Casio Dion y Los Sueños

download Casio Dion y Los Sueños

of 5

description

los sueños de casio dion

Transcript of Casio Dion y Los Sueños

  • CASIO DION Y LOS SUEOS *

    Fernando Gasc

    Casio Dion, el historiador bitinio de poca de los Severos, essin duda uno de los grandes testigos de su tiempo . Los ltimoslibros de su obra, an conservados de forma parcial, constituyenel aporte histrico ms relevante para la poca citada 2 . Tambinel Discurso de Mecenas es el ms importante y completo diag-nstico de los males que aquejan al Imperio, observados desdela perspectiva que le ofrece su condicin de miembro del ordensenatorial 3.

    Hay un aspecto que tiene en este autor una notable significa-cin, tanto en su biografa como en su actividad historiogrfica.Nos referimos a los sueos. A travs de los sueos, dice Dion,Fortuna le estimul y ayud durante la composicin de su His-toria de Roma (LXXII 23), a un sueo se debe que su Historiase ocupara del tiempo de Caracala (Ibidem) y tambin un sueole indic que finalizara su obra poniendo unos significativos ver-

    (*) Estas pginas recogen la comunicacin que present en el II Congreso Andaluz deEstudios Clsicos.

    1. El libro de F. Millar, A Study of Cassius Dio, Oxford, 1964, sigue siendo el mejor trabajode conjunto sobre el historiador. Otras obras recientes sobre diversos aspectos de este autorson B. Manuwald, Cassius Dio und Augustus. Wiesbaden, 1979; C. Letta, .La composizione dell'opera di Cassio Dione: cronologia e sfondo storico en Ricerche di storiografia greca di ettlromana, Pisa, 1979, pp. 117-189; R. Bering-Staschewski, Riimische Zeitgeschichte bei Cassius Dio,Bochum, 1981; U. Espinosa, Debate Agrippa-Mecenas en Cassio Dion, Madrid, 1982; W. Ameling,Ca.ssius Dio und Bithynien, EA, 4 (1984), pp. 123-138; T. D. Barnes, The Composition of CassiusDio's Rontan History>, Phoenix, 38 (1984), pp. 240-55; F. Gasc, Casio Dion y la rivalidad delas ciudades griegas., Primer Congreso Peninsular de Historia Antigua. Santiago de Compostela,Julio de 1986 (en curso de publicacin).

    2. Sobre el estado de conservacin de la obra de Casio Dion y en concreto de los libros1.XXII-LXXX, cfr. Millar, op. cit., pp. 5 ss.

    3. Las mejores pginas dedicadas al discurso son las de Millar, op. cit., pp. 120 u.

    301

  • FERNANDO GASCO

    sos de la Iliada (LXXX 4,5). De la misma manera una de sus obrasque se ocupaba de las grandes revueltas y guerras por las quepas Roma y su Imperio despus de la muerte de Cmodo, fueejecutada como un mandato que recibi de -r6 Scui..thLov mientrasdorma.

    La actividad historiogrfica de Dion se vio, por tanto, jalonadapor una serie de experiencias onricas que le orientaron, estimu-laron e inspiraron y que l entiende de origen divino o demnico.No sorprende que Dion piense de esta manera sobre los sueos,pero lo que s resulta nuevo es que establezca unos vnculos tanestrechos entre su actividad literaria y los sueos. Esto si bienera frecuente en los distintos gneros poticos 4, en la historio-grafa anterior a Dion es algo inusitado. Obviamente no nos refe-rimos a las referencias temticas, sino a la sacralizacin deloficio y a la justificacin del mismo por experiencias de carcterreligioso.

    Si se repasan los prlogos de los historiadores griegos o roma-nos, se encuentran distintas explicaciones de por qu se dedica-ron al gnero en el que estaban ocupados. Al abordar ellos mis-mos la historia de tal o cual perodo hablan de la incapacidad,insuficiencia metodolgica o partidismo de otros historiadores.En ocasiones se refieren a las condiciones polticas que dificul-taron en tiempos ya pasados que se escribiera la historia de unmomento determinado; se aduce tambin la importancia del temaque se va a tratar. Pero en ningn caso hallamos una consagra-cin a una obra histrica por mandato divino. Si la tradicin his-toriogrfica nada semejante aporta, habr que recurrir al contextode Dion para explicar esta innovacin en el historiador que nosocupa. Y este contexto nos ofrece, junto con una depreciacin delmundo fsico, una paralela exaltacin y difusin de experienciasentendidas como extraordinarias que conectaban a los hombresde los siglos u y ui con el mundo sobrenatural. Dentro de estasexperiencias ocupan un lugar importante las onricas 5.

    La comprensin del sueo corno una experiencia religiosa por

    4. L. Gil, Los antiguos y la inspiracin. potica, Madrid, 1967, pp. 115 ss.5. El tema de la depreciacin del mundo material en la poca ,y de la recurrencia resul-

    tante al mundo demnico puede verse en L R. Dodds, Paganos y cristianos en una poca deangustia,. Madrid, 1975. Para el desarrollo del mismo .tema en un autor importante del s. ni,cfr. F. Gasc, .Decadencia y percepcin de la realidad en S. Cipriano, Habis 9 (1978),pp. 311-322.

    302

  • CASIO DION Y LOS SUEOS

    medio de la cual se estableca contacto con el mundo demnicoo divino, era algo tan viejo como la propia cultura clsica y tuvodesde antiguo correlatos tericos y acogida institucional en lostemplos 6. Sin embargo nunca tuvieron los sueos una aceptaciny difusin tan amplia como la que encontramos a partir dels. ut d. C. De entonces son los Oneirocritica de Artemidoro, dondese sistematizaron, recopilaron e interpretaron gran nmero de sue-os 7 ; tambin a este momento pertenecen los Discursos Sagradosde Elio Aristides, exposicin reducida de su experiencia como so-ador 8 Tenemos, de igual manera, confesiones autobiogrficas deMarco Aurelio y Galeno en las que el primero deca haber sidocurado en sueos y el segundo afirmaba recibir informacin sobretratamientos en sueos 8 . El propio Dion en su Historia nos narraun cierto nmero de sueos de personajes que le son contempo-rneos. Precisamente los sueos de Septimio Severo, que le pre-sagiaron al emperador su ascenso al poder, fueron objeto de unpequeo libro compuesto por el historiador "). En la Vida de Apo-lonio de Tiana escrita por Filstrato, un contemporneo de CasioDion, tambin aparece el sueo como un envo de la divinidad(I 23) ".

    Entre los cristianos la situacin no fue diferente. Los Apolo

    6. Sobre el tema de los sueos y su interpretacin en la Antigedad Clsica pueden verselos tres artculos que dedica la Pauly-Wissawa al tema: Kenner, Oneriros, R.E., XVIII, 1, 448-459; de Preisendanz, Oneiropompeia, R.E., XVIII, 1, 440-8, y Hopfner, Tnaumdeutung, RE.,VI, A. 2233-2245. Son igualmente importantes y llenas de sugerencias las pginas que Doddsdedic a esta cuestin en Los griegos y lo irracional, Madrid, 1980 (2), pp. 103 ss. y enSupernormal Phenomena in Classical Antiquity en The Ancient Concept of Progress and OtherEssays on Greek Literature cmd Belief, Oxford, 1973, pp. 161 ss.

    7. En torno a los hallazgos tericos de Artemidoro, en lo que a interpretacin de sueosse refiere, cfr. D. del Corno, I sogni e la loro interpretazione nell'et dell'impero, ANRW16, 2 (1978), pp. 1607 ss.

    8. Sobre esta obra del sofista de Adrionuteras, cfr. Dodds, Paganos..., pp. 63 as.; DelCorno, op. cit., pp. 1615 ss. y especialmente C. A. Behr, Aelius Aristides and the Sacred Tales,Amsterdam, 1968. Aun con lmites, por la patolgica hipocondra de Arstides, resulta intere-sante resaltar la similitud entre E. Arstides y C. Dion, en sus respectivas relaciones conAsclepio y Fortuna, que a travs de sueos desembocaron en actividades literarias.

    9. Dodds, op. cit., p. 70.10. Referencias a este pequeo libro sobre sueos compuesto por Casio Dion en LXXIII

    14,4 y LXXIV 8,2. Sobre los sueos de Septimio Severo, cfr. A. Birley, Septimius Severosthe African Emperor, Londres, 1971, p. 149 s. No est de ms recordar el sueo del aya deAproniano, el distinguido senador procnsul de Asia en tiempo de S. Severo, segn el cualllegara aqul a ser Emperador y que signific la condena de su amo y una situacin tragi-cmica que Casi Dion cuenta en LXXVI 8-9, dr. A. Birley, p. cit., p. 239 s., y la castizatraduccin que del pasaje da L. Gil en Censura en el Mundo Clsico, Madrid, 1961, p. 369.

    11. Se trata de uno ms de entre los rasgos que hacan de Apolonio un hombre en estre-cho contacto con la divinidad.

    303

  • FERNANDO GASCO

    gistas del s. II y iii tambin consideraron los sueos como uncanal de comunicacin con el mundo sobrenatural, aunque conuna vertiente negativa, ya que pensaban que a travs de los sue-os se infiltraban tentadores y perversos dmones que les pedanque volvieran a sus antiguos ritos, que les inducan a cometerpecados o que les engaaban curndoles despus de haberles he-cho enfermar para que depositaran en ellos sus esperanzas '2.Sectas heterodoxas gnsticas, como la de los carpocracianos, se-gn nos informa S. Ireneo, tenan incorporadas ciertas teorassobre los sueos a sus doctrinas: Practican tambin los segui-dores de Carpcrates la magia y el encantamiento, los filtros y laspociones de amor. Echan mano de los espritus de la familia, queenvan sueos y otras cosas terribles... (adv. haer. I 25,3). Peroincluso el eficaz y santo obispo de Cartago, Cipriano, soaba yestaba en condiciones de augurar una persecucin por habertenido una visin en la que un joven con una red en la manoizquierda amenazaba con lanzarla sobre la gente que le rodeaba(Ep. XI 4)13.

    As, los sueos entendidos como anticipacin del futuro ocomo un sistema por el que la divinidad muestra sus designioso se pone en contacto con los hombres, constituye una porcindel contexto religioso inmediatamente anterior, contemporneo einmediatamente posterior a Dion. De esta manera se explica lajustificacin, como dijimos inusitada, de cmo y por qu se deter-min a escribir una obra por indicacin de un sueo y de cmofue estimulado y en cierta medida guiado cuando escribi su His-toria de Roma por distintos sueos que le enviaba la diosa For-tuna. Pero an es posible apuntar otro tema. El sueo se enten-da como el orculo por excelencia al que podan recurrir ricosy pobres y a travs del cual se conoca qu iba o no iba a sucedery qu se deba o no deba hacer. Es razonable pensar que si serecurre a este sistema de orientacin y prediccin es porque losdatos del mundo vigil son inseguros e inciertos. Por tanto ladifusin e importancia que cobra el sueo en este perodo, porlo que conlleva de aumento de la sensibilidad religiosa personal,

    12. Cfr. Taciano, Or. ad Gr., XVIII 3; S. Justino, I Apol., I, 14,1 y 8,3; Tertuliano, de An.,XLII 2; Origenes, C. Cris., I 48 y 66; Minucio Felix, Oct., VII 6 y XXVII 4. Referencias a lascreencias en los dmones en los primeros cristianos pueden encontrarse en J. Danielou, Messageevangelique et culture hellenistique, Tournai, 1961, pp. 391 22.

    13. Dodds, op. cit., p. 72.

    304

  • CASIO DION Y LOS SUEOS

    as como por el propio estado de inseguridad que induce a recu-rrir al sueo incluso en contextos en los que no era tradicional,como el sealado en Dion, nos introduce en los cambios y trans-formaciones de los siglos It y Itt, que han recibido tradicional-mente el nombre de Crisis.

    305