Constipación en los niños - swissmedical.com.ar · observan heces de tipo “bolita” de...

3
Constipación en los niños ¿A qué se le llama constipación o estreñimiento? Estamos en presencia de constipación cuando el niño empieza a evacuar el intestino con menor frecuencia, a partir de las 48 a 72 h desde la última deposición. Generalmente se observan heces de tipo “bolita” de consistencia dura, acompañadas de esfuerzo y/o dolor abdominal durante el acto de la evacuación, pudiendo llegar a presentar también lesiones perianales, tales como fisuras. ¿Cuándo acudir al pediatra? Desde el momento en que el niño se queja, refiere dolor abdominal, presenta frecuentes flatulencias, disminución del apetito o la mamá nota que hay erosión en la zona anal, coincidentemente con el retraso en la evacuación, será conveniente (sobre todo en lactantes y primera infancia) consultar al pediatra. ¿Con qué frecuencia debe evacuar un niño? El lactante puede evacuar varia veces al día, incluso tras cada mamada hasta los 6 meses aproximadamente, hábito que se modifica si desde los primeros meses de vida recibe leche de vaca en forma complementaria o suplementaria. Durante el segundo semestre disminuye visiblemente el ritmo (a medida que va incorporando semisólidos y sólidos) y más adelante, el niño suele evacuar diariamente o hasta 2 veces por día. Dependiendo de la dieta del niño, puede ser normal que esta frecuencia sea día por medio. Tenga en cuenta que la forma de las deposiciones puede ser variada, ya que la alimentación y la ingesta de líquidos son determinantes de la misma. ¿Qué hábitos pueden empeorar el problema? El consumo excesivo de lácteos (ej. leche, quesos duros), polenta, harinas, bananas y “chocolatadas” pueden ser causa de constipación. No comer frutas y verduras o tomar poco líquido (consulte con su pediatra cuál es la cantidad diaria recomendada para su hijo) también contribuye al estreñimiento. Que el niño se mantenga activo es algo muy importante. Actualmente, muchos chicos pasan gran parte de su tiempo libre frente a la computadora, lo cual puede hacer que evacúe con

Transcript of Constipación en los niños - swissmedical.com.ar · observan heces de tipo “bolita” de...

Page 1: Constipación en los niños - swissmedical.com.ar · observan heces de tipo “bolita” de consistencia dura, acompañadas de esfuerzo y/o dolor abdominal durante el acto de la evacuación,

Constipación en los niños

¿A qué se le llama constipación o estreñimiento?

Estamos en presencia de constipación cuando el niño empieza a evacuar el intestino con menor frecuencia, a partir de las 48 a 72 h desde la última deposición. Generalmente se observan heces de tipo “bolita” de consistencia dura, acompañadas de esfuerzo y/o dolor abdominal durante el acto de la evacuación, pudiendo llegar a presentar también lesiones perianales, tales como fisuras.

¿Cuándo acudir al pediatra?

Desde el momento en que el niño se queja, refiere dolor abdominal, presenta frecuentes flatulencias, disminución del apetito o la mamá nota que hay erosión en la zona anal, coincidentemente con el retraso en la evacuación, será conveniente (sobre todo en lactantes y primera infancia) consultar al pediatra.

¿Con qué frecuencia debe evacuar un niño?

El lactante puede evacuar varia veces al día, incluso tras cada mamada hasta los 6 meses aproximadamente, hábito que se modifica si desde los primeros meses de vida recibe leche de vaca en forma complementaria o suplementaria. Durante el segundo semestre disminuye visiblemente el ritmo (a medida que va incorporando semisólidos y sólidos) y más adelante, el niño suele evacuar diariamente o hasta 2 veces por día. Dependiendo de la dieta del niño, puede ser normal que esta frecuencia sea día por medio.

Tenga en cuenta que la forma de las deposiciones puede ser variada, ya que la alimentación y la ingesta de líquidos son determinantes de la misma.

¿Qué hábitos pueden empeorar el problema?

El consumo excesivo de lácteos (ej. leche, quesos duros), polenta, harinas, bananas y “chocolatadas” pueden ser causa de constipación. No comer frutas y verduras o tomar poco líquido (consulte con su pediatra cuál es la cantidad diaria recomendada para su hijo) también contribuye al estreñimiento.

Que el niño se mantenga activo es algo muy importante. Actualmente, muchos chicos pasan gran parte de su tiempo libre frente a la computadora, lo cual puede hacer que evacúe con

más lentitud, ya que, al reducir el movimiento, sus intestinos tienen menos estímulo.

Aquellos niños que presentan estado febril durante varios días o en forma prolongada, también pueden sufrir constipación.

Considere también que su hijo puede estar utilizando la conducta de retener las heces como una forma de expresar rebeldía o stress, incluso sin conocer el motivo.

¿A qué se le llama bolo fecal?

Es una gran masa de heces duras y secas que permanece atascada en el recto. Casi siempre se presenta después de constipación prolongada, y muchas veces es detectable a través de la simple palpación abdominal por parte del pediatra.

Los síntomas comunes abarcan: distensión y cólicos abdominales, dificultad (deseo de evacuar pero dolor que impide hacerlo), heces pequeñas y semiformadas, y en algún momento puede haber un pequeño escape de líquido que se asemeja a una diarrea acuosa, manchando o traspasando la ropa interior.

Aquí debemos distinguir entre lo que sería un escape accidental o involuntario a veces durante varios días, de la llamada “encopresis”, término que se aplica al caso de niños mayores de 4 años que regularmente evacúan materia fecal en su ropa. Muchos estudios sobre este problema refieren como causas de encopresis: separaciones conyugales dificultosas; nacimiento de un hermanito; niños con coeficiente normal pero más ansiosos, tensos o inmaduros en sus comportamientos o niños con padre pasivo y madre dominante.

Prevenir la constipación con dietas ricas en fibra

Las dietas ricas en fibra pueden ayudar en los procesos de digestión y evitar el estreñimiento. Tenga en cuenta también que no beber suficiente líquido puede empeorar el estreñimiento en lugar de aliviarlo.

Las verduras, las frutas frescas, el trigo entero, el salvado o los cereales de harina de avena son todas excelentes fuentes de fibra. Para obtener sus beneficios es importante ingerir una buena cantidad de líquidos.

Son recomendables:• Verduras crudas: lechuga, escarola, acelga, zanahorias y espinaca.• Verduras tiernas cocidas: espárragos, brócoli, remolachas, nabos, chauchas y calabaza.

• Frutas: cítricos, manzanas, uvas, kiwi.• Legumbres: lentejas, porotos negros, arvejas, habas y garbanzos.• Nueces y semillas: semillas de girasol, almendras, pistachos.• Cereales: arroz integral (yamaní), avena, panes integrales, salvados, pastas de trigo integral.

Un buen recurso natural para ayudar a prevenir el estreñimiento es incorporar agua de compotas (ej. ciruelas, duraznos, peras, manzanas, orejones) a modo de postre tras las comidas principales. Sobre todo en esos periodos en los que puede haber dificultad para evacuar el intestino.

Uso de laxantes y enemas

Salvo indicación del pediatra y por periodos que éste evaluará, no se aconseja usar laxantes comunes de tipo comercial ni vaselina líquida o hierbas con propiedades catárticas (ej. paico, anís estrellado, entre otras). Los enemas también deben ser indicados por el médico, generalmente ante casos de constipación prolongada o con presencia de bolo fecal, distención abdominal, dolor de panza y retención de varios días sin respuesta a los laxantes comunes.

Aprendiendo una rutina intestinal

Cuando el niño empieza a controlar sus esfínteres (alrededor de los 2 años) es aconsejable sentarlo en la pelela o inodoro adaptado a la edad, después de las dos comidas más importantes (almuerzo y cena) o también después del desayuno y tras una de las dos comidas principales. Esto generará un hábito en el niño, que conservará después como rutina intestinal en la adultez.

Cuando el niño presenta voluntariamente ganas de defecar, es importante que pueda hacerlo enseguida y que no espere.

Sea paciente. Si no evacuó dentro de los 10 minutos de iniciado el proceso, deje que lo intente cuando sienta nuevamente deseos de hacerlo. No olvide y trate de tener siempre disponible, a medida que el niño va creciendo, el adaptador de inodoro y un banquito para que éste pueda apoyar sus pies con comodidad y así manejar mejor todo el juego muscular que implica el acto evacuatorio.

Dr. Carlos M. DepalmaMédico gastroenterólogo infantil

M.N. 44.034Dirección Médica

Swiss Medical Medicina Privada

Page 2: Constipación en los niños - swissmedical.com.ar · observan heces de tipo “bolita” de consistencia dura, acompañadas de esfuerzo y/o dolor abdominal durante el acto de la evacuación,

¿A qué se le llama constipación o estreñimiento?

Estamos en presencia de constipación cuando el niño empieza a evacuar el intestino con menor frecuencia, a partir de las 48 a 72 h desde la última deposición. Generalmente se observan heces de tipo “bolita” de consistencia dura, acompañadas de esfuerzo y/o dolor abdominal durante el acto de la evacuación, pudiendo llegar a presentar también lesiones perianales, tales como fisuras.

¿Cuándo acudir al pediatra?

Desde el momento en que el niño se queja, refiere dolor abdominal, presenta frecuentes flatulencias, disminución del apetito o la mamá nota que hay erosión en la zona anal, coincidentemente con el retraso en la evacuación, será conveniente (sobre todo en lactantes y primera infancia) consultar al pediatra.

¿Con qué frecuencia debe evacuar un niño?

El lactante puede evacuar varia veces al día, incluso tras cada mamada hasta los 6 meses aproximadamente, hábito que se modifica si desde los primeros meses de vida recibe leche de vaca en forma complementaria o suplementaria. Durante el segundo semestre disminuye visiblemente el ritmo (a medida que va incorporando semisólidos y sólidos) y más adelante, el niño suele evacuar diariamente o hasta 2 veces por día. Dependiendo de la dieta del niño, puede ser normal que esta frecuencia sea día por medio.

Tenga en cuenta que la forma de las deposiciones puede ser variada, ya que la alimentación y la ingesta de líquidos son determinantes de la misma.

¿Qué hábitos pueden empeorar el problema?

El consumo excesivo de lácteos (ej. leche, quesos duros), polenta, harinas, bananas y “chocolatadas” pueden ser causa de constipación. No comer frutas y verduras o tomar poco líquido (consulte con su pediatra cuál es la cantidad diaria recomendada para su hijo) también contribuye al estreñimiento.

Que el niño se mantenga activo es algo muy importante. Actualmente, muchos chicos pasan gran parte de su tiempo libre frente a la computadora, lo cual puede hacer que evacúe con

más lentitud, ya que, al reducir el movimiento, sus intestinos tienen menos estímulo.

Aquellos niños que presentan estado febril durante varios días o en forma prolongada, también pueden sufrir constipación.

Considere también que su hijo puede estar utilizando la conducta de retener las heces como una forma de expresar rebeldía o stress, incluso sin conocer el motivo.

¿A qué se le llama bolo fecal?

Es una gran masa de heces duras y secas que permanece atascada en el recto. Casi siempre se presenta después de constipación prolongada, y muchas veces es detectable a través de la simple palpación abdominal por parte del pediatra.

Los síntomas comunes abarcan: distensión y cólicos abdominales, dificultad (deseo de evacuar pero dolor que impide hacerlo), heces pequeñas y semiformadas, y en algún momento puede haber un pequeño escape de líquido que se asemeja a una diarrea acuosa, manchando o traspasando la ropa interior.

Aquí debemos distinguir entre lo que sería un escape accidental o involuntario a veces durante varios días, de la llamada “encopresis”, término que se aplica al caso de niños mayores de 4 años que regularmente evacúan materia fecal en su ropa. Muchos estudios sobre este problema refieren como causas de encopresis: separaciones conyugales dificultosas; nacimiento de un hermanito; niños con coeficiente normal pero más ansiosos, tensos o inmaduros en sus comportamientos o niños con padre pasivo y madre dominante.

Prevenir la constipación con dietas ricas en fibra

Las dietas ricas en fibra pueden ayudar en los procesos de digestión y evitar el estreñimiento. Tenga en cuenta también que no beber suficiente líquido puede empeorar el estreñimiento en lugar de aliviarlo.

Las verduras, las frutas frescas, el trigo entero, el salvado o los cereales de harina de avena son todas excelentes fuentes de fibra. Para obtener sus beneficios es importante ingerir una buena cantidad de líquidos.

Son recomendables:• Verduras crudas: lechuga, escarola, acelga, zanahorias y espinaca.• Verduras tiernas cocidas: espárragos, brócoli, remolachas, nabos, chauchas y calabaza.

• Frutas: cítricos, manzanas, uvas, kiwi.• Legumbres: lentejas, porotos negros, arvejas, habas y garbanzos.• Nueces y semillas: semillas de girasol, almendras, pistachos.• Cereales: arroz integral (yamaní), avena, panes integrales, salvados, pastas de trigo integral.

Un buen recurso natural para ayudar a prevenir el estreñimiento es incorporar agua de compotas (ej. ciruelas, duraznos, peras, manzanas, orejones) a modo de postre tras las comidas principales. Sobre todo en esos periodos en los que puede haber dificultad para evacuar el intestino.

Uso de laxantes y enemas

Salvo indicación del pediatra y por periodos que éste evaluará, no se aconseja usar laxantes comunes de tipo comercial ni vaselina líquida o hierbas con propiedades catárticas (ej. paico, anís estrellado, entre otras). Los enemas también deben ser indicados por el médico, generalmente ante casos de constipación prolongada o con presencia de bolo fecal, distención abdominal, dolor de panza y retención de varios días sin respuesta a los laxantes comunes.

Aprendiendo una rutina intestinal

Cuando el niño empieza a controlar sus esfínteres (alrededor de los 2 años) es aconsejable sentarlo en la pelela o inodoro adaptado a la edad, después de las dos comidas más importantes (almuerzo y cena) o también después del desayuno y tras una de las dos comidas principales. Esto generará un hábito en el niño, que conservará después como rutina intestinal en la adultez.

Cuando el niño presenta voluntariamente ganas de defecar, es importante que pueda hacerlo enseguida y que no espere.

Sea paciente. Si no evacuó dentro de los 10 minutos de iniciado el proceso, deje que lo intente cuando sienta nuevamente deseos de hacerlo. No olvide y trate de tener siempre disponible, a medida que el niño va creciendo, el adaptador de inodoro y un banquito para que éste pueda apoyar sus pies con comodidad y así manejar mejor todo el juego muscular que implica el acto evacuatorio.

Dr. Carlos M. DepalmaMédico gastroenterólogo infantil

M.N. 44.034Dirección Médica

Swiss Medical Medicina Privada

Page 3: Constipación en los niños - swissmedical.com.ar · observan heces de tipo “bolita” de consistencia dura, acompañadas de esfuerzo y/o dolor abdominal durante el acto de la evacuación,

¿A qué se le llama constipación o estreñimiento?

Estamos en presencia de constipación cuando el niño empieza a evacuar el intestino con menor frecuencia, a partir de las 48 a 72 h desde la última deposición. Generalmente se observan heces de tipo “bolita” de consistencia dura, acompañadas de esfuerzo y/o dolor abdominal durante el acto de la evacuación, pudiendo llegar a presentar también lesiones perianales, tales como fisuras.

¿Cuándo acudir al pediatra?

Desde el momento en que el niño se queja, refiere dolor abdominal, presenta frecuentes flatulencias, disminución del apetito o la mamá nota que hay erosión en la zona anal, coincidentemente con el retraso en la evacuación, será conveniente (sobre todo en lactantes y primera infancia) consultar al pediatra.

¿Con qué frecuencia debe evacuar un niño?

El lactante puede evacuar varia veces al día, incluso tras cada mamada hasta los 6 meses aproximadamente, hábito que se modifica si desde los primeros meses de vida recibe leche de vaca en forma complementaria o suplementaria. Durante el segundo semestre disminuye visiblemente el ritmo (a medida que va incorporando semisólidos y sólidos) y más adelante, el niño suele evacuar diariamente o hasta 2 veces por día. Dependiendo de la dieta del niño, puede ser normal que esta frecuencia sea día por medio.

Tenga en cuenta que la forma de las deposiciones puede ser variada, ya que la alimentación y la ingesta de líquidos son determinantes de la misma.

¿Qué hábitos pueden empeorar el problema?

El consumo excesivo de lácteos (ej. leche, quesos duros), polenta, harinas, bananas y “chocolatadas” pueden ser causa de constipación. No comer frutas y verduras o tomar poco líquido (consulte con su pediatra cuál es la cantidad diaria recomendada para su hijo) también contribuye al estreñimiento.

Que el niño se mantenga activo es algo muy importante. Actualmente, muchos chicos pasan gran parte de su tiempo libre frente a la computadora, lo cual puede hacer que evacúe con

más lentitud, ya que, al reducir el movimiento, sus intestinos tienen menos estímulo.

Aquellos niños que presentan estado febril durante varios días o en forma prolongada, también pueden sufrir constipación.

Considere también que su hijo puede estar utilizando la conducta de retener las heces como una forma de expresar rebeldía o stress, incluso sin conocer el motivo.

¿A qué se le llama bolo fecal?

Es una gran masa de heces duras y secas que permanece atascada en el recto. Casi siempre se presenta después de constipación prolongada, y muchas veces es detectable a través de la simple palpación abdominal por parte del pediatra.

Los síntomas comunes abarcan: distensión y cólicos abdominales, dificultad (deseo de evacuar pero dolor que impide hacerlo), heces pequeñas y semiformadas, y en algún momento puede haber un pequeño escape de líquido que se asemeja a una diarrea acuosa, manchando o traspasando la ropa interior.

Aquí debemos distinguir entre lo que sería un escape accidental o involuntario a veces durante varios días, de la llamada “encopresis”, término que se aplica al caso de niños mayores de 4 años que regularmente evacúan materia fecal en su ropa. Muchos estudios sobre este problema refieren como causas de encopresis: separaciones conyugales dificultosas; nacimiento de un hermanito; niños con coeficiente normal pero más ansiosos, tensos o inmaduros en sus comportamientos o niños con padre pasivo y madre dominante.

Prevenir la constipación con dietas ricas en fibra

Las dietas ricas en fibra pueden ayudar en los procesos de digestión y evitar el estreñimiento. Tenga en cuenta también que no beber suficiente líquido puede empeorar el estreñimiento en lugar de aliviarlo.

Las verduras, las frutas frescas, el trigo entero, el salvado o los cereales de harina de avena son todas excelentes fuentes de fibra. Para obtener sus beneficios es importante ingerir una buena cantidad de líquidos.

Son recomendables:• Verduras crudas: lechuga, escarola, acelga, zanahorias y espinaca.• Verduras tiernas cocidas: espárragos, brócoli, remolachas, nabos, chauchas y calabaza.

• Frutas: cítricos, manzanas, uvas, kiwi.• Legumbres: lentejas, porotos negros, arvejas, habas y garbanzos.• Nueces y semillas: semillas de girasol, almendras, pistachos.• Cereales: arroz integral (yamaní), avena, panes integrales, salvados, pastas de trigo integral.

Un buen recurso natural para ayudar a prevenir el estreñimiento es incorporar agua de compotas (ej. ciruelas, duraznos, peras, manzanas, orejones) a modo de postre tras las comidas principales. Sobre todo en esos periodos en los que puede haber dificultad para evacuar el intestino.

Uso de laxantes y enemas

Salvo indicación del pediatra y por periodos que éste evaluará, no se aconseja usar laxantes comunes de tipo comercial ni vaselina líquida o hierbas con propiedades catárticas (ej. paico, anís estrellado, entre otras). Los enemas también deben ser indicados por el médico, generalmente ante casos de constipación prolongada o con presencia de bolo fecal, distención abdominal, dolor de panza y retención de varios días sin respuesta a los laxantes comunes.

Aprendiendo una rutina intestinal

Cuando el niño empieza a controlar sus esfínteres (alrededor de los 2 años) es aconsejable sentarlo en la pelela o inodoro adaptado a la edad, después de las dos comidas más importantes (almuerzo y cena) o también después del desayuno y tras una de las dos comidas principales. Esto generará un hábito en el niño, que conservará después como rutina intestinal en la adultez.

Cuando el niño presenta voluntariamente ganas de defecar, es importante que pueda hacerlo enseguida y que no espere.

Sea paciente. Si no evacuó dentro de los 10 minutos de iniciado el proceso, deje que lo intente cuando sienta nuevamente deseos de hacerlo. No olvide y trate de tener siempre disponible, a medida que el niño va creciendo, el adaptador de inodoro y un banquito para que éste pueda apoyar sus pies con comodidad y así manejar mejor todo el juego muscular que implica el acto evacuatorio.

Dr. Carlos M. DepalmaMédico gastroenterólogo infantil

M.N. 44.034Dirección Médica

Swiss Medical Medicina Privada