Cuadernillo Mirar El Mundo Rota 2015

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1 UNOS PUEDEN leer Guerra y Paz y cerrar el libro creyendo que han leído una novela de aventuras, otros pueden leer los ingredientes de una pastilla de chicle y descifrar los secretos del universo. Lex Luthor en la película “Superman” “MIRAR CON EL OJO DEL BÁRBARO”, decía Unamuno. Como bárbaros, sin condicionamientos culturales, sin prejuicios, sin preconceptos, no colonizados, libres. No se puede evitar que nos manipulen el cerebro y el alma, pero al menos resistamos. Y entremos a saco en la poesía, en el arte, con nuestro ojo bárbaro. Es posible. Entre las muchas definiciones de arte que conozco hay una esencial y definitiva: arte es transformación. Donde no haya transformación no hay arte. Habrá otra cosa: juego, entretenimiento, ornamentación, divertimiento, especulación formal, pero no arte. Se dice: la poesía es un género literario. Pues no, la poesía es una actividad artística que poco y nada tiene que ver con la literatura excepto porque emplea los mismos materiales aunque con muy distintos alcances y sentidos […] La poesía es una actividad del espíritu, y esto nada tiene que ver con religión o mística o metafísica algunas. Digo espíritu en un sentido absolutamente laico e inclusive materialista entendiendo al espíritu como totalidad energética que concentra todas las energías humanas: corporales, fisiológicas, genitales, mentales, psicológicas, genéticas, gregarias, individuales, sociales, etc. O sea espíritu como quintaesencia y no como entelequia. José Viñals “SEÑORA NARSÈS ¿Cómo se llama eso, cuando el día nace, lo mismo que hoy, y todo está mal, todo aparece al revés, y sin embargo se respira, y uno lo ha perdido todo, y la ciudad está ardiendo, y los inocentes se matan unos a otros, y los culpables agonizan, en un rincón del día que nace? EL MENDIGO ― Eso tiene un bello nombre, señora Narsès. Eso se llama la aurora.” Luis Buñuel HE AQUÍ el mar alzado Juan Larrea Por eso son poetas, supongo, los poetas. Por disparar de vez en cuando fotos así. Leonel Rugama No sólo medito y encuentro errores y trato de alterar el universo que me oprime sino que lo amo. Julian Beck Taller de Poesía MIRAR EL MUNDO OTROS OJOS PARA OTRAS PALABRAS Miguel Ángel García Argüez [[email protected]] Biblioteca Municipal de Rota Diciembre 2015

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Transcript of Cuadernillo Mirar El Mundo Rota 2015

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    UNOS PUEDEN leer Guerra y Paz y cerrar el libro creyendo que han ledo una novela de aventuras, otros pueden leer los ingredientes de una pastilla de chicle y descifrar los secretos del universo.

    Lex Luthor en la pelcula Superman MIRAR CON EL OJO DEL BRBARO, deca Unamuno. Como brbaros, sin condicionamientos

    culturales, sin prejuicios, sin preconceptos, no colonizados, libres. No se puede evitar que nos manipulen el cerebro y el alma, pero al menos resistamos. Y entremos a saco en la poesa, en el arte, con nuestro ojo brbaro. Es posible.

    Entre las muchas definiciones de arte que conozco hay una esencial y definitiva: arte es transformacin. Donde no haya transformacin no hay arte. Habr otra cosa: juego, entretenimiento, ornamentacin, divertimiento, especulacin formal, pero no arte.

    Se dice: la poesa es un gnero literario. Pues no, la poesa es una actividad artstica que poco y nada tiene que ver con la literatura excepto porque emplea los mismos materiales aunque con muy distintos alcances y sentidos [] La poesa es una actividad del espritu, y esto nada tiene que ver con religin o mstica o metafsica algunas. Digo espritu en un sentido absolutamente laico e inclusive materialista entendiendo al espritu como totalidad energtica que concentra todas las energas humanas: corporales, fisiolgicas, genitales, mentales, psicolgicas, genticas, gregarias, individuales, sociales, etc. O sea espritu como quintaesencia y no como entelequia.

    Jos Vials

    SEORA NARSS Cmo se llama eso, cuando el da nace, lo mismo que hoy, y todo est mal, todo aparece al revs, y sin embargo se respira, y uno lo ha perdido todo, y la ciudad est ardiendo, y los inocentes se matan unos a otros, y los culpables agonizan, en un rincn del da que nace?

    EL MENDIGO Eso tiene un bello nombre, seora Narss. Eso se llama la aurora. Luis Buuel

    HE AQU el mar alzado Juan Larrea

    Por eso son poetas, supongo, los poetas. Por disparar de vez en cuando fotos as. Leonel Rugama

    No slo medito y encuentro errores y trato de alterar el universo que me oprime sino que lo amo.

    Julian Beck

    Taller de Poesa

    MIRAR EL MUNDO OTROS OJOS

    PARA OTRAS PALABRAS

    Miguel ngel Garca Argez [[email protected]]

    Biblioteca Municipal de Rota Diciembre 2015

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    LA ACTUAL es una civilizacin en la que son deshonrados los principales emblemas de la poesa. En la que la serpiente, el len y el guila corresponden a la carpa del circo; el buey, el salmn y el jabal a la fbrica de conservas; el caballo de carrera y el lebrel a las pistas de apuestas, y el bosquecillo sagrado al aserradero. En la que la Luna es menospreciada como un apagado satlite de la Tierra y la mujer considerada como personal auxiliar del Estado. En la que el dinero puede comprar casi todo menos la verdad y a casi todos menos al poeta posedo por la verdad.

    Robert Graves LA POESA importa ms que nunca, porque nunca antes se ha enfrentado a tantos desafos. La

    poesa es el lenguaje esencial que, amplindose sin fin, nos permite vivir profundamente y visualizar lo que ms importa. Aunque se ha dicho que "la poesa no tiene ningn efecto", la poesa disuelve los lmites -es lo finito que nos pone en contacto con lo infinito- y, como hay lenguas y especies que desaparecen a diario, es un medio crucial mediante el cual comprendemos la urgencia y el precario esplendor de la existencia.

    Arthur Sze

    UNA TORTUGA de las Galpagos no tiene nada que ver con el mundo de los neutrinos.

    La ecologa de las islas Galpago nada tiene que ver con unas tijeras.

    El cacto junto a la ventana no tiene nada que ver con la invencin de la rueda.

    La invencin de la rueda no tiene nada que ver con un jaguar rojo.

    No. La invencin de las tijeras tiene todo que ver con la invencin del telescopio.

    Un mapa del mundo tiene todo que ver con el cacto junto a la ventana.

    El mundo de los quarks tiene todo que ver con un jaguar dando vueltas en la noche.

    El hombre que se sacrifica y lanza un coctel Molotov contra un tanque tiene todo que ver

    con un girasol que se inclina bajo la luz. Arthur Sze

    ESTAMOS CONVENCIDOS de que la poesa -o mejor, la esencia de lo potico-fue el combustible de la

    espiritualidad arcaica, y por consiguiente el de sus conquistas artsticas. La poesa no es algo moderno, ni jams fue patrimonio de nadie. Es el medio de que se sirve nuestro anhelo por asimilar cuanto nos resulta a la vez sensible e incomprensible. A mi entender, los actuales analistas de la prehistoria debieran valorar ms la poesa y entregar menos su alma a las ciencias experimentales, cuyas certidumbres producen con frecuencia enormes errores de interpretacin en este campo. Y lo peor es que se trata de errores muy difciles de superar porque se consideran asentados sobre la roca cientfica, ante la cual no existen hoy ms alternativas que bajar la cabeza y levantar el trasero. Por otro lado, y puestos a ser cnicos, cuando sospecho que dos interpretaciones distintas pueden ser igualmente errneas, valoro la ms sugestiva sobre la ms ramplona.

    Alberto Porlan

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    1/ LA MIRADA DEL BRBARO POR FALTA de fuerza, por distraccin y por errores heredados, nos perdemos casi enteramente las innumerables riquezas de aqu que nos han sido destinadas.

    R. M. Rilke

    EN EL POEMA ha quedado el fuego ms secreto. El intenso fuego devorador de las cosas Que siempre estuvo muy lejos y muy cerca.

    Sophia de Mello Breyner Andresen PARIENTES Esa terrible mirada de la piedra esa luz viva del agua ese dolor de la madera esa madre antigua que desde las cosas nos vigila

    Guillermo Boido

    ARTE ES tambin: construir puentes, como dar al cultivo hortelano un trazado artstico; vestirse con soltura; guisar sin requilorios un plato substancioso; hablar con pasin dosificada; con humor sin egolatra; tener la casa adecuada, bien dispuesta, funcional, sin intiles trapos colgantes, sin flores que estn mejor en el campo; dibujar sin pretensiones un itinerario, un mueble til, un pequeo plano de circunstancias; servirse de unos metros de cretona para cubrir una cama; darse a s mismo una leccin de cosas construyendo los propios muebles; or un concierto sin fiebre pero con atencin; dedicar unas horas al pequeo y maravilloso arte de la encuadernacin, de la guitarra, de la botnica predilecta, de la filatelia instructiva; escribir las impresiones de una velada, de una representacin teatral, de una tertulia, de una prueba deportiva sin taquilla; leer sin locura de acabar; estar pendiente de la hora del alba para acampar en despoblado, en la pradera ms bella en la orilla de un ro, en una ladera florida; visitar una exposicin sin or al padrino del que expone; atajar al lenguaraz que intenta acaparar el inters de una reunin; ir al circo con un cro inteligente para contagiarse de su picarda; rellenar las horas de hasto de los dems con ejemplos de laboriosidad apasionada; callar cuando todos hablan; curar las desventuras con trabajo; eliminar de la vida las preocupaciones intiles; someterse a autodisciplina rigurosa; no creerse hroe, ni guapo, ni indispensable, ni tenerse por ciudadano que siempre est de vuelta y al cabo de la calle; cultivar un minsculo jardn; preferir las buenas reproducciones a los malos cuadros; decorar sencillamente la vivienda con barcos en miniatura, con fotos expresivas y escasas, con relojes de buen timbre metlico; pasar una tarde contemplando buenos grabados, vietas, libros bien impresos, vidrios, azulejos, forja, sedera, lana tejida con destreza; seleccionar los perfumes acres y los que no lo son, eliminando los escandalosos. Felipe Alaiz

    SLO SE aprecia lo que se ha aprendido a ver

    Ernst Gombrich EL VERDADERO poeta lo que hace es intentar extraer la poesa de la realidad, no verter poesa

    sobre la realidad porque lo que se hace es una poesa literaria. Hay que mirar la vida con ojo potico. Embadurnar con poesa la realidad es muy fcil, lo hace cualquiera con lecturas y un poco de sensibilidad. El camino contrario, extraer poesa de la realidad es lo complicado. Adems, no hay que tener ninguna prisa; ninguna.

    Diego Jess Jimnez

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    LA POESA ES algo que anda por las calles. Que se mueve, que pasa a nuestro lado. Todas las cosas tienen su misterio, y la poesa es el misterio que tienen todas las cosas ()

    Poesa es la unin de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo as como un misterio.

    Federico Garca Lorca CENIZAS Hemos dicho palabras palabras para despertar a los muertos, palabras para hacer un fuego, palabras donde poder sentarnos y sonrer. Hemos creado el sermn del pjaro y del mar, el sermn del agua, el sermn del amor. Nos hemos arrodillado y adorado frases extensas como el suspiro de la estrella, frases como olas, frases como alas. Hemos inventado nuevos nombres para el vino y para la risa, para las miradas y sus terribles caminos.

    Alejandra Pizarnik

    COMO UN nio antes de que le ensearan a ser grande, Soy verdadero y leal a cuanto veo y oigo

    Alberto Caero/ Fernando Pessoa

    DESCUBRIMIENTO Saludaban con alborozo las cosas Nuevas El mundo pareca creado esa misma Maana. Sophia de Mello

    DIEGO NO CONOCA la mar.

    El padre, Santiago Kovadloff, lo llev a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba ms all de los altos mdanos, esperando.

    Cuando el nio y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, despus de mucho caminar, la mar estall ante sus ojos.

    Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el nio qued mudo de hermosura. Y cuando por fin consigui hablar, temblando, tartamudeando, pidi a su padre:

    Aydame a mirar! Eduardo Galeano

    ACEPTO ESTE paisaje que no existe.

    Ewa Lipska

    LO QUE nosotros hacemos es volver a la vida.

    Marcel Proust

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    POEMAS PLAGIADOS de Esteban Peicovich Estos "Poemas plagiados" son una coleccin de sapos convertidos en prncipes, gracias a la mirada de un poeta. [...] Lo que Peicovich hace es transcribir genuinos poemas que ha encontrado, ya hechos, en los lugares ms dispares. Proclama as que lo artstico acecha, ms o menos patente, en lo escrito o lo dicho sin pretensin esttica alguna. Y es que la poesa vive silvestre y muchas veces en los libros de versos es el nico sitio en que no est.

    (Del eplogo de Jos Mara Parreo)

    El Bienaventurado Por corregir los Diez Mandamientos. Por embellecer a Poncio Pilato y ponerle una cinta al sombrero. Por reemplumar y dorar el ala derecha del ngel de la Guarda. Por renovar el cielo, pintar y ajustar las estrellas y limpiar la Luna. Por avivar las llamas del Purgatorio y restaurar almas. Por volver a encender el fuego del infierno, poner una cola al Diablo, componer una pezua y hacer varias menudencias a los condenados. Por poner un Cardenal y varios araazos al hijo de Tobas y limpiar su saco de viaje. Por limpiar las orejas a la burra de Baln y herrarla. Por remendar la camisa al hijo de Tobas. Por poner una piedra nueva a la honda de David, manchar la cabeza de Goliat y alargarle las piernas.

    (Es el texto de la factura que un pintor conocido como Potriqun pas al cura de Corulln Espaa por restaurar santos e imgenes de la Iglesia de Villafranca del Bierzo en 1931

    y por lo que cobr la suma de 314 pesetas.)

    El hueco de la cabeza Tras la noche, vuelve a su ser.

    (As me explic un empleado de El Corte Ingls, de Madrid, la excelencia de una almohada que no perda su forma).

    La humildad Aqu no se come a gusto del cliente sino a gusto del mar.

    (Anuncio de un restaurante de Caleta Crdoba, en la provincia de Santa Cruz)

    Darwin tras la mariposa Los ltimos dinosaurios perecieron al aparecer las primeras flores. Cada especie de ave desciende directamente de pequeos dinosaurios. Se sabe que hubo dinosaurios de colores brillantes, giles y capaces de cantar canciones amorosas para cortejar a sus parejas. Los dinosaurios no se extinguieron. Puede decirse, con certeza, que los nicos descendientes vivos de los dinosaurios son los pjaros.

    (Doctor Robert Bakker, paleontlogo de la Universidad de Colorado, segn cable de Reuter y datos aparecidos en La Nacin, 8 de octubre de 1989)

    Noticia de verano

    Vino a morir. Una enorme tortuga de mar vino a morir en las playas de Necochea. La enterraron los nios.

    (Leyenda de una fotografa. Diario Crnica, enero 10 de 1966)

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    Los ojos Los muertos que se entierran en profundidad se mantienen ms tiempo enteros que los que quedan a poca distancia de la superficie. Siempre son los ojos lo primero en desaparecer. Luego lo sigue el resto de la cara.

    (Declarado a El Pas por Julin Parra, director tcnico de una funeraria en Madrid)

    La esfinge Si pasis rpido, no veris la sombra

    (Pintada vista en una calle de Sevilla en marzo de 1985) El horizonte ms antiguo Mir, pap, bueyes!

    (Las tres palabras con las que a sus 9 aos sorprendi a su padre Marcelino y luego al mundo- la nia Mara Sainz de Sautuola al descubrir por azar

    las cuevas de Altamira en el ao 1875)

    El poeta Sol. Sol. Sol.

    (nica palabra que repiti Robert Graves en una entrevista de dos horas en su casa de Dei, Mallorca, mientras me tomaba de la mano

    y me peda que lo paseara entre los almendros de su finca)

    No la toquen ya ms Foliolos 4. Tugados, inequiltero, oblongos, obovado, cuspidado-abuminados, glandulferos en la base, con las flores racemosas. El involucro y el cliz muy tenuemente hirtomentosos. Cliz con cinco lbulos.

    (Descripcin botnica de una rosa)

    La represin El pescado ha de ser siempre blanco. Quedan prohibidos los pescados azules.

    (De una dieta dada por el endocrinlogo Basilio Moreno Esteban)

    La metafsica El tiempo ha terminado

    (Una de las respuestas que da una cocina fabricada en Estados Unidos dotada de voz sinttica a travs de ordenadores)

    Un versculo Llvate el gris que el gris va a ser la tierra

    (De un electricista a otro, a propsito de un cable a colocar) Que as sea -Decime, mam amn es como enter?

    (Pregunta de un nio de diez aos tras ser llevado por primera vez a una misa catlica)

    El instante -S, de la Librera. Podra traerme una lgrima?

    (As escuch la poeta Mnica Claus pedir por telfono un caf con un poco de leche a la librera en que acababa de comprar)

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    EN BUENOS AIRES, en el puente de La Boca: Todos prometen y nadie cumple. Vote por nadie. En Caracas, en tiempos de crisis, a la entrada de unos de los barrios ms pobres: Bienvenida, clase media. En Bogot, a la vuelta de la Universidad Nacional: Dios vive. Y debajo, con otra letra: De puro milagro. Y tambin en Bogot: Proletarios de todos los pases, unos! Y debajo, con otra letra: (ltimo aviso.)

    Eduardo Galeano DETENERSE ANTE el asombro que se despliega en el gesto de la rosa o en la maravillada tertulia que entablan los colores y los pjaros sobre la franja insegura del atardecer, equivale a asombrarse del asombro. Aparece entonces una nueva inocencia, ms esencial que la primera. Slo en ella germina el asombro definitivo: el reconocimiento a travs de las mscaras. La salvacin por el asombro.

    Roberto Juarroz

    EL AMOR: camino donde las huellas en lugar de seguirnos nos preceden. LA LIBERTAD: horizonte que se despega del ocano para volar formando laberintos. LA CERTEZA: una hoja solitaria convertida en el refugio de un bosque. LA ALEGRA: ro lleno de hipoptamos abriendo sus hocicos azules para ofrecer diamantes que han extrado del barro. LA TRAICIN: persona sin piel que avanza saltando de una piel a otra.

    Alejandro Jodorowsky LO QUE LLEVA UN POETA EN LA MOCHILA Lleva yogur para el camalen Las tijeras del equinoccio con que s Las tijeras del equinoccio con que no Piedrecillas para el cementerio judo de la piedad El bulbo del razonamiento La Historia del Movimiento Obrero de las Hormigas Una taza para el agua La llave que abre el sueo de las muchachas dormidas Los zapatos de Josephine Baker y la herradura de los ladrones Lleva un puado de tierra para la almohada Y es la almohada Un silbato para encender el brasero Ruido de nueces para el instante de las semejanzas Una aldea donde es feliz el calor El pasadizo de estrellas hacia el rey del otoo Un tintero para el himno de la desobediencia Pan para el pan, eso lleva Lleva la prosperidad de las repeticiones.

    Juan Carlos Mestre

    UN DA, LOS HOMBRES descubrirn un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabr con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema.

    Alejo Carpentier

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    Ocho poemas de El libro de las preguntas de Pablo Neruda XIV Y QU DIJERON los rubes ante el jugo de las granadas? Pero por qu no se convence el Jueves de ir despus del Viernes? Quines gritaron de alegra cuando naci el color azul? Por qu se entristece la tierra cuando aparecen las violetas? XVI TRABAJAN LA sal y el azcar construyendo una torre blanca? Es verdad que en el hormiguero los sueos son obligatorios? Sabes qu meditaciones rumia la tierra en el otoo? (Por qu no dar una medalla a la primera hoja de oro?)

    XXI Y CUANDO SE fund la luz esto sucedi en Venezuela? Dnde est el centro del mar? Por qu no van all las olas? Es cierto que aquel meteoro fue una paloma de amatista? Puedo preguntar a mi libro si es verdad que yo lo escrib? XXIX QU DISTANCIA en metros redondos hay entre el sol y las naranjas? Quin despierta al sol cuando duerme sobre su cama abrasadora? Canta la tierra como un grillo entre la msica celeste? Verdad que es ancha la tristeza, delgada la melancola? XXXIII Y POR QU el sol es tan mal amigo del caminante en el desierto? Y por qu el sol es tan simptico en el jardn del hospital? Son pjaros o son peces en estas redes de la luna? Fue adonde a m me perdieron que logr por fin encontrarme?

    XLVII OYES EN medio del otoo detonaciones amarillas? Por qu razn o sinrazn llora la lluvia su alegra? Qu pjaros dictan el orden de la bandada cuando vuela?

    De qu suspende el picaflor su simetra deslumbrante?

    XLIX CUANDO VEO de nuevo el mar el mar me ha visto o no me ha visto? Por qu me preguntan las olas lo mismo que yo les pregunto? Y por qu golpean la roca con tanto entusiasmo perdido? No se cansan de repetir su declaracin a la arena? LIX POR QU no nac misterioso? Por qu crec sin compaa? Quin me mand desvencijar las puertas de mi propio orgullo? Y quin sali a vivir por m cuando dorma o enfermaba? Qu bandera se despleg all donde no me olvidaron? (y una cancin cubana) ADNDE VAN? ADNDE VAN las palabras que no se quedaron? Adnde van las miradas que un da partieron? Acaso flotan eternas como prisioneras de un ventarrn, o se acurrucan entre las hendijas buscando calor? Acaso ruedan sobre los cristales cual gotas de lluvia que quieren pasar? Acaso nunca vuelven a ser algo, acaso se van? y adnde van? Adnde van? En que estarn convertidos mis viejos zapatos? Adnde fueron a dar tantas hojas de un rbol? Por dnde estn las angustias que desde tus ojos saltaron por mi? Adnde fueron mis palabras sucias de sangre de abril? Adnde van ahora mismo estos cuerpos que no puedo nunca dejar de alumbrar? Acaso nunca vuelven a ser algo, acaso se van y adnde van? Adnde van? Adnde va lo comn, lo de todos los das? EI descansarse en la puerta, la mano amiga? Adnde va la sorpresa casi cotidiana del atardecer? Adnde van el mantel de la mesa, el caf de ayer? Adnde van los pequeos, terribles encantos que tiene el hogar? Acaso nunca vuelven a ser algo, acaso se van y adnde van? Adnde van?

    Silvio Rodrguez

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    ALGUNAS PREGUNTAS EN TORNO AL AMOR

    Qu es tu amor: ro, mar, pantano? Qu orillas baa: las de un mundo o las de una isla? Qu reglas le has puesto al juego? Qu queda del juego entre tantas reglas? Quien va contigo, es compaa en la ruta o ruta en s? No es tu amor absoluto tambin un poco absolutista? Qu puertas cierran tus candados ms seguros? Qu huecos muestran tus puertas ms

    abiertas? No puede a veces ms tu plan preconcebido que la amplitud de tu amor? Con qu teora escondes las preguntas que no te haces? Cuando algo te hace dao, te lo hace porque de verdad se clava, o porque has aprendido que se

    trata de algo que debe sin duda doler? No finges a veces un poco tu malestar? Ms o menos veces de las que lo ocultas?

    Cuando dices que t no sientes celos, es porque no los sientes o porque sabes que no deberas sentirlos?

    Qu te hace bien? En serio, de nuevo: qu te hace bien? Si de nia sabas de tus contornos sin barreras, de tu cuerpo circular, por qu hoy te encajas en

    estrechas avenidas, caminos de una va, disfraces que deforman lo que antao fue un bosque frtil? Y qu t acalla a su vez el t que grita? Qu alfabeto olvidaste para decir tantas veces s cuando dudas y no cuando te sofoca el deseo? Por qu grietas se resquebraja tu cielo? Qu cristal te hace de techo cuando intentas tocarlo? Y cmo son tus alas? De gorrin? De mariposa? De ngel, de avispa, de nia jugando? Qu decides cuando no decides? Estaras donde ests si no te hubieras encontrado con el amor? Y qu pasa si la respuesta es s?

    Y qu pasa si la respuesta es no? Cunto hay de ti en lo que atribuyes a quienes amas? (Te lo pregunto para bien, te lo pregunto

    para mal). Cuando tanto piensas en una pena que tiene que ver con tus amores, no sera ms justo pensar

    en qu te ocurre a ti, a verdaderamente t, a ti con tu vida? Con qu derecho amoldas a quien contigo va? Con qu derecho te amoldas a quien contigo va? Cunto hay de ti en la soledad que temes? Cuando dices no me amas lo suficiente, te has parado a pensar que lo no-suficiente ms bien

    sea el amor de quien se pone a recontar y a comparar? Hubo alguna vez en la que no te faltara algo?

    No te ocurre a veces que la otra persona ni ha empezado a sangrar y ya ests amputando, ya te ests amputando?

    Dnde trazas las lneas que separan la discrecin de la mentira, el cuidado del control, la atencin de la necesidad?

    Por qu nos empeamos en pensar que el camino tiene un solo sentido posible, que la corriente no puede cambiar de direccin?

    No sabremos llevar un poco mejor el peso de lo que nos nutre? No tendremos un poco ms a mano la indulgencia? No seremos capaces de vivir viviendo, ms que vivir en un para-qu?

    De veras puede el desamor ser unilateral? Qu pregunta es la que al final nunca logras hacerte?

    Alba Gonzlez Sanz y Laura Casielles

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    2/ MIRAR EL AQU, CANTAR EL AHORA EL SANTUARIO de la cumbre La cumbre, el monasterio. Ya es noche. Alzo la mano y toco a las estrellas. Hablo en voz baja: temo que se despierte el cielo.

    Li Po

    CUANTAS GENTES corren tras la riqueza sin tomar reposo. Toda la noche hacen sus cuentas, por el da galopan.

    La vida pasan en un anhelo constante, lleno de fatigas. No saben que sobre el techo de sus casas

    el cielo es azul. Tai Fu-Ku

    NO LO conseguimos, nunca lo conseguiremos! lOh, esas horas que huyen como las nubes en ese inmenso cielo de nuestra vida sin darnos nunca tiempo para detenernos! INo vivimos en el presente!. Vivimos en el tiempo venidero, Nuestra imaginacin construye castillos en el aire del futuro, nuestros cuerpos se apoyan, con las extremidades extendidas, en el alba de todos los tiempos, nunca llegamos, ni por un segundo, a detenernos en el tiempo, para descansar, los brazos y piernas cruzados, en el umbral sereno del presente, y acariciar con una mirada serena al ser amado

    Maria Wine

    TAMBIN HAY buenos momentos, aada Tom, resistindose a que Harry dijera la ltima palabra-. Indelebles momentos de gracia, xtasis minsculos, milagros inesperados. Pasar tranquilamente por Times Square a las tres y media de la madrugada, sin nada de trfico, y encontrarse de pronto solo en el centro del mundo, con esa lluvia de luces de nen cayndote encima. Hacer que el velocimetro pase de ciento veinte por el Belt Parkway justo antes de amanecer y sentir cmo te inunda el olor del ocano por la ventanilla abierta. O cruzar el puente de Brooklyn en el preciso instante en que la luna llena aparece en medio del arco, y eso es lo nico que se ve, la brillante esfera amarilla de la luna, tan grande que da miedo, y entonces te olvidas de que vives aqu en la tierra y te imaginas que en realidad ests flotando por el espacio. Ningn libro puede reproducir esas cosas. Estoy hablando de la verdadera trascendencia, Harry. De salir del cuerpo y entrar en la plenitud y el espesor del mundo.

    Para hacer eso no necesitas conducir un Taxi, muchacho. Cualquier cacharro te servira. No, es dis nto. Con un coche normal, evitaras el aspecto desagradable del trabajo, y sa es

    la base de toda la experiencia. El cansancio, el aburrimiento, la embrutecedora monotona. Entonces, de pronto sientes un sbito ramalazo de libertad. Unos instantes de autntica y absoluta dicha. Pero eso hay que pagarlo. Sin tedio, no hay gozo...

    Paul Auster

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    A UNA ANCIANA POBRE masticando una ciruela en la calle con una bolsa llena en la mano. le gusta cmo saben. le saben bien. le saben bien. lo notas por la manera en que se lleva a la boca una mitad y la sorbe. confortada. un consuelo de ciruelas maduras parece saturar el aire. le saben bien.

    William Carlos Williams

    SON LAS DIEZ de la maana. He desayunado con jugo de naranja,

    me he vestido de blanco y me he ido a pasear y a no hacer nada,

    hablando por hablar, pensando sin pensar, feliz, salvado. Respiro despacito, muy despacio, pensando con delicia lo que hago, sintindome vivaz en cada fibra,

    en la clula explosiva, en el extremo del ms leve cabellos.

    Buenos das, buenos das! Gabriel Celaya

    EN EL PUENTE Una mujer y un hombre solos, en un puente, sobre el dormido Sena azul. Debajo est el tumulto sin sentido, las luces irreales. Cambia el gobierno en algn sitio, se pronuncian sabios discursos. Pero ellos desde el puente, apenas si lo ven: tan slo ven el Sena turbio y lento. As estn, sin palabras y sin besos, hasta la madrugada, bajo un impermeable, como un paquete envuelto en celofn un regalo del mundo para el mundo entero! Quiera Dios que no tengamos ni casa ni hacienda, ni aturdidora comodidad en nuestra vida! Quiera Dios que, estemos donde estemos, siempre nos encontremos en el puente! En el puente para siempre inscrito en el cielo. En el puente que hace sagrado a quien le habita. En el puente sobre el tiempo, sobre toda la vanidad y la mentira Evgueni Evtuchenko

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    Tambin hay buenos momentos, aada Tom, resistindose a que Harry dijera la ltima palabra-. Indelebles momentos de gracia, xtasis minsculos, milagros inesperados. Pasar tranquilamente por Times Square a las tres y media de la madrugada, sin nada de trfico, y encontrarse de pronto solo en el centro del mundo, con esa lluvia de luces de nen cayndote encima. Hacer que el velocimetro pase de ciento veinte por el Belt Parkway justo antes de amanecer y sentir cmo te inunda el olor del ocano por la ventanilla abierta. O cruzar el puente de Brooklyn en el preciso instante en que la luna llena aparece en medio del arco, y eso es lo nico que se ve, la brillante esfera amarilla de la luna, tan grande que da miedo, y entonces te olvidas de que vives aqu en la tierra y te imaginas que en realidad ests flotando por el espacio. Ningn libro puede reproducir esas cosas. Estoy hablando de la verdadera trascendencia, Harry. De salir del cuerpo y entrar en la plenitud y el espesor del mundo.

    Para hacer eso no necesitas conducir un Taxi, muchacho. Cualquier cacharro te servira. No, es dis nto. Con un coche normal, evitaras el aspecto desagradable del trabajo, y sa es

    la base de toda la experiencia. El cansancio, el aburrimiento, la embrutecedora monotona. Entonces, de pronto sientes un sbito ramalazo de libertad. Unos instantes de autntica y absoluta dicha. Pero eso hay que pagarlo. Sin tedio, no hay gozo...

    Paul Auster

    EL POEMA DEL TAXISTA MEJICANO PARA SU ESPOSA, QUE LO HA ABANDONADO Estbamos metidos en el trfico sobre el Puente de Brooklyn, as que rogu a los poetas sentados en la parte de atrs de mi taxi que escribieran un poema para ti. Ellos preguntaron si t eres como la luna o como los rboles. Dije: No, ella es como el puente cuando hay tanto trfico que tengo tiempo de observar los barcos en el ro. Martin Espada

    y pude entonces explicar con palabras el sentimiento de la duracin como un acontecimiento que consite en estar atento,

    un acontecimiento que consiste en percatarse, un acontecimiento que consiste en ser abrazado, un acontecimiento que consiste en ser atrapado;

    atrapado por qu?, por un sol suplementario, por un viento refrescante,

    por un acorde silencioso, dulce, que afina y pone de acuerdo todas las disonancias.

    [...] tal vez entonces sienta,

    y slo de una forma inopinada el escalofro de la duracin;

    y ser siempre en lo accesorio, cerrando cuidadosamente una puerta

    mondando cuidadosamente una manzana, atravesando con atencin un umbral,

    agachndome a recoger un hilo. Peter Handke

  • 13

    PUEDES HACER varias cosas con este rbol cubrirlo de un color original o dibujarlo en tu mente como si fuera un ro talarlo con las uas hasta modificar tu percepcin del tiempo calcular su altura y equivocarte y no darte cuenta puedes olerlo como si pensaras sin palabras esconder sus races debajo de la tierra y pintar de verde la ms verde de sus hojas sentarte sobre lo que fue su sombra y esperar a que se haga de da definirlo para que sea a la vez hermoso y artificial inventar un incendio y salvarlo cambiarlo por el derecho a desplazarte por el prado convertirlo en papel y describirlo de una forma diferente en cada folio caminar en crculos alrededor de cualquiera de los rboles vecinos pincharlo con un alfiler para constatar que no se queja tener una larga conversacin a la luz de sus pjaros y descubrir que alberga tantas contradicciones como alas puedes tomarlo como ejemplo en un ensayo sobre la horizontalidad amarlo compasivamente pensando en los poderosos vientos que trajeron desde las estrellas la materia que lo forma palpar su rugosidad con cada uno de los dedos o con la palma entera lo que no puedes hacer es entenderlo.

    Mariano Peyrou

    INFORME SOBRE EL ORDEN PBLICO

    Cada cuarto de hora alguien compra una peluca de pjaro Cada cuarto de hora las vendedoras de lotera reescriben una vida en letras maysculas Cada cuarto de hora los tendones se tensan en las cornisas Cada cuarto de hora una yema de colibr se estrella contra los escaparates Cada cuarto de hora un paraguas de sacerdote besa los zapatos de piel de caimn Cada cuarto de hora parte hacia la montaa rusa un autobs con turistas Cada cuarto de hora hace clic un gatillo Cada cuarto de hora se llena de nomeolvides una bolsa de plstico Cada cuarto de hora una metfora cae en el cubo Cada cuarto de hora bosteza el sistema mtrico decimal Cada cuarto de hora se asfixia en la taza de t el minueto de las creencias Cada cuarto de hora el carnicero corta la maleza de la Cruz del Sur Cada cuarto de hora aparece Judas en la delacin de las flemas Cada cuarto de hora los lingotes de oro ejercen la mendicidad Cada cuarto de hora pequeos terremotos de iguana hacen tambalearse la torre del alfabeto fenicio Cada cuarto de hora el infinito se cambia la raya del pelo Cada cuarto de hora un sprint de ciclistas entra en el olvido Cada cuarto de hora un clima instantneo cada cuarto de hora

    Juan Carlos Mestre

    HAY QUE hacer muchas cosas todava: barrer el patio, regar las margaritas, sacudirnos las alas, y pintarlas de nuevo con los colores que nos presta el da. Cantar en la guitarra y echar al viento las semillas y acurrucar en un altar secreto las penas nuevas que nos guarda el da. Hay que hacer muchas cosas; retomar la cancin vieja y perdida, beber sus aguas, caminar su tierra mientras sabemos que an es nuestro el da. Y aprisionar la sombra (ella sufre tremendas pesadillas) es nostlgica y llena de locuras; nos vuelve trgicos a mitad del da. Hay que hacer muchas cosas! abrir el sol, levantar nuestras cortinas, que ya tendremos tiempo suficiente de beber sombras cuando acabe el da.

    Matilde Casazola

  • 14

    EL ERIZO El erizo despierta al fin en su nido de hojas secas, y acuden a su memoria todas las palabras de su lengua, que, contando los verbos, son poco ms o menos veintisiete. Luego piensa: El invierno ha terminado, Soy un erizo, Dos guilas vuelan sobre m; Rana, Caracol, Araa, Gusano, Insecto, En qu parte de la montaa os escondis? Ah est el ro, Es mi territorio, Tengo hambre. Y vuelve a pensar: Es mi territorio, Tengo hambre, Rana, Caracol, Araa, Gusano, Insecto, En qu parte de la montaa os escondis? Sin embargo, permanece quieto, como una hoja seca ms, porque an es medioda, y una antigua ley le prohibe las guilas, el sol y los cielos azules. Pero anochece, desaparecen las guilas, y el erizo, Rana, Caracol, Araa, Gusano, Insecto, Desecha el ro y sube por la falda de la montaa, tan seguro de sus pas como pudo estarlo un guerrero de su escudo, en Esparta o en Corinto; Y de pronto atraviesa el lmite, la lnea que separa la tierra y la hierba de la nueva carretera, de un solo paso entra en su tiempo y el mo; Y como su diccionario universal no ha sido corregido ni aumentado en estos ltimos siete mil aos, no reconoce las luces de nuestro automvil, y ni siquiera se da cuenta de que va a morir.

    Bernardo Atxaga

    LA GUITARRA es un pozo Con viento en vez de agua

    Gerardo Diego

    CONCEPTOS PARA UNA POTICA LA POESA trasciende la condicin del poeta. La Poesa debe ser elctrica e inesperada, inmediata y en vena. UN POEMA slo debe oler a poema, nunca a limn. Ni tampoco deben oler los poemas a pan recin salido del horno. Ni a tierra mojada por la lluvia. Si olieran as, oleran a tpico, y el tpico es como un caracol haciendo eses con su baba de plata. EL POETA: cmplice del silencio. SLO S, que si abro el poema, deber sangrar. A VECES, la arquitectura ciega al poema. ME HABLARON de un poema milagroso que, en su soledad, llova abundantemente. Al final hubimos de convenir que no era un poema, sino una nube.

    Rafael Prez Estrada,

  • 15

    y 3/ T NO ERES QUIEN PIENSAS (NI YO TAMPOCO)

    JE EST un autre [yo soy otro] Arthur Rimbaud

    TREINTA RADIOS convergen en el centro de una rueda, pero es su vaco lo que hace til al carro. Se moldea la arcilla para hacer la vasija, pero de su vaco depende el uso de la vasija. Se abren puertas y ventanas en los muros de una casa, y es el vaco lo que permite habitarla. En el ser centramos nuestro inters, pero del no-ser depende la utilidad.

    Lao Tse en Tao Te King SOY EL viento del mar Soy la ola de tormenta Soy el sonido del ocano Soy el toro de los siete cuernos Soy el halcn en la cara del risco Soy la lgrima del sol Soy la flor bella Soy el jabal salvaje Soy el salmn en el lago Soy el lago en la planicie Soy la palabra desafiantes Soy la lanza de carga en el combate Soy el dios que puso el fuego en tu cabeza Quin hizo los caminos a travs de las piedras de las montaas? Quin conoce la edad de la luna? Quin conoce donde el sol se pone? Quin tom el Ganado de la casa del Cuervo de Guerra? Quin satisface al ganado del cuervo de la guerra? Qu ley, que dios, creo las cordilleras?

    Poema milesio; 1268 aos A. de C.

    UNA VEZ SO que era una mariposa, y ahora ya no s si soy Zhuangzi que so que era una

    mariposa, o si soy una mariposa que suea que soy Zhuangzi. Zhuangzi

    YO NO SOY yo. Soy este que va a mi lado sin yo verlo, que, a veces, voy a ver, y que, a veces olvido. El que calla, sereno, cuando hablo, el que perdona, dulce, cuando odio, el que pasea por donde no estoy, el que quedar en pie cuando yo muera.

    Juan Ramn Jimnez

  • 16

    LA UVA Y EL VINO Un hombre de las vias habl, en agona, al odo de Marcela. Antes de morir, le revel su

    secreto: La uva le susurr est hecha de vino. Marcela Prez-Silva me lo cont, y yo pens: Si la uva est hecha de vino, quiz nosotros somos

    las palabras que cuentan lo que somos. Eduardo Galeano

    YO NO TENGO una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestacin de

    personalidades. En m, la personalidad es una especie de furunculosis anmica en estado crnico de erupcin; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.

    Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeracin de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromntica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W. C.

    Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! Imposible saber cul es la verdadera! Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad ms absoluta con todas ellas, no me

    convenzo de que me pertenezcan. Qu clase de contacto pueden tener conmigo me pregunto todas estas personalidades

    inconfesables, que haran ruborizar a un carnicero? Habr de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora?

    El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo, para enfermarse de indignacin. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues ms profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un egosmo... de una falta de tacto...

    Hasta las personalidades ms insignificantes se dan unos aires de trasatlntico. Todas, sin ninguna clase de excepcin, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olmpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discusiones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir juntas, pues no seor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las dems. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace rer a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponindome un paseto al cementerio. Ni bien aqulla desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, sta se empea en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junto con las gallinas.

    Mi vida resulta as una preez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosin de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinacin me cuesta un tal cmulo de dificultades, antes de cometer el acto ms insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfaccin de mandarlas a todas juntas a la mierda.

    Oliverio Girondo IDENTIDAD EN EL PATIO un pjaro pa, como el centavo en su alcanca. Un poco de aire su plumaje se desvanece en un viraje. Tal vez no hay pjaro ni soy ese del patio en donde estoy.

    Octavio Paz

  • 17

    YO SOY TU indmita gacela, el trueno que rompe la luz sobre tu pecho Yo soy el viento desatado en la montaa y el fulgor concentrado del fuego del ocote. Yo caliento tus noches, encendiendo volcanes en mis manos, mojndote los ojos con el humo de mis crteres. Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo, riendo la risa inmutable de los aos. Yo soy el inexplorado camino, la claridad que rompe la tiniebla. Yo pongo estrellas entre tu piel y la ma y te recorro entero, sendero tras sendero, descalzando mi amor, desnudando mi miedo. Yo soy un nombre que canta y te enamora desde el otro lado de la luna, soy la prolongacin de tu sonrisa y tu cuerpo. Yo soy algo que crece, algo que re y llora. Yo, la que te quiere.

    Gioconda Belli

    SOY UN NIO en el centro de un colegio de odio Una tarde de mayo en que los lobos grises

    destrozan sus juguetes con los dientes Contemplo los incendios calentar las colinas

    Y la tierra poblarse de negras cucarachas. Con la frente apoyada contra el helado vidrio del mirador

    Veo al sol que se pone. Miro justo a su centro.

    Estoy llorando. Alberto Porlan

    SLO ES real lo que llega de ti. Una puesta de sol o una tetera son implacables ngeles o mscaras de lo infinito hasta que vienes t y los vuelves tangibles. Antes de conocerte, con pavor caminaba entre las cosas, pues todo, cualquier brizna de hierba, me aplastaba con sus mil toneladas de posibles sentidos, con el dios o avalancha de piedras emboscado que asaltaba mis ojos y mis pies. Ahora soy un cuerpo y no un fantasma, y el mundo no es un lgubre castillo donde vago sino un inmenso lecho donde hacer el amor con las teteras, con las puestas de sol, sobre todo contigo. Jess Aguado

  • 18

    SOMOS huspedes desconocidos en la casa del mundo el mar la ola el escollo

    el navegante descubriendo la ausencia de boyas

    somos el ojo que ve el ojo y la visin que nos borra

    somos aquello que miramos en el fondo de los ojos y que sabe que somos

    somos lo nico y el nmero la cosa y su contrario

    la multiplicacin de lo visible el ojo abierto sobre lo invisible somos la sombra de la sombra

    que entre la oscura claridad del sueo dormita somos la huella sobre la arena somos cada letra del alfabeto

    somos el orculo y el homenaje la mscara suspendida en el rbol

    el templo y el objeto ofrecido a la luz muerta del templo

    somos la pregunta que no exige respuesta

    somos la pregunta y la respuesta ya que ellas no suman ms que uno

    somos el crculo que se crea l mismo ad infinito

    caminamos a grandes pasos en los dos sentidos el calendario de los hombres

    como una escala del horizonte antes de ser invitados a franquear de un salto el vaco que nos separa

    de nuestro nacimiento oscilando entre ebriedad y terror

    somos eso que sabemos y aquello que ignoramos

    lloramos lgrimas de mbar somos la primera y la ltima palabra

    la estrofa y el canto y la boca que deseamos

    aferrar a la cara del silencio somos la mano insumisa que traza el signo

    el vrtigo delante del abismo abierto por el poema

    () Amina Sid

  • 19

    SOMOS DE fuego y adoramos la ceniza; nos da pavor la quemadura y somos llamas.

    Juan Antonio Bermdez

    HABA una vez una rata en una cloaca y vio pasar una rosa y dijo Qu asco.

    Antidio Cabal HAGO lo que quiero! deca una hormiga en el hormiguero.

    Francisco Daz

    MS VALE dormir con un canbal despejado que con un cristiano borracho Herman Melville

    EL PRIMER y magnfico amanecer sobre la tierra El primer llanto del hombre en la luz primigenia La primera lucirnaga titilando en la noche La primera cancin de amor y cuarenta llantos de dolor La primera travesa de los vikingos hacia el oeste El primer avistamiento del Nuevo Mundo desde el carajo del viga de una carabela espaola El primer cara plida encontrndose con el primer norteamericano nativo El primer comerciante holands en Manhattan El primer colono en la primera frontera El primer Hogar Dulce Hogar tan querido El primer tren de carretas dirigindose al oeste La primera vez que Lewis y Clark vieron las aguas del Pacfico El primer acto de integracin de Huck y Jim navegando de noche en una balsa La primera cabeza de bfalo en una moneda y el ltimo bfalo El primer alambrado de pas y el fin de las llanuras abiertas El ltimo vaquero cabalgando en la ltima frontera El primer rascacielos en Norteamrica El primer jonrn en el estadio de los yanquis La primera salchicha con mostaza en un estadio La ltima guerra para terminar con todas las guerras El ltimo obrero sindicalizado y el ltimo anarquista catlico El ltimo sobreviviente de la brigada Abraham Lincoln El ltimo bohemio con su boina El primer poltico hecho en casa y el primer fraude electoral El primer avin en estrellarse con la primera de las torres gemelas El nacimiento de una vasta paranoia nacional El primer presidente en convertirse en un asesino internacional por cometer crmenes contra la humanidad transformando a Norteamrica en un estado terrorista El oscuro amanecer del fascismo corporativo norteamericano La prxima a desaparecer ltima estacin de radio que ejerce la libertad de expresin El prximo a desaparecer ltimo peridico independiente que remueve el avispero La prxima a desaparecer ltima librera independiente con criterio propio El prximo a desaparecer ltimo izquierdista que busca el nirvana de Obama El primer grandioso da de la ocupacin de Wall Street para establecer en este continente una nueva nacin.

    Lawrence Ferlinghetti