Bestiario, tomo I.

88
bestiario ABIGAIL ZOVICH i

description

de Abigail Zovich

Transcript of Bestiario, tomo I.

Page 1: Bestiario, tomo I.

bestiario

ABIGAIL ZOVICH

i

Page 2: Bestiario, tomo I.
Page 3: Bestiario, tomo I.
Page 4: Bestiario, tomo I.
Page 5: Bestiario, tomo I.

un vestigio del

PIÉLAGO

Page 6: Bestiario, tomo I.

De la misma autora

SI MIRAS EN EL ABISMO...REY DE LOS LADRONES

CORAZÓN INVERNAL

DIENTE DE LEÓN

Page 7: Bestiario, tomo I.

BESTIARIOtomo I

ABIGAIL ZOVICH

Clan Destino

Page 8: Bestiario, tomo I.

Abigail ZovichBestiario, tomo I.

Contacto con la autora | [email protected]

Contacto editorial | [email protected] www.editorialclandestino.blogspot.com

Primera edición Clan Destino | 2014

Edición independienteImpreso en Argentina

Código de registro en Safe Creative | 1503233609464

Esta obra es publicada bajo licencia Creative Commons Atribución–CompartirIgual 4.0 Internacional. La auto-ra permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar pú-blicamente la obra, generar obras derivadas y hacer de ellas un uso comercial, siempre y cuando se cite y reco-nozca al autor original. Se permite la distribución de las obras derivadas pero única y exclusivamente con una li-cencia del mismo tipo.

(Adicional pero no obligatoriamente la autora pide que estas acciones le sean compartidas)

Zovich, AbigailBestiario. – 1a ed. – Oberá: el autor, 2014.84 p. ; 20x11 cm.

ISBN 978–987–33–5623–0

1. Narrativa Argentina. 2. Relatos. I. TítuloCDD A861

Page 9: Bestiario, tomo I.

BESTIARIOtomo I

Page 10: Bestiario, tomo I.
Page 11: Bestiario, tomo I.

l presente Bestiario, aunque abriga entre sus tapas unas cuantas descrip-Eciones de bestias, no cumple exacta-

mente con las expectativas de una mente en-ciclopédica. En primer lugar porque se trata solamente de los vestigios inteligibles de un ajado volumen encontrado hace algunas dé-cadas en los restos de una hoguera de la In-quisición donde pretendían quemar a una bruja. El otro motivo se relaciona con la composición, a veces demasiado poética pa-ra un compendio de fieras, derivando fre-cuentemente en reflexiones abstractas o ab-surdas.

La firma del autor de los textos y compila-dor de las ilustraciones también fue consu-mida por las llamas (al igual que dichas ilus-traciones), pero se sospecha que la autoría del maltratado estudio recae sobre los hom-bros de un tal Herodes Herson, célebre por su trilogía de Möbius.

Page 12: Bestiario, tomo I.
Page 13: Bestiario, tomo I.

ILa elocuencia de los dragonesLa crueldad de los unicornios

La perdición de las polillasEl silencio de las crisálidasEl legado de la salamandra

IILa tesela del caballo

La ejecución de las ranasLa ostentación de los dinosaurios

La floración de las abejasLa biblioteca de los ratones

El retorno del halcón

IIILas vidas de los gatos

La ambigüedad de los centaurosLa espiral de los cocodrilos

La línea de los cuervosLos modos de las vacas

1517192123

272931333537

4143454749

ÍNDICE

11

Page 14: Bestiario, tomo I.

IVEl círculo de esfingesLa simetría de las estrellasEl tono de las cigarrasLa parte del loboEl atrevimiento del puercoespínEl aprendizaje del cóndor

VLa maldición del lagartoLos nudos de las arañasLa ignorancia de las palomasEl tacto de los ácarosLa coronación de las tortugas

AnexoHimno de coronación de las tortugas

535557596163

6769717375

79

12

Page 15: Bestiario, tomo I.

i

Page 16: Bestiario, tomo I.
Page 17: Bestiario, tomo I.

15

LA ELOCUENCIA DE LOS DRAGONES

a Bradbury

os primeros habitantes de este mundo poseían un lenguaje sagra-Ldo, uno que convertía en realidad

los versos escritos mientras los recitaban. Pe-ro su escritura era tan compleja y retorcida que la ejercían mucho menos de lo que de-seaban. Sin embargo algunos aprendieron a usar ese don más que otros. Unas palabras lanzadas al viento y esporas iridiscentes de dientes de león se esparcían a través de los reinos desiertos, haciendo brotar manantia-les de nenúfares, bosques de líquenes y mus-go, constelaciones de hongos resplandecien-tes, estanques de algas abisales. Convertían las hojas ocres del otoño en escarabajos de cobre, los frutos secos del roble en azores ne-gro azabache, las bayas de acebo en caracoles escarlata.

Page 18: Bestiario, tomo I.

Pero a veces las cosas que sucedían no eran las que leían literalmente. Decían abis-mo y se largaba a llover. Decían muerte y los árboles florecían. Decían éter y un fluido brotaba de la tierra. Hasta que uno de ellos leyó la palabra más sagrada de cuantas se han pronunciado, y una llamarada de fuego brotó de sus fauces.

No han vuelto a ser los mismos desde en-tonces.

16

Page 19: Bestiario, tomo I.

LA CRUELDAD DE LOS UNICORNIOS

n día un fauno parlamentó con los unicornios, argumentando que el Ubien es el origen del mal, pues si el

bien no existiera nadie podría ver las cosas malas, ni se sufriría por su causa. Por lo tan-to su beldad y pureza provocaban mucho dolor en el resto del mundo, siendo ellos las criaturas más crueles por el mero hecho de existir. Los unicornios confundidos no po-dían consentir tal alevosía y decidieron ma-tarse entre ellos.

Comenzaron así la guerra más sangrienta que se ha visto jamás. Pero, ¿es la luz el ori-gen de la oscuridad? Sin luz no estaríamos más que hundidos en una oscuridad impe-netrable sin saberlo. Los unicornios, las cria-turas más crueles y sangrientas de cuantas se han posado en la tierra, no han hecho más que hundirnos en la oscuridad de su ausen-cia sin que lo sepamos.

17

Page 20: Bestiario, tomo I.
Page 21: Bestiario, tomo I.

LA PERDICIÓN DE LAS POLILLAS

a Quien leyó esta carta

stábamos perdidos cuando nos en-contramos, cara a cara en el crepús-Eculo, ansiando una luz que se acerca-

ba hacia nosotros resplandeciendo.Desplegando nuestras oníricas alas nos

resguardamos del frío que en su diáfana vir-tud invernal nos mantuvo unidos mientras latíamos.

Tan íntimamente cercados por el éxtasis que el lóbrego aullido de las cavernas nos de-voró, nos consumió juntos sin dar tiempo a la insolencia de la duda.

19

Page 22: Bestiario, tomo I.
Page 23: Bestiario, tomo I.

EL SILENCIO DE LAS CRISÁLIDAS

ablaban siempre a los gritos, un ruido constante las rodeaba, siem-Hpre alguna tenía algo que decir. De

pronto, una noche se hizo un silencio inex-plicable. Por primera vez todas se callaron al mismo tiempo y hubo un vacío, un pequeño hueco, un espacio donde todas se quedaron sin palabras. Desorientadas y fascinadas em-pezaron a buscar este silencio y cada vez con más frecuencia. Pronto todo ese griterío tan saturado comenzó a molestarles. Hablaban menos y no tardaron en descubrir que po-dían hablar más bajo. Cuando decían algo lo hacían en voz baja, en secreto. Pero ense-guida incluso ese secreteo empezó a parecer-les una deshonra al silencio, tanto así se ha-bían enamorado. Los susurros se convirtie-ron en señas, en gestos en las sombras, hasta eliminar el sonido por completo. Sólo en ese

21

Page 24: Bestiario, tomo I.

momento comprendieron que no era la falta de sonido lo que ellas veneraban, sino la fal-ta de significado. Y también los gestos fue-ron apagándose, volviéndose tan sutiles que no hubo más silencio: todo tenía un signifi-cado. No quedo nada vacío, cada impercep-tible movimiento quería decir algo. Un en-tornarse de párpados, un latido apenas a destiempo, un acomodarse de hilos dentro de una crisálida.

22

Page 25: Bestiario, tomo I.

EL LEGADO DE LA SALAMANDRA

rder...A

23

Page 26: Bestiario, tomo I.
Page 27: Bestiario, tomo I.

ii

Page 28: Bestiario, tomo I.
Page 29: Bestiario, tomo I.

LA TESELA DEL CABALLO

os campos se abren mansamente frente a él, los arboles se inclinan, Lla luna lo sigue vagamente, luciér-

nagas y polillas se estremecen y toman una distancia prudencial. Pero la quietud da pa-so al trote, y este al galope, entonces se acerca el viento que lo rodea. Borra todo lo que hay alrededor. La tierra se hunde en una densa niebla que solo cede cuando sus cascos rom-pen el suelo. Ni el resplandor de la luna, ni la chispa de las luciérnagas le brindan ahora ninguna luz. La oscuridad nebulosa del vien-to lo separa de todo lo demás. Como si no hubiera bosques y prados más allá de los ríos, ni manadas para compartir el trigo, ni jinetes que dobleguen al viento, ni cascos que reboten contra las piedras, ni músculos, ni olfato, ni corazón.

27

Page 30: Bestiario, tomo I.

Entonces solo existe el viento, el impulso del viento, como si todas las cosas de la vida pudieran reducirse a una tesela de un table-ro de ajedrez.

28

Page 31: Bestiario, tomo I.

LA EJECUCIÓN DE LAS RANAS

o es tarea fácil ejecutar a una rana, en especial cuando uno es la pro-Npia rana. Es por eso que una or-

questa compuesta únicamente por ranas cantoras es algo tan excepcional. Un rey olvi-dado tenía una afición por ejecutar ranas en-viándolas al verdugo, pues le provocaba un placer sin comparación el sonido que éstas producían al morir. Además había descu-bierto que era mucho más maravilloso si eje-cutaba a muchas a la vez, era como música. Cuando tuvo la fortuna, o la desgracia, de cruzarse con la susodicha orquesta de ranas cantoras, envió a ejecutarlas de inmediato sin sospechar que esta ejecución sería lo más trágico y sublime que hubiera escuchado nunca. Tanto, que todos los que las escucha-ron se suicidaron al cabo de unas horas, con-vencidos de que a partir de ese momento la

29

Page 32: Bestiario, tomo I.

vida sería una secuencia de eventos grises y opacos, de que no podrían presenciar nada más bello que la ejecución de las ranas.

30

Page 33: Bestiario, tomo I.

LA OSTENTACIÓN DE LOS DINOSAURIOS

xisten muchas teorías sobre la extin-ción de los dinosaurios. Pero al final Eno resulta tan trascendental la caída

del cuerpo astrológico como la envergadura de dichos animales. Fue esto y no lo otro lo que les propició su trágico final. Si no pien-sen en todas las pequeñas criaturas que so-brevivieron con el fuego y el humo y todos esos años sin luz de sol y con las plantas secas o podridas. Los torvos dinosaurios en cam-bio tan magníficos y grandilocuentes, los gi-gantescos dinosaurios se apagaron y pasaron muchos inviernos hasta que alguna criatura descubriera los vestigios de su existencia. Pe-ro no los pequeños, que siguieron irguién-dose en las sombras, reptando en las cuevas, royendo restos de raíces secas.

No importa que tan grande, que tan pro-fundo, ni que tan prolongado haya sido un

31

Page 34: Bestiario, tomo I.

sentimiento, cuando muere no tarda dema-siado en desaparecer, en hundirse bajo la piel y ser olvidado. Sin embargo, los detalles siguen ahí, picándonos las manos. Cada vez que tendemos la cama y recordamos como solíamos ordenar las mantas. Cada vez que abrimos un libro y volvemos a ver sus notas al margen. Cada vez que la rutina nos de-vuelve un pequeño hueco, un pequeño va-cío, tan pequeño que los nuevos sentimien-tos tan grandiosos no entran. Son las peque-ñas cosas las que sobreviven.

32

Page 35: Bestiario, tomo I.

LA FLORACIÓN DE LAS ABEJAS

a Bacciadone

parecen cuando llueve, dan vueltas alrededor de los árboles, juegan a Aesconderse entre las ramas con flo-

res. Baten las alas para crear hilos de bruma. Dibujan figuras en las hojas secas. Ríen a carcajadas hasta que la lluvia termina y vuel-ve a salir el sol de entre las nubes. La luz del astro las paraliza, las detiene suspendiéndo-las en el aire. En ese instante parecen piedras iridiscentes, cristales poliédricos, abalorios de caleidoscopio, vibrantes zumbidos encap-sulados, una breve constelación flotando en-tre los ojos del bosque. Pero el momento pa-sa y el resplandor se desvanece y los cuerpos se desgranan en translúcidas alas de insecto que caen como pétalos de arcoíris.

33

Page 36: Bestiario, tomo I.
Page 37: Bestiario, tomo I.

LA BIBLIOTECA DE LOS RATONES

xiste una cofradía de ratones encar-gados de rescatar todos los libros, ya Esea con alevosía o por olvido, roba-

dos de las bibliotecas, los que se caen detrás de las estanterías, los que fueron abandona-dos en secciones extranjeras, los que de tan-to desuso casi se suicidan tornándose polvo.

Pero también se impusieron un deber: vengar a todas aquellas ediciones que hayan Sido injustamente sacrificadas. Cuando capturan a uno de estos verdugos lo arras-tran bajo tierra, a la cede corazón de la her-mandad. Donde es sentenciado a ser sirvien-te y guardián de las mismas obras que osó destruir, encargándose de limpiarles el pol-vo, airearlas, protegerlas de humedad y pla-gas, leerlas, hacerles compañía.

35

Page 38: Bestiario, tomo I.
Page 39: Bestiario, tomo I.

EL RETORNO DEL HALCÓN

a Casanovas

n sus viajes suele faltarle tiempo pa-ra explorar este monte o cazar aquel Eroedor. Cuando vuelva, se dice. Pe-

ro los viejos paisajes cambian en su ausencia. Transformaciones demasiado sutiles para nuestros ojos, mas él no ve sino los detalles. Cada vez que se abre un terreno ante su mi-rada lo inundan cientos de plumas que han caído entre la tierra húmeda de lloviznas matutinas, miles de hojas que danzan con el viento del oeste, millones de esporas eleván-dose suavemente entre arbustos y pastizales. Entre plumas, hojas, esporas ya no es capaz de distinguir ni su suelo natal. No puede re-gresar a ningún lugar, siempre es un ir sin volver.

37

Page 40: Bestiario, tomo I.
Page 41: Bestiario, tomo I.

ii i

Page 42: Bestiario, tomo I.
Page 43: Bestiario, tomo I.

LAS VIDAS DE LOS GATOS

os gatos tienen nueve vidas, pero no todas son de gato, a veces nin-Lguna.

41

Page 44: Bestiario, tomo I.
Page 45: Bestiario, tomo I.

LA AMBIGÜEDAD DE LOS CENTAUROS

a Gimenez

a vida de los centauros se rige por ciclos. Está el ciclo del juego, del Lpoeta, del arquero, del galopante,

del amante. Hay uno para aprender cada as-pecto del mundo. A veces se mezclan, se su-perponen, entonces aparecen las etapas de jugar al arquero o de galopar amantes o de improvisar poemas sobre jugar, amar, galo-par, tirar con arco. Cada vez que se cumple uno de estos círculos debe iniciarse el si-guiente, no importa cuál sea. Si se han reco-rrido todos los conocidos, entonces deben descubrir o inventar uno nuevo.

Porque cuando un centauro se detiene las dos partes de su cuerpo se observan mu-tuamente, se reconocen, se miran por pri-mera vez y entienden que no están hechos el uno para el otro. El inestable equilibrio de su organismo se quiebra. Entonces tiene dos

43

Page 46: Bestiario, tomo I.

opciones: humano o caballo. Ya no puede pertenecer a ambos.

Por lo general aquellos que gustan más del arco y flecha o ensayar poemas eligen la humanidad. Y los que son mejores amantes o galopan con pasión se convierten en caba-llos. A partir de ese momento ninguno pue-de dormir tranquilo, siempre les perturba imaginar que hubiera pasado si seguían el otro camino, nunca logran acostumbrarse a no tener brazos o cascos.

Sin importan que decisión tomen se vuelven extranjeros. Ya no les hace falta aprender ningún ciclo porque no pertene-cen a ningún mundo. Invariablemente se-rán demasiado salvajes para andar entre hu-manos o demasiado civilizados para galopar libres.

44

Page 47: Bestiario, tomo I.

LA ESPIRAL DE LOS COCODRILOS

ágrima de cocodrilo, dicen porque llora mientras asesina a su presa. LQue mate y devore no significa

que sea hipócrita, que no sienta pena. Cada giro que da para enredar a su presa es un cír-culo más que se hunde en su espiral de sufri-miento. Él sabe que no debería llorar, pero no puede evitarlo y siente rabia por esto, por ser tan cruel y a la vez tan vulnerable. Pues sólo las bestias feroces saben cómo se les cris-pan las garras cada vez que desgarran un co-razón inocente, como a la vez arrancan otro fragmento de su propio corazón. Sólo el co-codrilo sabe cuánto duele la despiadada es-piral en que gira para romper los huesos, pa-ra destruir la vida. Sólo él lo sabe y no puede evitarlo, ni la muerte ni el llanto, así que ca-da vez se hunde más en su dolor: gira una re-volución más.

45

Page 48: Bestiario, tomo I.
Page 49: Bestiario, tomo I.

LA LÍNEA DE LOS CUERVOS

n cuervo se posa en la rama más al-ta de un roble seco, otro en el brazo Ude un espantapájaros, otro en un

cable que cruza una calle vacía. Forman así una línea invisible. Si un muerto la siguiera podría volver de la muerte. Funciona tam-bién al revés, aunque no es fácil para un vivo ver una línea de cuervos muertos, ni tampo-co para el muerto ver a los vivos.

Sin embargo los cuervos si pueden verse entre sí. Por lo que para ellos es más fácil cru-zar de un lado a otro. Y de tanto cruzarse de ida y de vuelta, ya no se sabe que cuervo per-tenece a qué lado.

Es por esto que se dice que los cuervos pueden traer a la vida a los muertos o vice-versa, aunque para ellos la vida y la muerte ya no significan nada, son la misma cosa.

47

Page 50: Bestiario, tomo I.
Page 51: Bestiario, tomo I.

LOS MODOS DE LAS VACAS

lgunas criaturas son más estables que otras. Las vacas por ejemplo, Apareciera que ningún animal es tan

pacífico y tranquilo como una vaca, tan ve-getativo. Incluso hay plantas carnívoras más bochornosas. Pero ellas con su lento rumiar de pasto y florecillas, su mugido quedo, su abnegada paciencia, su inalterable observar el tránsito de días y astros a través del campo; ellas son mucho más mutables de lo que imaginan. Pero sus cambios se manifiestan de una generación a otra, y para entonces no queda nadie vivo para verlas. No es que de-jen el seco mugido por un vibrante canto de ave. No, no es la esencia lo que cambia, sino los modos. No cambian el pasto por otra co-sa, sino por otro tipo de pasto, otro tipo de rumiar pasto. De una vida de vaca a otra las miradas perdidas se vuelven confundidas,

49

Page 52: Bestiario, tomo I.

las patadas inesperadas en sorpresivas, la ac-titud abnegada en austera, la leche tibia en cálida. Las ingeniosas vacas cambian sus mo-dos de hoy por los sinónimos de mañana. Un cambio breve no temporal sino semánti-co. Las astutas vacas saben que lo esencial es siempre lo mismo, sólo cambia la forma.

50

Page 53: Bestiario, tomo I.

iv

Page 54: Bestiario, tomo I.
Page 55: Bestiario, tomo I.

EL CÍRCULODE ESFINGES

también llamado círculo de calave-ras, es un curioso acontecimiento. OLas esfinges, enemigas naturales de

aquellos escarabajos que adoraron los egip-cios como bien es sabido, organizan grandes festines para atraer a los machos de su espe-cie cuando las condiciones climáticas no quieren que los encuentren. Para esto se re-quiere un faraón imperial, al cual las polillas rodean formando una esfera, o un poliedro, o una estrella, y lo despellejan vivo, fibra por fibra. Aunque no es fácil acceder a un perso-naje de tal categoría. Montones de sirvien-tes, sacerdotes, familiares y soldados inten-tan impedirlo. Pero las fieras esfinges los ex-terminan violentamente para poder llegar a su verdadera presa y asesinarla lentamente, con deleite. Es esta masacre la que atrae a los machos, la cantidad de sangre y no la calidad

53

Page 56: Bestiario, tomo I.

como ellas siempre creyeron. La desapari-ción de los faraones trajo de la mano la ex-tinción de esta especie de esfinges, y hoy sólo queda para recordarla un monumento a es-cala junto a dos o tres pirámides.

54

Page 57: Bestiario, tomo I.

LA SIMETRÍA DELAS ESTRELLAS

ay algunas mañanas, frías, aun en tinieblas, en las que no existe la Hpromesa del mañana. Encende-

mos el fuego para el agua y nos miramos las manos como si pudiéramos ver todos los lu-gares donde han estado, todas las cosas que han de tocar todavía, antes de que las consu-man el tiempo y el fuego.

Entonces no hay mañana, no hay nada más allá de ese momento en que empieza a salir el sol y nos ilumina las manos y pensa-mos que también hay fuego en el sol como el que quema ahora detrás de nuestras manos iluminadas por una estrella que brilla como cualquier otra, como los ojos de Adria mien-tras mira las estrellas de mar del otro lado del vidrio que fluye como el agua que ponemos arriba del fuego.

55

Page 58: Bestiario, tomo I.

Entonces no hay mañana, porque todo es lo mismo, el agua no es distinta del fuego que la calienta, ni los ojos de Adria mirando las estrellas de los ojos de Adria con mone-das en los párpados, ni la estrella de mar de la del cielo que también escurre gotas sobre nuestras manos que dejan la taza de té en la cocina porque ya es hora de ir al trabajo y vuelve a existir el mañana.

56

Page 59: Bestiario, tomo I.

EL TONO DELAS CIGARRAS

n la lengua de las cigarras cada tér-mino tiene un significado exacto, Eno permite más que una interpreta-

ción. Pero su tono, el único que tienen, es absolutamente ambiguo. Es una tarea casi imposible saber cuando están siendo reflexi-vas y cuando sarcásticas, por lo que suelen ser de ambas maneras simultáneamente.

Deben, entonces, tomarse en serio todos los chistes y reírse de todas las declaraciones. La obra de sus poetas es simple y compleja a un tiempo. Y su calidad depende del inge-nio de la lectora. Es por eso que todas las ci-garras son poetas y recitan sus versos, uno so-bre otro.

57

Page 60: Bestiario, tomo I.
Page 61: Bestiario, tomo I.

LA PARTEDEL LOBO

uando uno de ellos somete a los demás a un trato severo e injusto, Csiempre hay alguno que se revela y

lo pone en su lugar. Todos los demás lo con-sideran valiente y honesto, pero no hace más que ocupar un puesto que podría haber sido de cualquier otro. En sus clanes siempre hay un líder, un cazador, un rastreador, un rebel-de, un solitario. Estos lugares son inamovi-bles, pero quienes los ocupan reemplazables.

Cada uno de ellos cree guiarse por sus propios principios, aunque, en verdad, solo cumplen un papel necesario para recuperar cierto equilibrio o llenar un lugar que otro dejó libre. Así un exceso de autoridad provo-ca rebeldes, una rebeldía exagerada engen-dra marginados, un encuentro de margina-dos genera autoridad.

Cada uno toma su parte entre todos.

59

Page 62: Bestiario, tomo I.
Page 63: Bestiario, tomo I.

EL ATREVIMIENTODEL PUERCOESPÍN

l acercarme demasiado me clavé sus espinas. Otra vez.A

61

Page 64: Bestiario, tomo I.
Page 65: Bestiario, tomo I.

EL APRENDIZAJEDEL CÓNDOR

a primera lección orienta a todas las demás, que no son más que in-Lterpretaciones de la primera: me-

nos es más. Esto es todo lo que se necesita para vencer el oscuro abismo que se pierde al pie de las cordilleras y planear sobre los ris-cos helados. Para ser más liviano que el aire hay que despojarse de todo pensamiento inútil, de cada miedo infantil, de los gramos que pesa cada palabra guardada. A medida que se libera de los recuerdos, de los valores obsoletos, de las cadenas de la consciencia, el joven aprendiz permite que su espíritu se eleve, que sus plumas rocen las nubes que flotan como crema batida sobre el espejo del cielo.

A veces se remontan tan por encima de los años y las pasiones, con la mente tan li-bre de reflexiones, memorias, sueños, tan

63

Page 66: Bestiario, tomo I.

cerca de la luna, que los ancianos maestros se preguntan si liberándose del peso de su cuerpo acaso podrían alcanzar las estrellas.

64

Page 67: Bestiario, tomo I.

v

Page 68: Bestiario, tomo I.
Page 69: Bestiario, tomo I.

LA MALDICIÓNDEL LAGARTO

a Zovich

i la autotomía es una curiosa habi-lidad, más aun lo es la regenera-Sción de miembros que experimen-

tan algunos lagartos y lagartijas. A veces se escuchan historias de hombres mutilados buscando brujas de Galilea que se jactan de regenerar hombres al igual que lagartos. Pe-ro no advierten que lo hacen literalmente. Solo cuando uno ha sufrido la condena de este conjuro descubre que los miembros que crecen son siempre de reptiles, sin importar de que criatura sea el resto del cuerpo.

67

Page 70: Bestiario, tomo I.
Page 71: Bestiario, tomo I.

LOS NUDOS DELAS ARAÑAS

es falta tan poco para poder tocar-se, pero sin embargo nunca lo ha-Lrán. Porque entre los nudos de se-

da y sus incautas víctimas, el encuentro con los machos y el lapso para engendrar, apenas tienen tiempo para salir a buscarse.

Son excusas, solo intentan esconder que en realidad se sienten tan perdidas como el resto de nosotros. Que tantas veces los días se desgranan en sórdidas distracciones que las hacen olvidar que hay otras como ellas. Que también están tan solas, que necesitan enredarse con otro cuerpo. Que se pierden en sus nudos, que se intoxican con su propio veneno.

69

Page 72: Bestiario, tomo I.
Page 73: Bestiario, tomo I.

LA IGNORANCIA DELAS PALOMAS

a Calvino

na serie elementos caóticos cons-truyen sus ciudades: balaustradas, Ucallejones sin salida, escaleras, vi-

gas. Ellas aletean de uno a otro, según como les dé el sol, la lluvia, el viento, o donde una anciana o un niño les conviden migas de pan. En su tránsito van dejando una huella, forman un itinerario, una rutina, un ritual, que siguen las que vienen atrás, aunque no siempre al pie de la letra: son despistadas y se pierden fácilmente. Caen en medio de otro trazo y sin querer lo atraviesan al revés. No quieren seguir los recorridos en el sentido inverso al que fueron plantados porque te-men que así podrían llegar al origen. A ese centro que, ellas piensan, ordena el creci-miento de los balcones abandonados, las enamoradas del muro, las ventanas de las to-rres, los cuernos que dan la voz de alarma.

71

Page 74: Bestiario, tomo I.

Ellas saben que existe, pero no quieren bus-carlo, porque si lo encuentran y ven lo que hay dentro temen que cambie como ven to-do lo demás y se desvanezcan los pasillos, cú-pulas, cables, buhardillas, los gallos que a-puntan hacia donde se mueve el viento, y surja de la niebla el propósito de cada reco-veco, los vínculos, los significados. Temen ver la esencia de cada cosa, y no su forma, y solo ver eso. Así que huyen del núcleo, de-jando estelas de plumas para guiar a las o-tras, peregrinando entre terrazas escondi-das, cornisas de suicidas, pararrayos quema-dos, atalayas en ruinas.

Así son felices.

72

Page 75: Bestiario, tomo I.

EL TACTO DELOS ÁCAROS

a Ocampo

...or lo que nunca tocamos la piel de otra persona, son nuestros huéspe-Pdes tocando a los del otro.

73

Page 76: Bestiario, tomo I.
Page 77: Bestiario, tomo I.

LA CORONACIÓN DELAS TORTUGAS

a tortuga reina es, sin lugar a du-das, la criatura viva más vieja de to-Ldas, también la más sabia, aunque

estas dos cualidades no suelen ir de la mano. Los ancianos humanos, que siempre tienen algo desagradable que decir, cristalizados en sus erróneas convicciones, critican a todo el que conocen con la impunidad de su su-puesta experiencia. Pero la venerable tortu-ga reina ha vivido demasiado tiempo y tiene una prodigiosa memoria. Y después de tan-to nadar contra la corriente, después de tan-to dejarse arrastrar por la marea, después de tanto desgranarse y pulirse la caparazón con la sal del océano, después de todo ha apren-dido a discernir qué es lo importante:

(...)

75

Page 78: Bestiario, tomo I.

...entonces, basándose en este único y certe-ro criterio, elige a su sucesora antes de morir. La nueva tortuga reina, gracias a esa trascen-dental virtud, recibe su corona. Esa sagrada isla, origen de todas las majestades, no po-drá estar en mejores manos, nadie la prote-gería mejor que la emperatriz que ampara a su pueblo sobre sus espaldas.

76

Page 79: Bestiario, tomo I.

ANEXO

Page 80: Bestiario, tomo I.
Page 81: Bestiario, tomo I.

HIMNO DE CORONACIÓN DE LAS TORTUGAS

las alas que se baten con los vientos de tormenta, Aa las aletas que nadan en contra de la corriente, a las patas que corren resguardándose del fuego, a los vientres que reptan sigilosos en las sombras,

yo los protejo a través de los nueve océanos,

a través de la luz, la sombra y la niebla.

¡Larga vida al pueblo que habita en la isla tortuga!

79

Page 82: Bestiario, tomo I.
Page 83: Bestiario, tomo I.

Este libro se terminó de imprimir en el tallerde Clan Destino en Marzo de 2015.

Posadas | Misiones | Argentina

Page 84: Bestiario, tomo I.
Page 85: Bestiario, tomo I.
Page 86: Bestiario, tomo I.
Page 87: Bestiario, tomo I.
Page 88: Bestiario, tomo I.

l presente Bestiario, aunque abriga entre Esus tapas unas cuan-

tas descripciones de bestias, no cumple exactamente con las expectativas de una men-te enciclopédica. En primer lugar porque se trata sola-mente de los vestigios inteli-gibles de un ajado volumen encontrado hace algunas dé-cadas en los restos de una hoguera de la Inquisición donde pretendían quemar a una bruja. El otro motivo se relaciona con la composi-ción, a veces demasiado poé-tica para un compendio de fieras, derivando frecuente-mente en reflexiones abs-tractas o absurdas.

Clan Destino