Cayey Miradas Históricas

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  • 8/14/2019 Cayey Miradas Histricas

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    Universidad de Puerto Rico en CayeyInstituto de Investigaciones InterdisciplinariasFundacin Puertorriquea de las Humanidades

    National Endowment for the Humanities

    Miradas Histricas

    Cayey

    Perspectivas Contemporneas

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    CayeyMiradashistricas,

    perspectivascontemporneasEstapublicacinespartedelproyectoCayey:miradashistricas,perspectivascontemporneassubvencionadoporlaFundacinPuertorriqueadelas

    Humanidades,elNationalEndowmentfortheHumanitiesyelInstitutodeInvestigacionesInterdisciplinariasdelaUniversidaddePuertoRicoenCayey.

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    Institutode

    Investigaciones

    Interdisciplinarias

    205Ave.AntonioR.Barcel

    Cayey,PR00736

    7877382161,extensiones2615

    y2616

    [email protected]

    Estapublicacinrecogelostrabajos

    presentadosenelforoCayey:miradas

    histricas,perspectivascontemporneas,

    celebradoel14denoviembrede2007enel

    Anfiteatro

    Arturo

    Morales

    Carrin

    de

    la

    UniversidaddePuertoRicoenCayey.

    Dr.RamS.Lamba

    Rector

    Dr.RalCastro

    DecanodeAsuntosAcadmicos

    Dra.IsarP.Godreau

    Directora

    InstitutodeInvestigacionesInterdisciplinarias

    Editoras:

    Dra.IsarP.GodreauyVionexM.Marti

    2009 InstitutodeInvestigaciones

    Interdisciplinarias,UniversidaddePuerto

    Rico

    El material publicado podr ser citado

    siempre que se le d el crdito

    correspondiente a sus autores. Esta

    publicacin no podr ser reproducida, ni

    totalniparcialmente, sin elpermiso escrito

    delaseditoras.

    Edicin:

    LornaPolo

    Diseodeportada:

    CarmenLugo

    Diagramacin:

    InstitutodeInvestigaciones

    Interdisciplinarias

    Cayey

    MiradasHistricas,

    PerspectivasContemporne

    as

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    NDICEIntroduccin..............................................................................................................1

    IsarP.GodreauyVionexM.Marti

    CayeyEnPerspectiva,

    FernandoPic...........................................................................................................4

    ElGneroylaDescomposicindelOficiodeTabaqueroen

    PuertoRico,18991934,

    JuanJosBaldrich...................................................................................................12

    HistoriografadeCayey:UnAcercamientoAritmtico(Elcasode

    PoLpezMartnez),

    JonathanJ.Berros..................................................................................................43

    Contextos,PretextosyPosttextos:Comentariossobrelasponenciasde

    FernandoPicyJuanJosBaldrich,

    LuisFigueroa..........................................................................................................51

    Cayey: Miradashistricas,perspectivascontemporneas

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    Introduccin

    Es

    un

    gran

    placer

    presentarles

    la

    publicacin

    Cayey:

    Miradas

    histricas,

    perspectivascontemporneas. Esta recoge lasponenciaspresentadas enel foroque,

    bajoelmismo ttulo,organizel Institutode Investigaciones Interdisciplinariasde la

    Universidad de PuertoRico enCayey el 14 de noviembrede 2007 en elAnfiteatro

    ArturoMoralesCarrin. MedianteelForo,buscamospromoverlahistoriacomouna

    herramienta clave para entender y enfrentar algunos de los problemas

    contemporneos del pueblo de Cayey. Las ponencias que aqu publicamos se

    presentaron ante un nutrido grupo de acadmicos, maestros, estudiantes

    universitarios y escolares, funcionarios pblicos y personas de la comunidad

    cayeyana. El foro cont con las presentaciones de los reconocidos acadmicos

    puertorriqueos: el historiador Fernando Pic y el socilogo Juan Jos Baldrich,

    ambosde

    la

    Universidad

    de

    Puerto

    Rico

    en

    Ro

    Piedras;

    el

    historiador

    Lus

    Figueroa,

    delTrinityCollegeenHartford,Connecticut;yJonathanBerros,educadordelMuseo

    deArteDr.PoLpezMartnez,delaUPRenCayey.

    ***

    Elprimerensayodel librocorrespondealdoctorFernandoPicyabordael tema

    deldesarrollohistricodelasociedad,eltrabajo,lafamiliaylasrelacionesdepoderen

    el municipio de Cayey. Pic discute la transformacin de Cayey de una ciudad

    pequeadominadapormicropoderesaunaciudadglobalizada,dondeelpoderest

    dispersodentro

    yfuera

    de

    los

    lmites

    de

    la

    ciudad.

    En

    su

    ensayo,

    el

    doctor

    Pic

    describe cmo, ante la ausenciadel estado, en elCayeyde antes, losmicropoderes

    emanabande la iglesia,elgobiernoydeldinerodealgunas familiasafortunadas.En

    cambio, en la actualidad, el comercio, las autopistas y las telecomunicaciones han

    convertidoaCayeyenunlugarderesidenciaparatrabajadoresdeotrasciudades,en

    un lugardepasoparaelcomercioentreotrasciudadesy,engeneral,enunaciudad

    cuyoshabitantesnose limitana lasesferas locales. Estasdinmicassearticulancon

    otras caractersticas identificadas en la historia cayeyana: el trabajo enajenado, la

    familiadividida, laviolenciay la indiferenciaalambiente. Picnosmuestraalgunas

    clavesparaenfrentarestosretosdelpresente.

    Enelsegundoensayo,eldoctorJuanJosBaldrichdiscute latransformacinde la

    industriadel tabacoenPuertoRicoycmoesoscambios transformaron lospatrones

    de empleo de hombres y mujeres en la industria del tabaco y los patrones de

    organizacindeestos trabajadoresy trabajadoras.Baldrichargumentaquedividirel

    mtodo espaolde elaboracindel tabaco envariospasos especializados generun

    procesode cambio en elque cadavez erams fcily rpido enseary aprender el

    proceso, lo cual llev a una reduccin en el pago por esos trabajos. Esto tambin

    1

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    cambi la distribucin por gnero entre los empleados de la industria tabacalera,

    pasando de un grupo de empleados constituido principalmente por hombres que

    ganabanunsalarioaltoporhora,aungrupodeempleadosconstituidoprincipalmente

    por mujeres que ganaban salariosbajos. El ensayo muestra algunas consecuencias

    importantesdeestafeminizacin enlaindustriadeltrabajo.

    EneltercerensayoJonathanBerrosutilizlaobradePoLpezMartnez,fenecido

    profesordel laUPR enCayeyyautordelprimer libroconocido sobre lahistoriade

    Cayey,parailustraryproponerunatcnicadeenseanzadehistoriaparaestudiantes

    de escuela secundaria en la cual se puede utilizar las formulas matemticas como

    analogas de los procesos de investigacin histrica. Segn Berros, la descripcin

    histricadeeventos,lugaresypuntoseneltiemposepuedeelaborarconbaseenlos

    registrosdedocumentosdelapoca,lasobrasintelectualesdeesapocaylatradicin

    oral.Entenderesoselementoscomovariablesenlaformuladeladescripcinhistrica

    lepodrapermitiralosestudiantesvercmounoselementossepuedenuniraotrosy

    cadavez

    tener

    una

    imagen

    ms

    clara

    de

    los

    eventos

    del

    pasado.

    Finalmente,eldoctorLuisFigueroadiscuticrticamentelaspresentacionesdePic

    yBaldrich,ypropusoalgunas lneasde investigacina la luzde lasconvergenciase

    interrogantesqueestos trabajos sugieren. De formaparticular,proponeestudiar los

    espaciosvitales endondese formelproletariado tabaqueroqueestudiaBaldrichy

    susdesplazamientos,esdecir,examinarlaproletarizacindeltabacoenotrosespacios

    quevanmsalldeltaller;espaciosquesevislumbraneneltrabajodePic,desdesu

    ngulodeanlisis,yque sedesarrollande formamsampliaen su libroCayeyanos:familiasysolidaridadesenlahistoriadeCayey.

    ***

    El Institutode Investigaciones Interdisciplinariasde laUPRCayeyagradecea los

    autoresporsudisposicine importantetrabajo,ypor ladiligenciaygentilezacon la

    quecompartieronconlosasistentesduranteelforoquedioorigenaestapublicacinel

    14 de noviembre de 2007. El seorJhon Sanabria y YhajairaMercado del Instituto

    merecenunagradecimientoespecialporsucolaboracinenlaorganizacindelevento.

    El Departamento de Educacin tambin colabor, apoyando la asistencia de los

    maestrosdehistoriadelasescuelasdeldistrito.Finalmente,agradecemoselapoyode

    la Fundacin Puertorriquea de las Humanidades, cuyo auspicio hizo posible la

    publicacinde

    las

    ponencias.

    Los ensayospresentados en estapublicacin amplannuestro conocimientode la

    historiadeCayey,facilitando lacomprensinde larelacinde lossucesoshistricos,

    sociales y econmicos que ayudaron a fraguar las particulares caractersticas del

    puebloylasociedadCayeyanahoyenda. Conestapublicacin,elInstitutofortalece

    sumisindepromoverydiseminareldesarrollodeconocimientosrelevantesparael

    2

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    pasyparalaregindeserviciodelaUPRenCayey.Esperamosqueeltrabajosirvade

    estmulo para desarrollar otras investigaciones que amplen este conocimiento y

    generen nuevos proyectos de investigacin aplicados, que abonen a la crtica y al

    desarrollodepolticaspblicasparaelPas.

    Dra.IsarP.GodreauyVionexM.Marti

    InstitutodeInvestigacionesInterdisciplinarias

    UniversidaddePuertoRicoenCayey

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    CAYEYENPERSPECTIVAFernandoPic

    DepartamentodeHistoriaUniversidaddePuertoRico

    RecintodeRoPiedras

    Introduccin:LacambianteregindeCayey

    La investigacin de la historia de

    Cayey muestra que en distintas

    pocas Cayey se ha movido endiferentes contextos regionales. Al

    pasar por alto su contexto geogrfico

    de altiplano, en una cesura de la

    Cordillera Central, y su ubicacin

    dentro de las agrupaciones indgenas

    del valle del Toa en el perodo pre

    colombino, encontramos al hato de

    Cayey en la historia de Puerto Rico

    comounpologanaderodelpartidode

    Coamoen

    el

    siglo

    18.

    Si

    examinamos

    la documentacin referente al trfico

    comercial y al trasiego social en las

    dcadas posteriores a su fundacin,

    encontramos entonces que Cayey

    paulatinamente se desplaza de la

    rbitadeCoamoaladeGuayama,de

    donde recibe financiamiento, agentes

    comerciales, inmigrantes ybienes de

    consumo. La construccin de la

    CarreteraCentral,enparticulardelos

    1870enadelante,nuevamentedisloca

    elejeregional.Cayeyahoravaamirar

    hacia el norte y robustecer el rol de

    Caguascomocentrodecomercioyde

    financiamiento de la zona. La

    influenciacageasevamitigandoen

    la segunda mitad del siglo 20, segn

    la Capital se vuelve prxima por el

    desarrollodelascomunicaciones.Hoy

    realmentedeberamospreguntarnossi

    con una poblacin que diariamente

    fluye hacia el norte para trabajar,

    consumir y recrearse, no debiramosubicar a Cayey en la regin de San

    Juan.

    Peromsalldeesasrelacionesde

    geografa econmica, cabe preguntar

    sielconceptotradicionaldereginno

    est estallando hoy, cuando multitud

    de cayeyanos hace sus compras por

    Internet, se pasa la noche cambiando

    deun

    canal

    de

    televisin

    extranjero

    a

    otro,viajaunaodosvecesporaosal

    exterior,ytienemasintersen loque

    est pasando en Orlando, Irak y

    Afghanistan que lo que sucede en

    PatillasoArroyo.

    ParteI:Losretosdelpasado1. El estado ausente. En todo caso, elsigno que ms hondamente marca la

    historiadeloscayeyanos,aligualque

    lamayoradelospuertorriqueosdel

    pasado, es la ausencia del estado. La

    mayor parte del tiempo las

    instrumentalidades y la racionalidad

    del Gobierno han sido ajenas a la

    experiencia, las aspiraciones y las

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    FernandoPic

    necesidades de gran nmero de

    cayeyanos. En los testimonios ms

    antiguos que encontramos sobre la

    historia del municipio, se reitera la

    incapacidaddelestadoparacontrolar

    el flujo de esclavos cimarrones,fugitivosdelpresidio,desertoresdela

    guarnicin, extranjeros sin

    documentos y evasores de

    responsabilidades fiscales hacia la

    sierra cayeyana. Cayey es entonces

    tierra de frontera, adonde no

    solamente acude la gente al margen

    de las instituciones,sinoque tambin

    se fomentaelcontrabandodeganado

    porla

    costa

    sur

    con

    ingleses,

    franceses

    y holandeses, y se traen a cambio

    esclavos,herramientas,textilesyotras

    manufacturaseuropeas.

    Elestadotratadecontrolaralgunos

    extremos de anomia con patrullas

    volantes en los 1820, pero no hace

    mucha mella cuando los poderes

    locales no se movilizan en su apoyo.

    Tarda Cayey en implantar las

    circulares de gobierno; la circular de

    Pezuela sobrejornaleros se desdibuja

    con multitud de arrendamientos a

    parientes y amigos, la de Norzagary

    sobre prestaciones para la carretera

    central no recluta la necesaria mano

    de obra semanal, hasta el punto que

    25 aos mas tarde se tenga que traer

    presidiarios de Cuba, inclusive los

    famosos chinos, para completar el

    tramodeAibonito. Losniosnovana la escuela, pese a la perentoria

    circulardelgobernadorDespujols,no

    son vacunados contra la viruela, no

    son declarados sus nacimientos en el

    Registro Demogrfico, como lo

    demuestra el hecho de que constan

    mas bautizados en la parroquia que

    losnacidossegnelRegistro.

    NilapolicanilastropasdeHenry

    Barracks pueden controlar las turbas

    polticas del 1900 y 1902. Contrario alas leyes y la jurisprudencia se

    persiguea losqueorganizanuniones

    ypromuevenhuelgaslaborales.Entre

    1918 y 1933 el expendio de bebidas

    alcohlicas est prohibido, pero los

    alambiques florecen, as como las

    peleas de gallo clandestinas y los

    juegos prohibidos de dadosybarajas

    conapuestasdedinero.Enlos1950se

    descubre

    una

    finca

    de

    marihuana

    en

    laaltura,en los60 llegaa laatencin

    de lasautoridades laproliferacinde

    la herona, le seguirn la cocana, el

    crack, las pastillas y los brebajes

    proscritos, y el estado nunca logra

    erradicar lo que l mismo ha

    proscrito.

    2.Lospoderes mediatizados. En el siglo19, ante la ausencia del estado, los

    poderes locales emergen como

    rbitros parcializados de las

    contiendas y las aspiraciones locales.

    Los grandes ganaderos, Vzquez,

    Aponte, Ortz, Collazo y Rivera,

    ejercen su autoridad sobre sus

    convecinos al punto que algunos

    protestan sobre sus arbitrariedades.

    Luegovienenloscafetalerosycaeros

    que gobiernan patriarcalmente sus

    tierras. Estos son los que tratan defiscalizar las andanzas esclavas y las

    conductasjornaleras, losque intentan

    amedrentar a los pequeos

    propietarios,y losqueserepresentan

    a s mismos como portavoces del

    vecindario.

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 5

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    FernandoPic

    El cura prroco de turno, don

    Felipe Gonzlez, en las primeras

    cuatro dcadas del siglo 19 y don

    Manuel Valds en las siguientes dos,

    tienen autoridad y ejercen influencia,

    notantacomoelloshubieranquerido,a juzgar por las reconvenciones que

    hacen en los libros de entierros por

    retrasos y fallas en solicitar para los

    agonizantes los ltimos sacramentos.

    Perosposeen lasuficiente influencia

    para reclamar el respeto por su

    posicinprivilegiadaenlasociedad.

    ElSargentoMayor(comandantede

    la

    milicia

    urbana),

    los

    comisarios

    de

    barrio, los maestros, el doctor, el

    farmacutico, eventualmente el

    notario comparten retazos de

    prestigioyautoridad,peroniellos,ni

    en fin de cuentas el alcalde, logran

    siempre hacer que sus deseos se

    cumplan a cabalidad. En las ltimas

    dcadas del siglo 19 hay otras

    autoridades igualmente sentenciosas

    ensusdictmenesydeterminaciones:

    los encargados del Registro de la

    PropiedadyelRegistroDemogrfico,

    elJuez dePaz, los nuevos profesores

    de escuelas rurales y de nias, los

    corresponsales de los peridicos de

    SanJuan y Ponce, los presidentes de

    loscomitslocalesdelospartidos,los

    agrimensores, ingenieros y

    sobrestantes de la Carretera Central,

    los camineros, el cabo de la guardia

    municipal, la guardia rural; nucleantodos pequeos focos de poder, a

    veces en competencia entre s, en los

    quesediluyen lospoderesconferidos

    porelestado.

    Estospequeosmediatizadores del

    poderestatalsemultiplicanenelsiglo

    20, pero su aumento en nmeros

    disminuye suprestigio.En suauxilio

    concurren personalidades del sector

    privado, enfermeras, pediatras,

    dentistas, dueos de tallerestabaqueros, banqueros, lderes

    sindicales, ministros y pastores

    protestantes, presidentes de clubes

    cvicos, abogados, vendedores de

    utilera agrcola, dueos de

    gasolineras, choferes de carros

    pblicos: uncoropolifnicodevoces

    instruyendo,fiscalizando,tratandode

    controlaralosdems.

    Por distintas razones la mayor

    parte de estas voces controladoras

    disminuyen en importancia en las

    ltimas tres dcadas del siglo 20. La

    radio y la televisin desautorizaron

    las exigencias de las voces

    patriarcales.Elmayorcontactoconel

    mundo exterior de los veteranos de

    guerra y los emigrados que

    regresaron ayud a relativizar la

    autoridad sabihonda de los letrados

    locales. A los jvenes, el cine, la

    msica, los videos, y el Internet

    abrieron las puertas a nuevos

    imaginarios.Yanoeratanimportante

    participarenlaveladaescolaroganar

    un premio en una feria cientfica o

    figurarenlasfiestasdecarnaval.Yala

    aprobacin no la conferan los

    micropoderes, sino las entidades de

    afuera.Yaelabuelonolosabatodo.

    3. El trabajo enajenado. Un tercerelemento histrico que es necesario

    tomar en cuenta para estudiar al

    C a y e y c o n t e m p o r n e o e s l a

    minusvaloracin del trabajo. En los

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas6

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    FernandoPic

    ltimos dos siglos y cuarto Cayey ha

    v i sto todas las modalidades del

    trabajo: la mano de obra familiar,

    esenci a l en el d esa rrol l o de la s

    estancias;losesclavos,ocupadosenla

    ganadera,elcafetal,elcaaveralylastareas domsticas; el agregado, tanto

    el de antiguo cuo que divida los

    frutos de crianza y siembras con el

    terrateniente,comoelque,reducidoa

    subohooasucasadezincymadera,

    trabajaba varios das a la semana en

    lastareasagrcolas,muchasvecespara

    pagar una deuda incurrida en la

    t i e n d a d e r a y a ; e l p r e s i d i a r i o ,

    ejercitado

    en

    la

    construccin

    de

    las

    carreteras y otras obras pblicas del

    siglo 19; eljornalero asalariado, el

    medianero de las talas de tabaco, el

    torcedor y la despalil ladora, las

    costureras bordando a domicilio, la

    lavandera y la planchadora, pagadas

    por tareas, los empleados de fbrica,

    empresas y obras de gobierno, los

    voluntarios reclutados para alguna

    c r u z a d a p b l i c a , l o s n i o s ,

    invisibilizados en sus tareas por las

    l e y e s l a b o r a l e s , p e r o s i e m p r e

    utilizadosymalpagados; lamujeren

    su trajn domstico; la abuela que

    cuida nietos; el pariente que vela las

    n o c h e s j u n t o a l e n f e r m o .

    Lo que se trabaja no siempre se

    registra en los censos, como el del

    1935 de la PRAA, que tilda con

    ocupacin ninguna a las mujeres querealizan faenas domsticas. Pero si

    algo tienen en comn estas mltiples

    facetas del trabajo en Cayey es que

    raravezhanalcanzadolarecompensa

    y el prestigio que garanticen su

    continuidadosumemoria.Deltrabajo

    esclavoenCayeypocosquierenhacer

    memoriaya.Sinembargo, todavaen

    los 1840 el 29% de la poblacin

    cayeyana era esclava. El agrego

    caduc sinpenanigloria.Lahistoria

    de los tabaqueros en Cayey est porhacerse,as comoelde su empleoen

    lamanufactura.

    En un municipio donde tan gran

    porcin de la poblacin, segn el

    censo del 2000, depende de alguna

    formadesubsidiopblico,el trabajar

    sostenidamente, para algunos, parece

    ser una excentricidad, una aficin

    desordenada.

    No

    hay

    trabajo,

    dicen

    otros,comosieltrabajosedieracomo

    lasguayabasenlosantiguoscercados,

    por pocas y entre avispas. Mil

    maneras de buscrselas han

    constituido una cultura del

    subempleo, en la que trabajar para

    otrosesunaformadeenajenacin.Lo

    es, dira un marxista, cuando tu

    vendestanbaratotufuerzadetrabajo

    pero, qu pasa cuando no hay

    mercado paraella,niayer,nihoy,ni

    maana? Estamos en segundas y

    terceras generaciones de cayeyanos

    quenohantenidounempleoestable,

    ni una ocupacin conocida, y es algo

    quenoqueremosmiraralacara.

    4.Lafamilia dividida. Todoesto incidesobre el muchas veces manoseado

    asunto de la familia y su perenne

    crisis.EnPuertoRicolafamiliaesmsveces objeto de lamentacin que de

    estudio. Muchas veces, tras el

    discurso de la crisis de la familia, se

    oculta el fantasma de la culpa de la

    mujer que ha abandonado su hogar

    parauntrabajoasalariado.

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 7

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    FernandoPic

    Sin embargo, lo que ese discurso

    disimula es que, en el pasado, la

    mayor parte de las mujeres siempre

    trabajaron fuera del hogar,

    desyerbando talas de arroz,

    transplantando tabaco, recogiendocaf, lavando ropa en la quebrada,

    haciendocarbn,colocndoseajornal

    en casas de propietarios, llevando

    frutas, huevos, flores o dulce al

    mercado, despalillando tabaco. Qu

    ibaaserlamujerjbaratodoslosdas

    en el boho?, desempolvar el

    inexistente mobiliario? Los nios

    desde temprano tambin fueron

    sometidosafaenas

    agrcolas,

    en

    todo

    casosecuidabanunosaotros.

    Parahacer lahistoriade la familia

    cayeyanahayqueremontarse,noa la

    familiapatriarcaldel folclor,sinoa la

    familia nuclear. En una zona de

    fronteradondeabundaba la tierrasin

    cultivar, losjvenes formaban familia

    temprano y sentaban cabeza aparte,

    como se puede constatar viendo las

    partidas de matrimonio, escrituras

    notariales y encabezamientos fiscales

    de los Llera, los Solivn, los

    Arguinzonis, los Caraballo, los Len,

    los Santiago, los Malav, los Lpez,

    los Vega y otras familias de

    estancieros de las primeras dcadas

    delsiglo19.

    Los matrimonios tempranos

    llevaron a gran nmero de hijos yconsecuentes divisiones mltiples de

    la tierra heredada. En la segunda

    mitad del siglo 19 ni son tan

    tempranas las uniones familiares, ni

    est garantizada la casa aparte. La

    familia extendida viene a ser la

    respuesta espontnea a la crisisde la

    familia nuclear, que ya no se puede

    sustentar sola. De esas mismas

    vicisitudes sufren las familias de los

    esclavos y los libertos recientes. Las

    oportunidades reducidas de lasegundamitaddelsiglo19 inhiben la

    formacin de familias nucleares

    independientes.

    Segn los problemas de la vieja

    sociedad agraria se complicaron, con

    el embate de los huracanes, lasbajas

    mundiales en el precio del caf, el

    ocasodelosmercadoseuropeos,ylas

    crisis

    cclicas

    del

    financiamiento,

    la

    situacin de las familias agrarias se

    agrav, y este desliz en las

    condiciones de vida repercuti sobre

    la expectativa de vida. La anemia, la

    tuberculosis y otras enfermedades se

    cebaron sobre familias mal

    alimentadas, descalzas y pobremente

    albergadas.Hijosdecrianzarecibidos

    decompadresdifuntos,hijasenviadas

    atrabajarenhogaresacomodadosdel

    pueblo, hijos evadidos de hogares en

    protesta a las feroces costumbres de

    crianza,viejosviviendosolos,lagama

    completa de disloques y trastornos

    familiares aparece retratada en los

    censos,losLibrosdeNovedadesylas

    QuerellasdelaPolica.

    Entrado el siglo 20 se aaden las

    peripecias del va y viene a Estados

    Unidos. La emigracin divide, rene,fragmenta y dispersa. No todos los

    quevan,vuelven,algunosde losque

    vuelven traen sus hijos, otrosno.Las

    tasasdenatalidadymortandadbajan

    (hoysonmasbajasquelasdeEstados

    Unidos), y acabamos en los hogares

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas8

  • 8/14/2019 Cayey Miradas Histricas

    14/62

    FernandoPic

    de12personasdiseminadosporel

    valle, viudas y viudos, divorciados,

    personas entre matrimonios, parejas

    de un mismo sexo, personas cuya

    pareja est fuera del pas, hasta

    menores viviendo solos. Hablar deunacrisisfamiliarquehaduradoms

    de cien aos es abusar de la palabra

    crisis. Para un cientfico social hay

    que partir de lo que es para llegar a

    un entendimiento de la familia que

    existehoy.

    5. La violenciaperenne. Otro elementoque parece constante en la historia

    cayeyana

    es

    la

    violencia.

    Una

    sociedad marcadapor laesclavitudy

    el agrego, las dos grandes

    instituciones de dominio y sujecin,

    no puede ser menos que violenta,

    pero sus contradicciones encuentran

    cauce distinto segn las pocas. Hay

    un solo homicidio registrado en los

    librosdeentierrosen losprimeros40

    aos de la historia de Cayey, el del

    Sargento Mayor don Benito Vzquez,

    en1805. 1 En1821EugenioSolivn,su

    esposa Teresa de la Vega y sus tres

    hijos son asesinados en Carite, al

    parecer por una banda de esclavos

    cimarrones.2 A partir de los 1830 los

    homicidios afloran, pero no es hasta

    los1890quesevuelvenfrecuentes.

    Son otras las formas de violencia

    que ocupan el siglo 19, las violencias

    vinculadasa lasrelacionesdetrabajo,y luego, desde finales de los 1880, la

    violencia poltica. De la violencia

    domstica conocemos poco para esta

    poca,porfaltadeloscuadernosdela

    policamunicipal.

    Los escritores costumbristas

    tendieronafolclorizarlasexpresiones

    de violencia en la primera mitad del

    siglo 20. Es, sin embargo, la

    recurrencia de la violencia en esa

    poca lo que impresiona alinvestigador. La fiesta, an la ms

    tradicional,comoladelDadeReyes,

    acaba habitualmente en garata y

    gritera, puos y machetazos. Por un

    lado, el discurso nacional presenta la

    fiesta como ejemplo de

    confraternizacin,peroporotro lado,

    las realidades retratadas en las

    novedades y en los partes de los

    corresponsalesde

    la

    prensa

    muestran

    la fiesta como coyuntura de

    confrontacin, donde las gradaciones

    sociales y las diferencias raciales

    afloran.Elexcluido,elquesepropasa,

    el que se siente humillado o

    ninguneadodesbarataelbaile,agrede

    a los msicos, infiere heridas al

    anfitrin. El alarde machista reclama

    establecer quienbaila con quien, que

    msicasetoca,quiensepuedeacercar

    a la hermana o a la hija. Hay gente

    queseposesionade lacelebracinde

    losdems.

    Que se achaque la agresividad al

    alcohol, y dcadas mas tarde a la

    droga, es muestra de que no se

    quieren examinar los conflictos

    sociales, o a lo sumo reducirlos a un

    empalagoso folclor, acab como

    rosario de la aurora , sin vincularestoslancesalasgrandesfisurasdela

    sociedad o a los esfuerzos de

    subordinar a los miembros de una

    familiaounvecindarioa losarbitrios

    delasfamiliasdominantes.

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 9

  • 8/14/2019 Cayey Miradas Histricas

    15/62

    FernandoPic

    Tambin el folclorismo disimula

    los recurrentes problemas de salud

    mental, cuyas manifestaciones ms

    dramticas son despachadas

    acrticamente con explicaciones de

    conveniencia. Todo se recogebajo unmanto de fatalismo que desalienta la

    indagacin.

    6.Laindiferenciaalambiente.ParaubicaraCayeyenlaeconomademercadofue

    necesario deforestar gran parte de su

    superficie territorial. Referencias a

    accidentes en las labores de desmonte

    se pueden encontrar en los primeros

    libros

    de

    entierro.

    La

    siembra

    de

    caf

    supusolaconservacindesloaquellos

    rbolescuyasombraseconsiderabatil

    para el cafetal, y esto conllev la

    siembra de guavas y guams y la

    sustitucin de rboles maderables

    usados en la construccin o en la

    confeccin de muebles e implementos

    agrcolas.

    La siembra reiteradade tabaco, que

    sehizoextensaenlasprimerasdcadas

    del siglo 20, empobreci los suelos de

    GuavateydeTota,ascomodelvecino

    barrio aiboniteo de la Plata. Por otro

    lado,laexcavacindepozosenelvalle

    paraacomodarlademandadeaguade

    riegoydeusodomstico,resulten la

    baja del nivel fretico de los acuferos

    de la montaa. Esto result en la

    desaparicin o la mengua de especies

    vinculadas a la quebrada. La cazaindiscriminada extingui el carrao,

    visto por ltima vez en Quebrada

    Arribahaciael1914.

    Esa indiferencia hacia el ambiente

    configur las prcticas habituales de

    disposicin de basura y chatarra en

    vertederos clandestinos, la

    contaminacin de las quebradas con

    pozos spticos, la eliminacin de

    pjaros autctonos, la construccin

    contraloscontornosnaturales,losusosdelatierrafavorecedoresdelaerosin.

    Las prcticas depredadoras de la

    naturaleza en los primeros dos siglos

    de la existencia del municipio

    resultaron en un definitivo

    empobrecimientodelambiente.No fue

    hasta tiempos relativamente recientes

    queseimpulsen lasescuelasyen los

    grupos cvicos una actitud

    ambientalista,para

    frenar

    la

    progresiva

    erosin de los suelos y la extincin de

    la fauna y la flora autctonas. No fue

    tampoco hasta las dcadas finales del

    siglo 20 que se subsan el antiguo

    problema del drenaje del pueblo,

    saneando el empozamiento del agua y

    losproblemasdealcantarillado quepor

    dcadas haban minado la salud

    pblicaenCayey.

    ParteII:LosrecursosdelpresenteAnte el cuadro de elementos

    difcilesquehanpesadosobrelavida

    deloscayeyanosunosepreguntasies

    posible sacudir el pesado fardo del

    pasadoyreconfigurarlasperspectivas

    de Cayey. Cmo sacudir los

    imaginarios de violencia, la

    indiferencia al ambiente, los hbitos

    de dependencia, las rmoras de losproblemas de salud mental, la

    disfuncionalidad de la vida familiar,

    lasausenciasperennesdelestado?

    Cayey cuenta con fuertes recursos

    en su tradicin cvica y su cultura

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas10

  • 8/14/2019 Cayey Miradas Histricas

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    FernandoPic

    popular para sortear los retos que su

    pasado le impone. Las resistencias al

    abuso han sido una constante en la

    tradicin cayeyana. El juego de las

    solidaridades en favor de los

    desamparados,lacompasincristianay la buena fe rara vez han estado

    ausentes del foro pblico. La

    sociabilidadhamarcadolatrayectoria

    cvica del municipio; aqu por lo

    generalhanabundado lasadhesiones

    aunabuenacausa.

    Tambin la autogestin de los

    vecinos ha compensado las ausencias

    delestado.

    Una

    constante

    muestra

    de

    creatividadenlasartesy lasletrasha

    sidosignodevitalidad.Elempeoen

    educar a las nuevas generaciones se

    ha sostenido y el deseo de vivir en

    sintona con la naturaleza ha sido

    reiterado.

    El inventario de todas ests

    prcticasconducentesalaconvivencia

    y al disfrute de la vida sana

    constituyen una esperanza. Los

    cayeyanos tienen mucho con que

    contar para enfrentar los retos

    presentes. Que la conciencia de sus

    logrospasadosysusvaloresperennes

    sirva para animar a los responsables

    denuestrofuturo.1 ArchivoArquidiocesanodeSanJuan,

    Cayey,LibrosParroquiales,LibroSegundo

    deEntierros,

    80

    v.

    2ArchivoGeneraldePuertoRico,Fondode

    GobernadoresEspaolesdePuertoRico,

    caja433,pliegomensualdenoviembre,

    1821.

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 11

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    ELGNEROYLADESCOMPOSICINDELOFICIODETABAQUEROENPUERTORICO,18991934

    JuanJosBaldrich

    DepartamentodeSociologayAntropologa

    UniversidaddePuertoRico

    RecintodeRoPiedras

    Despus de la Invasin Americana en1898, las fbricas puertorriqueas detabacogozarondeunaexpansinnotableyaquelosmanufactureros,hastaentoncesorientadosalmercadolocal,comenzaronaexportarcigarrosengrandescantidadesy, adicionalmente, las exportaciones detabaco en rama registraron aumentossignificativos. Para 1910 las fbricas detabacodabanempleoamstrabajadoresquelascentralesazucareras;lasprimerascomprendan el 45.1 por ciento delempleo en fbricas mientras que las

    centrales representaban el 32.5 porciento.1Lamanufacturade tabaco tuvounaexpansinextraordinariaalextremodeexperimentarun incrementodemsdelcincuentaporcientoaunadcadadelaInvasin.

    Laexpansinde lamanufacturadetabacoprovocunoscambiosprofundosal interior de lapropia industria, en la

    estructura

    de

    la

    familia

    y

    en

    las

    organizaciones de los trabajadores.Losobreros de los talleres del tabacoocuparon un lugar central en lossindicatos, en grupos socialistas yanarquistas y en el Partido Socialista.Dcadas despus, estos cambios,importantesensumomento,llamaronla

    atencin a historiadores y socilogos.Durante las dcadas de 1970 y 1980,investigadoresalgunosbajolainfluenciadellibroparadigmticoThemakingoftheEnglishworkingclassintentaronrescataratabaqueros,despalilladoras,tipgrafosycarpinteros, entre otros, de la enormecondescendencia de la posteridad.2

    Escritospionerosyhasta,eneseentonces,documentos inditos, muchos detrabajadores del tabaco, gozaron dereedicioneso se convirtieronenpginaimpresa. Por ejemplo, el Centro de

    Estudiosde laRealidadPuertorriquea(CEREP) edit en 1971 la coleccin dedocumentosLuchaobreraacargodengelQuinteroRivera.Estelibrofuepublicadocon un sentido de urgencia porque losmiembros de CEREP optaron por ladifusin de documentos obrerossignificativospuesnosesentan,enesemomento, cualificados para un anlisisriguroso y profundo de la situacin

    obrera.3

    Poco

    despus,

    Gervasio

    L.

    Garca

    trazcuidadosamentelatransformacindelosartesanosurbanos,muchosdeellostabaqueros,enasalariados,paraconcluirque En vsperas de la invasinnorteamericanade1898,lostrabajadoresurbanos contaban con la tradicinorganizativa de los gremios y las

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    JuanJosBaldrich

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 13

    sociedades de socorros mutuos, unaexperiencia sindical adquirida en lashuelgasdelos90,unsemanariopoltico

    rganode

    la

    clase

    obrera

    y

    un

    liderato

    ilustrado con conciencia clara de losobjetivosfinalesdelaluchaobrera.4Laconcienciadelosobrerossobresmismoscomoclase,infundidaconsolidaridadesprofundasensuluchayconflictoconlosfabricantesqueahora losempleaban,seconvirtieron en sujetos de nuevosestudios.5

    Unrasgodistintivode laexpansindelamanufacturadetabaco,enmarcadocontraste,paraponerunejemplo,conlaindustriaazucarerafueelreclutamientodemujeresagranescalaenlasfbricasylos sindicatos. Para 1979, variosinvestigadoreshabantratadoelsentidoysignificado del papel de las mujeresobreras que haba provocado intensasdiscusiones contemporneas entre loslderes de la clase trabajadora de

    entonces.BlancaSilvestrinisealquelasobreras tenanun acceso limitado a loscentros de toma de decisiones de laFederacinLibredeTrabajadores(FLT),la principal organizacin obrera de lapoca,peroque,noobstante,lasobreraspodan canalizar sus necesidades eninteresesatravsdelaorganizacin.Porotro lado, Yamila Azize identific unaactitud progresista hacia la mujer

    asalariada

    que

    favoreca

    su

    incorporacin

    alasorganizacionesobreras.Tambin,afinesdeladcadade1970,MarciaRiveraQuintero sealaba que, a pesar de lasegregacinporgneroenlospuestosdetrabajo de la industria del tabaco, los

    obrerosdesarrollaronunanuevarelacincomo compaeros que superaba elpaternalismo androcntrico de los

    hacendados.Para

    concluir

    los

    setenta,

    ngel Quintero Rivera sostena que eldesarrollo del trabajo asalariado en lostalleresdeltabaco fuedesvaneciendo latradicional diferenciacin entrehombresymujerescuandounanfuerzasparaenfrentarelcapital.6

    Dentrodelcontextoacadmicodelossetenta, estos enfoques al mundo deltrabajoprestabanunaatencinadecuadaa la situacin de las mujeres de clasetrabajadora.Examinaronelincrementodemujeresasalariadasdurantelasprimerasdcadasdelsigloveinte,enfatizaronlosresultados emancipadoresque tuvieronparalasmujeresenlasfbricasdetabacoy documentaron la solidaridad entrehombres y mujeres en el movimientoobrero.Estasobras,sinembargo,tenanunos silencios que resultaron

    desconcertantesparainvestigadoresenladcadadelosnoventa,demanerasimilara las desavenencias que otros,previamente,conenfoquessimilaresyenotros pases, ya haban sealado. 7 Entrminos generales, estos nuevosenfoquescrticossealaronlaelusin,elpasar por alto y el minimizar lasubordinacinporgneroenasuntosdeconcienciadeclasesysolidaridaddentro

    de

    la

    clase

    obrera.

    Aosdespus,en1997,MaraBarcelMiller encontr deficiencias en estosestudios del temprano movimientoobrero. De acuerdo con ella, los

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    JuanJosBaldrich

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas14

    esfuerzosdelaF.L.T.paraorganizaralasmujeres no son tanto un acto desolidaridad, como un medio para

    controlarelingresoylaparticipacindela mujer en la fuerza de trabajoasalariada. Tambin aadi que laorganizacin de sindicatos femeninoscontribuy a mantener y reproducir ladivisin de trabajo por gnero quediscriminabaencontradelasmujeresallimitarsusoportunidadesdetrabajo.Estetipo de organizacin contribuy amanteneralasobrerasenlosoficiosms

    bajos

    y

    peor

    remunerados.

    Por

    otro

    lado,

    y despus de una cuidadosainvestigacin,MaradelCarmenBaergacaracteriz la cultura obrera como unajerrquicaenlaquelauninylasluchasobreraseranvistascomoespaciossocialesdentro de los cuales los trabajadorespodan probar su masculinidad yconvertirseenverdaderoshombres.8

    Las investigaciones de Barcel y

    Baerga privilegiaban el gnero en lasluchasobrerasylossindicatos,yestabanenmarcadas, en cierta manera, en losestudios de la clase obrera y de lassolidaridades dentro del mundo deltrabajo. Lo mismo, sin embargo, no sepuede decir para investigadoras ycomentaristas como Maritza Maymcuando identifica las identidades quesurgen en el campo laboral desde una

    perspectivade

    gnero

    principalmente,

    supeditando as otros marcadores deidentidadcomolaclaseylaraza.Maymsigue la historiografa que parte de lacrtica feminista y del gnero la queparticularmentehapuestoenrelievelas

    desigualdades existentes dentro delmundodeltrabajoapartirdelaidentidaddel trabajador (msbien, trabajadora),

    partirdeesecuerpohistoriogrficoparareflexionarsobrealgunosdelosasuntosque ya he mencionado.9 En lugar deenfrentarlasidentidadesdeclasesocialreconociendo su pertinencia peroprecisando sus insuficiencias en losmbitos del mundo del trabajoen sucontraste con elgnero, la razauotrasidentidades que surgen de las grietassociales, Maym opta por reducirlas al

    gnero.

    Laperspectivadesolidaridadclasistadelossetentalerestabaimportanciaalasubordinacinporgneroylaperspectivadegnerodelosnoventahacalomismoconlaclasesocial.Lasolidaridaddeclaseentre hombres y mujeres de la claseobrerapuede,dehecho,darseenmediode relaciones de subordinacin porgnero de esos mismos hombres y

    mujeres. La condicin de obreros lospuedeunir,mientraselgnerolossepara.Unamuestrapequeadeestasdoslneasde divisin operando simultneamenteaparece en un breve pasaje de unaasamblea de tabaqueros. El crecienteempleodemujeressehabaconvertidoenasuntodediscusinenlasasambleasdetabaquerosde lasprimerasdcadasdelsiglo veinte. Mientras los delegados se

    esforzabanpor

    articular

    la

    posicin

    de

    las

    uniones de tabaqueros, el organizadorlocal de la Cigar Makers InternationalUnion (CMIU),10 Prudencio RiveraMartnez, resumi el asunto de estamanera:

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    JuanJosBaldrich

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 15

    ya que no es posible impedirtotalmente el acceso de la mujer en laindustria,debenadoptarse resoluciones

    fcilesy

    practicables

    para

    organizarlas

    all

    en todos aquellos centros donde estntrabajando,yparaimpedirenloposibleelcrecimientodelnmerodemujeresenlaindustriadecigarrosenPuertoRico.Lamujer, organizada junto a nosotros,luchandoconnosotros,ypreparadaconnosotros no es temible, no puede sernuestroenemigo,alcontrario tienequesernuestroaliado;nopuedesernidbilni dctil, tiene que ser fuerte comonosotros y tan resistente comonosotros.11

    Proponentes de la solidaridad declase han puesto nfasis en la segundaoracinhaciendopococasodelaprimera.Por otro lado, investigadoras queprivilegian lasubordinacinporgnerodestacan la primera oracin. Comohicieron los tabaqueros al unir ambas

    oraciones en el mismo prrafo, estainvestigacin intenta ver la clase y elgnero como dos hilos de la mismacuerda en lugar de verlas comomutuamenteexcluyentes.12

    Este artculo le hecha una miradanuevaalatransformacindelprocesodetrabajoenlaelaboracindecigarrosparaexaminar las relacionesentremujeresy

    hombres

    dentro

    del

    lugar

    de

    trabajo.

    Son

    pocas las investigaciones que hanexaminadolafabricacindecigarrosysureorganizacinentrminosdelgnero.13Las investigaciones recientes hanestudiado los cambios de gnero y las

    transformaciones, como el notableaumentodemujeresenlamanufacturadetabaco,comounconjunto.Esteartculo,

    porel

    contrario,

    destaca

    la

    divisin

    tcnica del trabajo en las ocupacionesprincipales de la industria despalilladorasytabaquerosprestndoleatencinespecialaladescomposicindeloficiodetabaquero.

    Esta investigacin examina cincopuntosenlaarticulacinentreelprocesode produccin y el gnero. Primero, elgrueso de las ocupaciones en industriadeltabacoestabasegregadoporsexo.Elaumentodemujeresen la industria,eneste sentido, no signific unareestructuracin de los estndaresfiniseculares con respecto al gneroporque los hombres continuaron enocupaciones tenidas socialmente pormasculinasylasmujerescontinuaronenocupacionesfemeninas.Pocodespusdela invasin de 1898, las ocupaciones

    femeninasseexpandieronaunritmomsacelerado que las que contratabanhombres.DespusdelaPrimeraGuerraMundial, la ocupacin principal de loshombres el oficio de tabaquerocontinu un declive mientras las queempleaban mujeres reflejaron unaumento. Mientras la segregacin porgnero permaneca inalterada, msmujeresseconvertanenasalariadas.

    El segundo factor es ladescomposicindeloficiomismo.Entretanto los fabricantes mecanizaban laproduccindemuchasmercancasparaelconsumo de masas, la fabricacin de

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    JuanJosBaldrich

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas16

    cigarros resista la aplicacin demaquinaria.Comounpaso intermedio,losfabricantesdividieroneloficioendos

    ocupaciones, luego, ensayaron conartefactos y mquinas sencillas paraayudarenlaproduccinhastaque,aosms tarde, lleg la maquinariaautomtica.

    Tercero, las reorganizacionessucesivas del oficio requeran cadavezmenos destrezas del nuevo tipo detrabajadorqueahoraelaborabaelcigarro.

    As

    pues,

    la

    prdida

    de

    destrezas

    redujo

    elperododeaprendizajeparaasumirlospuestos nuevos de trabajo. Comoconsecuencia, el posible nmero deempleadossufriunaexpansinnotableyelgnerojugunpapelpreponderanteenla reestructuracin del oficio detabaquero. Los fabricantes optaron porcontratar mujeres en las nuevasocupacionesparaquebrarelmonopoliomasculinodeloficio.

    Cuarto, la escala salarial de laindustriadevaluabaeltrabajofemenino.Losmanufacturerosemplearonmujeresen las nuevas ocupaciones porquetrabajabanporsalariosinferioresalosdeloshombres.Conelpasardeltiempo,losfabricantes habran de extender estaprctica a las operarias de la mquinatorcedora de cigarros. Sin embargo, el

    diferencialdel

    salario

    en

    beneficio

    masculino no habra de resultarpermanentepuestoquemuchomstarde,esto es, para la dcada del treinta, loshombre que hacan tabacos a manoganabanmenosque lasoperariasde la

    mquinas de cigarros; los hombres nofungancomooperariosdelasmquinas.Las tabaqueras, no obstante, tenan

    salarios inferiores a los hombres quehacan ese mismo trabajo. Lospropietarios y gerentes llevaron a caboestadevaluacindeltrabajofemeninoanenlamismafbrica.

    Cinco,laclaseunaalasmujeresyloshombres mientras que el gnero losseparaba.Lasexperienciasdeclasequecompartan les provean un espacio

    comn

    para

    enfrentar

    al

    fabricante.

    El

    gnero los separabaporqueeloficiodetabaquero se convirti en un dominioexclusivomasculinounavezloshombresexcluyeron a las mujeres durante elltimo cuarto del siglo diecinueve. Lasuniones de tabaqueros reflejaban estastendenciasconflictivas.Porun lado, lasunionesalentabanlasorganizacionesdelasdespalilladoras,escogedorasderamayenotrasocupacionesporelestilo.Sin

    embargo,loshombresnolasestimulabana trabajar como tabaqueras y tuvieronmuchoreceloantesdeaceptarlasen lasocupaciones de la reorganizacin deloficiodetabaquero.

    1.Lasmujeresenlamanufacturadetabaco

    Fundamentalmente, bajoauspiciosdecomerciantesdecimonnicos,elmododeelaborar tanto cigarros como cigarrillos

    experimentuna

    transformacin

    radical.

    Fbricas, con trabajadores asalariados,pocoapocofuerondesplazandoeltallerartesanal manejado por tabaquerosindependientes.Alrededordeunadecenade fbricas, de las cuales algunas

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    JuanJosBaldrich

    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 17

    contabanconmsdecienempleados,yaestabanestablecidasafinalesdelsiglo.Lamanufactura de tabaco aceler la

    concentracinde

    capital,

    iniciada

    en

    las

    postrimerasdelsiglodiecinueve,conelimpulso extraordinario que sigui lainvasinamericana.

    LaexpansindelaAmericanTobaccoCompany(ATC),eltrustdetabaco,enPuertoRico,alterelimpulsoburgusdelasdcadasanteriores.Alfinaldelsiglo,La Porto RicanAmerican Tobacco Co.(PRATC),unaempresabajoeldominiodel trust, adquiri las dos empresasms importantes en la manufactura decigarrillos en Puerto Rico. Desde losmismos inicios, la ATC goz de uncontrol casi absoluto del mercado decigarrillos.

    Lapolticadeexpansinde laATCfuera de los Estados Unidos estabaorientadaalacomprayestablecimiento

    de fbricas de cigarrillos. Despus de1901,laATC,enuncambiodesupoltica,intent monopolizar el mercado decigarros en los Estados Unidos concigarros procedentes de los propiosEstados Unidos, Cuba y Puerto Rico.Cuando la PRATC compr las fbricasmsimportantesdecigarrillosenPuertoRico,unadeellas,LaInternacional,tenaundepartamentoparalaelaboracinde

    cigarros.

    La

    PRATC

    expandi

    este

    departamentoy,en1903, laATC,juntocon sus filiales y socios, estableci laIndustrialCompanyofPortoRicoparalamanufactura de cigarros y cigarrillos.Despusde1901,eltrustseconvirtien

    elpunteroenlamanufacturadecigarrosparaexportacina lavezquemantenauna participacin considerable del

    mercadolocal.

    Para

    1903,

    las

    filiales

    del

    trustcontrolabanel42.7porcientodelasexportacionesdecigarros,porcentajequepaulatinamenteascendial56.3en1925.

    A pesar del trust, un sectorimportantedelnegociodecigarrosquedfuera de las manos de la ATC. Laparticipacindeltrustenelmercadolocalera ms reducida. Fbricasindependientes mantuvieron unapresencia fuerte frente a la inmensidaddel trust. La Ultramarina de Portela yCa., La Habanera de Infanzn yRodrguez,LaFlordeCayeydeRucabadoy Ca. y la Nueva Indiana de Casals todas empresas fundadas en el sigloanteriorse mantuvieron entre lasempresas de mayor produccin.14Empresarios norteamericanos, sin

    vnculos con el trust, establecieronempresasdeimportanciacomolaCayeyCaguas Tobacco Co. en 1904.15 Laconcentracindecapitalesnollegalosmismosnivelesenotrosrenglonesdelamanufacturadetabaco.Porconsiguiente,laescogidayeldespalilladodetabacoenramano experimentaron losnivelesdeconcentracin industrial queexperimentaron los cigarrillos y

    cigarros.16

    Laexpansindelamanufacturaylareorganizacin de la estructuraempresarialdelaindustriadespusdelainvasin del 1898 estuvieron

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas18

    acompaadasdeunaumentonotableenel empleo de mujeres asalariadas. Elempleodemujeres,principalmentecomo

    despalilladoras y escogedoras de ramarepresent, para casi todas, su primercontactoconlasrelacionescapitalistasdeproduccin. Este cambio signific unatransformacin del trabajo dentro delsenofamiliaryenel interiorde lacasa.FernandoPicresumesucintamente lasimplicaciones cuando seala que eltrabajo asalariado representaba unaruptura con loselementos tradicionales

    de

    la

    vida

    domstica.17

    El

    cambio

    trajo

    a

    despalilladorasencontactolasunasconlas otras en el mismo lugar, como seobservaenlaFoto1,yproveyunabaseimportantedeorganizacinenhuelgasysindicatos.Yapara1910,quizsantes,lasfbricasdetabacoseconstituyeronenlafuente principal de empleo para lasmujeresasalariadas.

    Foto 1. Despalilladoras en el taller de la PortoRicanAmerican Tobacco Company, Puerta deTierra, 1912. Tomado de Departamento dedespalillado.PuertoRicoIlustrado3,nm.103(9demarzode1912):[sinenumerar].

    Elnmerodemujeressobrepaseldeloshombresdurantelasprimerasdcadasdelsigloveinte.LaTabla1presentauna

    considerableproporcindemujeresenlaindustriaaliniciodelsiglo,eleclipsedelempleomasculinoenladcadade1910,seguido de la subsiguientepreponderancia de mujeres. En estesentido la manufactura de tabaco sefeminiz.18

    LaTabla1,vistacomountodo,puededarlaimpresindequeelaumentoenel

    empleo

    femenino

    se

    dio

    uniformemente

    y

    que, al pasar el tiempo, las mujeres seconvirtieronen lamayoraen todas lasocupaciones.Sinembargo,nosucedideestemodo.La incorporacinmasivademujeres no modific los patrones desegregacin ocupacional por gneroheredadosdelsiglodiecinueve.WilliamDinwiddie,unperiodistanorteamericano,ensuviajedereconocimientoporPuertoRicoarazde lainvasin,dabanoticias

    dequelosescogedoresdecigarrosylostabaqueroseranhombres,entantoquelasdespalilladoras son muchachasusualmente.19DeacuerdoconSilvestriniyManning,lamismadivisindeltrabajoporgneroestabaenvigorenladcadadeltreinta.20

    La proporcin de mujeres en lamanufacturadetabacoaumentporque

    lasocupaciones

    en

    las

    que

    trabajaban

    registraron incrementos mientras lasocupacionesmasculinasexperimentarondescensos notables. Dos cambios en lamanufacturadecigarrosdancuentadeldescensodehombres.Primero,unaserie

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    La grfica muestra que lasexportaciones de rama experimentaronunaumentosecularfuertequellegaunmximoenlasegundamitaddelosaosveinte que fueron seguidos por undescenso.Larecuperacinsehizosentira

    lospocosaosdespusdelboicotdeloscosecheros en contra de las grandesempresas e individuos poderosos quecompraban el tabaco en rama.23 En lamedida que las exportaciones de ramason un buen indicador de lasdespalilladoras, stas se multiplicaronhastafinalesdelosaosveinte.

    La manufactura de cigarros

    experiment

    unas

    tendencias

    muy

    diferentesa lasexportacionesde tabacoenrama.LaGrfica1presentapequeosincrementosdesde1909hastafinalesdelaPrimeraGuerraMundial.Despusdeunlentodescensolesobrevieneunacadaen

    picadaarazdelahuelgade1926contrala PRATC.Eldespalillado experimentuna expansin que no guard paralelocon la manufactura de cigarros. Deacuerdoconlosdatosdeexportacindelagrfica,eldescensoeneldespalillado

    fuepronunciadoperobreve,nolacadalibredeloscigarros.

    Las proporciones de hombres ymujeres en la industriaexperimentaronuna modificacin profunda. Para unsector industrialendondeunaencincotrabajadoreseramujerpara1904,hubouncambio a donde tres de cada cuatrotrabajadoreseranmujerespara1935.La

    feminizacin

    de

    la

    manufactura,

    sin

    embargo, no implic reestructuracinalgunaentrminosdegnero.Mostrunaumentodemujerescomodespalilladorasyuna contraccindehombresen tantotabaqueros.Lospatronesfinisecularesde

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 21

    segregacinocupacionalpermanecieroninalterados.

    2.Descomposicin

    del

    oficio

    de

    tabaquero

    El modo tradicional de elaborarcigarros, conocido internacionalmentecomoelmtodoespaol, fue lanicamaneradehacercigarroshastalosiniciosdelsigloveintetantoenPuertoRicocomoenbuena parte de las Antillas.24 Unapersonaelaborabaelcigarroamanoderabo a cabo. El artesano bonchaba,como se deca en el oficio, la tripa orelleno, que constitua la parte central,para envolverlo dentro de una hoja denombrecapote.Luego,lamismapersonacubraelproductoconunahojafina,sinimperfecciones, denominada capa.Finalmente,podacolocarunacabezaoperilla a uno o a los dos extremos delcigarrodependiendodelestiloovitola.25

    Los fabricantes consideraban queestemtodoencarecalaproduccin.La

    elaboracindecigarroseraunoficioquer e q u e r a un l a r g o p e r od o d eaprendizaje que poda llegar hasta lost r e s aos . 2 6 Por o t ro l ado , e ladiestramiento y rapidez en algunasvitolas requeran tiempo adicional. Lasegundamitaddelsiglodiecinueveylosprimerosaosdelveinte leproveyeronventajas al tabaquero por la demandaque resultaba de la expansin de l

    consumo

    de

    cigarros

    a

    escala

    mundial27

    .

    En vista de que el oficio era unamercancaescasaconunextensoperododeaprendizaje,losfabricantessedieronalatareadebuscarmediosparaabaratarsu

    costo.FabricantesymecnicosenCuba,los Estados Unidos y Europa lograrondesarrollarmquinasquefueronexitosas

    sloen

    la

    manufactura

    de

    cigarrillos.

    Ante estas limitaciones, los patronosintentaron fragmentar el oficio enocupacionesmssencillasparareducirlasdestrezas necesarias, el tiempo deaprendizaje y as pagar menos por eltrabajodeelaborarloscigarros.

    Elmoldedemaderaresultserunode los artefactos ms exitosos queadoptaronlosfabricantesparafragmentareloficiodetabaquero.Deorigenalemn,lleg en el siglo veinte a Puerto Ricodesde los Estados Unidos. 28 Esteartefacto redujo considerablemente lasdestrezas necesarias para preparar elbonche o parte central del cigarro.29 Elmolde facilitaba la fragmentacin deloficioenlapreparacindelbonchecomounprocedimientodistintoalde rolarelbonche terminado con la capa. Los

    fabricantesdesarrollaronun sistemadetrabajo en equipo para hacer cigarros,usualmentedosroladorasporbonchera,de modo que nadie poda dominar eloficioensutotalidad.Adems,desdeladcada de 1880, empezaron a aparecerartefactos manuales y mquinasrudimentariaspara facilitar ms an elboncharyelrolar.30

    La

    primera

    referencia

    a

    la

    descomposicindeloficioenPuertoRicodata de 1905. Algunas fbricas,posiblementefilialesdeltrustdeltabaco,introdujeron el molde y separaron laboncheradelaroladoraparaconvertirel

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas22

    cigarro en la mercanca colectiva deltrabajoenequipo.Sinembargo,ningunaempresahacausodeotrosartefactosen

    lapreparacindelboncheyenelrolado.31

    Para 1912, la descomposicin deloficiohabaavanzadoalextremodequelas roladoras de capa empleabanmquinas sencillas como las mesas desuccin.32 Al mecanizar las destrezas,estosartefactosreducanlanecesidaddeltrabajo manual. Como consecuenciaadicional, el ingreso al oficio resultaba

    ms

    fcil

    por

    la

    reduccin

    en

    el

    perodo

    de aprendizaje. Los artefactos, adems,reforzaban la separacin entrebonchadorasyroladoras.Unainspeccinde 141 fbricas, que llev a cabo elNegociadodelTrabajoentre1913y1914,identific varios cientos deboncheras,tabaquerosyroladorasusandoalgntipodemaquinaria.33Aunqueelgruesodeloscigarroscontinuabafabricndosebajoelmtodoespaol,elNegociadodelTrabajo

    detect dos fbricas que haban tenidoxitoenladescomposicindeloficioyaparaladcadade1910.

    LafbricadelaPRATCenLaMarina,quequedabaprximaalazonaportuariadeSanJuanyquenodebeconfundirsecon lasucursaldePuertadeTierra, fueuna, de las dos fbricas, quedescompusieroneloficio.Lasucursalde

    LaMarina

    empleaba

    a

    boncheras

    que

    usaban moldes para la fabricacin decigarros pequeos.34 En 1913, estasucursal tena una plantilla de 504empleados,queinclua58boncheras,61roladoras,48tabaquerasprobablemente

    conmesasdesuccin,24escogedoras,yniunsolohombrehaciendocigarros.Suproduccin inclua un cigarro pequeo

    que vendan bajo la marca Operaempacadoenunosmodestosenvasesdehojalata.Lasucursalempleaba,tambin,93 despalilladoras acompaadas de 45mujeresyseishombresqueoperabanlasmquinas para la elaboracin decigarrillos.35

    LaAmericanMachineandFoundryCompany desarroll un aparato que

    integraba

    muchos

    de

    los

    desarrollos

    previosenunsoloartefacto.Evaluadaen1915,perfeccionadapara1919,lamquinadetripalargacombinabaelbonchadoyelrolado en un solo proceso mecnico.Cuatrooperariasatendancadamquina,efectivamenteamenazandoeloficiosalvoporelnichopequeodelasvitolasfinasque llamaban de regala.36 La PRATCintrodujo lamquinaenPuertoRicoen1921.37 En efecto, las operarias de las

    mquinas ya haban reemplazado ainnumerablestabaquerosparalahuelgade1926contralaempresa.Treintayochoporcientode todos loshuelguistasqueelaboraban cigarros,dealgunamanera,usabanartefactoscomomesasdesuccino mquinas automticas; de haberincluido lasboncheras con el molde elporcentajehubierasidoanmayor.38Lasustitucin de artesanos por operarias

    continusin

    tregua

    durante

    la

    segunda

    mitaddelosaosveinte.39

    En 1930, la PRATC anunci laeliminacin, de una vez por todas, deloficio de tabaquero porque planeaba

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 23

    mecanizar toda su produccin decigarros.40 Para 1931, ya fabricaba amquinael75porcientodesuscigarros.41

    Enun

    cuarto

    de

    siglo,

    el

    una

    vez

    hegemnicomtodoespaol,desaparecidel mercado de exportacin de laprincipal empresa de cigarros del pas.SolamentesuscigarrosparaelconsumolocalsiguieronhechosamanoenlafilialdenombreLaHabanera.42 Eloficiodiopasoaboncherasyroladoras,ensegundolugaralamecanizacinparcialdeambasocupaciones, y finalmente, a sureemplazoporoperariosdemquinas.Enfin,laPRATCdescalificelartesanodeltabacohastallevarloalainsignificancia.43

    3. Trabajo en equipo y gnero Lareorganizacin del proceso de trabajoredujolosnivelesdedestrezasnecesariosparaelingresoalasnuevasocupacionesylimitelcontrolsobreeloficioquetenanlos tabaqueros pasando el balance a

    manosdelosfabricantes.Eluniversodeobreros potenciales aument y lleg aincluir las mujeres que losmanufactureroscontrataron,sinreparos,en el oficio recompuesto. Con eladvenimientodelamquinaautomtica,lopatronosretuvieronalasmujeres.

    Afinalesdelsigodiecinueve,estoes,antesdelmoldeyel trabajodeequipo,

    slo

    1.6

    por

    ciento

    de

    los

    tabaqueros

    eran

    mujeres. Ms tarde,una inspeccindecuatrofbricasen1904noarrojniuna.Sinembargo,para1912,el9.8porcientode los tabaqueros eran mujeres y para19131914alcanzaronel15.9porciento.44

    An siendo una minora, las mujereshabanganadoun espacio considerablecomoboncherasyroladorasdecapa.

    Elcarcterdeltrabajoenequipo,debesealarse,no resultaba ajeno al tipodeempleoque socialmente seesperabadelasmujeresde lapoca.Primero,comodocumento ms adelante, las mujereshaban trabajadocodoconcodojuntoalos hombres haciendo cigarros, con elmtodo espaol, durante la segundamitad del siglo diecinueve. Segundo,Bernardo Vega compar el oficio detabaqueroconotrostrabajosmasculinosquepermitenunaevaluacindeloficio.UnBernardodesempleadosecolocconreceloenuna fbricademunicionesenNewJersey,durante laPrimeraGuerraMundial, trabajo que compar con suoficio cuando escribi que Solamentehombres curtidos en faenas rigurosaspodansoportarlo.Enverdad,aquelloerademasiado para las manosblandas de

    tabaqueros como nosotros. Nuncaantes haba experimentado, ni siquierapresenciado,unamanera tansalvajedetrabajar.45 Unas manos blandas sontiernas,suaves,finasyflexiblesquesisepersonifica, puede conllevar laconnotacin debenignidad y placidez.Porotrolado,lacaracterizacinqueVegahacedelosobrerosdelasmunicioneseslaantpodadel tabaquero.Losdescribe

    como

    duros

    como

    los

    mrmoles

    de

    su

    tierra en su mayora fuertes comomulos. Fortaleza fsica, dureza,resistencia y virilidad puesto que sonmulos y no mulas caracterizaba sutrabajo.Aspues,elempleodemujeresen

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas24

    el trabajo de equipo no contradeca lavisinculturaldominantedemujeresquesedesempearanenoficiospropiospara

    manosblandas.46

    La mayor parte de las mujerestrabajaban en las fbricas en que laPRATC haba descompuesto el oficiohaciendoevidenteunapoltica claradeempleofemeninoentareasquehastaeseentonces haban realizado hombres. LaTabla 2 muestra los por cientos dehombresymujeresporlosdosmtodos

    de

    hacer

    cigarros,

    a

    saber,

    el

    mtodo

    espaolyeltrabajoenequipo.

    LaTabla2claramentesugierequela

    fabricacin fundamentadaentrabajoenequipo empleaba exclusivamentemujeres.47 Las tendencias reinantes de

    segregacin por gnero quedaroninvertidascuandolasmujeresingresaronaundominioexclusivamentemasculinoyamenazaron el monopolio masculinosobreeloficio.48

    Lasmujeresque seguanelmtodoespaol trabajaban en talleres muypequeos llamados chinchales que eranmuycorrientesdesdemediadosdelsiglo

    diecinueve

    en

    Puerto

    Rico.49

    Tabla2.Tcnicasdeelaboracindecigarrosporsexo,19131914

    Mujeres Hombres Total Casos

    mtodoespaol 3.1 96.9 100 (2324)

    trabajoenequipo 100.0 0.0 100 (354)

    Fuente:NegociadodelTrabajo,Segundoinformeanual,1913(SanJuan:BureauofSupplies,Printing,andTransportation,1914),pgs.2747.

    Sinembargo,eldesarrollodelsistemadefbricasduranteelltimocuartodeldiecinueveprivilegialoshombrescomotabaqueros al nivel que fabricantes yhombres tabaqueros terminaron por

    excluir

    las

    mujeres

    del

    oficio

    del

    entorno

    delasfbricas.50Paralaspostrimerasdelsiglo,lasescasasmujeresquequedabantrabajabanenchinchalestorciendoamanovitolas econmicas que usaban ramainferiordenombreboliche,sinpresentar

    amenazaalgunaaldominiomasculino.51

    LaGrfica2ilustravisualmenteesteargumento.stapresenta laproporcindemujerestrabajandoenlafabricacindecigarrosporeltamaodeldepartamento

    de

    cigarros

    en

    1913

    1914.

    La

    hiprbola

    en

    lagraficamuestraunafuertecadaenlaproporcin de mujeres empleadas amedida que el nmero de tabaquerosaumentabasobretodoentalleresqueibandeuno odos tabaqueroshasta losque

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 25

    empleabanunosquince.Enpromedio,lostalleres muy pequeos, chinchales, queempleaban menos de tres tabaqueros,

    contratabanms

    mujeres,

    entre

    el

    13

    y

    el

    33porcientodesufuerzadetrabajo.Las

    mujeresconstituanmenosdelcuatroporciento en talleres conmenosdequincetabaqueros. Finalmente, las mujeres en

    fbricascon

    ms

    de

    cien

    tabaqueros

    eran

    poqusimas,llegabanaundosporciento.

    Esta tendenciacorresponde,engeneral,conelpatrnquecaracteriz los iniciosde la industrializacin en Francia eInglaterra, en donde las mujeresmostraban una marcada tendencia aganarsusustentoenempresaspequeascarentesdemaquinariaconlaexcepcindelasfbricasdetextiles.52Sinembargo,laGrfica2muestra tambinundesvodelpatrn.Lagrficapresenta tambinunacurvabrevequeunedosfbricasquesloempleabanmujeresenlafabricacindecigarros.Estastabaquerasnousabanelmtodo espaol en que cada artesanaelaboraba el cigarro de rabo a cabo. El

    trabajoenequiporepresentabauntrabajodemujeres solamenteenelcontextodefbricasgrandes.

    El anlisis de regresin constituyeotro medio para identificar el tipo deempresa que contrataba a las mujerestabaqueras.Laproporcindemujeresdeltotalde tabaqueros empleados en cadafbricasirvedevariabledependiente.Esteanlisis cuenta con dos variablesindependientes: el recproco, en susentido matemtico, del nmero detabaquerosporfbricaesunoy,eltrabajoenequipo,queesunavariableficticia

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas26

    dumnyeninglsenrepresentacindelapresenciaoausenciade trabajadoresenequipo en una factora dada, es la

    segunda.Laregresinutilizlasnoventay ocho fbricas que contratabantabaqueros.

    Loscoeficientesderegresinysuserroresestndarsonlossiguientes:

    PropMujeres+0.02 ErrorestndarTabaqueros +0.32 (0.10)Equipo +0.98 (0.02)

    Ambasvariablestienenunarelacinfuertecon laproporcindemujeresdeltotal de tabaqueros en cada fbrica. Elcoeficientederegresindelostabaquerosestresvecesmayorquesuerrorestndary el de trabajo en equipo es ms decuarenta veces mayor que su errorestndar. El ajuste entre los datos y elmodelo matemtico es notable.53 Deacuerdo con los resultados de la

    regresin, en la medida en que lasfactoras en el mtodo espaolcontratabanmstabaquerossedabaunareduccin fuerte en la proporcin demujeres.Eltrabajoenequipo,lavariableficticia,sindejarlugaradudas,identificalaincorporacindemujeresencalidaddeboncheras y roladoras de capasexclusivamente.

    La

    descomposicin

    del

    oficio

    permiti

    que los trabajadores menos calificadospudieran elaborar cigarros. Quebr elacceso privilegiado que los hombreshabantenidosobreeloficiorelegandolasmujeres a los chinchales. Una vez

    descompuesto el oficio enboncheras yroladoras de capa, los manufacturerosreemplazaron loshombrespormujeres.

    Desdelaintroduccindelmoldehastalamquina automtica, los patronosinvirtieron los patrones de segregacinsexual.

    4.Salariosygnero

    Losnivelesdeeducacin,laraza,elaccesoalapropiedad,elcompromisoconel trabajo, lasdestrezasy laclasesocialafectan los salarios. Adems de estos

    factores,

    esta

    investigacin

    explora

    los

    efectos del gnero sobre los salarios.Examina la hiptesis de que lasdiferenciasporgneroentrelossalariosreflejalapercepcindequeeltrabajoquerealizan los hombres es ms valioso.Mientraslosmecanismosqueestablecenlavaloracinsocialdeltrabajotienenunadimensindegneroque estmsalldel alcance de esta investigacin, unaserie de factores sociales devalan el

    trabajo femenino con respecto al quehacenloshombres.Estaproposicinguaelexamendelabrechasalarialporgneroenlamanufacturadecigarros.Elgneroafect lossalariosen lamanufacturadecigarros de modos especficos. Estainvestigacin examina tres mecanismosque afectaron la brecha salarial porgneroylatendenciaalargoplazoenlarelacinentregneroysalarios.

    Primero,sinllegaralamecanizacin,la fragmentacin del oficio abri elcaminopara la reduccindel costodeltrabajo.54 Los fabricantesprefirieron lasmujeresporsudisposicinatrabajarpor

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas 27

    menos que los hombres en el oficioreestructurado.Mientrasqueeltrabajoenequiposignificunalzasalarialparalas

    mujeres,para

    los

    hombres

    represent

    un

    descenso. La nueva divisin resultdesastrosaparaloshombresquehastaesemomentohabancontroladoeloficio.

    ElNegociadodelTrabajoinspeccion141fbricasdetabacoenunmomentoenque el molde y otros artefactos habanestadoenusoporcasiunadcada,peroantesde la implantacinde lamquinaautomtica para la elaboracin decigarros.EstosdatosresultanoportunosporqueelNegociadolosobtuvocuandoelmtodoespaoltodavaeradominanteyel trabajo en equipo estaba en ascenso.

    Losoperariosdelamquinaerantodavacosadelfuturo.

    LaTabla

    3

    presenta

    el

    sueldo

    promediodiariodelasocupacionesqueelaborabandirectamenteloscigarrosporsexoentre1913y1914.Muestraque losmanufactureros mantuvieron undiferencial salarialgrandebasadoen elsexo de los obreros. Los tabaquerosperciban los salarios mayores, lastrabajadorasenequiposeencontrabanenunosnivelesintermediosmientrasquelastabaqueras devengaban el mnimo. Entrminosdesalarios,lastrabajadorasenequiposeencontrabanentreloshombresymujeresdelmtodoespaol.

    Tabla3Salariosdiariosenlamanufacturadecigarrosporsexo,19131914

    Mujeres Casos Hombres Casos

    Mtodoespaol 0.65 (71) 1.05 (2253)roladorasdecapa 0.87 (207) boncheras 0.88 (147)

    Fuente:NegociadodelTrabajo,Segundo informe anual,1913 (SanJuan:BureauofSupplies,Printing,andTransportation,1914),pgs.2747.Nota:LossalariosestnendlaresdelosEstadosUnidos.

    Lossalariosaltosde lastrabajadorasenequipo atraan a mujeres de otrasocupaciones de la manufactura detabaco.55Por ejemplo, estimadosde losdatos del Negociado del Trabajomuestran que las despalilladoras y las

    escogedorasderamaganabanUS$0.39yUS$0.57 diarios respectivamente.56 Eltrabajo en equipo tambin resultabaatractivopara lasmujeresenelmtodoespaolporeldiferencialensalario,comoindicalaTabla3.Medianteaumentosdel

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    Cayey:Miradashistricas,perspectivascontemporneas28

    nivelde ingresode lasmujeres,todavamantenindolo por debajo del de loshombres en el mtodo espaol, los

    fabricantes aumentaron el universolaboral y economizaban dinero ensalarios. Los fabricantes le sacaronprovechoaladevaluacinimperantedeltrabajofemenino.

    Segundo,elgneroafectlossalariosen la misma ocupacin y en la mismafbrica. La Tabla 3 identifica labrechasalarialentrelostabaquerosdelmtodo

    espaol.

    Las

    mujeres

    ganaban

    menos

    que

    loshombresen lamismaocupacin,enpromedio,un62porcientodelossalariosmasculinos.57Unaposibleinterpretacinde la tabla sugiere que las tabaquerasganaban menos porque las mujerestrabajaban en talleres muy pequeos,chinchales, donde los salarios erannotoriamente bajos. Sin embargo, suconcentracin en chinchales, torciendovitolas econmicas, no explica

    completamente los salarios inferioresporque la valoracin del trabajo tenagnero. El trabajo femenino estabadevaluado en comparacin con elpresuntovalordeltrabajomasculino.Ladesigualdadsalarialpersistaandentrodelamismaempresa.

    LosdatosdelNegociadodelTrabajopara19131914apoyanestahiptesis.De

    los141

    establecimientos

    inspeccionados,

    25 fbricas contrataban tanto hombrescomomujeresenelmtodoespaol.Lostabaquerosganabanmsquelasmujeresen el 72 por ciento de las fbricas.Lastabaqueras ganaban ms en el 16 por

    ciento,mientraslossalarioseranigualesenelrestante12porciento.

    Una ecuacin de regresin permite

    msanlisisde laestructurasalarialdeestasempresas.Elsalariopromediodelasmujeresencadafbrica,endlaresdelosEstados Unidos, sirve de variabledependiente. Las dos variablesindependientes sonel salariopromediode los hombres en cada fbrica y laproporcindetabaquerasquetrabajabanen cada planta. Los datos se refierenexclusivamente a los salarios de los

    tabaqueros

    en

    el

    mtodo

    espaol.

    Los

    coeficientesdelaregresinyloserroresestndardelosestimadosson:

    SalaMujer +0.25 ErrorestndarSalaHombr +0.57 (0.10)PropMujer 0.37 (0.13)

    Los salarios de los hombres y laproporcin de mujeres en una fbricadada tienenuna relacin fuerte con los

    salariosdelasmujeres.Otravez,elajusteentrelosdatosyelmodeloestadsticoesfuerte.58Loscoeficientesde laregresinsonvariasvecesmayoresqueloserroresestndar, el coeficiente de los salariosmasculinosescasiseisvecesmayorquesu error estndar mientras que laproporcindemujeresescasitresvecessuerror.

    Losaumentos

    salariales

    de

    los

    hombresse traducenenaumentosmuypor debajo del nivel an para lastabaqueras en la misma fbrica. Laregresinsugiereconvincentementequelasdiferenciassalarialesentrehombresy

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    mujeresno sepuedenatribuiralhechoqueloshombrestrabajanenfactorasqueengeneralpaganbieny lasmujeresen

    chinchalesde

    bajos

    salarios

    porque

    la

    brechasalarialpersistaparatabaquerosytabaquerasenlamismaplanta.59

    Tercero,elgneroafectabalossalariosandeotromodo.Amayorproporcindemujeresenuna fbricamenoreraelsalarioparalasmismasmujeres.Puestodeotromodo,lasfbricasqueempleabanhombresprincipalmenteypocasmujeresrenumerabanmejoralasmujeresquelasfbricas que contrataban especialmentemujeres.Fbricasfeminizadasimplicabansalariosdevaluadosanparalaspropiasmujeres.Elcoeficientederegresinparalaproporcindemujeresenlasfbricasesde0.37.Estosignificaquelossalariosdelas mujeres eran inferiores enestablecimientos que empleaban msmujeres,entrminosproporcionales.Enotraspalabras,lossalariosdisminuanen

    lamedidaquelaproporcindemujeresaumentaba en las fbricas. Los salariostenangnero.60

    Lostrespuntosexaminadostratanlaestructura salarial y su relacin con elgneroenelmomentoenqueeltrabajode equipo ya estaba establecido peroantesdeladisolucindeloficio.Elnfasisha sido en la estructura y no en el

    movimiento.

    El

    punto

    final

    en

    la

    relacin

    salariognerotocaladescomposicindeloficiocomounproceso.Lastendenciasdeempleo a largo plazo continuabanfavoreciendoalasmujeresacostadeloshombres. Al pasar el tiempo, la

    mecanizacin lleval findel tabaquerobienremunerado,hombreomujer.

    LaPRATC

    inici

    la

    etapa

    final

    de

    la

    descomposicin del oficio con laintroduccinde lamquina automticapara elaborar cigarros en 1921. Ladescalificacinprogresenlamedidaqueelcarcterdeoficiocedaaladeoperaria.Los empresarios las contrataban por lamisma razn que haban empleadoboncheras y roladoras de capaanteriormente:bajossalarios.

    El mtodo espaol haba decadomuchopara ladcadade 1930porque,apartedeloschinchales,sloLaHabanera,que era una filial de PRATC, tenatabaqueros a mano.61 Los hombres delmtodo espaol, ahora en su mayoraempleados en chinchales, ganaban enpromedio$5.82semanales.Lasoperariasdelamquinaautomtica,siempreenlasempresas ms grandes, ganaban ms:

    aproximadamente$8.00,conunasemanade trabajoms corta.62De lasprimerasfactorasen ladcadade1870hasta losaos treinta se dio una inversincompletaenlaposicindelostabaquerosconrespectoalgnero.Paraladcadade1930,loshombresganabanmenosquelasmujeres y trabajaban en tallerespequeos.

    En

    resumen,

    este

    estudio

    documenta

    queelgneroesundeterminantedelossalarios de los tabaqueros de variosmodos. Primero, los manufacturerostuvieronxitoensudescomposicindeloficio de tabaquero. Las mujeres se

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    convirtieronentrabajadorasenequipoenlanuevadivisinporquetrabajabanporsalariosinferiores.Segundo,loshombres

    tenan salarios superiores a los de lasmujeresenlasfbricasqueempleabanelmtodo espaol. La brecha salarialpersista an cuando trabajaban en lamisma fbrica. Tercero, losestablecimientos con ms tabaquerasrenumeraban peor a las mujeres queaquellas fbricas que empleaban ahombresprincipalmente.Lafeminizacindel trabajo de factora implic la

    devaluacin

    de

    salarios

    para

    las

    tabaqueras. Finalmente, las tendenciasdesatadasconlaintroduccindelmoldeyconcluidas con la mquina automticapara hacer cigarros, conllevaron unainversinenlaposicindeloshombresylasmujeresenlafabricacindecigarros.

    5.Lasunionesobreras

    Lostabaquerosnoseconstituyeronenespectadores pasivos de su propia

    desaparicin. Porelcontrario,montaronundefensa fuerte,porejemplo,sobreelcontroldelosmediosdeproduccin,delvalordeltrabajoadestajo,lainstitucindel lector y otros ms. Los hombresexcluyeron, conxito,a lasmujeresdeloficioenlasprimerasfbricasestablecidasdurante el ltimo cuarto del siglodiecinuevealavezquedesarrollaronunespritudecuerpoyvaloresquelosuni

    engremios,

    uniones,

    centros

    de

    estudios

    sociales,casinosdeartesanosyelPartidoSocialista.Los tabaquerosenfrentaronasuspatronos con tesny,enocasiones,conxitoconsiderable.

    Lasunionesobrerasreaccionaronalaincorporacindemujeresa la industriacon una combinacin incmoda de

    entusiasmo e indecisin.Un adversariocompartido, el capitalista, los atraamientras que el antagonismo suscitadopor las relaciones de gnero losdistanciaba.MientrasqueenlosEstadosUnidos,enocasiones, los tabaqueros seopusieron al empleo de mujeres en laindustria,63 los tabaqueros localesno seopusieronalempleomasivodemujeresentantodespalilladorasyescogedorasde

    rama.

    La

    Federacin

    Libre

    de

    Trabajadores (FLT) y las uniones detabaqueroslasalentaronylasreclutaronensindicatos.

    Porejemplo,en1910,unaunindetabaqueros de Cayey, uno de losmunicipios de la Cordillera, inici unacampaaparaaumentar sumatrculayorganizarotros asalariados.64Enmayo,unaasambleaeligiunajuntaprovisional

    de directores para una unin dedespalilladorasyescogedoras.65Enjunio,un tabaquerodenunci aunoficialdeltrust por amenazar con trasladar laescogidade tabacoaotrodistrito si lasmujeres se unan a un sindicato y,adicionalmente,66 dos miembros de launinlocaldetabaquerosseconvirtieroneninstructoresdelarecinfundadauninen septiembre.67 Cuando las

    despalilladoras,a

    la

    sazn

    muchas

    ya

    sindicadas,sefueronalahuelgaencontrade la fbrica de Len Candelas endiciembre, los tabaqueros de la mismaplanta seunieron en solidaridad.68Dosmujeres se unieron a Bernardo Vega y

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    otrostabaquerosenlapreparacindelasfestividades del Labor Day de 1911.Una de ellas, Maximina Rivera, fue

    miembrofundadora

    y

    oficial

    de

    la

    unin

    dedespalilladoras.69Elplanteamientodeun tabaquero y sindicalista cayeyanosugiereestasposturas:70

    [Sala]ungrannmerodemujeresyniasconsusrostrosplidoscomorosasblancas marchitadas echndose susmantas y abrigos sobre los hombros ymarchandoapresuradamenteendistintasdirecciones; unas se dirigan hacia elpueblo;otrashaciaelcampo,hastaquedesapareci toda aquella ola humanasemejante a una gran procesin decadveres. Tan plidas estaban! ... Micompaeroencontradelostrabajadoresporquenosabandefendersutrabajoyyoen contra del burgus que no tieneconciencia para tratar a los que leaumentansutesoroacostadesuvidaydesusangreyencontradelosLEADERSdelmovimientoobreroquenadahacepor

    sacaralostrabajadoresdeestepueblodelainerciaenquesehallansumidos.

    Esta fue una iniciativa comn.Constituy una parte integral de unacampaa de sindicacin por todos losconfinesdelpas llamada laCruzadadelIdeal,queorganiz laFLT entre 1906y1915conlostabaquerosencalidaddelaprincipalfuerzamotriz.71

    Las escogedoras y despalilladorasorganizadas rendan beneficios a lostabaquerosendossentidos.Lasmujeressindicadastenanlaposibilidaddealzassalariales a travs de las huelgas y la

    negociacin colectiva. Si devengabanbuenos salarios, es probable quepermanecieran en sus oficios porque

    presuntamenteno

    tendran

    mayor

    inters

    enconvertirseenboncherasoroladoraso,dehecho,entabaqueras.Lostabaquerosestaban conscientes de que las mujeressindicadascontribuanaunbloquemayory ms fuerte en sus conflictos con losempresarios.Porejemplo,lasunionesdetabaqueros estuvieron planeando poraosunahuelgageneralen la industriadeltabaco;lahuelgaempezen1914enlos talleres de la PRATC.72 Lasdespalilladorasyescogedoresdetabacoenramafortalecieronmucholaposicindelostabaqueros.73

    Elmalestarconlasmujeressereferaa su incorporacin al oficio o peor,considerarlas parte fundamental de ladescomposicindeloficio.Lostabaquerostrataron de mantener su exclusividadsobre el oficio, en el pasado ya haban

    tenidoxitoconrespectoa lamujeresymantenanlaguardiaenaltoencontradelosqueconsiderabandescalificados.Estostemoressaltaronaprimeraplanadurantelaasambleadetabaquerosde1913.Estascompaerasde esa manera,junto a lasmquinas en la elaboracin... son unaamenazaparatodos.74

    Los tabaqueros perciban la

    incorporacin

    de

    la

    mujer

    como

    una

    iniciativa del capital para devaluar supropiotrabajo;deah,quesuoposicinalempleodelasmujeresfuerapartedesulucha contra el capital. Su descontentocon las mujeres en la elaboracin de

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    cigarrosestabaempaadoconelmismopaternalismoquelosfabricantestenanalcontratarlas: ladevaluacindel trabajo.

    Percibanalasmujerescomoinstrumentodelcapitalparadevaluarsutrabajo.Lostabaqueros debatieron si oponerse alingresodelasmujeresoestimularlasparaque se organizaran. En 1911 lostabaquerosrealizaronun llamamientoalasmujeresque trabajandel (sic) oficio[para]queseorganicenyseempieceestetrabajolomsprontoposibleysihechoesto, estas compaeras rehusaran

    organizarse

    y

    trataran

    de

    destruir

    el

    oficio,entoncesqueseresuelvaextirparelmalderazimpidiendosuaprendizajeyejercicioenlaprofesin.75

    Lasboncheras y roladoras de capaseguan siendo tema obligado en laasambleade1913.Unlderimportantesequej de que no es posible impedirtotalmente el acceso de la mujer en laindustria y haca un llamado a

    organizarlas de modo que no fuerantemiblesoelenemigo; laasambleaapoy la organizacin.76 Dos aos mstarde,ungruponumerosodetabaquerosmantenan recelos lo suficientementeserioscomoparaintentarnegarletrabajo,mesa en el habla de la industria, a ungrupo de mujeres en los talleres de laCayeyCaguasTobaccoCo.Sinembargo,ungrupodetabaquerassehicieronoiry

    conel

    apoyo

    de

    los

    socialistas,

    la

    prensa

    obrera y los sindicatos, parece ser quedetuvieron la iniciativa. A pesar delapoyo,lasmujeressemantuvieronfirmesen su caracterizacin de tabaquerasluchadoras e indoblegables frente a los

    patronos.77

    Altrminodeladcada,eltemor,los

    malos presentimientos y la hostilidadabierta haban empezado a ceder a laorganizacinyaunapoyoamediasalastrabajadoras en equipo. En 1915, laasamblea de la CMIU en los EstadosUnidospermitiquelastrabajadorasenequiposeafiliaranpagandolamitaddelas cuotas a cambiode lamitadde losbeneficios.78Lasboncherasyroladorasdecapa de la fbrica de la PRATC en La

    Marina

    organizaron

    la

    unin

    de

    tabaquerasnmero453queseafilialaCMIU,probablementeafinesde1916oprincipiosde1917.79Launin453mostrla tenacidad de organizadoras comoGenaraPagnquelapresidaalmomentodelahuelgade1919contraeltrust.

    Mujeresde launin 453asumieronpuestos de liderato ms all delmovimientosindical.Porejemplovarias,

    entre las que estaban Carmen Puente,Emilia Hernndez y Genara Pagn,representaron la unin en el PrimerCongreso de Trabajadoras en 1920. Latabaquera Emilia Hernndez ocup elpuestodepresidentayPagn sirvidegua de las deliberaciones.80 Varias destas presentaron y lograron laaprobacin de una resolucin que letramitaronalgobiernocolonialenlaque

    proponanlegislacin

    para

    que

    las

    madres lactantes tuvieran tiempo yespacio con sushijosen sus lugaresdetrabajo.81Lastrabajadorasenequipo,enunin a otras mujeres sindicadas,desarrollaronunaculturaobrera fuerte,

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    unaque articulaba sus intereses,desdeunaperspectivadegnero.Otrainstanciade esta cultura se dio cuando Pagn y

    Puentese

    unieron

    a

    la

    Asociacin

    Feminista

    Popular, que era una organizacinsufragistavinculadaalaFLT.82Enotrasarenas,PagnyPuenteestuvieronactivasen la campaa electoral de 1920dirigindose,desdelatribuna,afavordelPartidoSocialista.83

    Sin embargo, apesardel lideratoymilitanciadesplegados,estassindicalistasno pudieron escalar la estructura delideratolocaldelaCMIU,niintegrarseasuCuerpoConsultivoConjunto,oa losnivelessuperioresdelaFLT.Desdeunaperspectiva comparada, como en losEstadosUnidos,loshombresretuvieronelcontrolde losnivelessuperiores.Lasmujeresasumanpuestosdeliderato,enuniones locales, slo cuando ellasconstituan grandes mayoras de lamatrcula.84

    La unin 453 tuvo una existenciafugaz y desapareci entre 1920 y 1923,cuando muchas uniones de tabaquerosfracasaron.85El ascensodePagn en elmovimiento obrero, ms all de lapresidencia de una unin local detabaqueras, se dio a travs delmatrimonio. Se cas con un viudo ysindicalistaprominente,PrudencioRivera

    Martnez,

    y

    cri

    a

    sus

    ocho

    hijos.86

    La reduccin de destrezas y lossalariosinferioresnoparecenexplicardeltodo la contratacin de mujeres en eltrabajodeequipoyposteriormentecomo

    operarias.Unodelosmotivosporqulosfabricantesylostabaquerosseoponanasu contratacin probablemente era el

    mismo.Una

    posible

    explicacin

    podra

    sersusupuestaflexibilidadydocilidadencontraste con la percepcin de loshombrescomohuelguistas,87sindicalistasy anarquistas durante esos aos.88 Apesardeexcepcionesnotables,comolasbienconocidasLuisaCapetillo,CarmenPuente y Genara Pagn, junto conmujeres virtualmente annimas comoMaximina Rivera, los tabaquerosdirigieronlamayorpartedelashuelgasyorganizaronelgruesodelasuniones.89LaPRATC los responsabilizaba cuandotenan ganancias reducidas conplanteamientos como Nuestronegociohasufridomuchomaterialmenteduranteel aos por las huelgas,90 y el ao de1919hasidoelpeorenlahistoriadelaCompaa.91UnmiembrodelajuntadedirectoresdelaPRATCsequejabadelamilitanciadelostabaqueros.92Aosmas

    tardealgunossostenanquelasmujerestrabajaban por salarios infinitamenteinferiores a los de los tabaqueros yvirtualmentenorepresentabanproblemaslaborales, [sustituyendo] a losartesanos.93

    Conclusiones

    El perodo entre la invasinnorteamericanaen1898yladepresinde

    los

    treinta

    aceler

    rpidamente

    tendencias

    latentesenlamanufacturadetabacoenelpas.Esteestudioha intentadodarunaexplicacindelcambioenunaindustriadominadaporhombres aunamarcadaporunapresenciafuertedemujeresylas

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