Cambio Climático y Responsabilidad...

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Cambio Climático y Responsabilidad Ambiental Gabriel Calvillo Díaz

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Cambio Climático y

Responsabilidad

Ambiental

Gabriel Calvillo Díaz

Rise in violence 'linked to

climate change'

By Rebecca Morelle Science reporter, BBC World Service

Shifts in climate are strongly linked to increases in violence around the world, a study suggests.

US scientists found that even small changes in temperature or rainfall correlated with a rise in

assaults, rapes and murders, as well as group

conflicts and war. The team says with the current projected levels of

climate change, the world is likely to become a

more violent place.

Marshall Burke, from the University of California, Berkeley, said: "This is a relationship we observe

across time and across all major continents around

the world. The relationship we find between these

climate variables and conflict outcomes are often

very large."

The researchers looked at 60 studies from around

the world, with data spanning hundreds of years.

They report a "substantial" correlation between

climate and conflict.

Their examples include an increase in domestic violence in India during recent droughts, and a

spike in assaults, rapes and murders during

heatwaves in the US. The report also suggests rising temperatures

correlated with larger conflicts, including ethnic

clashes in Europe and civil wars in Africa.

Marshall Burke, from the University of California,

Berkeley, said: "This is a relationship we observe

across time and across all major continents around the world. The relationship we find between these

climate variables and conflict outcomes are often

very large.“

The researchers looked at 60 studies from around

the world, with data spanning hundreds of years.

They report a "substantial" correlation between

climate and conflict.

Their examples include an increase in domestic

violence in India during recent droughts, and a

spike in assaults, rapes and murders during

heatwaves in the US.

The report also suggests rising temperatures correlated with larger conflicts, including ethnic

clashes in Europe and civil wars in Africa.

Their examples include an increase in domestic violence in India during recent droughts, and a

spike in assaults, rapes and murders during

heatwaves in the US.

The report also suggests rising temperatures

correlated with larger conflicts, including ethnic clashes in Europe and civil wars in Africa.

‘Carbon Cops’: Australian Police to prosecute a

new range of ‘climate offenses’

By News on the Net (Bio and Archives) Thursday, June 11, 2009

FRONTLINE police will be forced to become

“carbon cops” under the Government’s blueprint

to cut greenhouse emissions.

The Herald Sun can reveal Australian Federal

Police agents will have to prosecute a new range

of climate offences.

But they are yet to be offered extra resources,

stretching the thin blue line to breaking point.

“The Government is effectively saying to us,

‘Ignore other crime types’,” Australian Federal

Police Association chief Jim Torr said. The group

had been trying for months, without success, to

discuss the issue with Climate Change Minister

Penny Wong, he said. Interpol has warned the

carbon market will be irresistible to criminal gangs

because of the vast amounts of cash to be

made. Possible rorts include under-reporting of

carbon emissions by firms and bogus carbon

offset schemes. “If someone is rorting it by even 1

per cent a year, we’re talking about many, many

millions of dollars,” Mr Torr said.

But they are yet to be offered extra resources,

stretching the thin blue line to breaking point.

“The Government is effectively saying to us,

‘Ignore other crime types’,” Australian Federal

Police Association chief Jim Torr said.

The group had been trying for months, without

success, to discuss the issue with Climate Change

Minister Penny Wong, he said.

Interpol has warned the carbon market will be

irresistible to criminal gangs because of the vast

amounts of cash to be made. Possible rorts

include under-reporting of carbon emissions by

firms and bogus carbon offset schemes. “If

someone is rorting it by even 1 per cent a year,

we’re talking about many, many millions of

dollars,” Mr Torr said.

Interpol has warned the carbon market will be

irresistible to criminal gangs because of the vast

amounts of cash to be made.

Possible rorts include under-reporting of carbon

emissions by firms and bogus carbon offset

schemes.

“If someone is rorting it by even 1 per cent a

year, we’re talking about many, many millions of

dollars,” Mr Torr said.

Algunos tópicos a

discusión

1. Es posible hablar de

responsabilidad jurídica frente al

cambio climático.

2. La responsabilidad frente a las

acciones de adaptación.

3. Las responsabilidad frente a las

acciones de mitigación.

4. El tratamiento de la delincuencia

corporativa.

El debate en torno a la

distribución de

obligaciones y efectos

adversos, que impactan

la esfera jurídica y

patrimonial de los sujetos

regulados, no es novedoso.

El cambio climático

ciertamente ya ha

impactado a la población

en el planeta.

El análisis científico

demuestra que esta

afectación será aún

mayor en el futuro, siendo

las principales

impactadas las vidas y

posibilidades de desarrollo

en los países con mayor

pobreza. ¿Quién debe

responder y en qué

proporción, frente a la

responsabilidad de la

contingencia que

representa este

fenómeno? ¿Cómo debe

trasladarse la ayuda de

los países más culposos a

los de menor

responsabilidad?

Claramente las exigencias

de justicia en esta

materia, no se trasladan a

una industria o a un

individuo en particular.

El análisis científico

demuestra que esta

afectación será aún mayor

en el futuro, siendo las

principales impactadas las

vidas y posibilidades de

desarrollo en los países con

mayor pobreza.

¿Quién debe responder y

en qué proporción, frente

a la responsabilidad de la

contingencia que

representa este

fenómeno? ¿Cómo debe

trasladarse la ayuda de

los países más culposos a

los de menor

responsabilidad?

Claramente las exigencias

de justicia en esta

materia, no se trasladan a

una industria o a un

individuo en particular.

¿Quién debe responder y

en qué proporción, frente

a la responsabilidad de la

contingencia que

representa este

fenómeno?

¿Cómo debe trasladarse

la ayuda de los países

más culposos a los de

menor responsabilidad?

Claramente las exigencias

de justicia en esta

materia, no se trasladan a

una industria o a un

individuo en particular.

¿Cómo debe trasladarse

la ayuda de los países

más culposos a los de

menor responsabilidad?

Claramente las exigencias

de justicia en esta

materia, no se trasladan a

una industria o a un

individuo en particular.

Claramente las exigencias

de justicia en esta

materia, no se trasladan a

una industria o a un

individuo en particular.

¿Qué tipo de acciones

pueden tomarse para

aplicar la legislación

ambiental y aportar al

combate al cambio

climático?

¿Es posible prever en el

corto plazo resoluciones

administrativas y

sentencias jurisdiccionales

en esta materia?

La respuesta seguramente

la encontraremos, por

ahora, en el ámbito

constitucional, legal y de

los derechos humanos, en

la aplicación de la

normatividad para el

control de emisiones de

contaminantes a la

atmósfera, la protección

de especies, la

protección civil y el

ordenamiento urbano y

de los asentamientos

humanos, así como

respecto de la

normatividad en materia

de transparencia y el

acceso a la información

pública gubernamental.

Pero por otro lado,

teniendo presente a la

Justicia retributiva y al

fenómeno criminal, es

necesario preguntarnos

cómo afectará el cambio

climático a la

delincuencia, así como al

sistema de justicia de

nuestro país.

¿Tenemos los recursos

humanos y materiales

necesarios, para afrontar

los nuevos retos que

enfrentará el sistema de

seguridad y justicia como

resultado del cambio

climático? Un ejemplo

indicativo de lo que

podemos esperar, lo

encontramos en las horas

posteriores a la

devastación producida

en la ciudad de Nuevo

Orleáns, por el huracán

Katrina, en los Estados

Unidos. A través de los

medios de comunicación,

el mundo entero pudo

presenciar una ciudad en

la que súbitamente se

multiplicaron los delitos de

robo y saqueo de tiendas

comerciales, cometidos

por pobladores que

buscaban comida y agua

potable inaccesibles al

momento de la crisis

meteorológica. ¿Qué

tratamiento indicará la

política criminal para

atender este fenómeno

delincuencial? En México,

ante la contingencia del

huracán Wilma en el mes

de octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

¿Es posible prever en el

corto plazo resoluciones

administrativas y

sentencias jurisdiccionales

en esta materia?

La respuesta seguramente

la encontraremos, por

ahora, en el ámbito

constitucional, legal y de

los derechos humanos, en

la aplicación de la

normatividad para el

control de emisiones de

contaminantes a la

atmósfera, la protección

de especies, la

protección civil y el

ordenamiento urbano y

de los asentamientos

humanos, así como

respecto de la

normatividad en materia

de transparencia y el

acceso a la información

pública gubernamental.

Pero por otro lado,

teniendo presente a la

Justicia retributiva y al

fenómeno criminal, es

necesario preguntarnos

cómo afectará el cambio

climático a la

delincuencia, así como al

sistema de justicia de

nuestro país.

¿Tenemos los recursos

humanos y materiales

necesarios, para afrontar

los nuevos retos que

enfrentará el sistema de

seguridad y justicia como

resultado del cambio

climático? Un ejemplo

indicativo de lo que

podemos esperar, lo

encontramos en las horas

posteriores a la

devastación producida

en la ciudad de Nuevo

Orleáns, por el huracán

Katrina, en los Estados

Unidos. A través de los

medios de comunicación,

el mundo entero pudo

presenciar una ciudad en

la que súbitamente se

multiplicaron los delitos de

robo y saqueo de tiendas

comerciales, cometidos

por pobladores que

buscaban comida y agua

potable inaccesibles al

momento de la crisis

meteorológica. ¿Qué

tratamiento indicará la

política criminal para

atender este fenómeno

delincuencial? En México,

ante la contingencia del

huracán Wilma en el mes

de octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

La respuesta seguramente la

encontraremos, por ahora, en el

ámbito constitucional, legal y de los

derechos humanos, en la aplicación

de la normatividad para el control de

emisiones de contaminantes a la

atmósfera, la protección de especies,

la protección civil y el ordenamiento

urbano y de los asentamientos

humanos, así como respecto de la

normatividad en materia de

transparencia y el acceso a la

información pública gubernamental.

Pero por otro lado,

teniendo presente a la

Justicia retributiva y al

fenómeno criminal, es

necesario preguntarnos

cómo afectará el cambio

climático a la

delincuencia, así como al

sistema de justicia de

nuestro país.

¿Tenemos los recursos

humanos y materiales

necesarios, para afrontar

los nuevos retos que

enfrentará el sistema de

seguridad y justicia como

resultado del cambio

climático? Un ejemplo

indicativo de lo que

podemos esperar, lo

encontramos en las horas

posteriores a la

devastación producida

en la ciudad de Nuevo

Orleáns, por el huracán

Katrina, en los Estados

Unidos. A través de los

medios de comunicación,

el mundo entero pudo

presenciar una ciudad en

la que súbitamente se

multiplicaron los delitos de

robo y saqueo de tiendas

comerciales, cometidos

por pobladores que

buscaban comida y agua

potable inaccesibles al

momento de la crisis

meteorológica. ¿Qué

tratamiento indicará la

política criminal para

atender este fenómeno

delincuencial? En México,

ante la contingencia del

huracán Wilma en el mes

de octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

Pero por otro lado, teniendo

presente a la Justicia retributiva

y al fenómeno criminal, es

necesario preguntarnos cómo

afectará el cambio climático a

la delincuencia, así como al

sistema de justicia de nuestro

país.

¿Tenemos los recursos

humanos y materiales

necesarios, para afrontar

los nuevos retos que

enfrentará el sistema de

seguridad y justicia como

resultado del cambio

climático? Un ejemplo

indicativo de lo que

podemos esperar, lo

encontramos en las horas

posteriores a la

devastación producida

en la ciudad de Nuevo

Orleáns, por el huracán

Katrina, en los Estados

Unidos. A través de los

medios de comunicación,

el mundo entero pudo

presenciar una ciudad en

la que súbitamente se

multiplicaron los delitos de

robo y saqueo de tiendas

comerciales, cometidos

por pobladores que

buscaban comida y agua

potable inaccesibles al

momento de la crisis

meteorológica. ¿Qué

tratamiento indicará la

política criminal para

atender este fenómeno

delincuencial? En México,

ante la contingencia del

huracán Wilma en el mes

de octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

¿Tenemos los recursos

humanos y materiales

necesarios, para afrontar

los nuevos retos que

enfrentará el sistema de

seguridad y justicia como

resultado del cambio

climático?

Un ejemplo indicativo de

lo que podemos esperar,

lo encontramos en las

horas posteriores a la

devastación producida

en la ciudad de Nuevo

Orleáns, por el huracán

Katrina, en los Estados

Unidos. A través de los

medios de comunicación,

el mundo entero pudo

presenciar una ciudad en

la que súbitamente se

multiplicaron los delitos de

robo y saqueo de tiendas

comerciales, cometidos

por pobladores que

buscaban comida y agua

potable inaccesibles al

momento de la crisis

meteorológica. ¿Qué

tratamiento indicará la

política criminal para

atender este fenómeno

delincuencial? En México,

ante la contingencia del

huracán Wilma en el mes

de octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

Un ejemplo indicativo de lo

que podemos esperar, lo

encontramos en las horas

posteriores a la devastación

producida en la ciudad de

Nuevo Orleáns, por el

huracán Katrina, en los

Estados Unidos.

A través de los medios de

comunicación, el mundo

entero pudo presenciar

una ciudad en la que

súbitamente se

multiplicaron los delitos de

robo y saqueo de tiendas

comerciales, cometidos

por pobladores que

buscaban comida y agua

potable inaccesibles al

momento de la crisis

meteorológica. ¿Qué

tratamiento indicará la

política criminal para

atender este fenómeno

delincuencial? En México,

ante la contingencia del

huracán Wilma en el mes

de octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

A través de los medios de

comunicación, el mundo entero

pudo presenciar una ciudad en la

que súbitamente se multiplicaron

los delitos de robo y saqueo de

tiendas comerciales, cometidos

por pobladores que buscaban

comida y agua potable

inaccesibles al momento de la

crisis meteorológica.

¿Qué tratamiento

indicará la política

criminal para atender este

fenómeno delincuencial?

En México, ante la

contingencia del huracán

Wilma en el mes de

octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

¿Qué tratamiento

indicará la política

criminal para atender este

fenómeno delincuencial?

En México, ante la

contingencia del huracán

Wilma en el mes de

octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

¿Qué tratamiento

indicará la política

criminal para atender este

fenómeno delincuencial?

En México, ante la

contingencia del huracán

Wilma en el mes de

octubre del 2005, el

ejército mexicano fue

responsable de contener

en forma eficiente, lo que

de otra forma podría

haber sido un incremento

sustancial de delitos

patrimoniales en las zonas

costeras de Quintana

Roo. No obstante ello, en

los meses posteriores a la

contingencia

climatológica, numerosas

organizaciones no

gubernamentales

exigieron a las

autoridades ambientales,

investigar la devastación

de extensas superficies de

mangle en zonas costeras,

ocasionada dolosamente

por desarrolladores

inmobiliarios quienes

pretendieron justificar la

devastación ilegal,

atribuyendo los daños

producidos a los

ecosistemas a los efectos

del huracán. El fenómeno

climatológico creó un

espacio para la

delincuencia ambiental.

La responsabilidad frente a

las acciones de adaptación.

1. Las responsabilidad frente

a las acciones de

mitigación.

2. El tratamiento de la

delincuencia corporativa.

Las responsabilidad frente a

las acciones de mitigación.

1. El tratamiento de la

delincuencia corporativa.

El tratamiento de la

delincuencia corporativa.

conclusiones