazo cayoacute como si perdiera la vida e inclinando la cabeza exhaloacute un suspiro semejante a aquel inmortal suspiro [243] del Cristo tan bien expresado en el momento de la agoniacutea por el artiacutestico marfil que estaba sobre la mesa

-Perdoacutename amor y salvacioacuten miacutea -balbucioacute Morton- perdoacutenenme todos pero no estoy suficientemente instruido auacuten en los dogmas cristianos y temo decir algo que sea resabio del culto que abandono

Gloria rogoacute al catecuacutemeno que se sentase Le causaba terror su palidez su consternacioacuten y sobresalto pero esto teniacutea explicacioacuten satisfactoria por la singularidad de aquel acto y el trastorno que la presencia de la mujer amada debiacutea de producir en el alma del extranjero

Veniacutea de la plaza de Lantigua un rumor de gente y de religiosos caacutenticos Pasaba la procesioacuten de Jueves Santo y Serafinita corriendo al balcoacuten se arrodilloacute Todos la

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imitaron Gloria y Daniel estaban juntos a la derecha de la sentildeora D Buenaventura a la izquierda

Tras cuatro guardias civiles que iban despejando pasoacute el negro pendoacuten enarbolado por un hombre pasoacute la cruz negra acompantildeada de los dos ciriales siguioacute el primero de los pasos que era la Oracioacuten en el Huerto y los que conduciacutean cruz pendoacuten cirios e imagen se quedaron mirando al balcoacuten de Lantigua donde habiacutea una cosa extraordinaria inaudita [244] el judiacuteo de rodillas mirando la procesioacuten

A la derecha se veiacutea el alambre telegraacutefico lleno de paacutejaros en fila con tanto comedimiento y gravedad atentos a la comitiva que pareciacutean tocados de la maacutes pura devocioacuten

Oiacuteanse allaacute lejos los acordes de fuacutenebre marcha tantildeida por los implacables trombones y cornetines de la banda del pueblo y la larga masa de gente avanzaba despacio por la calle principal De las descubiertas cabezas sobresaliacutean los ramos de olivo del primer paso el flotante vestido de terciopelo bordado de oro los feroces judiacuteos azotadores y maacutes atraacutes una sentildeora vestida de negro y un palio negro tambieacuten

Pasoacute la primera imagen pasaron dos filas de individuos que componiacutean la cofradiacutea maacutes numerosa de Ficoacutebriga todos con vela en la mano y ni uno solo dejoacute de apartar su vista y su mente de los lastimosos cuadros de la Pasioacuten para fijarlas en la casa de Lantigua

Antes de que acabase la larga fila de los cofrades vino el grupo de los azotes y hasta los feroces judiacuteos de santildeudo aspecto pareciacutea que se quedaban mirando al balcoacuten de Lantigua suspendiendo sus impiacuteos golpes Gran nuacutemero de mujeres rodeaban aquel grupo encapotadas con negros mantos las unas otras con humildes [245] pantildeuelos sentildeoras y aldeanas amas y criadas nintildeas y viejas todas con los ojos encendidos de llorar pero al llegar a la plaza ni una sola dejoacute de encontrar maacutes interesante que todos los pasos el balcoacuten de Lantigua y un rumor de comentarios y una oleada de cuchicheos corrieron por la superficie de aquel mar de gente

Tras el segundo paso iban los penitentes hombres que habiacutean venido de los pueblos inmediatos a visitar el monumento y a expiar sus culpas mediante el transporte de una grande y pesada cruz Iban con el santo lentildeo a cuestas y vestiacutean la tradicional hopa negra con capuchoacuten calado sin ninguacuten resquicio por donde se violase el incoacutegnito ni maacutes respiradero que los agujeros por donde daba luz a sus ojos el atribulado pecador que iba dentro de aquel horrible forro Tambieacuten ellos a pesar de hallarse acongojados por la compuncioacuten y abstraiacutedos por la memoria de las faltas que estaban expiando a costa de sus fuerzas fiacutesicas miraron por sus espantables claraboyas el balcoacuten de Lantigua

Veniacutea despueacutes el Crucificado y por fin la Dolorosa y alrededor de ella estaba lo maacutes notable del pueblo Los sentildeores alcurniados llevaban las varas del palio que iba detraacutes como de respeto veniacutea despueacutes el clero y por uacuteltimo el Ayuntamiento seguido de la banda de [246] muacutesica y de la media compantildeiacutea de carabineros Marineros y sentildeores los del palio y los que cargaban la imagen cleacuterigos y monaguillos Sildo con el incensario y Caifaacutes con el piporro cantores y alguaciles el soplado alcalde don Juan y el jefe de los carabineros los chicos que agitaban en la inquieta mano las carracas todo lo viviente en fin miraba al balcoacuten de Lantigua El cura dijo algunas palabras por lo bajo al padre

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Poquito y Amarillo fruncioacute el centildeo como enojado de que un gran suceso excitara la curiosidad sin su permiso [247]

- XXIII -

Los viajeros

Y como aquel diacutea debiacutea ser notable en la villa de Ficoacutebriga por la acumulacioacuten de acontecimientos imprevistos y sorprendentes bien pronto la atencioacuten del pueblo se fijoacute en otro hecho

Y he aquiacute que al salir de la plaza de Lantigua al camino real la guardia civil divisoacute un coche al cual mandoacute que se detuviera Airados miraron el del pendoacuten y los conductores del primer paso a aquel importuno vehiacuteculo que avanzaba entorpeciendo la viacutea cuando por la portezuela izquierda de eacutel aparecioacute el semblante de una hermosa dama desconocida Comenzaban los murmullos cuando por la portezuela derecha viose un sombrero de colores y bajo eacutel la risuentildea la seraacutefica la angelical cara de D Aacutengel de Lantigua El sentildeor arzobispo de X gritoacute al cochero [248]

-Pare usted para usted no entorpezcamos la procesioacuten

E incontinenti bajoacute Su Eminencia acompantildeado del doctor Sedentildeo y quitaacutendose el sombrero saludoacute a las santas imaacutegenes Un clamor inmenso resonoacute en la cabeza de la procesioacuten clamor que fue propagaacutendose y retumbando como los ecos del trueno hasta llegar a la cola El clamor deciacutea

-iexclViva el cardenal de Lantigua iexclViva

Poco faltoacute para que los pasos fueran abandonados en medio de la viacutea y cogido en brazos y llevado en procesioacuten el glorioso hijo de Ficoacutebriga a quien sus paisanos no habiacutean visto despueacutes que fuera elevado al cardenalazgo D Aacutengel lloraba de agradecimiento

Pero el entusiasmo ficobrigense no impidioacute que todos y cada uno de los acompantildeantes de la procesioacuten se fijase en un hecho singulariacutesimo En el coche de Su Eminencia veniacutean dos sentildeoras una de ellas muy principal y soberanamente hermosa la otra con aspecto de subordinacioacuten mas no tan humilde que pareciese criada Ambas bajaron del carruaje cuando el sentildeor cardenal lo abandonoacute y contemplaban la procesioacuten con maacutes curiosidad que recogimiento [249]

iquestQuieacutenes eran Esto preguntaban todos los que al pasar las vieron y en largo trecho no se habloacute de otra cosa que de las dos damas que exornaban con su belleza el carruaje cardenalicio D Juan Amarillo lanzoacute sobre ellas una especie de rayo de autoridad en forma de mirada altanera indagadora terrible pero las dos sentildeoras que sin duda no estaban hechas a miradas de alcalde soltaron la risa D Juan llamando al alguacil fulminoacute al punto una orden dicieacutendole corriese a ver queacute casta de paacutejaros eran aquellos y por queacute estaban alliacute y por queacute miraban la procesioacuten y por queacute llevaban sombrero y por queacute reiacutean y en fin por queacute respiraban sin permiso del Ayuntamiento

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A la casa de Lantigua llegoacute el rumor de los vivas y aclamaciones con que era recibido el cardenal y pasado el bullicio procesionil y despejada la plazuela D Buenaventura salioacute al encuentro de su hermano a quien dio estrechiacutesimos abrazos

-Por un milagro de Dios me tienes vivo -dijo D Aacutengel sonriendo- Si auacuten me asombro de tener piernas y brazos iexclAy hijo creiacute que no me habiacutea quedado hueso sano

-iquestHa volcado tu coche [250]

-En la peligrosiacutesima cuesta de San Lucas Figuacuterate queacute paso tan malo No fuimos al riacuteo porque Dios nos reserva para dar que hacer un poco todaviacutea El coche quedoacute inuacutetil dos ruedas menos una ballesta rota Por fortuna nuestra esta sentildeora

El arzobispo sentildealoacute a las dos sentildeoras que no lejos de eacutel estaban mientras D Buenaventura se apresuraba a saludarlas con la maacutes hidalga cortesaniacutea

-Esta buena sentildeora -continuoacute Su Eminencia- esta buena alma que a la sazoacuten pasaba tuvo la bondad de ofrecerme su coche y yo abuseacute de su finura aceptaacutendolo Dios se lo pague iquestY queacute novedad hay por casa querido hermano

El alguacil no atrevieacutendose a meterse con las sentildeoras desde que las vio tan mano a mano con los Lantiguas se ocupoacute en apartar a los chicos que rodeaban al cardenal besuqueaacutendole la mano y estorbaacutendole el paso

-Una gran novedad hay en casa -dijo don Buenaventura

-iquestHay alguacuten enfermo

-No todos buenos Gloria un poco delicada bastante delicada pero es seguro que ahora se repondraacute en breve tiempo Asiacute lo ha dicho el meacutedico [251]

-Sentildeora -dijo Su Eminencia a la viajera- Ruego a usted que si se detiene en Ficoacutebriga acepte un humilde hospedaje en mi casa

-Gracias -repuso con afabilidad graciosa la dama- muchas gracias sentildeor cardenal

-Pues no quiero que ignores maacutes tiempo este fausto suceso -dijo D Buenaventura- Sabraacutes que Daniel Morton se nos convierte al catolicismo

D Aacutengel abriacutea su venerable boca para lanzar exclamaciones de sorpresa o de juacutebilo cuando la sentildeora desconocida dio un paso hacia ellos diciendo

-Caballero si no temiera molestar

-Sentildeora

Ambos hermanos sonreiacutean con afabilidad

-Caballero -dijo despueacutes de una pausa la desconocida dama- ruego a usted que se digne indicarme el alojamiento de mi hijo

-iquestY quieacuten es su hijo de usted sentildeora

-Ese que acaba usted de nombrar

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-Daniel Precisamente le dejeacute en nuestra casa Si usted gusta

-Gracias -repuso la dama secamente- Diacutegnese usted sentildealarme la casa donde habita mi hijo

El sentildeor arzobispo poniendo el semblante [252] maacutes serio del mundo hizo a la extranjera una corteacutes reverencia y acompantildeado de Sedentildeo y seguido del inocente enjambre de chiquillos marchoacute cojeando hacia la casa de Lantigua mientras D Buenaventura brindaacutendose a acompantildear a las sentildeoras las guiaba por las calles de Ficoacutebriga [253]

- XXIV -

Las lentildeadoras de Ficoacutebriga

Cuando Isidorita la del Rebenque vio entrar a aquella sentildeora tan apersonada tan guapa tan seria con tan peregrina elegancia vestida cuando vio que era seguida de otra dama no menos hermosa que no pareciacutea ama pero tampoco criada cuando vio que tras el coche ocupado por ellas vino un segundo vehiacuteculo con equipajes y que todo esto mujeres y bauacuteles se aposentaba en su casa divisoacute un dorado horizonte de libras esterlinas y no pudiendo resistir el gozo que de su espiacuteritu se amparaba por aquella razoacuten mandoacute llamar a sus amigas para contarles lo que ocurriacutea y rogarles le prestasen alguna loza y ajuar de camas

El resto de la tarde del jueves lo pasoacute disponiendo el alojamiento de las dos sentildeoras a quienes tratoacute con la maacutes delicada complacencia multiplicaacutendose para servirlas ponderaacutendoles las excelentes vistas de la casa (de cuyos [254] balcones se dominaba media Abadiacutea parte del cementerio y el palo de la bandera del Consistorio) preguntaacutendoles lo que deseaban confinando a sus chicos a lo maacutes remoto de la casa para que no hiciesen ruido amenazando con un palo a su esposo para que no osase importunar a las forasteras con sus sandeces disponiendo comida transportando muebles

Al anochecer entroacute Teresita la Monja apresurada jadeante sin perder por esto el tono metaacutelico de su semblante y al poco rato viose llegar el abultado pecho vieacuteronse las morenas facciones de la Gobernadora de las armas sudorosa y fatigada por haber seguido a la procesioacuten en todo su trayecto

-Esta noche no voy a las Lamentaciones -dijo Teresita quitaacutendose el manto- No me muevo de aquiacute hasta ver en queacute para esto

-Es la madre del judiacuteo -dijo la Gobernadora- Esa voz se ha corrido por el pueblo No se habla de otra cosa Dicen que viene tambieacuten a convertirse

Estaban en el comedor de la casa y habiacutean mandado a los chicos y al padre a las Lamentaciones para que no alborotasen

-iquestPero esos Lantiguas esos Lantiguas en queacute estaacuten pensando -dijo Teresita- No quiero acordarme del escaacutendalo de esta tarde [255]

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-Yo me quedeacute muerta al verlos juntos en el balcoacuten -manifestoacute la Gobernadora- Aunque una ha oiacutedo decir que se convierte

-iexclConvertirse -exclamoacute Teresita en tono de rencor- iexclQueacute tontas sois iquestCreeacuteis tal cosa Yo no Por Juan seacute que eso de la conversioacuten es una farsa de Venturita Pues no faltaba maacutes Eso querriacutea la mimosa la tonta de encargo para casarse y recobrar su honor iexclOh no cuando se han cometido ciertas faltas es fuerza pagarlas Si los malos fueran recompensados iexclqueacute detestable ejemplo para los buenos Nadie querriacutea ser bueno iquestverdad

-iexclY ha llegado el Cardenal

-Ha llegado junto con la judiacutea iexclqueacute cosas se ven Estos Lantiguas Parece que se rompioacute por la mitad el coche de Su Eminencia Yo digo que aquiacute va a pasar algo tremendo Tuacute Isidorilla es la que vas ganando porque entran libras esterlinas que es una bendicioacuten de Dios iexclAy Jesuacutes queacute blasfemia he dicho El dinero de esa gente

-Es como el de todo el mundo -dijo Isidorita en defensa de su amor propio- No hables mal de la judiacutea porque es una sentildeora muy fina muy guapa muy decente iexclSi vieras queacute equipajes

-iexclCuaacutentos bauacuteles [256]

-iquestGrandes

-Como hoy y mantildeana Imagiacutenate lo maacutes rico lo maacutes variado en trajes sombreros adornos iexclJesuacutes y queacute bendicioacuten de Dios

-iquestLos has visto tuacute

-No porque no los han abierto es decir han abierto un poquito pero alliacute deben de venir maravillas Y la sentildeorita de compantildeiacutea es tambieacuten muy guapa

-Si pudieacuteramos verlas -dijo Teresita levantaacutendose con afanosa curiosidad

-No me comprometas Teresa Ahora estaacuten encerrados la madre y el hijo en el cuarto de este Yo me acerqueacute y les oiacute

-iquestQueacute deciacutean queacute deciacutean

-Cosas asiacute no seacute coacutemo expresaacutertelo porque hablaban en alemaacuten o ingleacutes no seacute Bartolo dijo que le pareciacutea ingleacutes Yo no entendiacutea una palabra

-iquestPero rentildeiacutean

-Nada de eso Hablaban al parecer carintildeosamente

-iquestY el hijo entroacute

-A poco de llegar la madre iexclVeniacutea el pobre con una cara Pasoacute toda la noche fuera de casa

-Cueacutentamelo a miacute que le sentiacute entrar de madrugada en casa de Lantigua -dijo Teresita [257] con animacioacuten- Y traiacutea en brazos a la joya de los Lantiguas iexcla las dos de la mantildeana sentildeoras Vamos digo que esa familia iexclpero queacute familia Y oiacutegales

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usted iexclOh iexclAh La nobiliacutesima la inmaculada la celestial familia de Lantigua la gloria de Ficoacutebriga iexclEn queacute mundo vivimos

-Pues de la conversioacuten me riacuteo yo -dijo Teresita fija en su idea- Esta mantildeana volvioacute a casa de Lantigua con D Buenaventura

-Como que al venir aquiacute -dijo Isidorita- despueacutes de pasar la noche fuera escribioacute una larga carta fue a echarla al correo volvioacute mandoacute un recado a D Buenaventura vino este hablaron los dos un gran rato y despueacutes se marcharon juntos a la casa

-Yo lo que seacute es que Gloria estaba mala esta mantildeana me lo dijo la Francisca La joya de Ficoacutebriga estaba muy encarnada cuando salioacute al balcoacuten Ya se ve Como anoche se descubrioacute la tramoya indigna de las salidas nocturnas de la nintildea con el hebreo Y vaya usted a decir a estos burros de Ficoacutebriga que los Lantiguas no son aacutengeles del cielo iexclAh iexclOh iexclLos sentildeores parece que no hay en el mundo maacutes gente formal que ellos ni maacutes gente rica que ellos ni ninguacuten santo de los altares se iguala a don [258] Aacutengel ni hay hombre maacutes sabio que el difunto D Juan

-Lo mejor que puede hacer la nintildea es meterse en un convento -dijo la Gobernadora con la maacutes eneacutergica conviccioacuten

-Es claro meterse en un convento salir de aquiacute y que no volvamos a oiacuter hablar de ella en lo que nos queda de vida Es preciso que esa mujer que es el escaacutendalo de Ficoacutebriga se marche de aquiacute iexclQueacute ejemplo para la juventud para las muchachas tiernas y honestas de este honrado pueblo Yo me horripilo cuando oigo a mis sobrinas hablar de la desgracia de la sentildeorita Gloria y de que es una laacutestima que la sentildeorita Gloria se haya perdido de lo guapa que es la sentildeorita Gloria de las modas que usaba la sentildeorita Gloria y de las limosnas que haciacutea la sentildeorita Gloria

-No hay duda de que es un escaacutendalo

-Si se casa con el convertido iquestapostamos a que sigue viviendo en Ficoacutebriga

-No lo quiero pensar Pues queacute iquestno hay maacutes que rehabilitarse Esta villa se escandalizaraacute y con razoacuten Pues no faltaba maacutes La joya ha tenido un nintildeo Eso bien lo sabemos todas

-iquestY doacutende estaacute

-En una aldea Yo lo he de averiguar Ya [259] lo tengo medio averiguado Vaya que los Lantiguas saben ocultar muy bien sus secretos es decir cuando son vergonzosos porque si se trata de alguna limosna ya la cacarean bien Hasta los perioacutedicos de Madrid han de traer un parrafito Ya sabemos que D Silvestre es el que manda a los papeles de la Corte esas recetas No seacute por queacute no puso laquoEn la noche de tantos de tal mes la Srta Dordf Gloria de Lantigua alias la perla de Ficoacutebriga sobrina del Eminentiacutesimo sentildeor Cardenal dio a luz un nintildeo robusto aunque sietemesino hijo de padre desconocido aunque se supone que seraacute de un judiacuteo a quien escupioacute el mar en Ficoacutebriga y fue aposentado en casa de Lantigua para edificacioacuten de los cristianosraquo

Las dos amigas soltaron la risa

Siguieron hablando Sus lenguas eran tres hachas y ellas tres implacables lentildeadoras Hallaacutebanse en lo maacutes sabroso de su sabrosiacutesimo chismear cuando entro Sansoacuten a decir al ama de la casa que la sentildeora de Morton queriacutea hablarle Partioacute con oficiosa diligencia

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Isidorita despueacutes de quitarse el delantal de cocina para presentarse decentemente y halloacute a la madre al hijo y a la sentildeorita de compantildeiacutea sentados alrededor de una mesa en que habiacutea perioacutedicos ingleses La actitud de Daniel era tranquila si [260] bien conservaba en su fisonomiacutea huellas de profundiacutesimo dolor y tristeza En cambio la madre pareciacutea completamente feliz por la presencia de su hijo y le observaba con intereacutes y amor La sentildeorita de compantildeiacutea no deciacutea nada ni en la casa de la del Rebenque quedoacute memoria de su metal de voz Era una figura decorativa que por lo delicada y vaporosa haciacutea contraste con la ruda corpulencia de Sansoacuten

Isidorita llegoacute sonriente y deshacieacutendose en cumplidos ante la persona majestuosa de Esther que asiacute se llamaba la madre de nuestro heacuteroe Esta le rogoacute amablemente que se sentase (a lo cual no quiso acceder la patrona) y despueacutes le dio algunas oacuterdenes relativas a lo que deseaban tomar aquella noche

-Otro favor espero de usted -antildeadioacute con bondad- Mi hijo estaacute malo No quiero dejarle solo esta noche Si usted dispone que me pongan mi cama en este cuarto se lo agradecereacute

-Con mil amores sentildeora Pues no faltaba maacutes En cuanto venga Bartolomeacute traeremos la cama porque es algo pesada Como que es toda de hierro inglesa siacute sentildeora inglesa iquestQueacute maacutes

-Nada maacutes por ahora No quiero entretener a usted que tendraacute quehaceres [261]

-iexclOh no sentildeora No haciacutea nada Estaba hablando con mis amigas

Esther sintioacute gran curiosidad y de buena gana habriacutea preguntado laquoiquestQueacute amigas son esasraquo Felizmente Isidorita que entonces como siempre teniacutea ganas de hablar maacutes de la cuenta haciendo alarde de sus buenas relaciones dijo

-Mis amigas mi cuntildeada Teresa esposa del alcalde de Ficoacutebriga y persona de elevadiacutesima posicioacuten y la sentildeora del Gobernador de las armas

-iexclAh -dijo Esther con viveza- iexclLa sentildeora del alcalde Mi hijo me ha dicho que al sentildeor alcalde de Ficoacutebriga debe este alojamiento donde se halla tan bien tratado

-Gracias sentildeora

-Deseo conocer al sentildeor Alcalde y a su esposa -antildeadioacute Esther

-Teresa tendraacute mucho gusto en ello sentildeora Voy a avisarle

Esther pasoacute a la sala que cerca estaba mientras Isidorita corriacutea desalada a avisar a sus amigas y especialmente a Teresita

-No te importe que no sea cristiana -le dijo hablando con celeridad suma- Es una sentildeora muy simpaacutetica y muy afable iexclYa se ve Llega a esta poblacioacuten y le gusta tratar [262] con lo mejor Desde que supo que eras alcaldesa deseoacute conocerte iexclEs natural Los extranjeros son muy respetuosos con la autoridad Puede que haya oiacutedo hablar de ti mujer

-La veremos -dijo Teresita arreglaacutendose el manto pasaacutendose la mano por la cara poniendo orden en sus cabellos con febril presteza- La religioacuten no nos manda que

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seamos groseros Vamos corriendo Vamos iexclYa se ve Es una sentildeora principal que gusta de hacerse buenas relaciones en todas partes

La cara de Teresita brillaba maacutes entonces Aquel lustre metaacutelico era el siacutentoma de las agitaciones de su alma lo mismo que el aumento de palidez y un cierto temblor en sus paacuterpados que se abriacutean y cerraban semejando las llaves de un figle

Corrieron a la sala La Gobernadora y la Monja hicieron a madama Esther (asiacute se la llamoacute en Ficoacutebriga desde aquel diacutea) los saludos muy reverenciosos Estaban ambas bastante cortadas y no podiacutean expresarse con desembarazo La madre de Daniel les dio la mano sonriendo con exquisita afabilidad y las tres se sentaron

-Pido a ustedes mil perdones por esta molestia -dijo Esther- Soy forastera y siempre [263] que visito una poblacioacuten procuro relacionarme con las personas maacutes principales de ella para ofrecerles mis respetos En ninguna parte ha sido estorbo para esto la diferencia de la religioacuten y espero que aquiacute no lo seraacute tampoco

-iexclOh no sentildeora de ninguacuten modo Las creencias son una cosa y la cortesiacutea otra -repuso Teresita recobrando su serenidad y su labia

La Gobernadora movioacute la cabeza en sentildeal de asentimiento

-Al oiacuter a nuestra amiga la buena Isidorita que usted era la sentildeora del alcalde recordeacute lo que me habiacutea dicho poco antes mi hijo Eacutel estaacute muy agradecido a su esposo de usted

-iexclAh sentildeora Mi Juan al proporcionarle alojamiento -repuso Teresita haciendo los mayores esfuerzos para aparecer muy fina y dulcificar sus palabras- no hizo maacutes que cumplir con los deberes de su elevado cargo

-Yo le agradezco mucho su solicitud -antildeadioacute Esther- y quiero darle las gracias personalmente

-Eacutel vendraacute

-No espero de usted que me haraacute el favor de recibirme en su casa a donde ireacute mantildeana mismo

-Tenemos mucho honor

-El honor seraacute el miacuteo al visitarla a usted y a su sentildeor esposo en su propio domicilio Ademaacutes [264] ya he dicho a usted que me gusta relacionarme con las personas principales de una poblacioacuten Lo mismo he hecho en Roma Colonia Munich San Petersburgo Esto me ha proporcionado preciosas amistades en todos los paiacuteses

-En Ficoacutebriga sentildeora miacutea -dijo Teresita- hallaraacute usted una sociedad escogida aunque modesta

La Gobernadora demostroacute con sus movimientos de cabeza que estaba penetrada de aquella verdad pero no dijo nada Hablose luego de cosas indiferentes del tiempo de la primavera de las cosechas y frutos del paiacutes A los veinte minutos de visita Teresita y su amiga se levantaron para retirarse diciendo que no queriacutean molestar porque madama Esther necesitariacutea descanso Esta las convidoacute a tomar teacute pero ellas amablemente se excusaron y despidieacutendose internaacuteronse en la casa

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La algazara de las tres damas cuando se hallaron solas a puerta cerrada en el comedor no puede describirse Teresita echoacute atraacutes su manto porque la vanidad tomando forma de incendio en su interior la sofocaba

-iexclQueacute afable y discreta sentildeora

-iquestQuieacuten diriacutea que no es cristiana

-Mantildeana va a casa Necesito preparar a [265] Juan no sea que cometa una groseriacutea No se debe llevar el puntillo de religioacuten a tales extremos iexclQueacute tonteriacutea Una persona puede tener sus creencias allaacute como Dios le da a entender y ser buena y amable No vamos a tirar piedras por la fe Seriacutea una falta de civilizacioacuten Bien dicen que este paiacutes estaacute muy atrasado

-Teresa -dijo la Gobernadora- iquestViste el brillante que lleva en el dedo de la mano derecha

-Siacute hija es como una castantildea iexclY queacute luces Si parece un faro Asiacute los tendraacute ella por docenas y las perlas por almudes

-Como que dicen que posee esta gente tantos duros como horas han pasado desde que Dios hizo el mundo De veras te digo que me ha gustado esta sentildeora Bien dice Bartolomeacute que en todas las religiones se sirve al Sentildeor Sabe Dios lo que tendraacuten ellos en su conciencia Puede que sean cristianos y no lo quieran decir por no dar su brazo a torcer

-Yo me lo figuro asiacute

-Tambieacuten yo

-Es natural que quiera conocer a las personas principales de todo pueblo que visita -dijo Teresita cuya cara brillaba ya como un botoacuten de guardia civil en diacutea de gala- En seguida [266] que oyoacute hablar de la sentildeora del alcalde Era natural He aquiacute una dama prudente y discreta que en cuanto llega a un pueblo atisba a las personas formales Vamos gracias a Dios que llega a Ficoacutebriga un forastero y no pregunta por la casa de Lantigua y no exclama laquoiexclOh iexcllos Lantiguasraquo iexclGracias a Dios que no se nombra para nada a los virtuosos a los sabios a los ilustres Lantiguas Voy corriendo a casa Pensaba alcanzar un pedacito de Lamentaciones pero iquestquieacuten piensa en eso esta noche Es preciso preparar todo Mi casa no es una choza y esperando yo una visita de importancia Ya no te puedo prestar la vajilla Isidora

-Pues queacute iquestvas a darle un convite

-No pero bueno es que la loza esteacute alliacute en alguna parte donde se vea Juan haraacute que los dos alguaciles se pongan en la puerta y la pareja de la guardia civil Adioacutes adioacutes

-Yo me estareacute en tu casa todo el diacutea -dijo la Gobernadora

-Mandareacute a buscar a mis sobrinas En fin adioacutes Me desespera tener una casa tan vieja Compre usted buenos muebles Todo se desluce en aquel caseroacuten Si yo tuviera el palacio de Lantigua como es justo y razonable En fin adioacutes adioacutes [267]

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- XXV -

Todo marcha a pedir de boca

No las teniacutea todas consigo el prudente don Buenaventura con la llegada importuniacutesima de la madre de Daniel

En cuanto a la aparicioacuten del purpurado si al principio creyoacute ver en ella un motivo de entorpecimiento pronto cambioacute de parecer Su Eminencia variando de ideas y propoacutesitos con la estupenda nueva de la conversioacuten mostraacutebase en extremo tolerante contento de aquel desenlace feliciacutesimo dos veces lisonjero por el triunfo de la Iglesia y por la regeneracioacuten social de su adorada sobrinita El viernes al medio diacutea despueacutes de la ceremonia de la adoracioacuten de la Cruz a que asistieron el prelado y el pueblo entero con grandiacutesimo recogimiento D Aacutengel habloacute a su hermano de una manera categoacuterica dicieacutendole [268]

-Siendo sincero su propoacutesito de abrazar nuestra religioacuten como tuacute aseguras todo cambia hermano todo es ya faacutecil y llano El Sentildeor se apiada de nosotros y nos saca suacutebitamente de nuestras confusiones y zozobras por uno de esos admirables caminos que Eacutel solo sabe abrir Vine con el aacutenimo preocupado y tenebroso presagiando nuevas desdichas pero he aquiacute que en vez de oscuridad encuentro luz en vez de torbellino de dudas una solucioacuten clara y natural Ahora te direacute cuaacutel es el plan que me propongo seguir para que todo quede arreglado en un par de diacuteas Roma que siempre es previsora y generosa ha dispuesto que en casos de conciencia se aceleren las formalidades y praacutecticas establecidas para dar entrada en la Iglesia a un catecuacutemeno Aquiacute tenemos bien claro el caso de conciencia Si no hubiera existido la prevaricacioacuten procederiacuteamos con maacutes solemnidad y pausa pero la conciencia inquieta exige que no se dilate la bendicioacuten purificadora La reparacioacuten social y religiosa es urgente hermano miacuteo y la Iglesia da una prueba de benignidad apresuraacutendola

De buena gana habriacutea manifestado D Buenaventura que le pareciacutea inconsecuente injusto y hasta inmoral este criterio romano que abrevia y dispensa en casos de prevaricacioacuten mientras [269] mortifica con dilaciones y obstaacuteculos de todas clases a los individuos que sin rubor en la cara piden juntamente bautismo y matrimonio pero creyendo maacutes prudente no hacer observaciones calloacute

-Yo habiacutea previsto este caso -antildeadioacute Su Eminencia- como los habiacutea previsto todos y no me coge desapercibido Traigo de Roma instrucciones precisas y seacute lo que debo hacer El primer acto para llegar al fin es que Daniel Morton se presente ante toda la familia reunida y declare solemnemente su firme propoacutesito de abrazar nuestra santa religioacuten y de dar su mano de esposo (10) a esa pobre joven viacutectima de un arrebato de la fantasiacutea Declarado esto el catecuacutemeno se someteraacute absolutamente a miacute prometieacutendome obediencia ciega y ponieacutendose a mi disposicioacuten para recibir la ensentildeanza cristiana Renunciando a toda influencia extrantildea y de familia no reconoceraacute maacutes autoridad que la miacutea y viviraacute por espacio de dos o tres diacuteas en reclusioacuten estrecha y en sitio que yo le designe Exigireacute de eacutel una abdicacioacuten absoluta de su voluntad durante este plazo un propoacutesito firme y claro de recibir la instruccioacuten cristiana y le pedireacute pruebas de devocioacuten Sin esto no adelantaremos nada

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D Buenaventura fruncioacute ligeramente el [270] centildeo mas su seraacutefico hermano sin advertirlo continuoacute asiacute

-Cuando se halle en disposicioacuten de recibir el bautismo a juicio miacuteo yo se lo administrareacute y a continuacioacuten sin aparato ni ceremonias pomposas ni asistencia del puacuteblico les dareacute la bendicioacuten matrimonial Todo podraacute quedar terminado el segundo o tercer diacutea de Pascua iexclOh queacute grandiacutesimo favor me haraacute Dios si permite que sea yo quien diga a ese infeliz reacuteprobo de raza deicida y que tantos trastornos y desgracias ha traiacutedo a nuestra familia laquoVen todas tus faltas te son perdonadas Si bebes del agua que yo te dareacute para siempre no tendraacutes sed porque seraacute en ti una fuente de agua que salte para vida eternaraquo Admiremos los designios de Dios que nos trajo con ese hombre tantas desgracias y limpiemos el corazoacuten de todo recelo o encono Tengo la iacutentima seguridad de que nuestro difunto hermano Juan hariacutea en el caso presente lo mismo que hacemos nosotros

D Buenaventura manifestoacute que para acelerar en lo posible la solucioacuten declarase aquella misma tarde Daniel su propoacutesito en presencia de toda la familia reunida Mas el virtuoso prelado dijo que no queriacutea privarse de oiacuter el sermoacuten de la Soledad que D Silvestre predicariacutea [271] aquella tarde y que el diacutea siguiente Saacutebado Santo diacutea sentildealado por la Iglesia para la admisioacuten solemne de los catecuacutemenos era el maacutes propio

-iquestTemes que esa madama Esther contrariacutee su buen propoacutesito -antildeadioacute- Si la conversioacuten es sincera no hay que temer No hay vigor que se iguale al de un alma iluminada por los destellos de la gracia divina y que se decide a echarse fuera de las tinieblas Ni madres ni padres ni abuelos pueden nada contra un alma que ha visto la salvacioacuten y corre hacia ella

Otras cosas santas y bellas dijo el prelado mas no son del caso D Buenaventura corrioacute a casa del hebreo a quien no encontroacute ni tampoco a su madre que habiacutea ido con la sentildeorita de compantildeiacutea a visitar iexclcosa inaudita al sentildeor de Amarillo y su esposa El uacutenico de la raza que estaba alliacute era Sansoacuten y por maacutes sentildeas que estaba preparaacutendose con ayunos y mortificaciones como muy devoto que era para la celebracioacuten de la Pascua rabiacutenica A ratos leiacutea el Salterio en alta voz con gestos que haciacutean reiacuter a todos los de la casa y como esto gastaba sus poderosas fuerzas se confortaba al punto con cuatro o seis chuletas como ruedas de carro y botellas de cerveza

Despueacutes de buscar a Daniel por todo el [272] pueblo D Buenaventura le halloacute en casa de Caifaacutes circunstancia que no dejoacute de causarle extrantildeeza Informole del plan de D Aacutengel teniendo el gusto de que el hebreo lo creyese muy bueno por todos conceptos De nuevo hizo protestas de la firmeza de su propoacutesito asegurando que la intervencioacuten y los halagos de su madre no le hariacutean vacilar

Con todas estas cosas hallaacutebase el generoso Lantigua muy satisfecho Pero enturbiaba ligeramente su gozo la idea de la mala salud de Gloria cuya naturaleza en los uacuteltimos diacuteas padeciacutea frecuentes accesos febriles en los cuales alternaba con el agotamiento de las fuerzas una actividad abrasadora y una como acumulacioacuten de vida que saliacutea a borbotones por los ojos mirando y por la boca hablando D Nicomedes meacutedico titular de Ficoacutebriga a quien encontroacute aquella tarde le hizo una pintura hipoteacutetica mas no muy lisonjera del estado en que a su parecer debiacutean hallarse el corazoacuten y el cerebro de Gloria Era el tal un hombre excelente y muy sabio soldado viejo de las batallas contra la muerte y viviacutea en pueblo tan oscuro por amor a la soledad y porque se habiacutea cansado de ganar dinero en las grandes poblaciones Teniacutea grandiacutesimo

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afecto a los Lantiguas y era decidor algo extravagante Pasaba por racionalista [273] aunque iba a misa y se le veiacutea en perenne paseo por aquellos campos ya contemplando la Naturaleza ya de cabantildea en cabantildea sin maacutes compantildeiacutea que la de dos seres para eacutel muy queridos un perro negro y un paraguas azul

Este hombre beneacutefico se alegroacute mucho cuando D Buenaventura le dijo que las cosas iban a buen andar por el camino del casorio y expresoacute en breves palabras su pensamiento diciendo que la dilatacioacuten moral salvariacutea a la enferma pero que la contraccioacuten la matariacutea Condenoacute el misticismo como la maacutes perniciosa congestioacuten espiritual que podiacutea sobrevenir a la enferma y el descargo de un enorme peso del alma le parecioacute excelente antiflogiacutestico La paz el contento y el amor humano en su esplendente y natural desarrollo y armonizado con el divino le parecieron admirables emolientes

Tranquilizado con este dictamen el buen tiacuteo se dirigioacute a su casa no sin prestar antes friacutevola atencioacuten a los rumores que en toda aquella tarde ocuparon a Ficoacutebriga robaacutendole hasta la devocioacuten propia de tan luctuoso diacutea iexclSiacute madama Esther habiacutea visitado a D Juan Amarillo y a su esposa iexclY ella y eacutel la habiacutean recibido a pesar de ser Viernes Santo iexclY estaban en la casa las sobrinas de Teresita [274] y la Gobernadora y otras muchas damas de lo maacutes principal y florido de Ficoacutebriga iexclY la casa pareciacutea un ascua de oro iexclY madama Esther se habiacutea mostrado muy amable muy carintildeosa con D Juan y con Teresita iexclY se deciacutea que madama Esther quitaacutendose del dedo un anillo con brillante de gran tamantildeo lo habiacutea ofrecido a la sentildeora de Amarillo que despueacutes de

rehusarlo corteacutesmente se dignoacute tomarlo [275]

- XXVI -

Madama Esther

Esther Spinoza mujer de Moiseacutes Morton opulentiacutesimo negociante de Hamburgo pero establecido en Londres descendiacutea lo mismo que su esposo de una familia hebrea espantildeola pero si el linaje de Morton apareciacutea confuso por los enlaces con castas alemanas y holandesas el de Spinoza conservaacutebase puro y siguiendo su clara genealogiacutea podiacutean los uacuteltimos vaacutestagos de eacutel remontarse hasta Daniel Spinoza judiacuteo de Coacuterdoba comprendido en la proscripcioacuten de 1492 Esther Spinoza era espantildeola de sangre si no de nacimiento espantildeola por la gravedad por la vehemencia disimulada y contenida por la fidelidad de los deberes espantildeola tambieacuten por la luz y la expresioacuten melancoacutelica de sus ojos negros su esbelta figura y su gracioso andar

Era ademaacutes espantildeola por la lengua y desde [276] la cuna aprendioacute a hablar como Nebrija Es sabido que todas las familias israelitas que proceden de las expulsiones espantildeolas conservan su lengua aunque adulterada por la falta de renovacioacuten y todo el que viaje hoy por Constantinopla Belgrado Jerusaleacuten Venecia Roma el Cairo por todos los puntos en donde buscoacute refugio aquel miserable polvo humano arrojado de Espantildea oye hablar un castellano arcaico que produce en su aacutenimo dulce y melancoacutelica sorpresa cual si oyera un eco de la patria pasada y muerta que aun despueacutes de cuatro siglos lanza desde el fondo de la tierra su gemido Los judiacuteos espantildeoles la mayor parte envilecidos conservan la lengua de sus mayores y leen sus oraciones en los libros rabiacutenicos impresos en nuestro idioma En ellos el amor a la patria madrastra es tan vivo

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como el que tienen al suelo antiguo que no han de volver a ver y la lloran como lloraban hace dos mil quinientos antildeos sobre los riacuteos de Babilonia En los judiacuteos ricos no se conservoacute tanto esa costumbre Los Spinozas amaban siacute aquella triste memoria de la segunda patria perdida pero Esther la aborreciacutea de todo corazoacuten exceptuando tan soacutelo la lengua que cultivoacute con esmero y ensentildeoacute a todos sus hijos

No profesaba su religioacuten con entusiasta [277] fervor pero siacute con lealtad es decir con un sentimiento dulce y firme que era maacutes que devocioacuten respeto a los mayores amor al nombre y a la historia de una casta desgraciada Esta era objeto de su pasioacuten maacutes viva de un fanatismo capaz de reproducir en ella si los tiempos lo consintieran las grandes figuras de Deacutebora la mujer-juez de Jael la que con un clavo mataba al enemigo de la traacutegica Judith y la dulce Esther La moral la cautivaba pero el rito no mereciacutea de ella el mismo amor y si lo practicaba con sus hijos y deudos haciacutealo por creer que conveniacutea perpetuar aquel poderoso lazo de unioacuten especie de territorio ideal donde se congregaba por la fe un desventurado pueblo sin patria Esther era un modelo de las virtudes domeacutesticas que son comunes en las clases elevadas de aquella raza y que no deben sorprendernos ni dar motivo a comparaciones inconvenientes Tampoco entraremos a dilucidar si el secreto de ellas antes que en la moral intriacutenseca estaacute como muchos suponen en la superior cultura y educacioacuten Buena esposa y madre amorosa habiacutea dado lugar a que se dijese de ella que mereciacutea ser cristiana

Esther y su esposo poseiacutean enormes riquezas De ellos podiacutea decirse que Jehovaacute habiacutea prosperado sus caminos Viviacutean en paz dichosa [278] rodeados de los esplendores de las artes Sus palacios haciacutean verosiacutemiles las faacutebulas de la corte de Haroum-al-Raschid Eran estimados de todo el mundo y distinguidos por los Reyes que les sentaban a su mesa porque habiendo adquirido aquella gente un poder financiero que en cierto modo supliacutea su falta de existencia poliacutetica sacaban de apuros a las Naciones No teniacutean patria pero las patrias maacutes orgullosas doblaban la rodilla ante sus arcas Tiacutetulos honores saludos reverencias consideracioacuten respeto adulacioacuten todo lo que tienen los poderosos lo teniacutean ellos Eran como dioses a quienes incensaban a porfiacutea los Ministros de Hacienda de todos los paiacuteses Hasta el Papa como Rey de Roma les dio tiacutetulos cruces y jamaacutes les llamoacute deicidas sino honorables sentildeores Hallaacutendose en Roma Esther Spinoza un cardenal le sirvioacute de cicerone para ver los museos Otro cardenal le regalaba mosaicos cameas y cornarinas Otro le vendioacute un Cristo de marfil en mil libras y en quinientas un Talmud espantildeol del siglo XIII manuscrito en vitela

No reinaban en ninguna parte y reinaban en todas porque el imperio de Baal es grande y a eacutel puede decirse que pertenecen la Tierra el mundo y su plenitud el Aquiloacuten y el Austro [279] A la digna familia que nos ocupa nadie osoacute preguntarle jamaacutes en la elevada esfera donde viviacutea si habiacutea dicho Crucifica a este y sueacuteltanos a Barrabaacutes

A pesar de estar cerca de los cincuenta antildeos Esther conservaba su admirable belleza fenoacutemeno del cual tenemos aquiacute no pocos ejemplos y que se explica por el privilegiado temple de ciertas naturalezas unido al bienestar social y a las incomparables ventajas de una vida sin agitaciones sin trabajo fiacutesico ni maacutes penas que las indispensables para que no sea realidad el mito de la dicha completa Usaba pocos artificios de tocador y estos maacutes que para quitarse antildeos empleaacutebalos para que tuvieran buen ver los suyos como si le inspirara orgullo aquella madurez tan primorosa tan lozana tan interesante verdadero homenaje de la juventud a la vejez Vieacutendola se comprendiacutea la larguiacutesima

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primavera de aquellas mujeres biacuteblicas que viviacutean ciento veinte y ciento treinta antildeos como quien no dice nada [280]

- XXVII -

La madre y el hijo

En la noche del Viernes Santo la madre y el hijo estaban juntos y solos en la habitacioacuten de este Sobre la mesa en la cual apoyaba su codo Daniel habiacutea una laacutempara Esther sentada en un sofaacute junto a la pared miraba a su hijo en silencio Por la disposicioacuten de su pantalla el rostro de Daniel estaba inundado de luz el de su madre en la sombra

-Si tu terquedad -dijo Esther con serena voz- no cede como espero si la autoridad de tu padre la miacutea tu decoro y la fidelidad que debemos a nuestra Ley no significan nada en tu espiacuteritu padecereacute desde mantildeana el maacutes grande dolor de mi vida porque mi querido hijo primogeacutenito habraacute muerto

-No madre esto no es morir -dijo Morton luacutegubremente- Quiero resucitar a esa pobre [281] mujer que adoro Lo he decidido despueacutes de meditarlo mucho He formado un propoacutesito que ninguna razoacuten ninguacuten afecto podraacuten detener

-Pues yo he venido a impedir ese propoacutesito Cuando huiste de nuestra casa hace quince diacuteas saliendo de ella sin decirnos nada comprendiacutea que veniacuteas a este horrible pueblo Al punto tuvimos el presentimiento de que ibas a consumar una gran locura Tu padre quiso venir Disputamos venciacute yo Al partir hice juramento de arrancarte de aquiacute Yo volvereacute quizaacutes sola y llena de luto volvereacute tal vez sin ti a nuestra casa en este caso le direacute a tu padre laquonuestro hijo ha muertoraquo No tendreacute valor para decirle laquonuestro hijo es cristianoraquo

-Ese valor que a ti te falta lo he tenido yo -repuso Daniel mostrando en su semblante desencajado una serenidad heroica- Hago esto por conviccioacuten no por despecho ni por capricho He trazado a mis acciones un plan y este plan se cumpliraacute porque debe cumplirse iquestlo entiendes lo entiendes madre

Esther miroacute estupefacta a su hijo como si deseara hallar en el rostro de eacutel la aclaracioacuten de tenacidad tan abrumadora

-Bien -dijo al fin conociendo que su hijo no cederiacutea atacado de frente- Haz tu gusto [282] realiza esa gran locura desprecia el amor de tus padres de tus hermanos olvida todas las leyes la ley santa de Dios y las de la sociedad el decoro el deber la estimacioacuten despreacuteciate a ti mismo y envileacutecete maacutes Nosotros traspasados de dolor por la peacuterdida del que fue nuestro amado hijo te lloraremos muerto no te lloraremos apoacutestata porque apoacutestata no te podemos llorar porque un renegado no puede ser no puede haber sido nuestro hijo

-Siempre lo soy y lo sereacute No cambiareacuteis las leyes de la Naturaleza -dijo Morton sobreponieacutendose a su amargura- Aunque no lo queraacuteis vosotros me amareacuteis siempre como yo os amo

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-Daniel Daniel -exclamoacute Esther con solemne acento levantaacutendose- Ya no tienes madre Si la tienes si la quieres tener yo no lo soy Me averguumlenzo de haberlo sido En hora menguada te di a luz y de aquella triste hora debe decirse laquoafeacuteanla tinieblas y sombra de muerteraquo

-Cruel engantildeas a tu corazoacuten con palabras estudiadas -dijo el joven con briacuteo- No podraacutes aunque lo quieras ser duentildea de tus sentimientos de madre y me amaraacutes aunque sea en silencio me consagraraacutes todos tus pensamientos me tendraacutes siempre en la memoria [283] aunque soacutelo sea para orar por miacute Antes de que hubiera religiones hubo Naturaleza

-No puedo tener serenidad -exclamoacute Esther con grandiosa ira- no puedo iquestPor queacute te deshonras por queacute te haces cristiano

-Tuacute lo sabes bien Hay aquiacute una viacutectima inocente una mujer dotada de las maacutes altas y bellas cualidades y adornada con los atributos de los aacutengeles Estaacute en mi mano levantar a esa alma superior del lodazal en que yo mismo la arrojeacute con vileza y debo hacerlo El universo entero Dios mismo el Dios de todos los hombres me grita que lo haga Esto es como la luz madre Si no lo comprendes di que estaacutes ciega pero no niegues la luz

Esther sentaacutendose en su asiento e inclinando la frente cayoacute en meditacioacuten profunda

-iquestCallas madre callas -dijo Morton despueacutes de una pausa- Te he convencido

-Mas para abrazar una religioacuten es preciso creer en ella -objetoacute Esther- Esto no puede depender de un capricho amoroso iquestCrees en Jesucristo

Daniel repuso luacutegubremente

-Debo y quiero ser cristiano

-Te averguumlenzas de decirlo claramente te averguumlenzas de decir laquoCreo en Jesucristoraquo porque tu conciencia te grita maacutes alto que tu [284] flaca razoacuten clamando contra esta apostasiacutea deshonrosa Daniel Daniel iquestqueacute has hecho del amor inmenso de tus padres queacute de la santa Ley que te ensentildearon desde la cuna queacute del recuerdo de tus venerables antepasados en cuyo nombre han estado vinculados el amor y el prestigio que quedan a la raza judiacutea iquestQueacute has hecho de esto desgraciado Hemos conservado hasta ahora al traveacutes de tantos siglos la dignidad de nuestra desgracia hemos dado a todos los hebreos del mundo un ejemplo de constancia de firmeza de rectitud en medio de los mil peligros por que ha pasado nuestro pueblo y ahora tuacute el que pareciacutea nacido para enaltecer maacutes y maacutes todaviacutea nuestro nombre iexcltuacute mi hijo el amado entre los amados el predilecto de Dios y de los hombres todo lo desprecias todo lo pisoteas tu nombre y tu familia tu pobre raza sin patria la Ley santa tan antigua como el mundo esa Ley y esa tradicioacuten Daniel que existen desde que el primer hombre abrioacute sus ojos a la luz acabada de hacer No no te conozco no eres tuacute mi hijo Un hijo miacuteo moriraacute cien veces antes que arrodillarse delante de un sacerdote cristiano y espantildeol por antildeadidura y proclamar al Cristo en la misma tierra que impiacuteamente nos echoacute de siacute como a seres inmundos iexclTuacute sabes cuaacutento cuaacutento aborrezco [285] a este paiacutes Con la leche mameacute el odio a este potro de donde nos arrojaron cuando estaban cansados de atormentarnos El paiacutes que a mis abuelos inspiraba un recuerdo melancoacutelico como de patria perdida a miacute me ha inspirado siempre aversioacuten horror iexclY en eacutel abjuras y nos

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abandonas iexclTraicioacuten espantosa Si cuando te teniacutea en mis entrantildeas me hubieran dicho lo que ibas a hacer en ellas te hubiera ahogado

Esther hablaba con la inspiracioacuten de la ira Se habiacutea levantado Movida de su primera posicioacuten la pantalla caiacutea de lleno la luz sobre la madre y su sombra agrandada por la distancia gesticulaba en la pared cercana Las sombras de los dos iracundos brazos movidos sin cesar corriacutean a veces por el techo como grandes aves a veces se deslizaban por el zoacutecalo entre los muebles como cuadruacutepedos que buscan un rincoacuten Daniel habiacutea quedado en la oscuridad Desde ella cual de un abismo a donde se acaba de caer lanzado por el enemigo vencedor envioacute estas deacutebiles palabras

-Madre me has hablado de honor de verguumlenza de familia en fin me has dado razones sociales no religiosas De todo me has hablado menos del fuego eterno

-iexclTambieacuten tambieacuten -gritoacute Esther cayendo [286] sin aliento en el sofaacute y apoyando en un cojiacuten su frente abrasada- Te he dicho lo primero que ha brotado de mi corazoacuten de madre de este corazoacuten que se ha abrasado en amor por ti y que yo con mis propias manos apretareacute y estrujareacute para ahogar la llama porque no no puede ser no puedo amarte ya Se acaboacute la idolatriacutea de nuestro hijo querido Adioacutes vete no existes ya para miacute

Diciendo esto rompioacute en amarguiacutesimo llanto Daniel corrioacute hacia ella y ponieacutendose de rodillas la beso tratando de levantar su cabeza

-Madre madre -murmuroacute- Ni de tus labios incapaces de mentir puedo creer que no me amas No lo creereacute aunque me lo digas tuacute a quien siempre he creiacutedo

-Daniel hijo miacuteo -dijo la madre incorporaacutendose- yo no puedo soportar este golpe Soporteacute la temprana muerte de mis dos hijas pero la tuya esta muerte en la forma maacutes repugnante de la ignominia no la puedo resistir Quiero morir antes de que caigas quiero morir Dame tuacute mismo la muerte te lo suplico perdonaacutendote El crimen que cometas arrancaacutendome la vida no seraacute tan grande como el de tu apostasiacutea

-Estaacutes delirando madre querida -dijo Daniel [287] haciendo fuerza con la cabeza en el seno de su madre- Tuacute siacute que me matas a miacute con tus palabras con tus fieras amenazas de no quererme

-iexclAy hijo de mi corazoacuten -exclamoacute Esther en un arrebato de ardiente carintildeo oprimiendo contra su pecho forzudamente la incomparable cabeza del joven- Hemos cometido una falta al quererte a ti maacutes que a nuestros demaacutes hijos y el Sentildeor nos castiga por esto Pero no me puedo resignar al castigo no me puedo resignar a perderte no quiero defiendo mi tesoro contra todos los dioses extrantildeos contra todos los Nazarenos que me lo quieran quitar Sentildeor Dios de Abraham y de Jacob antes que consentir esto quita la vida a mi hijo y a miacute tambieacuten porque no puedo vivir sin eacutel

Daniel se sentoacute a los pies de Esther apoyando sus brazos en las rodillas de ella le estrechoacute las manos y contemplaacutendola con amor le dijo

-Madre madre oacuteyeme lo que voy a decirte

-iquestQueacute

-La exaltacioacuten que veo en ti me obliga a revelarte un secreto mi secreto

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-iquestTu secreto [288]

-Hice propoacutesito de que ninguacuten nacido a excepcioacuten de mi padre a quien escribiacute ayer lo supiese por ahora pero siento el deseo y aun la necesidad de revelaacutertelo

Esther oyoacute con la maacutes viva ansiedad

-Diacutemelo pronto

-Es un secreto de esos que no se dicen maacutes que a Dios porque soacutelo Dios puede juzgarlos

-iquestY yo no

-No tuacute me juzgaraacutes mal cuando lo sepas No penetraraacutes faacutecilmente mis moacuteviles Pero te confesareacute esta idea por el grande amor que te tengo y confiacuteo en que la apoyaraacutes

-iquestCuaacutel es

-Yo no soy ni sereacute nunca cristiano [289]

- XXVIII -

Delirio Fanatismo

Hubo una pausa durante la cual la madre y el hijo se contemplaron

-iquestPero no me has dicho no has resuelto -manifestoacute Esther llena de confusioacuten

-Usareacute la palabra propia aunque a primera vista me desfavorezca Mi conversioacuten es una impostura

-Expliacutecamelo bien porque me vuelves loca

-Mi conversioacuten es una mentira iquestno sabes lo que es una mentira

-Tuacute me lo has dicho

-Es que determineacute que este engantildeo no fuera de nadie conocido Lo he revelado por escrito a mi padre A ti debo revelarlo tambieacuten

-iquestLuego engantildeas a esa pobre joven engantildeas a una honrada familia -dijo Esther apartando [290] de siacute con ambas manos la cabeza de su hijo- iexclDaniel impostor iexclOh lo que ahora me revelas es tan indigno de ti como la apostasiacutea iexclTu corazoacuten se ha corrompido Tuacute no eres tuacute iquestSabes lo que es la mentira una mentira de esa magnitud Daniel vuelve en ti

-Si no sabes auacuten mi secreto mujer iquestpara queacute hablas -repuso el joven con cierto enojo

-Tu secreto es que finges hacerte cristiano para salvar a esa joven de la tiraniacutea de sus parientes del ascetismo de la deshonra Esta conducta es maacutes vituperable que dejarla

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abandonada a su suerte Yo correreacute a casa de esa noble familia y direacute laquoMi hijo os engantildea no le creaacuteisraquo

-Me creeraacuten porque los hechos confirmaraacuten mis palabras -dijo Daniel besaacutendole las manos- Oacuteyeme madre querida Ayer por la mantildeana vagaba yo por la playa interrogando a mi conciencia iexclAy no puedes tener idea de aquellas terribles horas de duda Yo teniacutea dos conciencias igualmente poderosas iquestcomprendes esto dos conciencias que daban la maacutes horrenda batalla dentro de miacute iexclRenegar iexclAbandonar a un ser querido que me debe su dolor Ninguna de estas dos ideas podiacutea aniquilar a la otra y cuanto maacutes fiero se mostraba uno de los dos dragones con maacutes rabia [291] le mordiacutea el otro Imploreacute a Dios gritando en medio del estruendo del mar laquoiexclO la solucioacuten o la muerteraquo Entonces una idea iluminoacute de improviso mi espiacuteritu Sentiacute la alegriacutea del que se ve rodeado de claridad celeste despueacutes de haber vivido largo tiempo en horribles tinieblas iexclOh madre miacutea si es cierto que el Espiacuteritu creador y gobernador de todas las cosas habla alguna vez directamente a la razoacuten del hombre el Sentildeor Jehovaacute o como quieras llamarle deslizoacute su palabra dentro de miacute en aquel momento Yo le sentiacutea sentiacutea su voz un divino soplo entrando en miacute y llenaacutendome yo le sentiacutea penetrarme todo en la forma de una conviccioacuten consoladora y mi fatigada conciencia admitiacutea aquel sobrehumano aviso con la emocioacuten grande con la turbacioacuten piadosa que soacutelo pueden ser producidas por la directa voz de Dios diciendo laquoestoy contigoraquo La idea de conquistar mi bien perdido mi esposa por medio de una fingida conversioacuten al cristianismo se clavoacute entonces en mi cerebro para no ser arrancada jamaacutes

-iquestQuieres hacerme creer que Dios que es la verdad te sugirioacute esa indigna idea -dijo Esther con incredulidad- Daniel tu imaginacioacuten delirante fue la que te ha hablado

-iexclOh iexclsi yo pudiera llevar a tu espiacuteritu la [292] conviccioacuten que hay en el miacuteo Infame es la mentira pero la situacioacuten especial de mi esposa la disculpa Aun este motivo no seriacutea bastante poderoso pero hay otro mucho maacutes grande No te quede duda de que el Ordenador de todas las cosas habloacute a mi alma iexclQueacute alborozo tan vivo inundoacute mi corazoacuten Mi pensamiento gustoacute las delicias del maacutes puro bien cuando cruzaba por eacutel esta idea inefable laquoGloria dejaraacute de ser cristianaraquo

-iexclQueacute extrantildea y loca idea

-Madre querida -exclamoacute Daniel con cierto desvariacuteo- comprende al fin la grandeza de un plan en que se conciertan el amor maacutes ardiente y la religiosidad maacutes valerosa Yo traereacute al reino de la verdad esa alma que ha debido estar siempre en eacutel esa alma cuyo uacutenico defecto es hallarse ligada al vano sentimentalismo del Crucificado y a la engantildeosa filosofiacutea del supuesto Mesiacuteas Tuacute sabes cuaacuteles son mis ideas y su admirable extensioacuten Ya comprenderaacutes que mi conquista no ha de reducirse a tener un adepto al rito hebraico que considero estrecho e insuficiente No yo adoro al Dios grande al Jehovaacute primitivo y augusto al que dio los diez mandamientos y desde entonces no dijo maacutes porque no habiacutea maacutes que decir al que en su grandeza no exige ofrendas [293] de verdad justicia y bondad no formas de culto idolaacutetrico nos exige pensamientos amor acciones y esa mirada interna que purifica no palabras rezadas ni retahiacutelas dichas de memoria A ese Dios pienso llevar a la que amo porque Eacutel es digno de ella y ella digna de Eacutel iexclAdmirable triunfo y conquista preciosa Seraacute necesaria una supercheriacutea iquestpero queacute importa iquestqueacute vale esto en comparacioacuten del bien que resulta La salvo de su familia del convento del ascetismo que es la tisis del espiacuteritu le devuelvo la salud del cuerpo la arranco de este horrible paiacutes la hago mi esposa la salvo de la idolatriacutea del Nazareno y de ese fetichismo vaciacuteo indigno de la elevacioacuten y pureza de su alma iexclOh

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tengo inmensa fe en el eacutexito de mi empresa No puedo equivocarme es imposible que me equivoque Siento el divino acento en mi oiacutedo y el resuello a cuyo influjo existieron los mundos llega a miacute y penetra como tempestad en mi corazoacuten

Esther le miroacute atentamente y con espanto diciendo para siacute con acento de viviacutesima amargura -Sentildeor Sentildeor iquesthas quitado la razoacuten a mi hijo

-iquestNo hallas bastante justificada mi impostura con estas razones de conciencia

-iexclDonosas razones [294]

-Tu ironiacutea me mata iquestQuieres una razoacuten que es de conciencia y ademaacutes mundana Estos son los argumentos que a ti te convencen Oacuteyela Has de saber que yo tengo un hijo

Esther moviose sacudida violentamente por el asombro

-Un hijo que se llama Jesuacutes -antildeadioacute Daniel con sarcasmo parecido al de aquellos que deciacutean Si eres hijo de Dios baja de esa cruz

-iexclUn hijo -gritoacute madama Spinoza- iexclDe esa mujer

-iquestConcibes tuacute que la abandone iquestConcibes tuacute que deje en manos de los catoacutelicos a ese infeliz nintildeo reproduccioacuten de miacute mismo Eacutel ha encendido en mi corazoacuten los sentimientos maacutes delicados y maacutes puros Me ha bastado saber que existiacutea para reconocerme otro creyeacutendome capaz de los mayores sacrificios Veo en eacutel al heredero de mi nombre de mis creencias de mi persona toda y la idea de que no ha de vivir al lado miacuteo de que recibiraacute de persona extrantildea el pan de la instruccioacuten me aterra madre querida Supoacuten que cuando yo era nintildeo me hubieran arrancado los papistas de tu seno cual otro nintildeo Mortara criaacutendome en el odio de nuestra raza y ensentildeaacutendome a maldecir tu nombre [295]

-No digas eso -exclamoacute la madre con espanto

-iquestNo hace fuerza en tu mente esta razoacuten

-Alguna -repuso Esther con perplejidad- pero nada justifica el engantildeo

-Dios ve mi conciencia iquestQueacute importa engantildear al Nazareno iquestAcaso eacutel que se llamoacute Dios sin serlo merece la verdad Mi conciencia estaacute tranquila Ha penetrado en miacute dulce y elocuente como cosa del cielo el convencimiento de que obro bien y de que agrado a mi Dios en esto Eacutel me dice laquoRealiza tu engantildeo pero me has de traer al reino de la verdad a la madre y al hijoraquo

-iexclFanaacutetico iexclFanaacutetico incorregible -exclamoacute con agitacioacuten Esther clavando los ojos compasivamente en su hijo- Quieres dar un tinte religioso a tu accioacuten cuando lo que te mueve es el torpe egoiacutesmo del amor mundano Es comuacuten en todas las religiones que los enamorados se vuelvan miacutesticos o por astucia o por candidez y que sean arrastrados por su pasioacuten a las mayores locuras suponiendo que les inspira una idea religiosa Hacen de la religioacuten un madrigal engantildeando a todos y a siacute mismos

-Por tu vida iquestme crees de esos

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-Siacute porque siempre tuviste demasiado entusiasmo por la Escritura y has pasado parte [296] de tu vida comentaacutendola y ahondando en ella buscaacutendole sus secretos sus maacutes impenetrables misterios es decir echaacutendola a perder Uacuteltimamente cuando volviste a casa despueacutes de tu naufragio te engolfaste de tal modo en la teologiacutea rabiacutenica que tuvimos que tapiar tu biblioteca como la del gran caballero espantildeol Viviacuteas exaltado y melancoacutelico iexclPobre hijo miacuteo iexclCuaacuten cierto fue mi presagio de que tu mente se desquiciaba En todo lo que hoy meditas y proyectas noto los extraviacuteos del visionario y los delirios maacutes absurdos No puedo decir que no haya cierta grandeza en tus concepciones pero lo que siacute aseguro es que no hay en ellas sentido comuacuten

-Yo creiacute -dijo Morton con desaliento- que tu superior inteligencia las comprenderiacutea y las estimariacutea

-A nosotros nos han educado en lo praacutectico hijo querido Esta costumbre de vivir y pensar en lo praacutectico me hace ver muchos inconvenientes en tu proyecto El principal es que no podraacutes quebrantar la firme fe de la que llamas tu esposa Deseacutengantildeate ninguacuten catoacutelico se convierte a nuestra pobre ley olvidada y sin prestigio ni tampoco a ese deiacutesmo vago y sin culto grande si quieres pero que todo lo dice a la razoacuten y es mudo para la fantasiacutea para el [297] corazoacuten y para los sentidos Aun considerando en esa joven el amor maacutes ardiente hacia ti no concibo que reniegue de la religioacuten de sus padres de esa religioacuten viva y que salta a la vista y se oye y se habla La nuestra y tu deiacutesmo son como el idioma hebreo una lengua sublime pero que nadie entiende iexclInfeliz hijo miacuteo infeliz mozo extraviado por los delirios de la mente No supongas en ese Dios grande como dices en ese Dios friacuteo y sencillo como las ideas una atraccioacuten que no tiene iexclEsperas desencantar a una cristiana a una mujer que ha nacido enamorada ya del hombre clavado en la cruz Antes saldraacute el sol por Occidente

-Madre tuacute no tienes entusiasmo Tus ideas religiosas son rutinarias La rutina no haraacute ninguna maravilla en el orden moral

-Pasoacute el tiempo de las predicaciones y de las guerras por la fe Cada cual debe arreglarse con lo que tiene sin ir a buscar nada a casa del vecino iexclCoacutemo te engantildea tu fanatismo Ya veraacutes coacutemo te desprecia esa mujer cuando descubra tu taimado plan obra no seacute si de la voluptuosidad maacutes loca o del misticismo maacutes insensato

-Tuacute no sabes bien cuaacutento me ama ni conoces el fatal encadenamiento que tiene su alma con la miacutea La viveza de su entendimiento y la [298] misma elevacioacuten de su espiacuteritu que propende a las cosas extraordinarias superiores al criterio del vulgo la someteraacuten faacutecilmente a miacute Ademaacutes Gloria no es catoacutelica

-iquestQueacute no es catoacutelica

-No porque no pertenece a esa religioacuten quien no se somete ciegamente a la autoridad quien de los dogmas escoge el que maacutes le agrada y rechaza los demaacutes Sus creencias no pueden ser maacutes endebles lo seacute yo que he recibido los maacutes iacutentimos secretos de su conciencia la cual el amor ha puesto transparente y clara ante mis ojos Es un alma llena de dudas y de dudas acerca de lo maacutes fundamental Me ha confiado las rebeldiacuteas de su razoacuten y oyeacutendola iexclcuaacutentas veces he deseado tener ocasioacuten de sembrar en aquel espiacuteritu una semilla nueva Toda su doctrina religiosa vendraacute abajo de un soplo madre miacutea En ella no existe de soacutelido y temible maacutes que la fascinacioacuten de Cristo de aquel hombre extraordinario que supo presentar las antiguas verdades con forma encantadora Tiene Gloria aquel sentimiento fervoroso fundado en la compasioacuten y en la

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admiracioacuten porque nada es tan conmovedor como el padecimiento ni nada conquista los corazones como el espectaacuteculo de una viacutectima Esa simpatiacutea por el maacutertir constituye el nervio de [299] la religioacuten cristiana Maacutes proseacutelitos ha hecho la compasioacuten que todos los principios y todas las ideas porque la humanidad es asiacute Hace muchos siglos que se ha vuelto mujer dejaacutendose dominar por los llorones

-Pues yo te digo -replicoacute Esther con energiacutea- que antes te beberaacutes todo el oceacuteano que arrancar del corazoacuten de una mujer cristiana la fascinacioacuten del hombre clavado la simpatiacutea del maacutertir la compasioacuten por la viacutectima iexclOh los que idearon esa historia ya supieron lo que haciacutean conociacutean el corazoacuten humano y el gran flaco de la humanidad es decir lo que esta tiene de mujer

-Yo confiacuteo en que lo arrancareacute madre -afirmoacute Daniel con balbuciente voz- Todo cuanto vive en miacute me dice que vencereacute iexclEsta idea madre es demasiado grande para ser miacutea Es de Dios

La gravedad de su acento y su emocioacuten afligieron a Esther Comprendioacute al punto que la mente de Daniel se hallaba en estado de viviacutesima sobreexcitacioacuten y no quiso contrariarle

-La revelacioacuten de tu secreto -le dijo abrazaacutendole con ternura- ha modificado un poco mi juicio Quizaacutes logres convencerme iquestPor queacute no aplazas tu determinacioacuten

-No puede ser madre no puede ser -dijo [300] Morton bruscamente levantaacutendose con muestras de agitacioacuten

-Un diacutea un solo diacutea Hablaremos

-Ni un diacutea ni una hora Mantildeana mantildeana

-Pues sea Yo no he de contrariarte ya -dijo la madre con resignacioacuten- Pero necesitas descanso Temo por tu salud iquestPor queacute no duermes

-No puedo dormir

-iquestNo te acuestas

-No necesito estar en vela meditar

-iquestMaacutes todaviacutea

Esther llena de amargura contemploacute a su hijo como se mira un bien proacuteximo a perderse y estrechaacutendole en sus brazos y cubrieacutendole de ardientes besos le dijo

-Ya que te pierdo mantildeana hijo de mi corazoacuten consaacutegrame esta noche no te separes de mi lado inclina tu cabeza sobre mi regazo y descansa reposa tu cerebro que hierve como un volcaacuten

-Quiero meditar -repitioacute Morton cediendo a la atraccioacuten de su madre y sentaacutendose junto a ella

-Medita aquiacute sobre mi pecho lleno de amor por ti -dijo Esther obligaacutendole a reclinarse en el sofaacute y a que recostara su cabeza sobre el regazo de ella- Sea esta una noche de despedida [301] Hablemos de nuestra casa de nuestro jardiacuten de tus

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hermanos de tu padre de Altona donde todos hemos nacido Hijo querido no me niegues este consuelo

-No te lo puedo negar Hablemos de todo eso tan caro a mi corazoacuten Hablemos toda la noche hasta que venga el diacutea hasta que llegue la hora

Largo rato se oyeron las voces de la madre y el hijo en sereno coloquio Por uacuteltimo ya muy tarde se fueron extinguiendo la voz de Daniel dejoacute de oiacuterse Suspiraba la madre y eacutel dormiacutea

iexclOh iexclcuaacutento deploroacute Isidorita que todos los humanos no hablasen un mismo idioma iexclCon cuaacutenta rabia vituperoacute los pecados de los hombres que trajeron la piacutecara multiplicacioacuten de las lenguas Porque si Esther y Daniel no hubieran hablado en ingleacutes ella Isidorita la del Rebenque se habriacutea enterado de todo para contarlo a sus amigas [302]

- XXIX -

El catecuacutemeno

El Saacutebado Santo oficioacute Su Eminencia en la Abadiacutea celebrando las hermosas ceremonias de la bendicioacuten del agua y el fuego Despueacutes fue a su casa rodeado de inmenso pueblo y comioacute con toda la familia y con el cura a quien no cesaba de felicitar por su sermoacuten de la Soledad predicado en la tarde del diacutea anterior El buen Romero empleando las figuras maacutes pateacuteticas dando realce a las ideas por medio de la expresioacuten del dramaacutetico gesto de las inflexiones vocales habiacutea hecho llorar a todo el auditorio Cuando dirigioacute la palabra a la propia imagen de la Soledad dicieacutendole laquoSentildeora iquestdoacutende estaacute vuestro amado Hijoraquo un estremecimiento de compasioacuten corriacutea por toda la iglesia de alma en alma y aquel mar se alborotaba con olas de congojas y vientecillo de suspiros [303]

Despueacutes de la comida pasoacute alguacuten tiempo dedicado a conversacioacuten grata sobre diferentes asuntos y D Silvestre ponderoacute el buen estado de los campos y la probabilidad de una buena cosecha Dijo que eacutel habiacutea esparcido ya las toperas en sus prados y que los estaba abonando con ceniza y estieacutercol que debiacutea anticiparse unos diacuteas la siembra del maiacutez por estar bien enjugada y rastrada la tierra y que eacutel (D Silvestre) no aguardaba para echar el grano sino a que estuvieran arreglados los setos destruidos por las derrotas Aseguroacute que los semilleros que estaba preparando en cama caliente le dariacutean las ensaladas maacutes ricas que habiacutea visto hasta entonces la provincia y que por haber sido Marzo y Abril poco ventosos estaban los frutales que pareciacutean aacuterboles del cielo Sus injertos de aquel antildeo daban envidia

D Aacutengel mandoacute a su sobrina que se vistiera de ceremonia y aunque Gloria quiso hacer alguna objecioacuten no fue oiacuteda y repitiose la orden Tambieacuten Serafinita se decoroacute un poco sin salir de su ordinaria modestia

Pasoacute alguacuten tiempo en estas cosas que aun las monjas como mujeres que son no se ponen una toca en cinco minutos D Aacutengel dio un paseo por el jardiacuten quejaacutendose del descuido en que estaba y de la ofensa que su sobrina haciacutea [304] a Dios matando de sed a las pobres flores Despueacutes llamoacute a Gloria y encerrose con ella en la capilla de la casa

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siendo la conferencia de dos horas largas Al salir de la capilla la joven teniacutea los ojos encendidos pero su apariencia era la de un alma tranquila y confiada Oraron con Su Eminencia en la capilla durante otro rato no pequentildeo Gloria y Serafinita mientras D Silvestre y D Buenaventura charlando en el jardiacuten chupaban magniacuteficos puros concupiscencia que no estaacute literalmente comprendida en las abstinencias propias de la semana de vigilia

El diacutea no podiacutea ser maacutes placentero No corriacutea aire ni la maacutes delicada mata de los aacuterboles se moviacutea no se oiacutea el ruido del mar Todo era silencio y quietud cual si en la Naturaleza hubiera solemne pausa de expectativa o el asombro precursor de un gran suceso Su Eminencia marchoacute al fin a la sala seguido de las dos mujeres a punto que del despacho bajaba el doctor Sedentildeo despueacutes de escribir varias cartas por orden del prelado Ninguno hablaba y en la familia toda habiacutea un aspecto comuacuten de meditacioacuten y solemnidad sentildeal evidente de que para todos los miembros de ella aquel diacutea no era como los demaacutes diacuteas

Entroacute D Aacutengel en la sala y tomoacute asiento [305] en el sofaacute que era en tal sitio lo que el altar en la iglesia y a su sobrina le sentildealoacute el asiento de la izquierda despueacutes de que su hermana depuso su carne mortal en el de la derecha Maacutes lejos tomaron asiento el cura y el secretario D Buenaventura habiacutea salido para volver pronto

La cara angelical del sentildeor arzobispo revelaba preocupacioacuten pero en muy poca dosis Estaba como el cielo cuando hay en eacutel una sola nube A veces sonreiacutea como queriendo dar a entender que gustariacutea de ver alegres a los demaacutes pero Serafinita frunciacutea el centildeo porque las cosas graves exigiacutean seguacuten ella la mayor compostura Gloria miraba alternativamente al suelo y a su tiacuteo como el que no tiene maacutes que dos pensamientos la muerte y Dios O por llanto reciente o por una exagerada movilidad de su corazoacuten y de su sangre anhelantes de vida se habiacutean encendido con vivos colores sus mejillas tanto tiempo paacutelidas Aquel abrir de las rosas de su cara pareciacutea anunciar una primavera despueacutes tantas tempestades y con ellas habiacutea vuelto todo el esplendor de su hermosura Pero iexclqueacute gran diferencia desde que la vimos por primera vez La inquietud graciosa y las volubles miradas de entonces se habiacutean mudado en una actitud reflexiva y circunspecta [306] cual si para ella no hubiera ya maacutes motivo de atencioacuten que ella misma Desde entonces hasta el momento en que ahora la vemos habiacutean transcurrido esa distancia inmensa y ese largo siglo que median entre el no amar y la maternidad paso de un planeta a otro intermedio que equivale a cien vidas mar entre dos orillas cercanas mas lleno de dolores juacutebilo palpitaciones pureza y miserias gracia terror esperanza desconsuelo devocioacuten risa y llanto

Habiacutea pasado breve rato despueacutes que entraron en la sala cuando Gloria dijo para siacute

-Si pudiera conservarme serena cuando venga de modo que no se conozca lo que hay en mi alma Pero asiacute como yo leo en la suya leeraacute eacutel en la miacutea

El rostro de Gloria que estaba tan encendido se quedoacute como el maacutermol cuando entroacute D Buenaventura acompantildeado de Daniel Morton

-iexclQueacute cara iexclpobrecito iexclme muero de pena vieacutendole -pensoacute Gloria mirando al que entraba- Parece un reo que va al patiacutebulo

Despueacutes de contestar afablemente a su saludo D Aacutengel rogoacute a Daniel que se sentase Hiacutezolo este y el cardenal dijo [307]

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-Ha llegado el momento de que mi familia Sr Morton abra a usted los brazos perdonaacutendole Ha llegado el momento de que cesen tantos males y de que un abrazo de paz y las bendiciones de la Iglesia terminen la grandiacutesima consternacioacuten en que todos estaacutebamos iexclBendita sea la misericordia del Sentildeor Sentildeores -antildeadioacute dirigieacutendose a sus amigos y hermanos- este hombre da lealmente su mano de esposo a mi sobrina en justa reparacioacuten de

Aquiacute la faacutecil elocuencia del prelado tuvo un ligero tropiezo mas al punto se enderezoacute tomando mejor rumbo

-Entraraacute en nuestra familia -antildeadioacute- Yo le recibo con los brazos abiertos Doblemente lisonjero es este suceso porque el matrimonio que tantos bienes traeraacute consigo iraacute acompantildeado de un prodigioso triunfo de nuestra Fe Sr Morton iquestpersiste usted en su idea de abrazar la religioacuten cristiana uacutenica verdadera

-Siacute sentildeor -repuso Daniel con gravedad y al mismo tiempo fijoacute los ojos en un retrato de D Juan de Lantigua que le miraba de un modo particular

-iexclOh iexclqueacute gran juacutebilo da usted a mi alma Sr Morton -exclamoacute el obispo- En el diacutea de hoy la Iglesia administra el primer Sacramento a los catecuacutemenos despueacutes de bendecir [308] el agua nueva Durante el oficio he sentido hoy maacutes emocioacuten que nunca en igual diacutea y no he dejado de pensar en esta conquista preciosa que acabamos de hacer Ahora Sr Morton debo decir a usted que va a recibir el Sacramento del bautismo regenerado por la virtud del espiacuteritu celestial que este acto imprimiraacute a usted el caraacutecter de cristiano le daraacute gracia habitual y justa y que por eacutel se redime todo pecado original y temporal Jesucristo instituyoacute el bautismo de agua con el amor del Espiacuteritu Santo que descendioacute del cielo en figura de paloma La ablucioacuten establecida por la Iglesia con las palabras sacramentales son la demostracioacuten simboacutelica bajo la cual estaacute oculto el amor que Dios comunica al alma de la criatura purificada por la gracia Es el bautismo un rayo de fuego celestial emanado de la esencia divina Para recibirlo amigo miacuteo es indispensable que usted prepare su entendimiento a la penetracioacuten de los dogmas sagrados necesita usted someterse aunque por muy poco tiempo en vista de la urgencia del caso a las ensentildeanzas y praacutecticas que la Iglesia establece

-Ya lo seacute -dijo Morton sombriacuteamente- Estoy dispuesto a todo

-En ese caso -prosiguioacute Su Eminencia revelando en su semblante plaacutecida alegriacutea- pregunto [309] a usted si no tiene inconveniente en someterse por completo a mi voluntad por un plazo que no pasaraacute de dos diacuteas comprometieacutendose antes de que se celebren juntamente bautismo y matrimonio a recibir de miacute la instruccioacuten evangeacutelica a verificar las praacutecticas que yo le indique a

D Aacutengel se detuvo distraiacutedo por uno de esos accidentes importunos que turban la solemnidad de las escenas capitales de la vida como un duelo la agoniacutea de un moribundo la celebracioacuten de un contrato Ocurre comuacutenmente que dichos accidentes importunos sean un gato que entra metiendo ruido plato que se rompe o sombrero que cae rodando de una silla y suena huecamente al dar en el suelo Pero en aquel solemniacutesimo momento no fue nada de esto lo que hizo callar al sentildeor cardenal sino la aparicioacuten inesperada de un humano rostro en la puerta de la sala suavemente abierta Era la cara de D Juan Amarillo

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Reinoacute silencio en la sala y con el silencio un estupor profundo al ver que el sentildeor alcalde no veniacutea solo Con eacutel veniacutea madama Esther Al ver entrar a una sentildeora levantaacuteronse todos incluso el sentildeor arzobispo pero ninguno deciacutea nada El primero que habloacute turbadiacutesimo fue D Juan Amarillo que dijo [310]

-Perdoacuteneme Su Eminencia perdoacutenenme todos si he entrado iexclVengo como autoridad

-iexclComo autoridad

Serafinita contemplaba la escena con la calma de quien no da importancia a las cosas de la tierra los demaacutes eran estatuas

-iexclComo autoridad -repitioacute D Juan- Esta sentildeora

Esther avanzoacute gravemente y sin revelar turbacioacuten ni enojo ni despecho ni burla dirigiose a su hijo y ponieacutendole la mano en el hombro exclamoacute con voz sonora

-Ya estoy yo tambieacuten aquiacute

-iquestQueacute quieres madre -preguntoacute Daniel con terror de infierno

Esther fijando los ojos en el sentildeor cardenal y rodeaacutendolos despueacutes para abarcar con una mirada a toda la familia respondioacute

-Quiero impedir un mal diciendo a esta noble familia lo que no sabe

-iquestQueacute Sentildeora su hijo de usted nos ha hablado muy claramente -dijo el sentildeor cardenal creyendo comprender lo que veiacutea- Es natural que usted se oponga Nosotros nos atenemos al piadoso deseo manifestado expliacutecitamente

-Es que yo debo declarar algo -dijo Esther [311] con expresioacuten dramaacutetica- Yo debo declarar lo que aquiacute no sabe nadie y es que mi hijo no merece pertenecer a esta familia

-iexclSentildeora

Daniel aparecioacute treacutemulo paacutelido como un cadaacutever ahogado por su propia voz que no podiacutea salir del pecho Al fin maacutes con rugido que con palabras dijo

-Mi madre no dice la verdad

Esther miroacute a su hijo de tal modo que con los ojos le apuntildealaba (11)

-Retiacuterate -dijo Morton con imperioso acento sentildealando la puerta

-Siacute me retirareacute despueacutes que te conozcan

Y volvieacutendose al cardenal antildeadioacute

-Me es muy doloroso tener que presentarme acompantildeada de la autoridad Los moacuteviles que aquiacute me traen nada tienen que ver con la religioacuten

-Diga usted sentildeora diga -antildeadioacute Su Eminencia con gran ansiedad

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-Es demasiado vergonzoso para que lo diga una madre -afirmoacute Esther con desconsuelo- El alcalde que sabe cumplir su deber hablaraacute

-Tengo el sentimiento de manifestar (12) -dijo D Juan Amarillo mostrando a Daniel su bastoacuten- que me veo precisado a prenderle [312]

-iexclA miacute

-iexclPrenderle

-Siacute sentildeores siacute y lo siento muchiacutesimo Le prendo de orden del sentildeor Gobernador de la provincia el cual ha recibido igual mandato del sentildeor Ministro a peticioacuten de la Embajada inglesa

-Este hombre miente villanamente -gritoacute Daniel ciego de ira

-Caballero -vociferoacute D Juan mostrando el puntildeo del bastoacuten con tanta energiacutea que pareciacutea querer meterlo por los ojos a todos los presentes

-Paz paz -dijo el arzobispo corriendo a interponerse- Sr Morton el primer deber de cristiano es la obediencia

Daniel pareciacutea dispuesto a estrangular al sentildeor alcalde Cuando oyoacute la dulce voz del prelado se detuvo D Aacutengel le puso la mano en el hombro diciendo

-Se ha sometido usted a mi voluntad para que yo dirija sus acciones conforme a la doctrina evangeacutelica Pues bien yo le mando a usted que no haga resistencia a la autoridad

-No puedo obedecer -repuso Morton sombriacuteamente y con respiracioacuten fatigosa

-Es preciso que el sentildeor parta mantildeana para [313] Inglaterra -antildeadioacute el fiero alcalde- por cuyo gobierno es reclamado en calidad de reo que ha cometido un crimen en su paiacutes

-iexclYo iexclun crimen yo -exclamoacute Daniel

-Un crimen horrendo contra la autoridad paterna -prosiguioacute D Juan Amarillo

Morton cuya alma era un volcaacuten tratoacute de abalanzarse sobre el alcalde D Buenaventura y Romero le sujetaron

-iexclOh iexclmiserable -gritoacute- Eres una viacutebora pero el veneno de tu infame picadura no me mataraacute

-Paz paz -repitioacute afligidamente el obispo extendiendo las manos

Serafinita habiacutea acudido a su sobrina que incapaz de sostenerse maacutes tiempo en pie dejose caer en una silla

-Seraacute preciso que yo manifieste claramente toda la horrible verdad -dijo D Juan Amarillo enarbolando el bastoacuten y tomando el aspecto maacutes dictatorial que le fue posible- Pues la direacute siacute sentildeores la direacute el Sr Daniel Morton y Spinoza ha sido condenado por los tribunales de Londres a tres antildeos de prisioacuten por un delito infame cual es iexcloh sentildeores la lengua se niega a revelarlo cual es el haber defraudado el tesoro paterno

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falsificando unas letras por valor de muchos miles de libras y despueacutes [314] de haber maltratado de palabra y obra al autor de sus diacuteas

Un murmullo de horror resonoacute en la sala Esther se habiacutea apartado y miraba al suelo hoscamente

-iexclOh iexclcuaacutenta vileza -rugioacute Daniel accionando como un insensato- Monstruo que se acabe el mundo en este momento si no te arranco la lengua y la vida

Hizo movimientos desesperados para desasirse de los que le sujetaban

-Paz paz -repitioacute el arzobispo que casi estaba a punto de llorar

-iquestDe quieacuten es esa infernal idea de quieacuten -murmuroacute con desesperacioacuten Daniel- iexclQuieacuten ha ideado deshonrarme aquiacute en este acto solemne delante de esta familia que respeto delante de la mujer que adoro maacutes que a mi vida Gloria esposa miacutea dejariacuteas de ser quieacuten eres si creyeras las palabras de este hombre

Gloria se levantoacute y lentamente marchoacute hacia el grupo que los contendientes formaban en el centro de la sala

-El sentildeor -antildeadioacute D Juan Amarillo con calma imperturbable- fue condenado a prisioacuten pero huyoacute sin que le pudiera alcanzar la policiacutea inglesa Pero aquiacute estoy yo sentildeores [315] resuelto a poner la ley el principio de autoridad y la vindicta puacuteblica siacute por encima de todas las cosas pese a quien pese Ya todos me conocen

-Madre madre -gritoacute Morton clavando la crispada mano en su cabeza- tuacute tuacute oyes estas infames calumnias y no las desmientes iexclOyes deshonrar a tu hijo y callas

Todas las miradas se fijaron en Esther Ella los miroacute a todos y con acento pateacutetico dijo lentamente estas palabras

-iexclLo que el sentildeor alcalde ha dicho es verdad

-Basta basta -dijo el arzobispo haciendo ademaacuten de retirarse escandalizado

-iexclMadre madre -gritoacute Daniel con freneacutetico acento

Sus ojos saltaban del craacuteneo

-Mi hijo -antildeadioacute Esther como quien hace un esfuerzo- tiene el haacutebito de la mentira y el fingimiento Me es muy doloroso decir que nada debe creeacutersele Si esta familia quiere recibirle en su seno yo no me opongo No me importa tampoco que cambie de religioacuten quien no tiene ninguna Pero los tribunales lo reclaman y la ultrajada autoridad paterna pide castigo

-iexclMadre madre -gritoacute Daniel con desesperacioacuten- [316] iquestPero seraacute posible que crean lo que esta mujer dice

-Es su madre -murmuroacute el arzobispo mirando a todos con afligidos ojos

-Esta mujer no es mi madre no lo es -dijo Morton

Y eacutel como los demaacutes observaron a Gloria que se acercaba

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-No podemos de ninguacuten modo seguir adelante -dijo Su Eminencia miraacutendola- Las revelaciones de esta sentildeora

-Es necesario que eso se pruebe -indicoacute don Buenaventura fijando una mirada de enojo en madama Esther

-Suficientes medios tendraacute de probarlo -dijo Serafinita- Despueacutes de lo que hemos oiacutedo no se cuente conmigo para nada

Dordf Serafina dio un paso hacia la puerta Gloria la detuvo

Corriendo en seguida hacia Morton y ponieacutendole la mano en el pecho como quien la pone sobre los Evangelios para jurar la hueacuterfana de Lantigua con voz de aacutengel maacutes que de mujer dijo asiacute

-Si para todos eres criminal para miacute eres inocente

-iexclOh bendita tuacute mil veces -exclamoacute Morton abrazaacutendola con violencia antes de que nadie [317] lo pudiera impedir- iexclY habraacute quien pretenda separarme de ti Eres mi esposa Me perteneces Te reclamo te llevareacute conmigo de grado o por fuerza sin consideracioacuten a nadie ni a nada iexclSentildeor cardenal sentildeores repito que quiero ser cristiano pronto

El cardenal tomoacute a Gloria de la mano y la apartoacute del hebreo

-Nosotros -balbucioacute frunciendo el centildeo- Nosotros Las circunstancias han cambiado

Todos volvieron a mirar a Esther que se abalanzoacute hacia su hijo y con violento gesto y tono imperativo exclamoacute

-Vaacutemonos de aquiacute iquestNo ves que te arrojan

Hubo un momento de perplejidad Los Lantiguas se miraban unos a otros consultaacutendose con los ojos

-Es preciso -dijo Amarillo desde cierta distancia- que el sentildeor se embarque hoy mismo para Inglaterra

-Esto es una farsa -dijo D Buenaventura eneacutergicamente

-iexclSiacute una farsa -repitioacute Morton

-Sentildeora -exclamoacute lleno de enojo el banquero- ruego a usted que se retire de nuestra casa [318]

-iexclEs a ti a quien arrojan madre -gritoacute Daniel dando algunos pasos hacia ella

-Y me retirareacute -dijo Esther

-Sentildeora -balbucioacute el cardenal queriendo ser corteacutes y al mismo tiempo justo y riguroso y blando y queriendo entender lo inteligible y resolver lo insoluble

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Dentro de la cabeza de Su Eminencia habiacutea una madeja que no se podiacutea desenredar Don Aacutengel llamaba en su ayuda al Espiacuteritu Santo y el Espiacuteritu Santo vino He aquiacute coacutemo

Gloria fue el Verbo que puso fin a la pavorosa contienda de tantos sentimientos diciendo

-Querido tiacuteo iquestpor queacute tanto afaacuten Yo no quiero casarme

-iexclTuacute

-No sentildeor Dios no quiere que sigamos ese camino y hablando en mi interior me sentildeala el uacutenico posible Quiero retirarme a un convento

Y al decir esto fue estrechada por los amantes brazos de Dordf Serafina que lanzoacute una exclamacioacuten de juacutebilo iexclHabiacutea triunfado despueacutes de prueba tan peligrosa y abrazaba a su viacutectima cual si temiera que auacuten se le escapase otra vez No daremos a aquella santa sentildeora un nombre verdaderamente propio y caracteriacutestico si no la llamamos el Mefistoacutefeles del Cielo [319]

D Aacutengel D Buenaventura y los demaacutes presentes se quedaron lelos Esther extendioacute su varonil brazo y dejoacute caer su mano sobre el hombro de Daniel que sintioacute encima el peso de una losa Abrumado y atoacutenito su espiacuteritu no teniacutea ya fuerzas ni para sentir ni para razonar

Gloria tomoacute el brazo de su tiacutea y dando la izquierda mano al cardenal que la estrechaba con carintildeo dirigiose lentamente a la puerta Con su uacuteltima mirada semejante al postrer rayo del sol que se pone dando paso a la noche maacutes negra echoacute fuera de su alma toda aquella esencia a la par deliciosa y terrible que por tanto tiempo la habiacutea llenado Fue como un vaso de perfume que se vaciacutea por completo

D Buenaventura siguioacute a la familia que se retiraba D Juan Amarillo deseando ponerse a mayor distancia de Daniel Morton salioacute andando con las puntas de los pies hizo sentildeas al cura y a Sedentildeo y poco despueacutes los tres susurraban en el comedor

Morton habiacutea caiacutedo en una silla y su cabeza sostenida entre los brazos descansaba en el respaldo de ella Esther puso su blanca mano sobre los cabellos del joven y con voz treacutemula y carintildeosa dijo asiacute

-iexclTe he salvado hijo de mi corazoacuten Al fin eres miacuteo otra vez [320]

-iexclSalvarme -repuso Morton alzando con violencia el rostro- Yo probareacute la falsedad de tus palabras Me seraacute muy faacutecil probarla Mantildeana

-No seraacute faacutecil He tomado mis medidas

-Me has deshonrado de una manera cruel

-iquestQueacute me importa tu deshonra en este lugaroacuten oscuro y vil En todo el mundo brilla tu honor como el sol Ya eres miacuteo Mi ingenio y la suacutebita resolucioacuten de esa buena joven que sin duda ha conocido tu impostura nos han salvado Eres miacuteo -antildeadioacute con inmenso juacutebilo- eres nuestro Daniel no abjuras no abandonas nuestra religioacuten iexclOh hijo miacuteo me parece que te he dado a luz dos veces

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-No cantes victoria todaviacutea Ya oiacuteste lo que dijo ella No te creyoacute ella no duda de mi inocencia

-Pero ha renunciado a ser tu mujer Ha demostrado tener un buen juicio y una rectitud que tuacute no conoces

-iexclImpostora

-iexclY lo dices tuacute Yo he aprendido de ti Tambieacuten Jehovaacute ha hablado a mi corazoacuten y me ha dicho laquosaacutelvaleraquo iquestCrees que tuacute solo eres capaz de ser iluminado -antildeadioacute con ironiacutea- O el Sentildeor habla para todos o para ninguno [321]

-iexclElla no te ha creiacutedo no no podiacutea creerte Entre su pensamiento y el miacuteo como entre nuestros corazones existe una cadena misteriosa

-Ella no me ha creiacutedo pero me han creiacutedo los demaacutes Esta honrada familia no querraacute cuentas contigo

-Probareacute mi inocencia

-Asiacute como es faacutecil infundir sospechas es muy difiacutecil destruirlas El ser humano es asiacute Te exigiraacuten pruebas que a miacute no me han exigido

-Las dareacute

-Tendraacutes que ir a Inglaterra volver

-Ireacute volvereacute

-Pero en tanto tiempo Por ahora eres miacuteo Tengo el apoyo de una autoridad cuyo celo podraacutes tener idea observando que en mi dedo no existe ya el brillante de gran tamantildeo que me regalaste

Esther mostroacute su mano derecha

-Ese horrible alcalde -dijo Morton- no podraacute prolongar mucho su indigna farsa venal

-El coacutensul llega esta tarde Tambieacuten es miacuteo

-Me presentareacute al Gobernador

-Para eso se necesita tiempo y yo una [322] vez conseguido mi principal objeto que es poner una insuperable barrera de sospechas entre ti y los Lantiguas no te molestareacute maacutes

-iquestQueacute barrera es esa

-Ensentildear a esa gente la carta en que manifiestas a tu padre el secreto de tu cristianismo

-No puedes tener esa carta

-He telegrafiado a tu padre dicieacutendole que me la mande en cuanto la reciba -dijo Esther con la severidad de un juez que sentencia- Entretanto mi deseo ha sido aplazar detener La comedia de hoy no ha tenido otro objeto

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-iexclAplazar detener -murmuroacute Daniel meditando en cosa tan sencilla cual si se hubiera vuelto idiota

-Siacute el alcalde me ha asegurado que podriacutea detenerte hasta tres diacuteas amparado del desgobierno que hay en Espantildea Diraacute despueacutes que se equivocoacute que estabas predicando el hebraiacutesmo en las calles diraacute cualquier cosa y no perderaacute su vara por eso Ademaacutes de esto los Lantiguas si no estaacuten absolutamente convencidos de tus maldades sospechan y mientras sospechen no habraacute conversioacuten ni matrimonio ni nada En tanto llega la carta que escribiste a tu padre [323]

-Yo desbaratareacute tus maquinaciones Esto no puede ser Tendraacutes compasioacuten de miacute soy tu hijo iexclY dices que me has dado a luz dos veces Yo digo que la uacutenica ha estado de maacutes

-iquestPara queacute te afanas por lo imposible -dijo la madre carintildeosamente- Mis estratagemas lo mismo que tu febril desasosiego no tienen objeto ya Tu esposa te ha despedido Tu esposa se divorcia y toma otro marido el hombre clavado Y todaviacutea dudas todaviacutea tu alma se apega a ella que te desprecia

-Eso no puede ser

-iquestNo la oiacuteste

-Siacute pero seraacute un capricho momentaacuteneo Pasaraacute recobraraacute su buen juicio

Entroacute en el mismo instante D Buenaventura serio como quien asiste a un funeral y con voz conmovida dijo

-La resolucioacuten de mi sobrina es irrevocable Todo ha concluido

-iquestVerdad que no hay esperanzas -dijo Esther

-Ninguna Mantildeana partiraacute Gloria para Valladolid con mi hermana

En la pieza inmediata habiacutean cesado los susurros del alcalde Sedentildeo y Romero los tres atendiacutean [324]

-Salgamos de aquiacute -dijo Esther con impaciencia tomando el brazo de su hijo

-Todo ha concluido -repitioacute el banquero abrumado de pena- Dios no quiere no quiere porque en verdad se ha hecho todo lo que se ha podido

Daniel se levantoacute Pareciacutea que llevaba encima todo el peso del mundo

Esther y su hijo salieron Ella iba como quien va a la patria eacutel como quien marcha al destierro Al poner el pie en el jardiacuten el hebreo se estremecioacute de pies a cabeza sintiendo una voz Era la voz de Gloria que reiacutea Nunca habiacutea oiacutedo Daniel aquella hermosa voz desplegarse en risa semejante

-Adelante no te detengas -dijo Esther guiaacutendole como un lazarillo un ciego- Ya estamos en salvo

Unos cuantos pasos maacutes y salieron del jardiacuten en cuya puerta estaba Sansoacuten como gigante de centinela en el poacutertico de un castillo de hadas [325]

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- XXX -

La visioacuten del hombre sobre las aguas

Gloria y sus tiacuteos subieron tan taciturnos los cuatro que pareciacutean estatuas movibles Por la fisonomiacutea de cada uno podiacutea colegirse el estado de su alma Serafinita y el arzobispo oraban D Buenaventura renegaba Gloria sonreiacutea y al mismo tiempo su palidez tomaba un tinte cadaveacuterico Al entrar en su cuarto se sentoacute entre Serafinita y el prelado cada uno de los cuales le tomaba una mano

-iquestQueacute tal te encuentras chiquilla -dijo Su Eminencia tratando de dar un giro festivo a la situacioacuten

-Muy bien tiacuteo

-Mira tuacute por doacutende ha venido a resultar que escogieras el camino maacutes corto para llegar al Cielo -antildeadioacute D Aacutengel- Dime la verdad iquestestaacute tu alma tranquila [326]

-Siacute sentildeor me parece que tengo tranquilidad o una cosa que es como la tranquilidad -dijo Gloria oprimieacutendose el pecho

-iquestEstaacutes contenta

-Siacute sentildeor Cuando dije lo que puso fin a las cuestiones lo dije queacute seacute yo Parece que brotoacute en mi alma un surtidor una fuente El agua de ella fueron mis palabras

-iexclBendito sea el Sentildeor -exclamoacute Su Eminencia juntando las manos en actitud de oracioacuten

Por las mejillas siempre sonrosadas de Serafinita corriacutea una laacutegrima

-iexclEl Sentildeor es demasiado bueno con nosotros -exclamoacute la dama juntando tambieacuten las manos como D Aacutengel- Nos da satisfacciones y regocijos que no merecemos

-Querida tiacutea -dijo Gloria mostrando de nuevo aquella luacutegubre sonrisa que sobre su rostro haciacutea el efecto de las flores de trapo que se ponen a los nintildeos muertos- Cuando usted quiera nos iremos a Valladolid

-Mantildeana -repuso el Mefistoacutefeles del Cielo con viveza suma enlazando con ambos brazos el cuerpo de su sobrina

-iquestPara queacute tanta prisa

-Mantildeana mantildeana -repitioacute Gloria- Deseo morir [327]

-iquestQueacute es eso de morir -dijo Su Eminencia examinando con recelo el semblante de la joven

-Llamo yo morir a esto

-Tiene razoacuten -indicoacute Serafinita- Morir para todo y vivir soacutelo para Dios

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D Buenaventura salioacute del cuarto para anunciar al hebreo que la resolucioacuten de la hueacuterfana era irrevocable

-Iraacutes al convento cuando te repongas un poco -dijo el prelado- Tu salud no es buena iexclpobre y desgraciada nintildea No puedes ocultar que padeces mucho La resolucioacuten heroica que has tomado esta resolucioacuten que bastariacutea por la inmensidad del sacrificio que encierra a aligerar tu alma del peso de las maacutes grandes culpas si las tuvieras esta grande y meritoria abnegacioacuten que con asombro hemos presenciado no puede menos de producir un gran trastorno en tu ya decaiacuteda salud iexclOh iexclqueacute hermosa y grande me has parecido Bien conozco el estado de tu alma bien seacute que si no estaacute limpia auacuten del tenebroso amor que la ha oscurecido hase purificado de toda intencioacuten pecaminosa Bien seacute que en ella todo es rectitud deseo de enmienda afaacuten de poseer a Dios anhelo de humillacioacuten y de padecimientos Y si no tuviera yo respecto a ti tal convencimiento por la [328] confesioacuten que me has hecho bastariacutea el acto que acabamos de presenciar para creerte regenerada Y si ya no te lo hubiera dicho ahora te diriacutea con todo mi corazoacuten laquoLevaacutentate todos tus pecados te son perdonados Yo te bendigo en el nombre del Padre del Hijo y del Espiacuteritu Santoraquo

Gloria humilloacute su preciosa cabeza sobre la cual el apoacutestol puso su santa mano

-Por una circunstancia estimo meritoria y sublime tu determinacioacuten -antildeadioacute dejando el tono evangeacutelico- Tuacute afirmaste no creer nada de lo que la madre de ese hombre nos dijo

-iquestCoacutemo he de creerlo Al punto comprendiacute que era una farsa -repuso la joven

-Pues si le crees bueno y honrado (y en eso no seacute queacute decir pues tengo mis dudas) si al mismo tiempo le veiacuteas proacuteximo a abrazar tu religioacuten si todo se te presentaba propicio todo lisonjero iexclqueacute grande has sido al decir laquorenuncio a todo desprecio todos estos bienes temporales y transitorios y quiero perderme por salvarme quiero dejarlo todo por ti Dios y Sentildeor miacuteoraquo

-Antes morireacute que poner discordia entre una madre y un hijo -dijo Gloria mirando al cielo- Ademaacutes no creo en la sinceridad de su conversioacuten y el camino escogido aquiacute para [329] traer esa alma preciosa al reino de la verdadera luz no es el maacutes a propoacutesito Hay otro mejor

-Siacute hay otro el uacutenico -exclamoacute Serafinita con miacutestico arrebato tomando una mano de Gloria y estrechaacutendosela contra su pecho

-Eacutel seraacute cristiano -afirmoacute Gloria con emocioacuten

-Seraacute cristiano -repitioacute Serafinita

-Cuacutemplase la voluntad de Dios -dijo el prelado mirando al cielo- Ahora querida nintildea procura tranquilizarte Sereacutenate iraacutes al convento cuando esteacutes maacutes sosegada

Gloria volvioacute a sonreiacuter

-iquestEstaacutes alegre

-Siacute por delante de miacute -repuso la joven con cierto desvariacuteo- pasan unas cosas que me hacen reiacuter Son tan graciosas

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De pronto lanzoacute la carcajada que Daniel habiacutea oiacutedo al salir de la casa

D Aacutengel y su hermana asombrados y temerosos la miraron

-Gloria hija miacutea iquestqueacute tienes

-iquestPor queacute riacutees asiacute

La joven reclinoacute su cabeza en el respaldo del sofaacute y poco a poco fue extinguieacutendose en sus labios la risa y se quedoacute seria tomoacute su cara la taciturna seriedad de los muertos [330]

-iexclPobre hija de mi corazoacuten -dijo el pelado contemplaacutendola con laacutegrimas en los ojos- Buenaventura Buenaventura

El banquero subioacute con presteza

-Si no tengo nada -dijo Gloria apartando a un lado y otro de la frente sus cabellos- iquestQueacute hablan ustedes ahiacute de meacutedicos y de medicinas Yo no tengo nada Soacutelo estoy pensando en que antes morireacute que separar a un hijo de la madre que le adora

Y levantaacutendose dio algunos pasos con agilidad graciosa por la habitacioacuten

-No no esa carne mortal no estaacute buena -dijo Su Eminencia con disgusto- Buenaventura manda llamar a D Nicomedes

-Acaba de llegar y estaacute abajo charlando con el cura y con D Juan Amarillo

El meacutedico subioacute y sus chistes sus oportunas observaciones sus carintildeosos comentarios acerca del mal de Gloria alegraron por breve rato a toda la familia Era un hombre que infundiacutea a los enfermos un espiacuteritu de fortaleza tal que no podiacutea menos de influir lisonjeramente en la salud Curaba como cualquier otro buen meacutedico pero sus enfermos teniacutean mediante eacutel la fe y la devocioacuten de curarse Para hacer sus diagnoacutesticos empleaba las maacutes gallardas figuras Seguacuten eacutel el corazoacuten de Gloria era un caballo desbocado [331] Su pensamiento un paacutejaro que habiendo remontado mucho el vuelo se habiacutea cansado y no hallaba monte en que posarse y teniacutea que seguir volando o dejarse caer Sus nervios eran una casa de fieras en la cual se hubieran abierto todas las jaulas Con esto se reiacutea la familia

Antes de retirarse D Nicomedes dijo confidencialmente al prelado y a su hermano que el estado de Gloria le alarmaba mucho que el desorden de su naturaleza era completo que un absoluto reposo fiacutesico y moral sin ninguna emocioacuten era indispensable para salvar tan preciosa existencia y que esta sujeta a terrible crisis nerviosas podiacutea llegar a depender de un cabello

Con tales advertencias juzgaron conveniente someterla a un reacutegimen de descanso Despueacutes de obligarla a acostarse todos la acompantildearon en la primera parte de la noche compitiendo en manifestaciones carintildeosas y tratando a porfiacutea de dar a la tertulia el tono maacutes alegre Por consejo de D Buenaventura no se habloacute nada absolutamente de religioacuten ni de la escena de aquella tarde ni del convento de Valladolid ni de sacrificios ni de padecimientos ni de cruces ni de calvarios

El pobre banquero estaba afligidiacutesimo por ver malogrados sus generosos planes y sentiacutea [332] la compasioacuten maacutes viva hacia su sobrina Al anochecer tuvo que habeacuterselas

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con D Juan Amarillo que sin reparar en conveniencia alguna abordoacute el asunto de la compra de la casa Pero hallaacutendose D Buenaventura de muy mal talante el alcalde no pudo obtener tampoco aquella vez una respuesta categoacuterica por lo cual se retiroacute triste y mustio sin tener maacutes consuelo que mirar desde el jardiacuten la fachada del edificio y pensar en las reparaciones que le hariacutean por dentro y por fuera cuando Dios quisiera ponerle en sus manos

D Buenaventura dio una vuelta por el pueblo con objeto de ver algunas personas Despueacutes volvioacute a la casa Era tarde La familia habiacutea cenado ya y el prelado se retiraba a su cuarto Gloria aprovechoacute un instante en que estaba solo con ella en la alcoba su tiacuteo D Buenaventura y le llamoacute con la mano Acercose el banquero

-Tiacuteo -dijo Gloria con voz muy deacutebil- iquestquiere usted decirme una cosa

-Lo que quieras queridita -repuso Lantigua con el mayor criterio- iquestQueacute deseas saber

-Una cosa iquestSe han ido

-iquestQuieacutenes

-Esa gente

-iquestLos [333]

-Los judiacuteos -dijo Gloria bajando tanto la voz que apenas se oiacutea

-iquestA queacute te afanas por lo que no te importa Duerme en paz

-Deseo saberlo lo deseo mucho

-Pues bien nintildea miacutea se van mantildeana temprano La madre y el hijo estaacuten preparando todo

-iquestLes ha visto usted

Los ojos de la hueacuterfana brillaban tristes y curiosos

-Siacute y no He visto al hijo Hace un momento entraba en casa de Caifaacutes A dormir sentildeorita a descansar

Y carintildeosamente besoacute sus abrasadas mejillas El arzobispo y Serafinita entraron Los tres contemplaron en silencio a la joven que cerrando los ojos pareciacutea ceder a las primeras caricias del suentildeo D Aacutengel le dijo frases placenteras graciosas y llenas de caridad como eacutel sabiacutea hacerlo cuando visitaba enfermos Tomole el pulso encontrolo excitado mas no alarmante recomendole que rezara brevemente sin fatigar mucho la imaginacioacuten y por uacuteltimo manifestoacute el deseo de que no se quedara sola aquella noche Quiso velar junto a ella Serafinita pero Su Eminencia se opuso resueltamente a ello Instoacute la dama puacutesose Gloria de [334] parte de su tiacuteo estuvo a punto de enfadarse el metropolitano y entonces Serafinita cuya ley era la obediencia cedioacute el puesto a Francisca Esta trajo su colchoacuten encendioacute la lampara de velar enfermos y se dispuso a pasar alliacute la noche Retiraacutenronse los demaacutes

Pasaron las horas La casa estaba en profundo silencio Gloria se sumergioacute lentamente en las coacutencavas honduras de un letargo febril La pobrecita padeciacutea porque

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su espiacuteritu pugnaba por vencer aquel sopor de muerte y en sus esfuerzos habiacutea la treacutemula ansiedad del que suspendido sobre un abismo se agarra a la deacutebil rama de un aacuterbol para no caer Aquel abismo era la muerte La infeliz se abandonoacute al fin y llena de angustia dijo en su alma laquoMe mueroraquo Y en la vaguedad de sus sensaciones y de sus ideas se figuraba que su persona era simplemente un nombre escrito y deciacutea laquoMe borroraquo

Al mismo tiempo estrechaba sus dos brazos fuertemente contra el pecho Aquel ademaacuten era el amoroso y uacuteltimo adioacutes a dos seres queridos Gloria les besaba en idea y daacutendoles vida y cuerpo en su fantasiacutea poderosa les prodigaba tiernas caricias y los nombres maacutes dulces del lenguaje del corazoacuten La pobre enferma seguiacutea descendiendo Pareciole que veniacutea contra ella un soplo helado y agitaacutendose [335] y gimiendo como una llama se apagoacute Entonces dijo laquoVerdaderamente estoy muerta Ya no vereacute maacutes a las prendas de mi corazoacutenraquo

La pobre se sintioacute llorada por su familia se sintioacute amortajada por la piadosa mano de su tiacutea que se le representaba como un aacutengel blanco y sereno se sintioacute puesta en una caja friacutea y dura y fue rodeada de silencio y alumbrada de tristes luces Y sin embargo en medio de tan luacutegubre silencio ella atendiacutea al fenoacutemeno de su muerte lo observaba se miraba en eacutel como en claro espejo y en eacutel veiacutea reflejarse su hermosura su amor sus padecimientos todo lo que constituiacutea la desgraciada personalidad que en el mundo llevaba el nombre de Gloria

Se sintioacute bajada a un antro cavernoso y huacutemedo y encerrada en estrecho espacio sin aire sin luz Enorme peso habiacutea caiacutedo sobre ella junto a sus brazos extendiacuteanse entrelazadas como culebras las raiacuteces de los aacuterboles de los mismos aacuterboles que maacutes arriba meciacutean en clara y tibia atmoacutesfera sus hojas dando albergue a los paacutejaros Desde aquella profundidad sintioacute los pasos de los que auacuten viviacutean y entonces pensoacute con maacutes fuerza en las prendas de su corazoacuten Pensoacute tanto que las laacutegrimas brotaron de sus ojos corriendo como manantial escondido por aquella oscura entrantildea de la tierra Entonces [336] Gloria vio la extensioacuten de los cielos el mar pero no la tierra ni el sitio donde estaba Todo era claridad luz diacutea infinito Allaacute lejos distinguioacute al fin una especie de ribera mezquina montes una torre una torre y desde aquel horizonte veniacutea un hombre marchando a pasos de gigante Creciacutea al avanzar y avanzaba tanto que al llegar junto a la muerta tocaba el cielo con su cabeza Pasoacute sin verla y entrando en el mar corrioacute por encima de eacutel Se deslizaba como una nube En sus brazos llevaba un pequentildeo ser un nintildeo cuyos ojos brillaban como astros negros sobre la claridad del diacutea Gloria vio aquel precioso rostro infantil tan lindo que el Nintildeo Jesuacutes comparado con eacutel era feo y al verle su corazoacuten se partioacute en dos Observoacute la hermosa visioacuten y coacutemo alejaacutendose disminuiacutea El padre miraba siempre adelante el nintildeo hacia atraacutes Resbalaban sobre las aguas

Gloria dio un grito hizo un esfuerzo supremo uno de esos esfuerzos del alma que son capaces de tornar a infundir la vida en la carne abandonada rompioacute sus ligaduras levantoacute aquella enorme mole de tierra que teniacutea encima y si tuviera por cenotafio la piraacutemide de Cheops la levantara lo mismo se incorporoacute se puso en pie corrioacute [337]

Francisca sontildeaba tambieacuten mas sontildeaba cosas placenteras a saber que habiacutea venido su hermano de Ameacuterica trayendo mucho dinero Ambos eran ricos y felices Y al compaacutes con esta delectacioacuten de su espiacuteritu roncaba el cuerpo con estreacutepito Pero despueacutes tuvo una pesadilla horrible despertoacute sobresaltada miroacute al lecho de su amita y a la indecisa luz de la laacutempara observoacute que estaba vaciacuteo Miroacute a todos lados Gloria no estaba en la alcoba La pobre mujer sintioacute pavor inmenso y en el primer instante no

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pudo gritar porque le parecioacute que teniacutea un dogal al cuello pero al fin gritoacute y saliendo despavorida del cuarto llamoacute a D Buenaventura a Serafinita al cardenal Mayor fue su consternacioacuten al ver que despuntaba la aurora El grito de la buena mujer era

-La sentildeorita no estaacute iexclSe ha escapado [338]

- XXXI -

Mater amabilis

Habiacutea huido a las doce valieacutendose de los mismos medios que empleara algunas noches antes El profundo suentildeo de Francisca favorecioacute su evasioacuten del cuarto y las llaves que guardaba le abrieron las puertas de la casa Iba ligeramente vestida y con la cabeza mal cubierta por un pantildeuelo

Andaba cautelosamente al recorrer la casa pero con firmeza derecha a su objeto sin vacilar con marcha y ademaacuten que indicaban eneacutergica resolucioacuten Cuando se vio en campo libre dijo

-Corre alma miacutea corre

Y con pie ligero avanzoacute a la carrera por el camino real Su vestido claro flotando al viento daacutebale aspecto de una medrosa aparicioacuten de la noche Agitado su aliento por la velocidad [339] de su marcha tuvo que detenerse y dijo

-iexclOh queacute lejos estaacute Villamores No es todaviacutea Yo creiacute que llegariacutea de una carrera pero es maacutes allaacute maacutes allaacute detraacutes de aquella piedra

De nuevo emprendioacute la marcha primero despacio luego precipitadamente y se detuvo junto a una pared ruinosa medio cubierta de yerba

-No es todaviacutea -murmuroacute dando un suspiro- Es maacutes lejos auacuten Detraacutes de aquel aacuterbol que estaacute solo en medio del prado Por aquiacute se llega maacutes pronto que por el camino real

Abandonando el camino real tomoacute la vereda que cruzaba un prado y corrioacute por ella En la mitad de la senda detuacutevose mirando al suelo tapizado de flores que apenas se distinguiacutean en la oscuridad de la noche como juguetonas cabecitas agitadas por el viento todas de un color diseminadas en infinita muchedumbre formando misteriosa armoniacutea con las estrellas que abriacutean sus corolas de luz en la inmensa concavidad del cielo Gloria se arrodilloacute y dijo en alta voz

-Le llevaremos un ramo

Con su mano derecha arrancaba raacutepidamente las flores juntaacutendolas con los dedos de [340] la mano izquierda El ladrido de un perro daacutendole mucho miedo la hizo levantarse y seguir a corriendo Al llegar tras un gran castantildeo reconocioacute con asombro el terreno diciendo

-Si no he llegado todaviacutea Es maacutes lejos Detraacutes de aquella casa Un esfuerzo maacutes y llegareacute pronto

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La luna habiacutea salido de entre un grupo de nubes como una belleza que arroja sus tocas y se lanzaba locamente a la carrera por el azul profundo Como ella Gloria no volviacutea la vista atraacutes y avanzaba siempre avivando el paso a cada instante con la esperanza de llegar pronto Apretaba contra el pecho su ramo y diciendo

-Es mi uacuteltimo regalo Ya me parece que voy llegando Siacute llegareacute a tiempo de impedir Si tardo no los encontrareacute Corre alma miacutea corre

Pasando maacutes allaacute de la casa se sentoacute sin aliento sobre una piedra

-iexclOh Dios miacuteo -exclamoacute oprimieacutendose el pecho- iexclQueacute lejos estaacute Villamores iexclParece que huye de miacute

Echose atraacutes el pantildeuelo descubriendo su cabeza

-No no falta mucho -antildeadioacute- En subiendo esta cuesta iexclQueacute fatigada estoy [341] Se me rompe el corazoacuten No seacute coacutemo me canso si no tengo cuerpo Lo he dejado en la fosa

Subioacute la cuesta y sus ojos pudieron abrazar ancho horizonte Se veiacutea el mar a lo lejos confundieacutendose con el cielo por otro lado elevadiacutesimas sombras brumosas los montes las blancas casas destacaacutendose confusamente sobre la oscuridad de aacuterboles y praderas

-iexclOh aquella torrecita chica que parece un dedo sentildealando al cielo -dijo Gloria inundada de alegriacutea- aquella es Poco me falta iquestQueacute hay de aquiacute allaacute Cuatro pasos Llegareacute a tiempo

Faltaacutebale por andar la mitad del camino tres cuartos de legua La torre semejante a un dedo se veiacutea durante el diacutea pero de noche Gloria no podiacutea verla sino en su imaginacioacuten

-Un esfuerzo maacutes Cuatro pasos me faltan Los andareacute en una carrera porque tengo miedo de que vengan detraacutes de miacute y me cojan iquestEn doacutende estaacute mi ramo

Miroacute asombrada alrededor suyo Habiacutea perdido las flores

-Maacutes adelante cogereacute otras -antildeadioacute- Ahora no me puedo detener Si llego tarde no vereacute a las prendas de mi corazoacuten que huyen corriendo como las nubes sobre el mar iexclOh iexclDesgraciada [342] de miacute iexclEstar muerta y no poder seguirles iexclEstar en la fosa de Ficoacutebriga

Y se lanzoacute a la carrera hasta que le faltoacute la respiracioacuten Oyoacute canto a los gallos vio pasar a dos hombres ladraacuteronle algunos perros y una cabra saltando sobre las ramas hiacutezola temblar de miedo

-Adelante adelante Ya no me falta nada -deciacutea- Alas Dios miacuteo yo quiero tener alas como esas con que vuelan de mundo en mundo tus aacutengeles

Despueacutes de haber gastado sus escasas fuerzas en febril carrera encontrose casi imposibilitada de andar Sus rodillas se doblaban su cuerpo desmayado y flojo apenas podiacutea mantenerse derecho Soacutelo por un vigoroso esfuerzo de voluntad que arrancaba del potente sentimiento de su alma pudo andar con trabajo y lentamente un buen espacio A cada poco tiempo teniacutea que sentarse sobre una piedra o en el suelo

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-iexclOh Dios miacuteo -exclamoacute apoyando su cabeza en las rodillas- Si no podreacute llegar Si me quedareacute en este camino solo y friacuteo

Abrasadas laacutegrimas caldearon entonces sus mejillas y con esta raacutepida expansioacuten verificose en su mente como un deshielo y tuvo ideas claras y exacta conciencia de la realidad [343]

-iexclMe he creiacutedo muerta -dijo cruzando las manos- Viva estoy pues que padezco iquestPor queacute he venido aquiacute Es mi corazoacuten el que ha salido y ha echado a andar en medio de las confusiones de un delirio He tenido una congoja horrible un presentimiento Mi corazoacuten ha gritado iexclladrones No seacute lo que es esto Sin duda un disparate Pero yo quiero verle quiero verle a todo trance esta noche porque mantildeana entrareacute en un convento o morireacute Yo me creiacutea ya muerta iquestPuedo asegurar que no lo estoy Si parece que mi cuerpo se clava en la tierra que toda mi vida se paraliza Sentildeor dame aliento y un poco de vida Es preciso seguir adelante

Y siguioacute hasta que pudo ver de cerca la torre semejante a un dedo

-iexclYa estoy ya estoy -gritoacute con placentera sonrisa de alegriacutea- Me arrastrareacute si no puedo andar

Un cuarto de hora maacutes tardoacute pero al fin apoyaacutendose en una cerca de piedra y en los troncos de los aacuterboles pudo llegar a la anhelada ermita de Villamores

Villamores es una aldea cuyas casas diseminadas en gran extensioacuten se ven formando [344] grupos entre las verdes mieses Constituyen el grupo principal la iglesia la taberna y dos casas infanzonas de luacutegubre aspecto La iglesia es una humildiacutesima y caduca construccioacuten con puerta romaacutenica tejavana de podridas maderas y una torre Junto a la iglesia formando como una sola pieza se ve una casa que parece domicilio del sacristaacuten y en le vestiacutebulo existiacutean (ya han sido derribados) enormes y espesos aacuterboles que daban sombra a todo el edificio hacieacutendole maacutes negro de lo que era Pareciacutea un anacoreta tapujado con el capuchoacuten

Aquella noche veiacutease claridad en la puerta de la casa luminosos rayos que saliacutean por las hendiduras de la madera Acercose Gloria y al mismo tiempo oyoacute voces

-Estaacuten despiertos -dijo- Es cosa muy rara iquestQueacute hora seraacute

Acercose maacutes Creyoacute sentir ruido en la iglesia y vio tambieacuten luz al traveacutes de la ventana de ella

-Estaraacuten preparando la misa de alba -pensoacute- Llamareacute en casa de Mariacutea Juana

En la puerta de la casa habiacutea una gran hendidura Gloria miroacute por ella y estuvo a punto de perder el conocimiento tan grande fue su estupor [345]

iquestQueacute veiacutea Lo primero que vio fue un hombre alto rubio y grueso un gigante un San Cristoacutebal que estaba frente a la puerta Despueacutes vio la espalda y la cabeza de otro hombre sentado junto a una mesa Gloria no daba podiacutea creer a sus ojos porque aquel hombre era Daniel Morton La desgraciada joven sintioacute un temblor tan vivo que no pudo ni huir ni llamar ni hacer movimiento alguno

Tambieacuten vio una mujer Era Mariacutea Juana pobre viuda a quien Dordf Serafina habiacutea confiado la lactancia y la crianza del pobre nintildeo Mariacutea Juana era de buena edad guapa

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robusta honrada y discreta La elevacioacuten de su hijo mayor al sacristanato de Villamores despueacutes de que quedoacute viuda habiacuteale proporcionado aquella residencia que no teniacutea en verdad nada de fastuosa

Mariacutea Juana estaba junto a la mesa frente al caballero Sobre la mesa habiacutea una luz El caballero habiacutea sacado una cartera del bolsillo y empezaba a contar monedas de oro Poniacutealas en pequentildeas filas delante de Mariacutea Juana cuyos ojos devoraban con expresioacuten de ansioso arrobamiento aquel tesoro que surgiacutea delante de ella como los inverosiacutemiles caudales de los cuentos [346]

En la mente de Gloria vibroacute como un rayo la idea engendrada por aquel espectaacuteculo Con hondiacutesima turbacioacuten exclamoacute rasguntildeando la puerta y dando golpes en ella

-No me engantildeeacute iexclEstaacute comprando a mi hijo Juana Juana abre [347]

- XXXII -

Pascua de Resurreccioacuten

Los dos hombres se levantaron y Juana recogioacute con presteza el dinero Dio varias vueltas antes de abrir la puerta porque su azoramiento y confusioacuten la mareaban

-iexclSentildeorita Gloria -dijo torpemente al abrir- Usted aquiacute sola iexclDios nos valga

-iquestEn doacutende estaacute -dijo Gloria mirando a todos lados con desvariacuteo

-En la alcoba sentildeora -balbucioacute la madre del sacristaacuten- iquestEn doacutende habiacutea de estar tan hermoso como siempre No esperaba esta visita de su mamaacute

Gloria voloacute a la alcoba Todos fueron tras ella menos Sansoacuten a quien su amo mandoacute que saliese Juana alumbraba La madre corrioacute hacia la cuna donde se veiacutea la cara de un dormido [348] aacutengel sonrosado con cabellos negros y dos puntildeos de rosa cerrados fuertemente cual si quisieran apretar el aire

-iexclHijo miacuteo -exclamoacute la madre con desgarrador acento cayendo de rodillas junto a la cuna- iquestPor cuaacutento dinero te han comprado

Mariacutea Juana murmuroacute algunas palabras para disculparse

-Te perdono -afirmoacute Gloria sin mirarla

Y volvieacutendose a Morton le dijo sin rencor

-iquestEs cierto que le comprabas

-Es cierto -repuso gravemente- Una monja no es una madre Quiero llevaacutermelo y me lo llevareacute

Gloria se quedoacute meditabunda junto a la cuna

-Parece que Dios me ha traiacutedo aquiacute -dijo despueacutes de una pausa silenciosa y solemne- para impedir que roben a mi hijo

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-iexclRobar iquesteso puede decirse de un padre

-Es verdad he dicho mal -repuso Gloria miraacutendole con ternura- Pero no muerta yo mi hijo debe quedar al cuidado de mi familia

-iquestY por queacute no al cuidado miacuteo

-Porque estaraacute demasiado lejos Yo no le vereacute maacutes Pero sabiendo que mi sepultura no estaacute muy distante de la tierra donde eacutel viva [349] me consolareacute con la idea de sentir desde allaacute abajo sus primeros pasitos Mas no debo expresarme de este modo iquestno es verdad Mi pobre cuerpo seraacute polvo y nada sentiraacute En el Purgatorio donde padeceraacute mi alma tendreacute el consuelo de suponer a mi hijo en tierra de cristianos

Mariacutea Juana salioacute dejaacutendolos solos La alcoba era estrecha pero aseada El lecho la cuna y dos sillas la ocupaban casi toda y en la pared ademaacutes de un Cristo en estampa habiacutea varias laacuteminas devotas entre ellas una que representaba dibujadas con lentejuelas la planta del pie de Nuestro Sentildeor Jesucristo y la de su Madre

Daniel y Gloria se sentaron junto a la cuna La joven apoyaba fatigadamente su busto en el lecho cercano Teniacutea su semblante una sombra luacutegubre a ratos temblaba con friacuteo de enfermedad y si sus ojos reluciacutean con extraordinaria viveza su hermosa cabeza apenas podiacutea sostenerse sin el auxilio de la mano

-Gloria vida miacutea -dijo el hebreo rodeaacutendole los hombros con su brazo- Tuacute estaacutes intranquila Si es por lo que he hecho esta noche caacutelmate No hareacute sino tu voluntad

-Ya no tengo voluntad

-La has tenido bien firme y bien eneacutergica [350] -dijo Morton en tono de amarga queja- para rechazarme para renunciar a ser mi esposa y consagrarte al ascetismo en un convento cristiano iexclY queacute momento has escogido para abandonarme El momento en que yo haciacutea por ti el maacutes grande y el maacutes doloroso de los sacrificios

-Ya lo seacute el sacrificio de aceptar una religioacuten que aborreces iexclTerrible cosa es obligar al alma a una impostura semejante iexclCuaacuten claramente he leiacutedo en tu corazoacuten Tuacute me has dicho que nada de lo que siento se te oculta

-Es verdad

-Igual me pasa a miacute Hoy te he visto en espantosa lucha con tu conciencia y me ha dado miedo

-iexclMiedo

-Siacute me he horrorizado de verte haciendo el sobrehumano esfuerzo de jurar un Dios en quien no crees Admiro el sacrificio y lo agradezco en mi corazoacuten de mujer pero no puedo aceptarlo Mis tiacuteos que son tan sabios cayeron en el lazo pero yo que soy tonta te mireacute a los ojos y leiacute tu intencioacuten Hace tiempo que Dios me ha dado una perspicacia asombrosa No no seraacutes cristiano si mi Dios no te ilumina y mi Dios no te ha iluminado todaviacutea [351]

-Es verdad -dijo Morton confuso- que mi conversioacuten era fingida iquestA queacute negaacutertelo No podiacutea ser de otra manera Pero tuacute me debiste admitir tal cual yo iba en busca tuya debiste confiar en que tal vez nos entenderiacuteamos despueacutes de casados

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-Asiacute lo penseacute -repuso Gloria amorosamente- Yo deciacutea para miacute laquoeacutel viene con engantildeo pero cuando viva constantemente a mi lado confundidos nuestros pensamientos como nuestra vida yo le hareacute cristiano verdadero Insensiblemente vendremos a pensar y creer lo mismoraquo

-iquestY por queacute por queacute no has persistido en esa noble idea -exclamoacute Daniel con desesperacioacuten- iquestPor queacute cuando yo estaba a punto de salvarte has huido desairaacutendome de un modo incomprensible

-iexclAh Mi conciencia no me permitiacutea privarte de tu madre Yo la vi como una leona a quien han robado sus hijos Las terribles injurias que dijo de ti hicieacuteronme comprender la grandeza de su amor materno y de su fanatismo religioso

-No lo tiene su fanatismo es de raza

-Lo mismo da Al momento comprendiacute que ibas a perder a tu madre por miacute iexclSi vieras queacute espantoso eco produjo en mi amor materno la [352] desesperacioacuten de tu madre Lo que ella sentiacutea lo sentiacutea yo tambieacuten Penseacute en mi hijo iexclAy de miacute Si yo viviera muchos antildeos y le viera grande y de improviso me abandonara para unirse a una mujer de otra religioacuten iexclEsta idea me mata Esto no se puede imaginar

Mirando a su hijo exclamoacute con terror

-iexclSi yo viviera si yo te viera grande y huyendo de miacute para amar a una mujer enemiga de Jesucristo

Horrorizada se cubrioacute el rostro con ambas manos

-iexclLa religioacuten -dijo Morton sombriacuteamente- iexclSiempre el mismo fantasma pavoroso que nos persigue atormentaacutendonos Sombra terrible proyectada por nuestra conciencia en todas partes la encontramos no nos permite ni una idea libre ni un sentimiento ni un paso Es en verdad tremendo que lo que viene de Dios parezca a veces una maldicioacuten

-No hables asiacute -dijo la joven con pena- iquestPues queacute hemos de afligirnos por estas contrariedades de la tierra La tierra es pequentildea el Cielo grande Aquiacute todo es esclavitud alliacute libertad completa Las aspiraciones sublimes del alma son aquiacute esfuerzos que se estrellan contra invencibles muros allaacute son un vuelo majestuoso [353] que no tiene fin iquestPor queacute te afanas iquestPor queacute das tanta importancia a lo que he hecho esta tarde iquestQueacute importa eso Las separaciones de la tierra son las uniones de allaacute

-Tu fe es mucha

-Siacute Mi fe es grande y la tuya lo seraacute tambieacuten porque tuacute seraacutes salvo Dios hablaraacute en ti tuacute seraacutes cristiano No ha llegado la hora pero llegaraacute Esto es en miacute maacutes claro que la luz Ademaacutes iquestqueacute cosa enaltece y glorifica al alma tanto como el sacrificio Yo quiero y debo hacerlo Todo lo que aquiacute sea privacioacuten allaacute seraacute regalo

-iexclPobrecita -exclamoacute Daniel- Un exaltado idealismo te trastorna Por piedad no violentes la idea del sacrificio hacieacutendola contraria a las leyes que nos ha dado Dios Si me amas iquesta queacute esa renuncia cruel

-Para salvarte No hay redencioacuten sin viacutectima

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-Siacute yo aseguro que la puede haber lo aseguro

-Tuacute seraacutes salvo

-Mi salvacioacuten es amarte no quiero otra

-Entraraacutes conmigo en el Paraiacuteso

-Estando a tu lado estoy en eacutel

-Yo estoy llena de tranquilidad tuacute de agitacioacuten Yo confiacuteo y espero tuacute dudas Yo abrigo la seguridad de nuestra dicha futura pero tu [354] alma incapaz de comprender esto vacila y lucha con los errores que la poseen Pero ella saldraacute de ese caos ella que merece la luz la tendraacute iexclOh iexclcuaacutento hubiera sentido morirme sin decirte estas cosas Mi pena maacutes grande aquella a que no podiacutea resignarme era la de verme al borde del sepulcro y no tener un instante a mi disposicioacuten para poder decir esto que te digo He delirado como los que se mueren he sentido que la vida se iba acabando en miacute desesperada y confusa he dicho mil disparates he reiacutedo como los tontos he notado que cada parte de mi ser se dislocaba con las espantosas contracciones de la muerte No seacute queacute idea terrible queacute fuerza misteriosa me arrojoacute de mi cama y me trajo aquiacute Entre tanto desvariacuteo mi pobre razoacuten vio con claridad una cosa que me robariacuteas a mi hijo para poseerme en eacutel Mi tiacuteo me dijo que te habiacutea visto entrar en casa de Caifaacutes Sospecheacute Yo me moriacutea pero no estaba muerta y si hubiera estado muerta habriacutea resucitado Saliacute corriacute voleacute iexclQueacute dicha tan grande poderte confiar mis uacuteltimos pensamientos antes de morir Estos pensamientos me hubieran pesado mucho llevaacutendomelos conmigo

Inclinoacute la cabeza sobre el lecho cercano Daniel acudioacute a ella [355]

-iexclOh iexclqueacute bien estoy aquiacute -dijo Gloria mirando a los ojos de su amigo a distancia de pocos dedos- iexclMi hijo iexcltuacute lo que maacutes amo en el mundo

-Esos son los sentimientos maacutes legiacutetimos maacutes naturales y maacutes caros a tu Dios y a todos los dioses -dijo Morton- iquestPor queacute no has ajustado tus acciones a ellos despreciando todo lo demaacutes

-Amigo miacuteo -dijo ella cerrando los ojos- Dios me demuestra su bondad permitieacutendome morir asiacute

-No pienses en muerte -indicoacute Daniel extraordinariamente alarmado del aspecto abatido de su amiga- iquestQuieres que llame iquestQueacute tienes

-Nada nada -repuso Gloria miraacutendole maacutes de cerca auacuten tan de cerca que los ojos de entrambos cambiaban sus reflejos de pupila a pupila- No llames a nadie Si entrara alguien no estariacuteamos solos iexclQueacute bien me siento iquestEn doacutende estaacute mi hijo

-Aquiacute iquestno lo ves

-iquestQuieres hacerme un favor

-iquestQueacute

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-iexclAy no puedo moverme Parece que todo lo que hay en miacute de vida se detiene y soacutelo queda con movimiento el incansable corazoacuten [356] Levaacutentame en tus brazos y recueacutestame en ese lecho Pon despueacutes al nintildeo junto a miacute

Daniel hizo lo que ella le mandaba

-Voy a llamar -dijo despueacutes

-No te ruego que no llames No necesito nada Ahora estoy muy bien Me siento ahora como nunca Pero dime iquestestamos solos

-Enteramente solos iquestPor queacute no duermes amor miacuteo -dijo el hebreo abrazando con pasioacuten su hermosa cabeza

-A eso voy querido -dijo Gloria con festiva confianza- Y te aseguro que tardareacute un ratito en despertar

-Voy a llamar a esa mujer -repitioacute Morton cada vez maacutes inquieto

-Si la llamas me voy a dormir a mi casa -dijo Gloria detenieacutendole por un brazo- Para el mal que yo siento tu compantildeiacutea sola y la de este nintildeo es lo que maacutes me agrada

-iexclOh queacute benditas palabras estaacutes diciendo -exclamoacute Daniel trastornado de juacutebilo y emocioacuten- iexclY siendo como eres no puedo llamarte mi esposa Esto es un crimen un crimen horrendo del cual Dios tu Dios o el miacuteo cualquiera de ellos nos ha de pedir cuenta en la otra vida

-Ves esto con mirada baja y pequentildea Yo llevo la idea de nuestros desposorios por caminos [357] maacutes altos Tuacute la veraacutes cuando seas salvo y entonces me daraacutes las gracias pobre ciego Pero dime iquestestamos en efecto solos

-Solos iexclOh si pudieacuteramos estar asiacute toda la vida si pudieacuteramos huir romper con todo el mundo labrarnos un mundo para nosotros si pudieacuteramos gozar de esta grata soledad perpetuamente como es nuestro destino iexclcuaacuten pronto querida miacutea derribariacuteamos los vanos altares en cuya piedra nos han degollado y levantariacuteamos en su lugar otro uno solo para los dos

-Eso sucederaacute cuando tuacute vengas a Jesucristo -repuso la joven con alegriacutea- Yo estareacute entonces muy lejos pero por grande que sea la inmensidad infinita te reconocereacute en ella y te dareacute la mano

-Jesucristo iexclSiempre ese nombre

-iexclSiempre Seacute que entraraacutes en su reino y ese es mi consuelo es la idea que me ha salvado de la desesperacioacuten y del infierno es la idea que me proporciona una dulce muerte la purificacioacuten de mi alma y la seguridad de mi entrada en el Cielo Por esa idea la muerte es dulce para miacute y ella basta a llenar de gozo mis uacuteltimos momentos

-Por Dios no hables de morir -dijo Morton- Viviraacutes y seraacutes miacutea Dame la mano [358]

-iexclEl corazoacuten te doy -exclamo Gloria con la voz maacutes divina que puede oiacuterse tomando la mano de su amigo y oprimieacutendola contra su pecho- Desde que al nacer dio el primer latido fue tuyo Te amoacute judiacuteo lo mismo que te habriacutea amado cristiano porque

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te amoacute en Jesucristo para quien todos los hombres son iguales iexclEsposo te doy con la boca el mismo nombre que hace tiempo y a todas horas te doy con mi pensamiento He vivido en ti y en ti muero

-Y sin embargo cruel tuya es la culpa de nuestra separacioacuten porque siendo sin saberlo coacutemplice de mi madre has desbaratado juntamente con ella mi proyecto

-Lo he desbaratado porque hubiera tenido sobre mi conciencia la desesperacioacuten de tu madre Al verla dije laquoantes morireacute que poner discordia entre un hijo y una madreraquo Ademaacutes tu conversioacuten no era sincera Sobre todas las cosas me cautivaba en aquella hora la idea de que este horrible conflicto en que se encuentran nuestras almas no habiacutea de concluir sino por un gran sacrificio y de que este sacrificio debiacutea hacerlo yo Y no daraacute sus frutos en este mundo miserable sino en otro allaacute donde brotan y se alzan llenas de aromas y bellezas las flores cuya semilla hemos arrojado aquiacute [359]

-Yo admiro tu sacrificio pero no lo comprendo -dijo Daniel con amargura- Esa solucioacuten de que hablas iquestdoacutende ha de ser realidad iquesten ese horrible convento donde te encerraraacutes desde mantildeana

-No en el Cielo -repuso Gloria con angelical sonrisa- Me alegro de que la muerte me impida ir al convento Asiacute es mejor mucho mejor En el convento me habriacutea sido imposible convertir el amor que te tengo en la pasioacuten miacutestica que mi tiacutea me presenta como modelo de la perfeccioacuten cristiana me habriacutea sido imposible olvidar a mi hijo y dejar de consagrarle todas las horas De este modo muriendo despueacutes de haber renunciado todos los goces creo haber llevado bastante mi cruz y expiro confiando en que Dios ha de salvarnos a los dos

-iexclOh tuacute no moriraacutes Gloria no moriraacutes todaviacutea -exclamoacute Daniel besando su frente- pero si murieras tu muerte seriacutea un suicidio habriacuteas sucumbido a esa insensata mortificacioacuten moral a esa cruel renuncia de bienes legiacutetimos iexclPobre aacutengel extraviado Te has estado matando lentamente diacutea tras diacutea El padecer seraacute meritorio pero el padecer por el padecer no puede ser una religioacuten Has sacrificado un porvenir que podiacutea haber sido risuentildeo has ahogado una familia naciente Siempre que se [360] puede hacer el bien debe hacerse en vida mayormente si se hace tambieacuten a los demaacutes Tuacute impidiendo que nos entendieacuteramos impidiendo que nos unieacuteramos en viacutenculo civil para poder llegar a la reconciliacioacuten de nuestras ideas te has matado a ti misma y me has matado a miacute y difieres nuestra dicha y nuestra unioacuten para la otra vida pudiendo haberla realizado en esta Te entrometes en la obra de Dios querida

-No eres cristiano iquestcoacutemo has de comprender esto iexclPero tuacute lo comprenderaacutes En este mundo no podiacutea ser yo tu esposa porque tu conversioacuten era una falsedad No hay que afligirse el alma es libre y su inmortalidad le ofrece tiempo caminos sin fin para alcanzar el bien que desea Yo muero con gozo y muriendo siento inefable regocijo al decirte laquoDaniel tuacute seraacutes salvo por mi mediacioacutenraquo Mi fe en Jesucristo me inspira esta confianza

Debilitaacutendose su voz empezoacute a temblar con leves convulsiones

-Tengo friacuteo -murmuroacute- abriacutegame Que estos uacuteltimos cuidados que me prestas sirvan para fijar maacutes en ti mi memoria Dios me ha concedido el beneficio de morir en tus brazos para que de este modo mi muerte selle tu persona y quedes marcado para la redencioacuten que vendraacute [361]

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-No hables de morir no hables de eso -exclamoacute Daniel arropaacutendola con las mantas

-Hace tiempo que estoy muriendo Mi corazoacuten que es el que tiene la herida me anuncioacute el fin Ahora mismo parece que eacutel estaacute tirando tirando para arrancar sus propias raiacuteces

-Tu delirio te engantildea Vive aunque no seas para miacute aunque mueras de otra manera en esa equivocada perfeccioacuten del convento cristiano

-iexclQueacute bueno ha sido Dios para miacute iexclSiacute queacute bueno -dijo Gloria- Bueno porque me permite morir a tu lado bueno porque me evita entrar en el claustro donde tu recuerdo y el de mi hijo no me habriacutean permitido ser santa iexclOh queacute imperfecta soy En miacute todo es humano y el misticismo esa singular manera de amar a Dios con pasioacuten sobresalto y congojas de enamoramiento no caben en mi espiacuteritu Muero sin poder desarraigar de mi pecho lo mundano Pero Jesucristo a quien adoro tendraacute misericordia de miacute me ensentildearaacute otros caminos mejores y aprendereacute el amor divino y me abrasareacute con gozo en esa pasioacuten siempre que en ella haya algo de ti y de mi hijo pues sin uno y otro no comprendo nada de amor

Debilitaacutendose maacutes antildeadioacute

-Me siento morir Yo creo que estoy muerta [362] ya y que hablo y te miro por especial favor de Dios para que no te quedes solo todaviacutea Todo en mi ser se acaba Toca mi corazoacuten veraacutes coacutemo apenas late Mi vista se turba ya iquestEn doacutende estaacute mi hijo

-Aquiacute iquestno lo ves

Gloria se volvioacute sobre su derecha para abrazar al pobre nintildeo que seguiacutea durmiendo

-Un favor te pido segura de que me lo has de conceder -dijo Gloria tomando la mano de su amigo

-Di

-Que no robes a mi hijo ni lo compres ni intentes arrebatarlo jamaacutes a la patria y a la familia de su madre Quiero que sea educado entre cristianos

-Yo te juro que se cumpliraacute tu deseo -repuso Morton con voz turbada

-No te alejes esposo miacuteo no te separes de miacute ni un solo momento

-Si estoy aquiacute

Daniel la observoacute con terror y vio que sus facciones tomaban un tinte luacutegubre y que sus hermosos ojos se nublaban

-iexclQueacute placer -dijo cerrando los ojos y estrechando con su brazo derecho al pobre nintildeo que seguiacutea durmiendo- Te suplico que ames mucho a mis tiacuteos pues todos son buenos y han [363] deseado mi bien Me enterraraacuten al lado de mi padre y de mis hermanitos

El hebreo sintioacute la maacutes horrible angustia Comprendiendo la gravedad del estado de Gloria no se atreviacutea a separarse de ella Y sin embargo era indispensable llamar pedir socorro Llamoacute a la duentildea de la casa pero nadie le respondioacute

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-iquestEstaacuten ahiacute mis tiacuteos -dijo Gloria abriendo los ojos- Siacute les veo ahiacute estaacuten Sentiriacutea no despedirme de ellos Ya querida tiacutea estaraacute usted contenta de miacute El sacrificio que usted me pediacutea iquestno estaacute hecho La renuncia que usted me aconsejaba iquestno estaacute hecha

Su espiacuteritu despueacutes del periacuteodo de lucidez en que le hemos visto habiacutea sido de nuevo arrastrado a las tenebrosas corrientes circulares del delirio estado vertiginoso tan semejante a los remolinos del agua en la tromba

-Pero la idea de usted querida tiacutea -prosiguioacute la enferma- no ha podido triunfar completamente en miacute y al presentarme delante de Dios le presento las prendas de mi corazoacuten y los nobles afectos de que no puedo desprenderme iexclOh Dios miacuteo no me es posible amarte como a un novio No te veo grande y superior a todas las cosas sino cuando veo bajo tu sombra a los que he amado en el mundo Por Ti [364] mi esposo y mi hijo subiraacuten conmigo a descansar a la sombra de ese aacuterbol celestial en cuyas ramas cantan los aacutengeles

Su voz se fue apagando y sus facciones se alteraron demacraacutendose Morton no pudo resistir maacutes aquella situacioacuten y salioacute corriendo En la sala inmediata no habiacutea nadie Vio una puerta que conduciacutea a oscuro pasillo entroacute por eacutel y despueacutes de andar regular trecho en tinieblas salioacute a un recinto alumbrado era una iglesia En el altar donde ardiacutean algunas luces un pobre y humilde cura con la casulla raiacuteda empezaba la misa de alba La tercera parte de la iglesia estaba llena de aldeanos Morton desde la puerta de la sacristiacutea gritoacute con todas las fuerzas de su voz

-iexclSocorro

Mientras eacutel estuvo fuera Gloria sin notar su ausencia hablaba de este modo

-iexclOh querido tiacuteo ha vencido usted queacute grato consuelo para miacute Mi conciencia no me acusa de nada y muero tranquila con la santa absolucioacuten que usted me dio esta tarde en nuestra capilla iquestEstaacute usted contento de miacute Lo espero Ninguacuten nuevo pecado tengo que revelar iquestNo dije que me era imposible dejar de amarle Si ahora estaacute a mi lado no le acuse usted a eacutel Yo he venido aquiacute y he venido [365] sin culpa Dios nos ha puesto juntos en sentildeal de nuestra unioacuten eterna allaacute donde no hay maacutes que una religioacuten Usted llora querido tiacuteo iquestpor queacute Soy feliz Esta tarde al confesarme le dije que me cautivaba la idea del sacrificio y que deseaba hacerlo Usted no lo aproboacute aconsejaacutendome el casamiento que ya era posible pero se presentoacute la madre vinieron obstaacuteculos aprovecheacute la ocasioacuten me declareacute libre renuncieacute iquestQueacute mayor gozo que realizar en el Cielo faacutecilmente lo que en la tierra es tan difiacutecil Usted sonriacutee iquestNo es verdad que tengo razoacuten iexclBendita sea esta grandiosa idea iexclRenunciar para poseer iexclMorir para vivir iexclDecir que no para que Dios nos diga siacute Bienaventurados los que padecen Usted llora querido tiacuteo y llorando me bendice Ya estoy cerca adioacutes

Morton volvioacute corriendo al lado de ella Tras eacutel veniacutean Mariacutea Juana y otras dos mujeres

-iexclSe muere se muere -exclamoacute Daniel con desesperacioacuten

-Avisemos a la casa

-Siacute siacute iquestNo hay un meacutedico aquiacute

-Siacute sentildeor le llamaremos Corre corre tuacute

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-Gloria Gloria -dijo el hebreo llamando a su amiga- iquestNo me oyes [366]

-Siacute -contestoacute con entera voz- Esposo esposo miacuteo soy feliz porque estareacute unida a ti en la vida sin fin iquestDoacutende estaacutes

-Aquiacute contigo iquestno me ves

-iquestY mi hijo

-Aquiacute tambieacuten

-Ya te veo ya le veo -exclamoacute demostrando en su mirar y en el tono de su voz que se hallaba de nuevo en estado de lucidez

Su espiacuteritu aleteaba entre el cielo y la tierra

Daniel la besoacute ardientemente intentando reanimar con el calor de su boca aquel hermoso cuerpo que iba cayendo en el friacuteo abismo de la muerte Gloria abrioacute los ojos y su mirada pareciacutea una resurreccioacuten porque puso en ella toda la expresioacuten toda la vida todo el sentimiento y la gracia de sus maacutes felices diacuteas Al mismo tiempo sonreiacutea La que habiacutea sido gala de la tierra y regocijo de la Humanidad se deteniacutea auacuten en la puerta del cielo y vuelta hacia el valle de laacutegrimas le consagraba su uacuteltima mirada y su uacuteltima sonrisa como el desterrado que ha tomado carintildeo al paiacutes de su destierro y desde la frontera de su patria lo contempla

Elevando entonces los ojos al cielo y enlazando sus manos con las del autor de su desgracia exclamoacute [367]

-Creo en Dios en mi alma inmortal inmerecedora del bien si Jesucristo no la hubiera redimido del pecado original creo en Jesucristo que murioacute por salvarnos en el juicio final en la remisioacuten de los pecados

Con los labios con el corazoacuten que se le partiacutea de dolor y expulsando el juicio de siacute en aquel instante supremo Daniel dijo

-Tambieacuten yo creereacute todo lo que tuacute crees

La moribunda hizo un esfuerzo por incorporarse murmurando

-En Jesucristo -murmuroacute

-Tambieacuten -dijo Morton creyeacutendose el maacutes cruel de los hombres si no lo deciacutea

-En el uacutenico Dios -antildeadioacute ella

-iexclEsa esa esa es la mejor religioacuten -exclamoacute el israelita estrechaacutendola en sus brazos con delicadeza- Creo en ti en la fuerza inmensa de tu espiacuteritu divino al cual espero estar unido por toda la vida allaacute donde no hay maacutes que una religioacuten

-iexclLa miacutea -balbucioacute la moribunda con sonrisa inefable

-iexclLa nuestra -dijo Morton traspasado de angustia

Hubo un instante de silencio El hombre contemploacute en las pupilas de su amada el tenebroso hundimiento de la vida en los abismos [368] ocultos cuya luz no vemos los

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de acaacute Sintiose fuertemente asido como presa que va a ser arrastrada y con los uacuteltimos alientos de la joven oyoacute estas palabras

-Mantildeana mantildeana seraacutes conmigo en el Paraiacuteso

Todo el movimiento y la fuerza nerviosa que estrechaban el cuello del hebreo cesaron Separose la persona de Gloria de la armoniacutea de lo viviente y su bella faz se fue apagando como ascua quedando en perfecta calma aquella ceniza hermosa y tibia a cada instante maacutes friacutea maacutes blanca y maacutes inmoacutevil Creeriacutease que auacuten susurraba la vida en sus labios mas era ilusioacuten Era que persistiacutea la expresioacuten sublime de sus sentimientos y aquella ceniza sin lumbre amaba al parecer todaviacutea Los aacutengeles acercaacutendose suavemente la tocaron con sus blandas manos la examinaron la suspendieron y el fatigado espiacuteritu suspiroacute al tener conciencia de su nueva vida A punto que el alma libre tendiacutea su primera mirada por lo infinito Daniel Morton oyoacute las campanas que dentro y fuera de la iglesia sonaban con estreacutepito Era el momento en que el cura cantaba con su vieja vocecilla Gloria in excelsis Deo Todo era alegriacutea en memoria de la resurreccioacuten del Sentildeor [369]

- XXXIII -

Todo acaboacute

Poco despueacutes entroacute a iluminar el fuacutenebre cuadro un rayo de sol uacutenica antorcha digna de aquel cadaacutever Con el diacutea llegaron anhelantes y llenos de congoja D Buenaventura Serafinita y varios criados de la casa Puede comprenderse su consternacioacuten al ver lo que encerraba la triste alcoba donde los gemidos de un hombre y el llanto de un nintildeo que se comiacutea los puntildeos haciacutean maacutes teacutetrico el silencio inalterable de aquellos labios cuyas palabras habiacutean dado alegriacutea al mundo

Dordf Serafina cayoacute de rodillas invocando al Sentildeor y su hermano despueacutes de los primeros momentos de sorpresa y dolor pidioacute explicaciones que no le fueron dadas Maacutes tarde y cuando lo que restaba de la sentildeorita fue trasladado a Ficoacutebriga D Buenaventura a quien acompantildeoacute por el camino el hebreo pareciacutea no tener dudas acerca de la inocencia de este en tan desastroso fin

D Aacutengel medio muerto de pena no quiso [370] salir de su habitacioacuten Madama Esther encerrada tambieacuten en la suya teniacutea los ojos encendidos de tanto llorar Fue un diacutea de general laacutestima y pena en la villa mariacutetima y el tiempo apacible desaparecioacute ponieacutendose oscuro centildeudo y lloroacuten el cielo Corriacutean los vientos y quejaacutendose alborotada la mar dejaba oiacuter en toda la costa sus mugidores ayes

A la mantildeana siguiente hubo entierro al que asistioacute gran gentiacuteo la mayor parte de eacutel por verla que ninguna curiosidad es tan viva como la que inspiran los muertos que en vida han sido objeto de la atencioacuten puacuteblica Muchos lloraban durante la triste ceremonia Caifaacutes pareciacutea un muerto que saliacutea del hoyo para enterrar a un vivo el cura dragoacuten formidable de los mares y de los montes sollozaba como un nintildeo D Juan Amarillo simbolizaba correctamente la tristeza oficial muchos asistentes deciacutean con maacutes asombro que compasioacuten

-Todaviacutea estaacute guapa

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A las diez de la mantildeana la tierra habiacutea ya pasado su nivel sobre el cuerpo y el mundo seguiacutea su marcha Ideas y acontecimientos todo marchaba en la rueda fatal dejando atraacutes aquella idea y aquel suceso caiacutedos ya y segregados del movimiento humano En tal movimiento debemos comprender la dispersioacuten de [371] los personajes principales de esta historia dispersioacuten luacutegubre y oscura como la retirada de los ejeacutercitos que han dado encarnizadas batallas sin victoria Tambieacuten aquellos nobles corazones habiacutean venido de lejanas y contrapuestas tierras para pelear habiacutean peleado y se retiraban despueacutes chorreando sangre preciosa iquestQuieacuten los lanzoacute al baacuterbaro combate iquestVolveriacutean a empentildearlo La querella subsistiacutea subsiste y subsistiraacute pavorosa y antes de que se acabe muchas Glorias sucumbiraacuten ofrecieacutendose como viacutectimas para aplicar al formidable monstruo que toca con la mitad de sus horribles patas a la historia y con la otra mitad a la filosofiacutea monstruo que no tiene nombre y que si lo tuviera lo tomariacutea juntando lo maacutes bello que es la religioacuten con lo maacutes vil que es la discordia muchas Glorias sucumbiraacuten siacute arrebataacutendose del mundo que encuentran despreciable a causa de las disputas y corriendo a presentar su querella ante el Juez absoluto

En el mismo diacutea partieron D Aacutengel y su hermana el uno para su dioacutecesis la otra para su convento o antesala de la bienaventuranza eterna Partieron tambieacuten los hebreos como desterrados D Buenaventura se quedoacute dos diacuteas maacutes para arreglar ciertas cosas pero al fin marchoacute tambieacuten Rechinaron las llaves de la casa [372] se cerroacute todo no quedoacute alliacute maacutes que el viento que jugaba con las persianas rotas y daba vueltas por las cuatro fachadas De la que regocijaba el universo con su presencia no quedaba nada visible y donde ella habiacutea vivido no habiacutea maacutes que soledad silencio olvido El antildeo pasado o si se quiere cuatro antildeos despueacutes de los sucesos referidos vimos restaurada la casa de Lantigua D Juan Amarillo no habiacutea podido atrapar tan hermosa finca y estaba liacutevido de desesperacioacuten tristeza y codicia por lo cual burlonamente le llamaban los de Ficoacutebriga D Juan Verde Su esposa atacada de una ictericia croacutenica se consumiacutea tristemente roiacuteda por un diente de cobre que le destrozaba las entrantildeas

Habiendo conservado la casa para siacute D Buenaventura pasaba en ella los veranos con su simpaacutetica familia De la sentildeorita Gloria nadie o casi nadie se acordaba ya La aureola de memorias humanas se habiacutea marchitado en su frente pero iquestqueacute le importaba si teniacutea otra de luz inextinguible cuyo resplandor no por sernos oculto es menos vivo Sobre su tumba habiacutean grabado catorce apellidos D Silvestre [373] quiso que se pusiera tambieacuten un verso un elogio cualquier cosita aconsonantada de esas que constituyen la fuacutenebre gacetilla de los cementerios pero D Buenaventura no lo consintioacute El olvido en que poco a poco ha ido quedando su preciosa memoria debe ser para ella muy placentero si desde la celestial inmortalidad donde reside puede dirigir una mirada de laacutestima a Ficoacutebriga

De Serafinita se teniacutean noticias edificantes Su santidad creciacutea sin que disminuyera su bondad lo que era garantiacutea de la salvacioacuten de alma tan notable D Aacutengel no volvioacute maacutes a Ficoacutebriga y seguiacutea gobernando su dioacutecesis como eacutel sabiacutea hacerlo Ahora se dice que le van a trasladar a otro arzobispado de maacutes importancia y en verdad lo merece Recordaba siempre con amargo disgusto los sucesos del Saacutebado Santo de aquel antildeo y la problemaacutetica conversioacuten iquestpero queacute podiacutea eacutel hacer santo varoacuten en medio de la terrible batalla de las conciencias Si en aquel diacutea no entroacute alma nueva en el reino de Dios no fue por culpa del digno y soliacutecito pastor

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En el mismo antildeo a que me refiero es decir cuatro despueacutes de aquella Semana Santa ceacutelebre en Ficoacutebriga por sus espleacutendidas procesiones (y no hubo maacutes porque D Buenaventura dedicoacute [374] su dinero a empedrar la villa) cuatro antildeos maacutes tarde repito un precioso nintildeo jugaba en el jardiacuten de Lantigua Era y es la imagen viva de aquel chiquillo divino cuyos ojos tan lindos como inteligentes miraron con amor al mundo antes de reformarlo Diriacutease de eacutel que no nacioacute de madre sino por milagro del arte y de la fe que le dio cuerpo y vida la ardiente inspiracioacuten de Murillo En Ficoacutebriga le llamaban y le llaman el Nazarenito Tiene los ojos de su madre y el perfil de su padre gracia armoniacutea cierta severidad lumbre extraordinaria en la fisonomiacutea el cabello castantildeo y rizado Todos le adoran le criacutean hasta con mimo porque D Buenaventura no sabe negarle nada y es de oiacuter el horrible estreacutepito que hacen en la casa sus caballos de palo sus aros con timbre sus carretones sus trompetas sus velociacutepedos sus fusiles sus tambores y demaacutes instrumentos de juego con que le obsequian un diacutea y otro sus primitas su mamaacute Antonia y su tiacuteo Ventura

Entonces es decir el antildeo pasado estaba vestido de luto Eacutel no sabiacutea por queacute pero habiacutea una razoacuten y era que su padre habiacutea muerto en Londres iquestDe queacute clase de muerte mejor dicho iquestde queacute enfermedad De una que no tiene nombre Habiacutea muerto despueacutes de dos antildeos de locura motivada por la extrantildea y sin igual [375] maniacutea de buscar una religioacuten nueva la religioacuten uacutenica la religioacuten del porvenir Eacutel deciacutea que la habiacutea encontrado iexclPobre hombre Meditando se consumioacute perdioacute la razoacuten y al fin se apagoacute como una laacutempara a la cual dan un soplo

iquestEncontrariacutea su idea allaacute donde alguien le esperaba impaciente y quizaacutes con hastiacuteo del Paraiacuteso mientras eacutel no fue Es preciso contestar categoacutericamente que siacute o dar por no escrito el presente libro

Y en tanto aquiacute iquestno debemos aspirar a que sea verdad en lo posible lo que sontildearon la enamorada de Ficoacutebriga y el loco de Londres Tuacute precioso y activo nintildeo Jesuacutes estaacutes llamado sin duda a intentarlo tuacute que naciste del conflicto y eres la personificacioacuten maacutes hermosa de la humanidad emancipada de los antagonismos religiosos por virtud del amor tuacute que en una sola persona llevas sangre de enemigas razas y eres el siacutembolo en que se han fundido dos conciencias haraacutes sin duda algo grande

Hoy juegas y riacutees e ignoras pero tuacute tendraacutes treinta y tres antildeos y entonces quizaacutes tu historia sea digna de ser contada como lo fue la de tus padres

FIN DE LA NOVELA

MADRID

Marzo- Abril -Mayo de 1877

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  • Gloria
    • Primera Parte
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los huecos de la verja de hierro alliacute donde no lo impiden las oficiosas enredaderas tan cuidadosas siempre de que el transeuacutente no se entere de lo que pasa en el jardiacuten

Esta mansioacuten encantadora estaacute situada en punto desde el cual se domina el mar por el Norte la extensioacuten toda de la accidentada costa y la riacutea con su puente por el Este Ficoacutebriga por Poniente y por Mediodiacutea el campo y las montantildeas Rodeacuteala vegetacioacuten asombrosa y florida y la bantildean beneacuteficos aires Es vivienda hecha para el amor egoiacutesta o para las meditaciones del estudio iexclQueacute dicha para el alma tocada de [10] amor o de las anhelantes curiosidades de la ciencia encontrar tan deliciosa prisioacuten donde encerrarse buscando al modo de aparente muerte para el mundo y vida inmensa para ella sola

La casa es de esas que detienen al viajero y le dicen laquoiquesta que no aciertas quieacuten vive en miacuteraquo

Silencio aacutebrese una de las verdes persianas que dan al jardiacuten por el lado de las montantildeas Hermosa mano raacutepidamente la empuja se mueve la cortina dejando ver una cara de mujer Sus ojos negros como una pesadumbre Durante un rato exploran todo el paiacutes y si la luz va lejos ellos van maacutes Su rostro indica con rasgos infalibles la ansiedad del que espera y las penosas inquietudes de un pensamiento ocupado por entero con la imagen de la persona que no quiere venir

Miramos nosotros tambieacuten hacia los montes y no vemos maacutes que montes La graciosa joven desaparece y al poco rato torna a presentarse y a mirar maacutes impaciente cuanto maacutes minutos pasan Diriacutease que sus audaces ojos quieren ver lo que hay detraacutes de las montantildeas Pero en los remotos caminos no se parece auacuten cosa alguna con forma de hombre ni de bruto y ella se inquieta primero se fastidia despueacutes No soacutelo estaacute impaciente sino enojada y del enojo [11] pasa a la coacutelera y de la coacutelera a la desesperacioacuten

Esta linda casa que tiene el inmenso intereacutes de toda vivienda a cuya ventana se asoma un semblante hermoso esta mujer graciosa estos negros ojitos que buscan y no hallan se enfurecen y echan rayos insolentes contra una parte de la creacioacuten iexclOh por aquiacute anda el amor

iexclAdentro [12]

- II -

Gloria y su papaacute

Estaban los dos en una sala del Mediodiacutea con ventana al jardiacuten por la cual este prestaba gratiacutesima vista y olores al sentido Pareciacutea despacho maacutes que otra cosa la tal pieza por la regular balumba de libros y papeles que en diversos lugares de ella habiacutea y las paredes se vestiacutean con mapas laacuteminas de santos el busto del Sumo Pontiacutefice y un gran cuadro que conteniacutea el retrato al oacuteleo de un obispo representado con pluma en la mano

Sentado en ancho silloacuten estaba alliacute don Juan de Lantigua hombre que iba ya mucho maacutes allaacute de los cincuenta serio muy simpaacutetico a la vista y de fisonomiacutea harto

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inteligente Su frente y perfil no careciacutean de majestad sin ofrecer bellezas acadeacutemicas pero lo dominante en todas las partes de su rostro era la expresioacuten [13] patente de una tenacidad acerada como debioacute de ser aquella que hizo los heacuteroes cuando habiacutea heacuteroes y los maacutertires cuando habiacutea maacutertires Asiacute es que si pasoacute su vida sin ser ni una cosa ni otra no consistioacute en eacutel Pareciacutea la naturaleza corporal de aquel hombre quebrantada o por estudios o por penas Podiacutea tambieacuten observarse en su semblante una tristeza serena muy distinta de la teatral misantropiacutea de los esceacutepticos Cuando le conozcamos mejor veremos que aquel melancoacutelico sentimiento que tan claramente saliacutea de lo hondo a la superficie de su persona era maacutes que descontento y hastiacuteo de siacute mismo una como laacutestima profundiacutesima de los demaacutes

Contemplando a su hija que por centeacutesima vez se asomaba a la ventana le dijo con afable tono

-Gloria por maacutes que te muevas y mires y esperes y tornes a mirar nuestro querido viajero no viene todaviacutea Ten calma que ya llegaraacute

Gloria volvioacute al lado de su padre Andaba en los diez y ocho antildeos y era de buena estatura graciosa esbelta viviacutesima muy inquieta Su rostro por lo comuacuten descolorido en las mejillas revelaba un desasosiego constante como de quien no estaacute donde cree debe estar [14] y sus ojos no podiacutean satisfacer con nada su insaciable afaacuten de observacioacuten Alliacute dentro habiacutea un espiacuteritu de eneacutergica vitalidad que necesitaba emplearse constantemente iexclEncantadora joven A todo atendiacutea cual si nada ocurriese en la Creacioacuten que no fuese importantiacutesimo atendiacutea a la hoja desprendida del aacuterbol a la mosca que pasaba zumbando a cualquier ruido del viento o bullanga de los chicos en el camino

Su fisonomiacutea parlante y expresiva como ninguna no careciacutea de defectos mas eran de esos que no soacutelo se perdonan sino que se admiran Era su boca un poquito grande y su nariz casi maacutes pequentildea de lo regular pero el conjunto no podiacutea ser maacutes hechicero Sus labios encendidos eran la maacutes hermosa y dulce fruta que puede ofrecerse en el aacuterbol de la belleza a los hambrientos antojos del amor Contrastaba con la frescura de esta golosina la exaltacioacuten la flamiacutegera viveza de sus ojos negros que tan pronto resplandeciacutean con suacutebito rayo tan pronto se abatiacutean con laacutenguida pereza Sobre estos dos astros aleteaban sus grandes pestantildeas Mirando como miraba poniacutea en sus ojos el reflejo de una conciencia pura Aquella sensibilidad profunda dispuesta a desarrollarse a tiempo y que no encendida todaviacutea con [15] verdadero fuego a todas horas echaba chispas aquel claro afaacuten de sentir fuerte estaba tan lleno de honestidad como el de algunas que por este medio han llegado a la canonizacioacuten El que no lo quiera creer que no lo crea

Vestiacutea la preciosa criatura a la moda con elegancia no afectada Todo participaba en ella de la gracia de su persona y ninguacuten pormenor de su peinado y de su ropa podiacutea estar de otra manera que como estaba

En el instante en que la vemos la inquietud de Gloria era tan grande que no existiacutea rasgo alguno en su semblante que no estuviese impaciente Cuando se apartaba de la ventana recorriacutea la estancia de un punto a otro tomando un objeto de este sitio para ponerlo en aquel moviendo las sillas sin motivo alguno que justificase las ventajas del cambio de colocacioacuten observando los cuadros que habiacutea visto mil veces en su vida Podiacutea decirse de ella lo del poeta laquoHasta cuando el paacutejaro anda se conoce que tiene alasraquo [16]

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- III -

Gloria no espera un novio sino un obispo

-Son las diez papaacute -dijo la sentildeorita con impaciencia- Desde la estacioacuten de Villamojada aquiacute no se tarda maacutes de dos horas

-Siacute pero sabe Dios a queacute hora habraacute llegado el tren -repuso el padre- Esta foacutermula abreviada de la civilizacioacuten se toma unas libertades No hay que impacientarse Desde que llegue el coche al ventorrillo de Tres Casas nos lo avisaraacute el tiacuteo Gregorio disparando un buen puntildeado de cohetes que alegraraacuten con sus estadillos la comarca Caifaacutes estaacute en la torre aguardando el primer chispazo para echar a vuelo las campanas Descuida que no podraacute darnos una sorpresa habraacute demasiado ruido

Gloria se asomoacute de nuevo para mirar a la [17] torre de la Abadiacutea que por encima de los tejados alzaba su caduco campanario y dijo con alborozo

-Siacute alliacute estaacute Caifaacutes con todos sus chiquillos esperando a que reviente en los aires el primer cohete para repicar Bien muchachos bien Paco bien Sildo y Celinina tocad fuerte muy fuerte para que se oiga en toda la provincia

El padre sonrioacute con dulzura demostrando el apacible contento de su alma en aquel instante

-Papaacute -dijo Gloria ponieacutendosele delante con resolucioacuten- iquestapostamos a que Francisca no ha espumado las cuatro gallinas ni puesto en el horno la dorada ni arreglado los platos de leche Francisca es asiacute dos horas para mover cada brazo y otras dos para pensarlo Y nada llegaraacuten los viajeros y estaraacuten todo el santo diacutea esperando la comida

Luego que esto dijo marchoacute a la carrera hacia la puerta

-Gloria Gloria -dijo el padre obligaacutendola a detenerse- Ven acaacute no salgas de aquiacute Sieacutentate

-iexclAy no puedo no puedo ver que en un diacutea de tanto apuro se esteacuten con esa bendita calma -exclamoacute la joven sentaacutendose- Yo me [18] abraso la sangre Llegaraacuten y no habraacute nada preparado

-Mira hija -dijo el anciano riendo- es preciso que aprendas a no ser tan vehemente a no tomar tan a pechos cosas nimias y de escaso intereacutes para el cuerpo y para el alma iexclCuaacutendo te ensentildeareacute la serenidad y el aplomo que debe tener la persona en presencia de los actos comunes de la vida Dime si pones esa exaltacioacuten y ese ardor inusitado de la actividad y de la atencioacuten en negocios triviales iquestqueacute piensas hacer cuando te encuentres en alguno de los mil graves lances y problemas que ofrece la vida Reflexiona en esto hija miacutea y modera tu arrebatado temperamento Mira la pobre Francisca a quien tuacute acusas te podraacute dar buenas lecciones Observa con queacute admirable meacutetodo y previsioacuten y reposado estudio hace las cosas de la casa Parece que tarda y sin embargo todo lo hace con prontitud porque todo lo hace bien En cambio tuacute con tu impaciencia y ligereza te equivocas a menudo y o no concluyes nada o si concluyes algo es preciso volverlo a empezar Yo he visto muchachas vehementes atolondradas ligeras como el aire y vivas

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y deslumbrantes como la luz pero tuacute hija a todas les das palmetazo Agradece a Dios que te hizo buena piadosa [19] y honesta que te dio natural honrado y generoso que puso en tu alma las maravillas de la fe y todos los sentimientos puros y nobles y el don de la gracia inefable dejando las agitaciones para la superficie

-Si Dios me dio tantas cosas buenas -dijo Gloria con la conviccioacuten de un Padre de la Iglesia- tambieacuten es Eacutel quien me ha dado este genio vivo esta impaciencia porque pase pronto la vida y este afaacuten de llegar a mantildeana

-Vamos a ver iquestQueacute motivo hay para que la proacutexima llegada de mi hermano te haya puesto en ese desasosiego calenturiento

-Como que hace tres noches que no duermo -repuso ella- A fe que hay poco que hacer iquestA un sentildeor obispo se le puede recibir como a cualquier pelagatos Mi tiacuteo traeraacute consigo a su secretario el doctor Sedentildeo y quizaacutes quizaacutes a dos de sus pajes o cuando menos a uno iquesty no se han de disponer las cosas para tantos y tan dignos hueacutespedes Si me fiara de Francisca ya habiacutea que tener paciencia hasta el antildeo que viene iquestCree usted que hay poco que hacer Pues nada todo el piso bajo de la casa es poco para la gente que viene Y no se les va a poner en la mesa pan vino y aceitunas Tres viajes ha dado Roque para traer lo necesario iquestPues y la capilla [20]

-Vamos a ver iquestqueacute tiene la capilla

-Nada que Su Ilustriacutesima querraacute decir misa en ella como la otra vez iexclEn bonito estado se hallaba la capilla Ha sido preciso dar tres jabonaduras al Cristo en cuyo santo cuerpo las moscas habiacutean hecho maacutes desperfectos que los judiacuteos El manto de la Virgen estaba perdido he tenido que quemarlo y hacer otro nuevo con el terciopelo que compreacute para miacute Yo creiacute que no saldriacutean con toda la tiza que hay en la casa las manchas de los candeleros Afortunadamente Caifaacutes y yo fregoteamos bien y todo ha quedado como un oro Pero iexclay iexclsi supiera usted que los ratones se habiacutean empezado a comer los pies de San Juan

-iexclAbominables animalejos -exclamoacute don Juan riendo

-iexclNo seacute queacute les hariacutea Gracias a que Caifaacutes que es tan habilidoso le puso al Santo en las heridas de los pies no seacute queacute pastas y rellenos con lo cual y una mano de pintura ha quedado muy bien Ya no haraacuten maacutes picardiacuteas estos tunantes bichos que nada respetan En tres diacuteas que van de puesta y armada la ratonera han caiacutedo once todos como lobos iquestTodaviacutea le parece a usted poco trabajo el miacuteo

-Me parece demasiado [21]

-iquestPues y las camisas que he tenido que hacer a los hijos de Caifaacutes para que puedan salir a recibir decorosamente a mi tiacuteo iexclY se asombra usted de que entre y salga y suba sin cesar Yo soy asiacute papaacute querido

-Tuacute eres asiacute lo seacute Dios te bendiga

-Adoro a mi tiacuteo que es un santo y me siento tan feliz al considerar que va a vivir bajo el mismo techo que yo me parece tan poco lo que tenemos para obsequiarle y agasajarle que quisiera traer aquiacute las maravillas de los palacios de un rey y no tenieacutendolas me voy a inventar mil suntuosidades y prodigios para albergar dignamente a quien tanto se parece a Dios No vivo no puedo tener calma me desvelo y me

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consumo Paso las noches sin dormir pensando en la pachorra de Francisca en la capilla en el pobrecito San Juan roiacutedo en los candelabros manchados en los ratones en la pequentildeez de la casa para tan insignes hueacutespedes

-iquestHas creiacutedo -dijo con bondad carintildeosa el padre- que mi hermano necesita palacios y lujo y ostentacioacuten No hija miacutea Mi hermano como disciacutepulo de Jesucristo es humilde Si esta casa fuera una choza no seriacutea menos digna de albergarle Ofrezcaacutemosle corazones puros ardiente fe y admiracioacuten profunda de [22] sus grandes virtudes regocijeacutemonos al calor de su compantildeiacutea para ver de imitarle apropieacutemonos parte de los inmensos tesoros de su corazoacuten lleno de Dios y no nos cuidemos de lo demaacutes

-Eso es lo primero pero tambieacuten

-Pobre o resplandeciente de riqueza la capilla seraacute siempre un recinto sagrado pues mi hermano ha celebrado ya y celebraraacute de nuevo en ella cuando los albantildeiles compongan el techo que se ha caiacutedo Si los ratones se atrevieron con los pies de San Juan fue porque esos infelices tambieacuten criados por Dios no encontraron bocado maacutes exquisito con que regalarse Ni la imagen dejaraacute por eso de ser imagen de un bienaventurado ni este dejaraacute de interceder por nosotros aunque no llamemos al industrioso Caifaacutes para que remiende el retrato Hija miacutea que tu alma no atienda tanto a la superficie de las cosas que se eleve a las alturas de lo que no ven los sentidos que no se inquiete tanto de los asuntos que la encadenaraacuten demasiado a lo terrestre es lo que ardientemente deseo Y sobre todo ese apasionamiento tuyo por cualquier insignificante suceso de un diacutea no me hace gracia

Apenas pronunciada la uacuteltima palabra de este discursillo oyose un estallido lejano en [23] los aires luego otro y otro como si los aacutengeles estuvieran cascando nueces en el cielo

-iexclYa ya -gritoacute Gloria poniendo toda su alma en los ojos

-Ya estaacute ahiacute mi hermano -dijo Lantigua con calma acercaacutendose a la ventana- Bien venido sea [24]

- IV -

El Sr de Lantigua Sus ideas

D Juan Crisoacutestomo de Lantigua nacioacute de padres honrados en la misma villa donde acabamos de conocerle ya gastado por la edad y consumido por el trabajo La riqueza que desde 1860 poseiacutea asiacute como la moderna casa y el bienestar tranquilo que disfrutaba proveniacutean de un tiacuteo suyo que volvioacute de Mazatlaacuten (Meacutejico) con regular carga de pesos duros la cual al poco tiempo soltoacute de sus hombros juntamente con la de la vida muriendo casi en el primer diacutea de descanso Su fortuna que era de las maacutes bonitas pasoacute a los cuatro sobrinos D Aacutengel a la sazoacuten capellaacuten de Reyes Nuevos D Juan abogado de mucha fama y los maacutes joacutevenes D Buenaventura y Serafinita Lantigua No entrando para menos en nuestros fines estos dos uacuteltimos les dejamos a un lado [25] concretaacutendonos a los dos primeros y por ahora exclusivamente a D Juan de Lantigua

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Habiacutea recibido este de Dios naturaleza apasionada y ardiente imaginacioacuten viva que se inclinaba a las cosas contemplativas inteligencia elevada si bien un tanto paradoacutejica sentimientos eneacutergicos que impulsaban su alma a extremos de exageracioacuten lo mismo en los afectos que en las ideas Sus primeros trabajos en la abogaciacutea fueron de no poco provecho y brillo y maacutes tarde cuando la herencia del tiacuteo le aseguroacute coacutemodo bienestar no abandonoacute completamente el foro Renunciar a las controversias hubiera sido en eacutel renunciar a la vida

Devorado por insaciable afaacuten de estudio mezcloacute con la jurisprudencia la teologiacutea y la historia y la ciencia poliacutetica Dedicose con predileccioacuten a entresacar de los escritores miacutesticos y poliacuteticos del Siglo de oro en Espantildea cuanto pudiera hallar de eternamente verdadero y por consiguiente aplicable a la gobernacioacuten de los pueblos en todos los tiempos Pero su entendimiento a causa de entusiasmos juveniles y por prejuicios formados no se sabe coacutemo estaba tercamente aferrado a ciertas ideas asiacute es que no pudo aun intentaacutendolo de buena fe juzgar con imparcial serenidad ni la [26] historia ni las obras de los que por tantos siglos han disputado sobre los medios de hacer a la humanidad menos desgraciada

Su inclinacioacuten contemplativa le llevoacute a considerar la fe religiosa no soacutelo como gobernadora y maestra del individuo en su conciencia sino como un instrumento oficial y reglamentado que debiacutea dirigir externamente todas las cosas humanas Dio todo a la autoridad y nada o muy poco a la libertad Pocos antildeos despueacutes de haberse metido en el golfo de estas lecturas y en el torbellino de estos pensamientos D Juan de Lantigua salioacute fuerte en erudicioacuten y en silogismo desafioacute con imponente orgullo la turba de friacutevolos y descreiacutedos brindole la poliacutetica con una tribuna y subido en ella la nube que habiacutea condensado en siacute tanta pasioacuten y tanto saber tronoacute y relampagueoacute contra el siglo La elocuencia del nuevo Isaiacuteas era arrebatadora

Sus enemigos (pues ya se comprende que los tuvo encarnizadiacutesimos) deciacutean laquoLantigua es el abogado de los curas y de los obispos hace su agosto con las causas de sus espolios de capellaniacuteas colativas de disciplina eclesiaacutestica Justo es que adule y sirva a los que le danraquo Estas groseriacuteas comunes en la eacutepoca presente haciacutean sonreiacuter al Sr D Juan Nunca se [27] ocupoacute de defenderse de este cargo porque seguacuten afirmaba es preciso no quitar a los tontos el derecho de decir tonteriacuteas

Como hombre de convicciones inquebrantables y profundas honradiacutesimo caballero en su trato social y de intachables costumbres le estimaban todos En la vida praacutectica Lantigua transigiacutea benignamente con los hombres de ideas maacutes contrarias a las suyas y aun se le conocieron amigos iacutentimos a los cuales amoacute mucho pero sin poderlos convencer nunca En la vida de las ideas era donde estaba su intransigencia y aquella estabilidad de roca jamaacutes conmovida de su asiento por nada ni por nadie Las tempestades de la revolucioacuten del 48 de la repuacuteblica romana de la formacioacuten de la unidad de Italia de la caiacuteda del imperio austriaco de la humillacioacuten del franceacutes de la destruccioacuten del poder temporal del Papa de la formacioacuten del Alemania Minerva parida por el cerebro de Bismarck y otras menos trascendentales y que localizadas en nuestra patria no fueron maacutes que lloviznas menudas en el cielo de Europa no produjeron en el aacutenimo de aquel varoacuten insigne otro efecto que el de cimentar maacutes y maacutes su creencia de que la humanidad pervertida y desapoderada merece un camisoacuten de fuerza [28]

Estos hechos y otras recientes desgracias ocurridas en el suelo patrio llevaron a Lantigua a un estado de irritacioacuten lamentable que dio a sus escritos y a sus discursos luacutegubre y desapacible tono Profetizoacute el vilipendio del proacuteximo siglo la confusioacuten de

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las lenguas y tras la confusioacuten la dispersioacuten y tras la dispersioacuten la esclavitud hasta que una nueva florescencia de la fe catoacutelica en los corazones fecundados por la desgracia reorganizase a los pueblos congregaacutendolos bajo el manto tutelar de la Iglesia Seguacuten eacutel las decantadas leyes del humano progreso conducen a Nabucodonosor Antes muriera Lantigua que ceder en esto Y en realidad iquestcoacutemo habiacutea de ceder Los que han reducido todas sus ideas a esta foacutermula abrumadora o Barrabaacutes o Jesuacutes necesitan dejarse llevar hasta las uacuteltimas extremidades porque la menor flaqueza equivale en ellos a pasarse a Barrabaacutes [29]

- V -

Coacutemo educoacute a su hija

D Juan de Lantigua no habiacutea presidido personalmente a la educacioacuten de su uacutenica hija Ademaacutes de que sus ocupaciones en el foro y en la tribuna le dejaban poco vagar para consagrarse a ello creiacutea que con encerrar a su hija en un colegio bastaba Lo importante era que en el colegio reinasen buenos principios Advirtamos que enviudoacute D Juan a los catorce antildeos de casado Su digna esposa le dejoacute a Gloria de doce antildeos y a dos pequentildeitos que volaron al cielo desde Ficoacutebriga cuando apenas habiacutean aprendido a andar por la tierra

Gloria despueacutes de residir algunos antildeos en un colegio a que daba nombre una de las advocaciones maacutes piadosas de la Virgen Mariacutea volvioacute a su casa en completa posesioacuten del catecismo duentildea de la historia sagrada y de parte de la profana con muchas aunque confusas nociones [30] de geografiacutea astronomiacutea y fiacutesica mascullando el franceacutes sin saber el espantildeol y con medianas conquistas en los dominios del arte de la aguja Se sabiacutea de memoria sin omitir siacutelaba ni aun letra los deberes del hombre y era regular maestra en tocar el piano hallaacutendose capaz de poner las manos en cualquiera de esas horribles fantasiacuteas que son encanto de las nintildeas tocadoras y terror de los oiacutedos y baldoacuten del arte musical

Lantigua la oyoacute recitar trozos de historia sagrada y no parecioacute satisfecho

-En estos colegios del diacutea -dijo- preparan el entendimiento de los nintildeos para las ideas como los dedos para las teclas El pensar es tocar reproduciendo con el oacutergano de la palabra la muacutesica del padre Astete

Un diacutea como Gloria vieacutendole sumergido en hondos comentarios sobre la unidad religiosa impuesta a los Estados despueacutes de la unidad poliacutetica le dijese que en su sentir los reyes de Espantildea habiacutean hecho mal en arrojar del paiacutes a los judiacuteos y a los moros Lantigua abrioacute mucho los ojos y despueacutes de contemplarla en silencio mientras duroacute el breve paroxismo de su asombro le dijo

-Eso es saber maacutes de la cuenta iquestQueacute entiendes tuacute de eso Vete a tocar el piano [31]

Gloria corrioacute como un paacutejaro alegre que siente en su alma el ansia de los trinos y posaacutendose en la banqueta y dejando correr sus manos por el teclado se puso a tocar algo que sonaba a zarzuela Lantigua no entendiacutea una palabra de muacutesica Habiacutea oiacutedo hablar de Mozart y de Offembach y para eacutel todos eran lo mismo es decir unos holgazanes Pero su espiacuteritu elevado y su sensibilidad exquisita le haciacutean conocer

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instintivamente diferencias profundas entre las distintas clases de muacutesica que habiacutea oiacutedo En general todo cuanto tocaba Gloria le pareciacutea horrible

-No seacute queacute diera hija miacutea -le deciacutea- por oiacuterte tocar otra cosa que esa muacutesica de organillo de las calles No me digas que asiacute es toda la muacutesica porque yo he oiacutedo en alguna parte no seacute si en la iglesia o en el teatro graves y pateacuteticas composiciones que penetrando maacutes allaacute de la superficie sensual conmueven el aacutenimo y nos sumergen en dulce meditacioacuten iquestNo sabes algo de eso

Gloria repasaba todo su repertorio de fantasiacutea nocturnos flores de saloacuten y auroras del pianista sin poder encontrar lo grave y pateacutetico que el alto espiacuteritu de su padre pediacutea En honor de la verdad que es antes que todo aun antes que el prestigio y las gracias de la linda [32] nintildea debo decir que Gloria aporreaba el piano de un modo lamentable cual si las teclas convictas y confesas de alguacuten espantable crimen merecieran ser azotadas todos los diacuteas por espacio de tres horas

-Basta ya de monsergas hijita -le deciacutea D Juan- coge un libro y ponte a leer

Gloria volaba a la biblioteca de su padre miraba a todos lados hojeaba un libro y con desdeacuten lo volviacutea a poner en su sitio Cogiacutea otro leiacutea algunas paacuteginas mas pronto se cansaba

-iquestQueacute buscas iquestnovelas -deciacutea D Juan entrando tras ella y sorprendieacutendola en el escrutinio- Algo de eso tengo tambieacuten Aguarda

-Ivanhoe -deciacutea Gloria leyendo un tiacutetulo

-Esa es buena pero deacutejala por ahora Aquiacute han entrado pocas novelas De la basura que diariamente han producido en cuarenta antildeos Francia y Espantildea no hallaraacutes una sola paacutegina De lo bueno hay algo poco Me parece que en alguacuten rincoacuten encontraremos a Chateaubriand a Gulliver a Bernardino de Saint-Pierre y antes que a ninguno a mi idolatrado Manzoni

Pero al poco tiempo D Juan prohibioacute a su hija la lectura de novelas porque aun siendo [33] buenas deciacutea enardecen la imaginacioacuten encienden deseos y afanes en el limpio corazoacuten de las muchachas extraviacutean su juicio y les hacen ver cosas y personas con falso y peligroso color poeacutetico

En cambio si Gloria no leiacutea para siacute leiacutea para su padre D Juan con mucha fatiga del estudio y con el continuo hervir de su cerebro y las largas vigilias y aquel afaacuten constante en que su viva pasioacuten poliacutetica le teniacutea iba perdiendo la vista Llegoacute a no poder leer de noche mas como a todo trance necesitase tener a mano textos de Quevedo Navarrete y Saavedra Fajardo para ilustrar la obra que a la sazoacuten escribiacutea instituyoacute a su hija en lectora D Juan se ocupoacute alguacuten tiempo en comentar los discursos asceacuteticos y filosoacuteficos de Quevedo porque aquel genio colosal de las burlas descansaba de su gigantesco reiacuter con seriedades taciturnas

Gloria leyoacute en alta voz la Vida de San Pablo Apoacutestol La Cuna y la sepultura y Las cuatro pestes del mundo Despueacutes se engolfoacute en la Poliacutetica de Dios y Gobierno de Cristo y como el sabio colector tuvo el buen acuerdo de poner en el mismo tomo en que se halla el mencionado escrito la incomparable historia del Buscoacuten Gloria cuando su padre mandaba suspender [34] la lectura para escribir doblaba bonitamente algunos

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centenares de hojas y tapaacutendose la boca para que no estallase la risa que a borbotones pugnaba por salir se deleitaba con las travesuras del gran Pablos

En otras ocasiones como D Juan no pusiese reparos a los libros claacutesicos espantildeoles del gran siglo Gloria se apoderoacute de varios tomos y leyoacute la Virtud al uso y miacutestica a la moda de D Fulgencio Afaacuten de Ribera Casi casi estuvo a punto de engolfarse en La piacutecara Justina pero Lantigua al fin puso mano en ello permitieacutendole soacutelo Guzmaacuten de Alfarache Desgraciadamente en el mismo tomo estaba La Celestina [35]

- VI -

Coacutemo se explicaba la nintildea

Sin maacutes norte que su buen juicio y libre de preocupaciones Gloria conversando un diacutea con su padre sobre el viejo asunto de las novelas cuya lectura debe permitirse o vedarse a la juventud dijo que la literatura picaresca de que tanto se envanece Espantildea por sus riquezas de estilo le pareciacutea una literatura deplorable inmoral irreverente y en suma anti-religiosa porque en ella se hace la apologiacutea de las malas costumbres de la holgazaneriacutea ingeniosa y truhanesca de todas las malas artes y travesuras groseras que degradan a un pueblo Concluyoacute por afirmar con una osadiacutea verdaderamente escandalosa que las gracias de aquellos perdidos heacuteroes de tales novelas si al principio le causaron agrado bien pronto le dieron repugnancia y tedio y que tales gracias comuacutenmente [36] obscenas y sin delicadeza habiacutean encanallado la lengua

Si hemos de creer a testigos presenciales cuya veracidad no debe ponerse en duda Gloria mutatis mutandi dijo tambieacuten que al penetrar con aacutenimo valeroso en el laberinto de desverguumlenzas engantildeos groseriacuteas y envilecimiento que con tanta gracia pinta la literatura picaresca no podiacutea menos de considerar a la sociedad del siglo XVII como una sociedad artista en la imaginacioacuten pero caduca en la conciencia y que comprendiacutea el decaimiento de la raza espantildeola que a la sazoacuten no conservaba maacutes virtud que un heroiacutesmo ciego virtud no suficiente a suplir la falta de un sentido moral puro y de una religiosidad sencilla y desnuda de supersticioacuten

Cuentan que D Juan de Lantigua cuando esto oyoacute estuvo largo rato perplejo y confuso no tanto por lo peregrino de tales conceptos sino por el desenfado con que su hija los manifestaba Sucedioacute a la confusioacuten cierto terror ocasionado por la precociacutesima aptitud que mostraba Gloria para el sofisma y la paradoja mas notando en ella un entendimiento de mucho briacuteo aunque extraviado consideroacute lo mejor llevarlo dulcemente por el buen camino Con tales ideas y propoacutesitos ordenoacute a su [37] hija que se diese una buena hartada de comedias de Calderoacuten acompantildeaacutendola con lecturas diarias de los miacutesticos poetas y prosadores religiosos para que variasen sus ideas radicalmente respecto a la sociedad espantildeola del glorioso siglo

En efecto hizo la sentildeorita todo lo que su padre le mandaba y a vuelta de algunas semanas le manifestoacute que en efecto sus ideas habiacutean cambiado un poco aunque no radicalmente Usando teacuterminos comunes que me veo obligado a variar para expresarlo propia y claramente aseguroacute que en la sociedad de aquellos tiempos encontraba ademaacutes de lo indicado antes una inclinacioacuten demasiado ardiente al idealismo la cual si bien produciacutea maravillosos efectos en la poesiacutea y en las artes era tal que sacaba a la sociedad

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fuera de su asiento Le repugnaban los perdidos los rufianes las busconas los estudiantes los militares los escribanos los oidores los meacutedicos las terceras los maridos y las mujeres de las novelas picarescas pero todos estos tipos teniacutean innegable sello de verdad Como una protesta contra tal linaje de gentuza los galanes y damas los caballerosos padres y los hidalgos campesinos de los dramas queriacutean establecer con sus nobles ideas y estupendas acciones [38] el imperio de lo bueno y de lo justo pero a juicio de Gloria habiacutea en el hermosiacutesimo semblante de aquellas figuras sin par la expresioacuten melancoacutelica de quien ha estado durante cien antildeos empentildeado en un objeto sin conseguirlo

Como Lantigua se riese de tan evidente despropoacutesito Gloria afirmoacute (empleando por supuesto frases comunes) que aquel ideal del honor y del amor no era la mejor ni maacutes soacutelida piedra para asentar el edificio moral de una sociedad Luego se ocupoacute de los miacutesticos reconociendo en ellos falta de equiponderacioacuten entre la fantasiacutea y el discernimiento y afirmando que su literatura en ocasiones muy bella no podriacutea servir nunca de guiacutea al comuacuten de las gentes por ser de pocos comprendida

Resumioacute sus ideas sobre este punto diciendo que no podiacutea tolerar que se tratase de religioacuten sin sencillez suma por lo cual poniacutea por encima de todos los tratados y disertaciones miacutesticas el Catecismo de las escuelas que hablando como Jesucristo lo deciacutea todo Parece que al llegar a este punto D Juan de Lantigua hizo no sin burlarse de su hija algunas observaciones sobre la profunda filosofiacutea y estudio de la divinidad y del hombre que en tales obras se encierra y vierais aquiacute a la piacutecara Gloria sosteniendo que la sociedad modelo seguacuten las [39] ideas de su padre habiacutea alambicado y desvirtuado un poco la idea religiosa dejaacutendose seducir demasiado por los siacutembolos que la misma idea religiosa emplea como oacuterganos eficaces y al mismo tiempo como culto tributado por la verdad a la belleza eterna

-Esas novelas de truhanes y desalmados -dijo Gloria para terminar- esas comedias de caballeros galanes y discretos aunque no siempre intachables bajo el punto de vista de la moral cristiana esas disertaciones donde mi espiacuteritu se pierde sin poder seguir el hilo sutiliacutesimo del enrevesado discurso bastan a darme idea de la gente para quien tales cosas por lo comuacuten admirables se escribiacutean Veo las conciencias muy anchas y gran tolerancia para mucha parte de los vicios que degradan al hombre en todas las eacutepocas No dudo que existiesen caracteres generosos los cuales creyeran cumplir su misioacuten y dar vuelo a los nobles impulsos de su alma elevando por cima de la general torpeza como ensentildeas sagradas el ideal del honor y la fe religiosa Pero el pueblo a quien no habiacutean ensentildeado a discernir y que vegetaba comido de vicios incapaz para el trabajo y sontildeando con guerras que traiacutean el pillaje o conquistas que dieran faacutecil fortuna no teniacutea maacutes que sentidos No poniacutea atencioacuten [40] a nada ni auacuten al sublime misterio de la Eucaristiacutea si no se lo presentaban en forma de comedia

laquoPor un lado se me presenta una realidad baja y comuacuten compuesta de endeacutemica miseria en cuyo seno haraposo y vaciacuteo se agitaba la gran masa de la Nacioacuten pidiendo destinos al rey y a los nobles las sobras de sus mesas y a los frailes el bodrio y a la poliacutetica nuevas tierras que expoliar Por otro no veo maacutes que hombres bien alimentados a quienes deslumbra un ideal de gloria y una dominacioacuten del mundo que cual sombra vana se desvanece al fin dejaacutendolos con la mano puesta en las mechas de sus arcabuces para matar paacutejaros -En el arte veo tambieacuten dos teacuterminos los poetas que cantan el amor y el honor y los miacutesticos y poetas de claustro que pasan sus diacuteas buscando foacutermulas nuevas para hacer comprender al pueblo los dogmas sagrados De estas dos musas una

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sublima el amor humano y otra el divino pero empleando iguales formas poeacuteticas iguales siacutemiles hasta iguales versos sin duda porque lenguas de la tierra han sido hechas para lo humano y humanamente lo dicen todo

raquoLos poetas los grandes guerreros los frailes los teoacutelogos los hombres de inteligencia cultivada entreveacuten una sociedad mejor vislumbran [41] un mundo moral superior a aquel en que viven y se agitan los pediguumlentildeos desnudos los holgazanes piacutecaros y demaacutes gente menuda Luchan unos contra otros La cosa no va bien pero no se sabe coacutemo puede enmendarse Los unos piden pan destinos bienestar material y no hallando quien se lo deacute roban lo que pueden los otros piden gloria amor exaltado profunda fe religiosidad caballerosidad justicia perfecta bondad perfecta belleza perfecta y jamaacutes pueden entenderse De estas dos voluntades que aparecen una frente a otra en aquella sociedad calenturienta se apodera Cervantes y escribe el libro maacutes admirable que ha producido Espantildea y los siglos todos Basta leer este libro para comprender que la sociedad que lo inspiroacute no podiacutea llegar nunca a encontrar una base firme en que asentar su edificio moral y poliacutetico iquestPor queacute Porque Don Quijote y Sancho Panza no llegaron a reconciliarse nuncaraquo

Parece indudable por los datos confusos que han llegado a mis noticias que cuando Gloria expuso a su manera las ideas del paacuterrafo anterior estaban en compantildeiacutea de su padre obra de cuatro o seis personajes graves que no podiacutean con la fama de sabios tales era el peso y grandor de ella Alabando el agudo ingenio paradoacutejico de la muchacha se rieron mucho de [42] sus donaires y celebraron sus originales ocurrencias mezclando haacutebilmente a veces la criacutetica con la galanteriacutea y como alguno maacutes curioso que los demaacutes manifestase deseos de conocer en queacute consistiacutea la reconciliacioacuten entre Don Quijote y Sancho Panza Gloria un poco confusa por el dudoso eacutexito de su osada tesis se expresoacute asiacute

-Ustedes que son tan sabios no habraacuten dejado de observar que si Don Quijote hubiera aprendido con Sancho a ver las cosas con su verdadera figura y color natural quizaacutes habriacutea podido realizar parte de los pensamientos sublimes que llenaban su grande espiacuteritu asiacute como si el escudero pero no digo maacutes porque se riacuteen ustedes de miacute Ya seacute que esto que hablo es algo extrantildeo quizaacutes disparatado y hasta ridiacuteculo por lo muy contrario a la verdad que soacutelo ustedes pueden conocer pero si es asiacute teacutenganlo por no dicho o por pura broma miacutea

Maacutes tarde cuando los sabios privaron a la casa de su presencia majestuosa D Juan de Lantigua a quien las desatinadas opiniones de su hija habiacutean puesto algo malhumorado encerrose con ella y la reprendioacute afablemente ordenaacutendole que en lo sucesivo interpretase con maacutes rectitud la historia y la literatura Afirmoacute [43] que el entendimiento de una mujer era incapaz de apreciar asunto tan grande para cuyo conocimiento no bastaban laboriosas lecturas ni aun en hombres juiciosos y amaestrados en la criacutetica Diacutejole tambieacuten que cuanto se ha escrito por varones insignes sobre diversos puntos de religioacuten de poliacutetica y de historia forma como un coacutedigo respetable ante el cual es preciso bajar la cabeza y concluyoacute con una repeticioacuten burlesca de los disparates y abominaciones que Gloria habiacutea dicho y que evidentemente la conduciriacutean no poniendo freno en ello al extraviacuteo de la razoacuten a la herejiacutea y tal vez a la inmoralidad

Retirose Gloria muy apurada a su alcoba pues era hora de dormir y a solas meditoacute largo rato llegando por fin iexcltal era el prestigio de su padre sobre ella a un convencimiento profundiacutesimo de que habiacutea pensado mil tonteriacuteas despropoacutesitos y

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barbaridades abominables Pero deseosa de absolverse echoacute toda la culpa a los libros e hizo voto de no volver a leer cosa alguna escrita o impresa como no fuera el libro de misa y las cuentas de la casa y las cartas de sus tiacuteos Arrodillaacutendose para orar seguacuten su piadosa costumbre dijo

-iexclGracias Dios miacuteo por haberme revelado a tiempo que soy tonta [44]

Acostaacutendose discurrioacute que le iba a ser muy difiacutecil dejar de pensar toda suerte de extrantildeas y endemoniadas cosas porque aquella facultad suya de discernir era como una monstruosidad fecunda que llevaba dentro de siacute y que a todas horas estaba procreando ideas Pronto pudo observar que si bien los libros estimulaban en ella aquel surgir constante de pensamientos varios y jamaacutes ideados de otro alguno el fenoacutemeno no cesaba por completo renunciando a las lecturas Esto la puso en cuidado

-Pues si no puedo menos de pensar -dijo- al menos callareacute

Pero la verdad es que aun sin manifestarse por medio del discurso sus facultades estaban siempre en febril ejercicio y a su observacioacuten no escapaba cosa alguna Durante largo tiempo su padre no cambioacute con ella ni una sola palabra relativa a ninguacuten alto asunto Ella asistiacutea al culto religioso con devocioacuten minuciosa y con regocijo y en lo demaacutes mostraba aficioacuten a las cosas nimias de todos los oacuterdenes detallando hasta un extremo pueril todos los actos de la vida Teniacutea cortadas las alas Asiacute la hemos hallado

Pero en sus horas de soledad en sus arrobamientos y en los crepuacutesculos que preceden o siguen al suentildeo y en los cuales la percepcioacuten [45] interna suele ser maacutes viva Gloria sentiacutea hondas voces dentro de siacute como si un demonio se metiese en su cerebro y gritase

-Tu entendimiento es superior los ojos de tu alma abarcan todo Aacutebrelos y mira levaacutentate y piensa

Cuando leiacutea cuando daba su opinioacuten sobre los piacutecaros y sobre la sociedad del gran siglo Gloria teniacutea diez y seis antildeos [46]

- VII -

Los amores de Gloria

Pero en los diacuteas en que esta historia empieza teniacutea ya diez y ocho

Auacuten no se le habiacutean conocido amores ni noviazgos ni inclinacioacuten a ninguacuten mozalbete ni sentildeales de que hubiese entregado parte miacutenima de su corazoacuten a hombre nacido Y don Juan no la teniacutea sometida a inquisitorial vigilancia ni le prohibiacutea que fuese al teatro al paseo y a las tertulias en compantildeiacutea de sus primas El atareado padre descansaba tranquilo fiando en la rectitud exquisita y honestidad perfecta de su cuntildeada Dordf Mariacutea del Rosario

Pero si la juventud masculina que Gloria reconociacutea no despertaba en ella ni aun mediano intereacutes no por eso su corazoacuten dormiacutea Habiacutea perdido a su madre a los doce antildeos de edad Quedaacuteronle dos hermanitos el uno de tres [47] antildeos y el otro de quince

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meses con los cuales hizo el papel de madre hasta que ambos murieron con intervalo de pocos diacuteas Ella misma despueacutes de cuidarles en su enfermedad con extremado celo les habiacutea cerrado los ojos les habiacutea vestido les habiacutea puesto flores en las sienes y en las manos y al fin habiacutea cerrado la caja cuando Caifaacutes se los llevoacute al camposanto de Ficoacutebriga Las dos inocentes criaturas ocuparon siempre lugar muy grande en el corazoacuten de su hermana y esta no pasaba sin derramar laacutegrimas por el ruacutestico cementerio de la villa donde aquellos habiacutean dejado su mortal vestidura

Ademaacutes el corazoacuten de Gloria estaba lleno de un amor inefable y celestial inspirado por su tiacuteo D Aacutengel obispo de Le consideraba como un santo bajado de los altares o mejor dicho del cielo para departir con ella darle buenos consejos y vivir bajo su mismo techo y comer de su mismo pan

Gobernaba aquel santo varoacuten una dioacutecesis de Andaluciacutea y muy rara vez veniacutea a Madrid pero uacuteltimamente sus achaques le obligaron a buscar alivio en el paiacutes natal y soliacutea pasar algunos meses de verano en Ficoacutebriga en compantildeiacutea de su hermano y sobrina No era su primer visita aquella reciente en que le hemos visto [48] llegar anunciado por los cohetes Dos antildeos antes habiacutea estado tambieacuten

La aficioacuten pura y entrantildeable de Gloria a su tiacuteo perteneciacutea al orden de sentimientos que consigna en su primer artiacuteculo el Decaacutelogo Le amaba como a una representacioacuten de Dios en la tierra Recordaba que en una grave enfermedad que ella padeciera en la nintildeez su tiacuteo habiacutea venido de la dioacutecesis para verla recordaba haber sentido al verle alegriacutea tan viva que cuerpo y alma se reanimaron con ardor desconocido Figuroacutesele que una mano celestial la sacaba del negro abismo en que iba sumergieacutendose Ya convaleciente se le permitiacutea jugar en el cuarto mas no salir de eacutel

El Obispo dejando a un lado su breviario tomaba asiento junto a la mesa donde Gloria teniacutea un completo ajuar diminuto de casa con preciosos mueblecitos vajilla de comedor y cocina y dos docenas de damas y galanes de alta categoriacutea de las cuales unas estaban en visita y otras recibiacutean Su Ilustriacutesima discutiacutea largamente con Gloria sobre la colocacioacuten que debiacutea darse a las sillas y sofaacutes y ambos se pasaban las horas muertas con las imaginarias visitas y los cumplidos y saludos de las mudas personas de cartoacuten Llegada la hora de la comida para los habitantes de encima de la [49] mesa y el patriarca por un lado y la chiquilla por otro pareciacutean la gente maacutes atareada del mundo limpiando cacerolas del tamantildeo de dedales espumando cazuelas en cuyo seno unos pedacitos de pan haciacutean las veces de pavos y gallinas y soplando hornillos sin lumbre

laquoQue ponga usted bien esos manteles tiacuteoraquo laquoAllaacute voy hijita y no seas tan viva de genioraquo laquoiquestQueacute tal iquestestaacute ya frita la merluzaraquo laquoDivinamente como que me estaacuten dando ganas de comeacutermelaraquo laquoVaya lave usted esos platos mientras yo limpio los cuchillos prontoraquo laquoPues manos a la obraraquo laquoTodo estaacute preparado que entren las sentildeorasraquo laquoPues allaacute van las sentildeorasraquo laquoMuacutesica tiacuteo muacutesicaraquo laquoPues allaacute va la muacutesica Ton torontoacutenraquo Al coloquio de las dos voces igualmente infantiles aunque de distinto tono sucediacutea entonces musical murmullo al modo de himno de Riego o marcha real acompantildeada de golpecitos sobre la mesa dados con las patitas de palo de una muntildeeca

En aquellos solitarios diaacutelogos dentro de una estancia donde ninguacuten extrantildeo podiacutea penetrar no se oiacutea nada teoloacutegico pero a veces caiacutean boca arriba las figurillas olvidaacutebase todo cacerolas visitas cocina sofaacutes ceremonias [50] Gloria fijaba sus ojos en el placentero semblante de su tiacuteo preguntaacutebale coacutemo era el Cielo y entonces el aacutengel

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y el santo empezaban a hablar de ello con tanto fervor como los desterrados hablan de la patria

Maacutes tarde antildeos adelante cuando Gloria disputando con su padre comenzaba a dar las muestras de precocidad que hemos expuesto D Aacutengel se reiacutea de tan buena gana que era cosa de seguir disparatando para gozar de su alegriacutea El obispo se cercioraba frecuentemente (y esto con la mayor seriedad) de la ortodoxia de su sobrina y en punto tan delicado jamaacutes tuvo ocasioacuten de censura antes al contrario de grandes alabanzas y de que el inmenso amor que le teniacutea se aumentase

Aquiacute punto [51]

- VIII -

Un pretendiente

Estalloacute como he dicho el cohete en los aires y casi en el mismo instante resonaron las campanas de la Abadiacutea mezclaacutendose el agudo son de la esquila con la hueca salmodia del fabordoacuten para anunciar a los habitantes de Ficoacutebriga el feliz suceso Salieron todos a la calle abandonaron la playa marineros y calafates de los campos acudieron labriegos y pastores afluyoacute de todas partes enjambre de chiquillos todos los funcionarios municipales aparecieron de gran etiqueta y ninguna persona quedoacute en su casa La carintildeosa manifestacioacuten proveniacutea de que los Lantiguas eran muy queridos en la localidad especialmente el don Aacutengel

De todas las personas importantes que salieron al encuentro de Su Ilustriacutesima el maacutes [52] apresurado fue D Silvestre Romero cura de la villa Siguiole correteando seguacuten se lo permitiacutean sus piernecitas el llamado D Juan Amarillo varoacuten rico y paacutelido que no llevaba tal apellido por ser como era el usurero de la comarca sino porque lo heredoacute de sus dignos padres Fue tambieacuten el boticario industrial ingeniosiacutesimo que iba en camino de ser rico y no se quedoacute atraacutes sino que fue de los primeros en correr al camino abrochaacutendose el recieacuten puesto y de antiguo raiacutedo pantaloacuten D Bartolomeacute Barrabaacutes el liberalote del paiacutes ex-doacutemine con puntas de filoacutesofo hogantildeo maestro de escuela con pespuntes de hombre poliacutetico y aun de orador y tambieacuten de periodista Siguieacuteronle varios indianos paso a paso marchando con gravedad y compostura porque hombres que habiacutean pasado toda su vida trabajando no podiacutean igualarse a los chicos de las calles ni a los holgazanes como D Bartolomeacute Barrabaacutes Iban acompantildeados de sus sombreros de pelo para tan alta ocasioacuten sacados de las sombrereras y tambieacuten de sus paraguas que desafiaban a las nubes

Cuando D Aacutengel llegoacute a las primeras casas del pueblo se bajoacute del coche para abrazar a su hermano y sobrina Una exclamacioacuten inmensa como el bramido del mar irritado le saludoacute [53] De entre aquel tumulto de entusiasmo saltaron al aire gorras y sombreros Los paraguas de los indianos cual aves majestuosas desplegaron sus alas negras para recibir unas cuantas gotas que a la sazoacuten caiacutean Abalanzose el gentiacuteo hacia Su Ilustriacutesima para besarle el anillo y muy difiacutecil le fue a D Aacutengel llegar a la Abadiacutea para orar breve rato De la Abadiacutea a la casa continuaron las apreturas y fue preciso que la autoridad municipal siempre vigilante en lo que al buen orden de los pueblos se refiere interviniese para apartar a un lado y otro a la pegajosa muchedumbre

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Cuando el prelado entroacute en la casa quiso orar tambieacuten un rato en la capillita de ella pero le advirtioacute su hermano que estaba fuera de uso por su deterioro y que los albantildeiles preparaban todo para repararla pronto En la sala baja el prelado conversoacute un rato con las eminencias ficobrigenses que habiacutean salido a recibirle

En la casa habiacutea gran movimiento de personas que iban de aquiacute para alliacute y subiacutean y bajaban Gloria se dirigiacutea precipitadamente a la escalera para subir a dar ciertas oacuterdenes cuando encaroacute con un joven Ambos sonrieron ella con sorpresa eacutel con alegriacutea

El sentildeor obispo habiacutea traiacutedo consigo a tres [54] personas dos del orden sacerdotal y un laico

El laico era un joven como de treinta antildeos muy cumplidos delgado y rubio de ojos oscuros acompantildeados de sutiliacutesimas gafas de oro cejas muy arqueadas como curva de puente antiguo barba abundante y azafranada fisonomiacutea inteligente y porte caballeroso y hasta cierto punto elegante Eran faacuteciles sus maneras y su habla un poco campanuda como de quien gusta oiacuterse y se ha oiacutedo mucho en estrados en las Cortes o en las varias academias de mancebos aprovechados que hay en Madrid Nada habiacutea en su persona de asacristanado o frailesco como pudiera creerse el verle venir en compantildeiacutea de cleacuterigos

Este personaje fue el que encaroacute con Gloria en el primer peldantildeo de la escalera inmutaacutendose un poco al verla

-iexclCoacutemo iquestUsted por aquiacute Rafael iquestHa venido usted con mi tiacuteo -le preguntoacute la sentildeorita despueacutes del primer saludo

-He venido con Su Ilustriacutesima pero me quedeacute un poco atraacutes porque nuestro coche se detuvo en la cuesta -repuso el mancebo estrechando la mano de la joven- Ya seacute que todos estaacuten buenos El Sr D Juan hecho un mozalbete Usted siempre tan linda

-Yo creiacute que usted no saldriacutea de Madrid [55] Como ahora estaacuten las cosas tan enredadas por allaacute

-Por allaacute y por aquiacute y por todos lados No seacute adoacutende iraacute a parar el mundo Yo he venido a Ficoacutebriga para cierto asunto de elecciones y tambieacuten para uno miacuteo Ya se lo diraacute a usted D Juan He venido en el mismo tren que Su Ilustriacutesima que despueacutes me ofrecioacute su coche y hospitalidad en su casa No la acepteacute por no molestar Ademaacutes tengo compromiso con mi iacutentimo amigo el sentildeor cura para vivir con eacutel unos diacuteas

-Estaraacute usted mucho tiempo por aquiacute iquestno es verdad

-Me estariacutea toda la vida -dijo el joven con evidentes sentildeales de debilidad amorosa en su grave semblante y arqueando las cejas de un modo excesivo hasta ponerlas en mitad de la frente- El mes pasado la vi a usted por uacuteltima vez en casa de Dordf Mariacutea del Rosario iexclQueacute piacutecara iexclDejarnos en tal soledad iquestSe acuerda usted de lo que hablamos alliacute la uacuteltima noche de tertulia

Gloria se echoacute a reiacuter

-Dos diacuteas despueacutes fui a casa de mi amiga El paacutejaro habiacutea volado Ficoacutebriga y siempre Ficoacutebriga Aborrezco a este pueblo

-iexclAborrece a este pueblo [56]

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-No ahora no -respondioacute con viveza el de las gafas- Es un paraiacuteso este lugar Por desgracia el asunto de las elecciones me entretendraacute poco maacutes de dos semanas iexclQueacute dulce es vivir aquiacute tan cerca de usted Gloria Parece un suentildeo y sin embargo es verdad Verla todos los diacuteas a todas horas

-El honor es para nosotros Sr del Horro Pero dispeacutenseme usted Voy a mandar que bajen los azucarillos iexclFrancisca pero Francisca [57]

- IX -

Recepcioacuten discurso presentacioacuten

El joven entroacute en la casa Estaban alliacute ademaacutes de los dos hermanos Lantigua el doctor Loacutepez Sedentildeo secretario de Su Ilustriacutesima el paje del mismo D Juan Amarillo el cura y el alcalde de Ficoacutebriga los tres indianos y don Bartolomeacute Barrabas que a pesar de la firmeza de sus ideas republicanas no vacilaba en tributar respetuoso homenaje a la principal gloria de Ficoacutebriga aunque tal gloria estuviese representada en un priacutencipe de la Iglesia

El cura de Ficoacutebriga D Silvestre Romero que era un hombre proceroso fornido de fisonomiacutea dura y sensual como la de un emperador romano pero muy simpaacutetico y francote dio comienzo no sin turbacioacuten a un discurso que preparado llevaba y del cual la historia muy negligente en esto apenas conserva algunos paacuterrafos [58]

-Todos los habitantes de esta humilde villa -dijo- sienten el maacutes vivo gozo al ver a Usiacutea Ilustriacutesima en el seno de esta humilde villa y esperan que la presencia de Usiacutea Ilustriacutesima en esta humilde y honrada villa sea anuncio feliciacutesimo de paz origen de concordia y sentildeal de bienes sin cuento

Y maacutes adelante cuando se serenoacute un poco y pudo con desembarazo echar fuera los pensamientos que traiacutea almacenados en su mente agregoacute esto

-iexclBenditos nosotros que vivimos ausentes de los escaacutendalos que pasan allaacute donde la corrupcioacuten y la irreligiosidad tienen su asiento Lo que llega a nuestros oiacutedos nos hace estremecer El Sr D Juan profetizoacute en aquel su ceacutelebre discurso los fuegos de Niacutenive y los fuegos de Niacutenive que ya cayeron sobre Francia caeraacuten tambieacuten sobre la catoacutelica Espantildea y la abrasaraacuten y podraacute decirse de ella laquoPerecioacute su memoria con el sonidoraquo periit memoria ejus cum sonitu

Y despueacutes

-Antes se habiacutea entibiado la religiosidad pero ahora se ha perdido por completo en la mayor parte de las personas y las que auacuten saben dirigir sus almas al cielo se ven perseguidas amenazadas por la caterva brutal de filoacutesofos y [59] revolucionarios Los hombres que gobiernan al (1) paiacutes predican puacuteblicamente el ateiacutesmo se burlan de los Santos Misterios insultan a la Virgen Mariacutea denigran a Jesucristo llaman bobos a los Santos y mandan demoler las iglesias y profanar los altares Los ministros del Sentildeor haacutellanse hoy en la condicioacuten maacutes precaria se les trata peor que a los ladrones y asesinos el culto sin decoro ni magnificencia a causa de la general pobreza de la Iglesia entristece el aacutenimo Los hombres no piensan maacutes que en reunir dinero en rentildeir los unos

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con los otros y en disputarse el gobierno de las naciones que al dejar de ser guiadas por la poliacutetica cristiana y uacutenico gobierno posible que es el de Cristo marchan con paso ligero a su disolucioacuten y total ruina

D Silvestre no quitaba los ojos mientras hablaba de D Juan de Lantigua como preguntaacutendole laquoiquestqueacute tal lo hagoraquo Pero el insigne jurisconsulto fue la uacutenica persona que no se mostroacute entusiasmada con el discurso del cura sin duda por no creerlo ni nuevo ni oportuno que todas las ocasiones no son propias para decir verdades El doctor Sedentildeo que era un poco enfaacutetico dijo tambieacuten algo coruscante sobre la ruindad de los tiempos pero a pesar de su meacuterito no ha llegado el texto a nuestras manos [60]

-Malos son los tiempos -dijo Su Ilustriacutesima dirigieacutendose principalmente al cura y a Barrabaacutes que muy azorado no deciacutea palabra- pero Dios no abandonaraacute a los suyos en medio de la tempestad que se acerca y no faltaraacute un arca para los que viven en eacutel Oremos sinceramente sentildeores la oracioacuten es antiacutedoto celeste contra la epidemia del pecado que por todas partes nos rodea oremos por nosotros y por los que cierran sus oiacutedos a la voz de Dios y sus ojos a la luz de la verdad Fervor y piedad constantes en los que creen pueden atraer sobre la tierra especiales favores del cielo Te domine custodies nos a generatione hac in aeternum laquoTuacute Sentildeor nos salvaraacutes y nos guardaraacutes de esta generacioacuten para siempreraquo

Al llegar aquiacute el prelado fijoacute sus ojos con expresioacuten de gran benevolencia en el joven seglar que habiacutea traiacutedo consigo y presentaacutendole a sus amigos hablo asiacute

-Aquiacute estaacute nuestro heroico joven nuestro valiente soldado Sentildeores y amigos miacuteos saluden al benemeacuterito campeoacuten de los buenos principios de las creencias religiosas de la Iglesia catoacutelica y al perseguidor del filosofismo del ateiacutesmo de las irreverencias revolucionarias iexclGloria a la juventud creyente fervorosa llena de fe y de amor al catolicismo [61]

D Rafael del Horro inclinaacutendose con modestia balbucioacute algunas protestas sobre los meacuteritos que le atribuiacutean

-Cuando la juventud -antildeadioacute el prelado- se entrega a los vicios de la inteligencia y se corrompe con perniciosas lecturas este joven aspira al honroso nombre de soldado de Cristo La Iglesia pelea alliacute donde la provocan al combate iexclAh sentildeores No es vana cortesaniacutea lo que sale de mis labios sino admiracioacuten por su valiente espiacuteritu por su animosa decisioacuten en pro de la combatida Iglesia por la constancia con que persigue acosa y anonada la piacutecara francmasoneriacutea y el materialismo por su elocuencia oratoria y su eneacutergico estilo literario prendas todas que han sido armas poderosas de la causa de Dios en el periacuteodo que acaba de pasar

-iexclAh -dijo D Juan Amarillo haciendo al joven Horro un saludo pomposo- ya sabemos que el sentildeor es un gran orador y un gran periodista

D Silvestre Romero abrazoacute con efusioacuten a Rafael del Horro Eran antiguos amigotes y en cierta ocasioacuten como el joven orador y publicista necesitase un buen corresponsal en Ficoacutebriga brindose a desempentildear este cargo el cura enviando unas cartas muy saladas que no dejaban nada que desear [62]

Mientras duraron las felicitaciones D Bartolomeacute Barrabaacutes que era el demagogo de la localidad no se atrevioacute a decir una palabra en pro de sus perversas doctrinas y aunque el cura y Amarillo dejaron caer alguna punzante cuchufleta sobre la persona del

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filoacutesofo de aldea este no creyoacute prudente empuntildear las bien afiladas armas de su dialeacutectica en aquella ocasioacuten El respeto a D Aacutengel poniacutea una mordaza en sus labios Y tan bien pagoacute el noble prelado esta prudencia que como D Silvestre aludiera claramente al demagogo diciendo que tambieacuten Ficoacutebriga estaba tocado de pestilencia habloacute de este modo

-No me toquen a D Bartolomeacute que espero convertirle puesto que es bueno en su corazoacuten y estos desvariacuteos no perderaacuten su alma si llegamos a tiempo

Barrabaacutes se inclinoacute dando las gracias Para decir algo dijo

-Y seguacuten la prensa el Sr D Rafael del Horro viene a trabajar en las elecciones

-Viene a trabajar y a triunfar -repuso con desenfado el cura- No pasaraacute ahora como la otra vez cuando por nuestra negligencia y descuido se nos pusieron ustedes encima

Y luego amenazando a Barrabaacutes con la derecha mano antildeadioacute [63]

-Ahora se diraacute Exurgat Deus et dissipentur inimici ejus et fugiant Sicut fluit cera a facie ignis sic periant peccatores a facie Dei laquoLevaacutentese Dios y sean dispersos sus enemigos y huyan Como se derrite la cera delante del fuego asiacute pereceraacuten los pecadores delante de Diosraquo

Repitiendo el gesto de amenaza D Bartolomeacute dijo riendo

-Iremos a votar

El demagogo no estaba en la lista de los convidados aquel diacutea pero D Aacutengel le rogoacute que se quedase lo que en extremo agradecioacute Barrabaacutes Al mismo tiempo D Juan de Lantigua gritaba desde la puerta

-Gloria Gloria hija miacutea iquestpero no se come hoy en esta casa [64]

- X -

D Aacutengel de Lantigua obispo de

El obispo pareciacutea un nintildeo grande Su cara redonda sonrosada y siempre risuentildea se destacaba entre la ampulosa envoltura episcopal y bajo el sombrero verde respirando profundo gozo de espiacuteritu benevolencia paz completa con la conciencia y relaciones perfectas con Dios Era hombre que por natural impulso de su sano corazoacuten se inclinaba a suponer lo bueno en todo Sus estudios su experiencia su confesonario le ensentildeaban que habiacutea malvados en el mundo pero siempre que hablaba con alguien deciacutea para siacute laquoiexclQueacute buena persona queacute excelente sujetoraquo

Como una luz alumbra cuanto la rodea asiacute su corazoacuten proyectaba las claridades de la bondad sobre los que se le acercaban Era incapaz de tener un mal pensamiento acerca de individuos [65] conocidos y cuando oiacutea hablar de las picardiacuteas de alguacuten desconocido no omitiacutea decir cualquier palabra en defensa del ausente

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Su inteligencia era quizaacutes inferior a la de su egregio hermano D Juan pero le ganaba en verdadera piedad y en dulzura de sentimientos y aunque tocante a materias dogmaacuteticas profesaba la doctrina de la intolerancia en el verdadero sentido teoloacutegico no en el vulgar de esta manoseada palabra la viva compasioacuten que sentiacutea hacia los errores y deslices de la humanidad contemporaacutenea pareciacutea atenuar el rigor de sus ideas Se ignora lo que D Aacutengel habriacutea hecho si hubiera tenido en el hueco de la mano la pecadora sociedad presente En cuanto a D Juan es seguro que la habriacutea echado al fuego quedaacutendose despueacutes con la conciencia no soacutelo tranquila sino satisfecha de haber realizado el bien

En las praacutecticas religiosas era D Aacutengel intachable No se le podiacutea tildar ni de flaqueza ni de exceso de celo Jamaacutes desmayoacute en sus deberes de catoacutelico jamaacutes se dejoacute llevar a extremos de sutilezas y enrevesados simbolismos En sus ratos de vagar recreaba el aacutenimo con piadosas lecturas y aborreciacutea los perioacutedicos de cualquier partido que fuesen En Ficoacutebriga como los meacutedicos le ordenasen una vida tranquila y que [66] huyese de lecturas taciturnas y mentales trabajos gustaba de pasear por el jardiacuten contemplando las muchas y bellas flores y oyendo las explicaciones de su sobrina acerca del tiempo y condiciones con que cada una se criaba Gustaba tambieacuten de pasear por el pueblo hacia la mar bajando casi siempre a la playa y al muelle y detenieacutendose infaliblemente a ver llegar las lanchas pescadoras cuya vuelta al abrigo le produciacutea inefable sensacioacuten de placer y asombro por la bondad infinita de Dios Sus ojos las buscaban en el horizonte las seguiacutean por la superficie del mar y cuando atracaban teniacutea gozo especial en ver desembarcar la sardina la merluza y el besugo Siempre le causaba admiracioacuten que trajesen tantos peces y deciacutea a los marineros laquoCreiacute que no quedaban maacutes despueacutes de lo que trajisteis ayer iexclBendito sea Dios que no deja morir a los pobresraquo

Le agradaba la muacutesica cualquiera que fuese sin distincioacuten de escuelas No entendiacutea de buena y mala muacutesica Para eacutel toda era buena y siempre que Gloria tocaba algo al piano oiacuteala con placer y aun con cierto respeto porque aquel precipitado correr de los dedos sobre las teclas le pareciacutea el colmo de las habilidades humanas Pegaacutebansele al oiacutedo aquellos ritmos y por las mantildeanas cuando bajaba al jardiacuten despueacutes [67] de decir misa en la Abadiacutea o en la capilla si estaba habilitada soliacutea tararear entre dientes alguacuten cantorrio informe Pero su principal gusto consistiacutea en departir con su sobrina sobre cualquier materia sagrada o profana Autorizaacutebala complacientemente para decir cuanto se le antojase le preguntaba mil cosas friacutevolas que de ninguacuten modo podiacutean interesarle y haciacutea comentarios sobre los diversos sucesos que ocurriacutean en Ficoacutebriga pues tambieacuten en Ficoacutebriga habiacutea sucesos

Teniacutea en tanto aprecio a su secretario el doctor Loacutepez Sedentildeo que en ninguna cosa grave poniacutea mano Su Ilustriacutesima sin consultarle por ser Sedentildeo teoacutelogo eminente y gran sabedor de caacutenones pero de alguacuten tiempo acaacute se habiacutea dado el secretario con exceso a los negocios poliacuteticos y leiacutea con afaacuten los perioacutedicos y aun escribiacutea no poco en ellos Si al principio desagradoacute esto a D Aacutengel pronto se fue acostumbrando y acaboacute por alabarlo considerando que los tiempos exigiacutean tomar las armas No faltaron maliciosos que en las antesalas del palacio episcopal de murmuraron de la excesiva preponderancia del doctor Sedentildeo en los consejos de Su Ilustriacutesima y hubo quien por mote llamoacute al leal servidor y amigo le petit Antonelli Pero de estos detalles que quizaacutes fueron malignidades [68] no nos ocuparemos nosotros Otros deciacutean que Sedentildeo era muy soberbio y aspiraba al episcopado de cuando fuese trasladado D Aacutengel como

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se anunciaba a la metropolitana de S y recibiera el capelo Nosotros no sabemos nada de esto y cerramos los oiacutedos a los chismes de cabildo

Soacutelo sabemos que D Aacutengel era amado con delirio por sus diocesanos lo mismo que por sus compatriotas los de Ficoacutebriga que su corazoacuten estaba limpio de ambiciones que si tomaba con calor la perversidad de los tiempos era soacutelo atendiendo a lo espiritual Gran carintildeo teniacutea a Rafael del Horro joven espada de la Iglesia una especie de apoacutestol laico defensor eneacutergico del catolicismo y de los derechos eclesiaacutesticos en el Congreso Sin embargo cuando por el tren le habloacute el ardiente joven del negocio de la eleccioacuten Su Ilustriacutesima le dijo

-Creo que mis paisanos le votaraacuten a usted porque son buenos catoacutelicos y daraacuten fuerza a los defensores de la Iglesia pero no me pida usted que les hable de este negocio Allaacute se las entienda con su amigo D Silvestre que es seguacuten dicen un aacuteguila para esto de elecciones pues las que eacutel ha dirigido dejaron fama en todo el paiacutes [69]

Este fue un punto en que ni el mismo doctor Sedentildeo con ser le petit Antonelli pudo hacer variar la inquebrantable resolucioacuten del sentildeor obispo Tampoco quiso este intervenir en otro asuntillo que traiacutea a Ficoacutebriga Rafael del Horro y lo encomendoacute por entero al cuidado de su hermano D Juan como se veraacute en el capiacutetulo siguiente [70]

- XI -

Un asunto grave

Rafael del Horro viviacutea en la casa del cura y todos los diacuteas bien al almuerzo bien a la comida se personaba en casa de Lantigua llevado del afaacuten de hablar con Gloria Una mantildeana antes de que el aguerrido campeoacuten de Jesucristo pareciese por la casa D Aacutengel que acababa de llegar con Gloria de la Abadiacutea donde habiacutea celebrado dijo a esta

-Tu padre estaacute en el jardiacuten y quiere hablarte ve

Gloria corrioacute al jardiacuten donde estaba don Juan en pie con las manos a la espalda inspeccionando los materiales que habiacutean traiacutedo para componer la capilla Fueron ambos a sentarse en un apartado y umbroso sitio que abrigaban corpulentas magnolias y otros aacuterboles Un sol tibio calentaba el jardiacuten convocando [71] en el espeso verdor de este toda la repuacuteblica de paacutejaros vecinos que entraban y saliacutean por diversas partes jugando y charlando D Juan miroacute con afectuosos ojos a su hija y le habloacute asiacute

-Por lo mucho que te quiero voy a hablarte de un asunto que interesa mucho a tu porvenir y a tu felicidad Si se tratara de una jovenzuela de esas que no poseen el buen juicio y la rectitud que a ti te distinguen seguramente el camino que debiacutea seguirse seriacutea distinto pero tuacute no eres como las demaacutes y yo tomo la senda maacutes breve Creo hija miacutea que ha llegado la ocasioacuten de que te cases

Gloria se quedoacute absorta quiso hablar y no se le ocurrioacute nada digno de ser dicho en tan criacutetica ocasioacuten y ante la majestad imponente de D Juan en quien veiacutea entonces juntas las dos personas de su padre y su tiacuteo

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-Siacute -prosiguioacute Lantigua- Lo que en otra clase de personas es cuestioacuten difiacutecil aquiacute es problema faciliacutesimo y puede resolverse con honra y contento de todos Una joven que no ha entretenido su edad florida en noviazgos indecentes ni con necios amoriacuteos de balcoacuten o de tertulia es el tesoro maacutes preciado de una honesta familia Esa joven eres tuacute Tu caraacutecter bondadoso doacutecil tu educacioacuten cristiana y haacutebitos [72] humildes tus pensamientos que si alguna vez han sido soberbios despueacutes se han sometido al yugo de la autoridad me mueven a hablarte de este modo seguro de que tus ideas se acordaraacuten con las miacuteas y tu sentir con mi sentir

Gloria quiso de nuevo hablar algo aunque fuera para dar su asentimiento pero nada de lo que vino a su mente le parecioacute digno de la gravedad del caso por cuya razoacuten creyoacute prudente callarse

-iexclQueacute seria te has puesto -dijo el padre- y tambieacuten paacutelida Asiacute me gusta Una muchacha casquivana y ligera habriacutea sonreiacutedo y soltado por la boca mil torpes o fuacutetiles palabras pero tuacute comprendes que el asunto del que trato es grave es una piadosa unioacuten por toda la vida un Sacramento instituido por Dios el paso maacutes difiacutecil y maacutes delicado de la existencia y soacutelo la idea de avanzar el pie para darlo debe sumergir el aacutenimo de la mujer cristiana en hondas meditaciones

Despueacutes de sonreiacuter prosiguioacute asiacute

-Sin duda sospechas quieacuten es el hombre a quien tengo por el maacutes a propoacutesito para ser tu esposo Hay un joven cuyo caraacutecter talentos no comunes y costumbres cristianas son una excepcioacuten entre todos los demaacutes joacutevenes de su [73] clase y de su edad como lo eres tuacute entre las nintildeas de estos tiempos Ese joven iquestnecesito nombrarlo es D Rafael del Horro En verdad que si ese mozo no descollase por sus virtudes tanto como por su talento se habriacutea dirigido a ti y te habriacutea mareado la cabeza con boberiacuteas de novela contrarias a la moral cristiana y que aun cuando los fines sean buenos dejan siempre germen de vicio y concupiscencia en el alma Cuerdo sensato honesto respetuoso contigo y con nosotros se ha abstenido de demostraciones apasionadas En Madrid y aquiacute mismo me ha confiado que siente hacia ti una aficioacuten puriacutesima y santa y que se consideraraacute feliz si le das el nombre de esposo

Gloria maacutes incapaz entonces que nunca de pronunciar una palabra trazaba con la punta de la sombrilla rayas horizontales sobre el piso de arena

-Si fuese preciso enumerarte los meacuteritos de D Rafael hija miacutea -dijo D Juan- te diriacutea que entre todas las personas que conozco no hay ninguna que maacutes me cautive por la valentiacutea de sus convicciones por el entusiasmo con que ha consagrado su juventud a la defensa de una causa perseguida por los malos por su honradez y laboriosidad y formalidad prendas todas que no suelen ser adorno de los joacutevenes [74] sino de hombres sesudos y maduros ya templados y hechos a la vida por el trabajar de los antildeos

Gloria despueacutes de que trazoacute sobre la arena regular nuacutemero de liacuteneas horizontales paralelas empezoacute a trazar otras verticales que formaban enrejado con las primeras

-En este uacuteltimo periacuteodo Rafael ha conquistado la admiracioacuten y la gratitud de todos los que vivimos perseguidos Su talento y su valor para luchar solo contra los energuacutemenos y los perseguidores de la Iglesia me han recordado al gran Judas Macabeo soacutelo que aquel trabajaba con la espada y este con la lengua y la pluma iexclQueacute admirables triunfos le debe la Iglesia en sus relaciones temporales iexclqueacute gratitud eterna

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le deben los pobres eclesiaacutesticos perseguidos que no pueden ir a defenderse a los antros de herejiacutea ni subir a la caacutetedra de las blasfemias Pero como la verdad necesita oacuterganos en todas las esferas en la de estas mundanales luchas tiene la Iglesia buen nuacutemero de piadosos seglares que la defienden la amparan y son un valladar constante contra las amenazas de los impiacuteos

-iexclUna caterva de piacutecaros -dijo Gloria que encontrando al fin coyuntura a propoacutesito para decir algo no quiso dejarla pasar [75]

-Tal vez en su conciencia no sean tan malos como dicen -indicoacute D Juan- pero ello es que Rafael les ha tratado bien iexclPobre joven Cuando me reveloacute respetuosamente por supuesto la casta aficioacuten que le has inspirado sentiacute mucho gozo laquoPuesto que mi hija no ha de ser monja dije ya le encontramos el compantildeero de su vidaraquo No he querido contestarle nada hasta saber lo que piensas acerca de esto

Gloria empezoacute a trazar rayas diagonales en el enrejado

-Mis ideas en esto son hija que al matrimonio debe preceder una eleccioacuten libre del corazoacuten previo el consejo de las personas mayores Pero si admito el consejo y a veces la oposicioacuten a inconvenientes afectos de las nintildeas rechazo la violencia y la imposicioacuten para realizar el gusto a veces equivocado de los padres Esto suele ser causa de matrimonios desgraciados y pecadores Si a pesar de las prendas rariacutesimas de Rafael no sientes inclinacioacuten a darle tu mano nada de hipocresiacuteas nada de violencias Si le has tratado poco y te es indiferente como creo un trato conveniente y decoroso te revelaraacute los tesoros de su corazoacuten bueno y recto No confundas las arrebatadoras vehemencias de un diacutea con el afecto tranquilo [76] y que ha de durar toda la vida reflejo del amor puro y reposado que tenemos a Dios

Gloria se ocupoacute en trazar en los cuatro costados del enrejado unos picos a manera de fleco Despueacutes alzoacute los ojos de su complicada obra geomeacutetrica y fijaacutendolos en su padre dijo con timidez

-Bien papaacute yo hareacute siempre lo que usted me mande

-Si yo no te mando nada -dijo Lantigua con viveza- Veo que no estaacutes dispuesta a dar una contestacioacuten terminante y categoacuterica Eso es prueba de sensatez Estas cosas deben pensarse

-iexclEso es pensarse -exclamoacute Gloria asieacutendose a la idea del pensar como el naacuteufrago a una tabla

-Bien -dijo D Juan levantaacutendose- Toacutemate todo el tiempo que quieras y piensa hija miacutea Tienes entendimiento y corazoacuten y piedad y fe cristiana suficientes para resolver esto convenientemente iquestQuedamos en eso

-Quedamos

-Pero deseariacutea que tu contestacioacuten no se retardase mucho

-Contestareacute pronto -dijo Gloria

-Te doy tres diacuteas vamos cuatro Esto me prueba como he dicho antes que no ha habido [77] noviazgo iquestRafael te ha hablado de esto

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-Un poco pero asiacute como broma Yo siempre lo tomeacute como broma

-Ya ves que es muy serio Con que hijita prepaacuterate a responderme Mediacutetalo bien Ni tu consentimiento ni tu negativa disminuiraacuten el carintildeo que tu padre te tiene Vaya adioacutes Me voy a trabajar Te encargo como siempre que cuides de que no me hagan ruido

-Descuide usted papaacute

D Juan de Lantigua se metioacute en su cuarto y como el buzo se arroja al mar eacutel se sumergioacute en el oceacuteano de sus libros Hasta la hora de comer no debiacutea tenerse noticia de su existencia [78]

- XII -

El otro

Lo propuesto por D Juan dejoacute a Gloria en la mayor confusioacuten Aquel asunto realmente grave no podiacutea presentarse a su espiacuteritu sin ocuparlo al punto vivamente Durante largo rato su meditacioacuten fue tan profunda que el tiempo transcurriacutea sin que ella lo advirtiese Al fin dando un suspiro y alzando la cabeza como que volvioacute en su acuerdo Advirtioacute gran soledad en el jardiacuten bastante caldeado por el sol que a mucha altura estaba ya Cerradas todas las persianas de la casa ninguacuten ruido veniacutea de ella hasta los paacutejaros se habiacutean callado y soacutelo dos o tres cuchicheaban alguacuten secreto o refunfuntildeaban alguna disputa en las uacuteltimas ramas de los plaacutetanos

Gloria se levantoacute pues el ardiente vibrar de sus nervios la impulsaba a pensar marchando [79]

Complacida del silencio y soledad en que estaba dejose ir hacia un escondido y ameno bosquecillo Al ver el apresuramiento de su marcha y el afaacuten con que marchando hacia el oscuro sitio miroacute a sus espesuras cualquiera habriacutea creiacutedo que alliacute la aguardaba alguna persona pero no habiacutea nadie El bosquecillo estaba enteramente solo Despueacutes acercose a la verja y por entre los huecos que dejaba a trechos el follaje de la madreselva miroacute hacia el camino con los ojos fijos y el semblante paacutelido sus grandes pestantildeas aleteaban como mariposas negras jugando en la luz iexclAh Cualquiera que en tal actitud la hubiese visto y observase con cuaacutento intereacutes exploraban sus ojos el camino ya en direccioacuten a la playa ya en direccioacuten a las montantildeas habriacutea creiacutedo que esperaba a alguno Sin embargo podemos jurarlo y lo juramos por alliacute no pasaba ni habiacutea pasado jamaacutes nadie que interesase a su corazoacuten

Luego subioacute a su cuarto y se puso a trabajar en una obra de aguja Seguiacutea meditando pero los sonidos maacutes insignificantes la haciacutean volver suacutebitamente la cabeza A veces el caer de una hoja las pisadas del jardinero sobre la arena el ruido de las huecas regaderas de latoacuten al ser puestas vaciacuteas en el suelo el surtidor [80] que caiacutea en la pila llena de agua con pececillos encarnados el arrullo de las palomas en lo alto del granero de la casa vieja el silbar lejano de un vapor zarpando de la riacutea impresionaban su oiacutedo tan eneacutergicamente cual si voces amadas la llamaran y la nombraran en distintos puntos del espacio infinito Y sin embargo seraacute preciso repetirlo nadie la llamaba desde el jardiacuten ni desde los altos aires vaciacuteos ni desde los mares profundos como no fuera una

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voz soacutelo por ella oiacuteda Su corazoacuten latiacutea con fuerza y vivo compaacutes Sobre eacutel se sentiacutean pasos

Intentaremos describir la situacioacuten de espiacuteritu de la sentildeorita de Lantigua La razoacuten no le deciacutea nada en contra del proyecto de su padre y reconociacutea faacutecilmente en Rafael todas las cualidades de un joven maduro de un caraacutecter honrado y bondadoso de un atleta del catolicismo de un trabajador incansable de un apoacutestol seglar Reconociendo esto ella haciacutea esfuerzos para despertar en su pecho inclinacioacuten vehemente hacia aquel joven pero aquiacute empezaba la dificultad porque se interponiacutea siempre entre ella y eacutel una sombra intrusa que veniacutea no sabemos de doacutende

Esto debiera conducirnos a la afirmacioacuten categoacuterica de que la sentildeorita de Lantigua habiacutea encontrado ya el elegido de su corazoacuten [81] pero una serie de indagaciones concienzudas con la cooperacioacuten de las personas maacutes curiosas de Ficoacutebriga demuestran lo contrario Teresita la Monja esposa de D Juan Amarillo en cuya casa hay un ventanuco desde el cual se atisban con buen ojo el jardiacuten y los patios y corredores de la casa de Lantigua asegura que si Gloria tuviese alguacuten novio del tamantildeo de una lenteja o recibiese cartas o hablase por el balcoacuten a ella no se le hubiere escapado Lo mismo dicen las dos hijas de D Bartolomeacute Barrabaacutes ambas muy instruidas en todas las historias del pueblo amigas iacutentimas de Francisca Pedrezuela criada principal de nuestros heacuteroes

Y sin embargo el otro existiacutea iquestDoacutende iquestQuieacuten era

La sentildeorita de Lantigua bajoacute maacutes tarde sola al jardiacuten despueacutes de la comida Entonces sin mover los labios hablaba Oigaacutemosla

-Es una locura -deciacutea- esto que tengo es una locura pensar en lo que no existe y desvanecerme y afanarme por una persona imaginaria Fuera fuera tonteriacuteas ilusiones vagas diaacutelogos mudos Aquiacute hay algo de enfermedad sin duda y mi cabeza no puede estar buena Vivo en gran error suentildeo lo imposible lo que no existe ni puede existir sobre la tierra iquestEn queacute consiste pues que entre todos [82] los hombres que he visto y oiacutedo y conocido ninguno se parece a este Si mi padre y mi tiacuteo le conocieran no hariacutean tantos elogios de Rafael

iquestlaquoPero coacutemo le ha de conocer si no existe si no estaacute en ninguna parte si no tiene cuerpo ni vida ni realidad iexclLoca mil veces loca soy Deacutejame tuacute y no vuelvas maacutes Calla tuacute y no digas una palabra maacutes pues no te escucho Eres una mentira menos que una sombra menos que un fantasma menos que un rayo de sol eres un pensamiento nada maacutes No soacutelo no existes sino que no puedes existir porque seriacuteas la perfeccioacuten Sal pues del jardiacuten y no vuelvas maacutes ni me hables ni me llames en el silencio de la noche ni pases haciendo sonar con tus pisadas las hojas arrugadas y secas del otontildeo Adioacutes tuacute has sido conmigo corteacutes fino generoso delicado leal apasionado sin impureza y carintildeoso con un respeto sagrado hacia miacute pero te despido porque mi padre me manda que quiera a ese D Rafael buena persona excelente sujeto apreciable joven como eacutel dice Sin duda no puede haberlos mejores sobre la tierra y el creer en ti el pensar en ti es un disparate como alzar la mano para coger una estrella

raquoCada cosa en su lugar El cielo tiene estrellas [83] y soles la tierra hombres y gusanos Vivimos abajo y no arriba Mi padre me ha dicho varias veces que si no corto las alas al pensamiento voy a ser muy desgraciada Vengan pues las tijeras O se tiene voluntad o no se tiene o se vive en la realidad o en el suentildeo Sentildeor y padre querido

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tienes razoacuten en llevarme por este camino guiada por tan fiel mano entrareacute gozosa en eacutel y me casareacute con tu soldado de Cristoraquo

Luego siguioacute pensando que era necedad propia de colegialas castigadas a pan y agua por no saber la leccioacuten el divagar a solas con el entendimiento fijo en imaginarios galanes el representarse escenas platoacutenicas y apasionadas entrevistas y mil otras aventuras dramaacuteticas embellecidas al mismo tiempo por la fantasiacutea y la inocencia Afirmoacute ademaacutes que tales desvariacuteos eran indignos de una persona de soacutelidas calidades y principios como ella y aunque su conciencia diaacutefana clara y limpia como los cielos no le mostraba la nube de ninguna impureza juzgoacute que en aquel perpetuo y descarriado imaginar suyo habiacutea no poco de pecado o al menos de germen pecaminoso

Despueacutes se rioacute un poco de siacute misma y dejando ir el pensamiento hacia su padre encontroacute en eacutel tanta bondad tanta previsioacuten tal [84] rectitud de miras que sintioacute aumentarse la admiracioacuten y el carintildeo que hacia eacutel sentiacutea Por la concatenacioacuten natural de las ideas su pensamiento despueacutes de revolotear locamente fue a posarse sobre la persona de Rafael

-iexclQueacute excelente joven es ese D Rafael -dijo marchando hacia la casa- He sido una tonta en no comprender antes su meacuterito Se le tomariacutea por un viejo y luego ese talentazo que le ha dado Dios Ahiacute es nada traer marcados a los piacutecaros revolucionarios y herejes y volverles tarumba con sus discursos y despedazarles con sus artiacuteculos iexcly queacute discursazos Bien me acuerdo de aquel que deciacutea laquoiexclEstaacuteis conculcando todas las leyes divinas y humanas estaacuteis insultando a Diosraquo Luego es piadoso es religioso no tiene la despreocupacioacuten infame de los muchachos del diacutea iexclAy alliacute viene huyamos

Y azorada huyoacute por un lado mientras el modelo de joacutevenes entraba por otro [85]

- XIII -

Llueve

Aquellos pensamientos duraron poco en la mente de Gloria Como mudan las corrientes en la esfera del mundo volvieacutendose del Norte al Sur asiacute las ideas de ella marcharon con rumbo distinto y dijo

-No yo no puedo querer a ese hombre Hay en eacutel algo que me repugna sin poderme explicar lo que es

Aquella tarde que era la del 23 de Junio viacutespera de San Juan fueron todos a la Abadiacutea D Aacutengel la recorrioacute toda para ver las composturas hechas en algunos altares los nuevos vestidos con que habiacutea sido obsequiada una imagen de la Virgen y los ornamentos de plata Meneses recieacuten comprados por suscripcioacuten entre los fieles de Ficoacutebriga Examinolo bien el obispo y sobre cada pieza dio su dictamen con mucho [86] acierto Despueacutes de orar un rato salieron para dar un paseo En el atrio Su Ilustriacutesima dijo

-Daremos un paseo por la playa si les parece a ustedes

D Juan el doctor Sedentildeo Rafael y el cura accedieron muy gustosos

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-Veremos llegar la barquiacutea -dijo el cura poniendo la mano a guisa de pantalla ante los ojos para mirar al mar- Hoy vendraacute buena sardina Hola hola estaacute picada la mar

-iquestTendremos temporal -preguntoacute don Aacutengel

El cura miroacute al cielo y al horizonte Pareciacutea que olfateaba las viacuteas aeacutereas inquiriendo el rastro de las tempestades

-Tendremos temporal esta tarde -afirmoacute echaacutendose atraacutes el manteo prenda para eacutel de grandiacutesimo estorbo pero que no podiacutea menos de usar mientras acompantildease al prelado

-Hombre de Dios -dijo este con festivo disgusto- iquestse empentildearaacute usted en aguarnos el paseo

-D Silvestre -manifestoacute el padre de Gloria- se deja atraacutes a los mejores baroacutemetros conocidos

Romero extendioacute la mano hacia el Noroeste [87] sentildealando un cerro aplanado cuya falda tocaba el mar y que teniacutea por nombre la Cotera de Fronilde

-Infalible -dijo- Hay celaje alliacute y no puede fallar la sentencia que dice Fronilde nublada Ficoacutebriga mojada

-Pues pica el sol -indicoacute el obispo

-Otra sentildeal de proacutexima lluvia Ilustriacutesimo Sentildeor

-En fin iquestbajamos o no a la playa

-iquestQuieacuten dijo miedo iquestVienes tuacute Gloria

Esta durante las observaciones meteoroloacutegicas se habiacutea visto precisada a contestar a varias preguntas del joven del Horro y a oiacuter estudiadas frases que bajo frivolidad aparente escondiacutean la intencioacuten amorosa

-iquestVienes Gloria-repitioacute D Juan

-No- dijo ella vivamente- tengo que rezar y me vuelvo adentro

El semblante de Rafael se nubloacute como la Cotera de Fronilde

-Se le exime a usted de la obligacioacuten por esta tarde -dijo afablemente y con cierto tonillo de galanteriacutea Sedentildeo

-No no que rece que rece -dijo D Aacutengel- Sr D Rafael deme usted el brazo

Gloria volvioacute a entrar en la Abadiacutea y los demaacutes emprendieron su paseo por una vereda [88] pedregosa que empezaba detraacutes de la iglesia y terminaba en la playa Delante iba D Aacutengel apoyado en el joven orador y periodista imagen de la Iglesia sostenida por la entusiasta juventud batalladora Desde aquella ruacutestica bajada se veiacutea el mar en extensioacuten considerable Dos o tres lanchas corriacutean tendiendo las blancas alas hacia la barra y allaacute lejos muy lejos en el punto en que se confundiacutean cielo y tierra una mancha negra ensuciaba el azul del firmamento

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-Un vapor -dijo Su Ilustriacutesima

-Pasa de largo -indicoacute Romero

En el mismo instante el sol dejoacute de iluminar al grupo de paseantes

-Parece que el sentildeor paacuterroco se va a salir con la suya -dijo D Aacutengel- Nos quedamos sin sol aunque maacutes allaacute sigue descubierto Esto pasaraacute

-Tenemos agua -manifestoacute el baroacutemetro

D Aacutengel miroacute al cielo y al mirar le cayoacute una gota de agua en la punta de la nariz

D Juan extendioacute la mano y dijo

-Caen gotas

-Ya que estamos aquiacute -indicoacute D Aacutengel alargando tambieacuten la mano- maacutes vale que sigamos y demos la vuelta por el Resguardo [89] para salir a casa Casi se tarda lo mismo

-Pues adelante -dijo D Silvestre abriendo su paraguas rojo y daacutendolo a Rafael para que cubriese al sentildeor obispo

D Juan abrioacute tambieacuten el suyo Las gotas menudeaban De pronto una racha de Noroeste soploacute con fuerza levantando remolinos de polvo pues la tierra apenas se habiacutea mojado y azotando con violencia suma a los paseantes obligoles a detenerse un momento Las ropas talares del obispo del cura y del secretario se arremolinaron silbando en torno de los cuerpos como si el viento quisiera arrancaacuterselas para poneacuterselas eacutel

-iexclDios miacuteo iquestqueacute es esto -exclamoacute don Aacutengel

En poco tiempo la nube parda se extendioacute por todo el cielo cubrieacutendolo Los viejos aacutelamos de tronco leproso y de sonoras hojas se encorvaban gimiendo y sacudiacutean sus ramas con movimientos de desesperacioacuten El viento despueacutes de pasar rozando los tejados y arrancando tras siacute todas las tejas que no estaban seguras caiacutea con furia loca sobre el mar y embistiendo las olas las ahuecaba silbando en los coacutencavos cilindros de ellas y esparciendo su espuma Habiacutea desaparecido el horizonte y cielo y tierra eran una inmensidad blanquecina [90] toda agua toda bruma De repente veloz culebra de fuego violaacuteceo cruzoacute el espacio vibrando fugazmente en eacutel como vibra el pensamiento dentro del cerebro y despueacutes sonoacute allaacute arriba hondo estreacutepito de mil montantildeas que pareciacutean rodar chocando unas con otras

La lluvia empezoacute a caer fuerte punzante espesa torrencial Calado en un instante hasta los huesos D Aacutengel se volvioacute a sus amigos y con voz dolorida y semblante de compasioacuten profunda exclamoacute

-iexclPobres marinos pobres navegantes [91]

- XIV -

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El otro estaacute cerca

Gloria penetroacute en la iglesia gozosa de encontrarse sola y en sitio a propoacutesito para soltar el freno a su imaginacioacuten En el sagrado recinto no habiacutea ya sino cinco o seis personas entre ellas Teresita la Monja que era la uacuteltima que saliacutea y dos marinos ancianos que iban todas las tardes

Gloria se dirigioacute a la capilla de su familia y sentose en un rincoacuten de ella mirando al altar Aquella tranquila atmoacutesfera del templo aquella media luz aquel silencio eran como un espejo donde el alma posaba blandamente sus ojos y se veiacutea Buena ocasioacuten tambieacuten para rezar que es como si dijeacuteramos para mirar a Dios cara a cara y subir hasta eacutel con el pensamiento dejando acaacute todo lo que puede dejarse Asiacute lo pensoacute Gloria [92]

En la iglesia de Ficoacutebriga hay sillas muy bajas y de alto respaldo que sirven de reclinatorio Gloria tomoacute una de las de su casa y arrodillaacutendose en ella apoyoacute su frente en el respaldo sostenieacutendola con ambas manos Un momento despueacutes pensaba asiacute

-iquestQue no pueda yo arrojar esto de miacute iquestEn queacute consiste Sentildeor que lo que no es nada lo que no existe lo que no puede existir ocupa mi pensamiento noche y diacutea para mortificarme para condenarme tal vez Rezareacute rezareacute con toda mi alma

Empezoacute a rezar con la boca Pero su pensamiento no iba donde la tiraacutenica voluntad le mandaba y asiacute como la bruacutejula mira siempre al Norte eacutel miraba constantemente a su idea No habiacutea fuerza humana que le apartase de aquella direccioacuten

-Esto es locura locura -dijo Gloria alzando la cabeza

Volvioacute a cerrar los ojos y a hundir la frente y una voz deciacutea dentro de su cerebro

-iexclYa voy ya estoy cerca ya te toco

La sentildeorita de Lantigua experimentoacute una sensacioacuten de anhelo o expectativa que la llenaba de indecibles congojas Sentiacutea su corazoacuten ensancharse y contraerse Allaacute dentro en lo iacutentimo de su ser habiacutea una especie de anuncio [93] recoacutendito que no teniacutea explicacioacuten faacutecil El alma sentiacutea pasos que es como decir que su misteriosa facultad de adivinacioacuten anunciaba la proximidad de algo profundamente interesante para ella Era un resplandor que en la dulce oscuridad del ser iba poco a poco despuntando como una aurora y que anunciaba otra luz mayor

Dentro de Gloria misteriosos sones murmuraban -laquoiexclOh alma pronto en ti seraacute de diacutearaquo

De repente alzoacute los ojos y tuvo miedo Miroacute a las boacutevedas del templo y violas oscuras a pesar de ser las cinco de la tarde La arquitectura de la vetusta iglesia obra romaacutenica del duodeacutecimo siglo estaba toda cubierta profanamente por una capa de yeso bajo la cual las emblemaacuteticas figurillas de los capiteles y de las archivoltas apenas teniacutean forma Pareciacutean tiritar de friacuteo arrebujadas en gruesos mantos blancos Muchos arcos ojivos o peraltados habiacutean perdido con el paso de tantos y tan pesados antildeos su original curva y estaban desfigurados muchas ventanas desquiciadas haciacutean muecas muchas columnas habiacutean dejado de ser verticales paredes habiacutea que se inclinaban con ceremoniosa reverencia El conjunto esteacutetico de tal faacutebrica era triste

Gloria sobrecogida por secreto espanto [94] se levantoacute En el mismo instante un fragor horriacutesono retumboacute allaacute arriba sobre el tejado y la Abadiacutea gimioacute en los atleacuteticos

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brazos del suelo Por las abiertas ojivas entraron raacutefagas violentas que recorrieron las boacutevedas cantando con atronadores bramidos y dieron vuelta a toda la iglesia rozando los bancos difundiendo el polvo de los altares agitando los pomposos vestidos de las imaacutegenes Derribaron una laacutempara que rompioacute al caer la urna o sepulcro de cristal en que estaba el Sentildeor difunto Azotaron con un ramo de flores de trapo el rostro de San Joseacute y le arrancaron la espada de la mano a San Miguel arrojaacutendola dentro de un confesonario Dieron vueltas alrededor del oacutergano haciendo murmurar a los tubos y volvieron las hojas del libro de coro como si febril mano de un lector invisible las repasara Besaron la frente de Gloria y escaparon despueacutes por las puertas cerraacutendolas con golpe tan violento que estas perdieron la mitad de sus podridas tablas

La sentildeorita de Lantigua tuvo miedo vio la iglesia casi completamente a oscuras y sin alma viviente Al salir de su capilla creyoacute sentir pasos corrioacute y alguien corriacutea tras ella Indudablemente oiacutea pisadas y una voz diciendo -laquoEspera [95] soy yo soy yo que he llegadoraquo

Su terror aumentoacute y con su terror el afaacuten de huir Pasaba de una capilla a otra Casi estuvo a punto de pedir auxilio Creyoacute ver los altares corriendo tambieacuten y oiacuter a los santos gritar iexclsocorro Detuacutevose al fin tratoacute de serenarse mirando hacia atraacutes y a todos lados con observacioacuten atrevida que disipase las absurdas aprensiones Pero no pudo tranquilizarse por completo y su corazoacuten se contraiacutea recogieacutendose como la sensitiva cuando la tocan Gloria se sentiacutea tocada por una mano invisible

-iexclQueacute nerviosa estoy -dijo tratando de sacudir el miedo

Entonces sintioacute una alegre voz de muchacho y vio que por la sacristiacutea aparecioacute corriendo uno de los hijos del sacristaacuten

-Sildo Sildo -gritoacute Gloria- ven acaacute

-iexclAh La sentildeorita Gloria -dijo el muchacho acudiendo a ella

-Ven acaacute dame la mano

-Voy a cerrar las puertas porque se ha metido un aire que ya ya iquestQuiere usted salir

-No parece que llueve mucho Esperareacute en la sacristiacutea

Poco despueacutes Sildo la guiaba a la sacristiacutea [96]

- XV -

Va a llegar

-iquestEstaacute tu padre

-Siacute sentildeorita Estaacute poniendo una tabla al atauacuted de los pobres

Pasoacute Gloria a la sacristiacutea que era loacutebrega y huacutemeda y de alliacute a un patiecillo estrecho cubierto de yerba Del patio pasoacute a una habitacioacuten destartalada que teniacutea el techo en

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tres planos distintos y en las paredes un resto de arco bizantino destrozado y cubierto de yeso vivienda construida sobre las ruinas del palacio abacial y que serviacutea de asilo al sacristaacuten de la parroquia Dicha pieza estaba llena de objetos distintos en revuelto montoacuten Era aquello almaceacuten carpinteriacutea taller y dormitorio de Caifaacutes y sus hijos Blandones de madera plateada y horriblemente manchados con gotas de amarilla cera apareciacutean patas arriba junto al [97] tuacutemulo negro que serviacutea para los funerales Un San Pedro sin manos y por consiguiente sin llaves mostraba su calva cabeza coronada con el nimbo de oro por encima de un rimero de astillas y tablas rotas Lienzos pintados como telones de teatro o maacutes bien como pedazos de monumento de Semana Santa estaban clavados verticalmente para servir de biombo o abrigo a la cama en que dormiacutean los tres hijos de Caifaacutes y la armazoacuten de una vieja manga-cruz sin forro teniacutea dentro ollas rotas vasos desportillados una calavera de palo y un libro de palo tambieacuten atributos estos dos objetos de alguna imagen de anacoreta Ninguna silla ni otro mueble destinado a sentarse habiacutea alliacute como no sirviese para esto un banco de carpintero Cuando Gloria entroacute Caifaacutes martillaba en las negras tablas del atauacuted de pobres echaacutendole una pieza en el fondo A cada golpe el horrible cajoacuten puesto boca abajo despediacutea un quejido

-iexclQueacute espantoso temporal -dijo Gloria entrando en el taller de Caifaacutes

-Sentildeorita Gloria -dijo el sacristaacuten riendo carintildeosamente- iexclcoacutemo la ha cogido el agua en la iglesia Mandareacute a casa del cura por un paraguas

-No esperareacute a que pase el agua De casa [98] vendraacuten por miacute -dijo Gloria buscando con los ojos un sitio donde sentarse

-iexclAy nintildea de mi corazoacuten Esto es una Babel No hay sillas para sentarse las personas decentes Pero acomoacutedese usted en esta tarima de la Virgen A bien que no estaacute mal en ella quien podriacutea ser puesta en los altares sin que Dios se enfadase por ello

Gloria se sentoacute Caifaacutes dando el uacuteltimo martillazo dio por terminada su obra y dijo

-Vamos ya estaacute concluido Ahora no les entraraacute aire a los pobrecitos que van a la tierra La caja estaba desfondada y anteayer cuando llevaron al cementerio el cuerpo del tiacuteo Fulastre se le salioacute fuera un brazo por la tabla rota Como el brazo saliera al pasar por frente a la casa de D Juan Amarillo y se moviacutea a modo de insulto la gente dijo que el tiacuteo Fulastre aplazaba a D Juan Amarillo para el diacutea del juicio

Gloria no estaba serena El desorden de aquella estancia y la vista de la triste caja no eran espectaacuteculo propio para volver el sosiego a un espiacuteritu tan acongojado como el suyo

-iexclQueacute terrible tempestad -dijo mirando el torvo cielo que por la ventana se veiacutea- iexclCuaacutentos barquitos habraacuten perecido hoy

-El Sentildeor no manda maacutes que calamidades [99] -dijo Caifaacutes dando un suspiro- No seacute coacutemo hay quien quiera vivir iexclBonito oficio es este de la vida Verdad es que como no nos lo dieron a escoger

-Ten paciencia -le dijo Gloria- que otros hay maacutes desgraciados que tuacute

Caifaacutes que estaba en el suelo elevoacute sus ojos hacia la hermosa doncella sentada en la tarima No era posible mayor semejanza con los cuadros en que el arte ha puesto una

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figura mundana orando de rodillas al pie de la Virgen Mariacutea Soacutelo los trajes podiacutean quitar la ilusioacuten Entre los ojos de topo la faz angulosa el estevado cuerpo la color amarilla de Joseacute Mundideo (a quien todos en Ficoacutebriga conociacutean por el mote de Caifaacutes) y la seductora hermosura de Gloria habiacutea tanta distancia como de la miseria del mundo a la majestad de los cielos El sacristaacuten infloacute el pecho para echar fuera un suspiro tan grande como la Abadiacutea y acurrucaacutendose en el suelo dijo

-iexclPaciencia yo Pues queacute iquestqueda todaviacutea algo de paciencia en el mundo Creiacute que yo la habiacutea cogido para miacute toda En verdad que si no fuera por las almas caritativas como la sentildeorita Gloria iquestqueacute seriacutea de miacute y de mis pobres hijos

Los tres hijos de Mundideo pareciacutean confirmar [100] esta aseveracioacuten del padre contemplando a la sentildeorita Lantigua con miradas fervorosas Eran dos varones y una hembra pequentildeuela Esta poseiacuteda de profunda admiracioacuten hacia la sentildeorita se acercaba tiacutemidamente y con sus deditos sucios como hojas de rosa que han caiacutedo en el fango tocaba los guantes de Gloria y los bordes de su sobrefalda y hubiera tocado algo maacutes si el respeto no la contuviera El mayor Sildo limpiaba el polvo de la tarima y de todo cuanto a Gloria rodeaba mientras el segundo Paco cuidaba de poner en el mayor orden los hilos de la borla del quitasol que estaban cada uno por su lado

Gloria sacoacute su porta-monedas y dijo a Caifaacutes

-Esta semana no te he dado nada Toma

-iexclBendita sea la mano de Dios -exclamoacute Joseacute tomando seis moneditas de plata- Ya veis hijos coacutemo Dios no nos abandona iexclAh sentildeor cura sentildeor cura no todos tienen corazoacuten de hierro como usted

-iquestQueacute dices del cura

-Sentildeorita Gloria- repuso Caifaacutes enjugando una laacutegrima con la manga de la camisa- sentildeorita Gloria desde el primero de mes ya no comereacute amargo pan de la parroquia El sentildeor cura me despide [101]

-iquestTe despide

-Siacute dice que por mis escaacutendalos porque tengo deudas y no las puedo pagar porque soy un tramposo un miserable un desdichado Y tiene razoacuten Yo no debo estar maacutes en estos lugares sacratiacutesimos Yo soy un tramposo yo estoy comido de deudas yo tengo empentildeada hasta la camisa en casa de la Caacutercaba y debo a D Juan Amarillo maacutes de lo que peso Yo ireacute pronto a la caacutercel y despueacutes a presidio y despueacutes a la horca que es lo que merezco

-Por Dios Joseacute me estaacutes asustando -dijo Gloria acariciando a los chicos que se habiacutean echado a llorar viendo llorar al padre- Si es verdad lo que dices eres un hombre de muy mala conducta

-Yo no soy maacutes que Caifaacutes el estuacutepido Caifaacutes el feo Caifaacutes el idiota como me llaman en Ficoacutebriga y Caifaacutes el desgraciado como me llamo yo

-Francisca me dijo que el domingo estabas borracho en el prado de la Pesqueruela

-iexclOh siacute sentildeorita Gloria es verdad Me emborracheacute iquestcoacutemo lo direacute Estuve dudando si echarme al mar o emborracharme para dormir algunas horas para olvidarme

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de que soy Caifas el horrible El vino alegra o adormece [102] iexclSuentildeo y alegriacutea iexclQueacute cosas tan divinas para quien no las conoce nunca

-No no vengas con disculpas -dijo Gloria en tono de amable amonestacioacuten- Tuacute no eres bueno yo no creo que seas tan malo como dicen pero ello es que tuacute no eres bueno Verdad es que estaacutes mal casado y que tu mujer es capaz de hacer pecar a un santo

-iexclOh Dios miacuteo oh Virgen miacutea oh sentildeorita Gloria -exclamoacute Caifaacutes demostrando en lo lastimero de su tono que la herida de su corazoacuten habiacutea sido tocada- iquestCoacutemo ha de haber virtud al lado de esa mujer iexclSi usted la viera cuando entra aquiacute de noche con el carpancho tan sucio como su cara y su cara tan dura como el carpancho pintada toda con la almagre del mineral que no parece sino que la han echado de sus cavernas los infiernos Como en el embarcadero beben que es un primor siempre viene alegre me pega me quita el dinero azota a los chicos da gritos y echa unos cantorrios que escandalizan la casa del sentildeor cura y a todos los vecinos Ella sentildeorita Gloria es la causa de que yo tenga mi casa por los suelos de que todas mis ropas y alhajas y colchones hayan ido a parar a casa de la Caacutercaba de que jamaacutes tenga un real de que esteacute a punto de ser llevado a juicio por D Juan Amarillo y echado [103] de la sacristiacutea por el sentildeor cura iexclEsta es mi situacioacuten esta es la situacioacuten de Caifaacutes el dejado de la mano de Dios iexclDe Caifaacutes el que se iraacute al infierno por culpas ajenas

-Tuacute eres un idiota -dijo Gloria con enfado- iquestpor queacute te dejas dominar por esa harpiacutea

-Yo no me dejo dominar por ella Anoche rentildeimos y le pegueacute Pero aunque quiera yo no puedo salir del infierno en que me he metido Como no puedo pagar mis trampas me echan de la sacristiacutea y como me quedo sin pan pedireacute limosna ireacute a la caacutercel No sentildeorita Gloria yo creo que Caifaacutes el feo no puede vivir mucho tiempo maacutes Me dan unas ganas de echarme al mar iexclQueacute bien se debe de estar alliacute en el fondo en el fondo

-iexclInfeliz -exclamoacute Gloria conmovida- Ya se te ampararaacute No desconfiacutees de Dios Joseacute no pienses en el suicidio que es el mayor de los pecados ten confianza en Dios

-Cuando usted me dice que tenga confianza casi la tengo cuando la veo a usted parece que me sale de dentro una cosa me siento maacutes fuerte contra la desgracia Dios debe de ser muy poderoso cuando la ha hecho a usted sentildeorita Gloria Mi vida es negra y oscura como este atauacuted Usted pasa me mira y [104] parece que de esta caja salen flores Siacute sentildeorita miacutea delante de usted yo soy otro Adoro a la doncella celestial que me ha socorrido tantas tantiacutesimas veces a la que me sacoacute de la enfermedad que tuve el antildeo pasado a la que no ha permitido que mis hijos esteacuten desnudos a la que se ha dignado consolarme honrando mi humilde morada a la uacutenica persona que me ha dicho laquoCaifaacutes tuacute no eres tan malo como dicen Confiacutea en Dios y esperaraquo

-Eres tonto -dijo Gloria- iquestEso queacute significa

-Significa que usted es un aacutengel iexclOh si se me presentara ocasioacuten de mostrarle mi agradecimiento iquestPero yo queacute puedo si soy como un guijarro de las calles a quien todo el mundo da con el pie

-Vamos no te acuerdes de mis beneficios que no valen nada -dijo Gloria con impaciencia mirando al cielo a ver si habiacutea acabado la lluvia

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-iquestQue no me acuerde iquestQue no me acuerde de quieacuten me da el pan de cada diacutea No la aparto a usted del pensamiento a ninguna hora Yo creo que antes que olvidar a mi aacutengel tutelar me olvidareacute de miacute mismo y de la salvacioacuten de mi alma Me parece que veo en todas [105] partes a mi Divina Pastora Anoche sentildeorita Gloria sontildeeacute con usted

-iquestConmigo -dijo Gloria sonriendo- iquestQueacute sontildeaste

-Una cosa triste pero muy triste

-iquestQue me moriacutea

-No que me habiacutea olvidado usted a miacute y a mis pobres hijos y ya no nos haciacutea caso

-Es particular iquestY por queacute os habiacutea olvidado

-Porque estaba usted enamorada

Gloria se sonrojoacute ligeramente ponieacutendose seria

-Siacute sontildeeacute que habiacutea venido un hombre

-iexclUn hombre

-Es claro iquestPues a quieacuten podiacutea querer usted sino a un hombre Yo le veiacutea y me parece que le estoy viendo

-iquestCoacutemo era -preguntoacute Gloria sonriendo

-Era iquestcoacutemo decirlo un hombre horrible espantoso

-iexclJesuacutes

-No entendaacutemonos no era horrible de cara sino al contrario tan hermoso que no hay otro semblante que pueda comparaacutersele sino el de Nuestro Sentildeor Jesucristo

-Entonces iquestpor queacute te espantaba -preguntoacute [106] Gloria prestando a tal trivialidad maacutes atencioacuten de la que mereciacutea

-Porque se la llevaba a usted lejos muy lejos -dijo Caifaacutes con el eacutenfasis de un artista muy poseiacutedo de su asunto

-Caifaacutes no me marees con esos novios horribles y guapos y que llevan muy lejos Deacutejate de simplezas

-Yo sontildeeacute que habiacutea venido volando por los aires que habiacutea caiacutedo del cielo como un rayo

-Vamos vamos calla -dijo Gloria- Me voy a poner nerviosa otra vez Esta tarde he estado muy nerviosa en la iglesia Joseacute he tenido mucho miedo

Gloria se levantoacute

-iquestSabes -dijo despueacutes de mirar al cielo- que la tempestad no cesa Extrantildeo mucho que de mi casa no me hayan mandado a buscar

-Es particular -indicoacute Caifaacutes- iquestquiere la sentildeorita que avise

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-No ya vendraacuten Papaacute querraacute mandarme el coche y estaraacuten enganchaacutendolo Pero ahora me acuerdo de que una de las mulas se ha puesto mala ayer Al menos debiacutea haber venido Roque con un paraguas

-Yo tengo uno que estaacute roto -dijo Mundideo- pero algo tapa iquestQuiere la sentildeorita marcharse [107]

-No esperareacute Han de venir

Como pasase alguacuten tiempo Gloria se impacientoacute mucho

-Pues estoy con gran cuidado Ya va a ser de noche y nadie viene a buscarme iquestHabraacute pasado algo en mi casa

-iquestQuiere la sentildeorita marcharse Vamos allaacute Parece que ahora llueve menos

-Siacute el temporal cede Vaacutemonos Aprovechemos este claro iexclAy coacutemo estaraacuten esas calles

-La distancia es corta

Caifaacutes sacoacute de detraacutes de San Pedro un paraguas rojo y lo abrioacute dentro de la casa para enterarse de su estado No era pieza en verdad de consolador aspecto para un diacutea de temporal La tela huiacutea de las puntas de las varillas dejaacutendolas descubiertas y los descosidos pantildeos se recogiacutean hacia dentro plegaacutendose como las hojas de una flor marchita [108]

- XVI -

Ya llegoacute

-Estaacute bueno -dijo animosamente Gloria- Vamos

Despueacutes de dar a los chicos todos los cuartos que llevaba la sentildeorita y el sacristaacuten salieron Gloria se recogiacutea el vestido Caifaacutes poniacutea cuidadosamente el paraguas de modo que su Divina Pastora se mojase lo menos posible y le indicaba los charcos del camino y las piedras salientes donde debiacutea poner el pie

-Estoy con cuidado -repitioacute Gloria- iquestQueacute sucederaacute en mi casa

Cerca de la Abadiacutea y a mayor altura que ella contenido por grueso muro de mamposteriacutea sobre la calle de la Poterna estaba el cementerio de Ficoacutebriga Gloria nunca pasaba por alliacute sin sentir religiosa emocioacuten

-iexclQueacute mala noche para mis pobres hermanitos Caifaacutes- dijo [109]

-Ellos no tendraacuten friacuteo como nosotros -repuso el sacristaacuten

-Es verdad pero somos tan materiales estamos tan apegados a la tierra que no podemos pensar nada del alma si no lo referimos al cuerpo

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Soploacute de suacutebito otra racha del Noroeste tan fuerte que los dos viajeros tuvieron que detenerse A Caifaacutes se le volvioacute el paraguas del reveacutes y tuvo que hacer grandes esfuerzos para defenderlo del viento que queriacutea arrancaacuterselo de las manos Una rama arrastrada por el huracaacuten pasoacute rozando el rostro de Gloria Despueacutes la lluvia los azotoacute a entrambos con furia

-iexclJesuacutes Dios nos favorezca- exclamoacute la sentildeorita

Liacutevida claridad iluminoacute a Ficoacutebriga y Gloria vio una cinta de fuego que bajo culebreando hasta los techos de la villa a punto que el trueno retumbaba en los altos cielos llenos de agua

-iexclUn rayo -gritoacute con angustia- Caifaacutes Caifaacutes iquestno te parece que ha caiacutedo en mi casa

Detuacutevose espantada y sin aliento mirando hacia el Oriente mas en la negrura de la noche no se distinguiacutean con precisioacuten los edificios

-Por allaacute parece que cayoacute pero mucho [110] maacutes lejos No tenga la sentildeorita cuidado ha caiacutedo en la riacutea

-Corramos Caifaacutes Me he quedado muerta iexclDios miacuteo queacute nerviosa estoy esta noche Jurariacutea que el rayo cayoacute sobre mi casa

-Es el hombre que ha bajado del cielo -dijo Mundideo riendo- el hombre con quien yo sontildeeacute

-Tuacute estaacutes borracho por Dios Joseacute iquestquerraacutes callar Mira que estoy muy nerviosa esta noche Me haces dantildeo

-Pues callo

-Aprieta el paso vaya al fin estamos cerca Veo luz en la ventana del cuarto de papaacute Parece que todo estaacute tranquilo

La noche era oscuriacutesima mas no tanto que no se viese perfectamente la claridad de la superficie de un gran charco que las aguas habiacutean formado en la plazoleta frente al palacio de Lantigua

-Bonito estaacute esto Caifaacutes Si es un lago la plaza

-Yo pasareacute a la sentildeorita en brazos -dijo Caifaacutes disponieacutendose a hacer lo que deciacutea

-No no es preciso Por aquiacute por el callejoacuten se puede pasar a la casa vieja Me parece que estaacute abierta la portalada

Ya hemos dicho que el palacio de Lantigua [111] lo componiacutean dos casas la vieja morada solariega de los primeros Lantiguas y la moderna que fabricoacute el indiano y que fue heredada por D Juan Ambos edificios estaban unidos exterior e interiormente pero la vieja no teniacutea sino un par de piezas habitables Lo demaacutes se habiacutea destinado a graneros y almaceacuten En la planta baja habiacutea un hermoso establo y las cocheras Por la portalada de la casa antigua entroacute Gloria despueacutes de dar las gracias a Mundideo por su compantildeiacutea

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Subioacute raacutepidamente la escalera vieja atravesoacute el largo corredor desierto y entroacute en una vasta pieza que serviacutea para conservar frutas en cuelga y conteniacutea sacos vaciacuteos arcas y otros objetos De alliacute se pasaba a otra pieza que estaba amueblada y serviacutea de comunicacioacuten con la casa nueva Gloria empujoacute la puerta y al pronto sorprendiose mucho de ver luz alliacute donde no habitaba nadie

Entroacute y miroacute a todos lados quedaacutendose atoacutenita y sin habla por breves momentos Alliacute habiacutea un hombre

Estaba tendido en la cama y cubierto con gruesas mantas a excepcioacuten de la cabeza Sobre la cercana mesa habiacutea una luz Gloria dio algunos pasos hacia el lecho y observando aquella cabeza vio un rostro liacutevido y dolorido con [112] algunas manchas amoratadas como de golpes entreabierta la boca cerrados los ojos ligeramente fruncido el centildeo huacutemedo el pelo El perfil de aquella cara era perfecto la frente hermosiacutesima entre oscuros cabellos desordenados De las cejas rectas ligeramente arqueadas hacia la sien partiacutea la nariz aguilentildea fina intachable como cortada por diestro cincel Bigote castantildeo y barba del mismo color un poco puntiaguda y ligeramente bifurcada en su extremidad remataban dignamente un rostro que era de los maacutes acabados que pueden imaginarse Gloria en aquel breve instante de observacioacuten hizo un paralelo raacutepido entre la cabeza que teniacutea delante y la del Sentildeor que estaba en la Abadiacutea dentro de la urna de cristal y cubierto con blanquiacutesimas sabanas de fina holanda

Pero no habiacutea tenido tiempo de hacer deduccioacuten alguna cuando se abrioacute la puerta que comunicaba con la casa nueva y aparecieron D Aacutengel y D Juan Andaban con cuidado para no hacer ruido

-iexclOh iquestYa estaacutes aquiacute -dijo D Juan- iquestPor doacutende has entrado

-Por la portalada

-Hija no te habiacutea mandado buscar porque no hemos tenido un punto de reposo Ya Ves [113]

D Juan sentildealaba al hombre

-Nos hemos llevado un rato hija -dijo el obispo con orgullo- Pero por bien empleado Hemos realizado un acto heroico

Gloria preguntaba con la mirada

-Ahiacute le tienes ahiacute tienes a un desgraciado joven a quien acabamos de salvar del furor de las olas iexclQueacute satisfaccioacuten tan pura Dios miacuteo

-Pero no hagamos ruido -dijo D Juan- El meacutedico ha dicho que no hay ya cuidado pero que se le deje descansar

-iquestY quieacuten es -preguntoacute Gloria

-Es el proacutejimo iquestQueacute nos importa iexclBendito sea Dios que nos ha permitido hacer esta obra de caridad

-Sino es por D Silvestre

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-iquestD Silvestre le sacoacute

-De en medio de las olas hijita Todaviacutea estoy conmovido iexclQueacute tarde hemos pasado Pero triunfamos triunfamos de los elementos y todos se salvaron Los pobres naacuteufragos estaacuten repartidos por las casas de Ficoacutebriga y a nosotros nos ha tocado este Pero estaacutes hecha una sopa hija Ve a mudarte de vestido

El hombre se movioacute entonces y dijo algunas palabras en lengua que ninguno de los presentes entendioacute [114]

- XVII -

El vapor PLANTAGENET

Retrocedamos unas cuantas horas

Despueacutes que Su Ilustriacutesima bajando de paseo a la playa dijo aquellas palabras laquoiexclpobres marineros pobres navegantesraquo siguieron andando a toda prisa para guarecerse en la casilla del resguardo Todos deploraban el chasco y aunque D Aacutengel reiacutea para animar a los demaacutes antes se oiacutean quejas que felicitaciones en el grupo El grave doctor Loacutepez Sedentildeo tuvo la mala suerte de meter su pie derecho en barro hasta la pantorrilla con lo que todos recibieron un gran disgusto Por fin llegaron a la casilla del resguardo que fue como tocar la tierra despueacutes de un largo viaje por entre escollos y tempestades

-Es cosa de cantar un Te-Deum -dijo Romero sacudieacutendose la ropa [115]

D Aacutengel tomando asiento en un barril vaciacuteo que le presentaron con tal objeto repitioacute

-iexclPobres marineros

En el mismo instante oyose un cantildeonazo Era un buque que pediacutea auxilio Miraron todos y entre la bruma del mar vieron un fantasma que elevaba sus brazos al cielo con desesperacioacuten vomitando humo

-iexclUn vapor un vapor -gritaron todos

En el pequentildeo muelle reunieacuteronse al punto muchos marineros y pescadores

-iexclSe estrella contra Los Camellos

A la izquierda de la boca de la riacutea habiacutea una serie de rocas que se mostraban completamente en marea baja y en la pleamar eran indicadas por moacuteviles espumarajos del agua Uno de los pentildeascos teniacutea forma parecida a un camello y de aquiacute vino el nombre de Los Camellos dado a todo el arrecife

-iexclJesucristo les ampare iexclPobres marinos -exclamoacute el obispo asomaacutendose tambieacuten a la puerta- iquestConocen ustedes ese barco

-Es ingleacutes -indicoacute un marinero

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-Ya es el Plantagenet -dijo un forastero que a la sazoacuten se encontraba alliacute- He visto este vapor la semana pasada atracado a los muelles de Manzanedo descargando geacuteneros ingleses [116]

-iquestY se perderaacute se perderaacute -preguntaron ansiosos D Juan D Aacutengel y los demaacutes de la partida

-Debe de haber perdido el timoacuten y no puede gobernar -dijo un robusto y hermoso marinero que vestiacutea grueso camisoacuten de lona pantalones recogidos dejando ver toda la pierna desnuda y cubriacutea su varonil cabeza de Neptuno con un sueste de hule que por todos sus bordes despediacutea el agua

-iexclPero se ahogaraacute esa pobre gente -exclamoacute con terror el Sr de Lantigua- Germaacuten Germaacuten es preciso hacer un esfuerzo

-Es ir a buscar la muerte sentildeor -repuso Germaacuten llevando la mano a la delantera del sueste

El Plantagenet mientras de este modo se discutiacutea sobre su suerte se acercaba maacutes a Los Camellos Arrojaba el vapor silbando con verdadera rabia como lanza su grito el animal herido que presiente la muerte Era un buque pesado y sin elegancia Como nave de carga su casco pareciacutea un almaceacuten negro y su arboladura sin garbo ni esbeltez consistiacutea en tres palos con escaso cordaje Teniacutea dos vergas en el palo de trinquete y en el de mesana que era pequentildeiacutesimo flotaba un jiroacuten rojo ennegrecido por el humo en cuyas aspas podiacutea reconocerse [117] las insignias de la Gran Bretantildea La proa de puntal se alzaba desmesuradamente mostrando hasta el uacuteltimo nuacutemero de las medidas de flotacioacuten y las planchas rojas de hierro mal pintado Daba grandes tumbos a babor y estribor mostrando ora la horrible panza ora la cubierta en desorden negra y huacutemeda las escotillas el cajoacuten de la maacutequina el puente y la chimenea negra con dos anillos blancos y una T emblema de la casa Taylord and Co de Swansea poseedora de treinta y dos buques de carga y pasaje

El pobre barco inspiraba esa compasioacuten hondamente pateacutetica que acompantildea al espectaacuteculo de los grandes peligros Se le veiacutea forcejear con las olas tratando de gobernarse con la heacutelice para huir de los escollos y su figura tomaba la especial fisonomiacutea que adquiere todo lo que interesa personificaacutendose a los ojos de los que estaacuten a salvo No era un buque sino un hombre un pobre naacuteufrago que luchaba con la resaca se le veiacutea romper las olas con la dura cabeza y sacarla fuera para respirar por las dos grandes portas de las anclas abiertas a manera de narices La heacutelice trabajaba con frenesiacute tornillando el agua y sacando hirvientes virutas de espuma Tragaba el casco inmensos sorbos de agua y al tumbarse las arrojaba en [118] catarata por los portalones sin cesar de dirigir al cielo su espantosa imprecacioacuten en forma de humo densiacutesimo y de rugiente vapor blanco y rabioso como el chorro de la ballena herida

-A los condenados ingleses -dijo Germaacuten- les pasa esto por borrachos

-Sabe Dios los cuartillos de aguardiente que tendraacute a estas horas en el buche el capitaacuten

-No digaacuteis desatinos hijos miacuteos -manifestoacute con angustia el sentildeor obispo- y ved si podeacuteis salvar a esos desgraciados

Germaacuten puso un gesto que daba miedo

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-Ese buque veniacutea a nuestro puerto -dijo el prelado buscando todos los medios para interesar a los rudos marineros ficobrigenses- con el fin de traernos riquezas mercanciacuteas dinero trabajo

-Perdone Su Ilustriacutesima -gruntildeoacute uno de los presentes- El Plantagenet no puede entrar en esta riacutea No es sino que pasaba para Inglaterra se sintioacute con averiacuteas y quiso guarecerse en el abra de Ficoacutebriga aguantaacutendose a maacutequina Pero se le rompioacute el timoacuten y ya ve Su Ilustriacutesima Dentro de dos horas no quedaraacute nada

-Siacute ya veo que el buque no puede salvarse pero la tripulacioacuten la tripulacioacuten

En aquel momento el pobre Plantagenet [119] volvioacute la proa a Noroeste y hundioacute toda la popa en el agua Habiacutea caiacutedo en la trampa Los agudos escollos como tenazas de hierro trincaron la quilla de popa y la heacutelice la presa no debiacutea ser soltada ya Alzaba el buque moribundo la proa dejando en descubierto todo el codaste y a ratos parte de la quilla Ya no se movioacute maacutes sino con movimientos pequentildeos y en su convulsioacuten postrera temblaban las rotas jarcias y el mastelero de trinquete con la doble cruz formada por las vergas se doblaba como un baacuteculo roto Entonces las olas avanzaron triunfantes sobre el cadaacutever de la nave que ya era un cuerpo inmoacutevil y se posesionaron de eacutel ebrias de feroz gozo Una entraba freneacutetica y se metiacutea hasta las bodegas otra pasaba por encima de la cubierta robando cuanto hallaba al paso una subiacutea salpicando por las escalas de las jarcias hasta tocar las cofas otra se estrellaba sobre la convexa armadura negra y otra la maacutes fatua de todas daba un salto hasta la chimenea y entraba por la boca de ella para inundar las maacutequinas

-iexclHijos miacuteos -exclamoacute el obispo en tono grandioso alzando la mano bendecidora de los pueblos- No sois cristianos no sois espantildeoles si dejaacuteis perecer a esa pobre gente

Los marineros gruntildeeron Se miraron unos [120] a otros buscando entre ellos al maacutes valiente Pero el maacutes valiente no pareciacutea

-No se puede Ilustriacutesimo Sentildeor no se puede -dijo al fin Germaacuten encogieacutendose de hombros

-Parece que se aplacan las olas -manifestoacute D Juan que trataba de convencer a dos marineros amigos suyos

-iexclAacutenimo muchachos

-En nombre de Nuestro Sentildeor Jesucristo -dijo Su Ilustriacutesima con exaltacioacuten evangeacutelica- os suplico que salveacuteis a esos pobres naacuteufragos iexclEn nombre de Nuestro Sentildeor Jesucristo

Profundo silencio Alguno se rascaba la oreja Alguno se escabulloacute bonitamente subiendo a Ficoacutebriga

-Sentildeor que nos vamos a ahogar todos -exclamoacute Germaacuten- iquestNo ve usiacutea esos mares como montantildeas

-Fuera de aquiacute cobardes -gritoacute una voz eneacutergica terrible uacutenica voz digna de alzarse entre la espantosa muacutesica de los mares

Era la voz del cura

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-iquestQueacute se atreveraacute el sentildeor cura

-iquestPues no me he de atrever -vociferoacute don Silvestre arrojando manteo canaleja paraguas inuacutetil carga de fastidiosos dengues Su impetuosa [121] naturaleza su indoacutemito valor hecho a los combates con la Naturaleza mostrose en sublime cuadro

-iexclBien bien por el soldado de Cristo iexclBien por el sacerdote iexclAprended hombres sin fe -exclamoacute el obispo derramando laacutegrimas de piedad y admiracioacuten

D Silvestre se arremangoacute los brazos mostrando las musculosas manos de oso aquellas manos que lo mismo tomaban la hostia que el reino Quitada tambieacuten la sotana se encajoacute una camisuela de lana

-iexclVenga la trainera (2) un cable dos A ver quieacutenes son los bravos que me van a acompantildear

-Yo yo yo

Y todos queriacutean ir

-Tu tuacute tuacute tuacute -dijo raacutepidamente el cura escogiendo su escuadroacuten [122]

- XVIII -

El cura de Ficoacutebriga

Ha llegado la ocasioacuten A su hazantildea debe preceder su retrato

Era D Silvestre joven sanguiacuteneo fuerte grandiacutesimo de cuerpo animoso hasta la temeridad ambicioso de aplausos y amigo de estar siempre en primera liacutenea grande amigo de sus amigos y al mismo tiempo muy alegre muy rumboso viviacutesimo de genio generoso y de trato galaacuten y campechano con grandes y pequentildeos En la iglesia las hembras le queriacutean mucho porque predicaba con alta entonacioacuten y dramaacutetico y pintoresco estilo los varones tambieacuten porque despachaba la misa en un momento Asiacute es que cuando deciacutea la misa el padre Poquito que era de mucha pesadez todos aquellos buenos fieles abrumados de quehaceres se quedaban charlando en la plaza [123]

-Para una misa corta no hay otro como D Silvestre -deciacutean- Bien comprende que no somos holgazanes que van a desperezarse y a dormir en la iglesia Hace todas las ceremonias y dice todos los latines con una presteza que enamora

D Silvestre era hombre rico Ademaacutes de que poseiacutea regular hacienda heredada se habiacutea dado mantildeas para adquirir algunas mieses prados y por uacuteltimo una hermosa finca de bienes nacionales Viviacutea con comodidad y no era tacantildeo ni apuraba a los pobres caseros para que le pagasen sin descuidar por esto la administracioacuten de sus bienes Socorriacutea a los menesterosos se preciaba de hacer muchas limosnas y por esto asiacute como por su caraacutecter franco y bondadoso estaba muy en paz con sus feligreses

-D Silvestre no es un santo -deciacutean alliacute- pero siacute un caballero

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D Silvestre teniacutea ademaacutes una salud de hierro fortalecida con el frecuente ejercicio de la caza y la pesca diversiones que ocupaban gran parte de su existencia Su casa era pues un arsenal venatorio y piscatorio cual no se veiacutea en aquellos contornos Escopetas carabinas cuchillos trampas mil artificios ingeniosos ora aprendidos ora inventados por su propio genial cacumen y que teniacutean por objeto [124] apoderarse de la mitad del reino volaacutetil ocupaban una regular pieza En la otra no faltaba ninguna abominable maacutequina de las que arrancan del seno de las aguas todo lo nadante Cantildeas lintildeas aparejos diversos linajes de anzuelos garabatos pinchos y agujas los unos para la merluza los otros para el calamar moscas artificiales para las pobres truchas de los regatos garfios para los salmones de los riacuteos guadantildeetas para los maganos y ademaacutes redes chinchorros tromayos medio-mundos palangres todo lo guardaba aquel Nemrod de la tierra y los mares

Habiacutea nacido Romero en aquella regioacuten agreste que llaman de Europa donde parece que el hombre retrocede a las primeras edades venatorias y ha de vivir disputando a las bestias el suelo que auacuten no se sabe si perteneceraacute a la fuerza o a la destreza Aacutegil valiente emprendedor atrevido habiacutea desafiado los temibles osos en compantildeiacutea de otros joacutevenes del paiacutes Se familiarizoacute con el terreno abrupto quebrado con los precipicios las cascadas las deformidades de un terreno que parece no ha concluido auacuten de tomar despueacutes del cataclismo su forma definitiva y viviacutea contento en su salvaje y libre estado Mas como la voz paterna sonara un diacutea en sus orejas hacieacutendole ver la conveniencia [125] de no dejar perder ciertas capellaniacuteas Silvestre se atiborroacute de latiacuten y se hizo cura No le fue mal Olvidoacute muchas cosas pero no la ingeacutenita aficioacuten a la caza

-Es un vicio -deciacutea- pero un vicio de reyes

D Silvestre era hombre vehemente y algo testarudo En el desempentildeo de cuanto tomaba a su cargo poniacutea siempre mucho ardor En cierta ocasioacuten le dio por revocar y componer la iglesia y se hizo pintor albantildeil y arquitecto Cuando le escribieron para que trabajase en las elecciones realizoacute estupendas maravillas Su regular hacienda el prestigio de que gozaba en el pueblo su caraacutecter jovial y caballeroso le haciacutean uacutenico para acaudillar hueste de electores y mangonear eficazmente en la comarca Poniacutea con tanto ahiacutenco su voluntad y su influencia al servicio de la causa poliacutetica que durante los azarosos periacuteodos en que los ficobrigenses ejercitaban el maacutes importante de sus derechos el buen D Silvestre no paraba en el bosque ni en la playa ni en la sacristiacutea ni en su casa sino que cual poseiacutedo del demonio o enamorado corriacutea de una parte a otra incesantemente Vieacuteraisle alliacute emplear doctamente ora la astucia ora la amenaza con este la ruda coaccioacuten con aquel el malicioso soborno y de [126] este modo someterlos a todos a su arbitrio

Con tales experiencias llegoacute Romero a adquirir acabada maestriacutea en el arte de elegir que nunca ha sido faacutecil que a muchos empequentildeece pero que al cura de Ficoacutebriga por su mucho ingenio y sutileza le poniacutea en los cuernos de la luna Montar a caballo andar seis o siete leguas con friacuteo y nieve en busca de Fulano para comprometerlo tomar la delantera a los contrarios acumulando recursos sin aumentar por eso de un modo escandaloso la tarifa de gastos electorales realizar el portento de la multiplicacioacuten de los panes y los peces aplicado a las ceacutedulas de votar eran otras tantas industrias que aumentaban la valiacutea de D Silvestre Como prueba de su eneacutergica voluntad avasalladora oacuteigase lo que la misma Ficoacutebriga referiacutea poco ha

Estaba muy rentildeida y a punto de perderse la eleccioacuten Entre los votantes de uacuteltima hora habiacutea un pastor de aquellos andurriales hombre zafio y torpe que apenas sabiacutea

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hablar Cansado del plantoacuten en las puertas del edificio donde funcionaban los comicios y maldiciendo las obligaciones poliacuteticas que le habiacutean llevado tan fuera de su ruacutestico elemento volvioacute la espalda y se marchoacute Habiacutea junto a la urna electoral un riacuteo por maacutes arriba vadeable por alliacute [127] muy hondo Mi hombre tomoacute por el vado las de Villadiego

Aquel voto de menos podiacutea comprometer seriamente la eleccioacuten Advirtiolo D Silvestre y bramando de furor llamoacute al campesino que en salvo ya en la otra orilla y frente por frente de los comicios con el riacuteo de por medio haciacutea con ambos brazos gestos de burla y provocacioacuten Exasperado D Silvestre contra aquel salvaje que no soacutelo se escabulliacutea en el momento de votar sino que con los gestos de los dos movibles brazos le insultaba delante de la Nacioacuten en el momento de ejercer su soberaniacutea no reparoacute en nada y con presteza suma se arrojoacute al agua Como era gran nadador y se habiacutea despojado del levitoacuten que le centildeiacutea bien pronto puso el pie en la otra margen del riacuteo Corrioacute hacia el fugitivo le agarroacute por el cuello y arrastraacutendole con hercuacutelea fuerza se metioacute con eacutel nuevamente en el agua y asido por los cabellos le trajo a la orilla de acaacute y le entroacute en la casucha y le puso chorreando agua delante de la urna Este acto de energiacutea atemorizando a los que se mostraban indecisos aseguroacute la eleccioacuten

Otras muchas aneacutecdotas podriacutea contar para mayor realce de la valentiacutea de este varoacuten insigne pero no quiero alargar las dimensiones de su retrato A fin de que sea aunque [128] breve completo direacute que D Silvestre despuntaba en los juegos de tresillo y ajedrez Eacutel y D Juan de Lantigua se batiacutean sobre el tablero casi todas las tardes Como poseiacutea dos o tres lanchas de pesca saliacutea a la mar muchos diacuteas y era maacutes conocedor del terrible elemento que los mejores praacutecticos de Ficoacutebriga Tambieacuten nadaba como un pez siendo el asombro de todos cuando se poniacutea a luchar con las olas y si se ofreciacutea empuntildear el timoacuten o el remo y dirigir la ciaboga mientras la lancha pasaba la barra los marineros maacutes forzudos no le igualaran Muchos aseguraban que el mar le teniacutea miedo y bien se podiacutea decir con el Libro Santo Draco iste quem formasti ad illudendum ei laquoeste dragoacuten a quien hiciste para burlarleraquo

Cuando le hemos conocido la ocupacioacuten favorita y el suentildeo dorado de D Silvestre eran cuidar una huerta primorosa que habiacutea formado en un sitio llamado el Soto de Brijaacuten frente a Ficoacutebriga a la otra orilla de la riacutea pasando el puente de Judas Alliacute se pasaba la mayor parte del diacutea sin descuidar sus deberes parroquiales (dicho sea en honor suyo) Aunque viviacutea de ordinario en Ficoacutebriga teniacutea en el Soto hermosa casa los mejores frutales del paiacutes y un amplio corral y establo llenos de animalia pusilla cum magnis de cuanto Dios [129] crioacute Pavos gansos gallinas de diversos linajes vacas de leche conejos cerdos gordiacutesimos a quienes D Silvestre soliacutea rascar con la punta del bastoacuten paacutejaros cabras exoacuteticas en suma cuanto puede hacer placentera la vida del campo estaba alliacute

En los diacuteas de nuestra historia no atendiacutea mucho D Silvestre a su granja-modelo del Soto porque le distraiacutean los negocios electorales de su buen amigo Rafael del Horro Habiacutease estrechado esta amistad por relaciones periodiacutesticas y por la virtud de ciertas cartas que D Silvestre escribioacute desde Ficoacutebriga a un perioacutedico de Madrid firmadas con el pseudoacutenimo de El pastor de la montantildea Rafael del Horro viviacutea en su casa y todas las horas las pasaban en grata conferencia sobre los elementos de que podiacutean disponer y las probabilidades de triunfo Habiacutean concertado plantarse ambos en el terreno de la lucha y no abandonarlo hasta alcanzar completa victoria sobre los impiacuteos

Tal era el hombre extraordinario y valeroso que dijo laquoYo salvareacute a los naacuteufragosraquo

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Momentos despueacutes saltaba a la trainera Impaacutevido se lanzoacute a las olas D Silvestre teniacutea fe en su poderoso brazo en su pericia de marino y de pescador

La trainera embistioacute las olas Subiacutea por [130] la empinada pendiente de agua desapareciendo despueacutes entre revueltos torbellinos de espuma A veces pareciacutea que los montes de agua se la tragaban de un sorbo a veces que la escupiacutean entre salivazos de rabia Pero avanzaba deacutebil y valerosa como la fe en Dios por entre las olas del mundo

D Aacutengel se habiacutea quitado el sombrero verde que era ya una esponja y arrodillaacutendose en el fango rezaba en voz alta D Juan Rafael Sedentildeo sentiacutean las viviacutesimas emociones del sentimiento cristiano en su mayor pureza

-Llegaraacuten llegaraacuten y les salvaraacuten -dijo D Aacutengel con la inefable conviccioacuten del creyente- Dios oiraacute nuestros ruegos

Y los atrevidos salvadores lograron acercarse a los costados del buque recogieron el grueso cable que de este les fue arrojado y en menos de una hora toda la tripulacioacuten estuvo en tierra iexclAdmirable efecto de la misericordia de Dios Cuando la trainera volvioacute a tierra las olas se aplacaron como si el mismo Oceacuteano que jamaacutes perdona se sintiera enternecido

Cuando los infelices tripulantes (eran ocho) pusieron el pie en tierra D Aacutengel los abrazoacute a todos mezclando sus laacutegrimas con el agua salada que les empapaba Habiacutean bajado a la playa el alcalde el secretario el alguacil y [131] muchas personas entre las cuales se contaba D Juan Amarillo que era vice-coacutensul franceacutes En un instante se decidioacute dar a los desgraciados naacuteufragos el auxilio que necesitaban convinieacutendose en repartirlos en las casas maacutes acomodadas Al Sr de Lantigua le tocoacute uno con graves contusiones y que habiacutea perdido el conocimiento [132]

- XIX -

El naacuteufrago

Le asistieron con grande solicitud le acostaron vino D Nicomedes meacutedico titular de Ficoacutebriga

-Golpes en la cabeza que no parecen tener gravedad -dijo- y ademaacutes un poco de asfixia

Ordenoacute algunos remedios caseros y que le dejasen reposar despueacutes Hiacutezose todo con tanta presteza como celo y el enfermo despueacutes de pronunciar algunas palabras a media voz reposoacute al parecer tranquilo Salieron de la pieza un instante y cuando volvieron a entrar el caballero (pues indudablemente era un caballero) sacado de las aguas abrioacute los ojos mirando a todos lados con viva curiosidad

-Tranquiliacutecese usted -dijo D Juan- [133] Estaacute usted entre amigos bien asistido y no careceraacute de nada El lance ha sido terrible pero gracias a Dios usted y sus dignos compantildeeros estaacuten en salvo

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El naacuteufrago dijo algunas palabras en ingleacutes Miraba a un lado y otro abriendo con gozo a la luz sus ojos azules y examinando uno por uno los semblantes de Gloria D Juan y D Aacutengel Los que resucitan no miran de otro modo

-Estoy en -murmuroacute en espantildeol

-En Espantildea en Ficoacutebriga humildiacutesimo puerto de mar que si tuvo la desgracia de presenciar la peacuterdida del Plantagenet tambieacuten ha tenido la dicha de arrancar ocho hombres a la muerte

Con acento pateacutetico y solemne el joven dijo

-iexclSentildeor Sentildeor nuestro iexclcuaacuten maravilloso es tu nombre en toda la tierra

Y el obispo repitioacute el salmo en latiacuten

-Domine Domine noster iexclquam admirabile est nomen tuum in universa terra

Hubo un instante de grave silencio en que todos los presentes sintieron su corazoacuten palpitar con fuerza

-iquestY queacute tal se encuentra usted

-Bien bien -dijo el enfermo con seguro [134] tono poniendo la mano sobre su corazoacuten- Gracias

-Aunque habla usted nuestra lengua se me figura que es usted extranjero

-Siacute sentildeor extranjero soy

-iquestIngleacutes

-No sentildeor yo soy de Altona

-iquestAltona -dijo Su Ilustriacutesima poco fuerte en geografiacutea moderna- iquestDoacutende es eso

Y al instante se acercoacute a un viejo mapa que de la pared colgaba

-Es sobre el Elba cerca de Hamburgo -manifestoacute D Juan

-Soy hamburgueacutes de nacimiento -dijo con entera voz el enfermo- pero mi familia es de Inglaterra He vivido seis meses en Sevilla y Coacuterdoba hace tres antildeos y ahora

-iquestIba usted para Inglaterra

-No le conviene mucha conversacioacuten por ahora -dijo soliacutecitamente Su Ilustriacutesima- Dejeacutemosle descansar

-Gracias sentildeores Puedo hablar Siacute yo iba a Inglaterra Dios no ha querido

Su semblante expresoacute viva pesadumbre

-Tranquilidad amigo -antildeadioacute D Juan- No hay que apurarse Iraacute usted a su casa iquestTiene usted familia

-Padres hermanos [135]

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-Cuide usted de reponerse En mi casa no le faltaraacute nada Mi nombre es Juan de Lantigua este es mi hermano Aacutengel obispo de y esta sentildeorita es mi hija Gloria Le cuidaremos a usted lindamente Dios nos manda consolar al triste amparar al desvalido Todos los diacuteas no se presenta ocasioacuten de practicar las obras de misericordia

El naacuteufrago miroacute sucesivamente a D Aacutengel y a Gloria conforme el Sr de Lantigua se los presentaba y despueacutes tomando la mano de este la oprimioacute contra su pecho

-El que sigue la misericordia -dijo- hallaraacute vida justicia y gloria

D Aacutengel repitioacute tambieacuten en latiacuten esta sentencia de Salomoacuten

-Ahora -dijo el Sr de Lantigua- descanse usted sentildeor iquestCoacutemo es el nombre de usted

-Daniel

-iquestY su apellido

-Morton

Al decir su nombre el extranjero antildeadioacute las maacutes ardientes y carintildeosas expresiones de gratitud Les devoraba a todos gozosamente con los ojos como si fueran apariciones celestiales que sucediacutean al horror y a las tinieblas de la muerte [136]

-Esto que hemos hecho -dijo D Juan- no merece ni alabanza ni agradecimiento Es lo maacutes sencillo y faacutecil que nos ha mandado Jesucristo Pero usted tomaraacute algo Gloria haz preparar una buena colacioacuten para este caballero Ya comprenderaacutes que no debe tomar cosas pesadas [137]

- XX -

El santo proyecto de Su Ilustriacutesima

El sol aparecioacute seis veces por encima del gallardo pico de Monteluz junto al mar y seis veces se hundioacute tras la cotera de Dordf Fronilde vistiendo de puacuterpura las montantildeas y en la casa de Lantigua no ocurriacutea nada aparentemente digno de ser contado Uacutenicamente ocuparon los ociosos ratos fervientes elogios de la accioacuten heroica de D Silvestre comentaacutendola quier por el lado humano quier por el divino y ponieacutendola todos en las mismas nubes como en realidad mereciacutea resultado portentoso al decir de D Aacutengel de la fe cristiana y de la hercuacutelea constitucioacuten fiacutesica que el gran Romero debiacutea a la bondad de Dios

La noticia corrioacute por toda la provincia que tiene el honor sumo de sustentar en su risuentildeo suelo a la excelsa Ficoacutebriga y llegoacute hasta Madrid [138] llevando camino de pasar despueacutes a Londres como en efecto pasoacute

Orgullosiacutesimo estaba D Silvestre y aquellos diacuteas teniacutea una cara como el sol resplandeciente y sin cesar repetiacutean sus labios el trance sublime pintando la furia del borrascoso mar en teacuterminos tan vivos que los oyentes creiacutean verlo Daniel Morton gustaba maacutes que ninguno de oiacuter contar al Sr Romero la historia toda del naufragio y

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salvamento milagroso y no sabiacutea de queacute manera mostrarle su agradecimiento pues no bastaban las manifestaciones de una amistad profunda que debiacutea durar tanto como la vida

El extranjero sacado de en medio de las aguas no habiacutea podido auacuten dejar el cuarto que se le destinoacute pero recibiacutea frecuentes visitas de todos los habitantes de la casa que le trataban con muchiacutesimo agasajo y carintildeo Eacutel por su parte mereciacutea bien tantas atenciones porque era de lo que no hay en punto a caballerosidad y cortesiacutea Bien pronto conocioacute D Juan que habiacutea dado albergue a una persona muy distinguida y bien nacida de trato muy afable y en extremo grato a todos de caraacutecter noble y recto delicadiacutesima y adornada con instruccioacuten tan vasta que en casa de Lantigua todos estaban atoacutenitos [139]

-iexclCoacutemo se conoce que es un cumplido caballero -dijo D Juan a su hermano cuando los dos juntamente con el doctor Sedentildeo tomaban chocolate despueacutes de volver de la Abadiacutea donde el prelado deciacutea misa diariamente

-Es verdad Me agrada en extremo -dijo el obispo- iexclLaacutestima que sea protestante

-iquestY lo seraacute

-Debe de serlo -afirmoacute Sedentildeo- Siempre que hablamos de asuntos religiosos parece deseoso de esquivar la conversacioacuten

-iquestPero ha dicho algo ofensivo a nuestra Santa Iglesia

-Ni una palabra Se muestra muy deferente con el catolicismo y no le he oiacutedo jamaacutes vocablo ni reticencia que puedan tomarse a vituperio

-iexclQueacute ocasioacuten hermano miacuteo -indicoacute don Aacutengel con devoto celo- para hacer una gran conquista para traer una oveja al rebantildeo de Jesucristo

-Es difiacutecil -murmuroacute Lantigua- Seraacute hombre de convicciones

-Pero de convicciones perniciosas Mira tuacute hermano pues yo lo he de intentar

-Cuidado que estos herejes cuando les tocan a su herejiacutea son como el puerco-espiacuten [140]

-Nada se pierde con intentarlo hombre Eacutel estaraacute todaviacutea alguacuten tiempo en tu casa porque no es justo que le dejemos marchar antes de que esteacute totalmente repuesto

-Seguramente

-Bien iquestpues queacute se pierde Yo le direacute algo que le llegue al alma Sembrareacute hijo Si la simiente cae en pedregales no es culpa miacutea Habreacute cumplido con mi deber

-Caeraacute en pedregales -afirmoacute D Juan con la sequedad del hombre acostumbrado a ver las malicias del mundo y cansado de arrojar simiente sobre eacutel sin que naciera jamaacutes

-Pero figuacuterate que Dios le toca el corazoacuten figuacuterate que un rayo de luz Nada no me quedareacute sin intentarlo

-Perderaacutes el tiempo querido hermano

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-O no Ese caballero me ha demostrado no ser un alma vulgar Al contrario posee un entendimiento privilegiado

-iexclOh eso siacute iexclqueacute laacutestima

-Y un gran corazoacuten

-Tambieacuten

-Tenemos lo principal el terreno

-iquestY las preocupaciones y la costumbre y las ideas adquiridas ya es decir la mala yerba que ha echado raiacuteces y todo lo invade

-Hombre por Dios iexclLa yerba me riacuteo [141] yo de la yerba Nuestro Sentildeor Jesucristo nos ensentildeoacute el modo de arrancarla y echarla al fuego Yo no desconfiacuteo hasta que no probarlo iquestMe permites que le proponga quedarse unos diacuteas maacutes

-Como quieras Veremos queacute tal lo toma Pero no vayamos a perder su buena amistad y hasta el agradecimiento que nos tiene

-Pues mira tuacute por eso del agradecimiento le voy a meter el diente esa es la hendidura de su coraza y por ahiacute por ahiacute

D Juan se echoacute a reiacuter Despueacutes llamoacute a su hija

Gloria se habiacutea desayunado a la hora en que los paacutejaros saludan el diacutea porque en aquel teniacutea muchas ocupaciones la sentildeorita de Lantigua y era preciso empezar pronto

Cuando por el comedor pasoacute apresurada como persona que trae muchos negocios entre manos su padre le dijo

-iquestTe has olvidado del cafeacute para ese caballero

-No sentildeor Se lo han subido ahora mismo

-iexclQueacute mal gusto tienen estos extranjeros en no gustar del chocolate -dijo el reverendo D Aacutengel arramblando lo que en el fondo del cangiloacuten quedaba- Gloria sobrina miacutea acompaacutentildeame a dar una vuelta por el jardiacuten

Sedentildeo tomoacute un perioacutedico que habiacutea llegado [142] la noche anterior y dirigioacute a eacutel los vidrios de sus anteojos poniendo cara de gran importancia

-Vea usted a doacutende conduce la irreligiosidad Sr D Juan -dijo dando un golpe con la siniestra mano en la hoja impresa- Oiga usted este caso

Y leyoacute D Juan apartando el jicaroacuten ahuecoacute la palma de la mano y la puso en el oiacutedo al modo de trompeta Era un poco teniente es decir sordo de la oreja derecha sobre todo cuando habiacutea variaciones atmosfeacutericas

En tanto D Aacutengel salioacute murmurando una cancioncilla y acompantildeado de su sobrina

-Picarona- le dijo- gracias a Dios que te he echado la zarpa Tu padre quiere hablarte

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Gloria sintioacute cierta pena porque recordoacute que cuando diacuteas atraacutes le dijo su tiacuteo laquotu padre quiere hablarteraquo fue para el enojoso asunto de Rafael

Al pasar al jardiacuten cogioacute en la puerta una flor de madreselva y se la puso en la boca para mascullarle el palo

-Juan se queja -indicoacute el obispo- de que no le has contestado auacuten a una pregunta que te hizo

-iexclAh ya seacute -dijo Gloria sintiendo que [143] las palabras de su tiacuteo se le clavaban en el corazoacuten como espinas

-Pero yo no me mezclo en tales asuntos -antildeadioacute Su Ilustriacutesima- Allaacute te entiendas tuacute con tu padre No es sino que como hoy se marcha ese joven Pero hazme el favor de no andar tan aprisa que mis piernas hijita no estaacuten para fiestas Desde el diacutea de la gran mojada

-Cuando salvaron al Sr Morton

-Por bien empleado doy el chapuzoacuten eso siacute Gran conquista hicimos Dime una cosa respecto a ese caballero

Gloria arrojando la madreselva oyoacute con toda su alma

-Has observado -preguntoacute Su Ilustriacutesima deteniendo el paso- si ese caballero

-iquestEl Sr Morton

-Justamente si el Sr Morton ha pronunciado alguna palabra referente a nuestra santa religioacuten

-Le he oiacutedo hablar de Dios de aguarde usted

-No es eso tonta De Dios hablan todos iexclCuaacuten pocos le conocen iquestLe has oiacutedo pronunciar alguna frase depresiva para nuestra santa religioacuten

-No tiacuteo

-Porque veraacutes mi (3) hermano y yo lo mismo [144] que Sedentildeo hemos comprendido que ese hombre es protestante

-iexclProtestante

Gloria se quedoacute atoacutenita

-Es decir que se condenaraacute -dijo Gloria viviacutesimamente- Es laacutestima que teniendo tan buen corazoacuten

-Siacute que es una laacutestima Te confieso que estoy verdaderamente afligido afligidiacutesimo

-Si da ganas de correr hacia eacutel y gritarle laquoCaballero por Dios saacutelvese usted a doacutende va usted Veacutengase usted con nosotrosraquo

-Justo como cuando miramos a un ciego que por no ver el camino se va a caer en un pozo Has interpretado a maravilla mi pensamiento Yo estoy desasosegado desde que

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ese joven estaacute en nuestra casa y el diacutea en que le vea marchar tendreacute un disgusto quiero decir si se marcha como ha entrado ciego

-Protestante

-Cabal Y me parece que soy indigno apoacutestol de Cristo si no consigo

-iquestConvertirle -preguntoacute la sentildeorita con incredulidad

-iquestTe parece difiacutecil Otras cosas maacutes difiacuteciles se han visto realizadas Es imposible que Dios haya creado un ejemplar tan hermoso de la persona humana para dejarle perder Quieacuten [145] sabe si su sabiduriacutea infinita encaminoacute a este hombre a nuestras playas abrieacutendole con el naufragio del buque el camino de su salvacioacuten

-iexclOh iexclquieacuten sabe -exclamoacute Gloria elevando sus ojos al cielo como para preguntarle si era verdad la suposicioacuten de su tiacuteo- iexclDios dispone tan admirablemente las cosas

-Eacutel es la verdad la vida el camino Nada yo estoy decidido a dirigirme a ese joven a encararme atrevidamente con eacutel como ministro que soy de Jesucristo y decirle laquoMorton tuacute debes ser catoacutelicoraquo

-Muy bien tiacuteo -exclamoacute Gloria aplaudiendo con entusiasmo

Sus ojos se humedecieron ligeramente

-yo estoy decidido -continuoacute Su Ilustriacutesima sintiendo en siacute la inspiracioacuten evangeacutelica que le hacia tan admirable en el puacutelpito- a decirle como Jesuacutes a Laacutezaro laquoiexclMorton despierta Morton levaacutentate Tuacute no has nacido para vivir en la regioacuten de las tinieblas Arroja esa sacriacutelega venda y mira esta luz que tengo en la mano esta luz divina que el Sentildeor se ha dignado confiarme para que te guiacutee para que te ilumine Ven y reposa sobre mi corazoacuten hijo miacuteo ven a aumentar el reinado de Jesucristo con tu preciosa inteligencia con tu sensibilidad exquisita con tu noble aunque extraviado [146] espiacuterituraquo iexclOh y si viene ese diacutea seraacute el maacutes glorioso de mi vida porque habreacute arrancado de las manos de Satanaacutes una viacutectima habreacute rescatado un miserable cautivo de las regiones infernales habreacute conquistado una oveja al rebantildeo de Cristo y aumentado los celestes dominios de la Iglesia y cuando Dios me llame a juicio Podreacute decirle laquoiexclSentildeor he ganado una batalla al enemigoraquo

-iexclOh tiacuteo tiacuteo de mi alma -exclamoacute Gloria besando con frenesiacute las manos del prelado treacutemulas auacuten por la oracioacuten oratoria- usted es un santo

-Santo no pero al considerar este caso de que ahora hablamos no se aparta de mi mente el recuerdo de aquel gentil llamado Saulo que despueacutes fue gloriosiacutesimo apoacutestol Yo seriacutea feliz desempentildeando el papel de Ananiacuteas que por mandato de Dios corrioacute en busca del perseguidor de la Iglesia y le dijo laquoSaulo hermano el Sentildeor Jesuacutes que se te aparecioacute en el camino por donde veniacuteas me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espiacuteritu Santoraquo Y al instante cayeron de sus ojos unas como escamas y recobroacute la vista y levantaacutendose fue bautizado

-San Pablo

-Una de las maacutes gloriosas conquistas de la [147] fe cristiana siacute Aquel hombre era tan despejado que Nuestro Sentildeor quiso traerle a su servicio y le trajo Hace dos o tres diacuteas que no pienso maacutes que en esto y cuanto maacutes trato a este joven y oigo sus palabras

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y mido la altura de su discernimiento maacutes vivos son mis deseos de decirle Saulo hermano Jesucristo me ha enviado a devolverte la vista En las empresas heroicas maacutes energiacutea y bravura desplega el alma cuanto maacutes sentildealado es el meacuterito de la plaza que se quiere conquistar y maacutes grande la fama y destreza del enemigo

-Y como Daniel parece

-No parece sino que es una de las maacutes acabadas hechuras de Dios Cuando veo aquel admirable y soberbio vuelo de su entendimiento digo laquoiexclqueacute laacutestima Sentildeor queacute laacutestimaraquo iquestRecuerdas queacute belliacutesima explicacioacuten hizo de las fuerzas de la Naturaleza relacionaacutendola con la previsioacuten divina

-Si siacute lo recuerdo

-iquestY aquella sencilla y pateacutetica figura que trazoacute de las costumbres de su anciana madre

-iexclOh Siacute siacute lo recuerdo

-iquestY las consideraciones que hizo sobre la muerte de sus dos hermanas doncellas contagiadas de la peste por asistir a los enfermos

-Siacute tiacuteo siacute lo recuerdo bien [148]

-iexclY queacute bien manifestoacute sus aficiones sencillas patriarcales exentas de vicios su admiracioacuten a las obras de Dios

-Tambieacuten tambieacuten lo tengo presente

-iquestY el carintildeo que tiene a nuestro pobre paiacutes tan desgraciado

-Siacute siacute tiacuteo todo lo recuerdo

-Y yo al oiacuterle y al verle digo laquoiexclqueacute laacutestima Sentildeor queacute laacutestimaraquo

-iexclQueacute laacutestima -exclamoacute Gloria cruzando las manos y elevaacutendolas hasta apoyar en ellas la barba

-Hoy mismo hoy mismo pienso dar principio a mi gran empresa -dijo el obispo con noble decisioacuten- Al fin haremos algo grande en nuestra pobre vida

-iquestHoy mismo pero si se marcha pronto -dijo Gloria afectando naturalidad

-No porque tu padre y yo hemos convenido en decirle que se quede en Ficoacutebriga y en nuestra casa quince diacuteas maacutes o un mes

-Entonces entonces tiacuteo -dijo la sobrinita no disimulando muy bien su alegriacutea- triunfaraacute usted triunfaraacute la Iglesia de Jesucristo iexclOh iexclqueacute excelente idea han tenido papaacute y usted

-Ahora mismo pienso subir a deciacuterselo Eacutel aceptaraacute porque no estaacute bien de salud y el sosiego [149] de este paiacutes le repondraacute Hoy le hablo de religioacuten y no me faltaraacuten argumentos Donde hay un buen corazoacuten estaacute la mitad del camino andado iquestSabes si se ha levantado

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-Roque nos lo diraacute

El criado pasaba por el jardiacuten

-iquestSe ha levantado el Sr Morton

-Siacute sentildeor Voy con un encargo suyo -dijo mostrando un paquete

-iquestQueacute es eso

-Toda la ropa que el Sr D Daniel teniacutea en los bauacuteles mojados La llevo al sentildeor cura para que la reparta a los pobres

-Apuesto -manifestoacute Gloria con disgusto- a que D Silvestre no da ninguna pieza a Caifaacutes

-Voy al instante arriba -dijo el obispo con determinacioacuten

Gloria le acompantildeoacute hasta la escalera Despueacutes corrioacute a la cocina Su alma revoloteaba en el seno del eacuteter maacutes puro en plena luz celestial como los aacutengeles que agitan sus alas junto al Trono del Sentildeor en todas sus cosas [150]

- XXI -

Sepulcro blanqueado

Y era en verdad contraste singular que mientras su alma como dice el salmista escapaba al monte cual ave estuviese su cuerpo en lugar tan rastrero como una cocina y arremangaacutendose los lindos brazos y ponieacutendose un delantal blanco empezara a batir con ligera mano muchedumbre de claras y yemas de huevo que en honda cacerola espumarajeaban formando bolas de fragiliacutesimo cristal La cuchara que por la rauda agitacioacuten apenas se veiacutea levantaba amarilla nube herviacutean las albuminosas claras simulando graciosas excrecencias de aacutembar y mil y mil engarzos de topacios en cuyas facetas temblaba la luz Despueacutes pasoacute aquel menjurje de una cacerola a otra quitoacute a un limoacuten toda la caacutescara pico perejil en menudos trocitos revolvioacute con harina los huevos sacoacute de un cajoacuten unas viejecillas [151] arrugadas y dulciacutesimas que en su juventud se llamaron uvas acaparoacute bizcochos apoderose por uacuteltimo de un molde de hoja de lata todo con gran presteza y pulcritud hasta que Francisca no pudiendo tolerar tal invasioacuten en sus dominios le dijo de muy mal talante

-iquestQueacute haces ahiacute tonta iquestQueacute comistrajo es ese

-Tuacute siacute que eres tonta -repuso Gloria riendo- iexclQueacute entiendes tuacute de cocina fina ni de pudines

-iquestY eso para quieacuten es -prosiguioacute la respetable criada con ironiacutea- iquestPara el perro Nintildea por Dios que te vas a echar a perder las manos Vete arriba que aquiacute no hacen falta espantajos

La antigua cocinera trataba a Gloria con la familiaridad de los criados que han visto nacer a todos los nintildeos de una casa Gloria despueacutes de agitarse mucho dio por

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terminada su tarea y abandonoacute la cocina subiendo a su cuarto donde se ocupoacute en arreglarse y ponerse guapa porque la hora del almuerzo se acercaba

Atentos a ella entraron en la casa D Rafael del Horro y el cura que aquel diacutea andaban muy atareados por el negocio de su viaje electoral Subieron a saludar a D Juan en su despacho pero como hallaron a este muy atareado [152] con una serie de cartas que escribiacutea para varios personajes influyentes de la provincia y que nuestros dos expedicionarios habiacutean de llevar como ademaacutes vieron al doctor Sedentildeo abstraiacutedo en la lectura de los perioacutedicos poliacuteticos tornaron al jardiacuten

Gloria despueacutes de pasar revista al comedor y ver queacute tal poniacutea la mesa Robustiana salioacute al jardiacuten Habiacutea en este por la parte proacutexima al camino un bosquecillo formado de altas magnolias algunos espesos pinos y dos o tres plaacutetanos los cuales sobrepujaban a toda la familia vegetal del repuesto jardiacuten extendiendo sus grandes ramas en tan gran espacio que por un lado saliacutean sobre la verja hasta fraternizar con los olmos del camino y por otro acariciaban las ventanas de la casa En el centro del bosquecillo habiacutea una glorieta a la que rodeaban espesos matorrales hechos de evoacutenymus retamas olorosas tamarindos veroacutenicas adelfas y otros arbustos combinados con primoroso arte Por detraacutes corriacutea un estrecho camino semi-circular oscuro huacutemedo en el cual soliacutean verse menudos hilos de telarantildeas tendidos entre las ramas y en los troncos de los aacuterboles grandes Gloria entroacute por este camino Al poco rato oyoacute voces y se detuvo Su primera intencioacuten fue no hacer caso y seguir [153] adelante Pero oyoacute pronunciar su nombre reconociendo la voz de Rafael Este y el cura hablaban en la glorieta No pudiendo refrenar la curiosidad escuchoacute

-Gloria es perfecta como usted dice -hablaba el cura- y ademaacutes de perfecta es hija uacutenica de un hombre rico Mi opinioacuten es amigo D Rafael que todo no debe ser sentimiento y te amo y te adoro sino que debe mirarse mucho al bienestar de ambos coacutenyuges La pintura que usted me ha hecho de lo cara que se ha puesto la vida en esa endiablada corte me horripila Diacutegame usted iquestqueacute tal pinta la abogaciacutea

-Mal -repuso el joven con hastiacuteo- despueacutes de que Lantigua entregoacute su bufete a los pasantes estos han acaparado todos los negocios eclesiaacutesticos Sin embargo algo se hace

-iquestY el periodismo

-Eso no se nombre como profesioacuten lucrativa Es un excelente medio para hacerse lugar en la poliacutetica uacutenica carrera de provecho para la juventud

-Y usted la ha hecho buena -dijo hiperboacutelicamente el cura- iexclA los treinta y cuatro antildeos Este nene va a tragarse el mundo

-iexclPero usted no sabe amigo miacuteo queacute compromisos queacute cargas tan atroces trae este maldito [154] oficio en su primera eacutepoca La posicioacuten que se adquiere impone

-iexclAjajaacute Ya lo seacute Gastos atroces iquestno es verdad iquestPues queacute iquestQueriacutea usted pescar truchas a bragas enjutas

-No ya seacute coacutemo se pescan

-Por eso dicen que en Inglaterra soacutelo se dedican a la poliacutetica los ricos -dijo el cura- Este sistema me parece excelente

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-En Espantildea por el contrario es la carrera de los pobres Y es un mal lo conozco pero iexclqueacute se va a hacer Los pleitos no dan amigo miacuteo sino a los que han empollado el bufete con el calor que les dejoacute en el cuerpo la silla ministerial Los negocios exigen capital el comercio menudo es indigno de quien ha estudiado una carrera cientiacutefica no quedan pues maacutes que las armas y la poliacutetica y a miacute no me gustan las armas

-Las armas de la palabra de la pluma amigo miacuteo -dijo el cura con entusiasmo- iquestSabe usted que si alguna cosa envidio en este mundo es la gloria de usted

-Pues tiene poco de envidiable -dijo Rafael con cierto tonillo de despreocupacioacuten que contrastaba con su habitual prosopopeya- Yo me riacuteo a veces de miacute mismo y cuando estoy a solas en mi despacho me digo laquoParece [155] mentira que seas tuacute mismo ese que pronuncia tales discursos terroriacuteficos y escribe los artiacuteculos furiosos que entusiasman al partidoraquo Yo que no soy capaz de matar una pulga ni gusto de que se moleste a nadie predico la ruina de la sociedad actual yo que tengo como cada hijo de vecino mis dudillas acerca de muchas cosas que nos ensentildea el catecismo aunque no de las principales parece seguacuten la vehemencia con que lo digo que me quiero tragar a los que creen poco

-iexclAh iexclah -exclamoacute el cura riendo- ese es mal comuacuten a toda la gente de hoy blancos y negros Nadie tiene fe Hace poco hableacute con un sentildeor que pasa la vida escribiendo contra los increacutedulos y llevando y trayendo recados al Papa En confianza me deciacutea laquoSr D Silvestre no hay quien me haga creer en el infiernoraquo Yo me reiacutea mucho con sus rarezas y jamaacutes disputaacutebamos porque aborrezco las disputas Iacutebamos a cazar juntos Yo le ensentildeaba el cartapacio de mis sermones para que les echara un vistazo Ya se ve Es persona de muy buen gusto y estilo una especie de fray Luis de Granada sin haacutebitos y sin fe y por lo demaacutes sujeto apreciabiliacutesimo persona excelente Usted tambieacuten es de los que hablan mucho y creen poco [156]

-Entendaacutemonos sentildeor cura Yo creo que sin religioacuten no hay sociedad posible iquestA doacutende llegariacutea el frenesiacute de las masas estuacutepidas e ignorantes si el lazo de la religioacuten no enfrenara sus malas pasiones

A lo cual el cura riendo contestoacute

-Pero en esto de creer hay algo maacutes que un freno para contener a los ignorantes Los ilustrados y los sabios deben acrisolar su fe con el estudio

-Asiacute debiera ser -dijo Rafael- Es preciso que todos contribuyamos a conservar soacutelida y firme esta base del edificio social Si la religioacuten desapareciera los demagogos y petroleros nos declarariacutean una guerra a muerte Es cosa que espanta

-Es tremendo siacute

-Por eso yo soy de opinioacuten de que sigan las misas los sermones las novenas las procesiones las colectas y todos los demaacutes usos y ritos que se han creado para coadyuvar a la gran obra del Estado y rodear de garantiacuteas y seguridades a las clases pudientes e ilustradas

-Seguacuten usted -dijo el cura dando rienda suelta a su jovialidad- las praacutecticas religiosas no son otra cosa que una especie de instrumento correccional contra los pillos Pero sentildeor D Rafael de mi alma desarrollando su sistema [157] de usted debieacuteramos decir laquosupriacutemase la religioacuten y aumeacutentense los presidiosraquo

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-iexclOh no bromee usted y tenga presente que aquiacute hablamos los dos en confianza y que esto no sale de los dos Bueno andariacutea el mundo sin religioacuten iexclBenditas sean mil veces las creencias que nos legaron nuestros padres y la fe en que fuimos criados iexclQueacute dulce es la religioacuten iexclLas mujeres tienen en ella tales consuelos Se muere una persona de la familia una madre un hermano un nintildeo y ellas creen que la veraacuten despueacutes y que el difunto se estaacute paseando por encima de las nubes y si es nintildeo correteando y enredando de estrella en estrella La religioacuten debe existir siempre siempre y existiraacute Ademaacutes hay en ella muchas cosas que consuelan a todos y algunas que son verdades irrecusables

-Todas que no algunas como usted dice lo son -dijo el cura afectando cierta gravedad- Si yo tuviera a mano mis libros o recordara faacutecilmente lo mucho y bueno que en ellos he leiacutedo le probariacutea a usted que todo todo lo que la religioacuten sostiene es verdad y todo sirve de gran consuelo al ignorante y al sabio al pobre y al rico Pero tengo una memoria perversa y con mis ocupaciones de cada diacutea no me acuerdo de nada [158]

-iexclOh yo he leiacutedo bastante y por mi parte no puedo acusarme de haber hecho dantildeo alguno a la Iglesia ni a las personas eclesiaacutesticas Por el contrario en mis discursos en las conversaciones privadas con mis amigos poliacuteticos siempre he dicho laquoSentildeores la religioacuten antes que todo No quitemos al pueblo ese freno moral Conviene pues que la Iglesia esteacute de nuestra parte Es el gran auxiliar del Estado y hay que tenerla contenta iquestPide seis pues dadle ochoraquo Aborrezco a esos que se llaman filoacutesofos y libre-pensadores y que se ponen a gritar en las asambleas y en los clubs haciendo ver que la Iglesia es esto y lo otro Yo les digo laquoSentildeores en el fondo casi estamos conformes iquestCoacutemo puede negarse que muchas de las cosas que nos quieren hacer creer no andan muy acordes con el sentido comuacuten Pero iquesthay necesidad de subirse encima de una silla y decirlo a todo el mundo El pueblo ignorante no lo entiende y al oiacuter a ustedes cree que le estaacuten permitidos el robo y el asesinato Hay que mirarse bien antes de propagar ciertas doctrinasraquo Por esto soy enemigo de esos charlatanes y en mi humilde esfera defiendo con la palabra y con la pluma las creencias religiosas la doctrina toda de la Iglesia catoacutelica el culto y el clero venerandas [159] instituciones sobre las cuales descansa el orden social defiendo la fe de nuestros padres las praacutecticas sencillas las oraciones que nos ensentildeoacute nuestra madre en la cuna todo eso en fin tan faacutecil de aprender y tan bonito porque la religioacuten es bonita Yo he estado en Roma he visto muchas ceremonias en San Pedro iexclAh Sr D Silvestre Es cosa que entusiasma iquestPues y las procesiones de Sevilla Todo esto debe conservarse

-Todo esto debe conservarse pero lo que importa principalmente es la fe y si esta no se conserva

-Siacute tambieacuten tambieacuten Todos debemos trabajar para que crean los demaacutes para difundir los dones del Espiacuteritu Santo para que se mantenga incoacutelume la fe de nuestros padres iexclOh la fe de nuestros padres

-Usted Rafael -dijo el cura- pertenece a la escuela de los que defienden la religioacuten por egoiacutesmo es decir porque les cuida sus intereses Ven en ella una especie de guarderiacutea rural Dicen laquoLa religioacuten es muy buena debe creerse verdad es que yo no creo pero crean los demaacutes para que tengan miedo a Dios y no me hagan dantildeoraquo En tanto no se cuidan de los altos fines religiosos ni de la vida eterna

-iexclLa vida eterna -dijo D Rafael del Horro- [160] Aquiacute estaacute la gran cuestioacuten iexclAdmirable idea para que la sociedad no se desborde

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-iquestNo cree usted en ella

-Siacute forzosamente ha de haber alguna otra cosa despueacutes de morir porque no debe acabarse uno sin maacutes ni maacutes Pero digo yo Si despueacutes que expiremos resulta que no hay nada de lo dicho y caemos en profundiacutesimo suentildeo iexclqueacute chasco amigo Romero Y la verdad es que por mucho que uno piense no puede limpiarse de dudas Francamente eso de que lo que no es ni sombra ni aliento ni rayo en suma lo que no es nada siga viviendo despueacutes del hoyo y nos manden al cielo o al infierno iexclAh lo que es esto No hay quien me haga creer en el infierno iquestEs posible que usted me sostenga que hay un pozo lleno de fuego donde caen los que han hecho picardiacuteas Vamos yo creo que la misma Iglesia ha de tener que transigir al fin diciendo que eso del infierno es cualquier cosa nada entre dos platos iquestPues y la vida eterna y el paraiacuteso En fin se aturde uno al pensar en ello y maacutes vale dejarlo a un lado

-Vive Dios -exclamoacute con vehemencia don Silvestre Romero daacutendose fuerte porrazo en la rodilla con la palma de su mano de oso- que si yo recordara todo lo que he leiacutedo en mis libros [161] le contestariacutea a usted punto por punto a todas esas cuestiones y le dejariacutea tan convencido de que hay alma de que hay infierno de que hay cielo como de que ahora es diacutea pero tengo una memoria inicua leo hoy una cosa y mantildeana se me olvida Luego mis ocupaciones figuacuterese usted que este ir y venir al Soto y a la playa ha tiempo que no me permite abrir un libro iexclVaya con el D Rafael queacute ideas tiene Caacutespita no se ha de decir esto a los electores porque entonces Al contrario todo ha de ser religioacuten y maacutes religioacuten A este son les he tocado yo y a este son bailan que es una maravilla

-Bailaraacuten tambieacuten ahora -dijo Del Horro sonriendo- por cierto Sr D Silvestre que si no nos vamos hoy me parece que llegaremos tarde

-Tenemos tiempo de sobra Esta noche llegamos a Villamojada vemos a los amigos pasado mantildeana a Medio-Valle vemos a los amigos Todo se reduce a pasar de pueblo en pueblo y a ver amigos Fiacuteese usted de miacute hombre En todo lo que sea de los Madriles y de la poliacutetica gorda puede discurrir y quebrarse la cabeza pero en esta tierra y en elecciones deacutejeme usted a miacute y caacutellese y estese quieto Cada uno en su elemento

-No me falta confianza sentildeor cura Caraculiambro [162] -dijo Rafael dando una gran palmada en el hombro del gigante cleacuterigo- iexclOh si todos los negocios que he traiacutedo a este Ficoacutebriga de mil demonios fueran tan bien como el de mi eleccioacuten

-iexclAh iquestlo dice usted por la sentildeorita de Lantigua iexclQueacute bocado de aacutengeles Usted tiene la culpa de que este pez no haya picado

-Si Gloria no me quiere ni parece decidida a quererme nunca

-Ya despueacutes de casada ya la enderezariacutea yo -afirmoacute el cura- Ello es que usted ha puesto su asunto en manos de D Juan y este con las finuras y tiquis-miquis que usa lo habraacute echado a perder Si yo fuera D Juan saldriacutea del paso diciendo laquoNintildea a casarse y chitoacutenraquo

-A miacute nadie me quita de la cabeza que Gloria tiene alguacuten novio en Ficoacutebriga -dijo Rafael pensativo

-Lo que es eso Es que esa nintildea a pesar de su viveza y de sus ojos que echan lumbre es un hielo

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-Queacute seacute yo queacute seacute yo -indicoacute el joven campeoacuten de Cristo mirando fijamente al suelo y pronunciando con mucha lentitud palabra tras palabra- le digo a usted que esa nintildea me tiene ya hasta la corona

Gloria no quiso oiacuter maacutes y se retiroacute [163]

- XXII -

La respuesta de Gloria

Entroacute en el despacho de D Juan al mismo tiempo que el sentildeor obispo el cual traiacutea gozoso semblante y se acariciaba una mano con la otra sentildeal de regocijo que se advierte en todos los que acaban de hacer una cosa buena

-Querido hermano -dijo Su Ilustriacutesima- me parece que no he tocado a la puerta de una casa vaciacutea alguien responde

-iquestDe veras -exclamoacute D Juan metiendo en el sobre la uacuteltima carta

-Ha empezado por mostrarse muy agradecido a tus nuevas bondades Acepta la hospitalidad que le concedes por quince diacuteas o un mes

-iquestHas hablado con eacutel de religioacuten -preguntoacute Lantigua pasando por su lengua la parte engomada del sobre

-Siacute mas eacutel con habilidad suma ha eludido [164] entrar en las cosas hondas de doctrina No habla maacutes que de generalidades de la Creacioacuten de la bondad de Dios del perdoacuten de las injurias nada concreto

-Teme descubrirse Esa reserva me agrada porque no me gusta ver a los herejes hacer alarde de su herejiacutea y provocarnos con argumentos comunes de los que usan los perioacutedicos

-No le he oiacutedo ni una sola vulgaridad Mas nada puedo sacar en claro respecto a lo concreto de sus creencias -dijo Su Ilustriacutesima con laacutestima- Lo que siacute puedo asegurarte con toda verdad es que

-iquestQueacute

D Aacutengel acercoacute su silla a la silla de su hermano

-Que es un alma profundamente religiosa un alma llena de fe

-Falta saber queacute especie de fe

-Tienes razoacuten -dijo el obispo rectificaacutendose con presteza- Llaacutemalo predisposicioacuten a la fe iacutentimo anuncio de la verdadera fe que ha de venir Al estado de ese noble espiacuteritu lo comparo yo a una laacutempara perfectamente preparada llena de aceite hasta los bordes y con su mecha en toda regla No falta maacutes que encenderla

-iquestY es nada [165]

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-Basta un foacutesforo que es un soplo una raacutefaga el momento convertido en luz Lo que no conseguiraacutes por todos los medios del mundo es dar lumbre a una laacutempara vaciacutea

-Seguramente

-Nuestro Sr Morton -antildeadioacute D Aacutengel- podraacute estar a oscuras de la verdadera luz pero bien se conoce que no es por falta de ojos Cuaacuten distinto es de muchos joacutevenes de por acaacute que dicieacutendose cristianos catoacutelicos y habiendo aprendido la verdadera doctrina nos muestran en su frivolidad y corrupcioacuten moral almas vaciacuteas almas oscuras almas sin fe los sepulcros blanqueados de que nos habloacute el Sentildeor

Gloria se acercoacute a su padre

-iexclBuena se ha armado en la Asamblea de Francia -exclamoacute de suacutebito el doctor Sedentildeo que leiacutea un diario- Esto es la dispersioacuten de gentes iexclOh iexclFrancia Francia bien merecido lo tienes Oiga Usiacutea Ilustriacutesima y formaraacute idea de coacutemo se acaba un paiacutes por abandonar las viacuteas del catolicismo

D Aacutengel miroacute a su secretario y al perioacutedico que leiacutea

Gloria puso la mano sobre el hombro de su padre

-iquestQueacute quieres hija miacutea -le dijo este carintildeosamente [166] tomando aquella mano- iexclAh picarona ya que estaacutes aquiacute no te marcharaacutes sin llevar un buen sermoacuten

-iquestPor queacute

-Porque no tienes formalidad Hace diacuteas te hableacute de un asunto me prometiste contestar pronto y esta es la hora

-Pues bien papaacute -indicoacute Gloria inclinaacutendose- Voy a contestar

D Juan dejoacute la pluma

-Y contesto que no -dijo la sentildeorita sonriendo y reforzando su frase negativa con un vivo movimiento de cabeza

-iquestRehuacutesas

-Rehuacuteso pero de todo corazoacuten

-iquestLo has pensado bien

-Lo he pensado bien y no puedo no puedo de ninguacuten modo querer

-iquestPodriacuteas darme alguna razoacuten -dijo don Juan mostrando un sentimiento extrantildeo que soacutelo podriacutea llamarse severidad beneacutevola

-Una no mil -dijo Gloria con su natural propensioacuten a la hipeacuterbole

-Con una me contento iquestHas considerado bien las prendas de ese joven

-Siacute y he visto que es un sepulcro blanqueado

-Mira bien lo que dices [167]

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-iexclAh usted mismo no tardaraacute en reconocerlo No es oro todo lo que reluce Verdad es que para miacute nunca ha brillado el D Rafaelito sino como hojalata

-iexclQueacute manera de juzgar -dijo D Juan no disimulando que estaba contrariado- Acaso tuacute una chiquilla puedes juzgar Pero silencio que viene aquiacute

D Silvestre y Rafael entraron dirigieacutendose ambos a besar el anillo al obispo y preguntarle por su salud Por un instante no se habloacute maacutes que del proyectado viaje

-iexclOh aquiacute tenemos un documento importantiacutesimo -dijo el doctor Sedentildeo sentildealando otro perioacutedico- Es una carta de Ficoacutebriga en que se da cuenta de la portentosa y nunca vista hazantildea de D Silvestre Romero al sacar a salvo de en medio de las olas a los tripulantes del Plantagenet

-iquestA ver a ver -dijo el cura lleno de emocioacuten y con los ojos chispeantes de vanidad

-Le ponen a usted en las nubes aquiacute lea usted -dijo Sedentildeo dando el perioacutedico al tonsurado atleta

Romero leyoacute en voz alta el articulejo en que se narraba con prolijos detalles el suceso del 23 de Junio y al concluir dijo

-No estaacute mal no estaacute mal [168]

-El sentildeor cura -indicoacute Su Ilustriacutesima con bondad- se vanagloria demasiado de su accioacuten beneacutefica y le da publicidad excesiva presentaacutendola de un modo dramaacutetico y teatral con lo que aquella pierde un tantico de su gran meacuterito y espontaneidad evangeacutelica

D Silvestre algo turbado se inclinoacute con respeto

Si esto dijo el obispo al ver la complacencia con que Romero leiacutea las alabanzas de su proeza coacutemo le reprenderiacutea si hubiera sabido que estaban hechas por eacutel mismo

-Los amigos -dijo este reponieacutendose- se empentildean en que todo el mundo ha de saber mi hombrada Yo no me he vuelto a acordar de lo que hice

-Y asiacute debe ser amigo miacuteo -manifestoacute Su Ilustriacutesima estrechaacutendole la mano- El recuerdo de la limosna incumbe al que la recibe Oiga usted al sentildeor Morton iexclQueacute bien caen en su boca los elogios de la valentiacutea de usted

-iquestY al fin el Sr D Daniel se nos marcha -preguntoacute Romero

-No -repuso el obispo- Con permiso de mi hermano acabo de invitarle para que esteacute aquiacute quince diacuteas maacutes o un mes

D Juan que meditaba al lado de su hija alzoacute la cabeza y dijo [169]

-iquestNo te parece que bastaraacute con ocho diacuteas

-Como quieras pero ya le he dicho que quince diacuteas

-Como quieras tuacute -indicoacute D Juan- Lo que ahora nos importa maacutes es comer Gloria esa comida por amor de Dios Mira que estos dos sentildeores tienen que marcharse pronto

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-Ya pueden ustedes bajar -repuso ella con semblante animadiacutesimo derramando claridad y alegriacutea por sus negros ojos- Tiacuteo sentildeor doctor sentildeor cura D Rafael

Al suave anuncio del comedor Sedentildeo dejoacute en paz la prensa perioacutedica

-iquestBaja hoy el Sr Morton

-Siacute hoy baja por primera vez -dijo Su Ilustriacutesima- Aquiacute estaacute

Una sombra se interpuso en la puerta Era Morton todo vestido de negro paacutelido hermoso y demacrado semejante a un maacutertir de los primeros siglos que resucitando se pusiera levita

-Bien amigo bien por ese valor -dijo el cura saliendo al encuentro del extranjero

El sentildeor obispo salioacute apoyaacutendose en su bastoacuten Ofreciole Daniel el brazo y bajaron ambos delante Siguieacuteronles los demaacutes

Gloria se quedoacute la uacuteltima [170]

- XXIII -

Dos opiniones sobre el paiacutes maacutes religioso del mundo

Daniel Morton no salvoacute sino una parte muy pequentildea de su equipaje que era considerable pero siacute los fondos que traiacutea en la caja de a bordo a cargo del capitaacuten Este fue a visitarle el diacutea en que partieron todos los naacuteufragos y entregole lo que de eacutel habiacutea recibido descontando una cantidad que Daniel destinoacute a auxiliar a la tripulacioacuten Puacutesose luego este en relaciones con el coacutensul ingleacutes de la capital de la provincia (situada a diez y seis kiloacutemetros de Ficoacutebriga por camino real) y recibioacute dos grandes bauacuteles con efectos Al diacutea siguiente de su primera salida de la casa Morton tuvo la abnegacioacuten de confiar su persona a un descuadernado cajoncillo que usurpando aleve el nombre de coche iba todos los diacuteas a la capital de la provincia [171] moliendo gente so pretexto de llevarla y traerla Por la noche Daniel volvioacute caballero en un gallardo potro negro

-Fui con intencioacuten de comprar un caballo aunque sin esperanza de encontrarlo -dijo al llegar junto a la verja de la casa donde se habiacutean detenido los tres Lantiguas despueacutes de su paseo vespertino- pero he podido conseguir este animal que no es un prototipo de belleza ni agilidad pero que anda

-A miacute me parece arrogantiacutesimo y digno de Santiago si fuera blanco -dijo D Aacutengel

-Pues no creiacute yo que allaacute encontraraacute usted tan buena pieza -indicoacute D Juan examinando la bestia- Es de lo poco bueno que se suele encontrar por estas tierras

Gloria no dijo nada

Morton despueacutes de dejar su caballo subioacute

-Ya tengo caballo -dijo- No me falta maacutes que escudero

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Y aquella misma noche cerroacute trato con Roque criado de la casa para que un hijo de este nombrado Gasparuco y que pareciacutea bueno le sirviese de criado

-Por lo visto se despierta en usted la aficioacuten a nuestro paiacutes -dijo el Sr de Lantigua- iquestY le tendremos a usted mucho tiempo por aquiacute [172]

-Es posible que siacute -repuso Morton

En pocos diacuteas el caballero hamburgueacutes visitoacute y conocioacute prolijamente toda Ficoacutebriga en especial la Abadiacutea curiosiacutesima obra del duodeacutecimo siglo que no por estar tan dejada de la mano de los hombres toda destruida y ateada careciacutea de encantos para el artista Tambieacuten vio el castillo desmantelado el torreoacuten o cubo sentildeorial que se alza maacutes arriba de la huerta abacial ogantildeo cementerio y las casas infanzonas de la villa algunas de las cuales llaman con justicia la atencioacuten de los forasteros

Los habitantes de esta miraron con simpatiacutea al joven extranjero si bien le inundaron de comentarios Varias personas como D Juan Amarillo y dos de los indianos hicieron amistades con eacutel

En casa de Lantigua habiacutea ganado Morton las simpatiacuteas de los dos hermanos por su trato afabiliacutesimo y la amenidad de su conversacioacuten Demostraba un entendimiento privilegiado sin pedanteriacutea una sensibilidad exquisita sin afectacioacuten y el maacutes acabado conocimiento de todas las reglas sociales

No se le cociacutea el pan a D Aacutengel hasta plantear de lleno la empresa que pensaba acometer apretaacutendole a ello su tesoacuten de apoacutestol cristiano [173] y el natural afecto que el extranjero le inspiraba y un diacutea enuncioacute el tema resueltamente

Por desgracia para nuestra fe sacratiacutesima las santas aspiraciones del prelado no tuvieron eacutexito Pasaban horas discutiendo sin que Morton revelase deseos de penetrar en la Iglesia catoacutelica y para que la pena del reverendo pastor de almas fuese mas honda ni aun pudo conocer de un modo claro las creencias religiosas del extranjero que hablaba siempre en teacuterminos generales y eludiendo su personalidad Maravilloacute ciertamente a D Aacutengel en estas disputas esteacuteriles por desgracia para el aumento de la grey catoacutelica el conocimiento que Daniel mostraba de todos los libros santos desde el Geacutenesis hasta el Apocalipsis No ignoraba lo maacutes selecto de los Santos Padres y conociacutea perfectamente toda la poleacutemica religiosa del presente siglo y de los tiempos maacutes cercanos con las disposiciones del Santo Padre el uacuteltimo concilio y los triunfos y persecuciones recientes de la Iglesia de Cristo

Mas de tanta erudicioacuten hija de formales estudios y aficioacuten a las cosas divinas nada de provecho sacaba el buen pastor lo que le causaba amarguiacutesima pena Uacuteltimamente habiacutea pensado desistir de su empentildeo considerando que Dios elegiriacutea sin duda otros caminos y [174] ocasioacuten distinta para llevar la luz al espiacuteritu de aquel hereje

En cuanto a D Juan de Lantigua si al principio asistioacute con intereacutes vivo a los diaacutelogos religiosos pronto se apartoacute de ellos por no permitirle perder ninguacuten tiempo los trabajos que entre manos traiacutea Devorado por un ansia fervorosa entregaacutebase sin descanso a las lecturas y a la composicioacuten literaria bebiendo en libros y derramando su pensar en cuartillas Estaba su espiacuteritu tan por entero dado a aquel afaacuten que no habiacutea fuerzas humanas que le arrancaran del despacho durante cuatro horas por la mantildeana y otras tantas por la noche Su hermano le reprendiacutea carintildeosamente por esta tarea ardorosa y febril que gastaba sus peregrinas facultades y le iba irritando el cerebro y

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enflaqueciendo las fuerzas fiacutesicas en teacuterminos que D Juan se desmejoraba maacutes cada diacutea Pero no haciacutea caso eacutel de los sermones episcopales y seguiacutea erre que erre sobre los libros sacaacutendoles el redantildeo para escribir despueacutes iexclAdmirable aplicacioacuten que debiacutea dar por resultado una de las maacutes hermosas obras de la eacutepoca presente

Una mantildeana era tanta su fatiga que don Juan sintiendo su cabeza maacutes pesada que el plomo salioacute a ver si se le despejaba conversando [175] con Morton Cuando llegoacute al gabinete de este extrantildeoacute que no estuviese alliacute de visita D Aacutengel por ser costumbre trabar las poleacutemicas en aquella hora

-Vamos -dijo- veo que mi buen hermano se ha visto obligado a levantar el sitio

-El sentildeor obispo -dijo Morton- es tan bueno y tan sabio que sin duda ganaraacute muchas plazas en el mundo Las que eacutel no tome es por que son inexpugnables

Tomando pie de esto D Juan le preguntoacute si sus creencias cualesquiera que fuesen eran firmes No vaciloacute en contestarle Daniel dicieacutendole que sus creencias no eran superficiales rutinarias y friacuteas como las de la mayor parte de los catoacutelicos espantildeoles sino profundas y fijas a lo cual contestoacute D Juan (4) que maacutes le gustaba ver el tesoacuten y la consecuencia en los sectarios de las falsas religiones que la tibieza y despreocupacioacuten en los que teniacutean la dicha de haber nacido en la verdadera Antildeadioacute que efectivamente se habiacutean debilitado mucho las creencias en nuestro catoacutelico suelo pero que este mal ocasionado por los excesos revolucionarios y la influencia de extranjeros envidiosos de la Nacioacuten maacutes religiosa del mundo tendriacutea faacutecil remedio en la predicacioacuten en las oraciones [176] y en los trabajos de la Iglesia si acertaba a encontrar un Gobierno piadoso que le ayudara

Morton no estaba muy conforme con esta opinioacuten Sin embargo deferente con su generoso amigo le dijo que confiaba en la regeneracioacuten religiosa de este paiacutes si abundaban en eacutel pastores tan virtuosos y tan ilustrados como D Aacutengel de Lantigua y seglares como D Juan

-Yo conozco regularmente el Mediodiacutea y la capital de Espantildea -antildeadioacute- Ignoro si el Norte seraacute lo mismo pero allaacute querido sentildeor miacuteo he visto el sentimiento religioso tan amortiguado que los espantildeoles inspiran laacutestima No se ofenda usted si hablo con franqueza En ninguacuten paiacutes del mundo hay menos creencias siendo de notar que en ninguno existen tantas pretensiones de poseerlas No solo los catoacutelicos belgas y franceses sino los protestantes de todas las confesiones los judiacuteos y aun los mahometanos practican su doctrina con maacutes ardor que los espantildeoles Yo he visto lo que pasa aquiacute en las grandes ciudades las cuales parece han de ser reguladoras de todo el sentir de la Nacioacuten y me ha causado sorpresa la irreligiosidad de la mayoriacutea de las personas ilustradas Toda la clase media con raras excepciones es indiferente Se practica el culto pero maacutes bien como un haacutebito rutinario por [177] respeto al puacuteblico a las familias y a la tradicioacuten que por verdadera fe Las mujeres se entregan a devociones exageradas pero los hombres huyen de la Iglesia todo lo posible y la gran mayoriacutea de ellos deja de practicar los preceptos maacutes elementales del dogma catoacutelico No negareacute que muchos acuden a la misa siempre que sea corta se entiende y no falten muchachas bonitas que ver a la salida pero esto es faacutecil amigo miacuteo iquestno comprende usted que esto no basta para decir laquosomos los hombres maacutes religiosos de la tierraraquo

-Efectivamente no basta no -dijo D Juan con voz triste mirando al suelo

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-Usted conoce muchas muchiacutesimas personas ilustradas buenos leales que no pueden menos de considerarse virtuosas personas a quienes usted que es tan buen catoacutelico no negaraacute su amistad personas de quienes nadie se aparta con horror personas amables

-Ya ya seacute lo que usted me va a decir -indicoacute D Juan melancoacutelicamente

-Pues bien de esas personas (y yo supongo que conoceraacute usted maacutes de mil) de esas personas iquestcuaacutentas cree usted que cumplen el precepto fundamental del catolicismo la penitencia

-iexclOh tiene usted razoacuten tiene usted razoacuten [178] -dijo Lantigua con verdadera angustia- De cada cien noventa y cinco no se han confesado en veinte antildeos

-Con la particularidad -antildeadioacute Morton- de que la Iglesia manda confesar una vez al antildeo a lo menos Los grandes e intachables catoacutelicos los que se pueden llamar vasos de eleccioacuten (me refiero a los varones querido D Juan) gracias que cumplan esa vez al antildeo olvidando que la Iglesia aconseja una vez al mes y asegura que los que no lo hacen viven una vida relajada y estaacuten en peligro de perderse Si tienen ustedes conciencia no deben suponerse en peligro sino completamente perdidos

-El precepto el precepto Sr Morton -dijo D Juan con sequedad- no manda maacutes que una vez al antildeo

-Hay otro siacutentoma -prosiguioacute Daniel- que he observado muchas veces Cuando en una casa rezan el rosario los hombres se echan fuera sin que por esto se alarme la familia femenina He oiacutedo a algunos nintildeos inocentes hacer esta pregunta laquoDime mamaacute iquestpor queacute papaacute no rezaraquo Muchas veces no se sabe queacute contestar pero en ocasiones se les dice laquoPapaacute reza en su cuartoraquo Pero donde reza papaacute es en el casino o en el cafeacute Las mujeres aquiacute por lo general creen que siendo ellas rezonas no importa que [179] sus maridos sean blasfemos Debo antildeadir y no creo que usted se ofenda por esto que Espantildea es el paiacutes no direacute maacutes blasfemo del mundo sino el paiacutes blasfemo y sacriacutelego por excelencia

-En eso tiene usted razoacuten -afirmoacute Lantigua con pesadumbre- Tambieacuten reconozco la irreligiosidad pero usted parece indicar que las causas de este grave mal estaacuten en otra parte que en la filosofiacutea y en las libertades modernas

-No puedo creer que estas dos cosas hayan arrebatado al pueblo espantildeol sus creencias En otros paiacuteses hay maacutes muchiacutesima maacutes filosofiacutea que aquiacute maacutes muchiacutesimas maacutes libertades y sin embargo la fe religiosa no muere iexclHablan de revoluciones Si en Espantildea no ha habido nada que merezca tal nombre amigo miacuteo Si en Espantildea todos los trastornos poliacuteticos han sido tempestades en un vaso de agua Por Dios iquestqueacute idea hemos de formar del espiacuteritu religioso de un paiacutes si es tal que lo echan por tierra esos quince o veinte movimientos poliacuteticos que se han sucedido desde 1812 Comprendo que los grandes edificios caigan en el sacudimiento de un terremoto pero iquestcoacutemo han de caer con la trepidacioacuten que producen las patadas de un regimiento de caballeriacutea Admitiendo como no puede menos de admitirse que ustedes no han tenido grandes cataclismos es preciso deducir que los edificios [180] caiacutedos no pueden haber sido muy grandes Fueacuteronlo siacute en otros tiempos pero al entrar este siglo todo estaba ya carcomido Espantildea como la mujer rencillosa de que habla el Eclesiasteacutes es ahora un tejado con muchas goteras

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-No admito eso de que no hayamos tenido revoluciones -dijo D Juan- Las hemos tenido superficiales y profundas en el orden poliacutetico pero iquesty la irrupcioacuten de libros y la transformacioacuten social esas oleadas de soberbia de amor al lujo de concupiscencia de materialismo que nos vienen de fuera

-Veo que muchas cosas que en otras partes hacen poco dantildeo aquiacute envenenan Sin duda el organismo moral de Espantildea es tan endeble como el de aquellos seres enfermizos y nerviosos que se emponzontildean soacutelo con el olor del veneno

-iquestCon el olor

-Siacute porque de los inmensos progresos industriales del lujo del colosal aumento de las riquezas del refinamiento material ustedes no tienen maacutes que el olor Espantildea por lo que veo no puede vivir sino metieacutendose dentro del fanal de su catolicismo para que nada la toque ni contamine para que ni aacutetomos siquiera de lo exterior lleguen hasta ella

-iquestY queacute le recetariacutea usted [181]

-El aire libre -dijo Morton con energiacutea- el aire libre el andar sin tregua entre toda clase de vientos arriba y abajo dejarse llevar y arrastrar por todas las fuerzas que la solicitan romper su capa de mendigo o mortaja de difunto y exponerse a la saludable intemperie del siglo Espantildea se parece al enfermo de aprensioacuten todo lleno de emplastos vendajes parches abrigos mil y precauciones necias Fuera todo eso y el cuerpo enfermo recobraraacute su vigor

Habiacutean llegado a un punto de la discusioacuten en que D Juan creyendo a su hueacutesped totalmente descarriado le teniacutea laacutestima

-Hace usted un uso poco razonable de la fantasiacutea -le dijo bondadosamente y en tono de maestro- De esa manera nunca me probaraacute usted que Espantildea es el paiacutes menos religioso del mundo iquestPor ventura amigo Morton no ha visto usted en eacutel algo que le pruebe lo contrario

-No significan nada para miacute -continuoacute Daniel- las manifestaciones teatrales de devocioacuten que son maacutes bien poliacuteticas que religiosas Yo me riacuteo de la piedad de un pueblo que como Madrid habla mucho de religioacuten y sin embargo jamaacutes supo levantar un solo templo digno no digo yo de Dios pero ni aun de los [182] hombres que entren en eacutel En Madrid pueblo rico vemos maacutes teatros que en Londres una plaza de toros que es un monumento cafeacutes soberbios tiendas paseos y distracciones donde se conciertan el lujo y las artes pero no hay una sola iglesia que no sea pocilga

-iexclPor Dios Sr Morton -dijo Lantigua- eso es demasiado duro

-Un poco duro -repuso el extranjero riendo- pero la idea es exacta Y lo que pasa en Madrid pasa en toda Espantildea El sentimiento catoacutelico que en este siglo no ha levantado un solo edificio religioso de mediano valor es tan tibio que no se manifiesta en cosa alguna de gran valiacutea y lucimiento El paiacutes maacutes piadoso ha venido a ser el maacutes increacutedulo El paiacutes maacutes religioso y que tuvo tiempos en que la piedad se asociaba a todas las grandezas de la vida al heroiacutesmo a las artes a la opulencia a la guerra misma han concluido por formar de la piedad cosa aparte separada de lo demaacutes Un hombre devoto que se persigna al pasar por la iglesia que confiesa y comulga semanalmente es en la mayor parte de los ciacuterculos un hombre ridiacuteculo

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-iexclPor Dios amigo Morton

-Sr de Lantigua por Dios dispeacutenseme usted pero es fuerza decirlo Haacutebleme usted [183] con su franqueza de hombre honrado y de catoacutelico sincero Diacutegame usted si hay en Espantildea mujer alguna capaz de dar su corazoacuten y su mano a un hombre que pase tres o cuatro horas todos los diacuteas dentro de la iglesia que se rompa el pecho a golpes que tenga su casa llena de agua bendita y que entone una oracioacuten al realizar los actos maacutes insignificantes de la vida cuales son salir a la calle entrar en ella estornudar etc Un devoto tal como lo conciben las congregaciones piadosas del diacutea es un ente irrisorio confiacuteeselo usted Hasta los mismos que defienden a pie firme la religioacuten y se llaman soldados avanzados de las filas de Cristo cuidan mucho en sociedad de disimular todo lo posible su ortodoxia o mejor dicho de olvidarla so pena de perder gran parte de las simpatiacuteas y de las amistades que por sus prendas su figura o sus virtudes hayan logrado alcanzar

-Algo hay de eso pero no tanto amigo miacuteo

-Quizaacutes los de casa no vean esto tan claramente como los extrantildeos -dijo Morton- Quizaacutes yo me equivoque pero he manifestado mi opinioacuten con lealtad Creo a Espantildea el paiacutes maacutes irreligioso de la tierra Y un paiacutes como este donde tantos estragos ha hecho la incredulidad [184] un paiacutes que tanto tiene que aprender que tantos esfuerzos debe hacer para nutrirse para llenar de sangre vigorosa sus venas por donde corre un humor tibio y descolorido no estaacute en disposicioacuten no de convertir a nadie

Breve rato estuvo D Juan de Lantigua sin dar contestacioacuten pero al fin con cierta sequedad que era muy propia de su caraacutecter habloacute asiacute

-No aseguro yo que mi paiacutes sea hoy el maacutes piadoso del mundo Por desgracia no le falta a usted razoacuten en parte de lo que ha dicho pero creo que si siguieacuteramos discutiendo hallariacuteamos iguales o quizaacutes peores sentildeales de descomposicioacuten en otras tierras que usted me presentaraacute como modelo Hay aquiacute hombres perversos hay hombres indiferentes en grandiacutesimo nuacutemero pero tenemos intacto el tesoro de nuestra doctrina conservamos la semilla y un periacuteodo de proteccioacuten del cielo puede hacerla fructificar En medio de la torpeza y frivolidad que por todas partes se ve existe pura y entera la fe no dantildeada ni podrida por los errores y la fe ha de triunfar la fe ha de dar resultados de virtud si no hoy mantildeana

raquoDeploro los desoacuterdenes de mi patria pero no los creo irremediables como la muerte como la podredumbre que constituyen el fondo de [185] otros paiacuteses bajo engantildeosa cubierta de prosperidad de orden de brillo artiacutestico industrial social Cada raza tiene su organizacioacuten propia No seacute si Dios me dejaraacute ver el diacutea de la regeneracioacuten general del mundo pero esta regeneracioacuten no la busque usted no la busque usted fuera de los principios inmutables de la moral catoacutelica De entre las ruinas no renaceraacute sino aquello que haya conservado el germen de esa moral y ese germen Sr Morton lo tenemos nosotros nosotros siacute aunque usted no lo vea

raquoQuiacuteteme usted las revoluciones chicas o grandes las ideas subversivas que vienen de fuera y que en otros paiacuteses tienen aplicacioacuten falaz y pasajera quiacuteteme usted la propaganda de doctrinas contrarias a nuestra naturaleza social y entonces podraacute ver usted que esta nacioacuten resucitada y puesta en pie despueacutes de tantos antildeos de aparente muerte se hallaraacute de nuevo en disposicioacuten de convertir a todas las gentes en uno y otro

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mundo de convertirlas siacute sentildeor porque la posesioacuten de la verdad le da derecho a decirlo y a ejecutarlo resueltamente

Iba a contestar Daniel cuando se oyeron voces en el jardiacuten de la casa y con las voces lamentos y lloros (5) de chiquillos

-iquestQueacute es esto -dijo Lantigua asomaacutendose a la ventana- Gloria Gloria [186]

Morton se asomoacute tambieacuten

-No es nada -dijo Lantigua retiraacutendose- Son los hijos de Caifaacutes que vienen pidiendo auxilio en nombre de su padre un perdido un borracho a quien estoy cansado de socorrer

Su Ilustriacutesima desde el jardiacuten gritaba

-Juan Juan baja

-Vamos -dijo D Juan- Mi hermano se ha enternecido y quiere que yo tome bajo mi amparo a ese mal hombre Es un miserable pero la caridad cristiana amigo Daniel nos manda perdonar y compadecer

- XXIV -

Una obra de caridad

Ambos bajaron En el jardiacuten estaba D Aacutengel y frente a eacutel un lastimoso terceto de muchachos llorones con los puntildeos en los ojos los sucios rostros llenos de babas y de tierra que con las laacutegrimas se amasaba

-Vamos a ver iquestqueacute es eso -preguntoacute don Juan tirando suavemente de una oreja a la pequentildeuela

La afliccioacuten no les dejaba contestar

-Que el teniente cura ha despedido a Caifaacutes por orden de D Silvestre -dijo Su Ilustriacutesima- Pero hijos miacuteos si vuestro padre es malo iquestcoacutemo quereacuteis que esteacute en la iglesia

-iexclBuena pieza es el tal Mundideo -exclamoacute Lantigua- iquestY queacute maacutes le pasa iquestQue ha perdido toda la ropa porque la Caacutercaba no ha podido cobrar [188]

-Siacute se se se ntildeor -gimioacute Sildo

-iquestY que D Juan Amarillo le ha echado de la casa de arriba y le va a llevar a la justicia

-Siacute se se ntildeor

-iquestY que os habeacuteis quedado sin casa

-Siacute se se ntildeor

-Estos pobres nintildeos estaacuten desnudos -dijo D Aacutengel- Es preciso darles algo de ropa

-De eso se encargaraacute Gloria iquestEn doacutende estaacute Gloria

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-Ha salido al camino a hablar con Caifaacutes que no ha querido entrar porque le da verguumlenza

-Y con razoacuten No pienso hacer nada por eacutel Estoy cansado de favorecerle Le dareacute para comer y ropa para estos nintildeos pero nada maacutes

Gloria aparecioacute entonces por la puerta del jardiacuten Sus ojos encendidos anunciaban la afliccioacuten de su alma

-Papaacute- dijo secando sus laacutegrimas- ahiacute estaacute Caifaacutes Dice que quiere hablarte y que te contaraacute lo que le pasa si no te enfadas

-iexclPobre hombre -dijo Lantigua mirando a Morton- Mira Gloria prefiero que me cuentes tuacute lo que le pasa a ese tunante

-Pues le han echado de la sacristiacutea

-Bien merecido

-Y D Juan Amarillo le ha embargado lo [189] uacutenico que le quedaba ya las herramientas de carpintero

-Ya se ve No parece sino que D Juan Amarillo tiene el dinero para que Caifaacutes lo gaste en beber

-Y eacutel y sus hijos han andado desde ayer pidiendo limosna por los caminos

-Basta -dijo D Juan gravemente- Aquiacute entra la caridad Dales hoy de comer Puedes decirle que mande a los chicos todos los diacuteas

-Vendraacuten -dijo Gloria con alegriacutea

-No lo que es eacutel no tiene que ponerme los pies en casa

-Pero papaacute

-Es un vicioso Que vengan los chicos

-Y los vestiraacutes por mi cuenta Gloria -dijo Su Ilustriacutesima- Algo podreacute darle tambieacuten a Caifaacutes

-Pero eacutel quisiera

-iquestAuacuten pide maacutes

-Para los desgraciados -indicoacute D Aacutengel- se escribioacute aquello de pedid y se os daraacute

-Darle dinero es fomentar sus vicios -afirmoacute Lantigua- iquestNo lo cree usted asiacute sentildeor Morton

-Seguramente

-Vamos Juan -dijo el obispo poniendo la mano sobre el hombro de su hermano- al extremo [190] del prado de Costiguera junto a la mies de Sotres tienes una casilla abandonada donde invernaba antes el ganado

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-Vamos vamos -murmuroacute D Juan sonriendo con bondad- Ya me figuro lo que quereacuteis

-Siacute papaacute La casa de la Cortiguera seraacute aunque no tiene maacutes que medio techo un palacio para el pobre Caifaacutes

-iexclUn verdadero palacio -dijo Su Ilustriacutesima- iquestSabe usted doacutende es Sr Morton Alliacute detraacutes de aquella loma por donde estaacuten los cinco viejiacutesimos castantildeos que llaman en el paiacutes los Cinco Mandamientos

Morton miraba mientras D Aacutengel haciacutea indicaciones con el palo

-Bueno pues que se meta en la casa

-Bien Juan bien determinado Vaya nintildeos ahora os podeacuteis marchar La sentildeorita Gloria os daraacute para cubrir esas carnes

Gloria salioacute corriendo a dar la noticia al pobre Mundideo Los chicos fueron detraacutes

Cuando la sentildeorita volvioacute D Aacutengel se habiacutea unido al doctor Sedentildeo que le mostraba las cartas recieacuten llegadas y D Juan se acercoacute a los albantildeiles que habiacutean venido para componer la capilla En el jardiacuten tan soacutelo estaba Morton Gloria al verse sola junto a eacutel se turboacute ligeramente [191] Dudoacute si seguir o detenerse y cuando el extranjero se dirigioacute a ella en ademaacuten de hablarle tembloacute como tiembla la luz cuando se mueve el agua en que estaacute reflejada

-Gloria -dijo Morton- iexclqueacute felices son los pobres de Ficoacutebriga

-iquestPor queacute -preguntoacute la sentildeorita con treacutemula voz

-Porque usted se ocupa de ellos

-iexclEste pobre Caifaacutes es tan desgraciado Tiene fama de vicioso y de malvado pero es un alma de Dios Yo no puedo menos de favorecerle iexclEacutel me quiere tanto Se dejariacutea matar por miacute

-Eso lo comprendo iexclMorir por usted iexclAh Gloria yo hariacutea lo mismo

-iquestQueacute -dijo la sentildeorita con la mayor turbacioacuten

-iexclMorir por usted Es lo uacutenico posible despueacutes de haberla amado

-iexclDaniel por Dios

-iexclGloria iquestDe queacute manera lo direacute para ser creiacutedo

El expresivo rostro del extranjero revelaba una emocioacuten grave y honda

-Me voy -dijo la sentildeorita de suacutebito

Veiacutea claramente la emocioacuten que brillaba con luz singular en los azules ojos del hamburgueacutes [192] Mediacutea la inmensidad de la suya que le alzaba turbulento oleaje en el fondo del alma y de ambas tuvo miedo

-iquestSe va usted -dijo Daniel dando un paso hacia ella

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-Siacute

-No sin oiacuter una cosa

-iquestUna cosa

-Que la adoro a usted

Ya se lo habiacutea dicho Morton dos veces pero no con las mismas palabras ni con la vehemencia de entonces [193]

- XXV -

Otra

A los dos diacuteas de esta escena y despueacutes de almorzar Gloria estaba en su cuarto muy atareada Habiacutea salido por la mantildeana a comprar algunas telas y luego revolviacutea sus roperos buscando todo aquello con que pudiera vestir la desnudez de los hijos de Caifaacutes El sentildeor obispo entroacute a la sazoacuten y le dijo mostraacutendole un envoltorio de papel

-Mira sobrinita esto es todo lo que poseo Los tiempos revolucionarios nos tienen a los pobres obispos a la cuarta pregunta

-iexclOh iexcltiacuteo queacute bueno es usted iquesta ver -dijo Gloria sacando las monedas del papelejo que las aprisionaba- Esto es un caudal con esto y con lo que yo tengo le desempentildearemos a Caifaacutes los colchones parte de la ropa y las herramientas para que trabaje y sea hombre de bien

-Has pensado admirablemente Yo siento [194] no tener maacutes He rebantildeado hija miacutea he rebantildeado mi erario sin poder reunir ni un ochavo maacutes iquestPero no ves que estamos sin renta Este invierno las pobres monjas de me han limpiado las arcas iexclInfelices yo quisiera tener millones para daacuterselos

-iexclBendito sea usted mil veces -exclamoacute la joven con piadoso entusiasmo

-Yo no opino como tu padre -dijo Su Ilustriacutesima- que debamos privar en absoluto de dinero a ese desgraciado Mundideo El dinero es necesario para todo y si como tuacute dices y yo lo creo no es un malvado sino maacutes bien un pobre de espiacuteritu justo es que le ayudemos a salir de su miserable estado Conveacutencele de la necesidad de que sea econoacutemico bien arreglado precavido

-Su mujer su infame mujer tiene la culpa de todo

-laquoiexclInfameraquo no des tales epiacutetetos a ninguacuten nacido de madre sin estar bien segura de que lo merece -dijo el reverendiacutesimo en tono de afable amonestacioacuten

-Es verdad tiacuteo pero ello es que la Caifasa no es buena Todo el mundo dice que no es buena

-iquestVas a mandar esos trapos y ese dinero al pobre desterrado de la Cortiguera [195]

-Se los llevareacute yo misma

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-De buena gana te acompantildeariacutea Una sola felicidad hay en el mundo hija y es la que proporcionamos a los demaacutes

-Venga usted

-iexclOh no tengo que hacer Primero rezar luego despachar el correo para la dioacutecesis Vete a la dulciacutesima faena de tus caridades que yo me quedo aquiacute

Un rato despueacutes Gloria tomo su sombrilla y salioacute Atravesando la plazoleta y una calleja rodeada de higueras y zarzas pasoacute a un grande y hermoso prado que frente a la casa se extendiacutea y al cual cruzaban dos o tres veredas Iba con la vista fija en el suelo despacio detenieacutendose a ratos como si los pensamientos que seguramente ocupaban su mente se le pusiesen delante para no dejarla pasar Otras veces alzaba la vista al cielo y miraba cruzar las bandadas de paacutejaros volviendo los ojos conforme ellos torciacutean el raudo vuelo y siguieacutendoles hasta que soacutelo eran puntos temblorosos que se borraban sobre la inmensidad azul

Pasoacute por el sitio en que estaban los cinco castantildeos llamados Mandamientos antiguos ejemplares llenos de cicatrices ya mil veces podados pero que devolviacutean las injurias del [196] hacha con bendiciones es a saber con castantildeas Luego atravesoacute una mies donde los frescos plantones de maiacutez sosteniacutean en sus primeros pasos a las tiernas alubias viendo correr por entre sus pies a las holgazanas y rastreras calabazas En seguida tuvo que descender por una pendiente desde la cual no se veiacutea ya la casa de Lantigua ni ninguacuten edificio de Ficoacutebriga a excepcioacuten de la torre Alliacute habiacutea tres vacas que mientras pasoacute se quedaron miraacutendola sin pestantildeear Entrando despueacutes por un pequentildeo hueco abierto entre las zarzas aacutergomas y helechos de una cerca Gloria penetroacute en los dominios de Caifaacutes Al acercarse sintioacute la voz de este que cantaba La sentildeorita dijo

-Muy contento estaacute Mundideo

Los tres chicos corrieron a su encuentro gritando

-iexclLa sentildeorita Gloria la sentildeorita Gloria

Caifaacutes salioacute a la puerta de su casa que maacutes bien era choza y al ver que era verdad lo que sus pequentildeos deciacutean soltoacute el martillo de la mano y de la fiera boca como espuerta una carcajada de alegriacutea

-Sentildeorita Gloria Divina Pastora aacutengel del cielo bien venida sea usted a mi casa iexclbien venida -exclamoacute

-Alegre estaacutes [197]

Mundideo no creyendo que las risas expresaban bien su gozo dio un brinco en el aire

-Esas risotadas y esas cabriolas -dijo Gloria sentaacutendose en una piedra que junto a la casa habiacutea- no sientan bien en la persona de un desgraciado que acaba de sufrir tan terribles golpes

-Si yo no soy desgraciado si no he recibido golpes si llueven sobre miacute felicidades

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-Vamos tuacute has perdido el juicio -dijo Gloria mostraacutendole el liacuteo de ropa que traiacutea- Si me prometes ser hombre de bien ser arreglado y econoacutemico te auxiliareacute con un poco de

Gloria mostroacute el papel que conteniacutea el dinero

-iexclDinero -exclamoacute Caifaacutes- Si no necesito nada si soy rico

-iexclRico tuacute -exclamoacute la de Lantigua con enojo- No te burles de miacute

-iquestBurlarme yo de mi aacutengel divino Es verdad lo que digo sentildeorita -manifestoacute Caifaacutes tomando aire de persona formal- iquestUsted creeraacute que mi ropa y mis colchones estaacuten en casa de la Caacutercaba Patrantildea ya estaacuten aquiacute iquestUsted creeraacute que mis herramientas estaacuten embargadas Patrantildea aquiacute las tengo todas iquestUsted creeraacute que yo debo alguacuten dinero a D Juan [198] Amarillo Patrantildea aquiacute tengo los recibos que me devolvioacute

-iexclLe has pagado

-Cuatro cientos treinta y dos pesos A esto ascendiacutea mi deuda que empezoacute por mil reales y con los piacutecaros intereses ha ido subiendo subiendo como el humo del incienso que no para hasta el techo y llena toda la iglesia

-Tuacute deliras

-Creiacute delirar ayer cuando

-iquestTe has desempentildeado has arreglado tus asuntos -dijo Gloria llena de confusioacuten- Expliacutecame ese milagro

-iexclAhiacute estaacute la palabra sentildeorita de mi corazoacuten -exclamoacute Joseacute con acento de predicador entusiasmado- Milagro Yo creiacutea en los milagros pero teniacutea cierta comezoncilla por ver alguno y deciacutea iquestpor queacute ahora no hay milagros Pues bien sentildeorita de mi alma ayer he visto un milagro

-Vamos te has encontrado un tesoro -dijo Gloria riendo

-No es eso El tesoro ha venido en busca miacutea Dios

-iexclDios No llames Dios a la loteriacutea iquestTe ha tocado el premio gordo

-Nunca jugueacute

-Entonces [199]

-iexclDios -repitioacute Mundideo

-iexclDios Dios no da dinero asiacute a lo boacutebilis boacutebilis

-Eso mismo creiacutea yo No me negaraacute usted que Dios da a todos el pan de cada diacutea

-No lo niego

-Pues a miacute me ha dado de un golpe el pan de un antildeo el pan de toda mi vida Yo me puse de rodillas en esa tierra y exclameacute laquoSentildeor tuacute dijiste pedid y se os daraacute Pues bien Sentildeor iquestcoacutemo es que yo te pido y te vuelvo a pedir y nunca me das nadaraquo No habiacutean pasado diez minutos desde que lo dije cuando iexclmilagro milagro

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-Me estaacutes engantildeando Enseacutentildeame tus pagareacutes devueltos por D Juan Amarillo

Joseacute penetroacute corriendo en la casa Sildo y Paquito se habiacutean alejado Gloria se quedoacute sola con Celinina cuyo nombre era abreviatura y diminutivo de Marcelina

-iquestQuieacuten ha estado ayer aquiacute

-Un babero -repuso la nintildea

Gloria conocedora ya del idioma especial de Celinina sabiacutea que un babero queriacutea decir un caballero en el diccionario de ella

-iquestY coacutemo era ese babero

-Ito

Gloria tradujo bonito [200]

-iquestY coacutemo veniacutea

-Balo

-A caballo iquestno es eso iquestY de doacutende veniacutea

Celinina elevoacute su manecita y con expresioacuten religiosa y acento y pronunciacioacuten clariacutesima dijo

-Del cielo

Mundideo presentoacute los pagareacutes a Gloria

-En resumidas cuentas Joseacute tuacute has tenido un protector Ha habido una buena alma que te ha socorrido

-Hay algo maacutes sentildeorita ha habido un milagro

-Ya no hay milagros ha sido una persona una persona -repuso Gloria- Ahora has de decirme quieacuten ha sido esa persona que te ha hecho tan gran caridad

El sacristaacuten miroacute fijamente a Gloria y su semblante expresaba verdadera pesadumbre

-iquestPero estaacutes lelo Habla

-No puedo

-iquestPor queacute

-Porque me lo han prohibido Sentireacute que usted se enfade pero yo no puedo decir lo que usted quiere que diga

Gloria meditoacute breve rato

-Ya comprendo Jesucristo ha dicho laquoTu mano derecharaquo [201]

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-No debe ver lo que hace tu mano izquierda No todos son como el sentildeor cura que cuando da dos duros a los pobres o les reparte el pescado podrido o saca a alguacuten mal nadador de la riacutea manda un relato retumbante de ello a todos los papeles de Madrid

-iquestQuieacuten quieacuten ha sido -preguntoacute Gloria con verdadera ansiedad

Oprimioacute el liacuteo de ropa contra su pecho cual si sintiese insaciable y viviacutesimo anhelo de abrazar a alguien

-No lo puedo decir -repitioacute Mundideo bajando los ojos

-Y si yo dijese quieacuten es y acertase iquestme diriacuteas que siacute

-Entonces

-Pues ha sido el Sr Morton

-iexclAh sentildeorita Gloria iquestPor queacute lo ha adivinado usted El extranjero el del vapor Yo no seacute su nombre pero es el que se parece a nuestro Divino Redentor

-Ninguacuten hombre se parece a nuestro Divino Redentor No blasfemes

-Ese se le parece en la cara En las acciones le obedece iquestno es verdad iexclAy sentildeorita de mi alma yo he cometido una falta Me hizo jurar que no revelariacutea a nadie pero usted no es nadie sentildeorita Gloria quiero decir que [202] usted no estaacute comprendida en eso de nadie porque usted es la Divina Pastora un aacutengel del cielo

-Yo no revelareacute el secreto -dijo la de Lantigua dominando su emocioacuten la cual era tan grande que apenas la dejaba respirar- Pero dime coacutemo vino cuaacutendo queacute habloacute contigo

-Hablamos poco Eacutel estaba ya enterado de mi situacioacuten Preguntome cuaacutento debiacutea iexclAy yo habiacutea cantado muchas veces en el coro laquoAlzad oh priacutencipes vuestras cabezas y alzaos vosotras puertas eternas y entraraacute el Rey de gloriaraquo mas Caifaacutes el feo Caifaacutes el malo no habiacutea visto que se abrieran esas puertas ni que entrara para eacutel ninguacuten Rey de gloria pero ayer vi eso vi como se suele decir abierto de par en par el cielo cuando ese hombre me dijo toma y me dio de un golpe todo lo que necesitaba

-Eacutel es muy rico -dijo Gloria

-Maacutes rico debe de ser D Juan Amarillo y sin embargo Cuando mi favorecedor mi enviado de Dios alargoacute su mano y me puso el dinero aquiacute y cerroacute el puntildeo con sus propios dedos yo le miraba creyendo sontildear Me volviacute tonto ni siquiera supe darle las gracias Despueacutes me echeacute de rodillas y llorando le beseacute los pies Eacutel me levantoacute y abrazaacutendome iexclporque me [203] abrazoacute sentildeorita abrazaacutendome diacutejome que su accioacuten no teniacutea nada de particular

-iquestY no te reprendioacute tus faltas no te dijo que fueses bueno

-Me dijo laquoTuacute no eres malvado sino desgraciado Seacute siempre hombre de bienraquo y nada maacutes Yo estaba aturdido Creiacute que Dios habiacutea entrado en mi casa y cuando el caballero del vapor partiacutea en su caballo me volviacute a poner de rodillas

-iquestY no te dijo nada maacutes iquestNo te habloacute

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Gloria se detuvo como si no acertara con la palabra maacutes adecuada para expresar su idea

-iquestDe queacute

-iquestNo te habloacute de ninguna otra persona Porque podiacutea suceder Recuerda bien iquestno te dijo nada de

-iquestDe queacute

-No te dijo nada de de miacute

Ella pugnaba por afectar completa naturalidad

-Tengo todas sus palabras tan presentes como si las estuviera oyendo a todas horas y nada nada me dijo de usted

Gloria se levantoacute

-Aunque no lo necesitas -dijo- yo traje esto para ti y aquiacute te lo dejo

-Aunque no lo necesito lo tomo por ser de [204] esas divinas manos y con la condicioacuten de darlo a otros pobres maacutes pobres que yo iexclAh iexclQueacute feliz soy sentildeorita miacutea Si fuera malo me volveriacutea bueno ahora Trabajo sin cesar y el Sr D Juan no se arrepentiraacute de haberme dado esta choza porque se la estoy componiendo

Gloria no miroacute las grandes obras de carpinteriacutea que traiacutea entre manos Mundideo

-Adioacutes -dijo- Abraacutezame

-iexclSentildeorita Gloria por Dios -exclamoacute Mundideo retrocediendo

-iquestNo te abrazoacute el del vapor Pues yo tambieacuten

Y antes de que Caifaacutes pudiese impedirlo Gloria le estrechoacute entre sus brazos

-Ahora tienes que ser hombre de bien -gritoacute alejaacutendose a buen paso de la choza

Andando hacia su casa no vio las vacas que al pasar la miraban ni el verde maizal ni los cinco castantildeos mutilados y generosos que se cargaban de fruto en su vejez como los patriarcas biacuteblicos cargados de hijos ni vio la torre de Ficoacutebriga ni los paacutejaros que volviacutean del horizonte en vagabundo grupo No vio nada maacutes que un sol poderoso que habiacutea salido ha tiempo en su alma y que subiendo por la inmensa boacuteveda de esta habiacutea llegado ya al cenit y la inundaba de esplendorosa luz [205]

- XXVI -

El aacutengel rebelde

Por las noches despueacutes de la cena que recrea y enamora se rezaba el rosario en el comedor con la puerta del jardiacuten abierta si el tiempo era bueno Durante este acto

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piadoso Morton saliacutea fuera pero permaneciacutea sentado en el jardiacuten con la cabeza descubierta

Tras la cena veniacutea un poco de grata tertulia y luego cada cual iba a su cuarto Gloria subiacutea la uacuteltima Poco despueacutes de que resonara la fechadura de su cuarto al ser cerrada todo era silencio Envuelta en sombras de sosiego la casa dormiacutea callada y tranquila como el justo

Pero en la habitacioacuten de la esquina velaba el pensamiento y seguiacutean abiertos fijos en la oscuridad los ojos de Gloria El ruido de una cercana fuente el chasquido de los sapos y a [206] veces el amoroso silbo del viento formaban en torno al cerebro de la joven despierta un ritmo extrantildeo que favoreciacutea la actividad de su imaginacioacuten De su brazo derecho haciacutea una aureola dentro de la cual metiacutea la cabeza escondiendo el rostro como lo esconde el paacutejaro bajo el ala y sola alliacute sin maacutes testigo que Dios abriacutea de par en par las puertas de su corazoacuten para que a borbotones saliese la llama que en eacutel ardiacutea soltaba los diques al pensamiento para que sin detenerse corriese fuera Asiacute estaba largas horas de la noche primero inmoacutevil inquieta despueacutes a causa del febril insomnio hasta que la venciacutea el suentildeo ya cercano el diacutea y sobre el blanco lecho tranquilo flotaba su respiracioacuten

Una de aquellas noches cuando se escondioacute dentro de sus alas y matoacute la luz habloacute asiacute

-Hoy me dijo laquoYo he nacido con mala estrella Gloria y preveo desgracias El corazoacuten me anuncia que no llegaremos al complemento de nuestro destino iquestTienes tu confianzaraquo Yo le respondiacute laquoConfiacuteo en Diosraquo Y eacutel dijo tristemente laquoMuchas veces se le llama y no responde y otras muchas permite que los conflictos del corazoacuten sean resueltos por las maldades de los hombresraquo iquestQueacute quiso decir iexclDios miacuteo yo dudo yo soy feliz y estoy llena de zozobras yo espero y temo No ceso de pensar [207] en las florecillas de los prados tan bonitas y tan felices pero que seguacuten me parece a miacute han de estar siempre medrosas y temblando no sea que las pise la planta del buey que ven acercarse Yo tiemblo yo veo llegar el pesado pie del buey

raquoHoy cuando salioacute a pasear a caballo iexcltardaba tanto yo creiacute que no volveriacutea maacutes y una nube negra se asentoacute sobre mi corazoacuten oprimieacutendolo Cuando le vi aparecer cuando sentiacute las herraduras del animal sobre las piedras del patio viejo me parece que todo se iluminaba Yo no seacute lo que es esto iexclQueacute cosa tan extrantildea Yo recuerdo que cuando he tenido eacutepocas de estar muy triste por ejemplo cuando murieron mis hermanitos todo se revestiacutea de mi pena Los aacuterboles y las casas y el cielo Francisca mi padre mi cuarto mi vestido el jardiacuten la escalera la vajilla del comedor la jaula del paacutejaro las magnolias el camino los palos del teleacutegrafo el reloj de la Abadiacutea las nubes los barcos Germaacuten Caifaacutes el cura mi dedal la estera los prados las teclas del piano todo todo estaacute vestido de mi tristeza Ahora todo estaacute vestido de eacutel

raquoHace diez diacuteas me dijo lo que ya presagiaba mi corazoacuten Hace seis que me exigioacute una respuesta Bien claro debiacutea conocer cuando [208] me dirigiacutea la palabra que el alma se me estaba saliendo por los ojos Muchos diacuteas hemos estado diciendo discreteos que en miacute eran verdaderas tonteriacuteas Al fin no he podido disimular maacutes y las palabras lo mismo que entra la luz por una puerta cuando la abren se me han arrojado fuera de la boca y le he dicho que le quiero con toda mi vida No me averguumlenzo de ello y mi conciencia sigue tranquila Dios estaacute conmigo lo siento lo conozco Veo la mano inmensa que traza en mi interior la cruz bendicieacutendome

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laquoGloria me ha dicho maldito sea yo malditos mi padre y mi madre si no te adoro Mi corazoacuten te adivinaba hace tiempo Cuando te vi no me parecioacute que te veiacutea sino que te hallabaraquo iexclAy Mi corazoacuten le aguardaba tambieacuten como al hermano que se ha ido para volver

raquoNi una sola palabra ha salido de sus labios que no sea de mi agrado Ni un solo movimiento he visto en eacutel que no me enamore maacutes Su persona es perfecta su corazoacuten lleno de bondades que nunca se agotan su entendimiento como el sol que todo lo alumbra su genio suave y dulce que jamaacutes ofende sus palabras delicadas Me adora y le adoro Pues bien yo pregunto al cielo y a la tierra a los hombres y a Dios iquestpor queacute este hombre no ha de ser mi [209] marido iquestPor queacute no ha de estar unido a miacute siendo los dos uno solo en la vida usual como somos uno en la del espiacuteritu y lo seremos siempre sin que nada ni nadie lo pueda impedir iquestA ver por queacute respoacutendanme iquestpor queacute

Como nadie le respondiacutea Gloria se daba a siacute misma la contestacioacuten diciendo cual si no estuviera sola -Mi esposo seraacutesraquo

Pero otra noche se expresaba el tono distinto diciendo

-Aquello que soacutelo existe para el bien aquello que viene de Dios aquello que es la necesidad primera y la luz toda del alma la religioacuten es hoy para miacute fuente de amargura Entre los dos cae el filo de una espada terrible Nadie puede resolver esto nadie puede hacer polvo esta muralla que se nos pone en medio y en la cual se hieren desgarrados nuestros brazos cuando vamos a juntarnos para siempre

raquoConozco a mi padre Es una roca Malditos sean Martiacuten Lutero la Reforma Felipe II Guillermo de Orange el elector de no seacute doacutende la paz de Westfalia la revolucioacuten de no seacute cuaacutentos el Syllabus todo eso de que ha hablado mi padre esta noche He aquiacute que ataja nuestros pasos y corta el hilo de vida que nos une no Dios autor de los corazones de [210] la virtud y el amor sino los hombres que con sus disputas sus rencores sus envidias sus ambiciones han dividido las creencias destruyendo la obra de Jesuacutes que a todos quiso reunirlos No seacute coacutemo hay alma honrada que lea un libro de historia laguna de pestilencia llena de fango sangre laacutegrimas Quisiera que todo se olvidase que todos esos libros de caballeriacuteas fuesen arrojados al fuego para que lo pasado no gobernara lo presente y tantas diferencias de forma y de palabras murieran para siempre

raquoYo pregunto iquestNo es eacutel bueno no practica la ley de Dios iquestLe querriacutea yo si asiacute no fuera iquestNo tiene un alma privilegiada iquestQueacute le diferencia de miacute Nada un nombre vano una palabrota inventada por los malvados para cubrir sus rencores iexclAy Los que se aman son de una misma religioacuten Los que se aman no pueden tener religioacuten distinta y si la tienen su amor los bautiza en un mismo Jordaacuten Queacutedense las sectas distintas para los que se aborrecen Miraacutendolo bien veo dos religiones la de los buenos y la de los malos A todos los buenos les pongo con Jesuacutes Vaacuteyanse con Barrabaacutes todos los malos iexclConcebir yo que Daniel no estaacute con Jesuacutes concebir yo que Daniel no es de la religioacuten de los buenos eso no puede ser [211]

raquoPero si digo esto mantildeana a la luz del diacutea se reiraacuten de miacute iexclOh iexclDios poderoso yo lo veo tan claro como la luz como tu existencia como la miacutea y no puedo decirlo sin pasar por tonta a los ojos de tanto sabioraquo

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Y cuando esto pensaba aquella voz secreta de su alma que otras veces le daba consejos de orgullo deciacuteale ahora -laquoLevaacutentate no temas Tu entendimiento es grande y poderoso Abandona esa sumisioacuten embrutecedora abandona la pusilanimidad que te ha oprimido y haz cara a las preocupaciones a los errores a las ideas falsas donde quiera que se hallen Tuacute puedes mucho Eres grande no te empentildees en ser chica Tuacute puedes volar hasta los astros no te arrastres por la tierraraquo

Gloria oyendo esto deciacutea

-Siacute siacute Yo seacute maacutes que mi padre yo seacute maacutes que mi tiacuteo Les oigo hablar hablar mucho con el sabio lenguaje de los libros y en mis adentros digo laquocon una palabra sola echariacutea abajo toda esa balumba de palabrasraquo Ellos son buenos estaacuten llenos de buena fe pero no sienten el amor que es el que ata y desata Se fijan en la superficie pero no ven el fondo Yo iluminada lo veo y lo toco No puedo equivocarme porque una luz divina me acompantildea porque amo porque las sombras que a ellos les oscurecen [212] la vista caen delante de miacute iexclOh si me atreviera Yo he sido hipoacutecrita yo me dejeacute cortar las alas y cuando me han vuelto a crecer he hecho como si no las tuviera He afectado someter mi pensamiento al pensamiento ajeno y reducir mi alma encerraacutendola dentro de una esfera mezquina Pero no iexclel cielo no es del tamantildeo del vidrio con que se mira Es muy grande Yo saldreacute fuera de este capullo en que estoy metida porque ha sonado la hora de que salga y Dios me dice laquoSal porque yo te hice para tener luz propia como el sol y no para reflejar la ajena como un charco de aguaraquo

Gloria vertiacutea laacutegrimas ardientes su cerebro relampagueaba y en sus sienes vibraban las arterias como los bordones de un arpa heridos por vigoroso dedo Todo en ella gritaba

-iexclRebeacutelate rebeacutelate iexclAy de ti si no te rebelas

Y no pudiendo permanecer en molesta quietud arrojose del lecho para ir tentando en el vaciacuteo y adivinando con su febril mano los objetos envueltos en profunda oscuridad

-iquestDoacutende estaacutes Sentildeor y Dios miacuteo -dijo

Al fin puso la mano sobre el Cristo de marfil que presidiacutea en su cuarto [213]

-Sentildeor -exclamoacute- iquestEs posible que consientas esto iquestPara esto valiacutea la pena de que expiraras en esta afrentosa cruz iquestSe ha cumplido tu ley

Despueacutes inclinoacute la cabeza sobre el pecho exhalando un gemido y puesta la mano ante los ojos lloroacute al sentir la amargura del caacuteliz No teniacutea maacutes que dos caminos resignarse o rebelarse

Las primeras luces de la mantildeana entrando por las rendijas que en las maderas de la ventana habiacutea resbalaron sobre el hermoso cuerpo medio vestido de la enamorada doncella A un tiempo mismo afectaacuteronla el friacuteo y el pudor y se acostoacute temblando Durmiose al fin [214]

- XXVII -

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Se va

Una mantildeana D Juan de Lantigua dijo a su hermano

-Veintiseacuteis diacuteas hace que el extranjero estaacute en nuestra casa Ya oiacuteste lo que dijo anoche

-Siacute aunque nos tiene buena amistad su delicadeza le ha impulsado a pedirnos la venia para marcharse Bien se le conoce que no tiene ganas pero no quiere abusar de nuestra hospitalidad

-Aunque le dije anoche que se quedara algunos diacuteas maacutes no pienso instarle mucho Conviene que se marche iquestQueacute te parece

-Me parece bien

-iquestY queacute tal -dijo D Juan con cierta ironiacutea- iquestEstaacutes satisfecho de tu conquista Estos protestantes querido hermano mientras maacutes [215] discretos son maacutes apegados viven a su herejiacutea Hay que dejarles

-No creo lo mismo -objetoacute Su Ilustriacutesima- Debe intentarse atraer al rebantildeo la oveja extraviada llamarla correr tras ella Si a pesar de eso no quiere venir

-Ya ves coacutemo tus esfuerzos no han tenido eacutexito

-iquestQueacute sabes tuacute Yo no pierdo la esperanza Yo he hablado eacutel me ha oiacutedo Derrameacute la palabra divina iquestPuedes tuacute asegurar que no fructifique alguacuten diacutea

D Juan movioacute la cabeza indicando duda

-Por de pronto -dijo- bueno es que se marche No es nada conveniente que ese hombre esteacute maacutes tiempo en mi casa Nos privamos de una excelente compantildeiacutea pero es preciso que salga de aquiacute No carece de atractivos superficiales Hay en todo eacutel cierto brillo que fascina y encanta Yo tengo una hija bastante impresionable

-iquestPero queacute temes que Gloria

-No no temo nada iquestCoacutemo puedo imaginar que mi hija Hay aquiacute un abismo insuperable la religioacuten y ante ese obstaacuteculo creo que no ya el buen juicio sino la fantasiacutea misma y la sensibilidad de una muchacha educada en el catolicismo deben detenerse [216] No puede ser de otro modo Pero con todo aunque es grande mi confianza en ella bueno es alejar hasta la maacutes remota probabilidad

-Me parece que has hablado cuerdamente -dijo D Aacutengel- Por mi parte nunca sospecheacute que pudiera suceder lo que tuacute temes No concibo que existiendo el obstaacuteculo religioso pudiera nacer el amor en una joven verdaderamente piadosa

-Querido Aacutengel no debe olvidarse que el amor es puramente humano

-Y la religioacuten divina siacute pero

D Aacutengel se confundiacutea

-Nada que sea humano es imposible -afirmoacute D Juan- Por consiguiente alejemos las ocasiones

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-Dices bien nada se pierde en ello

Despueacutes de este breve coloquio D Juan se dio la encerrona de costumbre calentaacutendose la cabeza con lecturas y el continuo escribir Por la tarde dijo a su hija

-Ya sabes que se va el Sr Morton Acaba de entregarme una cantidad considerable para los pobres de Ficoacutebriga Entre tuacute tu tiacuteo y yo la repartiremos

Gloria no respondioacute nada y a pesar de sus esfuerzos para aparecer serena D Juan creyoacute [217] ver alguna nube en aquel puro cielo del espiacuteritu de su hija

-iquestQueacute tienes -le preguntoacute sorprendido y receloso

-Nada -respondioacute- Pensaba que no va a haber pobres para tanto dinero

-iexclOh Siacute habraacute Ve buscando Tambieacuten ha dado para las pobres monjas de Ya se ve El dinero es para este hombre como para nosotros la arena de la playa

-Pero no es eacutel como el rico avariento

-Eso no lo sabemos

-iquestCree usted que no se salvaraacute

-Preguacutentaselo a tu tiacuteo -dijo D Juan riendo a punto que D Aacutengel entraba en el despacho- Oye Aacutengel el problema que plantea mi nintildea Me pregunta si Morton podraacute salvarse iquestCuaacutel es su religioacuten Se me figura que no tiene ninguna

-iexclSalvarse salvarse -indicoacute el obispo frunciendo el centildeo- Ni siquiera sabemos a punto fijo cuaacuteles son sus creencias iexclSalvarse iquestPiensas que esa cuestioacuten puede resolverse con una palabra Seguacuten y conforme se encuentre su alma iexclQuieacuten sabe las vicisitudes de esta en el momento de la muerte Pero aquiacute sale el Sr Morton dispuesto a abandonarnos

Morton se inclinoacute respetuosamente para [218] besar el anillo a Su Ilustriacutesima Despueacutes dio la mano a D Juan y a Gloria Estaba ligeramente conmovido lo que a los dos hermanos no causoacute extrantildeeza porque tambieacuten ellos no veiacutean con indiferencia la partida del naacuteufrago Su caballo le aguardaba en la plazoleta Dos horas antes habiacutea mandado todo su equipaje con Gasparuco

-iquestVendraacute usted por estos barrios alguna vez -le dijo Lantigua apretaacutendole de nuevo la mano

-Siacute sentildeor No pienso partir para Inglaterra hasta el mes que viene

-Tendremos mucho gusto en verle -dijo D Aacutengel con voz pateacutetica- iexclCuanto siento no ver en usted maacutes que un amigo

-Yo veo en usted algo maacutes -repuso Morton con carintildeo- veo un buen consejero un admirable pastor de almas y una hermosa imagen de Dios

-Mal pastor he sido con usted -manifestoacute el obispo con sentimiento- Al ver que tan valiosa res se me escapa deberiacutea romper mi cayado y decir laquoSentildeor mi inteligencia es limitada y no sirve para acrecentar tus dominiosraquo

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-El liacutemite de los dominios de Eacutel iquestquieacuten lo sabe -dijo Morton

-Es verdad Es mucha verdad Por eso yo [219] espero yo espero siempre iquestpor queacute no decirlo claramente -repuso D Aacutengel con enfado de siacute mismo- Yo espero que alguacuten diacutea seraacute usted catoacutelico

-Dios quiera que sea siempre bueno -dijo Daniel bajando los ojos

Despidiose otra vez no olvidando al doctor Sedentildeo y despueacutes partioacute a caballo [220]

- XXVIII -

Vuelve

Al Oeste de Ficoacutebriga hay un pinar solitario y abandonado vecino a la mar expuesto a todos los vientos en tal disposicioacuten que siempre por leves que estos sean suenan con murmurante muacutesica las ramas Espesiacutesimo en el centro se clarea en sus extremos formando anchas calles y algunos pinos se separan del grupo corriendo hacia el arenal o hacia la montantildea como si hubieran rentildeido con sus compantildeeros Corre por medio una cerca de ruacutestica arquitectura donde piedras y yerbas se confunden formando al parecer una sola familia Al pie de los pinos crecen mil encantadoras florecillas azules de rara especie que no son conocidas en los jardines y parece que brillan entre los helechos como pedacitos de cielo que las tempestades arrancan de la gran boacuteveda del mundo [221] esparcieacutendolos por el suelo La naturaleza estaacute alliacute sola atenta a siacute misma regocijaacutendose en su paz nemorosa y los caminantes creen oiacuter una vibracioacuten de aquella muacutesica callada de que habloacute el poeta y que en tal sitio les dice laquono me turbeacuteisraquo

Una tarde de Julio la alfombra de helechos fue hollada por un caballo y Daniel Morton que lo montaba echoacute pie a tierra junto a la cerca No teniacutea que esperar porque a dos pasos de alliacute fiel y puntual como las horas estaba Gloria Toda la hermosura de la tarde templada y serena se habiacutea concentrado en su persona seguacuten la veiacutean los ojos del carintildeoso amante y ella era el cielo azul la mar profunda y llena de pateacuteticas armoniacuteas el suelo fresco y salpicado de sonrisas la dulce umbriacutea del bosque con su balsaacutemico ambiente la luz que a trechos entraba por los claros semejantes a las ventanas de una catedral

Gloria miroacute a todos lados

-No hay nadie -dijo Morton

-Siempre me parece que alguien nos ve -dijo Gloria- Anteayer cuando volviacutea encontreacute a Teresita la Monja la mujer de D Juan Amarillo

El insecto que aleteaba sobre las flores la arantildea que se descolgaba por una cuerda casi [222] ideal una vela en el horizonte un escollo que con el movimiento del agua se tapaba y se descubriacutea como el que acecha asomando a intervalos la cabeza estos eran los uacutenicos testigos

-No hay nadie -repitioacute Morton

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-Pero alguacuten diacutea habraacute alguien -dijo la sentildeorita de Lantigua con tristeza- y seremos expulsados de aquiacute como lo fuimos de mi casa y no habraacute playa ni bosque que nos ampare En las siete veces que hemos venido aquiacute hemos tenido suerte pero iquestsucederaacute otra vez lo mismo Todo estaacute lleno de ojos suspicaces que miran Daniel

-iquestPor queacute siendo buenos los dos vivimos como criminales No hemos faltado a la ley de Dios y sin embargo huimos como el incendiario que ha pegado fuego al techo del rico iquestPor queacute esto

-Eso pregunto yo iquestpor queacute Dios miacuteo iquestes posible que tuacute hagas esto

-Eacutel no lo hace -dijo Daniel con melancoliacutea- Estamos tocando la obra de estas sociedades perfeccionadas que juzgaacutendose duentildeas de la verdad absoluta conservan las leyes de casta como en tiempo de los filisteos y de los amalecitas

-Yo he pensado anoche que lo que los hombres [223] han hecho los hombres pueden deshacerlo -repuso Gloria regocijaacutendose en contemplar el semblante de Morton cuya hermosa mirada pareciacutea descender de lo alto de la cruz- No es tan difiacutecil Estudiemos un medio iexclPero es particular que siempre por maacutes que nos propongamos lo contrario hemos de hablar de cosas tristes

-iquestNo ves que hablamos de religioacuten Y la religioacuten es hermosa cuando une horrible y cruel cuando separa

Morton acercoacute su rostro fijando la vista en los ojos de Gloria

-iquestQueacute miras -preguntoacute esta retrocediendo un poco

-En tus pupilas negras -dijo Daniel riendo- estoy viendo el mar y el cielo Es admirable lo bien que se reproduce en esa pequentildea convexidad todo el paisaje Cuando pestantildeeas se borra y luego vuelve a aparecer

-No atiendas a tonteriacuteas y piensa en lo que te he dicho -replicoacute Gloria- Mira tienes una cosa en la barba

-iquestQueacute iquestaquiacute -repuso Morton echando mano a la barba

-No maacutes hacia la boca Es un gusanito muy chico que ha caiacutedo de las ramas de un pino

-iquestAquiacute [224]

-No tanto Maacutes hacia la boca Aquiacute

Dicieacutendolo arrancoacute Gloria con los dedos de la barba de su amado el extrantildeo objeto y lo tiroacute lejos

Como se caza una mariposa al vuelo Daniel le cazoacute la mano y se la besoacute con frenesiacute

-Gloria iquestde queacute quieres que hablemos -exclamoacute- Si nada podemos decir que no sea triste como los pensamientos del condenado a muerte

-Nosotros tambieacuten somos condenados a muerte -dijo la sentildeorita retirando su mano- Y lo que es peor condenados inocentes

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-Como del presidio los presidiarios -dijo el hamburgueacutes- nosotros sacamos de nuestras cunas una marca en la frente Nadie en el mundo nos la puede quitar

-iquestNadie No tanto -observoacute Gloria- Pidamos fuerza a Dios y Eacutel nos abriraacute camino

-Pero se necesita valor un valor muy grande vida miacutea

-iexclUn valor muy grande Por Dios -exclamoacute la doncella con pena- no aumentes las dificultades en vez de allanarlas Si eres valiente lo sereacute yo tambieacuten

-iquestPor queacute me respondes asiacute Querido amor miacuteo cuando llegan los conflictos supremos los grandes sacrificios estaacuten cerca [225]

-Siacute es preciso hacer un gran sacrificio Daniel pero ese sacrificio lo debe hacer uno de los dos iquestA cuaacutel le tocaraacute a ti o a miacute

Morton cayendo en profunda tristeza fijoacute los ojos en el suelo

-A los dos querida miacutea -dijo al fin

-iquestLos dos -repitioacute Gloria algo confusa- No te entiendo entonces La cuestioacuten es muy sencilla Daniel no la compliques Somos dos nos amamos pero iexclay si nuestras almas adoran a Dios vivimos cada cual en Iglesia distinta Aquiacute sobra una religioacuten hijo

-Es verdad sobra una religioacuten y es preciso eliminarla -dijo Daniel sombriacuteamente

-Es preciso rendir ese tributo a la sociedad iquestTuacute queacute piensas de esto

-Que la sociedad es terriblemente feroz y con mucha dificultad se aplaca

-Eso quiere decir -manifestoacute Gloria con enojo- que no hay solucioacuten posible Yo abro las puertas y tuacute las cierras

Morton suspiroacute mirando al cielo sentildeal evidente de que no veiacutea puertas abiertas ni cerradas en ninguna parte

-iquestPor queacute suspiras asiacute iquestqueacute tienes -preguntoacute Gloria con el impaciente desasosiego de un alma alborotada [226]

-Nada pensaba en mi desgracia que es maacutes grande infinitamente maacutes grande que la tuya

-No no -dijo Gloria rompiendo a llorar- Estoy convencieacutendome de una cosa de una cosa muy triste iexclAh Daniel tuacute no me quieres a miacute como yo a ti

-Gloria vida miacutea Gloria por Dios -exclamoacute el extranjero besando las manos de su amiga- no me mates con tus quejas Si supieras cuaacutento padezco yo que he estado a punto de despreciarlo todo nombre familia el amor de mis ancianos padres de perderlo todo por ti yo que aun en este momento vacilo y tiemblo igualmente aterrado por la idea de poseerte y por lo terrible del sacrificio que me impones Claramente lo has dicho es preciso quitar de en medio una de las dos religiones

-Siacute

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-Y como si echaacuteramos suerte le toca a la miacutea iquestno es eso lo que piensas

-Tuacute eres hombre El hombre debe sacrificarse por la mujer

-En este asunto la sentencia debe caer sobre el que tenga creencias menos firmes iquestCuaacuteles son las tuyas

-Creo en Dios uno Sentildeor del cielo y de la [227] tierra -exclamoacute Gloria con la mano puesta en el pecho y elevando al cielo los ojos llenos de laacutegrimas y de la luz divina- creo en Jesucristo que murioacute en la cruz para redimir al geacutenero humano creo en el perdoacuten de los pecados y en la resurreccioacuten de la carne en la vida perdurable Te desafiacuteo a que seas tan expliacutecito como yo Nunca me has dicho de un modo claro cuaacuteles son tus creencias

-Gloria tu fe es tibia en muchas cosas ordenadas por la Iglesia Me lo has confesado

-Es firme y ardiente en lo principal

-Todo es principal Preguacutentalo a tu tiacuteo

-No tengo necesidad de declararme contraria a ciertas cosas

-Entonces no eres buena catoacutelica Es preciso creerlo todo absolutamente Ya ves que

-iquestQue he de ver

-Que yo soy maacutes religioso que tuacute porque creo todo absolutamente todo lo que mi religioacuten me ensentildea

-Eso quiere decir -afirmoacute Gloria ahogada por la pena- que el sacrificio debo hacerlo yo

Morton no contestaba

-Esto quiere decir -manifestoacute al fin- que moriremos Gloria que moriremos y que Dios haraacute con nosotros en otro mundo lo que es imposible alcanzar en este porque este mundo [228] amiga de mi corazoacuten no es para nosotros

Gloria se levantoacute y con la inspiracioacuten sublime de quien pone el pie en la puerta que conduce al martirio exclamoacute

-iexclAdioacutes

Morton asieacutendole las puntas de los dedos de ambas manos tiroacute de ella Gloria cayoacute de nuevo en su asiento de piedra

-No haraacute el sacrificio uno de los dos sino los dos a un tiempo -afirmoacute Daniel

-Jesucristo que murioacute en la cruz -dijo ella- Jesucristo a quien adoro me ha ensentildeado el modo de hacerlos yo sola si es preciso pero si me da fuerzas para aceptar el de la vida no me las da para aceptar el caacuteliz de un escandaloso cambio de religioacuten por casarme a disgusto de mi familia iexclOh Dios miacuteo dichosas las tierras donde la religioacuten estaacute en las conciencias y no en los labios donde la religioacuten no es una impiacutea ley

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de razas Andamos por aquiacute como las reses marcadas con hierro en su carne iexclQue haya esclavitud en todo Dios miacuteo menos en el corazoacuten

Concluyendo su ardiente protesta Gloria se levantoacute de nuevo repitiendo

-Adioacutes adioacutes para siempre

-Has pronunciado la palabra terrible -dijo Morton con amargura- la palabra que ha venido [229] a ser nuestra uacutenica solucioacuten iexclAdioacutes No hay otra foacutermula Gloria Yo sentiacutea en mi alma esta palabra pero no podiacutea ni debiacutea decirla Tuacute la has dicho

-Porque tuacute acabas de arrancarme toda esperanza

-Porque no hallo solucioacuten alguna a nuestro conflicto porque es imposible porque no hay remedio porque no puede ser de otra manera

-Sea pues -dijo Gloria cayendo en triste abatimiento

-Dios lo quiere asiacute

-Nos separaremos para siempre

-Mantildeana

-No hoy mismo ahora mismo -afirmoacute la sentildeorita con viveza

-iexclOh grandeza del sacrificio No no es tanto lo que yo pediacutea -exclamoacute Morton con eneacutergica exaltacioacuten- Noble y hermosa es tu alma Gloria Si como dices nos separamos para siempre deacutejame que te vea alguacuten tiempo maacutes Piensa en mi soledad que va a ser como la de los mares siempre revueltos en siacute mismos y en su lejana inmensidad sin testigo Gloria vida miacutea sol de mi vida oacuteyeme no me dejes asiacute Si cuando desaparezcas de mis ojos quedo con recelo de haberte ofendido padecereacute mucho [230]

Gloria se levantoacute

-Todaviacutea no aguarda -dijo Morton detenieacutendola- Grande es mi fe en quien hizo los cielos y la tierra en quien a ti te hizo Ponieacutendole por testigo juro que te adoro que mi boca no profirioacute expresioacuten que no fuese verdad que te adoro y que jamaacutes mientras respire ninguacuten otro amor maacutes que el tuyo entraraacute en mi pecho ni en mi memoria otro recuerdo que el recuerdo de ti

Gloria sentiacutea temblar las manos de Morton que le oprimiacutea sus manos y en su rostro sentiacutea el aliento de eacutel y la reverberacioacuten de sus ardientes miradas La doncella se agitoacute gimiendo como la espiga devorada por la llama Su corazoacuten se deshaciacutea

-Gloria -antildeadioacute eacutel con el acento de quien llama al que no ha de responder- Gloria yo arrastrareacute toda mi vida un remordimiento muy pesado si no te confieso ahora que soy un malvado un malvado porque no debiacute amarte y te ameacute porque no debiacute mirarte y te mireacute Tus ojos tu gracia tu hermosura tu bondad y tu alma toda me cautivaron Olvidaacutendome de las leyes terribles que nos separan me acerqueacute a ti Reconozco que mi deber entonces era huir huir antes de que el mal fuese irremediable pero fuiacute deacutebil conociacute que me amabas y tu espiacuteritu [231] encadenaba al miacuteo Se necesitaba ser Dios para no caer en este lazo Ya viste mi conducta En vez de abandonar a tiempo tu casa

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quedeme en ella Despueacutes creiacute que un favor especial del cielo allanariacutea los obstaacuteculos pero ha pasado el tiempo y los obstaacuteculos subsisten maacutes terribles e imponentes cada diacutea Ha llegado el tiempo del envilecimiento o del retroceso y tuacute me das el ejemplo Tuacute eres grande tuacute sabes hacer lo que yo miserable no supe iexclMaldito sea yo que vi la felicidad y no la pude poseer Te devuelvo a tu casa a tu religioacuten y te devuelvo pura inmaculada Por Dios iquestno ves tuacute no ves clara y patente la honradez de mi alma

-Siacute -repuso Gloria entre angustiosos sollozos

-iquestConservas alguna sombra de recelo con respecto a miacute

-No

-iquestMe creeriacuteas digno de ti si una fatalidad de nacimiento no lo impidiera

-Siacute

-Pues ahora -dijo resueltamente el extranjero levantaacutendose- separeacutemonos

-Para siempre -dijo Gloria levantaacutendose tambieacuten

Paacutelida y grandiosa en su dolor pareciacutea el [232] aacutengel de la muerte cuando viene a llevarse un alma Daniel la abrazoacute La sentildeorita de Lantigua ocultoacute la frente en el pecho de su amigo regaacutendolo con sus laacutegrimas durante breve rato

-Dame un recuerdo tuyo -dijo Morton

-La memoria fiel no necesita recuerdos materiales

-Es verdad yo no los necesitareacute pero si te vas no te vayas toda Dame aunque sea un cabello

Gloria se llevoacute la mano a la cabeza y separoacute de ella una mata de pelo

Sonriendo en medio de su pena con esas terribles palpitaciones o vagidos humoriacutesticos que tiene el dolor dijo

-No hay tijeras

-No importa -dijo Morton- Lo cortareacute yo

Y con los dientes en medio minuto cortoacute el pelo

-Es casi de noche

-Para miacute ya todo es noche -murmuroacute el extranjero

Se separaron algunos pasos pero volvieron a juntarse Eran como la playa y la ola que siempre parece que huyen la una de la otra y siempre se estaacuten abrazando Por fin cuando la [233] noche estuvo maacutes cerca por los cerros lejanos tierra adentro se veiacutea un jinete que marchaba despacio inclinada la cabeza sobre el pecho Su figura negra perjudicaba a la armoniacutea del risuentildeo paisaje y pareciacutea que despueacutes que eacutel pasaba todo volviacutea a estar alegre

Hacia Ficoacutebriga caminaba Gloria arrastrando la pesadumbre de su dolor como el imitador de Cristo a quien este ha dicho laquotoma tu cruz y siacuteguemeraquo Todo en derredor

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suyo respiraba paz y el dulce reposo de los campos Volviacutean los bueyes de las praderas y del trabajo tardos paso a paso cabeceando con sus pesadas testas y sus nobles semblantes llenos de gravedad Las mujeres de la aldea iban en opuesto sentido llevando sobre la cabeza largos panes de maacutes de media vara y los pescadores poniacutean a secar sobre el altozano de la Abadiacutea las huacutemedas redes en cuyas mallas resplandeciacutean auacuten como limaduras de plata las escamas de las sardinas

Todo esto lo vio Gloria y todo se vestiacutea de aquel fuacutenebre luto de su alma [234]

- XXIX -

Se fue

Al diacutea siguiente muy de mantildeana las persianas del cuarto de Gloria se abrieron de par en par y la luz penetroacute a punto que ella se asomaba La doncella esparcioacute su vista por el campo y la villa y detenieacutendola en los aacuterboles del cementerio pensoacute asiacute

-Ahora hermanitos miacuteos vosotros sois mis uacutenicos amores

No lejos de la ventana corriacutea el camino real y por eacutel los hilos del teleacutegrafo que plantaba a lo largo sus escuetos postes a distancias iguales que pareciacutean pasos En los alambres veniacutean a posarse todas las mantildeanas algunos paacutejaros que habiacutean encontrado muy bueno aquel casi invisible punto de descanso en medio de los aires y despueacutes alliacute parece que contemplaban la casa y la ventana abierta donde [235] la sentildeorita de Lantigua apareciacutea temprano a saludar el diacutea y bendecir a Dios

Esta no creiacutea que aquellos graciosos seres fueran las almas de sus hermanos juntas con las de otros nintildeos porque no podiacutea creer tal cosa pero en su mente se asociaba tal espectaacuteculo con el recuerdo de las dos personitas a quienes Caifaacutes habiacutea llevado al cementerio en azules cajas tristiacutesimas Ello es que uno y otro diacutea soliacutea contemplar con amor a los paacutejaros del alambre sintiendo no verlos cuando los alejaba la lluvia Contribuiacutea a formar esta rara ilusioacuten la circunstancia de haber sobre el cementerio de Ficoacutebriga una gran arboleda que pareciacutea ser el cuartel general de aquellos vagabundos Gloria les veiacutea salir de alliacute en bandadas y volver a la caiacuteda de la tarde haciendo gran ruido hasta que vencidos del suentildeo callaban dentro del espeso ramaje y el cementerio se quedaba sin muacutesica

Pero aquel diacutea Gloria proyectaba su tristeza a todo lo creado Si pudiera existir luz negra ella seriacutea el sol de ella El contrasentido de las palabras no estaacute en las ideas porque el mundo estaba alumbrado con el negror de su alma En vez de sonreiacuter ante las avecillas que en el alambre la esperaban como todos los diacuteas creyoacute ver la figura de sus dos hermanos muertos [236] que se le acercaban tal como estaban en las cajas azules el diacutea del entierro amarillos como cera los rostros tan frescas auacuten las flores de sus coronas como secas las de sus mejillas cubiertos de blancas vestiduras rizadas y encintadas pero veniacutean con los ojos abiertos dando la mano el mayor al maacutes pequentildeo y moviendo los piececillos por el aire Sentildealando la tierra le deciacutean laquoSoacutelo aquiacute se estaacute bienraquo

Gloria miroacute luego a la torre de la iglesia y experimentoacute viva sensacioacuten de miedo y antipatiacutea La torre era una idea y su espiacuteritu chocoacute rebotando con dolor en aquella

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idea como el ave ciega que tropieza en un muro De pronto una voz subioacute del jardiacuten diciendo

-Gloria iquestno bajas Te espero hace un rato para ir a la iglesia

Era D Aacutengel que saliacutea para decir su misa en la Abadiacutea Gloria le acompantildeaba siempre con gozo mas en aquel diacutea sintioacute friacuteo en el corazoacuten y un extrantildeo iacutempetu de rebeldiacutea Uniose sin embargo con sumisioacuten y carintildeo al bendito prelado mas cuando entroacute en el templo renovose en su alma el terror porque aquellas piedras baacuterbaramente blanqueadas no la dejaban respirar oprimieacutendola con su peso

Cuando D Aacutengel salioacute al altar Gloria llamoacute todas las fuerzas de su alma su piedad [237] y su fe y no en vano porque D Aacutengel era un santo y la impiedad no era posible en su presencia La turbada doncella luchaba con las dolorosas repugnancias que surgiacutean en su espiacuteritu deacutebiles auacuten pero que creciacutean enroscaacutendose como las culebras al salir del nido y cuando vio que los dedos del anciano alzaban la hostia en su pecho se elevoacute una manera de ola que fue creciendo creciendo hasta caer como catarata y entonces Gloria se deshizo en laacutegrimas y dijo

-Sentildeor Sentildeor yo tambieacuten sabreacute padecer y morir

D Juan de Lantigua que observaba bien cuando queriacutea observar y por aquellos diacuteas habiacutea dado un poco de la mano a sus trabajos literarios notoacute que en su hija ocurriacutea algo Meditoacute en ello algunos ratos y como la sospecha es hermana de la cavilacioacuten diose a hacer juicios maacutes o menos temerarios pero sin pensar nada contrario a la honestidad de la joven porque esto dicho sea en honor de ambos no le cabiacutea en la cabeza Sus sospechas y recelo versaban sobre otro orden de cosas Eacutel y su hermano conferenciaron sobre esto

-Gloria -deciacutea D Juan a su hermano una mantildeana en el cuarto de este- no estaacute tranquila [238] Algo pasa en su espiacuteritu Le he oiacutedo frases y reticencias que indican gran trastorno en sus ideas religiosas Su imaginacioacuten es fuerte y su entendimiento inclinado a remontarse sin guiacutea es susceptible de caer en grandes errores Ademaacutes temo mucho a su sensibilidad

Gloria entroacute

-Hija miacutea -dijo su padre- Otros antildeos has recibido a Dios el diacutea de Santiago iquestHace mucho que no cumples el precepto

-Desde Pascua -repuso ella palideciendo como el delincuente que se siente menos fuerte que el juez

-iexclOh es mucho mucho tiempo -dijo Su Ilustriacutesima con bondad dejando caer ambas manos sobre los brazos del silloacuten en que estaba sentado

-iquestPor que no confiesas hoy o mantildeana -manifestoacute D Juan afectando indiferencia- para que puedas comulgar el diacutea de Santiago Mira se me ocurre que yo debo hacer lo mismo y esta tarde confesareacute Juntos recibiremos a Su Divina Majestad

-Mi confesor el padre Poquito no estaacute ahora en Ficoacutebriga -dijo Gloria

-iquestEso queacute importa tonta Antes confesabas con tu tiacuteo

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-Siacute cuando era nintildea [239]

-iquestY ahora por queacute no

-Ven acaacute mansa ovejuela -dijo D Aacutengel sonriendo- iquestTienes verguumlenza Ya se ve con esos pecadazos tan tremendos que tienes

-Pues me retiro -dijo D Juan a tiempo que su hermano extendiacutea amorosamente el brazo derecho para agasajar con paternal carintildeo a la penitente

Gloria no pudo decir una palabra Desfalleciacutea Cayoacute de rodillas y D Aacutengel le rodeoacute el cuello con su brazo diciendo

-Vamos a ver hija miacutea

Silencio la confesioacuten de un alma ha empezado Ante acto tan solemne el maacutes hermoso que existe en religioacuten alguna el narrador calla Nadie tiene derecho a inmiscuir su atencioacuten irreverente en este diaacutelogo del alma con Dios Lector cierra el libro y espera [240]

- XXX -

Pecadora y hereje

Lo confesoacute todo absolutamente todo rebantildeoacute en su conciencia sacando de ella hasta las uacuteltimas heces y a medida que iba sacando respiraba con maacutes desahogo porque verdaderamente su carga era grande Durante la confesioacuten que fue larga un indiscreto que se acercase habriacutea oiacutedo suspiros y sollozos y alguna palabra suelta del buen pastor de Cristo

Cuando concluyoacute D Aacutengel no estaba sereno Su bondadoso rostro que seguacuten la expresioacuten de un entusiasta amigo suyo era un pedazo del Paraiacuteso teniacutea una especie de inmovilidad que no puede definirse un desconsuelo semejante al de los que presencian la desaparicioacuten instantaacutenea de una cosa muy bella sin poderlo evitar ni tampoco enojarse contra ella Se quedoacute D Aacutengel como Tobiacuteas cuando vio [241] desaparecer para siempre el aacutengel que le habiacutea acompantildeado tanto tiempo

Despueacutes de rezar brevemente ordenando a Gloria que hiciese lo mismo le dijo con voz muy triste

-Hija miacutea no te puedo absolver

Gloria inclinoacute la cabeza con sumisioacuten

-Por ahora hija miacutea -antildeadioacute el prelado- procura serenarte descansa Salgamos un momento al jardiacuten o a paseo y hablaremos despacio

La pecadora corrioacute a tomar el sombrero y el bastoacuten de su tiacuteo

-Por cierto -dijo este- que no me gusta que tu padre ignore estas cosas Yo no le puedo decir una palabra si no me autorizas para ello del mismo modo que si no te hubiera oiacutedo en confesioacuten

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-Quiero que lo sepa -dijo Gloria- yo me confieso a los dos

-Muy bien me parece muy bien No te sofoques Vamos a dar una vuelta

Saliendo ambos de paseo hacia la Pesqueruela el prelado se expresoacute asiacute

-Te dije que no podiacutea absolverte Ahora sabraacutes por queacute No es la causa de mi rigor que hayas amado Eres muchacha y la ley natural en esta tu edad florida despierta inclinacioacuten [242] hacia otro ser la cual si es honesta y va bien dirigida por el discernimiento puede producir bienes conduciendo al servicio de Dios Bien es verdad que hallo en ese fuego tuyo demasiado ardor y es de tal suerte que maacutes parece desasosiego de un alma llagada y enferma miserablemente ansiosa como dice San Agustiacuten que la dulce amistad humana

raquoTambieacuten es muy vituperable que hayas tenido en secreto tu aficioacuten Esas escondidas entrevistas son muy impropias de una doncella pudorosa y bien educada Lo que se oculta no puede ser bueno Sin embargo este pecado con ser tan grande y tal que jamaacutes lo creyera en ti

A Su Ilustriacutesima se le turboacute un poco la voz por la emocioacuten mas dominaacutendose prosiguioacute

-Con ser tan grande tu pecado no es imperdonable mayormente si estaacutes dispuesta como has dicho a arrojar de ti esa insensata llama sofocaacutendola con una aspiracioacuten firme hacia el uacutenico soberano amor que es el de Dios

raquoPara que veas cuaacuten grande es mi tolerancia te perdono tambieacuten el que hicieras objeto de tu pasioacuten a un hombre que vive fuera de nuestra santa fe porque en verdad debiste cerrar prontamente tu herida negaacutendole al alma toda comunicacioacuten y roce con el alma de un hereje Y [243] reconociendo yo la seduccioacuten aparente de las prendas morales de Daniel Morton a quien estimeacute mucho extrantildeo que tuacute pudieras hallar verdadero encanto amoroso en quien carece de la principal y maacutes valiosa hermosura que es la de la fe catoacutelica Pero me has manifestado tu firme propoacutesito de renunciar a la inquietud tenebrosa de ese amor lo que es verdaderamente un meacuterito en tu flaca edad y esto basta para obtener mi indulgencia Hasta aquiacute vamos bien hija miacutea pero la disconformidad empieza ahora y voy a manifestaacutertela claramente

Gloria atendiacutea con toda su alma

-Pues bien hija miacutea -continuoacute el venerable sentildeor- la causa de mi enojo contigo es que seguacuten me has confesado han nacido en tu espiacuteritu y lo han anublado de la misma manera que los vapores cenagosos oscurecen la claridad y limpieza del sol ciertas ideas erroacuteneas contrarias de todo en todo a la doctrina cristiana y a las decisiones de la Iglesia El mal no estaacute precisamente en que te hayas contaminado de esos errores pues el enemigo que vigilante acecha el estado de flaqueza para verter en la oreja del hombre la ponzontildea del falso discurso pudo sorprender tu alma e inficionarte de la pestilencia A estos percances estaacuten [244] sujetos todos los hombres aun los maacutes fuertes pero viene de improviso la saludable reaccioacuten del alma se aclara el sentido entra poderosamente la gracia y el error huye como los demonios arrojados del cuerpo entre alaridos Tuacute no has gozado de este beneficio de la limpieza de tu entendimiento sino que conservas tus errores estaacutes encarintildeada con ellos seguacuten me has dicho los tienes enclavados en tu espiacuteritu como el roacutetulo de ignominia que los judiacuteos pusieron en la cruz y en vez de

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arrancaacutertelos y arrojarlos al fuego los acaricias iquestNo es esto lo que me has querido decir

-Siacute sentildeor -repuso la penitente con respeto pero tambieacuten con seguridad

-Pues bien estaacutes infestada de una pestilencia muy comuacuten en nuestros diacuteas y que es la maacutes peligrosa porque tomando cierto tinte de generosidad a muchos cautiva Es lo que llamamos latitudinarismo Tuacute dices laquoLos hombres pueden encontrar el camino de la eterna salvacioacuten y conseguir la gloria eterna en el culto de cualquier religioacutenraquo Pues bien esa proposicioacuten estaacute condenada por el Soberano Pontiacutefice en las Enciacuteclicas Qui pluribus y Singulari quadam y en la Alocucioacuten Ubi primum Tuacute dices laquoTodo hombre tiene libertad para abrazar y profesar aquella religioacuten [245] que guiado por la luz de la razoacuten creyere verdaderaraquo Pues bien esta proposicioacuten estaacute condenada en las Letras Apostoacutelicas Multiplices inter y en la Alocucioacuten Maxima quidem iquestQueacute te parece

Su Ilustriacutesima se detuvo mirando cara a cara a la sentildeorita de Lantigua

-Ya te explicareacute con toda calma esos delicados puntos -prosiguioacute el prelado- Hablaremos largo porque no dormireacute tranquilo mientras no te saque hasta las uacuteltimas heces de ese veneno Pero dime ahora loquilla de mi corazoacuten iquestcoacutemo pudiste dar calor en tu entendimiento a esas malditas viacuteboras Sin duda el hombre a quien has tenido la desdicha de amar te inculcoacute esos principios del latitudinarismo desgraciadamente esparcidos por el mundo en razoacuten de la aparente benevolencia y generosidad que encierran

-No ha sido eacutel -dijo con viveza y emocioacuten la pecadora- quien me ha inculcado esas ideas Daniel sin dejar entrever a punto fijo cuaacuteles son sus creencias se ha mostrado siempre poco inficionado de eso que llama usted

-Latitudinarismo hija

-Latitudinarismo Eacutel parece tener creencias muy firmes y hasta intolerantes sentildeor Ademaacutes siempre ha tenido la delicadeza de no [246] decirme nada que quebrantara en mi alma la religioacuten de mis padres Hemos hablado de la religioacuten como lazo social y nada maacutes

-Entonces tuacute Mira estoy algo cansado y bueno seraacute que nos sentemos en esta piedra

-Yo yo sola -dijo Gloria sentaacutendose tambieacuten- soy la culpable Hace tiempo desde que le conociacute dime a cavilar en estas cosas noche y diacutea No podiacutea apartarlas de mi pensamiento y seguacuten mi entender discurriacutea acertadamente sobre ellas Me pareciacutea que mis argumentos no teniacutean reacuteplica y me vanagloriaba de ellos pronunciaacutendolos en mis diaacutelogos oscuros conmigo misma

-Has dicho laquodesde que lo conociacuteraquo luego eacutel en cierto modo es responsable

-No no querido tiacuteo soy yo sola Si he de hablar a usted con entera lealtad mostraacutendole mi alma hasta el uacuteltimo fondo de ella aun antes de conocerle pensaba yo en estas tristes cosas si bien no daba forma clara a mis pensamientos El trato de Morton parece que encendioacute en mi espiacuteritu mil luces y a su claridad empeceacute a ver diferentes temas de religioacuten y de las disputas de los hombres sobre ella asiacute como de la

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grandeza y lejanos linderos del reino de Jesucristo a quien yo veiacutea Sentildeor de [247] todas las gentes de todos los buenos de todos los limpios de corazoacuten

D Aacutengel fruncioacute el centildeo

-Veo -dijo con cierta severidad- que tu llaga crece crece que es un primor iexclOh iexclcuando tu padre sepa esto iexcleacutel que sobresale por sus estudios ortodoxos y la claridad con que ha sabido deslindar la verdad del error en las abominables luchas de la eacutepoca presente

-Mi padre y usted me convenceraacuten de seguro -dijo Gloria inclinando con humildad la frente

-iexclTe convenceremos y lo dices como si fuera tarea larga iquestDe modo que te encastillas en tu error y te cercas de la muralla de una terquedad y reincidencia maacutes abominables que el error mismo Gloria Gloria hija miacutea por Dios vuelve en ti Mira que no puedo absolverte si no desechas esos pensamientos si no los arrojas con espanto de ti como arrojariacuteas un animal inmundo que te mordiese

-No hay mayor tormento para miacute -declaro la sentildeorita de Lantigua- que estar separada de usted y de mi padre por cosa tan pequentildea tan vana como es un pensamiento que a cualquier hora puede mudarse Pero si ahora le dijese a usted laquotiacuteo ya he desechado el animal asqueroso ya estoy limpia de erroresraquo hablariacutea [248] con la boca y no con el corazoacuten porque esas ideas que he dicho no se van de mi cabeza con soacutelo decirles vete Estaacuten tan arraigadas que no puedo echarlas fuera Invoco mi fe en Jesucristo a quien adoro y mi fe en Jesucristo no me dice nada contra ellas

-iexclGloria por Dios por la Virgen Mariacutea

-iquestNo seriacutea peor que el error mismo negarlo con los labios careciendo de fuerza interior contra eacutel

-Eso siacute iquestPero estaacutes loca iquestHas perdido acaso la gracia divina y los preciosos dones del Espiacuteritu-Santo

-No seacute tiacuteo de mi corazoacuten lo que he perdido Soacutelo seacute que me seraacute muy difiacutecil convencerme de que no son verdaderas las ideas que usted desaprueba No quiero mentir no quiero ser hipoacutecrita Aquiacute estaacute mi alma abierta hasta lo maacutes recoacutendito para que usted mire dentro de ella No puedo hacer maacutes no puedo violentar mi conciencia

-De modo que para ti nada vale la autoridad iexclVeo que marchas de herejiacutea en herejiacutea -exclamoacute D Aacutengel con verdadero espanto

-Pues si estoy en error si estoy tocada de herejiacutea -dijo Gloria- declaro que deseo no estarlo que hareacute todo lo posible para limpiarme [249] de ella pero entretanto iexcloh amado pastor miacuteo huyo de la mentira huyo de afectar una sumisioacuten que no tengo huyo de confesarme creyente en ciertos puntos que no creo porque no es vano capricho lo que me obliga a pensar lo que pienso sino una fuerza poderosa una llama tan viva como perdurable que hay en mi entendimiento

-De modo que te rebelas Gloria por amor de Dios considera bien lo que dices -exclamoacute Su Ilustriacutesima lleno de tribulacioacuten

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-Tiacuteo tiacuteo miacuteo si pierdo el amor de usted -dijo Gloria derramando laacutegrimas- me pareceraacute que estoy ya condenada

-Y lo perderaacutes lo perderaacutes lo perderaacutes todo -dijo D Aacutengel cada vez maacutes severo- Esto no puede quedar asiacute iquestMe autorizas para hablar a tu padre

-Ya he dicho que siacute

-Pues vamos a casa -dijo el prelado levantaacutendose

No hablaron maacutes Por el camino D Aacutengel pensoacute que los ejercicios de piedad combinados con un saludable sistema de paciencia y de exhortaciones delicadas cual conveniacutean a la delicadiacutesima alma de Gloria cierta reclusioacuten y un comercio muy frecuente con las cosas santas [250] curariacutean aquella lepra que habiacutea tocado el privilegiado espiacuteritu de su sobrina

Esta marchando hacia la casa absorta pensativa triste oiacutea zumbar en su oiacutedo la funesta voz que ha tiempo en sus desvelos y en sus meditaciones le deciacutea

-Rebeacutelate rebeacutelate Tu inteligencia es superior Levaacutentate alza la frente limpia tus ojos de ese polvo que los cubre y mira cara a cara el sol de la verdad [251]

- XXXI -

Pausa El conflicto parece resolverse y tan soacutelo se aplaza

Por desgracia o por ventura suya (que esto no lo hemos de dilucidarlo ahora) Gloria moviacutea con maacutes vigor a cada hora las funestas alas de su latitudinarismo que debiacutean conducirla Dios sabe a queacute regiones de espanto

Despueacutes de meditarlo mucho D Aacutengel resolvioacute no revelar a su hermano la funesta pasioacuten de Gloria Aquello era ya cosa pasada y resuelta y mientras maacutes pronto se olvidase mejor Pero al mismo tiempo juzgoacute prudente advertirle de los errores porque si se les dejaba tomariacutean gran crecimiento como la mala yerba

No es preciso decir que D Juan experimentoacute viva pesadumbre al conocer las descarriadas pendientes por donde iba dando tumbos el despentildeado [252] pensamiento de su hija Recordando entonces las atrevidas ideas de Gloria dos antildeos antes comprendioacute que el mal era antiguo y que soacutelo variaba de forma Amargoacutesele la vida en aquel diacutea y todo en eacutel era discurrir paliativos imaginar tratamientos morales que volviesen a su adorada hija al primitivo ser catoacutelico que antes teniacutea

No pudo adivinar Lantigua lo que habiacutea pasado con Morton pero allaacute en el fondo de su alma habiacutea una sospecha vaga Sin creer que su hija amaba al extranjero consideraba que el prestigio y el brillo exterior de este no habiacutea dejado de influir en los desvariacuteos heterodoxos de Gloria Por esta razoacuten deploraba entonces maacutes que nunca el lastimoso naufragio del Plantagenet

Los dos hermanos emprendieron sin peacuterdida de tiempo un verdadero asedio de consejos amonestaciones y sermones Con suavidad el obispo y el seglar con enojo y rigor trataban de volverla al camino de la salvacioacuten pero estas embestidas no

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produjeron resultado alguno positivo o mejor dicho dieacuteronlo contrario a las bueniacutesimas intenciones de ambos Lantiguas y al esplendor de la Iglesia

En aquel mismo diacutea de la confesioacuten Gloria de una proposicioacuten hereacutetica pasoacute a otra y [253] en su cabeza iban entrando atropelladamente demonio tras demonio Del latitudinarismo pasoacute al racionalismo y a otras perversas pestilencias

Llegoacute sin embargo un punto en que las relaciones carintildeosiacutesimas entre ella y su padre y tiacuteo empezaron a quebrantarse y aquiacute la sensibilidad de la infeliz muchacha se sobrepuso a todo Perder el amor de ellos le parecioacute desgracia irreparable y resolvioacute echar en olvido sus errores ya que no podiacutea extirparlos Al diacutea siguiente cuando D Aacutengel la amonestaba delante de su padre dijo

-iexclOh padre miacuteo iquestQuieacuten puede resistir a la autoridad y a la bondad de usted Me declaro conquistada Creo todo lo que la Santa Madre Iglesia nos manda creer

Sometiose siacute pero allaacute en el fondo de su espiacuteritu las proposiciones latitudinarias aquello que mil veces llamoacute pestiacutefero la autoridad visible continuaban vivas en su mente como raiacuteces que de un antildeo para otro guardan el germen de nueva flor Gloria hizo lo que hacen las nueve deacutecimas partes de los catoacutelicos es decir guardarse sus heterodoxias para no lastimar a los viejos De aquiacute resultoacute que era como la muchedumbre creyente para los demaacutes y latitudinaria para siacute

D Juan de Lantigua volvioacute entonces con [254] nuevo ardor a sus trabajos y el prelado tornoacute lentamente a la paz de su espiacuteritu satisfecho en extremo de haber salvado de espantosos peligros la hermosiacutesima alma de su sobrina El amor que sentiacutea por Gloria no disminuyoacute por los desvariacuteos de ella antes se mezclaba de cierta compasioacuten carintildeosa Aquel varoacuten insigne que todo queriacutea resolverlo con su bondad angelical dejaacutebalo todo no obstante sin resolucioacuten ejemplo que muy a menudo se repite en el mundo Habiacutea querido convertir un hereje y su santo empentildeo no dio fruto Habiacutea querido tambieacuten desviar el noble espiacuteritu de Gloria de un vulgar error y su victoria no fue maacutes que aparente La bondad la buena voluntad del prelado derramaba su luz pero la herejiacutea y el error pasaban sin inmutarse derechos a realizar el fin que una ley inflexible les habiacutea marcado

Cuando los hechos toman una direccioacuten determinada es inuacutetil querer desviarlos de ella Asiacute en esta ocasioacuten nos hallamos con que a pesar de la aparente serenidad que han tomado las cosas la tempestad estaacute soacutelo contenida mas no aplacada y la corriente oculta bajo el hielo saldraacute fuera y marcharaacute por donde teniacutea trazado su camino

Ved de queacute singular manera se [255] anudan los sucesos coacutemo los pequentildeos incidentes traen los grandes y de queacute suerte se establece la natural consecuencia y la loacutegica de las cosas El conflicto de Ficoacutebriga no estaba maacutes que suspendido habiacutea tomado un respiro para estallar con maacutes fuerza al modo que el coleacuterico detiene la voz y el brazo antes de descargar el golpe Aquella pausa enteramente ilusoria era bien puede decirse asiacute como el intervalo aparente entre el relaacutempago y el trueno (a causa de la diversa aptitud de nuestros sentidos) siendo en realidad una cosa misma

Hemos visto ya el relaacutempago Pues irremisiblemente sonaraacute el trueno Dijimos que los acontecimientos traiacutean marcado su curso fatal iquestLlamaremos a esto fatalidad o loacutegica Ello es difiacutecil de decidir Corriacutea pues la loacutegica sin que la bondad de los buenos ni la perversidad de los perversos pudiera contenerla [256]

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- XXXII -

Los cazadores de votos

Llegoacute la viacutespera de Santiago y no eran las nueve de la mantildeana cuando oyose gran voceriacuteo en la casa de Lantigua Echose fuera de su despacho D Juan creyendo que habiacutea estallado un motiacuten en su vivienda mas se tranquilizoacute viendo que toda aquella algazara la haciacutea D Silvestre Romero gritando

-iexclGanamos las elecciones iexclGanamos las elecciones

Aquella vigorosa y sensual cara de emperador romano despediacutea fulgores de triunfo y alegriacutea

Veniacutea juntamente con Romero su amigo Rafael del Horro candidato triunfante a quien tambieacuten le rebosaba el gozo por los ojos No les habiacutea abrazado auacuten D Juan cuando empezaron a contarle los graciosiacutesimos lances de la [257] lucha que salpimentados con mil donosas ocurrencias del cura haciacutean morir de risa

-Si no fuera porque es caro inmoral y pernicioso -deciacutea del Horro desprendieacutendose de su abrigo de viaje- esto que llaman juego parlamentario debiera conservarse

A poco llegoacute el doctor Sedentildeo que veniacutea de decir misa y aquiacute fueron las congratulaciones y los plaacutecemes En un punto Sedentildeo les enteroacute de cuanto habiacutea eructado (6) la prensa perioacutedica durante la larga ausencia de los dos amigos y ellos hicieron un pasmoso recuento de votos y relacioacuten de varias protestas palos cohechos bofetadas etc

D Aacutengel no tardoacute en presentarse

-Mucho tiempo ha estado usted ausente de sus ovejas distraiacutedo pastor -dijo bondadosamente al cura

-Tambieacuten se cuida el ganado Ilustriacutesimo Sentildeor persiguiendo a los lobos o trabajando por confundir a esos piacutecaros ladrones de ovejas

-Tambieacuten tambieacuten -dijo el obispo- Si no rintildeo pero a nosotros no nos han hecho cazadores sino pastores Pase por una vez ya seacute que es preciso absolutamente preciso En tales apreturas nos vemos los pastores que mal de nuestro grado hemos de coger la honda [258]

-Y el palo y el cuchillo y cuanto hay que coger iexclO ellos o nosotros -vociferoacute D Silvestre

-Justo es -dijo D Juan mirando a su hermano- que tomemos las mismas armas que ellos usan contra nosotros Si soacutelo se tratara de nuestras vidas moririacuteamos pero la Iglesia estaacute en nuestras manos y no podemos abandonarla

El abogado el seglar se expresaba asiacute con el tono de la autoridad irrecusable mientras el sacerdote el apoacutestol callaba aceptando su papel de pasiva bondad El uno teniacutea la idea el otro el prestigio exterior el uno la iniciativa el otro las bendiciones

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Durante largo rato el despacho de D Juan fue un hervidero de planes de noticias de amenazas de religiosidades mezcladas con mundanos iacutempetus Al fin D Aacutengel y Rafael pasaron a la sala donde Gloria recibioacute a este El distinguido joven se empentildeoacute con cierta fatuidad en llevar la conversacioacuten al punto para eacutel interesantiacutesimo de su reciente triunfo pero Gloria que derramaba su resplandor allaacute arriba estaba demasiado alta para deslumbrarse con la luz de un foacutesforo

Oyeacutendolos D Aacutengel sentiacutea en su alma profunda pena sabedor como era de dos sucesos [259] igualmente deplorables el desaire que habiacutea hecho la piacutecara a las gracias y perfecciones del soldado de Cristo y su detestable afecto a un extranjero impiacuteo pero respetando los designios de Dios bajaba sus paacuterpados orando para siacute y enlazaba los dedos de ambas manos rozando una con otra la yema de los pulgares

-Dios lo ha dispuesto asiacute -pensoacute

Romero bajoacute tambieacuten a saludar a la sentildeorita de la casa

-Una queja tengo de usted sentildeor cura -le dijo Gloria despueacutes que le oyoacute alabarse de sus recientes hazantildeas

-iquestCuaacutel querida nintildea iquestUna queja de miacute

-Que mandara usted arrojar de la sacristiacutea al pobre Caifaacutes iquestNo es un dolor

-iexclAh iexcltunante borracho Pero no debe quejarse pues seguacuten me han dicho estaacute hecho un potentado

-iexclAh siacute -murmuroacute Gloria turbaacutendose

-Al entrar en Ficoacutebriga supe que Mundideo ha pagado todas sus deudas y desempentildeado toda su ropa Vamos que estaacute rico

-Mi sobrina y yo -dijo Su Ilustriacutesima sonriendo- le dimos alguacuten socorro pero no era para tanto Si no se ha repetido el milagro de la multiplicacioacuten de los panes

-Para milagros estamos -antildeadioacute el cura- [260] Aquiacute no hay tal vez sino latrocinio iexclOh es mucho paacutejaro aquel Caifaacutes

-iexclSentildeor cura por Dios -exclamoacute Gloria con indignacioacuten

-Queacute iquestme equivoco iquestPues de doacutende saca Caifaacutes tanto dinero

-Se lo habraacute dado alguien

-iexclOh siacute eso dice eacutel iquestPues no tiene la poca verguumlenza de decir que Daniel Morton se lo dio

-Y seraacute verdad

-Yo no lo creo D Juan Amarillo que entiende mucho de estas cosas me ha dicho que estaacute alarmadiacutesimo Ha contado su dinero estaacute seguro de que no le falta nada sin embargo no puede desechar cierto recelo

-Siacute -dijo D Juan que a la sazoacuten entroacute- En todo Ficoacutebriga no se habla maacutes que de las riquezas de Caifaacutes Parece que me estaacute componiendo la casa Vamos yo no salgo mal

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-Mi opinioacuten -afirmoacute el cura- es que no debe levantarse mano hasta averiguar lo que hay en esto Ya el juzgado estaacute decidido a intervenir

-iquestPor queacute iexclEs una iniquidad -exclamoacute Gloria con ardor- Esto no debe consentirse y no lo consentiremos

-Ya estaacute mi hija en su elemento -dijo [261] Lantigua- es decir ocupaacutendose excesivamente y con grande furor de una friacutevola cosa que nada le interesa

-Me ocupo de salvar de la calumnia a un inocente

-iquestY coacutemo sabes tuacute que es inocente Vamos a ver Lo mejor es no hacerte caso y dejarte con tu tema Conque sentildeores vaacutemonos a comer Hoy es diacutea de alegriacutea

El cura les detuvo antes de pasar al comedor y solemnemente habloacute asiacute

-Sentildeores sentildeores

-iquestTenemos discursos -preguntoacute D Juan viendo que despueacutes del vocativo el buen paacuterroco alzaba el brazo derecho en la actitud maacutes ciceroniana

-Sentildeores espero que mantildeana todos los presentes empezando por Su Ilustriacutesima el reverendo obispo de y acabando por nuestro insigne y valeroso diputado Sr del Horro me honraraacuten aceptando mi mesa y una hidalga reunioacuten en mi finca del Soto de Brijaacuten De esta manera sencilla y por medio de una frugal comida pienso que celebremos nuestra victoria sin ruido sin mundano estreacutepito sin pompa sin jactancia como se reuniacutean los primitivos cristianos en aquellos piadosos banquetes

D Juan vio que el cura iba tomando un [262] tonillo de sermoacuten harto enojoso en hora de grande apetito y dijo asiacute

-Aceptado aceptado Mas por ahora vamos a lo que estaacute maacutes cerca A la mesa sentildeores

Bien pronto estuvieron todos reunidos en la mesa de D Juan que era suculenta a pesar de ser vigilia por marcar el Almanaque el 24 de Julio

-iquestConque aceptan ustedes -preguntoacute Romero

-iexclComilonas -dijo Su Ilustriacutesima- Por mi parte doy las gracias al sentildeor cura

-Si Usiacutea Ilustriacutesima no gusta de este festejo -dijo Romero con sumisioacuten- renunciamos a eacutel

-No hijos miacuteos iquestpor queacute Celeacutebrese el banquete que ya supongo ha de ser frugal y decoroso Pero no asistireacute primero porque no gusto de festines segundo porque celebran ustedes con eacutel un acto poliacutetico y yo huyo de los actos poliacuteticos

-Siento en el alma que Su Ilustriacutesima no nos acompantildee -dijo el cura- iquestAcaso vamos a celebrar una orgiacutea El salmista ha dicho laquoBanqueteen los justosraquo Et justi epulentur

-Et justi epulentur et exultent in conspectu Dei -antildeadioacute vivamente el prelado- laquoY regociacutejense en la presencia de Diosraquo No violentemos [263] los sagrados textos sentildeor cura ni sostengamos que el inspirado David nos recomienda la glotoneriacutea

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-iexclOh Ilustriacutesimo Sentildeor -exclamoacute el paacuterroco- lo que Usiacutea diga esa seraacute mi ley

-Pues digo que celebren ustedes su banquete profano pero que no me inviten a eacutel porque no voy Por la tarde luego que hayan ustedes comido alargareacute mi paseo hasta allaacute No es muy lejos

-No hay maacutes que bajar a la riacutea pasar el puente de Judas subir los prados de D Juan Amarillo y en seguida se llega al Soto

-Ya ya seacute el camino

Entroacute un criado con una carta para don Juan Este la abrioacute y despueacutes de recorrerla con la vista dijo

-Es de Daniel Morton Me escribe anunciando que se embarca mantildeana por la mantildeana y se despide de todos

D Aacutengel miroacute con disimulo a su sobrina Fuerte animosa heroica Gloria recibioacute el golpe sin dar a conocer las grandes sacudidas de su alma angustiada Soacutelo D Aacutengel sabedor de todo creyoacute distinguir una extrantildea neblina en el rostro de la joven D Juan la miroacute tambieacuten Quizaacutes se hubiera entablado conversacioacuten sobre Daniel Morton pero entroacute el sentildeor de [264] Amarillo y quieras que no tuvo que sentarse a la mesa y tomar un bocado aunque con prisa porque el juez le estaba esperando para ver queacute resolucioacuten se tomaba en el negocio de Caifaacutes D Juan de Lantigua a quien consultoacute dijo de este modo su opinioacuten

-No veo razoacuten alguna para molestar a Mundideo mientras no se le pruebe que ese dinero ha sido mal adquirido

-Es que se le probaraacute

-iquestLe falta a usted algo en la caja

-No sentildeor pero el dinero no sale de la tierra como la yerba Caifaacutes ha robado a alguien Propongo que todos los vecinos de Ficoacutebriga recuenten sus fondos y mientras tanto que Joseacute Mundideo sea puesto a la sombra

-Pero la ley

-Queacute ley ni ley

-Sr D Juan -dijo el cura- iquestquiere usted venir a comer mantildeana a mi casa del Soto

-Ya seacute que han ganado ustedes las elecciones iexclBien por el ejeacutercito de Cristo -exclamoacute Amarillo con entusiasmo

Y levantaacutendose al instante con una copa de vino en la mano antildeadioacute

-Propongo un brindis sentildeores Brindo por Su Ilustriacutesima D Aacutengel de Lantigua el glorioso hijo de Ficoacutebriga el apoacutestol maacutes ferviente [265] de los apoacutestoles espantildeoles el modelo de virtudes de quien todos debemos tomar ejemplo el varoacuten piadoso el justo

-Por Dios por Dios -dijo Su Ilustriacutesima tapaacutendose los oiacutedos y todo confundido y turbado- Basta de incienso D Juan basta basta El mejor brindis que usted puede dirigirme y el uacutenico que le agradecereacute es no molestar al pobre Caifaacutes

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Todos los presentes besaron el anillo al prelado y cuando este se retiroacute tomaron cafeacute [266]

- XXXIII -

Aacutegape

El diacutea de Santiago habiacutea una especie de feria en Ficoacutebriga es decir venta de ganado en la pradera un novillo corrido en la plaza diversos puestos de frutas y pastas vinos y licores algo de teatros bailes del paiacutes y por la noche gran funcioacuten de fuegos artificiales Pero el principal festejo del diacutea debiacutea ser el banquete con que D Silvestre Romero espleacutendido en todas sus cosas obsequiaba a sus amigos en el Soto de Brijaacuten

Desde muy temprano innumerables servidores no daban paz a las manos ni a los pies apercibieacutendolo todo con arreglo a las instrucciones del buen paacuterroco tan perito en estas materias Llegaban las provisiones en repletos carros del paiacutes cuyas ruedas sin engrasar gemiacutean al subir la cuesta en cuyo alto teacutermino estaba la finca [267]

Era admirable la diligencia que poniacutea en tan grande faena la sentildeora Saturnina a quien podremos llamar archiama por ser como gobernante de las dos o tres amas y demaacutes servidumbre del opulento cura Puede decirse que la excelente mujer no durmioacute en la noche del 24 porque toda ella se la pasoacute de claro en claro ora batiendo huevos que por centenares fueron vaciados en un desaforado artesoacuten ora desplumando aves que al anochecer perecieron en horrorosa hecatombe

Pero la gran batahola fue por la mantildeana cuando encendida la cocina dio principio el fuego a su gran obra y las cacerolas empezaron a murmurar y el humo y los espesos vapores olorosos llenando parte de la casa saliacutean al campo como nuncios benditos de la gran hartazga que se disponiacutea Dordf Saturnina y cuantas la ayudaban no teniacutean manos para tomar quieacuten los papelillos de las especias quieacuten la nuez moscada o el limoacuten o la canela y espumando guisados o albardando fritos o batiendo ensaladas o templando sopas pareciacutean traer entre manos el sustento de un ejeacutercito

A hora conveniente dos jayanes pusieron sobre la mesa del comedor un mediano monte de pan mientras no lejos de alliacute se preparaban la vajilla y la manteleriacutea Cestas ventrudas [268] pariacutean dulces a montones obra de haacutebiles monjas y de un barrigudiacutesimo tonel iban sacando el rico vino antildeejo de Rioja el cual despueacutes de hacer buches y remolinos en un embudo de latoacuten amoratado por el uso se colaba dentro de las botellas sonaacutendolas como bocinas Dordf Saturnina no olvidaba ninguna de las operaciones poniendo sus ojos en todo para que nada se retrasase y hasta dispuso ella misma los ramos de flores que se debiacutean colocar en la mesa los palillos el aguamanil y otras menudencias y accesorios de una buena comida

Medio diacutea era por filo cuando los convidados salieron de Ficoacutebriga con un sol que aun en aquellas frescas tierras abrasaba Delante veniacutean en el coche de Lantigua D Juan el cura y Rafael Seguiacutean luego en otro coche D Juan Amarillo con el teniente cura y dos beneficiados de las cercaniacuteas y despueacutes en un breck los demaacutes convidados que eran amigos venidos para tal solemnidad de la capital de la provincia Total once bocas

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Sentados los comensales bendijo D Silvestre la comida y comenzoacute el stridor dentum

Habiacutea tenido Dordf Saturnina la feliz idea de poner la mesa fuera de la casa en medio de la frondosa huerta y a la sombra de dos o tres [269] aacutelamos que con sus ramas la cubriacutean toda dejando tan soacutelo penetrar algunos rayos de sol que caiacutean aquiacute y acullaacute como si hubieran sido salpimentados con luz los manteles Aquiacute brillaba un melocotoacuten alliacute el cuello de una botella maacutes allaacute un salero maacutes lejos la calva de D Juan Amarillo

En cuanto a la parte principal del banquete que era la comida todos los elogios que de ella se hagan seraacuten paacutelidos ante la realidad de su abundancia y el exquisito sabor de toda ella si bien era maacutes rica que fina algo a la pata la llana demasiado suculenta comida espantildeola de esa que parece hecha para estoacutemagos de gigantes y maacutes para atarugar ruacutesticos cuerpos que para deleitar delicados paladares

Vierais alliacute la sopa de arroz calduda que bastaba por siacute sola a dejar ahiacuteto al maacutes hambriento y despueacutes los pollos con tomate precediendo a las magras tambieacuten entomatadas para hacer lugar a los finiacutesimos pescados cantaacutebricos en picantes escabeches o nadando en salsas ricas Entre ellos veniacutean las bermejas langostas mostrando la carne como nieve dentro de la destrozada armadura roja y los sabrosos percebes como patas de cabra y luego volviacutea el imperio de la carne representado en [270] piezas adobadas del animal que mira al suelo siguiendo a esto chuletas con forro de fritura y otras viandas riquiacutesimas y olorosas acompantildeadas por delante y por detraacutes de aceitunas pepinillos rajas de queso flamenco o del paiacutes anchoas y demaacutes aperitivos sin que faltaran calabacines rellenos en los cuales no se sabiacutea queacute admirar maacutes si el especioso sabor del alma o la dulzura del cuerpo y tambieacuten gran copia de colorados pimientos que como llamas de fuego iban de boca en boca

iquestY queacute diremos de los vinos algunos de ellos de las mejores estirpes andaluzas iquestqueacute de los dulces y platos de leche que bastariacutean para hartar a todos los golosos de la cristiandad Por uacuteltimo el generoso olor del tabaco habano se dejoacute sentir y una azulada nube flotoacute sobre la mesa envolviendo el grupo de convidados en sensual atmoacutesfera

El anfitrioacuten D Silvestre Romero (la moda nos obliga a darle aquel nombre) habiacutea comido bien D Juan de Lantigua no habiacutea hecho maacutes que probar los platos Rafael del Horro estuvo muy parco y D Juan Amarillo devoraba Los demaacutes no desairaron a D Silvestre Este se desviviacutea porque todos comieran mucho y no teniacutea consuelo al ver que no se atracaban como eacutel y a cada instante les excitaba [271] echaacutendoles en cara su desgana y presentaacutendoles los platos para que repitiesen

Fue digno de notarse un incidente de la comida por la semejanza que ofreciacutea con casi todos los banquetes poliacuteticos que se celebraban en Madrid Rafael del Horro propuso que el ramillete puesto en el centro de la mesa se enviase a la sentildeorita de Lantigua

Cuando fumaban D Silvestre creyoacute que debiacutea tomar la palabra y lo peor fue que la tomoacute

-Queridos hermanos y amigos miacuteos -dijo- nos ha reunido aquiacute la celebracioacuten de un triunfo Porque ha sido un triunfo grande inmenso que nos ha de conducir a una victoria auacuten mayor a la victoria de la verdad sobre el error de la virtud sobre el vicio de Dios sobre Satanaacutes

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-Muy bien -repuso D Juan Amarillo abriendo los diminutos ojos que habiacutea cerrado poco despueacutes de la uacuteltima copa

-Hemos combatido como buenos -antildeadioacute el cura que gustaba de emplear hasta en los sermones siacutemiles guerreros- y seguiremos combatiendo En los libros santos se ha dicho laquoY tuacute Jehovaacute Dios de los ejeacutercitos no hayas misericordia de los que se rebelan con iniquidad Acaacutebalos con furor acaacutebalos y no [272] sean y sepan que Dios domina en Jacob hasta los confines de la tierraraquo Y en otro pasaje laquoFuego iraacute delante de eacutel y abrasaraacute en redor sus enemigosraquo Nuestra obligacioacuten es pues combatir ya que las cosas han llegado al extremo de tener que emplear sus infames armas iexclOh sentildeores si yo tuviera la elocuencia y la erudicioacuten de mi ilustre amigo el gran catoacutelico D Juan de Lantigua os diriacutea a queacute extremos llegan la impiedad y la osadiacutea de los revolucionarios y el aprieto en que quieren poner a los hombres religiosos y piacuteos si yo tuviera repito

D Silvestre se atragantoacute ligeramente Todos le oiacutean con serenidad en los labios de D Juan vagaba una sonrisilla que pareciacutea decir

-Maacutes vale que te calles pedazo de alcornoque

-Pero en fin no lo tengo -antildeadioacute el cura atleta- no tengo ni esa erudicioacuten pasmosa ni esa elocuencia arrebatadora y asiacute es bien que le ceda la palabra

-iexclOh si el Sr D Juan nos concediera oiacuter su palabra -dijo Amarillo cabeceando

Lantigua se puso la mano en el pecho y tosioacute

-Sentildeores no puedo -dijo con humildad- [273] Rafael hable usted que lo haraacute mejor que yo

Del Horro se excusoacute con frases de modestia pero al fin no pudiendo resistir a la sugestioacuten de todos los convidados que a un tiempo le apretaban para que hablase se levantoacute limpioacute las gafas se las puso y arqueando las cejas habloacute de este modo

-Sentildeores ninguna voz maacutes desautorizada que la miacutea para dirigiros la palabra Joven sin experiencia sin conocimientos me falta autoridad Vaacutelgame por las prendas de que carezco mi acendrada fe mi sincero amor al catolicismo los esfuerzos que he hecho en mi limitada esfera para conseguir el triunfo praacutectico de la Iglesia de esa amorosiacutesima madre nuestra por quien vivimos por quien alentamos por quien respiramos Dios ha querido que el maacutes indigno de sus soldados el maacutes pequentildeo de sus servidores alcance hoy un triunfo material en las contiendas que han establecido los inicuos Eacutel me deacute fortaleza para defenderle Eacutel deacute a mi labio energiacutea a mi corazoacuten vigor a mi espiacuteritu Estote ergo forte in bello laquoSed fuertes en la guerraraquo

raquoInmensa asquerosa pestilente lepra cubre el cuerpo social El llamado espiacuteritu moderno dragoacuten de cien deformes cabezas lucha por derribar el estandarte de la Cruz iquestLo permitiremos [274] de ninguna manera iquestQueacute valen algunos centenares de inicuos depravados contra la mayoriacutea de una Nacioacuten catoacutelica Porque no soacutelo somos los mejores sino que somos los maacutes Alcemos en esta Cruzada el glorioso estandarte y digamos laquoAtraacutes impiacuteos malvados sectarios de Satanaacutes que contra el reino de Nuestro Sentildeor Jesucristo no prevaleceraacuten las puertas del infiernoraquo Y luego volviendo mi humilde rostro hacia el Oriente distingo una venerable y hermosa figura Al verla lleacutenase mi corazoacuten de intensiacutesima congoja y las laacutegrimas acuden a mis ojos considerando el aflictivo estado en que los perversos tienen al que es antorcha

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esplendorosiacutesima que ilumina el mundo Lleno de admiracioacuten y respeto exclamoacute laquoGrande eres iexcloh Pedro no soacutelo por tus bondades sino por tus martirios Tambieacuten de ti se puede decir que rasgaron tus vestiduras y sobre ellas echaron suertes iexclAy de los impiacuteos que despueacutes de despojarte te han encarcelado Ya les arreglaraacuten los demonios en el infierno En tanto iexcloh Pastor Santo yo te saludo con laacutegrimas en los ojos yo canto un hosanna amorosiacutesimo en tu presencia y te pido la bendicioacuten para que se redoblen mis fuerzas se enardezca mi espiacuteritu y no desmaye en la gran contienda que se prepararaquo [275]

Terminado el discurso del valeroso joven recibioacute apretados abrazos de todos los concurrentes y entonces D Juan de Lantigua sin dejar su asiento y con gran atencioacuten y religioso silencio de todos dijo lo siguiente

-iquestMe atrevereacute queridos amigos y hermanos miacuteos a haceros presente que para esta lucha a que la impiedad y malvada desverguumlenza de los revolucionarios nos llama no bastan no la finura y el temple de las armas ni el denuedo de los varoniles brazos La mejor arma es la oracioacuten y el maacutes terrible baluarte las virtudes y el buen ejemplo Seamos buenos piacuteos caritativos fervientes catoacutelicos y tendremos asegurado la mitad del triunfo Tengo el sentimiento de declarar porque asiacute lo reconozco que el espiacuteritu religioso estaacute muy enflaquecido entre nosotros Se habla mucho de batallar y poco del amor de Dios Inter vos dormiunt multi laquoentre vosotros duermen muchosraquo Es preciso que todos despierten porque la tempestad estaacute encima es preciso que despierte no soacutelo la carne sino el espiacuteritu iquestNo habeacuteis conocido que entre nosotros cunde desparramada la herejiacutea iquestNo veis que hasta los maacutes fuertes han caiacutedo iquestNo veis que el racionalismo y el ateiacutesmo han robado muchas almas al seno de Dios iquestNo veis que disminuye cada diacutea el nuacutemero de los fervorosos [276] catoacutelicos y aumenta el de los indiferentes He aquiacute un mal demasiado grave para conjurarla faacutecilmente Yo os digo no soacutelo es preciso batallar sino predicar no soacutelo ha llegado la hora de la pelea sino del ejemplo santo Abnegacioacuten paciencia martirio He aquiacute tres palabras maacutegicas que superan en eficacia a los maacutes finos y cortantes aceros

-Muy bien muy bien iexclViva el Sr Lantigua -exclamoacute D Juan Amarillo sin poderse contener

- Aborrezco las exclamaciones y detesto las apoteosis de hombres No se debe enaltecer maacutes que a Dios no se debe glorificar sino a Aquel que era como dice David antes que nacieran los montes y desde el siglo y hasta el siglo Continuando pues mis observaciones direacute que los males que he indicado y esta general corrupcioacuten y ponzontildea provienen de los maleficios extranjeros que han dantildeado nuestro cuerpo Gozaba Espantildea desde edades remotas el inestimable beneficio de poseer la uacutenica fe verdadera sin mezcla de otra creencia alguna ni de sectas bastardas Pero los tiempos y la maldad de los hombres han traiacutedo un poder civil que por obedecer a los malvados de fuera ha dejado sin amparo a la Iglesia cuando el deber de la potestad civil como dijo San Feacutelix es [277] dejar a la Iglesia catoacutelica que haga uso de sus leyes no permitiendo que nadie se oponga a su libertad

raquoiquestQueacute sucede pues Que el error ha fundado mil caacutetedras en nuestro suelo Espantaos catoacutelicos seguacuten los enemigos de Dios la preciosiacutesima unidad de nuestra fe es un mal y para remediarlo piden que se abra la puerta a los cultos idoacutelatras a los errores de la Reforma a los desvariacuteos del racionalismo semejantes a despropoacutesitos de hombres borrachos Ved aquiacute por queacute corren las maacutes asquerosas doctrinas como arroyos de inmundicia cuando desatadas las cataratas del cielo rompen las aguas el dique de los

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muladares y el fango de los campos es arrastrado entre materias putrefactas y miserables cuerpos muertos

raquoNo y mil veces no O Espantildea dejaraacute de ser Espantildea o su suelo se ha de limpiar de esta podredumbre y en su claro cielo volveraacute a brillar uacutenico y esplendoroso el sol de la fe catoacutelica Yo de miacute seacute decir que esta idea puede en mi espiacuteritu maacutes que todas las ideas maacutes que todas las afecciones maacutes que la vida y que cuanto existe Por ver realizada esta idea y extirpado el caacutencer que empieza a devorarnos diera mil veces cuanto poseo la paz de mi familia mi familia misma mi persona miserable [278] Tengo el ardor de los verdaderos creyentes sentildeores y mi fe no estaacute en los labios sino en lo profundo del alma

raquoSi no luchaacuteis por tan grandioso fin maacutes vale que no lucheacuteis si no trabajaacuteis con todas las fuerzas del espiacuteritu con la oracioacuten con el ejemplo con la caridad maacutes vale que os arrinconeacuteis cual mujeres dejando a otra generacioacuten maacutes varonil la santa empresaraquo

No dijo maacutes porque estaba fatigado y en verdad habiacutea dicho bastante Todas sus palabras fueron de oro seguacuten la expresioacuten de don Juan Amarillo Las felicitaciones no podiacutean ser maacutes delirantes Reinaba gran entusiasmo en la reunioacuten y quizaacutes quizaacutes se hubiera atrevido a tomar la palabra el cura si Rafael mirando el camino no viese a Su Ilustriacutesima D Aacutengel de Lantigua que lentamente se acercaba Entonces dijo con lengua y expresioacuten miacutesticas

-He aquiacute que se acerca el que viene en nombre del Sentildeor

Y todos salieron a recibirle [279]

- XXXIV -

En el puente de Judas

Mientras una docena de laicos arreglaban asiacute despueacutes de comer bien los asuntos de la Iglesia catoacutelica D Aacutengel de Lantigua separaacutendose de su sobrina a quien dejoacute rezando en la iglesia marchaba por el camino real en direccioacuten al puente de Judas con objeto de visitar a sus amigos reunidos en el Soto Acompantildeaacutebanle a un lado y otro su secretario y el paje y seguiacuteanle varios cojos tullidos y toda la pobreteriacutea del camino anhelantes de que les echase bendiciones pues algunos las estimaban en maacutes que las limosnas que recibiacutean

El santo varoacuten con el alma gozosa como de costumbre iba departiendo afablemente con sus dos adlaacuteteres cuando al entrar en el puente de Judas (cuya faacutebrica de palo era en extremo [280] fraacutegil) notoacute que este se estremeciacutea bajo sus pies Mas no tardoacute en hallar la razoacuten de la sacudida porque por la otra cabeza del puente acababa de entrar un hombre a caballo Galopaba

-iexclEh caballero -le gritaba el guarda- Estaacute mandado que por aquiacute se vaya al paso

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El jinete era Daniel Morton Luego que vio a Su Ilustriacutesima observando al mismo tiempo la estrechura del puente semejante en esto al que tienen los mahometanos para entrar en el paraiacuteso detuacutevose y echo pie a tierra

-iexclAh Sr Morton -exclamoacute D Aacutengel con estupor sintiendo que de improviso se desvaneciacutea el gozo de su alma

Daniel le besoacute el anillo con gran respeto y descubrieacutendose dijo

-iquestNo esperaba Su Ilustriacutesima verme otra vez en Ficoacutebriga

-No seguramente Ayer recibioacute mi hermano una carta en que usted le anunciaba su viaje

-Pues Dios no ha querido que me vaya hoy

-Cuidado no hay que echar la culpa de todo a Dios -dijo el prelado gravemente- Dios lo habraacute permitido pero no lo habraacute querido [281]

-Con perdoacuten de Usiacutea Ilustriacutesima -afirmoacute Morton- pienso que lo ha querido Yo estaba en el muelle de X junto a mi equipaje esperando el bote que me habiacutea de conducir a bordo del vapor cuando sentiacute que una mano muy pesada me tocaba al hombro volviacuteme y vi a Caifaacutes Sr D Aacutengel con el semblante maacutes angustiado que puede imaginarse

-Ya ya voy comprendiendo

-Caifaacutes se puso de rodillas delante de miacute y me dijo laquoSentildeor en Ficoacutebriga aseguran que he robado en Ficoacutebriga dicen que el dinero que tengo no es miacuteo El juez me amenaza y todos piden que Caifaacutes el feo Caifaacutes el malo Caifaacutes el idiota vaya a la caacutercel Yo quebrantando mi palabra he dicho que usted me sacoacute de la miseria pero nadie cree al humilde y D Juan Amarillo soberbio entre los soberbios clama contra miacuteraquo En resumen sentildeor obispo he tenido que detener el viaje para sacar a ese hombre de tan mal paso pues si asiacute no lo hiciera la limosna que le di y que nada vale en verdad se trocaraacute en vilipendio suyo sumergieacutendole maacutes en la miseria

-iexclBuen pensamiento y excelente accioacuten -dijo el prelado seriamente- Ella es tal que se le puede permitir a usted el paso de este puente que de otro modo le estariacutea vedado Adelante [282] pues y no se me detenga usted en Ficoacutebriga

Despidiole bondadosamente aunque con sequedad y Morton siguioacute su camino hacia Ficoacutebriga mientras D Aacutengel no paraba en el del Soto pero a cada diez pasos volviacutea la cabeza para ver queacute direccioacuten tomaba el hamburgueacutes Viole marchar hacia la Cortiguera donde viviacutea Caifaacutes y con esto Lantigua sintioacute calmarse la zozobra que empezoacute a alborotar su espiacuteritu

Cuando el obispo estuvo cerca del Soto toda la servidumbre y deudos del cura con las amas a la cabeza y Dordf Saturnina al frente de estas a la manera de tambor mayor salieron a recibirle y besarle el anillo de lo que resultoacute no poca confusioacuten Y al mismo tiempo le aclamaban con gritos y deciacutean laquoViva la gloria de Ficoacutebrigaraquo

Hasta que el venerable atravesoacute la portalada de la huerta no cesaron las importunidades de la plebe

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-Auacuten estaacuten aquiacute los restos del festiacuten -dijo el prelado viendo la desordenada mesa- Ha sido buena idea ponerla al aire porque hace un calor sofocante

-Pues me parece que no pasaraacute la tarde sin llover sentildeores -dijo el cura husmeando el horizonte- [283] iquestNo quiere Su Ilustriacutesima tomar chocolate

Al punto trajeron los cangilones y D Aacutengel se sentoacute en un banquillo ruacutestico Rodeaacuteronle todos menos Sedentildeo y Rafael del Horro que se apartaron para leer un suelto del perioacutedico

-Sr D Silvestre -dijo el prelado cuando empezoacute a tomar chocolate- iquestLloveraacute esta tarde

-Me temo que siacute Estaacute la atmoacutesfera muy cargada Tendremos vendaval y fuerte Asiacute se puso el tiempo el diacutea que naufragoacute el Plantagenet iexclQueacute diacutea sentildeores queacute diacutea

-iexclFue tremendo -dijo Su Ilustriacutesima- iquestA quieacuten creen ustedes que acabo de encontrar ahora al pasar el puente de Judas iquestNo lo adivinan ustedes Pues al mismo D Daniel Morton en persona

-iquestIba a Ficoacutebriga -preguntoacute con mucho intereacutes D Juan Amarillo

-Allaacute iba Parece que eacutel fue quien le dio a Caifaacutes

-Quien no te conoce que te compre -dijo el usurero ficobrigense guintildeando el ojo- No creo en tales limosnas aunque ese extranjero debe de ser hombre muy adinerado

-Entonces bien podiacutea hacer una limosna

-Precisamente lo que no creo es la limosna [284] lo que no creo es una generosidad de tal calibre Aquiacute no somos bobos Sr Morton aquiacute en Espantildea no nos mamamos el dedo y sabemos conocer a los pillos

-Amigo D Juan -manifestoacute Su Ilustriacutesima devolviendo el pocillo de chocolate- Jesucristo dijo laquoNo juzgueacuteis para que no seaacuteis juzgados Porque con el juicio con que juzgueacuteis sereacuteis juzgadosraquo

Y variando al punto de tono y de asunto antildeadioacute

-Es una gloria esta huerta de D Silvestre Aquiacute todo prospera y el trabajo y esmero del cultivo son frutos de bendicioacuten Ojalaacute sucediera lo mismo en toda nuestra Espantildea y tras de cada siembra de sanos consejos y exhortaciones viniese una cosecha de buena conducta iexclQueacute manzanos queacute perales queacute melocotoneros

D Silvestre vio llegado el momento de saborear uno de los maacutes dulces placeres de su regalona vida ensentildear su huerta Levantose el prelado y Romero fue delante mostrando las hermosas castas de perales alineados en espaldera los unos sustentados otros por alambres gordos y todos ellos frondosiacutesimos y cuajados de peras Las habiacutea bergamotas duquesas amantecadas pardas de invierno y de [285] otros muchos linajes exoacuteticos El cura haciacutea fijar la atencioacuten en los ramilletes de frutas verdes auacuten y las tomaba en la mano para mostrarlas diciendo -iquestPero ven ustedes queacute peras En toda la provincia no hay nada que se les compare

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Mientras esto sucediacutea D Juan Amarillo habiacutea llevado aparte a D Juan de Lantigua para hablarle de un negocio importante

-No nos alejemos mucho -le dijo el literato y jurisconsulto- porque me parece que va a llover esta tarde [286]

- XXXV -

Los juicios de Dios abismo grande

Morton detuvo su caballo en la Cortiguera y Sildo le dijo

-Padre vendraacute en seguida Ha ido a rezar a la iglesia

No tardoacute en aparecer Caifaacutes

-Aquiacute me tienes -le dijo Morton- Lleacutevame a donde quieras pero despacha pronto porque he de volverme a X antes de anochecer iquestDoacutende estaacute ese juez que no cree que los hombres tengan dinero si no es robaacutendolo

-Si vuecencia me quisiera acompantildear a casa del escribano D Gil Barrabaacutes hermano de don Bartolomeacute Barrabaacutes y firmarme un papel diciendo que me hace donacioacuten de los diez ocho mil reales

-Anda delante y guiacutea a casa de Barrabaacutes

-iexclOh sentildeor coacutemo podreacute pagarle a vuecencia tantas bondades [287]

-Que Sildo me tenga el caballo y lo cuide aquiacute mientras volvemos Esto no duraraacute mucho

Media hora despueacutes Morton volvioacute con Caifaacutes a la Cortiguera pero uno y otro miraron a todos lados iexclOh sorpresa de las sorpresas Ni Sildo ni el caballo estaban alliacute

Y sucedioacute que Sildo al tener las riendas del generoso animal sintioacute en su alma un viviacutesimo impulso de caballero es decir que deseoacute montarle En los doce antildeos de su edad el pobre chico no habiacutea oprimido los lomos de ninguacuten caballo

-iexclSi yo me montara en eacutel -dijo- y diera dos pasos de aquiacute a los Cinco Mandamientos coacutemo se reiriacutean mis hermanos

La vanidad se amparoacute de su alma La serpiente dijo en su oiacutedo palabras dulciacutesimas y Sildo oyoacute claramente laquoSube en el caballo del bien y del mal y montaraacutes como el Sr Morton y como eacutel seraacutes gallardo y hermosoraquo

Es difiacutecil detenerse en la pendiente de los goces Sildo fue de los Cinco Mandamientos a la ladera del Rebenque y del Rebenque atravesoacute todo el prado de la Pesqueruela y despueacutes de un poco maacutes allaacute y siempre maacutes allaacute Cuando quiso detener el caballo no pudo y este emprendioacute [288] a correr no pareciendo dispuesto a parar en media provincia Celinina y Paco indicaron que Sildo habiacutea corrido hacia la Pesqueruela Marcharon alliacute a toda prisa Morton y Caifaacutes pero no vieron nada Bajaron a la playa por el pinar mas el jinete no pareciacutea por ninguna parte y las noticias que

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adquiriacutean de los transeuacutentes eran contradictorias Desesperado estaba Daniel por aquel accidente y maacutes desde que le parecioacute ver en el cielo siacutentomas de mal tiempo Caifaacutes se encomendaba a todos los Santos y rezaba Padre Nuestros a San Antonio Por uacuteltimo discurrieron buscar cada uno por un lado y reunirse en la Cortiguera Separaacuteronse pues en el pinar

Pero Morton cansado al fin de buscar en vano su caballo decidioacute volverse a pie Por no atravesar el centro de Ficoacutebriga dio un gran rodeo y pasoacute por detraacutes de la Abadiacutea Llegando al callejoacuten que da entrada por Oriente al atrio de ella sintioacute gemir los viejos goznes de la puerta Miroacute y vio salir a la sentildeorita de Lantigua En presencia de una visioacuten sobrenatural Daniel no hubiera experimentado tan vivo sacudimiento en todo su ser El primer impulso fue correr tras ella pero se contuvo y en uno de los huecos del carcomido muro se incrustoacute como estatua Gloria tomaba el camino [289] de su casa Pasoacute como los pensamientos placenteros que al modo de relaacutempagos cruzan la mente en horas de tristeza

Morton la vio desaparecer en la revuelta de una calle e instintivamente salioacute de su escondite para correr tras ella

-iexclQueacute esteacute condenado a no verla maacutes -pensoacute- iexclNi una vez siquiera

Le siguioacute a mucha distancia detenieacutendose cuando estaba demasiado cerca adelantaacutendose cuando se quedaba muy lejos Por fin cuando Gloria entraba en el jardiacuten de su casa Morton dijo para siacute

-Todo acaboacute Ahora me marchareacute

Poco antes de decidirse a partir estuvo media hora sentado sobre una piedra en cierta calleja que por un lado saliacutea a la plazoleta y por el otro a las pendientes que bajaban al mar

Una pesada y tibia gota de agua cayendo sobre su mano le sacoacute de su abstraccioacuten Mirando al cielo vio una nube amarilla con intensos cambiantes grises y pudo observar el aire sofocante Soploacute un brusco viento que hizo remolinos de polvo y empezaron a caer gruesas gotas que manchaban el suelo con redondeles negros como si llovieran piezas de dos cuartos Buscando donde guarecerse salioacute Daniel de la calleja penetroacute en otra y al fin pudo hallar [290] una gran teja vana bajo la cual se abrigoacute perfectamente

Entonces descargoacute una lluvia tremenda espantosa un diluvio que pareciacutea inundar la tierra y desleiacuter a Ficoacutebriga

-Asiacute lloviacutea sobre el pobre Plantagenet el diacutea del naufragio -pensoacute Morton- iexclPobre de miacute Las tempestades me trajeron y las tempestades me llevan iquestQuieacuten puede penetrar los designios del Sentildeor

Despueacutes mirando al cielo que se descuajaba en rayos y se vaciaba en chorros de agua dijo asiacute

-laquoVieacuteronte las aguas oh Dios vieacuteronte las aguas y temieron y temblaron los abismos Las nubes echaron inundaciones de agua tronaron los cielos y discurrieron tus rayos Anduvo en derredor el sonido de tus truenos los relaacutempagos alumbraron el mundo estremeciose y tembloacute la tierra En la mar fue tu camino y tus sendas en las muchas aguas y tus pisadas no fueron conocidasraquo (7)

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La tempestad acaboacute de oscurecer la tarde que ya se acababa Morton miroacute a la casa de Lantigua que frente a eacutel estaba por el costado del Oeste y vio luz en las habitaciones altas [291]

-Ya estaacuten ahiacute todos los de la casa -pensoacute- Gloria con sus encantos que la igualan a los aacutengeles alegra las horas de los dos ancianos iexclOh Dios miacuteo iexclqueacute felices son

Pasoacute alguacuten tiempo maacutes Las calles eran riacuteos Los tejados vaciaban agua cual si sobre ellos se rompiesen las compuertas de un estanque la lluvia azotaba con sus mil laacutetigos las paredes corriacutea la gente despavorida Por fin despueacutes de media hora de diluvio parecioacute que se habiacutea concluido el agua de los cielos Adelgazaacuteronse los chorros La nube de verano pasaba y la Naturaleza tendiacutea a serenarse con la rapidez del que se encoleriza por broma

-Me parece que podreacute seguir -pensoacute Morton- Pero iexclcoacutemo habraacuten quedado esos caminos Estaacute escrito que no naufragueacute yo una vez sola en Ficoacutebriga sino dos

Esto pensaba cuando sintioacute gritos y voces en la plazoleta y tambieacuten dentro del jardiacuten de Lantigua Mucha gente se reuniacutea alliacute Daniel acudioacute tranquilamente primero y a toda prisa cuando sintioacute entre las distintas voces de alarma la voz de Gloria

-iquestQueacute ocurre -preguntoacute al primero que encontroacute en la plazoleta

-Que con la mucha agua se ha roto el puente [292] de Judas y la sentildeorita Gloria estaacute asustada porque el Sr D Juan y el sentildeor obispo no han vuelto todaviacutea del Soto

Morton halloacute abierta la puerta de la verja y entroacute Lo primero que vieron sus ojos fue a Gloria que atravesaba el jardiacuten Estaba envuelta en un mantoacuten encarnado y en su cara y en sus pestantildeas brillaban algunas gotas de la escasa lluvia que auacuten caiacutea El friacuteo y el espanto la haciacutean temblar cubriendo de palidez su hermoso rostro

-iexclDaniel -exclamoacute sobrecogida- iquestqueacute buscas aquiacute

Y corrioacute hacia la casa Morton la siguioacute

-iexclJesuacutes crucificado -antildeadioacute Gloria- iquestno sabes no sabe usted lo que pasa La lluvia ha destruido el puente de Judas Mi padre y mi tiacuteo deben de haber salido ya del Soto Yo no puedo vivir en esta incertidumbreYo corro allaacute

Volvioacute a salir

-Si no se puede pasar -dijo uno

-Se puede pasar -afirmoacute otro- Francisquiacuten el del cura acaba de venir del Soto Hay un tramo medio roto pero agarraacutendose bien se puede pasar

-iquestDeciacutes que ha venido Francisquiacuten -preguntoacute Gloria con viva ansiedad [293]

-Siacute sentildeorita ahiacute estaacute con un recado del sentildeor

-iexclFrancisquiacuten Francisquiacuten -gritoacute Gloria desde la verja

Un muchacho pequentildeo y colorado huacutemedo todo desde la cabeza hasta los pies como una deidad de los riacuteos penetroacute en el jardiacuten

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-iquestY mi padre y mi tiacuteo -preguntoacute la sentildeorita

-No tienen novedad pero no pueden pasar para acaacute en coche y a pie con mucho trabajo La crecida es grande

-iquestTe dieron alguacuten recado para miacute

-Siacute sentildeorita que esteacute usted sin cuidado que todos los sentildeores se quedaraacuten en el Soto esta noche y vendraacuten mantildeana subiendo hasta Villamojada para coger el puente de San Mateo aunque yo creo que se podraacute pasar mejor en lanchas

-iexclGracias a Dios -dijo Gloria- Ya estoy tranquila

Entonces fijoacute sus ojos en Daniel Morton Desvanecido todos sus temores su espiacuteritu se ocupoacute por entero de aquella aparicioacuten singular

-Adioacutes -dijo el extranjero- Puesto que de nada sirvo aquiacute [294]

Gloria se detuvo un instante turbada y confusa

-Adioacutes -repitioacute- iquestNo estabas ya en camino de Inglaterra iquestHa naufragado otra vez el vapor iexclJesuacutes iexclVienes siempre con las tempestades iquestPor queacute estaacutes aquiacute iquestCoacutemo estaacutes otra vez aquiacute Daniel por Dios iquestqueacute es esto

Una curiosidad muy viva aparecioacute en su semblante juntamente con claras sentildeales del amor que la dominaba y que no se habiacutea extinguido

-Hazme el favor de darme la mano -dijo el extranjero

Los criados que estaban presentes se alejaron uno tras otro

-Pero yo quiero saber por queacute estaacutes aquiacute y no en camino de Inglaterra No penseacute verte maacutes iquestPor queacute has vuelto Pero no quiero saberlo no quiero saber nada

-Dios ha querido que te vea esta noche Dame la mano

-Toacutemala y adioacutes

Morton le besoacute ardientemente la mano

-Pero adioacutes de veras

-De veras -repitioacute Daniel

-iquestDoacutende estaacute tu caballo -dijo Gloria

-Lo he perdido

-iexclPerdido Entonces [295]

-Me voy a pie

-iquestPor doacutende si no hay puente

Morton pensoacute con profunda seriedad en aquella singular ruptura del puente

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-Hay mucha distancia -antildeadioacute la sentildeorita sondando con sus ojos el alma de su amigo

-Me quedareacute en la posada de Ficoacutebriga

-Es verdad Adioacutes

Morton estaba clavado en el suelo

-Adioacutes iquestPero te retiras ya -exclamoacute- iexclOh iexclEsto es espantoso iexclEsto es inicuo

Gloria estaba tambieacuten clavada en el suelo

-Siacute es preciso -dijo con voz dolorida- Este encuentro inesperado parece una cosa infernal Amigo vete

-Me expulsas Eso siacute que es infernal y horrible Maldiacutegame Dios si te obedezco -dijo Morton dando un paso hacia la casa

-iexclOh Yo te echo de mi casa porque es preciso porque Dios lo quiere asiacute -dijo Gloria tratando en vano de echar tierra sobre su pasioacuten

-iexclMentira iexclmentira -exclamoacute este con febril ardor- Tuacute no me amas tuacute has hecho burla de miacute del pobre extranjero arrojado aquiacute por los mares y que quiere huir y no puede [296]

-Tuacute no eres ya juicioso y bueno como la uacuteltima vez que nos vimos Amigo si me estimas si me amas vete Te lo suplico

La pobre joven casi se ahogaba hablando

-iexclNo verte maacutes Si cuando huyo Dios me trae otra vez aquiacute iexclNo verte maacutes Me arrancareacute los ojos antes que obedecerte

-Se ve mejor con el pensamiento que con los ojos Tuacute me aconsejaste que hicieacuteramos ambos un sacrificio iquestpor queacute te opones ahora

-Porque mi Dios me impulsa hacia ti y me dice laquoAnda y toacutemala que es tuya y lo seraacute por los siglos de los siglosraquo

-iquestQuieacuten es tu Dios

-El tuyo No hay maacutes que uno

Gloria sintioacute que a borbotones manaba de su alma la sensibilidad No pudo contenerla

-Morton amigo de mi alma -dijo con pasioacuten- te suplico que te vayas Vete si quieres quedarte en mi corazoacuten

-iexclNo quiero no quiero

Lo dijo con tanta fuerza que causaba miedo

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Gloria sintioacute circular en derredor de sus sienes un remolino ardiente que cegaba las claras facultades de su espiacuteritu como el veacutertice de caliginosos vapores que oscurece la luz del sol

-Amigo si quieres que te ame maacutes que mi [297] vida -exclamoacute con delirio- vete y deacutejame en paz iquestNo creeraacutes lo que te digo Ausente ausente es como te quiero maacutes

-iexclFalsedad falsedad falsedad

-iexclOh queacute pequentildeo eres -exclamoacute la joven apelando desesperada a la razoacuten- Esto es indigno de ti No eres como yo creiacutea Daniel

-Soy como soy -murmuroacute Morton- y no de otra manera

-Te aborrecereacute

-Aborreacuteceme iexclOh lo prefiero es mil veces preferible

-Todos los lazos estaacuten rotos -dijo con viva agitacioacuten la sentildeorita de Lantigua- iquestPor queacute no huyes de miacute

-Huiacute ya pero el destino Dios o no seacute quieacuten me ha traiacutedo otra vez a tu lado

-iexclDios Dios -exclamoacute ella con desesperacioacuten

-No creo en la casualidad

-Yo creo en Satanaacutes

Furioso viento se levantoacute entonces como para secar la tierra inundada Apenas se oiacutean las palabras

-iexclOh por el Dios que hizo el cielo y la tierra-gritoacute Morton con frenesiacute- Gloria Gloria de mi vida ven huye conmigo siacutegueme [298]

-iexclJesuacutes -gritoacute la sentildeorita de Lantigua horrorizada

-Tuacute no entiendes las misteriosas voces del destino de Dios El cielo y la tierra todo me estaacute diciendo laquoes tuyaraquo

-Adioacutes adioacutes -exclamoacute Gloria llevaacutendose las manos a la cabeza y huyendo hacia la casa

-Aguarda -dijo Daniel corriendo tras ella

Gloria entroacute y quiso cerrar la puerta pero Morton impidiendo con eneacutergica mano su movimiento entroacute tambieacuten [299]

- XXXVI -

iexclQue horrible tiempo

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-iexclQueacute horrible tiempo -refunfuntildeoacute Francisca- iexclSi parece que se acaba el mundo iexclJesuacutes el viento ha apagado la luz de la escalera iexclCoacutemo golpean las puertas Roque Roque

A la voz de la digna criada que avanzaba por el fondo del pasillo bajo Roque aparecioacute sontildeoliento

-Hombre mueacutevete -dijo Francisca andando casi a tientas hacia la escalera- iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute queacute miedo Si me parece que he visto una sombra un bulto escurrieacutendose por la escalera arriba

-Usted ve visiones sentildeora Francisca

-Con verte a ti tengo bastante monstruo

-Cierra la puerta del jardiacuten Puesto que los sentildeores no vienen iexclQueacute horrible ventisca [300] Vaya que Santiago se porta Despueacutes de la tormenta fuelle Si parece que los demonios levantan en peso la casa y se la llevan por los aires Dime zopenco iquesthas visto subir a la sentildeorita

-Siacute sentildeora hace mucho rato

-iexclQueacute has de ver tuacute si dormiacuteas iquestEstaraacute en el comedor No todo a oscuras Anda cierra la puerta enciende el farolillo y vamos a registrar la casa

-iquestA registrar

-Siacute no estoy tranquila Me parecioacute que vi iexclSan Antonio bendito

-Alguacuten alma del otro mundo

-Ea cierra sube y calla

Callados subieron ambos despueacutes de cerrar

-iexclAh -dijo Francisca al llegar al pasillo alto- la sentildeorita estaacute ya encerrada en su cuarto Veo claridad por la ventanilla alta

Y acercaacutendose a la puerta del cuarto de Gloria gritoacute

-Buenas noches sentildeorita

En seguida dieron un paseo por la casa pero no hallaron a nadie

El viento seguiacutea daba vueltas alrededor de la casa estrechaacutendola en voraacutegine horrible y como si la arrancase de sus poderosos cimientos para llevaacutersela en un vuelo Creeriacutease que [301] toda Ficoacutebriga con su Abadiacutea en medio y su torre como un maacutestil corriacutea llevada por el huracaacuten del mismo modo que corre un miacutesero barco sin timoacuten Los aacuterboles del jardiacuten flotaban cual desmelenadas cabelleras sacudieacutendose y las rachas de lluvia rasguntildeaban los cristales como untildeas Cuando el viento calmaba su loca furia seguiacutea llorando en el techo con lastimero y penetrante gemido que se apagaba y avivaba recorriendo toda la escala cual un monoacutelogo de afliccioacuten con imprecaciones y suspiros

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Despueacutes volviacutea a soplar con rabia las ramas en su rozar vertiginoso se azotaban unas a otras y pareciacutea que entre aquel torbellino de rumores difundido por la inmensidad de los cielos se estaba oyendo el ruido de las destrozadas alas de un aacutengel que caiacutea lanzado del paraiacuteso [302]

- XXXVII -

Al fin se supo

Gloria sintioacute friacuteo en el cuerpo y en el alma Volviacutea lentamente al estado normal de su espiacuteritu Cuando dirigioacute la primer mirada a su conciencia se horrorizoacute Todo era negro y espantoso Cuando trajo a la memoria su familia su nombre creyose abandonada de Dios y de los hombres

-iexclDaniel Daniel iquestDoacutende estaacutes -exclamoacute cerrando los ojos y alargando la mano como si pidiera socorro

Morton la estrechoacute entre sus brazos

-Aquiacute -dijo- a tu lado del cual no me separareacute jamaacutes

-iexclQueacute locuras dices Debes huir pero por Dios no me dejes ahora Yo muero

-Ahora -afirmoacute Daniel con energiacutea- nadie nadie me arrancaraacute de tu lado

-Mi padre -murmuroacute ella [303]

-No me importa

-Mi religioacuten

El extranjero calloacute hundiendo la cabeza sobre el pecho

-iexclDaniel Daniel -clamoacute la joven llena de congoja- iquestQueacute tienes

Morton no contestaba Gloria puso su mano en la barba de eacutel tratando de obligarle a alzar la cabeza

-Has pronunciado la palabra terrible ya no me acordaba de ella -murmuroacute el extranjero- Has helado la sangre en mis venas has hecho saltar mi corazoacuten como si hubieras dado sobre eacutel un latigazo

-iquestPor queacute te espantas asiacute -dijo la de Lantigua espantaacutendose tambieacuten- Daniel amigo de mi alma no aumentes el abismo que nos separa al contrario tratemos de llenarle

-iquestCoacutemo

-Hagamos un esfuerzo reunamos nuestras creencias en una sola reconciliemos nuestras conciencias iquestNo han concordado ya en el crimen Pues hagaacutemoslas una en el bien en la verdad Daniel examinemos bien lo que nos separa y se veraacute que la distancia entre los dos no puede ser grande

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-Ante el que hizo los cielos y la tierra no pero ante los hombres es inmensa [304]

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Gloria bantildeado el rostro en laacutegrimas- iquestNo habraacute para nosotros misericordia

-Querido amor miacuteo esposa -dijo Morton abrazaacutendola con efusioacuten- ha llegado el momento de que todo sea verdad entre nosotros

-Y de que miremos cara a cara este problema cruel

-Siacute es indispensable

-Nuestro remordimiento sale terrible y amenazador del fondo de nuestra alma -dijo Gloria- y nos grita laquoYa estaacuteis unidos para siempreraquo

-Para siempre -murmuroacute eacutel

-La separacioacuten es imposible

-iexclImposible Pero la hora de la verdad ha llegado

-iexclOh Daniel Daniel -exclamoacute la de Lantigua sintiendo en su alma viviacutesima irrupcioacuten de sentimiento religioso- mi amigo de mi vida compantildeero de mi alma esposo miacuteo arrodilleacutemonos delante de esa imagen de Nuestro Sentildeor Jesucristo y hagamos voto solemne de disponer esta noche misma nuestra reconciliacioacuten religiosa haciendo todos los sacrificios posibles tanto tuacute como yo Hijos somos ambos de Jesucristo volvamos a Eacutel los ojos Daniel Daniel iquestpor queacute huyes de miacute [305]

Gloria arrodillaacutendose delante de la imagen tiroacute del brazo de Morton para que hiciera lo mismo Daniel hundioacute la cabeza sobre el pecho Nunca su rostro habiacutea estado maacutes hermoso ni maacutes pateacutetico Paacutelido y grave sus ojos azules se abatiacutean con sombriacutea tristeza y vistas de perfil la elegante liacutenea de su nariz y de su frente y la graciosa barba puntiaguda su semejanza con el semblante carnal del Salvador del mundo era perfecta

-iquestPor queacute no me miras -preguntoacute Gloria llena de desconsuelo

-No puedo maacutes -gritoacute Morton con suacutebito arranque- Gloria yo no soy cristiano

-iquestQueacute dices iexclDaniel por Dios y la Virgen

-Es preciso deciacutertelo al fin -antildeadioacute el extranjero hondamente conmovido- y te lo direacute Gloria yo no soy cristiano yo soy judiacuteo

-iexclJesuacutes iexclPadre y Redentor miacuteo

Estas palabras las pronuncioacute Gloria con el espanto del que muere cosido a puntildealadas del que ve abrirse bajo sus pies la tierra y salir las llamas del infierno Dicieacutendolas cayoacute sin sentido Morton acudioacute hacia ella arrodillaacutendose tomola en brazos procuroacute reanimarla con amorosas palabras pero cuando ella abrioacute sus ojos y pudo ver junto a siacute el caracteriacutestico rostro semiacutetico que tanto habiacutea contribuido al cautiverio [306] de su corazoacuten le rechazoacute severamente diciendo

-iexclImpostor iexclJudas me has engantildeado

-Te he ocultado mi religioacuten -dijo Morton sombriacuteamente- Esa es mi culpa

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-iquestPor queacute has ocultado tu religioacuten -dijo Gloria incorporaacutendose vivamente

Sus negros ojos echaban llamas

-Por egoiacutesmo por temor a que no me amases -repuso Daniel con timidez y sumisioacuten- Yo no mentiacute no hice maacutes que callar pero reconozco que callar fue gran falta

-iexclInfamia infamia No es mentira -dijo Gloria con desesperacioacuten- Tuacute no puedes tener fe en esa doctrina

-iexclQuizaacutes maacutes que tuacute en la tuya- repuso Morton

-Mentira mentira -exclamoacute la joven de rodillas en el suelo y retorcieacutendose los brazos- Si fueses tuacute judiacuteo es imposible que yo te hubiese amado iexclAh parece que la lengua se me quema al decir esa palabra Si el nombre solo de tu religioacuten es una blasfemia iquestEs posible di que no creas en Jesucristo que no le ames Si esto es verdad iexclqueacute horrible engantildeo queacute vida tan espantosa queacute muerte de las muertes iexclCreer yo en ti de este modo amarte [307] adorarte y cuando pensaba vivir unida a ti para siempre descubrirme Dios miacuteo descubrirme este horrendo secreto iquestPor queacute no escribiste en la frente tu infame creencia iquestPor queacute cuando me viste correr hacia ti no me dijiste laquoapaacutertate que estoy maldito de Dios y de los hombresraquo

-iexclA queacute delirios te lleva tu fanatismo -dijo Daniel contemplaacutendola con expresioacuten compasiva- Acuacutesame por haberte ocultado la verdad pero no injuries a mi desgraciada raza ni participes de un odio vulgar indigno de ti

-Si es verdad lo que me has dicho iquestpor queacute no tuviste mala la apariencia como tienes mala religioacuten iquestPor queacute no fueron horribles tus palabras tus acciones y tu persona como lo es tu creencia iexclImpostor cien veces impostor

-Gloria Gloria amiga de mi vida refrena tu lengua Tus injurias me matan

-iquestPor queacute me has engantildeado por queacute consentiste que te quisiera sabiendo que debiacuteamos estar eternamente separados -exclamoacute ella con el desvariacuteo de quien va a perder la razoacuten- Dime iquestpor queacute consentiste que te amara

-Porque te amaba yo Es verdad que procediacute mal pero tambieacuten conociacute mi falta y viendo venir imponente y amenazador el conflicto [308] religioso de miacute partioacute la idea de separarnos y te lo propuse Mi pensamiento no podiacutea ser maacutes honrado

-Siacute pero despueacutes volviste

-Volviacute -repuso Morton confuso como el criminal- Es verdad no seacute quieacuten me trajo Todo se ordenoacute de modo que yo volviese Me trajo una especie de ola infernal o quizaacutes haacutelito divino El hombre es juguete de las fuerzas de Dios que gobierna en el mundo

-iexclDios No tomes en tu boca ese nombre Daniel iexclcoacutemo te has transformado a mis ojos Tuacute no eres tuacute no puedo decir fijamente si te amo o te aborrezco y si cupiera esto en la mente humana diriacutea que al mismo tiempo te aborrezco y te amo

Ocultando el rostro entre las manos rompioacute a llorar sin consuelo

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-iexclY todo por un nombre por una palabra iexclOh queacute iniquidad -exclamoacute Morton con angustia- Las palabras gobiernan al mundo no las ideas Dime cuando me amaste iquestpor queacute me amaste

-Te ameacute porque me pareciacutea que Dios te habiacutea puesto delante de miacute te ameacute por tu lenguaje por tus acciones por tu persona por una dulce concordancia de tu alma con la miacutea iquestQueacute seacute yo por queacute Pero no tuacute me [309] estaacutes engantildeando ahora tuacute no puedes ser lo que dijiste Daniel porque tuacute has practicado la caridad

-Nuestra ley nos dice laquoBienaventurado el que piensa en el pobre En el diacutea malo lo libraraacute Jehovaacuteraquo

-Tuacute no puedes pertenecer a esa secta abominable -antildeadioacute Gloria asieacutendose a su incredulidad como a un clavo ardiendo- Aunque mil veces me lo jures mil veces me negareacute a creerlo Si lo eres iexclqueacute horrible disimulo el tuyo

-He disimulado siacute Esta es nuestra costumbre cuando viajamos por un paiacutes intolerante como el tuyo Pero a ti debiacute decirte la verdad lo conozco lo confieso declaro ante ti mi culpa esperando perdoacuten

-Esto no puede perdonarse no de ninguacuten modo -dijo Gloria con airada resolucioacuten

-Tu Maestro -afirmoacute Morton- te dice laquoPerdona a tus enemigos ama a tu proacutejimo como a ti mismoraquo iquestEs posible que tuacute participes del tradicional encono contra nosotros y de esa vulgar antipatiacutea con que apacienta su ignorancia y sus malas pasiones la plebe cristiana Gloria iexclpor el que hizo el cielo y la tierra no puedo creer que degrades asiacute tu preciosa inteligencia [310]

-Dentro de Jesuacutes lo admito todo fuera de Eacutel nada No llames preocupacioacuten al horror que me inspiras

-Horror que desaparece callando un nombre iquestPor ventura esto no te dice nada iexclMe amaste sin conocerme Di iquestno parece esto una burla de tu misma fe O Yo estoy loco o esto es la voz de la humanidad que a gritos reclama sus derechos

-iexclOh iexclYo no seacute lo que es esto -exclamoacute Gloria con arrebato- iquestPor queacute siendo lo que eres todo en ti es amable Sin duda tu alma es buena y se conserva pura en ese cieno donde has nacido Un esfuerzo amigo de mi alma un esfuerzo y sacudiraacutes de ti esa podredumbre Tu espiacuteritu estaacute preparado para la redencioacuten basta un movimiento ligero una mirada dentro de ti mismo Daniel Daniel -antildeadioacute abrazaacutendole con pasioacuten- por el amor que me tienes por el que yo te tengo y que ahora o se extinguiraacute para siempre o se aumentaraacute te pido que seas cristiano Daniel Daniel abandona tu falsa creencia y entra conmigo en el seno amoroso de Nuestro Sentildeor Jesucristo

Morton la estrechoacute contra su pecho Despueacutes rechazaacutendola suavemente dijo con voz teacutetrica [311]

-iexclAbandonar yo la religioacuten de mis padres iexclJamaacutes jamaacutes

Gloria saltando lejos de eacutel le miroacute con espanto como se mira una visioacuten del infierno maacutes terrible cuanto maacutes hermosa maacutes espantable cuanto maacutes se viste de seductora forma

-iquestQueacute has dicho

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-Que yo tambieacuten tengo familia padres nombre fama y aunque sin patria comuacuten nos la formamos en nuestros honrados hogares y en la santa ley en que nacemos y morimos Desde mis remotos abuelos que eran de Coacuterdoba y fueron expulsados de Espantildea por una ley inicua hasta el presente y en todas estas sucesivas generaciones de honrados israelitas que constituyen mi familia ni uno solo ha abjurado la ley

-iexclNi uno solo -exclamoacute Gloria con amargo desconsuelo- iquestY crees que gozan de Dios

-Los que fueron buenos como lo es mi padre gozaraacuten de Eacutel por los siglos de los siglos -afirmoacute Morton con el acento de una conviccioacuten profunda- No no llenareacuteis con nosotros vuestro horrible infierno cristiano

-Siempre me he resistido a creer en el infierno -dijo Gloria con el espanto pintado en sus ojos- mas ahora se me figura que va a existir soacutelo para miacute esa caverna llena de llamas [312] iexclOh queacute horrible confusioacuten en mis ideas Si no hay infierno para nosotros dos para nosotros dos solos crearaacute Dios uno Daniel Pero no yo me salvareacute y te salvareacute Merezco arder en el eterno fuego si no te salvo iexclDaniel Daniel abre tus ojos ven a miacute

-Del modo que tuacute quieres que vaya es imposible -afirmoacute el extranjero con sombriacutea resolucioacuten

-Entonces di iquestqueacute palabra hay para vituperarte iquestCuaacutel es mi suerte ahora Veo que en tu religioacuten no hay conciencia

-Puedes leer en la miacutea como en un libro

-No hay la admirable virtud del arrepentimiento

-Si este es el dolor y la verguumlenza que causa el pecado yo puedo decir laquoSentildeor estoy encorvado estoy humillado en gran manera mi dolor estaacute delante de miacute continuamenteraquo

-No hay abnegacioacuten no hay la confesioacuten de los pecados

-Siacute porque yo digo laquoMis iniquidades han pasado mi cabeza como carga pesada se han agraviado sobre miacute Por tanto denunciareacute mi maldad congojareacuteme con mi pecadoraquo

-iquestDices que lea en tu conciencia -repitioacute Gloria- No no puedo leer nada en ella Todo lo veo oscuro como la noche como mi infancia [313] como estas tinieblas en que he caiacutedo para siempre Arrodiacutellate delante de ese Cristo y creereacute cuanto me digas

-No delante de ese profeta crucificado en quien no creo sino delante de ti a quien adoro me humillareacute -dijo Morton arrodillaacutendose y besando las manos de Gloria- iexclQue mi padre me maldiga y me arroje de su casa si no te muestro ahora mi conciencia toda tal como es y si te oculto miacutenima parte de la verdad Yo te vi y desde que te vi te ameacute Creiacute desde luego que mi naufragio era providencial y que Dios te destinaba a ser miacutea iquestQuieacuten sabe sus designios iquestQuieacuten lee en su libro Mi creencia en Eacutel es grande y fuerte en todo le veo y cuando falto a su ley maacutes terrible pero maacutes claro se me aparece Hice para ti un misterio de mi religioacuten y procediacute con egoiacutesmo porque conociendo el horror que inspiramos a los catoacutelicos no queriacutea destruir con una palabra la felicidad de que inundabas mi alma Sabiacutea que no me podiacuteas amar conociendo mi religioacuten y calleacute Cuando quise hablar ya no era tiempo te amaba demasiado estaba cogido en las redes

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de un insensato amor parece que mi vida toda dependiacutea de ti en el alma y en el cuerpo y descubrirme equivaliacutea al suicidio Entonces penseacute en los medios para conseguir [314] una unioacuten perpetua contigo pero el problema religioso me espantaba me volviacutea loco me aturdiacutea maacutes que los mil truenos del Sinaiacute y que todas las venganzas de Jehovaacute Al fin comprendiacute que no habiacutea solucioacuten Nuestro amor era una contradiccioacuten horrible entre Dios y la Humanidad un absurdo espantoso la idea absoluta de la irreconciliacioacuten y al entenderlo asiacute retrocediacute y saqueacute fuerzas de mi espiacuteritu para la separacioacuten que te aconsejeacute Huimos el uno del otro porque no teniacuteamos maacutes remedio que huir el uno del otro como la noche el diacutea Hasta aquiacute no es tan grande mi maldad

-Pero despueacutes

-Despueacutes Yo no habiacutea pensado quebrantar mi resolucioacuten Con el alma destrozada me disponiacutea a abandonar para siempre este suelo cuando los incidentes producidos por una obra de caridad que carece de importancia y meacuterito me obligaron a volver Yo no seacute coacutemo vine a tu casa pero no creo en la fatalidad y seguacuten mis ideas nada pasa sin la voluntad expresa del que con sus dedos hizo el mundo y formoacute los astros y las almas He sido juguete de misteriosas fuerzas Dios me envioacute sin duda para probarme y conocer el temple de mi espiacuteritu Caiacute no tuve rectitud caiacute como cayoacute David [315] he sido un malvado iquestqueacute quieres pero te amo te amo y esto me disculpa ante Dios y debe disculparme ante ti Mi pasioacuten ha sido maacutes fuerte que yo Confieso mi crimen Yo no protesto Pero quita de en medio la funesta disparidad de nuestras creencias y veraacutes cuaacuten gran parte quitas a mi iniquidad

-iexclOh no mezcles el nombre de Dios a esto no lo mezcles

-Yo digo laquoiexclTu justicia como los montes tus juicios abismo grande oh Jehovaacuteraquo Obra de Dios es este conflicto supremo El amor viviacutesimo que a entrambos nos inflama obra suya es Maldigamos pero iquesta quieacuten hemos de maldecir A Dios no es posible a nuestro amor tampoco Maldigamos a las edades de quienes esto es obra perversa

-Maldice a tu raza que sacrificando a Jesuacutes se imposibilitoacute para la redencioacuten -dijo Gloria con briacuteo- No creo en tu confesioacuten porque tu alma estaacute a oscuras Huye de miacute no me toques El mismo amor que te tengo y que no puedo echar de miacute aumenta mi horror

-iexclOh Gloria Gloria -exclamoacute lleno de dolor el hebreo- no consientas en ser inferior a miacute porque yo aborrezco el catolicismo y a ti te venero porque seacute distinguir entre tu falsa [316] creencia que desprecio y tuacute misma a quien pongo sobre todas las cosas de la tierra De entre los aacutengeles de la luz has sido escogida Me gloriacuteo en ti y si fueras mi esposa ninguna mujer existiriacutea en la tierra ni maacutes venerada ni maacutes amada

-iexclYo tu esposa tu esposa yo iquestqueacute dices -gimioacute Gloria- iexclYo tambieacuten sontildeaba eso Dios poderoso y lo sontildeaba creyeacutendolo posible iexclCoacutemo habiacutea de sospechar este horrible conflicto Dios me ha desamparado Dios me abandona para siempre

-Si el tuyo te deja -dijo Morton corriendo hacia ella- el miacuteo te recoge laquoiexclTus juicios oh Jehovaacute abismo granderaquo

-Deacutejame -gritoacute Gloria huyendo de eacutel- No me toques

Pero no pudo impedir que Morton la estrechara entre sus brazos Treacutemula y sobrecogida Gloria se arrodilloacute y abrazaacutendole los pies gritoacute con voz dolorida

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-Daniel Daniel miacuterame de rodillas ante ti miacuterame deshonrada perdida para Dios y para el mundo Por el amor que te tengo por el honor que perdiacute por el respeto a Dios y el instinto del bien que hay en tu alma te suplico que me saques de este infierno Hazte cristiano lava tu alma y con tu alma mi deshonra [317] Has hecho una ruina espantosa repaacuterala Quizaacutes esto sea un aviso del cielo Un gran pecado ha abierto a muchos los ojos iexclConvieacutertete si me amas seacute cristiano adora esa cruz y veraacutes coacutemo sientes sublimado tu espiacuteritu veraacutes cuaacuten pronto se llena del verdadero Dios

-Hagamos un pacto -dijo Morton levantaacutendola del suelo

-iquestCuaacutel

-Siacutegueme

-iquestYo a doacutende

-A mi casa

-iexclOh tuacute has perdido el juicio

-Siacutegueme

-Pues bien -dijo Gloria con entusiasmo- Recibe el agua del bautismo cree en Jesucristo y te sigo te seguireacute abandonaacutendolo todo cualquiera que sea la voluntad de mi familia te seguireacute aceptando mi deshonra iquestPuede darse mayor sacrificio Pero ganar un alma al reino de Jesucristo bien lo merece

-Mi pacto es de otro modo -prosiguioacute Morton con febril impaciencia- Cada cual trate de convertir al otro a su religioacuten Si tuacute vences sereacute catoacutelico si yo venzo seraacutes judiacutea

Gloria volvioacute el rostro con horror

-Eso no puede ser -dijo- la idea de no ser [318] cristiana me espanta maacutes que la de la condenacioacuten eterna

-Y yo no puedo ser cristiano no puedo

-Daniel -murmuroacute Gloria desfalleciendo de dolor- iquestpor queacute no me matas Busca un arma

-Gloria vida miacutea iquestpor queacute no me matas tuacute a miacute Yo soy el que debe morir tuacute no El criminal he sido yo no tuacute

-Ha llegado la ocasioacuten de morir

-Dios nos abandona

-No hay solucioacuten

-No hay solucioacuten en la tierra -dijo Daniel sombriacuteamente

-Ni en el cielo -antildeadioacute Gloria con desesperacioacuten dejando caer sus brazos sin aliento y cerrando los ojos porque las fuerzas todas de su espiacuteritu se habiacutean agotado

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Cayoacute de rodillas y apoyando la frente en el lecho oroacute en silencio Morton sentado en un silloacuten se oprimiacutea la abrasada frente entre las manos De improviso los dos se estremecieron y se miraron porque habiacutean sentido pasos [319]

- XXXVIII -

Job

Dejamos al bueno de D Silvestre mostrando lleno de orgullo las peras de su huerta mientras D Juan Amarillo se apoderaba cual ave de rapintildea del sentildeor de Lantigua llevaacutendole aparte para hablarle de un grave asunto

Digamos algo de este hombre cuyo apellido es de los que maacutes admirablemente se conforman con la persona Pasaba Amarillo de los sesenta antildeos y era un hombre despacioso metoacutedico hasta lo sumo muy casero gran rezador del rosario blando en su conversacioacuten atravesado en su mirar de cabeza generalmente inclinada hacia un lado como breva madura nariz de pico cabeza calva ojos negros sombreados de largas pestantildeas aacutesperas barba fuerte pero afeitada y todo el rostro amarilliacutesimo y reluciente como pergamino Su ocupacioacuten [320] era prestar con usura Era el banquero de Ficoacutebriga y a todos sacaba de apuros previo un intereacutes que jamaacutes pasoacute de cuarenta por cien Como se ve no debiacutea de ser de los peores en el arte

Con el dote que le llevoacute su esposa Teresita la Monja y con su buen manejo y economiacutea (pues fue econoacutemico en todo hasta en tener hijos) en cuatro lustros se hizo muy rico Teniacutea bastante amistad con D Juan de Lantigua una de las pocas personas de Ficoacutebriga a quienes jamaacutes prestoacute nada como no fuera atencioacuten Gozaba fama de ser hombre muy religioso lo mismo que su mujer gran atisbadora de vidas ajenas y tan fuerte en la vida y milagros de todo el mundo que soliacutean llamarla el confesonario de Ficoacutebriga

Amarillo tomoacute el brazo de D Juan y llevaacutendole por bajo un emparrado en sitio muy solitario le dijo

-Hace tiempo mi querido D Juan que deseaba hablar a usted de un asunto y no quiero dejar pasar maacutes tiempo

-iquestQueacute es ello -preguntoacute Lantigua algo alarmado por el tono misterioso que el otro don Juan tomaba

-Un asunto grave iquestQueacute opinioacuten ha formado usted de miacute como hombre veraz [321]

-Opinioacuten muy favorable

-iquestMe cree usted capaz de mentir

-No sentildeor ni por pienso

-iquestDe embrollar de calumniar de levantar cataacutelogos

-Nada de eso

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-Pues oiga usted la advertencia de un hombre honrado que le estima que se interesa por la honra de su casa

-iexclPor la honra de mi casa D Juan -exclamoacute Lantigua con enojo- iquestqueacute quiere usted decir

-Soacutelo los ojos de marido no son ciegos Sonlo tambieacuten los de los padres bondadosos y confiados

-No comprendo

-Pues acabareacute de una vez Debe usted vigilar mucho pero mucho a su hija

-iexclA Gloria -exclamoacute D Juan lanzando un grito

-A la sentildeorita Gloria -afirmoacute el judiacuteo cristiano- Ella es buena no lo dudo pero estaacute en la edad de las pasiones No encuentro yo vituperable que las muchachas tengan novio pero al menos que lo escojan catoacutelico

-D Juan iquestqueacute farsa es esa -dijo Lantigua ponieacutendose tan amarillo como su interlocutor [322]

-iquestMe cree usted capaz de decir una cosa por otra de faltar a la verdad y de mortificar inuacutetilmente a un amigo Cuando me atrevo a hablar a usted Sr de Lantigua es porque el hecho es cierto ciertiacutesimo Gloria ha tenido entrevistas con Daniel Morton

-iquestDoacutende cuaacutendo -preguntoacute Lantigua cambiando del amarillo enfermizo al rojo sanguiacuteneo

-En los pinos hace pocos diacuteas Con decir a usted que mi esposa lo advirtioacute primero y que despueacutes lo vi yo con mis propios ojos Como se dijo que Morton partiacutea yo me calleacute pero al oiacuter al sentildeor obispo que le habiacutea visto entrar en Ficoacutebriga me alarmeacute y dije laquoPues no pasa de esta tarde sin contarle todo al amigo D Juanraquo

-iexclPor vida de -exclamoacute Lantigua cerrando los puntildeos y apretando los dientes- que si no fuera verdad lo que usted me cuenta iquestQuieacuten lo ha visto quieacuten

-Mi esposa y otras personas de la villa Morton veniacutea a caballo de la capital de la provincia y dando un rodeo por los prados de la Pesqueruela para no entrar en Ficoacutebriga iba a los pinos donde le aguardaba

Despueacutes del primer arrebato vacilante entre la incredulidad y la alarma Lantigua cayoacute [323] en estupor profundo Sintioacute un dolor agudiacutesimo en el corazoacuten y no pudo decir palabra Pareciacutea que le habiacutean arrancado de repente la ilusioacuten de toda su vida y quedose como el santo aacuterabe Job cuando llegando un criado le dijo laquoTus hijos y tus hijas estaban bebiendo vino en casa del primogeacutenito Y he aquiacute un gran viento que vino del lado desierto e hirioacute las cuatro esquinas de la casa y cayoacute sobre los mozos y murieron y solamente escapeacute yo para traerte las nuevasraquo

Pero D Juan no rasgoacute su levita ni trasquiloacute su cabeza ni cayoacute en tierra antes bien reponieacutendose algo de la sorpresa si bien no de la pena deciacutea luego para siacute -Es mentira es mentira

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-Pero haremos bien en retirarnos dentro de la casa porque llueve amigo Lantigua -indicoacute Amarillo

En efecto lloviacutea Todos se metieron dentro huyendo del agua y los criados de D Silvestre retiraban a toda prisa la mesa y la vajilla expuestas a la intemperie

-Esto pasaraacute pronto -dijo el padre de Gloria mirando al cielo

-Yo creo -manifestoacute Romero- que tendremos una segunda edicioacuten de aquel famoso diacutea cuando sacamos a los naacuteufragos de a [324] bordo del Plantagenet iexclQueacute diacutea sentildeores Aquello siacute que era llover aquellas siacute eran olas Yo lo confieso tuve miedo

-Vaacutemonos -dijo de improviso el sentildeor de Lantigua indicando en su rostro una gran impaciencia

-iquestLloviendo Por Dios D Juan iquestqueacute prisa hay

-Yo me quiero marchar Peor seraacute esperar a que llueva maacutes y a que se haga de noche

-Como tuacute quieras -dijo D Aacutengel

D Silvestre mandoacute enganchar el coche de Lantigua

Cuando el coche estuvo preparado en el Soto de Brijaacuten arrecioacute de tal modo la lluvia que fue opinioacuten general esperar a que pasase la turbonada Los caminos estaban intransitables y el cochero de Lantigua asiacute como el del breck aseguraron que seriacutea milagro llegar a Ficoacutebriga sin que se rompiese alguna ballesta

-No importa -manifestoacute D Juan- Vaacutemonos

Pero en el mismo instante dijeron

-El puente de Judas se ha quebrantado y no puede pasar ninguacuten coche

-Hoy es diacutea de desgracia -gruntildeoacute D Juan hiriendo el suelo con el pie- iexclEl puente quebrantado Vean ustedes lo que son nuestros [325] ingenieros iexclQueacute Gobierno Con el dinero que se gastoacute en ese puente de palo se podriacutean haber hecho dos de soacutelida piedra

-No hay maacutes remedio que tener paciencia -dijo Su Ilustriacutesima con tranquilidad

-No hay maacutes remedio que marcharnos a pie -antildeadioacute D Juan- Es calamidad Ni siquiera tenemos paraguas

-iquestPero tuacute estaacutes loco iquestA doacutende vas -manifestoacute D Aacutengel deteniendo a su hermano

-iexclPor Dios D Juan no parece sino que arde la casa

El camino en realidad estaba intransitable y espumosos arroyos de fango y agua descendiacutean por las laderas

D Silvestre dispuso que un criado suyo llamado Francisquiacuten bajase a reconocer todo el camino hasta Ficoacutebriga Al poco rato volvioacute diciendo que estaba medianillo y que el puente se podiacutea pasar andando por eacutel con mucho cuidado

-iexclQueacute cobardes somos -exclamoacute Lantigua dirigieacutendose a la puerta

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Por segunda vez le detuvieron y he aquiacute que el cura dijo

-Maacutes vale que pasen ustedes aquiacute la noche Tengo buenas camas La crecida de la riacutea es espantosa y no vale la pena de que nos expongamos [326] a perecer Si subimos hasta Villamojada para pasar el puente de San Mateo tardaremos cinco horas lo menos porque el acarreo de mineral ha puesto la carretera como ustedes saben

Mucho costoacute persuadir a D Juan a que se quedara pero al fin lo consiguieron y se mandoacute a su casa el recado de que ya se tenemos noticia

Y he aquiacute que al volver Francisquiacuten dijo

-La sentildeorita Gloria esperaba muy alarmada pero ya estaacute tranquila

-iquestQuieacuten estaba alliacute -preguntoacute D Juan con viva ansiedad

-Roque D Amancio el de la botica Joseacute el cartero el maestro Rubino Germaacuten

-iquestY nadie maacutes

-Y el Sr Morton

Por el abrasado pensamiento de D Juan de Lantigua pasaron aquellas palabras del libro de Job laquoFuego de Dios cayoacute del cielo que quemoacute las ovejas y los mozos y los consumioacute solamente escapeacute yo solo para traerte las nuevasraquo

-iquestQueacute es eso D Juan le ha hecho a usted dantildeo la comida -preguntoacute D Silvestre a su amigo

iquestEstaacutes malo -le dijo el obispo observaacutendole carintildeosamente [327]

D Juan se habiacutea puesto verde

-A ver ese pulso -indicoacute D Silvestre que tambieacuten se las echaba de meacutedico

-Por fin -dijo uno de los compinches del cura que habiacutea venido de la capital de la provincia- cierto amigo que encontreacute en Villamojada y que acaba de llegar de Madrid me ha informado de la religioacuten de ese Sr Morton a quien D Juan ha nombrado Es nada menos que judiacuteo

Una exclamacioacuten de sorpresa y espanto sonoacute en toda la sala

-iquestEs eso verdad -preguntoacute Lantigua echando fuego por los ojos

-iexclTan verdad Daniel Morton es hijo de un riquiacutesimo israelita de Hamburgo rabiacute de la secta o como si dijeacuteramos el sumo sacerdote o el papa de los judiacuteos

-A pesar de eso no me pesa haberle salvado la vida -dijo con petulancia D Silvestre- porque estaacute escrito Bendecid a los que os maldicen y haced bien a los que os aborrecen iexclQueacute diacutea aquel

-Muy bien -afirmoacute el prelado estrechando la mano del cura- Asiacute me gusta

Despueacutes se quedoacute tan pensativo que pareciacutea una estatua

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-Mi opinioacuten -dijo D Juan Amarillo gravemente- [328] es que no se debe consentir en Ficoacutebriga la presencia de ese hombre

-No se debe consentir -antildeadieron dos o tres de los presentes

Entonces Su Ilustriacutesima habloacute asiacute

-Mientras el impiacuteo exista existiraacute la esperanza de traerle al buen camino Dios no revela a nadie los caminos de su justicia San Agustiacuten amigos miacuteos nos ensentildea que el impiacuteo estaacute sobre la tierra ut corrigatur ut per illum bonum exerceatur es decir para que se corrija para que el bien por razoacuten de eacutel sea hecho

D Juan de Lantigua se levantoacute diciendo con firmeza

-Yo me voy

Su tono indicaba una resolucioacuten tan firme que nadie se atrevioacute a contradecirle El obispo empezando a participar de la inquietud de su hermano antildeadioacute

-Pues yo tambieacuten me voy

-Iremos por Villamojada -indicoacute don Juan

-iexclQueacute temeridad -dijo D Silvestre en voz baja al joven del Horro- Cuando a este D Juan se le mete una cosa en la cabeza Y no estaacute nada bueno iquestNo ve usted queacute color se le ha puesto Tiene calentura [329]

- XXXIX -

El rayo

Gloria y Daniel Morton habiendo sentido pasos temblaron Ni uno ni otro se atrevieron a moverse Ninguno de los dos pudo articular una siacutelaba Conteniacutean el aliento Ambos deseaban ser aire impalpable e invisible para desaparecer

De repente la puerta abriose y aparecioacute D Juan de Lantigua Gloria lanzoacute un grito terrible No se sentiraacute mayor espanto cuando se oigan las trompetas del juicio y aparezca entre nubes de fuego el que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos

D Juan avanzoacute hacia su hija con el brazo levantado pero como si le faltara la tierra a sus pies cayoacute violentamente al suelo exhalando un gemido Su venerable cabeza cana rebotoacute contra el suelo [330]

D Aacutengel que veniacutea detraacutes Sedentildeo Gloria y Morton se abalanzaron al cuerpo del infeliz padre Lo examinaron pareciacutea muerto

Dieacuteronse voces de socorro y acudieron atropelladamente los criados Cuando levantaban a D Juan el prelado separoacute con vigorosa mano a Daniel Morton dicieacutendole

-iexclDeicida sal de aquiacute

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Por primera vez en su vida se habiacutea visto la ira en el semblante del glorioso hijo de Ficoacutebriga

El hebreo salioacute como un muerto que anda

En tanto vino el meacutedico y dijo que D Juan de Lantigua habiacutea sido atacado de una apoplejiacutea fulminante y que durariacutea pocas horas Sin embargo se aplicaron con actividad febril todos los remedios indicados para arrancar su presa a la muerte Habiacutea perdido por completo el conocimiento y solamente el pulso anunciaba los uacuteltimos congojosos esfuerzos de la desesperada vida

Gloria teniacutea en su remordimiento y en su dolor un peso tan grande que cuando la retiraron del lado del enfermo llevaacutendola a su cuarto no pudo salir de eacutel ni aun moverse De rodillas atoacutenita con los espantados ojos fijos en el suelo pareciacutea estatua de maacutermol esculpida [332] para conmemorar un gran desastre o representar la idea de la condenacioacuten eterna En su paroxismo de dolor oyoacute los luacutegubres pasos de los sacerdotes que subiacutean con el Oacuteleo Santo los sintioacute despueacutes bajar a punto que entraba por las ventanas la luz de una aurora maacutes triste que la loacutebrega y friacutea noche

Al fin Gloria vio aparecer a D Aacutengel que le dijo -Tu padre ha muerto

El santo hombre llevoacute ambos puntildeos a sus ojos y empezoacute a llorar como un nintildeo

FIN DE LA PRIMERA PARTE MADRID

Diciembre de 1876

Segunda Parte [5]

- I -

Serafinita y D Buenaventura de Lantigua

Lo que ahora se refiere ocurrioacute en Abril y en Semana Santa que vino aquel antildeo algo atrasada En cambio la primavera se adelantoacute tanto que San Joseacute trajo muchas flores la Encarnacioacuten maacutes y San Venancio entroacute lleno de rosas y claveles Pocas veces se habiacutea visto Ficoacutebriga tan bien engalanada para las festividades religiosas maacutes interesantes al alma y a los ojos del cristiano y ademaacutes de la placentera estacioacuten y del delicioso temple con que le favoreciacutea Naturaleza teniacutea aquel devotiacutesimo pueblo otros motivos de gozo

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Siacute sabedlo aquel antildeo habriacutea procesiones regocijo de que [6] estuvieron privados los anteriores a causa de la pobreza del clero y lastimosa decadencia del culto

Y aquel antildeo habriacutea procesiones porque ofrecieron costearlas de su bolsillo particular dos benemeacuteritos ficobrigenses el Excelentiacutesimo Sr D Buenaventura y la Sra Dordf Serafina de Lantigua hermanos de D Aacutengel y del difunto D Juan Crisoacutestomo que fallecioacute repentinamente el diacutea de Santiago del antildeo anterior En el capiacutetulo IV de la Primera Parte hicimos raacutepida mencioacuten de estas dos estimables personas mas no era entonces ocasioacuten de hablar mucho de ellas ahora siacute

-Venturita y la Serafina -deciacutea a sus amigas en el poacutertico de la Abadiacutea la esposa de don Juan Amarillo- han venido a Ficoacutebriga con el objeto que todos sabemos y cuanto digan de arreglar la testamentariacutea del Sr D Juan es farsa y enredo Aquel desgraciado sentildeor aunque murioacute como si le partiera un rayo dejoacute sus intereses y sus papeles en orden completo Pero es preciso decir algo para que el puacuteblico no se fije en la verdad iexclAh la verdad iexclBienaventurados los que como yo la ponen por encima de todas las cosas Y la verdad es que

Y al decir esto Teresita la Monja susurraba [7] al oiacutedo de sus amigas siacutelabas misteriosas Sonreiacutean persignaacutendose las sentildeoras y acto continuo entraban todas en la iglesia porque las misas iban a empezar

En efecto D Buenaventura y su hermana habiacutean ido a Ficoacutebriga (esta en Septiembre del antildeo anterior y aquel en Marzo del que corriacutea) para asuntos no relacionados con la testamentariacutea del Sr D Juan iexclY queacute excelentes personas eran uno y otro Verdad es que trataacutendose de aquella privilegiada y sin igual familia no pueden sorprender a nadie las perfecciones morales y altas prendas del alma que pareciacutean vinculadas en ella como en otras el superior ingenio o la belleza

Serafinita seguiacutea en edad al difunto don Juan El obispo era el primogeacutenito y D Buenaventura el maacutes joven Este era feliz esposo y feliciacutesimo autor de numerosa prole en cambio su hermana era viuda y no teniacutea ni habiacutea tenido nunca hijos Distinguiacutease la noble sentildeora por una semejanza tan peregrina con don Aacutengel que verla a ella era ver a Su Ilustriacutesima vestido de mujer con un peinado entre antiguo y moderno traje negro sin pretensiones de elegancia pero tambieacuten sin abandono alguna vez guantes negros de hilo mantoacuten negro y anillo negro en uno de los colorados y [8] regordetes dedos de su mano derecha En diacuteas de Nordeste que es un viento muy amigo de las neuralgias soliacutea centildeir fuertemente su cabeza con un pantildeuelo negro y pegarse en las sienes negros parchecillos Cuando las humedades la haciacutean claudicar de la pierna izquierda a causa de la detestable propensioacuten al reuma adquirida antildeos atraacutes se apoyaba en un bastoacuten negro En los diacuteas serenos y templados que convidaban a gozar de la Naturaleza y confiarse sin miedo a ella iba a dar una vuelta por la orilla del mar en compantildeiacutea de Francisca Sentaacutendose en cualquier pentildea sacaba del hondo bolsillo la labor que jamaacutes olvidaba y picoteando con las agujas se poniacutea a trabajar en una media negra

Teniacutea el semblante agraciado y tranquilo tentildeidas las mejillas de leve rosicler mustio como de flor tiempo ha tronchada Lo mismo que en el sentildeor Prelado en ella la sonrisa era el signo maacutes elocuente y sostenido del lenguaje de su cara y sus hermosos ojos claros que habiacutean visto tanto mundo y llorado tantas penas reluciacutean con cierta expresioacuten festiva entre las negruras de que estaban rodeados Del mismo modo el alma de Serafinita se sosteniacutea confiada y valerosa con el admirable temple que dan la

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conciencia pura y una creencia inmutable en medio de las borrascas de su amarga [9] vida y estas habiacutean sido tantas que ninguna otra mujer padecioacute maacutes que ella

De su matrimonio puede decirse como del infierno cristiano que habiacutea sido el conjunto de todos los males sin mezcla de bien alguno El hombre con quien se casoacute por compromisos de familia reuniacutea en su alma proterva todas las maldades vicios y groseriacuteas imaginables y era libertino disipador cruel falso tramposo La pobre Serafinita sufrioacute con resignacioacuten malos tratamientos infidelidades escaseces y molestias a que no estaba acostumbrada presencioacute escaacutendalos vilezas vergonzosas intervenciones de la justicia rintildeas estafas y por uacuteltimo padecioacute la mayor humillacioacuten y la pena maacutes aguda al ser maltratada salvajemente por aquel monstruo Horror causa referirlo Un diacutea el baacuterbaro esposo la abofeteoacute puacuteblicamente Otro diacutea en la intimidad de la casa la arrastroacute por los cabellos La admirable entereza y resignacioacuten de virtud tan modesta le enfureciacutea maacutes como si en el heroico silencio de ella oyera terribles anatemas de su vil conducta En aquella lucha horrible a la humillada viacutectima perteneciacutea el grandioso valor la cobardiacutea al verdugo victorioso Al fin Dios introdujo en la casa su mano justiciera El marido cayoacute enfermo con lepra repugnante La esposa abofeteada y arrastrada [10] viendo llegar la ocasioacuten propicia de su venganza tomola con arreglo a la idea evangeacutelica tan arraigada en su alma es decir que le abrumoacute a carintildeos le abofeteoacute con cuidados y le clavoacute en la cruz de la maacutes dulce solicitud y ternura Aseguran que el infame murioacute convertido y Serafinita hablando de aquella muerte deciacutea

-El Demonio me lo entregoacute a miacute y yo le entregueacute a Dios Buen chasco te has llevado Sataacuten

Al enviudar manifestoacute deseos de retirarse del mundo consagrando sus diacuteas al amor de Dios y en verdad aquel trabajador habiacutea hecho bastante en la vintildea y mereciacutea jornal y descanso pero la muerte de D Juan con las horribles circunstancias que la acompantildearon impidieron su santo proposito Dios deciacutea a Serafinita laquoTodaviacutea te necesito en el mundo alguacuten tiempo maacutesraquo De la puerta del convento marchoacute a Ficoacutebriga

D Buenaventura teniacutea poca semejanza en lo fiacutesico con sus tres hermanos mas por lo bueno y honrado y cabal se conociacutea muy bien en eacutel la casta de Lantigua Era el menos guapo asiacute como D Juan habiacutea sido el maacutes hermoso En cambio pareciacutea ser el maacutes feliz Dedicado a los negocios de banca habiacutea sabido acrecentar [11] su fortuna y viviacutea holgadiacutesimamente muy estimado de todo el mundo en el seno de una familia ejemplar que se divertiacutea cuanto era posible sin ofender a Dios Ademaacutes D Buenaventura no habiacutea declarado la guerra a la generacioacuten presente como su hermano teniacutea un caraacutecter maacutes franco humor maacutes tolerable conciencia menos rigorista pensar maacutes elaacutestico aunque mucho menos brillante facultad de adaptacioacuten que aquel no conociacutea y a causa de estas prendas que cada cual juzgaraacute como mejor le acomode y del lisonjero estado de sus asuntos y de la bienaventuranza que por doquier le sonreiacutea inclinaacutebase a creer que el mundo no iba tan mal como alguien deciacutea ni que la sociedad presente era la maacutes ruin y execrable de las sociedades posibles

La muerte de D Juan a quien amaba con delirio hizo en su espiacuteritu el maacutes desastroso efecto y la desgracia de su adorada sobrinita le teniacutea sin consuelo En Marzo del antildeo siguiente a la cataacutestrofe llegoacute a Ficoacutebriga Sus paisanos se alegraron de verle y corrioacute la voz de que D Buenaventura proyectaba algo muy interesante para su familia y para el buen nombre de su hermano difunto y deshonrado iquestEra esto verdad No queda

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duda de que su mente trabajaba Veiacuteasele pasear por la playa o detenerse [12] largas horas en el cementerio examinando el sepulcro que se estaba construyendo para su hermano o vagar solo por los alrededores de la casa huyendo de toda amistosa compantildeiacutea con las manos a la espalda la cabeza inclinada fijos los ojos en el suelo ligeramente fruncido el centildeo lento el paso A ratos alzaba semblante y miraba hacia el cielo como quien va a preguntar algo mas volviacutea pronto a leer en la tierra sin duda por no haber recibido contestacioacuten

Vestiacutea coacutemodo traje negro calzando zapatos de cuero amarillo a prueba de arenas y lodos por cuya combinacioacuten de colores los holgazanes de Ficoacutebriga que pasaban su vida murmurando en la botica deciacutean al ver a don Buenaventura laquoahiacute viene el mirloraquo Era su cuerpo alto y no fornido un poco echado hacia adelante sin duda por el haacutebito de vivir largas horas sobre los libros en el escritorio Su rostro sin dejar de ser harto comuacuten era muy agradable uno de esos rostros mundanos que parecen hechos para el saludo y el comercio social y que siempre apareciacutea pulcramente afeitado pues en los varones de aquella familia el aspecto eclesiaacutestico era como una tradicioacuten Apenas habiacutea algunas canas en su cabeza y de su cuello pendiacutean lentes azules que usaba en [13] diacuteas muy claros porque sus ojos ya que no lloraban por penas lloraban por la luz meridional Rara vez usaba bastoacuten y las manos por lo comuacuten se volviacutean hacia atraacutes se juntaban se acariciaban daacutendose cordiales apretones como dos buenas amigas

Asiacute era D Buenaventura de Lantigua Cierto diacutea (precisamente el viernes de Dolores) al volver de una diligencia encontroacute a su hermana que sentada en un banco del jardiacuten trabajaba en su media negra Ambos hablaron [14]

- II -

Lo que dijeron

-iquestTampoco hoy ha querido salir -preguntoacute D Buenaventura

-Tampoco -repuso Serafinita sin levantar la vista de su obra- iexclPobrecilla Hazte cargo Ventura de coacutemo estaraacute su espiacuteritu Ni seacute yo coacutemo vive ni seacute coacutemo no ha muerto de tristeza de dolor de verguumlenza

-Pues es preciso -dijo eacutel con entereza- que no muera de ninguna de esas tres cosas sino que viva

-iexclVivir -exclamoacute Dordf Serafina suspirando- Siacute ese es nuestro deber iexclAy para algunos es una obligacioacuten bastante pesada Yo comprendo la angustia de esa infeliz hija de mi hermano iexclpobre flor tronchada por el baacuterbaro pie del asno que en un momento de descuido entroacute en el jardiacuten No no he conocido en [15] mi ya larga vida ejemplo semejante ni hay otra caiacuteda que a esta se iguale como no sea la de Satanaacutes Y no me digas que tiene remedio en el orden mundano Ventura Tuacute has perdido el juicio y si insistes en que esto puede arreglarse

-Para todo hay remedio en el mundo -replicoacute D Buenaventura tomando una silla de hierro y sentaacutendose frente a su hermana

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-Ventura -dijo Serafinita alzando los ojos de la obra negra- recuerda bien lo que nos manifestoacute nuestro bendito hermano al partir para Roma en Enero

-Lo recuerdo bien

-Nos dijo estas mismas palabras laquoQueridos hermanos en el asunto de la pobre Gloria obrad con arreglo a las ideas de nuestro idolatrado Juan Crisoacutestomo que estaacute en el cielo Haced lo que eacutel habriacutea hecho si hubiera sobrevivido a la horrenda cataacutestrofe de su honor Inspireacutemonos en su recuerdo seamos herederos fieles de su conducta ya que no podemos serlo de su inteligencia poderosa En Roma no olvidareacute este espantoso asunto y cuando vuelva espero traer alguna luzraquo

-Eso dijo siacute -repuso D Buenaventura- Yo creo que el mejor modo de proceder con arreglo al pensamiento del pobre Juan es hacer [16] lo que nos inspire nuestra conciencia Juan habriacutea hecho lo mismo

-iexclLa conciencia -exclamoacute Serafinita moviendo la cabeza- Esa palabra por decirlo todo a veces no dice nada iexclLa conciencia iexclAy Ventura yo veo a la tuya inclinada a ciertos acomodamientos maacutes deshonrosos que la misma deshonra que pretenden evitar la veo dispuesta a eso que el mundo llama transaccioacuten justo medio o no seacute queacute Pieacutensalo bien y di si en este caso horrible puede hacerse maacutes que aceptar el golpe que el Sentildeor se ha dignado descargar sobre nuestra familia abrumaacutendola de vilipendio dime si es posible otra cosa maacutes que sucumbir gimiendo y llorar nuestra deshonra haciendo todo lo posible para que no se divulgue lo que no debe divulgarse

-Todo seraacute del dominio puacuteblico

-No -dijo vivamente Serafinita con cierto orgullo- Hay algo que no se sabraacute nunca al menos por ahora Mi prudencia responde de ello mi discrecioacuten me asegura que en eso no picaraacuten las viperinas lenguas de Ficoacutebriga

-Tambieacuten en eso

-Pues sea como quieres Si Dios dispone que la verguumlenza aumente aumentaraacute Estoy preparada a todo Ya nada me espanta El Sentildeor [17] ha querido probarnos iexclBendita sea su mano

-iexclBendita sea -replicoacute D Buenaventura

-No tuacute no puedes decir eso -objetoacute vivamente Serafinita- Tuacute no puedes bendecir la mano que nos ha herido porque quieres rebelarte contra ella quieres hacer ahiacute unas composturas y unos amasijos y unas combinaciones sutiles de que no puede resultar nada bueno para la conciencia ni para la fe cristiana iquestA queacute aspiras tuacute Vamos a ver diacutemelo claramente

-A lo que se aspira siempre cuando ocurren estas desgracias en una familia honrada -repuso D Buenaventura con flemaacutetico acento

-Si el caso presente fuera como otros muchos que vemos un diacutea y otro en nuestra sociedad pase -dijo la sentildeora sintieacutendose fuerte con sus argumentos- pero ya sabes que desde que el mundo es mundo Ventura no ha ocurrido un caso como este al menos en Espantildea Se podriacutea creer que Dios ha enviado tan singulariacutesimo y horrendo suceso como una especie de aviso con el cual quiere advertir a los espantildeoles los conflictos dolorosos que les esperan

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-Hermana -dijo D Buenaventura interrumpieacutendola- sin quererlo tal vez has dicho una cosa muy sabia [18]

-No te burles -repuso Serafinita rascaacutendose tras de la oreja con una de las agujas- lo que quiero decir es que si el caso que estamos llorando fuera como otros Estoy cansada de ver nintildeas caiacutedas en un momento de debilidad por una ilusioacuten funesta pero hijo la ley la religioacuten y la misericordia paterna hallan medio de arreglar estas cosas entre nosotros

-iquestY por queacute no hemos de aspirar ahora a un resultado semejante

Serafinita miroacute con estupor a su hermano dejando caer la media negra sobre sus rodillas

-iexclEstaacutes loco -exclamoacute- Ventura Ventura ten presente que para que caiga la bendicioacuten del cura sobre este nudo horrible y lo desate y lo ate despueacutes como es debido es preciso que Dios deshaga el mundo y vuelva a hacerlo de otro modo que veamos desbaratada pieza por pieza la sociedad actual con sus creencias sus castas sus leyes y vuelta a armar despueacutes conforme a tu gusto y capricho

-Puede ser que quedara mejor -dijo don Buenaventura sonriendo y balanceaacutendose en la silla

-Pues anda pon tu mano en la obra enmienda la hechura de Dios y de tantos siglos

-En suma querida hermana -manifestoacute [19] Lantigua resueltamente- yo no quiero enmendar la obra de Dios ni volver el mundo del reveacutes Reconozco la fuerza del argumento terrible que acabas de hacerme iquestPero no es lo maacutes prudente y lo maacutes cristiano tentar todos los medios antes de declarar irreparable esta desgracia Todo el dantildeo producido en las esferas de lo humano es humanamente susceptible de ser remediado

-Esos remedios estaacuten en tu imaginacioacuten Pareces un nintildeo Ventura No siendo posible que una religioacuten falsa y otra verdadera se mezclen y confundan como el agua y el vino que se echan en un vaso no siendo posible que nuestra santa fe catoacutelica transija en esto ni se humille ante las mentiras sacriacutelegas de una secta infame ignoro coacutemo vas a componer tu acomodo

-Precisamente deseo intentar algo que proporcione un gran triunfo a nuestra santa fe catoacutelica -dijo D Buenaventura

-iquestQueacute iquestConvertirle Me pareces tonto Lo que nuestro bendito hermano no pudo conseguir iquesthas de lograrlo tuacute iexclAh Como no intentes su conversioacuten por la viacutea de los negocios El corazoacuten de esa gente se ha de ablandar maacutes por las emociones del agio que por los sentimientos religiosos [20]

-Cuando mi hermano intentoacute convertirle no existiacutean para eacutel las poderosas razones sociales los graves compromisos de honor de dignidad de delicadeza los deberes de humanidad

-iexclHonor dignidad delicadeza humanidad Probablemente no entenderaacute ese lenguaje el que ha causado nuestra ignominia

-Esta es lengua universal En fin querida hermana pronto saldremos de dudas

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-iquestCoacutemo

-Oyeacutendole

-Pues queacute -exclamoacute Serafinita con terror- iquestEse hombre

-Va a llegar Le he llamado yo

-iexclVentura Ventura

Serafinita no pudo decir maacutes Era incapaz de coacutelera pero su corazoacuten se llenoacute de pena Emprendiendo con freneacutetica actividad su obra fijaba sus animadas pupilas en las puntas de las dos agujas que rozaacutendose con fuerza pareciacutean las espadas de irritados duelistas que se batiacutean furiosamente Despueacutes de un rato de silencio Serafinita dijo

-iexclVentura Ventura iquestHas escrito al hebreo

-Siacute y vendraacute

-Tal vez no Ya sabes que en Diciembre [21] estuvo aquiacute y nuestra sobrina no quiso recibirle

-Ya lo seacute

-Y que le ha escrito muchas cartas

-Sin que ella se haya dignado leerlas Tambieacuten lo seacute

-Pues ahora tampoco le recibiraacute

-Allaacute lo veremos No creo que mi vida a Ficoacutebriga sea en balde ni que mi autoridad sea una irrisioacuten -dijo Lantigua demostrando gran confianza en la eficacia de su voluntad

-Querido hermano tuacute has olvidado la recomendacioacuten de Aacutengel

-No ya seacute que nos dijo laquoHaced lo que hariacutea Juan Crisoacutestomo si vivieraraquo

-iquestY tuacute crees -preguntoacute Serafinita con expresioacuten de triunfo pensando que su argumento no teniacutea reacuteplica- tuacute crees que nuestro hermano habriacutea escrito a ese hombre rogaacutendole que viniera

-No lo seacute Juan no pudo pronunciar una sola palabra sobre su deshonra Murioacute Callado

-Juan no murioacute de apoplejiacutea -manifestoacute con emocioacuten muy honda Dordf Serafina- murioacute de ira que tambieacuten la indignacioacuten mata Su pensamiento se abrasoacute su alma huyoacute escandalizada del cuerpo en un instante horrible El cielo desplomoacutesele encima Me parece que oigo la iacutentima exclamacioacuten de su espiacuteritu al volar [22] temblando de este mundo Ventura Ventura inspiacuterate en nuestro hermano muerto por su deshonra identifiacutecate con eacutel y represeacutentate aquel instante tremendo su sorpresa su terror su congoja de padre amantiacutesimo y de catoacutelico ferviente haz un esfuerzo y procura creer que tuacute eres eacutel mismo y no tuacute que eacutel ha resucitado en ti

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-Inspiraacutendome en mi conciencia -dijo serenamente el banquero- creo inspirarme en eacutel

Y levantaacutendose echoacute ambas manos a la espalda y encorvoacute ligeramente el cuerpo y se puso a pasear por el jardiacuten de un aacutengulo a otro sin apartar la vista de la arena que crujiacutea bajo sus amarillos zapatos Serafinita desbaratando un gran trozo de media negra que estaba detestablemente hecho empezolo de nuevo [23]

- III -

Cosas que se ignoran y otras que se saben y deben decirse

La casa no estaba lo mismo que el antildeo anterior El jardiacuten hallaacutebase bastante descuidado creciendo en eacutel o con excesiva libertad o sin la carintildeosa esclavitud del jardinero las flores de primavera que ornaban sus verdes cuadros Los arbustos y aacuterboles de sombra los recortados setos las enredaderas de mil brazos el ceacutesped y los tiestos viviacutean angustiadamente bajo el imperio del olvido En cambio los caracoles sacaban el vientre de mal antildeo en aquellos meses y se extendiacutean cual inmenso rebantildeo jamaacutes saciado por todo lo verde subiendo por los tallos arriba hasta llenar de inmundas babas la maacutes alta hoja que tal es el oficio de estos ministros de la envidia Algunos teniacutean tal descaro que se subiacutean por las faldas [24] de Dordf Serafina y la observaban con sus ojuelos y moviacutean ante ella sus expresivos tentaacuteculos como diciendo laquoiquestqueacute habraacute venido a hacer aquiacute esta buena sentildeoraraquo

En lo exterior de la casa los desperfectos causados por el uacuteltimo invierno no habiacutean sido reparados Faltaban pedazos de yeso y molduras Por no hallarse en buen estado los canalones existiacutea en la pared de Levante una gran mancha de humedad al modo de sombra irregular y compleja que casualmente pareciacutea representar una figura o monstruo de muchas patas y amenazante boca La veleta se habiacutea doblado con los poderosos bofetones del huracaacuten y la flecha desquiciada y sin movimiento sentildealaba siempre al Norte Estaba muerta

Dentro podiacutean notarse asimismo los tristes efectos del abandono Algunas piezas no habiacutean sido abiertas en mucho tiempo El reloj de gran esfera y resonante timbre que estaba en el vestiacutebulo para advertir a todos los de la casa la hora de las obligaciones de los placeres del descanso y del trabajo habiacutea enmudecido y su rostro mofletudo que tan bien sabiacutea responder antes a los que le preguntaban cosas del tiempo no expresaba ya nada como no fuera la inmovilidad y el teacutetrico silencio de la muerte [25] En vano D Buenaventura tratoacute de ponerle en movimiento con el dedo ora impulsando las agujas ora el peacutendulo El reloj daba dos o tres latidos dos o tres pulsaciones quejumbrosas y volviacutea a caer en su hondo letargo Habiacutea en la quietud de sus agujas sobre la blanca esfera numerada algo semejante a entornados paacuterpados y a respiracioacuten sosegada y profunda Vieacutendole veiacutease a uno que duerme

En las habitaciones altas habiacutea otro de chimenea que habieacutendose hecho bufoacuten reiacutea de los grandes chascos que daba a sus amos y del trastorno que produciacutea Su conducta era maacutes propia de un pillete que de un reloj Asiacute cuando eran las seis eacutel marcaba y tantildeiacutea las once o vice-versa y a veces se tragaba medio diacutea lindamente o se empentildeaba en

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hacer creer que el sol saliacutea despueacutes de misa mayor Siempre que esta buena pieza le daba un bromazo deciacutea Francisca tristemente

-Anda hijo anda no eres tuacute solo el que disparata Como tuacute van todas las cosas de esta casa

Las habitaciones de D Juan su alcoba y su despacho habiacutean estado cerradas hasta que llegoacute D Buenaventura que tomaacutendolas para siacute pasaba alliacute largas horas ordenando los manuscritos y cartas de su hermano y completando [26] el cataacutelogo de la biblioteca Serafinita viviacutea en la planta baja por ser enemiga de escaleras y Gloria continuaba morando en su habitacioacuten primitiva Pero haciacutea muchos meses que los habitantes de Ficoacutebriga no habiacutean visto a la sentildeorita de Lantigua en la calle ni en el jardiacuten ni en los balcones Los mismos criados de la casa a excepcioacuten de las dos mujeres tampoco la habiacutean visto iquestDoacutende estaba iquestQueacute hacia No faltoacute en Ficoacutebriga quien asegurase que la sentildeorita de Lantigua se habiacutea vuelto fea ni quien dijese que se habiacutea vuelto loca Sus tiacuteos deciacutean que estaba enferma de cuerpo y de espiacuteritu Teresita la Monja enunciaba con su sibiliacutetico labio mil abominables cosas y ninguacuten ficobrigentildeo pasaba por el camino real ni por la plazoleta sin mirar a las tristes ventanas cerradas tambieacuten cual ojos de durmiente y decir para siacute laquoiquestqueacute haraacuteraquo

Durante algunos meses Gloria habiacutea sido objeto de comentarios diversos Bastante trabajoacute la curiosidad en aquellos diacuteas muchiacutesimo la envidia Se queriacutea demostrar que las grandes reputaciones son casi siempre usurpadas que no hay nada superior ni sublime que todo es pequentildeo y miserable que las flores no son flores sino fango que el diamante no es luz solidificada sino carboacuten en fin que todos somos [27] iguales y que si alguno sube mucho por hipocresiacutea o arte mundano debe bajar y ponerse al nivel de los demaacutes restableciendo la armoniacutea del vulgo tan necesaria a la de los mundos

iquestTeniacutea razoacuten la plebe iquestQuieacuten puede decirlo sin conocimiento de cosas y personas La sentildeorita se oculta de todo el mundo se esconde de todas las miradas haciendo de su vida un misterio impenetrable y como el laborioso insecto ha tejido un capullo y se ha quedado dentro con intencioacuten sin duda de no salir sino con alas o sea en espiacuteritu Si penetramos en la casa no nos es posible llegar hasta ella porque los criados detienen a todo intruso Hasta el taciturno reloj del vestiacutebulo parece decir con su torvo silencio laquoiquesta doacutende vas insensato Aquiacute ya no hay nadaraquo Creemos sentir leves pasos sobre el entarimado superior Son sin duda los pasos de la sentildeorita pero no son los de un gatito que juega Aunque ponemos gran atencioacuten no conseguimos oiacuter su voz que ha querido extinguirse para siempre como la del reloj creyeacutendose indigna de sonar entre los vivos

Atrevidos subimos mas no nos es posible verla tampoco La puerta de su habitacioacuten estaacute cerrada Por la noche si la sorprendemos por breve instante abierta descubrimos [28] vaga sombra de una cabeza sobre la pared La cabeza se mueve es ella sin duda pero convertida en leve mancha oscura sin alma y sin vida Si hay conversacioacuten dentro de la alcoba percibimos aguzando mucho el oiacutedo el vago silbido de las eses que se destacan sobre la pronunciacioacuten castellana como la espuma sobre las olas Nada maacutes puede oiacuterse en aquel murmullo lejano

Si continuamos observando vemos al traveacutes de la puerta que no ha sido bien cerrada suacutebita claridad rojiza que se extingue pronto No hay duda de que la sentildeorita ha quemado un papel Por Roque que dice todo lo que sabe sabemos que Gloria ha recibido poco antes una carta con sellos encarnados que no son los de Espantildea Despueacutes

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sale Francisca entra D Buenaventura y se entabla nueva y maacutes viva conversacioacuten que dura hasta hora muy avanzada Pero no podemos atrapar sino las fluctuantes eses que marcan y nada dicen solas D Buenaventura se retira al fin meditabundo como siempre oacuteyese el rumor de los perezosos rezos que preceden al suentildeo y sale despueacutes Serafinita tranquila y miacutestica como un santo que baja de su nicho para pasearse Luego se siente el chasquido de la llave iexclAdioacutes La sentildeorita se ha encerrado duerme y envuelta en delicada [29] nube de silencio de oscuridad de reposo ha lanzado su espiacuteritu a las zonas infinitas Avancemos apliquemos nuestro oiacutedo indiscreto al hueco de la llave iquestOiacutes algo Nada Quizaacutes un rumor maacutes tenue que el de las alas del maacutes pequentildeo insecto batiendo en el aire una leve cadencia que no sabemos si es la respiracioacuten de Gloria o el aliento de su Aacutengel de la Guarda que vela con la mano puesta sobre la frente de ella

Un diacutea que era saacutebado de Pasioacuten el narrador espioacute tambieacuten A la escalera llegaba gratiacutesimo olor de claveles y rosas accidente relativo a ella que pareciacutea ella misma La sentildeorita estaba haciendo un ramo Si nos hubieacuteramos hallado en el jardiacuten habriacuteamos sentido ligero ruido en la persiana alta y alzando la cabeza con la prontitud del curioso habriacuteamos visto una mano que en breve instante aparecioacute y huyoacute despueacutes de arrojar palos de flores y ramitas inuacutetiles Aquella mano era la misma que muchiacutesimos diacuteas antes habiacutea empujado la puerta de la casa para no dejar entrar a un hombre En cuanto a la cara soacutelo la vieron los paacutejaros alineados como tropa en el alambre o los que volando o piando pasaban

Francisca bajoacute por maacutes flores y Dordf Serafina subioacute llevando unos alheliacutees que ella misma cogiera Oyeacuteronse los tijeretazos cortando los [30] palos demasiado largos en el tronco del ramo Ni el mismo Roque que todo lo sabe sabiacutea para quieacuten eran aquel ramo

Pronto lo sabremos nosotros Era media tarde cuando entraron y se reunieron en el comedor D Buenaventura y los dos personajes de maacutes peso en la repuacuteblica ficobrigense Bien se comprende que no podiacutean ser otros que don Silvestre Romero y D Juan Amarillo este uacuteltimo elevado poco antes a la categoriacutea de alcalde con lo cual su respetabilidad que ya era grande se habiacutea remontado a lo sublime

D Silvestre a poco de estar en el comedor subioacute con objeto de ver a su amada penitente como eacutel deciacutea Era de los pocos que gozaban el privilegio de visitarla Quedaacutendose solos don Buenaventura y el digno alcalde este habloacute a su amigo de los uacuteltimos acuerdos del Ayuntamiento referentes a las procesiones de Semana Santa costeadas por el generoso banquero y que debiacutean ser dos a la usanza antigua la del Salvador el Domingo de Ramos y la del Crucificado con dos pasos maacutes y la Dolorosa el Jueves A todo dijo ameacuten D Buenaventura mas no se mostroacute muy gozoso cuando el representante de la autoridad municipal le hizo saber que a eacutel al propio sentildeor de Lantigua correspondiacutea lugar muy honroso en ambas procesiones [31] debiendo en la del Salvador acompantildear a la sagrada imagen propiedad de la esclarecida familia

Pero debemos decir que esto y otras cosas municipales de que habloacute el insigne Amarillo como el acuerdo recieacuten tomado por el Ayuntamiento de llamar en lo sucesivo plaza de Lantigua a la plazoleta de la Charca y colocar una corona en el sepulcro que se estaba labrando al Sr D Juan no fueron sino pretextos que el alcalde tomaba para hablar de un asunto de viviacutesimo intereacutes para eacutel Desde la cataacutestrofe del diacutea de Santiago corrioacute por Ficoacutebriga la voz de que la desgraciada joven antantildeo llamada joya de aquella villa entrariacutea en un convento y que la familia pensaba vender la casa por ser muy

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antipaacuteticos para ella los lugares de su desgracia y deshonor Enunciada esta idea D Juan Amarillo que era como sabemos duentildeo de copiosos caudales ganados Dios sabe coacutemo concibioacute la feliciacutesima idea de adquirir tan hermosa finca y establecerse en ella hacieacutendola trono de su omnipotencia y de la gran superioridad que sobre toda la redondez de Ficoacutebriga habiacutea adquirido

La idea culminante la idea madre de todas las ideas de D Juan Amarillo era esta laquoser el primer personaje de Ficoacutebrigaraquo [32]

La idea cardinal que gobernaba toda la maacutequina intelectual de Teresita la Monja era esta laquoser la primera sentildeora de Ficoacutebrigaraquo

La presencia de los Lantiguas en aquel pueblo que por tradicioacuten les veneraba era grandiacutesimo estorbo porque la villa obedeciacutea aquella ley que dijo laquono serviraacutes a dos sentildeoresraquo Pero si los Lantiguas se marchaban despueacutes de que la joya fuese guardada en el estuche de un convento iexcloh indudablemente la dinastiacutea de Amarillo reinariacutea ya sin rival entre el mar y la Pesqueruela entre el cerro de Dordf Fronilde y Monteluz El coronamiento admirable de esta idea su representacioacuten simboacutelica era la adquisicioacuten del palacio en que los Lantigua habiacutean morado

Ambos esposos viviacutean desasosegadamente esperando saber lo que se determinariacutea por cuya inquietud no cesaba D Juan de hacer indiscretas preguntas al banquero Aquel diacutea repitioacute sus proposiciones para quedarse con la casa pero D Buenaventura no pudo contestarle nada categoacuterico

-Pronto creo que dareacute a usted una contestacioacuten terminante -dijo el banquero- Esto ha de decidirse pronto pero muy pronto

En esto oyeacuteronse acompasados taconazos en la escalera que retemblaba cual si un gigante [33] bajara por ella Era D Silvestre que volviacutea de su visita trayendo un gran ramo de flores entre cuyas frescas hojas hundiacutea cada rato su carnosa y sensual nariz para aspirar la fragancia de ellas

-La encuentro -dijo el cura- mucho maacutes animada Mejor color menos tristeza algunas ganitas de hablar intereacutes por las cosas en fin resucita la pobre resucita poco a poco

-Asiacute me parece a miacute -indicoacute D Buenaventura demostrando la importancia que daba al bienestar de su sobrina- Si Dios quisiera apiadarse de ella y de todos nosotros

-Vean ustedes queacute hermoso ramo me ha dado -dijo el cura acercaacutendolo a la picuda nariz de D Juan Amarillo que olioacute por espiacuteritu de adulacioacuten- Es para el Salvador para la histoacuterica imagen de los Lantiguas Se lo pondremos en las alforjas al borriquito

-Ya el Sr D Buenaventura -manifestoacute Amarillo levantaacutendose- estaacute conforme en dar realce con su presencia a ambas procesiones

-Pasaremos por aquiacute Ya me ha prometido la sentildeorita que saldraacute al balcoacuten -afirmoacute D Silvestre con regocijo- iexclAh le he dicho que dejareacute de ser su amigo si no va mantildeana a la misa mayor y a la hermosiacutesima festividad de las palmas [34] La pobrecita no quiere pero en fin

-Iraacute yo le prometo a usted que ira -dijo D Buenaventura al despedir a sus amigos- Esta situacioacuten debe acabar pronto

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En el jardiacuten D Juan Amarillo alzaba la cabeza circundada de rayos de autoridad y ponieacutendose la mano a guisa de pantalla en la frente para que el brillante sol no ofendiera sus ojos contemplaba la fachada de la casa diciendo para su hondiacutesimo y jamaacutes explorado capote

-En reparaciones tendreacute que gastar otro tanto de lo que vales pero no importa si al fin eres miacutea iexclOh iexclmiacutea

- IV -

Las amigas del Salvador

La capilla del Salvador propiedad de la familia de Lantigua estaba en la derecha nave de la Abadiacutea con ventana ojival abierta al atrio altar churrigueresco pesados bancos de nogal dos o tres inscripciones sepulcrales y un cuadro de aacutenimas en el cual los desnudos cuerpos bailaban entre rojas llamaradas Pequentildea puerta de arco escarzano daba entrada a la sacristiacutea o camariacuten pieza no muy clara abovedada y huacutemeda donde generalmente no ocurriacutea nada digno de ser contado como no fueran los devastadores progresos de la carcoma monstruo imperceptible que parece la representacioacuten viva de otro monstruo el tiempo

Pero el saacutebado de Pasioacuten alegre chaacutechara de mujeres bachilleras resonaba en la olvidada estancia como discorde piar de urracas maacutes [36] que de jilgueros parleriacuteo semejante al de un taller de modista rumor entreverado de risas y exclamaciones y salpicado de broncas toses y truenos de nariz lo cual indicaba que no habiacutea alliacute una congregacioacuten de juventud

En el centro del camariacuten puesto ya sobre las plateadas andas que le habiacutean de sostener estaba el Salvador imagen de madera cuya hermosa cabeza llena de expresioacuten debioacute ser modelada por alguacuten escultor del gran siglo Sus ojos negros miraban con seriedad dulce y profunda De sus labios iba a salir la palabra Hablaba faltaba poco para oiacuter una voz a ninguna humana voz parecida Su majestuosa frente descubierta en forma de triaacutengulo por la caiacuteda de las dos bandas de cabellos superaba a cuanto ha podido idear la escultura griega Pero sobre todas las perfecciones de tan ideal rostro descollaba aquel mirar que era la irradiacioacuten de la inteligencia suprema y que infundiacutea pasmo y veneracioacuten La pupila inmensa que todo lo ve y que penetra hasta lo maacutes iacutentimo de los corazones no podiacutea tener representacioacuten maacutes maravillosa

El resto de la imagen no correspondiacutea a la cabeza Habiacutea tomado el escultor por su cuenta busto y extremidades dejando lo demaacutes al carpintero El divino cuerpo consistiacutea en un [37] tosco madero que la humedad y el tiempo habiacutea roiacutedo a competencia mas como debiacutea cubrirse con la rica vestidura de tisuacute el efecto artiacutestico no se perdiacutea Montaba el Sentildeor aquella asna que los disciacutepulos cogieron en la aldea cercana a Betfageacute y fuerza es confesar que el escultor tampoco puso la mano en ella ni en el pollino que la seguiacutea Ambas figuras eran de tosca labor pero aun asiacute desempentildeaban bien su papel y principalmente el borriquito haciacutea las delicias de toda la grey devota y de los chicuelos que no podiacutean menos de ver en eacutel un santo juguete

El Salvador estaba auacuten sin vestido y el borriquito sin alforjas Tres mujeres trabajaban alliacute con celo incansable La una varonilmente subida en las andas lavaba con esponja el rostro de la sagrada imagen La segunda cosiacutea una rica tela antildeadieacutendole tal cual pieza y fijando los galones La tercera manejaba flores de trapo combinaacutendolas en

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graciosos ramos y lindos festones Si ocupadas estaban las seis manos no lo estaban menos las tres lenguas

Teresita la Monja esposa de D Juan Amarillo era la que lavaba Mujer rica y desocupada por tener maacutes dinero que hijos y maacutes devocioacuten que menesteres domeacutesticos habiacutea mostrado siempre exaltada aficioacuten a las cosas de iglesia [38] y a meterse en sacristiacuteas y enredar en camarines ora vistiendo santos ora manipulando cofradiacuteas gustando ademaacutes de saber y comentar todo lo que pasaba y todo lo que iba a pasar entre el coro y el altar mayor y dar su voto sobre cuanto atantildeese a las ceremonias religiosas cuyo sentido lituacutergico no comprendiacutea ni podiacutea comprender

La segunda era cuntildeada de la primera por ser mujer infeliciacutesima del hombre maacutes desautorizado y maacutes perdido de Ficoacutebriga del filoacutesofo y ateo y mentecato D Bartolomeacute Barrabaacutes hermano de Teresita la Monja pero Isidorita la del Rebenque (que tal nombre teniacutea por haber sido su padre duentildeo del prado del Rebenque) llevaba con gran paciencia la cruz de su matrimonio con aquel ogro y todo lo que Barrabaacutes perdiacutea en opinioacuten y en intereses por su mala cabeza ganaacutebalo ella con su trabajo y ejemplar conducta Haciacutea con igual aire ropa de mujer de hombre y de cleacuterigo pudiendo competir sus levitas con las de Caracuel como lo probaba la gallardiacutea y elegante soltura del cuerpo de D Juan Amarillo En la temporada de verano albergaba hueacutespedes trataacutendolos bien Habiacutea sido hermosa mas uacuteltimamente la obesidad y las penas la teniacutean en lastimoso estado Unida con viacutenculos de parentesco y de [39] cordial amistad a la Monja de quien recibiacutea frecuentes favores acompantildeaacutebala en la iglesia y en casa siendo un eco de ella en las opiniones y un admirable estiacutemulo preguntoacuten para que Teresita o sea el Confesonario de Ficoacutebriga satisficiese su ardiente necesidad de contar todos los secretos de la villa

La tercera o sea la que se ocupaba en arreglar las flores era la maacutes joven de las tres y si se quiere la maacutes hermosa pues habiacutea en su rostro vestigios de una belleza varonil y provocativa Llaacutemanla comuacutenmente la Gobernadora de las armas por haber sido esposa de uno que componiacutea armas o que las gobernaba como es uso decir Dordf Romualda era florista y braguerista y asiacute consta en los estados de la contribucioacuten de subsidio industrial donde puede verlo quien dude de las muacuteltiples habilidades de esta sentildeora La muerte repentina del gobernador de las armas la habiacutea dejado viuda pero ella se sosteniacutea regularmente aunque no estaacute averiguado que lo hiciera con la virtud de aquellas dos preciosas industrias

De Teresita la Monja se nos olvidoacute decir que era flaca y lustrosa siendo su piel tan a modo de placa cobriza que las malas lenguas de Ficoacutebriga deciacutean de ella que se frotaba todas las mantildeanas largo rato con polvos y bayeta [40] para sacarse brillo Era su perfil a lo griego de liacuteneas rectas formado pero con cierta indecisioacuten o vaguedad a la manera de moneda gastada por el uso Sus ojuelos grises y a veces dorados como los de los gatos no paraban un momento y lo que maacutes envidiaba a la Divinidad era el don supremo de ver lo invisible y de leer en los corazones Llamaacutebanla Monja porque la exclaustracioacuten la sorprendioacute novicia en las Clarisas con lo cual torciose la vereda de su destino y enfriaacutendose de su religioso anhelo al contemplar las gracias personales de D Juan Amarillo (cuando era pollo) cayoacute en sus dulces brazos y se descarrioacute en un momento de tentacioacuten funesta o de falso idealismo El matrimonio puso luego las cosas al derecho pero Teresita no perpetuoacute el linaje de los Amarillos En efecto aunque esto no pueda definirse bien habiacutea en ella una como representacioacuten figurativa de la esterilidad [41]

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- V -

Realismo

Pasoacute suavemente la esponja por el augusto semblante de la imagen que representaba la encarnacioacuten de lo divino y despueacutes la exprimioacute sobre el cubo para que saliese el agua sucia Al mismo tiempo deciacutea

-iexclAy iexclJesuacutes miacuteo coacutemo estaacutes Ya se ve iexclCatorce antildeos pudrieacutendote en ese nicho Vaya que los Lantiguas pueden hablar iexclTanta devocioacuten y esta sacratiacutesima imagen olvidada iexclQueacute horror Si la mitad de la pintura se queda en el pantildeo

-Estaacutes haciendo de Veroacutenica Teresa -dijo sonriendo Isidorita la del Rebenque- Con poco maacutes sacaraacutes el divino rostro en el lienzo

-Pues has dicho la verdad Vamos no fregoteo maacutes -dijo Teresita mostrando la huacutemeda tela con leves manchas- bien estaacute asiacute [42] Ahora le pasareacute un pantildeo seco Asiacute viejecita y despintada no hay otra cara como esta en todo el mundo Miren queacute expresioacuten parece que nos oye y que nos mira y que nos va a hablar

-Parece que nos agradece los cuidados que tenemos con eacutel -dijo la Gobernadora de las armas apartando sus ojos de las flores y fijaacutendolos en el Salvador- Pero iexclay amigas lo que me ocurre en este momento Sabeacuteis que en efecto

-iquestQueacute

-Se parece siacute no hay duda de que se parece

-iexclAh no sigas por Dios -exclamoacute Teresita bajando la escalera y sujetaacutendose las faldas para que el borriquito que estaba todaviacutea en el suelo no le viera las piernas- No digas maacutes por Dios Es verdad que se parece pero esto no se puede decir ni aun pensar Es un sacrilegio

-Todas las cosas incluso las malas son hechura de Dios -dijo la esposa de Barrabaacutes- Pero hay quien dice que las caras guapas son obra de Satanaacutes Maacutes vale que no hablemos de esto

-Venga la camisa -dijo Teresita tomando una especie de funda de riquiacutesimo hilo que le alargoacute la del Rebenque [43]

-Me parece que en ninguacuten tiempo ni aun en los del mayor esplendor de los Lantiguas se ha puesto el Salvador una prenda como esta Es lo que sobroacute de aquella pieza que compreacute el antildeo pasado para hacerle camisas a mi Juan En fin Isidora a ver coacutemo se la ponemos Coge tuacute por alliacute A ver coacutemo entramos las mangas sin romperlas Cuidado con los encajes Son los de aquella mantilla antigua que deshice

-iquestVoy yo tambieacuten a ayudar -preguntoacute la Gobernadora

-No mujer acaba esas flores que esto pronto lo despachamos

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Asiacute fue en efecto y luego ocupaacuteronse ambas de la tuacutenica de terciopelo morado no por cierto inconsuacutetil que acababa de componer Isidora

-De veras digo -manifestoacute Teresita- que si seacute que tenemos procesioacuten este antildeo le regalo una tuacutenica nueva al Salvador Entre mis sobrinas y yo la hubieacuteramos hecho en un momento Esta no se puede mirar Serafinita me dispense pero esto es un pingajo iexclQueacute galones iexclQueacute forros Y gracias a que tuacute has hecho prodigios con la aguja Isidora iexclAh los Lantiguas los Lantiguas mucha devocioacuten de pico mucho hablar de cosas santas mucho discurso [44] y mucho librote Pero los hechos las obras iexclah yo me fijo en las obras y soacutelo por ellas juzgo Arriba con la tuacutenica Yo subireacute la escalera alarga los brazos todo lo que puedas

Apenas quedara cubierto el cuerpo del Sentildeor abriose la puerta de la capilla dejando ver una boca remilgada y sonriente dos alegres ojos pequentildeos apenas visibles entre los pliegues de la cara contraiacuteda por la sonrisa una nariz redonda como avellana un cuerpo forrado en verdinegra funda desde el cuello a los pies dos brazos negros en fin toda la persona de Agustiacuten Cachorro sacristaacuten de la Abadiacutea Ya sabemos que el antildeo anterior se habiacutea quitado la plaza a Joseacute Mundideo a quien maacutes tarde se dio la de sepulturero Su sucesor en la sacristiacutea era un hombre que habiacutea sabido conquistar simpatiacuteas en puestos anaacutelogos y la verdad sea dicha ninguno existiacutea maacutes atento a sus deberes Honrado activo complaciente respetuoso y siempre festivo el buen Cachorro agradaba a un tiempo al cura y a los fieles al pastor y al rebantildeo

-iquestQueacute tal sentildeoras miacuteas se trabaja muchito -dijo desde la puerta

-Entre usted entre usted hermano Cachorro -respondieron a una y chillonamente las tres [45]

-Esperen un ratito que voy a meter las palmas en la sacristiacutea Vaya que estaacute muy guapo el Salvador ajajaacute iquestquieacuten conoce a este caballero Ya se ve con tales ayudas de caacutemara

-Entra Cachorrillo -dijo Teresita que teniacutea gran familiaridad con eacutel- No podiacuteas haber venido maacutes a tiempo Las tres te necesitamos

-iquestDe veras iquestY si me rintildee el sentildeor cura porque abandono mis obligaciones

Agustiacuten entroacute riendo pues la risa era en eacutel su fisonomiacutea

-Vas a ayudarnos a poner el borriquito en su sitio

Cachorro tomoacute el tiento a la escultura que no era de plumas

-iexclAy mi nintildeo coacutemo pesas pareces un pecado -exclamoacute echaacutendoselo a cuestas

El animal teniacutea en sus patas cuatro espigones de madera que encajaban en otros tantos agujeros abiertos en las andas al lado izquierdo del asna madre que montaba el Sentildeor

-iexclYa estaacute -dijo Cachorro afirmando al animal en su sitio- Sentildeoras adioacutes

-iquestPero te vas

-No se vaya usted

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-Sentildeoras hay que tener paciencia -dijo el [46] sacristaacuten- Yo me estariacutea aquiacute todo el diacutea con mucho gusto ayudando a mis nintildeas y cargando el borriquito pero el sentildeor cura me rintildee y dice laquoiexclAnda hipocritoacuten que no sirves maacutes que para retozar con las santurronasraquo

-Es el tal D Silvestre el hombre maacutes deslenguado

-iexclQueacute cabeza la miacutea -murmuroacute Agustiacuten- iquestEn doacutende he dejado el ramo

-iquestQueacute ramo

-iexclAh lo he dejado en la capilla Voy por eacutel

Salioacute ligero como un ratoncillo

-Ahora -dijo Teresita- pongamos las alforjas

Isidorita mostroacute su maacutes bella obra que era un par de alforjas de raso encarnado con galones y lentejuelas como las chaquetas de los toreros

-iexclLindiacutesimo -exclamoacute la Monja metiendo la mano en ellas para medir su cavidad

Reaparecioacute entonces Cachorro trayendo un hermoso ramo

-Aquiacute estaacute -dijo presentaacutendolo con orgullo- Me lo ha dado el sentildeor cura para que las sentildeoras lo pongan en la alforja de este tunante iexclAy queacute guapo vas a estar

-iexclPreciosas flores [47]

-iexclMagniacutefico ramo

-Es regalo de la sentildeorita de Lantigua -antildeadioacute el sacristaacuten

-iexclDe la sentildeorita de Lantigua -exclamoacute absorta Teresita deteniendo sus flacas y amarillas manos en el momento en que iba a coger el ramillete

Isidorita iba a olerlo pero tambieacuten se detuvo La Gobernadora de las armas no se moviacutea de su sitio y Cachorro viendo que nadie queriacutea tomar el ramo lo dejoacute sobre la mesa Pero el chusco sacristaacuten debiacutea sentir en su alma necesidad imperiosa de expansioacuten porque estirando los brazos y haciendo castantildeetear los dedos y dando ligero brinco dijo alegremente

-Sentildeoras el cura se ha ido iexclAh me ha encargado que las obsequie a ustedes En la sacristiacutea ha dejado bizcochos una botella de anisete y tres de vino muy rico pero muy rico Al marcharse el Sr D Silvestre me dijo laquoVe y pregunta a esas sentildeoras si quieren tomar alguna cosa Las pobrecitas han estado trabajando todo el diacutearaquo

-Yo no quiero nada -dijo Teresita meditabunda

-Yo tengo mala la cabeza

-Mejor que mejor -afirmoacute Cachorro dando una palmada [48]

-Y yo no estoy bien del estoacutemago -indicoacute la Gobernadora

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-Eso quiere decir que vaya por el calicem salutis iquestPero queacute tienen las sentildeoras -antildeadioacute observaacutendolas preocupadas- iquestNo quieren poner el ramo en las alforjas

Aspirando el delicado olor de las tempranas rosas hizo un mohiacuten grotesco

-Sentildeoras- dijo- iquestsaben ustedes que esto me huele a judiito pasado En fin voy por aquello

De un brinco se puso en la puerta y desaparecioacute Las tres damas habiacutean revestido su semblante de una seriedad oficiosa y la maacutes respetable de ellas expresoacute el pensamiento de la cofradiacutea en esta forma

-Esas flores no se pueden poner en las alforjas

-No deben ponerse

-Es claro porque ella estaacute en pecado mortal

-Seriacutea un ultraje un sacrilegio

Cachorro entroacute de nuevo con una gran bandeja de pasteles bizcochos y algunas botellas

-Corpus et sanguinem -exclamoacute desde la puerta y avanzoacute alzando la bandeja a la altura de la cabeza con la actitud propia de los mozos de cafeacute- Aquiacute estaacute lo que resucitoacute a Laacutezaro [49] Parece que sigue la perplejidad iquestSe ponen o no las flores judaicas

-Mi opinioacuten es que no se pongan -afirmoacute la de Amarillo consultando con la mirada a sus amigas

-En fin iquesttenemos concilio ecumeacutenico para decidir

-Mi opinioacuten -manifestoacute la Gobernadora- es que se pongan puesto que el cura lo ha mandado asiacute Nuestro primer deber es la obediencia

-Es verdad

-Tiene razoacuten

-Poacutengase el ramo -ordenoacute la Monja apartando con soberano desdeacuten sus ojos del animalito a punto que Cachorro le poniacutea la preciosa carga de flores contrapesaacutendolas con el racimo de panojas que estaba preparado para el caso

Las tres damas habiacutean concluido su tarea pues si bien las flores artificiales no estaban puestas en los agujeros de las andas ya habiacutean sido ordenadas en graciosos ramilletes por quien era tan maestra en floreos Fatigadas de tanto trabajo se habiacutean sentado en tres sillas preparadas para el objeto por el sacristaacuten y contemplaban en silencio su obra pudieacutendose observar en el semblante de dos de ellas la satisfaccioacuten y el arrobo del artista vencedor mientras [50] la de Amarillo frunciendo la dorada piel de la frente demostraba hallarse embebecida en otros pensamientos

-Todaviacutea no sale de la casa -dijo cual si contestara a una pregunta que nadie le habiacutea hecho

-iquestQuieacuten

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-La sentildeorita Gloria

-Hace bien -afirmoacute la del Rebenque- Su verguumlenza es mucha

-iexclQueacute mimitos iquestTambieacuten tiene verguumlenza de venir a la iglesia iquestNo estaacute ya convencida de que no puede casarse iquestA queacute aspira iquestPiensa que en Ficoacutebriga se le seguiraacute teniendo el amor que siempre merecieron los Lantiguas iquestCreeraacute conservar la respetabilidad del difunto D Juan a quien matoacute con sus liviandades Por supuesto que la nintildea conservaraacute su orgullito y cuidado coacutemo se pone en duda que es la primera persona del pueblo

-iquestY no ha salido auacuten

-Ni siquiera al jardiacuten Se levanta a las seis toma chocolate se peina Yo lo observo todo desde mi ventana alta Lee en dos o tres libros trabaja en costura va a la biblioteca de su padre vuelve se acuesta temprano le suben la comida no habla [51] casi nada iexclY queacute destrozada tiene la casa Da laacutestima verla Pero Juan me asegura que seraacute nuestra y en verdad que la pobre lo merece

A la sazoacuten habiacutea empezado a escanciar el sacristaacuten

-Vaya Sra Dordf Isidora usted diraacute -indicoacute inclinando la botella sobre el cortadillo

-Una gota nada maacutes que una gotita Basta hombre basta que tomo eso para ver si mi estoacutemago entra en caja

Isidorita gustoacute del precioso licor La Gobernadora de las armas hizo ascos al anisete pero no a un delicado neacutectar de la Nava que en otra botella teniacutea el sentildeor Cachorro y lo acompantildeoacute con bizcochos para que la confortase maacutes

-Esto da la vida -gruntildeoacute Agustiacuten probando de una y otra cosa

Teresita no proboacute nada

-Vamos vamos a colocar las flores -dijo a sus amigas poniendo fin al descanso- Auacuten queda algo que hacer Por cierto que si yo no hubiera mandado traer las flores de S iexclDios miacuteo iexclQueacute abandonado teniacutean esto los Lantiguas

-Sentildeora iquestqueacute es esto iquestqueacute tengo yo -murmuroacute la Gobernadora pasaacutendose la mano [52] por los ojos- Si parece que se me va la cabeza

-Pues a miacute tambieacuten -antildeadioacute Isidorita daacutendose aire- Este sentildeor Cachorro nos ha dado alguacuten brebaje

-Aacutenimo sentildeoras eso se llama hallarse en estado anacreoacutentico como dice D Bartolomeacute Barrabaacutes Cuando no es vicio no es pecado

-Vaacuteyase usted allaacute borrachoacuten iquestCree que somos como eacutel

En el mismo instante sintiose un chasquido como de madera que se agrieta la alforja habiacutea caiacutedo de los lomos del pollinito y por el suelo rodaban las panojas y el ramo

Teresita y Dordf Isidora se miraron aterradas

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-Es que se ha caiacutedo el clavo que sujetaba la alforja -dijo Agustiacuten examinando el animal- Ya se ve Estaacute la madera apolillada y se cae a pedazos Digo lo que Teresita Esos Lantiguas teniacutean muy abandonados a los asnos del Sentildeor

-No se comprende coacutemo han podido desprenderse las alforjas -antildeadioacute la Monja acercaacutendose con cautela

El sacristaacuten tomoacute el ramo

-No lo que es mientras yo dirija esto -manifestoacute la sentildeora de Amarillo gravemente- no [53] se vuelven a poner tales flores sobre el pobre animalito Hay algo sentildeoras aquiacute hay algo que no comprendemos

-Yo he visto al asnito dar coces y tirar las alforjas -dijo la Gobernadora de las armas- Siacute sentildeoras lo he visto

-iexclJesuacutes iquestque dice esa mujer -exclamoacute con terror Teresita- Yo no he visto nada de coces pero aquiacute hay algo indudablemente aquiacute hay algo

-Eso no tiene duda -repuso Cachorro con coacutemica gravedad tirando de la oreja al asno- Aquiacute hay algo Cuando yo digo que este bergante tiene malas mantildeas

-Hermano Cachorro -dijo Teresita- haacutegame usted el favor de tomar este ramillete y ponerlo sobre una silla Yo no lo toco con mis manos

-Ni yo

-Pues ni yo

El sacristaacuten que habiacutea salido llevaacutendose las botellas volvioacute sin ellas y dijo en voz baja

-Ahiacute estaacute la Sra Dordf Serafina Viene a ver coacutemo ha quedado esto

-iexclQueacute a tiempo llega iquestEn doacutende estaacute

-En la capilla rezando

-Voy a hablarle Sigan ustedes colocando los ramos de trapo -dijo la Monja [54]

Pero las dos amigas no podiacutean tenerse faacutecilmente en pie

En la capilla de hinojos devotamente humillada ante el altar de su familia y junto a los sepulcros donde reposaban sus ilustres antepasados estaba Dordf Serafina de Lantigua No vio acercarse a la Sra de Amarillo que pasoacute lentamente por la puertecilla del arco escarzano y se fue acercando poco a poco maacutes como quien resbala que como quien anda Cuando silboacute la primera palabra de saludo al oiacutedo de la ilustre sentildeora esta se estremecioacute exhalando ligero grito

-iexclAh sentildeora -exclamoacute- me ha asustado usted

-Mi queridiacutesima amiga -dijo Teresita daacutendole la mano []

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- VI -

Domingo de Ramos

En la mantildeana del Domingo D Buenaventura dijo a su hermana

-Ya la he convencido de que debe ir hoy conmigo a la preciosa funcioacuten de las palmas

-iexclLa pobre hace un gran sacrificio -dijo Serafinita- Pues si la llevas que se arregle pronto Yo me voy delante que tengo que rezar

Y tomando su bastoacuten negro salioacute D Buenaventura tuvo que esperar alguacuten tiempo y discutiendo con Gloria sobre el mismo tema oyoacute de sus labios estas palabras

-Bien tiacuteo ireacute porque no diga usted que no le complazco No tengo gusto en salir pero por lo mismo por lo mismo saldreacute

Poco maacutes tarde la sentildeorita de Lantigua saliacutea de la casa paterna en compantildeiacutea de su tiacuteo despueacutes [56] de muchiacutesimos diacuteas de reclusioacuten voluntaria Vestiacutea de riguroso luto con el cual su palidez era realzada Grande y triste huella habiacutean dejado en su rostro antes lleno de gracia y lozaniacutea los huracanes que pasaron meses atraacutes y todas las penas que dejaron tras siacute las cuales bastariacutean a consumir y acabar la belleza maacutes perfecta Pero la de Gloria maacutes que perdida pareciacutea modificada adquiriendo una como dulce madurez y pateacutetico aire de consternacioacuten que inspiraba laacutestima a cuantos sin odio la veiacutean Habiacutea adelgazado bastante aumentaacutendose asiacute la fascinadora elocuencia de sus ojos Cuando miraban pareciacutean comunicar extraordinaria angustia hasta a los objetos inanimados Si antantildeo todo lo que perpetua o pasajeramente apareciacutea unido a su persona deciacutea laquogracia amor esperanzaraquo ahora todo deciacutea laquocompasioacutenraquo Verla y no sentir el maacutes vivo intereacutes hacia ella era imposible

Antes de que sobrina y tiacuteo llegaran a la Abadiacutea ya se habiacutean repetido mucho en Ficoacutebriga estas palabras laquola sentildeorita Gloria ha salidoraquo En el uacuteltimo cabo de la villa repetiacutea un eco de femeninas voces laquoha salidoraquo Los muchachos que estaban en la puerta del templo por ser diacutea de ceremonia la miraron unos con asombro casi todos con laacutestima algunos con [57] curiosidad descorteacutes y sin delicadeza Ella pasoacute con los ojos bajos tomando el brazo de su tiacuteo Dentro de la iglesia sintioacute gran fatiga a causa del esfuerzo que habiacutea hecho pero su espiacuteritu experimentoacute una dilatacioacuten placentera suacutebito arrebato de sentimiento religioso que por breve espacio la tuvo sobrecogida y anonadada

-Vete a nuestra capilla y sieacutentate que estaraacutes cansada -le dijo D Buenaventura al darle el agua bendita

En aquel instante empezaba la sublime ceremonia de la bendicioacuten de las palmas y el coro cantaba Hosanna filio David Benedictus qui venit nomine Domini iexclOh Rex Israel Hosanna in excelsis

Estas palabras resonaron en el alma de la joven con atronador llamamiento y se sintioacute confundida ante una superior grandeza Detuacutevose junto a la pila de agua bendita sin poder dar un paso D Buenaventura tomaacutendole la mano le dijo

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-Si quieres ven conmigo al altar mayor para que veas al Salvador que estaacute puesto en sus andas para salir esta tarde

-No no quiero verle -repuso Gloria con suacutebito terror dejando caer la cabeza sobre el pecho [58]

D Buenaventura al tomarle la mano notola friacutea y temblorosa

-iquestQueacute tienes -le dijo- iquestEstaacutes mala Sieacutentate Has hecho un esfuerzo demasiado grande al venir de casa a aquiacute Yo voy a sentarme en los bancos del centro Vete a nuestra capilla

El subdiaacutecono habiacutea empezado a cantar la dramaacutetica relacioacuten del Eacutexodo laquoY llegaron a Elim donde habiacutea doce fuentes de agua y setenta palmas y asentaron alliacute junto a las aguasraquo Este sublime capiacutetulo mosaico contiene las murmuraciones de los israelitas contra Moiseacutes por haberles llevado al desierto despueacutes de pasar el mar Rojo la escasez que sufrieron y oacuteyese la tremenda voz de Jehovaacute que les dice Ecce ego pluam vobis panem de caelo laquoHe aquiacute que os hareacute llover pan del cieloraquo

Gloria conociacutea perfectamente estos cantos y toda la serie de interesantes ceremonias de aquel claacutesico diacutea Sabiacutea que la salida de Egipto era la redencioacuten el manaacute la gracia y contemplando en su espiacuteritu tan maravillosas ideas trataba de regocijarse en ellas

-Ireacute a la capilla -dijo a su tiacuteo

Auacuten tardaron alguacuten rato en separarse D Buenaventura se dirigioacute a los bancos del [59] centro donde estaban las autoridades mientras Gloria entraba en su capilla cuando el diaacutecono cantaba la Sequentia En la capilla de Lantigua habiacutea muchas mujeres Gloria creyoacute encontrar alliacute a su tiacutea pero esta habiacutea ido a la capilla de los Dolores Entroacute la sentildeorita sin mirar a las que de rodillas o sentadas en los bancos asistiacutean devotamente al parecer a la piadosa ceremonia Si Gloria hubiera atendido maacutes a lo que ocurriacutea a su alrededor que a lo que pasaba en su espiacuteritu habriacutea visto que desde que entroacute en la capilla fue observada con impertinentiacutesima atencioacuten por las fieles que entre todas distinguiacutease una por su indiscreto reconocimiento de las facciones y del vestido de la desgraciada hueacuterfana Despueacutes oyose en la capilla sordo cuchicheo de murmuraciones y susurrantes comentarios el cual empezando por un rincoacuten se fue extendiendo hasta agitar todo el conjunto de negros mantos Uniacuteanse unas a otras las cabezas buscaban los movibles labios el oiacutedo inquietaacutebase el rebantildeo y por uacuteltimo sonaron tambieacuten las almidonadas faldas al levantarse tal cual oveja que padeciacutea gran desasosiego Gloria no alzaba los ojos de su libro de rezos Si los alzara habriacutea visto a Teresita la Monja acompantildeada de sus tres sobrinas las hijas del escribano D Gil Barrabaacutes [60] Pero si no se cuidoacute de su presencia advirtioacute siacute que la sentildeora de Amarillo se levantaba y dando terminante orden a las nintildeas saliacutea con ellas de la capilla

Gloria distraiacuteda un momento por esta brusca desaparicioacuten volvioacute a atender a su piadosa lectura Pero no habiacutean pasado dos minutos cuando otra sentildeora seguida de dos nintildeas abandonoacute tambieacuten la capilla Era la Gobernadora de las armas

-Huyen de miacute -pensoacute Gloria

Al poco rato otras dos sentildeoras y un hombre huyeron tambieacuten de la capilla como se huye de un sitio infestado Soacutelo quedaron dos viejas y un anciano marinero que atentos con profunda edificacioacuten al acto religioso no poniacutean mientes en lo demaacutes Gloria sintioacute

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opresioacuten insoportable en su pecho y una necesidad de llorar que no podiacutea satisfacer pero al fin de sus ojos corrieron a raudales las laacutegrimas cuando oyoacute cantar laquoOh Dios que enviaste a tu hijo a este mundo para salvarnos para que se humillara entre nosotrosraquo

El sacerdote habiacutea bendecido las palmas que fueron rociadas con agua bendita y ahumadas con incienso Distribuidas aquellas empezoacute la procesioacuten El coro entonaba el capiacutetulo [61] de San Mateo Cum apropincuaret Dominus Gloria cerroacute los ojos orando recogidamente y con profunda ternura mientras pasaban cleacuterigos y seglares No queriacutea ver nada ni mirar al presbiterio donde estaban el Salvador y el borriquito interesante objeto de la atencioacuten general y del fervor maacutes piacuteo por parte de los chicos Sentiacutea los lentos pasos el grave canto la humareda de incienso el murmullo del conmovido pueblo y sometiendo su imaginacioacuten y su pensamiento a la idea religiosa de tan bello siacutembolo contemplaacutebalo en toda su grandeza y sublime significado

Las ceremonias con que la Iglesia conmemora en Semana Santa el extraordinario enigma de la Redencioacuten son de admirable belleza Si bajo otros aspectos no fueran dignas de excitar el entusiasmo cristiano seriacuteanlo por la importancia que tienen en el orden esteacutetico Su sencilla grandeza ha de cautivar la fantasiacutea del maacutes increacutedulo y comprendieacutendolas bien penetraacutendose de su pateacutetico sentido es por lo menos frivolidad mofarse de ellas Queacutedese esto para los que van a la iglesia como al teatro que son en realidad de verdad porcioacuten no pequentildea de los catoacutelicos maacutes catoacutelicos a su modo con falaz creencia de los labios de rutinario entendimiento y corazoacuten vaciacuteo [62]

Es evidente que las ceremonias de Semana Santa despiertan ya poco entusiasmo y muchos que se enfadan cuando se pone en duda su catolicismo las tienen por entretenimiento de viejas chiquillos y sacristanes Soacutelo en Jueves Santo cuando la afluencia de mujeres guapas convierte a las iglesias en placenteros jardines de humanas flores son frecuentadas aquellas por la varonil muchedumbre de nuestro lisonjero estado social el maacutes perfecto de todos seguacuten declaracioacuten de eacutel mismo Nuestra sociedad se cree irresponsable de esta decadencia y la atribuye al excesivo celo y mojigateriacutea de la generacioacuten precursora la cual adulando al clero y adulada por eacutel quitoacute a las ceremonias religiosas su conmovedora sublimidad y grandeza iquestCoacutemo multiplicaacutendolas sin criterio y hacieacutendolas complejas y teatrales por el abuso de imaacutegenes vestidas de procesiones y pasos y traspieacutes irreverentes impropios profanos sacriacutelegos irrisorios por la introduccioacuten de praacutecticas que nada antildeaden a la hermosa representacioacuten simboacutelica de los misterios por la falta de seriedad y edificacioacuten que trae consigo la inmistioacuten de seglares beatos en las cosas del culto No es faacutecil designar quieacutenes son responsables de esto pero a nadie se oculta el hecho peregrino de que en el paiacutes catoacutelico por excelencia [63] las cuatro quintas partes de los fieles se resistan a tomar parte en ese carnaval de las mojigatas como dicen muchos que oyen misa por costumbre y aun confiesan y comulgan aunque no sea sino por no parecer demagogos [64]

- VII -

Tiacutea y sobrina

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Despueacutes de la procesioacuten de las palmas y de la belliacutesima ceremonia y caacutenticos en la puerta al regreso de aquella se celebroacute la misa de Pasioacuten Muy tarde salieron de ella y don Buenaventura fue en busca de su sobrina para dirigirse a la casa donde les aguardaba la comida No les acompantildeoacute a esta funcioacuten dontildea Serafina porque ayunaba y sin maacutes sustento que el chocolate se estaba todo el diacutea en la iglesia hasta el anochecer hora en que iba a su casa y tomaba la colacioacuten

D Buenaventura llevoacute nuevamente a Gloria por la tarde a la Abadiacutea para que viese salir la procesioacuten del Salvador Dejola en la capilla repitiose el mismo desaire de la mantildeana pero ni un instante decayoacute el valeroso aacutenimo de la joven Cuando se puso en marcha la procesioacuten [65] y salioacute el Salvador Gloria cerroacute los ojos para no verlo Pasaron salieron todos santos cleacuterigos sentildeores pueblo En la Abadiacutea no quedan sino algunos ancianos invaacutelidos dos cojos y las nubes de incienso suspendidas con imperceptible movimiento en el aire Gloria al hallarse casi sola encontroacute maacutes faacutecil la subida de su mente hacia Dios y la angustia que oprimiacutea su pecho comenzoacute a aliviarse Ya su cuerpo se fatigaba extremadamente de estar de hinojos y se levantoacute para sentarse en un banco cuando oyendo pasos acompantildeados de un golpecillo de bastoacuten reconocioacute la persona de su tiacutea que se acercaba Serafinita entroacute en la capilla

-Al fin has venido -le dijo- iexclPobrecita mi hermano es muy terco y pesado Perdoacutenale porque su intencioacuten ha sido buena

-iquestPerdonarle Antes le agradezco que me haya hecho salir Me siento bien

-iquestTe sientes bien -dijo Serafinita con expresioacuten de laacutestima- iquestEstaacutes contenta

-Contenta no pero tranquila siacute

-Y yo que veniacutea a consolarte

-iquestA consolarme iquestDe queacute

-Entremos en el camariacuten Tengo que hablarte Alliacute descansaraacutes mejor

Ambas entraron Gloria vio sobre una silla [66] abandonado pisoteado mustio y lleno de polvo el ramo que entregara a D Silvestre con el fin que sabemos

-iexclEstaacute aquiacute -exclamoacute con asombro fijando los ojos en su tiacutea

-Ahiacute estaacute siacute -repuso Serafinita sentandose- Ya debiacuteas comprender que no podiacutea estar en otra parte Ayer no quise decirte nada pero ya penseacute que podiacuteas excusar ese regalo de flores al Salvador imagen protectora de nuestra familia

Absorta y anonadada Gloria no halloacute en su pensamiento palabras para contestar Miraba a su tiacutea y despueacutes a las flores cual si de estas maacutes que de aquella debiera esperar explicacioacuten razonable

-Es verdad -dijo al fin sollozando- No debiacute mandarlo

-Esas buenas sentildeoras -continuoacute Serafinita- tuvieron escruacutepulos que yo disculpo Te consideran en pecado mortal Ya ves Es preciso respetar las creencias generales Yo comprendo bien que en esta deplorable fama de tu verguumlenza hay algo de injusticia y desde ayer algunas ideas supersticiosas

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-iquestQueacute ideas -preguntoacute Gloria

-Dicen que ayer cuando el borriquito sintioacute encima el peso de tu ramo empezoacute a dar [67] coces y a sacudirse hasta que lo arrojoacute de siacute Seriacutea alucinacioacuten o quizaacutes alguacuten hecho casual alterado por los sentidos Pero sea lo que quiera y aunque suprimamos el sobrenatural prodigio siempre quedaraacute la aterradora idea

-iexclDe que estoy en pecado mortal iexclde que estoy condenada -exclamoacute la sentildeorita de Lantigua- iexclOh querida tiacutea iquestestaacute usted segura de no equivocarse

-Yo no creo que el estado de tu conciencia sea tan malo como piensa la gente pero la opinioacuten del pueblo en que vivimos y que siempre nos ha demostrado tanto carintildeo es muy desfavorable a ti

-Ya lo he comprendido

-Si no hubieras salido hoy de casa como yo queriacutea -dijo la sentildeora sollozando a causa de la afliccioacuten real que la atormentaba- ni tuacute ni yo pasariacuteamos las amarguras que hemos pasado hoy a causa del atroz desaire de que has sido objeto

-Es cierto siacute Varias personas se retiraron de la capilla cuando yo entreacute -dijo Gloria a medias palabras

-iexclOh -exclamoacute Dordf Serafina llevando ambas manos a su sereno rostro y llorando sin consuelo- Grandes penas he sufrido pero nunca se ha sonrojado mi cara como hoy al ver [68]

El llanto la ahogaba

-Al ver -prosiguioacute- que en esta villa en esta santa iglesia en nuestra capilla habiacutea de ocurrir una escena semejante iexclCoacutemo podiacutea ocurriacuterseme que al entrar en ella la hija de mi hermano la hija de aquel que fue tan justamente querido en todas partes de aquel que tanto enaltecioacute con sus virtudes y con su talento el nombre de Lantigua iexclcoacutemo podriacutea yo pensar que al entrar tuacute una mujer de mi sangre y de mi nombre en esta capilla habiacutean de huir escandalizados los fieles con espanto de tu compantildeiacutea

Gloria no contestoacute Con las manos cruzadas sobre las rodillas tocando la barba en el pecho oiacutea el lastimoso clamor de su tiacutea hallaacutendose decidida a apurar sin protesta aquel caacuteliz

-Yo lo sufro con paciencia -continuoacute dontildea Serafina tomando las manos de Gloria y estrechaacutendolas con carintildeo- Yo lo sufro con paciencia y ademaacutes hija de mi alma reconozco que tienen razoacuten

Al oiacuter esto Gloria hizo un movimiento Sus labios se desplegaron incitados por la palabra que queriacutea salir pero no dijo nada y volvioacute a inclinar la cabeza

-Siacute -antildeadioacute Serafinita- siacute tienen razoacuten El carintildeo que te tengo no me ciega [69] hija y veo con claridad tu tristiacutesimo estado y disculpo a las personas que apartan de tu presencia a las tiernas nintildeas Si hicieras lo que yo te ruego a todas horas Si siguieras mis indicaciones que son las de una madre desinteresada y se ajustan al criterio de tu padre y a la voluntad de tu santo tiacuteo entonces querida Gloria iexclcuaacuten distinta seriacutea tu situacioacuten ante Dios y ante los hombres Las circunstancias terribles de tu caiacuteda exigen que renuncies a todo que mueras para el mundo para la sociedad para todo

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absolutamente para todo que soacutelo vivas para Dios Gloria amada hija miacutea -antildeadioacute alzando la voz con acento que teniacutea mucho de terrible- muere muere para el mundo si quieres salvar el alma

-iexclMuerta estoy -murmuroacute Gloria con un gemido

-No porque esperas auacuten en cosas de la tierra

-No espero nada -repuso la hueacuterfana- Acepto la expiacioacuten horrible que me ha sido impuesta y la acepto sin ira con humildad Perdono las injurias no siento ni aborrecimiento ni antipatiacutea por los que han hecho de mi nombre la palabra del escaacutendalo no direacute una sola voz por defenderme porque seacute que todo lo merezco que mis culpas son grandes [70] bebo hasta lo maacutes hondo hasta lo maacutes repugnante de este caacuteliz amargo y ofrezco a Dios mi corazoacuten llagado que chorrea sangre y que jamaacutes en lo que le resta de vida daraacute un latido que no sea un dolor

-Padeces siacute padeces -dijo la tiacutea con amor- pero no lo bastante Hay en tu mismo martirio y en esa expiacioacuten de que hablas una independencia una rebeldiacutea que ya es un nuevo pecado

-iquestQueacute debo hacer para no ser rebelde Estoy dispuesta a todo -dijo Gloria arrojando fuera hasta el uacuteltimo aacutetomo si asiacute puede decirse de libre albedriacuteo

-Reconciliarte completamente con Dios

-iquestNo lo estoy ya

-Creer todo lo que manda la Santa Madre Iglesia

-Bien Lo creo

-Y despueacutes despueacutes entrar en un convento

Al oiacuter esto Gloria alzoacute la cabeza Creeriacutease que en su alma estallaba repentina sublevacioacuten de sentimientos poderosos que no podiacutea dominar Sin duda iba a decir algo eneacutergico y categoacuterico porque sus negros ojos brillaron y sus labios palidecieron pero la voluntad maacutes firme cuanto maacutes combatida cayoacute como la losa [71] de un sepulcro sobre aquello que con audacia se levantaba y bien pronto todo su espiacuteritu fue paciencia

-Si un convento -dijo sordamente- es un sepulcro donde se entra viviendo yo quiero vivir para todo lo que no sea Dios y mi remordimiento quiero vivir en la soledad maacutes negra y maacutes completa que pueda imaginarse quiero que mi nombre no exista maacutes en la memoria de nadie sino es en la de aquellos que lo pronuncien para ultrajarme y que mi persona en el mundo sea como una figura trazada en el agua

-iexclAh -exclamoacute con un poco de alteracioacuten Dordf Serafina- ese es el peacuterfido sofisma del mundo No no De esos conventos que labra el alma de siacute misma se puede salir iexclNo no mil veces No tenemos garantiacutea de la perpetuidad de tu reclusioacuten y esa garantiacutea la necesitamos a un tiempo la Iglesia y tus parientes la exigen la fe que profesamos y el decoro social iexclAh pobre hija miacutea pieacutensalo bien esta solucioacuten que te propuse desde el primer diacutea es la uacutenica posible

-La solucioacuten es padecer -dijo Gloria con voz firme

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-iexclOh no me lo niegues no me lo niegues tuacute esperas [72]

-Espero en Dios

-No tuacute esperas en cosas livianas tuacute esperas en el mundo Sin sospecharlo tuacute misma estaacutes solicitada por el pecado que ya te hundioacute en los abismos iexclAy no puedes apartar de ti esa viacutebora Confieacutesalo reconoacutecelo

-No espero nada del mundo -dijo Gloria con tranquilidad

-Siacute tuacute esperas Auacuten te tiene en sus garras la bestia horrible Gloria hija miacutea iquestno cabe en tu mente la cristiana idea de la muerte social que es la salvacioacuten del alma la muerte de las impuras pasiones en cuyo punto empieza la eterna y gloriosa vida

-No puedo morir maacutes de lo que muero para el mundo

-Desgraciada suentildeas con una reparacioacuten imposible

-No hay reparacioacuten para miacute

-Mientras sobre la tierra aliente un hombre tuacute no tendraacutes valor para arrancarte de la tierra La tienes asida con tus manos y aunque te quemas todaviacutea no quieres soltarla

-Arrancada estoy He renunciado a la reparacioacuten al matrimonio al amor mismo Yo arrancareacute cuanto existe en miacute de aquel tiempo hasta los recuerdos para estar todo lo sola que deseo [73]

-iquestPero sabes tuacute lo que podraacute ocurrir Ese hombre te ha solicitado de nuevo te ha buscado

-No he querido verle ni escribirle

-Eso no basta Tu situacioacuten siempre es equiacutevoca y deshonrosa iexclBaldoacuten para ti y para tu familia Gloria hija de mi corazoacuten entra entra en un convento que es la solucioacuten natural de tu desgracia irreparable la solucioacuten religiosa la solucioacuten social

Abrazaacutendola con ternura Serafinita besoacute a su sobrina en la frente La infeliz penitente entre ahogados sollozos exclamoacute con categoacuterica determinacioacuten

-Jamaacutes jamaacutes querida tiacutea entrareacute en un convento

-Dime la razoacuten diacutemela -suplicoacute Serafinita

-iexclLa he dicho tantas veces Es lo uacutenico que queda en miacute de la voluntad extirpada lo uacutenico que resta despueacutes del sacrificio de toda mi persona el uacutenico deseo de quien a nada aspira en el mundo el uacutenico moacutevil por el cual mi estancia en la tierra merece el nombre de vida

-Siempre la misma falsa idea Tuacute esperas esperas -repitioacute Serafinita moviendo la cabeza- Eso es esperanza y esperanza del mundo [74]

-Yo creiacute que era sacrificio y virtud

-Siempre la misma idea -volvioacute a decir la dama moviendo la cabeza con desaliento como el que ve perdido aquello que quiere salvar- Siempre el lazo que te ata a la vida y

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que te seduce porque es en su origen es noble y generoso No te dejes engantildear por sentimientos que no te corresponden ya por sentimientos hija miacutea a los cuales no tienes derecho a causa de tu culpa

-Si es asiacute -exclamoacute Gloria con sumisioacuten demostrando el agudiacutesimo dolor que la dominaba- mi castigo seraacute infinitamente superior a mi pecado y este es muy grande

-No tienes idea de la grandeza de las penas Te pareces al que por un rasguntildeo se lamenta como si tuviera terribles heridas iexclPadecer iquestSabes bien hasta doacutende alcanza esta idea iquestSabes bien todo lo que cabe en las fuerzas del humano espiacuteritu trataacutendose de padecer Es lo uacutenico en que el ser humano no conoce liacutemites ni debe desearlos Fiacutejate bien en la Pasioacuten que conmemoramos los catoacutelicos en esta semana y tus pueriles alardes de sufrimiento te causaraacuten risa Quiacutetale al presente dolor la amenaza de otro dolor maacutes grande y te pareceraacute un consuelo iexclLa resignacioacuten iquestSabes lo que entrantildea esta palabra Contiene el propoacutesito firme de [75] aceptar todas las amarguras que pueden venir detraacutes de las que por el momento apuramos Tuacute no lo comprendes asiacute no vas hasta el uacuteltimo extremo no aceptas la totalidad de tu expiacioacuten y hacieacutendote juez de tu propia causa te sentencias a un aislamiento placentero y tranquilo donde sabraacutes rodearte de delicias Renunciando soacutelo a los gustos que no valen nada te quedas con aquello que por ser muy bueno sirve para premio de las maacutes altas virtudes

Gloria gimioacute con dolor al oiacuter esto

-iexclDonosa resignacioacuten la tuya -antildeadioacute Serafinita- iexclLindo modo de purificarte por el martirio Si Jesuacutes despueacutes de azotado hubiera huido cuando le iban a crucificar iquestcrees que habriacutea redimido al geacutenero humano Pues tuacute haces eso crees tener bastante con los azotes y huyes de la cruz Tu resignacioacuten seraacute ineficaz para tu alma si no es completa absoluta si no comprende la renuncia de todo absolutamente de todo

Dordf Serafina al decir esto abrazoacute y besoacute tiernamente a su sobrina la cual agobiada en extremo repetiacutea bantildeada en laacutegrimas

-Todo absolutamente todo

Era necesaria la gran mansedumbre que se habiacutea impuesto y que ella teniacutea para no caer [76] en la maacutes negra desesperacioacuten Sin rechazar las terribles afirmaciones de su tiacutea que todaviacutea no podemos comprender bien por ignorar el hecho que las ocasiona Gloria no podiacutea menos de dar salida a una dolorosiacutesima queja que brotando de lo maacutes iacutentimo de su angustiado pecho se manifestaba en estas breves palabras

-iexclOh iexclqueacute crueldad queacute crueldad

-No te sofoques maacutes ahora -dijo la buena tiacutea besaacutendola tiernamente- Ya tendremos tiempo de hablar de este asunto Volvamos a la iglesia No seacute coacutemo no ha vuelto ya la procesioacuten No siento nada Es extrantildeo

iexclInaudito caso La procesioacuten que no debiacutea emplear maacutes de cuarenta minutos en recorrer su carrera no habiacutea vuelto auacuten despueacutes de transcurrida una hora

-No salgas asiacute -antildeadioacute Serafinita- Sosieacutegate y aguarda en el camariacuten un ratito Voy a ver por queacute se ha encantado esa procesioacuten

Dordf Serafina al salir a la capilla vio con asombro que entraban alborotadas algunas mujeres oyoacute rumor de voces y gritos en la plaza

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-Ya -dijo al fin buscando una razoacuten- Llueve sin duda y se ha desorganizado la fiesta

Pero no luciacutea espleacutendido sol y la tarde estaba serena [77]

- VIII -

El Salvador en la calle

Luciacutea sol espleacutendido cuando la procesioacuten salioacute a la calle Alzadas las andas sobre los robustos hombros descollaba entre la multitud de cabezas descubiertas y entre el movible bosque de gallardos palmitos el asna que sosteniacutea al Salvador del mundo La hermosa cabeza de este animada de celeste expresioacuten vital por la inspiracioacuten del artista era centro de las miradas y de la atencioacuten del devoto pueblo Aquel Sentildeor tan bueno tan hermoso tan amigo de Ficoacutebriga pareciacutea sonreiacuter a sus amados hijos y decirles laquoAl fin estoy otra vez entre vosotros queridos miacuteosraquo El que entroacute en Jerusaleacuten saludado por el hosanna y las aclamaciones de triunfo no podiacutea ser de otra manera que aquel tan bello y afable con su rizada barba sus ojos que miraban como soacutelo puede [78] mirar el que despueacutes de haber fabricado los mundos vio que eran buenos su delicado perfil y las graciosas bandas de cabellos que partidos sobre la frente caiacutean sobre sus hombros

A su lado iba el borriquito Llevaba sus alforjas provistas para lo que pudiera suceder circunstancia que aumentaba la gracia de su presencia en aquel sitio produciendo en el pueblo sin menoscabo de la devocioacuten una hilaridad de buen gusto En uno de los huecos de las alforjas cargaba racioacuten cumplida de doradas panojas y en la otra un ramo que fue puesto alliacute por la sentildeora de Amarillo en sustitucioacuten de otro que no serviacutea

Algo impropia de la severidad humilde de quien quiso entrar en la celestial Jerusaleacuten caballero de una jumenta era la vestidura de terciopelo bordada de oro pero pase este exceso de piedad la cual cuando es grande quiere expresar el ardor y grandeza de los sentimientos con objetos materiales de extraordinario valor

El sol hiriendo los bordados daba al Rey de los reyes aspecto semejante al de un temporal soberano de Oriente pero de todo esto puede hacer caso omiso el artista cristiano porque aquella cara sin igual aquella mano que se alza amonestando aquellos desnudos pies que pronto [79] seraacuten clavados a un lentildeo no son de nadie maacutes que de Eacutel

Cantaba el coro Turba multa clamabat Domio Benedictus qui venit in nomine Domini Hosanna in excelsis destacaacutendose con singular tono de fervor la voz de Joseacute Mundideo a quien se habiacutea concedido poco antes la plaza de sepulturero con la condicioacuten de ir a cantar a la Abadiacutea en los diacuteas solemnes porque su mucha praacutectica del coro le haciacutea necesario No lejos de eacutel iba Sildo con el incensario echando unas humaredas que pareciacutean nubes

D Silvestre llevaba su capa pluvial con mundana elegancia y presidiacutea la ceremonia religiosa con regocimiento y circunspeccioacuten cual hombre que sabe su oficio Al padre Poquito que haciacutea de diaacutecono le arrastraba la dalmaacutetica por ser eacutel de menguadiacutesima estatura y marchaba con los ojos bajos y toda su cara contrita y afligida como la de quien siendo aacutengel se cree pecador

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Maacutes atraacutes iba D Juan Amarillo henchido de vanidad por hallarse en la plenitud de sus funciones municipales sintiendo algo grande y divino en su mente augusta Representaba alliacute la autoridad humana protegiendo y amparando con su tutelar brazo a la divina y en tal ley era preciso que su persona estuviese a la altura [80] de tan insigne papel Andaba con lento y muy marcado compaacutes y a cada paso hundiacutea con fuerza en el suelo la contera de su bastoacuten de aacuteureo puntildeo pareciendo decir laquoiexclCuaacuten feliz eres oh Ficoacutebriga en estar bajo mi manoraquo Al mismo tiempo ni esta especie de endiosamiento ni ninguacuten otro estado peculiar de su elevado espiacuteritu podiacutean hacer que D Juan Amarillo olvidase en tan delicada ocasioacuten los deberes que su cargo le imponiacutea y asiacute era que ni por un instante daba reposo a los ojos para observar todo lo que en el decurso majestuoso de la procesioacuten podiacutea ocurrir Su cara no cesaba de moverse ora para mirar a la gente ora para ver si entorpeciacutean los chicos el paso del religioso cortejo Emanaba de su persona lo que podriacuteamos llamar la esencia absoluta del celo gubernativo y de sus ojos podriacutea decirse no que se apresuraban a observar los incidentes procesionales sino que los preveiacutean y los anunciaban En la expresioacuten a un tiempo mismo amenazante y protectora de su mirada se conociacutea que los ficobrigenses no debiacutean contemplar la procesioacuten sin permiso del Municipio ni devotamente entusiasmarse ni rezar ni las damas gemir en los balcones o en la calle con piacutea ternura religiosa Si estuviera en su mano habriacutea reglamentado la luz del sol como reglamentoacute [81] el puesto que debiacutean ocupar los fieles el orden de la marcha el nuacutemero de coscorrones que debiacutean administrar los alguaciles a los chicos que enredasen en el traacutensito

Cuando pasaron junto al Casino la banda del pueblo (compuesta de seis instrumentos de cobre soplados por otros tantos humanos fuelles) se entusiasmoacute digaacutemoslo asiacute y suspendiendo bruscamente el airecillo de Barba Azul que ejecutaba dio principio al deguumlello de la marcha real cuyas notas salieron chorreando sangre para ir a rasguntildear las orejas de los fieles Al oiacuter tan soberbia muacutesica D Juan se hizo la ilusioacuten de que no por el Salvador sino por eacutel mismo se tocaba y su mente se ofuscoacute un momento cual la de aquellos que asisten a su propia apoteosis viose circundado de rayos de gloria y oyoacute como un Ave Caesar imperator que por las bocas abolladas de los roncos trombones juntamente con el cardenillo saliacutea

A su lado marchaba por creer que aquel puesto era el maacutes conveniente D Buenaventura cuyo semblante no expresaba a primera vista el deseo de que la procesioacuten durase hasta la noche Soacutelo contestaba con monosiacutelabos cuando Amarillo le deciacutea

-No puede uno distraerse ni un momento [82] Sr D Buenaventura si se ha de conseguir que cada cual ocupe su puesto y marche todo este gran gentiacuteo con orden Es preciso tener cien ojos y auacuten no basta

Lantigua que teniacutea predileccioacuten especial por los pisos coacutemodos y no gustaba de que sus pies tropezaran primero en cortante guijarro para hundirse despueacutes en un hoyo de fango haciacutea mentalmente paralelos muy juiciosos entre las eternas leyes de urbanizacioacuten y el antediluviano empedrado de Ficoacutebriga el maacutes detestable de cuantos vieron pasar alcaldes y curas y procesiones Lantigua deciacutea para siacute

-Si otro antildeo me ocurre tirar el dinero seraacute para adoquinarte iexcloh madre villa

Pero a pesar de la ruindad del suelo la procesioacuten marchaba con orden perfecto sin que fuera estorbo la mucha gente que habiacutea en ella hombres y mujeres de la villa del campo y de la mar creyentes los unos tocados de la maacutecula del siglo los otros astutos

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aldeanos honrados y sencillos marineros toda la grey diacutescola y ladina de aquellas verdes montantildeas todos los ejemplares de vanidad infanzona de gaacuterrula presuncioacuten de socarrona travesura de solapada codicia de graciosa sencillez de castellana hidalguiacutea y de ruda generosidad trasladados por Pereda con arte maravilloso al museo [83] de sus ceacutelebres libros montantildeeses No faltaba nada ni nadie y como aquellas repuacuteblicas cantaacutebricas son de tan faacutecil gobierno iba todo a pedir de boca sin que ninguacuten nacido se extralimitara sin que ocurriera desorden y marchando cada cual dentro de la oacuterbita trazada por D Juan Amarillo Pero de improviso presentose un obstaacuteculo muy deplorable y he aquiacute que se descompuso tan pasmoso concierto

La procesioacuten debiacutea entrar por la calle de la Poterna hasta el cementerio torciendo desde alliacute a la izquierda por las Monjas Claras y entrando en la plaza del Consistorio para dirigirse despueacutes a la Abadiacutea por el callejoacuten del Cristo Viejo El sitio llamado de las Monjas Claras es una encrucijada irregular y estrecha donde afluyen tres o cuatro calles tortuosas y mezquinas una de las cuales es la que por aquella parte une el camino real con la plaza Entraba la procesioacuten en la encrucijada cuando por una de las boca-calles de enfrente entroacute tambieacuten un hombre a caballo

Los cantores callaron los marineros que llevaban las andas se detuvieron el sacristaacuten apoyoacute la cruz en el suelo y los cristales se bambolearon en manos de los acoacutelitos como aacuterboles azotados por el viento Sildo dejoacute caer el [84] incensario el cura fruncioacute el centildeo el padre Poquito alzoacute del suelo los ojos y en los labios de D Juan Amarillo fluctuaban las palabras laquoiexcla la caacutercel a la caacutercelraquo

Al ver tanta gente el hombre que veniacutea a caballo quiso volver grupas a toda prisa pero el animal se encabritoacute y alzando las patas delanteras puso al caballero en peligro de caer al suelo Por fortuna suya era gran jinete La multitud prorrumpioacute en exclamaciones y amenazas Aumentado el espanto del caballo con tanto voceriacuteo empezoacute a dar vueltas caracoleando y relinchando con la espumeante boca abierta En el mismo momento aparecioacute por la misma callejuela otro hombre a caballo Era rubio encarnado alto maacutes bien gigantesco de robusto cuerpo y puntildeos como martillos

D Juan Amarillo al ver que habiacutea dos hombres bastante osados para entrar a caballo en Ficoacutebriga en el momento sublime de la procesioacuten sintioacute en siacute la grandiosa coacutelera de los dioses antiguos y se lanzoacute en medio del gentiacuteo llevando el rayo en sus ojos Su mano empuntildeaba el bastoacuten como un dardo Iba a hacer un escarmiento iba a poner a inmensurable altura el principio de autoridad aquel sacro principio que se le habiacutea confiado para que lo transmitiera [85] incoacutelume y lleno de gloria a las generaciones futuras

-iexclPaso al sentildeor alcalde -gritaba el gentiacuteo

El caballo del primer jinete hirioacute con sus patas delanteras en la cabeza a una mujer Espoleado briosamente dio un salto en retirada pero retrocedioacute de pronto volviendo a quedar entre la muchedumbre que le rodeoacute decidida a destrozar caballo y caballero principiando por los insultos y siguiendo a los insultos las obras Pero el segundo o sea el gigante desmontaacutendose ligeramente empezoacute a puntildeadas con todos los que hubo a mano de tal manera y con tanta presteza en dar y recibir que se armoacute una contienda espantosa iexclY el alcalde aquel varoacuten destinado por la sociedad y aun por Dios remediarlo todo a aplacar el tumulto a castigar a todo culpable a convertir el mundo en una balsa de aceite no podiacutea llegar a causa del gentiacuteo al lugar del siniestro

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El primer jinete pudo apearse y tratoacute de contener al que pareciacutea su criado pero este rojo como un pimiento pronunciando palabrotas extranjeras que semejaban ladridos moviacutea los feacuterreos brazos en cuyo teacutermino estaban las martilludas manos que caiacutean como piedras sobre los carrillos pescuezos hombros omoplatos esternones y occipucios de los procesionarios [86] Era un boxeador de lo maacutes florido de Inglaterra pero en aquella traacutegica ocasioacuten no quiso Dios que probara su destreza en tierra de alfentildeiques y por suerte habiacutea alliacute media docena de focas del Cantaacutebrico que en cuanto vieron las furibundas manotadas del rubio gigante extranjero empezaron a probar que la mar no criacutea puntildeos de algodoacuten iexclOh descomunal contienda iexclY el alcalde aquella personalidad augusta que se teniacutea por semidivina que con una palabra un homeacuterico gesto o un simple fruncimiento de cejas podiacutea confundirlos a todos trayeacutendoles al orden y convertirlos de leones en corderos no acertaba a llegar al sitio de la cataacutestrofe porque el gentiacuteo apretaacutendose le habiacutea cogido en medio Y he aquiacute que D Juan flotaba de un lado a otro con la oscilacioacuten de la ola cual naacuteufrago estirando su cabeza alzando su mano derecha con el bastoacuten y la izquierda con el palmito pues no quiso soltar ni lo humano ni lo divino y gritaba laquoiexclOrden iexclA la caacutercelraquo

El primer jinete o sea el amo habiacutea logrado apaciguar a algunos administrando un par de pescozones muy convincentes a su propio defensor y criado pero entonces viose que en el aire se blandiacutea un cirial y que caiacutea sobre un cuerpo duro viose la cabeza del formidable [87] vestiglo boxeador chorreando sangre y despueacutes el mismo boxeador freneacutetico espumarajeante de rabia ebrio de indignacioacuten arremetioacute al que cargaba la bendita manga Produacutejose entonces gran marejada retrocedioacute la multitud hubo esas corrientes que aplastan arrastrando esos temblores de gentiacuteo que atruenan esas dispersiones que atascan las calles como barrancos estrechos en diacuteas de temporal esos choques de una ola de gente con otra que desnarigan y despechugan y descalabran Sintiose entonces un chasquido de madera vieja y apolillada que se hiende y el Salvador el asna el borriquito desaparecieron cayendo en aquel hirviente mar de pies y manos

El cuadro de Goya La procesioacuten dispersada por la lluvia puede dar idea de tal escena Veiacutease por una calle la cruz ponieacutendose en salvo sin ayuda de los ciriales Estos iban a escapar por otra llevados al hombro como los fusiles despueacutes de un rompan filas El cura agitando la capa pluvial cual si fuera a terciaacutersela en la cintura para arremeter llamaba a gritos al diaacutecono Furioso y descompuesto don Silvestre pareciacutea decir laquoiexclAh si yo no tuviera este demonche de pantildeo morado encimaraquo y con su airado pie golpeaba el suelo como un genio de las Mil y una noches [88]

El padre Poquito habiacutea desaparecido sicut avis velut umbra el suelo estaba lleno de palmitas pisoteadas algunas personas no habiacutean querido separarse del Salvador y trataban de remediar el percance recogiendo los pedazos del casi pulverizado borriquito y el ramo que habiacutea ido a parar a cuatro varas de distancia saltando como un ser cautivo que recobra la libertad Un sochantre andaba solo por tal calle mirando a todos lados y Sildo incensaba por broma a los que se habiacutean refugiado en los portales y en las tiendas iexclY en tanto el alcalde aquella providencia aquella alta personificacioacuten del orden aquella mente suprema en cuya previsioacuten descansan los pueblos si al fin pudo esgrimir su bastoacuten en el sitio mismo de la reyerta no habiacutea logrado tener al alcance de su voz y de su mano a los delincuentes no habiacutea podido dar puacuteblico testimonio de su justicia no habiacutea podido hacer de una manera dramaacutetica y elocuente a los ojos de todos el ejemplar que tan inaudito caso exigiacutea

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-iquestDoacutende estaacuten iquestDoacutende estaacuten -deciacutea revolviendo a los cuatro puntos del horizonte sus ojos que echaban sentencias multas diacuteas de caacutercel penas de cadena perpetua de garrote vil

Dio oacuterdenes tan terribles a los alguaciles [89] que estos temblaban El principal de ellos habriacutea deseado acudir a un mismo tiempo a todas partes en busca de los delincuentes pero no pudo ir maacutes que a una aunque D Juan le gritaba

-Al momento al momento inmediatamente preacutendales usted

Pero asiacute como despueacutes de una derrota los diseminados cuerpos de ejeacutercito van poco a poco juntaacutendose de nuevo y daacutendose la mano asiacute los fragmentos de la desbandada procesioacuten fueron acercaacutendose unieacutendose por marchar todos camino de la iglesia y Serafinita vio entrar primero al padre Poquito despueacutes a un cirial maacutes tarde a Sildo luego a los cantores y asiacute sucesivamente hasta que llegaron las destrozadas andas Solo la persona del Salvador no habiacutea sufrido deterioro ni en su divina cara ni en su cuerpo y traje los dos animales siacute se hallaban miserablemente mutilados Pero lo que aterroacute verdaderamente a Serafinita fue que los grupos de gente que con aquellas diversas partes de la deshecha procesioacuten iban entrando deciacutean con azoramiento y enojo -laquoiexclEl judiacuteo el judiacuteoraquo

Cuatro momentos de terrible asombro y dolor inmenso habiacutea tenido aquella virtuosa dama en su traacutegica vida Primero cuando vio [90] morir a su madre Segundo cuando su infame esposo cometioacute la cobarde y villana accioacuten de herir su cara en puacuteblico Tercero cuando supo sin preparacioacuten alguna la muerte de su hermano Juan y la ignominia de Gloria Cuarto cuando oyoacute decir en la iglesia de Ficoacutebriga -laquoiexclEl judiacuteo el judiacuteoraquo [91]

- IX -

El Maldito

Toda la tarde estuvo Daniel Morton detenido en el Ayuntamiento pero despueacutes de anochecido D Juan Amarillo fue en persona a darle libertad para que buscase alojamiento Parece incomprensible a primera vista tal generosidad y la explicacioacuten maacutes razonable es que nuestro celoso alcalde no llevoacute maacutes adelante sus rigores movido del singular respeto que infunde a los avaros la riqueza de los demaacutes cuando es considerable Sabiendo como sabemos cuaacutel era la religioacuten de D Juan Amarillo faacutecil nos es comprender el prestigio que a sus ojos debiacutea tener el que poseiacutea al decir de la gente fabulosas e inagotables arcas de dinero Para ciertos ricos que ven en el pobre un gusano el maacutes rico es una especie de Dios Ademaacutes el grande hombre de Ficoacutebriga en quien [92] se acordaban maravillosamente la afectacioacuten con la astucia y la vanidad con el positivismo razonoacute del modo siguiente

-Este hombre que entre los suyos es de los primeros ha de tener buenas relaciones en Madrid Si le molesto se quejaraacute a la embajada alemana armaraacute un escaacutendalo en los perioacutedicos y quizaacutes se le ocurra al Sr Ministro la funesta idea de mandar al Gobernador que me destituya Para dar satisfaccioacuten a la vindicta puacuteblica bastaraacute tener en la caacutercel un par de diacuteas al criado que fue en realidad el verdadero delincuente

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Asiacute lo hizo en efecto Lo maacutes que pudo conseguir Morton fue que D Juan prometiera soltarle al diacutea siguiente cuando la indignacioacuten estuviese un tantico aplacada y el principio de autoridad restablecido del menoscabo que acababa de padecer

Dirigiose Daniel a la posada de Ficoacutebriga Esta se llamoacute en un tiempo La Equidad y despueacutes con el raudo progresar de los tiempos y la introduccioacuten del gusto de los bantildeos fue creciendo en importancia si no en limpieza hasta que dio en manos de un franceacutes el cual la mejoroacute aderezando el servicio un poco a la moderna y haciendo imprimir para repartirlas tarjetas que deciacutean Hotel de France tenu par Mirabeau [93] El nombre del gran orador no podiacutea estar en peor sitio

Morton entroacute sin hacer caso de las groseras insinuaciones que oyoacute en la puerta y subiacutea resueltamente a ocupar un cuarto cuando el mismo Mr Mirabeau en persona le detuvo dicieacutendole en todas las lenguas posibles menos en la espantildeola

-Caballero perdoacuten Perdoacuten caballero pero no puedo admitir a usted Prefiero tener la casa vaciacutea tres antildeos

El extranjero salioacute a la calle Su semblante indicaba gran pena y fatiga pero decidido a buscar alojamiento a todo trance preguntoacute a los transeuacutentes si no habiacutea en Ficoacutebriga alguna fonda posada mesoacuten o cuchitril ademaacutes del establecimiento de Mr Mirabeau Dos mujeres le conocieron y lanzando una exclamacioacuten que maacutes pareciacutea de terror que de sorpresa se apartaron de eacutel gritando

-iexclEl judiacuteo iexclEl judiacuteo

-Llevo dinero -pensoacute- y al fin encontrareacute un techo

A pesar de que las calles de Ficoacutebriga estaban muy oscuras casi todos los que andaban por ellas conociacutean a Daniel Morton Algunos al verle venir pasaban a la acera opuesta otros se deteniacutean para mirarle como a un objeto [94] raro Oyoacute soeces invectivas o necedades triviales pero de nadie pudo conseguir satisfactoria respuesta Por uacuteltimo decidioacute preguntar a los nintildeos que por su falta de malicia no podriacutean seguacuten eacutel ni rechazarle con aquel horror propio de las conciencias varoniles ni engantildearle Pero dos o tres rapazuelos a quienes pidioacute auxilio saltaron dando alaridos a bastante distancia y tomando piedras del suelo se las arrojaron

Seguiacutea la noche la oscuridad el desamparo y con esto el cansancio del pobre extranjero a quien mortificaban terriblemente el hambre y la sed Despueacutes de haber recorrido todas las calles encontroacute en sitio solitario a una nintildea que veniacutea cantando Dirigieacutendose a ella le preguntoacute por una posada que no fuese la de Mr Mirabeau La nintildea maacutes ignorante o maacutes humana le sentildealoacute la calle inmediata y una puerta donde la seca rama marcaba la existencia de una taberna Morton dio una moneda a su salvadora y acercaacutendose vio las azules letras de un tarjetoncillo que deciacutea Posada

En la taberna resonaban broncas voces de marinos Acercose a un hombre con mandil que estaba en la puerta y pidioacute alojamiento El hombre despueacutes de observarle fijamente diacutejole que subiera y ambos emprendieron ascensioacuten [95] muy peligrosa por una escalerilla

-Gracias -deciacutea Morton para siacute con gozo- gracias a Dios que no me han conocido

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Pero al llegar a una sala alta donde habiacutea tres mujeres en chaacutechara una de ellas gritoacute

-iexclEse ese es

Y el asombro maacutes vivo pintose en los semblantes

Una mujer menos prudente que las demaacutes se asomoacute a la ventana y gritoacute con discorde chillido de la mujer furiosa

-iexclEl judiacuteo el judiacuteo

Subieron atropelladamente varios de los marineros que habiacutea en la taberna

-Le conozco -dijo uno- Es el que salvamos cuando se perdioacute el vapor ingleacutes

Mujeres y hombres todos le miraban con estupor viviacutesimo Hubo al fin en cierto grupo un movimiento de hostilidad pero el tabernero alzoacute la voz y extendioacute sus manos diciendo

-En mi casa no se maltrata a nadie Caballero salga usted

Morton marchoacute hacia la escalera pero antes se detuvo y volvieacutendose dijo

-Veacutendame usted un pan

-Vale cinco duros -gritoacute con chillido de harpiacutea una de las mujeres

-Diez duros -antildeadioacute otra [96]

El tabernero cogioacute un pan del cesto que cerca estaba y lo ofrecioacute a Morton Este al tomarlo con una mano metioacute la otra en el bolsillo

-No -dijo el hombre detenieacutendole

-iquestPor queacute -preguntoacute Daniel

-Es limosna -repuso con gravedad el tabernero

-Caridad -antildeadioacute un marinero- Nosotros somos asiacute

-Tuacute me salvaste la vida -dijo Morton a uno de ellos ponieacutendole la mano en el pecho

-Siacute ese es mi oficio

-Pues bien -antildeadioacute el hebreo- Dame ahora un vaso de agua Dios te lo pagaraacute

El marinero trajo el vaso de agua Morton despueacutes de beber salioacute llevaacutendose el pan

Ya con tan preciosa conquista sintiose medianamente satisfecho como Robinsoacuten cuando en su isla desierta alcanzaba de la Naturaleza los primeros triunfos para prolongar su vida Poquiacutesima gente habiacutea ya en las calles de Ficoacutebriga por lo cual Morton experimentoacute gran consuelo habiendo llegado el caso de que la aproximacioacuten de cualquier humano rostro le produjese miedo y verguumlenza Si en su solitaria excursioacuten por las calles sentiacutea pasos volviacutease y apresuradamente tomaba otro camino como el

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ladroacuten [97] que huye con su robo mal cogido en las treacutemulas manos Cualquiera habriacutea visto en eacutel a un desalmado que acababa de robar un pan

Con ser tan frugal su cena le gustoacute a causa del hambre que padeciacutea maacutes que cuantos manjares ricos habiacutea probado en su vida Satisfecha aquella primera necesidad de su cuerpo este que cuando le niegan se resigna pero si empiezan a darle maacutes pide cuanto maacutes le dan pidiole descanso un abrigo un techo un colchoacuten un montoacuten de paja Esto era maacutes difiacutecil porque ninguna puerta de Ficoacutebriga se abririacutea para eacutel A falta de asilo coacutemodo buscoacute un abandonado hueco de ruinas un tronco de aacuterbol un paredoacuten solitario y apartado de toda humana vivienda que al menos le resguardara del friacuteo Nordeste Anduvo largo trecho alejaacutendose del centro de la villa y volviendo a eacutel Por uacuteltimo vio una escalera de piedra que se abriacutea en el hueco del viejo muralloacuten para dar acceso a una planicie donde se veiacutean algunas construcciones entre las ramas de espesos aacuterboles Sentose alliacute El sitio era relativamente coacutemodo y resguardado del cierzo

Al poco rato aparecieron dos perros a quienes Morton dio lo que habiacutea sobrado de pan obsequio que no rechazaron

-Vamos -dijo el hebreo- ya no se podraacute [98] decir que hasta los perros huyen de miacute Al menos es un consuelo

Poco despueacutes acercose un anciano mendigo con una nintildea en brazos y alargoacute la mano tostada y angulosa para pedir una limosna

-iquestEres de Ficoacutebriga -le dijo Morton

-Siacute sentildeor soy un marinero del cabildo de Ficoacutebriga pero como estoy tan viejo hace dos antildeos que no salgo a la mar y vivo en la mayor miseria si esto es vivir

La voz del anciano temblaba anunciando debilidad hambre y friacuteo Era su rostro curtido y surcado de arrugas como pergamino su barba blanca su estatura corpulenta su cuerpo a pesar de la desnudez que le enfriaba y de la inanicioacuten que le enflaqueciacutea conservaacutebase auacuten derecho y por las roturas de la camisa maacutes desgarrada que una gavia hendida por los temporales veiacutease ver el negro pecho velludo fortalecido por las olas que se habiacutean estrellado en eacutel En sus brazos y arropada entre andrajos dormiacutea la nintildea angelical suentildeo agarraacutendose con sus manecitas al cuello del anciano murmurando a ratos algunas palabras y movieacutendose intranquila no porque estuviera enferma sino porque sontildeaba aun estando en brazos de la miseria cosas placenteras y risuentildeas por ejemplo que se estaba atracando de bizcochos o jugando [99] con tres piedras un pucherito y dos panojas que eran otras tantas muntildeecas

-iquestEres muy pobre -preguntoacute Daniel al mendigo

-Sentildeor no tengo maacutes que lo que me dan Viviacutea con mi hija que era casada y teniacutea que comer porque su marido trabajaba en las minas Pero haraacute dos meses se desplomoacute una piedra de las minas y mi yerno murioacute Mi hija trabajaba para mantenernos mas haraacute dos semanas que la enterramos Dejome esta nintildea no tenemos casa no tenemos maacutes que las limosnas de las buenas almas y hasta ahora ni mi nieta ni yo nos hemos muerto de hambre porque el Sentildeor ha sido bueno y nos ha mirado todos los diacuteas

Daniel sacoacute una moneda de oro diciendo para siacute

-Ahora siacute que voy a ganarme un amigo

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Diole la limosna y el anciano partioacute despueacutes de dar las gracias y de prometer que rezariacutea a la Virgen del Carmen por el alma del favorecedor Morton le observoacute cuando estuvo lejos le vio detenerse en la esquina de la calle de la Poterna donde habiacutea un farolillo y examinar la moneda a la deacutebil claridad de la antorcha municipal despueacutes le vio inclinarse al suelo para sonar la pieza de oro sobre una piedra [100] y luego el anciano volvioacute corriendo al lado de Daniel Morton

-iquestQueacute hay -le dijo este- iquestEs falsa

-No sentildeor es que se ha equivocado usted -dijo el viejo devolviendo la moneda- Me ha dado usted un centeacuten en vez de una peseta

-iquestY por queacute piensas que habiacutea de darte una peseta

-Porque es lo maacutes que se da Yo no puedo tomar sino lo que se me da por voluntad no por equivocacioacuten

-Yo seacute lo que doy hermano -dijo Daniel con emocioacuten- Guarda la moneda que si en algo me equivoqueacute fue en darte una sola Toma otra toma dos maacutes y mantildeana es preciso que nos veamos

Y se las ofrecioacute Pero el pobre viejo no habiacutea tomado en su mano aquel tesoro cuando dando un paso atraacutes lanzoacute una exclamacioacuten de sorpresa y terror

-iquestQueacute -dijo Morton con ira- iquestTuacute tambieacuten me conoces

-iexclAh No no sentildeor -balbucioacute el viejo- iexclpero este dinero tanto dinero iexclDarlo asiacute Es la primera vez que le veo a usted pero no hay maacutes que un hombre que asiacute tire el dinero iexcly ese hombre es el judiacuteo

-Ese soy yo -dijo gravemente Daniel [101]

El anciano quiso poner las monedas en la mano de Daniel mas como este no las tomara arrojolas al suelo diciendo con tremenda voz

-Tome usted sus doblones que ninguacuten cristiano toma el dinero por que fue vendido el Sentildeor

Daniel Morton quedose friacuteo y estupefacto

-Hombre sin entrantildeas -dijo al fin con rabia- has hablado como un idiota

-Yo no quiero limosna de usted Adioacutes

-Aguarda -dijo Morton con angustia- iquestNo ves que esta noche soy maacutes pobre que tuacute maacutes miserable que tuacute Haces alarde de cristianismo y no tienes laacutestima de miacute iexclMe has escupido en nombre de una religioacuten y no te apiadas de la soledad en que estoy sin un amigo sin una voz que me consuele sin otro hombre que me diga hermano y se siente junto a miacute aunque no sea sino para recordarme que ambos hemos sido hechos por el mismo Dios

El viejo marino movioacute la cabeza y despueacutes hundiendo la mano en un hueco de sus andrajos que se abriacutea al modo de bolsillo sacoacute medio pan

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-Toma -dijo secamente y con acento despreciativo que tambieacuten era indicado por el familiar tratamiento

-iexclOh -repuso Morton gimiendo- no es [102] pan lo que quiero otro menos cruel que tuacute me lo ha dado antes Pan se da hasta a los perros Dame tu compantildeiacutea tu fraternidad tu conversacioacuten tu tolerancia el consuelo de la voz de otro hombre algo que no sea discordias de religioacuten ni torpes acusaciones por un hecho de que no soy responsable ni injurias que indican la rabia de una secta iquestPor queacute te niegas a tomar mi limosna iquestMe tienes miedo

-Horror

-iquestPor queacute

-Porque asiacute debe ser Adioacutes

El anciano se retiroacute y a cada pocos pasos volviacutea la cabeza para mirar al hombre de los treinta dineros

Daniel Morton oprimioacute su cabeza entre las manos y estuvo largo rato en meditacioacuten dolorosa Despueacutes exclamoacute con coleacuterico acento

-iexclAh impiacuteo Nazareno nunca sereacute tuyo iexclnunca

- X -

Hospitalidad a medias

Habiacutea pasado maacutes de una hora cuando sintioacute ruido de pasos Un hombre subiacutea la escalera Daniel le reconocioacute al instante

-iexclCaifaacutes -exclamoacute levantaacutendose

-Sr Morton -dijo Mundideo con asombro

El gozo que se pintaba en el semblante de Morton era viviacutesimo Tomoacute a Caifaacutes del brazo y le dijo con acento conmovido

-Tuacute tambieacuten me conoces pero tuacute no me rechazas

-Parece que no ha podido usted encontrar alojamiento -dijo Caifaacutes

-Y tuacute me ofreces el tuyo iexclCuaacutento me alegro de encontrarte Joseacute Eres una aparicioacuten divina Me hielo de friacuteo Tengo mi equipaje en el Ayuntamiento y no quieren daacutermelo hasta mantildeana Mi criado estaacute preso [104]

-Ya lo seacute Que un caballero tan poderoso pase la noche en la calle

-iquestEn doacutende estaacute tu casa

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-Aquiacute muy cerca -repuso Caifaacutes demostrando el diligente afaacuten que nace de la verdadera gratitud- iquestPero queacute es eso que brilla en el suelo Parecen tres monedas de cinco duros

-Es dinero que se me cayoacute -repuso Daniel- Puedes tomarlo

Mundideo recogioacute los centenes y los entregoacute a su duentildeo

-Guaacuterdamelos -dijo Morton- Despueacutes me los daraacutes iquestY tus nintildeos

-Buenos sentildeor Vamos por aquiacute Ande usted con cuidado para no tropezar

Pasada una pequentildea planicie sombreada por dos o tres plaacutetanos de corpulenta talla abrioacute Caifaacutes una puertecilla practicable en un muro de mamposteriacutea y entraron en un terreno que pareciacutea huerta

-iquestQueacute es esto -preguntoacute Daniel sin soltar el brazo de Mundideo que le guiaba en la oscuridad

-Esta es la alcoba grande donde todos hemos de dormir

-iexclEl cementerio de Ficoacutebriga -exclamoacute el hebreo sintiendo friacuteo en sus huesos y un asombro que le impeliacutea a detenerse [105]

-Esto es muy huacutemedo -dijo Caifaacutes- No se detenga usted

-Ya veo las cruces iexclcuaacutentas cruces iquesty esa mole blanca

-Es el sepulcro que se estaacute construyendo para D Juan de Lantigua

Morton se quedoacute maacutes friacuteo maacutes asombrado y en su pecho se enroscaba una serpiente que no le permitiacutea respirar

-iquestEl Sr D Juan -murmuroacute- estaacute aquiacute

-Junto a eacutel pasamos -dijo Caifaacutes descubrieacutendose- Los pequentildeitos estaacuten aquiacute a la derecha

Morton se descubrioacute tambieacuten

-Ese gran enterramiento que se estaacute labrando -antildeadioacute Joseacute- es para toda la familia

-iexclPara toda la familia iquestPero tuacute vives aquiacute iquesten este triste sitio

-Siacute sentildeor Yo soy el sepulturero de Ficoacutebriga Mal destino sentildeor pero pienso dejarlo pronto Ya llegamos Entre usted

Pasaron a un patio y del patio a una casa humildiacutesima Caifaacutes despueacutes de encender luz guioacute a su amigo por estrecho carrejo a una pieza no pequentildea donde habiacutea varios muebles descollando entre ellos un invaacutelido sofaacute de paja de Vitoria Una puerta comunicaba la tal pieza [106] con otra que debiacutea ser alcoba porque Caifaacutes sentildealaacutendola dijo

-Ahiacute dormimos mis hijos y yo Sacareacute mi cama a la sala donde estaraacute usted con maacutes desahogo

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-Gracias no necesito cama Dame una manta y descansareacute en este sofaacute Al fin he encontrado un hombre un verdadero hermano Pero te compadezco amigo No podiacuteas haber elegido un oficio maacutes detestable

-Pronto lo dejareacute a quien lo quiera -repuso Mundideo poniendo en el sofaacute manta y almohada- Ahora Sr Morton mi situacioacuten no es tan precaria como cuando usted tuvo la bondad de favorecerme

-Me alegro infinito iquestHas variado de fortuna

-Asiacute asiacute

La actitud de Caifaacutes frente al israelita era algo cohibida Sus miradas indicaban el mayor respeto y la singular veneracioacuten que su favorecedor le inspiraba pero a tal respeto uniacutease cierto recelo o maacutes bien repugnancia torpeza en las palabras miedo quizaacutes No era preciso ser zahoriacute para conocer que el pobre Mundideo padeciacutea y que su conciencia hallaacutebase enfrente del maacutes grande y aterrador enigma que jamaacutes se le presentara

-iquestY coacutemo has mejorado de fortuna -preguntoacute [107] el extranjero acomodaacutendose en el sofaacute

-Puse una taberna en la cual me fue muy mal Pero hace poco murioacute un tiacuteo materno en Veracruz

-iquestY has heredado

-Poca cosa mas para miacute es un capitalazo Como estaacute el dinero en un Banco de Inglaterra no lo he cobrado todaviacutea Dicen que vendraacute la semana que viene y para entonces Sr de Morton

Caifaacutes miroacute al suelo

-iquestQueacute

-Para entonces le devolvereacute a usted su dinero

-iquestQueacute dinero

-El que usted tuvo la bondad de darme cuando yo estaba en la Cortiguera

-No te lo di para que me lo devolvieras

-Pero yo lo devuelvo porque tal es mi deber

Estaba Caifaacutes en pie y en actitud de sumisioacuten paacutelido descubierta la cabeza Acababa de dejar sobre la mesa las tres monedas recogidas del suelo poco antes

-iquestTuacute deber -dijo Morton en tono de ira

-Siacute sentildeor yo iquestCoacutemo lo direacute de modo que usted no se ofenda iquestCoacutemo lo direacute sin que mi favorecedor me crea ingrato [108]

-Dilo pronto

-Pues yo no sabiacutea que usted

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-Ya -dijo Morton volviendo el rostro con ademaacuten de amargo desprecio

-No se ofenda el Sr D Daniel ni crea que soy malo ni que dejo de apreciarle Yo vamos no seacute lo que me pasa No lo puedo remediar Cuando supe la muerte del Sr D Juan y que usted era

-Yo soy judiacuteo -dijo Morton gravemente

-Siacute -antildeadioacute Caifaacutes sollozando- y su dinero de usted Sr D Daniel me quema las manos El confesor me dijo que devolviera ese dinero aunque para ganarlo tuviera que estar barriendo las calles con mi lengua o cargando piedras como un asno o tirando del arado como un buey Felizmente puedo devolver lo que no debiacute tomar no

-Calla calla -exclamoacute Morton oprimieacutendole con airada violencia un brazo y paacutelido de ira- calla idiota estaacutes hablando como una bestia iquestQueacute dices de miacute iquestPor queacute juzgas mi alma iquestQuieacuten eres tuacute miserable gusano para condenar a eterno abandono a otro hombre hechura de Dios como tuacute quieacuten eres para fallar contra miacute contra miacute que te he favorecido iquestSabes que la conciencia hace al hombre y la ingratitud la negra ingratitud [109] es la uacutenica conciencia de los malos

El extranjero sonrioacute con sarcasmo

-iexclOh yo no soy desagradecido no sentildeor iexcleso no -gritoacute Caifaacutes con verdadera angustia- Si supiera usted leer en mi conciencia No seacute lo que me pasa Yo le he adorado a usted como se adora a los que estaacuten en los altares yo he rogado a Dios por su salvacioacuten maacutes que por la miacutea Piacutedame todo lo que tenga y hasta la uacuteltima hilacha de mi casa seraacute suya Me quitareacute el pan de la boca porque usted no padezca hambre y partireacute con usted mi casa aunque para ello pierda mi destino y esteacute pidiendo limosna toda la vida

-Lo que te pido no es abrigo que puede darlo un aacuterbol un tronco una pentildea una cueva una mina sino el dulce amparo de la amistad de la benevolencia de la grata compantildeiacutea

-Cuanto sea caridad y agradecimiento tendraacute usted siempre de miacute -dijo Mundideo con acento de emocioacuten- Pero

-iquestPero queacute

-Quiero decir -repuso (8) Caifaacutes con gran turbacioacuten de voz- que no quiero su dinero no quiero su dinero

-iexclSupersticioso Tu alma es dulce y piadosa pero cede a las infames ideas del vulgo

-Mi conciencia me manda que no tenga con [110] usted ninguna clase de relaciones maacutes que las de la caridad

-No querraacutes ser mi amigo como se entiende la amistad social no querraacutes frecuentar mi trato ni servirme ni tener conmigo la comunidad de vida y el cambio de ideas que por lo comuacuten existe entre los que profesan una misma religioacuten

-Usted lo ha dicho muy bien eso es lo que yo queriacutea decir pero no sabiacutea decirlo

-Si no te lo impidiese la ingratitud iquestme aborreceriacuteas Joseacute

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-Con todo mi corazoacuten -repuso vivamente el sepulturero- Con toda mi alma Coacutemo podriacutea querer al que ha hecho derramar tantas laacutegrimas a una familia que adoro al que matoacute al padre y deshonroacute a la hija

Morton sintioacute que cada palabra era un lanzazo con que aquel hombre heriacutea su corazoacuten pero al tocar tan delicado punto sentiacutease deacutebil y no teniacutea fuerza para protestar

-No juzgues de lo que no conoces -dijo sordamente- Yo creiacute que siempre seriacuteas mi amigo pero me has engantildeado Al verte me alegreacute porque esperaba adquirir por ti noticias de la persona que amo y sin la cual no puedo vivir

-De la sentildeorita Gloria [111]

-iquestSabes algo de ella iquestla ves -preguntoacute Morton con ansiedad

-Seacute mucho -dijo Caifaacutes con misterio y hostil intencioacuten- La veo con frecuencia pero a usted a usted no puedo darle ninguna noticia

-iquestNo me dices lo que hace si estaacute buena si estaacute alegre si sale

- Soacutelo direacute que es muy desgraciada

-Quizaacutes deje pronto de serlo

Caifaacutes movioacute la cabeza en sentildeal de duda y despueacutes lanzoacute un gran suspiro

-iquestY has dicho que la ves

-Todos los diacuteas

-iquestNo me das ninguna noticia

-Ninguna -replicoacute sordamente Caifaacutes guardando en su pecho las palabras como si echara un muerto al hoyo- Una sola una sola direacute y es que siempre veo en ella un aacutengel del cielo tan aacutengel despueacutes de su caiacuteda como antes

-Dices bien Gracias Joseacute tuacute eres hombre de corazoacuten Me han asegurado que la opinioacuten de este pueblo le es muy desfavorable

-Mucho Dicen que la sentildeorita estaacute mal con Dios Ayer ha pasado una cosa muy rara La sentildeorita envioacute un ramo para que se pusiera en las alforjas del borriquito que acompantildea al [112] Salvador En cuanto el animal sintioacute encima las flores principioacute a dar coces y las arrojoacute contra la pared Todos los que tal vieron quedaacuteronse horrorizados

-iquestY tuacute tuacute eres capaz de creer tan grosera supersticioacuten

-Ni la creo ni la desmiento Cosas muy peregrinas pasan en el mundo iexclOh yo he visto tanto

-iquestY la gente de aquiacute cree eso

-Como el Evangelio lo creen todos No se habla de otra cosa en Ficoacutebriga

-iexclQueacute horrible estupidez Pero tuacute no lo creeraacutes

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-No sentildeor no no lo creo -afirmoacute Caifaacutes despueacutes de un instante de duda- La sentildeorita es un aacutengel del cielo lo digo y lo repito

-Muy bien amigo miacuteo muy bien Puedes decir y repetir otra cosa y es que la sentildeorita saldraacute de su desdichada situacioacuten y seraacute feliz

-Eso no

-iquestPor queacute

-Porque es buena cristiana y usted

-iquestY yo queacute

-No me haga usted decir lo que no debe decirse al que nos ha favorecido

-Pues bien dejemos esto Haacuteblame de ella tan soacutelo Cueacutentame todo lo que sepas [113]

-Seacute mucho

-Pues diacutemelo todo todo

Caifaacutes se llevoacute los dedos a la boca para pillarse con ellos a guisa de tenazas sus carnosos y oscuros labios

-De mi boca no saldraacute una palabra ni una sola que pueda servir a usted para sus planes

-Mis planes son buenos

-Eso Dios lo sabe

-iquestY tuacute no iquestNo lo sabes tuacute que tienes pruebas de mi modo de proceder tuacute que ya me conoces bastante

-Yo no seacute nada nada- gruntildeoacute Caifaacutes con aturdimiento- Yo no seacute nada Usted es un misterio para miacute Sr Morton usted es un aacutengel y una calamidad lo bueno y lo malo juntamente el rociacuteo y el rayo del cielo Yo no seacute queacute pensar yo no seacute queacute sentir delante de usted Si le amo me parece que debo aborrecerle si le aborrezco me parece que debo amarle Usted es para miacute como demonio disfrazado de santo o como un aacutengel con traje de Lucifer No seacute nada no seacute nada sentildeor Morton

Callaron ambos Grave y cejijunto doblemente horrible por su fealdad natural y la expresioacuten de recelo que habiacutea en su semblante [114] Caifaacutes contemplaba a Daniel desde regular distancia sentado los brazos en cruz la cabeza ligeramente inclinada la vista atoacutenita y algo torva Jamaacutes se habiacutea presentado a una conciencia problema semejante y aquel hombre rudo vio desarrollarse en su espiacuteritu todo el panorama inmenso de los problemas religiosos sintieacutendose turbado y atormentado por ellos de una manera confusa y mal definida Vio que en su interior se elevaban fantasmas y oyoacute esas aterradoras preguntas que en lo iacutentimo del espiacuteritu son formuladas por misteriosos labios y que rara vez reciben contestacioacuten Otro hombre de inteligencia maacutes cultivada habriacutea sacado de la meditacioacuten de aquella noche alguna idea clara alguna negacioacuten terrible quizaacutes algo absoluto aunque fuera lo absolutamente negro del ateiacutesmo pero Caifaacutes no sacoacute nada ni luz completa ni tinieblas sino confusioacuten aturdimiento el caos

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el claro-oscuro incierto del alma humana cuando la fe vive arraigada en ella y la razoacuten como diablillo inquieto evocado por la magia entra haciendo cabriolas enredando y hurgando aquiacute y alliacute

Mucho tiempo duroacute la meditacioacuten de ambos El caballero pareciacutea dormir pero velaba Pasaron las horas y rodoacute la noche con ese voltear majestuoso y taciturno que la asemeja a [115] un cerebro que piensa en silencio y reposo lleno de misteriosos sones de imaacutegenes y vagas ideas que se entrelazan como los ciacuterculos movibles de la retina de los cerrados ojos del que vela Ya muy tarde casi de diacutea Morton dijo a Caifaacutes

-iquestNo te acuestas

-No tengo suentildeo -replicoacute el enterrador- Estoy pensando pensando cosas extrantildeas que no me dejan dormir

-Parece que luce la aurora Deseo hablar al Sr D Buenaventura

-iquestTan temprano

-iquestEse sentildeor madruga

-Se levanta con los paacutejaros

-Pues te ruego que vayas allaacute y le digas de mi parte que estoy aquiacute a su disposicioacuten

Caifaacutes no se moviacutea

-iexclQueacute -dijo Morton con ira- iquestTambieacuten te niegas a servirme en esto

-En esto no -repuso Caifaacutes levantaacutendose- Voy a llamar al sentildeor [116]

- XI -

Diez y ocho siglos de antipatiacutea

No eran las seis cuando D Buenaventura y Daniel Morton estaban solos en la habitacioacuten de Caifaacutes Los chicos habiacutean sido enviados a la calle por su padre y este despueacutes de ahondar un poco la sepultura abierta en la tarde anterior se ocupaba en enterrar a uno de esos pobres muertos que entran en la inmensidad misteriosa de la descomposicioacuten subterraacutenea sin amigos sin caacutenticos religiosos sin laacutegrimas sin flores sin mortaja Para esos todo es materia y verdadero polvo

Ambos caballeros despueacutes de contemplar un instante tan triste escena se sentaron junto a una mesilla con tapete de hule que en mitad de la pieza habiacutea Uno y otro callaban hallaacutendose bastante perplejos y diciendo para siacute laquoiexclEacutel hablaraacute primeroraquo Por fin D Buenaventura entabloacute la conversacioacuten [117]

-Nada necesito indicar a usted -dijo con torpeza- de las inmensas desgracias que han caiacutedo sobre mi familia Usted las conoce bien y yo al verle acudir tan puntual a mi llamamiento debo creer que no es indiferente a ellas aunque no sea sino por el remordimiento de haberlas causado

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-Es la segunda vez que vengo despueacutes de aquellos terribles diacuteas -repuso Morton- Esto prueba que no soy un criminal fugitivo y al volver con tanta insistencia al lado de los que ofendiacute demuestro que deseo ardientemente desagraviarlos

-Ahora se probaraacute Yo he llamado a usted contra el deseo de mi familia y de la misma Gloria Separaacutendome de su opinioacuten en materia tan delicada creo que esto puede arreglarse Hablando se entienden las personas Me he propuesto que este grave mal sea reparado y queacute seacute yo se me figura que lo conseguireacute si hallo en el autor de nuestra deshonra las ideas elevadas la dignidad y el sentimiento del honor que supongo siempre en todo caballero bien educado cualquiera que sean su secta He tomado informes en Madrid y por personas de su raza de usted a quienes estimo mucho he sabido que no tendreacute que habeacutermelas con un calavera ni con un hombre corrompido y sin [118] conciencia insensible a los estiacutemulos del honor

-iexclNo soy un malvado para usted -dijo el hebreo con expresioacuten de gratitud- Mayor consuelo no podiacutea yo recibir despueacutes de los ultrajes de que he sido objeto en Ficoacutebriga iexclNo soy para usted un apestado un reacuteprobo un paria un hombre ignominioso colocado fuera de todas las leyes iexclNo inspiro horror no huye usted de miacute no se cree condenado por darme la mano

-Mi opinioacuten sobre usted no es definitiva -indicoacute D Buenaventura gravemente- Dependeraacute de la conducta de usted y de la facilidad con que se preste a una inteligencia conmigo

-La tolerancia que hallo en usted -repuso Daniel- me da mucha esperanza predisponieacutendome a los mayores sacrificios

-iexclSacrificios esa esa es la palabra -dijo Lantigua con gozo y energiacutea- De eso es de lo que se trata Aquiacute sentildeor miacuteo nos hallamos en presencia de un problema terrible la religioacuten la religioacuten que en diversidad de aspectos gobierna al mundo a las naciones a las familias De ella no es posible prescindir para nada Casi siempre es consuelo y estiacutemulo y fuerza que impulsa ahora se nos ha puesto enfrente con amenazadora gravedad y es para [119] usted y para nosotros obstaacuteculo implacable desunioacuten discordia una montantildea que se nos cae encima

D Buenaventura dio un suspiro Daniel Morton suspiroacute tambieacuten

-Pero quizaacutes estamos dando a esta dificultad importancia mayor de la que realmente tiene -antildeadioacute el caballero espantildeol no sabiendo coacutemo abordar la cuestioacuten- Para toda persona que se estima y que sabe dar a los deberes sociales su valor propio hay leyes categoacutericas que no admiten distingos ni sutilezas ni interpretaciones habloacute de las leyes del honor

-Las leyes del verdadero honor -dijo Morton gravemente- son las leyes morales que emanan de la religioacuten o de la filosofiacutea Fuera de esto todo es convencional y falso

Por un momento estuvo suspenso don Buenaventura pero al punto dominoacute sus ideas y repuso

-En rigor eso es verdad Pero dejeacutemonos de generalidades Usted tiene el deber ineludible de reparar la injuria que ha hecho a mi sobrina Para esto es necesario un sacrificio iquestQueacute importa El honor lo exige lo exige esa ley que rige todas nuestras acciones ley que viene no seacute yo de doacutende pero que es ley ley Es una religioacuten sin

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teologiacutea por lo cual no admite [120] cismas ni heterodoxias Su uacutenica herejiacutea es la falta de valor Aquiacute se nos presenta una virtuosa y angelical sentildeorita deshonrada una viacutectima preciosa e inocente y esa viacutectima exige de usted un gran sacrificio

-iexclEl sacrificio de la religioacuten

-Justo

-iquestEn nombre del honor

-Justo

-Eso quiere decir que antes que la religioacuten es el honor iquestY si yo dijera que la mayor deshonra consiste en la abjuracioacuten de la fe en que se ha nacido

-Eso depende de los motivos por que se haga En un caso como este no

-iquestMe permitiraacute usted que ponga un ejemplo y le interrogue

-Con el mayor gusto -dijo Lantigua orgullosamente creyeacutendose con argumentos maacutes fuertes que su contrario

-Pues bien supongamos que va usted a Hamburgo a Amsterdam a Londres

-Ya ya veo su intencioacuten Supongamos que amo a una joven israelita que Vamos que se repite este caso con los teacuterminos invertidos

-iquestSe apresurariacutea a hacer la reparacioacuten debida sacrificando su religioacuten

-Seguacuten fuera la joven [121]

-Como Gloria lo mismo que Gloria Se supone que la amariacutea usted con pasioacuten irresistible

-Hombre eso de hacerse judiacuteo es demasiado fuerte Comprendo que se abrace el protestantismo cualquier cosa Pero en fin concedida la pasioacuten las circunstancias terribles de este caso siacute aseguro a usted que me hariacutea judiacuteo

-Sentildeor de Lantigua -dijo Morton con entereza y dignidad- Usted no tiene religioacuten usted no es catoacutelico

Asombrado y balbuciente se quedoacute el espantildeol mas repuesto de pronto de su confusioacuten dijo

-Soy catoacutelico sincero por educacioacuten por conviccioacuten por el ejemplo santo de mis virtuosos hermanos porque creo que el catolicismo es la religioacuten maacutes perfecta porque si alguacuten momento flaquease mi razoacuten vendriacutea a fortalecerme el recuerdo de mi amorosa madre y con recordarla soacutelo la fe que en ella hizo sublimes prodigios de virtud a miacute me dariacutea tambieacuten fuerzas y consuelo soy catoacutelico porque veo en Jesucristo Hijo de Dios el maacutes admirable ejemplo de perfeccioacuten moral que puede ofrecerse al hombre porque creo sinceramente en el perdoacuten de los pecados y en la vida eterna [122]

-Nada de eso prueba una fe muy ardiente Acepta usted lo que maacutes le acomoda y lo demaacutes lo rechaza Pero aun con fe tan tibia no le creo a usted capaz de hacerse judiacuteo por amor por el carintildeo de una mujer por cosas de un diacutea

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-Y por deber por la responsabilidad terrible de una gran falta -antildeadioacute Lantigua con energiacutea- por estas razones y otras no vacilariacutea en cambiar al menos aparentemente la religioacuten maacutes aceptable por la maacutes desacreditada

-iexclAparentemente iexclEs decir con reservas mentales -dijo Morton lleno de confusioacuten

-iexclAh veo que usted es maacutes intolerante en su religioacuten falsa que yo en la miacutea verdadera Yo concedo algo usted nada Es preciso que usted siga mi ejemplo Veraacute coacutemo no soy fanaacutetico ni intransigente ni mojigato Me atrevo a esperar que mi creencia se asemeja bastante en el fondo a la de usted o a la de cualquier otro hombre del siglo

-iquestCoacutemo -preguntoacute Morton con curiosidad

-iquestSeraacute posible que en el fondo no pensemos lo mismo Sr Morton Se me figura que siacute Oacuteigame usted con atencioacuten Yo creo que la fe religiosa tal como la han entendido nuestros padres pierde terreno de diacutea en diacutea y que tarde o temprano todos los cultos positivos tendraacuten [123] que perder su vigor presente Yo creo que los hombres buenos y caritativos pueden salvarse y se salvaraacuten faacutecilmente cualquiera que sea su religioacuten Creo que muchas cosas establecidas por la Iglesia lejos de acrecentar la fe la disminuiraacuten y que en todas las religiones y principalmente en la nuestra sobran reglas disposiciones praacutecticas Creo que la salvacioacuten de los cultos consistiraacute si llega a verificarse en volver a la sencillez primitiva Creo que si los poderes religiosos se empentildean en acrecentar demasiado su influencia la criacutetica acabaraacute con ellos Creo que la conciliacioacuten entre la filosofiacutea y la fe es posible y que si no es posible vendraacute el caos espantoso Creo que cada vez es menor mucho menor el nuacutemero de los que creen lo cual me parece funesto Creo que ninguna Nacioacuten ni pueblo alguno pueden subsistir sin una ley moral que le deacute vida y si una ley moral desaparece vendraacute necesariamente otra Esto que declaro y que es lo que pensamos iquesta queacute negarlo todos los hombres del diacutea es de esas cosas que pocas veces se dicen y yo las callo siempre porque la sociedad actual se sostiene no por el fervor sino por el respeto a las creencias generales Las circunstancias en que nos encontramos obliacuteganme a abrir a usted mi pensamiento mostraacutendole todo lo [124] que hay en eacutel y a hablarle con entera franqueza pues ni mi nombre ni el respeto que debo a la memoria de mi hermano muerto y a las virtudes acrisoladas del que vive concuerdan bien con estas ideas que a pesar miacuteo exhibo Y al hacerlo asiacute revelando lo que nadie hasta hoy ha oiacutedo de mis labios espero hallar un eco en su pensamiento cierta concordancia remota porque tenieacutendole a usted por hombre instruido en las ideas corrientes no es posible que esteacute tan rigurosa y tenazmente aferrado a la secta maacutes desautorizada de todas Creo finalmente y para decirlo todo de una vez que el fondo moral es con corta diferencia uno mismo en las religiones civilizadas mejor dicho que el hombre culto educado en la sociedad europea es capaz del superior bien cualquiera que sea el nombre con que invoque a Dios

Breve pausa siguioacute a esta profesioacuten de fe Morton miraba fijamente el hule de la mesa y absorto en el grave asunto se ocupaba maquinalmente en retorcer una hilacha que sus manos habiacutean encontrado alliacute

-Estimo la declaracioacuten -dijo sin alzar los ojos de la mesa- Ya sabiacutea yo que muchos adalides del partido catoacutelico son racionalistas in pectore Ahora en cambio de sus concesiones yo voy a hacer otras [125]

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D Buenaventura deciacutea para siacute

-iexclQuieacuten me habiacutea de decir que yo vaciariacutea estas heces de mi conciencia delante de un judiacuteo Pero es preciso transigir siacute transigir ceder un poco para que eacutel ceda otro poco y nos entendamos

-Mi familia como la de usted -dijo el hebreo- se ha distinguido por su fervor religioso ha sido y es como la de usted una familia respetada y querida por sus virtudes y su generosidad ha tenido y tiene gran prestigio en nuestra raza por sostener con noble tesoacuten la idea de la consecuencia israelita en medio de la desgracia en que vivimos y de la degradacioacuten en que han caiacutedo muchos de nuestros hermanos Yo he sido educado con prolija solidez de principios Me han infundido la fe maacutes en la conciencia que en la imaginacioacuten hablaacutendome poco a los sentidos y mucho al alma Ademaacutes me han inculcado la idea de que por nuestra religioacuten fueron revelados al mundo los grandes principios que lo rigen y que no pierden su valor por las modificaciones que recibieran en un diacutea memorable Me han ensentildeado a amar una ley que contiene todo lo bueno y todo lo verdadero pues ninguna verdad moral posee el mundo que no se halle en mis libros Al afirmar esto no llegareacute al extremo de creer que [126] fuera de mi ley todo es corrupcioacuten inmoralidad mentira como hacen aquiacute no yo tambieacuten cedereacute imitaacutendole a usted y direacute que los preceptos morales por los cuales nos regimos son los mismos que gobiernan el alma cristiana los mismos que gobiernan a todos los hombres que tienen preceptos No seacute que haya en pueblos civilizados ninguna religioacuten cuya moral diga laquoMataraacutes mentiraacutes robaraacutes haraacutes dantildeo a tu proacutejimoraquo

-Muy bien muy bien -dijo Lantigua radiante de satisfaccioacuten- iquestVe usted coacutemo nos acercamos iquestQueacute queda entre nosotros El culto la forma la liturgia un fantasma sentildeor Morton

-iexclEl culto -exclamoacute Daniel solemnemente- iquestY a eso llaman ustedes fantasmas Para ustedes lo seraacute para miacute no

-iquestEs posible que quien piensa como usted piensa deacute valor

-Siacute doy valor al culto y valor inmenso

-iquestPor queacute

-Porque es nuestra nacionalidad No tenemos patria geograacutefica y nos la hemos formado en la comunidad de praacutecticas religiosas y en la observacioacuten de la ley Por razoacuten de nuestro estado social tenemos maacutes iacutentimamente confundidas que ustedes la patria la familia [127] la fe Para ustedes la religioacuten no es maacutes que la religioacuten para nosotros ademaacutes de la religioacuten es la raza es una especie de suelo moral en que vivimos es la lengua es tambieacuten el honor ese honor de que usted me ha hablado y que en nosotros no se concibe sin la consecuencia sin la constancia en amar una augusta y venerable fe por la cual somos escarnecidos

-Todo eso es de forma al fondo al fondo -dijo Lantigua con impaciencia- Usted ha demostrado creer que su religioacuten no es en lo moral superior a la miacutea

-Lo es por la antiguumledad y por la sencillez Creo firmemente que cuanto Dios ha revelado al hombre estaacute en mi ley Todo lo demaacutes es postizo No aborrezco al cristianismo por falso ni por malo sino por cruel e inuacutetil

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A D Buenaventura se le vinieron a la boca mil argumentos terribles abrumadores sin reacuteplica pero se contuvo antes de enunciarlos y llenaacutendose de paciencia siguioacute escuchando

-Hay razones histoacutericas y sociales -antildeadioacute el hebreo- razones terribles amigo miacuteo para que nuestra abjuracioacuten sea maacutes deshonrosa que la de otro hombre cualquiera

D Buenaventura dejoacute ver una sonrisa de desdeacuten

-Ademaacutes de que siento un instintivo amor [128] al Dios de mis padres y aborrecimiento invencible a la inuacutetil innovacioacuten cristiana

A D Buenaventura se le acababa la paciencia

-Deacutejeme usted seguir Ademaacutes de esto obedezco a una ley de raza iexcly queacute terribles son las leyes de raza El mismo valladar insuperable establecido por los cristianos para que vivamos moralmente separados del resto del linaje humano aviva y enciende maacutes nuestra consecuencia porque las injurias que hemos recibido la expulsioacuten de Espantildea el injusto odio de los pueblos cristianos nos aferran maacutes a nuestro dogma foacutermula de la patria entre nosotros iexclAbjurar iexclPasarnos a este enemigo implacable que durante diez y ocho siglos nos ha estado insultando escupiendo y abofeteando que nos ha expulsado nos ha quemado vivos nos ha arrojado de todas las ocupaciones honrosas nos ha cerrado todas las puertas nos ha prohibido todos los oficios dejaacutendonos soacutelo el maacutes vil el de la usura que nos ha llenado de denuestos groseros apartaacutendonos de todo lo que puede llamarse fraternidad y negaacutendonos hasta el goce de los derechos naturales que nos ha considerado siempre como una excepcioacuten en la humanidad como una raza abyecta y manchada y nos ha estado martirizando [129] con la infame y absurda nota de deicida iexclde haber matado a Dios No no puede ser entre nosotros no habraacute un solo hombre de honor que se pase a este implacable y feroz enemigo Diez y ocho siglos de venganza por haber dado muerte a un filoacutesofo el maacutes grande de los filoacutesofos si se quiere es demasiada crueldad

-Merecido baldoacuten ha sido -dijo D Buenaventura- y lo prueba la espantosa duracioacuten del castigo Un antildeo diez un siglo pueden equivocarse Mil ochocientos antildeos no se equivocan Su fallo merece respeto

-No tendraacute jamaacutes el miacuteo -declaroacute Morton con furor- Ha tocado usted la fibra maacutes delicada de mi corazoacuten de un corazoacuten que tiene el acendrado fuego de la raza Yo siento la pasioacuten de mi nacionalidad perdida de mi culto sencillo y grandioso de mi pueblo desgraciado y escarnecido que conserva en siacute un fondo admirable de valor moral Siacute quisiera tener mil bocas para decirlo con todas ellas Un pueblo que ha resistido diez y ocho siglos de desprecio un pueblo que subsiste despueacutes de mil ochocientos antildeos de verse proscrito errante vejado humillado es digno de mejor suerte

-Procuren ustedes mejorarla -dijo Lantigua con ironiacutea [130]

-Yo he pasado horas en amarguiacutesima tristeza pensando en la suerte infeliz de mi raza Desde que tuve uso de razoacuten comprendiacute a pesar de vivir en la mayor opulencia que en nosotros habiacutea un gran vaciacuteo aunque no me podiacutea explicar cuaacutel era comprendiacute que una nube siniestra nos envolviacutea que no eacuteramos como los demaacutes que la sociedad nos habiacutea marcado He pasado la mayor parte de mi juventud en teacutetricas meditaciones sobre nuestro aflictivo destino social y con esto el amor que siempre tuve a mi casta a

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mi grandiosa historia se inflamaba maacutes cada diacutea hasta llegar a una vehemencia que hizo creer en la peacuterdida de mi razoacuten Mi juventud ha sido un delirio doloroso un suentildeo en que se han confundido los intentos maacutes atrevidos con las ideas maacutes nobles He sontildeado con la rehabilitacioacuten del judaiacutesmo he sontildeado con borrar la maldicioacuten horrible he pasado antildeos enteros en soledad sombriacutea como los anacoretas cristianos meditando en la pasioacuten y crucificacioacuten de un pueblo inocente y despueacutes lanzaacutendome al mundo y a los viajes infatigables por todos los paiacuteses donde habiacutea israelitas he tomado el tiento a la terrible carga de esta empresa Mas a pesar de hallarla muy pesada no he renunciado a echarla sobre los hombros y en horas de duda o vacilacioacuten he [131] sentido en miacute un aliento poderoso una inspiracioacuten una solemne voz de mi ultrajado Dios que me deciacutea laquoAdelanteraquo

raquoY a un hombre de tal temple a un hombre que tiene el fanatismo santo de su casta que no vacila en morir cien veces por ver realizada una rehabilitacioacuten que el siglo cree imposible a un hombre que no es de estos vanos creyentes del diacutea superficiales y corrompidos ni sabe mirar con indiferencia las cosas de Dios y del corazoacuten y del corazoacuten le dice usted laquoAbandona todo eso y ven a humillarte aquiacute delante de miacute ven a besar esta cruel mano que te ha estado abofeteando por espacio de diez y ocho siglos ven a adorar al filoacutesofo crucificado en cuyo nombre hemos decidido que eres una bestiaraquo

-En nombre de Jesucristo -dijo D Buenaventura sintiendo que en su corazoacuten habiacutea sido tocada una fibra de sentimiento aunque estaba muy honda y el dolor no era grande- En nombre del que redimioacute al geacutenero humano transformando toda la tierra Parece mentira que en un entendimiento cultivado y claro exista obcecacioacuten semejante iexclDios miacuteo lo que es nacer en el error Pero hay una cosa que me hace poner en duda la sinceridad de su fanatismo Si tan lleno estaba usted de la idea de su raza si esta idea le ocupaba por entero si regiacutea [132] completamente su vida y sus actos todos regulando sus sentimientos iquestcoacutemo Sr Morton cayoacute usted en la debilidad de enamorarse de una mujer cristiana

-Dios nos somete a duriacutesimas y terribles pruebas Los catoacutelicos tibios que piensan poco en Dios los ateos que le niegan y los racionalistas cristianos que le han despojado de sus maravillosos atributos personales no comprenderaacuten esto y reiraacuten con impiacutea necedad de las pruebas a que me refiero Yo no soy asiacute Creo en las pruebas como en los castigos Mi insensato y desvariado amor es una de aquellas He caiacutedo he caiacutedo con pecado nefando y he sentido las maacutes terribles y congojosas dudas que pueden imaginarse iquestQueacute debo hacer iquestEn queacute grado deben interesarme respectivamente mis deberes sociales y mis deberes religiosos Aquiacute tiene usted la gran duda que me ha traiacutedo a la mayor desesperacioacuten y a desear ardientemente la muerte la madre muerte que todo lo resuelve

-Yo no le he llamado a usted -dijo Lantigua gravemente- ni usted ha venido tampoco para entregarse a una desesperacioacuten inuacutetil Es preciso ser razonable abordar la cuestioacuten esta cuestioacuten terrible que se nos ofrece en presencia de mi sobrina inocente y buena y hermosa [133] de mi hija debo decir pues por tal la tengo

-Es verdad Yo he venido deseoso de abordar la cuestioacuten y de resolverla

-iquestCoacutemo Despueacutes de lo que acabo de oiacuter -dijo D Buenaventura con acento de indignacioacuten- parece que seguacuten usted el horrendo sacrificio debe hacerlo ella

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-No no comprendo que eso no puede ser Hay otro medio

-No alcanzo ninguno

-Si yo no creyera que hay otro medio no hubiera venido me habriacutea quedado en Londres

-Es verdad

-Soacutelo el acudir puntual a su llamamiento indica que mi deseo es

-Conciliar bien

-Pero esta conciliacioacuten no puede celebrarse sino entre ella y yo entre su conciencia y la miacutea

-Es necesario -dijo Lantigua con intereacutes- es necesario que usted la vea Ella le recibiraacute a usted Ya se lo he dicho y tendraacute que obedecerme

-El problema es difiacutecil pero quieacuten sabe Creo que en la cuestioacuten de fe no nos seriacutea difiacutecil llegar a una concordia provisionalmente aceptable pero la cuestioacuten de forma es la maacutes terrible [134]

-Ahiacute ahiacute estaacute el quid iquestPero seraacute imposible buscar una foacutermula

D Buenaventura que en su vida poliacutetica no por cierto muy larga ni muy brillante habiacutea descollado en el arte de buscar foacutermulas creiacutea posible en la ocasioacuten que ahora relatamos lucir nuevamente su ingenio Pensando en esto dijo para siacute

-No se presenta mal iexclAlgo duro estaacute Veremos creo que repetidas conferencias entre los dos han de abrir alguacuten camino Todaviacutea me queda un argumento muy fuerte un argumento de corazoacuten de ternura y ese lo dejo para cuando sea oportuno Ahora no lo es

-Nada podemos adelantar mientras yo no la vea y hable con ella -dijo Morton con inquietud

-La veraacute usted Su repugnancia es mucha pero yo la vencereacute Tenemos dificultades por todas partes No contaacutebamos con el disgusto y la alarma que su presencia de usted produciriacutea en este piadosiacutesimo pueblo Las ideas de mi familia tampoco nos son muy favorables Mi hermana se empentildea en dirigir la mente de Gloria al ascetismo y esto no me gusta

-iquestY el sentildeor D Aacutengel

-No estaacute aquiacute Menos temor me infundiriacutea [135] eacutel que mi hermana iexclUna foacutermula iexclHallar una foacutermula iquestPero esto es tan difiacutecil Se me figura que entre los tres llegariacuteamos a una solucioacuten lisonjera o al menos admisible iexclTodo menos la deshonra de esa infeliz

-Que yo la vea que yo la vea es lo principal -dijo Morton con ardor

-La veraacute usted

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-Que pueda yo ademaacutes mostrarme libremente en el pueblo y que cese el absurdo horror que inspiro que pueda ir a todas partes que mi nombre no sea una blasfemia

-iexclOh -dijo Lantigua hondamente preocupado- Es preciso ante todo redimirle a usted de esta horrible abominacioacuten puacuteblica indigna de la cultura moderna

-Siacute siacute

-Y darle a usted alojamiento digno decoroso a la luz del diacutea que no viva oculto como los ladrones

-Siacute siacute tambieacuten eso

El buen banquero miroacute fijamente al suelo sosteniendo su barba con los dedos de la mano derecha

-iexclAh -exclamoacute de improviso daacutendose una palmada en la frente- Tengo una idea una idea feliciacutesima

-iquestCuaacutel [136]

-Permiacutetame usted que no se la diga por ahora

-Pero

-Tendraacute usted alojamiento decoroso y se modificaraacute o se atenuaraacute por lo menos el rigor de esa implacable opinioacuten puacuteblica Hoy mismo notaraacute usted las consecuencias de mi idea

-Deseo saberla

-Confiacutee usted en miacute -dijo el banquero levantaacutendose- Nos veremos luego Voy a ocuparme de usted

No quiso dar maacutes explicaciones el noble sentildeor de Lantigua y salioacute dejando al hebreo en confusioacuten no menos grande que la que teniacutea al principio de la conferencia Morton se asomoacute a la ventana y vio a Caifaacutes enterrando otro muerto

-Un enemigo menos en Ficoacutebriga- pensoacute

En tanto Lantigua corriacutea presuroso en busca del sentildeor cura D Silvestre Romero [137]

- XII -

La foacutermula de D Buenaventura

En la tarde del Domingo de Ramos y cuando despueacutes de rota y deshecha la procesioacuten se retiraron consternadas a su casa Gloria y Serafinita esta mandoacute a Roque con toda diligencia a Villamojada para que pusiera en la estacioacuten telegraacutefica el siguiente despacho

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laquoA D Aacutengel Mariacutea cardenal de Lantigua arzobispo de X en el palacio arzobispal de Tolouse (Francia) -Graviacutesimo peligro Enemigo en Ficoacutebriga Ven al punto Serafinaraquo

El Sr D Aacutengel habiacutea sido elevado en Noviembre anterior a una silla metropolitana digna recompensa de sus altos merecimientos y preclaras virtudes En Febrero concediole Su Santidad la puacuterpura y a principios de Marzo partioacute para Roma a recibir la birreta Regresaba en Abril apresuradamente para tomar posesioacuten de su nueva dioacutecesis antes de la Semana Santa y al atravesar Francia para entrar [138] por Bayona sintiose acometido por su fiero enemigo el reuacutema Encolerizarse contra el reuacutema y el mal tiempo y la humedad habriacutea sido encolerizarse con Dios por lo tanto llenose de resignacioacuten y en vez de irritarse suspiraba No obstante la cojera insistiacutea en proseguir el viaje pero los meacutedicos ordenaacuteronle descanso y el arzobispo de Tolosa de Francia grande amigo suyo en el Concilio le invitoacute a que descansase No lo hizo de muy buen grado Su Eminencia mas las traidoras piernas se negaron a obedecer al corazoacuten Escribioacute a su hermana y entre otras cosas le deciacutea

laquoNo estoy tan mal que no pueda ponerme en camino si un urgente negocio lo exige Si ocurre algo muy grave en nuestra familia o si se presentara en Ficoacutebriga el antedicho sujeto (en los primeros paacuterrafos de la carta hablaba de eacutel) aviacutesamelo sin peacuterdida de tiempo pues aunque deba ir arrastraacutendome seguireacute mi itinerarioraquo

De las intenciones y pensamientos del sentildeor cardenal no tenemos auacuten conocimiento exacto y casi nos atrevemos a creer que Serafinita a pesar de su buen deseo no los interpretaba con estricta fidelidad En cuanto a D Buenaventura ya sabemos que deseaba resueltamente poner fin a aquel duro conflicto [139] por medio del matrimonio No habiacutea duda para eacutel respecto a la medicina pero la foacutermula de esta se ocultaba a su perspicuo entendimiento del ilustre banquero y hombre de mundo iexclLa foacutermula He aquiacute el secreto Era preciso ser Arquiacutemedes Galileo Newton es decir poseer el genio y la inspiracioacuten sublime de los grandes descubrimientos para encontrar aquella foacutermula

D Buenaventura militaba puacuteblicamente en el partido catoacutelico el cual ha extendido a todas las cosas la intolerancia que es el nervio del dogma Pero es ley fatal tambieacuten que al combatir con un enemigo que emplea determinada taacutectica se aprende esa taacutectica y se la adopta despueacutes Eso le pasoacute a D Buenaventura y el haacutebito de los parlamentos del saloacuten de conferencias y de la poliacutetica menuda ensentildeole sin saber coacutemo el fino arte de las transacciones Era que su espiacuteritu por el frecuente combate con las habilidades llegoacute a inficionarse de ellas primero a usarlas instintivamente despueacutes y por uacuteltimo a creerlas buenas y necesarias

Habiacutea defendido eneacutergicamente aunque sin elocuencia la unidad rigurosa del culto y eran de oiacuter sus palabras calificando los matrimonios contraiacutedos por personas de diferentes creencias pero una cosa es la declaracioacuten teoacuterica y otra el hecho abrumador y elocuente maacutes persuasivo [140] que cuanto encierran las bibliotecas Ante aquel hecho que directamente heriacutea su corazoacuten D Buenaventura vaciloacute mucho concluyendo por admitir la imprescindible necesidad de un arreglo Este arreglo era posible con tal que se encontrase una foacutermula

Amaba tan tiernamente a su sobrina Gloria que en su corazoacuten no la distinguiacutea de sus propias hijas En Madrid habiacutea tomado informes de Morton y por el baroacuten de W y otros israelitas con quienes teniacutea relaciones de amistad o de negocios supo nuestro

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banquero las sobresalientes cualidades de todos los individuos de la familia de Daniel y de Daniel mismo

-O yo valgo poco o los caso -deciacutea Lantigua- Sobre la conveniencia y la posibilidad de esto no hay duda El coacutemo la piacutecara foacutermula es lo que falta

Desde que llegara a Ficoacutebriga confioacute a Romero su pensamiento y este se mostroacute muy dispuesto a admitirlo Ambos discutieron indagaron escudrintildearon Por uacuteltimo D Silvestre lleno de intereacutes por la sentildeorita de Lantigua deciacutea

-No hay maacutes remedio sino que es preciso sacarla de tan triste situacioacuten Aquiacute no se trata de teoriacuteas se trata de un hecho de un hecho [141] innegable evidente terrible Comprendo que para evitar estos hechos se establezca la unidad religiosa maacutes intolerante que se expulse que se queme que se condene que se fulminen rayos pero ya no se trata de prevenir sino de reparar No habraacute ninguna autoridad divina ni humana que se atreva a decir en presencia de esto laquoqueacutedese el mal como estaacuteraquo Lo que falta es la foacutermula una formulita

D Silvestre fue desde entonces coacutemplice de todos los planes de su noble amigo Ambos sin dejar de ser muy catoacutelicos y de manifestar las maacutes feacuterreas opiniones cada cual seguacuten su estilo eran hombres de mundo habiacutean tomado el tiento a la sociedad habiacutean sufrido la fascinacioacuten de lo praacutectico el uno en sus negocios el otro en sus luchas contra la Naturaleza habiacutean dicho laquoconviene huir de la corriente para que no nos arrastre pero si por desgracia viene un brazo de mar y nos quiere llevar es tonteriacutea luchar con eacutel hay que sortearloraquo

D Buenaventura no admitiacutea de ninguna manera el matrimonio puramente civil en aquel caso ni entraba en sus miras que Gloria fuese a casarse a un paiacutes extranjero Para eacutel la foacutermula maacutes aceptable hubiera sido aquella en que el matrimonio se verificase con todas las apariencias de concordancia religiosa [142]

-Me basta -pensaba- me basta con que ese hombre nos conceda una farsa de abjuracioacuten Seraacute un malvado si no lo hace Piense luego en su interior como le deacute la gana Al fin y al cabo el fondo el fondo de todas las creencias iquestno es uno mismo La sociedad nos obliga a establecer diferencias en el culto pero esas diferencias deben desaparecer ante un deber social tambieacuten muy poderoso He aquiacute la foacutermula siacute ya la tengo se la propondreacute Una conversioacuten fingida con reservas mentales iexclOh Dios Dios Es imposible que tuacute no seas uno mismo para todos iexclAh esta es una de esas piacutecaras ideas que nosotros los hombres de peso no decimos nunca nunca no no se pueden decir pero es la taimada idea la saltona y diaboacutelica idea que tenemos asentada en el fondo de la conciencia Si mi hermano sospechase esto

El diacutea de la conferencia que hemos descrito habloacute con D Silvestre antes de misa mayor y ambos se pusieron de acuerdo sobre la conveniencia de rehabilitar al hebreo en el concepto puacuteblico de Ficoacutebriga y proporcionarle una entrevista con Gloria

-iexclAh -deciacutea D Buenaventura- Si esa desgraciada se empentildea en no verlo yo probareacute que tengo autoridad Bueno es el misticismo [143] pero ahora se trata de ajustar una cuenta con la sociedad La de Dios estaacute ya saldada y el perdoacuten de nuestra pobre hueacuterfana debe de haber sido puesto a la firma allaacute arriba Estoy seguro de esto seguriacutesimo

Y pensando luego en Morton deciacutea siempre

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-Se me figura que los mayores obstaacuteculos no vendraacuten de parte de eacutel Su fanatismo maacutes que de religioacuten es de raza Y si auacuten vacilara tengo un argumento poderoso que guardo para la ocasioacuten criacutetica un arma de sentimiento de ternura con la cual pienso herir en eacutel la fibra maacutes sensible

Desde el Lunes Santo empezoacute a correr por Ficoacutebriga un rumor que en pocas horas dio la vuelta a todo el pueblo y penetroacute en todas las casas como un aire fuerte y suacutebito que sorprende abiertas las puertas y hasta el maacutes hondo rincoacuten se introduce El rumor era que el Sr Morton habiacutea ido a Ficoacutebriga con el fin santo de abrazar el catolicismo Divulgose esta noticia que era buena con la rapidez de las malas haciendo efecto poderoso en pueblo tan creacutedulo como sencillo No hubo una sola boca que de esto no se ocupase en todo el lunes y martes y por do quier oiacuteanse exclamaciones de alegriacutea y comentarios optimistas Hubo quien asegurase haberlo oiacutedo de los labios del [144] mismo cura o de los no menos respetables de D Juan Amarillo Causaba igual pasmo la noticia de que el extranjero habiacutea sido alojado decorosamente en una de las buenas casas de Ficoacutebriga y que se esperaba de un instante a otro al Sr D Aacutengel de Lantigua para echar los Evangelios al neoacutefito

Inuacutetil es decir que estos rumores llegaron a la casa de Lantigua y hallando abierta la puerta se metieron dentro y subieron y bajaron dando vueltas a toda la casa Pero no entraron soacutelo por conducto de los criados sino que el mismo cura al enunciarlos con su venerable boca les dio autoridad El martes por la tarde fue a la casa a ver a su querida penitente y delante de ella y de Dordf Serafina habloacute de la estupenda noticia que por el pueblo corriacutea Apoyole D Buenaventura mas las dos hembras no dijeron nada

-Si es cierto -dijo Romero decidido a que la idea penetrase donde debiacutea penetrar- si es cierto esta conversioacuten seraacute muy sonada Aquiacute tenemos al jornalero de las vintildeas que ha venido tarde pero que recibiraacute seguacuten Jesucristo la misma soldada que los que vinieron pronto Grandiacutesima gloria seraacute esta conversioacuten para nuestra humilde villa y tambieacuten para miacute que tuve la dicha de sacar de las aguas [145]

Viendo que aparentemente no prestaban atencioacuten a sus palabras volviose a D Buenaventura y prosiguioacute asiacute

-Yo le saqueacute de las aguas como se saca un pez de modo que si yo no le hubiera pescado Y aquiacute viene bien repetir lo que dijo Nuestro Sentildeor Jesucristo a los Apoacutestoles cuando recogiacutean sus redes en las orillas del lago de Genesareth laquoSeguidme y os hareacute pescadores de hombresraquo He aquiacute que si al fin le bautizo yo puedo decir con doble motivo que he pescado a un hombre

Gloria que leiacutea los oficios del Martes Santo miraba tan de cerca el libro que pareciacutea no poder hallarse en disposicioacuten de entender la lectura si no se metiacutea las letras dentro de los ojos Serafinita permaneciacutea inmutable y silenciosa como si su espiacuteritu su voluntad y sus creencias se hallaran en esfera superior a todos los miserables eventos de la tierra

Cuando el cura salioacute D Buenaventura le dijo

-Basta con que lo sepa La idea ha de hacer efecto No es cerebro de paja el suyo y cuando una idea entra en eacutel ya ya levantaraacute buen remolino iexclAh Sr D Silvestre Se me figura que he encontrado la foacutermula esa deseada foacutermula [146]

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- XIII -

El secreto

Por la tarde mieacutercoles Serafinita acompantildeoacute a su sobrina a dar un paseo por el jardiacuten Departiacutean sobre cosas triviales pero la sentildeorita hablaba tan poco que a veces Dordf Serafina teniacutea que suspender su discurso y preguntarle dulcemente

-iquestEn queacute piensas

-En nada -respondioacute Gloria

-En mucho -afirmoacute la sentildeora sonriendo- No creas que te rintildeo por eso Bien seacute que no es cosa faacutecil purificar completamente el pensamiento de ideas mundanas Auacuten lucharaacutes mucho padeceraacutes congojas sufriraacutes terribles asaltos de la mala idea batallaraacutes horriblemente antes de que tu pensamiento limpio y libre se pueda consagrar por entero a Dios Para llegar a este lisonjero fin hija miacutea no hay mejor [147] camino que el de la desgracia y prueba evidente soy de ello Pero has de poner algo de tu parte Desaacutehuciate de una vez Esta idea es dolorosiacutesima pero muy saludable Piensa en el ejemplo del tratante de perlas que presentoacute Nuestro Sentildeor Jesucristo y fue que viendo el mercader una perla maacutes hermosa que todas vendioacute las que teniacutea para comprarla Del mismo modo tuacute para comprar la perla del reino de los cielos es fuerza que vendas todas absolutamente todas las que posees

-Menos una -contestoacute Gloria tiacutemidamente

-Dios no agradece los sacrificios de las cosas pequentildeas sino los de las grandes iquestQueacute le has ofrecido hasta ahora Los placeres del mundo las relaciones sociales tu fama tu reputacioacuten Eso no vale nada lo que Eacutel quiere es tu corazoacuten iexclLos corazones son las joyas con que se obsequia al Eterno Padre esos son los diamantes y las perlas de que estaacute formado su trono iquestCrees que basta el perdoacuten de las injurias la humildad y la conformidad en sufrir desaires y calumnias

-Ya seacute que ese meacuterito no es grande querida tiacutea -dijo Gloria- ya seacute que hay sacrificios mayores mucho mayores iexclDichosas las almas que tienen fuerza para hacerlos Para perdonar [148] a mis enemigos creo que no necesito probar la desgracia Si en otro tiempo los hubiera tenido los habriacutea perdonado del mismo modo De la humildad no puedo vanagloriarme porque no la tengo completa yo seacute que no la tengo y en cuanto a los desaires y calumnias escasa virtud hay en sufrir pacientemente los primeros que bien poco valen Las segundas si existen no han llegado a mis oiacutedos

-Pues siacute existen las calumnias querida hija eres calumniada y voy a decirte coacutemo para que perdones a las bocas maldicientes

-No es calumnia hablar de mi deshonra

-No se trata de eso se trata de verdaderas calumnias de falsedades indignas y deshonrosas propaladas por personas que se llaman amigas nuestras y que nos deben respeto y consideracioacuten o por lo menos la caridad que a todos los cristianos nos une

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-Tristes son los desaires de que he sido objeto -repuso Gloria- pero como hijos de una supersticioacuten grosera no merecen gran atencioacuten

-No me refiero al incidente del pollinito -dijo la sentildeora- Ya eso despueacutes de que ocupoacute bastante las lenguas de Ficoacutebriga ha pasado a la historia Me refiero a calumnias a verdaderas calumnias que corren acerca de tu conducta [149] Esta mantildeana hija miacutea he pasado un rato de dolor y de verguumlenza al oiacuter contar

La voz se ahogoacute en la garganta de la noble sentildeora pero haciendo un esfuerzo continuoacute asiacute

-Teresita la Monja una sentildeora a quien siempre hemos tenido los de casa el mayor respeto me dijo de ti cosas abominables He necesitado de toda mi paciencia de toda la mansedumbre y paz de mi alma para no llenarme de infame ira Pero hija ciertas cosas no se pueden oiacuter iexclno Oyendo a aquella mujer he tenido que hacer un esfuerzo colosal sobrehumano para ahogar en mi pecho la indignacioacuten No he podido contestarle una palabra y me he deshecho en laacutegrimas delante de ella y de sus amigas

-iquestY queacute dice de miacute -preguntoacute Gloria con perfecta tranquilidad

-Es tan bestial y horrenda la calumnia que me da verguumlenza deciacutertela pero te la direacute para que apurando tambieacuten este caacuteliz de amargura tengas una ocasioacuten magniacutefica de perdonar

-iexclPerdonar

-Siacute de perdonar a esas mujeres como las he perdonado yo Ni aun quiero hacer comentarios de su maldad ni siquiera las vitupero como te han vituperado a ti y tan soacutelo digo [150] laquoSentildeor perdoacutenalas porque no saben lo que se dicenraquo

-iquestPero queacute es

-Te horrorizaraacutes mas no importa Dicen que a altas horas de la noche cuando todos duermen en nuestra casa y en la villa sales siacute dicen que sales ocultamente para reunirte en un paraje solitario allaacute junto al cementerio con el desgraciado autor de tu deshonra

Gloria se quedoacute blanca inmoacutevil y muda como maacutermol Sin embargo aquel estupor no indicaba en modo alguno la turbacioacuten de una conciencia sorprendida por la denuncia

-Comprendo tu espanto -antildeadioacute la sentildeora- iexclOh iexclCuaacutentas laacutegrimas he derramado hoy Oiacuter estas cosas yo yo que pondriacutea cien veces mi mano en el fuego de tu inocencia en este caso Quise responderles pero la lengua se me entorpeciacutea Teresita se reiacutea iexclSi vieras con queacute peacuterfida seguridad afirmaba haberte visto ella misma

-iexclElla misma

-Siacute dice que el lunes te vio Era maacutes de media noche Ella habiacutea salido a asistir a una sobrina que estaba de parto la hija mayor del escribano D Gil Barrabaacutes Dice que te vio [151] salir de la casa tomar por la calle de la Poterna En fin no quiero atormentarte maacutes iexclQueacute calumnia tan infame

Era cierto era que Teresita la Monja habiacutea dicho a la sentildeora la atroz calumnia bueno es asentarlo asiacute aunque ninguacuten lector habraacute puesto en duda la veracidad de la de

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Lantigua persona incapaz de mentir La horrible invencioacuten habiacutea corrido de boca en boca por todo el ciacuterculo de beatas neutralizando el buen efecto que produjera en Ficoacutebriga el rumor de la conversioacuten del israelita

-Al principio no creiacute prudente contarte estas abominaciones -antildeadioacute Serafinita con el acento de la lealtad maacutes pura- pero despueacutes he decidido que lo sepas para que tengas el gusto inefable de perdonar a esas personas No quiero darles ninguacuten calificativo infamante soacutelo pienso en perdonarlas y en rogar a Dios por ellas iexclOh hija miacutea este edificante gozo del alma que olvida la calumnia y perdona a los calumniadores no es permitido sino al alma del cristiano iquestLas perdonas

-Con todo mi corazoacuten -repuso Gloria volviendo del estupor que la noticia le produjera- Y aunque cien veces me difamaran cien veces las perdonariacutea

-Asiacute es como te quiero -dijo Serafinita con [152] efusioacuten de amor y de piedad abrazando y besando a su sobrina

No hablaron maacutes de este tema Ya cerca del anochecer vino Caifaacutes a dar cuenta de la distribucioacuten de limosnas que soliacutea hacer por encargo de Dordf Serafina y de Gloria Esta llevaacutendole a su cuarto le dio maacutes dinero e instrucciones nuevas que no podemos conocer

Por la noche los tres Lantiguas hicieron la colacioacuten rezoacute el rosario la sentildeora acompantildeada de todos y cuando llegoacute la hora de recogerse dirigiose a su cuarto D Buenaventura mientras Serafinita acompantildeaba a Gloria al suyo pues era costumbre hacerle compantildeiacutea hasta que la dejaba acostada y cediendo a las dulces caricias del suentildeo

-Buenas noches nintildea miacutea -dijo la sentildeora poniendo la mano sobre la frente de su sobrina- Duerme en paz iquestQuieres que te apague la luz Ya estaacute apagada

Dio un soplo para matar la luz y tomando la suya besoacute a Gloria con ternura y se fue Por breve rato oyeacuteronse sus pasos al bajar la escalera pero al fin extinguiose el ruido y tambieacuten la triste claridad que dejaba tras siacute la vela con que se alumbraba

Gloria no dormiacutea Vigilante en medio de la profunda oscuridad de su cuarto sus negros [153] ojos se abriacutean ante las tinieblas como ante un hermoso espectaacuteculo y su oiacutedo atendiacutea a los murmullos de la noche Aterrada ella misma de su estado zozobra se poniacutea la mano sobre el corazoacuten para sentir sus latidos y a ratos suspiraba movieacutendose ligeramente en el lecho Pasado alguacuten tiempo despueacutes de la partida de su tiacutea alargoacute el cuello ponieacutendose en acecho y contuvo la respiracioacuten para que el leve rumor de esta no se confundiera con los sones lejanos que queriacutea sorprender

Crujieron en la casa las uacuteltimas puertas que se cerraban allaacute en lo profundo oiacuteanse a ratos golpes que pareciacutean subterraacuteneos y eran las pisadas de las mulas en el suelo de su cuadra despueacutes el ladrido de los vigilantes perros que se alborotaban por el paso de una sombra y constantemente el vibrante chasquido de los sapos cantores de la yerba huacutemeda Los oiacutedos de Gloria estimulados por la zozobra de su alma sondaban el silencio de la noche penetrando hasta las uacuteltimas honduras para cerciorarse de que la casa se hallaba en completo reposo

-Ya duerme -pensoacute- Todos duermen

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Siguioacute escuchando y claramente percibiacutea el resuello de la mar jamaacutes callada ni aun cuando duerme como en aquella tranquila noche [154] en que sus olas eran suaves dilataciones de un pulmoacuten en reposo Gloria contaba el tiempo pues sin necesidad de reloj podiacutea apreciar el nuacutemero de instantes que transcurriacutean Ella no atendiacutea a ninguna idea pasada y toda su alma estaba en lo presente y en aquel rato de acecho que iba creciendo hasta ser una hora dos horas

-Ya es tiempo -pensoacute- iquestQueacute tiene esta noche el reloj de la Abadiacutea que no suena

Y no habiacutea acabado de formular esta idea cuando se oyoacute la primera campanada larga coacutencava pesada prolongada como un lamento Como los duendes que esperan la hora de su libertad Gloria se incorporoacute raacutepidamente Al dar la segunda campanada tomoacute su ropa tanteando en la oscuridad pero sin equivocarse porque sabiacutea muy bien el lugar donde estaba cada pieza El reloj seguiacutea dando campanadas lentamente y Gloria con presteza suma se poniacutea los vestidos atando cintas y ajustando botones en la oscuridad con incansable mano Las cintas se enroscaban velozmente como menudas serpientes en su cintura Gloria vestida por completo calzada envuelta en su manto negro se puso en pie y dio algunos pasos Sus manos iban delante como asidas a las manos de un [155] fantasma que la guiaba No tropezoacute con ninguacuten mueble no dio un solo paso en falso y llegoacute a la puerta que abrioacute tan suavemente cual si esta girara sobre goznes de algodoacuten

Por el corredor discurriacutea como vana creacioacuten de la penumbra llevada en brazos del aire y sus pasos como los de pies que andan sobre nubes no se sentiacutean Largo rato tardoacute en descender la escalera poniendo suavemente los pies en cada escaloacuten y si alguacuten ligero crujido de la madera anunciaba el peso deteniacutease llena de terror recogiendo todo movimiento en lo iacutentimo de su alma Por fin llegoacute abajo donde por ser el suelo de mosaico no era preciso andar con tantas precauciones Deacutebil claridad de los cielos iluminados a ratos por la luna permitiacutea conocer los aacutengulos y las paredes y puertas del pasillo Detuacutevose Gloria ante una y aplicando el oiacutedo a la cerradura exploroacute la intensidad del silencio que reinaba detraacutes de aquella puerta

-Duerme -pensoacute

Sin detenerse despueacutes de esta observacioacuten pasoacute a una pieza que en el fondo de la casa nueva habiacutea dio dos golpecitos en una puerta y esta se abrioacute por mano invisible con ligero rechinar Gloria pasoacute a la casa antigua acompantildeada ya de alguien que en las [156] tinieblas la guiaba Poco maacutes duroacute su traacutensito por sitios oscuros porque ella misma al fin con una llave que en la mano traiacutea abrioacute una puerta y salioacute al patio y a la calle donde la esperaba un hombre Este le dio la mano para ayudarle a salvar el

escaloacuten y ambos desaparecieron sin hablar [157]

- XIV -

Casa

Por indicacioacuten de D Buenaventura a quien deseaba servir el mismo alcalde de Ficoacutebriga Sr D Juan Amarillo habiacutea proporcionado a Daniel Morton un alojamiento decoroso pues no cuadraba a la cultura de Ficoacutebriga ni a la proverbial hospitalidad de

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aquella noble raza cerrar a un ser humano con impiacutea dureza todas las puertas A estas razones expresadas por el sentildeor de Lantigua antildeadioacute Amarillo otras no inferiores en peso a saber que siendo el hebreo persona de elevadiacutesima posicioacuten social y de grandes posibles no debiacutea en todo rigor aplicaacutersele el criterio del vulgo que nada perdiacutea nuestra santa religioacuten porque se diese posada al peregrino y que la doctrina evangeacutelica prescribiacutea hacer bien a los enemigos

Como al mismo tiempo se habiacutea levantado [158] susurrante el rumor de la conversioacuten del israelita el alcalde no temioacute que su pueblo se alborotara y viendo que todo favoreciacutea su propoacutesito dirigiose ante la presencia de Isidorita la del Rebenque (que soliacutea en tiempo de bantildeos poner varias piezas de su casa a disposicioacuten de los forasteros) y le propuso tomar bajo su manto protector al hebreo

Oyoacute Isidorita la proposicioacuten con grandiacutesimo descontento y si no exageran los autores que de esto han tratado asiacute como cronistas del linaje de Rebenque se le cortoacute el habla cambiaacuteronse en azucenas las rosas de su cara quedaacutendose una buena pieza de tiempo como si fuera a caer con un siacutencope Pero el sentildeor de Amarillo diacutejole que no se sofocase antes de tiempo y sin motivo antildeadiendo que eacutel a fuer de alcalde tomaba para siacute toda la responsabilidad Como el sentildeor cura (que a la sazoacuten llegoacute) apoyase la proposicioacuten de D Juan autorizando a Isidorita para albergar al infiel y aseguraacutendole que su casa quedariacutea limpia de toda maacutecula despueacutes del consentimiento del paacuterroco la excelente esposa de Barrabaacutes fue recobrando poco a poco la serenidad Sus escruacutepulos cesaron por completo con una nueva exhortacioacuten de D Juan el cual establecioacute que el Sr Morton que de fijo se iba a convertir a nuestra religioacuten [159] sacratiacutesima pagariacutea diariamente una libra esterlina por siacute y otra por su criado

Dieron libertad a este y entregado el equipaje sentildeor y escudero se trasladaron a su nuevo hospedaje en la tarde del lunes La uacutenica condicioacuten que les puso D Juan fue que durante las ceremonias puacuteblicas de Semana Santa no se dejaran ver en las calles de Ficoacutebriga Asiacute lo prometieron ambos mostraacutendose muy gustosos por la deferencia de aquel celoso representante de la autoridad que tan bien comprendiacutea los deberes de su alto cargo El criado era tambieacuten judiacuteo y de los recalcitrantes Llamado Sansoacuten y haciacutea honor a su nombre pues era un coloso rudo y fuerte con cada mano como una maza leal y carintildeoso con su amo displicente con los demaacutes puntual en el servicio y muy charlataacuten mas como no entendiese ni una palabra de espantildeol hablaba consigo mismo largas horas Auacuten le molestaban sus chichones y descalabraduras mas no era cosa de cuidado

Dioles Isidorita en su casa tres habitaciones que eran las mejores y maacutes coacutemodas y bonitas arregladas sin lujo pero con limpieza y desde el primer diacutea les tratoacute con esmero ofrecieacutendoles comida abundante y bien aderezada Es que era la sentildeora de Barrabaacutes hembra de [160] mucha conciencia y no podiacutea corresponder con un trato mezquino a la enorme cantidad que por su hospedaje le entregaban diariamente los forasteros Morton estipuloacute que su incomunicacioacuten con la familia de Barrabaacutes seriacutea completa porque no deseaba molestar ni ser molestado y esto desagradoacute a D Bartolomeacute que era muy entrometido no asiacute a Isidorita que siempre poniacutea la circunspeccioacuten por encima de todas las cosas

Desde el primer momento la sentildeora de la casa vio en su hueacutesped un caballero decentiacutesimo lleno de comedimiento finura y generosidad Esto unido a la noticia de su conversioacuten y a la insistencia con que Teresita aprobaba el hospedaje acalloacute poco a poco la alborotada conciencia de aquella mujer El primer diacutea no pudo arrojar de su alma el

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recelo y permaneciacutea delante de Morton con cierto espanto el segundo buscaba motivos de hablar con eacutel hallando su conversacioacuten bastante agradable el tercero no sabiacutea queacute hacer para complacerle Jamaacutes voluntad alguna fue maacutes prontamente conquistada

Morton huiacutea todo lo posible de las conversaciones con el ama de la casa cuyo afaacuten de tertulia creciacutea de hora en hora y cuando ella y su esposo no podiacutean hallar pretexto para introducirse [161] en la habitacioacuten del forastero se entreteniacutean oyendo chapurrear nuestra lengua a Sansoacuten que habiacutea hecho buenas migas con el filoacutesofo Se juntaban por las noches en la sala baja y alliacute era el dialogar por sentildeas el reiacuter de todo el vaciar botellas de cerveza (pagadas por el descendiente de Abrahaacuten porque Isidorita jamaacutes permitioacute a nuestro filoacutesofo el goce de un ochavo) y alliacute era el encender puros y el hablar cosas que reciacuteprocamente no entendiacutean

Desde que tan gran novedad ocurriacutea en casa de la del Rebenque Teresita no faltoacute una sola noche en acudir a ella para inquirir indagar hacer comentarios recoger y glosar cada palabra del caballero hebreo Ni gesto ni accioacuten ni voz ni salida ni entrada del joven quedaba sin ser sometida a prolija discusioacuten Ocupaacuteronse tambieacuten las tres (pues antes faltara en el cielo la casta Diana que a las tertulias la Gobernadora de las armas) de los Lantiguas de la casa de los Lantiguas de la sentildeorita Gloria y de la inaudita escandalosa y execrable accioacuten de la joya de Ficoacutebriga Siacute Teresita la habiacutea visto y lo juraba por todos los santos del cielo En la noche del lunes cuando la llamaron para asistir al parto de su sobrina la hija del escribano habiacutea visto a la sentildeorita [162] salir de la casa y dirigirse en compantildeiacutea de un hombre hacia el cementerio Resistiacuteanse las dos amigas a creerlo pero la de Amarillo invocaba a media corte celestial y al Padre Santo en testimonio de su afirmacioacuten

Isidorita por su parte daba fe de que el sentildeor Morton habiacutea estado casi toda la noche fuera en la del lunes pero no podiacutea asegurar lo mismo del martes porque eacutel teniacutea llave y podiacutea salir con su criado sin ser visto pero prometioacute solemnemente a sus amigas vigilar para tenerlas al corriente de cuanto ocurriese

Luego que se retiraron estas para asistir a las Lamentaciones del mieacutercoles Isidorita fue llamada por su hueacutesped para recibir una orden concerniente a detalles del servicio y despueacutes de un breve coloquio la sentildeora dijo

-iquestVa usted a salir tarde esta noche

-No sentildeora

-Como el lunes estuvo usted toda la noche fuera

Daniel no contestoacute Entonces Isidorita demostrando vivo intereacutes por el hombre infiel que se aposentaba en su casa habloacute asiacute

-Yo si usted me lo permite me voy a tomar la libertad de darle un consejo

Y como Daniel se dispusiera de todo corazoacuten a recibir consejos de la sentildeora esta antildeadioacute [163]

-Mi consejo es que tenga mucho cuidado con los Lantiguas Son personas muy buenas pero de mucho tesoacuten y no consienten que nadie

-Acabe usted

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-Es que me estoy metiendo en lo que no me importa y temo enojarle a usted

-De ninguacuten modo

-Pero como va en ello el bien de una persona tan digna Lo que quiero decir es que tome usted precauciones si ha de seguir sus entrevistas secretas a media noche con la sentildeorita Gloria

-iexclYo -exclamoacute Daniel con asombro

-Es claro usted no ha de darme cuenta de sus acciones En fin usted haraacute lo que guste Si una noche no le ve a usted el Sr D Buenaventura otra noche puede verle y tendremos un disgusto un verdadero disgusto

-Sentildeora teme usted que nos vea don Buenaventura iquestdoacutende iquesta queacute hora -dijo el hebreo con gran intereacutes

-Eso ustedes lo sabraacuten Mi cuntildeada que es persona incapaz de mentir ha visto a la sentildeorita Gloria salir de la casa a media noche con un hombre

-iexclSalir de la casa

-Con un hombre [164]

-iexclCon un hombre

-Siacute sentildeor La vio el lunes desde la calle porque fue al parto de Nicanora la de mi cuntildeado Gil pues Despueacutes acechoacute el martes por la noche desde su ventana porque Teresa vive al lado ya sabe usted y no seacute si la vio salir tambieacuten Por mucho que se quieran ocultar ciertas cosas no se puede Sr de Morton Este pueblo aun en la loacutebrega oscuridad de sus noches tiene cien ojos Los de Ficoacutebriga somos algo curiosos y aquiacute ruedan las noticias que es un primor No habraacute hoy en la villa quien no sepa

-Que la sentildeorita Gloria sale

-En busca de usted Es natural En fin me estoy metiendo en lo que no me importa iquestNo es verdad Sr D Daniel iexclQueacute importuna soy Que pase usted buena noche caballero

Y se retiroacute

El hebreo cayoacute en profunda meditacioacuten Largo rato paseoacute por su cuarto Cuando su criado quiso desnudarle le dijo

-Nos vamos a la calle anda [165]

- XV -

iquestA doacutende va iquestA doacutende ha ido

Teniendo llave de la puerta principal podiacutean entrar y salir cuando les acomodase sin pedir permiso a los duentildeos de la casa Eran maacutes de las once y media cuando salieron La

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noche estaba clara y bastante friacutea Habiacutea luna llena pero las muchas nubes que corriacutean viniendo del mar y en direccioacuten a las montantildeas la velaban a ratos y cuando el astro quedaba descubierto apareciacutea corriendo y como arrastrado por los vaporosos brazos blanquecinos cuya colosal gesticulacioacuten en los altos cielos imponiacutea miedo a los que con aacutenimo triste vagaban a tal hora por la tierra

-iquestA doacutende vamos esta noche sentildeor -preguntoacute Sansoacuten que no podiacutea ocultar la nostalgia del lecho

-Ya lo veremos -repuso Morton sombriacuteamente

-iexclOh Sentildeor -dijo el criado marchando [166] a la izquierda de su amo por la calle adelante- Si yo me atreviera diriacutea al sentildeor aquellas sentencias laquoQuita pues el enojo de tu corazoacuten y aparta el mal de tu carne porque la mocedad y la juventud vanidad sonraquo laquoYo mireacute todas las obras que se hacen debajo del sol y he aquiacute que todo ello es vanidad y afliccioacuten de espiacuterituraquo

Morton no contestoacute nada

-iexclAh sentildeor -antildeadioacute Sansoacuten sonriendo- Es verdad que yo no debo dar consejos ni sentildealar el peligro a mi amo porque el amo es siempre sabio y el criado necio pero no puedo remediar el saber de memoria los proverbios de nuestra ley que se me salen de la boca cuando menos lo pienso Si el sentildeor me diera su venia le diriacutea laquoVase en pos de ella luego como va el buey al degolladero y como el loco a las prisiones para ser castigado Como el ave que se apresura al lazo y no sabe que es contra su vida hasta que la saeta traspasoacute su hiacutegadoraquo

-Entremos por esta calleja -dijo Morton sin hacer caso de la erudicioacuten de su criado- Aquella es la casa de Lantigua

Habiacutean llegado cerca de la plazoleta ya bautizada con el nombre de Plaza de Lantigua y alliacute se detuvieron [167]

-iquestDe modo sentildeor que esta noche no iremos a pasear por la orilla del mar -dijo Sansoacuten- iquestNos estaremos de centinela sentildeor en este delicioso lugar mirando a la luna

Morton con los ojos fijos en la casa de Lantigua no atendiacutea la verbosidad salomoacutenica de su sirviente el cual continuoacute diciendo

laquoVi entre los joacutevenes un mancebo falto de entendimiento El cual pasaba por la casa junto a la esquina de aquella A la tarde del diacutea ya que oscureciacutea en la oscuridad y tiniebla de la noche Y he aquiacute que le sale al encuentro una mujer astuta de corazoacuten Rencillosa y alborotadora sus pies no pueden estar en casaraquo

-Calla idiota -dijo repentinamente Daniel poniendo la mano en la boca de su criado para tapar aquella fuente de sabiduriacutea- iquestNo ves por aquella puerta que estaacute en la callejuela ha salido una mujer

-Yo veo un hombre

-Siacute un hombre la acompantildea -dijo Morton con voz ahogada- Sansoacuten Sansoacuten si pronuncias una sola palabra te estrangulo Oculteacutemonos tras esta esquina porque vienen hacia acaacute

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Por la puerta de la casa vieja que da a la callejuela habiacutea salido una persona la cual [168] unieacutendose a otra que esperaba fuera marchoacute precipitadamente hacia la plaza despueacutes torcieron a la izquierda entrando en la calle que conduciacutea al centro de la villa

-Sigaacutemoslos -dijo Morton- Andemos a su paso y no hagamos ruido La conozco Es ella En medio de las mismas tinieblas absolutas la conoceriacutea El que la acompantildea es Caifaacutes

Morton les vio apartarse luego de la viacutea central del pueblo y dirigirse a la misma escalerilla donde eacutel pasoacute parte de la noche del domingo de Ramos

-Van al cementerio -pensoacute lleno de estupor- iquestQue es esto

Gloria y Caifas subieron la escalera pero en vez de dirigirse al cementerio torcieron a la izquierda costeando la tapia Iban a buen paso como quien tiene medido el tiempo Daniel y Sansoacuten los siguieron a conveniente distancia por la orilla de un prado inmediato a las tapias

-Que se nos van que desaparecen -dijo Morton con angustia apresurando el paso

-Les detendremos sentildeor -indicoacute Sansoacuten

Los perseguidos que un momento desaparecieron de la vista de los perseguidores volvieron a ser vistos Iban maacutes de prisa y pasando junto a las casuchas del arrabal pareciacutean tener [169] intencioacuten de dirigirse a un camino estrecho que conduciacutea a la carretera

-Hay alliacute un bosque -dijo Morton apresurando maacutes el paso- Si se internan en eacutel les perderemos de vista

Pero entonces Gloria y su acompantildeante se detuvieron Oyeacuteronse rumores de un corto diaacutelogo y la voz que se acostumbra dirigir a un caballo impaciente Corrieron los perseguidores pero no habiacutean avanzado mucho cuando viose partir un breck que llevaba al parecer maacutes de una persona El breck iba raacutepidamente en busca del camino real

Los dos hebreos corrieron tras eacutel pero el coche avanzaba mucho y al poco tiempo desaparecioacute Su ruido sordo duroacute algo maacutes pero al fin difundiose tambieacuten en el hondo monoacutelogo de la noche

Daniel Morton se halloacute en el camino real desconsolado y perplejo

-iquestA doacutende ha ido -se preguntaba- iquestVolveraacute

Su aturdimiento fue como el de quien ve prodigios y fenoacutemenos incomprensibles dentro de la esfera de la razoacuten humana

-La he visto -pensoacute- la he visto y auacuten dudo si seriacutea ella iquestPor queacute no la llameacute iquestPor queacute no pronuncieacute a gritos su nombre [170]

Sentaacutendose sobre una piedra meditoacute

-iexclAh -dijo despueacutes de largo rato- Ya seacute huye de su casa y de su familia Pero entonces no volveraacute

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-No volveraacute -repitioacute Sansoacuten sentaacutendose junto a su sentildeor- Seriacutea temeridad buscarla maacutes y ahora aunque el sentildeor no me lo permita me atrevereacute a decirle

-Sansoacuten deacutejame en paz -dijo Morton- iquestQueacute piensas tuacute de esto iquestVolveraacute

-Pienso que laquoel avisado ve el mal y escoacutendese mas los simples pasan y reciben el dantildeoraquo Pues hemos visto el mal sentildeor escondaacutemonos es decir vaacutemonos mantildeana para Londres

-Amigo -dijo Daniel desarrollando su tema- yo creo que aquiacute hay algo grande que no comprendemos

-Lo que yo comprendo -repuso el servidor- es que se ha dicho laquoSima profunda es la mujer Aquel contra el cual estuviese airado Jehovaacute caeraacute en ellaraquo

-Sansoacuten Sansoacuten -exclamoacute Daniel regocijaacutendose con una idea lisonjera que brillaba en su mente como luz que nace y crece- Yo estoy seguro de que volveraacute El corazoacuten me lo dice

-iquestY estaremos aquiacute hasta que vuelva sentildeor [171]

-Aquiacute estaremos mientras sea de noche iquestTienes friacuteo Pues toma mi gabaacuten y poacutentelo sobre el tuyo

-Gracias sentildeor iquestEs absolutamente preciso que yo esteacute en vela

-Puedes dormir si para ello tienes cuerpo Yo te despertareacute en caso necesario

-Entonces con permiso del sentildeor -dijo Sansoacuten acomodaacutendose en el suelo- voy a descansar porque laquoiquestqueacute maacutes tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol Generacioacuten va generacioacuten viene mas la tierra siempre permanece iquestQueacute es lo que fue Lo mismo que seraacute iquestQueacute es lo que ha sido hecho lo mismo que se haraacute y nada hay nuevo debajo del sol Vanidad de vanidades dijo el predicador vanidad de vanidades y todo vanidadraquo

Poco despueacutes de pronunciar su uacuteltima sentencia dormiacutea El amo siempre vigilante no apartaba los ojos del uacuteltimo teacutermino visible del camino real y de las colinas que se sucediacutean tierra adentro Nada podiacutea distinguirse en aquella masa oscura a ratos mal iluminada por la luna Los negros aacuterboles ocultaban los senderos pero el hebreo empleando su alma toda en la atencioacuten buscaba en la inmensidad negra un rastro del ave cuyo vuelo habiacutea visto [172] y tan grande es el poder del espiacuteritu que al fin lo hallaba No veiacutea nada con los ojos pero su curiosidad excitada hasta la inspiracioacuten estaba segura de la existencia de una estela misteriosa trazada por un corazoacuten que corriacutea en busca de su amor Era como aquella seguridad de la fe que sostiene y declara la verdad sin verla ni poder explicarla

Despueacutes oyoacute cantar un gallo y a la voz de aquel respondieron otros sucesivamente cerca y lejos formando el maacutes bello concierto que puede imaginarse No existe en la naturaleza fuera de lo humano voz maacutes conmovedora que el alarido de aquel noble animal exclamacioacuten lanzada por los campos en los instantes luacutecidos de su placentero suentildeo y con la cual dice al hombre laquoyo soy la amenidad de la vida la paz la sencillez la diligencia y el trabajoraquo

Daniel oiacutea los remotos alertas del gallo que clamaban laquoiexclallaacute va allaacute varaquo

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-Ha de volver -pensoacute dirigiendo aacutevidas miradas hacia las colinas- Si el corazoacuten me engantildea esta vez dudareacute de eacutel toda la vida

Habiacutea transcurrido poco maacutes de hora y media desde la desaparicioacuten del coche cuando el israelita creyoacute sentir torbellino de ruedas No era todaviacutea maacutes que un convencimiento iacutentimo sin nada real que resultara de una sensacioacuten [173] clara Esperoacute y al cabo de cierto tiempo adquirioacute la certidumbre de que un coche veniacutea

-Sansoacuten Sansoacuten -gritoacute tiraacutendole de un brazo- Levaacutentate perezoso

-Sentildeor sentildeor iquestNos vamos para Londres -dijo el criado frotaacutendose los ojos- Sontildeeacute que me embarcaba y deciacutea

-No digas nada Prepaacuterate para hacer lo que te mande Tuacute tienes buenos puntildeos Deteacuten ese coche

-iquestCuaacutel

-Ahiacute viene iquestNo oyes

Dejose ver el carruaje que veniacutea corriendo tirado por dos caballos

-iexclDos caballos -dijo el amante de Dalila

-Aunque sean veinte hemos de detenerlos

El coche se acercoacute y Sansoacuten ponieacutendose en medio del camino con los brazos abiertos como un misionero que va a exhortar a la buena vida gritoacute

-iexclStop

Mas el que guiaba blandioacute el laacutetigo cruzando con eacutel la cara del importuno que intentaba detener el coche Entonces los caballos elevaron rugiendo sus cabezas al sentirse contenidos por una mano de hierro que sujetaba sus riendas anduvieron trabajosamente algunos pasos sacudiose el vehiacuteculo una voz de mujer [174] grito angustiada laquoiexclJesuacutesraquo un chico dijo laquoiexclLadronesraquo y Caifaacutes que era el que guiaba exclamoacute laquoiexclPor vida de Patillas iexclme lo temiacutearaquo

Daniel Morton tirando del brazo de Caifaacutes le hizo bajar maacutes que de prisa del pescante y despueacutes extendioacute sus brazos al interior del breck que se cubriacutea con cortinas de hule Una mujer aterrada y llorosa estaba alliacute en compantildeiacutea de un chico de quien Morton no hizo caso alguno Era Sildo

Gloria no habloacute nada Quiso luchar un instante con los brazos que la robaban pero esto no era posible Morton la sacoacute del coche llevaacutendola como a un nintildeo

-Sr Morton por amor de Dios -dijo Caifaacutes ponieacutendose de rodillas delante del hebreo

-Maacuterchate -le dijo Daniel- Sansoacuten vete tuacute tambieacuten con el coche a la entrada del pueblo

-Deacutejame -murmuroacute Gloria sordamente cuando los demaacutes se alejaban- Deacutejame yo no te he llamado ni te he buscado ni te quiero ver [175]

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- XVI -

Prisionera

-Lo contrario me pasa a miacute -dijo Morton abrazando tiernamente a la joven a despecho de ella- Yo te busco te llamo te quiero

Gloria luchaba por desasirse y huir

-No te libraraacutes de miacute por ahora -afirmoacute Daniel

Sentose en una gran piedra del camino sin dejar de sostener a Gloria en los brazos y la puso sobre sus rodillas cual si fuera la carga maacutes ligera

-Aquiacute aquiacute has de estar aunque no quieras -exclamoacute con turbada lengua y estrechando maacutes a la joven en sus brazos de hierro- Ahora es mi vez ahora me toca a miacute mortificar No te soltareacute vida miacutea que he conquistado iquestVes coacutemo no se puede huir de los que nos aman Te sepultariacuteas en la tierra y la tierra se [176] abririacutea para ponerte en mis manos Gloria Gloria iquestpor queacute me has cerrado tu puerta por queacute huyes de miacute

-Deacutejame -repitioacute ella- deacutejame Mientras maacutes me contrariacutees mayor seraacute el miedo que te tenga Sueacuteltame por Dios no me mates maacutes

-iexclMatarte yo

-No es esta la primera vez Te suplico que me dejes

Presa en los amantes brazos Gloria estaba inmoacutevil y el mantoacuten que la cubriacutea dejando tan soacutelo libre la preciosa y afligida cara haciacutea maacutes estrecha la prisioacuten en que se encontraba

-No me digas que te suelte porque te abrazareacute tanto tanto que te ahogareacute

-iexclYa no te quiero ya no

-Y yo te adoro Esto basta

-Es que yo te aborrezco

-iexclMentira eso no puede ser Si tuacute me aborrecieras se habiacutea de conocer en el universo El sol no alumbrariacutea lo mismo

-iexclDeacutejame

-iexclDejarte iexclSoltarte iexclSoltar el bien que se ha ganado Tuacute has perdido el juicio Por este momento me alegro de haber nacido de haber vivido tantos antildeos entre penas me alegro de ser quien soy y me regocijo de todo [177]

-iquestPero queacute pretendes iexclestaacutes loco -dijo Gloria con afaacuten

-iquestQueacute quiero Morir contigo o darte la vida que mereces

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-Yo no necesito de ti

-Yo sin ti me muero Tuacute lo sabes y sin embargo me rechazas Y cuando reces a tu Dios miraraacutes a tu conciencia y la veraacutes tranquila y satisfecha sin acordarse del pobre que no vive sino por la esperanza de verte y de pedirte perdoacuten

-Te perdono pero deacutejame

-Siacute y cuando nos hayamos separado ireacute al mar ireacute a ese buen amigo que nos estaacute llamando hace tiempo y atando una gran piedra a mi cuello me arrojareacute en eacutel Entonces querida Gloria miacutea no te mortificareacute maacutes

-iexclPor Dios -dijo Gloria desfalleciendo- iexclme ahogas

Morton dilatoacute ligeramente sus brazos y la joven respiroacute con maacutes libertad

-Asiacute -dijo con dulzura- asiacute Deacutejame ahora y no te guardareacute rencor

-iquestPor queacute me tratas asiacute iquestPor queacute huyes iquestpor queacute un instante de mi compantildeiacutea ha de ser tan violento iquestPor queacute para oiacuterte y para verte he de necesitar atarte como un prisionero [178]

-Porque asiacute debe ser -repuso Gloria cesando en sus movimientos para desasirse

-Y sin embargo al huir de miacute al encerrarte al despedirme en tu puerta tuacute no eres feliz -dijo Morton besaacutendola con ardor- Tuacute padeces

Al oiacuter esto Gloria no pudo decir nada que no saliese puro y verdadero de su propio corazoacuten Como el agua que afluye mansa y sin esfuerzo de la fuente asiacute salieron de su boca estas palabras

-iexclPadecer Mucho padezco mucho

Dando un suspiro cerroacute los ojos

-Ya lo seacute -dijo Morton- Tus penas vida miacutea tienen un eco sensible en mi corazoacuten y aquiacute se repiten doliendo porque tus heridas son mis heridas porque estoy destinado a vivir con tu vida y a morir con tu muerte

-Eso no puede ser -dijo Gloria tratando nuevamente de evadirse- Bien estaacute cada uno con lo suyo Deacutejame seguir mi camino iexclPor Dios vivo te suplico que me dejes

-No iquestPor queacute no quieres descansar un instante de tu martirio

-Yo no quiero descansar Padecereacute por espacio de cien vidas y auacuten no expiareacute mi culpa

-iexclPor mi madre te juro que no consiento [179] que no puedo consentir esto -exclamoacute Daniel con exaltacioacuten

-iquestQueacute

-Esta separacioacuten horrible Yo rompereacute todas las leyes pero esto no seguiraacute te lo juro Cuanto hay de violento y brutal veraacutes en miacute si es preciso Prepaacuterate porque asiacute como ahora te tengo asiacute espero tenerte por los siglos de los siglos iquestQuieres satisfacer

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una curiosidad que me devora quieres darme una prueba de confianza quieres que te perdone lo que me has hecho padecer negaacutendote a verme Pues dime a doacutende has ido esta noche a doacutende has ido otras noches que te han visto salir

-No debo decirlo -murmuroacute Gloria- Pero si me dejas seguir mi camino te lo direacute

-A ese precio no

-Pues no

-Pues si tuacute no me lo dices te lo direacute yo porque lo seacute porque esta misma noche ha sabido adivinarlo mi corazoacuten Gloria mi corazoacuten que no puede estar mucho tiempo ignorante de lo que pasa en el tuyo iexclOh armoniacutea sublime Si esta correspondencia de afectos no existiera no existiriacutea el alma

Acercando sus labios al oiacutedo de la joven pronuncioacute unas palabras que ni el aura de la noche pudo oiacuter [180]

Gloria cerroacute los ojos en cuyas pestantildeas brillaban temblando algunas laacutegrimas

-iquestEs cierto -le preguntoacute Morton besaacutendola con ardor

Gloria palidecioacute maacutes de lo que estaba y cruzoacute sus manos en la actitud de los muertos

-iquestEs cierto -repitioacute eacutel con frenesiacute

La joven exhaloacute un tenue suspiro y con eacutel como el uacuteltimo vagido del alma que se marcha un siacute Pero sus cerrados ojos pareciacutean hundirse y sus labios perdieron el color Daniel le tentoacute las manos y sintioacute la suya oprimida fuertemente por las de ella con la fuerza que imprime a los muacutesculos la emocioacuten de un adioacutes postrero

Daniel creyoacute notar que el pulso de la joven se extinguiacutea advirtioacute extremada frialdad en la frente tuvo miedo la llamoacute

-iexclGloria iexclGloria -oyeron las soledades del campo

La joven no respondiacutea pero entreabrioacute ligeramente los ojos sonrioacute despueacutes y sus manos crispadas apretaron con maacutes vigor las del hebreo

-iexclGloria iexclGloria -gritoacute este de nuevo

Los labios de la hija de Lantigua quisieron hablar mas nada dijeron Hizo un gran esfuerzo y entreabrieacutendose sus paacuterpados mostraron [181] las negras pupilas que pareciacutean decir con su lenguaje mudo laquoQue te vea un momento maacutesraquo

El extranjero esperoacute un instante de ansiedad terrible

-Es un desvanecimiento -dijo para siacute

Y al instante gritoacute

-iexclSansoacuten Sansoacuten

Sin esperar auxilio Morton levantaacutendose con su preciosa carga marchoacute hacia Ficoacutebriga Caifaacutes Sildo y Sansoacuten salieron a su encuentro

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-Ya sabiacutea yo que habiacutea de pasar alguna cosa mala -gruntildeoacute Mundideo

-iquestQueacute es eso sentildeor -preguntoacute Sansoacuten

-Un desmayo sin duda -indicoacute Caifaacutes examinando a la sentildeorita- iexclRayos y centellas iquesty a doacutende la llevamos ahora

-A su casa -dijo Morton

-iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute

-No perdamos tiempo -indicoacute el hebreo- Adelante A casa de Lantigua Temo cualquier accidente desgraciado si no la auxiliamos pronto Tuacute Caifaacutes guiacutea por aquiacute

Llegaron La verja del jardiacuten estaba abierta por ser costumbre de la casa no cerrarla nunca Un perro empezoacute a ladrar furiosamente Caifaacutes pediacutea a Dios que se abriese un gran hoyo en la tierra y le sepultase pero Morton fijo en su objeto y sin atender a ninguacuten accidente [182] no se detuvo hasta llegar a la puerta

-Sansoacuten llama

Teniacutea la puerta de la casa de Lantigua un pesado aldaboacuten de cobre que martillaba sobre enorme clavo de luciente cabeza Cuando el forzudo ingleacutes cogioacute con su mano de leoacuten el llamador y lo sacudioacute empleando fuerza igual a la que arrancoacute las puertas de Gaza los furibundos golpes semejantes a disparos de cantildeoacuten hicieron retemblar con tal estreacutepito la casa que esta pareciacutea la mansioacuten del trueno [183]

- XVII -

Declaracioacuten

Serafinita dormiacutea tranquilamente cuando empezoacute a sontildear que el mundo se partiacutea en dos pedazos al golpe de un martillo celestial que iba a destruir en pocos momentos la obra de siete diacuteas endurecida por seis mil antildeos Mas esta idea pasaba por la serie de transformaciones y de matices que enlazan lo sontildeado con la realidad Tuvo miedo dudoacute si creer a sus sentidos que le anunciaban un terremoto hizo la observacioacuten de que en otras ocasiones habiacutea sontildeado con cataclismos incendios y quebrantamientos de astros cuyos pedazos lloviacutean sobre el nuestro pero su conocimiento fue muy claro al fin y diose por despierta

Sintioacute voces en la casa y Francisca llegando a su puerta dijo con voz angustiada

-Sentildeora sentildeora levaacutentese usted

-Francisca iquestqueacute iquesthay fuego [184]

-No sentildeora levaacutentese usted

-iquestHay fuego mujer

-No sentildeora otra cosa peor

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-iexclJesuacutes Mariacutea y Joseacute -exclamoacute Dordf Serafina invocando con su acostumbrado fervor y piedad a Dios y los santos

Comenzoacute a levantarse con mucha presteza pero las piernas le temblaban y chocaban sus dientes unos con otros

-Sentildeora -volvioacute a decir Francisca- iquestno se levanta usted

-iquestQueacute hay

-La sentildeorita Gloria

-iquestPero queacute le pasa mujer

Quiso acelerar maacutes la operacioacuten de vestirse y evocando las fuerzas de su espiacuteritu que eran grandes tratoacute de sobreponerse a su pavor Estaba auacuten a media tarea cuando sintioacute los pasos de su hermano que bajaba precipitadamente Despueacutes sintioacute voces desconocidas en el comedor

-Esa pobrecita -pensoacute- habraacute tenido un susto una pesadilla habraacute alarmado la casa Pero esas voces desconocidas

Salioacute al fin y en el pasillo Francisca que volviacutea de la cocina le dijo

-No ha sido nada un desmayo Ya ha vuelto en siacute

Faacutecil es comprender el estupor de Serafinita [185] al ver a su sobrina vestida como si acabara de llegar de la calle y a dos hombres desconocidos uno de los cuales la asistiacutea juntamente con D Buenaventura La piadosa y noble sentildeora permanecioacute en pie aterrada los ojos fijos el labio a punto de soltar la palabra extendida una mano todo su cuerpo y fisonomiacutea como estatua labrada en representacioacuten del ideal del asombro Sansoacuten estaba junto a la puerta serio y estirado como un centinela mas a una sentildeal de su amo se retiroacute

-No es nada -dijo D Buenaventura lleno de turbacioacuten y pareciendo muy disgustado de la presencia de su hermana- iquestPara queacute te has levantado Serafina

-iexclHa salido -exclamoacute la sentildeora con espanto sentildealando a su sobrina- iexclHa salido iexclGloria

-No es que -repuso D Buenaventura paacutelido y balbuciente- Siacute en efecto salioacute Ya ves coacutemo ha regresado La pobre ha tenido un susto

-iquestY ese hombre quieacuten es-preguntoacute Serafinita sentildealando al hebreo

-Es un sentildeor un amigo miacuteo -replicoacute Lantigua

-Daniel Morton -dijo eacutel inclinaacutendose con respeto [186]

Serafinita tembloacute como si sintiera suacutebito y abrasador el calofriacuteo de una enfermedad fulminante Acudioacute a ella prontamente D Buenaventura temiendo que la impresioacuten recibida la trastornase y afectando tranquilidad que estaba muy lejos de tener dijo

-Querida hermana no te aflijas sin motivo Aquiacute no ha ocurrido nada de particular Este caballero pasaba casualmente cuando

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-iquestPor queacute no decir la verdad -manifestoacute Daniel interrumpiendo- Yo detuve su coche cuando volviacutea

Gloria que habiacutea recobrado el conocimiento y lloraba en silencio cayoacute de rodillas delante de su tiacutea besole las manos y entre ahogados sollozos bebieacutendose las laacutegrimas habloacute asiacute

-Sentildeora tiacutea de mi corazoacuten he faltado he pecado contra la obediencia contra la resignacioacuten he faltado a mis votos y al deseo y a las oacuterdenes de usted pero merezco perdoacuten porque soy madre Soy madre y he ido a ver a mi hijo de quien me separa una prohibicioacuten justa pero a la cual no me puedo resignar

A la declaracioacuten de Gloria sucedioacute teacutetrico silencio por lo cual aquella fue maacutes solemne y parecioacute que sus palabras subsistiacutean sonando y quedaban como grabadas en el silencio mismo [187]

D Buenaventura levantoacute a la joven del suelo hiacutezola sentar colocose a su lado Dordf Serafina que tambieacuten lloraba y los dos hombres permanecieron en pie consternados y mudos

-No he podido resistir en mi afaacuten -continuoacute Gloria- Me he portado querida madre miacutea como los hipoacutecritas como los ladrones y he salido en silencio a deshora cuando todos dormiacutean acompantildeada de un hombre humilde que en todo me obedece Esta es la verdad Lo digo porque ha tiempo que esto se me sale del corazoacuten y no puedo ocultarlo porque me dan ganas de salir a la calle y decirlo a gritos Lo digo tambieacuten porque no se crea lo que no es al verme entrar como he entrado

-Sosieacutegate hija miacutea -dijo Serafinita con ternura- Creo que tus moacuteviles siempre son buenos y honrados Esto mismo que me cuentas y que me ha dejado absorta esta misma desobediencia ha sido impulsada por un sentimiento noble por el maacutes noble de todos despueacutes del amor de Dios siacute despueacutes

A las palabras de Dordf Serafina sucedioacute otro espacio de silencio que las hizo como las de Gloria maacutes solemnes dejaacutendolas por decirlo asiacute esculpidas

-Por eso -continuoacute la sentildeora acariciando las manos de su sobrina- no me atrevo a dirigirte [188] una sola palabra de reconvencioacuten Ahora me explico lo que oiacute de tus salidas de noche iquestPor queacute has hecho esto iexclQueacute confusioacuten Pero no es oportuno reprender no Un preciosiacutesimo sentimiento te ha guiado No necesito explicaciones respecto a la circunstancia de volver acompantildeada Segura estoy de que no es culpa tuya

Dordf Serafina miroacute al hebreo sin rencor y sin curiosidad como si se tratara maacutes bien de pedirle con suplicante modo estrecha cuenta de la perdicioacuten de un alma que de confundirle con anatemas

-Ahora debes descansar -dijo D Buenaventura- estaacutes fatigada hijita Vamos arriba No se piense maacutes en lloros ni sofocones A descansar

-Este hombre -balbucioacute Serafinita sentildealando a Morton- no necesitaraacute que le demos hospitalidad Tendraacute su casa donde pasar la noche

-Estoy dispuesto a retirarme -dijo Morton paacutelido como un muerto- pero si la sentildeora me lo permite antes hablareacute un poco con su sentildeor hermano

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-Yo tambieacuten tengo que hablar Al momento soy con usted -dijo D Buenaventura enlazando con el brazo la cintura de su sobrina para conducirla a lo alto de la casa [189]

Morton se quedoacute solo esperando al banquero que no tardoacute en volver El poderoso argumento de ternura que guardaba este para la ocasioacuten maacutes favorable estaba ya enunciado

En el vestiacutebulo de la casa Roque y Francisca entablaron la maacutes viva disputa con Sansoacuten intentando convencerle de que debiacutea ponerse inmediatamente en la calle pero eacutel haciendo maacutes gestos que un molino de viento ya que con la lengua no podiacutea explicarse les deciacutea que mientras su amo estuviese dentro de la casa eacutel no saldriacutea Reforzoacute luego Francisca sus argumentos con empellones y denuestos como mostaza Al fin transigieron conviniendo en que ni saldriacutea a la calle ni aguardariacutea a su amo dentro de la casa quedaacutendose entre infierno y cielo o sea en el jardiacuten Al bajar la graderiacutea de la puerta principal deciacutea en alta voz recordando los libros santos

-laquoMejor es que se encuentre un hombre con una osa a quien hayan robado sus cachorros que con una mujer neciaraquo [190]

- XVIII -

Pasioacuten sacrificio muerte

-Acueacutestate -dijo Dordf Serafina cuando se quedaron solas en la alcoba de esta despueacutes de bajar D Buenaventura y de salir Francisca a quien la sentildeora mandoacute retirarse- Estaacutes cansada

-Siacute mucho -dijo Gloria con desfallecimiento apoyando su cabeza en la palma de la mano y el codo en el lecho

-Acueacutestate -repitioacute Dordf Serafina quitando el mantoacuten a su sobrina- Ven te desnudareacute

-No tengo fuerzas para nada -dijo Gloria dejando caer los brazos despueacutes de que se incorporoacute un instante- Haga usted el favor de llamar a Francisca no tengo fuerzas para nada

-Yo estoy aquiacute -indicoacute la sentildeora desabrochando el vestido de Gloria

-No tiacutea por Dios yo lo hareacute -dijo la joven levantaacutendose [191]

Despueacutes Dordf Serafina se arrodilloacute delante de ella con objeto de descalzarla

-No tiacutea iexclpor amor de Dios -exclamoacute la joven rechazando con rubor aquel servicio- iexclUsted de rodillas delante de miacute usted como una criada

-Asiacute veraacutes como es la humildad -dijo Serafina- iquestQueacute importa que yo sea tu criada Debemos creernos siempre inferiores a los demaacutes La mejor manera de conservar la humildad es creer que todos valen maacutes que nosotros

-No no lo puedo consentir

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-Me causaraacutes pena si te opones a que te sirva querida hija Deacutejame Es mi gusto Tuacute necesitas de mi auxilio porque estaacutes fatigada pobre y desgraciada nintildeita

-En fin entre las dos saldremos del paso

Gloria procuroacute vencer su fatiga y al fin descansoacute en su lecho del cual habiacutea salido tres horas antes Los gallos cantaban maacutes fuerte anunciando la proximidad del diacutea

-iquestQuieres tomar algo

-No querida tiacutea gracias

-iquestTienes suentildeo

-Tampoco

-iquestTe molesta mi compantildeiacutea iquestQuieres que me vaya o que me quede

-Que no se separe usted de miacute es lo que deseo [192] pero no quiero que usted esteacute en vela por miacute

-iquestTe agrada mi compantildeiacutea

-Mucho Me consuela mucho oiacuter su voz Yo quisiera hablar algo tambieacuten Tengo muchas cosas que decir

-Pues diacutemelas

-O mejor seraacute que me calle Si no estaacute usted muy cansada querida tiacutea no me deje sola porque no dormireacute y estareacute pensando horribles disparates Pensareacute mucho en el afaacuten que me ha sacado de mi casa a hurtadillas tres noches y en otras cosas que me turban

-Te acompantildeareacute si quieres

-Sieacutentese usted ahiacute junto a mi cama y repreacutendame por mi mala conducta No debiacute hacer lo que he hecho iquestno es verdad

-Quizaacutes esta falta no sea tan grande como tuacute crees

-iquestMerece perdoacuten

-Siacute merece perdoacuten y yo te lo doy con toda mi alma -repuso amorosamente Serafinita poniendo su suave y blanca mano sobre el angustiado seno de Gloria- iquestHas podido creer otra cosa de miacute iquestHas visto en miacute alguna vez crueldad violencia o coaccioacuten brutal iquestHe empleado otros medios que la exhortacioacuten el ruego y el natural prestigio que los mayores ejercen sobre [193] los pequentildeitos sobre los nintildeos Porque tuacute eres una nintildea un tierno arbolito al cual es preciso guiar y poner derecho para que jamaacutes y por ninguna causa se tuerza de nuevo La prohibicioacuten de ver a tu hijo y la dura ley de tenerlo alejado de ti en estas circunstancias no es miacutea es de nuestro comuacuten padre espiritual de mi bendito hermano Aacutengel Y ya sabes que debemos obediencia ciega al prelado y respeto al hermano

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-Mi tiacuteo es muy santo muy bueno yo le respeto y le quiero mucho -dijo Gloria- pero en este caso no seacute yo creo que su conducta conmigo y con mi pobre hijo desvalido no es la maacutes generosa ni la maacutes humana

-Por todos los santos nintildea miacutea -dijo dontildea Serafina con afliccioacuten- por tu alma querida que estaacute en grandiacutesimo peligro no digas tales cosas Ese es tu flaco la soberbia la independencia de juicio la criacutetica la perversa criacutetica de actos y de ideas emanadas de la autoridad Hija de mi corazoacuten mientras no te sometas por entero no tendraacutes paz mientras no renuncies a ese perverso juicio de las determinaciones superiores no alcanzaraacute tu espiacuteritu sencillez ni pureza ni la humildad que ha de acercarte a Dios

-No lo puedo remediar querida madre por [194] maacutes que trato de sojuzgar mi entendimiento por maacutes que le pongo ligaduras y le azoto y le pisoteo siacute todo eso hago pero aun hacieacutendolo asiacute no puedo conseguir nada Todas las fuerzas de mi espiacuteritu no pueden obligar al pensamiento a que se convenza de que un hijo desvalido debe estar separado absolutamente de la madre que le dio el ser de que eso no es una violacioacuten de las leyes maacutes santas y de que Dios apruebe crueldad tan grande

-iexclOh hija miacutea expresada de ese modo tu querella parece razonable iexclQueacute horrible cosa iexclseparar a un hijo de su madre privarle a eacutel de las caricias y de los cuidados de la que le llevoacute en sus entrantildeas iexclQuitarle a ella el goce maacutes puro y el afaacuten maacutes legiacutetimo que en humano corazoacuten puede existir despueacutes del amor y del goce de Dios iexclQueacute barbarie En efecto dicho asiacute parece el caso presente un ejemplo del maacutes fiero y despiadado rigor

-Es verdad que lo parece -dijo Gloria gimiendo

-Te tengo laacutestima la compasioacuten maacutes viva que se puede tener por una criatura -dijo Serafina apartando su mano del pecho de la joven como una divinidad que retira su proteccioacuten- Hablas y piensas vulgar y torpemente con las vanas ideas de los necios y los soberbios [195] No penetras el sentido de las cosas porque no eres sencilla y humilde en tu criterio porque no tienes el desprecio de tu propio juicio que es lo que conduce a entender las maacutes elevadas cosas sin trabajo por la misteriosa luz que se recibe del cielo Ven acaacute y dime iquestacaso mi hermano te ha negado en absoluto las delicias de la maternidad iquestAcaso ha mostrado santildea o prevencioacuten contra ese pobre nintildeo iquestNo te envioacute su bendicioacuten para ti y para eacutel no te escribioacute dicieacutendote que te ama hoy como antes que te perdona todos tus yerros que se enternece soacutelo de pensar en esa inocente criatura que has dado a luz y que la ama con fraternal carintildeo

-Siacute es verdad es verdad -repuso Gloria anegada en llanto- Yo seacute que mi tiacuteo es el mejor de los hombres yo tambieacuten le adoro a eacutel pero

-iquestPero queacute iexclAy pobre hija de mi corazoacuten siento que mis palabras claven otra vez el cuchillo en tu reciente herida no curada pero es preciso No no basta concebir un hijo y darlo a luz para tener derecho a los inefables goces de la maternidad No ha nacido no ese desdichado nintildeo a quien pusimos por nombre Jesuacutes para que hasta el nombre indique nuestro deseo de criarlo en Jesucristo no nacioacute [196] digo ese infeliz nintildeo de padres unidos por el Sacramento no nacioacute entre las aclamaciones alegres de una familia ni entre el regocijo de la Iglesia nuestra madre no nacioacute rodeado de esa aureola de honra y felicidad que circunda al heredero de una familia ilustre no nacioacute deseado sino temido no nacioacute como una esperanza sino como un horror y tuacute misma al sentir en

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tu seno las palpitaciones que eran aviso de esa vida nueva que arrancaba de ti no temblabas de alborozo sino de verguumlenza porque lo que en el orden natural hubiera sido el maacutes dulce consuelo de tu alma y la gala maacutes rica de tu familia y de tu nombre era en este caso la encarnacioacuten de tu infamia Nacioacute inocente siacute y sin maacutes culpa que la que todos al nacer traemos nacioacute digno de ser amado y educado pero no nacioacute en la sacrosanta ley de la familia cristiana Lleva en siacute el baldoacuten de tu ignominiosa caiacuteda de tu caiacuteda que no vacilo en recordarte porque tu mayor gloria es padecer y soacutelo padeciendo has de regenerarte iquestHas olvidado que tu caiacuteda es la maacutes deshonrosa que se puede imaginar Jamaacutes el demonio tendioacute lazo maacutes horrible Escogioacute la mejor criatura para viacutectima y para cebo un hombre de raza maldita por Dios y que expiacutea el crimen de deicidio con su dispersioacuten y envilecimiento [197]

Gloria que habiacutea oiacutedo la anterior arenga con indecible congoja sintioacute al llegar el uacuteltimo punto que sus cabellos se erizaban que sus muacutesculos se contraiacutean que su sangre se paralizaba Extendioacute su mano como para imponer silencio a la sentildeora y con la otra se oprimioacute la frente

-Te mortifico -dijo Serafinita- Callareacute pues porque no puedo faltar a la caridad Pero por tu parte debes desear la mortificacioacuten debes buscar el padecimiento y renovar tus dolores y clavarte cien veces estas espinas y estos clavos pues soacutelo cuando no te canses de padecer cuando hayas bebido el caacuteliz de la pasioacuten seraacutes salva y regenerada hija miacutea querida

-Pues siga usted quiero oiacuter

-No soacutelo me resta decirte que mi hermano ha considerado con gran sabiduriacutea que ese nintildeo debiacutea ser reclamado por Jesucristo puesto en salvo en seguridad con garantiacuteas de que nunca dejaraacute de pertenecer a nuestra santa fe catoacutelica

-Pues queacute -dijo Gloria vivamente- iquesttemen que yo sea capaz de apartar a mi hijo de la fe de Jesucristo

-Tuacute no si bien tus ideas no son las maacutes a propoacutesito para darle una educacioacuten verdaderamente [198] cristiana Y mientras no veamos completa y absolutamente limpio tu corazoacuten de liviandad de vanidades sentimentales

-Pues queacute iquestno lo estaacute ya -dijo Gloria vivamente

-iexclNo querida hija miacutea no lo estaacute Bien conozco que existe auacuten la levadura del desordenado afecto y de las mundanas imaginaciones que trastornaron tu alma y sumieron en terribles calamidades a tu familia Mientras esa levadura exista no podemos esperar nada de provecho para tu perfeccioacuten moral

-Si algo me queda -repuso Gloria con resignacioacuten- yo lo ireacute arrancando poco a poco que no he de hacer yo en un diacutea lo que personas muy santas no consiguieron sino a fuerza de paciencia abstinencias y mortificaciones

-Tienes mucha razoacuten -dijo Serafinita con complacencia- pero es la verdad que el estado de tu espiacuteritu no es el maacutes a propoacutesito para que te entreguemos a tu hijo laquoMientras exista sobre la tierra el que la engantildeoacute ha dicho mi hermano Gloria estaraacute en peligro de caer de nuevoraquo Pues bien desgraciada ese hombre no soacutelo existe sino que te persigue te ha buscado estaacute aquiacute en Ficoacutebriga y anoche Con respecto a tu hijo la voluntad de mi hermano es bien clara laquoPuedes concederle me escribioacute [199] desde

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Roma el mes pasado alguacuten consuelo permitieacutendole ver a esa tierna criatura aunque no conviene que se exalten demasiado sus sentimientos maternales Puedes permitirle este desahogo tan natural y de tan buen origen pero si por acaso el Malo se presentase en Ficoacutebriga establece la incomunicacioacuten maacutes absoluta esconde a nuestro buen Jesuacutes que criamos para el cielo ponlo donde sus extraviados padres no puedan alcanzarlo porque temo mucho que perdamos esta tierna alma ofrenda piadosa de nuestra familia al que hirieacutendonos nos ha mostrado su poder y mortificaacutendonos su misericordiaraquo

Gloria al oiacuter esto cayoacute en profundo y luacutegubre silencio [200]

- XIX -

Espinas clavos azotes cruz

-Tuacute me dijiste que aceptabas esta cruz como expiacioacuten

-Siacute la acepteacute -dijo la infeliz despueacutes de una pausa en que Serafinita aguardoacute con impaciencia la contestacioacuten- La acepteacute pero luego luego querida tiacutea sentiacute que no podiacutea que no podiacutea resignarme a ella no tuve valor mentiacute disimuleacute engantildeeacute a todos los de casa saliacute ocultamente despueacutes de sobornar a Mundideo para que me acompantildeara Me porteacute mal lo reconozco pero el grito que sale de mis entrantildeas puede maacutes que todo y cuando eacutel suena en miacute no puedo dominarme ni ser santa como usted dice ni resignarme a padecer ni llevar la cruz ni clavarme clavos ni beber caacutelices ni ponerme corona de espinas

-Hija miacutea cada vez me causa maacutes alarma [201] y miedo ver en ti ese desasosiego que te aleja de la perfeccioacuten Tuacute no estaacutes curada ni puedes estarlo mientras no hagas un esfuerzo supremo el uacuteltimo esfuerzo de tu alma pecadora para coger a Dios que se te escapa Estaacutes llena de ansiedades incomprensibles de dudas horrendas No conoces ese admirable fruto del Espiacuteritu Santo que llamamos paz

-iexclPaz -dijo Gloria con desaliento- Temo que nunca jamaacutes vuelva a haberla en mi alma

-Hablas como el reacuteprobo hija miacutea Te hace falta gracia pero te advierto que lo primero que ha de hacerse para tener gracia es desearla

-La deseo

-Pedirla fervorosamente a Dios

-La pido

-Es indispensable ponerte en estado de merecerla sacrificando a Dios todos tus afectos todos tus deseos terrenales todo lo que te liga a este mundo desprendieacutendote de todo absolutamente de todo para no poseer maacutes que a Dios renunciando a tener voluntad propia convencieacutendote de que vivimos desterrados en este mundo de que nada existe bajo el sol que no sea digno de ser despreciado y trocado por la uacutenica ganancia real que es Dios Es preciso que te rodees de tinieblas para que el Sentildeor se digne rodearte de luz que te anonades y [202] te humilles y te niegues a ti misma que

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te sujetes de todo corazoacuten a Dios para poder obtener la verdadera libertad de espiacuteritu que vivas constantemente mortificada para que no puedas ser tentada que te creas vil y despreciable para que tu miseria te redima que renuncies al deseo de saber cosas ocultas y hondas y abraces la mejor sabiduriacutea y la filosofiacutea mejor que consisten en no tenerse en nada a siacute mismo que no abrigues vanidad de cosa alguna porque la mayor vanagloria es el desdeacuten de siacute mismo que apartes tu corazoacuten del amor de las cosas visibles para llenarlo de las invisibles

Dijo estas palabras Dordf Serafina con emocioacuten tan profunda y tal acento de conviccioacuten que era imposible oiacuterla sin asombro

Gloria cruzoacute las manos sobre el pecho y con acento de fe respondioacute

-A todo renuncio pero no acierto a renunciar a mi hijo Me desprecio como mujer pero como madre no puedo hacerlo Arranco de mi corazoacuten todos los sentimientos menos este que me da vida Ofrezco a Dios todo lo que hay en miacute pero no puedo ofrecerle como un homenaje piadoso la negacioacuten de mis derechos y mis goces de madre iquestNo es esto noble no es esto santo no es esto divino tambieacuten tan divino [203] por lo menos como esa perfeccioacuten que consiste en negarse a siacute mismo

-Siacute noble santo divino tambieacuten es ese sentimiento -dijo Serafinita- iquestQuieacuten lo duda En la forma de la maternidad fue enaltecida sobre todos los seres humanos la mujer que subioacute al cielo en cuerpo y alma Los sentimientos maternales son puros y santos sobre todo encomio hija miacutea aunque jamaacutes no siendo por gracia especial del cielo enalteceraacuten tanto como el estado de perfeccioacuten infundido por los que llamamos Consejos del Evangelio laquopobreza voluntaria estado de castidad absoluta y vida de obedienciaraquo Esta es la luz que he puesto ante tus ojos adorada hija miacutea inducieacutendote a seguirla

-Pero yo me hallo en circunstancias excepcionales -dijo Gloria defendieacutendose angustiadamente- Yo soy madre

Habiacutea en su exclamacioacuten el ahogado gemido del que en suentildeos lucha con un monstruo sin poderlo vencer

-iexclEres madre -repuso Serafinita moviendo la cabeza en sentildeal de que esperaba tal argumento- Siacute pero iquestde queacute modo iquestQueacute leyes divinas o humanas han presidido a tu estado Gloria Gloria por amor de Jesucristo empapa tu alma en mis ideas No hables de maternidad [204] Pues queacute iquesta una mujer casada a una mujer coronada con esa guirnalda divina de los hijos legiacutetimamente habidos y recibidos con juacutebilo por la Iglesia y la sociedad a una mujer de estas me atreveriacutea yo a decirle laquodeja a tus hijos renuncia a los afectos terrenos nieacutegate a ti misma no te ocupes maacutes que en la meditacioacuten en la abstinencia en el amor uacutenico y exclusivo de las cosas santasraquo iquestMe crees loca Esto seriacutea un absurdo una falta de caridad una aberracioacuten del sentimiento religioso Pero a ti que has caiacutedo en la ignominia a ti que no te hallas atada a ninguacuten varoacuten por los lazos del Sacramento a ti que has sido madre por el crimen y tu escandaloso y sacriacutelego amor te digo siacute te digo mil veces laquoRenuncia a tu hijo no por dureza de sentimientos sino por expiacioacuten no como desnaturalizacioacuten sino como castigoraquo Has cometido graviacutesima falta has ofendido a tu Dios Pues ofreacutecele el uacutenico deleite que existe en tu corazoacuten el carintildeo maternal iquestEse carintildeo te sirve de consuelo Pues no tienes derecho a consuelo ninguno iquestQuieres ser redimida Pues no hay redencioacuten sin pasioacuten sin cruz iquestAdoras a ese nintildeo infeliz que no debioacute haber nacido Pues sacrifica a Dios este

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sentimiento Necesitas irremisiblemente una cruz pero una cruz pesada porque [205] tu culpa a sido enorme Pues bien toma esa que tu mismo Dios te propone toacutemala y anda con ella La maternidad podriacutea hacerte feliz y tuacute si quieres salvarte no debes ser feliz de ninguacuten modo Si para ti no debe haber ya maacutes que dolores iquestpara queacute te apegas a los goces Mientras maacutes noble es el sentimiento que te deleita maacutes grande seraacute el meacuterito de tu sacrificio porque se ha dicho laquoY cualquiera que dejare casas o hermanos o padres o hijos por mi nombre recibiraacute cien veces tanto y heredaraacute la vida eternaraquo

-iexclOh queacute cruz tan pesada tan espantosa -exclamoacute Gloria elevando sus brazos

-Hija miacutea no interpretes mal esto que no es imposicioacuten miacutea sino simplemente exhortacioacuten y consejo -dijo Serafinita tomaacutendole las manos y estrechaacutendoselas con amor- no creas que yo predico la desnaturalizacioacuten no Pero a la altura de tu falta ha de estar tu purgatorio Si necesitas llevar una cruz muy pesada para ser recibida arriba no has de llevar una cantildea Sacrificando nintildeeriacuteas caprichos vanos y cosas de poco valor no se gana la vida eterna Es forzoso arrancar del corazoacuten la fibra maacutes sensible arrojar la joya de maacutes precio matar lo grande lo querido y lo entrantildeable meter la espada en lo maacutes hondo llorar mares de laacutegrimas [206] padecer padecer mucho y siempre padecer Esta es la clave del cristianismo amor miacuteo Ya sabes que en el diacutea de hoy celebramos el augusto sacrificio de la viacutectima del Calvario del divino cordero Fija tu pensamiento en este ejemplo sublime y considera que es necesario que nos crucifiquemos para parecernos a Eacutel y entrar en su reino

-iexclCrucificarme iquestNo lo estoy ya -dijo Gloria extendiendo los brazos en cruz

-Pero no basta crucificarte como mujer sino como madre Viviendo como vives estaacutes expuesta a mil peligros y esa maternidad que tanto adoras es un lazo que te une sin quererlo al autor de todas tus desdichas Viviraacutes sujeta a horribles tentaciones Ya sabes que Job lo ha dicho laquoLa vida del hombre sobre la tierra es una tentacioacutenraquo Ademaacutes el que todo lo sabe ha dicho laquoSi tu mano o tu pie te fuere ocasioacuten de pecar coacutertalos y eacutechalos de tiraquo

-Es verdad es verdad

-Hija miacutea -antildeadioacute la sentildeora besando con carintildeo a la atribulada joven- mete la mano en tu corazoacuten y toacutecalo y observa si el amor de ese nintildeo y la llama infame a cuyo primer fuego debioacute la vida no se confunden el uno con la otra

Gloria callaba Pareciacutea que en efecto metiacutea [207] la mano en el corazoacuten y tanteaba llamas

-iquestCallas

-No seacute queacute responder -dijo la infeliz dejando caer sus brazos con desaliento- Mi alma estaacute acongojada y en mi pensamiento todo es confusioacuten desvariacuteo No seacute lo que pienso ni lo que siento porque estoy llena de terrores de angustias de presagios de deseos y no puedo tomar resolucioacuten alguna porque cada esfuerzo de mi voluntad es seguido de un desfallecimiento que me mata

-iexclY yo te ofrezco los medios para salir de este estado y los rechazas iexclTe sentildealo el amor exclusivo de Dios como teacutermino dulciacutesimo de tus ansias y dudas todaviacutea Desarraiga todo amor criado y entraraacute en ti la gracia como un torrente Retira tus ojos de toda criatura y veraacutes el rostro del Criador Sepaacuterate de cuanto ves y estaraacutes unida a Eacutel

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eternamente Cierra tus oiacutedos a la muacutesica fascinadora de los efectos pasajeros y oiraacutes en tu interior el habla del Sentildeor Dios iexclBienaventurados los oiacutedos que no escuchan la voz que viene de fuera sino la verdad que habla y ensentildea interiormente Nadie mejor que yo puede darte estos consejos porque en miacute no sospecharaacutes egoiacutesmos He hecho voto de pobreza he repartido mi fortuna entre los pobres y las hijas de mi hermano [208] Desengantildeada de las vanidades del mundo me disponiacutea a entrar en un santo retiro cuando supe tu desgracia Esto me detuvo y sentiacute en mi conciencia el habla dulciacutesima de mi Dios que me dijo laquoVe y saacutelvamelaraquo

raquoiexclHija de mi corazoacuten Corriacute a tu lado te asistiacute en tu enfermedad como pudiera hacerlo la madre maacutes carintildeosa pero mi orgullo no se cifraba en librarte de la muerte fiacutesica sino de la muerte moral que es la condenacioacuten eterna Te exhorteacute te puse mil ejemplos ante la vista lloramos juntas te he tratado con dulzura con ardiente carintildeo y sin dureza ni altaneriacutea que en las conquistas cristianas la humillacioacuten trae la victoria Yo no puedo consentir que tu alma nobiliacutesima arda en los infiernos por un extraviacuteo pasajero y seguireacute exhortaacutendote hasta que me arrojes a golpes Mientras tenga lengua te direacute laquoVen ven hija miacutea ven conmigo a esa morada paciacutefica y solitaria donde tu alma se purificaraacute por la oracioacuten por la humildad por la penitencia recibiendo al modo de una ablucioacuten divina la gracia que ha de regenerarlaraquo Alliacute tu corazoacuten se limpiaraacute de esa escoria tenebrosa por la llama del divino amor que iraacute creciendo creciendo hasta producirte los maacutes dulces arrobos y la gratiacutesima previsioacuten del reino de los cielos soacutelo concedidos a los que todo lo [209] dejan por el Amado y al Amado consagran cuanto en la persona humana existe de espiritual y divino

-iexclEl convento -dijo Gloria dando en su lecho una angustiosa vuelta- No me asusta el encierro pero alliacute no vereacute a mi hijo

-El que hizo el mundo el que se hizo hombre por redimirnos el que fue sacrificado por nuestro amor es el primero de todos los amores hija miacutea -dijo Serafinita derramando sin cesar laacutegrimas de emocioacuten y piedad- iquestEs posible es posible que no te convenzas todaviacutea

Gloria cerroacute los ojos y como el que se hunde en los abismos de un letargo contestoacute desde dentro con profunda voz que apenas haciacutea mover sus labios

-Todaviacutea no

-iexclMiserable de miacute mil veces miserable -exclamoacute Dordf Serafinita con pateacutetico dolor- que no tengo fuerzas ni elocuencia para salvar un alma querida

-Usted es una santa -dijo Gloria abriendo los ojos y ofreciendo sus brazos a su tiacutea para estrecharla en ellos

-Soy una infeliz que he aspirado a ejercer el ministerio de los apoacutestoles y Dios me castiga por mi soberbia [210]

-Usted es una santa -repitioacute Gloria- pero nunca ha sido madre

La noble sentildeora no contestoacute Observaba la creciente desfiguracioacuten de las facciones de su sobrina

-iquestQueacute tienes

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-Una cosa que seriacutea deseo de morir -repuso Gloria con abatimiento- si no siguiera viviendo mi hijo

-iquestTienes suentildeo

-La pereza de la muerte pero con esto se duerme

-Debes descansar

-No puedo No se separe usted de miacute Si me quedo sola pensareacute cosas malas iquestQueacute hora es

-Ya amanece Jueves Santo hija miacutea iexclEl diacutea maacutes hermoso para salvarse

Gloria tratoacute de decir algo pero entrole una congoja penosiacutesima su corazoacuten oprimido latiacutea con fuerza y era tal la sofocacioacuten de su pecho que Serafinita le retiroacute las saacutebanas para que el peso de ellas no la molestase Moviose la infeliz con febril inquietud en el lecho y su hermosa cabeza con los negros cabellos en desorden se volviacutea con angustia hacia arriba Por uacuteltimo se llevoacute ambas manos al pecho y oprimieacutendoselo cual si quisiera detener alliacute alguna [211] cosa que se le escapaba gritoacute con voz ronca

-Sentildeor Sentildeor no puedo

Serafinita procuroacute tranquilizarla Al fin iba cayendo la joven en un estado semejante al sopor Serafinita notoacute que sus sienes latiacutean violentamente y que su respiracioacuten era fatigosa Pero seguiacutea aletargada y como esto tranquilizara a la buena sentildeora arrodillose junto a la cama y empezoacute a rezar con el mayor recogimiento

- XX -

iquestQueacute hareacute

Daniel Morton y D Buenaventura hablaron larguiacutesimo rato

El hebreo salioacute de la casa cuando todaviacutea era noche oscura pues la luna no queriendo esperar al sol desaparecioacute volviendo atraacutes el rostro como novia enojada que huye de su amante observando si este la sigue Sansoacuten uniose a su amo pero este le dijo secamente que se retirase a la casa dejaacutendole solo

Sansoacuten aparentando obedecer le siguioacute desde lejos Morton rodeoacute la casa de Lantigua y tomando el camino que conduce a la playa bajoacute lentamente con las manos cruzadas a la espalda la vista fija en el suelo cuando no la extendiacutea por la negra inmensidad de los cielos apagados o por la del mar cuya exclamacioacuten grave y mugidora le iba ensordeciendo a medida que a eacutel se acercaba [213]

Cuando sus pies se hundiacutean en la arena y avanzoacute hacia el fino y huacutemedo suelo que habiacutea pulido la uacuteltima pleamar arrastrando sus laacuteminas de agua sintioacute una especie de simpatiacutea inexplicable y como un deseo de expansioacuten y confianza semejante al que se experimenta en presencia de un buen amigo Morton miroacute las olas que iban y veniacutean con el maacutes admirable ritmo sensible que existe en lo creado y miraacutendolas sacoacute del caos de su espiacuteritu esta pregunta laquoiquestqueacute hareacuteraquo

En la playa habiacutea una piedra enorme que pareciacutea arrancada por las olas a un acantilado cercano Sobre aquella piedra se sentoacute Daniel contemplando el mar grave y

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cadencioso especie de peacutendulo inmenso que determina un equilibrio misteriosos En aquel mar en su voz semejante al zumbido de un cerebro donde hierven las ideas en el resoplido de sus olas y en aquel latido de su enorme vida corriendo sin cesar del fondo a la playa y de la playa al fondo vio Morton la perfecta imagen de la perplejidad en que se hallaba su espiacuteritu

A poca distancia y entre las pentildeas de la derecha estaban auacuten los restos del Plantagenet un herrumbroso esqueleto que se desgastaba lentamente sin que hicieran caso de eacutel ni los hombres ni los peces [214]

Sentado en la piedra con el codo en la rodilla y la barba sostenida en los dedos fijo y quieto como una esfinge centinela en la puerta de lo infinito mirando siempre hacia adelante y mirado por el mar cuyas olas son una fisonomiacutea porque hablan saludan escarnecen injurian escupen sonriacuteen desprecian duermen y braman de coraje atento al espectaacuteculo de una gran perplejidad que seguacuten eacutel llenaba el universo todo Daniel Morton deciacutea

-Lo que yo sospechaba es cierto Moriraacute por mi causa y moriraacute de pena No se ha resignado auacuten a aceptar la solucioacuten que su familia le propone porque espera pero al perder la esperanza caeraacute caeraacute en ese horrible lazo y exaltada por el espiacuteritu de una religioacuten que prescribe el padecer doblaraacute al fin la cabeza ante el ascetismo y arrastraraacute miserable vida en un convento cristiano iexclCon buena intencioacuten porque su celo religioso y el entusiasmo por su falsa doctrina son sinceros esa noble sentildeora y D Aacutengel el disciacutepulo del Nazareno han negado a su corazoacuten el maacutes dulce consuelo le han prohibido a su hijo Esto da horror y al pensarlo no hay en mi corazoacuten una sola fibra que clamando no proteste

raquoiexclY pensar que con una sola palabra podreacute sacarla de ese infierno y devolverle su salud [215] su paz su felicidad la estimacioacuten del mundo y que con esta palabra volveraacute a sus brazos el pobre aacutengel espuacutereo que vive rechazado de todo el mundo y escondido como la verguumlenza o como un tesoro robado iexclPensar que con una palabra puedo causar tan grandes bienes y que esta palabra no se puede decir Pues se diraacute Tengo por corazoacuten una piedra no soy hombre si no pronuncio esa palabra Soy un miserable merezco ser perseguido eternamente por mi conciencia y no tener un solo diacutea de paz si consiento tan gran desdicha la pobre madre atormentada el nintildeo encubierto y confiado a manos mercenarias

Detuacutevose un instante Su pensamiento dando una vuelta le mostroacute otro hemisferio y dijo entonces

-iquestPero queacute es lo que debo hacer iquestqueacute debo decir Una palabra que es la apostasiacutea infame de mi religioacuten el desprecio de Dios en cuya santa idea creciacute y crecieron antes mis honrados padres y antes mis abuelos y del mismo modo las generaciones remotas hasta llegar a los que fueron elegidos para recibir la Ley directamente del mismo Dios y ensentildearla a todo el mundo iquestPuede caber en mi cabeza la idea de negar a mi Dios y negarle para abrazar otra fe iexcly queacute fe iexclla de un falso profeta la [216] del Nazareno en cuyo nombre hemos sido dispersados perseguidos quemados e injuriados por espacio de diez y ocho siglos Y yo he de llegar al Nazareno y decirle laquoaquiacute me tienes a tus pies aquiacute estaacute el que se vanagloriaba de no pertenecerte jamaacutes el que ha tratado de enaltecer a los suyos para apartarles de caer en ti aquiacute estaacute el maacutes soberbio de tus enemigosraquo Y yo he de decir a mi Jehovaacute laquoYa no te pertenezcoraquo laquoSoy como el siervo a quien su amo ha distinguido poniendo en eacutel toda su confianza y he aquiacute que aquel

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ingrato siervo huye de la casa de su sentildeor robaacutendole y despueacutes va a casa del enemigo y pide salario y escarnece a su antiguo sentildeorraquo y todo iquestpor queacute por una mujer por un amor poderoso irresistible pero que es cosa terrenal y por un hijo que adoro pero que es un pobre gusano indigno de atencioacuten desde el momento en que aparece a su lado la presencia aterradora y sublime del que hizo los cielos y la tierra

Al llegar aquiacute su pensamiento sin pausa ni intermedio alguno le puso delante el primer hemisferio

-Pero es que al considerar la desgracia de la amada de mi corazoacuten he de recordar que yo soy autor de ella Yo yo solo he causado desdicha tan lastimosa Ella era pura y feliz yo [217] turbeacute la paz de su corazoacuten arrastraacutendola a la ignominia yo la arranqueacute de aquel cielo hermosiacutesimo en que viviacutea su alma y la precipiteacute en las tinieblas yo ahuyenteacute de su lado a los aacutengeles que velaban con misteriosa atencioacuten su persona y lleneacute su corazoacuten de culebras Era como una flor y la pisoteeacute Habiacutea nacido para que su sola mirada derramase felicidad para que hasta su sombra hiciera nacer bienes por todas partes y yo de aquel claro astro he hecho una noche loacutebrega una oscuridad llena de dolores que hace llorar cuantos se le acercan Yo tengo la culpa de todo yo causeacute su mal y lo causeacute con villaniacutea porque oculteacute mi religioacuten que era un estorbo y siendo enemigo me presenteacute como amigo Yo soy el autor de su desgracia Y no no hay remedio no hay sofisma que valga esa desgracia debe ser reparada por miacute Si asiacute no es no tengo idea de la justicia no tengo nocioacuten del deber ni del honor y siendo extrantildeo a la idea de justicia no puedo ni aun saber lo que es Dios Mi deber es reparar esa desgracia y sacar a la pobre maacutertir del potro en que estaacute No son sus tiacuteos los que la tuestan viva soy yo yo solo Por consiguiente mi deber es salvarla Me lo ordena la justicia que es Dios el deber que es Dios la verdad que es Dios la compasioacuten que es Dios Me lo ordena tambieacuten [218] la sociedad y esta ley de reciacuteproco respeto de la cual no podemos prescindir Siacute es preciso es indispensable fatal inevitable y si asiacute no lo hago no hay nombre bastante vil en ninguna lengua para vituperarme Merezco morir y ser devorado por los perros sin que jamaacutes mi cuerpo disfrute el descanso del sepulcro Nadie arrancaraacute de miacute esta conviccioacuten profunda que mete su raiacutez hasta lo maacutes hondo de mi pecho Esto es la evidencia la verdad pura

Al llegar aquiacute subiacutea la marea y una ola extendioacute su lengua bordada de espuma sobre la arena mojando los pies del pensativo Retirose entonces subioacute al acantilado y arrojado sobre las pentildeas dijo asiacute

-No no es posible que Dios y la Justicia esteacuten en desacuerdo No es posible que para ser fiel a un compromiso del corazoacuten necesite yo ser apoacutestata Aquiacute hay algo que mi inteligencia limitada no puede penetrar ha de haber un resorte misterioso y es preciso que yo lo busque y lo toque porque esto ha de tener solucioacuten porque lo absurdo no puede prevalecer iexclOh Dios miacuteo dame luz dime doacutende estaacute la salida de este horrible laberinto mueacutestrame un resquicio pues salida o hendidura ha de haber Si no la hubiere iexcloh soberano Dios todo empezando [219] por ti deberiacutea ser negado y esto no puede ser

raquoiquestPero cuaacutel es en realidad mi pensamiento en religioacuten iquestQueacute pienso queacute creo yo Conciencia mueacutestrame lo que tiene maacutes oculto tu voz maacutes recoacutendita lo que es auacuten menos que voz un susurro que apenas oigo yo mismo iquestQueacute creo yo iquestCreo acaso que mi religioacuten es la uacutenica en que los hombres pueden salvarse la uacutenica que contiene las verdades eternas No felizmente seacute remontar mi espiacuteritu por encima de todos los cultos y puedo ver a mi Dios el Dios uacutenico el grande el terrible el amoroso el legislador

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extendieacutendose sobre todas las almas y presidieacutendolas con la sonrisa de su bondad infinita desde el centro de toda sustancia Entonces miserable iquestqueacute te detiene iquestNo hallas en el cristianismo las verdades eternas Existen siacute pero desfiguradas y adulteradas No no puedo inclinarme a contemporizar con una yuxta-posicioacuten (9) inuacutetil con la destruccioacuten de la sencillez con una fe que nada nuevo ha ensentildeado al mundo y que por tanto es falsa Aborrezco esa idea con todas las fuerzas de mi alma y todo el odio venenoso que esa secta alienta contra miacute se lo devuelvo centuplicado No lo puedo remediar lo he mamado con la leche lo traigo encendido en mis entrantildeas desde [220] el vientre de mi madre y mi espiacuteritu lo trajo tambieacuten desde la nada Si cuando mi espiacuteritu se eleva a la contemplacioacuten de la esencia primera soy tolerante expansivo amplio y generoso al considerar la idea cristiana nuestro verdugo y nuestro cadalso soy fanaacutetico siacute no lo puedo remediar me siento fanaacutetico y brutal como los inquisidores catoacutelicos y para mi tormento el ser que idolatro sale del tumulto aborrecido de esa secta y se me presenta lleno de gracia y luz uacutenico ser a quien puedo absolver de la responsabilidad cristiana uacutenico ser a quien perdono los agravios hechos a mi raza iexclOh Dios Dios iquestqueacute misterio es este queacute enigma terrible y espantoso es este Mi cabeza estalla como un volcaacuten no seacute queacute pensar Aquiacute hay algo algo que mi limitada razoacuten no comprende Dios miacuteo Dios de las inteligencias iquestpor queacute has hecho estas contradicciones horrorosas y estos absurdos que hacen dudar de la bondad de la creacioacuten y de la loacutegica del mundo

El cielo comenzoacute a aclararse la superficie del mar brillaba junto al horizonte tintildeendo de amarillo sus lejanas ondas Toda la tierra empezoacute a inundarse de luz Amaneciacutea pero Morton no advirtioacute nada porque en su mente continuaban la noche y un caos perpetuo [221]

-Maacutes vale -dijo- que continuacutee todo como ahora estaacute que siga su deshonra su verguumlenza la baacuterbara separacioacuten de la madre y el hijo mi soledad el remordimiento implacable que me tritura las entrantildeas Quizaacutes el tiempo nos consuele a todos Ella entraraacute en ese aborrecido convento maacutes triste que la sepultura porque en eacutel se vive No la vereacute maacutes no vereacute tampoco a mi hijo porque seraacute escondido para miacute como se esconde del ladroacuten la joya Creceraacute y le vereacute alguacuten diacutea sin conocerle Le ensentildearaacuten a maldecir mi nombre y mi sangre iquestY coacutemo se evita esto coacutemo iexclSi pudiera evitarse dando la vida No no se evitaraacute con cien vidas sino con una palabra breve como las que a todas horas pronuncian nuestros labios pero que encierra una idea todas las ideas y el universo y la vida futura

Despueacutes de una pausa antildeadioacute

-Soy un miserable si no digo esa palabra si no la digo clara leal sin impostura Lo pide a gritos cuanto hay en miacute de sentimiento y piedad iexclSoy un miserable si no digo esa palabra si no cierro los ojos a todo a mi historia a mi raza a mi culto a mi familia y me arrojo en brazos de la infame secta que aborrezco de esa secta que sin duda no es tan mala como yo creo porque [222] a ella pertenece la que reina en mi corazoacuten

Oprimiose la frente con ambas manos como si quisiera sujetar una idea que se le escapaba y detener aquel remolino horrible de su pensar pero no pudo sustraerse a un razonamiento que le anonadoacute

-iexclMi padre No desde que adopteacute esta resolucioacuten ya no tengo padre ni madre ni amigos No quiero pensar en su enojo en su soledad En mi familia se llora al hijo muerto pero al renegado al renegado se le miraraacute como si no hubiera nacido La

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imagen de mi madre que es personificacioacuten sublime de la consecuencia israelita me abruma maacutes que mil razonamientos incontestables iexclMi madre de cuyos brazos escapeacute en silencio para venir aquiacute mi madre que ha de venir en mi seguimiento para detenerme esa mujer que adora en miacute el orgullo de su raza y que moriraacute de seguro cuando sepa No no mil veces esto no puede ser no seraacute Si es imposible si es como beberse toda esa agua que tengo delante si es como decirle a la marea laquono subas maacutesraquo iexclOh Dios miacuteo iquestpor queacute me criaste si sabiacuteas que habiacutea de llegar esta hora

Levantose freneacutetico y agitando los brazos y volviendo la cara hacia el cielo gritoacute desaforadamente [223]

-iexclOh Sentildeor Sentildeor yo digo que tu obra no estaacute bien asiacute

El diacutea habiacutea avanzado considerablemente sin que eacutel lo notase y las risuentildeas horas de la mantildeana viniendo unas en pos de otras derramaban claridad y alegriacutea sobre los campos reverdeciendo las huacutemedas praderas El diacutea era tan bello y apacible cual si la Naturaleza sensible al enigma de la Redencioacuten quisiera tambieacuten celebrarlo El aire que meciacutea los aacuterboles las nubes que pomposamente discurriacutean por el cielo con grave paso daacutendose unas a otras la mano el mar sonoro y las flores que por todas partes presentaban sus lindos rostros a la caricia del sol todo todo estaba de fiesta en aquel diacutea

Bajando a la playa recorriola toda lentamente Pareciacutea que contaba las arenas Despueacutes se arrojoacute al suelo y contemploacute el mar que bajaba recogiendo sus laacuteminas de espuma de minuto en minuto La perplejidad continuaba y el peacutendulo seguiacutea su atormentador movimiento pero al fin ya cerca de medio diacutea el extranjero se levantoacute Diose un golpe en la frente y mirando al cielo dijo con la firmeza propia del que ha tomado una resolucioacuten

-Al fin al fin ya seacute lo que debo hacer [224]

- XXI -

Jueves Santo

Gloria abrioacute los ojos despueacutes de un prolongado letargo durante el cual su fatigado espiacuteritu logroacute alguacuten reposo Habiacutea sontildeado con la pasioacuten de Cristo con los horribles judiacuteos que le azotaban habiacutea visto elevar el madero con la Divina Persona clavada por pies y manos y este cuadro lamentable que se le representaba al vivo por el poderoso fingir del suentildeo llenoacute su alma de pateacutetica y dolorosa compuncioacuten Al despertar vio a su tiacutea encendiendo algunas velas delante de la efigie del Salvador hermosa figura de marfil que le representaba en el momento de expirar y cuando alzados los moribundos ojos al cielo deciacutea laquoPerdoacutenalos Sentildeor porque no saben lo que hacenraquo

Serafinita habiacutea dispuesto la mesa como altar ponieacutendole preciosas velas de esas que tan [225] bien labran y adornan las monjas No puso flores en los floreros por temor de que el olor de ellas molestase a Gloria pero siacute las llenoacute de ramas de pino y otras matas verdes y sin aroma

-iexclQueacute bien estaacute queacute bien estaacute eso -dijo Gloria contemplando con gozo el altar

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-Hija miacutea iquestqueacute tal te encuentras

-No muy bien pero podreacute levantarme

-Maacutes vale que te quedes en la cama Yo no pienso salir hoy ni ir a la iglesia a pesar del gran diacutea en que estamos Debo acompantildearte querida miacutea y juntas rezaremos el oficio del diacutea que es hermoso sobre toda ponderacioacuten

-Muy bien pensado Lo leeremos

-Y nos deleitaremos en su sublimidad contemplando el amor de aquel que con ser Dios quiso derramar su sangre por nosotros

Despueacutes que Gloria hizo sus oraciones de la mantildeana se levantoacute y se volvioacute a acostar vestida sobre el lecho Francisca arreglaba su cuarto mientras Dordf Serafina bajoacute a preparar algo sustancioso para que la enferma se desayunase Nada maacutes admirable que el celo que poniacutea aquella noble dama en todas las cosas lo mismo en las grandes que en las pequentildeas Todo lo haciacutea conforme a su conciencia y no se perdonaba cosa alguna ni jamaacutes dejoacute de hacer nada que le pareciese justo y conveniente Era el [226] alma de maacutes rectitud que podiacutea existir y si hubiese destruido el geacutenero humano Dios se lo perdonariacutea porque sin duda lo habriacutea aniquilado por conviccioacuten y creyendo que realizaba un bien En ella no se conocioacute jamaacutes ni sombra ni hipocresiacutea Todo su espiacuteritu y sus creencias y su voluntad estaban claramente retratadas en sus acciones ni existioacute conciencia maacutes pura porque en ella eran imposibles las reservas y distingos insidiosos Y sin embargo el alma tan limpia de perversidad podiacutea ser dantildeosa Mas para juzgar a Serafinita y condenarla por esto seriacutea preciso que Dios recogiese su Decaacutelogo y lo volviese a promulgar con un artiacuteculo undeacutecimo que dijese laquoNo entenderaacutes torcidamente el amor de Miacuteraquo

Y para juzgarla los hombres y condenarla debiacutean a su vez arrojar de los altares a muchos varones y hembras que subieron a ellos por ser como Serafinita

Estaba preparando el almuerzo de su sobrina y se caiacutea de debilidad por el estado en que la habiacutean puesto los ayunos pero el piadoso esfuerzo de su voluntad venciacutea al cuerpo infundieacutendole una resistencia poderosa y por el absoluto desprecio de la carne apareciacutea triunfante siempre el espiacuteritu y dispuesto a todas las empresas cristianas que exigieran abnegacioacuten [227] iexclLaacutestima grande que aquella santidad no fuese maacutes humana

Cuando Gloria almorzoacute vino el meacutedico y le ordenoacute el mayor reposo y que huyera de toda emocioacuten viva Serafinita rogoacute a la joven que diese un paseo por la habitacioacuten lo que ella hizo de muy buen grado admirando desde el balcoacuten la hermosura de la mantildeana

-iexclQueacute bello diacutea -exclamoacute- Parece que en diacuteas asiacute no puede menos de pasar algo grande

-El diacutea querida sobrina -dijo Serafinita- estaacute lleno de la sagrada memoria que hoy celebra la Iglesia iquestNo ves en la Naturaleza una especie de atencioacuten solemne un recogimiento grave y placentero Hoy celebramos la muerte y la vida la muerte corporal del que expiroacute por darnos la vida Yo leereacute

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Serafinita se colocoacute junto al altar y ponieacutendose las antiparras que su fatigada vista exigiacutea empezoacute la hermosa lectura mientras Gloria tomaba asiento en un sofaacute junto al balcoacuten Empezando por los Maitines y Nocturnos que son los oficios llamados Lamentaciones y que la Iglesia canta en la tarde del diacutea anterior leyoacute el Salmo laquoSalvame iexcloh Dios porque las aguas han entrado hasta el alma Estoy hundido en cieno profundo y la corriente me ha anegado Cansado estoy de llamar mi [228] garganta ha enronquecido Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios Dios tuacute sabes mi locura y mis delitos no te son ocultosraquo

Ambas mujeres teniacutean su alma absorta en tan sublimes conceptos Dordf Serafina recitoacute con entera voz la Lamentacioacuten laquoiquestCoacutemo estaacute sentada sola la ciudad antes populosa La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda Amargamente llora en la noche No tiene quien la consuele de todos sus amadoresraquo

Y asiacute siguioacute la lectura con edificacioacuten de entrambas Como Serafinita se fatigase Gloria le rogoacute que le diese el libro y con la emocioacuten maacutes viva leyoacute el Miserere laquoTen piedad de miacute oh Dios conforme a tu misericordia grande y conforme a la multitud de tus piedades borra mis iniquidades Porque conozco mi iniquidad y mi pecado estaacute siempre delante de miacuteraquo

La misa la epiacutestola de San Pablo a los Corintios la Sequentia del Evangelio tocaron a Serafinita que a su vez reclamoacute el libro Despueacutes de leer todo lo concerniente a la cena dijo a su sobrina

-Hemos llegado al punto maacutes interesante maacutes pateacutetico maacutes solemne de nuestra doctrina la institucioacuten de la Eucaristiacutea Si tuacute hija miacutea de mi alma meditando mucho en esto lograras [229] penetrarte bien de la idea del sacrificio tan sublime si consiguieran asimilaacutertela y hacerla tuya iexclcuaacuten grande facilidad hallariacuteas para dar al problema de tu vida la solucioacuten que te propongo iquestPero no te dice nada tu corazoacuten no se enternece contemplando el inmenso amor de la sacratiacutesima viacutectima del Calvario Lo que a gritos dice tu situacioacuten social y los acontecimientos iquestno lo ha de decir tu corazoacuten Yo veo tan claro esto nintildea miacutea que no comprendo coacutemo puedes dudar

Gloria con los ojos bajos inclinada la cabeza sobre el pecho callaba trenzando los hilos de lana del pantildeuelo que cubriacutea sus hombros

-Dada tu situacioacuten no veo otro camino -antildeadioacute Serafinita- Mucho habiacutean de cambiar los sucesos para que la loacutegica de tu porvenir cambiase Seriacutea preciso que ese infiel empedernido abriese sus ojos a la luz cristiana seriacutea preciso que se verificase una de esas conversiones ruidosas que hacen eacutepoca en el mundo y esto es difiacutecil aunque no imposible iquestDime lo crees tuacute imposible iquestDas creacutedito a los rumores que han corrido

-No -repuso lacoacutenicamente Gloria

-iquestCrees tuacute que abrace nuestra santa fe iexclOh si asiacute sucediera yo viendo en esto los designios de Dios seriacutea la primera que te diriacutea [230] laquoCaacutesate tu deber es casarte El Sentildeor lo mandaraquo Tu amor quedariacutea legitimado por el glorioso hecho de traer al rebantildeo una oveja que no por venir tan tarde seriacutea mal recibida Entonces es verdad que no podriacuteas aspirar a la perfeccioacuten cristiana que consiste en desprenderse de los afectos humanos pero podriacuteas acercarte mucho a ella por otros caminos No hay que pensar en este medio hija miacutea Tuacute misma has dicho que no tienes esperanza

-Es verdad -murmuroacute Gloria- Ninguna tengo

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-Pues debes tenerla -dijo Serafinita

Gloria alzoacute vivamente los ojos fijaacutendolos en su tiacutea con gran curiosidad

-Debes tenerla -repitioacute la sentildeora con aplomo

-iquestDe queacute

-No de casarte no -dijo Serafinita sintiendo en su alma la inspiracioacuten apostoacutelica maacutes viva que nunca- no de casarte sino de traer a ese infiel a nuestra santa fe

-iquestCoacutemo

-Por medio de la oracioacuten unida al sacrificio

-No entiendo bien tiacutea -repuso Gloria poniendo sumo intereacutes en aquel asunto [231]

-Por medio de la oracioacuten -repitioacute la dama con entusiasmo- y mejor auacuten por medio del sacrificio iquestAcaso esto necesita explicarse

-Me parece que lo voy entendiendo

-Si haces a Dios el inmenso el doloroso sacrificio que te he propuesto como el mejor camino para salvar tu alma si haces el sacrificio de consagrarle por entero toda absolutamente toda tu vida arrancaacutendote del mundo y de los mundanos afectos si haces esto Gloria amor miacuteo y pides a Dios que te conceda la redencioacuten de un alma ciega hasta ahora a la verdadera luz iquestcoacutemo es posible que Dios te lo niegue

-iexclOh Jesuacutes miacuteo si eso fuera verdad-exclamoacute Gloria deshacieacutendose en laacutegrimas- Y parece que ha de ser verdad que ha de poder suceder como usted dice

En el semblante de Serafinita brillaba un destello de alegriacutea infinita el juacutebilo del triunfo evangeacutelico

-iexclOh -exclamoacute oprimiendo su pecho- Yo tengo una conviccioacuten profunda Mi corazoacuten se abre como un abismo lleno de voces y a gritos clama que ese hombre seraacute salvo por tu mediacioacuten

-iexclSentildeora -exclamoacute Gloria exaltaacutendose como su tiacutea- Yo he orado tanto tanto que tal vez [232]

-No desgraciada no basta la oracioacuten Es necesario el sacrificio es necesario que llegues y ante esos pies taladrados por el clavo pongas tu corazoacuten dolorido tu vida toda tu voluntad tus acciones tu porvenir tu universo tu carne y tu espiacuteritu diciendo laquoSentildeor toacutemalo todo toma todo lo que recibiacute de ti No quiero ya nada que no seas tuacute tuacute solo ni maacutes amor que el tuyo por entero Abraacutesame en tu fuego y hazme temblar noche y diacutea con las dulces ansias que resultan de estar incesantemente amaacutendote contemplaacutendote oyeacutendote en mi interior magnificaacutendome con tu gloria padeciendo con tu pasioacuten Este resto de existencia que conservo mientras no me lleves a tu lado soacutelo seraacute para tener voz con que nombrarte a todas horas labios con que besar tu santa imagen y si das a mi cuerpo el santo tormento de que me duelan tus heridas mayor gozo tendraacute mi alma Perezcan los ojos de mi cuerpo que de nada me sirven y asiacute te veraacuten mejor los del alma Perezca mi belleza que no por ella te he de agradar sino por la

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pureza y la violencia de mi amor Soy toda tuya Sentildeor y aun asiacute no creo ofrecer bastante al que murioacute por redimirme del pecadoraquo

Dordf Serafina se habiacutea levantado y con su [233] majestuoso ademaacuten daba mas prestigio y realce a la admirable elocuencia con que se expresaba

-Lo que usted dice -manifestoacute Gloria- resuena en mi corazoacuten como un eco del cielo

-Dios aceptaraacute tu sacrificio y lo premiaraacute -antildeadioacute Serafinita- La inagotable bondad del Amado se te revelaraacute bien pronto Oiraacutes su voz en tu interior le veraacutes allaacute en lo profundo y en lo maacutes negro de tu mirar cuando cierres los ojos en la dulce oracioacuten iquestCoacutemo no ha de concederte lo que le pides si le pides un nuevo triunfo para su Iglesia iquestQueacute premio maacutes digno puede ambicionar un alma consagrada a Dios laquoSentildeor le diraacutes trae a tu seno a un ser que me fue querido y que tiene la desgracia de carecer de la verdadera luzraquo

-El Sentildeor me oiraacute -dijo Gloria cruzando las manos- Tiacutea querida tiacutea mi alma se llena repentinamente de fe en miacute ha entrado una luz prodigiosa siento como una gran lluvia Soy otra Suena dentro de miacute una voz como el trueno Me parece que Dios me dice Siacute siacute siacute

-Siacute siacute siacute -repitioacute Serafinita con exaltacioacuten que rayaba en frenesiacute- Y se salvaraacute abominaraacute de su execrable secta y entraraacute en el Paraiacuteso [234]

La piadosa sentildeora que habiacutea estado tantos meses predicando a su sobrina las excelencias de la vida asceacutetica que habiacutea agotado todos los argumentos todas las razones todos los sofismas sin conseguir nada lograba al fin su objeto iquestcoacutemo tocando una fibra maacutes sensible que todas las fibras del corazoacuten de su sobrina la fibra del amor humano Al llegar alliacute el espiacuteritu rebelde gimioacute doloridamente sucumbiendo y lo que antes le parecioacute monstruoso e inuacutetil pareciole despueacutes bello grande y sublimemente provechoso Estremecida hasta lo maacutes iacutentimo de su ser sintioacute la bullidora expansioacuten del amor pidiendo su consecuencia natural el sacrificio

-Acepto acepto -exclamoacute levantaacutendose aacutegil inquieta exaltada cual si recibiera por milagro prodigiosas fuerzas

Pero extendiendo despueacutes un brazo llevaacutendose la izquierda mano a los ojos murmuroacute con suacutebito desaliento

-iexclMi pobre hijo

-Dios el Criador de todas las cosas -gritoacute Serafinita acudiendo veloz a agarrar a su viacutectima que se le escapaba- miroacute a la tierra pervertida por el pecado y enviando a ella a su Hijo en carne mortal le vio padecer y morir como un hombre iexclY aquel era el Verbo la [235] razoacuten universal la justicia la ley el Hijo Lo que hizo Dios por redimir el geacutenero humano que formoacute de barro iquestno lo podraacute hacer una miserable criatura por salvar a otra de las eternas llamas del infierno iquesty no seriacutea capaz esta criatura de hacer un sacrificio tanto maacutes aceptable cuanto maacutes noble es el afecto sacrificado iexclDios infinito inmenso maacutes grande que todo lo grandiacutesimo ve morir a su Hijo y tuacute iquestAcaso le pierdes iquestacaso le matan

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-Madre querida -exclamoacute Gloria contestando a las caricias de su tiacutea con otras no menos ardientes- Soy de usted No vacilo maacutes Ya no tengo voluntad Venga la cruz pronto pronto Mi espiacuteritu la acepta iexclOh iexclqueacute idea iexclqueacute sublime idea

Cayoacute sin aliento en la silla

Serafinita no se sentoacute y en pie dijo

-Partamos esta misma tarde No debe perderse tiempo

Sin duda temioacute volubilidades y arrepentimientos

-Esta misma tarde -repitioacute Gloria paacutelida sin aliento transfigurada como si tuviera ya marcada la hora para salir de este mundo

-Nos prepararemos en un instante arreglaremos todo para ir a tomar el tren en Villamojada [236]

-Saldremos sin que lo sepa mi tiacuteo

-Eso no se lo diremos iquestA queacute ese engantildeo indigno de nosotras Es preciso preparar todo -dijo la sentildeora con febril impaciencia- Es verdad que no necesitamos gran cosa

-Es verdad Yo

Gloria no pudo seguir la frase porque se sintieron pasos Abriose la puerta y aparecioacute D Buenaventura [237]

- XXII -

Esperanza de salvacioacuten

-Vengo -dijo el buen caballero algo turbado- a anunciarte una visita y no podraacutes ahora negarte a recibirla porque se trata de una cosa muy importante muy grave muy lisonjera en resumidas cuentas ahiacute estaacute y va a subir a verte porque lo mando yo Es cuestioacuten de vida o muerte

Gloria no contestoacute una sola palabra tan confundida y absorta estaba Dordf Serafina iba a decir algo pero no pudo porque su hermano se retiroacute con presteza No tuvieron tiempo de hacer comentarios sobre aquella visita y el misterioso anuncio porque al poco rato regresoacute don Buenaventura acompantildeado de Daniel Morton vestido completamente de negro hermoso y teacutetrico Pareciacutea recieacuten salido de una enfermedad grave o que en una noche habiacutea vivido diez antildeos Gloria al verle sintioacute el maacutes radical desconcierto [238] en todo su ser y se quedoacute como muerta Turbose de tal modo su espiacuteritu que creiacutea sontildear o ser presa de un delirio cuando oyoacute a su tiacuteo pronunciar estas palabras

-Querida Gloria querida hermana tengo el maacutes vivo placer al anunciar a entrambas que nuestra santa religioacuten ha hecho hoy una gran conquista El Sr Morton que estaacute presente abraza el catolicismo

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El efecto de estas palabras fue tremendo como la voz de Jehovaacute en las alturas Gloria y su tiacutea eran dos estatuas

-Lo que mi ilustre amigo dice -manifestoacute Daniel- es verdad Al tomar esta resolucioacuten he creiacutedo deber anunciarlo a quien puede vanagloriarse de ser el aacutengel de mi conversioacuten

Nada hay ni maacutes glorioso ni maacutes digno de regocijo para el cristianismo que la entrada de un infiel en el reino de Cristo y sin embargo de esto Serafinita que era como hemos visto una especie de candidato a la perfeccioacuten cristiana experimentoacute en el primer momento despueacutes de oiacuter la plausible nueva una contrariedad viviacutesima Esta contrariedad justo es decirlo pasoacute como un relaacutempago porque la rectitud que moraba en el espiacuteritu de la buena sentildeora ocupando todo el lugar que le permitiacutea la exaltacioacuten miacutestica establecioacute el dominio del Verbo [239] de la razoacuten universal o sea de la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo seguacuten el Evangelista Pero aun rindiendo culto a la razoacuten externa siempre quedoacute en el espiacuteritu de la sentildeora algo que no era el juacutebilo de la Iglesia triunfante Podremos expresar aunque paacutelidamente el estado de su alma diciendo que se resignoacute a alegrarse por la salvacioacuten del judiacuteo Este sentimiento extrantildeo tomaba la forma de laacutestima de su sobrina por la desviacioacuten que iba a sufrir una preciosa vida llamada ya a las deliciosas esferas de la perfeccioacuten

-Querida hija -dijo D Buenaventura acariciando a Gloria- al fin Dios ha oiacutedo tus oraciones y vas a recobrar tu dicha tu paz tu dignidad por el procedimiento maacutes plausible que puede imaginarse Estaacutes de enhorabuena y tu familia tambieacuten

-No quiero -dijo Morton dirigieacutendose a Gloria- que nadie se envanezca de esta resolucioacuten miacutea sino tuacute sola

-Yo maacutes querriacutea -repuso ella animaacutendose- que tan hermosa accioacuten se debiera antes a la santidad de la doctrina de Jesucristo que a miacute

Serafinita se apresuroacute a tomar la palabra diciendo [240]

-Nosotros no dudamos que esa frase sublime Soy cristiano haya sido dicha con lealtad no creemos que puedan los labios pronunciar el dulce nombre de Cristo mientras lo niega el corazoacuten pero este caballero no extrantildearaacute que exijamos alguna garantiacutea Para entrar en nuestra Iglesia es preciso recibir la instruccioacuten cristiana y el agua del bautismo

-Seacute lo que me corresponde hacer -dijo Morton gravemente- y a todo estoy dispuesto

-Tan grande tan inesperado tan sorprendente es este suceso -dijo Gloria con emocioacuten- que necesito esforzarme mucho para creerlo iexclTuacute adorar a Jesucristo Vuelve los ojos a esa cruz y juacuterame por la imagen crucificada que es verdad lo que me dices que lo haces con el firme propoacutesito de ser cristiano y no por moacuteviles que no son religiosos que persistiraacutes en tu designio y que crees firmemente que la doctrina de Nuestro Sentildeor Jesucristo es no soacutelo la mejor sino la uacutenica verdadera

Blanco como el marfil de aquella hermosa imagen que tanto en el rostro se le pareciacutea estaba Daniel cuando extendioacute la mano hacia la cruz y con los ojos bajos habloacute asiacute

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-Lo que dije dicho estaacute Por ese te juro [241] que es verdadero el propoacutesito que he formado

Maacutes pareciacutea reo convicto a quien el delito se le sale de la conciencia a los labios que entusiaacutestico neoacutefito proclamando un Dios nuevo

En el mismo instante de pronunciar su juramento oyose un sonido aacutespero estridente desagradable que de los aires veniacutea No era tantildeido de campana ni rumor de ruedas ni rechinar de goznes sino un horrible choque de tablas con piedras retumbando en hueco Pareciacutea que andaba por el cielo una legioacuten de seres extrantildeos calzados con almadrentildeas y bailando sobre guijarros

-Ya tocan la carraca -dijo D Buenaventura- Sale la procesioacuten En cuanto a los traacutemites que ha de seguir este acontecimiento mi hermano Aacutengel los decidiraacute iquestNo crees tuacute lo mismo Serafina Ayer recibiacute una carta de Aacutengel en que me deciacutea que si hubiera conversioacuten eacutel arreglariacutea todo de modo que en tres diacuteas quedase el bautismo celebrado y mi sobrina casada en paz y gracia de Dios La extrantildeeza del caso es motivo para abreviar ciertas praacutecticas y cuando mi hermano lo cree asiacute es porque la Iglesia lo permite Por ahora -antildeadioacute dirigieacutendose a Gloria- creo que debemos fiar en su palabra

-Fiaremos siacute -repuso Gloria mirando al extranjero con amor- pero es tanto lo que [242] esta idea me cautiva es tanto el juacutebilo que siento no por mi reparacioacuten sino por tu conversioacuten que quiero oiacuterte decir laquoCreo en Dios uno y trino creo en Jesucristoraquo Es este un gozo que me hace llorar Es la compensacioacuten de todo lo que he padecido la prueba visible e innegable de que mi Dios no me abandona y la promesa del Paraiacuteso Adora esa cruz besa esa imagen representacioacuten del que tus ascendientes injuriaron escupieron abofetearon y crucificaron y con una palabra una voz sola breve si quieres pero salida del corazoacuten prueacutebame que en tu alma generosa a la cual no faltaba maacutes que la luz ha entrado ya esa luz prueacutebame no que abrazas el cristianismo sino que te sientes cristiano

Brillaba en los hermosos ojos de Gloria la inspiracioacuten divina Sus palabras como salidas de un corazoacuten lleno de verdad no podiacutean oiacuterse sin entusiasmo y devocioacuten El que ya no debemos llamar hebreo se levantoacute de su asiento Estaba su rostro cadaveacuterico y sus manos temblaban como las del enfermo calenturiento

-Creo en tu Dios en el uacutenico Dios -exclamoacute con voz de delincuente- en

No pudo decir maacutes Su brazo cayoacute como si perdiera la vida e inclinando la cabeza exhaloacute un suspiro semejante a aquel inmortal suspiro [243] del Cristo tan bien expresado en el momento de la agoniacutea por el artiacutestico marfil que estaba sobre la mesa

-Perdoacutename amor y salvacioacuten miacutea -balbucioacute Morton- perdoacutenenme todos pero no estoy suficientemente instruido auacuten en los dogmas cristianos y temo decir algo que sea resabio del culto que abandono

Gloria rogoacute al catecuacutemeno que se sentase Le causaba terror su palidez su consternacioacuten y sobresalto pero esto teniacutea explicacioacuten satisfactoria por la singularidad de aquel acto y el trastorno que la presencia de la mujer amada debiacutea de producir en el alma del extranjero

Veniacutea de la plaza de Lantigua un rumor de gente y de religiosos caacutenticos Pasaba la procesioacuten de Jueves Santo y Serafinita corriendo al balcoacuten se arrodilloacute Todos la

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imitaron Gloria y Daniel estaban juntos a la derecha de la sentildeora D Buenaventura a la izquierda

Tras cuatro guardias civiles que iban despejando pasoacute el negro pendoacuten enarbolado por un hombre pasoacute la cruz negra acompantildeada de los dos ciriales siguioacute el primero de los pasos que era la Oracioacuten en el Huerto y los que conduciacutean cruz pendoacuten cirios e imagen se quedaron mirando al balcoacuten de Lantigua donde habiacutea una cosa extraordinaria inaudita [244] el judiacuteo de rodillas mirando la procesioacuten

A la derecha se veiacutea el alambre telegraacutefico lleno de paacutejaros en fila con tanto comedimiento y gravedad atentos a la comitiva que pareciacutean tocados de la maacutes pura devocioacuten

Oiacuteanse allaacute lejos los acordes de fuacutenebre marcha tantildeida por los implacables trombones y cornetines de la banda del pueblo y la larga masa de gente avanzaba despacio por la calle principal De las descubiertas cabezas sobresaliacutean los ramos de olivo del primer paso el flotante vestido de terciopelo bordado de oro los feroces judiacuteos azotadores y maacutes atraacutes una sentildeora vestida de negro y un palio negro tambieacuten

Pasoacute la primera imagen pasaron dos filas de individuos que componiacutean la cofradiacutea maacutes numerosa de Ficoacutebriga todos con vela en la mano y ni uno solo dejoacute de apartar su vista y su mente de los lastimosos cuadros de la Pasioacuten para fijarlas en la casa de Lantigua

Antes de que acabase la larga fila de los cofrades vino el grupo de los azotes y hasta los feroces judiacuteos de santildeudo aspecto pareciacutea que se quedaban mirando al balcoacuten de Lantigua suspendiendo sus impiacuteos golpes Gran nuacutemero de mujeres rodeaban aquel grupo encapotadas con negros mantos las unas otras con humildes [245] pantildeuelos sentildeoras y aldeanas amas y criadas nintildeas y viejas todas con los ojos encendidos de llorar pero al llegar a la plaza ni una sola dejoacute de encontrar maacutes interesante que todos los pasos el balcoacuten de Lantigua y un rumor de comentarios y una oleada de cuchicheos corrieron por la superficie de aquel mar de gente

Tras el segundo paso iban los penitentes hombres que habiacutean venido de los pueblos inmediatos a visitar el monumento y a expiar sus culpas mediante el transporte de una grande y pesada cruz Iban con el santo lentildeo a cuestas y vestiacutean la tradicional hopa negra con capuchoacuten calado sin ninguacuten resquicio por donde se violase el incoacutegnito ni maacutes respiradero que los agujeros por donde daba luz a sus ojos el atribulado pecador que iba dentro de aquel horrible forro Tambieacuten ellos a pesar de hallarse acongojados por la compuncioacuten y abstraiacutedos por la memoria de las faltas que estaban expiando a costa de sus fuerzas fiacutesicas miraron por sus espantables claraboyas el balcoacuten de Lantigua

Veniacutea despueacutes el Crucificado y por fin la Dolorosa y alrededor de ella estaba lo maacutes notable del pueblo Los sentildeores alcurniados llevaban las varas del palio que iba detraacutes como de respeto veniacutea despueacutes el clero y por uacuteltimo el Ayuntamiento seguido de la banda de [246] muacutesica y de la media compantildeiacutea de carabineros Marineros y sentildeores los del palio y los que cargaban la imagen cleacuterigos y monaguillos Sildo con el incensario y Caifaacutes con el piporro cantores y alguaciles el soplado alcalde don Juan y el jefe de los carabineros los chicos que agitaban en la inquieta mano las carracas todo lo viviente en fin miraba al balcoacuten de Lantigua El cura dijo algunas palabras por lo bajo al padre

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Poquito y Amarillo fruncioacute el centildeo como enojado de que un gran suceso excitara la curiosidad sin su permiso [247]

- XXIII -

Los viajeros

Y como aquel diacutea debiacutea ser notable en la villa de Ficoacutebriga por la acumulacioacuten de acontecimientos imprevistos y sorprendentes bien pronto la atencioacuten del pueblo se fijoacute en otro hecho

Y he aquiacute que al salir de la plaza de Lantigua al camino real la guardia civil divisoacute un coche al cual mandoacute que se detuviera Airados miraron el del pendoacuten y los conductores del primer paso a aquel importuno vehiacuteculo que avanzaba entorpeciendo la viacutea cuando por la portezuela izquierda de eacutel aparecioacute el semblante de una hermosa dama desconocida Comenzaban los murmullos cuando por la portezuela derecha viose un sombrero de colores y bajo eacutel la risuentildea la seraacutefica la angelical cara de D Aacutengel de Lantigua El sentildeor arzobispo de X gritoacute al cochero [248]

-Pare usted para usted no entorpezcamos la procesioacuten

E incontinenti bajoacute Su Eminencia acompantildeado del doctor Sedentildeo y quitaacutendose el sombrero saludoacute a las santas imaacutegenes Un clamor inmenso resonoacute en la cabeza de la procesioacuten clamor que fue propagaacutendose y retumbando como los ecos del trueno hasta llegar a la cola El clamor deciacutea

-iexclViva el cardenal de Lantigua iexclViva

Poco faltoacute para que los pasos fueran abandonados en medio de la viacutea y cogido en brazos y llevado en procesioacuten el glorioso hijo de Ficoacutebriga a quien sus paisanos no habiacutean visto despueacutes que fuera elevado al cardenalazgo D Aacutengel lloraba de agradecimiento

Pero el entusiasmo ficobrigense no impidioacute que todos y cada uno de los acompantildeantes de la procesioacuten se fijase en un hecho singulariacutesimo En el coche de Su Eminencia veniacutean dos sentildeoras una de ellas muy principal y soberanamente hermosa la otra con aspecto de subordinacioacuten mas no tan humilde que pareciese criada Ambas bajaron del carruaje cuando el sentildeor cardenal lo abandonoacute y contemplaban la procesioacuten con maacutes curiosidad que recogimiento [249]

iquestQuieacutenes eran Esto preguntaban todos los que al pasar las vieron y en largo trecho no se habloacute de otra cosa que de las dos damas que exornaban con su belleza el carruaje cardenalicio D Juan Amarillo lanzoacute sobre ellas una especie de rayo de autoridad en forma de mirada altanera indagadora terrible pero las dos sentildeoras que sin duda no estaban hechas a miradas de alcalde soltaron la risa D Juan llamando al alguacil fulminoacute al punto una orden dicieacutendole corriese a ver queacute casta de paacutejaros eran aquellos y por queacute estaban alliacute y por queacute miraban la procesioacuten y por queacute llevaban sombrero y por queacute reiacutean y en fin por queacute respiraban sin permiso del Ayuntamiento

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A la casa de Lantigua llegoacute el rumor de los vivas y aclamaciones con que era recibido el cardenal y pasado el bullicio procesionil y despejada la plazuela D Buenaventura salioacute al encuentro de su hermano a quien dio estrechiacutesimos abrazos

-Por un milagro de Dios me tienes vivo -dijo D Aacutengel sonriendo- Si auacuten me asombro de tener piernas y brazos iexclAy hijo creiacute que no me habiacutea quedado hueso sano

-iquestHa volcado tu coche [250]

-En la peligrosiacutesima cuesta de San Lucas Figuacuterate queacute paso tan malo No fuimos al riacuteo porque Dios nos reserva para dar que hacer un poco todaviacutea El coche quedoacute inuacutetil dos ruedas menos una ballesta rota Por fortuna nuestra esta sentildeora

El arzobispo sentildealoacute a las dos sentildeoras que no lejos de eacutel estaban mientras D Buenaventura se apresuraba a saludarlas con la maacutes hidalga cortesaniacutea

-Esta buena sentildeora -continuoacute Su Eminencia- esta buena alma que a la sazoacuten pasaba tuvo la bondad de ofrecerme su coche y yo abuseacute de su finura aceptaacutendolo Dios se lo pague iquestY queacute novedad hay por casa querido hermano

El alguacil no atrevieacutendose a meterse con las sentildeoras desde que las vio tan mano a mano con los Lantiguas se ocupoacute en apartar a los chicos que rodeaban al cardenal besuqueaacutendole la mano y estorbaacutendole el paso

-Una gran novedad hay en casa -dijo don Buenaventura

-iquestHay alguacuten enfermo

-No todos buenos Gloria un poco delicada bastante delicada pero es seguro que ahora se repondraacute en breve tiempo Asiacute lo ha dicho el meacutedico [251]

-Sentildeora -dijo Su Eminencia a la viajera- Ruego a usted que si se detiene en Ficoacutebriga acepte un humilde hospedaje en mi casa

-Gracias -repuso con afabilidad graciosa la dama- muchas gracias sentildeor cardenal

-Pues no quiero que ignores maacutes tiempo este fausto suceso -dijo D Buenaventura- Sabraacutes que Daniel Morton se nos convierte al catolicismo

D Aacutengel abriacutea su venerable boca para lanzar exclamaciones de sorpresa o de juacutebilo cuando la sentildeora desconocida dio un paso hacia ellos diciendo

-Caballero si no temiera molestar

-Sentildeora

Ambos hermanos sonreiacutean con afabilidad

-Caballero -dijo despueacutes de una pausa la desconocida dama- ruego a usted que se digne indicarme el alojamiento de mi hijo

-iquestY quieacuten es su hijo de usted sentildeora

-Ese que acaba usted de nombrar

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-Daniel Precisamente le dejeacute en nuestra casa Si usted gusta

-Gracias -repuso la dama secamente- Diacutegnese usted sentildealarme la casa donde habita mi hijo

El sentildeor arzobispo poniendo el semblante [252] maacutes serio del mundo hizo a la extranjera una corteacutes reverencia y acompantildeado de Sedentildeo y seguido del inocente enjambre de chiquillos marchoacute cojeando hacia la casa de Lantigua mientras D Buenaventura brindaacutendose a acompantildear a las sentildeoras las guiaba por las calles de Ficoacutebriga [253]

- XXIV -

Las lentildeadoras de Ficoacutebriga

Cuando Isidorita la del Rebenque vio entrar a aquella sentildeora tan apersonada tan guapa tan seria con tan peregrina elegancia vestida cuando vio que era seguida de otra dama no menos hermosa que no pareciacutea ama pero tampoco criada cuando vio que tras el coche ocupado por ellas vino un segundo vehiacuteculo con equipajes y que todo esto mujeres y bauacuteles se aposentaba en su casa divisoacute un dorado horizonte de libras esterlinas y no pudiendo resistir el gozo que de su espiacuteritu se amparaba por aquella razoacuten mandoacute llamar a sus amigas para contarles lo que ocurriacutea y rogarles le prestasen alguna loza y ajuar de camas

El resto de la tarde del jueves lo pasoacute disponiendo el alojamiento de las dos sentildeoras a quienes tratoacute con la maacutes delicada complacencia multiplicaacutendose para servirlas ponderaacutendoles las excelentes vistas de la casa (de cuyos [254] balcones se dominaba media Abadiacutea parte del cementerio y el palo de la bandera del Consistorio) preguntaacutendoles lo que deseaban confinando a sus chicos a lo maacutes remoto de la casa para que no hiciesen ruido amenazando con un palo a su esposo para que no osase importunar a las forasteras con sus sandeces disponiendo comida transportando muebles

Al anochecer entroacute Teresita la Monja apresurada jadeante sin perder por esto el tono metaacutelico de su semblante y al poco rato viose llegar el abultado pecho vieacuteronse las morenas facciones de la Gobernadora de las armas sudorosa y fatigada por haber seguido a la procesioacuten en todo su trayecto

-Esta noche no voy a las Lamentaciones -dijo Teresita quitaacutendose el manto- No me muevo de aquiacute hasta ver en queacute para esto

-Es la madre del judiacuteo -dijo la Gobernadora- Esa voz se ha corrido por el pueblo No se habla de otra cosa Dicen que viene tambieacuten a convertirse

Estaban en el comedor de la casa y habiacutean mandado a los chicos y al padre a las Lamentaciones para que no alborotasen

-iquestPero esos Lantiguas esos Lantiguas en queacute estaacuten pensando -dijo Teresita- No quiero acordarme del escaacutendalo de esta tarde [255]

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-Yo me quedeacute muerta al verlos juntos en el balcoacuten -manifestoacute la Gobernadora- Aunque una ha oiacutedo decir que se convierte

-iexclConvertirse -exclamoacute Teresita en tono de rencor- iexclQueacute tontas sois iquestCreeacuteis tal cosa Yo no Por Juan seacute que eso de la conversioacuten es una farsa de Venturita Pues no faltaba maacutes Eso querriacutea la mimosa la tonta de encargo para casarse y recobrar su honor iexclOh no cuando se han cometido ciertas faltas es fuerza pagarlas Si los malos fueran recompensados iexclqueacute detestable ejemplo para los buenos Nadie querriacutea ser bueno iquestverdad

-iexclY ha llegado el Cardenal

-Ha llegado junto con la judiacutea iexclqueacute cosas se ven Estos Lantiguas Parece que se rompioacute por la mitad el coche de Su Eminencia Yo digo que aquiacute va a pasar algo tremendo Tuacute Isidorilla es la que vas ganando porque entran libras esterlinas que es una bendicioacuten de Dios iexclAy Jesuacutes queacute blasfemia he dicho El dinero de esa gente

-Es como el de todo el mundo -dijo Isidorita en defensa de su amor propio- No hables mal de la judiacutea porque es una sentildeora muy fina muy guapa muy decente iexclSi vieras queacute equipajes

-iexclCuaacutentos bauacuteles [256]

-iquestGrandes

-Como hoy y mantildeana Imagiacutenate lo maacutes rico lo maacutes variado en trajes sombreros adornos iexclJesuacutes y queacute bendicioacuten de Dios

-iquestLos has visto tuacute

-No porque no los han abierto es decir han abierto un poquito pero alliacute deben de venir maravillas Y la sentildeorita de compantildeiacutea es tambieacuten muy guapa

-Si pudieacuteramos verlas -dijo Teresita levantaacutendose con afanosa curiosidad

-No me comprometas Teresa Ahora estaacuten encerrados la madre y el hijo en el cuarto de este Yo me acerqueacute y les oiacute

-iquestQueacute deciacutean queacute deciacutean

-Cosas asiacute no seacute coacutemo expresaacutertelo porque hablaban en alemaacuten o ingleacutes no seacute Bartolo dijo que le pareciacutea ingleacutes Yo no entendiacutea una palabra

-iquestPero rentildeiacutean

-Nada de eso Hablaban al parecer carintildeosamente

-iquestY el hijo entroacute

-A poco de llegar la madre iexclVeniacutea el pobre con una cara Pasoacute toda la noche fuera de casa

-Cueacutentamelo a miacute que le sentiacute entrar de madrugada en casa de Lantigua -dijo Teresita [257] con animacioacuten- Y traiacutea en brazos a la joya de los Lantiguas iexcla las dos de la mantildeana sentildeoras Vamos digo que esa familia iexclpero queacute familia Y oiacutegales

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usted iexclOh iexclAh La nobiliacutesima la inmaculada la celestial familia de Lantigua la gloria de Ficoacutebriga iexclEn queacute mundo vivimos

-Pues de la conversioacuten me riacuteo yo -dijo Teresita fija en su idea- Esta mantildeana volvioacute a casa de Lantigua con D Buenaventura

-Como que al venir aquiacute -dijo Isidorita- despueacutes de pasar la noche fuera escribioacute una larga carta fue a echarla al correo volvioacute mandoacute un recado a D Buenaventura vino este hablaron los dos un gran rato y despueacutes se marcharon juntos a la casa

-Yo lo que seacute es que Gloria estaba mala esta mantildeana me lo dijo la Francisca La joya de Ficoacutebriga estaba muy encarnada cuando salioacute al balcoacuten Ya se ve Como anoche se descubrioacute la tramoya indigna de las salidas nocturnas de la nintildea con el hebreo Y vaya usted a decir a estos burros de Ficoacutebriga que los Lantiguas no son aacutengeles del cielo iexclAh iexclOh iexclLos sentildeores parece que no hay en el mundo maacutes gente formal que ellos ni maacutes gente rica que ellos ni ninguacuten santo de los altares se iguala a don [258] Aacutengel ni hay hombre maacutes sabio que el difunto D Juan

-Lo mejor que puede hacer la nintildea es meterse en un convento -dijo la Gobernadora con la maacutes eneacutergica conviccioacuten

-Es claro meterse en un convento salir de aquiacute y que no volvamos a oiacuter hablar de ella en lo que nos queda de vida Es preciso que esa mujer que es el escaacutendalo de Ficoacutebriga se marche de aquiacute iexclQueacute ejemplo para la juventud para las muchachas tiernas y honestas de este honrado pueblo Yo me horripilo cuando oigo a mis sobrinas hablar de la desgracia de la sentildeorita Gloria y de que es una laacutestima que la sentildeorita Gloria se haya perdido de lo guapa que es la sentildeorita Gloria de las modas que usaba la sentildeorita Gloria y de las limosnas que haciacutea la sentildeorita Gloria

-No hay duda de que es un escaacutendalo

-Si se casa con el convertido iquestapostamos a que sigue viviendo en Ficoacutebriga

-No lo quiero pensar Pues queacute iquestno hay maacutes que rehabilitarse Esta villa se escandalizaraacute y con razoacuten Pues no faltaba maacutes La joya ha tenido un nintildeo Eso bien lo sabemos todas

-iquestY doacutende estaacute

-En una aldea Yo lo he de averiguar Ya [259] lo tengo medio averiguado Vaya que los Lantiguas saben ocultar muy bien sus secretos es decir cuando son vergonzosos porque si se trata de alguna limosna ya la cacarean bien Hasta los perioacutedicos de Madrid han de traer un parrafito Ya sabemos que D Silvestre es el que manda a los papeles de la Corte esas recetas No seacute por queacute no puso laquoEn la noche de tantos de tal mes la Srta Dordf Gloria de Lantigua alias la perla de Ficoacutebriga sobrina del Eminentiacutesimo sentildeor Cardenal dio a luz un nintildeo robusto aunque sietemesino hijo de padre desconocido aunque se supone que seraacute de un judiacuteo a quien escupioacute el mar en Ficoacutebriga y fue aposentado en casa de Lantigua para edificacioacuten de los cristianosraquo

Las dos amigas soltaron la risa

Siguieron hablando Sus lenguas eran tres hachas y ellas tres implacables lentildeadoras Hallaacutebanse en lo maacutes sabroso de su sabrosiacutesimo chismear cuando entro Sansoacuten a decir al ama de la casa que la sentildeora de Morton queriacutea hablarle Partioacute con oficiosa diligencia

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Isidorita despueacutes de quitarse el delantal de cocina para presentarse decentemente y halloacute a la madre al hijo y a la sentildeorita de compantildeiacutea sentados alrededor de una mesa en que habiacutea perioacutedicos ingleses La actitud de Daniel era tranquila si [260] bien conservaba en su fisonomiacutea huellas de profundiacutesimo dolor y tristeza En cambio la madre pareciacutea completamente feliz por la presencia de su hijo y le observaba con intereacutes y amor La sentildeorita de compantildeiacutea no deciacutea nada ni en la casa de la del Rebenque quedoacute memoria de su metal de voz Era una figura decorativa que por lo delicada y vaporosa haciacutea contraste con la ruda corpulencia de Sansoacuten

Isidorita llegoacute sonriente y deshacieacutendose en cumplidos ante la persona majestuosa de Esther que asiacute se llamaba la madre de nuestro heacuteroe Esta le rogoacute amablemente que se sentase (a lo cual no quiso acceder la patrona) y despueacutes le dio algunas oacuterdenes relativas a lo que deseaban tomar aquella noche

-Otro favor espero de usted -antildeadioacute con bondad- Mi hijo estaacute malo No quiero dejarle solo esta noche Si usted dispone que me pongan mi cama en este cuarto se lo agradecereacute

-Con mil amores sentildeora Pues no faltaba maacutes En cuanto venga Bartolomeacute traeremos la cama porque es algo pesada Como que es toda de hierro inglesa siacute sentildeora inglesa iquestQueacute maacutes

-Nada maacutes por ahora No quiero entretener a usted que tendraacute quehaceres [261]

-iexclOh no sentildeora No haciacutea nada Estaba hablando con mis amigas

Esther sintioacute gran curiosidad y de buena gana habriacutea preguntado laquoiquestQueacute amigas son esasraquo Felizmente Isidorita que entonces como siempre teniacutea ganas de hablar maacutes de la cuenta haciendo alarde de sus buenas relaciones dijo

-Mis amigas mi cuntildeada Teresa esposa del alcalde de Ficoacutebriga y persona de elevadiacutesima posicioacuten y la sentildeora del Gobernador de las armas

-iexclAh -dijo Esther con viveza- iexclLa sentildeora del alcalde Mi hijo me ha dicho que al sentildeor alcalde de Ficoacutebriga debe este alojamiento donde se halla tan bien tratado

-Gracias sentildeora

-Deseo conocer al sentildeor Alcalde y a su esposa -antildeadioacute Esther

-Teresa tendraacute mucho gusto en ello sentildeora Voy a avisarle

Esther pasoacute a la sala que cerca estaba mientras Isidorita corriacutea desalada a avisar a sus amigas y especialmente a Teresita

-No te importe que no sea cristiana -le dijo hablando con celeridad suma- Es una sentildeora muy simpaacutetica y muy afable iexclYa se ve Llega a esta poblacioacuten y le gusta tratar [262] con lo mejor Desde que supo que eras alcaldesa deseoacute conocerte iexclEs natural Los extranjeros son muy respetuosos con la autoridad Puede que haya oiacutedo hablar de ti mujer

-La veremos -dijo Teresita arreglaacutendose el manto pasaacutendose la mano por la cara poniendo orden en sus cabellos con febril presteza- La religioacuten no nos manda que

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seamos groseros Vamos corriendo Vamos iexclYa se ve Es una sentildeora principal que gusta de hacerse buenas relaciones en todas partes

La cara de Teresita brillaba maacutes entonces Aquel lustre metaacutelico era el siacutentoma de las agitaciones de su alma lo mismo que el aumento de palidez y un cierto temblor en sus paacuterpados que se abriacutean y cerraban semejando las llaves de un figle

Corrieron a la sala La Gobernadora y la Monja hicieron a madama Esther (asiacute se la llamoacute en Ficoacutebriga desde aquel diacutea) los saludos muy reverenciosos Estaban ambas bastante cortadas y no podiacutean expresarse con desembarazo La madre de Daniel les dio la mano sonriendo con exquisita afabilidad y las tres se sentaron

-Pido a ustedes mil perdones por esta molestia -dijo Esther- Soy forastera y siempre [263] que visito una poblacioacuten procuro relacionarme con las personas maacutes principales de ella para ofrecerles mis respetos En ninguna parte ha sido estorbo para esto la diferencia de la religioacuten y espero que aquiacute no lo seraacute tampoco

-iexclOh no sentildeora de ninguacuten modo Las creencias son una cosa y la cortesiacutea otra -repuso Teresita recobrando su serenidad y su labia

La Gobernadora movioacute la cabeza en sentildeal de asentimiento

-Al oiacuter a nuestra amiga la buena Isidorita que usted era la sentildeora del alcalde recordeacute lo que me habiacutea dicho poco antes mi hijo Eacutel estaacute muy agradecido a su esposo de usted

-iexclAh sentildeora Mi Juan al proporcionarle alojamiento -repuso Teresita haciendo los mayores esfuerzos para aparecer muy fina y dulcificar sus palabras- no hizo maacutes que cumplir con los deberes de su elevado cargo

-Yo le agradezco mucho su solicitud -antildeadioacute Esther- y quiero darle las gracias personalmente

-Eacutel vendraacute

-No espero de usted que me haraacute el favor de recibirme en su casa a donde ireacute mantildeana mismo

-Tenemos mucho honor

-El honor seraacute el miacuteo al visitarla a usted y a su sentildeor esposo en su propio domicilio Ademaacutes [264] ya he dicho a usted que me gusta relacionarme con las personas principales de una poblacioacuten Lo mismo he hecho en Roma Colonia Munich San Petersburgo Esto me ha proporcionado preciosas amistades en todos los paiacuteses

-En Ficoacutebriga sentildeora miacutea -dijo Teresita- hallaraacute usted una sociedad escogida aunque modesta

La Gobernadora demostroacute con sus movimientos de cabeza que estaba penetrada de aquella verdad pero no dijo nada Hablose luego de cosas indiferentes del tiempo de la primavera de las cosechas y frutos del paiacutes A los veinte minutos de visita Teresita y su amiga se levantaron para retirarse diciendo que no queriacutean molestar porque madama Esther necesitariacutea descanso Esta las convidoacute a tomar teacute pero ellas amablemente se excusaron y despidieacutendose internaacuteronse en la casa

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La algazara de las tres damas cuando se hallaron solas a puerta cerrada en el comedor no puede describirse Teresita echoacute atraacutes su manto porque la vanidad tomando forma de incendio en su interior la sofocaba

-iexclQueacute afable y discreta sentildeora

-iquestQuieacuten diriacutea que no es cristiana

-Mantildeana va a casa Necesito preparar a [265] Juan no sea que cometa una groseriacutea No se debe llevar el puntillo de religioacuten a tales extremos iexclQueacute tonteriacutea Una persona puede tener sus creencias allaacute como Dios le da a entender y ser buena y amable No vamos a tirar piedras por la fe Seriacutea una falta de civilizacioacuten Bien dicen que este paiacutes estaacute muy atrasado

-Teresa -dijo la Gobernadora- iquestViste el brillante que lleva en el dedo de la mano derecha

-Siacute hija es como una castantildea iexclY queacute luces Si parece un faro Asiacute los tendraacute ella por docenas y las perlas por almudes

-Como que dicen que posee esta gente tantos duros como horas han pasado desde que Dios hizo el mundo De veras te digo que me ha gustado esta sentildeora Bien dice Bartolomeacute que en todas las religiones se sirve al Sentildeor Sabe Dios lo que tendraacuten ellos en su conciencia Puede que sean cristianos y no lo quieran decir por no dar su brazo a torcer

-Yo me lo figuro asiacute

-Tambieacuten yo

-Es natural que quiera conocer a las personas principales de todo pueblo que visita -dijo Teresita cuya cara brillaba ya como un botoacuten de guardia civil en diacutea de gala- En seguida [266] que oyoacute hablar de la sentildeora del alcalde Era natural He aquiacute una dama prudente y discreta que en cuanto llega a un pueblo atisba a las personas formales Vamos gracias a Dios que llega a Ficoacutebriga un forastero y no pregunta por la casa de Lantigua y no exclama laquoiexclOh iexcllos Lantiguasraquo iexclGracias a Dios que no se nombra para nada a los virtuosos a los sabios a los ilustres Lantiguas Voy corriendo a casa Pensaba alcanzar un pedacito de Lamentaciones pero iquestquieacuten piensa en eso esta noche Es preciso preparar todo Mi casa no es una choza y esperando yo una visita de importancia Ya no te puedo prestar la vajilla Isidora

-Pues queacute iquestvas a darle un convite

-No pero bueno es que la loza esteacute alliacute en alguna parte donde se vea Juan haraacute que los dos alguaciles se pongan en la puerta y la pareja de la guardia civil Adioacutes adioacutes

-Yo me estareacute en tu casa todo el diacutea -dijo la Gobernadora

-Mandareacute a buscar a mis sobrinas En fin adioacutes Me desespera tener una casa tan vieja Compre usted buenos muebles Todo se desluce en aquel caseroacuten Si yo tuviera el palacio de Lantigua como es justo y razonable En fin adioacutes adioacutes [267]

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- XXV -

Todo marcha a pedir de boca

No las teniacutea todas consigo el prudente don Buenaventura con la llegada importuniacutesima de la madre de Daniel

En cuanto a la aparicioacuten del purpurado si al principio creyoacute ver en ella un motivo de entorpecimiento pronto cambioacute de parecer Su Eminencia variando de ideas y propoacutesitos con la estupenda nueva de la conversioacuten mostraacutebase en extremo tolerante contento de aquel desenlace feliciacutesimo dos veces lisonjero por el triunfo de la Iglesia y por la regeneracioacuten social de su adorada sobrinita El viernes al medio diacutea despueacutes de la ceremonia de la adoracioacuten de la Cruz a que asistieron el prelado y el pueblo entero con grandiacutesimo recogimiento D Aacutengel habloacute a su hermano de una manera categoacuterica dicieacutendole [268]

-Siendo sincero su propoacutesito de abrazar nuestra religioacuten como tuacute aseguras todo cambia hermano todo es ya faacutecil y llano El Sentildeor se apiada de nosotros y nos saca suacutebitamente de nuestras confusiones y zozobras por uno de esos admirables caminos que Eacutel solo sabe abrir Vine con el aacutenimo preocupado y tenebroso presagiando nuevas desdichas pero he aquiacute que en vez de oscuridad encuentro luz en vez de torbellino de dudas una solucioacuten clara y natural Ahora te direacute cuaacutel es el plan que me propongo seguir para que todo quede arreglado en un par de diacuteas Roma que siempre es previsora y generosa ha dispuesto que en casos de conciencia se aceleren las formalidades y praacutecticas establecidas para dar entrada en la Iglesia a un catecuacutemeno Aquiacute tenemos bien claro el caso de conciencia Si no hubiera existido la prevaricacioacuten procederiacuteamos con maacutes solemnidad y pausa pero la conciencia inquieta exige que no se dilate la bendicioacuten purificadora La reparacioacuten social y religiosa es urgente hermano miacuteo y la Iglesia da una prueba de benignidad apresuraacutendola

De buena gana habriacutea manifestado D Buenaventura que le pareciacutea inconsecuente injusto y hasta inmoral este criterio romano que abrevia y dispensa en casos de prevaricacioacuten mientras [269] mortifica con dilaciones y obstaacuteculos de todas clases a los individuos que sin rubor en la cara piden juntamente bautismo y matrimonio pero creyendo maacutes prudente no hacer observaciones calloacute

-Yo habiacutea previsto este caso -antildeadioacute Su Eminencia- como los habiacutea previsto todos y no me coge desapercibido Traigo de Roma instrucciones precisas y seacute lo que debo hacer El primer acto para llegar al fin es que Daniel Morton se presente ante toda la familia reunida y declare solemnemente su firme propoacutesito de abrazar nuestra santa religioacuten y de dar su mano de esposo (10) a esa pobre joven viacutectima de un arrebato de la fantasiacutea Declarado esto el catecuacutemeno se someteraacute absolutamente a miacute prometieacutendome obediencia ciega y ponieacutendose a mi disposicioacuten para recibir la ensentildeanza cristiana Renunciando a toda influencia extrantildea y de familia no reconoceraacute maacutes autoridad que la miacutea y viviraacute por espacio de dos o tres diacuteas en reclusioacuten estrecha y en sitio que yo le designe Exigireacute de eacutel una abdicacioacuten absoluta de su voluntad durante este plazo un propoacutesito firme y claro de recibir la instruccioacuten cristiana y le pedireacute pruebas de devocioacuten Sin esto no adelantaremos nada

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D Buenaventura fruncioacute ligeramente el [270] centildeo mas su seraacutefico hermano sin advertirlo continuoacute asiacute

-Cuando se halle en disposicioacuten de recibir el bautismo a juicio miacuteo yo se lo administrareacute y a continuacioacuten sin aparato ni ceremonias pomposas ni asistencia del puacuteblico les dareacute la bendicioacuten matrimonial Todo podraacute quedar terminado el segundo o tercer diacutea de Pascua iexclOh queacute grandiacutesimo favor me haraacute Dios si permite que sea yo quien diga a ese infeliz reacuteprobo de raza deicida y que tantos trastornos y desgracias ha traiacutedo a nuestra familia laquoVen todas tus faltas te son perdonadas Si bebes del agua que yo te dareacute para siempre no tendraacutes sed porque seraacute en ti una fuente de agua que salte para vida eternaraquo Admiremos los designios de Dios que nos trajo con ese hombre tantas desgracias y limpiemos el corazoacuten de todo recelo o encono Tengo la iacutentima seguridad de que nuestro difunto hermano Juan hariacutea en el caso presente lo mismo que hacemos nosotros

D Buenaventura manifestoacute que para acelerar en lo posible la solucioacuten declarase aquella misma tarde Daniel su propoacutesito en presencia de toda la familia reunida Mas el virtuoso prelado dijo que no queriacutea privarse de oiacuter el sermoacuten de la Soledad que D Silvestre predicariacutea [271] aquella tarde y que el diacutea siguiente Saacutebado Santo diacutea sentildealado por la Iglesia para la admisioacuten solemne de los catecuacutemenos era el maacutes propio

-iquestTemes que esa madama Esther contrariacutee su buen propoacutesito -antildeadioacute- Si la conversioacuten es sincera no hay que temer No hay vigor que se iguale al de un alma iluminada por los destellos de la gracia divina y que se decide a echarse fuera de las tinieblas Ni madres ni padres ni abuelos pueden nada contra un alma que ha visto la salvacioacuten y corre hacia ella

Otras cosas santas y bellas dijo el prelado mas no son del caso D Buenaventura corrioacute a casa del hebreo a quien no encontroacute ni tampoco a su madre que habiacutea ido con la sentildeorita de compantildeiacutea a visitar iexclcosa inaudita al sentildeor de Amarillo y su esposa El uacutenico de la raza que estaba alliacute era Sansoacuten y por maacutes sentildeas que estaba preparaacutendose con ayunos y mortificaciones como muy devoto que era para la celebracioacuten de la Pascua rabiacutenica A ratos leiacutea el Salterio en alta voz con gestos que haciacutean reiacuter a todos los de la casa y como esto gastaba sus poderosas fuerzas se confortaba al punto con cuatro o seis chuletas como ruedas de carro y botellas de cerveza

Despueacutes de buscar a Daniel por todo el [272] pueblo D Buenaventura le halloacute en casa de Caifaacutes circunstancia que no dejoacute de causarle extrantildeeza Informole del plan de D Aacutengel teniendo el gusto de que el hebreo lo creyese muy bueno por todos conceptos De nuevo hizo protestas de la firmeza de su propoacutesito asegurando que la intervencioacuten y los halagos de su madre no le hariacutean vacilar

Con todas estas cosas hallaacutebase el generoso Lantigua muy satisfecho Pero enturbiaba ligeramente su gozo la idea de la mala salud de Gloria cuya naturaleza en los uacuteltimos diacuteas padeciacutea frecuentes accesos febriles en los cuales alternaba con el agotamiento de las fuerzas una actividad abrasadora y una como acumulacioacuten de vida que saliacutea a borbotones por los ojos mirando y por la boca hablando D Nicomedes meacutedico titular de Ficoacutebriga a quien encontroacute aquella tarde le hizo una pintura hipoteacutetica mas no muy lisonjera del estado en que a su parecer debiacutean hallarse el corazoacuten y el cerebro de Gloria Era el tal un hombre excelente y muy sabio soldado viejo de las batallas contra la muerte y viviacutea en pueblo tan oscuro por amor a la soledad y porque se habiacutea cansado de ganar dinero en las grandes poblaciones Teniacutea grandiacutesimo

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afecto a los Lantiguas y era decidor algo extravagante Pasaba por racionalista [273] aunque iba a misa y se le veiacutea en perenne paseo por aquellos campos ya contemplando la Naturaleza ya de cabantildea en cabantildea sin maacutes compantildeiacutea que la de dos seres para eacutel muy queridos un perro negro y un paraguas azul

Este hombre beneacutefico se alegroacute mucho cuando D Buenaventura le dijo que las cosas iban a buen andar por el camino del casorio y expresoacute en breves palabras su pensamiento diciendo que la dilatacioacuten moral salvariacutea a la enferma pero que la contraccioacuten la matariacutea Condenoacute el misticismo como la maacutes perniciosa congestioacuten espiritual que podiacutea sobrevenir a la enferma y el descargo de un enorme peso del alma le parecioacute excelente antiflogiacutestico La paz el contento y el amor humano en su esplendente y natural desarrollo y armonizado con el divino le parecieron admirables emolientes

Tranquilizado con este dictamen el buen tiacuteo se dirigioacute a su casa no sin prestar antes friacutevola atencioacuten a los rumores que en toda aquella tarde ocuparon a Ficoacutebriga robaacutendole hasta la devocioacuten propia de tan luctuoso diacutea iexclSiacute madama Esther habiacutea visitado a D Juan Amarillo y a su esposa iexclY ella y eacutel la habiacutean recibido a pesar de ser Viernes Santo iexclY estaban en la casa las sobrinas de Teresita [274] y la Gobernadora y otras muchas damas de lo maacutes principal y florido de Ficoacutebriga iexclY la casa pareciacutea un ascua de oro iexclY madama Esther se habiacutea mostrado muy amable muy carintildeosa con D Juan y con Teresita iexclY se deciacutea que madama Esther quitaacutendose del dedo un anillo con brillante de gran tamantildeo lo habiacutea ofrecido a la sentildeora de Amarillo que despueacutes de

rehusarlo corteacutesmente se dignoacute tomarlo [275]

- XXVI -

Madama Esther

Esther Spinoza mujer de Moiseacutes Morton opulentiacutesimo negociante de Hamburgo pero establecido en Londres descendiacutea lo mismo que su esposo de una familia hebrea espantildeola pero si el linaje de Morton apareciacutea confuso por los enlaces con castas alemanas y holandesas el de Spinoza conservaacutebase puro y siguiendo su clara genealogiacutea podiacutean los uacuteltimos vaacutestagos de eacutel remontarse hasta Daniel Spinoza judiacuteo de Coacuterdoba comprendido en la proscripcioacuten de 1492 Esther Spinoza era espantildeola de sangre si no de nacimiento espantildeola por la gravedad por la vehemencia disimulada y contenida por la fidelidad de los deberes espantildeola tambieacuten por la luz y la expresioacuten melancoacutelica de sus ojos negros su esbelta figura y su gracioso andar

Era ademaacutes espantildeola por la lengua y desde [276] la cuna aprendioacute a hablar como Nebrija Es sabido que todas las familias israelitas que proceden de las expulsiones espantildeolas conservan su lengua aunque adulterada por la falta de renovacioacuten y todo el que viaje hoy por Constantinopla Belgrado Jerusaleacuten Venecia Roma el Cairo por todos los puntos en donde buscoacute refugio aquel miserable polvo humano arrojado de Espantildea oye hablar un castellano arcaico que produce en su aacutenimo dulce y melancoacutelica sorpresa cual si oyera un eco de la patria pasada y muerta que aun despueacutes de cuatro siglos lanza desde el fondo de la tierra su gemido Los judiacuteos espantildeoles la mayor parte envilecidos conservan la lengua de sus mayores y leen sus oraciones en los libros rabiacutenicos impresos en nuestro idioma En ellos el amor a la patria madrastra es tan vivo

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como el que tienen al suelo antiguo que no han de volver a ver y la lloran como lloraban hace dos mil quinientos antildeos sobre los riacuteos de Babilonia En los judiacuteos ricos no se conservoacute tanto esa costumbre Los Spinozas amaban siacute aquella triste memoria de la segunda patria perdida pero Esther la aborreciacutea de todo corazoacuten exceptuando tan soacutelo la lengua que cultivoacute con esmero y ensentildeoacute a todos sus hijos

No profesaba su religioacuten con entusiasta [277] fervor pero siacute con lealtad es decir con un sentimiento dulce y firme que era maacutes que devocioacuten respeto a los mayores amor al nombre y a la historia de una casta desgraciada Esta era objeto de su pasioacuten maacutes viva de un fanatismo capaz de reproducir en ella si los tiempos lo consintieran las grandes figuras de Deacutebora la mujer-juez de Jael la que con un clavo mataba al enemigo de la traacutegica Judith y la dulce Esther La moral la cautivaba pero el rito no mereciacutea de ella el mismo amor y si lo practicaba con sus hijos y deudos haciacutealo por creer que conveniacutea perpetuar aquel poderoso lazo de unioacuten especie de territorio ideal donde se congregaba por la fe un desventurado pueblo sin patria Esther era un modelo de las virtudes domeacutesticas que son comunes en las clases elevadas de aquella raza y que no deben sorprendernos ni dar motivo a comparaciones inconvenientes Tampoco entraremos a dilucidar si el secreto de ellas antes que en la moral intriacutenseca estaacute como muchos suponen en la superior cultura y educacioacuten Buena esposa y madre amorosa habiacutea dado lugar a que se dijese de ella que mereciacutea ser cristiana

Esther y su esposo poseiacutean enormes riquezas De ellos podiacutea decirse que Jehovaacute habiacutea prosperado sus caminos Viviacutean en paz dichosa [278] rodeados de los esplendores de las artes Sus palacios haciacutean verosiacutemiles las faacutebulas de la corte de Haroum-al-Raschid Eran estimados de todo el mundo y distinguidos por los Reyes que les sentaban a su mesa porque habiendo adquirido aquella gente un poder financiero que en cierto modo supliacutea su falta de existencia poliacutetica sacaban de apuros a las Naciones No teniacutean patria pero las patrias maacutes orgullosas doblaban la rodilla ante sus arcas Tiacutetulos honores saludos reverencias consideracioacuten respeto adulacioacuten todo lo que tienen los poderosos lo teniacutean ellos Eran como dioses a quienes incensaban a porfiacutea los Ministros de Hacienda de todos los paiacuteses Hasta el Papa como Rey de Roma les dio tiacutetulos cruces y jamaacutes les llamoacute deicidas sino honorables sentildeores Hallaacutendose en Roma Esther Spinoza un cardenal le sirvioacute de cicerone para ver los museos Otro cardenal le regalaba mosaicos cameas y cornarinas Otro le vendioacute un Cristo de marfil en mil libras y en quinientas un Talmud espantildeol del siglo XIII manuscrito en vitela

No reinaban en ninguna parte y reinaban en todas porque el imperio de Baal es grande y a eacutel puede decirse que pertenecen la Tierra el mundo y su plenitud el Aquiloacuten y el Austro [279] A la digna familia que nos ocupa nadie osoacute preguntarle jamaacutes en la elevada esfera donde viviacutea si habiacutea dicho Crucifica a este y sueacuteltanos a Barrabaacutes

A pesar de estar cerca de los cincuenta antildeos Esther conservaba su admirable belleza fenoacutemeno del cual tenemos aquiacute no pocos ejemplos y que se explica por el privilegiado temple de ciertas naturalezas unido al bienestar social y a las incomparables ventajas de una vida sin agitaciones sin trabajo fiacutesico ni maacutes penas que las indispensables para que no sea realidad el mito de la dicha completa Usaba pocos artificios de tocador y estos maacutes que para quitarse antildeos empleaacutebalos para que tuvieran buen ver los suyos como si le inspirara orgullo aquella madurez tan primorosa tan lozana tan interesante verdadero homenaje de la juventud a la vejez Vieacutendola se comprendiacutea la larguiacutesima

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primavera de aquellas mujeres biacuteblicas que viviacutean ciento veinte y ciento treinta antildeos como quien no dice nada [280]

- XXVII -

La madre y el hijo

En la noche del Viernes Santo la madre y el hijo estaban juntos y solos en la habitacioacuten de este Sobre la mesa en la cual apoyaba su codo Daniel habiacutea una laacutempara Esther sentada en un sofaacute junto a la pared miraba a su hijo en silencio Por la disposicioacuten de su pantalla el rostro de Daniel estaba inundado de luz el de su madre en la sombra

-Si tu terquedad -dijo Esther con serena voz- no cede como espero si la autoridad de tu padre la miacutea tu decoro y la fidelidad que debemos a nuestra Ley no significan nada en tu espiacuteritu padecereacute desde mantildeana el maacutes grande dolor de mi vida porque mi querido hijo primogeacutenito habraacute muerto

-No madre esto no es morir -dijo Morton luacutegubremente- Quiero resucitar a esa pobre [281] mujer que adoro Lo he decidido despueacutes de meditarlo mucho He formado un propoacutesito que ninguna razoacuten ninguacuten afecto podraacuten detener

-Pues yo he venido a impedir ese propoacutesito Cuando huiste de nuestra casa hace quince diacuteas saliendo de ella sin decirnos nada comprendiacutea que veniacuteas a este horrible pueblo Al punto tuvimos el presentimiento de que ibas a consumar una gran locura Tu padre quiso venir Disputamos venciacute yo Al partir hice juramento de arrancarte de aquiacute Yo volvereacute quizaacutes sola y llena de luto volvereacute tal vez sin ti a nuestra casa en este caso le direacute a tu padre laquonuestro hijo ha muertoraquo No tendreacute valor para decirle laquonuestro hijo es cristianoraquo

-Ese valor que a ti te falta lo he tenido yo -repuso Daniel mostrando en su semblante desencajado una serenidad heroica- Hago esto por conviccioacuten no por despecho ni por capricho He trazado a mis acciones un plan y este plan se cumpliraacute porque debe cumplirse iquestlo entiendes lo entiendes madre

Esther miroacute estupefacta a su hijo como si deseara hallar en el rostro de eacutel la aclaracioacuten de tenacidad tan abrumadora

-Bien -dijo al fin conociendo que su hijo no cederiacutea atacado de frente- Haz tu gusto [282] realiza esa gran locura desprecia el amor de tus padres de tus hermanos olvida todas las leyes la ley santa de Dios y las de la sociedad el decoro el deber la estimacioacuten despreacuteciate a ti mismo y envileacutecete maacutes Nosotros traspasados de dolor por la peacuterdida del que fue nuestro amado hijo te lloraremos muerto no te lloraremos apoacutestata porque apoacutestata no te podemos llorar porque un renegado no puede ser no puede haber sido nuestro hijo

-Siempre lo soy y lo sereacute No cambiareacuteis las leyes de la Naturaleza -dijo Morton sobreponieacutendose a su amargura- Aunque no lo queraacuteis vosotros me amareacuteis siempre como yo os amo

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-Daniel Daniel -exclamoacute Esther con solemne acento levantaacutendose- Ya no tienes madre Si la tienes si la quieres tener yo no lo soy Me averguumlenzo de haberlo sido En hora menguada te di a luz y de aquella triste hora debe decirse laquoafeacuteanla tinieblas y sombra de muerteraquo

-Cruel engantildeas a tu corazoacuten con palabras estudiadas -dijo el joven con briacuteo- No podraacutes aunque lo quieras ser duentildea de tus sentimientos de madre y me amaraacutes aunque sea en silencio me consagraraacutes todos tus pensamientos me tendraacutes siempre en la memoria [283] aunque soacutelo sea para orar por miacute Antes de que hubiera religiones hubo Naturaleza

-No puedo tener serenidad -exclamoacute Esther con grandiosa ira- no puedo iquestPor queacute te deshonras por queacute te haces cristiano

-Tuacute lo sabes bien Hay aquiacute una viacutectima inocente una mujer dotada de las maacutes altas y bellas cualidades y adornada con los atributos de los aacutengeles Estaacute en mi mano levantar a esa alma superior del lodazal en que yo mismo la arrojeacute con vileza y debo hacerlo El universo entero Dios mismo el Dios de todos los hombres me grita que lo haga Esto es como la luz madre Si no lo comprendes di que estaacutes ciega pero no niegues la luz

Esther sentaacutendose en su asiento e inclinando la frente cayoacute en meditacioacuten profunda

-iquestCallas madre callas -dijo Morton despueacutes de una pausa- Te he convencido

-Mas para abrazar una religioacuten es preciso creer en ella -objetoacute Esther- Esto no puede depender de un capricho amoroso iquestCrees en Jesucristo

Daniel repuso luacutegubremente

-Debo y quiero ser cristiano

-Te averguumlenzas de decirlo claramente te averguumlenzas de decir laquoCreo en Jesucristoraquo porque tu conciencia te grita maacutes alto que tu [284] flaca razoacuten clamando contra esta apostasiacutea deshonrosa Daniel Daniel iquestqueacute has hecho del amor inmenso de tus padres queacute de la santa Ley que te ensentildearon desde la cuna queacute del recuerdo de tus venerables antepasados en cuyo nombre han estado vinculados el amor y el prestigio que quedan a la raza judiacutea iquestQueacute has hecho de esto desgraciado Hemos conservado hasta ahora al traveacutes de tantos siglos la dignidad de nuestra desgracia hemos dado a todos los hebreos del mundo un ejemplo de constancia de firmeza de rectitud en medio de los mil peligros por que ha pasado nuestro pueblo y ahora tuacute el que pareciacutea nacido para enaltecer maacutes y maacutes todaviacutea nuestro nombre iexcltuacute mi hijo el amado entre los amados el predilecto de Dios y de los hombres todo lo desprecias todo lo pisoteas tu nombre y tu familia tu pobre raza sin patria la Ley santa tan antigua como el mundo esa Ley y esa tradicioacuten Daniel que existen desde que el primer hombre abrioacute sus ojos a la luz acabada de hacer No no te conozco no eres tuacute mi hijo Un hijo miacuteo moriraacute cien veces antes que arrodillarse delante de un sacerdote cristiano y espantildeol por antildeadidura y proclamar al Cristo en la misma tierra que impiacuteamente nos echoacute de siacute como a seres inmundos iexclTuacute sabes cuaacutento cuaacutento aborrezco [285] a este paiacutes Con la leche mameacute el odio a este potro de donde nos arrojaron cuando estaban cansados de atormentarnos El paiacutes que a mis abuelos inspiraba un recuerdo melancoacutelico como de patria perdida a miacute me ha inspirado siempre aversioacuten horror iexclY en eacutel abjuras y nos

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abandonas iexclTraicioacuten espantosa Si cuando te teniacutea en mis entrantildeas me hubieran dicho lo que ibas a hacer en ellas te hubiera ahogado

Esther hablaba con la inspiracioacuten de la ira Se habiacutea levantado Movida de su primera posicioacuten la pantalla caiacutea de lleno la luz sobre la madre y su sombra agrandada por la distancia gesticulaba en la pared cercana Las sombras de los dos iracundos brazos movidos sin cesar corriacutean a veces por el techo como grandes aves a veces se deslizaban por el zoacutecalo entre los muebles como cuadruacutepedos que buscan un rincoacuten Daniel habiacutea quedado en la oscuridad Desde ella cual de un abismo a donde se acaba de caer lanzado por el enemigo vencedor envioacute estas deacutebiles palabras

-Madre me has hablado de honor de verguumlenza de familia en fin me has dado razones sociales no religiosas De todo me has hablado menos del fuego eterno

-iexclTambieacuten tambieacuten -gritoacute Esther cayendo [286] sin aliento en el sofaacute y apoyando en un cojiacuten su frente abrasada- Te he dicho lo primero que ha brotado de mi corazoacuten de madre de este corazoacuten que se ha abrasado en amor por ti y que yo con mis propias manos apretareacute y estrujareacute para ahogar la llama porque no no puede ser no puedo amarte ya Se acaboacute la idolatriacutea de nuestro hijo querido Adioacutes vete no existes ya para miacute

Diciendo esto rompioacute en amarguiacutesimo llanto Daniel corrioacute hacia ella y ponieacutendose de rodillas la beso tratando de levantar su cabeza

-Madre madre -murmuroacute- Ni de tus labios incapaces de mentir puedo creer que no me amas No lo creereacute aunque me lo digas tuacute a quien siempre he creiacutedo

-Daniel hijo miacuteo -dijo la madre incorporaacutendose- yo no puedo soportar este golpe Soporteacute la temprana muerte de mis dos hijas pero la tuya esta muerte en la forma maacutes repugnante de la ignominia no la puedo resistir Quiero morir antes de que caigas quiero morir Dame tuacute mismo la muerte te lo suplico perdonaacutendote El crimen que cometas arrancaacutendome la vida no seraacute tan grande como el de tu apostasiacutea

-Estaacutes delirando madre querida -dijo Daniel [287] haciendo fuerza con la cabeza en el seno de su madre- Tuacute siacute que me matas a miacute con tus palabras con tus fieras amenazas de no quererme

-iexclAy hijo de mi corazoacuten -exclamoacute Esther en un arrebato de ardiente carintildeo oprimiendo contra su pecho forzudamente la incomparable cabeza del joven- Hemos cometido una falta al quererte a ti maacutes que a nuestros demaacutes hijos y el Sentildeor nos castiga por esto Pero no me puedo resignar al castigo no me puedo resignar a perderte no quiero defiendo mi tesoro contra todos los dioses extrantildeos contra todos los Nazarenos que me lo quieran quitar Sentildeor Dios de Abraham y de Jacob antes que consentir esto quita la vida a mi hijo y a miacute tambieacuten porque no puedo vivir sin eacutel

Daniel se sentoacute a los pies de Esther apoyando sus brazos en las rodillas de ella le estrechoacute las manos y contemplaacutendola con amor le dijo

-Madre madre oacuteyeme lo que voy a decirte

-iquestQueacute

-La exaltacioacuten que veo en ti me obliga a revelarte un secreto mi secreto

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-iquestTu secreto [288]

-Hice propoacutesito de que ninguacuten nacido a excepcioacuten de mi padre a quien escribiacute ayer lo supiese por ahora pero siento el deseo y aun la necesidad de revelaacutertelo

Esther oyoacute con la maacutes viva ansiedad

-Diacutemelo pronto

-Es un secreto de esos que no se dicen maacutes que a Dios porque soacutelo Dios puede juzgarlos

-iquestY yo no

-No tuacute me juzgaraacutes mal cuando lo sepas No penetraraacutes faacutecilmente mis moacuteviles Pero te confesareacute esta idea por el grande amor que te tengo y confiacuteo en que la apoyaraacutes

-iquestCuaacutel es

-Yo no soy ni sereacute nunca cristiano [289]

- XXVIII -

Delirio Fanatismo

Hubo una pausa durante la cual la madre y el hijo se contemplaron

-iquestPero no me has dicho no has resuelto -manifestoacute Esther llena de confusioacuten

-Usareacute la palabra propia aunque a primera vista me desfavorezca Mi conversioacuten es una impostura

-Expliacutecamelo bien porque me vuelves loca

-Mi conversioacuten es una mentira iquestno sabes lo que es una mentira

-Tuacute me lo has dicho

-Es que determineacute que este engantildeo no fuera de nadie conocido Lo he revelado por escrito a mi padre A ti debo revelarlo tambieacuten

-iquestLuego engantildeas a esa pobre joven engantildeas a una honrada familia -dijo Esther apartando [290] de siacute con ambas manos la cabeza de su hijo- iexclDaniel impostor iexclOh lo que ahora me revelas es tan indigno de ti como la apostasiacutea iexclTu corazoacuten se ha corrompido Tuacute no eres tuacute iquestSabes lo que es la mentira una mentira de esa magnitud Daniel vuelve en ti

-Si no sabes auacuten mi secreto mujer iquestpara queacute hablas -repuso el joven con cierto enojo

-Tu secreto es que finges hacerte cristiano para salvar a esa joven de la tiraniacutea de sus parientes del ascetismo de la deshonra Esta conducta es maacutes vituperable que dejarla

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abandonada a su suerte Yo correreacute a casa de esa noble familia y direacute laquoMi hijo os engantildea no le creaacuteisraquo

-Me creeraacuten porque los hechos confirmaraacuten mis palabras -dijo Daniel besaacutendole las manos- Oacuteyeme madre querida Ayer por la mantildeana vagaba yo por la playa interrogando a mi conciencia iexclAy no puedes tener idea de aquellas terribles horas de duda Yo teniacutea dos conciencias igualmente poderosas iquestcomprendes esto dos conciencias que daban la maacutes horrenda batalla dentro de miacute iexclRenegar iexclAbandonar a un ser querido que me debe su dolor Ninguna de estas dos ideas podiacutea aniquilar a la otra y cuanto maacutes fiero se mostraba uno de los dos dragones con maacutes rabia [291] le mordiacutea el otro Imploreacute a Dios gritando en medio del estruendo del mar laquoiexclO la solucioacuten o la muerteraquo Entonces una idea iluminoacute de improviso mi espiacuteritu Sentiacute la alegriacutea del que se ve rodeado de claridad celeste despueacutes de haber vivido largo tiempo en horribles tinieblas iexclOh madre miacutea si es cierto que el Espiacuteritu creador y gobernador de todas las cosas habla alguna vez directamente a la razoacuten del hombre el Sentildeor Jehovaacute o como quieras llamarle deslizoacute su palabra dentro de miacute en aquel momento Yo le sentiacutea sentiacutea su voz un divino soplo entrando en miacute y llenaacutendome yo le sentiacutea penetrarme todo en la forma de una conviccioacuten consoladora y mi fatigada conciencia admitiacutea aquel sobrehumano aviso con la emocioacuten grande con la turbacioacuten piadosa que soacutelo pueden ser producidas por la directa voz de Dios diciendo laquoestoy contigoraquo La idea de conquistar mi bien perdido mi esposa por medio de una fingida conversioacuten al cristianismo se clavoacute entonces en mi cerebro para no ser arrancada jamaacutes

-iquestQuieres hacerme creer que Dios que es la verdad te sugirioacute esa indigna idea -dijo Esther con incredulidad- Daniel tu imaginacioacuten delirante fue la que te ha hablado

-iexclOh iexclsi yo pudiera llevar a tu espiacuteritu la [292] conviccioacuten que hay en el miacuteo Infame es la mentira pero la situacioacuten especial de mi esposa la disculpa Aun este motivo no seriacutea bastante poderoso pero hay otro mucho maacutes grande No te quede duda de que el Ordenador de todas las cosas habloacute a mi alma iexclQueacute alborozo tan vivo inundoacute mi corazoacuten Mi pensamiento gustoacute las delicias del maacutes puro bien cuando cruzaba por eacutel esta idea inefable laquoGloria dejaraacute de ser cristianaraquo

-iexclQueacute extrantildea y loca idea

-Madre querida -exclamoacute Daniel con cierto desvariacuteo- comprende al fin la grandeza de un plan en que se conciertan el amor maacutes ardiente y la religiosidad maacutes valerosa Yo traereacute al reino de la verdad esa alma que ha debido estar siempre en eacutel esa alma cuyo uacutenico defecto es hallarse ligada al vano sentimentalismo del Crucificado y a la engantildeosa filosofiacutea del supuesto Mesiacuteas Tuacute sabes cuaacuteles son mis ideas y su admirable extensioacuten Ya comprenderaacutes que mi conquista no ha de reducirse a tener un adepto al rito hebraico que considero estrecho e insuficiente No yo adoro al Dios grande al Jehovaacute primitivo y augusto al que dio los diez mandamientos y desde entonces no dijo maacutes porque no habiacutea maacutes que decir al que en su grandeza no exige ofrendas [293] de verdad justicia y bondad no formas de culto idolaacutetrico nos exige pensamientos amor acciones y esa mirada interna que purifica no palabras rezadas ni retahiacutelas dichas de memoria A ese Dios pienso llevar a la que amo porque Eacutel es digno de ella y ella digna de Eacutel iexclAdmirable triunfo y conquista preciosa Seraacute necesaria una supercheriacutea iquestpero queacute importa iquestqueacute vale esto en comparacioacuten del bien que resulta La salvo de su familia del convento del ascetismo que es la tisis del espiacuteritu le devuelvo la salud del cuerpo la arranco de este horrible paiacutes la hago mi esposa la salvo de la idolatriacutea del Nazareno y de ese fetichismo vaciacuteo indigno de la elevacioacuten y pureza de su alma iexclOh

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tengo inmensa fe en el eacutexito de mi empresa No puedo equivocarme es imposible que me equivoque Siento el divino acento en mi oiacutedo y el resuello a cuyo influjo existieron los mundos llega a miacute y penetra como tempestad en mi corazoacuten

Esther le miroacute atentamente y con espanto diciendo para siacute con acento de viviacutesima amargura -Sentildeor Sentildeor iquesthas quitado la razoacuten a mi hijo

-iquestNo hallas bastante justificada mi impostura con estas razones de conciencia

-iexclDonosas razones [294]

-Tu ironiacutea me mata iquestQuieres una razoacuten que es de conciencia y ademaacutes mundana Estos son los argumentos que a ti te convencen Oacuteyela Has de saber que yo tengo un hijo

Esther moviose sacudida violentamente por el asombro

-Un hijo que se llama Jesuacutes -antildeadioacute Daniel con sarcasmo parecido al de aquellos que deciacutean Si eres hijo de Dios baja de esa cruz

-iexclUn hijo -gritoacute madama Spinoza- iexclDe esa mujer

-iquestConcibes tuacute que la abandone iquestConcibes tuacute que deje en manos de los catoacutelicos a ese infeliz nintildeo reproduccioacuten de miacute mismo Eacutel ha encendido en mi corazoacuten los sentimientos maacutes delicados y maacutes puros Me ha bastado saber que existiacutea para reconocerme otro creyeacutendome capaz de los mayores sacrificios Veo en eacutel al heredero de mi nombre de mis creencias de mi persona toda y la idea de que no ha de vivir al lado miacuteo de que recibiraacute de persona extrantildea el pan de la instruccioacuten me aterra madre querida Supoacuten que cuando yo era nintildeo me hubieran arrancado los papistas de tu seno cual otro nintildeo Mortara criaacutendome en el odio de nuestra raza y ensentildeaacutendome a maldecir tu nombre [295]

-No digas eso -exclamoacute la madre con espanto

-iquestNo hace fuerza en tu mente esta razoacuten

-Alguna -repuso Esther con perplejidad- pero nada justifica el engantildeo

-Dios ve mi conciencia iquestQueacute importa engantildear al Nazareno iquestAcaso eacutel que se llamoacute Dios sin serlo merece la verdad Mi conciencia estaacute tranquila Ha penetrado en miacute dulce y elocuente como cosa del cielo el convencimiento de que obro bien y de que agrado a mi Dios en esto Eacutel me dice laquoRealiza tu engantildeo pero me has de traer al reino de la verdad a la madre y al hijoraquo

-iexclFanaacutetico iexclFanaacutetico incorregible -exclamoacute con agitacioacuten Esther clavando los ojos compasivamente en su hijo- Quieres dar un tinte religioso a tu accioacuten cuando lo que te mueve es el torpe egoiacutesmo del amor mundano Es comuacuten en todas las religiones que los enamorados se vuelvan miacutesticos o por astucia o por candidez y que sean arrastrados por su pasioacuten a las mayores locuras suponiendo que les inspira una idea religiosa Hacen de la religioacuten un madrigal engantildeando a todos y a siacute mismos

-Por tu vida iquestme crees de esos

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-Siacute porque siempre tuviste demasiado entusiasmo por la Escritura y has pasado parte [296] de tu vida comentaacutendola y ahondando en ella buscaacutendole sus secretos sus maacutes impenetrables misterios es decir echaacutendola a perder Uacuteltimamente cuando volviste a casa despueacutes de tu naufragio te engolfaste de tal modo en la teologiacutea rabiacutenica que tuvimos que tapiar tu biblioteca como la del gran caballero espantildeol Viviacuteas exaltado y melancoacutelico iexclPobre hijo miacuteo iexclCuaacuten cierto fue mi presagio de que tu mente se desquiciaba En todo lo que hoy meditas y proyectas noto los extraviacuteos del visionario y los delirios maacutes absurdos No puedo decir que no haya cierta grandeza en tus concepciones pero lo que siacute aseguro es que no hay en ellas sentido comuacuten

-Yo creiacute -dijo Morton con desaliento- que tu superior inteligencia las comprenderiacutea y las estimariacutea

-A nosotros nos han educado en lo praacutectico hijo querido Esta costumbre de vivir y pensar en lo praacutectico me hace ver muchos inconvenientes en tu proyecto El principal es que no podraacutes quebrantar la firme fe de la que llamas tu esposa Deseacutengantildeate ninguacuten catoacutelico se convierte a nuestra pobre ley olvidada y sin prestigio ni tampoco a ese deiacutesmo vago y sin culto grande si quieres pero que todo lo dice a la razoacuten y es mudo para la fantasiacutea para el [297] corazoacuten y para los sentidos Aun considerando en esa joven el amor maacutes ardiente hacia ti no concibo que reniegue de la religioacuten de sus padres de esa religioacuten viva y que salta a la vista y se oye y se habla La nuestra y tu deiacutesmo son como el idioma hebreo una lengua sublime pero que nadie entiende iexclInfeliz hijo miacuteo infeliz mozo extraviado por los delirios de la mente No supongas en ese Dios grande como dices en ese Dios friacuteo y sencillo como las ideas una atraccioacuten que no tiene iexclEsperas desencantar a una cristiana a una mujer que ha nacido enamorada ya del hombre clavado en la cruz Antes saldraacute el sol por Occidente

-Madre tuacute no tienes entusiasmo Tus ideas religiosas son rutinarias La rutina no haraacute ninguna maravilla en el orden moral

-Pasoacute el tiempo de las predicaciones y de las guerras por la fe Cada cual debe arreglarse con lo que tiene sin ir a buscar nada a casa del vecino iexclCoacutemo te engantildea tu fanatismo Ya veraacutes coacutemo te desprecia esa mujer cuando descubra tu taimado plan obra no seacute si de la voluptuosidad maacutes loca o del misticismo maacutes insensato

-Tuacute no sabes bien cuaacutento me ama ni conoces el fatal encadenamiento que tiene su alma con la miacutea La viveza de su entendimiento y la [298] misma elevacioacuten de su espiacuteritu que propende a las cosas extraordinarias superiores al criterio del vulgo la someteraacuten faacutecilmente a miacute Ademaacutes Gloria no es catoacutelica

-iquestQueacute no es catoacutelica

-No porque no pertenece a esa religioacuten quien no se somete ciegamente a la autoridad quien de los dogmas escoge el que maacutes le agrada y rechaza los demaacutes Sus creencias no pueden ser maacutes endebles lo seacute yo que he recibido los maacutes iacutentimos secretos de su conciencia la cual el amor ha puesto transparente y clara ante mis ojos Es un alma llena de dudas y de dudas acerca de lo maacutes fundamental Me ha confiado las rebeldiacuteas de su razoacuten y oyeacutendola iexclcuaacutentas veces he deseado tener ocasioacuten de sembrar en aquel espiacuteritu una semilla nueva Toda su doctrina religiosa vendraacute abajo de un soplo madre miacutea En ella no existe de soacutelido y temible maacutes que la fascinacioacuten de Cristo de aquel hombre extraordinario que supo presentar las antiguas verdades con forma encantadora Tiene Gloria aquel sentimiento fervoroso fundado en la compasioacuten y en la

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admiracioacuten porque nada es tan conmovedor como el padecimiento ni nada conquista los corazones como el espectaacuteculo de una viacutectima Esa simpatiacutea por el maacutertir constituye el nervio de [299] la religioacuten cristiana Maacutes proseacutelitos ha hecho la compasioacuten que todos los principios y todas las ideas porque la humanidad es asiacute Hace muchos siglos que se ha vuelto mujer dejaacutendose dominar por los llorones

-Pues yo te digo -replicoacute Esther con energiacutea- que antes te beberaacutes todo el oceacuteano que arrancar del corazoacuten de una mujer cristiana la fascinacioacuten del hombre clavado la simpatiacutea del maacutertir la compasioacuten por la viacutectima iexclOh los que idearon esa historia ya supieron lo que haciacutean conociacutean el corazoacuten humano y el gran flaco de la humanidad es decir lo que esta tiene de mujer

-Yo confiacuteo en que lo arrancareacute madre -afirmoacute Daniel con balbuciente voz- Todo cuanto vive en miacute me dice que vencereacute iexclEsta idea madre es demasiado grande para ser miacutea Es de Dios

La gravedad de su acento y su emocioacuten afligieron a Esther Comprendioacute al punto que la mente de Daniel se hallaba en estado de viviacutesima sobreexcitacioacuten y no quiso contrariarle

-La revelacioacuten de tu secreto -le dijo abrazaacutendole con ternura- ha modificado un poco mi juicio Quizaacutes logres convencerme iquestPor queacute no aplazas tu determinacioacuten

-No puede ser madre no puede ser -dijo [300] Morton bruscamente levantaacutendose con muestras de agitacioacuten

-Un diacutea un solo diacutea Hablaremos

-Ni un diacutea ni una hora Mantildeana mantildeana

-Pues sea Yo no he de contrariarte ya -dijo la madre con resignacioacuten- Pero necesitas descanso Temo por tu salud iquestPor queacute no duermes

-No puedo dormir

-iquestNo te acuestas

-No necesito estar en vela meditar

-iquestMaacutes todaviacutea

Esther llena de amargura contemploacute a su hijo como se mira un bien proacuteximo a perderse y estrechaacutendole en sus brazos y cubrieacutendole de ardientes besos le dijo

-Ya que te pierdo mantildeana hijo de mi corazoacuten consaacutegrame esta noche no te separes de mi lado inclina tu cabeza sobre mi regazo y descansa reposa tu cerebro que hierve como un volcaacuten

-Quiero meditar -repitioacute Morton cediendo a la atraccioacuten de su madre y sentaacutendose junto a ella

-Medita aquiacute sobre mi pecho lleno de amor por ti -dijo Esther obligaacutendole a reclinarse en el sofaacute y a que recostara su cabeza sobre el regazo de ella- Sea esta una noche de despedida [301] Hablemos de nuestra casa de nuestro jardiacuten de tus

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hermanos de tu padre de Altona donde todos hemos nacido Hijo querido no me niegues este consuelo

-No te lo puedo negar Hablemos de todo eso tan caro a mi corazoacuten Hablemos toda la noche hasta que venga el diacutea hasta que llegue la hora

Largo rato se oyeron las voces de la madre y el hijo en sereno coloquio Por uacuteltimo ya muy tarde se fueron extinguiendo la voz de Daniel dejoacute de oiacuterse Suspiraba la madre y eacutel dormiacutea

iexclOh iexclcuaacutento deploroacute Isidorita que todos los humanos no hablasen un mismo idioma iexclCon cuaacutenta rabia vituperoacute los pecados de los hombres que trajeron la piacutecara multiplicacioacuten de las lenguas Porque si Esther y Daniel no hubieran hablado en ingleacutes ella Isidorita la del Rebenque se habriacutea enterado de todo para contarlo a sus amigas [302]

- XXIX -

El catecuacutemeno

El Saacutebado Santo oficioacute Su Eminencia en la Abadiacutea celebrando las hermosas ceremonias de la bendicioacuten del agua y el fuego Despueacutes fue a su casa rodeado de inmenso pueblo y comioacute con toda la familia y con el cura a quien no cesaba de felicitar por su sermoacuten de la Soledad predicado en la tarde del diacutea anterior El buen Romero empleando las figuras maacutes pateacuteticas dando realce a las ideas por medio de la expresioacuten del dramaacutetico gesto de las inflexiones vocales habiacutea hecho llorar a todo el auditorio Cuando dirigioacute la palabra a la propia imagen de la Soledad dicieacutendole laquoSentildeora iquestdoacutende estaacute vuestro amado Hijoraquo un estremecimiento de compasioacuten corriacutea por toda la iglesia de alma en alma y aquel mar se alborotaba con olas de congojas y vientecillo de suspiros [303]

Despueacutes de la comida pasoacute alguacuten tiempo dedicado a conversacioacuten grata sobre diferentes asuntos y D Silvestre ponderoacute el buen estado de los campos y la probabilidad de una buena cosecha Dijo que eacutel habiacutea esparcido ya las toperas en sus prados y que los estaba abonando con ceniza y estieacutercol que debiacutea anticiparse unos diacuteas la siembra del maiacutez por estar bien enjugada y rastrada la tierra y que eacutel (D Silvestre) no aguardaba para echar el grano sino a que estuvieran arreglados los setos destruidos por las derrotas Aseguroacute que los semilleros que estaba preparando en cama caliente le dariacutean las ensaladas maacutes ricas que habiacutea visto hasta entonces la provincia y que por haber sido Marzo y Abril poco ventosos estaban los frutales que pareciacutean aacuterboles del cielo Sus injertos de aquel antildeo daban envidia

D Aacutengel mandoacute a su sobrina que se vistiera de ceremonia y aunque Gloria quiso hacer alguna objecioacuten no fue oiacuteda y repitiose la orden Tambieacuten Serafinita se decoroacute un poco sin salir de su ordinaria modestia

Pasoacute alguacuten tiempo en estas cosas que aun las monjas como mujeres que son no se ponen una toca en cinco minutos D Aacutengel dio un paseo por el jardiacuten quejaacutendose del descuido en que estaba y de la ofensa que su sobrina haciacutea [304] a Dios matando de sed a las pobres flores Despueacutes llamoacute a Gloria y encerrose con ella en la capilla de la casa

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siendo la conferencia de dos horas largas Al salir de la capilla la joven teniacutea los ojos encendidos pero su apariencia era la de un alma tranquila y confiada Oraron con Su Eminencia en la capilla durante otro rato no pequentildeo Gloria y Serafinita mientras D Silvestre y D Buenaventura charlando en el jardiacuten chupaban magniacuteficos puros concupiscencia que no estaacute literalmente comprendida en las abstinencias propias de la semana de vigilia

El diacutea no podiacutea ser maacutes placentero No corriacutea aire ni la maacutes delicada mata de los aacuterboles se moviacutea no se oiacutea el ruido del mar Todo era silencio y quietud cual si en la Naturaleza hubiera solemne pausa de expectativa o el asombro precursor de un gran suceso Su Eminencia marchoacute al fin a la sala seguido de las dos mujeres a punto que del despacho bajaba el doctor Sedentildeo despueacutes de escribir varias cartas por orden del prelado Ninguno hablaba y en la familia toda habiacutea un aspecto comuacuten de meditacioacuten y solemnidad sentildeal evidente de que para todos los miembros de ella aquel diacutea no era como los demaacutes diacuteas

Entroacute D Aacutengel en la sala y tomoacute asiento [305] en el sofaacute que era en tal sitio lo que el altar en la iglesia y a su sobrina le sentildealoacute el asiento de la izquierda despueacutes de que su hermana depuso su carne mortal en el de la derecha Maacutes lejos tomaron asiento el cura y el secretario D Buenaventura habiacutea salido para volver pronto

La cara angelical del sentildeor arzobispo revelaba preocupacioacuten pero en muy poca dosis Estaba como el cielo cuando hay en eacutel una sola nube A veces sonreiacutea como queriendo dar a entender que gustariacutea de ver alegres a los demaacutes pero Serafinita frunciacutea el centildeo porque las cosas graves exigiacutean seguacuten ella la mayor compostura Gloria miraba alternativamente al suelo y a su tiacuteo como el que no tiene maacutes que dos pensamientos la muerte y Dios O por llanto reciente o por una exagerada movilidad de su corazoacuten y de su sangre anhelantes de vida se habiacutean encendido con vivos colores sus mejillas tanto tiempo paacutelidas Aquel abrir de las rosas de su cara pareciacutea anunciar una primavera despueacutes tantas tempestades y con ellas habiacutea vuelto todo el esplendor de su hermosura Pero iexclqueacute gran diferencia desde que la vimos por primera vez La inquietud graciosa y las volubles miradas de entonces se habiacutean mudado en una actitud reflexiva y circunspecta [306] cual si para ella no hubiera ya maacutes motivo de atencioacuten que ella misma Desde entonces hasta el momento en que ahora la vemos habiacutean transcurrido esa distancia inmensa y ese largo siglo que median entre el no amar y la maternidad paso de un planeta a otro intermedio que equivale a cien vidas mar entre dos orillas cercanas mas lleno de dolores juacutebilo palpitaciones pureza y miserias gracia terror esperanza desconsuelo devocioacuten risa y llanto

Habiacutea pasado breve rato despueacutes que entraron en la sala cuando Gloria dijo para siacute

-Si pudiera conservarme serena cuando venga de modo que no se conozca lo que hay en mi alma Pero asiacute como yo leo en la suya leeraacute eacutel en la miacutea

El rostro de Gloria que estaba tan encendido se quedoacute como el maacutermol cuando entroacute D Buenaventura acompantildeado de Daniel Morton

-iexclQueacute cara iexclpobrecito iexclme muero de pena vieacutendole -pensoacute Gloria mirando al que entraba- Parece un reo que va al patiacutebulo

Despueacutes de contestar afablemente a su saludo D Aacutengel rogoacute a Daniel que se sentase Hiacutezolo este y el cardenal dijo [307]

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-Ha llegado el momento de que mi familia Sr Morton abra a usted los brazos perdonaacutendole Ha llegado el momento de que cesen tantos males y de que un abrazo de paz y las bendiciones de la Iglesia terminen la grandiacutesima consternacioacuten en que todos estaacutebamos iexclBendita sea la misericordia del Sentildeor Sentildeores -antildeadioacute dirigieacutendose a sus amigos y hermanos- este hombre da lealmente su mano de esposo a mi sobrina en justa reparacioacuten de

Aquiacute la faacutecil elocuencia del prelado tuvo un ligero tropiezo mas al punto se enderezoacute tomando mejor rumbo

-Entraraacute en nuestra familia -antildeadioacute- Yo le recibo con los brazos abiertos Doblemente lisonjero es este suceso porque el matrimonio que tantos bienes traeraacute consigo iraacute acompantildeado de un prodigioso triunfo de nuestra Fe Sr Morton iquestpersiste usted en su idea de abrazar la religioacuten cristiana uacutenica verdadera

-Siacute sentildeor -repuso Daniel con gravedad y al mismo tiempo fijoacute los ojos en un retrato de D Juan de Lantigua que le miraba de un modo particular

-iexclOh iexclqueacute gran juacutebilo da usted a mi alma Sr Morton -exclamoacute el obispo- En el diacutea de hoy la Iglesia administra el primer Sacramento a los catecuacutemenos despueacutes de bendecir [308] el agua nueva Durante el oficio he sentido hoy maacutes emocioacuten que nunca en igual diacutea y no he dejado de pensar en esta conquista preciosa que acabamos de hacer Ahora Sr Morton debo decir a usted que va a recibir el Sacramento del bautismo regenerado por la virtud del espiacuteritu celestial que este acto imprimiraacute a usted el caraacutecter de cristiano le daraacute gracia habitual y justa y que por eacutel se redime todo pecado original y temporal Jesucristo instituyoacute el bautismo de agua con el amor del Espiacuteritu Santo que descendioacute del cielo en figura de paloma La ablucioacuten establecida por la Iglesia con las palabras sacramentales son la demostracioacuten simboacutelica bajo la cual estaacute oculto el amor que Dios comunica al alma de la criatura purificada por la gracia Es el bautismo un rayo de fuego celestial emanado de la esencia divina Para recibirlo amigo miacuteo es indispensable que usted prepare su entendimiento a la penetracioacuten de los dogmas sagrados necesita usted someterse aunque por muy poco tiempo en vista de la urgencia del caso a las ensentildeanzas y praacutecticas que la Iglesia establece

-Ya lo seacute -dijo Morton sombriacuteamente- Estoy dispuesto a todo

-En ese caso -prosiguioacute Su Eminencia revelando en su semblante plaacutecida alegriacutea- pregunto [309] a usted si no tiene inconveniente en someterse por completo a mi voluntad por un plazo que no pasaraacute de dos diacuteas comprometieacutendose antes de que se celebren juntamente bautismo y matrimonio a recibir de miacute la instruccioacuten evangeacutelica a verificar las praacutecticas que yo le indique a

D Aacutengel se detuvo distraiacutedo por uno de esos accidentes importunos que turban la solemnidad de las escenas capitales de la vida como un duelo la agoniacutea de un moribundo la celebracioacuten de un contrato Ocurre comuacutenmente que dichos accidentes importunos sean un gato que entra metiendo ruido plato que se rompe o sombrero que cae rodando de una silla y suena huecamente al dar en el suelo Pero en aquel solemniacutesimo momento no fue nada de esto lo que hizo callar al sentildeor cardenal sino la aparicioacuten inesperada de un humano rostro en la puerta de la sala suavemente abierta Era la cara de D Juan Amarillo

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Reinoacute silencio en la sala y con el silencio un estupor profundo al ver que el sentildeor alcalde no veniacutea solo Con eacutel veniacutea madama Esther Al ver entrar a una sentildeora levantaacuteronse todos incluso el sentildeor arzobispo pero ninguno deciacutea nada El primero que habloacute turbadiacutesimo fue D Juan Amarillo que dijo [310]

-Perdoacuteneme Su Eminencia perdoacutenenme todos si he entrado iexclVengo como autoridad

-iexclComo autoridad

Serafinita contemplaba la escena con la calma de quien no da importancia a las cosas de la tierra los demaacutes eran estatuas

-iexclComo autoridad -repitioacute D Juan- Esta sentildeora

Esther avanzoacute gravemente y sin revelar turbacioacuten ni enojo ni despecho ni burla dirigiose a su hijo y ponieacutendole la mano en el hombro exclamoacute con voz sonora

-Ya estoy yo tambieacuten aquiacute

-iquestQueacute quieres madre -preguntoacute Daniel con terror de infierno

Esther fijando los ojos en el sentildeor cardenal y rodeaacutendolos despueacutes para abarcar con una mirada a toda la familia respondioacute

-Quiero impedir un mal diciendo a esta noble familia lo que no sabe

-iquestQueacute Sentildeora su hijo de usted nos ha hablado muy claramente -dijo el sentildeor cardenal creyendo comprender lo que veiacutea- Es natural que usted se oponga Nosotros nos atenemos al piadoso deseo manifestado expliacutecitamente

-Es que yo debo declarar algo -dijo Esther [311] con expresioacuten dramaacutetica- Yo debo declarar lo que aquiacute no sabe nadie y es que mi hijo no merece pertenecer a esta familia

-iexclSentildeora

Daniel aparecioacute treacutemulo paacutelido como un cadaacutever ahogado por su propia voz que no podiacutea salir del pecho Al fin maacutes con rugido que con palabras dijo

-Mi madre no dice la verdad

Esther miroacute a su hijo de tal modo que con los ojos le apuntildealaba (11)

-Retiacuterate -dijo Morton con imperioso acento sentildealando la puerta

-Siacute me retirareacute despueacutes que te conozcan

Y volvieacutendose al cardenal antildeadioacute

-Me es muy doloroso tener que presentarme acompantildeada de la autoridad Los moacuteviles que aquiacute me traen nada tienen que ver con la religioacuten

-Diga usted sentildeora diga -antildeadioacute Su Eminencia con gran ansiedad

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-Es demasiado vergonzoso para que lo diga una madre -afirmoacute Esther con desconsuelo- El alcalde que sabe cumplir su deber hablaraacute

-Tengo el sentimiento de manifestar (12) -dijo D Juan Amarillo mostrando a Daniel su bastoacuten- que me veo precisado a prenderle [312]

-iexclA miacute

-iexclPrenderle

-Siacute sentildeores siacute y lo siento muchiacutesimo Le prendo de orden del sentildeor Gobernador de la provincia el cual ha recibido igual mandato del sentildeor Ministro a peticioacuten de la Embajada inglesa

-Este hombre miente villanamente -gritoacute Daniel ciego de ira

-Caballero -vociferoacute D Juan mostrando el puntildeo del bastoacuten con tanta energiacutea que pareciacutea querer meterlo por los ojos a todos los presentes

-Paz paz -dijo el arzobispo corriendo a interponerse- Sr Morton el primer deber de cristiano es la obediencia

Daniel pareciacutea dispuesto a estrangular al sentildeor alcalde Cuando oyoacute la dulce voz del prelado se detuvo D Aacutengel le puso la mano en el hombro diciendo

-Se ha sometido usted a mi voluntad para que yo dirija sus acciones conforme a la doctrina evangeacutelica Pues bien yo le mando a usted que no haga resistencia a la autoridad

-No puedo obedecer -repuso Morton sombriacuteamente y con respiracioacuten fatigosa

-Es preciso que el sentildeor parta mantildeana para [313] Inglaterra -antildeadioacute el fiero alcalde- por cuyo gobierno es reclamado en calidad de reo que ha cometido un crimen en su paiacutes

-iexclYo iexclun crimen yo -exclamoacute Daniel

-Un crimen horrendo contra la autoridad paterna -prosiguioacute D Juan Amarillo

Morton cuya alma era un volcaacuten tratoacute de abalanzarse sobre el alcalde D Buenaventura y Romero le sujetaron

-iexclOh iexclmiserable -gritoacute- Eres una viacutebora pero el veneno de tu infame picadura no me mataraacute

-Paz paz -repitioacute afligidamente el obispo extendiendo las manos

Serafinita habiacutea acudido a su sobrina que incapaz de sostenerse maacutes tiempo en pie dejose caer en una silla

-Seraacute preciso que yo manifieste claramente toda la horrible verdad -dijo D Juan Amarillo enarbolando el bastoacuten y tomando el aspecto maacutes dictatorial que le fue posible- Pues la direacute siacute sentildeores la direacute el Sr Daniel Morton y Spinoza ha sido condenado por los tribunales de Londres a tres antildeos de prisioacuten por un delito infame cual es iexcloh sentildeores la lengua se niega a revelarlo cual es el haber defraudado el tesoro paterno

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falsificando unas letras por valor de muchos miles de libras y despueacutes [314] de haber maltratado de palabra y obra al autor de sus diacuteas

Un murmullo de horror resonoacute en la sala Esther se habiacutea apartado y miraba al suelo hoscamente

-iexclOh iexclcuaacutenta vileza -rugioacute Daniel accionando como un insensato- Monstruo que se acabe el mundo en este momento si no te arranco la lengua y la vida

Hizo movimientos desesperados para desasirse de los que le sujetaban

-Paz paz -repitioacute el arzobispo que casi estaba a punto de llorar

-iquestDe quieacuten es esa infernal idea de quieacuten -murmuroacute con desesperacioacuten Daniel- iexclQuieacuten ha ideado deshonrarme aquiacute en este acto solemne delante de esta familia que respeto delante de la mujer que adoro maacutes que a mi vida Gloria esposa miacutea dejariacuteas de ser quieacuten eres si creyeras las palabras de este hombre

Gloria se levantoacute y lentamente marchoacute hacia el grupo que los contendientes formaban en el centro de la sala

-El sentildeor -antildeadioacute D Juan Amarillo con calma imperturbable- fue condenado a prisioacuten pero huyoacute sin que le pudiera alcanzar la policiacutea inglesa Pero aquiacute estoy yo sentildeores [315] resuelto a poner la ley el principio de autoridad y la vindicta puacuteblica siacute por encima de todas las cosas pese a quien pese Ya todos me conocen

-Madre madre -gritoacute Morton clavando la crispada mano en su cabeza- tuacute tuacute oyes estas infames calumnias y no las desmientes iexclOyes deshonrar a tu hijo y callas

Todas las miradas se fijaron en Esther Ella los miroacute a todos y con acento pateacutetico dijo lentamente estas palabras

-iexclLo que el sentildeor alcalde ha dicho es verdad

-Basta basta -dijo el arzobispo haciendo ademaacuten de retirarse escandalizado

-iexclMadre madre -gritoacute Daniel con freneacutetico acento

Sus ojos saltaban del craacuteneo

-Mi hijo -antildeadioacute Esther como quien hace un esfuerzo- tiene el haacutebito de la mentira y el fingimiento Me es muy doloroso decir que nada debe creeacutersele Si esta familia quiere recibirle en su seno yo no me opongo No me importa tampoco que cambie de religioacuten quien no tiene ninguna Pero los tribunales lo reclaman y la ultrajada autoridad paterna pide castigo

-iexclMadre madre -gritoacute Daniel con desesperacioacuten- [316] iquestPero seraacute posible que crean lo que esta mujer dice

-Es su madre -murmuroacute el arzobispo mirando a todos con afligidos ojos

-Esta mujer no es mi madre no lo es -dijo Morton

Y eacutel como los demaacutes observaron a Gloria que se acercaba

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-No podemos de ninguacuten modo seguir adelante -dijo Su Eminencia miraacutendola- Las revelaciones de esta sentildeora

-Es necesario que eso se pruebe -indicoacute don Buenaventura fijando una mirada de enojo en madama Esther

-Suficientes medios tendraacute de probarlo -dijo Serafinita- Despueacutes de lo que hemos oiacutedo no se cuente conmigo para nada

Dordf Serafina dio un paso hacia la puerta Gloria la detuvo

Corriendo en seguida hacia Morton y ponieacutendole la mano en el pecho como quien la pone sobre los Evangelios para jurar la hueacuterfana de Lantigua con voz de aacutengel maacutes que de mujer dijo asiacute

-Si para todos eres criminal para miacute eres inocente

-iexclOh bendita tuacute mil veces -exclamoacute Morton abrazaacutendola con violencia antes de que nadie [317] lo pudiera impedir- iexclY habraacute quien pretenda separarme de ti Eres mi esposa Me perteneces Te reclamo te llevareacute conmigo de grado o por fuerza sin consideracioacuten a nadie ni a nada iexclSentildeor cardenal sentildeores repito que quiero ser cristiano pronto

El cardenal tomoacute a Gloria de la mano y la apartoacute del hebreo

-Nosotros -balbucioacute frunciendo el centildeo- Nosotros Las circunstancias han cambiado

Todos volvieron a mirar a Esther que se abalanzoacute hacia su hijo y con violento gesto y tono imperativo exclamoacute

-Vaacutemonos de aquiacute iquestNo ves que te arrojan

Hubo un momento de perplejidad Los Lantiguas se miraban unos a otros consultaacutendose con los ojos

-Es preciso -dijo Amarillo desde cierta distancia- que el sentildeor se embarque hoy mismo para Inglaterra

-Esto es una farsa -dijo D Buenaventura eneacutergicamente

-iexclSiacute una farsa -repitioacute Morton

-Sentildeora -exclamoacute lleno de enojo el banquero- ruego a usted que se retire de nuestra casa [318]

-iexclEs a ti a quien arrojan madre -gritoacute Daniel dando algunos pasos hacia ella

-Y me retirareacute -dijo Esther

-Sentildeora -balbucioacute el cardenal queriendo ser corteacutes y al mismo tiempo justo y riguroso y blando y queriendo entender lo inteligible y resolver lo insoluble

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Dentro de la cabeza de Su Eminencia habiacutea una madeja que no se podiacutea desenredar Don Aacutengel llamaba en su ayuda al Espiacuteritu Santo y el Espiacuteritu Santo vino He aquiacute coacutemo

Gloria fue el Verbo que puso fin a la pavorosa contienda de tantos sentimientos diciendo

-Querido tiacuteo iquestpor queacute tanto afaacuten Yo no quiero casarme

-iexclTuacute

-No sentildeor Dios no quiere que sigamos ese camino y hablando en mi interior me sentildeala el uacutenico posible Quiero retirarme a un convento

Y al decir esto fue estrechada por los amantes brazos de Dordf Serafina que lanzoacute una exclamacioacuten de juacutebilo iexclHabiacutea triunfado despueacutes de prueba tan peligrosa y abrazaba a su viacutectima cual si temiera que auacuten se le escapase otra vez No daremos a aquella santa sentildeora un nombre verdaderamente propio y caracteriacutestico si no la llamamos el Mefistoacutefeles del Cielo [319]

D Aacutengel D Buenaventura y los demaacutes presentes se quedaron lelos Esther extendioacute su varonil brazo y dejoacute caer su mano sobre el hombro de Daniel que sintioacute encima el peso de una losa Abrumado y atoacutenito su espiacuteritu no teniacutea ya fuerzas ni para sentir ni para razonar

Gloria tomoacute el brazo de su tiacutea y dando la izquierda mano al cardenal que la estrechaba con carintildeo dirigiose lentamente a la puerta Con su uacuteltima mirada semejante al postrer rayo del sol que se pone dando paso a la noche maacutes negra echoacute fuera de su alma toda aquella esencia a la par deliciosa y terrible que por tanto tiempo la habiacutea llenado Fue como un vaso de perfume que se vaciacutea por completo

D Buenaventura siguioacute a la familia que se retiraba D Juan Amarillo deseando ponerse a mayor distancia de Daniel Morton salioacute andando con las puntas de los pies hizo sentildeas al cura y a Sedentildeo y poco despueacutes los tres susurraban en el comedor

Morton habiacutea caiacutedo en una silla y su cabeza sostenida entre los brazos descansaba en el respaldo de ella Esther puso su blanca mano sobre los cabellos del joven y con voz treacutemula y carintildeosa dijo asiacute

-iexclTe he salvado hijo de mi corazoacuten Al fin eres miacuteo otra vez [320]

-iexclSalvarme -repuso Morton alzando con violencia el rostro- Yo probareacute la falsedad de tus palabras Me seraacute muy faacutecil probarla Mantildeana

-No seraacute faacutecil He tomado mis medidas

-Me has deshonrado de una manera cruel

-iquestQueacute me importa tu deshonra en este lugaroacuten oscuro y vil En todo el mundo brilla tu honor como el sol Ya eres miacuteo Mi ingenio y la suacutebita resolucioacuten de esa buena joven que sin duda ha conocido tu impostura nos han salvado Eres miacuteo -antildeadioacute con inmenso juacutebilo- eres nuestro Daniel no abjuras no abandonas nuestra religioacuten iexclOh hijo miacuteo me parece que te he dado a luz dos veces

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-No cantes victoria todaviacutea Ya oiacuteste lo que dijo ella No te creyoacute ella no duda de mi inocencia

-Pero ha renunciado a ser tu mujer Ha demostrado tener un buen juicio y una rectitud que tuacute no conoces

-iexclImpostora

-iexclY lo dices tuacute Yo he aprendido de ti Tambieacuten Jehovaacute ha hablado a mi corazoacuten y me ha dicho laquosaacutelvaleraquo iquestCrees que tuacute solo eres capaz de ser iluminado -antildeadioacute con ironiacutea- O el Sentildeor habla para todos o para ninguno [321]

-iexclElla no te ha creiacutedo no no podiacutea creerte Entre su pensamiento y el miacuteo como entre nuestros corazones existe una cadena misteriosa

-Ella no me ha creiacutedo pero me han creiacutedo los demaacutes Esta honrada familia no querraacute cuentas contigo

-Probareacute mi inocencia

-Asiacute como es faacutecil infundir sospechas es muy difiacutecil destruirlas El ser humano es asiacute Te exigiraacuten pruebas que a miacute no me han exigido

-Las dareacute

-Tendraacutes que ir a Inglaterra volver

-Ireacute volvereacute

-Pero en tanto tiempo Por ahora eres miacuteo Tengo el apoyo de una autoridad cuyo celo podraacutes tener idea observando que en mi dedo no existe ya el brillante de gran tamantildeo que me regalaste

Esther mostroacute su mano derecha

-Ese horrible alcalde -dijo Morton- no podraacute prolongar mucho su indigna farsa venal

-El coacutensul llega esta tarde Tambieacuten es miacuteo

-Me presentareacute al Gobernador

-Para eso se necesita tiempo y yo una [322] vez conseguido mi principal objeto que es poner una insuperable barrera de sospechas entre ti y los Lantiguas no te molestareacute maacutes

-iquestQueacute barrera es esa

-Ensentildear a esa gente la carta en que manifiestas a tu padre el secreto de tu cristianismo

-No puedes tener esa carta

-He telegrafiado a tu padre dicieacutendole que me la mande en cuanto la reciba -dijo Esther con la severidad de un juez que sentencia- Entretanto mi deseo ha sido aplazar detener La comedia de hoy no ha tenido otro objeto

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-iexclAplazar detener -murmuroacute Daniel meditando en cosa tan sencilla cual si se hubiera vuelto idiota

-Siacute el alcalde me ha asegurado que podriacutea detenerte hasta tres diacuteas amparado del desgobierno que hay en Espantildea Diraacute despueacutes que se equivocoacute que estabas predicando el hebraiacutesmo en las calles diraacute cualquier cosa y no perderaacute su vara por eso Ademaacutes de esto los Lantiguas si no estaacuten absolutamente convencidos de tus maldades sospechan y mientras sospechen no habraacute conversioacuten ni matrimonio ni nada En tanto llega la carta que escribiste a tu padre [323]

-Yo desbaratareacute tus maquinaciones Esto no puede ser Tendraacutes compasioacuten de miacute soy tu hijo iexclY dices que me has dado a luz dos veces Yo digo que la uacutenica ha estado de maacutes

-iquestPara queacute te afanas por lo imposible -dijo la madre carintildeosamente- Mis estratagemas lo mismo que tu febril desasosiego no tienen objeto ya Tu esposa te ha despedido Tu esposa se divorcia y toma otro marido el hombre clavado Y todaviacutea dudas todaviacutea tu alma se apega a ella que te desprecia

-Eso no puede ser

-iquestNo la oiacuteste

-Siacute pero seraacute un capricho momentaacuteneo Pasaraacute recobraraacute su buen juicio

Entroacute en el mismo instante D Buenaventura serio como quien asiste a un funeral y con voz conmovida dijo

-La resolucioacuten de mi sobrina es irrevocable Todo ha concluido

-iquestVerdad que no hay esperanzas -dijo Esther

-Ninguna Mantildeana partiraacute Gloria para Valladolid con mi hermana

En la pieza inmediata habiacutean cesado los susurros del alcalde Sedentildeo y Romero los tres atendiacutean [324]

-Salgamos de aquiacute -dijo Esther con impaciencia tomando el brazo de su hijo

-Todo ha concluido -repitioacute el banquero abrumado de pena- Dios no quiere no quiere porque en verdad se ha hecho todo lo que se ha podido

Daniel se levantoacute Pareciacutea que llevaba encima todo el peso del mundo

Esther y su hijo salieron Ella iba como quien va a la patria eacutel como quien marcha al destierro Al poner el pie en el jardiacuten el hebreo se estremecioacute de pies a cabeza sintiendo una voz Era la voz de Gloria que reiacutea Nunca habiacutea oiacutedo Daniel aquella hermosa voz desplegarse en risa semejante

-Adelante no te detengas -dijo Esther guiaacutendole como un lazarillo un ciego- Ya estamos en salvo

Unos cuantos pasos maacutes y salieron del jardiacuten en cuya puerta estaba Sansoacuten como gigante de centinela en el poacutertico de un castillo de hadas [325]

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- XXX -

La visioacuten del hombre sobre las aguas

Gloria y sus tiacuteos subieron tan taciturnos los cuatro que pareciacutean estatuas movibles Por la fisonomiacutea de cada uno podiacutea colegirse el estado de su alma Serafinita y el arzobispo oraban D Buenaventura renegaba Gloria sonreiacutea y al mismo tiempo su palidez tomaba un tinte cadaveacuterico Al entrar en su cuarto se sentoacute entre Serafinita y el prelado cada uno de los cuales le tomaba una mano

-iquestQueacute tal te encuentras chiquilla -dijo Su Eminencia tratando de dar un giro festivo a la situacioacuten

-Muy bien tiacuteo

-Mira tuacute por doacutende ha venido a resultar que escogieras el camino maacutes corto para llegar al Cielo -antildeadioacute D Aacutengel- Dime la verdad iquestestaacute tu alma tranquila [326]

-Siacute sentildeor me parece que tengo tranquilidad o una cosa que es como la tranquilidad -dijo Gloria oprimieacutendose el pecho

-iquestEstaacutes contenta

-Siacute sentildeor Cuando dije lo que puso fin a las cuestiones lo dije queacute seacute yo Parece que brotoacute en mi alma un surtidor una fuente El agua de ella fueron mis palabras

-iexclBendito sea el Sentildeor -exclamoacute Su Eminencia juntando las manos en actitud de oracioacuten

Por las mejillas siempre sonrosadas de Serafinita corriacutea una laacutegrima

-iexclEl Sentildeor es demasiado bueno con nosotros -exclamoacute la dama juntando tambieacuten las manos como D Aacutengel- Nos da satisfacciones y regocijos que no merecemos

-Querida tiacutea -dijo Gloria mostrando de nuevo aquella luacutegubre sonrisa que sobre su rostro haciacutea el efecto de las flores de trapo que se ponen a los nintildeos muertos- Cuando usted quiera nos iremos a Valladolid

-Mantildeana -repuso el Mefistoacutefeles del Cielo con viveza suma enlazando con ambos brazos el cuerpo de su sobrina

-iquestPara queacute tanta prisa

-Mantildeana mantildeana -repitioacute Gloria- Deseo morir [327]

-iquestQueacute es eso de morir -dijo Su Eminencia examinando con recelo el semblante de la joven

-Llamo yo morir a esto

-Tiene razoacuten -indicoacute Serafinita- Morir para todo y vivir soacutelo para Dios

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D Buenaventura salioacute del cuarto para anunciar al hebreo que la resolucioacuten de la hueacuterfana era irrevocable

-Iraacutes al convento cuando te repongas un poco -dijo el prelado- Tu salud no es buena iexclpobre y desgraciada nintildea No puedes ocultar que padeces mucho La resolucioacuten heroica que has tomado esta resolucioacuten que bastariacutea por la inmensidad del sacrificio que encierra a aligerar tu alma del peso de las maacutes grandes culpas si las tuvieras esta grande y meritoria abnegacioacuten que con asombro hemos presenciado no puede menos de producir un gran trastorno en tu ya decaiacuteda salud iexclOh iexclqueacute hermosa y grande me has parecido Bien conozco el estado de tu alma bien seacute que si no estaacute limpia auacuten del tenebroso amor que la ha oscurecido hase purificado de toda intencioacuten pecaminosa Bien seacute que en ella todo es rectitud deseo de enmienda afaacuten de poseer a Dios anhelo de humillacioacuten y de padecimientos Y si no tuviera yo respecto a ti tal convencimiento por la [328] confesioacuten que me has hecho bastariacutea el acto que acabamos de presenciar para creerte regenerada Y si ya no te lo hubiera dicho ahora te diriacutea con todo mi corazoacuten laquoLevaacutentate todos tus pecados te son perdonados Yo te bendigo en el nombre del Padre del Hijo y del Espiacuteritu Santoraquo

Gloria humilloacute su preciosa cabeza sobre la cual el apoacutestol puso su santa mano

-Por una circunstancia estimo meritoria y sublime tu determinacioacuten -antildeadioacute dejando el tono evangeacutelico- Tuacute afirmaste no creer nada de lo que la madre de ese hombre nos dijo

-iquestCoacutemo he de creerlo Al punto comprendiacute que era una farsa -repuso la joven

-Pues si le crees bueno y honrado (y en eso no seacute queacute decir pues tengo mis dudas) si al mismo tiempo le veiacuteas proacuteximo a abrazar tu religioacuten si todo se te presentaba propicio todo lisonjero iexclqueacute grande has sido al decir laquorenuncio a todo desprecio todos estos bienes temporales y transitorios y quiero perderme por salvarme quiero dejarlo todo por ti Dios y Sentildeor miacuteoraquo

-Antes morireacute que poner discordia entre una madre y un hijo -dijo Gloria mirando al cielo- Ademaacutes no creo en la sinceridad de su conversioacuten y el camino escogido aquiacute para [329] traer esa alma preciosa al reino de la verdadera luz no es el maacutes a propoacutesito Hay otro mejor

-Siacute hay otro el uacutenico -exclamoacute Serafinita con miacutestico arrebato tomando una mano de Gloria y estrechaacutendosela contra su pecho

-Eacutel seraacute cristiano -afirmoacute Gloria con emocioacuten

-Seraacute cristiano -repitioacute Serafinita

-Cuacutemplase la voluntad de Dios -dijo el prelado mirando al cielo- Ahora querida nintildea procura tranquilizarte Sereacutenate iraacutes al convento cuando esteacutes maacutes sosegada

Gloria volvioacute a sonreiacuter

-iquestEstaacutes alegre

-Siacute por delante de miacute -repuso la joven con cierto desvariacuteo- pasan unas cosas que me hacen reiacuter Son tan graciosas

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De pronto lanzoacute la carcajada que Daniel habiacutea oiacutedo al salir de la casa

D Aacutengel y su hermana asombrados y temerosos la miraron

-Gloria hija miacutea iquestqueacute tienes

-iquestPor queacute riacutees asiacute

La joven reclinoacute su cabeza en el respaldo del sofaacute y poco a poco fue extinguieacutendose en sus labios la risa y se quedoacute seria tomoacute su cara la taciturna seriedad de los muertos [330]

-iexclPobre hija de mi corazoacuten -dijo el pelado contemplaacutendola con laacutegrimas en los ojos- Buenaventura Buenaventura

El banquero subioacute con presteza

-Si no tengo nada -dijo Gloria apartando a un lado y otro de la frente sus cabellos- iquestQueacute hablan ustedes ahiacute de meacutedicos y de medicinas Yo no tengo nada Soacutelo estoy pensando en que antes morireacute que separar a un hijo de la madre que le adora

Y levantaacutendose dio algunos pasos con agilidad graciosa por la habitacioacuten

-No no esa carne mortal no estaacute buena -dijo Su Eminencia con disgusto- Buenaventura manda llamar a D Nicomedes

-Acaba de llegar y estaacute abajo charlando con el cura y con D Juan Amarillo

El meacutedico subioacute y sus chistes sus oportunas observaciones sus carintildeosos comentarios acerca del mal de Gloria alegraron por breve rato a toda la familia Era un hombre que infundiacutea a los enfermos un espiacuteritu de fortaleza tal que no podiacutea menos de influir lisonjeramente en la salud Curaba como cualquier otro buen meacutedico pero sus enfermos teniacutean mediante eacutel la fe y la devocioacuten de curarse Para hacer sus diagnoacutesticos empleaba las maacutes gallardas figuras Seguacuten eacutel el corazoacuten de Gloria era un caballo desbocado [331] Su pensamiento un paacutejaro que habiendo remontado mucho el vuelo se habiacutea cansado y no hallaba monte en que posarse y teniacutea que seguir volando o dejarse caer Sus nervios eran una casa de fieras en la cual se hubieran abierto todas las jaulas Con esto se reiacutea la familia

Antes de retirarse D Nicomedes dijo confidencialmente al prelado y a su hermano que el estado de Gloria le alarmaba mucho que el desorden de su naturaleza era completo que un absoluto reposo fiacutesico y moral sin ninguna emocioacuten era indispensable para salvar tan preciosa existencia y que esta sujeta a terrible crisis nerviosas podiacutea llegar a depender de un cabello

Con tales advertencias juzgaron conveniente someterla a un reacutegimen de descanso Despueacutes de obligarla a acostarse todos la acompantildearon en la primera parte de la noche compitiendo en manifestaciones carintildeosas y tratando a porfiacutea de dar a la tertulia el tono maacutes alegre Por consejo de D Buenaventura no se habloacute nada absolutamente de religioacuten ni de la escena de aquella tarde ni del convento de Valladolid ni de sacrificios ni de padecimientos ni de cruces ni de calvarios

El pobre banquero estaba afligidiacutesimo por ver malogrados sus generosos planes y sentiacutea [332] la compasioacuten maacutes viva hacia su sobrina Al anochecer tuvo que habeacuterselas

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con D Juan Amarillo que sin reparar en conveniencia alguna abordoacute el asunto de la compra de la casa Pero hallaacutendose D Buenaventura de muy mal talante el alcalde no pudo obtener tampoco aquella vez una respuesta categoacuterica por lo cual se retiroacute triste y mustio sin tener maacutes consuelo que mirar desde el jardiacuten la fachada del edificio y pensar en las reparaciones que le hariacutean por dentro y por fuera cuando Dios quisiera ponerle en sus manos

D Buenaventura dio una vuelta por el pueblo con objeto de ver algunas personas Despueacutes volvioacute a la casa Era tarde La familia habiacutea cenado ya y el prelado se retiraba a su cuarto Gloria aprovechoacute un instante en que estaba solo con ella en la alcoba su tiacuteo D Buenaventura y le llamoacute con la mano Acercose el banquero

-Tiacuteo -dijo Gloria con voz muy deacutebil- iquestquiere usted decirme una cosa

-Lo que quieras queridita -repuso Lantigua con el mayor criterio- iquestQueacute deseas saber

-Una cosa iquestSe han ido

-iquestQuieacutenes

-Esa gente

-iquestLos [333]

-Los judiacuteos -dijo Gloria bajando tanto la voz que apenas se oiacutea

-iquestA queacute te afanas por lo que no te importa Duerme en paz

-Deseo saberlo lo deseo mucho

-Pues bien nintildea miacutea se van mantildeana temprano La madre y el hijo estaacuten preparando todo

-iquestLes ha visto usted

Los ojos de la hueacuterfana brillaban tristes y curiosos

-Siacute y no He visto al hijo Hace un momento entraba en casa de Caifaacutes A dormir sentildeorita a descansar

Y carintildeosamente besoacute sus abrasadas mejillas El arzobispo y Serafinita entraron Los tres contemplaron en silencio a la joven que cerrando los ojos pareciacutea ceder a las primeras caricias del suentildeo D Aacutengel le dijo frases placenteras graciosas y llenas de caridad como eacutel sabiacutea hacerlo cuando visitaba enfermos Tomole el pulso encontrolo excitado mas no alarmante recomendole que rezara brevemente sin fatigar mucho la imaginacioacuten y por uacuteltimo manifestoacute el deseo de que no se quedara sola aquella noche Quiso velar junto a ella Serafinita pero Su Eminencia se opuso resueltamente a ello Instoacute la dama puacutesose Gloria de [334] parte de su tiacuteo estuvo a punto de enfadarse el metropolitano y entonces Serafinita cuya ley era la obediencia cedioacute el puesto a Francisca Esta trajo su colchoacuten encendioacute la lampara de velar enfermos y se dispuso a pasar alliacute la noche Retiraacutenronse los demaacutes

Pasaron las horas La casa estaba en profundo silencio Gloria se sumergioacute lentamente en las coacutencavas honduras de un letargo febril La pobrecita padeciacutea porque

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su espiacuteritu pugnaba por vencer aquel sopor de muerte y en sus esfuerzos habiacutea la treacutemula ansiedad del que suspendido sobre un abismo se agarra a la deacutebil rama de un aacuterbol para no caer Aquel abismo era la muerte La infeliz se abandonoacute al fin y llena de angustia dijo en su alma laquoMe mueroraquo Y en la vaguedad de sus sensaciones y de sus ideas se figuraba que su persona era simplemente un nombre escrito y deciacutea laquoMe borroraquo

Al mismo tiempo estrechaba sus dos brazos fuertemente contra el pecho Aquel ademaacuten era el amoroso y uacuteltimo adioacutes a dos seres queridos Gloria les besaba en idea y daacutendoles vida y cuerpo en su fantasiacutea poderosa les prodigaba tiernas caricias y los nombres maacutes dulces del lenguaje del corazoacuten La pobre enferma seguiacutea descendiendo Pareciole que veniacutea contra ella un soplo helado y agitaacutendose [335] y gimiendo como una llama se apagoacute Entonces dijo laquoVerdaderamente estoy muerta Ya no vereacute maacutes a las prendas de mi corazoacutenraquo

La pobre se sintioacute llorada por su familia se sintioacute amortajada por la piadosa mano de su tiacutea que se le representaba como un aacutengel blanco y sereno se sintioacute puesta en una caja friacutea y dura y fue rodeada de silencio y alumbrada de tristes luces Y sin embargo en medio de tan luacutegubre silencio ella atendiacutea al fenoacutemeno de su muerte lo observaba se miraba en eacutel como en claro espejo y en eacutel veiacutea reflejarse su hermosura su amor sus padecimientos todo lo que constituiacutea la desgraciada personalidad que en el mundo llevaba el nombre de Gloria

Se sintioacute bajada a un antro cavernoso y huacutemedo y encerrada en estrecho espacio sin aire sin luz Enorme peso habiacutea caiacutedo sobre ella junto a sus brazos extendiacuteanse entrelazadas como culebras las raiacuteces de los aacuterboles de los mismos aacuterboles que maacutes arriba meciacutean en clara y tibia atmoacutesfera sus hojas dando albergue a los paacutejaros Desde aquella profundidad sintioacute los pasos de los que auacuten viviacutean y entonces pensoacute con maacutes fuerza en las prendas de su corazoacuten Pensoacute tanto que las laacutegrimas brotaron de sus ojos corriendo como manantial escondido por aquella oscura entrantildea de la tierra Entonces [336] Gloria vio la extensioacuten de los cielos el mar pero no la tierra ni el sitio donde estaba Todo era claridad luz diacutea infinito Allaacute lejos distinguioacute al fin una especie de ribera mezquina montes una torre una torre y desde aquel horizonte veniacutea un hombre marchando a pasos de gigante Creciacutea al avanzar y avanzaba tanto que al llegar junto a la muerta tocaba el cielo con su cabeza Pasoacute sin verla y entrando en el mar corrioacute por encima de eacutel Se deslizaba como una nube En sus brazos llevaba un pequentildeo ser un nintildeo cuyos ojos brillaban como astros negros sobre la claridad del diacutea Gloria vio aquel precioso rostro infantil tan lindo que el Nintildeo Jesuacutes comparado con eacutel era feo y al verle su corazoacuten se partioacute en dos Observoacute la hermosa visioacuten y coacutemo alejaacutendose disminuiacutea El padre miraba siempre adelante el nintildeo hacia atraacutes Resbalaban sobre las aguas

Gloria dio un grito hizo un esfuerzo supremo uno de esos esfuerzos del alma que son capaces de tornar a infundir la vida en la carne abandonada rompioacute sus ligaduras levantoacute aquella enorme mole de tierra que teniacutea encima y si tuviera por cenotafio la piraacutemide de Cheops la levantara lo mismo se incorporoacute se puso en pie corrioacute [337]

Francisca sontildeaba tambieacuten mas sontildeaba cosas placenteras a saber que habiacutea venido su hermano de Ameacuterica trayendo mucho dinero Ambos eran ricos y felices Y al compaacutes con esta delectacioacuten de su espiacuteritu roncaba el cuerpo con estreacutepito Pero despueacutes tuvo una pesadilla horrible despertoacute sobresaltada miroacute al lecho de su amita y a la indecisa luz de la laacutempara observoacute que estaba vaciacuteo Miroacute a todos lados Gloria no estaba en la alcoba La pobre mujer sintioacute pavor inmenso y en el primer instante no

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pudo gritar porque le parecioacute que teniacutea un dogal al cuello pero al fin gritoacute y saliendo despavorida del cuarto llamoacute a D Buenaventura a Serafinita al cardenal Mayor fue su consternacioacuten al ver que despuntaba la aurora El grito de la buena mujer era

-La sentildeorita no estaacute iexclSe ha escapado [338]

- XXXI -

Mater amabilis

Habiacutea huido a las doce valieacutendose de los mismos medios que empleara algunas noches antes El profundo suentildeo de Francisca favorecioacute su evasioacuten del cuarto y las llaves que guardaba le abrieron las puertas de la casa Iba ligeramente vestida y con la cabeza mal cubierta por un pantildeuelo

Andaba cautelosamente al recorrer la casa pero con firmeza derecha a su objeto sin vacilar con marcha y ademaacuten que indicaban eneacutergica resolucioacuten Cuando se vio en campo libre dijo

-Corre alma miacutea corre

Y con pie ligero avanzoacute a la carrera por el camino real Su vestido claro flotando al viento daacutebale aspecto de una medrosa aparicioacuten de la noche Agitado su aliento por la velocidad [339] de su marcha tuvo que detenerse y dijo

-iexclOh queacute lejos estaacute Villamores No es todaviacutea Yo creiacute que llegariacutea de una carrera pero es maacutes allaacute maacutes allaacute detraacutes de aquella piedra

De nuevo emprendioacute la marcha primero despacio luego precipitadamente y se detuvo junto a una pared ruinosa medio cubierta de yerba

-No es todaviacutea -murmuroacute dando un suspiro- Es maacutes lejos auacuten Detraacutes de aquel aacuterbol que estaacute solo en medio del prado Por aquiacute se llega maacutes pronto que por el camino real

Abandonando el camino real tomoacute la vereda que cruzaba un prado y corrioacute por ella En la mitad de la senda detuacutevose mirando al suelo tapizado de flores que apenas se distinguiacutean en la oscuridad de la noche como juguetonas cabecitas agitadas por el viento todas de un color diseminadas en infinita muchedumbre formando misteriosa armoniacutea con las estrellas que abriacutean sus corolas de luz en la inmensa concavidad del cielo Gloria se arrodilloacute y dijo en alta voz

-Le llevaremos un ramo

Con su mano derecha arrancaba raacutepidamente las flores juntaacutendolas con los dedos de [340] la mano izquierda El ladrido de un perro daacutendole mucho miedo la hizo levantarse y seguir a corriendo Al llegar tras un gran castantildeo reconocioacute con asombro el terreno diciendo

-Si no he llegado todaviacutea Es maacutes lejos Detraacutes de aquella casa Un esfuerzo maacutes y llegareacute pronto

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La luna habiacutea salido de entre un grupo de nubes como una belleza que arroja sus tocas y se lanzaba locamente a la carrera por el azul profundo Como ella Gloria no volviacutea la vista atraacutes y avanzaba siempre avivando el paso a cada instante con la esperanza de llegar pronto Apretaba contra el pecho su ramo y diciendo

-Es mi uacuteltimo regalo Ya me parece que voy llegando Siacute llegareacute a tiempo de impedir Si tardo no los encontrareacute Corre alma miacutea corre

Pasando maacutes allaacute de la casa se sentoacute sin aliento sobre una piedra

-iexclOh Dios miacuteo -exclamoacute oprimieacutendose el pecho- iexclQueacute lejos estaacute Villamores iexclParece que huye de miacute

Echose atraacutes el pantildeuelo descubriendo su cabeza

-No no falta mucho -antildeadioacute- En subiendo esta cuesta iexclQueacute fatigada estoy [341] Se me rompe el corazoacuten No seacute coacutemo me canso si no tengo cuerpo Lo he dejado en la fosa

Subioacute la cuesta y sus ojos pudieron abrazar ancho horizonte Se veiacutea el mar a lo lejos confundieacutendose con el cielo por otro lado elevadiacutesimas sombras brumosas los montes las blancas casas destacaacutendose confusamente sobre la oscuridad de aacuterboles y praderas

-iexclOh aquella torrecita chica que parece un dedo sentildealando al cielo -dijo Gloria inundada de alegriacutea- aquella es Poco me falta iquestQueacute hay de aquiacute allaacute Cuatro pasos Llegareacute a tiempo

Faltaacutebale por andar la mitad del camino tres cuartos de legua La torre semejante a un dedo se veiacutea durante el diacutea pero de noche Gloria no podiacutea verla sino en su imaginacioacuten

-Un esfuerzo maacutes Cuatro pasos me faltan Los andareacute en una carrera porque tengo miedo de que vengan detraacutes de miacute y me cojan iquestEn doacutende estaacute mi ramo

Miroacute asombrada alrededor suyo Habiacutea perdido las flores

-Maacutes adelante cogereacute otras -antildeadioacute- Ahora no me puedo detener Si llego tarde no vereacute a las prendas de mi corazoacuten que huyen corriendo como las nubes sobre el mar iexclOh iexclDesgraciada [342] de miacute iexclEstar muerta y no poder seguirles iexclEstar en la fosa de Ficoacutebriga

Y se lanzoacute a la carrera hasta que le faltoacute la respiracioacuten Oyoacute canto a los gallos vio pasar a dos hombres ladraacuteronle algunos perros y una cabra saltando sobre las ramas hiacutezola temblar de miedo

-Adelante adelante Ya no me falta nada -deciacutea- Alas Dios miacuteo yo quiero tener alas como esas con que vuelan de mundo en mundo tus aacutengeles

Despueacutes de haber gastado sus escasas fuerzas en febril carrera encontrose casi imposibilitada de andar Sus rodillas se doblaban su cuerpo desmayado y flojo apenas podiacutea mantenerse derecho Soacutelo por un vigoroso esfuerzo de voluntad que arrancaba del potente sentimiento de su alma pudo andar con trabajo y lentamente un buen espacio A cada poco tiempo teniacutea que sentarse sobre una piedra o en el suelo

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-iexclOh Dios miacuteo -exclamoacute apoyando su cabeza en las rodillas- Si no podreacute llegar Si me quedareacute en este camino solo y friacuteo

Abrasadas laacutegrimas caldearon entonces sus mejillas y con esta raacutepida expansioacuten verificose en su mente como un deshielo y tuvo ideas claras y exacta conciencia de la realidad [343]

-iexclMe he creiacutedo muerta -dijo cruzando las manos- Viva estoy pues que padezco iquestPor queacute he venido aquiacute Es mi corazoacuten el que ha salido y ha echado a andar en medio de las confusiones de un delirio He tenido una congoja horrible un presentimiento Mi corazoacuten ha gritado iexclladrones No seacute lo que es esto Sin duda un disparate Pero yo quiero verle quiero verle a todo trance esta noche porque mantildeana entrareacute en un convento o morireacute Yo me creiacutea ya muerta iquestPuedo asegurar que no lo estoy Si parece que mi cuerpo se clava en la tierra que toda mi vida se paraliza Sentildeor dame aliento y un poco de vida Es preciso seguir adelante

Y siguioacute hasta que pudo ver de cerca la torre semejante a un dedo

-iexclYa estoy ya estoy -gritoacute con placentera sonrisa de alegriacutea- Me arrastrareacute si no puedo andar

Un cuarto de hora maacutes tardoacute pero al fin apoyaacutendose en una cerca de piedra y en los troncos de los aacuterboles pudo llegar a la anhelada ermita de Villamores

Villamores es una aldea cuyas casas diseminadas en gran extensioacuten se ven formando [344] grupos entre las verdes mieses Constituyen el grupo principal la iglesia la taberna y dos casas infanzonas de luacutegubre aspecto La iglesia es una humildiacutesima y caduca construccioacuten con puerta romaacutenica tejavana de podridas maderas y una torre Junto a la iglesia formando como una sola pieza se ve una casa que parece domicilio del sacristaacuten y en le vestiacutebulo existiacutean (ya han sido derribados) enormes y espesos aacuterboles que daban sombra a todo el edificio hacieacutendole maacutes negro de lo que era Pareciacutea un anacoreta tapujado con el capuchoacuten

Aquella noche veiacutease claridad en la puerta de la casa luminosos rayos que saliacutean por las hendiduras de la madera Acercose Gloria y al mismo tiempo oyoacute voces

-Estaacuten despiertos -dijo- Es cosa muy rara iquestQueacute hora seraacute

Acercose maacutes Creyoacute sentir ruido en la iglesia y vio tambieacuten luz al traveacutes de la ventana de ella

-Estaraacuten preparando la misa de alba -pensoacute- Llamareacute en casa de Mariacutea Juana

En la puerta de la casa habiacutea una gran hendidura Gloria miroacute por ella y estuvo a punto de perder el conocimiento tan grande fue su estupor [345]

iquestQueacute veiacutea Lo primero que vio fue un hombre alto rubio y grueso un gigante un San Cristoacutebal que estaba frente a la puerta Despueacutes vio la espalda y la cabeza de otro hombre sentado junto a una mesa Gloria no daba podiacutea creer a sus ojos porque aquel hombre era Daniel Morton La desgraciada joven sintioacute un temblor tan vivo que no pudo ni huir ni llamar ni hacer movimiento alguno

Tambieacuten vio una mujer Era Mariacutea Juana pobre viuda a quien Dordf Serafina habiacutea confiado la lactancia y la crianza del pobre nintildeo Mariacutea Juana era de buena edad guapa

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robusta honrada y discreta La elevacioacuten de su hijo mayor al sacristanato de Villamores despueacutes de que quedoacute viuda habiacuteale proporcionado aquella residencia que no teniacutea en verdad nada de fastuosa

Mariacutea Juana estaba junto a la mesa frente al caballero Sobre la mesa habiacutea una luz El caballero habiacutea sacado una cartera del bolsillo y empezaba a contar monedas de oro Poniacutealas en pequentildeas filas delante de Mariacutea Juana cuyos ojos devoraban con expresioacuten de ansioso arrobamiento aquel tesoro que surgiacutea delante de ella como los inverosiacutemiles caudales de los cuentos [346]

En la mente de Gloria vibroacute como un rayo la idea engendrada por aquel espectaacuteculo Con hondiacutesima turbacioacuten exclamoacute rasguntildeando la puerta y dando golpes en ella

-No me engantildeeacute iexclEstaacute comprando a mi hijo Juana Juana abre [347]

- XXXII -

Pascua de Resurreccioacuten

Los dos hombres se levantaron y Juana recogioacute con presteza el dinero Dio varias vueltas antes de abrir la puerta porque su azoramiento y confusioacuten la mareaban

-iexclSentildeorita Gloria -dijo torpemente al abrir- Usted aquiacute sola iexclDios nos valga

-iquestEn doacutende estaacute -dijo Gloria mirando a todos lados con desvariacuteo

-En la alcoba sentildeora -balbucioacute la madre del sacristaacuten- iquestEn doacutende habiacutea de estar tan hermoso como siempre No esperaba esta visita de su mamaacute

Gloria voloacute a la alcoba Todos fueron tras ella menos Sansoacuten a quien su amo mandoacute que saliese Juana alumbraba La madre corrioacute hacia la cuna donde se veiacutea la cara de un dormido [348] aacutengel sonrosado con cabellos negros y dos puntildeos de rosa cerrados fuertemente cual si quisieran apretar el aire

-iexclHijo miacuteo -exclamoacute la madre con desgarrador acento cayendo de rodillas junto a la cuna- iquestPor cuaacutento dinero te han comprado

Mariacutea Juana murmuroacute algunas palabras para disculparse

-Te perdono -afirmoacute Gloria sin mirarla

Y volvieacutendose a Morton le dijo sin rencor

-iquestEs cierto que le comprabas

-Es cierto -repuso gravemente- Una monja no es una madre Quiero llevaacutermelo y me lo llevareacute

Gloria se quedoacute meditabunda junto a la cuna

-Parece que Dios me ha traiacutedo aquiacute -dijo despueacutes de una pausa silenciosa y solemne- para impedir que roben a mi hijo

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-iexclRobar iquesteso puede decirse de un padre

-Es verdad he dicho mal -repuso Gloria miraacutendole con ternura- Pero no muerta yo mi hijo debe quedar al cuidado de mi familia

-iquestY por queacute no al cuidado miacuteo

-Porque estaraacute demasiado lejos Yo no le vereacute maacutes Pero sabiendo que mi sepultura no estaacute muy distante de la tierra donde eacutel viva [349] me consolareacute con la idea de sentir desde allaacute abajo sus primeros pasitos Mas no debo expresarme de este modo iquestno es verdad Mi pobre cuerpo seraacute polvo y nada sentiraacute En el Purgatorio donde padeceraacute mi alma tendreacute el consuelo de suponer a mi hijo en tierra de cristianos

Mariacutea Juana salioacute dejaacutendolos solos La alcoba era estrecha pero aseada El lecho la cuna y dos sillas la ocupaban casi toda y en la pared ademaacutes de un Cristo en estampa habiacutea varias laacuteminas devotas entre ellas una que representaba dibujadas con lentejuelas la planta del pie de Nuestro Sentildeor Jesucristo y la de su Madre

Daniel y Gloria se sentaron junto a la cuna La joven apoyaba fatigadamente su busto en el lecho cercano Teniacutea su semblante una sombra luacutegubre a ratos temblaba con friacuteo de enfermedad y si sus ojos reluciacutean con extraordinaria viveza su hermosa cabeza apenas podiacutea sostenerse sin el auxilio de la mano

-Gloria vida miacutea -dijo el hebreo rodeaacutendole los hombros con su brazo- Tuacute estaacutes intranquila Si es por lo que he hecho esta noche caacutelmate No hareacute sino tu voluntad

-Ya no tengo voluntad

-La has tenido bien firme y bien eneacutergica [350] -dijo Morton en tono de amarga queja- para rechazarme para renunciar a ser mi esposa y consagrarte al ascetismo en un convento cristiano iexclY queacute momento has escogido para abandonarme El momento en que yo haciacutea por ti el maacutes grande y el maacutes doloroso de los sacrificios

-Ya lo seacute el sacrificio de aceptar una religioacuten que aborreces iexclTerrible cosa es obligar al alma a una impostura semejante iexclCuaacuten claramente he leiacutedo en tu corazoacuten Tuacute me has dicho que nada de lo que siento se te oculta

-Es verdad

-Igual me pasa a miacute Hoy te he visto en espantosa lucha con tu conciencia y me ha dado miedo

-iexclMiedo

-Siacute me he horrorizado de verte haciendo el sobrehumano esfuerzo de jurar un Dios en quien no crees Admiro el sacrificio y lo agradezco en mi corazoacuten de mujer pero no puedo aceptarlo Mis tiacuteos que son tan sabios cayeron en el lazo pero yo que soy tonta te mireacute a los ojos y leiacute tu intencioacuten Hace tiempo que Dios me ha dado una perspicacia asombrosa No no seraacutes cristiano si mi Dios no te ilumina y mi Dios no te ha iluminado todaviacutea [351]

-Es verdad -dijo Morton confuso- que mi conversioacuten era fingida iquestA queacute negaacutertelo No podiacutea ser de otra manera Pero tuacute me debiste admitir tal cual yo iba en busca tuya debiste confiar en que tal vez nos entenderiacuteamos despueacutes de casados

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-Asiacute lo penseacute -repuso Gloria amorosamente- Yo deciacutea para miacute laquoeacutel viene con engantildeo pero cuando viva constantemente a mi lado confundidos nuestros pensamientos como nuestra vida yo le hareacute cristiano verdadero Insensiblemente vendremos a pensar y creer lo mismoraquo

-iquestY por queacute por queacute no has persistido en esa noble idea -exclamoacute Daniel con desesperacioacuten- iquestPor queacute cuando yo estaba a punto de salvarte has huido desairaacutendome de un modo incomprensible

-iexclAh Mi conciencia no me permitiacutea privarte de tu madre Yo la vi como una leona a quien han robado sus hijos Las terribles injurias que dijo de ti hicieacuteronme comprender la grandeza de su amor materno y de su fanatismo religioso

-No lo tiene su fanatismo es de raza

-Lo mismo da Al momento comprendiacute que ibas a perder a tu madre por miacute iexclSi vieras queacute espantoso eco produjo en mi amor materno la [352] desesperacioacuten de tu madre Lo que ella sentiacutea lo sentiacutea yo tambieacuten Penseacute en mi hijo iexclAy de miacute Si yo viviera muchos antildeos y le viera grande y de improviso me abandonara para unirse a una mujer de otra religioacuten iexclEsta idea me mata Esto no se puede imaginar

Mirando a su hijo exclamoacute con terror

-iexclSi yo viviera si yo te viera grande y huyendo de miacute para amar a una mujer enemiga de Jesucristo

Horrorizada se cubrioacute el rostro con ambas manos

-iexclLa religioacuten -dijo Morton sombriacuteamente- iexclSiempre el mismo fantasma pavoroso que nos persigue atormentaacutendonos Sombra terrible proyectada por nuestra conciencia en todas partes la encontramos no nos permite ni una idea libre ni un sentimiento ni un paso Es en verdad tremendo que lo que viene de Dios parezca a veces una maldicioacuten

-No hables asiacute -dijo la joven con pena- iquestPues queacute hemos de afligirnos por estas contrariedades de la tierra La tierra es pequentildea el Cielo grande Aquiacute todo es esclavitud alliacute libertad completa Las aspiraciones sublimes del alma son aquiacute esfuerzos que se estrellan contra invencibles muros allaacute son un vuelo majestuoso [353] que no tiene fin iquestPor queacute te afanas iquestPor queacute das tanta importancia a lo que he hecho esta tarde iquestQueacute importa eso Las separaciones de la tierra son las uniones de allaacute

-Tu fe es mucha

-Siacute Mi fe es grande y la tuya lo seraacute tambieacuten porque tuacute seraacutes salvo Dios hablaraacute en ti tuacute seraacutes cristiano No ha llegado la hora pero llegaraacute Esto es en miacute maacutes claro que la luz Ademaacutes iquestqueacute cosa enaltece y glorifica al alma tanto como el sacrificio Yo quiero y debo hacerlo Todo lo que aquiacute sea privacioacuten allaacute seraacute regalo

-iexclPobrecita -exclamoacute Daniel- Un exaltado idealismo te trastorna Por piedad no violentes la idea del sacrificio hacieacutendola contraria a las leyes que nos ha dado Dios Si me amas iquesta queacute esa renuncia cruel

-Para salvarte No hay redencioacuten sin viacutectima

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-Siacute yo aseguro que la puede haber lo aseguro

-Tuacute seraacutes salvo

-Mi salvacioacuten es amarte no quiero otra

-Entraraacutes conmigo en el Paraiacuteso

-Estando a tu lado estoy en eacutel

-Yo estoy llena de tranquilidad tuacute de agitacioacuten Yo confiacuteo y espero tuacute dudas Yo abrigo la seguridad de nuestra dicha futura pero tu [354] alma incapaz de comprender esto vacila y lucha con los errores que la poseen Pero ella saldraacute de ese caos ella que merece la luz la tendraacute iexclOh iexclcuaacutento hubiera sentido morirme sin decirte estas cosas Mi pena maacutes grande aquella a que no podiacutea resignarme era la de verme al borde del sepulcro y no tener un instante a mi disposicioacuten para poder decir esto que te digo He delirado como los que se mueren he sentido que la vida se iba acabando en miacute desesperada y confusa he dicho mil disparates he reiacutedo como los tontos he notado que cada parte de mi ser se dislocaba con las espantosas contracciones de la muerte No seacute queacute idea terrible queacute fuerza misteriosa me arrojoacute de mi cama y me trajo aquiacute Entre tanto desvariacuteo mi pobre razoacuten vio con claridad una cosa que me robariacuteas a mi hijo para poseerme en eacutel Mi tiacuteo me dijo que te habiacutea visto entrar en casa de Caifaacutes Sospecheacute Yo me moriacutea pero no estaba muerta y si hubiera estado muerta habriacutea resucitado Saliacute corriacute voleacute iexclQueacute dicha tan grande poderte confiar mis uacuteltimos pensamientos antes de morir Estos pensamientos me hubieran pesado mucho llevaacutendomelos conmigo

Inclinoacute la cabeza sobre el lecho cercano Daniel acudioacute a ella [355]

-iexclOh iexclqueacute bien estoy aquiacute -dijo Gloria mirando a los ojos de su amigo a distancia de pocos dedos- iexclMi hijo iexcltuacute lo que maacutes amo en el mundo

-Esos son los sentimientos maacutes legiacutetimos maacutes naturales y maacutes caros a tu Dios y a todos los dioses -dijo Morton- iquestPor queacute no has ajustado tus acciones a ellos despreciando todo lo demaacutes

-Amigo miacuteo -dijo ella cerrando los ojos- Dios me demuestra su bondad permitieacutendome morir asiacute

-No pienses en muerte -indicoacute Daniel extraordinariamente alarmado del aspecto abatido de su amiga- iquestQuieres que llame iquestQueacute tienes

-Nada nada -repuso Gloria miraacutendole maacutes de cerca auacuten tan de cerca que los ojos de entrambos cambiaban sus reflejos de pupila a pupila- No llames a nadie Si entrara alguien no estariacuteamos solos iexclQueacute bien me siento iquestEn doacutende estaacute mi hijo

-Aquiacute iquestno lo ves

-iquestQuieres hacerme un favor

-iquestQueacute

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-iexclAy no puedo moverme Parece que todo lo que hay en miacute de vida se detiene y soacutelo queda con movimiento el incansable corazoacuten [356] Levaacutentame en tus brazos y recueacutestame en ese lecho Pon despueacutes al nintildeo junto a miacute

Daniel hizo lo que ella le mandaba

-Voy a llamar -dijo despueacutes

-No te ruego que no llames No necesito nada Ahora estoy muy bien Me siento ahora como nunca Pero dime iquestestamos solos

-Enteramente solos iquestPor queacute no duermes amor miacuteo -dijo el hebreo abrazando con pasioacuten su hermosa cabeza

-A eso voy querido -dijo Gloria con festiva confianza- Y te aseguro que tardareacute un ratito en despertar

-Voy a llamar a esa mujer -repitioacute Morton cada vez maacutes inquieto

-Si la llamas me voy a dormir a mi casa -dijo Gloria detenieacutendole por un brazo- Para el mal que yo siento tu compantildeiacutea sola y la de este nintildeo es lo que maacutes me agrada

-iexclOh queacute benditas palabras estaacutes diciendo -exclamoacute Daniel trastornado de juacutebilo y emocioacuten- iexclY siendo como eres no puedo llamarte mi esposa Esto es un crimen un crimen horrendo del cual Dios tu Dios o el miacuteo cualquiera de ellos nos ha de pedir cuenta en la otra vida

-Ves esto con mirada baja y pequentildea Yo llevo la idea de nuestros desposorios por caminos [357] maacutes altos Tuacute la veraacutes cuando seas salvo y entonces me daraacutes las gracias pobre ciego Pero dime iquestestamos en efecto solos

-Solos iexclOh si pudieacuteramos estar asiacute toda la vida si pudieacuteramos huir romper con todo el mundo labrarnos un mundo para nosotros si pudieacuteramos gozar de esta grata soledad perpetuamente como es nuestro destino iexclcuaacuten pronto querida miacutea derribariacuteamos los vanos altares en cuya piedra nos han degollado y levantariacuteamos en su lugar otro uno solo para los dos

-Eso sucederaacute cuando tuacute vengas a Jesucristo -repuso la joven con alegriacutea- Yo estareacute entonces muy lejos pero por grande que sea la inmensidad infinita te reconocereacute en ella y te dareacute la mano

-Jesucristo iexclSiempre ese nombre

-iexclSiempre Seacute que entraraacutes en su reino y ese es mi consuelo es la idea que me ha salvado de la desesperacioacuten y del infierno es la idea que me proporciona una dulce muerte la purificacioacuten de mi alma y la seguridad de mi entrada en el Cielo Por esa idea la muerte es dulce para miacute y ella basta a llenar de gozo mis uacuteltimos momentos

-Por Dios no hables de morir -dijo Morton- Viviraacutes y seraacutes miacutea Dame la mano [358]

-iexclEl corazoacuten te doy -exclamo Gloria con la voz maacutes divina que puede oiacuterse tomando la mano de su amigo y oprimieacutendola contra su pecho- Desde que al nacer dio el primer latido fue tuyo Te amoacute judiacuteo lo mismo que te habriacutea amado cristiano porque

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te amoacute en Jesucristo para quien todos los hombres son iguales iexclEsposo te doy con la boca el mismo nombre que hace tiempo y a todas horas te doy con mi pensamiento He vivido en ti y en ti muero

-Y sin embargo cruel tuya es la culpa de nuestra separacioacuten porque siendo sin saberlo coacutemplice de mi madre has desbaratado juntamente con ella mi proyecto

-Lo he desbaratado porque hubiera tenido sobre mi conciencia la desesperacioacuten de tu madre Al verla dije laquoantes morireacute que poner discordia entre un hijo y una madreraquo Ademaacutes tu conversioacuten no era sincera Sobre todas las cosas me cautivaba en aquella hora la idea de que este horrible conflicto en que se encuentran nuestras almas no habiacutea de concluir sino por un gran sacrificio y de que este sacrificio debiacutea hacerlo yo Y no daraacute sus frutos en este mundo miserable sino en otro allaacute donde brotan y se alzan llenas de aromas y bellezas las flores cuya semilla hemos arrojado aquiacute [359]

-Yo admiro tu sacrificio pero no lo comprendo -dijo Daniel con amargura- Esa solucioacuten de que hablas iquestdoacutende ha de ser realidad iquesten ese horrible convento donde te encerraraacutes desde mantildeana

-No en el Cielo -repuso Gloria con angelical sonrisa- Me alegro de que la muerte me impida ir al convento Asiacute es mejor mucho mejor En el convento me habriacutea sido imposible convertir el amor que te tengo en la pasioacuten miacutestica que mi tiacutea me presenta como modelo de la perfeccioacuten cristiana me habriacutea sido imposible olvidar a mi hijo y dejar de consagrarle todas las horas De este modo muriendo despueacutes de haber renunciado todos los goces creo haber llevado bastante mi cruz y expiro confiando en que Dios ha de salvarnos a los dos

-iexclOh tuacute no moriraacutes Gloria no moriraacutes todaviacutea -exclamoacute Daniel besando su frente- pero si murieras tu muerte seriacutea un suicidio habriacuteas sucumbido a esa insensata mortificacioacuten moral a esa cruel renuncia de bienes legiacutetimos iexclPobre aacutengel extraviado Te has estado matando lentamente diacutea tras diacutea El padecer seraacute meritorio pero el padecer por el padecer no puede ser una religioacuten Has sacrificado un porvenir que podiacutea haber sido risuentildeo has ahogado una familia naciente Siempre que se [360] puede hacer el bien debe hacerse en vida mayormente si se hace tambieacuten a los demaacutes Tuacute impidiendo que nos entendieacuteramos impidiendo que nos unieacuteramos en viacutenculo civil para poder llegar a la reconciliacioacuten de nuestras ideas te has matado a ti misma y me has matado a miacute y difieres nuestra dicha y nuestra unioacuten para la otra vida pudiendo haberla realizado en esta Te entrometes en la obra de Dios querida

-No eres cristiano iquestcoacutemo has de comprender esto iexclPero tuacute lo comprenderaacutes En este mundo no podiacutea ser yo tu esposa porque tu conversioacuten era una falsedad No hay que afligirse el alma es libre y su inmortalidad le ofrece tiempo caminos sin fin para alcanzar el bien que desea Yo muero con gozo y muriendo siento inefable regocijo al decirte laquoDaniel tuacute seraacutes salvo por mi mediacioacutenraquo Mi fe en Jesucristo me inspira esta confianza

Debilitaacutendose su voz empezoacute a temblar con leves convulsiones

-Tengo friacuteo -murmuroacute- abriacutegame Que estos uacuteltimos cuidados que me prestas sirvan para fijar maacutes en ti mi memoria Dios me ha concedido el beneficio de morir en tus brazos para que de este modo mi muerte selle tu persona y quedes marcado para la redencioacuten que vendraacute [361]

Gloria Benito Peacuterez Galdoacutes

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-No hables de morir no hables de eso -exclamoacute Daniel arropaacutendola con las mantas

-Hace tiempo que estoy muriendo Mi corazoacuten que es el que tiene la herida me anuncioacute el fin Ahora mismo parece que eacutel estaacute tirando tirando para arrancar sus propias raiacuteces

-Tu delirio te engantildea Vive aunque no seas para miacute aunque mueras de otra manera en esa equivocada perfeccioacuten del convento cristiano

-iexclQueacute bueno ha sido Dios para miacute iexclSiacute queacute bueno -dijo Gloria- Bueno porque me permite morir a tu lado bueno porque me evita entrar en el claustro donde tu recuerdo y el de mi hijo no me habriacutean permitido ser santa iexclOh queacute imperfecta soy En miacute todo es humano y el misticismo esa singular manera de amar a Dios con pasioacuten sobresalto y congojas de enamoramiento no caben en mi espiacuteritu Muero sin poder desarraigar de mi pecho lo mundano Pero Jesucristo a quien adoro tendraacute misericordia de miacute me ensentildearaacute otros caminos mejores y aprendereacute el amor divino y me abrasareacute con gozo en esa pasioacuten siempre que en ella haya algo de ti y de mi hijo pues sin uno y otro no comprendo nada de amor

Debilitaacutendose maacutes antildeadioacute

-Me siento morir Yo creo que estoy muerta [362] ya y que hablo y te miro por especial favor de Dios para que no te quedes solo todaviacutea Todo en mi ser se acaba Toca mi corazoacuten veraacutes coacutemo apenas late Mi vista se turba ya iquestEn doacutende estaacute mi hijo

-Aquiacute iquestno lo ves

Gloria se volvioacute sobre su derecha para abrazar al pobre nintildeo que seguiacutea durmiendo

-Un favor te pido segura de que me lo has de conceder -dijo Gloria tomando la mano de su amigo

-Di

-Que no robes a mi hijo ni lo compres ni intentes arrebatarlo jamaacutes a la patria y a la familia de su madre Quiero que sea educado entre cristianos

-Yo te juro que se cumpliraacute tu deseo -repuso Morton con voz turbada

-No te alejes esposo miacuteo no te separes de miacute ni un solo momento

-Si estoy aquiacute

Daniel la observoacute con terror y vio que sus facciones tomaban un tinte luacutegubre y que sus hermosos ojos se nublaban

-iexclQueacute placer -dijo cerrando los ojos y estrechando con su brazo derecho al pobre nintildeo que seguiacutea durmiendo- Te suplico que ames mucho a mis tiacuteos pues todos son buenos y han [363] deseado mi bien Me enterraraacuten al lado de mi padre y de mis hermanitos

El hebreo sintioacute la maacutes horrible angustia Comprendiendo la gravedad del estado de Gloria no se atreviacutea a separarse de ella Y sin embargo era indispensable llamar pedir socorro Llamoacute a la duentildea de la casa pero nadie le respondioacute

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-iquestEstaacuten ahiacute mis tiacuteos -dijo Gloria abriendo los ojos- Siacute les veo ahiacute estaacuten Sentiriacutea no despedirme de ellos Ya querida tiacutea estaraacute usted contenta de miacute El sacrificio que usted me pediacutea iquestno estaacute hecho La renuncia que usted me aconsejaba iquestno estaacute hecha

Su espiacuteritu despueacutes del periacuteodo de lucidez en que le hemos visto habiacutea sido de nuevo arrastrado a las tenebrosas corrientes circulares del delirio estado vertiginoso tan semejante a los remolinos del agua en la tromba

-Pero la idea de usted querida tiacutea -prosiguioacute la enferma- no ha podido triunfar completamente en miacute y al presentarme delante de Dios le presento las prendas de mi corazoacuten y los nobles afectos de que no puedo desprenderme iexclOh Dios miacuteo no me es posible amarte como a un novio No te veo grande y superior a todas las cosas sino cuando veo bajo tu sombra a los que he amado en el mundo Por Ti [364] mi esposo y mi hijo subiraacuten conmigo a descansar a la sombra de ese aacuterbol celestial en cuyas ramas cantan los aacutengeles

Su voz se fue apagando y sus facciones se alteraron demacraacutendose Morton no pudo resistir maacutes aquella situacioacuten y salioacute corriendo En la sala inmediata no habiacutea nadie Vio una puerta que conduciacutea a oscuro pasillo entroacute por eacutel y despueacutes de andar regular trecho en tinieblas salioacute a un recinto alumbrado era una iglesia En el altar donde ardiacutean algunas luces un pobre y humilde cura con la casulla raiacuteda empezaba la misa de alba La tercera parte de la iglesia estaba llena de aldeanos Morton desde la puerta de la sacristiacutea gritoacute con todas las fuerzas de su voz

-iexclSocorro

Mientras eacutel estuvo fuera Gloria sin notar su ausencia hablaba de este modo

-iexclOh querido tiacuteo ha vencido usted queacute grato consuelo para miacute Mi conciencia no me acusa de nada y muero tranquila con la santa absolucioacuten que usted me dio esta tarde en nuestra capilla iquestEstaacute usted contento de miacute Lo espero Ninguacuten nuevo pecado tengo que revelar iquestNo dije que me era imposible dejar de amarle Si ahora estaacute a mi lado no le acuse usted a eacutel Yo he venido aquiacute y he venido [365] sin culpa Dios nos ha puesto juntos en sentildeal de nuestra unioacuten eterna allaacute donde no hay maacutes que una religioacuten Usted llora querido tiacuteo iquestpor queacute Soy feliz Esta tarde al confesarme le dije que me cautivaba la idea del sacrificio y que deseaba hacerlo Usted no lo aproboacute aconsejaacutendome el casamiento que ya era posible pero se presentoacute la madre vinieron obstaacuteculos aprovecheacute la ocasioacuten me declareacute libre renuncieacute iquestQueacute mayor gozo que realizar en el Cielo faacutecilmente lo que en la tierra es tan difiacutecil Usted sonriacutee iquestNo es verdad que tengo razoacuten iexclBendita sea esta grandiosa idea iexclRenunciar para poseer iexclMorir para vivir iexclDecir que no para que Dios nos diga siacute Bienaventurados los que padecen Usted llora querido tiacuteo y llorando me bendice Ya estoy cerca adioacutes

Morton volvioacute corriendo al lado de ella Tras eacutel veniacutean Mariacutea Juana y otras dos mujeres

-iexclSe muere se muere -exclamoacute Daniel con desesperacioacuten

-Avisemos a la casa

-Siacute siacute iquestNo hay un meacutedico aquiacute

-Siacute sentildeor le llamaremos Corre corre tuacute

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-Gloria Gloria -dijo el hebreo llamando a su amiga- iquestNo me oyes [366]

-Siacute -contestoacute con entera voz- Esposo esposo miacuteo soy feliz porque estareacute unida a ti en la vida sin fin iquestDoacutende estaacutes

-Aquiacute contigo iquestno me ves

-iquestY mi hijo

-Aquiacute tambieacuten

-Ya te veo ya le veo -exclamoacute demostrando en su mirar y en el tono de su voz que se hallaba de nuevo en estado de lucidez

Su espiacuteritu aleteaba entre el cielo y la tierra

Daniel la besoacute ardientemente intentando reanimar con el calor de su boca aquel hermoso cuerpo que iba cayendo en el friacuteo abismo de la muerte Gloria abrioacute los ojos y su mirada pareciacutea una resurreccioacuten porque puso en ella toda la expresioacuten toda la vida todo el sentimiento y la gracia de sus maacutes felices diacuteas Al mismo tiempo sonreiacutea La que habiacutea sido gala de la tierra y regocijo de la Humanidad se deteniacutea auacuten en la puerta del cielo y vuelta hacia el valle de laacutegrimas le consagraba su uacuteltima mirada y su uacuteltima sonrisa como el desterrado que ha tomado carintildeo al paiacutes de su destierro y desde la frontera de su patria lo contempla

Elevando entonces los ojos al cielo y enlazando sus manos con las del autor de su desgracia exclamoacute [367]

-Creo en Dios en mi alma inmortal inmerecedora del bien si Jesucristo no la hubiera redimido del pecado original creo en Jesucristo que murioacute por salvarnos en el juicio final en la remisioacuten de los pecados

Con los labios con el corazoacuten que se le partiacutea de dolor y expulsando el juicio de siacute en aquel instante supremo Daniel dijo

-Tambieacuten yo creereacute todo lo que tuacute crees

La moribunda hizo un esfuerzo por incorporarse murmurando

-En Jesucristo -murmuroacute

-Tambieacuten -dijo Morton creyeacutendose el maacutes cruel de los hombres si no lo deciacutea

-En el uacutenico Dios -antildeadioacute ella

-iexclEsa esa esa es la mejor religioacuten -exclamoacute el israelita estrechaacutendola en sus brazos con delicadeza- Creo en ti en la fuerza inmensa de tu espiacuteritu divino al cual espero estar unido por toda la vida allaacute donde no hay maacutes que una religioacuten

-iexclLa miacutea -balbucioacute la moribunda con sonrisa inefable

-iexclLa nuestra -dijo Morton traspasado de angustia

Hubo un instante de silencio El hombre contemploacute en las pupilas de su amada el tenebroso hundimiento de la vida en los abismos [368] ocultos cuya luz no vemos los

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de acaacute Sintiose fuertemente asido como presa que va a ser arrastrada y con los uacuteltimos alientos de la joven oyoacute estas palabras

-Mantildeana mantildeana seraacutes conmigo en el Paraiacuteso

Todo el movimiento y la fuerza nerviosa que estrechaban el cuello del hebreo cesaron Separose la persona de Gloria de la armoniacutea de lo viviente y su bella faz se fue apagando como ascua quedando en perfecta calma aquella ceniza hermosa y tibia a cada instante maacutes friacutea maacutes blanca y maacutes inmoacutevil Creeriacutease que auacuten susurraba la vida en sus labios mas era ilusioacuten Era que persistiacutea la expresioacuten sublime de sus sentimientos y aquella ceniza sin lumbre amaba al parecer todaviacutea Los aacutengeles acercaacutendose suavemente la tocaron con sus blandas manos la examinaron la suspendieron y el fatigado espiacuteritu suspiroacute al tener conciencia de su nueva vida A punto que el alma libre tendiacutea su primera mirada por lo infinito Daniel Morton oyoacute las campanas que dentro y fuera de la iglesia sonaban con estreacutepito Era el momento en que el cura cantaba con su vieja vocecilla Gloria in excelsis Deo Todo era alegriacutea en memoria de la resurreccioacuten del Sentildeor [369]

- XXXIII -

Todo acaboacute

Poco despueacutes entroacute a iluminar el fuacutenebre cuadro un rayo de sol uacutenica antorcha digna de aquel cadaacutever Con el diacutea llegaron anhelantes y llenos de congoja D Buenaventura Serafinita y varios criados de la casa Puede comprenderse su consternacioacuten al ver lo que encerraba la triste alcoba donde los gemidos de un hombre y el llanto de un nintildeo que se comiacutea los puntildeos haciacutean maacutes teacutetrico el silencio inalterable de aquellos labios cuyas palabras habiacutean dado alegriacutea al mundo

Dordf Serafina cayoacute de rodillas invocando al Sentildeor y su hermano despueacutes de los primeros momentos de sorpresa y dolor pidioacute explicaciones que no le fueron dadas Maacutes tarde y cuando lo que restaba de la sentildeorita fue trasladado a Ficoacutebriga D Buenaventura a quien acompantildeoacute por el camino el hebreo pareciacutea no tener dudas acerca de la inocencia de este en tan desastroso fin

D Aacutengel medio muerto de pena no quiso [370] salir de su habitacioacuten Madama Esther encerrada tambieacuten en la suya teniacutea los ojos encendidos de tanto llorar Fue un diacutea de general laacutestima y pena en la villa mariacutetima y el tiempo apacible desaparecioacute ponieacutendose oscuro centildeudo y lloroacuten el cielo Corriacutean los vientos y quejaacutendose alborotada la mar dejaba oiacuter en toda la costa sus mugidores ayes

A la mantildeana siguiente hubo entierro al que asistioacute gran gentiacuteo la mayor parte de eacutel por verla que ninguna curiosidad es tan viva como la que inspiran los muertos que en vida han sido objeto de la atencioacuten puacuteblica Muchos lloraban durante la triste ceremonia Caifaacutes pareciacutea un muerto que saliacutea del hoyo para enterrar a un vivo el cura dragoacuten formidable de los mares y de los montes sollozaba como un nintildeo D Juan Amarillo simbolizaba correctamente la tristeza oficial muchos asistentes deciacutean con maacutes asombro que compasioacuten

-Todaviacutea estaacute guapa

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A las diez de la mantildeana la tierra habiacutea ya pasado su nivel sobre el cuerpo y el mundo seguiacutea su marcha Ideas y acontecimientos todo marchaba en la rueda fatal dejando atraacutes aquella idea y aquel suceso caiacutedos ya y segregados del movimiento humano En tal movimiento debemos comprender la dispersioacuten de [371] los personajes principales de esta historia dispersioacuten luacutegubre y oscura como la retirada de los ejeacutercitos que han dado encarnizadas batallas sin victoria Tambieacuten aquellos nobles corazones habiacutean venido de lejanas y contrapuestas tierras para pelear habiacutean peleado y se retiraban despueacutes chorreando sangre preciosa iquestQuieacuten los lanzoacute al baacuterbaro combate iquestVolveriacutean a empentildearlo La querella subsistiacutea subsiste y subsistiraacute pavorosa y antes de que se acabe muchas Glorias sucumbiraacuten ofrecieacutendose como viacutectimas para aplicar al formidable monstruo que toca con la mitad de sus horribles patas a la historia y con la otra mitad a la filosofiacutea monstruo que no tiene nombre y que si lo tuviera lo tomariacutea juntando lo maacutes bello que es la religioacuten con lo maacutes vil que es la discordia muchas Glorias sucumbiraacuten siacute arrebataacutendose del mundo que encuentran despreciable a causa de las disputas y corriendo a presentar su querella ante el Juez absoluto

En el mismo diacutea partieron D Aacutengel y su hermana el uno para su dioacutecesis la otra para su convento o antesala de la bienaventuranza eterna Partieron tambieacuten los hebreos como desterrados D Buenaventura se quedoacute dos diacuteas maacutes para arreglar ciertas cosas pero al fin marchoacute tambieacuten Rechinaron las llaves de la casa [372] se cerroacute todo no quedoacute alliacute maacutes que el viento que jugaba con las persianas rotas y daba vueltas por las cuatro fachadas De la que regocijaba el universo con su presencia no quedaba nada visible y donde ella habiacutea vivido no habiacutea maacutes que soledad silencio olvido El antildeo pasado o si se quiere cuatro antildeos despueacutes de los sucesos referidos vimos restaurada la casa de Lantigua D Juan Amarillo no habiacutea podido atrapar tan hermosa finca y estaba liacutevido de desesperacioacuten tristeza y codicia por lo cual burlonamente le llamaban los de Ficoacutebriga D Juan Verde Su esposa atacada de una ictericia croacutenica se consumiacutea tristemente roiacuteda por un diente de cobre que le destrozaba las entrantildeas

Habiendo conservado la casa para siacute D Buenaventura pasaba en ella los veranos con su simpaacutetica familia De la sentildeorita Gloria nadie o casi nadie se acordaba ya La aureola de memorias humanas se habiacutea marchitado en su frente pero iquestqueacute le importaba si teniacutea otra de luz inextinguible cuyo resplandor no por sernos oculto es menos vivo Sobre su tumba habiacutean grabado catorce apellidos D Silvestre [373] quiso que se pusiera tambieacuten un verso un elogio cualquier cosita aconsonantada de esas que constituyen la fuacutenebre gacetilla de los cementerios pero D Buenaventura no lo consintioacute El olvido en que poco a poco ha ido quedando su preciosa memoria debe ser para ella muy placentero si desde la celestial inmortalidad donde reside puede dirigir una mirada de laacutestima a Ficoacutebriga

De Serafinita se teniacutean noticias edificantes Su santidad creciacutea sin que disminuyera su bondad lo que era garantiacutea de la salvacioacuten de alma tan notable D Aacutengel no volvioacute maacutes a Ficoacutebriga y seguiacutea gobernando su dioacutecesis como eacutel sabiacutea hacerlo Ahora se dice que le van a trasladar a otro arzobispado de maacutes importancia y en verdad lo merece Recordaba siempre con amargo disgusto los sucesos del Saacutebado Santo de aquel antildeo y la problemaacutetica conversioacuten iquestpero queacute podiacutea eacutel hacer santo varoacuten en medio de la terrible batalla de las conciencias Si en aquel diacutea no entroacute alma nueva en el reino de Dios no fue por culpa del digno y soliacutecito pastor

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En el mismo antildeo a que me refiero es decir cuatro despueacutes de aquella Semana Santa ceacutelebre en Ficoacutebriga por sus espleacutendidas procesiones (y no hubo maacutes porque D Buenaventura dedicoacute [374] su dinero a empedrar la villa) cuatro antildeos maacutes tarde repito un precioso nintildeo jugaba en el jardiacuten de Lantigua Era y es la imagen viva de aquel chiquillo divino cuyos ojos tan lindos como inteligentes miraron con amor al mundo antes de reformarlo Diriacutease de eacutel que no nacioacute de madre sino por milagro del arte y de la fe que le dio cuerpo y vida la ardiente inspiracioacuten de Murillo En Ficoacutebriga le llamaban y le llaman el Nazarenito Tiene los ojos de su madre y el perfil de su padre gracia armoniacutea cierta severidad lumbre extraordinaria en la fisonomiacutea el cabello castantildeo y rizado Todos le adoran le criacutean hasta con mimo porque D Buenaventura no sabe negarle nada y es de oiacuter el horrible estreacutepito que hacen en la casa sus caballos de palo sus aros con timbre sus carretones sus trompetas sus velociacutepedos sus fusiles sus tambores y demaacutes instrumentos de juego con que le obsequian un diacutea y otro sus primitas su mamaacute Antonia y su tiacuteo Ventura

Entonces es decir el antildeo pasado estaba vestido de luto Eacutel no sabiacutea por queacute pero habiacutea una razoacuten y era que su padre habiacutea muerto en Londres iquestDe queacute clase de muerte mejor dicho iquestde queacute enfermedad De una que no tiene nombre Habiacutea muerto despueacutes de dos antildeos de locura motivada por la extrantildea y sin igual [375] maniacutea de buscar una religioacuten nueva la religioacuten uacutenica la religioacuten del porvenir Eacutel deciacutea que la habiacutea encontrado iexclPobre hombre Meditando se consumioacute perdioacute la razoacuten y al fin se apagoacute como una laacutempara a la cual dan un soplo

iquestEncontrariacutea su idea allaacute donde alguien le esperaba impaciente y quizaacutes con hastiacuteo del Paraiacuteso mientras eacutel no fue Es preciso contestar categoacutericamente que siacute o dar por no escrito el presente libro

Y en tanto aquiacute iquestno debemos aspirar a que sea verdad en lo posible lo que sontildearon la enamorada de Ficoacutebriga y el loco de Londres Tuacute precioso y activo nintildeo Jesuacutes estaacutes llamado sin duda a intentarlo tuacute que naciste del conflicto y eres la personificacioacuten maacutes hermosa de la humanidad emancipada de los antagonismos religiosos por virtud del amor tuacute que en una sola persona llevas sangre de enemigas razas y eres el siacutembolo en que se han fundido dos conciencias haraacutes sin duda algo grande

Hoy juegas y riacutees e ignoras pero tuacute tendraacutes treinta y tres antildeos y entonces quizaacutes tu historia sea digna de ser contada como lo fue la de tus padres

FIN DE LA NOVELA

MADRID

Marzo- Abril -Mayo de 1877

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  • Gloria
    • Primera Parte
      • - I -
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