Boletin dominical 10 de abril de 2016

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Este 4° Domingo de la Gran Cuaresma se dedica a San Juan Clímaco, quien escribió la obra “La Santa Escala” o “La Escala del Paraíso”. Fue Abad del Monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí (siglo VI), y fiel testigo de la violencia que se requiere para entrar al Reino de Dios. (Mateo 10,12) La lucha espiritual de la vida cristiana es un verdadero combate, “no…contra la sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los soberanos de las tinieblas de este siglo, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales.” (Efesios 6,12) San Juan Clímaco exhorta a los fieles en tener un esfuerzo sostenido, pues, según el Señor, solamente “el que persevere hasta el final, éste será salvo.” (Mateo 24,13) El Ascenso por los 30 Escalones hacia el Verdadero Paraíso: 1 er. Escalón: Sobre la Renunciación. Escalón: Sobre el Desapego. 3 er. Escalón: Sobre la Verdadera Peregrinación. 4° Escalón: Sobre la Bienaventurada Obediencia. 5° Escalón: Sobre la Penitencia. 6° Escalón: Sobre el Recuerdo de la Muerte. 7° Escalón: Sobre la Tribulación Purificadora. 8° Escalón: Sobre la Disciplina. 9° Escalón: Sobre el Resentimiento. 10° Escalón: Sobre la Difamación. 11° Escalón: Sobre la Habladuría y del Silencio. 12° Escalón: Sobre la Mentira. 13° Escalón: Sobre la Pereza. 14° Escalón: Sobre la Gula. 15° Escalón: Sobre la Castidad. 16° Escalón: Sobre la Avaricia y la Pobreza. 17° Escalón: Sobre la Insensibilidad. 18° Escalón: Sobre el Sueño y la Oración en Comunidad. 19° Escalón: Sobre las Vigilias. 20° Escalón: Sobre el Miedo y el Temor. 21° Escalón: Sobre la Vanagloria en sus Múltiples Formas. 22° Escalón: Sobre el Orgullo. 23° Escalón: Sobre las Blasfemias. 24° Escalón: Sobre la Sencillez. 25° Escalón: Sobre la Humildad. 26° Escalón: Sobre el Discernimiento. 27° Escalón: Sobre el Hesicasmo (la soledad, el silencio y la paz espiritual) 28° Escalón: Sobre la Oración. 29° Escalón: Sobre la Tranquilidad. 30° Escalón: Sobre la Caridad, la Esperanza y la Fe. Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América www.ocamexico.org Catedral Ortodoxa La Ascensión del Señor A partir del siglo VI, el célebre monasterio de Santa Catalina, fundado por Justiniano en el monte Sinaí, se convierte en el más importante centro de difusión e irradiación de espiritualidad. Uno de los hombres más notables entre los grandes doctores del Sinaí fue indudablemente San Juan Clímaco, Abad del monasterio de Santa Catalina entre los años 580 y 650, de cuya vida, a pesar de haber sido uno de los ascetas de oriente de mayor renombre, no se tienen mayores datos, a no ser un corto escrito del monje Daniel de Raitu, algunos fragmentos de los “Relatos” del monje Anastasio y algunos indicios que el mismo Juan desliza en su obra. En cuanto a sus primeros años, la carencia de noticias es total, sólo podemos deducir que recibió una sólida formación intelectual. A los dieciséis años ingresa al Monasterio de Santa Catalina y se somete a la dirección de un Abad llamado Martirio, quien le conferirá la tonsura monástica a la edad de veinte años. Tras la muerte de su padre espiritual, Juan, que en aquel entonces tendría alrededor de treinta y cinco años, decide entregarse a la vida solitaria en un sitio llamado Thola, donde se establece en una gruta algo alejada del grupo de anacoretas que vivían en los alrededores. Pasado un tiempo se le acercaría su primer discípulo, un monje llamado Moisés, y más tarde, atraídos por el Nimbo que había comenzado a desarrollarse a su alrededor, acuden los monjes en gran cantidad procurando su consejo. Con el tiempo, Juan se transformaría en un eminente padre espiritual. Finalmente es elegido Abad del Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí. Se supone que durante esta época fue redactada, a petición del Abad Juan de Raitu, su Santa Escala, a la que le debe su nombre de Clímaco -“Clímax/Ascenso”. Llegado a una edad muy avanzada, declina a favor de su hermano de sangre Jorge y retorna a la vida solitaria hasta su muerte, que se cree ocurrida entre los años 650 y 680. San Juan Clímaco nos ha dejado una “Escala” compuesta por treinta escalones, número de la edad de Cristo cuando comenzó su predicación, ya que el objetivo de “la Escala”, como dice el mismo Clímaco, es “llegar a la madurez de la plenitud de Cristo.” Son escalones de virtudes que cada cristiano tiene que subir mirando siempre al escalón treinta, donde habita el Amor Verdadero; y que es el mismo Cristo quien santifica nuestro ascenso. 4° Domingo de la Gran Cuaresma ~ Tono 4°

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Boletín Dominical de la Diócesis de México de la Iglesia Ortodoxa en América, correspondiente al domingo 10 de abril de 2016.

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Este 4° Domingo de la Gran Cuaresma se dedica a San Juan

Clímaco, quien escribió la obra “La Santa Escala” o “La Escala del

Paraíso”. Fue Abad del Monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí (siglo

VI), y fiel testigo de la violencia que se requiere para entrar al Reino de Dios.

(Mateo 10,12) La lucha espiritual de la vida cristiana es un verdadero

combate, “no…contra la sangre y carne, sino contra los principados,

contra las potestades, contra los soberanos de las tinieblas de este siglo,

contra las huestes espirituales de maldad en las regiones

celestiales.” (Efesios 6,12) San Juan Clímaco exhorta a los fieles en tener un

esfuerzo sostenido, pues, según el Señor, solamente “el que persevere hasta el

final, éste será salvo.” (Mateo 24,13)

El Ascenso por los 30 Escalones hacia el Verdadero Paraíso:

1er. Escalón: Sobre la Renunciación.

2° Escalón: Sobre el Desapego.

3er. Escalón: Sobre la Verdadera Peregrinación.

4° Escalón: Sobre la Bienaventurada Obediencia.

5° Escalón: Sobre la Penitencia.

6° Escalón: Sobre el Recuerdo de la Muerte.

7° Escalón: Sobre la Tribulación Purificadora.

8° Escalón: Sobre la Disciplina.

9° Escalón: Sobre el Resentimiento.

10° Escalón: Sobre la Difamación.

11° Escalón: Sobre la Habladuría y del Silencio.

12° Escalón: Sobre la Mentira.

13° Escalón: Sobre la Pereza.

14° Escalón: Sobre la Gula.

15° Escalón: Sobre la Castidad.

16° Escalón: Sobre la Avaricia y la Pobreza.

17° Escalón: Sobre la Insensibilidad.

18° Escalón: Sobre el Sueño y la Oración en Comunidad.

19° Escalón: Sobre las Vigilias.

20° Escalón: Sobre el Miedo y el Temor.

21° Escalón: Sobre la Vanagloria en sus Múltiples Formas.

22° Escalón: Sobre el Orgullo.

23° Escalón: Sobre las Blasfemias.

24° Escalón: Sobre la Sencillez.

25° Escalón: Sobre la Humildad.

26° Escalón: Sobre el Discernimiento.

27° Escalón: Sobre el Hesicasmo (la soledad, el silencio y la paz espiritual)

28° Escalón: Sobre la Oración.

29° Escalón: Sobre la Tranquilidad.

30° Escalón: Sobre la Caridad, la Esperanza y la Fe.

Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América

www.ocamexico.org

Catedral Ortodoxa La Ascensión del Señor

A partir del siglo VI, el célebre monasterio de

Santa Catalina, fundado por Justiniano en el

monte Sinaí, se convierte en el más importante

centro de difusión e irradiación de

espiritualidad.

Uno de los hombres más notables entre los

grandes doctores del Sinaí fue indudablemente

San Juan Clímaco, Abad del monasterio de

Santa Catalina entre los años 580 y 650, de

cuya vida, a pesar de haber sido uno de los

ascetas de oriente de mayor renombre, no se

tienen mayores datos, a no ser un corto escrito

del monje Daniel de Raitu, algunos fragmentos

de los “Relatos” del monje Anastasio y algunos indicios que el mismo Juan

desliza en su obra. En cuanto a sus primeros años, la carencia de noticias es total,

sólo podemos deducir que recibió una sólida formación intelectual.

A los dieciséis años ingresa al Monasterio de Santa Catalina y se somete a la

dirección de un Abad llamado Martirio, quien le conferirá la tonsura monástica a

la edad de veinte años.

Tras la muerte de su padre espiritual, Juan, que en aquel entonces tendría

alrededor de treinta y cinco años, decide entregarse a la vida solitaria en un sitio

llamado Thola, donde se establece en una gruta algo alejada del grupo de

anacoretas que vivían en los alrededores. Pasado un tiempo se le acercaría su

primer discípulo, un monje llamado Moisés, y más tarde, atraídos por el Nimbo

que había comenzado a desarrollarse a su alrededor, acuden los monjes en gran

cantidad procurando su consejo.

Con el tiempo, Juan se transformaría en un eminente padre espiritual. Finalmente

es elegido Abad del Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí. Se supone

que durante esta época fue redactada, a petición del Abad Juan de Raitu, su Santa

Escala, a la que le debe su nombre de – Clímaco -“Clímax/Ascenso”.

Llegado a una edad muy avanzada, declina a favor de su hermano de sangre

Jorge y retorna a la vida solitaria hasta su muerte, que se cree ocurrida entre los

años 650 y 680.

San Juan Clímaco nos ha dejado una “Escala” compuesta por treinta escalones, número de la edad de Cristo cuando comenzó su predicación, ya que el objetivo

de “la Escala”, como dice el mismo Clímaco, es “llegar a la madurez de la

plenitud de Cristo.” Son escalones de virtudes que cada cristiano tiene que

subir mirando siempre al escalón treinta, donde habita el Amor Verdadero; y que

es el mismo Cristo quien santifica nuestro ascenso.

4° Domingo de la Gran Cuaresma ~ Tono 4°

TROPARIO DE LA RESURRECCIÓN - Tono 4º

Coro: Las mujeres discípulas del Señor / aprendieron del Ángel las nuevas alegres de

la Resurrección, / y arrojando la maldición ancestral, / anunciaron con regocijo a los

Apóstoles, / La muerte ha sido derrotada, / Cristo Dios ha Resucitado, dando al mundo

grande misericordia. //

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.

TROPARIO A SAN JUAN CLÍMACO - TONO 4°

Coro: Con los arroyos de tus lágrimas, / cosechaste en el desierto infértil, / y con

suspiros desde lo profundo, / en tus esfuerzos, diste frutos cien veces más. / Te has

hecho un astro del universo, / resplandeciendo por los milagros. / ¡Oh piadoso padre

Juan!, / intercede, ante Cristo Dios, / para que salve nuestras almas. //

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

CONTAQUIO DE LA RESURRECCIÓN - Tono 4º

Coro: El Salvador y Redentor mío, siendo Dios, / ha librado a los terrestres de sus

cadenas / y ha roto las puertas del infierno, / y siendo Maestro, ha resucitado al tercer

día. //

Diácono: Atendamos.

Sacerdote: Paz a todos.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: PROQUIMENO en el Tono 4º

Lector: Oh Señor, / cuán grandes son tus obras; / con sabiduría, / las has hecho todas. //

Coro: Oh Señor, / cuán grandes son tus obras; / con sabiduría, / las has hecho

todas. //

Verso: Bendice, alma mía al Señor, Señor Dios mío, mucho te has engrandecido.

Coro: Oh Señor, / cuán grandes son tus obras; / con sabiduría, / las has hecho

todas. //

Verso: Oh Señor, / cuán grandes son tus obras. //

Coro: Con sabiduría, / las has hecho todas. //

Diácono: Sabiduría.

ECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS HEBREOS. (Hebreos. 6: 13 – 20)

Diácono: Atendamos.

Hermanos: Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no teniendo a otro mayor por

quien jurar, juró por sí mismo diciendo: Te colmaré de bendiciones y te multiplicaré

sin medida. Y perseverando con paciencia, Abraham alcanzó la promesa. Pues los

hombres juran por uno mayor que ellos, y entre ellos el juramento es la garantía que

pone fin a toda discusión. Por eso Dios, queriendo mostrar más plenamente a los

herederos de la promesa la inmutabilidad de Su decisión, interpuso el juramento, para

que, mediante dos cosas inmutables por las cuales es imposible que Dios mienta, nos

veamos poderosamente animados, los que buscamos un refugio haciéndonos de la

esperanza que se nos ofrece. Ésta esperanza, que nosotros tenemos como ancla firme y

segura de nuestra alma, que penetra hasta dentro del velo, allí mismo donde Jesús entró

por nosotros, como precursor, convertido en Sumo Sacerdote para siempre, según el

orden de Melquisedec.

Sacerdote: Paz a ti.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: ALELUYA, en el Tono 4º

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Verso: Cíñete y prospera, y reina a causa de la verdad y mansedumbre y justicia.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Verso: Has amado la justicia y odiado la iniquidad.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Diácono: Sabiduría. Estemos de pie; escuchemos el Santo Evangelio.

Sacerdote: Paz a todos.

Coro: Y a tu espíritu.

ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS. (Marcos 9: 17 – 31)

Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.

Sacerdote: Atendamos.

En aquel tiempo: Uno de entre la multitud se acercó a Jesús y le dijo:

Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo y, dondequiera que

se apodera de él, lo derriba, lo hace echar espumarajos, rechinar de dientes y

lo deja inmóvil. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han

podido. Él respondiendo, dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo

estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo he de soportarlos? ¡Tráiganmelo! Y se lo

trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al joven y, ca-

yendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos. Entonces Jesús le

preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le viene sucediendo esto? Le

dijo: Desde la infancia. Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua

para acabar con él; pero, si puedes, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.

Jesús le dijo: ¡Si puedes!, todo es posible para el que cree. Al instante, gritó

el padre del joven: ¡Creo, ayuda a mi poca fe! Viendo Jesús que se agolpaba

la multitud, reprendió al espíritu inmundo diciéndole: espíritu sordo y mudo,

yo te lo mando: sal y no entres más en él. Y el espíritu salió dando gritos

agitándolo con violencia. El joven quedó como muerto, hasta el punto de que

muchos decían que había muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo

levantó y él se puso de pie. Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en

privado sus discípulos: ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? Les dijo:

Esta clase con nada puede ser arrojada, sino sólo con oración y ayuno. Y

saliendo de allí, iban por Galilea; Él no quería que nadie lo supiera, porque

iba enseñando a sus discípulos y les decía: El Hijo del hombre será entregado

en manos de los hombres; lo matarán, y a los tres días de haber muerto

resucitará.

Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.

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