Comprension y Produccion Detextos
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2014- 2
Tipos de textos
argumentativos Editorial, columna y artículo de opinión
Comprensión y Producción de Textos
Tipos de textos argumentativos
1. El editorial: es un artículo de fondo no firmado, referente a un destacado tema de
actualidad, expuesto con una seriedad que invita a la reflexión.
Características:
Emisor: El responsable es el periódico, aunque haya una serie de personas que lo redacten.
Responde a la ideología del periódico. Carece, por ello, de firma.
Receptor: No siempre tiene un receptor universal. En ocasiones, los editoriales están escritos
pensando en un receptor concreto, como el Gobierno, o determinados sectores de la opinión
pública.
Mensaje: Los acontecimientos de actualidad
Estructura: Presenta una estructura definida. Presentación del "staff" (grupo editorial al que
pertenece con los principales responsables)del periódico y editorial propiamente dicho. En el
editorial predomina el discurso expositivo. Mezclado con el argumentativo: exposición de hechos
y su valoración.
Intención del discurso: Formar opinión sobre un tema destacado. El tono del discurso es siempre
serio, invitando al receptor a la reflexión sobre los hechos.
Aspectos lingüísticos: De acuerdo con el tono, presenta un estilo culto. A pesar de expresar
opiniones, se pretende la objetividad. Este hecho se apoya, en ocasiones, en recursos retóricos de
extremada habilidad expresiva. Por ello, no le son ajenos tampoco los recursos literarios.
Ejemplo de editorial
Ojalá gane Nadine
La única manera de que aumenten realmente los ingresos de los trabajadores es fomentando la
inversión
El miércoles se publicó una entrevista al primer ministro en la que señaló que, junto con el
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), estaban revisando la posibilidad de elevar el sueldo
mínimo. Al día siguiente, sin embargo, la señora Nadine Heredia salió a enmendarle públicamente
la plana (no nos queda claro si en su calidad de primera dama o de presidenta del Partido
Nacionalista). Ella declaró que el aumento del sueldo mínimo “no está en discusión en estos
momentos”. Paralelamente, la ministra de Trabajo afirmó desconocer las conversaciones entre los
señores Villanueva y Castilla, aunque al mismo tiempo precisó que el aumento de la remuneración
mínima vital “ha sido puesto en la mesa [del Consejo Nacional del Trabajo] por las centrales
sindicales” y será “revisado por la Comisión Técnica de Productividad y Salario Mínimo”.
¿Se está discutiendo el aumento en la PCM y el MEF como dijo el primer ministro? ¿O en
el Consejo Nacional del Trabajo como dijo la ministra de Trabajo? ¿O será que no se está
discutiendo en lo absoluto como dio a entender la señora Heredia? ¿Quién manda a quién?
En cualquier escenario, como no está nada claro si el Ejecutivo tiene o no la voluntad de aumentar
el salario mínimo, creemos oportuno reflexionar sobre la conveniencia de esta medida.
Por más que todos quisiéramos lo contrario, el Estado no puede aumentar los sueldos por arte de
magia con solo dictar un decreto. Si fuese así de fácil, ¿por qué contentarnos con elevarlo de
S/.750 a S/.1.000 como plantean los sindicatos? ¿Por qué no elevarlo de una buena vez a S/.15.000
para que todos los trabajadores peruanos ganen por lo menos como el trabajador promedio de
Luxemburgo?
Si se eleva el salario mínimo por decreto, las empresas tendrían que asumir un mayor costo de
planilla. Por eso, los trabajadores menos capacitados cuya baja productividad no justifique
pagarles el nuevo sueldo serían despedidos o pasarían a ser informales (tales trabajadores, dicho
sea de paso, suelen ser las personas que han tenido menos acceso a educación, las de menos
recursos y las más jóvenes). Por la misma razón, a quienes hoy se encuentran desempleados les
sería más difícil conseguir un trabajo formal. De hecho, según un reciente estudio del BCR, si se
subiera el salario mínimo a S/.1.000, el empleo en pymes caería en un 10%.
Esa es la trampa populista que se esconde detrás de esta medida. Una trampa que atraparía a la
mayoría de trabajadores peruanos (pues casi un 70% opera en la informalidad) y que los alejaría
más de un empleo con todas las protecciones legales.
Por otro lado, no entendemos cómo se conciliaría esta propuesta con la repetida intención del
presidente Humala de fomentar la industrialización en el país. ¿Cómo así se lograría que las
empresas salten más alto si se les amarran mayores pesos al cuerpo? Esto, más aun, cuando
nuestro país es conocido por su poco flexible y costosa regulación laboral. De hecho, el salario
mínimo ya es elevado en comparación con el de otros países cuando se le mide como porcentaje
del ingreso medio. José Carlos Saavedra, de Apoyo Consultoría, por ejemplo, señala que en el Perú
el salario mínimo equivale al 100% del salario medio urbano, mientras que en México es casi 50%,
en Grecia 43%, en el Reino Unido 39% y en Estados Unidos 38%.
¿Qué podríamos hacer entonces para mejorar los sueldos de los trabajadores peruanos? Pues
seguir promoviendo la creación de empresas que tengan que competir por ellos pagando mejores
sueldos. Y eso se logra eliminando las barreras burocráticas y los sobrecostos que dificultan la
inversión. Es justamente el crecimiento de esta última lo que logró, por ejemplo, que desde el
2004 en Lima Metropolitana los ingresos de los empleados que no cuentan con educación alguna
o cuentan solo con educación primaria se hayan elevado en 60%. Y es esa misma fuerza la que
permitió, en el mismo período, que se reduzca a la mitad el tiempo que pasa un trabajador
desempleado buscando un nuevo puesto.
Por todo esto (más allá del problema de institucionalidad que demuestra), esperemos que, en esta
oportunidad, la primera dama mande sobre el primer ministro.
Recuperado de: http://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-ojala-gane-nadine-noticia-
1711181
2. El artículo: Es una exposición o argumentación que contiene el pensamiento o la opinión
de una personalidad reconocida, en relación con un tema concreto.
Características:
Emisor: Un emisor especializado ajeno al periódico. Su opinión no tiene que coincidir
necesariamente con la opinión del grupo editorial. El artículo ha sido y es un valioso vehículo de
expresión, muy utilizado por los pensadores, políticos, sociólogos y autores literarios de todos los
tiempos: Larra, Clarín, Cela, Umbral...Por tanto, predomina la subjetividad, al contener el
pensamiento u opinión particular de una persona.
Mensaje: La amplitud temática es inmensa. Se puede confundir con un texto humanístico,
científico, jurídico, literario, etc.
Estructura: Totalmente libre, a voluntad del articulista. Sólo en algunos medios ocupa un lugar
destacado y preferente, como La Tercera de ABC. En otros casos, aparece siempre en la sección
de Opinión. Pueden aparecer todas las variedades discursivas: narración, descripción, exposición,
argumentación, etc.
Intención del discurso: Dar a conocer la opinión del autor sobre un determinado tema. En muchas
ocasiones, responde a una finalidad didáctica, hasta el punto de convertirse en verdaderos
ensayos. Muchos autores forman un libro de ensayos con la recopilación de artículos publicados
en prensa. Uno de los éxitos de ventas más recientes así lo demuestra: El dardo en la palabra,
de Fernando Lázaro Carreter.
Aspectos lingüísticos: Como se señalaba antes, lo peculiar del artículo es la combinación de un
estilo divulgativo (propio de lo periodístico) con las diferentes tipologías textuales, especialmente
lo literario.
Ejemplo de artículo de opinión
El uso de las redes sociales y el atraso escolar
Es innegable el beneficio que han traído consigo las redes sociales, en el aspecto de la enorme
facilidad que aportan para la comunicación intercontinental, y el traslado en tiempo real de la
información. Pero en los últimos años han traído desordenes y hasta riesgos para los usuarios y
para los que los rodean. Por principio las nuevas generaciones, cada vez más obesas no logran
despegarse del asiento frente al monitor de su computadora, otros no despegan sus dedos de sus
celulares y BlackBerry, perdiendo no solo tiempo de interacción real con humanos tangibles,
especialmente sus familiares, sino también postergando sus tareas, y estudios por preferir seguir
obsesivamente la menor tontería que aparezca en alguna de esas redes sociales, llegando en la
mayoría de los casos a caer en la compulsión y obsesión, entonces se habla ya de adicción a las
redes sociales. Esta enfermedad aumenta enormemente, y miles de personas pierden no solo
materias escolares, algunas el año escolar por completo, e incluso el trabajo, cuando desatienden
en su totalidad sus deberes por atender cualquier novedad en ellas, aunque sea algo totalmente
absurdo. Por otra parte, también aumentan los casos de jóvenes agredidos por otros usuarios,
quienes los acosan y suben fotos o videos humillantes de sus incautas víctimas. Quienes las más de
las veces dan información privada a cualquiera que quiera interactuar con ellas, siempre sin
pensarlo antes, y solo se enteran del video o foto, cuando otro conocido les manda la información.
Es entonces que se dan cuenta de su error, pero demasiado tarde, su imagen está dañada y es
casi imposible de borrar del Internet. Por eso es mejor usar las redes sociales, solo para lo que
fueron hechas, pero cuidando no caer en la adicción ni descuidar los estudios. Pueden ser muy
entretenidas, pero al final, existe el mundo real, y para sobrevivir en él se necesitan conocimientos
reales, fuera de la realidad virtual. Autor: Víctor Humberto Clemenceau.
Recuperado de: http://www.ejemplode.com/11-escritos/1905-
ejemplo_de_articulo_de_opinion.html
3. La columna: Comentario personal sobre un tema de actualidad.
Características:
Emisor: Un colaborador habitual del periódico. No pertenece a la plantilla del periódico, pero
mantiene una estrecha colaboración con el mismo.
Mensaje: La principal característica de la columna es la combinación de elementos referenciales
reales con elementos ficticios. Es el género que combina la realidad periodística con la ficción
literaria. Lo literario no aparece como un elemento caracterizador del estilo, sino como un
elemento caracterizador del contenido del mensaje.
Estructura: Absolutamente libre. Solo cabría hacer su caracterización externa: la brevedad. Si se
llama columna es porque ocupa el espacio de una columna.
Intención del discurso: Antes que dar a conocer la opinión del autor, la finalidad es literaria:
el placer estético. Pero se aleja de lo literario en muchas ocasiones por su pragmatismo, de muy
diversa índole.
Aspectos lingüísticos: Son la mejor manifestación del particular estilo de su autor. Están muy
presentes todos los recursos que conducen al humor ( bien entendido): juegos de palabras, ironía,
exageraciones, etc.
Recuperado de: http://mimosa.pntic.mec.es/ajuan3/lengua/tperiod.htm
Ejemplo de columna periodística
CAMINOS SIN RETORNO Por Pedro Décimo Pérez. El tiempo es para muchos algo que puede
transcurrir sin poderlo detener, y a muchos nos rebasa y nos deja sin oportunidad de rectificar, y
es por esto que se recomienda fijarse en lo que uno hace, porque redunda en todos los que nos
rodean. Los físicos, tienen la teoría de que el tiempo tiene varias velocidades y que incluso se
puede detener, pero en la percepción humana o común es sencilla, es algo que pasa y no podemos
volver a vivir, pero podemos recordarlo y tomarlo en consideración, formando de esta manera un
antecedente al que llamamos experiencia.
URL del artículo: http://www.ejemplode.com/44-redaccion/1735-
ejemplo_de_columna_periodistica.html
Actividad 1
Después de leer esta editorial organiza con tus compañeros de grupo la búsqueda de información
sobre este tema y construye un texto (elegir entre editorial, artículo o columna)
Editorial: Gerentes de Estado
Hay buenas razones para respaldar el incremento salarial a los altos funcionarios públicos
En la discusión sobre el reciente aumento de sueldos a ministros y otros altos funcionarios
públicos, hay algo que no podemos pasar por alto: si queremos a los mejores profesionales
dirigiendo las entidades públicas, el Estado debe pagarles un sueldo competitivo con el del sector
privado. Y eso no es lo que ha venido sucediendo.
En un país donde el gerente general de una empresa privada de primera línea gana cerca de
US$20.000, se ha vuelto cada vez más difícil reclutar talento para las posiciones de mayor
responsabilidad en el Estado. Y la dificultad es más grande si se tiene en cuenta que en el Perú
existe la triste costumbre de denunciar penalmente a los funcionarios para presionarlos, lo que
hace que el tránsito por el sector público a menudo suponga el costo adicional de pasarse varios
años pagando abogados y defendiéndose injustamente en los tribunales.
Esto, por lo demás, es algo en lo que otros países vecinos ya han reparado. Mientras con el
aumento nuestros ministros ganarán alrededor de US$10.600, en Chile ganan US$14.341 en
promedio y en Brasil US$11.222.
Por supuesto, no han faltado las voces que han aprovechado la oportunidad para hacer demagogia
con este asunto. Alan García, por ejemplo, calificó la medida de “injusticia”, pretendiendo que
olvidemos que a raíz del corte de sueldos durante su gobierno el Estado sufrió una gravísima fuga
de talentos de la cual aún no se ha podido recuperar. El fujimorismo, por su parte, ha anunciado
que, con motivo de la medida, solicitará la interpelación del primer ministro. Una reacción que
demuestra que esta agrupación, en el mejor de los casos, sufre una seria amnesia. Y es que no
entendemos por qué sí fue justo que se paguen buenos sueldos a los altos funcionarios públicos
cuando Fujimori estuvo en el poder, pero esto mismo es incorrecto hoy que ya no lo está.
Ahora, quizá el argumento más demagogo entre los que se han venido escuchando es el que
señala que a quien ocupa el cargo de ministro de Estado no le debe importar el salario, pues se
trataría de un servicio al país y no de un negocio.
Nadie niega que estos cargos supongan realizar un importante servicio al país. Pero no hay
ninguna razón para olvidar que, además, esos puestos son los trabajos con los que los funcionarios
mantienen a sus familias y pagan sus cuentas. Sin un sueldo importante un profesional destacado
que quiera ser ministro probablemente tenga que gastarse sus ahorros, cambiar a sus hijos de
colegio o dejar de pagar su hipoteca. Salvo, por supuesto, que sea rico o que se las ingenie para
obtener ingresos ‘extras’ aprovechando su posición.
Como dice el viejo dicho, quien quiere celeste que le cueste. Si queremos talento, debemos estar
dispuestos a pagar por él.
No obstante lo señalado, hay algunas críticas que se pueden hacer a la medida. Para empezar,
hubiese sido mejor que el aumento de sueldos fuese progresivo, pues se ha creado la excusa para
que grandes grupos de empleados públicos a los que se les ha prometido aumentos por etapas
(debido a que, financieramente, no es posible realizarlos de otra forma) reclamen ahora por un
trato diferenciado en favor de sus jefes.
Asimismo, hubiese sido incluso mejor si los aumentos tuviesen un componente fijo y otro variable
en función de la productividad de cada sector. Por ejemplo, un bono que estuviese sujeto al
cumplimiento de las metas que tiene cada ministerio según el sistema de presupuesto por
resultados. De esta forma no solo se crearían incentivos para hacer un buen trabajo, sino que,
además, la ciudadanía habría sentido más justificado el aumento.
Por último, esta medida debió haberse dado paralelamente a un repotenciamiento del Gabinete. Y
es que si bien hay ministros que valen aún más de lo que ganarán con el aumento, hay otros que
francamente no lo merecen.
A pesar de los últimos puntos, hay que felicitar al gobierno por haber tomado una medida que era
necesaria, más allá de que pueda terminar siendo impopular. El Perú necesita a los mejores
profesionales dirigiéndolo. Y nadie, salvo los populistas, les puede pedir que asuman esa
responsabilidad haciendo caridad.
Recuperado de: http://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-gerentes-estado-noticia-1708689