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COMPORTAMIENTO DEL EVENTO DE AGRESIÓN POR ANIMAL POTENCIALMENTE TRANSMISOR DE RABIA BOGOTÁ I SEMESTRE 2014 ANDREA CAMILA MARQUEZ NOSSA MÉDICO VETERINARIO LÍNEA DE EVENTOS TRANSIMISIBLES DE ORIGEN ZOONÓTICO SECRETARÍA DISTRITAL DE SALUD DE BOGOTÁ TEL: 3649090 ext: 9353 - 9535 / 315- 6038121 Email: [email protected]

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COMPORTAMIENTO DEL EVENTO DE AGRESIÓN POR ANIMAL

POTENCIALMENTE TRANSMISOR DE RABIA

BOGOTÁ I SEMESTRE 2014

ANDREA CAMILA MARQUEZ NOSSA

MÉDICO VETERINARIO

LÍNEA DE EVENTOS TRANSIMISIBLES DE ORIGEN ZOONÓTICO

SECRETARÍA DISTRITAL DE SALUD DE BOGOTÁ

TEL: 3649090 ext: 9353 - 9535 / 315- 6038121

Email: [email protected]

Introducción

Las enfermedades zoonóticas son el grupo de eventos que más afecta a la

población humana. Más del 60% de las enfermedades que afecta a la población

humana son de origen zoonótico. (2) Debido a las condiciones que se encuentra

en gran mayoria de las poblaciones de los paises en vía de desarrollo, el riesgo de

adquirir enfermedades de origen zoonótico aumenta, pues muchos de los agentes

etiologicos de estas patologias prosperan en condiciones que son tipicas de estos

paises, principalmente de aquellos que cuentan con condiciones de clima tropical

como el caso de Colombia. (2).

En Colombia se vigila de forma rutinaria leptospira, rabia, tifus, peste y accidente

ofídico los cuales se han configurado en los eventos de importancia en salud

pública para el país principalmente por tratarse de enfermedades que son

altamente letales si no son tratadas oportunamente o por tratarse de eventos

considerados como emergentes. (1).

La rabia es una enfermedad con una letalidad del 98% al 100%. Es transmitida por

animales de sangre caliente, principalmente mamiferos. El 99% de los casos de

rabia que se presentan en el mundo son a causa de la mordedura de caninos. (3)

En Colombia se vigila la rabia de forma activa (procesando muestras de cerebros

de animales capturados o muertos que son entregados para diagnóstico) y de

forma pasiva (a través de la notificación de exposiciones rábicas atendidas en las

IPS) (4). En el país se ha reportado la circulación de 5 variantes de virus rábico:

Variante 1 (perro), Variante 3 (murcielagos hematófagos) Variante 4 (murciélagos

insectívoro) Variante 5 (murciélago hematófago) y Variante 8 (zorrillo).(5). La rabia

es un virus que puede ser combatido y evitar con ello la mortalidad si se trata

oportunamente, por lo que la aplicación del suero antirrábico y vacuna antirrábica

de forma rápida posterior a una agresión producida por un animal potencialmente

transmisor de rabia, es la diferencia entre la vida y la muerte. (5)

Siendo Bogotá la capital del país se constituye en el principal centro industrial,

comercial, económico y turistico de Colombia. La ciudad esta organizada en 20

localidades, las cuales cuentan con condiciones ambientales y socioeconómicas

diversas lo que hace necesario para la ciudad realizar intervenciones

particularizadas en cada uno de los terriorios que conforman al Distrito. En general

la ciudad cuenta con un clima que varia entre los 5°C hasta una máxima de 21 a

25°C, sin embargo la temperatura promedio de la ciudad oscila entre los 11 a

14°C. De acuerdo a estadisticas del DANE la población proyectada para 2013 es

de 7.674.366 habitantes con una proporción del 48% hombres y 52% mujeres

aproximadamente. De igual forma se realiza entre los años 2012 – 2013 la

actualización del estimativo poblacional de caninos y felinos en el Distrito

arrojando como resultado que en la ciudad se cuenta con un número de

aproximadamente 1.263.579 animales de los cuales 934.419 son caninos y

329.160 son felinos. Las condiciones anteriormente descritas estan relacionadas

directamente con la posibilidad de que el virus de la rabia se transmita entre

animales o a la población humana, siendo de vital importancia evaluar todas estas

variables biológicas, ambientales y socioculturales al momento de proyectar,

definir y realizar las intervenciones encaminadas a la prevención y control de la

enfermedad de la rabia en Bogotá.

Objetivo General

Realizar el seguimiento continuo y sistemático de los casos de agresión por animal

potencialmente transmisor de rabia ocurridos en Bogotá de acuerdo con los

procesos establecidos para la notificación, recolección y análisis de los datos, que

permita generar información oportuna, válida y confiable para orientar medidas de

prevención y control de dicho evento.

Objetivos Específicos

1. Fortalecer el sistema de notificación para la agresión por animal

potencialmente transmisor de rabia en el Distrito.

2. Fortalecer los espacios del análisis de la información relacionada con los

casos de agresión por animal potencialmente transmisor de rabia que se

presentan en el Distrito.

3. Orientar la toma de decisiones y las medidas de intervención a través de un

análisis oportuno y completo de la información.

4. Analizar la dinámica del evento agresión por animal potencialmente

transmisor de rabia, estableciendo los factores de riesgo más importantes

para caracterizar su comportamiento en la ciudad.

5. Apoyar y orientar programas de prevención en los diferentes niveles de la

población teniendo en cuenta población susceptible y ocurrencia del evento.

Metodología

La ciudad de Bogotá cuenta con una población aproximada de 7.674.366 de

personas, de acuerdo a cifras del DANE. La vigilancia del evento agresión por

animal potencialmente transmisor de rabia no se restringe a un grupo específico

de edad, género o condición socioeconómica, pues en una ciudad como Bogotá

donde las condiciones favorecen la presentación de este evento

independientemente de dichas variables, el riesgo de sufrir una agresión por un

animal potencialmente transmisor de rabia es alto. Para este informe se tuvo como

fuente de información las bases de datos de los eventos notificados hasta la

semana epidemiológica 26 del año 2014 al SIVIGILA. Las bases son revisadas y

depuradas evaluándose en ellas calidad y algunas variables relacionadas con

oportunidad del ajuste, oportunidad de la notificación y oportunidad en la consulta

por parte del paciente. Posterior a la revisión del nivel central de las bases de

datos, se realimenta a las localidades los hallazgos y se solicitan los ajustes

pertinentes a los cuales se les hace un seguimiento en cada periodo. Para la

generación de las tablas y gráficos necesarios para el análisis, se hizo uso de

Microsoft Office EXCEL.

Por tratarse de un evento notificado al SIVIGILA se cuenta con fichas de

notificación que incluyen la cara B o datos complementarios sobre el evento, lo

cual facilita el análisis de la información. Estas fichas deben ser diligenciadas de

acuerdo a los lineamientos descritos el protocolo de vigilancia del evento. El grupo

de técnicos de SIVIGILA de la Secretaría Distrital de Salud, envía realimentación

semanal con las bases de datos de cada uno de los eventos de vigilancia, aunque

para fines de revisión y análisis se selecciona la base de datos correspondiente a

la última semana de cada periodo epidemiológico.

Con base en las gráficas y tablas generadas a partir de los datos depurados y

ajustados de cada una de las bases de datos, se realizará un análisis descriptivo

del comportamiento de los eventos en el cual se evaluaran los factores relevantes

para cada uno de ellos con el fin de evidenciar el panorama general de este

evento en el Distrito.

AGRESIÓN POR ANIMAL POTENCIALMENTE TRANSMISOR DE RABIA

Este evento hace referencia específicamente a la agresión causada por un animal

potencialmente transmisor de rabia como indica su nombre. Se debe hacer la

diferenciación entre este evento y el evento de rabia humana o animal, pues no

toda agresión de un animal se configura en un caso de rabia y justamente por esto

se cambio el nombre del evento 300 de exposición rábica a agresión por animal

potencialmente transmisor de rabia. Con respecto al evento se analizaran

principalmente los datos relacionados con números de casos por semana

epidemiológica, sexo, grupo etario, especie de animal agresor, lugar de ocurrencia

de la agresión, tipo de agresión y tipo de exposición. Asimismo se buscará

ampliar un poco la correlación población animal – agresiones ocurridas por

localidad ya que este dato se constituye una variable de gran importancia al

momento de definir las medidas de prevención y control que se deben

implementar en cada territorio. De igual forma se presentaran resultados

relacionados con variables como oportunidad de notificación, oportunidad del

ajuste, oportunidad de la consulta por parte del afectado y eventos duplicados los

cuales son indicadores de calidad en términos del manejo de la información

principalmente. Además como parte final del documento se presentará el análisis

de los indicadores definidos desde el INS para el evento con corte a semana 26 de

2014. A continuación se presenta cada gráfica y se hará un breve análisis

descriptivo de lo que se evidencia en la misma.

Resultados

Entre la semana 1 a 26 del 2014, se han notificado un total de 9.023 agresiones

por animal potencialmente transmisor de rabia (APAPTR) en el Distrito. Si se

revisa de forma comparada el comportamiento de la notificación del evento entre

los años 2013 y 2014, se evidencia que durante el I semestre del 2014 hubo un

incremento en el número de casos que corresponde al 14,4% con respecto al

mismo periodo del año 2013. Además se evidencia una alta variabilidad en la

notificación del evento semanalmente lo cual se ve reflejado en el gran número de

picos que se muestran en la gráfica, situación que difiere de lo evidenciado en el

2013 donde el comportamiento fue más constante habiendo menos variaciones

entre semanas.

Gráfica 1. Comparativo de notificación casos de agresiones por animales

potencialmente transmisores de rabia. Bogotá I semestre 2013 – 2014.

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26

No

. ca

sos

AP

AP

TR

no

tifi

cad

os

SEMANA EPIDEMIOLÓGICA

2013

2014

Fuente: SIVIGILA. 2013 – 2014

Con respecto al comportamiento del evento de acuerdo al sexo afectado es

importante destacar que el 54% de los casos ocurrió en personas del género

masculino y un 46% son del género femenino. Al comparar estos datos por grupo

etarios encontramos que la proporción por genero se mantiene en la mayoría de

los grupos, solo se ve un leve incremento en el grupo etario de mayores de 60

años donde el sexo que más afectado se ve es el femenino. En cuanto al número

de casos por grupo etario, se evidencia que el 43.9% de los casos se encuentran

en los grupos etarios de 6 a 25 años, significando esto que la mayor cantidad de

personas agredidas son niños o jóvenes.

Gráfica 2. No. de casos de Agresión por animal potencialmente transmisor

de rabia notificados por grupo etário y sexo. Bogotá, I semestre 2014.

6

469

696

606

504

515

396

352

256

196

220

209

109

352

13

359

442

357

406

443

310

267

207

205

292

266

143

427

0 200 400 600 800 1000 1200

MENORES 1 AÑO

1 - 5 AÑOS

6 - 10 AÑOS

11- 15 AÑOS

16 - 20 AÑOS

21 - 25 AÑOS

26 - 30 AÑOS

31 - 35 AÑOS

36 - 40 AÑOS

41 - 45 AÑOS

46 - 50 AÑOS

51 - 55 AÑOS

56 - 60 AÑOS

MAYORES 60 AÑOS

No. casos APAPTR notificados

GR

UP

O E

TAR

IO

MASCULINO

FEMENINO

Fuente: SIVIGILA SEMANA 26, 2014.

Con respecto al grupo etario en donde se notifican la mayor cantidad de eventos

de APAPTR se evidencia que de los 6 a 10 años se reporta el mayor número de

agresiones. De igual forma se puede ver como el número de casos decrece a

medida que incrementa la edad hasta el grupo etario de mayores de 60 años

donde se evidencia un incremento en el número de casos.

Con respecto a la caracterización general del evento es igualmente importante

definir el sitio donde ocurre la agresión, pues esto brinda parámetros para evaluar

el riesgo de exposición rábica con base en las condiciones de los animales allí

encontrados. Como se dijo previamente Bogotá está organizada en 20

localidades, donde se evidencia una notificación de APAPTR ocurridas en el 100%

de ellas.

Gráfica 3. No. de casos de Agresión por animales potencialmente transmisores de rabia notificados por localidad de ocurrencia. Bogotá I semestre 2014.

1125

965

805 784 758

628588

551514 501

346

259194 186 184 177 162

121 119

447 5

0

200

400

600

800

1000

1200

No

. ca

sos

AP

AP

TR

no

tifi

cad

os

LOCALIDAD DE OCURRENCIA Fuente: SIVIGILA SEMANA 26, 2014.

Durante el I semestre de 2014, la mayor cantidad de agresiones (12%) ocurrieron

en la localidad de Suba, seguido por las localidades de Kennedy (10%), Ciudad

Bolívar (8.9%) y Engativá (8.6%). Aun cuando la posición que ha ocupado durante

los últimos dos años la localidad de Suba como el lugar donde mayor número de

agresiones ocurre se ha mantenido, es el incremento anual que se ha evidenciado

de agresiones ocurridas fuera de Bogotá lo que más llama la atención y es quizá

el factor que mayor importancia ha tomado en términos de evaluar los factores de

riesgo para la transmisión del virus rábico en la ciudad.

Para poder definir claramente si hubo o no exposición al virus rábico y clasificar

qué tipo de exposición sufrió la persona agredida, se debe evaluar por parte del

médico tratante la configuración de las siguientes 5 variables. Dicha información

debe además ser revisada por el área de vigilancia epidemiológica de la IPS y del

nivel local. Las variables a evaluar son:

1. Especie del animal agresor

2. Circunstancias en las que ocurrió la agresión

3. Antecedente Vacunal del Animal

4. Antecedente Vacunal del Paciente

5. Localización anatómica de la lesión

A continuación se presentaran los resultados y un corto análisis de cada una de

las variables con base en lo notificado al SIVIGILA.

1. ESPECIE DEL ANIMAL AGRESOR:

Como se describió previamente, actualmente se cuenta con un estimativo

poblacional de caninos y felinos en la ciudad, lo que ha permitido ahondar en el

entendimiento del impacto que tiene la población animal para los riesgos en salud

pública. El 99.2% de las agresiones son ocasionadas por felinos o caninos, no

obstante se reportan agresiones por animales silvestres (0.24%) y algunas otras

especies de animales domésticos (0.28%), se reporta además 1 caso de agresión

ocasionada por un ser humano.

Gráfica 4. No. de casos de agresión por animal potencialmente transmisor de

rabia notificados de acuerdo con la especie agresora. Bogotá, I semestre

2014.

7622

1333

1914 12

8 8

3 2 1 11

100

10000

No

-cas

os

AP

AP

TR n

oti

fica

do

s

ESPECIE AGRESORA

Fuente: SIVIGILA SEMANA 26 2014

2. CIRCUNSTANCIAS EN LAS QUE OCURRIÓ LA AGRESIÓN:

De acuerdo a los datos consignados en el aplicativo SIVIGILA, el 62% (n=5.557)

de los pacientes refieren no haber provocado la agresión del animal, el 38%

(n=3.447) refiere haberla provocado y en menos del 1% (n=19) del total de casos

no se registra este dato. Este dato es muy poco fiable, pues resulta bastante

subjetivo por parte del paciente la “provocación” o no de la agresión del animal.

Gráfica 5. No. de casos de Agresión por animal potencialmente transmisor

de rabia de acuerdo a la circunstancia de la agresión. Bogotá, I semestre

2014.

NO PROVOCADA

62%

PROVOCADA38%

SIN DATO

0%

Fuente: SIVIGILA SEMANA 26 2014

3. ANTECEDENTE VACUNAL DEL ANIMAL:

Como se describió previamente el 99% de los eventos de APAPTR ocurridos en la

ciudad de Bogotá son ocasionados por caninos o felinos. Teniendo en cuenta

esto, el estado vacunal del animal adquiere una gran importancia, siendo esta

variable de gran importancia para caracterizar la exposición del paciente.

En el 54.5% de casos notificados se desconoce el estado vacunal del animal

agresor (n=4.919), El 31.2% de pacientes refiere que el animal sí se encuentra

vacunado, lo que haría pensar que se debe contar con la misma proporción de

casos donde se evidencia el carné de vacunación del animal, sin embargo solo el

14% refiere contar o haber visto el mismo; 13,1% informa que el animal no cuenta

con vacuna antirrábica, en el 1% de los casos no se registra dato

4. ANTECEDENTE VACUNAL DEL PACIENTE:

Del total de 9.023 casos notificados durante el I semestre de 2014, en 30 casos el

paciente reporta haber recibido previamente administración de suero antirrábico,

sin embargo de estos 30 solo 25 reportan la fecha de aplicación del suero, por lo

que no se puede tener certeza de antecedente en estos pacientes. Con respecto

al antecedente de vacunación antirrábica en 192 casos se reporta haber recibido

inmunización previa, habiéndose aplicado en promedio 4 dosis de vacuna. Sin

embargo solamente 15 casos reportan el número de dosis aplicadas de los cuales

en solo 3 se evidencia la aplicación de las 5 dosis correspondientes al esquema

post exposición.

En el 93% de los casos (n= 8.439) se reporta no haber recibido previamente

tratamiento con suero antirrábico ni con vacuna antirrábica.

5. LOCALIZACIÓN ANATÓMICA DE LA LESIÓN:

Por último se evalúa la localización anatómica y tipo de agresión sufrida por el

paciente. Teniendo en cuenta que el virus de la rabia se transmite principalmente

por contacto con saliva de un animal infectado, el mayor riesgo de exposición se

presenta en aquellas agresiones que generan una pérdida de continuidad de la

piel por muy pequeña que esta sea o cuando una herida abierta o mucosa entra

en contacto con la saliva de un animal potencialmente transmisor de rabia.

Gráfica 7. No. Casos de agresión por animal potencialmente transmisor de

rabia notificados de acuerdo a tipo de agresión. Bogotá I semestre 2014.

15

19

20

31

975

7963

CONTACTO CON SALIVA

SIN DATO

LAMEDURA

OTRO

ARAÑAZO

MORDEDURA

1 10 100 1000 10000

TIP

O D

E A

GR

ESIÓ

N

No. casos APAPTR notificados

Fuente: SIVIGILA SEMANA 26 2014.

En el 88% de las APAPTR notificadas durante el I semestre de 2014, la agresión

ocasionada por el animal son mordeduras. En segundo lugar se encuentran los

arañazos con un 10%. Con respecto a los casos en que se reporta una agresión

distinta a las típicamente relacionadas con agresión de animales (n=31) se

evidencia que corresponden a aquellos casos en los que se genera una

aprehensión por parte del animal sin que con ello se genere perdida de la

continuidad, de igual forma se evidencia que en algunos casos las lesiones

corresponden con excoriaciones generadas por el contacto con los dientes del

animal sin que sea una mordedura. En 19 casos no se reporta esta variable.

Gráfica 8. No. Casos de agresión por animal potencialmente transmisor de

rabia notificados de acuerdo a la localización de la lesión. Bogotá, I semestre

2014.

MIEMBRO INFERIOR

41%

MANO - DEDO21%

MIEMBRO SUPERIOR

21%

CABEZA-CARA-CUELLO

13%

TRONCO4%

Fuente: SIVIGILA SEMEANA 26 2014.

Como se evidencia en la gráfica el mayor porcentaje de casos reporta haber sido

agredido en su miembro inferior (41%), seguido del miembro superior (21%).

Teniendo en cuenta el tropismo del virus por el Sistema nervioso central (SNC) las

lesiones en mano-dedo (21%) y cabeza-cuello-cara (13%) constituyen una mayor

importancia. De igual forma se debe tener en cuenta que en un 33% de los casos

notificados (n=2.991) se reportan agresiones múltiples, debiéndose tener en

cuenta este tipo de casos por considerarse como un evento de alta probabilidad

para el ingreso del virus de la rabia al organismo.

Una vez se evalúan las variables previamente descritas, el médico – de acuerdo a

lo definido en el protocolo y la guía de atención para las personas agredidas por

animales potencialmente transmisores de rabia - clasifica el evento en: exposición

rábica grave, exposición rábica leve y no exposición, sin embargo la variable

definitiva para clasificar el evento es la de “ubicación” del animal, pues la

observación del animal durante los 10 días posteriores a la agresión permite

definir claramente la exposición o no al virus.

Gráfica 9. Casos de agresión por animal potencialmente transmisor de rabia

de acuerdo a la ubicación del animal. Bogotá I semestre 2014.

5157

3969

37985104

68

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

10000

BASE SIVIGILA BASE REVISADA

No

. cas

os

AP

AP

TR n

oti

fica

do

s

NO REPORTA

NO OBSERVABLE

OBSERVABLE

Fuente: SIVIGILA. SEMANA 26 2014

En la gráfica se presentan dos gráficas, la denominada “base SIVIGILA” se

presentan los datos tomados directamente de la base generada del aplicativo

SIVGILA sin ser depurada y verificada. Se evidencia que para esta gráfica el

número de animales observables corresponde al 57.1% del total de casos

notificados; sin embargo al realizar la depuración y revisión de la base de datos se

evidencia que por la información consignada con respecto a datos del propietario

del animal agresor (lo que es indispensable para realizar seguimiento) ubicación

del animal (p.ej animales fuera de Bogotá) esta proporción de animales

observables se reduce en un 13.1% siendo efectivamente observables solamente

un 44% de los animales agresores aproximadamente.

Cuando se han evaluado en su totalidad las variables previamente descritas, se

procede a clasificar el evento en: Exposición leve, Exposición grave o No

exposición.

Gráfica 11. No. Casos agresión por animal potencialmente transmisor de

rabia de acuerdo a clasificación de la exposición. Bogotá, I semestre 2014.

EXPOSICIÓN GRAVE

10%

EXPOSICIÓN LEVE41%

NO EXPOSICIÓN49%

SIN DATO0%

Fuente: SIVIGILA. SEMANA 26 2014

Como se evidencia en la gráfica el mayor número de casos de APAPTR son

clasificados como no exposiciones 49% (n=4.447) en segundo lugar se encuentran

las exposiciones leves 41% (n=3.708) y por último se encuentran las exposiciones

graves 10% (n=849), en menos del 1% no se reportan datos de clasificación de la

exposición.

INDICADORES INS

De acuerdo a lo descrito en el Anexo 10 remitido por el INS se presenta a

continuación el resultado de los indicadores definidos los eventos de agresión por

animal potencialmente transmisor de rabia, rabia humana y rabia animal.

1. Proporción de tratamientos Post exposición completos aplicados a los

pacientes con exposición leve:

Fuente: Anexo 10. Instructivo de análisis de indicadores. INS. 2013

Indicador: No. pacientes con esquema de vacunación completo

clasificados como exposición leve / No. total de pacientes

agredidos clasificados como exposición leve. *100

965 / 3708 * 100 = 26%

Para calcular el dato con respecto al porcentaje de esquemas de vacunación

antirrábica completos en aquellos casos de exposición leve, se hace necesario

consultar a parte de la base de datos del evento 300, la base generada por el

aplicativo WebPAI del Distrito donde deben ser consignadas todas las dosis de

vacuna antirrábica administradas. De acuerdo a estos datos se evidencia que solo

un 26% del total de pacientes que fueron clasificados como exposición leve en la

ciudad concluyen el esquema de vacunación completo de las 5 dosis. No obstante

la proporción incrementa de forma inversa con el número de dosis aplicadas.

2. Proporción de tratamientos Post exposición completos aplicados a los

pacientes con exposición grave:

Fuente: Anexo 10. Instructivo de análisis de indicadores. INS. 2013

Indicador: No. pacientes con esquema de vacunación completo y

suero antirrábico clasificados como exposición grave / No. total

de pacientes agredidos clasificados como exposición grave. *100

223/ 849 *100 = 26%

Al igual que para calcular el indicador del número de esquemas completos en los

casos de exposición leve – como fue descrito previamente – para este indicador

se tienen las mismas fuentes : base de datos del evento 300 y base de datos del

aplicativo WebPAI. De acuerdo a estos datos se evidencia que solo un 26% del

total de pacientes que son clasificados como agresión grave cuenta con el

tratamiento antirrábico completo.

Para el caso del análisis de estos indicadores – como se describirá más adelante

– se deben tener en cuenta factores relacionados con la mala clasificación del

evento, la ausencia de calidad en la base de datos, el inadecuado seguimiento por

parte de las instituciones vacunadoras y la idiosincrasia de la población que se

rehúsa a terminar el esquema o a iniciar el mismo.

3. Proporción de pacientes agredidos expuestos al virus de la rabia.

Fuente: Anexo 10. Instructivo de análisis de indicadores. INS. 2013

Indicador: No. pacientes agredidos clasificados como exposición

leve y grave / No. total de pacientes agredidos por un animal

potencialmente transmisor de rabia *100

4557 / 9023 *100 = 51%

Este dato se toma directamente de la base de datos del evento 300, en donde de

acuerdo a lo consignado allí, un 51% del total de APAPTR son clasificados como

exposiciones graves o leve, es decir que un total del 4557 personas han estado –

presuntamente – expuestos al virus de la rabia siendo con ello potenciales casos

de rabia.

4. Proporción de Incidencia de casos de APAPTR en Bogotá.

Fuente: Anexo 10. Instructivo de análisis de indicadores. INS. 2013

Indicador: No. casos nuevos de APAPTR en Bogotá / Población

proyectada DANE. *100.000

9023 / 7.776.845 * 100.000 = 116 casos x cada 100.000 habitantes.

De acuerdo a lo descrito previamente se puede concluir que por cada 100.000

habitantes se presentaron 116 casos de APAPTR durante el I semestre de 2014.

5. Número casos nuevos de rabia humana.

Fuente: Anexo 10. Instructivo de análisis de indicadores. INS. 2013

En Bogotá no se presentaron nuevos casos de rabia humana en el año 2013. El

último caso de rabia humana autóctona en Bogotá fue notificado hace más de 15

años. El último caso de rabia humana importado atendido en Bogotá fue en el año

2012.

6. Proporción de incidencia de rabia humana.

Fuente: Anexo 10. Instructivo de análisis de indicadores. INS. 2013

Durante el año 2013 no se presentaron casos nuevos de rabia humana en

Bogotá.

7. Proporción incidencia rabia caninos y felinos

Fuente: Anexo 10. Instructivo de análisis de indicadores. INS. 2013

Durante el año 2013 no se presentaron casos nuevos de rabia animal (caninos y

felinos) en la ciudad. El último dato que se tiene de un caso de rabia canina

autóctona es del año 2001.

Discusión:

El evento de APAPTR no tiene un comportamiento cíclico, es decir que no cuenta

con periodos definidos en que se presente un incremento en la caustica. Es un

evento que tiene un componente de azar muy alto lo que hace casi imposible

predecir la ocurrencia de este tipo de eventos en la ciudad. No obstante se

evidencia que para el I semestre de 2014 con respecto al mismo periodo del año

2013 se presentó una mayor variabilidad lo que se traduce en un alto número de

picos de incremento de casos, situación que en el año 2013 no se presentó siendo

el comportamiento más constante para ese periodo. El primer pico marcado del

año se presenta en la semana 4 lo que coincide con el periodo de inicio de clases

y regreso de las personas a la ciudad después de su periodo de vacaciones, se ha

descrito previamente como los periodos posteriores a las épocas vacacionales se

presenta un leve incremento en la notificación de casos, lo cual puede estar

relacionado con el regreso de un gran número de personas que estando fuera de

la ciudad han sido agredidos por animales transmisores de rabia y consultan en

Bogotá. Si bien es cierto durante el año 2013 el incremento típico de casos que

coincidía con los periodos vacacionales no se presentó, durante el I semestre de

este año, es evidente que dicho comportamiento vuelve ha presentarse pues

durante la semana 16 (semana santa) se evidencia un leve incremento de casos.

Con respecto al grupo etario y al sexo, se evidencia que los niños y jóvenes son

los más afectados. Como se evidencia en la gráfica 2, el 44% del total de casos de

APAPTR ocurridos en Bogotá durante el I semestre de 2014 afectaron a la

población comprendida entre los 6 años y 25 años de edad. Si bien es cierto en

términos de proporción el mayor número de agresiones afecta a población adulta y

adulto mayor, es importante tener en cuenta que la población infantil se

consideran población vulnerable y más aun cuando se trata de describir la

afectación que tiene este tipo de eventos a esta población en donde se

consideran eventos prevenibles, pues la ocurrencia de APAPTR a estas edades

está relacionado con falencias por parte de los cuidadores de los niños quienes

son responsables de velar por el bienestar e integridad de los mismos. Teniendo

en cuenta que los niños no perciben el riesgo al que se exponen cuando

manipulan animales, sus acciones pueden desencadenar reacciones por parte del

animal que se constituyen en una agresión por parte del mismo.

Con respecto a los casos ocurridos en adultos jóvenes o adultos, pueden estar

más relacionados con cuestiones ocupacionales. Los jóvenes pasan una gran

parte de su tiempo fuera de casa desempeñando su roll como estudiantes o

trabajadores, lo que indirectamente los lleva a entrar en mayor contacto con

animales callejeros o que a pesar de tener propietario, deambulan en las calles,

además los más jóvenes pueden tener comportamientos osados e irresponsables

frente a la presencia o manipulación de un animal, lo que inevitablemente

desencadenará una reacción por parte del animal que podría conllevar a una

agresión y consecuente exposición al virus de la rabia. De igual forma se

evidencia que la casuística decrece inversamente proporcional con el grupo etario

afectado, lo que puede relacionarse con la prudencia y cautela que se gana con

los años frente a la manipulación de los animales. Llama la atención que en el

grupo etario de mayores de 60 años, se evidencia un incremento en la casuística,

situación que puede estar relacionada con que la mayoría de ciudadanos en este

grupo etario se encuentran en la vivienda y actúan como cuidadores por lo que

pueden verse expuestos a agresiones por parte de la mascota del hogar o por

animales desconocidos que intenten agredir a los niños que tienen a cargo.

Con respecto al comportamiento del evento por género, se podría inferir que los

comportamientos propios del género, junto a los principales roles que desempeña

cada uno, explicaría el porqué aun cuando la mayor proporción de la población en

la ciudad corresponde al sexo femenino (52%) el mayor número de APAPTR en la

ciudad ocurre a hombres (54%).

La organización al interior de la ciudad está marcada por los contrastes existentes

entre las distintas clases sociales cuyas principales diferencias se ven en el tipo de

vivienda con que cuentan, la ubicación y condiciones sanitarias de la misma, el

nivel de educación y cultura, las posibilidades laborales y la dinámica familiar. De

acuerdo a lo descrito previamente sería correcto inferir que la mayoría de las

personas que son objeto de las APAPTR pertenecen a estratos socioeconómicos

medio-bajo quienes son los que residen en las localidades donde se evidencia el

mayor número de agresiones ocurridas en la ciudad. Como se evidencia en la

gráfica 3, las localidades donde mayor número de agresiones ocurrieron durante el

I semestre de 2014 en Bogotá fueron: Suba, Kennedy, Ciudad Bolívar, Engativá y

Bosa. Dichas localidades cuentan con condiciones biológicas (alto número de

población animal), ambientales (explotaciones pecuarias) y socioeconómicas

(población en condición de desplazamiento; estrato socioeconómico bajo) que

favorecen el factor “azar” propio del evento, aumentando con ello la probabilidad

de sufrir una APAPTR.

No obstante se debe tener en cuenta que en la totalidad de las 20 localidades de

la ciudad se reportan casos de este evento, por lo que aun cuando ciertas

condiciones propias favorecen la ocurrencia de APAPTR, no son restrictivas a

ciertos territorios, haciendo con ello que el riesgo de transmisión de virus de la

rabia sea permanente en la ciudad de Bogotá. Sin embargo, aunque el riesgo de

transmisión del virus de la rabia en Bogotá existe, se deben tener en cuenta otros

factores que se constituyen en barreras para que el virus de la rabia se transmita o

para que en caso de existir transmisión se presente un caso de rabia animal o

humana autóctona en la ciudad: la vacunación antirrábica canina y felina, el

control de población mediante la esterilización a hembras caninas y felinas y la

recolección de animales callejeros, que se constituye en una actividad

complementaria a las otras dos. De igual forma la disponibilidad del biológico

antirrábico humano para la atención oportuna de los casos que lo requieran, se

constituye en una de las principales acciones encaminadas a la prevención y

control de la rabia en la ciudad de Bogotá.

Las condiciones socioeconómicas de la población por localidad se relaciona con

las APAPTR debido a que los escasos recursos económicos con que cuentan las

familias en dichos estratos, les hace obligatorio a los responsables del hogar salir

a trabajar dejando a los menores solos o a cargo del abuelo de la familia o un

tercero que puede no tener las aptitudes suficientes para cuidar al niño, lo que

incrementaría el riesgo de una APAPTR ya que el niño como parte de su juego

rutinario puede interactuar con animales y generar reacciones en el mismo que

conlleven a una agresión, de acuerdo a lo descrito previamente. De igual forma

esta misma falta de recursos, hace que el nivel educativo de los miembros de la

familia sea bajo, haciendo con ello que se tengan falencias con respecto a la

tenencia adecuada de animales y al conocimiento del riesgo real al que se ven

expuestos en caso de ser agredidos por un animal potencialmente transmisor de

rabia, lo anterior impacta en el número de animales callejeros que se encuentra en

dichas localidades incrementando este tipo de población aumentando con ello la

posibilidad de que acontezcan agresiones; de igual forma impacta en el inicio y

finalización de los tratamientos antirrábicos instaurados, pues debido a

ocupaciones laborales, dificultad con los horarios, desconocimiento con respecto

al riesgo o la simple idiosincrasia de la población se resisten a iniciar el tratamiento

antirrábico o abandonan el mismo.

Con respecto a las especies agresoras, teniendo en cuenta la alta población de

caninos y felinos que se reportan en la ciudad, es lógico que el 99% de las

APAPTR ocurridas en la ciudad sea ocasionada por estas dos especies. Con

respecto a los reportes relacionadas con otras especies animales como micos y

murciélagos se evidencia que para el caso de las agresiones por parte de

murciélagos el lugar de ocurrencia es en ciudades o municipios fuera de Bogotá.

Con respecto al estado vacunal del animal agresor, se evidencia una falta en

términos de la calidad en el diligenciamiento de la ficha, pues la misma debería ser

diligenciada en su totalidad. En la mayor proporción de los casos se reporta

desconocer el estado vacunal del animal agresor (4.919), situación que representa

un alto riesgo, pues al no poder verificar el antecedente del animal y de esta

manera poder confirmar si el animal cuenta o no con vacuna antirrábica vigente,

no se puede descartar este factor de riesgo sumándose por lo tanto al riesgo de

transmisión del virus de la rabia en la población animal y humana.

Si bien es cierto el antecedente vacunal del animal puede ser verificado mediante

la presentación del carné de vacunación del mismo, para el caso de verificar el

antecedente vacunal del paciente no se tiene la misma facilidad. En algunas

ocasiones – pocas – el paciente refiere haber recibido tratamiento antirrábico

previo, sin embargo este dato puede ser poco preciso y por lo tanto –aunque no se

haga – el ideal sería contar con técnicas para medir la titulación de Ac contra rabia

presentes en el paciente para poder con ello tomar la decisión terapéutica

acertada.

Como se puede evidenciar en la gráfica 7 el mayor número por tipo de agresión

corresponde a mordeduras, situación que esta relacionada principalmente con el

comportamiento típico de las principales especies agresoras: Para caninos y

felinos el morder es su principal mecanismo de defensa ante una amenaza o es la

principal respuesta ante ciertos estímulos que pudieran hacerlo sentir atacado, en

peligro o molesto. El arañazo por otro lado es más característico de los felinos

como método de defensa, situación que es igualmente coherente con que sea el

segundo tipo de agresión y con que los felinos sean la especie que ocasionan el

mayor número de agresiones después de los caninos. Al revisar aquellos casos

que reportan otro tipo de contacto, se evidencia que en su mayoría se notifican

agresiones en donde el animal rasguña y muerde o contactos con saliva de

heridas abiertas y en un caso específico el contacto del colmillo de un canino con

el ojo del paciente; por lo tanto se podría suponer que – con excepción de dos

casos específicos – la mayoría de casos pueden ser clasificados como

mordeduras, rasguños, contacto de saliva con mucosa, piel lesionada y lamedura

de heridas. De igual forma se evidencia casos en que se tiene contacto con un

animal agresor sin que ello represente perdida en la continuidad de la piel, siendo

casos en que por aprehensión el animal no genera una herida, sin embargo sí deja

un hematoma en el paciente como signo de la agresión. Es importante tener en

cuenta que el virus de la rabia debe ingresar al organismo para poder ocasionar la

enfermedad en la persona o animal, por lo que la falta en la perdida de continuidad

en la piel no representa una exposición rábica. No obstante la evaluación de las

demás variables debe realizarse de forma cuidadosa con el fin de tener en cuenta

en su totalidad todos los factores para poder de esta manera clasificar

adecuadamente el evento y remitir el tratamiento indicado para cada caso.

Si bien es cierto la evaluación de las 5 variables descritas para el evento de

APAPTR es de gran importancia, no se puede olvidar que finalmente es la

posibilidad de observar el animal agresor por un periodo de 10 días posterior a la

agresión lo que permite una clasificación adecuada de la exposición. Durante el I

semestre de 2014 del total de 9023 casos de APAPTR se reporta de acuerdo a lo

ingresado en el aplicativo SIVGILA que cerca del 57% de los eventos son

observables, sin embargo al momento de evaluar las variables relacionadas con la

posibilidad de ubicación del animal (nombre propietario, dirección y teléfono) se

concluye que efectivamente son observables solamente el 43% de los animales

agresores.

La clasificación de la exposición rábica posterior a la APAPTR, es la dificultad más

grande que presenta la vigilancia de este evento. El desconocimiento – y

desinterés en algunos casos –, la alta rotación del personal médico en las IPS, la

falta inducción y reinducción por parte de las oficinas de vigilancia epidemiológica

de las IPS y EPS con respecto a la atención y notificación del evento al personal

asistencial, la falta de seguimiento continuo y adecuado a la notificación del evento

por parte del nivel local, son las principales variables que afectan de forma

indirecta la calidad del dato que se obtiene en el ejercicio de la atención y

notificación del evento. Con base en el comportamiento de las variables de

importancia para clasificar el evento – descrito previamente – del total de APAPTR

el 49% del total de los casos fueron clasificados como no exposiciones, el 41% de

los casos se clasificó como exposición leve y un 10% de casos fueron

exposiciones graves. Con respecto al análisis brindado respecto a la proporción

real de expuestos al virus de la rabia, se debe ser cuidadoso, pues la base de

datos suele contener un alto número de errores con respecto a la clasificación el

evento, los cuales son generados desde el momento mismo de la consulta, pues

en la mayoría de los casos el médico actuando con un principio de precaución

prefiere clasificar la agresión como exposición con el fin de asegurar de esta

manera la administración del tratamiento.

Teniendo en cuenta lo descrito previamente el análisis de los indicadores del INS

referentes al número de tratamientos completos administrados a pacientes

clasificados como expuesto al virus de la rabia - bien sea leve o grave – resulta

impreciso. La ciudad de Bogotá es quien notifica el mayor número de casos de

APAPTR en el país, siendo por ello necesario contar con el tratamiento antirrábico

humano (vacuna y suero) de forma constante para asegurar de esta manera la

atención oportuna de aquellos pacientes que así lo requerían. No obstante de

acuerdo a lo consignado en aplicativo WebPAI, no se aplicó la totalidad de

tratamientos que se requería, solamente el 69% de los pacientes que debían

empezar el tratamiento lo iniciaron y es evidente que la proporción de pacientes

que se adhieren al tratamiento es inversamente proporcional al número de dosis

del esquema. Las principales dificultades relacionadas con el seguimiento de la

aplicación del tratamiento antirrábico en Bogotá son:

1. Esto se relaciona con el poco riesgo que perciben las personas al ser

agredidas por un animal; en algunos casos las personas abandonan al

tratamiento por cuestiones de tiempo o dificultad para asistir al servicio de

vacunación para recibir el tratamiento; en otro casos el paciente refiere no

estar interesado en continuar o iniciar el esquema aun cuando se le habla

con claridad sobre el riesgo al que está expuesto.

2. Aun cuando Bogotá cuenta con aplicativo WebPAI que ha sido de gran

ayuda para realizar seguimiento a la aplicación de tratamientos antirrábicos,

algunas instituciones vacunadoras no ingresan las dosis de vacuna

antirrábica aplicada, afectando con ello el dato real de dosis aplicadas y

tratamientos concluidos en la ciudad.

3. Aun no se ha generado la cultura de completar los datos relacionados con

el tratamiento antirrábico en el SIVIGILA por lo que la base de datos

generada del mismo no es la fuente más fiel con respecto al número de

dosis aplicadas y tratamientos concluidos.

Aunque el riesgo de transmisión del virus de la rabia en Bogotá no es un escenario

utópico o imaginario, sino que se configura como una realidad, la vigilancia

exhaustiva, el recurso financiero y talento humano con que cuenta la Secretaría

Distrital de Salud a nivel local ha favorecido que las medidas de prevención y

control se implementen de forma adecuada aun cuando hay temas específicos

que fortalecer a nivel Distrital.

Conclusiones

1. La capacitación permanente y adecuada al personal asistencial de las IPS

que atienden pacientes que hayan sido APAPTR en la ciudad, es una de

las principales acciones que deben realizarse en pro de mejorar la calidad

de la atención y notificación del evento en Bogotá.

2. Aunque el evento no puede ser caracterizado o previsto su comportamiento

en terminos del tiempo, se deberá evaluar las variables que permanecen

inamovibles de año a año con el fin de definir medidas de control y

prevención encaminadas a intervenir las mismas. (p.ej. localidades con alta

incidencia)

3. Desde el nivel nacional y Distrital se debe fortalecer la vigilancia a las

UPGD llamando la atención principalmente a las competencias y

responsabilidades que tienen las oficinas de epidemiológia de las mismas

con respecto a la vigilancia, notificación y seguimiento del evento.

4. Es necesario fortalecer el trabajo en conjunto con el equipo PAI Distrital y

local con el fin de reducir la deserción de pacientes a quienes se les ha

iniciado el tratamiento con vacuna antirrábica.

5. El contar con personal a nivel local para el seguimiento, verificación y ajuste

del evento ha mejorado la calidad y oportunidad de notificación, la

oportunidad de ajuste del evento, seguimiento al biológico antirrábico en el

nivel local y efectividad de las visitas de seguimiento al animal agresor.

6. Teniendo en cuenta la dificultad que se evidencia por la ausencia de

realimentación por parte de otras ETS en los casos en que se remite para

seguimiento del animal agresor, debe darse un lineamiento claro desde el

nivel nacional para de esta forma actuar oportuna y cordinadamente entre

ETS para asegurar el seguimiento de los animales agresores.

7. Aunque insuficientes, las medidas tomadas por el Distrito encaminadas a la

vigilancia, control y prevención de la rabia humana y animal han servido

para mantener a Bogotá libre de rabia humana en más de 15 años y de

rabia canina en más de 10 años. No obstante deberá trabajarse en

estrategias que aseguren la adecuada ejecución de las actividades

logrando con ello mantener las metas definidas desde el nivel nacional.

Recomendaciones

Se deberá continuar con la realización de las actividades de vacunación,

esterilización y recolección de forma rutinaria como hasta la fecha, procurando

fortalecer principalemente lo que está relacionado con la vacunación antirrábica a

caninos y felinos, para lo que se deberá en conjunto con el nivel local implementar

estrategias que permita tener una mayor cobertura en la ciudad. De igual forma

deberá ahondarse en investigaciones que permitan cuantificar el impacto que han

tenido a la fecha las acciones emprendidas.

BIBLIOGRAFÍA

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Enfermedades Zoonóticas. Bogotá : Instituto Nacional de Salud, 2012.

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4. SECRETARIA PLANEACIÓN DISTRITAL. 21 Monografías de la ciudad.

Bogotá. 2011.

5. DANE. Proyecciones poblacionales 2005 – 2020.