Coincidentia Oppositorum

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1Universidad Nacional de Colombia Profesor: Carolina SánchezFacultad de Ciencias Humanas Nombre: Andrés Camilo Montaño Departamento de Filosofía Código: 432791SFA: Textos Filosóficos Griegos II 8 de abril de 2010

LA DIALÉCTICA DE HERÁCLITO“Consideraciones respecto de la coincidentia oppositorum”

En esta ponencia pretendo exponer, y en la medida de lo posible, hacer una interpretación de una selección de fragmentos en los que Heráclito plantea el tema de la coincidentia oppositorum (dialéctica de los opuestos). La forma en la que he decidido abordar esta selección de fragmentos, y la misma estructura de la ponencia trata de guardar estrecha relación con la traducción hecha por Marcovich de los fragmentos de Heráclito. La razón para la elección de esta traducción es la útil división en grupos de fragmentos, planteada por este intérprete, que ofrece una gran ayuda para facilitar al lector neófito el acceso a una lectura estructurada -si cabe este calificativo- de los fragmentos del filósofo efesio1.

FRAGMENTOS GRUPO 2 “El Logos respecto del conocimiento sensible” (Fr. 5 [M]; B 86[DK]); (Fr. 6 [M]; B 58 [DK])

Marcovich indica que los fragmentos de este grupo son oscuros en sus implicaciones. Probablemente, entendiendo el Logos como omnipresente, Heráclito enfatiza en la necesidad de obtener una gran cantidad de información de los sentidos (sense data) para la aprehensión del Logos. (Cf. Marcovich p. 19)

Aunque el planteamiento de lo que puede entenderse como Logos está indicado en los fragmentos del Grupo uno de Marcovich como por ejemplo los Fragmentos 1[M]; B 1[DK] y 2[M]; B 34[DK], se puede hablar en líneas generales del Logos como una verdad objetiva, como una ley universal que opera y puede ser aprehendida en el mundo de nuestra experiencia diaria. (Cf. Marcovich p, 1)

De ahí puede verse, como Marcovich partiendo de una posible definición de lo que es el Logos en el grupo 1 de fragmentos, pasará en el grupo 2 a hablar de la posibilidad del conocimiento de tal Logos por medio de la experiencia sensible. En el fragmento 5 [M] se indica: << Las cosas de las que se puede ver, oír y percibir, son las que yo prefiero>>y en el fragmento 6 [M] se plantea <<Los ojos son testigos más exactos que los oídos>>. Con respecto a estos fragmentos podría decirse que a pesar de la difusa forma en la que expone Heráclito lo que es el Logos, y sus repetidas alusiones al desconocimiento que tiene el hombre de éste, (i.e. Fr. 1 [M] <<Aunque este Logos existe siempre los hombres se tornan incapaces de comprenderlo…>>) El filósofo habla de la posibilidad de conocerlo, pero hay una paradoja aquí, ya que, inicialmente parece ser que el hombre actúa de acuerdo al logos a pesar de no comprenderlo, pero entonces como puede actuar de acuerdo con algo que no comprende, incluso si se indica que le es posible comprenderlo. Y no lo llega a comprender de una forma sobrenatural o extraña, todo lo contrario por medio de la experiencia cotidiana.

Se afirma también que sin una guerra constante el cosmos se desintegraría: <<La armonía invisible es más valiosa que la visible>> (Fr. B 54[DK]; 9 M) Según Marcovich aunque el logos es accesible al conocimiento humano, éste no se encuentra siempre en la superficie de las cosas, se “esconde a sí mismo” dentro de cada cosa particular. Así el hombre debe:

1 Como la numeración planteada por Marcovich varía con respecto a la canónica estándar de Diels-Kranz, cada vez que se vaya a citar un fragmento se pondrá el número correspondiente al fragmento según cada traducción y entre paréntesis cuadrados las iniciales de quienes hicieron la traducción.Así, por ejemplo, en el caso del fragmento 4 de Diels-Kranz, que viene a ser el 38 de Marcovich, la citación se hará de la siguiente manera: (Fr. 4 [DK]; 8 [M])

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2(a) Poseer una inteligencia capaz de entender el lenguaje de los testigos de los sentidos digno de

confianza.(b) Se requiere de persistencia en la búsqueda y alcance de ese escondido logos. En pocas palabras se

hace énfasis en el esfuerzo humano personal dirigido a la aprehensión del logos universal (Cf. Marcovich, p.30)

Lo cual invita a afirmar que aunque por una parte Heráclito indique que es posible el conocimiento del orden universal del mundo, logos, por medio de la experiencia cotidiana, ese logos no es aprehensible mediante esa simple experiencia, se hace necesaria una inteligencia y una persistencia capaz de entender la manera en la que actúa el logos en la vida cotidiana.

FRAGMENTOS GRUPO 6 “Fundamentos de la coincidentia oppositorum” (Fr. 25[M]- B 10 [DK]; (Fr. 26[M]-B 50[DK]); (Fr. 27[M]-B 51[DK])

Los fragmentos de este grupo son de gran importancia teórica para la doctrina Heraclítea del Logos, estos tres fragmentos pueden ser entendidos como enunciados de validez universal. Tratan con el contenido del logos. Y se hacen tres indicaciones respecto a las implicaciones de estos fragmentos (i) Cada uno de los opuestos hacen una unidad. (ii) La validez universal de esta Ley es la razón para la subyacente unidad de este orden del mundo. (iii) Tan paradójica como luce esta cuestión, la razón más importante para la unidad de los opuestos consiste en una constante tensión o variación entre ellos. En pocas palabras, podría decirse que son estos fragmentos los que le dan el fundamento lógico al establecimiento de la coincidentia oppositorum. (Cf. Marcovich, p. 101) Inicialmente en el fragmento 25[M] se señala <<Acoplamientos íntegros y no íntegros, convergente divergente, consonante, disonante; de todas las cosas Uno y Uno de todas las cosas>> Podría pensarse que en este fragmento Heráclito quiere señalar la posibilidad de un conjunto armonioso producto de los contrarios. Este conjunto armonioso en resumidas cuentas es el mundo tal como lo conocemos.

En el fragmento 26 [M] señala Heráclito que si atienden no a él sino al logos <<es sabio convenir que todas las cosas son una>> Hasta este punto lo único que cabría decir de este fragmento remite a lo que finalmente pretende la doctrina de los opuestos, que es el establecimiento de la unidad que ordena el cosmos (logos)2. Por último, en el fragmento 27 [M] se señala la forma en la que se lamenta Heráclito de quienes no reconocen que todas las cosas son una << (Aquello) que no entienden cómo, al divergir se converge consigo mismo: armonía propia del tender en direcciones opuestas, como la del arco y la lira>>. En estos tres fragmentos podría decirse como la CO se caracteriza como “unidad en los opuestos”

FRAGMENTOS GRUPO 7 “La relación de la Coincidentia Oppositorum con la Doctrina del Flujo” (Fr. 28[M]- B 80 [DK]; (Fr. 29[M]- B 53[DK])

Este grupo representa una continuación lógica de la idea de tensión. Esto trata con la más importante entre las condiciones para la unidad de los opuestos, que es descrita como la Guerra, discordia. Así como el logos la Guerra es universal operando en todas las cosas y hechos. La necesidad de esta Guerra es demostrada por medio de un ejemplo: a) Tomado de la esfera social (Fr. 29 [M]) sin la Guerra no podría existir la distinción entre los ciudadanos libres y los esclavos; héroes y mortales, etc.… y si no existieran tales distinciones, ninguna polis sería posible. (Cf. Marcovich, p. 130-131)

En Fr. 28 [M] se señala: <<es necesario saber que la guerra es común y la justicia discordia, y que todo sucede según discordia y necesidad>> Marcovich hace una advertencia previa respecto a la consideración de lo que es la Guerra para Heráclito, inicialmente indica que la Guerra no es el logos, (no es ese orden del Universo): La Guerra (Discordia) como condición necesaria para el establecimiento del Logos

2 Ver infra, planteamiento de Hussey.

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3tal cual es, desempeña un papel secundario en la Doctrina Heraclítea del Logos.

Para Marcovich el énfasis hecho por Heráclito respecto de la Guerra tiene dos aspectos, por una parte está el que lo remite al carácter épico. Pero por otra parte, la ética aristocrática de la Guerra, en la cual, Guerra plantea al mismo tiempo, areté o “valor personal”. De cualquier forma la Guerra no ha de entenderse como una razón contundente para la unidad de los opuestos como una Tensión.

En el fragmento 29 [M] se dice <<Guerra es Padre de todos, rey de todos: a unos ha acreditado como dioses, a otros como hombres; a unos ha hecho esclavos, a otros libres>> Este fragmento puede tener una gran variedad de interpretaciones, y ayuda a dar una característica a los fragmentos que conocemos del filósofo milesio. Los intérpretes, ante fragmentos como este, pueden hacer la interpretación que crean adecuada según la lectura que hayan hecho de los fragmentos de Heráclito. En la lectura que hace Marcovich de estos fragmentos, se deja entrever que él piensa que la Guerra desempeña un papel meramente expositivo, dentro del terreno de lo épico, para explicar en qué consiste la tensión entre opuestos. Pero un autor que deje entrever un papel preponderante a la Guerra, lo tomará como base para continuar con su exposición acerca de la dialéctica de los contrarios, y no recurrirá como Marcovich al término de Tensión para explicar el cómo la discordia entre opuestos lleva a una unidad.

Ahora bien, siguiendo la interpretación hecha por Marcovich es interesante ver el planteamiento de Guthrie con respecto a los que formula como los tres aspectos de la armonía de los contrarios (CO).

(a) Todo es producto de los contrarios y por ello está sometido a tensión interna: La armonía consiste en una dinámica de movimientos vigorosos y contrarios, neutralizados por el equilibrio y por consiguiente no evidentes. (Cf. Guthrie, pag.415) Es decir, el equilibrio como característica de los opuestos es el que hace que los hombres no distingan entre las determinadas cosas opuestas. Las cosas opuestas finalmente terminarían siendo idénticas, ya que esa diferencia diametral que encontramos entre lo caliente y lo frío, por ejemplo, se debe a que no podemos determinar de manera global que son manifestaciones de Uno y el mismo Logos. La armonía aparente en la constitución real de las cosas es un estado precario de equilibrio entre fuerzas que impulsan.

Con respecto a este señalamiento cabe indicar como la CO parece ser el andamiaje lógico necesario para señalar la unidad del Logos, ya que esa múltiple variedad de opuestos se reduce a la sesgada visión que tenemos de la naturaleza, que nos hace ver en un momento ciertas cosas y en otro lo que es totalmente contrario a ellas. Esto nos remite a la famosísima doctrina del flujo, resumida en la expresión pantha rei (todo fluye). Barnes siguiendo lo señalado por otros intérpretes de la obra de Heráclito, dirá que es muy probable que esta expresión no haya sido dicha por Heráclito, pero está en completo desacuerdo con respecto a esos intérpretes que creen que Heráclito en realidad no tuvo una doctrina del flujo. Ya que incluso basándose en las observaciones respecto de la regla de la Guerra sugieren con fuerza un mundo dinámico y cambiante de la clase que se contempla en la teoría del flujo. (Cf. Guthrie 83)

Lo anterior nos llevaría a pensar que Heráclito, en realidad pudo haber tenido en mente el desarrollo de una idea acerca del funcionamiento del Mundo. Pensándolo como un Todo en el cual se hayan fuerzas opuestas, fuerzas opuestas que dentro de ese todo están sometidas a una tensión interna que las armoniza (CO). Y que finalmente esa armonización, equilibrio ha de entenderse como el orden que reina en el mundo, el Logos. Es por esta razón que la CO recibe de esta manera un nuevo epíteto. Ya que teniendo en cuenta que la dialéctica en la filosofía es la que trata acerca de las Leyes más generales, en este caso particular de la naturaleza, la que se deja entrever aquí es la dialéctica cósmica de Heráclito.

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4(b) La identidad de los contrarios: Indica Guthrie que la relación de identidad es algo que los hombres

tienen por costumbre separar y oponer y se basa en lo planteado en el fragmento (102 [DK]- 91 [M]) <<Para Dios todas las cosas son buenas, bellas y justas, pero los hombres han supuesto que unas son justas y otras injustas.>> Pero aquí, se deja entrever de manera más clara algo que se había planteado con laxitud anteriormente, esto es la unidad hacia la cual confluyen los contrarios. Generalmente esta unidad tiene un cariz netamente teológico, y con las herramientas que se tienen de los intérpretes, no se sabe hasta qué punto las referencias a Dios remitan a una manera de denominar el fuego como principio, o, sí en realidad se está haciendo lo correcto al sacar consecuencias teológicas. En caso de ser de esta manera, es decir, finalmente hablando de la confluencia de los contrarios en una unidad –Dios- esta interpretación parece estar apoyada por el fragmento (B 67 [DK]- 77 [M]) en el cual se señala <<Dios es: día y noche, verano e invierno; guerra y paz, saciedad y hambre;…>> Así, siguiendo a Guthrie, puede pensarse en la idea Heraclítea de Dios como el conjunto de todos los fenómenos aparentemente dispares, evidencia de una inteligencia avisada , una unidad esencial. Es esto el verdadero Logos (Cf. Guthrie pág. 418).

Para finalizar esta cuestión acerca de la identidad de los contrarios se habla de tres clases de relaciones entre los contrarios

(I) La sucesión y el cambio recíprocos: Como por ejemplo la sucesión del día y la noche.(II) La relatividad respecto al sujeto: El agua del Mar es apropiada para los peces pero es

nociva para los hombres.(III) Respecto a los valores: los contarios se aprecian exclusivamente en relación con sus

contrarios. Fragmento (111 B [DK]- 44 [M]) << es la enfermedad la que hace buena y placentera la salud…>> Pareciera ser que Heráclito tendría toda la razón al querer hacer este señalamiento, ya que normalmente nosotros nos hacemos conscientes de nuestra propia salud, o cuando experimentamos la enfermedad o cuando la vemos en otro, ya que en el primer caso la extrañamos y en el segundo agradecemos el no encontrarnos padeciendo los dolores del otro. No somos conscientes de nuestra salud al estar inmersos en la cotidianidad.

(c) La Guerra (lucha- Tensión) fuerza universal creadora y dominante: A este respecto puede verse lo indicado anteriormente respecto a los fragmentos 28 y 29 [M].

GRUPO 10 (Fragmentos 41 [M]- B 88[DK]; 42[M] B 126 [DK])

Este grupo de fragmentos se encuentra dentro de los fragmentos en los que probablemente se contienen ejemplos de la CO. Se caracteriza a Heráclito como infatigable por averiguar todo el tiempo un nuevo ejemplo para su doctrina un tanto abstracta respecto al logos.

La convertibilidad es la razón de la unidad de los opuestos en este grupo de fragmentos. Los opuestos hacen un singular todo porque necesariamente se reemplazan el uno al otro. Esto puede ser visto como las dos caras de la misma moneda. (Cf. Marcovich págs. 158 y 215).

Se tiene así en el fragmento 41 [M] <<como lo mismo está en nosotros, viviente y muerto, así como lo despierto y lo dormido, joven y viejo; pues éstos, al cambiar, son aquellos, y aquellos al cambiar a su vez, son éstos>> y en el fragmento 42 [M] se indica <<las cosas frías se calientan, lo caliente se enfría, lo húmedo se seca, lo reseco se humedece>>. Estos fragmentos son una muestra de la manera en la cual Heráclito intentaba explicar la CO.

Ahora bien, respecto a la unidad en los contrarios (CO) Hussey dirá que se sostienen tres tesis:

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5(a)La unidad es más fundamental que los opuestos: La declaración programática en conexión con el logos de que “todas las cosas son una” (B 50 [DK]- 26 [M]) podría sugerir que Heráclito albergaba ambiciones monistas. Señalando a la armonía como estructura unificada. Heráclito está enfocado en la unidad subyacente, y en la forma en que esta se incorpora y manifiesta en los opuestos. Ya se había discutido anteriormente con respecto a la cuestión de la unidad subyacente en el orden del cosmos, manifestado en la CO. Pero surge un interrogante que vincula esta tesis expuesta con la ponencia anterior, en la que se planteaba un panteísmo de Heráclito, pero aquí se modifica esa opinión y se piensa más bien en un monismo. Lo cual cambia un poco las cosas ya que lo que se puede decir es que Heráclito señala como principio de todas las cosas la unidad (monismo), pero sin ir tan lejos en la consideración de la unidad como idéntica a todo cuanto constituye la naturaleza (panteísmo).

Pero por otra parte, considero que hay un fragmento que presenta problemas a esta presentación monista de la doctrina Heraclítea. En el fragmento (B 30 [DK]-51[M]) <<Este orden del mundo, el mismo para todos (los hombres), no está hecho por ningún dios ni ningún hombre, pero siempre ha sido, es y será: un fuego siempre viviente, que se prende y apaga con medida>> La cuestión es que cuando se habla del orden del mundo, a lo que se está haciendo alusión es al cosmos.

(b)Los opuestos son manifestaciones esenciales de la unidad: En cualquier forma en que se presenten, los opuestos se presentan como unidad. La unidad no puede ser lo que es sino lo es en virtud de ellos.

(c) La manifestación de los opuestos entraña en sí un proceso, en el cual la unidad manifiesta su función esencial. (Cf. Hussey 96)

INTERPRETACIÓN ACERCA DE LA DOCTRINA DEL FUEGO

Por lo pronto todo lo que se ha dicho acerca de Heráclito se ha remitido a la doctrina del Logos. Ahora pretendo dar un pequeño ejemplo, en aras de la brevedad, respecto a una interpretación particular de la doctrina del fuego. Y en este caso me remitiré a la interpretación cristiana que se ha hecho de dicha doctrina. Si se piensa por un momento en el agua como lo contrario al fuego, y se señala como en el fragmento B 117 [DK]-69 [M], como el hombre estando borracho es conducido en la ignorancia, no sabe siquiera donde pone sus pies porque su alma se encuentra húmeda. Aparece la interpretación del agua como una especie de muerte con respecto al estado de gracia y es en ese momento, en el que se asimila a Cristo como esa luz (fuego) que recata a los hombres de la muerte en el que se encuentran sumergidos por sus pecados. Este ejemplo no viene a ser más que otra demostración de cómo los fragmentos de Heráclito permiten una gran multiplicidad de interpretaciones.

BIBLIOGRAFIA

BARNES, Jonathan.( ) Los Presocráticos. Segunda Edición. Cátedra Teorema

GUTHRIE, K.C.(1980) La historia de la filosofía griega Vol. I. Trad. Ed. Gredos: Madrid

HUSSEY, Edward.(2006) “Heraclitus” en The Cambridge Companion to Early Greek Philosophy. Ed A.A. Long. Cambridge University Press: New York.

MARCOVICH, M.(1967) Heraclitus (Editio Maior). The Los Andes University Press. Mérida: Venezuela

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