MEDiaNAsraORiA

PUBLICACIONES MÉDICAS BIOHORM — SECCIÓN: MEDICINA E HISTORIA

Director: Dr. Manuel Carreras Roca. D. L.: 42.169-75

Consejo de redacción: Dr. Agustín Albarracín — Dr. Juan Bosch Millares —Dr. Leopoldo Cortejoso — Prof. P. Laín EntralgoProf. Luis S. Granjel —Prof. J. López Ibor—Prof. José M." López Pinero —Dr. Esteban Padrós — Dr. Stlverio Palafox

Prof. Diego Ferrer de la Riva —Prof. Juan Riera — Prof. J. Rof Carballo — Prof. Ramón Sarro BurbanoProf. Manuel Usandizaga — Secretario de Redacción: Dr. José Danón Bretos

n.° 64 Enero 1977-Barcelona-(Segunda Época)

Novedad en terapéutica respiratoria

BRONQUIMUCIL

• El primer mucolitico-broncoperviante(Brovanexina,UR-389), asociado a uncomplejo bactericida de amplio espectro

• Bactericida

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§?HI5IOR¡AREVISTA DE ESTUDIOS HISTORICO-INFORMATIVOS DE LA MEDICINA

Centro de Documentación de Historia de la Medicina de J. URIACH & Cía. S. A.

Barcelona, enero de 1977

EDITORIAL . , , . . . . , . NOTAS BIOGRÁFICAS. IX.SUMARIO T 0 M A S M A G A R 0 L A

Pág. 3Editorial.

Notas biográficas. IX. S i n d u d a e s e l s i « l oJ

X V I , u n * d e l a ' é P ° -Tomás Magarola. c a s m e n o s estudiada de la medicina

catalana. Son pocas las figuras que des-VII PREMIO «URIACHBIOHORM» Pág. 4 tacaron, cuya obra ha llegado hasta no-

Consultorio sotrosi Jerónimo Merola, como médi-co1, y Antonio Amíguet, fundador de una

Pág I/XVI escuela libre de cirugía y autor deEn el número anterior de MEDICINA E Medicina preventiva u n a s advertencias para las comadresHISTORIA reproducíamos el acta de en Murcia: La Junta p a r a d e d a r a r a n t e los Jueces', puedenconcesión de este Premio, instituido en Municipal de Sanidad (1849-1900), s" l o s mas representa ,vos, ademas de1970 para estimular los trabajos que, por José Antonio Ayala. N a r a s ° S ° l a n ° . directamente relacio-sobre Historia de la Medicina, llevan a St C°n , J B ?°"cordta

cabo los estudiantes de dicha asigna- Pág. 29 Pharmacopolarum de Barcelonatura. Notas bibliográficas. F a c t o , r df £ s t a J?.eJadf? f.ue.e l q u e l a Fa"

SsgmsaKaft ff ™™=srij » j i • • - . t i tores de las tradiciona es obras clasicas,

cedentes de las universidades barcelo- a u n d o d l d e u n h o ¡ ,tiesas seguidos, a corta distancia, de d d e S a m a C m

P c o n u n c e m o a

Pn u a ,

ios ae ¿aragoza. oscilante entre los dos mil y los tresComo ya conocerán los lectores, el Pre- .. f

J

mió ha recaído en un interesante estu- antecedentes justifican eldio sobre la Sanidad en el Partido Car- P a s b ¡ á ¡.lista durante la primera y la tercera ^ prácticamente des-guerras civiles del pasado siglo tema conocido, pero que realizó una ¡nterven-otalmente inexistente en a b.bliogra- quirúrgica la única descrita con

KLíu2^5&Iírs¿rtS: dT - » ' zla d ° r m e n t a c i ó n de la é p o r

ria serie de datos a través de publi- T o m a s Magarola, parece ser que pcrte-caciones de la época y de casi deseo- "=c'° a u " a f a m l h a c o n r a n f d e n°-nocidos archivos privados que, con- í1'623- Contemporáneos suyos fueron unvenientemente analizados, nos dan a farmacéutico, Antonio, y un catedráticoconocer la existencia de un Cuerpo de d e M ' d ' ° n a . Jerónimo Magarola, queSanidad militar equiparable a los me- h ^ q , u e s u p o n < : r f . u í ; r a n h e r m a n ° s . To-jores europeos y que desgraciadamen- m a s ' f " e °™J a"° d

1e ' " o s P l t a l d e , S a n t a

te, no llego' a merecer el reconocimien- C r , u z alred<=dor d= '570. época en la queto de organización oficial. solamente tenemos noticia de otro c-El Jurado recomendó la publicación de rujano que ocupo cargo semejante aun estudio sobre la obra de Tomás Lon- p a r t I r d= 1 5 7 5 ' A n t o m o a.e. C o 1 1 ' , p o r l o

gas, catedrático de la universidad de q u e e s , d e . s . u p o n e r q U ef Mf g a r° , l a , «T"

Va encia en el siglo m i , de Javier So- "".<; a l r e d=dn° r d e e S t a .feCía," Ü' 1 4 . d ^

riano Faura, concediendo un accésit es. ^ ^ M a b r " d e , 1 5 7 0 ' e . n o t a ™ d e l . H o s p l l a l

pedal a una historia del balneario de # • A Miquel Joan Cellersaa testimonio deSan Hilario de Sacalm, de Francisco M ^ ^ X I una amputación de la mano derecha.Javier Clos Busquéis, como valiosa W^\ / I realizada a Pedro Torner, a consecuen-aportación para el conocimiento de la • I fí 1 ' K1 d e " " ':i'""\ (lm. a"ienazaba exHidrología española. \ # ^ J tenderse por todo el organismo; laComo ya es tradicional al finalizar la ^ ^ " ^ " traducción del original en latín, nosreunión, quedó automáticamente convo- o f r e c , e l a s "ractenst.cas de la interven-cado el próximo Premio, que esta vez \ A f.*\ I c!? r i . . _ . , . .llevará la denominación genérica de | V W 8 ? I 1 ^ í d ° l ' q U e T e,=™° ^ ^ "nuestros Laboratorios: VIII Premio ' V *®1 l t l v l d a d d e l S e n o r d e 1 5 7°. d d l a l l a 'URIACH de Historia de la Medicina. (Segunda Época) (sigue)

3

mado viernes 14 del mes de abril, ante mesa de tijera; otra caja de madera de cia a él los siguientes trabajos: GAUSAmí, notario y escribano, y en presen- álamo con cerradura y llave y un pe- RULL, P.: «Pequeña historia sobre iacia de los testigos infraescritos, se pre- queño banco existiendo, además, la ha- evolución de la Urología en Barcelona».sentó personalmente el honorable To- bitación del barbero ' . I Congr. Hist. Med. Catalana, 1970; I I :más Magarola, cirujano del Hospital Pese al meticuloso inventario, es po- 312-17. Anuario del Hospital de la San-General de Santa Cruz de Barcelona, sible existiera otro departamento para ta Cruz; años 1920 y 1921 y 1936:junto con Pedro Torner, cardador de cirugía, ya que, un siglo después, en otra páginas correspondientes ^ 'Servicio dela villa de Bellver, del condado del Ro- relación de numerosos instrumentos le- Vías Urinarias.sellón y Cerdaña, en cuyo Archivo del gados por el cirujano mayor Francisco José M.a BARTRINA Y T I . MAS, nació enHospital fue sacado testimonio por mi, Juncosa ' , nombrado por oposición en Barcelona en 1877, falleciendo en 1950.como Pedro Torner declaró había in- 1689, y encontrados en un armario fija- Alumno por oposición en la Facultadgresado en el Hospital el día 9 de oc- do a una pared de la sala de Santa Ma- de Medicina de esta ciudad, y doctora-tubre del año próximo pasado, atacado ría, en la habitación donde vivía el do en Madrid, fue nombrado catedrá-de la enfermedad de cierto cáncer en citado cirujano, que no es la descrita tico de Patología y Clínica Quirúrgicael dedo medio de la mano derecha, po- en el inventario de 1564. en 1911. Miembro de la Real Academianiéndosele los remedios necesarios y j DANÓN de Medicina de la ciudad Condal, suce-nada para ahuyentar su (citada) enfer- dio en este cargo a Joaquín BONET Ymedad, para que dicho cáncer, con su AMIGO. Sobre él pueden consultarse losperversa y acostumbrada malicia con siguientes trabajos: Jornadas conme-la que suele roer a los hombres, no morativas del cincuentenario del Ros-destruyera toda la mano del dicho Tor- NoIa s :

pita¡ Clínico. Barcelona, 1958: 119-123.ner. Habida, primeramente, madura re- ¡, c£r,¡ HERXÍNDEZ MOROÚN, A.: Historia biblio- TRÍAS MAXENCS A.: «Bibliografía médi-flexión, y consultado para ello los me- gffiVvS "J « ^ nJ¿,f¿ ™r¿>¿ ca catalana. 1907-1931». Armáis de Me-amos, ordinarios de dicho Hospital y ¡ech ¿a „,,/„ xv. Gen™ Meroia. Barcelona, M. dic, XXVI, 1932: 99-104. Hospital CU-(oído) su consejo, y seguida su decisión, ^ ' " ^ ^ ' S s£í"gS¿ „ le/fS¡""¡b"t nico de Barcelona. Anuarios. 1913-1921.dicho Magarola cortó al citado Torner „„„,', Hhl Ueá x l i i968: 2ei-72. D«NOV, J.: (Referencias a los servicios quirúr-el dedo medio por lo cual, puesto el La Universidad de Gerona y el Colegio Bruguera gicos).remedio y como a Torner nada le be- „=„. °4

nlpe l e r ' "'"" ' " """• ' : " P o r úitirno, Emilio SACANELU Y VIDALneficiaba, puesto que el cáncer ya des- otroítiém^TSÍriri1!! ¿ ¿Sorif xxiií'T96ó-'si (Tortosa, 1860-Sitges, 1931), se licenciótraía su mano, si no se le hacía un Giuma." L. s.: u Medicina española en'la en 1883, desempeñando interinamentepronto remedio sin duda destruiría toda época de los Reyes Católicos. Medicina i His- i a C á t e d r a de Técnica Anatómica, dela carne, junto con su vida. Por cuya ™"Bofill'ci™¡ar,o'del emperX Carlos v. MÍ Barcelona, en 1898, y nombrado Profe-causa, y a través del citado miembro, dicanirnta 34», 1959: 316-9 sor auxiliar numerario en 1903. En 1910se confirmaría la unificación de la pes- Je céíírs fÓf 19y LÍ'ibre ele Notes def mismo solicitó se diera carácter oficial defini-tífera malicia por todo el resto del notario f. 177. . tivo a la enseñanza teórico-práctica decuerpo a través de su mano; (y) como ¡eneraide s'anct, cí í . d T a S o n í 1S64°S las enfermedades quirúrgicas de las víasse ha demostrado que los remedios que HOM¡. s,a Cmt. urinarias, hasta entonces encomendadale aplican no aprovechan en nada, dicho tlapSia c™z ««•*>'•. 5»- *«*• a é l j r e c ib i endo al aflo siguiente el nom-médico citado, y siguiendo el conse- bramiento de profesor de la asignatura,jo de aquéllos, fue cortada la citada E n 192g ia Junta de la Facultad, le en-mano derecha a Pedro Torner, por To- c a r g a e , desempeño de la cátedra libremás Magarola, el día 4 de febrero pro- d e «Urología y su Clínica», siendo ju-ximo pasado». . . _ _ bilado el 23 de" abril de 1931, por el Go-El testimonio se aparta de lo habitual bierno de la República,y más parece tender a un justificante 161. —P. I. Q.: La figura de Balbinodel incapacitado obrero textil, que a QLESADA Y AGILS, médico de Málaga ydescribir la intervención quirúrgica d e ubeda de finales del pasado siglo, noÉsta, sin embargo, confirma la supo- consta en los repertorios bibliográfi-sición de que el «honorable» Tomás rnNSTJITnRTn eos de Historia de la Medicina españo-Magarola era cirujano mayor del Hos- u auui\j*iv la. El *Manua¡ del librero híspanosme-pita], pues solamente éstos podían or- ricano», de Palau cita los siguientesdenar y hacer todo lo que consideraran trabajos suyos: -Estudios médico-mo-conveniente para la curación de los ma- r a ( e J de ¡as pasiones,, übeda, J. J. Go-les externos, dejando las llamadas en- r r ¡ Z i 186g .¿puntes para una monogra-fermedades internas para el conocí- 161. —J. L. P.: La obra pediátrica de fía sobre las aguas de Cestona». Vbedz,miento y disposición de los médicos. Damián Carbón, o Carbó, puede seguir- F de P Gómez 1878 «Privilegio deEn un minucioso inventario del Hospi- se a través de las siguientes publicacio- Aviles por 20 años. Aguas azoadas.»tal, llevado a cabo en 1564, se describen nes: USANDIZAGA SORALUCE, M.: «La Obs- Granada, F. de los Reyes, 1857. Su obraunos muy modestos instrumentos qui- tetricia de Damián Carbón (1541)». Med. «Los qué nacen y los que'mueren» Übe-rúrgicos en la casa del barbero, con los Esp., VIII, 47, 1942: 539-44. TORRES ME- da, 1887, no figura en aquel Manual,que indudablemente se llevaría a cabo NÉNDEZ, J.: «Breve estudio y comenta- p o r i0 qUe respecta a Alonso CHIRIMO,la amputación descrita. rios sobre la primera obra de Obste- puede encontrar los datos que le inte-A la barbería propiamente dicha, o tricia publicada en España (siglo XVI. resan en las siguientes obras: BunNOtienda, corresponden: 2 sillas de made- Ano 1541)». Clínica y Labor., XXXVI, GACEO V : «La primera parte del Com-ra, grandes; 2 bacinas de latón; 9 ca- 1943: 232-40. USANDIZAGA, M.: «Damián pendió Médico escrito en el siglo xv porjas de cobre, 1 caldera del. mismo me- Carbón». XV Congr. Intern. Hist. Me. Alonso Chirino y otros galenos segúntal y 1 fogón; 1 puchero para calentar dicina, Madrid, 1956. HERNÁNDEZ ALCÍN- c o p ¡ a existente en la Colección Salazar,agua; 2 calentadores de cobre; 1 silla TARA. A.: «Estudio histórico de la obra de la Academia de la Historia» Traba-zón respaldo; 1 libro de medicina «ti- toco ginecológica y pediátrica de Da- j m de \a Cátedra de Hist. Crít. de latulado» Gordonio; 1 caja de madera de mían Carbón». Salamanca, Publ. Semi- Medie 1934-35 VI- 57-70 Madrid C málamo con 4 lenticulares, 3 canegulles, nario Hist. Med.; serie A; Estudios, I, R I N 0 Alonso de- «Menor daño de la4 pujavantes, 2 trépanos, 1 tijeras, 1 5, 1957. Medicina i Espejo de la Medicina...»abrebocas y 1 escarpa; 2 jeringas; 1 162. —M. T. B.: Joaquín MESTRE Y MO- Con un estudio preliminar acerca delhierro para colocar sedas; 1 sacábalas; RER, nació en Barcelona el 29/11/1854, autor y sus obras por Ángel GONZÁLEZhierros para cauterizar; otra caja de hijo de un farmacéutico; se licenció en PALENCIA y Luis CONTRERAS POZA Ma-madera de álamo con 4 trépanos, 3 ca- Medicina en 1879, En 1906 fundó el Ser- drid, Bibl. Clásica de la Medie. Esp,negulles, 2 pujavantes, 1 sierra peque- vicio de Urología del Hospital de Santa Xiv' 1944ña, 1 escarpa, 1 lenticular, 1 tijeras y Cruz de Barcelona y en 1931, constitui-dos sondas uretrales de plata. En una da la «Sociedad Catalana de Urología»habitación contigua, o sala, existía una fue elegido presidente. Hacen referen- DANÓN4

Problemas funcionales de laencrucijada hepato-bilio-digestiva

^^^í H M L I H M PKjYjk?amm J ^^^Bf Bi ^.

DISTENSIÓN ABDOMINAL, METEORISMO DIGESTIÓN PESADA

HEPA• ' ^ ^ TT ^^í^fc^ T ^ ^ — ^ ' ™ " ^ — ' Distensión abdominal.

^ I ^T ^ ^ I . ^ ^ Meteorismo./ I • • I " ^ ^ \ Digestión pesada.

V y \ ^^_ i^y 1 / IÍ_JS J L Pirosis.^ ^ * ^ ^ Epigastralgia precoz.^ ^ _ ^ r^T^i Disquinesia biliar.

^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ C O Dispepsia hiposténica.M ^ B \ » / Náusea, con vómitos biliosos,^ ^ W cefaleas y mal sabor de boca.

COMPOSICIÓN POR GRAGEA CONTRAINDICACIONES2-MPG [2-mercaptoproplonJlglicina) 100 mg: Método- Casos de hipersenslbilldad conocida.pramlda clorhidrato 10 mg; Clclobutlrol calcico 100 INCOMPATIBILIDADES Y PRECAUCIONESmg; Procaina base 100 mg. No se conocen.POSOLOGIA EFECTOS SECUNDARIOS1 gragea 3 veces al día, 1/2 hora antes de las comidas A las dosis terapéuticas no produce efectos secun-(en caso necesario, 2 grageas 3 veces al día). darios.El tratamiento con Hepadígest puede prolongarse In- PRESENTACIÓNdetenidamente dada su inocuidad y buena tolerancia. Envase de 40 grageas. 297,80 ptas.

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J URIACH S C." S. A. Bruch 49 • Barcelona 9

J.S.R. 36 años. Empresario. P.A.S. 63 años. Representante. G.Z.A. 69 años. Jubilado.Sin antecedentes. Sin antecedentes. Angina a los 58 años.Colesterol: 3,1 g/1. Colesterol: 2,9 g/1. Colesterol: 3,3 g/1.

Claudicación intermitente. Diabético compensado.Acúfenos.

requierenDavistar

Bloquea el proceso ateromatoso y estimulael trofismo vascular

INDICACIONES Al normalizar las lasas de lípidos sanguíneos, DAVISTAR resla-Hiperlioemias blece la actividad de las antivitaminas K, por lo que, en caso deHiperlipoproteinemias II, 111, IV y V. tratamiento mixto, debe disminuirse a la mitad la posología habi-Aterosclerosis cerebral, coronaria y periférica. t u a l d e l o s anlicoagulantes.Angiopatías diabéticas. COMPOSICIÓN

CONTRAINDICACIONES Cada cápsula de Davistar contiene:

DAVISTAR no tiene contraindicaciones, pudiéndose administrar £ ' ° !? a 8 , ?2S m g

sin riesgo a hipertensos, hípoiensos, diabéticos, gotosos, etc, cual- Pirtdinolcarbamato 150 mg.quiera que sea su edad y durante largos períodos de tiempo. POSOLOGÍAA pesar de que DAVISTAR no ha demostrado poseer acción lera-tógena, es aconsejable abstenerse de utilizarlo durante el embarazo, D o s í s d e at*que: 1 capsula, 3 veces al día.ya que una elevación de las tasas de fosfolípidos durante el mismo D o s l s d e mantenimiento o profilaxis: 1 cápsula, 1-2 veces al día.es ñsiológica y necesaria para el desarrollo del feto. PRESENTACIÓN

INCOMPATIBILIDADES Envases de 60 cápsulas (PVP 534,80 Ptas.)DAVISTAR puede utilizarse en terapéutica combinada con cual-quier otro medicamento: hipotensores, diuréticos, vasodilatadores, ^—x

r i Í S ^ . i S S S n r ^ i S . Tlina' •™"UÍ1¡M"t" ^ ) J. UR.ACH « C- S. , M . . B«-« 9

MEDLgNAREVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICO INFORMATIVOS DE LA MEDICINA

Director: Dr. Manuel Carreras Roca

Secretaria de Redacción

Centro de Documentación de Historia de la Medicina de J. URIACH & Cía. S. A.

Barcelona, enero de 1977

JOSÉ ANTONIO AYALA

MEDICINA PREVENTIVA

EN MURCIA:LA JUNTA MUNICIPAL DE

SANIDAD C1849-1900)

647

II

por JOSÉ ANTONIO AYALA

MEDICINA PREVENTIVAEN MURCÍA-

LA JUNTA MUNICIPAL DESANIDAD C1849-1900)

1. Estado y Medicina en la segunda mitad nen, en un círculo vicioso que sólo romperándel siglo XIX los partidos de clase, los diferentes programas

de dichos partidos decimonónicos: modera-Los fines teóricos que se marca el Estado es- do, progresista, unionista, constitucional, ra-pañol del siglo XIX a partir sobre todo, salvo dical; conservador o liberal en dos palabras,algunos paréntesis, de la muerte de Fernando Pero, en definitiva, el Estado, institución oVII, son fundamentalmente dos: la Libertad instrumento de esta concepción, será un Es-y el Orden. La libertad entendida como dere- tado individualista, que sólo deberá interve-cho natural del hombre, inherente a éste, y nir.cn mayor o menor grado, según ideologías,por lo tanto alma y principio de todo derecho en la vida de la sociedad, para salvaguardarpositivo que pueda existir; el orden como los derechos del individuo y para facilitar lagarantía justamente de esta libertad. Entre libre expresión de los mismos, limitando suestos dos polos, pues—libertad y orden—, os- intervencionismo, fuera de ello, a suplir ac-cila la acción del Estado: un exceso de liber- tividades que escapen a la capacidad de reso-tad por parte del individuo puede coartar la lución del individuo '.de los demás y producir «desorden»; un ex- Entre los problemas que cumplen e] anteriorceso de orden puede coartar la esfera de liber- requisito se encuentra el referente a la Sani-tad del individuo. dad. Aquí, como en otros sectores, el EstadoLa gradación entre ambos polos se concreta distingue dos planos : el privado y el público,mediante la existencia de los partidos políti- El primero —la enfermedad del individuo—eos, exponentes de la dialéctica del propio es de la incumbencia de cada uno que, por laliberalismo: la mayor o menor libertad defi- cuenta que le trae, cuidará de su propia vida.

* Trabajo premiado por la Real Academiade Medicina de Murcia, con cuya autorizaciónse publica.8

III

te

Pero ¿qué decir de aquellas enfermedades estructura fundamental se mantiene, paradó-que, escapando al control individual, pueden jicamente, intacta hasta nuestros días, y sóloafectar al conjunto de la colectividad? Está sufrirá algunas modificaciones orgánicas has-claro que, en ese caso, ya veremos con qué ta principios del siglo xx, por el decreto decondicionamientos, la administración estatal Instrucción General de Sanidad de 1903, do-debe suplir la acción individual con los mayo- cumento de menor rango. Por dicha Ley seres recursos que posee el poder organizado. crea la Dirección General de Sanidad, depen-La Sanidad pública, pues, en el siglo xix, se diente del Ministerio de la Gobernación. Comocentrará exclusivamente en aquellas enferme- órgano consultivo del Ministro existe un Con-dades de repercusión social: las enfermeda- sejo de Sanidad del Reino y esta misma orga-des transmisibles, y las condiciones higiénicas nización se extiende a las provincias y a losgenerales que puedan afectar a una colecti- pueblos de más de 1.000 habitantes: de losvidad2. gobernadores civiles dependen las Juntas pro-Y este servicio comunitario será organizado, vinciales de Sanidad, de los alcaldes las Jun-muy al .estilo del centralismo y uniformismo tas municipales y los miembros de éstas diri-estatal del xix, de arriba a abajo en una gra- gen y controlan, en caso de necesidad, las ju-dación que empieza en organismos nacionales risdicciones menores de distritos o parroquias,y llega hasta el colectivo parroquial con sus Las Juntas provinciales y municipales tienenconsiguientes controles políticos. siempre carácter consultivo ya que la direc-Exponente de la organización jerárquica cita- ción superior del servicio de sanidad corres-da es la Ley de Sanidad de 1855 ' que en su ponde al gobernador civil4.

Vista de la Casa Consistorialde Murcia en I&45, desde lo alto delPuente Viejo. Del Boletín de Informacióndel Excelentísimo Ayuntamiento de Murcia.Agosto 1969.

9

• (1 . •IVtJM. 1 5 . tañe» M Je enera de 1819. 9 CUARTOS.

Stlr ale ptrüdieo I»*» ht Urna, . . . fijfiaBftjtf/ £o« «ntrneiol K iiuír(«rml • « * •

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I XOUTII iKBr' 0H6IU ' •DE LA PROVINCIA DE MURCIA.

I — _ - . . • j I

AU*f Tt!TtrMÍ IL^ í)'*lí íilíí* blaeioncí que no tuviesen 20,000 airan», f en tai da par- Ii \ l B J J ^ í f f Í l « » J S ^ A J « J f i l * » * * * ' • tido relian Kl.ea pueblo* que pasen Je (0,000, se »¿ I

" l * l i l " mentarán cuatro Vocales lambien fupernumctarío*, de luí IAiimcr» 42 . cjaícj di>s serán elegidos entre los indi*!Juoa de A>ui.U* I

G O B I E R N O P O L Í T I C O . ***** ó " } ' • la c'a1* <•«. P™F»*«¡O-, f '<" •»«•. * J I" do Is de profesores de U ciencia de curar. I

— ' • « 4. ' En la» Junta* de paitido de los puerto) cutí po- I3 a Sección.—Sanidad.—ti Eiemc Sr. Ministro riela blacion na exceda de IO,»UO almas, w en lodai lai n o - I

•iifl.'i.n : MI sj-_• I Itt'Liin en Redi orden circular de 16 del ec- nicipates mannm»*, te aumentarán trcsVocales iguolrren* II " I me dice lo qne n^! e. té supernumerario?, de los cualeí uno a! menos hi de icr I

aCreidní.por |teaI decreto de 17 de [mano de 1 S4" lis profesor de medirina 6 cirugía.r i t l n (!•• Sarii<Jsci pro'inciale», de partido j municipales .+- :¡.* En las capitales de provincia 6 de partido donde I

I naritima* con; tí coineuicrlc orgiinitocion para quu en cir» se^un lo díspueitu eit la regía 1.a ha de hiber Jtinta mu* II CMBSUBCW^ ordiniriai puedan icrvir d« cnerpoi cuiisuHi- nicipel ademas de la provincial 6 de partid", *o compon* I

I i« i luí Jefei politicón en la dirección superiür del im- drá la municipal del Alcaide Presidente, de un Vicepre* Iríanle amo nsiUrioj j rc^r^aniíatias la* de pneíto j'M- «iilunte, de do> inditiduo-) del A»untamiento, de oíros dos Iileí en ftcal orden de 17 de diciembre del minino aflu, de la JU»L.I de Iteneñeencia j da doi prufeioreí de medí* I

I ! '• prft.itlo toda* ron celo y desinteres el servicio pro- ciña j uno de farmacia. •I a de MI instituto. Pero cuando la cpiílernia del tolera re- 6.* Lai Juntas ntnnicipaleí da Sanidad qne han <fe II w n el Nurte de Europa j nmcnaia qmiís con ia ima- creane en lai poblaciones donde nn etiite Junta itgtini I

on a nue<(ro territorio, es indispen-able onmeclnrles ntro de dichu ramo en circunstancial ordinarias te compondréb II jnití» extraordinario mucho mai cfieai. PrtVMto M b»ltl del Alcalde PreJidentey de dos individuos del Ajtmtarriien- II e-te rato en el art. 18 del referido t: • a I decreto, pucj- t», de duyi vecino*, del Cuta i^rmc , de dai prorésore« I

(jne dispone, no loto el aumento de loi vocale» que M de medicin* ó de cirugía si no hubiese de los priraerot II si día com|ionen dicfiói'Junta), jino también la creación en la población.• ir tas municipales en los pueblus del interioren que por 4 7.* La elección d« los VnraTei supernumerario! qua II .••> corlo vecindario no se lia comideraJo neceiaria su c\u- Fian de aumentarse en lis Junta! primnciale*, de partidlo II ..oeia en tiempos normales. Muy interesada S. M. ! i Kema j municipales maríhma«, j ée los de númer* que li»'n II • ;• la conservación de la «alud de lodos los pueblo* Je la de componer la« municipales de nneva creación, pefien¿- II ? nínsola, y enn nbjelo de pretaver los mole* de aquella rerá al Jefe político de U provincia, previa projluéitt' <(• II ->; ideftiia en cuanto ira . poiible, se ha servido rc»oher, |« Junta profiflcial pira los Vocales lupcrnunírraríoi' rfa II L-nformn con lo propuesto por el Consejo de .Sonid»d, que e l la , f del Alcalde respectivo par* los de I11 demiV. Pí'r'p I

I ..ira el cano de aparecer el colero en nuestro territorio, «n Ivs pueblos donde ito existe Junta alguno/ ¿4 SiniiJd I• • datante ni p^rmanenci*, te organicen las referidas Jun- ' pudr* in-talai* desde luego el Afcalde la municipal plui'^'rí* I• U> bajo la« reglas sigtiientei: rjeria pro*i»iottálmenle hasta la aprobación del Jvtí polítfói. I

1 . * Se aumentará el número de Vocales de laWunl.ii ' 8 / Los Vocales facuhtilivo», lanío *iipernflm'r»ri<K có'- I• ptwñfttattf, de partido j muniripale» de Sanirfnd que en rno de' número, podran elegirse «nlre toa Subdelegado* JU II el día etitleñ, y ge Tormarán Juntas municipales en to- Sanidad pertenecientes i l«s proTr icnea inilíciifai, I Í úi~ I• -í-i-l«j pab'acionei donde no las h«ja de ningún» clase, á tien so residencia en el pueblo donde exista la Jfinta 'j II -' *rr (|üe Iciif-an mai de 2(1,0110 alma?, en caro ctso se no forman parle de la de partido: fuer* dé tsto» casoi ra- II ítibleccrá Junta municipal, adema» de la provincial caerá la e'eccioo ea los detois profetoreí de U citneia da I

I *• de prrtido. curar, con preci>a sujeción al ¿rden de" preferencia ' eíla- I2.* En las pobtaeiones que excediendo de 20,000 olmas blecido' en los arliculoi 4.* j 24 del Regíanteuts'de di- I

I Hm de tener Junta municipal, adema» de la provincial Ó cbns Subdelegados de 24 de julio litijmo.I - pariido, tegun lo dispuesto en la regí» primera, se tu - 9." Lofe' M«r«t«riof de Ajanlami*nto lo irr in nales I

-mará la Junta superior eon dui Voealea tupernumera- d« las. Juntas Uunicipales de nuera cr«acidn; perd en lis Ii facultativos elegido» entro lus d* cualquiera clase que pueblos dunda por emlir Junla de partido lo cean ja da I

I -*en«r:eren ala municipal. e«ta con arreglo 'al art. 16 del Real decrrlo de 17 da I3.* £ D lai Juoioi oroiíocialcí de Stnidai d« !•• *— t u t u de 1S47, el Alcaide dciignari ea(r« ios empleada) I

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c* v y

Staticum modula la Staticum. Por ello, %$£$%£&'*.,.*<,»«,,„..*******liberación de insulina de Staticum puede adminis- BHKWSr" M"'""' ° "epí"1!*acuerdo con las necesi- trarse incluso pordades de cada momento, la noche, sin riesgo de K K n . ,81ícomprsndia

La variación nictemeral hipoglucemia. ^sSZS^S^i^&mi^^USSSídel nivel de glucemia es "" ""'"'""""u" ""cu"¡°""° * ">™'"McBn

el único condicionante de V"r5K,ÍK.,.«,.«..a.,.*.^.» «—«*,*«*«,«lA n<íl 1 nOQprrarinn pn p compensable o mal compensada con dlela sola o con Staticum se presenta en envases de 30 y 100 compnml-Id IIIÜUIII IUÍJeO[t?UIUI I C7M CI o l ros nipoglucsmiantos orales. dos. Cada comprimido d« Staticum contiene 5 mg de-ijnKÁii/tsN trn+nWn A A H Tratamiento de la diabetes con necesidades de Insulina ghpentida (UR-661Í. Una ranura central permite al frac-(J laDet lCO t r a i a O O COn inferiores e 40 Ul ai día. cionamiamo del mismo en dos dosis exactas de 2.5 mg.

{P.V.P.: 197 y 590 ptas ]

II

Serenidad I " | I I \ O I \ Ia cualquier nivel. ^ ^ J V I V i ^ J • I I

SulpirideIndicaciones:

^ ^ ^ ^ Trastornos del psiquismo. Ansie- I 9 ^ ^^ h í M V b lla(l- Irritabilidad. Insomnio. Sín-

^ H j ^ ^ ^ dromes psicosomáticos. Estados I^ H ^ ^ B depresivos. Estados de inhibición ^ ^ H 1 ^W

- ^ ^ | H ^ B t neurótica. Neurosis cardíaca. Pal- I t Jfl^ ^ _ . _H ^ ^ pitaciones. Hipertensión modera- ^ ^ H

H > l ^ l ^ ^ t k ^a ' úlcera gastroduodenal. Dis- I j j í^ L K pepsias y disquinesias. Migrañas ¡ K^»^^^^3•A I digestivas. T^d^^^^

• En la infancia: IIF T|I Trastornos de la conducta y del | L . ^ J !

^ ^ ^ ^ ^ ^ I comportamiento. IVg^lS^ ^ ^ -^^B I Bajo rendimiento escolar. Falta de

I atención y memoria.fl& H I Tenores nocturnos. Tics nervio- j^^L I sos. Timidez. Fobias. Introver- I vV^I

M ^ l I sión. Celos. Enuresis nocturna, et- II cétera.

I Presentación y composición:I GUASTIL

^(^H I Frasco con 30 cápsulas de 50 mg.^ ^ ^ ^ ^ B I (Minicápsula) P.V.P. 330.30 Ptas.

W A I GUASTIL PEDIÁTRICO^ ^ B I Frascos con 200 c.c. de suspen-

d í A ^ H I sión de agradable sabor.I P.V.P. 243,70 Ptas.I Cada 5 c.c. de suspensión contiene II 25 mg. de sulpiride.

Posología: /B\CAPSULAS: I O 1De 2 a 6 cápsulas al día. . BPOHORMSUSPENSIÓN: \M/Lactantes: ^ ^1/2 cucharadita (2,5 c.c), de 1 a3 veces por día.Niños de 2 a 7 años:1 cucharadita (5 c.c), de 1 a 3veces por día.Niños mayores de 7 años:2 cucharaditas, 1 a 3 veces pordía

Efectos secundarios:Al igual que otros psicofármacos,dosis elevadas pueden provocargalactorrea o amenorrea transito-rías.

/—N Normalizador del comportamientoS»ífí J. URIACH & C" S A , . . . . .

\W Bruch 49 Barcelona 9 PSM]U1CO JT |)SIL'OSOIllÚt¡CU.12

V

Real Orden 18 enero 1849.

2. Creación y trayectoria de la Junta calde del municipio; un vicepresidente, unoMunicipal de Sanidad de Murcia de los tenientes de alcalde; dos regidores;

dos individuos de la Junta de Beneficencia;La Junta Municipal de Sanidad de Murcia es dos licenciados en Medicina y un farmacéuti-anterior a la Ley de 1855. De hecho, las Jun- co. Todos ellos nombrados por el Gobernadortas de este tipo fueron creadas por Real De- civil entre una terna propuesta por el alcalde.creto de 17 de marzo de 1847, pero refiriendo- La Ley de 1855 introdujo algunas variantes:se exclusivamente a los municipios marítimos. además del alcalde, se compondrían de tresPor eso la creación de las mismas en los mu- vecinos, un farmacéutico, un veterinario y en-nicipios del interior se realizará mediante un tre los dos licenciados en medicina se hacíanuevo documento; la Real Orden de 18 de la distinción de que uno debía de ser profesorenero de 1849, que las hace, además, compati- en medicina y otro cirujano, desempeñandobles con la existencia de una Junta provincial uno de ellos las funciones de secretario de laen la misma localidad, siempre que ésta tenga Junta. La conexión entre las Juntas municipa-más de 20.000 habitantes, como era el caso de les y las provinciales se hacía a través de losMurcia. alcaldes, que formaban parte, en las capitalesTanto las Juntas de los municipios maríti- de provincia, de ambas. De entre los individuosmos como las del interior surgen como orga- de la Junta se nombraba una Comisión per-nismos preventivos de las epidemias y, con- manente de salubridad pública encargada decretamente, de la mayor de todas ellas que proponer a la Junta las medidas a adoptar se-asoló Europa a lo largo del siglo xix: el cóle- gún los casos.ra. La razón de que se crearan antes las Jun- Aunque, como ya hemos dicho, el motivo prin-tas en las costas españolas es el miedo al con- cipal de la creación de las Juntas fue el hacertagio que podia venir por vía marítima; la frente «a los estragos del cólera» su misiónextensión de las mismas, en 1849, al inte- se extendía a otros servicios: «primero, pararior es por la nueva amenaza de la epidemia remover las causas de insalubridad de todaque se cierne ese año sobre el norte de Euro- especie que existan en la población o en su tér-pa que hace necesario un «servicio extraor- mino; y segundo, para contener o minorardinario mucho más eficaz»5. los estragos del cólera o de cualquiera otraEn 1849, las Juntas municipales de Sanidad enfermedad de mal carácter que reinase en laestaban compuestas por un presidente, el al- misma población, o hubiese motivos fundados

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VI

(a.I e 1i Secretan* del mrimo AjnntimietitQ el qav lu t i de de eiiilquirra. Í« ni* clase* hi j «Igunoi <|tie paedin'iulluir II desempeñar aquel cargo. desventajosamente en l i talud pública. . .

10. Lai Juulai municipales de loi puertoi capitales de 16 I ai Comiu'onet permautnlet de Salubridad repor- II provincia que tengan roas de 20,01)0 «linas taUrín fBf(f•" tiran eutrr m Vocales I >s traba]*» eipre>adu» eu la regla II gadu únicamente dtl tervino de unidad ¡nleriur, ligmeii- aoleriQr,,dividiéndose eo HolicomiMouei encalcada* deljde-. II do lai provinciales deiempeAande el marítimo, sempeño de los deberé» respectivo* i uno 6 na* pirra fot. I

11 . L n J notas prütiocialei y de pariiio da la* po- Los Jefes ffulítico», á prupuetta de It i Junta? municipa- II blacioaei qua DO lleguen k 20,01)0 alma?, adema* dé *i> le* ó de la* que reúnan e>le rarárter, aumentarán con in- II especial carácter, tendrán el.. da municipale-, j detempe- dmduiu de fuera'de ella* ei número de Vucalei'de dicha* HI fiaran de consiguiente toda* tai obligacioneii que respecto Corar-ione* cuantío lo c i ja la importancia j multitud da II i la poblaciqa donde residía se ponen al cafgo de la> J un - 'oí atuotot: estos ¡oáitiduw irán deo^nado» nominalmeQ- II tai muDicipalei. te en luí propuesta?, t i l ionio la Subc«ini»ion en que ba- I

12. l.l» Juntii manieipaléi de Sanidad •> I n q>ia ten- jan de temar parte, , serán Vocales supernumerarios de II gan cite carácter, legua la regla anterior, eslieran eipe- la Jutita que lúa propungn, ton IJ * mismo* derecbqs j obli- 1I mímente encargadas d« proponer al Alcalde cuanto fue- gacíonei que tal den»a«. (

I le necesario: primero, para remover Ls cau-ai de ii^alu- 17. La* Conutíontt permantuttt <lt Salubridad ¡lúbli- II bridad da toda especie que exulto en la publacion ó rn ea presentarán á la* J H B U I Djiuaicipatai j a las que leu- I• au término; y leguode, para contener 6 minorar luí e i - gan este eaiátt-r, en el i n n m . nuh curio pon Lie, un in- I• trago* del cólera ó de tualquieu otra enfermedad de mal furrne que contenga el lotulladd de >u* investij-jciiinej rai- II carader que reinaie «ti la misma población, ó hubiese mo- [ledo i todoi lo» puntoi referidoi i-n U regiu 15. Lo* AU II tivoi funda Jo j pan temer su apariciou en ella. tal.lej .remitirán «I Jefe noiíuco este informe con ei dic- I

13. Loi Vocaleí de lai Juntas que cita la regla ante- lamen de I n Junta» j el tajo i/artnuUr, pmpunieudo la II riar auxiliarán cfiraimenla i lo* Alcalde* en U dirección que jui^uen conteniente «i.bre lo> ««diot de rilMTflt Ut II da lai determinaciones que tomateo acerca del tunUuida CM*W de in>alubnJad quu en.ian t-n lut pabbdotim r««- II de loi doi parraToi eipre^ado* en dirba regla, j •tUtftq MKttw; j el Jefe poliucu, fia perjaiei» 4w del. nmnor Jei- II obligado! i de-enajieDar Fuera de la Junta la* cunmiui.e» de luego lo que trojera vp«rU«o, M-¡>UD lo urgsncia del II que le» encarguen lo* mismo* Alcalde», bajo la responda- cato, pn»ará tul ttifurtnr* de U, juma-, lubillttiuai a .,i II bilidad de e»to*> ja tea para lustituirle* en uqu«|ia direc- prutiocial para que, funnudu |»u C Í U ulro general •!>• to« II cion, o ja para cualquier objeto de loi comumudidot en do* toa de la provincia* sea i-lcvudo con el espedíeata at II leí mencionado! párrafo!. Gobierno pur aquella Autoridad.

14. En |ai Junta* municipales de Sanidad de U- po- 18. Lo» AUalde>, de agüenlo con lai Junlin de ^ i - , II blaciopes que pasen de ¿<>,0U0 alma*, i en laa jtruvin- niJíii, dividirúit lu> publatiuuc* que tengan UM de 10,1100 II eiafe» j de partido que tengan el carácter de muiiicipale*^. alnas, en bamoi> parroquia* ó dlairituf, Rilar la».Jo eu lo II adema» de (a! comisione* qut *u Pre>identt* cre/eie •por- posible la dlviaUM aoopuda para lu» Jutttu de lli'uvli. en- II fu«o designar para objeto* e*peciale«, te n»mbrará detde cía. Loi rni>mu» Alcaide, comu Prati*liiit«a de iiibiiiJai II luego pnr el mismo una Caminan permantnle dt jaJubri- repaitirin entre »u» Vi>ulei lu ¡n»pevci«u mixcui de c j - I• dad pública con el encargo de piupouer ú ta Junta cvintu da una de las piirte^ en que te div.du la putilaeitiii,I fiedida* fucieo necesariai pora cumplii lo* ubjeiot ttpt%. 19. Lai Junta* rnuni. i|iai«> de üa«Ídad de lu» gurbio* II ladoi eo I* regla 12. E»ta comisión tendrá también m u que no aean rtbeiu» de pin*í«CM ú de tutrtide tvtaiétku I• urguel deber especial i* in*p«cciunar j d« dirigir cuan I» también Comitionei prruiantntti de >atutntd<id encaruailii II lo creirre Conveniente el Alcalde^ bajo lus ónii rn-* j reí- <le lo* deberé» »en«ludu« en !•• n^ln. 11 • |& »i lu i>t>r- II *pon<abilidail d« « t » , la ttjecucion de la* medida* qua futra miteu lai ciicuu>ianCi4* da la pnbiltiu». i<n l«i pnelilm II preciso adoptar pma el cumplimiento de arjuelli» ebjvtul. Jwnde *e furmen c-u. coraifiobCi^ lo* fj. ¡Jt.itnoi t i tu l i i» I

15. Las Comisiona ptrmantntei de Satubtüla<t públt- e*Ur*n ubl'godo. t dar Itn iMWine arerra de Ini puiilM II ca le ocujiarUM injnedialamf ule: (irirnero, en etlHIinir in¡- contenido* «ü U ri-gla |Q; si Aktldri pauri Bat« iufarutd I• «uciuiamente el estado de la publaiion relalitamenle ú U* con el dulomen de lu Junta » el auto iioitii ular ul l'rg. I• caucas pennaDenle» ó accidéntale* de in<alubi<.liiü q.i« >« bidente de la Jimia d« partido, á fín da que .-.te lo ele.o I• oboerteo en el sue'o que ocupu la moma (lobauoi. ¡ «u con ta« observaciones que creare oportuiu* i I Jt-fj DL>IÍ. I• termino, en opecial ropecto á la* iguii eurneil** ó e,a- Uto de U protiMcia pam lo» elettoi txpreudut en U r«- I

• tincada» j i Un *tlins donde bubiere malenai Bniroalo» ó ¿(a 17. J

I véjeteles eo e>tado de patiefarcios. Segundo, aat-iaminar 20. Para todo lo relativo al orden de lo- diicu»io(,c* I• ba causal de ¡nialiibndud que eiiiUn en la iui*eu pubía- I lareat de las Junla.de nueta creación i« ulHtrtari luor I• cion reipecto a lai babilacione*, 4 loi «dllleioi doadr »e utiora lo di-pu«.to vn el reglamento ¡iro.uionoi de -i(J d« II reúna gran número da individuo*, como ciMitelm, cane. maim de IS Í7 , iu*erlu eu la Gactta de 4 del fl^Hivule II le», hospicio», bo.pitale*, teotroi, colegius ¿ce, i U, f¿. ubril, tiempre ({ue «Ü M oponga I lo determinadu uviiro- I• brieal v e> tablee im i en tos Minies j comernale» de tuja ei- «ámenle en la> n-gla* anlenores.I pecie J 4 loi mercado». Tercero, en examinar é ¡u.p«é. Üe Keal órdeo lo comuoico a V. S. para lo» efatei II ciooar el estado de la policía sanitaria relstita á luda Cd- currcpundienle^, en el concepto d* que debiendo rouai- I• se de juitanciat aüinei.licia* y de lo* eilablerimieniu. don- derat.e ja de lu mejoi impurtsiuia lu pronta urganimioH I• de se sirtDii al público cumida^ó bebidas, i.uart», eo pro- de la* Juntan en loi término* etpre».id<»<, debeii V. 5. II curar reui»if por medio de lo* Alcaldes loi dato* Hcatl- a. usar desJe luego el recib'o dv tala circular j dar'col I• rioi pora adquirir ei conocimieutu mas exaclu qut> sea pu- nocimimieijlo a e»te Ministerio mui.do se bata comi.lela- II sib'esibreel otado de IB hoipitalidad cvmun j domitilia do la leferida oigunitauon.» •• ría reac io i loi indigentes ¡>anoi y enfermu», y «ubre l0 Lo. que he depuesto *e publique por medio del Bu I• probabilidad de poder contal con Mlflcieotei W U M i , • lelin oUcial para la cumun ii.lei.Ke.Kta de lo. (uliiUalel I• ra la asUlencia j curación de aquéllw» en ca*o> exl'a»rdi- Je esta provincia, j de lo, aut»naade» a quieiiei comí». I• baria*. Y quinto, eo eiaminar, por ulli.no, »i eotte lo» h4- ta tu cumplimienlo, a euva efecto te les comunicaran I• tutos 6 coMumbí-;» de la generalidad de los n«ba*me* ó as óideut» oportunas.

H

Vil

para temer su aparición de ella»6. A estas mi- mo acuerdo citado, con una inexactitud. Lasioncs se añadía a veces la de beneficencia, Junta murciana no se reunirá tan regular-íntimamente ligada a las anteriores, ya que mente ni mucho menos. A lo largo de los ciñ-eran las clases menesterosas las más afecta- cuenta años que abarca nuestro estudio lasdas por la insalubridad o por las epidemias. reuniones no llegan a ser ni mensuales: hayPero en todo caso, el Estado se inhibía de in- años en que solamente se reúnen una o dos ve-tervenir en la salud del individuo y sólo de- ees, pero en compensación, cuando el términosarrollaba una acción preventiva, a través de es invadido por el cólera, las reuniones sonlas Juntas, en caso de que la enfermedad o la diarias y, en ocasiones, dos veces por día, co-falta de higiene pudieran afectar a la colee- mo ocurrió en los períodos álgidos de los añostividad; y aún esto último ya veremos de qué 1854-1855 y 1884-1885.manera. Como órgano consultivo que era, la Junta ase-La Junta de Murcia quedó constituida, con ca- soraba al Alcalde y al Gobernador civil en losrácter bianual, el 11 de marzo de 1849 ;, bajo la asuntos que éstos le sometían y emitían infor-presidonia de D. Salvador Marín-Baldo, a la mes sobre la aparición de enfermedades con-sazón Alcalde constitucional, y los primeros tagiosas o sobre medidas higiénicas necesa-facultativos que formaron parte de ella fue- rias. Además controlaba la puesta en prácticaron D. Restituto Sandoval y D. Agustín Escri- de las decisiones adoptadas por las autori-bano, y como farmacéutico, D. Juan María dades, concedía determinados permisos rela-López. La reunión tuvo lugar en el salón del donados con la sanidad en el término muni-Instituto de Segunda Enseñanza, y en ella se cipal, inspeccionaba ante denuncia o pornombró la Comisión permanente compuesta propia decisión el estado sanitario de estable-por el primer teniente de Alcalde, D. Francis- cimientos o lugares públicos y era, en defini-co de Paula Álvarez y por D. Francisco y D. tiva, institución que engarzaba, desde aquella

,' Restituto Sandoval; se dividió el término de su misión, medicina, sociedad y administra-la capital en distritos, a efectos de control, y ción estatal.se acordó reunirse en sesiones ordinarias una El peso de los trabajos más específicos de lavez por semana, los sábados. Junta caía de modo especial sobre los facul-Para una visión general de la trayectoria de tativos que la componían ; y también las res-la Junta, que es la que pretendemos dar en este ponsabilidades mayores, y las consecuenciasapartado, nos encontramos ya aquí, en el últi- graves. A ellos, y por su intermedio a todos

15

VIII

los médicos de la localidad, se recurre en los que puedan cobrar a «los enfermos pudientes»,casos de epidemia para hacer frente al mal. Siempre, sin embargo, se contaba con su cola-Uno de los primeros actos de la Junta en di- boración y desinterés : cuando la Junta de San-chas ocasiones es reunir a todos los médicos tornera escribe a la de Murcia en demanda depara consultarles la ayuda que están dispues- recursos, la contestación es que se hagan co-tos a prestar; así se hace en septiembre de lectas y «que se escite (sic) la filantropía del1854, en julio de 1884, en junio de 1890 \ en- médico de aquella Junta» ".tre otras, siendo ofrecidos inmediatamente Los ofrecimientos «filantrópicos» a la Juntasus servicios por todos ellos, y en multitud de abundan, como hemos dicho antes, en caso deocasiones de forma desinteresada. Las exi- necesidad, y quedan reflejados en las Actasgencias con los médicos eran mayores que de sesiones de la misma, haciendo constar quecon otro cualquier ciudadano; la R. O. de 22 es «sin retribución alguna», como ayuda a lade julio de 1855 ', mandaba que los profesores «humanidad doliente». A veces, las autorida-de ciencias médicas «no podrán abandonar el des o la Junta agradecen estos ofrecimientospueblo de su residencia en caso de epidemia». e incluso en alguna ocasión la reina se ha-Las dotaciones a los médicos eran escasas y ce eco de este desinterés l2; pero otras veces nino siempre religiosamente pagadas; oscila- eso : en la reunión con la Junta de 19 de junioban, en los años cincuenta, entre los cuarenta de 1890 " los médicos, después de ofrecer susy cien reales diarios, si eran utilizados sus ser- servicios, de nuevo hacen constar que a raízvicios y, en caso de fallecimiento, una pensión de la epidemia de 1885 «no solamente se lesde 4.000 reales anuales a sus viudas o huérfa- escatimaron y hasta dejaron de pagar sus ha-nos. Pero se sobreentendía que las atenciones beres, sino que en la cuestión de gracias, se ¿médicas debían reducirse a los enfermos sin procedió con ellos de una manera injusta»,recursos económicos invadidos por la epide- Hubo, claro está, excepciones a este comporta-mia, bien visitándolos en su domicilio, bien en miento de la clase médica, pero son escasísi- Ilos hospitales o lazaretos. Cuando el Ayunta- mas y no hacen más que confirmar la regla:miento, en 1854, quiere hacer extensivo este alguna ausencia en los momentos críticos queservicio a los enfermos con medios económi- rápidamente es denunciada, En todo caso,eos l0, algunos de los facultativos se oponen y muchos de los médicos sufrieron en su propiala Junta debe prometer hacer gestiones para carne su entrega al servicio de los demás; al-

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IX

MEDICINA PREVENTIVAEN MURCIA:

LA JUNTA MUNICIPAL DESANIDAD C1849 -1900 )

guno quedó imposibilitado, como D. Francis- Las peticiones de ayuda económica de la Jun-co Ortega Ballestcr, a causa del cólera de ta en caso de epidemia son frecuentes: al Go-1859 l4; y otros fallecieron prestando su asis- bierno, a otros organismos públicos, a los par-tencia a los acometidos de cólera, como D. ticulares mediante colectas o bien medianteJuan García Ibáñcz, D. Miguel López Tarfán, recargos en las contribuciones. Durante la epi-en 1855, D. José Valdivieso en 1866 y algunos demia de 1855, el Gobierno envió 100.000 rea-más, les, la reina 10.000 de su peculio particular yLa Junta en general, por otra parte, tuvo que hubo otras importantes aportaciones de veci-luchar con una carencia de medios económi- nos ", pero nada de ello bastaba para hacereos que frustraría, en gran parte, su labor. frente a los gastos que había que hacer. AsíPara casos de epidemia o de enfermedades se escatimaba, y no sólo en épocas de epide-«sociales», sólo se disponía de un fondo de mia, sobre los gastos más nimios: sobre el«calamidades públicas» en el presupuesto mu- nombramiento de celadores para la Junta, ennicipal que englobaba desde los gastos muni- los honorarios de los médicos y sobre el acon-cipal que englobaba desde los gastos ocasiona- dicionamiento de locales para acoger a los en-dos por una inundación hasta los ocasionados fermos.por unas fiebres. Las cantidades consignadaseran siempre insuficientes, pese a que se les 3. La labor de la Junta murcianaacostumbraba a umar la partida de «impre-vitos»: en la sesión de la Junta de 23 de Como dijimos en el apartado anterior, la mi-junio de 1849, a consulta del Jefe Político sión de las Juntas de Sanidad se vertía ensobre de qué medios se contarían para hacer dos direcciones: la vigilancia de las condicio-frente a una epidemia de cólera, se les respon- nes higiénicas y la prevención de las enferme-de que 70.000 reales, más los que quedaran por dades contagiosas. Empecemos por estas últi-invertir de los 35.000 de imprevistos 15; en la mas centrándonos de forma especial en el másdel 25 de octubre de 1860, la cantidad consig- terrible de los azotes del siglo xix: el cólera,nada de ambas partidas es similar, 80.000 Murcia, por una serie de condiciones ecológi-reales, cuando la Junta calcula que en las aten- cas desfavorables —hidrografía, clima, culti-ciones necesarias más imprescindibles debe- vos, entorno urbano y actividades humanas—rían invertir 132.000, por lo que faltarían fue de las ciudades españolas más castigadas52.000 reales ". P o r e l < < m a ' asiático». Después de la primera

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X

invasión ocurrida en 1834 ", la epidemia visitó miciliarias por parte de los médicos titulares,la capital y su huerta en los años 1854, 1855, socorriendo con medicinas y comida a los ne-1859, 1860, 1865, 1885 y 1890. cesitados ; fumigaciones a casas y enseres sos-Desde los primeros momentos la Junta ponía pechosos; oficiar al Ayuntamiento para queen ejecución las medidas profilácticas al uso: hiciese acopio de alimentos, carne y medici-1.° El establecimiento de un cordón sanita- ñas para atender a los invadidos; prohibiciónrio en la ciudad que impidiera la entrada de de vender en público hortalizas, carne, embu-personas y mercancías de otras provincias ; tidos frescos de cerdo, bacalao y garbanzos re-ello daba lugar a consecuencias económicas y mojados y algunas normas de buena higienesociales desastrosas para la ciudad o comarca en la ciudad, los cementerios y las casas conen cuestión, por lo que se prohibieron los acor- el fin de aminorar los efectos del mal. En lasdonamientos por Orden Ministerial de 18 de dos epidemias de 1834 y 1854 se utilizaba comoenero de 1849 ratificada por otras posteriores ; uno de los remedios la aplicación de sangui-no obstante, era tanto el miedo al contagio, juelas a los atacados; en 1854, la Junta deque las ciudades seguían estableciéndolos, por Murcia recomendó saliera a subasta la con-ejemplo Muria en 1854 y 1884. 2." Estable- tratación de 25.000 sanguijuelas, compróme-cimiento de casas de observación o lazaretos tiéndose el contratista a suministrarlas a lasdonde eran atendidos los procedentes de otras autoridades al precio de sesenta reales el cien-provincias o los sospechosos de padecer el mal to. A partir de esa fecha no se vuelve a hablarde la propia; en ellos el aislamiento con el ex- de ese remedio.terior debía ser completo, para las personas, La verdad es que los conocimientos científicosdurante cuatro a veinte días, según su proce- de la época no podían de un modo pleno hacerdencia, y para las mercaderías, unos cuarenta frente a un mal que aún hoy es peligroso. Eldías generalmente; era otra de las prohibí- aislamiento del vibrión colérico por Koch sólociones por el Ministerio de la Gobernación, seria en 1883 y la aplicación de las prime-ésta de la cuarentena, de la que hacía caso ras vacunas con asentimiento general se haríaomiso. La estancia en los lazaretos era gratis esperar algunos años más. De aquí que pron-para los pobres, a los que además se socorría ferarán los «remedios milagrosos», poco cien-con la comida diaria, y «de pago» para los que tíficos, como ocurrió en 1834 con los famosostuvieran dinero. «polvos de las viboreras», descubiertos en laOtras medidas adoptadas eran las visitas do- provincia de Albacete ", o con otros productos.

XI

Universidad tic Muida. [__ ^ ' ^ 1 - , ^ ^ |

En 1855 todavía se anunciaba en un periódico improvisadas casas de observación, daban nor-tan serio como el Boletín Oficial de la Provin- mas preventivas, prohibían todo lo que con-cia x la siguiente fórmula, «maravillosa», con- sideraban susceptible de agravar la enferme-tra el cólera, a la que se denominaba «Mistu- dad, recababan ayuda económica y repartíanra inglesa» : de Acetato amoníaco, 2 dracmas ; lo colectado, controlaban el número de invadi-de Tintura amoniacal de Guayaco, 1 dracma; dos y fallecimientos, las desinfecciones dede Creta preparada, 1 dracma ; de Éter sulfú- casas y otros locales y estaban siempre en con-rico, dracma y media; de Menta piperita, me- tacto con la población, con los facultativosdio escrúpulo; de Jarabe simple, 2 onzas, todo cuya labor agradecían o recriminaban, o conello mezclado y suministrado al enfermo a ra- las autoridades.zón de dos dracmas por dosis cada diez mi- Pese a los esfuerzos arriba referidos, el cólerañutos. causó considerables estragos en la poblaciónEl factor psicológico era importante y por ello murciana del siglo xix. Para 1834 se ha calcu-se oficiaba al Sr. Obispo para que se evitara lado en unos 2.152 los fallecidos en Murciaalarmar ¿i la ciudad con repiques de campa- capital, un 10 por 100 del total de habitantesñas, celebración de exequias, conducción de por aquellas fechas22; en los años posterio-cadáveres por el interior dp la ciudad u otras res, según cifras que no hemos comprobado B,cualesquiera manifestaciones de carácter pú- fueron 1.000 en los años 1854-1855; 1.289 enbuco; en septiembre de 1884, cuando ya había 1859; 169 en 1860; 1.065 en 1865 y 2.135 vícti-un buen número de enfermos, con «trastor- mas en la de 1885 ; la de 1890 fue de corta du-nos gástricos» en las casas de observación, la ración y las actas de la Junta sólo reflejanJunta ofició al Vicario Capitular para que lia- unos pocos casos. Aunque las estadísticas fue-mara la atención a un sacerdote de la Merced ron en todo momento bastante deficientes, porque había dicho que «el cólera estaba a las cuestiones internas y externas a la vez a laspuertas»21. epidemias, al parecer en términos relativos,La verdad es que la Junta de Murcia multipli- las dos oleadas que más afectaron a la provin-caba sus esfuerzos en casos de epidemia aun- cia fueron las de 1834 y 1885 en las que Mur-que una vez cantado el Te Deum, que señala- cia ocupó un cuarto lugar nacional M.ba el final del mal, adoptase actitudes menos Aunque el cólera fue con mucho la más temi-constantes. Sus miembros inspeccionaban los ble enfermedad no hay que despreciar losdistritos en los que se dividía la ciudad, pres- efectos mortales de otras : tuberculosis, virue-tapan asistencia a los enfermos, organizaban la, difteria, fiebre tifoidea, paludismo, gastro-

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XII

patías, etc., enfermedades muchas de ellas fas secas» para desinfectar y desecar las ropascuya propagación tenía mucho que ver con el procedentes de enfermos afectados por dichasentorno geográfico y las condiciones en que enfermedades, siempre se le responde que lavivía el hombre en el término murciano, coló- penuria de las arcas municipales no permitecando a la capital, hacia los años noventa del ese gasto.pasado siglo, «en la escala de las poblaciones Respecto a las medidas higiénicas preventivasinsalubres» con un 35,15 por 1.000 de defun- adoptadas por la Junta, las había de variosciones al año25. tipos. En primer lugar, inspeccionaba la ventaLas referencias y actitudes de las sucesivas pública de alimentos, sobre todo, carnes y pes-Juntas ante estas enfermedades abundan en cados, aunque las decenas de lugares en quesus actas de sesiones: en noviembre de 1850 se vendían hacía imposible un control riguro-los vecinos de los partidos de Santomera y Es- so de ellos ; en tiempos de epidemia se prohibíaparragal comunican la existencia de «calen- la venta de determinados alimentos ; se obliga-turas intermitentes» de carácter mortífero; ba a sacrificar las reses en el matadero públi-la Junta oficia enérgicos partes al Gobernador co, para su control, y en ocasiones se incauta-señalándole la causa en los regolfos realiza- ban de algunas partidas y aconsejaban a la au-dos por un molino del cauce del Merancho; toridad que fuesen multados sus propietarios,hasta casi un año después no comienzan a to- En 1856 pone coto a la costumbre tomada pormarse las primeras medidas. Periódicamente los panaderos de cocer el pan «con adelfa, vul-vuelven a aparecer en uno u otro partido, e in- garmente baladre» 26. Denuncia varias vecesvaden la misma capital, favorecidas por los las adulteraciones de harina de trigo «con fé-estancamientos de las aguas. culas procedentes de semillas»; de los vi-Sobre la aparición de viruela se hace referen- nos «coloreados con fuchina»; del pimentóncia en 1856 y vuelve a hacerse en los años —«una principal fuente de riqueza murcia-1865, 1877, 1882 y 1888 y entre los años 1891 na»— al que además de adicionarle aceite, sey 1895 produce 156 defunciones sólo en la ciu- añade, sustituyendo al pimiento «aserrín dedad, pese a las frecuentes vacunaciones gra- madera, harina de maíz, salvado, cascara de al-tuitas a los «niños pobres». Más estragos cau- mendra, pino, tierras ferruginosas, jabón desan el tifus y la difteria. A las propuestas de la sastre y mil sustancias» en la proporción, enJunta de que el Ayuntamiento compre «estu- ocasiones, de más del 75 por 100 del total ".

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Indulgiríael antünflamatorio más eficaz y mejor tolerado HH

aJjP| i l a

• n Ifflinfe i ^ l JT^

Indicaciones:Enfermedades reumáticas, artritis, artrosis, dolor de espalda, artritis gotosa.artritis reumatoide.Periartritis, hombro doloroso, sinovitis, tenosinovitis. Fibrositis, miositis,mialgias.Reumatismos musculares, lumbago, torticolis.En los procesos inflamatorios que afectan al aparato locomotor y al tejidoconjuntivo.

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XIII

MEDICINA PREVENTIVAEN MURCIA:

LA I UNTA MUNICIPAL DESANIDAD C1849 -1900)

La atención a las aguas estancadas es otra de de! que desembocaba en el río «sangre y de-las preocupaciones de la Junta en una ciudad más inmundicias del degüello de reses» queque no se caracterizaba precisamente por la llegaban hasta donde cogían agua los aguado-limpieza de su río, por los servicios públicos res que distribuían al vecindario28; pero res-adecuados, y que se encuentra rodeada de una pecto a las casas de la ciudad y los particula-huerta ya de por sí insalubre, de pronto seca, res que vertían los desechos al río la acciónde pronto inundada por las frecuentes aveni- de la Junta era nula. Y la irresponsabilidaddas y siempre con aguas muertas en su sub- de los particulares era grande en este aspecto,suelo. Son frecuentes, por eso, las peticiones y no sólo entre los ignorantes huertanos: ena las autoridades para que se dejen correr 1895 se denuncia a la Junta a uno de suslas aguas y se haga la monda o limpieza de los miembros, D. José Illán González, de poseercauces en su época oportuna. El agua potable una balsa en Verdolay cuya agua producíade que se servía la ciudad procedía, en parte, «malos olores» y había sido al parecer causade la fuente de Santa Catalina, en la vecina del desarrollo allí del paludismo; cuando lasierra de Carrascoy, pero era insuficiente por Junta adopta la decisión de que se cimbre di-lo que fue necesario completarla con la del río cha balsa, el Sr. Illán que había salido, comoSegura; ésta era buena cerca de su origen, era correcto, mientras se discutía la cuestiónpero después el río servía de vertedero de los cuando supo el acuerdo adoptado denuncia apueblos de la vega alta y de los mismos habi- los propietarios de todas las demás balsas detantcs de la ciudad y la huerta, siendo quizá aquel lugar: la del Sr. Obispo, la de D. Juanel vehículo más eficaz de muchas de las enfer- López Parra, la del huerto de Santa Catalina,medades infecciosas padecidas por Murcia. etcétera !9.La solución al problema de suministro de un La existencia de animales, cabras, cerdos, etc.agua potable limpia iba más allá de los pobres en el interior de la ciudad era otro permanen-medios con los que contaba la Junta, la cual te foco de infecciones muchas veces denun-aconseja en ocasiones, dentro de su misión, ciado; hasta en el mismo Hospital Provincialla clausura de los baños de Archena que ver- se acusó anónimamente a la Junta de quetían al río; denuncia, previo reconocimiento, criaban seis cerdos las hermanas de la Cari-las fábricas que vierten en él lejías o sucieda- dad, que atendían allí a los enfermos, en con-des, o cuando se trata de establecimientos pú- diciones no muy óptimas M. Otro de los proble-blicos, como en el caso del matadero en 1861, mas a los que atendía la Junta era el permiso

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XIV

Murcia. Diseño de ¡a fachada principaly Torre de la Catedral, dibujadospor Sebastián Feringán. ^ ^ . ....^

veres por el interior de la ciudad. Al parecer, fl!fnTnTTT7f»gi8cflBÍ fyBpirrirrrfny jj } . .

menterios existentes en la ciudad y los parti- jfj HroSb i r ! ^ H P * . , t 't—X ir''.dos fueron considerados en varios informes I«como insalubres», recomendando su clausu-ra, la que se realizó una vez construido el deNuestro Padre Jesús, en Espinardo, ya en losaños 80.Por último, la Junta estaba encargada de ladistribución de medicinas y alimentos a lasfamilias pobres que eran víctimas de las epi-demias u otras enfermedades, en contacto muydirecto con autoridades, particulares y las pa-rroquias. A los pobres de la provincia habíaque unir los procedentes de otras ya que, se-gún un informe de la Comisión permanente,«vagan por las calles familias enteras carga-das de harapos, llenas de miseria, dejando trassí un olor pestífero e insoportable» 32, no tienencasas donde vivir y duermen por la noche enalbergues miserables en la mayor promiscui-dad. Pero no sólo vivían en esas condicioneslos forasteros; los propios murcianos de losbarrios extremos, sobre todo San Juan y SanAntolín no disfrutaban de las debidas condi-ciones higiénicas en sus calles o en sus casasy sufrían en sus carnes, más que los habitan-tes del centro de la ciudad, la propagación decualquier enfermedad. En las epidemias de1884 y 1890 una gran parte de las familiasde estos barrios fueron sacadas de sus casas yalbergadas en barracones y tiendas de campa-ña instalados en el Malecón.

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XV

m i i . i ' —t - 1*~ Murcia. Plañía de la iglesia del1 Hospital de San Juan de Dios.

4. Conclusiones Señala Martínez Espinosa en su libro, el malestado de algunos barrios de la ciudad, espe-

Los aspectos arriba considerados, y algu- cialmente San Antolín, San Juan y Santa Eu-nos más, entraban dentro de la amplia gama lalia, y la incidencia de una mayor mortalidadde prevenciones sanitarias encargadas a la en ellos; la insuficiencia y suciedad del alean-Junta Municipal. Sus informes o acuerdos, tarillado; la «infinidad de gérmenes patóge-a lo largo de los años que hemos considerado, nos» que llevaba el agua del Segura; la faltanos describen, mejor que muchos superficia- de condiciones higiénicas de muchas casasles libros de Historia, la infraestructura de con filtraciones, debidas a las tierras permea-una ciudad con graves deficiencias sanitarias. bles, entre letrinas, sumidores y pozos; lasLos pobres medios económicos puestos al al- malas condiciones de los establecimientos pú-cance de sus miembros no podían hacer mila- blicos —Hospital, Casa de Expósitos y Mater-gros, pero su labor sirvió para que se tomara nidad, Casa Hospicio, Cárcel, Matadero, Plazaconciencia de una realidad social nada hala- de Abastos—. En fin, si esto era así en la ca-güeña, denunciando a las autoridades, infor- pital, peores condiciones tenía la huerta quemandolas y haciendo frente, especialmente a la rodeaba, sin drenaje para las aguas y contravés de los facultativos que componían la carencia absoluta de todo servicio público.Junta, a las terribles enfermedades que aque- La situación de Murcia y su huerta no era ex-jaron a la población. cepcional en el panorama español, ni aun en elNo obstante, a finales del siglo xix, Murcia europeo. Respondía a una etapa general deseguía siendo una ciudad «insalubre» con el transición en el control que la administraciónelevado porcentaje de defunciones, al año, de estatal iría haciendo más adecuado, en los di-un 35,15 por 1.00033. Un médico, D. Manuel versos aspectos, con el paso de los años. PeseMartínez Espinosa, nos describe en 1897 34 la a las deficiencias señaladas, el saldo urbanís-situación de Murcia hacia ese año y las refor- tico del siglo xix ha sido considerado por elmas higiénicas más necesarias que, en su profesor Roselló «de signo favorable» 35, aun-opinión era preciso realizar en la ciudad. Mar- que no pueda decirse otro tanto, en términostínez Espinosa, licenciado en Medicina y Ciru- relativos, de la evolución demográfica. Porgía, individuo de número y secretario perpe- otra parte, el paso de una Sanidad dirigida altuo de la Real Academia de Murcia, autor colectivo, en cuanto éste pueda ser afectado,de diversos escritos sobre el tema y de una y no al individuo, es un problema de rnentali-«Cartilla higiénica» muy difundida entre el dad que no se hará consciente para el Estadopueblo, y fue colaborador durante varios años y los organismos dependientes de él, hastade la Junta. bien avanzado el siglo xx.

XVI

MEDICINA PREVENTIVAEN MURCÍA-

LA JUNTA MUNICIPAL DESANIDAD C1849-1900)

NOTAS

1. Gmii-GiiHi. A.: Mwwd de Historia del Derecho Español. Madrid, 1973, 20. B. O. P. M., 17 septiembre 1855.tíos vols. 5.J cd., lumu I, p. W0 y »s. 21. A. M. M.. les. 2144, J. M. S. M.. 21 septiembre 1834.2. MlSoz Mu.ll.UW, S.: La Sanidad pública en Empuña. Madrid. Inst. de 22. A u n PIRE/: Op. cit., p. 59.Es! Adm., 1975. 23. MíRmíZ ESHMJS*, M.: Apuntes de climatología. Higiene y Saneamien-i. B(uloiinl CKlicialf P(ruvincia) de M(urcia). 17 dic. 1855. io de Murcia, Murcia imp. de El Diario, 1888 p. 279.4. Ail. 11 de la U> ik 1855. 24. HusiH. Ph : Alias Epidcmiográlico del cólera de 1885 en España. Ma-3. R. O. 10 enera ¡«9. . drid. imp. M. Tellu, 1887. y NADAL. J.: La población española (siglos XVI6. Regla 12 lie la R. O. 18 uñera 1849. tl¡ XX), Barcelona, ed. Ariel. 1971. 2.' ed.7. AlrchÍM-1 Miunicipal) de M(urcía), lug. 2U.17. 25. Ciha calculada para el quinquenio 1891-1895 pur MURTINEZ ESPINOSA, M.:8. A. M. M . k-jjs. 2037 J 2144. Refonnus higiénicas más necesarias en Murcia. Murcia, Tip. A. Sáez, 1897,9. B. O. P M.. 27 iul ío 1855. p. 14.10. A. M VI., kg. 2037, sesión 5 septiembre 1854 de la J[unlaj M(unicipal) 26. A. M M Icg. 2037 J M S. M. 8 abril 1856de Síanidailt de M(urcia), 27. A. M. M.. leg. 2144, sesión 30 noviembre 1886.11. A M. M leg. 2037 sesión 16 uctubie 1854 dL !u J. M S M. 28. A M. M.. kg. 2144. sesión 9 julio 1861.12. B. O. P. M.. 27 octubre 1854. 29. A. M. M.. leg, 2144, sesión 11 octubre 189513. A. M. M-, k'jj. 21J4. J. M. S M 30. A M. M. k-a. 2144 si-siún 12 julio 188414. A. M. M., leg. 2037, J. M. 5. M. I octubre 186(1. 31. A. M. M.. k'g. 2144, sesión 21 abril 1849.15. A. M M., kjj. 2U37. J. M. S. M. 32. A. M. M.. kg. 2037. 21 abril 1849.16. A. M. M.. leg. 2037, J. M. S. M. 33. En 1900 la morialidad media española era de un 30 por mil y la eu-17. B. O. P- M-. 31 octubre 1855. rapen 18 pgr 1.000.18. Esiudiaiiíi por h\\\.\ P I H I / . J : «Aspectos sociales de la epidemia <K 34. Véase la ob. citada ant. de este autor.culera de 1834 en Murcia-, en la Rev. *Mltrgetana*, n.» XL (1975), pp. 47-61. 35, RoSBLUl. V. M. y CANO G. M : Evolución urbana de la ciudad de Mur-19. A \ t u PiKiv. Op. cit,, p. 53. cia. <83l-¡973). Ayuntamiento de Murcia, 1975, p. 122.

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¡OMPATIBILIDADES: Inhibidores de la MAO.

ECTOS SECUNDARIOS: Dosis altas pueden

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w

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS aquellos otros que prestaron servicioen las fuerzas armadas, y una última

RIERA, Juan: Cirugía española Ilustrada parte dedicada a los Reales Colegiosy su comunicación con Europa (Estu- de Cirugía que, fomentando los viajesdio y documentos de un influjo cultu- de estudio de sus Maestros, facilitaron NOTICIASral). Valladolid, Seminario de Historia las ya citadas comunicaciones médico,de la Medicina, 1976. Acta Histórico-Mé- quirúrgicas.dica Vallisoletana. Monografías, VII. Una exhaustiva bibliografía, acompaña-332 pp. da de un cuidado e inédito apéndice do.Mientras que los mejores cirujanos que cumental, con epistolario de Virgili, Leejercen en España durante la primera Dran, Morand, Perchet, el marqués de La Fundación Salvador Vives Casajua-mitad del xvnl, son extranjeros, la ci- la Ensenada, etc., cierran el libro. na, convoca la IV edición del Premiorugía española seguirá mostrándose Reí «Jordi Cases» ofrecido a una obra queal más tradicional de los galenismos TARRAGO VALENTINES, José Fernando: estudie la historia o el ejercicio de laque no abandonará hasta ya sobrepa- Hospitales en Lérida durante los siglos profesión médica en Cataluña, pudien-sado el 1750. Esta fecha significa el de- XII al XVI. Presentación del Prof. Dr. do aspirar a él los trabajos que tratenfinitivo triunfo de la moderna cirugía Santiago Loren. Lérida, Colegio Oficial sobre la función del médico en la vidaen nuestro país, paralelo a la creación de Médicos, 1975. 102 pp. ils. ciudadana, o rural, actual o pretérita:y puesta en marcha de los Reales Co- El último en la serie de estudios publi- biografías de médicos catalanes; his-legios, que tanto favorecieron la ere- cados sobre la historia de la medicina toria de las instituciones médicas, do-ciente comunicación con la cultura eu- leridana, trata esta monografía de los centes o de asistencia social; transcrip.ropea y a su difusión por España. numerosos hospitales, fundaciones pri- ciones y estudios de recetarios médicosCon nuevos datos y conceptos, analiza- vadas y religiosas, que cumplieron una antiguos y sobre cualquier otro temados desde la inagotable fuente del Ar- misión social en la Lérida de la Corona afín a la profesión médica y al ejerci-chivo General de Simancas, se distin- de Aragón. El autor analiza, y nos da ció de la Medicina en Cataluña,guen tres capítulos en esta nueva obra a conocer, dieciocho hospitales del si. La dotación se establece en 75.000 pede Juan Riera: un estudio sobre las g l o xn, además de otros situados en setas, además de los accésit de 20.000traducciones de los textos de cirugía pueblos próximos a la capital; cinco de que pueda proponer el Jurado. Los tra-extranjeros, así como de los españoles cada uno de los siglos u n y xiv; cua- bajos, redactados en catalán, y de uncorrespondientes a todo el siglo XVIII, t r 0 del XV y dos del xvi, junto a otros mínimo de 200 holandesas, deberán pre-incluyendo la visión del nuevo instru- no identificados, terminando con unas sentarse antes del 1.° de octubre de 1977mental quirúrgico empleado; los mé- breves notas sobre medicina y hospi. en la Secretaria de aquella Fundación,dicos y cirujanos de Cámara, en su ma- tales, en Lérida, durante la edad media. Pasaje Permanyer, 17. Barcelona 9.yoría también extranjeros, así como rj

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Acto de la entrena del VII Premio .VRIACH-BIOHORM' de Historia de la Medicina a la (sanadora. D- Maña Eulalia Paros y Puntas.

29

Editada por J. URIACH & Cía., S. A. (Centro de Documentación deHistoria de la Medicina — Decano Bahí, 59-67. Barcelona), y distribuida

al cuerpo médico español

La reviiu no a Rspctuable de tos amupu» vertido* en k» «riículo» que M publiquen.liendolo exclusivamente de sus aulures.

OBRAS INGRESADAS GUERRA, Francisco: Medical Almanacs RULL, Juan de: Programa de Obstetri-EN NUESTRA BIBLIOTECA 0 ¡ t n e American Colonial period. lour cía, enfermedades especiales de tas mu-

nal of íhe Hisíory of Medicine and allied ¡eres y de los niños. Barcelona, Jaime. . . . Sciences. 1961, XVI, 3: 234-255. Donati- Jepús, 1886.

Anuario de la Chmca Privada del Doc- v 0 d e ) a u t o rtor Fargas. Años segundo y tercero desu publicación. Barcelona, L'Avenc, Selección de grabados de ¡armadas an-1895- LAÍN ENTRALGO Pedro: ¿'empresa tes- 2 « Masnou, Laboratorios

ser home. Próleg de Salvador Espnu. ¿ p E 1 % 0

(Tradúcelo: Manuel Cruells], Sant Cu- K

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Hl\oTMCJ^LdíTLc'LMxv!'H *** * F ~ ' N a r c i s o : El°e<° <* *ZB¿U£u2£ri££ d£m,CeZ'ry.Z t^Z^Z't'or ^ i ^ t p Í l l é S ^^ "* ° r á f ' SaleSÍa"a' ^ D ° n a t Í V ° -

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