CAPRA El Nuevo Paradigma Ecológico

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El Nuevo Paradigma Ecológico por Fritjof Capra Crisis y Transformación La visión mecanicista del mundo Dominio y control El callejón sin salida de la economía El nuevo paradigma Economía verde Nuevos valores La cultura naciente Cada vez se hace más evidente que los mayores problemas de nuestro tiempo no pueden comprenderse aisladamente. La amenaza de guerra nuclear, la devastación progresiva de nuestro entorno natural y la persistencia de la pobreza junto al progreso - incluso en los paises más ricos- no son problemas aislados. Son diferentes aspectos de una misma crisis, que es esencialmente una crisis de percepción. La crisis deriva del hecho de que la mayoría de nosotros, y en especial nuestras instituciones, seguimos los conceptos y valores de una visión del mundo ya caduca, una visión que es inadecuada para afrontar los problemas de un mundo como el nuestro, superpoblado, interdependiente. Pero, al mismo tiempo, distintos movimientos sociales y numerosas redes alternativas estan desarrollando una nueva visión de la realidad que habrá que constituir la base de la tecnología, la economía y la sociedad futuras.

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Presenta la interrelacion entre distintso aspectos de la realidad.

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El Nuevo Paradigma Ecolgico

El Nuevo Paradigma Ecolgico

por Fritjof Capra

Crisis y TransformacinLa visin mecanicista del mundoDominio y controlEl callejn sin salida de la economaEl nuevo paradigmaEconoma verdeNuevos valoresLa cultura nacienteCada vez se hace ms evidente que los mayores problemas de nuestro tiempo no pueden comprenderse aisladamente. La amenaza de guerra nuclear, la devastacin progresiva de nuestro entorno natural y la persistencia de la pobreza junto al progreso -incluso en los paises ms ricos- no son problemas aislados. Son diferentes aspectos de una misma crisis, que es esencialmente una crisis de percepcin.

La crisis deriva del hecho de que la mayora de nosotros, y en especial nuestras instituciones, seguimos los conceptos y valores de una visin del mundo ya caduca, una visin que es inadecuada para afrontar los problemas de un mundo como el nuestro, superpoblado, interdependiente. Pero, al mismo tiempo, distintos movimientos sociales y numerosas redes alternativas estan desarrollando una nueva visin de la realidad que habr que constituir la base de la tecnologa, la economa y la sociedad futuras.

Crisis y Transformacin

Nuestro tema, por consiguiente, es el cambio fundamental que actualmente se esta produciendo en el modo de ver del mundo por parte de la ciencia y de la sociedad, un cambio de paradigma que implica una profunda transformacin cultural. El paradigma vigente ha dominado nuestra cultura durante varios siglos, ha ido formando laa sociedad occidental moderna y ha influido significativamente en el resto del mundo. Este paradigma consiste, entre otras cosas, en la visin del universo como si fuese un sistema mecnico compuesto de bloques elementales; la visin del cuerpo humano como si fuese una mquina; la visin de la vida social como si tuviese que ser forzosamente una lucha competitiva por la existencia; la creencia en el progreso material ilimitado, que debe alcanzarse mediante el crecimiento econmico y tecnolgico; y la creencia de que le sometimiento de la mujer al hombre es consecuencia de una ley bsica de la naturaleza. En los ltimos decenios, todas estas suposiciones se han visto severamente puestas en tela de juicio y necesitadas de una revisin radical.

La visin mecanicista del mundo

La visin mecanicista del mundo la desarrollaron en el siglo XVII Galileo, Descartes, Bacon y Newton, entre otros. Descartes basaba su visin de la naturaleza en la divisin fundamental en dos reinos separados e independientes: el espiritu y la materia. El universo material, incluyendo el organismo humano, era una mquina que, en principio, poda entenderse completamente con slo analizar separadamente sus partes ms pequeas. La metfora central de Descartes era el reloj, que por aquel entonces haba alcanzado un alto grado de perfeccin y se consideraba la mquina definitiva. Por eso escribia Descartes sobre el cuerpo humano: "Considero el cuerpo humano como una mquina. Mi mente compara un hombre enfermo y un reloj mal construido con mi idea del hombre sano y el reloj bien construido."

El entusiasmo de Descartes y sus contemporaneos por la metfora del cuerpo con el reloj tiene un paralelo interesante en el entusiasmo que tantas personas hoy experimentan ante la metfora del cerebro humano como ordenador. Lo mismo que la metfora cartesiana del cuerpo como reloj, la metfora del cerebro como ordenador se encuentra ya desfasada. Nuestro cuerpo ejecuta a menudo funciones semejantes a las de una mquina; pero no es una mquina, es un organismo vivo. Puede parecer que nuestro cerebro acta como un ordenador, pero no es un ordenador; tambin el cerebro es un organismo vivo. Y desde que la informtica emplea expresiones como "inteligencia", "memoria" o "lenguaje" para describir los ordenadores, tendemos a pensar que todo eso se refiere a fenmenos humanos. Este malentendido ha hecho que la informtica perpete e incluso refuerce la imagen cartesiana del ser humano como mquina.

Como humanos, afrontamos problemas que nisiquiera las mquinas ms sofisticadas sern jams capaces de captar, y nuestro modo de pensar y de comunicarnos es absolutamente distinto del de un ordenador. Por consiguiente, debemos trazar una distincin clara entre la inteligencia humana y la inteligencia de una mquina. La inteligencia humana, los juicios humanos, la memoria humana y las decisiones humanas nunca son completamente racionales, sino que estan siempre teidas por las emociones. Nunca podemos separar la racionalidad humana de la emocin, ni tampoco de la intuicin. Por otra parte, nuestro pensamiento se ve siempre acompaado de sensaciones y procesos corporales. Incluso, si a menudo tendemos a suprimirlos, siempre pensamos tambien con nuestro cuerpo. Pero los ordenadores no tienen tal cuerpo, y los problemas verdaderamente humanos resultaran siempre ajenos a su inteligencia. Estas consideraciones implican que ciertas tareas nunca deberan dejarse a los ordenadores: todos los trabajos que requieren cualidads genuinamente humanas como la sabidura, la compasin, el respeto, la comprensin o el juicio. Las decisiones que requieren tales cualidades humanas -como las que efectan un juez o un general- deshumanizaran nuestras vidas si quedasen en manos de los ordenadores. En particular, el empleo de ordenadores en el campo de la tecnologa militar debera reducirse radicalmente.

Dominio y control

La visin mecanicista y fragmentada es una caracterstica bsica de la caduca visin del mundo. Otra es la obsesin por dominar y controlar. En nuestra sociedad, el poder poltico y econmico se ejerce mediante una lite jerrquicamente estructurada. Nuestra ciencia y nuestra tecnologa se basan en la creencia de que la comprensin de la naturaleza implica el dominio de la naturaleza por parte del hombre. Empleo la palabra "hombre" a propsito, porque me refiero al importantsima conexin entre la visin mecanicista que la ciencia tiene del mundo y el sistema de valores patriarcal, la tendencia masculina de querer controlarlo todo.

En la historia de la ciencia y la filosofa occidentales, esta conexin aparece en el siglo XVII. Antes de la revolucin cientfica de Galileo, Descartes, Bacon, Newton, la ciencia tena como objeto la sabidura, la comprensin del orden natural y el vivir en harmona con ese orden.

A partir del siglo XVII, el objeto de la ciencia ha sido el conocimiento que pueda emplearse para controlar, manipular, explotar la naturaleza. En la actualidad, tanto la ciencia como la tecnologa se utilizan principalmente para fines que resultan peligrosos, perjudiciales y profundamente antiecolgicos.

El callejn sin salida de la economa

Para dar otro ejemplo de las limitaciones del pensamiento cartesiano me gustara hablar ahora de la economa. La mayora de economistas caen en el error de ignorar que la economa es simplemente un aspecto de una totalidad ecolgica y social. Los economistas tienden a disociar la economa del contexto en que est inmersa, y la describen con modelos extremadamente simplistas e irreales.

La economa se ve reducida a su vertiente monetaria. Segn la economa convencional, slo el aspecto monetario es accesible al anlisis econmico. Todo lo dems se califica de "externo" y se excluye del marco terico. As, los conceptos econmicos bsicos se encuentran miopemente definidos y se usan ignorando su amplio contexto social y ecolgico. Este marco reduccionista ha conducido a la economa a un callejn sin salida. La mayora de los conceptos y modelos econmicos ya no resultan adecuados para describir o proyectar fenmenos econmicos en un mundo ante todo interdependiente, y las actuales polticas econmicas ya no pueden resolver nuestros problemas.

Este marco reduccionista de la economa convencional ha producido una orientacin fundamentalmente erronea de las polticas econmicas. Lo esencial en ellas es la consecucin del crecimiento econmico, entendido como incremento del producto nacional bruto, es decir, desde el punto de vista exclusivamente cuantitativo de llevar al mximo la produccin. Se acepta as que todo crecimiento es bueno y que un mayor crecimiento es siempre mejor. Uno se pregunta, al or tales cosas, si estos economistas han odo hablar alguna vez del cncer.

El nuevo paradigma

Con estos ejemplos, a los que podramos aadir muchos otros, he tratado de ilustrar las limitaciones del modo de pensamiento mecanicista y patriarcal en la ciencia y la sociedad actuales. El cambio al paradigma de la ecologa profunda resulta ahora crucial para nuestro bienestar (Incluso para nuestra supervivencia!), y tal cambio se est producindo ya. Los cientficos de vanguardia, varios movimientos sociales y numerosas redes alternativas estn desarrollando una nueva visin de la realidad que constituir la base de las tecnologas, sistemas economicos e instituciones sociales del futuro.

En el campo de la ciencia, la teora general de sistemas, que surgi de la ciberntica en los aos 40 pero que no se desarrollo plenamente hasta estos ltimos diez aos, nos proporciona la formulacin cientfica ms apropiada del paradigma ecolgico. Los sistemas naturales son totalidades cuyas caractersticas surgen de las interacciones y la interdependencia de sus partes. Las propiedades sistmicas se ven destrudas cuando fsica o tericamente se disecciona el sistema en elementos aislados. Aunque en todo sistema podemos discernir partes individuales, la naturaleza de la totalidad es siempre distinta de la mera suma de sus partes.

El modo de pensamiento que denominamos sistmico o ecolgico, tiene numerosas implicaciones que no slo son importantes para la ciencia y la filosofa, sino tambin para la sociedad y nuestra vida cotidiana. Influir en nuestra actitud ante la enfermedad y la salud, en nuestra relacin con el entorno natural y en muchas de nuestras estructuras sociales y polticas. Me gustara ilustrar estos cambios con el ejemplo de la economa.

Economa verde

La aplicacin de la visin sistmica a los procesos y actividades econmicos es urgente porque practicamente ninguno de los problemas econmicos de hoy puede entenderse con el enfoque fragmentador de la ciencia cartesiana. El enfoque sistmico proporciona a los economistas la perspectiva ecolgica que tan urgentemente necesitan. Segn este enfoque, la economa es un sistema vivo compuesto por seres humanos y organizaciones sociales en continua interaccin con los sistemas ambientales de los que nuestras vidas dependen.

Durante los ltimos diez aos ese nuevo enfoque de los problemas econmicos ha ido emergiendo lentamente. Todava no es una teora econmica completamente elaborada, pero sus conceptos e ideas bsicos resultan ahora bastante evidentes*.

El objetivo del nuevo pensamiento econmico, igual que en la economa convencional, es favorecer el desarrollo. Sin embargo, a este concepto se le da ahora un sentido distinto. En lugar de definirlo como la consecucin del mximo de produccin y consumo, se lo define como la consecucin del mximo de bienestar humano. El bienestar humano tiene que ver con la salud y con las necesidades humanas; con las cuestiones mentales, emocionales y espirituales; con equilibrios sociales y ecolgicos.

Nuevos valores

A muchos aspectos de este concepto cualitativo del desarrollo econmico no se les puede dar un valor monetario; esto nos lleva un aspecto muy importante del actual cambio de paradigma, la cuestin de los valores.

El giro hacia una nueva visin del mundo y un nuevo modo de pensamiento va de la mano con un cambio profundo de valores. Para mi resulta fascinante la llamativa conexin entre el cambio de pensamiento y el cambio de valores. Ambos pueden considerarse como un cambio de la autoafirmacin hacia la integracin. En cuanto al pensamiento, podemos observar un cambio de lo racional a lo intuitivo, del anlisis a la sntesis, del reduccionismo al holismo, del pensamiento lineal al pensamiento no lineal. Quiero hacer incapi en que el objetivo no es sustituir un modo por el otro, sino ms bien pasar del nfasis excesivo puesto en cualquiera de los dos a un mayor equilibrio entre ambos.

En el terreno del sistema de valores, observamos el correspondiente cambio de la expansin a la conservacin, de la cantidad a la calidad, de la competicin a la cooperacin, de la dominacin y el control a la no-violencia.

La cultura naciente

Los nuevos valores, junto con las nuevas actitudes y los nuevos estilos de vida, estn siendo promovidos por gran nmero de movimientos: los movientos ecologistas, pacifista y feminista, el movimiento de la salud holstica y el potencial humano, distintas corrientes espirituales, numerosas iniciativas ciudadanas, movimientos en favor del Tercer Mundo o de la liberacin tnica, y otros muchos movimientos de base. Desde principios de los ochenta, algunos de estos movimientos han comenzado a coaligarse reconociendo que representan distintos aspectos de una misma y nueva visin de la realidad y empezando a formar una poderosa fuerza de transformacin social. El xito poltico del movimiento verde europeo es el ejemplo ms notable de este proceso de coalicin.

Ha esta fuerza social emergente la he denominado "cultura naciente", basndome en la descripcin que da Arnold Toybee del nacimiento y cada de las civilizaciones. En la transformacin actual, la cultura en declive -representada por los partidos polticos establecidos, las grandes multinacionales, las grandes instituciones acadmicas, etc.- sigue todava dominando la escena. Se niega a cambiar, aferrndose de manera todava ms rgida a sus ideas periclitadas. De todos modos, como est basada en un marco de conceptos y valores que ya no son viables, la cultura hoy dominante declinar inevitablemente y a largo plazo se desintegrar. Las fuerzas culturales que representan el nuevo paradigma, por el contrario, seguirn creciendo y con el tiempo acabarn dominando.

Este proceso de transformacin es ahora claramente visible en nuestra sociedad, y cada uno de nosotros puede sentirlo tambin como una transformacin interior. Surge una pregunta: Habr tiempo suficiente? Podr darse el giro decisivo lo bastante pronto para salvar el mundo? Como respuesta me gustara citar al difunto E.F. Schumacher, autor de Lo pequeo es hermoso y profeta del movimiento ecologista:

"Podemos confiar en que ese giro lo efectuar suficiente gente y lo bastante pronto como para salvar al mundo moderno? esta pregunta la escuchamos a menudo, pero no importa cul sea la respuesta, pues nos desorientara. La respuesta 'S' nos llevara a la autocomplascencia, mientras que la respuesta 'No' nos conducira al desespero. Es preferible que demos la espalda a tales perplejidades y nos pongamos a trabajar".

Capra, Fritjof. "El nuevo paradigma ecolgico", en Nueva conciencia . P.p. 28-31. No.