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Boletín Oficial
del
Obispado de Ávila
AÑO CIV Julio-Septiembre 2013 Núms. 7-9
Foto de portada: El Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud
2013, en la Ciudad de Río de Janeiro (Brasil).
Boletín Oficial del Obispado de Ávila
Director: Alejandro Cortés Diéguez
Edita: Obispado de Ávila - Oficina de Comunicación
Plaza Teniente Arévalo, 5. 05001 - Ávila
920 353 900
Depósito Legal: AV. 42-2013
ÍNDICE
OBISPO
HOMILÍAS
Martes de la XIII semana del Tiempo Ordinario. XLV Jornadas de Teología
de la Universidad Pontificia de Salamanca, en Ávila ................................... 7
Funeral por las Víctimas del accidente en Tornadizos ................................. 9
Domingo XVII del Tiempo Ordinario. Clausura del XLII Congreso
Internacional Ecuménico de la I.E.F. .......................................................... 13
Fiesta de María Reina. Acción de gracias y despedida de las Carmelitas de la
Antigua Observancia del Convento de la Madre de Dios, de Piedrahíta ... 16
Martirio de San Juan Bautista. Clausura del Congreso de la Asociación
Española de Profesores de Liturgia ............................................................. 19
CARTAS
Cartas Semanales a los Diocesanos
Santiago Apóstol, Patrón de España ........................................................... 25
Provechosas vacaciones .............................................................................. 27
La paz que nace del corazón ....................................................................... 28
Hacia la casa de los Apóstoles .................................................................... 30
Capilla de adoración eucarística perpetua .................................................. 32
Cartas Personales .............................................................................................
Carta del Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de Su Santidad,
al Obispo de Ávila, con motivo del accidente ocurrido en Tornadizos ...... 34
Carta a Mons. Angelo Becciu. Secretaría de estado de la Ciudad del
Vaticano ..................................................................................................... 35
Carta a Mons. Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela35
Carta a Mons. Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela36
Carta a los Colaboradores del libro “Mensajes desde el amor al hombre que
sufre” ........................................................................................................... 37
Carta a Su Santidad el Papa Francisco ....................................................... 38
Otros Escritos
XLV Jornadas de teología de la Universidad pontificia de Salamanca ....... 39
Presentación de Mons. Juan Antonio Martínez en las XLV Jornadas de
Teología ...................................................................................................... 40
Apertura del Congreso de la IEF: Constructores de la Iglesia como
Templo de Dios ......................................................................................... 41
XXVIII Congreso de la Asociación de Archiveros de la Iglesia en
España: “Los sínodos diocesanos, signo de colegialidad con el romano
pontífice” ................................................................................................... 43
Presentación del libro “Mansajes desde el amor al hombre que sufre”49
Mensaje a los Participantes del Cursillo de Cristiandad ...................... 52
RESUMEN DE ACTIVIDADES
Julio 2013 .................................................................................................... 53
Agosto 2013 ................................................................................................ 54
Septiembre 2013 ......................................................................................... 55
CANCILLERÍA
DECRETOS Y ESTATUTOS
Decreto 11/2013 (25 Julio) ......................................................................... 57
Estatutos de la Asociación Pública de Fieles “Patronato de Nuestra Señora
de Sonsoles” ................................................................................................ 58
Decreto 12/2013 (9 Agosto) ....................................................................... 84
Estatutos de la Cofradía «Nuestra Señora Virgen del Rosario» de la
Parroquia de Santo Tomás Apóstol, de Aveinte, Diócesis de Ávila ........... 85
CONVENIOS Y DOCUMENTACIÓN
Acuerdo entre el Obispado de Ávila y el Patronato de Nuestra Señora de
Sonsoles ...................................................................................................... 93
AUTORIZACIONES
Autorización para animar la celebración dominical en ausencia de
presbítero .................................................................................................... 96
Autorización para que las MM. Agustinas de la Conversión puedan
establecerse en la Diócesis de Ávila ............................................................ 96
ASOCIACIONES DE FIELES
Ratificación o confirmación del cargo de presidente del Ilustre Patronato de
la Santísima Trinidad y de Nuestra Señora de las Vacas ............................ 98
OTRAS DILIGENCIAS
Declaración de inscripción en el libro-registro del Servicio Territorial de
Cultura y Turismo del Boletín Oficial del Obispado de Ávila .................... 99
Nombramientos ................................................................................................. 100
VICARÍAS ............................................................................................
VICARÍA GENERAL
Carta a los Sacerdotes del Presbiterio Diocesano ..................................... 105
Carta a los Sacerdotes de la Diócesis y a las Comunidades de Vida
Consagrada ............................................................................................... 106
VICARÍA DE VIDA CONSAGRADA
Profesión Solemne .................................................................................... 107
Religiosas fallecidas ................................................................................... 107
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
COMISIONES EPISCOPALES
Comisión Episcopal de Migraciones Pastoral de la Carretera. Mensaje de la Comisión para la Jornada de
Responsabilidad de Tráfico 2013: “¿Qué luz te conduce? La fe te
responsabiliza al volante” (7 de julio de 2013) ......................................... 108
NOTAS DE PRENSA
522 Mártires del siglo xx en España serán beatificados el 13 de octubre en
Tarragona (6/7/2013) ............................................................................... 108
Unos 3.000 peregrinos españoles participarán en la JMJ de Río (9/7/2013) ...
.................................................................................................. 108
La C.E.E. publica el documento “Iglesia Particular y Vida Consagrada” .. 108
El Papa se une en la oración por las víctimas del accidente de Santiago de
Compostela (25/7/2013) ........................................................................... 108
La Orquesta Sinfónica y Coro JMJ han presentado los himnos y misa de los
Mártires del siglo xx en España (10/9/2013) ............................................. 108
Los Obispos españoles realizarán la Visita Ad Limina del 24 de febrero al 8
de marzo de 2014 (17/9/2013) .................................................................. 108
Ángel Pérez Pueyo, nuevo Rector del Pontificio Colegio Español de san José
en Roma (20/9/2013) ................................................................................ 108
SANTA SEDE
SANTO PADRE
Audiencias Generales ............................................................................... 109
Homilías .................................................................................................... 109
Cartas ........................................................................................................ 109
Cartas Apostólicas .................................................................................... 110
Mensajes Universales ................................................................................ 110
Mensajes Particulares ................................................................................ 110
SECRETARÍA DE ESTADO
Carta de Mons. Angelo Becciu, Sustituto para los Asuntos Generales, al
Obispo de Ávila, con motivo de la contribución al Óbolo de San Pedro y las
necesidades de la Santa Sede .................................................................... 111
CONGREGACIONES
Decreto de la Beatificación o Declaración de Martirio de los siervos de Dios
José Máximo Moro Briz y Compañeros ..................................................... 112
PONTIFICIO CONSEJO .................................................................................... 119
TRIBUNALES ..................................................................................................... 119
OBISPO
Homilías
MARTES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
XLV JORNADAS DE TEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE
SALAMANCA, EN ÁVILA
Gén 19, 15-29; Sal 25; Mt 8, 23-27
Queridos hermanos sacerdotes, hermanas y hermanos participantes en
las Jornadas de Teología:
En el marco de las XLV Jornadas de Teología organizadas en Ávila por la
UPSA celebramos la Eucaristía, fuente y culmen de la vida Cristiana, según
la expresión del Concilio Vaticano II. De ella nace la reflexión sobre nuestra
fe. En ella confesamos la fe en la comunión de la Iglesia y en ella
comulgamos, por nuestra sacramental participación, en el misterio de Cristo
y de la Iglesia. Os saludo a todos y os doy la bienvenida a esta Iglesia
Catedral de El Salvador de Ávila.
La Palabra de Dios que acabamos de proclamar nos ofrece la
oportunidad de renovar nuestra fe en el único Salvador de la Historia.
«¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!» (Mt 8, 25). Es el grito de los
apóstoles al Señor en el momento en que se levanta sobre el lago un
temporal tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas. A nadie sino al
Señor de la historia podemos acudir para alcanzar la plena salvación, en las
circunstancias morales, sociales y económicas en que nos encontramos
actualmente. ¡Señor, sálvanos!
Muchos analistas coinciden en que asistimos a un cambio de época. Los
cambios que experimentamos desde hace décadas, junto a los conflictos
económicos y de poder entre las pequeñas y las grandes potencias, nos
preocupan y a veces nos aturden; surten efectos muy negativos sobre la vida
de la Iglesia y en particular sobre la fe de los creyentes. El perfil sociológico
de la defección religiosa es grandioso y el decaimiento de la fe crece sin
cesar. Tampoco encontramos los caminos adecuados para la transmisión de
la fe. Nos esforzamos en abrir nuevos caminos de evangelización.
Sin embargo, todos los poderes adversos, las graves dificultades están
bajo supremo dominio de Dios. Ningún poder terreno puede sustituirle. La
contemplación de las intervenciones de Dios en la historia nos ayuda a
comprender mejor la providencia divina sobre los acontecimientos
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humanos. La fe en el Dios de la historia nos lleva a vivir con sentimiento de
seguridad y esperanza los momentos presentes. En la exclamación
angustiosa de los discípulos va implícito un acto de fe: «Kyrie, soson»,
¡Señor, sálvanos!
El siglo XX fue un túnel por el que transitaron los más terribles
acontecimientos históricos, también para la Iglesia, y en concreto para la
Iglesia de Ávila. Tal será nuestro recuerdo y nuestra acción de gracias por
los sacerdotes y fieles, testigos de nuestro Señor Jesucristo en la persecución
y el martirio. Diez mártires abulenses serán beatificados próximamente en
Tarragona. Fueron momentos que deseamos no vuelvan, aunque cada
semana tengamos noticias de mártires cristianos en países musulmanes. Los
fieles laicos, las vocaciones a la vida consagrada y al ministerio sacerdotal se
han de sentir iluminados por la claridad de sus decisiones, por la firmeza en
la fe y el ardor en el testimonio de nuestros mártires.
Ahora, el Señor nos salva de nosotros mismos. De nuestra incuria, de
nuestra indolencia, de nuestro cansancio, de nuestra falta de decisión para
tomar los riesgos necesarios que nos llevan a abrazar firmemente la fe en el
Señor: «¡Cobardes! ¡Qué poca fe!» (Mt 8, 26). Es el reproche de Jesús que
se reproduce hoy hacia nosotros. Esto sí es lo nuestro: la oligopistía. Una fe
básica, epidérmica, que no llega a impregnar toda nuestra existencia con la
confianza absoluta en el Señor, y que no nos conduce a adoptar decisiones,
aún las más difíciles, cuando nos encontramos ante una adversidad que
juzgamos insuperable. ¡Señor, sálvanos!
«¿Quién es este? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!» (Mt 28, 27). La
admiración de los apóstoles no es solo una pregunta retórica sobre la
naturaleza de Jesús. Es más bien una confesión de fe en el poder absoluto del
Mesías. El Maestro ha corregido la imperfecta fe de los discípulos y les
demuestra su error con la prueba de su omnipotencia: «increpó a los vientos
y al mar, y vino una gran calma» (Mt 28, 26).
El “mar” aparece para Israel como un poder monstruoso y terrible,
imposible de dominar si no es por el poder de Dios. Solo Él puede limitarlo,
dominarlo y hasta secarlo, como hizo con el mar Rojo (cf. Ex 14, 21). Él
puede levantar las tempestades y amainarlas, imponiendo su voluntad. Isaías
nos recuerda el poder del Señor: «¿No tengo yo poder para salvaros? Pues
con una amenaza seco el mar y convierto los ríos en desierto» (50, 2cd).
Si en nosotros se diese, en la teoría y en la práctica, la plena convicción
del absoluto poder del Señor, nos mantendríamos en serena confianza. San
Pablo es experto en angustias en medio del naufragio y de la tempestad:
«Amigos, os aconsejo que os animéis -les exhortaba a los navegantes,
cautivo rumbo a Roma- porque se me presentó esta noche un ángel del
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Señor diciéndome: “no temas Pablo, Dios te ha concedido la vida de todos
los que navegan contigo”» (Hch 27, 22-23).
La manifestación de la omnipotencia de Dios sobre la tempestad nos
lleva a la confianza de que nuestra fe puede robustecerse, puede ir creciendo
de día en día y puede ser comunicada eficazmente en nuestra misión
evangelizadora. El Señor nos reta a salir de nuestra pequeña fe para pasar a
la gran fe que tantos manifestaron, la fe de la Iglesia. Así el Señor podrá
repetirnos: «No temas. Tu fe te ha salvado» (cf. Mc 5, 34. 36).
«Ponte a salvo. No mires atrás. No te detengas en la vega» (Gén 19, 17).
La recomendación del ángel está hecha en singular a Lot y a todos los
miembros de la familia que huye, en especial a su esposa. Porque la familia,
en su conjunto avanza aunque no supera la duda. No te quedes atrás -
asegura el ángel-, no mires atrás es el consejo salvador. Lot busca refugio en
una pequeña ciudad (cf. Gén 19, 20) que necesariamente se llama
“pequeña” (Soar, cf. Gén 19, 22). No comprende que su salvación total
estaría en los montes altos, donde la liberación es plena y el nuevo horizonte
aparece claro e infinito. Pero en aquel momento la mujer vuelve la cabeza
hacia el pasado, «miró atrás, y se convirtió en estatua de sal» (Gén 19, 26).
Las Jornadas de reflexión que ahora hacemos en Ávila nos han de servir
para seguir el consejo del ángel: no mirar atrás y encaminarnos a la altura
de los montes, hacia las alturas de Gredos, donde es más fácil contemplar y
vivir la fe desde la comunión eclesial, desde la garantía que nos da el acto de
fe personal unido al de los demás.
Y la Eucaristía que ahora celebramos es fuente y culmen para vivir la fe
en comunión con Jesucristo, que constituye, fundamenta y hace crecer
nuestra fe comunitaria, nuestra fe eclesial. ¡Esta es la fe de la Iglesia!
S. A. I. Catedral del Salvador + Jesús García Burillo
2 de Julio de 2013 Obispo de Ávila
FUNERAL POR LAS VÍCTIMAS DEL ACCIDENTE EN TORNADIZOS
2 Cor 1,3-7; Sal 24, 6-7bc. 17-18. 20-21; Jn 11, 32-45
Queridos hermanos en el Episcopado, sacerdotes concelebrantes,
párrocos de las personas fallecidas, familiares de las víctimas, autoridades
regionales y municipales, alcaldes de los afectados, Cuerpos y Fuerzas de la
Seguridad del Estado, Servicios del Ayuntamiento. Hoy tenemos un
recuerdo muy especial para los heridos que están en los hospitales, queridos
amigos:
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Al empezar la mañana de un día que esperábamos apacible, el pasado
martes, nos sorprendió la terrible noticia del accidente de un autobús que
hacía la línea hacia Serranillos (Ávila). Nueve personas fallecidas, veintidós
heridas, de las cuales algunas muy graves, aunque ahora han mejorado. El
autobús iba recogiendo personas humildes y sencillas de los pueblos de
Villanueva de Ávila, Navalosa, Navarredondilla, Navaluenga y San Juan de
la Nava, del valle del Alberche. Tenía previsto llegar a Ávila a las nueve.
Pero el drama los alcanzó inesperadamente descendiendo el Puerto de la
Paramera. La noticia nos desgarró el alma y buscamos noticias con ansiedad.
Cuando supimos la magnitud del accidente corrimos a encomendar al Señor
las almas de los fallecidos y a sus familias, y oramos por la recuperación de
los heridos.
A media mañana, haciéndome eco del dolor de toda la diócesis,
transmití a los medios de comunicación un mensaje en el que expresaba mis
«más sentidas condolencias y el deseo de rodear con mi afecto y oración a
las familias afectadas por el drama, uniéndome a su dolor, y rogando al
Señor que les aporte ayuda y consuelo en su prueba. En estos terribles
momentos de dolor para ellos, quiero que sientan que no están solos -decía-,
sino que, espiritualmente, la Iglesia les acompaña, pidiendo al Señor para
que les dé la fortaleza y la fe necesaria para afrontar este duro trance». Es lo
que hacemos en estos momentos junto con toda la Diócesis de Ávila,
después que habéis celebrado los funerales y el entierro con gran
sentimiento y desolación en vuestras parroquias. Ahora nos sentimos más
familia que nunca, estrechamente unidos no sólo por el dolor sino también
por la fe y la esperanza.
Estos hermanos nuestros: Berta y su hijo Jorge, Martín y su hija Beatriz,
Consuelo, Juan, Beatriz y Gerardo, subieron a aquel autobús con el corazón
lleno de esperanzas. Cada uno se puso en camino, dispuesto a realizar sus
tareas de cada día, pero ese trayecto -como dijo el Papa Francisco en su
visita a Lampedusa ese mismo día-: «En lugar de haber sido una vía de
esperanza, ha sido una vía de muerte». El mismo Santo Padre ha tenido la
delicadeza inmensa de estar junto a nosotros en estos momentos de dolor, y
particularmente cerca de quienes sufrís la pérdida de vuestros seres
queridos, orando por vosotros, por los fallecidos y por los heridos. El
mensaje del Papa dice textualmente:
«Excmo. Mons. Jesús García Burillo, Obispo de Ávila: Su Santidad, El
Papa Francisco, profundamente apenado al conocer la noticia del grave
accidente de tráfico ocurrido en el término de Tornadizos, ruega a Vuestra
Excelencia que tenga la bondad de transmitir su cercanía espiritual a todos
los afectados en tan lamentable percance, a la vez que ofrece fervientes
sufragios y plegarias, pidiendo a Dios el eterno descanso de los fallecidos en
esa tragedia. Asimismo, el Sumo Pontífice desea hacer llegar a través de
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Vuestra Excelencia su sentido pésame a los familiares de los difuntos, junto
con expresiones de aliento y consuelo a todos los heridos, con el vivo deseo
de su pronta y total recuperación. Con estos sentimientos, en estos
momentos de tristeza, el Santo Padre, invocando el dulce nombre de
Nuestra Señora de Sonsoles, imparte de corazón la confortadora Bendición
Apostólica, como signo de esperanza en Cristo resucitado».
Es muy difícil en estos momentos encontrar una palabra de consuelo y de
aliento que pueda aliviaros. Por eso, en nombre de todos los presentes y de
quienes están unidos espiritualmente a esta celebración, yo quiero unirme a
vosotros compartiendo algunos sentimientos que os den fuerza y esperanza:
los busco en tres frases de la Palabra de Dios.
Primera: Y las mujeres contemplaban de lejos (cf. Mt 27, 55a; Mc 15,
40; Lc 23, 49). El silencio de las mujeres que acompañaban a Cristo, muerto
en el Calvario, y le miraban conmovidas, nos invita a guardar un respetuoso
silencio, junto a vosotros, en este momento. Porque nuestras palabras deben
ir precedidas por el silencio. Sin el silencio previo no existen palabras con
densidad y contenido. Hay momentos en que no sabemos qué decir. En un
momento de dolor tan intenso y de abatimiento como el vuestro no sabemos
bien qué deciros o cómo consolaros. Las palabras se nos quedan cortas. Por
eso nuestra primera actitud en este momento es un respetuoso silencio, un
silencio que acompaña a la consolación. Nos quedamos junto a cada uno de
vosotros, os damos la mano, para sentir en el hondón de nuestra alma el
estado en que os encontráis. «Dios nos consuela -nos ha dicho san Pablo-
hasta el punto de poder consolar a los demás» (2 Cor 1, 4). Sabed que
estamos aquí, que nos con-dolemos, es decir, que compartimos vuestro dolor
y sufrimiento para que podáis soportarlo mejor. Por eso os decimos con las
mismas palabras de san Pablo: «Nuestra esperanza respecto de vosotros es
firme, pues sabemos que si somos compañeros en el sufrimiento, también
compartiremos el consuelo» (2 Cor 1, 7).
Segunda frase: «Bendito sea Dios, Padre de la misericordia y de todo
consuelo» (2 Cor 1, 3). El segundo sentimiento que queremos expresaros es
el consuelo que nace del amor. En el evangelio Jesús nos dice: «Venid a mí
todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11, 28). Pues
ahora yo os invito y me invito a mí mismo a poner nuestra mirada en Jesús.
Miradle aquí crucificado, muerto de amor por nosotros. También Él en la
cruz gritó al Padre: «¿Dios mío, por qué me has abandonado?» (cf. Mt 27,
51; Mc 15, 38). A Él «nos unimos para poder creer -dice el Papa Francisco-.
La fe no solo mira a Jesús, sino que mira desde el punto de vista de Jesús,
con sus ojos» (Lumen fidei, 18). «La fe reconoce el amor de Dios
manifestado en Jesús como fundamento sobre el que se asienta la realidad y
su destino final» (Lumen fidei, 15). Por eso, «precisamente en la
contemplación de la muerte de Jesús, la fe se refuerza y recibe una luz
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resplandeciente, cuando se revela como fe en un amor indefectible por
nosotros, que es capaz de llegar hasta la muerte por salvarnos. En este amor,
que no se ha sustraído a la muerte para manifestar cuánto me ama, es
posible creer» (Lumen fidei, 16). «En esto hemos conocido al amor: en que
Él dio su vida por nosotros» (1 Jn 3, 16), dice San Juan. Jesucristo no solo
ha sido el ejemplo máximo de amor, al dar su vida por nosotros, sino que
nos ha marcado el camino, nos ha salvado por amor y nos ha incorporado a
su propio misterio de amor y de entrega a los demás.
Tercera frase: «Sé que resucitará en el último día» (Jn 11, 24). Esta
confesión de Marta, la hermana de Lázaro, es nuestra máxima esperanza en
el momento presente. El Padre no abandonó a Jesús en la cruz, sino que lo
resucitó al tercer día y lo glorificó sentándolo a su derecha. Ese es también
el destino de cuantos murieron en la Paramera. En efecto, resurrección es la
palabra definitiva que los creyentes podemos dar ante la muerte. Es la
palabra que los abulenses creyentes, y yo como obispo, podemos deciros en
estos momentos. «La muerte de Cristo manifiesta la total fiabilidad del amor
de Dios a la luz de la resurrección. En cuanto resucitado, Cristo es testigo
fiable, digno de fe, apoyo sólido para nuestra fe» (Lumen fidei, 17).
Resurrección es el estado en que vivimos cuantos creemos en Jesucristo,
muerto y resucitado, quienes hemos sido bautizados y vivimos en comunión
con Él. Del mismo modo que Cristo ha muerto y ha resucitado, también
nosotros morimos y resucitamos con Él. Ya podemos participar en la
resurrección del Señor: «Si vivimos, vivimos para el Señor. Si morimos,
morimos para el Señor. En la vida y en la muerte somos del Señor», nos dice
san Pablo (Rom 14, 8). En Cristo, estamos vivos todos cuantos creemos en
Él. Estas palabras de Jesús son las que nos dan pleno consuelo y esperanza:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que crea en mí, aunque haya muerto,
vivirá; y el que esté vivo y crea en mí, no morirá para siempre» (Jn 11, 23.
25).
Queridos hermanos y hermanas: que la Santísima Virgen del Carmen,
cuya fiesta se aproxima, acoja las almas de nuestros fieles difuntos y los
acompañe hasta su Hijo Jesucristo, el lugar de la paz y felicidad eterna. Así
sea.
S.A.I. Catedral del Salvador + Jesús García Burillo
Jueves 11 de Julio de 2013 Obispo de Ávila
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DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO. CLAUSURA DEL XLII
CONGRESO INTERNACIONAL ECUMÉNICO DE LA I.E.F.
Gén 18, 20-32; Sal 137; Col 2, 12-14; Lc 11, 1-13.
Queridos hermanos:
Durante esta semana nuestra Diócesis ha acogido el cuadragésimo
segundo Congreso Internacional Ecuménico de la IEF. Confiamos que os
hayáis sentido como en vuestra propia casa y que los trabajos que habéis
desarrollado nos ayuden a todos a profundizar en el don de la unidad que el
Resucitado ha concedido a su Iglesia. Ojalá llegue pronto el día en que,
superada toda huella de división, los bautizados en Cristo formemos un solo
cuerpo visible para que el mundo crea, conforme a la oración de Jesús, en el
evangelio de Juan (cf. Jn 17, 21).
Saludo cordialmente a las autoridades de las distintas confesiones
cristianas, a los organizadores del encuentro, a los participantes y a todos los
que os habéis acercado a esta Catedral de El Salvador, para celebrar la
Eucaristía en el día del Señor.
«En el camino ecuménico hacia la unidad, la primacía corresponde sin
duda a la oración común, a la unión orante de quienes se congregan en
torno a Cristo mismo. Si los cristianos, a pesar de sus divisiones, saben
unirse cada vez más en oración común en torno a Cristo, crecerá en ellos la
conciencia de que es menos lo que los divide que lo que los une. Si se
encuentran más frecuente y asiduamente delante de Cristo en la oración,
hallarán fuerza para afrontar toda la dolorosa y humana realidad de las
divisiones, y de nuevo se encontrarán en aquella comunidad de la Iglesia
que Cristo forma incesantemente en el Espíritu Santo, a pesar de todas las
debilidades y limitaciones humanas». Así se expresaba el Beato Juan Pablo
II en su Encíclica Ut unum sint (n. 22b). En ella se recogen las enseñanzas
del Concilio Vaticano II que define la oración como «el alma de todo
movimiento ecuménico» (cf. UR, 7). En efecto, la unidad es fruto del
Espíritu, que nosotros sólo podemos suplicar con humildad y acoger con
gratitud. En el camino para superar las divisiones de las distintas Iglesias y
comunidades cristianas, la oración es el elemento más valioso. Por eso, y
porque somos conscientes de la debilidad de nuestra propia plegaria, como
los discípulos del evangelio suplicamos al Maestro: «Señor, enséñanos a
orar» (Lc 11, 1).
Jesús, al transmitir el Padre Nuestro, en primer lugar nos hace partícipes
de su misma condición filial. Como afirma el Apóstol, en el Bautismo hemos
sido sepultados con Cristo y hemos resucitado con Él por medio de la fe (cf.
Col 2, 12). Gracias a la acción sacramental de la Iglesia, hemos sido
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injertados en el Hijo de Dios como los sarmientos a la vid (cf. Jn 15, 5).
Participamos, por gracia, de la condición de hijos que el Señor, y sólo Él,
tiene por naturaleza. En el Espíritu, adquirimos la audacia de llamarnos y de
ser en verdad hijos de Dios (cf. 1 Jn 3, 1); pues el Padre, en su amor por
nosotros, se ha dignado asociarnos al misterio de su Unigénito. Si los
filósofos creían que el inicio de la sabiduría era el asombro, los creyentes
sabemos que el principio de la oración es el estupor de poder dirigirnos a
Dios como Padre. En cierto modo, en esto se condensa y expresa toda la
doctrina cristiana. Así lo intuyó la hija más ilustre de nuestra Iglesia de
Ávila, la mística Santa Teresa, cuando escribía: «¡Oh Hijo de Dios y Señor
mío!, ¿cómo dais tanto junto a la primera palabra? Ya que os humilláis a Vos
con extremo tan grande en juntaros con nosotros al pedir y haceros
hermano de cosa tan baja y miserable, ¿cómo nos dais en nombre de vuestro
Padre todo lo que se puede dar, pues queréis que nos tenga por hijos, que
vuestra palabra no puede faltar? Obligáisle a que la cumpla, que no es
pequeña carga, pues en siendo Padre nos ha de sufrir por graves que sean las
ofensas. Si nos tornamos a Él, como al hijo pródigo hanos de perdonar,
hanos de consolar en nuestros trabajos, hanos de sustentar como lo ha de
hacer un tal Padre […] y después de todo esto, hacernos participantes y
herederos con Vos» (Camino de Perfección, XXVII, 2).
Ciertamente, en la oración aprendemos que es más lo que nos une que lo
que nos separa. Porque no nos unen sólo ideas, las doctrinas, la ética, la
historias, las tradiciones o costumbres. Ante todo, nos une nuestra
condición de ser hijos de Dios. Y esta realidad es más alta, más profunda,
más decisiva y más hermosa que ninguna otra vinculación posible en este
mundo. Es verdad, estamos divididos por cuestiones cuya importancia no
podemos soslayar. Es cierto, somos herederos de una historia conflictiva que
no podemos contemplar sin avergonzarnos. Pero nada de esto puede
hacernos olvidar que estamos ya unidos por unos lazos más fuertes que
ninguno de cuantos el mundo pueda producir. Cuando dos bautizados se
encuentran, no pueden olvidar que ante todo son, por la gracia del Espíritu,
hijos del mismo Padre celestial, hermanos en Cristo, rescatados a precio de
su sangre. Y nada hay mayor que esto.
Las primeras peticiones del Padre Nuestro nos descubren que la primera
mirada del orante se dirige a Dios. Queremos lo que Él quiere: que su
nombre sea santificado y que venga su Reino. En cierto modo, se apunta
aquí la realidad en la que luego se profundizará en la parábola del fariseo y el
publicano (cf. Lc 18, 9-14). En esta se pone de manifiesto que la clave de
una verdadera vida de oración no es la rectitud moral –y, podríamos
suponer, incluso doctrinal– de la que el fariseo hace gala. Lo central en la
oración y en la vida cristiana es la humildad con la que el publicano se
olvida de sí mismo para que su primer pensamiento sea para Dios: «Tú,
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Señor, ten piedad de mí, que soy un pecador» (Lc 18, 13). La consecuencia
más dramática de la división de los cristianos es que frecuentemente hemos
conseguido, por desgracia, que los hombres nos miren a nosotros, nuestras
diferencias o disputas, en vez de mirar con nosotros a Dios. Dios es la
palabra más necesaria para el hombre, su interlocutor más deseado.
Centrándonos en nuestras discusiones eclesiásticas hemos descuidado la
esencia de nuestro ser eclesial, que consiste en remitir a Cristo con la
docilidad y afecto de María cuando en las bodas de Caná sugiere: «haced lo
que Él os diga» (Jn 2, 5).
La Evangelización es la tarea que hoy, ante una sociedad sin fe, nos
afecta a todos los cristianos: «como el Padre me envió así también os envío
yo» (Jn 20, 21). De este modo se expresaba la Exhortación Apostólica
postsinodal Ecclesia in Europa: «El Apocalipsis nos pone ante una palabra
dirigida a las comunidades cristianas para que sepan interpretar y vivir su
inserción en la historia, con sus interrogantes y sus penas, a la luz definitiva
del Cordero inmolado y resucitado. Al mismo tiempo nos hallamos ante una
palabra que compromete a vivir abandonando la insistente situación de los
hombres prescindiendo de Dios o contra Él» (n. 5).
Así, en el pasaje del Evangelio que hemos escuchado, el Señor nos
muestra también las tres actitudes fundamentales del orante: la humildad de
quien busca ante todo el Reino de Dios y su justicia (cf. Mt 6, 33); la
perseverancia de quien sabe que quien busca halla (Lc 11, 10) y la alegría de
quien ha recibido de antemano lo máximo que podía pedir: el Espíritu Santo
que alumbra nuestra carne mortal con la esperanza cierta de la resurrección.
Esta esperanza es la que reavivamos cada domingo.
Hermanas y hermanos: que el Señor Resucitado nos haga dignos testigos
suyos, hombres y mujeres de oración, para que manifestando a Dios en
nuestras vidas, con fe renovada y parrèsía, el mundo crea y la Iglesia alcance
su unidad perfecta. Amén.
S.A.I. Catedral del Salvador + Jesús García Burillo
Domingo 28 de Julio de 2013 Obispo de Ávila
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FIESTA DE MARÍA REINA. ACCIÓN DE GRACIAS Y DESPEDIDA DE LA
COMUNIDAD DE CARMELITAS DE LA ANTIGUA OBSERVANCIA DEL
CONVENTO DE LA MADRE DE DIOS, DE PIEDRAHÍTA
Zac 2,14-17; Lc 1,39-47
Saludo muy cordialmente a toda la asamblea, reunida para celebrar esta
Eucaristía final del tiempo vivido por las Carmelitas de la Antigua
Observancia en este Convento de la Madre de Dios de Piedrahíta: P.
Asistente de la Congregación, Sr. Vicario para la Vida Consagrada en
Ávila, Sr. Cura Párroco, Don Virgilio, queridos hermanos sacerdotes, Madre
General y Madre Federal, Madre Rosario, superiora de la comunidad, y
Hermanas; miembros del Ayuntamiento en representación de la ciudad.
Queridas hermanas y hermanos:
La Superiora de la comunidad ha dirigido unas emotivas palabras al
comienzo de la Eucaristía, que resumen los sentimientos de cuantos
celebramos este momento histórico del Convento de la Antigua
Observancia. Durante más de cinco siglos se ha vivido el espíritu del
Carmelo conforme al carisma de su Antigua Observancia. Ahora, por falta
de vocaciones se ve obligado a clausurar esta larga etapa de su existencia.
No se trata del final de la vida de la Congregación, tal como la Madre ha
precisado, sino más bien el final de una etapa, puesto que una nueva
comunidad de reciente creación vendrá a continuar la larga vida de esta
comunidad entre nosotros. Todos estamos emocionados por el momento,
“como un flan” solemos decir ordinariamente. No es de extrañar esta
emoción cuanto se trata de sintetizar el número y la intensidad de vivencias
que han tenido lugar en esta casa durante cinco siglos. Para expresar
nuestros sentimientos, quiero tomar alguna palabra de la Sagrada Escritura
que acabamos de proclamar en la liturgia.
«Alégrate, Hija de Sión, que yo vengo a habitar dentro de ti» (Zac 2,
14). La primera palabra es de alegría y de gozo en la fiesta de Santa María
Reina, que habéis elegido precisamente para celebrar esta Eucaristía de
despedida. El Convento está dedicado a la Madre de Dios y esta fiesta es
muy apropiada para clausurar, amparados por la Santísima Virgen, un
espacio de tiempo tan prolongado, dedicado a la vida consagrada. El Papa
Pío XII, en su alocución al término de la proclamación de la Realeza de
María, el primero de noviembre de 1954, afirmaba: «La realeza de María
penetra hasta lo más íntimo de los corazones y los toca en su profunda
esencia, en aquello que tienen de espiritual y de inmortal… El reino de
María no tiene más que una aspiración: la plena donación de sí en su más
alta y total generosidad… Reinad, Madre y Señora, mostrándonos el camino
O b i s p o | 1 7
de la santidad, dirigiéndonos y asistiéndonos para que nuca nos apartemos
de él».
Para entender el significado del título de “Reina”, dedicado a la
Santísima Virgen, hemos de buscar su analogía con la Cristo Rey, fiesta que
culmina el año litúrgico. Cristo es Rey no solo por ser Hijo de Dios, sino
además, porque es Redentor, y por medio de su vida y su obra nos ha dado
la salvación a la humanidad. De modo semejante, María es reina no solo
porque es Madre de Dios, sino también porque, siendo la nueva Eva, está
asociada al nuevo Adán, que es Cristo, y como tal cooperó en la obra de
redención, llevada a efecto por su divino Hijo. El fundamento de la realeza
de María está, por consiguiente, no solo en su maternidad divina, sino
también en su condición de corredentora.
A partir del siglo V, cuando María fue proclamada Madre de Dios en el
Concilio de Éfeso, se viene otorgando a María el título de Reina. Así, en
una homilía atribuida a Orígenes, encontramos un comentario a las palabras
de Isabel en la Visitación: «… eres bendita entre todas las mujeres, tú, la
Madre de mi Señor, tú mi Señora». Orígenes une aquí a la expresión
“Madre de mi Señor” el apelativo “mi Señora”, anticipándose al título de
“Soberana”, que más tarde le daría S. Juan Damasceno: «Cuando se
convirtió en Madre del Creador, llegó a ser verdaderamente la soberana de
todas las criaturas» (De fide orthodoxa, 4, 14). Si el Señor en la Ascensión
“fue elevado al cielo y está sentado a la diestra de Dios”, María, al ser asunta
al cielo, participa del poder de su Hijo en la extensión del Reino y en el
otorgamiento de la gracia al mundo. La Asunción de María no sólo explicita
su plena comunión con Cristo, sino también su comunión con cada uno de
nosotros. No sólo es Cristo quien se ha quedado en la historia junto a
nosotros, sino que también es María quien permanece en este mundo junto
a nosotros. Al ser encomendada por Cristo a Juan desde la Cruz, éste la
llevó a su casa y así María ha permanecido en nuestra casa por los siglos.
Ella es Madre de la Iglesia, ella está siempre en nuestro corazón, nos alienta,
genera en nosotros la esperanza, nos lleva de la mano hasta su Hijo.
En esta tarde, queridos hermanos, yo os invito a alegrarnos abiertamente
por María Reina: ¡Alégrate, Hija de Sión! Ahora bien, ¿hemos de alegrarnos
también por este día, que supone el final de una larga etapa histórica, la
clausura de esta comunidad?
Segunda palabra: «Calle toda carne ante el Señor cuando se levanta en
su santa morada» (Zac 2, 17). Antes de comenzar la Eucaristía hemos
tenido un largo tiempo de adoración del Santísimo expuesto sobre el altar.
Mientras hacíamos adoración, yo pensaba que este momento podría
entenderse como una síntesis de lo que este convento ha sido durante
quinientos años en medio de Piedrahíta: un tiempo de silencio y de
adoración. A eso se han dedicado las Hermanas en esta casa, mientras
1 8 | O b i s p o
nosotros seguíamos un modo de vida ordinaria: nuestro trabajo, nuestra vida
de familia, nuestras relaciones humanas. En medio de nuestra vida diaria, la
comunidad de Carmelitas Calzadas oraba en silencio, ofrecía su vida como
respuesta generosa de su entrega a Él y en sacrificio constante por nuestras
vidas. Sus vidas consagradas han sostenido durante siglos la vida cristiana
de Piedrahía. Sin darnos apenas cuenta, una comunidad de mujeres ofrecía
al Señor sus vidas por nuestra salvación, oraban para que superásemos
nuestras dificultades en el seguimiento de la voluntad de Dios, rezaban por
los frutos apostólicos de esta Parroquia. En las vidas de las hermanas, se
daba un proceso de configuración con Cristo pobre, casto y obediente, que
permanecía como una antorcha encendida en medio de nuestros afanes,
también en momentos de oscuridad. Ellas han seguido el camino de la
santidad, que la Iglesia ha reconocido en algunos casos, como el de la Beata
María de Jesús y del Espino, o la Hermana Lourdes del Santísimo
Sacramento, que murió en olor de santidad, habiendo ofrecido su vida por
la santificación de los sacerdotes. Ellas han sido un modelo y una ayuda para
nosotros.
Yo os invito también esta tarde a consagrarnos a Dios con ellas. Será el
modo de asumir en nosotros los frutos de su vida consagrada y de participar
en lo más esencial y valioso de su existencia entre nosotros, su vida de
mujeres consagradas.
La tercera palabra la tomo del evangelio que ha proclamado Kaspar, en
el ejercicio de su ministerio como Diácono entre nosotros: «María se puso
en camino y se fue a la montaña» (Lc 1, 39). Como María, también las
Hermanas se ponen en camino. Ellas se van. ¿Qué actitudes podemos
desarrollar en nosotros en estos momentos? Yo os ofrezco mis propios
sentimientos. En primer lugar, ofrecemos esta Eucaristía en acción de
gracias a Dios por el don incalculable que ha concedido a nuestra diócesis
de Ávila y en particular al arciprestazgo de Piedrahíta con su presencia
entre nosotros. Es un acontecimiento que solo es mensurable con visión
sobrenatural, considerando el significado de sus vidas, como ya hemos
comentado hace unos momentos. En segundo lugar, damos gracias a cada
una de las Hermanas que han vivido en esta casa, centenares, millares de
ellas, que han sido testimonio permanente de Jesucristo entre nosotros,
dándonos luz y apoyo en nuestro diario caminar. Agradecemos también a la
Congregación de Carmelitas de la Antigua Observancia, que recibió ese
carisma del Señor y nos lo ha regalado a nosotros. Experimentamos
asimismo un sentimiento de añoranza. ¿Añoranza por la pena que sentimos
al despedirlas? Ciertamente sentimos gran dolor por su marcha, pero nuestra
añoranza ha de consistir en una valoración de sus vidas, de su vocación.
Hemos de valorar la vida de silencio y de contemplación de nuestras
hermanas. Hemos de apreciar las vocaciones a la vida consagrada. En estos
O b i s p o | 1 9
momentos hemos de reconocer que hemos sido incapaces de mantener la
vida consagrada en nuestra ciudad. No hemos respondido adecuadamente a
la invitación del Señor para abrazar un modo de vida más perfecto. La
vocación no es solo una gracia de Dios. La vocación exige también una
respuesta por nuestra parte; y esta respuesta ha fallado en este caso. Yo os
invito a pedir al Señor ardientemente por las vocaciones a la vida
consagrada y al ministerio sacerdotal. Sin ellas no podrá existir la Iglesia y
peligrará la vida cristiana de nuestras comunidades. Tomémoslo muy en
serio.
Finalmente, otro sentimiento en momento presente es la esperanza.
Esperamos una nueva comunidad. La Congregación ha previsto continuar el
carisma del Carmelo enviándonos una nueva comunidad de reciente
creación, que seguirá ayudándonos y apoyando nuestra vida cristiana.
Ruego al P. Asistente, que verá pronto al P. General de la Orden, que le
agradezca haber previsto la continuidad del Carisma de la Madre de Dios
entre nosotros. En la Iglesia, como nos dijo muy frecuentemente el Papa
Benedicto, no existe la ruptura sino la continuidad. La Iglesia es un solo
sujeto que desenvuelve su existencia en la historia como testigo de Cristo
Resucitado entre los hombres. En un futuro próximo esta casa tendrá una
nueva comunidad que le dará vida y con ella, Piedrahíta y la Diócesis
tendrán un nuevo motivo de alegría y de gozo. Habremos de recibirlas y de
colaborar con ellas como una verdadera gracia del Señor. Os invito a orar
por las Hijas del Carmelo que han de venir, y por las hermanas que ahora
nos dejan.
Hermanos y hermanas, que la Santísima Virgen, María Reina, nos ayude
a vivir este acontecimiento centrados en su Hijo, cuya presencia real vamos
a contemplar y cuyo Cuerpo y Sangre vamos a compartir. Así sea.
Monasterio de la Madre de Dios + Jesús García Burillo
Piedrahíta, Jueves 22 de agosto de 2013 Obispo de Ávila
MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA. CLAUSURA DEL CONGRESO DE
LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PROFESORES DE LITURGIA
Jr 1, 17-19; Sal 70; Mc 6, 17-29.
Saludo muy cordialmente a todos los miembros de la Asociación
Española de Profesores de Liturgia, a su presidente y a todos los profesores.
Habéis querido clausurar con el obispo de Ávila, en la Catedral, el congreso
que habéis mantenido en esta Diócesis, a los 50 años de la Constitución
Sacrosanctum Concilium. Sed bienvenidos. Actualizaremos aquí el espíritu de
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liturgia, por cuyo medio «se ejerce la obra de nuestra redención», sobre todo
en el divino sacrificio de la Eucaristía -en palabras de la Constitución, nº 2-.
En particular, celebramos hoy la memoria del martirio de san Juan Bautista,
«El precursor, que como lámpara encendida y resplandeciente, tanto en la
muerte como en la vida dio testimonio de la verdad», dice el elogio del
Martirologio Romano, haciéndose eco de las palabras de Jesús sobre Juan el
Bautista que nos refiere el evangelista san Juan (cf. Jn 5, 35).
Sin duda alguna «Juan derramó su sangre por la verdad, la derramó por
Cristo; y él, que precedió a Cristo en su nacimiento, en su predicación y en
su bautismo, anunció también con su martirio, anterior al de Cristo, la
pasión futura del Señor», como nos recuerda hoy san Beda, el Venerable, en
el oficio de lectura.
Juan Bautista, el mayor de los nacidos de mujer, como le llama Cristo,
presagió con su concepción y nacimiento la alegría de la redención. Además
tuvo el privilegio, entre todos los profetas, de señalar al cordero que quita el
pecado del mundo. Bautizando al Señor en el Jordán, el agua viva tiene
desde entonces poder de salvación para los hombres, y todo su testimonio
por la verdad fue sellado con el derramamiento de su sangre. Esta síntesis de
la misión profética del Bautista es bellamente recogida por la Liturgia en el
prefacio de la misa de hoy.
También la Palabra de Dios que hemos proclamado, nos ofrece un marco
de reflexión sobre el martirio del Bautista: por un lado la premonición
simbólica descrita en la misión del Profeta Jeremías, y por otro, el relato del
suceso en el evangelio de Marcos, referido más brevemente por Mateo y
aludido en el Evangelio de Lucas.
La lectura del profeta Jeremías se refiere a su misión y destaca la actitud
interna que deberá mantener en los momentos difíciles en que el envío
tendrá lugar.
La misión es simbolizada, en los versos precedentes a la lectura
proclamada, mediante dos visiones que dan un tono amenazante a la labor
profética de Jeremías: una rama de almendro y una olla hirviendo. Con la
imagen de la rama de almendro el Señor previene al profeta en su misión de
vigilancia. Debe estar atento para comunicar al pueblo el inminente juicio
de Dios. La olla, inclinada de norte a sur, vierte su contenido sobre Judá,
visualizando la amenaza de Babilonia que pronto sobrevendría sobre el
pueblo elegido.
¿Cómo deberá prepararse el profeta al ejercicio de su misión? Para
favorecer el cumplimiento del plan de Dios, Jeremías deberá hacer acopio de
firmeza interna y externa con el fin de afrontar y superar los obstáculos que
encontrará en su predicación. Convertirse con la gracia del Señor en
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columna de hierro y en muralla de bronce le invita a endurecer sus actitudes
internas más hondas en el momento en que llegue la adversidad.
La expresión “cíñete los lomos”, acción a la que es invitado por Dios,
equivale a decir: “prepárate para la lucha”, no será un sencillo juego de
comunicación, al que Jeremías habrá de entregarse. Por otra parte,
convertirse en “plaza fuerte” es una invitación a expresar la firmeza interior
en el momento de la manifestación pública, del debate abierto en la plaza de
la ciudad con aquellos en los que no encontrará acogida sumisa a sus
palabras.
En todo caso, los ataques que el profeta soportará en el ejercicio de su
misión serán contrarrestados por la ayuda del Señor. El Señor no le dejará
solo, abandonándolo a su suerte. La promesa divina, cercana y confortadora,
garantizará su firmeza interior. No habrá de temer en el ejercicio de su labor
de denuncia, porque no se enfrentará él solo en la misión, sino que la fuerza
de Dios estará con él. Los frentes abiertos a su labor profética son los reyes y
príncipes de Judá, los sacerdotes y la gente del campo (“pueblo de la tierra”
es la expresión precisa que utiliza el texto, aludiendo a algún tipo de
aristocracia rural, parecida, quizás, a los “caciques” de nuestros pueblos).
Estos apenas tendrán consistencia en el debate con el profeta porque Dios
estará con él. Estará a su lado, sosteniendo en su fundamento y raíz la
solidez de su estructura interna. Esta es Palabra del Señor, la garantía en su
misión. Cuando Jeremías no sienta cercano e íntimo el apoyo divino, la
debilidad y el temor serán extremos en él.
Este cuadro sociológico al que se enfrentará Jeremías, recuerda a los
grupos de personas a los que Herodes invita al banquete donde tendrá lugar
la ejecución de Juan Bautista: los magnates (megistan) los oficiales del
ejército (jiliarkoi) y la gente principal de Galilea (oi protoitès Galilaias). También acudirán al banquete para la celebración del cumpleaños de
Antipas, su actual acompañante, Herodías, esposa de Filipo y cuñada suya, y
la hija de ésta, Salomé.
El nombre de la muchacha y otros detalles del relato, como el lugar de la
celebración del banquete en la fortaleza de Maqueronte, los conocemos por
el relato del historiador Flavio Josefo. Maqueronte ofrecía a Herodes la
función de fortaleza para la defensa de sus fronteras, amenazadas por los
nabateos, y la de palacio para sus horas de gobernador desocupado y amigo
de fiestas y celebraciones. En esta coreografía de luces, candelabros,
triclinios, ricos vestidos, joyas y animado diálogo, tiene lugar el martirio de
Juan Bautista relatado con dramática dureza por el evangelista Marcos.
Marcos nos ofrece aquí la única narración en todo su evangelio, en la
que Jesús no aparece como protagonista. Los rumores mencionados
anteriormente en el texto de Mc, sobre Juan, que le designan como el
2 2 | O b i s p o
Bautista resucitado, presuponen que el acontecimiento de su martirio había
sucedido ya previamente y aquí se presenta como signo premonitorio de lo
que espera a Jesús y a sus discípulos.
Juan había censurado a Herodes el hecho de haberse desposado con
Herodías, esposa de su hermano y sobrina suya, nieta de Herodes el Grande,
promotor de la matanza de los niños en Belén, conciudadanos de Jesús. El
reproche del Bautista por esta acción, le llevó a la prisión y al odio de
Herodías. Es cierto que Herodes tenía hacia el Bautista una cierta
consideración que el evangelista destaca: «respetaba a Juan y lo defendía,
sabiendo que era un hombre honrado y santo» y «cuando lo escuchaba,
quedaba desconcertado y lo escuchaba con gusto» (Mc 6, 20).
El momento propicio para la venganza de Herodías tuvo lugar con
ocasión del cumpleaños del tetrarca, en el gran festín al que son invitados
los principales del reino.
Salomé entretiene al rey y a sus huéspedes con su danza. Acabado el
baile, Herodías sorprende al rey utilizando a su hija para pedirle la cabeza
del Bautista. Con la misma descarada desenvoltura con que Salomé ha
ejecutado su danza, exige ahora, y al momento, la cabeza del Bautista.
Realizada la ejecución inmediata de su deseo, es decir la decapitación de
Juan, la muchacha lleva a su madre sobre una bandeja el espantoso presente
que el verdugo le ha entregado. El mal parece haber triunfado y los
discípulos del Bautista recogen el cadáver para sepultarlo. En los momentos
de desolación, los discípulos de Juan pudieron recordar las palabras del
Maestro: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por
el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que
visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis? ¿a ver un
profeta? Sí, os digo, y más que un profeta… En verdad os digo que no ha
nacido de mujer un hombre más grande que Juan… Desde los días de Juan,
el Bautista, hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos
lo arrebatan» (Mt 11, 7-9. 11-12).
Queridos hermanos, profesores de Liturgia, la misión profética no está
exenta de riesgo ni de persecuciones. Fue perseguido Jeremías, Juan
Bautista, el Señor, sus discípulos, los quinientos sacerdotes y religiosos que
serán beatificados próximamente…
Sin embargo, la Iglesia a pesar de las dificultades de todo tiempo y lugar,
está llamada a dar testimonio de la verdad como san Juan Bautista,
proclamando con audacia y valentía la fe católica, y señalando a los
hombres de nuestro tiempo cuál es el camino de la salvación. Cada cristiano
está llamado a ser lámpara ardiente que ilumine nuestro mundo tan lleno de
sombras, alentados y sostenidos por la fe que proclamamos y celebramos
especialmente en la liturgia porque «sin la liturgia y los sacramentos, la
O b i s p o | 2 3
profesión de fe no tendría eficacia, pues carecería de la gracia que sostiene el
testimonio de los cristianos» (Porta fidei, 11).
La Iglesia, consciente de la necesidad de proclamar la fe católica con
mayor pasión y teniendo en cuenta el paso del tiempo, quiso renovarse
profundamente con la celebración del Concilio Vaticano II, y además quiso
que entre las primeras tareas del Concilio, se abordara la reforma litúrgica,
pedida con insistencia por muchos obispos, y que quedó plasmada en el
primer documento del Concilio: la Constitución Sacrosactum Concilium. La
reforma litúrgica era algo necesario, y la Constitución, aunque desprovista
de la riqueza de los posteriores documentos conciliares, puso los principios
no sólo de la reforma litúrgica, sino de lo que después sería la celebración de
todo el Concilio, como podemos observar en su número 1.
Con la promulgación de la Constitución Sacrosanctum Concilium, la
liturgia pasa a ser comprendida como una verdadera epifanía de la Iglesia,
cumbre y fuente de la vida cristiana, donde «toda celebración litúrgica, por
ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción
sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo
grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia» (SC, 7).
Todos sabemos que la reforma litúrgica, como primer fruto del Concilio,
fue recibida con mucha ilusión por la mayoría de la Iglesia, pero pronto llegó
el desconcierto, la desorientación, y también cierto desasosiego y
disconformidad por parte de algunos sectores eclesiales, y que en cierto
modo perviven hasta hoy. No obstante, hemos de recordar cómo toda la
reforma litúrgica se realizó en continuidad con la tradición y precedida por
una reflexión teológica profunda. La Iglesia consta de un solo sujeto que se
renueva continuamente. En la Iglesia no existen las rupturas, nos ha
repetido frecuentemente el Papa Benedicto XVI, sino la continuidad, que
exige también una continua conversión.
Como os recordaba D. Julián, al inicio de vuestras jornadas, hemos de
distinguir entre reforma y renovación. La reforma fue un fruto puntual del
Concilio para la Iglesia y nosotros estamos llamados a llevar a cabo, por
medio de esta reforma, la renovación continua que la Iglesia necesita para
realizar su misión salvadora en el mundo. Como liturgistas, tenéis la especial
encomienda, de contribuir a la formación litúrgica, tan recomendada por la
SC, tanto en sacerdotes como en los demás fieles, (nn. 16-19) a fin de que
puedan llegar a profundizar en la grandeza del Misterio de Cristo celebrado,
no quedándose en el mero rito externo, o en discusiones banales.
El rico legado de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia ha de seguir
dando sus frutos; han sido muchos los esfuerzos realizados en estos años
postconciliares, algunos de ellos incomprendidos. Pero hemos de mirar al
futuro con esperanza ya que la riqueza de este documento conciliar no ha
2 4 | O b i s p o
sido agotada, aún hay aspectos que no han sido recibidos en la práctica
litúrgica del pueblo de Dios, y otros aspectos que quedan por profundizar
como bien habéis podido constatar a lo largo de estas jornadas vosotros
mismos. Por esta razón no puedo más que animaros a esta importante tarea
que la Iglesia os ha encomendado.
Que la Virgen María, mujer eucarística, como la definió el Beato Juan
Pablo II en la encíclica Ecclesia de Eucharistia, sea modelo para vosotros y
para toda la Iglesia de acogida, adoración y entrega del misterio de Cristo.
«En Ella, la Iglesia admira y ensalza el fruto más espléndido de la Redención
y la contempla gozosamente, como una purísima imagen de lo que ella
misma, toda entera, ansía y espera ser» (SC, 103).
S.A.I. Catedral del Salvador + Jesús García Burillo
Jueves 29 de agosto de 2013 Obispo de Ávila
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Cartas
CARTAS SEMANALES A LOS DIOCESANOS
SANTIAGO APÓSTOL, PATRÓN DE ESPAÑA
Queridos diocesanos:
El próximo jueves, 25 de Julio, celebraremos la fiesta de Santiago
Apóstol, Patrón de España. Cuando nos preguntamos por las raíces
culturales de España y de Europa, y mucho más por las raíces cristianas,
hemos de acudir necesariamente al origen, que es el Apóstol Santiago,
primer evangelizador de la Península Ibérica. Santiago es, por consiguiente,
un referente de primer orden para la historia de España.
Santiago es el mayor de dos hermanos, nacidos a orillas del lago de
Galilea. Su oficio, como muchas gentes de la zona, es el de pescador. A él y
a su hermano Juan se dirige en primera persona Jesucristo, invitándoles a ser
“pescadores de hombres”. Como apóstol, Santiago cobra un papel relevante
en la vida de Jesús: está presente en el milagro de la resurrección de la hija
de Jairo, es testigo de su transfiguración en el monte Tabor, de su agonía en
Getsemaní y confidente de su profecía sobre la destrucción de Jerusalén y la
guerra que más tarde sobrevendrá a Israel. A la pregunta de Jesús, si es
capaz de beber la copa que él beberá, es decir, morir por su causa, Santiago y
su hermano Juan contestan: “somos capaces”. Son momentos de especial
cercanía y confianza del Señor.
Tras la muerte de Cristo, Santiago acepta su mandato y viene a predicar
el Evangelio a la Península Ibérica. Son diversas las tradiciones de su
llegada a España. La más probable cuenta que siguió su peregrinar por la vía
romana hacia Zaragoza, donde se le aparece la Virgen María sobre un pilar a
orillas del río Ebro para fortalecerle y animarle ante las dificultades que
sufría por causa de la evangelización. La Virgen le encarga construir allí un
templo en el cual se depositase su imagen, y Santiago levanta allí una
pequeña capilla con el nombre de Nuestra Señora del Pilar.
La tradición indica que el Apóstol hizo algunos discípulos. Siete de ellos
fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago
regresó a Jerusalén. Para ello fueron a Roma y fueron ordenados obispos por
San Pedro. Son los siete varones apostólicos, uno de los cuales es el querido
patrón de nuestra diócesis, San Segundo.
Santiago regresa a Jerusalén. Allí se desata una cruenta persecución
contra la Iglesia naciente, y Santiago muere a espada, según relata el libro
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de los Hechos. Como los judíos no quieren darle sepultura, sus discípulos lo
recogen y lo embarcan destino a la Hispania romana, donde había predicado
el Evangelio. Llegados a la costa marítima gallega, sus restos son sepultados.
En el año 813, el ermitaño Pelayo y el obispo Teodomiro de Iria Flavia
encuentran milagrosamente dicha tumba con los restos del apóstol. Y allí se
construye la primera iglesia en honor del Apóstol Santiago.
El descubrimiento de la tumba del Apóstol supuso para el rey de Asturias
grandes beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino,
bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua Vía
del Finis Terrae. Este camino se convierte así en el Camino de Santiago o
Ruta Jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval,
tras Roma y Jerusalén.
Años más tarde, alcanza una importancia singular la peregrinación a la
tumba del Apóstol. En el año 1122, el papa Calixto II instituyó que en
adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos
los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera
en domingo. Así comienza y se fortalece la devoción al Apóstol como un
factor importante en la vida cristina y en la cultura de España y Europa.
El Beato Juan Pablo II en su visita a España en 1982 nos invitó a no
olvidar jamás la importancia de este acontecimiento: “Desde Santiago te
lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: vuelve a encontrarte, sé tú
misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores
auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los
demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual…”
Ciertamente, cada cristiano y todos juntos tenemos ante nosotros una
responsabilidad histórica. La fe tiene tal fuerza que ha de ayudar a nuestro
país a reencontrar el fundamento para construir un futuro nuevo. Por ello,
es necesario actualizar el vigor y la fe excepcional de nuestro patrón
Santiago. Los cristianos recuperaremos, o consolidaremos, nuestra razón de
ser, nuestro espíritu de servicio, de humanización y de futuro, siguiendo la
experiencia de fe y la fidelidad a Dios en la adversidad que mantuvo
Santiago entre los españoles. Así lo espera el Señor de nosotros ahora.
Con mi bendición para todos.
Ávila, 21 de Julio de 2013.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
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PROVECHOSAS VACACIONES
Queridos diocesanos:
Hoy es nuestro último contacto radiofónico antes de las vacaciones de
verano. Tenemos ante nosotros un precioso tiempo para poder descansar y
aprovecharlas en nuestro propio beneficio y enriquecimiento personal.
La palabra “vacaciones” proviene del latín “vacare”, que significa
abstenerse de las actividades normales para ocuparse en algo diferente. Esto
no quiere decir que nos aislemos de lo que nos rodea ni nos distraigamos de
lo verdaderamente importante, sino más bien es un momento propicio para
poner nuestras miradas en algo diferente, centrándonos en ello por encima
de las actividades cotidianas. Incluso el término también latino “feriae”
(“días de fiesta”), que ya se ha convertido en sinónimo de días de
vacaciones, de distracción, significa días dedicados al culto divino. Tal vez
el sentido más bello de “vacaciones” sería precisamente adentrarnos en
nuestro interior para retomar un contacto íntimo, profundo, con la raíz de
nuestro ser, que es Dios. Un idioma anglosajón, como es el inglés, expresa el
significado original de la palabra “vacaciones”, dado que “holidays” significa
en su origen “días santos, días dedicados a la santidad”.
¿Y cómo podemos aprovechar este tiempo para seguir esa llamada de
todo cristiano a “ser santos”? Lo primero de todo sería romper con la rutina,
el muro asfixiante que, a menudo, no nos deja ver a Dios. Ahora bien, estar
de vacaciones no significa estar ocioso, no hacer nada, sino que es ocasión
propicia para la reflexión, crecer en formación, tener tiempo para la oración,
la lectura sosegada, la convivencia amigable, los viajes de amigos y de
familia, las visitas a aquellos con quienes nos agrada estar. Una vez que
tengamos la mente y el corazón dispuestos, hay muchas posibilidades que
nacen de la propia Iglesia. Parroquias, comunidades religiosas,
movimientos… nos ofrecen cada año actividades destinadas a propiciar ese
encuentro personal y profundo con el Señor. El complicado ritmo de vida
que llevamos no es propicio para pensar, para crecer como individuos y para
fortalecer nuestra fe. Por el contrario, el contacto directo con la naturaleza,
las actividades lúdicas con germen educativo, la convivencia con los
demás... nos invitan a salir de nosotros mismos y encontrarnos con los otros.
Estas actividades favorecen una apertura a Dios y un trato más cercano con
Él. A simple vista, pueden parecer actividades ajenas a la misión pastoral de
la Iglesia, pero sin embargo propician un clima sano de convivencia
amigable, que van estableciendo lazos de amistad y son una oportunidad
para la experiencia de Dios.
De esta forma, el próximo 30 de julio, unos cien muchachos de nuestra
diócesis partirán hacia Villalba, en Lugo, para completar la última parte del
Camino de Santiago, en una iniciativa organizada por la Pastoral Juvenil. Yo
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tendré la oportunidad de peregrinar junto a ellos, en una experiencia
inolvidable, según sabemos por la experiencia de años anteriores. A través
del contacto con la naturaleza y con otros jóvenes de la misma edad e
inquietudes, los chicos y chicas que participan aprenden enseñanzas sobre la
vida, sobre el mundo y sobre Dios difíciles de adquirir en otros contextos.
Las vacaciones podrían ser también propicias para tener momentos de
interioridad y reflexión personal. Merece la pena concederse algún día,
alguna hora al menos, de análisis, revisión y programación del modo de vivir
de cada uno, ver a dónde nos llevan nuestros actos y nuestras actitudes y
cómo podríamos fortalecer nuestras debilidades. En este sentido, sería de
gran ayuda revisar nuestras propias raíces como cristianos. Regresar a la
parroquia donde nos bautizaron, donde recibimos la Primera Comunión,
visitar de nuevo la ermita donde se celebró el matrimonio, y evocar aquellos
buenos momentos, nos abren la posibilidad de experimentar la alegría de
avivar nuestra fe en Alguien que nos ha cuidado mientras andábamos
metidos en nuestras preocupaciones y egoísmos, y que, tras el devenir del
tiempo, lo sigue haciendo. Él está a nuestro lado, en nuestro interior.
Queridos amigos: os deseo un feliz y muy provechoso verano. No
olvidemos, por favor, a todos aquellos que no podrán disfrutar de sus
vacaciones porque llevan largo tiempo en paro laboral. Nos veremos a la
vuelta, en el inicio de un apasionante curso pastoral que tendrá la mirada
puesta en las celebraciones del V Centenario del nacimiento de Santa
Teresa.
Con mi bendición para todos.
Ávila, 31 de Julio de 2013.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
LA PAZ QUE NACE DEL CORAZÓN
Queridos diocesanos:
Hace justo una semana, nos reuníamos un buen grupo de jóvenes y
adultos en la bella iglesia románica de San Andrés para elevar nuestras
oraciones al Señor y pedirle por la paz en el mundo, especialmente en Siria,
cuando existía –y aún existe- una amenaza fundada de un posible ataque
estadounidense para represaliar un reciente uso de armas químicas en un
país que lleva demasiado tiempo sufriendo la violencia en sus carnes. Nos
uníamos así al llamamiento que hacía días antes el Papa Francisco, quien
había pedido hacer una jornada de oración y ayuno el sábado 7 de
O b i s p o | 2 9
septiembre con este mismo fin. “¡Que se eleve fuerte en toda la Tierra el
grito de la paz!”, nos había pedido.
A la misma hora que los abulenses rezábamos en San Andrés, se
desarrollaba una emotiva vigilia de cuatro horas en la Plaza de San Pedro,
en El Vaticano. En ella, el Papa alzaba firmemente su voz contra la
violencia, la guerra y las injusticias. Y lo hacía partiendo de la idea, recogida
en el libro del Génesis, de que el mundo, por naturaleza, es bueno; un
mundo creado a partir de la idea de que los hombres, nacidos a imagen y
semejanza de Dios, tienen entre sí relaciones de fraternidad, amor y
confianza. “El mundo de Dios es un mundo en el que todos se sienten
responsables de todos, del bien de todos. ¿No es ése el mundo que
deseamos? ¿No es ése el mundo que todos llevamos dentro del corazón?”,
nos decía el Papa.
Un ideal que se ha perdido, cuando el hombre aparta su mirada del
horizonte del amor fraterno, de la belleza y la bondad. Cuando el hombre se
cierra en sí mismo, dando paso al egoísmo más absoluto. Y, por medio de
esta ceguera, no somos capaces de darnos cuenta de nuestra responsabilidad
para con el otro, de que las relaciones humanas se han de basar en el afecto
y la comprensión. Entonces se genera violencia, desconfianza, y el hermano
deja de merecer ese nombre para pasar a ser el enemigo, el adversario, el
rival a batir. “¡Cuánta violencia se genera en ese momento, cuántos
conflictos, cuántas guerras han jalonado nuestra historia! Basta ver el
sufrimiento de tantos hermanos y hermanas. No se trata de algo coyuntural,
sino que es verdad: en cada agresión y en cada guerra hacemos renacer a
Caín. ¡Todos nosotros! Y también hoy prolongamos esta historia de
enfrentamiento entre hermanos, también hoy levantamos la mano contra
quien es nuestro hermano”.
El camino hacia la paz, por tanto, no es sencillo. Y no lo es porque
seguimos pensando en nuestro propio bien, más que en el bien común. Pero
el hecho de que no sea fácil no quiere decir que sea un sueño inalcanzable,
mera utopía. La esperanza de un mundo mejor resurgió en las palabras del
Santo Padre, que abrieron los corazones de todos cuando exclamó: “Sí, la
paz es posible. Me gustaría que desde todas las partes de la tierra
gritásemos: Sí, es posible para todos. Más aún, quisiera que cada uno de
nosotros, desde el más pequeño hasta el más grande, incluidos aquellos que
están llamados a gobernar las naciones, dijese: Sí, queremos”. Y todo ello,
teniendo presente el horizonte de la Cruz, como signo supremo de la entrega
por los demás. La guerra supone el fracaso de la paz. La cruz evidencia que
la muerte puede ser vencida con el amor, y de que la reconciliación es
posible si estamos dispuestos a aceptarla. Por ello, es necesario avanzar con
fe y confianza por el camino de la cruz. Sólo así vislumbraremos al final el
fulgor de la promesa hecha realidad de un mundo mejor, en el que la
3 0 | O b i s p o
violencia se pueda vencer mediante una mano tendida, mediante la
comprensión del dolor de nuestros hermanos. Tan sólo el perdón y el
diálogo nos conducirán a ese mundo que un día Dios creó para nosotros,
basado en la bondad, y que nosotros mismos, con nuestras actitudes, nos
hemos encargado de mancillar.
Queridos abulenses: yo os propongo que asumamos estos sentimientos y
que la paz empiece por nosotros mismos. Esto es posible si conseguimos abrir
nuestro corazón, reconciliarnos con Dios y con nuestros hermanos. Con
pequeños gestos se consiguen grandes proezas. Una mirada, una palabra, un
perdón o una disculpa a tiempo. Porque quizá no estamos hablando en
nuestro entorno cercano de guerras al uso, de armas y batallas. Pero la
verdadera paz nacerá del entendimiento con aquel que más cerca tenemos.
Si generamos armonía entre nosotros, el mundo entero vivirá un nuevo
renacer del amor. Y entonces sí podremos gritar: ¡la paz ha sido posible!
Con mi bendición para todos.
Ávila, 8 de septiembre de 2013.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
HACIA LA CASA DE LOS APÓSTOLES
Queridos abulenses:
Con gozo quiero compartir con vosotros la noticia de que los obispos
españoles realizaremos en este curso una Visita ad Limina al Papa Francisco,
entre el 24 de febrero al 8 de marzo de 2014, concretamente. La última
Visita ad limina de los obispos españoles a Roma se realizó entre el 17 y el 25
de enero de 2005 con el Beato Juan Pablo II, que falleció posteriormente el
2 de abril de ese mismo año. Mi entrevista personal con él, que guardo en el
alma, tuvo lugar el día 20 de enero.
La Visita ad limina Apostolorum es un acto eclesial que permite al
Pontífice recibir a los pastores de las Iglesias particulares de los diferentes
países y tratar con ellos todo lo que respecta a la misión de la Iglesia. ¿Qué
significan estas palabras? Analicemos: ad es una preposición latina que
significa hacia; el término limina (del latin limen) significa umbral, puerta,
morada; y Apostolorum no necesita traducción. De este modo, la frase ad limina Apostolorum puede traducirse por: “ponerse en camino hacia la casa
de los Apóstoles”. ¿Y qué quiere decir este ponerse en camino hacia la casa de los apóstoles? La visita al Sucesor de Pedro, es decir, al Papa, es una forma de
vivir en unidad, de permanecer en unidad la Iglesia universal, es un servicio
a la comunión de la Iglesia. «Tiene un significado preciso: el fortalecimiento
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de la responsabilidad de cada obispo como sucesores de los Apóstoles y de la
comunión jerárquica con el sucesor de Pedro, y la referencia a las tumbas de
los santos Pedro y Pablo, pastores y columnas de la Iglesia» (Directorio para
la visita ad límina).
Esta Visita tiene una gran trascendencia para la Diócesis. En primer
lugar hay que decir que la Visita se prepara con mucha antelación y con
mucho trabajo. Cada Iglesia particular envía a la Santa Sede abundantes y
concretos datos sobre los organismos diocesanos y las tareas pastorales que
se realizan en ella: sobre la vida litúrgica y sacramental, sobre la educación
católica y la catequesis, sobre el ministerio sacerdotal, la vida consagrada y
la vida de los laicos, sobre la pastoral familiar, etc. Esta Relación sobre el
estado de la Diócesis se envía, previa a la Visita, a la Nunciatura Apostólica,
que, a su vez, la remite a la Congregación para los Obispos, que la leen y
refieren su contenido al Santo Padre.
En segundo lugar, durante los días de la Visita, el Papa recibe a los
obispos en un encuentro personal y en grupos. En esos encuentros cada
obispo presenta brevemente el estado de la diócesis, respondiendo a las
eventuales preguntas del Papa. De acuerdo con las disposiciones del
Directorio para las Visitas ad limina, además del encuentro personal y
colectivo con el Santo Padre, los obispos deberán entrevistarse también con
los diversos organismos de la Curia Romana, es decir, congregaciones,
consejos pontificios, etc.
Pero más allá de la formalidad del encuentro está el espíritu de comunión eclesial que este supone y que reaviva en el corazón de cada Diócesis. Por
eso, la mejor preparación a esta Visita es el tiempo de reflexión y oración
necesario. La mejor preparación es espiritual. Esta Visita que realiza el
Obispo no es sólo suya. En el corazón de cada Pastor va la vida de sus
“ovejas” –como repite con frecuencia el Papa Francisco-, por eso es un acto
que el obispo cumple para el bien de la propia Diócesis y de la Iglesia
universal, «para fomentar la unidad, la caridad, la solidaridad en la fe y el
apostolado» (Directorio para la Visita ad limina, 1.1).
Por eso, queridos diocesanos, os invito a que –siguiendo el deseo de la
Iglesia- «toda la comunidad Diocesana se solidarice en la reflexión y en la
oración, muy especialmente los monasterios y conventos de clausura, como
también los centros de oración y penitencia, rogando por el éxito de este
acto eminentemente eclesial que se realizará» (Directorio para la Visita ad limina, 1.1).
Os saludo a todos con afecto y me encomiendo a vuestra oración.
Ávila, 22 de septiembre de 2013.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
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CAPILLA DE ADORACIÓN EUCARÍSTICA PERPETUA
Queridos diocesanos:
Con gran gozo me dirijo a vosotros para comunicaros que, después de
largo tiempo de preparación, nos estamos acercando a la apertura de la
capilla de la Adoración eucarística perpetua en Ávila. Tendrá lugar, D. m.,
en la Capilla de las Nieves, C/ Reyes Católicos. Esperamos poder
inaugurarla en la noche del 31 de diciembre próximo. Será una contribución
a la preparación de V Centenario del nacimiento de la Santa precisamente
en aquello en que ella ha sido maestra universal: en la oración y en la
contemplación. En estos momentos la capilla está siendo restaurada para
dejarla en condiciones de poder cumplir su cometido.
La adoración perpetua no es sino una respuesta de fe y amor constante
por parte de los fieles al amor eterno de Dios. Es el único culto debido
exclusivamente al Señor, que consiste en adorar la divina presencia real de
Cristo, Dios y hombre verdadero, en la Encarnación. “Nadie come de esta
carne sin antes adorarla” - dice S. Agustín -. La adoración es una
prolongación del encuentro de los fieles con la persona de nuestro Salvador
y Redentor Jesucristo.
Poder contar en Ávila con una capilla dedicada a la Adoración es una
gracia extraordinaria, fuente de toda clase de bienes. Es cierto, pero necesita
de una organización y de un mantenimiento, y previamente a todo, precisa
de adoradores que mantengan la adoración durante todo el día, siete días a
la semana. Son necesarios un buen número de fieles que se comprometan a
mantener una promesa de fidelidad al tiempo dedicado a la adoración.
Deseamos que este acto de culto permanente sea un acontecimiento de
toda la Diócesis y que toda la Diócesis se beneficie de él.
En principio, está previsto dedicar como tiempo de adoración desde las
10h. de la mañana hasta las 20h. de la tarde. Cada día, al atardecer, entre
las 19h. y las 20h., celebraremos Vísperas, Bendición y Santa Misa que,
ordinariamente, será la Misa de la parroquia de San Juan que se celebra a
esa misma hora. También habrá en algún momento posibilidad de acceder
al sacramento de la reconciliación. De todo ello se informará a su debido
tiempo.
Ahora os invito a todos encarecidamente para que os ofrezcáis a este
servicio de adoración: a los sacerdotes, a los fieles de las parroquias, a las
comunidades de vida consagrada, a los movimientos laicales, a las cofradías,
a las delegaciones y secretariados diocesanos, a la pastoral juvenil, a los
colegios, a las personas particulares, a todos los que sintáis una llamada a la
adoración del Señor. Los fieles de las parroquias podéis dirigiros a vuestros
párrocos, los miembros de movimientos y cofradías a vuestros presidentes,
O b i s p o | 3 3
los colaboradores de delegaciones y secretariados, a vuestros directores; y
todos podéis dirigiros al Vicario de Pastoral D. José María García Somoza:
Tel. 626 191 300.
Estamos convencidos de vuestra generosidad para dedicar un tiempo a
un acto común, en el que vamos a colaborar de un modo u otro toda la
Diócesis. También estamos seguros de obtener ricos y abundantes frutos con
esta forma de oración ante la presencia real del Señor. La intimidad y la paz
en el encuentro con el Señor, el reposo haciendo un alto en el camino de
nuestros quehaceres diarios, la orientación espiritual en las confesiones, la
conversión, la sanación de nuestras heridas, el perdón, las vocaciones a la
vida consagrada y al matrimonio. Notaremos pronto el beneficio de la gracia
que nos alcanza por este medio.
Os animo a todos los abulenses, a dedicar un tiempo fijo a la adoración,
según las posibilidades de cada uno. No dudo de que sea una fuente de
gracias para nuestra Iglesia particular de Ávila.
Con mi afecto y bendición para todos.
Ávila, 29 de septiembre de 2013.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
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CARTAS PERSONALES
CARTA DEL CARDENAL TARCISIO BERTONE, SECRETARIO DE
ESTADO DE SU SANTIDAD AL OBISPO DE ÁVILA, CON MOTIVO DEL
ACCIDENTE OCURRIDO EN TORNADIZOS
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CARTA A MONS. ANGELO BECCIU. SECRETARÍA DE ESTADO DE LA
CIUDAD DEL VATICANO
Ávila, 11 de julio de 2013
Sr. Arzobispo
MONS. ANGELO BECCIO
Sustituto para los Asuntos Generales
Secretaría de Estado – Primera Sección
00120 Ciudad del Vaticano
Excelencia Reverendísima,
Le agradezco muy cordialmente el mensaje que el Santo Padre ha tenido
a bien enviarme con ocasión del gravísimo accidente que ha tenido lugar en
nuestra Diócesis de Ávila, a firma del Card. Bertone.
El mensaje fue dado a conocer por los medios locales, regionales y
nacionales, y yo mismo lo he enviado personalmente a los familiares de
todos los fallecidos y accidentados. Esta tarde lo repetiré en el funeral que
celebraremos en la Catedral.
Le ruego también, Excelencia, que tenga la bondad de hacer llegar al
Sumo Pontífice mi gratitud, así como el afecto y la gratitud de los familiares
de las víctimas y de los heridos, que han recibido un gran consuelo y
esperanza en medio de su dolor. Eran familias pobres y sencillas del Valle del
Alberche.
Con mi afecto y renovada gratitud.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
CARTA A MONS. JULIÁN BARRIO BARRIO, ARZOBISPO DE
SANTIAGO DE COMPOSTELA
Fiesta de Santiago Apóstol, 2013
Excmo. y Rvdmo. Sr.
D. JULIÁN BARRIO BARRIO
Arzobispo de Santiago de Compostela
Querido Sr. Arzobispo:
Todavía reciente el accidente de carretera habido en Ávila,
comprendemos mejor la enorme tragedia que la Archidiócesis y todo el
3 6 | O b i s p o
pueblo de Galicia está viviendo en estos momentos, cuando comienza el día
de la solemnidad de Santiago Apóstol.
Quiero expresarle mi profundo dolor y el de toda esta Diócesis por el
terrible accidente ocurrido en Santiago. Encomendamos al Señor a todos los
difuntos fallecidos, para que Él les conceda el descanso eterno.
Encomendamos al Señor a todos los heridos para que su recuperación pueda
ser rápida y puedan volver a pronto a sus hogares. Encomendamos,
finalmente, a los familiares de los fallecidos y heridos para que el Señor les
consuele y sea su verdadera esperanza, como el Santo Padre deseaba ayer a
todos desde el Santuario de Nª Sra. Aparecida.
Con estos sentimientos, le aseguro nuestra comunión en el dolor y
nuestro apoyo de firme esperanza, en particular para todas las personas
afectadas.
Que el Apóstol sea vuestro Santo protector.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
CARTA A MONS. JULIÁN BARRIO BARRIO, ARZOBISPO DE
SANTIAGO DE COMPOSTELA
Ávila, 07 de agosto de 2013
Excmo. y Rvdmo. Sr.
D. JULIÁN BARRIO BARRIO
Arzobispo de Santiago de Compostela
Querido Hermano Julián:
Te agradezco muy cordialmente tu acogida fraterna con ocasión de
nuestra peregrinación al Apóstol Santiago. Los jóvenes peregrinos quedaron
encantados de la sencillez y cercanía del Sr. Arzobispo. Ha sido una buena
experiencia de camino y eclesialidad.
Te encomendamos vivamente al Apóstol y a Sta. Teresa para que
obtengas pronto una plena recuperación de la salud.
Con un fuerte abrazo.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
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CARTA A LOS COLABORADORES DEL LIBRO “MENSAJES DESDE EL
AMOR AL HOMBRE QUE SUFRE”
Queridos hermanos en el Episcopado, queridos sacerdotes, mis queridos
amigos:
Unos días antes de que sea presentado en nuestra Diócesis abulense el
libro “Mensajes desde el amor al hombre que sufre”, deseo expresaros mi
gratitud por vuestra generosa y desinteresada participación en este
homenaje a nuestro amado Beato Juan pablo II, y, al propio tiempo,
ofreceros mi felicitación por el valioso contenido de cada uno de vuestros
Anales, gracias a los cuales hemos podido completar este legado espiritual
tan rico y profundo del Santo Padre Juan Pablo II.
Vuestra participación será un estímulo que ayude a muchas personas a
reflexionar y a orientar sus enfermedades y sufrimientos, puesto que los
Mensajes abarcan innumerables aspectos del hombre y de la sociedad, a luz
de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. Un camino que recorrió, como bien
sabemos, con tanta fidelidad el beato Juan Pablo II, al que pronto
veneraremos entre los Santos de la Iglesia Católica.
He seguido atentamente cada una de las etapas de esta publicación, para
la que pido al Señor abundantes frutos espirituales. Gracias a vosotros la
Diócesis de Ávila ha superado las fronteras diocesanas, ensanchando su
corazón desde Roma hasta Ibiza, pasando por Biriatou, (Francia),
Guipúzcoa, Bilbao, Cádiz (Jerez de la Frontera), Jaén (Linares), Salamanca,
Alicante, Madrid, y haciendo real la universalidad de la Iglesia.
La primera etapa de esta obra se cerrará el próximo día 27, con su
presentación en la víspera de la Fiesta de San Wenceslao, patrono de la
Catedral de Wawel, en el aniversario de la Consagración Episcopal de Karol
Wojtyla. La segunda parte queda en las manos y en los designios de Dios,
que sigue ofreciendo su consuelo, su amor y su misericordia a través de su
Santa Madre y de los Santos y Beatos que nos han precedido en el camino
de la fe.
El día de la presentación os recordaré de manera muy especial a todos,
sobre todo a los que no pueden venir por sus ocupaciones. Reitero a cada
uno mi inmensa gratitud y mi felicitación.
Un abrazo fraterno.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
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CARTA A SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO
30 de Septiembre de 2013
SU SANTIDAD PAPA FRANCISCO
Palacio Apostólico
00120 Ciudad del Vaticano
Queridísimo Santo Padre:
En homenaje al Beato Juan Pablo II, cuya canonización hoy ha sido
anunciada al mundo por Vuestra Santidad, la diócesis de Ávila ha publicado
un libro con los 13 Mensajes que el Beato Juan Pablo dirigió en las Jornadas
Mundiales del Enfermo. Lo hemos titulado “Mensajes desde el amor al
hombre que sufre”. Los Mensajes van acompañados por breves comentarios
de personas próximas, por alguna razón, al Santo Padre Juan Pablo II.
Le envío el libro que han tenido el gozo de presentar la semana pasada
en Ávila Mons. Slawomir Oder, Mons. José Luis Redrado y el abajo
firmante, Obispo de Ávila.
La Diócesis de Ávila, sensible al mundo del dolor, le encomienda
vivamente en estos momentos de dificultad, pero de gran esperanza para la
Iglesia.
De Vuestra Santidad afectísimo,
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
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Otros Escritos
XLV JORNADAS DE TEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE
SALAMANCA
En nombre propio y en el de esta Diócesis de Ávila saludo a todos los
participantes en las XLV Jornadas de Teología organizadas por la
Universidad Pontificia de Salamanca con la colaboración del Instituto
Superior de Ciencias Religiosas de Ávila: A los responsables de la
organización: D. Jacinto Núñez, D. Gaspar Hernández y D. Jorge Zazo, a los
ponentes y a todos los participantes. Muchas gracias por haber elegido Ávila
como sede de las Jornadas.
La Iglesia particular que peregrina en Ávila se siente como “una familia”.
Así lo expresaba yo en mi primera carta pastoral al llegar a esta diócesis:
¡Somos una familia! Con esta afirmación, que era como una confesión de fe,
quería yo afirmar desde el principio que nuestras instituciones, comunidades
parroquiales y religiosas, asociaciones de fieles, toda nuestra Iglesia
particular que peregrina en Ávila tenía el espíritu de una familia, la familia
de los hijos de Dios. El elemento esencial que une a los miembros de esta
Iglesia-comunidad es su fe en Jesucristo el Señor. La fe que nos otorga Dios
Padre, por su Hijo Jesús, en el Espíritu Santo, fundamenta la comunión
entre todos sus hijos y en particular hacia los más pequeños.
Esta Diócesis agradece a la Universidad Pontificia de Salamanca que
haya pensado en Ávila para celebrar las jornadas teológicas, justamente en
el Año de la fe. Nos ayudarán a crecer en una fe que no solo confesamos
singularmente cada uno de los creyentes sino que también lo hacemos como
iglesia particular en comunión. No en vano la diócesis es esa porción del
Pueblo de Dios, encomendada al obispo con la colaboración del presbiterio,
de manera que, unida a su pastor y congregada por él en el Espíritu Santo
mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular, en la
cual está presente y actúa la Iglesia de Cristo, una santa católica y apostólica
(Cf. CIC 369).
«La misma profesión de fe es un acto personal y al mismo tiempo
comunitario… -nos recuerda Benedicto XVI en Porta fidei 10-. El primer
sujeto de la fe es la Iglesia. En la fe de la comunidad cristiana cada uno
recibe el bautismo, signo eficaz de la entrada en el pueblo de los creyentes
para alcanzar la salvación».
¡Bienvenidos todos: ponentes, participantes, organizadores! Estamos
convencidos de que vuestra presencia y las reflexiones teológicas y los
4 0 | O b i s p o
diálogos de estos días nos ayudarán a fortalecer la fe de nuestra Diócesis
como comunidad de fe y de misión. Muchas gracias.
Palacio de Los Serrano + Jesús García Burillo
Ávila, 1 de Julio de 2013 Obispo de Ávila
PRESENTACIÓN DE MONS. JUAN ANTONIO MARTÍNEZ EN LAS
XLV JORNADAS DE TEOLOGÍA
Me han pedido los organizadores de las Jornadas que presente a
Mons. Martínez Camino, una de las personas más conocidas de la
Iglesia Española. Lo hago con sumo gusto, como a un hermano en el
episcopado.
En primer lugar, el P. Juan Antonio es jesuita. Ingresó en la
Compañía de Jesús después de haber cursado el bachillerato en el
seminario de Comillas, y Filosofía y Letras en la Universidad de
Valladolid. Fue ordenado sacerdote a los 27 años por D. José
Delicado. A los 33 años fue nombrado Rector del Teologado de la
Provincia de León de la Compañía, en Madrid. Como hijo fiel de San
Ignacio, -y como el Papa Francisco, el más conocido jesuita en la
actualidad, a quien D. Juan Antonio invitó a dirigirnos los Ejercicios a
los obispos-, es una persona enteramente libre, busca siempre hacer la
voluntad de Dios sin prestar demasiada atención a lo que de él piensan
o publican los MCS, y pretende en todo momento amar y servir.
Es Obispo auxiliar de Madrid y Secretario General de la CEE desde
2003. Este aspecto de su ministerio es el más conocido y público,
puesto que con toda frecuencia aparece en los MCS como portavoz de
la CEE, dando a conocer las Notas de prensa. En los 10 años en que
ha ejercido como Secretario general la CEE, se han publicado
numerosos documentos relativos a la fe, a la iniciación cristiana y a la
catequesis, a la enseñanza religiosa escolar, a la moral personal y social
-es especialmente sensible a la defesa de la vida y del matrimonio-,
documentos sobre los seminarios, sacerdotes, vida consagrada y fieles
laicos, etc. Existe una Colección Documental informática con los
documentos oficiales de la CEE, a la que se puede acudir fácilmente.
Como Obispo auxiliar de Madrid y Vicario general, ha servido
fielmente a la Archidiócesis y a su Cardenal Arzobispo en todo aquello
que le ha sido encomendado.
Pero hoy nos interesa especialmente el aspecto académico y
teológico de su curriculum vitae:
O b i s p o | 4 1
Es licenciado en Filosofía y Letras, como ya se ha dicho. Es Doctor
en Teología, grado que obtuvo en la Theologische-philosophische
Hochcschule de Sankt Georgen de Frankfurt am Main, y participó en
diversos cursos en Munich y Tubinga. Fue profesor de Teología
sistemática en la Universidad Pontifica de Comillas de Madrid. Fue
llamado a la Universidad Gregoriana de Roma y luego a la
Universidad de S. Dámaso en Madrid, donde es catedrático de
Teología Dogmática desde 2003. Fue Director de la Comisión
Episcopal española para la Doctrina de la Fe hasta que fue nombrado
Secretario general. Es miembro de la Academia Internacional de
Ciencias Religiosas de Bruselas y de la Real Academia de Doctores de
España. Fue perito del Sínodo de Obispos para Europa en 1999. Ha
publicado, entre otras obras, las siguientes: Recibir la libertad. Dos
propuestas de fundamentación de la teología en la modernidad: W.
Panenberg y E. Jüngel (1992); ¿Qué pasa por fabricar hombres?
Clonación, reproducción artificial y antropología cristiana (2000);
Teología breve al filo de los días (2002); Evangelizar la cultura de la
libertad (2002); Mi Rafael. El Beato Rafael Arnáiz, según el Padre
Teófilo Sandoval (2003); Jesús de Nazaret. La verdad de su historia
(2006); Ejercicios espirituales con el Hermano Rafael Arnáiz (2009);
Don Lázaro. Sacerdote y mártir de Cristo en Asturias (2011).
Finalmente, digamos que Mons. Martínez Camino conoce bien
Ávila. Nos visita con alguna frecuencia, siempre que le llamamos para
conferencias, como en este caso, si él está libre. Se lo agradecemos
vivamente; en particular esta participación en las Jornadas de
Teología. Ha sido durante muchos años Capellán del Instituto Secular
Cruzadas de Santa María, que, como es sabido, dirigen en la
actualidad la UCAV.
Y, oídos estos datos, todos estamos deseosos de escucharle.
Muchas gracias.
Palacio de Los Serrano + Jesús García Burillo
Ávila, 1 de Julio de 2013 Obispo de Ávila
INTERVENCIÓN EN LA APERTURA DEL CONGRESO DE LA IEF:
CONSTRUCTORES DE LA IGLESIA COMO TEMPLO DE DIOS
Estimado Sr. Presidente internacional de la IEF, Señores
Presidentes Regionales y miembros de esta Asociación ecuménica que
os disponéis a comenzar vuestro congreso internacional en esta bella y
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mística ciudad de Ávila. Bienvenidos a la patria de Santa Teresa.
Estimadas autoridades civiles, eclesiásticas y académicas. Hermanos
todos.
«Piedras vivas del Templo de Dios» (1 Pe 2, 5). Este es el lema que
habéis elegido para el presente congreso que os disponéis a comenzar.
Dicha cita de la carta de Pedro nos recuerda que la Iglesia que Cristo
fundó es una realidad en construcción permanente y que los sillares
que forman ese edificio somos cada uno de los cristianos. Ningún
cristiano puede eludir su responsabilidad en la edificación de la Iglesia.
Todos somos corresponsables. Cada una de las piedras somos
necesarias y todos hemos de tomar conciencia de ello. Cuando alguna
de las piedras sale de la construcción deja un hueco que es
irremplazable, es una herida abierta en el muro que afecta también a
todos los demás, ya que todo el edificio común se ve resentido por esa
pérdida.
Las brechas que se han ido abriendo a lo largo de los siglos en el
edificio de la Iglesia, fundada por nuestro Señor Jesucristo, han
supuesto una grave herida para esta construcción, a la que todos en
comunión hemos sido convocados. Asumiendo nuestra
responsabilidad en la edificación, hacemos todo lo posible en reparar
estas brechas para cumplir el mandato del Señor de ser un solo
Cuerpo, un único edificio, cuya piedra angular es Él, que acoge a todos
cuantos desean formar parte de Él. Esta es la tarea del movimiento
ecuménico, al que vosotros contribuís de forma activa con vuestra
aportación teológica y espiritual. A todos os felicito por vuestro
dinamismo comunitario y os acojo felizmente como pastor de esta
Iglesia que peregrina en Ávila. Os agradezco asimismo que hayáis
elegido Ávila, como lugar de vuestro encuentro, en el momento en
que nos estamos preparando para el V Centenario de su nacimiento.
En estas palabras de saludo me gustaría traer a colación un texto
del Pastor de Hermas en el que narra una visión que él tuvo del
misterio de la Iglesia, en la cual la ve como un edificio que se va
construyendo. Dice el texto de su visión 3ª, en el número 2: «En un
cuadrilátero, en efecto, se estaba construyendo la torre, por mano de
aquellos seis jóvenes que habían venido con ella; y, juntamente, otros
hombres por millares y millares, se ocupaban en acarrear piedras -unas
de lo profundo del mar, otras de la tierra- y se las entregaban a los seis
jóvenes. Estos las tomaban y edificaban. Las piedras sacadas de lo
profundo del mar las colocaban todas sin más en la construcción, pues
estaban ya labradas y se ajustaban en su juntura con las demás piedras;
tan cabalmente se ajustaban unas con otras, que no aparecía juntura
alguna y la torre semejaba construida como de un solo bloque».
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El fin del ecumenismo es lograr esa unidad de la que tan bellamente
nos habla el Pastor de Hermas, hacer posible que desaparezcan en
nosotros toda juntura o separación para llegar a ser un solo bloque,
que seamos en verdad uno. Para esto, el propio autor de la visión nos
recuerda que lo que hace posible esa unidad es el bautismo. Por eso
indica que las piedras salían de lo profundo del mar, y más que el
bautismo en sí, lo que logra la unidad es la fe que éste nos da, la misma
para todos, la cual nos une estrechamente a Cristo, verdadera piedra
angular del Templo de la Iglesia.
Este año de la fe, que celebra la Iglesia Católica, es una ocasión
para reafirmar el don recibido del Señor en nuestro bautismo para que
sea ella, y no nuestros particularismos, la que nos haga avanzar en el
camino de la unidad plena entre todos los que confesamos a Cristo
como Salvador. El don de la única fe también nos recuerda que el
camino del ecumenismo no es sólo obra humana, sino que es sobre
todo don de Dios, al que hemos de abrirnos y que hemos de pedir. Al
intento de edificar un mismo edificio y a impetrar del Señor esta gracia
puede contribuir, de forma magnífica, vuestro congreso en el que
aglutináis reflexión, oración y fraternidad.
Dice el Pastor de Hermas en la Comparación 9ª, en el número 17:
«Así, pues, habiendo recibido el sello, tuvieron todas un solo pensar y
un solo sentir, y de todas se formó una sola fe y un solo amor, y
llevaron los espíritus de las vírgenes juntamente con el nombre. Por
esta razón, la construcción de la torre resultó de un solo color y
brillante como el sol».
Pido al Señor con humildad que os ilumine y guíe en los trabajos y
reflexiones de estos días para que contribuyáis a hacer realidad esta
visión mística del Pastor de Hermas. Muchas gracias.
Seminario diocesano de Ávila. + Jesús García Burillo
Ávila, 27 de Agosto de 2013. Obispo de Ávila
XXVIII CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN DE ARCHIVEROS DE LA
IGLESIA EN ESPAÑA: “LOS SÍNODOS DIOCESANOS, SIGNO DE
COLEGIALIDAD CON EL ROMANO PONTÍFICE”
Sr. Obispo de Salamanca, Sr. Rector de la Universidad, Sr.
Presidente de la Asociación, Sr. Alcalde, señoras y señores, archiveros
en la mayor parte.
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Con mucho gusto, después de saludarles muy cordialmente, les
dirijo estas palabras que me ha solicitado el Sr. Presidente sobre “Los
sínodos diocesanos, signo de colegialidad con el Romano Pontífice”.
En el contexto de este congreso dedicado a los sínodos diocesanos, me
parece muy oportuna una breve reflexión sobre la relación entre los
sínodos promovidos en las iglesias particulares por sus obispos, y la
Jerarquía suprema de la Iglesia, el Romano Pontífice. «Ya la más
antigua disciplina -afirma el n. 22 de LG- según la cual los obispos
esparcidos por todo el orbe comunicaban entre sí y con el Obispo de
Roma en el vínculo de la unidad, de la caridad y de la paz, y también
los concilios convocados para decidir en común las cosas más
importantes, sometiendo la resolución al parecer de muchos,
manifiestan la naturaleza y la forma colegial del orden episcopal». Este
“vínculo de unidad, de caridad y de paz”, o dicho de otra forma, esta
intercomunión entre los obispos esparcidos por todo el orbe y el obispo
de Roma afecta no solo a los sínodos convocados por el Romano
Pontífice, sino también a los sínodos diocesanos, convocados por los
obispos respectivos y celebrados en las iglesias particulares. Éstos
también habrán de estar vinculados en la comunión y obediencia con
el Romano Pontífice, es decir, habrán de ser signo de colegialidad con
el Obispo de Roma.
1. Fundamentación del sínodo diocesano en el Romano
Pontífice
El Concilio Vaticano II, cuyo 50º aniversario celebramos este año,
en su Decreto Christus Dominus, vincula, en primer lugar, el oficio
pastoral de los Obispos al del Sumo Pontífice. Dice así: «En esta Iglesia
de Cristo, el Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, goza por
institución divina de potestad suprema, plena, inmediata y universal
para el cuidado de las almas […] Pero también los Obispos, por su
parte, puestos por el Espíritu Santo, ocupan el lugar de los Apóstoles
como pastores de las almas, y juntamente con el Sumo Pontífice y bajo
su autoridad, son enviados a actualizar perennemente la obra de
Cristo, Pastor eterno… Los Obispos, partícipes de la preocupación de
todas las Iglesias, desarrollan, en unión y bajo la autoridad del Sumo
Pontífice, este su deber, recibido por la consagración episcopal, en lo
que se refiere al magisterio y al régimen pastoral, todos unidos en
colegio o corporación con respecto a la Iglesia universal de Dios»
(Christus Dominus, 2-3).
Sobre este vínculo pastoral entre el Sumo Pontífice y los Obispos se
fundamenta el Sínodo Diocesano, como medio por el que se procura el
bien de una comunidad diocesana. En efecto, el concilio Vaticano II
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recuperó el concepto de colegialidad en el episcopado, por primera
vez, en el esquema Concilium duce Spiritu, en noviembre de 1962, y
luego en la Constitución sobre la Iglesia.
2. Concepto de colegialidad
Los términos referentes a la colegialidad son antiguos en la Iglesia:
así, ordo lo encontramos ya en Tertuliano, corpus y collegium en
Cipriano, y el uso técnico de collegium en Optato de Milevi, en torno
al año 370. En el segundo período de sesiones del Concilio, el 29 de
octubre de 1963, se realizó una consulta sobre si el término corpus seu collegium era sucesor del Colegio de los Apóstoles en el oficio de
santificar y apacentar. El resultado fue de 1808 votos favorables y 336
contrarios. Así se expresaba el común sentir de la Iglesia. En mayo de
1964 Pablo VI consultó a la Comisión Bíblica si se podía probar por la
Escritura que era voluntad del Señor (statuente Domino) que Pedro y
los Apóstoles constituían un colegio apostólico y si el Romano
Pontífice y los Obispos, sucesores de los Apóstoles, inter se conjunguntur, e.d., estaban unidos. Las respuestas fueron positivas y se
dieron a conocer en septiembre de 1964.
La doctrina del Concilio acerca de la colegialidad se encuentra en
la Constitución Lumen gentium, nn. 19 y 20. Veamos: Cristo
constituyó a los Apóstoles ad modum collegium seu coetus stabilis (cf. LG
19). Pedro es reconocido como cabeza del colegio (cf. LG 19); el
Colegio de los Obispos es sucesor del Colegio de los Apóstoles; uno es
constituido miembro del Cuerpo episcopal en virtud de la
consagración sacramental y por la comunión jerárquica con la Cabeza
y con los miembros del Colegio. El Colegio solo tiene autoridad
cuando está unido al Romano Pontífice, que es su cabeza. La suprema
potestad del Colegio en la Iglesia se expresa solemnemente en el
concilio ecuménico, pero los Obispos dispersos por el mundo pueden
también realizar actos colegiales (cf. LG 22).
Por otra parte, el Código de Derecho Canónico, concretando
normativamente la doctrina conciliar, insiste en la concepción de la
jerarquía de la Iglesia como colegio: «El Colegio Episcopal, cuya
cabeza es el Sumo Pontífice y del cual son miembros los Obispos en
virtud de la consagración sacramental y de la comunión jerárquica con
la cabeza y miembros del Colegio, y en el que continuamente
persevera el cuerpo apostólico, es también, en unión con su cabeza y
nunca sin esa cabeza, sujeto de la potestad suprema y plena sobre toda
la Iglesia» (n. 336).
3. El sínodo diocesano en comunión con el Romano Pontífice
4 6 | O b i s p o
Etimológicamente, la palabra sínodo, derivada de los términos
griegos syn (juntos) y hodos (camino), expresa la idea de caminar
juntos, como bien sabemos. Contiene expresa ya en su origen la idea
de comunión. De este modo, el sínodo diocesano viene definido por el
Código de Derecho Canónico como «una asamblea de sacerdotes y de
otros fieles escogidos de una Iglesia particular, que prestan su ayuda al
Obispo de la diócesis para bien de toda la comunidad diocesana»
(CIC, 460). El Sínodo es contemplado, por tanto, como un órgano
jurídico de la Diócesis, donde el Obispo, sirviéndose del auxilio y del
consejo de diversos componentes de la comunidad diocesana, ejerce
en modo solemne el oficio y ministerio de apacentar la grey,
adaptando las normas de la Iglesia universal a la situación particular
de la Diócesis (cf. Directorio Ecclesiae imago, 163).
En el nº 36 del Decreto Christus Dominus se dice además: «Desde
los primeros siglos de la Iglesia los Obispos, puestos al frente de las
Iglesias particulares, movidos por la comunión de la caridad fraterna y
por amor a la misión universal conferida a los Apóstoles aunaron sus
fuerzas y voluntades para procurar el bien común y el de las Iglesias
particulares. Por este motivo se constituyeron los sínodos o concilios
provinciales y, por fin, los concilios plenarios, en que los Obispos
establecieron una norma común que se debía observar en todas las
Iglesias, tanto en la enseñanza de las verdades de la fe como en la
ordenación de la disciplina eclesiástica. Desea este santo Concilio que
las venerables instituciones de los sínodos y de los concilios cobren
nuevo vigor, para proveer mejor y con más eficacia al incremento de la
fe y a la conservación de la disciplina en las diversas Iglesias, según los
tiempos lo requieran». El Concilio Vaticano II destaca y fomenta, por
tanto, la institución sinodal como un instrumento útil para la
renovación eclesial y para el desarrollo de su misión; y, por lo que
afecta a la colegialidad, subraya la comunión en la caridad fraterna
con los demás obispos, especialmente con la cabeza del Colegio, y el
amor a la misión universal conferida a los Apóstoles.
Sobre todo, a partir de la eclesiología del Concilio Vaticano II, se
entiende el sínodo como un instrumento privilegiado y solemne de
expresión de la sinodalidad episcopal y, por consiguiente, de
comunión, no sólo renovadora de la vida eclesial diocesana sino
también de la comunión y de la renovación de la Iglesia universal. El
Beato Juan Pablo II, hablando de la fecundidad eclesial del Sínodo en
términos de aplicación al sínodo diocesano, decía: «Sin duda, el
Sínodo es instrumento de la colegialidad e igualmente elemento válido
de comunión… Se trata, con todo, siempre de un instrumento
eficiente, ágil, oportuno y adecuado para el ministerio de todas las
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Iglesias locales y de su recíproca comunión. Esta finalidad, que
pertenece de por sí al Sínodo en cuanto permanentemente constituido
como “peculiar consejo de los Pastores sagrados”, ya estaba presente
desde su institución... Toda la fuerza dinámica del Sínodo… se funda
en la recta comprensión y en el ejercicio de la colegialidad de los
Obispos. En efecto, el Sínodo es una expresión especialmente
fructuosa e instrumento eficacísimo de la colegialidad episcopal, es
decir, del particular servicio o responsabilidad de los obispos en torno
al Obispo de la Iglesia Romana» (Discurso, 30/abril/1983).
Es así como el sínodo diocesano, desde el Vaticano II, se inserta en
la eclesiología de la Iglesia particular como un momento de
manifestación plena de su estructura y de su ser. Su finalidad consiste
en incrementar el bien común de la Iglesia particular, unida al bien de
la Iglesia universal, en lo que se refiere a temas de fe y tutela de la
disciplina. Pero esta manifestación plena y solemne del munus discendi y del munus regendi del obispo no tiene posible realización si no es en
comunión con la iglesia universal y, por tanto, en comunión con el
Romano Pontífice, cabeza visible y vínculo de unidad.
A este respecto el Nuevo Directorio Apostolorum Successores (24/enero/2004) para el Ministerio Pastoral de los Obispos, que
actualiza el Directorio Ecclesiae Imago de 1973, pide al obispo su
colaboración con el Romano Pontífice parase signo de unidad: «En
virtud de su pertenencia al Colegio Episcopal, el Obispo se muestra
solícito por todas las Iglesias y está unido a los otros miembros del
Colegio mediante la fraternidad episcopal y el estrecho vínculo que
une a los Obispos con la Cabeza del Colegio. Esto exige que cada
Obispo colabore con el Romano Pontífice, a quien -por el oficio
primacial sobre toda la Iglesia- se le confía la tarea de llevar la luz del
Evangelio a todos los pueblos. El Obispo deberá ser efectivamente
signo y promotor de unidad en la Iglesia particular que él representa
en el seno de la Iglesia universal. Deberá mostrar solicitud por toda la
Iglesia, que aun cuando no se ejercite individualmente sobre unos
fieles concretos con la potestad de jurisdicción, contribuye al bien de
todo el Pueblo de Dios”. El Directorio concreta de qué forma habrá de
ser signo de colegialidad: «Por este motivo, el Obispo deberá promover
y defender la unidad de la fe y la disciplina común de toda la Iglesia,
contribuyendo al Magisterio ordinario de la Iglesia y a la adecuada
aplicación de la disciplina canónica universal, educando a los propios
fieles al sentido de la Iglesia universal y colaborando en la promoción
de toda actividad común en la Iglesia. El Obispo no deberá olvidar
jamás el principio pastoral según el cual, rigiendo bien la propia Iglesia
particular, contribuye al bien de todo el Pueblo de Dios, que es el
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cuerpo de las Iglesias» (Apostolorum Successores, 13, cf. 16). Es
evidente, por tanto, que los sínodos diocesanos, cuya cabeza es el
obispo, no podrán ejercer su facultad docente o disciplinar si no es en
el ámbito de la fe y disciplina común de la Iglesia, y en la comunión
con el romano Pontífice.
4. Digamos en conclusión:
Primero. Juntamente con el Romano Pontífice y bajo su autoridad,
los Obispos son enviados a actualizar perennemente la obra de Cristo;
y como deber, recibido por su consagración episcopal, son partícipes
de la preocupación de todas las Iglesias; sin olvidar que representan y
son signo y promotores de la unidad de la Iglesia particular dentro del
seno de la Iglesia universal. Por eso, «como servicio a la unidad de fe y
a su transmisión íntegra, el Señor ha dado a la Iglesia el don de la
sucesión apostólica» (Lumen fidei, 49).
Segundo. Para que el Obispo pueda ejercer el munus docendi, sanctificandi et regendi, ha de estar en comunión jerárquica con la
Cabeza del Colegio y los miembros del mismo. El Colegio, con su
Cabeza y nunca sin ella, desempeña en la Iglesia el ejercicio de la
potestad plena y suprema de gobernar y enseñar, el ministerio de
representarla y de gobernarla a toda ella en la unidad de la fe y de la
caridad (cf. LG 22, 25; CIC 336).
Tercero. Sobre este vínculo esencial entre el Sumo Pontífice y el
Obispo se asienta la base teológica y eclesiológica del Sínodo
diocesano. El Obispo, con la colaboración de los miembros sinodales,
lleva a cabo su misión de gobierno pastoral, sin olvidar que rigiendo
adecuadamente la propia Iglesia particular, contribuye al bien de todo
el Pueblo de Dios (cf. LG 23). El misterio de la Iglesia universal
acontece en la Iglesia particular.
Cuarto. El Sínodo Diocesano, fundamentado radicalmente en la
sinodalidad episcopal, es una forma de ayuda “colegial” en el gobierno
de la Diócesis y una búsqueda común y corresponsable de toda la
Iglesia particular. Por lo tanto es, a la vez y en modo inseparable, acto
de gobierno episcopal y acontecimiento de comunión universal en
comunión con el Romano Pontífice, como es propio de la naturaleza
de la Iglesia.
Quinto. Caminar juntos es el significado etimológico de la palabra
sínodo. Hoy es tiempo oportuno para subrayar su dimensión eclesial.
Es imprescindible promover el espíritu de comunión en las Iglesias
particulares y entre estas y la Iglesia universal, con el Romano
Pontífice a la cabeza. Particularmente en tiempo de nueva
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Evangelización. Es tiempo de caminar juntos. Tras haber pasado la
Puerta de la fe y dejándonos inundar y guiar por la Luz de la fe, es hora
de caminar en comunión. «La luz de la fe no disipa todas nuestras
tinieblas, sino que, como una lámpara, guía nuestros pasos en la
noche, y esto basta para caminar» (Lumen fidei, 57). Muchas gracias.
Salamanca, 10 de Septiembre de 2013.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
Presidente de la Com. Episc.
para el Patrimonio Cultural
PRESENTACIÓN DEL LIBRO “MANSAJES DESDE EL AMOR AL
HOMBRE QUE SUFRE”
¡Un saludo muy cordial a todos, en especial a los miembros de la
presidencia!
La presentación de este libro, “Mensajes desde el amor al hombre
que sufre”, se enmarca entre dos acontecimientos de relevancia para la
Iglesia universal y para nuestra Diócesis de Ávila.
Primer acontecimiento. Hace tan solo unos días se ha hecho
pública la buena noticia de la próxima Visita ad límina Apostolorun que
los Obispos españoles haremos entre los meses de febrero y marzo del
año 2014 para encontrarnos con el Papa Francisco. Los cristianos,
acompañando a sus Obispos se disponen, ya desde ahora, a caminar
espiritualmente hacia el umbral de la puerta, de la casa de los
Apóstoles, centro de la cristiandad.
Este acontecimiento ha evocado en mí, desde el primer momento
del anuncio, el recuerdo grabado en mi alma de mi último encuentro
con el Beato Juan Pablo II, que tuvo lugar en su despacho privado del
Palacio Apostólico del Vaticano el 20 de enero de 2005, tres meses
antes de su muerte. Como he manifestado muchas veces, llevo sobre
mi pecho como una auténtica reliquia, la cruz pectoral que me
entregó, junto a los demás obispos, con ocasión de la que fue mi
primera Visita ad límina Apostolorum como Obispo de Ávila.
De todos es sabido que la Iglesia que camina en Ávila tiene un
vínculo espiritual muy especial con el Papa Juan Pablo II. Le viene
dado por medio de los dos grandes místicos abulenses Juan de la Cruz
y Teresa de Jesús, cuya espiritualidad condujo desde muy joven a
Karol Wojtyla. Tal vinculación tuve ocasión de recordar con él en mi
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visita: su primer viaje a España, que acaeció el año 1982 en la
celebración del IV centenario de la muerte de Santa Teresa de Jesús.
Fue una visita a nuestra ciudad muy deseada por el Papa para venerar
los lugares de nacimiento de sus maestros espirituales.
El segundo acontecimiento, de gran trascendencia para la
cristiandad, incluso para toda la humanidad, es que, dentro de dos
días, el próximo lunes día 30, el Santo Padre Francisco ha convocado
un consistorio, en el que se dará a conocer la fecha de su
canonización, junto a otro gran Papa, el Papa Bueno, el Papa del
Concilio Vaticano II, el Beato Juan XXIII.
Así pues, cuando estamos llegando al final del Año de la Fe, me
complace presentar este libro “Mensajes desde el amor al hombre que
sufre” como una iniciativa diocesana, que será probablemente uno de
los últimos homenajes que se ofrezcan a Juan Pablo II en su condición
de Beato. Después habrá sin duda muchas otras, una vez reconocido
por la Iglesia entre los Santos y Santas de Dios.
El objetivo del libro consiste en recapitular los Mensajes que Juan
Pablo II dirigió al mundo con ocasión de la Jornada Mundial del
Enfermo, comprendidos entre los años 1992 a 2005, en que Dios le
acogió para siempre en su casa del cielo. Les diré que, salvo mejor
información, es esta una edición exclusiva ya que, en lengua española,
nunca se habían reunido estos Mensajes. Con un valor añadido: cada
uno de ellos va acompañado de un comentario elaborado por personas
provenientes de diferentes ámbitos de la Iglesia y de la sociedad, que
nos recuerdan la universalidad de la Iglesia.
Podrán ver en la portada la imagen del Papa Juan Pablo II
abrazando a un niño. No es un niño sin más. Se trata de un niño en
pijama y sin pelo, perdido por efecto de un tratamiento con
quimioterapia. Estamos, por tanto, ante el abrazo del Papa a un niño
enfermo, a todo enfermo. En la existencia del hombre, donde quiera
que este se encuentre en nuestra aldea global, está siempre presente de
una u otra forma la enfermedad o el sufrimiento. Pues bien, para
acompañarle en esta situación el Papa Juan Pablo II quiso dirigir, una
vez al año, un mensaje desde el amor. Con él nos asegura que, allí
donde se encuentra el hombre sufriente está Jesucristo. Allí está la
Iglesia, está el Papa, están sus pastores.
Al referirnos al Papa Juan Pablo II no podemos olvidar la figura de
María, Salus Infirmorum. La evocamos en este libro peregrinando
espiritualmente a dos Santuarios del dolor y del sufrimiento al que
acuden tantas hermanas y tantos hermanos nuestros buscando la salud
y el consuelo de la Madre: Nuestra Señora de Fátima y Nuestra
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Señora de Lourdes. Fátima, bajo cuya advocación Mariana el Beato
Juan Pablo II encontró la protección de su vida el día en que sufrió el
atentado, el 13 de mayo de 1981. Y la fiesta de Nuestra Señora de
Lourdes, día en que el Santo Padre quiso que se celebrase cada año la
Jornada Mundial del Enfermo. Este lugar fue el último destino de las
peregrinaciones de Juan Pablo II por los cinco continentes. Allí, ante
la Señora, pronunció aquellas palabras tan hermosas que se recogen en
la contraportada del libro: «Al arrodillarme aquí, en la gruta de
Massabielle, siento con emoción que he llegado a la meta de mi
peregrinación. Comparto con vosotros un tiempo de la vida marcado
por el sufrimiento físico, pero no por esto menos fecundo en el
admirable plan de Dios. Para mi ministerio apostólico, siempre he
tenido gran confianza en la ofrenda, en la oración y en el sacrificio de
los que sufren. Queridos enfermos, quisiera abrazaros con afecto a
cada uno y deciros que me siento muy cercano y solidario con
vosotros. Lo hago espiritualmente, encomendándoos al amor maternal
de la Madre del Señor».
Recordaremos al leer otro capítulo algunos retazos de la vida del
Beato Juan Pablo II que nos sitúa ante el proyecto de Dios para con el
hombre que El designó para conducir a su Iglesia en el último cuarto
del Siglo XX, y al que confió la misión de introducirla en la aurora del
tercer Milenio.
Leyendo las primeras páginas del libro podrán conocer a los autores
que han querido unirse con generosidad y gozo a nuestra Diócesis para
rendir este homenaje al Beato Juan Pablo II. Muchos de ellos están
presentes aquí, y todos lo están espiritualmente desde sus lugares de
trabajo o de residencia. Quisiera nombrarlos en este momento como
muestra de gratitud.
Los señores Cardenales Santos Abril -Arcipreste de la Basílica
Papal de Santa María la Mayor de Roma- y Fiorenzo Angelini -primer
Presidente del Pontificio Consejo de Pastoral de la Salud. Los señores
Obispos Mons. José Luis Redrado -Obispo y Secretario de dicho
Pontificio Consejo durante 25 años-, Mons. Vicente Juan -Obispo de
Ibiza-, Mons. José Mazuelos -Obispo de Asidonia-Jerez-, Mons. Mario
Iceta -Obispo de Bilbao-; los amigos D. Nicolás Visiers -médico
anestesista-, Dª Mª del Rosario Sáez -médico y rectora de nuestra
Universidad-, Dª Gádor Joya -médico y portavoz de Derecho a Vivir-,
Dª Mª Ángeles Fernández -periodista y enfermera-, D. José María
Moreno -abogado y profesor universitario-, Dª Cristina López
Schlichting -periodista-, D. Gaspar Hernández sacerdote abulense y
rector de nuestro Seminario-, D. José Mª Gª Somoza -sacerdote
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abulense y Vicario de Pastoral y del Clero- y Marisol Carpintero -
enfermera y directora del Secretariado de la Pastoral de la Salud.
Nos alegra especialmente hoy la presencia de Mons. Slawomir
Oder, al que el Papa Francisco ha nombrado en este año Vicario
Judicial del Tribunal Ordinario de la Diócesis de Roma. Y al que todos
agradecemos, con el Santo Padre, que haya seguido fielmente, con
eficacia y prontitud todo el proceso de Beatificación iniciado en el año
2005, que culminará felizmente con la Canonización del Papa Grande,
del Papa Juan Pablo II. A él le pedimos esta tarde que nos bendiga
desde la Casa del Padre, asomado a la ventana del Cielo.
¡Gracias! a todos ustedes por acompañarnos en esta tarde feliz para
la Diócesis de Ávila.
Auditorio de la Caja de Ávila. + Jesús García Burillo
Ávila, 27 de septiembre de 2013. Obispo de Ávila
MENSAJE A LOS PARTICIPANTES DEL CURSILLO DE
CRISTIANDAD
Queridos amigos Cursillistas:
«La fe sólo puede ser transmitida si primero se ha dado la
conversión y renovación de la persona y de la comunidad. La primera
palabra de Jesús al inicio del evangelio de Marcos es también la
primera invitación a todo evangelizador: «Convertíos y creed en el
Evangelio» (Mc 1,15). El Evangelio de Jesús nos pone en movimiento,
nos invita a renovar nuestras formas de vivir y expresar la fe.
Convertirnos cada día para creer mejor, en la escucha orante de la
Palabra del Maestro que nos da fuerza para echar las redes siempre de
nuevo en la transmisión del Evangelio. ¡He aquí el camino que
queremos recorrer en nuestra diócesis!» (Carta Pastoral, Reforma de Santa Teresa y Nueva Evangelización, IV, 1).
Para todos mi afecto y bendición.
Ávila, 28 de septiembre de 2013.
+ Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
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Resumen de actividades
JULIO 2013
Día 1: Inauguración de las XLV Jornadas de Teología de la UPSA, en el
Palacio de los Serrano (Ávila). Conferencia: «Estado de la cuestión sobre la
teología de la fe», por D. Gonzalo Tejerina. Comida en el Seminario. Por la
tarde: Conferencia: «La eclesialidad de la fe», por D. Vicente Vide.
Día 2: Misa en la S.A.I. Catedral del Salvador. Jornadas de Teología:
Conferencia: «Creer (en) la Iglesia», por D. Gaspar Hernández Peludo.
Debate: «Creer en horizontes no teológicos», con Dª. Ninfa Watt y D.
Francisco Javier Herrero. Por la tarde: Conferencia y clausura: «La
transmisión eclesial de la fe. La Iglesia como lugar teológico en Benedicto
XVI», por Mons. Juan Antonio Martínez Camino. Cena con los Profesores.
Día 3: Reunión de Arciprestes, en el Seminario. Por la tarde: Visitas.
Día 4: Visitas. Audiencias. Visita de la Curia a Las Edades del Hombre,
Arévalo. Comida con la Curia en Fontiveros.
Día 5: Consejo Episcopal.
Día 6: Eucaristía con profesores de la UCAv, en Gredos. Por la tarde: Visita
a los niños del Campamento de las Cruzadas de Santa María.
Día 7: Confirmaciones en Muñana. Visita y comida.
Día 8: Audiencias. Por la tarde: Visita a los familiares de las víctimas del
accidente en La Paramera, en el polideportivo Carlos Sastre.
Día 9: Audiencias.
Día 10: Visita a la Iglesia de Rágama (Salamanca), donde está enterrado D.
Juan Mesonero Huerta, mártir.
Día 11: Audiencias. Visita a los heridos del accidente. Por la tarde: Funeral
por las víctimas del accidente en La Paramera, en la S.A.I. Catedral.
Día 12: Grabación para la COPE. Consejo Episcopal.
Día 14: Confirmaciones en Mingorría.
Día 15: Reunión con el Presidente del Consejo Presbiteral. Por la tarde:
Exhumación de Juan Mesonero Huerta (mártir), Iglesia de San Salvador de
Rágama (Salamanca).
Día 16: Eucaristía en las Siervas de María. Audiencias. Por la tarde:
Merienda con la Fundación “Itinerancia y Promesa Burgohondo”.
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Día 19: Grabación para la COPE. Reunión de Patronato de Ntra. Sra. de
Sonsoles. Consejo Episcopal.
Día 20: Eucaristía en las HH. De los Ancianos Desamparados. Visita.
Día 21: Confirmaciones en Madrigal de las Altas Torres.
Día 22: Eucaristía en la Encarnación y elección de Priora. Audiencias.
Día 23: Apertura del XLII Congreso de la Asociación Ecuménica
Internacional de la IEF, en el Cites. Por la tarde: Visitas.
Día 24: Audiencias.
Día 25: Reunión. Por la tarde: Ordenación diaconal de Kaspar Raj, en
Piedrahíta.
Día 26: Grabación para la COPE. Consejo Episcopal. Por la tarde:
Audiencias.
Día 27: Eucaristía en las HH. Adoratríces. Audiencias. Cena con los
miembros del Instituto “Obra de la Iglesia”, en Navalperal de Pinares.
Día 28: Eucaristía en la Catedral, clausura del XLII Congreso de la
Asociación Ecuménica Internacional.
Día 29: Audiencias. Por la tarde: Visita, Peregrinos por la Vida.
Días 30 y 31: Peregrinación a Santiago de Compostela
AGOSTO 2013
Día 1 al 5: Peregrinación a Santiago de Compostela
Días 8 al 14: Viaje.
Día 15: Eucaristía en las Siervas de María, con motivo del aniversario de su
fundación.
Días 18: Eucaristía en San Antonio.
Día 21: Audiencias.
Día 22: Visita, Barco de Ávila. Por la tarde: Eucaristía, despedida de las
HH. Carmelitas de la Antigua Observancia de Piedrahíta.
Día 23: Audiencias.
Día 24: Visita y eucaristía en las HH. Agustinas de la Conversión.
Día 25: Eucaristía en la S.A.I. Catedral.
Día 26: Audiencias.
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Día 27: Inauguración de las XXXVIII Jornadas de la Asociación Española
de Profesores de Liturgia, en el Seminario.
Día 29: Eucaristía, clausura de las Jornadas de Profesores de Liturgia, en la
S.A.I. Catedral.
Día 30: Audiencias. Eucaristía con los Sacerdotes del Prado, en Cabezuela.
Día 31: Confirmaciones en Navalosa.
SEPTIEMBRE 2013
Día 1: Eucaristía en la Ermita de San Cristóbal de Navalmoral, con los
heridos y familiares del accidente de tren de Santiago.
Día 2: Eucaristía con los Profesores del Colegio Diocesano, Inauguración
del Curso, en San Ignacio. Capítulo Provincial en St. Tomás.
Día 3: Audiencias. Por la tarde: Inauguración del IV Congreso
Internacional Teresiano: “Las Moradas – Castillo Interior”, en el Cites.
Día 4: Audiencias.
Día 5: Eucaristía en San José. Audiencias.
Día 6: Consejo Episcopal. Por la tarde: Eucaristía, toma de posesión de D.
Félix Ayuso, en Madrigal de las Altas Torres.
Día 7: Visita. Por la tarde: Oración por la paz en Siria, en la Iglesia de S.
Andrés.
Día 8: Eucaristía y Profesión Solemne en las Benedictinas del Tiemblo.
Día 9: Funeral.
Día 10: Congreso de Archiveros en Salamanca. Por la tarde: Audiencias.
Día 11: Audiencias.
Día 12: Reunión con los Sacerdotes jóvenes, en Navalosa.
Día 13: Grabación para la COPE. Audiencias. Consejo Episcopal. Por la
tarde: Audiencias.
Día 14: Reunión con el Equipo de Pastoral Penitenciaria. Por la tarde:
Eucaristía en la S. A. I. Catedral con motivo de la beatificación de los
mártires abulenses. Trasladado de los restos del Siervo de Dios Juan
Mesonero Huerta a la capilla de los mártires.
Día 15: Eucaristía y toma de posesión de D. Anastasio Alfonso Díaz
Gonzalo, en Piedralaves. Confirmaciones en La Adrada.
5 6 | O b i s p o
Día 16: Audiencias. Reunión con los Párrocos de la Ciudad.
Día 17: Eucaristía, Inauguración del curso lectivo en la UPSA y Acto
académico, en Salamanca. Comida en el Teologado de Ávila. Por la tarde:
Audiencias.
Día 18: Eucaristía, Inauguración del Curso del Colegio Diocesano Pablo VI,
en la Parroquia San José Obrero.
Día 19: Audiencias. Eucaristía, con motivo del 15º Aniversario de la
consagración episcopal de Mons. Jesús García Burillo e inauguración de
curso para la Curia, en la I. E. de san Ignacio.
Día 20: Audiencias. Consejo Episcopal.
Día 21: Reunión de Pastoral Penitenciaria.
Día 23: Audiencias.
Día 24: Audiencias. Eucaristía en el Centro Penitenciario de Brieva, Fiesta
de Ntra. Sra. de la Merced.
Día 25: Eucaristía, Inauguración del curso del Colegio Diocesano Asunción
de Ntra. Sra., en la Parroquia san Pedro Apóstol. Por la tarde: Consejo
Económico.
Día 26: Grabación Cope.
Día 27: Consejo Episcopal. Por la tarde: Presentación del libro: “Mensajes
desde el amor al hombre que sufre”, en el Auditorio de la Caja de Ávila.
Días 28 al 29: Viaje.
Día 30: Eucaristía en las HH. Charitas. Comisión Permanente del
Presbiterio.
CANCILLERÍA
Decretos y Estatutos
DECRETO 11/2013 (25 JULIO)
Por el que se aprueban los Estatutos para el régimen del Patronato y
del Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles
Aceptada la instancia, de 3 de mayo de 2013, presentada por el M. I. Sr.
D. Félix de la Heras Hernández, Presidente del Ilustre Patronato de Ntra.
Sra. de Sonsoles, de la Ciudad y Diócesis de Ávila, solicitando la aprobación
de estatutos de la Asociación de fieles denominada «Ilustre Patronato de la
Ermita y Hospital del Peregrino de Nuestra Señora de Sonsoles», radicada
en la Parroquia de San Pedro Apóstol, de la Ciudad de Ávila; y examinados
los referidos estatutos por los cuales el Patronato deberá regirse, y en los
cuales se determinan los fines del mismo y los restantes preceptuados por el
Código de Derecho Canónico; y atendido que este Patronato cumple con
los requisitos establecidos en la disciplina vigente de la Iglesia para ser
asociación pública de fieles católicos; por el presente, y a tenor de los cc.
301 y 313 del Código de Derecho Canónico, APROBAMOS la renovación
de los Estatutos del «Ilustre Patronato de la Ermita y Hospital del Peregrino
de Nuestra Señora de Sonsoles» domiciliado en el Santuario Diocesano de
Ntra. Señora de Sonsoles, Carretera Nacional 403, Km. 130, Ávila,
constituido como asociación pública de fieles de la Iglesia Católica, en esta
diócesis de Ávila.
Dado en Ávila, 25 de Julio de 2013.
Solemnidad de Santiago Apóstol, Patrono de España.
+ Jesús García Burillo
Por mandato de S. Excia. Rvdma.
MIGUEL GARCÍA YUSTE
Canciller Secretario
5 8 | C a n c i l l e r í a
ESTATUTOS DE LA ASOCIACIÓN PÚBLICA DE FIELES «PATRONATO
DE NUESTRA SEÑORA DE SONSOLES»
PREÁMBULO
La Hermandad de Nuestra Señora de Sonsoles, que nació en 1480
en la Diócesis de Ávila para la veneración de la Virgen María en su
advocación de Sonsoles, como resulta de las noticias y documentos
históricos que han llegado a nosotros, ha revisado y adecuado al Código de
Derecho Canónico de 1983 las normas por las que se rige. Como fruto de
ese trabajo presenta a la aprobación del Excmo. y Revdmo. Sr. Obispo de
Ávila los presentes estatutos de la asociación pública de fieles denominada
«Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles».
SECCIÓN I. DEL PATRONATO DE NUESTRA SEÑORA DE
SONSOLES
Título I. Denominación, naturaleza, ámbito territorial, domicilio y
régimen jurídico
Artículo 1. Denominación, naturaleza, ámbito territorial y régimen
jurídico
§ 1. El Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles, así denominado en
atención a un uso histórico, si bien esa terminología no tiene consecuencias
jurídicas, es una asociación pública de fieles con personalidad jurídica
pública, erigida canónicamente en la diócesis de Ávila
§ 2. Como corresponde a dicha naturaleza, a tenor del c. 1257 § 1, los
bienes propiedad del Patronato son bienes eclesiásticos.
§ 3. El Patronato, su vida, su actividad y su patrimonio se rigen por lo
dispuesto en el Código de Derecho Canónico en relación con las
asociaciones públicas de fieles así como por los presentes Estatutos, en los
que sin ánimo de exhaustividad, se indicarán las principales referencias
legislativas del derecho común.
§ 4. En los presentes Estatutos y en los restantes documentos jurídicos
relativos a esta Asociación se utilizan indistintamente los nombres de
Patronato, Asociación o Hermandad, también utilizados en las fuentes
históricas.
Artículo 2. Personalidad jurídica civil
El Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles tiene, además, personalidad
jurídica civil y se halla inscrito en el Registro de Entidades Religiosas del
C a n c i l l e r í a | 5 9
Ministerio de Justicia, con el número 3.218 de la Sección Especial, grupo C
(número 3218-SE/C), de fecha 5 de octubre de 1993.
Artículo 3. Domicilio
§ 1. El Patronato tiene sede en el Santuario de Nuestra Señora de
Sonsoles, que se encuentra en la Carretera Nacional 403, Km. 130, Código
Postal 05002, de Ávila.
§ 2. El cambio de domicilio debe ser aprobado por la Asamblea General,
sin que pueda fijarse un domicilio fuera de la diócesis de Ávila.
§ 3. Cualquier cambio de domicilio ha de ser notificado a la Secretaría
General del Obispado de Ávila.
Título II. Fines y actividades
Artículo 4. Fines
§ 1. El Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles se propone como fin
principal, promover y tributar culto a la Santísima Virgen en su advocación
de Nuestra Señora de Sonsoles, cuya Sagrada Imagen titular se custodia en
el Santuario.
§ 2. Se propone asimismo promover la formación y educación cristiana
de los asociados y de los destinatarios de sus actividades de apostolado e
iniciativas para la evangelización, de acuerdo con la Delegación diocesana
de Religiosidad popular.
§ 3. Además, promueve obras de caridad y benéfico-sociales dirigidas
tanto a los propios miembros del Patronato, como a los más pobres y
necesitados de la sociedad.
Artículo 5. Actividades
Como medios para alcanzar estos fines son actividades de este Patronato,
además de otras que pudieran mencionarse en estos Estatutos:
1º. El sostenimiento y conservación del Santuario Diocesano de Nuestra
Señora de Sonsoles, el recinto con sus edificaciones (casas, locales y
fuentes) y las propiedades que pueda adquirir de acuerdo con el Derecho
canónico y civil vigentes.
2º. La contratación de un servidor dedicado habitualmente a las tareas
del Santuario.
3º. La contratación de un santero o cuidador de la finca, que custodie el
Santuario y vigile el recinto, locales y pradera, evitando también que
resulten utilizados para actos que pudieran atentar contra la moral cristiana,
a fin de que los Hermanos y cuantos allí acudan puedan gozar de las
instalaciones con arreglo a su naturaleza propia
6 0 | C a n c i l l e r í a
4º. La realización de las gestiones necesarias para que la autoridad
eclesiástica, conforme a Derecho (cf art. 36), pueda nombrar un Capellán
que ayude con sus funciones propias a que los Hermanos y el pueblo en
general puedan honrar a la Santísima Virgen y cumplir también otros
deberes religiosos en el Santuario.
5º. Invertir a título de caridad todos los años la cantidad que determinen
los organismos competentes del Patronato según sus posibilidades
económicas en aquellos Centros y Entidades que considere más necesitados
de esta ayuda benéfico-asistencial, preferentemente eclesiales, o reconocidos
por la Iglesia (por ej. Cáritas, monasterios o conventos, etc.).
Título III. Miembros del patronato
Artículo 6. Miembros del Patronato
El Patronato está compuesto por los fieles católicos, clérigos o laicos,
admitidos e inscritos en él.
Artículo 7. Requisitos de admisión
§ 1. Para ser admitido como Hermano o Hermana, se requiere que la
persona solicitante, además de actuar movida por un sincero espíritu
mariano y caritativo, cumpla, como es propio de la naturaleza de esta
Asociación pública, los requisitos establecidos por el Derecho universal,
principalmente por el canon 316 § 1 del Código de Derecho canónico y
estos estatutos.
§ 2. Especialmente se requiere:
1º. Profesar públicamente la Fe católica y haber completado la Iniciación
cristiana.
2º. Encontrarse en plena comunión con la Iglesia.
3º. No tener limitado el derecho de asociación por sanción penal
conforme a derecho.
4º. Observar una conducta moral en consonancia con las normas y
enseñanzas de la Iglesia.
Artículo 8. Admisión de nuevos miembros
§ 1. La persona que desee ser admitida debe solicitarlo por escrito a la
Junta Directiva, haciendo constar su recta motivación y acreditando que se
encuentra en posesión de los requisitos establecidos (cf artículo 7),
mediante declaración expresa en el escrito de solicitud o adjuntando los
documentos que le pudieran ser requeridos.
§ 2. La Junta Directiva, después de estudiar la solicitud puede acordar
provisionalmente la admisión del Hermano, que ha de ser ratificada junto
con todas las demás en la siguiente Asamblea General.
C a n c i l l e r í a | 6 1
Artículo 9. Principales derechos y deberes de los Hermanos
Además de otros que pudieran contenerse en el Derecho universal o en
estos Estatutos, los principales deberes y derechos de los Hermanos son los
siguientes:
1º. Los Hermanos deben llevar una vida de sólida piedad cristiana,
especialmente mediante la participación, si es posible diaria, en la Santa
Misa y la recepción frecuente de los sacramentos. Se han de distinguir
también por su amor a la Santísima Virgen, entre cuyas prácticas de
devoción se les recomienda encarecidamente el rezo del Santo Rosario.
2º. Han de participar en las celebraciones del Patronato, y especialmente
acompañar a la Sagrada Imagen en las procesiones, Novenas y salidas del
Santuario.
3º. Asimismo, deben dar testimonio de su fe, por el ejemplar
cumplimiento de sus deberes profesionales, por la práctica efectiva de la
caridad cristiana, viviendo una autentica hermandad y por su celo en
ejercitar el apostolado.
4º. Participan de todos los bienes espirituales del Patronato.
Concretamente, este debe encargar que se celebre una Misa en el Santuario
por cada Hermano que fallezca.
5º. Una vez ratificada su admisión en la Asamblea General, deben recibir
el distintivo del Patronato y la Cédula de admisión firmada por el Presidente
y han de pagar una cuota de entrada y el importe de los Estatutos.
6º. Cada año deben pagar la cuota determinada por la Asamblea General
de acuerdo con las necesidades y finalidades del Patronato.
7º. Deben concurrir a las Asambleas, tanto ordinarias como
extraordinarias.
Artículo 10. Pérdida de la condición de Hermano
§ 1. Los miembros pueden causar baja en la Asociación:
1º. A petición propia, presentada por escrito al Presidente, sin necesidad
de aceptación.
2º. A tenor de lo establecido en el Derecho Canónico vigente,
particularmente los cánones 308-316. En este caso, la Junta Directiva ha de
oír previamente al miembro interesado.
3º. Por incumplimiento reiterado e injustificado de sus obligaciones que
sea valorado como motivo de cese por la Junta Directiva.
4º. Por reiterada falta de pago injustificada de las cuotas, después que el
Hermano haya recibido aviso de su impago y de sus consecuencias.
§ 2. En todos los supuestos de baja de un Hermano se ha de informar a la
próxima Asamblea General Ordinaria que se convoque.
6 2 | C a n c i l l e r í a
§ 3. La decisión de dar de baja a un Hermano adoptada por la Junta
Directiva puede ser objeto de recurso ante la Asamblea General. En estos
casos la baja tiene carácter provisional desde la decisión de la Junta
Directiva hasta la decisión del recurso por mayoría de votos.
§ 4. Queda a salvo el derecho de los Hermanos interesados a recurrir la
decisión de la Asamblea General conforme a los cánones 1732-1739 ante la
autoridad eclesiástica competente (cf canon 316 § 2).
Título IV. Órganos de gobierno
Capítulo I. De los órganos de gobierno y de la representación del patronato
Artículo 11. Órganos de gobierno
El Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles tiene como órganos de
gobierno la Asamblea General y la Junta Directiva.
Artículo 12. Representación
§ 1. Representa al Patronato, conforme al canon 118, el Presidente o
quienes hacen sus veces conforme a estos Estatutos.
§ 2. Cuando es necesario que alguien haga las veces del Presidente, la
Junta Directiva puede apoderar al Vicepresidente o a otro de los cargos
directivos para que ejerzan la representación en un caso concreto.
§ 3. Los representantes del Patronato, debidamente apoderados cuando
sea el caso, actúan legítimamente en todos los actos y contratos que se
refieran a la Asociación y pueden ejercitar todas las acciones civiles,
penales, administrativas, sociales, contencioso-administrativas o de
cualquier otra clase que le puedan corresponder, contando siempre con las
autorizaciones pertinentes conforme a la legislación civil y canónica y a
estos Estatutos.
§ 4. En caso de negligencia del representante, el Ordinario puede actuar
en juicio, por sí o por otro, en nombre de la Asociación (cf canon 1480 § 2).
§ 5. Los respectivos representantes, cualquiera que sea el fundamento de
su representación, no deben incoar un litigio ni contestar a ninguna
demanda en el fuero civil, en nombre del Patronato, sin haber obtenido
licencia del Ordinario dada por escrito (cf. canon 1288).
Capítulo II. De la asamblea general
Artículo 13. Misión de la Asamblea General
La Asamblea General es el órgano supremo de gobierno del Patronato y
está integrada por todos sus Hermanos. La Asamblea General toma sus
acuerdos conforme al principio mayoritario, prevaleciendo el voto de
calidad del Presidente en caso de empate.
Artículo 14. Asamblea General Ordinaria
C a n c i l l e r í a | 6 3
§ 1. El Patronato ha de celebrar una Asamblea General ordinaria en el
primer trimestre del año.
§ 2. La Asamblea debe ser convocada por el Presidente, con al menos
quince días de antelación, mediante convocatoria que debe enviar el
Secretario.
§ 3. La convocatoria para ser válida debe dirigirse a todos los miembros
que tengan derecho a participar en la Asamblea y debe expresar el día, la
hora, el lugar y el orden del día de la Asamblea; y debe enviarse a la
dirección postal o electrónica para notificaciones que consta en los registros
de la Asociación.
Artículo 15. Asamblea General Extraordinaria
La Asamblea General extraordinaria se ha de convocar cuando lo
considere conveniente para el bien del Patronato la Junta Directiva o el
veinticinco por ciento de los Hermanos con voz y voto, señalando el orden
del día de la reunión.
Artículo 16. Quorum y mayoría requeridos en la Asamblea General
§ 1. Para que se constituya válidamente la Asamblea General, tanto
ordinaria como extraordinaria, una vez convocada conforme a Derecho,
basta cualquier número de Hermanos que asistan a la reunión. Para las
deliberaciones y la toma de decisiones o acuerdos de la Asamblea General se
exige mayoría simple, salvo en los casos en los que estos Estatutos o el
Derecho Universal dispongan otra cosa.
§ 2. No se admite la delegación de voto.
Artículo 17. Principales competencias de la Asamblea General
Además de otras que le pudieran asignar el Derecho universal o estos
Estatutos, la Asamblea General tiene las siguientes competencias:
1º. Aprobar la memoria anual de las actividades del Patronato y plan de
actuaciones para el próximo año.
2º. Aprobar, previa lectura del correspondiente informe de los Hermanos
Censores, las cuentas del ejercicio económico transcurrido.
3º. Aprobar, por el mismo procedimiento, el presupuesto de ingresos y
gastos para el ejercicio siguiente.
4º. Elegir, conforme a estos Estatutos, al Presidente del Patronato y a los
demás miembros de la Junta Directiva.
5º. Ratificar la admisión provisional de nuevos Hermanos llevada a cabo
por la Junta Directiva, conforme al artículo 8.
6º. Nombrar dos Censores entre los Hermanos.
7º. Pronunciarse, si es preciso, sobre la baja de los Hermanos conforme a
lo previsto por el artículo 10 de los presentes Estatutos.
6 4 | C a n c i l l e r í a
8º. Fijar la cantidad de la cuota ordinaria y extraordinaria que han de
satisfacer los Hermanos.
9º. Interpretar las disposiciones de los presentes Estatutos. En caso de
duda o conflicto, la Asamblea General ha de solicitar al Ordinario que
designe uno o varios peritos para que determinen la interpretación justa
mediante un dictamen de obligado cumplimiento.
10º. Aprobar la propuesta de revisiones o modificaciones de estos
Estatutos (cf art. 77), que no entran en vigor hasta que sean aprobadas por
la autoridad eclesiástica conforme al canon 314.
11º. Decidir conforme a derecho sobre cualquier otra cuestión
importante relativa al gobierno y a la dirección de la actividad asociativa.
Artículo 18. Intervenciones en la Asamblea General
Las intervenciones de los Hermanos en la Asamblea General han de
ceñirse, breve y concisamente al punto del orden del día a propósito del que
han pedido la palabra.
Capítulo III. De la junta directiva
Artículo 19. Misión de la Junta Directiva
§ 1. La Junta Directiva es el órgano ejecutivo del Patronato y está
integrada por los siguientes cargos: Presidente, Vicepresidente, Secretario,
Tesorero, Contador, seis Vocales, el Rector del Santuario y el Capellán del
Patronato, que tienen voz pero no voto.
§ 2. La Junta Directiva designa, entre los Hermanos que hayan sido
elegidos por la Asamblea General, conforme al artículo 23 de estos
Estatutos, al Vicepresidente, al Secretario, al Tesorero y al Contador.
Artículo 20. Ejercicio de la misión de la Junta Directiva y
responsabilidad
§ 1. En el marco de lo dispuesto por los cánones 309 y 315, la Junta
Directiva ejerce colegialmente, conforme a estos Estatutos, las potestades y
atribuciones necesarias para el buen gobierno y administración de todos los
asuntos de orden temporal del Patronato.
§ 2. Todos los miembros de la Junta Directiva son responsables
solidariamente de los perjuicios ocasionados al Patronato por los actos
realizados excediéndose en las atribuciones o contraviniendo los requisitos
previstos en estos Estatutos. Quedan exentos de responsabilidad los
miembros que hubieran hecho constar en acta su oposición a la decisión
mayoritaria. Si el acto perjudicial ha sido realizado por uno o varios
miembros de la Junta sin contar con el resto, solo ellos han de responder,
personal o solidariamente.
C a n c i l l e r í a | 6 5
§ 3. Las decisiones de la Junta se adoptan por mayoría simple de votos,
pero para que sean válidas se requiere que estén presentes al menos siete de
sus miembros.
Artículo 21. Colaboración en el culto
La Junta Directiva debe colaborar diligentemente con el Rector en todo
lo referente a la actividad de culto que tiene lugar en el Santuario,
procurando facilitar el mayor provecho espiritual de los fieles en el
cumplimiento de su deberes religiosos y en el ejercicio de su devoción a la
Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de Sonsoles.
Artículo 22. Duración de los cargos de la Junta Directiva
§ 1. Los cargos de Tesorero, Contador y Secretario se ejercen por un
periodo de ocho años.
§ 2. Los restantes cargos de la Junta Directiva se ejercen por un periodo
de cuatro años.
§ 3. El cuerpo de vocales de la Junta Directiva se renueva por mitad cada
dos años .
Artículo 23. Elección para los cargos de la Junta Directiva
§ 1. La Asamblea General válidamente constituida elige a los Hermanos
que han de ocupar los cargos que corresponde proveer por elección en cada
convocatoria ordinaria.
§ 2. Pueden ser candidatos los Hermanos con una antigüedad de cuatro
años y que hayan sido presentados por la Junta Directiva o propuestos por
iniciativa de los Hermanos, en ambos casos con los requisitos establecidos
en el parágrafo 3 de este artículo. Para ser candidato a Presidente se
requiere una antigüedad mínima de diez años.
§ 3. Pueden presentarse candidatos mediante escrito dirigido al
Secretario de la Junta Directiva, cuarenta y ocho horas antes de la
Asamblea y firmado por un mínimo de veinte Hermanos. Si el candidato
presentado opta al cargo de Presidente el escrito debe presentarse al menos
ocho días antes de la Asamblea.
§ 4. Para la elección de los cargos de la Junta Directiva se requiere
mayoría absoluta en la primera votación. De no obtenerse, se ha de
proceder a una segunda votación, en la que basta la mayoría simple. En caso
de empate, resulta elegido el candidato de mayor antigüedad.
§ 5. La elección y la designación para cargos de la Junta Directiva deben
ser aceptadas por los interesados.
§ 6. Al tomar posesión de un cargo, los Hermanos deben prestar
juramento de desempeñarlo fielmente procurando en todo el mayor bien del
Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles y de este Patronato.
6 6 | C a n c i l l e r í a
Artículo 24. Reelección para los cargos de la Junta Directiva
§ 1. Generalmente, los miembros de la Junta Directiva al concluir su
mandato pueden ser reelegidos sin limitación alguna.
§ 2. El Presidente puede ser reelegido solamente para un segundo
mandato. Podrá volver a presentarse para la elección después de al menos
un mandato sin ocupar el cargo.
§ 3. En el caso de los cargos de designación de la Junta Directiva, es
decir, Vicepresidente, Secretario, Tesorero y Contador, al concluir sus
respectivos mandatos, los Hermanos cesantes pueden ser reelegidos como
miembros de la Junta Directiva por la Asamblea General; después de esto
pueden ser vueltos a designar para esos cargos.
Artículo 25. Vacantes en los cargos de la Junta Directiva
§ 1. Si durante la vigencia del mandato quedara vacante algún cargo que
no sea el de Presidente, la Junta Directiva ha de nombrar interinamente un
sustituto, dotado de las condiciones de antigüedad requeridas por el
parágrafo 2 del artículo 23, que permanece en el cargo hasta que
corresponda cesar al que sustituyó.
§ 2. Si el cargo vacante fuera el de Presidente le sustituye, en las mismas
condiciones, el Vicepresidente, conforme a lo dispuesto en el artículo 30.
Artículo 26. Renuncia a los cargos de la Junta Directiva
Una vez aceptada la elección o la designación, ningún Hermano puede
renunciar sin causa justa a los cargos para los que fuera nombrado.
Capítulo IV. Del presidente
Artículo 27. Elección del Presidente
§ 1. El Presidente, además de las funciones jurídicas de gobierno del
Patronato, tiene la precedencia entre los demás cargos de gobierno en todos
los actos y celebraciones de la Asociación.
§ 2. Para ser elegido presidente, además de una formación religiosa
suficiente y una vida acorde con la fe cristiana, se requiere que el candidato
no ostente durante el periodo de su mandato cargo alguno de designación
política en cualquiera de las administraciones públicas, o cargo
representativo en los partidos políticos, sindicatos y otras organizaciones
similares (cf canon 317, § 4).
§ 3. Una vez realizada y aceptada válidamente la elección del Presidente,
se ha de comunicar al Obispo diocesano, cuya confirmación se requiere
conforme al c. 317, § 1.
Artículo 28. Principales funciones del Presidente
C a n c i l l e r í a | 6 7
Una vez confirmada su elección por el Obispo de la diócesis, el
Presidente adquiere el pleno ejercicio de las funciones y atribuciones propias
de su cargo. Especialmente:
1º. Representar a la Asociación en todos los actos y contratos del
Patronato ejercitando en su nombre, si fuera menester, todas las acciones
civiles, penales, administrativas, sociales, contencioso administrativas o de
cualquier otra clase que le puedan corresponder.
2º. Encargar que se prepare el orden del día de las sesiones de la
Asamblea General y de la Junta Directiva y ordenar su convocatoria.
3º. Presidir y dirigir dichas sesiones, declarándolas abiertas y
levantándolas; moderar las discusiones y decidir las votaciones en caso de
empate.
4º. Velar diligentemente por la ejecución de los acuerdos de los diversos
órganos de gobierno.
5º. Adoptar prudentemente las resoluciones en los asuntos ordinarios del
Patronato en los periodos entre sesiones de los órganos correspondientes, o
convocar una sesión extraordinaria si surgieran asuntos de mayor
importancia.
6º. Ordenar los pagos.
7º. Inspeccionar la buena marcha de todos los servicios dependientes del
Patronato y tomar o proponer las medidas necesarias para asegurar su buen
funcionamiento.
8º. Firmar las actas, el libro de ingresos y gastos y el balance final de cada
año.
9º. En el ejercicio de sus atribuciones debe someterse al Derecho, civil y
canónico, vigente, cumpliendo fielmente estos Estatutos.
Artículo 29. Sobre la duración del cargo de presidente, cese o remoción.
§ 1. Conforme al artículo 22 de los presentes Estatutos, el mandato del
Presidente dura cuatro años y cabe la reelección por un segundo periodo.
§ 2. Antes de expirar el mandato, el Presidente puede ser removido de su
cargo con justa causa por la autoridad eclesiástica que confirmó su elección.
En este caso la autoridad debe oír previamente al propio Presidente y a la
Junta Directiva, conforme al canon 318 § 2.
Capítulo V. Del vicepresidente
Artículo 30. Función del Vicepresidente
El Vicepresidente sustituye al Presidente en caso de ausencia o
enfermedad, y cuando se produzca la vacante del cargo antes de concluir el
mandato. En este último caso goza de los mismos derechos y prerrogativas
6 8 | C a n c i l l e r í a
que el Presidente hasta la fecha en que debía concluir el mandato de este, y
necesita previa confirmación de la autoridad eclesiástica competente.
Capítulo VI. Del secretario
Artículo 31. Principales funciones del Secretario
El Secretario del Patronato tiene las siguientes funciones:
1º. Cursar, por orden del Presidente, las convocatorias de los diversos
órganos de gobierno así como los avisos de fiestas a los hermanos que tienen
que asistir.
2º. Levantar acta de las reuniones de los órganos de gobierno. Las actas
han de ser firmadas por el Secretario con el visto bueno del Presidente.
3º. Procurar que los encargados de llevar a término los acuerdos tomados
los ejecuten.
4º. Llevar un registro general de altas y bajas de todos los Hermanos,
expresando nombre, domicilio, y datos de contacto.
5º. Preparar las remesas de cuotas de los Hermanos, que ha de entregar
al Tesorero para que haga efectivos los pagos y extender los
correspondientes recibos.
6º. Custodiar y supervisar el archivo del Patronato.
Capítulo VII. Del tesorero
Artículo 32. Misión del Tesorero
La función principal del Tesorero es administrar diligentemente los
bienes de la Asociación, conforme a las normas de Derecho (cf canon 1284)
y de acuerdo con lo decidido por la Asamblea General y la Junta Directiva.
Artículo 33. Funciones del Tesorero
El Tesorero, entre otras, tiene las siguientes funciones y atribuciones:
1º. Debe llevar un inventario de todos los bienes del Patronato conforme
al artículo 57.
2º. No debe recibir ni pagar cantidad alguna sin el oportuno visado del
Presidente y toma de razón del Contador.
3º. En un libro, con todas sus páginas numeradas consecutivamente y
firmado por el Presidente en todas las ya empleadas, ha de anotar los
ingresos y los gastos que realice el Patronato. Anualmente, a tenor de los
cánones 319, 1276 § 1 y 1301, debe presentar a la Autoridad Eclesiástica un
informe de la administración de los bienes del Patronato.
4º. La del Tesorero debe ser una de las firmas autorizadas en las cuentas
corrientes en las que se depositen fondos del Patronato, conforme al artículo
61.
C a n c i l l e r í a | 6 9
5º. Recibe, extendiendo en su caso el correspondiente recibo, todas las
limosnas y ofrendas entregadas de cualquier modo para el cumplimiento de
los fines de la Asociación, anotándolas en un libro destinado a este uso y
dando cuenta de ello a la Junta Directiva para que les dé el destino que
corresponda según los casos.
6º. Si alguna limosna consistiera en vestidos o alhajas para el culto de la
Sagrada Imagen, al anotarlas, se ha de hacer referencia expresa a quien la
dio, haciendo constar la fecha, y trasladando después la oportuna anotación
al inventario.
7º. Custodia las llaves de los cepillos y del archivo.
Capítulo VIII. Del contador
Artículo 34. Misión del Contador
§ 1. La función principal del Contador es la fiscalización de los fondos
del Patronato. Debe hacer constar su revisión periódica de las cuentas en el
libro de ingresos y gastos que lleva el Tesorero conforme al artículo 33, al
menos antes de cada Asamblea General.
§ 2. Asimismo, debe preparar, en colaboración con el Tesorero, el
Presupuesto anual y firmar con el Presidente y el Tesorero el Balance de
cada ejercicio, para su presentación a la Asamblea General Ordinaria
conforme al artículo 17.
Capítulo IX. De los vocales
Artículo 35. Misión de los Vocales
§ 1. Es deber de los vocales asistir a las Asambleas Generales y a las
reuniones de la Junta Directiva. En caso de no poder asistir ni el Presidente
ni el Vicepresidente, preside esas reuniones uno de ellos, determinado por
orden de antigüedad.
§ 2. Los Vocales deben asistir a las Funciones del Patronato y a las
Ofrendas del mes de Octubre en el Santuario. Por turno riguroso, uno de
ellos preside la mesa petitoria acompañado del Tesorero, el Contador y dos
Hermanos.
Capítulo X. Del capellán
Artículo 36. Nombramiento del Capellán
§ 1. La Asociación debe tener un Capellán, distinto o no del Rector del
Santuario, que ha de ser nombrado por el Obispo de la Diócesis después de
oír a la Junta Directiva, conforme al canon 317 § 1.
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§ 2. El Capellán puede ser removido, conforme a las disposiciones del
Derecho Canónico por la misma autoridad que le confirió el oficio.
Artículo 37. Funciones del Capellán
§ 1. El Capellán debe fomentar, en colaboración con los miembros de la
Junta Directiva, una intensa vida cristiana entre los Hermanos,
promoviendo el fiel cumplimiento de sus deberes religiosos y las oportunas
actividades de formación católica.
§ 2. Debe estar disponible, no solo con ocasión de celebraciones
señaladas, sino si es posible de manera habitual, para atender a los
Hermanos que lo soliciten, especialmente facilitándoles el acceso al
Sacramento de la reconciliación, por sí mismo o con ayuda de otros
sacerdotes.
§ 3. El Capellán debe coordinarse con el Rector, para la celebración en el
Santuario de la Santa Misa diaria y dominical y para cooperar en el
cumplimiento de todas las demás cuestiones que el Derecho universal o
estos Estatutos atribuyen al Rector.
§ 4. El Patronato debe encargar al Capellán que celebre o encargue a
otro sacerdote celebrar en el Santuario una Misa en sufragio por cada
Hermano fallecido, según lo establecido en el artículo 10 de los presentes
Estatutos. A tal fin dejará, al menos, dos días libres al mes para intenciones
especiales.
Artículo 38. Asignación del Capellán
§ 1. La Junta Directiva debe fijar y revisar con la oportuna periodicidad
la asignación económica que corresponde al Capellán.
§ 2. Dicha asignación se entregará a la Administración diocesana para
que la haga llegar al Capellán.
Capítulo XI. De las camaristas
Artículo 39. Funciones de las Camaristas
§ 1. Al servicio de la Sagrada Imagen, debe haber dos o más Hermanas
que desempeñen la función de Camaristas.
§ 2. La misión de las Camaristas es la conservación de los mantos y tocas
de la Santísima Virgen, que deben consignarse en el Inventario del
Patronato; y vestir la Sagrada Imagen cuantas veces lo solicite el Presidente.
§ 3. Deben solicitar al Presidente, que las ha de consignar a través del
Tesorero, las Alhajas con que deseen adornar la Sagrada Imagen, entre las
que figuran en el Inventario de Alhajas del Patronato.
C a n c i l l e r í a | 7 1
§ 4. Las Camaristas se rigen por un reglamento interno aprobado por la
Asamblea General, oídas las Hermanas que en ese momento desempeñen
esta función.
Capítulo XII. De los censores
Artículo 40. Elección de los Censores
§ 1. La Asamblea General ordinaria debe elegir, entre los Hermanos
presentes en ella, dos Censores.
§ 2. Los candidatos deben ser Hermanos con más de cuatro años de
antigüedad
§ 3. Los elegidos por la Asamblea General para este encargo lo ocupan
por dos años. Al concluir su mandato pueden ser reelegidos sin limitación
alguna.
§ 4. La elección como Censor debe ser aceptada por los interesados.
Artículo 41. Función de los Censores
§ 1. Los Censores son los Hermanos elegidos por la Asamblea General
para revisar y dar el visto bueno al Balance económico que se presenta para
su aprobación.
§ 2. Es función de los Censores presentar ante la Asamblea General
ordinaria cualquier duda que surja sobre las cuentas que debe aprobar en
cada ejercicio.
Título V. De la función de la autoridad eclesiástica
Artículo 42. Autonomía del Patronato y misión de la Autoridad
eclesiástica
§ 1. La Asociación puede adoptar libremente iniciativas que estén de
acuerdo con su carácter, y que se rigen conforme a la norma de sus
Estatutos, aunque siempre bajo la alta dirección de la autoridad eclesiástica
competente (cf canon 315).
§ 2. Conforme a las disposiciones generales del Código de Derecho
Canónico, la Autoridad eclesiástica tiene sobre ella determinadas
competencias de gobierno (cf canon 305 § 1).
Artículo 43. Competencias de la Autoridad eclesiástica en materia
económica
§ 1. El Patronato administra sus bienes conforme a los Estatutos y bajo la
superior dirección del Ordinario del lugar (cf canon 319 § 1).
7 2 | C a n c i l l e r í a
§ 2. Corresponde al Ordinario vigilar diligentemente la administración
de todos los bienes pertenecientes al Patronato, quedando a salvo otros
títulos legítimos que le confieran más amplios derechos (cf canon 1276 § 1).
§ 3. El Patronato debe cumplir diligentemente todas las instrucciones (cf
canon 34) que pudiera dar el Ordinario dentro de los límites del derecho
universal y particular respecto a la administración de los bienes en su
diócesis (cf canon 1276 § 2).
Artículo 44. Responsabilidad de vigilancia de la Autoridad eclesiástica
en las restantes materias
§ 1. La Asociación está, conforme a las disposiciones del Derecho, bajo
la responsabilidad de vigilancia del Ordinario del lugar (cf canon 305 § 2), a
quien corresponde cuidar de que en ella se conserve la integridad de la fe y
de las costumbres y evitar que se introduzcan abusos en la disciplina
eclesiástica, ejerciendo para ello el deber y el derecho de visitarlas a tenor
del Derecho canónico y de los Estatutos (cf canon 305 § 1).
§ 2. Como todas las asociaciones de fieles, se halla asimismo bajo la
vigilancia de la Santa Sede (cf. canon 305 § 2).
Artículo 45. Intervención en caso de negligencia
§ 1. La Autoridad eclesiástica competente puede intervenir la
administración de los bienes del Patronato en caso de negligencia del
administrador (cf canon 1279 § 1).
§ 2. En caso de que no fuera posible designar a una persona idónea para
el cargo de Tesorero del modo establecido por estos estatutos, el Ordinario
puede nombrar por un trienio a otras personas idóneas; este nombramiento
es renovable (cf canon 1279 § 2).
Artículo 46. Posibilidad de nombrar Comisario
§ 1. Conforme al Derecho universal, cuando lo exijan graves razones, el
Obispo diocesano puede designar un Comisario que, en su nombre, dirija
temporalmente la Asociación (canon 318 §1). Entre otras se consideran
graves las siguientes circunstancias:
1º. Escándalo producido por actuaciones de la Asociación;
2º. Una negligente administración del patrimonio;
3º. Graves divisiones internas;
4º. Introducción de abusos contrarios a la disciplina eclesiástica, que no
son corregidos por los órganos de gobierno de la Asociación.
§ 2. En tales circunstancias, el Comisario debe gobernar la Asociación
con arreglo a los Estatutos y a su naturaleza y fines. Una vez pasada la
situación que justifica su presencia, el Comisario debe cesar en sus
funciones.
C a n c i l l e r í a | 7 3
Título VI. De la administración de los bienes
Capítulo I. Capacidad jurídica y principios generales
Artículo 47. Capacidad jurídica en materia económica
§ 1. Los bienes del Patronato, como los de toda persona jurídica pública,
son bienes eclesiásticos (cf. c. 1257).
§ 2. El Patronato puede adquirir, retener, administrar y enajenar bienes
temporales, sin ánimo de especulación ni de lucro, para alcanzar sus propios
fines, en conformidad con las disposiciones del Código de Derecho
Canónico (cf. canon 1255).
Artículo 48. Consejo de Asuntos Económicos
A los efectos del canon 1280, la Junta Directiva ha de constituir un
Consejo de asuntos económicos de entre sus miembros para que ayude al
Tesorero en el cumplimiento de su función. Debe formar parte del Consejo
al menos otro miembro más de la Junta, además del Presidente, el Secretario
y el Contador.
Artículo 49. Participación en litigios en nombre del Patronato
Los representantes no deben incoar un litigio en nombre del Patronato
ni contestar a la demanda en el fuero civil, sin haber obtenido licencia del
Ordinario dada por escrito (cf. canon 1288).
Artículo 50. Reenvío a la legislación civil
Lo que en cada territorio establece el derecho civil sobre los contratos,
tanto en general como en particular, y sobre los pagos, debe observarse con
los mismos efectos en virtud del derecho canónico en todos los negocios
jurídicos en que intervenga el Patronato, salvo que sea contrario al derecho
divino o que el derecho canónico prescriba otra cosa, quedando a salvo el
canon 1547 (cf. canon 1290).
Artículo 51. Legalidad y buenas prácticas de administración
§ 1. Todos aquellos, clérigos o laicos, que participen por un título
legítimo en la administración de los bienes del Patronato, deben cumplir sus
funciones en nombre de la Iglesia, y conforme al derecho (cf. canon 1282).
§ 2. Concretamente, han de adecuar su actuación a la normativa vigente
en el ordenamiento canónico y deben cumplir todas las normas que
pudieran afectar a su actividad en materia fiscal, laboral, mercantil y
administrativa.
§ 3. El Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles debe procurar gestionar
todos sus bienes de acuerdo con criterios de transparencia, profesionalidad,
honestidad, sostenibilidad y respeto del medio ambiente.
Artículo 52. Prescripción
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Respecto a los bienes del Patronato es aplicable la prescripción como
modo de adquirirlos o de liberarse, a tenor de los cánones 197-199.
Capítulo II. De la adquisición de bienes
Artículo 53. Aceptación y empleo de donaciones
§ 1. Las oblaciones hechas por los fieles para un fin determinado solo
pueden destinarse a ese fin (cf. canon 1267 § 3).
§ 2. Si no consta lo contrario, se presumen hechas al Patronato, y
pueden emplearse para el cumplimiento de todos sus fines estatutarios, las
oblaciones hechas sin más especificaciones a cualquiera de los miembros de
la Junta Directiva. Las entregadas al Rector sin especificar el fin, se
presumen hechas al Santuario, y sólo pueden emplearse para esta finalidad.
§ 3. No pueden rechazarse sin causa justa las ofrendas de que trata los §
2 ni, en las cosas de mayor importancia, sin licencia del Ordinario; se
requiere la misma licencia para aceptar las que estén gravadas por una carga
modal o una condición, quedando firme lo prescrito en el canon 1295 (cf.
canon 1267 § 2).
§ 4. Deben cumplirse con suma diligencia, una vez aceptadas, las
voluntades de los fieles que donan o dejan sus bienes para causas pías por
actos inter vivos o mortis causa, aun en cuanto al modo de administrar e
invertir los bienes, salvo lo que prescribe el canon 1301 § 3 (cf. canon
1300).
Artículo 54. Cuestación de limosnas
§ 1. El Patronato, como las demás personas jurídicas públicas, ha de
cumplir las normas de la Conferencia Episcopal sobre las cuestaciones de
limosnas (canon 1265 § 2).
§ 2. Asimismo, debe colaborar con las Campañas y cuestaciones
realizadas por la Conferencia Episcopal y por la Diócesis de Ávila,
aprovechando su celebración en el Santuario de Nuestra Señora de
Sonsoles.
Capítulo III. De la conservación de los bienes
Artículo 55. Inventario
§ 1. Debe hacerse un inventario de todos los bienes del Patronato, es
decir, de los inmuebles, de los bienes muebles tanto preciosos como
pertenecientes de algún modo al patrimonio cultural y de cualesquiera
otros, con sus respectivas descripción y tasación. Se han de incluir también,
con las debidas anotaciones, los bienes del Patronato que se hallen
C a n c i l l e r í a | 7 5
actualmente en posesión o bajo la custodia de otras personas físicas o
jurídicas.
§ 2. De ese inventario se debe dar traslado a la Curia Diocesana (cf.
canon 1283, 2º). Cualquier modificación del contenido debe ser introducida
inmediatamente en todas las copias oficiales del inventario. Debe revisarse
este inventario cada vez que tome posesión del cargo un nuevo Tesorero y
deben firmar la revisión tanto el que deja el cargo como el que se incorpora.
Artículo 56. Bienes dedicados al culto
Los ornamentos, imágenes y demás objetos relacionados con el culto no
pueden venderse, transferirse ni prestarse sin el consentimiento escrito del
Ordinario. En caso de no ser de utilidad para la Asociación, se ha de
informar a la misma autoridad, que los debe recibir en depósito y darles el
uso que pastoralmente juzgue más conveniente.
Artículo 57. Régimen de las cosas sagradas
§ 1. Se han de tratar con reverencia las cosas sagradas, es decir, las
destinadas al culto mediante dedicación o bendición, y no deben emplearse
para un uso profano o impropio los bienes de este tipo que formen parte de
la propiedad del Patronato (cf. canon 1171).
§ 2. Las cosas sagradas que pertenecen al Patronato solo puede
adquirirlas por prescripción otra persona jurídica eclesiástica pública (cf.
canon 1269).
Artículo 58. Bienes preciosos
§ 1. Los bienes inmuebles, los bienes muebles preciosos y los derechos y
acciones, tanto personales como reales, que pertenecen al Patronato
prescriben en el plazo de treinta años (cf. canon 1270).
§ 2. Debe existir un inventario separado de los inmuebles y muebles
preciosos o culturales que el Patronato tiene en propiedad (cf. canon 1283 §
2).
§ 3. Para proteger los bienes sagrados y preciosos, deben emplearse los
cuidados ordinarios de conservación y las oportunas medidas de seguridad.
§ 4. Para la válida enajenación de exvotos donados al Patronato, o de
bienes preciosos por razones artísticas o históricas, se requiere la licencia de
la Santa Sede (cf canon 1292 § 2).
§ 5. El Ordinario debe dar licencia escrita para llevar a cabo la
restauración de cualquier imagen preciosa por su antigüedad, por su valor
artístico o por el culto que se le tributa, después de consultar con personas
expertas (cf. canon 1189).
§ 6. Sin licencia de la Santa Sede, estos bienes no pueden ser trasladados
definitivamente fuera de una iglesia (cf. canon 1190 § 3).
7 6 | C a n c i l l e r í a
Artículo 59. Cuentas corrientes
Las cuentas corrientes mediante las cuales se gestionen fondos
monetarios del Patronato deben tener como titular a la propia Asociación, y
como firmas autorizadas, las del Presidente, el Tesorero y el Secretario, de
las cuales son necesarias dos para toda disposición de fondos.
Capítulo IV. De la corresponsabilidad
Artículo 60. Corresponsabilidad y comunión
El Patronato ha de promover la comunión con toda la Iglesia diocesana y
universal como una forma de vida que lleve a los Hermanos a ser
plenamente corresponsables del ser y del actuar de la Iglesia, favoreciendo
así la promoción de un laicado maduro y comprometido.
Artículo 61. Tributos diocesanos
Como toda persona jurídica pública el Patronato de Nuestra Señora de
Sonsoles, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 53 de estos estatutos,
está sometido a los tributos comunes recogidos en el Código de Derecho
canónico, es decir:
1º. El tributo ordinario diocesano, regulado por el canon 1263.
2º. El tributo extraordinario diocesano, regulado por el mismo canon
1263.
3º. El tributo seminarístico, regulado por el canon 1264.
Artículo 62. Rendición de cuentas ante la Autoridad eclesiástica
§ 1. Una vez al año, la Junta Directiva de este Patronato debe presentar
ante el Obispo diocesano el estado de ingresos y gastos que refleje la
situación contable del mismo, cumpliendo de este modo con la obligación
de rendir cuentas anualmente ante la correspondiente autoridad
eclesiástica. Esto no excluye que el Obispo diocesano pueda ejercer su
responsabilidad de vigilancia de otro modo que considere oportuno con
arreglo a derecho (cf. cánones 312 y 319).
§ 2. Igualmente el Patronato debe dar cuenta exacta a la misma
autoridad del empleo de las ofrendas y limosnas recibidas (cf. cánones 319 y
1287 §1).
§ 3. El Patronato debe mantener, asimismo, una pronta disponibilidad
para la comunicación frecuente con el Ordinario del lugar, y ha de procurar
diligentemente secundar y difundir sus orientaciones pastorales, generales y
específicas, entre los Hermanos y Hermanas.
Artículo 63. Presentación de información económica ante los fieles
El Patronato se compromete a elaborar una información económica
anual sobre sus ingresos y gastos para presentar a los fieles que hayan
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donado sus bienes para el sostenimiento de su actividad (cf. canon 1287 §
2).
Artículo 64. Contribución a las cargas de la diócesis
El Patronato ha de contribuir, cumpliendo la normativa particular al
respecto, con el sostenimiento de la Diócesis de Ávila en que está erigida la
Asociación.
Capítulo V. De los actos de administración y de la enajenación de bienes
Artículo 65. Actos de Administración ordinaria
Si no hay indicación en contra de la Asamblea, se presumen actos de
administración ordinaria todos aquellos incluidos en el presupuesto
aprobado conforme a los Estatutos.
Artículo 66. Actos de Administración extraordinaria
§ 1. El administrador necesita autorización escrita del Ordinario para la
válida ejecución de los actos de administración extraordinaria (canon 1281
§ 1).
§ 2. Se consideran actos de administración extraordinaria:
1. La realización de gastos que superen la cantidad mínima establecida
por la Conferencia Episcopal.
2. Cuantos modifican sustancialmente o suponen un riesgo notable para
la estructura del patrimonio del Patronato (Art. 16 § 1, Segundo Decreto
General de la Conferencia Episcopal Española sobre las normas
complementarias al nuevo Código de Derecho Canónico, 1 de diciembre de
1984; canon 1295).
3. La aceptación de oblaciones que están gravadas por una carga modal o
una condición (cf. canon 1267 §2).
4. Aquellos actos cuya ejecución hubiese de prolongarse por más de diez
años.
Artículo 67. Enajenación y actos asimilados
§ 1. El Patronato no necesita licencia de ninguna autoridad para
enajenar bienes de su patrimonio cuyo valor no supere la cantidad mínima
fijada por la Conferencia Episcopal.
§ 2. Conforme a las disposiciones generales del Derecho canónico (cf
cánones 1291 y 1292), la enajenación de bienes del Patronato cuyo valor
supere esa cantidad mínima, necesita para su validez, además de acuerdo del
Patronato legítimamente adoptado, licencia escrita del Obispo diocesano,
dada con arreglo al canon 1292 § 1.
§ 3. Si el valor de esos bienes supera también la cantidad máxima fijada
por la misma Conferencia Episcopal, o si se trata de exvotos, o de bienes
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preciosos por razones artísticas o históricas, se requiere además, para la
validez de la enajenación, la licencia de la Santa Sede.
§ 4. Si la cosa que se va a enajenar es divisible, al pedir la licencia para la
enajenación deben especificarse las partes anteriormente enajenadas; de lo
contrario, es inválida la licencia.
§ 5. Quienes deben intervenir en la enajenación de bienes con su
consejo o su consentimiento, no han de darlos si antes no se les informa
exactamente, tanto de la situación económica de la persona jurídica, como
de las enajenaciones realizadas con anterioridad.
§ 6. Si el valor del bien que se va a enajenar supera el triple del
presupuesto del último año, la decisión necesita la autorización de la
Asamblea General, además de las licencias que pudieran corresponder
según los §§ anteriores.
Artículo 68. Otros requisitos para la enajenación de bienes del
Patronato
§ 1. Para la enajenación de bienes cuyo valor excede la cantidad mínima
determinada, se requiere además, con arreglo a lo dispuesto por el Derecho
(cf. c. 1293):
1º causa justa, como es una necesidad urgente, una evidente utilidad, la
piedad, la caridad u otra razón pastoral grave;
2º tasación de la cosa que se va a enajenar, hecha por peritos y por
escrito.
§ 2. Para evitar un posible daño, deben observarse también aquellas otras
cautelas que prescriba la legítima autoridad.
Artículo 69. Precio de las enajenaciones
§ 1. Ordinariamente una cosa no debe enajenarse por un precio menor al
indicado en la tasación.
§ 2. El dinero cobrado por la enajenación debe colocarse con cautela en
beneficio del Patronato, o gastarse prudentemente conforme a los fines de
dicha enajenación (cf canon 1294).
Artículo 70. Actos asimilados a la enajenación
Los requisitos establecidos en los artículos precedentes deben observarse
no solo en las enajenaciones, sino también en cualquier operación de la que
pueda resultar perjudicada la situación patrimonial de la persona jurídica (cf
canon 1295), como, por ejemplo, en los supuestos indicados en los artículos
73-76.
Artículo 71. Responsabilidad penal
Conforme al c. 1377, quien enajena bienes eclesiásticos sin la licencia
prescrita debe ser castigado con una pena justa. La Junta Directiva,
C a n c i l l e r í a | 7 9
consciente de la importancia de la materia, debe velar por el cumplimiento
fiel de los requisitos establecidos por el Derecho.
Artículo 72. Otras responsabilidades
§ 1. El Patronato solo es responsable de los actos realizados
inválidamente por los administradores en la misma medida en que se ha
beneficiado de ellos, si es el caso (cf. canon 1281 § 3).
§ 2. En cambio de los actos que los administradores hayan realizado de
modo ilegítimo, aunque válidamente, responde el Patronato, sin perjuicio
del derecho de actuar conforme a derecho contra los administradores que le
hubieran causado daños (cf. canon 1281 § 3).
§ 3. Si se enajenaron bienes sin las debidas formalidades canónicas, pero
la enajenación resultó civilmente válida, corresponde a la Junta Directiva,
después de sopesar todo adecuadamente, determinar si debe o no entablarse
acción judicial, de qué tipo y por quién y contra quién, para reivindicar los
derechos del Patronato (cf. canon 1296).
Artículo 73. Inversiones en valores
§ 1. En su caso, las inversiones en valores del Patronato de Nuestra
Señora de Sonsoles se consideran actos de administración extraordinaria si
superan un 50% del presupuesto anual del Patronato.
§ 2. Requieren, por lo tanto, un Acuerdo escrito de la Junta Directiva,
así como licencia escrita del Ordinario del lugar.
§ 3. Si superan la cantidad máxima establecida por la Conferencia
Episcopal para las enajenaciones deben contar también con la licencia de la
Santa Sede.
§ 4. Para determinar el valor de la inversión, se habrá de considerar la
suma de todas las inversiones efectuadas por el Patronato en el mismo año.
§ 5. Se consideran nuevas inversiones los cambios de colocación que se
efectúen en los valores, independientemente de la naturaleza de cada una
de esas operaciones.
§ 6. El Patronato se propone respetar la Doctrina Social de la Iglesia en
las inversiones que pueda realizar, tanto en el modo como en la naturaleza
de los fondos en que invierta.
§ 7. Las inversiones se han de dar a conocer a los donantes cada año
cuando se publique la información económica elaborada por el Patronato.
Artículo 74. Préstamos
Puesto que la petición de un préstamo se considera un acto de
enajenación (cf art. 70), deberá atenerse a los controles previstos por estos
estatutos si sobrepasa las cantidades establecidas por el Derecho.
Artículo 75. Hipotecas
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§ 1. La contratación de una hipoteca por parte del Patronato sobre
cualquiera de sus bienes inmuebles se considera un acto de enajenación,
sometido a la normativa canónica y a lo establecido por estos estatutos
sobre enajenación de bienes, siempre que sobrepase la cantidad establecida
por el Derecho.
§ 2. Se han de aplicar los mismos controles, si un bien mueble del
Patronato fuera ofrecido en garantía de alguna obligación contraída por él o
por otros, siempre que su valor sobrepase la cantidad establecida por el
Derecho.
Artículo 76. Arrendamientos
El arrendamiento de bienes del Patronato, tanto rústicos como urbanos,
se equipara a la enajenación en cuanto a los requisitos necesarios para su
otorgamiento (cf art. 67).
Título VII. De la modificación de los estatutos
Artículo 77. Requisitos para la modificación estatutaria
§ 1. Las propuestas de modificación de estos Estatutos deben ser
aprobadas por la Asamblea General en una sola votación válida, con la
mayoría de dos tercios de los presentes
§ 2. Una vez acordada en la Asamblea General la modificación, debe
enviarse al Obispo Diocesano para que dé su aprobación, que es necesaria
para que entre en vigor.
§ 3. El Obispo diocesano puede urgir la renovación de los estatutos para
una mejor adecuación de la asociación a las normas canónicas que puedan
emanar de la Autoridad eclesiástica: diocesanas, nacionales o papales.
Título VIII. De la extinción y disolución del patronato
Artículo 78. Extinción del Patronato
§ 1. El Patronato puede ser suprimido por decisión del Obispo diocesano
a petición de la Asamblea General Extraordinaria, la cual debe tomar la
decisión en una sola votación válida, con la mayoría de dos tercios de los
presentes.
§ 2. También puede ser suprimido por decisión del Obispo diocesano por
causas graves (cf. canon 320).
§ 3. En caso de extinción o disolución, el destino de los bienes y
derechos patrimoniales del Patronato, así como de sus cargas se determina
conforme al Derecho canónico y los Estatutos.
§ 4. Es deseo del Patronato que, si se diera este caso, sus bienes sean
entregados por la Junta Directiva a instituciones eclesiales que se proponen
C a n c i l l e r í a | 8 1
fines similares a los que figuran en los presentes Estatutos, de acuerdo con lo
que determine la Asamblea General que haya tomado la decisión.
SECCIÓN II. DEL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE
SONSOLES
Título único. Del régimen del santuario
Artículo 79. Naturaleza y misión del Santuario de Nuestra Señora de
Sonsoles
§ 1. El Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles es un Santuario
Diocesano, aprobado por la autoridad competente, cuyo régimen general
está determinado por los cánones 1230-1234 del Código de Derecho
Canónico y por estos Estatutos.
§ 2. En cuanto lugar sagrado en el que se proporcionan a los fieles los
medios de salvación y se fomenta la vida litúrgica, además de la piedad
popular (cf canon 1234), el Santuario, funciona bajo la autoridad del
Obispo diocesano, a quien compete promover y custodiar toda la vida
litúrgica que se celebre en su territorio (cf canon 835 § 1); y se rige por las
normas sobre las Iglesias rectorales, conforme a los cánones 556-563.
Artículo 80. Función del Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles
El Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles, Asociación canónica
pública regulada en la Sección I de estos Estatutos, promueve y sostiene
integralmente, como ha venido haciendo bajo distintos regímenes jurídicos
desde el inicio, toda la labor del Santuario. Concretamente, a través de sus
órganos de gobierno:
1º. Lleva la gestión inmediata del Santuario de Nuestra Señora de
Sonsoles, de modo que su actividad se desarrolle con el debido orden y
organización, y que cuente con los necesarios espacios y medios materiales.
2º. Gestiona, asimismo, el patrimonio material e inmaterial relacionado
con la actividad del Santuario, de acuerdo con estos Estatutos; y lleva a
cabo conforme a derecho las actuaciones jurídicamente relevantes en
relación con esa actividad.
Artículo 81. Nombramiento del Rector
§ 1. El Obispo diocesano de Ávila nombra libremente al Rector del
Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, informando previamente a los
miembros del Patronato y escuchando su parecer (cf canon 557).
§ 2. Con causa justa y según su prudente arbitrio, el Obispo diocesano
puede trasladar o remover de su oficio al rector del Santuario (cf canon
563).
8 2 | C a n c i l l e r í a
Artículo 82. Principales deberes y derechos del Rector
§ 1. Bajo la autoridad del Ordinario del lugar y respetando las
disposiciones del Derecho canónico (cf. especialmente los cánones 556-
563), así como los estatutos legítimos y los derechos adquiridos, el Rector
del Santuario tiene el deber de cuidar de que las funciones sagradas se
celebren dignamente, de acuerdo con las normas litúrgicas y las
prescripciones de los cánones; de que se cumplan fielmente las cargas, se
provea a la conservación y decoro de los objetos y edificios sagrados, y no se
haga nada que de cualquier modo desdiga de la santidad del lugar y del
respeto debido a la casa de Dios.
§ 2. El Rector no puede realizar en el Santuario las funciones
parroquiales de las que trata el canon 530, nn. 1-6 sin el consentimiento o
la delegación del párroco o del Ordinario, según los casos. Salvo cambios en
la organización diocesana, el párroco que debe otorgar el consentimiento y,
en su caso, la delegación, es el de la Parroquia de San Pedro Apóstol de la
ciudad de Ávila.
§ 3. Aunque el Rector no le conozca, admita a celebrar a cualquier
sacerdote con tal de que presente carta comendaticia de su Ordinario o
Superior, dada al menos en el año, o pueda juzgar prudentemente que nada
le impide celebrar. Únicamente corresponde al Rector o a quien haga sus
veces dar esta autorización (cf cánones 561 y 903).
§ 4. Corresponde al Rector, en su caso con la colaboración del Capellán,
organizar las cosas para que se puedan ofrecer abundantemente a los fieles
los medios de salvación, es decir, la palabra de Dios y los sacramentos, y la
posibilidad de practicar también las diversas formas aprobadas de piedad
popular (cf. canon 1234).
Artículo 83. Otras funciones litúrgicas del Rector
El Rector debe procurar especialmente:
1º. Que se celebre en el Santuario Misa todos los domingos y días
festivos
2º. Que se cuide con el mayor esmero la celebración de la primera Misa
dominical y de días festivos, denominada “Misa del Peregrino”, por ser a la
que acuden caminando al Santuario desde la Ciudad para asistir a la
Eucaristía y cantar la Salve a la Virgen.
Artículo 84. Otras funciones específicas del Rector
§ 1. Como representante de la autoridad eclesiástica en el Patronato, el
Rector debe velar por la pureza doctrinal en materia de fe y costumbres, y
puede vetar cualquier acuerdo del Patronato que no estime conforme con la
doctrina y sentir de la Iglesia en el plazo de 15 días desde su aprobación. Si
C a n c i l l e r í a | 8 3
el Patronato no aceptara dicho veto, la cuestión se ha de someter a la
decisión del Obispo diocesano.
§ 2. Conforme al art. 19, asiste, con voz pero sin voto, a las reuniones de
la Junta Directiva y de la Asamblea General; si además es Hermano,
participa en la Asamblea General del Patronato con voz y voto.
Artículo 85. Cargas de misas y otras fundaciones pías
En observancia de las prescripciones de los cánones 1300-1302 y 1287,
ha de hacerse una tabla de las cargas de las fundaciones pías, y colocarla en
un lugar visible, de modo que las obligaciones que hayan de cumplirse no
caigan en el olvido. Además del libro al que se refiere el canon 958 § 1, el
Rector ha de llevar y conservar otro en el que se anoten cada una de las
obligaciones y su cumplimiento.
Artículo 86. La Ofrenda del Patronato
El Patronato celebra todos los años la “Ofrenda del Patronato” el primer
domingo de julio (por la cercanía del 2 de julio) y a ella se recomienda la
asistencia de todos los Hermanos, en un acto homenaje de devoción a la
Santísima Virgen. Por la mañana se celebra en el Santuario la Misa
dominical con solemnidad y, al final de la celebración eucarística, tiene
lugar una procesión con la Imagen de la Virgen por el recinto del Santuario.
Por la tarde se reza el Santo Rosario, a continuación se celebra la Misa y se
concluye con el canto de la Salve.
Artículo 87. Las Ofrendas de Octubre
El Patronato celebra las “Tres Ofrendas” correspondientes a los tres
primeros domingos del mes de octubre, que ofrecen los pueblos de la
provincia a su Patrona, a cuyo Santuario acuden en Romería para dar
gracias a la Virgen con toda devoción. En el caso de que la festividad de
Santa Teresa de Jesús coincida con el tercer domingo, la tercera ofrenda se
traslada al domingo siguiente.
Artículo 88. Fiestas
§ 1. El Patronato colabora activamente en la celebración de la Fiesta
litúrgica de Nuestra Señora de Sonsoles el día 31 de mayo, coincidiendo con
la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora.
§ 2. Se ha de celebrar también con actos especiales el aniversario de la
Coronación de la Sagrada Imagen el día 15 de agosto de todos los años.
Artículo 89. Celebraciones y prácticas religiosas
§ 1. La Junta Directiva del Patronato debe procurar que se celebre
diariamente la Eucaristía en el Santuario a la hora que, de acuerdo con el
Rector, el Capellán u otro sacerdote legítimamente delegado, considere
oportuno según la disponibilidad de tiempo, lugar y circunstancias litúrgicas,
teniendo siempre en cuenta las normas dadas por la Autoridad diocesana.
8 4 | C a n c i l l e r í a
§ 2. El Patronato ha de fomentar asimismo diversas celebraciones y
prácticas religiosas a lo largo del año litúrgico, como la del Miércoles de
Ceniza, el Vía Crucis durante los viernes de Cuaresma, el rezo del Santo
Rosario, especialmente los sábados, y durante el mes de mayo, y cualquier
otra de las orientadas a cultivar la devoción a Nuestra Madre la Virgen
María.
Artículo 90. Procesiones
El Patronato debe cumplir en sus procesiones todas las normas
establecidas por el Derecho canónico y las legítimas disposiciones de la
autoridad competente (cf. canon 944 § 2).
Artículo 91. Estipendios
Todo lo relativo a los estipendios entregados por los fieles para la
celebración de Misas por sus intenciones se rige por los cánones 944 y 951 y
por el Decreto de la Congregación para el Clero de 22 de febrero de 1991,
en especial en lo que atañe a los Santuarios y lugares de peregrinación.
Artículo 92. Delegación de las funciones del Rector
El Rector puede delegar en el Capellán del Patronato aquellas funciones
que estime conveniente.
Dado en Ávila, 25 de Julio de 2013.
Solemnidad de Santiago Apóstol, Patrono de España.
+ Jesús, Obispo de Ávila
Por mandato de S. Excia. Rvdma.
MIGUEL GARCÍA YUSTE
Canciller Secretario
DECRETO 12/2013 (9 AGOSTO)
Por el que se aprueban los Estatutos de la Cofradía Ntra. Sra. Virgen del
Rosario de la Parroquia Sto. Tomás Apóstol, de Aveinte (Ávila)
Aceptada la instancia presentada por el Rvdo. Sr. D. Enrique Muñoz
Díaz, Cura Párroco de la Parroquia de Santo Tomás Apóstol, de Aveinte
(Ávila), solicitando la aprobación de estatutos de la Asociación de fieles
denominada Cofradía «Nuestra Señora Virgen del Rosario», de esa misma
Parroquia; y examinados los referidos estatutos por los cuales la Cofradía
deberá regirse, y en los cuales se determinan los fines de la misma y los
C a n c i l l e r í a | 8 5
restantes preceptuados por el Código de Derecho Canónico; y atendido que
esta Asociación cumple con los requisitos establecidos en la disciplina
vigente de la Iglesia para ser asociación pública de fieles católicos; por el
presente, y a tenor de los cc. 301 y 313 del Código de Derecho Canónico,
APROBAMOS los Estatutos de la Cofradía «Nuestra Señora Virgen del
Rosario», domiciliada en la parroquia de Sto. Tomás Apóstol, calle La
Iglesia, 2, CP-05153, Aveinte (Ávila), la cual queda constituida como
asociación pública de fieles de la Iglesia Católica en esta diócesis de Ávila.
Ávila, 9 de Agosto de 2013.
+ Jesús, Obispo de Ávila
Por mandato de S. Excia. Rvdma.
MIGUEL GARCÍA YUSTE
Canciller Secretario
ESTATUTOS DE LA COFRADÍA «NUESTRA SEÑORA VIRGEN DEL
ROSARIO» DE LA PARROQUIA DE SANTO TOMÁS APÓSTOL, DE
AVEINTE, DIÓCESIS DE ÁVILA
CAPÍTULO I. NATURALEZA Y DOMICILIO DE LA COFRADÍA
Artículo 1. La Cofradía Ntra. Sra. Virgen del Rosario es una asociación
pública de fieles católicos constituida en la parroquia de Sto. Tomás Apóstol
de Aveinte, diócesis de Ávila al amparo de lo establecido en el Código de
Derecho Canónico. Por su naturaleza canónica está bajo la autoridad del
Obispo diocesano y se regirá por sus propios estatutos, la legislación
diocesana y por las disposiciones del Derecho Canónico vigente que le sean
aplicables.
Artículo 2. Su domicilio social estará en la parroquia de Sto. Tomás
Apóstol, calle La Iglesia, 2, CP-05153, Aveinte (Ávila).
CAPÍTULO II. FINALIDADES DE LA COFRADÍA
Artículo 3. Son fines de la Cofradía:
§ 1. Fomentar la devoción y culto a la Virgen del Rosario que se venera
en la iglesia de Sto. Tomás Apóstol, de Aveinte, fomentando el amor a Dios
y al prójimo.
§ 2. Para lograr los fines indicados, la Cofradía fomentará entre sus
cofrades el amor a Cristo.
8 6 | C a n c i l l e r í a
§ 3. Estimular la participación de los cofrades y devotos en la vida
litúrgica de la Iglesia.
§ 4. Realizar obras de caridad entre los más necesitados y fomentar un
auténtico sentimiento de Hermandad entre sus miembros
§ 5. Proponer a los cofrades asociados itinerarios concretos de formación
en coordinación con la Delegación diocesana de Cofradías.
§ 6. Promover y desarrollar, en coordinación con otras instituciones
eclesiales, iniciativas comunes de compromiso apostólico y de caridad
mediante obras de asistencia a los pobres.
CAPÍTULO III. ACTIVIDADES DE LA COFRADÍA
Artículo 4. Son actos de culto de la Cofradía:
§ 1. Acompañar a la Virgen del Rosario el primer domingo de octubre y
el día de Viernes Santo.
§ 2. La celebración de una Eucaristía el primer domingo de agosto
inmediatamente después del día 15 de dicho mes.
CAPÍTULO IV. DE LOS MIEMBROS DE LA COFRADÍA
Artículo 5. Altas. Pueden pertenecer a esta Cofradía aquellos católicos
que reúnan las condiciones exigidas por el derecho de la Iglesia, acepten los
Estatutos y el espíritu de la Cofradía.
§ 1. Para entrar a formar parte de la Cofradía se deberá solicitar por
escrito a la Junta directiva, la cual deberá pronunciarse sobre la aceptación
del nuevo miembro. En el supuesto de no ser aceptado en primera instancia
por la Junta directiva, puede recurrir a la Asamblea general, siendo esta
quien tiene la última palabra.
Artículo 6. Derechos y Obligaciones. Todos los cofrades tienen los
mismos derechos y obligaciones. Corresponde a los miembros los siguientes
derechos y obligaciones:
§ 1. Derechos:
1.1 Participar en las Asambleas generales y en las actividades de la
Cofradía.
1.2 Una vez cumplidos los dieciocho años y haber completado la
Iniciación cristiana, tener voto activo y pasivo para los cargos directivos y
las deliberaciones de la Asamblea general. Antes tendrán voz pero no voto.
1.3 Celebrar, con la esperanza en la resurrección, las exequias
eclesiásticas debidas a los cofrades difuntos.
§ 2. Obligaciones:
C a n c i l l e r í a | 8 7
2.1 Vivir conforme a la doctrina y moral Católica.
2.2 Aceptar las disposiciones de los Estatutos y las decisiones válidas de
las Asambleas generales y de la Junta directiva.
2.3 Asistir a los actos litúrgicos organizados por la Cofradía.
2.4 Aceptar y desempeñar con diligencia y fidelidad los cargos y servicios
para los que sean elegidos por la Cofradía por los cauces reglamentarios, si
no están legítimamente impedidos para hacerlo.
2.5 Abonar la cuota establecida por la Asamblea general.
Artículo 7. Bajas. Un miembro de la Cofradía puede causar baja en ella
a petición propia, presentada al presidente por escrito; por dimisión
impuesta por la Junta directiva y ratificada por la Asamblea general, después
de ser previamente amonestado; por incumplimiento reiterado de los
deberes libremente asumidos en la Cofradía. Y también a tenor de las causas
establecidas en el derecho canónico vigente, como son: abandono público
de la fe católica, ruptura de la comunión con la Iglesia y excomunión
impuesta o declarada (c. 316).
CAPÍTULO V. DEL GOBIERNO DE LA COFRADÍA
Artículo 8. De la Asamblea general. Es el órgano supremo de la
Cofradía. Está integrada por todos sus miembros.
Artículo 9. Competencias. La Asamblea general, presidida por el
presidente de la Cofradía tiene especialmente las siguientes competencias:
§ 1. Elegir al presidente y los miembros de la Junta directiva. Éste no
podrá tomar posesión de su cargo hasta que no haya sido confirmado por el
Obispo diocesano.
§ 2. Aprobar sus cuentas y el presupuesto ordinario y extraordinario.
§ 3. Tomar decisiones que afecten al mejor cumplimiento de los fines de
la Cofradía.
§ 4. Fijar y revisar la cuota que han de satisfacer los cofrades.
§ 5. La admisión de nuevos miembros que no fueron admitidos en
primera instancia por la Junta directiva, y decidir la baja de los miembros a
tenor del artículo 7 de estos Estatutos.
§ 6. Estudiar y proponer las modificaciones de los Estatutos a propuesta
de la Junta directiva o de la mitad de los asociados para, si procede, su
aprobación por el Obispo diocesano.
§ 7. Nombrar los cargos o comisiones que se requieran para el mejor
cumplimiento de los fines de la asociación.
§ 8. Elaborar y aprobar el Reglamento de Régimen Interno que la
Cofradía quiera darse.
8 8 | C a n c i l l e r í a
Artículo 10. Convocatoria. La Asamblea general ordinaria se celebrará
anualmente y será convocada por el presidente, con al menos 15 días de
antelación, mediante convocatoria que el secretario dirigirá a todos los
cofrades que tienen derecho a participar en la Asamblea, a su propio
domicilio. En la convocatoria constará el día, hora, lugar de reunión y el
orden del día de la misma.
Artículo 11. La Asamblea general extraordinaria se convocará cuantas
veces lo juzgue necesario la Junta directiva; o a petición de, al menos, un
tercio de los asociados (con voz y voto) señalando el orden del día de la
misma.
Artículo 12. La Junta directiva es el órgano ejecutivo de la Cofradía y
está integrada por el Presidente, Vicepresidente, Secretario, Tesorero, Vocal
y el Consiliario. Los miembros que integran la Junta directiva, excepto el
Consiliario, son elegidos por un periodo de cuatro años, renovándose por
mitades, pudiendo ser elegidos un máximo de dos veces consecutivas. Para
realizar las elecciones se tendrán en cuenta las normas del derecho común
(c. 119).
Artículo 13. Las competencias de la Junta directiva son especialmente
las siguientes:
§ 1. Ejecutar los acuerdos validos de las Asambleas generales, que no
estén encargados a una comisión especial o persona.
§ 2. Admitir a los nuevos miembros de la Cofradía y decidir la baja de los
miembros a tenor del artículo 7.
§ 3. Estudiar el presupuesto anual para presentarlo a la aprobación de la
Asamblea general.
§ 4. Rendir cuentas anuales de la administración de los bienes de la
Cofradía a la Asamblea general y a la Autoridad eclesiástica competente por
medio del tesorero.
§ 5. Preparar el orden del día de las Asamblea generales.
Artículo 14. Reuniones. La Junta directiva se reunirá siempre antes de
la celebración de la Asamblea general para preparar esta y cuantas veces sea
convocada por el presidente o lo pida un tercio de los miembros de la Junta
directiva.
Artículo 15. Del Presidente. El presidente ostentará la representación
legal de la Cofradía y le corresponden las siguientes funciones:
§ 1. Presidir y dirigir las Asambleas generales y reuniones de la Junta
directiva.
§ 2. Ordenar la convocatoria, por medio de Secretario, y señalar el orden
del día de la Asamblea general y la Junta directiva.
C a n c i l l e r í a | 8 9
§ 3. Velar por el fiel cumplimiento de los Estatutos.
§ 4. Dirigir las votaciones y levantar las sesiones
§ 5.Comunicar al Sr. Obispo los miembros elegidos para la Junta
directiva, así como el estado anual de cuentas, el cambio de domicilio social,
las modificaciones del estatuto y la extinción de la Cofradía a los efectos
pertinentes.
§ 6. Debe cuidar de que su Cofradía colabore con las otras asociaciones
de fieles y de que presten de buen grado ayuda a las distintas obras
cristianas, sobre todo de la parroquia y la diócesis (c.328).
§ 7. Procurar que los miembros de la Cofradía se formen debidamente
para el ejercicio del apostolado propio de los laicos (c.329).
Artículo 16. Del Vicepresidente. Suplirá al presidente en sus ausencias
y cuando este se halle imposibilitado para cumplir su cometido. En el
desarrollo de su misión supletoria, gozará de idénticas prerrogativas,
derechos y obligaciones que el presidente.
Artículo 17. Del Secretario. El Secretario de la Cofradía, que lo será
también de la Junta directiva, tiene las siguientes funciones:
§ 1. Comunicar, por orden del presidente, las convocatorias de las
Asambleas generales y de las Juntas directivas.
§ 2. Levantar acta en el libro correspondiente de las reuniones de los
órganos de gobierno de la asociación, con los temas tratados y acuerdos
tomados.
§ 3. Velar por los libros y documentos de la Cofradía.
§ 4. Registrar las altas y bajas de los miembros de la asociación.
Artículo 18. Del Administrador o Tesorero. El Tesorero tiene
encomendadas las funciones siguientes:
§ 1. Llevar al día las cuentas de la Cofradía en el libro correspondiente,
con justificación de ingresos y gastos.
§ 2. Recabar de los miembros de la Cofradía las cuotas fijadas por la
Asamblea general y realizar los pagos cuando el Presidente se lo ordene.
§ 3. Preparar el estado de cuentas del ejercicio económico y el
presupuesto ordinario y extraordinario anules de la Cofradía
§ 4. Administrar los bienes de la Cofradía de acuerdo con lo decidido por
la Asamblea general y lo establecido en el derecho común.
Artículo 19. De los Vocales. Realizaran las tareas que les sean
demandadas o encomendadas por el presidente.
Artículo 20. Del Consiliario eclesiástico. El consiliario será aquel a
quien nombre el Obispo diocesano. De ordinario será el párroco de Aveinte,
9 0 | C a n c i l l e r í a
siempre que el Obispo no disponga otra cosa. Asistirá a las Asambleas
generales y a las reuniones de la Junta directiva, con voz pero sin voto.
Las funciones del Consiliario, que representa la autoridad eclesiástica
son, fundamentalmente: la animación espiritual de los cofrades, contribuir a
que la Cofradía mantenga siempre su naturaleza y finalidades eclesiales y
fomentar la participación de la misma en los planes apostólicos, parroquiales
y diocesanos, de acuerdo con los objetivos de la asociación. Así como vetar
aquellas disposiciones contrarias a la moral, dogma, o normas disciplinares
de la Iglesia. Podrá proponer, para cada ejercicio y de acuerdo con la Junta
directiva, la realización de aquellas actividades formativas que estime
oportunas.
CAPÍTULO VI. REUNIONES Y ACUERDOS DE LA COFRADÍA
Artículo 21. Convocatoria. Para constituirse como Asamblea general
ordinaria o extraordinaria y como Junta directiva, se necesita mayoría
absoluta en la primera convocatoria. Y los presentes en segunda
convocatoria.
Artículo 22. Acuerdos. Para que los acuerdos sean válidos se necesitará
mayoría absoluta en las dos primeras votaciones y relativa en la tercera.
Para cualquier duda se atenderá a la legislación general de la Iglesia,
especialmente lo que está establecido en el canon 119 del Código de
derecho canónico.
CAPÍTULO VII. FACULTADES DE LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA
Artículo 23. Corresponden al Obispo diocesano las siguientes
facultades:
§ 1. El derecho de visita y el de inspección de todas las actividades de la
hermanad.
§ 2. La confirmación del presidente
§ 3. La designación del Consiliario de la asociación.
§ 4. La aprobación definitiva de las cuentas anuales de la asociación así
como la facultad de exigir en cualquier momento la rendición detallada de
las cuentas.
§ 5. La aprobación de las modificaciones de los Estatutos y urgir su
renovación para adecuarlo mejor al derecho o vida de la Iglesia.
§ 6. La disolución de la asociación de acuerdo con el derecho.
§ 7. Las otras facultades que el derecho canónico vigente le atribuya.
C a n c i l l e r í a | 9 1
CAPÍTULO VIII. ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES
Artículo 24.
§ 1. La Cofradía, por ser una asociación pública de fieles, goza de
personalidad jurídica propia y, por tanto, podrá adquirir, retener,
administrar y enajenar bienes temporales, así como recibir herencias y
legados. En todos estos actos de administración deberá ajustarse a lo
establecido en el Derecho Canónico (cc. 1254-1310). Los bienes sólo
podrán destinarse al cumplimiento de sus fines.
§ 2. La Cofradía es una institución eclesiástica sin ánimo de lucro,
equiparada civilmente a las fundaciones de interés general. Los medios
económicos con los que cuenta para la consecución de sus fines son las
cuotas de sus miembros y los donativos recibidos por actividades propias de
la Cofradía.
§ 3. La Asamblea general será la encargada de aprobar aquellos actos
administrativos extraordinarios que, según la normativa diocesana, lo
requieran. (Como obras en sus bienes, restauraciones, etc.). Una vez
aprobados, se pedirá la autorización del organismo correspondiente del
Obispado para poder ser ejecutadas.
§ 4. Presentará anualmente el balance de sus cuentas y sus presupuestos
al Obispo diocesano. Igualmente, y de acuerdo con el plan diocesano de
economía, hará cada año la contribución económica correspondiente.
§ 5. Velará por la conservación de su patrimonio histórico, artístico y
documental. Para las intervenciones en bienes muebles o inmuebles de su
propiedad, con valor histórico o artístico, solicitará la aprobación de la
Delegación diocesana para el Patrimonio y los bienes culturales, de acuerdo
con la normativa diocesana.
CAPÍTULO IX. MODIFICACIÓN DE LOS ESTATUTOS. EXTINCIÓN
Y DESTINO DE LOS BIENES DE LA HERMANDAD
Artículo 25. La Cofradía, reunida en Asamblea general, podrá proponer
la modificación de los presentes estatutos, ampliarlos o reducirlos. Esta
modificación deberá ser aprobada en Asamblea general extraordinaria, en
un único escrutinio válido, con la mayoría de los dos tercios de votos. Las
modificaciones, ampliaciones o reducciones necesitan la aprobación del
Obispo.
Artículo 26.
§ 1. La Cofradía podrá disolverse en el caso de carecer de número
suficiente de hermanos cofrades para su regular funcionamiento. La decisión
de disolverse necesitaría la aprobación en Asamblea general extraordinaria,
en un único escrutinio válido, por mayoría de dos tercios de los cofrades.
9 2 | C a n c i l l e r í a
§ 2. Puede ser disuelta por decreto del Sr. Obispo de la diócesis,
conforme a las causas previstas por el derecho canónico, y si su actuación
causa grave daño a las actividades apostólicas de la iglesia.
Artículo 27. Destino de los bienes. En caso de extinción o disolución de
la asociación, los bienes de la misma serán entregados por la Junta
directiva a la parroquia o al Obispo diocesano, para dedicarlo a instituciones
eclesiásticas que se proponen fines similares a los que figuran en los
presentes estatutos y de acuerdo con lo que determine la Asamblea general
extraordinaria.
Ávila, 9 de Agosto de 2013.
+ Jesús, Obispo de Ávila
Por mandato de S. Excia. Rvdma.
MIGUEL GARCÍA YUSTE
Canciller Secretario
C a n c i l l e r í a | 9 3
Convenios y Documentación
ACUERDO ENTRE EL OBISPADO DE ÁVILA Y EL PATRONATO DE
NUESTRA SEÑORA DE SONSOLES
9 4 | C a n c i l l e r í a
C a n c i l l e r í a | 9 5
9 6 | C a n c i l l e r í a
Autorizaciones
AUTORIZACIÓN PARA ANIMAR LA CELEBRACIÓN DOMINICAL EN
AUSENCIA DE PRESBÍTERO
El Rvdo. Sr. D. Francisco Pérez Martín, Párroco de la Unidad
Parroquial de Solosancho (Ávila), el día 9 de Julio de 2013, solicita la
autorización pertinente para que Dª Pilar Jiménez Álvarez pueda dirigir, en
las Parroquias de la referida Unidad parroquial, las Celebraciones Litúrgicas
previstas en el c. 230 § 3, en ausencia de Presbítero.
Atendida la Súplica, por las presentes, y en virtud de nuestras facultades
ordinarias, a tenor del citado c. 230 § 3 del Código de Derecho Canónico y
del Ritual de la Sagrada Comunión fuera de la Misa y de la Instrucción
Immensae Caritatis, 1, 1:
AUTORIZAMOS a Dª. Pilar Jiménez Álvarez, para que, como
Ministro Extraordinario fuera de la Misa, pueda animar la Celebración
dominical en ausencia de Presbítero; y distribuir la Sagrada Comunión de
conformidad con el Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto de la Eucaristía fuera de la Misa (números 26 y siguientes). Téngase también en cuenta el
Directorio para las Celebraciones dominicales en ausencia de Presbítero
(Congregación para el Culto divino y la Disciplina de los Sacramentos, de 2
de Junio de 1998), especialmente en los números 35, 40 y 43.
Ávila, a 10 de Julio de 2013.
Abilio Blázquez de Francisco
Vicario General
Por mandato de S. Ilma.
MIGUEL GARCÍA YUSTE
Canciller Secretario
AUTORIZACIÓN PARA QUE LAS MM. AGUSTINAS DE LA
CONVERSIÓN PUEDAN ESTABLECERSE EN LA DIÓCESIS DE ÁVILA
R. M. Prado González Heras
MM. Agustinas del Monasterio de la Conversión
Sotillo de la Adrada (Ávila)
C a n c i l l e r í a | 9 7
En febrero de 2005 la Superiora de la comunidad de MM. Agustinas de
la Conversión SOLICITA verbalmente licencia del Sr. Obispo para
establecerse en la Diócesis de Ávila.
ACEPTADA LA SÚPLICA, S. Excia. Rvdma. Mons. Jesús García
Burillo, Obispo de Ávila, concede la licencia solicitada para el
establecimiento de las MM. Agustinas de la Conversión en la Diócesis.
Tras la aceptación del Sr. Obispo, compran un terreno en Sotillo de la
Adrada (Ávila) y el P. General Robert Prévost informa al Sr. Obispo acerca
del carisma y modo de vida de la Institución.
En mayo de 2012 concluyen las obras del nuevo Monasterio, iniciadas el
año 2008, y se instalan las cuatro primeras hermanas en el Monasterio de la
Conversión C/ Cañada Real s/n, Sotillo de la Adrada (Ávila).
Durante el mes de junio va llegando el resto de las hermanas, quedando
instalada la Comunidad de Profesas en el Monasterio.
El 26 de agosto de 2012 el Sr. Obispo de Ávila, Mons. Jesús García
Burillo, inaugura oficialmente y bendice el Monasterio, acompañado de los
Señores Obispos de Orihuela-Alicante, de Mondoñedo-Ferrol y de Osma-
Soria, asistiendo el representante del P. General.
El Sr. Obispo de Ávila, por su parte, ofrece a la Comunidad la
oportunidad de colaborar en las actividades de la Parroquia, en la medida de
sus posibilidades, al tiempo que encomienda al Párroco la asistencia
sacramental y litúrgica del Monasterio.
Finalmente, el 15 de junio de 2013 el Noviciado y Postulantado
abandonan Becerril de Campos (Palencia) y se trasladan al Monasterio de la
Conversión, de Sotillo de la Adrada (Ávila), quedando un grupo
testimonial en Carrión de los Condes para apostolado y acogida de
Peregrinos del Camino de Santiago, dependiendo del Monasterio de la
Conversión.
Lo que comunico a Ud. a los efectos de Aprobación del Señor Obispo.
Ávila, 17 de Julio de 2013.
MIGUEL GARCÍA YUSTE
Canciller Secretario
9 8 | C a n c i l l e r í a
Asociaciones de Fieles
RATIFICACIÓN O CONFIRMACIÓN DEL CARGO DE PRESIDENTE DEL
ILUSTRE PATRONATO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y DE NUESTRA
SEÑORA DE LAS VACAS
Atendida la súplica, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo, a tenor de los cc.
305 § 1 y 309, ratifica o confirma en el cargo de presidente:
«Casa Social Católica», de Ávila: Se confirma como Presidente a D.
ANTONIO BLÁZQUEZ DE FRANCISCO, por el tiempo que determinen
los Estatutos de esa Asociación de Fieles. (Ávila, a 10 de Julio de 2013).
«Ilustre Patronato de la Santísima Trinidad y de Nuestra Señora de
las Vacas», de Ávila: Se confirma como Presidente a D. FÉLIX JAVIER
AJATES MORIES y se confirma la elección de todos los componentes de la
Junta Directiva (Secretario: D. José Iglesias González; Depositario: D.
Agapito del Río Martín; Contador Mayor: D. Juan García Martín;
Contador: D. Jesús del Río Martín; Contador: D. Martín Toldos Pinilla;
Contador: D. Francisco Rodríguez Pérez), por el tiempo que determinen los
Estatutos de esa Asociación de Fieles. (Ávila, a 16 de Septiembre de 2013).
«Ilustre Patronato de Nuestra Señora de la Cabeza», de Ávila: Se
confirma como Presidente a D. AURELIO RAMOS TORRES y se confirma
la elección de todos los componentes de la Junta Directiva (Vicepresidenta:
Dña. María del Mar Ramos González; Secretario: D. Juan Carlos Redondo
García; Tesorera: Dña. Teresa González Blázquez; Vocales: D. Juan Carlos
Jiménez Rodríguez, D. Santiago García López, Dña. Luisa Cavero Morales,
D. Julio Jiménez Muñoz, Dña. Tamara Aller Ramos, Dña. Rocío Álvarez
Cavero), por el tiempo que determinen los Estatutos de esa Asociación de
Fieles. (Ávila, a 16 de Septiembre de 2013).
«Ilustre Patronato de la Ermita y Hospital del Peregrino de Ntra.
Señora de Sonsoles», de Ávila: Se confirma como Presidente a D. JAVIER
LÓPEZ PICÓN, hasta la próxima Asamblea en 2014 y de acuerdo con lo
que determinen los Estatutos de esa Asociación de Fieles. (Ávila, a 23 de
Septiembre de 2013).
C a n c i l l e r í a | 9 9
Otras diligencias
DECLARACIÓN DE INSCRIPCIÓN EN EL LIBRO-REGISTRO DEL
SERVICIO TERRITORIAL DE CULTURA Y TURISMO DEL BOLETÍN
OFICIAL DEL OBISPADO DE ÁVILA
Depósito legal n. av 42-2013
1 0 0 | C a n c i l l e r í a
Nombramientos
EN EL TERCER TRIMESTRE DEL AÑO 2013 EL EXCMO. Y RVDMO. SR.
OBISPO DE ÁVILA HA REALIZADO LOS SIGUIENTES NOMBRAMIENTOS
Julio
PBRO. RVDO. D. CECILIO JIMÉNEZ JIMÉNEZ. Capellán de la
Comunidad de Agustinas de la Conversión, de Sotillo de la Adrada (Ávila),
por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 17 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. ANTONIO GUITIÉRREZ SÁNCHEZ.
Administrador Parroquial de las Parroquias de San Miguel Arcángel, de
Albornos y de San Martín Obispo de Narros de Saldueña, con la comunidad
cristiana de Muñomer del Peco, cuyo templo está dedicado a la Asunción
de Ntra. Señora, pertenecientes a la Unidad Parroquial de Papatrigo. Ávila,
18 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. JUAN JOSÉ MARTÍN JIMÉNEZ. Presbítero
Adscrito a la Unidad Parroquial de Candeleda (Ávila), por el tiempo de mi
voluntad. Ávila, 18 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. FLORENCIO GARCÍA MUÑOZ. Presbítero
Adscrito a la Parroquia de San Antonio de Padua, de Piedralaves, por el
tiempo de mi voluntad. Ávila, 18 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. EUSEBIO DÍAZ JIMÉNEZ. Administrador
Parroquial de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, de Viñegra de
Moraña, perteneciente a la Unidad Parroquial de Crespos y la Parroquia de
Santiago Apóstol, de Villaflor, perteneciente a la Unidad Parroquial de San
Pedro del Arroyo; además le encomiendo la atención pastoral de la
comunidad cristiana de Morañuela, anejo de San Pedro del Arroyo y cuyo
templo está dedicado a San Antonio. Ávila, 18 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. EMILIO GARCÍA MORENO. Párroco de la
Parroquia de la Asunción de Ntra. Señora, de Santa María del Berrocal con
San Bartolomé de Corneja, cuyo templo está dedicado a San Bartolomé
Apóstol, por un período de seis años. Asimismo le nombro Administrador
Parroquial de la Parroquia de San Pedro Apóstol, del Mirón con las
comunidades cristianas de Navahermosa y Valdemolinos; Santa Marina, de
Villar de Corneja; La Asunción de Ntra. Señora de Hoyorredondo; Santo
C a n c i l l e r í a | 1 0 1
Tomás Apóstol, de Malpartida de Corneja y la Asunción de Ntra. Sra., de
Becedillas con las comunidades cristianas de Collado del Mirón y Casillas de
Chicapierna, perteneciente a la Unidad parroquial de Arevalillo. Ávila, 18
de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. CRUZ HERRÁEZ DÍAZ. Administrador Parroquial
de la Parroquia de San Pedro Advíncula, de La Parra de Arenas y de Ntra.
Sra. del Rosario, de Ramacastañas con la Comunidad cristiana de
Hontanares, cuyo templo está dedicado al Santísimo Cristo de la Luz, por el
tiempo de mi voluntad. Ávila, 19 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. FCO. JAVIER NAVARRO GÓMEZ. Presbítero
Adscrito a la Parroquia de Ntra. Señora de la Asunción, de Arenas de San
Pedro; de San Pedro Advíncula, de La Parra de Arenas y de Ntra. Sra. del
Rosario, de Ramacastañas con la Comunidad cristiana de Hontanares, cuyo
templo está dedicado al Santísimo Cristo de la Luz, por el tiempo de mi
voluntad. Ávila, 19 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. CEFERINO JIMÉNEZ DÍAZ. Párroco de la
Parroquia de San Esteban Protomártir, de Muñana con su anejo Múñez,
cuyo templo está dedicado a Ntra. Señora del Rosario, por un período de
seis años. Asimismo le nombro Administrador Parroquial de la Parroquia de
Santo Tomás Apóstol, de La Torre con su anejo Guareña, cuyo templo está
dedicado a Ntra. Señora del Campo; de la Asunciónd de Ntra. Señora de
Narros del Puerto con las comunidades cristianas de La Hija de Dios y de
Blacha, cuyo templo está dedicado a San Juan Bautista; de San Miguel
Arcángel, de Mengamuñoz y de Santiago Apóstol, de Muñotello. Ávila, 19
de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. JULIÁN ALONSO ZAMORANO. Administrador
Parroquial de la Parroquia de Los Dolores de Ntra. Señora, de Collado de
Contreras, por el tiempo de mi voluntad. Ávila, a 19 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. ANASTASIO ALFONSO DÍAZ GONZALO.
Administrador Parroquial de la Parroquia de San Antonio de Padua, de
Piedralaves, por el tiempo de mi voluntad. Ávila, a 19 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. FÉLIX AYUSO BEADES. Párroco de la Parroquia
de San Nicolás de Bari, de Madrigal de las Altas Torres, por el tiempo de
seis años. Asimismo le nombro Administrador Parroquial de la Parroquia de
la Asunción de Ntra. Señora, de Moraleja de Matacabras con la Comunidad
cristiana de Blasconuño de Matacabras, cuyo templo está dedicado a San
Martín Obispo. Además le nombro Capellán del Convento de Santa María
1 0 2 | C a n c i l l e r í a
de Gracia, de Monjas Agustinas de Madrigal de las Altas Torres. Ávila, a 22
de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. ENRIQUE MUÑOZ DÍAZ. Administrador
Parroquial de la Parroquia de Ntra. Señora de los Dolores, de Alamedilla del
Berrocal, por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 22 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. JOSÉ BULLÓN HERNÁNDEZ. Director del
Secretariado de Familia y Vida, por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 22 de
Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. MARINO SÁNCHEZ GARCÍA. Párroco de la
Parroquia de San Bartolomé Apóstol, de San Bartolomé de Pinares, por un
nuevo período de seis años. Asimismo le nombro Administrador Parroquial
de la Parroquia de Santa María la Mayor, de Herradón de Pinares; y de la
Exaltación de la Santa Cruz, de Santa Cruz de Pinares, por el tiempo de mi
voluntad. Ávila, 23 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. SIXTO SÁNCHEZ MONTERO. Administrador
Parroquial de la Parroquia de San Juan Bautista, de Mombeltrán y de la
Parroquia de La Santa Cruz, de Santa Cruz del Valle, por el tiempo de mi
voluntad. Ávila, 24 de Julio de 2013.
PBRO. ILMO. SR. D. FERNANDO GUTIÉRREZ SANTAMARÍA.
Consiliario de la Asociación de fieles «Ilustre Patronato de la Santa Vera
Cruz, de la Ciudad de Ávila», por el tiempo de mi voluntdad. Ávila, 29 de
Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. BENJAMÍN LÓPEZ DE JUAN. Consiliario de la
Asociación de files «Junta de Semana Santa, de la Ciudad de Ávila», por el
tiempo de mi voluntad. Ávila, 29 de Julio de 2013.
PBRO. RVDO. D. ÓSCAR ROBLEDO MARTÍN. Administrador
Parroquial de la Parroquia de la Invención de la Santa Cruz, de Cardeñosa,
por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 29 de Julio de 2013.
Agosto
PBRO. RVDO. D. ELADIO DÍAZ CORREDERA. Administrador
Parroquial de la Parroquia de San Miguel Arcángel, de Villatoro, de la
Parroquia de la Natividad de Ntra. Señora, de Villanueva del Campillo; de
la Transfiguración del Señor, de Vadillo de la Sierra; de San Juan Bautista,
C a n c i l l e r í a | 1 0 3
de Amavida con la Comunidad cristiana de Poveda y de San Cristóbal, de
Pradosegar. Ávila, 26 de Agosto de 2013.
DIÁCONO PERMANENTE RVDO. D. JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ
OBREGÓN. Diácono Adscrito a la Unidad de Villatoro, por el tiempo de
mi voluntad. Ávila, 26 de Agosto de 2013.
Septiembre
PBRO. RVDO. D. ENRIQUE MUÑOZ DÍAZ. Párroco de la Parroquia
de San Pablo Apóstol, de Monsalupe, por un nuevo período de seis años.
Asimismo le nombro Administrador Parroquial de la Parroquia de Santo
Tomás Apóstol, de Aveinte con su anejo de Muñoyerro, que tiene como
titular a los Santos Cosme y Damián y de San Juan Bautista, de San Juan de
la Encinilla. Ávila, 9 de Septiembre de 2013.
PBRO. RVDO. D. PABLO L. MARTÍN PASCUAL. Coordinador del
Equipo de Pastoral de los Colegios diocesanos «Asunción de Nuestra
Señora» y «Pablo VI», por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 17 de
Septiembre de 2013.
PBRO. RVDO. D. PABLO L. MARTÍN PASCUAL. Administrador
Parroquial de la Unidad Parroquial de Diego Álvaro, que comprende la
Parroquia de San Juan Bautista, de Diego Álvaro, con la Comunidad
cristiana de Carpio Medianero cuyo templo está dedicado a San Martín
Obispo; la Parroquia de San Miguel Arcángel, de San Miguel de Serrezuela
con la Comunidad cristiana de Pascualcobo, cuyo titular del templo es San
Pedro Apóstol; la Parroquia de Santo Tomás Apóstol, de Martínez y la
Parroquia de San Cristóbal de Arevalillo. Ávila, 17 de Septiembre de 2013.
HNO. ANTONIO LUIS NICOLÁS MARTÍN, de la Fraternidad
Franciscana de la Cruz. San Miguel de Serrezuela (Ávila). Habiendo sido
confiada la Unidad Parroquial de Diego Álvaro al Rvdo. D. Pablo L. Martín
Pascual, oído el Consejo Episcopal, he tenido a bien nombrar a Ud.
Colaborador en la Acción Pastoral en la Unidad parroquial de Diego
Álvaro, que comprende la Parroquia de San Juan Bautista, de Diego Álvaro,
con la Comunidad cristiana de Carpio Medianero cuyo templo está
dedicado a San Martín Obispo; la Parroquia de San Miguel Arcángel, de
San Miguel de Serrezuela con la Comunidad cristiana de Pascualcobo, cuyo
titular del templo es San Pedro Apóstol; la Parroquia de Santo Tomás
Apóstol, de Martínez y la Parroquia de San Cristóbal de Arevalillo. Ávila,
17 de Septiembre de 2013.
1 0 4 | C a n c i l l e r í a
PBRO. RVDO. D. JOSÉ BULLÓN HERNÁNDEZ. Administrador
Parroquial de las Parroquias de la Asunción de Nuestra Señora, de
Villafranca de la Sierra; de San Martín Obispo, de Bonilla de la Sierra; de
Santa Ana, de Mesegar de Corneja; y de Santiago Apóstol, de Tórtoles con
la Comunidad cristiana de Cabezas de Bonilla, cuyo templo está dedicado a
la Inmaculada Concepción; de San Miguel Arcángel, de San Miguel de
Corneja; de San Martín Obispo, de Navacepedilla de Corneja y de San
Bartolomé Apóstol, de Navaescurial con la Comunidad cristiana del Barrio,
por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 19 de Septiembre de 2013.
PBRO. RVDO. D. FRANCISCO ALBERTO JIMÉNEZ DE PAZ.
Administrador Parroquial de la Parroquia de San Lorenzo, de San Lorenzo
de Tormes, por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 19 de Septiembre de 2013.
PBRO. RVDO. D. JULIO DÍAZ RUÍZ. Párroco de la Parroquia de la
Inmaculada Concepción, de Becedas, por un período de seis años. Asimismo
le nombr Administrador Parroquial de San Juan Bautista, de Palacios de
Becedas; de Santa Marina, de Gilbuena; de San Julián, de Medinilla; de San
Bartolomé Apóstol, de San Bartolomé de Béjar; de San Bartolomé Apóstol,
de Junciana y de San Miguel Arcángel, de Neila de San Miguel, de la
Asunción de Ntra. Señora, de Losar del Barco con las Comunidades
cristianas del Barquillo, cuyo templo está dedicado a la Ascensión del Señor
y Navamorisca cuyo templo está dedicado a Santa Teresa de Jesús. Ávila, 26
de Septiembre de 2013.
SR. D. JUAN CARLOS GARCÍA JIMÉNEZ. Director del Secretariado
para la Pastoral Penitenciaria, por el tiempo de nuestra voluntad. Ávila, 26
de Septiembre de 2013.
HNA. PALOMA CARRILLO ORTEGA. Colaboradora del
Secretariado de Apostolado y Pastoral de la Juventud, dentro de la
Delegación de Apostolado Seglar, por el tiempo de mi voluntad. Ávila, 26
de Septiembre de 2013.
VICARÍAS
Vicaría General
CARTA A LOS SACERDOTES DEL PRESBITERIO DIOCESANO
Ávila, 10 de julio de 2013
Estimados hermanos:
El Sr. Obispo ha escrito una carta sobre la próxima beatificación de
nuestros cinco sacerdotes mártires titulada: El martirio: un acontecimiento
radical que nos seduce (Cinco sacerdotes abulenses mártires serán
beatificados), que se adjunta.
En ella, Don Jesús pide que se haga una colecta especial para sufragar los
gastos ya que las necesidades logísticas que conlleva preparar un evento
como este genera unos gastos importantes, como él mismo explica.
Pide a los párrocos (y a todos los sacerdotes del presbiterio que celebran
misas dominicales) que organicen una colecta en sus comunidades. Y
propone dos fechas para que pueda realizarse esta colecta: el domingo 28 de
julio o el 4 de agosto. Cada uno verá cuándo es más conveniente, pensando
en las características de cada comunidad.
El dinero recaudado ha de ingresarse en cualquiera de las cuentas del
Obispado poniendo en el concepto: Colecta Beatificación Mártires.
Banco Popular 0075 5703 12 0600021454
Banco Santander 0049 6528 05 2616001155
BBVA 0182 0170 30 0014577770
Bankia 2038 7725 21 6800035114
Un abrazo fraterno y cordial,
ABILIO BLÁZQUEZ DE FRANCISCO
Vicario General
1 0 6 | V i c a r í a s
CARTA A LOS SACERDOTES DE LA DIÓCESIS Y A LAS COMUNIDADES
DE VIDA CONSAGRADA
Ávila, 3 de Septiembre de 2013
Estimados hermanos y hermanas:
El Nuncio Apostólico, Mons. Renzo Fratini, ha escrito a los Obispos para
hacerles llegar la petición que el Santo Padre Francisco anunció durante el
tradicional rezo del Ángelus del domingo pasado: convocar para el próximo
sábado día 7, una Jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, en Medio
Oriente y en todo el mundo. Incluso los no católicos están invitados a
unirse.
El Papa presidirá una vigilia de oración que tendrá lugar en la Plaza de
San Pedro, desde las 19.00 hasta las 24.00h y es “su vivo deseo que toda la
Iglesia se una ese día en oración, y que los Obispos en sus Iglesias
particulares propicien iniciativas pastorales para favorecer la participación
del Pueblo de Dios”.
El Sr. Obispo ha dispuesto una oración diocesana que tendrá lugar en la
iglesia de San Andrés a las 21:30 h, el sábado día 7 de septiembre. A ella
están invitados todos los sacerdotes, religiosos y laicos de la diócesis.
Pero, dada la premura de tiempo y las distancias, os pide a los sacerdotes,
y a las comunidades religiosas, que organicéis en vuestras parroquias o
comunidades un acto similar en el momento que veáis más oportuno. Ese
día a ser posible u otro.
Un abrazo fraterno y cordial,
ABILIO BLÁZQUEZ DE FRANCISCO
Vicario General
V i c a r í a s | 1 0 7
Vicaría de Vida Consagrada
PROFESIÓN SOLEMNE
En este Año de la Fe, el día 8 de Septiembre, festividad de la Natividad
de la Virgen María, hicieron su Profesión Solemne y consagración de
vírgenes, en el Monasterio Santísima Trinidad, de las MM. Benedictinas, en
El Tiemblo, las hermanas: Sor Rosa Edis Ruiz Cabrera, Sor Mariluz
Álvarez Orellana y Sor Teresa de Jesús García de la Cruz.
La Eucaristía fue presidida por Mons. Jesús García Burillo, Obispo de
Ávila. Acompañaron Sacerdotes, Religiosas y amigos de la Comunidad, así
como la comunidad cristiana de El Tiemblo. Las tres Hermanas son de
nacionalidad salvadoreña y llevaban discerniendo la vocación benedictina
siete largos años. Desde su consagración se sienten llamadas a ser testigos de
la fe en nuestra Iglesia Diocesana.
RELIGIOSAS FALLECIDAS
Sor María Mercedes de la Santísima Trinidad Sánchez, fallecida el 5
de Julio de 2013, a los 84 años de edad y 59 años de Profesión religiosa
cumplidos. Pertenecía a la Orden de las MM. Concepcionistas Franciscanas,
de Candeleda (Ávila). Fue la Madre Abadesa durante bastantes años. Con
una vida de gran sencillez y amor a la Virgen y a su Comunidad.
Sor Inmaculada Chico Blanco, fallecida el 22 de Julio de 2013, a los 91
años de edad y 69 años de Profesión religiosa cumplidos. Pertenecía a la
Orden de las MM. Agustinas, y residía en el Monasterio de Madrigal de las
Altas Torres (Ávila). Se distinguió por la caridad en servicio a sus
hermanas, la sencillez y laboriosidad.
Hna. María Paz de Jesús Eucaristía González Moro, fallecida el 28 de
Julio de 2013, a los 84 años de edad y 61 años de Profesión religiosa
cumplidos. Pertenecía a la Compañía de Santa Teresa de Jesús, y residía en
la Comunidad Teresiana de Ávila. Su corazón grande se hacía visible en su
vivir cotidiano y en su pasión por extender el Reino. Enseñó educando y
educó enseñando.
Sor Cristina de la Cruz Sánchez Gil de Avalle, fallecida el 12 de
Septiembre de 2013, a los 82 años de edad y 58 años de Profesión religiosa
cumplidos. Pertenecía a la Orden de las MM. Carmelitas Descalzas y residía
en el Monasterio de Duruelo (Ávila). Se distinguió por su abnegación y
delicada caridad.
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
Comisiones Episcopales
COMISIÓN EPISCOPAL DE MIGRACIONES
PASTORAL DE LA CARRETERA. MENSAJE DE LA COMISIÓN PARA LA
JORNADA DE RESPONSABILIDAD DE TRÁFICO 2013: “¿QUÉ LUZ TE
CONDUCE? LA FE TE RESPONSABILIZA AL VOLANTE” (7 DE JULIO DE 2013)
Notas de Prensa
522 MÁRTIRES DEL SIGLO XX EN ESPAÑA SERÁN BEATIFICADOS EL 13
DE OCTUBRE EN TARRAGONA (6/7/2013)
UNOS 3.000 PEREGRINOS ESPAÑOLES PARTICIPARÁN EN LA JMJ DE RÍO
(9/7/2013)
LA C.E.E. PUBLICA EL DOCUMENTO “IGLESIA PARTICULAR Y VIDA
CONSAGRADA” (12/7/2013)
EL PAPA SE UNE EN LA ORACIÓN POR LAS VÍCTIMAS DEL ACCIDENTE
DE SANTIAGO DE COMPOSTELA (25/7/2013)
LA ORQUESTA SINFÓNICA Y CORO JMJ HAN PRESENTADO LOS
HIMNOS Y MISA DE LOS MÁRTIRES DEL SIGLO XX EN ESPAÑA
(10/9/2013)
LOS OBISPOS ESPAÑOLES REALIZARÁN LA VISITA AD LIMINA DEL 24
DE FEBRERO AL 8 DE MARZO DE 2014 (17/9/2013)
ÁNGEL PÉREZ PUEYO, NUEVO RECTOR DEL PONTIFICIO COLEGIO
ESPAÑOL DE SAN JOSÉ EN ROMA (20/9/2013)
SANTA SEDE
Santo Padre
AUDIENCIAS GENERALES
Acogida, fiesta y misión: el alma de la vida (4 de septiembre de 2013).
Iglesia, madre de los cristianos (11 de septiembre de 2013).
Iglesia, madre que indica el camino (18 de septiembre de 2013).
Creo en la Iglesia, una (25 de septiembre de 2013).
HOMILÍAS
Santa Misa con los seminaristas, los novicios y las novicias (7 de julio).
Visita a Lampedusa - Santa Misa en el campo de deportes "Arena" (8 de
julio).
Santa Misa en la Basílica del Santuario de Nuestra Señora de Aparecida
(24 de julio).
Santa Misa con los obispos de la XXVIII JMJ y con los sacerdotes,
religiosos y seminaristas en la catedral de San Sebastián - Río de Janeiro
(27 de julio).
Santa Misa para la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (28 de julio).
Santa Misa en la iglesia del "Gesù", en Roma, con ocasión de la Fiesta de
san Ignacio de Loyola (31 de julio).
Solemnidad de la Asunción de la Virgen María - Santa Misa en
Castelgandolfo (15 de agosto).
Santa Misa de apertura del capítulo general de la Orden de San Agustín
(Basílica romana de los santos Trifón y Agustín) (28 de agosto).
Vigilia de Oración por la paz (7 de septiembre).
Visita Pastoral a Cagliari - Celebración de la Santa Misa en la Plaza del
Santuario de Nuestra Señora de Bonaria (22 de septiembre).
Santa Misa con ocasión de la Jornada de los catequistas (29 de
septiembre).
CARTAS
1 1 0 | S a n t a S e d e
Quirógrafo del Sumo Pontífice Francisco para la institución de una
Comisión Pontificia referente de estudio y de dirección de la
organización de la estructura económico-administrativa de la Santa Sede
(18 de julio de 2013).
Carta al Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina con ocasión
de la beatificación del Padre José Gabriel Brochero (14 de septiembre de
2013).
Quirógrafo con el que constituye un Consejo de Cardenales para ayudar
al Santo Padre en el gobierno de la Iglesia universal y estudiar un
proyecto de revisión de la Constitución apostólica Pastor Bonus sobre la
Curia romana (28 de septiembre de 2013).
CARTAS APOSTÓLICAS
Carta Apostólica en forma de «Motu Proprio» sobre la jurisdicción de los
órganos judiciarios del Estado de la Ciudad del Vaticano en materia
penal (11 de julio de 2013).
Carta Apostólica en forma de «Motu Proprio» para la prevención y la
lucha contra el blanqueo, la financiación del terrorismo y la proliferación
de armas de destrucción masiva (8 de agosto de 2013).
MENSAJES UNIVERSALES
Jornada Mundial de las Misiones 2013 (19 de mayo, Solemnidad de
Pentecostés).
Mensaje para la 100 Jornada mundial del emigrante y del refugiado 2014
(5 de agosto de 2013).
MENSAJES PARTICULARES
Mensaje con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional de Alemania
[Colonia, 5-9 de junio de 2013] (30 de mayo).
Mensaje con ocasión del fin del Ramadán (10 de julio de 2013).
Mensaje al Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la
Unidad de los Cristianos con motivo del XIII Simposio Intercristiano
[Milán, 28-30 de agosto] (19 de agosto de 2013).
Mensaje al Prior general de la Orden de los Hermanos de la
Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, con ocasión del
capítulo general (22 de agosto de 2013).
S a n t a S e d e | 1 1 1
Secretaría de Estado
CARTA DE MONS. ANGELO BECCIU, SUSTITUTO PARA LOS
ASUNTOS GENERALES, AL OBISPO DE ÁVILA, CON MOTIVO DE LA
CONTRIBUCIÓN AL ÓBOLO DE SAN PEDRO Y LAS NECESIDADES DE
LA SANTA SEDE
1 1 2 | S a n t a S e d e
Congregaciones
DECRETO DE LA BEATIFICACIÓN O DECLARACIÓN DE MARTIRIO DE
LOS SIERVOS DE DIOS JOSÉ MÁXIMO MORO BRIZ Y COMPAÑEROS
S a n t a S e d e | 1 1 3
1 1 4 | S a n t a S e d e
S a n t a S e d e | 1 1 5
1 1 6 | S a n t a S e d e
ABULENSIS
Beatificación o Declaración de Martirio de los Siervos de Dios
JOSÉ MÁXIMO MORO BRIZ y 4 COMPAÑEROS
Sacerdotes Diocesanos
(+ 1936)
Sobre el Martirio
«Cristo, después de haber ofrecido por los pecados un único Sacrificio, se
sentó para siempre a la derecha de Dios [...]. Y así, mediante una sola
oblación, él ha perfeccionado para siempre a los que santifica» (Hb 10, 12-
14).
S a n t a S e d e | 1 1 7
Estos Mártires de Ávila, sacerdotes diocesanos, derramaron su sangre por
la fe y se unieron íntimamente a la «única ofrecida» por Cristo sacerdote y
víctima, llegando así a la perfección de la santidad.
Su hecho martirial se sitúa en la primera mitad del siglo XX, cuando la
sociedad española fue turbada por las acciones y orientaciones
discriminatorias y represivas llevadas a cabo por algunos sectores político-
militares. Los comportamientos anticristianos y antieclesiales se fueron
multiplicando rápidamente y se manifestaron con una increíble barbarie,
que se concentró contra estructuras y personas. Las nubes de esta violenta
persecución religiosa se cruzaron con las dinámicas de la guerra civil (1936-
1939), dando origen a formas de crueldad contra los cristianos, de modo
particular contra sacerdotes y religiosos. El objetivo explícito de tal
hostilidad era el de destruir completamente la presencia e, incluso, la
memoria del cristianismo en tierra ibérica.
El territorio de la diócesis de Ávila no escapó de este clima y más aún, a
su vez, fue teatro de ejecuciones sumarias.
Este es el breve perfil biográfico de los Siervos de Dios que fueron
conducidos a la muerte en el mes de agosto de 1936.
1. El Siervo de Dios José Máximo Moro Briz, presbítero, nació el 29 de
mayo de 1882 en Santibáñez de Béjar, provincia de Salamanca, entonces
diócesis de Ávila. Realizó su formación en vistas del sacerdocio en el
seminario diocesano, con resultados satisfactorios tanto a nivel cultural
como en el aspecto espiritual. Fue ordenado presbítero el 24 de septiembre
de 1910. Desarrolló el ministerio pastoral en varias parroquias antes de ser
nombrado párroco de Cebreros en 1926. Su actividad fue intensa,
particularmente en la atención de los pobres y de los enfermos. Era
profunda su espiritualidad; ejemplar su testimonio de vida (El Siervo de
Dios estuvo implicado también en la persecución anticristiana. Un primer
intento, de los milicianos, de apresarlo fue el 22 de julio de 1936; pero
algunas personas del lugar con sus protestas consiguieron su liberación. No
obstante, el 24 de julio, unos milicianos llegados de otras partes asaltaron la
casa parroquial, cogieron a Don José, lo llevaron a la plaza y lo obligaron a
subir a una camioneta. Después, fuera ya de Cebreros, hicieron bajar al
Siervo de Dios y lo fusilaron. Según algunos testimonios, sus últimas
palabras fueron: «¡Viva Cristo Rey!».
2. El Siervo de Dios Agustín Bermejo Miranda, presbítero, nacido en
Puerto Castilla (Ávila) el 10 de abril de 1904, fue ordenado sacerdote en
1926 y ejerció su ministerio tanto como capellán del ejército como en
algunas parroquias. Humilde y sencillo, celoso en el apostolado y generoso
en la caridad. Era párroco de Hoyo de Pinares cuando, el 28 de agosto, fue
llevado al martirio.
1 1 8 | S a n t a S e d e
3. El siervo de Dios Damián Gómez Jiménez, presbítero, nacido en
Solana de Rioalmar (Ávila) el 12 de febrero de 1871, recibió la ordenación
sacerdotal en 1895. Muy querido por los fieles, trabajó en diversas
parroquias de la diócesis. Fue un sacerdote de intensa vida espiritual y muy
comprometido en el ministerio. Fue matado en Mombeltrán el 19 de agosto.
4. El Siervo de Dios Juan Mesonero Huerta, presbítero, nacido en
Rágama (Salamanca), entonces diócesis de Ávila, el 12 de septiembre de
1913, fue ordenado sacerdote en 1936. Ejemplar en su comportamiento, fue
nombrado cura ecónomo de El Hornillo, donde 15 de agosto, poco más de
un mes de su ordenación, fue matado.
5. El Siervo de Dios José García Librán, presbítero, nació en Herreruela
de Oropesa (Toledo), en aquel tiempo territorio diocesano de Ávila, el 18
de agosto de 1909. Fue ordenado sacerdote en 1933 y ejerció su actividad
pastoral en algunas parroquias. De espíritu profundamente bueno, se
distinguió sobre todo por la atención pastoral de los enfermos y de los
pobres. Fue martirizado el 14 de agosto en Gavilanes, de donde era párroco.
Aunque con historias personales distintas, estos Testigos de la fe fueron
apresados y sufrieron calumnias, humillaciones y tormentos. Ellos eran
plenamente conscientes del hecho que su fe y su condición de sacerdotes
eran motivos suficientes para llevarlos a la muerte. El amor a Cristo y su
fidelidad a la Iglesia no les faltó, incluso en los momentos de desaliento.
Obligados a enfrentarse con la violencia de una ideología inhumana y
conscientes de querer seguir a Cristo en el camino de la cruz, ante los
verdugos manifestaron una gran fuerza de espíritu y un confiado abandono a
la voluntad de Dios. Por tanto, fueron asesinados sin ningún proceso,
únicamente por su condición de creyentes y de ministros de la Iglesia.
La fama del martirio de los cinco Siervos de Dios se difundió en la
comunidad eclesial, por lo cual desde 1958 a 1963 se celebró en la diócesis
de Ávila el Proceso Informativo, al que siguió en los años 1962-1963 el
Proceso super non cultu: su validez jurídica fue reconocida por la
Congregación para las Causas de los Santos con decreto del 10 de
septiembre de 1999. Preparada la Positio, el 4 de diciembre de 2010 se
celebró el Congreso Peculiar de los Consultores Teólogos, que expresó su
parecer favorable. Los Padres Cardenales y Obispos, en la Sesión Ordinaria
del 5 de febrero de 2013 presidida por mí, Cardenal Angelo Amato, han
reconocido que los mencionados Siervos de Dios fueron matados por su
fidelidad a Cristo y a la Iglesia.
Presentada, pues, al Santo Padre Francisco una esmerada relación de
todas estas fases por parte del infrascrito Cardenal Prefecto, el mismo Santo
Padre, ratificando los votos de la Congregación para las Causas de los
Santos, en fecha de hoy ha declarado: Consta el martirio y su causa de los
S a n t a S e d e | 1 1 9
siervos de Dios, José Máximo Moro Briz, Agustín Bermejo Miranda, Damián
Gómez Jiménez, Juan Mesonero Huerta y José García Librán, sacerdotes
diocesanos, para el caso y el efecto de que se trata.
Finalmente ha ordenado que este Decreto sea publicado y transcrito en
las Actas de la Congregación para las Causas de los Santos.
Dado en Roma, el día 27 de marzo del Año del Señor 2013
Card. Angelo Amato, SDB, Prefecto
+ Marcello Bartolucci Secretario
Pontificio Consejo
Mensaje del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e
Itinerantes con ocasión de la Jornada Mundial del Turismo 2013:
“Turismo y agua. Proteger nuestro futuro común”.
Tribunales
Decreto de la Penitenciaría Apostólica con el que se conceden
indulgencias especiales con ocasión de la XXVIII Jornada Mundial
de la Juventud [Río de Janeiro, 22-29 de julio de 2013].
1 2 0 | S a n t a S e d e