Conmemoración de la hazaña épica de los Niños Héroes, su orígen, desarrollo y simbolismo

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    CONMEMORACIN DELA HAZAAPICADE LOSNIOS HROES:SU ORIGEN, DESARROLLO

    Y SIMBOLISMOS1

    Enr ique PASENCIA DE LA PARRAUniversidad NacionalAutnoma de Mxico

    No sabenquienes son; mas mipoesaOs cubre con amor bajo susalasYsu plegariaenvaA lasetreasalasPo rque a mi ejemplo, enternecido el hombreRuegue aDiospor lasvctimassin nombre!

    " A losmrtiressin nombre" (1867)

    JosTomsde Cullar

    I

    I A I MAGEN D E L H R O E Q U E ENTREGA la.vida a S i lpueblo Climpieuna necesidad importante, pues da cohes in a u n gr up osocial: una tr ibu, una aldea, un grupo tn ico o una nacin.

    La creacin o valoracin de figuras heroicas sirve alpoder en turno, porcjue infunde entre los pueblos no slorespeto y amor a la patria, sino t amb i n y ms importante an, rechazo nacia cualquier conducta |ue atentecontra la unidad. Los actos de disolvencia social o de re-

    1 Agradezco a Solange Alberro, Frida Gorbach y Carmen VzquezM a n t e c n ,la lectura deestetrabajo y las valiosas sugerencias que mehicieron.

    HMex, X L V :2, 1995 241

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    b e l i n e s t n i m p l c i t a m e n t e condenados por los m a r m reos ojos de aquellas figuras, que hacen parecer cualquier

    discrepancia o conf l i c to insignificante si se le compara conla causaque las l lev alsacrificio sup rem o, co n el fi n de vera su pa s l ib re de una t i r a n a o de una i n v a s i n extranjera.D e hecho, tales figuras logran con su muerte mucho msque todo lo que pudieron realizar en vida, sobre todo siconsideramos que a menudo los pormenores de sus haza a s e s t n bastante maqu illa dos, cua ndo no inventados porcompleto.

    L a e x a l t a c i n delsacrificio de esos individuoses ms notable aun cuando s t o s muerenj v e n e s , o casin i o s . Pocascosas hay tan dolorosas como ver un cortejo f n e b r e precedido por un p e q u e o a t a d .

    E n M x i c o elculto a losj v e n e s conocidos como n i o sh r o e s surge t a r d a m e n t e , ya que pasa ron m s de tres d cadasantes de que se institucionalizara su c e l e b r a c i n . Elduelo por lap r d i d a del t e r r i t o r i o fue genera l y nadie perteneciente a la g e n e r a c i n que la v iv i t e n a n i m o s para

    recordarla. Fue en laR e p b l i c a Restaurada (1871) cuandop o r p r imera vez se r e c o r d of ic ia lm en te la desgracia de1 8 4 7 , c o n s o l i d n d o s e este proceso durante lapax porma-na. El p a s tuvo que sufrir nuevamente una i n v a s i n extranjera para que pudiera rememorar anualmente la gestade 1847. Y para que ello fuera posible,esta segunda interv e n c i n d e b i tener un resultado opuesto a la guerra conEstados Unidos. En efecto, el t r i u n f o sobre los franceses

    fue la llave que a b r i el a r c n del que comenzaron a salirlos nombres de X i c o t n c a t l , Cano, Frontera, P r e z , y porsupuesto los de loscadetesdel ColegioM i l i t a r , De la Barrera, Melgar, Escuda, Montes de Oca, S u r e z y M r q u e z .

    Los estudiosos de la guerra de 1847 seguramente se hanpreguntado p o r qu no se recuerdan otras h a z a a s , otrosnombres, cuyo testimonioe s t mejor documentado que elde loscadetes?, pues los actos de estos l t i m o s no e s t n avalados suficientemente por datos h i s t r i c o s . A c a s o fueronl o s n i c o s que mur ieron defendiendo a su pa s? Acaso todos los d e m s huyeron, dejaron su puesto o no se compor taron a la altura de las circunstancias? Tenemos, por

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    ejemplo, loscasosde Santiago X i c o t n c a t l , en Chapultepecy Margarito Zuazuo, en M o l i n o del Rey, quienes antes de

    mor i r acribillados, se envolvieron en la bandera mexicanapara que s t a no cayera en manos enemigas. 2

    Sin pretender responder estasinterrogantes, en este ensayo t r a t a r de s e a l a r el derrotero que t o m este cultoque pronto se vo lv i nacional, con las razones y sinrazones que l o respal daron y que tiene m s de leyen da que dehistoria.M s interesante que t ratar de dilucidar c m o ocur r ieron efectivamente los hechos del 13 de septiembre de

    1847, es inves tigar lascausas que han fomentado esta celeb r a c i n .

    Su pr im er patro cina dor fue laA s o c i a c i n de Excadetesd e l Colegio M i l i t a r , pero d e s p u s fue el p ropio Estadoquien se e n c a r g de consolidarla. Las r a c e sms profundasde este culto e s t n enlazadas con el poder, y es s t e quienl o mantiene firmemente.

    El i n t e r s fundamental de laA s o c i a c i n era dignificar alColegio M i l i t a r , s i t u n d o l o como paradigma de lealtad alas ins tit ucion es. M uy cercano a este p r o p s i t o e s t el dele j r c i t o posrevolucionario, cuyos jefes i n t e n t a r n destacarlos valores del sacrificio, de la obediencia y del honor, inculcados desde t em pr an a edad a sus mi em br os . Esto eranecesario en un cuerpo armado que proyectaba precisamente lo contrario,pues el e j r c i t o daba una imagen dei m p r o v i s a c i n , con un fuerte apego a caudillos regionalesy dispuesto a protagonizar todo t ipo de levantamientos y

    rebeliones. M s adelante, el e j r c i t o fue p r o f e s i o n a l i z n d o se y s u j e t n d o s e al poder del Estado. Fue entonces cuando los valores que simbolizan losn i o s h r o e s fueron pocoa poco tomados por el Estado para difundirlos en el resto de la sociedad. Losseis cadetesdejaron fusiles yespadas

    para e m p u a r libros y cuadernos de estudio y elmi to de je l m b i t o m i l i t a r yp a s al c iv i l . Las celebraciones dejaronde ser organizadas por la A s o c i a c i n de Excadetes... p r i mero, y por las autoridades militares d e s p u s ( S e c r e t a r ade Guerr a), para corresponder al Depa rtam ento del D is t r i -

    *Vase PRIETO, 198 5, pp. 271-272.

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    2 4 4

    to Federal ( D D F ) y a la S e c r e t a r a de E d u c a c i n P b l i c a( S E P ) . M i g u e l A l e m n , primer presidente civil de la posre

    v o l u c i n , fue quien d e f i n i claramente este t r n s i t o . Tamb i n a partir de ese momento la presencia del presidentede laR e p b l i c a se vo lv i indispensable y dominante en lac e l e b r a c i n . Los nuevos n i o s h r o e s , sin dejar sus t i l e sde estudio, ac ud ier on finalmente a rendi rculto alje fe de lejecutivo.

    Cabe una l t i m a aunque fundamental r e f l e x i n sobreeste m i t o , la que versa sobre la doble vertiente que s te

    s ig u i : aunque fue impuesto de arriba hacia abajo, delEstado a la sociedad , s t a lo ha hecho suyo al correr de losa o s . Con esta a p r o p i a c i n colectiva, el mito se ha enriquecido y se ha desligado de la s u j e c i n al Estado. El camino se invierte ahora, de abajo hacia arriba,puescon estaa p r o p i a c i n se ha logrado arraigar en el imaginario de losmexicanos las figuras de losseis cadetes que brindaron susangre por el p a s . Estos n i o s h r o e s , los ms a u t n t i c o s ,e s t n entre nosotros, no los conocemos ni sabemos nada

    de ellos, son h r o e s a n n i m o s , pero al igual que los de1 8 4 7 , t am b in son ejemplo de entrega y sacrificio.

    Antes de empezar el rastreo de estac e l e b r a c i n , cabe establecer, s i m b l i c a m e n t e hablando, el lugar donde se des a r r o l l la gesta de 1847.

    I I

    Q u representa para los mexicanos, ms a l l de su def i n i c i n l i t e r a l de "cerro del c h a p u l n " , el no mbr e deChapultepec? Suena desde l ue go a cer ro, a bosque, aagua; pero t a m b i n a lugar donde residen los gobernantes, el poder.

    Desde tie mpos inmemor ia le s, y en muchas civil izaciones, el bosque ha sido considerado como un lugar sagra

    d o . El de Chapultepec as lo era y a d e m s se c r e a queera una de las entradas a la r e g i n de lavida eterna. Lasleyendas sobre sucesos sobrenaturales ocurridos ah sobreviven hasta nuestros d a s . Los antiguos nahuas consi-

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    I A HAZAAKPICADELOS NIOSIIKROKS 245

    deraban elbosque como: "un lugar de angustia, lugar ene l que se l l o r a , entristecedero, suspiradero, lugar de aflic

    c i n , lugar de terror".5

    E l agua, s m b o l o de f e r t i l i d ad , abundaba en el bosque,y los emperadores aztecas const ruyer on u n acueductoque s u r t i a la ciudad por ms de cuatro siglos. 4 El r b o lque caracteriza al bosque es el ahuehuete, que significa" v i e jo de agua".

    S e g n dic e la leyenda, el p r imer personaje de estirpereal que r e s i d i en Chapultepec fue N e z a h u a l c y o t l , y

    f u e t a m b i n el p r n c i p e poeta quien m a n d plantar losahuehuetes. Loseguroes que d e s p u s de l otros reyesmexicanos v iv i e r o n ah y, para per petuar su me mo ri a, mandaron labrar su figura en las piedras del cerro. : >Los virreyest a m b i n u t i l i z a r o n a Chapu ltepec co mo residencia de descanso y M a x i m i l i a n o vio en este castillo el alter egode sulejano Miramar. El poder ejecutivo e s t ab l ec i a l l su residencia hasta la p o c a de L z a r o C r d e n a s , quien d e c i d i trasladarse a Los Pinos.

    El presidente de la R e p b l i c a tuvo como vecino por muchos a o s al Colegio M i l i t a r , en una simbiosis significativa,

    pues la lealtad inco ndi cio nal que o f r e c a n sus alumnos, eraretr ibuida con el prestigio social que significaba proteger ala p r imera figura del pas . ' '

    Estosson s lo algunos de los simbolismos que a lo largode los siglos ha tenido Chapultepec. Los que he mencionado nos ayudan a comprender mejor la n t i m a r e l a c i n

    que ma nt ie ne la fecha del 13 de sept iembre con el lugardonde se produjeron lossucesosde aquel da. En esasocasiones, en discursos y p o e s a s , frec uente ment e se a l u d a aesta fecha como un reconocimiento, una ofrenda por el sac r i f i c i o que esosseis cadetes brindaron a la patria: dieronsu sangre como el cerro generoso daba elaguaa la ciudad;

    (

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    no fue sangre derramada i n t i l m e n t e se i n s i s t a , sinoencauzada para fertilizar el amor patrio. T a m b i n con fre

    cuencia son evocados los "viejos de ag ua" personajesindispensables del bosque como testigos de honor, ascomo durante la ceremonia lo fueron los veteranos de1847; y cuando no quede ninguno de ellos vivo., los veteranos de l a Re fo rma y de laI n t e r v e n c i n , yd e s p u s los dela R e v o l u c i n ; el caso es que nunca f a l ta r en esta ceremonia la presencia de hombresviejos que vivieron gloriaspasadasy que son p a r t c i p e s , como losa o so s ahuehuetes,

    de este homenaje. 'U n cerro resulta un lugarprivilegiado para que las gu i

    las aniden. Pero en s te s lo anidaban aguiluchos, que"cuando apenas h a b a n aprendido a volar, cayeron conlas alas rotas". Estaban en plenajuventud , eran el "abundante polen que se lleva el aire transparente, el t midocapullo que an no rompe el b o t n " . Estas son algunasde las m e t f o r a s con que se a lud i r a a laj uven tud de loscadetes. 8

    Esa vida segada en plena juventud es t muy presenteen la m i t o l o g a c ls ica , en hombres-dioses que murieronviolentamente siendo j v e n e s , mismos que e s t n relacionados con e sp r i tu s a rb reos o dioses del bosque, comoen loscasos de Adonis, H i p l i t o yOsiris. E l r i t o que cele

    bra a estas deidades consiste en lamentaciones por sumuerte . Estos dioses, no obstante, t e n a n la capacidad derevivir, pues eran dioses asociados al mundo vegetal que

    c c l i c a m e n t e decae y renace.9

    De la mi sm a man era , los n i os hroes

    'Sobre losahuehuetescomo invitados de honor,vaseAi.\ARKZ,1948,pp.604-605. Ln lascrnicas de las ceremonias frecuentemente se seala la presencia de los veteranos: en 1924 acudieron los del 47,Kxcelsior(15 sep. 1924); en 1938, estuvieronpresentes los sobrevivientes de lagesta heroica en Veracrux en 1914,iJ Universal (14 sep. 1938); en 1971, el

    presidente' Echeverra apareceal lado de losveteranosde la Revolucin,bj Nacional (14 sep. 1971).

    s Tales metforas se encuentran en los poemas de Amado ervo(1903), Rafael Cabrera (1910) vLuisG. Urbina, en AAARI:/, 1948, pp.60/-621.

    FRA/KR,1982, pp. 29, 3/ /-383, 395-396, 422 y 43/.

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    LA HAZAA El ' ICADE LOS N I O S H R O E S 247

    muertos al pie de una banderacomprasteis con la vidapasajera

    el derecho inmortal de ser divinos.1 0

    S e r una constante en poemas y discursos ver renacer alos seiscadetes gracias a su a c c i n ejemplar.

    El bosque, por su misterio, por los e sp r i t u s que en l habi tan, es el lugar i d n e o para una c o n m e m o r a c i n f n e b r ecomo s t a . Pero t a m b i n lo es para s e a l a r un renacimiento , pueselbosquerenacecadaprimavera, como cada 13 de

    septiembre renace

    el amor a la patria y laesperanza

    de v i

    vir en un p a s m s justo.

    I I I

    L A L E Y E N D A Y LOS HECHOS

    El estupendo trabajo de M a r a Elena G a r c a y ErnestoFritsche "Los n i o s h r o e s , de la realidad al m i t o " , lamentablemente i n d i t o , ofrece datosmuyinteresantessobre eltema que nos ocupa. Compara versiones que contradicenl o que ha sobrevivido hasta ahora, y den unc ia finalmentea los mistificadores que han "inventado" esta t r a d i c i n .

    L a t r a d i c i n se a l a que unoscadetesdel Colegio Mi l i t a rfueron los l t i m o s defensores del castillo, el cual fue bom

    bardeado pr imero y asaltado d e s p u s por el e j r c i t o esta

    dounidense. Se les atribuyenhechos portentosos para unosj v e n e s , casi n i o s . Entre ellos, atravesar a bayonetazos alos asaltantes; proseguir la lucha aun estando heridos, ysobre todo, la defensa heroica del p a b e l l n nacional. Enefecto, s e g n cue ntan, u no de ellos, vie ndo que todo u nregimiento estadounidense estaba por apoderarse de la

    bandera mexicana, se e n v o l v i en ella y se t i r a! precipic i o , e s t r e l l n d o s e contra las p e a s del cerro.

    1 0 "A los Nios H r o e s " , Rafael Cabrera, en AiVARI./,, 1948, pp. 619620. Otro ejemplo en elpoema de Luis G. LJrbina, "Arenga lr ica en memoria de los NiosH r o e s " , en AiVARI Z, 1948, p. 616.

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    248 LNRQJJL HASENCIA DE LA PARRA

    Pero de acuerdo con la obra antes s e a l a d a , las circunstancias y loshechos fueron distintos. En primer lugar, los

    cadetes no t e n a n nada que hacer en aquel lugar, puesN i c o l s Bravo a quien se le e n c a r g ladefensa del castil l o , viendo la carencia de fusiles y de municiones, orden a los alumnos regresar a sus casas. Lo que rea lme ntenecesitaba eran ba tallones ya consti tu idos y bi en armados,loscualesno le p r o p o r c i o n SantaA nna, volviendo casi im

    posible la defensa del cerro. Por lo tanto, la d e c i s i n dequedarse a defender el castillo r e s u l t ser un acto de irres

    ponsabilidad y de desobediencia, que c o s t la vida de algunos cadetes y el cautiverio de la m a y o r a de ellos enmanos del enemigo."

    Otra discrepancia con la t r a d i c i n se refiere a los hechosde v a l e n t a atribuidos a los seis mencionados cadetes.S e g n los testimonios, e s t n bien documentadas las pa r t i cipaciones de A g u s t n Melgar, Vicente S u r e z y FranciscoMontes de Oca. En cambio, algo distinto ocurre con Juande la Barrera el mayor del grupo y ya egresado delColegio, con Juan Escutia, del que s l o conocemos la fede bautismo y Francisco M r q u e z , personaje poco conocido . Es curioso que de quien menos i n f o r m a c i n tenemos

    Escutia, sea quien supuestamente se a r r o j envueltoen labandera, aunque antes de que se estableciera de f in i tivamente la leyenda, se a t r i b u y primero la h a z a a aMelgar y d e s p u s a Montes de Oca.'-

    Pero m sa l l de estasdos posturas la que dicta la tra-

    diciciny la del an l i s i s riguroso de las fuentes, una de lasrazones por las que se destaca la p a r t i c i p a c i n de loscadetes es la v a l e n t a con la que en fr en ta ron al enemig o, cuando la gran m a y o r a de la tropadesertaba; los testimonios delos prop ios invasores as lo cons ig na n. 1 '

    1 1

    De aproximadamente

    50alumnos

    que tena el colegio, la mitad sequedo en el castillo.'- GARCA MUOZ y FRI ISCIIK ACFVKS, 1989, pp. 43-44 y65-66.1 1 Varios de estos testimonios se encuentran reproducidosen GARCA

    M I O Z y FRI ISCIIK ACKVKS, 198 9, pp. 38- 39.

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    I \ HAZAAKPIC.ADE I,OSNIOSHEROES 249

    L A GESTA DE 1847 ATRAVS DE OIROS HROES

    En las d c a d a s que siguieron a la guerra, los nombres delos seis cadetes aparecen en muypocas ocasiones, mencion n d o s e en cambio otros que actualmente nos resultandesc onocidos. La p r imer a vez que surgen los no mbre s dealgunos de los cadetes es en el parte que r indic i JoaqunRange1v que fue pub li ca do en 1847, destacando a los quemur ie ron en la batalla, sobre todo a Xicotnca t l , siguiendo" e l valiente Cano, los cadetes Surez , Melgar, Montes deOca y muchos otros, cuya fama postuma debe exaltar,co mo premio de su sangre y de sus vidas". 1 4

    L a pr imera obra h i s tr ica sobre la guerra fue publ i -cada en 1848. Se trata de un trabajo colectivo titulado

    Apuntes pfci la hislovia de legtiefTci c.itw Mxico y losJustados

    Unidos. No con tie ne relatos po rm enor iza do s de hechosde va l en t a llevados a cabo por alumnos del ColegioM i l i t a r y slo se describe el ascenso de los estadounidenses a lo alto del castillo, "desde donde algunos alumnos

    h a c a n fuego, y eran los l t imos defensores del pabe l lnmexicano, que muy pronto fue reemplazado por el amer i c an o " . ' 0 Ya tenemos a q u un elemento importante paral a cons t rucc in de la leyenda: la defensa del l ba ro patrioatr ibuida a los cadetes.

    El 17 de septi embre de 1849 se rea l iz en la ciudad deM x i c o un acto para recordar a los que mur ie ron defend iendo al pa s dos aos a t rs . Este cons is t i en una solem

    ne p r o c e s i n que llevaba los restos de cuatro h r o e s alp a n t e n de Santa Paula: Frontera, Cano, P rez y Xicotn-ca t l . l h En ella par tic ipa ron los alum nos de l ColegioMili t ar,

    ' ^ Joaqun Rangei, Partede lasoperacionesejecutadasporla3abrigadadeinfantera delEjercito Mexicano, en losdas 12 y 13 de septiembre de 1847,

    Toluca,Ouijano yGallo, 1847,citado en GARC.\Mi ozvFRITSCHK ACKVKS,1989, p. 49.

    1 J En cambio,destacan losactosde Xicotncatl, Prezy Cano. Deeste

    ltimo se dice que "la prdida ele este joven es muy sensible para lasciencias vpara la patria", AI.CARAZel al., 1848 ,p.31 5.

    ! h El teniente coronel Juan Cano mur i en ladefensa de Chapulte-pec; fue trasladado ah cuando SantaArma envi) aNicols Bravo a de-

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    aunque el cronista e n n i n g n momen to refiere que sehubiese recordado en las oraciones y discursos ninguna

    h a z a a heroica de los alumnos de ese mismo colegio .1 7

    Fueron los "hijos d e l Colegio M i l i t a r " as se auto-nombraban l os que hab an estudiado en aquel plantelquienes comenzaron a subrayar la meri tor ia labor de loscadetes durante la guerra de invas in. E l joven M i g u e lM i r a m n quien era cadete en 1847 y estuvo a pun to deconvertirse e n e l s p t i mo n i o h ro e , d e n o haber c a d oprisionero co n otros de sus c o m p a e r o s p r o n u n c i u ndiscurso en 1851 con m ot i vo de la ce le b ra c i n de la inde

    pendencia,donde r e c o r d e l h e r o s m o d e sus c o m p a e r o smuertos, e incluso invoc sus nombres . 1 8 Mariano Monter-de, por muchos a o s director de l Colegio M i l i t a r , u n a om s tarde, e n o c a s i n d e l a c e l e b ra c i n dedicada aI turbide y al e j r c i t o , m e n c i o n t a m b i n los nombres delo s cadetes,y s e g n G a rc a yFritsche, fue la pr imera vez enq u e s e l e s l l a m "n i o s " . 1 9 E n 1 8 5 6 , J o a q u n Rangei solici t a Ignacio Comonfort e r ig i r un mo n u men t o a los h

    roes de 1847. Es de notar que por mucho t iempo p e r d u r u n a gran a m b i g e d a d acerca d e q u i n e s eran esos h r o e s ,y cules las accionesdignas de recuerdo. A d e m s , durante

    tender elcastillo en sustitucin de Monterde. JosFrontera muri en labatalla de Padierna.Santiago Xicotncatl fue por un tiempo el ms afamado hroe cado de Chapultepec; diriga el batalln de San Blas, quefue destrozado por lasfuerzasestadounidenses. Prez yDosamantes mu-rio en Chapultepec.

    "A ios grandes hombres que murieron en el valle de Mxico entiempos de la invasin norteamericana", en Calendario, s.f., pp. 45-60.Otra c rn ica sobreesteacto, en PRIETO, 1985, pp. 314-316. La fecha deesta ceremonia f neb re tiene su origen en la del 17 de septiembrede 1823, da en que fueron depositados en laCatedral de Mxico losrestos mortales de los hroes de la independencia, entre ellos los deHidalgo, Allende, Morelos, Mina yMatamoros; de ah que ese da quedaramarcadocomo un reconocimiento a los hroes cados.Sobre la ceremonia de 1823, vase BTSTAMANTK, 1985, t. iv, pp. 458-469.

    I s Migue l Mi ramn , "Discurso pronunciado [el 15 de septiembre de

    1851 ] en elTeatroNacional, por el joven D. . ., alumno del colegio m i litar de1 esta capital" (recorte de pericjdico), Coleccin Lafragua,Biblioteca Nacional.

    ' 1 Mo. \ IT.RDK, 1852; CJARCA Mrxoz y FRITSCHK ACKVKS, 1989, pp . 46-47.

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    i .A HAZAA KPK.A 01'.l,OSNIOS H1*,R01',S 2.51

    a o s , el 13 de septiembre se ce lebr el 8, da en que sel i b r la batalla de Mol ino del Rey.

    En la poca de la Reforma, en que las cosas parecancambiar en Mxico, crecan las voces que ped an no dejaren el olvido a los h roes de la nac in , aunque los cadetesa n no ocupaban u n lugar pr om in en te en la memori a colectiva. En un Calendario de 1857 publi caciones que gozaban de gran po pu la r id ad en ese ti empo , y que eran la

    n i c a lec tura de muchos mexicanos se criticaba la faltade estatuasdedicadas a losh roes de la insurgencia y se se

    a laba que p r imero tuvo una estatua Santa Anna queHidalgo . Para remediar esta s i tuacin, se anunciabaque los mrt i res de 1847 d i spondr an pr on to de un suntuoso sepulcro en Santa Paula, y que el saln de actos delColegio M i l i t a r "guarda los retratos de sus alumnos que perecieron: hab a entr e ellos u n n io de 13 aos " . Tamb i nse anunciaba el inicio de la construccin de monumentosen Churubusco y Molino del Rey. 2 0 El mo nu me nt o fuein au gu ra do el 8 de septiembre de 1856. En ese a o ya no

    resultaba impos ible recordar lagesta que se poda calificarde "her oi ca de rr ot a" , a dife renc ia de lo oc ur ri do en

    Chapultepec, donde hubo mayores casosde desercin e in competencia. Por ello, lac o n m e m o r a c i n de lossucesos deChapultepec pudo, por variosaos, utilizar ventajosamente su parentesco co n la de aquellos de Molino del Rey.

    E l reclamo de monumentos yestatuas ser una constante en estahistoria;ha br i nfinidad de promesas y sobre todo de actos solemnes de colocacin de la pr im er a piedra detal o cual monumento o estatua que nunca se levantaran,o se t e rm ina r an ya que sus pr omot ores hab an muerto.Pero sobre todo, tr ans cur ri eron muchos aos para que lacelebracin de 1847 fuese reconoc idaoficialmente.Juan N .Chvarri, fantico defensor del ColegioMilitar,sostiene queincluso los intentos de celebracicm de lasgestasde Molinodel Rey y Chapult epec f ue ron proh ib id os po r las auto rida

    des y que loscadetes t en an que realizarlas fuera de las instalacionesclelcolegio. De hecho, los actos pblicos a los que

    2 0 "Lamemoriade loshroes",en Primer Calendario, 1856.

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    nos hemos referido (los discursos de M i r a m n , Monterde yl a p e t i c i n de Rangel) desmienten esta a s e v e r a c i n ,y msque una p r o h i b i c i n positiva, encont ramos m s bien i n d i ferencia y una suerte de bloqueo mental para no recordaralgo que de seguroresultaba demasiado doloroso o amargo.

    El t r i u n f o sobre los franceses en 1867 fue el acontecimiento h i s t r i c o que t r a n s f o r m las derrotas de 1847 enuna epopeya.

    El p r imer l i b r o de texto de historia que hace referenciaa los alumnos del Colegio M i l i t a r l i m i t n d o s e a indicar

    que realizaron actosvalerosos fue el Compendio de la historia deMxico de Manuel Payno publicado en 1870. Por otra

    parte, la primera vez que se mencionaron los nombres deloscadetes fue en un texto de L u i s P r e z Ve r d a de 1883. 2 1

    L A I N T E R V E N C I O N DE EOS E X C A D E T E S Y EA C E L E B R A C I N

    DL^RANTE EL P O R E i R I A T O

    U n da de agosto de 1871, en el c a f La Concordia se reunieron para almorzar varios excadetes que decidieronformar la A s o c i a c i n del Colegio M i l i t a r . Estaban, entreotros, Fernando Poucel, el escritorJ o s T o m s de C u l l a r ,e l ingeniero Ignacio M o l i n a , el l i t g r a f o Santiago H e r n n dez (quien hizo los famosos retratos de los seiscadetes quehasta la fecha se conservan, y que fue caricaturista de La Orquesta yhXhijo del Ahuizote), el licenci ado Igna cio Burgoa yel presidente mu ni ci pa l de la ciudad de M x i c o , A n t o n i oSola. Sol ici taron al presidente Beni toJ u r e z que se declarara da de luto nacional el 13 de septiembre, y lo invi ta ront a m b i n a asistir al acto que prepararon para el 8 de septi embre de ese a o . Aambas cosas a c c e d i el presidente.L a p r imera c e l e b r a c i n se l l ev a cabo en un a glor ieta, lugar que a o s d e s p u s fue elegido para construir la TribunaM o n u men t a l . 2 2

    PAYNO, 1870 yPRKZ VERDA, 1883. Agradezco a Mara Eugenia Roldan por esta in formacin .

    AL\ AREZ, 104 8, pp. 5 70 y 6 0 1 -6 0 3 y (HAVARRI, 106 0, pp. 223 -225 .

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    Durante los siguientes cuatro a o s , la ceremonia fuehonrada con la asistencia del presidente S e b a s t i n Lerdo

    de Tejada (1872-1876), y s t a se realizaba alrededor delgran ahuehuete cono cido com o " E l sargento" o " r b o l deMoctezuma" , a falta de un espacio ms adecuado. T e n au n gran parecido con la fiesta del " g r i t o " , pues el presidente r e c i b a la bandera del b a t a l l n de San Blas y la ondeaba vitoreando a los h r o e s , lo que c o n f e r a un airefestivo al evento, cuando en realidad la a s o c i a c i n lo quer a presentar como un acto luctuoso. Esta es la r a z n por lacual la cer emo nia fue modif ica da y el tr iu nf ad or deTuxtepec le dio un c a r c t e r m s solemne: en efecto, det e r m i n depositar una corona de siemprevivas en el lugardonde cayeron los n i o s h r o e s , t r a d i c i n que perdtirahastanuestros d a s .El generalSostenesRocha exal umn oy entonces director del Colegio M i l i t a r , p i d i ms tardea l presidente y compadre de Por f i r io Daz ,M a nue l G o n z lez, fondos para erigir finalmente un monume n to a los n i o s h r o e s que fue inaugurado el 13 septiembre de 1882.

    Se trata de un p e q u e o obelisco de unos seismetros de altura, que a sus costados tiene grabados los nombres de loscadetes. A partir de ese momento, las ofrendas florales al o s n i o s h r o e s se d e p o s i t a r a n en ese lugar.

    A l regresar D a z a la pr im er a magistratura, el r i t o anualq u e d ya bien definido: h a c i n d o l e valla los alumnos, el

    presidente era recibido en la T r ibuna M onume nta l , enfrente de " E l sargento"; r et um ba ba n las salvas de fusiles

    que los cadetes d e b a n disparar a un tiempo, causandogran e m o c i n entre el p b l i c o por su p r e c i s i n ; luego, sealternaban piezas musicales con p o e s a s y discursos. Esteacto era el m s co nc ur ri do , y un a vez ter mina do , el presidente y sucomitiva bajaban al monumento a los n i o s h roes, depositaban ofrendas y mo nt ab an guardias; t a m b i ni n t e r v e n a n en el r i t u a l los miembros de la A s o c i a c i n deExalumnosdel ColegioMi l i t a r .Era costumbre que d e s p u sd e l evento, los presentes bajaran raudos hacia la j o l g o r i o -

    sa ciudad, que ese daestaba de fiesta, pues se celebraba lar o m e r a de lavirgen de la Covadonga. En esa fecha se recordaba el t r i u n f o e s p a o l sobre los r a b e s , en un3.133.t3.ll3.

    http://133.t3.ll3/http://133.t3.ll3/
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    de l sigloV I I I , que no p a s de ser en realidad una simple escaramuza, pero que a t r avs de los siglos l l eg a simbolizar

    la resistencia de los e s p a o l e s ante lai n v as i n musulmana.E n la ciu dad de M x i c o se organizaba una verbena con ser

    pentinas, flores, tmbolas y sobre t od o u n bai le en el legendario Tvol i del E l s e o . 2 5 Los cadetes aprovechaban eld a de asueto concedido d e s p u s de la ceremonia, d isfrutando estupendamente en la verbena pop ula r.

    T a l vez esta coincidencia de fechas sea una de las razones que explican el p o r q u durante tanto tiempo pe rv iv i

    la costumbre de celebrar el da 8 de septiembre, recordando en una aparente c o n t r a d i c c i n una v ic tor ia casilegendaria y una derrota heroica, pero ambas s im b l i ca s ,

    pese a todo, del rechazo al invasor extranjero.

    Entre lospoetas que en esosa o s cantaron las alabanzasde los n i o s h r o es e s t n J os T. de C u l l a r , quien eracadete en 1847; Amado e r v o , con "Los n i o s m r t i r e sde Chap ult epe c" (1903), que empieza y te rmin a con estacuarteta:

    Como renuevos cuyos a l iosu n viento helado marchita en f lor,as cayeron los h r o e s n i o sante lasbalas del invasor.

    T a m b i n Luis G. Urbina a lz su voz, lo mismo que elpoeta poblano Rafael Cabrera en 1910 y Carlos Pellicer en

    1924.2 4

    Entre laspiezas musicales, se interpretaba frecuentemente a l g n himno a los n i o s h r o e s , como uno quesubs i s t i por muchos a o s , con m s i c a de Manuel BerruecosSernay letra de Rafael Aponte y n g e lAndonegui , o elde francisco Nava, pie/a que fue "interpretada'por prime-ra ve/ en la c e l e b r a c i n de 1924. Generalmente, estosh i m-

    Vase AI.VARK/,, 1948, pp. 621-624, quien habla de los aos 1904

    1910, cuando lecadete; "Ecos de todas partes", en LaPatria Ilustrada,vol. 10, p. 7 (12 sep. 1892).

    Pueden leerse reproducciones de algunos deestospoemasen Ai -VARl ' .Z , 1948, pp. 607-621.

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    LA HAZAAPICADL LOS NIOS HLROLS 255

    nos eran cantados por un coro de n i a s de diversas escuelas de la ciudad. La presencia femenina t a m b i n era requerida para recitar las p o e s a s . En 1927, la s e o r i t a JuliaL p e z Velarde l ey el poema "La bestia de oro", de Rafael L p e z . La costumbre de recitar poemas se fue perdiendo en lad c a d a de 1930, y las c r n i c a s de las celebracionesllevadas acabo durante el sexenio de Avi la Camacho ya nohacen referencia a ella. La m s i c a alusiva t a m b i n se fue

    perdiendo poco a poco, aunque m s t a r d a m e n t e .

    Cabe subrayar, sin embargo, que el culto de losn i o sh

    roes se g e s t sin lugar adudas durante elpor f i r i a to . U n fact o r fundamental de ese proceso fue el decreto del 3 marzode 1884, que e s t a b l e c a que en el ColegioM i l i t a r se pasaralista de presentes a los cadetes muertos en 1847. La emoc i n experimentada por los alumnos al or los sagradosnombres de " J u a n de la Barrera, A g u s t n Melgar, . . .!",momento en que d e b a n responder con u n convincen te" ! M u r i por la patria!", era de un efecto enorme. Alvarez

    recuerda la profunda i m p r e s i n que le c a u s , al entrar alestablecimiento, la lista que se le a

    [. . .] en religioso silencio, que l lam poderosamentemi atenc in, cuando loscadetesde ambascompaas , cuadradosmilitarmente, escuchaban la voz de sus respectivos sargentos

    primeros,pasandola lista que invariablemente se iniciaba conlos nombres de los heroicos cadetes.2'1

    Las fiestas de l Centenar io de la in de pe nd en ci a en 1910v i n i e r o n a reforzar las que conmemoraban los acontecimientos de 1847. En aquel ao llegaron, invitados por elgobierno, cadetes de todo el mundo, y las c r n i c a s mencionaban el e s p r i t u de confraternidad que se e s t a b l e c i entre los alumnos del Colegio M i l i t a r y sus invitados. Losestudiantes de diferentes escuelasde la capital par tic ipa ronen una marcha que p a r t i de la Alameda con destino alobelisco situado al pie del cerro, donde depositaron ofren

    das florales.26

    ALVAREZ, 194 8, p. 445 .

    -(> hl Mundo Ilustrado ( 1 8 sep. 1 9 1 0 ) .

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    Vemos en este u l t i m o hecho c m o el recue rdo de los n i o s h r o e s fue lentamente trascendiendo del estrecho mbito ele la a s o c i a c i n cuyo fin p r i n c i p a l era demostrarque el Colegio M i l i t a r representaba lo mejor que t e n a el

    p a s , y del cual s t e d e b a enorgullecerse al c r c u l o msamplio de las autoridades educativas federales, que vieronen este culto un ejemplo p a r a d i g m t i c o : la mejor i n t r o d u c c i n a la e d u c a c i n c vi ca de la n i e z y de la juventud.A par tir de a l l , l leg poco a poco al pueblo mexicano, quede padres a hijos, cuenta esa historia, y al contarla la va

    cambiando y enriqueciendo, tal vez t e r g i v e r s n d o l a aunque salvaguardando lo esencial de ella: la h a z a a de seiscadetes que sacr ifi caron sus vidas po r la pa tr ia cu ando otrosnada dieron por ella.

    El gran escritor y poeta J o s Juan Ta bl ada rec uer da susa o s como cadete durante el p o r f i r i a t o ; confiesa que abor r e c a lavida m i l i t a r , el ani qui lam ien to de la vo lun tad que s t a significaba, "la postiza marcialidad, la actitud fiera y

    ar t i f ic ia l que misc o m p a e r o s se v e a n obligados a asumir,causaban en mi interior una i r r e p r i m i b l e ris a", que po rsupuesto le c o s t innumerables castigos. Sin embargo, elrec uer do m s edificante que c o n s e r v de esa etapa de suvida fue la contemplacicm, en los muros del colegio, de

    [. . .] los retratos de los cadetes h r o e s [que] me hac an elelecto de exhortarme con sus miradas de serenapero enrgica espiritualidad alcumplimientodeldeber,hastael sacrificio

    yel holocausto, segnsu noble ejemplo [. . .] En medio de lafrivolidadde la adolescencia tuve la fortuna de sentir honda yplenamente aquella mxima gloria radiante de pureza ydesin te rs que aureoleaba a loscadetes inmolados ydesde entonces rendirles el culto ms convencido y ms sincero.

    Por todo lo anterior, vemos c m o el m i t o de los n i o sh r o e s l o g r el x i t o : los valores sentido del deber, delhono r y de la lea lta d que encar nan los seis cadetes no

    son exclusivos del universo m i l i t a r , sino que son extensivosal conj un to de los ind ivi duo s que co mp on en la sociedad

    - ' TABLADA, 1 99 1 , pp. 82- 83 y 98,

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    I A H A Z A A K P I C J A O K I . O S N I O S Hb .R OK S 257

    mexicana. El caso de Tablada nos parece s i n t o m t i c o dee l lo , por tratarse de un agudo c r t i c o de los militares de su

    t iempo, que apesar de ello no tuvo n i n g n reparo en rend i r culto a los h r o e s n i o sy ver en ellos un modelo dignode ser imitado.

    E n 1910 Mx ico v iv a la c e l e b r a c i n por excelencia, lad e l Centenario. Con esta fiesta, P o r f i r i o D az q u e r a demostrar a los mexicanos y al mundo entero que la pros

    per idad del p a s se basaba s lo en su permanencia ene l poder. Q u e r a especialmente que as lo ent end ie ra el

    presidente estadounidense Taf t , cuyo gobierno estabam u y disgustado por los coqueteos de D a z con otras potencias: Inglaterra, Francia, Alemania y espiritualmentehablando, E s p a a . La r e l e c c i n p a r e c a seguir su cursosin mayores trastornos, el mismo D az para la presidenciade la R e p b l i c a , y la de su sobrino F l ix Daz para la del a A s o c i a c i n de Exalumnos del Colegio M i l i t a r . La cel e b r a c i n del 8 de septiembre de ese ao c o n t con lapresencia del t o y del sobrino, a c o m p a a d o s del cuerpo

    d i p l o m t i c o . El representante e s p a o l para las fiestas delCentenario fue el M a r q u s de Polavieja, quien v ino expresamente a devolver un uniforme completo que perten e c i a donJ o s M a r a Mor elo s y que h a b a permanecidoen E s p a a . 2 8 El orador p r i n c i p a l fue el licenc iadoJ o s R.Aspe, quien s e g n la c r n i c a , p i n t con v igo r y calidez latragedia sufrida por M x i c o en 1847, "obra de e s p r i t u scalculadores y de ambiciones bastardas". Por su parte, el

    vate e s p a o l Gonzalo de Murga p r o n u n c i una oda "quep o r su g a l a n t e r a extremada hacia M j i c o y sudeseo de l i -garnos ms y ms espiritualmente a E s p a a c o n q u i s t laa t e n c i n y aplauso general". El cronista rio deja de sena-lar cjvic durante el acto "la concurrencia a u m e n t de unm o d o ext rao rdi nar io y se o b s e r v la ausencia del ele~m e n t no r teamer icano ' \ 2 !

    _ s hl Pas (15 sep. 1910)."1| hlPas (9 sep. 1910).

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    LOS A O S R E V O L U C I O N A R I O S

    Durante la lucha armada, la c o n m e m o r a c i n se vio afectada , aunque no d e s a p a r e c i del todo. En 1911, a c u d i alacto el presidente Francisco L e n de la Barra. H a b l el general Samuel G a r c a C u l l a r , quien apesar de advertir queno t o c a r a la c u e s t i n p o l t i c a actual, ya que v e n a representando a la a s o c i a c i n , cuyos fines no eran p o l t i co s , nod e j de tocarla. D e c l a r que el e j r c i t o no d e b a meterseen p o l t i c a , n idejarse guiar por las

    [. . .] muchedumbres que son an n im as , no tienen honor nitradiciones que defender, nacen bruscamente, sugestionadas

    por un sofisma [. . .] y desaparecen sin dejar huella. Encambio elEjrcito tiene un nombre y un honor quedetender;debe estar siempre del lado de la Ley, no importaqu in re

    presenteesa ley, ni quien sea el mandatario; el soldado que noestconforme con el gobierno d eb e r pedir su retiroantesdefaltara la lealtad en l depositada. '"

    El autor de estas palabras c o l a b o r m s tarde con elgobi ern o usurpador de Vic tor ia no Hu er ta que d e r r o c all e g t i m a m e n t e constituido de Francisco I .Madero: G a r c aC u l l a r fue en 1914, precisamente, director del ColegioMil i t a r .

    E n 1912, Madero as is t i como presidente a la celebrac i n en honor a los n i o s h r o e s . " Por las acechanzas delos militares, s ta fue la n i c a a la que l l e g a concurrir.

    Obviamente, la palabra "lealtad" t e n a un pobre s ignif icado entre los militares de aquel tiempo.

    T a m b i n Victor iano Huert a as is t i s lo una vez a esteacto, puesto que luego fue derrocado. El orador, el generalM i g u e l Ruelas, t e r m i n su discurso alabando a los m r t i r e sde 1847 "y excitando al pueblo a que en un f u tu ro , qu i zno lejano, imitara la actitud de aquellos h r o e s n i o s quesupieron guardar la dignidad de la patria frente a la ame

    naza in gen te de los hom bre s de l No r t e " . '" En ese mo-hl Pas (9 sep. 1911).hl Pas (9 sep. 1912).

    '-hl Pas (9 sep. 1913).

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    I A H A / A A P I C A DE EOS N I O S H R O E S 259

    m e n t , Huer ta t e m a ms a la posibilidad de una i n v a s i nestadounidense que al t r i u n f o de la r e v o l u c i n constitu-

    cionalista, encabezada por el gobernador de Coahuila.El ceremonioso presidente Venustiano Carranza fue afi

    cionado aeste tipo de eventos, en cuyas f o t o g r a f a s l y sugab ine te se asemejan muc ho, por sus actitudes h i e r t i c a s ,a estatuasy monumento s. ' 5 3

    LOS P R A G M T I C O S SONORENSES

    R E L E A N A EOS N I O S H R O E S

    L o s sonorenses no se mostraron particularmente entusiasmados de celebrar a los n i o s h r o e s . Sin embargo, el otrocentenario, el de la c o n s u m a c i n de la independencia

    que buscabaigualar en magnif icenc ia al del por f i r i a to,ciertamente a y u d a dar lustre a la ceremonia en memoriade los agui luchos. En 1921, po r pr im er a vez ( s e g n parece)se c e l e b r en el mismo da en que o c u r r i el asalto aChapultepec, o sea, el 13 de septiembre. As i s t i al actoA l v a r o O b r e g n con su gabinete, yh a b l el presidente del a a s o c i a c i n , V c t o r H e r n n d e z Covarrubias, quien fue director del Colegio M i l i t a r en 1913, cuando o c u r r i la famosa escolta de loscadetes al presidente Mad ero . D e s p u sde las guardias en el obelisco, se trasplantaron seis peque o s ahuehuetes alrededor del monumento, y en cada unode ellos se fij una placa con el nombre de los cadetes.

    A menos de quince d a s de haber logrado el reconocimiento de Estados Unidos hacia su gobierno, O b r e g n

    no quiso saber nada de una c o n m e m o r a c i n que a l u d a

    precisamente a la guerra con este p a s . Sea por esta pre

    c a u c i n p o l t i c a , o debido a problemas de salud que pa

    d e c a entonces, el caso es que el presidente estuvo fuera

    de la ciudad durante las fechas festivas. Aquel ao, la

    c e l e b r a c i n en Chapultepec se l l ev a cabo el 9 de sept iembre de 1923, pues el 13, en un acto realizado en las

    instalaciones del Colegio M i l i t a r en San Jacinto (Tacu!5 Excelsior (9 sep. 1921).

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    ba ) , el secretario de Gue rra, Francisco Serrano (q ui en en1927 fue asesinado por O b r e g n y Calles), d e s c u b r i unaestatua de Juan de la Barrera y otra de Vicente S u r ez .S e g n la c r n i c a , las miradas estuvieron puestas en SuMajestad Beatriz I , re ina de los cadetes del ColegioM i l i t a r , quien antes de retirarse, " d e p o s i t una f l o r y unal g r i m a " en ambas estatuas. El orador en turno a c l a r raudo la r a z n de su presencia, para "cumpl i r u n r i t o sagrado, no un acto de revancha, sentimiento que ya no t iene n i n g n mex icano" . 5 4

    El a o siguiente, al conme mor ars e los 100 a o s del Colegio M i l i t a r , la a s o c ia c i n p r e p a r un festejo doble porlo cual se hizo el 14 y no el 13 que i n c l u y una ofrendaen el monumento a Guadalupe V ic to r i a , puesfue d ur an tesu a d m i n i s t r a c i n cuando se f u n d el colegio. Ah or a sasist i O b r e g n , quien se s e n t en la Tr ib un a Mo nu me nt al allado de los sobrevivientes de lajo rna da de 1847. El or adorfue el profesor Francisco C s a r Morales, director generalde E d u c a c i n Pri mar ia de la SEP.A l ser s t e el a o en queO b r e g n a p l a s t inmisericordemente lar e b e l i n delahuer-tista, proclamando su t r i u n f o a los cuatro vientos, las palabras de Morales p a r e c a n dirig idas a un destinatariodistinto del que se declaraba e x p l c i t a m e n t e . El orador, al

    preguntar si lossucesosde Chapul tepec no representabanuna derrota, r e s p o n d a

    [.. .] tal vez, son h r o e s fracasadossi se les vedesdeel punto

    de vista de los que solo reconocen el ideal cuando se presenta en el campo de la v ic to r ia , domeando altiveces y aplastando rebeld as ; mas para nosotros son h roes sublimes

    porque prefirieron sucumbir a doblegarse, y porque su memoria molestar eternamente a los que tienen elhb i to de halagar al fuerte y son esclavos incondicionales del xito , encualquiera de sus mseras formas. . .'*'

    l] hxcelsior (10 y 14 sep. 1923).11 hxcelsior (15 sep. 1924). En este discurso, su autor cita a JosVas

    concelos, cjuien no t en a ni dos meses de haber renunciado como t i tula r de ia Secretar a de E d u cac i n Publica, sesospechaba de simpatizarcon los delahuertistas.

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    I A HAZAA PICA DK LOS N I O S I RO K S 261

    A sy to do , el presidente inv ic to y sus allegados no se dier o n por aludidos.

    Calles tampoco p a r e c i muy afecto aesta c e l e b r a c i n . El13 de septiembre de 1927estabaprevista su asistencia, quea l t i m a hora fue cancelada; a c u d i en su r e p r e s e n t a c i nu n funcionario de la S e c r e t a r a de Guerra. Tal vez la ausencia de Calles se d e b i a que ese mis mo d a se aprehend i al general J o s Domingo R a m r e z Garrido (quien en1923 fue d ir ec to r de l Colegi oM i l i t a r ) , acusado de fraguaru n co mp lot para asesinar a O b r e g n . 3 h En 1928 en med i o de la expectativa por elj u i c i o de J o s de L e n T o r a l ,asesino del presidente electo A l v a r o O b r e g n , tampocoas i s t i Calles. En estac e l e b r a c i n , y en la del ao anterior,ya no se indica que la a s o c i a c i n haya organizado el evento , aunqu e lo presenciaron sus miemb ro s y alg uno de ellosh a b l en la tr ibuna. 3 7

    E n 1932 tampoco se c o n t con la asistencia presidencialy la c e l e b r a c i n tuvo un c a r c t e r m sc ivi l . Fue organizadap o r el Dep art ame nto Centra l (o DDF) y no por las autori

    dades militares. El representante del presidente AbelardoL . R o d r g u e z fue e ljefe del Depar tam en to Cen tra l y no u nfuncionario de laS e c r e t a r a de Guerra. Se entregaron banderasa diversas escuelasoficiales, y el or ad or p r i n c i p a l fuee l seor Al fonso Herrera, quien e x p r e s su ardiente deseo

    porque cada alumno de kindergarten, primaria,secundar i a y facultades desfilara ante ese monumento con las palabras d el h i m n o naci onal: "Patria m a, piensa que el cielo

    u n soldado en cada h i jo te dio".E n ot ro acto, m s modes to p er o tal vez m s s im b l i co ,lo s n ios de la "Escuela N i o s H r o e s de Chapultepec" representaron lo sucedido h a c a ya 85 a o s

    !,l Excelsior (14 sep. 1927). Finalmente no se le c o m p r o b naday fuedejado en libertad.Ramrez Garrido h ab a participado en la rebel indelahuertista, logrando escapar a Cuba. Lo ex t r a o es que fue Calles

    quien permiti)aaqu l regresardel exilio en 1926.Despusdeestaacu-sacicnt, de la que no se encontraron pruebas, Ramrez Garridovolvi)asalir del pas.

    " Excelsior (14 sep. 1927) yExcelsior (14 sep. 1928).

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    [.. .] con irreprochable propiedad [seala el reportero] realizaron tres dramatizaciones alusivas a los Aguiluchos de

    Chapultepec: "loscadetesdel 47"," h r o e s de Chapultepec"y "deber heroico" que fueron de tal fuerza his trica, de tale mo c i n , de tal contagiopatrit ico, que aquellosn iosartistas lueron estruendosamente aplaudidos en cada caso. 38

    El. T R N S I T O A l.A C I V I L I D A D : EL M I T O DE LA R E V O L U C I N

    A L I E N T A A L DE LOS N I O S H R O E S

    E n 1935 el presidente L z a r o C r d e n a s estaba precisamente dedicado a esto mismo, a ser presidente. Por esosd a s de septiembre, la purga de elementos callistasl l e g al a C m a r a de Diput ados : la noticia del desafuero de varios de ellosacusados por la balacera que h a b a estallad o dentro de la C m a r a y que p r o v o c la muerte de doslegisladores ocupaba las ocho columnas de los p e r i d i cos. O t ro asunto de i n t e r s era el presupuesto de la U n i versidad Nacional A u t n o m a de M x i c o , y la m a a n a del

    13 de septiembre C r d e n a s r e c i b a en audiencia al rectorFernando Ocaranza, mientras que en Chapultepec presid a n la ceremonia J o a q u n Amaro, dir ec tor general deE d u c a c i n M i l i t a r y Luciano K u b l i , director de A c c i nCvica del D D F . 3 9

    E n los a o s cardenistas, la o r g a n i z a c i n de estos eventosp a s a ser casi por completo obra del gobierno, t r a t r a s edel DDF, de la SEP, o de la presidencia. La a s o c i a c i n s l o

    participaba como invitada. T a m b i n se c o m e n z entoncesa uni r el m i t o de los n i o s h r o e s al naciente de laR e v o l u c i n . Los hechos de armas comenzaban a alejarseen el ti empo y pe rd er la sustancia p o l t i c a que los r o d e ensu momento, para pasara con for ma r una epopeya n i c a yh o m o g n e a . En 1938 se i nv i t a los representan tes de " losveteranos del 47" y t a m b i n a los de Veracruz en 1914.Para adecuarse a los nuevos tiempos, la a s o c i a c i n organiz una velada en homenaje a la Escuela Naval M i l i t a r de

    Excelsior (14 sep. 1932).El Lhiiiiersal (14 sep. 1935).

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    I A HA/ANA PICA DE LOSNIOS H ROES 268

    Veracruz,durante la cual se a a d i e r o n los nombres de losdos alumnos muertos en 1914 a la lista de los cadetes de

    1847. En su a l o cu c i n , el licenciadoBelisario Becerra dijoque los nombres de " JosAzueta yV i r g i l i o Uribeya tie nenu n lu ga r en el alma del pueblo mex ica no y sus figuras seu n e n a las de los n i o s h r o e s " . 4 0

    La costumbre de pasar lista de presente a los cadetesmuertos en 1847, que se realizabadesde h ac a ti em po en elColegio M i l i t a r , e m p e z a formar parte del r i tual anualde l 13 de septiembre a part ir de 1941. En el acto celebrado aquel a o se o t o r g la medalla A la lealtad a los excadetes que en 1913 escoltaron a Maderodesdeelcastillo deChapultepec hasta PalacioNacional, mien tras la Ciudadelaera asaltada por los golpistas. 4 1 Este hecho de la Revolucinya posea lad i m e n s i n de una leyenda y de esta manera, seentrelazaba con el de la defensa de Chapultepec.

    El . ACERCAMI ENTO C O N E S T A D O S U N I D O S ,

    O B S T C U L O PARA I A CELEBRACIN

    Manuel Avi la Camacho tampoco fue muy adicto a esteaniversario, lo que se explica por diferentes circunstancias. La primera, es la notable m e j o r a en las relacionescon Estados Unidos, que t e r m i n con problemas aejosque p a r e c a n insolubles, gracias a la Co m is i n de Reclamaciones (por d a o s ocasionados a estadounidenses du

    rante la Rev o lu c i n ) y la i n d e m n i z a c i n a las co m p a a spetroleras por la e x p r o p i a c i n sufrida en 1938. Pero nos lo se trataba de un mejor entendimiento entre ambasnaciones, sino que ex is t a ahora un v nculo todava mssignificativo: Mxico y Estados Unidos se convirtieron enaliados durante la segunda guerra mundial . En ese contexto, el recuerdo de la invas in estadounidense no eralo m s apro piad o para u n presidente que q u e r a conven-

    10 hl Universal (14 sep. 1938).Hoy,nm. 239 (20 sep. 1941). Enesteacto no estuvo presente Avila

    Camacho.

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    cer a sus connacionales de los beneficios de la alianzaco n Estados Unidos.

    L a segunda r a z n que explica la reticencia presidencialhacia la c o n m e m o r a c i n , aunque no es tan evidente, influy pos iblemente en su ac ti tud hacia ella. El 10 de abr i l de1944, cuando el presidente arr ibaba a Palacio Nac ional y sed i s p o n a a subir al elevador, el teniente J o s Antonio de laLama Rojas se c u a d r ante l, al ti empo que e x t r a a una pistolay le disparaba a quemar ropa . La americana del generalt e n a una malla de acero, por lo que el proyectil no lo alc a n z .El propio presidente s o m e t i alagresor, quien mstarde, al ser interrogado sobreel mot iv o del atentado, slose l a m e n t de no haber log rado su objetivo. A l d a siguiente s e g n parece al teniente De la Lama le aplicaron la" ley fuga". El magnicida frustrado h a b a sido alumno delColegio M i l i t a r , y era un ferviente nac iona lis ta que inclusoh a b a publicado un folleto sobre los s m b o l o s patrios, destacando el elogio que h a c a de losn i o s h r o e s . A d e m s , eld a del atentado llevaba debajo de sus ropas militares una

    bandera nacional alrededor de su cuerpo.1 2

    A q u la referencia al acto heroico de Juan Escutia es ms que evidente:sibien s t e lo l lev acabo como una ofrenda en honor a la

    patria, aq u l c r e a que matar al presidente, a costa de su prop ia vida,era el mayor sacrificio que un mexicano p o d a realizarpara salvarla acabando con lo que consideraba ser unap o l t i c a entreguista hacia Estados Unidos.

    Por otra parte, los miembros de la a s o c i ac i n v e an

    c m o el centenario de 1847 se acercaba y t o d a v a no exist a un monumento digno que perpetuase la memoria delos aguiluchos. Tampoco se h a b a hecho nada por encontrar sus restos mortales. A esto mismo a l u d a el generalT o m s S n c h e z H e r n n d e z en su discurso del 13 de septiembre de 1944: se lamentaba porque lagente que a c u d aal obelisco c r e a que ah estaban los restos de los n i o sh r o e s , lo cual no era cierto; alentaba su b s q u e d a , s e a lando que un miembro distinguido de la asociacicm, el general Torrea, c o n o c a a su vez a un "viejo y ameritado

    '- Sobre elcaso,vase TARACENA,1977, t. 2, pp. 191-198.

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    I A HAZAAPICADE LOSNIOSHROES 265

    general", que s a b a d n d e d e b a n buscarse. 4 3T i e mpodesp u s , se d e m o s t r a r a que si uno e s t animado por el fer

    viente deseo de encont ra r algo, lo m s seguro es que loencuentre, como s u c e d i con los restos de C u a u h t m o cque " e n c o n t r " Eulalia G u z m n .

    L a a s o c i a c i n , cada vez ms e m p e a d a en su a f n porconstruir monumentos, se a c e r c al lugar menos adecuadoen busca de apoyo: el despacho presidencial. El primermandatario les o f r e c i ayuda mat eri al y a c e p t la presidencia h o n o r f i c a del " C o m i t Pro-monumento a los

    N i o s H r o e s " . Finalm ente, el den omi nad o "Presidentecaballero" no c u m p l i con lo pr om et id o, ys e g n u n ex in tegrante de ese c o m i t ; "desgraciadamente el general AvilaCamacho no c u m p l i su ofrecimiento, dejando e s c a p r s e le el alto honor de ser l quien hicierajusticia, en esa forma, a nuestros N i o s H r o e s " . 4 4

    L A CICATRIZACIN DEUNAHERIDA: ELCENTENARIODE 1847

    M i g u e l A l e m n i n i c i su gobierno con la p o l t i c a del"buen vecino" y las relaciones entre M x i c o y EstadosUnidos se v o lv i e r o n inmejorabl es. El 3 de marzo de 1947,

    p o r pr im era vez, u n presidente estadounidense p i s el suelode la capital de la R e p b l i c a . Uno de losactosm s s ignif icativos fue la ofrenda y guardia de honor que Harry S.Tr u m a n d e p o s i t en el obelisco a los n i o s h r o e s . Antes

    h a b a s e a l a d o que las intervenciones eran yacosa del pasado. Los periodistas aseguraron que as " c i c a t r i z parasiempre una vieja herida naci onal " . 4 5No obstante, algunos

    4:^El Nacional (14 sep. 1944). En este acto no estuvo presente Avila Camacho.

    4 4 AIVAREZ, 1948, p. 580. Por su gentileza y buenas maneras, AvilaCamacho fue conocido por elsobrenombrede "elPresidente caballero".

    4'^TARACENA, 1979, p. 105 yTORRES, 1984, pp. 161-162. Casi dos meses

    d es p u s , Alemn correspondi la visita;viaj a Washington donde fueaclamadopor una gran mul ti tud. Elpresidentemexicano asisti al cementerio deArlington, lugar en el que deposit una ofrenda en la tum

    ba delSoldadoDesconocido. TARACENA, 1979, pp. 109-111.

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    266 E NRI QUE PE ASE NUA DE EA PARRA

    pensaban que la herida s e g u a abierta : la ofrenda dejadap o r T r u m a n d e s a p a r e c i misteriosamente y c o r r i el ru

    m o r de que un grupo la h a b a arrojado a las puertas de laembajada estadounidense. 4 6

    A r a z de esta casi u n n i m e " c i c a t r i z a c i n" , los programas del centenario cobraron nuevos b r o s . Durante la p r i mera presidencia c iv i l de la p o s r e v o l u c i n , la a s o c i a c i ntuvo que resignarse a un hecho que ya se v e n a perfilando:l a c e l e b r a c i n del 13 pasaba a depe nder netamente del m b i t o gubernamental, y ms particularmente, del presidente de la R e p b l i c a . El proyectopresentado por laasoc i a c i n fue desechado por el gobierno, aduciendo locostoso que resultaba e r ig i r un monumento. La a s o c i ac i nh a b a pensadoco nst rui rlo en laglorietaJu an de la Barrera(en la avenida Chapul tepec y calzada de Tacubaya) po r serel lugar donde m u r i el valeroso teniente. A d em s ' , se quer a construir un museo y un p a n t e n para depositar all losrestos de losseiscadetes.En camb io, el gob ier no a c e p t lapropuesta del arquitecto A r a t n Echeearav eme se l lev a

    cabo donde e s t a a la Fuente de las Ranas, "con el consiguiente disgusto de los miembros de la A s o c i a c i n delC o l e l o M i l i t a r a los oue no se t o m en cuenta" 4 7 El ore-sidente A l e m n a c u d i el 13 de septiembre de 1947 a colocar la primera piedra de este mo nu me nt o, "Defensoresde la Patria" (pero mejor conocido como " A l t a r a laPatria ") el hem ici clo m e actualmente conocemos 4 8 Unode los oradores el lic enc iado v eeneral A a r n S e n z dec l a r oue "no s p r e t e n d a desenterrar agravios ni revivirpasionesoue el ti em po ha mar ch it ad o sino el deber de invocar el rec uer do de u n fracaso gl or io so ". A l te rm in ar elacto "e l nneh lo desde l is colinas del cer ro vitoreaba a losh r o e s y al pres iden te A l e m n " . 4 "

    Ese mismo da, en la C m a r a de Diputados, los presidentes del Congreso y del senado, Alejandro G m e z Ma-

    '" TORRIS, 1984, p. 165.1 7 CHYARRI , 1960, p. 235.

    4 S ste fue inaugurado por A lemn el 27 de noviembre de 1952. ' V i / A Y , r , W ( 4 s e p . 1947).

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    LA HAZAA PICADL LOSN I O S H L R O L S 267

    ganda yF ide l Ve lz que z , descubrieron la i n s c r i p c i n " A losN i o s H r o e s de Chapultepec". Estuvieron presentes

    representantes del cuerpo d i p l o m t i c o y una comitiva decadetes.' 0

    U n a sociedad deseosa de rendir culto a determinados" h r o e s " necesita de algunos restos mortales susceptiblesde convertirse en el centro y el foco de las ceremonias cvicas. El centenario de 1847 r e s u l t e l momento propiciopara "descubr i r" los restos de los seiscadetes. El generalTor rea fue comisionado por el secretario de la Defensa,

    Gilber to R. L i m n , para i n ic ia r la b s q u e d a , y cinco dasd e s p u s , en el lugar conocido como Ahuehuetes de Mi ra -m n , fueron encontrados seisc r n e o s que, s e g n dictamena n t r o p o l g i c o , p e r t e n e c a n a cinco esqueletos mascu linos

    j v e n e sy a uno adulto. El presidente A l e m n n o m b r unac o m i s i n de historiadores que dictaminara si esos restosp e r t e n e c a n efectivamente a loscadetes de 1847.s ta conc l u y a fir mat iva men te, con pruebas que dejaban, sin embargo, m uc ho que desear.En efecto, y entre otras cosas,si

    Torrea , y antes de l otros miembros de la a s o c i a c i n sab a n d n d e estaban sepultados los restos, p o r q u espera ron 100 a o s para desenterrarlos y proporcionarles unlugar m s di gn o donde reposar? ' 1 A d e m s , los que formar o n parte de la c o m i s i n eran obviamente parciales en elasunto, ya que eran miembros de la a s o c i a c i n o estabanrelacionados con ella: tales eran loscasos de Juan ManuelTorrea,J o s M a r a lva re z yAlber to M a r a C a r r e o .

    Pero el centenario r e q u e r a forzosamente la presenciade esos restos para avivar la flama del culto a los h r o e s .Fue as como el 14 de septiembre, en la plaza de laC o n s t i t u c i n , fren te a Palacio Na cional , fue levantado u nt m u l o con seis urnas de plata que c o n t e n a n los presuntos restos de los n i o s h r o e s . A l e m n y su gabinete montaron la primera guardia. D e s p u s , fue el pueblo quiende s f i l ante las urnas, cumpliendo as eldeseo expresado

    El Nacional (14 sep. 1947)., ! Me baso aqu en los estudios de GARCA M I \ O / y FRITSCIII. ACIAI S,

    1989, pp. 91-95, y en el serio ctiest ionamiento que1hacen aestehalla/go.

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    por Alfonso He rr er a en 1932. De lzcalo, las urnas fuerontrasladadas en solemne co rtejo en cier to sentido, similar

    al de 1849 a la Sala de Banderas del ColegioMi l i tar enPopotla, donde segn su dir ecto r,LuisAlamil lo Flores, semont a r a una guardia permanente, las 24 horas de los 365das del a o . ' 2

    En 1950, la ceiehrac in uvo tambin como teln de fondo la "b ue na vec in da d" . El embajador estadounidenseWalther Th ur st on , por encargo segn di jo del pueblonort eamer icano y del presidente T r u m an , e n t r e g 12 ban

    deras que en 1847 fueron tomadas y llevadas a EstadosUnidos. La entrega s imblica fue hecha por cadetes deWest Point a sus iguales del ColegioMil i tar .' 3

    E l . PRESIDENTE DE IA R E P B L I C A , INVITADO IMPRESCINDIBLE

    A part ir de 1953, todas las celebraciones se real izaron en el

    nuevo m on um en to , con sus seis antorcha s erguidas.Fueron ceremonias m s breves, pues los asistentes ya no

    deb an trasladarse de laT r ibuna Monumen ta l al Obeliscocon el fin de depositar las ofrendas. T a m b i n se estableci

    la c os tumbr e de que el jefe de l ejecutivo llega ra acompa a d o de l presidente de la Sup rema Cort e de Justi cia de la

    Nac in y de los presidentes de lasC mar as de Dipu tados ySenadores, pues se trataba ya fo rm al me nt e de un home

    naje de los tres poderes de la Un i n . T ambi n se redujo

    paulatinamente eln m e r o de oradores, pues uno solo hablaba a nombre de los tres poderes, y o t ro fue casi siempre

    un cadete. As se verific la conm emorac icm de 1954, a laque asisti Adolfo RuizCor t ines . 3 4

    Durante el periodo de Adolfo Lpez Mateos encontra

    mos otra i nnovac in que persiste hasta nuestros das. Elpresidente entrega s imbl icamente seis espadines a igualn m e r o de cadetes. Este r i to simboliza la entrega y el he-

    bl Nacional (15 sep. 1947).:>

    ''ElNacional (14 sep. 1950).M

    ElNacional (14 sep. 1954).

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    LA iIAZAAPICADELOS NIOSHROES 269

    r o s m o que deben pe rd ur ar en los alumnos del ColegioM i l i t a r , pero t a m b i n realza la figura del ejecutivo en esta

    ceremonia. En tiempos de Po r f i r io Daz , por ejemplo, s tem a n t e n a un a ac ti tud pasiva,puesse limitaba a depositar laofrenda y a mo nt ar guard ia. A d e m s , al ir desapareciendoelementos de ornato anteriores, como los poemas y lam s i c a , lo que ms d e s t a c en la ceremonia fue la figura

    presidencial. Los oradores aprovecharon la o c a s i n parag lo r i f ica r las h a z a a s de losh r o e s n i o s yt a m b i n las presidenciales. El senador A n d r s Serra Rojas, el 13 de sep

    t iembre de 1964,dirigiendo

    su mirada al presidium dondese encontraba A d o l f o L p e z Mateos, d i jo : "hace seis a o sl a n a c i n le e n t r e g su destino y hoy puede usted repetiren estaaugusta c o n m e m o r a c i n : no s lodevuelvo la patriaque me en tre gar on, la devuelvo m s grande, m s un id a yc o n los ojos l impiospar a ver el po rv en ir ", prov ocan do conello una cerrada o v a c i n . " L p e z Mateos [ a a d e por su

    parte el r epo r te ro ] , que se h a b a calado unos anteojos oscuros no m o v i u n m s c u l o de la S lo in c l in l ige

    ramente lacabeza." '5

    LOS N I O S HROES: M O D E L O DEUNA JLrVT-NTUD ESTUDIOSA

    E n la primera quincena de septiembre de 1968, la huelgaestudiantil p a r e c a pe rd er fuerza y el rec tor Javier Ba rrosSierra h a b a conminado a los estudiantes a regresar a cla

    ses, pe ro sin abando na r la lucha. La mayor parte de lasociedad, ad or mi la da por el aut ori tar ism o y el desarrollis-m o , c r e a que se era el mejor de los mundos posibles, yv e a en los estudiantes huelguistas av n d a l o sy delincuentes,pero lai r r u p c i n del e j r c i t o a laUNAM el 17 de septiembrem o d i f i c sensiblemente esta imagen. A la ceremonia enChapultepec, D az Ordaz a c u d i a c o m p a a d o de su gabinete. El pr im er orad or, " en r e p r e s e n t a c i n de la ju ve nt udm i l i t a r " , fue el cadete S a l H e r n n d e z Dorantes. Declar)

    :)J Excehior (14 sep. 1964).Lpez Mateos sufra de intensos dolores decabeza producidos por la migraa, por lo que usabalentesoscuros.

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    2 /O L N R I Q L L PIASLNC1A DL LAPARRA

    que losn i o s h r o e s h a b a n dado alp a s personalidad anteel mun do , y que nosotros "somos herederos de tan subli

    mes ejemplos y por ello estamosobligados a la s u p e r a c i nyal estudio"; po r lo tanto, elh e r o s m o d e b a conseguirse enlas aulas. Por su parte,Alfredo V . Bo n f i l consideraba que lajuventud pod a optar por dos caminos, el de aquellos quequieren demoler lodo lo constin ido por generaciones an-teriores, o el de quienes valoranesasexper iencias, pe ro rechazan sus aspectos obsoletos con elp r o p s i t o de construiru n mejor futuro. 1 ' 1 Es evidente que con estos s e a l a m i e n t o sel orador descalificaba de antemano el movimiento estud i a n t i l , pues le achacaba simple y llanamente el deseo deacabar con todo. Con estas palabras, se g a n el aplausode la concur renc ia y mu y espec ialmente, el de D az Ordaz,quien se le a c e r c para darle un abrazo, ya que seguram ente ni l mism o p o d a haber encontrado un mensajem s conveniente. En la foto publicada por el p e r i d i c o ,vemos a las personalidades del r g i m e n diazordacista montando guardia, y encima de ellas, colocado sobre el hemi

    c ic lo , un adorno f lo ra l que rezaba: "Ejemplo para laj uven t ud mexicana".

    El exsecretario de G o b e r n a c i n de D az Ordaz, ya en lapresidencia, i n t e n t rehuir su responsabilidad en la matanza de Tlat el olc o, to ma nd o la ban der a de lajuventud. Fueas como c o l o c aj v e n e s p o l t i c o s en puestos importantesde su gobierno. 3 ' En 1 971, el or ad or que h a b l a nombrede los tres poderes fue el j oven secretario de A c c i n Edu

    cativa de la C o n f e d e r a c i n Na cio na l Campesina, H c t o rH u g o Olivares Ve ntu ra , qu ie n se h e r m a n con lo s jvenesde tod o el mun do "q ue ha n hec ho de la jus ta protesta sue x p r e s i n cotidiana y su bandera de lucha". ' 8

    >f>hl Nacional (14 sep. 1968).J ' Como en loscasosde Fausto Zapata, Francisco JavierAlejo, Carlos

    Armando Biebrich.|H hlNacional (14 sep. 1971).

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    I A H A / A A EPICA DE EOS N I O S H R O E S 2/1

    LAS H A Z A A S DE EOS N I O S H R O E S Y LAS DE LOS PRESIDENTES

    Por p r imera vez, en 1976, elje fe d el ejecutivo c o n c u r r i alevento a c o m p a a d o por el presidente electo el granelector con el un gi do . El pr im er o en el c r e p s c u l o de susexenio y en medio de serios cuestionamientos hechos a su

    p o l t i c a e c o n m i c a esperaba no ser olvidado, vituperado, o si se quiere, traicionado. En Chapultepec, LuisE c h e v e r r a yJ o s L p e z P o r t il l o oyeron al orador en turnoy luego se trasladaron aTlalpan para inaugurar las nuevas

    instalaciones del Colegio M i l i t a r . Ah, el orador fue elgeneral Hermenegildo Cuenca D a z , quien dio las orientaciones para los nuevos cuadros formados por este colegio : ahora, el e j r c i t o d e b e r a u t i l i z a r "sus armas para ladefensa y seg uridad de la pat ria y no como med io de opres i n en contra de la c i u d a d a n a " , y sus soldados d e b e r a ncontr ibuir al desarrollo nacional y ayudar a lap o b l a c i n civi l en caso de desastre. Finalmente, r e i t e r la lealtad deque el Colegio M i l i t a r siempre h a b a dado test imonio. 5 9

    Esta fue efectivamente la palabra clave de aquella celebrac i n : en el muro de la tribuna de honor, donde se encontraba el futuro presidente de M x i c o , se p o d a leer escritaen gigantescas letras, la palabra "Lealtad".

    A partir de entonces yhasta la actualidad, el presidentei r cada 13 de septiembre de Chapultepec a Tlalpan parainaugurar los cursos del ColegioM i l i t a r . De hecho, asisteauna segunda c e l e b r a c i n , pues entre los ejercicios que ha

    cen los alumnos, destaca la e s c e n i f i c a c i n de la batalla deChapult epec que cu lmi na con el acto pro tagon iza do po rJuan Escutia, mismo que realizan decenas de cadetes, envueltos en sendasbanderas nacionales.

    E n septiembre de 1979, lanoticia dominante era el derrame de p e t r l e o en el pozo Ix toc-1 y las posibles repercusiones d i p l o m t i c a s que este accidente t e n d r a , justocuando los presidentes C r t e r y L p e z Po r t i l l o iban a en

    trevistarse en Washington a fines de mes. El orador en turno durante la c e l e b r a c i n fue el diputado Pedro Pablo

    ^ ElNacional (14 sep. 1976).

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    Cepeda, quien d e c l a r "que el mu nd o vive entre agresiones de diferentes m v i l e s , aunque con intenciones iguales:

    que los pa s e s c o n t i n e n divididos s e g n los intereses y lasfuerzas de los poderosos". S e a l t a m b i n que la autodet e r m i n a c i n de los pueblos s e r a bandera permanente enel concierto de las naciones ypredij o que con el p e t r l e o ,M x i c o p o d r a obtener su independencia e c o n m i c a , peroque "esta posibilidad n i c a en nuestra historia nos debehacer volver los ojos a la esencia nacionalista que p r o v o c el acto hero ico que ho y record amos. S l o as seremos con

    gruentes con nosotros mismos y con laactitud de estosj venes c a d e t e s " . ( ' La costumbre q u e r a que el director delColegio M i l i t a r fuese el quepasara lista,pero L p e z Portillon o pudo resistir lat e n t a c i n de ser l qu ie n pr on un ci ar a elnombre de los seis cadetes muertos por la patria. En esemomento no era an un presidente devaluado, sino el lder de M x i c o , una potencia media.

    A escasos 13 d a s de la n a c i o n a l i z ac i n de la banca, anombrede los tres poderes, h a b l eldiputadoJ e s s SalazarToledano, quien s e a l que con la n a c i o n a l i z a c i n se rescataba el poder negociador del Estado y su capacidad para decidir desde una p o s i c i n de fuerza; a c l a r que lamedida "no es fruto de un momento de audacia, sino resultado de una c o n v i c c i n que ha resistido dudas y cues-t ionamientos i d e o l g i c o s , p o l t i c o s y e s t r a t g i c o s ; esrespuesta de una v o c a c i n que viene del fondo de laHistoria" . T e r m i n s e a l a n d o que en las actuales circuns

    tancias, elsacrificio de losseis cadetes " d a r fuerza y aliento en las filas del pueblo". ( ' 'Ante tal audacia presidencial,era obviam ente impensab le que se repitie ra, co mo seisa o s a t r s , la asistencia conjunta del mandatario en funciones con el electo.

    Es significativo que en 1988, a o de elecciones pre

    sidenciales competidas y cuestionadas, y con una amplia

    p a r t i c i p a c i n p o l t i c a de la sociedad c ivil , hubiese dos ce

    lebraciones. La primera c o n t con la asistencia del presi

    ''"Uno ms uno(14 sep. 1979).1,1 Uno ms uno (14 sep. 1982).

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    dente Miguel de la Madr id y su gabinete, y en ella e l d iputado V c t o r Hugo Celaya af i r m que ve a en lagesta de los

    n i o s h r o e s e l anticipo de la Reforma y de la R ev ol uc i n,y s e a l t a m b i n q ue e l gobierno de Miguel de la Madr id

    [. . .] pasar a la historia como aquel que supo impulsar unanuevaetapa en la revolucim mexicana, que logr el impulsoque condensa un pasadoglorioso con los requerimientos actuales, que prepar a la nacin para acceder al futuro y a lamodernidad, realizando los cambios estructurales que la nac in reclamara.

    L a otra c e l e b r a c i n se r e a l i z m s tarde en el mismo l u gar, el "Altar a la Patria", donde Domingo Mar t nez , de lacolonia Pensil, ley un documento a nombre de l " M o v i mien toJuvenil Chinaco" que a h se co ns t i tu y y en el cualse sea laba que e l gobierno n o t e n a autor idad moral n ip o l t i c a para reivindicar a la juventud mexicana, porqueera el responsable de su miseria y desempleo, y que ade

    m s , laj uven tud e ra v c t ima constante de la brutal idad policiaca. E l documento subrayaba qu e en el pasado ya seh a b a n dado muestras de "entrega solidaria" como en lossismos de 1985 y en ese a o de 1988. 6 2 Cabe destacar queen la ceremonia d el " g r i t o " t a m b i n estallaron muestrasde inconformidad, cuando cientos de jvenes lanzaronconsignascontra e l gobierno y a favor del excandidato presidencial C u a u h t m o c C r d e n a s , siendo por e l lo golpea

    dos por la pol ic a en e l zca lo capitalino.'1

    '

    E L ESTADO CONTRA SUS PROPIAS CREACIONES MTICAS

    E l e s c n d a l o suscitado por los nuevoslibros de texto de hist o r i a para la escuela primaria d o m i n e l panorama en1992. En efecto, estos libros in tentaron desmitificar m u chos hechos ynombres de nuestra historia. Pero tal vez en

    )_ La Jornada (14 sep. 1988).(>'1 I M Jornada (17 sep. 1988).

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    ese intento por proporcionar figuras menos m a r m r e a s ym s humanas, lo que se l o g r , p a r a d j i c a m e n t e , fue quitar

    a losh r o e s lo que t e n a n de humano: laposibilidad del sac r i f i c io supremo, del deber absoluto, casi p a t o l g i c o , quelos llev a realizar o que l lev a los historiadores a inventar aquellas h a z a a s tan celebradas. As , en esosl i bros desaparecieron los nombres de losseiscadetes,y el deotra figura heroic a precoz: el P ip i la , de la guerra de inde

    pendencia. Las c r t i c a s a estas omisiones fueron estruendosas y los libros tuvieron que ser retirados, si bien otrasconsideraciones y t a m b i n muy diversos errores contribu

    yeron a e l lo . En ese contexto, la ceremonia del 13c o b r uni n t e r s inusitado. Marcelo Ebrard, secretario general delDDF, r e i t e r las i g n i f i c ac i n toral de 1847, la de lucharhasta el final por la patria; t a m b i n se r e f i r i al liberal ismosocial y al Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol).Tanto fue el i n t e r s despertado por el tema, que losreporteros se acercaron al presidente Carlos Salinas deGortari para preguntarle la s i g n i f i c ac i n de esta ceremo

    nia, a lo que este l t i m o r e s p o n d i :

    Nosotros siempreestaremosdispuestos a promover el recuerdo de este hecho h istr ico, de esa memoria gloriosa paranuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Especialmente, demanera extraordinaria,estos n ios , verdaderos h r o e s de lahistoria de M x i c o . M

    L a noche del " g r i t o " , el 15 de septiembre, el presidente Salinas a a d i por primera vez en la historia de estac e l e b r a c i n u n viva a los n i o s h r o e s . A l d a siguiente,el orador o f ic ia l del acto conmemorativo del i n i c i o de laindependencia fue el secretario de E d u c a c i m P b l i c a ,Ernesto Z e d i l l o , quien en varias ocasiones m e n c i o n a loscadetes de 1847; entre el p b l i c o que a s i s t i al acto en lacolumna de la independencia s o b r e s a l a n pancartas qued e c a n : "los N i o s H r o e s , parte esencial de nuestra histor ia" . Muchosvieron en esteacto, y en el de l " g r i t o " , u n

    (l1 LaJornada (14 sep. 1992).

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    desagravio a la memoria de esos hroes juveni les . ( Finalmente, el 15 de septiembre de 1994, Salinas de Gortari, des

    de DoloresHidalgo, r e i t e r su " V i v a n losN i o s H r o e s ! " .

    I V

    E l recorrido seguido hasta a q u nos lleva a reflexionar nos l o acerca de laforma en que un conjunto de hechos hist r i c o s se van transformando en un m i t o , sino en la manera en que s t e es util izado para diversos fines y para la

    j u s t i f i c a c i n de distintas po l t i ca s .El hecho h i s t r i c o necesita ser reformulado para con

    vertirse en m i t o . Eso s u c e d i con los n i o s h r o e s , a partirde los cuales se for j u n mi to que surge de ciertos acontecimientos sufici entemente com pro bados y de otros que nol o son. Sin emb argo , estos l t i m o s no son mera f a n t a s a , yaque tienen su r a z en otras h a z a a s realizadas por otrospersonajes durante esa mismagesta, como Zuazuo y X i c o -

    t n c a t l . Eneste sentido losn i o s h r o e ssintetizan todos loshechos heroicos de la guerra de 1847.

    Otro elemento importante para la c o n f o r m a c i n delpresente mito lo encontramos en el entorno s i m b l i c od e l lugar en que se g e s t : Chapultepec. El castillo en lacima del cerro, el bosque, los ahuehuetes, son elementosindispensables de su a m b i e n t a c i n , en el momento de suc e l e b r a c i n anual.

    L a sobrevivencia de un mi to c v ico requiere de su celeb r a c i n , o sea, de su r i t u a l i z a c i n . Esta ha obedecido, a lolargo del tiempo, a distintos m v i l e s . Hemos visto c m os u r g i en un pr incipio para dar relieve a una i n s t i t u c i ncastrense,el Coleg ioM i l i t a r . Sus pr om ot or es buscaban quee l Estado reconociera al colegio como el paradigma de lasvirtudes militares. Ms adelante, fueron los jefes militaresen su conjunto quienes tomaron las riendas de este r i t ua l .E l e j r c i t o pos rev olu ciona rio fue cuestionado por la socied a d debido a la c o r r u p c i n y a lafalta de profesionalismo

    LaJornada (17 sep. 1992).

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    que imperaban en l. Por e l lo , el recon oc im ie nt o a los cadetes de 1847 p r e t e n d i contr ibuir a cambiar esa imagen,

    dignificarla, al mostrar que la lealtad que tanto faltabaentre losmilitares fue lav i r t u d excelsa de seisde ellos yas , por a n a l o g a , hacer creer que s t a era extensiva a todossus miembros. Cuando se p r o f e s i o n a l i z , y sobre todocuando el poder civil s u s t i t u y al m i l i t a r, l a c e l e b r a c i n am

    p l i sus p r o p s i t o sy losseis cadetes pasaron a ser ejemplopara toda lajuventud mexicana. Por eso los n i o s h r o e sadquir ieron el rostro de todos los n i o s de M x i c o , de ahque en sus distintas representac iones ret ratos , estatuas,estampas escolares, sean tan parecidos entre s, para inf e r i r que ese n i c o rostro p o d a ser el de cualquier n i omexicano.

    A l dejar sus armas, los n i o s h r o e s perd ier on paulatinamente el referente b l i c o que anteslosh a b a caracterizado,en mayor o menor medida: la defensa ante la invas inestadounidense. Coincidiendo con lad e s a p a r i c i n de estamolesta a l u s i n , el presidente de la R e p b l i c a c o m e n z a

    asistir reg ula rmen te al evento. Fue entonces cuan do las haz a a s de los aguiluchos empezaron a ser opacadas, o msbien, aparecersea las del primer magistrado de la n a c i n .E n un sistema con un presidencialismo tan marcado, loscadetes se transformaron en los ms fieles y discretos asesores presidenciales.

    E n el int r inc ado cami no de esta c e l e b r a c i n , unida estrechamente con la de lavida p o l t i c a del p a s , los h r o e s

    festejados se fueron identificando cada vez ms con elje fed e l ejecutivo y las motivaciones de los h r o e s se fueronacercando cada vez m s a las presidenciales ; de ma ne raque ya no se s a b a a q u i n se r e n d a t r ibuto, a q u i n see n a l t e c a por su entrega y sacrificio por la patria. As escomo los n i o s h r o e s se fueron co nv ir ti en do en estudiantes ejemplares que miraban severamente a quieness l o buscaban destruir la sociedad hasta sus cimientos, enagentes modernizadores que t r a e r a n por fin prosperidada la n a c i n , en paladines de la a u t o d e t e r m i n a c i n de lospueblos, en defensores de u n acto de voluntad del ejecutivo, cu abogados delneol iberal ismo. . .

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    L ovemos ahora: elmito cvicode losn ios hroe sno ha sido siempre e l mismo, se ha adaptado a distintas circunstancias

    yha servido aml t ip lesintereses h i s t r i cos .As,el estudio deestemito nos sirve para conocer una r ea lid ad y aprehenderlabajo un ngu lo distintode lo acostumbrado. Es como u n fil-tro a travsde l cual podemos observar una rea lidad , que nosofreceotra perspectiva. Elmitoesh i s t r i co ,cambiante. No esalgo que se encuentre reificado, inmvi l .

    Hasta ahora hemos visto una r i tual izacin impuesta dearriba hacia abajo, del Estado hacia la sociedad. Pero tam

    b i n se dio un proceso inverso. La sociedad se a p r o p i delmito y le dio sus propios contenidos, e n r i q u e c i n d o l o .Entonces, d e j de pertenecer al Estado, e incluso p o d r a mos decir que se d e m o c r a t i z . Por ello, esta epopeya gozaactualmente de cabal salud;basta con ir al m o nu m e nt o deChapult epec y verc m o un padre les relata a sus p e q u e a shijas su ve r s in de lahistoria, tal vez no muy exacta, perom s sencil la y finalmente m s" a u t n t i c a " que las oficiales,en la medida en que transmite un mensaje que sacia nece

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