“El alma de Francisco estaba sedienta de Cristo: a El entregaba todo su corazón y todo su cuerpo…Aun en el bullicio de la muchedumbre siempre oraba en forma inadvertida para los demás…ya no era un hombre en oración, sino la misma oración hecha hombre”

(2Cel 94-95)

Oraciones

Al entrar en una iglesia:

1.- Adorámoste, Santísimo Señor Jesucristo, Aquí y en todas tus iglesias Que hay en todo el mundo y te bendecimos Pues por tu santa cruz redimiste al mundo . (Test 5)

Para pedir a Dios la gracia de hacer su voluntad:

2.- Omnipotente, Eterno y Misericordioso Dios, Concédenos a nosotros, hombres miserables, Hacer por ti lo que sabemos que tú quieres Y siempre querer lo que te agrada; Para que, interiormente purificados, Iluminados y encendidos Por el fuego del Espíritu Santo Podamos seguir las huellas de tu Hijo,

1

Nuestro Señor Jesucristo, y Por sola tu gracia llegar hasta ti, ¡Oh Altísimo! Que vives y reinas en Trinidad perfecta y muy simple Unidad Y eres glorificado, Dios Omnipotente, Por los siglos de los siglos. Amén. (CtaO 50-52)

3.- ¡Oh Dios grande y glorioso, Señor mio JesucristoIlumina, te ruego, las tinieblas de mi mente,Dame una fe recta, una sólida esperanza Y un amor perfecto!Haz que te conozca ¡oh Señor!Para que en toda cosa todo lo hagaConforme a tu verdadera y santa voluntad. Amén. (AM)

Para pedir el amor:

4.- Mi Dios y mi todo,¿Quién eres tú, dulcísimo Señor y Dios mío?Y ¿Quién soy yo, gusanillo, tu servidor?¡Cuánto quisiera amarte, Santísimo Señor mío!¡Cuánto quisiera amarte, Señor mío dulcísimo!¡Señor mío y Dios mío,Te entregué todo mi corazónY todo mi cuerpoY ardientemente anhelo darte más Si supiera que más darte! (LC)

5.- ¡Oh Señor, te ruego que el ardor abrasadorY dulcísimo de tu amor tanto absorba mi menteLibrándola de todo apego terrenalQue pueda morir yo por amor de tu amor.

2

¡Oh tú que por amor de mi amor te dignaste morir! (AV)

6.- Señor mío Jesucristo,Dos gracias te ruego me concedas antes de morirme:La primera,Que sienta yo en cuerpo y almaEn cuanto sea posible, el dolor que tú, dulcísimo Jesús,

Sufriste en tu dolorisísima pasión;La segunda,Que sienta yo en mi corazón,En cuanto sea posible,Aquel amor sin medida que te abrasabaY te llevó, Hijo de Dios,A sufrir gustoso por nosotros pecadoresEsa misma dolorosísima pasión. (Ll 3)

En la tribulación:

7.- Jesucristo, Señor mío,Gracias te doy por tanto amor y caridadComo me estás mostrando;Pues es señal de gran amorQue mi Señor castigue bien a su siervo,

Por todas sus faltas, en este mundo,Para que no sea castigado en el otro.Dispuesto estoy, mi SeñorA sufrir gozoso cuantas penas y desgraciasMe quieras enviar por mis pecados. (Ll 1)

En la enfermedad:

8.- Te doy gracias, Señor y Dios mío,Por cuantos dolores me aquejan,Y te pido que me los centupliques

3

Si tal es tu santa voluntad:Cosa dulcísima será para míSufrir por ti mil tormentos.Pues en cumplir tu voluntadEncuentro yo mi deleite. (LM 14,2)

En la consolación:

9.- Mi Dios y mi Señor,Desde lo alto del cielo, Te dignaste enviarme este consuelo,A mi, indigno y pobre pecador.Lo devuelvo a tus manos y cuidado;Pues de lo contrario, estimaría ser ladrón de tus divinos tesoros. (LM 10,4)

Para dar gracias a Dios:

10.- Omnipotente, Altísimo, Santísimo y sumo Dios,

Padre Santo y justoSeñor del cielo y de la tierra,Gracias te damos por ser tú lo que eres.Porque con tu santa voluntad,Por tu Hijo muy amado, en el Espíritu Santo,Creaste todas las cosas espirituales y corporales.Porque nos creasteA imagen y semejanza tuyaY nos colocaste en el paraíso,Mas nosotros, por nuestra culpa, caímos…

Gracias también te damos porque,Así como nos creaste por tu Hijo, Así, por el santo amor con que nos maste,Quisiste que naciera,Verdadero Dios y verdadero hombreDe la gloriosa y siempre virgen Santa María,

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Y quisiste que por su cruz, sangre y muerteNos redimiera de nuestro cautiverio.

Gracias también te damosPorque este mismo Hijo tuyo,Otra vez ha de venir,En la gloria de su majestad, Para lanzar al fuego eterno a los condenadosQue no hicieron penitencia ni te conocieron;Y para decir a cuantos te conocieron y adoraronY te sirvieron en penitencia:“Venid ¡oh benditos de mi Padre!Recibid el Reino que os está preparadoDesde los albores del mundo”.

De nosotros todos, míseros y pecadores,Ninguno es digno siquiera de nombrarte:Por lo cual te rogamos y suplicamosQue nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo amado

En quien siempre te complaces,Junto con el Espíritu Santo Paráclito, te dé gracias por todo, El mismo,con la plenitud que tú y ellos merecéis. Pues Jesús siempre en todo te basta, y a nosotros ¡tantos bienes nos diste por El! ¡Aleluya!

Y a su gloriosa Madre,La siempre Virgen, María Santísima,A los bienaventurados Miguel, Gabriel y Rafael,A todos los coros de los bienaventurados espíritus,Serafines, Querubines y Tronos,Dominaciones, Principados y Potestades,Virtudes, Ángeles y Arcángeles,Al bienaventurado Juan el Bautista,Al Evangelista Juan, a Pedro y PabloA los bienaventurados Patriarcas y Profetas,Inocentes, Apóstoles y Evangelistas,

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Discípulos, Mártires, Confesores y Vírgenes,Los bienaventurados Elías y Enoc,todos los santos que fueron, serán y hoy son,humildemente les rogamos, por amor tuyo,darte gracias por todo bien como te lo mereces,¡Oh Dios soberano y vivo, eterno y verdadero!Con tu Hijo muy amado, nuestro Señor Jesucristo,Y el Espíritu Santo Paráclito,Por los siglos de los siglos. ¡Amén! ¡Aleluya! (RnB 23, 1-15)

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