Cuadernillo Para El Público 2(1)

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MaterialelaboradoporLic.IvanaAlochis ¡Vamos, vamos, compañeros, a cantar un argumento! Cuando se escuchan las coplas, se aclara el entendimiento. (a) Eres alta como el queso; (b) Eres blanca como el cuervo, (c) En la punta de aquel cerro, derecha como la hoz, y lindita como el hambre; hay un montón de ceniza, blanca como el chocolate, cabellitos como espinas, parecido a mi vidita, buenas noches nos dé Dios. y gordita como alambre. que es negra, chata y petisa. Una mujer fue la causa El amor de las mujeres Las rosas y las mujeres de la perdición primera, es como el de las gallinas, son dos cosas parecidas; no hay perdición en el mundo faltándole el gallo viejo en la mujer, el engaño, que por mujeres no venga. cualquier pollo se le arrima. en las rosas, las espinas. Todas las mujeres Las mujeres de hoy en día Los hombres son los ratones tienen un dedo para el dedal, se acortan bien el vestido, y las mujeres el queso; orejas para sortijas porque mostrando las piernas el matrimonio es la trampa, y ojitos de enamorar. quieren encontrar marido. yo no me caso por eso. El Demonio son los hombres, La niña, para ser gente, Traición y mujer es una, dicen todas las mujeres, no ha de ser tan presumida. sepa que solo ha de hallar sin embargo andan desiando, Por sus muchas presunciones, fidelidad en su perro que el Demonio se las lleve. muchas se han visto perdidas. y firmeza en su puñal. El hombre que espante y la mujer que encante. A la mujer brava, dale soga larga. La mujer casada, pierna quebrada y en su casa. Tras el hombre que litiga, está la mujer que intriga. Del hombre lo que dice y de la mujer lo que calla.

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  • Material elaborado por Lic. Ivana Alochis

    Vamos, vamos, compaeros,

    a cantar un argumento!

    Cuando se escuchan las coplas,

    se aclara el entendimiento.

    (a) Eres alta como el queso; (b) Eres blanca como el cuervo, (c) En la punta de aquel cerro,

    derecha como la hoz, y lindita como el hambre; hay un montn de ceniza,

    blanca como el chocolate, cabellitos como espinas, parecido a mi vidita,

    buenas noches nos d Dios. y gordita como alambre. que es negra, chata y petisa.

    Una mujer fue la causa El amor de las mujeres Las rosas y las mujeres

    de la perdicin primera, es como el de las gallinas, son dos cosas parecidas;

    no hay perdicin en el mundo faltndole el gallo viejo en la mujer, el engao,

    que por mujeres no venga. cualquier pollo se le arrima. en las rosas, las espinas.

    Todas las mujeres Las mujeres de hoy en da Los hombres son los ratones

    tienen un dedo para el dedal, se acortan bien el vestido, y las mujeres el queso;

    orejas para sortijas porque mostrando las piernas el matrimonio es la trampa,

    y ojitos de enamorar. quieren encontrar marido. yo no me caso por eso.

    El Demonio son los hombres, La nia, para ser gente, Traicin y mujer es una,

    dicen todas las mujeres, no ha de ser tan presumida. sepa que solo ha de hallar

    sin embargo andan desiando, Por sus muchas presunciones, fidelidad en su perro

    que el Demonio se las lleve. muchas se han visto perdidas. y firmeza en su pual.

    El hombre que espante y la mujer que encante.

    A la mujer brava, dale soga larga.

    La mujer casada, pierna quebrada y en su casa.

    Tras el hombre que litiga, est la mujer que intriga.

    Del hombre lo que dice y de la mujer lo que calla.

  • Material elaborado por Lic. Ivana Alochis

    De la costilla del hombre A la mujer bonita, querela, Cuando la mujer es buena

    hizo Dios a la mujer pero no le des de comer, no hay plata con qu pagarle,

    por eso la pobrecita porque comiendo se olvida pero cuando sale mala

    no puede pasar sin l. y con hambre quiere bien. no hay palo con qu pegarle.

    Mi madre me dio un consejo Mi madre me dio un consejo:

    que no lo puedo olvidar: que no me quiera casar

    nunca quiera mujer flaca con mujer de ojos alegres,

    porque se puede quebrar. porque ellos me han de engaar.

    El hombre que llega a viejo Las mujeres son el diablo,

    es igual que si muriera, parientes del alacrn:

    porque en cuanto al amor cuando ven al hombre pobre,

    no habr mujer que lo quiera. alzan la cola y se van.

    Vean, para m, la mujer

    resulta igualita al vino,

    si es linda y joven, es fina

    y si es fea no hay qu hacer;

    no sirve ni pa'comer

    nipa'engaar la garganta,

    pues ni anque parezca santa

    siempre ha de ser rezongona,

    necia, cabrera, gritona,

    que hasta ni el diablo la aguanta.

    Todos me dicen casate,

    yo no me quiero casar;

    porque de soltero gozo,

    casado no he'i de gozar.

    Toma casa con hogar y mujer que sepa hilar. La cobija y la mujer, suavecitas han de ser.

    La mujer no solo debe ser honrada, sino, tambin, parecerlo.

    Guarda, nia, tus honores, La mujer que a m me quiera La nia buena ha de ser

    guarda tu honra y castidad; tres cosas ha de tener: encaserada, virtuosa,

    no te dejes engaar ollas, platos y cucharas muy cuidada y afanosa

    con los falsos mediadores. y qu darme de comer. de hacer el bien y callar.

    Siendo honesta, pura y casta,

    humilde y caritativa Me parece casa i locos Una tijerita de oro

    lucir en toda tu vida una casa sin mujer, yo me quisiera comprar,

    reluciente tu hermosura; se pasan aos y meses para cortarte las alas

    y como la flor ms pura y nunca se oye barrer. cuando te quieras volar.

    brillars entre las flores.

  • Material elaborado por Lic. Ivana Alochis

    La mujer que no es hacendosa, o puta o golosa.

    Mujer asomada a la ventana, o es puta o est enamorada.

    A la mujer casada y casta, con el marido le basta.

    A la mujer y a la guitarra hay que templarlas para usarlas.

    La virtud de la mujer es como la cera: se funde cuando se calienta.

    Has tomado el sacramento

    al dar aquel s de esposa;

    no debes estar dudosa,

    que esto no es para un momento.

    No manche tu pensamiento

    la turbulenta pasin,

    y no cometas accin,

    que no agrade a tu marido.

    Si tu mujer es celosa Son dos las peores desdichas Como caa de azcar

    la debes de castigar, que un hombre puede tener: son las mujeres,

    y no dejarle pasar casarse con mujer fiera, endulzan nuestras vidas

    ninguna accin veleidosa. y no tener qu comer. cuando ellas quieren.

    Si le gusta la parranda

    o el ir a pasear en coche,

    dale una felpa de noche El que sale de su tierra La mujer que quiere a dos

    y otra por la maana. y de su prenda se aleja, lo hace con algn provecho.

    Si va a lo del provisor por ms honrada que sea Si uno de ellos se redobla,

    a divulgar lo que pasa, no la halla como la deja. otro le queda derecho.

    as que llegue a su casa

    dale otra felpa mayor.

    Dale con el ojo del hacha,

    a quien venga a defender,

    para que tenga vergenza

    y cumpla con su deber.

    Hay mujeres como el gato, Todos dicen que los ojos Cada vez que paso

    de la misma condicin; son el espejo del alma: y miro tu simptica figura

    aunque tengan plato lleno por eso t, que eres bizca, me parece ver el burro,

    siempre buscan su ratn. la tienes atravesada. en que cargo la verdura.

    Mi mujer con el demonio

    apostaron un dobln

    sobre cul era ms fiero,

    y mi mujer le gan.

    Caballo, guitarra y mujer no se prestan.