Cuando escuchamos decir “pulmón verde”, nos estamos refiriendo al principal parque urbano de

nuestro gris Santiago, el Cerro San Cristobal.

Cuesta imaginar que a un poco más de un siglo de distancia, el cerro San Cristobal era un sitio

eriazo,

despoblado, lleno de espinos y con 700 hectáreas que le pertenecían en ese entonces

a diferentes dueños.

En 1966, se transformó el cerro y sus servicios en el Parque Metropolitano de Santiago, dependiente

hoy del ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Visitado por santiaguinos, turistas y deportistas, el San Cristóbal es un polo de diversión, de

esparcimiento

y de zonas sumamente populares como la cumbre o más desconocidas

como el jardín japonés

El jardín Japonés es uno de los lugares más desconocidos del Parque. Se encuentra ubicado en

el sector Pedro de Valdivia

y es una pequeña muestra de los jardines nipones, donde destaca una rueda de agua y la

pileta con flor de loto.

Igualmente poco explorado es el jardín Mapulemu., creado en 1983 con la finalidad de

exhibir la flora chilena.

Este hermoso jardín se destaca por sus mañíos, palma chilena, araucaria, boldos, espinos y

quillayes.

Además tiene una cascada en todo su largo, que termina en una pileta donde viven patos caseros.

Como todo lugar popular, hay atracciones que llaman muchísimo la atención,

tanto que se terminan transformando en referentes obligados a la hora de subir el Cerro como los es El

funicular y el teleférico.

El primero con capacidad para 50 personas, en forma de un elevador alargado. Su comienzo parte a la

entrada de Pío Nono,

recorre 485 metros. Se detiene en la entrada del Zoológico Nacional y termina en la Terraza Bellavista, a

260 metros del nivel de la ciudad.

Y el segundo, el teleférico, Los huevos que avanzan a una velocidad promedio de 14.4 kms. por hora,

siguen siendo sinónimo de atracción, excelentes vistas de la ciudad y vértigo.

La altura máxima a la que se elevan llega a los 38 metros y demoran alrededor de 20 minutos en hacer

su recorrido de 4860 metros.

La tracción principal del cerro San Cristóbal es el Zoológico.

Los principales objetivos del trabajo que se realiza en el Jardín Zoológico Nacional son la conservación e

investigación de las especies que en él habitan,

así como también, la educación y la recreación del público visitante. Hoy cuenta con más de 1000

animales de 158 especies.

Más arriba, encontramos las piscinas, irresistible atractivo en época estival.

La Tupahue, la más popular se destaca por su diseño irregular, su gran vegetación y una cascada

artificial.

La Antilén, es la más secreta y privada, lo que le permite al visitante una vista panorámica de 360º de la ciudad y se destaca por sus grandes muros de piedra

canteada.

Y como última atracción imperdible y motivo de visita, es la cumbre.

A los pies de la Virgen y su grandioso santuario, es posible observar todo tipo de visitantes que dejan abajo a la capital con sus ruidos, miserias y vida estresante.

Ver Santiago desde las alturas es un gran regalo, que desde hace un siglo nos entrega el cerro.

Un parque pensado por santiaguinos para todos los visitantes de la metrópolis y que en cada recoveco

guarda historias de grandeza, terror y vida

Tal como la ciudad allá abajo.

La misión de este grandioso cerro es mejorar la calidad de vida de las personas, proporcionando espacios urbanos atractivos de integración

social y de contacto con la naturaleza, promoviendo la

educación y el esparcimiento de sus usuarios, con énfasis en el arte, la cultura, el deporte y la protección

del medio ambiente.