CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

9
CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA M.a DEL CARMEN BERROCAL CAPARROS INTRODUCCION Delimitar el alcance del concepto de cerámica popular es un problema que varios autores han tratado con diversos resultados. Creemos que este tipo de cerámica procede de una soc iedad concreta, fundamental- mente agraria, donde cumple las ne- cesidades de una vida campesina y, en ocasiones , urbana (bebederos, comederos, tinajas, orzas, etc...), y que cuando desaparece el valor del uso concre to , las piezas tienden de un modo natural a desaparecer. Dentro de este contexto el objeto de nuestro trabajo sobre cerámica popular va a partir de la producción actual y va a abarcar tanto las cerá- micas con pervivencias de uso en la vida rural, como esas otras que te- niendo el mismo proceso de fabrica- ción su utilidad es únicamente deco- rativa y ornam ental , como son los jarrones, ánforas; cestas, macete- ros... 1. ANTECEDENTES Y CENTROS DE PRODUCCION La cerámica de la región de Murcia es conocida desde antiguo, sus cen- tros alfareros han producido gran cantidad de piezas que llegaron a al- canzar un cierto renombre y que pro- piciaron diversos intercambios co- merciales con las prov incias cer- canas. En «El Censo de Frutos y Manu- facturas de España e Islas adyacen- tes»(1) impreso en 1803 ya tenemos datos concretos sobre artes y ma- nufacturas en Murcia; existen 78 obradores de loza ordinaria con 196 operarios, que producían 791.000 piezas. Alrededor del año 1849 , la activi- dad decae, pues Madoz (2) cita tan solo dos alfareros en Aleda, «ocho fábricas de alfarería muy nombrada por sus product os» en Totana , cinco en Larca y cuatro en Mula. Todo ello nos indica 19 obradores frente a los 78 de apenas 50 años antes. Merino Alvarez , en su Geografia Histórica de la Provincia de Mur- cia (3), de 1914, también hace refe- rencia al tema; en la villa de Aledo- Totana había «dos tejeras y siete hornos de alfarería, el uno de cocer tinajas» y en Larca siete alfarerías y tres tejeras. Indica que «la loza y el vidriado que se trabajaban en AI- mansa ,- Alpera , Chinchilla , Mula, Larca, Murcia, Espinardo, Hellín y Totana , se consumían en el reino de Murcia, en Granada y en Valen- cia» (4). Recientemente, en 1971, el inves- tigador Rüdiger Vossen constató 14 alfares en Totana (sólo tres de ellos fabricaban tinajas, 6 alfares en Larca y 3 en Mula. En 1987-88, tras realizar nuestra act ividad de campo, localizamos cuatro centros alfareros con los si- guientes alfares: Aleda. tres alfares; Larca, cuatro alfares; Mula, sólo dos, y Totana, con 1. Asimismo hemos buscado infruc- tuosamente otros centros conocidos por la bibliografía: Algezares, Espi- nardo, Murcia y Cartagena, en los que en ocasiones no queda más que algún topónimo, como la calle Can- tarerías en Cartagena, donde «en el siglo XVI hubo en aquellos terrenos importantes alfarerías que producían ladrillos, tejas, tinajas y toda clase de vasijas de barro». 2. INSTALACION DE LOS ALFARES 2.1. Localiz ación En los cuatro centros productores: Aleda, Larca, Mula y Totana, los al- fares se encuentran agrupados en zonas, que hasta hace unos quince 27

Transcript of CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

Page 1: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

CERAMICA POPULARDE LAREGION DE MURCIA

M.aDEL CARMEN BERROCALCAPARROS

INTRODUCCION

Delimitar el alcance del conceptode cerámica popular es un problemaque varios autores han tratado condiversos resu ltados. Creemos queeste tipo de cerámica procede de unasociedad concreta, fundamental­mente agraria, donde cumple las ne­cesidades de una vida campesina y,en ocasiones , urbana (bebederos,comederos, t inajas , orzas, etc ...), yque cuando desaparece el valor deluso concre to , las piezas tienden deun modo natural a desaparecer .

Dentro de este contexto el objetode nuest ro trabajo sob re cerámicapopular va a partir de la producc iónactual y va a abarcar tanto las cerá­micas con pervivencias de uso en lavida rura l, como esas otras que te­niendo el mismo proceso de fabrica­ción su utilidad es únicamente deco­rativa y ornam ental , como son losjarrones, ánforas; cestas, macete­ros...

1. ANTECEDENTES Y CENTROSDE PRODUCCION

La cerámica de la región de Murciaes conocida desde antiguo, sus cen­tros alfareros han producido grancantidad de piezas que llegaron a al­canzar un cierto renombre y que pro­piciaron diversos intercambios co­merciales con las prov incias cer­canas.

En «El Censo de Frutos y Manu­facturas de España e Islas adyacen­tes» (1) impreso en 1803 ya tenemosdatos concretos sobre artes y ma­nufacturas en Murcia; existen 78obradores de loza ordinaria con 196opera rios, que produ cían 791 .000piezas.

Alrededor del año 1849 , la activi­dad decae, pues Madoz (2) cita tan

solo dos alfareros en Aleda, «ochofábr icas de alfarer ía muy nombradapor sus productos» en Totana, cincoen Larca y cuatro en Mula. Todo ellonos indica 19 obradores frente a los78 de apenas 50 años antes.

Merino Alvarez , en su GeografiaHistórica de la Prov incia de Mur­cia (3), de 1914 , también hace refe­rencia al tema; en la villa de Aledo­Totana había «dos tejeras y sietehornos de alfarería, el uno de cocertinajas» y en Larca siete alfarerías ytres tejeras . Indica que «la loza y elvidr iado que se trabajaban en AI­mansa ,- Alpera , Chinchilla , Mula,Larca, Murc ia, Espinardo , Hellín yTotana , se consumían en el reino deMurcia, en Granada y en Valen­cia» (4).

Recientemente, en 1971, el inves­tigador Rüdiger Vossen constató 14alfares en Totana (sólo tres de ellosfabricaban tinajas, 6 alfares en Larcay 3 en Mula.

En 1987-88 , tras realizar nuestraact ividad de campo, localizamoscuatro centros alfareros con los si­guientes alfares: Aleda. tres alfares;Larca, cuatro alfares; Mula, sólo dos,y Totana, con 1.

Asimismo hemos buscado infruc­tuosamente otros centros conocidospor la bibliogra fía: Algezares, Espi­nardo , Murc ia y Cartagena, en losque en ocasiones no queda más quealgún topónimo , como la calle Can­tarerías en Cartagena, donde «en elsiglo XVI hubo en aquellos terrenosimportantes alfarerías que producíanladrillos, tejas, tinajas y toda clase devasijas de barro».

2. INSTALACIONDE LOS ALFARES

2.1. Localiz ación

En los cuatro centros productores:Aleda, Larca, Mula y Totana, los al­fares se encuent ran agrupados enzonas, que hasta hace unos quince

27

Page 2: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

i,,\ LORCA.l ..._

......

' -

,i~

( ~ /

\-"'-'- - ,1

'-

años eran periféricas de las distintaspoblaciones , pero que en la actuali­dad han sido absorbidas e integra­das en el caso urbano.

Estos terrenos marginales , queofrecían un mayor espacio para laslabores del alfarero, tenían una ca­racterística primordial : la disponi­bilidad de agua cercana. Agua y

Uno de los H. Tudela haciendo una pieza bitroncocónica.

28

espacio son dos elementos impres­cindibles para el desarrollo de estasactividades, y son las que han de­terminado en gran parte la concen­trac ión de las alfarerías.

En Aleda los alfares se encuentranal norte del escarpado promontoriodonde está el pueblo, concretamenteen el Barrio de las Canales, situadoentre la Rambla Celada y la Rambladel Río, muy cerca de la fuente delCaracol , que se secó hace unosaños.

En Larca, están situados en el ba­rrio de San Cristóbal, en el margenizquierdo del cauce del río Guadalen­tín; este barrio además de contar conlas aguas del río, tenía a principios desiglo unas 60 fuentes particularescuyas aguas venían de Zarzadilla deTotana . Los alfares lorquinos estántan cercanos a la hoy rambla delGuadalentín que en varias ocasionesse han visto seriamente afectadospor las crecidas y torrentes tan pro­pias de la zona.

En Mula todos los alfares estánubicados entre las calles de Carrete­rías y Cartagena (antigua Ollerías);esta zona era hasta hace unos 10-15años extrarradios del pueblo, no tie­nen tampoco problemas de agua.

Finalmente Tatana , que se en­cuentra dividida de norte a sur por laRambla de la Santa, tiene también atodos los alfares en ambos márge­nes de la parte alta de la rambla, unosjunto a otros . En dicha rambla habíaun nacimiento de agua que se secó.

Tanto en Larca como en Totanahemos observado una ruptura con laubicación tradic ional, pues desde fi­nales de los años 60 hay un trasladopor parte de algunos alfareros a ori­llas de la carretera nacional 340, queatrav iesa las dos poblac iones; estetras lado tiene una finalidad pura-

Page 3: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

ttlos. Tudela . lOtana

mente de promoción comercia l y to­dos ellos tienen tienda-exposición-al­far juntos; es el caso de Lario enLorca, Cánovas y Polo en Totana en­tre otros .

2.2. Acondicionamiento ydependencias

En la región de Murcia práctica­mente todas las alfarerías -exceptoalgunas de nueva planta- tienen, ohan tenido. la vivienda familiar y el al­far juntos.

Debido a su ubicación. como yahemos visto, en terrenos accidenta­dos cercanos a ramblas, la distribu­ción de los alfares suele ser irregular.aunque hemos encontrado muchassimilitudes en las plantas de los alfa­res de Aledo , Totana y Lorca, dife­renciándose claramente de los deMula.

En Aledo y Totana los alfares sonen general edificaciones alargadas yrectangulares que aprovechan losaterrazamientos de las ramblas cer­canas (R. Celada y de la Santa, res­pectivamente), la vivienda familiarsuele estar adosada o sobre el alfar.Por regla general nos presentan unagran fachada única, con pocos hue­cos al exterior, donde se encuentranla casa, la sala de modelar, el hornoy algunos cobertizos. Delante de to­das estas dependencias hay un es­pacio amplio, a modo de placeta. quesirve de secadero, muy cerca de lacual discurre la carretera de acceso.En las proximidades. ocupando cual­quier espacio libre se encuentra el pi­lón, las piletas y más cobertizos , al­macenes y la leñera.

En Lorca encontramos unas edifi­caciones que en su origen debieronser muy similares a las arriba ex-

puestas , pero han sido muy modifi­cadas, especialmente las viviendasfamiliares, tras la inundación de 1973,que fue catastróf ica.

Sin embargo , en Mula los alfaressiguen una distribución de áreas muysimilar a la que encontramos en lacasa rura l del área del río Mula, esdecir: la_agrupación en torno a un pa­trio interior de las distintas habitacio­nes. Así, la vivienda, el alfar, el horno,los cobertizos y la leñera están alre­dedor de un pat io central donde seencuentran a su vez el pilón y las pi­letas, junto a las cuales era tradicio­nal plantar una higuera que adquiríagran tamaño y cuya finalidad era queel fuerte sol del verano no acelereexcesivamente el barro. Los accesosa la calle son tan solo dos: una puertasencilla, correspondiente a la vi­vienda, y otra de doble hoja que dadirectamente al patio, y es por dondese trasladan los materiales y produc­tos.

Respecto a las dependencias, to­dos los alfares están unificados conlas características de la sala de mo­delar, el obrador o el oficio, es muyalargada . rectangular, con tan solouna o dos puertas al exterior y ape­nas un par de ventanas en el caso deque las tenga . En esta sala, núcleodel alfar, se encuentran varios tor­nos. la mesa de empellar, la sobaoramecánica, algunas mesas adosadasa las paredes con sillas donde sesientan para colocar las partes suple­mentarias (asas, anillas, pitor ros ...);en una esquina umbría del obradorsuele estar el barrero, es decir, el ba­rro cortado en trozos que aún no hasido «sobao», cubierto por.un plás­tico para que no se reseque. EnAledo la sala tiene acceso directo poruna puerta interior a las dependen­cias familiares.

29

Page 4: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

Francisco Alcazar. Mula

das, algunas de curiosa procedenciacomo el alfar de los hermanos Abe­lIán en Lorca que tiene como so­baora varios sillares que cogió suabuelo cuando realizaban el puente«viejo» sobre el Guadalent ín. Su fi­nalidad era de servir de superficie deamasado para que el barro eliminaralas burbujas y se pusiese más suavepara trabajarlo. Desde hace unos 10­12 años que se introdujo la sobaoramecánica, la mesa de hacer pellas hacaído en desuso total.

Horno: todos los hornos de los al­fares trad icionales de la región deMurcia, están realizados según elpatrón de lo que denominan «hornomoruno», herencia directa de sus an­tepasados que tenían estrechas re­laciones con las trad iciones alfare­ras anteriores; por eso la construc­ción de los hornos es muy similar,variando tan sólo en pequeños de­talles. Generalmente son construc­ciones de planta rectangular con in­terior dividido en dos estanciassuperpuestas , realizadas en ladrillorefractario, argamasa y arcilla.

La estancia inferior, denominadacaldera o ceja (Lorca), es rectangu­lar, con una pequeña puerta (70 cm.de altura), con dinte l en forma dearco, por la cual se introduce la leñapara su combustión, se accede a ellamediante escalones descendentes.Como part icularidad cabe mencio­nar que en ocas iones dentro de lamisma caldera se hacen dos com­part imentos laterales en los cualeshay un banco o poyo donde se co­loca también género para cocer.

La caldera va cubierta con unabóveda de cañón, realizada a basede arcos cubiertos a su vez por unacapa de ladrillos que constituyen elsuelo o torta de la estancia superior.La torta está perforada en varias lí­neas de agujeros cuadrados, oreve­ras o bramaras. que se alternan en6-7 filas de 3 y 4 agujeros y facilitan

2.3. Construcciones anexas

Pilón: const rucción cilíndrica deunos dos metros de diámetro, condos variedades importantes basadasen la aplicaciónde métodos técnicos.El pilón tradicional, cuyo cilindro estáexcavado en el suelo con una pro­fundidad de 1 metro y donde se bateel agua y la arcilla golpeando conunas tablas, sólo lo hemos encon­trado en uso en el alfar de los her­manos Abellán Navarro de Lorca.Todos los demás utilizan el pilón conrastrillo mecánico, realizado en ladri­llo y cemento, con un alzado sobre elnivel del suelo de 1,25 m.; tiene unaviga metálica que sirve de soporte aun rastrillo impulsado por corr ienteeléctrica que bate mecánicamente loque antes se realizaba de un modomanual.

Pila, balsa (Mula), placeta (Lorca):construcción de forma cuadrangular,cercana al pilón y a un nivel más bajo.Sus dimensiones no guardan nin­guna unidad, simplemente son máspequeñas que las piletas, aunque suprofundidad oscila entre 50 y 80 cm.;su finalidad es que el barro, que saledel pilón muy líquido, se espese yeaposes poco antes de su paso defi­nitivo a las piletas. En el pilón tradi­cional no hay comunicación entreéste y la pila, haciéndose el trasvasea cubos; actualmente se comunican,facilitando el trabajo. por un canalilloo sangraor, que es regulable.

Piletas, tendior, tendeor: construc­ción generalmente de forma rectan­gular. aunque en ocasiones tienenformas muy irregulares al adaptarseal espacio del que se disponga; porello sus dimensiones son muy varia­bles pero tienen en torno a los3 x 5 m., su profundidad no sobre­pasa nunca los 30-40 cm. Las piletasestán comunicadas con la pila me­diante canalillos y es el lugar dondeel barro adquiere,.mediante la eva­poración, la consistencia necesariapara su manipulación en el tomo.

Mesa de empellar, sobaora , so­bera: poyete de baja altura adosadoa una pared cercana al torno , su ta­maño y longitud suele variar. Su prin­cipal característica es que la superfi­cie que presenta sea lisa, se hanutilizado diversas piedras pulimenta-

Frente a estos tipos descritos dealfar tradicional encontramos unosalfares de nueva planta que simple­mente son grandes naves industria­les con techo a dos aguas, las cualessirven sin divisiones interiores tantocomo sala de modelar, secadero, al­macén... En el exterior están las pi­letas y el horno.

30

Page 5: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

I-hos . Romera . Aleda

el paso de l calor de la caldera a lacámara .

En la parte superior se encuentrala cámara o capilla (Larca), tambiénde planta rec ta ngu lar , cub ierta po runa bóveda de cañó n en ocas ionesligeramente apuntada. La bóvedaestá horadada po r braveras distri­buidas de varias maneras; por ejem­plo , en Aleda , el horno grande deP. Requena tiene tr es alineacio nesde resp iraderos rectangulares, lasdos laterales con cinco agujeros y lafila cent ral con cuat ro. En ocas ionesuna de las braveras de la línea cen­tral es de mayor tam año y circular ,denom inado guía y por ella se sigueel proceso de cocción. En Totana yMul a son iguales que los descritospero con más braveras . En Larca losH. Abellán tienen un horno redondo,totalmente rehecho tras la inunda­ción de 1973, de iguales caracterís ­ticas que los descritos pero con unsolo agujero circular en el techo lla­mado chimenea.

La puerta de la cámara es de1,50 m. de altura y 80 cm. de ancho ,rectangular o con dintel curvo; sueleestar a un nivel más alto que el sueloy se accede a ella por unos esca lo­nes, en caso de que se encuen tre si­tuada en un lateral del horno , comoel de P. Requena en Aleda , o bien através de una pasarela movible he­cha con tablones, cuando la puertaestá en la parte frontal sob re lapuertec ita de la caldera, como ocu ­rre en casi todos los de Totana.

El uso del horn o es muy conti­nuado y la frecuencia de las horn a­das es en torno a los 20-30 días, de­pendiendo de la demanda.

Desde hace unos 4 o 5 años al­gunos alfareros están ut ilizando mo­derno s horn os de propano, mufla,cuyo índice de seguri dad en la coc­ción es muy alto en comparación conel horno tradicional. .

3. FABRICACION DEL PRODUCTO

3.1. Materias primas

3.1.1. Arcillas

Trad icionalmente los alfareros uti­lizan arc illas de procedencia local ,mezclad as entre sí en proporcionesvariables que oscilan alrededor del50 %, las arcillas principales son:

Greda, tierra : arc illa arenosa decolor blanquecino-amarillento (a ve­ces «colorauja») que da cons istenc iaa la pieza. Se extrae de yacimientosde Sierra Espuña, principalmente delparaje de la Cañá Honda y de la ca­rretera Lorca -Caravaca, cerca de lafábrica de cemento.

Rolla, roya, laguena, launa: arcillamagnes iana gris-azu lado que aportaplasticidad. También se obt iene de lasierra cercana, concretamente de LaParroqu ia y la Paca de Larca , del pa­raje de la Arboleja o de la zona de losAlbares .

En Mula encontramos el barro rojo,con gran cantidad de óxido de hierro ,sñce y alúmina, de gran plasticidad ycomúnmente ut ilizado en la realiza­ción de ollas. Se extrae en los alre­dedores de Pliego, en Casas Nuevasy en Casa Angeles .

Tenemos referencia, tamb ién enMula, de un barro blanco con muchaalúmina, actualmente sno utilizado, ycon el que se hacían piezas blancas.

En la actualidad muchos alfareroscompran barro ya preparado a fábri­cas del ramo de Valencia, Tarragonay Barcelona, lo que les ahorra muchotrabajo.

3.1.2. Otros productos

Los productos químicos de em­pleo tr adicional están encaminadosfundamentalmente al vidriado de laspiezas, y son: el alcohol de hoja o dealfarero, que es un compuesto desulfuro de plomo , procedente de Li­nares (Jaén), y que ha caido en de­suso deb ido a productos de prepa­ración industrial más inocuosprocedentes de Vicar (Valencia) yMontserrat (Barcelona). También seutiliza el almidón de trigo y el cuarzode Breda (Gerona), compuestos delvidriado, que se compra n por kilos.

3.2. Fuentes de energía

El combustible tradicional del hornoha sido la leña de pino y los matorra­les típicos de la vege tac ión medite­rránea, pero debido a las dificultadesde abastecimiento en la actualidad seusan cas i exc lusivamente los recor­tes de madera y desperdicios dechopo de la fábrica de cajas de AI-

31

Page 6: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

.H

Pieza de Lario Morales. Larca.

cantarilla. En ocasiones los alfareroscompran desechos de madera enobras cercanas.

Ultimamente la energía eléctricapara el torno y la sobadera. y el pro­pano para la mufla, adquieren cadavez más protagonismo.

3.3. Técnicas e instrumentosempleados en la fabricación

Extracción de la arcilla: La locali­zación de los yacimientos se conocedesde antiguo 'y su explotación escontinua desde hace varias genera­ciones. El sistema tradicional estabadeterminado por la propia configura­ción de las canteras, pues las vetasde arcilla están a escasa profundi­dad, por lo que el alfarero, auxiliadode pico, pala, legón y capazo , reti­raba previamente la capa superficialo escombro y procedía a la extrac­ción y carga de la arcilla en carro s.Hoy en día se realiza por proced i­mientos mecánicos e intervienen pa­las excavadoras y camiones con vol­quete . Además ya no es el alfareroquien lo hace sino que hay abaste­cedores de arcilla, Francisco Martí­nez «El picante» y los hermanos Mo-

reno se encargan de la extracción yel transporte.

Preparación de la arcilla: Una vezque las diferentes tierras están en elalfar se procede a la preparación delbarro. Todos los alfareros, exceptolos hermanos Abellán de Larca que lohacen golpeando con tablas, utilizanel sistema mecanizado que consisteen echar las diferentes tierras (pre­viamente cribadas y desterronadas)al pilón, en el que se encuentra unrastrillo metálico que al girar bate lasarcillas.

La mezcla de la arcilla varía segúnla experiencia del alfarero mientrasque algunos usan dos partes degreda y una de láguena, otros las uti­lizan a partes iguales.

Una vez batida la mezcla se pasaa la pila donde se reposa el barro, to­davía muy líquido, durante 24 horas,pasadas las cuales se le hace circu­lar hacia las piletas o tendeoresdonde se deseca la mezcla duante unnúmero variable de días hasta tenerla textura deseada. Para secar el ba­rro se hace un reticulado con unacaña en la superficie y al desecarsese cuartea justo por donde se hizo laseñal; luego no tienen más que cogeresos cuadrados y amontonarlos cu­biertos por un plástico.

Amasado: Hasta hace unos 12años este procedimiento era manualy se hacia sobre la mesa de empe­llar. En la actualidad todos los alfarestienen sobadora mecánica, el barrosale en forma de cilindro y se va tro­ceando con un hilo de naylon con dostopecillos laterales, el torzal , for­mando pellas.

Modelado de la arcilla: Para el mo­delado se utiliza el torno, instru­mento de dos ruedas horizontales,colocadas a distinta altura y fijadassobre un eje vertical "amado árbol. Larueda superior , cabeza de rueda-

Fuente del Pareo . Totana .

Page 7: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

pués a «abrirla»presionando con am­bos pulgares para iniciar la pieza. Acont inuación, ayudado por ambasmanos se inicia el modelado propia­mente dicho, flexionando o estirandolos dedos tanto por el interior comopor el exterior, en toda esta opera­ción el alfarero va mojándose las ma­nos en un recipiente con agua y ba­rro (Iemoja). Los instrumentos queutiliza son: la caña, afilada en un la­teral que sirve para hacer un perfilmás alisado de la pieza. Una vezacabada se corta en su base con eltorzal y se deposita en la tabla deportear para su secado y traslado. Acontinuación el alfarero limpia con unafina cinta de hierro en forma de zeta,jailla, cerruza, [arruza. las posiblesadherencias de barro en la cabeza deltomo e inicia de nuevo la operación.

Acabado, decoración y vidriado.Tras el modelado todas las piezaspasan a un primer secado, que durasegún las condiciones atmosféricasy se interrumpe en caso que se ne­cesite un retoque posterior , comopuede ser la adición de partes suple­mentarias, asas (enansar), pitorros,anillas... elementos que están previa­mente hechos y se adhieren hume­deciendo y presionando suavementeel lugar donde se van a situar.Jarra de novia de Lar io López. Lorca .

plato , es de pequeño tamaño(27 cm 0 ) y sobre ella se trabaja. Larueda inferior o falda es la que im­prime movimiento al instrumento.Este mecanismo va completado poruna mesa, en madera y mamposte­ría, en ángulo recto y uno de sus án­gulos adosado a la pared. Entre laspatas lleva un travesaño o estribo demadera donde el alfarero descansalos pies.

La primera acción que hace el al­farero es la colocación de la pella,mediante un golpe seco , en la ca­beza del torno procu rando hacerlacaer bien centrada, se procede des-

I-n>s. Polo . btana

33

Page 8: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

Lario Lopez . Lorca

34

En cuanto a la decorac ión pode­mos decir que varía según el alfar ;encontramos abundante pintura enfrío con motivos varios. En Totana sedecora con rodillo, con punzón yadosándole la decoración en relieve.

El vidriado tradicional está en muypocos alfareros, ya que los esmaltesde monococción son más fáciles deaplicar además de inocuos. En Mulay Larca todav ía encontramos la vi­driera, tina para vidriar , donde seecha la «masa para barnizar», me­diante la ayuda de un pequeño platose echa la masa al interior de la pieza,haciéndose un movimiento circularcon la muñeca y después se colocaboca abajo en las tablas de escurrir ocañas que están sobre la vidriera.Tras un segundo secado se procedea la cocción.

Cocción: La cocción tiene una ac­ción previa que es fundamental, lacarga del horno, enhornar, enjornar;esta actividad se realiza meticulosa­mente y el alfarero sigue un orden ri­guroso de colocación, desde el fondodel horno, en hileras verticales, va si­tuando primero las piezas grandescon separadores (objetos varios decerámica , cilíndricos -soportes­triangulares , pequeños tubos-gusa­nos...- ) que evitarán las rozaduras;luego se encajan las piezas más pe­queñas. La carga de un horno me­diano podría ser entre 1.000 y 2.000piezas según su tamaño.

Una vez completa la carga se tapiala puerta de la cámara con ladrillosmacizos y barro evitando así las fu­gas de calor. Se procede entonces alencendido con leña fina y comienzaun período de calentamiento lento yuniforme, temple , que suele durarentre 6-8 horas. Una vez se ha con­seguido el calentamiento tota l delhorno se pasa a las caldas, o man­tenimiento del fuego fuerte, echandomucha leña con ayuda de un rastrillo

y una horquilla este período duraunas 6-9 horas. Una vez se completala cocción más o menos 12 horas seprocede al tapiado de la puerta de lacaldera y se deja reposar el hornovarios días; a partir del cuarto se abrepoco a poco para que se enfr íe ydespués se saca el género para surevisión posterior y venta.

4. PRODUCCIONES

En Aleda se dan unas piezas ca­racterísticas que son los grupos oespecieros . Se trata de cuatro pe­queñas piezas iguales, unidas tres deellas en su base y coronadas por unacuarta . Como variantes están losgrupos de ollas o pucheros, cuyapieza base es un recipiente esféricode borde exvasado . Y los pulpos ,cuya pieza base es troncocónica y lasasas son de cinta sobrepasando elconjunto. Junto a los grupos encon­tramos cestas de asas retorcida , ja­rrones de gran tamaño de cuerpotroncocónico, cuello cilíndrico que lle­van asas con anillas y una jarra delargo y esbelto cuello llamada la­garto. La decoración de todo se hacecon pintura en frío.

En Larca encontramos dos gruposdiferenciados. Los hermanos Abellány Hemández; con jarrones, cestas, ja­rras similares a las de Aledo, ademásde las columnas (cilindros huecos quesirven de soporte a otra pieza), gran­des copas de pie bajo... que los her­manos Abellánpintan en frío.

Pero la trad ición del vidriado nopodrá estar ausente; LaríoMoralesesel único que hace lebrillos de variostamaños, botijos, ajeras (vaso globu­lar de cuello cilíndrico con perforacio­nes en el galbo), portavelas, cánta­ros, huchas, fruteros, morteros, etc...todo ello vidriado en tonos verdes,melados y beiges, con una decora­ción vegetal a trazos. Lario López, sin

Page 9: CERAMICA POPULAR DE LA REGION DE MURCIA

embargo , vidria en blanco y decoracon motivos florales de colores sua­ves. Sus piezas son muy caracterís­ticas de Larca; las jarras de pico, denovia, vasos trípodes, platos, reci­pientes varios, etc... ActualmenteInocencia Lario está buscando el «re­flejo metálico», tan característico dela loza dorada murciana de épocamedieval.

La prod ucción tradicional de Mulaestá limitada a ollas y pucheros contapadera y cazuelas, vidriado en me­lado todo, y sólo las produce Fran­cisco Alcázar. El joven Boluda seadentra también en el vidriado peroen terrenos más innovadores.

En Tofana, al ser el sitio con másalfares encontramos más variedad:

Un grupo mayoritario de estos al­fareros se dedica al género en blanco,apenas decorado con relieves inci­siones, fundamentalmente todo pie­zas de jardinería: macetas , maceto­nes, copas , con dos o cuat ro asas,con anillas, bordes exvasados yen­grosados y todas dentro de la gamade cuerpos troncocónicos.

Una parte muy pequeña, como Vi­cente Cánovas «El Polo» y sus her­manos son los únicos que mantienenla tradición de las grandes tinajas ylos cocios (gran vaso troncocónicocon un pitorro en su parte inferior ,donde se hacía la colada), tambiéndominan los cántaros junto a los her­manos Tudela y Zamora-Cánovas,pero sólo de encargo.

Juan Martínes «El Poveo», está depoco tiempo a esta parte vidriando,con un estilo similar al lorquino, conexcelentes resultados. Finalmente di­remos que hay un grupo de alfarerosinnovadores que partiendo del cono­cimiento del oficio y la tradición estánrealizando piezas con formas y de­corac iones originales destaca BiasCánovas con una técnica casi de«esgrafiado», Barto lomé Bellón consus series ibéricas, mitológi­cas..., etc.; Vicente Cánovas y su hijocon decorac iones geométricas envarios tonos, Zamora y Cánovas conunas mezclas de barros de colo­res, etc...

5. CONSIDERACIONESSOBRE EL SECTOR

La alfarería murciana atravesó unagrave crisis en los años 60, debidofundamentalment e a la pérdida defuncionalidad social, a la utilización denuevos combustibles como el butanoy a la comercialización de materialesmás inocuos y ligeros para los reci­pientes, como los plásticos; la situa­ción fue tan grave que varias alfare­rías cerraron y muchos alfareros

tuvieron que emigrar a Cataluña oMallorca.

En la década de los 70 hay un re­surgir de la alfarería, a través princi­palmente del turismo; nacen enton­ces nuevas formas como las ánforas,los especieros y jarrones, profusa­mente decorados hasta tal punto queel barroquismo exagerado se con­vierte en mal gusto. El compradorbusca lo típico y anecdótico de la al­farería, que imita en esos momentoslo tradicional de un modo casi esper­péntico.

Afortunadamente en los años 80hemos asistido a un giro en esta tra­yectoria y a una aceleración en la re­cuperación del secto r. Para darnoscuenta de ello hay que tener en con­sideración varios puntos : por unaparte la mayor sensibilización de laopinión pública, que busca lo trad i­cional «auténtico», lo enraizado frentea lo chabacano y colorista. Por otrolado hay un despertar de las institu­ciones en este terreno, y se está pro­piciando una adecuada política deayuda por parte, fundamentalmente,de la Dirección Regional de Industriade la Comunidad Autónoma de Mur­cia, que ha creado incluso un depar­tamento específico de Artesanía quese ocupa de toda la problemática deloficio. Hemos constatado también uncambio en el propio alfarero, la edadmedia está disminuyendo y los jóve­nes están perdiendo la conformidadanterior, buscan nuevos caminos deexpresión a través del barro y susformas. Si bien los métodos tradicio­nales están condenados a desapare­cer, por demasiado trabajosos, elempleo de medios técnicos que res­ten dureza al oficio y faciliten las la­bores no creativas, puede inclusobeneficiar que jóvenes se dediquen aeste oficio.

Por todo lo expuesto creemos quela alfarería murc iana lleva un ade­cuado camino de recuperación; ha­bría quizás que potenciar más lotradicional pero sin olvidar las inno­vaciones .

NOTAS

(1) Este censo está citado por AbelardoMerino Alvarez . en su obra GeografiaHistórica de la Provincia de Murcia. Acad.Alfonso X el Sabio, 3.· ed . Murcia. 1981.pág. 491.(2) MADOZ: Diccionario Geográfico-Es­tadistico -Histórico de España y sus po­sesiones de ultramar. Madrid. 1849. T. 1,15 Y 10.(3) Op. cit., nota número 1.(4) Op. cit., nota número 1, pág. 489.(5) VOSSEN, SESEÑA. KOPKE: Guia delos Alfares de España, 1971-73.(6) FEDERICO CASAL MARTINEZ: His­toria de las calles de Cartagena , Carta­gena. 1930, pág. 111.

35