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“¡Tú serás sacerdote eternamente, según el rito de Melquisedec!”

( Heb. 5, 6)

El Señor lo ha jurado y no se arrepentirá:

“Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres

y está puesto a favor de los hombres en lo que se refiere a Dios,

para ofrecer dones y sacrificios por los pecados” (Heb. 5, 1)

“Y puede sentir compasión hacia los ignorantes y extraviados,

por estar también él envuelto en flaqueza” (Heb. 5, 2)

“Y a causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por los

pecados propios igual que por los del pueblo” (Heb. 5, 3)

“Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios,

lo mismo que Aarón” (Heb. 5, 4)

¿Tú quién eres? ¡El hombre de Dios!

No lo eres por ti mismo, que eres nada.

No lo eres para ti: eres mediador.

No te perteneces, porque eres

Esposo de la Iglesia.

No eres tuyo, que eres siervo de todos.

No eres Tú, que eres Dios.

¿Quién eres, pues?

Nada y Todo …

Música: PescadorMontaje: Lorenzo Pascua