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    CUATRO VIAJES

    EN LA LITERATURA

    DEL ANTIGUO EGIPTO

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    BANCO DE DATOS FILOLGICOS SEMTICOSNOROCCIDENTALES

    Obras publicadas:

    PRIMERA PARTE: DATOS UGARTICOS

    I - Jess-Luis Cunchillos y Juan-Pablo Vita, Textos Ugarticos (TU), XXI+ 906 pginas. Madrid 1993.

    II - Jess-Luis Cunchillos y Juan-Pablo Vita, Concordancia de PalabrasUgarticas en morfologa desplegada (CPU), 3 volmenes, XXII+ 2786 pginas. Madrid 1995.

    III - Jess-Luis Cunchillos, Raquel Cervign, Juan-Pablo Vita, Jos

    Manuel Galn y Jos-ngel Zamora, Generador deSegmentaciones, Restituciones y Concordancias (GSRC), CD-ROM. Madrid 1996.

    IV - Jess-Luis Cunchillos, Juan-Pablo Vita, Jos Manuel Galn y Jos-ngel Zamora, Banco de Datos, GSRC - Internet. Febrero 1997en fiapa$nu. Publicaciones en Internet del Laboratorio de

    Hermeneumtica (http://www.labherm.filol.csic.es). Madrid1997-

    SEGUNDA PARTE: DATOS FENICIOS Y PNICOS

    I - Jess-Luis Cunchillos y Jos-ngel Zamora, Gramtica FeniciaElemental(GFE), XVI + 170 pginas. Madrid 1997.

    II - Sistema Gestor de Datos Fenicios y Pnicos (Software). Prximaaparicin.

    MONOGRAFAS

    1 - Juan-Pablo Vita, El Ejrcito de Ugarit, XIV + 238 pginas. Madrid1995.

    2 - Jos-ngel Zamora, Sobre el modo de produccin asitico en Ugarit,XIV + 189 pginas. Madrid-Zaragoza 1997.

    3 - Jos Manuel Galn, Cuatro Viajes en la Literatura del Antiguo Egipto,XII + 250 pginas. Madrid 1998.

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    Cuatro Viajesen la Literaturadel Antiguo Egipto

    Jos M. Galn

    CONSEJO SUPER IOR DE INVESTIGACIONES C IENTFIC AS

    MADR ID 2000

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    Quedan rigurosamenteprohibidas, sin la autorizacin escrita delos titulares del Copyright, bajo lassanciones establecidas en las leyes, lareproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento,comprendidos la reprografa y eltratamiento informtico, y sudistribucin.

    Segunda Edicin revisada.

    Este libro fue fruto del PB 93/0107 de la DGICYT. Consejo Superior de Investigaciones Cientficas. Jos Manuel Galn Allu.NIPO:ISBN:Depsito legal:Impreso en Espaa. Printed in Spain.Composicin tipogrfica y maquetado: Jos M. Galn.Impresin:

    Pedidos: Departamento de Publicaciones, CSICVitrubio, 8. 28006-Madrid (Fax: 91 5629634)

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    A mis padres,

    Toms Galn y M Teresa Allu

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    Indice

    Abreviaturas XAgradecimientos y Prlogo a la Segunda Edicin XI

    Introduccin 1

    Captulo I. El Nufrago 17Manuscrito 19Contexto histrico 21Contexto literario 28Traduccin 35Comentario 40

    Captulo II. Sinuh 61Manuscrito 63Contexto histrico 66Contexto literario 76Traduccin 82Comentario 97

    Captulo III. El Prncipe predestinado 129Manuscrito 131Contexto histrico 132Contexto literario 146Traduccin 153Comentario 158

    Captulo IV. Unamn 179Manuscrito 181Contexto histrico 184Contexto literario 193Traduccin 200Comentario 209

    Indice de textos traducidos 241Mapas 247

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    X

    Abreviaturas

    BM. British Museum.EA. W. L. Moran, The Amarna Letters, Baltimore 1992.

    KRI. K. A. Kitchen, Ramesside Inscriptions. Historical andBiographical, Oxford 1979-1990.

    O. Ostracon.

    P. Papiro.

    Urk. Urkunden des gyptischen Altertums, Abteilung:I. K. Sethe, Urkunden des alten Reiches, Leipzig 1933.IV. K. Sethe - W. Helck, Urkunden der 18. Dynastie, Leipzig-Berln 1906-1958.VII. K. Sethe, Historisch-biographische Urkunden des

    Mittleren Reiches, Leipzig 1935.

    Wb. A. Erman - H. Grapow, Wrterbuch der gytischen Sprache,Berln-Leipzig 1926-1963.

    Signos convencionales empleados en la traduccin

    (palabra) Palabra(s) suplidas en la traduccin para hacer la lectura mscoherente y fluida.

    (...) Pasaje omitido en la traduccin.

    palabra(?) Traduccin deducida por contexto.

    [...] Texto daado y sin elementos para deducir una restitucin.

    [palabra] Palabra(s) restituidas en un lugar daado del texto.

    palabra Palabra omitida en el texto por descuido del escriba.

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    XI

    Agradecimientos y Prlogo a la Segunda EdicinEn diciembre de 1994, el Profesor Luis Alberto de Cuenca me sugiri la

    idea de publicar una traduccin de textos literarios del antiguo Egipto.Durante los tres aos siguientes, siendo investigador contratado en elInstituto de Filologa del CSIC, en Madrid, fui estudiando y seleccionandomaterial. Tengo que dar las gracias, de forma muy especial, al ProfesorJess-Luis Cunchillos por acogerme en su proyecto de investigacin,Banco de Datos Filolgicos Semticos Noroccidentales, financiado por laDGICYT desde 1990. Ello me permiti incorporarme al mundo acadmicoy de investigacin en Espaa, tras siete aos de estudios en el extranjero.Me ha permitido, adems, aprender sobre la lengua y la cultura de Ugarit y

    sobre la utilizacin de la informtica en la investigacin en CienciasHumanas. Nuevos tiempos han de provocar ineludiblemente nuevas actitudes y

    nuevas soluciones. La investigacin en grupos de trabajo y lainterdisciplinariedad son, sin duda, dos claves para el desarrollo dedisciplinas tradicionalmente individualistas. Por otro lado, las nuevastecnologas, y en concreto la informtica, permiten al investigador renovarmetodologas y conocimientos, adems de mantenerse en sintona con lasociedad actual. Por ello, estoy agradecido a todos los colaboradores del

    proyecto de investigacin mencionado, especialmente a Jos-ngelZamora, Alberto Castro, Juan-Pablo Vita, Raquel Cervign y JoaqunSiabra.

    El manuscrito mejor sustancialmente gracias a las correcciones ycomentarios del Profesor Jos Miguel Serrano, de Genevieve Bourgeat, deM Teresa Allu y de Aurora Hernndez-Coronado.

    Los textos que forman el ncleo de los cuatro captulos del presentelibro, El nufrago, Sinuh, El prncipe predestinado y Unamn, los le yestudi por primera vez con el Profesor Hans Goedicke, entre 1987 y 1993,durante mi doctorado en la universidad Johns Hopkins de Baltimore. A lle debo la mayor parte de mis conocimientos sobre el antiguo Egipto. Losdos ltimos relatos mencionados los le de nuevo con el Profesor JessLpez, en los cursos organizados por el Centro de Estudios del PrximoOriente en Madrid, en la primavera de 1996 y de 1997.

    Gracias a la concesin de dos ayudas para estancias breves deinvestigacin en el extranjero por parte de la Comunidad Autnoma deMadrid, pude trabajar en el manuscrito en el Griffith Institute de Oxford, en

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    XII

    los veranos de 1995 y de 1997. Jaromir Mlek, su director, Diana Magee,John Taylor y el Profesor John Baines me ofrecieron generosamente suayuda.

    Agradecer, finalmente, al Dr. Emilio Fernndez Galiano, Director delDepartamento de Publicaciones del CSIC, el apoyo prestado para llevar acabo la publicacin y reedicin de este libro.

    Cuatro Viajespretende servir de introduccin a la literatura del antiguoEgipto a todos los estudiosos de esta milenaria cultura, as como a quienesdisfrutan y se interesan por la literatura en general. Es inevitable que en un

    primer impulso el pblico se sienta atrado por la grandeza de losmonumentos y la belleza de los relieves y pinturas que los decoran, ademsde por la riqueza de los muy variados objetos de la cultura material que nosha legado el antiguo Egipto. Sin embargo, es a travs de la documentacinescrita como mejor podemos acceder a las mentes de los antiguos egipcios,acercarnos a su compleja manera de pensar y de reflexionar sobre la vida,conocer sus deseos, sus inquietudes, sus preocupaciones, sus miedos, saberqu es lo que les produca alegra y felicidad o tristeza y desconsuelo. Lostextos, y sobre todo la literatura, nos muestran cmo debajo de unas formasaparentemente extraas viva una sociedad con muchos elementos encomn con la cultura occidental contempornea. Leyendo los textos eltiempo y la distancia se relativizan y los personajes cobran vida todavahoy.

    Los viajes que emprenden los cuatro protagonistas de los relatoscentrales del libro sirven de excusa para agrupar en torno a ellos textos dediversos gneros que, de una u otra forma, contextualizan y ayudan acomprenderlos mejor. Huyendo del formato de las antologas, se han

    buscado los nexos de unin entre unos textos y otros, pues los escribas y

    los textos son como planetas que reciben y reflejan luz dentro del complejocosmos que es la sociedad egipcia. La originalidad del libro radica

    precisamente aqu, en presentar los textos ligados unos a otros, siguiendouna lnea argumental como si de un viaje se tratara. As, el libro predendeque el lector emprenda cuatro viajes por la literatura del antiguo Egipto,durante los cuales pueda ir adquiriendo distintas impresiones de su cultura.

    La segunda edicin corrige las erratas detectadas en la primera edicin yactualiza la bibliografa citada en las notas. El texto principal se hamodificado slo en aquellos lugares donde nos ha parecido que se podamejorar sustancialmente.

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    Introduccin

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    INTRODUCCIN 3

    La letra cursiva o hiertico, trazada mediante pincel y tinta negra, era elsistema de escritura que se enseaba en las escuelas y que los escribas

    practicaban en el ejercicio cotidiano de su profesin. La tinta roja seempleaba para sealar visualmente el comienzo de una nueva seccin o unelemento importante dentro del texto.

    El papiro era un material caro, por lo que se reservaba paradocumentacin de supuesta importancia, sobre todo administrativa.1 Porello, ste no era el soporte ms utilizado en las escuelas, donde losaprendices ensayaban escribiendo o bien sobre papiros en mal estado o yausados (palimpsestos), o bien sobre fragmentos de cermica y pequeas

    piedras con uno de sus lados liso (estos dos ltimos se denominan

    genricamente ostraca), o bien sobre tablillas de madera e incluso sobrehuesos de animales. An as, se han conservado extensos papiros que

    parecen hacer la funcin de libros de texto, encadenando fragmentos decomposiciones de distintos gneros. Gardiner denomin a estasrecopilaciones miscelnea. Otros papiros con finalidad didcticaconsisten en listas de palabras que el escriba agrupaba por categoras, esdecir, vocabularios temticos, hoy denominados onomstica.

    Debido a la temprana estandarizacin de la escritura, es difcil distinguirdiferentes escuelas de escriba a partir de los textos. El sistema de escrituraconsonntico ni siquiera permite distinguir con claridad los diferentesdialectos que deban coexistir dentro del territorio de Egipto y que mstarde se manifiestaran claramente en el copto. El hallazgo de un elevado

    nmero de ostraca en un lugar determinado, como es el caso de Deir el-Medina en poca Ramsida, permite hipotetizar sobre la existencia de unaescuela de escribas en ese lugar.2 Muchos aos antes, a comienzos del

    1 J. Cerny, Paper & Books in Ancient Egypt, Londres 1952; R. Parkinson - S. Quirke,Papyrus, Londres 1995. El tamao aproximado de las hojas formadas con fibras de papiroera de 40 x 30 cm., unindose unas con otras para formar un rollo, de longitud variable.Para manejarlo con mayor comodidad, la altura del rollo de papiro se poda cortar por lamitad, dejndola en 15 cm. e incluso en 7,5 cm. aproximadamente. El escriba elega

    primero el lado que tuviera las fibras de la planta horizontales, pues el pincel podra asdeslizarse con mayor suavidad. ste era el lado que quedaba por dentro al enrollarse el

    pliego.

    2 B. van de Walle, La Transmission des textes littraires gyptiens, Bruselas 1948, p. 15-16, 27.

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    Reino Medio, la elaboracin de textos escolares como Kemyto la llamadaStira de los oficios en la regin de Menfis y Helipolis parece indicar lalocalizacin de escuelas all.3

    Los textos literarios nos han llegado en la mayora de los casos a travsde ejercicios escolares. En las escuelas de escribas,

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    INTRODUCCIN 5

    compara sta con la actividad de otras profesiones, exagerando lascaractersticas de cada una para convencer al joven novicio a que prosiga suformacin. Entre las ventajas que enumeran los textos, se seala que losescribas no tienen jefes que les den rdenes y les maltraten a su antojo, sinoque ellos son los que ordenan y mandan. La profesin de escriba es, endefinitiva, la que deja ms libertad al hombre dentro de la sociedad.7 Lareiteracin de este tipo de adoctrinamiento refleja, por otro lado, que los

    jvenes deban percibir las profesiones de manera distinta, muchosprefiriendo la carrera militar o, simplemente, dispuestos a entregarse a labuena vida.

    La expresin escribe con tu mano, lee con tu boca, y no con los ojos,hace referencia a la lectura en alto, lo que est relacionado con el carcteroral de las inscripciones y tambin de las composiciones literarias.8 Ntese,

    por otro lado, el consejo que los escribas repiten a los aprendices, escribecon tus dedos por el da, lee por la noche. En el Papiro Lansing, unescriba veterano le insiste a su pupilo a que se concentre en el aprendizajede la profesin. Entre otras cosas, le dice:9

    Pasa el da escribiendo con tus dedos, recita durante la noche.Confraterniza con el papiro y la paleta, es ms dulce que las jarras deedeh. En cuanto a la escritura, para aquellos que la conocen, es msbeneficiosa que cualquier empleo; es ms agradable que la comida, quevestidos o que ungentos; es ms valiosa que ser heredero enEgipto,que una tumba en el Occidente.

    Las Enseanzas de Ani recogen un pasaje que presenta la profesin deescriba como una carrera de mritos:10

    Cuando seas instruido en los escritos, aprndetelos y ponlos en tucorazn. Todo lo que t digas prosperar entonces. En cualquieroficina a la que un escriba sea asignado, l necesita consultar loslibros. El supervisor del Tesoro no tiene hijo, el supervisor del sello no

    7 H. Te Velde, Scribes and Literacy in Ancient Egypt, en H. Vanstiphout, et al. (eds.),Scripta signa vocis, Groningen 1986, p. 258-259.8 Ch. Eyre, Is Egyptian historical literature historical or literary?, en Loprieno (ed.),

    Ancient Egyptian Literature: History and Forms, p. 415-433.

    9P. Lansing2, 1-3; Gardiner, Late-Egyptian Miscellanies,p. 100, 11-15; Caminos,Late-Egyptian Miscellanies, p. 374.

    10Papiro Boulaq 20, 4-6; J. Quack, Die Lehren des Ani. Orbis Biblicus et Orientalis 141,Friburgo (Suiza) 1994, p. 305-307.

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    tiene heredero. El escriba es elegido por su mano, la oficina no tienedescendencia.

    Tanto el arte plstico como la literatura son, generalmente, annimos.Tan slo en contadas ocasiones las composiciones van seguidas de uncolofn donde el escriba que ha escrito el texto menciona su nombre, y nose trata en este caso de su autor, sino de un copista. La tradicin ytransmisin oral frenan el desarrollo de la propiedad intelectual. Por otrolado, los antiguos egipcios responden anacrnicamente al concepto post-estructuralista de intertextualidad, el cual supone que un texto no es enningn caso una creacin original de su autor, sino que forma parte de ununiverso dinmico de textos con los que se relaciona. De ah la importanciadel contexto literario a la hora de estudiar una obra.

    Las enseanzas y algunas inscripciones incluyen, por diferentes razones,el nombre del supuesto autor, o al menos el de quien encarg suredaccin.11 Las enseanzas, al igual que las inscripcionesconmemorativas, reflejan las expectativas ideolgicas de la sociedad, laortodoxia, y consecuentemente, era el gnero literario que gozaba de unmayor reconocimiento. La ficcin, por otro lado, transmite la respuesta deun individuo a las expectativas sociales, la vivencia personal.12 En el

    Papiro Chester Beatty IVse encuentra una disquisicin sobre cmo la famaliteraria supera a los intentos de ser recordado a travs del tiempo mediantemonumentos, o teniendo descendencia. El autor menciona los nombres deescritores clsicos, cuya memoria no haba cado en el olvido.13

    11 J. M. Galn, Royal Commissioners and Royal Inscriptions, en Ch. Eyre (ed.),Proceedings of the Seventh International Congress of Egyptologists. Orientalia LovaniensiaAnalecta 82,Lovaina 1998, p. 419-428.12 A. Loprieno, Topos und Mimesis: zum Auslnder in gyptischen Literatur.

    gyptologische Abhandlungen 48, Wiesbaden 1988, p. 1-21; idem, Defining EgyptianLiterature: Ancient Texts and Modern Literary Theory, en Cooper - Schwartz (eds.), TheStudy of the Ancient Near East in the 21st Century, p. 216-217.13 BM. 10684, verso 2, 5-9; 3, 3-8; H. A. Gardiner, Hieratic Papyri in the British Museum,Third Series: Chester Beatty Gift, Londres 1935, I, p. 38-39, lm. 18-19. Un relieve, hoydesaparecido, proveniente de una tumba en Saqqara de la dinasta XIX, mostraba unasucesin de personajes memorables momificados, y junto a reyes, visires y sumossacerdotes, se menciona a varios de los escritores clsicos: Imhotep, Kaires, Jety yJajeperraseneb; vase W. K. Simpson, The Literature of Ancient Egypt, New Haven 1973,

    p. 354, fig. 6; J. Yoyotte, A propos dun monument copi par G. Daressy: Contribution lhistoire littraire,Bulletin de la Socit Franaise dgyptologie 11 (1952) p. 67-72.

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    INTRODUCCIN 7

    En cuanto a los escritores famosos desde los tiempos justo despusde los dioses, los que anunciaron lo que iba a suceder, sus nombres

    permanecen para la eternidad. Habindose marchado, habiendocompletado sus vidas, todo su linaje ha sido olvidado. Ellos no sehicieron para s tumbas de cobre, con estelas de metal celeste. No

    supieron dejar descendencia en hijos [suyos] que pronunciaran susnombres. Ellos crearon para s descendencia en libros con lasenseanzas que ellos compusieron. (...)

    Un hombre fallece y su cuerpo est en el suelo, toda su estirpe hasido trada a la tierra. El libro es lo que hace que l sea recordado enboca de los oradores. Ms beneficioso es una obra escrita que una casaconstruida, que una capilla en el Occidente; es mejor que un casern,que una estela en un templo.

    Es que acaso hay alguien aqu como Hordedef? Hay algn otrocomo Imhotep? No ha surgido nadie en nuestra estirpe como Neferty, nicomo Jety, el mejor de ellos. Har que conozcas el nombre de

    Ptahemyehuty, el de Jajeperraseneb. Hay otro como Ptahhotep, ocomo Kaires? Aquellos que saban anunciar lo que vendra, lo que salade sus bocas ocurra y se encuentra fijado por escrito en sus obras.

    La cualidad que hace sobresalir a estos escritores de los dems es sucapacidad de anticiparse, de hablar y escribir sobre el futuro. No hay mritoen narrar el pasado, o en componer una hermosa cancin de amor. Elmrito est en anunciar lo que va a pasar, en iluminar el conocimiento delos dems. Esta preferencia se refleja, por ejemplo, en La profeca de

    Neferti.La mayora de los reyes deban saber leer y escribir, si bien no solan

    practicar esta actividad, delegndola en sus escribas. Aun cuando la

    capacidad de escribir se convirti en un signo de distincin y los noblesencargaban a los escultores que les retratasen sosteniendo un rollo depapiro y los utensilios de escritura en la mano, los reyes de Egipto nunca seinmortalizaron como escribas.14 Las fuentes escritas, sin embargo,contienen noticias espordicas sobre ocasiones en las que el rey toma el

    pincel para escribir. El texto denominadoLa profeca de Neferti comienzautilizando un recurso literario de la poca: el rey est ocioso y deseaentretenerse escuchando relatos o presenciando actuaciones excepcionales.Uno de los cortesanos intenta satisfacer los deseos de su seor trayendo a

    14 J. Baines, Literacy and Ancient Egyptian Society, Man (N. S.) 18 (1983) p. 580.

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    palacio a un personaje con facultades sobrehumanas. En este relato, el reytoma parte activa en la escena como notario.15

    Ocurri cuando la majestad del rey de Egipto Seneferu -(santo)inocente- era rey benefactor en la tierra entera. Uno de esos das,entraron los magistrados de la Residencia a palacio a saludar.Salieron, habiendo saludado de acuerdo con su costumbre diaria.

    Su majestad dijo entonces al portador del sello que estaba a su lado:Ve y treme a los magistrados de la Residencia que acaban de salir deaqu, de saludar hoy. Fueron trados inmediatamente y se postraronante su majestad otra vez. Su majestad les dijo:

    - Camaradas! Os he mandado llamar para que me busquis a unhijo vuestro que sea sabio, a un hermano que sea excelso, a uncompaero que realice algo notable, alguien que me cuente algointeresante,16 un discurso escogido que al escucharlo entretenga a mimajestad.

    Ellos se postraron de nuevo ante su majestad y le dijeron:- Hay un gran sacerdote-lector de Bastet, oh soberano, nuestro

    seor, cuyo nombre es Neferti. Es un hombre de valeroso brazo, unescriba de hbiles dedos, un magnate rico como ningn otro. Que seatrado para que su majestad le vea.

    Su majestad dijo entonces:- Id y tradmelo.

    Fue trado inmediatamente. l se postr ante su majestad. Sumajestad dijo:

    - Oh Neferti, compaero! cuntame algo interesante, un discursoescogido que al escucharlo entretenga a mi majestad.

    - Algo que ha ocurrido, o algo que ocurrir? Oh soberano, mi

    seor.- Algo que ocurrir. Hoy ya se ha pasado.

    Estrech su mano hasta un estuche de escritura, tom un rollo depapiro y una paleta, y puso por escrito lo que el sacerdote-lector Nefertideca.

    15Papiro San Petesburgo 1116B, 1-17; W. Helck,Die Prophezeiung des Nfr.tj, Wiesbaden1970, p. 3-15.

    16 El compuesto mdwt nfrwtes frecuentemente interpretado como el equivalente egipciopara referirse a las belles lettres.

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    INTRODUCCIN 9

    La denominada casa de la vida, pr-

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    LasInstrucciones para el rey Merikar incluyen al comienzo un consejosobre el valor de la sabidura, la cual se adquira prestando atencin a losantecesores, a la tradicin. El rey insta a su sucesor a que lea:20

    20Papiro San Petesburgo 1116A, III 11- IV 1; W. Helck, Die Lehre fr Knig Merikare,

    Wiesbaden 1977, p. 19; J. Quack, Studien zur Lehre fr Merikare, Wiesbaden 1992, p. 169-170.

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    INTRODUCCIN 11

    Sigue a tus padres, a tus ancestros. [...] Sus palabras estn en loslibros. bre(los) y lee, sigue al conocimiento. (Incluso) el artesano seconvertir en sabio.

    Una estela erigida en el templo de Osiris en Abidos por un rey de ladinasta XIII, Neferhotep, informa de la existencia y consulta dedocumentos relacionados con el culto:21

    Su majestad se dirigi a los nobles, a los cortesanos, a su squito, alos escribas de jeroglficos22 y a los encargados de todo lo reservado:Es mi deseo ver los libros (ms) antiguos, (de la poca) de Atum.

    Abrid para m el gran archivo. Dejadme conocer la apariencia de ladivinidad, la forma de los dioses, (para que as) yo pueda realizarofrendas divinas, abastecer los altares. (Dejadme) que yo conozca adios fsicamente y pueda moldearle como era en un principio (...)

    Los cortesanos respondieron: Lo que tu ka ordena es lo que sucede, oh soberano, mi seor. Prosiga su majestad a la biblioteca yvea su majestad todos los jeroglficos.

    Fue su majestad a la biblioteca y, cuando abri los libros junto conlos cortesanos, encontr los libros del templo de Osiris-primero-de-los-occidentales, seor de Abidos.

    Su majestad les dijo a los cortesanos: Mi majestad salvaguardar ami padre Osiris-primero-de-los-occidentales, seor de Abidos. Lemoldear junto a su Eneada como he observado en sus libros, conapariencia de rey de Egipto surgiendo del vientre de Nut.

    Los anales de las campaas conducidas por el rey Tutmosis III en Siria-Palestina, segn se explicita en la propia inscripcin grabada sobre las

    paredes del templo de Amn en Karnak, cerca delsanta sanctorum, son tanslo un extracto del informe escrito en cuero o papiro:23

    En cuanto a todo lo que su majestad hizo a esta poblacin(Megiddo), a aquel maldito enemigo junto con su maldita tropa, estregistrado por da, por su nombre, por el nombre de la expedicin, [porel nombre] de los capitanes de infan[tera] [... es ms numeroso que lo

    21 Museo de El Cairo JdE 35256; W. Helck, Historisch-biographische Texte der 2.Zwischenzeit und neue Texte der 18. Dynastie, Wiesbaden 1975, p. 21-23.22

    mdw-nr, literalmente palabras de la divinidad.23Urk. IV 661, 14- 662, 6; cf. Urk. IV 693, 8-14.

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    que se recoge escrito en esta inscripcin], est recopilado en un rollode cuero en el templo de Amn hasta la fecha.

    El ttulo literatura, es usado por egiptlogos y estudiosos del antiguoOriente Prximo en general para englobar los gneros ms dispares,incluyendo textos administrativos, legales, tratamientos mdicos, conjurosmgicos, correspondencia, etc. En efecto, literatura puede comprendertodo lo escrito. Sin embargo, nuestro concepto actual de literatura se refierea textos que poseen ciertas caractersticas, como que el contenido seaficcin, es decir, que lo descrito no tenga por qu coincidir con la realidad,que el texto se interrelacione con otros, que el estilo sea ms rico ysugerente que el empleado en la comunicacin cotidiana, etc.24

    Los antiguos egipcios, desde los comienzos de su historia, practicaronuna muy amplia variedad de textos, cada uno con sus peculiaridades. Talvez debido a que los escribas no deban poseer un elevado grado deespecializacin y empleaban sus habilidades para componer diversos tiposde escritos, las influencias entre uno y otro gnero eran inevitables. Porotro lado, debido a la disociacin inicial entre el lenguaje hablado y elescrito, la mayora de los textos eran compuestos con un estilo muycuidado, muy distinto de la lengua verncula.25 Por todo ello, en definitiva,el trmino literatura ha de usarse, en lo que al antiguo Egipto se refiere,con un criterio abierto y generoso. Los cuatro pilares del presente libro son,en principio, ficcin, pero todos ellos van arropados por fragmentos detextos de muy diversa ndole, con los que directa o indirectamente serelacionan.

    Si bien el origen de la escritura pudo responder a necesidadeseconmico administrativas, es en el mbito religioso donde se impulsa eldesarrollo de la literatura en sus comienzos. Los himnos, oraciones, textos

    ritualsticos y, sobre todo, las biografas pstumas, ofrecen la oportunidadal escriba de mostrar veladamente su creatividad.26 Habiendo prendido

    24 R. Parkinson, Teaching, Discourses and Tales from the Middle Kingdom, en S. Quirke(ed.). Middle Kingdom Studies, Whitstable 1991, p. 91-122; A. Loprieno, DefiningEgyptian Literature: Ancient Texts and Modern Literary Theory, en Cooper - Schwartz(eds.), The Study of the Ancient Near East in the Twenty-First Century, p. 213-231.25 Sobre distintos tipos de diglosia en el antiguo Egipto, vanse los artculos de A.Loprieno, Linguistic variety and Egyptian literature, y de P. Vernus, Langue littraire etdiglossie, en Loprieno (ed.),Ancient Egyptian Literature: History and Forms, p. 515-529 y

    p. 555-564, respectivamente.

    26 J. Assmann, Schrift, Tod und Identitt: das Grab als Vorschule der Literatur im altengypten, en J. Assmann et al. (eds.), Schrift und Gedchnis, Munich 1983, p. 64-93; A.

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    INTRODUCCIN 13

    dentro del escriba el deseo de expresarse, ya slo era cuestin de encontrarel medio para plasmarlo. Las biografas van adoptando poco a poco formasms narrativas y van aumentando los detalles que las individualizan. Las

    biografas modlicas dirigidas a los sucesores del difunto y a la posteridaden general abren paso a textos sapienciales o enseanzas, en forma deconsejos de un padre a un hijo.27

    Los monarcas no tardan en sumarse al progreso y encargan la ejecucinde inscripciones reales con texto narrativo acompaando al cuadroiconogrfico con sus ttulos convencionales. La influencia de la religin yde la monarqua estaba tan omnipresente en la vida intelectual o letrada dela sociedad egipcia que todas las composiciones literarias, en el ampliosentido de la palabra, tienen que ver de una u otra forma con la divinidad ocon la realeza.

    Las biografas, las enseanzas y los textos de ficcin adquieren undesarrollo notable a comienzos del segundo milenio a. C., incluso antes del

    periodo llamado Reino Medio. Si bien el objetivo de las dos primerasclases de textos es relativamente sencillo de deducir, el propsito de lasobras de ficcin es hoy todava discutible. Puesto que en todas ellas lafigura del monarca juega un papel relevante, si bien nunca llega a ser el

    protagonista, una posibilidad es que su propsito fuera poltico, quefuncionaran como una herramienta propagandstica articulada desde lascapas ms altas de la sociedad. Tambin podra ser al revs, que fueran unmedio para influir en la opinin de las altas esferas, de forma parecida acomo usaraHamletel teatro. Sea como fuere, lo cierto es que las obras deficcin se componan en un determinado ambiente poltico y social y sumensaje iba dirigido a personas que vivan inmersas en la misma realidadque el autor, con inquietudes similares a las de l, por lo que el contextohistrico es siempre relevante para aproximarse a una obra, aunque sta sea

    ficcin.28

    Gnirs, Die gyptische Autobiographie, en Loprieno (ed.), Ancient Egyptian Literature:History and Forms, p. 191-241.27 A. Loprieno, Loyalty to the King, to God, to oneself, en P. der Manuelian (ed.),Studies in Honor of William Kelly Simpson, Boston 1996, p. 536-552. La mayora de lostextos egipcios tienen la finalidad de instruir, bien mediante ejemplos concretos peroimpersonales (si un hombre...;, si eres un...), bien recurriendo a la experiencia personal,

    presentndose uno mismo como un modelo a seguir. Sobre el conflicto que reflejan lasfuentes de hasta qu punto el pasado y las experiencias ajenas pueden ser de utilidad, ver P.Vernus,Essai sur la conscience de lHistoire dans lEgypte pharaonique, Pars 1995.28 Vase la Introduccin de Posener, Littrature et politique dans lgypte de la XIIe

    Dynastie; R. B. Parkinson, Individual and Society in Middle Kingdom Lieterature, enLoprieno (ed.),Ancient Egyptian Literature: History and Forms, p. 137-155.

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    Los textos estaban redactados por miembros de las capas privilegiadasde la sociedad y destinados, en principio, para ser ledos por gente de sumisma categora.29 Tan slo el uno por ciento de la poblacin estimada

    para las distintas pocas de la historia antigua de Egipto deba estaralfabetizada.30 Considerando que hubiera diversos grados de alfabetizacin,los posibles semi-alfabetizados no superaran en todo caso el cinco porciento. Esto no quiere decir que la influencia de esa minora capaz de leer yescribir no fuera enorme sobre el resto de la sociedad. La sociedad egipcia

    puede definirse como una sociedad letrada, donde la documentacin escritajugaba un papel vital en el desarrollo de la actividad cotidiana.31 Los textosliterarios, sin duda, podan ser ledos en privado, pero existen indicios deque era costumbre recitar en voz alta, por lo que el pblico de unacomposicin poda llegar a ser mucho mayor que el nmero de personascapaces de entender el texto escrito.

    Muchas de las composiciones a partir de mediados del segundo milenioa. C. muestran signos de puntuacin en tinta roja. Su funcin era separar lasfrases para agilizar la lectura o facilitar su declamacin. La puntuacin

    puede ser entendida tambin como una forma de separar versos. En efecto,las composiciones literarias egipcias poseen mtrica, pero eso no quieredecir que tengan que ser necesariamente consideradas poesa, pues la prosatambin puede ser mtrica o retrica.32

    La literatura en sentido estricto, las composiciones de ficcin, son laexpresin de la subjetividad y, paradjicamente, de la realidad, frente a lacanonizacin e idealizacin de la conducta que transmiten las enseanzas ylas inscripciones conmemorativas. Los protagonistas de los cuatro relatosque componen la columna vertebral de este libro son individuos bienadaptados a la sociedad, pero cuyas circunstancias les separan del grupo.En ese momento las normas de conducta aprendidas pierden todo su valor,

    29 J. Baines, Contextualizing Egyptian Representations of Society and Ethnicity, enCooper - Schwartz (eds.), The Study of the Ancient Near East in the 21st Century, p. 339-360.30 J. Baines - Ch. Eyre, Four Notes on Literacy, Gttinger Miszellen 61 (1983) p. 65-94;J. Baines, Man (N. S.) 18, p. 584. Su tesis es protestada por L. H. Lesko, Some Coments onAncient Egyptian Literacy and Literati, en S. Israelit-Groll (ed.), Studies in Egyptology

    presented to Miriam Lichtheim, Jerusaln 1990, p. 656-667.31 J. J. Janssen, Literacy and Letters at Deir el-Medina, en R. J. Demare - A. Egberts(eds.), Village Voices, Leiden 1992, p. 81-91.32 J. Baines - Ch. Eyre, Interactions between Orality and Literacy in Ancient Egypt, en K.Schousboe - M. T. Larsen (eds.), Literacy and Society, Copenhague 1989, p. 91-119; Ch.

    Eyre, Why was Egyptian Literature?, en G. M. Zaccone - T. R. di Netro (eds.), SestoCongresso Internazionale di Egittologia, Turn 1993, II, p. 115-120.

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    INTRODUCCIN 15

    y en ese momento se descubren como individuos. A pesar de perder lasreferencias de su grupo, al encontrarse en un ambiente extrao, su identidadcomo egipcios se reafirma. Los obstculos que van superando en tierrasextranjeras hacen que aumente su vala personal y, a la vez, que crezca eldeseo de regresar felizmente a casa.33

    La tierra de origen, Egipto, que al comienzo de las historias no esespecialmente ensalzada, al final se convierte en el lugar de descanso, adonde hay que volver, y quedarse. Los extranjeros, que con tanto desdn seles describe en los textos sapienciales y en las inscripcionesconmemorativas, son retratados con sosiego, sin radicalismos, como

    personas.El viaje es, desde la Antigedad hasta hoy, una aventura, donde todo es

    posible, donde todo se mezcla y se altera, lo bueno y lo malo. El viaje lepermite al narrador desdibujar la lnea entre realidad y ficcin, y le excusa para escaparse de las estructuras establecidas y crear personajes ysituaciones a su gusto. El receptor, oyente o lector, se evade de su realidadcotidiana de la mano del protagonista y, al igual que l, el viaje por tierrasextranjeras le confirma sus seas de identidad con su grupo y con su tierra.

    ANTOLOGIAS DE LA LITERATURA EGIPCIAA. Erman,Die Literatur der Aegypter, Leipzig 1923 (traducido al ingls

    por A. M. Blackman, con introduccin de W. K. Simpson, bajo elttulo, The Ancient Egyptians. A Sourcebook of their Writings, NuevaYork 1966).

    33 Sobre el extranjero y los viajes en la literatura egipcia: G. Posener, Littrature etpolitique dans lgypte de la XIIe Dynastie, Pars 1969, p. 90; E. Blumenthal,AltgyptischeReiseerzhlungen, Leipzig 1984; A. Loprieno, Topos und Mimesis: zum Auslnder ingyptischen Literatur. gyptologische Abhandlungen 48, Wiesbaden 1988. El profesor J.Baines tuvo la amabilidad de poner a mi disposicin su copia de la tesis doctoral de G.Moers, Der Aufbruch ins Fiktionale. Reisemotiv und Grenzberschreitung in gyptischen

    Erzhlungen des Mittleren und Neuen Reiches (Gttingen 1996), una versin de la cual sepublicar prximamente; por el momento vase su estudio Travel as Narrative in EgyptianLiterature, Lingua Aegyptia. Studia monographica 2, Gttingen 1999, p. 43-61. El temadel viaje en la literatura de ficcin fue apuntado tambin por J. Baines, InterpretingSinuhe,Journal of Egyptian Archaeology 68 (1982) p. 31-44. G. S. Greig, Thesm=fand

    sm.n=f in the Story of Sinuhe and the Theory of the Nominal (Emphatic) Verbs, en S.

    Israelit-Groll (ed.), Studies in Egyptology presented to Miriam Lichtheim, Jerusaln 1990, I,p. 336-342, cuestiona, sin embargo, que Sinuh y Unamn sean ficcin.

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    G. Lefebvre, Romans et contes gyptiens de lpoque pharaonique,Pars 1949.

    E. Bresciani,Letteratura e poesia dellantico Egitto, Turn 1969.

    W. K. Simpson (ed.), The Literature of Ancient Egypt, New Haven1973.

    M. Lichtheim,Ancient Egyptian Literature. A Book of Readings, 3 vols.,Berkeley 1973/-76/-80.

    R. B. Parkinson, Voices from Ancient Egypt, Londres 1991.

    J. L. Foster, Echoes of Egyptian Voices: An Anthology of AncientEgyptian Poetry, Oklahoma 1992.

    J. M. Serrano, Textos para la historia antigua de Egipto, Madrid 1993.

    Texte aus der Umwelt des Alten Testaments III: Weisheitstexte, Mythenund Epen. Mythen und Epen III, Gtersloh 1995.

    W. W. Hallo (ed.), The Context of Scripture, Leiden 1997.R. B. Parkinson, The Tale of Sinuhe and other Egyptian Poems, 1940-

    1640 BC, Oxford 1997.

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    EL NUFRAGO 3

    ManuscritoEl relato llamadoEl Nufrago ha llegado hasta nosotros en tan slo una

    copia, escrita en papiro. El final del propio texto, sin embargo, informaindirectamente que se realiz en la Antigedad ms de un ejemplar: Sudesarrollo, de principio a fin, es tal y como se encontr escrito segn elescriba de hbiles dedos Amona hijo de Amoni ... En la actualidad no setiene noticia del lugar, ni de las circunstancias de su hallazgo.

    El papiro fue redescubierto en el entonces Museo Imperial de SanPetesburgo por W. Golnischeff, quien lo dio a conocer a principios del

    presente siglo.1 Recibi el nmero de inventario P. San Petesburgo 1115,aunque es comnmente conocido comoPapiro Golnischeffy se encuentra

    hoy en Mosc.Su estado de conservacin es bueno. Desde el punto de vista epigrfico,lexicogrfico y gramatical, puede fecharse en el periodo histrico llamadoReino Medio, en la segunda mitad de la dinasta XII, a principios del sigloXIX a. C.

    El manuscrito mide 380 cm. de largo por 12 cm. de alto. El relatocomenz a escribirse en columnas, sumando ciento veintitrs, para despuscontinuar escribindose en lneas horizontales, hasta cincuenta y tres. Elautor deja inacabada una columna de texto y cambia a la escriturahorizontal con la exclamacin Qu feliz es quien narra lo que ha sufrido,cuando lo malo se pasa!, que, en cierto modo, resume parte del trasfondode la historia. En la ltima pgina del rollo de papiro se retoma la escritura

    en columnas, trece, incluyendo el colofn.La opinin ms extendida entre los egiptlogos que han estudiado eltexto es que disponemos de la versin ntegra de la composicin literaria.La polmica sobre su posible estado fragmentario gira en torno alcomienzo, ya que una nota del copista a modo de colofn estableceexplcitamente el final del relato (vid.supra). El margen que precede a la

    primera columna escrita del papiro es ms reducido de lo habitual. Adems,la forma verbal de la oracin con la que da comienzo la historia expresa unnuevo tiempo en el discurso narrativo y, por tanto, supone que el autor hamencionado previamente otra accin de la que sta es consecuencia directa

    1 W. Golnischeff,Le conte du naufrag.Bibliothque dtude II, El Cairo 1912; idem,Les

    papyrus hiratiques nos. 1115, 1116A et 1116B de lErmitage imprial St-Petersbourg,San Petesburgo 1916, lm. 1-8.

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    o indirecta. En castellano, esta idea de continuacin se expresa mediante unadverbio, traducindose el comienzo: El excelso asistente dijo entonces:... A pesar de las peculiaridades de formato y de gramtica con las que dacomienzo el texto, la composicin literaria no muestra ninguna carenciainicial relevante, sino que tanto el estilo como el argumento presentan unaunidad en consonancia con el tema de fondo que el autor trata en su obra.Esto ha motivado la revisin de la forma verbal que abre la narracin,reinterpretndola como un modo de introducir el estilo directo en egipcio:(Palabras) dichas por el excelso asistente: ...2

    La transcripcin jeroglfica estndar del original en hiertico o letracursiva es la de A. M. Blackman, Middle Egyptian Stories. Bibliotheca

    Aegyptiaca II, Bruselas 1932, p. 41-48, reproducida en A. de Buck, Egyptian Reading Book, Leiden 1948, p. 100-106. El vocabularioempleado es asequible y la sintaxis es relativamente sencilla, por lo que el

    Nufrago es frecuentemente el primer texto literario con el que se enfrentanlos estudiantes de la lengua egipcia clsica. Aun as, incluye algunostrminos y formas verbales de difcil precisin. Entre los trabajosdedicados a este breve relato, destacamos los siguientes: H. Goedicke, DieGeschichte des Schiffbrchigen. gyptologische Abhandlungen 30,Wiesbaden 1974; D. Kurth, Zur Interpretation der Geschichte desSchiffbrchigen, Studien zur Altgyptischen Kultur14 (1987) p. 167-179;J. Baines, Interpreting the Story of the Shipwrecked Sailor, Journal of

    Egyptian Archaeology76 (1990) p. 55-72; A. Loprieno, The Sign ofLiterature in the Shipwrecked Sailor, en U. Verhoeven - E. Graefe (eds.),

    Religion und Philosophie im Alten gypten. Orientalia LovaniensiaAnalecta 39, Lovaina 1991, p. 29-46; P. Der Manuelian, Interpreting TheShipwrecked Sailor, en I. Gamer-Wallert - W. Helck (eds.), Gegengabe.

    Festschrift fr Emma Brunner-Traut, Tbingen 1992, p. 223-233.

    2 J. Baines, Interpreting the Story of the Shipwrecked Sailor, Journal of EgyptianArchaeology 76 (1990) p. 55-72.

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    EL NUFRAGO 5

    Contexto histricoDurante el Reino Antiguo, a finales del tercer milenio a. C., se tiene

    constancia de que se realizaron diversas campaas de aprovisionamiento dematerias primas en regiones que eran consideradas por los egipcios comoterritorio extranjero. La mayora de estos viajes son explcitamentedefinidos como misiones reales, y su objetivo principal era la obtencin

    bien de minerales y piedras para adorno y para la construccin de edificios,bien de productos exticos y especias. Estas expediciones tenan carcterespordico y, por tanto, representaban un acontecimiento extraordinariodurante el reinado de un monarca.

    En el Primer Periodo Intermedio, los contactos con extranjeros seredujeron casi exclusivamente a los que tenan lugar en el valle del Nilo

    con inmigrantes que se empleaban como mercenarios o que llegabanocasionalmente como comerciantes.El Reino Medio, ms concretamente la dinasta XII (ca. 1990-1820 a.

    C.), supuso para Egipto un periodo de relativa estabilidad poltica dentrodel pas. La monarqua se mostraba capaz de controlar los diferentes

    poderes internos y de encauzar las fuerzas de los gobiernos locales.Quedaban atrs aos de conflictos entre el norte y el sur que mermaban lasfuerzas del pas, obstaculizando cualquier plan de accin en el exterior.

    La dinasta XII llev a cabo un ostensible esfuerzo por salir fuera de lasfronteras naturales de Egipto y entablar contacto con las regionescircundantes de una forma ms provechosa, regularizando y formalizandoel aprovisionamiento de bienes de territorios extranjeros. Hasta hace pocolos egiptlogos sostenan, a la vista de las fuentes documentales a sudisposicin, que en esta poca los contactos con pueblos de Palestinaseguan siendo intermitentes, incursiones ms bien militares en busca de

    botn. Sin embargo, una inscripcin redescubierta en Mit Rahina (Menfis)ha arrojado nueva luz sobre el asunto, reproduciendo una lista de objetosdiversos que un rey de esta dinasta obtuvo de tierras de Palestina y ofrecial culto de su antecesor y de otros dioses.3 Por otro lado, el comienzo de lanarracin de la historia de Sinuh hace referencia al esfuerzo de lamonarqua por someter a poblaciones del desierto lbico.

    3 S. Farag, Une inscription memphite de la XIIe dynastie,Revue dgyptologie 32 (1980) p. 75-82; J. Mlek - S. Quirke, Memphis 1991: Epigraphy, Journal of Egyptian

    Archaeology 78 (1992) p. 13-18; D. B. Redford, Egypt, Canaan, and Israel in AncientTimes, Princeton 1993, p. 78-79.

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    Nubia, al sur de la Primera catarata del Nilo, es sin duda la regin querecibi ms atencin y a donde la monarqua egipcia condujo ms empresasy de mayor envergadura para intensificar su presencia fuera de susfronteras. El testimonio ms contundente de la poltica exterior al sur del

    pas son los restos arqueolgicos de las fortalezas que se levantaronsiguiendo ro arriba el curso del Nilo, sobre todo las ubicadas junto a laSegunda catarata.4 Su objetivo, a la luz de un grupo de informes remitidosdesde all a la ciudad de Tebas, era controlar el flujo de mercancas y lamigracin nubia hacia Egipto.5 Una inscripcin grabada sobre una estelaall levantada dice as:6

    Frontera sur establecida en el ao octavo bajo la majestad del reyde Egipto Jakaur (Sesostris III) -que viva por siempre!- para prevenirque los nubios la traspasen navegando ro abajo o por tierra, concualquier barca o rebao nubios, excepto aquel nubio que venga acomerciar en Iken (Mirgissa) como comisionado. Con stos hay queactuar correctamente, (pero) sin dejar que ninguna (otra) barca denubios pase por Heh (Semna) ro abajo.

    Un nmero considerable de inscripciones biogrficas y de grafitos deoficiales que tomaron parte en expediciones en busca de piedras, o especiasy productos exticos documentan la intensa actividad desarrollada por laadministracin de la corona egipcia en Nubia. Algunas de ellas mencionanciertas adversidades a las que tuvieron que hacer frente en la navegacinfluvial al sur de la Primera catarata; aspecto ste de inters puesto que lacircunstancia dentro de la cual se enmarca la historia central del Nufragoes el regreso en barco de una misin real enviada a Nubia. Una inscripcin

    junto a la Primera catarata, en la isla de Sehel, dice as:7

    4 B. G. Trigger,Nubia under the Pharaohs, Londres 1976, p. 67-68; W. Y. Adams, Nubia,Corridor to Africa, Londres 1977, p. 165-166.5 H. Smith, The Semna Dispatches,Journal of Egyptian Archaeology 31 (1945) p. 3-10.6 Berln 14753; gyptische Inschriften aus den kniglichen Museen zu Berlin, I, Leipzig1924, p. 255; R. Lepsius, Denkmaeler aus Aegypten und Aethiopien, Berln 1849-1856, II,

    p. 136; K. Sethe,gyptische Lesestcke, Leipzig 1924, p. 83.7 Sethe, Lesestcke, p. 85. Una segunda inscripcin, fechada en el ao diecinueve delreinado de Sesostris III, hace referencia a los problemas que sufri una expedicin real en

    Nubia debido a la insuficiente profundidad del ro en la Segunda catarata a finales de laestacinAjet; vid. D. Dunham, Second Cataract Forts, II, Boston 1967, p. 33-34, lm. 25.

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    EL NUFRAGO 7

    Ao octavo bajo la majestad del rey Jakaur (Sesostris III) -queviva por siempre!-. Orden de su majestad de realizar un nuevo canal. Elnombre del canal ser Buenos sean los caminos de Jakaur por

    siempre! Despus, su majestad proseguir ro arriba para derribar almaldito Ku. De principio a fin, la longitud de este canal es de cientocincuenta codos,8 su anchura es de veinte y su profundidad de quince.

    La historia central del relato del Nufrago, el naufragio, transcurredurante una misin real con destino a Bia. La expedicin se realiza por

    barco y, por su tamao, deba tratarse no de una embarcacin fluvial, sinode una embarcacin adecuada para la navegacin por mar. Ntese que laanchura del barco del nufrago es exactamente el doble de la anchura delcanal realizado en la Primera catarata para que pudiera pasar unaexpedicin, segn el texto arriba traducido.9

    El significado literal del trmino traducido por mar, el medio sobre elcual navega el barco en el relato, es literalmente el gran verde-azul y,aunque su referente exacto ha sido y es objeto de debate entreegiptlogos,10 su uso en El Nufrago deja poco margen a la polmica. Laobservacin del cielo y el reconocimiento de la lnea costera, cualidadesdestacadas en la tripulacin, as como la posibilidad de que se formen olasde ms de cuatro metros de altura, son circunstancias propias de un mediomarino.

    Bia es un topnimo algo impreciso, que hace referencia a tierras ricas enminerales y piedras de especial valor para adorno y construccin deedificios. Generalmente se identifica con el Sina, o con una regin minerao de canteras en esta pennsula, Serabit el-Jadim o Magara, donde se hanencontrado inscripciones de esta poca. Si la localizacin de Bia en el Sinafuera cierta para el relato del Nufrago, ello implicara que el naufragio

    habra tenido lugar en el golfo de Suez. Una biografa pstuma inscrita en

    8 El codo es una medida de longitud equivalente a 52,3 cm.9 Sin embargo, bajo el reinado de Tutmosis I (ca. 1500 a. C.), un alto oficial construy un

    barco de ciento veinte por cuarenta codos para transportar dos obeliscos al templo deKarnak; Urk. IV 56, 13-17.10 Vase, por ejemplo, C. Vandersleyen, W-wr Never Means the Sea, en The

    Archaeology, Geography and History of the Egyptian Delta in Pharaonic Times. Discussions in Egyptology, Oxford 1989, p. 243-250; J. Vercoutter, En realisant le

    naufrag, en S. Israelit-Groll (ed.), Studies in Egyptology presented to Miriam Lichtheim,Jerusaln 1990, p. 1019-1024.

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    8 CUATRO VIAJES EN LA LITERATURA DEL ANTIGUO EGIPTO

    una tumba tebana de la dinasta XI destaca la actividad minera egipcia en elSina.11

    El portador del sellobit, amigo nico, el venerado, supervisor decantera, Jety, dice: soy portador del sello divino subyugando tierrasextranjeras. Cuando estaba en Bia, la inspeccion, habiendoatravesado la regin de Chenhet. En las casas de Mehty, sell sustesoros; en aquella colina de la Casa del Horus de la colina [deturquesas, extraje] turquesas; en la galera de la Casa del viajero,realic otra galera, Galera del Horus de [...] en el que Horus mismo(se) aparece. Habindome marchado en misin de este mi seor, llev acabo lo que l deseaba.

    Yo soy su emisario gemelo de su voluntad, hermano de su corazn. He realizado para l lo que l quera, como se hace para un diosmismo. Me enfrent a los nmadas en sus pases. Es el respeto a l loque hizo que yo amedrentara, es su influencia lo que hizo que yoaterrorizara. Cuando llegaba a aquellos pases, saludaban su poder:El amor a l ha emparentado la Dos Tierras para l, los dioses hacen

    prspero su entorno.Volv con xito a su palacio y le traje lo mejor de las tierras

    extranjeras, consistente en: lingotes nuevos de Bat, lingotes brillantesde Ihuiu, lingotes muy duros con turquesas de Herrut, lapislzuli deTefreret ...

    Expediciones al Sina estn documentadas desde casi los comienzos dela historia de Egipto; sin embargo, no se tiene constancia de que el viajehasta all se realizara regularmente por barco. Aunque podran habercruzado el golfo de Suez, otra posibilidad es que las expediciones al Sinase realizaran por tierra, siguiendo algn wadi del delta oriental, como elWadi Tumilat. En las expediciones en busca de metales o piedras soncomunes ciertos ttulos propios de oficiales de marina, pero stos seexplican no como un reflejo del medio de transporte utilizado para eldesplazamiento, sino como prstamos de una esfera de la administracin aotra cuya organizacin interna presentaba similitudes. Como ejemplo de

    11 A. H. Gardiner, The Tomb of a Much-Travelled Theban Official, Journal of Egyptian

    Archaeology 4 (1917) p. 35-38; W. Schenkel, Memphis.Herakleopolis.Theben.gyptologische Abhandlungen 12, Wiesbaden 1965, p. 283-284.

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    EL NUFRAGO 9

    inscripcin rupestre, traducimos a continuacin un texto de poca del reyAmenemhat III grabado en Serabit el-Jadim:12

    Apertura correcta de la galera llamada Haciendo prspera a latropa, entregando lo que hay en ella.

    Ao cuarenta y cuatro bajo la majestad del rey de Egipto, las DosSeoras Ichiiuattaui, el Horus Aabau, Nimaatr, elegido de Hathor,

    seora de las turquesas -que se le conceda una vida eterna como la deRe!-.

    Oh vivos, quienes estis sobre la tierra y vens a esta cantera(bia )! Que vuestro rey perdure por vosotros, que vuestros dioses os

    favorezcan y que alcancis la Residenciacon xito. (A cambio) decidvosotros: Mil panes, cerveza y carne de vacuno y de ave, incienso,ungentos y todo aquello de lo que vive un dios, para el ka del

    supervisor de cmara del Tesoro, Sobekherhab -que repita una buenavida!-, hijo de la seora de la casa, Henut -(santa) inocente-.

    El supervisor de cmara Sobekherhab dice: Abr una galera parami seor y los peones volvieron al completo, sin ocurrir ninguna baja.

    Este oficial dice: Oh asistentes reales de palacio! Alabad al rey yensalzad su poder. Adorad al rey y observad lo que ha surgido para l.

    Las colinas muestran lo que hay en ellas, sacan a la luz sus profundos secretos. Las colinas de tierras extranjeras portan sus obsequios, el padre Geb los coloca sobre [...] y Tachenen lo completa para l. El portador del sello divino, supervisor de cmara del Tesoro,Sobekherhab.

    Quien es semejante a Hathor, seora de la turquesa, dice: Yo hetrado para ella una mesa de piedra-mesnet para ofrendas, lino decalidad, lino blanco [...] y lino-ins. Dirig para ella ofrendas divinas de

    pan y cerveza, carne de vacuno y de ave e incienso quemado. Realicpara ella una fiesta, aprovision sus altares. Ella me gui con su buenpaso y dobl a cualquier viaje hasta este sitio, debido a lo que hice porella. Juro que he dicho la verdad.

    12 A. H. Gardiner - T. E. Peet - J. Cerny, The Inscriptions of Sinai, Londres 19522, p.79-80 (n 53), fig. 17. Un estudio sobre las inscripciones que testimonian expediciones entierras extranjeras puede encontrarse en, E. Blumenthal, Die Textgattung Expeditionberichtin gypten, en J. Assmann, et al. (eds.), Fragen an die altgyptische Literatur. Studien

    zum Gedenken an Eberhard Otto, Wiesbaden 1977, p. 85-118; K. J. Seyfried, Beitrge zu

    den Expeditionen des Mittleren Reiches in die Ost-Wste. Hildesheimer AgyptologischeBeitrge 15, Hildesheim 1981.

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    Bia es asociado, adems de con el Sina, con otras regiones fuera delvalle del Nilo. Algunas inscripciones del Reino Medio relacionandirectamente Bia con Punt, o con zonas relativamente cercanas a esteltimo lugar. Aunque todava existen discrepancias sobre la localizacin dePunt (Eritrea, Yemen, etc.),13 estos documentos sealan que la navegacin

    por el mar Rojo era el medio comnmente empleado para llegar hasta Punt.La costa del mar Rojo desde donde partan las embarcaciones se alcanzabadesde el valle del Nilo a travs del Wadi Hammamat, que una la ciudad deCoptos con el lugar actualmente denominado Mersa Gawasis.14

    En el Wadi Hammamat, una inscripcin rupestre en una cantera relata lamisin real de Henu (dinasta XI):15

    ... [Su majestad (Montuhotep III) me] mand para dirigir barcos aPunt, para traerle mirra de los gobernantes jefes del desierto, debido aque por tierras extranjeras haba respeto por l. Sal [...] habiendo

    partido de Coptos por el camino que su majestad me haba ordenado,

    estando conmigo una tropa del Sur (...)Alcanc el mar. Form la flota y la conduje con todo aquello que

    haba preparado para ella: grandes raciones de ganado bovino y ovino.Cuando regres del mar, haba conseguido lo que su majestad ordenque le trajeran, todos los productos que encontrase en las orillas de laTierra-de-dios.16 Baj a Wag y a Rahenu, y le traje magnficos bloquesde piedra para estatuas del templo ...

    13 K. A. Kitchen, Punt and How to Get There, Orientalia 40 (1971) p. 184-205.14

    La biografa de Pepinajt-heqaib, a finales de la dinasta VI (ca. 2150 a. C.), es el nicodocumento que levanta ciertas dudas al respecto. En l se menciona que un alto oficialpreparaba un barco para ir a Punt en la tierra de los cananeos nmadas (

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    EL NUFRAGO 11

    Henu menciona, adems, que reclut a tres mil hombres para estamisin, a quienes aliment y provey de sandalias. Excav quince pozos

    para obtener agua en su ruta hasta el mar Rojo. Una inscripcin sobre unaestela de piedra hallada cerca de Mersa Gawasis,17 donde el WadiHammamat alcanza el mar Rojo, informa que un alto oficial a las rdenesde Sesostris I, Antefiker, construy una flota en Coptos para llegar hastaBia-Punt. El mismo texto, ms adelante, seala que la flota fue construida(de nuevo?) sobre la orilla del mar. Otra estela de la misma poca(dinasta XII), proveniente del mismo lugar en la costa, informa del exitosoregreso del Punt de un alto funcionario, Jentijetiwer, junto con su tropa y suflota. La relacin entre Bia y Punt aparece tambin en el relato del

    Nufrago: el destino final de la expedicin es Bia pero, por otro lado, laisla alcanzada por el superviviente es el lugar de residencia del gobernadorde Punt, como as se autodefine la Serpiente.18

    Pasajes de estas inscripciones sirven, no slo para documentar elcontexto histrico del relato del Nufrago, sino tambin como paralelosnarrativos de expediciones fuera del valle del Nilo, aunque el objetivo destas fuera informar sobre un hecho real.

    17 A. M. Sayed, Discovery of the Site of the 12th Dynasty Port at Wadi Gawasis, Revuedgyptologie 29 (1977) p. 138-178.18 La biografa de Harjuf (ca. 2150 a. C.) menciona Punt como el lugar de origen de un

    pigmeo que fue llevado a Egipto haca ms de un siglo. As, el monarca de entonces, el

    adolescente Pepi II, manifiesta que desea ver a un pigmeo, en este caso procedente de Yam,ms que cualquier regalo de Bia-Punt; vid.infra Contexto Literario de Sinuh.

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    Estela de Jentijetiwer,levantada a orillas del marRojo, en Wadi Gasus, bajola dinasta XII(Gulbenkian Museum,Durham).

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    Contexto literario

    El Reino Medio, y especialmente la dinasta XII, fue un momentolgido en la historia de la lengua y de la literatura del antiguo Egipto. Lalengua haba entonces alcanzado una considerable riqueza expresiva y, a suvez, un suficiente grado de uniformidad y consenso entre los escribas.Estos dos valores, junto con su desarrollo literario, convirtieron al estadiode la lengua de aquellos momentos en el egipcio clsico an para los

    propios egipcios de pocas posteriores.La biografa y la literatura sapiencial son, junto a la ficcin narrativa,

    los gneros que aparecen reflejados de forma ms patente en el relato delNufrago. Sobre el primero de ellos se discutir ms ampliamente cuandose trate el contexto literario de Sinuh. Baste aqu sealar que las biografas

    no posean el carcter narrativo que tiene el relato y que, en ningn caso,introducen el dilogo entre los personajes involucrados en la accin. Bienes verdad que la biografa haba experimentado hasta entonces una notableevolucin: de una mera relacin del cursus honorum del personaje encuestin, a una descripcin tanto de sus funciones administrativas como desu carcter y personalidad en el desempeo de sus deberes sociales. Enaquellos casos en los que una biografa destaca una misin concreta que elindividuo haba ejecutado con xito, la inscripcin se limita a extractar eldecreto real con las instrucciones, informar del resultado final positivo y,tal vez, mencionar alguna hazaa sobresaliente durante su desarrollo.Puesto que el objetivo de la biografa era ensalzar la personalidad de undifunto, con el fin de justificar que ste mantuviera su estatus social en elMs All, las vicisitudes durante la realizacin de misiones que nocontribuyeran a tal efecto eran desestimadas. As, en el relato delNufrago,la influencia del gnero biogrfico se reduce bsicamente al comienzo yfinal de la historia del protagonista.

    Tal vez est relacionado con el desarrollo del gnero biogrfico el augeque cobra en esta poca el culto al dios Osiris, juez supremo en el mundode ultratumba. En su templo de Abidos se levantaron capillas familiares ynumerosas estelas con inscripciones biogrficas.19 Los textos explicitan

    19 W. K. Simpson, The Terrace of the Great God at Abydos, New Haven 1974. El nmerode monumentos funerarios dentro del recinto sagrado creci de tal forma que, en la dinastaXIII, el rey Neferhotep public un decreto para reorganizar el espacio y dejar un camino

    libre por donde pudieran pasar las procesiones de las fiestas religiosas; cf. W. Helck, Historisch-biographische Texte der 2. Zwischenzeit und neue Texte der 18. Dynastie,

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    que la intencin del dedicante es permanecer junto a los ancestros yprximo a la divinidad, con el fin de presenciar los rituales y disfrutar delas ofrendas que fueran llevadas ante el altar mayor.20

    En cuanto a esta estela que he levantado en el desierto de tierra-santa, en medio de los padres, quienes moldearon mi carne, los noblesdel primer da, dueos de los monumentos como veteranos del cargo,los primeros en actuaren la orilla de Heket desde los tiempos deGeb, la he levantado para consolidar mi posicin entre ellos.

    Despus de la seccin biogrfica, las inscripciones incluyen a menudouna serie de deseos que se espera tengan lugar en el trnsito del difunto alMs All. Al portador del sello bajo los reyes tebanos Intef II y III, Chechi,se le desea:21

    Que l cruce el firmamento, atraviese el cielo,que ascienda hacia el Grandsimo,que sea enterrado en paz en el Occidente.Que el desierto le abra su regazo, el Occidente le ofrezca sus manos,que l llegue hasta los magistrados divinos,que los grandes de Abidos le digan, Bienvenido!Que se le eche una mano en la barca-nemet en los caminos de

    Occidente,que viaje con xito hasta el horizonte, hasta donde est Osiris,que abra los caminos que quiera hasta los portales de tierra-santa.Que quienes nadan en la abundancia le ofrezcan sus prebendasen la carrera hacia la concesin de ofrendas,que su ka est con l y sus ofrendas delante,

    el venerado Chechi.El gnero sapiencial o didctico forma parte, junto con la biografa, del

    marco que arropa el relato del protagonista, argumento principal de la

    Wiesbaden 1975, p. 18-19; A. Leahy, A Protective Measure at Abydos in the ThirteenthDynasty,Journal of Egyptian Archaeology 75 (1989) p. 41-60.20 Estela de Wepwawetaa. Leiden V 4; Sethe, Lesestcke, p. 72; Lichtheim,

    Autobiographies, p. 76.

    21 A. M. Blackman, The Stele of Thethi. Brit. Mus. No. 614, Journal of EgyptianArchaeology 17 (1931) p. 57; J. J. Clre - J. Vandier, Textes de la Premire Priode Intermdiaire et de la XIme dynastie. Bibliotheca Aegyptiaca X, Bruselas 1948, p. 16;Hieroglyphic Texts from Egyptian Stelae... in the British Museum, I, Londres 1961, p. 49-

    52; Schenkel, Memphis.Herakleopolis.Theben, p. 106-107; Lichtheim, Autobiographies, p.48.

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    narracin. No se quiere decir con ello que en el relato stos cumplan unafuncin marginal, sino todo lo contrario. El tema del argumento no puededesvelarse sin relacionar el texto tanto con las biografas como con lasenseanzas de la poca, pues stas le otorgan un carcter moral, haciendotranscender la influencia de las acciones de un individuo hacia su futuro.

    La enseanza del Nufrago no aparece explcita, sino que la narracindel protagonista figura como una parbola, de la que su interlocutor, perorealmente el lector/oyente, ha de extraer el mensaje transmitido. La

    parbola no es comn en el gnero sapiencial de esta poca, donde laenseanza se introduce utilizando el modo imperativo, o se expresamediante conjunciones condicionales en segunda persona. El tono mssuave al que descienden las enseanzas es a referirse a un sujetoimpersonal o abstracto, si un hombre ..., construccin con clarasconnotaciones jurdicas.

    Por otro lado, un texto sapiencial cronolgicamente anterior, las Instrucciones para el rey Merikar, incluye pasajes retrospectivos en primera persona. La experiencia personal como forma de instruir en elmodo de proceder en una situacin similar aparece ya ms desarrollada enuna composicin de la dinasta XII, lasInstrucciones del rey Amenemhat a

    su hijo Sesostris.Las biografas tenan como objetivo servir al difunto en su vida en el

    Ms All. Por ello, se emplazaban dentro de un contexto funerario y seinscriban en piedra para que perdurasen por siempre. Las enseanzas, aligual que las composiciones puramente literarias, como las que constituyenel eje central del presente volumen, se escribieron y copiaron sobrematerial generalmente perecedero, pues estaban dirigidas a influir de unmodo u otro a los hombres en vida, a modificar o reafirmar la conducta delos potenciales lectores/oyentes contemporneos.

    Las ltimas palabras del asistente a su capitn, Escucha mi discurso.Bueno es que la gente escuche, aaden un tono paternalista a suintervencin y reproducen una de las ideas centrales del gnero sapiencial.En el eplogo de lasInstrucciones del visir Ptahhotep a su hijo se encuentrael siguiente pasaje:22

    ... escuchar bien es hablar bien.Quien escucha obtiene beneficio,escuchar es beneficioso para el que escucha.

    Escuchar es mejor que cualquier cosa,(pues) genera la buena eleccin.

    22 Papiro Prisse XVI 4-7; Z.ba,Les Maximes de Ptaotep, Praga 1956, p. 58-59 (n 537-546).

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    Qu bueno es que un hijo acepte lo que su padre dice!(pues) con ello surgir para l una (honorable) senectud.

    Elegido de dios es quien escucha;quien no escucha es alguien aborrecido por dios.

    El Nufrago posee una peculiaridad desconcertante cuando se comparacon textos del gnero sapiencial. La enseanza va dirigida a un personajede rango superior, mientras que en este gnero se dirigen siempre a alguieninferior o al sucesor en el cargo de quien la imparte. Esta originalidadaade humanismo y espontaneidad al relato y, por tanto, realismo.23 Otrostextos literarios que han llegado hasta nosotros de la misma poca que El

    Nufrago tienen como protagonista a un personaje en apariencia normal,pero con cualidades excepcionales, que de alguna manera instruye a otro deestatus superior, al rey, como son los cuentos contenidos en el PapiroWestcar, oLaprofeca de Neferti. Uno de los cuentos delPapiro Westcar24relata cmo el sabio y mago Yedi, extrado de su entorno humilde y rural

    por el prncipe Hordedef, anuncia al rey Keops del nacimiento de tresfuturos reyes de Egipto, quienes comenzarn una nueva dinasta. El autorde la narracin literaria convierte la supuesta profeca en un relato mtico.

    Entonces dijo la [majestad del rey] Keops -(santo) inocente-- Se dice que t sabes el nmero de los aposentos privados del

    santuario de Tot.- Ojal! Yo no s su nmero -dijo Yedi- Oh soberano, mi seor.

    Pero s donde est.- Dnde?- Hay un cofre de slex en la Inspectora en On. Est en ese cofre.- Ve y tremelo.

    - Oh soberano, mi seor! No soy yo quien te lo traer.- Quin me lo traer entonces?- El mayor de los tres hijos que estn en el vientre de Rudyedet, l te

    lo traer.

    23 Una mxima de Ptahhotep parece referirse a los beneficios que pueden derivarse deaconsejar bien a un superior; cf.ba, Maximes, p. 48-49 (n 399-414). Sobre la irona que subyace en el relato, cf. B. Bryan,The Hero of the Shipwrecked Sailor, Serapis 5 (1979) p. 3-13.24 Papiro Berln 3033: 9, 1- 11, 3; Sethe, Lesestcke, p. 31-34; A. de Buck, Egyptian

    Reading Book, Leiden 1948, p. 82-85; A. M. Blackman, The Story of King Kheops and theMagicians, Whitstable 1988, p. 11-14. Una reflexin general puede encontrase en H.

    Goedicke, Thoughts about the Papyrus Westcar, Zeitschrift fr gyptische Sprache 120(1993) p. 23-36.

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    - La quiero. Pero, quin es ella, Rudyedet?- Es la mujer de un sacerdote-uab de Re seor de Sajebu, y est

    preada de tres hijos de Re seor de Sajebu. l le dijo a ella: Ellosejercern el (ms) digno cargo en toda esta tierra. El mayor de ellosejercer la funcin de sumo sacerdote en On.25

    Su majestad se disgust mucho con ello. Yedi dijo entonces.- Qu pasa? Oh soberano, mi seor Es por los tres nios? Yo digo

    que (primero) ser tu hijo, luego su hijo y luego uno de ellos.- Cundo parir Rudyedet?- Parir el da diecisiete del primer mes de Peret.26- Cundo las orillas del canal Intiu estn separadas! Lo atravesar

    yo mismo y ver el templo de Re seor de Sajebu.- Entonces har que surja agua de cuatro codos de altura sobre las

    orillas del canal Intiu.Su majestad se march hacia su palacio y dijo: Haced que Yedi

    sea conducido a la casa del prncipe Hordedef, que se quede con l yque su racin consista en mil panes, cien jarras de cerveza, un buey ycien unidades de vegetales. Todo se hizo como orden su majestad.

    Lleg el da en el que Rudyedet senta dolores. Su parto era difcil.Entonces la majestad de Re seor de Sajebu le dijo a Isis, a Neftis, aMesjenet, a Heket y a Jenum: Id y ayudad a que Rudyedet para lostres hijos que tiene en su vientre y que ejercern el (ms) digno cargode toda la tierra. Ellos construirn vuestras capillas, proveernvuestros altares, repetirn vuestras libaciones, aumentarn vuestrasofrendas.

    Marcharon estos dioses, despus de transformar su apariencia enbailarinas, y junto a ellas Jenum con una caja(?). Llegaron a la casa de

    25 On era el centro principal de culto al dios solar Re, en la tradicin griega llamadoHelipolis. Esta ficcin literaria hace referencia a la estrecha relacin entre el culto a Re yla dinasta V, reflejada, por ejemplo, en la edificacin de los llamados templos solares deAbu Gurab, en las cercanas de las pirmides de los reyes que integraron esta dinasta.26 El ao del calendario egipcio se divida en tres estaciones que originariamente coincidancon el ciclo agrcola y la fluctuacin del cauce del Nilo. Cada estacin se divida en cuatromeses de treinta das. Al final del ao se celebraban cinco das apndice (epagmenos),completando un ao de trescientos sesenta y cinco das. Al no tener ao bisiesto, con el

    paso del tiempo el referente agrcola de los nombres de las estaciones del calendario civil se

    fue desajustando del ciclo natural, por lo que no se considera conveniente traducir sunombre en la cita de fechas.

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    Reuser, y se lo encontraron con el vestido patas arriba. Le presentaronsus collares27 y sistros, y l les dijo:

    - Mujeres mas, mi esposa es quien est sufriendo. Difcil es suparto.

    - Djanos verla -dijeron ellas-. Sabemos cmo ayudarla en su parto.- Pasad.

    Entraron frente a Rudyedet y cerraron la habitacin con ellasdentro. Isis se coloc entonces delante de ella, Neftis detrs y Heketatenda los partos. Isis dijo entonces: No seas tan poderoso en suvientre como tu nombre, el Poderoso.28 Sali entonces este nio en susbrazos. Era un nio de un codo (de alto), de complexin firme, sushuesos revestidos de oro, su pelo de verdadero lapislzuli. Ellas lelavaron, habindole cortado el cordn umbilical y puesto sobre unalmohadn. Mesjenet se le acerc y dijo: Un rey que ejercer larealeza en toda la tierra. Jenum, mientras tanto, le robusteci sucuerpo.

    Isis se coloc delante de ella, Neftis detrs y Heket atenda lospartos. Isis dijo: No patalees tanto en su vientre como tu nombre, elAllegado de Re.29 Sali entonces este nio en sus brazos. Era un niode un codo, de complexin firme, sus huesos revestidos de oro, su pelode verdadero lapislzuli. Ellas le lavaron, habindole cortado el cordnumbilical y puesto sobre un almohadn. Mesjenet se le acerc y dijo:Un rey que ejercer la realeza en toda la tierra. Jenum, mientrastanto, le robusteci su cuerpo.

    Isis se coloc delante de ella, Neftis detrs y Heket atenda lospartos. Isis dijo: No ests tan oscuro en su vientre como tu nombre, elOscuro.30 Sali entonces este nio en sus brazos. Era un nio de uncodo, de complexin firme, sus huesos revestidos de oro, su pelo de

    verdadero lapislzuli. Ellas le lavaron, habindole cortado el cordnumbilical y puesto sobre un almohadn. Mesjenet se le acerc y dijo:

    27 El collar-menat era utilizado, adems de como adorno personal, como instrumentomusical. Al final del relato de Sinuh este tipo de colgante es empleado por los prncipes

    para acompaar un himno que le dedican al monarca.28 El autor llama a los tres recin nacidos con nombres que sonaban parecido a los de lostres primeros reyes de la dinasta V, para ayudar al pblico a interpretar la historia. Wsresun trmino que se refiere al poder de una persona derivado de su estatus social. Es, adems,el elemento principal de uno de los nombres adoptado por el primer rey de la dinasta, Wsrk.f, es decir, Userkaf.29Sw R

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    Un rey que ejercer la realeza en toda la tierra. Jenum, mientrastanto, le robusteci su cuerpo.

    Este fragmento del tercer relato delPapiro Westcares interesante, entreotras razones, por sus semejanzas conEl Nufrago. Desde el punto de vistaestilstico, ambas composiciones literarias combinan la narracin con eldilogo y enlazan varias historias partiendo de un elemento comn. Losautores de los dos textos recurren a la repeticin de situaciones y de pasajescortos, con el posible objetivo de ayudar al oyente a seguir la tramaargumental. Tambin pudiera ser esta caracterstica el reflejo de un posibleorigen oral e incluso declamatorio de los textos en cuestin. Los dioses del

    Papiro Westcarcambian su apariencia para entrar en contacto con loshumanos, suceso que nos recuerda que la apariencia de los dioses esmeramente circunstancial y, por tanto, susceptible de mutaciones, lo que asu vez puede ayudar a comprender la figura de la Serpiente que dialoga conel nufrago. La descripcin fsica de la Serpiente, aparte de su tamao y delhecho en s de ser un reptil, responde a categoras humanas y coincide engran medida con la descripcin de los hijos de Rudyedet, futuros reyes deEgipto.

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    TraduccinEl excelso asistente dijo entonces:Algrate, capitn. Mira! Hemos llegado a la Residencia.31 Se ha

    alcanzado la orilla, se ha atracado, el cabo de proa se ha amarrado a tierrafirme, se ha dado gracias y dios ha sido alabado, cada hombre abrazando asu compaero. Nuestra tripulacin ha vuelto sana y salva, no ha habidoninguna baja entre nuestra tropa. Hemos alcanzado los confines de Wawat,hemos sobrepasado Senmut.32 Mranos! Hemos regresado con xito,33 anuestra tierra hemos llegado.

    Escchame, capitn, (pues) soy alguien que no exagera. Lvate; vierteagua sobre tus dedos. Responde a lo que te pregunten; hblale al rey (con)el corazn en tu mano, responde sin titubear. El discurso del hombre es lo

    que le salva; su palabra provoca compasin hacia l.T hars lo que creas oportuno, es intil lo que yo te diga, (pero) tecontar algo que me sucedi a m.

    Por el soberano, march hacia Bia,34 descend al mar con un barco deciento veinte codos de largo y cuarenta codos de ancho35 y una tripulacinde ciento veinte hombres de entre lo selecto de Egipto. Ellos observaban elcielo y la costa, eran ms valientes que leones, predecan un vendaval antesde que llegara, una tormenta antes de que se formase.

    Una tormenta vino cuando estbamos en (alta) mar. Antes de quepudiramos alcanzar tierra, se levant el viento, arreciaba y haba olas deocho codos. Me golpe con el palo. Cuando el barco se hundi, no quednadie de los que estaban en l.

    31 Trmino ambiguo que denomina el lugar que le es propio a uno. Segn el contexto, hacereferencia a Egipto, la capital, la corte real o palacio, patria, hogar.32 Wawat es un topnimo de difcil precisin, que corresponde a la baja Nubia, al sur de laPrimera catarata del Nilo. Senmut se identifica con la isla de Bigeh, en la Primera catarata.33 La expresin egipcia es literalmente en paz. Se utiliza muy frecuentemente eninscripciones de oficiales que dirigieron o participaron en campaas fuera de Egipto. Eneste contexto se refiere al feliz trmino de un viaje. La construccin adverbial no significapacficamente, sino satisfactoriamente, felizmente.34 Bia, como sustantivo, se emplea para denominar aquello que es maravilloso, extico, oque brilla, como objetos de bronce, minerales y piedras. Por extensin, denomina unacantera o regin minera y, como topnimo, se identifica en ciertas inscripciones con el

    Sina, u otra regin fuera del valle del Nilo rica en materias primas.35 La embarcacin medira unos 62,76 x 20,92 metros.

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    EL NUFRAGO 21

    Yo fui arrastrado a una isla por las olas del mar. Pas tres das solo, micorazn como nico compaero; dorm en una choza de palos, abrac lasombra.36 Entonces, estir las piernas para ver qu era lo que podrallevarme a la boca. Encontr higos y uvas, todo tipo de verduras y frutas,higos de sicomoro maduros y verdes, pepinos como si hubieran sidocultivados, peces y patos; no haba nada que no estuviera en su interior. Meaprovision y (hasta) dej en el suelo por ser demasiado sobre mis brazos.Cort lea, encend una hoguera y realic un holocausto para los dioses.

    De repente, o un estruendo. Pens que eran las olas del mar, (pero) lasramas se quebraban y la tierra temblaba. Destap mi rostro y descubr queera una Serpiente y que estaba aproximndose. Tena treinta codos, su

    barba era de ms de dos; su cuerpo estaba recubierto de oro, sus cejas delapislzuli.37 Estaba inclinada hacia delante. Me habl, mientras yo estaba

    postrado ante ella, y me dijo:- Qu te ha trado? hombre38 Qu te ha trado? Si tardas en decirme

    qu te ha trado a esta isla, te convertir en cenizas, en alguien an novisto.39

    - Me hablas y (sin embargo) no lo escucho. Estoy frente a ti y no meconozco.

    36 La sombra, tanto en los textos egipcios como en los de Mesopotamia o Siria-Palestina,posee la connotacin de proteccin; estar bajo la sombra de alguien significa estar bajo suproteccin.

    37 La palabra para serpiente en el texto egipcio es masculina, lo que concuerda con el rasgofsico mencionado de la barba. Este aspecto es importante para comprender la naturaleza dela serpiente, estudiada en el Comentario que sigue a la Traduccin. Ntese, por otro lado,

    que la barba (bswt) es un rasgo fsico caracterstico de los habitantes del Punt; cf. Urk. IV345, 14-15; pasaje traducido en el Comentario II.38 El trmino ns es traducido de diversas formas segn el contexto: ciudadano,persona, plebeyo o paria, etc. Se refiere, en lneas generales, al relativo estatus deinferioridad de una persona con respecto a otra que es mencionada explcita oimplcitamente en el texto.39 Convertir a alguien en cenizas es una expresin figurativa utilizada en textos del antiguoEgipto para referirse al castigo de un inferior por desacato a la autoridad. Se encuentra conmayor frecuencia en inscripciones reales de la segunda mitad del segundo milenio a. C., enla descripcin de la aniquilacin de oponentes extranjeros. El rey egipcio convierte encenizas a sus enemigos por medio de la llama que lanza la serpiente ( uraeus) de su corona.Dichas inscripciones sealan como accin semejante a convertir a alguien en cenizas elconvertirlo en inexistente, expresin que explica la amenaza dirigida al nufrago deconvertirle en alguien an no visto. Ver a este respecto, A. Leahy, Death by Fire in

    Ancient Egypt,Journal of the Economic and Social History of the Orient27 (1984) p. 199-203.

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    22 CUATRO VIAJES EN LA LITERATURA DEL ANTIGUO EGIPTO

    Me cogi, entonces, en su boca y me llev a su guarida. Me pos singolpearme. Estaba sano y sin herida. Me habl, mientras yo estaba

    postrado, y me dijo:- Qu te ha trado? hombre Qu te ha trado a esta isla del mar, a

    cuyos dos lados hay agua?Respond, encogidos mis brazos delante de ella,40 dicindole:- Yo descend a Bia en misin del soberano, con un barco de ciento

    veinte codos de largo, cuarenta de ancho, y con ciento veinte marineros deentre lo selecto de Egipto. Ellos observaban el cielo y la costa, eran msvalientes que leones, predecan un vendaval antes de que llegara, unatormenta antes de que se formase. Cada uno de ellos era ms valiente y msfuerte que su compaero; no haba ningn incapaz entre ellos.

    Una tormenta vino cuando estbamos en (alta) mar. Antes de quepudiramos alcanzar tierra, se levant el viento, arreciaba y haba olas deocho codos. Me golpe con el palo. Cuando el barco se hundi, no quednadie de los que estaban en l excepto yo. Mrame, estoy junto a ti. Fui,entonces, trado a esta isla por las olas del mar.

    - No temas, hombre. No palidezcas. Has llegado a m. Mira! Dios hasido quien ha permitido que t vivas, l te ha trado hasta esta isla del ka.

    No hay nada que no est en su interior, est llena de todo lo bueno. Pasarsmes tras mes hasta completar cuatro meses en esta isla. Entonces, un barcovendr de la Residencia con marineros que t conoces. Marchars con ellosa la Residencia; morirs en tu ciudad.

    Qu feliz es quien narra lo que ha sufrido, cuando lo malo se pasa! Tecontar algo que me sucedi a m en esta isla. Yo estaba junto con mishermanos, entre ellos algunos muy jvenes, un total de setenta y cincoSerpientes entre mis hijos y hermanos, sin mencionarte a mi hija menor queme lleg en splica.41 De repente cay una estrella y nos abrasamos.

    Ocurri que yo no estaba junto con los quemados, no estaba entre ellos.Estaba yo muerto en lugar de ellos , cuando los encontr en unmontn de cadveres.42

    40 Pose que adoptan los egipcios, bien de rodillas, bien de pie, cuando se dirigen a personasde estatus superior o a divinidades.41 No parece estar muy claro a qu se refiere la Serpiente con esta indicacin. El prncipe

    predestinado, vase Captulo III, es tambin producto de la intervencin divina, Ntese aeste respecto que para Ptahhotep los hijos son una gracia de dios; cf.ba, Maximes, p. 31, 64 (n 197-198, 633).42 Esta ltima frase es generalmente interpretada como si la Serpiente se muriera (de pena)al encontrar a sus familiares como un montn de cadveres. Este uso metafrico de la

    palabra muerte, sin embargo, no est atestiguado en otros textos egipcios. El problemareside en la interpretacin del uso causal de la preposicin n, por ellos. La traduccin aqu

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    Si t eres valiente, tienes coraje y confianza, te abrazars con tus hijos, besars a tu mujer, vers tu casa. Es lo mejor que hay. Llegars a laResidencia y all permanecers junto con tus hermanos.

    Yo estaba postrado, bes el suelo frente a ella y le dije:- Mencionar tus poderes al soberano, har que l conozca tu grandeza,

    que te sean trados los aceites de ofrendas, las especias y el incienso quesatisfacen a todos los dioses de los templos. Narrar lo que me ha sucedido,lo que he presenciado, tus poderes. Se dar gracias a dios por ti en laciudad delante de los magistrados de la tierra entera. Sacrificar por ti patosy bueyes como holocausto. Har que te sean trados barcos cargados contodo lo valioso de Egipto, como se hace para un dios que ama a la gente 43en una tierra lejana que la gente no conoce.

    Se ri de m, de lo que yo haba dicho, pues eran simplezas para ella.44- La mirra no es abundante contigo, ni cualquiera de las formas de

    incienso. Yo soy, sin embargo, el gobernador del Punt. La mirra mepertenece. Aquellos aceites que t dijiste que traeran son, precisamente, lo(ms) abundante en esta isla. Adems, cuando t te alejes de este lugar, novolvers a ver esta isla, la cual se transformar en olas.

    Aquel barco vino, como ella anunci anteriormente. Yo fui y me sub auna rama elevada y reconoc a los que estaban en l. Entonces, march acomunicarlo, y descubr que ella ya lo saba. Me dijo:

    - Salud! hombre. A tu casa, y que veas a tus hijos. Deja bien mi nombreen tu ciudad. Mira! mis posesiones estn contigo.

    Yo me postr, mis brazos encogidos delante de ella. Me dio, entonces,un cargamento de mirra, aceites, especias, perfume, cohl, tiras de jirafa,muchos terrones de incienso, colmillos de elefante, perros, monos ymandriles y dems cosas valiosas. Lo transport al barco y, cuando me

    postr para dar gracias a dios por ella, entonces me dijo:

    - Llegars a la Residencia en dos meses, te abrazars con tus hijos,prosperars en la Residencia tu enterramiento.

    ofrecida se basa en la estructura sintctica de las dos clusulas que componen la frase:

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    Baj a la orilla junto al barco. Llam a la tripulacin y di gracias en laorilla al seor de la isla, y ellos hicieron lo mismo.

    Una expedicin hacia la Residencia es lo que llevamos a cabo por elsoberano.45 Llegamos a la Residencia al segundo mes, como ella habadicho. Yo me person entonces ante el soberano y le present lasmercancas que haba trado de la isla. l dio gracias a dios por m delantede los magistrados de la tierra entera.

    Fui nombrado asistente y consegu doscientos dependientes.Mrame (capitn) despus de que yo alcanzara tierra, despus de que yo

    viera lo que padec. Escucha mi discurso. Bueno es que la gente escuche.l me dijo, entonces:- No ejerzas de excelso, amigo mo No es (como) dar agua al pato la

    maana de su sacrificio?

    (Colofn:) Su desarrollo, de principio a fin, es tal y como se encontrescrito segn el escriba de hbiles dedos Amona hijo de Amoni -que viva,

    prospere y tenga salud!-.

    45 La preposicin n precediendo al sustantivo soberano es comnmente interpretada comoformando un genitivo indirecto, la Residencia del soberano. Sin embargo, esta oracinaparece en el texto como paralelo inverso a aquella con la que el narrador principal inici surelato: Por el soberano, march hacia Bia ..., la cual se apoya a su vez en la afirmacin delnufrago, descend a Bia en misin del soberano. La preposicin n introduce en los dos

    primeros casos la razn por la cual se emprende una accin. El pasaje que aqu nos ocupapresenta una estructura tpica del gnero analstico egipcio: el orden sintctico se altera para

    enfatizar uno de sus elementos, haciendo que la oracin principal adopte una forma derelativo.

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    Comentario

    I. Regreso de la expedicin a Nubia

    El texto comienza situando a los personajes en medio de una accin yaen curso, es ms, que est llegando a su fin. Se omite cualquier noticiasobre la expedicin a Nubia con la que se abre el relato, pues carece devalor para la consecucin de los propsitos de la composicin. Sinembargo, se transluce que la misin ha sido, a los ojos de su capitn, unfracaso, es decir, que no se han conseguido los objetivos para los que el reydespach a aquel grupo de hombres. El personaje principal le indica alcapitn que el regreso de la tripulacin sana y salva es ya de por s un xito,y que ahora tan slo tiene que justificarse ante el rey con un buen ejercicio

    de oratoria, y todo quedar resuelto. Pero las palabras del asistente nologran rescatar al capitn de su profundo pesimismo.Los oficiales de la administracin real tenan como mxima aspiracin,

    en principio, satisfacer las rdenes del rey, pues slo entonces sus accioneshallaran recompensa. Sus biografas pstumas enumeran, con ms o menosdetalles descriptivos, los diferentes cargos y funciones desempeados en laadministracin, lo que les haca merecedores de sus posesiones y de suestatus social tanto en vida como despus de su muerte fsica. Adems de larelacin de mritos, las biografas resaltan en trminos abstractos laeficacia al servicio