BOLETIN No 3 Mesanacionalorganizacionesafro

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  • 7/30/2019 BOLETIN No 3 Mesanacionalorganizacionesafro

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    Mesa Nacional de OrganizacionesArocolombianas

    Proyecto Fortalecimiento del Proceso de Articulacin de

    Organizaciones Sociales Arodescendientes y redes de Consejos

    Comunitarios para la exigibilidad de los derechos de la poblacin

    arocolombiana.

    Coordinacin:

    Juan Alberto Carabal Ospina

    Consejo Editorial:

    Liliana Batalla

    Danny Mara Ramrez Torres

    Eusebio Mosquera

    Proceso Editorial:

    Mara del Pilar Lpez Patio

    Alta Voz Editores

    [email protected]

    Diseo Grfco

    Rubn A. Urriago Gutirrez

    Secretara Operativa de la Mesa

    Conerencia Nacional de Organizaciones Arocolombianas

    Telono: (57-1) 3455520, Bogot, Colombia.

    Esta publicacin hace parte del proyecto Fortalecimiento del proceso de ar-

    ticulacin de Organizaciones Sociales Arodescendientes y redes de Consejos

    Comunitarios para la exigibilidad de los derechos de la poblacin arocolom-biana, apoyado por la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para

    el Desarrollo, AECID, en Colombia. El contenido es responsabilidad exclusiva

    de sus autores y no representa necesariamente la posicin de la AECID ni del

    Gobierno de Espaa.

    BOLETN No. 3 - Mayo de 2013

    Editorial

    Pueblo Afrocolombiano y

    proceso de paz

    Zonas de Consolidacin.

    Continuidad del

    desplazamiento y usurpacin

    del territorio afrocolombiano

    De aliadas, a enemigasepistemolgicas por sus

    derechos

    CONTENIDO

    4

    2

    6

    1

    EDITORIAL

    Este boletn se publica en un contexto nacional muy particular. Comprende

    desde las conversaciones para la solucin del conicto entre el gobierno

    y las FARC, hasta la conmemoracin de mayo como el mes de la herencia

    aricana en Colombia.

    En esta tercera edicin Pensamiento AFRO presenta artculos sobre: discriminacin

    racial hacia la poblacin arocolombiana, las zonas de consolidacin y su impacto

    sobre territorios arocolombianos, la identidad epistemologa de las mujeres aro-

    colombianas en el movimiento social arocolombiano y el proceso de paz y el pue-

    blo arocolombiano.

    Lectores y lectoras encontrarn temas de inters nacional, que tienen alto impacto

    sobre el pueblo arocolombiano. Se cumplen, entonces, algunos de los propsi-

    tos que motivaron la creacin de este medio de inormacin: provocar la reexin

    para elaborar apuestas, incentivar la creacin de propuestas que conlleven a la

    consolidacin de un discurso arocolombiano articulado con miras a participar en

    la realidad poltica del pas con ormas ms efcientes y efcaces.

    Este boletn, al igual que los anteriores, contiene el espritu que promueve la Mesa

    Nacional de Organizaciones Arocolombianas alrededor de la articulacin del mo-

    vimiento organizativo arocolombiano. Esta propuesta contribuye a la consolida-

    cin de las y los sujetos polticos arocolombiano con perspectiva de aportar a la

    solucin de los problemas undamentales del pas.

    Foto: Ariel Palacios

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    En el perodo comprendido en-

    tre mitad de 2012 y 2013, uno

    de los temas polticos y sociales

    ms importantes de Colombia ha sido

    el de la paz. Colombia desde los pri-

    meros aos del siglo XX ha atravesado

    una larga historia de violencia que ha

    persistido por ms de sesenta aos. La

    Guerra de los Mil Das en donde miles

    de campesinos liberales y conserva-

    dores murieron a causa de la violencia

    bipartidista marc la entrada del pas

    en una larga estela de muerte, que han

    puesto como principales vctimas a los

    excluidos del mundo poltico, econmi-

    co y social.

    Al ltima etapa de violencia empieza

    en la segunda mitad del siglo XX como

    consecuencia del pacto bipartidista del

    Frente de Nacional, el cual ue un ejer-

    cicio excluyente que dej por uera del

    escenario poltico a mltiples sectores

    sociales. En este contexto se consoli-

    daron las guerrillas que ya desde los

    cuarenta hacan presencia en oriente

    y centro del pas, en las cuales muchosarocolombianos ueron parte militan-

    te. Pero es a partir de los aos setentas

    y ochentas, cuando la violencia empie-

    za a tener un carcter distinto, entra el

    narcotrfco como animador de la vio-

    lencia junto a la proundizacin del ca-

    rcter represor del Estado.

    Esta nuevaviolencia, la cual involucra

    a paramilitares, guerrilla, narcotrfco y

    las uerzas del Estado se empieza a to-

    mar en los otrora pacfcos territorios

    arocolombianos, produciendo despla-

    zamiento y asesinatos. El ortalecimien-

    to del proceso violento en los ochenta

    y noventa tiene un eectos sobre el mo-

    Pueblo Afrocolombiano

    y PROCESO de PAZ

    vimiento social en general, desarticu-

    lando mortalmente iniciativas como la

    de la Unin Patritica, pero paradjica-

    mente es durante estas dcadas cuan-

    do el movimiento social arocolombia-

    no se ortalece hasta el punto de lograr

    que el Estado les reconozca como suje-

    to tnico colectivo.

    VIOLENCIA Y FINALDEL CONFLICTO ARMADO

    La tendencia general ha sido considerar

    el conicto armado como culpable de

    todos los males de la sociedad colom-

    biana. Las guerrillas ueron culpadas de

    la violencia, del atraso social y econ-

    mico del pas, argumentos que sirvie-

    ron de plataorma poltica uribista por

    dos perodos consecutivos esto sin

    su publicacin Forensis para la vida

    2011 muestra que en ese ao hubo

    16.554 homicidios de los cuales son

    ms recuentes los homicidios aso-

    ciados a violencia interpersonal (2.226

    casos); la venganza ajuste de cuen-

    tas y la ria continan siendo las

    principales circunstancias en las cua-

    les tienen lugar.

    La violencia sociopoltica (993 casos)

    que tiene que ver con todo lo relacio-

    nado con el orden pblico ocupa un

    segundo lugar. Esto no quiere decir

    que el Estado no trate una solucin po-

    ltica al conicto, todo lo contrario. La

    solucin violenta al conicto no es po-

    sible, ya que proundiza la espiral de laviolencia y genera ms aectaciones so-

    bre la poblacin, como el aumento del

    desplazamiento en los ltimos aos en

    algunas zonas del pas. Por esta razn,

    es importante saludar los esuerzos de

    la subversin y el gobierno nacional

    para terminar por vas polticas el con-

    icto que ha golpeado al pas por ms

    de cincuenta aos.

    Se alcanzar la paz inmediatamente

    luego de acabado el conicto o de las

    negociaciones en la Habana? Defniti-

    vamente no. Sin embargo, ese proceso

    contribuir en dos sentidos: a consoli-

    dar la decisin de que la paz se puede

    Por: Equipo Tcnico de la Mesa Nacional de Organizaciones Arocolombianas

    alcanzar en un mediano o largo plazo; y,

    a consolidar procesos sociales para am-

    pliar la democracia y la poltica del pas.

    En este sentido, uno de los sectores po-

    blacionales que se veran benefciados

    por el fn del conicto seran los aro-

    colombianos, ya que son ellos quienes

    han soportado la mayor crueldad del

    conicto en los ltimos aos.

    CONFLICTO ARMADOY LAS AFECTACIONESA LOS AFROCOLOMBIANOS

    El desplazamiento orzado se ha cons-

    tituido en la principal violacin a los

    derechos del pueblo arocolombiano,

    en tanto conlleva la experiencia del

    despojo y el destierro e implica la vio-

    lacin de la totalidad de los derechos

    consagrados en los instrumentos in-

    ternacionales de los derechos huma-

    nos y del derecho internacional huma-

    nitario.

    La Mesa en su inorme del 2011 de

    seguimiento al Auto 005 seala que:

    Segn el Sistema de Inormacin

    sobre Desplazamiento Forzado y De-

    rechos Humanos de CODHES entre

    enero de 1985 y junio del 2011, se han

    desplazado 5.281.360 personas, de las

    cuales de acuerdo con las Encuestas

    Foto: Ariel Palacios

    Tomada del peridico virtual El Universal

    contar con el agudizamiento de la co-

    rrupcin.

    Pese al incremento de la actividad b-

    lica entre el Estado y las subversiones

    guerrilleras la violencia derivada del

    conicto es mucho menor que la vio-

    lencia derivada del narcotrfco o de

    la delincuencia comn. Esto se suma a

    la cooptacin del Estado por parte del

    paramilitarismo y el narcotrfco, a la

    creciente desigualdad social, a la cre-

    ciente violacin de derechos humanos

    a manos de las uerzas del Estado, etc.

    Si bien las guerrillas han agudizado

    muchos de los actores de violencia del

    pas, no son los nicos generadores de

    las consecuencias del conicto armado.

    En 2011 el Instituto Nacional de Me-

    dicina Legal y Ciencias Forenses en

    Nacionales de Veriicacin (ENV) de la

    Comisin de Seguimiento de la Polti-

    ca Pblica sobre Desplazamiento For-

    zado, los arocolombianos oscilaran

    entre el 22.5% (III ENV2010) y el 16,6%

    (II ENV).

    De esto se desprende la aectacin des-

    proporcionada del conlicto armado

    sobre el pueblo aro. Situacin que han

    venido denunciando las organizacio-

    nes de la Mesa ante la Organizacin de

    Estados Americanos OEA y la Orga-

    nizacin de Naciones Unidas ONU a

    travs de sus dierentes inormes.

    En ese sentido, la Mesa Nacional de

    Organizaciones Arocolombianas ma-

    nifesta su apoyo unnime al proceso

    de Paz que viene liderando el gobierno

    del presidente Juan Manuel Santos con

    la guerrilla de la Farc. Sin embargo, pre-

    ocupa que los crmenes cometidos por

    este grupo insurgente queden impu-

    nes, por lo tanto, alerta al Congreso de

    la Repblica, a la poblacin colombia-

    na y a la comunidad internacional, so-

    bre la importancia de la participacin

    activa de estas comunidades como

    constructores de paz en todos los es-

    cenarios donde se deba presentar la

    agenda y las aspiraciones del pueblo

    arocolombiano.

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    [1] Segn el Auto 005 de la CorteConstitucional los territoriosarodescendientes se encuentran bajo los

    riesgos que implica el conicto armado,

    expresados en confnamiento y prdida desus territorios, por parte de los actores ar-

    mados. Los ltimos hechos de violencia se

    han dado entre 2010 y 2013, como lo de-

    muestra, el desplazamiento masivo de al menos 1000 arocolom-bianos en su mayora nios y mujeres el 18 de abril de 2011,

    en el Departamento del Cauca, en inmediaciones del municipio de

    Timbiqu, luego de que paramilitares masacraran a siete personas

    de la comunidad1. Tambin se present el desplazamiento masivo

    de cerca de 1000 arocolombianos en los primeros 15 das del mes

    de enero de 2013, en el departamento del Choc.

    [2]A pesar de las medidas que seestablecen en la orden para elPlan General de Proteccin y Atencin en

    el Auto 005 y la Directiva presidencial 001

    de marzo de 2009 en donde se condensan

    las estrategias gubernamentales de control

    territorial por parte de la uerza pblica

    a travs del proceso del Plan Nacional de

    Consolidacin Territorial El Plan, todava se presentan en losterritorios, violaciones a los derechos humanos de la poblacin

    arocolombiana.

    [3] El Plan estableci reas principales para iniciar lallamada consolidacin, en la cual se incluyen la ZonaMacarena y Ro Cagun, Zona Pacfco (Nario, Cauca, Buenaven-

    tura, Sur de Choc), Zona Bajo Cauca Antioqueo y Sur de Crdo-

    ba, Zona Sur de Tolima y Sur de Valle del Cauca; zonas que han

    mostrado en los dos ltimos aos ser uentes importantes del des-

    plazamiento orzado.

    [4] La Consultora para los Derechos Humanos y el Despla-zamiento (CODHES) inorma que un total aproximadode 280.041 personas (alrededor de 56.00 hogares) ueron des-

    Zonas de ConsolidacinContinuidad del desplazamiento y usurpacin

    del territorio arocolombiano

    Texto presentado por CNOA y AFRODESen el proceso nacional de garantas.

    Por: Juan Alberto Carabal Ospina

    Politlogo. Mster Desarrollo Humanos.Equipo Tcnico CNOA.

    1 El31 demarzode 2011el ForoIntertnicoSolidaridadChoc, ennombrede las57 orga-nizacionesquelo conorman,denunciel iniciodeuna seriede umigacionesordenadaspor el

    GobiernoNacionalen lascomunidadesdelConsejoComunitariodeComunidadesNegrasdeSanFrancisco(MunicipiodeGuap,Cauca)quehanconducidoal envenenamientodelos cultivos,los

    rosyestanquesdepesca,aectadoa losanimalesdecorral,laseguridadalimentaria,yladinmicacomunitariayorganizativa.En sucomunicadodedenunciaelForosolicita,ademsdeunapoltica

    deerradicacin decultivosil citossindao,l aintervencinde organismosinternacionales,laiglesiaydems cercanosa losprocesos organizativosdeComunidadesNegras delPacfco, paravisibilizar

    estasumigaciones yevitar uturasviolaciones aderechos territoriales.Vase en:http://centrode-pastoralarocolombiana.blogspot.com/2011/04/comunicado-de-apoyo-fsch-contra.html

    plazadas en 2010 en Colombia por causa del conicto armado. El

    hecho ms notorio es que el 32.7% de esta poblacin, al menos

    91.499 personas (18.300 hogares), proviene de zonas en donde se

    desarrolla el Plan Nacional de Consolidacin Territorial2. Cabe

    anotar, sin embargo, que en la Zona Pacfco en donde estn la

    mayora de los territorios colectivos arocolombianos es preci-

    samente donde ha habido ms desplazamiento orzado y en donde

    la militarizacin de los territorios, en medio de esta estrategia, ha

    sido masifcada y constante.

    [5]En la Zona Pacfco de consolidacin, convergen los de-

    partamentos de Nario, Cauca, Valle del Cuaca y Choc.Dicha zona coincide necesariamente con la zona donde est con-

    centrado el mayor nmero de comunidades arocolombianas con

    sus territorios ancestrales y consejos comunitarios.

    [6] Segn inorma el Proceso de Comunidades Negras(PCN), en 2010, en Norte del Cauca donde la poblacines mayoritariamente Arocolombiana e Indgena, se presentaron

    casos de persecuciones y amenazas contra organizaciones aroco-

    lombianas, sus lderes y lideresas. En relacin con esto, el PCN a

    travs de un comunicado pblico denunci el 31 de mayo del 2010

    2 Inormesobre Desplazamiento,ConictoArmado enColombia 2010.Consolidacin de

    qu?En BoletnInormativode laConsultora paralos DerechosHumanos yel Desplazamiento,Numero77. Bogot15 deebrerode 2011.

    3 COCOCAUCA.El estadoderiesgosde losgrupostnicosen laCostaPacfcadelCauca.

    (Sucesosdel9 abrilde 2010a30 deseptiembrede2010).

    que en el Norte del Cauca (municipios de Buenos Aires y Surez)

    lderes y lideresas arocolombianos del PCN recibieron a travs de

    sus celulares mensajes de texto amenazantes, entre otras ormas

    de presin.

    [7] Por otra parte, en la Costa Pacfca caucana, que tam-bin hace parte de la Zona Pacfca de consolidacin, sepusieron en evidencia una serie sucesos entre abril y septiembre

    del 2010, en los cuales se denuncia la irreparable muerte de dos

    lderes arodescendientes de COCOCAUCA. Dicha organizacin

    explica de orma clara, cmo el conicto armado ha aectado pro-

    gresivamente a nivel organizativo: El conicto apunta a desverte-brar las organizaciones y el movimiento social en su conjunto, que

    se expresa en las modalidades de muertes selectivas, amenazas e

    intimidacin a lderes, docentes y mujeres3.

    [8] Esto muestra la grave situacin de las comunidadesarocolombianas y su proceso organizativo en las llama-das zonas de consolidacin, muy especfcamente, la continuidad

    de las allas de la poltica de proteccin hasta ahora implementada

    y con ellas, la continuidad de nuestra usurpacin, confnamiento y

    expulsin orzada; todo, en medio de un desbordado conicto de in-

    teresas privados y pblicos. As las cosas, las comunidades aroco-

    lombianas han visto como mientras sus territorios se militarizan

    progresiva y masivamente por la uerza pblica, en contraste y de

    orma paradjica, tambin se proundiza la presencia de actores

    armados ilegales y los terribles eectos del conicto armado sobre

    nuestras comunidades y vidas.

    Foto: Ariel Palacios

    Foto: Ariel Palacios

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    L os procesos organizativos demujeres aros, negras, raizalesy palenqueras1 en Colombia,han ido ganando espacios y relevan-

    cia dentro de contextos locales, re-

    gionales y a nivel nacional, como es

    el caso del impulso que las mujeres arocolombianas die-

    ron al artculo transitorio 55 de la Constitucin Poltica de

    1991, que luego se constituy en la Ley 70 de 1993 2. La

    participacin y contribucin en la academia, la participa-

    cin poltica dentro de sus territorios, el establecimiento

    de redes de mujeres para ortalecer acciones y acompa-

    amiento en el anhelo de construir una mejor sociedad.

    An as la incidencia de stas no ha logrado la relevancia y

    pertinencia en la estructura social co-

    lombiana y en algunas instancias del

    Estado y gobiernos para transormar

    las realidades de marginacin, dis-

    criminacin y exclusin de diversos

    procesos y dinmicas de la sociedad,

    aspectos que la sitan en una insignifcante posicin en

    el contexto nacional por el hecho de ser empobrecidas,

    marginalizadas, con bajos niveles de escolaridad y de las

    mismas mujeres por el hecho de ser negras3.

    En las siguientes lneas se abordar el tema de la partici-

    pacin y lucha de las mujeres negras, dentro del queha-

    cer generalizado del pueblo aro y su movimiento orga-

    nizativo para acceder a mejores condiciones dentro del

    contexto nacional y la invisibilidad que como mujeres

    han tenido dentro del mismo movimiento. Hay que ca-

    racterizar que los intereses de mujeres arocolombianas

    han estado bajo la estructura coercitiva de la sociedad

    patriarcal, la cual se acenta en unas prcticas culturales

    especfcas de sus territorios o comunidades; en paralelo

    con algunos de los planteamientos de Clara Zetkin, ree-

    rente a los intereses de las luchas de las mujeres proleta-

    rias rente al capitalismo.

    Es conocido que las mujeres negras han sido combusti-

    ble inagotable en sus comunidades para liderar dieren-

    tes procesos que han llevado a sus comunidades, por unlado, a la visibilizacin de la opresin y, por otro lado, el

    desarrollo4 de las mismas y reescribir los caminos del pue-

    blo negro en Colombia, para enunciar algunas tenemos el

    caso de Wiwa, Ana Mara Matamba, Natividad Urrutia, etc.

    Estas mujeres lucharon hombro a hombro con los varo-

    nes, se organizaron y los organizaron para reorientar el

    destino de sus comunidades y romper con algunas con-

    diciones de inequidad; en la poca de la colonia, a travs

    de diversas estrategias eran transmisoras de mensajes

    libertadores, estrategas para la sublevacin, activistas y

    militantes de diversos procesos, pusieron su voz, ideas y

    disposicin para que las condiciones de un pueblo entero

    ueran distintas.

    Han sido vigorosas trabajadoras para generar recursos

    econmicos, han ortalecido la economa a travs de su

    trabajo del cuidado. Se hubiera querido que sus aportes

    ueran ms, pero han existido y existen elementos que

    condicionan la trascendencia de las acciones de un colec-

    tivo, en este caso el de las mujeres negras, como la ima-

    gen negativa o inexistente del poder de las mujeres, las

    secuelas que dej el colonialismo y el sinnmero de signi-

    fcados discriminatorios y de dominacin que cre sobre

    la sexualidad, la raza, la clase y el gnero, exacerbado en

    las mujeres negras.

    1Enalgunosapartesdel escritosehablardearoso negras,dandoconestoreerenciaaquese habladelasmujeresaros,negras,palenquerasy raizales,reconocidasporlos diversosestamentosdelEstadoColombianoy lanormatividad.

    2Porlacualseestablecelapropiedadcolectivaalas comunidadesnegrasancestralesqueocupanterritoriosbaldos en Colombiay seotorgan otrosreconocimientos.

    3 Procesode discriminacinal quehan sidosometidaslas mujeresnegras,tambinsepresentaen elmismomovimientode mujeres.Comolo planteaLugones,lasmujeresde co-lor, dondetambin seinscriben lasnegrasueronexcluidas desdelos mismos movimientoseministas,puessus luchasno eranlasdeellas. Sumadoaello,laimagenquesediundidelamujernegraa travsdel colonialismohamarcadosutrasegaratravsde lahistoria.

    4 Entindasepordesarrolloel alcancede algunos logros,ms desdelavisinabstractaqueeleuroconceptodeltrmino,signifcadoenlomaterialy econmico.

    De aliadas,a enemigas epistemolgicas

    por sus derechosPor: Danny Mara Ramrez Torres

    Politloga. Maestra de Estudios de Gnero,Universidad Nacional de Colombia

    Contina pg. 8

    Foto: Ariel PalaciosFoto: Ariel Palacios

    Foto: Ariel Palacios

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    ACTUALES RESISTENCIAS Y CONTRIBUCIO-NES DE LAS MUJERES AFROCOLOMBIANAS

    Dentro de su proceso liberador, estas mujeres, no se imagi-

    naban que en otras eseras del planeta, otras mujeres5 esta-

    ban luchando por intereses parecidos, por alcanzar mejores

    condiciones para los suyos y luego para ellas. Y, en este esce-nario de lucha de intereses, existe relacin entre las mujeres

    proletarias y las mujeres negras6. Ambas estaban interesa-

    das en gestionar, junto con los varones, mejores condiciones

    para su clase, para su estirpe, porque en trminos generales

    su lucha era por el bienestar de un colectivo, que podra lue-

    go apostar por su bienestar7.

    La contribucin de la mujer negra ha sido indispensable y cla-

    ve para las conquistas que hasta la echa ha realizado el pue-

    blo aro en Colombia, pero de igual orma se evidencia la pa-

    radoja del no reconocimiento, ni valoracin de los derechos

    que las mujeres negras hoy reclaman dentro de esa estructu-ra social, es decir, que de aliadas, han pasado a ser enemigas

    epistemolgicas de sus acompaados por el reclamo de sus

    derechos a unas ormas ms dignas de vida, a una vida libre

    de violencias, a sus derechos sexuales y reproductivos, etc.

    Las mujeres hoy encuentran en quienes ueron sus aliados a

    sus ms ervientes detractores y dentro de los argumentos

    que estos tienen, es la naturalidad de la mujer y ms de la

    mujer negra como cuidadora, reproductora y sostn de la es-

    tructura amiliar; planteamientos que desde aos atrs han

    debatido con sufcientes argumentos tericas eministas y

    ms el eminismo negro.

    A las mujeres negras se les ha negado dentro de su mismo

    proceso organizativo, la expresin de su voz, se ha sumido

    bajo un sofsma de naturalidad la opresin de la que han sido

    objeto. Hoy al interior de sus comunidades se les cuestionala expresin de su diversidad en la sexualidad; por tanto, es

    escandaloso hablar de las mujeres negras por su condicin de

    LGBTI; al igual que las que deciden optar por un camino distin-

    to a la maternidad, el poder alcanzar algunos escaos acad-

    micos las vuelve hoy objeto de vituperaciones de los varones

    de su contexto, los cuales interiorizaron muy bien los procesos

    de marcas establecidas en el colonialismo que an se vive.

    Todo esto ha impuesto diciles barreras para las luchas como

    mujeres negras por su propia autodeterminacin y bsqueda

    de sus caminos, pues se ha establecido para la sociedad que la

    lucha de las mujeres debe ser por su comunidad.

    Los retos actuales de las mujeres negras, estn en reconstruir

    su historia y la de su opresin, en desmontar los estereotipos

    normativos en su sexualidad, clase y gnero, descolonizar

    sus mentes y la de su pueblo, en voltear la carta de sus lu-

    chas por su lucha como mujer, entendiendo y buscando en

    la diversidad que constituye el ser mujer negra en este pas.

    BIBLIOGRAFA

    Hartsock, Nancy. La teora eminista y el desarrollo de la estrategia

    revolucionaria. En Einsenstein, Zillah (Comp). Feminismo socialista

    y patriarcado capitalista. Ed. Siglo XXI, Cd. De Mxico, 1978.

    Lugones, Mara. Colonialidad y gnero: hacia un eminismo des-

    colonial en Mignolo, W. (Comp.) Gnero y descolonialidad. DelSigno. Buenos Aires. Pgs. 13-54, 2008.

    Zetkin, Clara. La cuestin emenina y la lucha contra el reormismo.

    Ed. Anagrama. Barcelona, Pgs. 99-156, 1976.

    Viene de la pg. 7

    5 Guardando las proporciones histricas y contextuales rente al tema del eminismo bur-gus y sus expresiones.

    6 Le podramos llamar a las prcticas y luchas de las mujeres negras, eminismo. Se po-dra reconceptualizar la luchas de las mujeres negras con otro trmino?

    7 Proceso que ha tomado muchos aos y que an no se logra. Las mujeres negras daa da luchamos contra la discriminacin por raza, por gnero, por clase, inclusive dentro delmismo movimiento de mujeres.

    Foto: Ariel Palacios