CELS-Informe 2013.indb 1 07/10/13 13:46. Informe 2013 [completo].pdf · Redes de ilegalidad 38...

608
CELS-Informe 2013.indb 1 07/10/13 13:46

Transcript of CELS-Informe 2013.indb 1 07/10/13 13:46. Informe 2013 [completo].pdf · Redes de ilegalidad 38...

  • CELS-Informe 2013.indb 1 07/10/13 13:46

  • CELS-Informe 2013.indb 2 07/10/13 13:46

  • Derechos humanos en ArgentinaInforme 2013

    CELS-Informe 2013.indb 3 07/10/13 13:46

  • CELS-Informe 2013.indb 4 07/10/13 13:46

  • Derechos humanosen ArgentinaInforme 2013

    Centro de Estudios Legales y Sociales

    CELS-Informe 2013.indb 5 07/10/13 13:46

  • Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)Derechos humanos en Argentina: Informe 2013 - 1a ed. - Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2013608 p.; 23x16 cm. ISBN 978-987-629-303-7 1. Derechos Humanos. I. Ttulo

    CDD 323

    2013, Siglo Veintiuno Editores S. A.

    Diseo de cubierta: Alejandro Ros

    ISBN 978-987-629-303-7

    Impreso en Impresiones Martnez // Camila Quiroga 870, Burzacoen el mes de noviembre de 2013

    Hecho el depsito que marca la ley 11.723Impreso en Argentina // Made in Argentina

    CELS-Informe 2013.indb 6 07/10/13 13:46

    grupo editorialsiglo veintiuno

    siglo xxi editores, mxico siglo xxi editores, argentinaCERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS GUATEMALA 4824, C 1425 BUP04310 MXICO, D.F. BUENOS AIRES, ARGENTINAwww.sigloxxieditores.com.mx www.sigloxxieditores.com.ar

    salto de pgina biblioteca nueva anthroposALMAGRO 38 ALMAGRO 38 DIPUTACIN 266, BAJOS28010 MADRID, ESPAA 28010 MADRID, ESPAA 08007 BARCELONA, ESPAAwww.saltodepagina.com www.bibliotecanueva.es www.anthropos-editorial.com

  • ndice

    Agradecimientos 19

    Prlogo 21

    Presentacin. Tres dcadas de democracia 23La alianza cvico-militar-eclesistica 23Un nuevo actor social 25De las democracias viables a la megacrisis 26El rol de la justicia 29El factor externo 30La nulidad 32El punto de inflexin 33Rehacer la Corte 36Redes de ilegalidad 38Demagogia punitiva o seguridad democrtica 40Expansin de derechos 41AMIA, justicia militar y libertad de expresin 43Conflicto y control social 45Siempre ms 48

    I. Amrica Latina en la bsqueda de memoria, verdad y justicia por crmenes de lesa humanidad. 51Una mirada en clave regional 51

    1. Presentacin 512. Poner en contexto: un mapeo de los procesos de justicia

    transicional en Amrica Latina 533. Avances, retrocesos y obstculos en la rendicin

    de cuentas en Amrica Latina 553.1. El proceso argentino 55

    3.1.1. Sntesis de las medidas implementadas en busca de memoria, verdad y justicia 55

    3.1.2. Diagnstico del avance del proceso de justicia 60

    CELS-Informe 2013.indb 7 07/10/13 13:46

  • 8 derechos humanos en argentina. informe 2013

    a. Confirmacin de sentencias, poltica de Estado? 70

    b. El desafo para 2013: lo que an queda por juzgar 78

    3.1.3. Los hitos de 2012 79a. Hechos anteriores a marzo de 1976

    como crmenes de lesa humanidad. La Masacre de Trelew 79

    b. El ao de los megajuicios 81c. Imputaciones a civiles como parte

    de los desafos del nuevo proceso de justicia 85d. Avances en la investigacin de crmenes de

    violencia de gnero 893.2. Chile: dos dcadas de justicia de transicin 91

    3.2.1. Dictadura y transicin: 1973-1990 913.2.2. Hitos y polticas pblicas en verdad, justicia

    y reparaciones 923.2.3. 1998 y la irrupcin de la justicia 953.2.4. Diagnstico del avance del proceso de justicia

    en Chile: hitos recientes 973.2.5. Causas 983.2.6. Sentencias y penas 993.2.7. Agentes 100

    3.3. Uruguay en la bsqueda de justicia 1003.3.1. El conflicto y la transicin negociada 1003.3.2. Comisin para la Paz e informe Nunca ms 1013.3.3. La Ley de Caducidad 1023.3.4. Breve reactivacin de las causas y desafos

    luego de la declaracin de inconstitucionalidad de la Ley 18 831 104

    3.4. Derechos humanos y legado de la dictadura en Brasil 1093.4.1. El contexto de la democratizacin:

    la transicin lenta, segura y gradual 1093.4.2. El desarrollo de medidas de justicia

    transicional en Brasil 1103.4.3. Los desafos pendientes: romper con el modelo

    de responsabilizacin abstracta 1133.5. Logros y retrocesos en el proceso de justicia

    por crmenes de lesa humanidad en Per 1183.5.1. El conflicto armado interno en Per

    y la transicin 118

    CELS-Informe 2013.indb 8 07/10/13 13:46

  • ndice 9

    3.5.2. El estado de los procesos penales por crmenes contra los derechos humanos 120a. Distribucin de los casos segn el lugar

    de la comisin de los hechos 122b. Distribucin de los casos segn la fecha

    de la ocurrencia de los hechos 123c. Distribucin de casos segn la etapa procesal 123d. Sentencias referidas a graves violaciones

    a los derechos humanos 1253.5.3. Sentencias de la Corte Suprema 127

    4. Conclusiones comparadas 128

    II. El sistema de seguridad como mbito de reproduccin de violencias y desigualdad. Desencuentro entre las polticas y los problemas que afectan derechos humanos 133

    parte i. Persistencia de prcticas de violencia institucional y su concentracin sobre sectores vulnerables 1351. Los nmeros de la violencia institucional 135

    1.1. Homicidio de Lautaro Bugatto por un agente de la Polica de la provincia de Buenos Aires 137

    2. Poblaciones subprotegidas y sobrevigiladas: los barrios pobres como mbito diferenciado de actuacin policial 1392.1. Prcticas abusivas en barrios pobres 142

    2.1.1. Rutinas de actuacin policial en el Barrio Mitre de la ciudad de Buenos Aires 142a. Homicidio policial en el marco de un

    allanamiento en el Barrio Mitre: el asesinato de Alan Tapia 144

    2.1.2. Control territorial y formas de abuso contra jvenes de barrios pobres 146a. Prcticas abusivas de Gendarmera y

    Prefectura en acciones de seguridad barrial 146b. Prcticas cotidianas de abuso y hostigamiento

    a jvenes en barrios pobres por parte de la Polica Bonaerense 151

    2.2. Connivencia con redes delictivas: la Polica como un engranaje fundamental de la violencia en Florencio Varela 1572.2.1. La participacin de la Polica en la violencia

    en el marco de tomas de tierras 158

    CELS-Informe 2013.indb 9 07/10/13 13:46

  • 10 derechos humanos en argentina. informe 2013

    2.2.2. Connivencia entre policas y narcotraficantes en el control del territorio en Florencio Varela 164a. El asesinato de Carlos el Pelado Fretes 164b. Militantes sociales como blanco de bandas

    criminales en Pico de Oro 1662.3. Operativos de intervencin territorial en seguridad

    del gobierno nacional 1682.3.1. La experiencia del Cuerpo Policial de

    Prevencin Barrial (CPPB) en el Plan de Abordaje Integral (AH) 171

    2.3.2. Hacia la elaboracin de criterios propios de evaluacin de intervenciones territoriales 174

    3. Detenciones y otras prcticas policiales abusivas en virtud de la vulnerabilidad de diferentes grupos de poblacin 1773.1. Acciones de extorsin policial a personas que

    estuvieron detenidas en crceles y/o comisaras 1843.2. Acciones de persecucin policial basadas en la

    Ley 23737 1883.2.1. Intentos de reforma de la Ley 23737

    a partir del fallo Arriola 1923.3. Hostigamiento y extorsin a travestis, transexuales

    y mujeres que ejercen la prostitucin 1943.4. Acciones de persecucin policial contra vendedores

    e inmigrantes 2004. Casos de de saparicin como forma extrema de violencia

    y encubrimiento policial 2054.1. Desaparicin de Daniel Solano en Choele Choel,

    Ro Negro 2084.2. Regularidades entre los casos de de saparicin 211

    5. Dimensiones de la respuesta estatal a las protestas y otros conflictos sociales: hechos de represin, criminalizacin e impunidad 2165.1. Hechos de represin de protestas y otros conflictos

    sociales 2185.2. Criminalizacin y judicializacin de referentes

    sociales 2235.2.1. La investigacin sobre actividades de

    inteligencia sobre referentes sociales, polticos y sindicales 223

    5.2.2. Querellas y acciones criminalizantes de gobiernos contra manifestantes 228

    CELS-Informe 2013.indb 10 07/10/13 13:46

  • ndice 11

    5.3. La respuesta de la justicia frente a casos emblemticos de represin 2305.3.1. Inadecuada respuesta de la justicia y nuevos

    hechos de violencia por el reclamo de tierras de la comunidad indgena Qom Potae Napocna Navogoh-La Primavera 231

    5.3.2. Impunidad a once aos del 19 y 20 de diciembre de 2001 234

    5.3.3. Marchas y contramarchas en la investigacin por muertes en el Parque Indoamericano 235

    5.3.4. Represin en Ledesma, Jujuy: ms de un ao de impunidad 236

    5.3.5. A dos aos de la represin en el barrio La Crcova, de Jos Len Surez 236

    parte ii. Gobiernos de la seguridad: la reforma del sistema de seguridad permanece como una deuda histrica 2376. Provincia de Buenos Aires: fisuras y continuidad

    del modelo delegativo de la seguridad 2406.1. Ministerio de Seguridad de la nacin: ejercicio

    del gobierno poltico en ausencia de reformas integrales del sistema de seguridad 2496.1.1. Cambios en el diseo institucional y en

    la integracin del Ministerio 2506.1.2. La ausencia de un programa integrado

    de gestin del control policial 2546.1.3. Dos ejes de polticas claves desde una

    perspectiva de derechos humanos 259a. Polticas orientadas a la reduccin

    de la violencia 259b. Profundizacin de las reformas en

    la formacin de funcionarios de seguridad 2606.1.4. Recuperacin del gobierno poltico

    tras la crisis de Gendarmera 2636.2. Impulso y reformas de polticas provinciales

    de seguridad 2656.2.1. Avance en la reforma de leyes provinciales

    de seguridad 2676.2.2. Promocin de la modificacin de los cdigos

    de faltas 269

    CELS-Informe 2013.indb 11 07/10/13 13:46

  • 12 derechos humanos en argentina. informe 2013

    7. Conclusin: la reforma del sistema de seguridad es una condicin necesaria para afectar las prcticas policiales ms problemticas en materia de derechos humanos 271

    III. Sobre las vidas precarias. Tortura, abandono y muerte en las crceles argentinas 277

    1. Introduccin 2772. Muertes, violencia y abandono en el encierro 281

    2.1. La evolucin de las muertes en prisin 2822.2. La situacin en el Servicio Penitenciario Federal

    (SPF): el aumento de indicadores preocupantes 2852.3. El Servicio Penitenciario Bonaerense: amenaza

    actual e inminente al derecho a la vida y la integridad personal 291

    2.4. Graves deficiencias en los registros de la informacin 2982.5. Estndar de muertes en custodia. La responsabilidad

    estatal 2992.6. El impacto de la muerte de las personas detenidas

    en las familias 3013. El SPB por dentro: prcticas de violencia, corrupcin,

    abandono y muerte 3033.1. Entrega del manejo de los bienes y servicios 3043.2. Circulacin de facas y elementos prohibidos

    bajo la mirada del SPB 3063.3. Traslados: viejas prcticas y nueva dinmica 3083.4. Decisiones conflictivas sobre el alojamiento

    de los detenidos 3123.5. Delegacin del trabajo violento. Agentes

    penitenciarios como reguladores de determinados hechos de violencia 313

    3.6. Violencia fsica directa y falsificacin de las pruebas 3144. La regulacin del trabajo penitenciario: los protocolos

    de actuacin 3155. Cuando el Poder Judicial responde sin justicia 319

    5.1. La utilizacin de mtodos penitenciarios para de sarticular conflictos 322

    5.2. La versin penitenciaria de los hechos como gua de las investigaciones 324

    CELS-Informe 2013.indb 12 07/10/13 13:46

  • ndice 13

    5.3. La situacin de los testigos y de las vctimas de hechos de violencia en el encierro 328

    6. Los rganos de control y monitoreo para prevenir y sancionar graves violaciones a los derechos humanos: el mecanismo nacional de prevencin de la tortura y las defensas pblicas 332

    7. Palabras finales 338

    IV. Vivienda adecuada y dficit habitacional.Intervenciones complejas y necesarias 341

    1. El dficit habitacional y la situacin de la vivienda en la Argentina a partir de la lectura del Censo Nacional de Poblacin de 2010 3441.1. El dficit habitacional 345

    1.1.1. Los datos del hacinamiento familiar y de los hogares 345

    1.1.2. Los datos sobre la calidad de la vivienda 3461.1.3. Los datos del hacinamiento familiar o

    por hogar en funcin del tipo de vivienda 3461.2. Los datos sobre el rgimen de tenencia de vivienda 3481.3. La interpretacin de los datos censales sobre la

    problemtica habitacional 3522. Las medidas adoptadas por el Poder Ejecutivo nacional.

    La definicin y puesta en marcha del Pro.Cre.Ar. y las modificaciones al Plan Federal de Vivienda 354

    3. Desafos que representa en materia de vivienda la unificacin de los cdigos Civil y Comercial de la nacin 363

    4. Una saludable novedad. La aprobacin de la Ley de Acceso Justo al Hbitat en la provincia de Buenos Aires 371

    5. Discusiones sobre el derecho a la vivienda y las respuestas de la Corte Suprema: contenido del derecho y pautas de interpretacin 373

    6. El reconocimiento del derecho a la vivienda en los procesos de relocalizacin en el marco del caso Riachuelo 379

    7. El derecho a la vivienda exige que las personas puedan defenderse en el marco de procedimientos de de salojos 383

    8. Conclusiones 385

    CELS-Informe 2013.indb 13 07/10/13 13:46

  • 14 derechos humanos en argentina. informe 2013

    V. El dilema de los derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial. Entre el reconocimiento de la norma escrita y la insuficiencia de prcticas transformadoras 389

    1. Introduccin 3892. La Ley Nacional de Salud Mental, a dos aos

    de su sancin 3912.1. El proceso de reglamentacin: una asignatura

    pendiente y silenciada 3912.2. El rgano de Revisin 391

    2.2.1. La necesidad de poner en marcha el rgano de Revisin. El caso de MD 394

    2.3. La preocupacin del mbito internacional en torno a la ausencia de reglamentacin 396

    3. Polticas pblicas de salud mental sin suficientes vientos de cambio 3973.1. Menos recursos para la implementacin

    de la Ley Nacional de Salud Mental 3993.2. Algunas iniciativas con perspectiva de

    derechos humanos 4003.3. Caso AD: el despliegue estatal de la provincia

    de Buenos Aires para des-cuidar nios 4023.4. La situacin de la ciudad de Buenos Aires:

    ms acceso a la justicia, menos salud mental 4043.5. Caso MM: las discusiones teraputicas como

    velo del abandono 4114. La implementacin de la Ley Nacional de Salud Mental

    en el contexto carcelario federal 4134.1. El programa PRISMA. La continuidad de las buenas

    intenciones 4144.2. El programa PROTIN. La salud mental marginal 417

    4.2.1. Perfil de los profesionales, mbito de pertenencia e intervenciones 418

    4.2.2. Fundamentos epidemiolgicos 4194.2.3. Perfil profesional de la Direccin Asociada

    y su carcter civil 4204.2.4. Estimacin de plazos para el alojamiento

    en el PROTIN 4204.2.5. Sobre las modalidades de egreso 420

    4.3. Ms prejuicio, menos derechos 4215. Las personas con discapacidad psicosocial en el sistema

    de justicia: un modelo para armar 422

    CELS-Informe 2013.indb 14 07/10/13 13:46

  • ndice 15

    5.1. Peritajes respetuosos en salud mental: pistas para transformar las prcticas 425

    6. El proceso de reforma del Cdigo Civil de la nacin: el riesgo de una propuesta regresiva en el reconocimiento de derechos de las personas con discapacidad psicosocial 428

    7. Eplogo. El reclamo de la sociedad civil y la mirada de las Naciones Unidas 434

    Anexo . Pueden encerrar mi cuerpo y mi mente pero no mi corazn 4361. Encierro y adentro ms encierro y adentro ms encierro 4372. Vigilar y 4393. Slo dos caras tiene la moneda? 440

    VI. Debates actuales sobre la institucionalidad regional en derechos humanos. El futuro del Sistema Interamericano y las nuevas dinmicas de integracin en Amrica Latina 443

    1. Introduccin 4432. Un poco de historia 4443. El nuevo proceso de fortalecimiento de la Comisin

    Interamericana 4473.1. El legado de Cochabamba 4553.2. El SIDH y el presente de Amrica Latina 462

    4. Nuevas experiencias de integracin regional con impacto en derechos humanos. El caso del Mercosur y la Unasur 4644.1. La integracin subregional 4654.2. El Mercosur: el lugar de los derechos humanos en el

    Mercado Comn del Sur 4664.3. La Unasur: la arquitectura institucional y el de safo

    de la no duplicacin 4784.4. Un caso testigo. Los mecanismos regionales

    y subregionales frente al golpe parlamentario en Paraguay 4874.4.1. La rpida reaccin poltica de la Unasur

    y el Mercosur 4884.4.2. Reacciones ambiguas desde la OEA 4904.4.3. Respuestas en materia de derechos humanos 492

    5. Palabras finales 496

    CELS-Informe 2013.indb 15 07/10/13 13:46

  • 16 derechos humanos en argentina. informe 2013

    VII. Libertad de expresin y derecho a la informacin.Luces y sombras en el camino hacia el ejercicio pleno de una ciudadana comunicacional 499

    1. Introduccin 4992. Avatares en la aplicacin de la Ley de Servicios de

    Comunicacin Audiovisual 5002.1. Crnica de una cautelar anunciada 500

    2.1.2. El fallo de la Corte que dio origen al emblemtico 7D 502

    2.1.3. La maraa judicial: de subrogancias y otras recusaciones 503

    2.1.4. Una extensin de la cautelar y un fallo de primera instancia como cierre provisorio 506

    2.2. Otros fallos para Cablevisin 5082.3. Cambios en la AFSCA: de La Pampa a Morn

    con escalas 5103. La promocin de la diversidad en las pantallas 516

    3.1. Lo nacional, regional y local en la programacin 5163.2. El diagnstico de una pesada herencia 5183.3. Las nuevas oportunidades de la televisin digital 5203.4. Polticas para promover la produccin audiovisual 5203.5. Ms inversin en largometrajes y el reconocimiento

    como industria del audiovisual 5223.6. Un balance promisorio con de safos pendientes 525

    4. La palabra pblica frente a las sanciones civiles y penales 5264.1. Incitacin a la censura 5264.2. Demandas millonarias 531

    5. El acceso a la informacin pblica. Algunos avances, pero con ausencia de ley 533

    6. La regulacin de la pauta oficial, otro de safo pendiente 5357. Palabras finales 537

    debates 539

    I. Paraguay, golpe de Estado y despus 5411. Introduccin 5412. Recurrencias de la historia 544

    2.1. Qu pas en Curuguaty? 5513. El rol meditico 559

    CELS-Informe 2013.indb 16 07/10/13 13:46

  • ndice 17

    II. El derecho a la movilidad urbana en un contexto de pluriagencialidad metropolitana 569

    1. Introduccin 5692. Sobre el derecho a la movilidad urbana.

    Apuntes necesarios 5743. Una introduccin a la problemtica de la movilidad

    urbana en la Regin Metropolitana 5774. Sistema jurdico e institucional de la Regin

    Metropolitana de Buenos Aires en relacin con la regulacin del transporte de pasajeros 579

    5. La necesidad de conformar una autoridad nica para el transporte pblico de la ciudad de Buenos Aires. Novedad? Alternativa? 583

    6. Hacia la definicin de una pluriagencialidad en los tres niveles de gestin administrativa 586

    7. La necesaria articulacin entre movilidad y usos del suelo 591

    8. Conclusiones 594

    Integran el CELS 597

    CELS-Informe 2013.indb 17 07/10/13 13:46

  • CELS-Informe 2013.indb 18 07/10/13 13:46

  • Agradecimientos

    Luego de otro ao de trabajo, el Centro de Estudios Legales y So-ciales (CELS) presenta su decimoctavo informe sobre la situacin de los dere-chos humanos en la Argentina, en el que se analizan los avances y retrocesos en materia de calidad institucional e inclusin social durante 2012.

    Este informe se elabora da a da, gracias al trabajo de numerosas personas y organizaciones a lo largo de todo el pas, que contribuyen con informacin y aportan el producto de sus experiencias e investigaciones.

    Queremos agradecer, en primer lugar, a los miembros del equipo de traba-jo del CELS, quienes con su labor cotidiana y su compromiso hacen posible la elaboracin de este diagnstico anual. Reconocemos, a su vez, el aporte opor-tuno y generoso de Gerardo Halpern y Maximiliano Velzquez para la seccin Debates de esta edicin.

    Manifestamos nuestro reconocimiento tambin por la colaboracin de OAK Foundation, Open Society Foundations, Fundacin FORD, Delegacin de la Unin Europea en Argentina, American Jewish World Service (AJWS), Cor-poracin Andina de Fomento (CAF), TINKER Foundation y Sigrid Rausing Trust. Destacamos, asimismo, el aporte de todas las fundaciones, organismos y organizaciones nacionales e internacionales que contribuyeron con el trabajo del CELS expuesto en estas pginas.

    Por ltimo, agradecemos especialmente al rea de Comunicacin integra-da por Diego de Charras, Alejandro San Cristbal, Mariela Baladron, Ezequiel Mara y Alumin Cabrera, que estuvo a cargo de la coordinacin y edicin general de este volumen, a todos los compaeros y compaeras del CELS y a quienes colaboraron con ellos en la produccin de los distintos artculos para esta nueva entrega del informe.

    Muchas gracias.

    CELS-Informe 2013.indb 19 07/10/13 13:46

  • aclaracin

    En este libro se ha procurado evitar el lenguaje sexista. Sin embargo, a fin de facilitar la lectura no se incluyen recursos como @ o -a/as. En aquellos casos en los que no se ha podido evitar pluralizar en masculino deseamos que se tenga en cuenta esta aclaracin.

    CELS-Informe 2013.indb 20 07/10/13 13:46

  • Prlogo*

    Como sucede ao tras ao, desde 1994, el Centro de Estudios Le-gales y Sociales (CELS) produce su detallado informe anual sobre la situacin de los derechos humanos en la Argentina. Esta decimoctava edicin llega de la mano del aniversario de la tercera dcada del perodo democrtico iniciado en 1983. Este dato, sin dudas no menor, atraviesa de un modo u otro las pgi-nas que siguen.

    En principio, la excepcionalidad de la fecha nos motiv a realizar un balan-ce necesario sobre los diferentes avances y retrocesos de la realidad argentina en materia de derechos humanos. As, el captulo de presentacin, escrito por el presidente del CELS, Horacio Verbitsky, asume la difcil tarea de sintetizar los hitos ms importantes en la tarea de defensa y promocin de los derechos humanos en la Argentina, a la cual el CELS se aboca desde 1979. Esa mirada se presenta, asimismo, en los distintos captulos, donde no slo se desarrolla un recorrido analtico por los hechos acaecidos en 2012, sino que prima una reflexin abarcadora de estos ltimos treinta aos transcurridos.

    A su vez, esta edicin recoge la preocupacin institucional por una labor de incidencia que, desde el trabajo local, se proyecte internacionalmente, en particular en Amrica Latina y el Caribe. Desde este punto de partida, el cap-tulo I aporta textos de investigadores de varios pases de la regin en torno a los procesos de juzgamiento de crmenes de lesa humanidad. En esa sintona se encuadra tambin el captulo VI, que bucea por los debates recientes sobre la institucionalidad regional de derechos humanos y el futuro del Sistema In-teramericano. El informe se completa con un captulo de la seccin Debates sobre el golpe institucional llevado a cabo en Paraguay.

    En el plano nacional, el ao 2012 estuvo signado por ciertos discursos me-diticos alarmistas sobre delitos e inseguridad. En ese contexto, en el captu-lo II se prefiere focalizar en la evaluacin de las polticas pblicas de seguridad a partir del diagnstico de prcticas que afectan el ejercicio de derechos hu-manos, especialmente sobre colectivos especficos que sufren la violencia ins-

    * Elaborado por Gastn Chillier, director ejecutivo del CELS.

    CELS-Informe 2013.indb 21 07/10/13 13:46

  • 22 derechos humanos en argentina. informe 2013

    titucional. Se analizan tambin los cambios, algunos regresivos, en el gobierno de las fuerzas de seguridad.

    Por su parte, la repercusin meditica afect, de un modo similar, la cues-tin del castigo y las condiciones de encierro que, en el ao que pas, susci-t debates de distinto tono, y son reflejados en el captulo III. Mientras que algunos casos estuvieron caracterizados por una espectacularizacin de la violencia, en otros la clave del escndalo meditico fue la autorizacin para que detenidos en el Servicio Penitenciario Federal realizaran salidas cultura-les. Las reacciones y respuestas pocas veces se tradujeron en el fortalecimiento de la agenda de derechos humanos de las personas privadas de libertad. El captulo da cuenta de la persistencia de prcticas de tortura en los lugares de detencin del pas y de las muertes durante el encierro como hechos centrales de la violencia carcelaria.

    El dficit habitacional, como un problema complejo de derechos humanos que excede el derecho a la vivienda, es abordado en el captulo IV. Desde esta perspectiva ms amplia, se analizan decisiones polticas como la creacin y el lanzamiento del programa de acceso a la vivienda Pro.Cre.Ar., la discusin sobre la reforma del Cdigo Civil y la regulacin del derecho de propiedad, la importancia de la aprobacin de la Ley de Acceso Justo al Hbitat en la pro-vincia de Buenos Aires, o la definicin judicial de los contornos del derecho a la vivienda, entre otros. As, la problemtica es reflejada desde sus diferentes aristas, siempre con basamento en la funcin social de la propiedad.

    La demanda de aplicacin de las nuevas normas, como la Ley Nacional de Salud Mental (captulo V) o la Ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual (captulo VII), completa, una vez ms, el diagnstico de desafos pendientes de la Argentina de los treinta aos de democracia.

    La vocacin por construir una perspectiva abarcadora ha dilatado los tiem-pos y la extensin de este informe, pero confiamos en que el resultado obteni-do merece una lectura detenida, que seguro ser enriquecedora.

    CELS-Informe 2013.indb 22 07/10/13 13:46

  • PresentacinTres dcadas de democraciaPor Horacio Verbitsky*

    En 2013 se cumplen treinta aos consecutivos sin golpes de Estado que interrumpan el proceso institucional. Esto no haba ocurrido nunca en dos siglos de existencia republicana. Por eso, ms que la recuperacin de la democracia, como era la frmula preferida en 1983, conmemoramos hoy su experiencia fundacional. Esta precisin es necesaria a la hora de analizar sus imperfecciones y falencias, su inmadurez y su potencialidad.

    El primer siglo de vida argentina se consumi en las guerras de la indepen-dencia y los feroces enfrentamientos internos. Estos abarcaron desde los com-bates sin cuartel entre unitarios y federales hasta las guerras de exterminio de la Triple Alianza contra el Paraguay, durante la presidencia del general Bartolom Mitre, y del Ejrcito argentino contra los pueblos originarios cuando Sarmiento y Nicols Avellaneda ejercan el Poder Ejecutivo. La denominada conquista del de sierto incluy el reparto compulsivo de las tierras, las mujeres y los hijos de sus habitantes aborgenes. Algunos episodios de esta campaa, como la ejecucin de prisioneros, fueron calificados como crmenes de lesa humanidad1 por el diario La Nacin, fundado por el propio Mitre. Este estado de beligerancia cul-min con las batallas por la federalizacin de la capital, los enfrentamientos entre la burguesa liberal y el tradicionalismo catlico, y las revoluciones a fusil de las que surgi el ms antiguo partido poltico de la actualidad.

    la alianza cvico-militar-eclesistica

    A diferencia de los dems pases del Cono Sur americano, las clases dominan-tes que organizaron la Argentina y la ubicaron en el mercado mundial fueron incapaces de expresar su hegemona por medios polticos dentro de un siste-ma de partidos.

    * Presidente del CELS. 1 La Nacin, 16 y 17 de noviembre de 1878. Vase Diana Lenton, Haba

    CELS-Informe 2013.indb 23 07/10/13 13:46

  • 24 derechos humanos en argentina. informe 2013

    La agitacin social y poltica al aproximarse el primer centenario apresur la reconciliacin de esas clases con la Iglesia catlica, a la que haban combati-do en las dcadas finales del siglo XIX como una rmora a la modernizacin. Con su concepcin de un orden natural, era la nica fuerza que poda ofrecer un discurso opuesto al del liberalismo en crisis, que al mismo tiempo fuera competitivo con el de los movimientos de masas que crecan en Europa. Ade-ms, esa institucin tena la voluntad y los medios para predicar a las Fuerzas Armadas una doctrina inmutable, jerrquica, antidemocrtica y adecuada a las necesidades de la burguesa, puesta en aprietos por la irrupcin poltica del flujo migratorio y sus descendientes nativos. La concepcin del origen divino del poder era muy conveniente a quienes tenan concretos motivos para des-confiar de la soberana popular.

    Esto explica la inestabilidad que caracteriz al siglo XX argentino, con ms gobiernos elegidos por las armas que por las urnas y con muy pocos que pu-dieran cumplir su trmino constitucional. En esas condiciones era improbable el surgimiento de una cultura centrada en los derechos. Todos los golpes se justificaron por la restauracin del orden y la pureza moral e ideolgica de la Arcadia perdida, tarea reservada a un incorruptible Ejrcito Cristiano. Esa ilu-sin reiterada y siempre fugaz dio lugar a contragolpes del viejo orden conser-vador, salvo en 1946, cuando la salida electoral fue marcada por la influencia de una nueva clase trabajadora.

    Si bien en todos esos golpes la espada fue el instrumento escogido por una constelacin de intereses, los equipos que gobernaron entre 1966 y 1973 y de 1976 a 1983 constituyeron una verdadera alianza cvico-militar-eclesistica.

    La doctrina contrarrevolucionaria, difundida en los cuarteles por el Vica-riato Castrense, se bas en la teologa de Santo Toms sobre la guerra justa, que aqu fue usada para justificar la extensin del brazo represor del Estado en todas las direcciones y como legitimacin de la tortura y el asesinato de los prisioneros. No se trataba de responder a un adversario armado, que comenz a operar cuando el dogma del exterminio ya haba echado races castrenses, sino a todo aquello que se opusiera a un presunto plan divino, cuya enume-racin no reconoca lmites.2 Esto explica el amplio espectro elegido como blanco a batir.

    intencin de acabar con un pueblo, entrevista en el diario Ro Negro, 18 de junio de 2006.

    2 Horacio Verbitsky, La mano izquierda de Dios. Historia poltica de la Iglesia catlica. La ltima dictadura (1976-1983), Buenos Aires, Sudamericana, 2010.

    CELS-Informe 2013.indb 24 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 25

    un nuevo actor social

    Si en la dcada de 1930 se manifest por primera vez un nuevo actor pol-tico, constituido en partido militar, y en la de 1940 la clase obrera emergi como sostn de un movimiento transformador de la poltica, la economa y la sociedad, durante la de 1970 fue clave el movimiento en defensa de los derechos humanos, forjado en la resistencia contra los crmenes dictatoriales y que tendra una palabra que decir cuando la ley y la participacin popular desplazaran al arbitrio de la violencia.

    Ese es el origen del CELS, fundado en los primeros aos de aquel gobier-no por un grupo de padres y madres de detenidos-de saparecidos. Ante la censura de prensa y la abrumadora maquinaria propagandstica, recurrieron a la difusin internacional de lo que estaba sucediendo. La experiencia en cargos internacionales de uno de los fundadores, Emilio Fermn Mignone, y el contacto permanente con el vasto exilio argentino fueron decisivos para romper el bloqueo informativo. La visita de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 1979 corrobor lo que ya haban visto en aos anteriores Amnesty, la Asociacin de Abogados de Nueva York y la Sociedad Interamericana de Prensa. La CIDH estableci, ms all de toda duda, que miles de detenidos-de saparecidos haban sido asesinados en sitios clandesti-nos. Al cumplirse treinta aos de esa misin y durante un homenaje realizado en Buenos Aires, el ex secretario ejecutivo de la Comisin, Edmundo Vargas Carreo, exalt el rol de Mignone en la organizacin del viaje y en la seleccin de quinientos casos de los archivos de los organismos.

    Dos emergentes de ese movimiento alcanzaron posiciones institucionales en 1983: Ral Alfonsn, cofundador de la Asamblea Permanente por los Dere-chos Humanos, lleg a la presidencia y Augusto Conte, copresidente fundador del CELS, fue electo diputado nacional. Ambos hicieron campaa con la pro-mesa de juicio y castigo para los crmenes de la dictadura, mientras el hasta entonces mayoritario Partido Justicialista se resign a la Autoamnista, dictada por la ltima Junta Militar luego del catastrfico final de la guerra contra la alianza angloestadounidense en las islas Malvinas. El Congreso anul aquel decreto en una de sus primeras sesiones, lo cual permiti el juicio a las tres primeras juntas militares. Antes aun, la Comisin presidencial sobre la Desapa-ricin de Personas (CONADEP) haba presentado su informe Nunca ms, que por primera vez dio cuenta de la magnitud y la extensin del aparato represivo y sus consecuencias. Tambin en este caso los archivos de los organismos de-fensores de los derechos humanos fueron el punto de partida fundamental.

    La razonable motivacin del presidente Alfonsn era impedir que las Fuer-zas Armadas jaquearan a su gobierno, como haban hecho con todos los ante-riores. Exigirles cuentas de sus crmenes servira para ponerlas a la defensiva

    CELS-Informe 2013.indb 25 07/10/13 13:46

  • 26 derechos humanos en argentina. informe 2013

    y que no osaran opinar sobre poltica, economa y los valores superiores de la nacionalidad, definidos por ellas mismas y sus asociados eclesisticos. Con ser valioso, ese objetivo resultaba limitado y, sobre todo, insuficiente a la hora de enfrentar las rplicas, tal como se manifestaron en los alzamientos castrenses ocurridos a partir de la Semana Santa de 1987, y que fundamentaron la san-cin de la Ley de Obediencia Debida.

    El discurso oficial se centraba en la recuperacin de la juridicidad y la tica, pero pona en un plano de igualdad a quienes haban ejercido el poder abso-luto de un Estado que se volvi terrorista y a los pocos jefes sobrevivientes de organizaciones guerrilleras cuyos integrantes fueron diezmados sin juicio ni piedad, aun sus ms jvenes simpatizantes perifricos. Tampoco daba cuenta de la remodelacin quirrgica de la sociedad que practic la dictadura (con la liquidacin de la industria, que a mediados de los setenta se acercaba a su madurez, incluso con de sarrollos tecnolgicos de punta en campos como la informtica, y su reemplazo por la valorizacin financiera del capital basada en el endeudamiento externo), ni la consiguiente destruccin del empleo y el tejido social, o el copamiento de la justicia y las instituciones educativas por un proyecto totalitario que no admita disidencias. Los grandes interlocutores del primer gobierno electo fueron los jefes de los grupos econmicos exportado-res de commodities, que se consolidaron durante el gobierno de facto, mientras las organizaciones gremiales de trabajadores ligadas naturalmente al mercado interno eran vistas como corporaciones incompatibles con la democracia. Al mismo tiempo, fueron confirmados casi todos los jueces que juraron subor-dinar el mandato constitucional a los documentos del proceso militar y los profesores que pusieron a las universidades en esa misma sintona.

    de las democracias viables a la megacrisis

    No es casual que la ley de impunidad para los autores de los peores crmenes cometidos en la historia argentina llegara en el momento de la resignacin a las condiciones impuestas por los acreedores externos y los organismos finan-cieros internacionales. Los planes de capitalizacin de la deuda externa y de privatizacin de empresas pblicas que ellos impulsaron fueron irresistibles para un Estado en dficit crnico por las cuantiosas transferencias a los grupos econmicos, mediante los precios inflados de las compras estatales, los contra-tos de obras pblicas y los subsidios a la produccin y la exportacin.

    En medio de apagones, hiperinflacin y saqueos se forz la renuncia pre-sidencial, seis meses antes de que finalizara el mandato. Pero, a diferencia de lo ocurrido en tantas otras ocasiones, esta vez no hubo golpe militar sino la

    CELS-Informe 2013.indb 26 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 27

    transferencia anticipada del gobierno al presidente electo en plena crisis. Fue una salida hbrida, que asegur la (deteriorada) continuidad institucional.

    Aleccionado por el final apocalptico de su predecesor, el segundo gobier-no de la transicin profundiz el rumbo marcado por los poderes fcticos. Carlos Menem complet la Ley de Obediencia Debida con centenares de in-dultos a los militares que seguan bajo proceso y acometi con entusiasmo el desguace del Estado que Alfonsn no haba llegado a emprender. La batalla cultural contra el estatismo latinoamericano y la capitalizacin de los ttulos de la deuda como parte de pago por la privatizacin de las empresas pblicas fueron planificadas, como asesor, por el ex secretario de Estado de los Estados Unidos Henry Kissinger: Nuestro principal inters no es cobrar los intereses, sino incidir en cmo sern esas sociedades dentro de veinte aos, postul.3 Se trataba de hacer viable en la sociedad la nueva lgica de la acumulacin del capital a escala planetaria, y los partidos polticos y las Fuerzas Armadas tenan un rol subordinado que cumplir.

    Ese contexto model las caractersticas de la democracia posdictatorial en sus primeras dos dcadas, que culminaron con la megacrisis de fin de siglo y un abismo de separacin entre el sistema poltico y la sociedad, sintetizado en la consigna Que se vayan todos, que el 19 y 20 de diciembre de 2001 fue re-petida por miles de manifestantes en todo el pas. El presidente Fernando de la Ra dict el estado de sitio por decreto, pese a la obligacin constitucional de dar participacin al Congreso. La violenta represin policial caus la muer-te de 30 personas, heridas a centenares y 4500 detenciones. El CELS coordin en esos das una red de abogados que asumieron la defensa de esas personas y tramitaron su liberacin. Y hasta hoy, en vano, reclama el procesamiento del ex presidente, ya que la justicia cort por debajo de su investidura la cadena de responsabilidades. Este ao debera realizarse el juicio oral al secretario de Seguridad (dado que el ministro del Interior muri) y a altos jefes policiales, a quienes se dict la prisin preventiva pero sin medidas restrictivas de su libertad. La anmala duracin de ese proceso es norma en la justicia federal.

    Durante esos veinte aos, en los que la de socupacin lleg al 25%, fue posi-ble procesar a los altos jefes del perodo de facto; legislar la separacin de las funciones de seguridad interior y de defensa nacional; poner en foco las prc-ticas violentas de las fuerzas policiales; revocar algunos de sus instrumentos anacrnicos, como los edictos policiales que permitan detenciones sin orden ni control judicial; sancionar a torturadores y asesinos instalados dentro de las fuerzas de seguridad; sentar las bases de una poltica exterior independiente

    3 De Malvinas a Brady, diez aos que cambiaron a la Argentina y al mundo, Pgina/12, 5 de abril de 1992.

    CELS-Informe 2013.indb 27 07/10/13 13:46

  • 28 derechos humanos en argentina. informe 2013

    que el presidente Alfonsn defendi aun en la Casa Blanca, en una ceremonia pblica con el presidente Ronald Reagan, y sancionar el divorcio vincular, pese a la oposicin militante de la Iglesia catlica, que llev por primera vez en procesin desde la Catedral de Lujn hasta la Plaza de Mayo a su principal cono mariano. Incluso la reforma de la Constitucin Nacional, impulsada por Menem para aspirar a un nuevo mandato presidencial y acordada con Alfon-sn en un encuentro a solas en 1993, permiti otorgar jerarqua constitucional a los tratados internacionales de derechos humanos. Los organismos como el CELS hicieron su aporte a la redaccin del nuevo art. 75. La enmienda tam-bin introdujo los derechos de tercera y cuarta generacin, los ambientales y del consumidor; estableci normas para la defensa de la democracia y la Cons-titucin; defini las caractersticas de los rganos de gobierno y nuevos orga-nismos de control; sancion mecanismos de democracia semidirecta, como la iniciativa y la consulta popular; cre un Consejo de la Magistratura y un Jurado de Enjuiciamiento encargados de la seleccin y de la remocin de jueces; re-quiri el acuerdo del Senado para la de signacin de los presidentes del Banco Central y de la Auditora General de la Nacin; cre la Defensora del Pueblo de la Nacin y defini al Ministerio Pblico como rgano independiente, en-cargado de actuar en defensa de la legalidad de los intereses generales de la sociedad. Adems, suprimi el requisito de practicar la fe catlica para acce-der a la primera magistratura y reconoci la preexistencia tnica y cultural de los pueblos indgenas argentinos, su identidad, su personera jurdica y la posesin y propiedad comunitaria de sus tierras.

    La aplicacin prctica de esta reforma ha dejado mucho que de sear. Lo mismo ocurri con la reglamentacin de algunas leyes: la de Defensa, por ejemplo, fue promulgada en 1988 pero no se reglament hasta 2006. En 2002, Horacio Jaunarena, quien fue ministro de Alfonsn, De la Ra y del senador Duhalde, confes en un seminario organizado por Eduardo Menem y Roberto Dromi que esa omisin fue intencional, porque no estaba de acuerdo con el texto y el espritu de la ley y consideraba anacrnica la separacin entre segu-ridad y defensa.4

    El simultneo sometimiento a las condiciones econmicas de los organis-mos financieros internacionales y a los mayores grupos econmicos consolida-dos durante la dictadura conden a la mayora de la poblacin a soportar nive-les de indigencia y de sigualdad inditos en la que, a mediados de siglo, haba sido la sociedad ms de sarrollada, integrada e igualitaria de Latinoamrica. Era la lgica de las democracias viables, como salida propuesta por el Departa-

    4 La pirmide verdeazul, Pgina/12, 9 de junio de 2002; El instrumento militar, Pgina/12, 12 de junio de 2006.

    CELS-Informe 2013.indb 28 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 29

    mento de Estado de Washington al ciclo de las dictaduras regionales.5 Alfonsn recorri el mundo reclamando comprensin. Cunta pobreza soportan las democracias?, preguntaba entonces su canciller Dante Caputo, preocupacin que sigue reiterando hoy como funcionario internacional de la OEA y/o de Naciones Unidas.6 En su ltimo mensaje al Congreso, Alfonsn lament en un honesto balance todo lo que su gobierno no supo, no pudo o no quiso hacer, por la gravitacin de los poderes fcticos. Esa asignatura qued muchos aos pendiente.

    Al sucederlo, Menem emprendi una decidida regresin, tanto en materia econmico-social como en cuestiones institucionales y de derechos. La am-pliacin de la Corte Suprema, de cinco a nueve miembros, y la creacin de una mayora automtica instantnea con amigos, socios y familiares del Poder Ejecutivo fue un primer paso para librar al gobierno de todo control, tanto en el desbaratamiento del Estado de bienestar como en la proteccin a un elen-co gobernante que alcanz niveles de corrupcin que slo se explican como precio por el abandono de banderas y programas histricos y la adhesin entu-siasta al denominado Consenso de Washington, incluida la alianza militar con los Estados Unidos y la OTAN, y el congelamiento del Mercosur.

    el rol de la justicia

    Concluido el ciclo de las dictaduras, la justicia asumi un papel novedoso en el marco institucional. Entre 1984 y 1989, la Corte Suprema produjo una serie de fallos de enorme trascendencia en el campo de los derechos y garantas individuales, y por primera vez en su historia declar incompatibles con la Constitucin Nacional varios tipos penales. El eje central sobre el que giran esas resoluciones opone la libertad y las garantas individuales a los intereses del Estado. Estas pusieron de manifiesto, en las cuestiones de la vida cotidiana, la diferencia entre una dictadura y una forma democrtica de organizacin social: los derechos de cada ciudadano frente a la autoridad, incluido el de no declarar en contra de s mismo; la libertad de expresin, la inviolabilidad del domicilio, las cosas que puede hacer dentro de l (como fumar un cigarrillo de marihuana o practicar la sexualidad del modo en que prefiera) sin que el

    5 Luis Maira, Amrica Latina y la crisis de hegemona norteamericana, Lima, Desco, 1982.

    6 PNUD, La democracia en Amrica Latina (director del proyecto: Dante Caputo), Buenos Aires, Aguilar, 2004.

    CELS-Informe 2013.indb 29 07/10/13 13:46

  • 30 derechos humanos en argentina. informe 2013

    Estado se entrometa para reprimirlas o discriminarlas. En el caso del divorcio vincular, el activismo judicial fue necesario para vencer las resistencias que maniataban al gobierno nacional: antes de que el Congreso tratara el proyecto de ley, en 1986 la Corte Suprema debi declarar inconstitucional la ley de ma-trimonio civil del siglo XIX. Que la prohibicin de disolver el vncu lo y recu-perar aptitud nupcial se haya sostenido durante noventa y ocho aos mide las dificultades que la democracia argentina debi superar. Pero, una vez creada la nueva mayora judicial de la noche a la maana,7 el gobierno la utiliz sin reparos para avalar el desmantelamiento del Estado y la desproteccin de los sectores ms vulnerables. Los trabajadores de las empresas a privatizar fueron despojados de sus derechos laborales, porque esa era una de las condiciones de los adquirentes, con la suspensin de sus convenios colectivos y la admisin de despidos. Los crditos laborales se ajustaron por la tasa pasiva de inters.

    En la ruinosa privatizacin de Aerolneas Argentinas, la Corte lleg a crear un procedimiento de salto de instancia, sin sustento legal, para sustraer el expediente a un tribunal inferior. La Corte ampliada tambin sintoniz con otro universo valorativo, ms afn al que haba primado bajo las dictaduras: liberalismo econmico y autoritarismo poltico. La exaltacin de la muerte (con el perdn a los culpables de la represin ilegal); el ablandamiento de los derechos y garantas constitucionales; la prohibicin prejuiciosa de conductas que en la intimidad no afectan derechos de terceros; la desconfianza hacia el ejercicio de la libertad de expresin; la consagracin de una escala axiolgica en la que la propiedad es un bien ms valioso que la vida; el abandono de la inviolabilidad del domicilio personal por parte del Estado, se fueron eslabo-nando en los fallos pronunciados por la nueva mayora, sin respeto por los propios precedentes.

    el factor externo

    Ante esta nueva situacin, los organismos defensores de los derechos huma-nos recurrieron al sistema interamericano de proteccin, que a partir de la dcada de 1990 comenz a adquirir un rol significativo en el pas. En 1992, en su Informe 28, la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

    7 Esta no es una metfora. Adems de aumentar a nueve los asientos en la Corte, el gobierno consigui la renuncia de dos ministros, con lo cual dispuso de seis vacantes. El Senado confirm a los candidatos al da siguiente de recibir sus pliegos del Poder Ejecutivo, en una sesin secreta que dur siete minutos, sin la presencia de las fuerzas de oposicin.

    CELS-Informe 2013.indb 30 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 31

    concluy que tanto las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida como los decretos de indulto eran incompatibles con la Declaracin y con la Conven-cin americanas de derechos humanos. Tambin recomend al gobierno el otorgamiento de una compensacin a las vctimas de la dictadura y la adop-cin de medidas necesarias para esclarecer los hechos e individualizar a los responsables de las violaciones de derechos humanos. El gobierno ofreci el pago de reparaciones en bonos y crey que con ello cerraba el tema, mientras el control de la hiperinflacin y la artificial paridad cambiaria con el dlar adormecan a la sociedad.

    En marzo de 1995, un oficial de la Armada, el capitn de fragata Adolfo Sci-lingo, confes que haba arrojado treinta personas vivas al mar desde aviones navales, mtodo que la jerarqua eclesistica aprob como una forma cristia-na de muerte en la tarea de separar la cizaa del trigo.8 Esto provoc una conmocin sin precedentes, porque esta vez no era un sobreviviente quien lo contaba sino uno de los perpetradores. Emilio Mignone se present ante la justicia e, invocando el Informe 28/92 de la CIDH, sostuvo que las leyes que impedan juzgar a los responsables no derogaban el derecho de cada familiar a la verdad y al duelo, ni la obligacin del Estado de investigar cada caso, hasta conocer qu pas con la persona detenida-de saparecida y quines fueron los responsables.

    La Cmara Federal de la capital acept abrir una investigacin para determi-nar qu haba sucedido con su hija, la catequista catlica Mnica Candelaria Mignone. Ese fue el comienzo de los Juicios por la Verdad, que constituyeron un aporte argentino a la justicia de transicin: los procedimientos se realiza-ban en los tribunales federales penales, que aplicaban las reglas del Cdigo Procesal, aunque la sentencia no poda incluir la condena de los culpables identificados. En poco tiempo, esos juicios por la verdad se extendieron a todo el pas. Menem trat de frenarlos con una resolucin de la Corte Suprema que vedaba la intervencin de la justicia federal, pero debido a una denuncia de otra fundadora del CELS, Carmen Lapac, la CIDH determin que la in-vestigacin deba continuar en esa sede, y no como pretenda el gobierno en rganos administrativos bajo su control.

    La confesin de Scilingo tambin produjo un efecto inesperado en los hijos de detenidos-de saparecidos, que se sintieron aliviados de un estigma, dejaron de ocultarse y se agruparon en la primera organizacin de derechos huma-nos instituida por descendientes de la generacin diezmada. El 24 de marzo de 1996, una concentracin superior a cualquiera anterior colm la Plaza de Mayo en demanda de memoria, verdad y justicia. Ese fue el origen del proceso

    8 Horacio Verbitsky, El vuelo, Buenos Aires, Planeta, 1 ed., 1995.

    CELS-Informe 2013.indb 31 07/10/13 13:46

  • 32 derechos humanos en argentina. informe 2013

    iniciado por el fiscal espaol Carlos Castresana, quien busc en viejos cdigos, constituciones y tratados una forma de actuacin posible para que la judica-tura espaola ayudara a esa demanda de justicia, cuyas imgenes recorrieron el mundo. Aunque los crmenes se haban cometido contra argentinos, por argentinos y en la Argentina, lesionaban a toda la humanidad y podan ser juzgados all donde hubiera voluntad, concluy Castresana. El juez Baltasar Garzn acept esa jurisdiccin universal y pidi a la Argentina la extradicin de ms de un centenar de militares y marinos para juzgarlos en Madrid. Me-nem y De la Ra se negaron, invocando la soberana nacional. Pero se haba puesto en marcha un mecanismo que ya no se detendra.

    En Francia haba sido condenado en rebelda Alfredo Astiz por el secuestro de las monjas francesas y las madres de Plaza de Mayo en una iglesia. En los Estados Unidos, el general Carlos Surez Mason fue condenado a indemnizar con veinte millones de dlares a sus vctimas argentinas y fue extraditado a Buenos Aires. En Italia, un tribunal conden al mismo Surez Mason y al ge-neral Santiago Riveros por la de saparicin de ciudadanos italianos. En 1998, en otro proceso, Garzn tambin obtuvo el arresto en Londres del ex dicta-dor chileno Augusto Pinochet.Al da siguiente, un juez argentino detuvo en Buenos Aires al ex almirante Emilio Massera, por apropiacin de bebs, un crimen no perdonado por ninguna ley, por el que desde junio estaba detenido tambin Jorge Videla.

    A iniciativa de los organismos de derechos humanos, el Congreso derog las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, pero no alcanzaron los votos para declararlas nulas.

    la nulidad

    Al comenzar el tercer milenio, decenas de altos jefes militares estaban bajo in-vestigacin judicial, y en muchos casos arresto, por el robo de bebs. En el CELS evaluamos que no quedaban ya razones ticas, ni polticas, ni jurdicas, ni nacio-nales, ni internacionales que apuntalaran la subsistencia de las leyes de impu-nidad. Al ao siguiente se cumplira un cuarto de siglo del golpe de 1976 y las previsibles manifestaciones populares de repudio equilibraran las presiones de los poderes fcticos y permitiran a la justicia pronunciarse con imparcialidad.

    El CELS formul el pedido de anulacin de las leyes de impunidad en una causa apta para demostrar su aberracin: los mismos represores Julio Simn, alias el Turco Julin, y Juan Del Cerro, alias Colores, detenidos y proce-sados por la apropiacin de una bebita que fue entregada a una familia mi-litar estril, no podan ser perseguidos por un crimen de mayor gravedad, el

    CELS-Informe 2013.indb 32 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 33

    secuestro, las torturas y la de saparicin forzada de los padres de la nena, el matrimonio de Jos Poblete y Gertrudis Hlaczik. En marzo de 2001, el juez federal Gabriel Cavallo declar nulas en esa causa las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida y extendi el procesamiento tambin por la de saparicin forzada del matrimonio. Apenas dos semanas despus, la Corte Interameri-cana de Derechos Humanos fall en el mismo sentido en el caso peruano de Barrios Altos: esas graves violaciones a los derechos humanos no pueden ser amnistiadas ni su persecucin penal cesa por el mero paso del tiempo.

    Diversos jueces y cmaras de apelaciones adoptaron decisiones similares en todo el pas. No obstante, De la Ra intent obstaculizar esos procesos y pretendi asignar a las Fuerzas Armadas misiones en asuntos de seguridad interior, que las leyes bsicas sancionadas por acuerdos multipartidarios en las dcadas de 1980 y 1990 prohben. Los intentos por frustrar la labor de la justicia recrudecieron en los ltimos meses de ese mandato (que a causa de la renuncia presidencial fue completado en forma parcial por el senador Eduar-do Duhalde, quien en forma interina estuvo a cargo del Poder Ejecutivo, hasta que tambin l debi alejarse antes de tiempo a raz del asesinato por fuerzas policiales de los militantes sociales Daro Santilln y Maximiliano Kosteki). Participaron de esas tentativas por frenar los juicios el jefe del Ejrcito, Ricar-do Brinzoni, acusado por su intervencin en la masacre de Margarita Beln; el presidente de la Corte, Julio Nazareno; el propio senador Duhalde y el obispo castrense Antonio Baseotto. Esta operacin canje inclua el de sistimiento de cualquier juicio poltico contra los ministros de la Corte Suprema.

    el punto de inflexin

    El 25 de mayo de 2003 asumi la presidencia el gobernador patagnico Nstor Kirchner, quien lleg a ese cargo por la de sercin de Menem, quien no se pre-sent a la segunda vuelta electoral. Entre quienes maniobraban para ocluir la va judicial reabierta en 2001 estaba su posible ministro de Justicia, Rafael Biel-sa, autor de un trabajo en el que instaba a cicatrizar las heridas y desdeaba la jurisdiccin universal con ironas sobre los pases africanos.9 Pero Kirchner anunci que su nico programa sera memoria, verdad y justicia y en las dos primeras semanas de su gobierno produjo por sorpresa dos hechos proporcio-nados a la magnitud de la crisis con que concluyeron las dos primeras dcadas de una democracia que se haba encerrado en un callejn sin salida: descabe-

    9 Rafael Bielsa, Esa guerra termin, La Nacin, 31 de agosto de 2001.

    CELS-Informe 2013.indb 33 07/10/13 13:46

  • 34 derechos humanos en argentina. informe 2013

    z a la cpula del renacido partido militar y promovi el juicio poltico contra la mayora automtica en la Corte Suprema.

    Para la de signacin de los nuevos integrantes y de los jueces federales, Kirch-ner estableci, por los decretos 222 y 558/03, un procedimiento transparente y participativo, que inclua el anlisis previo de los bienes y los conflictos de intereses de los candidatos, un perodo de impugnaciones abierto a toda la ciu-dadana y una audiencia pblica en el Senado. Tom para ello las recomenda-ciones del documento Una Corte para la democracia, elaborado en lo peor de la crisis por el CELS y otras seis organizaciones. Tambin pidi que el Congreso ratificara la convencin internacional que determina la imprescriptibilidad de la de saparicin forzada de personas. Adems de hacerlo, el Congreso declar nulas las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida. En mayo de 2005, la re-novada Corte Suprema confirm el fallo en la causa Poblete/Simn: esas leyes no podan interponerse en el enjuiciamiento de los crmenes de lesa humani-dad cometidos desde el aparato de poder organizado del Estado terrorista. Lo mismo sentenci en 2007 respecto de los decretos de indulto.

    En otra parte de este informe se analiza la marcha de los juicios reabiertos a partir de 2001 y que en ocasin del Bicentenario, en 2010, fueron declarados poltica de Estado por la Cmara de Diputados de la Nacin y la Legislatura portea. En respuesta a una carta del CELS, tambin el jefe de Gobierno por-teo Maurizio Macr suscribi ese compromiso. Al concluir 2012 haban sido pronunciadas 354 condenas y 34 absoluciones, porcentajes demostrativos de que se trata de un verdadero proceso de justicia, con respeto por las debidas garantas, de modo que nadie sea condenado sin pruebas.

    En su vertiginoso ao inicial, Kirchner tambin firm un decreto de acceso a la informacin pblica, pero las distintas reparticiones de su gobierno y del actual han mostrado poco celo por cumplirlo. Tampoco fue posible sancionar esa obligacin por ley. Tal opacidad, junto con la posterior manipulacin del ndice de precios al consumidor que produce el INDEC, que devalu la cre-dibilidad de la palabra pblica, estn entre los grandes dficits del proyecto poltico que en 2013 cumple diez aos en el gobierno y que, junto con la autoridad del sistema poltico respecto de los poderes fcticos, recuper los niveles perdidos de actividad econmica, empleo e ingresos; expandi hasta el 95% el universo de personas cubiertas por el sistema jubilatorio; actualiz sus retribuciones por encima de la persistente inflacin de precios; cre (slo por decreto) el programa de transferencia directa de ingresos ms importante del mundo (la Asignacin Universal por Hijo) y realiz los programas de cons-truccin de obras de infraestructura, viviendas y escuelas ms significativos desde mediados del siglo pasado.

    Sin embargo, luego de una dcada de fuerte crecimiento macroeconmico, un tercio de la poblacin que trabaja an lo hace en empleos informales,

    CELS-Informe 2013.indb 34 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 35

    con ingresos ms bajos y sin proteccin asistencial. Durante el gobierno de la Alianza se promulg una ley de precarizacin del empleo, para cuya sancin se pagaron sobornos con dinero oficial a diversos senadores. Este fue el ms grave caso de corrupcin poltica probado en la justicia en los treinta aos de democracia, que involucr a miembros de los principales partidos, provoc la renuncia del vicepresidente Carlos lvarez y el procesamiento del ex presiden-te De la Ra, quien orden los pagos, y de su jefe de Inteligencia, el banquero Fernando de Santibez, que provey los fondos. Este ao debera realizarse el juicio oral contra ellos.

    Aquella ley de precarizacin del empleo fue derogada, pero sus efectos sub-sisten, lo cual consolida una peligrosa fractura dentro de la clase trabajadora. Su peor expresin es la persistencia de un ncleo duro de jvenes que no trabajan ni estudian, y que, segn distintas estimaciones, oscila entre medio milln y un milln de personas. Es ostensible la necesidad de adoptar medidas polticas y econmicas distintas a las aplicadas hasta ahora para modificar esa gravsima situacin, de mltiples y nefastas consecuencias.

    En marzo de 2004, Kirchner adopt otras dos decisiones de fuerte simbo-lismo: el de salojo de la Escuela de Mecnica de la Armada para instalar all el Museo de la Memoria y el retiro de los cuadros de los ex dictadores Videla y Bignone de la galera de ex directores del Colegio Militar. Ambas propuestas formaban parte del proyecto de recuperacin de las Fuerzas Armadas para la democracia y fueron presentadas por el CELS a los fugaces gobiernos de Duhalde y De la Ra, cuyos ministros las desdearon con ironas. Kirchner las acept de inmediato.

    El CELS plante que el edificio principal de la ESMA y el Casino de Oficia-les donde funcion el grupo de tareas y fueron torturados y asesinados los detenidos-de saparecidos se dedicaran al Museo de la Memoria y que en el resto del predio permanecieran los institutos de formacin de la Armada, con la responsabilidad de custodiar y honrar el sitio de memoria. Ello implicaba trazar una lnea neta de separacin entre el terrorismo de Estado y las institu-ciones castrenses del siglo XXI. Los oficiales del Ejrcito no deban formarse bajo la advocacin de dos dictadores y los de la Armada deban rendir home-naje cotidiano a las vctimas de sus antecesores, como parte de su formacin democrtica. Pero el resto de los organismos no acept ingresar al predio, de 17 hectreas y con 40 edificios, hasta que no lo abandonara hasta el ltimo marino. El gobierno nacional acept ese criterio, lo cual demor durante aos la instalacin del museo y abri el camino para la realizacin en ese predio de dimensiones inmanejables de actividades distintas a las conmemorativas de una tragedia.

    CELS-Informe 2013.indb 35 07/10/13 13:46

  • 36 derechos humanos en argentina. informe 2013

    rehacer la corte

    La nueva Corte Suprema surgi con fuerte legitimidad social, lo cual le dio capacidad para impregnar al resto del Poder Judicial nuevos modos de inter-vencin y contenidos. A su vez, a partir de sus fallos comenz a perfilarse como un cabal tribunal constitucional.

    Otro importante cambio ha sido la reduccin del nmero de miembros que la integran. Luego de la renovacin de cuatro de sus integrantes, se produ-jeron dos vacantes, que no fueron cubiertas. En su lugar se sancion una ley para volver al nmero original e histrico de cinco miembros.

    A partir de este proceso de cambio, la Corte Suprema fue modificando su perfil y recobr cierta legitimidad. En la actualidad, se ha instalado social-mente como una actora con peso institucional propio. Algunas modificacio-nes internas y fallos de suma relevancia hicieron vislumbrar cierta orientacin innovadora, tanto a nivel procedimental como sustantivo.

    La Corte, a travs de sus dos ltimos presidentes, Enrique Petracchi y Ricar-do Lorenzetti, y en lnea con la definicin de poltica de Estado, ha explici-tado la decisin de no retroceder en el juzgamiento de crmenes de lesa huma-nidad, y planteado el avance de las investigaciones y juzgamientos como una decisin de los tres poderes del Estado. Pero, como ha expresado el CELS en su Informe anual 2012, la Corte demora en forma inaceptable la confirmacin de las sentencias dictadas por los distintos tribunales. Este cuello de botella permite que numerosas vctimas y perpetradores mueran antes de la sentencia definitiva, lo cual contribuye a una perniciosa sensacin de impunidad.

    A su vez, el mximo tribunal ha sabido aprovechar su renovada legitimidad para impulsar algunos cambios positivos, como fueron las polticas de transpa-rencia implementadas (se dio a publicidad la circulacin de los expedientes judiciales y administrativos entre las distintas vocalas; se estableci la obliga-cin del presidente de fijar fecha para el acuerdo en que el Tribunal tratar los asuntos trascendentes; se resolvi publicar todas las sentencias y acuerdos en la pgina de la Corte Suprema en internet; se decidi incluir en las senten-cias los datos de las partes, de sus abogados y de los tribunales intervinientes en las instancias anteriores, y la creacin de una base de datos para identificar a los abogados que actan ante la Corte; se dispuso que la realizacin de au-diencias con los jueces slo sera con la presencia de la contraparte, para evitar los alegatos informales; se reglament el procedimiento para presentar amicus curiae y se estableci la publicacin de un listado con los casos trascendentes donde la ciudadana pueda presentarse de acuerdo con esta herramienta; en-tre otras). Por otra parte, se retom el activismo judicial sobre algunas temti-cas que luego derivaron en leyes, como en el tema previsional, donde, a partir del fallo Badaro (la Corte consider que la falta de actualizacin de los bene-

    CELS-Informe 2013.indb 36 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 37

    ficios previsionales es inconstitucional y estim que esa situacin requera una solucin colectiva de los rganos ejecutivos y legislativos), el Poder Ejecutivo envi un proyecto de ley al Congreso para establecer la actualizacin autom-tica de las jubilaciones. Hoy los jubilados cuentan con una ley que protege sus haberes y prev dos actualizaciones automticas al ao.

    La Corte identific tambin problemas que afectaban garantas en materia penal (casos Di Nuncio, Casal, Gramajo, Llerena) y se expres en ma-teria de derecho penal juvenil, aunque con una decisin cuestionable (fallo Maldonado). Asimismo, otorg un mayor reconocimiento a la legitimacin colectiva para la presentacin de acciones judiciales (casos Verbitsky y Ria-chuelo, entre otros) y mostr formas atpicas de construccin conjunta de so-luciones, entre actores estatales y no estatales. Del mismo modo, la realizacin de audiencias pblicas en casos institucionalmente relevantes se ha convertido en una prctica habitual y de apertura de la justicia a la sociedad.

    Otros aspectos a destacar son los fallos clarificadores que el tribunal supre-mo ha plasmado sobre temas tan sensibles como el derecho a la interrupcin del embarazodentro de los supuestos de aborto no punibles y la tenencia de estupefacientes para consumo personal.

    Por otra parte, tambin profundiz la aplicacin del derecho internacional de los derechos humanos como pauta obligatoria para el anlisis de los dere-chos en juego. En Espsito, la Corte expres que se encuentra obligada a cumplir con una decisin de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, aun cuando guarde una fundamentada disidencia con su contenido. En igual sentido se manifest con respecto a las medidas provisionales dictadas por los rganos del sistema regional de proteccin.

    Sin embargo, con otras cuestiones trascendentes, como el pago de impues-tos por parte de los jueces, la Corte an est en deuda. No slo no ha impulsa-do o realizado los cambios necesarios, sino que, cuando tuvo la oportunidad de expedirse sobre un caso concreto, sus integrantes optaron por no hacerlo, salvo la ministra Carmen Argibay. De este modo, se resolvi que los jueces no deben pagar impuesto a las ganancias. En un sentido similar, la poltica de transparencia no ha sido del todo exitosa. Es ostensiblemente dificultoso el acceso a las declaraciones juradas patrimoniales de los miembros del tribunal. Las presiones corporativas son ms fuertes de lo que parecen y, hasta el mo-mento, la Corte no logr dar mensajes en sentido contrario.

    Lo cierto es que se ha conformado una Corte Suprema de alta calidad, ya no hay una mayora automtica y sus miembros han demostrado independencia para fallar, en reiteradas oportunidades, en contra de lo pretendido por el Poder Ejecutivo que impuls sus candidaturas. Pese al discurso reiterado en ese sentido, la independencia tambin de los intereses econmicos no tiene la misma nitidez, como se pudo apreciar en las interminables medidas cautelares

    CELS-Informe 2013.indb 37 07/10/13 13:46

  • 38 derechos humanos en argentina. informe 2013

    que beneficiaron al Grupo Clarn contra la ley de servicios de comunicacin audiovisual y al diario La Nacin, que desde hace diez aos invoca un decreto vencido en julio de 2003 para seguir descontando de la liquidacin del IVA sus aportes patronales.10

    redes de ilegalidad

    En estos treinta aos bajo distintos gobiernos han ocurrido graves episodios, como la de saparicin en la provincia de Buenos Aires del albail Andrs Nez, en 1990; la muerte del adolescente Walter Bulacio en 1991 luego de ser golpeado en una comisara de la Polica Federal; la del estudiante de pe-riodismo Miguel Bru, en 1993, en una comisara de La Plata; los atentados con explosivos contra la Embajada de Israel, en 1992, y la sede de las principales organizaciones de la colectividad juda (DAIA y AMIA), en 1994. Tambin fue asesinado el reportero grfico Jos Luis Cabezas, en 1997, y en 2006 se pro-dujo la de saparicin forzosa de Jorge Julio Lpez, testigo en el juicio contra el jefe operativo de la Polica Bonaerense, Miguel Etchecolatz, que sali de su casa para asistir a la lectura del fallo pero nunca lleg a la sede del tribunal. En varios de esos casos participaron oficiales de la Polica Bonaerense, cuya vin-culacin sistemtica con redes de ilegalidad es uno de los rasgos ms estables e inquietantes de la democracia argentina y forma parte del sentido problema de la inseguridad.

    Las actuales autoridades bonaerenses encabezan operativos espectaculares de saturacin en barrios populares, con el propsito de mostrar activismo contra el delito y la droga, segn la reiterada caracterizacin del gobernador Daniel Scioli. En esos operativos se violan derechos de las personas, cuyos ba-rrios son tomados por asalto e incluso se inventan conexiones con organiza-ciones delictivas internacionales que luego se demuestran falsas. Por ejemplo, en 2011 el gobierno bonaerense anunci que haba sido detenido el jefe del cartel mexicano Los Zetas, cosa que nunca ocurri. Si en vez de esa espectacu-laridad meditica el gobierno ejerciera un mnimo control sobre sus propias fuerzas, actuara sobre una de las causas eficientes de la inseguridad.

    En otras partes de este informe se analiza la continuidad de esta grave pro-blemtica, con referencia al caso de Luciano Arruga, un adolescente que se neg a ser reclutado por la polica como mano de obra para cometer robos y en represalia fue detenido-de saparecido. La misma lgica impera en el Servi-

    10 Regalo de Reyes, Pgina/12, 6 de enero de 2013.

    CELS-Informe 2013.indb 38 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 39

    cio Penitenciario Bonaerense (SPB), que lejos de ser controlado por el poder poltico consigui colocar a uno de sus hombres al frente del Ministerio de Se-guridad y Justicia provincial, un hecho sin precedentes en estas tres dcadas. El ministro, alcaide mayor Ricardo Blas Casal, se form en el SPB durante los peores aos de la dictadura. l impidi que en la bsqueda de Arruga se usara el nico georradar existente en el pas para detectar movimientos recientes de tierra.11 En varios casos se ha documentado que personas privadas de su libertad salen de las unidades penitenciarias para robar, con armas y vehcu los provistos por funcionarios del SPB, en una de cuyas unidades funcionaba un de sarmadero.

    En abril de 2012, durante una visita conjunta al complejo penitenciario del conurbano norte, el vicegobernador Gabriel Mariotto, el CELS y la Comisin Provincial por la Memoria, creada por la Legislatura bonaerense, recibieron dos facas y una cuchilla que, segn los detenidos, les haban sido suministradas por personal penitenciario para que atacaran a otras personas en su misma situacin. La enorme cantidad de muertes traumticas que cada ao se produ-cen en las unidades del SPB, cuyas vctimas estn bajo la responsabilidad del organismo, va en lnea con los niveles de violencia que se manifiestan extra-muros, lo cual confirma la continuidad entre el adentro carcelario y el afuera de los barrios precarios y la inocultable responsabilidad institucional en todas esas situaciones.

    En 2005, la Corte Suprema federal estableci estndares mnimos sobre condiciones de detencin y prisin preventiva en comisaras y crceles en un hbeas corpus colectivo presentado por el CELS. Ocho aos ms tarde, la can-tidad de detenidos en comisaras se redujo, pero a costa de la superpoblacin de las unidades carcelarias, donde la discrecionalidad y el control por la vio-lencia son la nica ley. Tambin reviste gravedad la situacin imperante en las unidades del Servicio Penitenciario Federal.

    Tanto el juez provincial Luis Arias como el anterior ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, denunciaron en 2009 el sistemtico reclutamien-to de varones jvenes de los barrios marginales por parte de jefes policiales, que los obligan a robar para ellos y, si se niegan, los matan. En 2011 fue deteni-do el jefe de la Subdireccin de Investigaciones de Villa Gesell y cuatro de sus

    11 Casal recibi a un abogado conocido por sus estruendosos operativos medi-ticos, quien dijo que un cliente cuya identidad no poda identificar saba que el cuerpo de Jorge Julio Lpez estaba enterrado en el parque Pereyra Iraola. Hacia all se deriv el sofisticado instrumento que deba buscar los restos de Arruga. Mientras, avanz la construccin de una obra de viviendas sobre el terreno en que el adolescente habra sido asesinado por la polica, de modo que no pudiera hallarse su cuerpo.

    CELS-Informe 2013.indb 39 07/10/13 13:46

  • 40 derechos humanos en argentina. informe 2013

    subordinados, por el asesinato de uno de esos colaboradores ilegales, cuando sala de robar en una casa de Valeria del Mar que ellos le haban marcado.12

    Esta prctica generalizada de las instituciones de inseguridad se solapa con otras formas de control social ejercidas sobre los jvenes de los barrios popu-lares y que peridicamente dan lugar a erupciones de violencia con vctimas fatales, siempre del mismo sector. Un caso tpico es el del barrio de emergen-cia La Carcova, del partido de San Martn, donde en febrero de 2011 personal policial asesin con disparos de escopeta por la espalda a los adolescentes Franco Almirn y Mauricio Arce e hiri en forma grave a Joaqun Romero, pretextando una agresin armada que nunca se produjo. La versin de un descarrilamiento intencional para saquear un tren fue difundida por el propio ministro Casal. La investigacin judicial lo desminti. Una comisin investiga-dora, cuyo informe fue aprobado por amplia mayora en la Legislatura provin-cial, explicit el funcionamiento de esas redes de ilegalidad con participacin policial, en un caso estremecedor que concluy con el asesinato de la nia Candela Sol Rodrguez. Por fallas graves en la investigacin o por complicidad con el trfico de sustancias de uso prohibido, la Legislatura recomend al Poder Ejecutivo la exoneracin y el procesamiento de medio centenar de al-tos cuadros policiales, comenzando por los dos ltimos jefes de la institucin. Lejos de ello, Scioli y Casal les ratificaron en forma pblica su confianza y slo hubo avances contra los funcionarios judiciales que intervinieron.

    demagogia punitiva o seguridad democrtica

    Casal delega el gobierno de la seguridad en la propia agencia policial y demo-niza a los jvenes, quienes son presentados con lenguaje blico y tono de ur-gencia como un enemigo a destruir. Esa demagogia punitiva es incitada desde los grandes medios de comunicacin.

    Dado que la inseguridad figura entre las principales preocupaciones de la sociedad, el gobierno nacional se ha plegado a esa posicin en distintas opor-tunidades, ya sea por conviccin o por temor a ser desbordado por sectores polticos ms desprejuiciados. Lo hizo en 2004, al ceder a la presin del ex ingeniero Juan Carlos Blumberg y permitir la sancin de reformas legislativas de dudosa constitucionalidad y demostrada ineficacia, y en 2012, al confundir en un mismo plano situaciones muy distintas: la absolucin por un tribunal

    12 La trama de corrupcin policial detrs de un crimen, Clarn, 20 de febrero de 2012.

    CELS-Informe 2013.indb 40 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 41

    oral en Tucumn de todos los acusados en un caso de trata de personas; varios fallos de la Cmara Federal en lo Civil y Comercial de la capital en favor de poderes econmicos, que frustraron la aplicacin de leyes de la democracia, y la concesin de excarcelaciones dispuestas por varios jueces a favor de perso-nas detenidas, por la correcta aplicacin de las garantas procesales vigentes. En un caso, al menos, ese populismo penal mantuvo suspendido durante tres aos a un juez, Rafael Sal Lari, cuyo juicio poltico culmin en la absolucin por diez cargos que se levantaron en su contra sin prueba alguna. Una de las promotoras de su linchamiento meditico fue recibida en la Casa de Gobierno por la presidente de la nacin.

    En otra parte de este informe se analizan las repercusiones del reclamo presi-dencial de democratizar la justicia y las perspectivas positivas y los riesgos que ello entraa. En oposicin a la demagogia punitiva, en diciembre de 2010 una vasta coalicin convocada por el CELS, con representantes del ms amplio arco poltico y social, acadmicos y expertos en seguridad, referentes gremiales, reli-giosos, culturales y de los derechos humanos, present en el Congreso nacional el Acuerdo para una poltica de Seguridad Democrtica (ASD).

    expansin de derechos

    En la ltima dcada se sancionaron diversas leyes que expanden derechos en distintos campos, pero que en algunos casos no fueron reglamentadas o eso demor demasiados aos. En 2004, la Argentina ratific el Protocolo faculta-tivo de la Convencin contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhu-manos y Degradantes. Recin en 2012 se aprob la ley que crea el mecanismo nacional de aplicacin de ese Protocolo, luego de intensas negociaciones, y de la proliferacin de casos en distintos lugares del pas.

    El mismo ao 2004 se sancion la Ley 25871 de Migraciones, reconocida como un modelo a nivel regional e internacional, a contramano de las legis-laciones represivas en boga en el norte de Amrica y en Europa. La norma ar-gentina, en cuya elaboracin y decreto reglamentario, que insumi otros seis aos, tuvo participacin el CELS, derog el decreto de la dictadura conocido como Ley Videla, y considera la migracin como un derecho humano y no como una cuestin de seguridad nacional. Tambin se sancionaron leyes que amplan derechos en otros campos.

    En 2010 se reform el Cdigo Civil en los artcu los referentes al matrimonio y se elimin cualquier de sigualdad en razn del sexo de los contrayentes, cosa que no haba hecho antes ningn Estado americano. Ese mismo ao entr en vigencia la Ley Nacional de Salud Mental, en cuya elaboracin intervino

    CELS-Informe 2013.indb 41 07/10/13 13:46

  • 42 derechos humanos en argentina. informe 2013

    el CELS. Se basa en los estndares establecidos por la Convencin de las Na-ciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que res-tringe la internacin de personas slo a circunstancias excepcionales, prohbe la creacin de nuevas instituciones psiquitricas asilares, fomenta la atencin en hospitales generales y servicios basados en la comunidad, e incorpora las problemticas derivadas de las adicciones al campo de la salud mental. Sin em-bargo, transcurridos ms de dos aos, la inercia contra este nuevo paradigma se manifiesta en la demora de su reglamentacin.

    En 2011 se sancion el nuevo Estatuto del Pen. Esa ley de trabajo agrario protege al sector con ms altos niveles de informalidad, al equiparar sus dere-chos con los del resto de los trabajadores del sector privado, limitar la jornada laboral a ocho horas diarias, permitir la concertacin de convenciones colec-tivas de trabajo y el derecho de huelga, y fijar niveles mnimos en cuestin de vivienda, alimentacin y traslados.

    En 2012 fueron promulgadas las leyes de Identidad de Gnero y de Muerte Digna. La primera asegura a toda persona el derecho al reconocimiento de su identidad de gnero tal como la siente, corresponda o no con el sexo asig-nado al nacer. La segunda reconoce el derecho de los pacientes a rechazar medidas mdicas de soporte vital ante una enfermedad irreversible, incurable o en estado terminal.

    Un caso de especial repercusin fue la Ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual (26522/09), inspirada en una concepcin amplia de la radiodi-fusin y los servicios audiovisuales, entendidos como formas de ejercicio del derecho a la comunicacin, la informacin y la cultura, que deben ser pro-tegidos teniendo en cuenta los estndares internacionales en la materia. El proyecto se origin en el reclamo de la Coalicin por una Radiodifusin De-mocrtica, que el CELS integra junto con varios centenares de organizaciones sindicales, universitarias, de derechos humanos y comunitarias. Al cumplirse veintin aos de la finalizacin de la dictadura, en 2004, esta coalicin pre-sent un programa con el mismo nmero de puntos. Sobre esa base el gobier-no nacional elabor un anteproyecto que fue debatido en veinticuatro foros realizados en todo el pas. El proyecto resultante fue discutido en audiencias pblicas convocadas por cada Cmara del Congreso, y en ese proceso se le in-trodujeron casi doscientos cambios. En octubre de 2009 se convirti en ley por una amplia mayora, pese a la resistencia de los mayores medios comerciales, que desde entonces han recurrido a la justicia contra su aplicacin.

    La ley sustituye el decreto de la dictadura que en 1980 regul la radiodi-fusin de acuerdo con la doctrina de la seguridad nacional y slo permita acceder a licencias a empresas con fines de lucro. La nueva norma defini tres segmentos pblico, privado comercial y privado sin fines de lucro para am-plificar la participacin y contribuir a la pluralidad de voces. Pero las clusulas

    CELS-Informe 2013.indb 42 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 43

    que, de acuerdo con las recomendaciones de la CIDH, las Naciones Unidas y la UNESCO, intentan limitar la excesiva concentracin que restringe el plura-lismo y el derecho de la sociedad a ser informada no han podido aplicarse. La medida cautelar contra la ley, que el ao pasado cumpli tres aos de vigencia, slo concierne a los medios del Grupo Clarn. Sin embargo, como se trata del grupo dominante del mercado, la autoridad de aplicacin decidi no avanzar tampoco sobre las otras empresas que superan los mximos permitidos, por-que de otro modo la concentracin no resultara moderada sino extendida.

    A propuesta del CELS, los integrantes de la autoridad de aplicacin son de signados mediante un procedimiento de participacin y transparencia inspirado en el que rige para los jueces federales. Por impugnaciones que presentaron el CELS y las universidades nacionales de Buenos Aires y La Pla-ta, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicacin Audiovisual (AFSCA) objet la integracin a su directorio del candidato por la minora legislativa del Frente Amplio Progresista, Alejandro Pereyra, quien en 2001 y 2002 fue director jurdico del COMFER. Al presentar sus antecedentes, Pereyra omiti que aquella de signacin fue anulada por el COMFER al comprobar que haba incluido datos falsos en su currculum sobre su labor docente y de investiga-cin. Adems, durante la crisis de diciembre de 2001, la direccin a su cargo curs a los medios una circular que el diario La Nacin calific en un editorial como un Inadmisible intento de censura, en la que amenazaba con cancelar la licencia de aquellos que transmitieran lo que estaba sucediendo en la Plaza de Mayo.13

    amia, justicia militar y libertad de expresin

    En la investigacin del gravsimo atentado a la mutual juda de 1994 no lleg a identificarse a los autores, pero s se estableci, en un juicio que se extendi desde 2001 hasta 2004, que buena parte de lo actuado por el juez Juan Galea-no era nulo y que se haban fabricado pruebas para ofrecer culpables veros-miles a una opinin pblica vida de resultados y, al mismo tiempo, exculpar al gobierno de entonces. Ante la CIDH, donde el CELS represent a los fami-liares de varias vctimas del atentado, el gobierno admiti la presencia de un observador de ese organismo en el juicio, su ex presidente Claudio Grossman. El Estado tambin se declar responsable por la deficiente investigacin y asu-mi el compromiso de implementar un nuevo sistema legal para el control

    13 Inadmisible intento de censura, La Nacin, 26 de diciembre de 2001.

    CELS-Informe 2013.indb 43 07/10/13 13:46

  • 44 derechos humanos en argentina. informe 2013

    de gastos reservados de la Secretara de Inteligencia y una herramienta para contrarrestar acciones de corrupcin como las investigadas en la causa por los sobornos en el Senado y el pago de sobresueldos a funcionarios. El compromi-so no fue cumplido. El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados destituy en juicio poltico a Galeano, quien este ao ser juzgado por encubrimiento en la investigacin del atentado, junto con el ex presidente Menem y su secretario de Inteligencia Hugo Anzorreguy.

    Mejor resultado obtuvo el CELS ante el sistema interamericano en otros casos de amplia repercusin. A raz del asesinato del soldado conscripto Omar Carrasco en una unidad del Ejrcito, en 1994, el capitn del Ejrcito Rodolfo Correa Belisle fue sometido a un juicio militar sin defensa letrada y luego pasado a retiro por afirmar que la Inteligencia del Ejrcito haba en-cubierto el crimen. Como consecuencia de la presentacin de su caso ante la CIDH, en 2008 el Estado argentino derog el Cdigo de Justicia Militar. Lo reemplaz por un sistema con todas las garantas del debido proceso, consagradas por la Constitucin y los tratados internacionales de derechos humanos, en cuya elaboracin particip el CELS. Los delitos cometidos por personal militar son juzgados desde entonces en los tribunales ordinarios y las faltas a la disciplina, en el nuevo sistema, ante el cual los acusados ten-drn derecho a defensa.

    En 1993, a raz de una solucin amistosa ante la CIDH, el Estado argentino elimin del Cdigo Penal el resabio monrquico del de sacato.14 Pero de in-mediato los funcionarios comenzaron a presentar querellas por calumnias e injurias. Diez aos insumi el proceso por el cual se lleg tambin a la despe-nalizacin de esos delitos en casos de inters pblico, desde que el CELS lle-v al sistema interamericano de proteccin de los derechos humanos el caso del periodista Eduardo Kimel, hasta que la presidente Cristina Fernndez de Kirchner firm la ley que cumple con lo resuelto por la Corte Interamericana y visit el CELS para un acto de reconocimiento al periodista, en 2010. All le reclamamos que se retomara el proyecto de ley de acceso a la informacin pblica.

    En otra causa presentada por el CELS, la Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvi en diciembre de 2011 que el Estado argentino debe dejar sin efecto la condena civil impuesta a Jorge Fontevecchia y Hctor DAmico por una publicacin de inters pblico sobre un hijo extramatrimonial del entonces presidente Carlos Menem, porque esa sentencia, confirmada por la

    14 CIDH, Verbitsky c. Argentina, caso 11012, Informe 22/94, 20 de septiem-bre de 1994.

    CELS-Informe 2013.indb 44 07/10/13 13:46

  • tres dcadas de democracia 45

    Corte Suprema en 2001, viol la libertad de expresin protegida por la Con-vencin americana. La Corte Interamericana sostuvo que

    una sancin civil desproporcionada puede ser a todas luces tan o ms intimidante e inhibidor para el ejercicio de la libertad de expre-sin que una sancin penal [] con el resultado evidente y disvalio-so de autocensura, tanto para el afectado como para otros potencia-les crticos de la actuacin de un servidor pblico.

    Vencido en diciembre de 2012 el plazo de un ao que fij el tribunal inte-ramericano, el Estado an no cumpli su obligacin de dejar sin efecto la condena, publicar la sentencia y reintegrar actualizadas con intereses las in-demnizaciones pagadas por los periodistas.

    conflicto y control social

    En 2004, el Poder Ejecutivo dispuso que las fuerzas de seguridad no usaran ar-mas letales en caso de manifestaciones de protesta, para lo cual debi relevar al ministro de Justicia, al secretario de Seguridad y al jefe de la Polica Federal, que se oponan. Esta poltica permiti que por primera vez no hubiera mani-festantes muertos por fuerzas federales durante aos, mientras seguan produ-cindose casos fatales en las provincias cuyas policas no recibieron directivas similares. El docente y militante sindical Carlos Fuentealba fue asesinado en 2007 por la espalda y a quemarropa por la polica de Neuqun, que buscaba impedir un corte de ruta.

    El 20 de octubre de 2010 la lucha poltica contra la precarizacin laboral fue respondida en forma violenta por una patota de la Unin Ferroviaria, con la que colaboraron efectivos de la Polica Federal. El militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra fue asesinado ese da cuando participaba de un re-clamo de trabajadores tercerizados del ferrocarril. Este fue el comienzo de una esca