CUENTOS_PARA_REFLEXIONAR

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CUENTOS PARA REFLEXIONAR

1.- MICHA Y SU ABUELO

El abuelo, el mayor de la casa, era muy muy anciano. Sus piernas ya no soportaban su peso, sus ojos ya no podían ver, sus oídos no escuchaban y en su boca no quedaba ni un solo diente. Su hijo y su nuera no le servían la comida en la mesa, sino al lado de la estufa, para que no ensuciara. Una vez le pusieron la comida en un tazón. Cuando el viejecito quiso levantarlo, lo dejo caer sin querer y el traste se rompió, todo se derramó sobre el piso.

Muy disgustada, su nuera le reprochó que hubiera dañado los objetos de la casa y que rompiera así los trastes de su vajilla. Empleando un tono grosero, le dijo que a partir de ese día le servirían de comer en una cubeta de madera, como las que usaban para dar de comer a los animales, el anciano suspiró hondamente y no respondió a esas palabras que lo habían lastimado.

Pasó algún tiempo desde esa ocasión, y un día estaba en la casa su hijo y la nuera del anciano. Los dos esposos miraban con mucha atención al pequeño hijo de ambos. El menor estaba en el suelo, jugando con unos bloques de madera. Los acomodaba de una manera y de otra, como si quisiera darle forma a un objeto en particular.

-¿Que figura estás haciendo con esos pedazos de madera, hijo?.- preguntó con curiosidad su padre. –estoy haciendo una cubeta de madera papá. De esa forma, cuando tú y mamá sean viejitos como el abuelo podré usarla para servirles su comida –informó el pequeño Micha.

Sin decir palabra, el hombre y la mujer se pusieron a llorar. Sentían vergüenza de haber tratado al abuelo de aquella manera. Desde aquel día le sirvieron nuevamente la comida en la mesa, y lo cuidaron bien.

León Tolstói

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2.- LA PALOMA DE LA PAZ

Hace miles de años hubo en Asia dos príncipes enemigos, que constantemente se amenazaban con el menor pretexto. Uno de ellos decidió declarar la guerra y ordenó a los habitantes de su nación que se prepararan para luchar. El otro príncipe aceptó el desafío. Sin embargo, como habían pasado más de quince años desde la última batalla, no recordaba dónde estaban guardadas su armadura y su ropa de combate. Cuando faltaba un día para el enfrentamiento pidió a su madre que le llevara su casco. La señora regresó con las manos vacías.

-¿Por qué no lo trajiste?- le reclamó. –No pude cargarlo, pesa mucho –contestó ella. –Yo mismo iré por él. -No, por favor no lo toques –pidió la madre mientras le impedía el paso. -¿Cómo piensas que puedo ir a la guerra sin casco? –preguntó él. –Mira hijo, dentro de tu casco, que estaba en el patio trasero, una paloma hizo su nido, y dentro de él hay tres pequeñas crías. Las palomas son las aves de la paz: nunca hacen daño a nadie. Todos los días la madre les trae de comer lo que encuentra. ¿Cómo puedo destruir su nido? Cuando vea que quiero tomar el casco, la madre se irá volando y dejará llorando a los polluelos. Eso traería desgracias a nuestro país. El príncipe no quería discutir con su madre, y se presentó al combate sin casco. Al verlo su enemigo quedó sorprendido. -¿cómo se te ocurre combatir así? –Mi madre encontró que en el casco viven una paloma y sus polluelos. No quisimos hacerles daño.

El otro príncipe no podía creer lo que escuchaba y pidió a uno de sus hombres que comprobara si la historia era cierta. –Pues sí. Dentro del casco hay tres palomas muy pequeñas con su madre. Se me hace que apenas rompieron el cascarón – confirmó el enviado. Entonces el príncipe le tendió la mano a su enemigo. – hagamos la paz para siempre. Le propuso. Tu madre no quiso destruir el nido de la paloma y sus polluelos ¿Cómo podemos querer tú y yo destruir los hogares de miles de personas? Desde aquel día, los dos reinos fueron amigos y la paloma se convirtió en símbolo de la paz.

Leyenda de Azerbaiyán

REFLEXIONA:

De acuerdo a la leyenda, ¿crees que tuvo razón la madre del príncipe para no desalojar del casco a las crías de la paloma? Sí, ¿Por qué?, No, ¿Por qué?¿Qué hubiera pasado si el príncipe hubiera decidido destruir el nido de las palomas?¿Qué opinas sobre la actitud del segundo príncipe que decide mejor hacer la paz para siempre?¿Qué podemos lograr si dialogamos con los demás?

Persona: ¿Porque es importante escuchar los puntos de vista de otros?Familia: ¿Cómo podemos mejorar la relación con nuestros padres y hermanos?Escuela: ¿Qué puedes hacer si encuentras a dos compañeros peleando?Comunidad: ¿Qué acciones pueden poner en práctica para mejorar la convivencia con los vecinos?

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3.- EL CAPULLO

Era el primer día de clases para los alumnos de primer año de la Maestra Dorita. Los niños estaban contentos pero al final del día había algunos desesperados porque no podían realizar las tareas, unos lloraban, otros se ponían tristes y así sucesivamente. Los padres de familia que observan aquella escena decidieron intervenir, ¿Qué padre no acude en ayuda de su hijo cuando éste lo necesita?, y resolvieron decirle a la maestra si les permitiera ayudar a los niños en tan ardua tarea. La docente accedió y cuando los maestros se encontraban dentro del salón dijo: -Sólo tengo una condición para dejarlos ayudar a sus hijos, y esa es que escuchen ésta historia: un hombre de campo que cuidaba todos los días sus plantas, observó que un día que en una de ellas apareció un capullo. Al día siguiente en el capullo apareció una pequeña abertura. El hombre se sentó a observar la abertura de la cual emergía la pequeña cabeza de una mariposa, la observó por horas mientras ella se esforzaba para que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. Después de algún tiempo parecía que ella había dejado de hacer cualquier esfuerzo, parecía que ya había hecho todo lo que podía y no había conseguido salir. Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa y tomando una tijera abrió el capullo, la mariposa pudo salir fácilmente, pero su cuerpo estaba marchito, era pequeño y todavía tenía alas arrugadas.

El hombre siguió observándola esperando que en cualquier momento las alas se abrieran y se estirará para que pudiera volar, pero nada de eso sucedió. La mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose, con un cuerpo marchito, era pequeño y todavía tenía las alas arrugadas.

-Así ustedes señores padres tienen en sus manos el don de decidir, si vuelan por sus hijos o les enseñan a hacer el esfuerzo de aprender a volar por sí mismos, esforzándose por conseguir las herramientas de la educación que les servirán para tener un mejor mañana. Ese esfuerzo que es tan necesario para que un día, cuando ellos estén listos, salgan de ese capullo llamado hogar y emprendan el vuelo-. Los padres finalmente entendieron el mensaje, y decidieron dar a sus hijos la oportunidad de esforzarse.

Adaptación a la Lección de la Mariposa de autor desconocido,

elaborada por profesor Hilario Jiménez Limón, Escuela Luis Donaldo Colosio, Tabasco.

REFLEXIONA:¿Por qué crees que era importante que el hombre dejara a la mariposa salir sola de su capullo?¿Cómo crees que se sintió la mariposa cuando no pudo volar y hacer las cosas por si misma?¿Crees que la maestra tuvo razón en contarles ese cuento a los papás?¿Qué crees que quería decir la maestra con la frase “salgan del capullo llamado hogar y emprendan el vuelo”?Persona: ¿Qué debes hacer cuando las cosas no te salgan bien a la primera?Familia: ¿Cómo ayudas en tu casa?Escuela: ¿Por qué es importante cumplir con tus tareas cada día?Comunidad: ¿Cuándo has participado en actividades que beneficien a tu comunidad?

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4.- ARENA Y PIEDRA

Por el ardiente desierto del Sahara, llevando una pesada carga sobre los hombros, iban caminando dos amigos, Farouk y Ramsés. Habían perdido a sus camellos varios días antes y estaban agotados por la enorme distancia que habían recorrido de pie. Llevaban casi una semana sin probar alimento y el agua se les terminaba bajo el inclemente rayo del sol. Las piernas les dolían de tanto caminar y tenían quemada la piel del rostro y los brazos.

Aunque entre los dos habían elegido esa ruta, Farouk le reclamó a Ramsés haber escogido un camino largo y desconocido, su furia iba en aumento: gritaba, manoteaba, le dijo un insulto y otro, incluso llegó a darle una bofetada. Ramsés se quedó callado y la nariz le sangró un poco, pero no respondió a la agresión. Con mirada de profunda tristeza se sentó y escribió sobre la arena con su dedo índice: “Hoy mi mejor amigo me pegó en la cara”. A Farouk le sorprendió este hecho pero no le preguntó nada.

Pasaron esa noche bajo una palmera. Ninguno de los dos logró conciliar el sueño. Había alimañas y podrían atacarlos. Al día siguiente, cuando retomaron su camino, Farouk le pidió una disculpa. –me apena haberte hecho daño ayer. Perdóname por favor. Como señal del arrepentimiento, hoy llevaré tu carga -le dijo.

Siguieron caminando y después de muchas horas se detuvieron para descansar. Como la vez anterior Ramsés se sentó sobre la arena, sacó su puñal y con la punta empezó a escribir sobre una enorme piedra que había por allí. Le tomó un buen rato completar la frase. Cuando terminó podía leerse: “Hoy mi mejor amigo me ha ayudado a llevar mi carga”. Intrigado, Farouk le preguntó: -¡Porqué ayer que te ofendí escribiste en la arena y hoy has escrito en la piedra? –Ramsés le explicó sonriendo: -Los errores de nuestros amigos se los lleva el viento por la noche. Cuando amanece y el sol sale de nuevo ya no podemos recordarlos. Sus pruebas de lealtad, sin embargo, quedan grabadas para siempre en nuestro corazón.

Leyenda árabe.

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5.- EL CANTERO Y LOS ASNOS

Bajaba por un camino un cantero con tres asnos para que apuraran el paso. -¡Vamos, tropa de borricos, avancen! ¡No sean flojos! –Gritaba enojado. El hombre se quejada al cielo por los animales que le habían tocado como sirvientes. -¡Dios mío!, nunca he conocido tipos tan incapaces como éstos. Así nunca podré hacer nada.

A mitad del camino, cruzaron con un caballo que pasaba tranquilamente. El cantero al verlo, se enojó mucho más con los asnos y le gritó: -Miren ese caballo blanco, qué viveza y brío tiene, ¡ese si es un animal fuerte y hermoso! –dijo el hombre y golpeándolos con una vara agregó: -¡Ustedes son feos, torpes y debiluchos! ¡Encima, ignorantes! ¡Tomen, tomen! –

En eso uno de los asnos se volvió, y adolorido por los golpes, reclamó: -¡Alto ahí! ¿Acaso no te das cuenta? Nos tienes mal comidos, apenas nos dejas descansar y nos niegas adecuado abrigo, encima nos ayudas con el trabajo más pesado hasta agotar nuestras fuerzas. –Y luego exiges de nosotros vigor y brío, llenándonos de azotes! –Así es fácil insultarnos! – Intervino otro asno-, compararnos con ese caballo bien alimentado y atendido es absurdo. Culparnos de nuestros defectos es peor aún. ¿No eres tú acaso quien tiene el deber de brindarnos lo que necesitamos? ¿Por ello no trabajamos para Ti? Los tras asnos airados sentenciaron: -¡Danos lo justo y trabajaremos a gusto!-

Fábula peruana

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6.- LA AYUDA

Anoche observé a mi papa muy atento viendo la televisión y le pregunté: -Oye papá, ¿te gusta ver los noticieros porque te interesa algo en especial o porque te gusta estar bien informado de lo que pasa en nuestro país y en el mundo?

-Mira hijo –contestó mi padre- precisamente estoy viendo una noticia que me ha sorprendido. Una comunidad de mil quinientos habitantes del estado de Guerrero y uno de los pueblos más pobres del país, se han solidarizado con los hermanos de Chiapas, quienes sufrieron las consecuencias del huracán Stan. Imagínate, ellos viven en la miseria, y aun así han hecho un esfuerzo inmenso para ayudar a esos chiapanecos más necesitados. ¿No crees que ésta es una lección de vida para todos? Los que no hemos aportado nada de ayudad a los damnificados?

-¿Sabes?- continuó mi papá diciendo-, esto debe despertar la conciencia social de todos los mexicanos. Por lo que estoy viendo y escuchando del noticiero, los chiapanecos han recibido esta ayuda con gran entusiasmo, y no por la tonelada y media de frijol, arroz, galletas y maíz, sino por lo que ese pueblo sumido en la pobreza ha reunido para ayudar. Tal vez ese apoyo no se compare con la ayuda material que otros han enviado, pero su corazón es más grande que la propia miseria en donde viven.

-Para ellos significa tanto que sienten como mexicanos un compromiso y una responsabilidad con su patria y sus semejantes. Esos hombres mujeres y niños nos están dando un gran ejemplo de solidaridad. Por eso es importante que la educación en valores que nosotros como padres y la escuela les brindamos sepan ponerlos en práctica como niños y jóvenes mexicanos, sólo de ésta manera estaremos más unidos y satisfechos de servir a México y exaltar la grandiosidad de nuestra Patria ¿no crees? –Si papá-.

Profesor Noé Bramardi Vázquez, Escuela Benito Juárez, Veracruz.

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7.- La Falacia

En un ranchito vivía un señor, su esposa y sus tres hijos. Un día el papá bajó una caja de ciruelas, mandó a su hijo mayor a venderlas al pueblo cercano. El muchacho iba por la vereda cuando se encontró con un viejito de canas y barbas blancas (era un mago disfrazado de anciano) quien le preguntó al muchacho: -¿Qué llevas en esa caja hijo? -,y el muchacho pensando que le iba a pedir una ciruela, le respondió: -llevo piedras-, el anciano le contestó: -pues piedras venderás hijo-. El muchacho siguió su camino hasta llegar al pueblo. Fue grande su sorpresa cuando destapó la caja, eran puras piedras, las tiró y regresó a su casa. Cuando llegó su papá le preguntó: -¿y el dinero de la venta?-, el muchacho le respondió: -me tropecé y cayeron todas las ciruelas al barranco-.El padre muy enojado pidió otra caja, y esta vez mandó a su hijo mediano a venderlas. Yendo el joven por la vereda se encontró al mismo viejito, que le preguntó: -¿qué llevas en esa caja hijo? -,y el muchacho, pensando que le iba a pedir un poco le contestó: -llevo carbón-, y el viejito le contestó –pues carbón venderás hijo-. El muchacho siguió su camino hasta llegar al pueblo, cuando destapó su caja, las ciruelas se habían convertido en carbón. Cuando llegó a su casa le mintió a su padre, diciendo que por un descuido le habían robado toda la fruta. El padre se puso triste porque no podía creer lo que habían dicho sus hijos.

El hijo menor al darse cuenta de lo que había sucedido, fue por una caja de ciruelas, unas maduras y otras verdes, y posteriormente le pidió a permiso a su padre para ir a venderlas. En el camino se encontró con el viejito, y éste le preguntó: -¿qué llevas en esa caja hijo?-, el muchacho respondió: -llevo ciruelas-, el viejecito sonriendo le dijo –pues ciruelas venderás hijo-.El joven siguió su camino hasta llegar al pueblo, y al destapar la caja se sorprendió al ver las ciruelas maduras y de mayor tamaño, mismas que pudo vender a buen precio. Al llegar a su casa su padre se asombró del dinero obtenido por la venta, sus hermanos también sorprendidos, le preguntaron -¿viste a un viejito por la vereda? -, él contestó: -sí, y me preguntó qué llevaba en la caja, sólo contesté que ciruelas-.sus hermanos simplemente se miraron y comprendieron que debían haber sido honestos desde el principio. A partir de ese día siempre hablaron con la verdad.

Profesor Armando Makul Canales, Escuela Benito Juárez, Quintana Roo

REFLEXIONA:

¿Por qué crees que el anciano preguntaba con tanta insistencia a los hermanos, qué llevaban en la caja?¿Cómo crees que se sentía el papá cuando llegaron los hermanos mayores con las manos vacías?¿Crees que el viejecito mago les dio una buena lección?¿Crees que sea necesario ser deshonesto para tener éxito?

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8.- El Aprendiz de Brujo

En un inmenso castillo vivía un hechicero que se dedicaba al estudio de las fórmulas mágicas. No permitía que nadie fuera a visitarlo y solo aceptaba la compañía de su joven ayudante, Daniel, un jovencito moreno y espigado que no entendía bien lo que hacía su maestro.

En una ocasión el mago tuvo que salir a un largo viaje en busca de plantas para preparar una fórmula secreta. Antes de partir le dio algunas recomendaciones a Daniel y le dijo que no debía abrir la torre en donde él trabajaba, ni tocar sus libros; también le encargó que limpiara algunas habitaciones del castillo. –es una gran responsabilidad, pero sé que podrás cumplirla –Le dijo.

Los primeros días Daniel siguió las instrucciones al pie de la letra. Pero dos semanas después empezó a sentir fastidio por las tareas de limpieza. Así que una tarde subió a la torre. Sobre la mesa halló el libro con las anotaciones del mago y, emocionado por pensar que podía ser un hechicero, se puso la túnica de éste y, subido en un banquito de madera, comenzó a leer. No entendía las palabras pero las pronunció en voz alta sin darse cuenta que eran mágicas. De repente la escoba y el balde empezaron a hablar, se presentaron y se pusieron a sus órdenes.

Daniel se asustó un poco pero pensó aprovechar la situación. Para limpiar tenía que cargar agua y le daba flojera, así que les dio instrucciones de hacerlo. El balde y la escoba iban y venían, iban y venían. Después de algunas vueltas ya había agua suficiente y Daniel les pidió que no trajeran más. Pero como solo entendían palabras mágicas no le hicieron caso y siguieron trabajando. Al cabo de un rato el agua cubría el piso y corría por las escaleras hacia abajo. Llenó las habitaciones e inundó el castillo pero el balde y la escoba no se detenían. El líquido estaba cubriendo todos los objetos del laboratorio que flotaban a su alrededor. -¡Auxilio! –gritó el joven aprendiz.

En ese instante apareció el brujo. Vio lo que estaba pasando y pronunció las palabras necesarias para resolverlo. El hechizo se detuvo y pronto todo estuvo bajo control. Instantes después el mago reprendió a Daniel: -Antes que aprender magia y hechicería, tienes que aprender a cumplir con las responsabilidades que se te encomiendan-.

Adaptación de El alumno de magia de Johann Wolfgang von Goethe

REFLEXIONA:¿Qué responsabilidades le fueron encomendadas a Daniel?¿Qué decisiones podía tomar Daniel y cuáles no?¿De qué acciones podía Daniel responsabilizarse y de cuáles no?¿Ante quien Daniel debía rendir cuenta de sus actos?Persona:¿Qué significa decir “asumir las consecuencias de sus propios actos”?Familia: ¿De qué trabajo o tareas soy responsable en casa y ante quien debo responder con ello?Escuela: Dialoguemos sobre nuestras responsabilidades para el cuidado de nuestra escuela y los mecanismos para rendir cuentas.Comunidad: Entrevistar a alguna persona que tenga responsabilidades colectivas en la localidad para que comparta sus experiencias.

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9.- Esta Noche tuve Miedo

Siempre me gustó el sonido de la lluvia en los cristales, sobre los techos y en las calles, asomarme hacia fuera para verla caer. También era agradable trazar figuras en los vidrios mientras les arrojaba vaho, casi siempre terminaba anotando mi nombre, me sentaba en el antepecho de la ventana e imaginaba ser una diminuta gota que viajaba por las calles, canales, ríos y hasta llegar al mar, donde recorría todo el océano convertida en una sirena de agua y sal.

Pero hoy no, hoy no me gusta como llueve, es de noche, los relámpagos parecen amenazadoras culebras de luz que me vieran por segundo solo a mí; los truenos se escuchan tras gruñidos de monstruos gigantescos que pelearán en lugar de callarse, buscarán competir para ver quien lo hace más fuerte. Cierro las cortinas de un tirón, no quiero ver afuera, los árboles del frente se sacuden como si estuvieran hechizados o acalambrados, de vez en cuando parecen que tocaran a mi ventana, todo está oscuro, la luz se fue hace casi media hora y el teléfono de mi buró dejó de funcionar, siento temor, cada ruido o trueno me hacen saltar, creo que en cualquier momento me soltaré a llorar, me siento temblando, no sé si de frio o de miedo, me meto entre las cobijas, me arropo hasta los ojos y los giro como el péndulo de un reloj que mamá tiene en la sala. Miro de un lado a otro, esperando ver salir de algún rincón los fantasmas, vampiros, monstruos y demás personajes terroríficos de todas las películas que he visto, ¡sé que pronto van a aparecer, quizá del closet!, aprieto con fuerza los ojos, por lo menos si llegan no los veré creo que cada minuto que pasa tengo más y más miedo; me atrevo a abrirlos de nuevo, nada, sólo lluvia, oscuridad, relámpagos y truenos, las cortinas olean con las ráfagas de viento que se cuelan por la ventana entreabierta. ¡Ay, un fantasma!, pienso, es un fantasma que viene por mí; que por qué no les grito a papá y a mamá?, porque estoy sola ¡sola!, ellos tuvieron que salir de improviso para ir a ver al abuelo que está enfermo, y con ese frío y lluvia, prefirieron dejarme en casa; sí creo que voy a llorar. ¿Por qué no vuelve la luz?, ¡ya debería haber vuelto!

¡El celular!, me acuerdo, pero está dentro de mochila en la sala, ahí la deje, aunque mi mamá me pidió que la guardara en mi recámara; para mí, como si estuviera en la luna, a ver quién se atreve a salir de la cama, ya no del cuarto…recorrer el kilométrico pasillo, bajar los quince escalones y entrar en un mundo oscuro, poblado de amenazas. Me estremezco aún más, ¡no, eso ni pensarlo! -¡Tú!-, escucho una vocecita tímida que se hace cada vez más fuerte, casi me grita: -Tú lo harás, recuerda que la oscuridad es la ausencia de la luz, sólo estás asustándote a ti misma, no hay vampiros, fantasmas, ni brujas. No hay nada que temer, así que deja de temblar y si necesitas hablar con papá y mamá para

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sentirte mejor y más tranquila, sal de ésta cama, baja a la sala por tu mochila, toma el celular y háblales -. Pero… si soy yo, ¡estoy hablando sola!, es decir, conmigo misma, ¡caramba, no sabía que era tan valiente!. Respiro profundamente y empiezo a cantar en voz alta mi canción favorita, dejo la cama me pongo las pantuflas, salgo despacio, muy despacio de la recámara, ya voy en el pasillo y ¡sigo viva!, bajo las escaleras, ya siento menos miedo, llego a la sala y canto más alto, busco mi mochila en los sillones, recorriéndolos con las manos y…¡ya está!, ¡la encontré! Suena el celular, por poco agujero el techo del brinco que doy, se enciende una luz: “Celular Mamá llamando”, suspiro de alivio y contesto: -¿Bueno, mamá?, sí no te preocupes, aquí todo está bien, sigue lloviendo muy fuerte pero no creas que tengo miedo eh, sólo un poquito, sí…ya casi llegan, ¡ah, qué bueno!...bien mamá, adiós. –Cuelgo, tomo mi celular como linterna y subo con calma y tranquilidad la escalera, ya no temo, sigo subiendo, en este momento vuelve la luz.

Profesora María del Rosario Martínez Acosta,Escuela Eva Garrido Hayne, Chihuahua

REFLEXIONA:

¿Por qué es importante controlar nuestros miedos?¿Qué hubieras hecho tú si te encontraras en una situación parecida a la del cuento?Platica con tus compañeros situaciones, en las que hayas tenido que vencer tus miedos o controlar tus emociones.¿Qué entiendes por autodominio?

Persona: ¿Qué es lo que más te gusta de ti mismo?Familia: Cómo puedes manifestar con tu familia tus alegrías o frustraciones sin caer en el exceso?Escuela: ¿Cómo podemos manifestar nuestras emociones de agrado y desagrado con nuestros compañeros y maestros?Comunidad: Da un ejemplo de tu vida diaria donde puedas vivir el autodominio.

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10.- La Luna y el Viento

A la sombra de una roca vivían dos grandes amigos, por extraño que parezca uno era un imponente León de gran melena y el otro un tigre majestuoso. Se habían conocido desde que eran cachorros, así que para ellos no había diferencias entre los tigres y los leones. Quizá también los ayudaba la paz que se vivía en la profundidad de aquellas montañas, sólo habitadas por ellos y un sabio monje dedicado a la meditación.

Un día comenzaron a conversar sobre el frio que estaba haciendo aquella tarde. –Todos saben que hace frio cuando hay luna llena –comentó el tigre. –no es cierto. ¿De dónde sacas eso? Hace frio cuando hay luna nueva –lo rebatió el león. –No seas necio. -¡Oye! No quieras pasarte de listo conmigo. Cada uno estaba convencido de hallarse en lo correcto y se negaba a escuchar las razones de su compañero. La discusión duró un día y otro y otro, hasta que temieron que esa disputa afectara la amistad que los había unido. En busca de una solución fueron a buscar al monje, pues siendo un hombre sabio y gran conocedor de la naturaleza con seguridad tenía respuesta.

Al llegar a la ermita en donde sólo se escuchaba el agua de una fuente, se inclinaron en señal de reverencia -¡cómo puedo ayudarlos compañeros del bosque? –preguntó el anciano. Los dos expusieron su problema. El monje se quedó pensando por un rato y luego les explicó: -Pues fíjense que ninguno de los dos tiene razón. Puede hacer frio cuando hay luna llena y puede hacer frío cuando hay luna nueva. En realidad el frio depende del viento, no importa si viene del norte, del este o del oeste. -¿entonces quién ganó en ésta discusión? –Preguntaron a coro. –Nadie. Los dos perdieron. Lo más importante es que ustedes, como grandes amigos que son, vivan siempre unidos, sin conflicto alguno. El viento sopla, la luna cambia de fase, hace frio y los árboles se deshojan… pero la amistad permaneces siempre. Los dos animales salieron de la ermita convencidos de esa gran verdad y fueron, incluso mejores amigos que antes.

Anónimo.

REFLEXIONA:¿Crees que el tigre y el león hicieron bien en empezar a discutir sin escucharse el uno al otro?¿Qué pasa cuando uno cree estar en lo correcto y se niega a escuchar razones?¿Consideras que hicieron bien en ir a consultar al monje?¿Qué opinas del consejo que les dio el monje?

Actividades: en www.valores.com.mx

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